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eogelt , ee ee ee oo ee ee eet retet rey areca oad cambio verbal. También incluye, entre otras co- Pence ee Rte center na ete ‘Cuando comprendemos que dichos elementos son indisociables entre sf, mejoramos enorme- mente nuestra capacidad de comunicarnos con eficacia. era Reo ct Roeser coe Gone ete ngere sc erate eet at corporal, comunicaci6n universal por exce- PR arenes terse minimos gestos, desde la postura del cuerpo ala posicion de los ojos, pasando por el movimiento Res eesere bac ca eee ocala Riererse cnc centre cu Chk ea ico pees ration ear tcc oxeucta Poqieeeen colt uaa roc a ine puedas conocer los secretos que tus interlocuto- roomie ACCS cag Frame toe oR ens ces sy eficaz. Peed 1 OdyvdIno NVNOIDDIVUL aL SOLSHD SNL | ‘CUIDADO! ao p ae 14 ie TUS GESTOS TE TRAICIONAN Ete tey cto) Eeered cs) Namal) ee tld Gmetad Gad Cl jCUIDADO! TUS GESTOS TE TRAICIONAN [inguin parte de esta publiacidn, incu el diseo de la cubierta, puede se reproduce, lmacenada, transmitda 0 utilizada en mane fa alguna por ningin medio, ya sea eldtrio, quimico, mecinico, ‘pti. de prabacin o clectrogeifico, sin el previo consentimiento por eserite de editor. “Titulo origina: ATTENTION! YOS GESTES VOUS TRAMSSENT “Tradacido del faneés por Miguel Portilla Diseno de ponada: Editorial Siro, S.A. Inustraciones: Vincent Gagnon © dela edicion original 2003, Les Eations Quebecor 7, chemin Bates Gutremant (Québec) mnvav7 1 den prosante edicion EDITORIAL SIRIO,S,A. Nirvana Libros .A. de C.V. Ed. Siro Argentina Cy Panaderos, 14 3*Cerrada de Minss, S01 C/ Paracas 59 29005-Milags Bodega 8 Col. Arvide 1275. Capital Federal Espana Del: Alvaro Obregén Buenos Aires México D.F, 01280 (Argentina) wor eitorialsiri.com E-Mail: sirin@editoralsirio.com LSB. 97H-44.7808-560.5 ‘ Depdito Legal: B0.359-2008 Inmpreso en la alleres grifics de Romanya/Valls Verdaguer 1, 18786-Capellades (Bareelona) Printed in Spain Guy Cabana {CUIDADO! TUS GESTOS TE TRAICIONAN editorial piri, s.a. ee eS a oe eC ee ee AGRADECIMIENTOS Exta obra ha sido publicada gracias a los apoyos y mues tras de simpatia de los numerosos participantes en mis semi- narios y conferencias. Por fin puedo hoy presentar este libro, algo que he deseado desde hace muchos afios. Les agrade desde lo ms profundo de mi coraz6n sus muestras de interés su apoyo continuo. No puedo soslayar hablar de la pluma incretble de Stéphanie Lessard, que, sin descanso, ha puesto tanto rig« atencién y pasion en el libro como yo. La suya es una prove sionalidad sin fisuras. Le oftezco una sonrisa que express el mayor de los alivios y mi més sincero agradecimiento. También quiero darle las gracias a Vincent Gagnon, que con sus ilustraciones ha sabido dar vida a los mensajes que tantas ganas tenfa de expresar. A veces he cenido la impresidn de que los textos acompafiaban a las ilustraciones, y no al contratio. Le estoy enormemente agradecido a este joven de gran talen- to por expresar en silencio tantas cosas y por ser el extraordi- nario artista que es. nau ‘Culdado! Tus gstos te traicionan Mi agradecimiento también va dirigido a Sylvie Desto- chers por dedicarme su valioso tiempo y sus comentarios. Y sracias a Jacques Simard, mi editor. por su enorme paciencia y su confianza. Quiero testimoniarles a ambos mi gratitud mediante una inclinacién de cabeza Finalmente, guardo mi agradecimiento mids cordial para los miembros de mi familia, ct e contingan creyendo en mi. Su simple presencia y su calidez me animan a proseguir suefios, Dirigiéndome a ellos, coloco las dos manos sobre mi coraz6n y afirmo: os quiero. PREFACIO (Tienes la impresi6n, sin poder confirmarla de manera concreta, de que tu interlocutor te oculta algo? No podtias afirmarlo con seguridad, pues careces de los elementos que pox'an permitirte confirmarlo més alld de toda duda, pero si tienes el presentimiento de que Ia actitud de esa persona no corresponde a lo que dice, y que incluso da la impresién de estar mintiendo descaradamente. Ten por seguro que tras finalizar la lectura de este mara- villoso libro de Guy Cabana podrés, si inviertes el tiempo necesario y perseveras en la préctica de las ideas y principios que aqui aparecen, corroborar tus impresiones y verificar silos gestos de cu interlocutor concuerdan verdaderamente con el lenguaje que utiliza. Guy Cabana es un consumado maestro en este arte y la lectra de su obra te entusiasmard. En ella todo aparece pre~ sentado con gran claridad. Se analizan todas las partes del ccuempo, igual que todos los elementos requeridos para saber leer ‘os comportamientos subyacentes de cwalquier conver ci6n o para verificar la autenticidad de las palabras cle aquellas ° | ww es es es es meme lc lle sl ‘Cvidado! Tas gestos te traicionan Personas con las que entres en contacto. Incluye un profundo lisis de todos los aspectos de la expresi6n humana y de los innumerables mensajes gestuales y espontineos que acom- Pafian una conversacién, sefiales que el autor nos ensefia a descodificar, pasando por los cambios bruscos en la expresin corporal, las sonrisas, los gestos, las miradas y otras seftales que dicen mucho més acerca de la actitud de quien te habla que las palabras que emplea para hacerlo. Con este libro, aprenderés a escuchar con los ojos y a impregnarte del lenguaje no verbal de tu interlocutor a fin de descubrir una confirmacién de sus propésitos o un indicio que te empujaré a ponerte en guardia. Descubrirds que en el trans- curso de una conversacién entre dos personas entran en accién todas las partes del cuerpo: mientras que ciertos gestos son auténticos y previsibles, la mayorfa son inconscientes y totalmente involuntarios, y revelan una mina de informacio- res para cualquiera que sepa interpretarlos. Este libro interesaré en especial a los profesionales de las ventas ya la gente dedicada a los negocios que entran en con- facto con todo tipo de individuos a diario. También sera de interés para quienes, en el marco de sus funciones, deben comunicarse con otras personas y saber répidamente si el otro esta siendo sincero 0 si su discurso oculta emociones o senti mientos que prefieren disimular. iPero cuidado, sé auténtico!, pues este libro permitira también que todas las personas que lo lean y lo pongan en préctica puedan verificar la sinceridad de tus declaraciones. iDepende de ti si tus gestos te traicionan! Buena lectura. an Michel Bélanger autor de Champion de la vente 0 PROLOGO Las palabras sin sts sn ‘como un cuerpo sa Guy En el transcurso de mis veinticinco afios de ensefianza, v también a titulo de conferenciante profesional, me ha side posible observar a mucha gente y hacerme consciente de uns multitud de mensajes gestuales. Este libro constituye la culmi- naci6n, el fruto de las investjgaciones y observaciones recoxi- das a través de mi practica. Nos invita a comprender el signi- ficado de los gestos involyntarios y a observar a las personas para llegar a leerlas como si se tratasen de un gran libro abierto. Es posible llegar a calar a las personas con gran agude=a tracias al hecho de que el lenguaje corporal proporciona las hherramientas esenciales que permiten interpretarfielmente en mensaje concreto. Este lenguaje silencioso desvela emociones y sentimientos con més transparencia que cualquier palabra pronunciads. Tampoco hay diccionario alguno que pues revelar los pensamientos con tanta claridad como la expresisn corporal u ‘Culdado! Ts gestos te traicionan Hay algo que esté muy claro: la comunicacién no es tini- camente un intercambio verbal. Por mucho que nos esforce- mos, todo gesto involuntario desvela una verdad oculta de una ‘manera incluso més clara que el lenguaje hablado. El proceso de comunicacién no implica tnicamente palabras, sino tam- bign la tonalidad de la vor y las actitudes que van acompaiia- das de gestos. Y cuando comprendemos que esos elementos son indisociables, desarrollamo: enormemente nuestra capaci- dad de comunicarnos con mayor eficacia. Esta forma de comunicacién universal que es la expre- sin corporal aparece traducida en el presente libro bajo forma de guta practica de los diferentes aspectos que la componen. Asi pues, se explica la gestualiclad y la forma de descodificar te lenguaje incretblemente asombroso (a menudo designado con la expresion lenguaje corporal o comunicacién no verbal) A lo largo de este libro descul.ris las lecciones particus lares de los gestos humanos qu* te permitirén eraducirlas en bras concretas, pues examinaremos la autenticidad de los dliversos tipos de comportamientos y actitudes de las personas. Esta obra proporciona las herramientas necesarias para poder ‘slentificar los indicios que alimentan las cuatro categorfas de tos: imprevistos, expresivos, técnicos y mimicos. Todos los dias nos hallamos sumergidos en miltiples situnciones propicias a la observacisn y la interpretacisn de este vocabulario silencioso. Los ojos, la cabeza, las manos, los brazos y las piernas son, entre otras, partes del cuerpo ricas en expresiones que reflejan temore: alegrfas, decepciones, mie- «los o necesidades. Alfinal de su lectura habrés examinado los diferentes tipos «le gestos que pueden aparecer de manera simulténea o suces ‘en una conversacién, Serd como observar por el microscopi¢ I proceso de movimientos inherentes 4 un intercamhio verbal, 2 Guy Cabana y poder descifrarlos. Esta observacién rigurosa de los compor- tamientos y los gestos te permitiré comprender numerosos aspectos de los individuos con los que te comunicas, como puede ser su situacién real o sus verdaderas intenciones. Saber interpretar los gestos de manera adecuada permite desvelar los ‘mensajes verbales con una precisi6n inusitada, Tal y como demuestran los estudios realizados, la gestua- lidad no sabe mentir, y a menos que se sea un manipulador muy habil, los gestos se convierten consciente o inconsciente- mente en un escaparate de nuestros pensamientos, de nuestras impresiones y nuestras realidades. Aunque no de manera intencionada, participamos en esa forma de lenguaje desde que nacemos. Esta obra despeja el camino para alcanzar la comprensién y la descodificacién del lenguaje corporal. Uno de sus objeti- vos es permitirte atravesar los secretos que las personas de tu entorno intentan disimular técitamente, traduciéndolos en estos y palabras. Saber leer e interpretar los mensajes subya- centes nos permite interpretar con veracidad una conversa- iG. Este método de escuchar con los ojos te aportaré muchas sorpresas, un cierto sentido de la a la comunicacién distinta de la que pudieras conocer. Finalmente, no puedo mas que animarte a descubrir y a confitmar por ti mismo todas las informaciones y significados idos en este libro, pues el arte de dudar contintia siendo el mejor camino para aprender o para verificar lo que se sabe. entura y una percepcisn de conte 1B vr re Pe Peer eS eS OS lee Le — a Los mensajes silenciosos En cierta medida, todos nosotros somos observadores. De vez en cuando percibimos una actitud o un gesto particular in que estemos seguros de clusiones vilidas. Aunque el ser humano es que nos llevaa Pov tun espécimen evolucionado, provisto entre otras cosas de la “eros preguntas, extraer cot palabra y la capacidad de hablar, no es menos cierto que en principio fue un animal instintivo y fisico. A pesar de que uti- liza palabras, sus gestos continitan revelando sus verdaderas intenciones y sus estados de dnimo. Desde los principios de la humanidad, el lenguaje verbal ha sido la herramienta de comunicacion més importante ela- horeda por el ser humano. La eleccién de los vocablos y expre- siones que posee -asi como otros etributos, como la verticali- dad y una inteligencia desarrollada~ le permitié elevarse has- ta la cima de la jerarquia animal. Este proceso de intercambio ente individuos incluye las palabras utilizadas en el lenguaje co, y Constituye el principal aspecto de la comunt= oral y es caciSn, El otro aspecto es el del Lenguaje corporal. Por otra parte, la etimologia del término comunicacién nos recuerda que la transmisién ce informacién no consiste "7 | nae ae em ee eee ee ‘Cuidado! Tus gestos te tralclonan simplemente en decir (escribir) o en escuchar (leer) algo: evo- ca una cierta € munién o un compartir ideas y sentimientos fera de relacién mutua Asi pues, la palabra es, entre otras cosas, la accién de ver- en una atmé balizar lo que se desea o Io que se piensa. Mientras que la verbalizacién actéia como un vector de nuestra voluntad de accién o de reacci6n frente a un comportamiento © una pala- br especifica proveniente de otra persona o de un srupo, el uaje corporal traduce inconscientemente la imagen real de lo que sentimos. Estas dos esferas de comunicaci6n -la palabra y el gesto- forman parte manifiesta de la evolucién de la ch arandes historiadores se ponen de acuerdo para decir que la evolucién de la humanidad radica sin duda en la invencién del lenguaje. Hoy en dfa se sabe que la comunicacisn verbal ha sido la esencia misma de la vida en comunidad, Por otra parte, los cientificos afirman que el lenguaje constituye eb Poder més grande sobre su entorno con que cuenta el ser humano. Ahora bien, aunque los paleontélogos hayan demos- trado que 50 000 aftos antes de nuestra era el ser huumano no tenfa disposicién alguna por el lenguaje verbal, la ausencia de palabras no le impidis comunicarse con sus semejantes, diseu- Sr o intercambiar informaciones. En un principio, no podta expr is que gestos, para después conseguir emitir sonidos que acompanasen a esos gestos. La comunicacisn verbal de 0s primeros tiempos no se ocupaba de las los gestos hablaban por sf mismos. En la actualidad, carn tenciones, pero el estudio de los gestos demuestra que el movimiento de nuestro cuerpo sigue formando parte integral le nuestra vida cotidiana. No es necesario ir a bailar o a prac- ticar un deporte para ponerlo en movimiento: nuestro lenge je corporal act 4 como una rosa que libera continuamente un 6 perfume de pensamientos o su propio discurso, Cada gesto es, pues, una seftal que indica la fase real en la que esta sumergi da nuestra conciencia o nuestra inconsciencia, un estado que mantiene una armonfa perfecta con nuestro estado de sinino. Desde el momento en que nos despertamos, nueste0 len= uaje no verbal puede resultar muy elocuente. Por otra parte, es gracias a un ritual de gestos espontdneos como nuestro evi yuge o compafiero puede adivinar de qué humor est: gestos que rodean todas nuestras relaciones estan tan inteys dos en nosotros come nuestro reloj de pulsera, y tienen tans bién la regularidad de sus agujas. Nuestra actitud queda cles velada gracias a ellos, ya que reflejan verdaderamente quigiies somos. Lo mismo sucede en el trabajo: nuestra manera le actuar esta explicando a nuestros compaferos cusil es nuestr actitud y nuestra disposiein a comunicar de manera abierts no, Todos nuestros gestos accidentales son de una frangues asombrosa y no pueden mentir ante nadie que sepa interpre tarlos. Tanto si se esté en presencia de una sensacién de alegrfa como de frustracién, de confianza 0 de desconfiansa acién alguna que escape a la traduccion cor mos. Lo: no hay mani poral. Descubrir y saber interpretar este lenguaje humano uni versal equivale a desnudar a un individuo para conocer su ver dad oculta. é ‘A menos que se padezca ciertas enfermedades fisicas, 10 hay gesto alguno que sea fruto del azar. De hecho, los gestos testimonian pulsiones, emociones y sentimientos, y acon! pafian a la palabra como una sombra reveladora. Los involun- tarios son proyectados de manera inconsciente por delante lel proceso de comunicacién verbal y revelan las verdaderas, intenciones de una persona, sean cuales fueren las palabras elegidas para expresarlas. ‘Cuidado! Tas gests te taicionan i Los investigadores han descubierto que