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UNIVERSIDAD EMPRESARIAL SIGLO 21 1

Autor: Prof. Myrtha Argañarás

Compendio Bibliográfico
EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
Unidad II

1. - El Conocimiento

Consideramos necesario en éste mundo en que nos movemos, que es casi siempre en
el de las opiniones, establecer la diferencia, entre: opiniones, conocimiento común y
conocimiento científico.

La filosofía se ocupará, en su “Teoría del Conocimiento” o “Gnoseología”, (gnosis:


conocimiento), de preguntar por los límites de nuestros saberes, para lo cual se verá obligada
a extender la vista más allá de esos límites, debido a las distintas posiciones y criterios
expuestos por los filósofos. Desde sus remotos orígenes, queda enredado el problema de
distinguir lo filosófico y lo jurídico. No se puede, pues, demostrar cual de las diferentes
teorías del conocimiento están en lo cierto, si es que alguna lo esta (y aun, podría uno
preguntarse, sí tiene algún sentido, hablar de la verdad de una teoría del conocimiento.
Esta grave situación, podría zambullirse en interminables y estériles especulaciones
sobre el Ser, el Uno, y el Mundo y aún trabar el desarrollo de cualquier ciencia, si no fuera
porque, en general, optamos por seguir viviendo como lo hacemos, sin preocuparnos por el
problema. La pregunta es: ¿Tiene alguna justificación una conducta tan displicente? y una
respuesta posible sería: por lo menos, no trae consecuencias desagradables. Por eso todos
actuamos, en la práctica, como realistas empedernidos.
El tema queda fuera del alcance de nuestro tratamiento, en consecuencia no nos
introduciremos en sus discusiones; pero resulta indispensable considerarlo, aunque sea del
modo más somero, tan sólo para mostrar que existe como problema especulativo y que
cualquier construcción que se haga sobre la ciencia, reposa sobre ciertos presupuestos en los
que habitualmente no reparamos.1

Por razón de su propiedad de conocer, el hombre está en continuo trabajo para


adquirir nuevos conocimientos2, por el poder de abstracción de su inteligencia puede llegar a
conocer diferentes objetos, más de los que podría conocer un animal irracional, porque éste

1
GUIBOURG, Ricardo, Ghigliani Alejandro, Guarinoni Ricardo – Ob. Cit.
2
Remitimos a lo expuesto en el Capítulo I
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sólo tiene conocimientos sensitivos. El animal irracional, jamás reflexiona acerca de sus
conocimientos. El hombre, por el contrario, tiene conocimientos sensitivos y suprasensitivos.
Por su inteligencia abstrae, universaliza, reflexiona, compara, investiga las razones de las
cosas, las causas próximas y remotas.
Nos preguntamos: ¿Qué es el saber? ¿Qué determina el conocimiento? Distintos
criterios - como veremos más adelante - sustentarán dichas preguntas. En sentido estricto,
distinguimos entre: saber y conocimiento. El saber, se da en un sentido amplio, el
conocimiento vulgar. Aprehende la realidad en situaciones objetivas y subjetivas, teóricas o
prácticas, incluyendo “El saber a que atenerse”.
“Conocimiento” es un concepto más estricto, es saber comprobado y sistematizado,
el conocimiento científico, da lugar a la “ciencia”. Es decir acepta ciertas bases o
postulados, dogmáticamente, sin discutir. La ciencia presupone, sin hacer de ello un
problema, la existencia del mundo exterior, el espacio, el tiempo etc.

El problema gnoseológico no considerará, directamente, ni el conocimiento


sensitivo, ni el pre – científico o vulgar, sino el conocimiento científico cierto.
Para comprender el alcance, de los diferentes grados de conocimientos, es necesario
distinguir los diversos estado psicológicos que la mente podrá encontrar respecto a los
mismos.
Tendremos cuatro estados subjetivos: Ignorancia, duda, opinión y certeza.

¾ La Ignorancia: es la carencia de conocimiento, desconocemos


“ignoramos” todo respecto de algo o de alguien. Esa ignorancia, la mayoría de las veces,
llevará al hombre a la acción, debido a su espíritu indagatorio y de curiosidad.

¾ La duda: es una indeterminación del entendimiento.


La duda puede ser real o ficticia. La primera, porque realmente la inteligencia no ve de que
lado debe inclinarse, en cambio la ficticia, es fingida.

¾ Las opiniones: no llegan a ser conocimientos propiamente dichos, aunque


se les parecen, porque son también afirmaciones sobre la realidad. No son ideas
corroboradas, podríamos considerarlas como un sustituto del saber. Es la inclinación de la
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mente hacia un juicio que ella tiene como verdadero, pero no confirmadas. Las opiniones no
han recibido un análisis suficiente como para convertirse en un saber seguro. Cuántas veces
no ha ocurrido, que ante la confirmación de una hipótesis que habíamos lanzado, decimos
“yo me lo había imaginado” o “Yo ya lo había dicho”, y lo que habíamos imaginado o dicho,
no había sido corroborado, simplemente “opinamos” que era así.3 En efecto, dando nuestra
“opinión” podríamos decir: la superficie de Francia es mayor a la de Provincia de Buenos
Aires que se encuentra en Argentina, o podemos también “opinar” que del nogal se come la
fruta y no la semilla. Estas afirmaciones, podrán ser fácilmente desmentidas por quién posee
un conocimiento estricto sobre la materia.

¾ La certeza: es la firmeza del acontecimiento de la mente hacia uno de los


juicios. Significa tranquilidad intelectual legítima. Podremos hablar de “juicios ciertos”,
“proposiciones ciertas”, “teorías ciertas”. El problema gnoseológico trata la certeza
científica, los conocimientos ciertos.

1.1. Elementos del conocimiento

Gnoseológicamente, para que haya conocimiento son necesarios dos elementos: Por
un lado, alguien que conoce: el sujeto cognoscente. Por otro, aquello que se conoce: el
objeto cognoscible. En la relación cognoscitiva el sujeto capta, aprehende al objeto. Tal
aprehensión se produce cuando queda como resultado, en el sujeto, una imagen. Esta se
constituye con las características captadas en el objeto por el sujeto. Sinónimo de “imagen”
es “idea”, “noción”, “concepto”. Sólo habrá conocimiento, si la imagen repite las
propiedades del objeto. Hay adecuación o coincidencia, entre la imagen y el objeto conocido,
la imagen es verdadera.

¿Quién Conoce?: el sujeto, en principio, un hombre: un ser humano, con


determinados conocimientos y experiencias previas. ¿Qué se conoce?: Se conocen objetos:
aquello que se presenta, se enfrenta al sujeto. En principio se conocen los objetos que nos
rodean, que ocupan un lugar en el espacio y en el tiempo (objetos reales). Sin embargo, esta
no es la única posibilidad de relación – sujeto – objeto, pues, los objetos pueden llegar a ser
personas, entonces la relación sujeto - objeto será distinta. Rocío, puede conocer a Carolina y

3
PRADO, Juan José – Manual de Introducción al Conocimiento del Derecho” Editorial Eude – 1992 –Pág.22
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a Sofía, a su vez Carolina y Sofía en esa relación, conocen a Rocío, es una relación de ida y
vuelta, “las tres, se encuentran conociendo”.

También pueden ser aprehendidos, los propios estados mentales – afectos,


pensamientos, deseos etc. – Estos objetos psíquicos parecen más difíciles de conocer que los
objetos externos al sujeto. La idea no tiene existencia temporo – espacial, pero son
aprehensibles. Los números, las figuras geométricas, se aplican a la realidad, pero no se
4
presentan a nuestra experiencia. El hombre puede conocer un lago, un paisaje, sin que jamás
ese lago o paisaje, pueda conocer al hombre.

El que conoce Lo conocido

SUJETO Correlación
OBJETO

Lo más importante para el idealismo Lo más importante, para el realismo

1.1.2. Grados de Conocimiento.

A lo largo de la evolución cultural, se ha establecido la existencia de diferentes


modos de interacción del sujeto con los objetos. En la actualidad se considerará a éstos
modos de conocimientos como diferentes aproximaciones a lo real, sin que ello implique la
supremacía de uno sobre otro. El conocimiento humano, desde el punto de vista lógico,
puede ser: a) Vulgar, b) Científico y c) Filosófico. Esta distinción nos irá aproximando a la
ciencia.
a) El saber vulgar, precientífico, ingenuo, es el modo común y espontáneo, de toda
persona, por conocer. Se posee sin buscarlo, indispensable para el diario vivir.

4
ESTHER DÍAZ – HÉLLER MARIO – “ El Conocimiento Científico. Hacia una visión crítica de la Ciencia. - Volumen I - Editorial
Universitaria de Buenos Aires – Sexta Edición - Año 1989
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Es un modo de conocer adquirido en el proceso de socialización y que hace que cada
grupo humano, despliegue modos particulares de explorar la realidad. Este saber, es producto
de un largo proceso de aprendizaje social, transmitido de generación en generación. Los
conocimientos, pueden ser verdaderos o falsos.
Es el conocimiento que tiene una persona si preparación especial sobre él y derivado
de la experiencia: El día le sucede a la noche, el fuego quema etc. La base de este
conocimiento es la observación de los fenómenos y el establecimiento de ciertas
regularidades, a partir de sucesivas pruebas de ensayo y error. Se caracteriza por ser:
™ Un conocimiento superficial, se conforma con lo aparente, o mejor dicho, se basa
en lo aparente.
™ Sensible, ya que se obtiene a partir de las vivencias, las emociones y las
sensaciones que recibe el sujeto en las actividades que realiza habitualmente.
™ Subjetivo, en la medida que es el propio sujeto, el que organiza las experiencias.
™ No sistemático, carece de método y sistematización.
™ Acrítico, puesto que apoyado sólo en la evidencia inmediata, percibe únicamente
la epidermis de la realidad.

b) Conocimiento o saber científico: es saber con supuestos. Acepta ciertas bases o


postulados, dogmáticamente, sin discutir.
Desde los albores de la cultura occidental hubo una marcada preocupación por
distinguir entre un conocimiento azaroso, opinante y versátil y un conocimiento que
asegurase la adquisición de la verdad.
El conocimiento vulgar, reflejaba los hechos tal como aparecen en los sentidos
(realismo ingenuo); el científico, por el contrario, buscará la realidad tal cual es y no tal
como se nos parece, vale decir, buscará la verdad.
Para construir el conocimiento científico, (Ciencia) no se precisarán recetas
infalibles, pero sí de ciertos procedimientos lógicos y metodológicos, que, fijados de
antemano nos permiten aproximarnos a la realidad objeto de estudio.

La ciencia5 está hecha de conocimientos, es decir de verdades producto del buen uso
de un método6 adecuado, y no de opiniones. Pero no todo conocimiento es propiamente

5
La palabra “Ciencia” es una palabra ambigua al designar tanto las actividades y procedimientos científicos, cuanto al conjunto de
proposiciones (verdades) que son el resultado de tales actividades.
6
Etimológicamente, “Método” deriva de la palabra Griega, meta (hacia) y “odos” (camino), significando: camino hacia algo. El método
científico, es precisamente, el camino que permite acceder al conocimiento científico.
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científico, porque muchos de los conocimientos que tenemos, a pesar de ser correctos, no
corresponden a lo que propiamente se conoce con el nombre de ciencia. La ciencia, para serlo
exige una elaboración mayor que la suma de conocimientos aislados y desperdigados que, en
la mayoría de los casos, posee la gente.

El “saber o conocimiento científico” supone un sistema de conocimientos, ciertos y


probables, respecto de un determinado sector de objetos de la realidad universal, a los que es
posible acceder a través de una adecuada fundamentación metodológica.

Objeto propio y método adecuado son, pues,


los ingredientes fundamentales de un saber con
pretensión científica.

Han sido numerosos los intentos filosóficos para encontrar la respuesta ¿Qué es el
conocimiento?, algunos datos quedan claros pero no hay una solución total. Hay distintos
saberes, con diferentes grados de veracidad, confiabilidad y extensión.

Valiéndonos de un ejemplo, será tal vez más fácil establecer diferencias entre un
saber vulgar y un saber científico:
El experto técnico, que tiene un pequeño taller y rutinariamente repara un aparato de
radio, puede no haber atendido nunca a consideraciones electromagnéticas, ni a la teoría de
las ondulaciones; puede no conocer siquiera la existencia de la teoría de Ampère, ni lo que
sucedería en caso de que se intentara comunicar dos conductores de electricidad cargados de
signos contrarios. Lo que él sabe, lo sabe empíricamente y sabe que haciendo determinados
agregados, superiores o transformaciones, se obtendrán los resultados perseguidos.7
George Russel Harrison,8 transcribe una cita de Hazlitt en la cual afirmaba que el
hombre es el único animal que ríe y llora, porque es el único al que le es dado percibir la
diferencia entre lo que las cosas son y lo que tendrían que ser. Y es casualmente a través del
conocimiento superior como es dable trocar las cosas, de lo que son, en lo que deberían ser.

7
ALVAREZ G. “Manual de Introducción al Derecho” 2º Edición revisada – Editorial Juris – 1995 Pág. 14
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¾ Conocimiento Filosófico

c) Conocimiento o saber filosófico: es un saber sin supuestos. Tiene siempre un


carácter universal, pretende bucear en los últimos fundamentos de ese conocimiento y esta
suprema unificación del saber a que aspira, tiene pretensiones de ponderación estimativa.
Examina y fundamenta los postulados de las ciencias e indaga en sus propios fundamentos,
trata de “autojustificarse.
”Ortega y Gasset, ha dicho que el conocimiento filosófico es: autónomo y pantónomo.
1) Es autónomo, en el sentido de que es un saber sin supuestos. La ciencia presupone la
posibilidad de conocer la realidad; en cambio, la filosofía, hace de ello un problema y lo
somete a un riguroso análisis. 2) Es pantónomo, en el sentido que abarca la totalidad de los
objetos, en aquello que tienen de esencial, es decir en los problemas de mayor profundidad,
cualquier objeto, puede ser materia de reflexión de la filosofía.

En pocas disciplinas jurídicas, como el Derecho, la polémica respecto de su objeto


propio ha sufrido tantas vicisitudes. Las Ciencias Jurídicas, dan por supuesto una serie de
conceptos, como la noción de derecho, de justicia etc., que son problematizados por el
pensamiento filosófico, y estudiados intensivamente, analizándose así los fundamentos
mismos sobre que reposan las Ciencias Jurídicas. El conjunto de estos problemas, es los que
originará la “Filosofía del Derecho”

Si se piensa en el saber a partir de un objeto determinado extraído del mundo


de la realidad, es posible predicar un “saber vulgar” que atienda a las singularidades
concretas de ese objeto; o un “saber científico”, que sistematizando los
conocimientos de ese objeto en relación con la región ontológica a la cual pertenece,
penetra metodológicamente en las generalidades del mismo, suministrando, no
obstante, una visión fragmentaria y parcial; o un “saber filosófico, que, en un anhelo
total hacia la sabiduría, aspira a la unidad, a la universalidad, preocupándose por los
cimientos en los cuales se apoya el saber y los valores a los que aspira en su
realización.

8
HARRISON, George R. “ Lo que el hombre puede ser. El lado humano de la Ciencia” Bs. As. Sudamericana, 1958, Pág. 29 – Citado por
Álvarez G en “Manual Introducción al Derecho – Ob. Cit.
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1.1.3. - Investigación Científica y Conocimiento Científico

Debemos diferenciar, nos dicen Díaz y Heler9, la investigación científica del


conocimiento científico. La primera constituirá la actividad productora del segundo. La
manera en que se efectúa la investigación científica determinará el tipo de conocimiento que
llamamos científico.

Investigación Científica Conocimiento Científico

El hecho de que el conocimiento científico pueda ser aplicado a la realidad también


distingue a la ciencia. Designamos como técnica a los procedimientos para dominar los
fenómenos – reglas técnicas – Como la primera vez que el hombre prehistórico tomó una
piedra y la utilizó.
Cuando los procedimientos para dominar los fenómenos se originan en la aplicación
de los conocimientos científicos, se habla de tecnología.
La Tecnología tomará determinadas teorías científicas y las adaptará para
determinados fines. La construcción de un edificio, los medicamentos, las computadoras,
etc., se obtienen de la tecnología.

Investigación científica Conocimiento Científico Tecnología

Al abarcar en su totalidad lo que se denomina ciencia, observamos cómo una tarea


teórica, como la producción de un conocimiento científico, tiene connotaciones prácticas
mediante la tecnología.

Se puede distinguir, en consecuencia, un nivel teórico y un nivel práctico de las


ciencias. Esto nos permite hablar de ciencia pura cuando en la investigación se plantean sólo
problemas teóricos, es decir, se intenta dar cuenta y explicar la realidad independientemente
de su aplicación En tanto nos referimos a ciencia aplicada, cuando se estudian problemas
prácticos. Tiene connotaciones prácticas mediante la tecnología. De ese modo la ciencia
contribuye al bienestar de la humanidad – desarrollar una vacuna contra cierto virus –pero
como nada es perfecto, puede ser causante de graves perjuicios: la aplicación del

9
DIAZ, Esther; Heler Mario – Ob. Cit- Pág. 14
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conocimiento científico produce medicamentos pero también armas; la energía nuclear puede
servir para fines positivos pero también provoca la destrucción de los pueblos. 10
Mario Bunge (Epistemólogo argentino contemporáneo, residente en Canadá)
afirma:” Todo avance científico es beneficioso”: La ciencia es neutra. Lo que ocurre es que la
tecnología es ambigua: nos brinda instrumentos que tanto pueden servir al bien como al mal.
Desde luego algunos productos de la tecnología sólo sirven para el mal. Con un fusil o
ametralladora sólo se puede matar, mientras que con explosivos – que también matan – se
pueden abrir túneles. Se cuestiona el principio de neutralidad de la ciencia. Esta, en realidad,
sería cómplice de la sociedad opresora e injusta. El desarrollo de la ciencia y la sociedad
están íntimamente vinculados.

