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TESTAMENTO
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Biblia Católica 1
inaugurados por la Resurrección de Cristo, que es el principio de una nueva creación.
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poema de la creación, que ahora figura al comienzo de la Biblia. Una verdad se perfila a
lo largo de todo este relato: el universo, con todas las maravillas y misterios que
encierra, ha sido creado por el único Dios y es la manifestación de su sabiduría, de su
amor y su poder. Por eso, cada una de las cosas creadas es "buena" y el conjunto de
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ellas es "muy bueno". En ese universo, al hombre le corresponde un lugar de privilegio,
ya que Dios lo creó "a su imagen" y lo llamó a completar la obra de la creación.
Pero el relato del origen del universo sirve de prólogo a lo que constituye el principal
centro de interés de los once primeros capítulos del Génesis, a saber, el drama de la
condición humana en el mundo. Los diversos personajes que se van sucediendo –Adán
y Eva, Caín y sus descendientes, los pueblos que intentan edificar la torre de Babel–
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representan arquetípicamente a la humanidad entera que pretende ocupar el puesto de
Dios, constituyéndose así en norma última de su propia conducta. Esta pretensión, en
lugar de convertir al hombre en dueño de su destino, hizo entrar en el mundo el
sufrimiento y la muerte, rompió los lazos fraternales entre los hombres y provocó la
dispersión de los pueblos. En el marco de esta historia, Dios va a realizar su designio de
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salvación.
literaria concreta, que refleja el fondo cultural común a todos los pueblos del Antiguo
Oriente.
1 1 Al principio Dios creó el cielo y la tierra. 2 La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas
cubrían el abismo, y el soplo de Dios se aleteaba sobre las aguas.
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3 Entonces Dios dijo: "Que exista la luz". Y la luz existió. 4 Dios vio que la luz era buena, y
separó la luz de las tinieblas; 5 y llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas. Así hubo una tarde
y una mañana: este fue el primer día.
6 Dios dijo: "Que haya un firmamento en medio de las aguas, para que establezca una
separación entre ellas". Y así sucedió. 7 Dios hizo el firmamento, y este separó las aguas que
están debajo de él, de las que están encima de él; 8 y Dios llamó Cielo al firmamento. Así hubo
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Biblia Católica 3
2 1 Así fueron terminados el cielo y la tierra, y todos los seres que hay en ellos.
2 El séptimo día, Dios concluyó la obra que había hecho, y cesó de hacer la obra que había
emprendido. 3 Dios bendijo el séptimo día y lo consagró, porque en él cesó de hacer la obra
que había creado.
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La creación del hombre y la mujer
Cuando el Señor Dios hizo la tierra y el cielo, 5 aún no había ningún arbusto del campo sobre
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la tierra ni había brotado ninguna hierba, porque el Señor Dios no había hecho llover sobre la
tierra. Tampoco había ningún hombre para cultivar el suelo, 6 pero un manantial surgía de la
tierra y regaba toda la superficie del suelo. 7 Entonces el Señor Dios modeló al hombre con
arcilla del suelo y sopló en su nariz un aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser
viviente.
8 El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. 9
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Y el Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, que eran atrayentes para la vista y
apetitosos para comer; hizo brotar el árbol de la vida en medio del jardín, y el árbol del
conocimiento del bien y del mal.
10 De Edén nace un río que riega el jardín, y desde allí se divide en cuatro brazos. 11 El
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primero se llama Pisón: es el que recorre toda la región de Javilá, donde hay oro. 12 El oro de
esa región es excelente, y en ella hay también bedelio y lapislázuli. 13 El segundo río se llama
Guijón: es el que recorre toda la tierra de Cus. 14 Eltercero se llama Tigris: es el que pasa al
este de Asur. El cuarto es el Éufrates.
15 El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivara y lo
cuidara. 16 Y le dio esta orden: "Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín, 17
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exceptuando únicamente el árbol del conocimiento del bien y del mal. De él no deberás comer,
porque el día que lo hagas quedarás sujeto a la muerte".
18 Después dijo el Señor Dios: "No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una
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ayuda adecuada". 19 Entonces el Señor Dios modeló con arcilla del suelo a todos los animales
del campo y a todos los pájaros del cielo, y los presentó al hombre para ver qué nombre les
pondría. Porque cada ser viviente debía tener el nombre que le pusiera el hombre. 20 El
hombre puso un nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos
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los animales del campo; pero entre ellos no encontró la ayuda adecuada.
21 Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se
durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. 22 Luego, con la costilla que
había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre. 23 El
hombre exclamó:
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El castigo de la mujer
"Multiplicaré los sufrimientos de tus embarazos; darás a luz a tus hijos con dolor.
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Sentirás atracción por tu marido, y él te dominará".
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17 Y dijo al hombre:
"Porque hiciste caso a tu mujery comiste del árbol que yo te prohibí,maldito sea el suelo por tu
culpa.Con fatiga sacarás de él tu alimentotodos los días de tu vida.18 Él te producirá cardos y
espinasy comerás la hierba del campo.19 Ganarás el pan con el sudor de tu frente,hasta que
vuelvas a la tierra,de donde fuiste sacado.¡Porque eres polvoy al polvo volverás!".
20 El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes. 21
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El Señor Dios hizo al hombre y a su mujer unas túnicas de pieles y los vistió.
22 Después el Señor Dios dijo: "El hombre ha llegado a ser como uno de nosotros en el
conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que ahora extienda su mano, tome también del
árbol de la vida, coma y viva para siempre". 23 Entonces expulsó al hombre del jardín de Edén,
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para que trabajara la tierra de la que había sido sacado. 24 Y después de expulsar al hombre,
puso al oriente del jardín de Edén a los querubines y la llama de la espada zigzagueante, para
custodiar el acceso al árbol de la vida.
Caín y Abel
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4 1 El hombre se unió a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín. Entonces dijo: "He
procreado un varón, con la ayuda del Señor". 2 Más tarde dio a luz a Abel, el hermano de Caín,
Abel fue pastor de ovejas y Caín agricultor. 3 Al cabo de un tiempo, Caín presentó como
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ofrenda al Señor algunos frutos del suelo, 4 mientras que Abel le ofreció las primicias y lo
mejor de su rebaño. El Señor miró con agrado a Abel y su ofrenda, 5 pero no miró a Caín ni su
ofrenda. Caín se mostró muy resentido y agachó la cabeza. 6 El Señor le dijo: "¿Por qué estás
resentido y tienes la cabeza baja? 7 Si obras bien podrás mantenerla erguida; si obras mal, el
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8 Caín dijo a su hermano Abel: "Vamos afuera". Y cuando estuvieron en el campo, se abalanzó
sobre su hermano y lo mató. 9 Entonces el Señor preguntó a Caín: "¿Dónde está tu hermano
Abel?". "No lo sé", respondió Caín. "¿Acaso yo soy el guardián de mi hermano?". 10 Pero el
Señor le replicó: "¿Qué has hecho? ¡Escucha! La sangre de tu hermano grita hacia mí desde el
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suelo. 11 Por eso maldito seas lejos del suelo que abrió sus fauces para recibir la sangre de tu
hermano derramada por ti. 12 Cuando lo cultives, no te dará más su fruto, y andarás por la
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Cuando Dios creó al hombre, lo hizo semejante a él. 2 Y al crearlos, los hizo varón y mujer, los
bendijo y los llamó Hombre.
3 Adán tenía ciento treinta años cuando engendró un hijo semejante a él, según su imagen, y
le puso el nombre de Set. 4 Después que nació Set, Adán vivió ochocientos años y tuvo hijos e
hijas. 5 Adán vivió en total novecientos treinta años, y al cabo de ellos murió.
6 Set tenía ciento cinco años cuando fue padre de Enós. 7 Después que nació Enós, Set vivió
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ochocientos siete años y tuvo hijos e hijas. 8 Set vivió en total novecientos doce años, y al
cabo de ellos murió.
9 Enós tenía noventa años cuando fue padre de Quenán. 10 Después que nació Quenán, Enós
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vivió ochocientos quince años y tuvo hijos e hijas. 11 Enós vivió en total novecientos cinco
años, y al cabo de ellos murió.
12 Quenán tenía setenta años cuando fue padre de Mahalalel. 13 Después que nació
Mahalalel, Quenán vivió ochocientos cuarenta años y tuvo hijos e hijas. 14 Quenán vivió en
total novecientos diez años y al cabo de ellos murió.
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15 Mahalalel tenía setenta y cinco años cuando fue padre de Iéred. 16 Después que nació
Iéred, Mahalalel vivió ochocientos treinta años y tuvo hijos e hijas. 17 Mahalalel vivió en total
ochocientos noventa y cinco años, y al cabo de ellos murió.
18 Iéred tenía ciento sesenta y dos años cuando fue padre de Henoc. 19 Después que nació
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Henoc, Iéred vivió ochocientos años y tuvo hijos e hijas. 20 Iéred vivió en total novecientos
sesenta y dos años, y al cabo de ellos murió.
21 Henoc tenía sesenta y cinco años cuando fue padre de Matusalén. 22 Henoc siguió los
caminos de Dios. Después que nació Matusalén, Henoc vivió trescientos años y tuvo hijos e
hijas. 23 Henoc vivió en total trescientos sesenta y cinco años. 24 Siguió siempre los caminos
de Dios, y luego desapareció porque Dios se lo llevó.
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25 Matusalén tenía ciento ochenta y siete años cuando fue padre de Lamec. 26 Después que
nació Lamec, Matusalén vivió setecientos ochenta y dos años y tuvo hijos e hijas. 27
Matusalén vivió en total novecientos sesenta y nueve años, y al cabo de ellos murió.
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28 Lamec tenía ciento ochenta y dos años cuando fue padre de un hijo, 29 al que llamó Noé,
diciendo: "Este nos dará un alivio en nuestro trabajo y en la fatiga de nuestras manos, un alivio
proveniente del suelo que maldijo el Señor". 30 Después que nació Noé, Lamec vivió
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quinientos noventa y cinco años y tuvo hijos e hijas. 31 Lamec vivió en total setecientos setenta
y siete años, y al cabo de ellos murió.
32 Noé tenía quinientos años cuando fue padre de Sem, Cam y Jafet.
6 1 Cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la tierra y les nacieron hijas, 2 los
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noches, y eliminaré de la superficie de la tierra a todos los seres que hice". 5 Y Noé cumplió la
orden que Dios le dio.
El comienzo del Diluvio
6 Cuando las aguas del Diluvio se precipitaron sobre la tierra, Noé tenía seiscientos años. 7
Entonces entró en el arca con sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos, para salvarse de
las aguas del Diluvio. 8 Y los animales puros, los impuros, los pájaros y todos los seres que se
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arrastran por el suelo, 9 entraron por parejas con él en el arca, como Dios se los había
mandado. 10 A los siete días, las aguas del Diluvio cayeron sobre la tierra. 11 Noé tenía
seiscientos años, y era el decimoséptimo día del segundo mes. Ese día,
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desbordaron las fuentes del gran océano
12 Y una fuerte lluvia cayó sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches. 13 Ese
mismo día, habían entrado en el arca Noé, sus hijos, Sem, Cam y Jafet, su mujer y las tres
mujeres de sus hijos; 14 y junto con ellos, los animales de todas las especies: las fieras, el
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ganado, los reptiles, los pájaros y todos los demás animales con alas. 15 Todas las clases de
seres que están animados por un aliento de vida entraron con Noé en el arca; y lo hicieron por
parejas, 16 machos y hembras, como Dios se lo había ordenado. Entonces el Señor cerró el
arca detrás de Noé.
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La inundación
17 El Diluvio se precipitó sobre la tierra durante cuarenta días. A medida que las aguas iban
creciendo, llevaban el arca hacia arriba, y esta se elevó por encima de la tierra. 18 Las aguas
subían de nivel y crecían desmesuradamente sobre la tierra, mientras el arca flotaba en la
superficie. 19 Así continuaron subiendo cada vez más, hasta que en todas partes quedaron
sumergidas las montañas, incluso las más elevadas. 20 El nivel de las aguas subió más de
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siete metros por encima de las montañas. 21 Entonces perecieron todos los seres que se
movían sobre la tierra: los pájaros, el ganado, las fieras, todos los animales que se arrastran
por el suelo, y también los hombres. 22 Murió todo lo que tenía un aliento de vida en sus
narices, todo lo que estaba sobre el suelo firme. 23 Así fueron eliminados todos los seres que
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había en la tierra, desde el hombre hasta el ganado, los reptiles y los pájaros del cielo. Sólo
quedó Noé y los que estaban con él en el arca. 24 Y las aguas inundaron la tierra por espacio
de ciento cincuenta días.
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8 1 Entonces Dios se acordó de Noé y de todos los animales salvajes y domésticos que
estaban con él en el arca. Hizo soplar un viento sobre la tierra, y las aguas empezaron a bajar.
2 Se cerraron las fuentes del océano y las compuertas del cielo, y cesó la fuerte lluvia que caía
del cielo. 3 Poco a poco las aguas se fueron retirando de la tierra; y al cabo de ciento cincuenta
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días ya habían disminuido tanto, 4 que el decimoséptimo día del séptimo mes, el arca se
detuvo sobre las montañas de Ararat.
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en manos de ustedes. 3 Todo lo que se mueve y tiene vida les servirá de alimento; yo les doy
todo eso como antes les di los vegetales. 4 Sólo se abstendrán de comer la carne con su vida,
es decir, con su sangre. 5 Y yo pediré cuenta de la sangre de cada uno de ustedes: pediré
cuenta de ella a todos los animales, y también pediré cuenta al hombre de la vida de su
prójimo.
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de aquel que derrame sangre humana,
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7 Ustedes, por su parte, sean fecundosy multiplíquense,
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8 Y Dios siguió diciendo a Noé y a sus hijos: 9 "Además, yo establezco mi alianza con ustedes,
con sus descendientes, 10 y con todos los seres vivientes que están con ustedes: con los
pájaros, el ganado y las fieras salvajes; con todos los animales que salieron del arca, en una
palabra, con todos los seres vivientes que hay en la tierra. 11 Yo estableceré mi alianza con
ustedes: los mortales ya no volverán a ser exterminados por las aguas del Diluvio, ni habrá otro
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Diluvio para devastar la tierra".
12 Dios añadió: "Este será el signo de la alianza que establezco con ustedes, y con todos los
seres vivientes que los acompañan, para todos los tiempos futuros: 13 yo pongo mi arco en las
nubes, como un signo de mi alianza con la tierra. 14 Cuando cubra de nubes la tierra y
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aparezca mi arco entre ellas, 15 me acordaré de mi alianza con ustedes y con todos los seres
vivientes, y no volverán a precipitarse las aguas del Diluvio para destruir a los mortales. 16 Al
aparecer mi arco en las nubes, yo lo veré y me acordaré de mi alianza eterna con todos los
seres vivientes que hay sobre la tierra. 17 Este, dijo Dios a Noé, es el signo de la alianza que
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de Canaán. 19 A partir de estos tres hijos de Noé, se pobló toda la tierra. 20 Noé se dedicó a la
agricultura y fue el primero que plantó una viña. 21 Pero cuando bebió vino, se embriagó y
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15 Canaán fue padre de Sidón, su primogénito, y de Het; 16 también de los jebuseos, de los
amorreos, de los guirgasitas, 17 de los jivitas, de los arqueos, de los sineos, 18 de los
arvaditas, de los semaritas y de los jamateos. Más tarde se expandieron los clanes de los
cananeos, 19 y sus fronteras llegaron desde Sidón hasta Gaza por el camino de Guerar; y
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hasta Lesa, yendo hacia Sodoma, Gomorra, Admá y Seboím. 20 Estos fueron los hijos de
Cam, según sus clanes y sus lenguas, con sus respectivos territorios y nacionalidades.
21 También le nacieron hijos a Sem, el padre de todos los hijos de Eber y el hermano mayor
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de Jafet. 22 Los hijos de Sem fueron Elám, Asur, Arpaxad, Lud y Arám. 23 Los hijos de Arám
fueron Us, Jul, Guéter y Mas.
24 Arpaxad fue padre de Sélaj y este fue padre de Eber. 25 Eber tuvo dos hijos: el nombre del
primero era Péleg, porque en su tiempo se dividió la tierra. Su hermano se llamaba Ioctán. 26
Ioctán fue padre de Almodad, Sélef, Jasarmávet, Iéraj, 27 Hadorám, Uzal, Diclá, 28 Obal,
Abimael, Sebá, 29 Ofir, Javilá y Iobab. Todos estos fueron hijos de Ioctán. 30 Los lugares
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donde residieron se extendían desde Mesa, en dirección a Sefar, hasta la montaña de Oriente.
31Estos fueron los hijos de Sem, según sus clanes y sus lenguas, con sus respectivos
territorios y nacionalidades.
32 Estos fueron los clanes de los hijos de Noé, según sus orígenes y nacionalidades. A partir
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de ellos, las naciones se expandieron sobre la tierra después del Diluvio.
La torre de Babel
11 1 Todo el mundo hablaba una misma lengua y empleaba las mismas palabras. 2 Y cuando
los hombres emigraron desde Oriente, encontraron una llanura en la región de Senaar y se
establecieron allí. 3 Entonces se dijeron unos a otros: "¡Vamos! Fabriquemos ladrillos y
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pongámolos a cocer al fuego". Y usaron ladrillos en lugar de piedra, y el asfalto les sirvió de
mezcla. 4 Después dijeron: "Edifiquemos una ciudad, y también una torre cuya cúspide llegue
hasta el cielo, para perpetuar nuestro nombre y no dispersarnos por toda la tierra".
5 Pero el Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, 6 y dijo:
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"Si esta es la primera obra que realizan, nada de lo que se propongan hacer les resultará
imposible, mientras formen un solo pueblo y todos hablen la misma lengua. 7 Bajemos
entonces, y una vez allí, confundamos su lengua, para que ya no se entiendan unos a otros". 8
Así el Señor los dispersó de aquel lugar, diseminándolos por toda la tierra, y ellos dejaron de
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construir la ciudad. 9 Por eso se llamó Babel: allí, en efecto, el Señor confundió la lengua de
los hombres y los dispersó por toda la tierra.
Sem tenía cien años cuando fue padre de Arpaxad, dos años después del Diluvio. 11 Después
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siempre breves y anecdóticas, más interesadas en el detalle pintoresco que en la
exactitud histórica, geográfica o cronológica.
Los principales protagonistas de esta historia son Abraham, Isaac y Jacob. La tradición
los presenta como jefes de clanes, que se desplazan constantemente en busca de
pastos y agua para sus rebaños. Todavía no forman un pueblo ni poseen una tierra. El
país de Canaán no es para ellos una posesión estable, sino el lugar donde residen
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como extranjeros. Pero Dios les promete una descendencia numerosa y les asegura
que sus descendientes recibirán esa tierra en herencia. Sobre esta promesa divina gira
toda la historia patriarcal. En virtud de esta promesa, Dios se abre un nuevo camino en
ese mundo que los primeros capítulos del Génesis nos presentan ensombrecido por el
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pecado. Así comienza la "Historia de la salvación".
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Abraham, Isaac y Jacob.
ABRAHAM
El Dios que se reveló a Abraham es aquel "que da vida a los muertos y llama a la
existencia a las cosas que no existen" (Rom. 4. 17). El relato bíblico lo pone bien de
relieve, al indicar que el Patriarca, cuando recibió la promesa divina, era ya muy anciano
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y su mujer estéril. Así, el acontecimiento esperado –el nacimiento del hijo que daría
continuidad a la promesa– no debe nada a la intervención de los hombres, sino que se
realiza en virtud de la libre elección y del poder creador de Dios.
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A partir de Abraham, el ámbito de la narración bíblica se estrecha cada vez más, hasta
concentrarse exclusivamente en la historia de Israel. Pero esta limitación no implica falta
de interés por las demás naciones, ya que, a través de Abraham, la bendición divina
alcanzará finalmente a todas las familias de la tierra (12. 3).
Biblia Católica 17
5 Lot, que acompañaba a Abrám, también tenía ovejas, vacas y carpas. 6 Y como los dos
tenían demasiadas riquezas, no había espacio suficiente para que pudieran habitar juntos. 7
Por eso, se produjo un altercado entre los pastores de Abrám y los de Lot. En ese tiempo, los
cananeos y los perizitas ocupaban el país.
8 Abrám dijo a Lot: "No quiero que haya altercados entre nosotros dos, ni tampoco entre tus
pastores y los míos, porque somos hermanos. 9 ¿No tienes todo el país por delante? Sepárate
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de mí: si tú vas hacia la izquierda, yo iré hacia la derecha; y si tú vas hacia la derecha, yo iré
hacia la izquierda". 10 Lot dirigió una mirada a su alrededor, y vio que toda la región baja del
Jordán, hasta llegar a Soar, estaba tan bien regada como el Jardín del Señor o como la tierra
de Egipto. Esto era antes que el Señor destruyera a Sodoma y Gomorra. 11Entonces Lot eligió
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para sí toda la región baja del Jordán y se dirigió hacia el este. Así se separaron el uno del
otro: 12 Abrám permaneció en Canaán, mientras que Lot se estableció entre las ciudades de la
región baja, poniendo su campamento cerca de Sodoma. 13 Pero los habitantes de Sodoma
eran perversos y pecaban gravemente contra el Señor.
La renovación de la promesa
14 El Señor dijo a Abrám, después que Lot se separó de él: "Levanta los ojos, y desde el lugar
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donde éstas, mira hacia el norte y el sur, hacia el este y el oeste, 15 porque toda la tierra que
alcances a ver, te la daré a ti y a tu descendencia para siempre. 16 Yo haré que tu
descendencia sea numerosa como el polvo de la tierra. Si alguien puede contar los granos de
polvo, también podrá contar tu descendencia. 17 Ahora recorre el país a lo largo y a lo ancho,
porque yo te lo daré".
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18 Entonces Abrám trasladó su campamento y fue a establecerse junto al encinar de Mamré,
que está en Hebrón. Allí erigió un altar al Señor.
Elám, y de Tidal, rey de Goím, 2 estos hicieron la guerra contra Berá, rey de Sodoma, Birsá,
rey de Gomorra, Sinab, rey de Admá, Zeméber, rey de Seboím, y contra el rey de Belá, es
decir, de Soar. 3 Todos ellos se concentraron en el valle de Sidím, que ahora es el mar de la
Sal. 4 Durante doce años, habían estado sometidos a Quedorlaomer, pero al decimotercer año
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el territorio de los amalecitas, y también a los amorreos que habitaban en Hasasón Tamar. 8
Entonces el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Admá, el rey de Seboím, y el rey de
Belá –o Soar– avanzaron y presentaron batalla en el valle de Sidím 9 a Quedorlaomer, rey de
Elám, a Tidal, rey de Goím, a Amrafel, rey de Senaar, y a Arioc, rey de Elasar. Eran cuatro
reyes contra cinco.
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10 El valle de Sidím estaba lleno de pozos de asfalto. Al huir, los reyes de Sodoma y Gomorra
cayeron en ellos, mientras que los demás escaparon a las montañas. 11 Los invasores se
Biblia Católica 19
La alianza de Dios con Abrám
7 Entonces el Señor le dijo: "Yo soy el Señor que te hice salir de Ur de los caldeos para darte
en posesión esta tierra". 8 "Señor, respondió Abrám, ¿cómo sabré que la voy a poseer?". 9 El
Señor le respondió: "Tráeme una ternera, una cabra y un carnero, todos ellos de tres años, y
también una tórtola y un pichón de paloma". 10 Él trajo todos estos animales, los cortó por la
mitad y puso cada mitad una frente a otra, pero no dividió los pájaros. 11 Las aves de rapiña se
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abalanzaron sobre los animales muertos, pero Abrám las espantó.
12 Al ponerse el sol, Abrám cayó en un profundo sueño, y lo invadió un gran temor, una densa
oscuridad. 13 El Señor le dijo: "Tienes que saber que tus descendientes emigrarán a una tierra
extranjera. Allí serán esclavizados y maltratados durante cuatrocientos años. 14 Pero yo
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juzgaré a la nación que los esclavizará, y después saldrán cargados de riquezas. 15 Tú, en
cambio, irás en paz a reunirte con tus padres, y serás sepultado después de una vejez feliz. 16
Sólo a la cuarta generación tus descendientes volverán aquí, porque hasta ahora no se ha
colmado la iniquidad de los amorreos".
17 Cuando se puso el sol y estuvo completamente oscuro, un horno humeante y una antorcha
encendida pasaron en medio de los animales descuartizados. 18 Aquel día, el Señor hizo una
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alianza con Abrám diciendo:
El nacimiento de Ismael
16 1 Sarai, la esposa de Abrám, no le había dado ningún hijo. Pero ella tenía una esclava
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egipcia llamada Agar. 2 Sarai dijo a Abrám: "Ya que el Señor me impide ser madre, únete a mi
esclava. Tal vez por medio de ella podré tener hijos". Y Abrám accedió al deseo de Sarai.
3 Ya hacía diez años que Abrám vivía en Canaán, cuando Sarai, su esposa, le dio como mujer
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a Agar, la esclava egipcia. 4 Él se unió con Agar y ella concibió un hijo. Al ver que estaba
embarazada, comenzó a mirar con desprecio a su dueña. 5 Entonces Sarai dijo a Abrám: "Que
mi afrenta recaiga sobre ti. Yo misma te entregué a mi esclava, y ahora, al ver que está
embarazada, ella me mira con desprecio. El Señor sea nuestro juez, el tuyo y el mío". 6 Abrám
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respondió a Sarai: "Puedes disponer de tu esclava. Trátala como mejor te parezca". Entonces
Sarai la humilló de tal manera, que ella huyó de su presencia.
7 El Ángel del Señor la encontró en el desierto, junto a un manantial –la fuente que está en el
camino a Sur– 8 y le preguntó: "Agar, esclava de Sarai, ¿de dónde vienes y adónde vas?".
"Estoy huyendo de Sarai, mi dueña", le respondió ella. 9 Pero elÁngel del Señor le dijo: "Vuelve
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con tu dueña y permanece sometida a ella". 10 Luego añadió: "Yo multiplicaré de tal manera el
número de tus descendientes, que nadie podrá contarlos".
Biblia Católica 21
nacidos en la casa como los que hayan sido comprados a un extranjero, a alguien que no es
de tu sangre. 13 Sí, tanto los nacidos en tu casa como los que hayan sido comprados, serán
circuncidados. Así ustedes llevarán grabada en su carne la señal de mi alianza eterna. 14 Y el
incircunciso, aquel a quien no se haya cortado la carne de su prepucio, será excluido de su
familia, porque ha quebrantado mi alianza".
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15 También dijo Dios a Abraham: "A Sarai, tu esposa, no la llamarás más Sarai, sino que su
nombre será Sara. 16 Yo la bendeciré y te daré un hijo nacido de ella, al que también
bendeciré. De ella suscitaré naciones, y de ella nacerán reyes de pueblos". 17 Abraham cayó
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con el rostro en tierra, y se sonrió, pensando: "¿Se puede tener un hijo a los cien años? Y
Sara, a los noventa, ¿podrá dar a luz?". 18 Entonces Abraham dijo a Dios: "Basta con que
Ismael viva feliz bajo tu protección". 19 Pero Dios le respondió: "No, tu esposa Sara te dará un
hijo, a quien pondrás el nombre de Isaac. Yo estableceré mi alianza con él y con su
descendencia como una alianza eterna. 20 Sin embargo, también te escucharé en lo que
respecta a Ismael: lo bendeciré, lo haré fecundo y le daré una descendencia muy numerosa;
será padre de doce príncipes y haré de él una gran nación. 21 Pero mi alianza la estableceré
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con Isaac, el hijo que Sara te dará el año próximo, para esta misma época". 22 Y cuando
terminó de hablar, Dios se alejó de Abraham.
23 Entonces Abraham tomó a su hijo Ismael y a todos los demás varones que estaban a su
servicio –tanto los que habían nacido en su casa como los que había comprado– y aquel
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mismo día les circuncidó la carne del prepucio, conforme a la orden que Dios le había dado. 24
Cuando fueron circuncidados, Abraham tenía noventa y nueve años, 25 y su hijo Ismael, trece.
26 Abraham e Ismael fueron circuncidados el mismo día; 27 y todos los varones de su
servidumbre, los nacidos en su casa y los comprados a extranjeros, fueron circuncidados junto
con él.
carpa y se inclinó hasta el suelo, 3 diciendo: "Señor mío, si quieres hacerme un favor, te ruego
que no pases de largo delante de tu servidor. 4 Yo haré que les traigan un poco de agua.
Lávense los pies y descansen a la sombra del árbol. 5 Mientras tanto, iré a buscar un trozo de
pan, para que ustedes reparen sus fuerzas antes de seguir adelante. ¡Por algo han pasado
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junto a su servidor!". Ellos respondieron: "Está bien. Puedes hacer lo que dijiste".
6 Abraham fue rápidamente a la carpa donde estaba Sara y le dijo: "¡Pronto! Toma tres
medidas de la mejor harina, amásalas y prepara unas tortas". 7 Después fue corriendo hasta el
corral, eligió un ternero tierno y bien cebado, y lo entregó a su sirviente, que de inmediato se
puso a prepararlo. 8 Luego tomó cuajada, leche y el ternero ya preparado, y se los sirvió.
SY
Biblia Católica 23
19 1 Los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer, mientras Lot estaba sentado a la puerta
de la ciudad. Al verlos, se levantó para saludarlos, e inclinándose hasta el suelo, 2 les dijo:
"Les ruego, señores, que vengan a pasar la noche en casa de este servidor. Lávense los pies,
y mañana bien temprano podrán seguir viaje". "No, le respondieron ellos, pasaremos la noche
en la plaza". 3 Pero él les insistió tanto, que al fin se fueron con él y se hospedaron en su casa.
Lot les preparó una comida, hizo cocinar galletas sin levadura, y ellos comieron.
O
4 Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, se
agolparon alrededor de la casa. Estaba la población en pleno, sin excepción alguna, desde el
más joven hasta el más viejo. 5 Entonces llamaron a Lot y le dijeron: "¿Dónde están esos
hombres que vinieron a tu casa esta noche? Tráelos afuera para que tengamos relaciones con
EM
ellos". 6 Lot se presentó ante ellos a la entrada de la casa, y cerrando la puerta detrás de sí, 7
dijo: "Amigos, les suplico que no cometan esa ruindad. 8 Yo tengo dos hijas que todavía son
vírgenes. Se las traeré, y ustedes podrán hacer con ellas lo que mejor les parezca. Pero no
hagan nada a esos hombres, ya que se han hospedado bajo mi techo". 9 Ellos le respondieron:
"Apártate de ahí". Y añadieron: "Este individuo no es más que un inmigrante, y ahora se pone a
juzgar. A ti te trataremos peor que a ellos". Luego se abalanzaron violentamente contra Lot, y
se acercaron para derribar la puerta. 10 Pero los dos hombres, sacando los brazos, llevaron a
D
Lot adentro y cerraron la puerta. 11 Y a todos los que estaban a la entrada de la casa,
pequeños y grandes, los hirieron con una luz enceguecedora, de manera que ya no pudieron
abrirse paso.
La destrucción de Sodoma
LS
12 Después los hombres preguntaron a Lot: "¿Tienes aquí algún otro pariente? Saca de este
lugar a tus hijos e hijas y a cualquier otro de los tuyos que esté en la ciudad, 13 porque
estamos a punto de destruir este lugar: ha llegado hasta la presencia del Señor un clamor tan
grande contra esta gente, que él nos ha enviado a destruirlo". 14 Entonces Lot salió para
comunicar la noticia a sus yernos, los que iban a casarse con sus hijas. "¡Pronto!, les dijo,
abandonen este lugar, porque el Señor va a destruir la ciudad". Pero sus yernos pensaron que
O
estaba bromeando.
15 Al despuntar el alba, los ángeles instaron a Lot, diciéndole: "¡Vamos! Saca a tu mujer y a tus
dos hijas que están aquí, para que no seas aniquilado cuando la ciudad reciba su castigo". 16
Como él no salía de su asombro, los hombres lo tomaron de la mano, lo mismo que a su
O
esposa y a sus dos hijas, y lo sacaron de la ciudad para ponerlo fuera de peligro, porque el
Señor tuvo compasión de él.
