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LAS CUATRO CAIDAS DE SATANAS

Primera caída: Cuando fue echado del cielo. (2 Pedro 2:4)


Segunda caída: Cuando fue echado a tierra con la muerte de Cristo en la cruz. (Apocalipsis 12: 7-9)
Tercera caída: Cuando fue arrojado al abismo por mil años. (Apocalipsis 20: 1-3)
Cuarta caída: Cuando fue lanzado al lago de fuego y azufre. (Apocalipsis 20: 7-10)

“Y hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron al dragón, y el dragón y sus
ángeles combatieron; pero éstos no prevalecieron, ni se halló más lugar para ellos en el cielo. Y fue
lanzado fuera ese gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, que engaña a todo el
mundo. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.” (Ap.12: 7-9)

¿Cuántos creen que Satanás fue arrojado directo a la tierra en el momento que se rebelo contra
Dios en el cielo?

Esta cita si no la analizamos bien nos da a entender algo erróneo. Porque dice: Satanás fue arrojado
a la tierra. ...

¿Fue echado a tierra Satanás cuando se rebelo contra Dios? NO, veamos lo que paso.

Es importante conocer cuando Satanás fue arrojado a la tierra, y porque fue arrojado y en que
ocasión.

Esta batalla comenzó cuando Lucifer se rebelo contra Dios en los cielos y terminará cuando sea
arrojado al fuego ardiente después de los mil años.

Analicemos las cuatro caídas de Satanás.

“Primera caída de Satanás”

La batalla en el cielo

“Cuando fuiste ungido, yo te puse junto con los querubines protectores. Estabas en el santo monte
de Dios, y andabas en medio de piedras de fuego. Eras perfecto en tus caminos desde el día en que
fuiste creado hasta que se halló en ti maldad. "A causa de tu gran comercio te llenaron de violencia, y
pecaste. Por eso, te expulsé del monte de Dios, y un querubín protector hizo que desaparecieras de en
medio de las piedras de fuego. Tu corazón se enalteció debido a tu hermosura; a causa de tu esplendor
se corrompió tu sabiduría. " "Yo te he arrojado en tierra; te he puesto como espectáculo ante los reyes.”
(Eze.28:14-17) (RVA)

Tú has dicho en tu corazón: "Subiré al cielo en lo alto; hasta las estrellas de Dios levantaré mi trono y me
sentaré en el monte de la asamblea, en las regiones más distantes del norte. Subiré sobre las alturas de
las nubes y seré semejante al Altísimo.' (Isa. 14: 13, 14) (RVA)

EN EL CIELO, antes de su rebelión, Lucifer era un ángel honrado y excelso, cuyo honor seguía al del
amado Hijo de Dios. Su semblante, así como el de los demás ángeles, era apacible y denotaba felicidad.
Su frente alta y espaciosa indicaba su poderosa inteligencia. Su forma era perfecta; su porte Noble y
majestuoso. Una luz especial resplandecía sobre su rostro y brillaba a su alrededor con más fulgor y
hermosura que en los demás ángeles. Sin embargo, Cristo, el amado Hijo de Dios, tenía la
preeminencia sobre todas las huestes angélicas. Era uno con el Padre antes que los ángeles fueran
creados. Lucifer tuvo envidia de él y gradualmente asumió la autoridad que le correspondía sólo a
Cristo. (Historia de la redención. Pág. 13)

Entonces hubo guerra en el cielo. El Hijo de Dios, el Príncipe celestial y sus ángeles leales entraron en
conflicto con el archí rebelde y los que se le unieron. El Hijo de Dios y los ángeles fieles prevalecieron, y
Satanás y sus seguidores fueron expulsados del cielo. Toda la hueste celestial reconoció y adoró al
Dios de justicia. Ni un vestigio de rebeldía quedó en el cielo. Todo volvió a ser pacífico y armonioso
como antes. Los ángeles lamentaron la suerte de los que habían sido sus compañeros de felicidad y
bienaventuranza. El cielo sintió su pérdida.
El Padre consultó con el Hijo con respecto a la ejecución de su propósito de crear al hombre para
que habitara la tierra. (Historia de la redención Pág. 19)

La cita nos deja ver que después de ser echado Satanás fuera viene la creación del hombre. Dice: El
Padre consultó con el Hijo con respecto a la ejecución de su propósito de crear al hombre para que
habitara la tierra.
Así fue como comenzó la batalla en el cielo.

¿Dónde fue echado Satanás cuando se rebelo contra Dios?

También a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha
reservado en oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día. (Judas 6)

Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó al abismo, a prisiones
tenebrosas, para ser reservados para el juicio; (2 Pedro 2:4)

"Abismo" Usado como adjetivo en el griego clásico, este vocablo significa "insondable", "ilimitado",
"sin fondo" “oscuro” (Comentarios Biblicotomo 5 pag. 593)

En otras palabras, Satanás no fue echado a la tierra.


Fue lanzado fuera del cielo, al abismo.

Satanás y sus ángeles fueron expulsados del cielo en las edades pasadas (2 Ped. 2: 4), antes dé la
creación de este mundo (P.P. 14-23; (Comentario Bíblico T.7, p 825)

¿Qué hizo Satanás después de ser arrojado del cielo?

