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Introduccin
La introduccin del Smartphone ha sido muy rpida en todos los sectores de la sociedad y ha
contribuido a que se desarrolle una mayor dependencia por los celulares, que conectados ahora a
Internet proporcionan un mayor nmero de servicios y se han vuelto imprescindibles para muchas
personas. Pero, son estos aparatos tan tiles como creemos? Estn contribuyendo a una mejor
sociedad o por el contrario estn empobreciendo nuestras relaciones?. Yo creo que el Smartphone
ayuda a la creacin de una realidad virtual que asla totalmente a los jvenes, acrecenta la mala
educacin y una vida social pobre y ficticia y en definitiva es ms perjudicial que beneficioso para
nuestros jvenes
Cmo se puede ver se ha planteado un breve anlisis de la realidad observada por el autor y la
teora que va a defender en el cuerpo de su ensayo. Los objetivos de la introduccin estn pues
conseguidos.
El cuerpo del ensayo
Les dedicamos ms tiempo a nuestros amigos de las redes sociales que a los reales y es posible
ver en una cafetera a varios jvenes reunidos que no conversan, tan solo teclecan como locos en
su terminal. La red y sus entresijos tienen prioridad ante la persona que tienen delante. Ya nadie se
disculpa o pide permiso para atender una llamada que interrumpa una conversacin, ahora lo
natural es dejar al interlocutur con la palabra en la boca incluso para leer la ltima publicacin en
Facebook de un amigo. Esto perjudica las realaciones entre las personas y boicotea claramente la
comunicacin entre personas.
No se respetan espacios, las escuelas, los cines y hasta la iglesia son lugares dnde vemos cmo a
menudo suelan seales acsticas o se encienden luces que delatan que el dueo del aparato est,
con mayor o menor disimulo, atendiendo un requerimiento. Los beneficios que el smartphone
puede dar, como son el de estar localizados, poder comunicarse en caso de emergencia o recurrir a
un callejero si nos hemos extraviado no son tan necesarios como pueden parecer. Antes
utilizbamos telfonos pblicos y preguntbamos a otras personas si no conocamos una direccin.
Si, jvenes, hubo un tiempo en el que preguntar educadamente a un desconocido por la calle como
podamos ir un lugar era lo habitual y no usbamos el google maps.