ENRIQUE KRAUZE
BURKE PARA NUESTRO TIEMPO
Jobnson — Never believe extraordinary characters
sebicb you bear of people. Depend upon it, Sir, they are
You do mot see one man sboot @ great deal
|
‘chistortadores mds inteligentes de la primera mitad de nves-
‘wo siglo xx, admiraroa la obea de Edmund Burke (1729-1797).
‘Aunque las Reflexiones sobre la Revolucion Francesa fve-
100 publicadas en México desde 1826 por la Oficina de Matias
Rivera, Mora siguié su huell através de los liberals clisicos
franceses, como Benjamin Constant, entre otros, que sin
apartarse un épice de su fe en ta libertad politica terminaron
[por citicar el desarrollo y desenlace de la Revoluciéa Fran-
‘cea La presencia de Burke en Alamdn fue més diecta: lo apl-
6, mutatis mutandis, al caso mexicano. En su Examen
‘tmparcial de la administracién de Bustamante (\830) lo c+
‘ween el epigrafe y en el cuerpo del texto llaméndolo "uno
‘de los primeros publicistas de nuestra €poca”.
La preponderancia francesa en la culura mexicana desplax
12 Burke junto con otros pensadores ain mas inftuyentes como
Bentham y Adam Smith. Lo mismo ocurriria, en la segunda
‘mitad de! siglo, con Spencer y Mill. A partir de la Revolucién
‘Mexicana, el pensamiento politico ings, en particular el de
Jos cldsicos del liberalismo constivucional, se fue alejando
de nosotros hasta volverse extrafio 0 ;
‘Acaso por su origen catblico,e!itandés Bure fue un perso-
naje exotntrico en ta segunda mitad del siglo xm inglés: ha-
‘fa 17% propuso una reforma radical de la estructura politica
patrimonial de su tiempo: cttieé la comupeiin econdmica
‘en el pariamento y la concentracién de poder en el pat de su
€poca: el partido Whig; denuncié ls tampas en los distritos
electorates (los lamados “burgos podridos'), en 1776 justifi-
6, contra viento y marea, a independencia de las colonias
americanas; entabl6 un juicio célebee contra la direccign abu-
siva, corrupt y monopslica de la principal empresa colonial
16 Yeas
JOU De 1991
ingles, la East india Company; invendé la frmula “cuanto
poder” para referirse a la prensa y, enfin, escribi6 cients de
textos, tratados y discursos que apenas ahora se estén reco
fiendo con el debido esmero editorial en la propia Inglaterra.
Debido seguramente a su critica temprana a la Revolucién
Francesa (179), Burke ha pasado a la historia del pensamien
to politico occidental como un conservador. Lo que fo ca-
racteriza, en realidad, € una nociOn clisica de la libertad
individual. Desde ella critica a la Revolucién Francesa. Bur:
ke no €s un conservador como De Maisire sino un hombre
{que cree profundamente en el cambio, pero un cambio que
en la prictica benefice a los hombres concretos que 10 vi-
ven. Nos casual que Gladstone y no Disracl fuera su Segui: