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CASO
JUANA OLÍN
v.
INDICE
BIBLIOGRAFÍA 4
ABREVIATURAS 12
APERSONAMIENTO 14
ANÁLISIS LEGAL 20
I. ADMISIBILIDAD 20
II. COMPETENCIA 20
d CADH). 22
2
Equipo Nº108
Juana Olín. 31
Federal. 37
Juana Olín. 38
PETITORIO 43
3
Equipo Nº108
BIBLIOGRAFÍA
Reeducación del Menor, sentencia de 2 de septiembre de 2004; Caso de las Niñas Yean y
noviembre de 2005.
4
Equipo Nº108
Stalla Costa v. Uruguay, Comunicación Nº198/1985; Caso Broeks v. Los Países Bajos,
5
Equipo Nº108
Lindgren and L. Holm, A. and B. Hjord, I. Lundquist, L. Radko and E. Stahl v. Sweden,
Comité DESC
Comité CERD
6
Equipo Nº108
Comité CEDAW
1997.
· Casos: Railway Express Agency v. New York, 1949; University of California Regents v.
Educación.
7
Equipo Nº108
· ONU, Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Gender Dimensions of
· ONU, Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y
the United Nations Tirad Decade to Combat Racism and Racial Discrimination, New
· ONU, Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos,
Doctrina
1990.
8
Equipo Nº108
International Covenant on Civil and Political Rights”, en E.H.R. Law Review, Vol. 8,
2003.
Rights Obligations: The United Kingdom and article 26 of The International Covenant on
· COHN, Marjorie, “Affirmative Action and the Equality Principle in Human Rights
· DWORKIN, Ronald, “The Court and the University”, en The New York Review of
· FISCUS, Ronald, The Constitutional Logic of Affirmative Action. Duke University Press,
9
Equipo Nº108
· LEWIS, Hope, Global Intersections: Critical Race Feminist Human Rights and
Inter/National Black Woman, ponencia presentada en Law, Feminism & the 21st Century
1996.
· NOWAK, Manfred, U.N. Covenant on Civil and Political Rights, CCPR Commentary,
· NOWAK, Manfred, “The right to education”, en Economic, Social and Cultural Rights,
10
Equipo Nº108
Constitutional Inquiry, Yale University Press, New Haven and London, 1991.
· Affirmative Action: A Global Perspective, Global Rights, Partners for Justice, 2005.
· Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
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Equipo Nº108
ABREVIATURAS
Mujer.
Discriminación Racial.
Comité CEDAW - Comité para la Eliminación de todas las Formas Discriminación contra la
Mujer.
12
Equipo Nº108
OC – Opinión Consultiva.
13
Equipo Nº108
APERSONAMIENTO
presente caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante la Corte) con
Humanos (en adelante la Convención), el artículo 13 del Protocolo de San Salvador (en
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (en adelante
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Equipo Nº108
independencia en el año 1811. Durante los trescientos ochenta años previos a aquel hito, más
de 15 millones de personas fueron traídas como esclavos desde África, lo que le permitió
industria. Estas disparidades llevaron al país a adoptar una estructura federal, con el objeto de
dar autonomía a los gobiernos regionales y dejar al gobierno central ciertas funciones básicas.
3. La Constitución vigente desde 1988 establece que las constituciones de cada provincia
positiva que garanticen la igualdad y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por
grave en la provincia de Rivera del Norte, la más pobre y con el mayor número de
afroiberolandeses del país. Hasta 1922 existía un sistema educativo segregado en todos los
niveles. Luego, y pese a que fue integrado de jure el sistema educacional de esta provincia, se
15
Equipo Nº108
procedió a asignar recursos diferenciadamente entre los distritos escolares con población
79.3% del presupuesto educativo para apenas el 50.4% de los estudiantes. Paralelamente, los
7. De este modo, la gran mayoría de los niños afroiberolandeses se ha visto forzada a asistir a
distritos escolares de escasos recursos que sólo pueden proporcionarles una educación
deficiente: sin suficientes maestros, con tres veces más alumnos por clase que en los distritos
los años 2002, 2003 y 2004 entre el 2,8 y el 4,6%, y entre ellos, la primera mujer
9. Reformas del Presidente Juan Achebe: En 1996 por primera vez ganó la presidencia de
entre los diversos sectores raciales. Destaca la Ley Nº678, adoptada por el Congreso federal
en 1999 y que entró en vigor en el año lectivo 2000, uno de cuyos objetivos es la promoción
10. En su Art. 45, esta ley dispuso: “En todas las instituciones de educación superior públicas,
16
Equipo Nº108
estudiantes afrodescendientes. Para ser considerado, los candidatos deberán haber superado
los requisitos mínimos en materia de grados académicos, examen escrito y entrevista oral”.
del Norte contempla un cupo de 250 lugares para ingresar por año, declarado constitucional
por la Corte Suprema de Justicia Federal. Su sistema de admisión exige la evaluación del
examen general de ingreso. La selección final se realiza entre los postulantes que hayan
sobrepasado los tres rubros. La aplicación de este sistema ha resultado en que, en los últimos
admisión de estudiantes del año 2000, siendo la única provincia de Iberolandia que no aplicó
dicha normativa. Pese a las gestiones del gobierno central instando a que se diera aplicación a
esta Ley en Rivera del Norte, las autoridades provinciales argumentaron que, conforme a la
el sistema de cupos era inconstitucional por ser discriminatorio y que no estaba obligada a
13. De esta manera, durante el proceso de postulación del año 2000 continuaron aplicando el
sistema tradicional de admisión, otorgando, sin embargo, una mayor valoración a los
resultados de la entrevista oral. Bajo este sistema, en el año 2000 sólo fueron admitidos 10
afrodescendientes para el cupo de 250, pese a que 97 tenían las calificaciones mínimas.
14. La situación de Juana Olín: Juana Olín es una joven afroamericana de 18 años de edad
que vive en Murano, capital de Rivera del Norte, donde asistió a la escuela en uno de los
17
Equipo Nº108
a su alto rendimiento académico, Juana fue becada por los programas instaurados por el
15. Juana Olín postuló a la Universidad de Rivera del Norte para ingresar en el año 2000. Sus
notas académicas fueron superiores al mínimo exigido, y similares a las de los estudiantes que
entrevista personal. Pese a este rendimiento, Juana Olín no fue admitida en la Universidad. En
la entrevista personal, por lo que fue ésta la evaluación determinante para negar a Juana Olín
el ingreso a la Universidad. Juana fue una de los 97 afrodescendientes que integraron la lista
de los 137 postulantes que, habiendo aprobado los requisitos mínimos, no fueron admitidos.
