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‘Hugo Donaldo Cruz Rivas Sociologia y Filosofia de la Empres: Ideas para un Proyecto de Investigacién Comenzamos el siglo XX y atravesamos Ja mayor parte de él con una severa criti- cca de parte de los sectores de pensamion- to socialista hacia la sctividad empress rial. Se criticaba, con ojos marxisias, la supuesta explotacién del hombce por el hombre, la supucsta injusticia de que una persona vendiera su fuerza de trabajo “para generar mas riqueza para las trans- nacionales” y s¢ decia esto con tal safia ‘que hacfa parecer toda actividad empresa- nal como un verdadero delito contra la dignidad humana. Sin embargo, la gente seguia trabajando y percibiendo los bene- ficios materiales y morales de su trabajo, con mucho sentido comin, Las cosas dicron un giro enorme a lo largo del siglo XX y cerramos este siglo con una pers- peetiva casi totalmente diferente: las em- resas més fuertes del mundo y varios filésofos, economistas y administradores ‘comenzaron a hablar acerca de la impor tancia de la persona en la empresa, Hugo Donato Cruz, Licenciado on Letras y Filosofia por la Universidad Refael Len- ‘divar (2000), es actualante catedratico fen Ia Facultad de Ciencias Econémices, Unversided Francisco Marroquin, Una pr- more version do oste aitioulo fue presen- tada durante el 1V Congreso Nacional de Filosofia (Guatemala, cctubro de 2003) (Note de! Autor: Todas les ideas que se ‘expresan aqui han surgido durante trabajo avedémico y empresarial con Juan Rober: {o Brenes, profesor de Etica Empresarial fen la Universidad Francisco Marroquin. A 61 debo la base de estas ideas. Sin embar- ‘99, la responsabiidad por los desaciertos ‘que pueda tener el articuio es sélo mia.) Tal movimiento a favor del reconoci- miento de la persona como motor y fin de Jas empresas ha generado una nueva via de aplicacién de la filosofia: la filosofia de la empresa. Asi que la transicion del siglo XX al XXI bien puede verse con una amplia sonrisa de parte de los fil6s fos: lo estin logrando, 1a filosofia esti penetrando en el sector més dindmico del siglo XXI y con ella, quiza, los argumen- tos y Tes actitudes que generen ¢30 que los criticos reclaman: una actividad em- presarial que considere la dignidad de ta persona, bajo el supuesto critico de que tal consideracién no se efectia 0 no se cfectiia esponténeamente, Con el presente articulo quisiera insertarme en esta re- flexién sobre la empresa por medio de Ia respuesta, desde mi perspectiva, a dos preguntas relevantes: {Qué es la empresa cen cuanto Rendmeno cultural? {Como ha de realizarse el gobiemo de una empresa? Tal como el titulo indica, no se pretende ms que marear Tineas teméticas para seguir investigando. I. Laempresa vista como fenémeno cultural La empresa es parte fundamental en la vida cotidiana de toda persona Es importante damos cuenta de que el ‘mundo contemporineo gita en tomo al trabajo y, coneretamente, en torno al tra- bajo en una empresa, Es una realidad mueva y la capacidad de asombro que Laissez-Faire 44 debemos mantener nos Hama a analizarla y criticarla, En el mundo actual una persona nace y, en muchos casos, a temprana edad en- fra cn un proceso formal de educacién. Al final de este proceso educativo, durante el mismo, en aiisencia de ese proceso 0 no importando Ia duracién de ese proceso, la persona debe insertarse en el mercado de cualquier manera, Debe hacerlo asi por- que de ello depende la satisfaccién de sus necesidades primarias. En el mundo anti- guo ¢ incluso en el medieval, amplios sectores de la poblacién no tenian como preocupacién cotidiana el procurarse un nivel de vida especifico puesto que lo tenian garantizado de diversas maneras Pignsese en la esclavitud o en formas mas complgjas de sujecién como los siervos en la Edad Media. La misma estructura socioeconémica, como sabemos, preveia Ia satisfaccién de las necesidades basicas e 10s privilegiados no en virtud de su trabajo sino en virtud de antecedentes familiares y/o jorérquicos. Esta realidad fue cambiando