Professional Documents
Culture Documents
TODO LO QUE SOY, TODO LO QUE TENGO, TODO LO QUE PUEDO, TODO LO QUE SÉ Y
TODO LO QUE AMO, QUEDA SELLADO Y PROTEGIDO CON EL PODER DE LA SANGRE DE
JESUCRISTO EL SEÑOR.
Padre Santo, yo (nombre), te alabo y te bendigo, porque para la salvación del género humano nos
enviaste a tu propio Hijo: tu Palabra hecha carne en el seno de María, y que por su pasión y
resurrección se nos otorgó el ser libres de los ataques de Satanás y de sus ángeles. Gracias padre
amoroso, porque también dejaste en tu Iglesia, la presencia viva y actuante del Espíritu Santo,
fuerza y poder de Dios, para ser también abogado y defensor nuestro.
Y ahora en tu presencia, Jesús Eucaristía, te declaro mi Señor, mi Salvador y dueño de todo mi ser
y de todo lo que tengo y de todo lo que soy. Bendito seas Señor Jesús, porque gracias a tu muerte
y resurrección, el pecado, el mundo y Satanás, ¡han sido vencidos hoy y siempre! Y a partir de hoy
yo (nombre), acepto en mí, la victoria eterna de mi Señor Jesucristo, y participo en ella con todo
mi ser físico, psicológico y espiritual.
Además, yo (nombre), apoyado(a) en el triunfo glorioso de mi Señor Jesucristo y por todo el poder
de su nombre y de su preciosísima Sangre, corto y destruyo toda obra de Satanás: ataque,
seducción, opresión, obsesión, tentación, etc., que venga en contra de mi persona, casa, familia,
trabajo y pertenencias, a través de actos de brujería, hechicería, magia negra, blanca o de
cualquier otro color, sortilegio, budú, fetichismo, maleficio, curanderismo, ritos ocultos,
ceremonias satánicas, invocaciones diabólicas, maldiciones, herencias ancestrales malignas
(paternas o maternas), ocultismo, esoterismo, espiritismo, espiritualismo, evocación de muertos,
limpias, guija, masonería, gnosticismo, lecturas de carta, manos, café, arena y todo tipo de
adivinación.
Igualmente yo (nombre), en el nombre de Cristo Jesús, mi dueño y Señor, y por el poder de su cruz
y de su Sangre bendita, corto y destruyo cualquier cosa que haya sido hecha por alguna persona
viva o muerta, en el pasado, en el presente o en el futuro, consciente o inconscientemente, incluso
si proviene del control mental, diabética, meditación trascendental, zen, yoga, metafísica,
parasicología o hipnosis clínica.
Asimismo, yo (nombre), corto, rompo y destruyo en el nombre de Cristo Jesús toda acción que
intente dañar y afectar a mi ser, a mi familia y a mis pertenencias sea que provenga de amuletos,
talismanes, imágenes lociones, polvos, veladoras, alimento de cualquier cosa similar a éstas.
A partir de hoy y para siempre queda atado y amordazado en el nombre de Jesús todo espíritu
ajeno opuesto a Dios que se esté manifestando en mi ser físico, psicológico o espiritual,
produciendo soberbia, ira, lujuria, odio, alcoholismo, malos deseos, envidia, gula, adivinación,
premoniciones, falsa religiosidad, dolor, enfermedad, miedo, angustia, depresión, confusión,
idolatría o egolatría.
Yo (nombre), renuncio a todas estas cosas, libre y voluntariamente, hoy y para siempre en el
nombre de mi Señor Jesucristo, queda purificada toda acción e intervención toda comunicación e
intercomunicación con todo espíritu ajeno a Dios, atándole y amordazándolo en nombre del mismo
Jesús, enviándolo al sagrario y a todas las eucaristías que en este momento se celebran en el
mundo entero.
ORACIÓN DE PROTECCIÓN
Señor Jesús por tu Sangre de tu cruz, por la pureza Inmaculada de la Virgen María, mi Reina del
cielo y de la tierra, yo ______________________________ renuncio a Satanás, a todo conjuro, perjuro,
venganza de lo oculto que por brujería, pacto satánico de enfermedad natural o sobrenatural,
destrucción, muerte, alcohol, droga, infelicidad personal y matrimonial, miseria, robo, fraude,
despojo, control mental, lujuria desenfrenada, ignominia, desprecio y rechazo que venga a
nosotros por los males y por los que nos hayan hecho, todo lo mando derrotado a los pies de la
cruz de cristo Jesús, nunca Más regresen a nosotros y se vayan sin hacer daño a nadie. En tú
nombre Jesús mando que te hagas responsable de nosotros, dándonos tu salud del cuerpo, del
alma y del espíritu, dándonos tu providencia, tu protección, tu defensa; te lo pido con la Virgen
María, porque se que para ti no hay nada imposible, tu me lo darás todo.