16. Al habérsele denegado el ingreso, en lo que considera una contravención de la Ley Nº678,
Juana Olín interpuso una acción de amparo. Juana solicitó que la Corte Suprema declarara lo
siguiente:
- Que el estado federal estaba facultado para legislar en materia de promoción de la igualdad,
argumentos, solicitó declarara que la Provincia de Rivera del Norte estaba obligada a adoptar
un sistema de acción afirmativa similar al del nivel federal para ingresar a su universidad.
18. El 15 de marzo de 2002 le fue notificado el fallo adverso de la Corte Suprema, en el que
se rechazaban todas las pretensiones planteadas por Juana Olín. El máximo tribunal estimó
que las autoridades públicas podían adoptar medidas de acción afirmativa incluyendo el
establecimiento de cupos, pero sin alterar el reparto de competencias entre los órganos de la
federación y los órganos provinciales. Consideró que la Ley Nº678 al legislar sobre el ámbito
18
Equipo Nº108
educativo universitario invadió la esfera privativa de las provincias, por lo que declaró, con
efecto erga omnes, que dicha ley era inconstitucional. Agregó que si bien era deseable la
adopción de acciones afirmativas, Juana no tenía un derecho a exigir aquello por no existir un
19
Equipo Nº108
ANÁLISIS LEGAL
20. Iberolandia no interpuso excepción preliminar alguna durante el proceso ante esta
Comisión, razón por la cual debe considerarse precluída su oportunidad para interponerlas. En
vista que las decisiones de inadmisibilidad son definitivas para los peticionarios, las de
I. ADMISIBILIDAD
todos los requisitos exigidos por el Art. 46 de la CADH y los Arts. 31, 32 y 33 del
meses para interponer la petición ante la Comisión, pues ésta fue presentada el día 10 de
de los derechos materia de este juicio le fue notificada el 15 de marzo de 2002. Asimismo, no
II. COMPETENCIA
22. La Corte es competente para conocer el presente caso. Se han cumplido los
regular el informe previsto por el Art. 50, lo remitió al Estado y dada la falta de una solución
amistosa, se ha presentado el asunto ante la Corte dentro del plazo contemplado en el Art. 51
de la Convención.
1
CrIDH, Caso Loayza Tamayo, voto razonado Juez Cançado Trindade, párr. 7 y 8; Caso Castillo Páez, voto
razonado Juez Cançado Trindade, párr. 7.
20
Equipo Nº108
28 DE LA CADH.
DE SAN SALVADOR.
24. El Estado de Iberolandia ratificó el Protocolo en 1989. Este Protocolo en su Art. 19.6
establece que en caso de una violación al Art. 13 directamente imputable a un Estado Parte,
25. El Estado de Iberolandia ratificó esta Convención en 1998. Este tratado en su Art. 12
señala que cualquier persona o grupo de personas puede presentar a la Comisión denuncias o
regla general, el sometimiento del caso ante la Corte 3 . Por lo tanto, si el Art.12 de la
Convención Belém do Pará no contempla excepción ni limitación alguna a las normas que
26. La integridad del sistema interamericano de protección de los Derechos Humanos exige
salvo contadas excepciones, aquello que pueda realizar la Comisión, en tanto órgano
preparatorio de la jurisdicción contenciosa de la Corte, podrá ser efectuado también por esta
2
CADH, Arts. 41-51. Ver también, Reglamento de la CIDH Art. 44 y Estatuto de la CIDH. Art. 19.
3
Ver modificaciones al Reglamento de la CIDH realizadas durante los períodos ordinarios de sesiones 116º y
118º, que reemplazaron las palabras “podrá someter el caso” por “someterá el caso a la Corte salvo por decisión
fundada de la mayoría absoluta de los miembros de la Comisión”.
21
Equipo Nº108
última 4 , lo que supone interpretar los requisitos procesales “en el sentido más favorable a la
resolución de las cuestiones de fondo en sentencia” 5 . A este respecto, no debe olvidarse que la
mujeres 6 , cuestión plenamente concordante con el objetivo principal impuesto por la CADH a
27. La CADH, el Protocolo y la Convención Belém do Pará forman parte de un mismo corpus
integral. Deberá recogerse cada avance de los instrumentos internacionales que permitan
alcanzar el mayor grado de protección para los titulares de estos derechos 8 . De allí que sea
pertinente invocar ante esta Honorable Corte tratados tales como la CERD, CEDAW, el
Convención de Viena.
28. Del mismo modo, la doctrina ha señalado que "No es posible, pues, intentar aplicar un
4
CrIDH, Asunto de Viviana Gallardo y otras, voto razonado del Juez Piza Escalante a la Decisión de 13 de
noviembre de 1981, párr. 10.
5
Ibidem, voto salvado del Juez Piza Escalante a la Resolución de 8 de septiembre de 1983, párr. 22 (Las cursivas
son nuestras).
6
MEDINA, Cecilia, Derechos Humanos de la Mujer ¿Dónde estamos ahora en las Américas?, Artículo
traducido al castellano por el Centro de Derechos Humanos, Facultad de Derecho, Universidad de Chile, págs.
10 y 19.
7
CADH, Art. 41.
8
CANÇADO TRINDADE, Antonio, El Derecho Internacional de los Derechos Humanos en el siglo XXI,
Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2001, págs. 35 y 38.
22
Equipo Nº108
interpretar un tratado, las otras fuentes de derecho que pueden haberlo sucedido, aclarándolo o
complementándolo" 9 .
ART. 24 DE LA CADH EN RELACIÓN CON LAS OBLIGACIONES IMPUESTAS POR LOS ARTS.
igual protección de la ley y una prohibición de discriminación 13 , ámbitos que deben ser
9
MEDINA, Cecilia, El Derecho Internacional de los Derechos Humanos, Sistema Jurídico y Derechos
Humanos, Escuela de Derecho Universidad Diego Portales, Santiago, 1996, pág. 76.
10
En este sentido véase DULITZKY, Ariel, Algunas Reflexiones sobre una Futura Convención Interamericana
contra la Discriminación Racial y Todas las Formas de Discriminación, Washington DC, 29 de noviembre de
2005, Parte introductoria.
11
CrIDH, OC- 4/84, Propuesta de Modificación a la Constitución Política de Costa Rica, 19 de enero de 1984,
párr. 55.
