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Globalizacién: identidades emergentes Asi son, asi somos: un texto, dos lecturas, en la construccién de identidad! Alonso AZOCAR™ Jaime FLORES" A fines de siglo XIX y principios del XX, varios fotdgrafos produjeron una setie detent referidosal pueblo mapruche, gran parte dels cuales fueron editados en forma de tarjeta postal, circulando tanto enel pals como en el extranjero, Esaasimagenes contibuyerona fortalecerla propia identdad del europeoen tun context histdrio de expansidn territorial, en que éste va redescubriendo, esta vez através de la fotografa, aun otro, exdtico, distinto ¢ inferior. Algunos deestos textos han sido recogidos en hima década porel movi- mmiento mapuche, consituyéndose enel emisoracnal derextosproducides par no mapuches ace ya unsiglo, ;Quéhace posible que extosutzados para presenta indigena como dirhroy sae sean rescatadoshoy diy usados como cones que bbuscan configurary/o foraleer una idenidad tnio-ctural mapuche? Hemosintentado buscar respuesta esta pregunta ylo hemoshecho desde una Perspectivasociaemistica. Apoyéindonasen autores como Fen (1994), Vilches(1983), Barthes (1990), Amheim (1980) Gubern (1987), Kossoy (2000), entre otras. Consi- derermosalaforografa como n texto que poneen dscurso el sentido asignadoporel fondgraf al eferente que motiva su acién comunicatva, proces que conta con a ectura del texto mismo, por partedel receptor, quien a su vez asigna significado a la forografla, de acuerdo su competencia técnica yesttica, apartidelos elementos ieinicos pesenes en lla as como también partir de os referentes culrurales que orientan su interpretacién, Una adecuada lectura del discurso fotogrifico require entender el contexto [51 52| COMUNICACION y MEDIOS temporalen que aquells imagenes fueron realzadasy el momento ylossujetos queen ceinterpretan dicho disourso. Asfentonexs, se hace necesario preguntamos x iénesson los retratados?, qué ocurrfa hacia fines del siglo XIX y primeras décadas del XX?, _gpiénesson los destnataviosde dchos restos forogrios, adel momento enquese cefecttia la lectura de dichos discursos?* Anivel global, al momento de producirse los textos, nos encontrams en una etapa del capitalism que Exic Hobsbawm (1997) denomina «La Eradel Imperio>’ expresado, en lo econémico, por la expansidn dela Revolucién. Industrial yen lo ideol6gico, porla hegemonia del discurso liberal. Bajo el patrocinio de las imperios europeos, expediciones militares, eogréft- casy centificas recorrfan el planeta. Provistos con nuevosfiltros econémicos ¢ ideo- égicos, sus ojos y su mente iniciaron un proceso de “redescubrimiento” del mundo. Era necesario reconocer las potencialidades de las dstintas éreas del globo *. El parimetroo punto de referencia era Europa, todo lo nuevo y diferente se media con dicha vara. Descubrir, ordenary clasificar cada ser vivo, pedazo de piedra u otro elemento de a naturaleza se hacia necesario en aras del avance cientifico, también de Jos requerimientos de la produccién, Nada escapaba a este escrtinio, tampoco el hombre. Eneste caso, una mirada antropol6gica se posaba sobre 4, emergiendo seres exéticos, distintos e inferiores. (Kossoy, 2000) Eneste contexto, el ojo, érgano privilegiado desde el Renacimiento, adquiere una primactaenel mundo delos sents, 6 nos permit ver, lo cuzlerasingnimode ‘conocer requisito importante para controlar. Asi, ver-conocer-controlar se transforma enruna ilogla que alimenta cl dscuso del «redescubrimiento»consolidado a traws del registro «objetivo» que proporcionaba una nueva teenologfa, a cimaraforogréficay su producto, la fotografia. En a biisqueda de probar la inferioridad del otro, el testimonio fotografico tomé concretaslas imdgenes mentales pre-concebidas asumiendo, quienes la utliza- ban, que el texto fotogréfico era la sustitucién literal del hecho en sy no una representacién de ese mismo hecho. En plano nacional, a medida que avanza elsigloXIX, el proceso capitalise, _ qumentalapresién sobre periferia pornuevasy mayor cantidad de materasprimas, ‘motivando una expansién territorial hacia espacios deshabitados, con