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LA FAMILIA Y LAS CIENCIAS SOCIALES Biblioteca Basica de Historia y Cultura de la Familia en Cuba Compilacién de Ana Vera Estrada BElioteo ca Daniel Cos io Udlegas BL COLEGIO DE mExico, Centro de Investigacién y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello SuMmanto, Presentacién /8 Pluralidad de los estudios sobre la familia. Franeiseo Chaeén Jiménez /11 y HISTORIA Y FAMILIA La familia: historia de su historia, Maria del Carmen Barcia Zequeira/23. Elqué, el cémo y el para qué de la historia dela familia, Ana Vera Estrada/47 ENTORNOALOSCONCEPTOS Lacomprensién socioldgice del cambio. De la perspectiva simple ala compleja. ‘Mayra Espina Prieto /83 Seminario Permsneats Hispano-Caipano ‘dentidadoidentidades. A propsto del fei, Carolina de la Torre Molina /105 ‘doFamilia,Idetidad Cultural y Cambio Soci Sean eoTreeinccaiae ‘Biblioteca Bisice de Historia y Culeora El pensamicnto sociokigico sobre Ia familia, el parentesco y el matrimonio. Reina ‘dela Pailiaen Cuba Freitas Ruiz/123 ‘Umbrales conceptuales para un enfogue antropolégico del parentesco. Maria. Eugenia Espronceda Amor /143, 1 familia como categoria demogrifica. Maria Blena Benitez Pérez y Marisol» Directors deta Coleccién: Francisco Chacdn Jiménez y Ana Vera Estrada [Béicfdny correceidn: Asunctén Rodda Romero Alfonso de Armas /\62 Diseio de cubiriny digremacn: Gipsy Duguo Esra La perspectiva desde el derecho para los estudios sobre la famitia: el derecho Impresi6n: Editorial Linotipla Bolivar ~ romano, el derecho candnico, la llamada crisis de a familia occidental. Olga Bogoti, D.C.-Colombia 3 Mesa Castillo/195 | _Aportes de la psicologia a los estudios de familia, Patricia Arés Muzio /211 (© Sobre presente edicion: Centro de Investigacion y Desarolo ‘Cronica de los debates. Ana Vera Estrada /230 dee Cultura Cubune Jusn Marineo, 2003, Los autores /239 “Eatimedo lector, le estaremos muy agradecidos si nos hace llegar ‘su opinién por escrito acerea de esto libro y de nuestras ediciones, ISBN: 959-242.059.9, Centro deInvestigacin y Desarrollo ‘dela Cultara Cubana Juan Marinella Ave. de Rancho Boyeros no. 63, Plaza dela Revolucion (Ciuiad de La Haba, 10600, Cuba han dedicado pronto bard doscientos afios a construir modelos para tratar de someter la infinita diversidad de las formas familiares a moldes que faciliten dichas comparaciones, y aiin en la actualidad contintian proponien- do altemativas dirigidas a seguir de cerca los cambios cada dia més acele- rados, echando mano a cuanto nuevo ~o renovado~ recurso téenico y metodolégico surge, favorecedor de continuos descubrimientos. 10 FRANCISCO CHACON JIMENEZ Pluralidad de los estudios sobre la familia HACIA LA SUPERACION DE LAS 4MIGAJAS) HISTORICAS: NUEVOS METODOS ¥ (CAPITAL RELACIONAL No se sorprenda el lector, pero ante la situacién en la que se encuentra el debate, el ya clésico tondtiamos que decir, debate entre la historia y las ciencias sociales, creemos que apenas si es posible llevar a cabo alguna aportacién, sugerencia o nucvo planteamiento que pueda ser de interés historiografico. Y no porque esté agotado, concluido o no se haya avanzado y creado nuevos problemas que merezean la atencidn de los cieatificos sociales," sino porquc el fuerte impulso historiogrfico de los afios setenta (Nouvelle Histoire, Microhistoria) que produjo nuevos objetos de investi- gacién, y finales de los ochenta (1989: caida del muro de Berlin, publicacién el muy citado articulo de P. Fukuyama: «E] fin de la historian y reflexion critica que leva a cabo la revista Annales), no ha logrado superar, todavia, lactapa de caracterizacién, definicién y especificidad de cada uno de ellos. Es por ello que ante los interrogantes clisicos que plantea el perfodo que comprende la sociedad tradicional ode Antiguo Régimen o colonial, como: transicién hacia el capitalismo desde formas econémicas y précticas feuda- les; protoindustrializacidn; formacién del Estado; paulatino abandono de lo 1miblico y lo sagrado hacia la creacién del conceplo de individualidad y de la privacidad unido alo profano, no se puede responder con claridad; lo que ha producido una situacién de inestabilidad tebrica y metodolégica. La conclu- sin es que no se ha llevado a cabo una intepracién en dichas categorias de los objetos y, sobre todo, de las aportaciones que hasta ahora han realizedo tos al proceso hist6rico, La situacién ha transcurrido, en nuestra opinién, "Entre a abundantisina bibiografa que podriamos cite, ereemos quero tanto por el debate ‘queplantean como por larenovacidn einnovacién queofrecen, debentenerseencuente las Feflexiones de B. Lepelit, Les formes de expérience: une auire histoire sociale (sous la siretion de..), Paris, 1995; Camct de croguis: sur la connaissance historique, Pers, 1999; 3. Revel. /eucd‘éohelles: famtero-anaice a experience (sousla direction de.) Paris, 1996, rt dela siguiente manera: algunos objetos, como mujer, ftilia han significedo tuna verdadera revolucién ya que han alcanzado un desarrollo propio queles ha permitido, ademés, establecer solidos lazos de relaci6n interdiseipliner € integrar en el anilisis histérico categorlas y métodos procedentes de otras ciencias sociales. Métodos (por ejemplo: nominativo en lugar de agrogativo, con la enorme trascendencia que tiene respecto a la utilizacion interrelacionada de las fuentes, prosopogréfico-biogréfico; utiizacién tac- noligica de base de