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La revolucion rusa de 1917

La Revolución rusa de 1917 fue un movimiento político en Rusia que culminó en 1917
con la expulsión del gobierno provisional que había reemplazado el sistema zarista, lo
que llevó finalmente al establecimiento de la Unión Soviética, que duró hasta su caída
en 1991.

En la Revolución pueden distinguirse dos fases:

• La primera fue la llamada Revolución de febrero de 1917, que desplazó la


autocracia del zar Nicolás II de Rusia, el último de la historia, y tenía la
intención de instalar en su lugar una república liberal.
• La segunda fase fue la Revolución de octubre, en la que los soviets, inspirados y
dirigidos cada vez más por el Partido Bolchevique, bajo el destacado papel
estratégico de Vladímir Ilich Uliánov, conocido como Lenin, y la importante
acción organizadora de León Trotsky, encabezando el Comité Militar
Revolucionario, tomaron el poder mediante una insurrección popular armada,
arrebatándolo al gobierno provisional dirigido por Aleksandr Kérensky, y
disolviendo el aparato gubernamental del anterior Estado constitucional burgués,
junto con sus instituciones: la gendarmería, las Fuerzas Armadas de Rusia, la
propiedad privada sobre los principales medios de producción y servicios y más
tarde la Asamblea Constituyente. Éstos fueron sustituidos a su vez por el Estado
obrero, bajo el control o dictadura del proletariado y la democracia soviética, el
control obrero de la producción, la redistribución de la tierra a los campesinos,
tras la expropiación a los terratenientes y capitalistas, la Guardia Roja y el
Ejército Rojo, organizado éste y dirigido por Trotsky. Además, se negoció la Paz
de Brest-Litovsk y concedió el derecho de autodeterminación a las
nacionalidades sometidas al imperio ruso. Esta segunda revolución se extendió
por numerosísimos entornos, afectando tanto a las ciudades como al entorno
rural. Al mismo tiempo que ocurrían muy importantes sucesos históricos en
Petrogrado y Moscú, paralelamente empezó a desarrollarse un movimiento
consolidado y extendido en el campo, especialmente en las zonas más fértiles
del antiguo Imperio como el sureste de Ucrania, a medida que los agricultores
fueron tomando y redistribuyendo la tierra, y organizándose en asambleas
populares y grupos armados.
Contenido
[ocultar]

• 1 Causas de la Revolución rusa


o 1.1 Causas económicas
o 1.2 Causas sociales
o 1.3 Causas políticas
• 2 Revolución de febrero
• 3 Revolución de octubre
• 4 Guerra civil
• 5 La Revolución rusa en el mundo

Causas de la Revolución rusa


La Revolución rusa fue uno de los más importantes hechos ocurridos en la época
contemporánea. Su impacto fue palpable tanto en América como Europa. Aunque la
Revolución no hizo expandir el comunismo como un efecto inmediato, le dio a otros
países convulsos del tercer mundo un ejemplo a seguir. Décadas después, el modelo
filosófico/gubernamental tomaría renovada notoriedad a medida que Rusia, convertida
en un estado socialista y en una superpotencia económica y militar, se enfrentara a los
Estados Unidos en la Guerra Fría.

En cualquier caso, las dos revoluciones de 1917 se dividieron en dos grandes partes: la
caída del régimen zarista (Revolución de Febrero) y la creación del primer estado
comunista del mundo (Revolución de Octubre). Las causas de estas dos revoluciones
abarcan las situaciones políticas, sociales y económicas de Rusia en la época.
Políticamente, el pueblo ruso odiaba la dictadura del zar Nicolás II. Las bajas que los
rusos sufrieron durante la I Guerra Mundial debilitaron aún más la imagen de Nicolás.
Socialmente, el régimen despótico del zar había estado oprimiendo al campesinado
durante siglos. Esto provocó tensiones dentro de la clase baja rural que desembocó en
altercados. Económicamente, la inflación y el hambre por toda Rusia contribuyeron
asimismo a la revolución.

Definitivamente, una combinación de estos tres factores, combinados con el liderazgo


de Vladimir Lenin y León Trotsky, condujeron irremisiblemente a la Revolución rusa.

Causas economicas
Las causas económicas de la Revolución rusa se atribuyen en gran medida a la mala
gestión del zar, sumada a la I Guerra Mundial. Más de quince millones de hombres se
unieron al ejército, que dejó un número insuficiente de trabajadores en las fábricas y las
granjas. El resultado fue una escasez generalizada de alimentos y materias primas. Los
obreros tuvieron que soportar terribles condiciones de trabajo, incluyendo jornadas de
doce a catorce horas y bajos salarios. Se desencadenaron cuantiosas revueltas y huelgas
reivindicando mejores condiciones y mayores salarios. Aunque algunas fábricas
accedieron a las peticiones para elevar los salarios, la inflación de guerra anuló su
efecto. Hubo una protesta ante la que Nicolás respondió con violencia (véase Causas
políticas); en respuesta, los trabajadores de la industria fueron a la huelga y paralizaron
de hecho el ferrocarril y el resto de redes de transporte. Las pocas mercancías que
estaban disponibles no podían llevarse a su lugar de destino. Los precios se dispararon a
medida que los bienes esenciales eran cada vez más escasos. En 1917, el hambre
amenazaba a muchas de las grandes ciudades. El fracaso de Nicolás en resolver los
problemas económicos de su país y la promesa del comunismo por aplacarlos compuso
el núcleo de esta revolución.

