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C A P Í T U L O 2 9

MUJER DE MEDIANA EDAD


CON DOLOR ABDOMINAL
CRÓNICO Y PÉRDIDA
DE PESO IMPORTANTE

CASO CLÍNICO

Mujer de 47 años que acudió por primera vez a la consulta exter-


na de gastroenterología en noviembre de 1997. Como antecedentes
personales presentaba oligoartritis asimétrica seronegativa desde los
15 años, en tratamiento farmacológico con cloroquina, metamizol y
omeprazol desde hacía años. No presentaba factores de riesgo car-
diovascular. La paciente refería que desde hacía 10 meses presenta-
ba dolor epigástrico continuo no irradiado que se acentuaba en oca-
siones con la ingesta. No asociaba náuseas ni vómitos, y no cedía
con la ingesta de alcalinos ni antisecretores. Ocasionalmente, dicho
dolor le despertaba por las noches. No presentaba fiebre y su ritmo
intestinal no se había modificado. Desde el inicio del cuadro había
perdido 22 kg de peso debido a la anorexia por el progresivo aumen-
to del dolor. Dentro de las pruebas que se le habían realizado aporta-
ba un hemograma y un análisis bioquímico (que incluía perfil hepáti-
co), con todas las determinaciones en niveles de normalidad, al igual
que la determinación de hormonas tiroideas, el test de grasa en heces
y la prueba de D-xilosa en orina. Los anticuerpos antigliadina y
antiendomisio fueron negativos. Dentro de las pruebas de imagen
aportaba una tomografía computarizada (TC) abdominopélvica y un
tránsito gastrointestinal baritado, ambos sin hallazgos patológicos.
En la ecografía (ECO) abdominal sólo se observó un quiste renal sim-
ple, y el resto era normal. También se le había realizado una endos-
copia oral, que no presentaba alteraciones. La exploración física era
normal, salvo un signo de Carnett positivo en epigastrio. Se inició tra-
tamiento sintomático con espasmolíticos, metamizol y paracetamol, a
J. M.ª Riesco López pesar de lo cual no se observó mejoría.
V. F. Moreira Vicente En enero de 1998 ya había perdido 30 kg, el dolor persistía y se
presentaba a diario. En una ECO de pared abdominal no se detecta-
ron hallazgos patológicos. Se le repitió el hemograma y un nuevo
análisis bioquímico, se solicitó también un enema opaco, un frotis
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sanguíneo, una determinación de velocidad de día; fue revisada 4 meses después y había expe-
sedimentación globular (VSG) y proteína C reacti- rimentado una gran mejoría, con aumento de 5 kg
va (PCR), un espectro electroforético e inmuno- de peso, y refería el dolor como leve. En junio de
globulinas, sin encontrarse alteraciones en estas 2001 había ganado 13 kg, con persistencia de
pruebas. En una ECO ginecológica se observaron una leve molestia epigástrica, pero con la apari-
varios leiomiomas uterinos. En una angio-TC ción en esta ocasión de pirosis, por lo que se le
abdominopélvica no se detectaron alteraciones realizó una pHmetría, que evidenció reflujo gas-
relevantes de los vasos mesentéricos. troesofágico, por lo que se aumentó la dosis de
En marzo de 1998 se realizó consulta al servi- omeprazol a 40 mg, con lo que desapareció la
cio de psiquiatría, que valoró a la paciente sin sintomatología de reflujo.
encontrar psicopatología. El dolor comenzó a En marzo de 2004, y a petición de la propia
irradiarse a la zona periumbilical y precisaba la paciente, se retiró la imipramina, reapareciendo a
utilización de ropa holgada para evitar molestias las 2 semanas el dolor epigástrico a diario con
en dicha zona. Se repitió la ECO de pared abdo- nueva pérdida de peso y apetito, por lo que poco
minal, y de nuevo fue normal. En julio de 1998 se tiempo después se reinició el tratamiento con imi-
estabilizó el peso, a pesar de no modificarse el pramina 75 mg/día. En octubre de 2004, la pa-
tratamiento. Se le realizó el test del aliento, que ciente se encontraba subjetivamente muy bien,
fue positivo, y se le erradicó el Helicobacter pylo- tenía buen apetito y había ganado peso. Este
ri con triple terapia, sin obtenerse mejoría clínica. bienestar se mantuvo hasta la última visita (octu-
El tratamiento farmacológico que recibía enton- bre de 2005).
ces consistía en cloroquina, salazopirina, ibupro-
feno (para el tratamiento de la artritis seronegati-
va) y omeprazol. Se decidió suspender la DIAGNÓSTICO DEFINITIVO
cloroquina durante 1 mes, sin que experimentara
mejoría.
En octubre del mismo año, con la sospecha Síndrome de dolor abdominal crónico fun-
de epilepsia abdominal, se le realizó un electro- cional tratado con antidepresivos.
encefalograma, cuyo trazado fue normal. En
diciembre de 1998 se inició tratamiento con
maprotilina 100 mg/día, y fue intervenida quirúrgi-
COMENTARIOS
camente de los leiomiomas uterinos; posterior-
mente se aumentó la dosis a 125 mg/día, y en
marzo de 1999 comenzó a encontrarse mejor, SÍNDROME DE DOLOR ABDOMINAL
con menos dolor abdominal, el cual apenas inter- CRÓNICO FUNCIONAL
fería en el desarrollo de la vida cotidiana. Cuatro
meses después del inicio del tratamiento con el TIPOS DE DOLOR ABDOMINAL
antidepresivo había ganado 3 kg y recuperado el
apetito. En mayo de 1999, la ganancia de peso ya En función de su localización y sus caracte-
era de 6 kg, y se encontraba prácticamente asin- rísticas, el dolor abdominal puede clasificarse en
tomática. Entonces, y en relación con la aparición tres categorías [1]:
de un problema familiar grave, la paciente refirió
la reaparición de la clínica de dolor y de la pérdi- 1. Visceral: se produce por estimulación de noci-
da de peso, por lo que se optó por cambiar la ceptores viscerales. Suele ser un dolor sordo,
maprotilina por sulpirida durante 6 meses, sin difuso y mal localizado; el paciente lo describe
obtenerse mejoría clínica. Las características del como quemante. Puede asociar síntomas
dolor cambiaron, de manera que su aparición ya vegetativos como náuseas, vómitos, palidez,
no guardaba ninguna relación con la ingesta ni sudoración, etc. Los pacientes están general-
tampoco le despertaba por la noche. mente inquietos y en movimiento con inten-
En octubre de 1999 se repitió la endoscopia ción de paliar su dolor. Su vía anatómica de
oral, con resultado normal. Se retiró la sulpirida y transmisión al SNC es el sistema nervioso
se instauró tratamiento con imipramina 75 mg/ simpático (forma parte del sistema nervio-
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so vegetativo). La localización del dolor en el persistentes en ausencia de alteraciones anató-