datos; reconstitucién de parroquias en lagar de recons- titucién de familias mediante cruces de fuentes; network analysis; exta- blecimiento de redes) que han significado en muchos casos una revisién de las fuentes e incorporacién de otras muchas. Al ampliarse este fundamental ‘campo, la dimensidn interdisciplinar ha convertido en anélisis y aportacio- nes aut6nomas lo que en principio eran nuevos objetos fruto de la relacién centre historia y ciencias sociales. Simulténeamente, y ala vez.que se produ- cian estos significativos avances, se revisaban antiguas lincas de investigacién; tal vez la més significativa haya sido la denominada tradicionalmente como historia politica. A partir de aqui, y desde luego hace algiin tiempo, ‘comienzan 2 levantarse voces reclamando una necesaria integracién en una historia giobal y general. Sin embargo, no parece que el tiempo de las sintesis haya llegado, ni siquiera que esté préximo, Por otra parte, el proble- ‘ma nies tan sencillo ni tan simple y debe situarse en otro plano. La necesa- ria tensién y debate permanente entre macro-micro, general-particular 0 universal-local, se ha visto superada, ampliamente, por la profundidad, éen- sidad y complejidad de la ciencia histérica en una nueva etapa caracter-za- da por la comprensién del sistema de relaciones sociales que explica Ia manera y el modo en que se encuentra organizada la sociedad. InreGRACION: INDIVIDUO, FAMILIA ¥ SocHEDAD Dos importantes aportaciones teéricas han contribuido a potenciar esta pors- pectiva que relega a un plano secundario la elaboracién de sintcsis; al 2c znos aquellas que se entiendan como volver a eseribir una historia genoral con las conclusiones obtenidas a partir de los nuevos objetos ¢ incluyendo ‘un epigrafe o apartado sobre los mismos. Fl problema es mucho més com- plejo y el proceso de interdisciplinariedad no s6lo fa propiciado nuevosob- jetos y con ellos métodas y nuevas categorias analiticas, sino también una reinterpretacién del proceso hist6rico que no puede ser interpretado como ‘una mera agregacién o superposicién, sino como wna mueva y novedosa aportacién. De todas formas las sintesis Hegardn pero bajo esta Sptica y desde esta concepcién. 12 Una de las aportaciones més notables es la que ha permitido a into- _gracién del individuo en los distintos espacios juridicos, politicos y de socia- bilidad, comenzando, precisamente, por la familia y después: casa, parroquia, «gremio, cofradia, concejo y, en general, a comunidad. Evidentemente, cada una de estas eatidades y realidades sociopoliticas presenta y permite, desde la 6ptica de la familia, una serie de posibilidades analiticas amplias en tanto ‘que conceptos como cielo de vida, trayectoria o estrategia, forman parte del andlisis que, a partir del método nominativo y a integrar el objeto familia en la necesatia explicacién de la organizacién social, le otorgan una dimensién temporal y genealdgica vertical a la vez que horizontal desde el punto de vista relacional entre los individuos de una comunidad, Qué duda cabe que cada una de las palabras y los términos indicados requiere una precisién contextual y su significado es muy diferente en un periods histérico deter- minado, en un espacio concreto y dentro de un grupo social preciso; es por ello que no puede entenderse el enfoque que suponen los concepios citados sin tener en cuenta una contextualizacién como la que acabamos de indicer. Es aqui, es decir, en la creacién del objeto, en Jas nuevas categorias analiticas, en Ta renovacién de los métodos, donde se produce la verdade- ra sintesis en tanto que aportacién y creacién de conocimienios a la orgae nizacién social, El resultado es siempre una mayor complejidad, que en tuna primera etapa aparecié como una desintegracién en «migajas» de la historia; y después, como la necesidad urgente de realizar sintesis que lograsen evitar que la historia detivase en el Sherlock Holmes de los microhistoriadores. Enfoques, desde nuestto punto de vista, erréneos, pues no logran superar una etapa primaria del proceso interdisciplinar de las cciencias sociales. Por lo que es necesario insistir en la necesidad de pro- seguir ampliando las enormes posibilidades que ofrece ol caricter interdisciplinar en el que las ciencias, en general, y muy especialmente las sociales, han situado su orientacién, Algunos autores han llegado a plantear la necesidad de dirigi las in- vestigaciones hacia la desdisciplinariedad como objetivo clarificador de cada cienoia. Esto significaria una vuelta atrés. Consideramos, ademas, que ¢l camino recorrido ¢s irreversible. El problema es ol de ajustar los métodos adoptados de otras ciencias sociales a las categorias y 2 las fuentes de cada diseiplina, considerando que en el caso de la historia, el tiempo, el contexto y las diferencias espaciales y de sistema social en cada periodo, obligan a ‘una rigida y profunda critica de fuentes y de métodos. Como indicaba Gerard Dalille, el historiador no puede ser el antropélogo del siglo xv, xvi, xvu, 0 13 xvi Lo mismo se podria afirmar de las restantes ciencias sociales. Sin embargo, las categorias analiticas y conceptos como reproduccién social 0 movilidad social, o métodos como microhistoria, redes sociales, han poten- ciado de una forma exponencial, en sentido comprensivo y explicative, el analisishistorco. En cuanto a la segunda aportacién, es importante espevificar edo desde cada disciplina la familia ha tenido su propia