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Ellen Michelle Brixius Ramírez de Prentice, Karen Lucille Brixius Ramírez y Rafael Eric
Brixius Ramírez, plantearon ante el Juzgado Tercero de Primera Instancia Civil del
departamento de Guatemala, demanda en juicio ordinario en contra de Fernando Ramírez
Sheran y Roberto Enrique Ramírez Sheran; quienes contestaron la demanda en sentido
negativo interponiendo excepciones perentorias y además reconvinieron. La sentencia el
Juzgado Tercero resolvió con lugar la demanda ordinaria promovida por los demandantes,
declarando que la renuncia de los derechos hereditarios hecha por Lucille Sheran de
Ramírez ante el Tribunal del Condado de Dade, Florida, Estados Unidos, era inválida. Así
mismo, declaró sin lugar las excepciones perentorias planteadas por los demandados.
Por tal razón por la cual los demandados, Fernando Ramírez Sheran y Roberto Enrique
Ramírez Sheran, promovieron recurso de apelación ante la Sala Primera de la Corte de
Apelaciones, la cual resolvió "revocando la sentencia apelada y declaró con lugar las
excepciones perentorias interpuestas por los demandados; sin lugar la demanda
ordinaria promovida por los actores y con lugar la reconvención planteada por los
señores Jorge Fernando Ramírez Sheran y Roberto Enrique Ramírez Sheran". Por lo que se
puede establecer que se declaró válida la renuncia de derechos hereditarios, hecha por la
señora Lucille Sheran de Ramírez, ante el Tribunal del Condado de Dade, Florida, Estados
Unidos.
El fallo casa la sentencia recurrida por motivo de fondo y declara con lugar la demanda
ordinaria promovida y en consecuencia: “a) Que a la señora Lucy Sheran Tillet viuda de
Ramírez le asiste mejor derecho a suceder en todos los bienes, derechos y acciones a su
hija Rosemary Ramírez Sheran, en su calidad de ascendiente más próxima; b) Sin valor ni
efectos jurídicos la renuncia a la herencia que la heredera otorgó en la ciudad de Miami,
Florida, Estados Unidos de América, respecto a los bienes situados en Guatemala, por no
haberse otorgado conforme lo requiere la Ley; c) se condena a Jorge Fernando y Roberto
Enrique Ramírez Sheran a restituir dentro de tercer día de estar firme este fallo al haber
patrimonial de la herencia de la heredera Lucy Sheran Tillet viuda de Ramírez, todos los
bienes, derechos y acciones que constituyen la herencia de su hija Rosemary Ramírez
Sheran situados en la República de Guatemala, así como los frutos correspondientes. (…)
que al estar firme el fallo, se libre despacho al señor Registrador General de la Propiedad,
para que inscriba a nombre de la heredera los bienes que constituyen la herencia. "
2
La Corte de Constitucionalidad resolvió denegando el amparo solicitado por Jorge
Fernando Ramírez Sheran y Roberto Enrique Ramírez Sheran por ser notoriamente
improcedente, ya que no se les ha privado de los derechos o garantías que establece la
Constitución Política de la República o cualquier otra ley, y los mismos no les han sido
contravenidos o restringidos por la resolución que atacan. Además, en virtud de que el
amparo no es una instancia revisora, la Corte de Constitucionalidad establece que “el
hecho de que la decisión judicial no les sea favorable o no sea de su conveniencia, no es
motivo para acudir a la vía extraordinaria del amparo, porque tal decisión fue producto
de la valoración jurídica que es competencia exclusiva, conforme el artículo 203 de la
Constitución Política de la República, de los tribunales de la jurisdicción común”.
2
MATOS, J., CURSO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO,Talleres R.M, Guatemala, p.398.