abdomen depende de la víscera afectada. micas que lo justifiquen y con motilidad normal.
2. Parietal: su aparición es secundaria a la esti- Las causas más frecuentes son:
mulación de los nociceptores del peritoneo
parietal. Suele ser más intenso que el visceral – Síndrome de intestino irritable.
y, a diferencia de éste, bien localizado. Suele – Dispepsia funcional.
aumentar con los movimientos, la respiración – Síndrome de dolor abdominal crónico funcional
profunda y la tos, por lo que el paciente pre- (SDAF).
senta tendencia a la inmovilización. La vía afe- – Síndrome del elevador del ano.
rente de transmisión forma parte del sistema – Dolor de origen biliar (por disfunción de la vesí-
nervioso somático o de la vida de relación. cula biliar o del esfínter de Oddi).
3. Referido: este tipo de dolor es percibido por el
paciente en áreas alejadas del órgano afecto. Los pacientes con dolor abdominal de ori-
Por ejemplo, un absceso subfrénico puede gen funcional tienen en común la presencia de
provocar dolor en el hombro derecho, lo mismo hipersensibilidad visceral, que se define como
sucede con el dolor que en ocasiones refieren «la alteración en la percepción de estímulos ori-
durante un infarto agudo de miocardio en el ginados en el tracto gastrointestinal durante los
brazo izquierdo. La razón es la convergencia de procesos digestivos normales o escasamente
neuronas viscerales y parietales (en su camino patológicos» [3]. Para la demostración de su
hacia el SNC), en la misma raíz medular, proce- existencia se utiliza la estimulación mecánica de
dentes de diferentes regiones anatómicas. los nociceptores viscerales mediante el hincha-
do de balones que se colocan en esófago, estó-
DOLOR ABDOMINAL CRÓNICO mago, colon o recto [3]. De forma paradójica, en
este tipo de pacientes la tolerancia al dolor de
El dolor abdominal crónico refractario o el tipo somático es normal o incluso está aumen-
dolor abdominal crónico no diagnosticado se tada.
define como la persistencia del dolor abdominal
durante un mínimo de 6 meses, sin que se haya VIA ANATÓMICA DEL DOLOR VISCERAL
establecido un diagnóstico a pesar de una ade-
cuada evaluación [1]. En función de la causa des- Para poder comprender la fisiopatología del
encadenante, puede clasificarse en orgánico (o dolor abdominal funcional es preciso conocer la
somático) y funcional [2]. vía anatómica de transmisión del dolor desde las
vísceras abdominales hasta el SNC. La activación
Origen orgánico o somático de los nociceptores viscerales provoca la trans-
misión de dicha información hasta el SNC por
El dolor se desencadena de forma secundaria medio de neuronas que hacen sinapsis entre sí.
a alteraciones estructurales de las vísceras abdo- La primera neurona pertenece al sistema nervio-
minales. Las causas más frecuentes son: so simpático y vehicula la información desde los
nociceptores viscerales hasta el asta posterior de
– Pancreatitis crónica. la médula espinal, donde reside la segunda neu-
– Neoplasias abdominales (carcinomas, linfomas). rona de la vía algésica, que cruzará la línea media
– Enfermedades inflamatorias crónicas intesti- para ascender por medio de los haces espinota-
nales. lámico y espinorreticular hacia el tálamo. Por una
– Isquemia mesentérica crónica. parte, los impulsos vehiculados por el haz espi-
– Ginecológicas: enfermedad pélvica inflamato- notalámico llegarán al tálamo, donde reside la
ria, endometriosis. tercera neurona de la vía que asciende hasta la
corteza cerebral somatosensorial (áreas 3, 1 y 2),
Origen funcional donde se hará consciente el componente sensiti-
vo-discriminativo del dolor (componente objeti-
El dolor está ocasionado por un conjunto de vo). Por otra, el haz espinorreticular hace sinapsis
enfermedades que provocan molestias digestivas con neuronas situadas en la sustancia reticular
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del tronco del encéfalo, desde donde parten las Sensibilización periférica
neuronas de tercer nivel hacia el sistema límbico
(vía tálamo medial), y allí se hará consciente el Se produce a dos niveles, el mucoso y el espi-
componente motivacional-afectivo o subjetivo nal [2]. En el mucoso (referido a la mucosa intesti-
