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HISTORIA MINIMA DE LA IGLESIA

AGUSTIN CHURRUCA PELAEZ, S.J.

Edición (Copias para centros de formación)

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1.- PRESENTACION
Es imposible resumir en unas cuantas hojas los dos mil años de vida por los que ha trascurrido la Iglesia
funda por Nuestro Señor Jesucristo. Estos renglones, por lo tanto, no constituyen una historia completa de la Iglesia.
Únicamente presenta algunos de los más importantes causes por los que han caminado los seguidores del
Carpintero de Nazaret de veinte siglos a la fecha.
El autor desea que los lectores, observando el desarrollo del la vida cristiana, conozcan y amen más al Señor
Jesús, a los cristianos, conozcan amen más al Señor Jesús, a los cristianos, antepasados nuestros y que, amando así a
la Iglesia de hoy y siempre, adquieran nuevas fuerzas para vivir en Evangelio con sus hermanos, el mensaje de fe,
esperanza y amor que nos hará libres.

2.- DIVISIÓN
Esta sinopsis de la vida eclesial puede ser dividida de diversas maneras. Para una mejor compresión de
sucesos tan variados y complejos es útil separar la narración según los correspondientes veinte siglos que encierran
estas hojas.

SIGLO I
3.- JESUCRISTO
Los cuatro Evangelio narran la vida de Jesús el Señor. El nació en Belén, en un establo, de María Virgen,
esposa de S. José, por obra del Espíritu Santo.
El año de nacimiento de Jesús dio inicio al cómputo de nuestra era.
Hacia los treinta años de edad empezó su predicación del mensaje enviado por Dios. Recibió el bautismo de
Juan. El Espíritu Santo posó sobre el en forma de paloma. Jesús se retiro al desierto para orar y ayunar durante
cuarenta días. Allí fue tentado por Satanás.
Escogió, después, a doce seguidores, los apóstoles. Recorrió Judea, Galilea, Samaria, etc., curando enfermos
y anunciado la salvación. Estableció los siete sacramentos.
Su palabra encontró fuerte oposición, especialmente en los fariseos, que practicaban la religión de la
hipocresía. Pagaron treinta monedas a Judas Iscariote, uno de los apóstoles, para que traicionara a su Maestro. Los
soldados lo apresaron en el Huerto de Getsemaní. Fue juzgado por Anás, Caifás, Herodes y Pilato. Lo coronaron de
espinas y lo azotaron.
Cristo murió en la cruz el viernes santo a las 3 de la tarde y fue enterrado en el sepulcro de José de Arimatea.
Al amanecer del domingo resucitó. Cuarenta días después ascendió al Reino de los Cielos, cumplido así la
misión conferida por el Padre: redimir al género humano. Tres años había durado su predicación, en los cuales había
fundado su Iglesia.

4.- LOS APÓSTOLES


El primer siglo de la vida cristiana es de importancia suma con respecto a los sucesos, porque nos ofrece el
ejemplo vivo de la aplicación primitiva de la predicación de Jesús.
Después e subir a los cielos, el Señor envió al Espíritu Santo a los apóstoles. Eran once en total, después
Judas se había suicidado ya: Pedro, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, Santiago hijo de Alfeo, Tadeo,
Andrés, Simón. Para suplir a Judas los once eligieron a Marías.
Movidos por la fuerza del Espíritu, los apóstoles predicaron la enseñanza de Jesús a los judíos. A partir de
Jerusalén, con el paso del tiempo, fueron aventurándose por el mundo entonces conocido, o sea el Imperio Romano.
El libro llamado Los Hechos de los Apóstoles, narra los primeros años de la predicación de los apostólica.
Es necesario leerlo para comprender el modo de vida de los seguidores del Maestro. El capítulo 4, 32-35 nos
describe, por ejemplo, que “la asamblea de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba como
suyo lo que poseía sino que todo lo tenían en común… No había entre ellos ningún necesitado, porque todo lo que
tenían campos o casas los vendían y entregaban el dinero a los apóstoles, quienes repartían a cada uno según sus
necesidades”.
Los fariseos quisieron acabar con esas manifestaciones de vida. Esteban fue el primer discípulo del
Crucificado que murió por su fidelidad a El (año 36).
Los apóstoles establecieron el servicio del diaconado. Escogieron a siete hombres, que tenían la finalidad de
cooperar con los Doce en la predicación, en el bautismo y en el servicio del prójimo.
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Lentamente aumentó el número de los convertidos. No todos harán de buena fe. Un mago, llamado Simón,
se presentó a los apóstoles, porque admiraba el poder que tenían de conferir el Espíritu Santo, y les dio: “Denme a
mí también este poder, de modo que a quien imponga las manos reciba el Espíritu Santo”. Ofrecía para ellos dinero.
Pedro le contestó: “Desaparece tú, junto con tu dinero, pues has pensado que el don de Dios se compra con
dinero…”

5.- SAN PABLO


Otro hombre, en cambio, había de ser insigne en la vida de la Iglesia: Pablo de Tarso. Había
perseguido a los seguidores de los apóstoles y trataba de exterminar el cristianismo.
Viajó de Jerusalén a Damasco para encarcelar a los hermanos en esta ciudad (a. 36).
En el camino, una luz lo derribó (del caballo). Una voz le dijo: “Saulo, Saulo ¿por qué me
persigues?...”
Pablo se retiró al desierto y preparo su espíritu, antes de iniciar su viaje y predicación. Después se
presentó a los apóstoles en Jerusalén.
Herodes Agripa, mientras tanto, quiso, también, detener el movimiento cristiano y desató contra los
creyentes una encarnizada persecución (a. 41). Degolló al apóstol Santiago (a. 43), apresó a Pedro con intención de
sacrificarlo. Pedro pudo escapar a Cesárea. Pablo pasó a Chipre y Cilicia (a 46-48).

6.- EL CONCILIO DE JERUSALEN


Entre los primeros cristianos se suscitó una discusión. Unos de ellos pensaban que debían exigir la
práctica de algunas costumbres judías a quienes desean ingresar en la hermandad cristiana. Hubo necesidad,
entonces, de dialogar en una reunión, celebrada en Jerusalén el año 49.
Pedro decidió que tales obligaciones no eran necesarias para recibir en la comunidad a los
convertidos por el mensaje.

7.- EL NUEVO TESTAMENTOS


Pablo, incansable, reinició sus actividades misioneras (40-52). Viajó a Grecia, a Roma y a otros sitios. Fundó
numerosas comunidades eclesiales, sufrió hambre, cárcel, tortura, naufragios, peligros sin fin. Una idea fija, predicar
a Cristo, le colmada de fuerza y energía.
Conservamos varios de sus cartas, escritas a las comunidades establecidas. Son las que actualmente leemos
en la misa, antes del Evangelio: a los Romanos, a los Corintios, etc.
De otros apóstoles conservamos también algunas cartas: de Santiago, de Pedro, de Juan (y de éste, también,
el Apocalipsis).
Estos documentos y los cuatro evangelios (de Mateo, de Marcos, de Lucas y de Juan) forman el Nuevo
Testamento, la palabra revelada por Dios a los seres humanos por medio de su Hijo.
Si los Evangelio relatan la vida y enseñanza del Señor, en sus obras San Pablo profundizó los temas de la
redención con que el Señor Jesús nos liberó del pecado.
Explicó la fe con que hemos de aceptar su predicación, la gracia que Dios nos ha concedido para vivir las
exigencias de la vida cristiana que nos pide amor efectivo a Dios y al prójimo, y muchos otros puntos concernientes a
nuestra vocación de hijos de Dios

8.- EXPANSIÓN DEL CRISTIANISMO


Conforme trascurría el tiempo, los cristianos fueron apareciendo en las diversas provincias que entonces
pertenecían al Imperio Romano: desde provincias que entonces pertenecían al Imperio Romano: desde Siria hasta
España, o sea, la Europa actual y una parte de Asia, principalmente Turquía, así como la parte norte de África.
San Pablo se estableció en Roma. Murió en el año 64 como resultado de la matanza de cristianos que ordenó
Nerón. Pablo le siguió en el martirio en el año 67.
Sin que podamos precisar lugares y fechas, los restantes apóstoles murieron después de consagrar sus vidas
al servicio de la fe.
A fines del primer siglo, la enseñanza del Maestro se extendía por el mundo para transformarlo. Los
discípulos bautizaban a quienes querían unírseles en fraternidad y celebrar la Eucaristía.

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La liturgia de Santiago era usado en Jerusalén y en Antioquía. La de San Marcos, en Egipto. La autoridad
eclesiástica estaba constituida. Las comunidades cristianas tenían sus respectivos obispos, sacerdotes y diáconos.
Muertos el primer Papa, San Pedro, le sucedieron San Lino, San Anacleto, San Clemente, San Evaristo, etc.,
en sucesión ininterrumpida que llega hasta el actual Pontífice Juan Pablo II, el 265° Vicario de Cristo.
La Iglesia había trascurrido su primer siglo. Empezaba su lento enraizamiento en el mundo conocido
entonces.
Además de Roma, donde vivía el Papa, fueron importantes centros cristianos Alejandría, Antioquía,
Constantinopla.
Del Papa San Clemente (a.100) nos queda su Carta a los Corintios, que escribió para exhortarlos a poner fin a
las divisiones que los perturbaban.
El año 92 el emperador Domiciano decretó una persecución contra los que profesaban el nombre de
cristianos.

SIGLO II
9.- CRISTIANOS Y PAGANOS
Las comunidades de creyentes vivían su fe en un ambiente mayoritariamente pagano.
Durante la segunda centuria, sobresalieron los llamados Padres Apostólicos. Fueron hombres que
transmitieron y adaptaron la fe recibida a las circunstancias de su tiempo.
Los Padres Apologistas, por su parte, defendieron el mensaje de Cristo ante ciertas desviaciones que lo
impugnaban.
Los paganos no veían con buenos ojos a los cristianos. Los calumniaban, atacaban y despreciaban. Les
achacaban asesinatos de niños o crímenes similares.
Trajano (+ 117) dejó como testamento varias cartas. San Ignacio de Antioquía (+ 202) puso su pluma a favor
de la fe contra el gnosticismo (ver núm. 11).
Policarpo (+ 180), que conoció al apóstol San Juan, es autor de una Carta a los Filipenses.
Papías (+ 154) fue oyente de San Juan y San Policarpo, y escribió la obra llamada Explicación de las Palabras
del Señor.

11.- LOS PADRES APOLOGISTAS


Por su parte, los apologistas defendieron a la Iglesia de las acusaciones que formulaban los filósofos paganos
contra la fe.
Sobresalió San Justino (mártir en 165), conocedor de la filosofía de su época, que contestó brillantemente las
impugnaciones. Fue pionero del acercamiento entre el cristianismo y el helenismo, así como de la especulación
teológica.
Varias filosofías, religiones, magias o astrologías, amenazaron mezclarse con el cristianismo.
Los llamados gnósticos, por ejemplo, enseñaban la existencia de un Dios del Bien y de un Principio del Mal.
Su moral se oponía a la católica.
Montano (+ 175) proponía unas normas morales sumamente rígidas. No aceptaba a las autoridades
eclesiásticas, ni el perdón de los pecados cometidos después del bautismo. Creyó inminente el fin del mundo. Su más
importante seguidor fue, en el siglo siguiente, Tertuliano (ver núm. 15).

SIGLO III
12.- LA CRISIS DE ROMA
La Iglesia, fieles y jerarquía, iniciaron el siglo en un ambiente oficial y popularmente hostil. Los cristianos, sin
embargo, daban viciado de los últimos y decadentes decenios del Imperio Romano.
Esta entidad política sofría una gran inestabilidad. Los militares se habían adueñado del poder. Las crisis
económicas y las convulsiones sociales eran endémicas. Las tribus bárbaras se acercaban cada vez más a las
fronteras romanas.

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13.- LOS BARBAROS
Los cristianos vivían en silencio y humildad. Los Papas tuvieron que defender a la Iglesia de la espada hostil y
de la herejía interna, ayudados por los obispos, sacerdotes y diáconos.
Los vándalos habían llegado desde el siglo primero. Los godos y alamanos arribaron a principio de éste; los
francos hacia el año 240 y los burgundios en 277.
La Iglesia, gobernada desde Roma por el Vicario de Cristo, guardaba la unidad de fe, extendida en el mundo
conocido: norte de África, Siria, Alejandría, en donde existían iglesias locales.

14.- HEREJES
Los cristianos estudiaron el misterio de la Trinidad, en su intento de seguir ahondando en el conocimiento de
la Persona de Jesucristo. Como fruto de estas consideraciones se dio el caso de cristianos que se apartaron de la
unidad de la fe.
Algunos negaron la divinidad de Cristo. Afirmaron que Jesús era Hijo adoptivo de Dios, corriente a la que se
llamó adopcionismo. El Verbo de Dios, que habitaba en Jesús –decían– no era una Persona sino un tributo de Dios.
Pablo de Samosata, principal defensor de esta tesis, fue condenado en el Concilio de Antioquía (a. 268).
No faltó quien sostuviera que el Padre y el Hijo eran tan diferentes, que en realidad eran dos dioses distintos.
Sabelio, que vivió en los comienzos del siglo, negó la Trinidad. Afirmaba que al Padre se le llamaba Hijo en
cuanto se había encarnado. A esta teoría se le dio el nombre de modalismo. También sostenía que el Espíritu Santo
era sólo una modalidad de Dios.
El monarquismo, el patripasianismo (el Padre se encarnó y padeció), fueron tendencias de pensamiento
semejantes a las anteriores.
El monaquismo (Mani –+227– fue fundador) tuvo una amplia difusión. Insistía, como los gnósticos (ver núm.
11) en la existencia de dos principios supremos: la Luz y las Tinieblas. La Luz había creado el alma y todos los seres
buenos. Las Tinieblas crearon por su parte, el cuerpo y las cosas materiales que, por tanto, eran consideradas malas.
De ahí que estimaron al matrimonio, a la propiedad, etc., como actos malos.

15.- PENSADORES CRISTIANOS


Varios pensadores cristianos sobresalieron en este siglo.
Tertuliano, de Cartago (155-228), fue un brillante escritor que expuso y defendió el pensamiento cristiano, si
bien su fuente temperamento le hizo oponerse a la autoridad eclesiástica y terminó afiliado en el montanismo (ver
núm. 11). Contribuyó, sin embargo, a la formación del lenguaje teológico en latín, especialmente en Trinidad y
Cristología.
San Cipriano, obispo de Cartago (+258, mártir), en cambio, apacentó su grey en medio de las persecuciones
de Decio, que desanimaron la fe de muchos, que huyeron o apostaron.
El obispo pugnó porque fueran perdonados, después de haberse arrepentido y de haber hecho penitencia,
en contra de quienes sostenían que los que no se habían mantenido firmes debían ser expulsados para siempre del
seno de la Iglesia. Publicó también su libro Unidad de la Iglesia Católica (ver núm. 18).
San Clemente, de Alejandría (+ 215), escribió comentarios a la Biblia, obras teológicas y morales. Mostro
cómo la filosofía griega había preparado el camino al pensamiento cristiano.
Compatriota suyo fue Orígenes (+ 254). Publicó una edición crítica de la Sagrada Escritura. Defendió al
cristianismo, tanto a través de su enseñanza como de sus diálogos y cartas. Fue pionero, también en la teología
especulativa y mística. Refutó a Celso, hostil a los libros inspirados, a Cristo y a la Iglesia. Con todo, sus teorías sobre
la preexistencia de las almas, su exégesis demasiado alegorista y su creencia en el perdón final para todos los seres
inteligentes, fueron rechazadas por la Iglesia.
Discípulo preclaro de Orígenes fue San Gregorio de Taumaturgo.
Porfirio (+ 304), filósofo neoplatónico, en cambio, compuso un tratado en contra de los cristianos.

16.- OTROS MARTIRES


Las persecuciones dejaron sentir su peso también en este siglo.
Septimio Severo (+ 211) prohibió cualquier conversión al cristianismo y su orden produjo no pocos martirios,
por ejemplo los de Santa Cecilia y San Irineo. Fue la quinta de las persecuciones.

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Inició la sexta el emperador Maximiliano el Trecio (+ 238) que desterró o asesinó a los cristianos,
principalmente a los sacerdotes, y derribó los templos.
La séptima estuvo a cargo de Decio, en 251, que torturó y mató a quienes no ofrecieran sacrificios a los
dioses. Orígenes sobrevivió a los tormentos que sufrió.
Valeriano (+ 260) siguió el ejemplo de los anteriores emperadores luego de haber sido afecto a los
seguidores de Jesús durante los primeros años de su mandato. San Lorenzo murió en 258.
Desde el primer Papa, hasta San Marcelino, fallecido en 308, casi todos murieron martirizados.

SIGLO IV
17.- LA PAZ OFICIAL
El siglo cuarto proporcionó la paz oficial de la Iglesia. Sobre la Institución fundada por Cristo, sin embargo se
cernieron graves peligros de índole diversa.
El gobierno romano pretendió manejar los asuntos eclesiásticos para su conveniencia política. El dogma fue
puesto nuevamente en peligro, tanto por estas intervenciones, como por nuevas teorías que florecieron.
Como en toda época, la Providencia designó a los hombres que supieron evitar que la barca de San Pedro
encallara.
El siglo cuarto empezó con una gran persecución, la novena, decretada por el emperador Diocleciano, en el
año 303. Entre las regiones que más sufrieron podemos enumerar a España, por una parte, y a Italia y África.
Galerio, perseguidor también de cristianos, dejó de lado esta política en 311.
En 312 Constantino venció a Majencio en la disputa que sostenían ambos por apoderarse del Imperio. El
hecho tuvo lugar en le celebre batalla de Puente Milvio. El 13 de junio de 313, Constantino permitió oficialmente la
existencia de la religión cristiana.
Constituido emperador, reparó o construyó iglesias confiscados por sus antecesores.
A su muerte, Juliano, emperador de 361 a 363, trató vanamente de restablecer el paganismo.
La Iglesia quedó reconocida y protegida. Pero ello trajo consigo que muchos quisieran ser admitidos en ellas
más por conveniencia que por convicción, lo que, sin duda, acarreó lamentable descenso en la práctica fervorosa de
los preceptos evangélicos.

20.- PADRES DE LA IGLESIA


Varios padres de la Iglesia sobresalieron durante la presente centuria. Hemos nombrado a San Atanasio
(+373), quien escribió acerca de la Trinidad, así como Historia Eclesiástica y Comentarios de la sagrada Escritura.
Existieron otros hombres notables. San Cirilo de Jerusalén (+ 386) redactó 24 instrucciones Catequéticas.
San Basilio (+379) y San Gregorio Nacianzeno (+ 390) expusieron el dogma de la Santísima Trinidad.
San Gregorio de Nisa (+ 394) místico, nos dejó también una gran síntesis de la doctrina católica.
Por otro lado, San Ambrosio de Milán (+ 397), fue un excelente predicador muy versado en la Biblia, que
escribió diversos tratados para favorecer la práctica cristiana. San Agustín le debió, en parte, su conversión.

21.- LOS PRIMEROS MONJES


En este siglo aumentó mucho el número de hombres que se retiraron a la soledad para dedicar su tiempo a
la oración y a la penitencia.
El ejemplo de San Antonio de Tebaida (356) produjo miles de seguidores. San Pacomio (347) organizó la vida
comunitaria.
San Basilio, ya citado, redactó la primera regla para monjes.
San Martín de Tours (+ 397) fue animador del movimiento monástico y del apostolado rural.

22.- SACRAMENTO Y DISCIPLINA


En estas fechas, el bautismo solía darse solamente a los adultos. Algunos de ellos lo retrasaban hasta la hora
de su muerte. La preparación para recibir este sacramento era larga: constaba de instrucción, confesión, ayunos y
oración.

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En los siguientes siglos fue introduciéndose la costumbre de bautizar a los niños, como reacción en contra de
la herejía pelagiana (ver núm. 27).
A partir del Concilio de Elvira (España), en el año 306, fue extendiéndose por la Iglesia de occidente la
costumbre de que los sacerdotes fueran célibes para entregarse de lleno a su misión.
Si bien en los primeros tiempos las confesiones y las penitencias eran efectuadas públicamente, al terminar
el presente siglo empezó a prevalecer la práctica del rito privado.
Otros bárbaros, los hunos, se asentaron en el Imperio, a partir del año 365.

SIGLO V
23.- CAIDA DEL IMPERIO ROMANO
El siglo quinto está caracterizado por el incontenible avance de los bárbaros que derrumbaron al Imperio
Romano y, también, por las luchas teológicas que rompieron la unidad cristiana.
Las fronteras del Imperio no resistieron el asedio de los nuevos pobladores, que penetraron los diversos
territorios que hoy forman parte de Europa.
Mezclados con lo romanos y las diversas razas existentes, producirán los futuros reinos medievales.
El emperador romano Teodosio había dividido en dos partes al Imperio en el año 394: oriente y occidente.
Alarico, godo, en 410 y Genserico, vándalo, en 456, cayeron sobre Roma. Odoacro, jefe de los hérulos,
destituyó a Rómulo Augústulo en 476, quien fue, así, el último emperador romano en accidente.
La parte oriental del imperio siguió subsistiendo con el nombre de Imperio Bizantino.
El papa San León I impidió que Atila saqueara Roma en 452.

24.- LOS NUEVOS REINOS


Los bárbaros invasores se repartieron el imperio.
Los suevos, que arribaron en el año 400, los visigodos y los alanos, tomaron España.
Los vándalos atravesaron esta península, permanecieron en el sur (en Vandalusía, hoy Andalucía) y
prosiguieron hasta el África.
Los hérulos, llegados en 400 también, permanecieron en Italia, que fue arrebatada por los ostrogodos en
493.
En Francia se apostaron los burgundios, los visigodos y los francos. Los sajones y los anglos invadieron Gran
Bretaña y se mezclaron con sus pobladores, los bretones.

25.- CONVERSIÓN AL CRISTIANISMO


Los godos fueron los primeros convertidos al cristianismo, si bien a la secta arriana. A ellos fueron siguiendo
las demás tribus: los francos, convertidos al catolicismo ortodoxo, en primer lugar. Después, los borgoñones, los
suevos y los visigodos.
Irlanda fue convertida al cristianismo por San Patricio (461), a quien los isleños conservan todavía una
profunda veneración y agradecimiento. El inició el movimiento monástico en aquella tierra (ver núm. 21).

26.- ERRORES EN TORNO AL DOGMA DE CRISTO


Habiendo sido defendida la divinidad de Cristo, durante el siglo pasado, en contra de las afirmaciones de
Arrio (ver núm. 19), el siglo V presenció la lucha de especulaciones en torno a cómo se unió en Jesús la divinidad con
la humanidad.
a) Apolinar de Laodicea (+ 390) negó el alma de Cristo, juzgándola incompatible con su divinidad. Por el
contrario, Diódoro de Tarso (+ 394) y Teodoro (+ 428) afirmaron que el Verbo habitaba en un hombre.
b) Los llamados monofisistas rechazaban que Cristo tuviera naturaleza divina y naturaleza humana.
Defendían que únicamente tenía una naturaleza, en la que se habían unido la divinidad y la humanidad. Eutiques (+
454) comandó esta escuela.
c) Nestorio, por su parte, enseñaba que Cristo estaba constituido por dos personas, la divina y la
humana. Como no había unión entre una naturaleza humana y una persona divina, sino únicamente conexión entre

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una persona humana y la divinidad, Nestorio rechazaba que la Virgen fuera Madre de Dios. Sólo era Madre de Cristo,
decía. La Virgen había dado a luz un hombre –afirmaba– al que se había unido el Verbo.
Patriarca de Constantinopla, fue refutado por Cirilo de Alejandría y por el Papa Celestino, así como por el
Concilio de Éfeso en 431 (ver núm. 28)

27.- PELAGIO Y LA GRACIA.


Pelagio (+ 419), nacido en la actual Inglaterra, enseñó en Roma que el ser humano, sin ayuda de la gracia,
puede evitar el pecado. Exaltaba la eficacia del esfuerzo de la voluntad en la práctica de la virtud.
Según su opinión, bastaba con que Dios hubiera otorgado al ser humano la libertad y la ley moral. La gracia
era un coadyuvante.
Rechazaba, también, los efectos del pecado original. Reducía este pecado a un mal ejemplo dado a la
humanidad por Adán y Eva.
Como, según creía, el bautismo sólo perdonaba los pecados personales, sus discípulos concluyeron que no
había que bautizar a los niños.
El semipelagianismo –elaborado por Casiano de Marsella, hacia 425- afirmaba que el inicio de la salvación o
de la conversión era obra del hombre y no de la gracia (ver núm. 28).

28.- DOS CONCILIOS


El Concilio de Éfeso, III Ecuménico, fue realizado en 431 para dirimir las disputas con los nestorianos (ver
núm. 26). La Asamblea definió la unidad personal de Cristo, la maternidad divina de María y condenó al pelagianismo
(ver núms. 26 y 27).
El cuarto concilio ecuménico, efectuado en Calcedonia, tuvo lugar en el año 451, como respuesta a Nestorio,
otra vez, y a Eutiques (ver núm. 26). El Concilio enseñó que Cristo tenía dos naturalezas, la divina y la humana, unidas
en una sola persona.
Uno y otro concilio produjeron agrias disputas, antes y después de su realización, así como choques y cismas,
que agitaron terriblemente a la cristiandad.
Entre otros episodios que servirían de ejemplo, resultó que el Emperador Teodosio II reunión un pseudo
concilio en Éfeso (449) para rehabilitar a Eutiques. El Papa San León el Grande se alzó contra esta asamblea, a la que
calificó de latrocinio de Éfeso.

29.- SANTOS PADRES


Después de una juventud inquieta, Agustín, hijo de Santa Mónica, recibió el bautismo, animado por la
predicación de San Ambrosio, Había nacido en el norte de África, en el año 354.
Obispo de Hipona desde 395, brilló en toda la cristiandad por su inigualable talento, que apuntó en contra de
los errores maniqueos (ver núm. 14), donatistas (ver núm. 18) y pelagianos (ver núm. 27).
Entre sus casi 100 obras, sobresalen Las Confesiones (autobiografía) y La Ciudad de Dios (primera filosofía y
teología de la historia).
Excelente predicador, además, fue también un ejemplar obispo. Ha sido llamado con justicia, “el genio más
grande que ha tenido la Iglesia”. Su influencia en nuestros días sigue siendo notable. Falleció el 28 de agosto de 430.
San Jerónimo (+ 420) realizó parte de su apostolado en el siglo anterior. Redactó en Latín la Biblia y dejó
obras de historia de la Iglesia y de espiritualidad. Propago el ideal monástico.
San Juan Crisóstomo (boca de oro), escribió acerca del sacramento del sacerdocio, así como de la Eucaristía,
de la vida monacal y comentó la Sagrada Escrituras.
Estableció la liturgia usada en el Imperio Bizantino. Desplegó una intensa práctica de la caridad manteniendo
instituciones que cuidaban de los desvalidos. Murió en 407.
San Pedro Crisólogo (+ 450), virtuoso y elocuente obispo de Ravena, dejó una importante colección de
sermones sobre textos de la Sagrada Escritura, cuya exégesis fue, sobre todo, moral.

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SIGLO VI
30.- REACOMODOS SOCIALES
El mundo que habitaba la Iglesia era ya distinto, desde que la avalancha de los bárbaros fue incontenible. El
Imperio había desparecido. Estaba gestándose una nueva época. Los antiguos bárbaros habían ocupado el Imperio
Romano, mezclándose con los distintos habitantes de esos sitios e intercambiando con ellos sus costumbres.
Todavía en 568, por el reacomodo que habían las distintas tribus en los territorios ocupados, se produjo la
invasión de Italia por los lombardos.
El Imperio Bizantino, en cambio, en cambio, resistió victorioso el empuje bárbaro, conservando su antigua
idiosincrasia. El emperador Justiniano (+ 565), gran organizador del imperio, construyó Santa Sofía (la sabiduría de
Dios) (ver núm. 97).

31.- II CONCILIO DE CONSTANTINOPLA


Fue el V Concilio Ecuménico. Inició sus sesiones en 553. Reunido por Justiniano, condenó los llamados Tres
Capítulos, extractos de escritos de Teodoro de Mopsuestia, Teodoreto de Ibas, considerados sospechosos de
nestorianismo (ver núm. 26).

32.- LA VIDA MONACAL


San Columbano, monje y misionero irlandés (´+ 615) fomentó la vida monacal en Irlanda, Francia y la actual
Inglaterra. Juan Casiano (+ 435) erigió un centro de vida ascética en Marsella. Estas y las anteriores comunidades
fueron centro de renovación religiosa y humana en esta época de cambio cultural.
El decidido fomento a la vida de consagración a Dios fue debido de manera importante a San Benito (+ 547).
Desde la soledad de su retiro en Subiaco, su ejemplo le atrajo discípulos. Pasó a Monte Cassino en 529, situado
rumbo a Nápoles, Italia.
La orden benedictina tiene como fin la glorificación de Dios. Sus miembros trascurrían su vida en la oración,
el trabajo agrícola y el estudio, viviendo en pobreza, castidad y obediencia.
La orden tuvo un gran auge desde su fundación hasta el siglo XII, en Italia, Francia, Alemania, Gran Bretaña,
etc.
Los monasterios construidos se convirtieron en baluartes evangélicos y culturales. Veinte papas y 20 mil
obispos salieron de sus filas. Promovieron el canto religioso que ellos mismos practicaban diariamente.