17 Después que lo sacaron, uno de ellos dijo: "Huye, si quieres salvar la vida. No mires hacia
ST
atrás, ni te detengas en ningún lugar de la región baja. Escapa a las montañas, para no ser
aniquilado". 18 Lot respondió: "No, por favor, Señor mío. 19 Tú has sido bondadoso con tu
servidor y me has demostrado tu gran misericordia, salvándome la vida. Pero yo no podré huir
a las montañas, sin que antes caigan sobre mí la destrucción y la muerte. 20 Aquí cerca hay
una ciudad –es una población insignificante– donde podré refugiarme. Deja que me quede en
ella, ya que es tan pequeña, y así estaré a salvo". 21 Entonces él le respondió: "Voy a
SY
complacerte una vez más: no destruiré la ciudad de la que hablas. 22 Pero apúrate; refúgiate
en ella, porque no podré hacer nada hasta que llegues allí". Por eso la ciudad recibió el nombre
Biblia Católica 25
8 A la madrugada del día siguiente, Abimélec llamó a todos sus servidores y les contó lo que
había sucedido. Y ellos sintieron un gran temor. 9 Entonces Abimélec llamó a Abraham y le
dijo: "¿Qué nos has hecho? ¿En qué te he ofendido, para que nos expusieras, a mí y a mi
reino, a cometer un pecado tan grave? Tú has hecho conmigo lo que no se debe". 10 Y añadió:
"¿Qué te proponías al proceder de esa manera". 11 Abraham respondió: "Yo pensaba que
seguramente en este lugar no había temor de Dios, y que me matarían a causa de mi mujer.
12 Por otra parte, ella es realmente mi hermana, hija de mi padre aunque no de mi madre, y se
O
ha casado conmigo. 13 Por eso, cuando Dios me hizo andar errante, lejos de mi casa paterna,
le dije: ‘Tienes que hacerme este favor: cualquiera sea el lugar donde lleguemos, dirás que soy
tu hermano’".
EM
14 Abimélec tomó ovejas y vacas, esclavos y esclavas, y se los dio a Abraham; y también le
devolvió a Sara, su esposa. 15 Después le dijo: "Mi país está a tu disposición: radícate donde
mejor te parezca". 16 Y a Sara le dijo: "He dado mil monedas de plata a tu hermano. Esto
eliminará toda sospecha contra ti en aquellos que están contigo, y tú quedarás enteramente
rehabilitada".
17 Abraham intercedió delante de Dios, y Dios curó a Abimélec, a su mujer y a sus sirvientas,
D
que volvieron a tener hijos. 18 Porque Dios había hecho estéril el seno de todas las mujeres en
la casa de Abimélec, a causa de Sara, la esposa de Abraham.
El nacimiento de Isaac
LS
21 1 El Señor visitó a Sara como lo había dicho, y obró con ella conforme a su promesa. 2 En
el momento anunciado por Dios, Sara concibió y dio un hijo a Abraham, que ya era anciano. 3
Cuando nació el niño que le dio Sara, Abraham le puso el nombre de Isaac. 4 Abraham
circuncidó a su hijo Isaac a los ocho días, como Dios se lo había ordenado. 5 Abraham tenía
entonces cien años de edad. 6 Sara dijo: "Dios me ha dado motivo para reír, y todos los que se
enteren reirán conmigo". 7 Y añadió:
O
8 El niño creció y fue destetado, y el día en que lo destetaron, Abraham ofreció un gran
banquete.
ST
9 Sara vio que el hijo de Agar, la egipcia, jugaba con su hijo Isaac. 10 Entonces dijo a
Abraham: "Echa a esa esclava y a su hijo, porque el hijo de esa esclava no va a compartir la
herencia con mi hijo Isaac". 11 Esto afligió profundamente a Abraham, ya que el otro también
SY
era hijo suyo. 12 Pero Dios le dijo: "No te aflijas por el niño y por tu esclava. Concédele a Sara
lo que ella te pide, porque de Isaac nacerá la descendencia que llevará tu nombre. 13 Y en
Biblia Católica 27
22 1 Después de estos acontecimientos, Dios puso a prueba a Abraham.
"¡Abraham!", le dijo. Él respondió: "Aquí estoy". 2 Entonces Dios le siguió diciendo: "Toma a tu
hijo único, el que tanto amas, a Isaac; ve a la región de Moria, y ofrécelo en holocausto sobre
la montaña que yo te indicaré".
3 A la madrugada del día siguiente, Abraham ensilló su asno, tomó consigo a dos de sus
O
servidores y a su hijo Isaac, y después de cortar la leña para el holocausto, se dirigió hacia el
lugar que Dios le había indicado. 4 Al tercer día, alzando los ojos, divisó el lugar desde lejos, 5
y dijo a sus servidores: "Quédense aquí con el asno, mientras yo y el muchacho seguimos
adelante. Daremos culto a Dios, y después volveremos a reunirnos con ustedes".
EM
6 Abraham recogió la leña para el holocausto y la cargó sobre su hijo Isaac; él, por su parte,
tomó en sus manos el fuego y el cuchillo, y siguieron caminando los dos juntos. 7 Isaac rompió
el silencio y dijo a su padre Abraham: "¡Padre!". Él respondió: "Sí, hijo mío". "Tenemos el fuego
y la leña, continuó Isaac, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?". 8 "Dios proveerá el
cordero para el holocausto", respondió Abraham. Y siguieron caminando los dos juntos.
D
9 Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abraham erigió un altar, dispuso la leña,
ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar encima de la leña. 10 Luego extendió su mano y
tomó el cuchillo para inmolar a su hijo. 11 Pero el Ángel del Señor lo llamó desde el cielo:
"¡Abraham, Abraham!". "Aquí estoy", respondió él.12 Y el Ángel le dijo: "No pongas tu mano
sobre el muchacho ni le hagas ningún daño. Ahora sé que temes a Dios, porque no me has
LS
negado ni siquiera a tu hijo único". 13 Al levantar la vista, Abraham vio un carnero que tenía los
cuernos enredados en una zarza. Entonces fue a tomar el carnero, y lo ofreció en holocausto
en lugar de su hijo. 14 Abraham llamó a ese lugar: "El Señor proveerá", y de allí se origina el
siguiente dicho: "En la montaña del Señor se proveerá".
15 Luego el Ángel del Señor llamó por segunda vez a Abraham desde el cielo, 16 y le dijo:
"Juro por mí mismo –oráculo del Señor– : porque has obrado de esa manera y no me has
O
19 Abraham regresó a donde estaban sus servidores. Todos juntos se fueron a Berseba, y
Abraham residió allí.
ST
20 Después de un tiempo, Abraham recibió la noticia de que también Milcá había dado hijos a
su hermano Najor: 21Us, su primogénito; Buz, hermano de este; Quemuel, padre de Arám, 22
y además Quésed, Jazó, Pildás, Idlaf y Betuel. 23 Este último fue padre de Rebeca. Estos son
los ocho hijos que Milcá dio a Najor, el hermano de Abraham. 24 Además, Najor tenía una
SY
esclava llamada Reumá, que fue madre de Tébaj, Gajam, Tajas y Maacá.
Biblia Católica 29
Señor, Dios del cielo, que me sacó de mi casa paterna y de mi país natal, y me prometió
solemnemente dar esta tierra a mis descendientes, enviará su Ángel delante de ti, a fin de que
puedas traer de allí una esposa para mi hijo. 8 Si la mujer no quiere seguirte, quedarás libre del
juramento que me haces; pero no lleves allí a mi hijo".
9 El servidor puso su mano debajo del muslo de Abraham, su señor, y le prestó juramento
respecto de lo que habían hablado. 10 Luego tomó diez de los camellos de su señor, y
O
llevando consigo toda clase de regalos, partió hacia Arám Naharaim, hacia la ciudad de Najor.
11Allí hizo arrodillar a los camellos junto a la fuente, en las afueras de la ciudad. Era el
atardecer, la hora en que las mujeres salen a buscar agua. 12 Entonces dijo: "Señor, Dios de
Abraham, dame hoy una señal favorable, y muéstrate bondadoso con mi patrón Abraham. 13
EM
Yo me quedaré parado junto a la fuente, mientras las hijas de los pobladores de la ciudad
vienen a sacar agua. 14 La joven a la que yo diga: ‘Por favor, inclina tu cántaro para que pueda
beber’, y que me responda: ‘Toma, y también daré de beber a tus camellos’, esa será la mujer
que has destinado para tu servidor Isaac. Así reconoceré que has sido bondadoso con mi
patrón".
15 Aún no había terminado de hablar, cuando Rebeca, la hija de Betuel –el cual era a su vez
D
hijo de Milcá, la esposa de Najor, el hermano de Abraham– apareció con un cántaro sobre el
hombro. 16 Era una joven virgen, de aspecto muy hermoso, que nunca había tenido relaciones
con ningún hombre. Ella bajó a la fuente, llenó su cántaro, y cuando se disponía a regresar, 17
el servidor corrió a su encuentro y le dijo: "Por favor, dame un trago de esa agua que llevas en
el cántaro". 18 "Bebe, señor", respondió ella, y bajando el cántaro de su hombro, se apresuró a
LS
darle de beber. 19 Después que lo dejó beber hasta saciarse, añadió: "También sacaré agua
hasta que tus camellos se sacien de beber". 20 En seguida vació su cántaro en el bebedero, y
fue corriendo de nuevo a la fuente, hasta que sacó agua para todos los camellos. 21 Mientras
tanto, el hombre la contemplaba en silencio, deseoso de saber si el Señor le permitiría lograr
su cometido o no.
22 Cuando los camellos terminaron de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba
O
medio siclo, y lo colocó en la nariz de la joven; luego le puso en los brazos dos pulseras de
diez siclos. 23 Después le preguntó: "¿De quién eres hija? ¿Y hay lugar en la casa de tu padre
para que podamos pasar la noche?". 24 Ella respondió: "Soy la hija de Betuel, el hijo que Milcá
dio a Najor". 25 Y añadió: "En nuestra casa hay paja y forraje en abundancia, y también hay
O
sitio para pasar la noche". 26 El hombre se inclinó y adoró al Señor, 27 diciendo: "Bendito sea
el Señor, Dios de mipatrón Abraham, que nunca dejó de manifestarle su amor y su fidelidad. Él
ha guiado mis pasos hasta la casa de sus parientes". 28 Entretanto, la joven corrió a llevar la
noticia a la casa de su madre.
ST
29 Rebeca tenía un hermano llamado Labán. 30 Este, apenas vio el anillo y las pulseras que
traía su hermana, y le oyó contar todo lo que el hombre le había dicho, salió rápidamente y se
dirigió hacia la fuente en busca de él. Al llegar, lo encontró con sus camellos junto a la fuente.
31 Entonces le dijo: "¡Ven, bendito del Señor! ¿Por qué te quedas afuera, si yo he preparado
mi casa y tengo lugar para los camellos?". 32 El hombre entró en la casa. En seguida
SY
desensillaron los camellos, les dieron agua y forraje, y trajeron agua para que él y sus
acompañantes se lavaran los pies. 33 Pero cuando le sirvieron de comer, el hombre dijo: "No
Biblia Católica 31
millares y decenas de millares;
O
62 Entretanto, Isaac había vuelto de las cercanías del pozo de Lajai Roí, porque estaba
radicado en la región del Négueb. 63 Al atardecer salió a caminar por el campo, y vio venir
unos camellos. 64 Cuando Rebeca vio a Isaac, bajó del camello 65 y preguntó al servidor:
EM
"¿Quién es ese hombre que viene hacia nosotros por el campo?". "Es mi señor", respondió el
servidor. Entonces ella tomó su velo y se cubrió.
66 El servidor contó a Isaac todas las cosas que había hecho, 67 y este hizo entrar a Rebeca
en su carpa. Isaac se casó con ella y la amó. Así encontró un consuelo después de la muerte
de su madre.
D
Los otros hijos de Abraham
25 1 Abraham se casó con otra mujer, llamada Queturá, 2 y esta le dio varios hijos: Zimrán,
Iocsán, Medán, Madián, Isbac y Súaj. 3 Iocsán fue padre de Sebá y Dedán. Los descendientes
de Dedán fueron los asuritas, los letusíes y los leumíes. 4 Los hijos de Madián fueron Efá, Efer,
LS
Henoc, Abidá y Eldaá. Todos estos son hijos de Queturá.
5 Abraham legó todos sus bienes a Isaac. 6 También hizo regalos a los hijos de sus otras
mujeres, pero mientras vivía, los apartó de su hijo Isaac, enviándolos hacia el este, a las
regiones orientales.
La muerte de Abraham
O
7 Abraham vivió ciento setenta y cinco años. 8 Murió a una edad muy avanzada, feliz y
cargado de años, y fue a reunirse con los suyos. 9 Sus hijos Isaac e Ismael lo sepultaron en la
caverna de Macpelá, en el campo de Efrón, hijo de Sójar, el hitita, que está frente a Mamré. 10
O
Es el campo que Abraham había comprado a los descendientes de Het. Allí fueron enterrados
él y su esposa Sara. 11 Después de la muerte de Abraham, Dios bendijo a su hijo Isaac, y este
se estableció cerca del pozo de Lajai Roí.
ST
12 Esta es la descendencia de Ismael –el hijo que Agar, la sirvienta egipcia de Sara, dio a
Abraham– 13 con los nombres de cada uno de sus hijos, según el orden de su nacimiento:
Nebaiot, el primogénito de Ismael; luego Quedar, Abdeel, Mibsám, 14 Mismá, Dumá, Masá, 15
Jadad, Temá, Ietur, Nafis y Quedmá. 16 Estos son los hijos de Ismael: doce jefes de otras
SY
tantas tribus, que dieron sus nombres al lugar donde habitaron y a sus respectivos
campamentos. 17 Ismael vivió ciento treinta y siete años. Al cabo de ellos murió, y fue a
Biblia Católica 33
primero era rubio, y estaba todo cubierto de vello, como si tuviera un manto de piel. A este lo
llamaron Esaú. 26 Después salió su hermano, que con su mano tenía agarrado el talón de
Esaú. Por ello lo llamaron Jacob. Cuando nacieron, Isaac tenía sesenta años.
27 Los niños crecieron. Esaú se convirtió en un hombre agreste, experto en la caza. Jacob, en
O
cambio, era un hombre apacible y apegado a su carpa. 28 Isaac quería más a Esaú, porque
las presas de caza eran su plato preferido; pero Rebeca sentía más cariño por Jacob.
29 En cierta ocasión, Esaú volvió exhausto del campo, mientras Jacob estaba preparando un
EM
guiso. 30 Esaú dijo a Jacob: "Déjame comer un poco de esa comida rojiza, porque estoy
extenuado". Fue por eso que se dio a Esaú el nombre de Edóm. 31 Pero Jacob le respondió:
"Dame antes tu derecho de hijo primogénito". 32 "Me estoy muriendo", dijo Esaú. "¿De qué me
servirá ese derecho?". 33 Pero Jacob insistió: "Júramelo antes". Él se lo juró y le vendió su
derecho de hijo primogénito. 34 Jacob le dio entonces pan y guiso de lentejas. Esaú comió y
bebió; después se levantó y se fue. Así menospreció Esaú el derecho que le correspondía por
ser el hijo primogénito.
D
Isaac en Guerar
26 1 Luego, aquella región volvió a padecer hambre –aparte de la que había padecido
anteriormente, en tiempos de Abraham– e Isaac se fue a Guerar, donde estaba Abimélec, el
LS
rey de los filisteos. 2 El Señor se le apareció y le dijo: "No bajes a Egipto; quédate en el lugar
que yo te indicaré. 3 Ahora residirás por un tiempo en este país extranjero, pero yo estaré
contigo y te bendeciré. Porque te daré todas estas tierras, a ti y a tu descendencia, para
cumplir el juramento que hice a tu padre Abraham. 4 Yo multiplicaré tu descendencia como las
estrellas del cielo, y le daré todos estos territorios, de manera que por ella se bendecirán todas
las naciones de la tierra. 5 Haré esto en premio a la obediencia de Abraham, que observó mis
órdenes y mis mandamientos, mis preceptos y mis instrucciones".
O
6 Mientras Isaac estaba en Guerar, 7 la gente del lugar le hacía preguntas acerca de su mujer.
Pero él respondía: "Es mi hermana". Tenía miedo de confesar que era su esposa, porque
pensaba: "Esta gente es capaz de matarme a causa de Rebeca, que es muy hermosa". 8 Ya
O
hacía bastante tiempo que se encontraba allí, cuando Abimélec, el rey de los filisteos, al mirar
por la ventana, vio que Isaac estaba acariciando a su esposa Rebeca. 9 Abimélec lo mandó
llamar y le dijo: "No cabe ninguna duda: ella es tu esposa. ¿Cómo dijiste entonces que era tu
hermana?". Isaac le respondió: "Porqué pensé que podían matarme a causa de ella". 10 Pero
ST
Abimélec replicó: "¿Qué nos has hecho? Faltó poco para que uno de nuestros hombres se
acostara con tu mujer, y entonces nos habrías hecho responsables de un delito". 11 Y
Abimélec dio esta orden a todo el pueblo: "El que toque a este hombre o a su mujer será
condenado a muerte".
12 Isaac sembró en aquella región, y ese año cosechó el ciento por uno, porque el Señor lo
SY
había bendecido. 13 Así se fue enriqueciendo cada vez más, hasta que llegó a ser muy rico. 14
Adquirió ovejas, vacas y una numerosa servidumbre. Y los filisteos le tuvieron envidia.
Biblia Católica 35
habían estado cavando, y le dijeron: "Hemos encontrado agua". 33 Él llamó a ese pozo Sibá,
que significa "Juramento". De allí procede el nombre de la ciudad de Berseba hasta el día de
hoy.
34 Cuando Esaú cumplió cuarenta años, se casó con Judit, hija de Beerí, el hitita, y con
O
Basmat, hija de Elón, el hitita. 35 Ellas fueron una fuente de amargura para Isaac y Rebeca.
EM
27 1 Cuando Isaac envejeció, sus ojos se debilitaron tanto que ya no veía nada. Entonces
llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: "¡Hijo mío!". "Aquí estoy", respondió él. 2 "Como ves,
continuó diciendo Isaac, yo estoy viejo y puedo morir en cualquier momento. 3 Por eso, toma
tus armas –tu aljaba y tu arco– ve al campo, y cázame algún animal silvestre. 4 Después
prepárame una buena comida, de esas que a mí me gustan, y tráemela para que la coma. Así
podré darte mi bendición antes de morir".
D
5 Rebeca había estado escuchando cuando Isaac hablaba con su hijo Esaú. Y apenas este se
fue al campo a cazar un animal para su padre, 6 Rebeca dijo a Jacob: "Acabo de oír que tu
padre le decía a tu hermano Esaú: 7 ‘Tráeme un animal silvestre y prepárame una buena
comida. Yo la comeré, y te bendeciré en la presencia del Señor antes de morir’. 8 Ahora, hijo
mío, escucha bien lo que voy a ordenar. 9 Ve al corral y tráeme de allí dos cabritos bien
LS
cebados. Yo prepararé con ellos una buena comida para tu padre, de esas que le agradan a él,
10 y tú se la llevarás para que la coma. Así él te bendecirá antes de morir".
11 Pero Jacob respondió a su madre Rebeca: "Mira que mi hermano Esaú es velludo y yo soy
lampiño. 12 Si mi padre me llega a tocar, pensará que me estoy burlando de él, y entonces
atraeré sobre mí una maldición, y no una bendición". 13 "Que esa maldición caiga sobre mí,
hijo mío", le respondió su madre. "Tú obedéceme, y tráeme los cabritos".
O
14 Jacob fue a buscar los cabritos, se los llevó a su madre, y ella preparó una buena comida,
como le agradaba a su padre. 15 Después Rebeca tomó una ropa de su hijo mayor Esaú, la
mejor que había en la casa, y se la puso a Jacob, su hijo menor; 16 y con el cuero de los
O
cabritos le cubrió las manos y la parte lampiña del cuello. 17 Luego le entregó la comida y el
pan que había preparado.
18 Jacob se presentó ante su padre y le dijo: "¡Padre!". Este respondió: "Sí, ¿quién eres, hijo
ST
mío?". 19 "Soy Esaú, tu hijo primogénito, respondió Jacob a su padre, y ya hice lo que me
mandaste. Por favor, siéntate y come lo que cacé, para que puedas bendecirme". 20 Entonces
Isaac le dijo: "¡Qué rápido lo has logrado, hijo mío!". Jacob respondió: "El Señor, tu Dios, hizo
que las cosas me salieran bien". 21 Pero Isaac añadió: "Acércate, hijo mío, y deja que te toque,
para ver si eres realmente mi hijo Esaú o no". 22 Él se acercó a su padre; este lo palpó y dijo:
"La voz es de Jacob, pero las manos son de Esaú". 23 Y no lo reconoció, porque sus manos
SY
estaban cubiertas de vello, como las de su hermano Esaú. Sin embargo, cuando ya se
disponía a bendecirlo, 24 le preguntó otra vez: "¿Tú eres mi hijo Esaú?". "Por supuesto",
Biblia Católica 37
42 Cuando contaron a Rebeca las palabras de Esaú, su hijo mayor, ella mandó llamar a Jacob,
su hijo menor y le dijo: "Tu hermano te quiere matar para vengarse de ti. 43 Ahora, hijo mío,
obedéceme. Huye inmediatamente a Jarán, a casa de mi hermano Labán, 44 y quédate con él
algún tiempo, hasta que tu hermano se tranquilice, 45 hasta que se calme su ira contra ti y
olvide lo que le has hecho. Después yo te mandaré a buscar. ¿Por qué voy a perderlos a los
dos en un solo día?".
O
El viaje de Jacob a Padán Arám
46 Rebeca dijo a Isaac: "¡Esas mujeres hititas me han quitado hasta las ganas de vivir! Si
también Jacob se casa con una de esas hititas, con una nativa de este país, ¿qué me importa
EM
ya de la vida?".
28 1 Por eso, Isaac llamó a Jacob, lo bendijo, y le ordenó: "No te cases con una mujer
cananea. 2 Ve ahora mismo a Padán Arám, a la casa de Betuel, tu abuelo materno, y elige
para ti una mujer entre las hijas de Labán, el hermano de tu madre. 3 Que el Dios
Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y te dé una descendencia numerosa, para que
seas el padre de una asamblea de pueblos. 4 Que él te dé, a ti y a tu descendencia, la
D
bendición de Abraham, para que puedas tomar posesión de la tierra donde ahora vives como
extranjero, esa tierra que Dios concedió a Abraham". 5 Luego Isaac despidió a Jacob, y este se
fue a Padán Arám, a casa de Labán, hijo de Betuel, el arameo, y hermano de Rebeca, la
madre de Jacob y de Esaú.
El otro casamiento de Esaú
LS
6 Esaú vio que Isaac había bendecido a Jacob y lo había enviado a Padán Arám para que se
buscara allí una esposa. Vio, asimismo, que al bendecirlo le había dado esta orden: "No te
cases con una mujer cananea", 7 y que Jacob, obedeciendo a su padre y a su madre, se había
ido a Padán Arám. 8 Entonces comprendió cuánto disgustaban a su padre Isaac las mujeres
cananeas. 9 Por eso acudió a Ismael, el hijo de Abraham, y tomó por esposa –además de las
que ya tenía– a Majalat, hija de Ismael y hermana de Nebaiot.
O
10 Jacob partió de Berseba y se dirigió hacia Jarán. 11 De pronto llegó a un lugar, y se detuvo
O
en él para pasar la noche, porque ya se había puesto el sol. Tomó una de las piedras del lugar,
se la puso como almohada y se acostó allí. 12 Entonces tuvo un sueño: vio una escalinata que
estaba apoyada sobre la tierra, y cuyo extremo superior tocaba el cielo. Por ella subían y
bajaban ángeles de Dios. 13 Y el Señor, de pie junto a él, le decía: "Yo soy el Señor, el Dios de
ST
Abraham, tu padre, y el Dios de Isaac. A ti y a tu descendencia les daré la tierra donde estás
acostado. 14 Tu descendencia será numerosa como el polvo de la tierra; te extenderás hacia el
este y el oeste, el norte y el sur; y por ti y tu descendencia, se bendecirán todas las familias de
la tierra. 15 Yo estoy contigo: te protegeré dondequiera que vayas, y te haré volver a esta
tierra. No te abandonaré hasta haber cumplido todo lo que te prometo".
SY
Biblia Católica 39
al anochecer, tomó a su hija Lía y se la entregó a Jacob. Y Jacob se unió a ella. 24 Además,
Labán destinó a su esclava Zilpá, para que fuera sirvienta de su hija Lía. 25 A la mañana
siguiente, Jacob reconoció a Lía. Entonces dijo a Labán: "¿Qué me has hecho? ¿Acaso yo no
te serví para poder casarme con Raquel? ¿Por qué me engañaste?". 26 Pero Labán le
respondió: "En nuestro país no se acostumbra a casar a la menor antes que a la mayor. 27 Por
eso, espera que termine la semana de esta fiesta nupcial, y después te daré también a Raquel,
como pago por los servicios que me prestarás durante otros siete años".
O
28 Jacob estuvo de acuerdo: esperó que concluyera esa semana, y después, Labán le dio
como esposa a su hija Raquel. 29 Además, Labán destinó a su esclava Bilhá, para que fuera
sirvienta de su hija Raquel. 30 Jacob se unió a ella, y la amó más que a Lía. Y estuvo al
EM
servicio de Labán siete años más.
Los hijos de Lía
31 Cuando el Señor vio que Lía no era amada, la hizo fecunda, mientras que Raquel
permaneció estéril. 32 Lía concibió y dio a luz un hijo, al que llamó Rubén, porque dijo: "El
Señor ha visto mi aflicción; ahora sí que mi esposo me amará". 33 Luego volvió a concebir, y
tuvo otro hijo. Entonces exclamó: "El Señor se dio cuenta de que yo no era amada, y por eso
D
me dio también a este". Y lo llamó Simeón. 34 Después concibió una vez más, y cuando dio a
luz, dijo: "Ahora mi marido sentirá afecto por mí, porque le he dado tres hijos". Por eso lo llamó
Leví. 35 Finalmente, volvió a concebir y a tener un hijo. Entonces exclamó: "Esta vez alabaré al
Señor", y lo llamó Judá. Después dejó de tener hijos.
LS
Los hijos de Bilhá
30 1 Al ver que no podía dar hijos a Jacob, Raquel tuvo envidia de su hermana, y dijo a su
marido: "Dame hijos, porque si no, me muero". 2 Pero Jacob, indignado, le respondió: "¿Aca-
so yo puedo hacer las veces de Dios, que te impide ser madre?". 3 Ella añadió: "Aquí tienes a
mi esclava Bilhá. Únete a ella, y que dé a luz sobre mis rodillas. Por medio de ella, también yo
voy a tener hijos". 4 Así le dio por mujer a su esclava Bilhá. Jacob se unió a ella, 5 y cuando
O
Bilhá concibió y dio un hijo a Jacob, 6 Raquel dijo: "Dios me hizo justicia: él escuchó mi voz y
me ha dado un hijo". Por eso lo llamó Dan. 7 Des-pués Bilhá, la esclava de Raquel, volvió a
concebir y dio un segundo hijo a Jacob. 8 Entonces Raquel dijo: "Sostuve con mi hermana una
lucha muy grande, pero al fin he vencido". Y lo llamó Neftalí.
O
9 Lía, por su parte, viendo que había dejado de dar a luz, tomó a su esclava Zilpá y se la dio
ST
como mujer a Jacob. 10 Cuando Zilpá, la esclava de Lía, dio un hijo a Jacob, 11 Lía exclamó:
"¡Qué suerte!". Y lo llamó Gad. 12 Después Zilpá, la esclava de Lía, dio otro hijo a Jacob. 13
Lía dijo entonces: "¡Qué felicidad! Porque todas las mujeres me felicitarán". Y lo llamó Aser.
14 Rubén salió una vez mientras se estaba cosechando el trigo, y encontró en el campo unas
mandrágoras, que luego entregó a su madre. Entonces Raquel dijo a Lía: "Por favor, dame
Biblia Católica 41
37 Jacob tomó unas ramas verdes de álamo, almendro y plátano, y trazó en ellas unas franjas
blancas, dejando al descubierto la parte blanca de las ramas. 38 Luego puso frente a los
animales, en los bebederos o recipientes de agua donde iba a beber el rebaño, las ramas que
había descortezado. Y cuando los animales iban a beber, entraban en celo. 39 De esta
manera, se unían delante de las ramas y así tenían crías rayadas, moteadas o manchadas. 40
Además, Jacob separó a los carneros y los puso frente a los animales rayados y negros del
rebaño de Labán. Así pudo formar sus propios rebaños, que mantuvo separados de los
O
rebaños de Labán. 41 Y cuando los animales que entraban en celo eran robustos, Jacob ponía
las ramas en los bebederos, bien a la vista de los animales, para que se unieran delante de las
ramas; 42 pero cuando los animales eran débiles, no las ponía. Así los animales robus-tos
eran para Jacob, y los débiles para Labán.
EM
43 De esta manera Jacob se hizo extremadamente rico, y llegó a tener una gran cantidad de
ganado, de esclavos, esclavas, camellos y asnos.
La huida de Jacob
31 1 Jacob se enteró de que los hijos de Labán andaban diciendo: "Jacob se ha apoderado de
D
todos los bienes de nuestro padre, y a expensas de él ha conseguido toda esta riqueza". 2 Y
también advirtió que la actitud de Labán para con él ya no era la misma de antes. 3 Entonces
el Señor le dijo: "Vuelve a la tierra de tus padres y de tu familia, y yo estaré contigo".
4 Jacob mandó llamar a Raquel y a Lía para que fueran a encontrarse con él en el campo
LS
donde estaba el rebaño, 5 y les dijo: "He advertido que el padre de ustedes ya no se comporta
conmigo como antes; pero el Dios de mi padre ha estado conmigo. 6 Ustedes saben muy bien
que yo puse todo mi empeño en servir a mi suegro. 7 Sin embargo, él se ha burlado de mí y ha
cambiado diez veces mi salario. Pero Dios no le ha permitido que me hiciera ningún mal. 8 Si
él establecía: ‘Los animales manchados serán tu salario’, todo el rebaño tenía crías
manchadas; y si él decía: ‘Los animales rayados serán tu paga’, todo el rebaño tenía crías
rayadas. 9 Así Dios lo despojó de su ganado y me lo dio a mí. 10 Una vez, durante el período
O
en que el rebaño entra en celo, yo tuve un sueño. De pronto vi que los chivos que cubrían a las
cabras eran rayados, manchados o moteados. 11 Y en el sueño, elÁngel de Dios me llamó:
‘¡Jacob!’. ‘Aquí estoy’, le respondí. 12 Entonces él me dijo: ‘Fíjate bien: todos los chivos que
cubren a las cabras son rayados, manchados o moteados, porque yo me he dado cuenta de
O
todo lo que te hizo Labán. 13 Yo soy el Dios que se te apareció en Betel, allí donde tú ungiste
una piedra conmemorativa y me hiciste un voto. Ahora levántate, sal de este país, y regresa a
tu tierra natal’".
ST
14 Raquel y Lía le respondieron diciendo: "¿Tenemos todavía una parte y una herencia en la
casa de nuestro padre? 15 ¿Acaso no nos ha tratado como a extrañas? No sólo nos ha
vendido, sino que además se ha gastado el dinero que recibió por nosotras. 16 Sí, toda la
riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos. Procede como
Dios te lo ha ordenado".
SY
17 Inmediatamente Jacob hizo montar en los camellos a sus hijos y a sus mujeres, 18 y se
llevó todo su ganado y todos sus bienes –el ganado de su propiedad, que había adquirido en
Biblia Católica 43
rebaño, y tú me cambiaste el salario diez veces. 42 Y si el Dios de mi padre –el Dios de
Abraham y el Terror de Isaac– no hubiera estado de mi parte, me habrías despedido con las
manos vacías. Pero Dios ha visto mi opresión y mi fatiga, y ayer por la noche pronunció su
fallo".
