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La Etnometodologia ‘iru original de Ia obra: L'etbométhodelogie Traducci6n de Teodora Esteban © Presses Universtates de France, Paris 1987 ‘Ediciones Citedza, 8. A.’ 1988, Valcireel, 27. 28027-Madrid M, 42.413.1988 Inraopuccidn .. Capfrovo I Los precursores Caviruto I Historia del movimiento etnometodolégico Caniruto IM Los conceptos clave de la Etnomerodologia Capicuto 1V Sociologfa profana y Sociologia profesional . Caniroo V CCuestién de métode Caniruto VI El trabajo de campo Canfruno VIE Criticas y convergencias ... Conctusidn . Biniocearia Introduccion La Etnometodologia es una corriente de la Sociologfa americana que nacié en los aftos 60 y se instalé primera- mente en los campus de California. Alcanz6 ripidamen- te a otras universidades americanas y europeas, sobre todo inglesas y alemanas. A pesar de ello, el publico francés desconocia la Etnometodologia hasta la reciente publicacién de algunos textos basicos y algunos comen- tarios que empiezan ahora a multiplicarse. Es més, vein- te afios después de la aparicion de la obra precursora de Harold Garfinkel Siadies in Etbnometbodology, ésta seguta sin ser traducida al francés. Las escasas traducciones existentes de textos ctnometodolégicos se encuentran de forma dispersa en algunas revistas. La importancia tedrica y epistemolégica de la Exno- metodologfa se basa en el hecho de que supone una rup- tura radical con las formas de pensamiento de la Socio- logfa tradicional. Mas que una teorfa constituida, es una perspectiva de busqueda, una nueva postura intelectual. ‘La entrada de la Etnometodologfa en nuestra cultura ‘anuncia un auténtico cambio en nuestra tradicidn socio- logica. Este cambio se abre paso en medio de una ex- pansin del pensamiento social. Hoy en dia se concede -) mds importancia al aspecto comprensivo que al explica- tivo, al enfoque cualitativo del mundo social que a la ° manfa cuantificadora de las investigaciones sociolégicas La busqueda etnometodolégica esti organizada en tomo a la idea de que todos somos «socidlogos en esta- do prictico», de acuerdo con la bella formula de Alfred Schutz. Lo real y ordinatio expresa la realidad social, construye al mismo tiempo. Contra la definicién durkheimiana de la Sociologia construida sobre la ruptura con el sentido comiin, la Et nometodologfa nos muestra que tenemos la posibilidad de expresar de forma adecuada lo que hacemos para or- ganizar nuestra existencia social. Analizando las précti cas ordinarias en el aqui y ahora sicmpre localizado de las interacciones, la Etnometodologfa se acerca a otras corrientes marginadas de la Sociologia oficial, en parti- cular la Sociologia de intervencién, que también toma fen cuenta cl hecho de que todo grupo social es capaz de comprenderse 2 sf mismo, de comentarse y de anali La corriente que aqu{ presentamos no es una escucla marginal. No esta separada del conjunto de las investi gaciones sociolégicas. Por el contrario, tiene muchos puntos comunes con los estudios que, como el Marxis. mo, la Fenomenologi, el Existencialsmo y el Andis institucional, nutren la reflexién contemporinea sobre nuestra sociedad Harold Garfinkel vu sutorsacion para trace cero legmenton low i in Exmdbdy a como, pola isn i, hl Bckwel Li Capiroto pRiMeRo Los precursores En general, estamos de acuerdo en considerar que las, dos fuentes de la obra de Garfinkel, sunque no las de todos los etnometoddlogos, son las obras de Talcott Parsons y Alfred Schutz. Estos dos autores son casi contemporineos. Pero sus itinerarios son diferentes. Parsons nace en Estados Unidos y desarrolla una obra imponente que influye répidamente en el pensamiento social americano. Schut2, por el contrario, emigea a los Estados Unidos a la edad de cuarenta ios, en 1939, y ejerce hasta su muerte, en 19: ds discreta. Sélo serd profesor universitario a final de su vida, pero da conferencias, publica numerosos articu los y, actualmente, se vvez mas su papel en la Sociologia contemporénea. A esto se aflade la influencia de! interaecionismo simbolico. 1, PARSONS ¥ LA THORIA DE LA ACCIN Parsons ha sido una figura dominante en la Sociolo: fa americana del siglo xx! . En oposicién a la corriente general de la Sociologia de su tiempo, él rehabilité Sociologfa tedrica europea al integrar en su teorfa de la accién los trabajos de Durkheim, Weber, Pareto, etc, Al mismo tiempo, fue un gran profesor universitario, su Departamento de Harvard presentaba claramente la ventaja de reunir la Sociologia propiamente dicha, la Psicologia social y la Antropologia. Alli se forms toda tuna generaciGn de socidlogos americanos, entre ellos est Garfinkel. Para Parsons, las motivaciones de los actores estén integradas en los modelos normativos que regulan las conductas y las apreciaciones reciprocas. Esto explica la estabilidad del orden social y su reproduecién en cada encuentro interpersonal. Compartimos valores que es. tin por encima de nosotros y nos gobiernan. Tencmos tendencia a acomodarnos a las reglas de la vida en co mun para evitar la angustia y las sanciones. Pero, écdmo es posible que respetemos generalmente sas reglas de vida en comin sin siquiera plantedrnoslo? Parsons recurre a Freud para explicar esta regulacién de la vida social: Freud afirmé que, durante la educacidn, Tas reglas de la vida en sociedad son interiorizadas por el individuo y constituyen lo que él llama el «super ego», ¢s decir, una especie de tribunal interior. Este sistema interiorizado, segiin Freud y Parsons, gobierna nuestra conducta ¢ incluso nuestro pensamicnto. sons ¥ otr0s, 19 Gen wz Generalmente nos comunicamos por medio de sim bolos que adquieren sentido dentro de totalidades como el lenguaje, que existe antes de nuestros contactos como sistema de referencia y como recurso eterno, inagotable y estable. La Etnometodologfa planteara de otra forma cl problema: la relacién entre actor y situacién no estaré asada en los contenidos culturales ni en las reglas, sino que naceré a partir de procesos de interpretacién. Hay aguf un cambio de paradigma sociol6gico: con la Etno- metodologéa pasamos de un paradigma normativo aun paradigma interpretativo. 2. Scnurz Alfred Schutz estudis ciencias sociales en la Universi dad de Viena a principios de siglo. Partic de una refle- xin sobre Max Weber para elaborar su primera obra, publicada en 1932. Envié esta obra a Husserl, quien le propuso ser su ayudante. Schutz decliné esta oferta, pero mantuvo relaciones de colaboracién con Husserl hhasta su partida definitiva, en 1938, huyendo del régi men nazi, Tras pasar un afio en Paris, se insalé definiti- vamente en Estados Unidos, donde murié en 1959. Sélo tras su muerte se convitié en un elisico de la So- ciologia, pero desde los afios 40 estuvo dando conferen cias en Nueva York, donde tuvo como discipulos, otros, a Peter Berger y Thomas Luckmann Peto volvamos a la obra de 1932, punto de partida de la Fenomenologia social Max Weber, aunque subrayé su importancia, no cla- rificd la nocion de «Verstehen» —el comprender opues- to al explicar, «Erkliren»— que se refiere ya al conoci ‘miento de sentido comin, ya.a un método especifico de las ciencias sociales. Schutz desarrollard la primera sig. nificacin de «Verstchen» y propondri cl estudio de los procedimientos de interpretacién que empleamos cada dia de nuestra vida para dar sentido a nuescras acciones y a las de los demas. Ahf esté probablemente la idea central, la aportacién esencial de Schutz. Como subraya Patrick Pharo, se trata de la «idea simple que encontra mos en Schutz, pero también en cierta forma en Witt genstein», segiin Ia cual «la comprensién se encuentra ya consumada en las actividades més costientes de la vida cotidiana» (pég. 160)*. Como apuntaba Schutz, «el Jenguaje de todos los dias encubre un tesoro de tipos de caracteristicas preconstituidos, de esencia social, que encierran contenidos inexplorados». El mundo social de Schutz es el de la vida cotidiana, vivida por personas gue no tienen a priori un interés tedrico para la consti- tucién del mundo. Este mundo social es un mundo in- tersubjetivo, un mundo de rutinas en el |a vida cotidiana son realizados, en sa mayorta, maqui- nalmente. La realidad parece natural y sin problemas. Para Schutz, la realidad social es parca Sat vies irk cael os eae URE rat pe eg ‘ Los hombres nunca tienen, sea en lo que sea, expe riencias idénticas, pero suponen que lo son, hacen como si lo fueran a todos los efectos pricticos. La experiencia subjetiva de un individuo es inaccesible para otto. Los actores ordinarios, sin ser filésofos, saben por s{ mis mos que nunca ven los mismos objetos de la misma ma: rnera: no tienen los mismos puntos de observacidn ni las mismas motivaciones, como tampoco los mismos fines ni las mismas intenciones al mirarlos. No se ve lo mis- mo, hablando de un partido de fiitbol, sentado en las tribunas centrales que en los fondos. Todo el mundo lo sabe, por eso aceptamos, al ir a ver un encuentro, que los precios sean diferentes, porque la calidad del espec téculo, o mejor dicho, la calidad de la vision difiere se- ‘gin el punto de vista. Sin embargo, todo el mundo esta- i de acuerdo en decir que todos los espectadores han visto el mismo partido. En principio, el hecho de que los actores no vean lo mismo deberfa impedir toda posi bilidad de un auténtico conocimiento intersubjetivo. Sin embargo, éste no es el caso gracias a dos uidealizacio nes» utilizadas por los actores: Ia intercambiabilidad de Jos puntos de vista, por un lado (se pueden intercambiar los sitios y, en consecuencia, los ngulos de visién), y la conformidad del sistema de pertinencia, por otro (todos los espectadores suponen que los otros han ido a ver el partido por las mismas razones que ellos, que todos tie ‘nen el mismo interés o, al menos, un interés empirico idéntico a pesar de sus diferencias biograficas). Conside rindolas juntas, estas dos idealizaciones componen «la tesis general de la reciprocidad de las perspectivas», que marca el cardcter social de Ia estructura del mundo-vida de cada uno. Esta descripcién de Schutz permite comprender ata obra aera a de ae como unos mundos experienciales «privados, singula- res, pueden ser trascendidos en un mundo comiin: por medio de esas idealizaciones veo Jo mismo que mis compatieros'de partido, incluidos los que, sin desplazar se hasta el campo, lo ven en la televisidn. Vemos el mis; mo partido de fiitbol a pesar de nuestros distintos luga, res, de nuestras diferencias de sexo, de edad, de condi cin social, etc. Asimismo «vemos volar al mismo paja- ro a pesar de nuestras diferentes posiciones en el espa cio, de nuestras diferencias de sexo, de edad y del hecho de que mientras usted tiene intencién de cazarlo, yo sélo quiero admiraclo», Por este proceso de ajuste permanente explicado en estas dos idealizaciones, los actores llegan a disipar sus divergencias de percepcién del mundo. La «actitud na- turaly encierra una extraordinaria capacidad para tratar los objetos y, mas generalmente, las acciones y los acon- tecimientos de la vida social con vistas a conservar un mundo comtin. Igualmente implica tal capacidad de in: terpretacién que el mundo esté ya descrito por los miembros. 3, EL INTERACCIONISMO siMB6LICO Otra fuente de la Etnometodologfa es el interacci rnismo simbélico. Encuentra su primer origen en la «Es- cuela de Chicago», cuyos principales representantes son, Robert Park, Exnest Burgess y William Thomas’. Esta corriente de pensamiento popularizs el empleo de la ob- HE. Pak y EW, Dog 191: ld tS 16 servacién patticipativa como un método adecuado para estudiar la realidad social, en particular los répidos cam: bios sociales que provocs el crecimiento urbano de Chi cago. El interaccionismo simbélico® defiende la opinion. contraria a la formulada por Durkheim sobre el actor. ¥ Durkheim, aun reconociendo la capacidad del actor para describir los hechos sociales que le rodean, consi- a que esas descripciones son demasiado vagas, dema- siado ambiguas para que el investigador pueda usarlas cientificamente, dado que, ademés, estas manifestacio- nes subjetivas no competen al émbito de la Sociologia. Por el contrario, el interaccionismo simbélico sostiene gue Ia concepcién que se hacen los actores sobre el mundo social constituye, en el fondo, el objeto esencial de la bisqueda sociol6gica as criticas metodol6gicas de los interaccionistas son radicales. Rechazan el modelo de indagacién cuantitati- vay sus consecuencias sobre la concepcién del rigor y Ia causalidad en las ciencias sociales. Un conocimiento socioldgico adecuado no podria ser elaborado por me dio de la observacidn de principios metodoldgicos que intentan extraer datos de su contexto para hacerlos ob- jetivos. La utiizacién de los cuestionatios, las entrevis tas, las escalas de aetitud, los cileulos, las tablas estadis- ticas, tc, todo ello crea distancia, alea al investigador, en nombre de la misma objetividad, del mundo social que quiere estudiar. Esta concepcidn cientifista produce evidentemente un curioso modelo de actor que no tiene relacién alguna con la realidad social en la que vive E] auténtico conocimiento sociol6gico se nos revela a través de la experiencia inmediata, en las interacciones, de todos los dias. En primer lugar, hay que tener en cuenta el punto de vista de los actores, sea cual sea el objeto del estudio, porque precisamente a través del sentido que dan a los objetos, a las personas, a los sim- bolos que les rodean, los actores fabrican su mundo social En conjunto, la Sociologia ha dejado de lado Ia im portancia de las aportaciones metodolégicas y teéricas del interaccionismo simbélico, considerado a menudo —no sin cierto desprecio— como una diligencia de tipo periodistico’; no tendefa, por tanto, un verdadero esta tus cientifico. Se le ha reconocido, como mucho, una utilidad eventual de busqueda preliminar. De todos mo dos, el interaccionismo estd bien anclado en la tradicién de la investigacién anglosajona y sigue ejerciendo una cierta influencia, tal como podemos ver en los estudios sobre la edesviacisn» El interés del interaccionismo simbélico es conside rable, no sélo por insistir en el papel creative desempe fiado por los actores en la construccién de su vida cot diana, sino también por su atencién a los detalles de esta constraccién. No se deberia ereer que el interaccio nismo es s6lo una «sociologia salvaje» a fin de cuentas, sin hipstesis tedricas. De hecho, se apoya en una tradi cidn tedrica muy vigente, de acuerdo con la cual se construyen los objetos sociales. La significacidn social sdemszun antguo pends, Pron pens 3 ensear Sociologia en Liniversiad aloe cares aos en 19 eega de parado periodico, Spine, el socbloge es sna especie tones que eset ‘eriodistruniverstaros, quenes segin 18 de los objetos proviene del hecho de dar sentido al cur- so de nuesteas interacciones. Y si algunas de estas signi ficaciones son estables en el tiempo, tienen que ser ne- gociadas en cada nueva interaccidn. La interaccién se define como un orden negociado, temporal, frégil, que debe ser reconstruido permanentemente con el fin de Marx, lo encontraremos tanto en la Fenomenologia so- cial como, de otra forma, en la Etnometodologts. La teorfa del ctiquetado —labeling theory—, que forma parte del interaccionismo simbélico, lleva hasta sus sltimas consecuencias la teorfa de que e1 mundo social no se da, sino que se construye waqut y ahora». as personas, por ejemplo, son etiquetadas como des viacionistas. La desviacién ya no es considerada como tuna «cualidads, una caracteristica propia de la persona o incluso como algo producido por el desviacionista, Por el contratio, se considera que la desviacidn es producida por un conjunto de definiciones instituidas por la rea cidn de la sociedad ante unos actos més 0 menos margi rales, en resumen: como subraya Howard Becker, ¢s el resultado de un juicio social La desviacién no es la cualidad del acto realizado por alguien, sino més bien la consecuencia de que los otros apliquen reglas y sanciones a un wofensor», El desviacionista es alguien a quien se le ha podido pli car con éxito esta etiqueta. El comportamiento desvia cionista es el comportamiento designado como tal? Dicho de otro modo, un individuo no se convierte en desviacionista por la sola realizacion de su acto, La des. viacidn no ¢s inherente al comportamiento. York, The Free Pret, pig 9; trad fy Ont, Edd eo el de). M. Chapoulie, Pass RM. Méaie, 1985. El desviacionsta es aquél al que se ha cogido,defini- do, aislado, designado y estigmatizado. Unerde es liens mds slida de la teora dela designacin es que las fucr= as del control social al designara alguien como desvia racién que implica dca designacién. Se ha legado 4 deci que el control socal, paradjieamc reforzaba Ios comportamicntos 2, ale deserben? ta teorla dl etiquetado, a devviacin no seed efinida una produccién tanto de aquellos que se ocupan de los desviscionistas y los etiquctan, como de los denviacion nistas que se etiquetan a si mismos, confirmando con 20 Capfroto Il Historia del movimiento etnometodolégic La Etnometodologia comienza con los trabajos del soci6logo H. Garfinkel. Nacido en 1917, emprende sus estudios superiores en 1946 en la Universidad de Har- vard bajo la direccién de T. Parsons. Al mismo tiempo se inicia en la Fenomenologia y lee a Edmond Hussetl Aaron Gurwitsch, Alfred Schutz y Maurice Merleau- Ponty, que ciercen sobre él una influencia considerable 1. 1949: CRiMENES IVTERRACIALES Y DEFINICION, Garfinkel publica su primer trabajo en 1949!, Es un articulo consagrado a los homicidios inter e intrarracia: les, y a los procesos y condenas relacionados con éstos. Garfinkel adopta la idea de Willian Thomas de que los, actores toman parte activa en la adefinicién de la situa- ién». Decir que los actores de un hecho social «definen: la situaciony durante sus intercambios significa que defi nen permanentemente, durante su vida cotidiana, las TH Garfinkel, 1969: aResearch Note on Inter and Intra: Racial Homie des, Sia Fr 7, pgs 3 instituciones en las que viven. Como sefialard més tarde Erwing Goffman, hay que definir el «cuadro» para com: enderlo y actuar. Contrariamente a la sociologfa, que intenta saber c6mo actuan Jas personas en situaciones previamente definidas y existentes antes de sus encuen. tros, la Etnometodologia tratard de comprender cémo perciben las personas, cémo describen y proponen jun x. tos una definicién de la situacién? 2, 1952: La TESts DE GARFINKE En 1952 Garfinkel defiende su tesis doctoral’. Par- sons tuvo una influencia decisiva sobre él y nunca deja- ri de reconocerlo. Sin embargo, no es en absoluto discf- pulo suyo en el sentido dependiente que se le da gene- ralmente a este término, aunque siempre reconocera sia deuda, tal como escribiri més tarde al recordar que sus trabajos encuentran su origen en la lectura de los escrtos d Talcott Parsons, Alfred Schurz, Aaron Gurwitsch y Edmond Huser... El trabajo de Parsons en particular sigue siendo impresionante por la profundidad y la precisién sin fallos de su rizonamiento sociolbgico prictico en cuanto a las tareas constitutivas del pro del orden social y de su solucion (Stadits, pig ice Hall Exe ob, considera como labile de le Emer recta en 1984 ca Cambridge Poly ndclante, be de Sind. Esco pos fagnentos induce CEMS-EHESS 0d. (1988) pig 174, obra gue lamaremos Después de defender su tesis, Garfinkel obtiene un puesto en Ohio; mds tarde, en 1954, en la Univers de California, en Los Angeles (UCLA), donde atin ens fia. Entre un puesto y otro, tiene ocasién de llevar cabo una iavestigacién sobre los jurados de los tribuna- les. En UCLA, Garfinkel conocié a Dell Hymes, que es uuno de tos fundadores de la Etnologia de la comunica cidn, En ese momento, trabaja en el Instituto Nacional de Enfermedades Mentales ¢ inicia trabajos en el marce de la Escuela de Medicina de UCLA. Alli fue donde empez6 a interesarse por el caso «Agnés», un transexual gue seré objeto de uno de los estudios mas célebres de Garfinkel En ese momento influye sobre un pequeho grupo de estudiantes de UCLA. En 1956, publica un estudio so- bre las ceremonias de «degeadacién»’. En esta publica que Jean-Paul Sartre desarrollé mucho antes, cuando oponia filosofia esencialista y flosofia existencialista En efecto, Garfinkel critica el concepto de las «csencias» que, segun dice, no es un concepto cientific, sino una construccién de la vida cotidiana, Este consteuctivismo, relacionado con el pragmatismo y el interaccionismo simbdlico, se convierte entonces en el tema central de una Etnometodologia en estado incipiente. En 1959, Garfinkel participa en el IV Congreso Mundial de So- ciologia de Stresa, donde promuncia una conferencia que seré publicada y cuyo titulo muestra bastante bien sus preocupaciones intelectuales¢ Am Sle Bhp 120-4 ui, Pr Ma 1H. Garfinke, 1959; «Aspects of th 1 Sense Kno 3. CICOUREL ¥ LA CONSTITUCION DE LA «RED» En 1955, Aaron Cicourel, que va a desempefiar un papel decisivo en la historia de la Etnometodolog: gradiia en UCLA. Después publica, en 1963, con John Kitsuse un estudio sobre los responsables en materia de ecucacién’, Al afio siguiente aparece su nueva obra so- bre el método y la medida en Sociologia*. En 1965 ma con Garfinkel un seminario informal allf encontra- mos a Harvey Sachs, Lawsence Wieder, Don H. Zim- merman, asf como a varios etadlogos: Michael Moer- man, Benetta Jules Rosette y Carlos Castaneda. En 1965-66 esta ent Berkeley, donde forma a numerosos es tudiantes como Roy Turner y David Sudnow. En ese ‘momento se mueve entre Berkeley y Los Angeles, don: de ain trabaja Garfinkel, que contina como Ifder del movimiento. En este mismo periodo, Harvey Sachs em: pieza a desempenar un papel importante. En 1962-63, organiza el grupo de Berkeley, que trabaja en las publi caciones de Garfinkel. En este grupo se encuentra Em- manuel Schegloff, David Sudnow y Roy Turner. Todos cllos se desplazan de un campus a otz0 por California y forman lo que Nichoslas Mullins (pigs. 192-193) pre senta como una ered®. Sin embargo, el centro de esa -d —siempre segin Mullins— parece estar en UCLA alrededor de Garfinkel, a pesar del talento organizativo de Cicourel, euyo centro de Santa Bicbara adquiere cada vez més relevancia. Zimmerman se adhiere a este centro 2K. Cleoure, 1964 Abd and Massaron in Sy, Nueva York, Fre N Mullin, 1974: Tarts and Thy Gaps iv Canemprary Ameria 5 sig, Nocos Vote, Harper & Row. con Sudnow en 1965; sin embargo, defiende su docto- rado al aflo siguiente en UCLA. 4, LA DIFUSION INTELECTUAL A finales de los afios 60, el cardcter aparentemente antisociolégico de la Etnometodologfa comienza a ha- siempreen el interior de los Departamentos de Soclo- Ge lt Exnometedologia quede relaivamente al margen ara un publico mis amplo,coincidendo con la excal tide le Fenomenologa socal, Alfred Schite mars n 1959, Dg una obra relativamente dspersa que teen Papers, que et Maurice Natanson en 1962, Peter 7 ‘Thomas Luckmann publican en 1966 su cilbre brs sobre I consruccn social dela realidad, que 9 Papers en 1968, Top. Becgery T. Luckmenn, 1986: La onracio id a rile Mendiens Rincschy tendaci de Thr Sasa Conran of Rei, ( Gis, Dosey, 198 bre la adquisicion del lenguajey la competencia iter pretativa de ls nitos. Sacks. por su parte, emprende asta del Eometodlogi. Sein Mulino a 25 miembros. : En la misma época, Garfinkel publica ariclos im en 19631, Muchos de su tabajos, que estaba desperdigados,serén reunidos en ls Sudesh Ednoma boda ue Garfinkel se decide a publicar en 1967, bo 5, 1967: et tamno parcuson En el prélogo de los Studies, Garfinkel nos cuenta a dios: afiemando uc la realidad cjciva dels hechos soci genioson par exa reac (pig Vib in an Sate etn, Noes Yon, Ronald Pes 26 Al contratio de lo que afirma Durkheim, los h sociales no se nos imponen como una realidad objetiva El postulado de la Sociologia con Garfinkel sera el si: guiente: hay que considerar los hechos sociales como. realizaciones pricticas, el hecho social no es un objeto estable, sino el producto de Ia actividad continuada de Jos hombres que ponen en prictica su savvir-faire, sus procedimientos; reglas de conducta; en suma, una meto- dologia profana cuyo andlisis constituye Ia verdadera ta- rea de un socidlogo. Al afio siguiente, empiezan las eriticas y cl contraata: ‘que con un articulo de J. S. Coleman'?. 6. EL DESPLIEGUE DEL MOVIMIENTO Al final de los aftos 60, se forma una nueva genera- cién en los campus californianos y empiezan a multipli carse las lecturas de tesis, especialmente en Santa Barba a en tomo a Cicourel: L. Wieder lo hace cn 19695 Hugh Mchan en 1971 con una tesis sobre las interaccio- nes educativas en un grupo de alumnos!3; Marshall Shumsky lo hace al ao siguiente con una tesis sobre los grupos de encuentro californianos (encounter groups), a pos'4; Robert Mckay defiende la suya al mismo tiempo, si como Kenneth Leiter, Kenneth Jennings, Schwartz, David Roth, ete. En 1972 existen 50 etnometodlogos, segin Mullins Estos afios de expansién y de florecimiento del movi TS Coleman, 1968: eReview Symposia Ethnomethodelogys, Ameri Sapa! Resi, 33, pgs. 122-130 re Mtehan 17 comping Undrsanding i Eaeanal Stings, U WM Shuma, 1072 Evowntr Grog, A Foren Sam, Unpubished Ph ee ee eae tee esencinmente, ademas dele Side I oboe is nat Sudnow sobre la gestién hospitalaria de la muerte!’, la le Cicourel sobre a delincveneajuvenl™ Jel isms ato, lade Peet McHugh tobre a fice Se eee Gion'. Hay que atu publcacion oy 70a ae, Botan ail deD. Zimmerman) M. Polis sb oposiién 1 lade la Sociologia tandards Boer aeien stan wa stan cn a excindirse en dos grupos: el de los anaista de corres ws Englewood 7p, Metlugh, 1968: Defi be Si Melle, 1968: Dig polis, Bobby Mes con Ia actividad sociolégica habitual, la Etnometodolo. fa constituiré en 1975 el objeto de un nuevo y especta cular ataque por parte de Lewis Coser, entonces presi dente de la Asociacién Americana de Sociologia’. Este presentard la corriente etnometodolégica como una scc- ta cuyo desarrollo amenazaria el porvenir de toda la So: ciologfa americana. Don Zimmerman, por un lado, y Hugh Mehan y Houston Wood, por otro, responderén a estos ataques al afo siguiente?® 7. LA DIFUSION EN BL EXTRANJERO A partir de ese momento, la Etnometodologia empie- za a tener un auténtico impacto més alld de California, Se instalaré en la Costa Este con una nueva generacién (Alan Blum, McHugh, Robert McKay, George Psathas, Jeff Coulter) que accede a puestos universitarios en los departamentos de Sociologt de las Universidades de Nueva York o de Boston. También desborda las fronteras de los Estados Uni- dos llegando hasta Inglaterra: a Londres y a Manches- ter, donde se concentra un importante nuimero de etno- metoddlogos, entre ellos estén Rod Watson, John F tage, Douglas Benson, john Hughes, Wesley Sharrock y Bob’ Anderson; y hasta Alemania, con el grupo de la Universidad de Bielefeld. La progresién es mucho mas Tenta en paises como Italia, donde, sin embargo, adver- timos la publicacién, en 1984, de una recopilacién de textos traducidos® TLR, Gove, 1975, Presidential Ades, T 1 Many H. Wood, sDe-stcing chiometbodstogrs, pgs En Franca, hubo que esperar una dada para que la Etnometodologta encontrara su sito. Las pamerss pu blicaciones aparecen en 19732 Chrisian Bachmann, Jacqueline Lindenfeld y Jacky Simonin publieron tna Obra titulada Langage of conmnction ses (Hatin, que consagra un captulo a la Enometodologia. Solo cidn etnomecodoldgies™. Ha sido: muy recientement cuando, fuera de las grandes publicciones oficiales, a dologi. Empieza a ser ensehada en la «Mason des Sciences de THommen de Paris y en las Universicades, principalmente en Paris VII (Etnologh) y Pass Vil (Ciencias dela Educzci sop E sia Capivoxo ID Los conceptos clave de la Etnometodologta La Etnometodologia adopts un vocabulario particu lar con Garfinkel. No es siempre nuevo, ya que, tan pronto toma términos de otras ciencias, como la indexi calidad de la Linguistica, la reflexividad de la Fenome nologfa o la nocion de miembro de Parsons, como reco: ge términos del lengu: ficado; éste es el caso, por ejemplo, de las nociones de prictica 0 de accountability. Pero lo que ms nos llama la atencidn de la Enometodologia es el carécter comple mentario y solidatio de sus conceptos. Presentaremos aga los mas importantes y los mds accesibles para al guien que empieza a descubrir la Etnomerodologia. corriente modificando su signi: L. Prkerica, REALIZACION Desde las primeras lineas del primer capitulo de los Studies titalado «Qué es la Etnometodologta’», Garfil: kel nos indica que sus estudios tratan sobre las actividades précticas, las citcunstan cias practicas y el razonamiento sociolégico prictico como temas de estudio empirico. Concediendo a actividades banales de la vida cotidiana la misma aten. cid que se concede habitualmente a los acontecienien tos extraordinarios, intentaremos comprenderios como fendmenos de pleno derecho. El interés primordial de Garfinkel se refiere a las act vidades précticas y, en particular, al razonamiento pric. (ft ya sea profesional o profano. La Etnometodologfa es la buisqueda empitica de los \étodos empleados por los individuos para dar sentido al mismo tiempo, realizar sus acciones de todos los dias: comunicarse, tomar decisiones, razonar:\Para los etnometodslogos, la Sociologia sera, pues, el estudio de estas actividades, ya sean triviales o cientificas, conside- rando que la propia Sociologia debe ser entendida como una actividad pra uunta G. Pasathas, la Et nometodologta se ta como «una prictica soci reflexiva que intenta explicar los métodos de todas las ricticas sociales, incluidas las suy rencia de los socidlogos que consideran generalimiente el le sentido comtin como «una categorfa residual», propiaseli A clfe ometadologia analiza ls ereenciasy los compor Li rcaldades corrientes de la vida social que los orcs socislogos. Hay que volver ala experiencisy esto exge modificar