del dolor. nal), ante la existencia de un estímulo nocivo (ya
El sistema límbico actúa como modulador del sea inflamación, aumento de la motilidad o bien la
dolor de acuerdo con el estado emocional del presencia de una lesión tisular) de forma recurren-
sujeto o las experiencias dolorosas previas. Con- te, provoca la activación de los nociceptores afe-
tribuye de forma especial en el dolor abdominal rentes que estimularán a las neuronas de segun-
crónico funcional, ya que a él se debe el compo- do orden modificando su excitabilidad, de manera
nente afectivo del dolor, de manera que permite que se produce una especie de «reclutamiento»
tanto la percepción de dolor en ausencia de im- de estas neuronas [2, 4]. Esto implica un estado
pulsos nociceptivos como la presencia de impul- en el cual estas segundas neuronas seguirán des-
sos fisiológicos, interpretados por el individuo cargando impulsos hacia el SNC, a pesar de que
como dolorosos. Se sabe que desde el sistema desaparezca el estímulo nocivo, de modo que la
límbico (de la corteza singular anterior) parte una transmisión desde los nociceptores periféricos de
red neuronal denominada «sistema analgésico impulsos fisiológicos basales es interpretada por
inhibitorio descendente» (formado por neuronas el SNC como dolorosos, debido a la descarga
con actividad endorfínica), que inhibiría la trans- continua de las neuronas de segundo orden. A
misión de impulsos nociceptivos aferentes en las esto se le llama «activación de receptores silen-
neuronas de segundo orden y en las interneuro- ciosos». Asimismo, está la estimulación periférica
nas inhibitorias de la médula espinal [2]. espinal [2, 4], en la cual, ante la presencia de una
infección entérica o un traumatismo intestinal,
FISIOPATOLOGÍA DEL SDAF existe un aumento de estímulos que vienen trans-
mitidos desde el tubo digestivo y provoca la libe-
Los pacientes con SDAF pueden presentar ración de una serie de neurotransmisores en el
alteraciones en la percepción dolorosa, como, asta posterior de la médula espinal y hace que los
por ejemplo, hiperalgesia visceral y alodinia [2]. estímulos sean transmitidos cranealmente a los
centros superiores donde serán interpretados
– Hiperalgesia visceral: es la percepción de como dolorosos. En pacientes con trastornos fun-
mayor intensidad de dolor que una persona cionales digestivos, a pesar de la desaparición del
sana tiene ante un mismo estímulo nocivo. La estímulo que ha desencadenado el dolor, la sensi-
presencia de hiperalgesia visceral provoca un bilidad de las astas dorsales de la médula aumen-
estado de sensibilización visceral al dolor. ta en gran medida ante los estímulos periféricos y
– Alodinia: percepción de dolor ante estímulos se percibirán como dolorosos los estímulos fisio-
fisiológicos (basales). lógicos (aquellos que en personas normales no
provocan la aparición de dolor en el paciente) [2].
La presencia de dolor referido en estos En resumen, la estimulación periférica recu-
pacientes afectará a un área somática de mayor rrente en los niveles mucoso y espinal en pacien-
extensión que en las personas sanas. tes con trastornos funcionales determina la apa-
Para explicar la fisiopatología del SDAF hay rición de un reclutamiento de las neuronas de
que entender que ha de darse tanto un desenca- segundo orden y de las astas posteriores, lo que
denante inicial que provoque la aparición del provoca a posteriori la percepción dolorosa de
dolor y que lleve a la sensibilización visceral del impulsos fisiológicos una vez que ha desapareci-
paciente (también llamada sensibilización perifé- do el estímulo nocivo que lo desencadenó. La
rica), como la prolongación de ese dolor en el sensibilización periférica desempeña un papel
tiempo en ausencia de estimulación por agentes fundamental en el momento inicial de instaura-
nocivos de los nociceptores, y es aquí donde el ción del dolor en el SDAF (fig. 1). Para que ese
SNC (en concreto el sistema límbico) desempeña dolor persista tienen que entrar en acción meca-
su principal acción. nismos dependientes del SNC.
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Estimulación periférica Situaciones de estrés Fase temprana de la vida:


recurrente psicosocial – Factores genéticos
– Factores ambientales

Factores psicosociales: Fase psicológicos:


Nivel Nivel Nivel central – Estrés cotidiano SNC – Motilidad
mucoso espinal (sistema límbico) – Estado psicológico SNE – Sensibilidad
– Adaptación
Activación Liberación de – Soporte social
nociceptores neurotransmisores SDAF
silenciosos en asta posterior – Percepción de los síntomas
Alteración de la – Conducta
inhibición de los
estímulos aferentes
Resultados:
Inicio del dolor – Medicaciones
Persistencia del dolor
– Consultas médicas
– Funcionamiento cotidiano
SDAF – Calidad de vida

FIG. 1. Esquema sobre la fisiopatología del síndrome FIG. 2. Modelo biopsicosocial del síndrome de dolor
de dolor abdominal crónico funcional (SDAF). abdominal crónico funcional (SDAF). Tomado de
Drossman [2].

Función del SNC tener múltiples visitas a diferentes especialistas


para tratar el dolor abdominal. En general, la
La presencia de comorbilidad psiquiátrica o localización es difusa pero de gran intensidad
antecedentes traumáticos en la infancia o la pre- (habitualmente no les despierta por la noche) y
sencia de un apoyo social insuficiente [2, 5, 6] utilizan para su descripción términos vagos y
provocan cambios en el sistema límbico (cabe enrevesados. La irradiación del dolor no suele ser
recordar que este sistema es el que le da el com- justificable por vías neuroanatómicas, y en oca-
ponente motivacional-afectivo al dolor), que lle- siones pueden ir asociados náuseas o vómitos. El
van a una pérdida de la capacidad para modular dolor no se suele modificar con la ingesta de ali-
las señales viscerales ascendentes, y provocan la mentos, ni con la defecación [7-9]. La clínica
persistencia del dolor que se había iniciado en los empeora en relación con las situaciones de
niveles mucoso y espinal en los pacientes con estrés emocional. No es frecuente la pérdida de
SDAF [2] (fig. 1). peso (aunque pueden presentarla), ni la asocia-
A modo de resumen, puede decirse que la ción con fiebre. Habitualmente no presentan
fisiopatología del SDAF se explica desde un buena respuesta al tratamiento con antiinflamato-
modelo biopsicosocial [2, 7], ya que su aparición rios no esteroideos (AINE) ni a los espasmolíticos.
depende no sólo de factores físicos, sino también A menudo, este tipo de pacientes tiene también
psicológicos, sociales, ambientales y genéticos otros trastornos funcionales digestivos, como
que pueden actuar sobre el individuo en las pri- pueden ser el síndrome de intestino irritable o la
meras etapas de la vida y manifestarse como dispepsia funcional, pero a diferencia de éstos, la
trastornos gastrointestinales en fases más avan- clínica de dolor suele ser continua y no cíclica.
zadas de su periodo vital (fig. 2). También es frecuente la asociación con trastor-
nos psiquiátricos y con perfiles de personalidad
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS DEL SDAF somatizadores o hipocondriacos, de manera que
el paciente nunca reconocerá la posible contribu-
Suele afectar con mayor frecuencia a mujeres ción psicológica a la aparición de su dolor abdo-
de mediana edad. Como antecedentes suelen minal. Con relativa frecuencia, si se indaga en los
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antecedentes se puede encontrar historia de – Signo del estetoscopio: estos pacientes toleran
abusos sexuales, rasgos de infancia traumática o bastante bien la compresión con el estetosco-
la presencia de abortos no deseados; puede sub- pio en la zona de dolor, a diferencia de los
yacer además un sentimiento de culpabilidad. Es pacientes con abdomen agudo, que no lo tole-
frecuente que el paciente demande analgésicos ran y les produce un gran dolor.
