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Biblioteca de Ciencias Sociales ditigida por Eliseo Veron Coleccién Signos Desarrollo del capital monopolista en Argentina Oscar Braun D scr renps Conemprines ‘Tepe: Cantos Boccanpo Asesoria gréfica: Sutomé Watoarax IMPRESO EN LA REPUBLICA ARGENTINA ‘Queda hecho ot depéeito que previene Is ley Ne 11.728 @ de todas tes ediciones en eartllane by ETC - EDITORIAL, TIEMPO CONTEMPORANEO, 5.2L. Indice Prélogo ° Introduccion a L Evolucién econémica argentina hasta 1967 27 2 x La politica econémica de Krieger Vasena 41 3. Perspectivas futuras 49 Prélogo BI origen de este trabajo fue una charla dada en el Centro de Investigaciones Sociolégicas del Instituto ‘Torcuato Di Tella a principios de 1969; Ia curiosidad de los socidlogos y el interés que manifestaron por mis ideas, me hicieron pensar que habia un mercado amplio para el tipo de producto que este ensayo repre- senta: un marco general te6rico para pensar sobre los problemas econémicos argentinos, suficientemen- te simplificado y abstracto pero, és de esperar, no de- masiado alejado de la realidad, y dentro del cual pue- den ubicarse estudios cuantitativos ms detallados que yerifiquen, corrijan 0 rechacen las hipétesis que aqui se formulan. Posteriormente, una versién preliminar del trabajo ‘fue escrita mientras yo me desempeitaba como investi- gador visitante del Centro de Investigaciones Econé- micas del Instituto Di Tella, y discutida alli en dos seminarios, en la reunién de Centros de Investigacion Econémica de la ciudad de La Plata que tuvo lugar a fines de 1969, y en varias otras ocasiones con gru- pos de economistas y estudiantes, Si bien ha pasado bastante tiempo desde Ja redaccion original hasta la fecha de publicacién, los hechos ocu- rridos no han hecho variar mis ideas primitivas, y al- gunas de ellas, pienso, han recibido una cierta con- firmacién empirica. Esto me anima ha Uevar a cabo su publicacién. Por otro lado el interés con que mis ideas fueron recibidas, no solo en el Ambito de los economistas, sino también entre profesionales de otras ciencias y entre grupos de estudiantes, me le- van a publicar en forma de libro —lo que presumible- mente aumentaré su difusién— un trabajo original- mente concebido para ser publicado como articulo en alguna revista especializada. ‘A mis colegas del Instituto Di Tella, a mis colegas y es- tudiantes de Ia Universidad de Rosario, y a todas las ctras personas que comentaron mi trabajo, quiero agradecerles su ayuda. Mis amigos 8. Merrett y M. Teu- bal leyeron cuidadosamente y criticaron en detalle mis, ideas; su colaboracién me ha resultado especialmente valiosa. Naturalmente yo soy el imico responsable de Jos errores que el lector descubra, 10 Introduccién El objetivo de este trabajo es caracterizar 1a actual situacion econémico social argentina y explorar las vias por las que —puede conjeturarse— proseguira su proceso de desarrollo. Luego de un répido anilisis de las caracteristicas ge- nerales de I actual estructura econémico-social del pais, en el que se las pone en telacién con las vigen- tes en otros Raises, se discute en el primer capitulo la evolucién econémica registrada en la Argentina hasta principios de 1967. En el segundo capitulo se analiza el plan econémico aplicado por Krieger Vasena, y que contintia sin mayores variantes durante el ministerio de Dagnino Pastore, tratando de explicar en qué me- dida ha sido realmente exitoso y cules son sus limi- taciones. Se destaca que —si bien es cierto que se ha logrado una cierta estabilidad en los precios—, Ja expansion actual se debe mas que a las virtudes del plan, al hecho de haber sido iniciado éste, a diferen- cia de planes anteriores, durante un periodo de es- taneamiento econémico, en lugar de haber sido co- menzada su aplicacién luego de un perfodo de rapida expansién. Por ultimo, en el capitulo tercero, se dis- cuten las perspectivas futuras, sefialindose como el desarrollo pleno de las fuerzas productivas se ve tra- ado por las caracteristicas de «dependiente> que tie- ne el capitalismo monopolista en nuestro pais, ¥ como un por consiguiente, la mayor eficiencia y expansion de sus actividades que los monopolios sin duda logran gracias a la estabilidad y otras medidas racionalizado- yas impuestas por el gobierno, se traducen en una mayor explotacién y desempleo creciente para la ma- yorfa de Ia clase obrera, ademas de generar graves eesequilibrios regionales que dejan fuera del proceso de desarrollo a importantes zonas del pais. A partir de marzo de 