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LA VERDADERA EDUCACIÓN CUESTA

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví1

“Y la hija de Faraón le dijo: Lleva a este niño y


críamelo, y yo te pagaré. Y la mujer llevó al niño y lo
crió” (Éxodo 2:9).

I. INTRODUCCIÓN

A. Ilustración: Un hermano enojado porque el


pastor había dicho en un sermón, que la mejor
educación que existe en el mundo es la cristiana.
Muy sentido el hermano, que laboraba como
catedrático de una prestigiosa universidad, fue a
pedirle explicaciones al pastor. El pastor le recibió
muy atentamente y le preguntó la razón de su
visita. El hermano con voz grave le dijo: “¿Quién se
cree usted pastor para desmerecer la educación del
estatal? ¿Conoce algo de educación para que hable
así? Yo soy magíster en educación, con tres
diplomados en docencia universitaria y un
doctorado en proceso en pedagogía universitaria en
la Universidad Mayor de San Marcos, y sé que la
educación adventista lo único que da es, Biblia y
más Biblia, nada más. Además en lo único que
puede ser más la educación adventista es en el
precio porque “cuesta caro”.
El pastor lo miró y suavemente le dijo. Tiene razón,
es probable que yo no sepa de educación, y usted
sea un especialista en la materia, pero en algo yo
no estoy de acuerdo con usted, y es en lo último
que dijo, “que la educación adventista cuesta más

Es pastor distrital de Tocache B, en la Misión del Oriente Peruano.


1

Se le puede contactar visitando su blog personal


http://pastorheyssencordero.blogspot.com .
caro”. Querido hermano, quiero decirle que la
educación NO adventista cuesta más CARO que la
educación adventista.
El hermano se rió fuertemente y con sorna dijo:
“¿cómo va a costar más? La matrícula te cuesta 60
soles y no se paga mensualidad, yo no veo lo que
cuesta”. El pastor le dijo: “cuesta más porque
CUESTA TU SALVACIÓN”.

B. Proposición: La educación adventista no es cara


como algunos aseveran, muy por el contrario, la
educación que aparentemente NO cuesta, es la que
SÍ cuesta, pues cuesta tu salvación.

C. Oración interrogativa: ¿Tu hijo está en un


colegio que cuesta o no cuesta? ¿Para qué educas a
tu hijo, para que se pierda o para que se salve?
D. Oración de transición: Hoy veremos que la
educación adventista cuesta dinero. En cambio, la
educación no adventista cuesta la salvación. ¿Qué
vas a elegir? Estemos atentos a este tema no
simple.

II. DESARROLLO

A. El objetivo de la educación adventista

1. Conocer a Dios. El mayor objetivo de la


educación adventista es que los estudiantes
“conozcan… al único Dios verdadero y a
Jesucristo a quien Dios envió” (Juan 17:3). Para
eso existen escuelas, iglesias y hospitales en
nuestra iglesia. Para que sirva como fuente de
predicación. Que el mundo conozca que hay un
Dios (Mateo 9:35). Elena G. de White dice: “El
conocimiento de Dios es la esencia real de la
educación”.2 El estudiante debe tener pleno
conocimiento de Cristo no solo en teoría sino
en práctica. Debe experimentar una vivencia
con él.
2. Ser redimidos por Dios. Elena G. de White
menciona: “La obra de la redención debía
restaurar en el hombre la imagen de su
hacedor, devolverlo a la perfección con que
había sido creado, promover el desarrollo del
cuerpo, la mente y el alma, a fin de que se
llevase a cabo el propósito divino de su
creación. Este es el objetivo de la educación, el
gran objetivo de la vida”.3
3. En síntesis: La educación cristiana tiene dos
objetivos marcados: (1) que conozcan
verdaderamente a Dios, y (2) conociéndolo
sean redimidos por Él.

B. El fundamento de la educación adventista

1. La Biblia, la Palabra de Dios. Si se llega a


entender que la educación adventista tiene
como fin que los alumnos conozcan a Dios y
sean así redimidos o salvados. Entonces
sencillamente la Biblia tomará el primer lugar
en cada curso que se enseña. Lógico
matemático, Comunicación, todos los cursos
tendrán como base la Biblia. Pues no
estudiamos para esta vida solamente sino para
la eternidad. La Biblia dice: “…Tu palabra es
verdad” (Juan 17:17).

2
Elena G. de White, Consejos para los maestros (Buenos Aires:
ACES, 1987), 301.
3
Elena G. de White, La educación (Buenos Aires: ACES, 1987), 15-
16.
2. El Espíritu de Profecía. La Biblia
menciona: “…Creed a sus profetas y seréis
prosperados” (2 Crónicas 20:20). Elena G. de
White ha escrito mucho sobre educación y ella
la llama como: “el brazo izquierdo del
evangelismo”.
3. En síntesis. No debe puede existir educación
adventista real si no se sigue los los principios
de los dos pilares de la educación cristiana, a
decir, la Biblia y el Espíritu de Profecía. Sin
embargo, ellas deben ser tomadas en la praxis
y no en mera teoría.