De una u otra manera, el desarrollo científico influye sobre la humanidad y


determinadas situaciones políticas o sociales pueden condicionar dicho desarrollo. Así, el
SIDA requiere imperiosamente de presupuestos para investigaciones tendientes a prevenirlo
y curarlo, pero a veces no existe la decisión política al respecto; en cambio, el proyecto
Cóndor II, que insumió mucho dinero en investigaciones, fue producto de una decisión
política sin que, quizá, existiera una urgencia social al respecto. Es necesario obtener –
propone Bunge – una “ideología científica” que con la ayuda de la mejor ciencia organice los
proyecto más convenientes para la sociedad11

Otra cuestión a considerar es que, aun cuando estemos convencidos de la importancia


de la ciencia, solemos identificar a éstas solamente con las formales o las naturales en el
mejor de los casos. Difícilmente nos parezca relevante instrumentar investigaciones en el
área de las ciencias sociales, como las de reforma educativa o estructuras judiciales por
nombrar algunas.
Históricamente se demuestra que, si bien el desarrollo científico y tecnológico es
condición necesaria para el crecimiento de un país, no es condición suficiente; ya que debería
complementarse con un progreso en investigaciones tendientes a fortalecer las áreas sociales
que hacen a una mejor calidad de vida. La humanidad ha llegado a un momento crítico de su
evolución, al cual contribuye el conocimiento científico (ciencia) y sus aplicaciones. ¿La

10
FOSCO Roque Ernesto, CERUTTI, M. del Carmen, ARGAÑARAS de Mundet, Myrtha, PIÑERO M. Teresa “El Qué y el Cómo de la
Abogacía una introducción a sus estudios –Tercera Edición Segunda Reimpresión - Editorial Advocatus 1996 Pág.166
11
DIAZ, Ester; HELER, Mario “El conocimiento Científico – Hacia una visión crítica de la Ciencia” Editorial Eudeba – Bs. As 1989 –
FOSCO Roque Ernesto, CERUTTI, M. del Carmen, ARGAÑARAS de Mundet, Myrtha, PIÑERO M. Teresa “El Qué y el Cómo de la
Abogacía una introducción a sus estudios –Tercera Edición Segunda Reimpresión - Editorial Advocatus 1996 Pág.166
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ciencia dará solución a ésta crisis como pretende el positivismo de viejo y nuevo cuño?, o
bien la ¿Ciencia sólo es una alternativa de solución entre otros posibles?. 12

2. - Que entendemos por Ciencia

Preguntar por la ciencia no debiera parecer una tarea innecesaria para el hombre post-
contemporáneo. En efecto, el impacto del desarrollo científico y tecnológico en el siglo XX
se manifiesta en todos los ámbitos del quehacer humano. Desde la simple aspirina, el
trasplante de órganos, el avión, la televisión, los misiles, etc., nos muestran como el
desarrollo científico compromete nuestra vida actual.13

El término “ciencia”14, deriva etimológicamente del latín “Scire” que significa


“saber” “conocer”. Más que saber, alude el verbo latino a una forma de saber y a la
acumulación de conocimientos. Como tantos otros – no es unívoco, más aún, también es
ambiguo. Sin embargo, su uso no genera incomprensión ni obstaculiza la comunicación.
Algunos significados ya están sedimentados y sólo a partir de ellos surgirán diferencias y
matices. La palabra ciencia, genéricamente, designa el conocimiento avalado

Aun cuando no hay unanimidad para definir “ciencia” debido,


en algunos casos, por las distintas concepciones y los distintos
periodos que la misma ha debido vivir decimos que es: “El
conjunto de conocimientos racionales, ciertos o probables, que
obtenidos de manera metódica y verificados en su contrastación
con la realidad, se sistematizan orgánicamente haciendo
referencia a objetos de una misma naturaleza, cuyos contenidos
son susceptibles de ser transmitidos mediante un lenguaje
riguroso y apropiado.

La importancia de la ciencia en la vida, justifica plenamente una reflexión sobre las


características y los métodos del conocimiento científico. Creemos que no se agota allí esa
reflexión. Debemos considerar además, la validez de sus teorías, las consecuencias de sus
aplicaciones, los principios metódicos, los presupuestos, tanto internos a la ciencia como
socio – culturales. El íntegro edificio de las ciencias hunde sus cimientos en un suelo harto

12
DIAZ, Ester; HELER, Mario “El conocimiento Científico – Hacia una visión crítica de la Ciencia” Editorial Eudeba – Bs. As 1989 –
13
DIAZ, Ester; HELER, Mario “El conocimiento Científico – Hacia una visión crítica de la Ciencia” Editorial Eudeba – Bs. As 1989 –
Pág10
14
Usaremos las palabras: “ciencia y conocimiento científico” indistintamente. Hay pensadores, que establecen distinciones al respecto.
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sísmico, que aun en sus momentos de quietud tiene partes blandas y lodosas. Este suelo es la
epistemología, una parcela del vasto, brumoso y disputado territorio de la filosofía.
El hombre de ciencia investiga en pos de su propio objeto, pero corre graves riesgos
sino tienen en cuenta la problemática que sirve de base a su estudio: entre ciencia y filosofía
existe una constante realimentación recíproca, ya que el avance científico ayuda a clarificar el
fundamento filosófico y una variación de éste, acaso pequeña, puede abrir nuevos e
insospechados rumbos a la investigación.
Aquel riesgo se agiganta cuando se trata de las ciencias sociales: la evolución de
éstas ha sido muy lenta a lo largo de la historia, porque el hombre, demasiado comprometido
como objeto último del estudio que comprende, encuentra difícil tomar la distancia adecuada
para examinarse con imparcialidad.”15

La familiaridad que hoy existe con la ciencia y sus productos, no significará poseer,
una conciencia clara acerca de ¿Qué es la ciencia?, de cuales son las características del
Conocimiento Científico y de cómo se concreta la aplicación Tecnológica de las Teorías
Científicas.

3. - Distintos Periodos Sobre la Problemática del Conocimiento y la Ciencia.

Para llegar a lo que hoy denominamos “Ciencia”, se ha recorrido un largo camino de


siglos, que nacen con la curiosidad de conocer y problematizar16 algún aspecto de la realidad.
En ésta larga búsqueda podemos señalar como fundamentales: la mitología, la magia y el
conocimiento racional.
Con la mitología y la magia – en cuanto intento de explicación de aquello que se tiene
interés en comprender – comienza el primer esbozo precursor de la ciencia. Una y otra dan
respuesta - en la forma que en esas circunstancias es posible – a los interrogantes que los
hombres se formulan en ese momento.17 La magia, en cuanto conducta destinada a obtener la
realización de los deseos, mediante la “coerción” sobre las fuerzas y seres sobrenaturales y
los mitos en cuanto a narración con pretensiones explicativas, son las primeras formas
fundamentales de respuestas.

15
GUIBOURG, Ricardo, Ghigliani Alejandro, Guarinoni Ricardo – “Introducción al Conocimiento Científico” – Editorial Eudeba. Buenos
Aires 1991- Pág. 13
16
Hacer problemática
17
LUNA, Rosalía – “ La Construcción del Conocimiento en las Ciencias Sociales” – C y F Impresiones – La Rioja 2.005 – Pág. 97
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Más tarde – Siglo VI a C., cuando las colonias Griegas de las costas de Asia Menor,
entraron en contacto con las culturas que poseían conocimientos y saberes técnicos –
astronomía babilónica y arquitectura egipcia etc. – gran parte de las explicaciones místicas,
entraron en crisis. Los Griegos, arrinconaron las viejas explicaciones y trataron de desvelar la
realidad (aletehia, verdad – significa literalmente: des- velar) ¿Qué hicieron entonces?, quitar
los velos del mito, utilizando la razón o logos. Como resultado, surgió una actitud nueva –
amítica y racional – de abrirse al conocimiento de las cosas.
Dentro del ámbito del conocimiento científico – de la ciencia - visualizares distintos
periodos sobre la problemática del conocimiento y la ciencia.

3.1. - Concepción Clásica de las Ciencias

Hablamos de una concepción clásica de la ciencia,18 para definir un tipo de saber


enmarcado en una concepción general de la época. Nos ubicamos en el período de gestación
de la ciencia: Siglo VI a C., en Grecia, en razón de que en la misma encontramos, desde
nuestra visión occidental, un esfuerzo sistemático del hombre griego para acceder al
conocimiento verdadero, por encontrar explicaciones racionales y por justificar las
afirmaciones que realizaban, no quedándose en los hechos individuales.19

Una primera diferencia entre los grados del saber, la encontramos, en esta
Concepción Clásica: a) Periodo Cosmológico20 Siglo VI y V a. C, Grecia.
Por entonces, Parménides, que se le conoce como el primer racionalista, decía
referente al “conocimiento”: hay dos mundos, “ El Ser y el No Ser” – el Mundo Sensible y el
Mundo Inteligible -, de allí que hay dos vías de conocimiento: a) La vía de la verdad: que se
conoce por la razón y llega al “Ser” (El verdadero conocimiento derivaba de la razón). b)
La vía de la opinión: que se conoce por los sentidos y llega al “No Ser”
Su aporte, original, fue el considerar “la razón”, usar la razón que, a través de un
esfuerzo especulativo, comenzará a buscar la explicación de los primeros principios y
causas. Una parte de la humanidad, algunos hombres, comienzan a seguir la “vía de la
razón”, la “vía de la verdad”, como la única que da acceso a la misma, y en ese quehacer
intelectual, aparece – como forma de conocer por la razón – el proceso de abstracción.

18
PIÑERO, María Teresa “Introducción a las Ciencias Sociales” en Ciencia, Derecho y Sociedad – Facultad de derecho de la Universidad
nacional de Córdoba – Tomo 3 – Córdoba año 2.003
19
Los griegos vivían pensando filosóficamente acerca de todo lo que los rodeaba, a tal punto que un tema muy popular en la Antigüedad,
era la burla que se hacía de los filósofos, especialmente en el teatro, ya que se los caracterizaba caminando ensismimados, pensando en la
constitución del mundo y cayendo en un pozo ciego ( Guibourg, 1986) .
20
Sobre el punto, emitimos al Capitulo I
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b) Periodo “Antropológico” – Estudio del hombre por el hombre - Grecia Siglo V y IV a


C. Nos encontramos con Sócrates, con su lema: “Conócete a ti mismo”. No elaboró una
doctrina sistemática, su enseñanza era inmediata y práctica, de sabiduría y virtud, que se
desarrollaba en conversaciones con cualquiera que quisiera hablar con él. Investigaba con sus
interlocutores la verdad. No como lo hacían “los sofistas” – verdad relativa a las
circunstancias contingentes – sino, la que captara la “esencia de las cosas”, la esencia que le
permitió la definición: “ el qué, de lo que fuera”.
Su método del conocimiento era la “Mayéutica” (Dar a luz la verdad). Se desarrollaba
en forma de diálogo en tres etapas: a) La ironía, por medio de preguntas, conduce al
interlocutor a reconocer su propia ignorancia. b) La refutación, ante una pregunta, el
interlocutor da una respuesta y esta es refutada, para encontrar otra mejor. c) La mayéutica
propiamente dicha: luego de sucesivas preguntas y respuestas se “da a luz” el común y se
tiene una definición de lo que se estaba averiguando.

Ciencia estaba identificada con la filosofía y dialéctica. Con la discusión dialéctica


ciencia es un cuerpo de ideas armoniosas y coordinadas sistemáticamente, cada idea se va
ampliando completándose con la anterior. Tienen una idea motriz que las unifica dándole
sentido.

c) Periodo Sistemático: Idealismo y Realismo – Siglo IV a C – Grecia – Atenas. Platón,


discípulo de Sócrates y fundador de la Academia, lugar donde se realizaban los estudios de
filosofía, matemática, astronomía y física. Fue el continuador de las ideas de Parménides,
sobre la “Teoría de los dos Mundos”: Sensible e Inteligible. Correspondían a estos dos
mundos dos tipos de conocimientos: doxa – opinión – y Episteme o Ciencia. Para Platón
conocer es recordar y el conocimiento era progresivo. La doxa u opinión estará referida a
las imágenes, la episteme es el grado superior de conocimiento. El hombre enfrentado con la
esencia de las cosas21. De alguna manera “conocer” es reconocer. Reconocer, en los objetos
sensibles la imagen de la Idea de la que participan. Sólo puede hacerlo la inteligencia humana

21
CASTRO DE CABANILLAS, Ana “Manual de Introducción a la Filosofía” – Editorial T.A.P.A.S Córdoba 1997
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Doxa: Opinión

Platón

Episteme o Ciencia: Grado Superior de conocimiento

Aristóteles, por su parte, difiere dos grados del saber: experiencia y ciencia. La
experiencia, es un tipo de conocimiento mudable y contingente que estaba ligado a lo
individual, lo que ocurre con respecto a fenómenos aislados, que sólo pueden describir lo que
ocurre y sobre lo que puede lograrse un conocimiento inseguro y opinable. Decía en su obra
“Metafísica” que: “Todos los hombres desean por naturaleza conocer. Ese conocimiento se
daba por grados.”22
La cosmovisión de la época permitía relacionar los distintos aspectos y grados del
saber; no había una distinción tajante entre objetos de estudio y métodos de trabajo, ya que lo
importante era la búsqueda de la verdad. Y esto se entendía que perfeccionaba al ciudadano
del Estado, ya que éste problema era fundamental para el hombre griego, cuyo pensamiento,
era primordialmente, filosófico político. Este, precisamente, sería el motivo para dedicarse a
la ciencia.

El pensador griego buscaba distinguir el conocimiento cierto y seguro del mudable y


contingente. Ya expusimos que con Platón encontramos la distinción entre episteme y doxa,
con Aristóteles, dos grados del saber: experiencia y ciencia. La experiencia es un tipo de
conocimiento mudable y contingente que está ligado a lo individual, a lo que ocurre con
respecto a fenómenos aislados, que sólo describir lo que ocurre y lo que puede lograrse un
conocimiento inseguro y opinable.

Nos detendremos en Aristóteles, no porque fue el único que especulaba sobre ciencia
o el que más verdades científicas descubrió, sino porque su pensamiento ofrece mayor

22
Ese conocimiento se daba por grados: 1er Grado: La sensación: Conocimiento que se da por los sentidos, y no se transmite. 2º Grado: La
experiencia: Conocimiento de las cosas individuales. 3er Grado: La técnica o “Tekne”, que será el conocimiento de las cosas generales. 4º
Grado: La ciencia: Conocimiento de los Primeros principios o causas Cómo se produce el conocimiento? El conocimiento se une a una
relación entre los sentidos y la Razón. Comienza por los sentidos y termina por la Razón. Los sentidos captan por sensación una imagen del
objeto que es representado en la razón. La inteligencia abstrae por intuición de esa imagen del concepto o la idea, dejando de lado los
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sistematicidad, en tanto, con sus especulaciones intentaba construir un sistema de explicación
abarcativo de todo el universo.

¿Cómo se constituía ese grado del saber que era el conocimiento científico, o la
ciencia? para entender esta concepción, hay que tener en cuenta que 23:

La complejidad de los fenómenos naturales, se explicaba partiendo de ciertos números


de ideas y relaciones simples y fundamentales. Se caracterizaba a la ciencia, como un
conocimiento cierto y demostrativo de las cosas por sus causas que versaba sobre lo
universal y necesario presente en dichas cosas.

En la base del conocimiento había principios primeros de la ciencia, evidentes por sí


mismos, a los que se conocía por una especie de intuición, de las cuales se podían deducir,
otras verdades, usando las leyes y reglas del razonamiento correcto que la lógica proporciona.
El método científico consistía en intuir los principios de la ciencia, que son las verdades más
simples y evidentes que nuestro intelecto puede captar y deducir de ellos todas las demás
verdades. Este era un procedimiento aplicable a todas las ramas del saber, en las que la lógica
y la matemática, ocupaban un lugar fundamental ya que proporcionaban los instrumentos,
para aplicar la razón en la deducción de verdades más particulares

Cuidado, que esto no implicaba que la observación no tuviera nada que ver. Para
Aristóteles ocupaba un lugar importante. Consideraba la investigación científica como una
progresión que iba de las observaciones a los principios generales, para luego volver a las
observaciones. Se diferenciaba de Platón, para quién lo que realmente ocurría en el mundo
real estaba viciado, ya que el auténtico saber, el de la estética, la ética y ciencia se encontraba
en el “mundo de las ideas”
Podemos enumerar entonces tres condiciones, que a partir de Aristóteles, podríamos
definirlo como ese tipo de conocimiento específico que se llamaría: “científico”:

™ La ciencia es un tipo de conocimiento de lo “Universal”, que resume lo que


ocurre en todos los casos bajo las mismas condiciones. La universalidad se ligaba a la esencia
de las cosas, a lo necesario (en tanto, no se pueda dar de otra manera)24 El hecho de que los

detalles Particulares Luego, estando en posesión de la idea Universal, la inteligencia forma juicios y razonamientos, aplicando la deducción,
puede conocer otras verdades a partir de las ya conocidas.
23
PIÑERO, María Teresa – Ob. Cit. – Pág. 20
24
Sobre el tema remitimos al Capítulo I
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cuerpos se muevan en ciertas condiciones, presupone, el primer principio de que está en la
naturaleza de los cuerpos el moverse.