O
43 Labán replicó a Jacob: "Estas mujeres son mis hijas, y estos muchachos, mis nietos; y
también es mío el rebaño. Todo lo que ves me pertenece. Pero ¿qué puedo hacer ahora contra
mis hijas y mis nietos? 44 Por eso, hagamos una alianza, y que haya un testigo entre tú y yo".
EM
45 Entonces Jacob tomó una piedra y la erigió como piedra conmemorativa. 46 Labán por su
parte, dijo a sus hermanos: "Recojan unas piedras". Ellos las recogieron, las amontonaron y
comieron allí, sobre el montón de piedras. 47 Y Labán le puso el nombre de Iegar Sahadutá,
mientras que Jacob lo llamó Galed. 48 Después Labán declaró: "Este montón de piedras será
siempre un testigo entre tú y yo, como lo es ahora". Por eso lo llamó Galed. 49 Además, le
puso el nombre de Mispá, porque dijo: "Que el Señor nos vigile a los dos, cuando estemos
lejos el uno del otro: 50 si tú maltratas a mis hijas o te unes a otras mujeres además de ellas –
D
aunque no haya nadie entre nosotros– recuerda que Dios está como testigo entre tú y yo". 51
Luego añadió: "Mira este montón de piedras, y mira la piedra conmemorativa que yo erigí entre
tú y yo: 52 una y otra cosa serán testigos de que ninguno de los dos iremos más allá de este
montón de piedras y de esta piedra conmemorativa, con malas intenciones. 53 Que el Dios de
Abraham y el Dios de Najor sea nuestro juez". Entonces Jacob prestó un juramento por el
LS
Terror de Isaac.
54 Luego ofreció un sacrificio sobre la Montaña, e invitó a sus hermanos a participar del
banquete. Ellos comieron y pasaron la noche en la Montaña.
32 1 A la madrugada del día siguiente, Labán abrazó a sus nietos y a sus hijas, los bendijo, y
regresó a su casa, 2 mientras que Jacob prosiguió su camino. De pronto, le salieron al paso
O
unos ángeles de Dios. 3 Al verlos, Jacob exclamó: "Este es un campamento de Dios". Por eso
dio a ese lugar el nombre de Majanaim.
4 Después Jacob envió unos mensajeros a su hermano Esaú –que vivía en la región de Seír,
en las estepas de Edóm– 5 dándoles esta orden: "Digan a mi señor Esaú: Así habla tu servidor
Jacob: Fui a pasar un tiempo a la casa de Labán, y me quedé allí hasta ahora. 6 Poseo
ST
bueyes, asnos, ovejas, esclavos y esclavas. Mando a informar de esto a mi señor, con la
esperanza de que me reciba amigablemente".
7 Pero los mensajeros regresaron con esta noticia: "Fuimos a ver a tu hermano Esaú, y ahora
viene a tu encuentro acompañado de cuatrocientos hombres". 8 Jacob sintió un gran temor y
se llenó de angustia. Entonces dividió a la gente que lo acompañaba en dos grupos, y lo
mismo hizo con las ovejas, las vacas y los camellos, 9 porque pensó: "Si Esaú acomete contra
SY
uno de los grupos y lo destruye, el otro quedará a salvo". 10 Después pronunció esta oración:
"Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Isaac, Señor, que me dijiste: ‘Regresa a tu
Biblia Católica 45
repartió a los niños entre Lía, Raquel y las dos esclavas. 2 Puso al frente a las esclavas con
sus niños, luego a Lía y a sus hijos, y por último a Raquel y a José. 3 Después se adelantó él
personalmente, y antes de enfrentarse con su hermano, se postró en tierra siete veces. 4 Pero
Esaú corrió a su encuentro, lo estrechó entre sus brazos, y lo besó llorando. 5 Luego dirigió
una mirada a su alrededor, y al ver a las mujeres y a los niños, preguntó: "¿Quiénes son estos
que están contigo?". "Son los hijos que Dios ha concedido a tu servidor", respondió Jacob. 6
Entonces se le acercaron las esclavas con sus hijos y se postraron ante él. 7 Inmediatamente
O
vino Lía con sus hijos, y también se postraron. Por último se adelantaron José y Raquel, e
hicieron lo mismo.
8 Esaú preguntó: "¿Qué intentabas hacer con todo ese ganado que me salió al paso?". "Lograr
EM
que mi señor me diera la bienvenida", respondió Jacob. 9 Pero Esaú añadió: "Ya tengo
bastante, querido hermano. Quédate con lo que es tuyo". 10 "No, le dijo Jacob; si quieres
hacerme un favor, acepta el regalo que te ofrezco, porque ver tu rostro ha sido lo mismo que
ver el rostro de Dios, ya que me has recibido tan afectuosamente. 11 Toma el obsequio que te
ha sido presentado, porque Dios me ha favorecido y yo tengo todo lo necesario". Y ante tanta
insistencia, Esaú aceptó.
D
La separación de Jacob y Esaú
16 Aquel mismo día, Esaú emprendió el camino de regreso a Seír, 17 mientras que Jacob
siguió avanzando hasta Sucot. Allí edificó una casa para él, y chozas para el ganado. Fue por
O
eso que se dio a ese lugar el nombre de Sucot, que significa "Chozas".
la tierra de Canaán, y acampó a la vista de la ciudad. 19 Después compró a los hijos de Jamor,
el padre de Siquém, por cien monedas de plata, la parcela de campo donde había instalado su
campamento. 20 Allí erigió un altar, al que llamó "Dios, Dios de Israel".
ST
34 1 Dina, la hija que Lía había dado a Jacob, salió una vez a mirar a las mujeres del país. 2
Cuando la vio Siquém –que era hijo de Jamor, el jivita, príncipe de aquella región– se la llevó y
abusó de ella. 3 Pero después se sintió atraído por la muchacha y se enamoró de ella, de
manera que trató de ganarse su afecto. 4 Además, dijo a su padre Jamor: "Consígueme a esa
SY
muchacha para que sea mi esposa". 5 Jacob, por su parte, se enteró de que Siquém había
violado a su hija Dina, pero como sus hijos estaban en el campo, cuidando el ganado, no dijo
Biblia Católica 47
casas.
30 Entonces Jacob dijo a Simeón y a Leví: "Ustedes me han puesto en un grave aprieto,
haciéndome odioso a los cananeos y perizitas que habitan en este país. Yo dispongo de pocos
hombres, y si ellos se unen contra mí y me atacan, seré aniquilado con toda mi familia". 31
Pero ellos replicaron: "Y nuestra hermana, ¿debía ser tratada como una prostituta?".
O
Nueva visita de Jacob a Betel
35 1 Dios dijo a Jacob: "Sube a Betel y permanece allí. Levanta allí un altar al Dios que se te
apareció cuando huías de tu hermano Esaú". 2 Entonces Jacob dijo a sus familiares y a todos
EM
los demás que estaban con él: "Dejen de lado todos los dioses extraños que tengan con
ustedes, purifíquense y cámbiense de ropa. 3 Ahora subiremos a Betel, y allí levantaré un altar
al Dios que me respondió cuando estuve angustiado, y que estuvo conmigo en el viaje que
realicé". 4 Ellos entregaron a Jacob todos los dioses extraños que tenían consigo y los aros
que llevaban en sus orejas, y Jacob los enterró debajo de la encina que está cerca de Siquém.
5 Cuando partieron, Dios hizo cundir el pánico entre las poblaciones vecinas, de manera que
nadie persiguió a los hijos de Jacob.
D
6 Así Jacob llegó a Luz –o sea, Betel– en la tierra de Canaán, junto con toda la gente que lo
acompañaba. 7 Allí erigió un altar, y puso a ese lugar el nombre de Betel, porque allí se le
había revelado Dios, cuando él huía de su hermano.
LS
8 Mientras tanto murió Débora, la nodriza de Rebeca, y fue sepultada bajo la encina que se
encuentra antes de llegar a Betel. Por eso se la llamó "Encina del llanto".
Renovación de la promesade Dios a Jacob
"Yo soy el Dios Todopoderoso. Sé fecundo y multiplícate. De ti nacerá una nación, más aún,
una asamblea de naciones, y saldrán reyes de tus entrañas. 12 La tierra que di a Abraham y a
O
Isaac, ahora te la doy a ti y a tu descendencia". 13 Y Dios se alejó de él. 14 Jacob erigió una
En seguida ofreció una libación sobre ella y ungió la piedra con aceite. 15 Jacob llamó Betel a
aquel lugar, porque allí Dios había hablado con él.
16 Partieron de Betel, y cuando todavía faltaba un trecho para llegar a Efratá, a Raquel le llegó
SY
el momento de dar a luz, y tuvo un parto difícil. 17 Como daba a luz muy penosamente, la
partera le dijo: "¡No temas, porque tienes otro hijo varón!". 18 Con su último aliento –porque ya
Biblia Católica 49
11 Los hijos de Elifaz fueron: Temán, Omar, Sefó, Gaetám y Quenaz. 12 Elifaz, el hijo de Esaú,
también tuvo una esclava, Timná, que fue madre de Amalec. Estos son los descendientes de
Adá, la mujer de Esaú.
13 Los hijos de Reuel fueron: Nájat, Zéraj, Samá y Mizá. Estos son los descendientes de
Basmat, la mujer de Esaú.
O
14 Y los hijos de la otra esposa de Esaú, Oholibamá, hija de Aná, el hijo de Sibeón, fueron
Ieús, Ialam y Coré.
EM
15 Los clanes de los hijos de Esaú son los siguientes:
Los hijos de Elifaz, el primogénito de Esaú, fueron los clanes de Temán, Omar, Sefó, Quenaz,
16 Coré, Gaetám y Amalec. Estos son los clanes de Elifaz en el país de Edóm, los que
descienden de Adá.
17 Los hijos de Reuel, hijo de Esaú, fueron los clanes de Nájat, Zéraj, Samá y Mizá. Estos son
D
los clanes de Reuel en el país de Edóm, los que descienden de Basmat.
18 Los hijos de Oholibamá, esposa de Esaú, fueron los clanes de Ieús, Ialam y Coré. Estos
son los clanes de Oholibamá, hija de Aná, mujer de Esaú.
LS
19 Estos son los hijos de Esaú –es decir, de Edóm– con sus respectivos clanes.
20 Los hijos de Seír, el hurrita, que vivían en aquella región son los siguientes: Lotán, Sobal,
Sibeón, Aná, 21 Disón, Eser y Disán. Estos son los clanes de los hurritas, hijos de Seír, en el
país de Edóm.
O
22 Los hijos de Lotán fueron Jorí y Hemám, y la hermana de Lotán fue Timná. 23 Los hijos de
Sobal fueron Alván, Manájat, Ebal, Sefó y Onám. 24 Los hijos de Sibeón: Aiá y Aná. Este es el
mismo Aná que encontró las aguas termales en el desierto, mientras apacentaba los rebaños
O
de su padre Sibeón. 25 Los hijos de Aná fueron Disón y Oholibamá, hija de Aná. 26 Los hijos
de Disón fueron Jemdám, Esbán, Itrán y Querán. 27 Los hijos de Eser fueron Bilhán, Zaaván y
Acán. 28 Los hijos de Disán fueron Us y Arán.
ST
29 Los clanes de los hurritas fueron Lotán, Sobal, Sibeón, Aná, 30 Disón, Eser y Disán. Estos
son, uno por uno los clanes de los hurritas en el territorio de Seír.
31 Los reyes que reinaron en el país de Edóm antes que ningún rey reinara sobre los israelitas
SY
Biblia Católica 51
Bilhá y Zilpá, las mujeres de su padre. En cierta ocasión, refirió a Jacob lo mal que se hablaba
de ellos.
3 Israel amaba a José más que a ningún otro de sus hijos, porque era el hijo de su vejez, y le
mandó hacer una túnica de mangas largas. 4 Pero sus hermanos, al ver que lo amaba más
que a ellos, le tomaron tal odio que ni siquiera podían dirigirle el saludo.
O
5 Una vez, José tuvo un sueño y lo contó a sus hermanos. 6 "Oigan el sueño que tuve", les
dijo. 7 "Nosotros estábamos en el campo atando gavillas. De pronto, mi gavilla se alzó y se
mantuvo erguida, mientras que la de ustedes formaban un círculo alrededor de la mía y se
inclinaban ante ella". 8 Sus hermanos le preguntaron: "¿Acaso pretendes reinar sobre nosotros
EM
y tenernos bajo tu dominio?". Y lo odiaron más todavía por lo que contaba acerca de sus
sueños. 9 Después tuvo otro sueño, y también lo contó a sus hermanos. "Tuve otro sueño, les
dijo. El sol, la luna y once estrellas se postraban delante de mi". 10 Pero cuando se lo contó a
su padre, este lo reprendió diciéndole: "¿Que significa ese sueño que has tenido? ¿Acaso yo,
tu madre y tus hermanos vendremos a postrarnos en tierra delante de ti?". 11 Y sus hermanos
le tenían envidia, pero su padre reflexionaba sobre todas estas cosas.
D
José atacado por sus hermanos
12 Un día, sus hermanos habían ido hasta Siquém para apacentar el rebaño de su padre. 13
Entonces Israel dijo a José: "Tus hermanos están con el rebaño en Siquém. Quiero que vayas
a verlos". "Está bien", respondió él. 14 Su padre añadió: "Ve a ver cómo les va a tus hermanos
LS
y al rebaño, y tráeme noticias". Y lo envió desde el valle de Hebrón.
Cuando José llegó a Siquém, 15 un hombre lo encontró dando vueltas por el campo y le
preguntó: "¿Qué estás buscando?". 16 Él le respondió: "Busco a mis hermanos. ¿Puedes
decirme dónde están apacentando el rebaño?". 17 "Se han ido de aquí, repuso el hombre,
porque les oí decir: ‘Vamos a Dotán’". José fue entonces en busca de sus hermanos, y los
encontró en Dotán.
O
18 Ellos lo divisaron desde lejos, y antes que se acercara, ya se habían confabulado para darle
muerte. 19 "Ahí viene ese soñador", se dijeron unos a otros. 20 "¿Por qué no lo matamos y lo
arrojamos en una de esas cisternas? Después diremos que lo devoró una fiera. ¡Veremos
O
entonces en qué terminan sus sueños!". 21 Pero Rubén, al oír esto, trató de salvarlo diciendo:
"No atentemos contra su vida". 22 Y agregó: "No derramen sangre. Arrójenlo en esa cisterna
que está allá afuera, en el desierto, pero no pongan sus manos sobre él". En realidad, su
intención era librarlo de sus manos y devolverlo a su padre sano y salvo. 23 Apenas José llegó
ST
al lugar donde estaban sus hermanos, estos lo despojaron de su túnica –la túnica de mangas
largas que llevaba puesta–, 24 lo tomaron y lo arrojaron a la cisterna, que estaba
completamente vacía. 25 Luego se sentaron a comer.
De pronto, alzaron la vista y divisaron una caravana de ismaelitas que venían de Galaad,
transportando en sus camellos una carga de goma tragacanto, bálsamo y mirra, que llevaban a
Biblia Católica 53
ser reconocida, y se sentó a la entrada de Enaim, sobre el camino a Timná. 15 Como tenía la
cara tapada, al verla, Judá pensó que era una prostituta. 16 Entonces se apartó del camino y
fue hacia ella para decirle: "Deja que me acueste contigo", ignorando que se trataba de su
nuera. Ella le respondió: "¿Qué me darás por acostarte conmigo?". 17 "Te enviaré un chivito de
mi rebaño", le aseguró él. "De acuerdo, continuó ella, con tal que me dejes algo como prenda
hasta que me lo envíes". 18 Él le preguntó: "¿Qué debo dejarte?". "Tu sello con su cordón y el
bastón que llevas en la mano", le respondió. Él se los entregó y se acostó con ella, dejándola
O
embarazada. 19 Inmediatamente, ella se retiró, se quitó el velo que la cubría, y volvió a
ponerse su ropa de viuda.
20 Cuando Judá le envió el chivito por medio de su amigo, el adulamita, para rescatar la
EM
prenda que había quedado en manos de la mujer, este no pudo encontrarla. 21 Entonces
preguntó a la gente del lugar: "¿Dónde está esa prostituta que se sentaba en Enaim, al borde
del camino?". Ellos le respondieron: "Allí nunca hubo una prostituta". 22 Él regresó y dijo a
Judá: "No la pude encontrar. Además, la gente del lugar me aseguró que allí nunca hubo una
prostituta". 23 Judá replicó: "Que se quede con todo, porque de lo contrario nos pondremos en
ridículo. Yo cumplí mandándole el cabrito, y tú no la encontraste".
D
24 Unos tres meses más tarde, notificaron a Judá: "Tu nuera Tamar se ha prostituido, y en una
de sus andanzas quedó embarazada". Entonces Judá exclamó: "Sáquenla afuera y quémenla
viva". 25 Pero cuando la iban a sacar, ella mandó decir a su suegro: "Estas cosas pertenecen
al hombre que me dejó embarazada. Averigua quién es el dueño de este sello, este cordón y
ese bastón". 26 Al reconocerlos, Judá declaró: "Ella es más justa que yo, porque yo no le di a
LS
mi hijo Selá". Y no volvió a tener relaciones con ella.
27 Llegado el momento del parto, resultó que en su seno había mellizos. 28 Mientras daba a
luz, uno de ellos extendió su mano, y la partera le ató en ella un hilo escarlata, diciendo: "Este
ha sido el primero en salir". 29 Pero luego retiró su mano, y el otro salió antes. Entonces ella
O
dijo: "¡Cómo te has abierto una brecha!". Por eso fue llamado Peres. 30 Después salió su
hermano, con el hilo escarlata, y por eso lo llamaron Zéraj.
39 1 Cuando José fue llevado a Egipto, Putifar –un egipcio que era funcionario del Faraón,
capitán de guardias– lo compró a los ismaelitas que lo habían llevado allí. 2 Pero como el
Señor estaba con José, la suerte lo favoreció, y quedó en la casa de su patrón, el egipcio. 3 Al
ST
ver que el Señor estaba con él y hacía prosperar todas las obras que realizaba, 4 su patrón lo
miró con buenos ojos y lo nombró su mayordomo, poniéndolo al frente de su casa y
confiándole la administración de todos sus bienes. 5 A partir del momento en que le
encomendó el cuidado de su casa y de todas sus posesiones, el Señor bendijo la casa del
egipcio, en atención a José. La bendición del Señor se extendía a todas sus posesiones,
dentro y fuera de la casa. 6 Por eso dejó a cargo de José todo lo que poseía, y ya no se
SY
Biblia Católica 55
cuéntenme lo que soñaron".
9 El copero relató su sueño a José. "Yo soñé, le dijo que delante de mí había una vid, 10 y en
ella, tres sarmientos. Apenas la vid dio brotes, salieron sus flores y maduraron las uvas en los
racimos. 11 La copa del faraón estaba en mi mano: yo tomé las uvas, las exprimí en esa copa,
y la puse en la mano del Faraón". 12 José le dijo: "La interpretación es la siguiente: los tres
racimos representan tres días. 13 Dentro de tres días, el Faraón te indultará, te restituirá a tu
O
cargo, y tú pondrás la copa en su mano, como acostumbrabas a hacerlo antes, cuando eras su
copero. 14 Y cuando mejore tu suerte, si todavía recuerdas que yo estuve aquí contigo, no
dejes de hacerme este favor: háblale de mí al Faraón, y trata de sacarme de este lugar. 15
Porque yo fui traído por la fuerza del país de los hebreos, y aquí no hice nada para que me
EM
pusieran en la cárcel".
16 El panadero mayor, al ver con qué acierto había interpretado el sueño, dijo a José: "Yo, por
mi parte, soñé que tenía sobre mi cabeza tres canastas de mimbre. 17 En la canasta más
elevada, había de todos los productos de panadería que come el Faraón, y los pájaros comían
de esa canasta que estaba encima de mi cabeza". 18 José le respondió: "La interpretación es
la siguiente: las tres canastas representan tres días. 19 Dentro de tres días el Faraón te hará
D
decapitar, te colgará de un poste, y los pájaros comerán tu carne".
20 Efectivamente, al tercer día se festejaba el cumpleaños del Faraón, y este agasajó con un
banquete a todos sus servidores. Entonces reconsideró las causas del copero mayor y del
panadero mayor en medio de sus servidores, 21y restituyó en su cargo al copero mayor, de
LS
manera que este volvió a poner la copa en la mano del Faraón; 22 en cambio, mandó colgar al
panadero mayor, conforme a la interpretación que les había dado José. 23 Sin embargo, el
copero mayor ya no pensó más en José, sino que se olvidó de él.
juncos. 3 Detrás de ella subieron otras siete vacas feas y escuálidas, que se pararon al lado de
las primeras; 4 y las vacas feas y escuálidas se comieron a las siete vacas hermosas y
robustas. En seguida el Faraón se despertó.
O
5 Luego volvió a dormirse y tuvo otro sueño: siete espigas grandes y lozanas salían de un
mismo tallo. 6 Pero inmediatamente después brotaron otras siete espigas, delgadas y
quemadas por el viento del este; 7 y las espigas delgadas devoraron a las siete espigas
grandes y cargadas de granos. Cuando se despertó, el Faraón se dio cuenta de que había
ST
estado soñando.
8 A la mañana siguiente, el Faraón se sintió muy preocupado y mandó llamar a todos los
magos y sabios de Egipto, para contarles sus sueños. Pero nadie se los pudo interpretar. 9
Entonces el copero mayor se dirigió al Faraón y le dijo: "Ahora reconozco mi negligencia. 10 En
cierta oportunidad, el Faraón se irritó contra sus servidores, y me puso bajo custodia, junto con
SY
Biblia Católica 57
estos: "¿Podemos encontrar otro hombre que tenga en igual medida el espíritu de Dios?". 39 Y
dirigiéndose a José, le expresó: "Ya que Dios te ha hecho conocer todas estas cosas, no hay
nadie que sea tan prudente y sabio como tú. 40 Por eso tú estarás al frente de mi palacio, y
todo mi pueblo tendrá que acatar tus órdenes. Sólo por el trono real seré superior a ti". 41 Y el
Faraón siguió diciendo a José: "Ahora mismo te pongo al frente de todo el territorio de Egipto".
42 En seguida se quitó el anillo de su mano y lo puso en la mano de José; lo hizo vestir con
ropa de lino fino y le colgó al cuello una cadena de oro. 43 Luego lo hizo subir a la mejor
O
carroza después de la suya, e iban gritando delante de él: "¡Atención!". Así le dio autoridad
sobre todo Egipto.
44 El Faraón dijo a José: "Yo soy el Faraón, pero nadie podrá mover una mano o un pie en
EM
todo el territorio de Egipto si tú no lo apruebas". 45 Luego impuso a José el nombre de Safnat
Panéaj, y le dio por esposa a Asnat, la hija de Potifera, sacerdote de la ciudad de On. Y José
fue a recorrer el país de Egipto. 46 Cuando se puso al servicio del Faraón, rey de Egipto, José
tenía treinta años.
José se alejó de la presencia del Faraón e hizo un recorrido por todo el territorio de Egipto. 47
Durante los siete años de abundancia, la tierra produjo copiosamente, 48 y él reunió todos los
D
víveres recogidos en esos siete años y los almacenó en las ciudades, depositando en cada
una las cosechas de los campos vecinos. 49 De esa manera, José acumuló una enorme
cantidad de cereales, tanto como la arena del mar, hasta tal punto que dejó de llevar un
control, porque superaba toda medida.
Los hijos de José
LS
50 Antes que comenzaran los años de hambre, José tuvo dos hijos, que le dio Asnat, la hija de
Potifera, el sacerdote de On. 51 Al primero lo llamó Manasés, porque dijo: "Dios me ha hecho
olvidar por completo mis penas y mi casa paterna". 52 Y al segundo le puso el nombre de
Efraím, diciendo: "Dios me ha hecho fecundo en la tierra de mi aflicción".
53 Entonces terminaron los años en que Egipto gozó de abundancia, 54 y comenzaron los
O
siete años de hambre, como José lo había anticipado. En todos los países se sufría hambre,
pero en Egipto había alimentos. 55 Cuando también los egipcios y el pueblo sintieron hambre,
y el pueblo pidió a gritos al Faraón que le diera de comer, este respondió: "Vayan a ver a José
y hagan lo que él les diga". 56 Como el hambre se había extendido por todo el país, José abrió
O
los graneros y distribuyó raciones a los egipcios, ya que el hambre se hacía cada vez más
intensa. 57 Y de todas partes iban a Egipto a comprar cereales a José, porque el hambre
asolaba toda la tierra.
ST
42 1 Cuando Jacob se enteró de que en Egipto vendían cereales, preguntó a sus hijos: "¿Por
qué se quedan ahí, mirándose unos a otros?". 2 Luego añadió: "He oído que en Egipto venden
cereales. Vayan allí y compren algo para nosotros. Así podremos sobrevivir y no moriremos". 3
Entonces, diez de los hermanos de José bajaron a Egipto para abastecerse de cereales; 4
SY
pero Jacob no dejó que Benjamín, el hermano de José fuera con ellos, por temor a que le
sucediera una desgracia. 5 Así llegaron los hijos de Israel en medio de otra gente que también
Biblia Católica 59
"Me han devuelto el dinero. Está aquí, en mi bolsa". Ellos se quedaron pasmados y, temblando,
se preguntaban unos a otros: "¿Por qué Dios nos habrá hecho esto?".
29 Al llegar a Canaán, relataron a su padre Jacob la aventura que habían tenido. 30 "El
hombre que gobierna aquel país, le dijeron, nos habló duramente y nos acusó de haber
entrado allí como espías. 31 Nosotros le aseguramos que éramos personas honradas y no
espías. 32 También le dijimos que éramos doce hermanos, pero que uno ya no vivía, y que
O
nuestro hermano menor estaba en ese momento en Canaán, al lado de nuestro padre. 33 El
hombre que gobierna el país nos respondió: ‘Para demostrarme que ustedes son sinceros,
dejen conmigo a uno de sus hermanos, mientras los demás llevan algo para aliviar el hambre
de sus familias. 34 Luego tráiganme a su hermano menor, y así sabré que ustedes no son
EM
espías sino personas honradas. Entonces les devolveré a su hermano y podrán recorrer
libremente el país’".
35 Cuando vaciaron las bolsas, cada uno encontró su dinero y, al verlo, ellos y su padre se
llenaron de temor. 36 Entonces Jacob les dijo: "Ustedes me van a dejar sin hijos. Primero,
perdí a José; después, a Simeón; y ahora quieren quitarme a Benjamín. ¡A mí tenían que
pasarme todas estas cosas!". 37 Pero Rubén le respondió: "Podrás matar a mis dos hijos si no
te lo traigo de vuelta. Déjalo bajo mi cuidado, y yo te lo devolveré sano y salvo". 38 Jacob
D
insistió: "Mi hijo no irá con ustedes, porque su hermano ya murió y ahora queda él solo. Si le
sucede una desgracia durante el viaje que van a realizar, ustedes me harán bajar a la tumba
lleno de aflicción".
"¿Por qué me han causado estedolor, diciendo a ese hombre que tenían otro hermano?". 7
Ellos respondieron: "Él comenzó a hacernos preguntas sobre nosotros y sobre nuestra familia.
‘El padre de ustedes ¿vive todavía? ¿Tienen otro hermano?’. Nosotros nos limitamos a
responder a sus preguntas. ¿Cómo nos íbamos a imaginar que él nos diría: ‘Traigan aquí a su
O
hermano’?".
8 Entonces Judá dijo a su padre Israel: "Envía al muchacho bajo mi responsabilidad, y ahora
mismo nos pondremos en camino para poder sobrevivir. De lo contrario moriremos nosotros, tú
ST
y nuestros niños. 9 Yo respondo por él, y tendrás que pedirme cuentas a mí. Si no te lo traigo y
lo pongo delante de tus ojos, seré culpable ante ti todo el resto de mi vida. 10 Ya estaríamos
de vuelta dos veces, si no nos hubiéramos entretenido tanto". 11 Ya que tiene que ser así,
continuó diciendo Israel, hagan lo siguiente: Pongan en sus equipajes los mejores productos
del país, y regalen a aquel hombre un poco de bálsamo y un poco de miel, goma tragacanto,
mirra, nueces y almendras. 12 Tomen además una doble cantidad de dinero, porque ustedes
SY
tendrán que restituir la suma que les pusieron junto a la abertura de la bolsa. Tal vez se trate
de una equivocación. 13 Lleven también a su hermano, y vuelvan cuanto antes a ver a ese
Biblia Católica 61
hombres, hasta que estén bien repletas, y antes de cerrarlas, coloca en ellas el dinero de cada
uno. 2 En la bolsa del más joven, además del dinero que pagó por su ración, pondrás también
mi copa de plata". El mayordomo hizo lo que José le había indicado, 3 y al día siguiente,
apenas amaneció, hicieron salir a los hombres con sus asnos. 4 Ellos salieron de la ciudad, y
cuando todavía no se habían alejado, José dijo a su mayordomo: "Corre ahora mismo detrás
de esos hombres, y apenas los alcances, les dirás: ‘¿Por qué devuelven mal por bien, y por
qué me han robado la copa de plata? 5 Esa es la copa que mi señor usa para beber y con la
O
que consulta los presagios. Ustedes se han comportado pésimamente’".
6 Apenas los alcanzó, el mayordomo les repitió estas palabras. 7 Pero ellos respondieron:
"¿Cómo puedes, señor, afirmar tales cosas? Lejos de nosotros comportarnos de esa manera. 8
EM
Nosotros te trajimos de vuelta desde Canaán el dinero que encontramos en nuestras bolsas.
¿Cómo íbamos entonces a robar plata u oro de la casa de tu señor? 9 Si la copa se llega a
encontrar en poder de alguno de nosotros, el que la tenga morirá, y todos los demás seremos
tus esclavos". 10 "Está bien, respondió, que sea como ustedes dicen, pero mi esclavo será
únicamente aquel en cuyo poder se encuentre la copa. Los demás quedarán libres de todo
cargo". 11 Entonces ellos se apresuraron a bajar sus bolsas, y cada uno abrió la suya. 12 El
mayordomo las registró, empezando por la del mayor y terminando por la del menor, y la copa
D
fue hallada en la bolsa de Benjamín. 13 Al ver esto, ellos rasgaron sus vestiduras; luego
volvieron a cargar sus asnos y regresaron a la ciudad.
14 Cuando Judá y sus hermanos entraron en la casa de José, este todavía se encontraba allí.
Ellos se postraron ante él con el rostro en tierra, 15 y entonces José les preguntó: "¿Qué
LS
manera de proceder es esta? ¿Acaso ustedes ignoraban que un hombre como yo sabe recurrir
a la adivinación?". 16 Judá respondió: "¿Qué podemos decirte, señor? ¿Qué excusa podemos
alegar, o cómo vamos a probar nuestra inocencia? Es Dios el que ha puesto al descubierto
nuestra maldad. Aquí nos tienes: somos tus esclavos, tanto nosotros como aquel en cuyo
poder estaba la copa". 17 Pero José replicó: "¡Lejos de mí obrar de ese modo! Mi esclavo será
solamente el que tenía la copa. Los demás podrán regresar tranquilamente a la casa de su
padre".
O
18 Judá se acercó para decirle: "Permite, señor, que tu servidor diga una palabra en tu
O
presencia, sin impacientarte conmigo, ya que tú y el Faraón son una misma cosa. 19 Tú nos
preguntaste si nuestro padre vivía aún y si teníamos otro hermano. 20 Nosotros te
respondimos: Tenemos un padre que ya es anciano, y un hermano menor, hijo de su vejez. El
hermano de este último murió, y él es el único hijo de la madre de estos dos que ha quedado
ST
vivo; por eso nuestro padre siente por él un afecto muy especial. 21 Tú nos dijiste: ‘Tráiganlo
aquí, porque lo quiero conocer’. 22 Y aunque nosotros te explicamos que el muchacho no
podía dejar a su padre, porque si se alejaba de él, su padre moriría, 23 tú nos volviste a insistir:
‘Si no viene con ustedes su hermano menor, no serán admitidos nuevamente en mi presencia’.