escasa pobla- ibn wocupados por indigenas. De esta formalaticrras mapuches fueron ocupadas, ‘un vaso ft rerrtorio quedé en manos de terratenientes,colonos extranjerosyen menor medida de colonos nacionales. Los mapuches quedaron confinados a escasa porciones de tierra lamadas reducciones. Paralelamente, la elite habia ido adoptado el discurso civilizatorio prove- Globslizacién: idertidades emergentes niente de Europa, influyendo decididamente en la mirada diigida sobre los grupos indligenas, en general, y los mapuches, en particular. sus ojas, tos no eran civili- zados y tampoco habian desarrollado niveessignificativos de progreso,estaban an- clades en la barbatiey el savajismo. Esta fie el filtro en da nitada»traldo porleseatistasfordgrafoe que fines delsiglo XIX princpios del XX visitaron yo seasentaron en Araacanda, recomend sus pueblos yreducciones, desarollando forograflas de estudio o en exteriors, Pero es necesario preguntarse :para qué son fotografiados los mapuch aud ese uso quese da ala fotografia, cull ela demanda de estasimagenes? Porde pronco debemos seiaar que un ako porcenaajede hs forografias sobre ‘mapuches que dacan deaquela dpoca tenfan por fin converte en «acta posta lem, deallel cuidado de algunos fotégrafos porlos aspects téenicosy estticos de las mismas. Un dato, entre 1900 ¥ 1915 se desarrollalo que autores como Leiva (1997) llaman la edad de oro dela tarjeta forogrfica chilena. En 1912 se enviaron 404.521 postales al exterior y 374.296 en elinteriordel pats, de las cules un porcen- tae significativo eran impresas a partir de fotogralas sobre mapuches& Enle Araucania esaban yaasentadas importantes colonas de europens (itl- nes, alemanes suas frances, et) lo que posits una difsién amplia en Europa dela imagen del mapuche a través del evo de fotograflsy postales forogrificasa familiares y amigos radicadosen el viejo continente, Lo mismo ocurriadentro de Chile, En ese compusforogrio, jana con os reatosde mapuches, os géneos mds recurrences dicen relaciin con la Kdentidad Nacional, la identifcacin del progreso ylos signos clos del pais. Asin Gonzalo Leia, tenets que desde fs hagas ms prestigioss dela ciudadeschilenasse pasa alos de pénero etnogrifcos,costumbrisa, etc. todos bajo el mismo bamiz cultural, Laforografia sobre los mapuche nos permite aproximamnosaloshombres, nifios y mujeres de esta ctnia, a su estructura social, cultura, onganizacién econémica pero tambign alos estereotipos que sobre ellos se establecieron, Bajo est perspectiva se padela decir que en términashiporéticas, los fowd- grafosdeentones, yas obras, ecrean antiga dicoomlagenrada en demparde ‘aantigiiedad clésica, retomada durante la Edad Media reafirmada durante la Con- uit espaficla en América, estos, la del maly buen save. A finales delsiglo XIX | 53 y’ptincipios del XX, se llevan a cabo dos dscursos que forman parte de un mismo procsos elreduccional’ Ast como la cera o-como su vor, su imagen también es ‘educda, resultando en la reconstrccin del . Lafotografla de Hefferen que aparece un aciano y un grupo de mujeres, (ver 54| COMUNICACION y MEDIOS itustracién 2), y los retratosrealizados por Milt (verilustraciones 1 y 3), son repre- sentativas de éstas dos miradas. Ambos autores tienen como referencia el discurso de Jacivilizacién, Hefferlavalorayy, en contraposicién a ella, veal mapuche como un bétharo, mientras Mile, desarollando un discurso positiv sobre el mapuche (buen salvaje) efectia una critica ala sociedad global. Eneste timo caso, los elementos «postivos del mapuche estn determinadosa paride o que resulta deseabe parla propiacizacibn chilera occidertal® Es decir, los modelos que dl lige para mostrar aquello que d considera positivo del mundo indigena siguensiendo occidentale. Istracién 2 (foto de Heffer) ustracién I (foto de G. Milet) Entérminos generale se podria decir que, este tipo de fotografia busca gene- rarprocesos de identificacién por contrast, en la medida que los destnatarosprin- cipalesde dichas fotografasson chilenos y/o europeos quienes, al contemplar estas imdgenes reconocen aun cotros,distintoe inferior. Quienes estén all ena forogra fia, son