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No hay pena mayor que la pérdida


de la propia tierra.
EURÍPIDES, MEDEA, 431 a.C.

La salud mental de los inmigrantes

El proceso de inmigración más frecuencia (Murphy, 1977). Es decir, se


como causante emitía la hipótesis de una selección nega-
tiva en la emigración: los más enfermos
de patología psiquiátrica eran los que emigraban. Posteriores estu-
Las revisiones recientes de la literatura lle- dios en Dinamarca replicaron estos hallaz-
gan a la conclusión de que la emigración gos (Mortensen, Cantor-Graae y McNeil,
per se no produce un incremento en el 1997). En relación con el suicidio, también
riesgo de padecer enfermedades mentales se confirmaba, en un país de elevada inmi-
(Marsella, Bornemann y Ekblad, 1994; gración como Australia, que los inmigran-
National Institute of Mental Health, 1991), tes se suicidaban más que los nativos que
sino que depende, al menos en parte, de las permanecían en sus países de origen
experiencias traumáticas sufridas durante el (Burvill, 1998). Por el contrario, otros traba-
proceso migratorio (Cervantes, Salgado de jos, tanto sobre chinos de Hong Kong
Snyder y Padilla, 1989), por lo que los refu- (Davis y Katzman, 1998) como mexicanos
giados presentarían mayor patología que (Vega WA y cols., 1998) que emigraban a
los inmigrantes como tal, según ya hemos Estados Unidos, confirmaban que la pobla-
comentado anteriormente. ción que emigraba presentaba mejor salud
mental comparada con la que continuaba
Tradicionalmente se creía que los indivi- residiendo en su país de origen.
duos capaces de huir de un entorno hostil
eran los más sanos y capaces, por lo que En algunos estudios parece ser que un
existía un cierto proceso de selección dar- factor clave en la salud psicológica de los
winiana positiva en los fenómenos migra- inmigrantes es la urbanización frente a la
torios. Sin embargo, estudios pioneros en vida rural, objetivándose mejor salud men-
los años 70 del siglo XX dieron al traste con tal en las ciudades, por lo que este factor
esta teoría, ya que la tasa de esquizofrenia implica aumento de calidad de vida general
en inmigrantes afincados en Gran Bretaña asociada a mayores recursos materiales
era muy superior a la encontrada en los (Cheng, 1989). Con todo lo expuesto pre-
países de origen de los inmigrantes. Este viamente, observamos que los datos son
hecho se intentó atribuirlo a que los indivi- contradictorios y, por lo tanto, no hay con-
duos inestables, con deterioro en las rela- firmación definitiva de si la población emi-
ciones interpersonales y en fases iniciales grante es más o menos sana al compararla
de esquizofrenia, tenderían a emigrar con con la que permanece en el país (Tai-Ann
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14 Salud mental e inmigración

Tabla 6. Principales patologías Principales patologías


psiquiátricas en la población inmigrante psiquiátricas de la población
• Trastorno por estrés postraumático inmigrante
• Esquizofrenia/Paranoia
• Somatización Aunque la prevalencia de la mayoría de
las enfermedades psiquiátricas (esquizofre-
• Trastornos afectivos y suicidio
nia, trastornos afectivos, demencia, tras-
• Trastorno de personalidad
torno obsesivo-compulsivo, etc.) se man-
• Trastornos asociados a la cultura tiene estable en todos los países, existen
• Síndrome de Ulises algunas enfermedades, como el trastorno
de estrés postraumático, que son más pre-
valentes entre el grupo de pacientes inmi-
Cheng y Chang, 1999). Por otra parte,
grantes. Además, el resto de enfermedades
desde el punto de vista metodológico, no
psiquiátricas presentan con frecuencia una
siempre es fácil discriminar la patología psí-
particular idiosincrasia que puede variar
quica previa de la producida por el propio
entre las diferentes culturas, o que sínto-
proceso de la migración.
mas que en occidente consideramos como
patológicos sean bien aceptados en la cul-
En cuanto al momento de aparición de la
tura de origen, por lo que vamos a repasar
psicopatología, tradicionalmente se había
las patologías más frecuentes en este
defendido la existencia de un período ini-
grupo de pacientes, haciendo hincapié en
cial de euforia tras la llegada al país de aco-
las características específicas de cada una
gida, seguido de un posterior período de
de ellas en este subgrupo de población.
crisis psicológica (Leff, 1994). Sin embargo,
este modelo ha sido rebatido (Sluzki,
Las principales patologías que vamos a
1979). Actualmente, se acepta que el
analizar se resumen en la tabla 6.
estrés se incrementa en el emigrante
durante los primeros dos años y que, pos- Trastorno por estrés postraumático
teriormente, a lo largo del tiempo va dismi- (TEPT)
nuyendo hasta alcanzar los niveles norma-
les previos (Pernice y Brook, 1996). A con- Este trastorno se define por los criterios
tinuación se describen las patologías psi- que se resumen en la tabla 7. En cuanto a
quiátricas que se han demostrado más fre- su prevalencia, el DSM-IV-TR la calcula en
cuentes entre la población inmigrante. torno al 8 % de la población adulta de

Tabla 7. Trastorno por estrés postraumático


(simplificación de los criterios de las clasificaciones psiquiátricas DSM-IV y CIE-10)
• La persona ha estado expuesta a un aconte- • Evitación persistente de estímulos asociados
cimiento traumático al trauma
• El acontecimiento traumático es experi- • Síntomas de hiperactivación como alteracio-
mentado persistentemente a través de nes del sueño, irritabilidad, dificultad para
recuerdos intrusos, sueños recurrentes, concentrarse, hipervigilancia o sobresaltos
sentimientos de revivir la experiencia o • Estos síntomas duran más de un mes y pro-
malestar psicofisiológico intenso al expo- ducen malestar psicológico o deterioro socio-
nerse a estímulos que recuerdan el trauma laboral significativo
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La salud mental de los inmigrantes 15