24 Cuando regresamos a la casa de nuestro padre, tu servidor, le repetimos tus mismas
palabras. 25 Pero un tiempo después, nuestro padre nos dijo: ‘Vayan otra vez a comprar
SY
Biblia Católica 63
niños y sus mujeres, y para trasladar a su padre. 20 Diles que no se preocupen por las cosas
que dejan, porque lo mejor de todo el territorio de Egipto será para ustedes".
21 Así lo hicieron los hijos de Israel. De acuerdo con la orden del Faraón, José les dio unos
carros y les entregó provisiones para el camino. 22 Además, dio a cada uno de ellos un vestido
nuevo, y a Benjamín le entregó trescientas monedas de plata y varios vestidos nuevos. 23
También envió a su padre diez asnos cargados con los mejores productos de Egipto, y diez
O
asnas cargadas de cereales, de pan y de víveres para el viaje. 24 Y cuando despidió a sus
hermanos antes que partieran, les recomendó: "Vayan tranquilos".
EM
Jacob. 26 Cuando le anunciaron que José estaba vivo y era el gobernador de todo Egipto,
Jacob no se conmovió, porque no les podía creer. 27 Entonces le repitieron todo lo que les
había dicho José y, al ver los carros que le había enviado para transportarlo, su espíritu revivió.
28 Israel exclamó: "Ya es suficiente. ¡Mi hijo José vive todavía! Tengo que ir a verlo antes de
morir".
D
46 1 Israel partió llevándose todos sus bienes. Cuando llegó a Berseba, ofreció sacrificios al
Dios de su padre Isaac. 2 Dios dijo a Israel en una visión nocturna: "¡Jacob, Jacob!". Él
respondió: "Aquí estoy". 3 Dios continuó: "Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No tengas miedo
de bajar a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación. 4 Yo bajaré contigo a Egipto, y
LS
después yo mismo te haré volver; y las manos de José cerrarán tus ojos".
5 Cuando Jacob salió de Berseba, los hijos de Israel hicieron subir a su padre, junto con sus
hijos y sus mujeres, en los carros que el Faraón había enviado para trasladarlos. 6 Ellos se
llevaron también su ganado y las posesiones que habían adquirido en Canaán. Así llegaron a
Egipto, Jacob y toda su familia 7 –sus hijos y sus nietos, sus hijas y sus nietas– porque él
había llevado consigo a todos sus descendientes.
O
La familia de Jacob
8 Los nombres de los hijos de Israel –o sea, Jacob y sus hijos– que emigraron a Egipto son los
O
siguientes: Rubén el primogénito de Jacob, 9 y los hijos de Rubén: Henoc, Palú, Jesrón y
Carmí. 10 Los hijos de Simeón: Iemuel, Iamín, Ohad, Iaquín, Sójar y Saúl, el hijo de la
cananea. 11 Los hijos de Leví: Gersón, Quehat y Merarí. 12 Los hijos de Judá: Er, Onán, Selá,
Peres y Zéraj. Er y Onán ya habían muerto en Canaán, y los hijos de Peres fueron Jesrón y
ST
Jamul. 13 Los hijos de Isacar: Tolá, Puvá, Iasub y Simrón. 14 Los hijos de Zabulón: Séred,
Elón y Iajlel. 15 Estos son los hijos que Lía había dado a Jacob en Padán Arám, además de su
hija Dina. Entre hombres y mujeres sumaban un total de treinta y tres personas.
16 Los hijos de Gad: Sifión, Jaguí, Suní, Esbón, Erí, Arodí y Arelí. 17 Los hijos de Aser: Imná,
Isvá, Isví, Beriá, y también Séraj, hermana de aquellos. Los hijos de Beriá: Jéber y Malquiel. 18
SY
Estos son los hijos de Zilpá, la esclava que Labán había dado a su hija Lía. De ella le nacieron
a Jacob estas dieciséis personas.
Biblia Católica 65
territorio de Egipto está a tu disposición: instala a tu padre y a tus hermanos en las mejores
tierras". 7 José hizo venir a su padre Jacob y se lo presentó al Faraón. Jacob saludó
respetuosamente al Faraón, 8 y este le preguntó: "¿Cuántos años tienes?". 9 Jacob respondió
al Faraón: "Los años que se me han concedido suman ya ciento treinta. Pocos y desdichados
han sido estos años de mi vida, y ni siquiera se acercan a los que fueron concedidos a mis
padres". 10 Luego Jacob volvió a saludar al Faraón y salió de allí. 11 José instaló a su padre y
a sus hermanos, dándoles una propiedad en Egipto, en las mejores tierras –en la región de
O
Ramsés– como el Faraón lo había dispuesto. 12 Y también proveyó al sostenimiento de su
padre, de sus hermanos, y de toda la familia de su padre, según las necesidades de cada uno.
EM
13 Como la escasez era muy grande, en ningún país había alimentos, y tanto Egipto como
Canaán estaban exhaustos por el hambre. 14 Así José pudo recaudar todo el dinero que
circulaba en Egipto y en Canaán, como pago por los víveres que compraban, y guardó ese
dinero en el palacio del Faraón. 15 Y cuando ya no hubo más dinero ni en Egipto ni en
Canaán, los egipcios acudieron en masa a José para decirle: "Danos de comer. ¿Por qué
tendremos que morir ante tus propios ojos, por falta de dinero?". 16 José respondió: "Si ya no
D
hay más dinero, entreguen su ganado y yo les daré pan a cambio de él". 17 Ellos trajeron sus
animales a José, y él les dio pan a cambio de caballos, ovejas, vacas y asnos. Y durante aquel
año los abasteció de víveres a cambio de todos sus animales.
18 Pero pasó ese año, y al año siguiente vinieron otra vez y dijeron a José: "Ya se ha
LS
terminado todo el dinero y los animales te pertenecen. No podemos ocultarte que no queda
nada a tu disposición, fuera de nuestras personas y nuestras tierras. 19 Pero ¿por qué
tendremos que morir ante tus propios ojos, nosotros y nuestras tierras? Aduéñate de nosotros
y de nuestras tierras a cambio de pan. Así el Faraón será dueño de nosotros y de nuestras
tierras. Danos solamente semilla para que podamos sobrevivir. De lo contrario, nosotros
moriremos, y el suelo se convertirá en un desierto". 20 De esa manera, José adquirió para el
Faraón todas las tierras de Egipto, porque los egipcios, acosados por el hambre, vendieron
O
alimentos; como vivían de la ración que les daba el Faraón, no tuvieron que vender sus tierras.
23 Entonces José dijo al pueblo: "Ahora ustedes y sus tierras pertenecen al Faraón, porque yo
los he comprado. Aquí tienen semilla para sembrar esas tierras. 24 Pero cuando llegue la
ST
cosecha, ustedes deberán entregar al Faraón una quinta parte de los productos, y conservarán
las cuatro partes restantes para sembrar la tierra, para alimentarse ustedes y sus familias, y
para dar de comer a los niños". 25 Ellos exclamaron: "Tú nos salvaste la vida. Te agradecemos
que nos hayas puesto al servicio del Faraón". 26 Entonces José promulgó una ley agraria en
Egipto –que todavía hoy está en vigencia– por la cual una quinta parte de las cosechas
corresponde al Faraón. Sólo las tierras de los sacerdotes no pasaron a ser propiedad del
SY
Faraón.
Biblia Católica 67
bendiga a estos jóvenes,
O
17 Cuando José advirtió que su padre tenía puesta la mano derecha sobre la cabeza de
Efraím, no le pareció bien. Entonces tomó la mano de su padre para pasarla de la cabeza de
Efraím a la de Manasés, 18 y dijo a su padre: "Así no, padre, porque el primogénito es el otro;
EM
coloca tu mano derecha sobre su cabeza". 19 Pero su padre se resistió con estas palabras:
"Ya lo sé, hijo mío, ya lo sé. También de él nacerá un pueblo, y también él será grande. Pero
su hermano menor lo aventajará, y de él descenderán naciones enteras". 20 Y aquel día
pronunció sobre ellos esta bendición:
D
¡Que Dios te haga como Efraímy Manasés!".
El testamento de Jacob
49 1 Jacob llamó a sus hijos y les habló en estos términos: "Reú-nanse, para que yo les
anuncie lo que les va a suceder en el futuro: 2 Reúnanse y escuchen, hijos de Jacob, oigan a
O
primacía, porque subiste al lecho de tu padre, y, al subir, lo profanaste. 5 Simeón y Leví son
hermanos, sus cuchillos son instrumentos de violencia.6 Que yo no entre en sus reuniones, ni
ST
me una a su asamblea, porque en su ira mataron hombres y mutilaron toros por capricho. 7
Maldita sea su ira tan violenta y su furor tan feroz. Yo los repartiré en el país de Jacob y los
dispersaré en Israel.
SY
Biblia Católica 69
y el país muy agradable, doblega sus espaldas a la carga y se somete a un trabajo servil. 16
Dan juzgará a su pueblo como una de las tribus de Israel. 17 Él es una serpiente junto al
camino, una víbora junto al sendero, que muerde los talones del caballo, y así el jinete cae de
O
espaldas. 18 ¡Señor, yo espero tu salvación! 19 Bandas de salteadores asaltarán a Gad, pero
él, a su vez, los asaltará por detrás. 20 Aser tendrá comidas deliciosas y ofrecerá manjares de
EM
reyes. 21 Neftalí es una cierva suelta, que da hermosos cervatillos. 22 José es un potro
salvaje, un potro salvaje junto a una fuente, un asno salvaje sobre una ladera.23 Los arqueros
D
por el poder del Fuerte de Jacob, por el nombre del Pastor, la Roca de Israel; 25 por el Dios de
desde lo alto del cielo, bendiciones del océano que se extiende por debajo, bendiciones de los
LS
pechos y del seno materno, 26 bendiciones de las espigas y las flores, bendiciones de las
montañas seculares, delicias de las colinas eternas. ¡Que desciendan sobre la cabeza de José,
sobre la frente del consagradoentre sus hermanos! 27 Benjamín es un lobo rapaz: por la
O
mañana devora la presa, y a la tarde divide los despojos". 28 Todas estas eran las tribus de
La muerte de Jacob
29 Luego les dio esta orden: "Yo estoy a punto de ir a reunirme con los míos. Entiérrenme junto
con mis padres, en la caverna que está en el campo de Efrón, el hitita, 30 en el campo de
Macpelá, frente a Mamré, en la tierra de Canaán, el campo que Abraham compró a Efrón, el
SY
hitita, para tenerlo como sepulcro familiar. 31 Allí fueron enterrados Abraham y Sara, su
esposa; allí fueron enterrados Isaac y Rebeca, su esposa; y allí también sepulté a Lía. 32 Ese
Biblia Católica 71
18 Luego sus hermanos fueron personalmente, se postraron ante él y le dijeron: "Aquí nos
tienes: somos tus esclavos". 19 Pero José les respondió: "No tengan miedo. ¿Acaso yo puedo
hacer las veces de Dios? 20 El designio de Dios ha transformado en bien el mal que ustedes
pensaron hacerme, a fin de cumplir lo que hoy se realiza: salvar la vida a un pueblo numeroso.
21 Por eso, no teman. Yo velaré por ustedes y por las personas que están a su cargo". Y los
reconfortó, hablándoles afectuosamente.
O
La muerte de José
22 José permaneció en Egipto junto con la familia de su padre, y vivió ciento diez años. 23 Así
pudo ver a los hijos de Efraím hasta la tercera generación; y los hijos de Maquir, hijo de
EM
Manasés, también nacieron sobre las rodillas de José. 24 Finalmente, José dijo a sus
hermanos: "Yo estoy a punto de morir, pero Dios los visitará y los llevará de este país a la tierra
que prometió con un juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob". 25 Luego hizo prestar un
juramento a los hijos de Israel, diciéndoles: "Cuando Dios los visite, lleven de aquí mis restos".
26 José murió a la edad de ciento diez años. Fue embalsamado y colocado en un sarcófago,
en Egipto.
D
1 26-27. "Hagamos al hombre": el término "hombre" corresponde a la palabra hebrea "adám",
que tiene un significado genérico y designa a toda la especie humana. Aquí no se habla de una
pareja –"un" hombre y "una" mujer, como en los capítulos 2 y 3– sino de toda la especie
humana: es la humanidad como tal la que ha sido creada a imagen de Dios. El plural
LS
"hagamos" indica una deliberación de Dios, que pone de relieve la importancia de la obra que
él va a realizar.
2 7. El texto hebreo utiliza aquí dos expresiones semejantes "adám" y "adamá" –que significan
respectivamente "hombre" y "suelo"– para poner de relieve la estrecha relación que existe
entre el hombre y el medio donde habita.
O
8. El hombre es mortal por naturaleza y debe retornar al suelo de donde fue sacado
(3. l9). Pero Dios, gratuitamente, lo introdujo en "el jardín de Edén", símbolo de la amistad
divina, y le concedió el acceso al "árbol de la vida", símbolo de la inmortalidad (v. 9). El
mandamiento impuesto por Dios muestra que la amistad con él y el don de la inmortalidad
O
9. "El árbol del conocimiento del bien y del mal": la realidad representada por este símbolo no
puede ser simplemente el discernimiento moral –prerrogativa que Dios no niega al hombre–
ST
sino la facultad de decidir por sí mismo lo que es bueno y malo, independientemente de Dios.
Al desobedecer el mandato divino, el hombre reivindica para sí una autonomía que no se
conforma con su condición de criatura y usurpa un privilegio exclusivo de Dios.
sino que es una imperfección introducida en el mundo por el pecado. La mujer ha sido formada
"del" hombre; ella es la única ayuda adecuada a él; es "hueso de sus huesos y carne de su
Biblia Católica 73
hecho "histórico", que tuvo por actores a los hijos del primer hombre, sino como un "ejemplo
arquetípico", que pone de manifiesto los efectos de la desobediencia narrada en el capítulo
anterior: después del pecado del hombre contra Dios, se desencadena la lucha del hombre
contra el hombre, y a causa de este primer crimen la muerte hace su entrada violenta en el
mundo. El crimen de Caín no escapa a la justicia divina (vs. 9-12), pero Dios le dirige una
advertencia antes de su falta, y la pena es atemperada por la misericordia: la marca que recibe
Caín es una señal que lo protege.
O
23-24. Este canto, denominado habitualmente "canto de la espada", ha sido compuesto para
gloria de Lamec, un héroe del desierto. Su presencia en este lugar atestigua la ferocidad
siempre en aumento de los descendientes de Caín y muestra como el pecado va extendiendo
EM
su dominación sobre el mundo. El número "setenta y siete" indica que la venganza es ilimitada.
En contraposición con esta actitud, la ley del talión (Éx. 21.23-25; Lev. 24. 19-20; Deut. 19. 21),
al imponer un castigo igual a la ofensa, reduce la venganza a sus justos límites. El Apóstol
Pedro, en cambio, recibirá de Jesús la orden de perdonar "setenta veces siete" (Mt. 18. 22).
1 "Adán", nombre propio del primer hombre, corresponde al hebreo "Adám", que significa
"hombre". Ver notas 1. 26-27; 2. 7.
D
2 "El Señor": siguiendo una costumbre judía, algunas versiones antiguas y modernas de
la Biblia sustituyen con esta expresión el nombre del Dios de Israel, que en el texto hebreo
aparece solamente con sus cuatro consonantes: YHWH. Hacia el siglo IV a.C., los judíos
dejaron de pronunciar ese nombre y lo sustituyeron por Adonai, "el Señor". De allí que sea
difícil saber cómo se lo pronunciaba realmente aunque varios indicios sugieren que la
LS
pronunciación correcta es Yahvé. Según las tradiciones "elohísta" (Éx. 3. 13-15) y "sacerdotal"
(Éx. 6. 2-3), este nombre divino fue revelado por primera vez a Moisés. En cambio, para la
tradición "yahvista" –a la que pertenece este versículo– ya era conocido e invocado desde los
orígenes de la humanidad. Esto último indicaría que el nombre Yahvé tiene un origen
preisraelita.
5 Esta lista genealógica atribuye una longevidad extraordinaria a los primeros patriarcas, según
O
que son los días del año solar. La mención de su muerte es reemplazada por la de su
misteriosa desaparición. Ver Heb. 11. 5.
6 1-4. EI relato bíblico retoma una leyenda popular, que habla de unos seres sobrehumanos
llamados "gigantes". Antiguamente se creía que esos gigantes habían existido alguna vez
ST
sobre la tierra, y su origen se explicaba por la unión de seres celestiales (los "hijos de Dios")
con mujeres terrenas (las "hijas de los hombres"). Sin pronunciarse sobre la realidad histórica
de este relato mitológico, el autor inspirado se vale de él para ilustrar –como podría hacerlo
una parábola– la corrupción creciente de la humanidad. Esta intención aparece de manera
explícita en los versículos siguientes (5-6), que expresan el pesar de Dios por la incontenible
expansión del pecado en el mundo.
SY
17. El relato del "Diluvio" combina dos tradiciones paralelas, originariamente independientes:
Biblia Católica 75
reverso de la confusión provocada en Babel.
b 12 6. La "encina de Moré" era un árbol sagrado que estaba en las cercanías de Siquém.
14 Esta narración presenta algunas características que le asignan un lugar aparte dentro del
O
Pentateuco y tal vez de toda la Biblia. El relato carece del tono familiar propio de las otras
tradiciones patriarcales; su estilo es impersonal, y Abraham –que es llamado "el hebreo"–
protagoniza un episodio de proyecciones internacionales.
EM
17-20. Según la costumbre de Canaán, el rey era también el responsable supremo del culto.
Por eso Melquisedec era al mismo tiempo "rey de Salém" (Jerusalén) y "sacerdote de Dios, el
Altísimo", una divinidad venerada en Canaán. Melquisedec honró a Abraham con un banquete
(v. 18), y esta comida en común parece haber sellado una alianza. La indicación de 2 Sam. 18.
18 permite ubicar el "valle del Rey" en las proximidades de Jerusalén. El Nuevo Testamento
presentará a Melquisedec como figura de Cristo, Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza (Heb.
7).
D
15 9-10. Aquí se describen los preparativos para un rito imprecatorio muy antiguo, cuyo
significado se aclara en Jer. 34. 18; cuando se pronunciaba un juramento solemne, la persona
pasaba entre los animales partidos por la mitad, y reclamaba para sí la misma suerte de esas
víctimas si faltaba a su palabra. Así el Señor ratifica con un juramento la promesa hecha a
LS
Abraham, de darle una descendencia numerosa (vs. 1-6) y la tierra de Canaán (vs. 7-18).
18. "Desde el Torrente de Egipto hasta el Gran Río": estos son los límites ideales de la Tierra
prometida (Jos. 1. 4), que de hecho, nunca fueron ocupados totalmente por los israelitas.
16 2. Según las costumbres de la época, una mujer estéril podía dar una sirvienta a su esposo
y reconocer como propios a los hijos nacidos de esa unión. Lo mismo que hace Sara lo harán
más tarde Raquel (30. 1-6) y Lía (30. 9-13), las esposas de Jacob.
O
7. En los textos bíblicos más antiguos, el "Ángel del Señor" (22. 11; Éx. 3. 2) o el "Ángel de
Dios" (21. 17; 31. 11; Éx. 14. 19) no es un ángel creado, distinto de Dios, sino Dios mismo que
se manifiesta a los hombres de manera visible. El v. 13 señala explícitamente esta
O
identificación.
17 Según este relato "sacerdotal", la alianza sella las promesas de Dios a Abraham
(v. 8), pero esta vez la iniciativa divina exige una respuesta humana. Además de la fidelidad a
ST
1. "Dios Todopoderoso", en hebreo "EI Saddai": este es un antiguo nombre de Dios, frecuente
en los relatos "sacerdotales" de la historia patriarcal (28. 3; 35. 11; 43. 14;
48. 3; 49. 25; Éx. 6. 3), que los israelitas tomaron probablemente de la tradición de los pueblos
SY
semitas. La traducción "Dios Todopoderoso" se apoya en algunas versiones antiguas. Entre los
autores modernos, algunos piensan que su sentido probable es "Dios de las montañas".
Biblia Católica 77
un derecho de ciudadanía en Canaán. Junto con el nacimiento de Isaac, este es el primer paso
hacia el cumplimiento de la promesa ( 12. 7; 13. 15; 15. 7).
24 2. "Coloca tu mano debajo de mi muslo": este es un gesto simbólico que confiere mayor
solemnidad al juramento. El contacto con las partes genitales parece implicar la amenaza de
esterilidad o la pérdida de la descendencia, si se quebrantaba el juramento.
O
25 23. La lucha de los niños en el seno materno explica la hostilidad de dos pueblos hermanos:
los edomitas, descendientes de Esaú, y los israelitas, descendientes de Jacob. Los edomitas
fueron sometidos por David (2 Sam. 8.13-14) y sólo varios siglos después pudieron liberarse
definitivamente (2 Rey. 8.20-22).
EM
26. Esta es una explicación popular, que asocia el nombre de Jacob a la palabra hebrea que
significa "talón".
30. "Comida rojiza": el texto hebreo encierra un juego de palabras entre "Adóm", que significa
rojo, y Esaú, padre de Edóm.
34. Según la legislación israelita –que en este punto coincide con otros antiguos códigos
D
orientales– el primogénito tenía derecho a una doble parte de la herencia paterna (Deut. 21.
15-17).
28 1-3. Según el relato precedente, Jacob huye a Mesopotamia para librarse de la venganza
de Esaú. Este texto "sacerdotal", en cambio, ignora por completo el episodio anterior, y explica
LS
la partida como la orden que dio Isaac a su hijo de buscar una esposa de su propia familia. En
la queja de Rebeca (27. 46) y en la actitud de Esaú (vs. 6-9) se puede entrever una
preocupación característica del período postexílico: el repudio de los matrimonios con mujeres
paganas, fundado principalmente en motivos religiosos. Ver Esd. 9; Neh. 13. 23-27.
29 25. La esposa iba cubierta con un velo durante toda la ceremonia nupcial, que concluía
cuando ya era de noche: de allí la posibilidad del engaño.
O
32. La rivalidad de Lía y Raquel sirve para explicar los nombres de los hijos de Jacob. El
significado de estas etimologías populares es a veces oscuro.
O
30 3. "Que dé a luz sobre mis rodillas": este es un expresivo gesto de adopción. Al recibir sobre
sus rodillas al hijo de su esclava, la esposa estéril lo tomaba como suyo y luego le ponía un
nombre (v. 6). Ver nota 16. 2.
ST
14. La "mandrágora" era una planta que según las creencias antiguas poseía virtudes
afrodisíacas y favorecía la fecundidad. El término hebreo que la designa tiene la misma raíz
que la palabra "amor". La creencia se funda en la forma del tubérculo de esa planta, que
parece un tronco humano.
25-43. De esta manera, el folklore israelita describe el honrado desquite de Jacob sobre el
SY
astuto y codicioso Labán. Jacob exige como única paga las ovejas negras y las cabras
moteadas, porque estos animales son raros (v. 32). Pero después se vale de un recurso
Biblia Católica 79
arrojado a una cisterna, y unos negociantes madianitas pasan sin ser vistos, lo sacan de allí y
lo llevan a Egipto. Según la otra tradición, Judá propone a sus hermanos que lo vendan a una
caravana de ismaelitas que van de paso hacia Egipto.
38 8-10. "Para cumplir con tus deberes de cuñado": Judá se refiere a la "ley del levirato", que
prescribía el matrimonio con la viuda del propio hermano, si este moría sin tener hijos. Así se
evitaba que el nombre del difunto desapareciera de su pueblo –ya que los hijos del segundo
O
matrimonio pertenecían legalmente al hermano fallecido– y también se impedía que el
patrimonio saliera de la familia. Ver Deut. 25. 5-10.
14. Tamar "se cubrió con un velo", como lo hacían las prostitutas en Canaán. Su conducta
EM
enfrentaba las reglas de la moral vigente y ponía en peligro su vida. Pero como estaba
motivada por un deber de fidelidad hacia su esposo, terminó mereciendo el elogio de su suegro
(v. 26).
44 5. "La copa con la que consulta los presagios": la adivinación por medio de líquidos es una
práctica bien atestiguada en el Antiguo Oriente, especialmente en Babilonia. El sonido o los
movimientos del agua al caer en la copa, o la figura que formaban las gotas de aceite
D
derramadas sobre el agua, eran interpretadas como signos o presagios. De allí que la
importancia del recipiente que llevaban los hermanos de José, fuera mayor que su valor
material.
46 34. "Los egipcios sienten abominación por todos los pastores": esta aclaración – que fue
LS
añadida al relato original– evoca el odio de los egipcios hacia un grupo de invasores
denominados Hicsos, nombre que significa "pastores".
una época en que esas tribus desempeñaban un papel destacado en la vida nacional. Esto
indica que el poema, en su forma definitiva, no es anterior al reino de David, aunque contiene
elementos mucho más antiguos. El carácter arcaico del texto, sumado a su estilo poético, hace
que su interpretación resulte extremadamente difícil.
O
10. "Hasta que llegue aquel a quien le pertenece y a quien los pueblos deben obediencia": esta
es la traducción probable de una frase enigmática, interpretada generalmente en sentido
mesiánico. Judá es la tribu del rey David. La dinastía davídica ejercerá la realeza -simbolizada
ST
en el "cetro" y el "bastón de mando"- hasta que llegue un rey ideal, que extenderá su dominio
sobre los pueblos. Estos le prestarán obediencia, y entonces habrá una paz y una abundancia
sin precedentes. Según una antigua interpretación judía, revalorizada por algunos exégetas
modernos, el texto debería traducirse: "hasta que le sea presentado el tributo y los pueblos le
rindan homenaje".
SY
Biblia Católica 81
<i>Se calcula que después de la muerte de José, los hebreos permanecieron en Egipto unos
trescientos años. Su rápido crecimiento provocó la reacción del Faraón y su propósito de
exterminarlos. Por eso los persiguió y los maltrató. En medio de la opresión, los descendientes
de Abraham clamaron al Señor, y el Señor se acordó de su Promesa y suscitó un Libertador.
Es Moisés, que va a ocupar un lugar preponderante en el resto del Pentateuco.
Moisés asume y cumple su misión, no sin grandes dificultades. "Él prefirió compartir los
O
sufrimientos del Pueblo de Dios, antes que gozar los placeres efímeros del pecado, y se
mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible" (Heb. 11. 25, 27). De ahí que se enfrentó
con el Faraón para exigirle la liberación de su Pueblo. En esa lucha, el Faraón personifica los
intereses mezquinos que se oponen a la libertad de los hijos de Dios. Moisés, por su parte, es
EM
el arquetipo de los que luchan por conseguir esa libertad. El dramatismo con que está
presentada semejante lucha, sobre todo en el relato de las plagas, pone bien en evidencia el
triunfo final de Dios.</i>.
</p>
D
LS
<p align=justify>
1 1 Los nombres de los israelitas que llegaron con Jacob a Egipto, cada uno con su familia,
son los siguientes: 2Rubén, Simeón, Leví y Judá, 3 Isacar, Zabulón y Benjamín, 4 Dan y
Neftalí, Gad y Aser. 5 Los descendientes de Jacob eran, en total, setenta personas. José ya
O
estaba en Egipto.
6 Después murieron José y sus hermanos, y toda aquella generación. 7 Pero los israelitas
fueron fecundos y se multiplicaron, hasta convertirse en una muchedumbre numerosa y muy
fuerte, que llenaba el país.
ST
8 Mientras tanto, asumió el poder en Egipto un nuevo rey, que no había conocido a José. 9 Él
dijo a su pueblo: "El pueblo de los israelitas es más numeroso y fuerte que nosotros. 10 Es
preciso tomar precauciones contra él, para impedir que siga multiplicándose. De lo contrario,
en caso de guerra se pondrá de parte de nuestros enemigos, combatirá contra nosotros y se
irá del país".11 Entonces los egipcios pusieron a Israel a las órdenes de capataces, para que lo
oprimieran con trabajos forzados. Así Israel construyó para el Faraón las ciudades de
SY
Biblia Católica 83
11 Siendo ya un hombre, Moisés salió en cierta ocasión a visitar a sus hermanos, y observó los
penosos trabajos a que estaban sometidos. También vio que un egipcio maltrataba a un
hebreo, a uno de sus hermanos. 12 Entonces dirigió una mirada a su alrededor, y como no
divisó a nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. 13 Al día siguiente regresó y encontró
a dos hebreos que se estaban peleando. "¿Por qué golpeas a tu compañero?", preguntó al
agresor. 14 Pero este le respondió: "¿Quién te ha constituido jefe o árbitro nuestro? ¿Acaso
piensas matarme como mataste al egipcio?". Moisés sintió temor y pensó: "Por lo visto, el
O
asunto ha trascendido".
15 En efecto, el Faraón se enteró de lo sucedido, y buscó a Moisés para matarlo. Pero este
huyó del Faraón, y llegó al país de Madián. Allí se sentó junto a un pozo.
EM
16 El sacerdote de Madián tenía siete hijas. Ellas fueron a sacar agua para llenar los
bebederos y dar de beber al rebaño de su padre. 17 De pronto llegaron unos pastores y las
echaron. Moisés, poniéndose de pie, salió en defensa de ellas y dio de beber a sus ovejas.
18Cuando llegaron al lugar donde estaba Reuel, su padre, este les preguntó: "¿Por qué hoy
han vuelto tan pronto?". 19 "Un hombre, un egipcio, le explicaron ellas, nos libró de los
pastores, nos sacó agua, y hasta dio de beber al rebaño". 20"¿Dónde está ese hombre?",
D
preguntó él a sus hijas. "¿Por qué lo dejaron allí? Invítenlo a comer". 21Moisés accedió a
quedarse en casa de aquel hombre, y este le dio como esposa a su hija Sipora. 22 Ella tuvo un
hijo, y Moisés lo llamó Gersón, porque dijo: "Fui un emigrante en tierra extranjera".
</p>
O
<p align=justify>
O
el Ángel del Señor en una llama de fuego, que salía de en medio de la zarza. Al ver que la
zarza ardía sin consumirse, 3 Moisés pensó: "Voy a observar este grandioso espectáculo. ¿Por
qué será que la zarza no se consume?". 4 Cuando el Señor vio que él se apartaba del camino
para mirar, lo llamó desde la zarza, diciendo: "¡Moisés, Moisés!". "Aquí estoy", respondió él.
5Entonces Dios le dijo: "No te acerques hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el suelo que
estás pisando es una tierra santa". 6 Luego siguió diciendo: "Yo soy el Dios de tu padre, el Dios
SY
de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob". Moisés se cubrió el rostro porque tuvo
miedo de ver a Dios.
Biblia Católica 85
<b> El poder dado por Dios a Moisés
4 1 Pero Moisés respondió: "¿Y si se niegan a creerme, y en lugar de hacerme caso, me dicen:
‘No es cierto que el Señor se te ha aparecido’?". 2 Entonces el Señor le preguntó: "¿Qué tienes
en la mano?". "Un bastón", respondió Moisés. 3 "Arrójalo al suelo", le ordenó el Señor. Y
cuando lo arrojó al suelo, el bastón se convirtió en una serpiente. Moisés retrocedió
atemorizado, 4pero el Señor le volvió a decir: "Extiende tu mano y agárrala por la cola". Así lo
O
hizo, y cuando la tuvo en su mano, se transformó nuevamente en un bastón. 5 "Así deberás
proceder, añadió el Señor, para que crean que el Señor, el Dios de tus padres, el Dios de
Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, se te ha aparecido".
EM
6 Después el Señor siguió diciéndole: "Mete tu mano en el pecho". Él puso su mano en el
pecho; y al sacarla, estaba cubierta de lepra, blanca como la nieve. 7 En seguida el Señor le
ordenó: "Vuelve a poner tu mano en el pecho". Así lo hizo Moisés; y cuando la retiró, ya había
recuperado nuevamente su color natural. 8 Entonces el Señor le dijo: "Si se niegan a creerte y
no se convencen ante la evidencia del primer prodigio, el segundo los convencerá. 9 Y si a
pesar de estos dos prodigios permanecen incrédulos y no te escuchan, saca del Nilo un poco
de agua y derrámala en la tierra; y al caer en la tierra, el agua que saques del Nilo se
D
convertirá en sangre".