3
Diferentes teorías se han propuesto para resolver racionalmente la transmisión
hereditaria y armonizar todos los derechos en conflicto. Pues suelen originarse conflictos
de ley, cuando muere un extranjero, cuando el causante (cualquiera que sea su
nacionalidad) deja bienes en países diferentes, cuando los herederos pertenecen a
distintas nacionalidades, entre otros. Los estatutarios italianos consideraron que la
sucesión debía regirse por el estatuto personal. Mientras que los jurisconsultos franceses
se inclinaron por el principio de territorialidad de la ley, de acuerdo a este criterio los
bienes que dejaba un individuo, muebles o inmuebles, se regían por la ley del lugar
donde se situaban. Para armonizar las controversias suscitadas, se acudió a la teoría
general de los estatutos que establece la división de muebles e inmuebles. Aplicando a
los inmuebles la máxima lex rei sitae, es decir, la ley del lugar de su ubicación; de modo
que si el causante dejaba inmuebles en distintos Estados, habría de regir para su
transmisión la ley de cada territorio. Para los muebles, se aplicaba generalmente la ley
del domicilio del causante en virtud del adagio “mobilian squuntur personae”. El sistema
estatutario privó durante mucho tiempo en el campo del Derecho, sin embargo, los
jurisconsultos han considerado la sucesión como una universalidad jurídica, un derecho
incorporal, que no tiene situación alguna y por tanto debe regirse por una ley única, la ley
personal del causante.
3
En igual sentido, el artículo 152 del Código de Bustamante, reza: “La capacidad para suceder por
testamento o sin él se regula por la ley personal del heredero o legatario.”
4
otorgamiento, si fuere Notario. En cuanto a los bienes, es necesario establecer que en
Guatemala, es la ley de la situación de los bienes la que rige, en virtud del artículo 27 de
la Ley del Organismo Judicial, por lo que se puede afirmar que toda sucesión corresponde
al estatuto real.4
En cuanto a la capacidad para heredar, por tratarse de un tema de capacidad, debe ser
tratada conforme a las leyes personales del heredero, tal como establece el artículo 923
del Código Civil. “Los herederos desde el día del fallecimiento del causante, adquieren un
4
El artículo 105 del Código de Bustamante, señala: “Los bienes, sea cual fuere su clase, están
sometidos a la ley de la situación.”
5
MATOS, J., CURSO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO, op.cit., pg. 667.
6
El artículo 154 del Código de Bustamante dice: “La institución de herederos y la sustitución se
ajustarán a la ley personal del testador.”
5
derecho sobre cada uno de los bienes que constituyen la herencia y sobre cada una de
las partes de cada bien, (…). La Capacidad de cada coheredero para concurrir a la
partición debe juzgarse conforme su ley personal. Por consiguiente, será esta ley que
decida los casos en que por minoría de edad o incapacidad de alguno de los coherederos,
se necesita recurrir a determinadas formalidades destinadas a proteger esos intereses.
La naturaleza de tales formalidades se fijará por la ley de la situación, tratándose de
inmuebles y por la ley del país donde se radicó la sucesió, si fueren muebles.”7 y8
4. Conflicto de Leyes.
Según ARELLANO GARCÍA, el conflicto de leyes surge cuando existen puntos de conexión
que ligan una situación jurídica concreta con las normas jurídicas de dos o más Estados.
Es decir, son conflictos de vigencia espacial entre normas jurídicas de dos o más Estados
que convergen respecto de una sola situación jurídica concreta. Para que exista un
conflicto de leyes, se deben de producir los siguientes supuestos: a.) una situación
concreta que debe regularse jurídicamente; b.) circunstancias de hecho o de derecho de
las que puede derivarse la realización de los supuestos previstos en dos o más normas de
7
MATOS, J., CURSO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO, op.cit., pg. 670.
8
El artículo 153 del Código de Bustamante establece:”No obstante lo dispuesto en el artículo
precedente son de orden público internacional las incapacidades para suceder que los Estados
contratantes consideren como tales.”
9
MATOS, J., CURSO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO, op.cit., pg. 670.
6
diversos Estados; y c.) dos o más normas jurídicas de diversos Estados que podrían
regular jurídicamente la situación concreta.