33.- LITURGIA
Una vez que los invasores fueron aceptando la religión católica se formaron los ritos litúrgicos propios de
cada nación: la liturgia romana y la ambrosiana, usadas en Italia; la galicana, en Francia; la visigótica, en España.
Por estos tiempos empezaron a editarse los Libros Penitenciales que ayudaban al sacerdote y al penitente en
la confesión.

SIGLO VII
34.- EL IMUPULSO DE SAN GREGORIO
En el cruce de los siglos sexto y séptimo (590-603) gobernó la Iglesia San Gregorio Magno. Lograr la completa
conversión de los pueblos bárbaros fue uno de los desafíos más importantes que supo afrontar.
Envió a San Agustín de Canterbury a predicar en Gran Bretaña, en donde estableció siete obispados. Procuró,
asimismo, que los francos y lombardos fueron catequizados. Logró que los visigodos dejaran el arrianismo (590) a
ejemplo de su rey Recaredo (ver núm. 25).
San Gregorio escribió varios libros morales, cuidó de la ciudad romana azotada por las pestes y la invasión
lombarda. Reformó también el rito de la misa, introduciendo el rezo del Señor ten Piedad, el Aleluya, el Padre

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Nuestro. Fundó el Canto Gregoriano, que se difundió rápida y ampliamente. Conformó, también, el Canon de la
Misa.

35.- BIZANCIO
El imperio de Oriente fue amenazado por los persas, los ávaros y los árabes, que cercaron sus fronteras. No
pudieron vencerlo.
El emperador Heráclito (610-641) atacó y venció a los persas en su propio territorio. Rescató la Santa Cruz
que los persas habían confiscado.
Los cristianos de este imperio estaban muy divididos en la fe, porque interpretaban diversamente el Concilio
de Calcedonio.
El patriarca Sergio de Constantinopla, en su deseo de lograr restablecer la unidad, provocó el monergismo y
el monotelismo.
El monergismo sostenía que en Cristo sólo había una energía o actividad, la divina. El patriarca Sergio
concluyó que Cristo sólo tenía una voluntad, la divina.
San Sofronio y San Máximo se encargaron de atacar este error.
El tercer concilio celebrado en Constantinopla, VI Ecuménico, en 680, definió la existencia en Cristo de dos
voluntades y de dos actividades.

36.- LOS ARABES


El profeta Mahoma fue fundador de la religión del Islam. Nació en 570. Predicó la fe en un solo Dios. En 622
llegó a la ciudad de Medina, año en que dio comienzo la era musulmana. Se instaló después en La Meca, donde
murió en 632.
El Corán, libro escrito por sus discípulos, recogió las enseñanzas de Mahoma. Indica que Dios habló a los
hombres por medio de ángeles o de profetas como Moisés, Jesucristo, Mahoma. Dios premiará a los hombres
predestinados con un paraíso de deleites.
Los musulmanes deben leer cada día el primer versículo del Corán, orar, ayunar el mes de Ramadán, dar
limosna, ir una vez al año a la Meca y acudir a la Guerra Santa. Mahoma permitió la poligamia y el divorcio. El profeta
formó un pueblo a partir de grupos dispersos de pastores beduinos.
Los árabes pudieron atravesar una parte de las fronteras del Imperio Bizantino. Ocuparon Palestina, Persia,
Siria y Egipto, bajo el mando de Abou Omar (+ 644), primer sucesor de Mahoma.
Después de varios años de dispersiones internas, los musulmanes reiniciaron su expansión a fines del siglo,
en que ocuparon el norte de África.
37.- MAGISTERIO Y CONVERSIONES
En España sobresalía, mientras tanto, San Isidoro, obispo de Sevilla (+ 636). Recopiló todos los conocimientos
de su época en la famosa obra Etimologías.
Los búlgaros llegaron al sur del Danubio hacia el año 660. San Galo fue apóstol de Suiza (+ 613). Los
lombardos se convirtieron en 653 (ver núm. 34).

SIGLO VIII
38.- LA EDAD MEDIA
La Edad Media fue gestándose desde el siglo V, como hemos visto, y duró hasta los siglos XII-XIV. Fue la
época de la Europa feudal. Carlomagno trató de restaurar el Imperio Romano de Occidente.
La Iglesia quedó situada tanto en el continente Europeo como en el Imperio de Bizantino de Oriente. Los
árabes se apoderaron de una parte de este oriente y avanzaron por el norte de África con el intento de adueñarse de
Europa. España cayó en su poder (ver núm. 36).

39.- ESPAÑA
En el año 586 España, con su rey Recaredo, abandonó el arrianismo e ingreso a la Iglesia Católica (ver núm.
34). El reino, sin embargo, fue invadido por los musulmanes en 711, excepto en su parte norte.
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El cristianismo pudo seguir existiendo pero no sin innumerables penalidades y aun vacilaciones que tuvieron
que padecer los fieles. Recaredo, obispo de Córdoba, en cambio, encabezo la tendencia opuesta.

40.- EL RESTO DE EUROPA


Los árabes, que seguían avanzando, fueron derrotados en Poitiers por Carlos Martell en 732. La religión de
Cristo se conservó en aquellos lugares donde ya existía y desde éstos pudo todavía extenderse a otros sitios del
continente europeo.
Desde Holanda a Dinamarca, San Wilibrordo (+ 739) sembró la semilla del Evangelio. A San Bonifacio (+ 754)
se debe la conversión de Alemania. Para consolidar su obra fundó monasterios. El papa Gregorio III estableció las
diócesis y nombró a sus obispos.

41.- EL IMPERIO DE CARLOMAGNO


Los lombardos, que habían penetrado una parte de Italia, avanzaron hacia los territorios que aún no habían
podido conquistar, tratando de adueñarse de la península entera.
Los Papas, señores temporales de diversos lugares del aquel suelo, pidieron la ayuda de Carlomagno, señor
de los francos. Carlomagno venció a los invasores y reconoció que los Estados Pontificios eran propiedad de la
Iglesia.
Carlomagno conquistó, además, gran parte de Europa, desde Francia hasta Hungría. El Papa León III lo
coronó emperador. Empezó de esta manera el Sacro Imperio Romano de Occidente, que Carlomagno consideró
continuación del anterior desparecido (ver núm. 23).
Permanecía, al mismo tiempo, el de Oriente, el bizantino.
Las letras tuvieron un primer nuevo auge en esta época. En los palacios de los señores fueron fundadas las
Escuelas Palatinas, que hicieron renacer, junto con los monasterios existentes, la cultura y el arte. El monje
anglosajón Alcuino (+ 804) propiciará esta renovación, desde la corte del emperador.

42.- EL PROMBLEMA DE LAS IMÁGENES


El emperador bizantino León III el Isáurico (+ 741) impidió de manera definitiva que los árabes mantuvieran
la esperanza de penetrar sus dominios. Pero la Iglesia de Bizancio fue rompiendo cada vez más su vinculación con
Roma.
El emperador era enemigo de que se diera culto a las imágenes religiosas, al igual que los musulmanes y los
judíos. Pidió al Papa Gregorio II, en vano, que prohibiera su culto. León ordenó la destrucción de las imágenes en su
territorio. El papa Gregorio III (+ 741) confirmó la legitimidad del culto en cuestión.
El hijo de León, Constantino V (+ 775) fue tan implacable como su padre en la destrucción. Persiguió a los
monjes que se habían convertido en principales defensores del culto a los santos.
Por fin, el Segundo Concilio de Nicea (VII Ecuménico, en 787), señaló que era legítimo venerar a los santos y
esculpir imágenes de ellos.
Este asunto volverá a debatirse durante la referencia brotada a partir del Vaticano II.

43.- LA ADMINISTRACIÓN ECLESIASTICA Y LOS SACRAMENTOS


Para la mejor atención de los asuntos eclesíasticos, fueron hechas las demarcaciones llamadas arzobispados.
Nacieron también los cabildos o reuniones de canónigos.
En vez del bautismo por inmersión empezó a ser usado el modo actual de bautizar en pilas. La comunidad
bajo una sola especie fue la más usada.

SIGLO IX
44.- NUEVOS REINOS
Muerto Carlomagno (+ 814), le sucedió su hijo Ludovico Pío. Al fallecer éste, los sucesores repartieron el
Imperio Carolingio por medio de Tratados de Verdún (843).

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Luis el Germánico gobernó el oriente o se Baviera, Alemania, Sajonia; Lotario, el centro: Países Bajos, Suiza,
Italia. Carlos el Calvo reinó sobre Francia.
La Europa así dividida sufrió las invasiones de los hombres del norte, llamados normandos o escandinavos o
vikingos, que asolaron Francia, España y el Mediterráneo.
Los sarracenos penetraron a saco en Roma en el año 846.
Mientras tanto, el Emirato de Córdoba cobró grande esplendor. Con todo, en España empezaron a
configurarse las regiones políticas de Cataluña. Aragón, Castilla y León.
La Heptarquía anglosajona fue unificada con el nombre de Reino de Inglaterra por Egderto (+ 838). A Rusia
empezó a darle unidad Rurik (+ 879).
Juan Escoto Eurígena, irlandés (+ 981), pensador de grande influencia, dirigió la Escuela de París. Rabanco
Mauro (+ 856) discípulo de Alcuino, propició en Alemania el movimiento de renacimiento cultural (ver núm. 41).

45.- NUEVOS CRISTIANOS


Los búlgaros se convirtieron al cristianismo, con su rey Boris, en el año 863, al igual que los servos y croatas,
y, en el norte, los daneses y suecos, en 876.
San Oscar (+ 865) fue el apóstol de los países escandinavos. Los hermanos San Cirilo (+ 869) y San Metodio (+
885) lo fueron de los esclavos.

46.- FOCIO
En 869 fue celebrado el IV Concilio de Constantinopla, octavo ecuménico, siendo papa Adriano II.
Fue convocado en parte para dirimir quien era Patriarca de Constantinopla, Ignacio o Focio, pues ambos
detentaban el puesto, validos de diversas razones.
El concilio instaló al Patriarca legítimo, Ignacio, y reafirmó la legitimidad del culto a las imágenes. Por sus
escritos y por su actuación, antes y después del concilio, Focio preparó mucho el terreno para el rompimiento
posterior que tendrá lugar entre Bizancio y Roma (ver núm. 53).

47.- AÑOS DE SOMBRAS


En estos siglos la Iglesia fue el único faro de luz que alumbró las espesas tinieblas que cayeron sobre la
Europa.
Los pueblos bárbaros no dejaban de serlo pues conservaban todavía muchas de sus costumbres paganas,
que resultaban difíciles de erradicar a pesar de haber hecho profesión de fe cristiana.
El Papado sufrió también las consecuencias de la crisis cultural. Los principales reyes deseaban manejar a su
arbitrio a la Sede de Pedro, interviniendo en las elecciones, para favorecer sus propios intereses.

SIGLO X
48.- EL FEUDALISMO
En esta época estuvo vigente en Europa el sistema económico, político y social llamado feudalismo.
La unidad europea soñada por Carlomagno despareció. Europa se dividió en multitud de reinos, principados,
ducados, etc. El cargo de emperador resultaba, salvo excepciones, nominal.
Las tierras no pertenecían a los campesinos, sino a los señores, para quienes los campesinos las trabajan.
Las clases sociales estaban bien diferenciadas. La nobleza disponía de todos los privilegios económicos,
sociales y políticos. Los siervos y los villanos eran subordinados inermes.
Los pontífices de esta centuria, impuestos por los feudales, fueron o mediocres o indignos.
El Imperio Germánico de Occidente, en cambio, empezó a cobrar fuerza a partir de Otón el Grande (+ 973),
coronado por Juan XII. La injerencia en los emperadores y de los diversos señores feudales, especialmente italianos,
volvió a crecer nuevamente. Quisieron poner y deponer papas a su antojo, aun valiéndose del asesinato, por ejemplo
el cometido contra Benedicto VI en 974.

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Tales eran los tiempos tenebrosos que vivía Europa entonces, al llegar el primer milenio de haber sido
predicado el Evangelio y ni el mismo clero había podido escapar a una muy generalizada y extendida relación de
costumbres.
Con todo, la fundación de la Orden de Cluny, establecida el 11 de septiembre de 910, será de importancia
esencial. San Bernon (+ 928), su primer abad, y los siguientes, contribuyeron a la reforma de la Iglesia mediante el
número importante de monasterios que erigieron. (Ver núm. 50).

49.- MÁS CONVERSIONES


Muy importantes conversiones de reyes y pueblos iniciaron la vida cristiana en territorios europeos cuyos
moradores todavía no había aceptado el Evangelio.
La princesa rusa Olga, en 945, recibió el bautismo. Su nieto, San Vladimiro (+ 1054) convirtió a Rusia (ver
núm. 44).
San Esteban de Hungría llevó su reino al a fe en 986. Haakon (+ 961) fue el primer rey católico de Noruega.
San Adalberto (+ 997) fue el apóstol de Polonia y Hungría. En 996 recibió el bautismo el Duque de Polonia Miecislao.
La conversión de Islandia y Groenlandia tuvo lugar el año 1000.

SIGLO XI
50.- VIDA RELIGIOSA
Dos nuevas órdenes aumentaron la vitalidad renovadora de la vida religiosa que tan necesaria se hacía en
estos tiempos a la Iglesia.
San Romualdo fundó la Orden de la Camáldula en 1018.
San Bruno (+ 1101) estableció la Cartuja, para que sus miembros dedicaran su vida a la oración en silencio.
Cluny, miembro tanto, llegaba al apogeo de su esplendor (ver núm. 48).

51.- SAN ENRIQUE II


Este emperador, que mereció el culto de los altares, se esforzó, también, por cooperar a la reforma de la
Iglesia.
Si bien cometió el error de inmiscuirse demasiado en los problemas internos de la institución –tales eran los
tiempos- cuidó que los Papas y Obispos cumplieran su deber para beneficio del pueblo fiel.
Otros gobernantes santos de este siglo fueron San Canuto (+ 1086) rey de Dinamarca, San Eduardo (+ 1066)
de Inglaterra y San Ladislao de Hungría (+ 1095).

52.- LA RELACION DE LOS PAPAS


El Papa Nicolás II (+ 1061) trató de frenar los abusos imperiales. En 1059 estableció que los cardenales
eligieran al Papa. Fue éste un paso importante en la lucha por la independencia religiosa.
El siguiente estuvo a cargo de San Gregorio VII (+ 1085) decidido a extirpar el vicio de que los señores
feudales nombraran a quienes ocuparían los puestos eclesiásticos.
Opositor de esta acción fue el emperador Enrique IV (+ 1106), descendiente del santo Enrique II. Gregorio
excomulgó al emperador, quien hubo de hacer penitencia en Canossa (1077) para recibir la absolución.
Contraatacó después y volvió a sus antiguos métodos. Llegó, incluso, a nombra un antipapa que se prestara a
sus manejos. Las escaramuzas seguirán entre diversos papas y emperadores todavía un tiempo más.

53.- BIZANCIO
Las relaciones de oriente y occidente habían quedado muy debilitadas, según recordamos (ver núm. 46). La
ruptura formar entre Bizancio y Roma tuvo efecto en 1054, a causa de la mutua intransigencia.
El patriarca Miguel Cerulario no acepto la costumbre occidental de consagrar panes ázimos (sin levadura) en
la misa. Después de unas pláticas con los alejados del Papa León IX, encabezada por el cardenal Humberto, el
desacuerdo fue completo.

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Miguel Cerulario fue excomulgado. Los legados volvieron a Roma. Empezó la separación de Bizancio,
Bulgaria, Rumania y pueblos eslavos. La excomunión fue levantada, de manera solemne, únicamente hasta el
Concilio Vaticano II (ver núm. 170).

54.- LAS CRUZADAS


El siglo XI vio nacer (1096-1099), la primera de las ocho cruzadas que habría hasta el siglo XIII. Urbano II
convocó la primera durante el Concilio de Clermont en 1095.
Los turcos mahometanos se habían apoderado de los Santos Lugares en Jerusalén en 1071. Amenazaba con
invadir a Europa, que se estremecía toda ella ante esa posibilidad. Europa necesitaba expandirse y comunicarse con
el oriente.
Pedro el Ermitaño avanzó seguido por veinte mil adictos surgidos por el pueblo. Hambreados y
desorientados, llegaron al Imperio Bizantino, que los miraba con recelo, si no con estupor, por las tropelías que
cometían.
Después de ellos llegaron 60 mil elementos del ejército organizado, al mando de Godofredo de Bouillon.
Bizancio quiso aprovechar estas fuerzas para recobrar sus territorios anteriormente perdidos.
Los cruzados tomaron plazas importantes (Antioquia, p.e.) y aun la misma Jerusalén (1099), a la que
arrasaron. Establecieron allí un reino, pequeño islote rodeado de turcos y bizantinos. Fue llamado Reino Cristiano de
Jerusalén. Perdió su última posesión en 1290 (ver núm. 64)

55.- ARTE ROMANICO


El espíritu que estaba desarrollándose, tuvo su manifestación artística en el llamado estilo Románico. La
cristiandad construyó catedrales, iglesias y monasterios en Europa.
Los elementos característicos son la bóveda de medio cañón, las columnas, muros inmensos y arcos de
medio punto.
El Románico es un estilo, por tanto, que produce impresión de severidad por la escasez de ventanas y de luz,
así como por lo macizo de su construcción (ver núm. 78).

SIGLO XII
56.- EL ESPLENDOR MEDIEVAL.
A partir del siglo XII y del modo especial en el XIII, la Edad Media llegó a su esplendor. Fue entonces –en
contraste con la precariedad de los siglos antecedentes- cuando realizó su mejor producción cultural.

57.- ORDENES RELIGIOSAS


Siguiendo con el impulso de renovación monacal anterior (ver núm. 50) otros hombres buscaron formas
nuevas de consagrarse a Dios, seguidos por numerosos discípulos.
Los cistercienses tuvieron gran importancia a partir de su fundación por San Roberto (+ 1110), que adoptó
los modelos heredados por San Benito (ver núm. 32). Impulso notable a esta orden lo dio San Bernardo de Claraval
(ver núm. 58).
También nacieron en este siglo los canónigos regulares de San Agustín y los premostratenses de San
Norberto (+ 1134).
Características de esta época fue la formación de las órdenes militares, constituidas por monjes guerreros,
cuyo objeto fue cuidar de Tierra Santa, o realizar diversas obras de beneficencia.
Así nacieron los hospitalarios de San Juan (1113), que atendían a los enfermos en aquella tierras; los
templarios (1118), que habitaron el Templo de Salomón reconstruido por Herodes (ver núm. 82); los teutones
(1190).

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En España vio la luz la Orden de Alcántara en 1154, la de Calatrava en 1157, la de Santiago en 1170 y otras
más.

58.- LA CULTURA
Los estudios, tan descuidados hasta la fecha, a causa de las sombras que envolvían a la Europa, cobraron
nuevo desarrollo. Las escuelas monacales salvaron de la hecatombe a la sabiduría.
Las materias enseñadas en aquellas aulas eran gramática latín, retórica y dialéctica, por una parte, y
aritmética, geometría, astronomía y música por otra, así como teología.
Aparecieron también las escuelas episcopales, anexas a las catedrales (ver núm. 41).
San Anselmo (1033-1109) sobresalió por la renovación que empezó en el campo teológico, cuyo fruto
posterior será la maduración de la teología escolástica. San Anselmo introdujo en buena medida la razón en el seno
de la fe.
Ideó el argumento ontológico para demostrar la existencia de Dios, fundado en la noción misma del ser.
Este, decía, es impensable si Dios no existiera. También fundamentaba su prueba en la noción de perfección, que
implica la existencia, puesto que lo perfecto, si no existiera, sería por ello mismo imperfecto.
Pedro Lombardo (+ 1160), llamado el Maestro de las Sentencias, escribió el libro que lleva este nombre,
texto teológico generalmente usado en aquella época.
Recopiló en él la enseñanza relativa a Dios, la Creación, el Retorno a Dios (encarnación, moral), los
Sacramentos, la Resurrección y el Juicio.
Sobresalió también Abelardo (+ 1142), hombre de pensamiento tan renovado cuanto azarosa vida.
Fue partidario de la crítica racionalista. Quería buscar con precisión la traducción de la Biblia y de los textos
de los Santos Padres. Propugnaba porque los contextos fueran debidamente estudiados. Su libro acerca de la
Trinidad fue quemado. Escribió un Tratado de Teología, nombre éste al que consagró.
Sus enseñanzas morales fueron tachadas de subjetivas. Optó por recluirse en un monasterio, para terminar
sus días dedicado a la oración.
La enseñanza de Pedro de Bruys y de Enrique de Lausana fue condenada en el Segundo Concilio de Letrán,
como veremos adelante (núm. 60).
Un discípulo de Abelardo, Arnoldo de Brescia (+ 1055) atacó la legitimidad de las propiedades eclesiásticas y
del poder temporal de los papas y negó el valor de los sacramentos. Sus seguidores transmitieron estas doctrinas a
los valdenses (ver núm. 66).
Importante teólogo y maestro de la vida espiritual fue San Bernardo de Claraval (+ 1153), cuya enseñanza
sintetizaba él mismo en su célebre frase: “La medida del amor a Dios consiste en amar a Dios sin medida”.
Su influencia ha llegado a nuestros días principalmente a través de San Francisco, Kempis e Ignacio de
Loyola. San Bernardo propagó notablemente la devoción a Nuestra Señora la Virgen María.

59.- LA SITUACIÓN DE LOS PAPAS


Episodio importante en la lucha papal empeñada en romper la intromisión civil en la vida eclesiástica fue el
Concordato de Worms (1122), gestionado por el Papa Calixto II y el Emperador Enrique V. Este aceptó no inmiscuirse
más en la elección de los prelados.
Sin embargo, persistían los restos de los conflictos anteriores. Las familias romanas se opusieron a la elección
del Papa Inocencio II (1130-1143), apoyado por el Emperador. Eligieron al antipapa Anacleto II.
El emperador Federico, llamado Barbarroja, hizo caso omiso del Concordato de Worms y pretendió volver a
nombrar obispos y abades a su gusto. Interpretó estrictamente su actividad como proveniente de derecho divino y
declaró su independencia, en cuanto emperador, del papa.
Nombró un antipapa, Víctor IV, y al morir éste, a otro, Pascual III. El Papa verdadero era Alejandro III, el cual
le declaró la guerra. Perdida por Federico, éste protestó finalmente obedeciendo a Alejandro III, en 1177.
El caso de Santo Tomás Becket (+ 1170), ocurrió en Inglaterra, también es ilustrativo. Fue canciller del rey
Enrique II Plantagenet y arzobispo de Canterbury. Enrique quiso contar con su complicidad para la elección de
prelados. Se opuso Santo Tomás, que fue muerto por cuatro partidarios del rey.

60.- TRES CONCILIOS


El primer concilio realizado en Letrán (1123), IX Ecuménico, fue el primer celebrado en occidente.
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Más que a cuestiones dogmáticas, como lo habían hecho los anteriores, éste se avocó a corregir los
principales errores disciplinarios prácticos en la cristiandad, tanto por el clero como por los fieles: la simonía y el
nicolaísmo. Confirmo también el Concordato de Worms.
El segundo de Letrán (1139), X Ecuménico, salió al paso de las enseñanzas que impartían Pedro de Bruys y
Enrique de Lausana (ver núm. 58). No aceptaban el bautismo impartido a los niños, atacaban la presencia eucarística
y la edificación de templos. Afirmaban también que las misas de difuntos carecían de sentido y eran inútiles.
El concilio renovó las condenaciones contra la usura, los torneos y el nicolaísmo.
El tercer concilio del mismo nombre, XI Ecuménico (1179), contuvo el movimiento albigense (ver núm. 66),
legisló en contra de la acumulación de prebendas y fijó que los papas deberían ser elegidos por una mayoría de dos
tercio de la votación.

61.- CONTINUACIÓN DE LAS CRUZADAS


Dos cruzadas organizó el siglo XII para proseguir los intentos anhelados por la primera.
La segunda (1147- 1149) fue comandada por Luis VII de Francia y el emperador Conrado III. Fracasó por la
resistencia de los mismos bizantinos y por las divisiones internas de los cruzados.
La tercera (1189-1192), apresurada por el reino franco, fundado durante la primera cruzada, era
peligrosamente rodeado por los turcos, fue guiada por Barbarroja, Felipe II Augusto, rey de Francia, y por Enrique II
Plantegenet de Inglaterra (ver núm. 54) Federico y Enrique murieron.
El hijo de éste, Ricardo Corazón de León, lo suplicó. Con Felipe II se apoderó de San Juan de Arce. El rey
francés volvió a su tierra. Ricardo, entonces, firmó un acuerdo de acceso libre de los cristianos a Tierra Santa,
estampando su nombre junto al del sultán Saladino.

SIGLO XIII
62.- MOMENTO CRUCIAL
Llegamos al grado máximo de esplendor de la cultura forjada lentamente durante el Medioevo. Después de
estos resplandores, contemporáneos el paulatino declive de la Edad Media.
63.- PAPAS Y EMPERADORES
Inocencio III gobernó –desde los 37 años de edad- la nave de San Pedro, del año 1198 a 1215.
Inteligente y joven, decidió llevar a cabo el ideal de una sociedad política religiosa medieval, realiza en
plenitud en la supremacía papal.
Numerosas y complicadas fueron sus intervenciones en los reinos de Inglaterra, Francia, Sicilia y en el mismo
Imperio.
Inició la cuarta cruzada, luchó contra los valdenses y cátaros y convocó el cuarto Concilio de Letrán.
El intuyó el beneficio tan amplio y renovador que reportarían a la Iglesia los espíritus de Francisco de Asís y
Domingo de Guzmán.
Después, Federico II, descendiente de Barbarroja, que tuvo un largo reinado (1212 a 1250) disputó la
supremacía tanto con el Papa Honorio III (+ 1227), sucesor de Inocencio, como también con el Papa Gregorio IX (+
1240) y con Inocencio IV (+ 1254), mediante repetidas guerras.
Inocencio IV optó por trasladar la sede pontificia a Lyon, reino de Francia, para gozar la protección del rey
San Luis IX.
A la muerte de Federico, las facciones interesadas en nombrar a un emperador de acuerdo a su propia
política, provocaron el largo Gran Interregno Imperial, de 1254 a 1273.
Rodolfo, de la familia de Habsburgo, nuevo emperador en 1273, dio por terminado el poderío de la familia
de los Federico Hohenstaufen.
Caso notable fue el del Papa San Celestino V, piadosísimo asceta, nombrado Papa a fines de 1294. Renunció
a los pocos meses, considerando que no tenía las cualidades necesarias de gobierno que le exigía el puesto.

64.- CRUZADAS
El siglo XIII añadió cinco cruzadas a las tres realizadas antes. La cuarta (1202-1204), que tenía como fin
levantar la fuerza del Reino Franco establecido en Tierra Santa, que ya agonizaba, fracasó (ver núm. 61).
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Los jefes de la expedición deseaban atacar Egipto. El ejército, en cambio, pretendía avanzar sobre Palestina.
Venecia quiso utilizar las fuerzas para su provecho, con el fin de enseñorearse del territorio húngaro.
Los cruzados, por fin, penetraron en Bizancio, depusieron al emperador Alejo V y coronaron a Balduino de
Flandes. Bizancio quedó convertido en feudo papal, hasta 1260.
En la quita cruzada (1217-1221), Andrés II de Hungría obtuvo únicamente avances precarios.
La sexta cruzada (1228-1229) fue capitaneada por el emperador Federico II. Mediante alianzas habilísimas,
propias de su genio político, y sin recurrir a acciones bélicas, instauro en Jerusalén una política de tolerancia
religiosa.
La séptima (1248-1254) tenía como fin recobrar nuevamente Jerusalén, que había caído en el poder turco
en 1244. Los cristianos se habían replegado a unas cuantas fortificaciones, como San Juan de Arce y Antioquia.
San Luis IX de Francia respondió al llamado de Inocencio IV. Pero los desastres sufridos por la vanguardia,
comandada por el conde de Artois, hermano de San Luis, la fiebre que azotó al ejército, y la prisión del mismo rey,
inutilizaron la empresa.
La octava y última cruzada (1270) fue llevada a cabo por el mismo San Luis, en renovado intento de contener
el avance turco que proseguía continuo.
Antes de partir hacia Jerusalén, se apoderó de Túnez, en el norte de África. Allí murió, víctima de la
disentería.
No se hará otro intento más para reconquistar la Tierra Santa. Dentro de la misma Europa de la misma
Europa, en cambio, hubo tres cruzadas.

65.- LAS CRUZADAS ESPAÑOLAS


Inocencio III convocó a los reinos cristianos a efectuar una expedición en contra de los almohades
musulmanes, que se aprestaban a afianzar su decaído poderío sobre la península ibérica.
La batalla de las Novas de Tolosa (1212) fue favorable a los europeos que auxiliaron al rey Alfonso IX.
Durante el resto del siglo, San Fernando III, Alfonso X, Alfonso el Batallador y Jaime el Conquistador, harán
retroceder a los moros hasta Granada (ver núm. 100).