10 Moisés dijo al Señor: "Perdóname, Señor, pero yo nunca he sido una persona elocuente: ni
LS
antes, ni a partir del momento en que tú me hablaste. Yo soy torpe para hablar y me expreso
con dificultad". 11 El Señor le respondió: "¿Quién dio al hombre una boca? ¿Y quién hace al
hombre mudo o sordo, capaz de ver o ciego? ¿No soy yo, el Señor? 12 Ahora ve: yo te asistiré
siempre que hables y te indicaré lo que debes decir". 13 Pero Moisés insistió: "Perdóname,
Señor, encomienda a otro esta misión". 14 El Señor se enojó con Moisés y exclamó: "¿Acaso
no tienes a tu hermano Aarón, el levita? Yo sé que él tiene facilidad de palabra. Ahora
justamente viene a tu encuentro, y al verte se llenará de alegría. 15 Tú le hablarás y harás que
O
sea tu portavoz. Yo los asistiré siempre que ustedes hablen, y les indicaré lo que deben hacer.
16 Él hablará al pueblo en tu nombre; será tu portavoz y tu serás un dios para él. 17 Lleva
también en tu mano este bastón, porque con él realizarás los prodigios".
O
18 Luego Moisés se alejó de allí y al regresar a la casa de Jetró, su suegro, le dijo: "Permíteme
volver a Egipto, donde están mis hermanos. Quiero ver si viven todavía". Jetró le respondió:
ST
"Puedes ir en paz".
19 El Señor dijo a Moisés en Madián: "Regresa a Egipto, porque ya han muerto todos los que
querían matarte". 20 Moisés tomó a su mujer y a sus hijos, los hizo montar en un asno, y
emprendió el camino de regreso a Egipto. En su mano llevaba el bastón de Dios. 21 El Señor
le dijo: "Mientras regresas a Egipto, considera todos los prodigios que yo te di el poder de
SY
realizar: tú los harás delante del Faraón. Pero yo voy a endurecer el corazón del Faraón, y él
no dejará salir al pueblo. 22 Entonces tú le dirás: Así habla el Señor: ‘Israel es mi hijo
Biblia Católica 87
mismos y tráiganla de donde puedan. Pero el rendimiento no deberá disminuir en lo más
mínimo’". 12 Entonces el pueblo se dispersó por todo el territorio de Egipto para recoger los
rastrojos, y abastecerse así de paja. 13 Los capataces, por su parte, los apremiaban diciendo:
"Terminen el trabajo que se les fijó para cada día, como lo hacían cuando les daban la paja".
14 Y los capataces del Faraón golpearon a los inspectores israelitas que ellos habían
designado, diciendo: "¿Por qué ayer y hoy no completaron la cantidad establecida de ladrillos,
como lo venían haciendo hasta ahora?".
O
<b> La queja de los inspectores hebreos
15 Los inspectores de los israelitas fueron a quejarse al Faraón, diciendo: "¿Por qué tratas así
EM
a tus servidores? 16No nos dan paja, no cesan de decirnos que hagamos ladrillos, y encima
nos golpean. Y tú tienes la culpa". 17Pero el Faraón respondió: "Ustedes son unos holgazanes,
sí, unos perfectos holgazanes. Por eso andan diciendo: ‘Déjanos ir a ofrecer sacrificios a
nuestro Dios’. 18 Ahora vayan a trabajar. Y no sólo no les darán más paja, sino que deberán
entregar la misma cantidad de ladrillos".
19 Cuando les anunciaron que no debían disminuir la producción de ladrillos establecida para
cada día, los inspectores israelitas se vieron en un grave aprieto. 20 Y al encontrarse con
D
Moisés y Aarón que los estaban esperando a la salida, 21 les dijeron: "Que el Señor fije su
mirada en ustedes y juzgue. Porque nos han hecho odiosos al Faraón y a sus servidores, y
han puesto en sus manos una espada para que nos maten".
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O
<p align=justify>
O
6 1 El Señor le respondió: "¡Ahora verás lo que haré al Faraón! Tendrá que dejarlos partir por
la fuerza, e incluso, se verá obligado a expulsarlos de su país".
2 Dios habló a Moisés y le dijo: "Yo soy el Señor. 3 Yo me aparecí a Abraham, a Isaac y a
Jacob como el Dios Todopoderoso, pero no me di a conocer a ellos con mi nombre ‘el Señor’.
4También establecí mi alianza con ellos, para darles la tierra de Canaán, esa tierra donde ellos
residieron como extranjeros. 5 Y cuando escuché los gemidos de los israelitas, esclavizados
por los egipcios, me acordé de mi alianza. 6 Por eso, anuncia esto a los israelitas: Yo soy el
SY
Señor. Yo los libraré de los trabajos forzados que les imponen los egipcios, los salvaré de la
esclavitud a que ellos los someten, y los rescataré con el poder de mi brazo, infligiendo
Biblia Católica 89
<b> La misión de Moisés y Aarón
28 El día en que el Señor habló a Moisés en Egipto, 29 le dijo: "Yo soy el Señor. Repite al
Faraón, el rey de Egipto, todo lo que yo te diga". 30 Pero Moisés puso al Señor este pretexto:
"Yo tengo dificultad para hablar. ¿Cómo me va a escuchar el Faraón?".
O
7 1 El Señor dijo a Moisés: "Yo hago de ti un dios para el Faraón, y Aarón, tu hermano, será tu
profeta. 2 Tú le comunicarás todo lo que yo te mande, y él hablará al Faraón, para que deje
salir de su país a los israelitas. 3Pero yo endureceré el corazón del Faraón, y así podré
EM
multiplicar mis signos y mis prodigios en Egipto. 4 El Faraón se resistirá a escucharlos, pero yo
descargaré mi mano sobre Egipto, y haré salir de allí a los israelitas –mi ejército y mi pueblo–
infligiendo severos y justos castigos. 5 Y cuando extienda mi mano sobre Egipto para hacer
salir de allí a los israelitas, los egipcios tendrán que reconocer que yo soy el Señor". 6 Moisés y
Aarón realizaron exactamente lo que el Señor les había ordenado. 7 Cuando se entrevistaron
con el Faraón, Moisés tenía ochenta años, y Aarón, ochenta y tres.
D
<b> Aarón y los magos de Egipto
8 El Señor dijo a Moisés y a Aarón: 9"Cuando el Faraón les pida que hagan un prodigio, tú le
dirás a Aarón: ‘Toma tu cayado y arrójalo delante del Faraón; y el cayado se convertirá en una
serpiente’". 10 Moisés y Aarón se presentaron entonces ante el Faraón e hicieron todo lo que
LS
el Señor les había ordenado. Aarón arrojó su cayado delante del Faraón y de sus servidores, y
el cayado se transformó en una serpiente. 11 El Faraón, a su vez, convocó a los sabios y
hechiceros; y los magos de Egipto, valiéndose de sus artes secretas, hicieron otro tanto. 12
Cada uno arrojó su bastón, y estos se transformaron en serpientes; pero el de Aarón devoró a
todos los demás. 13 A pesar de esto, el Faraón persistió en su obstinación y no los escuchó,
como el Señor lo había predicho.
O
14 El Señor dijo a Moisés: "El Faraón está obstinado y se resiste a dejar partir al pueblo. 15
Preséntate ante él mañana temprano, cuando salga para ir al río; espéralo a la orilla del Nilo,
O
en la mano, y las aguas se convertirán en sangre. 18 Los peces que hay en el Nilo morirán, y
el río dará un olor tan pestilente que los egipcios no podrán beber sus aguas’".
19 Luego el Señor dijo a Moisés: "Da esta orden a Aarón: ‘Toma tu bastón y extiende tu mano
sobre las aguas de Egipto –sobre sus ríos y sus canales, sus pantanos y todos sus depósitos
de agua– y que estas se conviertan en sangre a lo largo de todo Egipto, incluso las que están
SY
en recipientes de madera y de piedra’". 20 Moisés yAarón hicieron lo que el Señor les había
ordenado. Él levantó su bastón y golpeó las aguas del Nilo, a la vista del Faraón y de todos sus
Biblia Católica 91
12 El Señor dijo a Moisés: "Da esta orden a Aarón: ‘Extiende tu bastón y golpea el polvo del
suelo, para que se transforme en mosquitos a lo largo de todo Egipto’". 13 Aarón extendió la
mano empuñando su bastón, golpeó el polvo del suelo, y en seguida, nubes de mosquitos se
lanzaron contra la gente y los animales. Todo el polvo del suelo se transformó en mosquitos, a
lo largo de todo el país. 14 Los magos intentaron producir mosquitos, valiéndose de sus artes
secretas, pero no lo consiguieron. Los mosquitos atacaron a hombres y animales. 15 Entonces
dijeron al Faraón: "Aquí está el dedo de Dios". A pesar de esto, el Faraón persistió en su
O
obstinación y no los escuchó, como el Señor lo había predicho.
EM
16 El Señor dijo a Moisés: "Mañana temprano, cuando el Faraón salga para ir al río, preséntate
ante él y dile: ‘Así habla el Señor: Deja que mi pueblo vaya a rendirme culto. 17 Porque si te
niegas a dejarlo partir, yo enviaré contra ti, contra tus servidores, tu pueblo y tus casas, una
invasión de tábanos. Las casas de los egipcios y el suelo donde ellos habitan quedarán
atestados de tábanos. 18Pero al mismo tiempo, haré una excepción con la región de Gosen,
donde reside mi pueblo. Allí no habrá tábanos, para que sepas que yo, el Señor, estoy en
medio de este país. 19 Yo haré una distinción entre mi pueblo y el tuyo. Este signo sucederá
D
mañana’".
20 Así lo hizo el Señor, y una gran cantidad de tábanos se precipitó sobre el palacio del Faraón
y sobre las casas de sus servidores; y todo el territorio de Egipto fue devastado por los
tábanos. 21Entonces el Faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: "Pueden ir a
LS
ofrecer sacrificios a su Dios, pero que sea dentro del país". 22 Moisés respondió: "Eso no
puede ser. Porque los sacrificios que nosotros ofreceremos al Señor, nuestro Dios, son una
abominación para los egipcios. Y si nos ven ofrecer sacrificios que ellos consideran
abominables, nos matarán a pedradas. 23Haremos una marcha de tres días por el desierto, y
allí ofreceremos sacrificios al Señor, nuestro Dios, conforme a lo que él nos diga". 24 El Faraón
dijo: "Les permitiré que vayan a ofrecer sacrificios al Señor, su Dios, en el desierto, con tal de
que no se alejen demasiado. De paso, rueguen por mí". 25 "En cuanto salga, respondió
O
Moisés, rogaré al Señor, y mañana los tábanos se apartarán de ti, de tus servidores y de tu
pueblo; pero deja de una vez por todas de burlarte de nosotros, y no impidas que el pueblo
vaya a ofrecer sacrificios al Señor". 26 Luego Moisés se alejó de la presencia del Faraón, y oró
al Señor. 27El Señor hizo lo que Moisés le había pedido, y los tábanos se apartaron del
O
Faraón, de sus servidores y de su pueblo. No quedó ni siquiera uno. 28 Pero a pesar de eso, el
Faraón se obstinó una vez más, y no dejó partir al pueblo.
9 1 El Señor dijo a Moisés: "Ve a presentarte ante el Faraón y dile: ‘Así habla el Señor, el Dios
de los hebreos: Deja que mi pueblo salga a rendirme culto. 2 Porque si te resistes a dejarlo
partir y sigues reteniéndolo, 3 la mano del Señor enviará una peste mortífera contra el ganado
SY
que está en los campos: contra los caballos, los asnos, los camellos, los bueyes y el ganado
menor. 4 Pero el Señor hará una distinción entre el ganado de Israel y el de Egipto, de manera
Biblia Católica 93
El Señor tiene razón, mientras que yo y mi pueblo estamos equivocados. 28 Rueguen al Señor
que haga cesar los truenos y el granizo, y yo los dejaré partir. Ya no tendrán que permanecer
aquí más tiempo". 29 Moisés respondió: "Apenas salga de la ciudad, extenderé mis manos al
Señor, y cesarán los truenos y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra pertenece al
Señor. 30 Sin embargo, yo sé muy bien que ni tú ni tus servidores temen todavía al Señor
Dios". 31 En aquella oportunidad fueron destruidos el lino y la cebada, porque la cebada ya
había echado espigas, y el lino estaba florecido. 32 El trigo y la espelta, en cambio, como son
O
tardíos, escaparon a la destrucción.
33 Después que se alejó del Faraón, Moisés salió de la ciudad y extendió sus manos al Señor.
Entonces cesaron los truenos y el granizo, y no cayó más lluvia sobre la tierra. 34 Pero cuando
EM
el Faraón vio que la lluvia, el granizo y los truenos habían cesado, reincidió en su pecado y
endureció su corazón, lo mismo que sus servidores. 35 El Faraón se obstinó y no dejó partir a
los israelitas, como el Señor lo había predicho por medio de Moisés.
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D
<p align=justify>
manera la superficie del suelo, que nadie lo podrá ver. Devorarán el resto que se salvó del
granizo y acabarán con todos los árboles que crecen en los campos. 6 Invadirán tus palacios,
las residencias de tus servidores y las casas de todos los egipcios. Tus padres y tus abuelos
nunca experimentaron una cosa igual, desde que se instalaron en el país hasta el día de hoy’".
O
Y dándose vuelta, Moisés se alejó de la presencia del Faraón. 7 Los servidores del Faraón le
dijeron: "¿Hasta cuándo este hombre será un peligro para nosotros? Deja que esa gente salga
a rendir culto al Señor su Dios. ¿O todavía no te has dado cuenta de que Egipto está al borde
de la ruina?".
ST
8 Moisés y Aarón fueron conducidos nuevamente a la presencia del Faraón, y este les anunció:
"Pueden ir a rendir culto al Señor. Pero antes especifiquen quiénes son los que van a ir". 9
Moisés le respondió: "Iremos con nuestros jóvenes y nuestros ancianos, con nuestros hijos y
nuestras hijas, con nuestras ovejas y nuestras vacas, porque celebraremos una fiesta en honor
del Señor". 10 "¡Que el Señor esté con ustedes, así como yo los dejo partir con sus familias!",
SY
replicó el Faraón. "Sean testigos ustedes mismos de su mala fe. 11¡Así no! Que vayan los
hombres solos a rendir culto al Señor, ya que eso pretenden". Y en seguida los echaron de la
Biblia Católica 95
<b> El anuncio de la décima plaga
11 1 El Señor dijo a Moisés: "Voy a enviar contra el Faraón y contra Egipto una sola calamidad
más, y después él los dejará partir de aquí. Más aún, cuando los haga partir, los echará de
aquí definitivamente. 2 Mientras tanto, ordena al pueblo que cada hombre pida a su vecino, y
cada mujer a su vecina, objetos de plata y oro". 3 El Señor, por su parte, hizo que el pueblo se
ganara el favor de los egipcios, y el mismo Moisés llegó a gozar de gran prestigio en Egipto,
O
tanto entre los servidores del Faraón como entre el pueblo.
4 Moisés dijo: "Así habla el Señor: ‘Hacia la medianoche, yo saldré a recorrer Egipto, 5 y
morirán todos sus hijos primogénitos, desde el primogénito del Faraón, el que debe sucederle
EM
en el trono, hasta el primogénito de la esclava que maneja la máquina de moler, y todos los
primogénitos del ganado. 6Entonces resonará en todo Egipto un alarido inmenso, como nunca
lo hubo ni lo habrá jamás. 7 Pero contra los israelitas –ya sean hombres o animales– ni
siquiera ladrará un perro, para que ustedes sepan que el Señor hace una distinción entre Israel
y Egipto’. 8 Luego vendrán todos tus servidores a inclinarse ante mí, y me dirán: ‘¡Váyanse, tú
y el pueblo que está bajo tus órdenes!’. Después me iré". Y lleno de indignación, Moisés se
alejó de la presencia del Faraón.
D
9 Luego el Señor dijo a Moisés: "El Faraón no los escuchará, para que se multipliquen mis
prodigios en el país de Egipto". 10 Moisés y Aarón realizaron todos estos prodigios delante del
Faraón; pero el Señor le había endurecido el corazón, y él no dejó partir de su país a los
israelitas.
LS
<b> LA PASCUA Y LA SALIDA DE EGIPTO
sus grandes Fiestas, la de la Pascua, cuyo rito está detallado en esta parte del Éxodo.
</p>
Biblia Católica 97
21 Moisés convocó a todos los ancianos de Israel y les dijo: "Vayan a buscar un animal del
ganado menor para cada familia e inmolen la víctima pascual. 22Luego tomen un manojo de
plantas de hisopo, mójenlo en la sangre recogida en un recipiente, y marquen con la sangre el
dintel y los dos postes de las puertas; y que ninguno de ustedes salga de su casa hasta la
mañana siguiente. 23 Porque el Señor pasará para castigar a Egipto; pero al ver la sangre en
el dintel y en los dos postes, pasará de largo por aquella puerta, y no permitirá que el
Exterminador entre en sus casas para castigarlos.
O
24 Cumplan estas disposiciones como un precepto permanente, para ustedes y para sus hijos.
25 Cuando lleguen a la tierra que el Señor ha prometido darles, observen este rito. 26 Y
cuando sus hijos les pregunten qué significado tiene para ustedes este rito, 27 les
responderán: ‘Este es el sacrificio de la Pascua del Señor, que pasó de largo en Egipto por las
EM
casas de los israelitas, cuando castigó a los egipcios y salvó a nuestras familias’".
D
29 A medianoche, el Señor exterminó a todos los primogénitos en el país de Egipto, desde el
primogénito del Faraón –el que debía sucederle en el trono– hasta el primogénito del que
estaba preso en la cárcel, y a todos los primogénitos del ganado. 30 El Faraón se levantó
aquella noche lo mismo que todos sus servidores y todos los egipcios, y en Egipto resonó un
alarido inmenso, porque no había ninguna casa donde no hubiera un muerto.
LS
<b> Los preparativos para la partida
31 Esa misma noche, el Faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: "Salgan
inmediatamente de en medio de mi pueblo, ustedes y todos los israelitas, y vayan a dar culto al
Señor, como lo habían pedido. 32 Tomen también sus ovejas y sus vacas, puesto que así lo
quieren, y váyanse. Imploren una bendición también para mí". 33 Los egipcios, por su parte,
O
urgían al pueblo para obligarlo a salir del país lo antes posible, porque decían: "De lo contrario,
todos moriremos". 34 El pueblo recogió la masa para el pan antes que fermentara, y
envolviendo en sus mantos los utensilios de cocina, los cargaron sobre sus hombros. 35
Además, los israelitas hicieron lo que Moisés les había ordenado: pidieron a los egipcios
O
objetos de oro y plata, y también ropa, 36 y el Señor hizo que el pueblo se ganara el favor de
los egipcios, los cuales accedieron a su pedido. De este modo, los israelitas despojaron a los
egipcios.
ST
37 Los israelitas partieron de Ramsés en dirección a Sucot. Eran unos seiscientos mil hombres
de a pie, sin contar sus familias. 38 Con ellos iba también una multitud heterogénea, y una
gran cantidad de ganado mayor y menor. 39Como la pasta que habían traído de Egipto no
había fermentado, hicieron con ella galletas ácimas. Al ser expulsados de Egipto no pudieron
SY
Biblia Católica 99
siguiente explicación: "Esto es así, a causa de lo que el Señor hizo por mí cuando salí de
Egipto". 9 Este rito será como un signo en tu mano y como un memorial ante tus ojos, para que
la ley del Señor esté siempre en tus labios; porque el Señor te sacó de Egipto con mano
poderosa. 10Observa cada año esta prescripción, a su debido tiempo.
O
11 Cuando el Señor te introduzca en el país de los cananeos, como lo juró a ti y a tus padres, y
cuando te lo haya dado, 12 consagrarás al Señor todos los primogénitos; y el primogénito de
tus animales, si es macho, también pertenecerá al Señor. 13 Al primogénito del asno, en
cambio, lo rescatarás con un cordero; y si no lo rescatas, deberás desnucarlo. También
EM
rescatarás a tu hijo primogénito. 14 Y cuando, el día de mañana, tu hijo te pregunte qué
significa esto, tú le responderás: "Con el poder de su mano, el Señor nos sacó de Egipto,
donde fuimos esclavos. 15 Como el Faraón se había obstinado en no dejarnos partir, el Señor
hizo morir a todos los primogénitos de Egipto, hombres y animales. Por eso yo inmolo al Señor
todos los primogénitos machos de mi ganado, y rescato a mi hijo primogénito". 16 Esto será
como un signo en tu mano y como una marca sobre tu frente, porque el Señor nos hizo salir de
Egipto con el poder de su mano.
D
<b> La salida de los israelitas:desde Sucot hasta Etám
17 Cuando el Faraón dejó partir al pueblo, Dios no lo llevó por la ruta que atraviesa el país de
los filisteos, aunque es la más directa, porque pensó: "Es posible que al verse atacados se
LS
arrepientan y regresen a Egipto". 18 Por eso les hizo dar un rodeo, y los llevó hacia el Mar Rojo
por el camino del desierto. Al salir de Egipto, los israelitas iban muy bien equipados.
19 Moisés tomó consigo los restos de José, porque este había comprometido a los israelitas
con un juramento solemne, diciéndoles: "El Señor vendrá a visitarlos, y entonces ustedes se
llevarán mis huesos de aquí".
O
20 Después que partieron de Sucot, acamparon en Etám, al borde del desierto. 21 El Señor iba
al frente de ellos, de día en una columna de nube, para guiarlos por el camino; y de noche en
una columna de fuego, para iluminarlos, de manera que pudieran avanzar de día y de noche.
22 La columna de nube no se apartaba del pueblo durante el día, ni la columna de fuego
O
durante la noche.
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ST
<p align=justify>
acampen delante de Pihajirot, entre Migdol y el mar, frente a Baal Sefón. Acampen a orillas del
mar, frente al lugar indicado. 3 Así el Faraón creerá que ustedes vagan sin rumbo por el país y
O
26 El Señor dijo a Moisés: "Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas se vuelvan
contra los egipcios, sus carros y sus guerreros". 27 Moisés extendió su mano sobre el mar y, al
amanecer, el mar volvió a su cauce. Los egipcios ya habían emprendido la huida, pero se
encontraron con las aguas, y el Señor los hundió en el mar. 28 Las aguas envolvieron
EM
totalmente a los carros y a los guerreros de todo el ejército del Faraón que habían entrado en
medio del mar para perseguir a los israelitas. Ni uno solo se salvó. 29 Los israelitas, en
cambio, fueron caminando por el cauce seco del mar, mientras las aguas formaban una
muralla, a derecha e izquierda.
30 Aquel día, el Señor salvó a Israel de las manos de los egipcios. Israel vio los cadáveres de
los egipcios que yacían a la orilla del mar, 31 y fue testigo de la hazaña que el Señor realizó
D
contra Egipto. El pueblo temió al Señor, y creyó en él y en Moisés, su servidor.
</p>
LS
<p align=justify>
15 1 Entonces Moisés y los israelitas entonaron este canto en honor del Señor:
O
él me salvó.
ST
un guerrero, su nombre es ‘Señor’.4 Él arrojó al mar los carros del Faraón y su ejército, lo
mejor de sus soldadosse hundió en el Mar Rojo. 5 El abismo los cubrió, cayeron como una
SY
piedraen lo profundo del mar. 6 Tu mano, Señor, resplandece por su fuerza, tu mano, Señor,
O
No es de extrañar, por lo tanto, que Israel haya llegado a añorar las aparentes
"ventajas" de la esclavitud.
A pesar de todo, Dios camina siempre junto a su Pueblo y no le deja faltar lo necesario.
EM
Para saciar su hambre "hizo llover sobre ellos el maná" (Sal. 78. 24) y para calmar su
sed "partió las rocas en el desierto" (Sal. 78. 15). Por eso, y más allá de todas las
infidelidades, la marcha por el desierto será para Israel el tiempo ideal de sus relaciones
con Dios, el tiempo de su "primer amor", como lo reconocerán Oseas, Jeremías y
Ezequiel. Es en el desierto donde el Pueblo elegido, bajo la guía de Moisés, fue
tomando conciencia comunitaria y adquiriendo su identidad religiosa frente a los otros
pueblos.
D
<b> Las aguas de Mará
22 Moisés hizo partir a los israelitas del Mar Rojo. Ellos se dirigieron hacia el desierto de Sur, y
después de caminar tres días por ese desierto sin encontrar agua, 23 llegaron a Mará, pero no
LS
pudieron beber el agua porque era amarga. De allí procede el nombre de Mará – que significa
"Amarga"– dado a ese lugar. 24 Y el pueblo se puso a protestar contra Moisés, diciendo:
"¿Qué vamos a beber ahora?". 25 Moisés invocó al Señor, y el Señor le indicó un árbol. Moisés
arrojó un trozo de él en el agua, y esta se volvió dulce.
Allí el Señor les impuso una legislación y un derecho, y allí los puso a prueba. 26Luego les dijo:
"Si escuchas realmente la voz del Señor, tu Dios, y practicas lo que es recto a sus ojos, si
O
prestas atención a sus mandamientos y observas todos sus preceptos, no te infligiré ninguna
de las enfermedades que envié contra Egipto, porque yo, el Señor, soy el que te da la salud".
27 Después llegaron a Elím, un lugar donde había doce fuentes y setenta palmeras, y allí
O
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ST
<p align=justify>
16 1 Luego partieron de Elím, y el día quince del segundo mes después de su salida de Egipto,
toda la comunidad de los israelitas llegó al desierto de Sin, que está entre Elím y el Sinaí.
O
el séptimo día, el sábado, no habrá nada". 27 A pesar de esta advertencia, algunos salieron a
recogerlo el séptimo día, pero no lo encontraron. 28El Señor dijo a Moisés: "¿Hasta cuando se
resistirán a observar mis mandamientos y mis leyes? 29 El Señor les ha impuesto el sábado, y
por eso el sexto día les duplica la ración. Que el séptimo día todos permanezcan en su sitio y
EM
nadie se mueva del lugar donde está". 30Y el séptimo día, el pueblo descansó.
31 La casa de Israel llamó "maná" a ese alimento. Era blanco como la semilla de cilantro y
tenía un gusto semejante al de las tortas amasadas con miel.
D
32 Después Moisés dijo: "El Señor ordena lo siguiente: Llenen de maná un recipiente de unos
cuatro litros, y consérvenlo para que sus descendientes vean el alimento que les di de comer
cuando los hice salir de Egipto". 33 Y Moisés dijo a Aarón: "Toma un recipiente, coloca en él
unos cuatro litros de maná y deposítalo delante del Señor, a fin de conservarlo para las
generaciones futuras". 34 Aarón puso en el recipiente la cantidad de maná que el Señor había
LS
ordenado a Moisés, y lo depositó delante del Arca del Testimonio, a fin de que se conservara.
35 Los israelitas comieron el maná durante cuarenta años, hasta que llegaron a una región
habitada. Así se alimentaron hasta su llegada a los límites de Canaán. 36.
17 1 Toda la comunidad de los is-raelitas partió del desierto de Sin y siguió avanzando por
etapas, conforme a la orden del Señor. Cuando acamparon en Refidím, el pueblo no tenía
agua para beber. 2 Entonces acusaron a Moisés y le dijeron: "Danos agua para que podamos
beber". Moisés les respondió: "¿Por qué me acusan? ¿Por qué provocan al Señor?". 3 Pero el
O
pueblo, torturado por la sed, protestó contra Moisés diciendo: "¿Para qué nos hiciste salir de
Egipto? ¿Sólo para hacernos morir de sed, junto con nuestros hijos y nuestro ganado?".
4 Moisés pidió auxilio al Señor, diciendo: "¿Cómo tengo que comportarme con este pueblo, si
ST
falta poco para que me maten a pedradas?". 5 El Señor respondió a Moisés: "Pasa delante del
pueblo, acompañado de algunos ancianos de Israel, y lleva en tu mano el bastón con que
golpeaste las aguas del Nilo. Ve, 6porque yo estaré delante de ti, allá sobre la roca, en Horeb.
Tú golpearás la roca, y de ella brotará agua para que beba el pueblo". Así lo hizo Moisés, a la
vista de los ancianos de Israel.
SY
7 Aquel lugar recibió el nombre de Masá –que significa "Provocación"– y de Meribá – que
significa "Querella"– a causa de la acusación de los israelitas, y porque ellos provocaron al
O
13 Al día siguiente, Moisés se sentó para juzgar los asuntos que le presentaba el pueblo,
mientras la gente permanecía de pie junto a él, de la mañana a la noche. 14 Su suegro, al ver
todo lo que él hacía por el pueblo, le preguntó: "¿Qué significa eso que haces con el pueblo?
¿Por qué lo haces tú solo, mientras la gente se queda de pie junto a ti, de la mañana a la
EM
noche?". 15 Moisés respondió a su suegro: "Esa gente acude a mí para consultar a Dios.
16Cuando tienen un pleito, acuden a mí. Entonces yo decido quién tiene razón, y les doy a
conocer las disposiciones y las instrucciones de Dios". 17 El suegro de Moisés le dijo: "Lo que
haces no está bien. 18 Así quedarán completamente agotados, tú y toda esa gente que está
contigo. Esa tarea es demasiado pesada para ti, y tú solo no puedes realizarla. 19 Ahora
escúchame. Yo te daré un consejo, y que Dios esté contigo. Tú debes representar al pueblo
delante de Dios y exponerle los asuntos de la gente. 20 Al mismo tiempo, tienes que
D
inculcarles los preceptos y las instrucciones de Dios, y enseñarles el camino que deben seguir
y la manera cómo deben comportarse. 21 Pero además tienes que elegir, entre todo el pueblo,
a algunos hombres capaces, temerosos de Dios, dignos de confianza e insobornables, para
constituirlos jefes del pueblo: jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez personas. 22 Ellos
administrarán justicia al pueblo permanentemente. Si hay algún caso difícil, que te lo traigan a
LS
ti, pero que juzguen por sí mismos los casos de menor importancia. De esa manera, se aliviará
tu carga, y ellos la compartirán contigo. 23 Si obras así, y Dios te da sus órdenes, tú podrás
resistir y toda esa gente regresará en paz a sus hogares".
24 Moisés siguió el consejo de su suegro y puso en práctica todo lo que él le había indicado.
25 Entre todos los israelitas, eligió a algunas personas capaces, y las puso como jefes del
pueblo: jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez personas, 26 que administraban justicia al
O
pueblo permanentemente. Ellos presentaban a Moisés los asuntos más difíciles, y juzgaban
por sí mismos las cuestiones de menor importancia. 27 Luego Moisés despidió a su suegro, y
este regresó a su país.
O
él. En virtud de esta Alianza, el Señor se une a Israel con un vínculo particular y lo
convierte en "su" Pueblo, el Pueblo consagrado a su servicio entre todas las naciones
de la tierra. Así el designio del Señor comienza a desarrollarse como un "diálogo" entre
Dios y el hombre. La Alianza del Señor con Israel no es un pacto entre iguales: la
iniciativa pertenece al Señor, que manifiesta su bondad obrando maravillas. Pero al
hombre le toca responder y comprometerse, asumiendo con gratitud y fidelidad el
SY
9 El Señor dijo a Moisés: "Yo vendré a encontrarme contigo en medio de una densa nube, para
que el pueblo pueda escuchar cuando yo te hable. Así tendrá en ti una confianza a toda
prueba". Y Moisés comunicó al Señor las palabras del pueblo. 10 Luego añadió: "Ve adonde
está el pueblo y ordénales que se purifiquen hoy y mañana. Que laven su ropa 11 y estén
preparados para pasado mañana. Porque al tercer día el Señor descenderá sobre la montaña
O
del Sinaí, a la vista de todo el pueblo. 12 Fija también un límite alrededor del pueblo, haciendo
esta advertencia: ‘Cuídense de subir a la montaña y hasta de tocar sus bordes, porque todo el
que toque la montaña será castigado con la muerte. 13 Pero nadie pondrá su mano sobre el
culpable, sino que deberá ser apedreado o muerto a flechazos; sea hombre
EM
o animal, no quedará vivo. Y cuando suene la trompeta, ellos subirán a la montaña’".