“El gobierno de Dios no incluía sólo a los habitantes del cielo sino también a los de todos los mundos que
él había creado; y Satanás pensó que si podía arrastrar a los ángeles del cielo en su rebeldía, podría
también arrastrar a los habitantes de los demás mundos “ (Conflicto de los Siglos Pág., 101).

Después que Satanás y los que cayeron con él fueron echados del cielo, y él se dio cuenta de que
había perdido para siempre toda la pureza y gloria de aquel lugar,...
Cuando Satanás se dio plena cuenta de que no había posibilidad de que regresase al favor de Dios, su
malicia y su odio comenzaron a manifestarse. Consultó a sus ángeles, y trazó un plan para seguir
obrando contra el gobierno de Dios. Cuando Adán y Eva fueron puestos en el hermoso huerto,
Satanás estaba haciendo planes para destruirlos. (Primeros Escritos Pág. 146)

A la tierra.
El conflicto en el cielo comenzó debido a los planes para la creación del hombre (ver 3SG 36). Cuando
la tierra fue creada y entregada a Adán, Satanás se esforzó para hacer que cayera el hombre que
acababa de ser creado. Cuando consiguió que Adán y Eva cayeran, reclamó la posesión de la tierra
(ver com. Mat. 4: 8-9); pero no limitó sus esfuerzos a esta tierra sino que también tentó a los
habitantes de otros mundos (ver PE 290). Comentario Biblico tomo 7 pag. 825

Para mejor entendimiento quiero hacerles un cuento


de un perrito bien bonito y juguetón pero travieso.

Un Señor tenia un perrito bien bonito y juguetón y travieso. No dejaba ropa que alcanzara que no tiraba
al suelo y muebles que roía con los dientes y perseguía a los pollitos y los mataba.
Su amo buscaba como deshacerse del perrito aunque lindo y juguetón. Por un momento pensó
dejarlo frente a la casa de un amigo que vivía retirado de su casa. Pero pensó que no era correcto
dejarle un animal que le causara problemas.
Después de mucho pensar como deshacerse del perrito decidió comenzar una batalla echándole
agua y chuleándolo para que se fuera. No le daba comida ni lo atendía y a cada rato lo echaba de su
casa hasta que el pequeño cachorro se dio cuenta que no lo querían y tenia que irse.

Comenzó su caminata triste con su cabecita erguida en busca de un nuevo hogar. Cuando llego a la
primera casa movió su colita muy cariñoso para que le dieran la bienvenida pero el dueño del hogar
conocía al perrito y sus malas mañas y lo echo fuera.
Continuo su viaje y mas adelante encontró otra casa y hizo lo mismo, moviendo su colita con mucha
gracia para agradarle al dueño de la casa pero el dueño también lo echo fuera porque lo conocía. El
pobre perrito pasa muchos días muy triste buscando un hogar donde lo recibieran pero nadie lo quería.
Cierto día se detuvo frente a una casa grande y hermosa, con hermosos jardines que estaban en los
últimos toques para terminar su construcción, pero al ver que no había nadie continuo su viaje.

Al no encontrar a nadie que le diera la bienvenida, decidió pasar por la casa hermosa que estaba en
construcción para ver si había gentes en ella. Para su sorpresa encontró a un niño jugando con su
hermanita en el hermoso jardín y brinco de alegría y comenzó a ladrar en un tono agradable moviendo su
colita y brincando en la grama. Los niños se emocionaron tanto que cogieron al perrito y se lo llevaron a
sus padres para que lo dejaran con ellos. El perrito se porta de maravillas los primeros días y todos muy
contentos con su nueva mascota.

Con el tiempo el perrito comenzó con sus travesuras antiguas y los dueños no encontraban que hacer
con él. Llegaron amarlo mucho por ser tan cariñoso y juguetón decidieron quedarse con el perrito
soportando todos los males que les causaba.

Este perrito representa a Satanás que cuando fue echado del cielo fue a tentar otros mundos en busca
de un lugar para establecer su propio reino maligno. Ninguno de los mundos que visito le dieron la
bienvenida.
Cuando llego a este mundo recién creado encontró una parejita muy feliz que disfrutaban en la
hermosura del huerto de edén.

De seguro que se mostró muy amable con Eva cuando hablaba con ella en el árbol prohibido para
hacerla caer en la tentación. Lamentablemente cayo al igual que el hombre y hemos tenido que
quedarnos con este ángel caído del cielo. A través de toda la historia Satanás a sabido a traer al hombre
con sus artimañas ofreciéndoles placeres y diversiones en sus deseos carnales haciendo que todo lo que
les ofrece le gusten. Pero los que temen a Jehová batallan contra estos males con su ayuda para vencer.

Adán y Eva tentados.

