You are on page 1of 11

La Responsabilidad y el Hogar Responsable de Equipo

LA RESPONSABILIDAD Y EL HOGAR RESPONSABLE DE EQUIPO

1. RESPONSABILIDAD Y VOCACIÓN
1.a. LA LLAMADA
-¿Quién nos llama?

• ENCUENTRO CON JESÚS. “¿Acaso no he visto yo a Jesús?” (1 Cor 9,1)

• HEMOS SIDO ENVIADOS. “¿Cómo predicarán si no son enviados?” (Rm 10,15)

• ANUNCIO DEL EVANGELIO: “Ay de mí si no anuncio el Evangelio” (1 Cor 9,16)

- ¿A qué nos llama?


1.b. LA RESPUESTA

• AGRADECIMIENTO. “Dar gracias en todo tiempo a Dios” (2 Tes 2,13)

• ABANDONO. “Todo lo puedo con Aquel que me da fuerzas” (Flp 4,13)

• ABNEGACIÓN. “Amor y abnegación, dos rutas de santidad” (H. Caffarel)

• FIEL A LA VOCACIÓN. “Un hermoso combate” (2 Tim 1,7)

• LA MISIÓN DEL HOGAR RESPONSABLE DE EQUIPO: Responder a esa llamada

2. ¿QUÉ SE BUSCA CON EL SERVICIO?

• SER PRINCIPIO DE VIDA: “Da vida a todas las cosas” (1 Tim 6,13)

• SER PRINCIPIO DE UNIDAD: “Un solo cuerpo y un solo Espíritu” (Ef 4,3-4)

• SER PRINCIPIO DE CRECIMIENTO: “Para el crecimiento y edificación en el amor” (Ef 4,16)

3. EL ESPÍRITU DEL HOGAR RESPONSABLE DE EQUIPO


• APOYÁNDOSE EN LA ORACIÓN

• ACOMPAÑANDO LA VIDA COMUNITARIA DEL EQUIPO

• CON AYUDA MUTUA: “Acompañado” y “acompañante”

• CON MUCHO AMOR

• CON SENSIBILIDAD Y CREATIVIDAD: GUIADOS POR EL ESPÍRITU

• EN COMUNIÓN CON EL MOVIMIENTO


• EN ESPÍRITU DE SERVICIO

4. ¿CUÁLES SON VUESTRAS RESPONSABILIDADES Y TAREAS?


• ANIMACIÓN

• ENLACE
• GESTIÓN

• TAREAS

5. ¿CÓMO PREPARARSE PARA ELLA?

6. FRUTOS DE ESTA RESPONSABILIDAD

• EL AMOR Y LA COMUNIÓN: “Un estímulo de amor, una comunión en el Espíritu” (Flp 2,1)

Ramón Acosta y Rosa Bejarano Ma-60


Encuentro de Responsables de Equipos de Andalucía Oriental 14-15 Noviembre 2009 1
La Responsabilidad y el Hogar Responsable de Equipo
• EL ESPÍRITU MISIONERO: “Somos, pues, embajadores de Cristo” (2 Cor 5,20)

• LA CONSTRUCCIÓN DEL REINO DE DIOS: “Predicaba el Reino de Dios” (Hch 28,31)

Ramón Acosta y Rosa Bejarano Ma-60


Encuentro de Responsables de Equipos de Andalucía Oriental 14-15 Noviembre 2009 2
La Responsabilidad y el Hogar Responsable de Equipo

LA RESPONSABILIDAD Y EL HOGAR RESPONSABLE


DE EQUIPO

« Con mucha frecuencia en el mundo, « responsabilidad » es sinónimo de


poder y de fuerza. Cuando Cristo lavó los pies a sus discípulos, nos mostró una
manera diferente de ejercer nuestra responsabilidad en los Equipos de Nuestra
Señora, poniéndonos al servicio de nuestros hermanos y hermanas. En los
Equipos, la responsabilidad es una invitación a un amor más grande, y todas las
responsabilidades son una llamada a servir ».1

