El matrimonio y los Diez Mandamientos
¿Qué convierte a un matrimonio en un buen matrimonio?
nade las formas más anti-
U guas de relaciones que se re-
gistra en la Historia es la de
los pactos entre dos grupos de perso-
nas. El documento del pacto tenía una
estructura típica en la que se nombra-
ba a los dos grupos, se mencionaba a
los testigos, se delineaban ciertas esti-
pulaciones y se pronunciaban ciertas
bendiciones por guardar el pacto y
ciertas maldiciones por violado.
Una de las formas más viejas de un
pacto se encuentra en el libro bíblico
de Éxodo. Este describe la relación de
pacto entre Dios y el pueblo hebreo;
los Diez Mandamientos constituían
una parte importante de este pacto.
El matrimonio es un pacto entre
un hombre y una mujer, que incluye
las promesas que se hacen el uno al
otro, y generalmente hay testigos que
firman el documento del matrimonio.
Por esto, mientras leía nuevamente los
Diez Mandamientos hace poco tiem-
po, se me ocurrió que debían contener
principios que pueden ayudar a un
RODNEYWOODS
hombre y una mujer a cultivar una re-
lación auténtica y significativa.
Consideremos cómo podrían ayu-
dar estos Mandamientos a una pare-
ja recién casada, a quienes llamaré
Mauricio y Laura, a vivir juntos, "fe-
lices para siempre':
1. No tengas otros dioses. El pri-
mer Mandamiento dice: "No tendrás
dioses ajenos delante de mí" (Éxo.
20:3). Es imperativo que Mauricio
haga de Laura su prioridad número
uno y que Laura haga de Mauricio
su primer interés. Por supuesto, cada
uno de ellos se relacionará con otras
personas; de hecho, es importante
que lo hagan, porque una sola perso-
na nunca puede satisfacer todas las
necesidades de la vida de otro. Sin
embargo, es imperativo que Mauricio
y Laura pongan en primer lugar las
necesidades, los pensamientos y los
sentimientos del otro.
NO te hagas ídolos. El segundo
2 Mandamiento dice: "No te harás
imagen" (Éxo. 20:4). Los ídolos vienen
en variadas formas y tamaños: dinero,
autos, casas, muebles; en fin, "cosas':
Ahora que Mauricio y Laura han he-
cho este compromiso de por vida el
uno con el otro, necesitan cuidar de
que nada llegue a ser más importante
que esta relación. Ya sean los depor-
tes, el trabajo o incluso los niños, su
matrimonio debería estar primero;
de hecho, lo mejor que pueden hacer
los padres por sus hijos es darles un
ambiente familiar seguro en que cre-
cer, yeso significa un matrimonio es-
table. Si alguna vez Mauricio o Laura
sintieran que otras cosas estuvieran
comenzando a ser más importantes
en sus vidas que él o que ella, no de-
berían temer conversarlo entre ellos;
y de ser necesario, con la ayuda de un
consejero.
o tomes el nombre de Dios
en vano. El tercer Mandamiento
declara: u .o tomarás el nombre de
L
[ehová tu Dios en vano" (Éxo, 21:7).
Alguien que pretende ser un cristiano
pero que actúa de formas completa-
mente anticristianas toma el nombre
de Dios en vano. Del mismo modo, si
Mauricio y Laura profesan su amor
mutuamente en el altar, pero des-
pués actúan en formas que son todo,
menos amor, se están deshonrando.
Incluso a solas, sus palabras y accio-
nes deberían demostrar a todos que
están enamorados y que son amados
por su cónyuge.
Acuérdate del sábado. El cuarto
Mandamiento reza: "Acuérdate
del día de reposo para santificarlo"
(Éxo. 20:8). Este es un Mandamiento
muy práctico, que se refiere al tiempo.
y nunca antes ha sido tan importante
como lo es en nuestro "sobretrabaja-
do" mundo, siempre pasado de vuel-
tas y corto de tiempo, que es como
una olla a presión y en el cual, muy
a menudo, el tiempo es oro. De esta
manera, el tiempo puede llegar a ser
uno de nuestros bienes más valiosos.
En la empresa de la vida, con sus alti-
bajos, con las presiones y los factores
estresantes que vendrán, Mauricio
y Laura necesitan asegurarse de que
se harán tiempo para estar juntos.
Necesitarán hacerla en forma inten-
cional, pues no surgirá por sí solo. Si
día a día se ven cada vez menos, inevi-
tablemente llegarán al punto de hacer
que su relación se resienta. Tiempo:
necesitan usado sabiamente, apar-
tando un poco de él para dedicarlo a
su pareja.