los métodos y las técnicas de recopilaciOn tc dslogos, en efecto, construyen la hipdtesis de que los fe, ba dela descripcion cintifica. Las descripciones socio. ldgicas ignoran la experiencia practica del actor, derado como un ser irracional. Los etnometodslogos echazan las hipstesis tradicionales de la Sociologia so- bre la realidad social. Segtin ellos, los socislogos supo- hen a priori que un sistema estable de normas y de sig- nificaciones compartidas por los actores gobierna todo se convierten, de hecho, , los socidlogos se las ingenian para en- hipotesis as, en concreto la de la «constancia del ob All donde otros ven datos, hechos, cosas, el c ‘metodlogo ve un proceso por medio del cual los de aparente estabilidad de la organizacion social 4n. creando continuamente (fin un artfeulo que se hizo famoso, Garfinkel y Sacks afirman (pg, 353) que «los hechos sociales son las reali zaciones de los miembros»’. La realidad social esta sien do creada constantemente por los actores, no es un dato ling Procesn nu RT minty, Harmendwor, Pep and Dovrenints, Nuevs York, Appleton Caney Crt plan 3 30k preexistente. Por ello, por ejemplo, la Etnometodologfa pone tanta atencién en la forma en que los miembros toman las decisiones. En lugar de formular la hipdtesis de que los actores siguen las reglas, cl interés de la Et- niometodologia consiste en poner al dia los métodos emplesdos por los actores para «actualizar» dichas re- glas) Esto las hace observables y descriptibles. Las acti vidades pricticas de los miembros, en sus actividades concretas, revelan las reglas y los pr cho de otro modo, la atenta observaci Jos procesos llevados a cabo en las acciones permitirfan poner al dia los procedimientos empleados por los acto: res para interpretar constantemente la realidad social, para inventar la vida en un bricolaje permanente. Asi pues, sera de capital importancia observar cOmo produ- cen y tratan los actores de sentido comiin la informa cidn durante los intercambios, y su modo de utilizar el lenguaje como recurso; en resumen, edmo frabrican ur mundo «razonable» para vivir en él 2. LAINDEXICALIDAD [ La vida social se consteuye a través del lenguaje: no el detlos gramaticos y linguistas, sino el de la vida cotidia nayNos hablamos, reubisnos Srdenes, respondemos a preguntas, emsefiamos, escribimos libros de Sociologta, ‘vamos al mercado, compramos y vendemos, mentimos y hacemos trampas, participamos en reuniones, hace mos entrevistas, todo en la misma lengua. A partir de esta constatacidn, se desarrolla el cuestionamiento etno metodolégico. Los socidlogos utilizan en sus encuestas, en sus des- cripciones y en sus interpretaciones de la realidad social, Jos mismos recursos de lenguaje que la gente corriente, el lenguaje comtin. Los socidlogos se pasan el tiempo sencontrando remedios a las propiedades indexicales del discurso pricticov‘.|La idea de que las expresiones del lenguaje ordinario son indexicables no tiene su origen en la Etnometodologia. Las expresiones indexicales son expresiones como «esto», ayo». wustedy, etc, que ad: quieren significado en un contexto. Desde hace mucho tiempo, han sido la preocupacién de légicos y lings tas, La indexicalidad son tos dean a una palabra, a una situacién. Indexicalidad es un término adoptado de la Linguistica, esto significa que, aunque una palabra tenga una significacién transituacio~ nal, igualmente tiene una significacion distinta en cad situacion particulag:Su comprensiGn profunda pasa por acaracteristicas indicativaso*, y exige que las persona evayan més alld de la informacion que se les da» UBsto designa, pues, la insuficiencia natural de las pa Iabras, que s6lo toman sentido «completo» dentro de su contexto de produccién, solo si son aajustadasy a una si- tuacidn de intercambio linguistic. Y es mas, este ajus tamiento no agota la integralidad de su sentido poten cial}\La significacién de una palabra o de una expresién proviene de factores contextuales como la biografia del ircunstancias que ro Jocutor, su intencion inmediata, Ia relacién nica que mantiene con su oyente y las conversaciones pasada Lo mismo ocurre con las entrevistas 0 los cuestionarios utilizados en Sociologia: las palabras y las frases no tic nen el mismo sentido para todos y, sin embargo, el tr tamiento «cientifico» que tiene que dar el socidlogo a es. tas entrevistas hace que exista una cierta homogeneidad semantica de las palabras y una adhesién comin de los individuos a su sentido, El lenguaje natural es un «re- curso» obligado en toda encuesta socioldgica. Para Garfinkel, las caracteristicas de las expresiones indexicales deben ser extendidas a la totalidad del len guaje. Su conviccisn es que el conjunto del lenguaje na. tural es profundamente indexical en la medida en que para cada miembro, la significacién de su lenguaje coti diano depende del contexto en que aparece. El lenguaje natural no puede tomar sentido independientemente de sus condiciones de uso y de enunciacién Wilson y Zimmerman (pégs. 57-58)* ponen el ejem plo de la cnigmatica palabra rosebud, pronunciada por Kane en su lecho de muerte en «Ciudadano Kane», la pelicula de Orson Welles. La pelicula esté construida enteramente alrededor de la busqueda del significado de esta palabra; su director nos leva por distintos caminos que se nos revelan répidamente como callejones sin sal da y, justo cuando vamos a darnos por vencidos, entre vemos, al igual que los personajes de la pelicula, en los uiltimos segundos, la palabra grabada en el trineo infan til de Kane, que acaba de ser lanzado al fuego por los empleados de mudanzas. S6lo comprendemos el sentido y el caricter punzante de esta ultima palabra de Kane tras habernos perdido en interminables interpretaciones insatisfactorias’, atrapados por el juego de caricter irre- mediablemente indexical del discurso y de la accion, Esta nocién de indexicalidad ha sido transpo: por la Emometodologia a las ciencias sociales. Signif gue todas las formas simbélicas, como los enunciados, Ios gestos, las reglas, las acciones, comportan una «fran ja de no-completacién» que s6lo de ogy aed Then) Hamel ot que mer jugan con estos aquéllas se producen, aunque las propias «completacio: nes» anuncien un khorizonte de no completacién»®. Las situaciones sociales, ésas que conforman la vida de to- dos los dias, tienen una indexicalidad interminable y el socidlogo se encuentra ante una «tarea infinita de susti- tucidn de expresiones indexicales por expresiones obje Por ello cita Garfinkel a Husserl, quien hablaba de las expresiones cuyo sentido no puede ser decidido por un oyente sin que sepa 0 presuma necesariamente Algo sobre la biografia y los abjetivos del que emplea la texpresién de las circunstancias del enunciado, del cur: so anterior de la conversacién o de la relacion particu lar de la interaccién actual o porencial que existe entre hablante y oyente (Studies, pig, 4). i, nos dice P. Pharo, Ia indexicalidad no slo atafte a esos términos que los Tingistas llaman defcticos (es decir, los indicadores de persona, tiempo y lugar implicados en la interaccion), Sino, de un modo més general, a todas las expresiones del lenguaje ordinario cuyo sentido, como concurren: tia de palabras-tipo, siempre es itreductible pura y simplemente la significacién’ «objetiva» de las pala bras de la expresion. Una expresién del lenguaje corriente fue minuciosa- mente analizada por varios etnometodslogos": se trata Hh Mahan y H. Wood, 1975: Te Recliy of Eshuamahsdan, Nueea Yor, Spo Pharo, 198E “Lethoomethodologe eI question a on! en tAshumentsetnnometodologruee, Primes dpitiny ge Ameria Sie Revie, 28, pig, 924 940, A, Chore, 1970: «The Ruaision of Socal Structure, Toward» Developmental Socclogy of Lan de la expresidn et caetera. Esta ocupa a menudo el lugar del eomplemento de demostacin, se sobreentcni aque acabo de decile, puede completar cilmente por sf ncontrar otros ejemplos para mi enumeracién, ef caeteray, La tegla del ef acer revere que on habante y un oyente aceptenf y de comprensiones comu las descripciones se © asuman juntos laexistencia de significaciones 3s de lo que se dice cuando no son inmediatamente evidentes, Esto pone de mani fiesto la idea de que existe un saber comin socialmente gue Cicourel Ilamé «el caricter retros Pectivo-prospectivo de los acontecimientos», que esté bien «significado» en la regla del ef cetera y de sus «sub distribuido, Es lo Expresiones vagas, ambiguas o truncadas son iden adas por los miembros, quienes les dan sentido: contextuales y transcontextuales gracias al cardcter trospectivo-prospectivo de los acontecimientos que lescriben dichas expresiones, Los enunciados presen: res de los hechos deseritos, que comportan matices ambiguos © previsibles, pueden ser examinados pre pectivamente por el hablante-oyente en sus potenciales significados fururos, suponiendo asi que la no: completacién de las significaciones y de las intencio- nes presentes se manifestaré més tarde, O bien comen arios pasados pueden esclarecer, de repente, enuncia- dos prese > nexidn permiten ala laes de la experiencia, a pesar del cardcter deliberadamente vago, 0 ast considerado, y mfnimo de la informacién w ie , of senate por los actors en ol cuso dem inter Para los ldgicos, las expresiones indexicales estén consideradas como inconvenientes, ya que prohiben enunciar proposiciones generales 0 decidir sobre la ver dad de algo si se ignoran las circunstancias contextuale de su produccidn. De ahi las tentativas frecuentes c1 socidlogos, pero alin mds en las ciencias antroposocia les, de extirpar las expresiones indexicales para susti tuiclas por expresiones objetivas. Pero es una tarca mu! dificil, e incluso imposible, porque éedmo decidir que tal expresidn es indexical mientras que tal otra ¢s objeti va? Por esta raz6n, Garfinkel, si no ha introducido de hecho el concepto de in de forma diferente: las expresiones indexicales no son expresiones pardsitas dentro de nuestras conversaciones, cotidianas. Por el contrario, son constitutivas del dis. Jexicalidad, sugiere examinarlo Curso, el cual se construye gracias a su uso. El lenguaje cotidiano tiene un sentido ordinario que Ia gente comprende sin dificultad, La inteligibilidad de leza indexical, més bien depende de ella, y es el conoci miento de las circunstancias del enunciado lo que nos permite atribuirle un sentido preciso, de tal modo que, en lugar de criticar cierto mimero de principios meto- doldgicos, Garfinkel propone estudiarlo considerando dle sus principales caracteristicas, buscando la forma en {que uutilizamos el lenguaje ordinario forma ratinaria y banal, a las expresiones indexicales. Hablar de indexicalidad significa también que el sig Rificado siempre es local y que no hay que generalizar, contrariamente @ lo que querrian hacernos creer ciencias antroposociales. Esto quiere decir que una pala: bra, por sus condiciones de eaunciacién, o una institu: cidn, por sus condiciones de existencia, no pueden ser analizadas mas que en relacién con su situacién. En. consecuencia, el andlisis de estas situaciones indexicales es interminable; La tentativa de «limpiar» el mundo de las expresio- que cs un intento de sustituir por ex presiones objetivas las expresiones indexicales, se con vierte en un tema de descripeisn y d en un esfuerzo por resolver el problema 3, LA REFLEXIVIDAD Pablo esté retenido en un centro para la rehabilita- cidn de drogadictos. Teme las represalias de otro reclu- so que acaba de ser puesto en libertad bajo palabra y que llegara pronto al mismo centro. Pablo sient ante la idea de que el otro le tome por un chivato, ios aflos antes, los dos se drogaban y traficaban juntos. Los dos fueron detenidos, pero s6lo condenaron al otro, De esta forma, Pablo cree que el otro debe pensar que le denuncid, y no es verdad. Quiere abandonar ¢l centro para evitar las represalias que podrian proceder también de sus compaferos si se enteraran de su su- puesto chivatazo, le pegarfan y quizd hasta lo mata~ Han, Su confesién pone a Lawrence Wieder!? sobre la pista del eddigo implicito vigente entre los presos. Wie: xt habia descubierto, desde el principio de su estudio pinico "© D. Benson y JR, Hughes, 1983: Te? dees y Nueva Vork, Longman, pig, 115 1D. Wiedes, 1974 eeling the Codes en R. lag acmondewerth, Pengain Books, pigs 14417 yf Ezhametbey, Lon 40 sobre el centro, la existencia de dicho cddigo, al igual aque existe en todos Jos centros de reclusién, pero nunca hhabta tenido ocasién, salvo en el «aso Pablon, de anali zar casos de soplos, de ver funcionar el cédigo. Pero Pablo, en el curso de una conversacién, dijo a un educa dor del centro: «Usted sabe de sobra que no soy un so plon» Los detenidos hablaban facilmente del eédigo, un au téntico orden que rige sus conductas cotidianas, ast como de las sanciones aplicadas a los «lameculos, soplo: nes y llorones». Este eddigo, constantemente aplicado, aunque no formalizado de este modo por los detenidos, concernia en primer lugar a los chivatazos, pero tam bien, por ejemplo, al hecho de no quejarse de los robos de los que eran victimas, al de compartir 0 vender a los otros presos la droga que se habfa conseguido, al de ayudar a los otros a satisfacer su comportamicnto des viacionista, al de no confiar nunca en los educadores, etc, Las reglas del juego se vuelven, a los ojos de los sidentes, maximas de conducta: por ejemplo, no dar so- plos supone guardar distancias permanentemente y una actitud de desafio hacia los guardias para demostrar a Jos demas que no se corre el riesgo de un chivatazo, ya que no se adopta ninguna actitud de proximidad o de simple cordialidad respecto a los guardianes. Es una manera no verbal de decir el cddigo. ‘Wieder ilustra lo que él llama una formulacién refle- xiva (pig, 152) repitiendo la expresién de Pablo: «Usted sabe de sobra que no soy un sopién.» El andlisis de esta enunciacién provoca la aparicién de varios elementos: = Enuncia lo que acaba de ocurris, por ejemplo: «us ted me ha invitado a dar un soplo», = Formula lo que el joven hace cuando dice: «mi res puesta es no responder. = Formula el amotivoy de la no-respuesta, a saber, Ta ley del silencio. ~ Indica la distancia permanente ¢ institucionalizada, entre un residente y un educados, un vigilante y un socidlogo. — Imposibilita la potencial solicitud del que hace las preguntas, del que estd del otro lado de la ba Se puede decir que Ferencia a la interaccién y los siguientes al contexto ins- titucional que sirve de base, segin Pars los primeros elem re los personajes. Pero, aunque estas conclu ala Widmer'*, puedan hacernos pensar en un tipo de analisis sociol6gico, en realidad seguimos fstando dentro de la Etnometodologia. En efecto, se admite que todo lo que se desprende del anilisis de Wieder queda am nte implicito en la respuesta del joven recluso, Es una forma de actualizar el cédigo en una formula que viene exigida por la situacién presente, por la interaccién, Al igual que la codificacién del saber Brujo de Don