Causas sociales

Las causas sociales de la Revolución tienen su origen en siglos de opresión del régimen
zarista sobre las clases bajas, además de los desmanes de Nicolás en la I Guerra
Mundial. Aproximadamente un 85% del pueblo ruso formaba parte del campesinado,
oprimido por las clases superiores y el propio régimen. El vasallaje, asociado
comúnmente con la Edad Media, describe con precisión la situación social de la Rusia
de Nicolás: Una pequeña clase de nobles terratenientes controlaban una vasta cantidad
de siervos. En 1861, el zar Alejandro II de Rusia emancipó a estos campesinos no por
razones morales sino porque impedía el avance social de Rusia. Sin embargo, esta
nueva libertad fue de carácter limitado, dado que no tenían ninguna tierra que cultivar.
Como resultado, el gobierno elaboró nuevas leyes que les otorgaban pequeñas parcelas
que trabajar. Sin embargo, la cantidad de tierra que se les cedió fue insuficiente, con lo
que se desencadenaron enormes sublevaciones. La I Guerra Mundial sólo aumentó el
caos. La ingente demanda de producción industrial de artículos de guerra y obreros
causó muchas más insurrecciones y huelgas. Además, como se necesitaban a muchos
trabajadores en las fábricas, los campesinos emigraron a las ciudades, que pronto se
vieron superpobladas, viviendo bajo condiciones que rápidamente empeoraron. Para
colmo, mientras que la cantidad de alimentos requerida por el ejército era cada vez
mayor, el abastecimiento tras el frente se empobrecía más y más. En 1917, el hambre
amenazaba a la mayoría de las grandes ciudades. La suma de todos los factores
anteriores contribuyó a un creciente descontento entre los ciudadanos rusos, que
posteriormente desembocaría en la Revolución.

Causas políticas

La faceta política de la Revolución rusa es, esencialmente, el resultante de la


combinación de los problemas sociales y económicos mencionados arriba. Desde al
menos 1904, los trabajadores de clase baja de Rusia sufrieron una calamitosa situación
económica.

Muchos de ellos trabajaban once horas al día. Las condiciones de salud y seguridad en
el trabajo eran sombrías, y los salarios bajaban. Se produjeron numerosas huelgas y
protestas con el paso del tiempo. Casi todas fueron ignoradas por Nicolás o reprimidas,
en ocasiones de una manera violenta y mortífera (véase Domingo Sangriento). El
intento fracasado de conquista de Manchuria fue también muy impopular entre el
pueblo. Parte de la clase intelectual (educada en muchos casos en Occidente) también
rechazaba la autocracia zarista. En 1915, la situación se tornó crítica cuando Nicolás
decidió tomar el control directo del ejército, supervisando personalmente el frente de
guerra y dejando a su incapaz esposa Alejandra al cargo del gobierno.

Sobre octubre de 1916, Rusia había perdido entre 1,6 y 1,8 millones de soldados, a los
que había que añadir dos millones de prisioneros de guerra y un millón de
desaparecidos. Poco ayudó estas cifras a la moral del ejército. Empezaron a haber
motines, y en 1916 empezaron a circular rumores de confraternización con el enemigo.
Los soldados estaban hambrientos y faltos de calzado, munición e incluso de armas. Se
culpó a Nicolás de estas calamidades, y el pequeño apoyo que todavía le quedaba
empezó a tambalearse. A medida que este descontento general y odio hacia Nicolás II
crecían, la Duma (cámara baja del parlamento ruso representada por terratenientes,
ciudadanos, trabajadores de la industria y campesinos) emitió una advertencia al zar en
noviembre de 1916 declarando que se avecinaba el desastre sobre la nación si no se
ponían en marcha reformas constitucionales. Como era de esperar, Nicolás hizo caso
omiso. El resultado no se demoró, y varios meses después el régimen colapsó durante la
Revolución de febrero de 1917. Un año después, el zar y su familia fueron ejecutados.
A la postre, la gestión inepta del Estado y de la guerra por parte de Nicolás le costaron
'el trono y la vida.

Revolución de febrero

La Revolución de Febrero sobrevino casi espontáneamente cuando el pueblo de


Petrogrado protestó contra el régimen zarista por la escasez de comida en la ciudad.