la totalidad de nuestros gestos sirven directamente para mostrar nuestros sen- timientos, aunque el fenémeno de la comunicacién no verbal sign siendo un tema muy complejo. Todo movimiento de nues- {Fo cuerpo proyecta un mensaje el mundo exterior y desem- Pefia un papel determinante en nuestra capacidad de comuni car. En consecuencia, un gest traduce de inmediato nuestro estado de dnimo y constituye un espejo de nuestras palabras o, al contrario, las traiciona a nuestras espaldas. A causa de los iniiltiples factores que concur «n, el tiempo de reaccién verbal tan largo que los gestos rov'ean nuestra conciencia, que no dlispone del tiempo ni de los rredios para impedir que produzcan, En la medida en la que fis intcrcambios verbales puedar: tomarse tan embrollados que el mensaje se traduzea mal o resulte totalmente incomprensible, invertir en la abservacién de este raudal de gestos con la misma intensidad que lo hace- mos en escuchar las palabras nos resultari muy provechoso. aumentaré nuestra capacidad 4 . percibir los verdaderos men. ‘ties subyacentes en ellas. Y los heneficios ligados a esta oabser- vacidin no seréin poc tos se = Ros penniti-4 seguir una conversaciéin con sabidurfa © terminarla con elccuencia, dependiendo del caso, A fin de juzgar adecuadamente las seftales corporales emitidas por los demés, también es necesario comprender la manera en que nuestras propi. s sefiales pueden precipitar las reacciones de nuestros interloc.tores; con mucha frecuencia Feaccionamos o respondemos instintivamente ante afirmacio- nes realizadas por ellos. Dichas sfirmaciones pueden llevarnos " interactuar, y lo mismo sucede con las senales corporales m Guy Cabane En las paginas siguientes descubriremos lo importante que es no dejarse nunca confundir por una reaccién subcons- ciente y evitar todo juicio de valor demasiado precipitado. Un lenguaje auténtico La comunicacién no verbal es una forma de interaccién ‘silenciosa, espontinea, sincera y sin rodeos. Tlustra la verdad de las palabras no pronunciadas, al ser todos nuestros gestos un reflejo instintivo de nuestras reacciones, que componen nuestra, actitud mediante el envio de mensajes corporales continuos. De esta manera, nuestra envoltura carnal desvela con verdaderas pulsiones, emociones y sen- transparencia nuestrs timientos. Resulta que varios de nuestros gestos constituyen una forma de declaraci6n silenciosa que tiene por objeto dar a conecer nuestras verdaderas intenciones a través de nuestras actitades. El lenguaje corporal constituye una demostraciéin me- diane la gestualidad 0 el movimiento, lo que envia una senal explicita o sutil a nuestro entorno, Por ejemplo, quedan al des- cubierto los gestos de impaciencia » de inguietud, como en el casc-del hombre que espera que su conyuge dé a luz en el hos- pitai: mira continuamente su reloj y no deja de andar arviba y abajo del pasillo, a la vez que suspira continuamente, todas elas seftales de ansiedad e impacie cia Un gesto se convierte en mensaje sies visto y si comuni- ca una informacisn espeeifica, como serfa hacer un signo senia- lanl hacia uno mismo con la mano para que alguien se acer- case, 6 mover la mano de i2quierds a derecha para decir hola rare eS Se ee eS eS eS eS ee Cuidado! Tus gesos te ecto Sabiendo que el ser humano cuenta con la facultad de escuchar con facilidad de 650 a 700 palabras por minuto -demostrado por un estudio~ y de pronunciar una media de 150 0 160 por minuto, resulta sorprendente que la mayoria de los mensajes corporales no sean asi ilados; el oyente medio utiliza efectivamente més de tres cuartas partes de su tiempo cen escuchar, eval . aceptar rechazar lo que se le dice. Por ello se sugiere que a fin de maximizar la capacidad de escucha de nuestro interlocutor y evitar que se desconecte toralmente, hay que permanecer muy atento a los mensajes no verbales de desinterés, como mirarse el reloj o frotarse los ojos. Estos ges- tos sencillos demuestran que hay una falta de intercambio 0 que se est utilizando un registro poco emocional. Para convertirnos en habiles comunicadores, es necesario aprender a reunir el miximo de observaciones relacionadas con esas senales, para poder extraer conelus nes y star 30 dependiendo de las necesidacles. Con el mis- mo objeto serfa necesario realizar un nuestro dise rdadero aprendizaje del enguaje corporal, para que nuestros gestos y nuestro discurso mantengan la armonfa. De esta manera se puede logear ser convincente frente a cualquier auditorio, Ante cualquier dificultad para comprender el discurso oral, resulta muy dtil captar las verdaderas actitudes y las emo- iones que una persona nos transmite graciosa y sileneiosa mente mediante sus gestos. A fin de captar mejor el conten do de una comunicacin oral, debemos buscar los gestos que reflejan la misma actitud. Descomponer los gestos que acompafian a lo que se dice permite establecer la relaci6n de veracidad 0 mentira que exis- te entre ambos niveles. Este método de anélisis posibilita la verificacién de la integridad del interlocutor y la identifiea- cién del verdadero mensaje. Nunca hay que olvidar que los 2 estos son los sfmbolos mas esponténeos y elocuentes del pro- ceso de comunicacién. Varios cientificos, como Charles Darwin, el doctor Edward Hess 0 Allen Pease, han establecido que el lenguaje corporal constituye el 87% del conjunto de una comunicacion Este dato deja bastante claro que queda muy poco espacio para la palabra y la entonacién. El reparto de los componentes de la comunicacién se descompone de la siguiente m: 7% de entonacién, 6% de palabras y 87% de gestos. Pocos uc nosotros somos conscientes de que nuestros gestos son ube nnados por leyes biokjgicas muy concretas, algo que tambien ocurre en el caso de las demuts especies animales. De estas leyes que gobiernan la gestualidad, el ser hums. no extrae unas 700 000 sefiales fisicas distintas, de acter con el investigador y antropélogo Edward Hall. Solo el rostr: tiene la capacidad de eomponer 250 000 expresiones distints La mano, por ejemplo, puede comunicar 5000 gestos diferer tes. En el libro del profesor Hall abundan los ejemplos que ilus- tran la variedad de estos gestos, pero resulta imposible, cla esta, explicarlos e interpretarlos por completo. Por esa rainy sdlo trataremos aquellos de los que nos servimos para creat nuestros mensajes de forma cotidiana y normal, y que son los que més interés tendrfan para nosotros. También resulta impensable profundizar en las técnicas gestuales de seduccisn en un Gnico libro, pues los ejemplos, como el hombre que s- ordena la ropa a fin de agradar a una mujer 0 el individuo que camina como un gallo cuyo talento se encuentra en las panto- rrillas, son abundantisimos. Las personas dotadas ~que son mucha comprender con rapidez Ios gestos de quienes las rodean, es decir, aquellas personas que poseen una intuicién en este seti~ tido, son gestualistas naturales. La madre es una gestualista .