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EL DEPARTAMENTO DE ORIENTACIÓN Y LA CREACIÓN DE

PROGRAMAS PARA LA MEJORA EDUCATIVA: DOS EXPERIENCIAS.


(Miguel Ángel Valverde Gea. Orientador del IES Mar de Poniente. La Línea)

En la práctica se dice que hay tantas maneras de hacer orientación


como orientadores y orientadoras. No obstante, sin pretender extraer unas
conclusiones científicas, observo en la realidad que me circunda que las
personas que nos dedicamos a la orientación en secundaria alternamos dos
modelos de intervención que se ajustan a la demanda requerida de nuestro
trabajo. Antes de comenzar, precisaré que entiendo que un modelo de
orientación es un conjunto de estrategias que sirven de guía para nuestra
acción y con las que pretendemos conseguir unos resultados concretos. A lo
largo de mi trabajo como orientador en un centro de secundaria me he ido
forjando estrategias y herramientas útiles para conseguir los objetivos que le
son asignados al Departamento de Orientación y, también, para aquellos hacia
los que yo prefiero dirigir mi actuación.

Los dos modelos a los que aludo en el párrafo anterior los voy a
denominar, empleando palabras de autores que han escrito sobre este tema, el
modelo de counseling y el modelo de programas. El primero se trata de la
acción directa e individual sobre una alumna o alumno para mejorar sus
dificultades o su déficit. Muchas de nuestras intervenciones se atienen a este
modelo y se dirigen a mejorar los hábitos o el procedimiento de estudio; al
asesoramiento para la toma de decisiones vocacionales; a ayudar a afrontar
problemas personales sobre todo de ansiedad o de conducta. Estas demandas
suelen ser muy numerosas y se corre el riesgo de involucrarse en una dinámica
“clínica”, reparadora de las anomalías que el alumnado presenta con respecto
a las demandas de la institución escolar. Sería como un “departamento tipo
señorita o señorito Pepis” dedicado a las urgencias que se producen a diario en
el instituto y que suelen acabar en el Departamento de Orientación. No
obstante, debemos recordar esa frase que dice, especialmente aplicada a los
directores escolares, que “lo urgente mata lo necesario” y que además de la
coyuntura hay que hacer un trabajo que potencie la estructura implicando a
todos los elementos organizativos que se pueda para conseguir un efecto
sinérgico.

Por consiguiente, no sólo debemos de mirar el día a día sino desarrollar


programas y estructuras para construir una labor orientadora más sólida y
permanente. Esto significa que hemos de dirigir nuestra acción hacia la
consolidación de grupos, especialmente a través de los tutores y tutoras
aunque no sólo con ellos, desarrollando proyectos significativos y dando
sentido a la participación y a la colaboración entre el profesorado, las familias y
el alumnado para la mejora de la educación. Esta tarea es más compleja que la
mencionada con anterioridad y requiere un trabajo a largo plazo que muchos
orientadores y orientadoras no pueden realizar por la precariedad de sus
condiciones de trabajo.

Esta última idea ha estado siempre presenta en mi modelo de


orientación, probablemente debido a que mi especialidad como pedagogo no
es la orientación sino la organización. En cualquier caso, considero básico que

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las personas responsables de la orientación en los centros dirijamos nuestras
energías hacia el desarrollo de programas que impliquen la creación o la
consolidación de estructuras de apoyo para la mejora educativa. Por lo tanto,
debemos pensar estratégicamente y en función de las necesidades acreditadas
de nuestro centro e intentar involucrar en este proceso al profesorado, a las
familias, al alumnado y al entorno escolar.

Las tareas que tenemos los orientadores y orientadoras de secundaria


están especificadas en sus líneas generales -como si fuesen un cuadro
impresionista-, y conforman un dibujo general obvio para las personas que nos
dedicamos a esto. El desarrollo de las actuaciones relacionadas con la acción
tutorial, la atención a la diversidad, la orientación académica y vocacional y la
colaboración familiar constituyen el núcleo de nuestra labor. Éstos son los
cuatro ámbitos fundamentales de la labor orientadora. Y todo ello, como en una
película, teniendo como escenario un contexto idiosincrásico y débilmente
articulado como es cada instituto de secundaria.