1867 comienza a aplicarse un programa econémico que refleja el dominio hegemé- nico que el ha aleanzado sobre Ia sociedad argentina. Esta proposicién requiere ser anslizada detalladamente. Por capitalismo monopolista se entiende el predomi- nio en Ia vida econémica de grandes empresas con zeceso a vastos recursos financieros v con el control de una buena parte del mercado de los articulos ane producen, que utilizan en los procesos de nroduccién modernas tecnolosias, y que en general son adminis- tradas por burocracias (0 meritocracias como algunos prefieren amarlas) eficientes y racionalizadoras. El crecimiento arménico de este tipo de catitalismo ha requerido wna crecients intervencién estatal; siendo de aplicactén universal las polticas kevnesianas ten- dientes a mantener el pleno empleo, y los intentos de planeacién global; y utilizindose en distintos pafses al Estado pata regular el crecimiento de los salarios con el objeto de mantener la estabilidad de los pre- cios, para intervenir en el comercio exterior, anoyar Ja concentracién industrial en ciertas ramas, subsidiar a investigacién cientifica, desarrollar programas de reforma agraria, ete. El andlisis del funcionamiento del capitalismo monopolista en los paises imperialistas R * ha sido realizado por distintos autores,t asi como han sido criticadas sus consecuenclas sociales nefastas en Jo que se refiere al mantenimiento de la desigualdad y la pobreza, 1a alienacién en el trabajo,? el aumento del autoritarismo del Estado y de las burocracias em- presarias, la distorsién en la informacién, que aleanza desde los medios de comunicacién de masa y la pu- biicidad hasta 1a educacién universitaria, el deteriora de Ja vida urbana y de los transportes, y dems carac- teristicas de la asi Hamada sociedad de consumo. Sobre este andlisis y esta critica, que en cierta medida son aplicables a la Argentina, no volveremos, pero es im- portante tenerlos en cuenta en tanto nuestro pais participa de muchas de las caracteristicas del capita lismo monopolista. También es importante recordar que el rapido progreso econémico alcanzable bajo este yegimen —tal como lo demuestran las altas tasas de aumento de la produccién logradas por casi todos los i Ver por ejemplo: Paul A. Baran y Paul M Sweery, «Mon poly Capitals, New York, Monthly Review Press, 1966; John K, Galbraith, ‘The New Industrial State, London, Hamish Ha- milton, 1967; Michael Kidron, Western Capitaiiom since the ‘war, London, Weidenfeld and’ Nicolson, 1060. 2 Varias de estas consecuenclas no son exelusivas del eapite- lismo monopolista, si no del capitalismo, sin aditamentos (al. gunos autores ‘sostionen incluso que son caracteristicas de Yodo régimen industrial de. produccisn); ast como por elem: ‘a pobreza 0 la aliensci6h en el trabajo, En lo que. se re. reaia alienacién en el trabajo mo ha side. sebalado que Ta ‘medida.en que los grandes monopolies logran. que si fuerza de trabajo ‘se identifique con los objetives y mecesi- aces do 1as emprevas para Tar cites ‘abajan, eretn oh Toe ros una sfalea conciencia> que reduce ia percepelén de Ig alienscién, Esto sin embargo, podria ser considerado sim Plemente como una forma més sutil de alienacion, y por otro Jado no. es tan obvi que el capitalism ‘monopolista, haya conseguido implantar entre sus obreros un grado muy alto de “lealtad» hacla las empresas; como lo demostraron explosive. Inente los sacontecimientoss de mayo de 1968 en Francia, B paises imperialistas desde fines de la altima guerra— ha permitido elevar el nivel de consumo de amplias masas de la poblacién, y en algunos casos integrar a las masas en sistemas politicos democraticos Mevén- dolas a la aceptacién mas o menos total de las reglas de juego de la legalidad burguesa. Asi pues, indepen- dientemente del juicio' eritico que a uno le merezca Ja «modernizaciéns y el que nos ofrecen los idedlogos de la burguesia, es importante estudiar cuidadosamente si efectivamente este progreso y esta modernizacién son alcanzables por un pais como la Argentina, y en caso de ser asf, qué efectos tendran sobre la conciencia politica de las masas. Ahora bien; atin cuando es cierto que grandes empre- sas modernas y con control monopélico sobre sus mer- cados predominan, por ejemplo, tanto en los Estados Unidos € Inglaterra, como en la Argentina y en Mé- ico, la situacién en los dos primeros paises es muy Giferente de la que los segundos. Simplificando, po- demos dividir a los paises capitalistas en paises impe- rialistas (generalmente Mamados desarrollados), y paises