y me detuve asombrado a la vera del camino; no sabes lo que ha pasado ayer en Jerusaln? De Jess de Nazaret, a quien clavaron en Cruz, Por eso me vuelvo triste a mi aldea de Emas Por la calzada Emas un Peregrino iba conmigo; no le conoc al caminar, ahora s, en la fraccin del Pan.
TE CONOCIMOS SEOR
Van tres das que se ha muerto y se acaba mi esperanza.
Andando por el camino te tropezamos, Seor,
Dicen que algunas mujeres al sepulcro fueron de alba.
te hiciste el encontradizo, nos diste conversacin. Tenan
Pedro, Juan y algunos otros hoy, tambin all buscaron.
tus palabras fuerza de vida y amor,
Ms se acaba mi confianza no encontraron a Jess:
esperanza y fuego en el corazn
por eso me vuelvo triste a mi aldea de Emas.
Oh tardos corazones!, que ignoris a los profetas en la Ley ya se anunci que el Mesas padeciera; y por llegar a Su gloria escogiera la afliccin. En la tarde de aquel da yo sent que con Jess nuestro corazn arda a la vista de Emas. Hizo seas de seguir ms all de nuestra aldea y la luz del sol poniente pareci que se muriera; qudate, forastero, ponte a la mesa y bendice; y al destello de su luz en la bendicin del pan, mis ojos conocern al Amigo de Emas.
Te conocimos, seor, al partir el pan.
T nos conoces, seor, al partir el pan. Llegando a la encrucijada, t proseguas, Seor, te dimos nuestra posada, techo, comida y calor; sentados como amigos a compartir el cenar, all te conocimos al repartirnos el pan. Andando por los caminos te conocimos, Seor, en todos los peregrinos que necesitan amor; esclavos y oprimidos que buscan la libertad, hambrientos, desvalidos, a quienes damos el pan.