12
CrIDH, OC- 18/03, Condición Jurídica y Derechos de los Migrantes Indocumentados, 17 de septiembre de
2003, párr. 101. Ver también CIJ, Barcelona Traction Light and Power Company, 1970, párr. 33-34; Legality of
the Threat or Use of Nuclear Weapons, 8 de julio de 1996, párr. 79. Asimismo, McKEAN, Warwick, Equality
and Discrimination under International Law, Capítulo XV, Clarendon Press, Oxford University Press, 1983,
págs. 264-284.
13
CrIDH, OC-18/03, op. cit., nota 12, párr. 83. Ver también, CHOUDHURY, Tufyal y MOON, Gay,
“Complying with its International Human Rights Obligations: The United Kingdom and article 26 of The
International Covenant on Civil and Political Rights” en E.H.R. Law Review, 2003, Vol. 8, págs. 284-285.
Asimismo, NOWAK, Manfred, U.N. Covenant on Civil and Political Rigths, CCPR Commentary. N.P. Engel
Publisher, 1993, págs. 466-479. Ver también, CERD, Art. 1(1).
23
Equipo Nº108
en el Art. 1(1) de la CADH. Esta disposición impone al Estado tanto el deber de abstenerse de
también la obligación de emprender las acciones necesarias para hacer efectivo este derecho,
respecto de toda persona sujeta a su jurisdicción y con total prescindencia del diseño
que se base en determinados motivos, como la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la
nacimiento o cualquier otra condición social, y que tengan por objeto o por resultado anular o
internacional, exigiendo para su utilización un escrutinio más estricto y una carga probatoria
mayor, que debe ser proporcionada por el Estado. Este es el caso de la raza 15 .
32. Esta Comisión considera pertinente destacar que la prohibición de discriminación abarca
tanto la discriminación directa, como la indirecta. Esto supone que brindar un tratamiento
razonable 16 .
14
CDH, Observación General Nº18, La No Discriminación, 1989, párr. 7.
15
BAYEFSKY, Anne, “El Principio de Igualdad o No Discriminación en el Derecho Internacional”,
Originalmente publicado en Human Rights Law Journal, Vol.11, Nº1-2, 1990, págs. 18-23.
16
ONU, ECOSOC, Comisión de Derechos Humanos. Estudio analítico del Alto Comisionado para los Derechos
Humanos sobre el Principio Fundamental de la No Discriminación en el marco de la Globalización, párr. 12.
Ver también, BAYEFSKY, Anne, op. cit., nota 15, pág. 11. Ver también, Oficina en Colombia del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Derecho Internacional de los Derechos
Humanos. Normativa, Jurisprudencia y Doctrina de los Sistemas Universal e Interamericano, Volumen III,
Tercera Edición, Bogotá, agosto de 2003, pág. 942.
24
Equipo Nº108
33. La discriminación indirecta tiene lugar cuando una norma o medida en apariencia neutral
personas que forman parte de un grupo determinado, sin que dicha medida pueda justificarse
de manera objetiva y razonable 17 . Esta forma de discriminación pone de manifiesto que dar
resultados discriminatorios 18 .
34. El mecanismo que determina el ingreso a la única Universidad Pública de Rivera del
35. En un mundo ideal, podría pensarse que este mecanismo de admisión permite evaluar el
desempeño y aptitud de los postulantes, haciendo posible la selección de los estudiantes mejor
calificados 19 . No obstante, aquel mecanismo que en abstracto parecía neutral (en el sentido de
aplicable a todos sin distinción) vuelve la espalda a la realidad de Rivera del Norte y, en esa
medida, se desentiende de las desiguales condiciones que existen entre jóvenes blancos y
afroamericanos 20 .
36. En el caso sub judice, es imprescindible recordar las sucesivas formas de discriminación
en la esfera de la educación, a las que han sido sometidos los afroamericanos: prohibición
17
Véase en este sentido CDH, Pohl v. Austria, Comunicación Nº1160/2003, párr. 9.4; Althammer et. al. v.
Austria, Comunicación Nº998/2001, párr. 10.2.
18
ONU, ECOSOC, op. cit., nota 16, párr. 12.
19
En este sentido véase, SABA, Roberto, “(Des)igualdad estructural”, en Revista Derecho y Humanidades Nº11,
Facultad de Derecho, Universidad de Chile, 2005, pág. 142 y sgtes.
20
En este sentido véase FISS, Owen, “Grupos y la Cláusula de la igual protección” en GARGARELLA,
Roberto, Derecho y Grupos Desaventajados, Editorial Gedisa, 1999, pág. 147 y sgtes.
25
Equipo Nº108
formación primaria y secundaria recibida por los estudiantes blancos, respecto de la otorgada
a los afroiberolandeses.
37. En una realidad caracterizada por un largo historial de segregación racial, seguido de una
38. La Comisión hace presente que una entrevista personal, como parte del sistema de
selección es, en esencia, un método de carácter subjetivo, puesto que da lugar a valoraciones
inclinaciones o prejuicios personales. Otorgar este amplio margen de discreción a aquel que
determina quiénes son admitidos en la Universidad en una realidad como la de Rivera del
Norte -caracterizada por una constante marginación de los afrodescendientes y por mantener a
este sector de la población en una condición menoscabada- permite dar cabida a juicios
regulaciones que permitan controlar la manera en que se realiza dicha entrevista y la forma en
39. La Comisión hace suya las palabras de la Corte al señalar que “en la práctica y dado el
amplio margen para la evaluación que inevitablemente rodea a pruebas o exámenes como
[éstos] tales procedimientos pueden llegar a ser vehículo para juicios subjetivos y arbitrarios,
21
Véase en este sentido, Comité CERD, Caso Narrainen v. Norway, 1991, “El peticionario sostiene que no
podría haber obtenido un juicio imparcial ya que ‘todos los miembros del jurado provenían de una cierta parte de
Oslo donde el racismo está en su cúspide’(...) El Comité recomienda al Estado Parte que en casos criminales
como el examinado, se preste una debida atención a la imparcialidad de los jueces, en concordancia con los
principios que subyacen al artículo 5(a) de la Convención” (Traducción libre), párr. 3.1 y 10.
22
CrIDH, OC-4/84, op cit., nota 11, párr. 63.