vistos como sujetos distantes espacial y culturalmente, son dos otros» radi- calmente distintos a enosotros Sibien este trabajo muestra parte de los resultados de una investigacién que tiene como corpus cerca de 300 postales de forografias sobre mapuches, dado el marco de esta exposicién trabajaremos a partir de los tes textos fotogrdficos ya sefalados. Los hemos elegido porque forman parte del grupo con mayor cantidad de cdlciones en el pasado, y por ser hoy dias mds utlizadas por organizaciones mapuches c instiuciones huincas que solidarizan y/o estin preocupadas de lo que se conoce hoy dia como eel problema mapuchey. Como veremos tanto discurso del «mal salvaje», (Heffer) como el del ebuen salvaje, (Milt), son levantados como fconos «que parecieran seal: as éramos, asl somos os mapuches, imégenes que ahora, Globalizacion: identidaes emengenes ademas de ediarse como postales, parecen impresas en afiches, revistas, en prendas de vests, pintadas sobre mutos, muchos medios, (Ver ilustraciones 1a, 1b, 2, 3, 3b,). en portadas de en piginas web, entre otros Heastracion tb Mustracin ta (Afiche} Portada curso de espacitacén tustracion 3 Nustracién 3a: Portada Revista 56 | COMUNICACION y MEDIOS ‘Accien afios de la creacién de estos textos por parte de Milet y Heffer, se producen nuevas interpretaciones de los misnos. Esta vezno sole por partedelosno- rmapuches sino que también por parte de sectors del grupo émico retratado. Gracias una figura retdrica como la metonimia, estos retratos individuales y/o grupales se convierten en dos» mapuches, esdeciren todos las mapuches permitiendo a ectores de este pueblo pariciparen procesas de creacin de significados para proyectar una imagen gréfica del mismo, dela cual, pareciera, se sienten orgullosos. Esto que pudiera interpretarse como un contrasentido no es tal si consideramosa la fotografla como un texto de caricterpolisémioo cuyos significados simbélicosson construidos permanente- ‘mente por cada lector. Lafotografta realizada por Heffer que analizamosen este articulo hasido publicada por el historiador Sergio Villalobos en los libros Historia y Geografia de Chile (1985), texto para el tercer afio de ensefianza media, y La vida fronteriza en Chile (1992), (ver ilustracién 2c). La lectura que hace Villalobos de esta fotografia queda expresada en el pie de foto que repite en ambas publicaciones: «De os vgjos iempos no quedé mas que la arrogancia». Esta frase convierte ala fotografla en un texto mixto, El pie de foto deja claro que los elementos icénicos que llaman la atencidn de Villalobos son la postura corporal y el gesto del anciano al levantar la cabeza, elementos que, para él connotarian orgullo. lstracin 2 (foto de Heffer) Sibien la imagen icénicaes poisémica, suinterpretacién no debe ser antojadi- za sino quedebe dasa partir delos lementosicfnicaspresntesencll. Eldescono- cimiento, por parte delinvestigados, de los elementos que utiliza el fotdgrafo para constrursu texto, yen general la falta de competencia para trabajar con discursos visuales, llevan a cometerseris erroresen fa lecrura dela imagen. Eslo que ocurre eneste caso con a interpretacién que hace Villalobos de esta fotografia realizada por Obdler Heffera finales del siglo pasado. Globatizacién: identidades emenyentes Un investigador que no tenga competencia forogrifica, no puede darse cuen- ta que, en este caso, la posuura erguida con ciertainclinacién hacia aris el rostro levantado, responden a las condiciones de uminacién al momento de realizarse l retmto, Se rat dela luz del medio dia que cacen forma perpendicular, provocando fuertes sombras. (nétese los bordes inferiores de las tablas de la construccién que hace de fondo, o bajo los cuerpos de las personas). Sielanciano no se inclinara hacia aris, lala del sombrero de paja prayocarfa una gran sombra sobre su cara. Obsér- vese, ademus, los ojos casi cerrados del anciano, producto dela molestia al recibir la fuerte luzdel medio dia. Todo forsgrafo sabe que, Ja peor iluminacién para realizar retratos fotogrificos es la del medio dia despejado, Por tanto es necesario tomar ciertas providencias para