Seguramente lucifer o Satanás se dirigió a Eva con mucha amabilidad y dulzura diciéndole:

1- .........Así que Dios os dijo que no comáis de ningún árbol del huerto?"
2- La mujer respondió a la serpiente: "Del fruto de los árboles del huerto podemos comer,
3- "pero del fruto del árbol que está en medio del huerto Dios dijo: 'No comáis de él, ni lo toquéis,
para que no muráis' ".
4- Entonces la serpiente replicó a la mujer: "No es cierto. No moriréis.
5- "Sino que Dios sabe que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios,
conocedores del bien y del mal".
6- Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, agradable a los ojos y codiciable para
alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió. Y también dio a su esposo, que comió igual que ella.
7- Entonces se abrieron sus ojos, y al darse cuenta que estaban desnudos, cosieron hojas de
higuera y se las ciñeron. (Génesis 3: 1-7)

Cuando nuestros primeros padres cayeron en la desobediencia, Dios se hizo cargo de pagar la
desobediencia del hombre. Allí mismo les rebelo el plan de salvación y les dijo:
Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la
cabeza, y tú te herirás en el calcañar. (Gén. 3: 15)

Los ángeles celestiales explicaron más completamente a nuestros primeros padres el plan que había
sido concebido para su redención. Se les aseguró a Adán y a su compañera que a pesar de su gran
pecado, no se los abandonaría a merced de Satanás. El Hijo de Dios había ofrecido expiar, con su
propia vida, la trasgresión de ellos. Se les otorgaría un tiempo de gracia, y mediante el arrepentimiento y
la fe en Cristo, podrían llegar a ser de nuevo hijos de Dios. (Cristo en el santuario p. 25)

Jesús rebela el plan de salvación a los ángeles.

"El único plan que podía asegurar la salvación del hombre afectaba a todo el cielo en su infinito
sacrificio. Los ángeles no podían regocijarse mientras Cristo les explicaba el plan de redención, pues
veían que la salvación del hombre iba a costar indecible angustia a su amado jefe. Llenos de asombro y
pesar, le escucharon cuando les dijo que debería bajar de la pureza, paz, gozo, gloria y vida inmortal del
cielo, a la degradación de la tierra, para soportar dolor, vergüenza y muerte. . . . Los ángeles se
postraron de hinojos ante su soberano y se ofrecieron ellos mismos a sacrificarse por el hombre. Pero la
vida de un ángel no podía satisfacer la deuda; solamente Aquel que había creado al hombre tenía poder
para redimirlo. No obstante, los ángeles iban a tener una parte que desempeñar en el plan de redención.
. . . Los ángeles habían de ser espíritus auxiliadores, enviados para ayudar a los que fuesen herederos
de la salvación. Guardarían a los súbditos de la gracia del poder de los malos ángeles y de las tinieblas
que Satanás esparciría constantemente alrededor de ellos.". (Patriarcas y Profetas p.49, 50)

En otras palabras, los ángeles iban a tener una parte que desempeñar en esta gran batalla que
se iba enfrentar Jesús en este mundo.

La batalla más grande que se ha tenido este mundo fue la que Jesús enfrentó contra Satanás. La
batalla del bien y del mal.

Dice la cita: “Y hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron al dragón, y el
dragón y sus ángeles combatieron;” Apoc. 12: 7

En otras palabras, esta batalla que comenzó en el cielo, continuo en la tierra.

Cuando Jesús dijo: "Arrepentios, porque el reino de los cielos se ha acercado."Mat 3:2
Quiso decir: El reino de los cielos esta entre vosotros.
Cristo representa el reino de los cielos en la tierra.

“Cuando Jesús nació, Satanás tembló”

Al nacer Jesús, Satanás supo que había venido un Ser comisionado divinamente para disputarle su
dominio. Tembló al oír el mensaje del ángel que atestiguaba la autoridad del Rey recién nacido.
Satanás conocía muy bien la posición que Cristo había ocupado en el cielo como amado del Padre. El
hecho de que el Hijo de Dios viniese a esta tierra como hombre le llenaba de asombro y aprensión. No
podía sondear el misterio de este gran sacrificio. Su alma egoísta no podía comprender tal amor por la
familia engañada. La gloria y la paz del cielo y el gozo de la comunión con Dios, eran débilmente
comprendidos por los hombres; pero eran bien conocidos para Lucifer, el querubín cubridor. Puesto que
había perdido el cielo, estaba resuelto a vengarse haciendo participar a otros de su caída. Esto lo
lograría induciéndolos a menospreciar las cosas celestiales, y poner sus afectos en las terrenales.
(Deseado p. 90)

Jesús vino a enfrentar la batalla más grande en la historia de este mundo. Vino a disputar el
dominio a Satanás.

En esta batalla Jesús no utilizó ningún tipo de armas como las que utiliza el hombre en las batalla.
Solo utilizó la espada de dos filos que es la Palabra de Dios.

En el libro de san Mateo 4: 1-7, pueden leer los tres ataques que Satanás se lanza contra Jesús para
tentarlo y hacerlo caer. Pero Jesús utilizó la espada de dos filos que es la Palabra de Dios para vencerlo
y lo venció.
En cierta ocasión Jesús dijo:
Ahora es el juicio de este mundo. Ahora será echado fuera el príncipe de este mundo. Juan 12: 31.

Cuando Satanás hizo caer al hombre en pecado se considero el príncipe de este mundo.
Siempre afirmaba que los mandamientos de Dios, que son el trasunto de su carácter, nadie podía
guardarlos. Jesús vino como hombre sin pecado a desenmascarar a Satanás, mostrar a los mundos no
caídos y al hombre que había caído, que si podemos guardar sus mandamientos a través de él.

Cristo vino hacer juicio en este mundo, y en el momento indicado Satanás será echado fuera, en
otras palabras, cuando dijo: “Ahora será echado fuera el príncipe de este mundo”(como principe) se
refería en el momento de su muerte en la cruz. Cristo lo venció con su muerte en la cruz y se hizo
príncipe de este mundo. Lo echo fuera como príncipe con su muerte en la cruz.