WOLFF al respecto dice: “Cuando se dan hechos positivos con puntos de conexión con el
extranjero, la cuestión acerca de qué consecuencias jurídicas deban tener tales hechos,
sólo puede resolverse determinando previamente cuál es la ordenación jurídica de donde
debe tomarse la respuesta a aquella cuestión (…) el Derecho Internacional Privado se
propone determinar qué ordenación jurídica, entre varias vigentes a un tiempo, debe
aplicarse a una relación determinada de la vida real.10”
Las normas que ayudan a la determinación de la ley aplicable, son normas formales,
mejor conocidas dentro del ámbito del Derecho Internacional Privado como normas
conflictuales. Estas normas tienen como objetivo solucionar los conflictos de leyes
positivos (aquellos en los que dos o más leyes diferentes se pretenden aplicar a la misma
relación jurídica).
5. Puntos de Conexión.
Los puntos de conexión, según ARELLANO GARCÍA, son “aquellos elementos de hecho, o
jurídicos, previstos en la hipótesis normativa, que vinculan una situación concreta con
una regla de Derecho.11” Para el análisis del Expediente 121-1987 de la Corte de
Constitucionalidad es necesario analizar los siguientes principios: lex rei sitae, locus regit
actum y lex loci executionis; para así establecer cuales son los puntos de conexión y
resolver el conflicto de leyes que se presenta.
Según MATOS, “se ha considerado siempre que las leyes que regulan la condición jurídica
de los bienes muebles e inmuebles, constituyen el estatuto real, con autoridad exclusiva
en el territorio respectivo, por cuanto se trata de disposiciones que se refieren a la
organización de la propiedad y al orden económico. 12” El principio lex rei sitae o lex situs
establece que los bienes, cualquiera que sea su naturaleza, se rigen de acuerdo a la ley
del lugar de su ubicación, sin importar la nacionalidad o el domicilio del propietario. Este
principio es generalmente aceptado, pues es indiscutible que la organización de la
propiedad se halla íntimamente relacionada con el régimen político y económico que
impera en cada país y por consiguiente, las leyes que lo regulan tienen el carácter de
orden público internacional. La Ley del Organismo Judicial, Decreto Número 1762 del
Congreso de la República, ley aplicable al caso de análisis en su artículo 17 establecía:
10
ARELLANO GARCÍA, C., Derecho Internacional Privado, decimoséptima edición, Editoriales Porrúa,
México, 2008, p. 745.
11
Ibidem., p. 14
12
MATOS, J., CURSO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO, op.cit., p. 545.
7
“Los bienes, sea cual fuere su naturaleza, situados en Guatemala, están sujetos a las
leyes guatemaltecas aunque los dueños sean extranjeros.13” La Ley de Migración y
Extranjería14, Decreto 22-86, aplicable al caso se pronunciaba en igual sentido en su
artículo 27. Este principio se encuentra contenido en el artículo 105 del Código de
Bustamante.
El principio locus regit actum establece que las formas o solemnidades externas de
cualquier documento en que se establecen derechos u obligaciones, se regirán por las
leyes del país donde se hubiesen otorgado. Es decir, la forma de los actos jurídicos se rige
por la ley del lugar donde estos se verifican. Cabe establecer que por acto debe
entenderse el hecho o acción jurídica, la declaración de voluntad. “Este criterio se ha
mantenido y se acepta ante la imposibilidad en que se encontrarían los individuos que
tuvieran que ejecutar operaciones jurídicas en el extranjero, sino pudieran acudir a las
formas del país donde se encuentren. Es por lo menos, muy difícil conocer las
formalidades exigidas por la ley del país donde el acto deba producir sus efectos, y en
muchos casos, será imposible al extranjero llenar las formas que su ley nacional
determina, pues podrá ocurrir que las autoridades del país, se nieguen a intervenir en la
forma y modo que exija la ley del extranjero, exponiéndolo así a nulidades por carecer de
algunos requisitos legales, imposibilitando de esta manera la realización de actos
jurídicos, lo que equivaldría a paralizar el desarrollo de las transacciones privadas entre
individuos de los distintos Estados.15” Es una necesidad práctica la que obliga a aceptar
la eficacia extraterritorial de las leyes sobre la forma de los actos. El artículo 19 de la Ley
del Organismo Judicial, Decreto Número 1762, aplicable al caso de análisis, señalaba:
“Las formas o solemnidades externas de cualquier documento en que se establezcan
derechos u obligaciones, se regirán por las leyes del país donde se hubieren otorgado. Sin
embargo, los guatemaltecos o extranjeros residentes fuera de la República, podrán
sujetarse a los requisitos externos prescritos por las leyes guatemaltecas, en los casos en
que el acto o contrato deba ejecutarse en Guatemala. (…).16”
La máxima lex loci executionis implica que si el acto o negocio jurídico debe cumplirse en
un lugar distinto a aquel en que se celebró, todo cuanto concierne a su cumplimiento, se
rige de acuerdo al la ley del lugar de su ejecución. Este principio se reguló en el artículo
13
La Ley del Organismo Judicial, Decreto 2-89 del Congreso de la República y sus reformas, vigente en
la actualidad, recoge el mismo principio en el artículo 27 el cual reza: “Los bienes se rigen de acuerdo
a la ley del lugar de su ubicación.”
