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Navarro Albiña
1). CONCEPTO
a. Teoría de la ficción: (Pothier) Según esta doctrina hay una ficción legal que hace aparecer
actuando al representado, en vez del representante quien es el que, en realidad, ha
celebrado el acto jurídico.
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NAVARRO A., René “Teoría General de los contratos y contratos en particular”, Ediciones Jurídicas de Santiago, Santiago, 2005.
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Representación legal de las personas naturales René D. Navarro Albiña
b. Teoría del mensajero: (Savigny) El que celebra el contrato es el representado, quien utiliza
un nuntius (mensajero) para que le transmita su voluntad al otro contratante. Este
mensajero sólo actúa como vehículo de la voluntad del representado.
d. Teoría de la modalidad: (Pilon - Levy Ullman) Esta teoría sostiene que el acto lo celebra el
representante, pero los efectos se radican en el representado. Es una modalidad y como tal,
modifica los efectos de los actos jurídicos. Para muchos autores, esta teoría cabe
perfectamente en nuestro ordenamiento jurídico, ello se desprende del artículo 1.448: “lo
que una persona ejecuta a nombre de otra...”, vale decir, quien actúa es el representante; luego
el mismo artículo agrega: ...”produce respecto del representado iguales efectos que si hubiese
contratado él mismo”. Aquí se contiene el sentido, en cuanto modalidad, de esta institución:
los efectos del acto no siguen la regla general, sino que se radican en el representado.
• La regla general es que el acto sea puro y simple, la modalidad no se presume y quien la alegue
deberá probarla;
• Todo acto jurídico es susceptible de modalidades, por lo que cabe la representación en todos
aquellos casos en que la ley no la prohíbe;
• Sólo pueden celebrarse por medio de representante, aquellos actos que el representado podría
haber celebrado por sí mismo.
Mas, las otras también pueden encuadrar en otras hipótesis. En este entendido, la
teoría de la ficción, es la que más se amolda a los casos de representación legal de las
personas naturales, tema que es objeto central del presente trabajo.
Finalmente en este punto, en el caso del artículo 103 del Código Civil, esto es, en el
mandato para celebrar matrimonio, creemos que esta figura cuadra perfectamente con la teoría
del nuncio, ya que el mandatario en dicha figura, no es más que un mero mensajero de la
voluntad ya determinada de alguno de los futuros contrayentes.
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Representación legal de las personas naturales René D. Navarro Albiña
1). GENERALIDADES
El artículo 43 del Código Civil, señala que son representantes legales de una
persona el padre o la madre, el adoptante y su tutor o curador.
Este artículo no es tan preciso. En efecto, una redacción correcta hubiere sido
aquella que declarara que son representantes legales de una persona el padre o madre que
tuviere la patria potestad, o en su caso su guardador (tutor o curador).2
Por su parte, la inclusión del adoptante es también inoficiosa, ya que éste pasa a
tener respecto del adoptado la calidad y estado de padre o madre, respecto de su hijo de
filiación adoptiva aplicándose en consecuencia la regla anteriormente anunciada (art. 37
Ley N° 19.620).3
Los sujetos de derechos que necesitan de la figura de la representación legal, son las
personas naturales que se encuentran dentro de las categorías de incapacidad.
Como sabemos, la regla general es que todas las personas sean capaces de ejercicio,
y esta plena capacidad se adquiere a los 18 años. Se define la capacidad de ejercicio como la
aptitud legal para ejercer los derechos y contraer obligaciones por sí mismo, sin el
ministerio o autorización de otra persona. Esta capacidad no es atributo de la
personalidad.4
2
Ex profeso, hemos dejado de lado el caso de representación legal del juez cuando actúa a nombre del deudor en el juicio ejecutivo en
donde forzadamente se enajenan sus bienes para hacer pago al acreedor. Escapa al objeto de estudio del presente trabajo.