Existía también un gran descontento con la involucración en la Primera Guerra


Mundial. A medida que las protestas crecían, muchos políticos reformistas, (tanto
liberales como de extrema izquierda) empezaron a coordinar sus actividades. A
principios de febrero las protestas se fueron tornando violentas en cuanto los ciudadanos
se sublevaron y enfrentaron a la policía y los soldados. Cuando el grueso de los
efectivos destacados en la capital se unieron a la sublevación, ésta se convirtió en una
verdadera revolución obligando a abdicar al zar previo a una transición casi sin
derramamiento de sangre.

Se constituyó un nuevo gobierno provisional, también llamado Duma, a la vez que se


planeó la convocatoria de elecciones. Entre febrero y octubre los revolucionarios
intentaron fomentar cambios más radicales, bien a través del Soviet de Petrogrado o de
forma directa. En julio, los bolcheviques de Petrogrado, en colaboración con los
anarquistas, promovieron una rebelión civil. Esta insurrección fracasó.
Revolución de octubre

León Trotsky ayudó a Lenin en la revolución.

La Revolución de Octubre fue liderada por figuras tales como León Trotsky o Vladimir
Lenin, y basada en las ideas de Karl Marx. Marcó el inicio de la expansión del
comunismo en el siglo XX. Ésta fue mucho menos espontánea que la revolución de
Febrero y fue resultado de planes deliberados y actividades coordinadas desde principio
a fin. La asistencia logística y financiera de la inteligencia alemana vía su agente clave,
Alexander Parvus, fue una pieza fundamental.

El 7 de noviembre de 1917, los líderes bolcheviques Vladimir Lenin y León Trotsky


lideraron a los revolucionarios de izquierda en una revuelta contra el ineficaz Gobierno
Provisional (Rusia aún estaba usando el calendario juliano, de modo que las fuentes del
momento citan la fecha como 25 de octubre). La Revolución de Octubre culminó la fase
revolucionaria instigada en febrero, reemplazando el gobierno provisional, encabezado
por Kerensky, por el poder organizado y deliberativo de los soviets obreros, soldados y
campesinos, verdaderos organismos de participación política y asamblearia por parte de
las clases trabajadoras de la población. Sin embargo, aunque muchos bolcheviques
(tales como León Trotsky y el propio Lenin) apoyaban una democracia soviética, el
modelo de «reformas desde arriba» y del socialismo en un solo país ganó el definitivo
poder en detrimento de la teoría de la revolución permanente de Trotsky cuando Lenin
murió y Stalin asumió el control de la URSS y del Partido Comunista de la Unión
Soviética. Trotsky y sus simpatizantes, además de otros comunistas democráticos y
anarquistas, fueron perseguidos y finalmente encarcelados o asesinados.

Después de octubre de 1917, muchos miembros del Partido Socialista Revolucionario y


Anarquistas se opusieron a los Bolcheviques a través de los soviets. Cuando esto falló,
provocaron varias revueltas en una serie de sucesos llamados la «Tercera revolución».
El más notable ejemplo fue la Rebelión de Tambov, entre 1919 y 1921, y la Rebelión de
Kronstadt en marzo de 1921. Estos movimientos, que exigían una extensa variedad de
demandas y carecían de una efectiva coordinación, fueron finalmente aplastados durante
la Guerra civil.

Guerra civil
La Guerra civil rusa, que estalló en 1918 tras un breve periodo después de la
Revolución de octubre, trajo muerte y sufrimiento a millones de personas de ambos
bandos sin importar su postura política. Los contendientes eran denominados, por un
lado, los «rojos», comunistas y revolucionarios, y, por el otro, los «blancos», fuerzas
contrarrevolucionarias organizadas por altos mandos del antiguo Ejército Ruso, tales
como los generales Kornilov y Alexeiev, en torno a los llamados Ejércitos de
Voluntarios, que agruparon principalmente a monárquicos zaristas, reaccionarios y
conservadores, protofascistas, liberales y capitalistas, nacionalistas, y socialistas
moderados o reformistas, tales como los social-revolucionarios de derecha y los
mencheviques, que se oponían a la revolución bolchevique. Además de aquellas viejas
capas de la población que veían perder sus privilegios o posición social, o se veían
beneficiados por el anterior sistema, los blancos recibían el apoyo de potencias
extranjeras tales como el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Japón,
Polonia o Turquía, que intervinieron activamente en la contienda mediante el envío de
material, recursos, aparato logístico o numerosos contingentes de tropas.

La Revolución rusa en el mundo


Hay quien dice que la revolución rusa fue ideada para extenderse a través de todo el
mundo. Lenin y Trotsky dijeron que la meta del socialismo en Rusia nunca se llevaría a
cabo sin el éxito del proletariado mundial en otros países, como se vio en la Revolución
Alemana. Sin embargo, hasta el día de hoy, este asunto es objeto de opiniones
contradictorias por varios grupos y partidos marxistas sobre la historia comunista .

Algunas fuentes declaran que fue Stalin el primero en rechazar la idea, afirmando que el
socialismo era posible en un solo país.