Juan descrito por Castafteda' es una tra duccién analitica de un conocimiento vernéculo, el ané- lisis de la ley del silencio es un discurso erudito, analiti rohibi co, sobre una especie de secreto lenguaje d do que traduce la ley implacable del grupo de d tes, ley que s6lo se formula, en realidad, en una situa cidn ¢ interaccién coneretas, Wieder presenta en primer lugar la ley del silencio de los jovenes del centro como lo harfa un socislogo al escribir las leyes informales de las «infracule n, pone de relieve el estas formulaciones. La ey del silencio forma parte de la situacién, E] len- guaje cor aspecto reflexivo e interaccional ruye el mundo durante las actividades inde- icles. No hay un lugar en el. que se produzca el mun ge de transgrei lo prohbido. Pa re porque Pablo teme rre ese riesgo. El cédigo eme elcigo I sea aplcado. El eéigo no ex objro de con Teton, del minmo modo que, como dice Mao, «la r Cid, Puede legal lengusj es de prose ® inci practicas como temas, No intentan teorizar y Evidentemen consideran evidente esta reflexividad, pero reconocen, emuestean y hacen observable pars cada uno de los concretas —io cual quiere decir ocasionales—, cons derando esta reflexividad como una condicién inalte rable c inevitable de sus investigaciones» (Studies, pa gina 9 y «Arguments», pags. 61-65). social, Garfinkel, por el contrario, hace de ella la cond [ia elexividad design, pues, ls pricticas que de criben y constituyen a la vez un cuadro social. Es la propiedad de las actividades que presuponen y al mismo tiempo hacen observable la misma cosa. En el curso de nnuestras actividades ordinarias, no solemos prestar atencién al hecho de que mientras hablamos, a medida que enunciamos, estamos construyendo el sentido, el orden y la racionalidad de lo que estamos haciendo en ese momento. Las descripciones de lo social se convier ten, en el momento de expresarlas, en partes constituti- vas de lo que describes ; Peele eee oe tng profes que b compe in crtatoton de ao (Studies, pag, 55). e Describir una situacion es construirla, La reflexivi- dad designa la equivalencia entre la comprensin y la expresion de dicha comprensién) Y vamos a ver que Garfinkel llama account al soporé, al vector, al vehiculo de esa equivalencia, «Hacer» una interaccién es «decir: lay, La reflexividad presupone aque las actividades realizadas por los miembros para producir y mancjar las situaciones de su vida organiza da de todos los dias son idénticas a los procedimientos utilizados para hacer descriptibles dichas situaciones» (Studies, pg. 1) La «accounrapuiry» En el prélogo de los Studies, Garfinkel escribe: Los estudios etnometodoligicos analizan las activ dades cotidianas de los miembros como métodos que hacen a las propias actividades visiblemente - raciona les = -referibles - a - todos - Jos - fines - practicos, es Jecir, descriptibles (accountable), en cuanto organiza ida ordinaria de las actividades de todos los dias. 7 Louis Quéré!® sefatdados caractersticas importantes de In accountability es cflexivay es racional. Decir que es feflexiva es subrayar que la accountability de una activ dad y de sus circunstancias es... un elemento consttut vo de esas actividadess, Decir que es racional, «es su brayar que se produce metédicamente en situacion ue las actividades son inteligibles, pueden ser descritas tvaluadas bajo el aspecto de st racionalidach. Quéré my cuatro ejemplos de Garfinkel sobre la accountability ‘studio del Contro de Prevenciéa del Suicidio de Los ‘Angeles (SPC en inglés), el caso de Agnés; el descubrt miento del pulsar 6ptico y, por fin, una conversacicn formal referida y analizada en los ‘Studies, Examinare- tos los dos primeros cjemplos en este capitulo; volve nos con los otros dos cuando presentemos los cam ae aplicacion de la Emometodologia Bl estudio de las actividades del SPC figura en el pri mer capitulo de los Studies, Este centro procede, 2 ins tancias del juez, a hacer pesquisas sobre casos de muer tes no naturales, Hay que establecer si se tata de suicidio 0 de otra causa, Garkinkel quiere saber si las investiga ciones del personal del SPC son comparables, en cuanto f.su método basado en el sentido comin y de sociologia profina, con las deliberaciones de un jurado, relativas a Ia seleceign de enfermos para un tratamiento psiquiatt c0.0 con los procedimientos de codificacién del conte nido de informes médicos por parte de los estudiantes de Sociologfa, asf como con los «innumerables procedi mientos profesionales levados a cabo duran cucsta antropologica, lingufstica, psiquidtrica ». En la conclusién de este mismo capitulo, Garfin algunas recomendaciones que tun elemento metodolégico importante en vestig ria de in hay dos niveles de aniisis: el de Ia autoorganizacicn centro de investigaciones —el SPC— y el de los aunt, En el primer nivel, mente como realidad objetiva ordenada, finalizada, do. tada de racionalidad y de coherencia... Esta autoorge dlivisién del trabajo, en la definicion de procedimnientos formes, de procedimientos de archivado, en la acumu: lacién de recursos (informaciones, redes de in idn, agendas de ditecciones, ete.). En el segundo i le pricticas de interpretacién sobre s{ mismo, ae los que se pone en primer plano como reali objetiva dotada de una identidad, una fin una estructura de orden cacia, claridad...)..\Los n idad a, efi 2 su dispos les proporcions y que constribuyen a producie, una cepresentacién. del organismo como realidad abjetiva, ordenada racional mente en funcién de objetivos 0 de razones social Estos accounts son, por ello, parte inteprante de sus cit ccunstancias practicas ¢ informan su actividad de inves igacién; proporcionan recursos para garantizar la ver. la inteligibilidad, Ia descriptibilidad y la racionali zabilidad de sus précticas, y producir éstas como pric. adas y racionales» (Quéré, pig. 104) La relacién con el anilisis institucional se ha dentelEl objeto mismo del socioanalisis, si se lo d ‘omo una forma de anilisis institucional en situacién de intervencién, es el discurso de los miembros de una ins titucin sobre sus pricticas, es decir, el conjunto de ae ‘counts que pueden ser producidos en la situacién de and sis. De todos modos, asf como los socioanalistas unas veces toman los discursos al pie de la letra y otras les 0, los etnometoddlogos, por el contrario, buscan sobre todo defini y « ability, decit en qué medida son «informantes» 0 «es El segundo ejemplo propuesto por Quéré es Ia histo. ria de Agnés, que ocupa todo el quinto capitulo de los Stuics fpr y pido ser ope de UCI resents en 1938 a la edad de diecinueve aos. Quier ue Ie quiten el pene y lo sustituyan por una vagina Ta elioia sobre la transexualidad, Charla por espacio d seetctaria, Garfinkel la describe com femenina, completamente imberbe, con maquillje & o7 dul creto, cintura fina, de pies un poco grandes y nos muestra que Agnés debe exhibir cont nuamente, en todas sus actividades cotidianas, los ras Iturales de la m mab, Esta producci su ser-mujer es una realizacién préctica continua, nunc acabada, porque no posee la destreza rutinaria de la mineidad; al contrario, tiene que controlar constante- mente sus actitudes, al comer, al ita la playa 0 al disi mular su anatomia delante de la amiga con quien com parte piso. As{ demuestra, seguin las palabras de Simone de Beauvoir, que «no se nace mujer: se llega a serlon. Nacemos dentro de un cuerpo de macho o de hembra, Pero tenemos que convertirnos enseguida en un chico 0 en una chica y exhibir al mismo tiempo ante el entornc eLcaricter definitivo de la masculinidad o laf [La malidad sexual en las actividades y las conductas cot nineidad, countability aqui es esa uexhibicién» de la perso- nas. Es su declaracién constantemente renov: tras que normalmente se vive como algo natural porque es rutinario. Pero Agnés tiene que vigilar esta «presen- taci6n de s{ mismay con el fin de aparecer como un «caso de la realidad») El trabajo de institucién de la se- xualidad en cada uo de nosotros esta generalmente oculto y olvidado, un poco como en Marx los producto. res olvidan la produccién de la mercancfa en el proceso de reificacién", Esta reificacion y este olvido son efecto de has lisposiciones por las cuales la sociedad esconde a su miembros sus actividades de organizacién y los leva asia aprehender sus rasgos como objetos determinados eindepenclientes (Studies, pag, 182). ((Becis que e1 mundo sociales aenuntble significa que ke disponible, es deci, que es deserpable, nteligible relatable y analvable. Est povided de’ analinr 8 se da de una vez para siempre, sino que se cumple en nuestras realizaciones pricticas)) La Etnometodologia trata los informes que hacen los miembros sobre ‘mundo social como. realizacic ‘como indices de lo que realmente ocurre. El d la Etnometodologia, en general, es elucidar cémo se producen los inform: as devciciones de un sce so, de una relacién o de una cosa dentro de una inte raccidn, de tal forma que se llega a un status metodo: l6gico claro, por ejemplo: establecido o ilusorio, objet Vo 0 subjetivo, ete Conteariamente a lo que a veces se pretende, los et Beettlogos no toion por decipcones det eal dad social los informes que de ésta hacen los actores. E anilisis de estos informes no les es util mas que en medida en que revela cémo los actores reconstruyer constantemente un orden social frégil y precario con ¢ fin de comprenderse y ser capaces de intercambiar algo. La propiedad de estas descripciones no es que describar mundo, sino que muestran continuamente su consti tucida, Este es el sentido que hay que dar en todos los estudios etnometodoldgicos a la expresion, tan repetids y misteriosa, de account: si describo una escena de m vida cotidiana, no es por «explicar» el mundo por lo que coddlogo, sino porque, al reali zarsc, mi descripcién wfabricay el mundo, lo constraye Hacer visible el mundo es hacer comprensible mi accién al describirla, porque doy a entender su sentido al reve lar los procedimientos que empleo para expresarla.)- La NociGn DE MIEMBRO itn st vocabolaso simomitodal6gico la nociin de alimangp del lengua natual/ rnencia social, sind La nocién de miembro es el fondo del problem: No utilizamos este término para referirnos a una per sona, Se rel bien al manejo del lenguaje co- min, Lo entendemos de la siguiente forma: entende mos que la gente, al hablar un lenguaje natural, est ‘comprometida de alguna manera en la produccisn presentaciéa objetivas del saber de sentido comin de sus asuntos cotidianos como fendmenos observables relatables, Con una frecuencia y una insistencia universales, los miembros emplean formulas destinadas a remediar e caricter indexical de sus expresiones y, més concr mente, intentan sustituir las expresiones indexicales por expresiones objerivas?™ Parece como si Garfinkel hubiera p cepcisn parsoniana de la nocién de micmbro tia sobre caletinity membership, es d pertenecer a una comunidad, a otra, més lingiistica, que subraya el manejo del lenguaje natural Mas recientemente, en una entrevista con Benetta Ju- les-Rosette®, Garfinkel vuelve sobre el concepto de miembro y rechaza mas claramente atin de lo que lo hi- ci 1970 la definicién parsoniana de «miembron: ars Jule Rosette, 15 En una férmula-manifiesto, hablo de la produccién local y del earéeter naturalmente disponible» del or den social, Nuestras investigaciones nos remiten inde fectiblemente a Merleau-Ponty para volver a aprender lo que nos ensefié: nuestea familiaridad con la socied cs un milagro constantemente renovado. Esta familia ridad, tal como la concebimos, comprende el conjunto de realizaciones de la vida cotidiana como. préctic ‘que se encuentran en la base de coda forma de cola racién y de interaceidn, Tenemos que hablar de las ap. titudes que, como competencia vulgar, son necesaria para las producciones constitutivas del fenémeno cou diano del orden social, Resumimos estas comp al introducit la nocién de wmiembros. Utilizar la nocién de amiembros» no deja de ser un riesgo. En su acepcién mds comin, nos resulta peor que inutil. Lo mismo ocurre con los conceptos de personas particulates» 0 «individuoss, Algunos socio: logos insisten, supuestamente de acuerdo con noso 0s, en que tenemos que coneebir los miembros cor individuos colectivamente organizados. Nosotros re chazamos tajantemente esta alepacién. Para nosot las personas particulares» ¢ «individuos» son observables de actividades ordinarias. \Convertirse en miembro supone afiliarse a un grupo, tna institucidn, lo que requiere el manejo progresivo del lenguaje institucional comin, Esta afiliacién desc saen la particularidad de cada uno, su manera singu de debatirse con el mundo, de «ser en el mundo», en instituciones sociales de la vida cotidiana, Una vez liados, los miembros no tienen necesidad de interrogar- se sobre lo que hacen, Conocen lo implicito de sus con: uctas y aceptan las rutinas inscritas en las précticas ciales. Esto es lo que hace que no seamos extrat nuestra propia cultura y, a la inversa, que las cond © las preguntas de un extranjero nos resulten extrafas, ‘Asi pues, un miembro no es sélo una persona que respira y que piensa. Es una persona dota junto de procedimientos, de métodos, de actividades, de sasoir faire, que la hacen capaz de inventar dispositivos sietapacion pas doreetiboal viata que eae Capirvto IV Sociologia profana y Sociologfa profesional En 1976, un encuentro organizado en Purdue retine durante dos dias a una veintena de socidlogos para ha blar de Etnometodologia. Fue en el curso de este colo- quio cuando el presidente de la sesiGn invits a Garfinkel 4 precisar las relaciones entre la Etnociencia y la Etno- metodologia y a explicarse sobre los origenes ce esta pa labra! El conté que, en 1954, colaboré con Fred Strodtbeck y Saul Mandlovitz, que entonces trabajaban en la Facul- tad de Derecho de Chicago, en una investigacién sobre jurados de tribunales, Strodtbeck habia escondido mi: cer6fonos en la sala de deliberaciones del Jurado de Wit chita, con el fin de grabar las deliberaciones del jurado. Garfinkel se habfa sorprendido de que el jurado, sin te T fay acai de ete coloquio feron publics por Richard J ill y Cath een Sones Crttenden, R} Hilly K.