Estados Unidos, no existiendo datos con 1. Mientras permanecen en su país de


respecto a la prevalencia en otros países. origen.
Cuando, en vez de la población general, 2. Durante su viaje a un lugar más
consideramos grupos en situación de seguro.
riesgo, entre los que se podrían englobar 3. Cuando deben buscar asentamiento
los inmigrantes, y especialmente los refu- en el país de refugio (Fazel y Stein,
giados, las cifras oscilan entre un tercio y la 2002).
mitad de la expuesta.
En un estudio realizado en Estados Unidos
El trastorno de estrés postraumático se a refugiados somalíes se encontró que los
considera la patología psiquiátrica más afectados por clínica clara de TEPT comuni-
específica de este grupo de pacientes, caban un número significativamente mayor
sobre todo de los refugiados, y se atribuye de hechos traumáticos (28 frente a 16). La
a las circunstancias de represión política y historia del trauma estaba fuertemente aso-
social, e incluso tortura, en las que estas ciada a problemas físicos, psicológicos y
personas se encontraban sometidas en su sociales. Las estrategias más utilizadas para
país de origen y por el efecto de las guerras combatir la tristeza fueron rezar (55,3 %),
(Gorst-Unsworth y Goldenberg, 1998; dormir (39,9 %), leer (32,3 %) o hablar con
Holtz, 1998). amigos (27,8 %) (Halcon y cols., 2004).
No obstante, los emigrantes no refugia-
dos también presentan mayores tasas de Los pacientes de Centroamérica y
este trastorno ya que experiencias como la Sudamérica que emigran a Estados Unidos
discriminación racial, el desempleo o la presentan con frecuencia antecedentes de
relación con el personal de inmigración exposición a la violencia por causa política.
pueden producirlo (Ritsner, Ponizovsky y Comparado con pacientes inmigrantes que
Ginath, 1997). carecen de esos antecedentes, los primeros
En el caso de que la situación socioeco- presentan un riesgo 3,4 veces más elevado
nómica entre inmigrantes y refugiados sea de padecer TEPT, así como síntomas de
similar, con dificultades sanitarias, de edu- depresión y de trastornos de pánico. Los
cación, de seguridad, etcétera, los refugia- expuestos a situaciones violentas presenta-
dos mostraban la misma proporción tanto ban más síntomas de dolor crónico, peor
de síntomas físicos y mentales e inadapta- función física y una más baja percepción de
ción que los inmigrantes no forzados. La la salud general que los no expuestos. Un
justificación de estos resultados se puede porcentaje muy escaso de ellos (alrededor
explicar por la precaria situación de pobreza del 3 %) había comentado estos episodios
en ambos colectivos, lo que equipararía la de violencia con un médico, mientras que a
patología (Ahearn y Noble, 2004). A pesar ninguno se le había preguntado previa-
de esto, si se valora específicamente el diag- mente sobre estas situaciones. Todo esto
nóstico de TEPT, éste suele ser más elevado implicará que la calidad de vida de estos
entre los pacientes refugiados, ya que está pacientes se vea limitada (Eisenman y cols.,
altamente relacionado con las experiencias 2003).
traumáticas previas.
El hecho traumático que predice con
Las situaciones estresantes en que los mayor intensidad el desarrollo de un TEPT
refugiados se ven sometidos se suelen pro- es el haber padecido tortura (Silove y cols.,
ducir en tres estadios: 2002; Mollica y cols., 1998).
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16 Salud mental e inmigración

Entre la población inmigrante de Estados Los individuos negros y asiáticos son


Unidos que acudía a un centro de atención diagnosticados con más frecuencia de psi-
primaria se intentó valorar la prevalencia, cosis que los blancos en Estados Unidos
tipos y predictores de acontecimientos vita- (Flaskerud y Hu, 1992). Entre los emigran-
les traumáticos. Los pacientes se clasificaron tes jamaicanos se ha comprobado que la
en los siguientes grupos: mexicanos, cen- frecuencia de psicosis es 12 veces mayor
troamericanos, latinos nacidos en Norte- que entre la población británica nativa,
américa de descendientes mexicanos, y ingresan en instituciones psiquiátricas o
blancos no latinos nacidos en Estados judiciales con mayor frecuencia, evolucio-
Unidos. Casi el 10 % de los pacientes había nan peor (Jarvis, 1998) y reciben dosis más
sufrido un hecho traumático en el año pre- elevadas de neurolépticos. Sin embargo,
vio, y el 57 % había experimentado al según un estudio realizado sobre pacientes
menos uno a lo largo de su vida. La forma jamaicanos en Londres, estas diferencias
más común de trauma era la violencia inter- desaparecieron al ajustar el diagnóstico, ya
personal manifestada fuera del ámbito que un mayor número de afrocaribeños
familiar, pérdidas de familiares o accidentes recibía el diagnóstico de esquizofrenia.
(17 %), ser testigo de muertes o violencia Pese a este ajuste, si recibían una mayor
(13 %) y violencia doméstica (12 %). Com- proporción de neurolépticos depot, esta-
parados con los blancos, los mexicanos ban implicados en más incidentes violentos
mostraban la mitad de acontecimientos durante el ingreso, e ingresaban con mayor
traumáticos y los inmigrantes de Centro- frecuencia de forma involuntaria (Lloyd y
américa alcanzaban un 76 % más que los Moodley, 1992). Este incremento de la psi-
blancos. Los casados comunicaban menos cosis en inmigrantes también ha sido
traumas. Experiencias traumáticas, género demostrado en Holanda (Selten, Slaets y
femenino y etnia no latina se asociaban a la Khan, 1997) y en Dinamarca (Mortensen,
presencia de un trastorno psiquiátrico, lo Cantor-Graae y McNeil, 1997). No se han
que a su vez se relacionaba con una pobre encontrado explicaciones suficientemente
salud física y un aumento de las visitas satisfactorias a este fenómeno desde el
médicas. Los acontecimientos vitales nega- punto de vista biológico. Desde una pers-
tivos se asocian con patología psiquiátrica, pectiva cultural se apuntan algunas razo-
pero hay que tener en cuenta que ésta nes como las que resumimos en la tabla 8.
puede ser distinta del TEPT, por lo que se
debe valorar también otro tipo de cuadros Al valorar las diferencias en la percepción
clínicos (Holman, Silver y Waitzkin, 2000). de la esquizofrenia como una enfermedad
mental para distintos grupos étnicos, se
Esquizofrenia y paranoia tomaron los síntomas de alucinaciones,
Los resultados de la mayoría de los estu- suspicacia, alteraciones del contenido del
dios demuestran que existe un incremento pensamiento y alogia. Los pacientes de
en la incidencia de psicosis en inmigrantes Bangladesh comparados con los británicos
a los países europeos, pero varios factores no consideraban las alucinaciones o la sus-
se deben tener en cuenta, particularmente picacia como síntomas de enfermedad
con respecto a los sesgos de selección y mental, y los afrocaribeños tampoco iden-
diferencias en el comportamiento de la tificaban las alteraciones del contenido del
búsqueda de ayuda y la percepción en la pensamiento como un síntoma. Las dife-
familia de la enfermedad mental (Fossion y rencias en la percepción de los síntomas se
cols., 2002). asocia, además, con la religión, la educa-
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La salud mental de los inmigrantes 17