- para reconocer y 23 = a ee ee ee ee ne er ee | = ‘01891 [ap 9 SoIUALUA|2 Sosa ap UN “ED sand *s dst PXAIUOD | “I aquazede wypnsar oj9s Osa un ap sO}eA Fy “sept S| 1922 © SozeIG So] seaNsa ‘19801 ~2ed opeaytusis opor ap vazaies anb ajqysod s9 sepoudioiur joytp Anu sa ‘sopowr sopor 9g elu Cun ap BADUIANISUOD ve unsap ‘oad eas EJaepor anb o} 4g0s JO[8A ap sordmn| s0s]¥j 10d ready] asuefap \rowepury epfios asa eondead as jequaa ou afensugy fap vino] ¥] uo jaded ayueuodun un euaduiasap (yongpaa{) upioeitisut H[8ONAr ef OP 40g “smruvasUT so[ sopor ap UOIDeDYLA euN aeniogja 4 onpratpul jap re12g1e9 Jp aa2oUODAI Joqes oLUSe30u Sq “@1NA1UOD ns ap sauOTDe se] reMEdas anb O] ap a1 v Jepuaide souragap As ap wo!suarduo9 EY A $0289 So] 2 1289p ap ain 1 pod ou oWZoIUA OnsoNT A SOUIBIIND0 S®UOPDENYS Ua OPUEMIDe sONPHAPUT sO] v UO!IUAL sou: A soungyoiad ts ssepuan se] ap soreredeasa soy eau anb Hoqap ‘sopreraadaoqu 9 sop} zaqus exe “89104191 0 soasap ‘sapepisoaou sis Sepe oPauayis ua asoicixa odion9 Jp anb exed Teneo Un tos SOW98 SOT “ezpeyua A L/eIgns OF &“jequa orquIEDZD}UN PP tielduos soasai sonsonu ap oun epec) -omnag ua espa “SPS sO8 v| aatoUeaND9}9 Ues;90 sesqujed se7 “uprodajLod 2p eusuede tun 4 euuioy Eun ep 3 4 “arueuzeyp oypip ayn Mo}oeMuO}Ut 2p oxquaeasomur ne woo ‘seaqeqed Se] ap af 1a and urs aiuewesp un ows oanag ua wer sosofsu9y Su 9p odwe> onduse un s9 pesodo9 afensuy jy S04S26 so) dapuaudwoa “@iquioy [2 ua anb safn.u vy ua vapups ovdeo eun so pnanoe; spur oyonin Xa alUsDUALdIOs BUN ap sattoIsn|DUOD S onb ueunye onb 4 opereistos e opesaq S0| SO}Ba og “Souo}Sn uc JoEnnKa ap sarue OFDUUHAd Ze S10 2qap saquoY fe ‘epEsusss syxu peproedea eum ap vst tueyjduue esedaigos ainduys 1 ap ey anb sop "OF 2359 21908 wferudN ued wan aas0d anb & ‘onqUiOY jap fo anb oisea spur eameu pemasoa opoyrodex ‘un woo eqand Janu BL onb ueswsonuap jexodios afensuay axqos soypmasa 807] rey o1uape [2 © earodap sauswepidys J220U0D93 apand ‘uoioea ‘ond ‘s9 0} upiqunes supe 13 soasa¥ sns ap # 9p 0 soa] shs ap spavn e sapepisaoau sns oveipauuut 2p 990Uo29E Bpand and ages epunws j9 opoy anbune jequon onquiraiaiuy un 9423 apand ou ejaupor anb Ja uod ‘only ns S 9p soaquuantu so} ap oun ap ooasnae sodsip euang apsparne 25 opeping! iCidado! Tas gestos te traicionaey Aunque las actitudes pueden revelarse a través de las palabras, para comunicar bien, una persona debe saber ensam. blar y combinar éstas a fin de conformar una armonia que ten- za sentido. Y solo se puede acceder a una comprensién mejor de las actitudes expresadas gracias a nuestra capacidad de veri- ficar la concordancia de ambos. Identificar la coherencia o la compatibilidad de gestos y palabras, examinar su disposicién, nos obliga a verificar nuestras hipGtesis y a anali extraer una conclusiéi antes de que nos pudiera parecer justa, Muchos estudios corroboran mis observaciones persona: les: los gestos resultan ser ms justos, precisos y honestos que las palabras. La concordancia de las palabras con los gestos tie- ne lugar de manera perfecta. Ademis de verificar la fidelidad de los gestos respecto de las palabras, en el universo del len- guaje corporal también debe tener lugar una verificacién inversa: ln palabra expresada oralmente debe apoyar al gesto. Si las palabras y los gestos forman un conjunto homogé- neo de significado, como la puesta de sol y sus asombrosos colores, la expresién verbal se torna natural y fidedigna. Por otra parte, si las primeras no apoyan de manera perfecta a los segundos, como en el caso de una persona sobreexcitada, sin aliento y gesticulando con los brazos como un molino, pero que dice estar perfectamente tranquila y controlando la situacién, pue- de resultar dificil dejarse con- vencer. Ante estos gestos de panico gestual dehemos hacer preguntas a esa persona a fin de confirmar su sinceridad. No obstante, no hace falta utilizar palabras para que una simple 2% Guy Cabana reaccién no verbal por nuestra parte llegue a constituir un avi so que obtendra el resultado deseado. En el momento misin en que tiene lugar esta observacisn, serfa de desear que can bidsemos nuestra estrategia de intervencién a fin de pros el didlogo. Una situaci6n asi se presenta, entre otras ocasiones, cuando un individuo manifiesta un cierto nivel de frustracién, mostriindonos su puiio cerrado o cuando una persona evita la nos un ataque verbal injurioso mordiéndose el labio inferior Por otra parte, admitimos que no siempre es fécil evalu los gestos con objetividad, pero entrenarnos a diario nos irs haciendo por fuerza mss duchos en la materia. El arte de des codificar un mensaje no verbal requiere de un aprendizaje que a veces puede ser tan largo como tejer un pafiuelo de 800) metros, para emplear una imagen, 0 tan arduo como llegar dominar una lengua extranjera, Esta formacién cotidiana tan necesaria para acabar sabiendo leer mensajes gestuales demostrara ser muy prove chosa si se aplica un método que se resume en tres grandes principios apuntados por los geandes maestros y especial en la materia: 1 Principio n.° 1: observacién, Principio n.° 2: obsgrvacién Principio n.° 3: observacién Los movimientos Nuestra manera de expresamos utiliza una sucesién de movimientos fisicos que incluye postura y movimientos ges tuales y que estéin presentes en los seres humanos desde el pri cipio de los tiempos. Los estudios realizados sobre ta « no muestran cémo los aprendimos, pero los investigadlores ” iCuidad2! Tus gosto te taiconan estén convencidos de que ha tenido lugar una evolucién en el Proceso de comunicacién instintiva que ha ido de la mano con ta evolucion del género humano. No obstante, la mayorta de los movimientas de ‘uestro cuerpo tienen un caracter perm: ente y son un punto de referencia acerca del comportamien. to del comtin de los mortales. Los especialistas han establecido cuatro tipos distintos de ‘movimientos que utilizarfamos para expresarnos: innatos, des. cubiertos, adquiridos y aprendidos. Los movimientos innatos Este tipo de movimientos no se han aprendido, al con- trario que una leccisn escviar. Se; gin una primera teorfa, sw rigen radicarfa en la herericia genética. Por ello todo indivi- duo contarta con habilidades naturales a su disposicin que le peranitir‘an extraer lecciones de su propio entorno y acumular gestos. Se- gin otra teorfa, el ser humano Poseeria un rico bagaje de dos innatos, como los animales. Al igual que cualquier otra especie animal, por ejemplo, el ser humano busca de inmediato el seno m: faterno sin hhaber pasado por ningén aprendizaje para hacetlo Otro fenémeno de accién innata observado en el naci- ‘niento: cuando se toca la planta del pie del recién nacido, éete flexiona enseguida y de manea natural los dedicas, igual que haria un monito con sus patas cuando desea trepar a una rama La sede de un movimiertto innato se encuentra en un, te del cerebro que esté program ada como un ordenador 28 rT SE Guy Cabana Los movimientos se ubican en archivos cerebrales vinculados a distintas reacciones y a reflejos coneretos. Escos automatis- ‘mos estén relacionados con estimulos de acciones y se desen- cadenan en cuanto se halla presente alguno de esos estimulos, sin que deba existir necesariamente una experiencia previa, Algunos ejemplos de este misterio gestual: componer una son- risa que descubre nuestro contento, llorar cuando sxe alas ; contratiempo o abrir enormemente los ojos ante u © una sorpresa; el bebé que mueve las piernecitas para mani- festar su alegria o excitacién, o que se chupa el pulgar para reconfortarse. Para que podamos considerar que un acto es de tipo innia- to, es necesatio reconocer que no existe ningiin antecedente que lo relacione, es decir, que no ha sido adquirido mediante aprendizaj Los movimientos descubiertos Por su parte, los movimientos que detectamos por noso- tros mismos y que reproducimos inconscientemente pertene- cen 2 tipo de los descubiertos. Son aquellos que asimilamos a medida que erecemos y que aprendemos a controlar nuestro cuerpo y movimientos. No somos conscientes de que los integramos y no tenemos nocién alguna acerca de cémo eje- cutarlos, A diferencia del anterior, este tipo de movimientos es espectfico del ser humano porque su cuerpo posew una herencia cultural. Resu- miviio, podriamos decir que alguna de rnues. sts acciones podrian ser reproducidas o 2» = oe ee Oe ele ‘Cuidado! Tas gestos te taicionan imitadas por nuestros semejantes como la forma de apoyar las manos en las caderas o de fruncir el ceno du rante un enfrentamiento. Otros tipos de movimientos descubier- tos provienen de nuestros padres, como pudiera ser su forma de son. reir o de caminar. Los movimientos adquiridos Del mismo modo que los innatos o descubiertos, los movimientos adquitidos estén modelados por nuestros sem jantes y son estimulados de manera inconsciente » itracionsl Ejecutamos varios de nuestros gestos por