evolucién, No se trata ni pretendemos llevar a cabo un recorrido temporal del proceso de relaciéa entre historia de la familia y otras ciencias sociales, lo que nos interesa cs fa manera en que ha sido integrado el concepto y la realidad familia en el anilisis historico; es decir, qué factores y elementos propios de cada disci- plina ban ido formando parte, transforméndose y de qué manera se ban integrado en el proceso histérico, Proceso que ha tenido varias fases; la primera ha sido la de una superposicién casi caética y que sélo agregaba métodos pero casi nunca andlisis; otra més depurada en la que el historiedor ha conocido y cstudiado los métodos de trabajo de otras disciplinas para aplicarlos a la investigacién histérica dando lugar, entonces, a una adaota- cién mis refinada metodolégicamente a la vez. que sugerente. Un ejemplo de lo que decimos es la demografia historica y la historia de la familie; se han desarrollado sin tenerse en cuenta la una a la otra. La primera implica xno alos individuos sino a poblaciones eateras, y para defini la estructura y Ia dindmica de éstas se ve obligada a dejar de lado um cierto mimero de factores que definen el sentido histérico y sociol6gico de los comportamien- tos demogrificos y que permiten definir la naturaleza de la relacién entre heterogéneo y diverso, Sin embargo, es posible llevar a cabo y deducir determinado tipo de comportamiento si, por ejemplo, desagregamos los da- fos de una poblacién concreta segiin grupos de edad, actividad del cabeza de familia, y los relacionamos con el tamatfo y la estructura del hogar, el niime- 10 de hijos y la mencionada activided.’ Fn cualquier caso, si quisiéramos profundizar y conocer y comprender qué elementos culturales explican de- terminadas funciones y decisiones, es el contexto en sentido amplio con una | plena incomoracién del andlisis histérico el que puede llegar a deducit dicha realidad, Estas perspectivas han superado, ampliamente, los origenes | de los estudios de familia y de demografia histérica. Dos orientaciones, dichos comportamientos y sus contextos socioecondmicos y culturales.Por ‘otro lado, muchos historiadores de la familia conducen sus investigaciones y definen su abjeto de estudio de un modo que implicita o explicitamente hace abstraccién de su representatividad, Este problema y el de la comprension de los factores econdmico-sociales y de rafz cultural que explican la dinémi- ca de las poblaciones es de origen y solucién relacional; ésta depende ¢e la capacidad que tengan los cientificos sociales para desarrollar concextos cestructurantes que especifiquen la naturaleza de las multiples relaciones © interacciones entre sistema demogréfico y su contextualizacién. En ocasio- ‘es se ha intentado buscar respuestas sobre comportamientos doméstions o de los regimenes demogréficos. En ambos casos, la imposibilidad es estruc- tural en tanto que estos comportamientos se reficren a individuos y a grupos sociales coneretos, mientras que un andlisis demografico o de estructura del hogar implica a la totalidad de una poblacién que tendré un carécter 2 G. Dell, Famille ecproprigté dans le rayaume de Naples (evra sécles). 14 como hemos sefialado, escasamente relacionadas pero absolutamente ne- cesarias ¢ integradas en el problema historiogrifico. La dificultad se ha planteado durante mucho tiempo en Ia escasa uilidad para Ja historia de la familia quo suponia la familia conyugal biol6gica. S6lo cuando laidentifica- ‘cién nominativa se ha convertido en el método de trabajo y el cruce de fuentes, apartirde a misma teconstitucion de Henry-Fleury de fchas de fami- lias puesto en prictica a finales de los afios cincuenta, se ha producido una ‘erdadera renovacién teérica ‘FAMILIA ¥ CIENCIAS SOCIALES La familia comienza a ser tenida en cuenta de la mano de la sociologia a finales del siglo xre y principios del xx. Tras las aportaciones de Durkheim o Le Play se comienzan a deshacer los mitos sobre la pervivencia de la fami- lia tradicional y la ruptura que originaron los procesos de industralizacién, urbanizacién y migracién. Pero la sociologia privilegia cl andlisis de las fun ciones, por lo que su interés se ditige a precisar el cambio y la pérdida progresiva de éstas en una evolucién histérica. Con esta orientaciéa la con- tribucién de la sociologta ha parecido limitada, ya que su cardcter finalista con la progresiva pérdida de funciones produce um aislamiento tedrico que, sin embargo, ha sido incorporado en los estudios de familia en una doble vertiente: a partir de profundizar en aquellos factores que explican el distin- to tipo de funciones econémicas: consumo, produceién, herencia, transmi |_ sida, mereado y otras en rclacién con las familias; o demogrificas; o bien sociales: formas de organizacién, constitueién de grupos; todo lo cual for- ‘marfa un primer anélisis social, La influencia de la sociologfa ha derivado a °F. Chain Jiménez, J. Hurtado Martinez ea, «2 famille dans le Méitenanée occidentale», ‘en Annates de Demographie Historique, 1986; P. Chacin, «Notas para el estudio de fa familia en laregién de Murcia durante el Antiguo Régimeno,en J. Cases, F, Chaokn Jniénce etal. La familia en la Esparia mediterrines (siglas Wm), +R Rowland. Popularao, Familia, Sociedade, Portugal, seo XIXXX, Lisboa, 1997: 5. 15 tun segundo plano de mucho mayor interés: me reficro al método de la so- ciologia funcionalista norteamericana de los afios cincuenta: nemork analysis a sus derivaciones sobte los procesos de movilidad social. Apli- cados y proyectados a la realidad familia permiten considerar conceptos ‘como estrategia, ciclo de vida, que no podirlamos considerar adscritos auna in{luencia exclusivamente sociolégica; tanto la demografia histérica como un enfoque genealégico de orientacién demografica y social permite avan- zar, profundamente, en su conocimiento. Y a partir de aqui, nos parece neeesario mostrar, por una parte, las distintas articulaciones y relaciones ‘queen funcién de Ios distintos niveles sociales, espacios, contexto juridico y ctapa histérica concrete, explican comportamientos y diversidades sceia- les, De esta manera, se explican las distintas situaciones de cambio sozial, teniendo en cuenta que se pueden producir cambios idénticos en contextos totalmente diferentes. Es importante detectar qué mecanismos producen ‘estos cambios y a partir de qué grupos sociales y con qué estrategies, fines ¢ intereses. El matrimonio se erige en instrumento bisico y fundamental, Investigary analizar eudles son los criterios sociales y econdmicos de ele cin de cényuge y en qué momento y bajo qué circunstancias cambian, es una explicacién que nos introduce en ls conformacién y configuraciéa de las clases sociales. No se trata, en nuestra opinién, de un concepto y una realidad que exija esperar a las revoluciones burguesas y a la redacciéin y proclamacién de las constitueiones del siglo xn« para confirmar su presea- cia. La homogeneidad de intereses y las relaciones de dominacién, plasma- das en jerarquias, explicitan con claridad intereses bien diferenciados pero ocultos, a la vez que integrados en las relaciones clientelares y de patrenaz- {go que establecen lazos y vinculos que pese a su verticalidad y dominio sguardan el sabor de su origen medieval, es decir, feudal, en cuanto al carée- ter donativo y mutuo de ctiado y seflor. Es desde esta realidad, desde le que se configuran redes de cardcter econsmico, social y de poder, atravesadas y tefidas, logicamente, por el parentesco, en las que los individuos, en defen- 5a de los intereses de las familias, aparecen como wna articulacién fimda- ‘mental a estudiar en profundidad y a desvelar en las relaciones de poder, tanto en las comunidades locales como en las elaciones entre la monarguia ¥ los poderes intermedios y locales. ls aqui donde tiene todo si sentido e1 Jevantamiento de genealogias sociales que desde una perspectiva antropol6gica, sociolégica y demogréfica permitan dos cosas fundamznta- les: primera, una identificacién nominativa de los individuos insertos en su espacio social, de actividad y de patrimonio y, en segunda, su integracién en cespacios de una mayor dimension y posibilidades analiticas. Me reficro a 16 las redes pero en sentido multirrelacional y con el objetivo de detectar los | mecanismos de control y dominio social y politico. ‘Tres perspectivas constituyen un primer paso en la renovacion | historiografica que a lo largo del siglo xx ha tenido lugar en la historiografia | sobre familia y que explican, ademds, Ja potente y estimulante situacién | actual. Primera, el método de reconstitucién de familias de 1956; segunda, Jo que supone la obra de Philip Ariés, no tanto su conocido libro sobre el nifio +y la vida familiar en la sociedad de Antiguo Régimen [1960], como su traba- | jo respecto a las actitudes de la vida [1948]; y ea tercera, el grupo de | Cambridge, que creado en 1964 por P. Laslett y A. Wrigley, produce la mas » influyente de las aportaciones metodoldgicas. Es decir, entre 1956 y 1972; | entre la publicacién de Des registres paroissiaux d histoire de la | population. Manuel de dépouiltement et d’exploitation de I'état civil “ancien y Household and Family in Past Time, transcurren 16 afios, du- + rante los cuales se sientan las bases de la historia de la familia y de los > instrumentos tedricos que significan la renovacién de la demografia histori- | cay los intentos de acercamiento, hasta ahora bastante intitiles. Un segando | paso con dos vias se dibuja en el panorama historiografico: por una parte, la ‘ antropologia, verdadero cemento de estas tres incompletas, pero basicas ‘ miradas y, por otra, la creacién, a finales de los setenta del método nomina- | tivo’ y de la microhistoria. Ademis, no se debe plantear de manera aislada | larelacién historia de la famnilia-ciencias sociales. Debemos de referimos al | matrimonio, la variable més sociolégica de todas las demograficas y en la | que cristalizan estrategias sociales de alianza y parentesco; transferencias | econémicas y de propiedad y, por supuesto, de poder. Precisamente, la i antropologia aporia a la historia de la familia uno de los razonamientos y " explicaciones fundamentales para la comprensién del proceso histérico. Si '| anteriormente sefialdbamos el periodo 1956-1972 como clave en la relacién historia de la familia-ciencias sociales, al hablar de antropologia tenemos que remontamos a finales del siglo xrx. Los sistemas de filiacién y las reglas - del parentesco son Ia base sobre la que se levanta el complejo edificio de cualquier organizacién social, La puesta en marcha de los mecanismos dela _alianza se configura alrededor del matrimonio, y es aqui donde la relacién. con la antropologia alcanza sus méximas posibilidades. El parentesco, en palabras de Joan Bestard, es un vchiculo de relaci6n y solidaridad social que implica no separar la corresidencia del conjunto de relaciones de * Ph, Atiés. Histoire des populations francalseset de leurs atitudes devant la vie depuis le a siecle, Pati, 1948. C. Ginzburg y C: Poni. dll nome il come..», Quaderni toric, 40: 181-189, 7 mod parentesco.’ Precisamente, es el parentesco el que otorga su pleno seatido | a la idea de familia, Se superan los limites del hogar, y es la alianza y los vinculos y 1azos familiares los que operan. Las relaciones de parentesco intervienen activamente en los procesos hist6ricos de formacién de grupos sociales, y han jugado un papel muy activo en Ta conformacién de clases sociales. Gerard Delille plantea en una reciente nota ertica,! el cambio de todos los mecanismos tradicionales del sistema social: especialmente, la | separacién hermana/hermana con destinos econémicos y matrimoniales separados ¢ independientes, 2 lo que se une la proliferacién de los matimo- nos consanguineos y cereanos con priticas (sororato, levirato) habitaales ahora (finales x1x, principios del xx), pero probibidas, tradicionalmente, po Jas norinas de ia Iglesia. Su significado es fundamental: Ia cercania del parentesco 2 través de matrimonios supuso la posibilidad de construeci6 de redes de relaciones que con la concentracion de capitales daban lugar intereses a defender dentro de clases sociales basadas en dinastias farlia res. Como, por otra parte, el proceso histérico ha dejado claro las estrategias, Jaalianza y la relacidn clientelar y de patronazgo para acceder al control de Jos recursos, se crea una cultura y una préctioa de las relaciones familiares. 1a extraordinaria sugerencia de Gerard Delile y de Joan Bestasd, os | Ja ruptura de este sistema a través de la explosién de consanguinidac y de Jos matrimonios cercanos que favorecen la conformacidn de las clases so ciales. Explicacién novedosa respecto a las definiciones tradicionales de orden politico que, 1égicamente, no se pueden separar de las estrategi familiares y econémicas. Pero donde se proyecta con més claridad Ins rela-_ ciones entre historia de la familia y ciencias sociales, todavia, y convicrte ‘en més necesaria ain dicha orientacin, es mediante la construcciéa yerea- ‘cién de conceptos que, una vez reelaborados en su praxis e integrados, por, tanto, cn el andlisis histérico, son proyectados sobre el pasado. Pocemos seftalar que la sociedad earopea anterior a 1789 se configuraba y organiza-_ ba como estados, entendiendo por tales: distinciones y consideraciones cul- turales con proyeccién social y précticas de privilegios y exenciones que se, inician en propio nacimiento y, por tanto, se heredan; ios individuos, orga nnizados de esta forma se integraban en corporaciones que regulaban I vida politica y social. Desde esta deseripcidn, conceptos como reproducciin so- ial o movilidad social son contrastados a través, por ejemplo, del levanta- "4, Bestar, «Antopolgi iso: ganas consideracione en ome sa hits dela families Buran, en 8. Casio yR. Fema coos). Miorta Svea y Clee Stale * Dull dRélesicos sre Sytine Européen da parentée eT elanos Annales "HSS, maa 2001, 2: 362.380, 18, miento de genealogtas sociales que intentarém medir los procesos de domi- nio, dependencia y desigualdad. Pero la genealogia es algo més que un étodo, y en su parte conceptual se integran el ciclo de vida, la trayectoria profesional de los individuos que no se debe particularizar sino insertar en uncontexto més amplio de familiares y de alianza para entender, entonces, la trayectoria individual y, finalmente, la estrategia. Aqui se explicaria el concepta y las posibilidades tedricas que ofrecen, como método de andlisis pero sin convertilo en una explicacién univoca, las redes sociales. ay que entender la familia como algo mas que un fragmento de una historia social dividida. Pero nuestra obsesin ser siempre la misma: com- prender la organizacién social. Dos grandes sistemas de estratificacién de- ‘bemos de emplear: el basado en el linaje y el que tiene a la riqueza como criterio. Ahora bien, a historiografia nos ha indicado con total claridad, la relaciéa, la estrecha relacin de ambos. No se pueden entender existiendo aislados. Pero la tiqueza no hay que medirla en términos monetarios, con ser importante, sino de amistad y relacién, Estos permitian obtener gracias y mercedes, desde las que finalmente se consegufan suculentos recursos y bienes patrimoniales. Més que relacién es superposicién de ambos valores: recursos y relaciones; y ambos imprescindibles. Su escisidn es un rasgo Gistintivo de la presencia de otros valores ea la justficaciémy legitimidad del orden social. A partir de lo heredado se adquiere un determinado status; con el que se sitian los individuos en Ja eseala social, Pero individuos que no | permanecen estiticos y que en contextos especificos buscan y procuran para ellos y sus familias y para el grupo al que pertenecen, la promocién social. El e6mo, los medios y las estrategias es, precisamente, nuestro tra- bajo como historiadores. El status al que acabamos de referimos, en la sociedad tradicional sc hereda, mientras que se adquiere en la contempord- nea. Ahora bien, éste es uno de los eambios y transiciones que con cierto caréeter finalista algunos autores plantean dentro de una explicacién evolu- tiva de la familia afectada por procesos civilizatorios. Asi, de una sociedad basada en los vinculos y lzzos personales a otra busada en laiqueza y el poder que conlleva el dinero; ode una sociedad basada en