dependientes (por alguna razén que se me es- capa Iamados en vias de desarrollo). No interesa aho- ra explorar las caracteristicas de los paises imperia- Jistas, que por otro lado han sido discutidas, entre otros, por los autores citados anteriormente. Veamé més bien el coneepto de pais dependiente. Varias son las caracteristicas que se le han adjudicado a este tipo de naciones en lo que hace a sus relaciones con los paises imperialistas; el exportar primordialmente ma- terlas primas, el concentrar sus exportaciones en po- cos productos 0 pocos mercados, el carecer de capaci- dad propia para la elaboracién de tecnologia moderna, el tener bajo control extranjero una parte sustancial “4 de las més importantes y modernas empresas indus- triales, el depender de préstamos externos para equi librar ‘sus cuentas externas, etc. Estas caracteristicas de Jos paises los coeficientes de importacién que rigen en el corto plazo. - Bero Ia aparicién de nuevos bienes introducidos en primer lugar en los mereados de los pafses imperia- listas, que tienen coeficientes de importacién en ge- neral altos —por lo menos en una primera etapa— y ia imposibilidad de levar a cabo un proceso de sus- titucién de importaciones cada vez mas profundo sin afectar seriamente la eficiencia del sistema producti- 5 Gooticients de importacién eo ci valor de los insumor di Socios" S intinetios eaueridos ‘por unload de producto foal Osa ‘et probable gue geet ya que.ton tones na Sitlcuioe manutacturados, 9 es om ls industria donde el coe: Fotente'ae importacion cs rds alto 16 vo, hacen que atin en el largo plazo, para cada tasa de incremento en a producclén, exista una tasa mi- nima de incremento de los recursos externos disponi- bles, sin la cual esa tasa de incremento en la produe- cién'no es alcanzable. Naturalmente, cuanto més alta sea la tasa de crecimiento, mayor deberd ser la tasa de aumento de los recursos externos.? Es evidente pues, que el crecimiento de las exporta- ciones 0 de alguna otra fuente de recursos externos es condicién necesaria para alcanzar una tasa de desarrollo satisfactoria y para mantencrla por un pla- zo largo de afios. Pero casualmente, las exportaciones de los pafses dependientes enfrentan en general, en Jos paises imperialistas, —ademés de muchas otras dificultades externas ¢ internas— una serie de barre- ras aduaneras, que van desde las tarifas hasta Ja prohi, bicién lisa y liana de importar ciertos productos. La existencia de estas barreras aduaneras puede en parte explicarse como ejercicio por parte de los pak ses imperialistas de su poder monopélico, el que pro- viene justamente de Ja posicién de dependencia de los paises menos avanzados tal como se definié ante- riormente. En efecto, al requerir un pais dependiente un volumen ménimo de divises para un volumen dado de produccién interna, puede verse obligado —si de- 7 Modelos desarrotlando. en detalle Ias ideas expuestas en este. pixrafo han sido elaborados por numerosos autores. son 1a base de estudios realizados por la CEPAL y la UNC- TAD, Para dar solo un ejemplo podemos eitar a S, B. Linder, Teoria det comercio y politica comercial para el desarrollo. CEMLA, ‘1903; para tn andlisis del ciclo ‘econdmico on und economia en la que se postula una relacién rigida entre cre- ‘imiento del ingreso'y aumento de Ins importaciones ver. 0, Braun ¥ J, L.'Joy, «A model of economic stagnation, “A case iuy, gf the ‘argeitine ceonomys, Economic Journal, diclem: 7 sea mantener el pleno empleo de sus recursos pro- ductivos— a exportar volimenes mayores de bienes cuanto menores sean los precios que se le ofrecen, tal como en ciertas circunstancias una caida del salario real por hora trabajada incrementa Ia oferta de tra- bajo si el obrero requiere un salario total minimo para subsistir, Las tarifas, al reducir la demanda y los pre- cios de los bienes exportados por los paises depen- dientes, permiten a los paises. imperialistas el aprove- char ese poder monopélico obligando a los pafses de- pendientes a incrementar sus ventas.* Los paises dependientes —o por lo menos algunos de ellos entre los cuales incluirfa a la Argentina— se caracterizarian por el hecho de que el desarrollo de sus fuerzas productivas depende de un crecimien- to constante en la disponibilidad de recursos exter- nos, y por ser imposible la obtencién de esos recur- sos externos al imponer los paises imperialistas trabas sus exportaciones con el objeto de beneficiarse del ejercicio de su poder monopélico! 