™ La ciencia es un conocimiento por sus “causas”, la ciencia no se limitaba a


describir las cosas que ocurren sino la causa de esto. La ciencia se constituía en cuanto se
indagara el “por qué” ocurren determinados fenómenos, cuando podía explicarse. Entre las
causas, enumeradas por Aristóteles, hay una de singular importancia, la causa final, que
implicaba, que la ciencia no sólo averiguaba el porque ocurrían los fenómenos, sino para
que. Era necesario investigar “con el fin de que”, ocurrían los fenómenos. Los cuerpos no
sujetos se mueven hacia la tierra con el fin de alcanzar su lugar natural, es considerada una
afirmación aristotélica de carácter finalista o teleológica.

™ La ciencia justifica sus afirmaciones, da explicación de ello, y demuestra lo que


afirma. Esta demostración, que es dar prueba de la afirmación que se realiza, en ésta
concepción clásica, se lograba desprendiendo unas verdades científicas de las otras más
generales y primeras, a través del razonamiento lógico.25

La teoría de la ciencia de Aristóteles, estableció como ideal válido para todas las
ciencias, la reunión de los siguientes postulados:
• Estructura deductiva
• Postulado de la realidad: todo enunciado científico debe referirse a entes
reales.
• Postulado de la verdad: Todo lo que se desprende deductivamente, es
verdadero.
• Postulado de la evidencia: Hay principios absolutamente evidentes, de los
cuales se parte. Esto implica necesariamente la metafísica.

Así la concepción clásica de la ciencia estimaba que era posible conocer el orden
natural en las cosas de la naturaleza, de allí que el conocimiento obtenido se considerara
cierto (en el sentido de certeza). Se caracterizaba por ser un sistema deductivo basado en
proposiciones evidentes que no necesitaban demostración: si se procede por medio del
razonamiento deductivo correcto se obtienen otras proposiciones necesariamente verdaderas.

25
PIÑERO, María T. – Ob. Cit -
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La experiencia, en cambio, se caracterizaba por ser un tipo de conocimiento de los


hechos particulares, totalmente mutable y contingente que no atiende a las causa; sólo
muestra y opina.26

3.2. -El pensamiento de la Edad Media.

La Edad Media, como su propia palabra indica, es la transición entre una civilización
que se disuelve y otra que se prepara. Creemos, que en este periodo, no se produjo un
oscurecimiento de las ciencias, como sostienen alguno pensadores, sino que en él se fueron
asentando las bases del pensamiento científico moderno.

Es un periodo de conflicto, de luchas, de choques entre varios elementos, en él se


cruzan las razas, se cambian las ideas, se mezcla lo viejo con lo nuevo y parece recorrerse en
el breve espacio de tiempo todo aquel camino que la humanidad había recorrido
anteriormente. Los pueblos, en parte degenerados por los vicios de una civilización
envejecida, son arrastrados a una condición social más tosca e inculta, y por el contrario,
aquellos que todavía son bárbaros e incultos, abandonaba poco a poco la vida nómada y
aventurera para guarecerse en los castillos y dentro de los muros de las ciudades y, mientras
en un principio no conocían más que el manejo de las armas, aprenden poco a poco a
palidecer sobre los libros.
Desde el Siglo V d. C. Hasta el siglo X d. C, el único saber es aquel que se vinculaba
al orden natural establecido por Dios. Como la fuente del conocimiento es Dios, éste se
obtiene a través de los textos religiosos, por lo cual desaparecerán los escritos que no fueran
acordes a la cristiandad – entre ellos los griegos27. – Esta concepción dará lugar al llamado
iusnaturalismo – que trataremos más adelante – de gran influencia en la conformación y
estudio del derecho.

Fueron los árabes, en su expansión territorial por occidente, quienes se dedicaron a


rescatar los trabajos de los griegos perdidos en la cristiandad y comenzaron a traducir las
obras de Aristóteles, Euclídes y Arquímedes. Así, a partir del siglo XIII, reaparecen los textos

26
OBIOLS, Guillermo A: “Curso de Lógica y Filosofía” 1º Edición, Bs. As. Editorial Kapeluz – 1985, Pág. 168 Citado en FOSCO Roque
Ernesto, CERUTTI, M. del Carmen, ARGAÑARAS de Mundet, Myrtha, PIÑERO M. Teresa “El Qué y el Cómo de la Abogacía una
introducción a sus estudios –Tercera Edición Segunda Reimpresión - Editorial Advocatus 1996 Pág.166
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de Platón y Aristóteles, que se aceptaban como doctrinas incuestionables en materia de


ciencia: para algunos Platón, para otros Aristóteles.
A este período sucede otro, en el que la escolástica, especialmente por obra de Santo
Tomás de Aquino, en lugar de comentar simplemente a Aristóteles, tratará más bien de
conciliar con la Teología Cristiana. Conciliar la fe y la razón, armonizar a Dios y a la
Humanidad, la providencia divina y la libertad humana, partiendo de la idea de un orden
universal que se apoya en Dios. Santo Tomás, cierra la Edad Media y resume las doctrinas de
ella, que tienden a dar la supremacía a la Iglesia sobre el Imperio.28

La recuperación del saber se debió, además, por el impulso que tomó el mismo, con la
creación de las primera universidades europeas – Padua, Oxford, París – y la Universidad de
Bologna, en Italia, dedicada al Derecho29 . Poco a poco, la razón y la pregunta sobre “lo
observable” comienzan a imponerse, así como la indagación sobre métodos racionales para
trabajar y avanzar científicamente.30

3.3.Concepción Moderna de la Ciencia

Aun cuando la Edad Media y hasta cierto punto también el Renacimiento sean dos
épocas cuyos verdaderos lineamientos son muy difíciles de comprender, sin embargo,
también en ellas se mantiene y aparece evidente aquel proceso constante que suele seguir la
inteligencia humanan en su propio desarrollo.

El siglo XV y XVI d. C, asisten a la disolución de un modo de concebir la realidad,


(la del mundo Medieval). Podríamos decir que desde el siglo XVI y más específicamente en
el siglo XVII, el mundo asiste a una serie de cambios profundos en todos los niveles.
Durante este período, llamado el Renacimiento tardío, ubicado en la Edad Moderna,
las condiciones sociales y culturales estaban maduras para que aconteciera lo que se llama “el
giro copernicano” en la ciencia, el que hace referencia a un modo de pensar totalmente
distinto al que le precedía.

27
Los hombres de la iglesia consideraban como sacrílego, los libros de los filósofos. Umberto Ecco, visualiza toda esta perspectiva
medieval en su novel “El nombre de la Rosa”
28
Guiborg, pone como ejemplo, sobre los dos tipos de saberes, el relato entre el astrónomo escolástico y Galileo. Según cuentan, Galileo le
ofreció al escolástico que mirara por su telescopio las luna de Júpiter, que acababa de descubrir. El astrónomo, se negó rotundamente,
aduciendo que las lunas de Júpiter, no podían existir, dado que no figuraban en el tratado de astronomía de Aristóteles, y si el telescopio,
dejaba verlas era porque debía ser un instrumento diabólico.
29
Sobre este tema, remitimos a lo estudiado en el Curso de Ingreso en: Reseña Histórica Institucional y Educativa Argentina – Ob. Cit.
30
PIÑERO, María T. Ob. Cit. Pág 26
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La evolución comenzará con aquellos filósofos, italianos,31 sobre todo, a quienes con
razón se los considera como precursores de la época moderna. Italia fue la cuna del
Humanismo32, que pronto se extendió por todos los países europeos. No sólo se encuentra en
esta época artistas,33 que en todos los ramos crean obras nuevas y perfectas en su género, sino
que hay individualidades que, fuera del campo del arte, abrazan el campo inconmensurable
de la ciencia.
Renato Descartes, marcará el inicio de la filosofía moderna, Siglo XV, XVI d. C. fue
un gran matemático, un físico, que secretamente participaba de la tesis de Galileo.
Considerado como el iniciador de un nuevo método en los estudios metafísicos e
ideales, su propósito fue establecer una filosofía que resolviera todos los problemas y
sistematizara las verdades. Construir, en suma, una “ciencia universal”, un sistema total.

Después de pasar revista a todo el bagaje de las escuelas de su tiempo, se encontró en


medio de dudas e incertidumbres todavía mayores, dando entonces un corte, a las escuelas y
a los métodos del tiempo. Elaborará, con sus reglas propias, un método como camino
seguro para llegar al conocimiento o la verdad: estableciendo un dualismo entre cosa
pensante y cosa extensa. Surgirán dos corrientes filosóficas en torno al conocimiento: El
racionalismo y Empirismo.

Racionalismo Empirismo

* El origen del conocimiento es la razón. + El origen del conocimiento es la


experiencia

* El modelo de conocimiento, es el matemático + El modelo de conocimiento es de las


ciencias naturales
*El Método, es deductivo y conceptual
+El Método es Inductivo experimental.
* Autores: Leybhiniz, Spinosa, Wolf
+ Autores: Locke, Hune, Stuar Mill

En el siglo XVII el mediador crítico entre el Empirismo y el Racionalismo, fue


Enmanuel Kant - Idealismo Alemán - que en su obra: “Crítica de la Razón Pura” describió

31
Entre otros: Dante Alighieri; , autor hacia el 1.300 de “La Divina Comedia” – Petrarcca; Bocaccio y más tarde Maquiavelo, celebérrimo
autor del “Principe” – inspirado según se dice en la vida de César Borja – nos muestra al desnudo la corrupción de la política de su tiempo.
32
Doctrina de las humanidades del Renacimiento que renovaron el estudio de las lenguas y literaturas antiguas. Los humanistas son las
personas versadas en las letras humanas.
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cómo se produce el conocimiento. Se preguntó, si era posible que nuestro entendimiento
fuera más allá de los límites de la experiencia y se elevara hasta el conocimiento de lo
suprasensible. Estableció los elementos del conocimiento - que ya expusimos: – a) Un sujeto:
el hombre dotado de razón, “Que es el que conoce” y b) Un Objeto, la cosa, que es objeto de
conocimiento, “Que es conocido”.

Especificó, además, los caracteres del conocimiento: 1) Relación: pone en contacto al


sujeto con el objeto. 2) Dualidad: deben darse necesariamente estos dos elementos – sujeto y
objeto – para que se produzca el conocimiento. 3) Correlación: el sujeto va hacia el objeto y
lo aprehende, en una relación doble de ida y vuelta. 4) Irreversible: el objeto no puede
transformarse en sujeto, ni el sujeto en objeto.
El conocimiento es para Kant, “Una dualidad. Dualidad que es una relación; relación
que es una correlación, correlación que es irreversible”34 Desde su filosofía prepara en
espíritu el mundo de la ciencia y de la tecnología, al poner el acento en la importancia de la
razón como fuente del conocimiento. El hombre fáustico que nace en el renacimiento, está
por alcanzar su pleno desarrollo.
El Renacimiento, y el Humanismo, crearon el clima adecuado para el desarrollo de las
ciencias, ya no se trata de hacer especulaciones, sino de observar directamente los hechos.
Las disciplinas científicas florecen bajo el amparo de condiciones dispuestas a estimularlas y
de hombres, maravillados por las posibilidades de poder explicar la naturaleza. Este proceso
culmina a fines del renacimiento (Siglo XVI), con Galileo y Newton y da lugar a la aparición
de la ciencia en sentido moderno de la palabra.

Con Francis Bacon,35 se iniciará una tradición de acumulación de datos, de


observaciones y de formulación de hipótesis; ya no se razona discutiendo argumentos de
autoridad, se está atento a la lectura de la realidad. Señalará la importancia de la estadística
para el progreso de las ciencias y la necesidad de verificación empírica, rechazando todo
aquello que no este basado en la experiencia. El empirismo de Bacon, influirá decididamente
en las nuevas formas de abordar la realidad: observación y experimentación, constituirán las
principales fuentes de conocimiento, y todo lo que no pueda ser objeto de experimentación,

33
La pintura, se destacó indudablemente sobre las demás artes, aparecieron numerosos genios del pincel: Leonardo de Vinci, Rafael Sancio;
Miguel Angel Buonarrotti etc. España, dueña de una gran parte de la península italiana, fue uno de los países donde más se sintió la
influencia del nuevo arte: Velásquez; Murillo etc.
34
PRADO, José Julián – Problemas Filosóficos: de la inteligencia, del conocimiento y de la cultura” Departamento de Imprenta y
Publicaciones de la Universidad de Río Cuarto – 1993.
35
Célebre filósofo, fue uno de los creadores del método experimental. Y determinó la ruina de los métodos de la escolástica. Como sabio,
perteneció al renacimiento y está lejos de anunciar a Galileo y Descartes. Sus obras fueron reunidas un año después de su muerte y
traducidas a varias lenguas.
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será considerado como prejuicio, sin validez científica. Ya Brahe y Kepler, habían adoptado
esta nueva actitud científica en la observación del firmamento. Servey y Harvey, utilizaron
también este método, en la investigación sobre los estudios de la circulación de la sangre.

A partir del siglo XVII, comienza una etapa de expansión del pensamiento científico,
que va ampliando su campo de acción. Entre las figuras cumbres del Renacimiento, podemos
citar a Copérnico, astrónomo de origen polaco, refutó la teoría Egocéntrica de Ptolomeo,36
cuando ubicó al sol en el centro del Universo y desplaza a la tierra. Demostró el doble
movimiento de los planetas sobre sí mismos y alrededor del sol, teoría que fue condenada
más tarde por la iglesia. En física, Galileo, Pascal, Torricelli, avanzan en la línea
experimental.
Leonardo de Vinci, además de insuperable artista, fue un gran sabio que llegó a
realizar numerosos inventos mecánicos y se dedicó al estudio de la física estableciendo
inclusive los principios científicos precursores de nuestros modernos aviones, submarinos y
armas de fuego. Galileo Galilei, creador de la mecánica terrestre que utilizará el método
matemático experimental,. Integra ciencia y técnica, utilizando el telescopio en las
observaciones astronómicas.37

Desde las leyes sobre la caída de los cuerpos de Galileo, el sistema heliocéntrico de
Copérnico y demás innovaciones científicas se demuestra lo falible y erróneo de las teorías
anteriores. Esto provoca un cambio en la concepción misma de la ciencia y de su método
para conocer la realidad. Se impone: la observación, la recolección de datos, la
experimentación la confrontación denunciado con la realidad, razonamiento inductivo, la
matemática; van a constituirse en los ingredientes principales de la ciencia experimental, esto
es la acumulación de un proceso, al mismo tiempo el punto de partida de la ciencia
moderna.
Cuando hablamos de método experimental, no nos referimos al sentido estricto del
término; o sea a la sujeción del objeto de experimentación a estímulos controlados, Nos
referimos a experimentos en sentido amplio a someter a prueba afirmaciones. La Astronomía,
disciplina importante de la época, no experimentaba con cuerpos celestes, pero progresaba
con la ayuda de la observación, la matemática y la física.

36
Seguidor de Aristóteles
37
LUNA, Rosalía – Ob. Cit.
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Al moderno le interesa, cómo ocurren los fenómenos, y para ello teoriza,


observando y relacionando y por medio de la razón, construye conceptos
teóricos que lo guían en su trabajo, no sólo experimenta.

Se contrapuso el razonamiento inductivo al deductivo, pues se argüía que, en éste


método, la conclusión no agregaba nada que no fuera conocido en las premisas. El
razonamiento inductivo es el que, partiendo de premisas particulares, permite arribar a una
conclusión fundamental general.38
Se pensaba que por medio del experimento y la observación podía establecerse la
verdad de las proposiciones singulares y que por medio del razonamiento inductivo se
podría concluir la verdad de proposiciones universales que constituyeran leyes científicas.
Al respecto Obiols sostiene: Para un moderno la proposición “Todos los cuerpos
caen”, se fundamenta en que el cuerpo A cayó, el B, cayo etc., en cambio para Aristóteles el
fundamento estaba en que nuestra inteligencia se da cuenta de un modo inmediato que está en
la naturaleza de los cuerpos el caer”39
Sin embargo los propios modernos advierten lo endeble que era éste método pues
siempre quedaba flotando la duda si la cantidad de casos observables podía justificar la
proposición universal. ¿Cuántos gatos hay que observar para afirmar que todos los gatos
tienen cuatro patas?
El tercer elemento, la matemática, se convierte desde entonces en el lenguaje de las
ciencias: las observaciones y los experimentos son leídos matemáticamente y obviamente
expresados en fórmulas matemáticas. En este período se privilegian las ciencias que hemos
denominado puras, de allí la tendencia a la formalización de los resultados de las ciencias40.