66.- LAS CRUZADAS ESPAÑOLA


Pedro Valdez, muerto en 1217, había iniciado un singular experimento desde fines del siglo anterior.
Nacido en Lyon, Francia, abandonó un buen día sus negocios y partió a predicar el Evangelio (1173), dando
ejemplo de pobreza, austeridad y desprendimiento.
Le siguieron partidarios en mayor número cada vez, provenientes de Suiza, de Alemania y de otros reinos.
Atacaron las costumbres de los clérigos rejados, pero deslizaron errores dogmáticos en las predicas que
desparramaban. Ello les atrajo la excomunión del Papa Lucio III en 1184.
Al igual que Pedro de Bruys y Enrique de Lausana, atacaron los sacramentos (ver núm. 58). Los valdenses
sólo admitían el bautismo, la penitencia y la eucaristía.
A ellos, se unió otros grupos, el de los cátaros o albigenses. Estos hicieron renacer en Europa el maniqueísmo
y el dualismo persa (ver núm. 14). Predicaron especialmente en Bulgaria y de ahí pasaron a una buena parte de
Europa, especialmente en Francia. Tomaron como sede a Albi, de donde proviene el nombre de esta comunidad.
Eran adversarios de la propiedad, de las relaciones sexuales y de la violencia aun usada como recurso
defensivo. También atacaron los sacramentos, el culto y la vida futura.
El movimiento fue condenado por Inocencio III y por Honorio III. Simón de Monfort capitaneó, en forma de
cruzada, una guerra en toda forma contra los albigenses y los señores feudales que apoyaban o pretendían valerse
del movimiento, al que Monfort arrasó y deshizo (1208-1229).
67.- LA CRUZADA TEUTONICA
Realizada de 1228 a 1283, fue acaudillada por el Gran Maestre Hermann de Salza, con objeto de someter a
los gentiles, levantados en armas, que permanecían en los territorios prusianos.

68.- CUATO CONCILIO DE LETRAN


Fue el XII Concilio Ecuménico. Tuvo lugar en 1215 a instancias de Inocencio III.
Condenó a los valdenses y a los albigenses. Reprobó la venta de reliquias, ordenó la confesión y la comunión
oral. Estimuló las cruzadas. Legisló acerca de la disciplina sacerdotal.
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69.- EL CONCILIO DE LYON
El XIII Concilio Ecuménico fue celebrado en Lyon, en 1245. Los convocados hicieron un triste balance del
estado espiritual de la cristiandad.
Señalaron sus principales llagas: relajación clerical, peligro de Jerusalén y Bizancio, inminencia de la invasión
de los mongoles y las guerras de Federico II, al que excomulgaron.

70.- EL SEGUNDO CONCILIO DE LYON Y EL CONCLAVE


En la misma ciudad (1274) fue convocado el XIV Concilio Ecuménico, con objeto de acudir en auxilio de
Tierra Santa, lograr la unión con la Iglesia Bizantina y reformar las costumbres eclesiásticas.
Para evitar más intromisiones civiles en la elección de los Sumos Pontífices, el concilio ordenó que los
cardenales escogieran al sucesor del Papa difunto reunidos en asamblea que desde entonces se llama cónclave.

71.- SAN FRANCISCO DE ASIS, GLORIA DE LA HUMANIDAD.


Francisco, nació en Asís en 1180, después de una juventud sin mayores preocupaciones religiosas, dedicó su
vida, a partir de 1206, a predicar el evangelio en pobreza.
Con sus seguidores, recibió la aprobación de Inocencio III en 1210, para continuar la evangelización,
emprendida con aquella sencillez de vida que les era característica.
El deseo de convertir a los musulmanes, llamaba la atención del santo. Fue a Jerusalén en 1212, a Marruecos
dos años después y a Egipto en 1219. Sus discípulos evangelizaran Tierra Santa, Siria, Persia, etc.
De los reinos europeos muchos hombres se presentaron ante Francisco, para seguir su modo de vida,
estampado en Regla en 1223 y cuyo texto recalcaba la importancia de la pobreza cristiana.
La tercera Orden franciscana es la adaptación a los seglares del espíritu de Francisco, atendiendo a las
circunstancias de la vida propia.
Importantes escritos de Francisco son su Testamento y su Cántico al hermano Sol. Murió en 1226.
Las clarisas son las ramas femeninas de los franciscanos. Fueron fundados por Santa Clara (+ 1253).

72.- DOMINGO EL TEOLOGO


Domingo de Guzmán (+ 1221), canónigo, hombre de inquietudes religiosas y de infatigable celo apostólico,
seguido por varios sacerdotes a los que había ganado para su causa, recibió, en 1219, la aprobación del Papa
Honorio III para fundar la orden religiosa dominica o de predicadores, fin éste al que se consagraron sus miembros.
De ahí la excelente preparación teológica de que están dotados los domingos. Propagaron la devoción a la
Virgen María y el rezo del rosario.

73.- NUEVAS COMUNIDADES RELIGIOSAS


El Papa Alejandro IV organizó en 1256 la Orden de Ermitaños de San Agustín, dedicados a la predicación,
instrucción y misiones.
A los franciscanos, dominicos y agustinos se debe la primera evangelización de nuestro continente en el siglo
XVI (ver núm. 113).
En 1235 Gregorio IX dio forma a la Orden de la Merced, originada en 1218 por San Pedro Nolasco, San
Raimundo de Peñafort y Jaime I el Conquistador. En aquel tiempo rescataban a los cristianos cautivos por los moros.
Después se han dedicado a los diversos campos de acción pastoral.
Desde el siglo XII unos ermitaños latinos vivían en el Monte Carmelo, situado en Palestina. Entre 1205 y 1214
redactaron una regla de vida. Honorio III, en 1226 confirmaron la orden llamada de los carmelitas. Hacia 1238
emigraron a occidente. Su primer prior fue Simón Stock. Introdujeron los carmelitas el uso del escapulario (ver núm.
108).

74.- LA INQUISICIÓN

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El Papa Gregorio IX, en 1232, organizó el Tribunal de la Inquisición para reprimir herejías, sacrilegios,
brujerías y delitos morales.
Tratándose de los delitos mayores, los apresados que no se arrepentían de sus actos eran relajados al brazo
secular, o sea a la autoridad civil, para que les infringiera el castigo correspondiente, previa tortura física en unos
casos, castigo éste que era usado comúnmente en aquel tiempo.
La inquisición inició sus actividades tratando de extirpar los restos del movimiento albigense. El Tribunal, que
cohesionó la sociedad, fue no pocas ocasiones manipulado por la autoridad civil, para sus propios fines políticos.
En los siglos posteriores fue atacada su fundación y existencia. Duró hasta principios del pasado siglo.

75.- OTRAS MISIONES


Idea aceptada en el Medioevo era la existencia, en el Lejano Oriente, de un personaje llamado el Preste Juan,
legendario rey y sacerdote cristiano.
Las expediciones de Marco Polo hasta China (1271-1295), la llegada de cruzados a Tierra Santa y los viajes
del Santo de Asís, hicieron renacer en Europa el deseo misional y el anhelo de encontrar al Preste, convertir a la
China y a los musulmanes. Los franciscanos y los dominicos realizaron incipientes intentos misionales.
Por su parte, San Jacinto (+ 1257), en Cracovia), llevó adelante la evangelización del Polonia, Escandinavia y
Rusia.

76.- LAS UNIVERSIDADES


Los antiguos colegios catedralicio se trasformaron en Universidades o Estudios Generales (ver núm. 58).
La primera fue París, ya organizada en el año 1200. Superaban a las antiguas aulas, por el número de
alumnos, facultades establecidas y organización docente y administrativa.
El número de Universidades creció pronto en Italia, Francia, Inglaterra, España. Descollaron las Oxford,
Montpellier, Cambridge, Nápoles, Salamanca, Lisboa.
Fueron patrocinadas por Papas, Emperadores y Reyes.

77.- LAS NUEVA CORRIENTE TEOLOGICA


Se llamaba Agustinismo a la interpretación tradicional que los teólogos medievales hacían y enseñaban del
inmortal Santo de Hipona.
Una nueva corriente de pensamiento quiso suplantar al Agustinismo. Estudiara a Aristóteles, dejando de
lado a Platón, ambos griegos, inspirador en parte el último de San Agustín, fue el deseo de los estudiosos.
Habían dado comienzo a la investigación del pensamiento aristotélico el árabe Averroes (+ 1198) y el judío
Maimónides (+ 1204), entre otros.
Conocido por medio de traducciones, los enemigos de Aristóteles acusaban a sus seguidores y al Estagirita
de defender el panteísmo, la eternidad del mundo. Asimismo le criticaban que negaba la providencia de Dios, la
libertad humana, entre otros puntos.
Por ellos la enseñanza del griego fue prohibida en repetidas ocasiones a partir del Concilio Provincial de París
en 1210. Con todo, el pensamiento de Aristóteles fue siendo aceptado por algunos maestros, aunque con reservas,
tales como San Buenaventura el franciscano, y principalmente por los dominicos San Alberto Magno y por Santo
Tomás de Aquino, su discípulo.
Santo Tomás armonizó la filosofía de Aristóteles con el pensamiento cristiano. Sobre las obras de Santo
Tomás recayeron diversas prohibiciones, que desaparecerán por completo hasta mucho después de la muerte del
pensador.
Posteriormente, su filosofía y teología fueron declaradas las oficiales de la Iglesia. Las obras mas importantes
de Santo Tomás fueron La Suma Contra los Gentiles y La Suma Teológica, magna enciclopedia del saber teológico.
Consta de tres partes: Dios, Principio de todas las cosas; Dios, fin del hombre; El camino de la Salvación: Cristo.
Un franciscano ingles, Rogerio Bacón (+ 1294) presagio del humanismo posterior por su erudición, critico la
escolástica. Le achacaba su falta de estudio de las ciencias físicas y naturales, de matemáticas, filología, lenguas y
Sagradas Escrituras.
San Buenaventura, también franciscano (+ 1274) General de su orden a los 36 años, en 1257, y Cardenal en
1273, escribió tratados dogmáticos y místicos.
El asimismo franciscano e inglés, Alejandro de Hales (+ 1245), aplicó la filosofía aristotélica a la organización
científica del sistema de enseñanza critica. Introdujo el método silogístico. Escribió La Suma de toda la Teología.
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78.- EL ARTE DE GOTICO
El Arte gótico hizo evolucionar elementos propios del románico (ver núm. 55). Al peso de la bóveda de
crucería, lo contuvo por medio de las nervaduras. Estas terminaban en columnas y muros, detenidos a su vez por los
contrafuertes construidos en el exterior del edificio.
Con ellos fue posible abrir las ventanas que iluminaron el interior de las naves. Cuando los vidrios eran de
colores, reflejaban a éstos en el interior.
La decoración tuvo fines pedagógicos: mostrar escenas bíblicas o la vida de los santos.
Es importante señalar que estas iglesias, principalmente las catedrales, fueron construidas a lo largo de
varios decenios. Los pueblos enteros contribuían con su mano de obra y su capacidad creadora (ver núm. 134).

79.- POLITICA TRASCENDETAL


Tres importantes hechos políticos merecen ser destacados. Los nobles ingleses obligaron al rey Juan sin
Tierra (+ 1216), a firmar la Carta Magna o Constitución (1215), que delimitaban los derechos del rey, en contra de
pretensiones de mando absolutistas.
En el reinado de su sucesor, Enrique III (+ 1272), fue instituida la Cámara de Comunes o Parlamento. Ambos
ejemplos fueron, muchos siglos después, copiados por gran número de países.
Por otra parte, Otman el turco fundó el Imperio Otomano en 1259, que hizo surgir las cruzadas que hemos
señalado y que constituirá un peligro constante para Europa, hasta la batalla de Lepanto del año 1571. (Ver núms. 97
y 111).

SIGLO XIV
80.- BONIFACIO VIII
Desde fines de siglo XIII (1294) hasta 1303, el Papa Bonifacio gobernó la Iglesia.
Deseando erradicar definitivamente la injerencia laica en los asuntos eclesiásticos, publicó en 1296 la bula
Clericis Laicos. Prohibió cualquier uso de bienes eclesiásticos a los laicos.
El rey francés Felipe el Hermoso respondió prohibiendo a su vez que saliera de su reino cualquier dinero con
destino a Roma. Bonifacio mitigó el alcance de su bula en 1297.
Enfrentó al mismo tiempo la sublevación de la familia Colonna opuesta a la política papal en la península
italiana.
La erección de una nueva diócesis en Francia revivió la pugna entre el rey y el Papa en 1301 pues el obispo
designado fue apresado por el rey. El rompimiento entre ambos fue absoluto.
Bonifacio publicó la bula Unam Sanctam. Recordaba la doctrina del Primado Pontificio y concluía en la
superioridad de la potestad espiritual sobre la temporal. Los Colonna y Felipe hicieron causa común y sitiaron al
pontífice en el Palacio de Anagni en 1303.

81.- EL PAPA EN AVIÑON


Clemente V, electo Papa en 1305, estableció su residencia en el sur de Francia.
Juan XXII (+ 1334), su sucesor, se trasladó a Aviñón, de donde ya no salieron Benedicto XII (+ 1341),
Clemente VI (+ 1351), Inocencio VI (+ 1361).
Urbano V gobernó desde Aviñón de 1363 a 1367. Pasó a Roma en 1370 pero regresó a Aviñón. Gregorio XI
gobernó en esta ciudad de 1370 a 1377, año en que retornó a Roma.
Santa Brígida de Suecia (+ 1373) así lo había pedido insistentemente, uniendo su voz a las de otros, entre las
cuales sobresalía la de otra santa, Catalina de Siena (+ 1380).

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¿Por qué estos Papas abandonaron Roma? La inestabilidad de península los persuadió a ello, así como el
deseo de alejarse de los emperadores, si bien cayeron bajo el dominio del rey francés.
Durante la estancia de los Papas en Francia fueron elevados y aumentados los cobros que efectuaba la Santa
Sede en los diversos reinos. La protesta fue general, agria y perdurable.

82.- LA SUPERACION DE LOS TEMPLARIOS


Felipe el Hermoso apresó a los miembros de la orden y confiscó sus bienes, codiciados por muchos,
murmurados por otros, en 1307. Lanzaba contra los templarios la calumnia de herejía e inmoralidad.
El Papa Clemente V envió legados que verifican el juicio iniciado. En 1308 dispuso que la misma Santa Sede
se avocara al caso. Felipe, por su parte, se apresuró a juzgarlos, atormentarlos, condenarlos y matar a algunos.
Clemente V convocó el Concilio de Viena para resolver el asunto. Las presiones de Felipe fueron en aumento.
Clemente claudicó y suprimió la orden en 1312, hechos del que se arrepintió hasta su muerte en 1314, año en que
también falleció el rey (ver núm. 57).
83.- EL CONCILIO DE VIENA
Reunido para estudiar las acusaciones contra los templarios (1311, XV Ecuménico), atendió también la
división que se había producido entre los franciscanos, deseosos unos de ellos de que se siguiera la interpretación
estricta de la pobreza estipulada por el fundador.
La asamblea decretó también acerca de la exención de las órdenes respecto a los obispos, reglamentó los
procesos de la Inquisición e intentó la reforma de costumbres.

84.- PUGNAS ENTRE FRANCISCANOS


Los franciscanos que abogaron por una práctica estrecha del voto de pobreza, recibieron el nombre de
espirituales. Los de la comunidad opuesta fueron llamados conventuales.
Juan Olivi, fue guía de los espirituales. Celestino V los favoreció, no así Bonifacio VIII.
Clemente V anatemizó en el Concilio de Viena una parte de las enseñanzas de Olivi pero aprobó la tendencia
a la rigidez en la práctica de la pobreza. Juan XXII fue adversario de los espirituales.
La disputa se hizo más difícil cuando entró en ello la orden dominica. Esta no aceptaba que la pobreza de
Cristo hubiera sido absoluta y afirmaba que, por tanto, no debían tender a ella los franciscanos.

85.- LA PESTE NEGRA


Proviene de Constantinopla (1347), una mortífera peste azotó a Europa entera. Muchedumbres enteras
perecieron.
La faz del continente recibió una terrible mutación. A falta de medicamento, las multitudes huían
despavoridas y en su peregrinaje arrasaban cuanto encontraban. El hombre y la miseria reinaron inmisericordes.
La vida universitaria se desplomó, tanto como la cultura y monacal. Europa empezó a emerger de las ruinas
en 1350.

86.- LOS MISTICOS


Hastiados de los males que afligían los tiempos, muchos hombres despreciaron la vida mundana y, en un
intento análogo al movimiento eremítico de los primeros siglos (ver núm. 21), decidieron buscar solamente a Dios
en la intimidad del alma.
Guías de esta renovación fueron el maestro Eckart (1327), gran pedagogo y pastor de almas, el beato
Enrique Suso, dominico (+ 1366), que ejerció un profundo influjo religioso, y Juan Taulero (+ 1361), famoso
predicador y hombre de consejo.
Almas privilegiadas por dones místicos fueron también las santas ya nombradas, Brígida de Suecia y Catalina
de Siena, doctora de la Iglesia (ver núm. 81), así como Raimundo de Ludio, poeta, novelista, filosofo, teólogo, místico
y hombre de grandes ilusiones misioneras. Fundó la primera escuela de lenguas orientales. Su libro L’Amic i l’Amat
ejerció notable influencia en la mística. Su Ars Magna intentó organizar las ciencias. Murió mártir en 1316.

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Gerardo de Groot (+ 1384) inició la Devoción Moderna, movimiento espiritual nacido en los Países Bajos.
Deseó reformar al clero y a los fieles mediante el retorno a la sencillez del Evangelio.

87.- LOS INTELECTUALES


El número de universidades aumentó después del lapso dominado por la peste negra (ver núm. 85). La de
Praga fue establecida en 1348.
Dante Alighieri (+ 1321) escribió su obra cumbre La Divina Comedia, en donde él mismo recorrió el infierno,
el purgatorio y el paraíso. Es una admirable suma teológica expresada en poesía.
En la Escolástica, sin embargo, se advertía una grave decadencia. Consistió en la falta de pensamiento
creativo, el afán de repetir lo antiguo, el empeño de disputar cuestiones sutiles y vanas.
Duns Scotto (+ 1308) y Guillermo de Occam (+ 1347), franciscano ambos, reaccionaron contra la decadencia
en que había caído el sistema escolástico.
Duns pretendió revitalizar la Escolástica, extirpándole antiguas influencias árabes. Enseñó la Inmaculada
Concepción de María (ver núm. 147).
Occam se opuso a las sutilezas inútiles que enseñaban y discutían los maestros. Atacó el valor de las ideas
universales pues, afirmaba, el individuo es el único objeto accesible a la inteligencia. Negó el valor de ciencia a la
teología y la redujo a un conjunto de preposiciones de fe ordenadas sistemáticamente.
Ejerció notable influencia tanto en Wyclef en Lutero (ver núm. 130).
El inglés Juan Wyclef (1320-1384) fue uno de los más importantes adversarios de la jerarquía, de su poderío
político y temporal, así como de la vida monacal y del celibato.
Al final de su vida y con motivo del ya entonces iniciado Cisma de Occidente, rechazó la existencia del
Papado.
Adelantándose a los innovadores del siglo XVI y preludiándolos, afirmó que la Iglesia estaba formada por los
predestinados, no por la jerarquía clerical, que la Sagrada Escritura era la única fuente de nuestra fe, excluyendo, por
tanto, magisterio eclesiástico, al cual le negaba la capacidad de dictar normas.
Según decía, en la Eucaristía no se daba la presencia real de Cristo: la hostia consagrada era sólo un signo
efectivo. Fue enemigo de venerar los santos y de las misas de difuntos (ver núm. 60).
Tres hombres fueron precursores sobresalientes del ya por venir Renacimiento.
En sus pinturas, Giotto (+ 1336) mezcló el sentimiento religioso con el más certero realismo. Pintó al Dante.
Dejó frescos en el pueblo de Asís, acerca de San Francisco, de quien era ferviente admirador.
Petrarca (+ 1374), poeta, asimiló de los clásicos griegos tanto su forma y estilo como su espíritu de libertad.
Fue, también, asiduo lector de San Agustín, de quien, sin embargo, no imitó la virtud de la humildad. Escribió
sonetos, cartas y sus confesiones.
Juan Boccaccio (+ 1375), francés de nacimiento, escribió en italiano poemas de amor y los cuentos del
Decamerón (Diez Días), en que refleja la inmoralidad e irreligiosidad que campeaba en determinados ambientes de
Florencia y Nápoles (ver núm. 99).

88.- EL INICIO DEL CISMA DE OCCIDENTE


Urbano VI fue elegido Papa el 9 de abril de 1378, después de un confuso y agitadísimo cónclave. En él,
participó el pueblo romano, que violentamente exigía el nombramiento de un italiano para que no estableciera su
residencia en Aviñón.
Urbano VI se dio a la tarea de extirpar los excesos introducidos en las costumbres eclesiásticas. Inició su
acción en la misma jerarquía. Lo hizo, sin embargo, con exacerbada brusquedad.
Los cardenales se retiraron a Anagni y de ahí pasaron a Fondi. El 20 de Septiembre eligieron un nuevo
Pontífice, que tomó el nombre de Clemente VII.
Parte de la cristiandad aceptó a Urbano, parte a Clemente. Uno y otro Papa se excomulgaron mutuamente
con todo y sus respectivos seguidores, de modo que, por vez primera, la cristiandad toda quedó teóricamente
excomulgada.
Clemente VII retornó a Aviñón. El conflicto duró 39 años hasta 1417. Fue la peor crisis que ha azotado a la
Iglesia Católica pues atacó frontalmente su misma cabeza.
A Urbano VI le sucedió Bonifacio IX (1389-1404), luego Inocencio VII (1404-1406) y al fin, Gregorio XII (1406-
1415). Clemente (1378) tuvo un único sucesor: Benedicto XIII (1394 a 1423). En el siglo siguiente ocurrió el desenlace
de esta situación (ver núm. 91).
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89.- LA BULA DE ORO
Episodio importante, resonancia de las antiguas luchas imperiales y papales, fue la publicación de este
documento, en 1316, por el emperador Carlos VI de Luxemburgo.
Desconoció en el Papa cualquier injerencia para la elección del emperador, aun la misma confirmación del
nombramiento (ver núm. 80).
El emperador designó, en cambio, 7 dignatarios para que eligieran a esta autoridad, los llamados Siete
Electores; tres arzobispos (de Colonia, de Tréveris y de Maguncia), al rey de Bohemia, al duque de Sajonia, al
margrave de Brandeburgo y al conde del Rhin.
Así, el imperio se independizó del papado.

90.- SUCESOS IMPORTADOS


La Guerra de Cien Años, entre Francia e Inglaterra (1340- 1453), ocupó los reinados de los ingleses Eduardo
III, Ricardo II, Enrique IV, V y VI, así como los de los franceses Felipe IV, Juan II, Carlos V, VI y VII.
Francia fue derrotada en varios ocasiones pero al fin pudo expulsar a los ingleses de los territorios que le
ocupaban.
El papel que desempeño Juana de Arco en esta guerra puede verse en el núm. 95.
Casimiro el Grande de Polonia (+ 1370) consolidó su reino, fundó la Universidad de Cracovia y se unió con
Hungría.
La orden de Teutónica quitó Danzig a Polonia (1310) y germanizó a Lituania.
Los Turcomanos, por último, gobernados, como vimos, por Otman (+ 1326), pusieron en grave peligro a
Europa.
Además del Asia, se apoderaron de Nicea, Galípoli, Bulgaria y Serbia (ver núm. 79).

SIGLO XV
91.- LA TERMINACIÓN DEL CISMA DE OCCIDENTE
La cristiandad empezó el siglo herida de la manera que hemos visto descrita (núm. 88).
Gregorio XII y Benedicto XIII hicieron un intento de acercamiento en 1407, con objeto de renunciar
mutuamente a su oficio, pero no llegaron a un acuerdo.
Finalmente, algunos cardenales de Gregorio XII y de Benedicto XIII convocaron a un Sínodo en la ciudad de
Pisa, en 1409. Ambos Papas fueron declarados herejes y cismáticos y por lo tanto desposeídos de sus cargos.
Los cardenales eligieron a Alejandro V para que ocupara la silla de Pedro, pero ni Gregorio ni Benedicto
renunciaron a su título y, en vez de dos, la cristiandad contó al término del Sínodo con tres Papas.
Muerto Alejandro V en 1410 fue nombrado para sucederle Juan XXIII. Este inauguró el Concilio de Constanza
en 1415. Fue apresado y obligado a renunciar. Gregorio XII hizo lo mismo. Benedicto XIII se negó a imitarlos pero fue
cesado por el Concilio.
Este, en 1417, eligió a Martín V legítimo sucesor de Pedro y nuevo único Papa. Con ello terminó la más aguda
crisis que había sufrido la Iglesia. Sobrevivió el Papado.

92.- DOS CONCILIOS


El de Constanza (1414-1418), XVI Ecuménico, aparte de los prelados convocados, reunió a 100 mil
espectadores, ávidos de presenciar el fin del Cisma de Occidente. Condenó, además a los husitas (ver núm. 93) y
afirmó la legitimidad de la comunión bajo la sola especie de pan.
En este Concilio, privó la teoría conciliarista o superioridad del Concilio sobre el Papa, el cual sería corregible,
subordinado y deponible (ver núm. 94).

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Fue ordenada la reunión periódica de estas Asambleas, para lograr la reforma de la Iglesia. La corriente
conciliarista trató de convertir a la Iglesia en una Monarquía Constitucional Parlamentaria.
El siguiente, XVII Ecuménico, se inició en Basilea, en 1431, continuó en Ferrara en 1438, pasó a Florencia en
1439 y terminó en Roma en 1445. Lo convocó el Papa Martín V, que murió antes de la apertura. La Asamblea
reafirmó las tesis conciliaristas de Cosntanza.
Trasladados los participantes a Ferrara, desautorizaron lo dicho en la sesiones de Basilea.
En Florencia, y después en Roma, las nuevas sedes, fueron acogidos los bizantinos, con quienes se firmó una
unión que no produjo resultados concretos. (Ver núm. 53).
93.- JUAN HUSS
Huss (+ 1465) heredó la enseñanza de Wyclef y la predico en Bohemia (ver núm. 87). Allí, los checos y los
eslavos vivían oprimidos socialmente por los alemanes. Las protestas checas se habían dejado escuchar claramente.
Huss reclamaba al alto clero –alemán- su vida poco evangélica. Atacó la propiedad y la autoridad. Los checos
vieron poco en él a su caudillo, más aún cuando la represión aumentó.
El arzobispo de Praga excomulgó a Juan Huss. Lo mismo hizo el antipapa Juan XXIII (eran los tiempos de tres
papas, debido al cisma). Huss no se reconoció súbdito más del Concilio y de Jesucristo.
En 1414 se presentó en el Concilio de Constanza. Este anatemizo a Wyclef y por tanto a Huss, que fue
condenado a morir. Bohemia protesto airada. Los seguidores de Huss, los husitas, se levantaron en armas.
Martín V y el emperador Segismundo de Luxemburgo enviaron contra ellos un ejército que perdió frente a
Ziska, dirigente de los checos y jefe de los taboritas, ala extrema del husismo.
Los taboritas negaban los sacramentos y la autoridad. Propugnaban por la igualdad de clases.
Avanzaron desde Bohemia hasta el Mar del Norte.
Los husitas fueron invitados por el emperador Segismundo a presentarse en el Concilio de Basilea en 1439.
Reclamaron libertad para predicar y cáliz para los seglares (era partidarios de la comunión bajo las dos especies).
Por otro lado, exigieron que se prohibiera al clero la posesión de bienes y que todo pecado mortal fuese
castigado. Su postura fue aceptada con variantes.
Para concederles el cáliz, debería quedar claro que Jesucristo está presente en cada una de las dos especies.
Sólo los sacerdotes tendrían libertad para predicar. Únicamente los pecados mortales y públicos serían los castigados
por la autoridad. El clero podía poseer bienes pero tenía la obligación de administrarlos escrupulosamente.

94.- PERSISTENCIA DEL CONCILIO


Durante estos años fueron cobrando mayor auge los nacionalismos eclesiásticos en algunas partes. Los
poderes civiles querían seguir interviniendo en asuntos religiosos.
Ejemplo de ello fue la llamada Pragmática Sanción de Bourges, firmada por el rey Carlos VIII de Francia.
Deseaba constituir una Iglesia Nacional (ver núm. 163).
Para ello se concedió injerencia en las elecciones episcopales y permitió que los monjes eligieran su abad.
Prohibió la publicación de los documentos pontificios que no contaran con su aprobación (ver núm. 89).

95.- SANTA JUANA DE ARCO


La guerra franco-inglesa de los Cien Años, tuvo entre sus protagonistas a Santa Juana (+ 1431), la doncella de
Orleáns, súbdita del rey Carlos VIII.
Juana reorganizó a éste sus abatidas huestes y capturó importantes ciudades, pero cayó, al fin, en poder del
enemigo que la arrojó a la hoguera.
Su pureza y sencillez resplandecieron en estos episodios. Fue canonizada en 1920 (ver núm. 90).

96.- GUERRA DINASTICA Y CIVIL EN INGLATERRA


Gran Bretaña se vio sumergida en otra guerra, ahora civil, la llamada Guerra de las dos Rosas (1455-1485): la
Casa de York (cuya divisa era una rosa blanca), disputó el centro a la Casa Lancaster (de rosa roja).
Quien triunfó en realidad fue la familia Tudor. Enrique VII, el primero de la dinastía, empezó a reinar en
1484.

97.- EL AVANCE TURCO OTOMANO, BIZANCIO Y EUROPA

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Murad II (+ 1451) decidió avanzar sobre Europa (ver núm. 90). Conquistó Albania (1422) y Serbia (1435). En
Salónica derrotó al bizantino Juan VII (1439).
Los griegos comprendieron lo desesperado de su posición y pidieron ayuda al Papa. Una comitiva se
presentó en el Concilio de Ferrara a solicitar la formación de una nueva cruzada.
En Florencia, donde prosiguió el Concilio, los griegos firmaron la unión en Roma (1439). Juan VII, sin
embargo, ni publicó el documento en Constantinopla. Pretendió hacerlo sucesor, Constantino XII, en vano (ver núm.
92).
El sucesor de Murad, Mahoma II, entró a saco en Constantinopla (1453). Convirtió a Santa Sofía en una
mezquita (ver núm. 30). A la postre toleró a la Iglesia griega, pero la mantuvo en estado de postración.
La península Balcánica fue presa de Mahoma (tomó Atenas en 1458, Bohemia en 1464).
El siglo XVI presenciará horrorizados los siguientes avances otomanos, hasta que serán detenidos en la
Batalla de Lepanto (ver núm. 111).