14
La Ley de Migración y Extranjería fue derogada por el artículo 120 de Decreto 95-98 de Congreso, por
lo que resulta aplicable al caso de análisis.
15
MATOS, J., CURSO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO, op.cit., p. 433-434.
16
La Ley del Organismo Judicial, vigente en la actualidad, regula ésta máxima en su artículo 28, que
reza: “Las formalidades extrínsecas de los actos y negocios jurídicos se regulan de acuerdo a la ley del
lugar de su celebración.”
8
18 de la Ley del Organismo Judicial, Decreto Número 1762 del Congreso de la República,
en el cual se estableció: “La ley del lugar donde los actos se ejecuten, o deban cumplirse
los contratos, rige respecto de su naturaleza, validez, efectos, consecuencias, ejecución y
todo cuanto a ellos concierne, bajo cualquier aspecto que sea.17”
6. Conflicto de Calificación.
Según ARELLANO GARCÍA, un conflicto de calificación surge cuando se producen los
siguientes supuestos: a.)las normas conflictuales de dos o mas Estados son coincidentes
al estipular cuál es la norma jurídica competente para resolver el conflicto planteado; y
b.) no obstante la uniformidad en cuanto a las normas conflictuales, el alcance y
significado de las instituciones son diferentes conforme a la legislación interna de los
Estados relacionados con el conflicto de leyes. Por lo tanto, en los conflictos de
calificación es necesario determinar la figura jurídica alrededor de la cual se plantea el
conflicto de leyes. BARTIN establece que el conflicto de calificación no es más que “un
conflicto acerca de la naturaleza misma de la institución18”. CAICEDO CASTILLA aporta
que calificar es “determinar cuáles son los elementos indispensables para que una
institución jurídica se considere como tal, y no como otra institución19”.
17
En la actualidad, este principio se encuentra regulado en el artículo 30 de la Ley del Organismo
Judicial, Decreto Número 2-89 del Congreso de la República y sus reformas.
18
ARELLANO GARCÍA, C., Derecho Internacional Privado, op.cit., p. 915
19
Ibídem, p. 916
20
Ley del Organismo Judicial, Decreto Número 2-89 del Congreso de la República y sus reformas, en su
artículo 25 establece: “La calificación de la naturaleza de la institución o relación jurídica se efectuará
de acuerdo a la ley del lugar en que se juzgue.”
9
Cabe resaltar que no se debe confundir entre la calificación propiamente dicha y los
conflictos de calificación. La calificación propiamente dicha se produce cuando se
determina el alcance y significado de una expresión legal o de una figura jurídica,
mientras que los conflictos de calificación se producen cuando una sola situación de
hecho es catalogada por las normas jurídicas o por los juzgadores de dos Estados
distintos, como perteneciente a figuras jurídicas distintas.
7. Reenvío.
Señala ARELLANO GARCÍA que el supuesto esencial para que se produzca del reenvío es
la existencia de un conflicto negativo, que ocurre cuando las leyes de dos o más Estados
juzgan como norma jurídica competente a la norma jurídica extranjera. La norma jurídica
extranjera puede ser aplicada como norma conflictual, o puede aplicarse como norma de
fondo. Si se aplica la norma jurídica material o de fondo extranjera no habrá reenvió, por
lo tanto habrá reenvío cuando se aplique la norma jurídica conflictual extranjera. Por lo
que cabe establecer que para que se produzca el reenvío se necesita de dos elementos:
a.) la existencia de un conflicto negativo; y b.) la aplicación de una norma jurídica
conflictual del Estado cuya norma jurídica es competente.