1. RESPONSABILIDAD Y VOCACIÓN
Vocación y servicio siempre han de estar unidos, de modo que lo uno sin lo otro
no tendrían sentido.
Dios que nos llamó a la existencia por amor, nos ha llamado al mismo tiempo al
amor. En este “por amor” encontramos el origen y el don; la invitación “al amor”
nos indica la finalidad que hemos de dar a nuestra vida y a nuestras acciones, será
la luz que guíe nuestro servicio, esto es, nuestra tarea. Por lo tanto, el amor es “la
vocación fundamental e innata de todo ser humano” (FC 11), es una llamada que
pide una respuesta de cada uno de nosotros.2
Así, la responsabilidad ejercida en el Movimiento a modo de servicio siempre estará
inscrita en esta vocación. No puede entenderse al margen de ella. La
responsabilidad no es un mero trabajo, una actividad que implique simplemente
mejorar una estructura organizativa. Es mucho más, implica a nuestro ser personal
y conyugal, va transformando nuestra vida y la de muchos a los que servimos. De
ahí que nuestro fundador, el padre Caffarel, señalara que no se pueden olvidar los
aspectos de vocación y misión. “Los equipos tienen una vocación, la de ayudar a
las parejas a santificarse. Pero tienen también una misión dentro de la Iglesia”3.
Esta díada vocación-responsabilidad, llamada-respuesta, o bien don y tarea, marca
claramente un camino de búsqueda de algo más. Ese algo más sólo se puede ir
alcanzando mediante el don sincero de sí.
En esta entrega sincera que realizamos en el servicio, crecemos en lo personal, en
lo conyugal y en lo familiar, adquiriendo un carácter eclesial de mucho calado.
Veamos como este esquema dialógico de llamada y respuesta nos puede iluminar a
la hora de contemplar el tema de la responsabilidad.

2.a. LA LLAMADA

-¿Quién nos llama?


Aunque siempre existen intermediaros, es el Señor quien nos llama. No tendría
sentido un servicio que no procediera de un encuentro con Jesús. Encuentro,
1
ERI, Guía de los ENS, 2001
2
R. ACOSTA, La luz que guía toda la vida. La vocación al amor, hilo conductor de la pastoral
familiar, Edice, Madrid 2007; ID., “La vocación al amor, hilo conductor de la pastoral
familiar” en L. VIVES (ed), Organizar la Pastoral Familiar, Edice, Madrid 2007, 35-64
3
CAFFAREL, H., El carisma fundacional, 1987

Ramón Acosta y Rosa Bejarano Ma-60


Encuentro de Responsables de Equipos de Andalucía Oriental 14-15 Noviembre 2009 3
La Responsabilidad y el Hogar Responsable de Equipo
envío y anuncio son las piedras sobre las que se construye la casa de un buen
apóstol.

* Encuentro con Jesús: “¿Acaso no he visto yo a Jesús?” (1 Cor 9,1)


Estar aquí como responsables supone que en nuestra vida, de un modo o de otro,
hemos tenido un encuentro con Jesús. Entró en nuestra vida y nos la transformó,
marcando el inicio de una nueva misión: ya no podemos vivir como antes. Un giro
en la vida, una transformación de todo nuestro ser que no fue fruto de un proceso
psicológico, de una maduración o evolución intelectual y moral, sino del encuentro
con Jesucristo.
Nos recuerda el ERI que “esta llamada a la responsabilidad es, en primer lugar, una
mirada de amor de Dios sobre nuestro matrimonio, a pesar de nuestras debilidades,
limitaciones e incluso pecados”4.