En otras palabras, cuando Cristo ascendió a los cielos, Satanás dejo de ser el príncipe de este
mundo.

En otra ocasión Jesús les dijo:

Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Luc. 10: 18.

Estaba hablando del futuro, “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo”

¿Cuándo ocurrió esto?

Cuando Jesús ascendió a los cielos como príncipe de este mundo, Satanás fue echado del cielo.

Veamos como ascendió Jesús a los cielos.

“Levantad, oh puertas, vuestras cabezas! Levantaos, oh puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.
¿Quién es este Rey de gloria? ¡Jehová, el fuerte y poderoso! ¡Jehová, el poderoso en la batalla!
¡Levantad, oh puertas, vuestras cabezas! Levantaos, oh puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.
¿Quién es este Rey de gloria? ¡Jehová de los Ejércitos! ¡El es el Rey de gloria!” (Salmo 24: 7- 10)

Cristo vino a la tierra como Dios revestido de humanidad. Ascendió a los cielos como el Rey de los
santos. Su ascensión fue digna de su elevado carácter. Fue como quien es poderoso en batalla, un
vencedor, que llevó cautiva a la cautividad. Fue escoltado por la hueste celestial, entre exclamaciones y
aclamaciones de alabanza y cánticos celestiales... Todo el cielo se unió en su recepción. (Manuscrito
134, 1897) (A fin de conocerle 74)

Allí está el trono, y en derredor el arco iris de la promesa. Allí están los querubines y los serafines. Los
comandantes de las huestes angélicas, los hijos de Dios, los representantes de los mundos que
nunca cayeron, están congregados. El concilio celestial delante del cual Lucifer había acusado a Dios y
a su Hijo, los representantes de aquellos reinos sin pecado, sobre los cuales Satanás pensaba
establecer su dominio, todos están allí para dar la bienvenida al Redentor. Sienten impaciencia por
celebrar su triunfo y glorificar a su Rey. (Deseado de todas las gentes Pág. 708)

Oí, de parte de los ángeles y de los santos redimidos, exclamaciones de triunfo que resonaban como
diez mil instrumentos músicos, porque ya no se verían ellos molestados ni tentados por Satanás, y
porque los habitantes de otros mundos quedaban libres de él y de sus tentaciones. (Primeros
Escritos Pág. 290)

Dios le permitió a Satanás desarrollar su carácter, para que pudiera presentarse ante el universo del
cielo, ante los mundos no caídos, y ante el mundo caído, con sus verdaderos atributos, como un
engañador, el acusador de los hermanos, un asesino de corazón. (Testimonios para los Ministros Pág.
418)

¿Qué mas hacia el tentedor?


“Porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante
de nuestro Dios. U. P. (Apoc. 12:10)

Era un acusador en el cielo. Veamos:

“Aconteció cierto día que vinieron los hijos de Dios (representantes de otros mundos) para
presentarse ante Jehovah, y entre ellos vino también Satanás. Y Jehovah preguntó a Satanás: ¿De
dónde vienes? Satanás respondió a Jehovah diciendo: De recorrer la tierra y de andar por ella. Y
Jehovah preguntó a Satanás: ¿No te has fijado en mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra: un
hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Y Satanás respondió a Jehovah diciendo:
¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿Acaso no le has protegido a él, a su familia y a todo lo que tiene? El
trabajo de sus manos has bendecido, y sus posesiones se han aumentado en la tierra. Pero extiende,
por favor, tu mano y toca todo lo que tiene, ¡y verás si no te maldice en tu misma cara! (Job 1:6-11)

La primera caída de Satanás fue cuando fue echado del cielo al abismo oscuro.
Yo imagino ese abismo oscuro que es el espacio vacío y oscuro que esta entre los mundos creados.

Veamos la segunda caída de Satán en Apocalipsis Cáp. 12: 7-9.

"Segunda caída de Satanás"

“Y fue hecha una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles pelearon contra el dragón. Y el
dragón y sus ángeles pelearon, pero no prevalecieron, ni fue hallado más el lugar de ellos en el cielo. Y
fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña a
todo el mundo. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados junto con él. Versos 7-9.

Es importante analizar estas citas antes de continuar.

Juan esta mencionando a una serpiente antigua que engaña a todo el mundo.

Antigua porque en el momento que fue echado del cielo a la tierra tenia cuatro mil años de viejo
engañando al mundo.
Y fue arrojado a la tierra con sus ángeles porque este fue el único lugar donde logro engañar al hombre
y establecer su reino.

Cuando Lucifer fue echado del cielo no era una serpiente antigua, estaba comenzando hacer sus
planes, y tampoco engañaba al mundo. Todavía el hombre no había sido creado. Así que no podemos
aplicar esta cita como muchos la aplican de que Satanás fue echado a la tierra en el momento en que
este se revelo contra Dios en los en los cielos.

Esta es la segunda ves que Satanás es echado fuera pero ocurrió en el momento en que Jesús
ascendió a los cielos, veamos las siguientes citas.

Oí una gran voz en el cielo que decía: "¡Ahora ha llegado la salvación y el poder y el reino de
nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo! Porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios. Por esto, alegraos, oh cielos, y los que
habitáis en ellos. ¡Ay de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros y tiene
grande ira, sabiendo que le queda poco tiempo."
Y cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al
hijo varón. Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los demás
descendientes de ella, quienes guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”.
(Apoc. 12: 7 - 17)

Analicemos Apocalipsis 12: 7-12,


según el Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día

(Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día Tomo 7 Pág. 824 - 827)

versiculo 7
Batalla en el cielo.