14 Moisés bajó de la montaña y ordenó al pueblo que se sometiera a las purificaciones rituales.
Todos lavaron su ropa, 15 y luego les dijo: "Estén preparados para pasado mañana. Mientras
tanto, absténganse de tener relaciones sexuales".
<b> La teofanía
D
16 Al amanecer del tercer día, hubo truenos y relámpagos, una densa nube cubrió la montaña
y se oyó un fuerte sonido de trompeta. Todo el pueblo que estaba en el campamento se
estremeció de temor. 17 Moisés hizo salir al pueblo del campamento para ir al encuentro de
Dios, y todos se detuvieron al pie de la montaña. 18 La montaña del Sinaí estaba cubierta de
LS
humo, porque el Señor había bajado a ella en el fuego. El humo se elevaba como el de un
horno, y toda la montaña temblaba violentamente. 19 El sonido de la trompeta se hacía cada
vez más fuerte. Moisés hablaba, y el Señor le respondía con el fragor del trueno. 20 El Señor
bajó a la montaña del Sinaí, a la cumbre de la montaña, y ordenó a Moisés que subiera a la
cumbre. Moisés subió, 21 y el Señor le dijo: "Baja y ordena al pueblo que no traspase los
límites para ver al Señor, porque muchos de ellos perderían la vida. 22 Incluso los sacerdotes
que se acerquen al Señor deberán purificarse, para que el Señor no les quite la vida". 23
O
Moisés le respondió: "El pueblo no se atreverá a subir a la montaña del Sinaí, porque tú se lo
prohibiste cuando mandaste poner un límite alrededor de la montaña y declararla sagrada". 24
El Señor le dijo: "Baja en seguida y vuelve después en compañía de Aarón. Pero que los
sacerdotes y el pueblo no traspasen los límites para subir adonde está el Señor, no sea que él
O
les quite la vida". 25 Moisés bajó adonde estaba el pueblo y les dijo todas estas cosas.
ST
</p>
SY
O
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EM
<p align=justify>
2 Si compras un esclavo hebreo, él prestará servicios durante seis años, y al séptimo año,
D
quedará en libertad sin pagar nada. 3 Si entró solo, saldrá solo; si tenía mujer, su mujer saldrá
con él. 4Si su dueño le dio una mujer y ella le dio hijos o hijas, la mujer y los hijos serán para
su dueño, y él se irá solo. 5 Pero si el esclavo declara expresamente: "Yo amo a mi señor, a mi
mujer y a mis hijos, y por eso no quiero quedar en libertad", 6 su dueño lo presentará delante
de Dios, lo acercará a la puerta de su casa o al poste de la puerta, y le perforará la oreja con
LS
una lezna. Así el esclavo quedará a su servicio para siempre.
7 Si un hombre vende a su hija como esclava, ella no saldrá en libertad como salen los
esclavos. 8 Si después desagrada a su dueño, y él ya no la quiere para sí, permitirá que la
rescaten, pero no podrá venderla a extranjeros por haberla defraudado. 9 Si el dueño la
destina a su hijo, la tratará según el derecho de las hijas. 10 Si toma para sí otra mujer, no
deberá reducir la comida, la ropa y los derechos conyugales de la primera. 11 Y si la priva de
O
estas tres cosas, ella podrá irse gratuitamente, sin pagar nada.
12 El que hiera mortalmente a un hombre será castigado con la muerte. 13 Si no lo hizo con
premeditación, sino que Dios dispuso que cayera bajo su mano, yo te señalaré un lugar donde
podrá refugiarse el homicida. 14 Pero si alguien tiene la osadía de matar alevosamente a su
prójimo, hasta de mi altar deberás sacarlo para que muera.
ST
O
una oveja– se encuentra vivo en su poder, tendrá que restituir el doble.
4 Si alguien hace pastar su ganado en un campo o una viña, y lo deja suelto de manera que
este va a pastar también en campo ajeno, deberá indemnizar con los mejores productos de su
EM
campo y de su viña.
6 Si un hombre entrega a otro en depósito dinero o algún objeto, y alguien los roba de la casa
D
de este último, el ladrón, si es descubierto, restituirá el doble. 7 Si no se logra descubrir al
ladrón, el dueño de la casa se presentará ante Dios para atestiguar que no ha puesto su mano
sobre los bienes del otro.
8 En todo asunto delictivo referente a un buey, un asno, una oveja, un traje o cualquier objeto
LS
desaparecido, del cual su propietario pueda decir: "Indudablemente es este", el litigio será
llevado ante Dios; y aquel a quien Dios declare culpable, restituirá al otro el doble.
9 Si alguien entrega a otra persona un asno, un buey, una oveja o cualquier otro animal para
su custodia, y el animal muere, sufre una fractura o es sustraído en ausencia de testigos, 10 el
depositario deberá jurar por el Señor que no ha puesto su mano sobre la propiedad ajena. El
propietario aceptará el juramento, y aquel no estará obligado a indemnizar. 11 Pero si el animal
O
13 Si alguien pide prestado un animal, y este sufre una fractura o muere en ausencia de su
dueño, el que lo recibió en préstamo deberá indemnizar. 14 Si su dueño estaba presente, no
estará obligado a hacerlo. Si lo había alquilado, le pagará el precio del alquiler.
ST
15 Si un hombre seduce a una mujer virgen que no está desposada y se acuesta con ella,
deberá tomarla por esposa pagando el precio debido. 16 Si el padre de la joven se niega a
dársela, el seductor pagará una suma equivalente al precio estipulado para casarse con una
virgen.
SY
9 No oprimirás al extranjero. Ustedes saben muy bien lo que significa ser extranjero, ya que lo
fueron en Egipto.
O
10 Durante seis años sembrarás tus tierras y recogerás sus productos. 11 Al séptimo año, les
darás un descanso y las dejarás sin cultivar. Allí encontrarán su alimento tus compatriotas
indigentes, y los animales del campo comerán el resto. Lo mismo harás con tus viñas y tus
EM
olivares.
12 Durante seis días harás tus trabajos, pero el séptimo deberás descansar, a fin de que
reposen tu buey y tu asno, y el hijo de tu esclava y el extranjero tengan un respiro.
13 Ustedes observarán todo lo que les he dicho. Ni siquiera pronunciarán el nombre de otros
dioses: que nadie lo oiga en boca de ustedes.
D
<b> Las fiestas religiosas de Israel
14 Tres veces al año celebrarás una fiesta en mi honor. 15 Celebrarás la fiesta de los Ácimos.
Durante siete días comerás pan sin levadura, como te lo he mandado, en el tiempo señalado
del mes de Abib, porque en ese mes saliste de Egipto. Y nadie se presentará ante mí con las
LS
manos vacías. 16 También celebrarás la fiesta de la Cosecha, o sea, de las primicias de tus
trabajos, de lo que hayas sembrado en los campos. Y al comienzo del año, cuando recojas los
frutos de tu trabajo, celebrarás la fiesta de la Recolección. 17 Todos los varones se
presentarán delante del Señor tres veces al año.
18 No acompañarás con pan fermentado la sangre de mis sacrificios, ni dejarás para el día
siguiente la grasa de la víctima ofrecida en mi fiesta.
19 Llevarás a la Casa del Señor, tu Dios, lo mejor de los primeros frutos de tu suelo. No harás
O
20 Yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te proteja en el camino y te conduzca hasta
el lugar que te he preparado. 21 Respétalo y escucha su voz. No te rebeles contra él, porque
no les perdonará las transgresiones, ya que mi Nombre está en él. 22 Si tú escuchas
realmente su voz y haces todo lo que yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y adversario
de tus adversarios. 23Entonces mi ángel irá delante de ti y te introducirá en el país de los
amorreos, los hititas, los perizitas, los cananeos, los jivitas y los jebuseos, y yo los exterminaré.
SY
24 No te postrarás delante de sus dioses ni los servirás; no imitarás sus costumbres, sino que
derribarás y harás pedazos sus piedras conmemorativas. 25Ustedes servirán al Señor, su
La nube cubrió la montaña, 16 y la gloria del Señor se estableció sobre la montaña del Sinaí,
que estuvo cubierta por la nube durante seis días. Al séptimo día, el Señor llamó a Moisés
desde la nube. 17 El aspecto de la gloria del Señor era a los ojos de los israelitas como un
fuego devorador sobre la cumbre de la montaña. 18 Moisés entró en la nube y subió a la
O
montaña. Allí permaneció cuarenta días y cuarenta noches.
<b> LA ORGANIZACIÓN DEL CULTO
EM
Pueblo sacerdotal, consagrado al culto del verdadero Dios. Estas prescripciones rituales
son presentadas como provenientes directamente del Señor. Pero ese modo de hablar
no se debe tomar al pie de la letra. Se trata, más bien, de un procedimiento literario para
indicar que dichas normas expresan la voluntad de Dios y llevan el sello de la autoridad
divina.
Estas leyes presuponen la tradición cultual del Templo de Jerusalén, gestada a lo largo
D
de siglos, y fijada definitivamente por escrito después del exilio babilónico. Si su
promulgación se pone en boca de Moisés, es porque las instituciones cultuales, lo
mismo que el resto de la legislación, derivan del impulso dado por él a Israel en los
albores de su historia.
LS
La solemne majestad del culto israelita contrasta con las formas simples y espontáneas
que parecerían caracterizar a un culto "en espíritu y en verdad" (Jn. 4. 23). Pero sería
falso pensar que detrás de esta minuciosa codificación –semejante en muchos puntos a
la de Ez. 40-48- no hay nada más que un formalismo ritualista. Una lectura que tenga en
cuenta no sólo la "letra", sino el "espíritu" de estos viejos textos, podrá auscultar en ellos
el latido de una auténtica religiosidad, dominada por el sentimiento de la infinita santidad
de Dios.
O
</p>
O
<p align=justify>
2 Ordena a los israelitas que me preparen una ofrenda. Después ustedes la recibirán de todos
aquellos que vengan a traerla voluntariamente. 3 Las ofrendas que recogerán son estas: oro,
plata y bronce; 4 púrpura violeta, púrpura escarlata y carmesí; lino fino y pelo de cabra; 5
SY
cueros de carnero teñidos de rojo, pieles finas y madera de acacia; 6aceite para las lámparas,
perfumes para el óleo de la unción y para el incienso aromático; 7 piedras de ónix y piedras de
O
que te fue mostrado en la Montaña.
</p>
EM
<p align=justify>
D
<b> La Morada
LS
26 1 Para la construcción de la Morada emplearás diez cortinados de lino fino reforzado, de
púrpura violeta, púrpura roja y carmesí, con figuras de querubines diseñadas artísticamente. 2
Cada cortinado tendrá catorce metros de largo por dos de ancho. Todos serán de las mismas
dimensiones, 3 y estarán unidos entre sí en dos grupos de cinco cortinados cada uno. 4
Además, en el borde del último cortinado de la primera serie, pondrás unas presillas de
púrpura violeta, y lo mismo harás en el borde del que está en el extremo de la segunda serie.
5Pondrás cincuenta presillas en uno y cincuenta en otro, de tal manera que las presillas se
O
correspondan unas con otras. 6 Después harás cincuenta ganchos de oro, y con ellos unirás
los cortinados entre sí, a fin de que la Morada forme un todo.
7 También harás once toldos de pelo de cabra, para cubrir la Morada, a manera de carpa. 8
O
Cada uno de estos toldos medirá quince metros de largo por dos de ancho: todos tendrán las
mismas dimensiones. 9 Luego unirás separadamente cinco de estos toldos en una parte y seis
en la otra, y doblarás el sexto toldo sobre el frente de la carpa. 10Después pondrás cincuenta
presillas en el borde del toldo que cierra el primer conjunto, y otras cincuenta en el borde del
ST
que cierra el segundo conjunto. 11Además, harás cincuenta ganchos de bronce y los
introducirás en las presillas: así unirás la carpa, de manera que forme un todo.
O
altar, de manera que la red llegue desde abajo hasta la mitad del altar. 6 Le harás, asimismo,
unas andas de madera de acacia revestidas de bronce. 7 Y cuando haya que transportar el
altar, las andas se pasarán por las argollas que están a ambos lados de él. 8 Harás el altar de
tablas, hueco por dentro, y en su ejecución te ajustarás al modelo que te fue mostrado en la
EM
Montaña.
9 También harás el atrio de la Morada. Por el lado sur, en dirección al Négueb, el atrio tendrá
unas cortinas de lino fino reforzado, dispuestas a lo largo de cincuenta metros. 10 Sus veinte
columnas se apoyarán sobre veinte bases de bronce, y estarán provistas de ganchos y varillas
D
de plata. 11 A lo largo del lado norte, las cortinas tendrán igualmente una longitud de cincuenta
metros, y estarán sostenidas por veinte columnas apoyadas sobre veinte bases de bronce, y
provistas de ganchos y varillas de plata. 12 A lo ancho del atrio, por el lado oeste, habrá
veinticinco metros de cortinas, con diez columnas y sus respectivas bases. 13 Y sobre el lado
este, hacia el oriente, el ancho del atrio medirá veinticinco metros. 14 Las cortinas colocadas a
LS
un lado de la entrada medirán siete metros y medio de longitud, y allí habrá tres columnas y
tres bases. 15 Las del otro lado tendrán las mismas medidas, también con tres columnas y sus
respectivas bases.
lino fino reforzado, recamado artísticamente, hará las veces de puerta. Este cortinado colgará
de cuatro columnas apoyadas sobre cuatro bases. 17 Todas las columnas que rodean el atrio
estarán unidas por varillas de plata; sus ganchos serán de plata y sus bases de bronce. 18 El
atrio tendrá cincuenta metros de largo, por veinticinco de ancho y dos y medio de alto. Todas
O
sus cortinas serán de lino fino reforzado y sus bases de bronce. 19Los utensilios para el
servicio litúrgico de la Morada, lo mismo que sus estacas y las del atrio serán también de
bronce.
ST
20 Ordenarás a los israelitas que te traigan aceite puro de oliva molida para el candelero, a fin
de alimentar constantemente una lámpara. 21 Aarón y sus hijos lo deberán preparar en la
Carpa del Encuentro, fuera del velo que está delante del Arca del Testimonio, para que arda en
la presencia del Señor, desde la tarde hasta la mañana. Este es un decreto irrevocable para
SY
O
parte de adelante. 26 Harás, asimismo, dos argollas de oro y las ajustarás a los dos extremos
inferiores del pectoral, sobre el borde interior, el que da hacia el efod. 27 También forjarás
otras dos argollas de oro, adhiriéndolas a las dos hombreras del efod, por la parte de adelante
y bien hacia abajo, o sea, cerca de la costura y encima del cinturón. 28Así el pectoral se podrá
EM
sujetar haciendo pasar, entre sus argollas y las argollas del efod, un cordón de púrpura violeta,
para que el pectoral quede fijo sobre el cinturón y no se desprenda del efod. 29Cada vez que
Aarón entre en el Santuario, llevará sobre su corazón, en el pectoral del juicio de Dios, los
nombres de los hijos de Israel, para mantener siempre vivo el recuerdo de ellos en la presencia
del Señor. 30 En el pectoral del juicio de Dios introducirás, además, el Urím y el Tumím, a fin
de que Aarón los tenga sobre su pecho cuando se presente delante del Señor. Así Aarón
llevará siempre sobre su pecho, en la presencia del Señor, el dictamen de Dios para los
D
israelitas.
<b> El manto
31 También harás el manto del efod, todo de púrpura violeta. 32 En el centro tendrá una
LS
abertura para que pueda pasar la cabeza; y esa abertura tendrá un dobladillo alrededor, como
el cuello de una cota de guerrero, para que no se rasgue. 33Adornarás el ruedo con granadas
de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y de lino fino reforzado, intercaladas con
campanillas de oro. 34 Las campanillas de oro y las granadas estarán dispuestas
alternadamente, una al lado de otra, a lo largo de todo el ruedo. 35 Aarón irá revestido del
manto para ejercer su función sacerdotal, y el sonido de las campanillas tendrá que oírse
cuando entre en el Santuario, delante del Señor, y cuando salga de él. Así no morirá.
O
36 Además harás una flor de oro puro, y grabarás en ella, como se graban los sellos:
O
"Consagrado al Señor". 37 La sujetarás con una cinta de púrpura violeta, y así quedará fija
sobre la parte delantera del turbante. 38 Aarón la llevará sobre su frente, para que pueda
cargar con las faltas que los israelitas cometan al presentar sus ofrendas sagradas; y la flor
estará siempre sobre su frente para que esas ofrendas sean aceptables al Señor. 39 Tejerás la
ST
túnica con lino fino, y también harás un turbante de lino fino y una faja recamada
artísticamente.
40 Harás túnicas, fajas y mitras para los hijos de Aarón, a fin de que estén magníficamente
SY
ataviados. 41 Así vestirás a tu hermano Aarón y a sus hijos. Luego los ungirás, los investirás y
los consagrarás para que ejerzan mi sacerdocio. 42 También les harás unos pantalones de lino
O
22 Luego tomarás la grasa de este carnero: la grasa de la cola, la que cubre las entrañas, la
protuberancia del hígado, los dos riñones y la grasa que está sobre ellos, y también la pata
derecha, porque se trata del carnero ofrecido para la investidura de los sacerdotes.
23Recogerás además un pan redondo, una torta cocida en aceite y una galleta de la canasta
EM
de los panes ácimos, que está delante del Señor; 24 depositarás todo esto en las manos de
Aarón y de sus hijos, y realizarás el gesto de presentación delante del Señor. 25Recogerás
nuevamente todo esto y lo quemarás sobre el altar junto con el holocausto, como perfume
agradable al Señor. Esta es una ofrenda que se quema para el Señor.
26 Tomarás también el pecho del carnero que se inmola para la investidura de Aarón y
realizarás con él el gesto de presentación delante del Señor. Esta será tu parte. 27 Tú
D
santificarás el pecho de la presentación y la pierna de la ofrenda, es decir, la parte presentada
y ofrecida del carnero inmolado con motivo de la investidura de Aarón y de sus hijos. 28 Esta
será la parte que Aarón y sus hijos recibirán de los israelitas, según un decreto irrevocable.
Porque es una ofrenda que los israelitas deberán separar de sus sacrificios de comunión,
como ofrenda reservada al Señor.
LS
29 Las vestiduras sagradas de Aarón pasarán después a sus hijos, que las vestirán al recibir la
unción y la investidura. 30 Y el hijo que lo suceda como sacerdote, cuando entre en la Carpa
del Encuentro para el culto del Santuario, las vestirá durante siete días.
35 Esto es lo que harás con Aarón y sus hijos, conforme a todo lo que yo te he ordenado. La
ST
36 Cada uno de esos días ofrecerás un novillo como sacrificio de expiación por el pecado; lo
ofrecerás sobre el altar para expiar por él y lo ungirás para consagrarlo. 37 Durante siete días
SY
harás la expiación por el altar y lo consagrarás. Así el altar será algo santísimo, y todo aquello
que lo toque quedará consagrado.
O
17 El Señor habló a Moisés en estos términos:
18 Harás una fuente de bronce, con su base también de bronce, para las abluciones. La
EM
pondrás entre la Carpa del Encuentro y el altar, y la llenarás de agua, 19 para que en ella se
laven los pies Aarón y sus hijos. 20 Se lavarán cuando entren en la Carpa del Encuentro, para
no morir. Y harán lo mismo antes de acercarse al altar a presentar la ofrenda que se quema
para el Señor. 21 Se lavarán las manos y los pies, para no morir. Este es un decreto
irrevocable para Aarón y sus descendientes, a través de las generaciones.
D
22 El Señor habló a Moisés en estos términos:
23 Consigue especies aromáticas de la mejor calidad: quinientos siclos de mirra pura, la mitad
–o sea, doscientos cincuenta siclos– de cinamomo, doscientos cincuenta siclos de caña
LS
aromática, 24 quinientos siclos de casia –todo esto en siclos del Santuario– y siete litros de
aceite de oliva; 25 y prepara con ellos una mezcla aromática, como lo sabe hacer el fabricante
de perfumes. Este será el óleo para la unción sagrada. 26 Con él deberás ungir la Carpa del
Encuentro, el Arca del Testimonio, 27 la mesa con todos sus utensilios, el candelabro con sus
accesorios, el altar de los perfumes, 28 el altar de los holocaustos con todos sus accesorios y
la fuente con su base. 29Así los consagrarás, y serán una cosa santísima. Todo aquello que
los toque quedará consagrado. 30 También ungirás a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás
O
para que ejerzan mi sacerdocio. 31 Luego hablarás a los israelitas en estos términos: Ustedes
emplearán este óleo para la unción sagrada, a lo largo de sus generaciones. 32 Él no será
derramado sobre el cuerpo de ningún hombre y no se hará ningún otro que tenga la misma
composición. Es una cosa santa, y como tal deberán considerarlo. 33 El que prepare una
O
Consigue las siguientes sustancias aromáticas en cantidades iguales: resina, ámbar, gálbano
perfumado e incienso puro, 35 y mezcla todo eso, como lo hace un fabricante de perfumes,
para hacer un perfume salado, puro y santo. 36 Reduce a polvo una parte de él y colócala
delante del Arca del Testimonio, en la Carpa del Encuentro, o sea, en el lugar donde yo me
SY
encontraré contigo. Esto será para ustedes una cosa santísima, 37 y para su uso personal no
harán ningún otro que tenga la misma composición. Deberás considerarlo algo consagrado al
O
En este momento crucial interviene Moisés. Lo hace como un profeta, denunciando y
condenando severamente esa desviación del pueblo, que lo exponía a caer en la
idolatría. Pero él es también el intercesor que se solidariza con sus hermanos, y así
obtiene del Señor el perdón y la renovación de la Alianza.
EM
El relato tiene en vista principalmente los terneros de oro que Jeroboám I erigió en los
santuarios de Betel y Dan (1 Rey. 12. 26-33). Pero también denuncia las idolatrías de
todos los tiempos: el ansia desmedida de poder, de riqueza, de bienestar material, y de
todo aquello que acapara el corazón del hombre, apartándolo del verdadero Dios.
</p>
D
<p align=justify>
LS
<b> El ternero de oro
entregaron a Aarón. 4 Él recibió el oro, lo trabajó con el cincel e hizo un ternero de metal
fundido. Ellos dijeron entonces: "Este es tu Dios, Israel, el que te hizo salir de Egipto". 5 Al ver
esto, Aarón erigió un altar delante de la estatua y anunció en alta voz: "Mañana habrá fiesta en
honor del Señor". 6 Y a la mañana siguiente, bien temprano, ofrecieron holocaustos y
O
7 El Señor dijo a Moisés: "Baja en seguida, porque tu pueblo, ese que hiciste salir de Egipto, se
ha pervertido. 8 Ellos se han apartado rápidamente del camino que yo les había señalado, y se
han fabricado un ternero de metal fundido. Después se postraron delante de él, le ofrecieron
sacrificios y exclamaron: ‘Este es tu Dios, Israel, el que te hizo salir de Egipto’". 9 Luego le
siguió diciendo: "Ya veo que este es un pueblo obstinado. 10Por eso, déjame obrar: mi ira
SY
arderá contra ellos y los exterminaré. De ti, en cambio, suscitaré una gran nación".
<b> La intercesión de Moisés
30 Al día siguiente, Moisés dijo al pueblo: "Ustedes han cometido un gran pecado. Pero ahora
subiré a encontrarme con el Señor, y tal vez pueda expiar ese pecado". 31 Moisés fue a
encontrarse nuevamente con el Señor y le dijo: "Por desgracia, este pueblo ha cometido un
O
gran pecado, ya que se han fabricado un dios de oro. 32 ¡Si tú quisieras perdonarlo, a pesar de
esto...! Y si no, bórrame por favor del Libro que tú has escrito". 33 El Señor le respondió: "Yo
borraré de mi Libro al que ha pecado contra mí. 34 Y ahora vete. Lleva a este pueblo hasta el
lugar que yo te indiqué: mi ángel irá delante de ti. Y cuando llegue el momento, los visitaré para
EM
castigarlos por su pecado". 35 Y el Señor castigó al pueblo por haber hecho el ternero, el que
había fabricado Aarón.
33 1 El Señor dijo a Moisés: "Vete de aquí, tú y el pueblo que hiciste salir de Egipto, y sube al
país que yo prometí con un juramento a Abra-ham, a Isaac y a Jacob, cuando les aseguré que
D
daría esa tierra a sus descendientes. 2 Yo enviaré un ángel delante de ti, y expulsaré a los
cananeos, los amo-rreos, los hititas, los perizitas, los jivitas y los jebuseos, 3 para que puedas
entrar en la tierra que mana leche y miel. Pero yo no subiré en medio de ti, porque tú eres un
pueblo obstinado, y tendría que exterminarte en el camino". 4 Al oír esta severa advertencia, el
pueblo estuvo de duelo y nadie se puso sus adornos.
LS
5 Luego el Señor dijo a Moisés: "Di a los israelitas: ‘Ustedes son un pueblo obstinado. Bastaría
que yo subiera un solo instante en medio de ustedes, para tener que exterminarlos. Ahora
quítense sus adornos, y después veré qué hago con ustedes’". 6 Entonces los israelitas se
despojaron de sus adornos, desde el momento en que partieron del monte Horeb.
7 Moisés tomó la Carpa, la instaló fuera del campamento, a una cierta distancia, y la llamó
Carpa del Encuentro. Así, todo el que tenía que consultar al Señor debía dirigirse a la Carpa
del Encuentro, que estaba fuera del campamento. 8 Siempre que Moisés se dirigía hacia la
O
Carpa, todo el pueblo se levantaba, se apostaba a la entrada de su propia carpa y seguía con
la mirada a Moisés hasta que él entraba en ella. 9Cuando Moisés entraba, la columna de nube
bajaba y se detenía a la entrada de la Carpa del Encuentro, mientras el Señor conversaba con
Moisés. 10 Al ver la columna de nube, todo el pueblo se levantaba, y luego cada uno se
ST
postraba a la entrada de su propia carpa. 11El Señor conversaba con Moisés cara a cara,
como lo hace un hombre con su amigo. Después Moisés regresaba al campamento, pero
Josué –hijo de Nun, su joven ayudante– no se apartaba del interior de la Carpa.
12 Moisés dijo al Señor: "Tú me ordenas que guíe a este pueblo, pero no me has indicado a
quién enviarás conmigo, a pesar de que me dijiste: ‘Yo te conozco por tu nombre y te he
10 El Señor le respondió:
O
Yo voy a establecer una alianza. A la vista de todo el pueblo, realizaré maravillas como nunca
se han hecho en ningún país ni en ninguna nación. El pueblo que está contigo verá la obra del
Señor, porque yo haré cosas tremendas por medio de ti. 11 Observa bien lo que te mando. Yo
expulsaré de tu presencia a los amorreos, los cananeos, los hititas, los perizitas, los jivitas y los
EM
jebu-seos. 12 No hagas ningún pacto con los habitantes del país donde vas a entrar, porque
ellos serían una trampa para ti. 13 Antes bien, derriben sus altares, destruyan sus piedras
conmemorativas y talen sus postes sagrados.
D
Dios celoso. 15 No hagas ningún pacto con los habitantes de aquel país, no sea que cuando
ellos se prostituyan con sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te inviten también a ti y tengas
que comer de las víctimas sacrificadas. 16 Tampoco tomes a sus hijas como esposas de tus
hijos, porque cuando ellas se prostituyan con sus dioses, harán que también ellos se
prostituyan.
LS
17 No te fabricarás dioses de metal fundido.
18 Observarás la fiesta de los Ácimos. Durante siete días comerás panes ácimos, como yo te
lo he mandado; y lo harás en el tiempo señalado del mes de Abib, porque en ese mes saliste
de Egipto.
son machos, serán para mí. 20 Al primogénito del asno, en cambio, lo rescatarás con un
cordero, y si no lo rescatas, deberás desnucarlo. También rescatarás a todos los primogénitos
entre tus hijos. Y nadie se presentará delante de mí con las manos vacías.
O
21 Durante seis días trabajarás, pero el séptimo día deberás descansar, incluso en tiempo de
siembra y de cosecha.
22 Celebrarás también la fiesta de las Semanas, la de los primeros frutos de la cosecha del
ST
23 Tres veces al año todos los varones se presentarán delante del Señor, el Dios de Israel. 24
Porque yo voy a desposeer a las naciones delante de ti y ensancharé tus fronteras, y cuando
subas a presentarte ante el Señor, tu Dios, tres veces al año, nadie codiciará tu territorio.
SY
El Señor ha ordenado lo siguiente: 5Reserven una parte de sus bienes para presentarlos como
O
ofrenda al Señor. Todo el que se sienta impulsado a hacerlo, ofrecerá al Señor: oro, plata y
bronce; 6 púrpura violeta y escarlata, carmesí, lino fino, pelo de cabra, 7 cueros de carnero
teñidos de rojo, pieles finas y madera de acacia; 8 aceite para las lámparas, especies
aromáticas para el óleo de la unción y para el incienso perfumado, 9 piedras de lapislázuli y
EM
piedras de engaste para el efod y el pectoral. 10 Que los artesanos competentes vengan a
ejecutar todo lo que el Señor ha ordenado: 11 la Morada, su carpa y su cobertura, sus
ganchos, sus bastidores, sus travesaños, sus columnas y sus bases; 12 el arca con sus andas,
la tapa y el velo que los protege; 13 la mesa con sus andas, todos sus utensilios y los panes de
la ofrenda; 14 el candelabro con sus accesorios y sus lámparas, y el aceite para las lámparas;
15 el altar de los perfumes con sus andas, el óleo de la unción y el incienso perfumado; la
cortina para la entrada de la Morada; 16 el altar de los holocaustos con su enrejado de bronce,
D
sus andas y todos sus enseres; la fuente para las abluciones con su base; 17 las cortinas del
atrio con sus columnas y sus bases; el cortinado de la entrada del atrio; 18 las estacas de la
Morada y las estacas del atrio con sus respectivas cuerdas; 19 las vestiduras litúrgicas para
oficiar en el Santuario, o sea, las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón y las que usarán
sus hijos para las funciones sacerdotales.
LS
<b> Los donativos de los israelitas
pulseras, collares y objetos de oro de toda clase; en una palabra, todos los que ofrecían al
Señor un presente de oro. 23Lo mismo hicieron los que poseían púrpura violeta y escarlata,
carmesí, lino fino, pelo de cabra, cueros de carnero teñidos de rojo y pieles finas. 24 Los que
podían aportar objetos de plata y bronce, los llevaban al Señor como ofrenda; y los que
O
poseían madera de acacia utilizable para la ejecución del trabajo, también la traían. 25 Todas
las mujeres que tenían habilidad para ello, hilaron con sus manos y trajeron hilados de púrpura
violeta y escarlata, de carmesí y de lino fino; 26 y otras mujeres habilidosas se ofrecieron
generosamente para hilar el pelo de cabra. 27 Los principales del pueblo contribuyeron con
ST
piedras de lapislázuli, con piedras de engaste para el efod y el pectoral, 28y con especies
aromáticas y aceite para las lámparas, para el óleo de la unción y el incienso perfumado. 29 De
esta manera, llevados por un impulso generoso, hombres y mujeres presentaron su ofrenda
voluntaria para la ejecución de todos los trabajos que el Señor había prescrito a los israelitas,
por intermedio de Moisés.
SY
O
<b> El armazón de la Morada
20 También hicieron los bastidores para sostener la Morada. Los construyeron con madera de
acacia, y los dispusieron verticalmente. 21 Cada bastidor medía cinco metros de largo por
EM
setenta y cinco centímetros de ancho, 22 y tenía dos espigones ensamblados uno con el otro.
