Infierno

Enrique Vega Dvila

Que tu Iglesia, Seor,
sea un recinto de verdad y de amor,
de libertad, de justicia y de paz,
para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando.
(Plegaria Eucarstica V/b)
0. Problemtica
a. Imgenes tomadas de Dante
b. Comprensin errnea de lo presentado en la Escritura
i. Desconocimiento de gneros y subgneros literarios
ii. Como si fuesen informativas
iii. Como si fuesen histricas
c. Desconexin del infierno de los otros temas teolgicos
d. La predicacin del infierno para generar culpa y participacin: manipulacin
i. Venta de indulgencias s. XVI
ii. Peste negra del s. XVII
1. Nomenclatura
a. Infernum: mundo inferior
b. Condenacin est relacionada con danum que significa prdida
c. Hades, se identifica con el Sheol hebreo, lugar de los muertos
d. Gehenna, lugar de quemar los restos. El fuego es constante.
e. Tartaros, lugar de restriccin, prisin. Se usa una sola vez en el ST (1 Pe 2,4)
2. Fundamentacin bblica
a. Exclusin
i. Mt 25, 1-3
ii. Lc 14, 16-24
b. Fuego
i. Is 33, 14
ii. Ez 38, 22
iii.
iv.
v.
vi.
vii.
viii.
ix.

Sal 21, 9
Mt 3, 12
Mt 5, 22
Mt 13, 42
Mt 18, 8-9
Mt 25, 41
Mc 9, 43.48

c. Lugar de tormento
i. Lc 16, 23
ii. Ap 14, 10
iii. 2 Pe 2, 4
3. Declaraciones Magisteriales
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4. Reflexin sistemtica
a. La esperanza no informa sino que performa
i. La concepcin espiritualista de la esperanza ha recado en solo plantearla hacia
el futuro. Tener esperanza no significa solo aguardar un futuro sino prepararlo.
b. Lugar del Infierno como tema teolgico
i. Antropologa teolgica
ii. Eclesiologa
iii. Escatologa
c. El infierno como fracaso de la esperanza
i. Si la escatologa estudia lo que aguarda la esperanza, el infierno se presenta
como la libre posibilidad de rechazar la esperanza.
ii. Debe considerarse no como castigo sino como consecuencia de la libre voluntad.
d. No creemos en el infierno, creemos en Dios
i. Jerarqua de verdades.
ii. El cristianismo cree en la redencin de toda la creacin y el infierno es una
posibilidad real.
e. Soneto a Cristo crucificado Annimo del s. XVI
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
T me mueves, Seor! Muveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muveme ver tu cuerpo tan herido;
muvenme tus afrentas y tu muerte.
Muvenme en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

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