En esta comunicación, presento dos experiencias que ilustran la idea de


que se realice un trabajo estructural desde los Departamentos de Orientación.
En primer lugar, presentaré una experiencia relacionada con la acción tutorial y
que denominamos “Programa ASI”, que involucra a todos los tutores y tutoras
de la ESO y que es coordinado por el orientador; y, en segundo lugar, otra que
tiene que ver con la lucha contra el absentismo y el abandono escolar y que se
llama “Programa ACABES”.

Programa A.S.I.: Acuerdos de Seguimiento Individual Familia-Instituto.

La Consejería de Educación estableció hace tres cursos unos acuerdos


con los sindicatos del profesorado para la mejora de la labor tutorial y que
consistían en proporcionar una hora lectiva más, a los tutores y tutoras, para el
seguimiento individual del alumnado. Esta segunda hora de tutoría lectiva se ha
ido implantando de forma progresiva: el curso 2003-2004 en los niveles de
segundo y tercero; el curso 2004-2005 en 4º; y en éste, en el nivel de primero
de la educación secundaria obligatoria. Desde el principio, en nuestro instituto,
hemos tenido claro que era necesario establecer unos protocolos de trabajo
para este tiempo, pues al ser lectivo -pero no coincidir con la permanencia de la
tutora o del tutor con el grupo-clase- podría llegar a ser un tiempo escasamente
aprovechado para trabajar con el alumnado necesitado de orientación en sus
estudios. Así, durante dos cursos, hemos incluido en nuestro Plan de Acción
Tutorial (PAT) unas líneas de actuación para ese tiempo que nos han aportado
experiencia suficiente y buenos resultados.

Por otro lado, nuestro instituto adolece de poca estabilidad en la plantilla,


especialmente en la etapa obligatoria y en las tutorías. Cada curso escolar se
renueva alrededor de la mitad del profesorado de la ESO y casi todas las
tutorías están ocupadas por profesorado interino (62,5% durante el curso 2004-
2005 y 80% en el actual) de los cuales más del 50% era la primera vez que
tenía destino en nuestro centro. Hay que reconocer que a pesar de esta
circunstancia el profesorado responsable de las tutorías, en su gran mayoría,

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ha demostrado hasta ahora una actitud receptiva, favorable y comprometida
con las propuestas que se le presentaban. Sin embargo, es un inconveniente el
tener que comenzar cada año de cero debido a que más de la mitad de las
tutoras y tutores son profesorado interino y nuevo. Este Programa ayuda a
cristalizar unas estrategias de trabajo innovadoras en el centro; mejora las
habilidades para la tutoría de los docentes implicados; aporta medios para
poder llevar a cabo en condiciones más adecuadas sus objetivos y contenidos;
y es un estímulo para las personas que participan en el mismo.

Consideramos, además, imperiosa la necesidad de implicar al alumnado


y de cooperar con las familias para que el resultado sea satisfactorio. Sin la
colaboración familiar es difícil conseguir que los estudiantes, especialmente
aquellos que están en situación de riesgo y que son objeto principal de nuestro
proyecto, consoliden unos hábitos de trabajo y realicen el esfuerzo
imprescindible para tener éxito en el estudio. Nuestro objetivo es delimitar las
habilidades familiares y acordar las tareas imprescindibles desde el hogar para
la adecuada organización del tiempo de estudio en casa; para crear
expectativas y una actitud favorable al aprendizaje; para la necesaria
supervisión de los hijos e hijas; y también para proporcionar más y mejor
información a los padres y madres sobre su marcha escolar. La gran mayoría
de las familias de nuestro alumnado son de clase trabajadora y con un nivel
cultural bajo y, en muchos casos, demandan asesoramiento para poder ayudar
en los estudios a sus hijos e hijas con la finalidad de que tengan las
oportunidades que ellos y ellas no tuvieron. Lo que les proponemos es una
fórmula clara y eficaz de colaboración con el resto de implicados en el proceso
educativo.

Son tres las razones fundamentales de este Programa: una, crear un


protocolo de trabajo eficaz que proporcione un contenido relevante para el
aprovechamiento de la segunda hora de tutoría lectiva en el instituto; dos,
preparar a los tutores para llevar a cabo una tarea que mejore los hábitos y los
resultados escolares de los estudiantes de su tutoría; y tres, implicar
activamente a las familias y al alumnado en este proceso por medio de la firma
de un Acuerdo o Contrato de Seguimiento de los estudios.