En cambio otras fuentes (principalmente trotskistas) afirman que esto fue simplemente
una excusa de Stalin y sus seguidores para revocar los avances democráticos obtenidos
durante la revolución y consolidar su dictadura burocrática.
La confusión sobre la postura de Stalin en la materia deriva del hecho de que, después
de la muerte de Lenin en 1924, manejó con éxito el argumento de éste (el triunfo del
socialismo necesita del esfuerzo de los trabajadores en todo el mundo) para derrotar a
sus competidores en la sucesión acusándoles de traicionar a Lenin y, por extensión, los
ideales de la Revolución de Octubre. También mandó ejecutar a muchos de ellos
durante la Gran Purga.

Lenin
Vladímir Ilich Lenin (Simbirsk, Rusia, 10 de abriljul./ 22 de abril de 1870greg. – Gorki
Leninskiye, 21 de enero de 1924), nacido Vladímir Ilich Uliánov y comúnmente
conocido como V. I. Lenin, Nikolai Lenin o simplemente Lenin, fue un revolucionario
ruso, líder bolchevique, político comunista, principal dirigente de la Revolución de
octubre y primer dirigente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

El alias Lenin significa «el que pertenece al río Lena», en contrapartida de Georgi
Plejánov que era llamado Volgin por el río Volga.

Fue autor de un conjunto teórico y práctico basado en el marxismo para la situación


política, económica y social de Rusia de principios del siglo XX conocido como
leninismo y posteriormente denominado marxismo-leninismo.
León Trotsky
Lev Davídovich Bronstein, en ucraniano transliterado Bronštein o Bronshtein (Лев
Давидович Бронштейн), más conocido como León Trotsky, nació en Yanovka,
Ucrania el 7 de noviembre de 1879 (26 de octubre según el calendario juliano
prerrevolucionario) y murió asesinado en Coyoacán, Ciudad de México, el 21 de agosto
de 1940.

Político y teórico revolucionario soviético, protagonista de la Revolución bolchevique


en Rusia en 1917, que dio origen al primer estado obrero del mundo. Negoció la retirada
de Rusia de la Primera Guerra Mundial mediante la Paz de Brest-Litovsk. Tuvo a su
cargo la creación del ejército rojo que consolidaría definitivamente los logros
revolucionarios venciendo a catorce ejércitos extranjeros y a los ejércitos blancos
contrarrevolucionarios durante la guerra civil rusa; fue condecorado con la Orden de la
Bandera Roja.1 Posteriormente, se enfrentó política e ideológicamente a José Stalin,
liderando la oposición de izquierda, lo que le causó el exilio y posterior asesinato a
manos de la OGPU.
Iósif Stalin

Iósif Stalin o José Stalin (en ruso, Иосиф Сталин; Gori, Georgia, 6 de diciembrejul./ 18
de diciembre de 1878greg. – Moscú, 5 de marzo de 1953)1 fue el máximo líder de la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y del Partido Comunista de la Unión
Soviética desde mediados de los años 1920 hasta su muerte en 1953.

A la etapa histórica de Stalin se la llamó estalinismo.

Dirigió la construcción del socialismo en la URSS, que pasó de ser un país rural a una
potencia industrial. El nivel de vida de la población se elevó. En contraparte, dirigió un
régimen represivo de la población, caracterizado por la presencia de campos de trabajo,
campañas de represión política, y deportaciones. Diversos historiadores estiman que las
víctimas del régimen de Stalin oscilan entre 4 y 60 millones de muertos.2

Durante el gobierno de Stalin, la Unión Soviética desempeñó un papel fundamental en


la derrota de la Alemania Nazi en la Segunda Guerra Mundial (1939–1945) tras la cual
llegó a ser considerada una superpotencia.

LA CONSTRUCCIÓN DE LA
UNION SOVIÉTICA
1.Los bolcheviques en el poder
El mismo día 26 de octubre en que cayo el Palacio de Invierno quedo constituido el
primer gobierno de Comisarios del Pueblo. Presidio por Lenin, contaba entre sus
personalidades mas destacadas a Trostki (Asuntos Exteriores), Rikov (Interior),
Lunatcharski (Educación) y Stalin (Nacionalidades). La construcción el poder
soviético estuvo plagada de dificultades que condicionaron decisivamente su
futuro. A corto plazo, la celebre trilogía bolchevique paz, pan y tierras fue
materializada por la guerra civil que asolo al país entre 1918 y 1921.

En su primer decreto el nuevo gobierno repartió las tierras a loas campesinos


pobres, sin dar ninguna indemnización a los terratenientes. Esta fue una medida
tendente a dar satisfacción a la secular reivindicación de los campesinos
hambrientos de tierras y que también pretendían ensanchar las bases sociales del
nuevo régimen. Un año después, la vorágine de la guerra civil, el acaparamiento de
los campesinos, el desabastecimiento de las ciudades bastiones del proyecto
bolchevique), y la desarticulación económica obligaron a una política de requisas,
justificada en términos ideológicos por los decretos que instauraban la propiedad
socialista en el campo.

