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APERTURA DEL CANAL CRISTICO

1- Opcionalmente preparamos un altar donde


recomiendo que haya, al menos, una vela grande en su
centro y una figura impresa de alguna imagen del
Sagrado Corazón de Jesús.

2.- Sentados cómodamente, con la espalda recta o de


pié en círculo y con las manos unidas (dependerá del
número de participantes y lugar), van respirando
lentamente, con expiraciones e inspiraciones largas
pero sin forzar, y al respirar van cesando y deteniendo
su cadena de pensamientos hasta que esté parada lo
más posible (esto cuesta, no importa el tiempo que
pasen haciendo respiraciones, pero hay que llegar a
hacerlo lo mejor posible).

3.- Una vez conseguido lo máximo que nos sea posible,


seguimos respirando y con cada respiración llevamos
nuestra conciencia, paso a paso pero decididamente
hasta conectar con nuestro corazón (Ser Interno) y
situarla allí, plena, completa y extática, durante unos
segundos en los que solo existe y somos nuestro
propio corazón (Ser Interno). Siente expandirse y
derramarse sobre ti el inmenso Amor que hay en tu
corazón.
Si tienes dificultad para sentir esto, golpea tres veces
con los dedos de tu mano izquierda en el hueco que
hay entre tus pechos (timo) y espera respirando.
Cuando lo sientas y no antes, en ese instante y con
honestidad y sinceridad le preguntamos a nuestro
corazón:
¿Estás dispuesto y abierto a recibir y portar al
Khristo?.
Esperamos, y cuando tengamos una respuesta
nítidamente
clara en sentido positivo, entonces podemos continuar
adelante.

Repetimos el proceso hasta tres veces y esperamos


tres respuestas positivas.
En caso contrario, o de duda, pues meditamos en otra
cosa
y seguro que nos será de sumo provecho.

4.- Una vez pedido y recibido el permiso de nuestro Ser


Interno, invocamos la presencia de nuestros Maestros
y Guías, de nuestros ángeles y protectores, etc.
para que participen y nos ayuden en este proceso.

5.- A continuación vamos a realizar tres ejercicios de


limpieza y sanación
que nos servirán para despejar y mejorar
el espacio interior en que se albergará la Energía
Crística.

5.1.- Vamos a liberarnos de energías y egregores


negativos, bajos astrales y densidades no deseadas.
Para ello, visualizamos durante un minuto como
nuestro cuerpo arde por completo en un fuego rojo
anaranjado que quema y purifica nuestro campo astral,
a la vez que pedimos con energía a estas entidades que
abandonen nuestro cuerpo y nuestro campo etérico.
Acto seguido nos bañamos inundándonos en una luz
violeta brillante y poderosa quedando transmutada
toda energía de baja densidad.

5.2.- Vamos a liberarnos ahora de cargas, miedos,


penas y limitaciones. Visualizamos uno por uno,
llevando nuestra conciencia hasta cada una de estas
cargas, karmas, miedos, causas de sufrimientos y
limitaciones conscientes. Uno a uno visualizamos
como los vamos metiendo en una mochila.
Cuando hayamos terminado, visualizamos como
metemos en la mochila todas las cargas, miedos y
limitaciones de los que somos inconscientes y
cerramos la mochila. Acto seguido la cargamos a la
espalda. Es muy pesada. Caminamos con ella por una
cuesta arriba muy empinada y sentimos su peso.
Cuando ya no podamos mas, entonces hemos llegado
al borde de un precipicio muy alto donde las nubes
bajas nos impiden ver el suelo.

Acto seguido descargamos la mochila y la arrojamos


con decisión y fuerza, pero con desapasionamiento,
hacia el fondo del barranco y vemos como se pierde
entre las nubes. Regresamos el camino andado ligeros,
contentos y felices.

5.3.- Vamos a limpiar nuestra relación con nuestra


Madre y nuestro Padre físicos, condición necesaria
para conectarnos con nuestra Madre Tierra y nuestro
Padre Sol. Para ello pasamos revista de conciencia,
una a una, a nuestras desavenencias pasadas y
presentes con cada uno de nuestros Padres físicos y
como está el estado actual de perdón e integración de
dichas desavenencias. También observamos, si somos
conscientes de ello, la herencia de personalidad (karma
de linaje) que cada uno de ellos ha dejado en nosotros
par que sea sanado por nosotros.