Pensamos que este Programa es de gran interés para nuestro centro,


pero también para otros institutos, pues define un procedimiento sistemático y
eficaz de trabajo de los tutores y tutoras aplicable durante la segunda hora de
tutoría lectiva. Por el conocimiento que tenemos de la realidad de los centros,
al menos de nuestro entorno próximo, sabemos que esta tarea está poco
sistematizada, poco coordinada, no hay tradición de trabajo en ella y en
algunos establecimientos educativos se incide escasamente en su
aprovechamiento. Por ello, la oferta de un procedimiento claro y eficaz de
trabajo puede extenderse y consolidarse, aumentando al mismo tiempo el
conocimiento profesional de los tutores y tutoras.

Los objetivos específicos que se pretenden alcanzar con este programa


son los siguientes:

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a) Ayudar a estudiantes en situación de riesgo de no promoción a mejorar
sus hábitos de estudio y sus resultados escolares.

b) Realizar un seguimiento semanal de la organización del estudio en casa


por parte del alumnado seleccionado: del tiempo dedicado a las tareas
escolares, de los deberes, de los repasos, del uso de la Agenda, de los
materiales escolares...

c) Acordar con el alumnado objetivos de mejora semanales y revisar su


cumplimiento.

d) Colaborar con las familias y con los estudiantes por medio de la firma de
unos Acuerdos de seguimiento individual en los que se especifican las
tareas asignadas a los padres y madres para ayudar a sus hijos e hijas
en los estudios desde el hogar.

e) Informar personalmente y por escrito cada mes a los padres y madres


sobre la marcha escolar de sus hijos e hijas.

f) Cualificar a los tutores para el adecuado desempeño de su labor tutorial


por medio del diseño de un modelo y unos instrumentos de trabajo
adaptados para la segunda hora de tutoría lectiva.

Las fases de realización del programa son las siguientes:

A) FASE DE FORMACIÓN Y DE SENSIBILIZACIÓN

1) Formación del profesorado participante en el programa: durante el mes


de Septiembre en las Jornadas de Acogida y en las primeras reuniones
de los grupos de tutores y tutoras de cada nivel.

- Presentación detallada del programa al profesorado tutor.


- Presentación a las familias en las reuniones de comienzo de
curso.

B) FASE DE SELECCIÓN DEL ALUMNADO “ASI”

2) Selección previa del alumnado durante las sesiones de Evaluación


Inicial que se celebran durante el mes de Octubre. Los estudiantes que
se seleccionan en este primer trimestre son aquellos que tienen una
actitud favorable al estudio, pero que presenten problemas de
aprendizaje relacionadas fundamentalmente con sus hábitos de estudio.
Los estudiantes se comprometen a cumplir las siguientes tareas:

 Tener un horario de estudio fijo en casa que será acordado con


el tutor/tutora.

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 Rellenar cada día el Plan de Estudio en Casa de la semana
cumpliendo el tiempo acordado en el punto anterior.
 Anotar los deberes y las fechas de los exámenes en la Agenda.

3) Conocimiento por el tutor/tutora del alumnado por medio de una


entrevista individual y de la recogida de información relevante de
carácter personal, familiar, escolar y social.

4) Detección de los hábitos y método de estudio de los estudiantes


seleccionados.

C) FASE DE SEGUIMIENTO DEL ALUMNADO POR EL TUTOR/TUTORA

5) Comienzo del Seguimiento en la 3ª o 4ª semana de Octubre.

6) En primer lugar se llega a un acuerdo con el alumnado y se establece un


horario de estudio en casa conocido y acordado por todas las partes
implicadas.

7) Se establecen reuniones semanales con cada estudiante seleccionado y


se valorará el tiempo dedicado a realizar los deberes y a repasar, se
revisa el uso de la Agenda y las asignaturas trabajadas.

8) Los estudiantes seleccionados deben tener entre 3 y 7 suspensos para


formar parte del proyecto, aunque pueden tener más si se les observa
una actitud favorable al estudio.

9) Después de la primera evaluación se procede a un reajuste de los


estudiantes que participan en el proyecto.

10) Los compromisos del tutor/tutora serán los siguientes:

• Revisar semanalmente la planificación del trabajo y del estudio


que el alumnado realiza en casa.
• Mantener una reunión semanal con éstos para conocer su
marcha y darles consejo.
• Reunirse mensualmente con la familia y recoger información del
alumno/a en ese tiempo para entregarla a los padres.