26
Equipo Nº108
40. En el año 2000 Juana Olín, al igual que otros 86 afroiberolandeses, no fue admitida en la
Universidad de Rivera del Norte, engrosando la lista de los 137 postulantes que superaron los
requisitos mínimos de ingreso y que, sin embargo, fueron excluidos. Las autoridades
correspondientes determinaron que, del total de 250 alumnos aceptados, sólo 10 fueran
afrodescendientes 23 .
41. El impacto desproporcionado que recae sobre los afroiberolandeses se refleja, por una
educación superior en Rivera del Norte (en los últimos diez años, el porcentaje de ingresantes
hizo tan solo en 1978). Este impacto se aprecia también en el proceso de admisión del que fue
parte Juana Olín, en que sólo 10 afrodescendientes fueron aceptados para un total de 250
cupos, pese a que 97 habían obtenido las calificaciones mínimas. Esta consecuencia de
42. A este respecto, la Comisión hace presente que, la aportación de estadísticas veraces,
del Norte en los últimos 10 años, en el escenario descrito, constituye evidencia suficiente de
las consecuencias discriminatorias denunciadas por esta Comisión, debiendo ser el Estado
43. En el contexto de Rivera del Norte, caracterizado por agudas disparidades en la esfera de
la educación, la sola idea de que los afroamericanos podrán enfrentar el proceso de admisión
23
Ver supra Exposición de los Hechos, párr. 13.
24
Véase CrEDH, D. H and others v. Czech Republic, sentencia de 7 de febrero de 2006, Opinión Disidente del
Juez Cabral Barreto: “En la actualidad, en algunas ‘escuelas especializadas’ los romaníes conforman entre el
80% y 90% del número total de alumnos. En mi opinión, esto da cuenta de un conocimiento expreso de parte del
Estado de las prácticas discriminatorias denunciadas por los peticionarios” (Traducción libre). Ver también
Comité CERD, Recomendación General Nº 14, La Definición de Discriminación, 1993, párr. 2.
25
Una argumentación similar puede apreciarse en CrEDH, D. H and others v. Czech Republic, op. cit., nota 24,
párr. 43.
27
Equipo Nº108
en igualdad de condiciones con los postulantes blancos, carece de toda razonabilidad 26 . Las
autoridades que regularon el acceso a la Universidad, en la medida que con las evaluaciones
allí establecidas brindaban un trato indistinto a desiguales, debieron prever que su aplicación
admisión a la Universidad, debió tener en cuenta los efectos que éste produciría en la realidad
en la que se aplicaría.
44. Tampoco existe finalidad alguna o interés social que el Estado pueda invocar para
desea enfatizar que el Estado, para efectos de superar la exigencia de razonabilidad relativa a
por estar comprometida una de las categorías sospechosas por excelencia: la raza.
45. La Comisión observa que en el proceso de admisión del cual fue parte la víctima, la
autoridad pública no sólo contempló la existencia de una entrevista personal como uno de los
exámenes de ingreso, sino que otorgó mayor ponderación a la entrevista personal 28 . Al ser
los desfavorecen.
46. De acuerdo a la ponderación que las autoridades decidieron aplicar, el mecanismo que
dirimió el ingreso a la Universidad entre postulantes que habían superado los tres requisitos
Olín era similar al que tenían los estudiantes que sí fueron aceptados en la Universidad, lo que
26
En este sentido véase DAYS, Drew, “Acción Afirmativa” en GARGARELLA, Roberto, op. cit., nota 20, pág.
46.
27
Véase BAYEFSKY, Anne, op. cit., nota 15, “El hecho de no tomar en cuenta diferencias pertinentes o bien el
otorgamiento de un trato idéntico a personas desiguales es tan discriminatorio como tratar a personas iguales de
manera diferente”, pág. 11.
28
Respuesta aclaratoria Nº5.
29
Ver supra Exposición de los Hechos, párr. 15.
28
Equipo Nº108
resultado insuficiente que obtuvo en dicha entrevista. Esta exclusión afectó también a la
mayoría de los postulantes afroiberolandeses, cuestión que indica que, en la práctica, aquella
47. La Comisión ignora si esta mayor ponderación se enmarca en una decisión motu propio de
la autoridad o si se trata de una atribución que le fue conferida por ley. No obstante, existen
fundamentos suficientes para configurar una violación de la igualdad ante la ley en cualquiera
de las dos hipótesis. En efecto, en el primer supuesto, Juana Olín sería víctima de una
aplicación arbitraria de la ley 30 , mientras que en el segundo evento su derecho sería lesionado
48. Como ya fue argumentado, la exclusión de Juana Olín fue definida por los prejuicios
particularmente grave, en la medida que actos de esta naturaleza suelen “dañar la percepción
30
Véase CrIDH, OC-18/03, op. cit., nota 12, “Es menester que los órganos o funcionarios de cualquier poder
estatal (...) ejerzan sus funciones o realicen o emitan sus actos, resoluciones y sentencias de manera
efectivamente acorde con el derecho internacional aplicable”, párr. 171.
31
Al respecto, ver Corte Suprema de Estados Unidos, Railway Express Agency v. New York, 1949, “Nada abre
la puerta a conductas arbitrarias de manera tan efectiva como permitir a esos oficiales escoger a los pocos
quienes aplicarían la ley”, párr. 106 (Traducción libre) y CDH, Caso Gauthier v. Canadá, Comunicación
Nº633/1995, ambos citados en CHOUDHURY y MOON, op. cit., nota 13, Pág. 285.
32
A este respecto véase, DWORKIN, Ronald, Los Derechos en Serio, Capítulo IX, La Discriminación Inversa,
Editorial Ariel, Barcelona, 1989, pág. 344.
33
Comité CERD, Recomendación General Nº 26, Derecho a la Protección y a Recursos Efectivos Contra la
Discriminación Racial. Ver también, CEDH, Caso Asiáticos del África oriental v. Reino Unido, 14 de diciembre
de 1973, párr. 207.
29
Equipo Nº108
49. El Congreso de Iberolandia dictó en 1999 una Ley General de Promoción de la Igualdad
Racial (Ley Nº678) cuyo artículo 45 obligaba a las instituciones de educación superior
públicas a reservar un cupo mínimo de 20% para estudiantes afrodescendientes que hubiesen
aprobado los requisitos mínimos de ingreso. Esta normativa estaba vigente al momento de
postular Juana Olín a la Universidad de Rivera del Norte. Sin embargo, y pese a su condición
50. Mientras los demás miembros del grupo destinatario de la salvaguarda normativa, a saber,
jóvenes afrodescendientes, gozaban de la aplicación del sistema de cuotas, Juana Olín era
sometida a otra forma de selección que, como anticipamos, era en sí misma discriminatoria.