poco a poco; prueba de esa tranisicién es el inmortal diélogo entre Don Quijote de la Mancha y el tendero: Pregunibie si trata dineros; respondié don Quijote que no traia blanca, porque nunca habia teldo en tas historias de Tos cabalieros andantes que ninguno los Inubtese traido. Cuando Cervantes escribe esto es, aproximadamente, cuando empieza a surgir el dinero como metafora de la po- sesién, como simbolo y como medio de pago. se es uno de los pasos cruciales que nos ban traido a la realidad actual. En la vida contemporénca, toda persona debe producir algo para vender o debe prestar lun servicio a cambio de una remunera- cién normalmente en alguna moneda de curso legal. Pero hay algo mas: la pro- duceién de ese bien o la prestacién de ese servicio suele darse en una orpanizacién que cumple, en esencia, con la ley que David Ricardo enuncié, Esta organiza- cidn es lo que, bisicamente, Tamamos empresa, En el mundo contemporineo todos formamos parte de una empresa: somos asalariados, socios 0 propietarios al menos de una de ellas. En cualquiera de es0s casos, el formar parte de la em- presa consume una de as porciones de tiempo y esfuerzo més importantes de nuestras vidas. Desde el taller de un car- pintero, pasando por las {ébricas, bancos y editoriales; desde los salones de belle- 2a, pasando por las discotecas y las ven- tas de ropa; desde las librerias hasta los colegios y universidades, parte importan- iisima dé nuestra vida en el inicio del siglo XXI trenscurre como parte de una empresa. Este hecho me parece justifica- cién para que la filosofia vuelva su mira- da a la realidad que consume tanto tiem- po, esfuerzo fisico y seso de parte de los seres humanos. Ahora no podemos hablar, como era tipico en la Edad Media, de personas que cultivan la tierra, de otros que hacen la guerra, de otros que gobiernan y de otros que rezan, en el sen- tido de que unos si trabajen y otros no. Para empezar, muchos monasterios tienen sus granjas, venden el producto de sus cosechas y con eso cubren todo o parte de sus costes de funcionamiento, El equiva- lente a quienes garantizen la seguridad son ahora los miembros del ejército y la polieia. Ni qué decir tenemos que practi- camente funcionan como una empresa (dan un servicio y reciben un pago por ello). (Lo tinico que les hace falta para ser eficientes es precisamente entender ellos mismos esas instituciones como empresas para que sean eficientes y eficaces). Esto sin mencionar las empresas privadas de soguridad que si entionden sa trabajo en ‘términos empresariales y de cuya prolife- racién mundial y, sobre todo local, no tenemos nada que dudar. Finalmente, Laissez-Paire 45 quienes gobiernan es claro que, para bien © para mal, reciben una remuncracién por el servicio que prestan a la sociedad. En fin, no s6lo el hecho de la remmneracién sino el de reunirse, asociarse, organizarse las personas para dar determinados pro- ductos 0 servicios, es ol pan de cada dia en los albores del siglo XXI. Y es més, la ‘mentalidad propiamente empresarial y su terminologiz como por ejemplo volver ofiviente el uso de recursos, vender la idea 0 el producto, cubcontratar servicios, delegar funciones y muchas mis, son expresiones de uso en los mas variados Ambitos. Esto permite ver cuénto ha per- meado una légica empresarial en Ia ma- nera cotidiana de pensar on ol mundo contemporineo. Ademds, la empresa moldea una cosmovisin EI final o, al menos, la dispersién de las ideologias con que cerramos el siglo XX ha dejado a las personas ocupadas slo de su inmediatez cotidiana: cémo subsistir. Ya no hay una preocupacién por el todo sino una focalizacién de las preccupacio- nes: como alcanzar mi propio mejor nivel de vida. Es decir, no es preocupacién cotidiana el modelo politico-econémico que haya de ser mis conveniente. Ya no es tan clara ni tan intensa la distincién entre izquierda y derecha'. En realidad no "Esto sin dejar de lado que la manera de ejer- cer Ia autotidad politica en la region cen- troamericana si esté claramente influida por ideas de planificacién