REALIDAD DE LA MIGRACIÓN?” 5 MÁS ALLÁ DE SU FUERZA LABORAL SON PERSONAS CON DERECHOS
La pregunta sería cómo logramos revertir el peso e influjo que la
orientación política le asigna a las migraciones, como una cuestión meramente económica, a unos principios y valores humanos. Señalar, por ser de los más recientes; la encíclica Caritas in Veritate dice sobre este asunto que debemos desterrar la percepción económica miope del fenómeno migratorio, asociada sólo a la cuenta de resultados, recordándonos a todos, en especial a los gobernantes, que el primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad, «pues el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-social» (nº 25). Por eso expresa que los trabajadores migrantes «no pueden ser considerados como una mercancía o una mera fuerza laboral. Por tanto no deben ser tratados como cualquier otro factor de producción. Y recalca que todo emigrante es una persona humana que, en cuanto tal, posee derechos fundamentales inalienables que han de ser respetados por todos y en cualquier situación» (nº 62). Entre esos derechos humanos fundamentales se encuentra el Derecho a Migrar y no Migrar. En estos momentos descubrir este rostro humano de las migraciones sobre todas las cosas es imprescindible y fundamental, si queremos que la voluntad política internacional permita salvaguardar los derechos de las personas y de las familias emigrantes. Por eso, necesitamos Comunidades eclesiales valientes que puedan desarrollar acciones creativas e innovadoras; que garanticen a la larga el bien presente y futuro de la humanidad (Cfr nº 21). Que construirá sobre este Derecho a Migrar y no Migrar la esencia del desarrollo de los Pueblos.
Encíclica Caritas in Veritate Carta Encíclica del Sumo Pontífice
Benedicto XVI sobre el Desarrollo Humano Integral en la Caridad y en la Verdad, 07 de Julio 2009