3
Art. 37 Ley 19.620: “La adopción confiere al adoptado el estado civil de hijo de los adoptantes, con todos los derechos y deberes
recíprocos establecidos en la ley, y extingue sus vínculos de filiación de origen, para todos los efectos civiles, salvo los impedimentos
para contraer matrimonio (...)”.
4
La capacidad es la aptitud legal de una persona para adquirir derechos y poder ejercerlos por sí misma. Del concepto dado, la capacidad,
por regla general, es de dos tipos: capacidad de goce o adquisitiva y capacidad de ejercicio. La capacidad que es atributo de la
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Representación legal de las personas naturales René D. Navarro Albiña
Los incapaces absolutos, sólo pueden actuar en la vida del Derecho a través de sus
representantes legales, no cabe otra alternativa. Sus actos no producen ni aun obligaciones
naturales, y no admiten caución (art. 1447 inc. 2°)5. La sanción a este respecto es la nulidad
absoluta (art. 1682 inc. 2°).
En cambio, los incapaces relativos tienen más alternativas al respecto. Desde luego,
actúan validamente a través de sus representantes legales, pero además pueden actuar
autorizados por ellos (hipótesis ex ante), o bien que su representante legal ratifique con
posterioridad el acto del incapaz relativo (hipótesis ex post). El no cumplimiento de tales
requisitos, genera la posibilidad de demandar la nulidad relativa del acto.
Con todo, pueden actuar respecto de los actos que tuvieren lugar con ocasión de su
peculio profesional, y en otros actos de Derecho de Familia, como el caso del reconocimiento
de un hijo o para actos testamentarios, conforme el artículo 262 (menores adultos), o para
contraer matrimonio (mayores de 16 años), conforme al artículo 5° N° 2 de la Ley 19.947.
i). Los dementes. Entendiendo este término en su sentido natural y obvio, mas no
en su acepción técnico-siquiátrica, cabiendo aquí todas las hipótesis de enajenación
mental. Tampoco es menester que sea previamente declarado en interdicción por
demencia.6
ii). Los impúberes. Esto es, las damas menores de 12 años, y los varones menores
de 14.7
iii). Los sordos o sordomudos que no pueden darse a entender claramente. Esta
nueva categoría fue incorporada por la Ley N° 19.904 de fecha 03/10/2003.
Antiguamente, eran incapaces absolutos los sordomudos que no podían dar a
entender por escrito. Con la modificación, se elimina la incapacidad de aquellas
personas sordas o sordomudas que, por ejemplo manejan el lenguaje de señas.
personalidad es la capacidad de goce o adquisitiva, y podemos definirla como aquel atributo de la personalidad que consiste en la
aptitud de un sujeto para adquirir derechos, vale decir, ser titular de ellos. Tan importante es para el sujeto la capacidad de goce, que
llega a confundirse con el concepto mismo de personalidad, vale decir, ser persona (sujeto de derechos) es, en realidad, tener capacidad
de goce; todo individuo tiene capacidad de goce. La capacidad de goce puede concebirse sin la capacidad de ejercicio, nunca a la inversa.
Por lo mismo, no existen las incapacidades de goce generales, porque no puede concebirse una persona que se halle privada de todos los
derechos subjetivos. Sólo por excepción, algunos sujetos no pueden adquirir ciertos y determinados derechos, fundado en razones
superiores como el interés nacional, la seguridad, o el orden público. Por ejemplo, los artículos 964, 965 y 1.601 establecen algunas
incapacidades para suceder, esto es, para adquirir derechos hereditarios; también, los extranjeros no pueden adquirir el dominio sobre
inmuebles que se encuentren en zonas limítrofes, etc.
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Las referencias de artículos sin otra mención, han de ser entendidas hechas al Código Civil.
6
El incapaz absoluto en este punto es el demente a secas, no el demente declarado en interdicción por demencia. La declaración de
interdicción sólo tiene efectos probatorios, habida consideración a lo dispuesto en el artículo 465: “Los actos y contratos del demente,
posteriores al decreto de interdicción, serán nulos; aunque se alegue haberse ejecutado o celebrado en un intervalo lúcido. Y por el
contrario, los actos y contratos ejecutados o celebrados sin previa interdicción, serán válidos; a menos de probarse que el que los ejecutó
o celebró estaba entonces demente.
