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CAPITULO 5 La demanda y la conducta del consumidor {Qué es un cinico? Un hombre que conace el precio de todo y el Samvelsen [| Nordhaus Economa, fhe Gaus Hill eee imerables decisiones sobre la mpo: ¢debemos desayunar 0 por la que mues de Is demanda del mercado ¥ aprendemos a fi n soUr0s la participacidn en vn: ra. Para describir la manera en que los consumidor Sn jerenies posibilidades de consumo. los economistas desarrollaron hace cien aftos el cone=pto de utilidad. con la ayuda del cual fueron capa- ces de obtener Ih ena de d y dee {Qué entendemos por utlidad’ sy servicios. Sila cesta A reporta a Sinchez 2 ordenacién indica que Sinchez prefiere la Aa niente concebir la utilidad como el placer 0 uti- liad subjetivos que reporta a una persona el consumo de un bien o de wa Pero debemos oponemos claramente a la idea de que la ut es una furcién o sentimiento psicolégico preciso que puede obsere7rse 0 medirse, Se trata, mis bien. de un instrumento economisias para comprender eémo di rales sus demands? Supongamos que el feporta un determinado nivel LA OFERTA, LA DEMANDA Y LOS MERCADOS DE PRODUCTOS: de satisfaccisn 0 utifidad. Imaginemos ahora que consumimos u ‘gunda unidad, Nuest id total aumenta debido a que la s Unidad del bien nos reporta una en? Al final, si comemos caeremos enfermos! al concepto econdmi -omemos una unidad uutilidad adicional idad de un La utilidad tiende a aumentar a medida Sin embargo, que consami ‘aa una tasa cada vez mis baja. El consume una mayor te se deriva del hecho de es la cantidad que constraimos d id marginal decreciente establece Ejemplo numérico lad. La columna (2) de este sumenta a medida que au- cada vez mis baja, La (3) mide la lad adicional que se obtiene cuando se El Cuadro 5.1 muestra numéricamente fa id marginal como a ut Fijémonos ahora en la columna (3). El hecho de que la utldad mar- sinal disminuya conforme aumena ef consumo ilustra la ley de lauded marginal decreciente. Figura 5.1 de la pina siguiente muestra srficamente les dats 30- ivas unidades Fraceionarias de cons pero a un ritmo decr i nales. Cada uno de Tos blogues de uti que el bloque correspondiente de uu ada de al que reporta el consumo de idad ¢s igual a la summa de las utilidades marginales ‘2 ese puinto. Supongamos. por ejemplo. que se consumen 3 unidads nna (2) del Cuadro 3.1 muestra que la utilidad total es de 9 ut vemos que la suma de las e las 3 ides tambien os 4 +3 +2 = 9 unidades. yando la Figur Jems que el rea total situada debajo de ta curva de uilidad marginal en un detert —medida mediante los bloques 0 mediante el tea sit /— debe ser igual a la atura de la curva de fiemte a ese ro de unidade: sdependientemente de que examinemos esta re CAPIIULO 5 + LA DEMANUA 1 LA LONLULIA LEE Luloumiun 8 total Uttidad total Uta! marginal Cantidad Figura 5.1. LALEY OS UA UTILIDAD MARGINAL DECRECIENTE Enla pare ‘Los bloques de tono gris muestra la uilidad afadida por cada neva unidad. Et hecho de quel utlided total summente 9 una tos9 de te queda demostaco en 32 PARTE 2 « LA MICROECONOMIA: LA OFERTA, LA DEMANDA ¥ LOS MERCADOS DE PRODUCTOS Hos o mediane grificos, cservaremos que Ia uildad total es la suma de "as ullidades marginales que se afadieron desde el principio: guien, tras estudiar la teori Adam Sm ‘on los pri felicidad del may tsonas». Entre sus demas propuestas le. nodernas sobre el delito y el castigo, diante ducos ideas de Bentham as. ya que ponfan ‘arse para lograr parecen prin lad, pero hace 200 aiios eran n Enfasis en que la politica econémica y soc iades resultados précticos, mien es se basaban generalms Plicar Ia conducta del consumidor. Jevons pensaba que la teria ecopémic basaban aco det placer y el dolor» y mosté que las personas aeons basaban sus decis idad adicional lidad era una realidad psiquica. mensurable direets ¥y cardinalmente, com, ta longitudo la temperatura. Indagaban en sus props sation en bus 2 de una confismacién de Isley dela uilidad marginal deve, los economista rechazan en gene. ‘oncepto de wilidad cardinal mensurable que se arbuye no A Bienes ordinaros