§ Cotenden eds) 1968 Pre fe Purdue Sypasom on Fibmatndly,Insttate Moog Galen por Te rt nner una formacién en técnicas juridicas, fuera capaz de examinar un delito y pronunciarse sobre la culpabilidad de sus autores, Para hacerlo, se valfan de procedimien tos y de una légica de sentido comin, tales como distin guir lo verdadero de lo falso, lo probable de lo verosi mil; eran capaces de evaluar la pertinencia de los argu mentos expresados a lo largo del proceso: Se preocupaban por Ia precisién de sus descripcio nes, explicaciones y argumentos. No que: del wsentido comin» y, sin embargo, utilizaban nocio nes de «sentido comin. Querian actuar en el émbite de la ley y, al mismo tiempo, querfan ser justos.. Si se les pedia que dijeran lo que entendian por estar en ambito de la ley, su actitud cambiaba inmediatament y respondian: «No soy un jurista, no se puede esperar ‘de mi que sepa lo que es legal y que lo diga, (Después de todo, el jurista es usted!» En ello habfa de algiin modo practicas de evaluacis y de juicio que eran descriptibles, pero que Garfinkel no ra atin capaz de designar con el término adecuado, En contré el término etnometodologfa un poco mas tar cen 1955 segiin parece, y cuenta cémo el «azar» le ayudd ‘no trabajando en las deliberaciones del jurado, sino leyendo documentos etnogrificos: ‘Trabajaba en el fichero de las areas transculturales de Yale. Hojeé por casualidad el catdlogo sin intencién de encontrar la palabra. Recorti los titulos y legué a la seecidin de Emobotinica, Etnofisiologia y Eznofisica Yo tenia que habérmelas con un jurado que ponia en prictica una metodologia... Pero éeémo lamar a cs aunque s6lo fuera para acordarme de lo sustancial? Asi fue como la palabra etnometodologia fue utiliza da en principio. Exno sugerfa de una manera u otra que un miembro dispone del saber de sentido comin de su sociedad como saber de xcualquier cose». Si se trataba de Etnobotdnica, de una manera v otra se tra taba del conacimiento y la compeensicn que los miem bros tienen de lo que, para ellos, constituyen los méto- dos acecuados para iratar los aspectos boténicos. Es asi de simple, y la nocidn de etnometodologia o el tino de ctnometodologfa eran tomados en ese sen. tido. Asf pues, él jurado utiliza etnométodos, es de -a de sentido comtin que «tienen dentro de sf mis que estd «encarnaday y no es una légica juridica ecializada adoptada de quién-sabe-dénde por necesi dads de la causa: Me habia encontrado con jurados que actuaban de 1 similar a los moluquefios cuando se sirven tuna forma similar a los moluq de su terminologia etnomédica para sus asuntos de Ev nomedicina... Pensé que eran situaciones parecidas. En el caso de los miembros del jue de las investigaciones de cada uno s le y reconocible para todos; era accesible, di Esto lleva a Garfinkel a distinguir dos sentidos, no contradictorios, sino complementarios, de la palabra Et nometodologia 2) Hace una aproximacién intencionada entre tar para «poner una etiqueta» al fenémeno que observ6 en su estudio sobre el trabajo del jurado, y otras expre- siones bien definidas adoptadas de la Antropologia, como Etnomedicina y Etnobotdnica. Del mismo modo que la Botsnica es tratada como un corpus en la expre sién Etnobotinica, Ia Metodologia, en la expresion Et nometodologia, es considerada como un tema de estu dio y no se reduce a instrumental cientifico. Las «meto- dologias» —que Garfinkel llama erazonamiento sociol6. gico pricticor— empleadas por los miembros ordina. ios de la sociedad, observados durante la gestién nor mal de sus asuntos cotidianos, se convierten en el cor: pus de la investigacién etnometodoligica. Ast pues, ésta se interesard por los métodos que mis semejantes y yo empleamos, los que nos permiten reconocemnos como habitantes del mismo mundo. ») Sin haber recibido una formacién juridica previa, el jurado posee los métodos adecuados, como miembros de’su sociedad que conocen la mo: tes.a una eribur y no son, de entrada legible: pars on extranjeo. Llamarlos enométodos significa marca la una orgunizacion 0 una dnstitucion locales. As la 8 nometodologia se converte en el estudio de os etnome todes que utiliran cotidianamente los actore, que les permiten vivir juntos, incluyendo sus conflictos, y que tigen las relaciones sociales que mantienen. 1. Conocnmento pRACTICO ¥ CONOCIMIENTO ERUDITO La produccién de una visibildad de lo social pasa por una objetivacién que no es monopole la actividad caes el resultado de un modo de conocimicnto pretico ociologha de Garfinkel west insttuda sobre el recone, cimiento de la capacidad reflexiva einterpretativa pro- pia de todo actor social®. El modo de conocimiento Prictio es nymnationtesis de doctorado de 3 ciclo, Universidad de Pats VI. mol6gico entre conocimiento prictico y ea abajo a tendenca socio perl cat To mnie, En foo, par Soil ecesible para el soislogo profesional. Fl solo, come feicoanalgra con su cent, es capar de cuciar el se Grete social del mmuseo 6 que hace fotos porque percene Gia, El soctlogo erudito lo trata, sepia la. inso imirble formula de Garfinkel, como a un widiota cul i sa facultad de interpretacidn que todo individuo, eru- tito © prfano, psce y pone en prictca cna rating de sus actividades précticas cotidian: to regido por el sentido comin, la interpretacin se plantea como indisociable d partida igualmente por el conjunto de los actores so: Gales... El modo de conocimiento erudito no se distin gue : Mo se considera que estén confrontados 2.un problema de elucidaci6n similar; ninguno de los dos puede desa. "9 nada del modo de conocimiento prictico cuan: rollarse fuera del manejo del «lenguaje natural» y poner en juego una serie de propiedades que les son Merentes» (ibid. pig, 70) sdologos, el corte epist De hecho, para los etnomet erudito no existe 2. Et. ACTOR SOCIAL NO ES UN IDIOTA CULTURAL actor con el medio; jue consiste en opo- Garfikel invierte la relacién conductas humanas. El actor ignor: Ta clase me Los tocilogos conciben al hombreen-sciedad Sips El actor social de los wocidlogor es un wat eats qu prosuce la establidad de I sociedad al actuar de acuerdo con las alternativas de accién precs tablecidas y legitimas qu i le 1¢ le proporciona la «cult (Citado en «Arguments»). 3. Onjenivisso ¥ suayertve SJETIVIS JETIVISMO Podemos formalizar este cambio utilizando términos que no pertenecen a Garfinkel ni a la Etnometodologia, pero que nos parecen pertinentes para indicar el lug: polémico de ésta, asf como de otrs pordneas en la Sociologia corrientes contem: = El objetivismo aisla el objeto de la investigacisn introduce una separacidn entre observadores y observ dos, relega al investigador a una posicicn exterior y juz 4g necesaria esta ruptura epistemoldgica para la objetiv dad de la observaciGn; la subjetividad del investigador es negada, suspendida, puesta entre paréntesis, durante el tiempo que dure la investigacién. En nombre de la objetividad, es considerada como un pardsito del proce s0 de investigaci6n; la tradicién objetivista se procura objetos de estudio que acepten los inconvenientes de los métodos de observacién y de produccidn que se basan obsesién relojera de la medida; la concepcidn global del cami deans ests bade I ee 8 ee oo on den preestablecido se reproduce y de que, dentro de el actor no es consciente de la significacién de sus actos; ¢s la wfirmeza», la universalidad, la estabilidad re Tativa de este orden lo que lo hace analizable. — El subjetivismo defiende la opinién contraria: el objeto ya no es una entidad aislada, sino que esta siem: pre interrelacionado con aquél que lo estudia: no hay ruptura epistemoldgica, la necesaria objetivacion de la prictica toma en cuenta las implicaciones de todo tipo del investigador, cuya subjetividad se restablece y se analiza como un fendmeno perteneciente por compl por completo téorse empleados dependen mis del anlisiscualtati El trabajo del socislogo consist ® poner a es hecho? jas instraciones que se desprenden del objetivismo y del fina forma social definida al margen de los actores, nente. Estas ces jones son, claro esta, capitales. La posi ; ton dos concepciones de la cieneia, de la prctica, de la Para los etnometodélogos, no existe diferencia de na turaleza entre los métodos que emplean los miembros de una sociedad para comprenderse y comprender su mundo social, por un lado, y por otro, los métodos que emplean los socislogos profesionales para llegar a un conocimiento que se pretende cientifico de dicho mun do, Garfinkel demuestra esta continuidad entre Sociolo- gfa profana y profesional por medio de un experimento al que consagra un capitulo de los Studies 4. Ex tir0p0 DOCUMENTAL DE INTERPRETACIGN Garfinkel toma de Mannheim la nocién de «método documental de interpretacién» que el autor de los «En- sayos sobre la teoria del conocimiento» reservaba al co- nocimiento erudito’. Nos muestra que este «método do- cumental» funciona ya en la Sociologia profana, es de cir, en los procedimientos que la gente usa p prenderse recfprocamente y pata cotidiano: stionarse su mundo E] metodo documental de interpretacion conteasta con el método de observacién literal, pero da cuenta de lo que muchos investigadores de la Sociologia, ama teurs 0 profesionales, hacen realmente. Seguin Mann. heim, ef método documental de interpretacicn implica la baisqueda de un «patrén idéntico homologado que subyace en una gran variedad de realizaciones total mente diferentes de sentido». El método consiste cn tratar una apariencia de hecho como «in documento de», como representativon, como westando en nombre dle» un supuesto modelo subyacente. Este modelo sub- yacente no sélo se deriva de las evidencias documenta les individuales, sino que las evidencias so Gabel, 1987, Mannie marine bongs Pcs, Mésisiens Klick sinterpretadas sobre la base de lo que se conoce» de tse patzén subyacente, El uno se utiliza para claborar lotro (Studies, pig. 78) Wilson, por su lado, resume el método documental ast (pag, 68) Es un procedimiento que consiste en identifcar un apattn» subyacente con una serie de apariencias, de acia sea considerada como re forma que cada aparic fente a, siendo una expresion 0 un wlocumento» del wpatrén».subyacente. De todos modos, el «patron» sabyacente se identifi iencias individuales concretas, de tal modo que apariencias que reflejan el «patron» y el propio «pa nv se determinan mutuaniente* Hay que entender «patrén» como lo que es accountable, es decin relatable - observable - descriptible, que nos re mite a un sentido y, por tanto, a un proceso de interpre tacién, Como sefiala Jacqueline Signorini (pag. 78): EI patton es el tema, pero también el proc mo decit: os elementos bio- dhs personas, el malestan a com Bridad; la condocta de la vide familiar. El patron sentido pertencce 2 los elementos del conocimiento Eomtin, a los hechos socialmente confirmados. La ar En efect curso de nu buscamos stantemente patrones en el ras conversaciones cot dianas; de otro modo, nuestros intercambios no tendrfan sentido, Los patrones subj compensar y adar jaque» a la itremediable indexicalidad \centes nen que ser convocados para del lenguaje. Pero esto no es slo verdad en el caso del lenguaje. El método documental de interpretacién per mite ver las acciones de los demas como expresién de «patrones», los cuales nos permiten ver lo que son las acciones. Los individuos desvelan la realidad social, la hacen elegible» al c s» visibles. Las a struir «patzor ciones son constantemente interpretadas en términos d contexto, y el contexto, a su ver, se comprende como lo que es a través de terpretar después ciertas sce: acciones, Esto nos permite rein is vividas, modificar nuestros juicios sobre las cosas y sobre los aconteci Garfinkel presupone que este método permite saber aqh nunca dice exactamente lo que quiere expresar. Asimis: mo los socidlogos profesionales lo ponen en prictica ello de lo que habla otra persona, siendo asf qui E] método documental de interpretacisn es utiliza do cada ver que el investigador construye una historia de vida o una shistoria naturals. La tarea de histori zacién de la biografia de una persona descansa sobre el documental pat -ecimientos pasados, de tal modo que se att buye @ las cixcunstancias preventes su pertinenecia pasa da y sus perspectivas futuras, El uso del métoda doca mental no esté reservado a lor casos de procedimien. las descripciones son tachadas de agotar un con: leinida de posibles observables (Studies, pigi 5, UN EXPERIMENTO EJ fancionamiento del método documental de inte pretacidn se hace visible por medio de una experiencia de laboratorio. Garfinkel invita a diez estudiantes vo: juntarios a participar en una experiencia que «consistfa cen estudiar métodos alternativos de psicoterapia como re sus problemas pe! medio de aconsejar a la gente Sonales». Cada estudiante es visto individualmente por fimentador que se Je presenta como conse un experimentador 4 i orientador. Después de exponer el contexto del proble ma sobre el que quiere ser aconsejado, el estudiante he gue hacer al menos diez preguntas al «consejero», de fal modo que el experimentador pueda contestarle sf 0 ‘no y aconsejarle asf lo mejor posible. A la primera pre unta, el experimentador, que se encuentra en el cuarto de al lado, El estudiante debe entonces desconectar el sistema de ‘de modo que cl consejero «no pueda ofr sus observaciones» y graba en un magnetdfono los co yenida. Terminado cle testa sf 0 no por medio de un interfono. mentarios que hace sobre la mente, sobre la respuesta ob gunta, y asf hasta el final. Después, el estudiante tiene rio, vuelve a conectar ¢l sistema y hace otra pre-~ ya decididas con antelacién, gracias meros aleatorios. Sin embargo, siempre fueron conside radas por los estudiantes, eran sorprendentes © contradictorias, como respuestas a las preguntas, ntes extractos (Studies, 5s. 41-54), inque fa como vamos a ver en los si pags. 80-88, y Signorini, 1985, Suyero: Esta es la situacidn en que me encuentro. Oeurre g ses con una chica que no lo es. Mi padre no se ha Copuesto claramente a esta situacion, pero yo noto que 10 le hace gracia, Mi made piensa que mientra ¢ soy judio y salgo desde hace unos dos m padre no se oponga claramente a ello, deberia seguir saliendo con esta chica hasta qh ign tajante que estd en contra. La razdn por la que pienso que ao std contento es que nunca ha dicho: no salgas con ella, pero al mismo tiempo insinta y dice cosas que me hacen sentieme a disgusto cuando salgo con ella. Mi pregunta es épiensa usted que en estas circunstancias debo seguir saliendo con ella 0 terminar? Digémosla de una forma més concreta: éeree que deberia seguir con esta chica EXDERiMENTADOR: Mi espe Suyero: No, vaya, es interesante, No me parece que cesta una gran animosidad entre papa y yo, pero, en: toni resienta que pu racer un disgusto mayor de esta situacion, Supongo, puede ser que mds féeil para una persona cosas ante las que yo es y ciego por el momento, »Quisiera hacer la segunda pregun’ EXPERIMENTADOR: De acuerdo Sujero: éCree usted que deberfa tener otra charla con mi padre sobte esta situacién? . Pero, como sefiala Garfinkel en el prologo los Studies: ro hay por qué refir en cuanto al razonamiento socio. légico prictico; puesto que las encuestas sociolégicas son pricticas de principio a fin, esas riflas no tiene por qué ser tomadas en serio, sino solo ser considers das como Fenémenos interesantes para los estudios ¢ dara as innumerable ec 2 oe poco, pes insincere te ors prensa» proponte del sumento Gel delnevonis ene mete po Siege ae, nometodoligicos. Los estudios etnometodolégicos no estén destinados a aportar 0 a demostear corrective Son imutiles si son tratados como ironias. Aunque es ten destinados a la preparacicn de manuales sobre los todos sociolégicos, no son