Todos fueron hechos de la misma forma. 23 Hicieron veinte de estos bastidores para el lado
sur de la Morada, el que da hacia el Négueb, 24 y debajo de ellos pusieron cuarenta bases de
plata, o sea, dos bases debajo de cada bastidor, una para cada espigón. 25 Para el otro
costado de la morada, el lado septentrional, hicieron también veinte bastidores 26 con sus
cuarenta bases de plata, dos debajo de cada bastidor. 27 Para el fondo de la Morada, hacia el
oeste, hicieron seis bastidores, 28 más otros dos para los ángulos de la parte posterior de la
D
Morada, 29 que estaban unidos de abajo hacia arriba, hasta la altura de la primera argolla. Así
lo hicieron con los dos bastidores destinados a los dos ángulos. 30 Había, por lo tanto, ocho
bastidores con sus bases de plata, o sea, dieciséis bases, dos para cada bastidor. 31 Luego
hicieron cinco travesaños de madera de acacia para mantener alineados los bastidores que
estaban a un lado de la Morada, 32 cinco travesaños para los del otro lado, y otros cinco para
LS
los del fondo de la Morada, que daba hacia el oeste. 33 Y el travesaño central lo hicieron de tal
manera que pudiera pasar a media altura de los bastidores, de un extremo hasta el otro.
34Finalmente, recubrieron de oro los bastidores, les pusieron unas argollas de oro para pasar
por ellas los travesaños, y también a estos últimos los recubrieron de oro.
35 Hicieron, además, el velo de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y de lino fino reforzado,
y lo adornaron con figuras de querubines diseñadas artísticamente. 36 Para colgarlo, hicieron
cuatro columnas de madera de acacia revestidas de oro y provistas de ganchos de oro, que
apoyaron sobre cuatro bases de plata fundida.
O
37 Hicieron, asimismo, para la entrada de la carpa, una cortina de púrpura violeta y escarlata,
ST
de carmesí y de lino fino reforzado, todo esto recamado artísticamente, 38 y la sostuvieron con
cinco columnas provistas de cinco ganchos. Luego revistieron de oro los capiteles y las varillas
de las columnas, y las apoyaron sobre cinco bases de bronce.
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SY
O
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EM
<p align=justify>
38 1 Luego hizo el altar de los holocaustos de madera de acacia; medía dos metros y medio de
largo por dos y medio de ancho –es decir, era cuadrado– y tenía un metro y medio de alto. 2
D
En sus cuatro ángulos, y formando una sola pieza con él, le hizo unos cuernos, y después lo
recubrió de bronce. 3 Hizo, además, todos los utensilios del altar: los recipientes para recoger
las cenizas, las palas, los aspersorios, los tenedores y los braseros. Todos estos utensilios los
hizo de bronce. 4También fabricó para el altar un enrejado de bronce en forma de red, y lo
puso debajo de la parte saliente del altar, de manera que llegaba, desde abajo, hasta la mitad
LS
del altar. 5 Puso cuatro argollas en los cuatro extremos del enrejado de bronce para hacer
pasar por ellas las andas. 6 Hizo las andas de madera de acacia y las recubrió de bronce, 7 y
pasó las andas por las argollas que estaban a ambos lados del altar para poder transportarlo.
El altar era hueco por dentro y estaba hecho de tablas.
8 Después hizo la fuente de bronce y su base también de bronce, con los espejos de las
mujeres que prestaban servicio a la entrada de la Carpa del Encuentro.
9 Hizo también el atrio. Por el lado sur, en dirección al Négueb, el atrio tenía unas cortinas de
lino fino reforzado, dispuestas a lo largo de cincuenta metros. 10 Sus veinte columnas estaban
apoyadas sobre veinte bases de bronce, y estaban provistas de ganchos y varillas de plata. 11
ST
Por el lado norte, las cortinas tenían igualmente una longitud de cincuenta metros, y estaban
sostenidas por veinte columnas apoyadas en veinte bases de bronce y provistas de ganchos y
varillas de plata. 12 Por el lado oeste, había veinticinco metros de cortinas, con diez columnas
y sus respectivas bases, que estaban provistas de ganchos y varillas de plata. 13 Sobre el lado
este, hacia el oriente, también había veinticinco metros de cortinas. 14Las cortinas colocadas a
un lado de la entrada medían siete metros y medio de largo, y allí había tres columnas y tres
SY
bases. 15 Las del otro lado tenían las mismas medidas, también con tres columnas y sus
respectivas bases. 16Todas las cortinas del atrio eran de lino fino reforzado. 17 Las bases para
39 1 También hicieron las vestiduras litúrgicas para el culto del Santuario y las vestiduras
sagradas de Aarón, como el Señor lo había ordenado a Moisés. Para ello emplearon púrpura
violeta y escarlata, carmesí y lino fino.
<b> El efod
O
2 El efod lo hicieron de oro, de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y de lino fino reforzado.
3 Prepararon láminas de oro trabajado a martillo, que luego cortaron en forma de hebras, para
entretejerlas artísticamente con la púrpura violeta y escarlata, con el carmesí y con el lino fino
EM
reforzado. 4 Después aplicaron al efod dos hombreras, y este quedó unido por sus dos
extremos. 5 El cinturón para ajustarlo formaba una sola pieza con él y estaba hecho de la
misma manera: era de oro, de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino reforzado,
como el Señor se lo había ordenado a Moisés. 6 También trabajaron las piedras de lapislázuli,
que fueron engarzadas en oro y grabadas con los nombres de los hijos de Israel, como se
graban los sellos. 7 Finalmente colocaron las piedras en las hombreras del efod, para que
fueran un memorial en favor de los israelitas, delante del Señor, como él se lo había ordenado
D
a Moisés.
<b> el pectoral
de las doce tribus, como se graban los sellos. 15 También hicieron para el pectoral unas
cadenas de oro puro trenzadas a manera de cordones, 16 dos engastes de oro y dos argollas
de oro, y ajustaron las dos argollas a sus dos extremos. 17 Sujetaron las dos puntas de las
cadenas de oro en las dos argollas que estaban en los extremos superiores del pectoral, 18 y
O
unieron las otras dos puntas a los engastes que habían colocado sobre las hombreras del efod,
por la parte de adelante. 19 Hicieron, asimismo, otras dos argollas de oro y las ajustaron a los
dos extremos inferiores del pectoral, sobre el borde interior, el que da hacia el efod. 20
También forjaron otras dos argollas de oro y las adhirieron a las dos hombreras del efod, por la
ST
parte de adelante y bien hacia abajo, o sea, cerca de la costura y encima del cinturón. 21 Así
sujetaron el pectoral, haciendo pasar entre sus argollas y las argollas del efod un cordón de
púrpura violeta, de manera que el pectoral quedaba fijo sobre el cinturón y no podía
desprenderse del efod. Esto es lo que el Señor había ordenado a Moisés.
<b> El manto
SY
22 Además, hicieron el manto del efod, todo tejido de púrpura violeta. 23 En el centro tenía una
2 El día primero del primer mes erigirás la Morada, la Carpa del Encuentro. 3 Allí pondrás el
O
Arca del Testimonio y la protegerás con el velo. 4 Luego llevarás la mesa y dispondrás sobre
ella lo que sea necesario. También llevarás el candelabro y le colocarás las lámparas.
5Delante del Arca del Testimonio pondrás el altar de oro para el incienso, y a la entrada de la
Morada colgarás la cortina. 6 Después pondrás el altar de los holocaustos delante de la
EM
entrada de la Morada; 7 y entre la Carpa del Encuentro y el altar, colocarás la fuente llena de
agua. 8 Levantarás el atrio alrededor, y a su entrada colgarás el cortinado correspondiente.
9 Luego tomarás el óleo de la unción y ungirás la Morada y todo lo que ella contiene. Así la
consagrarás con todo su mobiliario y será una cosa sagrada. 10 Ungirás asimismo el altar de
los holocaustos con todos sus utensilios. Así consagrarás el altar, y este será una cosa
santísima. 11 También ungirás la fuente y su base, para que queden consagradas. 12 Después
D
harás que Aarón y sus hijos se acerquen a la entrada de la Carpa del Encuentro y los lavarás
con agua. 13 Luego revestirás a Aarón con las vestiduras sagradas, lo ungirás y lo
consagrarás para que sea mi sacerdote. 14 Posteriormente, harás que también se acerquen
sus hijos. Los vestirás con túnicas 15 y los ungirás como ungiste a su padre, a fin de que
ejerzan mi sacerdocio. Esto se hará a fin de que la unción les confiera el sacerdocio para
LS
siempre, a lo largo de las generaciones.
carpa, como el Señor se lo había ordenado. 20 En seguida tomó las tablas del Testimonio y las
puso en el arca; sujetó las andas en el arca, y sobre ella colocó la tapa. 21 Entonces condujo el
arca hasta el interior de la Morada, colgó el velo que la protegía y así cubrió el Arca del
Testimonio, conforme a la orden que el Señor le había dado. 22 También puso la mesa en la
O
Carpa del Encuentro, sobre el lado norte de la Morada, delante del cortinado, 23 y dispuso
convenientemente sobre ella los panes de la ofrenda, delante del Señor, como el mismo Señor
se lo había mandado. 24 Luego puso el candelabro frente a la mesa, en el lado sur de la
Morada, 25 y le colocó las lámparas delante del Señor, como el Señor se lo había ordenado.
ST
26 Puso asimismo el altar de oro delante del cortinado, 27 y quemó en él incienso aromático,
como el Señor se lo había ordenado a Moisés. 28 A la entrada de la Morada colgó la cortina,
29 y delante de la entrada de la Carpa del Encuentro puso el altar de los holocaustos, sobre el
cual ofreció el holocausto y la oblación, conforme a la orden del Señor. 30 Entre la Carpa del
Encuentro y el altar ubicó la fuente y le echó agua para las abluciones. 31 Moisés, Aarón y sus
hijos se lavaron en ella las manos y los pies, 32 y siempre que entraban en la Carpa del
SY
21. "Yo voy a endurecer el corazón del Faraón": esta frase anticipa el tema que
O
reaparecerá en el relato de cada una de las plagas de Egipto. La obstinación y la mala
voluntad del Faraón se opondrán al pedido que Moisés le hará en nombre de su Dios, y a
los signos que realizará para legitimar su misión. Para describir este hecho, la Biblia
yuxtapone, sin tratar de conciliarlas, dos series de expresiones. La primera afirma que el
EM
Faraón se obstinó o endureció su corazón (7. 13; 9. 34-35). La otra dice que Dios
endureció el corazón del Faraón e hizo que se obstinara (7. 3). Una afirmación insiste en
la libertad del hombre y lo hace responsable de su pecado; la otra hace resaltar la
presencia de Dios en todos los acontecimientos humanos, incluso en aquellos que
aparentemente se oponen a los planes divinos.
25-26. "Esposo de sangre": con esta expresión se designaba a la persona que había recibido la
D
circuncisión, y su significado original era probablemente "protegido por la sangre". La extrema
brevedad de todo este pasaje hace que su interpretación resulte particularmente difícil. Pero se
pueden señalar, al menos, dos aspectos: la "prueba" a que fue sometido Moisés antes de
iniciar su misión –semejante a la prueba que debió afrontar Jacob en Gn. 32. 25-33– y la
liberación por la "sangre" de la circuncisión, que anticipa el tema de la liberación por la "sangre"
LS
del cordero pascual.
bastón milagroso- tienen por finalidad acreditar a Moisés ante el Faraón, como enviado del
Señor. La tradición yahvista, en cambio, presenta a Moisés solo ante el Faraón, y es el Señor
mismo el que comienza y pone fin a la plaga anunciada de antemano. Aunque las plagas
recuerdan ciertos fenómenos bien conocidos en Egipto, el relato no debe ser leído como si
O
fuera una crónica histórica. Se trata más bien de una gesta épica o "profética", que celebra el
poder de Dios sobre los fenómenos naturales, puesto de manifiesto para rescatar a su pueblo
de la esclavitud.
c 8 22. "Son una abominación para los egipcios": algunos animales, como el carnero, el
ST
chivo y el toro, eran considerados sagrados por los egipcios, y ofrecerlos en sacrificio
significaba cometer una acción sacrílega.
d 12 2. El "mes" a que se refiere el texto es el mes de Abib o de las espigas (Deut. 16. 1),
que corresponde a marzo-abril y tomó más tarde el nombre babilónico de Nisán.
13. En primavera y a fines de otoño, bandadas de codornices -aves semejantes a las perdices-
atraviesan la costa mediterránea del Sinaí, y a veces se introducen hasta el interior del
O
desierto. Estos animales se dejan apresar con facilidad, particularmente cuando están
cansados. Según la detallada exposición de Núm. 11. 31-34, las codornices venían empujadas
por un viento del mar.
EM
15. "¿Qué es esto?": esta pregunta -en hebreo "man hu"- es una explicación popular de la
palabra "maná" (v. 31). Los beduinos de la península del Sinaí llaman todavía hoy "mann" a la
resina de un arbusto, que puede ser recogida del suelo cuando está endurecida por el frío de la
noche, ya que el calor del día la derrite. El "mann" tiene un sabor dulce, y la gente lo come en
el mismo lugar donde lo encuentra. La descripción que el texto bíblico hace del maná, parece
corresponder a este fenómeno natural.
D
36. El texto hebreo añade: "El gomor es la décima parte de un efá". Este versículo es una glosa
explicativa sobre el valor del gomor, medida que equivale a unos cuatro litros y medio.
17 8. Los "amalecitas" residían en el Négueb (Núm. 13. 29) y se opusieron desde el comienzo
a la penetración de los israelitas. Las listas de Gn. 36. 12, 16 presentan a Amalec como
LS
descendiente de Esaú.
19 Las alianzas entre reyes eran frecuentes en el Antiguo Oriente, en especial las que
establecían los reyes soberanos con sus vasallos, para brindarles protección y asegurarse su
obediencia. Esta práctica es ilustrativa, porque Israel se valió de esa experiencia humana para
expresar las relaciones que lo unían a su Dios.
ST
O
Señor, según el ritual de Lev. 24. 5-9. Este uso ya era conocido en los antiguos santuarios
israelitas, como lo atestigua 1 Sam. 21. 5. Ver Mt. 12. 4.
2 La descripción corresponde al "candelabro de siete brazos" del templo postexílico. El
Templo de Salomón tenía diez candelabros con una luz cada uno (1 Rey. 7. 49).
EM
26 Antes de su instalación en Palestina, los israelitas tenían un Santuario transportable, en
forma de carpa, que los acompañaba en sus desplazamientos por el desierto. Este Santuario
recibe el nombre de "Carpa del Encuentro", porque allí Dios "se encontraba" con Moisés y con
Israel (33.7-9), y también de "Morada", porque esa era la habitación de Dios en medio de su
pueblo. En este capítulo, la legislación sacerdotal presenta una imagen idealizada del
Santuario del desierto que toma como modelo al Templo de Jerusalén. A pesar de que la
D
descripción es muy minuciosa algunos detalles resultan poco claros, debido en parte al uso de
términos técnicos.
a 27 2. Los cuatro extremos superiores del altar tenían un relieve en forma de "cuerno".
Estos cuernos eran la parte más sagrada del altar: se los frotaba con la sangre de las víctimas
LS
sacrificadas (Lev. 4. 7), y el fugitivo podía asirse a ellos invocando el derecho de asilo (1Rey. 1.
50; 2. 28). En el Antiguo Oriente, el cuerno era símbolo de potencia, y se lo encuentra
representado frecuentemente en las estatuas de los dioses.
b 28 6. En el Antiguo Testamento, el término "efod" designa tres cosas distintas:
a) En los textos históricos más antiguos, el "efod" es un objeto cultual de forma y significado
inciertos (Jc. 8. 27; 17. 5). Según 1 Sam. 23. 9-12; 30.7-8, ese objeto es confiado a los
O
c) En este capítulo se describe el "efod" del Sumo Sacerdote, especie de chaleco que se ponía
sobre la túnica y el manto, ajustado con un cinturón. Este efod parece mantener una cierta
vinculación con los dos anteriores: por una parte, era una vestidura sacerdotal –aunque aquí
forma parte de una compleja indumentaria-; por otra, cumplía una función oracular, ya que a él
ST
se sujetaba el "pectoral del juicio" (v. 29), que contenía las "suertes sagradas" (v. 30).
30. El "Urím" y el "Tumím" eran las "suertes sa-gradas", es decir, un objeto del que se valían
los sacerdotes para pronunciar sus oráculos en nombre del Señor. Se desconoce el significado
de estos términos y la forma del instrumento empleado. Probablemente se trataba de
pequeñas piedras, dados o palillos, de colores distintos
SY
o marcados con signos diversos: uno significaba "sí" y el otro "no". El Señor era consultado de
tal manera que bastaba con una respuesta afirmativa o negativa, y se iba progresando por
O
11) y las reglas relativas a la pureza (caps. 13-15) conservan vestigios de una edad primitiva,
cargada de tabúes y concepciones mágicas. El ceremonial del gran Día de la Expiación (cap.
16) yuxtapone a un rito arcaico un concepto muy elevado del pecado.
EM
Como en el resto del Pentateuco, las leyes están encuadradas en un marco narrativo. Pero en
el Levítico ese marco es muy simple, y se reduce casi siempre a una fórmula convencional,
que hace depender todo el culto israelita de una orden dada por Dios a Moisés en el Sinaí. Así
se pone de relieve la relación del culto con la Alianza.
La lectura del Levítico deja casi inevitablemente la impresión de que su contenido pertenece a
una cultura lejana y extraña al hombre moderno. Esto es verdad, pero visto en su contexto
D
histórico, el Libro atestigua un sentido muy profundo de la trascendencia divina y de la
preocupación por formar un Pueblo santo, consagrado al culto del verdadero Dios en medio de
las naciones paganas.
La antigua Ley no era más que "la sombra de los bienes futuros" (Heb. 10. 1), y el único
Sacrificio de Cristo hizo caducar todo el ceremonial del antiguo Templo. Pero las exigencias de
LS
santidad y de pureza en el servicio de Dios siguen siendo siempre válidas, y la referencia al
Levítico es indispensable para entender muchos pasajes del Nuevo Testamento, que nos
hablan de Cristo y de su Sacrificio redentor.
Para Israel –como para toda religión– el acto de culto por excelencia, la expresión más
natural y espontánea del reconocimiento debido a la absoluta soberanía de Dios, es el
"sacrificio". Al ofrecer un sacrificio, el hombre se despoja de algo valioso, de un alimento
O
necesario para su vida, y lo consagra al Señor sobre el fuego del altar. El humo que
sube de la ofrenda es como un lazo de unión entre el cielo y la tierra.
El sacrificio puede ofrecerse en acción de gracias, o para implorar del Señor algún
ST
beneficio. También hay sacrificios de expiación por el pecado, donde la sangre cumple
una función purificadora. Otras veces, sólo una parte de la víctima se quema sobre el
altar; la otra porción es compartida en un banquete sagrado, estableciéndose así un
vínculo de comunión con la divinidad, de quien proceden la fuerza y la vida.
El ritual israelita despoja a los sacrificios de todo elemento mágico y hace resaltar el
SY
aspecto personal. Pero estos ritos, como toda acción litúrgica, están expuestos a
convertirse en prácticas puramente exteriores, desprovistos de espíritu. Israel incurrió
O
o de galletas sin levadura untadas con aceite.
5 Si ofreces una oblación de alimentos fritos a la sartén, la harina estará amasada con aceite y
no llevará levadura. 6Deberás cortarla en pedazos y derramar aceite sobre ella: es una
EM
oblación.
7 Si ofreces una oblación de alimentos cocidos a la cacerola, la ofrenda deberá estar hecha
con harina de la mejor calidad y con aceite.
8 Cuando presentes al Señor una oblación preparada en cualquiera de estas formas, la
llevarás al sacerdote, y él la acercará al altar; 9 luego apartará de ella el memorial y lo hará
arder sobre el altar: es una ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor. 10 El resto
D
de la oblación será para Aarón y sus hijos, como un porción santísima de las ofrendas que se
queman para el Señor.
11 Ninguna de las oblaciones que ustedes ofrecerán al Señor estará hecha con materia
fermentada, porque ni la levadura ni la miel deben arder como ofrenda que se quema para el
LS
Señor. 12 Podrán presentarlas al Señor como ofrendas de primicias, pero no serán ofrecidas
sobre el altar como sacrificio de aroma agradable. 13 En cambio, sazonarás con sal todas las
oblaciones que ofrezcas. Nunca dejarás que falte a tu oblación la sal de la alianza de tu Dios:
sobre todas tus oblaciones deberás ofrecer sal.
incienso: es una oblación. 16 Luego el sacerdote hará arder como memorial una parte del
grano molido y del aceite, con todo el incienso: es una ofrenda que se quema para el Señor.
El sacrificio de comunión
O
luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, rociarán con su sangre todos los costados del altar. 3
El oferente presentará –como ofrenda que se quema para el Señor– las siguientes partes de la
víctima: la grasa que recubre las entrañas y la que está adherida a ellas; 4 los dos riñones y la
grasa que está sobre ellos –o sea, en los lomos– y la protuberancia del hígado, que extraerá
junto con los riñones. 5 Los hijos de Aarón harán arder todo eso sobre el altar, junto con el
holocausto colocado sobre la leña encendida, como una ofrenda que se quema con aroma
SY
agradable al Señor.
13 Si la que obra inadvertidamente es toda la comunidad de Israel –que sin darse cuenta se
hace culpable, cometiendo una falta contra alguna de las prohibiciones contenidas en los
mandamientos del Señor– 14 apenas se conozca el pecado cometido, la asamblea ofrecerá un
novillo sin defecto en calidad de sacrificio por el pecado. Lo llevarán ante la Carpa del
Encuentro, 15 y los ancianos de la comunidad impondrán sus manos sobre la cabeza del
O
novillo, delante del Señor. El novillo será inmolado en la presencia del Señor, 16 y el sacerdote
consagrado por la unción llevará la sangre a la Carpa del Encuentro. 17 Luego mojará su dedo
en la sangre y con ella hará siete aspersiones delante del Señor, frente al velo del Santuario.
18 Después pondrá un poco de esa sangre sobre los cuernos del altar que está delante del
EM
Señor, en la Carpa del Encuentro, y derramará toda la sangre sobre la base del altar de los
holocaustos, que está a la entrada de la Carpa. 19 Luego extraerá toda la grasa del novillo y la
hará arder sobre el altar, 20 haciendo con él lo mismo que hizo con el novillo del sacrificio por
el pecado. De esta manera, el sacerdote practicará el rito de expiación en favor de la
comunidad, y esta será perdonada. 21 Finalmente, llevará el novillo fuera del campamento y lo
quemará como en el caso anterior: es un sacrificio por el pecado de la asamblea.
D
El sacrificio por el pecadode un jefe de la comunidad
cometiendo una falta contra alguna de las prohibiciones contenidas en los mandamientos del
Señor, 28 una vez que se le haga conocer el pecado que ha cometido, presentará como
ofrenda por la falta cometida, una cabra hembra y sin defecto. 29 Impondrá su mano sobre la
cabeza de la víctima y la inmolará en el lugar del holocausto. 30 Después el sacerdote mojará
ST
su dedo en la sangre, la pondrá sobre los cuernos del altar de los holocaustos y derramará el
resto de la sangre sobre la base del altar. 31 Luego quitará toda la grasa de la víctima, como
se hace en los sacrificios de comunión, y la hará arder sobre el altar, como aroma agradable al
Señor. De esta manera, el sacerdote practicará el rito de expiación en favor de esa persona, y
así será perdonada.
SY
32 Si lo que trae como ofrenda por el pecado es un cordero, deberá ser hembra y sin defecto.
33 Impondrá su mano sobre la cabeza de la víctima y la inmolará en el lugar donde se inmolan
El sacrificio de reparación
O
15 Si una persona defrauda al Señor, pecando inadvertidamente contra sus derechos
sagrados, le presentará como ofrenda de reparación un carnero del rebaño, que no tenga
defecto, o su equivalente en siclos de plata, según la tasa del Santuario. 16 Así reparará el
EM
derecho sagrado contra el que pecó, añadiendo un quinto más, que entregará al sacerdote.
Este practicará el rito de expiación en favor de esa persona, con el carnero del sacrificio de
reparación, y así será perdonada.
17 Si una persona peca, cometiendo sin darse cuenta alguna falta contra las prohibiciones
contenidas en los mandamientos del Señor, y se reconoce culpable, deberá cargar con su
culpa. 18 Presentará al sacerdote un carnero del rebaño, que no tenga ningún defecto, o su
D
equivalente en dinero, como ofrenda de reparación. Entonces el sacerdote practicará el rito de
expiación en favor de esa persona, por la falta que cometió inadvertidamente, y así será
perdonada: 19 es un sacrificio de reparación, porque era realmente culpable delante del Señor.
21 Si una persona peca y defrauda al Señor, por haber engañado a su prójimo respecto de un
objeto que le fue confiado en depósito o puesto bajo su cuidado, o bien, por haber estafado a
su prójimo o haberlo violentado;
O
23 si alguien peca y se hace culpable por cualquiera de estos motivos, deberá restituir lo que
O
haya adquirido por medio de la estafa o la extorsión, así como también el depósito que se le
confió, el objeto perdido que encontró, 24 o todo aquello sobre lo cual juró en falso. Los
restituirá íntegramente, añadiendo un quinto más, que entregará al verdadero propietario en el
momento de reparar su falta. 25 Además, presentará al sacerdote, a título de reparación, un
ST
carnero sin ningún defecto, o su equivalente en dinero, para ofrecerlo al Señor como sacrificio
de reparación. 26 De esta manera, el sacerdote practicará el rito de expiación delante del
Señor en favor de esa persona, y así será perdonada, cualquiera sea la falta de la que se haya
hecho culpable.
Prescripciones sobre los holocaustos
SY
La víctima del sacrificio por el pecado deberá será inmolada en el mismo lugar en que se
inmola el holocausto, delante del Señor: es una cosa santísima. 19 El sacerdote que la ofrezca
como sacrificio por el pecado, comerá de ella. Tendrá que ser comida en el recinto sagrado, o
sea, en el atrio de la Carpa del Encuentro. 20 Todo cuanto toque la carne de la víctima
quedará santificado; y si la sangre salpica alguna vestidura, tendrás que lavar en el recinto
O
sagrado la parte salpicada. 21 La vasija de barro en que haya sido cocida se deberá romper; y
si fue cocida en un recipiente de bronce, este será fregado y limpiado con agua. 22 Sólo
podrán comer de ella los varones de la familia sacerdotal: es una cosa santísima. 23 En
cambio, no se podrá comer ninguna víctima cuya sangre haya sido introducida en la Carpa del
EM
Encuentro para practicar el rito de expiación en el Santuario, sino que deberá ser consumida
por el fuego.
D
La víctima de este sacrificio es una cosa santísima. 2 Será inmolada en el lugar donde se
inmolan los holocaustos, y se rociará con su sangre todos los costados del altar. 3 Se ofrecerá
toda la grasa de la víctima: la cola y la grasa que recubre las entrañas; 4 los dos riñones y la
grasa que está sobre ellos –o sea, en los lomos– y la protuberancia del hígado, que será
arrancada junto con los riñones. 5 El sacerdote hará arder todo esto sobre el altar, como una
LS
ofrenda que se quema para el Señor. Es un sacrificio de reparación. 6 Sólo podrán comer de
ella los varones de la familia sacerdotal, y tendrá que ser comida en el recinto sagrado: es una
cosa santísima.
7 La misma regla se aplica tanto para el sacrificio de reparación como para el sacrificio por el
O
pecado: la víctima pertenecerá al sacerdote que practica con ella el rito de expiación. 8 Del
mismo modo, el sacerdote que ofrece el holocausto en nombre de alguna persona, se quedará
con el cuero de la víctima que ofreció. 9 Además, toda ofrenda cocida al horno o preparada a
la cacerola o a la sartén, será para el sacerdote que la ofrece. 10 Pero cualquier otra oblación,
O
ya sea mezclada con aceite o seca, se repartirá entre los hijos de Aarón, en partes iguales.
12 Si la persona lo ofrece en acción de gracias, junto con ese sacrificio, deberá presentar unas
roscas sin levadura mezcladas con aceite, galletas sin levadura untadas con aceite, y harina de
la mejor calidad bien embebida en aceite. 13 Presentará esta ofrenda junto con el sacrificio de
comunión que se ofrece en acción de gracias, añadiendo además unas tortas de masa
fermentada. 14 Se reservará una unidad de cada clase como ofrenda destinada al Señor, la
SY
cual corresponderá al sacerdote que haya derramado la sangre del sacrificio de comunión. 15
La carne del sacrificio de acción de gracias deberá ser comida el mismo día en que se ofrece
37 Este es el ritual del holocausto, de la oblación, del sacrificio por el pecado, del sacrificio de
reparación, del sacrificio de la consagración y del sacrificio de comunión, 38 que el Señor
prescribió a Moisés en la montaña del Sinaí, cuando ordenó que los israelitas presentaran sus
O
ofrendas al Señor, en el desierto del Sinaí.
EM
El sacerdocio de la Antigua Alianza tiene una historia larga y compleja. Los capítulos
siguientes describen, en forma de relato, el ritual para la investidura de los sacerdotes,
tal como se practicaba en el Templo de Jerusalén, después del exilio. Aarón, el
hermano de Moisés, personifica al Sumo Sacerdote. La "unción" que este recibe (8. 12)
recuerda la que antiguamente se confería al rey, asignándole el título de "ungido del
Señor". Por debajo del Sumo Sacerdote había un "clero" rigurosamente jerarquizado,
que sólo podía comenzar a ejercer las funciones sacerdotales después de pasar por un
D
rito de consagración. Esta consagración separaba a los sacerdotes del mundo profano,
y los habilitaba para entrar en contacto con las cosas santas y ofrecer los sacrificios
rituales, "no solamente por los pecados del pueblo, sino también por sus propios
pecados" (Heb. 5. 3).
LS
Cristo, en cambio, "es el Sumo Sacerdote que necesitábamos: santo, inocente, sin
mancha, separado de los pecadores y elevado por encima del cielo. Él no tiene
necesidad, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer sacrificios cada día, primero
por sus pecados, y después por los del pueblo. Esto lo hizo de una vez para siempre,
ofreciéndose a sí mismo" (Heb. 7. 2627). Ahora él es nuestro intercesor (Heb. 7. 25) y el
único Mediador de la Nueva Alianza sellada con su Sangre (Heb. 8. 6-7; 9. 15).
La consagración de Aarón y sus hijos
O
8 1 El Señor dijo a Moisés: 2 Reúne a Aarón y a sus hijos; toma las vestiduras, el óleo de la
unción, el novillo para el sacrificio por el pecado, los dos carneros y la canasta de los panes
ácimos, 3 y congrega a toda la comunidad junto a la entrada de la Carpa del Encuentro.
O
4 Moisés hizo lo que el Señor le había ordenado, y cuando la comunidad estuvo reunida a la
entrada de la Carpa, 5él les dijo: "El Señor ha mandado hacer estas cosas". 6 Entonces Moisés
ordenó que se acercaran Aarón y sus hijos y los lavó con agua. 7 Después impuso la túnica a
ST
Aarón y se la ciñó con la faja; lo vistió con el manto y le puso encima el efod, ciñéndolo con el
cinturón, de manera que se lo dejó bien ajustado. 8 Luego le colocó el pectoral y depositó en él
el Urím y el Tumím; 9 también puso sobre su cabeza el turbante, y encima de este, sobre la
frente, colocó la flor de oro –el signo de su consagración– como el Señor se lo había ordenado.
10 En seguida Moisés tomó el óleo de la unción, ungió la Morada y todo lo que había en ella, y
SY
así los consagró. 11 Hizo siete aspersiones con óleo sobre el altar, y ungió el altar y todos sus
utensilios, la fuente y su base, para consagrarlos. 12 Luego derramó óleo sobre la cabeza de
O
cumpliendo lo que el Señor ha establecido, y así no morirán, porque esta es la orden que yo
recibí". 36 Aarón y sus hijos hicieron todo lo que el Señor había mandado por medio de
Moisés.