La ciencia en la modernidad se estructura sobre verdades


comprobables de algún modo y en algún momento. La experiencia, lo
que ocurre en la realidad, es la materia de la cual se nutren las
observaciones, experimentos y leyes. En general la concepción del
mundo fruto de la nueva forma de mirarlo no es tanto metafísica y
finalista, como en las épocas anteriores sino funcional y mecanicista.
Y para probarlo el hombre experimenta continuamente, conjugando
razón matemáticas observación y experiencia – PIÑERO María T – Ob Cit
38
El razonamiento deductivo parte de premisas consideradas verdaderas para dar fundamento a las conclusiones que se derivan de ellas por
un procedimiento racional.
39
FOSCO, Roque Ernesto – CERUTTI María del C. - ARGAÑARÁS, Myrtha y PIÑERO María Teresa – “El qué y el cómo de la
Abogacía” una Introducción a sus Estudios” – Editorial Advocatus –Segunda Reimpresión - Tercera Edición - Córdoba 1996 Pág. 164
40
FOSCO Roque Ernesto, CERUTTI, M. del Carmen, ARGAÑARAS de Mundet, Myrtha, PIÑERO M. Teresa “El Qué y el Cómo de la
Abogacía una introducción a sus estudios –Tercera Edición Segunda Reimpresión - Editorial Advocatus 1996 Pág.166
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Las grandes protagonistas son: las ciencias exactas y naturales, pero también se piensa
en el hombre y en lo social, aunque no separados de la ciencia natural, todavía, sino fundido
en ella. Ni tampoco alcanzando un grado de sistematicidad que pudiera distinguir las
disciplinas sociales entre sí. En las preguntas sobre el hombre y lo social la influencia de la
racionalidad de la modernidad se da bajo la forma combinada del iusnaturalismo
racionalista y los principios empiristas que se imponían en las ciencias naturales y más que
nada en la física. No hay distinción tajante entre ciencia sociales y naturales, es un gran
conglomerado de preguntas sobre el orden social,41 que al estimarse que pueden deducirse de
reglas de la razón es también un orden natural.

En los siglos posteriores, XVIII y XIX, acontecen nuevos hechos, más


descubrimientos y explicaciones, se van refinando los instrumentos para dominar y explicar
la naturaleza, y se va generalizando la idea empirista de ciencia que da lugar al llamado
modelo naturalista de ciencia, que, en el ámbito específico de lo jurídico veremos como
modelo o corriente positivista de ciencia. En los siglos XIX y XX la aparición de nuevas
filosofías como el positivismo y la fenomenología entre otras y el aporte de importantes
epistemólogos, fueron dando lugar a la Epistemología alternativa y transformar las diversas
realidades que son objeto de estudio
De allí en más los caminos se bifurcan para la ciencia y no es tarea sencilla seguirlos,
ni asegurar, cual de esas vías es la correcta.

3.4. - Concepción Contemporánea de la Ciencia

Podemos decir que en la concepción contemporánea, no hay unanimidad acerca de


que se entiende por ciencia, cual es el método a seguir y mucho menos, en llamar científicas
o no a ciertas disciplinas.
Están los defensores de la idea Aristotélica - Aristóteles, tomó como modelo a la
geometría - y los que sostienen la idea inductivista propuesta en los tiempos modernos; -a
partir de la modernidad el modelo es la Física - predomina, sin embargo, la concepción
rigurosa de ciencia heredada de la corriente positivista que impone la obligatoriedad de que,
el conocimiento y el método, cumplan con determinados requisitos para poder ser calificados
de científicos.
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Hemos dicho, que no todo conocimiento es científico. Para serlo debe cumplir con
ciertos requisitos. Desde Grecia hasta nuestros días, tales requisitos no han sido siempre los
mismos, aunque algunas características han perdurado, fundamentalmente aquellas que
definen a la ciencia como un saber crítico. Este tipo de saber se distingue especialmente por
justificar sus conocimientos, por dar pruebas de su verdad. Para Aristóteles la ciencia es
“conocimiento por causas”. Buscar las causas – aquello que hace que las cosas sean como
son y no de otra manera -
La actual concepción no se preocupa especialmente por la explicación causal, o por lo
menos, ya no entiende las causas a la manera tradicional. Hoy la tarea de la ciencia es tratar
de describir la realidad para comprenderla en sus relaciones invariantes. Le preocupa
descubrir las conexiones constantes que se presentan entre los fenómenos.
En ésta concepción de ciencia: ¿Que requisitos son necesarios para que el
conocimiento sea considerado científico? Veamos entonces, algunos caracteres de la
concepción contemporánea de la ciencia que nos ayudarán a identificar esos requisitos42

3.4.1 Caracteres del Conocimiento Científico

¾ El conocimiento es general

Para que el conocimiento sea científico, no puede contentarse con trabajar sobre
hechos aislados o puntuales. Así, la afirmación de que los hombres de los países
latinoamericanos tienden a transgredir más las leyes que los europeos, no puede
fundamentarse en el estudio exclusivo de los porteños, cordobeses o riojanos; no, si
pretendemos que tal afirmación sea una proposición científica.
Se ubican los hechos singulares en pautas generales, los enunciados particulares en
esquemas amplios. El científico se ocupa del hecho singular en la medida en que éste sea
miembro de una clase o caso de una ley.43

41
Con la modernidad aparecerá una nueva clase social: la burguesía, nacida al amparo de un nuevo modo de producción: el capitalismo,
que va ha ser estimulado por los grandes descubrimientos del siglo XV y XVI y por la explotación del mundo colonial. Desde el punto de
vista político, en el siglo XVI, se organizan los Estados, como centro unitario de acción y decisión política.
42
FOSCO Roque Ernesto, CERUTTI, M. del Carmen, ARGAÑARAS de Mundet, Myrtha, PIÑERO M. – Ob. Cit
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¾ El Conocimiento es Legal

La tarea de la ciencia es tratar de describir la realidad. Le preocupa “descubrir” las


conexiones constantes que se presentan entre los fenómenos. Las leyes científicas expresan
esas relaciones. La ciencia explica los hechos por medio de leyes. Una mera recolección de
datos o una descripción de hechos no constituyen en sí conocimiento científico. No se trata
de conocimientos diversos e inconexos sino de un saber ordenado lógicamente, constituyendo
un sistema de generalizaciones y principios que relacionan los hechos entre sí, deduciendo
leyes constantes.

Una ley científica es una proposición general cuya verdad ha sido suficientemente
establecida, que especifica bajo que circunstancias, ocurre un determinado hecho. La ciencia
formula teorías que, en sus explicaciones por medio de leyes, abarcan cada vez más
fenómenos. La teoría es un sistema de leyes o una ley de un nivel superior.
La física de Newton se creía que describía las mismas leyes de la naturaleza; eran
leyes absolutas por descubrir la verdadera estructura de la realidad. Sin embargo, los
desarrollos posteriores (como la Teoría de la Relatividad) manifestaron que tales leyes no son
formuladas para siempre. El avance de la investigación científica ha modificado y
reemplazado teorías. Las leyes y teorías científicas son hipótesis de explicación, cuya verdad
podrá ser confirmada y considerarse leyes, pero solamente sino son refutadas o surgen nuevas
hipótesis que las superen. Las hipótesis son conjeturas más o menos fundadas que aspiran a
ser verificadas y convertirse en leyes. La ciencia, entonces, no sólo se compone de leyes, si
vemos un tratado científico encontraremos: definiciones, hipótesis, clasificaciones,
descripciones de hechos particulares, teorías etc..44

Las leyes científicas son universales y explican los hechos particulares. También nos
permiten predecir, el comportamiento futuro de objetos similares, de allí el carácter
predictivo del conocimiento científico. Si se observa que se cumplen en determinada
situación las condiciones enunciadas en la ley, se puede saber con anticipación lo que
ocurrirá. Si nosotros conocemos las condiciones en que se arroja un proyectil, las leyes de
movimiento, permiten saber cual será el recorrido. La posibilidad de explicar y predecir

43
BUNGE, Mario: La ciencia, su método y su filosofía. Bs. As. , Siglo Veinte 1985 – Pág. 27 citado en FOSCO Roque Ernesto, CERUTTI,
M. del Carmen, ARGAÑARAS de Mundet, Myrtha, PIÑERO M. Teresa “El Qué y el Cómo de la Abogacía - una introducción a sus
estudios –Tercera Edición Segunda Reimpresión - Editorial Advocatus 1996 Pág.166
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proporcionada por las leyes científicas permite entender también las “aplicaciones prácticas
– tecnología” de la ciencia.
La ciencia, por lo tanto, explica la realidad mediante leyes. Una mera recolección de
datos o una descripción o enumeración de los hechos no constituyen por sí mismo
conocimiento científico.

¾ El Conocimiento es social

Implica la posibilidad de su comunicabilidad, de modo tal que en principio se


encuentre a disposición de cualquiera con la capacidad y el empeño necesario para
averiguarlo. La comunicabilidad es posible gracias a la precisión y es a u vez una condición
necesaria para la verificación de los datos empíricos y de las hipótesis científicas.
La comunicación de los resultados y de las técnicas de la ciencia no sólo perfecciona
la educación general sino que multiplica las posibilidades de su confirmación o refutación.

Demás esta decir, que: lo secreto no es ciencia; en la medida que no sea posible su
verificación y eventual refutación, no estaremos frente a un conocimiento científico.45
Los científicos consideran el secreto en materia científica como enemigo del progreso
de la ciencia y un verdadero obstáculo para el crecimiento de los pueblos.
Los conocimientos o contenidos de una ciencia deben ser transmitidos a través de un
vocabulario que le es propio y que debe responder a todas las exigencias con claridad y
precisión.

¾ El Conocimiento Científico es verificable

Los conocimientos científicos se fundamentan también por la verificación de sus


enunciados. Las proposiciones científicas deben ser comprobables de alguna manera.
Los modos de comprobación difieren de acuerdo a la fuente de donde surja, emane
el conocimiento. Cuando este es el razonamiento, las proposiciones científicas podrán
verificarse mediante una demostración matemática o lógica, pero los conocimientos
extraídos de la experiencia no se prestan a una verificación acabada. Imaginemos la

44
FOSCO Roque Ernesto, CERUTTI, M. del Carmen, ARGAÑARAS de Mundet, Myrtha, PIÑERO M. Teresa “El Qué y el Cómo de la
Abogacía una introducción a sus estudios –Tercera Edición Segunda Reimpresión - Editorial Advocatus 1996 Pág.166
45
FOSCO Roque Ernesto, CERUTTI, M. del Carmen, ARGAÑARAS de Mundet, Myrtha, PIÑERO M. Teresa “El Qué y el Cómo de la
Abogacía una introducción a sus estudios –Tercera Edición Segunda Reimpresión - Editorial Advocatus 1996 Pág.166
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dificultad de comprobar que todos los gatos del mundo tengan cuatro patas. Para casos
semejantes se admite a menudo que el conocimiento sea confirmable; esto significa, como
dice Guibourg “susceptibles de ser ejemplificado positivamente por medio de un número
indeterminado de experiencias, con tanta mayor confiabilidad cuantas más sean ellas” . O
bien puede ser refutable: queda sujeto a la aparición de nuevas observaciones, que por
resultar incompatibles con la proposición enunciada, la refuten y puedan demostrar su
falsedad. En esto, lo único seguro, es que si una teoría ha sido refutada, es inválida; lo
contrario, no nos asegurará nada, porque en el mundo de las ciencias solo hay conjeturas y
refutaciones, al decir de Popper.46

La verificación de las proposiciones científicas se vincula a dos procedimientos: la


observación y experimentación. La observación consiste en el registro de los datos de un
fenómeno en forma atenta y objetiva. En la experimentación se provoca una situación bajo
condiciones controladas. En astronomía los fenómenos son, en la mayoría de los casos,
observados; no podemos provocar un eclipse, pero sí se puede registrar con el instrumental
adecuado. La aleación de un nuevo metal puede experimentarse: basta con provocar las
circunstancias que permiten esa aleación. Para lo cual se requiere controlar las condiciones (
tipo y cantidad de los metales combinados; temperatura a la que se somete y el tiempo
durante el cual está bajo los efectos del calor)

¾ El conocimiento científico es metódico

Las características señaladas en el punto anterior manifiestan que el conocimiento


científico no se obtienen azarosamente. Por el contrario el investigador sigue
procedimientos, desarrolla su tarea basado en un plan previo, construye un camino, con el fin
de conocer su objeto de estudio, para descubrir o formular teorías y poder justificar la verdad
de las proposiciones. Los conocimientos se obtienen por la aplicación de métodos
científicos.47 El método científico debe ser explícito: sus reglas se acuerdan y se exponen
como también se fundan las razones por las que ha sido elegido. Existen métodos generales,
y otros especializados; entre los primeros citamos la deducción y la inducción, que
usualmente participan en toda actividad científica, aun como complemento de un método
especial propio de cada ciencia.

46
FOSCO Roque Ernesto, CERUTTI, M. del Carmen, ARGAÑARAS de Mundet, Myrtha, PIÑERO M. Teresa “El Qué y el Cómo de la
Abogacía una introducción a sus estudios –Tercera Edición Segunda Reimpresión - Editorial Advocatus 1996 Pág.166
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Autor: Prof. Myrtha Argañarás

¾ El conocimiento científico es objetivo

“Objetivo” puede comprenderse como lo que corresponde a los objetos. Pero como
noción opuesta a “Subjetivo” significa lo que no varía con cada sujeto, sino que se presenta
de igual manera para todos. Pretende trascender las motivaciones, intereses y todo lo que
hace a la subjetividad del científico, el conocimiento que éste ofrezca debe tener total
independencia del sujeto mismo.

La objetividad del conocimiento científico exige como requisito un lenguaje preciso y


unívoco, con reglas precisas y explícitas debe evitarse la ambigüedad. Comunicable a
cualquier sujeto capacitado, quién podrá disponer de los elementos necesarios, para
corroborar la validez de las teorías en sus aspectos lógicos y verificables.48
La proposición: “ El agua es un cuerpo formado por la combinación de un volumen de
oxígeno y dos de hidrógeno” es una proposición objetiva; su validez proviene de que puede
ser verificada por cualquier sujeto.

¾ El conocimiento científico es abierto

La ciencia es un sistema abierto; incluso los postulados más generales y seguros


pueden corregirse o reemplazarse, en tanto se compruebe que están equivocados.
No existe la certeza absoluta de ninguna teoría todas son falibles y precisamente, lo
que permite que la ciencia progrese, en tanto incentiva a probar una y otra vez buscando
resultados distintos.

El científico contemporáneo, a diferencia del antiguo, no es tanto un acumulador de


conocimientos como un generador de problemas, proclive a desconfiar de sistemas
científicos cerrados.49 Por lo cual también el conocimiento científico, será provisorio:
“Una teoría puede ser descartada o momentáneamente mantenida”. Incluso es
posible que varias teorías alternativas puedan mantenerse simultáneamente, aunque alguna
de ellas, e incluso todas, puedan finalmente desaparecer.50

47
DIAZ, Esther y HELER, Mario – Ob. Cit. Pág 75
48
DIAZ, Esther y HELER, Mario – Ob. Cit. Pág 75
49
BUNGE, Mario – Ob. Cit. – Pág 32 y ss
50
KLIMOVSKY, Gregorio “ Ciencia y Sociedad contemporánea” en Obiols, Guillermo A. Ob. Cit. Pág. 92
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¾ El conocimiento científico es sistemático

Por ser un conocimiento sistemático constituye una unidad ordenada; los nuevos
conocimientos se integran al sistema; relacionándose con los ya establecidos. Un sistema
es una estructura con capacidad de desarrollarse o crecer. Es además un conocimiento
fundamentado. La justificación de su verdad supone poder mostrar las pruebas de su verdad.

Denominamos “Estructura” a un conjunto de elementos


relacionados entre sí, de tal manera de constituir un todo, en el cual
cada elemento (parte o miembro) se relaciona con los otros y se
comprende en función del todo.
Un “sistema” por serlo constituye una unidad ordenada, los
nuevos conocimientos se integran al sistema y se los relaciona con
los ya existentes.

En síntesis, podemos decir que la ciencia como proceso, busca explicar la realidad
mediante leyes y si ponemos el acento en su carácter explicativo, es debido a que
frecuentemente aludimos a que la ciencia describe la realidad.51 En todas las ciencias, o en
casi todas, la descripción de los hechos es un primer paso; pero la ciencia desarrolla, intenta
además explicarlos, tratando de entender porque ocurre lo que se observa. Cuando nos
referimos a que: “El agua se compone de hidrógeno y oxigeno” efectuamos una descripción.
En una explicación, frecuentemente, es necesario acudir a entidades no observables
sensorialmente tales como “átomo”, “inconsciente” o “fuerza obligatoria de la norma”. A los
cuales se les llama términos teóricos o conceptos.52

4 - Clasificación de las Ciencias

Entendemos que las clasificaciones son convencionales y que cada uno puede hacer la
propia de acuerdo a la utilidad que pueda prestar. No hay clasificaciones verdaderas o falsas;
hay útiles o inútiles, aceptadas o no. Adoptaremos la comúnmente aceptada, en razón de que
presta cierta utilidad. Dividiremos a las ciencias en ciencias formales y ciencias empíricas o
fácticas.53

51
DIAZ, Esther y HELER, Mario – Ob. Cit. Pág. 73
52
FOSCO y Otros – “El Qué y el Cómo de la Abogacía – Ob. Cit. Pág. 168 y s.s.
53
Aristóteles distinguía tres tipos de ciencias: teoréticas, prácticas y productivas La primeras incluyen un grupo de saber que hoy abarcaría
las ciencias puras: matemática, física, biología. Las segundas, son las ciencias del hacer, relacionadas con la provisión de normas para la
conducta humana: ética, derecho y política. Vendrán luego las ciencias productivas, que serían como ciencia aplicada o técnica. Eran las
más desprestigiadas ya que correspondían a los trabajos prácticos, propios de los esclavos. En cambio las ciencias de la contemplación
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4.1 Ciencias Fáctica y Ciencias Formales.