* Hemos sido enviados: “¿Cómo predicarán si no son enviados?” (Rm 10,15)


Como responsables y llamados al servicio, también nosotros dirigimos esta mirada
hacia otros. Ante ellos somos embajadores y portadores de un mensaje. En cierto
modo, somos apóstoles.
Nuestra responsabilidad no se reduce sólo a realizar un oficio, una práctica que se
despache rápidamente, dirigida a mantener y alimentar toda una estructura.
Nuestra llamada es de un tipo particular, puesto que mira hacia una
“responsabilidad espiritual” que, como escribe el padre Tandonnet, “no se concibe
si no es recibida del Señor”5.

* Anuncio del Evangelio: “Ay de mí si no anuncio el Evangelio” (1 Cor 9,16)


Al igual que Pablo fundó nuevas comunidades, nuestro anuncio puede generar
nuevos y mejores equipos.
Ser responsable no es ni puede ser un título honorífico que nos haga destacar sobre
los demás. Es una diaconía, un servicio en el que empeñamos concreta, y a veces
dramáticamente, toda nuestra existencia. Diríamos que es otro “modo conyugal” de
darnos-de-sí.
Cada respuesta en equipo puede ser vista, de hecho, como la respuesta a estos
dones, la respuesta a la invitación de dejarse atravesar por la fuerza creadora del
Amor que tiende a ser donado a los demás. Así, se nos convierte en tarea. Don y
tarea están inmersos en la dinámica de la responsabilidad.

- ¿A qué nos llama?


La llamada a la responsabilidad es una llamada a un amor más grande: Amar
más al Señor, amar más a nuestros hermanos y hermanas, amar más al
Movimiento y amar más a la Iglesia.
Probablemente en nuestro encuentro con el Señor, nos preguntara personalmente:
¿Me amas? Como a Pedro, tras la pregunta sobre el amor (Jn 21,1-17), nos confía
una responsabilidad. Por ello, el servicio viene siempre debido a un amor previo

4
ERI, La responsabilidad en los ENS, mayo 1993; END, “I tempi e i modi della chiamata”,
Sessione per CRS, Sassone 28.IX.2007
5
ERI, La llamada al servicio en los ENS, 2004

Ramón Acosta y Rosa Bejarano Ma-60


Encuentro de Responsables de Equipos de Andalucía Oriental 14-15 Noviembre 2009 4
La Responsabilidad y el Hogar Responsable de Equipo
hacia quien queremos servir. Nunca sería algo ajeno a nuestra vocación al amor
que guía toda nuestra vida.

2.b. LA RESPUESTA
A través de nuestra mirada, el Señor mira a los demás. El don que hemos recibido
pide ahora ser entregado en una tarea. Por ello, este amor del Señor espera
nuestra respuesta, la cual ha de ser:
a. DE AGRADECIMIENTO por este amor inmerecido y que nunca falla; por el
encuentro personal que cambia nuestra vida.
b. DE ABANDONO. No todo depende de nosotros ni de nuestras fuerzas o
inteligencia. El Señor despierta y hace crecer en nosotros los dones que nos
ha confiado para compartirlos. “Todo lo puedo con Aquel que me da fuerzas”
(Flp 4,13).
c. ABNEGACIÓN. Cuando el padre Caffarel hizo revisión en 1987 sobre lo que
se había entendido de modo insuficiente en los ENS señaló en primer lugar el
amor y la abnegación. Hablando a jóvenes parejas dijo: “Les recordé que
Cristo da el amor y la abnegación, que son los medios para caminar hacia la
perfección. Dios quiere la perfección del cristiano y de la pareja, quiere que
se hagan perfectos a través de la fidelidad al amor y por la abnegación. Es
decir, que cada uno, olvidándose de sí mismo, se dé al otro. Amor y
abnegación son las dos caras de la misma medalla. No hay amor sin
abnegación, y una abnegación que no nace del amor es una abnegación que
no se puede practicar ni mantener”.
“Pensando en todo ello comprendí que Dios había inventado el matrimonio
como gran medio para favorecer el amor y para desarrollar la abnegación.
También comprendí que no debía situar la abnegación al lado del amor, que
la verdadera abnegación es imponerse no dejar nunca de amar, vivir siempre
en una actitud de “para ti” y no en una actitud de “para mí””.
“Para caminar en las rutas de la santidad el Señor nos ha dado dos medios:
el amor y la abnegación. No estoy seguro de que esto se haya entendido
muy bien en los Equipos de Nuestra Señora; el matrimonio como gran medio
de amor y de abnegación, y medio de abnegación precisamente para hacer
posible el amor” 6.
d. FIEL A LA VOCACIÓN. Una invitación continua a la fidelidad: fidelidad a la
doctrina en tiempos de confusión; fidelidad al Espíritu en tiempos de
mediocridad; fidelidad al ministerio en tiempo de fácil dejación de
responsabilidades. En una palabra, llevar adelante nuestro servicio es ser
fieles a nuestra vocación.
Por tanto, la misión del Hogar Responsable de Equipo es una respuesta
continua:
• A la llamada del Señor, quien confía a un hogar -son los dos juntos quienes
asumen la responsabilidad- la tarea de ayudar los otros miembros de equipo a
caminar hacia Él;