La retirada de Rusia de la guerra mundial se saldo en el Tratado de Brest-Litovsk,


firmado con Alemania el 3 de marzo de 1918. Se había impuesto la propuesta de
Lenin, no compartida por otros dirigentes bolcheviques, como Bujarin, partidario
de un esfuerzo bélico ultimo para asegurar una negociación mas ventajosa.

En dicho tratado, Rusia perdía regiones de enorme importancia económica, pero


Lenin tenia la convicción de que la paz, por gravosa que fuera, era imprescindible
para la supervivencia de la revolución. Sin embargo, los efectos fueron
contradictorios. Si por un lado se ampliaban las bases sociales con los soldados
desmovilizados, por otro, las potencias aliadas, que ideológicamente no podían
admitir la revolución, encontraron en la desafección rusa el argumento para su
posterior intervención en la guerra civil a favor de la contrarrevolución.

En el plano político la dinámica leninista en los primeros meses estuvo dirigida a


asegurara el poder bolchevique, que se consideraba esencial para la consolidación
y salvaguarda de la Revolución.

Eliminados los partidos burgueses, las tensiones se circunscribieron a los tres


partidos presentes en los soviet: bolcheviques, social revolucionarias y
mencheviques. Las elecciones para la Asamblea Constituyente del 25 de noviembre
dejaron a los bolcheviques en minoría, con el 25% de los votos, mientras que los
mencheviques obtuvieron la mayoría.

El 6 de enero de 1918 el gobierno disolvió la Asamblea. También se sucedieron las


confrontaciones en el seno de los soviets hasta que la hegemonía bolchevique se
hizo realidad. A lo largo de la primavera de produjo, pues, una suplantación: el
viejo lema todo el poder para los soviets se convirtió en todo el poder para el
partido comunista, nueva y definitiva denominación que tomaron los bolcheviques.
Sucesivamente desaparecieron la escena política los mencheviques, los
socialrevolucionarios y los pequeños núcleos anarquistas. En julio de 1918 Rusia
adoptó una Constitución que definió al país como república federal socialista y
soviética rusa, bajo el régimen de la dictadura del proletariado.
2.LOS PRIMEROS AÑOS

A principios de 1918 la Revolución solo había triunfado en los principales centros


industriales y urbanos. Regiones enteras quedaron fuera del control bolchevique, y
de ellas surgió la contrarrevolución tras el afianzamiento bolchevique en
Petrogrado y Moscú. La guerra civil se desarrollo desde la primavera de 1918 en
un complejo contexto.

En síntesis, el enfrentamiento polarizó a Rusia entre un bando bien definido y


organizado, los bolcheviques, y una contrarrevolución dividida en sus objetivos e
intereses, donde se entremezclaron partidaria del antiguo régimen zarista,
defensores del régimen de febrero y disidentes de octubre.

Sobre el conjunto actuó el problema de las nacionalidades y la intervención


extranjera. Desde sus plataformas en Siberia, la región del Volga, el Cáucaso,
Ucrania, el Báltico y el Norte, con la colaboración de tropas inglesas, francesas,
norteamericanas y japonesas, los ejércitos blancos se enfrentaron al joven poder
socialista. Como respuesta al acoso, los bolcheviques establecieron una estrategia
basada en el incremento de la centralizacionpolitica, el comunismo de guerra y la
creación del ejercito rojo, organizado por Trostki. Fue un conflicto sin frentes
definidos, con continuos vaivenes del poder rojo y del poder blanco sobre amplios
territorios. La mayor capacidad organizativa y estratégica del Ejercito Rojo
termino por inclinar la balanza a su favor.

En la primavera de 1919 se retiraron las tropas inglesas, francesas y japonesas,


poniendo fin a una intervención extranjera motivada por la hostilidad hacia la
revolución, en la que veían peligros de contagio, y por las expectativas de una
posibles desintegración del espacio del viejo imperio ruso que ponía en juego
muchos intereses: desde el control del petróleo del Cáucaso hasta la fijación de
zonas de influencia en la Rusia asiática.

A partir de ese momento el ejercito Rojo tomo la iniciativa. En el otoño de 1920


quedo resuelta la guerra ruso-polaca y los últimos restos de los ejércitos blancos
embarcaron en Crimea.

LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA CIVIL

La guerra civil alteró los planes de Lenin para el inmediato futuro de la revolución
mundial.
El comunismo e guerra (que supuso la nacionalización de la industria y la
prematura socialización del campo), la supresión de toda disidencia fuera del
partido, la intervención de las potencias y el fracaso de la Revolución en Europa
trastocaron el desarrollo gradual de la revolución.