Tabla 8. Principales razones culturales sanitarios y a dificultades de lenguaje, lo


para el incremento de psicosis que provocaría artefactos epidemiológicos.
en inmigrantes Del total de inmigrantes, el 38,7 % recibió
1. Mayor frecuencia de creencias en aspectos
el diagnóstico de esquizofrenia, cifra signi-
religiosos y espirituales, que se relacionaría ficativamente mayor de la que muestran
con una supuesta mayor frecuencia de aluci- otros pacientes. Este infradiagnóstico de
naciones y delirios en la población no blanca otras patologías puede ser debido, por
(Adebimpe, 1981) ejemplo, a que las obsesiones, una patolo-
2. Exposición continua a la discriminación y al gía poco diagnosticada entre la raza negra,
racismo, que puede incrementar los «niveles cuando son egodistónicas pueden ser
normales de paranoia» en individuos sanos interpretadas como delirios o trastornos del
(Newhill, 1990) pensamiento y diagnosticarse como psico-
3. Errores de diagnóstico motivados por los pre- sis (Sluzki, 1979). Sin embargo, la anomalía
juicios de los profesionales con pacientes en la que son más frecuentes los errores
pertenecientes a culturas extrañas, de forma diagnósticos es el trastorno de estrés pos-
que se tiende a etiquetar como psicóticos traumático, ya que los individuos de raza
síntomas no habituales en la cultura occi-
negra presentan con mayor frecuencia que
dental (Lewis, Croft-Jeffreys y Davis, 1990).
otros grupos síntomas psicóticos e ideación
paranoide (Pernice, 1996). En Alemania, la
ción, el género y el contacto con individuos edad de inicio de la enfermedad es a los
afectos de problemas mentales. Sin em- 28,6 años y el tiempo de migración es de
bargo, el factor étnico fue el mejor predic- 20,4 años (en España esta cifra sería más
tor de la percepción de los síntomas de la baja, ya que el fenómeno migratorio es
esquizofrenia (Pote y Orrell, 2002). relativamente reciente). Sólo el 8,3 % de
los pacientes inmigrantes habían desarro-
En cuanto al diagnóstico de esquizofrenia, llado una enfermedad mental en el
un estudio de seguimiento a 7 años reali- momento de la migración (Haasen y cols.,
zado en inmigrantes de Estados Unidos ha 1998).
comprobado que los diagnósticos se modi-
fican según el grupo étnico del que estemos La evidencia de los estudios actuales
hablando. El cambio de un diagnóstico de sobre el riesgo de psicosis en inmigrantes
esquizofrenia a otro tipo de trastorno fue demuestra que existe un aumento de la
más frecuente entre los pacientes hispanos proporción de psicosis en este grupo de
y las mujeres; por el contrario, el paso de pacientes, pero además del proceso migra-
otro diagnóstico a esquizofrenia resultó más torio habría que valorar otros factores para
frecuente entre los pacientes afroamerica- la vulnerabilidad de padecer psicosis (Zol-
nos y los hombres. Un 32,8 % de los diag- kowska, Cantor-Graae y McNeil, 2001), mu-
nósticos de esquizofrenia no se modificó en chas veces determinada por la mala inter-
ese período de tiempo (Chen, Swann y Burt, pretación de los síntomas. Otra razón que
1996). se aduce para explicar estas diferencias en
las tasas de enfermedad se refiere al hecho
En un estudio realizado en Alemania se de que los pacientes autóctonos utilizan en
valoró que las altas tasas de diagnóstico de mayor proporción los servicios sanitarios
esquizofrenia entre los pacientes inmigran- privados, lo que produce una infraestima-
tes podían ser debidas a un infradiagnós- ción de las cifras de patología en la pobla-
tico de otras patologías, a una escasa ción nacional (Testa-Mader, Degrate y
representación de éstos en los servicios Clerici, 1999).
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18 Salud mental e inmigración