D) FASE DE COLABORACIÓN FAMILIAR

11) Se mantiene una reunión inicial del tutor/tutora con la familia del
alumno/alumna seleccionado. Ahí se le informa del contenido del
Programa y se les pide su colaboración. Se firma un Acuerdo para el
Seguimiento de su hijo/hija en el que se comprometen a desarrollar las
siguientes actuaciones:

o Acudir cada mes al instituto para entrevistarse con el tutor/a.

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o Asistir trimestralmente a las reuniones con el Orientador.
o Ayudar a su hijo/a a cumplir el horario de estudio en casa
acordado.
o Firmar el Plan de Estudio en Casa todos los días.
o Comprobar el uso de la Agenda.

12) Las madres y padres tienen que revisar diariamente el Plan de Estudio
en Casa que el tutor o tutora entrega cada semana al alumnado y
firmarán el mismo. Los padres y madres garantizan el cumplimiento de
los Acuerdos de Seguimiento y supervisan las tareas de sus hijos e
hijas.

13) Mensualmente el tutor/tutora mantiene una entrevista con las familias de


estos estudiantes y entrega un Boletín informativo sobre el proceso de
aprendizaje en el que se proporcionará información sobre el trabajo en
clase, las tareas de casa, la actitud y comportamiento, las notas del mes
y la asistencia y puntualidad a clase y al instituto.

14)Una vez al trimestre se convoca a los padres y madres a una reunión de


trabajo con el Orientador para tratar sobre temas relacionados con la
ayuda al estudio y la participación familiar y donde se revisa la marcha
del proyecto y los problemas puntuales que se han presentado.

E) LOS REFUERZOS

15) Mensualmente se asigna al alumnado un número de Bonos (refuerzos)


en función de su actitud y del esfuerzo que se percibe que realiza. Estos
Bonos son canjeados en casa por privilegios que los padres y madres
conceden y que han sido acordados previamente con el tutor/tutora o
con el orientador. Además se les pone notas a la familia con la
valoración de los resultados semanales del seguimiento individual.

16) Trimestralmente el instituto ofrece un premio o premios para el


alumnado que participa en este proyecto: un desayuno; un viaje a un
lugar de interés, etc.

F) FASE DE EVALUACIÓN Y RESULTADOS

17) Trimestralmente se recoge información sobre la evolución académica de


los estudiantes del programa para constatar su progreso en los estudios.

18) A final del curso escolar se realiza un estudio cuantitativo y cualitativo de


los resultados del proceso de seguimiento individual. Las conclusiones
sirven para la mejora del proyecto con vistas al siguiente curso.

La importancia del programa viene avalada por los resultados obtenidos


en años anteriores, pues contamos con unos resultados muy positivos
obtenidos el pasado curso 2004-2005. Realizamos en toda la etapa de la ESO

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el seguimiento individual de un total de 87 estudiantes (aproximadamente el
20% de la secundaria obligatoria) que estaban en riesgo de no promoción
(pues tenían entre 3 y 7 suspensos la mayoría), de los cuales 56 (el 64%)
acabaron promocionando de curso u obteniendo la titulación final de la etapa.
Este dato lo consideramos muy importante y significativo y es lo que nos anima
a continuar con estas actuaciones, su sistematización y mejora.

Este proyecto se inscribe dentro del Plan de Acción Tutorial y está


coordinado desde el Departamento de Orientación. Forman parte del mismo
todos los tutores de la etapa de la educación secundaria obligatoria. La
organización del proyecto se fundamenta en las reuniones semanales que
mantienen los tutores y tutoras con el Orientador. Estas reuniones son por
niveles educativos y en ellas una parte sustantiva del tiempo se dedica al
seguimiento de la marcha del programa y a poner en común las dificultades del
alumnado y su evolución. Cada tutor o tutora es el responsable del trabajo de
seguimiento del alumnado y de la relación con las familias de su tutoría
respectiva. No obstante, el Orientador colabora con el profesorado en el
seguimiento de aquellos estudiantes que presentan mayores dificultades y en
el asesoramiento a las familias.

Para el éxito del proyecto es fundamental que los tutores y tutoras


transmitan al alumnado y a sus familias interés e ilusión en la mejora de su
situación académica. Es básica una actitud optimista y positiva que proporcione
confianza y haga crecer la autoestima de estos chicos y chicas. Es importante
también transmitir a las familias las responsabilidades que se les demanda en
el programa, la necesidad de que supervisen a sus hijos e hijas y que cumplan
lo comprometido en los Acuerdos firmados, pues de esa forma se obtendrán
los resultados esperados.