Lenin nunca había dudado de la hegemonía bolchevique en el proceso


revolucionario, pero había contemplado la colaboración con otras fuerzas de
izquierda, especialmente con los socialrevolucionarios, por su imp0lantacion en el
campo, donde los bolcheviques tenían muy poca incidencia, expresado en la
practica política la alianza obrero-campesina. En el plano económico el comunismo
de guerra fue una salida radical exigida por las circunstancias, ya que Lenin pensó
una revolución con el concurso de capitales y tecnología procedentes del exterior.

EL PROBLEMA DE LAS NACIONALIDADES

La guerra civil complicó el problema de las nacionalidades, delicado asunto en un


conjunto territorial formado por un mosaico de lenguas, culturas, y religiones
como había sido el viejo imperio zarista, siempre sometido a una violencia política
de rusificacion. Los bolcheviques admitieron el principio de autodeterminación de
los pueblos con el que se facilitaría, a su juicio, la expansión de la revolución a
escala mundial. Otra cosa muy diferente era su aplicación al espacio interior.
Desde la primavera de 1918 el Estado soviético adopto una estructura federal,
sancionada por la Constitución de 1923, por la que se constituyo la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), formada por la República Rusa, la
Trancaucasiana, Ucrania y Bieolorusia. En 1924 se incorporaron Uzbekistán y
Turkmenistán, mientras que Tayikistán lo hacia en 1929.

Esta estructura federal en teoría contemplaba el autogobierno de las repúblicas,


pero en la practica aseguraba el predominio de Moscú. NO obstante, el sistema se
diferenciaba enormemente del zarista, por el respeto a las diferencias culturales.

El sometimiento a Moscú se consiguió a través de la captación de las elites locales,


a las que se incorporó al partido, logrando que asumieran los valores comunistas, y
se integraban en los aparatos centrales del poder.

El respeto a las nacionalidades decayó en época de Stalin, conforme se acentuaba


los procesis de centralización política. En gran medida, Stalin retomo el
desplazamiento de grandes masas de población, la colectivización forzosa, y a las
transferencias de poblaciones de origen ruso a distintas repúblicas.

LA REVOLUCIÓN NO ESTALLÓ A LA ESCALA MUNDIAL

Lenin penso la Revolución Rusa como el primer episodio de una revolución a


escala mundial. Siguiendo a Marx, creía que la supervivencia de la revolución en
Rusia pasaba por el triunfo de la misma en Alemania. Los acontecimientos
posteriores a 1918 alentaron al principio y fustraron después estas esperanzas. Con
ocasión de la intervención internacional en la guerra civil rusa. Lenin apeló al
proletariado internacional para frenar dicha intervención.
El internacionalismo leninista se concreto en marzo de 1919 en la fundación de la
III Internacional, presidida por Zinoviev. Con la III Internacional el movimiento
obrero mundial se dividió en dos grandes tendencias: la socialdemocracia y el
comunismo, este ultimo subordinado a las directrices procedentes de Moscú. En
todo caso, la revolución soviética estuvo aislada en su lucha frente a la
contrarrevolución y la intervención extranjera. Estamos en los prolegómenos de la
teoría del socialismo en un solo país, que posteriormente se define a la dictadura
stalinista.

3.LA ÉPOCA DE LA NUEVA POLÍTICA ECONÓMICA (NEP)

Superada la guerra civil y asegurado el poder comunista, la revolución pretendió


retomar sus orígenes, al menos en el plano económico. Desde 1921 hasta 1928 se
abrió el periodo mas creativo de la Revolución Rusa en todos los aspectos, durante
la cual se intentó a veces conciliar opciones opuestas que desembarcaron en
contextos contradictorios.

El ejemplo mas claro de ese juego de contrarios fue la oposición entre el


incremento de la centralización del poder, con el consiguiente silenciamento de la
oposición no comunista, y la apertura de un debate en el seno del partido
comunista sobre la construcción del socialismo. En el plano económico, se
opusieron quienes planteaban una lenta transición y los defensores de la
socialización acelerada. En el plano político, los debates enfrentados a los
partidarios de una mayor o menor democratización de las estructuras del partido,
tras lo que se escondió la pugna por el poder, sobre todo a partir de la enfermedad
de Lenin. En el plano cultural, el debate giro entre los defensores de la vanguardia
y los partidarios del realismo socialista.

En marzo de 1921, el X Congreso del Partido Comunista impuso un cambio en la


economía soviética dirigido a sustituir el comunismo de guerra. Los costes de la
guerra civil revelaban unos índices económicos angustiosos. Respecto a un tercio,
la industrial a un 13% y el trafico ferroviario apenas alcanzaba un 12%. Una
situación insostenible, agravada por los brotes de protesta social, que recordaban
los antiguos motines de subsistencias.

La NEP desarrolló un peculiar sistema mixto, una especie de capitalismo de Estado


en el que convergían elementos capitalistas y socialistas. Las reformas permitieron
nuevamente la propiedad privada campesina, incorporaron mecanismo de
mercado, reconstruyeron la circulación monetaria para superar la hiperinflacion
de la etapa anterior y corrigieron las previsiones industriales. El modelo fue
entendido como la pausa necesaria para el posterior desarrollo integral del
socialismo. Se partió de la base de la importancia del excedente campesino en el
crecimiento económico, en la normalización del abastecimiento a las ciudades y en
la fijación de un nuevo contrato social entre el campesino y el poder político. La
revolución quería conquistar nuevamente al campesinado.

