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Los eee ess t00lL 0 (ee : sat oy re sal Geontes ee Rew cee ae APENDICE NOCIONES BASICAS Y HERRAMIENTAS A. 1. EL DISCURSO Los usuarios competentes de una lengua no se limitan a las operaciones de lectura que atien- den a la textualidad lineal y global. Desde la perspectiva que abordamos aqui, comprender no implica solamente atribuir un significado global sino, adems, asignar un sentido a partir del and- lisis del texto como un hecho comunicacional. Asi, la consideracién de un texto desde el punto de vista del mecanismo discursivo que lo deter- mina, desde el punto de vista de sus condiciones de produccién, hardn de ese texto un discurso. En realidad, contrariamente a lo que sucede en otros campos de la lingiifstica, el término dis- curso denota, segtin los diferentes autores que abordan su andlisis, distintos objetos teéricos. En el marco de la tradicién francesa del and- lisis del discurso, el término enunciacién es empleado para hacer referencia al andlisis de las huellas del proceso individual de produccién de un enunciado lingiifstico. A pesar de no haber prestado una importan- cia especial a los signos lingiifsticos el semiélogo norteamericano Charles Peirce fue el primero atender a Ja naturaleza ambigua de los términos lingiifsticos indicadores de la enunciacién: se ARA EL ANALISIS DEL DISCURSO "La significacién de un enunciado se define fuera de todo marco enunciativo, ‘mientras que su sentido esta referido a las circunstancias de comunicacién que hacen de él un discurso". Mainguenau, Dominique. Introduccién a los métodos de andlisis del discurso. Buenos Aires, Hachette; 1980. "Defino un simbolo como tun signo determinado por su objeto sdlo en el sentido de que asi se interpretard. De este modo, depende de una convencidn, de un hdbito. Un simbolo se refiere al objeto que denota en virtud de una ley. Cualquier palabra ordinaria (...) es un ejemplo de simbolo". Peirce, Charles S. Obra Légico-Semiética. Madrid, Taurus; 1987. “Los indices pueden distinguirse de otros signos o representaciones por tres marcas caracteristicas: primera, que no tienen semejanza fisica con sus objetos; segunda, que se 3247 refieren a individuos, unidadldes singulares, (..); tercera, que dirigen la atencién hhacia sus objetos mediante una ciega compulsion...) un indice esd determinado por el objeto al que representa en virtud de estar en una relacién real con éste, (..) Una veleta es un indice de la direccién del viento...) Los pronombres demostrativos ‘éste'y ‘esto’ son indices, porque invitan al cayente a establecer una Conexidn real entre su mente y el objeto". Peirce, Charles S. Op. cit. En cuanto [el individuo] se declara locutor y asume la lengua, implanta al otro delante de él. Toda enunciacién es, explicita 0 implicitamente, una alocucién, postula un alocutario, : Benveniste, Emile. "El aparato formal de la enunciacién'; en: Problemas de Lingiitstica General Il. México, Siglo XXI, 1978. "Podria creerse que la temporalidad es un marco innato del pensamiento, En ‘realidad, es producida en la enunciacién y por ella. De la enunciacién procede la instauracién de la categoria del presente y de la categoria del presente nace la categoria del tiempo. El presente es propiamente la ‘fuente del tiempo". Benveniste, Emile. op. cit “En primer término, existe la direccién o el 248 GS trata a la vez de simbolos -es decir, de signos que pertenecen convencionalmente al cédigo de la lengua- y de indices -signos que apuntan a un elemento constituyente de la situacién comuni- cativa-. Asi, por ejemplo, yo, vos, aqui y ahora son palabras del Iéxico espaiiol y, a la vez, indi- ces del hablante, del oyente, del lugar y del tiem- po en que se concreta la comunicacién respecti- vamente. Muchos lingiiistas se refieren al estudio de la enunciacién proponiendo el término de dei (del griego, sefialamiento, indicacién). El primer trabajo que estudia, precisa y sistematicamente, ese fendmeno pertenece a Emile Benveniste y data de 1966*. Benveniste considera que la enun- ciacién es un "proceso de apropiacién" del sis- tema de la lengua Ilevado a cabo por un locutor. Este proceso de apropiacién implica que se es- tablezca una relacién particular entre el locutor y la lengua, relacién que determinaré las carac- teristicas especificas de cada acto de enuncia- cién. Benveniste se propone dar cuenta del "apara- to formal de la enunciacién" -tal el nombre de su articulo- es decir, de las formas lingiifsticas que remiten al acto enunciativo. Los primeros elementos constitutivos de un proceso de enun- ciacién son el locutor -el que enuncia- y el alocutario -aquel a quien se dirige el enuncia- do-. A partir de ellos puede concebirse la orga- nizacién de las formas lingiifsticas indiciales de dos maneras, segtin se tomen como base catego- rias gramaticales o semanticas. Asi, se distinguiran los pronombres persona- les de primera y segunda persona y las construc- * Hay que seftalar los andlisis precursores de R. Jakobson (Essais de linguistique générale, Paris; 1963; Cap 1X) y K. Buhler (Sprachtheorie, Jena; 1934) ciones que puedan sustituirlos; los pronombres demostrativos, los adverbios que sirven a la ubi- cacién