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La subdistinción dentro de los impúberes: infante o niño, esto es, los menores de siete años es relevante en materia de capacidad
extracontractual, y en materia posesoria (arts. 2319 inc. 1°; 723 inc. 2°). Para los efectos de la nueva Ley de Tribunales de Familia, se
llama niño o niña a todo ser humano que no ha cumplido los catorce años, y adolescente a los mayores de 14 y que no hubieren cumplido
18 (art. 16 inc. final Ley 19.968).
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i). Los menores adultos. Esto es, las damas mayores de 12 y menores de 18 años, y
los varones mayores de 14 y menores de 18.
ii). Los disipadores que se hallen bajo interdicción de administrar lo suyo. En este
caso del dilapidador, a contrario de lo que ocurría con el demente es conditio sine
qua non el decreto de interdicción.
Esta materia se encuentra regulada en el título X del libro I del Código Civil,
artículos 243 a 273. Tiene 5 párrafos:
4.2). EJERCICIO
Cuando los padres viven juntos, la patria potestad es ejercida por el padre o la
madre o ambos conjuntamente por acuerdo suscrito por escritura pública (o acta extendida
ante oficial del Registro Civil) subinscrita dentro de 30 días de otorgada, al margen de la
inscripción de nacimiento del hijo (artículo 245 inciso 1º). Si no existiere tal acuerdo, la
patria potestad le corresponderá al padre.
Si los padres viven separados, la patria potestad será ejercida por quien tenga a su
cargo la tuición del hijo(a) (inciso 2º, artículo 245).10
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Recordemos que se eliminó la incapacidad relativa de la mujer casada en sociedad conyugal (Ley 18.802 del año 1989).
9
En Chile, la patria potestad sólo se refiere a los “bienes”, quedando el aspecto personal de los hijos reservado a la tuición. En otros
países ello no ocurre de la misma forma. Por ejemplo, en Argentina la patria potestad se define como el conjunto de deberes y derechos
que corresponden a los padres sobre las personas y bienes de los hijos, para su protección y formación integral, desde la concepción de
éstos y mientras sean menores de edad y no se hayan emancipado (art. 264 C.C. argentino).
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Sin embargo, por acuerdo de los padres, o resolución judicial fundada en el interés superior del hijo, puede atribuirse la patria potestad
a quien carece de la tuición.
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Representación legal de las personas naturales René D. Navarro Albiña
El Código Civil al regular este tema, distingue según si los padres viven o no
juntos. En el caso que éstos vivan juntos, el artículo 224 señala que toca de consuno a los
padres (o al padre o madre sobreviviente, en caso de fallecimiento de uno de ellos), el
cuidado personal de la crianza y educación de sus hijos.
Si los padres viven separados, la regla general señala que a la madre toca el
cuidado personal de los hijos (inc. 1º artículo 225). Esta regla general, tiene las siguientes
excepciones:
La Ley, también se coloca en la hipótesis que ninguno de los padres pueda ejercer
esta labor, por hallarse inhabilitados física o moralmente. En este caso, puede confiarse el
cuidado de los hijos a otra persona o personas competentes (artículo 226). Cuando el
tribunal elija a éstas, ha de preferir siempre a los consanguíneos más próximos, y sobretodo
a los abuelos (ascendientes).
El artículo 227, señala que en los juicios de tuición, siempre se oirá a los hijos y a los
parientes. El procedimiento es de trámite y resolución, breve y sumaria. Las resoluciones
ejecutoriadas que se dicten sobre la materia, se subinscriben también al margen de la
inscripción de nacimiento.
Otorgada que sea la tuición por el tribunal a uno de los padres -o acordada ésta por
escritura pública- no inhibe en caso alguno el derecho de visitas11 que tiene el padre o
madre que carece de la tuición, ni tampoco lo exime del deber de prestar alimentos al que
legalmente está obligado (artículo 229).