En el plano industrial se asistió a un doble proceso de la NEP:

• La desnacionalización de las pequeñas unidades de producción.


• La incorporación de ciertas dosis de autogestión administrativa en la gran
industria, que siguió en manos del Estado.

La NEP cumplió sus objetivos. En 1926 la economía soviética ya había recuperado


los niveles de 1913, sobre todo en el sector agrario. Sin embargo, las tensiones
también se acumularon. En términos sociales las diferencias aumentaron en el
campo, que tendió a polarizarse entre una capa de campesinos acomodados, los
kulaks, y el aumento de los campesinos sin tierra. Además, la diferencia entre
precios agrarios y precios industriales volvió a originar problemas de
acaparamiento y dificultades de abastecimiento a las ciudades. Un sector del
partido comunista entendió la NEP como una lenta pero evidente reconstrucción
del capitalismo en la Unión Soviética; este argumento fue utilizado por los que
luchaban por hacerse con el poder tras la muerte de Lenin en 1924, Stalin se
situaba entre ellos.

4.EL DEBATE EN EL SENO DE LA CULTURA

El nuevo ambiente generado en época de la NEP alimento el debate cultural en


torno a los cauces por los que debía transcurrir el arte proletario de la revolución.
Cuando estalló la Revolución de Octubre la mayoría de los intelectuales
traicionaron a su clase, es decir, colaboraron con la Revolución, atraídos por la
idea de la construcción de una nueva sociedad y, por lo tanto, de una revolución
cultural de la que saldría la construcción del hombre nuevo.

Aunque de forma minoritaria, el mundo cultural ruso anterior a la Revolución ya


estaba en la senda de las vanguardias, atraídos por el faro de París. Ejemplo de
ellos fue la vinculación con el movimiento futurista del poeta, Vladimir
Maiakovski, que en 1915 había escrito su celebre poema Una nube en pantalones, o
el pintor Kazimir Malevich, quien, influido por el cubismo y el futurismo, redujo
las figuras a cilindros, creando un estilo nuevo que denomino el tubismo. Este
artista sucedió en 1919 a Marc Chagall en la dirección de la escuela de Arte de
Vitebsk. Posteriormente pasó a dirigir el Instituto de Cultura Artística de
Petrogrado, ya convertido en Leningrado.