51. La exclusión de Juana Olín de la aplicación de la Ley Nº678 se realizó aún cuando ella se
norma. Por lo demás, no existía respecto de Juana Olín alguna circunstancia relevante que
tratamiento dispensado a los demás afroamericanos de Iberolandia; menos aún cuando esta
negativa traía aparejada una lesión a otros derechos fundamentales de la víctima (ver infra
apartados II y III).
52. La injustificada diferencia de trato entre personas que se encuentran en una situación
análoga, como ocurre con Juana Olín respecto de los demás afroamericanos destinatarios de la
CADH 34 , por cuanto supone discriminar a Juana Olín en la aplicación de la ley, privándola de
34
Sobre las consecuencias de una injustificada diferencia de trato véase, BAYEKSKY, Anne. op. cit., nota 13,
pág. 12. Ver también CrEDH, Rasmussen v. Dinamarca, sentencia de 28 de noviembre de 1981, párr. 37.
30
Equipo Nº108
su derecho a ser protegida por ley de la misma manera en que lo son los demás
53. La discriminación estructural es aquella que impide a ciertos grupos el goce efectivo de
sus derechos como consecuencia de una exclusión social sistemática generada por complejas
elemento fundamental para combatir este tipo de discriminación, pues materializa la máxima
según la cual, la igualdad ante la ley no prescribe un trato idéntico, sino que exige, en ciertas
estatus desigual 37 .
54. La CrEDH ya ha señalado “El derecho a no ser discriminado en el goce de los derechos
garantizados por la Convención, también es violado cuando los Estados, sin una justificación
diferente” 38 .
55. Esta garantía de protección debe observarse de manera efectiva e igualitaria, de modo tal
35
En esta línea véase, CDH, Cheban v. Russian Federation, Comunicación Nº790/1997, “El Pacto no establece
un derecho a ser juzgado por un jurado en casos criminales, sin embargo, si este derecho es previsto en la
legislación doméstica del Estado Parte y es otorgado a algunas personas acusadas de cometer crímenes, deberá
ser otorgado sobre bases igualitarias a otras personas que se encuentren en una situación similar. Si se realizan
distinciones, estas deberán ser justificadas de manera objetiva y razonable” (Traducción libre, las cursivas son
nuestras), párr. 7.2.
36
En este sentido véase, SABA, Roberto, op. cit., nota 19, págs. 125-126.
37
CIJ, Casos de Africa Suroccidental, Segunda Fase, Informes de la CIJ, 18 de julio 1966, Opinión disidente
Juez Tanaka, párr. 4.
38
CrEDH, Caso Thlimmenos v. Greece, sentencia de 6 abril de 2000, (Traducción libre), párr. 44.
39
NOWAK, Manfred, op cit., nota 13, pág. 476.
31
Equipo Nº108
56. La adopción de medidas especiales, esto es, medidas temporales encaminadas a conseguir
deber de adoptar medidas positivas para garantizar el goce de los derechos humanos y
responde a una exigencia de igualdad substantiva, que supone reconocer en los hechos una
57. La Comisión estima que la posición de Juana Olín, en tanto mujer perteneciente al sector
desde las más diversas perspectivas 43 , que sea destinataria de medidas especiales en el ámbito
medidas especiales para garantizar su derecho a la igualdad. Este deber puede satisfacerse a
58. Esta Corte ya ha enfatizado el carácter obligatorio de las medidas especiales destinadas a
garantizar el derecho a la igualdad, al señalar que “los Estados están obligados a adoptar
40
Para una definición de medidas especiales ver, CDH, Observación General Nº18, op. cit., nota 14, párr. 10.
Asimismo, CERD, Art. 2(2).
41
NOWAK, Manfred, op. cit., nota 13, pág. 476. Ver también, Non-discrimination in International Law. A
Handbook for Practitioners, Interights, editado por Kevin Kitching, 2005, pág. 96.
42
CDH, Stalla Costa v. Uruguay, Comunicación Nº198/1985, párr. 10; Observación General Nº 18, op cit., nota
14, párr. 10. Ver también, BAYEFSKY, Anne, op cit., nota 15, pág. 25.
43
Ver ONU, ECOSOC, Comisión de Derechos Humanos, BOSSUYT, Marc, El Concepto y práctica de la
Acción Afirmativa, E/CN.4/Sub.2/2002/21, “‘Enderezar o reparar injusticias históricas’, ‘reparar la
discriminación social/estructural’, ‘crear diversidad o una representación proporcional de los grupos’, ‘utilidad
social’, ‘evitar la agitación social’, ‘mayor eficiencia del sistema socioeconómico’”, págs. 6-10.
44
Ibídem, “La acción afirmativa es un conjunto coherente de medidas de carácter temporal dirigidas
específicamente a remediar la situación de los miembros del grupo a que están destinadas en un aspecto o varios
aspectos de su vida social para alcanzar la igualdad efectiva”, pág. 3.
45
FISCUS, Ronald. The Constitutional Logic of Affirmative Action. Duke University Press, Durham and
London, 1992, pág.51-71. Ver también, Comité CEDAW, Recomendación General Nº5, Medidas Especiales
Temporales, 1988. Asimismo, Non-discrimination in International Law, op cit., nota 41, págs. 96, 97 y 105.
32
Equipo Nº108
Art. 1(1) de la CADH. Esta disposición exige a los Estados la adopción de las más diversas
medidas para asegurar el pleno y efectivo goce de los Derechos Humanos, lo cual impide al
basándose por ejemplo, en sus disposiciones constitucionales. Aún cuando estas últimas
obligatorio de las medidas especiales, pues el deber del Estado de adoptarlas se funda en su
60. En el evento que el Estado hiciere atendible el argumento relativo al carácter facultativo
de las acciones afirmativas, esta Comisión hace presente que Iberolandia, al dictar una medida
de ese carácter- la Ley Nº 678- tiene absolutamente vetado, a la luz de sus obligaciones
determinado, debe procurar que ningún miembro de ese grupo quede excluido de esa garantía.
46
CrIDH, OC-18/03, op. cit., nota 12, párr. 104 y 121; OC-16/99, El Derecho a la Información sobre la
Asistencia Consular en el marco de las Garantías del Debido Proceso Legal, párr. 119; Caso de las Niñas Yean
y Bosico v. República Dominicana, sentencia de 8 de septiembre de 2005, párr. 141.