lograr una fotografia en que pueda distinguirse cl rostro del retratado. Existen elementos que permiten afirmar con cecteza, que Helfer, ditigié a {os personajes, las posturas, gestos, exc. (Nétese pore), queel anciano tiene levan- tada la manta sobre el hombro, pata mostrar la camisa rota). Porlo demas esta ¢s una fovografia deuna setie de cerca de una docens realzada en el mismo lugary en que los tetratados acttian ¢ intercambian roles”. Es necesario sefalar que la frase de Villalobos hoy précticamente forma parte del texto de Heffer, , dada la influencia que el texto escrito ejerce sobreel texto visual en su funcién deandje, éste influye fuertemente en la asignacién de sentido que mapuches y no mapuches dan hoy a esta fotografla: se rescata el gesto de arrogancia, Precisamente es este gesto considerado arrogante, y sentido como una acti- tud hacia el no mapuche, o que llevaria aos grupos mapuchesy pro mapuches a utilizar hoy dia esta fotografla multplicande est imagen y convintiéndoseen emiso- resdela misma. La Segunda fovogzafia, conocida con el nombre de Retzato del cacique Lone, fue realizada por Gustavo Milet hacia 1895 y ambien ha sido muy difundida en los Ulkimos afios, (ver ilustracién 3), Eluso dela vinchay la manta lo présentan como alguien que no pertenecea la sociedad fuuineay lo identifica con el pueblo mapuche, (ndtese hoy dia cl uso dela vincha entre los dirigentes mapuches). Peto seria la mirada desafiante la que unidaalosaruendos que efialan pertenencia éinica, lo que os levaa clegira éste por sobre otros rerratos. @Por qué no usar la forografla deun dirigente actual con manta, vincha y mirada desafiante? Porque es nectsari hace referencia aun pasado hisérco, elque cobra importancia en el contexto actual en que-el movimiento mapuche lucha por recuperar tierra, respeto porsu cultura autonomi, toda lo axal debié haber tenido elcacique Lloncén. Un segundo elemento tiene que vr con que esta imagen puede [57 58 | COMUNICACION y MEDIOS serusada por cualquiera dela organizaciones. La imagen de un lonco actual repre- sentaria solo a quienes participan de la organizacién a la que éste pertenece y asu radio de influencia. ‘Amdo de hipétsis quisiramos plantear que haba, adems, dos elementos ques alejande lo estrctamenteénic la faclidad de reproducr este retraro con diferentes tcnicas y formatos (incluso en pinturas murales) y su parecido iobnico conun retrato simbolo de rebeldiay herofsmo como esl retrato del Che Guevara, (verilustracién 4). Aparece as la imagen del «indio revolucionariowsheroico», afiadiendo estas caracteisticasal mapuche actual. Tlustracién 4: Imagenes con similares caracteristicas icénicas Conclusiones Sectores del movimiento mapuche han hecho suyos textos fo crea dos hace mas de un siglo por miembros de a sociedad global que los velan y presen- taban como “salvaje”. Esto oourte porque a extraccién de sigificados de un texto depende del context hist6rio-culturaly de a visi de mundo que tiene elector [LasfotograBas sobre mapuches son un documento dela época en que fueron eliza- das, esdecit, sonun reflejo, un testimonio, una representacién de esa realidad, desde Iacaal el mapuche actual rcibeinformaci6n, experimentasensaciones y construye represrtaciones socio-cultural, lo quele permite eafimary precsarsidentidad ysurelaci con el otro, con eno mapuche, con la sociedad global Lafotografaen tant representacién signica ysimbélica dela realidad, se convierteen mediadora entre éstay los espectadores huncas o mapuches Sibien ls imégenesiconogrfca como medio de comunicacién yrepresentacién del mundo Globatizaciém: identidades cmergentes son universales, &stasson también particulars, puesto que existen diferencias cule tales en la forma de apropiacién de las mismas. Essu naturaleza simbélica fa que pone en accién saberes, afectos, creencias, distin pare uno y on grupo yen difeentesescenaios espacio temporal. Portanto k respuesta la pregunta Qué hace posible que tetosuiizados por micmbros dela sociedad global para pesentaralindigena como bibaroy sahaje, sean escatados hoy diay usados Potlos mapuches como fconas que buscan configurar y/o