Según el inciso segundo del artículo 224, el cuidado personal del hijo concebido
fuera del matrimonio, corresponde al cónyuge que lo reconoció; y si no fuere reconocido
por ninguno, el juez determinará quién se encargará de esta obligación (tutor).
Respecto a la educación de los hijos, el artículo 236 señala que los padres tienen el
derecho-deber de educar a sus hijos, orientándolos hacia su pleno desarrollo en las
distintas etapas de su vida. Relacionado con lo anterior, el artículo 234 expresa que los
padres tienen la facultad de corregir a los hijos, cuidando que ello no menoscabe su salud
ni desarrollo personal.
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El padre o madre que no tiene la tuición, no es privado por este hecho del derecho-deber de visitas, que consiste en mantener con el
hijo(a) una relación directa y regular, la que se ejercerá con la frecuencia y libertad acordada, o en su defecto, decretada por el juez. Sin
perjuicio de lo anterior, puede suspenderse o restringirse este derecho, cuando manifiestamente perjudique el bienestar del hijo, lo que
debe ser declarado por resolución fundada del tribunal (artículo 229 del Código Civil chileno).
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Representación legal de las personas naturales René D. Navarro Albiña
Como se dijo, la patria potestad tiene que ver con los aspectos patrimoniales del
hijo(a), más no con sus aspectos personales los que se reservan a la tuición.
Como señala René Ramos P.,13 la representación legal de los hijos constituye un
atributo de la patria potestad.
Hemos destacado también, que el hijo(a) menor adulto tiene capacidad para
celebrar ciertos actos, como los actos (judiciales o extrajudiciales) que dicen relación con su
peculio profesional o industrial (art. 251)14; y ciertos actos del Derecho de Familia como
casarse, reconocer hijos y testar.
Fuera de los casos señalados, el hijo tiene que actuar representado, autorizado o
ratificado por su representante legal, el cual será quien tenga la patria potestad. Es menester
distinguir en este punto respecto de la representación extrajudicial y judicial del hijo.
El artículo 260 del Código Civil, dispone que los actos y contratos del hijo no
autorizados por el padre o la madre que lo tenga bajo su patria potestad, o por el curador
adjunto, en su caso, le obligarán exclusivamente en su peculio profesional o industrial. Pero
no podrá tomar dinero a interés, ni comprar al fiado (excepto en el giro ordinario de dicho
peculio) sin autorización escrita de las personas mencionadas. Y si lo hiciere, no será
obligado por estos contratos, sino hasta concurrencia del beneficio que haya reportado de
ellos.
Si hubiere régimen de sociedad conyugal, los actos y contratos que el hijo celebre
fuera de su peculio profesional o industrial y que el padre o madre que ejerce la patria
potestad autorice o ratifique por escrito, o los que éstos efectúen en representación del hijo,
12
Antiguo usufructo legal del padre o madre respecto de los bienes del hijo.
13
RAMOS P., René “Derecho de Familia”, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2000, p. 441 y ss.
14
No podemos perder de vista sin embargo, el artículo 254 que dispone: “No se podrán enajenar ni gravar en caso alguno los bienes
raíces del hijo, aun pertenecientes a su peculio profesional o industrial, ni sus derechos hereditarios, sin autorización del juez con
conocimiento de causa.”
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Como apunta René Ramos, no cabe autorización supletoria de la justicia para caso
de negativa del representante legal del hijo (como en el caso de las prohibiciones para
celebrar matrimonio). El fundamento, viene dado porque la judicatura sólo puede obrar a
virtud de texto expreso.15
Finalmente en este punto, es preciso que nos refiramos brevemente a los contratos
celebrados entre padres e hijos sujetos a patria potestad. El artículo 1796 prohíbe la
compraventa entre ellos (y la permuta por aplicación del artículo 1900), su sanción es la
nulidad absoluta (art. 10 y 1682). Sin embargo, respecto de los demás actos y contratos no
existe una prohibición expresa, de lo que se concluye que podrían contratar, siempre que
con ello no se produzca una incompatibilidad de intereses, la cual estaría vedada por el
principio de la proscripción del enriquecimiento ilícito o injusto.