potentes (incluso narcóticos), asumiendo que su – Signo de Carnett: se indica al paciente que,
patología es un problema agudo [7-9]. Como partiendo de la posición de decúbito supino, se
advertencia, se ha de tener en cuenta que en incorpore flexionando el tronco ventral (tensan-
ancianos es infrecuente su aparición, por lo que do la pared abdominal) y al mismo tiempo se
habrá que descartar siempre la existencia de una palpa la zona localizada del abdomen donde
neoplasia de base. refiere el dolor; si con esta maniobra el dolor se
exacerba, el signo será positivo y es típica su
DIAGNÓSTICO DEL SDAF aparición cuando la etiología se origina en la
pared abdominal o cuando al dolor abdominal
Criterios diagnósticos contribuye el SNC, como es el caso del SDAF.
– Ausencia de clínica vegetativa (sudoración,
Para el diagnóstico del síndrome de dolor palidez, vómitos) que orienten a pensar que el
abdominal crónico funcional se deben cumplir los dolor se debe a patología orgánica.
criterios de Roma II [9], que establecen un míni-
mo de 6 meses de evolución con los siguientes Pruebas complementarias
síntomas:
– Analítica habitual: suelen aportar resultados
– Dolor abdominal constante o casi constante. repetidamente normales. Si existiera elevación
– Relación ocasional o nula entre el dolor y cier- de la VSG o de la PCR, presencia de anemia o
tas situaciones fisiológicas, como por ejemplo, hipoalbuminemia, se debe descartar una pato-
la ingestión de alimentos, la defecación o la logía orgánica.
menstruación. – Pruebas de imagen: es frecuente que el pacien-
– Cierto grado de repercusión en la vida cotidiana. te, cuando acude a nuestra consulta, aporte
– Constatación de que el dolor no es fingido (p. múltiples pruebas de imagen que le han reali-
ej., simulación). zado otros médicos a los que ha acudido pre-
– Criterios insuficientes para el diagnóstico de viamente para el estudio de su dolor abdomi-
otros trastornos funcionales del tracto gastroin- nal, como, por ejemplo, ecografías abdomi-
testinal que justifiquen el dolor abdominal. nales (incluidas las de pared abdominal para
descartar alteraciones musculares), TC, reso-
Exploración física nancia magnética (RM) o radiografías simples y
con bario; en ellas no se observarán hallazgos
En los pacientes que sufren SDAF puede patológicos o bien, simplemente, éstos serán
encontrarse alguno de los siguientes hallazgos [2, inespecíficos (p. ej., quistes renales simples,
8, 9]: adenopatías inferiores a 1 cm, etc.)
– Electroencefalograma: está indicado para des-
– Cicatrices en el abdomen, correspondientes a cartar epilepsia abdominal [8].
cirugías previas sin indicación muy precisa
(laparotomías exploradoras que «buscaban» la TRATAMIENTO
etiología de su dolor).
– «Signo de ojos cerrados»: mientras se realiza la Manejo general del paciente:
palpación abdominal el paciente cerrará los
ojos y reaccionará con una mueca de dolor, En primer lugar, se ha de informar al paciente
mientras que los pacientes que presentan dolor que el SDAF es una patología de curso crónico y
abdominal agudo de causa orgánica mantienen aclarar desde el principio que no hay fármacos
los ojos abiertos por el temor al dolor que se le con los que se consiga la curación definitiva. De
provocará al tocar la zona dolorida. acuerdo con el modelo biopsicosocial, el aborda-
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je de este tipo de pacientes debe ser multidisci- – SDAF con síntomas intermitentes o continuos
plinar [2, 8]. con intensidad leve o moderada: pueden ser
Asimismo, es muy importante procurar esta- tratados exclusivamente con psicoterapia.
blecer una relación médico-paciente de confian- – SDAF con dolor continuo e intensidad grave:
za, que permitirá indagar en trastornos psiquiátri- iniciar tratamiento farmacológico con psicote-