El objeto de las ciencias fácticas54 son los hechos; un sector de la realidad objetiva que
se supone exterior al observador. Como deben investigar hechos, su fuente principal de
conocimiento es la observación y la experiencia. De ahí su denominación de empíricas o
fácticas.
Sin embargo, sería un error pensar que la experiencia es la única fuente de
conocimiento con la que cuentan; esta, les proporciona los datos básicos a partir de los cuales
se pueden obtener otros conocimientos por medio del razonamiento. Este es un proceso por el
cual, a partir de la verdad de ciertas proposiciones ya verificadas, nos permite obtener nuevos
conocimientos.
La verdad de las preposiciones de este tipo de ciencias reposa en su correspondencia
con la realidad55; y que esta correspondencia exista o no depende, en última instancia, de la
exactitud y de la amplitud de nuestras observaciones. Como estas son falibles, la verdad de
las ciencias empíricas es siempre provisional; vale como tal mientras nuevas investigaciones
no vengan a refutar las proposiciones generales que se tenían como verdaderas.
La ciencia empírica habla de los hechos, extrae de ellos conocimientos generales y
permite por lo tanto comprenderlos, explicarlos, predecirlos y en definitiva, dominarlos.

A partir del siglo XIX podemos comenzar a hablar de otra división en las ciencias
como consecuencia de la multiplicidad de objetos fenómenos y comportamientos que se
querían explicar y que se agrupaban según su objeto y su método de trabajo.
Las ciencias empíricas o fácticas se dividen a su vez en: naturales y sociales,
(humanas o culturales), para referirnos a dos ámbitos de estudio distinto.

Las ciencias naturales se ocuparán de la naturaleza, las segundas de lo humano que


comprenden: la historia, sicología, economía, sociología, ciencia jurídica y todas las
disciplinas científicas que delimitan su campo de estudio en torno al hombre y sus
producciones, pero no al hombre como ser biológico, sino como individuo, poseedor de

correspondían al hombre libre, que era el ciudadano; aquel dedicado a la búsqueda de la verdad en sus diferentes formas En algunas épocas
históricas de Grecia, los ciudadanos griegos, participaban en la creación del derecho, cuando se reunían en las Asambleas – Recordar lo
explicado sobre Democracia Directa. La aplicación de la ley, también quedaba en manos de los ciudadanos, que reunidos en Tribunales
decidían que pena aplicar a quien hubiese violado la ley. No existía la figura del abogado, y no tenían juristas con una especial preparación
técnica. Recién cuando Roma sustituye a Grecia, como potencia política de Occidente se vuelve importante el estudio del derecho.
54
Guibourg, R y otros: ICC. Cit.; Pág.148
55 )
Según el tipo de ciencia que se trate, será el criterio que se adopte. Existen por lo menos tres criterios, más o menos aceptados: el de la
correspondencia, el de la coherencia y el pragmático o utilitarista.
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cultura, libertad y lenguaje. Las ciencias sociales, - el tema es desarrollado en el punto 4. 2
- que tienen como objeto al hombre y sus producciones, recorrieron un largo camino hasta
dar por sentada su existencia como brazo de las ciencias empíricas. El hombre siempre se ha
preguntado por su psique, sus motivaciones y su cultura, pero en la Edad Media la reducción
a la teología impedía que estas cavilaciones adquirieran sistematicidad.

Empíricas o Fácticas Naturales

Sociales

Ciencias

Formales

El objeto de las ciencias formales en cambio, no son hechos de la realidad sensible,


sino que son abstracciones elaboradas por la mente del hombre. Tanto la aritmética, la
geometría, la lógica, constituyen un mundo construido idealmente. Su fuente de
conocimiento es el razonamiento siendo su vinculación con lo fáctico indirecto. No se
desentienden totalmente de la experiencia porque buscan reconstruir, de un modo claro y
rigurosamente preciso, ciertas relaciones materiales o conceptuales preexistentes.
Estas relaciones integran algún sector de la realidad y se está en la expectativa de su
mejor dominio mediante el sistema formal imaginado. Por ejemplo, la lógica proposicional56
reconstruye, en abstracto, ciertas relaciones de inferencia que observamos entre las
proposiciones concretas. De esa forma57, generalizamos los modos de derivar unas
proposiciones de otras y aislamos las condiciones que nos permiten distinguir, en la práctica,
un razonamiento válido de otro falaz58.

La demostración de la verdad de las proposiciones de este tipo de ciencia consiste en


su verificabilidad racional, es decir en su deducibilidad a partir de ciertas premisas; que se
estiman verdaderas de acuerdo al sistema que se toma en cuenta. La verdad de un

56
El objeto de la lógica proposicional es la proposición y el razonamiento. Provee métodos adecuados para establecer la verdad o falsedad
de una proposición como también la validez o no de los razonamientos. Colacilli de Muro, Ma. Angélica y Julio C.: Elementos de la Lógica
Moderna y Filosofía- Reimpresión de la primera Edición, Bs. As. , Estrada, 1975; Pág. 115
57
Guibourg, R. Y otros: ICC. Cit. ; Pág. 150
58
Hay juristas que partiendo de la lógica formal han diseñado un modelo (lógica deóntica) para analizar las relaciones en un sistema
jurídico
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conocimiento formal es siempre absoluta en el contexto de la teoría de la cual se dedujo. Así,


las matemáticas modernas tienen una gran cantidad de teorías matemáticas alternativas.

Consideramos entonces que: las ciencias exactas (geometría, matemática, lógica)


conservan el ideal griego de la deducción rigurosa a partir de axiomas. Las otras (física,
biología etc), en cambio, aunque no reniegan de la demostración formal, ofrecen en última
instancia sus afirmaciones a la experiencia. Se considera que el objetivo inmediato de las
ciencias empíricas es la explicación, que en términos muy generales significa; dar razones
del fenómeno o hecho. Desde la antigüedad vimos que las ciencias no sólo describen sino que
intentan explicar “ el porque” ocurre. En el caso de las ciencias naturales, explicar significaba
encontrar las causas del acontecimiento y mostrar que constituye un caso particular de una
ley general. La explicación, según leyes generales permite predecir los hechos o fenómenos
siempre que se den determinadas condiciones (Los principios de la mecánica de Newton
hacen posible predecir las posiciones de los objetos celestes).
En cambio las ciencias formales al cambiar su objeto, su fin es justificar
racionalmente las afirmaciones que realicen en el marco del sistema deductivo que tengan.59

4.2. - Las Ciencias Sociales

En el abordaje de las ciencias sociales, partimos del reconocimiento de la falta de


consenso acerca de la fundamentación de su quehacer y de la polémica alrededor de la
cuestión sobre su estatuto de cientificidad. Esta situación ha acompañado a las ciencias
sociales desde su aparición – considerada globalmente y sin precisiones – en el siglo XIX.

Indudablemente las ciencias sociales existen, constituyen conocimiento científico. No


son exactas, pero sí rigurosas. No pueden agruparse por el uso exclusivo de un mismo
método, pero sí abordan el mismo objeto de estudio: el hombre.
Los hechos históricos tienen importancia en la configuración de las ciencias sociales,
porque de una u otra manera, si el objeto de estas disciplinas es el hombre y la sociedad, estas
ciencias nacían para explicarlos describirlos, transformarlos o simplemente justificarlo.
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Dos momentos: La Revolución Francesa y La Revolución


Industrial, dejan el camino para un impulso de las ciencias
del hombre y fundamentalmente para las que conciernen a la
sociedad. Comienza a estudiarse, a partir del Siglo XIX, de
manera sistemática el hombre, su lenguaje, sus costumbres,
las instituciones que van creando, su cultura. PIÑERO María Ob. Cit.

Las vicisitudes de su historia como ciencia, aparece incluso en su denominación, han


sido y son llamadas, también, humanas, del espíritu, del hombre o de la cultura. Llamamos
aquí, Ciencias sociales a todas las disciplinas científicas que circunscriben su campo de
estudio alrededor del hombre,60 no como ser natural o biológico sino como ser cultural o
social, es decir al hombre a través de sus modos históricos de objetivación, a través del
lenguaje y de la cultura.
El lenguaje le brinda una particular e indiscutible relación con otros objetos
científicos, lo que hace dificultoso, pero más fascinante aún, su estudio. La palabra del
hombre puede manifestar verdad, pero también ocultar o mentir. El discurso humano puede
arrojar luz sobre las teorías, puede ser utilizado para contrastar hipótesis o ayudar o refutarlas
o rectificarlas.61

Consideramos Ciencias sociales a todas las


disciplinas científicas que circunscriben su campo de
estudio alrededor del hombre, no como ser natural o
biológico sino como ser cultural o social.

En el siglo XIX Saint – Simón llamó a la naciente sociología “Física social”


siguiendo el modelo de la física natural, por lo que al conjunto de características que definen
a las ciencias en ese momento se lo designaba como “modelo naturalista de ciencia” lo que
sintetiza la ambición de desarrollar una verdadera ingeniería especial que reprodujera la
rigurosidad que se logró en las ciencias naturales. Este modelo adquirió gran prestigio e
importancia por sus posibilidades explicativas y se consolidó en el siglo XIX bajo el nombre
de empirismo o positivismo. Bajo este modelo todas las disciplinas sociales se llamaban
“ciencias positivas” y se van formando bajo los presupuestos que les permitirían ser
consideradas “verdaderas ciencias”

59
PIÑERO, María – Ob. Cit. Pág. 49
60
Comprenden la Historia, Psicología, Antropología, Sociología, Economía, Criminología y todas aquellas disciplinas científicas que
delimitan su campo de estudio en torno al hombre.
61
Díaz Esther y Heler, Mario: op. Cit.; pag. 158 y 159
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Comte sistematizó los fundamentos de la “Física social” para convertirla en una


verdadera sociología científica. En ese marco estableció una ley de progreso entendida como
ley universal de las sociedades humanas a la que le adjudicaba una validez y una perfección
equivalente a las de la ley newtoniana de la gravitación en el mundo físico.

La ciencia social, nace simultáneamente en las obras de Comte y de Marx; el primero


dio paso al positivismo y a partir de Marx se forma una línea de pensamiento llamada crítico
– dialéctica Ambos, con teorías muy distintas y fines políticos diversos; así para Marx las
nuevas fuerzas de las ciencias harían posible que la clase obrera se librara del sistema opresor
del capitalismo. Para Comte, y sus seguidores, la ciencia positiva promovería el progreso y
formas más racionales de vida.62
Ambas concepciones se originaron en contextos diferentes, en Francia, Comte creaba
en el Siglo XIX la sociología, bajo el modelo estricto de las ciencias naturales, respondiendo
al modelo de la física ya que esta había sido la “ordenadora” del mundo.
En Alemania no hay un desarrollo tan fuerte del naturalismo y surgen otras corrientes
que se oponen al positivismo naturalismo, algunas de ellas tendrán como base el marxismo,
otras compartirán sólo algunos puntos.

Desde el momento en que aparecen las ciencias sociales ya no podemos hablar de un


único modelo de ciencia, sino de diferentes formas de concebirla de acuerdo a los
paradigmas, cosmovisiones o concepciones. El esquema cerrado y organizado del período
clásico y moderno de la ciencia cede lugar a la multiplicidad cuando se trata de hablar de las
concepciones contemporáneas de las ciencias. Creemos que más que marcar una carencia,
deficiencia o insuficiencia, explicita sin rodeos la tensión entre una tendencia crítica y una
tendencia científico – técnica ante las cuestiones epistemológicas y pone en evidencia la
ruptura entre las distintas concepciones de ciencias Y las respuestas dadas histórica y
actualmente dependen precisamente del concepto de ciencia que se use como medida. En esta
tensión se destacan dos problemas centrales: el de la objetividad y el de la neutralidad
valorativa.
A modo de síntesis, se niega la cientificidad a las ciencias sociales, cuando se impone
el ideal del positivismo respecto a la unificación del conocimiento científico. Esta unificación
supone el modelo de las ciencias naturales, ámbito en el que al conocer se une lo formal y la

62
PIÑERO, María T. – Ob. Cit. Pág. 34 y s.s
UNIVERSIDAD EMPRESARIAL SIGLO 21 35

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experiencia y por el establecimiento de reglas universales o leyes se puede prever el
comportamiento de los hechos en tanto fenómenos. Si las ciencias sociales no pueden
cumplir este requisito, no son ciencias. O sea, las acepta como ciencia si – y solo sí – adecuan
su método al de las ciencias naturales considerado el único válido. La ciencia quedó
encorsetada en criterios rígidos por efecto de las exigencias positivistas, y fue dentro del
mismo positivismo donde surgieron figuras llamadas “neopositivistas” (el tema será
ampliado en el punto referido al “Iuspositivismo”) que rectificaron ciertas cuestiones, como
Popper, Ángel y Hempel, que hoy son tomadas como paradigmas teóricos cuando se trata de
hablar de ciencia. El desarrollo de las ciencias sociales se impone a pesar de mantenerse al
margen de su consideración en el cuadro de las ciencias.

4.2.1 El problema de la Objetividad

Dijimos que la objetividad científica radica en que las teorías puedan ser contrastadas
con la experiencia y reconocidas intersubjetivamente.
Sucede que, no todas las ciencias pueden tener el mismo grado de objetividad. Como
vimos este no es el caso de las ciencias formales por sus características. En el caso de las
ciencias empíricas, las naturales específicamente, son consideradas un modelo de objetividad
en tanto sus afirmaciones puedan ser contrastadas con la experiencia, con lo cual se asegura
en grado sumo dicho objetividad.
Al determinar este campo de estudio surge el problema de la pretendida objetividad
científica, pues en las ciencias sociales o humanas el hombre mismo es sujeto y objeto de
estudio, dicho de otro modo, tienen la misma índole. Las dos caras de la moneda abren la
posibilidad y ponen el límite: la posibilidad de la comprensión de los fenómenos humanos y
la imposibilidad de la distancia entre sujeto y objeto. Sin embargo, es posible cambiar la
perspectiva y ponerse en otro lugar: quizá atenuar la rígida estructura sujeto – objeto permite
ampliar y facilitar los modos de abordar al objeto. Plantear entonces, más que la existencia de
un único método válido la diversidad de métodos con la única exigencia de la rigurosidad.
Es decir, el cuestionamiento respecto a las posibilidades de objetividad de las ciencias
sociales o culturales o humanas, es que se duda acerca de la factibilidad de que el
investigador pueda situarse externamente al objeto que, en definitiva, es un hombre al igual
que él. Es una duda válida, pues se refiere a la posibilidad de ser imparcial
UNIVERSIDAD EMPRESARIAL SIGLO 21 36

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Aunque se puedan establecer legalidades respecto del comportamiento de los
fenómenos sociales, humanos y culturales, nunca alcanzarán dichas legalidades la
necesariedad de las leyes naturales. Mientras un físico, podrá predecir con certeza como se
comportarán determinados metales que están expuestos al calor, un sociólogo no cuenta con
la misma capacidad de predicción cuando estudia una situación social. Se pueden detectar
ciertas regularidades respecto de las conductas de los hombres, de las sociedades, de las
culturas, pero nunca tienen la inflexibilidad de las leyes de la naturaleza. 63
Existe una gran variedad de planteos sobre este tema; incluso hay quienes consideran
a estas discusiones carentes de sentido y llaman a sus disciplinas humanas “prácticas”, como
el caso de Lacan cuando se refiere al sicoanálisis(77), que se negaba a llamar a sus estudios
psicológicos “ciencia”

Como vemos, las ciencias sociales, han sido siempre, desde su nacimiento, objeto
permanente de discusiones. Entre los filósofos de la ciencia, están aquellos que le niegan a
éstas el carácter de “ciencia”, esgrimiendo razones varias, que nunca alcanzaron el rigor
explicativo de las naturales, que no pueden predecir y mucho menos formular leyes, etc.
Otros filósofos, defienden su cientificidad, y a un sector de éstos, no le parece
relevante la polémica.

En nuestro campo del derecho, hay dos líneas de pensamiento: algunos autores
sostienen que los estudios sobre el derecho no constituyen una ciencia y están quienes
admiten la condición de tal, aunque concomitantemente – como veremos más adelante – se
presentan distintos modelos de ciencias jurídicas. En este siglo también se están dando
discusiones epistemológicas en el campo de las ciencias naturales, con cuestionamientos que
hasta hace poco eran sólo del ámbito de las ciencias sociales – la ecología encuentra
resistencia a su calificación de disciplina científica.

5. - La Ciencia Jurídica
A partir de lo esbozado, respecto a de ciencia, parece indudable que es fundamental
llegar a la explicación de la ciencia jurídica. Encuadramos a la ciencia jurídica dentro de las
ciencias sociales (humanas o culturales) las que a su vez forman parte, junto a las naturales,
de las denominadas ciencias fácticas.