Juan presenta ahora brevemente la historia del gran conflicto que hubo en el cielo entre Satanás y Cristo,
desde su origen hasta el momento en que Cristo triunfó en la cruz (Apoc. 12: 7-9 cf. Col. 2: 14-15),
cuando Satanás fue arrojado definitivamente del cielo a la tierra (Apoc. 12: 10-12), y el desarrollo de ese
conflicto en la tierra hasta el tiempo del fin (Apoc. 12: 13-16; ver com. Dan. 11: 35). Esta breve reseña
queda como trasfondo de la extensa descripción del desarrollo del conflicto durante el tiempo del fin, por
medio del cual esa lucha finalmente termina con éxito (Apoc. 12: 17 a 20: 15).
En el cap. 12:9-11 Juan habla más particularmente de la fase del conflicto librado en el cielo en relación
con la muerte de Cristo en la cruz. En cuanto a la evidencia del contexto que apoya esta conclusión, ver
com. vers. 9.
Aunque el revelador enfoca primordialmente su atención sobre el punto culminante del conflicto, que tuvo
lugar en la cruz, la frase "hubo una gran batalla en el cielo" también puede entenderse como que se
refiere al tiempo anterior a la creación de la tierra, cuando la hostilidad del dragón comenzó porque
Lucifer aspiraba a ser semejante a Dios (ver com. Isa. 14: 13-14; Eze. 28: 12-16). En ese tiempo
Satanás fue expulsado del cielo junto con los ángeles que simpatizaban con él (ver 2 Ped. 2:4; Jud. 6).
Los ángeles leales no entendieron plenamente entonces todas las consecuencias que estaban
implicadas; pero cuando Satanás vilmente derramó la sangre de Cristo, quedó completa y eternamente
desenmascarado delante del mundo celestial. Desde ese momento sus actividades fueron aún más
restringidas (ver DTG 709).

Miguel.

Gr. Mija'l, una transliteración del Heb. mika'el, que significa "¿quién semejante a Dios?" Miguel es
mencionado como "uno de los principales príncipes" (Dan. 10: 13), como "el gran príncipe" (Dan. 12: 1), y
también como "el arcángel" (Jud. 9). La literatura judía describía a Miguel como el más encumbrado de
los ángeles, el verdadero representante de Dios, y lo identificaba como el ángel de Jehová (ver Talmud
Yoma 37a; Midrash Rabbah, com. Gén. 18:3; Exo. 3:2). Según el Midrash Rabbah, com. Exo. 12:29,
Miguel fue el ángel que vindicó a Israel contra las acusaciones de Satanás. Un examen cuidadoso de las
referencias bíblicas a Miguel permite concluir que no es otro sino nuestro bendito Señor y Salvador
Jesucristo (ver com. Dan. 10: 13; cf. com. Jud. 9).

Sus ángeles.
Es decir, los ángeles leales, los "espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán
herederos de la salvación" (Heb. 1: 14).

Dragón.
Ver com. vers. 3.

Sus ángeles.
Es decir, los ángeles que apoyaron a Satanás en su guerra contra Cristo (ver com. vers. 4).

verso 8

No prevalecieron.
Como la frase "batalla en el cielo" (vers. 7) puede tener una doble aplicación cuando se describe tanto el
conflicto inicial en el cielo entre Lucifer y Dios como el que comenzó en la tierra entre Satanás y el Cristo
encarnado, las palabras "no prevalecieron" pueden aplicarse apropiadamente a ambas etapas del
conflicto, pues Satanás no tuvo éxito en ninguna de las dos.

Ya lugar.
Estas palabras pueden entenderse como una referencia al lugar que una vez poseyeron u ocuparon, o
se les había asignado. Lucifer fue una vez el querubín "protector" (ver com. Eze. 28: 14), y los ángeles
que se unieron con él en la rebelión ejercían diversas funciones de responsabilidad. Lucifer y sus
ángeles perdieron esas funciones cuando fueron arrojados del cielo.

verso 9

Fue lanzado fuera.


Satanás y sus ángeles fueron expulsados del cielo en las edades pasadas (2 Ped. 2: 4), antes de la
creación de este mundo (PP 14-23; cf. PE 145-146; CS 552-554; 3SG 36, 39; 1SP 17-33). Sin
embargo, parece que hasta el momento del drama de la cruz podía llegar hasta los seres celestiales, y
en un grado limitado, posiblemente como "príncipe de este mundo" (Juan 12:31; Luc. 4:6), pero no
como habitante del cielo, podía entrar en los recintos celestiales (DTG 709; cf. HR 26-27; ver com. "en
tierra"). Esta puede ser, sin embargo, la expulsión definitiva que ocurrió en la cruz, como lo declaró
nuestro Señor (Juan 12:31-32; cf. PP 54-57; DTG 455, 633,706). Es evidente por el contexto (vers. 10-
13) 825 que Juan se está refiriendo más específicamente a los sucesos relacionados con el triunfo de
Cristo en la cruz. Pueden notarse los siguientes puntos:

1. La proclamación que hace una "gran voz en el cielo" (vers. 10-12) es más o menos un paréntesis,
cuyo propósito es explicar el significado de la expulsión de Satanás (vers. 9), en primer lugar a los
habitantes del cielo, y luego a los de esta tierra. Después de este paréntesis explicatorio, el vers. 13
continúa la narración de las actividades de Satanás a partir del lugar donde había quedado en el vers. 9.
Por consiguiente, los vers. 10-12 constituyen, principalmente, una declaración relativa al estado del plan
de salvación en el momento en que Satanás fue "arrojado a la tierra".
2. La primera declaración de la "gran voz" consiste en una serie de hechos relacionados con el triunfo de
Cristo en la cruz sobre Satanás: se aseguró el plan de la "salvación", se dio "poder" para resistir los
engaños de Satanás, se aseguró el "reino" de Cristo y fue confirmado su "poder" literalmente "autoridad"
de ser el Salvador del hombre, el sumo sacerdote y rey (Mat. 28:18; CS 558).
3. La razón que se da en Apoc. 12: 10 para esta cuádruple victoria es muy especifica: que "ha sido
lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos", lo cual relaciona claramente lo que se ha hecho con la
expulsión del vers. 9.
4. En el tiempo de la expulsión de los vers. 9-10, 13, "el acusador de nuestros hermanos" ya los había
estado acusando activamente "delante de nuestro Dios día y noche". Es obvio que esta caída ocurrió
después de que Satanás había estado acusando durante cierto tiempo a "los hermanos"; por lo
tanto, según parece ésta no puede ser la expulsión original de Satanás, la cual fue, por supuesto,
antes de la creación de la tierra y de Adán y Eva.
5. El vers. 11 declara específicamente que fue "la Sangre del Cordero" -la muerte de Cristo en la cruz-
la que había hecho posible la victoria sobre "el acusador de nuestros hermanos".

El gran dragón.
Ver com. vers. 3.

Serpiente.
Una referencia a la serpiente que engañó a Eva (Gén. 3: 1).

Antigua.
Gr. arjáios, "antiguo", "viejo", de arj', "principio". "Arcaico" deriva de arjáios. Cf. Juan 8: 44.

Diablo.
Gr.Diábolos, "calumniador" (ver com. Mat. 4: 1).

Satanás.
Gr. Satanás, transliteración del Heb. Sátan, que significa "adversario" (ver com. Zac. 3: 1).

Engaña.
Gr. PlanáÇ, "hacer errar", "descarriar". "engañar" (ver com. Mat. 18: 12).

Mundo.
Gr. oikoumén' "el mundo habitado", de oikéÇ, "morar" (ver com. Mat. 4: 8).

A la tierra.
El conflicto en el cielo comenzó debido a los planes para la creación del hombre (ver 3SG 36). Cuando
la tierra fue creada y entregada a Adán, Satanás se esforzó para hacer que cayera el hombre que
acababa de ser creado. Cuando consiguió que Adán y Eva cayeran, reclamó la posesión de la tierra (ver
com. Mat. 4: 8-9); pero lo limitó sus esfuerzos a esta tierra sino que también tentó a los habitantes de
otros mundos (ver PE 290). No será sino hasta la segunda venida de Cristo cuando Satanás será
completamente confinado a esta tierra durante mil años (ver com. Apoc. 20: 3; cf. PE 290, DTG 455).
verso 10

Una gran voz.


Hay gran regocijo en las cortes celestiales por la expulsión de Satanás y de su hueste.

Ahora ha venido.
El punto crucial de la historia es la cruz (ver com. vers. 7, 9). Los habitantes del cielo bien podían
regocijarse porque ahora estaba asegurada la destrucción de Satanás. Ya antes había sido así en el
plan de Dios, pero ahora los seres celestiales se unían al canto porque habían visto revelada en el
Calvario la malignidad de Satanás contra Cristo.

Salvación.
Gr. sÇt'ría, "liberación", "salvación"; aquí posiblemente "victoria".

Poder.
Gr. dúnamis, "poder", "fuerza". Sin duda se hace referencia a la manifestación de poder que produjo la
caída del dragón.

Reino.
Satanás había pretendido que él era el gobernante legítimo de este mundo; pero cuando no pudo
conseguir que pecara el Hijo de Dios, quedó asegurado el reino de Cristo.

Su Cristo.
O "su Ungido". Cristo significa "ungido" (ver com. Mat. 1: 1).

El acusador.
Satanás era el acusador de los hermanos en los días del AT (Job 1: 8-12; Zac. 3:1), y ha continuado
desempeñando este papel después de la cruz, pero en escala limitada (ver com. Juan 12:31; cf. DTG
709). Los escritos rabínicos frecuentemente presentan a Satanás como el gran acusador (ver Talmud
Sanhedrin 89b; Midrash Rabbah, com. Exo. 32: 2).

Hermanos.
Cf cap. 6: 11.

Día y noche.
O siempre que se presentaba la oportunidad.

verso 11

Ellos le han vencido.


La mente del profeta está absorta en la contemplación de los que han sido acusados por el instigador del
mal. Piensa en cuánto han sufrido y en las indignidades a las cuales han sido expuestos. Recuerda
cómo vencieron a pesar de las dificultades, no por su propia fuerza sino "por medio de la sangre del
Cordero".

Por medio de la sangre.