6
CAFFAREL, H., El carisma fundacional, 1987

Ramón Acosta y Rosa Bejarano Ma-60


Encuentro de Responsables de Equipos de Andalucía Oriental 14-15 Noviembre 2009 5
La Responsabilidad y el Hogar Responsable de Equipo
• A los otros miembros de equipo, que lo han elegido para la función de
responsable en aquel año;
• Ante el Movimiento, aceptando estimular al equipo en su progreso cristiano en
común en la línea propuesta por los ENS.

2. ¿QUÉ SE BUSCA CON EL SERVICIO?


El padre Caffarel aplicó al hogar cristiano la triple división aplicada tradicionalmente
a la función del Espíritu Santo: principio de vida, principio de unidad y principio de
crecimiento7. Por tanto, podemos aplicarlo al Hogar Responsable.

2.a. SER PRINCIPIO DE VIDA: “Da vida a todas las cosas” (1 Tim 6,13)
El Espíritu Santo, introduciéndonos en la vida filial de Cristo, renueva en nuestros
corazones la fuente de la caridad; “esta caridad se introduce en el corazón de los
miembros del hogar y transforma, diviniza todos los amores familiares: el amor
conyugal, el amor de los padres, el amor filial, el amor fraterno”8.
Se trata de animar, de dar el alma, que no es más que mirar con amor a los que
tenemos que servir; promocionar al otro sacando lo mejor de cada uno; es ser
fecundos y dar vida; es preocuparse por la formación de las personas del
Movimiento y por la difusión del mismo.

2.b. SER PRINCIPIO DE UNIDAD: “Un solo cuerpo y un solo Espíritu” (Ef 4,3-4)
El Espíritu Santo construye invisiblemente la unidad visible de la familia. Para el
padre Caffarel, “un matrimonio unido es una obra maestra del Espíritu Santo”9.
El mejor modo como podemos extender esta unidad en los ENS es siendo fieles a la
Carta y al carisma fundacional.
Nuestro servicio ha de ser ejercido y vivido realmente en conformidad con Cristo.
Cada uno aportará lo mejor de su carisma (cf. 1 Cor 12,7), siendo lo importante
que todos los carismas cooperen juntos en la edificación (cf. 1 Cor 14,26) del
Movimiento y de la Iglesia, buscando siempre la unidad: “Un solo cuerpo y un solo
Espíritu” (Ef 4,3).

2.c. SER PRINCIPIO DE CRECIMIENTO: “Para el crecimiento y edificación en el amor” (Ef 4,16)

Concebido como una acción eclesial y espiritual en el seno de la familia: el don del
Espíritu Santo que Cristo entregó a la Iglesia-Esposa la hace fecunda. Igualmente,
“en el hogar, el Espíritu de amor será principio de crecimiento, y por tanto de
crecimiento de la Iglesia en el hogar: porque es el lugar donde crece la Iglesia”10.
Todo responsable ha de tener como meta el crecimiento de las personas en el amor
y en la verdad.