". Honra a tus padres. El quinto
Mandamiento dice: "Honra a tu
padre y a tu madre" (Éxo. 20:12). Los
niños necesitan de la guía de quienes
son mayores y más maduros, y por
eso Dios les dio padres. Los más jó-
venes son tan hábiles con el mundo
tecnológico en el que vivimos que, a
veces, piensan directamente que los
grandes no saben nada de nada. Sin
embargo, no existe algo que reempla-
ce a la experiencia de la vida, y este
principio todavía se aplica cuando
los niños llegan a ser adultos. Así,
Mauricio y Laura harían bien en bus-
car a alguien mayor de confianza,
con quien puedan conversar abierta
y francamente. Es importante cuidar,
respetar y aprender de nuestros pa-
dres. Y,mientras damos este ejemplo,
muy probablemente también nues-
tros hijos nos cuidarán y respetarán.
NO mates. La mayoría de las pa-
6 rejas casadas no quebranta literal-
mente el Mandamiento que dice: "No
matarás" (Éxo. 20:13). No obstante,
Jesús reínterpretó este Mandamiento,
para demostrar que una actitud hi-
riente puede ser tan destructiva como
apretar el gatillo de un arma. Él advir-
tió: "cualquiera que se enoje contra su
hermano, será culpable de juicio" (Mat.
5:22). Esto no significa que Mauricio y
Laura nunca sentirán enojo en su re-
lación, pero sí que necesitan prestar
atención a las palabras que usan para
expresada. Deberían evitar usar el sar-
casmo o el desprecio. Y siempre de-
berían recordar que "palabra y piedra
suelta, no tienen vuelta':
No cometas adulterio. Un
Mandamiento que es quebranta-
do mucho más frecuentemente es el
que indica: "No cometerás adulterio"
(Éxo. 20:14). Con todo, que Mauricio
tenga otra mujer o Laura otro hombre
no es la única forma de cometer adul-
terio. Es más probable que cometan
adulterio con (1) sus recursos: gas-
tando dinero y tiempo egoístamente,
en vez de hacerla en forma grupal y
cooperativa; (2) sus sentimientos:
compartiendo pensamientos y sen-
timientos íntimos, preocupaciones y
dolores con alguien del sexo opuesto,
en vez de hacerla con su pareja; y (3)
pornografía: viendo contenidos eróti-
cos a través de Internet u otros me-
dios (véase Mat. 5:27, 28). Todas estas
cosas pueden destruir una relación
tanto como lo puede hacer el acto fí-
sico del adulterio sexual.
No robes. En el matrimonio, lo
que le pertenece a uno le perte-
nece al otro, de modo que se puede
pensar muy fácilmente que, aquí, el
Mandamiento: "no hurtarás" (Éxo.
20:15) no se aplica. Sin embargo, todo
es un asunto de respeto. Mauricio y
Laura necesitan asegurarse de que
respetan las cosas del otro, las opinio-
nes del otro y el espacio y el tiempo
del otro. Recuerda que, si bien los dos
se han hecho uno, aún son dos, y por
eso deben ser respetuosos.
REVISTA
Sé honesto. El noveno
9 Mandamiento ordena: "No habla-
rás [...] falso testimonio" (Éxo. 20:16),
que expresado en forma positiva sig-
nifica: "Siempre dirás la verdad': Una
de las bases para un matrimonio esta-
ble es la confianza, porque incluso la
más mínima desconfianza comenzará
a minar el amor. Y esta confianza se
construye sobre la certeza que tie-
nen tanto el esposo como la esposa
de que lo que el otro dice siempre es
la verdad. Si alguno de los dos tuvie-
ra la más mínima sospecha de que
su compañero está siendo tramposo,
se minará la confianza y, junto con
ella, el amor. La confianza que tienen
Mauricio y Laura en la honestidad del
otro es uno de los "bienes" más valio-
sos que pueden poseer como pareja,
iY deberían protegerla celosamente!
No codicies. El décimo
Mandamiento, "No codicia-
ras (Éxo. 20:17) es, quizás, el más
importante, porque regula la forma
en que pensamos. Este es el más im-
portante, porque es desde nuestros
pensamientos que surgen nuestras
acciones y nuestros sentimientos. La
forma en que Mauricio y Laura pien-
san acerca de ellos mismos, de los de-
más, del mundo físico que está a su
alrededor, de su espiritualidad, de su
filosofía de la vida, etc., con el correr
del tiempo se verá reflejada en lo que
dicen, hacen o sienten.
A medida que Mauricio y Laura
vayan entendiendo el grado de intimi-
dad entre dos personas que puede lle-
gar a crear el matrimonio, es probable
que tengan una mejor comprensión
del tipo de relación que Dios desea
tener con ellos. Si bien Dios, por un
lado, quiere tener una relación con
todos y ofrece su amor libremente a
todas y cada una de las personas, por
el otro también anhela tener una re-
lación muy personal contigo, como
la que tienen un esposo y su esposa
entre ellos. _
RODNEY WOODS es director del departamento de
Testamentos y Legados en la región de North New
Sourh Wales y Greater Sydney, Ausrralia, y escribe
para la revista Signs ofthe Times.
AOVENTISTA • JUNIO 2010 1'3