Programa ACABES: Acción Contra el Absentismo Escolar.

Este proyecto se viene desarrollando desde hace tres cursos. El objetivo


que pretende este programa es organizar de una forma eficaz el control de la
asistencia y el seguimiento individual del alumnado absentista o en riesgo de
serlo. La coordinación del programa la lleva el Departamento de Orientación,
pues notamos que tal y como viene recogido en el protocolo de actuación del
Plan Integral para la prevención, seguimiento y control del absentismo no era
eficaz y rápido el paso de los tutores/tutoras a la Jefatura de Estudios y no se
llevaba una actuación integral en este campo.

Según los datos que tenemos, en el instituto durante el pasado curso


escolar se detectó un número elevado de estudiantes que faltaban a clase con
mucha frecuencia o abandonaron la escolaridad antes de finalizar el periodo
obligatorio, alrededor del 20% del alumnado de la ESO es absentista. Un
considerable número de niños y niñas ya presentaban antecedentes de
absentismo durante su paso por la etapa de Primaria (según datos de los
colegios de la zona, el absentismo afecta a más del 10% de su población
escolar), aunque es evidente que el paso a la Secundaria agrava estas

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conductas, especialmente en el alumnado repetidor y con escasas expectativas
de conseguir la titulación básica. Al mismo tiempo, el momento de paso de la
etapa de Primaria a la Secundaria es una coyuntura aprovechada por algunas
familias para que sus hijos o hijas abandonen la escolaridad obligatoria por
dejadez o por miedo a que sufran algún daño. Esto último ocurre con
frecuencia en familias de etnia gitana y especialmente con las hijas. Son
complejas las causas que intervienen en hacer realidad esta lacra que es un
factor de riesgo para gran cantidad de niños, niñas y jóvenes para que en un
futuro, más o menos próximo, sufran problemas de delincuencia, pobreza o
exclusión social.

Hay también un número considerable de estudiantes que faltan a


menudo, aunque no sobrepasan el límite del veinticinco por ciento de faltas no
justificadas. Estas ausencias les impiden una escolarización adecuada y la
posibilidad de tener éxito en los estudios. Es una franja de riesgo y antesala del
absentismo o del abandono escolar. Al mismo tiempo, este alumnado
constituye un grupo adecuado para actuaciones preventivas que normalicen su
asistencia a clase y los integre en la dinámica escolar.

La mayoría de los casos de absentismo están relacionados con la


dejadez de la familia para imponer a los hijos la asistencia al colegio o al
instituto. Hay familias y grupos sociales que conceden escasa importancia a los
estudios y prefieren tener a los hijos en casa cuidando de otros hermanos o
hermanas o ayudando en las tareas domésticas. Detrás de la mayoría de los
casos se esconden también situaciones de sobreprotección y cuentan casi
siempre con la complicidad familiar. Se dan también bastantes situaciones de
absentismo relacionadas con formas de vida que podemos denominar
“marginales” y que representan situaciones límite asociadas al tráfico de
drogas, al consumo de éstas por parte del padre o de la madre, a la ausencia
de progenitores debido al abandono o a la estancia en la cárcel, a la
delincuencia, etc. Por último, en ambos centros hay escolarizado un notable
porcentaje de alumnado de raza gitana, alrededor del 15% de la población
escolar. Una parte significativa de este alumnado presenta conductas de
absentismo o de abandono escolar en la etapa obligatoria e incluso
acostumbran a interrumpir la escolarización al pasar de la escuela al instituto.

Este programa persigue los siguientes objetivos:

Objetivo 1: Desarrollar medidas de control y seguimiento del alumnado


absentista o en riesgo de serlo.

1.1. En el centro hemos establecido un sistema de control de la


asistencia a clase del alumnado rápido y eficaz, semanal, a través de
las reuniones que el orientador mantiene con los tutores y tutoras del
alumnado de la ESO.

1.2. Se selecciona al alumnado objeto de intervención y se recoge


información relevante sobre su situación personal y familiar. Se ha
creado un sistema de registro de la información (un registro
acumulativo de faltas) y otro con los diferentes pasos del protocolo

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de intervención que tenemos en el centro y que marca la ley. Esta
información tiene carácter confidencial y es custodiada por el centro.