primera vez slo por- que los hemos observado en otros. Todos somos un poco imi- tadores e imitados, y por ello resulta practicamente imposible crecer en una comunidad sin desarrollar nuest s propias répli cls ¥ nuestros estilos gestuales. Nuestra manera de sonteit, de estur de pie, de caminar o de hacer muecas no es a veces més que la copia de lo que tiene lugar en nuestro entorne, Este tipo de gestualidad bebe de una fuente mas amplia que los dos anteriores: el grupo, la cultura y li nacién a los que pertenecemos. Por otra parte, hay que sefialar que cuanto mis elevado es el nivel jerdrquico de un grupo, mas fielmente se reproducen las acciones por parte de sus miembros. Tenemos un ejemplo bien elocuente al observar 2 los miem- bros de la realeza briténica, que eaminan con las manos unidas por detras de la espalda cuando las personas se inclinan ante ellos a su paso. Otra accién adqu los a, en esta ocasién entre inceses, es besar la yema de los cinco declos unidos para 30 ‘Guy Cabana ;emos meneionando un gesto tipicis decir iexquisito! Finalis: mente norteamericano: leyantar el dedo coraz6n de una man para decile a alguien que se vaya a paseo. Los movimientos aprendidos Este tipo de movimientos son aquellos que se nos han ensefiado., Los ges- goria vienen determinados hs por un andlisis o una obser- as vacién personal, el sistema educativo o el grupo de acti- vidades del que formarsos parte. A él pertenecen, por Vv ejemplo, los gestos repetidos en una actividad deportiva especifica 0 en algunos ejercicios fisicos. Ciertos movimientos relacionado: con esta categorfa son muy elementales, como guifiar el ojo aplaudir, hacer el signo de la cruz, realizar el gesto de salu propio del movimiento de exploradores o despedirse con | mano a través de una ventana; otros resultan mas complejs como realizar un tiple saito en patinaje artistico, bailar ba © golpear una pelota de got. Las acciones gestuales En el marco de ls comunicacién, una acci6n es un movi miento corporal que tiene por objeto enviar una sefial visual sl interlocutor. A veces, el gesto puede ser voluntario y cons ciente y, en otras ocasiones, perfectamente involuntatio ¢ inconsciente, El mensaje gestual es un acto de comunicacion at {Cuidadot Tes gests te taiconan natural, tanto si se emite d manifiesta por accidente. manera deliberada como si se Por estas razones, las acciones gestuales se dividen en dos categorias, ambas volu -cién mecd- nica y In accidental. Un ejemplo: la persona que hace una sefial con la mano para decir buenos dias Heva a cabo un gesto consciente y volunta- rio que pertenece a la categoria de ace mecénica, El individuo que se incl na hacia delante reposando las mancs en las rodillas para recuperar el ‘clon mactnica aliento 2st vealizando un gesto mecénic ¢ involunturio. Por el contrario, el hecho de poner la mano mecénicamene por delante de la boca cuantis habla con la boca llena es totaimente voluntario. Siguiendo con el ejemplo del individuo que ha cortido mucho y que intenta recuperar el aliento, las acciones mec nicas suelen ser de naturaleza necesatia porque el cuerpo nos dict: ‘on e508 momentos ciertos movi- mientos, una postura o un esto. Por ejemplo: cuan- do Ia sangre necesita mal oxfgeno, separamos los bra 208 y abrimos Ia boca para inspirar todo el aire posible. Ese ritual, que es bostezar y que repetimos ‘ccion accents) terlos un millon de veces, significa simplemente que el cuerpo cexige cierta postura de apertura para facilitar la ejecucién de ese proceso. También hay veces en que una persona se sienta 2 Guy Cabana Al cabo de un apoysindose en una de sus piernas cruzadas. cierto tiempo, el cuerpo requiere de un reposicionamiento de las pistnas para facilitar la circulacién de la sangre. Aunque la persona sienta hinchazén y hormigueo en la pierna, ieso no sig- nifica que su postura en la silla conlleve un sutil mensaje no verbal! La accién engendrada de este modo es mas bien mec nica. Por otra parte, este tipo de accién se earacteriza por su razdin de ser: una necesidad de comoctidad y de esparcimiento del cuerpo. Es tam én el caso del organismo que suplica que se le seque la frente cuando hace calor o que se lo cubra cuan- do hace fifo Las acciones accidentales, repletas de mensajes, estan conscituidas por las sefales que wna persona nos tran: mite. Hay que fijarse precisa~ mente en fos gestos involunta- tios llenos de mensajes continuos para poder extraer una conclusion justa. Un hecho siempre queda, y aun que la persona permanece Jos miembros de su cuerpo se expresarén. con mas fuerza que un concierto de rock (0 punk-hip-hop-country-electro-funk). Veremos que st rostro, ojos, mnanos y pies nos hablan con gran claridad acerca de su estado de dnimo. La atencién visual y la observacién sostenida son muy importantes, pues en ocasiones son el tinico medio con que contamos para captar los mensajes silenciosos que nos permi- tirén comprender las verdaderas intenciones de una persona Aligual que en el ten ciratro categortas de gestos. jenciosa, :0 de los movimientos, también exis. B Ce eee ee ee ee ‘Cuidado! Tus pestos te raicionan Los gestos imprevistos Los gestos imprevistos o involuntatios, nunea planifica- dos ni premeditados, son los que revelan més infarmaciones, Pues son desencadenados por pulsiones o emociones esponta- neas cargadas de significados y de mensajes verdaderos. Ni que decir tiene que a causa de su naturaleza misma, la conciencia ylaintencién no participan en su emisi6n. Teniendo en cuen- ta su espontaneidad, los gestos imprevistos evo- can de forma muy precisa nuestro estado ‘emocional, nuestra manera de ser, de pen- sar o de reaccionar corporalmente. Toda esta gestualidad puede informarnos acerca de emociones como el tedio, como nos demues apoya la cabe: en el escritorio, y también la duda o la desconfianza, como en el ejemplo de alguien que escucha a su interlocutor fro- tandose el ment6n con el pulgar y el indice. en las manos y los codos Los gestos expresivos Esta es una categoria que en diversas situaciones puede confundirse con las otras. También forma parte de nuestra personalidad, pues diversas expresiones gestuales estan inte- gradas en los automatismos conductistas que escapan a la deteccidn de nuestra conciencia, como una gota de agua res- balando entre nuestros dedos. Y también es integrada en huestro rostro, ya que la mayorfa de nuestros mensajes expre- sivos revelan parte de los 250 000 movimientos posibles de la cara. Eso por no hablar de las manos, que también ocupan wh lugar importante en esta expresiva gestualidad, al comunicar mensajes animados 0 agresivos, asf como los ojas, con sus cambios M4 Guy Cabar de humor. Para ilustrarlo podriamos decir que se revela un ges to expresivo cuando una persona se sujeta el pecho aunque ria a carcajadas, o cuando alguien demuestra su frustracivn poniendo una mano sobre la cadera y ay tando el indice de su otra mano frente rostro de su interloc tor para intimidarlo. Se ha demostrado qu los expresivo: que todos los geste tienen la funcisn precisa de sefialar un mensaje muy claro 5 visible, como la tensién, la alegrfa o el alivio. Para hacernus eco de esa iltima sensacién, observemos el gran a representa una espiracitin exagerada, que deja percibir un aba dono de uno misme ante el descubrimiento de una solucién Los gestos técnicos Este tercer tipo de gestos fue inventado de cara a un use limicado en una esfera de actividad concreta. Puede observa 35 “ o4dtuod v] ¥ A JopeU|LUNYE sOpEA ap oF Jey tod 1u ‘oe|nud0a oxsonu ap 1od ‘sowutDap anb of ap vpe SONU SODA B TE|GLY LK ou opt resuiad sonsanu ‘01 fe upiqu sofestiou e aiuswjerodioo sowapuodsar opnusut soumuss sou anb st Wu -TAHDS9 © ePE|GLY, IpezH0} aarp odiana ons: o1suNy UgISeDTUNWOD EI ‘IUEISGO ON “SajpAKU SOSIa. -sW sonOsoU augos SoUOINLULIOFU S sapppioodp2 spj uuinbpy us opedene eqeyey 9s anb ey P 9[qedjed savy v oSay] onb epituzoy