de ningin modo supe Garfinkel y Sacks definieron lo que haba que ente der por «indiferencia etnometodolégicay: Los estudios metodoligic formales estin destinados al estudio de fenémenos les como sus deseripeiones por parte de los miembr. sean quienes sean, abstenicndose de todo juicio s su pertinencia, valor, importancia, necesidad, «practi calidad», éxito © consecuencia, Llamamos a este proc so xindiferencia etaometodoligicay. Nuestro trabajo no consiste en modifica, elaborar, contribuir, detall, dividir, explicar, sostener la relacidn con el razona miente socioldgico profesional, slo sentimos incl rencia por estas tareas, Nuestra indiferencia concieme mas bien al conjunto del razonamiento sociolégico ptictico, y este razonamiento implica para nosotres, tenga la forma que tenga, el manejo del lenguaje natu ral. EI sazonamiento sociolégico profesional no se dis tingue en absoluro como fenémeno de cara a nuestra investigacidn, Las personas que hacen estudios eto metodolégicos pueden preocuparse del razonamiento sociol6gico profesional ni mis ni menos qué de las P conversucional, del razonamiento adivinatorio © pii quistrico, etc En los Studies encontramos muchas observaciones, experiencias € incluso ¢ breaching, que consiste en ps tas rutinas se basan, como habfa seflalado Parsons, en tun orden moral necesario para la realizacién de nuestras acciones. Esta necesidad de un orden moral que garanti ce el éxito de las interacciones encuentra su transposi etnometodolégica en la nocién garfinkeliana de a», nocién que da nombre a un articulo de 1}, En este articulo, el autor se apoya en el and. isis de rupturas experiment: imentos como el famoso urbar nuesteas rutinas, Es jes en juegos de sociedad para hacer que aparezca, a través de la perturbacién, (reaching), el teasfondo moral de las actividades comu- nes, Pero si en Parsons los protagonistas se conforman, con las reglas sociales (que siendo externas a ellos, interiorizado por medio de Ia educacién), en Garfinkel, por el contrario, los modelos del seg que permiten interpretar la 1s de los protagonis. tas. Por ejemplo, Garfinkel mostrar que si usted y yo hugamos a las cartas, tenemos claras las reglas del juego, que acept salgo de la habitacion, las reglas quedan suspendidas hhasta que vuelva y continua la relacién de confianza .do plano son los mos por descontado de comin acuerdo. Si Pero si me salgo de las zeglas de forma provocadora —~y puedo hacerlo para experimentar el segundo plano a ela de la confianza—, provoco un escindalo que re priori de la confianza, sin el cual las relaciones sociales no podrfan mantenerse de forma durable. El esesindalo no se debe tanto a la informacién de las reglas, como al atentado contra la confianza, que es la condicién funda reglas establecidas. ‘Sin embargo, este conjunto de procesos no constituye tun nuevo depdsito de técnicas de campo. Las técnicas puestas en préctica por Garfinkel, y luego por sus disct pullos, forman parte del patrimonio de la sociologia cua , aunque habitualmente oculta, del juego con sus litativa moderna. En consecuencia, serfa inutil buscar preceptos aquf para estudiar los hechos sociales. Ade; més, Garfinkel nos lo advirtié: no se trata de corregir los procesos de la sociologia esténdar, ni de escribir un nuevo capftulo de metodologia ps ciologfa en cizculacion, En compensacién, la critica de los 1 radicional y, més particu: larmente, de los métodos cuantitativos, ocupa un lugar importante en las obras iniciadoras de la Etnometodolo ia. El primero de ellos y el mas célebre es el que Cicou, al método y la medida en las a los manuales de So: todos de la sociologia rel consagra, en 196: ciencias sociales. 3, La CONTRIBUGION METODOLOGICA DE CICOUREL Aaron Cicourel fue el primer discipulo importante de Garfinkel, Se convirtié rapidamente en su colaborador y en coanimador de la escuela etnometodoligica en sus, inicios. Publica en 1964 una importante obra titulada Method and Measurement in Socology* Esta obra constituye una base epistemolégica capital, ya que su ambicisn es la de mostrar las interacciones entre teorfa, métodos y datos. Cicourel se propone abordar la investigacién socioldgica examinando des. tun punto de vista eritico los fundamentos del método y de la medic , sin perder de vista, como afirma Mach que dla estructura social es esencialmente creada» De entrada, Cicourel precisa que presupone que las decisiones metodolégicas tomadas en las investigacio nes sociol6gicas tienen sus contrapattidas tedricas por otro lado, que los presupuestos tedricos de los mé todos y de la medida en Sociologia no pueden separarse del lenguaje que los socislogos emplean en su teoriza cidn © investigacin. La primera tarea del socidlogo ser, por tanto, clarficar el lenguaje que utiliza. La in vestigacidn sociologica requiere una teoria de la instru- mentacién y una teorfa de los datos, de tal manera que se pueda distinguir lo que depende de los procesos y de Ia intervencién del observador del material que é! llama datos. Ctra cuestién se plantea en este libro: la utilizacién corriente de los sistemas matematicos y de medida en las investigaciones sociales. Cicourel dice no querer afir- mar que los hechos socioculturales no puedan ser medi- dos por las funciones mateméticas existentes, pero los hechos fandamentales de Ia accidn social deberfan ser clarificados antes de imponer postulados de medida que no les corresponden, El primer capitulo examina detalladamente el proble ma de la medida. El argumento principal es que los ac tuales dispositivos de medida no son validos porque re presentan la imposicién de procesos numéricos que son exteriores tanto al mundo social observable descrito por los socidlogos, como a las conceptualizaciones basadas cen dichas descripciones, Llevada al extremo, esta refle xidn podria sugerir que, como los conceptos en los que se basan las teorias sociolégicas no tienen, por esencia, propiedades numérieas, no se puede saber qué realida- des numeéricas buscar en la realidad. Cicourel no adopta una postura tan tajante en los siguientes capftulos, con sagrados sucesivamente a la observacién participativa, a los dilogos, a los cuestionarios de eleccién miiple, al 88 meétodo demogrifico, al anilisis de contenido, a la in vestigacién experimental y, por fin, a la linguistica. No propone a los socidlogos que dejen toda investigacion y oda medida hasta que hayan clarificado las categorfas fundamentales de la vida cotidiana. Sin embargo, no se trata de intentar perfeccionar los sistemas de medida para hacerlos amejores», sino de consolidar los cimic: tos metodolégicos de la investigacién sociolégica. Los socidlogos, segiin Cicourel, no dan bastante importan, cia al estudio de las variables «subjetivas», en particular aquellas que contribuyen al cardcter contingente de la vida cotidiana 4, ExNomeropoLocia, ExNoGRAriA CONSTITUTIVA ¥ SocloLocia CUALITATIVA En la prictica, y sobre el terreno, los etnometodolo- 03, como no han producido una tecnologla original, estén obligades a proveerse de stiles de investigacién Estos utiles se los roman prestados a la Etnografia Para ilustrar este punto vamos a presentar dos contri- buciones: la de Hugh Mehan, que concierne a la Etno- sgraffa constitutiva, aplicada mas especialmente al campo educative sobre el que volveremos, pero que también vale para el resto de los campos; y la que Don Zimmer- man llama tracking La Einografia constitutiva Hugh Mehan propone un nuevo enfoque inspirad en la Etnometodologia que llama «Etnografia constitu: tivan, He aqui en qué consiste: Los estudios de Etnografia constitutiva funcionan sobre Ia hipétesis interaccionista de que las estruct sociales son realizaciones sociales® Aqui reconocemos uno de los principios fundamen tales de la Etnometodologia, seguin la cual, «los hechos, son realizaciones pricticas Aparte de esta orientacién tedrica, cuatro grandes principios caracterizan la Etnografla consti ~ a disponibilidad de los datos, que son consultables (documentos sonoros o visuales, por ejemplo, 0 transcripcisn integral) la exhaustividad del tratamiento de los datos, que es un medio de lucha contra la tendencia a no ex: plotar mas que los clementos favorables para las hipétesis de los investigadores; — la convergencia entre los investigadores y los parti cipantes sobre la vision de los acontecimientos asegurindose los investigadores de que la estructw ra que descubren en las acciones es la misma que la que orienta a los participantes en estas acciones; se utilizan adispositivos de verificacidn», que son li peticidn de confirmacién, de cara a las encuestas, de que los cuadros de andlisis son correctos; 90 el analisis interaccional, que evita a la vez la reduc ida psicolégica y la reificaci6n sociolégica Faistrativos'y escolares, resultados de prucbas,graba ge Soe de los comentarios hechos durante las Mas alld de sstas técnicas de recopilacién de material, Sieidn expresada por Hugh Mean en s resis ya que ls Los problemas que ha encontrado el equipo investi gador se han convertide en parte integrante de la in- B P r 2 recoger materiales no separar de los propios materiales Este principio no es tan banal como parece a primera que instaura el reconocimiento del cardcter in al, es decir, contextual, de todo hecho social cuyo anilisis deberfa, en raan de esta indexicalided, tenerlo sto Io observ también otro investigador, Steve Woolgar, quien, en su estudio con Bruno Latour sobre la vida en un laboratorio de investigacién®, puso a pun to lo que él llama «Btnografia reflexivan, inspirindose en la Etnometodologia. La Etnografia reflexiva se pro: pone dar cuenta simultineamente del objeto de tigacién y del método emp Ur de la hipétesis de que ambos no sélo estan vincula: ado durante la misma a par dos, sino que el conocimiento de uno permite igualmen, te comprender mejor el otro. La integracion del diario de investigacion, el tomar cen cuenta las negociaciones, el anilisis de la peticién y el encargo, el montaje del dispositive de obse constituye igualmente el corazén de la ac titud socioanalitica segsin la perspectiva del andlisis ins tieucional Encontramos la misma actitud en la tesis doctoral de carlos Castafeda, tesis compuesta en parte por el «dia rio de trabajon del investigador en busca del secreto d las plantas alucinégenas'”. ie Fads, Bevely Mill, Sage, El thao com fe tel de P. Berge y T. Lachinann (1971), Te Jin en el teabajo de Otra particularidad llama la ater investigacin que Mehan refleja en su tesis: el abandono de las famosas thipstesis - anteriores - al - trabajo -sobre €l- terreno», El equipo de investigacion, dirigido por A. Cicourel'!, no sabia demasiado bien lo que buscar al 0 de las au: principio, Querfan estudi las, pero como dijo Mehan: No podtamos emplear mas que vagos términos des criptivos como: aqueremos ver la forma en que ense fan a sus alumnos, el tipo de método que emplear comportamiento (pig. 26) Un rasgo esencial de Ia prictica etnometodolégica es que requiere la descripeién. Dado que la Etnometodolo fa tiene por finalidad la de mostrar los medios emplea Marsal Shlmaky, Keweth Leiter, David Roth, Kenneth y Sybil todos shams de roan gobre deren dos por los miembros para organizar su vida social co- miin, la primera tarea de una estrategia de investigacin es descubrir lo que hacen los miembros. Lo que implica igualmente la eleccién deliberada de un cierto localis- ‘mo, que no es una contraindicacién a una prictica cien: tifica de la Sociologia El etrackingy Propongo traducir por «vigilanciay —un término que evoca la lectura de novelas policicas— la nocidn de sracking, tal como la utiliza Don H. Zimmerman'®, en tuna acepcién muy diferente del uso que se le da en el sistema educativo americano, en el que este término de signa habitualmente una clasificacién de los alumnos en grupos de nivel y en geupos de curriculum a la vez, Zimmerman adopta la palabra tracking en el sentido co. rriente de «seguir la pista, pisarle los talones a al guien»' Para Zimmerman, colocarse en el lugar de un indivi duo de la colectividad precisa tomar en cuenta sus pro- pias implicaciones en la estrategia de investigacién, Por otra parte, adquirir «una visi6n intima de un mundo so cial particular» supone compartir con los miembros un lenguaje comtin con cl fin de evitar errores de interpre: tacién. Captar el punto de vista de los miembros no consiste simplemente en escuchar lo que dicen ni en p dirles que expliciten lo que hacen, Esto implica situar sus descripciones en un contexto y considerar los infor- mes de los miembros como instrucciones de investiga- El interés puesto en el punto de vista de los miem- bros suele considerarse como el signo de un enfoque subjetivo. Zimmerman recuerda que la nocisn cle miem bro debe interpretarse en el sentido etnometodoligico: se llama miembro a aquel que posee el «manejo del len guaje naturals, la competencia social de la colectividad en la que vive. No hay que perder de vista el prin cipio de la conversacién etnografica, que consiste en ob> tener de un informador el saber socialmente confirma- do de su comunidad: sus descripciones, sus explicacio nies son reconocidas como validas y aptopiadas por los demés miembros competentes de la comunidad, Las in formaciones recogidas deben constituir cl objeto de una «validacion intersubjetivay. Lo cual no significa de nin man, que haya un traslado quiera de competencia de «la autoridad analitica ha- Cia los sujetos de la investigacisn» x Penetrar en la comunidad que se quiere estudiar exige tener una estrategia de entrada, que variard con el cam po y la investigacién. Pero sobre todo hay que prestar atencién, estima Zimmerman, al montaje de lo que Ila mariamos dispositivo de observacién y de investiga- Sgrafo debe encontrar los medios de estar all donde tiene que estar, ver y afr lo gue pueda, desarto- liar la confianza entre él y los sujetos, y plantear una cantidad de preguntas esta, hay que lograr extraer de las informacio- res recogidas la significacién de los acontecimientos ob- servados. Para esto, el recurso evidente se encuentra en lo que dice la gente. La gente comenta sin cesar sus ac- ciones. Por ejemplo, en una universidad, hablan sin parar de las clases, de los profesores, del tr: bajo universitario, pero también de los fines de semana, Hay que describir, pues, los acontecimientos repetitivos y las actividades que componen la rutina del grupo que se estudia, Hay que estar fuera para escuchar y, al mis mo tiempo, participar en las conversaciones naturales de las que emerge la significacién de la rutina de los par eSeguir» (tracking) es uno de los rasgos de observa cin participativa. Consiste en observar el mayor mime- ro de situaciones posible durante la investigacion. Por ‘medio del «seguimienton, el investigador intenta ver lo mismo que ve el sujeto. La encuesta toma forma de re portaje cuando, por ejemplo, la investigacién se centra en las actividades de la policfa, cuyas actividades ratina rias se podrian mostrar «siguiendo» a los policias, como hizo Raymond Depardon en Faits divers*, titulo evoca dor de una pelicula que se puede considerar como una excelente ilustracidn de la problematica etnometodol gica. El «seguimiento» etnogrifico ¢s una solucién al problema de la posicién de observador cara 2 la diversi dad de los comportamientos sociales. Esta permite no s6lo obervarlos, sino también descubrir lo que dicen so bre ellos los paticipantes. Naturalmente, esto supone que cl investigador puede colocarse libremente en el in terior de su marco de investigacién Esta estrategia de investigacién se apoya en la idea de que la vida social es metédicamente realizada por los miembros. En las caracteristicas de estas realizaciones residen las propiedades de los hechos sociales de Ia vida cotidiana: el caeseter zepetitivo, rutinario, standa Tizado, transpersonal y trans-situacional de los mode los de la actividad social desde el punto de vista del miembro, La construccién del mundo social por parte de los miembros es metédica: se apoya en los recursos cultura les comunes que permiten no sélo construirlo, sino también reconocerlo, Una comprensiin detallada de los métodos de los miembros para product y reconocer sus abjetos socia les, acontecimientos, actividades... sirve igualmente pata imponer una disciplina a los analistas de la activi dad social [...] Solo sabiendo cémo construyen los miembros sus actividades podemos estar razonable mente seguros de lo que son realmente dichas activi dades Este ultimo fragmento constituye un afortunado re- sumen de la doctrina etnometodol6gica: ésta es, como V dice Mehan, fundamentalmente constructivista'*, El se ereto del ensamblaje social no reside en las estadisticas producidas por los miembros «expertos» y utilizadas por otros «expertos sociales» que han olvidado su caricter cosificado. Por el contrario, se desvela por medio del anilisis de los etnométodos, es decir, de los procesos que los miembros de una forma social utilizan para pro: ducir y reconocer su mundo, para hacerlo familiar al componerlo. Capiruto VI El trabajo de campo Desde el origen del movimiento, los etnometod6lo, {gos consagraron la mayor parte de sus estudios a pro- blemas sociales Ya en sus escritos juveniles de la época preetnometo: dolégica, Garfinkel se ocupa de tribunales y de crimino logia. Continya con estudios sobre la toma de decisio nes de los miembros de un jurado 0 sobre las encuestas sobre suicidios... Todas las tesis defendidas en la co: rriente etnometodol6gica tienen como objeto un proble ma social y como téctica, el acercamiento cualitativo de campo, segiin procedimientos generalmente adoptados de la Etnografia, tal como acabamos de ver. Pero la ruptura con la Sociolog vista no se sitda en las tecal a en el hecho de que, por cada terreno estudiado, los etnometodélogos se fjan so: bre todo en las actividades interaccionales que consti- tuyen los hechos sociales. Los hechos sociales no son cosas, sino realizaciones pricticas: he aqut, anunciado en el lenguaje de Garfin kel, cl nuevo paradigma sociol6gico, que €5, como vi ‘mos, el resultado de toda una corriente de la Sociologya americana y que servira como hilo conductor para cada encuesta realizada sobre el terreno. Estos campos corresponden a varios de los grandes sectores de investigacién de la Sociologia, entre los cua- les estan: — lneducacién, que ha dado lugar a numerosas inves tigaciones; se han descrito las interacciones en los grupos y la organizacidn de las clases, las précticas de tests y eximenes, los procedimientos de conscjo y orientacién'! y la desigualdad en vias de produ el sistema judicial, los tribunales y las prisiones, asf como las peicticas policiales, que son un émbito particularmente explorado por la Etnometodolo- fa; hay que sefalar aqui los trabajos de Bittner, Garfinkel: (Studies, P. 104-115), Cicourel, Emer” son, Sacks, Wieder, Pollner’; estos autores descri- bieron las practicas empleadas por la policta para establecer los ehechos criminales» y por los jueces y tribunales, asf como por los hombres de leyes, paca constituir los ehechos judiciales»s — las précticas médicas y sobre todo la gestién de la muerte en los hospitales*, las categorizaciones for males € informales de los pacientes (Studies, pigs 186-207), las pricticas de diagndstico, de’ cuida ne sealr otro aticulo mporarte de H. Mehan competent alice on the sion, Amarin Solid ginas 260-293, D. L. Wiede Teling the Code>, en R. Turne Ethmtidniy, Hater (4-172, M. Pol ner, 1974 xSevilogieal and Commen the Labeling Pr Taner (ed), Ethmmtbdelay gain Bee soot Cis, A, Prenie Hal. em dos, de responsabilidad y de trabajo social en los hospitales psiquidtricos 'y servicios hospitalarios para enfermos mentales?, los procesos organizacionales; Bittner sometis el concepto de organizacicn y el ideal weberiano aun analisis critico. Zimmei nes en el interior del sistema organizacional®; estudis las interaccio. la investigacion cientifica: Garfinkel se interess, junto con varios investigadores que trabajaban bajo su direccién, como Michael Lynch y Eric Livings ton, por las actividades de laboratorio de la investi gacidn cientifica. Livingston hizo la tesis sobre el trabajo de los matematicos y Lynch consageé la suya al problema del artefacto en un laboratorio Ademés: — varios etndlogos se interesaron muy pronto por la orientacién etnometodolégica. Podemos citar, en- tte otros, a Moerman, Bellman, Jules-Roset afieda’; ‘cele, Unit de Paty VII orm, 9 R. Tuner ( Stience Constr with Mater fom the Cptically Ds of Saat Sewers, A pags. 31-158 &. Leingson, of Caocnin st Los Angle, M. Lychy 1999 rt ond Ata 100 ~ Bittner se interesé por los movimientos politicos radicales. Mas recientemente, Georges Lapassade, Bernard Conein y Louis Quéré intentaron definir las bases etnometodologicas de un estudio sobre el movimiento estudiantil del otofo de 1986?. Vamos ahora a presentar, a titulo ilustrativo, algunos de los ambitos abordados desde una perspectiva ctno- metodolégica La eoucacién La mayorfa de los estudios sobre Sociologia de la ucacién, estima Mchan, tratan las estructuras sociales como si fueran ehechos sociales» apremiantes y obje tivos Buscando relaciones estadisticas entre estas estruc turas, estos estudios no consiguen considerar la forma en que se producen los hechos sociales". Todo ocurre como si la educacién, en cuanto proce so, hubiera sido tratada como una «caja negra» que se prescinde de analizar deliberadamente para interesarse slo por Ia entrada y Ia salida. Se meten, a la entrada del ‘Resets, 19 wav Apa, Runal and Comrernion tn the Car rink, libaca, New York Cornel University Press ©. Caste rae dabei eam, Pai Pon, 10.18. Radial, A. Study ofthe Sociology of Knowles Sundial Rv, 8 ie 98 40, Lapse, 8 Conny HL Mehan, 1978: aStrcturing School Sutures, Hamerd Eduction ot sistema, variables inpat (sexo, edad, CSP* de los padees, Pertenencia tnica}; y se obtiene, a la salida, el fracaso escolar, abandonos... de modo que wel hijo tendré el mismo oficio que el padren, y la desigualdad se produce de nucvo. Pero no vemos como se fabriea esta repro- duecién en el interior de la ecajan, es decir, en la eseeels Aunque la educacin sea una variable mayor en sus pro pias tcorias, los socislogos no han examinado dirccta- mente los procesos educacionales Mchan estima que el estudio de las condiciones con cretas en las que se desarrolla el proceso edlueativo dia a dia es indispensable para quien quiera comprender la in- fluencia de la escuela en la vida futura de las personas Quiere mostrar concretamente cémo «operan en situa ciones educativas pricticas» factores como: niimero de alumnos por aula, métodos pedagdgicos o el tamano de las aulas. Y también Ia influencia de factores como la clase social, la raza, la actitud del profesor, ete, debe ser resentada en situacién, en las interacciones entre los protagonistas del acto educative: 40) Las interacciones en el aula Cuando se observa una clase, dice Mehan, nos parece organizada: los profesores y los alumnos hablan por tur- no en momentos precisos. Los alumnos escriben, traba jan cn pequefios grupos o leen. En suma, nos encont: ‘mos ante una verdadera organizacién social. Se trata, claro esté, de un orden instituido, Esta es la forma en que nacen y se estructuran estas instituciones que se t#2- ta de analizar. Mehan y sus colaboradores grabaron a un grupo de alumnos de etnias y edades distintas durante todo un curso. Analizaron aueve grupos y mostraron que el trabajo de interaccidn entre profesores y alumnos es el que produce la organizacién del grupo. Los profe sores y Ios alumnos «marcan» las fronteras de las se ccuencias jnteraccionales, de los intercambios temAticos, de las fases y las propias clases, por medio de modifica ciones de sus comportamientos gestuales, paralingiifsti cos y verbales. Estos cambios de comportamiento sir ven para indicar a los intetlocutores en qué punto de sus intercambios se encuentran. Estructuran la situa cidn de intercambio. Se puede decir que son «indicado- es» 0 edclimitadores de las situaciones». Permiten que da uno se oriente en medio de la intemporalidad de la Centrindose en las interacciones durante la clase Mchan' muestra que una gran cantidad de actividades se desarrollan simultineamente. Los alumnos desarro. lan conscientemente sus propias estrategi llevar bo objetivos independientes de los del profesor y di rigir ast sus propios asuntos. Los alumnos muestran en cello su «competencia interaccionaly, Un cierto niimero de reglas generales son dictadas por el profesor, como «no cor clase», «ser limpio», arespetar a los de- més», etc., pero ninguna de ellas dice cudndo y cémo deben ser aplicadas. Los alumnos tienen que descubrir cciones que hay entre ellos y con el profesor, la significacién y el funciona- miento de estas reglas. Un alumno competente ser, pues, aquel que sepa sintetizar el contenido académico y has realizacién de una tarea, Toda separacién de la forma y del conteni- do serd inmediatamente interpretada por el profesor como signo de incompetencia. Esto deberia lefinicién de la capacidad de un alum: ‘no, como, por otra parte, lo han demostrado las invest. dy Tos exémenes, por un lado, y las charlas de orientacién, por otro en situacién, durante las inter nas interaccionales 1 sarias pat ‘onducit. ‘én sobre gaciones de los etnometoddlogos de Los tests y los excémenes Mehan estudié la forma en que se producen las res puestas durante la realizacién de tests. Ya se ha dicho que la significacién de las preguntas, contrariamente a una de las hipétesis basicas del propio principio de los tests, no es la misma para todos. Su sentido no es, ni tido por los adultos que pregun tan y los nifios que son preguntados. Las respuestas erréneas provienen con frecuencia de una interpreta cién diferente del material conceptual utilizado y no de una falta de conocimientos o una incapacidad para razo mucho menos, c rue fons a nota de soesis que les coneagr mmethodcloge & edistons, Rene fren pate (A. Conlon ds Pola nar correctamente, Resulta claro que tratar los resulta dos de los tests como hechos objetivos oculta los proce dimientos utilizados por Jos alumnos para elaborar las respu perfa ser considerada fundamental por Jos educadores, s capacidades rea as. Es, sin embargo, esta elaboracién la que d ya que su examen permitiré evalua les de razonamiento del alumno. Mchan graba en ideo la realizacién del WISC" a ni ‘tos del medio rural de Indiana. Normalmente, los exa minadores deben anotar O, 1 6 2 al responder el alum: ro, en funcién de la calidad de su resp continuacidn a la siguiente pregunta. De hecho, sis de la pelicula muestra que, de 65 preguntas, 21 fue ron «parasitadas» por las intervencines del examinador, pronto repetia la pregunta, como daba indica a y pasar a es, © incitaba al alumno a dar una segunda respue ta, lo cual aumentaba su marcador de 1a 2 en un por 100 de los casos. El marcador final de un alumno podia ser, pues, superior en un 27 por 100 al que hubie- a tenido sin ayuda del examinador. Ea otco test fos incitados por el examinador aumentaron un 100 el mimero de respuestas cortectas, Tomar los resultados de un test por un hecho objeti vo encubre, pues, tres tipos de mecanismos: = el que los alumnos emplean para interpretar la pre- gunta y el material presentado con el fin de legar 3 — el que emplea el examinador para interpretar y ele gir lo que, entre un cierto mimero de compo ‘mientos, constituye una respuesta seleccionable; por fin, el que emplean conjuntamente examinado res y examinados para producir las respuestas du rante la cealizacion del test El eansejo de orientacién Los consejeros de orientacién juegan un papel impor tante como gufa de los alumnos, sobre todo en el ciclo secundario, Cicourel y Kitsuse'* mostraron cémo las decisiones arbitrarias, fundadas en el racismo y en pre juicios socioeconémicos vinculados a sus representacio nes, podian ser tomadas por los consejeros de orienta idn de los institutos, a propésito del paso a la ensenan- za superior, Los trabajos etnometodolégicos en educa: cidn se proponen analizar cémo son tomadas estas dec siones capitales para el futuro de los alumnos. Erickson examiné el papel jugado por los consejeros de orientacién en el proceso de seleccién de alumnos Habiendo trabajado como consejero en un barrio negro de una ciudad americana, la seleccién y la discrimin cidn racista de que fue testigo cotidiano durante tre aos le condujeron a cuestionarse el papel de dichos consejeros, encargados de mantener el orden social blanco. Mas tarde, siendo ya profesor de Universidad, decidié analizar los encuentros de los estudiantes de ins tituto con los consejeros de orientacién, cuya influencia muy grande. El papel de los consejeros de orienta. cin es ambiguo, son a la vez defensores de los alumnos y jueces empleados por la administracion: tuna estructura cerrada en la que los individuos no ¢ gen por si mismos y donde hay muchos obstéculos que franquear. Segiin la actitud que decidan adoptar los consejeros, los estudiantes viven sus consejos como. nimos 0 como restricciones (pig, 46). Los consejeros no tratan a los alumnos del mismo modo. Las charlas de orientaciéa se desarrollan supucs: tamente sobre la base de criterios objetivos y universita rios, pero, de hecho, los partcipantes dejan escapat constantemente, durante sus inter nes particulares que son «shales» entre serta el conse. Ast, Erickson pudo compro alumnos que establecen un buen grado de comunica cin —hablando de ellos mismos, de sus actividades de portivas, de los intereses comunes con el consejere reciben consejos mds positives. Incluso descubrié, al analizar minuciosamente las grabaciones de las ¢ que habia, a veces, una auténtica armonia fisica — "Las decisiones de orientacién tomadas durante las nteracciones dependen, pues, del juicio subjetivo d consejero y de la representacién que éste se hace del alumno. Algunas caracteristicas son utiizadas, otras no, Constituyen el objeto de