8 Por poder monopélico entiendo aeé el, que surge por el hecho de ser lov paises imperialistas los tinieos oferentes de Aquolios biones; saterias primas, semimanufacturas 0. Bienes de eapital; que son insumos indispensables para. la produc (clon en los paises dependientes, ¥ por ser 2 su ver log paises Imperialistas demandantos de blenes que son féeilmente. sus tititblee por producelén local, aun cuando naturalmente a Costos ‘mayores (p. e}.! productos agricoins), No te toma en éventa ‘aut ef caso de Jos paises dependientes que exportan materiag primas no facllmente sustituibles y cuya, demanda erece rapldamente, como por ejemplo el petréleo. Para ase Burarse un flujo constante y a precios bajos de ese tipo de Broductos, "los cenifos imnpetiales isan medion menos suties Que la discriminacion comercl S'Naturaimente los paises imperialistas imponen tarifas de- ‘hide a tin complejo conjunto de razones, entre lis cuales Po- rien sehalarse la defensa de intereses sectoriales, 1a necest- 18 La consecuencia de Ja dependencia es que el desarro- Uo de las fuerzas productivas se encuentra trabado; ¥ por otro lado facilita la penetracién de los capitales imperialistas en los paises dependientes, ya que éstos se ven. obligados a recibirlos para compensar en par- te —y por un plazo breve— su carencia de divisas.* Si se acepta lo expresado hasta ahora queda claro por qué hablamos de para el caso argentino; ta Argentina es un pais donde el sector dominante en la produccién est cons- tituido por grandes empresas monopolistas, naciona- les y extranjeras, pero cuyo desarrollo se ve trabado, sino se logra un flujo creciente de recursos externos. dad de product localmente clerto tipo de productos —come Por ejemplo, \ailmentos— por razones estratégioas, la pro- tecelén de reglones expecializadas en la produecidn’ de eier- tos bienes, ete. Sin embargo para el tipo de anélisis altamente generalizado que -estoy sealizando parece razonable Ia sine Dlifieacion. det texto. 10 Estas Ideas se encuentran desarrolladas mis largamente fen tin trabajo leldo por mi en octubre de 1968 en un semi hnarlo del Centro de Juvestigaciones Econémicas “del. institu to Toreusto Di Tella, ¥ tttlade «Comercio. « Tnversign.In- temacionales. Hacia una teoria de Ja explotaeién tmnperialista» 11 El crecimiento de los paises imperialisias tamb te esttechamente relacionads con el crecimiento Portactones. Sin embargo Ia relacién es diferente, y no im Dilca depenidencia, en el sentido de que ‘es posible el creck Imiento sin que aumenten las importaciones. Por fo tanto Ro existe 1a posibilidad de forzar a un pais imperialista a ender volumenes mayores de sus exportaciones mediante Lt introduceidn de tarifas; esta seria una de las razones por Jas que los paises imperialistas han eicontrado conveniente des- mantelar en buena medida las tarifas que limitaban el co. Imercio entre paises ‘altamente industrializedos. sto no. im: Dlica que haya terminado Ia competencia entre paises impe- Bas "ante on gus propias mersadoo comme en Joe mercaos io los ‘paises dopendientes; simplemente ‘cemplten con otro ipo de medidas. Pero estos son temas que escapan alos ‘objetives de este trabajo. 19 Aun si fuera posible remover otros obstéculos que se oponen al desarrollo —tales como la inestabilidad de los precios, el estancamiento del sector agrario, ete.— lo cual indudablemente no seria facil de lograr, el cestrangulamiento externo> aparece como el fre no ha ido Esumiendo distinias formes. Sin negar Is valider que puedan fener esas observaciones, prefiero a los efectos de este ar- {feulo Cetizme a mi delinicion, restringiendo asf indudable- mente el campo del anélisis pero evitando, espero, el caer en 20 Como decia mis arriba, el funcionamiento arménico del capitalismo monopolista requiere la intervencién sistemAtica del Estado en la economia, variando el ti- po de intervencién requerida de acuerdo a las carac- teristicas de cada pafs. Veamos ahora el tipo de in- tervencién Ievada a cabo por el gobierno en los iiltimos afios, para ver hasta qué punto es conducente aun mayor crecimiento de las empresas monopolis- tas. En la Argentina el frono mas importante a un mayor y mas eficiente desartotlo de las empresas monopo- listas, era probablemente la inflacién. Por sus mis- mas caracteristicas, los grandes monopolios requieren planear sus inversiones a largo plazo, Io que se hace dificil de realizar racionalmente en condiciones de inestabilidad de precios, Por otro lado, las ventajas de que gozan al aplicar métodos modernos de pro- duccién que permiten reducir los costos desaparecen, © por lo menos