En un estudio realizado en Estados y Sanz Carrillo, 2000), los emigrantes van a


Unidos, que valora el posible sesgo racial presentarla con más frecuencia porque,
en el diagnóstico psiquiátrico, se estudió la además de expresar malestar psicológico,
asignación de un diagnóstico durante la los síntomas somáticos se van a emplear,
primera hospitalización. Este sesgo diag- por parte de los emigrantes, con otros sig-
nóstico es más frecuente que en otras nificados simbólicos. Algunos de los más
especialidades debido a la subjetividad del frecuentes son, por ejemplo, contestación
proceso del diagnóstico psiquiátrico. En el social ante una sociedad que les rechaza o,
caso específico de pacientes negros, el en las mujeres, posicionamiento reivindica-
sesgo provenía de la percepción de los pro- tivo dentro de una estructura de poder
fesionales de que estos pacientes padecían familiar de tipo machista (García Campayo,
enfermedades más graves, intratables y Sanz Carrillo y Claraco, 1998). Por otra
que eran menos susceptibles al desarrollo parte, la interpretación que los emigrantes
de trastornos del humor. La disminución de hacen de los síntomas somáticos y las expli-
estos sesgos se consigue cuando se utilizan caciones causales que les atribuyen son
métodos de diagnóstico estandarizados, muy diferentes de las que realizan los
como las entrevistas estructuradas, en pacientes occidentales (García Campayo,
cuyos casos no se aprecian diferencias sus- Sanz Carrillo y Claraco, 1998). Utilizando
tanciales con respecto a la prevalencia de entrevistas estructuradas para el diagnós-
los trastornos mentales en los diversos gru- tico y comparación entre hispanos de Esta-
pos étnicos (Sohler y Bromet, 2003). dos Unidos y la población general, la dife-
rencia más significativa fue que el sub-
Existen estudios que demuestran que, grupo de mujeres mexicanas mayores de
dentro de una misma patología, la forma los 40 años mostraba altas tasas de distimia
de presentación varía según el grupo y fobia, con una mayor presencia de sínto-
étnico, por ejemplo comparando la sinto- mas somáticos funcionales que otros gru-
matología de pacientes esquizofrénicos pos (Escobar, 1998).
entre caucásicos y mexicanos no se obser-
varon diferencias en la forma de presenta- En un estudio realizado por un centro de
ción de la sintomatología negativa, pero se salud de Barcelona se encontró un mayor
suelen encontrar diferencias en el conte- porcentaje de trastornos de somatización
nido de los síntomas. Así, los pacientes entre el grupo de inmigrantes, pero sin que
mexicanos comunicaban más sintomatolo- las diferencias fuesen estadísticamente sig-
gía somática, mientras que los caucásicos nificativas, siendo ésta la causa psiquiátrica
presentaban una mayor incidencia de deli- más frecuente de consulta dentro de ese
rio persecutorio y tensión nerviosa (Marín y grupo (40,6 % del total), mientras que en
Escobar, 2001) la población autóctona eran la ansiedad y
la depresión (Pertiñez Mena y cols., 2002).
Somatización
En el caso de la población asiática de
Se define como la expresión del malestar Estados Unidos, al examinar el modelo de
psicológico en forma de síntomas somáti- presentación de la enfermedad y la bús-
cos (García Campayo, Sanz Carrillo y queda de ayuda médica, se comprueba
Montón, 1999). Aunque se acepta que la que existe una marcada tendencia a articu-
somatización presenta una prevalencia lar síntomas somáticos más que síntomas
similar en diferentes culturas (Kirmayer, afectivos, incluso cuando la patología psi-
Trang Dao y Smith, 1998; García Campayo quiátrica es grave. En este contexto, la
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somatización puede reflejar tanto creencias serían los procesos de adaptación y las
culturalmente determinadas con respecto a dificultades ambientales ligadas a la emi-
la noción de la etiología de la enfermedad gración.
y el tratamiento, como la conducta de bús-
queda de ayuda médica durante la enfer- ANSIEDAD
medad que se juzga adecuada cultural- Los trastornos de ansiedad en la raza
mente (Hsu, 1999). negra son frecuentemente sobrediagnosti-
cados como psicosis. Concretamente, los
Los síntomas somáticos sirven como idio- enfermos con trastorno de angustia y ago-
ma cultural de distrés en muchos grupos rafobia, patología más frecuente en esta
culturales, y en muchas ocasiones no indi- minoría étnica (Leff, 1994), presentan, con
can una enfermedad o un trastorno, ni son alguna frecuencia, alucinaciones o miedos
expresión de psicopatología, sino simple- delirantes, manifestaciones que son inter-
mente una expresión culturalmente codifi- pretadas como psicosis (Sluzki, 1979). Un
cada de malestar, un medio de expresar su estudio realizado en la Universidad de
descontento social o una condensación sim- Columbia, en Nueva York, ha comparado
bólica de sus conflictos intrapsíquicos. Si las tasas de trastornos de pánico en afro-
estos síntomas son malinterpretados por el americanos con las que presentan los blan-
clínico pueden conducir a procedimientos cos, habiendo encontrado que aun cuando
diagnósticos innecesarios o a un tratamiento la tasa de trastorno de pánico fue algo más
inapropiado (Kirmayer y Young, 1998). La baja en los afroamericanos (1,2 % frente al
somatización ha sido ampliamente descrita 1,4 % en blancos), estas diferencias no
en pacientes refugiados, y algunas teorías fueron significativas.
interpretan esta somatización como una
alternativa a la depresión. Estas mismas teo- Los afroamericanos comunicaban un
rías consideran que la somatización se aso- mayor número de síntomas durante el peor
cia con un fracaso en el proceso de acultu- episodio de crisis de pánico. No existían
ración (Westermeyer y cols., 1989). En un diferencias en ambos grupos con respecto
grupo de inmigrantes rusos de Estados a la comorbilidad con ese trastorno, ni
Unidos se valoró si existían características tampoco en el número de intentos previos
sociodemográficas que permitieran predecir de suicidio (Horwath, Johnson y Hornig,
la aparición de somatización en relación con 1993). Comparando asiáticos con blancos
la presencia de sintomatología depresiva, y americanos, se observó que los asiáticos
las variables que se encontraron fueron la comunicaban más rasgos de ansiedad,
edad, hallarse en situación de desempleo y aunque no se apreciaron diferencias en
no buscar trabajo, y no tener un título aca- cuanto a los niveles de ansiedad social. Sin
démico (Aroian y Norris, 1999). embargo, y a pesar de lo expuesto, las
implicaciones de las variaciones étnicas en
Trastornos afectivos y suicidio los patrones de respuesta de ansiedad
Se acepta que estos pacientes presen- siguen siendo discutidas (Okazaki y cols.,
tan mayores tasas de depresión y de tras- 2002).
tornos de ansiedad que los grupos con
DEPRESIÓN
idénticas características sociodemográfi-
cas de su país de origen o de la cultura Los trastornos afectivos que presentan
anfitriona (Ekblad, Kohn y Jansson, los pacientes negros son diagnosticados
1998). Los principales desencadenantes erróneamente por los psiquiatras, en más
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20 Salud mental e inmigración

del 50 % de los casos, como esquizofrenia, considerar como predictores de su desarro-