Derrama sobre mí la preciosísima Sangre de tu Hijo, con ella que ha sido inmolada y redentora,
quebranta toda atadura sobre mi cuerpo y mi mente. Todo esto te lo pido por intercesión de la
Santísima Virgen María quien me acompaña en esta adoración. Pido la intercesión de San Miguel
Arcángel, mándalo en mi ayuda.
Padre amado ante la presencia de tu Hijo Jesús, sacramento de vida eterna, por el poder de su
Sangre inmolada y la gracia de mi Bautismo, ordeno a todo demonio que pueda tener alguna
influencia sobre mí, que salga para siempre. Por su flagelación, por su corona de espinas, por su
cruz gloriosa, por su sangre redentora, por su resurrección: ordeno a todo espíritu que salga.
Amén.
Ante ti, mi Jesús sacramentado, cúbreme con tu Sangre derramada por mis pecados, con ella sella
y aísla, protege y cubre a todas las personas con las cuales tengo trato de cualquier forma. Con tu
gloriosa Sangre alimento de vida que contemplo en este divino Sacramento, protege, limpia,
purifica y cubre este lugar para que Tú seas sólo el objeto de mi atención a quien debo toda gloria.
Jesús, divino prisionero de amor, en ti sumerjo todo lo antes mencionado, que tu Sangre
derramada me cubra para que no sufra ningún daño. A todos los agentes de Satanás que quieran
influir en mi vida lo sujeto a tu victoria absoluta. Cúbrenos con tu Sangre preciosa para que
queden anulados sus poderes y maleficios y nunca mas vuelvan a molestarme, así atados,
amordazados y encadenados los espíritus que actúan con sus prácticas de maleficio por el poder
de tu sangre vayan a postrarse a tus pies sin ninguna autoridad.
Padre bueno: derrama sobre mí en la presencia de tu Hijo presente en la Divina Eucaristía el don
de tu Espíritu. Jesús bautízame en tu Espíritu Santo, renovando en mi la gracia bautismal que
desde pequeño, sin mérito he recibido Espíritu Santo ven sobre mí, lléname de tus dones,
carismas de tus frutos y virtudes. Dame un nuevo corazón para conocerte, una nueva lengua para
alabarte.
Divino Espíritu, da testimonio de Jesús en mi corazón. Concédeme tu gozo, tu paz, tu luz, tu amor.
Hazme testigo de mi Divino Salvador. María, Madre del Señor, acompáñame en esta hora de
adoración en la que te suplico me prestes tu corazón para amar y tus labios para adorar. Dispón
mi corazón para recibir al Espíritu Santo; tú que eres la mediadora de todas las gracias, pídele a tu
esposo que venga sobre mi, con sus frutos, virtudes, dones y carismas para que pueda ser
totalmente liberado de todo daño que mis pecados me hayan dejado.
Espíritu Santo, ven y llena todos los rincones de mi ser, lléname, consuélame, defiéndeme,
ilumíname. Toma posesión de mi mente, quita de ella toda mentira que Satanás ha introducido en
ella, toda preocupación, quiero unir mi pensamiento al pensamiento tuyo. Ahora penetra en mi
corazón, toma posesión de él, sana todas las heridas de mi vida, especialmente las causadas por
mis odios y resentimientos. Sáname porque necesito un corazón puro para poder amar; deseo que
mi corazón sea transparente, que sea traspasado por tu amor, para así poderlo entregar a mis
hermanos.
Te entrego mi tiempo, para que no lo desperdicie. Señor, dirige mi tiempo, dirige todas mis
acciones Espíritu Santo, dirige cada uno de los acontecimientos; dame la fuerza necesaria para
salir victorioso(a) en esta lucha contra cualquier fuerza del mal. Tu que eres Dios, tu que eres la
promesa del Padre y el enviado de Jesús, para nuestra salvación, se en mi vida lo que necesito,
para no caer ni rendirme en esta lucha.
!Oh Espíritu Santo! Alma de mi alma, yo te adoro: ilumíname, guíame, fortifícame, consuélame,
úngeme, enséñame lo que debo de hacer, dame tus ordenes, te prometo someterme a todo lo que
permitas que me suceda, solamente hazme conocer tu voluntad.
Te entrego Señor mi cuerpo, para que en perfecto estado de salud te pueda servir. Sana y libera
todo mi ser. Protege este cuerpo que es el instrumento, con el que tú quieres que viva este día,
realizando acciones virtuosas.
Sello y protejo con el poder de la Sangre de Jesucristo el Señor todas las instalaciones de luz,
tuberías de gas, agua, toda la cañería.
Incluso sello y protejo con la Sangre de Jesucristo el Señor, la pintura con la que está revestida.
Sello y protejo todas las puertas de todos los cuartos, al igual que todas las ventanas, sello todas
las áreas de esta casa, los dormitorios; sello la sala, la cocina, el comedor, los baños.