47
CIDH, Presentación de la CIDH sobre la Resolución AG/RES.1930, “Prevención del racismo y de toda forma
de discriminación e intolerancia y consideración de la elaboración de un proyecto de Convención Americana”.
“El racismo y la discriminación racial menoscaban el Estado de Derecho (...) Reconocer su presencia y
confrontar su origen, es una batalla que debe ser librada por todos los medios idóneos y es por eso que en el
sistema regional deben adoptarse medidas prácticas, eficaces e innovadoras para la protección de los derechos
humanos”, (la cursiva es nuestra), pág. 3.
48
CDH, Observación General Nº 18, op cit., nota 14, párr. 10. Ver también, Comité CERD, Observaciones
Finales United States of America, 18 de agosto de 2001, párr. 398; Comité CEDAW, Recomendación General
Nº 23, Participación de la Mujer en la vida Política y Pública, párr. 15.
49
En este sentido véase, Comisión Internacional de Juristas, Medidas de Acción Afirmativa, pág. 9.
50
Similar conclusión se aprecia en CDH, Caso Broeks v. Los Países Bajos, Comunicación 172/84, párr. 12.4 y
15; Waldman v. Canadá, Comunicación Nº694/1996, párr. 10.6.
33
Equipo Nº108
61. La responsabilidad del Estado por inobservancia del deber de proteger igualitaria y
Nº678 a Juana Olín, sino también de la negativa de proporcionarle, por vías alternativas, la
de la Ley Nº678, no implementaron mecanismo alguno que impidiera que la víctima quedara
62. Esta obligación de cumplir con la máxima de tratar de manera diferente a quienes se
contra la discriminación, sino que compele a lograr este objetivo de una manera eficaz y
expedición de leyes, las que en concordancia con las obligaciones generales impuestas por los
63. La obligación general de respeto y garantía del derecho a la igualdad ante la ley,
inmediata y compromete a todos los poderes del Estado en la plena realización de éste y cada
51
Véase Mutatis Mutandi, CrIDH, OC-18/03, op. cit., nota 12, “No pueden considerarse efectivos aquellos
recursos que, por las condiciones generales del país o incluso por las circunstancias particulares de un caso dado,
resulten ilusorios. Ello puede ocurrir, por ejemplo, cuando su inutilidad haya quedado demostrada por la
práctica”, párr. 108.
52
NOWAK, Manfred, op cit., nota 13, págs. 55-56. Ver también, Documento ONU E/CN.4/Sub2/384/ADD.5,
pág. 14, citado por BAYEFSKY, Anne, op cit., nota 15, “La prevención de la discriminación, por una parte y la
implementación de medidas especiales (...) por la otra no son más que dos aspectos de un mismo problema:
asegurar completamente la igualdad de derechos a todas las personas”, pág. 24.
53
CrIDH, Caso Velásquez Rodríguez, sentencia de 29 de julio de 1988. párr. 166. Ver también CDH,
Observación General Nº31, Naturaleza de la Obligación Jurídica General impuesta a los Estados Partes en el
Pacto, párr. 4.
34
Equipo Nº108
carácter legislativo, sino también de todas aquellas medidas que resulten necesarias para
asegurar el pleno y efectivo goce de los derechos y libertades garantizados por la CADH a
66. Iberolandia debió adoptar medidas adecuadas para que Juana Olín no fuera objeto de
protección efectiva e igualitaria contra la discriminación, debiendo para ello, tomar las
medidas necesarias para otorgarle el trato diferenciado que exigía su condición de mujer
afrodescendiente.
67. Con independencia del reparto interno de competencias, Iberolandia debió procurar que,
por ejemplo, se diera aplicación a la Ley Nº678 en Rivera del Norte, o bien, que en esta
provincia se dictara una ley similar o se adoptaran otras medidas que cumplieran el mismo
54
NOWAK, Manfred, op. cit., nota 13, “El artículo 26 conforma una especie de lex specialis en relación al
artículo 2(1), de modo que una violación de la prohibición de discriminación contenida en el artículo 2(1) en
conjunto con el artículo 26 parece estar descartada”, pág. 35, (Traducción libre), párr. 16. Ver también,
BAYEFSKY, Ann, op. cit., nota 15, pág. 3.
55
CrIDH, Caso Velásquez Rodríguez, op. cit., nota 53, párr. 162.
56
CrIDH, OC- 7/86, Exigibilidad del Derecho de Rectificación o Respuesta, 29 de agosto de 1986, Opinión
Separada del Juez Gros Espiell, párr. 6; Caso Caballero Delgado y Santana, Reparaciones, sentencia de 29 de
enero de 1997, Voto Disidente del Juez Cançado Trindade, párr. 9.
57
CrIDH, Caso Bulacio, sentencia de 18 de septiembre de 2003, párr. 140; Caso Cinco Pensionistas, sentencia
de 28 de febrero de 2003, párr. 164; Caso Instituto de Reeducación del Menor, sentencia de 2 de septiembre de
2004, párr. 205-206; Caso Gómez Palomino v. Perú, sentencia de 22 de noviembre de 2005, párr. 91.
35
Equipo Nº108
fin. Sólo de este modo el Estado habría dado cabal cumplimiento al deber de adecuar su
derecho interno, para hacer efectivos los derechos y libertades reconocidos por la CADH 58 .
68. Esta Comisión observa que a la luz del Derecho Internacional, resulta indiferente toda
inobservancia de las obligaciones que han contraído 59 . En virtud de este principio general, la
Estado que implique abordar asuntos de carácter doméstico tales como los siguientes:
competencias.
· Dificultad de adoptar medidas de otro carácter para garantizar igualmente lo pretendido por
la Ley Nº 678.
Iberolandia ha violado la CADH en perjuicio de Juana Olín, pues el Art. 2, al señalar “con
las vías por las cuales cumplirá su compromiso internacional y, al ser relevante únicamente
“el resultado de la implementación, esto es, el respeto y la garantía de los derechos” 60 , esta
Comisión sólo puede concluir que han sido insuficientes los esfuerzos del Gobierno Central
58
En este sentido véase, CDH, Tae Hoon Park v. Republic of Korea, Comunicación Nº 628/1995, “El Comité
considera incompatible con el Pacto que el Estado Parte haya dado prioridad a la aplicación de su legislación
nacional por sobre sus obligaciones internacionales contraídas” (Traducción libre).
59
Convención de Viena, Art. 27.