forralecer su identidad émnico-culnure?, k encontramasen quelas citcunstancis hist’ rco-culturlesen ques producenson dina. La decodifcacidn de estos textos pot lunoy otro grupo es distinga, ademnds, porque ambos se apropian de diferentes elementos iotnicosy/o los interpretan de diferente manera, partir de a identidad éenico-culeural queloscaracteriza. Asi como los huineas velan reforzada su identidad de «civitizados» al inter- pretar el texto fotogréfico de un, wsalvajes, a los mapuches los mismos elementos icénicos, es decir, vstuario, acoesorios, gestos, posturas, etc les ‘permiten rescatar el rem desu orgen, de us condiciones cultural, econdmicas, politicas previa ‘ccupacién de su territorio por parte del estado chileno, con roddas, ‘sus consccuencias, «Asi éramos, ast somos, distintos a los otros, los huincas, y extamos orguellosos de ello. Mirennos, apesar de toda seguimos resistiendon, pareciera set la idea que los lleva a utilizar hoy dia textos construidos hace 100 aios con objetivos comunicacionales muy distintos, Notas Este trabajo presenta avanies de los resultados del Proyecto de invesigacdn No 2033 dela Direccién de Investigacin y Desarrollo de la Universidad de La Frontera *Mg, En Ciencias dela Comunicacién, Académico dela Universidad de La Frontera * Mg En Historia. Académico dela Universidad de La Frontera “Taexperiencia nos muestra que es muy conveniente que este tipo de trabajo'sea ‘alizado por un equipo inesdixplinaro,incorporando ditntas competencias para posbilitar un andlisis mas completo riguroso dela fuente. “A nivel mundial podemos destacar la expedicién cientifca en que participara Charles Darwin. A nivel local, las elites seven en la necesidad de descubrir ylo 60 COMUNICACION y MEDIOS redescubrir sus espaciosterttoriales. Enel caso de Chile es a época dela llegada al paisde unasetiede wabios, Gay y Domeyko entre otros, quecfecrian un dlagnds- tico desus recursos y potencialidades. 6 Amuario Estadstico dela Repiblica de Chile. Vol. I, Politica y Administracién. Oficina Central de Estadisticas, Santiago 1922, p. 25 7 Una propuesta en est inea nos plantea Martin Lienhard: “El cautiverio colonial deldiscurs indigena: los testimonios". En Jorge Pinto (et) Del discurso colonial al proindigenismo, Ensayo de hora latinoamericama Ediciones Univenidad de La Frontera, Temuco. 1998. pp.9-28. ® Al respect ha resultado sugerente alecturade “La imagen del indio en la Europa moderna” del Consejo Superior de Investigaciones Cienificas, la Fundacién Europea dela Ciencia yla Escuela de Estudios Hispano-Americanos, Sevilla 1990. En espe- cial los trabajos de Santiago Sebastsn: El indio desde la iconografia. pp. 433-455 y Helga von Kigelgen: Elindio Bérbaroylo buen salvaje? pp. 457-487 9 Mi que una interpretacin del exto forogdfico, el piede foro pareiera evear el pensamiento dl hstoriador. Villalobos eligi una forografla que usta muy bien su visién del mundo mapuche, sin embargo queda de manifiesto en el pie de foro una flta de comperencaenlalecara de imégenes. Un completo ands iconogrfico de ¢sta fotografia de Heffer puede verse en el articulo de Alonso AuScar Esteeotpas ches eneldivurso visual, publicado por ka revista Lenguay Literatura Mapuche N©8 1998. pp 191-202 Bibliografia ARNHEIM, Rudlf 1980 Arte y percepcién visual. Ed. Alianza, Madrid BARTHES, Roland 1990 La cimarahicida, Notas sobre la forograffa. Piados, Barcelona ECO, Humberto 1994 La estructura ausente. E. Lumen, Barcelona GUBERN, Roman 1987, La mirada opulenta. Ed. Gustavo Gili, Barcelona KOSSOY, Boris 2000 “Por una historia forografica de los anénimos”, Conferencia magistral del I! Congreso de forografia Latinoamericana, Santiago. LEIVA, Gonzalo 1997 La tarjeta postal forografica. Aspecto de un imaginario cul- tural en Chile 1895-1920. Revista FOTOGRAFIA Ne5. Santiago VILCHES, Lorenzo 1983 Lectura de a imagen. Editorial Piados, Barcelona VILLALOBOS, Sergio etal 1985 Historia y Geografla de Chile, Cuarto Afio de Educacién Media Editorial Universitaria. Santiago VILLALOBOS, Sergio 1992 La vida fronteriza en Chile, Ed. Mapfre, Madrid

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