como lo zapatos o la pasta De heche (2 tener curvas de demanda sin mencionar siquiera el concepto de importa en la teorfa modema dela demanda es el principio de fidlinal. Sestin este enfogue, slo examinamos Ia ordenelin de Benes basada en ls preferencias. La uilidad ordinal pregunta, ise prefiere Aa B?», Utilizando esas ordenaciones basad: en las prefeencias, podemos gaablece:frmemente la propiedades generals de as eurvas de Bene e mercado descritas en este capitulo y en su apéndice EL PRINCIPIO EQUIMARGINAL: IGUALDAD DE LAS UTILIDADE: MARGINALES DE CADA DOLAR EN CADA BI A continuacién utilizamos la teoria de dda del consumidor y para comprender leza de las curvas de de- ‘Randa, Para ello, necesitamos conocer las circunstancias em le que yo, como consumidor. me siento mis satisfecho con de bienes de mewingg,due compro en el mercado. Decimos que un consumider mares ra aulildad, lo cual significa que elige la cesta de bienes por enc lidad para explicar la deman- regla para tomar esa decisién éptima? UE Compre me reporteexac- 10 par de zapatos que ad quiera, puesto que lucho mas por unidad que los fuevos, Seria mis razonable la rezla siguiente: siel bien Acwns cae coneepto Je wid cant ia cardinal es CAPITULO S + LA DEMANDA ¥ LA CONDUGIA Vet Wunoumnnns ve ’ que cuesta el B, debe comprare el A solamente cuando su utlidad Por qué tienen pendiente negativa oat onal menos el doble de grande que la utlidad marginal delB. Jas eurvas de demanda? Eso nos Hleva al prin: irginal segtin el cual debo consumo de manera que todos los bienes me reporten fa mist al por dolar de gasto. En esa situacién, logro la méxima jo equimargit fad miiximas es el principio equimarginal, segin el cual un consu- 'y que se enfrente a unos determinados bbienes lograra la maxima satisfaccién sgastado en cada timo délar gas- 1 UM por dlr de todos los dems bie nde qe eajustar el consumo del bin sal ee onsumo de dicho ben; b) elevando de esa forma a eS rst que) en el nuevo nivel menor de consumo del en cuales 00 lise esta condiciGn? Siun bien me reporara mis guevo igual al Jad marginal por dolar gatado en dicho bien sea de {Por qué deb un bene repo mss yyevo igual UM por lar gastad en os dems ites alps Alar que oe supers Wry tanto, dea sabia det precio de un ben reduce el consumo de a pace Te Se ‘ese bien deseado por el consumidor, lo cual muestra por qué las curvas de demanda fenen pendiente negative. por jidad marginal por dolar que fidad marginal del hasta el nivel comuin a los demés*, La ut as mercanei Elocio y la asignacién éptima del tiempo de la renta y mide la 5 Dice un brindis popular «salud. dinero y tiempo para disfrutarlos». Este re consumidor si frin recoge muy bien la idea de que debemos asignar nuestros presu- Esta condi io del consumidor puede ex-_puestos de tiempo de la misma forma que muesteos pre ys moneta- presarse en funcio Dy delos precios (P) _Fios. De hecho. nuestro presupuesto de tiempo ¢s aun do que et de los diferentes ‘monetario, ya que sélo tenemos 24 horas al dia inds mente de que tengamios 6 no mucho dine’ ‘que nos plazc: EL fildsofo del ‘ancis Bacon sostenia que neria, El estadista brténi- delicioso mes construyen 2,000 palabras al :mpo? Prescindamos de ta po: ‘gunas de estas activi de obtener ingresos en el futuro. Supongamos que: Sos de consumo puro 0 de actividades que reportan ‘de Os tiode ad. Los principios ‘84 PARTE 2 + LA MICROECONOMIA: LA OFERTA, LA DEMANDA Y LOS t cleccién del consumidor st ‘6s cuando son iguales kas lo a cada actividad. Supongamos. por poner otro ejemplo, que queremos maximizar ‘uestros conocimientos en nuestros €urs0s. pero que una determinada cantidad de tiempo, ;Debemos d po al estudio de cada materia? Seeuramente no. Podemos dedicacién del mismo tiempo de estudio a la economi: ica no genera la misma camtidad de conocimientos en el :mientos laremos nuestros conoci- storia a la quimica hasta conocimientos adicionales en ambas ylag Son los consumidores unos magos? No estara de mas hacer equi une advertencia sobre nuest dores. No se supene que no: megos. Es los hechos.

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