C. El precio de la educación adventista

1. Cuesta dinero. “Todo lo bueno cuesta”, y “lo


barato sale caro”. Cuando leemos la Biblia y
nos encontramos con la historia de Moisés nos
damos cuenta de un detalle. La hija del faraón
sabía que Moisés era judío y es por ello que
sabía que la mejor educación que él (como
judío) podía y debía recibir no era la egipcia,
sino la educación hebrea o israelita. Así que,
contrató los servicios de una judía o hebrea, al
respecto la Biblia dice: “Y la hija del Faraón le
dijo: “Lleva a este niño y críamelo (edúcamelo)
y yo te pagaré” y la mujer llevó al niño y lo crió
(educó)” (Éxodo 2:9).
¿Qué les parece? La educación buena, la
educación cristiana, cuesta. Moisés no podía
ser educado por egipcios. Se preparaba para
servir a Dios. No podía ser educado por
maestros incrédulos y paganos.

2. Tiene maestros adventistas. Lo interesante


en esta historia es que es una egipcia de
nombre Hatshepsut quien se da cuenta de las
grandes ventajas de la educación israelita, la
educación de Dios. En Egipto habían muchos
maestros buenos, científicos, pero carecían de
valores, de principios, es por ello que la
princesa de Egipto optó por la educación de
calidad, la educación del pueblo de Dios. No
tendrán los profesores más eruditos y con
grandes títulos, pero sí que son cristianos. Si
somos realistas en las instituciones adventistas
actuales, son más los padres no cristianos que
envían a sus hijos a estudiar a los centros
adventistas. Es que ellos ven que no es una
educación simple y común.
3. Un buen adventista sabe elegir lo mejor.
Si los egipcios (no adventistas) ve que la
educación de Israel (adventista) es muy buena,
¿qué podemos decir de los adventistas?
Generalmente reniegan, se molestan y
desmerecen la ecuación que es sin duda de
Dios. Si tu hijo es adventista, no merece ser
educado por un colegio o escuela no
adventista. Un adventista debe ser educado
por adventistas.
4. Dios tiene un plan para cada hijo
adventista. Dios tenía un plan bonito para
Moisés y así también tiene un plan hermoso
para tu hijo. Dios tiene el plan de sacarlos de
Egipto, y ya los sacó, para llevarlos rumbo a
Canaán. Para eso te separó Dios. Para que te
enrumbes a la tierra prometida, a la eternidad.
¿Lo estás educando en una escuela adventista?
Y sino no, ¿Lo educarás en una escuela
adventista?
5. No cuesta la salvación. Hay otros centros
educativos donde no cobran mucho dinero. Es
más, casi todo es gratuito. Pero, ¿qué le
enseñan a tu hijo? ¿a bailar, danzar, etc.? Tú
sabes. La educación NO adventista no cuesta
dinero, pero CUESTA LA SALVACIÓN. Si Moisés
no hubiera sido educado de manera bíblica en
su niñez no habría podido ser el libertador, el
predicador de Israel. ¿Qué planes crees que
tiene Dios para tu hijo? ¿Por qué no haces todo
lo posible para educarlo como la Biblia manda?

D. Los resultados de la educación adventista

1. Valores. En la actualidad existen muchos


profesionales. Pero así mismo existen muchos
profesionales corruptos, indeseables, malos,
etc. ¿Por qué? Porque solo les enseñaron a
sumar, restar, leer, a escribir, etc. Pero no le
enseñaron a ser íntegros. ¿Qué hijo quieres
tener tú?

2. La vida eterna. La Biblia dice que no sirve de


nada acumular tesoros en la tierra sino en el
cielo. Tú decides donde quieres que tu hijo
pase la eternidad. Hay algunos adventistas que
preocupados por el dinero, trataran de ahorrar,
juntar dinero, pensando tal vez que ese dinero
se van a llevar al cielo. Esa actitud pasa con los
que no conocen a Cristo pero en los que
conocen a Dios, no debe ser así. Claro, es
importante trabajar, ahorrar, pero no a costas
de poner en juego la salvación de nuestros
hijos.

III. CONCLUSIÓN
A. Recapitulación: Hay un dicho bien conocido:
“lo barato sale caro”, y en el plano de la
educación, esa es una gran verdad. Hoy vimos
- ¿Cuál era el objetivo de la educación adventista? Y
aprendimos que era que conozcan a Dios y conociendo
a Dios sean redimidos o alcancen la salvación.
- ¿Cuál es el fundamento de la educación adventista?
Y aprendimos que era la Biblia, la palabra de Dios y el
Espíritu de Profecía.
- ¿Cuánto cuesta la educación adventista? Y
aprendimos que cuesta dinero pero no cuesta la
salvación. En cambio los colegios no adventistas
cuestan la salvación. Ese es el riesgo.
- Y finalmente vimos ¿qué resultados trae la
educación adventista? Y aprendimos que son los
valores y la vida eterna.
B. Llamado: Apreciado hermano, ¿para qué estás
educando a tu hijo? ¿Quién quieres que sea tu hijo?
¿Un profesional exitoso que se pierda o un profesional
exitoso que alcance la vida eterna con Jesús? La
respuesta es únicamente tuya. Yo deseo que mi hijo
sea un profesional con Cristo. ¿Quieres decidir
conmigo también y en el nombre de Dios apostar por
la educación adventista, y no solo apostar sino que
ayudar en su progreso? Hoy yo decido apoyar a la
escuela pues es el plan de Dios. Moisés se preparó así
y llegó a ser el libertador de Israel. Tú ¿quién quieres
que sea tu hijo? Recuerda: “Tener una educación
superior es tener una conexión viviente con Cristo”
Elena G. de White.4

4
Elena G. de White, Testimonios para la iglesia (Buenos Aires:
ACES, 1987), 9:174.

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