Siempre que el hijo tenga que litigar como actor contra el padre o la madre que
ejerce la patria potestad, le será necesario obtener la venia del juez y éste, al otorgarla, le
dará un curador para la litis. El padre o madre que, teniendo la patria potestad, litigue con
el hijo, sea como demandante o como demandado, le proveerá de expensas para el juicio
(expensas para la litis), que regulará incidentalmente el tribunal, tomando en consideración
la cuantía e importancia de lo debatido y la capacidad económica de las partes.
El hijo no puede parecer en juicio, como actor, contra un tercero, sino autorizado o
representado por el padre o la madre que ejerce la patria potestad, o por ambos, si la ejercen
de manera conjunta. Si el padre, la madre o ambos niegan su consentimiento al hijo para la
acción civil que quiera intentar contra un tercero, o si están inhabilitados para prestarlo,
podrá el juez suplirlo, y al hacerlo así dará al hijo un curador para la litis.
15
Ob. cit., cita el autor a Somarriva y a Rossel, p. 443.
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Representación legal de las personas naturales René D. Navarro Albiña
En las acciones civiles contra el hijo deberá el actor dirigirse al padre o madre que
tenga la patria potestad, para que autorice o represente al hijo en la litis. Si ambos ejercen en
conjunto la patria potestad, bastará que se dirija en contra de uno de ellos. Si el padre o
madre no pudiere o no quisiere prestar su autorización o representación, podrá el juez
suplirla, y dará al hijo un curador para la litis.
a). Concepto
El artículo 250, establece que la patria potestad confiere el derecho legal de goce
sobre todos los bienes del hijo. La definición legal de este instituto, la entrega el inciso
primero del artículo 252, que expresa:
Sin perjuicio que el artículo 250, señala que el derecho legal de goce comprende
“todos” lo bienes del hijo, la misma norma exceptúa los siguientes bienes:
i). Los adquiridos a raíz del ejercicio de empleo, profesión, oficio o industria
(peculio profesional);
ii). Los adquiridos a título gratuito siempre que el donante o testador hubiere
dispuesto: que quien ejerza la patria potestad no tenga el goce o administración del
mismo bien; como condición la emancipación; o expresamente, que el goce lo tenga
el causahabiente;
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Podríamos decir que este derecho, es la remuneración legal de quien ejerce la patria potestad.
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iii). Las herencias y legados que hubieren pasado al hijo por incapacidad,
indignidad o desheredamiento del que tuviere la patria potestad; y
iv). El 50% de los productos de las pertenencias mineras del hijo.
Respecto de los otros bienes del hijo, se aplica el artículo 253 que señala:
“El que ejerza el derecho legal de goce sobre los bienes del
hijo tendrá su administración, y el que se encuentre privado de
ésta quedará también privado de aquél.
Si el padre o la madre que tiene la patria potestad no
puede ejercer sobre uno o más bienes del hijo el derecho legal de
goce, éste pasará al otro; y si ambos estuviesen impedidos, la
propiedad plena pertenecerá al hijo y se le dará un curador para la
administración.”
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Esta norma se refiere a ciertas prohibiciones especiales para contraer matrimonio, relativa a las segundas nupcias. El artículo 124,
establece: “El que teniendo hijos de precedente matrimonio bajo su patria potestad, o bajo su tutela o curaduría, quisiere volver a casarse,
deberá proceder al inventario solemne de los bienes que esté administrando y les pertenezcan como herederos de su cónyuge difunto o
con cualquiera otro título. Para la confección de este inventario se dará a dichos hijos un curador especial.”; por su parte, el artículo 127,
dispone: “El viudo o viuda por cuya negligencia hubiere dejado de hacerse en tiempo oportuno el inventario prevenido en el artículo
124, perderá el derecho de suceder como legitimario o como heredero abintestato al hijo cuyos bienes ha administrado.”