98.- EL RENACIMIENTO
Dos hechos más resultaron más de la caída de Constantinopla. La Iglesia ortodoxa rusa tomó el lugar de la
bizantina. Los sabios bizantinos –huyendo del turco- llegaron a Roma para entregar la herencia cultural heleno-
bizantina, lo que promovió de manera notable el movimiento renacentista.
En realidad, éste había empezado antes del siglo XV (ver núm. 87). Los intelectuales europeos estudiaron la
cultura pagana de los griegos y romanos. Los adelantos científicos de la época promovieron los cambios culturales. El
sistema económico del feudalismo decayó dando paso a un incipiente capitalismo.
La imprenta inventada por Juan Gutenberg revolucionó la vida intelectual. El primer libro que salió de sus
manos (1455) fue la Biblia. En adelante, en vez de que la lectura de los manuscritos –de larguísima preparación-
fuera un privilegio reservado a los eruditos, la producción escrita empezó a llegar cada vez a mayor cantidad de
personas.
La técnica de los viajes marítimos fue usada y perfeccionadas principalmente por los portugueses.
La nueva concepción de las relaciones políticas tuvo su exponente en Maquiavelo. La teología, en Erasmo. El
renacimiento habido durante el siglo XV y XVI prosiguió la obra precursora de Federico II, de Dante, de Petrarca,
Boccaccio, Occam, Scotto y muchos más.
Los episodios de Anagni, la promulgación de la Bula de Oro, el florecimiento de la Edad Media al
Renacimiento.
Sin negar a Dios, los fervientes partidarios del humanismo eran adoradores de lo humano. (Ver núm. 101).
Príncipes y Papas rivalizaron en el papel de Mecenas. Una pléyade de latinistas, helenistas, pintores (Fra
Angélico, Filipo Lippi), escultores, artistas integrales (Da Vinci, Miguel Ángel) desarrollaron lo más preclaro de su
producción gracias a este patrocinio.
Entre los pintores precursores sobresalen Fra Angélico (+ 1455), que supo expresar la felicidad de la fe y la
dulzura y beatitud de los elegidos. Se conservan sus frescos del Convento de San Marcos, en Florencia, y el Triunfo
de la Virgen, en Louvre.
Admiración de sus contemporáneos fue Juan Pico de la Mirándola (+ 1494), talento universal que conoció
toda la sabiduría de su época. Representa, con otros más, al humanista surgido en estos tiempos, al hombre ávido de
estudiar lo antiguo y lo nuevo.
Así nacieron las Academias que acogían a los estudiosos reunidos para comentar las obras producidas por la
imprenta.
El Papa Martín V (+ 1431) inició la serie de Pontífices protectores del cambio cultural. Nicolás V (+ 1455)
patrocinó la traducción de los autores griegos al latín. Sixto IV mandó construir la Capilla Sixtina (1475).
Así como en el siglo XIII la moda había sido estudiar el pensamiento de Aristóteles, el Renacimiento
privilegió a Platón. La Escolástica recibió burlas despectivas (ver núm. 77).
Si bien algunos autores hablan de una grave inmoralidad general a lo largo del Humanismo, es difícil precisar
si la hubo en grado mayor que en épocas anteriores y posteriores.
Sea lo que resultare, la opción por la virtud hecha por innumerables cristianos es también un hecho
innegable, al igual que antes y después de esta encrucijada dela historia.
Con todo, el boato propiciado por el Renacimiento se adueñó de la Curia Romana, especialmente con Sixto
IV (+ 1448). Inocencio VIII (+ 1492) y, sobre todos, Alejandro VI (+ 1503), quienes propiciaron o permitieron el
nepotismo, los escándalos financieros, acumulación de beneficios, proliferaron de espectáculos escandalosos,
ejercicios de políticas de expansionismo y poca afición a las virtudes ascéticas.
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99.- LA ESPIRITUALIDAD
Entre las voces alzadas contra la carencia de brújula de la jerarquía sobresale la de Jerónimo Savonarola,
dominico, predicador de fuego.
Desde joven mostró desprecio por la ruina moral que abarcaban amplios sectores de la Iglesia. Su
personalidad fulguró desde 1491 cuando Prior San Marcos en Florencia. Laceró pecados y pecados (ver núm. 87).
Al año siguiente predijo el castigo que caería sobre la Iglesia, necesitaba del mismo para su renovación. En
1494 se convirtió en el dirigente indiscutido de Florencia.
Estableció una especie de teocracia democrática social. En efecto, la sociedad tendría como fundamento la
ley divina. En el Consejo tuvieron cabida todas las clases sociales. El objetivo era la impartición de la justicia para
todos.
Savonarola persiguió además a todos los vicios, a grado tal que, como hará Calvino en el siglo siguiente, la
práctica de la virtud campeó públicamente en sus dominios (ver núm. 104).
Alejandro VI prohibió a fray Jerónimo que predicara. El desobedeció alegando –como Huss- (ver núm. 93),
que obedecía los designios de Dios. La agitación política creció, azuzada por los anteriores intereses establecidos,
que el dominico había destruido. Al fin preso, fue quemado en 1498.
San Vicente de Ferrar (+ 1419), dominico español, fue un predicar popular de notable importancia en
Europa. Se conservan sus Sermones y Tratados de la Vida Espiritual, en que muestra su ansia de reformar las
costumbres en la Iglesia a la que, con todo y sus defectos, tuvo una firme adhesión.
Juan de Gerson (+ 1428), eminente teólogo y maestro de la vida espiritual, actuó de manera relevante en la
liquidación del Cisma de Occidente (ver núm. 91). Promovió la devoción a San José y la fe en la Inmaculada
Concepción de María (ver núm. 87 y 147). Fue partidario de que los fieles comulgaran frecuentemente (ver núm.
156). Favoreció la misión de Juana de Arco (ver núm. 95).
Pase a la importancia de sus cargos, no desdeñaba predicar al pueblo sencillo o dar catecismo a los niños.
También perteneció al movimiento de la Devoción Moderna (ver núm. 86), Tomas de Kempis (+ 1471). Su
obra más conocida es la Imitación de Cristo, en la que comunica a los lectores un ferviente aprecio por la vida
interior y un profundísimo amor a Cristo.

100.- ESPAÑA Y PORTUGAL


La reconquista española fue completada en 1492, año éste de excepcional importancia para la península (ver
núm. 65). Al contraer matrimonio los reyes Fernando e Isabel, habían unificado Aragón y Castilla.
En 1492 conquistaron el reino de Granada, único territorio que estaba fuera de su jurisdicción. Colón
descubrió América. Los judíos salieron expulsados de la unificada España.
Nació Ignacio de Loyola. La Inquisición española funcionó a las órdenes reales desde 1480. Los papas fueron
concediendo diversos derechos a los reyes para gobernar a la Iglesia, el conjunto de los cuales recibirá el nombre de
Patronato (ver núm. 112).
España puso los fundamentos para ser, en poco tiempo, primera potencia mundial tras su largo cautiverio en
el poder de los moros.
Como en el resto de la cristiandad, en el territorio de los Reyes Católicos urgía una reforma moral profunda.
La promovió el cardenal Jiménez de Cisneros, empezando por los conventos de su orden franciscana. Venció
innumerables dificultades. La reina le brindó especialmente su apoyo. El cardenal fundó, además, la Universidad de
Alcalá de Henares (1509).
Bien es cierto que los portugueses habían hacho preciosos descubrimientos a lo largo del siglo XV en el litoral
africano, promovidos por Enrique el Navegante, cuyos enviados merodearon las costas de ese continente y
levantaron los correspondientes mapas que guiarían a viajeros posteriores.
Las costosas expediciones fueron proseguidas durante el reinado de Juan II, hasta que Bartolomé Díaz
encontró el límite meridional de África. Dio así con el paso hacia la India a la que era imposible entonces llegar por
tierra, debido a la infranqueable presencia otomana en el oriente de Europa (ver núm. 99).
En adelante, por decisión mediadora de Alejandro VI, España navegaría rumbo a nuestro continente y
occidente, excepto a Brasil, que será de Portugal, el cual, también tomará una parte de África y de Asia (oriente).
Desde 1492 el mundo conocido era mayor que nunca.

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SIGLO XVI
101.- HOMBRES DE RENACIMIENTO
Así las cosas, iniciaba la Iglesia su decimosexto siglo de vida. Es verdad que no hay un solo siglo en la historia
de la humanidad que no sea importante (porque los siguientes no se explicarían sin él). Algunos, sin embargo,
resultan de mayor trascendencia que otros.
El XVI es crucial por la reforma protestante, por el Concilio de Trento, por los descubrimientos, por la era
misional abierta en Asia y América, por los santos que iluminaron a la Iglesia, por las obras artísticas producidas, por
el avance científico que empezó a abrirse paso cada vez más decididamente.
Detengámonos brevemente en contemplar algunos prototipos del Renacimiento, que siguió floreciendo en
Europa.
Nicolás Maquiavelo (+ 1527) historiador, literato y político nacido en Florencia, escribió El Príncipe. Estudió
como debe comportarse un gobernador: déspota, refinado, astuto, sin escrúpulos, asesino o clemente, según su
interés, el cual sería la única norma moral de sus actos.
Según el autor, el hombre es esencialmente malo e incapaz de reformase por sí mismo. Únicamente las leyes
aplicadas de manera despótica pueden someterse. Como el que gobierna es quien dicta las leyes, los actos de los
gobernantes son buenos.
El Príncipe, por tanto, debe gozar de poder ilimitado. La guerra es necesaria para vigorizar la nación porque
la paz causa la ociosidad, el desorden y la ruina de los estados. En adelante, se llamó maquiavelismo a la política de
carácter doble e inmoral.
Nicolás Copérnico (+ 1543) revolucionó los conocimientos científicos de la época. Afirmó este canónigo
polaco que el centro del sistema planetario no era tierra –como se creía- sino el sol (ver núm. 126).
Tres artistas, entre otros, sobresalieron por su genio.
Rafael (+ 1516) es el pintor de los estados suaves del alma. Por orden del Papa Julio II trabajó los frescos
llamados “La disputa del Santo Sacramento”, “La Escuela de Atenas”, “El Parnaso”, “Atila detenido por el Papa León”,
etc. León X le encargó que pintara las logias del Vaticano. En 52 frescos representó las grandes páginas de la Biblia.
Después terminó. “El Pasmo de Sicilia” y la “Trasfiguración”.
Leonardo Da Vinci (+ 1519) artista y científico de insaciable ansia de sabiduría, destacó en pintura, escultura,
arquitectura, música, ingeniería, física, geología, astronomía, matemáticas. Intuyó la posibilidad de la aviación y de la
navegación submarina. Sus obras pictóricas principales son “La Cena”, “La Virgen con Santa Ana”, “La Virgen de la
Rocas”, “La Gioconda” (esposa de Francisco del Giocondo), llamada también “Mona Lisa”.
Miguel Ángel (+ 1564), por último el genial escultor (pintor y arquitecto por complacer a los papas y poetas
por afición), esculpió “La Piedad”, “David”, “Moisés”. En la Capilla Sixtina dejó los frescos que representan “La
Creación”, “El Diluvio”, “El Juicio Final”. Construyó la cúpula de San Pedro en el Vaticano.

102.- EL QUINTO CINCILIO DE LETRAN (1512-1517)


Reunido en el pontificado de Julio II (+ 1513) terminó en el de León X (1512). Fue el XVIII Ecuménico.
Condenó las tesis conciliaristas vigentes desde el siglo pasado (ver núm. 94) y revocó, asimismo, la Pragmática
Sanción de Bourges (ver núm. 124).
Con debilidad intentó reformar al clero y a la curia y rechazó la simonía en las elecciones pontificias.

103.- LA SEPARACIÓN DE LOS CRISTIANOS


El agustino Martín Lutero (+ 1546) es producto de las bondades y maldades que tenían lugar en la Iglesia y de
las que habían ocurrido durante la Edad Media, como hemos estudiado: fin del feudalismo, disolución moral
renacentista, evolución del pensamiento, etc. (ver núms. 60, 87, 89, 94).
Unos sucesos aceleraron su presencia en la historia. El príncipe Alberto compró al Papa León X el
Arzobispado de Maguncia. Para Alberto pagara, León X le concedió (1517) la publicación de las indulgencias, con
objeto de construir la basílica.
Indignado fray Martín publicó 95 proposiciones acerca de la doctrina de las indulgencias, mezclando
reproches contra la autoridad eclesiástica. Fueron comentadas y pronto ganaron a su autor numerosos
simpatizantes.

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Lutero añadió dos consideraciones más: la Iglesia es una sociedad invisible, de la cual puede apartar el
pecado, no el castigo de la autoridad jerárquica. León X ordenó en 1518 que Lutero fuera sometido a juicio, que fue
llevado a cabo por el cardenal Cayetano.
Protegido por Federico, príncipe de Sajonia, Lutero negó el Primado Pontificio y la infalibilidad de los
concilios.
Juan Eck polemizó con Lutero en 1519. Este reafirmó sus posiciones. Pidió que se borrara la diferencia entre
sacerdote y legos y que todo cristiano tuviera libertad para interpretar la Escritura.
Enderezó sus ataques contra el celibato, misas de difuntos (ver núm. 87), legislación eclesiástica. Negó
también la transubstanciación eucarística y la misa como sacrificio. Afirmó que la salvación proviene de la fe, no de
las obras ni de repetición de los sacramentos. Para Lutero no existe el libre albedrío sino que la concupiscencia es
invencible.
Añadamos algunos aspectos más de sus teorías. En el libro La Cautividad de Babilonia, Lutero criticó los
sacramentos, pidió el matrimonio de los clérigos y el establecimiento del divorcio.
En su publicación A la Nobleza Cristiana de la Nación Alemana, rechazo la autoridad del Papa y la jerarquía,
sostuvo la inutilidad de sacerdocio como orden y afirmó que a los fieles correspondía interpretar libremente las
Sagradas Escrituras. Rechazó el Magisterio de la Iglesia.
En la Libertad del Hombre Cristiano, enseño que la fe en Jesucristo, la ilimitada confianza en su misericordia,
no las obras, proporcionaban la salvación.
Antes del pecado original, el hombre era santo e inocente. Después, quedó incompleto, sin fuerzas ni
libertad. Por ello, con sus faltas mancha todos sus actos. Todos los actos son, por tanto, pecaminosos. De este
laberinto, el hombre sólo puede salir teniendo una fe intensamente sentida en Jesucristo. El hará que al ser humano
no se le imputen sus actos pecaminosos. Esta es la teoría de la justificación por la fe.
Lutero terminó admitiendo únicamente dos sacramentos, el bautismo y la eucaristía. Rechazó el culto a la
Virgen, a los santos, el uso de latín para las ceremonias religiosas.
León X (1521) excomulgó al autor de las sentencias anteriores. Carlos V lo citó a Worms para que explicara su
pensamiento, tratando desesperadamente de evitar las consecuencias políticas que surgirían en un sisma religioso.
El emperador no obtuvo resultados favorables. Lutero se refugio en los territorios de Federico.
Falleció, en tanto, León X y fue electo Adriano VI (último Papa no italiano hasta Juan Pablo II, ver núm. 168),
que murió a los pocos meses. Clemente VII tomó las riendas de la Iglesia (+ 1533).
El movimiento luterano produjo el matrimonio de los sacerdotes, de las monjas, la quema de santos, la
confiscación de bienes eclesiásticos.
En 1524 estalló la guerra de los campesinos, que exigía reivindicaciones sociales contra los señores. Fueron
sofocados por los atemorizados propietarios, apoyados por Lutero.
En 1530 citó Carlos V a la Conferencia de Augsburgo para lograr la unidad rota. Acudieron Melanchton,
Zwinglio. No hubo acuerdo alguno.
Surgió de Augsburgo la Liga Esmalcalda o unión de ejércitos protestantes para luchar contra los imperiales de
Carlos V. La Paz de Augsburgo, hasta 1555, consagró jurídicamente la escisión religiosa irremediable para entonces.

104.- MULTIPLICACIÓN DE LAS SEPARACIONES


Melanchton (+ 1560) fue el brillante expositor del luteranismo.
Zwinglio (+ 1531) negó la presencia de Cristo en la eucaristía y el sacramento del bautismo.
Thomas Munzer, fundo de los anabaptistas, provocó la Guerra de los Campesinos (1533-1525).
Juan Knox (+ 1572) tuvo especial y resonante importancia. Escribió Institución de la Religión Cristiana en
1536, aceptando el luteranismo y desarrollando la doctrina de la predestinación. En Ginebra estableció una teocracia
que recuerda el intento de Savonarola (ver núm. 99).
Fijó minuciosamente una grave austeridad de costumbres y vigiló efectivamente que fueran cumplidas.
Del calvinismo derivó el puritanismo y de la teoría de la predestinación surgió el espíritu del capitalismo, en
Estados Unidos, a través de Spencer, en el siglo XIX.
Enrique VIII, rey de Inglaterra (de 1509-1547) no obtuvo del Papa la anulación de su matrimonio con Catalina
de Aragón. Proclamó entonces la independencia de la Iglesia Anglicana, cuya cabeza fue el mismo rey.
Santo Tomás Moro, canciller del Reino, siguiendo el dictamen de su conciencia, prefirió morir antes que
aceptar las disposiciones separatistas. También fue condenado el cardenal Juan Fisher y otros más.
Después del corto reinado de Eduardo VI –hijo de la tercera de las seis esposas de Enrique VIII, llamada Juana
Seymour- reino María Tudor de 1553 a 1558, que trató de restaurar el catolicismo.
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Su hermana, la reina Isabel (1558-1603) –hija de la segunda esposa, Ana Bolena –borró el catolicismo del
reino reduciéndolo a las catacumbas.

105.- LOS EFECTOS


Así, pues, Europa quedó dividida religiosamente. El luteranismo prevaleció en los países escandinavos y en
parte del imperio. La otra parte de éste y España permanecieron católicos. En Francia hubo católicos y calvinistas.
Inglaterra, Holanda, parte del oriente europeo, se apartaron de Roma.
Las guerras de religión llenaron de sangre importantes territorios europeos.
Holanda protestante quedó separada, bajo el mando de Guillermo de Orange, de Bélgica católica (1579).
En Francia, después de la matanza de hugonotes o calvinistas en la noche de San Bartolomé (1572) las
convulsiones se aquietaron temporalmente.
Enrique IV Borbón, convertido al catolicismo, publicó en 1598 el tolerante Edicto de Nantes que concedió la
libertad religiosa (ver núm. 124).

106.- LA REFORMA CATOLICA PARALELA AL


DESARROLLO DEL PROTESTANTISMO
El Concilio de Trento (1545-1563), XIX Ecuménico, afrontó los problemas descritos hasta este momento. Se
desarrolló a lo largo de tres períodos y tres papados: 1545 a1547, de 1551 a 1552 y de 1562 a 1563. Reinaban los
pontífices Paulo III, Julio III, Pío IV.
El Concilio efectuó importantes pronunciamientos dogmáticos, según lo requería la nueva teología
propuesta por los novadores.
Recalcó que las fuentes de la fe son las Escritas y el Magisterio. Fijó los libros de la Sagrada Escritura. Publicó
la doctrina del pecado original, la gracia, los sacramentos (en el de la eucaristía, recalcó la transustanciación).
Reafirmó la existencia de los siete. Volvió a enseñar, conforme a la tradición, el valor de las indulgencias, el culto a
los santos, el celibato, la vida religiosa, la existencia del purgatorio.
Trento abrió una nueva era a la Iglesia. Sus decretos empezaron a practicarse por toda la cristiandad, en
especial por los esfuerzos de la Compañía de Jesús, orden recién nacida (ver núm. 109), de San Carlos Borroneo, de
San Pío V.
El número de colegios establecidos por la Compañía creció desde luego, (entre ellos destaca la actual
Universidad Gregoriana).
El pueblo católico, bien dispuesto, y los teólogos que florecieron (ver núm. 107), ayudaron a la
profundización a las tareas impuestas por Trento.
Se avocó el Concilio, también, a la reforma de las costumbres. Obligó a los obispos a residir en sus diócesis y
a visitarlas, y a los párrocos en sus parroquias. Prohibió el acumulamiento de beneficios pecuniarios.
Ordenó la erección de seminarios diocesanos en donde estudiarían los pretendientes al sacerdocio (a lo que
se había anticipado genialmente don Vasco de Quiroga, que estableció el de San Nicolás Pátzcuaro, Mach, desde
1538, confiado a la Compañía en 1575).

107.- LA TEOLOGIA
La Universidad de Salamanca contó entre sus maestros a los dominicos Francisco de Victoria (+ 1546), uno de
los padres del Derecho Internacional, a Melchor Cano (+ 1560), y a Domingo de Soto (+ 1560).
En España y Portugal descolló, asimismo, el jesuita Francisco Suárez (+ 1617) que desarrolló el Derecho de
Gentes y del Derecho Público.
En 1536 había fallecido Erasmo de Rotterdam, sacerdote y humanista, que atacó vigorosa e irónicamente la
decadencia de la Escolástica, pero se mantuvo ligado a la doctrina católica.
En El Elogio de la locura denunció las taras de la vida religiosa de su época y reflejó un evangelismo
reformista, que a unos pareció posición ambigua. Atacó también a Lutero. Editó el Nuevo Testamento y diversos
textos de los Padres de la Iglesia. Escribió obras de pedagogía, literatura y luchó por la ilustración de la mujer.

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108.- LA VIDA ESPIRITUAL
Varios españoles legaron preciosas obras de espiritualidad: Juan de Ávila (+ 1569), San Francisco de Borja (+
1572), fray Luis de Granada (+ 1588), San Pedro de Alcántara (+ 1562), fray Luis de León (+ 1591).
Fueron insignes San Juan de la Cruz (+ 1591) y Santa Teresa de Ávila (+ 1582) cumbres de la literatura
hispana y reformadores de la Orden del Carmen (ver núm. 73).
109.- ORDEN RELIOSAS
Fray Mateo de Basci fue fundador de los Capuchinos en 1535. Santa Ángela de Merici estableció las Ursulinas
(1537), San Felipe de Neri el Oratorio (1563) y San Ignacio de Loyola al Compañía de Jesús (1540).
Estas comunidades religiosas renovaron firmemente la práctica del Evangelio desde entonces, según su
carisma propio.
La Compañía creció notablemente desde su primer inicio y se constituyó en baluarte firme del catolicismo
(ver núm. 106). Su apostolado abarcó la conversión del prójimo mediante los Ejercicios Espirituales, la enseñanza en
Universidades y colegios, las misiones, la investigación cultural y la pastoral en general.
Mediante un cuarto voto de obediencia al Papa, San Ignacio puso a su grupo en manos del Pontífice.

110.- LAS MISIONES EN EL ORIENTE


Con San Francisco Javier a la cabeza, los jesuitas viajaron hasta los confines del mundo oriental. Javier fue a
Goa (1542), Malaca (1545), Japón (1549), llegó a la frontera de China (1552). Convirtió numerosos asiáticos mediante
su apostolado audaz e incansable.
Otros jesuitas arribaron al Congo, en 1547, a Marruecos, en 1549, y a Etiopía, en 1555. Cien discípulos de
Ignacio llegaron la India.
Paralelamente fueron formándose las respectivas diócesis en territorios asiáticos, Japón había redituado 150
mil conversiones cuando Taikosama (+ 1598) barrió con aquella comunidad.
Una víctima fue el primer santo mexicano, San Felipe de Jesús, franciscano (+ 1597).

111.- LOS TURCOS


La Batalla de Lepanto fue un éxito de trascendental importancia para la Europa de entonces.
Solimán II el Magnifico (+ 1566) había conquistado Belgrado, Viena y Rodas. Selim II (+ 1574) no pudo
continuar el avance turco por la derrota que le infligieron las fuerzas constituidas por Juan de Austria, el 7 de octubre
de 1572 (ver núm. 79 y 97).

112.- AMERICA ESPAÑA


Cortés y Pizarro entregaron al imperio español los inmensos territorios de los imperios aztecas (1521) e inca
(1532) respectivamente.
Vasco Núñez de Balboa descubrió el Océano Pacifico desde 1513. Magallanes y Elcano dieron la vuelta al
mundo durante el trienio de 1519 a 1522.
Los Papas Inocencio VIII en 1482, Alejandro VI en 1493 y Julio II en 1508 habían concedido a los reyes
españoles una serie de privilegios para el gobierno de la Iglesia tanto en España como en Indias: formación de
diócesis y nombramientos de obispos, recaudación de los diezmos, aprobación de documentos pontificios,
construcción de iglesias, control de religiosos, etc. Desde sus inicios en América, la Iglesia quedó estrechamente
sujeta al poder civil (ver núm. 100).

113.- AMERICA CRISTIANA


Debemos la predicación del evangelio en nuestro continente a los franciscanos, dominicos y agustinos
principalmente. Al principio los jerónimos y mercedarios cooperaron a la conversión de los naturales. Los jesuitas
predicaron a partir de 1571 en Perú y en 1572 en Nueva España.
Bernardino Álvarez fundó en este reino una congregación dedicada al cuidado de los enfermos.
El clero diocesano, especialmente cuando la Compañía de Jesús lo educó en sus aulas, se encargó de
proseguir el asentamiento de la nueva cristiandad.

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La organización eclesiástica americana fue calcada de la española y de la Iglesia universal (institución de
cabildos, seminarios, Inquisición, etc.) Excepto al principio, la Inquisición no juzgaba a los indígenas. En Nueva España
relajó 43 reos y 30 en Perú, hasta su extinción a comienzos del siglo XIX (ver núm. 74).

114.- RELIGIOSOS Y DIOCESIS AMERICANAS


El mercedario fray Juan Infante, que viajó con Cristóbal Colón en 1492, dijo la primera misa en nuestro
continente.
El primer grupo de misioneros arribó a Santo Domingo (1494) a las órdenes de fray Bernardo Boil.
Después llegaron los franciscanos de Francisco Ruiz, los dominicos y los Jerónimos. Fray Domingo de
Betanzos fundó el primer convento dominico en Guatemala en 1527. Esta orden avanzó hasta Lima en 1535.
Los franciscanos establecieron su convento en Quito en 1573. Los dominicos lo hicieron en Chile en 1541. Los
capuchinos pasaron a Venezuela.
Los jesuitas se establecieron también en Brasil y fundaron en Paraguay las llamadas Reducciones, territorios
en que florecieron las nuevas cristiandades a salvo de la voracidad de los conquistadores (ver núm. 127).
Las principales diócesis y los principales obispos fueron los siguientes: Santo Domingo (1511), Alejandro
Jerardino, Sebastián Ramírez de Fuenleal, Alonso Fuenmayor); Puerto Rico (1512, Alonso Manso, Diego de
Salamanca), Panamá (1521, Juan de Quevedo), Santiago de Cuba (1522, Bernardo de Mesa, Diego de Sarmiento), San
José de Costa Rica (1531), Caracas (1532), Santa Marta, Colombia (1534),Guatemala (1534, Antonio de Valdivieso),
Honduras (1536), Cuzco (1537, Vicente de Valverde, Juan de Solano), Lima (1541, Santo Toribio de Mogrovejo), Quito
(1545), Santiago de Chile (1546), La Asunción (1547), La Plata (1522, Gaspar de Villarroel, José de San Alberto),
Nueva Granada (1563, Juan de Barrios, Luis Zapata, Cristóbal de Torres, fundador de la Universidad de Santa Fe),
Tucumán (1570), Cartagena (1594, Diego de Torres, Cristóbal Pérez).
En 1550 fue fundada la diócesis de Bahía, Brasil (Pedro Fernández Sardinha).
Durante el siglo XVI quedaron erigidas 38 diócesis a lo largo del continente.
Canadá fue convertido por franciscanos franceses.

115.- LAS PRIMERAS DIOCESIS NOVOHISPANAS


El dominio Julián Garcés fue designado obispo de Tlaxcala en 1527, fray Juan de Zumárraga de México en
1530, Luis de Zárate de Oaxaca en 1535, don Vasco de Quiroga de Michoacán en 1536 y fray Bartolomé de las Casas
de Chiapas en 1539.

116.- ALGUNOS EVANGELIZADORES SOBRESLIENTES


Fray Julián de Garcés (+ 1542) defensor de la racionalidad de los naturales; Bartolomé de las Casas (+ 1566)
defensor acérrimo de la dignidad de éstos, enemigo inquebrantable de la encomienda y de la conquista; fray Toribio
de Benavente o Motolinía; muy amado de los naturales; fray Bernardino de Sahagún, tesonero estudioso de su
pasado; el obispo de Vasco, organizador e impulsor de una sociedad tarasca; Pedro de Gante, educador, dejaron,
todos ellos, imperecedera memoria.
Varios mártires regaron su sangre nuestro territorio en la Florida, El Marañón, Ucayaly y Paraguay.
El obispo fray Antonio de Valdivieso, O.P. (+ 1550) murió a manos de españoles por defender a los indígenas.
Sobresalieron en su labor evangélica también Francisco Solano, Antonio de Montesino, Juan de Zumárraga,
Juan del Valle, Pedro Delgado, Domingo Navarrete, José de Anchieta, recientemente beatificado, y Manuel de
Nóbrega, entre otros muchos más.