se reducen, cuando éstos no se pue- den ser caleulados con alguna precisién. Por ultimo, e incluso sia pesar de todo consiguen producir a cos- tos mas bajos, y vender sus mercancfas a precios in- feriores a los de sus competidores mas pequefios, esto no constituye una ventaja decisiva, ya que en un am- Diente de inflacién generalizada diferencias de pre. clos no muy grandes no son necesariamente percibi Vagas generalizaciones; ya quo ol tema de la dependencia en Su'desserollo, histériea no Puede ser tratado ‘acecuadamente Sh dLinareo de tin breve ensayo y eseapa probablemente a las eapacidades del autor. Por otro lado st es clerto que se ve- Hines E"Gendmeno de ls depencia’ tal como yo to Ne de- Tinido, no bay gue ir muy elon para explicar Ta Omider do huestia burguesls; tampoco a los burgueses tes gusta Iniciar Combater gue no pueden sans: 2 das por los consumidores, a los cuales también les resulta diffeil el racional.** ‘Mis adelante discutiremos en detalle los mecanismos finflacionarios en la Argentina, por ahora basta decir que el incremento en los salarios nominales consti- ‘tuia una parte esencial de éstos. ¥ es recién en 1967 que logra imponerse, a pesar de la oposicién de Ia clase obrera, un congelamiento de salarios que, ade- mis de reducir los salarios reales, cumple con lo que es su principal objetivo: eliminar o reducir en grado apreciable 1a tasa de inflacién. Por otro lado resultaba indispensable devaluar 1a mo- neda, tanto para solucionar el problema de corto pla- zo de Ia falta de reservas en poder del Banco Central, como para tratar de promover un crecimiento a lar- go plazo de las exnortaciones industriales. Pero la de- valuacién de la moneda implicaba transferir impor- tantes recursos al sector agricola. ave se beneficiaba por el aumento en los precios de los productos de exportacin: y al ser estos productos (trigo, carne, ete.) también de amplio consumo popular, el aumen- to desmesurado de sus precios hubiera puesto en pe- 1 El argumento del texto supone en realidad’ Ia existenci de inestabilidad en los precios relatives, ven la tasa de ate Mento de los absolutes, Asi por ejemple, st todos los precios ran diariamenie @ una tasa_constante no habria. dt jes en. planear Inversiones © largo playo, 0 en ident Hear las medidas raclonalizadoras 9 tomer pars gumentar la Clictenela interna de Tas empresas. Pero an la préctien 1a fase de inflaclén 2 necesariamenta variable, y Yo que aul 2s 08 atin mas importante, como los precios no pueden afas. fatse dinriamente, loa precio’ relatives estin varlando ‘per- manentemente, aun cuando en promedio y a largo plaza se mantengen congtantes, Fl desconoelmienta de los everdads- Tose precios relatives, avidentemente aumenta Tos Hesgos ¥ ‘Suminuye Ia efieleneia de las empress. 22 ligro Ja posibilidad de mantener los salarios conge- lados.4 La solueién fue el introducir las retenciones a la ex. portacién de productos tradicionales, lo que también tenfa la virtud de incrementar en forma sustancial los ingresos del Estado, politica complementada en 1969 con la introducci6n de un impuesto a la tierra y una Tebaja en las contribuciones sociales abonadas por Ios trabajadores —en esencia un pequefio aumen- to de salarios que en lugar de quedar a cargo de los empresarios era pagado por el Estado, en parte con los recursos obtenidos del sector agropecuario—. Asi pues el control de la inflacién fue obtenido a cos- ta de los trabajadores, y si sus salarios no se dete- rioraron atin mds fue gracias a una reduccién en los ingresos ded sector agricola via retenciones e impues- toa Ja tiorra. El costo de una politica destinada a beneficiar a los grandes monopolios fue saloménica- mente distribuido entre la oligarquia agropecuaria y Ja clase obrera; ejemplo conchuyente del dominio del aparato estatal por parte de la burguesfa industrial monopolista, Este dominio es el que Namo dominio hegeménico del capital monopolista.™ ¥ 14 Bn ef capitulo 1 se anslizan més en detalle estos proble- 18'EL dominio del capital monopolista se express dentro de tuna allanea de sectores que son log que dominan el aparato festatal, on esa alianza estén incluldos, como socios menores, os sectores deta oligerquia terrateniente, pues. prefieren apoyar al actual gobierno, atin cuando no’ lene todas sus expectativas, frente 2 cualquiera de las alternativas previs!