7
LAFFITE, J., Matrimonio y familia: realidad natural y evento de gracia, Communio (ed. esp.) 6
(2007), 11-28
8
CAFFAREL, H., Le mariage, ce grand sacrament, en Cahiers de l’Anneau d’Or 117-118 (mayo-
agosto 1964) 261
9
Ibid., 220
10
Ibid., 221

Ramón Acosta y Rosa Bejarano Ma-60


Encuentro de Responsables de Equipos de Andalucía Oriental 14-15 Noviembre 2009 6
La Responsabilidad y el Hogar Responsable de Equipo
3. EL ESPÍRITU DEL HOGAR RESPONSABLE DE EQUIPO
¿Cómo podemos ejercer esta responsabilidad en los ENS? Inspirándonos en el
modelo único, el de Cristo. ¿Y cómo Cristo ejercía su influencia? Con actitudes de
escucha, de acogida, de devoción, de gratuidad y fervor de corazón. ¿Cuáles son
los puntos clave para entender el espíritu del Hogar Responsable de Equipo?
a- Apoyándose en la oración. El Hogar Responsable debe poner, ante todo, su
confianza en el Señor, quien le confía los miembros del equipo, demandándole
para ellos la luz y la fuerza de su Espíritu, y para sí mismos la sabiduría y el
discernimiento.

b- Acompañando la vida comunitaria del equipo, que debe constituir una unidad,
para que todos sus miembros sean activos, aceptados y queridos.

c- Con ayuda mutua (“Ayudaos mutuamente a llevar vuestras cargas”, Gal 6,2).
Cada equipista es “acompañado” y es “acompañante” en este camino de
perfección, entendiéndolo más como una ayuda fraterna: aquella que se presta en
la convivencia, en el encuentro personal, en la visita, en la palabra confortadora11.
De forma insistente, el padre Caffarel recomienda a los responsables a hacer del
Equipo un “resurgimiento de la caridad”, esto es, del amor fraterno.
d- Con mucho amor: La ayuda eficaz a nuestros hermanos del equipo debe ser
hecha con la mirada de amor que lleva sobre ellos Cristo, una mirada que no
juzga, que no condena, sino que estimula, que reconforta, que ayuda a superarse,
que transforma;

e- Con sensibilidad y creatividad. Guiados por el Espíritu. En nuestra


responsabilidad hemos de caminar como hijos de la luz, siendo reflejo de esta luz
para otros matrimonios más necesitados, “ahora sois luz en el Señor. Vivid como
hijos de la luz” (Ef 5, 8).
Con sensibilidad para captar el verdadero sentido y el valor de cada punto de
esfuerzo; con creatividad para conformarlo con fidelidad a las circunstancias.
Y si a la hora de actuar tenemos dudas y miedos, tal y como Pablo insiste a los
romanos, “el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza” (Rm 8,26).
f- En comunión con el Movimiento. El Hogar Responsable debe hacer un
esfuerzo por conocer bien el Movimiento, para abrir al exterior al equipo y unir a
sus miembros, dando a conocer y valorando los objetivos y las orientaciones del
Movimiento.
También debe esforzarse en desarrollar dentro del equipo un espíritu de co-
responsabilidad;
g- En espíritu de servicio. El Hogar Responsable de Equipo no es la pareja líder
del grupo, no tiene ningún título para decir la última palabra sobre nada. Camina
al lado de las otras haciendo un esfuerzo de escucha, poniendo en juego la misma
capacidad de comprensión, el propio corazón y la misma sensibilidad para el
bienestar de los amigos y el crecimiento del equipo.
Todo esto no se improvisa, sino que se madura poniéndonos los dos delante de
Dios, es un servicio de pareja, y buscando juntos en periódicas "sentadas" poder

11
Cf. Ibíd.

Ramón Acosta y Rosa Bejarano Ma-60


Encuentro de Responsables de Equipos de Andalucía Oriental 14-15 Noviembre 2009 7
La Responsabilidad y el Hogar Responsable de Equipo
entender lo que ocurre en el grupo, qué dinámicas hay, quién tiene necesidad de
ayuda y qué se puede hacer para mejorar las cosas.

