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Prof. Arturo Sabino F.

TEMA 4

LA SEPARACIÓN DE LOS PATRIMONIOS DEL DE CUJUS Y DEL


HEREDERO. Concepto. Condiciones para que se verifique la separación. Efectos.
Caducidad del derecho de separación.

1.- Concepto
Por razones de equidad el legislador ha querido proteger y amparar a los
acreedores y legatarios de la herencia de la confusión de patrimonios que se origina al
aceptar la herencia pura y simple el heredero, para el caso de que el heredero esté tan
gravado de pasivos, que haga temer que el activo sucesoral no alcance para satisfacer a
aquéllos: tal es la finalidad del instituto de la separación de los patrimonios del de cujus
y del heredero –usualmente denominado separación de patrimonios (bonorum separatio)
previsto y reglamentado en los artículos 1.049 al 1.059 del CCV.
La separación de los patrimonios del de cujus y del heredero, en la mayor parte
de las legislaciones vigentes en la actualidad, si bien conserva ciertas reminiscencias del
derecho Romano, está fundamentalmente concebida de acuerdo con el sistema antiguo
derecho Francés. De ahí que por su naturaleza, es un simple derecho de preferencia que
se reconoce al acreedor o al legatario separatista, respecto de los acreedores particulares
del heredero, a los fines de hacer efectivo su crédito o su legado con el patrimonio
hereditario.
¿Quienes son titulares de pedir la separación de patrimonios?
Son única y exclusivamente los acreedores de la herencia; es decir: los
acreedores del de cujus y los legatarios (art. 1.049 CCV). En todo caso, dicha facultad
corresponde a todo acreedor de la sucesión.
Pueden ser:
• los acreedores puros y simples
• los acreedores a término o bajo condición.
• Los acreedores cuyo crédito no es todavía líquido.
• Los acreedores cuyos derechos son simplemente accesorio (el acreedor de la
obligación de un tercero, afianzada por el causante)
• Los acreedores cuyos derechos están en discusión (art. 1.058 CCV)
• Los acreedores quirografarios, como también los privilegiados y los demás que
tienen alguna garantía especial sobre los bienes de la herencia, ya que la misma
podría resultar insuficiente para cubrir totalmente el crédito en cuestión (art.
1.049 CCV).

En cuanto concierne a los Legatarios, conviene recordar que la titularidad sobre el bien
objeto de la institución les pasa recta vía del de cujus, sin intervención del heredero. En
consecuencia, el heredero no adquiere del causante la propiedad de los bienes que
constituyen objeto del legados instituidos en beneficios de terceras personas; y siendo
ello así, cuando dicho objeto es un inmueble que se encuentra en la herencia y ha sido
debidamente individualizado (porque siempre lo estuvo o porque lo fue –de hecho-
después de la apertura de la sucesión), el legatario puede perseguirlo, sea quien fuere su
detentador, mediante la acción reivindicatoria.-

El legatario realmente no tendría algún interés en solicitar la separación de


patrimonios, sino en los siguientes casos:
a) Cuando el objeto de su legado sea un bien inmueble que esté
debidamente individualizado (inmueble determinado sólo in
genere, que no ha sido todavía concretado; legado alternativo,
mientras no se ha efectuado la escogencia; etc.; y
b) Si el objeto de su legado es un bien mueble.

Ya que en una u otra situación los acreedores personales del heredero podrían pretender
cobrarse con los bienes que aparecen en la misma (aunque jurídicamente no pertenezcan
al heredero) y entonces ya no le sería posible al legatario perseguirlos.-
Ahora bien, aunque no saque provecho mayor, nada impide al legatario de un inmueble
perfectamente individualizado y que existe en el patrimonio del testador cuando se
apertura la sucesión, pedir la separación de patrimonios del de cujus y del heredero,
toda vez que la ley no se lo prohíbe en forma alguna y que no se trata de un
procedimiento contencioso.-

