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Enunciado y oración son entidades lingüísticas que responden a distintos planos. Cuando un emisor se
comunica con un destinatario enuncia oraciones o enuncia estructuras que no son oración.
Esto significa que el enunciado existe en el plano de la enunciación, de la comunicación y posee sentido. La
oración existe en el plano de las estructuras de la lengua, posee significado y puede manifestarse como un
enunciado.
La oración es una estructura sintáctica nucleada por un verbo conjugado.
Esta clase de palabra, el verbo, opera en la oración desde dos perspectivas. En tanto está conjugado, aporta
información de persona, número, tiempo y modo en su morfema flexivo (terminación, morfema gramatical).
Por su lexema (morfema base) el verbo posee valencias, que determinan qué tipo de adyacentes o argumentos
puede admitir. Cada vez que una oración sea enunciada, estos adyacentes se podrán hacer presentes.
Desde la perspectiva de la enunciación, puede haber enunciados conformados por una oración, más de una
oración o ninguna oración.
El verbo conjugado funciona como núcleo de la oración, “atrayendo” hacia sí palabras o grupos de palabras que
al funcionar dentro de la oración se llaman adyacentes.
Los adyacentes, según el tipo de información que aportan a la oración y según su comportamiento sintáctico,
se clasifican en sujeto, objeto directo, objeto indirecto, suplemento o complemento de régimen, circunstancial,
atributo o predicado semántico del sujeto o del objeto.
A modo de ejemplo:
Al día número cincuenta, el terraplén, alguien puso el último cascote apisonado y el terraplén quedó listo.
puso
quedó
el terraplén listo
A veces se agrega una segunda delimitación a la referencia del núcleo verbal, la cual suele aludir al
destinatario de lo designado por el verbo, y se caracteriza por la presencia obligatoria de la preposición a
ante el sustantivo (o equivalente) que desempeña esta función de OBJETO INDIRECTO. Es sustituible por los
pronombres le y les.
Ejemplo:
Escribe una carta a su amigo (Le escribe una carta).
Hablan a sus hijos de la guerra. (Les hablan acerca de la guerra).
Algunos verbos, llamados copulativos (ser, estar, parecer) tienen un signo léxico de alusión tan extensa que
requieren la precisión de un término adyacente para poder hacer una referencia concreta.
Ejemplo:
La maestra está cansada.
El niño es lindo.
Esta función de ATRIBUTO está asignada, en principio, a adjetivos, pero pueden también cumplirla
sustantivos y otras unidades.
La función de ADYACENTE CIRCUNSTANCIAL, la cumplen en principio los adverbios, pero existen otras
posibilidades (sustantivos con preposición, oraciones transpuestas, etc.). Se refieren en general a las
circunstancias varias en que se produce o realiza la noción léxica a que alude la raíz del núcleo verbal
(morfema base).
Ejemplo:
El lunes llegarán los tíos a Rocha. Adyacente circunstancial de tiempo/ de lugar.
Juan llegó cansado. Adyacente circunstancial de modo.