por lo que se les pauta antipsicóticos llo. Entre los que se encontraron (en muje-
(Gorst-Unsworth y Goldenberg, 1998) y se res inmigrantes mexicanas de San Diego)
les ingresa más frecuentemente en hospita- destacan los siguientes:
les psiquiátricos y de forma involuntaria
(Holtz, 1998). Evidentemente, éste es un • Factores demográficos (educación-
sesgo cultural de connotaciones racistas ingresos).
(Ritsner, Ponizovsky y Ginath, 1997), por-
que los estudios de prevalencia entre la • Nivel económico percibido.
raza blanca y la negra no demuestran dife-
rencias en este sentido (Flaskerud y Hu, • Distancia emocional percibida entre el
1992). Sin embargo, en parte puede ser lugar de origen y el de destino de la
explicado debido a que es más frecuente inmigración.
en estos pacientes, como forma de presen-
tación, la aparición de rasgos paranoides y • Pérdida de lazos interpersonales del
la existencia de suspicacia (Lloyd y Mood- país de origen.
ley, 1992).
Aun así, las implicaciones de este estudio
En el caso de mujeres adultas y compa- son discutidas (Vega, Kolody y Valle, 1987).
rando diversos grupos étnicos, la predic-
ción de la gravedad de la depresión depen- Una tendencia que se ha observado en
día de los siguientes factores: bajo nivel todos los pacientes inmigrantes hispanos
educacional, soltera, ser latina, alto estrés con depresión es la de «corporalizar» o
percibido y sentimientos de soledad. El somatizar el malestar subjetivo y presentar
grupo étnico que presenta más tasas de un exceso de características de somatiza-
depresión, según la mayoría de los estudios ción/hipocondría (Marín y Escobar, 2001),
realizados en Estados Unidos, es el de los lo que puede llevar a diagnósticos erróneos
latinos (Myers y cols., 2002). y a no tratar correctamente la sintomatolo-
gía depresiva de estos pacientes.
Los caucásicos han sido diagnosticados
de depresión con una frecuencia siete Sobre las características específicas de la
veces mayor que los afroamericanos. La presentación de la sintomatología depre-
depresión se ha asociado de modo más siva según el grupo étnico, también se
significativo con la reducción de la calidad encontraron diferencias al comparar los
de vida en los caucásicos pero no en los pacientes afroamericanos y los blancos.
afroamericanos. Esto sugiere la importan- Mientras éstos mostraban más sintomato-
cia de la raza como predictor de un diag- logía ansiosa y del humor, los afroamerica-
nóstico de depresión en pacientes con nos mostraban de modo significativo más
esquizofrenia y la posibilidad de infradiag- variación diurna de su sintomatología de-
nóstico de depresión en afroamericanos presiva. No se encontraron diferencias en
(Delahanty y cols., 2001). cuanto a la presentación del resto de sinto-
matología neurovegetativa (Wohi, Lesser y
Un estudio intentó valorar los posibles Smith, 1997). En otro estudio se observó
factores que estaban implicados en el de- que los pacientes afroamericanos que
sarrollo de sintomatología depresiva en los padecían un trastorno depresivo, al utilizar
pacientes inmigrantes y que se pudiesen la escala CESD predominaban los síntomas
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La salud mental de los inmigrantes 21

Tabla 9. Explicaciones culturales al pacientes, especialmente si están en el sub-


sobrediagnóstico de depresión en latinos grupo de cicladores rápidos, presentan sin-
a) Autoselección
tomatología psicótica con frecuencia, sobre
todo alucinaciones, siendo en la mayoría
b) Expresión culturalmente determinada de los
síntomas
de los casos resistentes al litio (Jarvis,
1998).
c) Dificultades en la aplicación de los criterios
del DSM-IV en los pacientes latinos
SUICIDIO
d) Sesgo relacionado con la falta de competen-
cia cultural por parte de los médicos En cuanto a las tasas de suicidio entre la
e) Imprecisión inherente en el uso de entrevis- población inmigrante, en el caso concreto
tas no estructuradas (Minsky y cols., 2003). de los inmigrantes hispanos de Estados
Unidos, se encontró que eran más bajas
que en el grupo de pacientes caucásicos.
somáticos sobre los de la esfera afectiva, Las posibles causas que lo explicarían
por lo que en ocasiones el diagnóstico podrían atribuirse a redes sociales sólidas
puede pasar inadvertido (Iwata, Turner y con estrechos lazos familiares, catoli-
Lloyd, 2002). cismo y estigma social del suicidio. No
obstante, estas cifras están cambiando en
La mayoría de los estudios concuerdan las segundas generaciones y entre los his-
en que, dentro de todos los grupos étnicos, panos más jóvenes, equiparándose a la
los que con mayor frecuencia son diagnos- población general, posiblemente debido
ticados de trastorno depresivo mayor son el a un deterioro de las fuentes tradicionales
grupo de pacientes latinos, a pesar de que de apoyo social, lo que nos induce a pen-
muchas veces presentan asociada sintoma- sar en las consecuencias negativas que
tología de tipo psicótico. Las posibles expli- provoca la aculturación en este grupo de
caciones que se dan de estos resultados pacientes (Marín y Escobar, 2001).
son las que se resumen en la tabla 9.
Los resultados sobre las cifras de suici-
TRASTORNO BIPOLAR
dios consumados e ideación suicida varían
Existen pocos estudios sobre diferencias según el grupo étnico y la región donde se
en diagnóstico, tratamiento u otras varia- realice el estudio, y también si nos referi-
bles en pacientes inmigrantes en el caso del mos a la primera o segunda generación.
trastorno bipolar. En un estudio realizado Un estudio realizado en Suecia encontró
en Estados Unidos en pacientes con manía que la tasa de suicidio entre la primera
bipolar, se encontró que no existían dife- generación de inmigrantes era mayor que
rencias raciales en cuanto a la presentación la observada en el país de origen. La
de la sintomatología afectiva, aunque se segunda generación de inmigrantes pre-
encontraron diferencias en cuanto a la sin- senta un riesgo más elevado de muerte
tomatología psicótica, encontrando más por suicidio que sus antecesores (Hjern y
alucinaciones en los pacientes afroamerica- Allebeck, 2002).
nos y más delirios de persecución en los
caucásicos (Strakowski y cols., 1996). En En Canadá se compararon las tasas de
los pacientes de raza negra es frecuente un suicidio entre los inmigrantes y la población
diagnóstico equivocado del trastorno bipo- nacida en dicho país. Los resultados que se
lar como esquizofrenia, debido a que estos obtuvieron mostraron que las tasas de sui-
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22 Salud mental e inmigración