Como en el caso anterior, todo lo que hemos visto lo


metemos en una pequeña barca y cargando con ella
visualizamos como nos acercamos a un río y la
ponemos a flotar, amarrada a la orilla con una cuerda.
Miramos el contenido de la barca y perdonamos y
pedimos perdón al fardo de desavenencias y
desencuentros. Arrancamos Amor y Perdón, Amor y
Perdón, Amor y Perdón desde nuestro corazón que
habíamos dejado abierto y lo vertemos y derramamos
sobre la barca y su contenido. En un momento dado,
nuestro corazón, a la vez que Amor, nos entregará un
instrumento cortante, sean tijeras, o cuchillo, o hacha.
Con el instrumento y llenos de Amor y Perdón,
cortamos las amarras y vemos como la barca se aleja
arrastrada por la corriente. Solo cuando recibamos el
instrumento podemos proceder al corte de amarras, no
antes. Si no llega, pues pasamos meditar en otra cosa y
nos apuntamos "trabajarnos fuertemente la sanación
parental". Una vez cortadas amarras, con
desapasionamiento volvemos la espalda a la barca y
seguimos el camino de regreso. Hemos roto y sanado
amarras energéticas con nuestros padres físicos.
Ahora nos relacionamos con ellos de Ser a Ser,
conscientemente, desde el Corazón y no desde la
emoción.

6.- Vamos ahora a conectarnos con la Madre Tierra y el


Padre Sol, como paso inmediatamente previo a la
recepción de la Energía Crística. Para ello, invocamos y
pedimos amorosamente la conexión del Amor de la
Madre y, acto seguido, visualizamos como un Rayo
energético Plateado sube veloz desde el Corazón
Cristal de la Madre Tierra y entrando por nuestro pies o
por nuestro chakra raíz se aloja directamente en
nuestro corazón, manteniendo la conexión permanente.
De igual manera, invocamos y pedimos amorosamente
la conexión del Amor del Padre y, acto seguido,
visualizamos como un Rayo energético Dorado baja
veloz desde el Padre Sol y entrando por nuestra
coronilla o por nuestro chakra corona se aloja
directamente en nuestro corazón, manteniendo la
conexión permanente. Ahora estamos verdaderamente
anclados en nuestro papel de Seres Humanos.

7.- A continuación, volvemos a sentir y ser conscientes


del estado de nuestro corazón, abierto y amoroso.
Extendemos los brazos y los abrimos e invocamos la
presencia de la Energía Crística en nuestro corazón,
con fuerte deseo e intención de recibirla. Visualizamos
a la vez como una llama de fuego se va encendiendo y
va creciendo en nuestro corazón, poco a poco.
Podemos inspirar esta visualización mirando la llama
de la vela en el centro del Altar. Estamos activando el
"Fuego de nuestro Espíritu y llamando al Espíritu del
Khristo a comulgar con nosotros". Y esperamos,
esperamos.
Mientras lo hacemos, podemos mirar también la
fotografía o fotografías de Jesucristo que se
recomienda que estén sobre el altar. Y esperamos
hasta que nuestra visión interior vea como una imagen
de Jesucristo crece en nuestro interior, entre la llama
de fuego, y se abre paso, clara, firme y decidida. Y
mientras sigue creciendo seguimos, así esperando,
plenos de gozo y felicidad de recibir su energía.
Cuando finalice su crecimiento (sea este el que sea)
habremos terminado.

8.- Disfrutando del estado de felicidad que proporciona


ser penetrado por el Espíritu del Khristo, durante el
tiempo que queramos y podamos, nos preparamos
para: Reconocer, Respetar, Agradecer, Honrar y
Bendecir a Jesucristo y a todos los Maestros que nos
han ayudado y acompañado en este sagrado trabajo y
cerramos la ceremonia mantralizando:

"QUE ASÍ SEA, QUE ASÍ SEA, QUE ASÍ SEA". "ASÍ ES,
ASÍ ES, ASÍ ES".
"HECHO ESTÁ, HECHO ESTÁ, HECHO ESTÁ".

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