central, intervenciSn estatal, justicia social o distributive, ete. En ‘esc sentido cabria reconocer rasgos de las ideas socialistas en la manera de pensar de Jos burdcratas. Sin embargo, ya no hay deba- teal respecto. Parecicra como si todo mundo aceptara que asi debe ser el gobierno. A eso nes referimos con dispersién de las ideologi- as: ya no hay banderas quo defender, aparer temente, Soio algunas arganizaciones politi- creo que la postura marxista sea mas co- recta, si la vemos como preocupacién por el cambio general en las estructuras econémicas. Si lo interpretamos desde Ia perspectiva hayekiana, que personalmen- te comparto, no es posible ni necesario sentarse a pensar acerca del todo puesto que ese todo no es asequible y, mucho menos, moldeable y que cada intento por otdenar lo que esponténeamente se orde- na, gencra més efectos secundarios nega tivos de los que puedan imaginarse. Me refiero al error que Hayek lamé cons- ‘tmictivismo y que, desifortunadamente reina en Ja mente de la mayoria de autori- dades politicas y muchas escuclas de cieneias sociales. Sea como sea, como respuesia a eso que podemos llamar dlis- persion de las preocupaciones, las em- presas podrian verse y entenderse como cl cauce para los quizé innatos descos de las personas de afeciar el entorno. Y esto también en el sentido de que participar en luna empresa es una manera de vivir, una manera de interpretar el mundo, Visto desde ese Angulo y suponiendo que cl actual proceso de liberacién de los mer- cado ha de continuar y con ello el proceso de desvinculacién entre personas y politi- ca, lo que tendremos en pocos aos sera un mundo organizado en torno a grupos de trabajo Hamados empresas, cada uno con su visién y misidn, prestindase ser- vicios entre si como contraparte de To que en un tipo fuera la interrelacién de los Estados. Tal como lo veo, los Estados disminuirin su relevancia hasta quedar como garantes del respeto de los contra- tos. Siendo asi, la emisién de ideas en cuanto @ las maneras de organizarse y de comprender cl mundo ya no seré funcién del Estado instructor-ordenador del todo, el Estado centralizador planificador, sino que tal funcién ta adquiriré a escala cada ‘cas emergentes parecen defender ideas claras ¥ distintas al regpecto, Laissez-Faire 46 empresa en particular. Esto dicho en pa- labras que quiza hieran susceptibilidades. Pero dicho en palabras més cercanas a la ortodoxia del libre mercado, lo que ocu- rmiré es que mas personas se asociarin libremente aplicando casi inconsciente~ mente la ley de David Ricardo y genera- rin asi Ia utilidad que tanto empresarios como empleados requieren para aumentar su riqueza, Pero sean cuales sean las pa- labras con que Io expresemos, la idea principal a destacar es que esa asociacién en empresas contribuird conciente © in- conscientemente a moldear la manera de comprender el mundo y la manera de actuar de cada persona. Sin embargo, la empresa podria perju- dicar ala persona, segtin algunos Constatar esa realidad y sus facetas nega- tivas, con sus diferentes matices, no es algo que yo haga por primera vez. Filé- sofos y filésofas me preceden en tal ojor- cicio, Una de esas filésofas es Hannah Arendt, quien analizaba la casi omnipre- sencia del trabajo (lo que nosotros Ila- ‘mamos aqué participacién en una empre- 82) en los siguiente téminos: La Edad Moderna trajo consigo a glori- ficaci6n teérica del trabajo, cuya conse- ‘cucncia hea sido la transformacién de toda la sociedad en una sociedad de trabajo. Por Jo tanto, la realizacion del deseo, al igual que sucede en los cuentos de hadas, llega en un momento en que sélo puede ser contraproducente. Puesto que se trata de una sociedad de trabajadores que esta a punto de ser liberada de las trabas del trabajo, y diche sociedad desconoce esas otras actividades més elevadas y signii- cativas por cuyas causas mereceria ganar- se esa libertad, Dentro de esta sociedad, que es igualitaria porque ésa es la manera de hacer que los hombres. vivan juntos, no quedan clases, ninguna aristocracia de naturaleza politica 0 espisitual a partir de J que pudiera iniciarse de nuevo una res- tauracion de las otras capacidades del hombre. Inclaso los presidentes, reyes y ‘Primeros ministros consideran sus cargos ‘como tarea necesaria para la vida de la sociedad y, entre los intelectuales, tini- ccamente quedan individuos solitarios que mantienen que su ectivided es trabajo y no un medio de ganarse la vida.