5. ¿CUÁLES SON NUESTRAS RESPONSABILIDADES Y TAREAS?


5.1. ANIMACIÓN
• Animar, es dar un alma, un soplo espiritual;
• Subrayar la prioridad del soplo del Espíritu sobre la organización y los
métodos; mostrando a los equipistas que cada punto del compromiso en los ENS
es un medio para el crecimiento espiritual; enseñando su utilidad.
• Hacer una comunidad que, en Cristo, comparta el amor. El Hogar Responsable
está atento a los problemas y necesidades de todos, y solicita a sus compañeros
de equipo que se hagan cargo de ello, así como a ofrecer una ayuda concreta.
• Estimular el « salir », la apertura a la Iglesia y al mundo; mostrando a los
equipistas que el equipo es punto de partida y no de llegada en la vida de fe.
• Evitar que la rutina o el desaliento se instale en algún hogar o en todo el equipo.
Hace falta ser creativo.
• Actuar con toda caridad. El Hogar Responsable ayudará al equipo, con la ayuda
del Consiliario, a afrontar sus problemas con sinceridad, paciencia y espíritu de
benevolencia y perdón. Será prudente y sensible, pues los conflictos no deben
estallar incontroladamente y porque nadie debe desanimarse frente a sus
límites.
• El Hogar Responsable de Equipo recuerda a los equipistas lo que emergió
durante la reunión balance de final de curso, las decisiones tomadas para
mejorar la vida del equipo, cuidando que nadie las olvide y que a las palabras
sigan los hechos.

5.2. ENLACE
• Un Equipo no vive aislado, forma parte de una gran familia, lo que le supone
a la vez una riqueza y una responsabilidad. Una riqueza ya que se beneficia de
la experiencia y de la ayuda de los miembros de los ENS, con sus oraciones e
intenciones. Una responsabilidad, puesto que el equipo se compromete a
compartir sus experiencias, a participar de las tareas comunes, a tener
presentes a los otros en su oración.
• El Hogar Responsable debe cuidar que su equipo esté abierto al Movimiento, que
la comunicación fluya bien en ambos sentidos, y que cada uno se sienta
responsable de la vida de la comunidad y participe activamente;
• Hacer el enlace de su equipo al Sector, a través de su hogar de enlace.

5.3. GESTIÓN
• Organizar la vida de equipo a lo largo del año, en especial el calendario de las
reuniones y los contactos mensuales;
• Recordando el calendario de actividades anual, transmitir a los miembros del
equipo las invitaciones, consignas… del Sector, de la Región y del Movimiento;

Ramón Acosta y Rosa Bejarano Ma-60


Encuentro de Responsables de Equipos de Andalucía Oriental 14-15 Noviembre 2009 8
La Responsabilidad y el Hogar Responsable de Equipo
• Suministrar regularmente las informaciones administrativas al Sector y a la
Secretaría del Movimiento

5.4. TAREAS
• Participar en las reuniones del Sector, dos o tres veces al año, en especial al
principio y al final del curso;
• Participar en el Encuentro de Responsables, organizado por la Súper Región al
principio del curso, a lo largo de un fin de semana;
• Alentar la vida de equipo, teniendo en cuenta la importancia la reunión de
equipo;
• Hacer el enlace de su equipo al Sector, a través de su Hogar de Enlace;
• Llamar a los miembros del equipo a la contribución anual y asegurar el envío de
todos los dones materiales al Movimiento ;
• Proceder a la elección del Hogar Responsable para el siguiente año ;
• Preparar con el nuevo Hogar Responsable y el Consiliario Espiritual el
cuestionario para la reunión balance y enviarlas a todos los miembros de
equipo. En la última reunión del año, hacer el balance y anotar las decisiones
tomadas;
• Hablar en el equipo sobre el tema de estudio para el siguiente año y elegirlo en
la reunión balance.