117.- SANTOS Y BEATOS EN AMERICA


Del Beato Sebastián de Aparicio (+ 1594), humilde lego franciscano, constructor de carreteras, se conserva el
cuerpo incorrupto en la Iglesia de San Francisco, en Puebla.
El beato Ignacio Acevedo y 39 compañeros mártires, jesuitas, fueron asesinados por el pirata Santiago de
Soria, enemigo de los católicos, en 1570, cuando se dirigía a Brasil.
San Luis Beltrán (+ 1581) dominico, realizó parte de su apostolado en Colombia (ver núm. 128).
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118.- LA VIRGEN DE GUADALUPE
La Virgen se Aparicio en 1531 a Juan Diego en el Tepeyac, cerca de Tenochtitlán.
Es, desde entonces, la esencia del alma mexicana, el motivo supremo de su alegría, el objeto del sentimiento
más depurado del corazón mestizo e indígena y el fundamento de nuestra raza y nacionalidad.

119.- MOLINISMO, BAÑECIANISMO Y EUROPA


Una disputa teológica entre jesuitas y dominicos acerca del cómo actúa la gracia en relación con la libertad,
ocupó las preocupaciones religiosas al fin del siglo XVI y principios del XVII.
Luis Molina (+ 1600) fue el guía del los jesuitas y Domingo Bañez (+ 1604) el de los dominicos.
Estos tacharon a los jesuitas de pelagianos y los jesuitas llamaron calvinistas a los dominicos. Ambos se
tuvieron por herejes.
El molinismo sostenía que el hombre realiza libremente sus acciones pues la gracia inclina a la libertad sin
suprimirla. Dios actúa, a su vez, en la relación de los actos buenos dado que por su ciencia sabe que el hombre los
habrá de realizar.
El bañeanismo afirmaba que la gracia eficaz de Dios determina físicamente a la voluntad.
Por otro lado, Miguel Bay, conocido por Bayo (+ 1589), Canciller de la Universidad de Lovaina, negó la
distinción entre la naturaleza y lo sobrenatural.
El libre albedrío, desnaturalizado por el pecado, no podía obrar bien, según Bayo. Sólo la gracia de Cristo,
volviendo a ordenar al hombre a Dios, según la naturaleza, permitía obrar bien y meritoriamente.
De ahí que lo sobrenatural y la gracia estuvieron incluidas en una exigencia de la naturaleza y no tenían la
gratuidad absoluta que les reconoce la Iglesia.
Bayo ejerció influencia en la teoría jansenista aparecido en siglo siguiente (ver núm. 123)

SIGLO XVII
120.- GUERRAS EUROPEAS
Las Guerras de los Treinta Años (1618-1648) fue causada por una complicada mezcla de intereses políticos-
religiosos: los rescoldos de los conflictos religiosos de la centuria pasada, unidos a las miras políticas de cada una de
las naciones en pugna.
La Defenestración de Praga fue la señal de rebelión contra el emperador Matías (extendida luego a su
sucesor, Fernando, católicos ambos) para apoyar, en cambio, a Federico V, calvinista, que no pudo conservar la
ventaja obtenida en la lides militares.
En el segundo período intervino Cristián IV de Dinamarca, ayudado por Inglaterra y Holanda. El ejército de
Wallenstein los derrotó.
Actuó, entonces (tercer período), Gustavo Adolfo de Suecia cuyos primeros triunfos fueron opacados por las
derrotas siguientes. Por último, Richelieu envió sus tropas, que se adueñaron del Imperio.
Mazarino, sucesor de Richelieu (ver núm. 124) dirigió la firma de los Tratados de Westfalia, repetición tardía
de la Paz de Augsburgo de 1555 que no había dado el resultado apetecido (ver núm. 103).
Los tratados reconocieron nuevamente la libertad de cultos católico y protestante, no para los individuos
sino para las regiones: quien tenía el gobierno de la religión, tenía también el cuidado de la religión.
Esta guerra había cubierto de sangre a Europa desde España hasta Polonia.

121.- EL ANGLICANISMO
Inglaterra quedó asentada en la vía anglicana, como vimos (núm. 104). Oliverio Cromwell (+ 1658) que
destronó a Carlos I, quiso imponer el calvinismo puritano, hasta que, a su vez, fue derrotado.
Carlos II (+ 1685) toleró el catolicismo y él mismo murió en el seno de esta religión. Jacobo II fue derrocado
en 1688 por favorecerla.
Después de la familia Estuardo, reinó la casa de Orange. Desde Guillermo III (+ 1702) los católicos volvieron a
ser relegados. Unos de ellos pasaron al Nuevo Mundo y fundaron Maryland en 1634.

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También vivieron en Pennsylvania, Virginia, territorios evangelizado por jesuitas ingleses y franceses.

122.- EL CULTO AL SAGRADO CORAZON


Esta devoción cobró auge extraordinario a partir de su propagación por Santa Margarita María de Alacoque
(+ 1690) y por el beato Claudio de la Colombiere (+ 1682).

123.- EL JENSENISMO
Cornelio Jansen (+ 1638) escribió el Augustinus, publicado después de su muerte, en el cual discurría acerca
de los candentes asuntos de la predestinación, la gracia y la libertad (ver núm. 119).
Negaba la libertad y el mérito personal. Afirmaba que el ser humano no era capaz de rechazar la gracia.
Señalaba que la redención de Cristo tenía efecto en unos cuantos, no todos los hombres.
El Papa Urbano VIII y el Papa Inocencio X no aceptaron sus tesis. Tanto más que la moral jansenista era –
como la puritana- rigurosísima y asfixiante: a cada paso el pecado mortal acechaba a los cristianos, que debían
purificarse luego con confesiones escrupulosas y sin fin, amén de que debían practicar grandes penitencias. La
preparación que antecedía a la nada frecuente comunión era larguísima y dificultosa en extremo.
La abadía francesa de Port Royal difundió con entusiasmo el jansenismo. Los jesuitas fueron los principales
opositores de este sistema. La abadesa Angélica Arnauld era erigida espiritualmente por Juan Duvergier de
Hauranne.
El ataque contra los jesuitas fue implacable: los acusaron de sostener una moral que llevaba a la relajación.
Los jansenistas quisieron diluir la condena de Inocencio X, diciendo que los errores por él rechazados no
estaban contenidos en el Augustinus.
Blas Pascal (+ 1662), insigne científico y pensador religioso pero jansenista convencido, publicó sus Cartas a
un Provincial, en que defendía la concepción de gracia de Jansenio y arremetía contra la que a él le parecía laxitud
jesuita. Escribió también sus Pensamientos o Apologías de la Religión.
La disputa saltó las bardas teológicas y se internó además en el campo político.

124.- LA IGLESIA FRANCESA


El galicanismo –resurrección de los postulados de la Pragmática Sanción de Bourges- fue la tendencia de
ciertos sectores de la Iglesia francesa –de ahí su nombre- que pretendía incrementar su independencia con respecto
a Roma (ver núm. 102)
La comunicación del Papa con los obispos estaría sujeta al poder civil. Los actos y las leyes del Papa
necesitarían la confirmación civil.
El rey encargó a Bossuet la redacción de los Cuatro Artículos del Galicanismo: la acción del Papa y de la
Iglesia debe centrarse en legislar sobre asuntos espirituales. El Concilio es superior al Papa (ver núm. 102). Junto con
los cánones de la Iglesia deben ser observados los de la Iglesia Galicana. Las decisiones del Pontífice en asuntos de fe
sólo son irreformables si son aceptados por la Iglesia.
Las anteriores tesis fueron rechazadas por los Papas.
Por otro lado, Luis XIV, llevado por su afán absolutista, revocó el Edicto de Nantes que publicó su antecesor
Enrique IV (ver núm. 105).
Consistió en que los calvinistas vivieron en Francia pero les prohibió practicar su culto. Miles huyeron. La
economía del reino resistió graves pérdidas.
Importantes personalidades eclesiásticas descollaron en el país galo.
Jacobo Bonigno Bossuet (+ 1704), obispo de Meaux, pronunció sermones y oraciones fúnebres de primera
calidad oratoria. Historiador, escribió sus Variaciones de las Iglesias Protestantes.
El cardenal Armando Juan Richelieu (+ 1642) ministro de Luis XIIO fundó la Academia Francesa y disminuyó el
poder de la Casa de Habsburgo, tanto de la rama española como de la austriaca.
El cardenal Julio Mazarino (+ 1661), Nuncio en París, ocupó después el cargo de ministro de Luis XIV (ver
núm. 120).

125.- EL QUIETISMO

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Esta corriente espiritual estuvo de moda en los decenios que estamos considerando. Fue inspirada por el
español Miguel de Molinos (+ 1696).
San Ignacio de Loyola había enseñado que el ser humano tiene que llegar a adquirir la indiferencia total
acerca de todas las cosas creadas con el fin de inclinar su voluntad única y decididamente a seguir la voluntad de
Dios.
Buda, centurias antes, había predicado el Nirvana o estado de total extinción de todo deseo, para no aspirar
a nada.
Molinos pedía una unión del alma con Dios, tal que sólo deseara entregarse a Dios para que El entrara en el
alma y actuara por ella. El alma debía llegar al estado de absoluta pasividad, como un cadáver, decía. Molinos fue
condenado a prisión perpetua en un convento.

126.- EL AVANCE DE LAS CIENCIAS


Galileo (+ 1642) eximio científico, descubrió una estrella y los satélites de Júpiter. Adoptó las tesis de
Copérnico (ver núm. 101), acerca del sistema solar. Su posición fue contradicha por la opinión de algunos teólogos
que en un salmo creían encontrar la afirmación contraria. Galileo fue obligado a callar.
Renato Descartes estudio con los jesuitas en La Flecha y Derecho en París. Creó la Geométrica Analítica y dio
un decidido impulso al espíritu científico moderno. Después de viajar por gran parte de Europa murió en Suecia en
1650.
Buscó un punto de partida absolutamente indubitable para elaborar su filosofía, tomada del espíritu mismo.
En el acto de dudar, descubrió que pensaba y que por tanto existía.
Se calificó como sustancia pensante a la que se unía el cuerpo. Descartes demostró la existencia de Dios,
libre creador del mundo, a partir de la presencia en el ser humano de la noción de perfección.
El racionalismo de Descartes y su duda establecida como método fue mal visto por algunos, no así por
quienes supieron entenderlo, por ejemplo el filósofo mexicano jesuita Andrés de Guevara y Basoazábal, que lo
enseño a sus alumnos.
Descartes no se apartó de la fe católica. Deslindó los campos de la teología, filosofía, ciencia, poesía e
historia.

127.- AMERICA
Construida durante el siglo XVI, alejada del primer plano de los conflictos religiosos de Europa, la Iglesia
Católica americana prosiguió su labor de evangelización.
En México nuevos pueblos fueron conquistados para la Iglesia. Los franciscanos avanzaron hasta Nuevo
México, hoy Estados Unidos. Los jesuitas tomaron camino rumbo al noroeste de la nación: Sinaloa, parte de
Coahuila, Durango, Chihuahua, Sonora, Baja California y suroeste de Estados Unidos.
Entregaron a los habitantes de aquellas regiones la enseñanza religiosa y realizaron ensayos sociales, por
demás interesantes, de notables frutos en la promoción de la justicia social.
Los franciscanos Laicos. Margil de Jesús y los jesuitas Salvatierra, Kino, Ugarte, Pérez de Rivas son dignos de
recuerdo por sus hazañas apostólicas.
En las Reducciones de Paraguay, sin dejar de entrar a extranjeros, los jesuitas organizaron a los indígenas,
aprovechando las categorías culturales de estos. Cultivaron la tierra y trabajaron en incipientes industrias. La
organización social que resultó produjo frutos abundantes. Pero los jesuitas fueron acusados de crear cotos cerrados
que atentaban contra la autoridad real (ver núm. 114).

128.- SANTOS Y BEATOS EN AMERICA


Nuevos frutos de santidad produjo América durante estos siglos (ver núm. 117).
El beato Bartolomé Gutiérrez, agustino, nació en México, estudio en Yuririapúndaro y realizó su primer
apostolado en Puebla. Pasó a Filipinas en 1608, en donde desempeñó el oficio de maestro de novicios. En 1613 fue
prior del convento de Usuqui, en Japón. En 1614 el emperador Daifusama decretó la persecución anticristiana. Fray
Bartolomé fue desterrado de Filipinas. Volvió disfrazado a Japón en 1618 y subrepticiamente prosiguió la
evangelización que le había sido encomendada.
Fue apresado en 1629 y sometido a diversos tormentos. Murió quemado el 3 de septiembre de 1632. Pío IX
lo inscribió en el catálogo de los beatos el 7 de mayo de 1867 por medio del Breve Martirium Rigata Sanguine.
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El beato Pedro de Zúñiga, de la misma orden religiosa, hijo del virrey de Nueva España, marqués de
Villamanrique, evangelizó Filipinas y pasó a Japón en 1617, de donde también fue expulsado. Intentando regresar en
1620, naufragó en la isla de Formosa. Fue apresado por piratas holandeses, cuyo afán imperialista había llegado
hasta esas costas y fue entregado a las autoridades japonesas. Murió apaleado y quemado a fuego lento en Nagasaki
en 1622.
El beato Bartolomé Laurel, lego franciscano, natural de México también, misionó en Filipinas de 1609 a 1622
y se trasladó a Japón. En ambos lugares ejerció sus conocimientos de medicina a favor de cristianos y paganos. Fue
quemado vivo en el año de 1627 y beatificado en 1867.
El beato Luis Flores, nacido en Gante, ingresó a la orden dominica en México. De 1592 a 1598 se dedicó a la
enseñanza. Viajó a Filipinas y Japón, país en el que sufrió el martirio con el beato De Zúñiga.
Su hermano en religión, el beato Juan Macías, lego, llego a Lima en 1619 procedentes de España. En 1622, a
los 37 años de edad, ingresó en el convento de Santa María Magdalena en 1645 en que pasó a la vida eterna.
La beata María de Jesús Paredes (+ 1645) nació en Quito. Obtuvo el don de una alta oración contemplativa.
Los jesuitas beatos Roque González, Juan del Castillo y Alfonso Rodríguez –mártires rioplatenses-
evangelización Paraguay y Uruguay. Recibieron el martirio en 1628.
Santo Toribio de Mogrovejo, arzobispo de Lima, desde 1581, visitó su extensísima diócesis, reunió 13
sínodos, compuso catecismo en castellano, quichua y aimara. Fundó un seminario. Defendió enérgicamente a los
naturales explotados por los catequizadores. Falleció en 1606.
San Francisco Solano, franciscano, partió de España hacia Lima en 1589. Convirtió a muchos indígenas en
Panamá, Chile, Argentina. Regresó a la capital de Perú, donde murió en 1616.
El popularísimo San Martín de Porres nació en Lima. Ingresó como lego en la Orden de Predicadores. SE
distinguió por su caridad con los pobres y los enfermos. Fundó la Casa de la Santa Cruz para niños abandonados o
huérfanos y para regeneración de mujeres arrepentidas. Su alma regresó al Creador en 1639 ante el duelo general
de la población.
Santa Rosa de Lima, terciaria dominicana desde 1606, llevó una vida de penitencia y oración extraordinaria.
Fallecida en 1617, fue canonizada en 1671.
San Pedro Claver, jesuita catalán, llegó a Colombia en 1610. Recibió las órdenes sacerdotales en 1616.
Destinado al puerto de Cartagena, consagró sus fuerzas a la atención de los esclavos, apostolado en el que perseveró
a lo largo de 40 años. Cuatro antes de fallecer se contagió de una epidemia de azotó la región. Murió en 1654
habiendo bautizado y protegido miles de esclavos. Fue canonizado en 1888.
Los jesuitas franceses Juan Brebeuf, Isaac Jogues, Carlos Garnier, Gabriel Lalemant, Natalio Chabanel y
Antonio Daniel, predicaron el Evangelio en Canadá, en el territorio ocupado por los hurones. Fueron martirizados
entre 1646 y 1649.

129.- DEVERSAS MISIONES


El jesuita Roberto de Nóbili (+ 1656) ensayó audaces métodos para evangelizar la India. Asumió las
costumbres de los habitantes en vez de execrarlas y empezó a ganar adeptos. Su ejemplo atrajo otros misioneros y
con ellos aumentó el número de conversos.
En China, Mateo Ricci jesuita (+ 1610), vestido a la usanza de los naturales y adoptando también sus
categorías culturales, obtuvo las primeras conversiones de aquel imperio legendario. A ellas siguieron pronto otras
miles, con el esfuerzo de nuevos misioneros.
Ricci cristianizó las expresiones y ritos de la religión de Confucio, en especial la veneración de éste y de los
antepasados.
De Nóbili hizo lo mismo con los ritos brahmánicos.
Los métodos jesuitas no acabaron de agradar a los europeos, empeñados entonces en las agrias luchas
jansenistas. Ellos reprobaron que no se exigiera a los conversos la ruptura absoluta con sus anteriores costumbres.
La Congregación de Propaganda de la Fe no dio la razón a los jesuitas. La Santa Sede reglamentó estas
prácticas, con cierta amplitud en lo referente a la actividad realizada en la India, en 1623, pero usando de mayor
reserva y distinciones en lo tocante a China, en 1645 y 1656.
La evangelización quedó detenida en el Extremo Oriente.
En actual Vietnam también fue evangelizado por jesuitas desde 1615. El cristianismo de Japón empezó la
centuria con una relativa paz. Incluso brotaron ciertas vocaciones nativas. En 1614 sin embargo, un edicto del
emperador Daifusama cobró mártires (ver núm. 128). Para mediados del siglo la represión fue decisiva y enérgica.
Sin embargo, muchos cristianos lograrían perseverar en la fe adquirida.
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130.- SANTOS EUROPEOS
San Francisco de Sales (+ 1622) fue obispo de Ginebra y de Annecy. Redactó su Introducción a la Vida
Devota, el Tratado del Amor de Dios y su Conversaciones Espirituales.
San Vicente de Paúl (+ 1660) fundó la Congregación de la Misión, o lazaristas o paúles, y, con Santa Luisa de
Marillac, las Hijas de la Caridad.
Pedro de Berulle (+ 1625) fundó el Oratorio de Francia.

SIGLO XVIII
131.- JANSENISMO SOBREVIVIENTE
Pascasio Quesnel (+ 1719) era nuevo guía del jansenismo. Profesaba también la teoría galicana. Su libro
Reflexiones Morales sobre el Nuevo Testamento fue condenado por Clemente XI en 1713.
Agrias disputas a favor y en contra de la sentencia caldearon los ánimos entre los católicos franceses más de
lo que ya lo estaban. La fidelidad al Papa sufrió también serios resquebrajamientos (ver núm. 104). El Pietismo de
Felipe Jacobo Spencer (+ 1705) acentuaba la experiencia religiosa personal, en oposición a la práctica rutinaria de los
valores evangélicos. Fundó pequeñas comunidades –ecclesiola in ecclesia: iglesia en la iglesia- para que sirvieran
como levadura al pueblo en general.
Los cuáqueros de Fox (+ 1691) crecieron en Estados Unidos guiados por Guillermo Penn, principalmente en
Pennsylvania. Fox y sus seguidores se distinguían por su exaltación religiosa, su sencillez y su austeridad de
costumbres. Cristo decían, ilumina directamente al alma y le proporciona el conocimiento de las verdades religiosas.
Los sacramentos, por tanto, resultaban inútiles. Los cuáqueros rechazaban el servicio militar, el juramento, el
diezmo, el teatro, el baile y todas las diversiones mundanas.
Por otro lado, los hermanos Juan y Carlos Wesley fundaron el Metodismo (+ 1738), separándose del
anglicanismo. Insistieron en la libertad del ser humano, en el carácter universal de la redención y en la llamada a
todos a la perfección de la caridad (ver núm. 153).

133.- EL PENSAMIENTO
El siglo XVIII, llamado el Siglo de las Luces, produjo una filosofía que, si admitía la experiencia de Dios, negaba
su actuación en la vida de Dios, negaba su actuación en la vida humana.
Este sistema defendía que cada hombre debía dar culto a Dios en la forma que lo considerara conveniente,
sin sujetarse a ritos eclesiásticos. Propugnaba por una actitud propugnaba por una actitud de benevolencia hacia el
prójimo, filantropía. Negaba a cualquier Iglesia el derecho de proclamar dogmas y rechazar la Revelación de Dios a
los hombres.
Voltaire (+ 1778) lanzó tremendos ataques en contra de la Iglesia Católica a la que llamaba la Infame y a la
que pretendía destruir. Es de notar que este autor fue especialmente rechazado en la católica América Latina.
Rousseau (+ 1728), por su parte, escribió el Contrato Social, en el que proclamó la igualdad de derechos de
todos los ciudadanos, en contra de la rígida división de clases establecidas por las monarquías.
Montesquieu (+ 1755) en sus Cartas Persas censuró el estado de la Iglesia en Francia. En El Espíritu de las
Leyes defendió la teoría de la separación de los poderes políticos –legislativo, ejecutivo y judicial- para evitar la
arbitrariedad de los reyes absolutistas.
Descendientes de los anteriores son los enciclopedistas, Diderot, D’Alembert, etc., que ni admitían la religión
ni las antiguas instituciones políticas y, en cambio, deseaban romper con el pasado. Fueron los padres intelectuales
de la Revolución Francesa (ver núm. 138).
El matemático y filosofo Leibniz (+ 1716) fundo el cálculo infinitesimal, al igual que Newton, publicó su
doctrina filosófica, basada en la armonía preestablecida, intentando explicar el origen del conocimiento. Admitía la
existencia de un elemento nuevo, la mónada, intermedio entre el espíritu y la materia, entre el átomo y la idea. La
mónada perfecta y central es Dios, que ha predestinado a cada cosa a contribuir en la armonía prefijada de
antemano.

134.- LA MASONERIA
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En este siglo XVIII la masonería obtuvo un gran desarrollo. A fines de la centuria llegó incluso a América
Latina.
Su origen es muy anterior –Edad Media- cuando nació entre los albañiles constructores de las catedrales
góticas que, agremiados, guardaban sus secreto profesional celosamente (ver núm. 78).
La organización actual data de 1717 año en que los masones se constituyen en Londres. En plena época de
las luces, los adeptos eran, por lo general, deístas, protestantes y burgueses.
Su influjo llegó también a los países católicos, pero Clemente XII, en 1738, y Benedicto XIV, en 1751,
execraron la agrupación.
En México la masonería cobró auge desde 1821. La Logia Escocesa se dividió en dos: escoceses y yorquinos.
De esta rama surgió el Partido Liberal, de la primera el Conservador. A mediados del siglo los liberales serían
marcadamente anticlericales.

135.- EL JOSEFINISMO
Basándose en las teorías galicanas (ver núm. 124) y conciliaristas (ver núm. 94), el obispo de Tréveris, Juan
Nicolás de Hontheim –que usaba el seudónimo de Febronio- llevó hasta el imperio las tesis de la supremacía estatal
sobre la Iglesia.
José II, el emperador (+ 1790), las puso en práctica. Instauró la censura de los documentos pontificios, erigió
seminarios y parroquias, dictó disposiciones rituales pormenorizadas.
El Patronato español seguía practicando los mismos usos y aun fueron aumentados en tiempo de Carlos III
(ver núms. 100 y 112).
La Iglesia de Italia quiso imitar los ejemplos. El sínodo jansenista de Pistoya (1786) fue condenado, sin
embargo, por Pío VI.

136.- TRES CONGREGACIONES RELIGIOSAS


San Juan Bautista de la Salle (+ 1719) fundó la Congregación de Hermanos de la Escuela Cristiana, aprobada
en 1724, para la formación de la niñez.
San Pablo de la Cruz (+ 1775) dio origen a los pasionistas. Tienen como fin promover las misiones, los
ejercicios espirituales y la propagación de la devoción a la pasión.
Los redentoristas son obra del infatigable obispo San Alfonso María de Ligorio (+ 1787) que descolló también
por su obra de Teología Moral. Pio IX lo declaró doctor de la Iglesia en 1871. Su congregación se dedica al apostolado
en medios populares y a las misiones populares.

137.- EXTINCION DE LA COMPAÑÍA DE JESUS


Así como nacían estos operarios de la viña del Señor, terminaba la primera fase de la vida la Compañía de
Jesús, duramente atacada y fervorosamente defendida en su vasto apostolado: misiones extranjeras -273-, colegios
-700-, misiones populares, actuación cultural, social y política.
El Papa Clemente XI en 1704 y el Papa Benedicto XIV, en 1744, habían condenado la práctica jesuita en los
ritos orientales (ver núm. 129).
La defensa que los jesuitas hicieron del molinismo disgustó a sus opositores, tanto como sus posiciones anti
jansenistas (ver núms. 119 y 123).
Muchos interesados tenían puesta la mira en las propiedades de la orden. El anticlericalismo de la época
creyó necesario terminar con la Compañía de Jesús, antes de atacar decididamente a la Iglesia.
Así, pues, las fuerzas jansenisticas, masónicas, los librepensadores y los regalistas quedaron unidos.
Los reyes borbones empezaron a actuar. La Compañía fue expulsada de Portugal (acusada falsamente de un
atentado contra José I), por el marques de Pombal, en 1759.
Igual suerte corrió en Francia (1762), donde el Parlamento le dictó sentencia contraria, tras el largo proceso,
nacido de las deudas que había adquirido el superior de las Antillas, asunto complicado con las todavía candentes
discusiones jansenistas.
En 1767 salieron de España y sus colonias americanas por orden del conde de Aranda, valido del rey Carlos
III. Su partida de la ciudad de México agolpó a los habitantes de la capital alrededor de la comitiva. En el interior de
la Nueva España se produjeron sublevaciones armadas en defensa de los jesuitas pero fueron reprimidas a sangre y
fuego por el cruel visitador José de Gálvez.
37
Nápoles los expulso el mismo año. Parma, en 1768. Los jesuitas fueron a los Estados Pontificios.
Los enemigos de la orden deseaban otro triunfo mayor: la extinción definitiva de la Compañía. Lo obtuvieron
en 1773 cuando el Papa Clemente XIV firmó el breve Dominus ac Redemptor.
Un puñado de jesuitas halló cobijo en la Rusia gobernada por Catalina II y en la Prusia de Federico el Grande.
Desde allí renacerían al comienzo del siguiente siglo (ver núm. 142).
La Iglesia sufría, sin duda, un gravísimo descalabro pues quedaban desatendidos los colegios, las misiones,
las actividades culturales que desempeñaban los hijos de Loyola. En la Nueva España, la educación sufrió un daño
mortal, al igual que las misiones del noroeste.

138.- LA REVOLUCINO FRANCESA


El siglo XVIII cerró con la irrupción de la Revolución Francesa, que trastocó el orden establecido y que tuvo
importante consecuencias en el mundo y en la Iglesia.
Para salir de la crisis económica en la que se encontraba el reino, Luis XVI convocó a la reunión de Estados
Generales, o sea, a los representantes de la aristocracia, del clero y del pueblo o estado llano (1789).
La miseria en que la ciega corte borbónica mantenía al pueblo oprimido, provocó que el estado llano no
ofreciera soluciones a los problemas planteados por el rey sino que exigiera reivindicaciones para sus representados.
Se unieron a la posición del estado Constituyente.
El pueblo asaltó la Bastilla el 14 de julio. El 4 de julio. La revolución cundió, como que tenía preparado el
terreno hacía decenios. El 4 de agosto, el clero renunció a sus privilegios, a los diezmos, y después a todas las
propiedades eclesiásticas. El 13 de febrero de 1790 fueron disueltas las órdenes monásticas y vendidas sus
propiedades.
Fruto de las deliberaciones de la Asamblea fue la Constitución Civil del Clero, de 1790. Disminuyó el número
de diócesis, estableció que los obispos y párrocos fueran elegidos popularmente, etc. Protestaron 123 obispos. La
Asamblea obligó a todos los clérigos a jurar la Constitución. El 1° de mayo de 1791 fue condenado por Pío VI, que
obligó a retractar el juramento a quienes lo habían pronunciado.
En 1791 la Asamblea decretó la Monarquía Constitucional como forma de gobierno. Ese mismo año empezó
sus labores, la Asamblea Legislativa, dominada por el grupo llamado los jacobinos. Los reinos vecinos de Austria y
Prusia se unieron contra la Revolución Francesa, cuyas fuerzas ganaron en Valmy. En el reino aumentaban las
muertes de los nobles y del clero.
La Convención asumió la dirección del movimiento revolucionario desde 1792 hasta 1795. Formada por 747
miembros, descollaron los extremistas Robespierre, Dantón y Luis Felipe, duque de Orleáns, que cambio su nombre
por el de Felipe Igualdad. Instalaron la República el 22 de septiembre de 1792.
El 17 de enero de 1793 guillotinaron al antes absolutista monarca Luis XVI. Inglaterra, Holanda y España
declararon la guerra a la Convención y en la misma Francia estalló la revuelta de campesinos, que acarreó la
siguiente represión de Robespierre.
La Convención abolió el cristianismo e instauró el culto a la libertad y a la razón. Quitó también a los santos
del calendario y sustituyó su conmemoración por la de diversas plantas y animales. Los templos fueron vendidos. A
los sacerdotes se les exigió la sumisión o la condena a muerte. Pero Robespierre fue asesinado a su vez en el año de
1794. El Directorio asumió el control en 1795.
El año siguiente trascurrió entre las guerras exteriores y las persecuciones contra la Iglesia. Con motivo del
asesinato del general Duphot, el Directorio penetró los Estados Pontificios. Arrestó a Pío VI y lo trasladó a Francia.
Voltaire rió en su tumba (ver núm. 133). Pío VI murió en 1799. Opinaron algunos que, con el, moría el último de los
papas.
Napoleón, Sieyes y Roger Ducon organizaron el nuevo gobierno (1799- 1804) bajo el nombre de Consulado.
En 1802 Napoleón se hizo elegir cónsul vitalicio y, en 1804 emperador.
Como resultado de la revolución, Europa, y con ella el mundo, habían empezado a vivir una nueva época.