2.- Condiciones para que se Verifique la Separación

Para que se verifique la separación de patrimonios, es indispensable:

a. Que sea pedida por los acreedores de la herencia y legatarios tal como lo
estatuye el artículo 1.049 del CCV, que dispone: “Los acreedores de la herencia
y los legatarios pueden pedir la separación del patrimonio del de cujus y del
heredero, aún cuando tengan una garantía especial sobre los bienes de la
herencia.
De acuerdo con esta norma, corresponde pedir la separación, indistintamente a
los acreedores y legatarios aun cuando tengan otra garantía cualquiera sobre los
bienes del de cujus porque la separación puede producir efectos más ventajosos
que los de la garantía.

b. Que los acreedores y legatarios no hayan aceptado al heredero por deudor (art.
1.051 del CCV), en este caso, afirma Florencio Ramírez, en su obra Anotaciones
de Derecho Civil, Tomo II, Pag. 305– que “el heredero es el deudor, no la
herencia”. No se trata de una verdadera novación, sino de una renuncia
implícita a obtener la separación, pero importa advertir que quien pide la
separación, por consiguiente al heredero como mero detentador de los bienes
hereditarios, no renuncia al derecho de proceder contra el heredero como
continuador de la persona del difunto deudor, porque si los bienes sucesorios no
bastan al pago de las deudas, el heredero, caso de no haber aceptado la herencia
a beneficio de inventario, deberá pagarla de su propio patrimonio.

c. Que se solicite en el terminó establecido por la ley (art. 1.052 del CCV)

Oposición a la solicitud de Separación

La petición de separación puede ser contradicha por el heredero o sus acreedores por
las causas siguientes:
• Porque se haya introducido la solicitud después de vencido el termino legal,
o sea, cuatro (4) meses, contados a partir del momento de la apertura de la
sucesión.
• Porque niega a los acreedores hereditarios que soliciten la separación el
carácter de tales o se nieguen los créditos que reclamen.

3.- Efectos de la Separación de Patrimonio del de cujus y del Heredero.

Los efectos que produce la separación de patrimonios, son:

1. Que los acreedores del causante que demandaron el beneficio de la Separación


de Patrimonio pueden cobrar sus créditos en primer lugar con el patrimonio
hereditario y subsidiariamente con el patrimonio del heredero cuando este haya
aceptado la herencia a él deferida pura y simple, del mismo modo que los
acreedores personales del heredero pueden proceder en primer lugar contra el
patrimonio del heredero y subsidiariamente contra lo que quede del patrimonio
hereditario. La separación de patrimonio no deja sin efecto, no elimina la
aceptación pura y simple de la herencia por parte del heredero quién continuará
respondiendo de las deudas del causante, ya que el hecho de esta separación es
moralizar la responsabilidad configurando dos criterios de preferencia o
prelación crediticia.

2. Que el heredero no puede pagar a sus acreedores particulares ni éstos exigirle el


cobro con los bienes que integran el patrimonio hereditario, ni con los frutos de
éste, hasta que hayan sido satisfecho los acreedores del causante y los legatarios,
es decir, previa exclusión de los bines relictos. Inversamente, los acreedores del
causante no podrán perseguir los bienes particulares del heredero, hasta que los
acreedores personales de éste queden satisfechos con tales bienes.

3. Que las relaciones jurídicas de crédito o derivados de derechos reales limitados


entre el causante y el heredero no se extinguen cuando el titular del crédito o
derecho fuere el causante, pero sí se extingue cuando el titular sea el propio
heredero.
La razón de este trato diferencial es que la separación opera únicamente
en beneficio de los acreedores del causante y legatarios, mas no del heredero, ya
que si bien éste era a su vez acreedor del causante, su carácter de heredero del
mismo impone la extinción de su crédito por confusión, pudiendo solamente
evitarla mediante la aceptación de la herencia a beneficio de inventario, cosa que
no ha hecho en nuestro caso, pues ha aceptado la herencia pura y simple.