- bles. El gran capital financlero es seguramente. parte impor tante dela coalicién, y se ha beneficiado notablemente con In estabilidad de precios, especialmente los bancos, ya que hha “gumentado sustanelalmente en términos reales la masa de dinero que controlan, sin que se alteraran simulténes- 23 Pero naturalmente esto no fue todo. La reducein en las tarifas aduaneras, 1a eliminacién 0 reduccién en Jos controles existentes a los alquileres urbanos y arrendamientos rurales, 1a de los puertos y de la produecién azucarera en Tucumén, 1a realizacién de importantes obras piiblicas, Ia creacién de un clima atractivo para el capital extranjero y el mantenimiento de un mercado de cambios casi com- pletamente libre, una politica crediticia expansiva y que favorece en forma selectiva a los monopolios, ete.; son todas medidas que directa o indirectamente faci- litan la expansin de las grandes empresas, permitién- doles racionalizar sus actividades, reducir costos, ex- plotar nuevos mercados,, intensificar la competencia con los pequefios productores, y en general consolidar su posieién de preeminencia’en la estractura econé- mica argentina, a expensas de clertos grupos peque- fio burgueses (comerciantes, pequefios industriales, etc.), obreros y empleados que quedan desocupados (anicar, puertos, ferrocarriles, ete.), y regiones en- teras (Tucuman) que quedan marginadas del proce- so de crecimiento, Si por Gltimo, tomamos en cuenta que ¥sta politica que golpeaba a tantos sectores simultaneamente fue aplicada encontrando una limitada resistencia, gracias mente sus costes de operacion, Finalmente, sectores de eapas medias y. ain algunos sectores obreros han. visto mejorar Su situaeién, y forman parte también de la coslieién en el poder. Seria sumamente interesante estudiar en detalle co- mo se estructura a coalicién dominante, pero escapa total: Mente amis posibilidsdes actuales. Por To tanto en el anali- $y gontinuae? reallzandeardatonsstmoufiastones, 16 El como te controlé la inflacion, y qué efectos tayo sobre fos istintos grupos, ee Ghveutido inks Wetalladamente eno capitulo 24 4 a un cuidadoso perfeccionamiento de Ios mecanismos represivos; que cada vez més: los medios de comuni cacién de masas se encuentran en poder de grupos fi- nancieros aliados con el capital monopolista; que sec- tores potencialmente opositores fueron eliminados, in- terviniéndose sindicatos, disolviéndose los partidos po- liticos e interviniéndose Ia Universidad; y que parece estrecharse la alianza entre burguesia monopolis- ta y militares de alta graduacién en distintas activi- dades econémicas, tanto en la produccién local de ar- mamentos como con la incorporacién de militares a Jos directorios de las mas importantes empresas; la calificacién del actual perfodo como de dominio hege- ménico del capital monopolista no parece exagerada. Naturalmente que por dominio hegeménico no enten- demos en este trabajo el obtener el quo esto bo significa que hava que esperar una vuelta a un promedio Se inflacién “anual cercano. al 80%, quiz la inflscion se mantenga aun ritmo de, digamos, ‘no més del 10% por sho. Pero esto solo soria guficiente para forzar, tarde 0 ten brano, una nueva devaluacion del peso, ¥ para difieultar en Grado’ apreciable las posibilidades de aumentar Ins exporta: Glones de productos industriales. 3 tabilidad de precios es condicion necesaria para lograr un crecimiento sustancial en las exportaciones de productos industriales —y un aumento en las expor- taciones es, a su vez, condicién necesaria para man- tener 1a estabilidad externa, si crece en forma soste- nida el producto interno— pero no es condicién su- ficiente, También es verdad que la estabilidad de pre- cios puede ayudar a lograr incrementos de la produc- cin agropecuaria que permitirian incrementar las ex- portaciones de estos productos, pero Ia estabilidad s6la no es suficiente. El andlisis de las condiciones de equilibrio del siste- ma para que pueda mantenerse por un perfodo de varios afios una tasa de desarrollo alta, es bastante complejo. Por un lado tenemos e! aumento en las importaciones que este crecimiento genera, funda- mentalmente importaciones de materias primas y de bienes de capital. Por el otro, el incremento en la produccién agropecuaria y el crecimiento de la de- manda interna de bienes agricolas determinarén los saldos disponibles para la exportacién. En tercer lu- gar, la evolucién de los precios internos y del tipo de ‘cambio determinaran la posibilidad de exportar productos industriales. En cuarto lugar, la entrada de capital extranjero beneficiaré en una primera ins- tancia a la balanza de pagos, pero las posteriores sa- Tidas de divisas en coneepto de beneficios y dividen- dos agravaran posteriormente el déficit. En quinto !u- gar, el nivel de proteccién aduanera afecta las posibi- lidades de sustituir importaciones, siendo éstas meno- res cuanto més bajas sean las tarifas, pero por otro lado las tarifas altas hacen menos competitivas las exportaciones argentinas. Por ultimo, y ain suponien- do que se ha logrado aumentar los saidos exportables 34 de productos agricolas, y que se ha conseguido hacer competitivas a las exportaciones de ciertos produc- tos industriales, no es seguro que los mercados de os paises industrializados se abran lo suficiente para que se logre efectivamente un volumen creciente de exportaciones. Como se sefialé en la introduccién, los paises industrializados imponen barreras discrimina- torias a las importaciones provenientes de los pafses dependientes, manteniendo asi a estos en ese estado de dependencia; y no hay raz6n para pensar que estas, restriceiones al comercio van a ser eliminadas, Combinar todas estas variables en un modelo de cre- cimiento dindmico y tratar de cuantificarlas, es un objetivo que excede ampliamente al de este trabajo. Sin embargo, quiero detallar algunas razones por las cuales me parece muy poco probable que el sistema pueda generar y mantener en el largo plazo una alta tasa de crecimiento. Las importaciones de materias primas y de bienes de capital parecen responder elisticamente a los cam- ‘bios en la produccién interna.* Esta alta elasticidad ingreso de las importaciones no se ha modifieado en Jos ditimos meses; si comparamos el segundo semes- tre de 1968 con el periodo correspondiente del atio anterior, vemos que a un incremento de Ia produc- cién industrial del 12% correspondié un aumento en Jas importaciones del 12%. En el primer semestre el afio 1969 las importaciones superaron en un 43 % a las del perfodo correspondiente del afio anterior, mientras que la produccién industrial erecié en un 88%." 28 Véase Batudios, op. cit pag. 81 - 32 Véase Informe Beondmico del Ministerio de Economia y Trabajo, 2 trimestre de’ 1960. 35 Es probable pues que, en Ia medida en que se man- tenga el periodo de auge actual, las importaciones ezezcan muy velozmente. Esta alta elasticidad ingreso de Jas importaciones est determinada en el corto pla- 20 por factores tecnolégicos —las empresas locales necesitan materias primas productos semimanufactu- rados y bienes de capital importados para operar sus fabricas—. Indudablemente, a largo plazo, muchos de Jos insumos que ahora se importan pueden pasar a ser fabricados localmente, pero también es elerto que comenzan a fabricarse nuevos bienes, demandados en general por los sectores de mas altos ineresos, los que @ st vez requieren de insumos importados ‘para su fabricacién. De esta forma, —a pesar de la politica de sustitucién de importaciones— se mantiene a lo Targo del tiempo una alta elasticidad ingreso de 1a demanda de importaciones, Contribuye a esto, ademas, el aumento de la demanda de algunos bienes de lujo ue deben ser necesariamente importatios, y de ser- vicios importados —como el turismo--. Mientras per- sista una distribucién del inereso como 1a actual. con- tinuaré en aumento la demanda de ese tio de bienes. La experiencia de los tiltimos afios no have previsible un rapido aumento de la produccién acropecuaria. La produccién agropecuaria exportable estuvo totalmen- te estancada entre 1947 y 1955, y crecié a una tasa del 2% entre 1955 y 1968. Como la poblacién crece a una tasa del 1.7 % por afio, y como es previsible que si aumentara el ingreso per cépita, creceria en algu- na medida el consumo per cépita de vroductos agro- ecuarios, la tasa de crecimiento de la produccién de- berfa exceder la suma de Ia tasa de crecimiento de 28 Véase Estudios, op. cit., pag. 64. 36 Ja poblacion y de aumento en el consumo per cépita, a fin de liberar volimenes crecientes de productos agropecuarios para Ja exportacién. Esto implicaria un cambio sustancial en la tasa a la cual se ha introdu- cido mas capital y nuevas técnicas de produccién en el sector agropecuario. Si bien no es imposible que esto ocurra, y la estabilidad de precios y ciertas me- didas del gobierno como por ejemplo, el impuesto a la tierra pueden contribuir a una renovacién en los métodos de produccién utilizados en el sector agrope- cuario, parece optimista prever un aumento muy grande en la tasa de crecimiento de la produccién en este sector. Quizé lo mas dificil sea determinar 1as posibilidades de aumentar las exportaciones de productos indus- triales. En itima instanela una politica de cambios Jo suficientemente agresiva, es decir, dispuesta a de- valuar el peso hasta hacer competitivas clertas expor- taciones, siempre debe rendir algunos frutos. Pero las exportaciones de productos industriales no dependen solo del nivel de precios —también influyen la cali- dad de los productos que se ofrecen, las condiciones de comercializacién, los créditos que se otorgan, ete.