139.- EUROPA Y ESTADOS UNIDOS


En Rusia dos gobernadores, caracterizados por su preocupación de engrandecer a su patria, aunque usando
medios tiránicos, tuvieron relevancia.
Pedro I El Grande (+ 1725) introdujo en su imperio los adelantos científicos de Europa. Catalina II (+ 1796)
arrebató a los turcos la costa del Mar Negro.

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Catalina II impuso como rey de Polonia a Estanislao II Poniatowski, en 1764. Como los polacos se rebelaron,
fueron bárbaramente sometidos por las armas. Con pretexto de evitar nuevos desórdenes Polonia pereció,
temporalmente, dividida (en 1772, 1793 y 1795) entre Rusia, Prusia y Austria.
Antes que en Francia, las ideas de Montesquieu y de Rousseau habían sido puestas en práctica en Estados
Unidos que, sublevados contra la tiranía inglesa, obtuvieron su independencia en 1783.
Estados Unidos instauró como régimen político la República democrática, otorgó a los ciudadanos la libertad
de conciencia y estableció la separación de la Iglesia y del Estado.
Inglaterra, sin embargo, consolido sus posiciones canadienses, así como también, en el continente asiático, la
de la India.

SIGLO XIX
140.- PIO VIII Y FRANCIA
El pontificado no murió con Pío VI (ver núm. 138). Le sucedió Pío VII cuyo reinado duró de 1800 a 1823.
Napoleón solicitó al Papa que firmaran un acuerdo para arreglar los asuntos eclesiásticos en Francia. Ambos
signaron el Concordato de 1801 que reconoció la libertad al culto católico (con la salvedad de que no atentara contra
el orden).
Napoleón añadió que designaría a los obispos y que el Papa los erigiría canónicamente, que el clero juraría
fidelidad al régimen y que la Santa Sede renunciaría a recobrar los bienes eclesiásticos.
Además, de manera subrepticia, Napoleón incluyó otros puntos, los llamados Artículos Orgánicos: la censura
a los documentos pontificios, a los sínodos, a la enseñanza en los seminarios, a los catecismos y sermones. Sujetó a
sueldo estatal al clero. El galicanismo exacerbado quedó aprobado como ley (ver núm. 124).
Pío VII hubo de resolver el espinoso problema de la composición del episcopado francés.
Según las reformas napoleónicas, quedarían 60 prelados de los 135 que había. Pío VII pidió la renuncia a
todos, para nombrar el nuevo cuerpo. Se opusieron 38 por cuanto creían conforme a derecho su nombramiento
anterior. La solución a este problema quedó temporalmente suspendida.
Por otro lado, Pío VII reconoció los matrimonios contraídos por los clérigos durante la persecución religiosa.
El Papa, por último, se vio obligado a asistir a la coronación de Napoleón como emperador en 1804. El
pueblo francés recibió de manera triunfal al pontífice.
Napoleón le exigió que invalidara el matrimonio de Jerónimo Bonaparte. El Papa no condescendió. El
emperador, entonces, penetró diversos territorios pontificios y se apoderó de Roma. Pío VII excomulgó a Bonaparte
en 1809. Este respondió apresando al Pontífice (1809-1812). El Emperador urgió al Papa que nombrara los obispos.
Pío VII se negó a hacerlo mientras permaneciera sin libertad.
El Emperador repudió a su esposa Josefina. Queriendo contraer nupcias con la princesa austriaca María
Luisa, logró que la Curia de París nulificara su boda anterior. El Papa protestó. En represalia, Napoleón decretó que
los Estados Pontificios pertenecerían a su hijo.
Napoleón insistió en el problema del nombramiento de los obispos. Convocó un Concilio en París (1811), el
cual publicó que si el Papa no confería el orden a los candidatos en un plazo de 6 meses, podía hacerlo el
Metropolitano.
El Emperador, en tanto, invadió Rusia y sufrió allí decisiva derrota. Bonaparte devolvió entonces los Estados
Pontificios a Pío VII (1814).
Vuelto a Roma, tuvo que salir nuevamente de ella por el peligro de otra invasión napoleónica. Pero “el más
bárbaro de los tiranos”, como entonces se llamaba a Napoleón en nuestro país, perdió la batalla de Waterloo (1815)
y fue despojado del trono.

141.- EL CONGRESO DE VIENA


Fue dirigido por Francisco I de Austria, Alejandro I de Rusia, Federico Guillermo III de Prusia y Jorge III de
Inglaterra, en 1814, con objeto de lograr que las monarquías organizaran nuevamente en Europa su predominio, tras
la caída del emperador francés.
Reaccionaron contra el liberalismo y el republicanismo que cundía, y decidieron firmemente restaurar el
sistema monárquico.
Reconocieron la existencia de los Estados Pontificios y dividieron Italia en cinco partes: Reino de Nápoles y
Sicilia, Reino de Cerdeña y Piamonte, Ducado de Parma, Ducado de Módena y Ducado de Toscano.
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142.- LOS JESUITAS
El 3 de agosto de 1814 Pío VII restableció la Compañía de Jesús.
Los discípulos de Loyola, venciendo innumerables dificultades, fueron rehaciendo sus filas y tornando a sus
antiguos ministerios: ejercicios espirituales, misiones, cultivo de las ciencias, educación de la juventud, etc. (ver núm.
137)
Pese a que a lo largo del siglo fue expulsada la orden de diversos países (p.e.: de Alemania en 1872, de
México varias veces, etc.), al acercarse el siglo XX contaba alrededor de 15 mil miembros.
Tenía 25 provincias, 11 de ellas dispersas por disposiciones gubernamentales.

143.- AMERICA INDEPENDIENTE


La iglesia contaba con 41 diócesis y dirigía 23 universidades. El pueblo era sinceramente católico. El malestar
contra la tiranía española había cundido y era manifiesto. En 1808 estalló.
En Nueva España fue sofocado por los terratenientes hispanos, en Perú por el virrey Abascal.
El 1810 Hidalgo inició la independencia de Nueva España. Fusilado en 1811, Morelos siguió el movimiento de
emancipación, conquistando importantes regiones y trabajando un plan de regeneración social, hasta que sufrió
igual pena en 1815.
El clero quedó dividido a favor o en contra de la insurgencia. Del clero diocesano, 91 miembro (2.1 % del
total) y 37 del clero regula (1.0 %) tomaron las armas para secundar a los padres Hidalgo y Morelos.
El arzobispado de Caracas, Coll y Prat, reconoció la independencia de su país en 1811; el de Quito, Cuero y
Caicedo, la apoyó. No así el de la Paz, Remigio de la Santa y Ortega, y los de Nueva España, Abad y Queipo (sólo
obispo electo), Cabañas, González del Campillo y, en cierta forma, Lizana y Beaumont.
Buenos Aires desconoció al virrey Hidalgo de Cisneros. Caracas proclamó su independencia en 1811 y la
consumó en 1821. Ecuador la obtuvo en 1822. Colombia la consiguió, gracias a Bolívar y San Martín, en 1818. La
independencia de México fue lograda hasta 1821, la de Perú en 1824, merced a Bolívar y Sucre.
Pío VII pidió a los americanos, en la encíclica Etsi Longuissimo, de 1816, que siguieron subordinados a
Fernando VII. Pío X, en cambio, felicitará a los mexicanos en el primer centenario de su independencia en 1910 (ver
núm. 156).
Fernando VII presionó hasta su muerte a la Santa Sede (a los Papas Pío VIII, León XII, Pío VIII, Gregorio XVI),
para que no reconocieran la libertad de la colonias. La situación latinoamericana se tornó gravísima, tan sólo pro el
hecho de la creciente carencia de obispos, o refugiados en su madre patria, o fallecidos.
Con todo, Pío VII, y al morir éste, León XII (1823) ordenaron al vicario apostólico Juan Muzi de Chile y
Argentina, que iniciara el arreglo de la situación, sin que obtuviera éxito.
El primer Presidente de México, Guadalupe Victoria, envió al canónigo Vázquez, a iniciar las relaciones con el
Papa.
La Santa Alianza le entorpeció su misión, tanto como la del colombiano Ignacio Tejada. León XII (1825)
publicó el Breve etsiiam Diu pidiendo a los países independizados que volvieran al yugo de Fernando VII. El canónigo
de Michoacán, doctor José María Pontífice. El Papa cambió de posición a instancias del cardenal Cappellari y en 1827
designó cinco obispos para Colombia.
Fernando VII aumentó sus maniobras y logró que León XII y aun Pío VIII cesaran los nombramientos, pero el
último pedo nombrar nuncio en Brasil a monseñor Pablo Ostini.
Cuando el cardenal Cappellari fue elegido Papa tomó el nombre de Gregorio XVI.
En 1831 nombró seis obispos para México. Reconoció la independencia de Colombia en 1833, en México y
Ecuador en 1836 y de Chile en 1840.
Erigió nuevos obispos: San Juan de Cuyo (Argentina) y Pamplona (Colombia) en 1834, Guayaquil (1837), San
Carlos de Ancud y la Serena (Chile, 1840), San Salvador (1842) y Veracruz en 1845.
Envió a monseñor Fabrini, en 1831, como delegado para Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Perú y Bolivia.
En 1845 Cayetano Baluffi recibió el nombramiento de Inter Nuncio para Bogotá.
Conforme transcurrieron los años, la Sede Apostólica firmó concordatos con diversos países, por ejemplo
Guatemala, Costa Rica, Ecuador, Venezuela, El Salvador, Haití y Perú.
En otras partes, la Iglesia sufrió diversas crisis.
En Colombia el gobierno de Hilario López expulsó a los jesuitas, y proclamó la enseñanza laica obligatoria.
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En México, Gómez Farías dictó similares medidas en 1833 pero fueron reveladas en breve. La Constitución
de 1857 quitó el fuero religioso, prohibió los votos, negó a la Iglesia la capacidad de adquirir bienes y otorgó al
gobierno la facultad de intervenir en el culto y disciplina eclesiástica. Las Leyes de Reforma nacionalizaron los bienes
de la Iglesia, suprimieron las órdenes religiosas y establecieron la libertad de cultos.
Análogos hechos ocurrieron en Guatemala (1879), Honduras (1880), El Salvador (1894), Colombia (1845),
Venezuela (general señor Checa, en 1877, después de la muerte de García Moreno, integérrimo católico), Argentina
(dictador Rosas).
Por otro lado, don Pedro fue emperador de Brasil de 1822 a 1831 y su hijo Pedro II de 1831 a 1889. Ambos
mantuvieron los usos regalistas. La Constitución de 1891 estableció la libertad de cultos.
Del 28 de mayo al 9 de julio de 1899 dirigió en Roma un Concilio Latinoamericano el Papa León XIII; unificó la
labor pastoral en nuestro continente. Constó de 1,900 conclusiones. Asistieron 15 arzobispados y 38 obispos (ver
núm. 165).
A fines del siglo, de 61 millones de latinoamericanos, 58 millones profesaban la religión católica (95%).

144.- AMERICA DEL NORTE


En 1829 alcanzaron los católicos la igualdad de derechos cívicos, en Canadá.
En Estados Unidos, la Constitución de 1789 había determinado la separación de la Iglesia y el Estado.
Ese mismo año fue electo primer obispo de Baltimore Mons. John Caroll (con quien Morelos trató de
gestionar la vuelta de jesuitas a México).
El número de católicos, como en Canadá, creció con los arribos de irlandeses y también de alemanes,
italianas, polacos, a los cuales se sumaron los mexicanos, que debieron permanecer en los territorios que Estados
Unidos arrancó a México en las guerras de 1836 y 1846-1848.
Con todo, el odio religioso europeo resonaba a veces en la antigua colonia inglesa y se producían
esporádicos ataques a los católicos.
Si bien en 1807 había 150 mil católicos en Estados Unidos, para 1890 llegaban casi a 10 millones.
El episcopado organizo tres concilios nacionales; en 1852, 1866 y 1884. Al contrario de casi todo el mundo, la
separación de la Iglesia y del Estado era efectiva.
Los católicos construyeron sus iglesias, obras benéficas y escuelas. En Europa era mal vista la convivencia de
los católicos con los miembros de otras religiones.

145.- EL CONTINENTE EUROPEO


En Francia, Luis XVIII (1814- 1824) restauró la monarquía borbónica. Le sucedieron su hermano Carlos X,
hasta 1830, y Luis Felipe hasta 1884, hijo de Felipe Igualdad.
Francia fue una mezcla de anticlericalismo y de reacción católica.
Luis XVIII no pudo derogar los Artículos Orgánicos (ver núm. 140). Carlos X fue derrocado y su caída produjo
violentos excesos contra el clero y la Iglesia.
Luis Felipe procuro tener relaciones cordiales con la Iglesia. Fue instaurada la Segunda República (1884-1852)
dirigida por Luis Bonaparte, que desde el último año hasta 1870 fue emperador Napoleón III.
Durante su mandato tuvieron lugar las disputas entre los católicos liberales y los ultramontanos. Envió a
Maximiliano a México.
Napoleón I ordenó la invasión de España en 1808. Forzó la abdicación de Carlos IV y su hijo Fernando VII a
favor de José Bonaparte. La conmoción producida en las colonias de Madrid aceleró los movimientos de
independencia (ver núm. 143).
En 1812 se reunieron las Cortes de Cádiz, que promulgaron, para metrópoli y colonias, una monarquía
constitucional, abolieron la Inquisición y legislaron en materia de órdenes y congregaciones religiosas, restringiendo
su actividad.
Fernando VII torno al poder en 1814 y restauró el absolutismo. Riego (1820) se levantó en armas, declaró la
validez de la Constitución de Cádiz y llevó a cabo medidas anticlericalistas.
La Santa Alianza envió a los Cien Mil Hijos de San Luis en apoyo del tirano, que reinó hasta 1833.
Para sucederle en el trono habían nombrado a su hija Isabel II. Su madre, María Cristina, fue regente hasta
1840, y hasta 1843 lo fue el general Espartaco. Isabel reinó de 1843 a 1868 en que fue instaurado el régimen
republicano.

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Don Carlos, hermano de Fernando VII se sublevó contra Isabel. A los carlistas se unieron los partidarios del
absolutismo. A Isabel los liberales. Ambas facciones se enfrentaron en armas. La guerra produjo diversos ataques
contra el clero. Mendizábal decretó, en 1836, la desamortización de bienes eclesiásticos.
Portugal se dotó de una constitución liberal, mientras los reyes habían ido a vivir a Brasil (1802-1822)
huyendo de la invasión napoleónica. Juan VI volvió a Lisboa. Su hijo Pedro, como vimos, reinó en Brasil (núm. 143).
Al morir Juan VI en 1826, los absolutistas optaron por el hijo de don Pedro, llamado Miguel, y los liberales
eligieron a la hija de don Pedro, María (1826-1828 y 1834- 1853).
A fines de la década de los treintas, la Iglesia sufrió la supresión de monasterios y la desamortización de sus
propiedades.
Célebres son las dos heroicas sublevaciones (1831 y 1863) que realizó el pueblo polaco -sin éxito-, para
sacudirse del yugo extranjero que, inútilmente, pretendió también extirparle la fe católica (ver núm. 139). Chopin (+
1849) inmortalizó el valor de sus compatriotas en las Polonesas.
Para la Iglesia de Inglaterra fue muy importante el Movimiento de Oxford.
Entre los años 1833 y 1845 una corriente interna de la Iglesia Anglicana, promovida por John Henry
Newman, Pusey y Keble estudió y revalorizó la doctrina y liturgia católica.
Newman, pastor anglicano, se convirtió al catolicismo (1845), fue ordenado sacerdote en roma (1847) y
nombrado cardenal en 1879. Sus escritos, su predicación y su actuación fomentaron grandemente el crecimiento de
la Iglesia.
Pío IX había establecido la jerarquía eclesiástica al nombrar arzobispo a Wiseman (+1892) y Vaughan (+
1903).

146.- DESAPARICION DE LOS ESTADOS PONTIFICIOS


Los liberales deseaban ocupar los territorios papales, expulsar a los austríacos del norte de la península
itálica y formar un reino. Los Estados Pontificios sufrieron continuas convulsiones. El persistente movimiento de
unificación italiana hizo crisis bajo el pontificado de Pío IX.
El ministro de Víctor Manuel II, Cavour, junto con Garibaldi consiguió la ayuda de Napoleón III (al que
cedieron Saboya) para luchar contra los austriacos que permanecían en Italia. Garibaldi tomó Sicilia y Nápoles.
Un ejército de voluntarios se aprestó a defender los Estados Pontificios, pero fue vencido.
El Parlamento de Turín proclamó a Víctor Manuel rey de Italia. El Papa conservó la Ciudad del Vaticano y la
Villa de Castelgandolfo, desde 1870 (ver núm. 160).
147.- PÍO IX
A pío VII sucedió León XII (+ 1829), Pío VIII (+ 1830) y Gregorio XVI (+ 1846). Pío IX gobernó la Iglesia hasta
1878.
Pío IX publicó la bula Ineffabilis Deus (8 de diciembre de 1854) definiendo el dogma de la Inmaculada
Concepción (ver núms. 87 y 94).
Escribió la encíclica Quanta Cura (8-XII-1864), que contenía el famoso Syllabus o catálogo de 80
proposiciones que condenaban “los errores del mundo entero” (panteísmo, naturalismo, racionalismo absoluto,
semiracionalismo, indiferentismo, socialismo, comunismo, sociedades secretas, liberalismo). Alegró a los
ultramontanos, disgustó a los liberales (ver núms. 150 y 157).
El Papa convocó al Concilio Vaticano I (XX Ecuménico), en 1886, para estudiar estas y similares doctrinas
propagandas a partir de la Revolución Francesa.
Inaugurado el 8 de diciembre de 1869, terminó el 20 de octubre de 1870, a causa de la guerra franco-
prusiana. Asistieron 774 padres, 50 de los cuales eran orientales.
El Concilio promulgó la Constitución Dogmatica de Fe Católica en contra del fideísmo, tradicionalismo,
deísmo, racionalismo, etc.
Cristo. Declaró la infalibilidad pontificia como dogma (1870) esto es, que el Papa goza de magisterio infalible
cuando define ex cathedra las doctrinas de fe y costumbres.
Esta cuestión había causado acaloradas polémicas antes y durante el Concilio. Después de éste produjo un
cisma: el grupo de los “viejos católicos”.

148.- EL KULTURKAMPF O EL COMBATE POR LA CIVILIZACIÓN


El canciller alemán, Otto von Bismarck, intentó controlar las actividades eclesiásticas e independizarlas del
Papa (ver núm. 135). Así, censuro la predicación, reguló la aprobación de nombramientos y quiso hacer de los
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sacerdotes meros funcionarios de su régimen. Expulsó a jesuitas, redentoristas, paulinos y religiosas del Sagrado
Corazón (1872).
Expidió las leyes de mayo (1873-1874) para limitar la jurisdicción eclesiástica y reglamentar la formación de
sacerdotes en el seminario. Publicó las leyes del matrimonio civil (1874-1875).
Fracasó Bismarck, sin embargo, ante la vigorosa resistencia pasiva del clero, del Partido del Centro,
ejemplarmente organizado, y de los fieles.
El conflicto se atenuó tras la muerte de Pío IX y las posteriores negociaciones de León XIII.

149.- EL PAPA LEON XIII


Pío IX termino su prolongado y agitado pontificado en 1878 y León XIII inició entonces unos igualmente
dilatado: 1878-1903.
Durante él, publicó numerosos documentos: Inescrutabili (1878) sobre los atropellos civiles contra la Iglesia y
el matrimonio civil; Quod Apostolici (id.) contra los socialistas, comunistas, nihilistas, liberales, indiferentes y
sociedades secretas.
Defendió la competencia de la Iglesia en material política y social, así como el derecho de propiedad. En
Aeterni Patris (1879) propugnó por la vuelta al tomismo, dando lugar al movimiento llamado neotomismo.
En Diuturmun Illud (1881) escribió sobre el origen del poder civil. En Humanum Genus (1884) contra los
francmasones; en Inmortales Dei (1885) sobre la constitución cristiana de los estados; en In Plurimis (1888) se
manifestó en torno a la abolición; en torno a la esclavitud en Brasil. En Providentisimus Deus (1893) acerca de los
estudios bíblicos. En Apostolicae Curae (1896) sobre la invalides de la ordenaciones anglicanas y en Graves de
Communi estudió el socialismo cristiano y la democracia cristiana (1901).
Importante para la Iglesia de Francia fue el documento Au Milieu des Sollicitudes (1892) en que León XII se
planteo el asunto el asunto de las relaciones entre la Iglesia y el estado, otorgando a los católicos la libertad de optar
por una forma de una forma de gobierno u otra.
En Nostre Consolationes (id.), dirigida a los seis cardenales franceses, recalcó la anterior enseñanza que
había sido atacada por conservadores y monárquicos, que rechazaban el republicanismo.
Los republicanos, por su parte, habían dedicado en Francia otras leyes excluyendo al clero de la enseñanza,
expulsando a los jesuitas, secularizando obras de beneficencia y panteones y legitimando el divorcio.
El documento de mayor repercusión de este pontífice fue la encíclica Rerum Novarum (1891) acerca de los
problemas sociales (ver núm. 160).

150.- EL AVANCE DE LAS CIENCIAS


A partir de la invención de la locomotora por Stevenson, en 1814, unas avalanchas de descubrimientos
asomaron al mundo de entonces.
Enumeremos los principales: la turbina, de Berges (1869); el dinamo eléctrico, de Gramme (1871); el primer
automóvil a vapor (1875), de A. Bollée; el motor de explosión, de Otto (1876) y el Forest (1888; los primeros coches
eléctricos (1881), los primeros automóviles (1891), el tren transiberiano (1891).
Fleming descubrió los cromosomas en 1875, Pasteur las vacunas en 1879, la vacuna contra el carbunco en
1881 y la antirrábica en 1885. La vacuna contra el cólera se debe a Feran (1885).Yersin descubrió el bacilo de la peste
en 1894. El uso del suero antidiftérico proviene de Roux (1894).
En 1876 Bell puso en servicio el teléfono. Edison inventó el micrófono y el telégrafo en 1877. Junto con Swan
hizo funcionar la lámpara incandescente en 1887. Roentgen inicio el uso de los rayos X. Marconi empezó la
telegráfica sin hilos en 1896. P. y M. Curie descubrieron el radio en 1889. Lumiére exhibió las primeras películas en
1895. Hertz descubrió las ondas electromagnéticas en 1896.
El ser humano estaba cumpliendo el mandato divino que ordenaba someter la tierra, arrancar los secretos a
la naturaleza y usarlos para propiciar el bienestar de los habitantes del globo.
Lejos estaba todavía la época en que la técnica habría de esclavizar al hombre.
Importantes personajes aparecieron también en los campos más diversos del pensamiento.
Francisco René, vizconde de Chateaubriand, publicó en 1802 su difundido libro El Genio del Cristianismo,
apología de la religión católica, en que describió los frutos que ha producido ésta en bien de la humanidad.
Kant (+ 1804) enseñó que el conocimiento humano es incapaz de conocer las cosas en sí mismas pues
únicamente conoce los fenómenos mediante la experiencia. Así, la razón no podía demostrar la existencia de Dios ni

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tampoco era aceptable la Revelación. De su pensamiento derivará el protestantismo liberal y el modernismo católico
(ver núm. 156).
Según Federico Hegel (+ 1831) la idea –sustancia de las cosas- se desenvuelve a través de los tres caminos de
una especie de sucesión continua de dialéctica: tesis, antítesis, síntesis. Consideró la humanidad como la
manifestación del espíritu divino. Exaltó al Estado.
La corriente llamada tradicionalismo negaba a la razón individual la posibilidad de llegar a la verdad. Sólo la
sociedad podría explicitarla y lo había logrado en la Edad Media.
El racionalismo y el semirracionalismo tratara de entender y explicar las verdades sobrenaturales conocidas
por la revelación y, de no ser posible, las negaban.
Hermes (+ 1851) dudaba en teología de lo que la razón no podría conocer. Gunther (+ 1863) introdujo en la
teología la filosofía de Hegel. Paulus (+ 1863) por su parte, leyó los evangelios desde un punto de vista
antisobrenatural.
Jaime Balmes (+ 1848) releyó la escolástica en el contexto de la época moderna.
Lamennais (+ 1854) en su Ensayo sobre la Indiferencia en Materia de Religión, presentó a la Iglesia como
depositaria de la verdad natural y sobrenatural. Con Montalembert y Lacordaire fundó el periódico católico liberal
L’Avenir. Defendían la separación de la Iglesia y el Estado, que pondría fin al galicanismo. Gregorio XVI no aceptó sus
posiciones.
Antonio Rosmini (+ 1855) y otros, profesaron el sistema filosófico llamado ontologismo, según el cual Dios es
el objeto primero de la inteligencia y por tanto el ser más inteligible. En el cual y por el cual es posible conocer los
demás seres. Rechazó la opinión de Kant acerca del conocimiento humano.
El francés Augusto Comte (+ 1857) ideó el sistema llamado positivismo. Negó todo conocimiento que se
elevara sobre la experiencia natural y la observación de los hechos positivos. Dios quedaba excluido el dominio del
pensamiento y quedaba negada la religión. Gabino Barreda introdujo la sociología económica positiva en México, en
tiempo de Porfirio Díaz: los pobres tienen que servir a los ricos para que progresen los países, afirmaba.
Lacordaire (+ 1861), excelente orador, Ozanam (+ 1853) fundador de las Conferencias de San Vicente de
Paúl, para que la burguesía ayudara a la clase menesterosa, fueron sobresalientes en su tiempo.
Asimismo lo fueron Montalembert, que en L’Univers, de Luis Veuillot, llevó a cabo una cruzada periodística
para obtener en Francia la libertad de enseñanza.
Dedicados a los estudios bíblicos, Strauss (+ 1874) y Baur, creyeron encontrar mitos en los Evangelios.
Carlos Roberto Darwin (+ 1822) escribió el Origen de las Especies. Las especies vegetales y animales se
trasforman y perpetúan por herencia los cambios que logran. Los seres vivos se derivan unos de otros y sostienen
una terrible lucha por sobre vivir. Perecen los débiles y perduran los fuertes. Estos, a su vez, siguen evolucionando
(ver núm. 165).
Las obras principales salidas de la pluma de Carlos Marx (+ 1883) son La Sagrada Familia, El Manifiesto
Comunista y El Capital.
Marx opinaba que Dios no es más que una idea formada en la imaginación de los seres humanos, por el
juego de sublimación de las fuerzas exteriores que lo dominan (la naturaleza, el mercado con sus oscilaciones
imprevisibles, el estado).
Marx aprovechaba la enseñanza de Hegel acerca de la existencia de conceptos contrarios, de los positivo y lo
negativo, cuyo choque produce un estado superior.
Según Hegel, cada concepto tienen su contrario, cada afirmación tiene su negación: el frio y el calor, el ser y
el no ser, la vida y la muerte. Del movimiento o choque entre afirmación (tesis) con la negación (antítesis), surge una
nueva afirmación que es la síntesis o estado superior, que a su vez es tesis del siguiente movimiento dialéctico.
Marx consideró que el proletariado era el elemento negativo en el orden social existente. El positivismo era
el capitalismo. Del choque surgiría una fase superior de la vida social.
Los cambios sociales no son producidos sino por la violencia. Marx estableció su teoría de la lucha de clases.
Una clase social es el conjunto de individuos que desempeñan un determinado papel en la producción. La clase
obrera es el conjunto de personas cuya fuente principal de ingresos es su salario. Los capitalistas son aquellos cuya
fuente de ingresos proviene del provecho, del interés o de la renta. Ambas clases son puestas. Conforme crece la
conciencia de clases del proletariado de que se encuentra oprimido, aumenta la lucha de clases.
Mientras las clases capitalistas quieren mantener el orden social existente, porque se beneficia de él, el
proletariado desea establecer un orden nuevo.

Triunfará, por fin, la clase obrera que establecerá la dictadura del proletariado. Los obreros serán dueños del
capital y la trabajará para sí mismo. Desaparecerán entonces las clases, concluye el autor.
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Marx afirmó que la riqueza es producida por el trabajo. El salario que recibe es inferior a la riqueza que él
produce. La diferencia es la plusvalía o ganancia que va aumentar la riqueza del banquero, terrateniente o
comerciante.
El problema crece con la aparición de la máquina. Cuanto menos trabajo representa la producción de
mercancías, menos valor tienen éstas. La maquinaria abarata los precios de los productos. Pero también resulta que
cuanto menos trabajo representa una mercancía, menos será la plusvalía.
Como ello surge la producción en serie. Sólo los grandes capitalistas pueden lograr la producción en grande,
lo cual aplasta a los pequeños productores. El abismo entre las dos clases crece. Unos cuantos poderosos concentran
la riqueza. La gran masa no tiene para vivir más que su fuerza de trabajo. La lucha de clases, por tanto, es mayor y
cuando la contradicción es insostenible, explotará irremediablemente en violencia, que destruirá la clase capitalista
(ver núm. 159).
Ernesto Renán (+ 1892) en Vida de Jesús negó la divinidad de El a partir de una posición positiva al servicio
del realismo.
Federico Nietzsche (+ 1900), solitario revolucionario, atacó la moral tradicional para crear al superhombre,
exento de trabas religiosas, dispuesto a sobreponerse por la fuerza y la audacia, para situarse más allá del bien y del
mal. Con ello fundamentó las teorías racistas del nazis (ver núm. 162).
Varias revistas eclesiásticas, que todavía circulan, dedicadas a la investigación, empezaron a ser leídas, como
la Civiltá Cattolica (1850), italiana; Etudes (1856), francesa; la Revue Biblique (1892), la Ciencia Tomista, etc.