4. Que la separación de patrimonio opera exclusivamente a favor de los acreedores


del causante que la hayan impetrado, a quienes llamaremos separatistas.
En este punto conviene examinar uno de los problemas más importantes que suscita
la separación sucesoria, esto es, determinar:

4.1Las relaciones entre los diversos separatistas entre sí, se distinguen los
siguientes efectos:
• Entre los acreedores quirografarios de la herencia y legatarios, no crea
ningún derecho de preferencia, a favor de unos respecto a otros, por el
hecho de pedir unos primeros y otros después la separación, por tanto,
los derechos de estos acreedores y legatarios separatistas son iguales,
siempre y cuando se hayan ejercitado dentro del plazo perentorio de los
cuatro (4) meses útiles, a contar desde el momento de la apertura de la
sucesión. De lo expuesto se advierte, que el acreedor quirografario que
ha iniciado procedimiento ejecutivo, no es por esto preferido a los otros
que se asocien después a la ejecución, sino que todos concurren juntos.

• La separación no altera la condición jurídica originaria de los títulos


respectivos ni sus derechos de prelación (art. 1.057 del CCV), por tanto
cuando existan entre los acreedores separatistas, acreedores
privilegiados, bien sea por la naturaleza propia del crédito o porque
estaba provisto de hipoteca, es evidente que estos acreedores
privilegiados conservan sus derechos de prelación y persecución contra
quien quiera que los detente.
• Entre los mismos separatistas, los acreedores van antes que los legatarios
(art. 1050 del CCV)

4.2 Las relaciones entre los separatistas y los terceros que adquirieron del
heredero derechos sobre las cosas hereditarias con anterioridad a la
separación.
En lo que se refiere a los efectos del beneficio de separación de patrimonios, para el
caso de que los herederos hayan vendido o hipotecado a terceros derechos sobre cosas
hereditarias con anterioridad a la separación, pero dentro de los cuatro (4) meses útiles
para que estos ejerciten la separación, debemos distinguir entre bienes muebles y bienes
inmuebles.

Respecto a los bienes muebles tenemos:

 El derecho a la separación en lo relativo a los bienes muebles ya enajenados por


el heredero, comprende únicamente el precio no pagado todavía (art. 1.055 del
CCV); por consiguiente, corresponde a los acreedores señalar las cosas muebles
y el valor por el cual fueron vendidas, para poder ejercer sobre ese precio el
derecho de separación. Por el contrario, cuando el precio se pagó antes de la
solicitud y formalidades antes dichas, el derecho de los acreedores fenece
respecto del valor.
Esta norma además plantea la cuestión de buena o mala fe por parte del
adquiriente, ya que el tercero no adquiere los bienes de un simple poseedor, sino
de un verdadero propietario, como lo era el heredero, así pues, los separatistas
no pueden accionar contra los terceros adquirientes de las cosas muebles
hereditarias a objeto de recuperarlas, ya que en este caso, por disposición
expresa de la norma antes citada, el derecho a la compensación comprende el
precio de la enajenación hecha por el heredero si no lo hubiese pagado todavía.
Cabe manifestar, que a los muebles singulares se aplica el principio de que no
pueden reivindicarse contra el poseedor de buena fe en virtud de que la posesión
vale título (art. 794 del CCV); pero la reivindicación sí es admitida cuando se de
una universalidad de muebles y precisamente una universalidad de hecho.
 Los acreedores y legatarios separatistas deben respetar los derechos reales
constituidos por el heredero antes de la separación sobre muebles hereditarios,
por ejemplo, si el heredero había dado muebles en prenda a un acreedor suyo,
éstos mantendrán el vínculo pignoraticio.