una seleccidn totalmente subjetiva, arbitraria: se recordarén tan pronto las notas, la formas de vestir y la complexién atlética, como la raza, el sexo, la belleza fisica y el lenguaj, o tambien la soltura, la posicién social probable, la distincién, etc Muchos de estos atributos vienen determinados por la casualidad al nacer y no tienen nada que ver con un su: puesto mérito escolar. Pero el proceso eal de esta selec in desaparece detrés del diagndstico del consejero de orientacida, sf, los estudios etnometodolégicos sobre la clase y las instituciones docentes nos ayudan a comprender los mecanismos cotidianos y ordinatios por los cuales se forma y produce localmente la seleccién social. Estos mecanismos de adesigualdad en vias de producirsen'* estén encarnados en las innumerables situaciones inte raccionales que se dan en la escuela dia a dia. La selec- cidn escolar que alimenta la reproduccién social no se hace por sf sola. La demostracién etnometodoligica no tiene por objeto, evidentemente, acusar ni culpabilizar al cuerpo docente, al de los consejeros o al de los admi- nistradores escolares. Muy al contrario, al facilitar el ac ceso a los mecanismos de estas interacciones y a su comprensién, podrfa ayudar a modificarlos. Los traba: jos de Sociologfa educativa escapan raramente a un cier to fisicalismo objetivista, que tiende a imaginarse el mundo como formado por una serie de clasificaciones objetivas, independientes de Ia intervencisn del sociolo. go. Esta es la razin de que la Etnometodologfa nos pa rezca enormemente fecunda. Al abrir la «caja negran de la institucién escolar, la Etnometodologta deja ver, se- gin la expresion de Mehan, toda una maquinaria inte- raccional normalmente escondida, hecha de relaciones verbales y no verbales. Nos muestra que los hechos edu- cativos «objetivos» emergen de las actividades estructu: rantes, que son répidamente ocultadas por un proceso de reificacién, Permite desvelar las disposiciones por las que la sociedad esconde a sus ‘miembros sus actividades de organizacicn y los condu- ce, asi, a aprehender sus rasgos como objetos determi nados e independientes (Studies, pip, 182 2. LA DELINCUENCIA JUVENIL Entre los estudios etnometodol6gicos sobre la delin cuencia ya mencionados, recordaremos, para una pre sentacién mas detallada, el estudio que Cicourel realize en dos ciudades de California durante cuatro aios"”. B objetivo de este estudio era mostrar que la delincuencia juvenil, en cuanto fendmeno social, es el objeto de una construccién social. Mas precisamente, se trataba de mostrar cmo la policia, Ios jueces de menores, los tri- bunales, pero tambien los propios investigadozes, trans forman las acciones de los j6venes en documentos, tex tos € informes escritos, que son utilizados 2 continua cin como evidencia para caracterizar ciertos actos o ac tividades como delincuentes, ilegales, peligrosos 0 sos- pechosos. Cicourel va, pues, alinvestigar sobre las in- vestigaciones policiales, las de los educadores y las de los magistrados, ya que son éstas, con sus aspectos con- Kingentes, las que establecen las clasifcaciones sociales que designan y permiten reconocer las categorias de desviacion y de conformidad! Cicourel presenta, en primer lugar, un cierto mimero de estadistcas, cuya pertinencia para dar cuenta de los delitos deberfa, seguin él, ser cuestionada de nuevo, por gue evidentemente las categorias no son adecuadas, « son ambiguas 0 heterogéneas. Son categorias ad bec, muy alejadas de las nociones de precisién y de lucidez habitualmente asociadas a la idea que uno se hace de la labor de la justici. Algunas de ellas son incluso bastan- te curiosas, como por ejemplo las «peleas» entre adoles centes. Cicourel muestra enseguida la estructura de |: justicia para menores, las representaciones verbales que hacen de ella los educadores especializados, los adoles- centes y los padres. Después nos presenta varios de los casos de delincuencia que conocié durante la investiga- cidn, He aqu‘ dos de ellos: Auprey, joven negra de quince afios, cometid va: Flos pequenios robos de dinero, cuyas victimas fueron sus compadioros de clase. Pertenece a una familia clase media, vive en una casa eacomodada», pero sus padres no ejercen, seguin la policia, ninguna vigilancia sobre ella. Ademis, tuvo relaciones sexuales «on al menos dos muchachos», dicen los agentes, y anaden que es at simpética, no ¢ antisocial ni «psicst cea», Aungue roba a menudo, Audrey no tiene el perfil habitual de los ladrones erénicos. Su apariencia, tanto fisica como de conducta —su falta de insolencia, por ejemplo— no pueden servir de «documentos» pars ex plicar sus robos. Se convierte asi en candidata para do tipo de interpretaciones clinicas. Un informe psi quidtrico sugiere que estd wemocionalmente perturba: da», La tienen en observacidn en el hospital psiquidtr co durante noventa dias y después es devuclta a su fa milia, Al ser eetiquetaday de este modo, sus comporta mientos fururos serin interpretados en Funcion de esa etiqueta por la policfa 0 por los asistentes sociales, como esa pequefta pelea en la escuela, en la que se me tic para defender a una companera. Cada incidente, in cluso insignificante, se utiliza para confirmer el diag: néstico social y psicol6gico inicial, con lo cual esta ca tegorizicidn sirve, de hecho, para construir Ia identi dad delincuente de Audrey. Cicourel muestra, en otras ocasiones, cémo se nego: cian los casos de delineuencia durante las audiencias el tribunal. La suerte de los adolescentes depende de un gran nimero de factores, como las descripciones de los hechos dadas por la polieia, la actitud de los ps irs y del adolescente, la presencia 0 no de un abowa do, etc Lin tiene trece altos. Su macire la leva a una fies: ta de Navidad en el colegio. De hecho, no va sino que Sut padres, inquitos por la fa, llaman ale polite cho con whisky ado por uno de ellos, mantuvo El caso 6 escrito por la policia como eugosoy; el nforme, bien dtallade, ocupa varias pines. Losi de Linda. Rober, de tece nos, uno de los chicos, mare, «h ablar todo el tiempo», «salir de clase sin per: ia Linda da a impreston dese una sbuena chicas El caso se complica dos meses después, cuan: dre de Linda va a la comisarfa y declara que L hhabfa vuelto desde la noche anterior, que habja ido a una fiesta, seguin él, «bien surtida de alcohols. Cuando legan los padres de Linda y la policfa a la direccién in dicada, treinta © cuazenta jévenes huyen saltando por encima de la valla, Dentzo, Linda, borracha, se esta vis- tiendo y declara que acaba de hacer el amor con diez chicos, entre ellos, Robert. El informe policial dice, se Mm gin las declaraciones de Linda, que todos se habrian he cho pasar por Robert. Para los chicos de su colegio, Linda se habia convertido en un uligue facil» desde el incidente anterior; bastaba con hacerla beber. La tutora de su libertad vigilada, durante su investi- gacidn, interroga a Linda sobre su escolaridad, sus no- tas, su primera relacidn sexual, sus sentimientos religio- sos, etc. Linda coopera bien, parece sentirse culpable. Dice que lamenta sus actos y que no volver a hacerlo hasta que se casex. Los chicos tienen una falsa opinién sobre ella, dice Linda; protesta porque toda la escuela la toma por una «guarray desde que Robert Jes contara que ella «se desnudé por completo y les dejé hacer». No es tanto una negacidn del acto cometido como una inquie tud por su reputacisn, dice Cicourel, Esta charla nos muestra que la tutora se forma una buena opinién de Linda a priori. Las preguntas que le hace son, de algin modo, una buena gufa para que Lin. da dé las respuestas adecuadas, las que manifiestan su voluntad de cambiar, de borrar sus conductas «acciden tales»: «Crees que Dios te lo perdonard?... Ast pues, éerees que esté mal jo que has hecho?... Esperards a ca. sarte?.. Vas a cambiar?» La tutora busca también en la vida de los padres y de los abuelos, incluso, los factores de estabilidad 0 inesta bilidad susceptibles de ser relacionados con la conducta de Linda. En las ultimas charlas, Linda declara que su padre le da bebidas alcohdlicas le cuente sus experiencias sexuales con los chicos. Asi, cl padre empicza a ser sospechoso de ser el responsable de todo lo que le pasa a Linda. Segiin dice, es un apasio- nado de la psicologfa; incluso habia hipnotizado una vez a Linda, Esta hace varios test psicolégicos. Los dos delegados encargados del caso estén de acuerdo en recomendar al tribunal el ingreso de Linda en un hospital psiquidtrico durante tres a seis meses con asa y le obliga a que padres. Se mukiplican las conversscones de [i adres con el director de la libertad villas, oval ne de menores y con los profesores de Linda Loe rine cato, Despues, los elementos que saleron lle cal muesa que el jc se sve de elementos ya sugars truyeron el caso. : Los pares aceptaron el fall del tsbuna: Linda fue mo el proceso de instruccién judicial esté regio y trata: casos de delincuencia, Los police’) los Wwoen folfo, definir wel desafio a la autora o lo wus un Un delincuente ¢s un producto emergente, transfor: ado ene tempo por una sere de encuents, dein formes escritos y orales, de lecturas prospectivas y te trospectivas de lo que’ pass» y de las eircunstanciss Pricticas en las que sobreviene el caso durante el ‘ranscurso cotidiano de los casos judiciales (pig. 333). 4, Contrariamente a lo que parecen indicarnos Ia activi dad policial y las estadisticas judiciales, los delincucn. tes no son tipos sociales naturales que encontramos ‘uestro alrededor. La delincuencia es el producto de luna negociacién social 3. LA VIDA DE LABORATORIO Hemos tenido ocasién de insistir sobre ello varias ve- ces: para la Etnometodologfa, los hechos sociales son Producidos, pero «olvidamos» las actividades practicas que los han constituido, H. Garfinkel y dos de sus disc Pulos, M. Lynch y E. Livingston, vuelven sobre esta ‘cuestidn a proposito de la actividad cientifica"® La problematica de la wciencia en vias de creacisn» ya habia sido abordada antes, en los trabajos que explican su deuda para con la Etnometodologfa!”, El enfoque et- nometodol6gico renueva, en efecto, la problemitica de Ja Sociologia de la ciencia, que se interesaba, por ejem plo, por la influencia de los factores sociales sobre lo: descubrimientos y las producciones cientificas. fEl obje tivo de las investigaciones etnometodolégicas sobre la Ciencia no es mostrar cdmo actiian las estructuras socia. les sobre la actividad cientifica. Se interesan por cl tra bajo cientifico en s{ mismo. Garfinkel y sus colaboradores relatan el descubri miento del pulsar éptico que hicieron cuatro astrofisicos americanos el 16 de enero de 1969. Trabajaron en la grabacién de conversaciones entre los investigadores durante la noche de su descubrimiento, en sus agendas de notas manuscritas y en la publicacién, en una revista por ott, El propio seve Weal 14 especializada, de un articulo que informa de sus resulta: dos. La pregunta que se hacen Garfinkel y sus colabora, dores es: éen qué consiste el descubrimiento del pulsar Sptico? Usilizan una metafora agestatistan para expli Su descubrimiento y su ciencia consisten en encon. trar eastronémicamentey al animal entre el falls f follaje es la historicidad local de sus pricticas de inve adores. El animal es esta historicidad local realizaca ‘ocida y comprendida como un proceso metodiee ‘competente. Su ciencia consiste en él descubrimicnn del pals io del pulsar optico en cuanto produccidn de la observe bilidad practica de su trabajo nocturno ordinari duacién del telescopio, regular el tamafio del diafragme, lanzar un programa informético y verificar las informa iones dadas por cl osciloscopio, para que al fin se yrabe Ja pulsacién de una estrella durante las observaciones observacidn, El objeto de su trabajo ce emacosheme ducciones, de duis, de inceridumbres de covules hc En la publieacion cienfca, Garfinkel dice que gestos, de palabras, de de. cl pulsar se pinta como la causa de todo lo que es visto ¥ dicho sobre él; se describe como existente antes ¢ in dependientemente de todo método para detectarlo; los fenémenos técnicamente detallados del pulsar parecen (en la publicacién) extrafios a Cacke y a Disney, que son sus testigos y autores; las pricticas de los observa dores son anaturalizadasn; en el articulo, los detalles que identifican el pulsar son dados por la voz de un analista exterior. La vor del analista en los informes cientificos corresponde a la del narrador en la fi cidn... El pulsae dptico, en cuanto fendmeno astron rico, no es diferente de Ias tarcas que lo descubrieron Desde un tercer enfoque, su trabajo de descubrimien- 0 aparece como un conjunto de pricticas competentes analizables, Su descubrimiento consiste en extraer aun objeto cultural: el pulsar. Pero, cuidado, esto no signi fica en absoluto que este objeto, insiste Garfinkel, el pulsar, sea un acount; hace accountable el trabajo del des- jento: vel pulsar no se encuentra en las palabras, pero no se puede encontar sin palabras, Es el pulsar el gue estd unido a la naturaleza, no el accounts (pag. 142) Para Garfinkel, la Astronomfa, como «ciencia descubri dora» de objetos del mundo real, sigue siendo una cien cia de accién prictica Con la Etnometodologta, el problema examinado por la Sociologia de la ciencia ya no es estimar las influen cias socioculturales que pesan sobre los investigadores, ni saber si la ciencia es una actividad social como cual quier otra. La intencidn de la Etnometodologia en el campo cientifico es bastante més ambiciosa.. Intenta mostrar que los cientificos emplean en sus investigacio. rnes una cierta cantidad de recursos que les parecen na. cesultados de ex- ado olvidan y que ya no relacionan con la actividad préctica de labora. torio que las cred. El teabajo cientifico s6lo es transmisi ble con la condicién de esta ocultacién, como lo prue ban todos Jos articulos de revistas cientificas que hacen descubrimientos. 4. La aurocracia teorfa moderna de la burocracia comicnza con Max Weber. Pero, seguin Bittner, Max Weber no ha comprendido que el significado y las justficacio nes del conjunto de propiedades de la burocracia son inextricablemente introducidas en lo que A. Schute tla aba actitudes de la vida cotidiana y en las tipificacio nes de sentido comtin socialmente aceptadas (pig, 74), Para probar la fecha de nacimiento de alguien no bas. ta con escribitla sobre un trozo de papel, sobre todo si esta demostracion es necesaria para la constitucién de tun expediente administrativo cualquiera con intencion de obtener una ayuda social, una beca, una pension de invalidez, una jubilacién, etc. En general, hay que dar una prucba mas consistente de la edad cuando ello constituye uno de los criterios de validez de la solicitud, Como subraya Zimmerman?! la administracién basa su accidn en pruebas objetivas. Pero, équé es lo que confie Fe a.un trozo de papel una validez oficial?

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