60
NOWAK, Manfred, op cit., nota 13, pág. 53, párr. 49 (Traducción libre). Ver también, Comité CERD,
Recomendación General Nº20, Aplicación No Discriminatoria de los Derechos y las Libertades Fundamentales,
párr. 1 y 5.
36
Equipo Nº108
70. Esta Comisión desea destacar que, en el caso de Iberolandia, la obligación dimanante del
de la misma 61 . Esta disposición, interpretada también a la luz del Art.1(1), descarta de plano
la posibilidad del Estado de invocar la complejidad de su estructura con miras a eludir las
71. En este sentido, la finalidad de salvaguarda de los Derechos Humanos impuesta por la
72. Esto ha sido confirmado por el Comité al afirmar que “la responsabilidad del Estado se
eximido de sus obligaciones bajo el Pacto por delegar algunas de sus funciones en órganos
CADH, cuyo sentido coherente prescribe a los Estados federales el cumplimiento de sus
73. A este respecto, no puede olvidarse que las provincias de la federación, en tanto parte del
61
DULITZKY, Ariel, “Federalismo y Derechos Humanos, El Caso de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y la República Argentina”, en Anuario Mexicano de Derecho Internacional, Volumen VI, 2006, págs.
207-209. Ver también, CDH, Observaciones Finales Argentina, noviembre de 2000, CCPR/CO/70/ARG, párr. 8.
62
Sobre este punto véase, CIDH, Caso 10.180 México, Informe No 8/91, 22 de febrero de 1991, “El Gobierno
de México afirma que el Gobierno Nacional no está obligado en virtud de la salvaguarda incluida en el Artículo
28 del Pacto de San José a tomar medida alguna para que las autoridades competentes del Estado de Nueva
León, adopten o modifiquen, en un sentido o en otro, la legislación que éstas deseen y que constituye su régimen
interior (...) La posición del Gobierno de México resulta en toda forma incongruente con la responsabilidad
asumida por el Estado mexicano al ratificar la Convención Americana sobre Derechos Humanos”, (Las cursivas
son nuestras), párr. 40-42. Ver también CDH, Caso Toonen v. Australia, Comunicación Nº488/1992.
63
En este sentido véase, CDH, Jazairi v. Canadá, Comunicación Nº958/2000, “Con respecto a la reclamación
relativa al artículo 50 del Pacto, el Comité recuerda que una violación substantiva del Pacto perpetrada por una
autoridad provincial, compromete la responsabilidad internacional del Estado Parte en igual medida que una
actuación de sus autoridades federales”, (Traducción Libre), párr. 7.3.
64
A este respecto véase, CDH, Pohl v. Austria, op. cit., nota 17, párr. 9.2.
65
CDH, G. and L. Lindgren and L. Holm; A. and B. Hjord, I. Lundquist, L. Radko and E. Stahl v. Sweden.
Comunicación Nº 298/1988, 299/1988 (Traducción libre), párr. 10.4.
37
Equipo Nº108
ratificados por el gobierno federal, cuestión que, de hecho, es reforzada por la propia
Constitución de Iberolandia 66 .
74. El Estado debió tener en cuenta que las “medidas pertinentes” de que trata el Art. 28
CADH, en tanto especificación del Art. 2 de la misma, deben “producir resultados coherentes
con el pleno cumplimiento de las obligaciones por el Estado Parte” 67 . De allí que haya
75. La Comisión hace presente que es éste el entendimiento del Art. 28 de la CADH que
mejor se condice con los Arts. 27 y 31 de la Convención de Viena y con el Art. 29.a de la
76. Las mujeres tienen derecho a no ser objeto de violencia, y es deber del Estado respetar y
garantizar este derecho. Así, el Estado, para prevenir y erradicar la violencia contra la mujer,
debe cumplir con su obligación de respetar y garantizar cada uno de los Derechos Humanos
de las mujeres. De allí que el derecho de toda mujer a una vida libre de violencia, comprenda
vinculación entre las garantías establecidas en la Convención Belém do Pará y los derechos
reconocidos en la CADH 68 .
66
Respuesta aclaratoria Nº9, relativa al artículo 19 de la Constitución de Iberolandia.
67
CDESC, Observación General Nº 9, La Aplicación Interna del Pacto, párr. 5. Esta referencia debe ser
entendida en atención al objeto atribuido a esta Observación en el Párrafo 1, a saber, “Aclarar más ciertos
elementos de la declaración anterior”, aludiendo a la Observación General Nº 3 del CDH.
68
Sobre esta relación véase, CIDH, Violencia contra la mujer en ciudad Juárez, párr. 103 y 120.
38
Equipo Nº108
77. La discriminación, en tanto forma de violencia 69 , no sólo atenta directamente contra los
derechos de la mujer, sino que también merma sus posibilidades de gozar y ejercer
forma de violencia de la que fue víctima Juana Olín, pone de manifiesto la intersección entre
la discriminación por raza y sexo. No es plausible sostener que la discriminación racial afecta
de la misma manera a mujeres y hombres, pese a que ambos pudiesen formar parte de un
grupo desaventajado 71 .
78. La imposibilidad de Juana Olín de acceder a la Universidad de Rivera del Norte, como
corolario de la discriminación racial de que fue objeto, produce en ella consecuencias más
graves que las que provocaría en un hombre. En el marco de la situación de las mujeres en
reconocidas como típicamente femeninas que la relegan al ámbito privado 73 . Esto la ubicaría
69
Convención Belém do Pará, Art. 6(a).
70
Non-discrimination in International Law, op. cit., nota 41, pág. 252.
71
Sobre este punto véase, Comité CERD, Recomendación General Nº25, Las Dimensiones de la Discriminación
Racial relacionadas con el Género, párr. 1. Ver también, Informe de la Conferencia Mundial contra el Racismo,
la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, Programa de Acción, Durban,
2001, “Pide a los Estados que refuercen las medidas y políticas públicas a favor de las mujeres y los jóvenes
afrodescendientes, teniendo presente que el racismo los afecta más profundamente, poniéndolos en situación de
mayor marginación y desventaja”, párr. 9.
72
CIDH, Informe sobre la Condición de la Mujer en las Américas, 13 de Octubre de 1998, “La Comisión ha
percibido con claridad creciente que el examen de los sistemas y prácticas legales en el ámbito nacional revela
que subsiste, tanto de hecho como de derecho, la discriminación por razón de género (...) A pesar de los avances
individuales de que informan los países (...) la mujer no alcanza la igualdad jurídica plena en todos los países de
la región”. Extractos de la introducción y conclusión de este Informe.