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i). Por lo pronto, la establecida en el artículo 254 recién citado, respecto de la enajenación o
gravamen de inmuebles del hijo, aunque pertenezcan a su peculio profesional. Sólo podrá
llevarse a cabo, previa autorización judicial con conocimiento de causa. Sanción, nulidad
relativa.
ii). La contenida en el artículo 255. No se podrá hacer donación de ninguna parte de los
bienes del hijo, ni darlos en arriendo por largo tiempo, ni aceptar o repudiar una herencia
deferida al hijo, sino en la forma y con las limitaciones impuestas a los tutores y curadores.
Esta norma nos obliga a relacionarla con los artículos 402, 407 y 397.
- Donaciones de bienes muebles: sólo con previo decreto de juez podrán hacerse
donaciones en dinero u otros bienes muebles del pupilo; y no las autorizará el juez,
sino por causa grave, como la de socorrer a un consanguíneo necesitado, contribuir
a un objeto de beneficencia pública, u otro semejante, y con tal que sean
proporcionadas a las facultades del pupilo, y que por ellas no sufran un menoscabo
notable los capitales productivos (art. 402 inc. 2º). Su sanción, será la nulidad
relativa, habida consideración que se estaría omitiendo una formalidad habilitante,
establecida en atención al estado de las partes. Respecto a los gastos de poca monta, se
aplica el inciso final del artículo 402, que dispone: los gastos de poco valor para
objetos de caridad, o de lícita recreación, no están sujetos a la precedente
prohibición.
- Arriendos: quien tenga la patria potestad, no podrá dar en arriendo los bienes
raíces urbanos, por más de 5 años, ni por más de 8 si son rústicos, ni por más
tiempo que el que falte para que el menor adquiera la mayoría de edad (art. 407).
Sanción: inoponibilidad.
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frutos, en aquellos bienes del hijo en que tiene la administración, pero no el goce, y se limita
a la propiedad cuando ejerce ambas facultades sobre los bienes (art. 256).18
Si bien es cierto, no existe una obligación de rendir cuenta propiamente tal, como
ocurre con los mandatarios, al término de la patria potestad, los padres pondrán a sus hijos
en conocimiento de la administración que hayan ejercido sobre sus bienes.
- Emancipación;
- Suspensión de la patria potestad (art. 267 inc. 2º);
- Sentencia judicial, en caso de dolo o de grave negligencia habitual. Ésta
debe inscribirse al margen de la inscripción de nacimiento del hijo.
La patria potestad se suspende por la demencia del padre o madre que la ejerce,
por su menor edad, por estar en entredicho de administrar sus propios bienes, y por su
larga ausencia u otro impedimento físico, de los cuales se siga perjuicio grave en los
intereses del hijo, a que el padre o madre ausente o impedido no provee. En estos casos la
patria potestad la ejercerá el otro padre, respecto de quien se suspenderá por las mismas
causales. Si se suspende respecto de ambos, el hijo quedará sujeto a guarda (art. 267).
4.5). EMANCIPACIÓN
Son causales de emancipación legal: la muerte del padre o madre (a menos que el
otro lo sobreviva y esté habilitado para ejercerla); el decreto de posesión provisoria de los
bienes del padre o madre desaparecido, dictado en el proceso judicial de declaración de
muerte por desaparecimiento (a menos que al otro le corresponda ejercerla); el matrimonio
del hijo; y la mayoría de edad del hijo.
18
El artículo 2481 Nº 4, otorga al hijo sujeto a patria potestad un crédito privilegiado de 4ª clase, “por los bienes de su propiedad que
fueren administrados por el padre o la madre, sobre los bienes de éstos.”
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otro padre); sentencia que condene al padre o madre a un delito que merezca pena aflictiva
(más de tres años y un día), a menos que el juez estime que no existe riesgo para el menor
atendida la naturaleza del delito, o que no corresponda al otro ejercerla; e inhabilidad física
o moral del padre o madre (si no le corresponde al otro ejercerla).