* Esto nos lleva a ver la empresa como una realidad que ha surgido espontineamente en la historia pero que presentarfa, como todo, aspectos positivos y negetivos. De- nitro de los negativos estaria la posibilidad de que la persona desatienda el cultivo del espiritu por estar volcada en el trabajo entendide como negocio (negacién del ocio) o la posibilidad de que globalmente se esté perdiendo el sentido del trabajo que deberia ser entendido como medio y no.como fin, Los economisias y sobre todo los economistas liberales han aportado. mu- cho a esto debate. Desde su perspective, si bien los entiendo, no es que se haya perdido o se esté perdiendo el sentido del ttabajo, simplemente se trata de que, por naturaleza, el ser bumano tienée a procu- rar la satisfaccién do necesidades basicas antes que las necesidades espirituales. Dado que riqueza es satisfaccién de nece- sidades, de todo tipo y nivel, las diferen- tes soviedades estarian a destiempo unas de otras en Ta biisqueda de esa riqueza pero que tal desfase, por no ser obra de alguna planificacién, no tiene un origen determinado y mucho menos un culpable. Y algo més: que todo intento por nivelar artificialmente ese acceso a la riqueza genera distorsiones en el proceso espon- tineo de satisfaccién de esas necesidades con Io cual, de los mates el menor: prefe- rimos libertad con mucho trabajo, que fa *Hanash Arendt, La condicién humana (Pat- celona: Paidés, 1998; edicién original: 1958), p.l7, Laissez-Faire 47 inealidad de una satisfaccién de necesi- dades a cambio de ceder en Ia libertad. Tal interpretacién esti desarrollada, de forma clisica, paradigmitica, en el tomo Il de la obra Derecho, Legislactén y Li- bertad, de Friedrich Hayek, concretamen- te en el apartado sobre Justicia Social 0 Distributiva. También, en tono politico mis claro, en Camino de servidumbre. Visto desde ese punto de vista, sigue estando presente el affin del ser humano por acceder al cultivo del espiritu pero alguns condiciones, como la pobreza actual en algunas naciones, postergarian ese acceso para el futuro, Sin embargo, también es parte de esa teoria econdmica Ia gran valoracin que se da a la especia- lizacién en el trabajo, aspecto indispensa- ble pata que la ley ricardiana se cumpla. En ese sentido, siguiondo su linea de ra- zonamiento, {de qué serviria que todos seams filésofos 0 artistas?, suponiendo que esas actividades son las que, por an- tonomasia, sitven al cultivo del espiritu Y es que la critica de Arendt a esa socie- dad de trabajo podria interpretarse como nostalgia de una mitica era en la que la gente tenia tiempo para filosofar y hacer esculturas. Peto, dos cosas: primero, que on el mundo antiguo no todos se dedica- ban a la filosofia y al arte; y, segundo, que el mundo modemo ha descitbierto posibilidades de desarrollo de la persona- lidad mas alla del arte y la filosofia. Es decir, poniendo los pies sobre Ja tierra, atin en el hipotético caso de que nadie necesitara trabajar para subsistit, es evi- dente que no todos desearfan dedicarse a la filosofia 0 al arte. A lo que voy es a que las vocaciones y las habilidades son tan variadas y abundantes como variados y abundantes son los seres humanos y que las empresas son el cauce con que contamos ahora para la realizacién de esa gran diversidad de habilidades del ser humano. Desde luego, se entiende la pre- ‘ocupacién de Arendt en cuanto que “di- vertirse” (vertitse en diversas cosas sin atender las primordiales) en el trabajo harfa olvidar el sentido. Sin embargo, mi propuesta, como veremos, es que dada la imposibilidad de eliminar la empresa por los beneficios econémicos y