6. ¿CÓMO PREPARARSE PARA ESTA RESPONSABILIDAD?


El servicio es un camino que no puede ser diferente o al margen de nuestra propia
vocación. Ya no es prepararse para un cometido ajeno a nuestro propio
crecimiento y que tengamos que insertar de una manera forzada en nuestra vida.
Nuestra preparación al servicio, pues, ha de ser integral:
- En el plano personal y conyugal.
- En el plano espiritual, profundizando en la fe y no separándola de la vida, en
la que destacamos tres acciones:
o Dialogar durante el deber de sentarse, ya que la responsabilidad es del
matrimonio.
o Orar con mayor intensidad.
o Nutrirse de la Palabra de Dios y de los Sacramentos para perseverar en la
misión confiada por el Señor.
- En el plano funcional:
o Informarse para conocer el Movimiento y sus distintos niveles de
responsabilidad.
o Hacer el perfil de su misión.
o Dejarse ayudar: construir un equipo complementario con talentos y
habilidades diferentes para trabajar colegiadamente.

Ramón Acosta y Rosa Bejarano Ma-60


Encuentro de Responsables de Equipos de Andalucía Oriental 14-15 Noviembre 2009 9
La Responsabilidad y el Hogar Responsable de Equipo
- En el plano formativo12:
A) Sesiones de formación como apuesta de futuro. “La formación es una
apuesta para el porvenir del Movimiento y para su unidad. A todos los
niveles del Movimiento, la formación es indispensable, formación de los
animadores en el plan pedagógico (animación, reuniones, esfuerzos,
formación en el carisma del Movimiento, formación en la responsabilidad.
[…], formación de las nuevas parejas regionales al inicio de su mandato,
formación a recibir y a transmitir, formación por la participación de
experiencias, formación en las regiones ligadas directamente al ERI y a
los sectores aislados”13.
Los objetivos específicos de la Sesión de Formación son:
• Reflexionar sobre la misión y el espíritu del Hogar Responsable de Equipo.
• Enunciar y discutir las responsabilidades y las tareas del Hogar
Responsable de Equipo.
• Animar al enlace entre los equipos y el Sector, reforzando el conocimiento
personal entre cada hogar de enlace y los hogares responsables de los
equipos que enlaza.
Una formación (sobre la que estamos trabajando en el Equipo Satélite de
Formación hasta el 2012) que no puede ser académica sino vivencial, que
busca sacar toda la riqueza de los encuentros interpersonales de los que
somos privilegiados.
B) Encuentros de Hogares Responsables de Equipo cuyos objetivos son:
• Ayudar a descubrir los ENS y su misión en la Iglesia;
• Ser un momento de evangelización, de celebración y de formación,
contribuyendo a la unidad del Movimiento;
• Ofrecer la ocasión de contacto e intercambio de ideas y experiencias a
todos los hogares responsables de equipo participantes sobre la vida
de sus equipos;
• Transmitir las principales orientaciones del Movimiento para el año a
los equipos, por medio de sus hogares responsables.

6. FRUTOS DE ESTA RESPONSABILIDAD

a) El amor y la comunión: “Un estímulo de amor, una comunión en el Espíritu” (Flp 2,1)
Es sumamente significativo que san Pablo, cuando enumera los diferentes elementos
de los frutos del Espíritu, menciona en primer lugar el amor: “El fruto del Espíritu es
amor, alegría, paz,…” (Gal 5,22). Y, dado que por definición el amor une, el Espíritu
es ante todo creador de comunión dentro de la comunidad cristiana (cf. 2 Cor
13,13). Así, amor y comunión han de ser los primeros frutos de nuestro servicio y
responsabilidad.