cos de base o antecedentes traumáticos en la rapia asociada o sin ella [9].
infancia o juventud. No se debe juzgar nunca la
actitud del paciente ante el dolor ni utilizar frases Dieta y estilo de vida [10]
del tipo: «el dolor es algo que está exclusivamen-
te dentro de su cabeza» o «tiene que superarlo – Dieta normal, evitando las comidas que provo-
usted solo». Se establecerán visitas médicas de quen molestias.
corta duración pero frecuentes (cada 1-3 sema- – Realización diaria de ejercicio físico aeróbico.
nas): de esta manera el paciente observa que el – Evitar las situaciones de estrés emocional que
médico se preocupa por la realidad de sus sínto- el paciente reconozca que desencadenan la clí-
mas; permite realizar el control de los efectos nica.
secundarios del tratamiento farmacológico y evi-
tar además su abandono. En las visitas médicas Fármacos
se ha de concienciar al paciente de la ausencia
de patología orgánica grave, como tumores En general, puede decirse que los antidepre-
malignos. De igual manera, se evitará la repeti- sivos son los medicamentos de primera elección.
ción de pruebas diagnósticas innecesarias que Se evitará la administración de benzodiazepinas
reafirman al paciente en su rol de enfermo no y narcóticos, por el alto riesgo de aparición de
diagnosticado correctamente; además, se le dependencia y porque además los narcóticos
explicará que no existe una prueba definitiva que producen alteración del ritmo intestinal (estreñi-
pudiera diagnosticar una ansiada causa orgánica miento) [2]; sólo se aconseja el empleo de benzo-
del dolor abdominal [7, 8]. diazepinas cuando existe un gran componente
Será de gran utilidad marcar al paciente, des- de ansiedad asociado [7]. Los AINE y los espas-
de el inicio, una serie de objetivos adecuados [7, 8]: molíticos en general son poco efectivos como
analgésicos en los pacientes con SDAF, ya que
– Como ya se ha referido previamente, se dejará su mecanismo de acción es periférico [2, 7].
muy claro desde el principio que el dolor no
desaparecerá. Antidepresivos
– Se intentará minimizar el impacto que el dolor
abdominal causa sobre la vida cotidiana. Los estudios publicados con este tipo de fár-
– Se hará hincapié en las pequeñas mejorías. macos para el tratamiento del SDAF han sido fun-
damentalmente con los antidepresivos tricíclicos
Para obtener buenos resultados en el trata- (ATC) y los inhibidores selectivos de la recapta-
miento de este tipo de patología, el paciente ten- ción de serotonina (ISRS). La elección de uno u
drá una actitud activa frente a la enfermedad, otro grupo se hará en función de los efectos
para que se implique en lograr una mejoría clíni- secundarios, la edad del paciente, la patología
ca, lo cual le llevará a aumentar su autoestima. psiquiátrica asociada y el precio del fármaco.
Para esto es importante que el paciente lleve un La mejoría clínica que experimentan no deriva
diario, que le servirá para identificar los factores de un efecto hipoestésico, sino del control de la
precipitantes de su empeoramiento [2]. percepción en los niveles superiores del SNC.
Los tricíclicos demuestran una mayor eviden-
Tratamiento específico cia de eficacia clínica en los estudios publicados
sobre trastornos funcionales digestivos [11-15];
El tratamiento se abordará de la siguiente aunque son más baratos que los ISRS, tienen
manera, en función de la frecuencia de aparición más efectos secundarios, ya que actúan blo-
de los síntomas y de su interferencia con la vida queando mayor número de receptores (histami-
cotidiana: na, serotonina, noradrenalina, etc.) [8].
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La eficacia de los ISRS no ha sido bien estu- ANTIDEPRESIVOS TRICÍCLICOS