151.- LOS SANTOS


San Marcelino Champagnat (1840) fundó a los Hermanos Marista y Santa Magdalena Sofía Barat (+ 1865),
cura de Ars, Francia, durante 41 años, fue un asceta y pastor, que atrajo innumerables personas por su sencillez,
elocuencia y su perspicacia sobrenatural que conmovía a los espíritus.
Otra francesa, Santa Teresita del Niño Jesús (+ 1897), carmelita, escribió su Historia de un Alma. Expuso la
doctrina de la infancia espiritual (humildad, confianza, amor). La irradiación de su ejemplo fue universal (ver núm.
160).
San Juan Bosco (+ 1888) fundó la Congregación de los salesianos en que 1861 para la educación de la
juventud, y en 1876 la Congregación de la Hijas de María Auxiliadora.
En Lourdes, Pirineos franceses, se apareció la Virgen a Santa Bernardeta Soubirous (1858).

152.- LAS COMUNIDADES RELIGIOSAS


Aparte de las fundaciones recién nombradas, la vida religiosa tuvo un crecimiento importante.
En 1800 M.J. Condrin fundó la Congregación de los Sagrados Corazónes de Jesús y María; don P.L. Lauteri a
lso oblatos de la Virgen María en 1815; J.E. Mazenod a los oblatos de María Inmaculada en 1816; J.C. Colin a los
padres maristas en 1824; San Antonio María Claret a los claretianso en 1849; Hecker a los paulistas en 1858;
Comboni a los combonianos en 1867; el cardenal Laviferie a los padres blancos en 1868 y A. Janssen a la Sociedad
del Verbo Divino en 1875.
A Teresa de Soubiran se debe la existencia del Instituto de María Auxiliadora (1854 y a María de la
Providencia las Auxiliadora del Purgatorio dos años después.

153.- LOS HERMANOS SEPARADOS


Los mormones, de José Smith (+ 1844) se instalaron en el Estado de Utah, Estados Unidos. Smith organizó
una próspera comunidad en la que permitía la poligamia. El Congreso de los Estados Unidos prohibió esta práctica en
1844.
Guillermo Booth fundó en Londres (1865) el Ejército de Salvación, especie de metodismo organizado
militarmente para conquistar a la fe a las clases populares.
En Estados Unidos se inició el movimiento de los científicos o Christian Science, impulsado por miss Eddy. Por
medio de la autosugestión trataban de obtener la curación del cuerpo.
Durante el siglo XIX se propagó mucho el espiritismo o creencia en la posibilidad de comunicación con los
difuntos (ver núm. 132).

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154.- MISIONES
Si puede hablarse de una cierta disminución misionera durante el siglo pasado, en el XIX cobró auge esta
actividad eclesial.
Con todo, en la India los ingleses sofocaban la predicación católica. En la entonces llamada Indochina
(Birmania, Siam, Malaca, Tonkin, Conchinchina) a un período pacífico siguió una persecución de 1885 a 1886.
En China el avance de las conversiones fue lentísimo. En Corea resultó constante la persecución del
cristianismo.
Turquía publicó un edicto de tolerancia en 1856, pero en 1860 fueron muertos cristianos en Líbano y Siria.
En el Cairo y Beirut los jesuitas pudieron establecer colegios.
Japón proclamó la libertad de cultos en 1884 y en 1890 León XIII erigió la diócesis de Tokio.
En Austria funcionó la diócesis de Sydney desde 1842.
En África fue predicado el evangelio principalmente en Argelia, Marruecos, Sudán, Sierra Leona, etc.

SIGLO XX
155.- PROBLEMA SOCIAL
La industrialización de los países capitalistas produjo graves desequilibrios sociales desde el siglo XIX.
Aumentó el número de habitantes de las ciudades a donde los campesinos iban en busca de trabajo. Las
urbes no pudieron cubrir todas las necesidades que representaba el aumento de la población.
El trabajador no estaba protegido por las leyes. Ganaba un salario insuficiente y carecía de seguridad y
prestaciones. La explotación que los industriales hicieron del trabajo de mujeres y niños fue inhumano.
Lentamente fue apareciendo la solidaridad entre el proletariado y éste fue obteniendo el uso de sus
derechos individuales y sociales por medio de huelgas u otros mecanismos de defensa.

156.- PÍO X
Canonizado en 1954, José Sarto es el único Papa que ha llegado a los altares desde Pío V, muerto en 1572
(ver núm. 106). Actualmente han sido introducidas las causas de Pío XII y Juan XXIII. El último Papa canonizado antes
de San Pío V había sido San Celestino V (+ 1296). Entre estos dos pontífices hay otros dos que son beatos: Benedicto
XI (+ 1304) y Urbano V (+ 1370). Después de San Pío V hay un beato: Inocencio XI (+ 1689).
Sin bien el cardenal Rampolla era tenido en opinión de muchos como plausible sucesor de León XIII,
Francisco I de Austria vetó su nombramiento. El primer acto de Pío X fue excomulgar a quien realizara nuevas
tentativas de este género en el futuro.
Pío X se consagró a conservar la fe y la disciplina. Ordenó la revisión de la Vulgata (1909), fundó el Instituto
Bíblico (1909) fomentó la comunión asidua (1910), reorganizó la Curia, inició la redacción del Derecho Canónico.
Fomentó asimismo la Acción Popular Cristiana. En 1906 escribió a los católicos franceses (Vehementer Nos),
condenando la separación de la Iglesia y el Estado violada sin previo acuerdo y protestando por la confiscación de los
bienes eclesiásticos.
En 1910 felicitó al pueblo mexicano con ocasión del primer centenario de su independencia (ver núm. 143).
Durante su pontificado hizo crisis el modernismo. Este fue el intento de varios teólogos de relacionar la fe
con los adelantos modernos (históricos, psicológicos, sociológicos, científicos). Terminaron la intervención
trascendental de Dios en la historia y dieron a los dogmas una interpretación cambiante según los tiempos y las
circunstancias.
Condenado ya por Pío IX en el Syllabus (ver núm. 147), mereció dos nuevos reproches de Pío X, mediante el
decreto Lamentabili (1907) y la encíclica Pascendi Dominici Gregis (di.).
De la crisis modernista surgió el integrismo o conjunto de católicos conservadores, defensores a ultranza de
la integridad de las fórmulas, sin preocuparse de los nuevos contextos culturales en que ella debían ser presentadas.
El francés Alfredo Loisy (+ 1940) profesaba, como historiador, la independencia de la crítica en relación a la
revelación y a los dogmas; como filósofo, sostenía que las ideas religiosas no eran más que metáforas. Privado de su
cátedra en 1893, se consideró aludido en el decreto Lamentabili y en la encíclica Pascendi. Replicó en su obra
titulada Reflexiones, que le acarreó la excomunión en 1908.
Pío X trató en vano de impedir la Primera Guerra Mundial, al inicio de la cual falleció.

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157.- LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
En Europa no había ningún conflicto bélico desde 1870 en que había tenido lugar la guerra franco-prusiana
(ver núm. 147).
Pese a las alianzas hechas para cuidar la paz, las potencias se aprestaban a la guerra. Francia deseaba vengar
la derrota sufrida frente a Prusia en 1870. Rusia quería adquirir el paso para el Mediterráneo. Inglaterra desconfiaba
del auge alemán y de su avance imperialista. Austria había tomado Bosnia y Herzegovina, que eran reclamadas por
Serbia. Las potencias, además, tenían puesto los ojos en el Imperio Turco.
En junio de 1914 fue asesinado el príncipe heredero del Imperio Austro-Húngaro, Francisco Fernando.
Austria culpó a Serbia y le declaró la guerra. Se le unieron Alemania, Turquía, Bulgaria.
En el bando opuesto quedaron unificados Francia, Inglaterra, Rusia, Japón, Italia, Rumania, Portugal y, hacia
el final, Estados Unidos.
Alemania violó la neutralidad de Bélgica e invadió Francia pero fue detenida en el Río Marne. Los
contendientes se atrincheraron en los terrenos que pisaban.
Alemania y Austria vencieron a Rusia a los ejércitos del Zar. Caído éste, en el gobierno se retiró de la guerra
(ver núm. 159). Alemania invadió Italia, Inglaterra sublevó a los árabes contra Turquía.
Estados Unidos reforzó a Francia y aliados. Triunfaron éstos en 1918. Vencedores y vencidos firmaron el
tratado de Versalles. El Imperio Austro-Húngaro desapareció. Surgieron los Estados de Polonia (que sobrevivía
heroicamente, ver núm. 145), Hungría, Checoslovaquia (con Bohemia), Yugoslavia (con Serbia), Finlandia, Letonia,
Estonia y otros.
Los triunfadores se apoderaron de las colonias de los derrotados y los obligaron, además, a pagar enormes
indemnizaciones. Para evitar más guerras fue instituida la Sociedad de Naciones, con sede en Ginebra.

158.- BENEDICTO XV
Puso decidido empeño en que finalizara la guerra aunque sus esfuerzos resultaron vanos y los dos bandos lo
acusaron de favorecer al respectivo enemigo.
Con todo, mitigó cuanto pudo los dolores causados por el conflicto. En 1914 publico Ad Beatissimi
Apostolorum Principis, acerca de los honores de la guerra; en 1918, Quod lam Diu, acerca de los niños hambrientos
en Europa central; en 1920, Pacem Dei, sobre la restauración de la paz, y ese mismo año, Annus lam Plenus, en que
pidió ayuda para los niños de las naciones en sangrentadas.
En 1917 promulgó el Código de Derecho Canónico, empezado a redactar en 1904, (ver núm. 156). Canonizó a
Santa Juana de Arco (ver núm. 95).

159.- RUSIA
En febrero de 1917 fue derrocado el zar de Rusia. Asumió el mando Kerensky, pero en octubre la revolución
socialista encabezada por Lenin y Trotsky les dio a éstos el poder (ver núm. 150).
Después de vencer la resistencia del ejército zarista, Lenin gobernó de 1917 a 1924. Stalin dirigió su país de
1924 a 1953.
Trató de aniquilar todo vestigio de religión. Monseñor Budkiewicz fue ejecutado en 1923. Monseñor
D’Herbigny S.J. ordenó en secreto a cinco obispos rusos.

160.- PIO XI
Promovió la actividad de los laicos dando impulso a la Acción Católica. Entre 1922 y 1933 firmó numerosos
concordatos.
Con la Italia de Mussolini suscribió las Tratados de Letrán (1929) y un concordato. El Vaticano fue reconocido
como estado soberano. Castelgandolfo y diversos edificios gozaron también de extraterritorialidad. Pío XI renunció a
las antiguas posesiones pontificias (ver núm. 151).
Escribió importantes documentos: Rerum Ecclessia (1926), sobre el desarrollo de las misiones; Casti Connubi
(1930), acerca del matrimonio; Quadragesimo Anno (1931), en torno al problema social (ver núms. 149 y 167).
Dirigió tres a México acerca de la persecución religiosa desatada en el país: Iniquis Afflictisque (1926), Acerba
Animi (1932).
Escribió una contra Alemania nazi: Mit Brennender Sorge (1937) y uno contra el comunismo, Divini
Redemptoris (1937), en que se refería a Rusia, México y España.
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161.- ESPAÑA
La guerra española (1936-1939) que llevó al poder al general Franco, estuvo precedida de un violento ataque
de los anticatólicos contra la institución eclesiástica.

162.- ITALIA Y ALEMANIA


Mussolini y Hitler iniciaron sus actividades políticas en tiempo de Benedicto XV. En 1922 Mussolini fue
designado Jefe del Gobierno italiano y en 1933 Hitler ocupó el puesto de Canciller de Alemania.
El nazismo lucho abiertamente por conquistar y sujetar al mundo entero. La más cruda represión cayó sobre
el pueblo. Las matanzas de los judíos fueron ejecutadas con increíble saña. La Gestapo alemana controlo cada
centímetro del país.
Hitler violó repetidas veces el concordato firmado por Hindenburg. Durante las conversaciones que sostuvo
Mussolini en Roma con Hitler, éste pidió hablar con el Pío XI, que se negó terminantemente a recibirlo.

163.- MÉXICO
Durante la primera década del siglo, jerarquía y los fieles católicos habían desarrollado una intensa labor
social en contra de las injusticias sociales producidas en los campos y en las fábricas, conforme a las enseñanzas de la
encíclica Rerum Novarom de León XIII.
Caído el dictador Díaz (1911), dirigentes católicos fundaron el Partido Católico Nacional, que conquistó
espectaculares triunfos en las elecciones de ese año, los cuales aterraron a los anticlericales (ver núm. 143).
Esta facción impuso artículos restrictivos de la libertad religiosa de la Constitución de 1917, contra lo que
protestó la jerarquía.
Diversos atentados contra templos tuvieron lugar durante el gobierno de general Obregón (1920-1924), que
expulsó al Delegado Apostólico, monseñor Fillipi en 1923 por colocar la primera piedra del monumento a Cristo Rey
en el cerro del Cubilete.
Calles (1924-1928), reglamentó el número de sacerdotes que podían ejercer en cada diócesis (1926), medida
que rechazaron las autoridades religiosas, las cuales clausuraron el culto público en toda la República. Calles intentó
establecer una Iglesia Nacional (ver núm. 94). Las torturas y asesinatos de sacerdotes y fieles fueron numerosas.
Los cristeros –católicos principalmente de occidente- organizaron una guerrilla que fue adquiriendo poderío
creciente.
Portes Gil –interino al ser asesinado Obregón que se había reelegido- firmó con los obispos Ruiz y Flores –
también Delegados Apostólicos-, y Pascual Díaz S.J., los llamados arreglos, que pusieron fin a la guerra cristera y al
cierre de templos, pero que amargaron a quienes preferían la continuidad de la lucha. De los cristeros que
depusieron las armas, muchos fueron asesinados.
Pascual Ortiz Rubio y Abelardo Rodríguez –presidentes al servicio de Calles- mantuvieron el estado de
persecución, al igual que Cárdenas durante la primera parte de su sexenio. Este, expulso del país a Calles.
En 1937 dio comienzo el Seminario de Moctezuma, en Estados Unidos, dirigido por la Compañía de Jesús,
ante la imposibilidad de abrir ninguno en México, En 1972 pasó a Tula, Hgo., y en 1979 clausuró sus actividades.
A partir del gobierno de Ávila Camacho, las relaciones de la Iglesia y el Estado han sido pacificas. Siendo
Presidente Luis Echeverría, visitó al Papa Paulo VI en el Vaticano.
Juan Pablo II llegó a México para inaugurar la III CELAM, en 1979, acontecimiento importante en la historia
de México porque el pueblo mexicano lo recibió con tal entusiasmo como no se había visto antes.

164.- LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


El equilibrio existente entre las potencias desde los Tratados de Versalles era muy precario. La guerra
española aumentó la tirantez.
Hitler armó a su país. Italia conquistó Abisinia. Hitler devoró a Austria y Checoslovaquia. El 1° de septiembre
de 1939 invadió Polonia. La Segunda Guerra Mundial estalló.
Rusia penetró parte de Polonia, Hitler se apoderó de Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica, Francia.
Mussolini atacó Grecia.
En el norte de África, Rommel llegó hasta Egipto, mientras la aviación alemana bombardeara Inglaterra.
En 1941 los nazis penetraron el territorio ruso. Stalin retrocedió, emboscó a los alemanes y contuvo su
avance en el invierno.
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En 1941 Japón bombardeó Pearl Harbor pero Estados Unidos venció a su adversario en Guadalcanal.
Montgomery derrotó a Rommel en El Alamein y Von Paulus se rindió en Stalingrado.
En 1943 - 1944 declinó la estrella alemana. Rusia recuperó su territorio. Estados Unidos se adueño del
Pacífico.
Los aliados desembarcaron en Italia y Normandía en junio de 1944. Estados Unidos y Rusia llegaron a Berlín.
La rendición de Alemania fue firmada el 7 de junio de 1945 y el 2 de septiembre la de Japón, que había
sufrido los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki (ver núm. 128).

165.- PIO XII


Muerte Pío XI el 11 de febrero de 1939, el cónclave se reunió el 2 de marzo. El fantasma de la guerra estaba
amenazando a todo el mundo.
Pío XII evitó el bombardeo de la Ciudad Eterna y ayudó cuanto pudo a las minorías raciales perseguidas
durante la conflagración.
Después de la guerra quedaron bajo el imperio de la URSS los Balcanes, Polonia, Hungría, Checoslovaquia. La
socialista Yugoslavia de Tito (+ 1980) se mantuvo independiente. Los cardenales Mindszenty (Hungría), Wyszinski
(Polonia), Stepinac (Yugoslavia) fueron guías de la resistencia de la Iglesia del Silencio.
Al final de las actividades bélicas empezó el periódico llamado de la Guerra Fría, entre los mundos
capitalistas y comunista.
Durante su pontificado, Pío XII fomentó la democracia cristiana en Italia, Alemania, Bélgica, Holanda,
América del Sur.
Promulgó el dogma de la Asunción de María, en 1950 (Constitución Apostolica Munificentissimus Deus).
Inició la internacionalización del colegio cardenalicio.
Escribió numerosas encíclicas: Mystici Corporis (1943, sobre el Cuerpo Místico de Cristo; Divino Afflante
(1943), acerca de los estudios bíblicos; Vaticantis Apostolicae Sedis (1945), para normar las elección papa; Mediator
Dei (1947), en relación con la renovación litúrgica, In Multiplicibus Crucis (1948), que trata de la paz en la Palestina;
Humani Generis (1950), en donde estudió el evolucionismo (ver núm. 150) y la interpretación de la Sagrada
Escritura; Sacra Virginitas (1954), a favor del celibato.
Con ocasión del levantamiento húngaro (1956) publicó Luctuosissimi Eventus, Laetamur Admodum, Datis
Nuperrime.
Expuso sus consideraciones de los medios de comunicación en Miranda Prorsus (1957). Describió la
persecución de la iglesia en China en Ad Apostolarum Principis (1958).
Pío XII levantó la condenación de la Acción Francesa (1939), apoyo los sermones antinazis del arzobispo de
Munster, Von Galen (1941), puso las obras se Sartre en el entonces existente Indece (1948), firmó un concordato en
España (1953), suspendió el movimiento de los sacerdotes obreros en Francia (1954).
En 1955 tuvo lugar en Río de Janeiro la Conferencia de Obispos de América, que dio origen al Consejo de
Episcopal Latinoamericano o CELAM (ver núm. 143).
El mundo católico profesó un respeto profundo a Pío XII.

166.- JUAN XXIII


Tan breve como transcendental fue el pontificado del Papa Juan XXIII que irradió bondad y sencillez
asombrosas.
De inmediato ganó la simpatía de propios y extraños, convertida con el paso del tiempo en conmovido
afecto hacia él, hombre de eximia mansedumbre y de continuo buen humor.
Dotado de un espíritu intuitivo genial, comprendió la necesidad de que la Iglesia estuviera presente en el
siglo XX.
Internacionalizó el colegio de cardenales hasta el grado de que de 82 de sus componentes sólo 24 fueron
italianos. Nombró al primer cardenal mexicano, José Garibi, Arzobispo de Guadalajara.
Inició el diálogo con otras religiones y con ateos. Empezó una nueva era para la Iglesia. El 25 de enero de
1959 anunció al mundo la convocación del Concilio Vaticano II que fue el XXI Ecuménico.
Sus encíclicas fueron trascendentales: Mater et Magistra (1961), acerca de los problemas sociales (entre
ellos la función social de la propiedad, los países subdesarrollados), de amplio repercusión en el mundo; Pacem in

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Terris (1963), dirigida a todos los hombres de buena voluntad (favoreció la paz entre las naciones, fundada en la
verdad, justicia, caridad y libertad) que mereció alabanzas universales.
Antes de inaugurar el Concilio fue a orar al pueblecillo que vio hacer a San Francisco de Asís (ver núm. 71).
Los italianos se volcaron a lo largo del trayecto para saludar al primer Papa que dejaba el encierro del Vaticano
provocado por la pérdida de los Estados Pontificios (ver núm. 146).
El 11 de octubre de 1962 Juan XXIII inició el Concilio Vaticano II, ante la expectación mundial. A la ceremonia
asistieron representantes de 79 nacionalidades.
Más de 2,500 participantes, llegados de los cinco continentes, empezaron las deliberaciones (1ª sesión) que
finalizaron el 8 de diciembre para dejar paso a la intercesión. La segunda sesión fue convocada para el 29 de
septiembre.
No pudo asistir a ella Juan XXIII. El 3 de junio falleció. La humanidad sufrió la perdida del Papa al que amaba.

167.- PAULO VI
El 21 de junio de 1963 Juan Bautista Montini fue electo sucesor de Juan XXIII.
Gravísima carga recayó sobre sus hombros porque de tal magnitud era la crisis de crecimiento por la que
estaba pasando la Iglesia.
Paulo VI decidió que el Vaticano II continuara. Bajo su pontificado tuvieron lugar las sesiones 2a. (29 de
septiembre a 4 de diciembre de 1963), 3a. (14 de septiembre a 21 de noviembre de 1964) y 4a. (28 de octubre de
1965 a 8 de diciembre).
El Concilio escribió cuatro constituciones, 10 decretos y dos declaraciones: La Constitución sobre la liturgia,
la Iglesia, la revelación y la Iglesia en el mundo. Los decretos trataron de los medios de comunicación, las iglesias
orientales católicas, el ecumenismo, el cargo pastoral de los obispos, la renovación y la adaptación de la vida
religiosa, la formación de los sacerdotes, la educación cristiana, el apostolado de los seglares, la acción misionera de
la Iglesia, el ministerio y la vida de los sacerdotes. Las declaraciones se refirieron a las relaciones de la Iglesia con las
religiones no cristianas y la libertad religiosa.
El Papa escribió las encíclicas Ecclesiam Suam (1964), sobre la toma de conciencia de la Iglesia de su misión y
el diálogo con el mundo; Mysterium Fidei (1965), acerca de la doctrina eucarística, que era criticada por algunos;
Sacerdotalis Coelibatus (1967), para reafirmar el celibato, igualmente atacado por determinados sectores; Humanae
Vitae (1968), en torno a la regulación de la natalidad (que provocó numerosas polémicas); Octogesima Advenies
(1971), para explicar la Doctrina Social de la Iglesia (ver núm. 160); Evangelii Nuntiandi (1975), en que abordó el
tema de la evangelización.
En agosto de 1968 Paulo VI inauguró la II CELAM, en Medellín, Colombia, (ver núm. 165) de donde salió un
impetuoso movimiento para promover la justicia en el continente secularmente explotado, así como la Teología de
la Liberación, de Gustavo Gutiérrez.
La represión emprendida por los Regímenes de Seguridad Nacional, disfrazados o no, ha costado la vida de
numerosos sacerdotes, religiosos y fieles del continente.

167.- PAULO VI
El 21 de junio de 1963 Juan Bautista Montini fue electo sucesor de Juan XXIII.
Gravísima carga recayó sobre sus hombros porque de tal magnitud era la crisis de crecimiento por la que
estaba pasando la Iglesia.
Paulo VI decidió que el Vaticano II continuara. Bajo su pontificado tuvieron lugar las sesiones 2a. (29 de
septiembre a 4 de diciembre de 1963), 3a. (14 de septiembre a 21 de noviembre de 1964) y 4a. (28 de octubre de
1965 a 8 de diciembre).
El Concilio escribió cuatro constituciones, 10 decretos y dos declaraciones: La Constitución sobre la liturgia,
la Iglesia, la revelación y la Iglesia en el mundo. Los decretos trataron de los medios de comunicación, las iglesias
orientales católicas, el ecumenismo, el cargo pastoral de los obispos, la renovación y la adaptación de la vida
religiosa, la formación de los sacerdotes, la educación cristiana, el apostolado de los seglares, la acción misionera de
la Iglesia, el ministerio y la vida de los sacerdotes. Las declaraciones se refirieron a las relaciones de la Iglesia con las
religiones no cristianas y la libertad religiosa.
El Papa escribió las encíclicas Ecclesiam Suam (1964), sobre la toma de conciencia de la Iglesia de su misión y
el diálogo con el mundo; Mysterium Fidei (1965), acerca de la doctrina eucarística, que era criticada por algunos;
Sacerdotalis Coelibatus (1967), para reafirmar el celibato, igualmente atacado por determinados sectores; Humanae
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Vitae (1968), en torno a la regulación de la natalidad (que provocó numerosas polémicas); Octogesima Advenies
(1971), para explicar la Doctrina Social de la Iglesia (ver núm. 160); Evangelii Nuntiandi (1975), en que abordó el
tema de la evangelización.
En agosto de 1968 Paulo VI inauguró la II CELAM, en Medellín, Colombia, (ver núm. 165) de donde salió un
impetuoso movimiento para promover la justicia en el continente secularmente explotado, así como la Teología de
la Liberación, de Gustavo Gutiérrez.
La represión emprendida por los Regímenes de Seguridad Nacional, disfrazados o no, ha costado la vida de
numerosos sacerdotes, religiosos y fieles del continente.
Importante testimonio de espíritu cristiano estaban ofreciendo junto con miles más, monseñor Helder
Camara, Brasil, la Madre Teresa, en la India, que recibió el Premio Nubel de la Paz en 1979.
Los esfuerzos del Paulo VI, guía de 700 millones de católicos, se encaminaron a llevar a cabo las decisiones
conciliares, a obtener una mayor justicia social en el mundo, a promover la paz entre las naciones (afectada en el
Congo, Vietnam, Sudán, Nigeria, Biafra, Irlanda, India, Pakistán, Medio Oriente) y a promover el diálogo ecumenico.
El Papa viajó 130 mil kilómetros. Visito Italia, Tierra Santa, Fátima, Estambul, Colombia, Uganda, Cerdeña,
Teherán, Manila, Samoa, Sydney, Yakarta, Hong Kong, Colombo.
Recibió a tres presidentes de Estados Unidos, al Presidente del Soviet Supremo, Podgorny, al yugoslavo, Tito,
al de Egipto, Sadat, a la Primera Ministra de Israel, Golda Meyer, entre numerosos gobernantes más.
Reformó, asimismo, la organización de la Curia. Permitió que religiosas o seglares trabajaran en ella.
Canonizó a 84 santos y realizó 59 beatificaciones. Estableció nuevas normas para la eleccion de los papas,
impidiendo el voto de los cardenales mayores de ochenta años.
Convocó al Año Santo en 1975 y congregó multitudes en Roma a donde fueron a orar. Llevó a cabo, por
indicación del Concilio, los sínodos episcopales mundiales: 1967; Revisión del Derecho Canónico, Seminarios,
Liturgia, Ateísmo, Matrimonios Mixtos; 1969: Relaciones de las Conferencias de las Conferencias Episcopales con la
Santa Sede y relaciones entre ellas; 1971: Justicia y Sacerdocio Ministerial; 1974: Evangelización; 1977: Catequesis.
(En 1980 Juan Pablo II convocó el Sínodo que trató Los Deberes de la Familia Cristiana en la Actualidad).
Algunos pusieron en tela de juicio las doctrinas y prácticas tradicionales durante el pontificado del Paulo VI,
como consecuencia de la crisis de valores culturales que experimentaba el mundo.
En la liturgia se introdujeron abusos. Los consejos de disciplina y deber fueron revisados. Las vocaciones
descendieron. El número de sacerdotes, religiosos y religiosas que obtuvieron dispensa de sus obligaciones fue
grande.
Lefevbre, por otro lado, desobedeció al Papa en nombre de la ortodoxia.
Algunos clérigos tomaron las armas en favor de los desposeídos del Tercer Mundo, como había ocurrido con
motivo de las independencias latinoamericanas a principios del siglo pasado (ver núm. 143).
El Papa sorteaba estos y parecidos escollos con prudencia, pese a que no faltaban quienes lo tachaban de
indeciso o débil. Paulo VI fue pacificador y custodio.
Pese a su cada vez más quebrada salud, llevó a cabo una transformación gigantesca en las estructuras
eclesiales. Supo llevar la nave de Pedro de las costas de un mundo que moría, a las playas del Nuevo Mundo que
estaba gestándose.
Hombre santo, el Papa fue respetado en todos los rincones de la tierra, excepto por extremistas o
caprichosos. Pero al morir, también éstos reconocieron la habilidad suprema con que había dirigido a la Iglesia en
uan época por demás difícil. Falleció el 6 de agosto de 1978.

168.- JUAN PABLO I Y JUAN PABLO II


En 27 de agosto fue electo el cardenal Albino Luciani que tomó los nombres de sus dos antecesores. Se llamó
Juan Pablo I. Murió en los inicios de su pontificado, el 28 de septiembre siguiente.
El 16 de octubre, el entonces cardenal Karol Wojtyla arzobispo de Cracovia desde 1964, resultó electo Sumo
Pontífice, Polaco de origen era el primer Papa no italiano, desde la muerte del holandés Adriano VI, acaecida en 1523
(ver núm. 103).
El cardenal era ampliamente conocido en los círculos eclesiásticos, gracias a su brillante actuación durante el
Concilio, pero su nombre no era familiar más allá de esos ámbitos.
Constituido jefe de la Iglesia, ha manifestado claramente tres preocupaciones: renovar la vida sacerdotal
cuidar el depósito de la fe y la moral, acercarse a millones de creyentes que habitan fuera de Italia.
En la encíclica Redemptor Hominis estableció su programa de acción.