O "en virtud de la sangre", "debido a la sangre". Los santos vencieron a causa de la victoria del Calvario.
En cuanto al significado de la "sangre", ver com. Apoc. 1: 5; cf. com. Rom. 5: 9.

Cordero.
Ver com. Juan 1: 29.

De la palabra.
"A causa de la palabra", o "debido a la palabra".

Del testimonio.
Es decir, su testimonio personal respecto a Jesús y el Evangelio.
Menospreciaron sus vidas. ¡Qué fidelidad! Preferían morir antes que desobedecer a Dios. Ver com.
Juan 12: 25.
verso 12

Alegraos, cielos.
Había regocijo en el cielo porque los ángeles y los habitantes de otros mundos sabían que Satanás
estaba condenado por la victoria de Cristo en el Calvario.

¡Ay!
Para la iglesia aún habría persecución, por eso sus miembros no podían regocijarse todavía.

Gran ira.
El diablo está airado por su derrota. En vez de sentir remordimiento y pesar por el mal, se sumerge cada
vez más profundamente en la iniquidad; sigue adelante con una malignidad intensificada y renovada en
sus esfuerzos por perseguir a la iglesia del Dios viviente. Cf. 1 Ped. 5: 8
.
Poco.
Gr. olígos, "poco", "pequeño", "escaso", cuando se refiere a un número, cantidad o tamaño; "corto",
cuando se refiere a tiempo. Olígos es un término relativo; describe aquello a que se refiere según el
sentido del contexto. Olígos se usa para referirse a "unos pocos pececillos" en el relato de la
alimentación de los 4.000, en comparación con la cantidad que habría sido necesaria para alimentar a
esa multitud (Mat. 15: 34). El número de los que hallan el camino de la vida son "pocos" (olídos),
comparado con el número de los que escogen el camino de la destrucción (Mat. 7: 14). Jesús puso sus
manos sobre "pocos" (olídos) enfermos, en comparación con el número de los que podrían haber sido
sanados si no hubiera habido tanta incredulidad (Mar. 6: 5).
Olígos se usa ocho veces en el NT con referencia al tiempo. En cinco casos el tiempo está implícito en
la palabra (Mar. 6: 31; Sant. 4: 14; 1 Ped. 1: 6; 5: 10; Apoc. 17: 10); en tres casos, el tiempo se expresa
mediante una palabra modificada por olígos (Hech. 14: 28 dice literalmente "no poco tiempo"; Heb. 12:
10; Apoc. 12: 12). La duración del tiempo expresada por olígos depende de aquello con lo cual se
compara; por ejemplo, el reposo descrito en Mar. 6: 31 que durará olígos, probablemente continuó sólo
por pocos días, o a lo sumo pocas semanas. Pero en Sant. 4: 14 olígos describe la duración de la vida
de un hombre. En Apoc. 12:1 2 olígos define el período desde la expulsión de Satanás cuando Cristo fue
crucificado (ver com. "Fue lanzado fuera"), hasta el fin de la tiranía de Satanás sobre los habitantes de la
tierra. Este período se describe como olígos en comparación con el lapso de más de 4.000 años que
transcurrieron antes de la crucifixión.
Puede parecer que los 2.000 años que han transcurrido desde la crucifixión, durante los cuales Satanás
ha estado trabajando activamente contra la iglesia, no es "poco tiempo", ya sea en sentido absoluto o
cuando se compara con los 4.000 años que precedieron a la crucifixión; sin embargo, esta expresión
debe entenderse dentro del contexto de todo el contenido del libro de Apocalipsis, que presenta la
segunda venida de Cristo como cercana (ver com. cap. 1: 1; cf cap. 22: 20). Si Jesús viene "presto",
entonces el tiempo que Satanás tiene para obrar es "poco". Ver com. cap. 17: 10.

(Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día Tomo 7 Pág. 824 - 827)

Espero que la lectura tomada del Comentario Bíblico Adventista le haya sido de ayuda para entender
mejor la posición de la segunda caída de Satanás.

Veamos la Tercera caída”


"Tercera caída de Satanás"

La tercera caída de Satanás surgirá en la segunda venida de Jesús a este mundo.


1-Vi a un ángel que descendía del cielo y que tenía en su mano la llave del abismo y una gran
cadena.
2- El prendió al dragón, aquella serpiente antigua quien es el diablo y Satanás, y le ató por mil años.
3- Lo arrojó al abismo y lo cerró, y lo selló sobre él para que no engañase más a las naciones, hasta
que se cumpliesen los mil años. Después de esto, es necesario que sea desatado por un poco de
tiempo. (Apoc. 20: 1-3)

Aquí es donde, con sus malos ángeles, Satanás hará su morada durante mil años. Limitado a la
tierra, no podrá ir a otros mundos para tentar e incomodar a los que nunca cayeron. En este sentido es
cómo está atado: no queda nadie en quien pueda ejercer su poder. Le es del todo imposible seguir en la
obra de engaño y ruina que por tantos siglos fue su único deleite.
El profeta Isaías, mirando hacia lo por venir, ve en lontananza el tiempo en que Satanás será derrocado,
y exclama: "¡Cómo caíste de los cielos, oh Lucero, hijo de la aurora! ¡has sido derribado por tierra, tú que
abatiste las naciones! . . . Tú eres aquel que dijiste en tu corazón: ¡Al cielo subiré; sobre las estrellas de
Dios ensalzaré mi trono!" "¡Seré semejante al Altísimo! ¡Pero ciertamente al infierno serás abatido, a los
lados del hoyo! Los que te vieren clavarán en ti la vista, y de ti se cerciorarán, diciendo: ¿Es éste el varón
que hizo temblar la tierra, que sacudió los reinos; que convirtió el mundo en un desierto, y destruyó sus
ciudades; y a sus prisioneros nunca los soltaba, para que volviesen a casa?" (Isaías 14: 12-17, V.M.)