Cqua]e) UN UO UEIUDND svUOsIed sLUn’ Je20u09a1 anb dey ‘ouNUy ap opens 0 -ppiaa sofestawy soysnur amusUEN OU EO;UyL up oraigo ut 10d opeqeae ey anb ‘orsali oy>ip sod opfonpas o ‘uege dng ana a He we w eee e eee | ‘odiana Js « A] ONISOI Jap UDISaudxe ajduuys van aps. p Spann v asiesoidxe ap eouvur owo> aua1 ;ALOD SOO |, pu. dio jury woo ww a pased wun ap osua9s eaDIEYY JPDIPY OWOD ‘aise aasa anb sant ap woud" SOAP Vv “eaniodap o eonsjod owos requ ome) 1 50] SOpO ¥ EHOIDIA ap vapl B] *euZINE eB] ses “EIUEsezdaz ‘59 ALT ap 201914, ‘eonuamun ap 19 110 s9 Uatnye ap asupadsop vaed eysoxap eprainbst # ¥] JBACYY “AIUe|ap 20 souaNd so] Uo O40 uN ap soqui B] UEauasaadas anb sopeateaay sopap sop opuvay «leq U2 a28y 98 anb 19199 9p UpIERSoWAp E] Se JALE;UE nw [AP PIPE spuu va anb ooqurjw orsad ap ofdurofo 9, souaua2 saiuotied o sostue ‘sssped sns ap so] owto> ‘ousoaua ns ap soisos So] a1uouters3}19d opuefoyas ‘odures aaso ue ovu9]ta ommpepu9s un JUD UERSaMWOP souItt so7] “diafgo un ap soanqure so} : ap 801898 so] ‘ug}D9e eUN ap lo> | ‘upEreajut By anb spt s9 ou aovs ~qns ank uprouanr ¥ sand ‘ody ono sainb 2 anb sosaupane safesuau souau wor *hUI09 SorsoH 9p O1OUDT a1s9 O10d “IU ‘uouon upiquie soonuyuu soy ‘anuowettg “SoDIwyW $0456 507 jostad jafo 40d ‘angiadsap ap ONE uN st 1d ey :9eq UOLAW UN gONpLIOD eae o *yoXEW 9p anb 19De4] exed soomD91 02803 0D ‘weation9 upiquuea ‘sazen] sox20 axnud ‘souandorae So} A seiqo UL "up}oouy wun © upysiap wn jusoudxa exUd s01808 ueay -vat nb ‘Somygy so 9 0889 (9 outoo ‘snsodap 80] sopor wa é eure 95 958 3 opepmns! Cudodo! Tus gests te tracionan de las verdaderas actitudes ocultas tras los mensajes mudos. Al entrever el poder que confiere el dominio de la lectura y de la interpret cidn de los gestos, se estar dispuesto a escuchar y a observar. iImagina tu interés cuando captes su amplitud por completo! En los capitulos siguientes renders a diferenciar y tradu- cir de manera kégica los miiltiples gestos existentes ya reconocer por ti mismo, desafiando lo que dicen las palabras, los comporta- mientos de aviso, de confirmacién, de mentira o de aceptacién. Todo ello es posible en raz6n de los gestos curiosamente simila: tes de los seres humanos, aunque sean diferentes sus relaciones emocionales, sus costumbres 0 incluso sus actitudes. Adquirido al hilo de estas paginas, este dominio de la lec- tura de los mensajes silenciosos, que son mds veridicos que cualquier lenguaje verbal, te aportars las eapaci lades necesa- rias para poder comprobar la honradez de las personas. Pero es preciso insistir en que si bien estudiar y saber reconocer los gestos es una tare relativamente sencilla en sf misma, desci frarlos y establecer su significado real resulta bastante mas dift- cil, La lectura de los gestos es una ciencia que no es exacta ni incontestable, pero que suministra cal cantidad de pistas asom brosamente claras y convincentes qui te ser uy provechoso explorar en profundidad el mundo de los gestos, es decir, aumentar tu nivel de curi lad al respecto, asf como tu capa- cidad de escucha y de observaciéin de las minimas manifesta- ciones gestuales, Cuando dominamos el maravilloso mundo de los gestos aprendemos mucho sobre las personas, pero sobre todo, ello nos permite evitar cierto escollo: la tentacidn de extraer con- clusiones precipitadas acerca de la personalidad y las costumn- bres de nuestros interlocutores a partir Ginicamente de sus palabras. 38 Cabana Por desgracia, muy a menudo se forma uno una opinion sobre la gente simplemente a partir de una expresién del ros- tro, de la manera de andar o de un apretén de manos. Result muy facil clasificar répidamente un gesto pegandole una eti queta como si fuese una conserva en la estanterfa. Debemo evitar emitir veredictos demasiado precipitados y apres | apreciar, ante todo, el conjunto del proceso de comunicaciti Para realizar una lectura precisa de los gestos siempre h que tomar en consideracién todos los elementos que conto man el lenguaje gestual. Hay que evitar considerar un gest aistadamente e interpretarlo como tal. Es imperativo eval Jos mitiples gestos sucesivos que tienen lugar en el context del memento, Y no silo eso, sino que también es necesirio tener en cuenta el temperamento de la persona en est ci cunstancia Por ejemplo, alguien que se pone la mano delante de | boca mientras habla por lo general esta demostrando incerti dumbre respecto a lo que dice y, muy posiblemente, una dete macion de la verdad, pero antes de sacar conclusion que intentar saber si ese comportamiento es normal en él verificar la hipstesis de! dolor de muelas. También es posi que esa persona intente a cravés de ese gesto comprobar si tiene mal aliento para saber si debe evitarte esa desagrada- ble situacién recurriendo aun chi- cle. Otra situacién corriente que requiere un andlisis: una py nna que baja la cabeza hacia delane te hasta que su mentén entra en £80- contacto con el cuello, que proyecta una mirada por enei- ma de ‘as gafas, indica que esté lejos 8 ne ee ewe Hew ee eee ee ouiieg jou, sapoprpunfoad sp] ua auinosip anb o sa appa anb 0} o1ag nu} 19 404 90.95 anb MO vy $9 mAgoprd 9] “U2amp 28 OU SSO SOT] o” euossed o ap solgoed se] woo wjaeprosuon ts seauguos s9pod ap peproeih: a sowalpuesgo sopnyered 50] ap eueuns upioeieadiosu bun ¥ opuorpen ene pus e om rads yo op sop sorquiasaiusoyoyp 2p viofoue spun so] op saleors 213 upiuasduoo spa ns. 9p euatuypany epeisop suo so 1eypnasa saqus ‘ond sy “ops ap spe sep 20] sopuaiduos s9 #9 oye anb 0 -oleuiny ro op perroe i sou eUUO;U ap CUM BUN Jos eIYF94 aMb O] “eYINDs9 ap ang nsenu soureiusuiny ‘so3s93 30] 99 orpmasa ja se2nDwId [TY ‘opidys opennsea of9s ou 4 orsnf vas b opeoyrutts un seenxa 4 soysezt ete exed sojtunaa sowagap o1og ‘seaqeyed se] anb soauazedsuen spur uos soisad so] anb #9puoius 2284 sou yerodioa afensua Jap ugisuazdiod soasef & seiqeyed anus pepyiqneduro> e] ap eaesqo e] exed opeuoge otraz01 os anb sauoisaidxa 4 sou ~ofsen|s sojdnyou uars}xa anb esegordwoo apand sojdwofs Sop soxs9 ap soatn y “oljand ap Zo}Op un seLANTE ap Uy v so] nospuu So} 4e/ejax aauaTuF aauowojduts anb ap aszeqen apand pique o1Dg “a]qeooAaIN s9 10[C4 ap oTDIN{ ns anb aquaWeD “ep vasayruett offa sod & sousydocd sm ua ezueyuod sation ap opeisewiap 20je4 ap o1mnf un 9 u weuoptes a rss pepe) Tus gestos son tus mensajeros Cada vez que presento un seminario 0 que ofrezco wi: conferencia descubro una multitud de informaciones gestuales circulando libremente entre los participantes 0 en el auditorio. En el momento en que veo un gesto muy claro que denoti. abiertamente un mensaje mudo, s6lo tengo que realizar su lve tura teniendo en cuenta su contexto e intentar descodificar vl sentido oculto y a veces ingonsciente. Cuando percibo un gésto muy evidente en su contexte cen primer lugar le hago al participante en cuesti6n una pre gunta muy puntual que se apoya siempre en las diltimas pul bras que he pronunciado y en la observaci6n del gesto precis» de mi interlocutor. Tras la confirmaci6n y la aclaracién ciel esto con este tiltimo, comento el gesto percibido y apore répidamente los ajustes necesarios @ mi discurso. Algunas actitudes o ciertos comportamientos son til mente identificables: por ejemplo, el participante que ambos codos en la mesa'y que, a continuaci6n, levanta antebrazos haciendo girar épidamente el lapiz entre los duh» delante me estd diciendo claramente, mediante este yesto “2 Cuidado! Ts gestos te traiconan 2 itrevocable y esa mimica precisa, que el tema que estoy abor- dando no le interesa lo més minimo o que desea que acelere el ritmo y pase a una cuestién més intere- sante. Cuanto més le mo- leste © deje indiferente el tema, mas aumentaré la cadencia del giro del lapiz pa- ra advertirme que est deseando que pase a tratar otro asunto. te gesto inconsciente simboliza impaciencia frente a la infor. macion del momento, y la persona que lo emite esti mostran- do su deseo de hacer que el tiempo transcurra ripidamente Al percibir este gesto tan revelador, detengo mi alocu- ci6n y abordo al participants con una frase tipo: «Ya sé que conoce usted muy bien este “ema, pero sino le importa espe- Tar unos pocos minutos, a continuacién pasaremos a tratin otro». A menudo entro en relucién con la persona en dicienco: stig Creo que puede usted ayudarnos en este tema compartir con nosotros su p-opia opinisn». Normalmente, sin dudarlo, el individuo tom » a palabra y expone su punto de vista. Pero a veces sucede que se queda mudo y me interrog: con la mirada, preguntandose edmo sabta yo que él materia, 0 incluso puede | conocia la que me pregunte directamente *iCémo sabfa usted que ese tema no me interesaba espectal- mente». Y yo contesto sencillamente: «iPorque no deja de darle vueltas al lpi Hay otros gestos que dicen mucho y que se expresan en Nuestro entorno familiar. Todt recordamos los caracteristicos dle nuestros padres, de nuestr. fis y ta in ni siquiera intentar coraz6n en sefial de lealtad? {No es cierto que tiene miedo de quien ve llegar con una mano levantada en sefial de a y que pregunta: «Puedes volver a repetir eso que le has dicho amicolega»? trar un amplio abanico de mensa- constatar sin dificultad en la persona que da el pie, mostrando su impacien- te a los ojos para manifescar su superioridad 0 incluso en la que nos cla una palmadita en la espalda gestos daa veces lugar a tantas int nes y personas existen. Pero hay un hecho innegable, que es nece: sentido a los pensamientos silenciosos. Y de to existentes, los de la expresin del rostro son, con mucho, los | Guy Cabana analizarlos o descifrarlos. Aunque no los anali- cemos y no los descifremos de manera cons- ciente, eso no nos impide reaccionar con facilidad a su lenguaje corporal y a su comportamiento explicito. Asf pues, no s6lo reaccionamos frente a las palabras, sino también frente a los actos que las apoyan, y muchos de ellos son de facil lec- tura, {Noes verdad que el ser humano reac- ciona ante quien cierra de un portazo la puer- ta tras una disputa o ante quien se Tleva la mano al wutoridad Nuestro cuerpo no deja de mos muds. Es algo que podemos golpecitos con en la que nos mira fijamen- manifestarnos su apoyo, su satisfacci6n o su aliento. de todos modos, extraer el verdadero sentido de algunos rpretaciones como opinio- io recordar: todo gesto inconsciente proporciona total 45 ee ee ee ee ee ee Cuidado! Tas gestos te traicionan més numerosos. Los resultados de estudios realizados por los investigadores Christopher Brannigan y David Humphries indican que los rasgos del rostro muestran con més claridad ‘nuestros pensamientos més profundos que cualquier otra par- te del cuerpo. En particular, el rostro cuenta con una capacidad asom- brosa de cambiar de expresién en un santiamé n. Es capaz de dejar filtrar una sontisa amorosa, y de pasar instanténeamen- te y con la mayor de las facilidade: tuna expresiGn asesina, Los mismos investigadores han constatado que el set humano despliega nueve tipos distintos de sont herramienta por ex 5 ¥ que los ojos son la elencia para emitir me Por lo general, la palabra slo nos proporciona una idea aproximada de una situaci6n, mientras que los gestos testime- nian con mayor fidelidad su amplitud y riqueza. Eso es algo que puede ilustrarse pregunténdonos qué nos impresiona y nos estremece mas con motivo de un robo a mano armada, el ladrén que dice: «iNo te muevas!», o el arma que nos apunta. Lo que est claro es que las expresiones de las pe! sonas nes estiin enviando constantemente un mensaje muy preciso acer- ca de su estado de finimo. Es el caso de la expre- sidn del nifio que abre un regalo con los ‘ojos muy abiertos y con a boca en forma de O, algo que transmite mucha ms inform, simple imuchi idm que un gracias! Como dice la expresién, una imagen vale més que mil palabras. 46 Gay Cabana Agquel a quien cuentas tu sec se conuierteen dueno de tu libel La Rochefoucwuld El nacimiento de los gestos El cuerpo se mueve continuamente: solicita, invit: cesar. Esté en movimiento cov rechaza, se abre y se cierra tinuo, nos ofrece constantemente una indieaeién que se une las palabras, y nos desvela todos sus secretos y lo implicito ellos. Ast pues, cuando avanzas hacia alguien y sus brazs sc sepatan répidamente con una sonrisa tierna en el rostro, & prendes que todo el conjunto expresa una actitud de aperts por el contrario, cuando esos mismos brazos permanecen cr zados y van acompafiados de una mirada fria, interpretas te hallas frente a una barrera tan formidable como la de la pre de un embalse, Ante este movimiento perpetuo del cuerpo resulta ditici realizar una lectura minuciosa del lenguaje corporal sin lle. jn continua. Y como asistimos « wii a cabo una observa oleada continua de movimientos en un espacio de tie dado, hay que evitar extraer conclusiones prematuras acei: de su significado. En este flujo incesante de movimientos intervienen las sensaciones. Cada vez que nos inunda una sensacisn, los mésculos reaccionan de forma auténoma y espontanea, Contamos con maneras espeeificas y distintas de reaccions las diversas situaciones que se nos presentan en nuestro entur no. Y ante cada una de e’las disponemos de un cierto grado de reaccién que despierta en nosotros uno de nuestros cinco sen tidos, sea el olfato, el gusto, el ofdo, el tacto o la vista a Cuidado! Tus pesto te aicionan, Nuestra manera de star se organiza de forma incons- ciente a partir de nuestro estado de 4nimo. Nuestros gestos concuerdan perfecta y armoniosamente con nuestra capaci- dad de accionar o reaccionir ante una situacién vineulada con nuestro estado psicoligico. La mente reacciona como esponja, absorbiendo todas las sensaciones sentidas por el ser humano, lo que hace que los misculos del cuerpo respondan al contexto particular en el que se hallan, utilizando una u otra forma de acci6n o reaccién. Asf, comunica al cuerpo in vamente lo que siente en tres niv emoci6n y el sentimiento. tinti- eles distintos: la pulsi6n, la Nuestra est-uctura emocional En nuestras vidas, todcs los incidentes implican una rese- ciGn cerebral que desencadena pulsiones. La mayor parce del tiempo, las situaciones vivisas dejan pocas huellas en nuesera mente. En este caso, los efectos de una pulsién especifica t=. nen muy corta duracién en el cerebro y précticamente des. parecen de la memoria. No obstante, si una de ellas se ve reforzada por un aperso espiritual, moral o intelectual, estaremos franqueando un escalén emocional. Es el ny..imiento de una emocién. Esta, Por su parte, se refuerza gracias a su vigor y longada, a semejanza del una planta, t Teual que las pulsiones, las emociones pueden eclipsarse con facilidad con el tiempo:o aumentar de intensidad. Las ‘emociones reforzadas darén lugar a una mayor complicidad de los gestos con el altimo esc:1 in emocional: los sentimientos En el origen del sentimiento se halla una pulsién répida que asu duracién pro- agua que acta sobre las rafces de 8 — Guy Cabana conlleva una emocién, la cual se abre camino hasta él. Este proceso estructural es el fundamento natural que permite que nuestra mente libere un gesto. En el universo neurofisiolégico, los gestos espontineos mantienen una relaci6n directa con esta estructuracién cere- bral de la esfera emocional. No tenemos més que mirar los ojos de urs jugador compulsivo de black-jack cuando recibe un as de picas y obtiene veintiuno, o la sonrisa de una madre que reen- cuentra a su hijo en medio de una muleitud, para asistir a una demostracién de transparencia a su nivel més inmaculado. Todos nuestros deseos y todas nuestras sensaciones se expresan en el marco de un acontecimiento, de un tiempo y de un contexto muy precisos. Aunque tenga en cuenta el acon- tecimiento y el contexto, lo que nvis interesaré al observador del mundo gestual seri la expresi6n del estado emocional que se transparentard