En los años veinte el debate de polarizó entre los partidarios del vanguardismo y
los que defendían un realismo socialista, considerado mas asimilable por el pueblo,
porque no significaba una ruptura con la tradición. Tal debate creó posturas
diversas dentro del partido bolchevique. La constitución de la Lef, el frente de
izquierda del arte, pretendía encontrar un puente entre el vanguardismo y la
cultura proletaria. El debate de cerró violentamente en los primeros tiempos de
Stalin cuando el arte de vanguardia fue definido como contrarevolucioanrio por el
partido comunista el 23 de abril de 1932. El realismo socialista se convirtió en la
doctrina y la practica oficial en terreno de cultura durante el stalinismo. De todas
formas, como se puede apreciar en la música de Prokfiev, Shostakovich o
Katchaturian. Igualmente sucedió en el cine con los trabajos de Eisenstein. En la
literatura resultó mas evidente el triunfo del realismo socialista por la acción de la
censura.
El proceso revolucionario de
1917
1.LA REVOLUCION DE FEBRERO Y LA CAIDA DEL ZAR
A lo largo de 1917 la historia se aceleró vertiginosamente. Se sucedieron la caída del
régimen zarista, el intento frustrado de constituir una república reformista, los ensayos
contrarevolucionarios para reinstalar el viejo orden y, finalmente, los sucesos
revolucionarios de octubre.
En un ambiente de desintegración la manifestación espontanea del 23 de febrero en San
Petersburgo en demanda de paz y pan fue el punto de partida. La organización del
movimiento significó su expansión en días sucesivos. La huelga general del 25 de
febrero manifestó la presencia del movimiento obrero. El 26 los síntomas de rebeldía se
extendieron a los cuarteles. Al día siguiente se constituyo un Gobierno Provisional
encabezado por Luov, con Kerenski como ministro de guerra. Al mismo tiempo, los
obreros y los soldados creaban sus propias células de poder, a imitación de 1905, los
soviets.
Poco después, el zar abdico. Había dos formulas alternativas al zarismo de contenido
sociológico y político diferente. El Gobierno Provisional representaba a los sectores de
la burguesía liberal cuyo objetivo político era el establecimiento de una república
parlamentaria de corte occidental. En esta línea se movió un sector del movimiento
obrero, sobre todo los mencheviques, persuadidos de que todavía era el tiempo de la
burguesía y de sus reformas.
El otro poder emergente, los soviets, vislumbraban, de forma no bien definida, una
solución política más avanzada. Sus protagonistas fueron los bolcheviques, o mas bien
un sector de ellos, cuya estrategia y practica política quedaron plenamente definidas con
la llegada de Lenin a Petrogrado el nuevo nombre rusificado de San Petersburgo) el 3
de abril.
2.LENIN, TEORICO DE LA REVOLUCION
En sus tesis de abril, Lenin planteo el objetivo ultimo bolchevique: la revolución
socialista que tendría como premisa fundamentales de actuación el rechazo a la guerra
y el reparto de tierras, para forzar la alianza obrero-campesina, y como practica
política, la negativa a cualquier colaboración con el Gobierno Provisional y con su
futura expresión parlamentaria, la Duma.
Lenin fue el teórico y el organizador de la Revolución. Había dedicado toda su vida a su
formación teórica, que procedía de los marxistas rusos y alemanes, y adopto el
marxismo a las condiciones de un país atrasado como el imperio ruso. Estas teorías
tuvieron su realización practica en la revolución fracasada de 1905, de donde surgió lo
que en 1917 fue el instrumento de la Revolución, el soviet.
En su obra El imperialismo, fase superior del capitalismo (1916), además de valorar la
Guerra Mundial como un conflicto imperialista en la etapa del capitalismo financiero,
vislumbro que la revolución socialista de podía iniciar en un país atrasado como Rusia.
En El Estado y la revolución (1917), fijó el papel de los soviets en la construcción del
socialismo y la naturaleza de la dictadura del proletariado. Ya en 1901 en su folleto
¿Qué haces? había definido el modelo de partido que podía dirigir una revolución, un
partido de revolucionarios profesionales.
3.EL VIRAJE CONSERVADOR Y LA CONTINUACIÓN DE LA GUERRA
Durante 1917 la evolución política rusa estuvo siempre mediatizada por la guerra. La
actitud continuista del Gobierno Provisional y de los grupos políticos que lo
sustentaban, sobre tofo el Kadete (el Partido Democrático Constitucional), se extendió,
a las filas bolcheviques, en cuyo seno el sector denominado blando no mantenía las
posturas tajantes de Lenin para acabar la guerra. Asimismo. Endureció los sectores
políticos mas conservadores, que mantenían un discurso nacionalista, y eran partidarios
de la continuación de la guerra a toda costa. Con ello pretendían mantener la estructura
del ejercito, que podía ser utilizado en el interior para eliminar la creciente influencia de
los bolcheviques y, en un futuro, para conseguir la vuelta al viejo orden.
El Gobierno Provisional, preso de una doctrina tendente al respeto de los compromisos
bélicos con los aliados, acabó haciendo suyo el objetivo de los conservadores, pero con
propósitos políticos diferentes. Las ofensivas del verano provocaron la insurrección
popular del 3 de julio en Petrogrado, encabezada por los bolcheviques. Lenin, tras el
fracaso de la insurrección, se exilio en Finlandia y el partido paso a las clandestinidad.
Las derrotas militares, que culminaron con la ocupación alemana en el Riga en 21 de
agosto, plantearon el enfrentamiento entre el Gobierno Provisional, dirigido por
Kerenski, y el núcleo de la oficialidad conservadora, en cuya cúspide se situaba el
general Kornilov.
Esta confrontación volvió a situar a los bolcheviques en el primer plano del proceso
revolucionario, el 7 de septiembre Kornilov intento un golpe de estado con tropas
retiradas del frente. Sus exigencias eran el establecimiento de un gobierno autoritario
que retrotrajera la situación a la etapa anterior al menos de febrero. La doble respuesta
del Gobierno Provisional y de los soviets acabó con el intento, pero la iniciativa quedo
en manos de estos últimos.
4.LA TOMA DEL PALACIO DE INVIERNO
Lenin preparó desde principios de octubre el asalto final. En 9 de octubre el Comité
Central bolchevique, por diez votos contra dos, se pronuncio por la insurrección
armada. El 15 se formo el Comité Militar Revolucionario en Petrogrado, con Trotski
a la cabeza. La chispa definitiva estalló cuando Kerenski decidió enviar al frente nuevos
regimientos acantonados en la ciudad. Por fin la insurrección se puso en marcha el 24
de octubre, perfectamente planificada, con la ocupación de los puntos neurálgicos de la
ciudad. En la madrugada del día siguiente culminó el asalto al poder con la toma del
Palacio de Invierno y la huida precipitada de Kerenski.
La revolución conquisto Petrogrado, pero hasta el 2 de noviembre los soviets no se
hicieron con el control definitivo de Moscú. En los meses siguientes la revolución se
propago por los principales centros urbanos de la Rusia europea, pero extensos
territorios siguieron bajo el poder de las antiguas autoridades. Fueron los prolegómenos
de la guerra civil.

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