Durante seis mil años, la obra de rebelión de Satanás "hizo temblar la tierra." El "convirtió el mundo en
un desierto, y destruyó sus ciudades; y a sus prisioneros nunca los soltaba, para que volviesen a casa."
Durante seis mil años, su prisión [la tumba] ha recibido al pueblo de Dios, y lo habría tenido cautivo para
siempre, si Cristo no hubiese roto sus cadenas y libertado a los que tenía presos.
Hasta los malos se encuentran ahora fuera del poder de Satanás; y queda solo con sus perversos
ángeles para darse cuenta de los efectos de la maldición originada por el pecado. "Los reyes de las
naciones, sí, todos ellos yacen con gloria cada cual en su propia casa [el sepulcro]; ¡mas tú, arrojado
estás fuera de tu sepulcro, como un retoño despreciado! . . . No serás unido con ellos en sepultura;
porque has destruído tu tierra, has hecho perecer a tu pueblo." (Vers. 18-20.)
Durante mil años, Satanás andará errante de un lado para otro en la tierra desolada, considerando los
resultados de su rebelión contra la ley de Dios. Todo este tiempo, padece intensamente. Desde su caída,
su vida de actividad continua sofocó en él la reflexión; pero ahora, despojado de su poder, no puede
menos que contemplar el papel que desempeñó desde que se rebeló por primera vez contra el gobierno
del cielo, mientras que, tembloroso y aterrorizado, espera el terrible porvenir en que habrá de expiar todo
el mal que ha hecho y ser castigado por los pecados que ha hecho cometer. (Conflicto de los siglos Pág.
717, 718)

“Cuarta Caída de Satanás ”

La cuarta caída de Satanás será después del milenios y la segunda resurrección de los impíos.

7- Cuando se cumplan los mil años, Satanás será soltado de su prisión


8- y saldrá para engañar a las naciones que están sobre los cuatro puntos cardinales de la tierra, a
Gog y a Magog, a fin de congregarlos para la batalla. El número de ellos es como la arena del mar.
9- Y subieron sobre lo ancho de la tierra y
rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada, y descendió fuego del cielo y los devoró.
10 -Y el diablo que los engañaba fue lanzado al lago de fuego y azufre, donde también están la
bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. (Apoc. 20: 7-10)

Fuego del cielo

Entonces se cumplieron las palabras del profeta: "Porque Jehová está airado contra todas las
naciones, e indignado contra todo el ejército de ellas; las destruirá y las entregará al matadero" (Isa. 34:
2). "Sobre los malos hará llover calamidades; fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz
de ellos" (Sal. 11: 6). Descendió fuego del cielo. La tierra se resquebrajó. Aparecieron las armas
escondidas en sus profundidades. Llamas devoradoras irrumpieron de los abismos. Hasta las rocas
ardieron. Había llegado el día "ardiente como un horno" (Mal. 4: 1). Los elementos se fundieron por el
calor, y también se quemaron la tierra y las obras que había en ella. (2 Ped. 3: 10.) El fuego de Tofet
estaba preparado para el rey, el jefe de la rebelión; su pira era profunda y ancha, y "el soplo de Jehová,
como torrente de azufre, la enciende" (Isa. 30: 33). La superficie de la tierra parecía una masa fundida,
un vasto e hirviente lago de fuego. Era el momento del juicio y la perdición de los hombres impíos, "es
día de venganza de Jehová, año de retribuciones en el pleito de Sión" (Isa. 34: 8).

Los impíos recibieron su recompensa en la tierra. "Serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará,
ha dicho Jehová de los ejércitos" (Mal. 4: 1). Algunos fueron destruidos en un momento, mientras que
otros sufrieron muchos días. Todos fueron castigados según sus acciones. Los pecados de los justos
fueron transferidos a Satanás, el originador del mal, quien debió sufrir su castigo.* Tuvo que sufrir
entonces, no solamente por su propia rebelión, sino por todos los pecados que hizo cometer a los hijos
de Dios. Su castigo, entonces, será mucho mayor que el de aquellos a quienes engañó. Después que
perezcan todos los que cayeron por causa de sus engaños, deberá seguir viviendo y sufriendo. Las
llamas purificadoras finalmente destruyeron a los impíos, raíz y ramas, Satanás la raíz, sus seguidores
las ramas. La justicia de Dios fue satisfecha, y los santos y toda la hueste angélica dijeron en alta voz.
"¡Amén!"
Mientras la tierra quedará envuelta por el fuego de la venganza de Dios, los justos morarán seguros
en la Santa Ciudad. Para los que tuvieron parte en la primera resurrección, la segunda muerte no tendrá
poder alguno. (Apoc. 20: 6.) Mientras Dios será para los impíos un fuego consumidor, para su pueblo
será un sol y un escudo. (Sal. 84: 11.) (Historia de la redención Pág. 449, 450)

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