63
FOSCO, Roque Ernesto – CERUTTI María del C. - ARGAÑARÁS, Myrtha y PIÑERO María Teresa – “El qué y el cómo de la
Abogacía” una Introducción a sus Estudios” – Editorial Advocatus –Segunda Reimpresión - Tercera Edición - Córdoba 1996
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Cuando se abandona el campo de las disciplinas naturalistas y se ingresa en el sector


de las ciencias del espíritu, recortar los perfiles del objeto de cada una de ellas, es labor que
se complica sensiblemente, ya que ese objeto no le es dado al investigador con la
insobornable evidencia de la objetividad actual.
En pocas disciplinas científicas como en el derecho, la polémica respecto de su objeto
propio ha sufrido tantas vicisitudes. Casi podría afirmarse que todas las distintas regiones que
es posible describir en el inmenso mundo de los objetos, han sido consideradas, en algún
momento, albergue adecuado para el objeto propio de la juridicidad

5.1. - Conceptualización y justificación

Hay una pregunta que por tradición se ha convertido en el problema inicial de todo
estudio sobre lo jurídico. Ilustraremos este problema con un ejemplo gráfico tomado de
Bobbio64: nuestra vida se desenvuelve dentro de un mundo de norma: Creemos ser libres,
pero en realidad estamos encerrados en una estrechísima red de reglas de conducta que, desde
el nacimiento y hasta la muerte, dirigen nuestras acciones en esta o en aquella dirección.
Muchas de estas normas se han vuelto tan comunes que ya no nos damos cuenta de su
presencia.
La vida del hombre se desarrolla bajo la guía de reglas de conducta, no sólo jurídicas,
el mundo de las normas es amplio y múltiple, tendremos preceptos religiosos, morales, reglas
sociales, de costumbre, de etiqueta, de buena educación, etc.; incluso pensemos en las que
gobiernan la actividad educadora de los padres y maestros o en ciertas pautas sociales que
exigen determinados comportamientos.
Podemos comparar nuestro proceder en la vida con un camino en una gran ciudad:
aquí la dirección está prohibida, allí es obligatoria, y aun donde es libre, la calle por donde
está permitido seguir se encuentra por lo general rigurosamente marcada. Toda nuestra vida
está llena de carteles indicativos: para ordenar, prohibir, o permitir determinados
comportamientos. Muchos de esos carteles son reglas o normas de derecho. Lo cual nos
lleva a decir que el derecho constituye una parte notable e importante en nuestra experiencia
de vida y será una experiencia de vida normativa (jurídica).

64
Bobbio, Norberto: Teoría General del Derecho. Traducción de Eduardo Rojo Acuña, Bogotá, Temis, 1987; Pág.3
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Las normas de conducta se diferencian entre sí por el fin que persiguen, por su
contenido, por el tipo de obligación que hacen surgir, por el ámbito de validez, por los sujetos
a quienes se dirigen y por la sanción que genera su incumplimiento. Pero todas tienen un
elemento en común: influir en el comportamiento de los individuos y de los grupos; dirigir
sus acciones hacia ciertos objetivos.
De ahora en más, nuestra atención se centrará sobre un grupo de esta diversidad de
normas: las jurídicas. Por cierto, hay criterios que nos permiten diferenciar las normas
jurídicas de otras; uno de ellos es el monopolio de su producción o sea, serán jurídicas las
reglas o normas que sean creadas o producidas por los órganos competentes (Poder
Legislativo); además, las sanciones previstas en las normas jurídicas sólo serán aplicadas
por órganos competentes - Poder Judicial - A ese conjunto de normas así producidas
podemos denominarlo sistema65 y decir que hay un ordenamiento jurídico Argentino.

Tomemos un caso de la vida cotidiana para intentar clarificar las diferencias entre el
campo de los hechos y las normas: si queremos realizar el simple hecho de expedir una
carta66 , un gran número de normas jurídicas condicionan este acto. La compra de estampillas
es un negocio jurídico, más precisamente un contrato de compraventa regulado por el Código
Civil que genera derechos y obligaciones para ambas partes (pagar el precio y entregar la
mercadería). A su vez el tipo de estampilla variará según el tipo de misiva. Terminado éste
trámite se genera una nueva relación; entre la administración pública y el interesado en enviar
la carta, de esta relación jurídica nacen obligaciones a cargo de la administración, esto es,
que la carta llegue a destino. Más aun, el que expide una carta tiene el derecho a la
“inviolabilidad de la correspondencia” de acuerdo a lo establecido en el Art. 18 de la
Constitución Nacional.
Ahora bien, conocer y estudiar ese conjunto de normas jurídicas es como lanzarse a la
tarea de lograr algún conocimiento suficiente del derecho positivo de un Estado o de una
comunidad. Pero no cualquiera, sino un conocimiento que calificamos de objetivo y que
pretende la dignidad de científico: queremos lograr un conocimiento científico de un cierto
derecho positivo67

65
Ordenamiento es el conjunto de normas jurídicas válidas según un criterio estipulado; en tanto sistema es una expresión más genérica que
alude a cualquier conjunto de enunciados que contengan consecuencias. Alchourrón, Carlos E. Y Bulygin, Eugenio: Introducción a la
metodología de las ciencias jurídicas y sociales. Trad. Por los autores, Bs. As. , Astrea, 1974; pág. 121. Nos sugirió este ejemplo uno
similar dado por Guibourg, R. Y otros: Introducción al Conocimiento Jurídico. 1º reimpresión, Bs. As. , Astrea, 1984; pág. 196 a 197. En
nuestro caso y en el contexto del tratamiento de estos temas, utilizaremos las palabras sistemas, ordenamiento u orden como sinónimos de
ordena miento.
66
FOSCO Y Otros – Ob. Cit - Un ejemplo similar es dado por Guibourg R. Y otros: “Introducción al Conocimiento Jurídico” 1º
reimpresión, Bs. As. Editorial Astrea – 1984 – Pág. 196 1 197
67
Vernengo, Roberto J.: op. Cit. ; pág.1
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Cuando decimos estudio el derecho positivo, debemos aclarar en qué sentido lo


usamos, porque la noción de positividad es ambigua. En principio, el interés del jurista está
dirigido a las normas creadas por órganos competentes y que se mantienen vigentes; esto
conforma el derecho positivo en uno de sus significados68
Ese derecho positivo, constituido por normas que regulan gran parte de nuestras
acciones, es objeto de estudio por parte de los juristas y al trabajo de los juristas se lo llama
ciencia jurídica. Debe tenerse muy claro que: el objeto de estudio de la ciencia jurídica son
las normas de algún derecho positivo y es el trabajo llevado a cabo por los juristas.

Por otra parte, en su momento dijimos que la ciencia busca en un primer paso
describir hechos observables para luego explicar mediante leyes y en un lenguaje convenido
por la comunidad científica. También aludimos a los requisitos que el conocimiento debe
cumplir para que sea científico69 Es así como en la historia de las ciencias, siempre alguna
actividad científica se desarrollaba de manera tal que se convertía en el modelo de
investigación para todas las demás.

Según la concepción de ciencia dominante en una determinada época, las


investigaciones científicas en general se debían ajustar a pautas, métodos, verificación, o
confirmación, seguidos por la ciencia modelo. Recordemos, que las dos mayores
concepciones de ciencia fueron la racionalista(siglo XVII) y la empirista o positivista (siglo
XIX, la primera se caracterizó por dos aserciones fundamentales: 1º) el mundo es un sistema
ordenado, regido por leyes universales y necesarias; 2º) el hombre es un ser racional, o sea,
dotado de una facultad (la razón) que le permite comprender aquellas leyes.
El método para conocer era deductivo, inspirado por la matemática y la lógica. Estas
ciencias formales constituyeron por largo tiempo un modelo para investigar que se ajustaba a
la concepción de ciencia de la época. Las demás ciencias, si pretendían que a sus
investigaciones se las rotularan de científicas, debían ajustarse a las pautas establecidas por el
modelo.
A su turno, cambió la concepción de ciencia y el método de conocimiento: hacer
ciencia era observar los hechos y registrarlos, luego analizar, clasificar, y por último,
mediante un proceso inductivo formular leyes generales (método inductivo). Se llamó a esta
concepción de ciencia empirista o positivista y su modelo fue la física. La metodología por

68
Algunos incluyen en este las “Costumbres”, en las condiciones previstas en el Art. 17 del Código Civil
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seguir en las investigaciones científicas siempre fue una cuestión primordial; el fin, como
expresaba Bobbio70 era llegar a la “verdadera ciencia”, a la explicación única de las cosas, lo
que cambiaba era el camino que se recorría o sea, el método.

Por metodología, Calsamiglia71 entiende a la disciplina que tiene por objetivo


proporcionar criterios para reconocer la verdad. Entre racionalismo y empirismo, esta
disciplina (la metodología), ha ido construyendo, destruyendo y reconstruyendo sobre sus
cenizas un conjunto de criterios más o menos claros para reconocer la verdad.
Luego de estas breves consideraciones relativas a las investigaciones en el campo de
las ciencias en general, la pregunta a formularnos es sobre el carácter científico de la ciencia
del derecho72 la labor de investigación del jurista ha estado siempre atormentada por estas
preguntas: ¿es una ciencia, la denominada ciencia jurídica?, ¿los estudios de los juristas,
merecen el calificativo de científicos?. Surgen cada vez que se establece una confrontación
entre los estudios del jurista y los del matemático, el físico, el biólogo, a los que, de común
acuerdo y por una larga y consolidada tradición, se está dispuesto a atribuir el nombre de
científicos73 En la comparación, entre la ciencia jurídica y las demás(96), la primera no sale
muy airosa, por contrario, se cuestiona permanentemente su carácter científico.

5. 2. - Algunos Modelos de Ciencia Jurídica

La referencia que hicimos de manera muy general sobre la concepción y método de la


ciencia, fue para facilitarnos la presentación de algunos modelos74 de actividad teórica frente
al derecho. Modelos ajustados a los cánones de “cientificidad” aceptados en el contexto de
otras disciplinas. Así, con la concepción racionalista de ciencia, las investigaciones jurídicas
se hicieron acorde a las pautas del Derecho natural, conocido como iusnaturalismo
racionalista. - Que veremos más adelante - Este se apoyó en dos hipótesis: a) Existen leyes
universales y necesarias que regulan la conducta del hombre; b) La ciencia del Derecho
Natural tiene la función de descubrir y enunciar estas leyes recabándolas de la propia
naturaleza del hombre, con el fin de establecer las reglas inmutables del comportamiento

69
Ver Caracteres del Conocimiento Científico
70
Bobbio, Norberto: Contribución a la Teoría del Derecho. Edición a cargo de Alfonso Ruiz Miguel, Madrid, debate, 1990; Pág.176
71
Calsamiglia, Albert: Introducción a la Ciencia Jurídica. 1ª edic. , Barcelona, Ariel, 1986; Pág.36.
72
En otros países, por ejemplo los anglosajones, a la ciencia jurídica se la llama o designa “jurisprudencia”. Para nosotros la jurisprudencia,
significa, la forma habitual o uniforme de cómo los Tribunales aplican o interpretan el derecho que se refleja en los fallos de los jueces y se
recopila en colecciones o revistas jurídicas.
73
Bobbio, Norberto: Contribución... op. cit.; pág. 172
74
La caracterización y concepto de “Modelo”, y el esbozo del Modelo Unidimensional, Tridimensional y Multidimensional lo
explicitamos en el Capítulo I, al cual remitimos.
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social del hombre y los principios de la sociedad óptima Si comparamos, estos supuestos
respondían a las pautas exigidas por el modelo racionalista mencionado.

Durante el predominio de la concepción empirista o positivista de la ciencia, que


trabaja con hechos observables y verificables75, las investigaciones jurídicas fueron
consideradas por las demás ciencias como simple técnica o arte de sistematización doctrinal y
de aplicación práctica de las proposiciones normativas vigentes en un determinado
ordenamiento. Los estudios considerados científicos, en el campo del derecho, fueron los
realizados por la sociología jurídica cuyas pautas de investigación respondían a la concepción
empirista o positivista.

Los dos modelos de concebir la ciencia, racionalismo y


empirismo o positivismo, generaron dos grandes líneas de
investigación jurídica: el iusnaturalismo y el positivismo

El positivismo jurídico se desarrolló ampliamente y la contribución de Hans Kelsen


con su Teoría Pura del Derecho, en la década de 1930, fue decisiva. También, pero más
cercano en el tiempo, después de la segunda guerra mundial, los partidarios del
iusnaturalismo replantean sus posturas y avanzan en sus propuestas para explicar mejor el
derecho. Hoy, casi nos atreveríamos a decir que la disputa frontal e irreconciliable entre
iusnaturalistas y positivistas, está prácticamente superada. Si bien ambas sostienen hipótesis
de análisis distintas, han logrado canales de comunicación que enriquecen la ciencia jurídica.

Generalmente, a los juristas cuyo objeto directo de estudio son las normas jurídicas,
se los llama dogmáticos y podemos citar excelentes juristas dogmáticos argentinos en
distintas áreas del derecho76. Mientras que otros juristas ya no se ocupan de manera
inmediata de las normas, sino que proponen modelos para investigarlas y explicarlas.
Podríamos decir que sus trabajos son discursos científicos de cómo realizar las
investigaciones jurídicas.

Haremos una reseña de los que, en el mundo jurídico y en lo que va de este siglo,
consideramos más relevantes y cuya tarea es proponer modelos de ciencia jurídica.

75
el ejemplo típico es la física
76
hay numerosos ejemplos (sólo por citar algunos): Sebastián Soler y Ricardo Núñez en Derecho penal; Raimundo Salvat, Jorge Llambías y
Guillermo Borda en derecho Civil; Héctor Cámara y Mauricio Yadarola en Derecho Comercial; Hugo Alsina, Jorge Clariá Olmedo, Alfredo
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¾ Kelsen: este notable jurista se propuso construir una auténtica ciencia del derecho y
elevar las investigaciones jurídicas al rango de saber científico – riguroso. Ese objetivo solo
podría conseguirse, en opinión de este maestro, depurando el objeto de estudio, el derecho,
apartando del mismo toda consideración de elementos extranormativos (sociológicos,
económicos, etc.) como también valoraciones morales o ideológicas.
La ciencia jurídica, en este modelo77, es una ciencia normativa, pero no porque
formule normas, sino porque describe normas; para Kelsen el objeto de estudio del jurista
son las normas jurídicas válidas en un cierto ámbito78 Distingue dos cosas: norma jurídica
por un lado y enunciado jurídico o normativo por el otro.

Las normas jurídicas son producidas por los órganos de derecho competente (Poder
legislativo), aplicadas por órganos de derecho (Poder Judicial) y obedecidas por los sujetos
de derecho (ciudadanos). Su función es prescriptiva, esto significa que las normas jurídicas
obligan, prohíben o permiten determinadas conductas humanas y su transgresión importa una
determinada consecuencia jurídica (por ejemplo una sanción)79 En general, son normas
jurídicas el contenido del derecho positivo (Código Civil, Comercial, Penal, de Minería, de
procedimientos Civil y Comercial o los Administrativos, etc.).

En tanto la función de la ciencia jurídica es formular enunciados que describen


normas, a estos enunciados también se los denomina proposiciones jurídicas o enunciados
normativos: dicen algo acerca de la norma; cuando decimos: “el Art. 79 del Código Penal
pertenece al Derecho Argentino”.
Mediante los enunciados normativos se describen normas jurídicas, se informa acerca
del derecho positivo y esta tarea de formular proposiciones jurídicas es la que, según Kelsen,
debe realizar la ciencia jurídica. Con lo cual podríamos afirmar que la ciencia del derecho
está integrada por un conjunto de enunciados normativos o jurídicos y no por normas
jurídicas, pues estas constituyen su objeto de estudio.

Vélez Mariconde y Hugo Ramacciotti en Derecho procesal, Miguel Marienhoff, Agustín Gordillo y Rafael Bielsa en derecho
Administrativo o Público, etc.
77
Kelsen, Hams: Teoría Pura del Derecho: Trad. Del original en Alemán por Roberto J. Vernengo, 1ª edic. en español, México, U.N.A.M.,
1979; especialmente capítulo III.
78
Nino, Carlos S.: Introducción al análisis del derecho. 2ª ED. Ampl. Y revisada de “Notas de Introducción al derecho”, Bs. As, Astrea.
1984; pág. 316
79
Un ejemplo podría ser el Art. 79 del Código Penal que dice: Se aplicará reclusión o prisión de ocho a veinticinco años, al que matare a
otro, ..” Otros ejemplos de normas jurídicas: los artículos de la Constitución nacional que establecen cómo deben formarse y sancionarse las
leyes; o las del Código Civil que prescriben sobre los modos y las formas de otorgar testamentos válidos; etc..
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La principal diferencia entre norma y proposición jurídica, en este modelo, es que las
normas prescriben (ordenan, prohíben o permiten conductas) mientras que los enunciados
normativos describen normas. Es como si Kelsen le dijera al jurista que investiga sobre
derecho: si quiere que su labor sea científica, como jurista limítese a describir normas válidas
(dictadas de acuerdo al procedimiento establecido), pero no las valore como justas o injustas
(elemento moral), ni verifique empíricamente si se acatan en mayor o menor medida
(elemento sociológico), ni tampoco analice cuestiones políticas, ideológicas o históricas. De
allí que le diera el nombre de Teoría Pura del Derecho.

Es de advertir, que este es el Kelsen jurista; nada le impide que se puedan valorar las
normas, tratar cuestiones políticas, ideológicas o sociológicas, pero ya no como jurista sino
desde otra perspectivas. El mismo Kelsen trata sobre problemas del Estado en Esencia y
valor de la Democracia, o cuestiones valorativas en ¿Qué es la justicia?, pero en estos
análisis no es jurista pues no describe un sistema de normas. Al modelo descriptivo se lo
suele denominar80(105) como positivismo formalista para diferenciarlo del positivismo
realista.

Con Kelsen comienza una nueva interpretación de la ciencia


jurídica que investiga con rigor metodológico, se propuso construir
una auténtica ciencia del Derecho. Su teoría es “Pura” en el sentido
de ser estrictamente jurídica, sin mezcla de lo sociológico, político,
valorativo, etc. Define el Derecho como un sistema de normas,
aunque también lo considera una técnica social por la cual el Estado
monopoliza la fuerza, “Un método específico para inducir a los
hombres a conducirse de una manera determinada”

¾ Otro modelo es el ofrecido por Alf Ross81 (jurista danés) cuyo objeto de estudio
también son las normas. En este modelo la tarea del jurista es determinar que normas
constituyen derecho vigente, entendiendo por este, el que está formado por las normas
efectivamente aplicada por los jueces. La efectividad de las normas debe buscarse entonces,
en las decisiones de los tribunales.
En consecuencia, un orden jurídico nacional es considerado como un sistema vigente
de normas que efectivamente operan en el espíritu del juez, porque este las vive como
socialmente obligatorias y por eso las obedece (o sea las aplica).