antropol6gi cos que esta genera, es mejor fomentar un modelo empresarial que dé cabida a la realizacién personal incluso a nivel de sentido de la vida. Pero tal modelo de empresa solo es posible si se le da a la empresa una perspectiva filosbfica con el aporte de la Filosofia Politica y la Etica, ‘Mi propuesta es que la empresa es un lugar para ser Con To anterior Mego a una de las ideas centrales que quiero defender y es que la empresa es un lugar que abre posibilida- des de realizacién para la persona desde ‘el momento en que se basa en el concepto de propiedad privada, mismo que conlie- vva, por si mismo, el desarrollo de la res- ponsabilidad. No creo que hayamos de enterder Ia empresa como resultado ne- gativo y no deseado de un proceso hist6- rico sino, por el contrario, entenderla como realidad surgida esponténeamente, es0 si, pero con mas potencialidad positi- ‘va que negativa, La empresa es lugar para poner en préctica conocimientos previos y adquirir otros, lugar para recibir una Temunoracién que ayude a satisfacer ne- cesidades y a sostener una familia, un ugar para erecer en capacidad de dislogo y tolerancia, una oportunidad para des- arvollar habilidades conocidas 0 descu- biortas en el camino, una oportunidad de generar servicios que satisfagan necesi- dades basicas de la humanidad (piénsese en un hospital, una escuela 0 un empresa farmacéutica); ¢s un lugar para desarro- lar virtudes, un Iugar también para gene- rar amistad. En pocas palabras, y es la Laissez-Faire 48 idea que propongo para teflexionar, la empresa es un lugar para ser. En cuan- to tal, Ja empresa ¢s una realidad cotidia- na tan relevante como la familia y tan influyente en el caricter de la persona como la escuela, el colegio y la universi- cad. Lo importante, me parece, es que entenderla asi leva a tomar con més cui dado, con cuidado ético, su direccion y administracion La empresa es una etnia: mativa y ge- nera una vision del mundo A tal grado 1a vida dentro de la empresa influye en las personas que bien podria hablarse de que, en ausencia de ideologi- as globales que entusiasmen a las perso- nas y moldeen su pensamiento, la manera de ser de la empresa se vuelve una suerte de influencia en la identidad de sus em- pleados’, En los lemas de las empresas y on sus codigos de ética se advierte una manera de entenderse a si mismos como empresa y un ideario que busea fijarse en la mente de los empleados con el objetivo explicito de integrar los intereses perso- nales con los de la empresa. En aras de la eficiencia y eficacia requerida on el mer- cado, estos lemas y su objetivo explicit no tienen nada de malo, siempre y cuan- do, desde luego, no vayan en contra de la dignidad de las personas, En su gran ma- yoria no van en su contra sino que Ia promueven. Pero me interesa destacar este aspecto porque esas ideas en los em- pleados condicionan modes de compor- ‘Claro, esto puede estar asoviado con ol toma el desencanio. en Ia sociedad contem. porinee: no tengo nave més de qué agarrarme, mi tniea motivacién en el mundo 65 la que me da fa empresa. Sinceramente, a ‘yores no sé si digo esto con gozo 0 con gesto Ge tragedia. Sin embargo, es claro que si ello « asi, la responsabilidad del director de em- presas es ain mayor, tamiento y maneras de interpretar el mundo. Las empresas son, como diria Foucault, verdaderos regimenes de ver dad que legitiman con toda libertad algu- nas cosas y sancionan ottas, Las empre- sas son pequefios mundos. Yo s6lo pedi- ria que ojelé sean pequefios mundos ¢ti- cos. La empresa es un micro-estado de un tipo que encierra muchos de los detalles que varios pensadores de diferente ten- dencia hubieran tenido como ideales. Para empezar todo en ella es propiedad privada; sin mbargo, no existe democra- cia ni mucho menos orden espontineo sino una planificacién central de los obje- tivos. Existe remuneracién por cada tra- bajo y todos son libres de estar alli o de no estar (Ia adherencia se da por un pacto, tun convenio donde se verifica que ambas partes ganan Jo que esperan ganar