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Antropologia Marc Augé DIOS COMO OBJETO Simbolos-cuerpos-materias-palabras ee, \ CTelivolg|) Antropologia DIOS COMO OBJETO El universo pagano de Africa parece haber desaparecido con la introducci6n de las grandes religiones mundiales en este conti- nente. Sin embargo, la mirada atenta del antropdlogo puede des- cubrir la presencia de los antiguos dioses de la mentalidad ani- mista en todas partes. “;Cémo se puede adorar la madera y las piedras?” se preguntaron los misioneros y algunos etndlogos. Este libro es una amplia respuesta a esta pregunta, basado en investi- gaciones que Marc Augé realiz6 en distintos paises africanos antes de centrarse en la antropologia urbana El universo animista africano es un pensamiento fascinante de interrelaciones, Entre materia y vida, seres humanos y dioses. vivos y muertos, hay una continuidad que forma una inmensa y compleja red simbélica. Cada persona y cada cosa encuentra su sentido en tanto est4 relacionada con el todo, una relacién que pasa necesariamente por la dimensi6n de los dioses. En el dios- objeto visible se confunden y materializan las dimensiones de la cohesi6n social. Marc Augé retoma el concepto de Marcel Mauss del “objeto social total” para analizar los distintos niveles que se condensan en el dios-objeto como sentido, historia, revelacion y enigma de toda la realidad. De una forma muy concreta y en cola- boraci6n con los sabios sacerdotes-adivinos, Marc Augé descubre que la religion africana es también una gran filosoffa que plantea preguntas profundas y sabe dar respuestas sutiles que no son extrafias a nuestra propia capacidad de conceptualizacion y sim- bolizacién. Marc Augé es profesor de antropologia y etnologia en I'Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales de Paris. Editorial Gedisa también ha publicado Travesia por los jardines de Luxemburgo, El viajero subterraneo.Un etnélogo en el metro y Los no lugare Una antropologia de la sobremodernidad. Ea a edisa | Cédigo: 302427 editorial 9 Wrggqz74l325539 Coleccién Hombre y Sociedad Serie WED Editorial Gedisa ofrece los siguientes titulos sobre ANTROPOLOGIA Y ETNOGRAFIA Marcaret Mean Marc Aucé Marc Aucé Marc Aucé Jack Goopy Micnaex Taussic James CiurrorD Mary Douctas Devra Wiis Paur SULLIVAN C. Guerz, J. Cuirrorp Y OTROS Francois LAPLANTINE Francois LAPLaNTINE PreRRE CLASTRES Marsnat SaBins ‘MArsmALL SABLINS Currorp Geertz Pascat Dips Cultura y compromiso La guerra de los suefios Dios como objeto El viaje imposible (en preparacién) Cocina, cuisine y clase Un gigante en convulsiones Dilemas de la cultura Estilos de pensar (en preparaci6n) La banda de hominidos: Un safari cientifico en busca del origen del hombre Conversaciones inconclusas El surgimiento de la antropologia posmoderna Las tres voces de la imaginacién colectiva La etnopsiquiatria Investigaciones en antropologia politica Cultura y raz6n préctica Islas de historia La interpretacion de Tas culturas Etnologia de la alcoba FACULTAD DE HUMANIDADES - U.N.Sa. Inv. N° “JO-2876 37 PAN? 26~3yy /tooP DIOS COMO OBJETO Simbolos - cuerpos - materias - palabras por Marc Augé FACULTAD DE HUMANIDADES . BlBLioregq OHS Inv. Bib.ne AG FL Ingroso_.2 9, UM 2009 Procedencia caeee Ubicacin editorial Titulo del original en francés: Le dieu objet © 1988 by Flammarion Traduccién: Alberto L. Bixio Disejio de cubierta: Mare Valls Segunda edicién, octubre de 1998, Barcelona Derechos reservados para todas las ediciones en castellano © by Editorial Gedisa, S.. Muntaner, 460, entlo., 1. Tel. 93 201 60 00 08006 - Barcelona, Espafia e-mail: gedisa@ gedisa.com http://www.gedisa.com ISBN: 84-7432-575-7 Depésito legal: B-40.107/1998 Impreso en A&M Grafic, s. 1. Pol. Ind. «a Florida», Recinto Arpesa, nave 28 08130 Sta. Perp&ta de Mogoda Impreso en Espaiia Printed in Spain Queda prohibida la reproducci6n total o parcial por cualquier medio de impresién, en forma idéntica, extractada 0 modificada, en castellano 0 cualquier otro idioma Indice INTRODUCCION .... 1. Los dioses 2. Los simbolos .... 3. El cuerpo ... 4, La materia... 5. Las palabras., CONCLUSION... BIBiioGRAFia .. Obras de Marc Augé publicadas en espanol Travesia por los jardines de Luxemburgo. Barcelona, Gedisa, 1987. El viajero subterrdneo. Un etndlogo en el metro. Barcelona, Gedisa, 1987. El objeto en psicoandlisis. Barcelona, Gedisa, 1987. El genio del paganismo. Barcelona, Muchnik, 1993. Hacia una antropologia de los mundos contempordneos. Barcelona, Gedisa, 1995. Los no lugares. Una antropologia de la sobremodernidad. Barcelona, Gedisa, 1995. Introduccién Desde 1965 a 1970, cuando investigaba yo en el sur de la Costa de Marfil, la gente me hablaba de los cultos anti- guos, me daba nombres de “fetiches”, pero éstos oficialmente habian desaparecido. De los dioses del sur de la Costa de Marfil sélo conoc{ su nombre, a veces el lugar que indicaba ese nombre (un islote, una roca). Rara vez llegué a conocer algunos jirones de los mitos correspondientes, ymas frecuen- temente—como si la memoria de la funcién fuera mas tenaz ~ que cualquier otra memoria— llegué a conocer el papel que este o aquel dios desempefiaba en la economia interna de los linajes, de las aldeas o de los grupos étnicos. El cardcter algin tanto descolorido del panteén de la regién de las lagunas favorecia asi una interpretacién