8. Orden Público.
El orden público puede constituir un obstáculo que impida la solución uniforme de los
conflictos de leyes. Se caracteriza porque, habiendo resultado competente la norma
jurídica extranjera, al decidirse el conflicto de leyes, no se puede aplicar por ir ésta en
contra del orden público del sistema jurídico vigente donde se debe aplicar. El orden
público es un elemento que impide la aplicación de la norma jurídica extranjera cuando
es contraria a los intereses de la sociedad.
PÉREZ VERDÍA establece que: “La noción de orden público internacional es contingente y
variable y sufre las influencias del tiempo y del medio en que existe, estando sometida a
una amplia interpretación judicial.21” El orden público depende íntegramente del Estado
dentro de cuyos marcos se reduce y se agota, y solamente concurren a determinar su
extensión principalmente, las necesidades del Estado.
21
ARELLANO GARCÍA, C., Derecho Internacional Privado, op.cit., p. 927
22
Ibídem, p. 930
10
los criterios orientadores, pues ya se dijo que el concepto de orden público es variable en
el tiempo, por lo que el Juez deberá considerar como violatorio del orden público, todo
aquello que, básicamente, perjudique a la colectividad.
CONCLUSIÓN.
• PREGUNTA DEL CÓDIGO DE BUSTAMANTE¿Qué rige si los Estados son parte del
Código de Bustamante, el lugar donde están los bienes o ese artículo? Si los
Estados son parte del Código Internacional de Derecho Privado la norma que rige
en cuanto a la rama del Derecho de Derecho Internacional Privado es la del
artículo 144 del Código de Bustamante. Se estima que la norma anteriormente
citada es una norma específica de sucesiones en el ámbito de Derecho
Internacional Privado que admite ciertas excepciones. Consideramos que debe
aplicarse el Código de Bustamante no solo por ser ley especial sino porque si los
23
Ibídem, pg. 944.
24
Ibídem, pg. 955.
11
Estados son parte del Código y no tienen ninguna reserva implica que lo
aceptaron y ratificaron.
• Los amparistas señalan que no se toman en cuenta al resolver los principios de
“locus regim actum” y “lex loci contratus” reconocidos en la Ley del Organismo
Judicial. El principio lex loci contractus nada tiene que ver con el caso, ya
que________________.
• En el caso de análisis la tesis de reenvío no se aplica pues no se cumple con
los dos elementos necesarios para el reenvío. No hay conflicto negativo porque
las leyes del Estado de Guatemala reivindica para sí la competencia y si no hay
conflicto negativo no puede aplicarse la norma conflictual de otro Estado.
• En el caso de análisis, no se da un supuesto de inaplicabilidad por ir en
contra del orden público, pues solamente se están discutiendo derechos
hereditarios dentro de un proceso sucesorio y en el caso en el que se determinara
que se debe aplicar la ley extranjera y aceptar la validez de la renuncia, esa
norma extranjera no atenta contra el orden público guatemalteco, por lo que no
se podrían invocar ese conflicto como una excepción.
BIBLIOGRAFÍA.
I. Libros
• ARELLANO GARCÍA, Carlos, DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO, Editorial Porrúa,
México, 2008.
• MATOS, José, CURSO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO,Talleres R.M, Guatemala.
• MIAJA DE LA MUELA, Adolfo, DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO, Tomo I: Introducción y
parte general, octava edición, Editorial Atlas, España, 1979.
II. Leyes.
• Código Civil, Decreto Número 106, Enrique Peralta Azurdia, Guatemala, 1963.
• Código de Derecho Internacional Privado, Código de Bustamante, Cuba, 1928.
• Ley de Migración y Extranjería, Decreto-Ley 22-86 y sus reformas, General de División
Oscar Humberto Mejía Víctores, Guatemala, 1986.
• Ley del Organismo Judicial, Decreto Número 1762 del Congreso de la República y sus
reformas, Guatemala. 1968.
• Ley del Organismo Judicial, Decreto Número 2-89 del Congreso de la República y sus
reformas, Guatemala, 1989.
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