FEE RR rane EL OFICIO DEL ARQUITECTO Hoy: UNA ALTERNATIVA EN TIEMPOS DE GLOBALIDAD WA) nnn Acercarse la obra de David Chipperteld, Herzog & de Meuron, SANAA, Steven Holle incluso de Zaha Hadid, por citar a algunos de los protagonistas de la escena arquitecténica en estos citimos afos exige ~en algin momento al menos- ol detenerse a consi- era cual ha sido su relacién con la ‘modernidad’. Entendiendo o! término, claro ests, como Ia acttud estética/ideolégica azo {da con la idea de progreso que ha prevalecido durante todo el siglo XX y que ha orientado 505 campos y, entre ellos, la arquitectura. Sospecho que, si pudléramos dirigmos a ellos y preguntaries acerea de cudles consid los principios en que se inspira su obra, todos, y por muy distintas razones, nos dian que se ven como herederos y continua dores de lo que fue Ia obra de los arqultectos modemnos. Y, sin embargo, su relacién con los principios de ‘laramente se pone de manifiesto en sus obras es bien dispar y divorsa, a pesar de insistir en que todas elas tienen un origen ‘comiin, De ahi que al examen de sus obras implique el stuarlas en relacion a la modamidad’ a impracisa pero atractiva meta que ‘con tanto ahinco persiguieron los arquitectos del siglo pasado. actividad creadora en los ms diver ‘modernidad’, como La 'modernidad' 0, al menos, alguno de los pardmetros formales que la caracterizaron, todavia gravitan cobre nosotros pues, que- ramos 0 no, los utlizamos como marco de referencia para nuestras obras. Entiondo que aquello a lo que hoy nos referimos como ‘modernidad' traza una linea dvisoria que tiene un sentido no muy diferente al que tuvieron en su dia los 'érdenes clésicos'. Durante mas de cuatro siglos las artes plésticas on la cultura occidental, y por ende la arquitectura, hicieron uso de los érdenes que los ‘arquitectositallanos del Renacimiento hablan recunerado a mediados del siglo XV. No se repitieron estrictamente las formas y hubo lugar para muy dlversos modos de expresion estlistica, pero el uso de los érdenes como marco de referencia se mantuvo hasta ‘comienzos del siglo XX. Otro tanto cabria decir on nuestros dias. En este paso del siglo XX al XXI, on ol que si bien la arqultect ‘contomporénea no puede ser asimilada estrictamente con aquélla que se consolidé ontro la Primera y la Segunda Guerra Mundial, si que puede afirmarse que algunos de sus principios proceden todavia d Valgan pues estas lineas introductorias para decir quo los comentarios que sobre la obra de David Chippertold me dispongo a hacer van a contemplar su trabajo teniendo muy presentes aquéllos que considero sus origenes, reconociendo, por tanto, sea aquellos momentos en los que eu obra 80 produce con notable coincidencia con la ‘modernidad', sea aquellos otras en los que se adentra ‘en caminos que poco tienen que ver con ella. Ver la obra de DC desde la ‘modernidad nos permitiré entender buena parte de ell com natural evolucién de lo que fueron sus principlos, en tanto que equella otrs que hace referencia al pasado, a tipos histéricos ‘conocids, nos levaré a relacionaria com lo que fueron las ablertas enticas la 'modernidad’ de fines del siglo XX. Y, paradjica- mente, DC nos ofrece una arquitectura més novedosa, mas inesperada e incluso mas polémica, cuando tione presente on la suya la arquitectura del pasado que cuando su arquitectura se produce en estricta y natural continuidad con la 'modernidac'. s