silenciosamente a través del lenguaje corpo- ral. En cuanto a los sentimientos, y en razén de un efecto de iis ianga duraci6n, dejan sitio los gestos, que resultan asf mis faciles de interpretar con exactitud. La pulsién Existen tres velocidades de evolucién de nuestras impre- siones: pulsiones, emociones y sentimientos. Ante todo, pode- mos afirmar que las pulsiones, que constituyen la primera velo- cidad, experimentan un deseo extremo de producir un efecto gestual tan pronto como se viven en el interior de uno mismo. Tal y como puede comprobarse en la expresisn instantinea de ciertos gestos, como un grito o una sonrisa en el recién nacido que desea ser alimentado, nuestras pulsiones se mani fiestan a la velocidad del rayo. Este fensimeno naturales irrefrenable, como en el caso de las {que expresan intenciones del ser humano, Podriamos comparar O ree Cuidado! Tus gestos te traicionan ‘uestros deseos a una cortiente eléctrica, y nuesteas pulsiones a las bombillas que se iluminan a su paso. Todo ese flujo pul- sional se manifiesta en el lenguaje no verbal, que muestra una Feaccién que se est produciendo en el interior de la persona. Esta sefial luminosa de la pulsién esté presente en todos los seres humanos, pero el mecanismo que la desencadena es personal, El origen de nuestras pulsiones se encuentra en los productos de nuestros sentides, como son las imiigenes, los so- nidos, los olores, los sabores y la sensibilidad del tacto, que eansportan nuestra objetivo. nsaciones como un rayo liser hacia st Segtin Ivin Pavlov, psicélogo ruso galardonado con el Nobel en 1904, nuestro cerebro parece captar todas nuestras sensaciones inconscientes, decir, nuestras pulsiones, emo- Clones y sentimientos, como si fuesen peces en un retel. Sucle olvidarse el origen de esos estados, mientras que sus efectos contindan produciéndose en nuestra vida, condicior do asi ‘huesttas percepciones y regulando nuestros modos de hacer y de reaccionar a nuestro entorno. A menos que nos encontremos en estado com: carezcamos de constant Foso 0 que s vitales, el cuerpo reacciona a los n. Esta manifestacién de acciones y reacciones es lo que se denomina el condicionamiento de nuestro inconsciente. Ese tipo de teaccién espont que suele gobernar nuestros reflejos corporale: estimulos que lo rodea inea es lo, : " como una especie de programacién electrénica predeterminada. Podriamos seguir profundicando en ese fenémeno refic riéndonos a los resultados de estudios que demuestran que un: Persona introvertida es més susceptible de ser condicionada gue una extrovertida, pero ese principio de accién-reaccién inducido por la gestualidad pertenecerfa a otto libro. 50 uy Cabana Para ilustrarlo, recuerda el momento en que, por primer vez en tu vida, viviste un instante de intimidad en compari Si en ese momento preciso habfa miisica 0 sonaba una can cidn, te sentiris transportado en el tiempo cada vez que ois esa melodia. A pesar de los aiios que pudieran haber pasado y de los que tengas por delance, es muy probable que el hecho ce oft ese tema de nuevo engendrase una pulsién que te harta revivir esa sensacién particular de tu vida. Puede darse el mi mo fenémeno con otros dos sentidos, por ejemplo cuando per cibes o comes (io incluso ves!) un alimento muy conereto que te produjo néuseas la primera vez que lo probaste. Desde ese momento ests condicionado inconscientemente a padecer el mismo malestar cada vez que encuentras ese sabor 0 ese olor en tu entorno. Cuando se esta condicionado de esa manera reaccionar siempre de la misma forma, y a menudo realizando los mismos gestos, la situacién se convierte en un ritual de reacciones, i La emocién Si no hay emocién rf hay sentimiento: la primera es inherente a la apariciGn del segundo. Por lo general, y como la emocién es mis profunda y duradera que la pulsi6n, su secuen cia repetitiva hace germinar el sentimiento y su eclosién to» diferentes formas, como bienestar, agitacién, distensién, mic do o gratificacién. Aunque la emocién dura mas que la pul sign, su duraciGn es mas corta que el sentimiento. La pulsién evoluciona de manera que desencadens | energia necesaria para la aparicién de la emocién. Pars it trarlo podemos poner el ¢emplo del impacto rapido del p. de gol y decir que es comparable a la pulsién, y que el tiemp: en que In pelota se encuentra en el aire es comparable a | emocién. A través de estt proceso emocional, manifesta ‘Cuidado! Tas estos te traicionan una cierta actitud que tigne por resultado un comportamien- to gestual especifico. Se ccimprende entonces que al ascender tun cierto escalén emocjonal resultaré dificil contener el gesto que lo acompafia. Fijaté qr¢ cuando una persona presencia un accidente mortal, la emociéth hace que no pueda hablar, que ten- a una mirada alelada y que suela estar con la boca entreabierta En cuanto una emocién engendra un gesto que expresa de manera consciente o inconsciente nuestra actitud interior, el discurso se torna mas intenso y se refuerza. Como cada movimiento y cada postura tienen una importancia capital en una comunicacién entre dos inverlocutores, te beneficiaras al fijarte en particular en cada uno de los gestos manifestados. E incluso puedes ir ms alla de simplemente captar los mensajes como un receptor de radio: también puedes llegar a descifrarlos. El sentimiento iQuién no recuerda el afecto de sus padres cuando era un niflo, o la amistad de sus amigos y compatieros? (Quién no ha recibido una postal de san Valentin que expresase el estec’o amoroso de la persona amada, 0 una invitacién a una fiewa ue mostrase el afecto de determinada persona? El sentimiento contiene una dimensi6n pasional mis duradera que la emocién, y al proceso sentimental, en su con junto, requiere de bastante “. 4s tiempo para definirse que una pulsién o una emocién. Por ello nuestros sentimientos +e hallan entre las impresiones més elaboradas existentes, y dejan una huella en nuestra personalidad. Los sentimientos conec- tados con nuestras emociones son los que nos empujan, entre ‘otras cosas, a ser un individuo leal, honesto, carifioso o sincero, Como en otras muchas situaciones, nuestros sentimien- tos suelen ser el nico mecet ismo positivo que nos empujara @ actuar con compasién, a nerdonar o a sentir simpatia por 52 Guy Cabana nuestros semejantes, igual que el mecanismo negativo que nos hard guardar rencor, mostrarnos desagradables 0 mostrar anti- patia hacia los demas. Sin poner en cuestién todo lo ante- rior, el cuerpo se expresa mediante tuna gestualidad que cambia se- ‘gin nuestro humor, como las tubes en el cielo. Como reac- cions a todos los niveles de nuestra estructura emocional, resulta que acabamos contan- do con una gran proliferacion de gestos y de palabras. No obstante, el lenguaje corporal es muy explicito con res- pecto a los sentimientos: a causa de nuestra estructura psi- ccoldgica, los mensajes silenciosos son mas frecuentes y expre- sivos cuando estén relacionados con ellos. Por ejemplo, una caricia, una tensi6n, una sorpresa o el miedo son répidamente detectables a través de la expresién del rostro, de las manos 0 de los ojos. En ese contexto nuestros gestos resultan muy visibles, pues pricticamente todos los misculos de nuestro cuerpo reactionarin como las hojas de un sirbol agicadas por un fuer- te viento, Eso es lo que hace que nuestros sentimientos resulten facilmente detectables a través de nuestra postura © nuestra manera de comportaros frente a una persona 0 un suceso, Tua! que lo escrito en una pasina de diario éntimo desvela cl alma de su autor, el ser humano comunica sus sentimientos meciante sus actitudes; puede asf desvelar el temperamento que subyace a su gestualidad, ‘Nuestro diario intimo utiliza varios caminos para llevar a ciclo abierto nuestros sentimientos de manera consciente 0 33 rm er FT FB IIT BSP IC OB@8 FA

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