80
GUIBOURH, Ricardo A – “ Derecho Sistema y realidad” – Bs. As. – Astrea 1986 – Pág.11
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Según Ross, el derecho suministra normas para el comportamiento de los tribunales,


no de los particulares, por lo que se debe atender a la aplicación judicial del derecho. Si una
norma prohíbe el aborto, esto consiste en una directiva para que el juez imponga, si se da el
caso previsto, una pena. Ahora, para determinar si esta norma es derecho vigente, lo único
decisivo es averiguar si fue efectivamente aplicada por los tribunales en los casos que ya
fueron juzgados.
Para Ross, es indiferente si los súbditos (ciudadanos) acatan o no la prohibición de
abortar. Esto conduce a lo siguiente: que mientras más efectivo es el acatamiento de las
normas por parte de los ciudadanos, más difícil será verificar si las normas poseen vigencia,
por cuanta los tribunales tendrán menos oportunidad de aplicarlas. Considera Ross que las
decisiones judiciales, si bien no constituyen el derecho, brindan el criterio para verificar
cuáles normas efectivamente se aplican y constituyen el derecho vigente.

La función del jurista, según este modelo, es formular proposiciones acerca de cuál
es el derecho vigente, de cuáles son las normas que los tribunales probablemente tomarán en
cuenta en sus decisiones. Para tales predicciones, los juristas pueden valerse de los aportes de
otras ciencias como la sociología o la sicología que suministran datos del contexto social,
económico, etc. que rodea a los jueces y permite mayor certeza en los juicios de probabilidad
relativos a futuras decisiones82
Indirectamente, los abogados y los ciudadanos, a través de las investigaciones
jurídicas según este modelo, pueden conocer qué reacciones les cabe esperar, dadas
determinadas condiciones, de parte de los tribunales en los casos sometidos a juzgamiento.

¾ Alchourrón y Bulygin83 (juristas argentinos) proponen un modelo para llevar a cabo


la tarea de sistematización de un conjunto de enunciados que pertenecen a un ordenamiento
jurídico dado, que comprende dos etapas diferenciadas.
Expresan que, si bien los filósofos del derecho parecen estar de acuerdo en que una
de las tareas más importantes de la ciencia jurídica consiste en la descripción del derecho
positivo y su presentación en forma ordenada, lo que tiende a facilitar el conocimiento del
derecho y su manejo, ocurre que bajo las expresiones “descripción” o “sistematización”
suelen esconderse ideas dispares y hasta antagónicas. Por eso, estos autores, proponen trazar

81
Ross, Alf: Sobre el Derecho y la Justicia. Trad. Por Genaro R. Carrió, 3ª edición, Bs. As. , Eudeba, 1987;
82
Nino, Carlos S.: opa. Cit. ; Pág. 316
83
la tesis de estos juristas se encuentra desarrollada, en gran medida, en la obra: Introducción... ob. cit. 2ª Parte, Pág. 111 y ss
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líneas divisorias entre problemas diferentes de la tarea de sistematización y “problemas
diferentes exigen métodos diferentes”.

La primera etapa consiste en la identificación de la base del sistema, para ello lo


primero que debe resolver el jurista y como cuestión previa a la sistematización propiamente
dicha, es determinar el material que va a sistematizar, o sea, el problema o conjunto de
problemas (materia u objeto de la investigación) cuya regulación por el derecho interesa al
jurista. La extensión de la materia depende del interés del investigador, pero siempre se trata
de un sector de problemas limitados. Así, un jurista puede ocuparse de los arrendamientos
rurales, de la responsabilidad de las personas jurídicas, la obra pública, etc..

Delimitada la materia, tendrá que identificar los enunciados que utilizará como base
(enunciados de la base). Se trata de identificar el conjunto de enunciados de derecho que
considerará válidos y para ello utilizará criterios de identificación. No se puede hablar de
sistematización mientras no se haya acotado un conjunto determinado de enunciados de
derecho válidos. Los criterios de identificación establecerán qué requisitos debe reunir un
enunciado de derecho para que sea válido. Muchas de las controversias entre los juristas
radican en la elección de criterios de identificación, lo que conduce al problema de las
fuentes del derecho. Según la fuente de producción de normas que se admita: legislación,
jurisprudencia, costumbre, etc., se identificarán más o menos enunciados84 lo mismo sucede
con enunciados que dejaron de considerarse válidos, para algunos esto solo se produce por
derogación expresa, en tanto para otros, por el desuso (desuetudo).

Esta tarea de identificación de los enunciados de la base es un problema empírico,


porque el jurista aplica los criterios de identificación y de selección a un material dado que lo
encuentra en la experiencia: normas, fallos, costumbre, etc.
Otra cuestión distinta, y que requiere metodología distinta, es el manejo lógico del
material previamente identificado. Aquí comienza la segunda etapa llamada sistematización,
la que a su vez consta de dos instancias. La primera consiste en derivar las consecuencias
normativas de los enunciados de la base, para lo cual se utilizarán ciertas reglas de

84
Por ejemplo, si una escuela jurídica solo acepta como fuente del derecho la legislación y un jurista decide ocuparse de la responsabilidad
de las personas jurídicas, sólo identificará como enunciados de derecho a las normas del Código Civil que se refieren a ese tema, pero si
otros aceptan además como fuente del derecho a la jurisprudencia, identificará también como enunciados de base sobre tal responsabilidad a
los que extraiga de los fallos sometidos a consideración (ratio decidendi), es posible que en este caso identifique mayor cantidad de
enunciados.
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inferencia85 La formulación explícita de todas las consecuencias normativas que se derivan
de los enunciados de la base, permite descubrir las propiedades formales del sistema (si es
coherente y completo) o si padece de defectos (lagunas, contradicciones, redundancias).

Los tres elementos mencionados (elegir la materia, identificar los enunciados de la


base y derivar consecuencias lógicas mediante reglas de inferencia) determinarán el
contenido del sistema y la labor del jurista consistirá en formularlo explícitamente y, a lo
más, en reorganizarlo86 Recordemos que elegir la materia e identificar los enunciados de
derechos válidos, es un problema empírico; mientras que derivar consecuencias lógicas y
explicitar la coherencia y completitud de un sistema o sus defectos, es un problema lógico.

La segunda instancia de la sistematización, estos autores, la denominan


reformulación del sistema y consiste en la sustitución o reemplazo de la base originaria por
otra más económica, más reducida, pero equivalente; o sea que la reformulación no modificar
el sistema. A veces se utiliza un conjunto reducido de principios que sean lo más generales
posibles, pero que tengan las mismas consecuencias lógicas que la base originaria87

¾ Por su parte, Bobbio, después de analizar las causas que explican la existencia de
una conexión cada vez más estrecha entre el derecho y las ciencias sociales88 plantea una
crisis del primado del derecho no solo en cuanto a la capacidad para influir en el campo
social, sino también para cumplir su función específica, es decir como instrumento de control
social. Parte de una premisa: que no existe una sola ciencia jurídica, sino tantas como
imágenes tiene el jurista de sí mismo y de su propia función en la sociedad. Esto significa que
no puede hablarse de un modelo único de ciencia del derecho.
Bobbio perfila dos imágenes típicas de juristas que influyen en el modo de hacer y
concebir la ciencia jurídica. Así, entiende que hay un tipo de jurista conservador, cuya
función es transmitir y describir un sistema de normas ya dadas y su actividad principal es la
interpretación del derecho. El otro tipo, jurista innovador, no solo recepta y describe normas
sino que integra, critica y propone nuevas reglas (o normas) para cambiar el sistema.

85
Por ejemplo, si en el Código Civil figura un enunciado que prescribe: “Son menores las personas que no hubieren cumplido la edad de 21
años” y se acepta como un enunciado de derecho válido, parece indudable que el enunciado: “ Las personas que tuvieren la edad de 18 años,
son menores”, es una consecuencia (se infiere) del enunciado anterior y también será considerado como un enunciado de derecho válido,
aunque no figure en el Código Civil.
86
Alchourrón, Carlos E. Y Bulygin, Eugenio: op. cit. ; pág. 117
87
Nino, Carlos S.: op. cit. ; pág. 317. Suministra el siguiente ejemplo: si existen dos normas en el sistema que digan “ los ciudadanos del
sexo masculino pueden votar a partir de los 21 años “ y “las mujeres que sean ciudadanas pueden votar a partir de los 21 años”; ambas
pueden ser reemplazadas por una única que diga “todos los ciudadanos pueden votar a partir de los 21 años”. Claro que nunca podría decir
“todos los habitantes”...” porque ello implica un cambio de la base, pues ciudadano y habitante, para el derecho, son cosas distintas.
88
Bobbio, Norberto: Contribución..., op. cit. ; pág. 219 a 231
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El ser un tipo u otro de jurista, dependerá de ciertas variables que condicionan su


trabajo. Así tenemos: 1) según el sistema jurídico del país que puede ser cerrado o abierto89,
las investigaciones jurídicas serán distintas: en el primero, la función del jurista tiende a ser
más conservadora, más vinculada a las normas, mientras que en el segundo, su función no es
solo comentar las normas sino colaborar (con sus estudios) en la labor de creación o cambios
en el derecho; 2) según se trate de una sociedad estable o de una sociedad en transformación:
la función será más conservadora en la primera y más innovadora en la segunda; 3) según se
conciba el derecho como un sistema autónomo y autosuficiente o como un subsistema de un
sistema social general: el jurista tiende a ser más formal y conservador, o bien más realista e
innovador.
Las variables son independientes y combinables entre sí; por lo tanto pueden
obtenerse varios tipos de juristas y en consecuencia varios modelos de hacer ciencia en el
derecho: vinculada o libre, conservadora o innovadora, formalista o realista, entre otros.

¾ Recientemente, las obras de un jurista norteamericano Ronald Dworkin90, han


merecido mucha atención porque propone otra alternativa para el análisis de la ciencia del
derecho. Por cierto, no profundizaremos los presupuestos de su teoría, pero resulta
importante destacar lo siguiente: Dworkin considera que cuando los juristas razonan o
discuten sobre derechos y obligaciones jurídicas, como cuando los jueces resuelven sobre los
derechos y obligaciones de las partes, ocurre a menudo que se presentan casos en los cuales
no hay norma jurídica establecida para resolverlos o no resulta claro si una norma es
aplicable o no. Entonces se utilizan stándares extranormativos a los que denomina principios
(en sentido genérico) y que deben ser tenidos en cuenta en los casos difíciles o complejos.
Los principios ayudan porque apuntan a satisfacer exigencias de justicia, equidad o alguna
otra dimensión de la moralidad91

La teoría de Dworkin resulta importante por varias razones: uno de sus mérito es
restablecer el puente entre el razonamiento moral y el jurídico y, también, presta gran auxilio
a los jueces porque los orienta en la decisión de los casos controvertidos o difíciles92

89
Sistema cerrado es aquel en que el derecho se integra por un cuerpo sistemático de reglas y su fuente principal es la legislación. El sistema
abierto se integra por reglas que se renuevan con mayor facilidad y las fuentes del derecho son, además de la legislación, la decisión de los
tribunales y la misma actividad del jurista que también colabora en la transformación del derecho.
90 )
Entre sus obras destacamos dos que tienen traducción al español: Los derechos en serio. Barcelona, Ariel, 1984; y El imperio de la
justicia. Barcelona, Gedisa, 1988.
91
Dworkin, Ronald: Los derechos en serio. Trad. De Marta Guastavino, 1ª ed., Barcelona, Ariel, 1984; “el modelo de las normas (I)”, pág.
72; “Los casos difíciles”, pág. 146
92
Calsamiglia, Albert: “Por qué es importante Dworkin¿ en Doxa 2. Cuadernos de Filosofía del Derecho. Alicante, Departamento de
Filosofía del Derecho de la Universidad de Alicante (España), 1985; Pág. 159 a 165
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Con esta breve descripción de algunos modelos de ciencia jurídica podríamos dar un
concepto de la misma que resulte, en cierta medida, comprensivo de esos modelos: la ciencia
jurídica pretenderá formular en un lenguaje coherente, un conjunto de proposiciones
verdaderas que describan su objeto de investigación en forma tal que los enunciados que
expresen dichas proposiciones, sean racionalmente controlables porque se los pueda verificar
empíricamente o porque se deriven lógicamente de otras proposiciones que se tengan por
verdaderas.93

5.3. - El Fenómeno Normativo y los Modos de Abordarlo

5.3.1 La Dogmática Jurídica

Dijimos que a los juristas que trabajan directamente con las normas se los llama,
comúnmente dogmáticos94). Haremos una caracterización de la dogmática jurídica,
comenzando por su significado. Dogma alude a creencias que no se discuten ni critican,
determinados presupuestos que se los considera como verdades inconcusas. Una creencia
dogmática se funda en convicciones subjetivas o de fe al margen de toda consideración
racional. Son los teólogos quienes se fundan en dogmas, aceptando la verdad revelada.

¿ Qué significa ser dogmático en el campo jurídico?. No se trata de una creencia,


sino de una actitud de adhesión a las normas, al derecho positivo, a considerar a la legislación
como fuente principal de derecho. La dogmática jurídica es típica de lugares en que
predomina el derecho legislado, como los países del continente europeo y los
hispanoamericanos. Más estrictamente, la dogmática se originó en Europa, hacia mediados
del siglo XVIII y durante el siglo XIX, al producirse el movimiento de codificación. Punto
culminante fue el Código Civil Francés o “Código de Napoleón” de 1804 (Escuela Francesa
de la Exégesis) Se albergó la ilusión de que en él se encontraba todo el Derecho Civil.
Bastaría su directa aplicación, sin interpretaciones ni otros recursos. Esta actitud se cierra
hacia 1899 con la obra de F. Geny, que proclama la libre investigación científica.

92
Cfrme. Vernengo, Roberto J.: op. cit. : pág. 34
93
. Vernengo, Roberto J.: ob. cit. : Pág. 34
94
Debemos hacer una aclaración, el término dogmático no encierra ninguna carga valorativa ni tampoco significa, aquí, el que inflexible o
que mantiene sus verdades inconclusas.
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Los juristas trabajan con normas que les fueron dadas, “puestas” por el legislador y al
dogma lo constituye ese conjunto de normas que son el punto de partida de toda
investigación. El campo de acción es el derecho positivo. Ahora, ¿qué hace el jurista
dogmático con las normas?.

Las respuestas son múltiples, puede adoptar una línea de investigación siguiendo el
modelo de Kelsen y su tarea será describir el sistema jurídico. Su posición es similar a la de
un futbolista que acepta acríticamente las reglas de juego, respeta el reglamento no pudiendo
cambiar las reglas pues si lo hace, comete falta o está jugando otro juego. Tampoco puede
juzgar si el reglamento es bueno o malo. En este sentido, el jurista acepta los valores de la ley
positiva, su función es describirla. Pero, veremos cómo esta abdicación valorativa no es tan
absoluta y de qué manera hacen ingresar en su tarea descriptiva sus propios juicios de valor o
de sus propias conclusiones que aparecen “como que derivan de las normas”.
Otros en cambio, partiendo de las normas realizan una tarea de sistematización; es la
propuesta del modelo diseñado por Alchourrón y Bulygin. Algunos se dedican a investigar
cuáles son las normas que constituyen el derecho vigente: el modelo de Ross.
Al decir de Bobbio, habrá juristas más conservadores (aceptación y sujeción a la ley
sin cuestionamiento). Existen innovadores, que se permiten apartarse de la ley con el objetivo
de adecuar el derecho a las nuevas necesidades sociales. Y aquellos que propondrán apelar
a principios cuando el caso a resolver no encuadre en las normas legislativas; son los
seguidores de Dworkin.

Todo parece muy claro; los juristas trabajando con normas y alineándose en uno u
otro modelo. Pero, ¿ qué hace en la práctica un jurista dogmático?, ¿investiga de acuerdo con
alguno de los modelos propuestos?. Por cierto, que las investigaciones jurídicas en líneas
generales se enmarcan en algún sentido, pero resulta interesante buscar dentro de la misma
comunidad dogmática cuáles son esas reglas de juego a las que se ajustan95.
Ahora podemos entender por qué se cuestionó y se cuestiona si las investigaciones
dogmáticas son científicas; ya que al tener sus propias reglas de juego, no siguen todos los
pasos indicados por los modelos propuestos los que a su vez, generalmente, responden a
cánones de otras disciplinas científicas.

95
FOSCO, Roque Ernesto – CERUTTI María del C. - ARGAÑARÁS, Myrtha y PIÑERO María Teresa – “El qué y el cómo de la
Abogacía” una Introducción a sus Estudios” – Editorial Advocatus –Segunda Reimpresión - Tercera Edición - Córdoba 1996
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Para contestar las preguntas formuladas en el párrafo anterior, trataremos de forma
separada las siguientes cuestiones: a) características de la dogmática jurídica, b) sus reglas de
juego, c) técnicas usadas y d) funciones que cumple.

a) La dogmática jurídica; es un tipo de saber cuya característica principal es su objeto


de estudio: un sistema jurídico determinado dotado de vigencia: en nuestro caso el Derecho
Civil Argentino. Las actividades que cumple respecto del sistema que estudia son varias: lo
describe, sistematiza, interpreta y explica.