12
En este sentido, el Movimiento está haciendo un gran esfuerzo a nivel internacional. Se ha constituído un Equipo
Satélite de Formación (2007-2012), formado por equipistas de distintas nacionalidades, para estudiar y profundizar
sobre la formación de los ENS como camino.
13
Reunión del Colegio del ERI, Houston 2002

Ramón Acosta y Rosa Bejarano Ma-60


Encuentro de Responsables de Equipos de Andalucía Oriental 14-15 Noviembre 2009
10
La Responsabilidad y el Hogar Responsable de Equipo
Después de que la responsabilidad nos haya enseñado a vivir la comunión dentro del
Movimiento, podremos ser agentes de comunión en el seno de la Iglesia14. Por ello,
los equipos responsables han de ser un lugar de comunión más que de colaboración.

b) El espíritu misionero: “Somos, pues, embajadores de Cristo” (2 Cor 5,20)


Tener espíritu misionero es mantener siempre la inquietud de "ir más lejos", de
buscar vías nuevas que nos acerquen a otros hogares, otros ambientes, otros países.
Pero este “ir más lejos” no sólo es en sentido espacial, sino existencialmente,
acercándonos a aquellos que más nos necesitan: los jóvenes, los mayores, los heridos
del amor, los que se desesperan, los que se sienten débiles, los que necesitan ver un
matrimonio que se ama y que ama gratuitamente, para creer en el amor de Dios.

c) La construcción del Reino de Dios: “Predicaba el Reino de Dios” (Hch 28,31)


No olvidemos nunca que nuestra responsabilidad dentro del Movimiento es un servicio
que contribuye a la construcción del Reino de Dios, en la medida en que la
ejercemos en Iglesia y en comunión con la Iglesia, apoyándonos en el carisma y en la
especificidad de nuestro Movimiento.
Así nos lo recuerda El Segundo Aliento al referir que: “el don que el Movimiento
tiene que ofrecer a la Iglesia y al mundo consiste en participar en la construcción
del Reino de Dios a partir de la nueva imagen del matrimonio cristiano”15.
Y concluyendo este punto con las palabras del padre Caffarel: “No podemos
situarnos frente al Movimiento como el inquilino frente al propietario o el empleado
frente al patrono. Debemos sentirnos miembros de un «todo», responsables de
«todo», solidarios con todos” (…) “Un Movimiento vivo es un Movimiento que está
construyéndose cada día, gracias a la acción de cada uno de sus miembros” (…)
“¡Un Movimiento se desliza hacia la muerte cuando sus miembros dejan la
mentalidad de constructores por una mentalidad de inquilinos!”16
Que podamos decir después de nuestro servicio en el Movimiento las palabras de san
Juan Crisóstomo: “’Nuestro corazón se ha dilatado’ (2 Cor 6,11). Del mismo modo
que el calor dilata los cuerpos, así también la caridad tiene un poder dilatador, pues
se trata de una virtud cálida y ardiente. Esta caridad es la que abría la boca de Pablo
y dilataba su corazón (…). Nada encontraríamos más dilatado que el corazón de
Pablo, el cual, como un enamorado, estrechaba a todos los creyentes con el fuerte
abrazo de su amor, sin que por ello se dividiera o debilitara ese amor, sino que se
mantenía íntegro en cada uno de ellos. Y ello no debe admirarnos, ya que este amor
no sólo abarcaba a los creyentes, sino que en su corazón tenían también cabida los
infieles de todo el mundo”17.
¡Que Dios nos de las fuerzas para seguir construyendo puentes hacia los demás y
contribuir a la construcción de la “Casa de los Equipos”, con nuestra acción y
oración!
Ramón Acosta y Rosa Bejarano, Ma-60

14
ERI, La responsabilidad en los ENS, 1993
15
ENS, El Segundo Aliento, 1988
16
CAFFAREL, H., Editorial “Constructores o inquilinos”, Febrero 1966
17
SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. 2 Cor, 13

Ramón Acosta y Rosa Bejarano Ma-60


Encuentro de Responsables de Equipos de Andalucía Oriental 14-15 Noviembre 2009
11

You might also like