cidio de la población inmigrante habían dos en un hospital británico con diagnós-


sido la mitad comparadas con las de los tico de alcoholismo, se observó que la inci-
nacidos en Canadá. Entre los inmigrantes, dencia era más alta en hombres asiáticos
las tasas de suicidio aumentaban con la (105,8/mil frente al 54,3 en europeos) y
edad, siendo más jóvenes los nacidos en más baja en mujeres asiáticas (4,1 frente al
Canadá. Los suicidios de varones eran más 18,6 en europeas). En un estudio de
elevados en ambos grupos, aunque la dife- pacientes hospitalizados realizado en
rencia era menos pronunciada en el grupo Australia, se encontró que las tasas de alco-
de los inmigrantes entre mujeres y hom- holismo eran más bajas en los italianos y en
bres. Según en qué lugar de Canadá se todos los inmigrantes asiáticos (Bruxner y
estudiaba, las tasas de suicidio variaban en cols., 1997)
el grupo de inmigrantes (Malenfant, 2004).
En otro estudio realizado en Estados
Un estudio realizado con inmigrantes Unidos, un total de 31,9 % de blancos,
mexicanos en Estados Unidos intentó 28,1 % de afroamericanos y 30,1 % de
encontrar la relación entre estrés por acul- hispanos recibieron algún tipo de trata-
turación, depresión e ideación suicida. miento ambulatorio, en unidades específi-
Unos niveles altos de estrés por acultura- cas, para el abuso de alcohol u otras dro-
ción predicen la aparición de ideación sui- gas. En cuanto a los problemas de acceso a
cida, de la misma manera que la disfunción estos servicios, se comprobó que existían
familiar, escaso apoyo social, escasas más dificultades en el grupo de pacientes
expectativas sobre el futuro, bajos niveles afroamericanos e hispanos, y cuando se
de religiosidad y de educación, salarios producía, era más tarde que para la pobla-
bajos y el acuerdo con la decisión de la ción blanca (Wells y cols., 2001).
migración (Hovey, 2000). En el caso de los
inmigrantes rusos que emigraron a Israel, En relación con el tratamiento de la dro-
aparte de los factores de riesgo citados gadicción, según las diferencias raciales y
anteriormente como predictores de riesgo étnicas, se encuentran diferencias signifi-
suicida, se encontró que existían algunas cativas entre la población que sólo utiliza
diferencias según el sexo. Aunque el mayor desintoxicación, los que siguen trata-
predictor de ideación suicida para ambos miento residencial y los que se hallan en
sexos era el nivel de distrés psicológico, la tratamiento de mantenimiento con meta-
gravedad de la depresión predecía la idea- dona. Los latinos entraban tres veces
ción suicida sólo en el grupo de las mujeres menos en tratamientos residenciales y sus-
(Ponizovsky y cols., 1997). titutivos con metadona que los caucásicos,
y los afroamericanos entraban la mitad.
Consumo de tóxicos Como conclusión, en el tratamiento de la
drogadicción, lo mismo que ocurre con
En cuanto a la proporción dentro de los otras patologías psiquiátricas, el trata-
grupos étnicos del consumo de tóxicos, el miento específico (como en este caso con
que menor proporción presenta es el grupo metadona o tratamientos residenciales)
de pacientes asiáticos, comparado con el está restringido a la población autóctona
resto de grupos étnicos (Flaskerud y Hu, (Lundgren y cols., 2001).
1992). Si consideramos el consumo de Existe un gran número de necesidades
alcohol de forma aislada, en un estudio no cubiertas en el tratamiento del alcoho-
realizado en pacientes asiáticos hospitaliza- lismo, abuso de drogas y salud mental en
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La salud mental de los inmigrantes 23

afroamericanos e hispanos con respecto a cano o el blanco y más frecuente en hom-


los blancos. bres, diferencias que aumentaban paralela-
mente al tiempo de estancia en Estados
En un estudio realizado en un centro de Unidos (Marín y Escobar, 2001). Los
atención primaria de Barcelona se encontró pacientes hispanos alcohólicos tenían una
que existía menos consumo de alcohol, edad más joven, no solían completar el tra-
tabaco, drogas por vía parenteral y otras tamiento o acudir a desintoxicación, y los
drogas entre el grupo de pacientes inmi- ingresos solían realizarse por otros diagnós-
grantes comparado con el grupo autóc- ticos primarios más que por el consumo de
tono, siendo estas diferencias estadística- alcohol, presentando además un mayor
mente significativas (Pertiñez Mena y cols., número de problemas sociales relacionados
2002). con el alcohol (Marín y Escobar, 2001).