Sello y protejo con el poder de la Sangre de Jesucristo el Señor cada objeto contenido, cada
mueble, cama, adorno, todo absolutamente todo lo contenido en esta casa.
Pido a Jesús que toda ella sea bañada con su preciosísima Sangre, de tal manera que nada ni
nadie pueda provocarnos ningún daño.
Sello y protejo todos los límites de esta casa de tal manera que nada absolutamente de lo que la
rodea pueda provocar algún daño ni a mi, ni a los míos, ni a cualquiera de los pariente, amigos o
visitantes.
Padre celestial: !Oh Dios de piedad y compasión!, te doy gracias por utilizarme como instrumento
indigno de tu caridad.
Padre eterno: con el amor de Jesús te amo, con la fuerza del Espíritu Santo te adoro y con la
fortaleza y ternura de la Virgen María: te rindo culto, honor y gloria, creo, espero y tengo fe en ti.
!Oh Dios todo poderoso!, te suplico que, con tu santa misericordia: limpies, sanes, purifiques y
santifiques mi mente, cuerpo, corazón, alma y espíritu; te pido, con infinita humildad en mi
corazón, que por medio de Jesús, tu Santo Hijo, mi Señor y Salvador, saques fuera todo lo que no
sea tuyo, lo que no te pertenezca y haya tomado posesión de mí. !Gracias te doy, Padre celestial
por tu infinita misericordia!
!Oh buen Jesús!, Señor mío y Dios mío, envuelve a este pobre siervo tuyo con el agua y la sangre
bendita que brotó de tu corazón misericordioso; señor, tengo confianza en ti: te proclamo centro y
eje de mi vida, te entrego todo mi ser, mi pasado, mi presente y mi futuro son tuyos, divino Señor
Jesús: toda mi existencia es tuya, purifícala y santifícala con la fuerza del espíritu santo para gloria
de mi Padre celestial.
Jesús mío, preciado tesoro de mi alma, por medio de la gloriosa y poderosa intercesión de mi
santísima Madre, la Virgen María, me consagro a tu eucarístico corazón por toda la eternidad; yo
te pertenezco en cuerpo, alma y espíritu, te seguiré cada día de mi vida, Señor Jesús: Lléname de
tu Santo espíritu, guárdame en tus santas llagas, séllame con tu divina gracia, cúbreme con tu
preciosa sangre, forma una muralla de protección a mi alrededor con la llama de amor y ternura
de tu Santísima Madre, la Virgen María, y con el poder y la fuerza de los santos, ángeles y
arcángeles del cielo.
Señor mío y Dios mío, ordénale a todo espíritu que no te pertenezca y haya tomado posesión de
mi, salga de mi ser material y espiritual; amordázalo, encadénalo y dispón de él según tu
voluntad. Ordénale que no le haga daño a ningún miembro de mi familia y que nunca más vuelva
a mí en ningún tiempo ni lugar.
Te suplico, Señor Jesús, me conviertas en santuario de Dios, que tu santo Espíritu viva
eternamente en mí para que con tu santa potestad, luz y su fuerza, repele a cualquier espíritu
maligno que intente acercarse a mi persona.
Te amo, te adoro y te alabo, Señor Jesús, te doy las gracias Señor Jesús por tu misericordia. A ti, el
honor y la gloria, el poder y la victoria por los siglos de los siglos, amén.
Glorioso San Benito, Patriarca de los monjes, Poderoso en milagros, Amado del señor.
Padre bondadoso para con todos los que te invocan, Yo imploro de tu corazón amoroso que ores
por ……………………………... aquí presente, ante el trono de nuestro Señor.
A ti recurrimos en todos los peligros que diariamente nos rodean, sé para ……………………………...
un escudo contra sus enemigos.
Inspírale para imitarte en todas las cosas.
Tu corazón esta siempre lleno de amor, compasión y misericordia hacia aquellos que de alguna
manera se ven afectados por todo tipo de problemas.
Tú nunca has dejado sin consuelo ni asistencia a nadie que haya recurrido a ti.
Intercede, pues, amado San Benito por la salud del alma, cuerpo y mente de
……………………………... líbrale de todos los males de su cuerpo y de su alma. Defiéndele a él y a
todos los suyos del poder de los enemigos infernales.
Destierra de sus casas y de sus vidas, las acechanzas del maligno espíritu, ruega
por……………………………... a fin de que viviendo según la Ley del Señor merezca ser hallado digno
de recibir la eterna recompensa.
Pídele al Señor que remedie sus necesidades tanto espirituales como corporales y para que su
alma no muera en pecado mortal.
Glorioso San Benito, en tus manos ponemos nuestras vidas. Y confiamos en tu poderosa
intersección para permanecer siempre libres del poder de los espíritus malignos.