73
Similar análisis se encuentra en Comisión Interamericana de Mujeres, Seguimiento del Programa
Interamericano sobre la Promoción de los Derechos Humanos de la Mujer y la Equidad e Igualdad de Género.
Cap. I.
74
En este sentido véase, ONU, ECOSOC, Comisión de Derechos Humanos, TOMASEVSKI, Katarina. Informe
Anual de la Relatora Especial sobre el Derecho a la Educación, 2002, E/CN.4/2002/60, “La desigualdad en la
enseñanza constituye el medio más importante por el que tiene lugar la selección profesional y, por lo tanto, el
medio más importante por el que se transmiten las ventajas y desventajas de generación a generación (...) según
el sexo y el cambiante papel de los géneros, o de sus capacidades y discapacidades percibidas”, párr. 39.
39
Equipo Nº108
79. La Comisión desea destacar que “ya que la educación está íntimamente ligada a las
igualdad. Esta situación pone de manifiesto que el Estado no tuvo la debida consideración de
precariedad socioeconómica 76 . Por el contrario, las infracciones por las que el Estado ha
81. La omisión de Iberolandia de adoptar, por todos los medios apropiados, las políticas
destinadas a prevenir, sancionar y erradicar toda forma de violencia que afecte a la mujer,
82. El Estado sumió a Juana Olín en un vacío de protección que es incompatible con la
Arts.6(a) y 9 de la misma.
75
ONU, Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Gender Dimensions of Racial
Discrimination, 2001, pág. 13.
76
Ibidem, pág. 24. Ver también Convención Belém do Pará Art. 9.
77
Para una conclusión similar, CIDH, Caso María da Penha Fernández v. Brasil, Informe 54/01, párr. 55.
78
Pregunta y respuesta aclaratoria Nº1.
40
Equipo Nº108
83. El derecho a la educación constituye una parte esencial e indispensable del DIDH y es
84. El derecho consagrado en el Art. 13 del Protocolo debe ser garantizado a todas las
personas sin discriminación, lo que impone al Estado el deber de combatir las inequidades
DERECHO A LA EDUCACIÓN.
85. Iberolandia ha incumplido su obligación de asegurar el pleno goce de este derecho, sin
la educación basado en la recaudación de impuestos, los que son fijados de acuerdo al nivel de
86. De este modo, los distritos escolares más desaventajados económicamente, que coinciden
con los de mayoría afroamericana y entre los cuales estudió Juana Olín, reciben un
79
NOWAK, Manfred, “The right to education”, en Economic, Social and Cultural Rights, Edited by A.Eide et
all, 2nd Edition, pág. 245. Ver también, CDH, Concluding Observation on United States of America, 1995, párr.
291.
80
Protocolo de San Salvador, Art. 2, “Obligación de adoptar disposiciones de derecho interno”; Art.3.
“Obligación de no discriminación”.
81
En este sentido véase, Comité CERD, Concluding Observations on Romania, A/54/18, 1999, párr. 282.
82
Ver supra Exposición de los Hechos: “(…) se distribuyó anualmente entre los distritos predominantemente
blancos el 79,3% del presupuesto educativo para apenas el 50.4% de los estudiantes. Paralelamente, los distritos
mayoritariamente afrodecendientes obtuvieron el 20,7% de dicho presupuesto, para el 49.6% de toda la
población en edad escolar”, párr. 6.
41
Equipo Nº108
87. El CDESC ha afirmado que “las agudas disparidades de las políticas de gastos que tengan
como resultado que la calidad de la educación sea distinta para las personas que residen en
diferentes lugares, pueden constituir discriminación” 83 . La Comisión, desea destacar que esta
inferior 84 . De esta manera, la proporción inversa entre los fondos disponibles y la exigencia
la educación superior 85 .
EDUCACIÓN.
88. Si bien puede ser difícil determinar con qué extensión debe el Estado proveer el derecho a
la educación superior, lo cierto es que cuando este derecho ya ha sido proporcionado en una
obstante, este sistema no fue aplicado a Juana Olín, quien finalmente no pudo ingresar a la
83
CDESC, Observación General Nº13, El Derecho a la Educación, 1999, párr. 35.
84
Sobre este tema véase, Convención Relativa a la Lucha Contra las Discriminaciones en la Esfera de la
Enseñanza, Art. 1.b.
85
A este respecto véase, ONU, ECOSOC, Comisión de Derechos Humanos, TOMASEVSKI, Katarina, Misión a
los Estados Unidos de América, E/CN.4/2002/60/Add., 1 de Septiembre a 10 de octubre de 2001, Informe de la
Relatora Especial sobre el Derecho a la Educación, párr. 47.
86
ABRAMOVICH, Víctor, Los Derechos Económicos, Sociales y Culturales en la denuncia ante la Comisión
Interamericana de los Derechos Humanos, XV Curso interdisciplinario en Derechos Humanos, 1997, Cap. II.b.
Ver también, CDH, Caso Broeks v. Los Países Bajos, op. cit., nota 50, párr. 12.4 y 15.
87
En esta línea véase, Model of National Legislation for the Guidance of Governments in the Enactment of
further Legislation against Racial Discrimination. “Discriminación racial en la educación: 39. Se considerará una
ofensa con fundamento racial, a) Denegar o limitar el acceso de un individuo o grupo de individuos a la
educación de cualquier tipo y en cualquier nivel” (Traducción libre).
42
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90. Tanto la garantía de acceso igualitario a la educación superior, como el deber de adoptar
tiene el deber de subsanar cualquier discriminación de hecho en esta esfera y adoptar con tal
efecto, las medidas especiales necesarias para equiparar las posibilidades de Juana Olín de
92. La Comisión recuerda que “se deben adoptar medidas afirmativas para superar los
vestigios del pasado que aún obstaculizan las posibilidades de personas afrodescendientes de
acceder a la educación superior” 91 . Sin embargo, este deber no fue observado respecto de
Juana Olín.
PETITORIO
Estado de Iberolandia.
CADH en relación con las obligaciones impuestas por los Arts. 1(1), 2 y 28 de la misma,
43
Equipo Nº108
II. Si esta Honorable Corte estimase que ha existido una violación a los derechos antes
Rivera del Norte o en otro centro de reconocida calidad académica escogido de común
Universidad de Rivera del Norte del año 2000, procurando determinar las
7) Pagar las costas y el reembolso de los gastos en que debieron incurrir las víctimas ante las
44