Al valorar el grupo de pacientes inmi- A pesar de que la mayoría de los estudios


grantes cuyo motivo de migración es la en diferentes lugares demuestran que la
búsqueda de trabajo, uno de los factores tasa de consumo de alcohol y otras sustan-
que predicen con mayor facilidad el cias es menor entre la población inmi-
abuso/dependencia de alcohol son las grante comparada con la autóctona, en la
experiencias de frustración que provoca la práctica diaria la petición de análisis de
exclusión del mercado laboral y la discrimi- tóxicos en orina es más frecuente en
nación, lo que está relacionado significati- pacientes inmigrantes que en los naciona-
vamente con el abuso y la dependencia de les, posiblemente por un sesgo racista.
alcohol en el año anterior. A pesar de que
los niveles de apoyo social sean saludables, En la mayoría de los pacientes que con-
no resultan suficientemente protectores sumen tóxicos se ha encontrado que esta
para las personas que experimentan altos situación no suele descubrirse de forma ais-
niveles de frustración laboral (Finch y cols., lada, sino cuando existe comorbilidad con
2003). En Florida se realizó un estudio otras patologías psiquiátricas. En un estu-
sobre consumo de sustancias entre jóvenes dio realizado en Estados Unidos que com-
estudiantes entre 19 y 21 años; en cuanto paraba la patología asociada al consumo
a las tasas de consumo de tóxicos se de cocaína según el grupo étnico, se
encontraron diferencias según el grupo observó que los trastornos específicos que
étnico, pues eran más bajas, tanto de se asociaban al consumo variaban según la
abuso como dependencia de sustancias, en raza. Los pacientes de raza blanca presen-
el subgrupo de afroamericanos. En el sub- taban tasas más altas de depresión mayor,
grupo de hispanos existían diferencias dependencia al alcohol, trastornos por
según su lugar de nacimiento, siendo más déficit de atención y de conducta. En el
bajas las tasas de consumo de sustancias caso de los afroamericanos se hallaron
entre los nacidos en el extranjero compara- sobre todo diagnósticos de fobia (Ziedonis
dos con los hispanos nacidos en Estados y cols., 1994).
Unidos (Turner y Gil, 2002).
Otro estudio realizado en la Universidad
En el grupo de hispanos en general, la de Yale apoya los resultados anteriores,
prevalencia de consumo de alcohol y otras encontrando que los afroamericanos que
drogas de abuso era más baja para el tenían adicción a cocaína y heroína comu-
grupo de hispanos que para el afroameri- nicaban menos síntomas de ansiedad y de
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24 Salud mental e inmigración

trastornos afectivos que los pacientes blan- En relación con el diagnóstico específico
cos. Esto podría atribuirse a que la adicción de trastorno límite de personalidad, no
a drogas entre los blancos suele estar rela- existen diferencias en cuanto a la prevalen-
cionada frecuentemente con la psicopato- cia según el grupo étnico. En este caso es
logía, mientras que en el caso de la pobla- más importante la edad del paciente como
ción negra se explicaría mejor en términos factor predictible de su diagnóstico
de factores sociales y medioambientales (Castaneda y Franco, 1985), siendo esta
(Roberts, 2000). patología menos frecuente en los pacientes
de mayor edad (Rayburn y Stonecypher,
Sin embargo, existen otros artículos que 1996). Incluso así, en todas las culturas
contradicen estos datos. Por ejemplo, otro existen individuos que se sienten incapaces
estudio realizado en Estados Unidos en de hacer lo que se espera de ellos, y el
pacientes que acudían a un programa de malestar que esto genera se expresa en
tratamiento hospitalario de abuso de sus- una variedad de trastornos ligados a la cul-
tancias (alcohol y otras drogas) encontró tura como son el «susto» o los «nervios».
que los afroamericanos presentaban mayor Cuando se incluye en este contexto, el tras-
consumo total de sustancias y mayor grave- torno límite de personalidad es similar al
dad del cuadro, asociándose con mayor fre- que se expresa en esta situación, sobre
cuencia a somatización, depresión, con- todo en el sentido percibido de fracaso
ducta obsesivo-compulsiva, fobia, paranoia social y marginalidad (Miller, 1996).
y psicoticismo. También presentaban un
aumento de problemas interpersonales, La mayoría de los estudios realizados
hostilidad, así como un elevado grado de sobre los trastornos límites de la personali-
estrés psicosocial y bajos niveles de funcio- dad se han realizado en países altamente
namiento global comparados con los cau- desarrollados, pero esta enfermedad tam-
cásicos, lo que apoyaría las conclusiones del bién se puede diagnosticar en países en
estudio anterior (Pavkov, McGovern y Geff- desarrollo, aunque es más prevalente en
ner, 1993). Norteamérica y Europa. La hipótesis que se
baraja es la de que los factores protectores
Trastorno de la personalidad que proporcionan diversas culturas a sus
individuos suprimen el desarrollo de los
Sobre la utilización de los criterios diag-
trastornos límite de la personalidad. Existen
nósticos de trastorno de la personalidad en
casos en los que la patología límite emerge
relación con las características étnicas, se
después de la inmigración (Paris, 1996), lo
observó que los criterios de clasificación se
que sucedería cuando estos factores pro-
aplicaron de forma desproporcionada para
tectores se diluyen o desaparecen dentro
los distintos grupos, resultando grupos
del proceso de aculturación al que se ve
étnicos particulares que recibían diagnósti-
sometido el individuo.
cos específicos de distintos trastornos de
personalidad. Los diagnósticos de antiso-
Enfermedades ligadas a la cultura
cial y paranoide fueron asignados con más
frecuencia a los afroamericanos, el esqui- Uno de los problemas más difíciles para
zoide a los asiáticos y el esquizotípico a los los médicos occidentales son los denomi-
nativos americanos. El resto se asignó a los nados «síndromes asociados a la cultura».
europeos americanos, mientras que nin- Son enfermedades no conocidas en occi-
guno de estos criterios se aplicó a los lati- dente, propias de grupos étnicos o localiza-
nos (Iwamasa, Larrabee y Merritt, 2000). ciones geográficas específicas, que no se
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La salud mental de los inmigrantes 25