espaciotemporal de los hablantes; los tiempos verbales organizados siempre alrededor del tiempo de la enunciaci6n, es decir, del pre- sente. Se consideraran, ademas, las modalizacio- nes de los enunciados en tanto expresen una ac- titud del locutor hacia lo que enuncia (certeza, duda, etc.) o una determinada relacién con el alocutario (ordenar, preguntar, etc.). » También el problema de la referencia -aque- llo a lo que el discurso se refiere- esta estrecha- mente vinculado a la enunciacién: la mayoria de los autores coincide en que, en sf mismo, un enunciado no es ni verdadero ni falso; llega a serlo inicamente en el curso de una enunciacién particular. Para otros autores, el estudio de la enuncia- cién se relaciona con el de la sociolingiiistica desde el punto de vista de que, como accién par- ticular, la enunciacién es objeto de un estudio total del comportamiento en la sociedad. La pragmatica, en este sentido, toma de la enun- ciacién varias de sus categorias fundamentales. La oposicién introducida por Austin entre fuer- za ilocutoria y perlocutoria opone la estructura interna de un acto de habla a los resultados de dicho acto. La fuerza ilocutiva de una frase im- perativa, por ejemplo, consiste en el hecho de que doy una orden a alguien; su fuerza perlocutoria, en el hecho de que esa orden se cumpla. La pragmitica lingiiistica -en la linea de Austin- sdlo retendra en su campo de estudio la fuerza ilocutoria. Desde una perspectiva diferente que, inclusi- ve, implica una nueva teoria de la enunciacién, Michel Foucault especifica cémo, antes de la existencia de cualquier discurso, hay un orden objetivo de la accién (por ejemplo, la diferencia entre aserciéne interrogacién); en segundo término, las posiciones relativas del locutor y del alocutario (la diferencia entre pedido y orden); en tercer término, el grado de compromiso casumido (la diferencia entre {a simple expresion de intencién y la promesa); en cuarto término, la diferencia en el contenido proposicional (la diferencia entre predicciones y comprobaciones); en quinto término, la diferencia en la manera en que la proposicién se vincula con los intereses del alocutor y del alocutario (la diferencia entre jactarse y quejarse, entre advertir y predecir); en sexto término, los estados psicoldgicos expresados( la diferencia entre la promesa - cexpresién de intencién- y la asercin -expresion de conviccién-); en séptimo lugar, las diferentes maneras en que un enunciado se relaciona con el resto de la conversacion (la diferencia centre la simple respuesta a una réplica precedente y la objecién a lo que acaba de decirse)". Searle, John. Speech Acts Cambridge;1969. "Yo quisiera demostrar que el discurso no es una deleada superficie de contacto 0 de enfrentamiento entre unar realidad y una lengua, la intrincacién de un léxico y de una experiencia. Quisiera demostrar con ejemplos precisos que analizando los propios discursos se vé cémo (249 se afloja el lazo aparentemente tan fuerte de las palabras y las cosas y se desprende un conjunto de reglas adecuadas ala préctica discursiva, Esta area consiste en no tratar en dejar de tratar- los discursos como conjuntos de signos (de elementos significantes que envian a contenidos 0 representaciones), sino como précticas que forman sistemdticamente los objetos de los que hablan, Es indudable que los discursos estén formados por signos, ero lo que hacen es mds que utilizar esos signos para indicar cosas. Es ese mas lo que los vuelve irreductibles a la lengua ya la palabra. Es ese mas lo que hay que revelar. (..) Enel caso de que entre los objetos, los tipos de enunciacién, los conceptos, las elecciones tematicas [de cierto riimero de enunciados} se pudiera definir una regularidad (un orden, correlaciones, posiciones en funcionamientos, transformaciones) se dird, por convencién, que se trata de una formacién discursiva", Foucault, Michel, "Las regularidades discursivas" En: Arqueologia del Saber México, Siglo XI; La enunciacién se define como el mecanismo de produccién de un texto, el surgimiento en el discurso del sujeto de la enunciacién, la insercidn del hablante en el seno de su habla, Kerbrat-Orecchioni, Catherine.La enunciacién. De la subjetividad en el lenguaje. Buenos Aires, Hachette; 1984, 2506) discursivo por el cual éste se halla determinado y que le impone restricciones relativas a sus ob- jetos, modalidades enunciativas, estrategias, etc. En este sentido, los enunciados producidos res- ponden menos a un acto de voluntad e inteligen- cia del hablante que a la serie de determinacio- nes -reglas, normas, restricciones- que condicio- nan su aparicién y su régimen de existencia. Di- chas determinaciones conforman, en conjunto, la formacién discursiva de la que el discurso es parte. Detengémosnos ahora, un poco mas en deta- lle, en las categorias que van a posibilitarnos— identificar y analizar las huellas del ac ciacién en un discurso. A. 1. 2. las modalidades Las categorias que abordamos a continuacién, a pe- sar de ser de Jas mas interesantes para el andlisis de la Subjetividad en el lenguaje, siguen ofreciendo bastan- ® resistencia a la reflexion lingiiistica. Sus medios de ‘

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