1.3. Semanalmente se reúne la Comisión de Absentismo del centro


(compuesta por la responsable de absentismo del instituto, una
voluntaria de la Fundación Secretariado Gitano, una profesora de
apoyo que dedica unas horas a esta tarea, la Jefa de Estudio y el
orientador) que decide las actuaciones que se van a realizar en
función de cada caso; recoge información sobre los problemas de
asistencia a clase; y busca el compromiso de la familia para la
normalización de su escolarización (por medio de llamadas
telefónicas; visitas al domicilio familiar del alumnado absentista;
entrevistas con las familias, con el alumnado o gestión de entrevistas
con el tutor, tutora u orientador).

1.4. En los casos en los que no se logra regularizar la asistencia del


alumnado absentista a través de las actuaciones establecidas en el
Programa, se pone en conocimiento del centro para que se sigan las
medidas de derivación contempladas en el Plan Integral para la
prevención, seguimiento y control del absentismo escolar.

1.5. Para ayudar a las tutoras y tutores en esta tarea, el Programa


ACABES dispone de una persona contratada por la AMPA una
mañana a la semana y la colaboración de una voluntaria de la
Fundación Secretariado Gitano.

Objetivo 2: Intervención en el ámbito familiar y social.

2.1. A menudo llegamos a Acuerdos con las familias del alumnado


absentista para garantizar su asistencia a clase y la mejora de su
escolaridad. En ese caso, nuestro trabajo se dirige a proporcionar los
recursos necesarios y seguir la integración de ese niño o niña en el
centro.

2.2. Hemos desarrollado actuaciones de carácter formativo con las


familias a través de entrevistas o reuniones de pequeños grupos en
las que tratamos sobre habilidades parentales y pautas de educación
familiar (currículum del hogar).

2.3. Nos reunimos mensualmente con un representante de los Servicios


Sociales Municipales para derivar casos o plantear problemas que
puedan interferir en el mantenimiento de la situación de absentismo y
que precisen de la actuación municipal.

Objetivo 3: Establecer medidas de apoyo escolar y extraescolar con objeto


de favorecer la integración escolar del alumnado absentista o en riesgo de
serlo.

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3.1. Ayudamos a las tutoras y tutores a facilitar la integración de este
alumnado, especialmente durante los primeros momentos de su
vuelta al centro, a través de un seguimiento individualizado de su
marcha escolar.

3.1.1. Se realiza un seguimiento individual de su escolaridad y de los


hábitos de estudio en clase y en casa para facilitar su integración
en el instituto. Se le proporciona la ayuda siguiente:

o Proveer de materiales escolares necesarios.


o Seguimiento del uso de la Agenda escolar.
o Seguimiento del trabajo en clase.
o Ayuda y seguimiento del trabajo en casa.

3.1.2. Coordinación con el profesorado que le da clase a este


alumnado para conocer sus necesidades y ayudar a resolverlas
por medio de reuniones puntuales en el instituto o en el colegio.

3.2. Establecer unas Clases de Apoyo por las tardes, en el instituto, para
ayudar al alumnado en riesgo de abandono o con problemas de
atención familiar a realizar sus tareas escolares y favorecer su
integración escolar.

Objetivo 5: Colaboración con otras instituciones y organismos para el


desarrollo de los objetivos del Programa.

5.1. Coordinación con los Servicios Sociales Municipales: Se mantienen


reuniones de coordinación mensuales.

5.2. Coordinación con la Comisión Municipal de Absentismo: No


funciona en la localidad.

Los resultados que obtuvimos el curso pasado con este programa fueron
parcialmente exitosos, pues sólo conseguimos mejoras evidentes en el 50% del
alumnado con el que se intervino. Para el curso próximo hemos reformulado el
Programa y vamos a actuar en coordinación con uno de los centros de Primaria
adscritos a nuestro instituto -y con graves problemas de absentismo también- y
a entidades del entorno como la Asociación de Lucha contra la Droga
“Despierta” y Fundación Secretariado Gitano.

Por último, demandar una implicación de la Fiscalía de Menores en esta


tarea, pues sin su concurso será difícil conseguir que muchas familias
comprendan que la educación de sus hijos e hijas no sólo es un derecho sino
una obligación.

La Línea, 30 de Marzo de 2006.

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