encuentran bien representadas en las clasi- obtiene que este tipo de patologías es más
ficaciones psiquiátricas (Mezzich y cols., frecuente dentro del grupo de mujeres cau-
1996) y que son difíciles de diagnosticar y cásicas (Barry y Grilo, 2002).
tratar. Constituiría una de las causas que
incrementan los diagnósticos erróneos de Síndrome de Ulises
psicosis en inmigrantes (Adebimpe, 1981). Con frecuencia, el proceso migratorio
Algunos de los síndromes psiquiátricos aso- resulta traumático, constituyendo una tran-
ciados a la cultura ya descritos en España sición difícil y complicada, que llega incluso
son el koro (Caballero y cols., 1990) o el a comprometer la vida del individuo.
ataque de nervios (Salman y cols, 1997). En Existen una serie de situaciones estresantes
la literatura americana el síndrome más que suelen ser comunes en la mayoría de
descrito es el de ataque de nervios en estas personas (Foste, 2001). A veces no
pacientes latinos caribeños, en el que como sólo resulta traumático el mismo hecho de
posibles causas desencadenantes del la inmigración, sino la realidad con la que
mismo se señalan la expresión de cólera se encuentran los individuos al llegar al país
por el proceso migratorio y la preocupación de destino. Para la inmensa mayoría de
por la gente que queda en el país de origen estas personas, Europa equivale a la Tierra
(Guarnaccia, DeLaCancele y Carrillo, 1989). Prometida, por lo que desarrollan unas
Otro estudio sobre puertorriqueños con expectativas demasiado elevadas que, en
ataque de nervios relaciona esta patolo- muchas ocasiones, no se corresponden con
gía con los trastornos disociativos en la realidad.
población occidental por la similitud de
ambos cuadros (Lewis-Fernández y cols., Una vez en el país receptor, la gran
2002). mayoría de esperanzas, como la posibilidad
de encontrar un trabajo bien remunerado,
Se debe analizar cuidadosamente la rela- se desvanece con rapidez. Surgen dificulta-
ción entre los síndromes ligados a la cultura des laborales, problemas para obtener los
y los diagnósticos psiquiátricos, y en el papeles de residencia, etc., por lo que tien-
momento en que se sospeche su aparición den a ser explotados y permanecen con el
remitir a estos pacientes a los profesionales temor de ser repatriados en cualquier mo-
de salud mental interesados en temas cul- mento. Por otra parte, se encuentran lejos
turales. En el caso de los trastornos que se del propio país, de la gente querida, sin
consideran culturalmente específicos de posibilidad de regresar para poder ver a su
culturas occidentales, como pueden ser los familia y amigos, y con la amenaza de un
referidos a la conducta alimentaria, cuando futuro incierto. Todas estas situaciones son
se presentan en minorías, en la mayor capaces de provocar un estado de estrés
parte de los casos suelen ser infradiagnos- crónico, múltiple y muy intenso, que se ha
ticados y no tratados (Cachelin y cols., definido con el nombre de síndrome de
2001). Aunque las características clínicas Ulises, caracterizado por sintomatología
de los trastornos de conducta alimentaria depresiva asociada a síntomas de ansiedad,
son similares en todas las culturas, lo que sí somatomorfos y conversivos (Achotegui,
varía entre ellas es la perturbación de la 2003).
imagen corporal, presentando el grupo
caucásico una mayor preocupación por la Con frecuencia la sintomatología que
imagen corporal que el resto de los grupos. presentan estos pacientes no se puede
Comparando diversos grupos étnicos, se englobar en los diagnósticos de las clasifi-
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26 Salud mental e inmigración

caciones psiquiátricas como el DSM-IV-TR o dificultad para conseguir un empleo si


la CIE-10, porque no llega a cumplir todos se encuentran en situación ilegal. Este
los criterios diagnósticos de una patología hecho suele precipitar la aparición de
concreta, entremezclándose los síntomas sintomatología depresiva, con predo-
de unos trastornos y otros. El estrés al que minio de llanto fácil, sentimientos de
son sometidos los inmigrantes difiere del tristeza, culpa, vergüenza o ideaciones
que padecen los pacientes que desarrollan sobre temores existenciales. En ocasio-
un trastorno de estrés postraumático, ya nes la sintomatología depresiva es tan
que no existe un único factor estresante importante que puede llegar al suici-
identificable, pudiendo aparecer múltiples dio, sobre todo cuando no existe sufi-
estresantes que, además, pueden mante- ciente apoyo externo.
nerse durante meses o años. En el tras-
torno por estrés postraumático suele existir • Relacionadas con los riesgos para la
un único factor que aparece de forma integridad física, que se pueden pro-
aguda, aunque en ambos tipos de tras- ducir durante el viaje migratorio, que
torno los factores estresantes suelen ser de incluso puede llegar a comportar
gran intensidad. riesgo para la vida. Este tipo de estrés
produce síntomas somatomorfos y
En el caso de los inmigrantes, éstos son disociativos, cefalea, fatiga, molestias
muy sensibles a cualquier situación de gástricas o intestinales, problemas de
estrés porque, en la mayoría de las ocasio- atención y de memoria, o confusión
nes, la red social que existe en el lugar al temporoespacial. Se debe tener en
que llegan suele ser escasa, y esto es un cuenta la posibilidad de aparición de
factor de riesgo añadido que debe tenerse estos síntomas, y descartar en primer
en cuenta en el desarrollo de la enferme- lugar que exista una causa orgánica
dad, actuando sobre él en la medida de lo que los produzca.
posible para prevenir su desarrollo. En
cuanto a las posibles causas de estrés que Los estudios demuestran que la aparición
pueden aparecen y que suelen ser comu- de la sintomatología disociativa, su intensi-
nes en la mayoría de los procesos migrato- dad y su duración están causados por
rios se describen los siguientes (Achotegui, hechos traumáticos, agravándose si se aso-
2003): cian a problemas socioeconómicos y socio-
culturales. Ante estos síntomas, los inmi-
• Familiares: en relación con el fre- grantes suelen consultar, en primer lugar,
cuente abandono del núcleo familiar con curanderos, ya que en ocasiones la
en el país de origen, con la soledad interpretación que realizan de la enferme-
que esta situación provoca. Esto suele dad es de tipo mágico, creyendo que las
desencadenar sintomatología de tipo situaciones estresantes que sufren pueden
ansioso, apareciendo pensamientos estar causadas por el mal de ojo, magia,
recurrentes e intrusivos, al igual que etcétera. La aparición de somatización en
ocurre en el trastorno de estrés pos- los inmigrantes refleja creencias culturales
traumático. propias sobre las causas de las enfermeda-
des, su tratamiento, y la búsqueda de
• Relacionadas con la pérdida de la posi- ayuda durante la enfermedad. Esta diversi-
ción social, lo que implica realizar tra- dad étnica puede conducir a infradiagnos-
bajos poco cualificados así como la ticar la patología psiquiátrica en estos
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La salud mental de los inmigrantes 27

pacientes. El estado psicológico de muchos pacientes desarrollen psicopatología, sien-


emigrantes, ya precario de por sí, acaba do necesario realizar campañas de preven-
por derrumbarse, por lo que debemos estar ción y tratamiento específico en este sub-
atentos ante la posibilidad de que estos grupo de población.

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