diada en los trastornos funcionales digestivos, Incluyen las desipramina, nortriptilina, imipra-
aunque se ha visto que mejoran claramente la mina y amitriptilina (tabla 1). Presentan los siguien-
calidad de vida [16, 17]. tes efectos secundarios [10]:
Las dosis utilizadas de antidepresivos para
el tratamiento del SDAF son menores que para el – Anticolinérgicos: pueden producir sedación,
tratamiento de la depresión y otros trastornos confusión, visión borrosa, boca seca, estreñi-
psiquiátricos, y la mejoría clínica se observa miento (indicados, por lo tanto, si el paciente
generalmente de forma más temprana que en la presenta diarrea asociada) o retención urinaria.
patología psiquiátrica, a las 3-6 semanas del ini- – Bloqueo alfa-adrenérgico: hipotensión arterial y
cio [10]. Los efectos secundarios de estos fár- taquicardia.
macos suelen disminuir tras 1-2 semanas de tra- – Antihistamínico: sedación.
tamiento. Se considera que no son efectivos en
el tratamiento del SDAF en ausencia de mejoría Las contraindicaciones para su administra-
tras 4-6 semanas de administración en dosis ción en SDAF son infarto agudo de miocardio
máximas; en este caso se aconseja cambiar por reciente, antecedentes de retención aguda de
otro antidepresivo del mismo grupo (también se orina, glaucoma, embarazo y lactancia [10].
aconseja la realización de este cambio ante la La dosis aconsejada es de 25-150 mg/día,
presencia de efectos secundarios). salvo la amitriptilina, que es de 25-75 mg/día [10,
Dentro de las precauciones que se han de 18-20].
tener en cuenta en el tratamiento con estos
medicamentos, hay dos que merecen ser citadas ANTIDEPRESIVOS HETEROCÍCLICOS [10]
[10]: a) si se asocian ATC e ISRS, se monitoriza- Sus efectos secundarios son semejantes a
rán los niveles de ATC siempre que la dosis los de los ATC, menos frecuentes en éstos pero
empleada de éstos sea mayor de 50 mg/día y más que los de los ISRS. Los más conocidos,
b) si, por algún motivo, el paciente estaba con sus dosis habituales, son los siguientes:
tomando previamente inhibidores de la monoa-
minooxidasa (IMAO) y se quiere iniciar tratamien- – Trazodona, 50-150 mg/día.
to con ATC o ISRS, se ha de esperar 2 semanas – Nefazadona, 100-200 mg/día. Como peculiari-
como periodo de lavado antes de iniciar el nuevo dad, presenta un mayor riesgo de hepatitis
tratamiento. tóxica que el resto; se ha de suspender la
Cada grupo de antidepresivos tiene unas administración si las transaminasas se elevan
características propias: 3 veces por encima de su valor normal.