5). GUARDAS
Las tutelas y las curadurías o curatelas son cargos impuestos a ciertas personas a
favor de aquellos que no pueden dirigirse a sí mismos o administrar competentemente sus
negocios, y que no se hallan bajo potestad de padre o madre, que pueda darles la protección
debida. Las personas que ejercen estos cargos se llaman tutores o curadores y generalmente
guardadores (art. 338).
Las tutelas se dan sólo a los impúberes (art. 341); las curatelas al resto de los
incapaces, e incluso a patrimonios sin titular, como en el caso de la herencia yacente.
Las curatelas por regla general, sólo se refieren a los bienes. La tutela a la persona y
bienes del pupilo.
La tutela no admite clasificación, ya que sólo existe la del impúber. Como veremos
más adelante, las curatelas sí. El incapaz puede proponer a su curador, no así a su tutor.
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RAMOS ob. cit., p. 524 y 525.
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5.4). CLASIFICACIONES
Las guardas son tutelas y curatelas. Las tutelas, como dijimos se dan a los
impúberes y comprenden su persona y bienes.
Curadurías de bienes: son aquellas que no alcanzan a la persona, sino que sólo a
los bienes. De acuerdo al artículo 343, se llaman curadores de bienes los que se dan a los
bienes del ausente, a la herencia yacente, y a los derechos eventuales del que está por nacer.
Curadurías adjuntas: según el artículo 344, se llaman curadores adjuntos los que se
dan en ciertos casos a las personas que están bajo potestad de padre o madre, o bajo tutela o
curaduría general, para que ejerzan una administración separada.
20
Ley General de Bancos art. 86 Nº 4.
21
El art. 18 bis. de la Ley Nº 18.600, modificada por la Ley Nº 19.735, dispone: “Las personas naturales o jurídicas que se encuentren
inscritas en el Registro Nacional de la Discapacidad y que tengan a su cargo personas con discapacidad mental, cualquiera sea su edad,
serán curadores provisorios de los bienes de éstos, por el solo ministerio de la ley, siempre que se cumplan los siguientes requisitos: 1).
Que se encuentren bajo su cuidado permanente. Se entiende que se cumple dicho requisito: a) cuando existe dependencia alimentaria,
económica y educacional, diurna y nocturna, y b) cuando dicha dependencia es parcial, es decir, por jornada, siempre y cuando ésta
haya tenido lugar de manera continua e ininterrumpida, durante dos años a lo menos; 2) Que carezcan de curador o no se encuentren
sometidos a patria potestad; 3) Que la persona natural llamada a desempeñarse como curador provisorio o, en su caso, los
representantes legales de la persona jurídica, no estén afectados por alguna de las incapacidades para ejercer tutela o curaduría que
establece el párrafo 1° del Título XXX del Libro Primero del Código Civil. Si las circunstancias mencionadas en el inciso anterior
constaren en el Registro Nacional de la Discapacidad, bastará para acreditar la curaduría provisoria frente a terceros el certificado que
expida el Servicio de Registro Civil e Identificación. La curaduría provisoria durará mientras permanezcan bajo la dependencia y
cuidado de las personas inscritas en el Registro aludido y no se les designe curador de conformidad con las normas del Código Civil.
Para ejercer esta curaduría no será necesario el discernimiento, ni rendir fianza, ni hacer inventario. Estos curadores gozarán de
privilegio de pobreza en las actuaciones judiciales y extrajudiciales que realicen en relación a esta curaduría y no percibirán retribución
alguna por su gestión. Las disposiciones del Código Civil sobre los derechos y obligaciones de los curadores se aplicarán en todo lo que
resulte compatible con la curaduría que en este artículo se señala.”
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Representación legal de las personas naturales René D. Navarro Albiña
Guarda legítima: es aquella que confiere la ley a los parientes o cónyuge del
pupilo.
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