lacasta y el patronazgo en la que a los hijos se les valoraba como hombres de armas y mantenedo- res de un grupo doméstico y familiar a un mundo de mercado, venta de servicios y profesionalidad. Ottos procesos se articulan alrededor de la se- paracion entre sagrado-profano, pliblico-privado y heredado-adquirido; en cualquier caso se trata de perspectivas generales que precisan estudios de caso para una comprobacién empirica a la vez que integracién en cada coyuntura y contexto, para lo cual hay que medir bien la escala de andlisis ue se utiliza y revisién de fuentes y utilizacién de nucvas, 19 En definitiva, nos encontramos ante un objeto en construccién, en ol que su relacién con otras ciencias sociales no deve entenderse como un proceso de agregacién o superposicin de métodos y categorias, sino como una realidad y explicacién insertada plenamente en el proceso social de reconstruccién ¢ identidad de cualquier organizaciéa social. Que, ademés, intenta otorgar el verdadero protagonismo no a los grandes procesos hist ricos de earicter genético, sino 2 los actores sociales protagonistas an mos de realidades que comprendian por Ia inmediatez, de los mismos y su falta de preparacidn, pero que la historia y, en este caso, la historia de k familia tiene la responsabilidad de recuperar para conocimiento y explica- cidn a las futuras generaciones. Historia y familia Brsuiocraria ‘Casey, JF ChacdnFiménezeta (1987). La familiaen la Espa medterine (igles 0-279, Barcelona, Critica. Castillo, . y R. Feménder (coords, 2001), Hisiora Social y Ciencias Sociales, Milan, Leis. Delile, G. (1985). Famille et propriété dans le royeume de Naples (evt-mé siéele), Xome= Paris, Boole Frangaise deRome Editions del" EHES, | ; ' ; MARIA DEL CARMEN BARCIA ZEQUEIRA La familia: historia de su historia Desde los afios setonta del siglo xx, los estudios relacionados con la familia ban centrado el interés de las ciencias sociales, especialmente de la socio- logia y dela antropologfa, sin embargo la historia, que puede ser considera- <éa como la mas antigua de estas disciplinas, se mantuvo displicentemente al angen de esa experiencia, por lo cual disfiuta en la aetualidad de una paraddjica circunstancia, al se la iltima en acceder a estos estudios puede usufructuar los resultados alcanzados, buscar antecedentes y refular con- clusiones sobre a base del analisis del pasado. La ausencia de los estudios sobre la familia en tus ciencias historicas ro es incongruente, porque desde Herodoto, su iniciador, hasta Von Ranke | y sus seguidores, los intereses de la mayor parte de los historiadores se | Girigicron esencialmente a relatar las aeciones de las grandes figuras y sus | conductas en Ia esfera piblica.' Para estos estudiosos, verdaderos cronis- i tas de hechos y hazatas, la funcién del historiador consistia en relatar la historia de los grandes acontecimientos politicos y de ls lideres més impor- ‘antes, en tanto la fimilia, institucidn privada por antonomasia, dominio de la :mujery su prole, no ocupaba ningiin espacio en ese diseBio piblico y mascu- "lino. El inicio de los estudios sobre las familias con una proyeccién esencial- | mente histérica ha estado intimamente vinculado a Ia historia social, razén | por la cual no puede concebirse al margen de la expansién y el desarrollo de | esta especialidad, Esta cuestidn explica que la atencién sobre esta temética no se haya conctetado hasta finales de los afios cincuenta del pasado siglo, | a pesar de que desde mucho antes, en el xx, los folkloristas y anticuarios | europeos habian hecho estudios relacionados con la gente comin, | __ También debe destacarse que aunque a inicios del xx habian comen- | 2ado a producirse algunos contactos entre historia y antropologia c historia _ y sociologla, la primera aproximacién cientifica de la historia alos estudios | sobre las familias se produjo a través de métodos relacionados con la " También existia una histori cultural que se remonta.a la segunda mitad del siglo xvnr eon Burkhard y Huzings, destinada a estudiar los grandes paradigms del rte yl literatura, ve podtarelejar algunos aspectos relacionados con las lives Failises 23 ‘demografia a la cual consideraba peyorativamente, junto a otras disciphinas, como su «auxiliary. Para las consideraciones que pretendemos realizar en este trabajo deben ser esclarecidos dos presupuestos: el primero se relaciona con la definicidn de historia social, el segundo con la imperiosa necesidad ¢e in- cluir la historia en los estudios sobre las familias, pues Tos fundamentos, particularidades, relaciones y formas de manifiestarse de estos miicleos so- | ciales, s6lo pueden encontrar una explicacién arménica y consecuente & | partir del estudio de su deveni historieo L_NOS REFERIMOS? 