funcional o sim- bolista de la religién pues, si bien la légica de los linajes, siempre presente en el terrufio y en las relaciones entre los hombres, se acomodaba a la muerte de los dioses, parecia posible mostrar que ese cambio relativo no habia afectado a ciertos cultos personales ni a la visién del hombre que les correspondia, parecia que se habia tal vez amplificado el papel de las referencias a la hechicerfa en las explicaciones de las desgracias y de las tensiones de los linajes o de las generaciones y, en suma, parecia que diferentes modalida- des sincréticas instauradas por “profetas” de ptiblicos des- iguales servian mds 0 menos como sustituto de un sistema que se habia modificado mds en su letra que en su espfritu. El Togo de la década de 1970 me ofrecié un espectaculo completamente diferente. Los cultos vudi estaban oficial- 9 mente en actividad y a menudo tuve la sensacién de que al observarlos tenia por fin ante los ojos aquello de que me hablaban algunos afios antes en la Costa de Marfil, es decir, una institucién caduca. Trabajaba yo en las regiones de - Anecho y de Anfouin, pobladas por los guina y los mina, no lejos de la frontera del Benin actual (antes Dahomey): por lo menos en lasregiones rurales ningtin sincretismo mancillaba Jos cultos locales que se referian, lo mismo que en el siglo anterior, a los mismos dioses de que hablaban los fon de Dahomey y los yoruba de Nigeria. Notable permanencia: verdad es que el panteén estaba marcado por una indiscuti- ble plasticidad pero ésta no debia casi nada al efecto del desgaste. Ya en los testimonios del siglo anterior paciente- mente reunidos por Pierre Verger, aparecfan divergencias, por ejemplo, acerca del vinculo exacto de parentesco que unia a determinado dios con otro; pero si las variaciones sobre la genealogia y hasta sobre el sexo de los dioses son numerosas hoy, lo cierto es que lo unico que cuenta es el principio de la relacién. Asi pues hoy en Togo, Hevieso, dios del rayo y del cielo, principio masculino, es un principio que se opone siempre a la pareja Agbwe-Avlekete, principio femenino y marino. Por mas que Agbwe y Avlekete estén presentadas a veces como las dos esposas de Hevieso, a veces una como la esposa y la otra como la hija del mismo Hevieso y otras veces aun como las dos hermanas gemelas, hijas de Hevieso, Agbwe se opone siempre a Avlekete, asi como el mar tranqui- lo se opone a la espuma de las olas y el orden se opone al desorden. Esta oposicién (y la relacién con Hevieso) estén asimismo atestiguadas en Dahomey, sélo que Agbwe es alli a veces principio masculino y a veces principio femenino. La permanencia de estas oposiciones estructurales no podria disimular la intensidad de las practicas de los cultos. La convicci6n y la serenidad de los sacerdotes vudties que he comprobado en Togo eran manifiestas e impresionantes. En cuanto a la forma masiva y alusivamente humana de los dioses, era por si misma provocativa: agresivamente mate- rial, recubierta por una capa gruesa en la que entraban los componentes de aceites vegetales, de huevos, de alcohol y de 10 sangre, de suerte que ante su vista uno a veces volvia a escuchar, si no ya a comprender, la pregunta inquieta de los primeros misioneros (y de algunos etndlogos): ,Cémo es posible adorar la madera y la piedra? Este libro tiende a aportar elementos de respuesta aesa pregunta fundamental e ingenua. Los dioses del Golfo de Benin constituyen para ese fin un ejemplo excepcional por varias razones. En primer lugar han sido bien estudiados por muy buenos etnélogos (Frobenius, Herskovits, Le Hérissé, Maupoil, Verger...). Los dioses ocupan su lugar en configura- ciones politicas muy elaboradas; su historia es también la historia de los reinos de Allada, de Abomey y de Porto-Novo existentes en Dahomey, de los reinos de Ifé, de Oyo, de Egba y otros situados en Nigeria. Algunos de quienes los han estudiado (pienso muy particularmente en Maupoil) supie- ron recoger de boca de cierto ntimero de sus sacerdotes comentarios que enriquecen el cuerpo de los mitos correspon- dientes sin que dichos comentarios se confundan con el cuerpo mismo. Esos dioses estan asociados a procedimientos de adivinacién y de iniciacién que, por una parte, ponen en juego una pluralidad de objetos fetiches (lo cual hace que se repita la interrogacién sobre la madera y la piedra), y, por otra parte, vinculan org4nicamente la dimensién divina con la dimensién mental y con la dimensién personal. En fin, esos dioses forman un sistema explicito y constituyen un verda- dero panteén: su relacién con el sistema dindstico, con la filiacién atavica y con el cuerpo individual parece realmente paraddjica y reveladora a Ja vez. De manera que aqui seria cuestién de ocuparse del cuerpo de los dioses, de un cuerpo del que hablan las narra- ciones miticas pero que se deja ver ante todo en los objetos groseros que chocaron a primera vista a la sensibilidad europea y cristiana. Ese cuerpo es el objeto de un culto que a veces pone el acento en Ja materialidad bruta, a veces en cambio, en su cardcter casi orgénico, por mAs que el dios mismo sea tratado tanto como una presencia singular ente- ramente identificada con el objeto que lo representa, tanto como potencia de relacién (relacién con sus otras actualiza- 1

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