TABLA 1. Características generales de los antidepresivos tricíclicos


Efecto Efecto
Fármaco Comentarios
anticolinérgico antihistamínico

Precio elevado
Desipramina + +
Utilizado en Estados Unidos
Nortriptilina ++ ++ Poco sedante
Precio bajo
Imipramina* – –
Perfil ansiolítico
Muy sedante
Amitriptilina* ++++ ++++
Utilizado en dolor neuropático
* Son los más utilizados en España. Tomado de Chang y Drossman [20].
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– Maprotilina, 50-150 mg/día. Las contraindicaciones son ingesta asociada


– Mirtazapina, 15-45 mg/día. Tiene, además, per- de fármacos IMAO o tioridazina, y durante la lac-
fil antiemético. tancia [10].

Las contraindicaciones para su empleo en Nuevos fármacos utilizados en el tratamiento


SDAF son las mismas que para los antidepresi- del SDAF
vos tricíclicos.
Existe un conjunto de fármacos que se
ISRS
encuentran en fase de ensayo clínico o son de
Incluyen los siguientes fármacos: sertralina, reciente comercialización: agonistas opiáceos,
paroxetina, fluoxetina, citalopram y escitalopram agonista/antagonista de receptores de serotonina,
(los dos últimos de perfil muy parecido) (tabla 2) análogos de somatostatina y clonidina, etc. [17].
[10].
Como efectos secundarios destacan: Intervenciones quirúrgicas

– Gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea No han demostrado mejoría del paciente,


(buen perfil en aquellos pacientes que asocien salvo para el tratamiento de otra patología orgá-
estreñimiento al SDAF). nica simultánea.
– Disfunción sexual, pérdida de peso.
– Inquietud, ansiedad, insomnio. Psicoterapia
– Síndrome serotoninérgico: es muy infrecuente
pero grave. Puede producir un amplio abanico Puede ser utilizada de forma aislada, aunque
de signos y síntomas: en los casos leves cursa frecuentemente se asocia a fármacos, como ya
con sudoración, temblor intermitente, midria- se ha indicado previamente.
sis, hiperreflexia o mioclonías; en los modera- En caso de que se decida derivar a un
dos puede añadirse hipertermia, hipertensión paciente al servicio de psiquiatría, se le ha de
arterial o aumento de los ruidos hidroaéreos explicar que no es un enfermo psiquiátrico y el
intestinales; en caso de la forma de presenta- motivo del tratamiento psiquiátrico del SDAF. El
ción grave puede haber hipertonía, rigidez objetivo es la búsqueda de la aceptación por
muscular, fiebre superior a 41 °C, incluso esta- parte del paciente de factores psicológicos que
do de shock [21]. influyen en la aparición del dolor [2, 7, 8].
La duración de la psicoterapia suele ser corta
Entre las interacciones medicamentosas, (en la mayoría de los estudios publicados de psi-
destaca la inhibición del citocromo P450 con los coterapia se hacen con menos de 15 sesiones).
fármacos que se metabolicen por esta vía [10, Existen varios tipos de terapias utilizadas
19]. para el tratamiento del SDAF [2, 8]:

TABLA 2. Características generales de los ISRS


Efectos
Fármaco Dosis (mg/día) Comentarios
anticolinérgicos

Sertralina 25-150 – De elección en caso de insomnio (es más sedante)


Vida media corta
Paroxetina 10-20 +
De elección en caso de diarrea
Vida media larga
Fluoxetina 10-40 –
Produce agitación con mayor frecuencia
Citalopram 10-20 – Tiene más efectos secundarios

Tomado de Chang y Drossman [20].


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278 Mujer de mediana edad con dolor abdominal crónico…

– Terapia cognitivo-conductual: consiste en la 8. Klein BK. Approach to the patient with abdominal pain.
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mal adaptadas, para desarrollar nuevas formas troenterology, 2.ª ed. Lippincott. Filadelfia, 1995: 750-771.
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eficacia es superior a otras terapias psicológi- 10. Saito YA, Fox JC. Management of functional abdominal
cas [11]. pain. Curr Treat Options Gastroenterol 2004; 7: 279-290.
– Psicoterapia interpersonal: está basada en que 11. Drossman DA, Toner BB, Whitehead WE, y cols. Cognitive-
los síntomas se exacerban por dificultades en behavioral therapy vs education and desipramine vs place-
las relaciones interpersonales (de elección blo for moderate to severe functional bowel disorders. Gas-
cuando hay antecedentes personales de abu- troenterology 2003; 125: 19-31.
sos sexuales) y se trabaja sobre esta base. 12. Clouse RE. Antidepressants for functional gastrointestinal
– Hipnoterapia: se ha demostrado en el síndrome syndromes. Dig Dis Sci 1994; 39: 2352-2363.
13. Clouse RE, Lustman PJ. Antidepressants for IBS. En: Cami-
del intestino irritable y SDAF infantil. Se utiliza
lleri M, Spiller R. Irritable bowel syndrome: diagnosis and tre-
para la inducción de relajación de la muscula-
atment. WB Saunders. Londres, 2002: 161-171.
tura abdominal [22]. 14. Halpert A, Dalton CB, Diamant NE, y cols. Clinical res-
– Técnicas de relajación: se han utilizado con el ponse to tricyclic antidepressants in functional bowel disor-
objetivo de contrarrestar la tensión muscular ders is not related to dosage. Am J Gastroenterol 2005; 100:
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En los casos de refractariedad al tratamiento 16. Eisendrath SJ, Kodama KT. Fluoxetine management of
chronic abdominal pain. Psychosomatics 1992; 33: 227-
con fármacos y/o psicoterapia, se aconseja deri-
229.
var a los pacientes a centros especializados en el
17. Kuiken SD, Tytgar GN, Boeckxstaens GE. The selective
tratamiento global del dolor [2, 7].
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