—, y aqui es donde las empresas argentinas pue- den encontrarse en desventaja. Por otro lado, las em- presas extranjeras que operan en el pals, més expe- rimentadas en 10 que se refiere a operaciones en el mercado internacional, se ven impedidas de exportar, en algunos casos, por convenios celebrados con su casa matriz. El establecimiento de mercados comunes entre paises atinoamericanos favorece sin duda algunas exportacio- nes de tipo industrial, pero necesariamente perjudi- ca a las exportaciones del mismo tipo dirigidas hacia 7 terceros pafses. Esto es asi ya que las importaciones efectuadas a costos altos de otros pafses socios, ele- van los costos de produccién locales. Por otro lado, el mercado comin latinoamericano parece beneficiar, en primera instancia, a las grandes empresas en con- diciones de planificar sus operaciones a escala conti- nental; en general, empresas extranjeras. La entrada de capital extranjero es obvio que actia en una primera instancia como un alivio para la ba- lanza de pagos. Pero este alivio dura poco; suponien- do que la inversién extranjera no tenga otras reper- cusiones sobre la balanza de pagos que el ingreso ini- cial de divisas y las salidas posteriores de dividendos ¢ intereses, un déficit inicial de «x> millones de déla- res requeriria, para ser cubierto, una inversién ini- cial de ex» millones de délares, y que ésta creciera en afios posteriores a una tasa igual a la tasa de be- neficio obtenido por las empresas. Como la tasa de beneficio es ampliamente superior a la tasa de creci- miento del stock de capital, esto implicarfa, que Iue- go de un plazo mas 0 menos largo, todo el stock de ca- pital del pafs pasara a manos extranjeras. Alternati- vamente, y esto es lo que sin duda ocurre en Ia reali- dad, las inversiones extranjeras no crecerdn a la tasa requerida, y el déficit original reaparecer4, agravado ahora por ia salida de un flujo mas 0 menos grande de dividendos e intereses. Ademas la inversién ex- tranjera tiene muchas otras repercusiones sobre Ia halanza de pagos, que no podemos analizar aqui, sien- do éstas en general negativas. El problema de las tarifas es lo suficientemente com- plejo como para no prestarse a ninguna generaliza- cign facil. Los efectos netos de una reduccién de ta- rifas, tomando en cuenta que, por un lado, tiende a 38 incrementar las importaciones, pero por el otro, que hace més competitivas las exportaciones, son dificiles de determinar. Lo que si es indudable es que a corto plazo estos efectos ser4n negatives, por lo que un pro- grama de reduccién de tarifas deberfa estar apoyado en amplias reservas de divisas para conservar el equi- brio en el periodo de transicién. El problema més serio es seguramente el de Ios mer- cados. La polftica actual de los pafses mas industria lizados es discriminatoriamente proteccionista con res- pecto a las exportaciones de los paises dependientes. Es evidente que, sia uno no le quieren comprar, es imposible vender. De modo que si esta politica no se altera, todo lo que se haga internamente para aumen- tar las posibilidades de exportacién del pafs seré in- suficiente. ‘Y si esta politica proteccionista es parte integrante de una politica general que permite man- tener la explotacién que sufren los paises dependien- tes, es utépico pensar que se pueda cambiar simple- mente mediante acuerdos 0 negociaciones bilaterales, ¢ atin apelando a las discusiones internacionales del tipo de las conferencias de «Comercio y Desarrollo» Algunos pafses, que cuentan con materias primas cuya demanda crece muy répidamente —como por ejemplo los paises productores de petréleo—, o estén en con- diciones de vender algin producto’ 0 servicio cuya demanda es muy elistica con respecto al ingreso, y gue no es sustituible facilmente por la produccién local en los paises avanzados —como ser los paises que reciben un flujo masivo de turistas—, 0 que geo- grafiea 0 estratégicamente se hallan ubicados en posi- siones de privilegio, y que por Io tanto pueden recibir un trato preferencial por parte de Ios paises imperia- listas, —como lo estén por ejemplo Irlenda o For- 59

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