En cuanto a los bienes inmuebles tenemos:

 Las enajenaciones o hipotecas efectuadas por el heredero sobre ellos aunque


inscritas antes de la separación, deben ceder paso al derecho de los separatistas
que, aun cuando sea posteriormente a ellas, pero siempre dentro del termino útil
para pedir la separación, es decir, debe considerarse como no verificada o
constituida respecto a los acreedores separatistas, tal como lo establece el
artículo 1.056 del CCV (leer).
 En caso de obtenida sentencia, favorable pasada en autoridad de cosa juzgada, si
yo, acreedor del heredero, fuese a inscribir hipoteca judicial sobre los herederos
de él. Los separatistas aunque posteriores en fecha a la inscripción de su vínculo,
prevalecerán sobre mí.

En conclusión, por disposición expresa del artículo 1.056 del CCV, los
acreedores originarios del heredero y los del de cujus no separatistas no podrán
ejercitar ninguna acción por la enajenación de los inmuebles hereditarios hechas
por el heredero; en cambio sí pueden dentro del plazo perentorio de los cuatro
meses útiles, perseguirlos los acreedores separatistas, aún estando en manos de
terceros adquirientes.

4.3 Las relaciones entre los acreedores del causante que han obtenido la
separación y los que no la han obtenido, pugnan dos criterios, a saber:

• Criterio Absoluto: de acuerdo a este criterio los acreedores del


causante que no obtuvieron la separación de patrimonio quedan
reducidos a la condición misma de los acreedores del heredero, por
tanto, no pueden perseguir los bienes de la herencia hasta que los
acreedores separatistas hayan satisfecho totalmente sus créditos, es
decir, pueden ir en concurrencia con los acreedores del heredero
contra lo que queda del patrimonio hereditario.
• Criterio Relativo: de acuerdo a este criterio sostiene que los
acreedores del causante no separatistas concurren a la herencia con
los separatistas, pero sujetos a la concurrencia de los acreedores
personales del heredero. Este criterio no es el acogido por nuestra
legislación vigente.

4.4 Las relaciones entre los acreedores del causante y los Legatarios:

En este caso los primeros (acreedores del causante) tienen un derecho


preferente para el cobro de sus créditos respecto de los segundos
(legatarios), sean o no, estos últimos separatistas.
Afirma Biondi –en su obra Diritto Hereditario Romano, pag. 375 –los
Legatarios separatistas pueden ser satisfechos sólo después que los
acreedores del causante (aunque no sean separatistas) lo hayan hecho. La
separación de patrimonio hace que los legatarios sean preferidos a los
acreedores del heredero, pero los acreedores del causante son preferidos a
los legatarios.

4.5 Las relaciones entre los Legatarios separatistas y los Legatarios no


separatistas.

Los Legatarios separatistas tienen un derecho de prelación respecto a los


no separatistas, pero entre los legatarios separatistas no crea ningún
derecho de prelación, a favor de unos respectos a otros, por el hecho de
pedir primero unos la separación de patrimonio y otros después.

4.- Caducidad o Término del Derecho de Separación.

Con respecto al termino para hacer valer el derecho a la separación, de


patrimonios, dispone el artículo 1.052 del CCV, que: El derecho a pedir la separación
no puede ejercerse sino dentro del perentorio plazo de cuatro (4) meses” y deberá
pedirse naturalmente en el lugar en que ella se abre. No prevé esta norma, el caso de que
el acreedor ignore la muerte de su deudor (de cujus), por lo que está expuesto a perder
la oportunidad legal de reclamarlo, pues supone que el acreedor debe estar al corriente
del estado de su deudor. La brevedad de este término es más injustificable cuando se
trata de legatarios, que pueden ignorar que han sido favorecidos en los testamentos del
causante.
Este término se declara perentorio y consecuencialmente no es suceptible de
prórrogas y corre aún respecto y en daño de menores emancipados, de entredichos por
enfermedad mental, de militares en servicio activo en tiempo de guerra, etc.
De modo que vencido ese plazo sin que se haya ejercido el derecho de
separación los patrimonios se confunden y ya no se puede separar lo que por efecto de
la confusión se ha hecho inseparable.

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