como ‘minimo). A esto se agregan las modemas técnicas de administracién de recursos que levan a un uso eficaz de los mismos. Con todo ello, se genera un mundo que es como una méquina bien aceitada: todo marcha bien o muy cerca del ideal, exis- ten reglas claras para Iegitimar la perie- nneneia al grupo o anularla y, en general, cada quien vive alli un amplio porcentaje de su vida, A tal grado se comportan las empre- sas como una etnia que presentan, en detetminado momento de su historia, la necesidad de definir su identidad, definir quiénes son; esto es, deseribir a qué con- dujo la sinergia naturalmente producida al poner a las personas a trabajar en equi: po y como es esa sinergia goncrada, Tra- bajando como consultor en temas rela- cionados con esto que los administrado- res Haman Cultura organizacional, me he dado cuenta de que las empresas se com- portan como etnias pues tienen un pasado y el reforzamiento de ese pasado a través de historias contadas en el presente acer- Laissez-Faire 49 oa do sus héroes y antihéroes (las histo- tias de los anecdotarios que acompafian a los cédigos de ética) es algo que genera lealtad, motivacién, entusiasmo en sus empleados, Eso me Hev6 @ pensar que le empresa es cl lugar, el grupo, con el que la mayoria de las personas se identifica Las personas en ef final del siglo XX y al inicio del XX definen su identidad, en ‘muchos casos y en gran parte, por la per- tenencia a una determinada empresa. Ya no hay tribus y las etnias en sentido tradi- cional se debilitan politicamente, ya no hay idcologias, ya no hay naciones- Estado, ya nto hay fidelidades a causas slobales; simplemente hay empresas. Il. La gestion interna de la empresa vista en perspectiva filoséfica Las empresas son un campo puntual de aplicacion de la Filosofia Politica, El go- biemo de la empresa es la Filosofia Poli- tica en su versién mas puntual. Esto por- que, como resulta evidente, el macro de- bate de la teoria de la gerencia gira en tomo a oul es el mejar modelo de go- biemo para la empresa. Abordaré algu- 1nos temas relacionados con ello. En cuanto a su organizacién intoma, las empresas se enfrentan con dos pro- blemas fundamentales: * Cémo estricturar sus objetivos Esto da luger a las Tlamadas planeaciones estratégicas y a una preocupacion por la cohterencia interna en la aplicacién de sus normas. "Como lograr que las personas cum- plan con esos objetivos Esto da lugar a los cédigos de ética ya la Preocupacién sobre cémo mantener la motivacién de los empleados. Las plancaciones estratégicas son mas eficaces cuando tienen por respaldo una cultura organizacional fuerte. Cultura organizacional, ral como he analizado en mi experiencia en trabajos de consultoria al respecto, ¢3 asimilable al concepto de identidad del grupo. Con base en ese con- cepto, en la consultora de la cual formo parte hemos ensayado un modelo de des- cripeién de la cultura 0 identidad de la empresa a partir de las tres preguntas fundamentales: quién es la empresa? ,de dénde viene? y chacia dénde va? Responder a la primera pregunta, quién es la empresa, significa ver su pre- sente: cual es su rubro y cudles son sus capacidades clave (aquello que le dife- rencia y le garantiza la apertura de mer- cados). Al responder a la pregunia ide dénde venimos como empresa?, entramos en una interesante faceta del estudio del fenémeno empresa. Tal como ocurre en las etnias, el conocimiento de los funda~ dores, de las gestes del pasado, de los héroes y antihéroes de la orgenizacién, constituye un importante recurso al cual los directores de la empresa pueden recu- rir para motivar a sus empleados presen- tes. Es de ese pasado de donde surgen los valores de la empresa 0, mejor dicho, el haber sido puestos en prictica en el pasa- do motivaria a su prictica en el presente si se esto se acompaiia con un correcio sistema de incentivos. En este sentido, hemos ensayado también un modelo de reforzamiento de la cultura de Ia empresa por medio de un Anecdotario. En ese

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