Trabaja con el contenido de las normas, o sea con los hechos regulados
normativamente, hechos que mentan conductas del hombre y que la norma las regula como
obligatorias, prohibidas o permitidas96
También hay hechos naturales que están regulados normativamente y se les adjudica
alguna consecuencia: así al cumplir 21 años se adquiera la capacidad civil plena. Es decir, a
determinados hechos se les imputan determinadas consecuencias jurídicas. El dogmático
sistematiza, explica y clasifica los hechos, los presenta de una manera coherente.
Pero además realiza otras actividades, tales como: elaborar un sistema de conceptos
jurídicos determinando el significado de los términos (contrato, delito, propiedad, etc.) y
caracterizar sus condiciones de aplicabilidad.97 Los conceptos sirven para clarificar los
hechos y observar el mundo del derecho desde una perspectiva determinada.

El dogmático también suministra criterios para la interpretación de las normas y para


la resolución de casos difíciles. Elabora propuestas para el cambio del derecho, cuando
considera que ciertas normas no resultan adecuadas para regular determinadas conductas.
Vayan a modo de ejemplo las dos últimas reformas del Código Civil sobre patria potestad y
divorcio vincular, los legisladores tuvieron en cuenta las consideraciones y argumentos que,
juristas dogmáticos y jueces en sus fallos, hicieron sobre esos temas: las antiguas normas ya
no respondían a las ideas valorativas de la sociedad actual.

b) Si bien los dogmáticos parten de una actitud de adhesión y sujeción al derecho


positivo, esto no implica que se excluya la discusión racional de las teorías que elaboran. La
comunidad dogmática cumple con ciertas reglas de juego que determinan el marco de sus

96
Como ejemplo de cada tipo podemos encontrar: obligatoria es la conducta prevista en el primer párrafo del Art. 21 o el Art. 27 de la CN,
en tanto conductas prohibidas son las previstas en los Art. 28,29 o 32 de la CN y dentro de las conductas permitidas están las que prevé el
Art. 19 o 30 de la CN.
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actividades.98 Se establecen límites: quién no los respeta no juega a la dogmática al igual que,
quien no respeta las reglas del ajedrez, no juega al ajedrez. Las reglas de juego y sus límites
consisten en lo siguiente: la comunidad dogmática no acepta cualquier argumento o cualquier
teoría, no se maneja arbitrariamente. En primer lugar, cuando un jurista dogmático presenta
una teoría cuyo punto de partida son las normas, sistematiza, clasifica o elabora conceptos,
debe argumentar y dar razones jurídicas de sus conductas. En segundo lugar, el resultado de
su investigación está expuesto a la crítica de la comunidad; esta tiene termómetros para la
valoración de las teorías. Recordemos aquí lo expresado por Nino en el sentido de sugerir la
conveniencia de investigar desde adentro lo que hacen los dogmáticos, o sea en la misma
comunidad. Por su parte Calsamiglia99 sostiene que la investigación de la dogmática no se
diferencia demasiado de cualquier otra investigación científica, donde también se parte de
algún presupuesto. Pero ambos consideran que tal vez las investigaciones jurídicas se
encuentren en una zona de penumbra respecto a su carácter científico.100

c) Dijimos que los juristas dogmáticos adhieren y se sujetan a las normas y que su
campo de acción está limitado al derecho positivo. Sin embargo utilizan algunas técnicas que
les permiten dar ingreso a conclusiones que presentan “como derivadas de las normas”.
La técnica más usual es el modelo del legislador racional,101 que consiste en
atribuir al legislador ciertas propiedades de racionalidad como: que es único, como si fuera
un solo individuo el que hubiera dictado todas las normas del sistema, cuando en realidad son
dictadas por un gran número de hombres diferente. Que es siempre consciente de las normas
que sanciona, lo que a veces no es así, pues hay casos en que se adhieren sin haber analizado
con detenimiento lo que se está votando. Que es operativo, en el sentido de que siempre dicta
normas aplicables, sin embargo, hay normas que luego resultan ineficaces.102 Que es
omnisciente, por cuanto conoce todas las circunstancias fácticas necesarias para dictar una
norma, esto resulta un tanto imposible, ya que a veces las circunstancias fácticas son
infinitas. Que es justo en el sentido que dicta las normas más adecuadas. Que es coherente
por cuanto no puede contradecirse, pero no pocas veces se han dictado normas
contradictorias entre sí. Que es omnicomprensivo, no deja situación jurídica alguna sin
regular, pero puede resultar que en el sistema haya lagunas o casos sin resolver. Que es

97
Es lo que en diversas oportunidades, durante el estudio de la carrera, encontrarán con la denominación de naturaleza jurídica de tal o cual
institución del derecho.
98
Nino, Carlos S.: op. Cit. ; pág. 316

99
Calsamiglia, Albert: Introducción.. Opa. cit. . , Cap. II y III, Pág. 45 a 90.
100
Por la vaguedad que encierra el término ciencia.
101
Seguimos el razonamiento de Nino, Carlos S.: op. cit. : pág. 328 a 338
102
Ineficaces, en el sentido que no se aplican nunca.
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preciso, casi perfecto en su lenguaje, y sobre esto estamos en condiciones de saber que el
lenguaje común, que es el de las normas, tiene ruidos.

Este legislador (casi perfecto) no coincide con el legislador de carne y hueso. Claro,
que el pensar en un “super” legislador modelo, cumple varias funciones: contribuye al
respeto y obediencia de la ley que constituye el dogma del cual el jurista parte, o sea las leyes
promulgadas. Ello además permite al jurista dos cosas: derivar consecuencias jurídicas de las
normas y atribuir otras consecuencias jurídicas que ya no se derivan de las normas, sino que
son sus propias conclusiones pero que las presenta como derivadas de las normas, pues las
atribuye a ese legislador casi perfecto. Resulta de gran utilidad para una mejor explicación
del derecho, como para su renovación o creación de nuevas normas, que el jurista elabore sus
propias conclusiones; lo que no creemos correcto es que las haga aparecer como derivadas de
las normas. Debería distinguir dos momentos: el que describe normas y sus consecuencias tal
como se presentan en el sistema y cuando elabora sus propios argumentos o conclusiones.
Por cierto, que cuando el jurista pasa de un momento a otro, sin hacerlo explícito, no siempre
lo hace conscientemente.

d) Así como son múltiples las actividades de los dogmáticos, también lo son las
funciones que cumple la dogmática, de las que señalaremos las más relevantes.103
d.1) La de conocer el derecho positivo, que la cumple a través de su tarea descriptiva
del orden jurídico al cual presenta de manera sistematizada y coherente; por eso la
importancia del estudio de la dogmática en las facultades de derecho.104 Esta “función”
podemos llamarla cognoscitiva y al presentar el material jurídico de una manera ordenada,
ayuda a jueces y abogados.
d.2) Suministra a jueces y abogados criterios para la interpretación de las normas,
tratando de eliminar la ambigüedad y vaguedad en el lenguaje normativo. Sería una función
interpretativa.
d.3.) Proporciona criterios a los jueces para resolver los casos jurídicos complejos o
difíciles.
d.4) Provee, con nuevos razonamientos y argumentaciones, pautas para modificar el
derecho. En muchas reformas legislativas, se adoptaron nuevas normas basadas en las
propuestas de los dogmáticos.

103
Calsamiglia, Albert: Introducción... op. cit.; pág. 145 y 146 y Atienza, Manuel: Introducción al derecho. Barcelona, Barcanova, 1985;
pág. 276 y ss
104
No hay una asignatura denominada dogmática jurídica, sino que se estudia a través de los autores que investigan sobre las distintas áreas
del derecho (civil, penal, comercial etc.)
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Como conclusión,105 de los puntos señalados precedentemente, podemos decir que la


jurídica dogmática cumple:

• Función técnica: porque informa sobre el derecho, elabora conceptos y presenta el


material ordenado, tal como vimos en el punto d.1).

• Función estabilizadora: porque con los criterios suministrados por la dogmática e


indicados en el punto d.2) y d.3), se estabilizan durante períodos generalmente
largos, determinadas formas de interpretar y aplicar el derecho. Esto no significa
por cierto que no pueden darse cambios, pero siempre habrá que dar razones que
los sustenten.

• Función de progreso: (punto d.4) el progreso es generalmente lento y va unido a


otras variables. Los dogmáticos generan o proponen criterio para modificar el
derecho, conforma a cambios sociales o de ideas valorativas dentro de la sociedad.

Como postura crítica podríamos señalar, que si bien es verdad que el jurista no puede
apartarse totalmente del contenido conceptual de la norma, por eso es dogmático. Pero a
partir de allí se debe tener en cuenta el complejo de todo lo que integra el derecho: norma,
hecho y valores y demás factores. Desde una ubicación estrictamente dogmática quedamos
como empantanados en normas y conceptos.
El proceder dogmático está animado de la ideología de una aparente seguridad y el
ocultamiento de la realidad. Mediante construcciones lógicas y racionales se tiende un velo
sobre la realidad de la voluntad y la personalidad del juzgador. Todo jurista práctico respeta
(Dogmáticamente) lo que está prescripto en las normas. No puede hacer que lo que está
legislado como “prohibido” sea permitido, ni viceversa. Pero al aplicar las leyes e interpretar
el derecho, se interpretan tanto las normas como los hechos en discusión. De ese modo,
mediante ajustados razonamientos y criterios de justicia y equidad, se hace valer lo probado y
argumentado y puede lograrse que los casos jurídicos entren o no en las prescripciones de la
norma.

105
Alexy, Robert: Teoría de la argumentación jurídica. La teoría del discurso racional como la teoría de la fundamentación jurídica. Trad.
De Manuel Atienza e Isabel Espejo, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1989; pág. 255 a 259
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5.3.2 Teoría General del Derecho

Hemos visto están los juristas que trabajan con las normas desde un punto de vista
dogmático. Sin embrago existen otros jurista que hacen Teoría General del Derecho. Ambas
son perspectivas jurídicas106 que no se apartan del contexto de la ciencia jurídica.107

La Teoría General del Derecho tiene por objeto, ya no un derecho positivo


particular, como en el caso de la dogmática, sino el sistema jurídico en general.
¿Qué hacen entonces, estos juristas?. Para respondernos partiremos de la siguiente
premisa: el fenómeno normativo se presenta como un conjunto de reglas de comportamiento
humano. Normas jurídicas que obligan, prohíben o permiten determinadas conductas
humanas. En las normas o reglas observamos dos aspectos: forma y contenido; lo que origina
dos ámbitos de estudio diferentes. Lo atinente a las formas, elemento formal, es materia de
estudio de la Teoría General del Derecho y trata de responder a la pregunta ¿cómo está
constituido el ordenamiento jurídico? se ocupa de los problemas estructurales: origen de las
normas, su validez, eficacia, extinción, sus fuentes, sus elementos constitutivos, sujetos
(activo y pasivo), prestación. Asimismo se ocupa de distintas figuras normativas: obligación,
ilícito, derecho subjetivo y construcción de los conceptos básicos de la misma. Precisamente
cuando un jurista propone un modelo de ciencia jurídica, como los ya descriptos, está
elaborando una teoría general del derecho, esto es, formulando un aparato conceptual y
estructural determinado.

La dogmática, como vimos, se ocupa del otro elemento: el contenido, o sea, los
comportamientos regulados por las normas. Trata de responder a la pregunta: ¿qué establece
(o regula) ese conjunto de normas que componen un determinado ordenamiento jurídico?. Se
encarga de determinar, clasificar y sistematizar los supuestos de hecho, cuáles conductas
resultan obligatorias, prohibidas o permitidas. Son problemas sustanciales y se distinguen,
según el caso, en problemas de derecho civil, comercial, penal, administrativo, etc.(136)

106
Mas adelante veremos otras disciplinas, como la filosofía del derecho, la sociología del derecho, la historia del derecho, la lógica
deóntica, etc., que también se ocupan de lo jurídico, pero sus estudios desbordan el campo del derecho positivo y se conectan con sus
propias ciencias madres.
107
FOSCO y Otros – Ob. Cit.
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5.3.3. - La Filosofía del Derecho

Los límites entre la Teoría General del Derecho y la Filosofía del Derecho no fueron
ni son precisos. Es habitual que, en libros que versan sobre la segunda, encontramos
cuestiones que serían, en principio, de la primera o lo inverso.
Si bien la filosofía del derecho se presenta como un saber de grado superior es decir
una reflexión sobre las prácticas jurídicas y las distintas elaboraciones científicas o técnicas
que tienen por objeto al derecho, no significa que siempre sea posible establecer una línea
demarcatoria nítida entre esta y la teoría del derecho.108

A pesar de esta imprecisión, la filosofía trabaja un campo de problemas específicos y


cumple una misión relevante. Existe consenso en considerar como sus tópicos fundamentales
de estudio al concepto de derecho, al problema de su conocimiento y la justicia. Estos tres
sectores característicos de la filosofía del derecho podemos denominarlos: teoría del
derecho, teoría de la ciencia jurídica y teoría de la justicia, respectivamente.
Clásicamente la filosofía del derecho reflexiona sobre el concepto de ciencia jurídica,
los modelos de ciencia propuestos, sus métodos y contenidos.
La filosofía en general y la del derecho en particular, escapan de los cánones de
ciencia porque la ciencia parte de ciertas categorías o marcos conceptuales, mientras que la
filosofía pone en tela de juicio esas categorías o conceptos. Así, distinguir entre distintos
tipos de normas es un problema de la teoría general, en tanto aceptar o no una determinada
concepción del derecho lo es de la filosofía del derecho. Son cuestiones filosóficas también
las relaciones entre el derecho y la moral, el poder, la ideología; mientras que el análisis del
concepto de norma y sus diferentes tipos u otras nociones jurídicas o conceptos básicos
(sanción, ilícito, etc.) correspondería a la teoría general del derecho.109 De allí que la filosofía
del derecho aparezca como un saber de grado superior.

¿ Para qué sirve la filosofía del derecho?, pregunta que al decir de Atienza110 es
ambigua, porque se puede contestar de muchas formas y todas ellas podrían ser válidas,
dependiendo de quién la formule o de quién la conteste. Pero, desde nuestro punto de vista,
podemos decir que sirve para tener una visión más completa del fundamento jurídico, para el

108
. Bobbio, Norberto: Contribución... op. cit.; pág. 77 a 82 y Atienza, Manuel: op. cit., pág. 275, 291
109
Atienza, Manuel: op. cit.; pág. 369
110
Conferencia dictada por Manuel Atienza en la Ciudad de Córdoba el 31/8/93
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profesional o en general para los juristas que deseasen conocer el derecho. También sirve
para desarrollar cierto tipo de habilidades en el manejo de los conceptos, de la
argumentación, etc. En consecuencia, serviría no solo para los aspectos estrictamente
jurídicos del manejo de las proposiciones jurídicas, dentro del derecho positivo, sino en un
sentido más general en el ámbito social.

La respuesta a la pregunta que nos hicimos, también dependerá del enfoque o modelo
filosófico al que se adhiera111 .Se suele distinguir tres modelos o modos de entender la
filosofía del derecho112) : un modelo tradicional, un modelo analítico y un modelo crítico.

Cada uno de ellos tuvo un desarrollo histórico diferente y responde a distintas


concepciones. Al modelo tradicional generalmente se lo ha identificado con el iusnaturalismo
y entender a la filosofía del derecho como derecho natural; tiene como sus grandes
inspiradores a Santo Tomás y hacia atrás Aristóteles y a la Escuela Española del Derecho
Natural y de Gentes. Se caracteriza en general, por sostener una concepción dualista con
relación al concepto del derecho. Además del derecho positivo o vigente, hablan de un
derecho natural, con lo que se extrae una consecuencia importante: la no separación entre el
derecho y la moral, entre el derecho y la justicia, es decir no se puede dar un concepto de
derecho dejando de lado cuestiones de tipo ético.

El modelo analítico, si bien no es sencillo de precisar, es probablemente la filosofía


característica de nuestro siglo; ha atravesado por diversas fases y en cada una de ellas tiene
diversas peculiaridades y para fijar en qué consiste este modelo, dependerá a qué fase nos
estemos refiriendo. En forma muy general, podemos decir que en esta concepción existe una
estrecha relación entre: filosofía y lenguaje, una actitud un tanto cauta hacia la metafísica
(sin que implique un rechazo) y una actitud positiva hacia el saber científico. Implica partir
de una determinada filosofía general: la analítica, que luego se trasladará al campo del
derecho. Algunos encuentran que no es una filosofía en el sentido fuerte de la expresión sino
más bien una metodología. Desde el punto de vista de los contenidos, el enfoque analítico
supone una tendencia a ver la filosofía del derecho fundamentalmente como una teoría
general del derecho.

111
Así como distinguimos los modelos de concebir la ciencia
112
. : Atienza, Manuel: Conferencia del 31/8/93
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Los dos modelos brevemente descriptos son los predominantes; en tanto el modelo
crítico, que no es fácil precisar, abarca diversas posturas que, en términos genéricos, tienen
en común una crítica o rechazo al modelo analítico, que denominan positivista o liberal, y
tratan de buscar una inspiración social vagamente marxista. Esto nos hace pensar que le
asiste mucha razón a Bobbio cuando dice que la ciencia es una toma de posesión de la
realidad, la filosofía en cambio en una toma de posesión frente a la realidad. 113

113
Bobbio, Norberto: Contribución... op. cit. ; pág. 88.

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