2A quit mstonta soci ‘Accederemos a la primera pregunta decantando, por negacién, una su7ues- ‘a variante de la historia social, la global y generalizadore, que resume una | visién de conjunto capaz. de interrelacionar los fenémenos econdmicos, po- “9 + Historia socioeconémica, en la cal predominaba la economia, con respecto ‘a otras ciencias sociales por el desarrollo alcanzado por esa disciplina. Influyeron también en su auge ef marxismo y a escuela histérica alemana, Eneste contexto se inscriben los trabajos de M. Rostovtzefl,’ H. Pirennc,* y A. Dopshs,” entre otros. Resulta cvidente que a finales de los afios cincuenta se inici6 un acelerado desarrollo en las ciencias sociales propiciado por la coyuntura politica. La eclosién simulténea de diversos movimientos revolucionatios, unia al in- ceremento de las Iuchas por la emancipacién de los paises coloniales, hizo imptescindible su estudio que inexotablemente resultaba imbricado coa el ambit de la historia, Esta situacién cobré importancia en la década de los aijos sosenta, influyendo en gran medida en fa recuperacién del pasado que asumieron la sociologia y la antropologia entre otras ciencias sociales, al tratar de buscar en etapas pretéritas, mediatas o inmediatas, las causas y iticosy soviet. Esta fora de presentr la historia no es portadora, sobre | eices de ls acontecimientos que se estaban produciendo todo por su abordaje metodolégico, de la connotacién que frecuentemente —_~Paralelamente al auge alcanzado por los estudios econdmicos, que se le atribuye como historia social, aun cuando, por su objeto de estudio, buscaban en esta esfera las razones de tanta inestabilidad, se evidencié la aborde todo lo acaecido en Ia sociedad? | necesidad de profundizar en ottos motivos y de estudiar dngulos relaciona- ‘Esta salvedad no resuelve el problema en cuanto a su precisién, pues | dos con el sujefo, que la historia tradicional habla marginado, Emergieron ‘como sefiala Hobsbawm: «la Historia Social ha sido siempre dificil dedefi- _entonces los estudios de género, que fueron copados por las ferninisias: los, nin. Este autor establece, sin embargo, un antes y un después, en el cam- | raciales y étnicos, sobre todo en lo relacionado con los negros y los mesti- po de accién de esta ciencia, en esta direccién establece el deslinde en los | 70s; la vida cotidiana del hombre comin; y el imaginario de diferentes ¢pocas. afios cincuenta del siglo xx, pues considera que antes de esa etapa labisto-, ‘En ese contexto, conceptos y métodos acuilados por la sociologfa, la ria social se expresaba a través de algunas formas que pueden considerar- antropologia y otras disciplinas, asi como el aprovechamiento de nuevas ‘se como variantes, que incluso no exclufan ala historia global: | téenicas que favorecieron la utilizacion y el procesemiento de datos masi- + Historia de los pobres, ode las clases «bajas», que inclufa sus movimientos | ¥°S; influycron en el desarrollo de Ia historia social. sociales, ideas, y organizaciones. Hasta donde he podido conocer esta) Desde los afios sesenta, a diseiplina que nos ccupa ha transitado por especie de historia de los trabajadores no abordaba la esfera prvada, | diferentes modalidades y ha recibido influencias que la han hecho incursionar BJ, Hobsbawn. Essays in Socal History. oe * George M. Trevelyan, English Social History. 24 25, ioe a eet masivo de datos cuantitativos, sin excluir que en miltiples ocasiones este | af Present y el desplegado por el colectivo del Workshop History. A través procedimiento condujo a resultados escasamente confiables por descono- | de las acciones, discusiones y contactos de los individuos que han integrado cero recusar el contexto sociohistérico que les habia dado origen. Parzlela- _ estas escuelas fueron apareciendo nuevas formas de ver los problemas, mente la vieja narrativa se vistié con nuevos ropajes y téenices de _ aristas que antes no habjan sido abordadas y métodos novedosos que intro- intertextualidad y de esta forma adquirié un cardcter novedoso; y el eon, dujeron nuevos matices y concepeiones en el abordaje de la historia social, cepto de red, no como simple metafora, sino como network analysic, co- , coBtribuyendo a enriquecer sus contenidos. ‘menzé a fayorecer los estudios de parentesco asf como los de clio [LA FAMILIA No PUEDE SER COMPRENDIDA AL MARGEN DE LA SOCIEDAD aatraumendaranes | Antes de entrar en el (ema especifico que nos convoca, es decir en la ee ee | historia de familia, quisiera insstr en los aapenton que carasterizan a Seproresiase eson Sutras po martsmo més dowméticn 9°47. isiovia y la diferencia de otras cieacias sociales En esta drcecin es Pape arama oatars Fee earners cue tg imiprescindible subrayarel tiempo cronolégico real como una do ss dimen. ee ee ee room, siones, Ia principal, y también cl espacio en que se producen los inverse de ar lcovGmico base auperestruciuray en abit eace/On con” ( contecimientos, Aunque los avonteimientoseonsttuyen la sustancia da trac deteminisine econtmico’’ Ea sia nueva direccién se ubioa la 4600 9 Fria gy sustania inmanente, estos se desenvueiven en ua tiempo y en nina orig a ey Gem Peter Burke” Natl Zemon Davies yn espacio concretos, evestiéa que tiene que servr de base a cualquier y Roger Cartier no difiere de la historia social, incluye diversas vata coin, El andisis de ls estructrasy sus interconcxiones, de los me, tes como la nueva narrativa; una historia politica diferente, capaz de’ bascar 2 Ag. _ canismos de persistencia y de los de cambios son importantes, pero los sus raices profundas en la sociedad; la vida de la gente comtin y sus pric- | delog enerales tienen que derivarse de las realidaes articulaes yde ticas cotidianas; y la historia de los grupos subalternos, marginados y margi- 1. scansformaciones concrets que se desarrollan en un tiempo y en un nales, Estos nuevos presupuestos pueden ser asumidos a partir de la) io determinados, microhistoria, y su principio holistico; de la historia de las mentalidades 0 1a historia social estudia grupos de gentes organizades de diversos como se la denomina més recientemente de las representaciones; ¥ del sas Tistos pueden ser defini idos en términos sociol6gicos, antopoldgicos, construceionismo, que plantea que fa sociedad resulta inventada pucs 0 sicotdpioos y también estadiados deade estas perspectivas, ya sea en and cdifica a través del discurso de las difereates clases, secores, BTUPOS © isis sinerénicos, que no tienen en cuenta sus antocedentes, como meras individoos, : fotos 0 cortes instanténeos; o en procesos de mediano o largo alcance don- En el desarrollo experimentado por los estudios de historia social de- > de la diacronia permite estudiar el devenir; pero en cualquiera de las dos ben tenerse en cuenta el papel desempeitado por el grupo de los Anaies, el i variantes, para la historia son fundamentales las relaciones de los indivi- ejercido por los cientficos ingleses agrupados en tomo a la revista Past duos, de sectores, delos grupos yde las clases sociales en el tiempoy en el " espacio. También desempefian un papel importante en esas vinculaciones * Este procedimiento fuc implementado por un grupo de antroplogos sociales britinicos & § otros factorcs, como son las tradiciones, las formas concretas en que sc [Benton es mas est nna consis peed ws | POUCE el cambio social y la manera en que estructura la movida en os ‘comunidades tibales, al ser uilizados en el estudio de sociedades complejas, “estamentos y de las capas y clases sociales, * Ens diecin ea fundamental eritero del historador maria EP. Thompson Se puede hablar de sociedad como concept, como referente general Re eee ia a tens eon cea ements esitico y debe ser abandonsdo S56) Je una etapa, o como fendmeno especifico, pero esas abstracciones tienen Petr burke. oer his sce clue ira Sct: 105-14 | ue estar precedides y refrendadas para a historia por andlisis pariculares, "Natalie 2emon Davies «ss formas de a Historia Social, en Storia dellastorioraia. _eapaces de demostrar que no se trata de simples especulaciones, sino de " Roger Chater, Emundo como representacion Hisioria cultural enrepricica yrepre-.estudigs realizados solve bas wdolbgicas y factuales que los susten- sentacion. Ver también swarticulo «De lahistoria social de la cultura la historia caltural de | Pal ses metodologicas y fact que los sus Sposa ea Hisworia Soni 97.103, | 1; sblo de esta forma pueden crearse modelos vilidos para las diferentes 26 27 dinimicassoviohisticas. Estes cuestones tocan de ceca las relacionesy | __ Aunque antopologia es consideradn como Iams joven de as cien- también las diferencias entre la historia social y la sociologia historiea 8, cias sociales pudo relacionarse con a historia desde mucho antes; de que Charles Tilly"*e Inmanuel Wallerstein," considerados frecuentemen- _ ste fructifero encuentro no se produjese con antelacién se encargé Radcliff te como representantes paradigméticos de esta titima disciplina, han rehu: Brown, quien consideraba que eran disciplinas muy diferentes euya sado definirla, pero admiten que su objetivo esencial es hacer explicita la vinculacién no reportarfa beneficio alguno. Sin embargo Evans Pritchard, relacidn existente entre a teoriay la historia y dar expresién al didlogo entre | las hipétesis conceptuales y la investigacién conereta de hechos histéricos, ‘Algunas diferencias entre estas dos formas de interpretar la sociedad, _ consideradas sustanciales por algunos estudiosos, se fundamentan et. que lasociologfa histérica utiliza el método inductivo cn tanto l historia social ‘emplea el deductivo; que la primera se asienta esencialmente sobre fuentes secundatias, en tanto Ia segunda se vale de las primarias; que wna hacz ous | explicaciones «desde afueray, en tanto la otra las realiza «desde adentron, gue la primera generaliza, en tanto la segunda particulatiza, Pero todc esto es cuestionable, en tanto depende de cada investigador. Charles Tilly, por ejemplo, ba basado sus trabajos en pormenorizadas biisquedas de hechos histéricos, ha reconstruido la realidad pasada y sobre ésta ha formulado consideraciones teGricas, en tanto otros estudiosos de la sociedad como Barrington Moore!*y Theda Sckopol,” pot ejemplo, han realizado fructife- ras especulaciones sobre la base de comparar estudios pormenorizados, realizados previamente por otros investigadores, los cuales han utilizado ‘como base factual para refrendar sus conelusiones tedricas. Estas cozside- raciones evidencian, no obstante, cierto critcrio peyorativo sobre la historia y los historiadores, segin la cual estos éhimos se limitarian a realizar el trabajo duro, es decir, a buscar los datos, en tanto los socidlogos se encarga- rian de interpretarlos. Cabe destacar, sin embargo, que esta supuesta cdivi- sién del trabajo» entre ciencias afines depende, en gran medida, de la for- savin yde os intereses deca estioso del tems, pes mada impide an | historiador teorizarni aun socidlogo circunseribirse a la investigacion empiric, Pero no s6lo la sociologia se relaciona con la historia social, también lo hacen la antropologfa histérica y la psicologia, cuestiéa que sc ha evidencia~ do en lamicrohistoria. : "Ba ineas generales se considera que sus fondadores fueron Marx, Tocqueville, Durkheim ¥y Weber, a pesar de que sus inicativas generlizadoras fueron, por distintos motivo ‘elegadss. Ninguno de clos so planted Ia separacion entre ambas dsciplinas, aunque sus Sepuidores se encargarcn dehacero, Pormucho tiempo la Sociologia abjurd dela historiay |

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