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En su discurso ante las Naciones Unidas abogó por un orden mundial justo y pacifico. En su alocución ante la
OEA condenó los regímenes de Seguridad Nacional que oprimen a los pueblos latinoamericanos.
A través del Documento de Puebla, elaborado por obispos de este continente, aprobó el trabajo
evangelizador que ha de realizar nuestra Iglesia para cooperar con el pueblo en su proceso de liberación.
Si bien las autoridades que ofrece en el Vaticano son sumamente concurridas, el Pontífice ha viajado en
frecuentes ocasiones por el territorio italiano y ha realizado numerosos viajes al extranjero, en los cuales ha visitado
Santo Domingo, México, Polonia, Irlanda, Estados Unidos, (y ahí las Naciones Unidas), Turquía (en 1979); Zaire,
Congo, Kenya, Ghana, Alto Volta, Costa de Marfil (del continente africano), Francia (donde habló en la UNESCO) y
Brasil (en 1980).
Las multitudes han estado presentes a su paso. Al verlos han sufrido el impacto de su personalidad.
Su sonrisa y simpatía, la manifestación de su corazón, su dinamismo y fortaleza física, su espontaneidad y
excepcionales cualidades para enfrentarse a las muchedumbres, causan en el corazón de los presentes un misterioso
y todavía no evaluado impacto.
Poeta, actor, filósofo, teólogo políglota, catedrático, obrero, pastor de almas, constructor de la nueva
sociedad polaca, Juan Pablo II no ha salido de Roma para enfrentarse al mundo sino para dirigirlo.
En Estados Unidos escuchó la oposición que produjeron sus palabras en algunos secretos. Acudió a una
Irlanda convulsionada por la violencia y atacó allí mismo el uso de la violencia injusta. Penetró en un Harlem
tradicionalmente hostil a los visitantes y al salir llevó consigo el mejor sentimiento de sus moradores.
Su visita conmocionó a México, robusteció la fe en Polonia y obligó a Estados Unidos a efectuar un examen
de conciencia.
En Turquía, de minoría católica, fomentó al diálogo ecuménico y con otras religiones. en África se pronunció
contra la vida materialista y pidió respeto por la cultural africana. En Francia habló a los obreros acerca de la
dignidad del trabajo, criticó tanto al progresismo como al integrismo, apoyo la internacionalización dela ciudad de
Jerusalén, urgió el complimiento de la moral cristiana en la vida sexual, yla llamó la atención sobre el riesgo de una
posible autodestrucción del mundo (ver núm. 171).
Vuelto al Vaticano, fue visitado por el Presidente Carter. En Ucrania que estudiaron los problemas de esas
comunidades, retiró el nombre de teólogo católico a Hans Kung, conversó con Lefebvre en busca de una solución al
problema de su cisma. En su documento Inestimabile Donum pidió se frenen los abusos litúrgicos.
En marzo de 1980 fue asesinado monseñor Oscar Arnulfo Romero, arzobispo de El Salvador, defensor de su
pueblo oprimido.

169.- HECHOS ECLESIALES


Mencionemos unas cuantas de las numerosas comunidades nacidas en este siglo: Las Misiones Extranjeras
de Maryknoll (1911) de Walsh y Price; los discípulos de Charles de Foucauld (1933) de Voillaume y compañeros. El
Instituto Secular de Opus Dei fue fundado en 1929 por monseñor Escrivá.
De origen mexicano son los Misioneros de San José (1872), los Misioneros del Espíritu Santo (1914) del P.
Rougier, los Legionarios de Cristo (1948) y los Misioneros de Guadalupe (1949).
En 1979 las principales órdenes o congregaciones religiosas masculinas contaban con el siguiente número de
afiliados: jesuitas: 27,726; franciscanos 21,326; salesianos; 17,306; capuchinos: 12,312; lasallistas 11,093;
benedictinos: 10,147; dominicos: 7,397; hermanos maristas: 7,225; redentoristas; 6,821; oblatos de María
inmaculada: 6,173.

170.- ECUMENISMO
Si bien durante los siglos pasados hubo intentos de unir a los cristianos, en el actual ha cobrado mayor
impulso el movimiento que tiende a lograr la unidad en la fe y de comunión entre las comunidades cristianas
divididas, escándalo para el mundo actual.

En 1910, en la ciudad de Edimburgo, tuvo lugar la primera conferencia misionera universal entre hermanos
separados. En 1922 fue fundado el Consejo Internacional Ecuménico de las Misiones.
En 1948 nació el Consejo Ecuménico de las Iglesias en Ámsterdam. En su conferencia realizada en Nueva
Delhi (1961) admitieron a las Iglesias ortodoxas.

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Si bien el cardenal Mercier había dialogado en Malinas con los anglicanos en 1925, y otros católicos habían
hecho esfuerzos al ecumenismo notables, fue Juan XXIII quien dio decidido impulso al ecumenismo al fundar el
Secretariado para la Unidad, bajo la presidencia del cardenal Agustín Bea, en 1960.
El Concilio, por su parte, aprobó el documento llamado Unitatis Redintegratio a favor de la conversión
ecuménica (ver núm. 167).
El doctor Fischer, arzobispo anglicano de Canterbury visitó a Juan XXIII en 1960, y el doctor Craig,
presbiteriano, lo hizo en 1962 y el doctor Ramsey -sucesor de Fischer- dialogó con Paulo VI en 1966.
Al Concilio asistieron observadores de la Iglesia luterana, reformada, metodista, congregacionalista,
cuáquera, etc.
Paulo VI se reunió también con el Patriarca Atenágoras en 1963. Roma y Constantinopla se levantaron
mutuamente (1965) sus anatemas lanzadas en 1054 (ver núm. 53).
En cada uno de sus viajes, Juan Pablo II acostumbra orar en común con representantes de hermanos
separados. En Ghana recibió al arzobispo de Canterbury, doctor Roberto Runcie y, en el Vaticano, a Elías II, Patriarca
ortodoxo de Georgia. De fines de mayo a principios de junio de 1980 ser reunieron representantes de ortodoxos y
católicos en Patmos, Grecia.
En Taizé, el hermano Rogier Schutz ha fundado una comunidad de oración cuya luz ha inundado a la
cristiandad entera.

171.- EL MUNDO ACTUAL


A lo largo de este siglo la ciencia ha proporcionado a la humanidad excelentes inventos y descubrimientos.
Cuando han sido usados de la manera adecuada -como medios al servicio del ser humano- ha beneficiado la vida.
Citemos unos cuantos únicamente. La insulina (de Banting y Best, 1922), la penicilina (Fleming, 1928), la
vitamina B-12 (Smith, 1948), la vacuna antipolio (Salk y Lépine, 1954).
En 1900 Zeppelin hizo volar el primer dirigible; en 1927 Lindbergh atravesó el Atlántico; en 1957 los rusos
lanzaron al Sputnik y en 1969 alunizó el Apolo XI americano.
Actualmente podemos usar aparatos que nuestros antepasados no soñaron, tales como la televisión, cine,
cámaras, grabadoras, microscopios, calculadoras, radar, etc., etc.
Con todo, el hombre se ha convertido en siervo de la técnica en vez de ser su señor. No sólo porque ha
construido la bomba atómica y la ha arrojado en Japón sino porque actualmente posee armas cinco mil veces más
potente.
El mundo gasta mucho más dinero en armas que en educación.
Las ciudades han crecido hasta convertirse en megalópolis habitadas por millones de hombres desconocidos
entre sí, instintivamente enemigos de los demás, neuróticos, sedientos de placer, esclavizados al afán de poseer
bienes materiales, frustrados por no conseguirlos y por ello entregados al consumo de la droga, el alcohol o el
desenfreno sexual y manipulador por los medios de comunicación social, sometidos a los dictámenes de las
compañías transnacionales que gobiernan los mercados y el mundo.
La situación social de nuestro continente -tal como lo presenta la III CELAM-, es gravísima.
La brecha entre ricos y pobres es creciente día con día. Vivimos en una situación de pecado social contraria a
los planes de Dios, producida por las estructuras económicas, sociales y políticas.
Se manifiesta en niños que nacen, destinados a morir, jóvenes frustrados por falta de trabajo, indígenas
marginados, campesinos explotados, obreros mal retribuidos, personas subempleadas o desempleadas, ancianas
olvidadas, etc.
Por ello la asamblea episcopal declaró que "países como los nuestros, en donde con frecuencia no se
respetan derechos humanos fundamentales -vida, educación, vivienda, trabajo- están en situaciones de permanente
violación de la dignidad de la persona".
No estamos al borde de la tercera, y última guerra mundial, ni sería ésta solución alguna para los problemas
de la humanidad, pues supondría la muerte de la raza humana. Si no lo hacen los sentimientos morales, la certeza de
que no habrá vencedores sino únicamente muertos, y el equilibrio de la capacidad nuclear de los países armados,
detiene los ánimos belicosos de las potencias mundiales.
Es preciso, con todo, recalcar que las relaciones entre los bloques antagónicos están sumamente
deterioradas y corren el peligro de empeorar más todavía.
Hemos vuelto a la guerra fría pese a que esa época de tirantez no favoreció la paz mundial ni el verdadero
progreso de los pueblos.

53
Fomentó el odio entre los seres humanos he hizo que los gobiernos gastaran incalculables cantidades de
dinero en armamento en vez de haberlos usado en educación, alimentos y medicinas.
Estados Unidos y Rusia han retornado a la senda del ataque, de la enemistad y de la desconfianza mutuas, en
vez de mejorar sus incipientes buenas relaciones. Preparan ejércitos, estrategias y armas.
La repartición de la producción mundial del petróleo y la lucha para lograr la propia supremacía, han
exacerbado el ímpetu imperialista de las potencias a costa de la paz mundial y de la felicidad de los países, la cual
debería estar fundada no en el terror sino en las relaciones internacionales de justicia.
En varias regiones encontramos además, conflictos violentos -Afganistán, El Salvador, entre otros- que en
medida más limitada tiene capacidad de reproducir negativamente en otras zonas del mundo.
Los dirigentes mundiales vuelven a preferir el uso del cañón en vez del diálogo.
Estas actitudes desquician el desenvolvimiento de la historia y detienen el progreso de la humanidad.
La cultura mundial, posible a partir de la coexistencia pacífica, rueda, así, al precipicio. Porque los cañones y
las bombas destruyen la risa de los niños y la vida de las flores.
Tal es el mundo en el que el mensaje de Cristo debe ser fermento que redima.
Practicado por los cristianos, el evangelio salvará a la cultura urbano-industrial que contiene los adelantos
científicos más depurados y la miseria de seres humanos oprimidos.
Cristianos y hombres de buena voluntad trabajan juntos para lograr que los hombres vuelvan a ser hermanos
y alaben todos al único Dios verdadero y a su Hijo Jesús.

SIGLO XXI
172. BENEDICTO XVI

En el año 2005 el Papa Benedicto XVI inicio su labor dirigiendo a la Iglesia enfrentando los retos que se le
presentan en la sociedad actual y dando un rumbo a seguir en esta misma aclarando y enseñando organizando y
planeando.
Cuando era perpecto de la fe, Ha participo en algunos documentos importantes como Dominus Jesus
algunas
Encíclicas que ha escrito son las siguientes: Deus Caritas Est, Spe Salvi y Caritas in Veritate.

172. LA IGLESIA ANTE EL FUTURO

El futuro de la Iglesia se presenta con grandes retos y grandes oportunidades es un tiempo donde la Iglesia
tendrá que inculturarse como en las primeras comunidades.

INSTITUTO BÍBLICO TEOLÓGICO


54
POR CORRESPONDENCIA

Renato Leduc # 231 Col. Toriello Guerra, Del. Tlalpan C.P. 14050, México, D.F.
Tel. 5 665 53 79 Fax 5 665 47 93

MISIONEROS APÓSTOLES DE LA PALABRA

MATERIA: HISTORIA GENERAL DE LA IGLESIA

Lección 1: Nociones generales


Siglo I
Siglo II
Lección 2: Siglo III
Siglo IV
Lección 3: Siglo V
Siglo VI
Lección 4: Siglo VII
Siglo VIII
Lección 5: Siglo IX
Siglo X
Lección 6: Siglo XI
Siglo XII
Lección 7: Siglo XIII
Siglo XIV
Lección 8: Siglo XV
Siglo XVI
Lección 9: Siglo XVII
Siglo XVIII
Lección 10: Siglo XIX
Siglo XX
Siglo XXI
FORMA DE TRABAJAR ESTA MATERIA:

1.- Esta materia consta de 10 lecciones.

2.- Estaremos siguiendo un solo libro. La bibliografía se te indica en la parte de abajo.

3.- En cada tema se te indica la forma de trabajar, se trata de contestar algunos cuestionario, completar algunos cuadros, o
realizar algunos resúmenes.

5.- Es importante que antes de empezar la lectura de alguna lección, consultes lo que se te pide realizar. Esto te ayudará a poner
más atención en lo importante del capítulo.
6.- Los trabajos, incluyendo los cuadros, hay que realizarlos en las mismas hojas que te envío.

7.- Próximamente te enviaré el repaso final (examen) para que lo contestes y envíes.

55
RECOMENDACIONES:

1.- Debes leer detenidamente cada tema ( si es necesario dos o tres veces).

2.- Al empezar tu lectura, es común que te encuentres palabras que no entiendas. Para superar esto, es necesario que preguntes
a un sacerdote cercano, si tienes posibilidad, escríbeme manifestando tus dudas. No te quedes con dudas, pregunta siempre.

3.- Hay que tener paciencia con uno mismo, ya que en ocasiones no se tiene el hábito de lectura y de comprensión
rápida. Pero debes estar consciente que nadie nace sabiendo. Hay que luchar por adquirir el hábito de lectura. Y esto se
consigue intentándolo todos los días.
BIBLIOGRAFÍA:

CHURRUCA PELAEZ AGUSTIN, Historia Mínima de la Iglesia, Ed. Clavería, México.


NOTAS DE CALIFICACIÓN
100 Excelente

90 Muy bien

80 Bien

70 Regular

60 Suficiente

50 No aprobado

EVALUACIÓN

Las tareas y trabajos de cada tema valen 8 puntos. En esta materia hay 10 lecciones, quiere decir que si se entregan todos los
trabajos, bien hechos, se tendrá = 80
El repaso final 20 puntos = 20
Buena presentación de tus trabajos 10 puntos = 10
_ _______

110*

* Hay 10 puntos extras, de tal forma que tienes más posibilidades de adquirir tu 100 de calificación, ánimo.

MATERIA: HISTORIA GENERAL DE LA IGLESIA

Actividades a realizar:
Lección 1: Siglo I y Siglo II
Lee las páginas 11-18 y contesta las siguientes cuestiones:

- Presente algún texto Bíblico de los siguientes acontecimientos de la vida de Jesús:


-Bautismo de Jesús: _______________________________________________________________________
-Jesús orando en el desierto (cuarenta días)_____________________________________________________
-Jesús elige a los 12 apóstoles ________________________________________________________________
-Cuales son los nombres de los apóstoles_______________________________________________________
_________________________________________________________________________________________
-La resurrección ___________________________________________________________________________
-La ascensión _____________________________________________________________________________
-La fundación de la Iglesia____________________________________________________________________
-Día de Pentecostés________________________________________________________________________
56
2.- ¿Quién fue el apóstol que sustituyo a Judas Iscariote?

3.- ¿Qué libro de la Biblia nos narra los primeros años de la vida de la Iglesia?

4.- Presente el texto Bíblico donde se eligió a los siete primeros Diáconos

5.- Presente una pequeña Biografía de San Pablo

6.- ¿Quién fue el Protomártir?

7.- ¿Cómo se llamó el primer Concilio que existió en la Iglesia y en que año se realizo?

57
8.- Menciona algunos lugares donde se expandió el cristianismo en el siglo I

9.- En que año aproximadamente murieron Pedro y Pablo

10.- Menciona 3 sucesores de Pedro

11.- ¿Cuántos Papas han existido?

12.- ¿Quiénes fueron los Padres Apostólicos menciona 2 de ellos?

13.- ¿Quiénes fueron los Padres Apologiítas, menciona dos que se destaque en el siglo II?

14.- ¿Quiénes fueron los gnósticos ?

15. ¿Quién fue Montano?

LECCIÓN 2: Siglo III siglo IV

Lee con atención las páginas 19-25 y contesta las siguientes cuestiones:

PON UNA V SI LA ORACIÓN ES VERDADERA Y UNA F SI LA ORACIÓN ES FALSA

1.- En este siglo los Papas tuvieron que defender la Iglesia de la espada hostil y de la herejía interna. ( )

2.- La herejía que Jesús es hijo adoptivo de Dios se llamo adopcionismo. ( )

3.- El Adopcionismo fue promovido por Arrio. ( )

4.- Sabelio negó la existencia del purgatorio. ( )

5.- San Cipriano fue obispo de Cartago. ( )

6.- En el siglo IV se presentó la novena persecución decretado por Dioclesiano. ( )

7.- El 13 de junio de 313 Constantino permitió la religión cristiana. ( )

8.- En que consistió el modalismo y quién la promovía. ( )

CONTESTA LAS SIGUINES PREGUNTAS

1.- ¿ Qué es el patripasianismo?

58
2.- ¿ Qué es el Maniqueísmo?

3.- ¿Quién fue Tertuliano?

4.- ¿Quién fue San Clemente de Alejandría?

5.-¿ Quién fue Orígenes ?.

6.- Menciona algunos emperadores que persiguieron la Iglesia en el siglo III.

7.- ¿Qué aspectos positivos y negativos crees que se dieron en este siglo con la libertad de culto que decretó
Constantino?

8.- ¿Cuáles fueron las tesis de Donato?

9.- ¿Qué afirmaba Macedonio de Constantinopla?

10.- ¿Quién fue Arrió y cuáles fueron sus tesis?

11.- ¿En qué año se realizó y qué proponía el concilio ecuménico de Nicea?

12.- ¿En qué año se realizó y qué proponía el concilio ecuménico de Constantinopla?.

59
13.- Menciona algunos Padres de la Iglesia que sobresalen en el siglo IV

14.- ¿Quién fue San Martín de Tours?

15 .- Cómo era el bautismo de los niños en el siglo IV

16.- A partir de qué concilio se fue extendiendo la costumbre de que los sacerdotes fueran célibes.

LECCIÓN 3 Siglo V y VI

Lee las paginas 27-32 y contesta las siguientes preguntas:

1.- ¿En que año y quien dividió el imperio Romano?

2.- Menciona algunas conversiones de algunos pueblos al cristianismo que se dieron en el siglo V
.

3.- ¿Qué afirmaba Apolinar de Laodisea?

4.- ¿Qué afirmaba Diódoro de Tarso?

5.- ¿Qué afirmaba los monofisistas?

6.- ¿Qué afirmaba Nestorio?

7.- ¿Qué afirmaba Nestorio acerca de la Virgen Maria?

8.- ¿Qué afirmaba Pelagio en relación al pecado original y el bautismo?

9.- ¿En que consistió el semipelagianismo?

60
10.- ¿En que año y que afirmaba el concilio de Éfeso?

11.- ¿En que año y que afirmaba el concilio de Calcedonia?

12.- Menciona algunos padres de la Iglesia del siglo V, así como algunas de sus obras.

13.- ¿En que año y que afirmaba el II concilio de Constantinopla?

14.- Habla de la vida monacal del siglo VI y quién se destaca como ejemplo de vida monacal en este siglo.

LECCIÓN 4: Siglo VII y VIII

Presenta en un resumen de 2 páginas los acontecimientos del siglo VII y VIII

LECCIÓN 5: Siglo IX y siglo X

Lee las páginas 39 a la 42 y contesta las siguientes cuestiones:

1.- Menciona algunas conversiones de pueblos paganos al cristianismo.

2.- En qué año y que propuso el IV concilio de Constantinopla

3.- ¿Por qué este siglo se le llamó año de las sombras?

4.- ¿En qué consistió el sistema económico llamado feudalismo?

5.- ¿Cómo era la relación de los emperadores y los Pontífices en el siglo X?

6.- Habla de la fundación de la orden de Cluny.

7.- Habla de algunas conversiones al cristianismo de este siglo.


61
LECCIÓN 6: Siglo XI y siglo XII

Lee las páginas 43 a 51 y contesta las siguientes cuestiones:

1.- Menciona 2 órdenes que aumentaron la vitalidad renovadora de la vida religiosa de la Iglesia en el siglo
XI.

2.- ¿Quién fue San Enrique II?

3.- ¿Qué obras se deben al Papa Nicolás II?

4.- ¿Qué obras se le deben al Papa San Gregorio VII?

5.- Explica la ruptura entre Bizancio y Roma

6.- ¿En qué siglo se realizo la primera cruzada y quien la convoco?.

7.- ¿En qué consistió el Arte Románico desarrollado en el siglo XI?.

8.- ¿En qué siglo llegó a su esplendor la Edad Media?

9.- Menciona algunas ordenes religiosas que surgieron en el siglo XII

10.- Habla un poco de San Anselmo, Pedro Lombardo, Abelardo, Pedro de Bruys, Enrique de Lausana y San
Bernardo de Claraval.

62
11.- ¿Quién atacó la legitimidad de las propiedades eclesiásticas y del poder temporal de los Papas y negó
los sacramentos?

12.- ¿En que consistió el concordato de worms?

13.- Presenta una síntesis de la situación de los papas en este siglo

14.-¿ En qué año y qué propuso en el concilio de Letran?

15.- ¿En qué año y qué propuso en el II concilio de Letran?

14.-¿ En qué año y qué propuso en el III concilio de Letran?

LECCIÓN 7 : Siglo XIII y Siglo XIV

Lee las páginas 53-69 y contesta las siguientes cuestiones

1.- Menciona algunos Papas y emperadores que se destacan en este siglo

2.- Habla de las cinco cruzadas que se realizaron en este siglo

3.- ¿Quién fue Pedro de Valdez?

4.- Menciona algunos grupos sectario de este siglo

5.- ¿En qué año y que propuso el IV concilio de Letran?

6.- ¿En qué año y qué propuso el concilio de Lyon?

63
7.-En qué año y qué propuso el II concilio de Lyon?

8.- Presenta una Biografía sobre San Francisco de Asís

9.- Qué importancia crees que tiene el franciscanismo para la Iglesia de este tiempo

10.- Presenta la Biografía de Santo Domingo de Guzmán

64
11.- Algunas comunidades religiosas que surgieron en este siglo fueron:

12.- ¿ En qué consistió la inquisición?

13.- ¿Cuál fue la primera universidad fundada en el siglo XIII?

14.- ¿Qué nueva corriente surge en el siglo XIII?

15.- ¿Quién fue Santo Tomás de Aquino? Presenta algunas de sus obras

16 ¿Cuál es la característica del ate Gótico?

17.- ¿Quién fue Bonifacio VIII?

65
18.- Por qué en este siglo los Papas abandonaron Roma y fueron a aviñón?

19.- ¿ En qué año y qué propuso el concilio de Viena?

20.- Habla de las primera pugnas entre los franciscanos

21. ¿A qué se debió el surgimiento del espíritu místico?

22.- RELACIONA LAS COLUMNAS

1. Dante Alhigieri ( Pretendió restablecer la Escolástica


)

2. Duns Scotto Escribió la Divina comedia


(
) En sus pinturas mezcló el sentimiento
3. Occam religioso con el más certero realismo.
(
) Fue uno de los más importantes
4. Juan Wyclef adversarios de la jerarquía, de su poderío político y
temporal
(
5. Giotto ) Poeta, asimiló de los clásicos griegos tanto
su forma y estilo como su espíritu de libertad.

6. Petrarca ( Escribió en italiano poemas de amor y los


) cuentos del Decamerón.

7. Juan Boccaccio Atacó el valor de las ideas universales.


66
( Negó el valor de ciencia a la teología
)

(
)

23.- Explica el cisma de occidente

24.- ¿En qué consistió la Bula de Oro?

25 Menciona dos suceso importantes en el siglo XIV

LECCIÓN 8: Siglo XV y Siglo XVI

Lee las páginas 71-93 y elabora los siguientes trabajos:

Haz un resumen de 3 páginas del siglo XV

1.- ¿ Por qué es de vital importancia estudiar el siglo XVI?

2.- Presenta algunos autores del renacimiento (menciona algunas de sus obras).

3.- ¿En qué año se realizó y qué propuso el quinto concilio de Letrán?

67
4.-Explica cuáles fueron las causas por las que Martín Lutero se separó de la Iglesia.

5.- ¿En qué cosas Martín Lutero estuvo en contra de la Iglesia Católica?

6.- ¿Qué doctrina de Martín Lutero se refleja actualmente en las sectas?

7.- Menciona otras divisiones que existieron en el siglo XVI

8.- Cuáles fueron los efectos en Europa a causa de las divisiones?

9.-¿ En qué año se realizó y qué propuso el concilio de Trento?

10.- ¿Qué adelantos hubo en la vida espiritual en el siglo XVI?

11.- Menciona algunas ordenes religiosas de este siglo

12.- Habla brevemente de las misiones en el oriente

68
13.- ¿Cuáles fueron las tres primeras congregaciones que llegaron a América?

14.- Menciona algunas de las principales diócesis y obispos novo hispanos

15.- Presenta algunos evangelizadores de América

16.- Enumero algunos santos y beatos de América

17.- ¿En qué año se apareció la Virgen de Guadalupe a Juan Diego?

18.- ¿En qué consistió el Molinismo y quién era su representante?

19.- ¿En qué consistió el bañecianismo y quién era su representante?

20.- ¿Quién fue Miguel Bayo y cuál era su postura entre la naturaleza y lo sobrenatural

69
LECCIÓN 9: Siglo XVII y siglo XVIII

Lee las paginas 95 a la 111 y realiza los siguientes trabajos

Elabora un resumen de 4 páginas sobre el siglo XVIII

Contesta las siguientes preguntas

1.- ¿Qué grupos separados surgieron en el siglo XIX?

2.- relaciona las columnas

A. Voltaire ( Escribió el Contrato social, en el que


) proclamó la igualdad de los derechos de todos
los ciudadanos.

B. Rousseau Lanzó tremendos ataques en contra de


( la Iglesia católica a la que llamaba la infame y a
) la que pretendía destruir.

C. Montesquieu Fundador del cálculo infinitesimal, al


igual que Newton, publicó su doctrina filosófica.
(
) Defendió la teoría de la separación de
D. Leibnitz los poderes públicos –legislativo, ejecutivo y
judicial.
(
)

3.- ¿En qué consistió la masonería y cuándo cobró auge en México?

4.- Presenta algunas congregaciones religiosas del siglo XVIII

5.- ¿Cómo afectó la revolución Francesa a la Iglesia?

6.- Cómo era la situación histórica de Estados Unidos en el siglo XVIII?

Lección 10: Siglo XIX y Siglo XX

Lee las páginas 113 a la 148 y realiza los siguientes trabajos:

1.- Respetando los subtítulos haz un resumen de 3 páginas sobre el siglo XIX

70
Contesta las siguientes cuestiones:

1.- Presenta algunos de los problemas sociales que se presentaron en el siglo XX

2.- Menciona algunos hechos que realizó el Papa Pio X

3.- Presenta una síntesis de la primera guerra mundial

4.- Presenta algunas obras de Benedicto XV

5.- ¿Cuál era la situación de Rusia en el Siglos XX?

6.- Menciona algunas obras y documentos importantes del Papa del Papa Pio XI

7.- Haz una síntesis de la guerra de los cristeros en México

71
8.- Elabora un resume de la Segunda Guerra Mundial

9.- Enumera algunos hechos y documentos importantes de los siguientes Papas:

Pio XII

Juan XXIII

Paulo VI
72
Juan Pablo I

Juan Pablo II

10.- Elabora una síntesis de la Historia de la Iglesia Actual

73
INDICE
74
Lección 1: Nociones generales
Siglo I………………………………………………………………………………………………………………………………………………… 3
Siglo II………………………………………………………………………………………………………………………………………………. 5

Lección 2: Siglo III……………………………………………………………………………………………………………………………………………… 6


Siglo IV……………………………………………………………………………………………………………………………………………… 8

Lección 3: Siglo V………………………………………………………………………………………………………………………………………………. 9


Siglo VI……………………………………………………………………………………………………………………………………………. 12

Lección 4: Siglo VII………………………………………………………………………………………………………………………………………….. 12


Siglo VIII…………………………………………………………………………………………………………………………………………. 13

Lección 5: Siglo IX……………………………………………………………………………………………………………………………………………. 15


Siglo X…………………………………………………………………………………………………………………………………………….. 16

Lección 6: Siglo XI……………………………………………………………………………………………………………………………………………. 16


Siglo XII…………………………………………………………………………………………………………………………………………… 18

Lección 7: Siglo XIII………………………………………………………………………………………………………………………………………….. 20


Siglo XIV………………………………………………………………………………………………………………………………………….. 25

Lección 8: Siglo XV…………………………………………………………………………………………………………………………………………… 29


Siglo XVI………………………………………………………………………………………………………………………………………….. 34

Lección 9: Siglo XVII…………………………………………………………………………………………………………………………………………. 41


Siglo XVIII………………………………………………………………………………………………………………………………………… 46

Lección 10: Siglo XIX………………………………………………………………………………………………………………………………………….. 50


Siglo XX…………………………………………………………………………………………………………………………………………… 59
Siglo XXI…………………………………………………………………………………………………………………………………………. 70

Cuestionario: ……………………………………………………………………………………………………………………………………………… 71

La nueva librería Parroquial Clavería S.A. de C.V.


75
Editorial Basilio Núñez S.A. de C.V.
Floresta No. 79 Col. Clavería C.P. 02080 México, D.F.

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