EM
Los primeros sacrificios de Israel
9 1 Al octavo día, Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel, 2 y dijo a
Aarón: "Toma un ternero para un sacrificio por el pecado, y un carnero para un holocausto,
ambos sin ningún defecto, y preséntalos delante del Señor. 3 Después di a los israelitas:
‘Tomen un chivo para ofrecerlo como sacrificio por el pecado; un ternero y un cordero, de un
año y sin defecto, para un holocausto; 4 y traigan también un toro y un carnero para inmolarlos
D
delante del Señor, en sacrificio de comunión. Además de esto, preparen una oblación amasada
con aceite. Porque hoy el Señor se manifestará a ustedes’".
5 Ellos pusieron frente a la Carpa del Encuentro todo lo que Moisés les había ordenado, y la
comunidad en pleno se acercó y permaneció de pie delante del Señor. 6 Entonces Moisés dijo:
"El Señor les ordena hacer estas cosas, para que su gloria se manifieste a ustedes". 7Después
LS
dijo a Aarón: "Acércate al altar, ofrece tu sacrificio por el pecado y tu holocausto, y realiza así el
rito de expiación por ti y por tu familia; presenta también la ofrenda del pueblo, y practica el rito
de expiación en favor de ellos, como el Señor lo ha ordenado".
8 Aarón se acercó al altar e inmoló el ternero del sacrificio por su propio pecado. 9 Sus hijos le
presentaron la sangre de la víctima, y él, mojando su dedo, puso un poco de sangre sobre los
cuernos del altar y derramó el resto sobre la base del mismo. 10 Luego hizo arder sobre el altar
O
la grasa, los riñones y la protuberancia del hígado, extraídos de la víctima del sacrificio por el
pecado, como el Señor lo había ordenado a Moisés. 11 La carne y el cuero, en cambio, los
quemó fuera del campamento.
O
12 En seguida inmoló la víctima del holocausto, y sus hijos le presentaron la sangre, con la que
él roció todos los costados del altar. 13 Luego le trajeron la víctima cortada en pedazos,
juntamente con la cabeza, y él los hizo arder sobre el altar. 14 Después de lavar las entrañas y
las patas, también las hizo arder sobre el altar junto con el holocausto.
ST
15 Luego presentó la ofrenda del pueblo: tomó el chivo del sacrificio por el pecado del pueblo,
lo inmoló y lo ofreció como había hecho con el anterior. 16 Ofreció el holocausto conforme al
ritual, 17 y presentó la oblación, de la cual extrajo un puñado, que hizo arder sobre el altar,
junto con el holocausto de la mañana.
SY
18 También inmoló el toro y el carnero del sacrifico de comunión ofrecido por el pueblo. Sus
hijos le trajeron la sangre, y con ella roció todos los costados del altar. 19 Todas las partes
O
12 Moisés dijo a Aarón y a Eleazar e Itamar, los hijos que le habían quedado: "Tomen la
oblación que sobre de las ofrendas que se queman para el Señor, y cómanla junto al altar, sin
hacerla fermentar, porque es una cosa santísima. 13 La comerán en el recinto sagrado, porque
EM
esa es la porción de las ofrendas que se queman para el Señor, sobre la que tienen derecho tú
y tus hijos, conforme a la orden que recibí. 14 Tú, lo mismo que tus hijos y tus hijas, comerán
en un lugar puro el pecho presentado al Señor y la pata reservada, porque ese es tu derecho y
el de tus hijos, sobre los sacrificios de comunión ofrecidos por los israelitas. 15 Además de las
partes grasosas destinadas a la ofrenda que se quema para el Señor, ellos ofrecerán la pata y
el pecho de la víctima, para realizar el gesto de presentación delante del Señor. Esas partes
pertenecerán a ti y a tus hijos, como un derecho válido para siempre, porque el Señor así lo ha
D
ordenado".
16 Moisés preguntó entonces por el chivo del sacrificio por el pecado. Al enterarse de que ya
LS
había sido quemado, se irritó contra Eleazar e Itamar, los hijos de Aarón que habían
sobrevivido, y exclamó: 17 "¿Por qué no comieron la víctima del sacrificio por el pecado en el
recinto sagrado, ya que se trata de una cosa santísima, que el Señor les dio para borrar el
pecado de la comunidad, practicando el rito de expiación en favor de ella, delante del Señor?
18 Supuesto que su sangre no fue llevada al interior del Santuario, tendrían que haberla
comido en el recinto sagrado, como yo lo ordené". 19 Entonces Aarón respondió a Moisés:
"Mis hijos presentaron hoy delante del Señor su sacrificio por el pecado y su holocausto, y a
O
pesar de todo, tuve la desgracia de perderlos. Si yo hubiera comido hoy de la víctima del
sacrificio por el pecado, ¿el Señor lo habría aprobado?". 20 Al oír esto, Moisés quedó
satisfecho.
O
permiten o le impiden acercarse a Dios para rendirle culto. Lo "impuro" es una fuerza
misteriosa y temible, que se transmite por simple contacto, incluso involuntario. Basta
tocar un cadáver para quedar impuro. En algunos casos, el estado de impureza es
inevitable, como en los enfermos de lepra.
ciertos ritos de purificación. A las purificaciones establecidas para cada caso particular,
se añade el ritual del gran Día de la Expiación, que consistía en enviar cada año al
24 A causa de estos animales, ustedes podrán incurrir en impureza. El que toque sus
cadáveres, será impuro hasta la tarde. 25 El que levante el cadáver de alguno de ellos, tendrá
que lavar su ropa y será impuro hasta la tarde. 26 Asimismo, todos los animales que no tengan
las pezuñas partidas y que no sean rumiantes, serán impuros para ustedes. El que los toque
será impuro. 27 Todos los cuadrúpedos que para caminar se apoyan sobre la planta de los
O
pies, serán impuros para ustedes. El que toque sus cadáveres, será impuro hasta la tarde, 28 y
el que levante el cadáver de alguno de ellos, tendrá que lavar su ropa y será impuro hasta la
tarde. Ustedes deberán considerarlos impuros.
EM
Los animales pequeños
29 Entre los animales pequeños que caminan arrastrándose por el suelo, serán impuros para
ustedes los siguientes: el topo, el ratón y las diversas especies de lagartos; 30 las diferentes
clases de lagartijas, la salamandra y el camaleón. 31 Ustedes deberán considerar impuros a
todos estos animales pequeños. El que toque sus cadáveres, será impuro hasta la tarde. 32
También será impuro el objeto sobre el que caiga el cadáver de alguno de ellos, sea que se
D
trate de un objeto de madera, de una prenda de vestir, de un cuero, de una bolsa, o de
cualquier otra cosa que preste alguna utilidad. Estos objetos deberán ser sumergidos en el
agua y serán impuros hasta la tarde; después serán puros. 33 Si uno de estos cadáveres cae
en una vasija de barro, todo lo que haya dentro de ella será impuro y la vasija se deberá
romper. 34 Cualquier comestible que entre en contacto con el agua contenida en esa vasija,
LS
será impuro, y cualquier bebida se volverá impura a causa de esa vasija. 35 El objeto sobre el
que caiga alguno de esos cadáveres, será impuro. Si se trata de un horno o de un fogón,
tendrán que ser derribados: son impuros, y ustedes tendrán que considerarlos como tales.
36Sin embargo, la fuente o la cisterna donde se recoge el agua, permanecerá pura, pero el
que toque uno de esos cadáveres será impuro. 37 Y si un cadáver cae sobre la semilla que va
a ser sembrada, esta será pura. 38 En cambio, si se arroja agua sobre la semilla y algo de
esos cadáveres cae sobre ella, ustedes deberán tenerla por impura.
O
39 Si muere un animal que ustedes pueden comer, el que toque el cadáver será impuro hasta
la tarde. 40 El que coma carne de ese cadáver deberá lavar su ropa y será impuro hasta la
tarde; y el que levante el cadáver deberá lavar su ropa y será impuro hasta la tarde.
O
Los reptiles
41 Todos los animales que se arrastran por el suelo son una cosa inmunda: no está permitido
ST
comerlos. 42 Por lo tanto, ustedes no comerán ningún reptil que se arrastra sobre su vientre,
ningún insecto que camina sobre cuatro patas o que tiene muchas patas, y ningún otro animal
que se arrastra sobre el suelo, porque son algo inmundo. 43 No se contaminen ustedes
mismos a causa de esos animales. No incurran en impureza a causa de ellos, para no quedar
contaminados. 44 Porque yo soy el Señor, su Dios, y ustedes tienen que santificarse y ser
santos, porque yo soy santo. No incurran en impureza a causa de esos animales que se
SY
arrastran por el suelo. 45 Porque yo soy el Señor, el que los hice subir del país de Egipto para
ser su Dios. Ustedes serán santos, porque yo soy santo.
La lepra crónica
9 Cuando en una persona aparezcan síntomas de lepra, será llevada al sacerdote. 10 Si este
descubre en la piel una hinchazón blancuzca, que ha emblanquecido el vello, y si en la parte
O
hinchada se ha formado una úlcera, 11 entonces se trata de lepra crónica. El sacerdote debe
declarar impuro al enfermo, sin necesidad de aislarlo, porque ciertamente es impuro. 12 Pero si
la lepra prolifera hasta cubrir por completo la piel de la persona afectada, de la cabeza a los
pies, en cuanto el sacerdote alcanza a ver, 13 y si este, al hacer el examen, comprueba que la
EM
lepra cubre todo el cuerpo, entonces deberá declarar pura a la persona afectada. Es pura,
porque se ha vuelto totalmente blanca. 14 Sin embargo, apenas aparezca una úlcera, será
impura. 15 Cuando el sacerdote vea la úlcera, la declarará impura: la úlcera es impura porque
es lepra. 16Pero si la úlcera se vuelve a poner blanca, el enfermo irá de nuevo al sacerdote, 17
y él lo examinará. Si la afección ha recuperado el color blanco, el sacerdote tendrá que
declarar pura a la persona afectada, porque es pura.
D
Las inflamaciones de la piel
18 Si en la piel de una persona aparece una inflamación, que luego se cura, 19 pero en el lugar
donde estaba la inflamación se forma una hinchazón blancuzca o una mancha de color rojizo
pálido, el enfermo se presentará al sacerdote. 20 Si el sacerdote ve que la zona afectada está
LS
más hundida que la piel, y que el vello se ha puesto blanco, deberá declararlo impuro: es un
caso de lepra que ha proliferado en la inflamación. 21 Pero si advierte que no hubo
emblanquecimiento del vello ni hundimiento de la epidermis, sino que la afección fue cediendo,
mantendrá al enfermo aislado durante siete días, 22 y si la inflamación continúa extendiéndose
por la piel, deberá declararlo impuro: es una verdadera afección. 23 En cambio, si la mancha
permanece estacionaria y no se extiende, es la cicatriz de la inflamación, y por lo tanto, el
sacerdote deberá declarar pura a la persona afectada.
O
24 Si una persona se quema con fuego y se forma sobre la quemadura una mancha lustrosa
O
del vello ni hundimiento de la epidermis, y que la mancha ha ido cediendo, mantendrá aislado
al enfermo durante siete días. 27 Al séptimo día lo examinará, y si la afección se ha extendido
por la piel, el sacerdote deberá declararlo impuro: es un caso de lepra. 28 Pero si la mancha
permanece estacionaria, sin extenderse por la piel, y pierde intensidad, es simplemente efecto
de la quemadura. El sacerdote tendrá que declararlo puro, porque no es más que la cicatriz de
la quemadura.
SY
O
contagioso: el objeto deberá ser consumido por el fuego. 58 Pero si la mancha desaparece de
la ropa –de la trama o de la urdimbre– o del objeto de cuero que ha sido lavado, se lo volverá a
lavar, y entonces será puro.
EM
59 Estas son las instrucciones relativas a la lepra de la ropa de lana o de lino –en la urdimbre o
la trama– o de cualquier objeto de cuero, para declararlos puros o impuros.
14 1 El Señor dijo a Moisés: 2 Cuando haya que declarar puro a un leproso, se aplicará el
siguiente ritual: La persona será presentada al sacerdote. 3 Este saldrá fuera del campamento,
D
y si ve que el leproso está realmente curado de su afección, 4 mandará traer, para la persona
que va a ser purificada, dos pájaros vivos puros, un trozo de madera de cedro, una cinta de
púrpura escarlata y un ramillete de hisopo. 5 Luego mandará que uno de los pájaros sea
inmolado sobre una vasija de barro, que contenga agua proveniente de un manantial. 6
Entonces tomará el pájaro vivo, la madera de cedro, la púrpura escarlata y el hisopo, y los
LS
mojará en la sangre del pájaro inmolado sobre el agua del manantial. 7 Hará siete aspersiones
sobre el que debe ser purificado de la lepra, y después de declararlo puro, dejará en libertad al
pájaro vivo.
8 El que se purifica lavará su ropa, se afeitará todo el pelo, se bañará con agua, y quedará
puro. Después de esto podrá entrar en el campamento, pero tendrá que permanecer siete días
fuera de su carpa. 9 Al séptimo día se afeitará todo el pelo –el cabello, la barba, las cejas y
O
todo el resto del pelo– volverá a lavar su ropa, bañará su cuerpo con agua, y quedará puro.
10 Al octavo día, tomará tres corderos –dos machos sin defecto y una hembra de un año sin
defecto– traerá tres décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con
O
aceite, y un poco más de medio litro de aceite. 11 El sacerdote que realiza la purificación
ubicará a la persona que se purifica, junto con sus ofrendas, a la entrada de la Carpa del
Encuentro, delante del Señor. 12 Luego tomará uno de los corderos para ofrecerlo junto con el
aceite, en sacrificio de reparación, y hará con ellos el gesto de presentación delante del Señor.
ST
13 Inmolará el cordero en el lugar sagrado donde se inmolan las víctimas del sacrificio por el
pecado y del holocausto. Y esta víctima de reparación, como la del sacrificio por el pecado,
será para el sacerdote: es una cosa santísima. 14 Luego el sacerdote tomará sangre de la
víctima de reparación, y la pondrá sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, sobre
el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho. 15 En seguida, tomará el medio
litro de aceite y derramará una parte de él sobre la palma de su mano izquierda. 16 Luego
SY
mojará un dedo de su mano derecha en el aceite que está en la palma de su mano izquierda, y
hará con el dedo siete aspersiones de aceite delante del Señor. 17 Después pondrá un poco
O
43 Pero si después de haber quitado las piedras, y de haber rasqueteado y revocado la casa,
la mancha vuelve a aparecer, 44 el sacerdote entrará para someterla a un nuevo examen; y si
la mancha se ha extendido por la casa, entonces se trata de lepra maligna: la casa es impura.
EM
45 Esta será derribada, y sus piedras, su madera y todo el material serán llevados fuera de la
ciudad, a un lugar impuro. 46 El que entró en la casa mientras estuvo clausurada será impuro
hasta la tarde. 47 El que durmió en la casa deberá lavar su ropa, y lo mismo hará el que comió
en ella. 48 Pero si el sacerdote, al examinar la mancha, ve que esta no se ha extendido por la
casa después que fue revocada de nuevo, tendrá que declararla pura, porque la mancha ha
desaparecido.
D
49 Luego tomará dos pájaros, un trozo de madera de cedro, una cinta de púrpura escarlata y
un ramillete de hisopo, para eliminar el pecado de la casa. 50Primero inmolará uno de los
pájaros sobre una vasija de barro que contenga agua proveniente de un manantial. 51Después
tomará la madera de cedro, el hisopo, la púrpura escarlata y el pájaro vivo: los sumergirá en la
sangre del pájaro inmolado y en el agua del manantial, y hará siete aspersiones sobre la casa.
LS
52 Y una vez eliminado el pecado de la casa con la sangre del pájaro, con el agua del
manantial, con el pájaro vivo, con la madera de cedro, con el hisopo y con la púrpura escarlata,
53 dejará en libertad al pájaro vivo, fuera de la ciudad, en pleno campo. Así realizará el rito de
expiación por la casa, y esta quedará purificada.
54 Este es el ritual concerniente a toda clase de lepra: la tiña, 55 la lepra de la ropa y de las
casas, 56 la hinchazón, la erupción y las manchas lustrosas. 57 Así se podrá determinar
O
Si un hombre sufre de blenorrea, su flujo es impuro. 3 Ya sea que su miembro deje salir el
flujo, o que se obstruya a causa del mismo, su impureza consistirá en lo siguiente:
4 Cualquier lecho donde ese hombre se acueste y cualquier mueble donde se siente, serán
SY
impuros.
23 Si alguien toca un objeto que está sobre el lecho o sobre el mueble donde ella se sienta,
será impuro hasta la tarde.
24 Si un hombre se acuesta con ella, la impureza de la mujer se transmite a él; será impuro
O
durante siete días, y cualquier lecho sobre el que se acueste, será impuro.
25 Cuando una mujer tenga un flujo de sangre durante varios días, fuera del período
menstrual, o cuando la menstruación se prolongue más de lo debido, será impura mientras
EM
dure el flujo, como lo es durante la menstruación. 26 Todo lecho en el que se acueste y todo
mueble sobre el que se siente será impuro, lo mismo que durante el período menstrual. 27 El
que los toque será impuro: deberá lavar su ropa y bañarse con agua, y será impuro hasta la
tarde.
28 Una vez que cese el flujo, la mujer contará siete días, y después será pura. 29 Al octavo
día, conseguirá dos torcazas o dos pichones de paloma, y los presentará al sacerdote, a la
D
entrada de la Carpa del Encuentro. 30 El sacerdote los ofrecerá, uno como sacrificio por el
pecado y el otro como holocausto. De esta manera, practicará el rito de expiación delante del
Señor, en favor de esa mujer, a causa de la impureza de su flujo.
Conclusión
LS
31 Ustedes deberán prevenir a los israelitas sobre sus impurezas, a fin de que no mueran a
causa de ellas, por haber manchado mi Morada, que está en medio de ellos.
32 Este es el ritual concerniente a la persona que padece de flujo: al que tiene una eyaculación
y por eso incurre en impureza; 33 a la mujer indispuesta debido a su menstruación; al hombre
o a la mujer que padecen de flujo; y al hombre que se acuesta con una mujer impura.
O
16 1 El Señor habló a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, que murieron al
O
Ordena a tu hermano Aarón que no entre en cualquier momento en la parte del Santuario que
está detrás del velo, frente a la tapa que cubre el Arca. De lo contrario morirá, porque yo me
ST
aparezco en la nube, sobre la tapa del Arca. 3 Él deberá entrar en el Santuario solamente de
esta manera: con un novillo para un sacrificio por el pecado y con un carnero para un
holocausto. 4 Además, tendrá que estar vestido con la túnica sagrada de lino y cubierto con
pantalones de lino; se ceñirá con la faja de lino y llevará puesto el turbante de lino. Estas son
vestiduras sagradas, que él se pondrá después de haberse bañado con agua.
SY
5 Aarón recibirá de la comunidad de los israelitas dos chivos para un sacrificio por el pecado y
un carnero para un holocausto. 6 Él ofrecerá su propio novillo como sacrificio por el pecado, y
O
El décimo día del séptimo mes ustedes ayunarán y se abstendrán de hacer cualquier clase de
trabajo, tanto el nativo como el extranjero que resida entre ustedes. 30 Porque ese día se
practicará el rito de expiación en favor de ustedes, a fin de purificarlos de todos sus pecados.
EM
Así quedarán puros delante del Señor. 31 Ese será para ustedes un día de reposo absoluto, en
el que deberán ayunar. Se trata de un decreto válido para siempre. 32 El sacerdote que haya
sido consagrado por la unción e investido para ejercer el sacerdocio como sucesor de su
padre, realizará el rito de expiación: se pondrá las vestiduras de lino –las vestiduras sagradas–
33 y realizará el rito de expiación por la parte más santa del Santuario, por la Carpa del
Encuentro y por el altar. Lo mismo hará por los sacerdotes y por todos los miembros de la
asamblea.
D
34 Este será para ustedes un decreto válido para siempre: una vez al año se realizará el rito de
expiación en favor de los israelitas, por todos sus pecados.
preciso realizar. El Pueblo de Dios está llamado a ser en la tierra la imagen viviente de
la santidad divina.
Para que este ideal fuera una realidad, los sacerdotes del Templo de Jerusalén, en los
O
dominante y el espíritu que la anima pueden expresarse con esta sola frase: "Ustedes
serán santos, porque yo, el Señor su Dios, soy Santo" (19. 2).
se encuentra el célebre pasaje que propone el amor a sí mismo como medida del amor
al prójimo: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (19. 18). En el Antiguo Testamento, el
5 Ustedes cumplirán mis preceptos y mis leyes, porque el hombre que los cumple vivirá gracias
a ellos. Yo soy el Señor.
O
6 Ninguno de ustedes se acercará a una mujer de su propia sangre para tener relaciones con
ella. Yo soy el Señor.
EM
tener relaciones con ella.
9 No tendrás relaciones con tu hermana, sea hija de tu padre o de tu madre, sea que haya
nacido en la casa o fuera de ella.
D
10 No tendrás relaciones con tu nieta, sea por parte de tu hijo o de tu hija, porque es tu misma
carne.
13 No tendrás relaciones con la hermana de tu madre, porque ella es la misma carne que tu
madre.
14 No tendrás relaciones con la mujer del hermano de tu padre: no te acercarás a ella, que es
O
tu tía.
15 No tendrás relaciones con tu nuera: ella es la esposa de tu hijo, y por eso, no debes tener
relaciones con ella.
O
18 No te casarás con la hermana de tu esposa ni tendrás relaciones con ella mientras viva tu
esposa, provocando su rivalidad.
19 No te acercarás a una mujer, para tener relaciones con ella, durante el período de su
SY
impureza menstrual.
O
17 No odiarás a tu hermano en tu corazón; deberás reprenderlo convenientemente, para no
cargar con un pecado a causa de él. 18 No serás vengativo con tus compatriotas ni les
guardarás rencor. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.
EM
19 Ustedes observarán mis preceptos.
No cruzarás tu ganado con animales de otra especie.No sembrarás en tu campo dos clases
distintas de semilla. No usarás ropa confeccionada con materiales diversos.
20 Si un hombre tiene relaciones sexuales con una esclava reservada a otro hombre, pero que
D
no ha sido rescatada ni puesta en libertad, se pagará una indemnización; ellos no serán
castigados con la pena de muerte, porque la mujer no es libre. 21 El hombre llevará un carnero
a la entrada de la Carpa del Encuentro, como sacrificio de reparación al Señor. 22 El sacerdote
practicará con el carnero el rito de expiación en favor de ese hombre, delante del Señor, por el
pecado que cometió, y el pecado le será perdonado.
LS
23 Cuando entren en la tierra y planten árboles frutales de todas clases, deberán considerar
sus frutos como algo prohibido: durante tres años los dejarán incircuncisos, y no se los podrá
comer. 24 Al cuarto año, todos sus frutos serán consagrados en una fiesta de alabanza al
Señor. 25 Y sólo en el quinto año, podrán comer los frutos y almacenar el producto para
provecho de ustedes mismos. Yo soy el Señor, su Dios.
O
Yo soy el Señor.
32 Te levantarás delante del anciano, y serás respetuoso con las personas de edad. Así
temerás a tu Dios. Yo soy el Señor.
17 Si alguien se casa con su hermana –sea hija de su padre o de su madre– de manera que él
ve la desnudez de ella, y ella la de él, cometen una ignominia: ambos serán extirpados a la
vista de sus compatriotas. Por haber tenido relaciones con su hermana, él deberá cargar con
su culpa.
O
18 Si un hombre se acuesta con una mujer en su período menstrual y tiene relaciones con ella,
los dos serán extirpados de su pueblo, porque él ha puesto al desnudo la fuente del flujo de la
mujer y ella la ha descubierto.
EM
19 No tendrás relaciones con la hermana de tu madre ni con la hermana de tu padre, porque
eso sería como tener relaciones con uno mismo: los que lo hagan cargarán con su culpa.
20 Si un hombre se acuesta con la mujer de su tío paterno, es como si tuviera relaciones con
este último: los que lo hagan cargarán con su culpa y morirán sin tener hijos.
21 Si un hombre se casa con la mujer de su hermano, lo que hace es una indecencia, porque
D
es como si tuviera relaciones con su hermano: los que lo hagan no tendrán hijos.
Lo puro y lo impuro
O
Yo soy el Señor, su Dios, que los separé de los otros pueblos. 25 Por eso ustedes deberán
separar los animales puros de los impuros, y los pájaros impuros de los puros. No se hagan
abominables a causa de un animal, de un pájaro o de cualquier alimaña que se arrastra por el
suelo, porque yo los separé para que ustedes los consideren impuros. 26 Ustedes serán
O
santos, porque yo, el Señor, soy santo, y los separé de los otros pueblos, para que me
pertenezcan.
27 El hombre o la mujer que consulten a los muertos o a otros espíritus, serán castigados con
ST
21 1 El Señor dijo a Moisés: Habla en estos términos a los sacerdotes hijos de Aarón:
SY
Nadie deberá incurrir en impureza por el cadáver de alguno de los suyos, 2 a no ser que se
trate de un pariente muy cercano: su madre, su padre, su hijo, su hija o su hermano; 3 o por el
22 1 El Señor dijo a Moisés: 2 Instruye a Aarón y a sus hijos, para que tengan mucho cuidado
con los dones sagrados que me consagran los israelitas, no sea que profanen mi santo
Nombre. Yo soy el Señor. 3 Por eso, diles lo siguiente:
O
los dones sagrados que los israelitas consagran al Señor, será excluido de mi presencia. Yo
soy el Señor.
4 Ningún descendiente de Aarón que sea leproso o padezca de blenorrea, podrá comer de los
dones sagrados hasta que quede purificado. Si alguien toca lo que se ha vuelto impuro a causa
EM
de un cadáver, o si tiene una eyaculación, 5 o si toca algún animal o algún ser humano que lo
hace impuro –cualquiera sea la clase de impureza– 6 si alguien toca algo de eso, será impuro
hasta la tarde y no comerá de las cosas sagradas sin lavarse antes con agua. 7 Al ponerse el
sol quedará puro, y entonces podrá comer de las cosas sagradas, porque son su alimento. 8
No comerá ningún animal muerto o despedazado por las fieras, porque de lo contrario incurriría
en impureza. Yo soy el Señor.
D
9 Que observen mis prescripciones, no sea que carguen con un pecado a causa del alimento,
y mueran por haberlo profanado. Yo soy el Señor, que los santifico.
ofrenda sagrada, deberá restituirla al sacerdote, añadiendo además una quinta parte de su
valor. 15 Los sacerdotes no permitirán que los israelitas profanen los dones sagrados que ellos
reservan para el Señor, 16 o que carguen con un pecado que exige una reparación, por comer
esos dones sagrados. Porque yo soy el Señor, que los santifico.
O
17 El Señor dijo a Moisés: 18 Habla en estos términos a Aarón y a sus hijos, y a todos los
ST
israelitas:
aceptado.
O
Cuando entren en la tierra que yo les doy y cuando recojan la cosecha, entregarán al
sacerdote la primera gavilla. 11 El día siguiente al sábado, él la ofrecerá al Señor con el gesto
de presentación, para que les sea aceptada; 12 y ese mismo día ustedes sacrificarán como
holocausto al Señor un cordero de un año y sin defecto. 13 Juntamente con él, presentarán –
EM
como ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor– una oblación consistente en dos
décimas de harina de la mejor calidad mezclada con aceite; y añadirán como libación un litro y
medio de vino. 14 Antes de ese día, o sea, antes de entregar la ofrenda de su Dios, no
comerán pan, grano tostado ni espigas tiernas. Este es un decreto válido para siempre, a lo
largo de las generaciones, cualquiera sea el lugar donde habiten.
D
15 También contarán siete semanas, a partir del día en que entreguen la gavilla ofrecida con el
gesto de presentación, o sea a partir del día siguiente al sábado. Las semanas deberán ser
completas. 16 Por eso tendrán que contar hasta el día siguiente al séptimo sábado: cincuenta
días en total. Entonces ofrecerán al Señor una ofrenda de grano nuevo. 17 Ustedes traerán
LS
desde sus casas dos panes, para que sean ofrecidos con el gesto de presentación. Cada pan
deberá estar preparado con dos décimas de harina de la mejor calidad y cocido después de
fermentar: son las primicias para el Señor. 18 Junto con el pan, ofrecerán en holocausto al
Señor siete corderos de un año y sin defecto, un novillo y dos carneros, con sus
correspondientes oblaciones y libaciones, como ofrenda que se quema con aroma agradable al
Señor. 19 También ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado, y dos corderos de un año
como sacrificio de comunión. 20 El sacerdote los ofrecerá al Señor con el gesto de
O
presentación, junto con el pan de las primicias y dos corderos. Todo esto es una cosa
consagrada al Señor y pertenecerá al sacerdote. 21 Ese mismo día harán una convocatoria:
ustedes tendrán una asamblea litúrgica y no se podrá realizar ningún trabajo servil. Este es un
decreto válido para siempre, a lo largo de las generaciones, cualquiera sea el lugar donde
O
habiten.
El primer día del séptimo mes será para ustedes un día de descanso, una conmemoración
anunciada con toque de trompetas, y habrá una asamblea litúrgica.
24 1 El Señor dijo a Moisés: 2 Ordena a los israelitas que traigan aceite puro de oliva molida
para el candelero, a fin de que se pueda mantener encendida permanentemente una lámpara.
3 Aarón deberá prepararla en la Carpa del Encuentro, fuera del velo que está ante el Arca del
O
Testimonio, para que arda regularmente delante del Señor, durante toda la noche. Este es un
decreto válido para siempre, a lo largo de las generaciones. 4 Él dispondrá las lámparas
delante del Señor, sobre el candelabro de oro puro, para que ardan regularmente.
EM
Los panes de la ofrenda
5 Prepara además doce tortas de harina de la mejor calidad, empleando dos décimas partes
de una medida para cada una. 6 Luego las depositarás en la presencia del Señor, en dos
hileras de seis, sobre la mesa de oro puro; 7 y sobre cada hilera pondrás incienso puro, como
un memorial del pan, como una ofrenda que se quema para el Señor. 8 Esto se dispondrá
regularmente todos los sábados delante del Señor: es una obligación permanente para los
D
israelitas. 9 Los panes serán para Aarón y sus hijos, y ellos deberán comerlos en el recinto
sagrado, porque se trata de una cosa santísima. Es un derecho que Aarón tendrá siempre
sobre las ofrendas que se queman para el Señor.
El castigo de la blasfemia
LS
10 Entre los israelitas apareció un hombre, cuya madre era israelita y su padre egipcio. Al
suscitarse una pelea entre este último y un israelita, 11 el hijo de la israelita blasfemó contra el
Nombre, pronunciando una maldición. Entonces lo llevaron ante Moisés –su madre se llamaba
Selomit, hija de Dibrí, y era de la tribu de Dan– . 12 Y el hombre fue puesto bajo custodia,
hasta tanto se pudiera tomar una decisión en virtud de un oráculo del Señor. 13 El Señor dijo a
Moisés: 14 "Saca al blasfemo fuera del campamento; que todos los que lo oyeron, pongan las
O
manos sobre su cabeza, y que toda la comunidad lo mate a pedradas. 15 Luego di a los
israelitas: ‘Cualquier hombre que maldiga a su Dios, cargará con su pecado. 16 El que
pronuncie una blasfemia contra el nombre del Señor será castigado con la muerte: toda la
comunidad deberá matarlo a pedradas. Sea extranjero o nativo, si pronuncia una blasfemia
O
19 Si alguien lesiona a su prójimo, lo mismo que él hizo se le hará a él: 20 fractura por fractura,
ojo por ojo, diente por diente; se le hará la misma lesión que él haya causado al otro. 21 El que
SY
mate un animal pagará una indemnización por él, pero el que mate a un hombre, será
castigado con la muerte. 22 No habrá para ustedes más que un derecho, válido tanto para el
O
23 La tierra no podrá venderse definitivamente, porque la tierra es mía, y ustedes son para mí
como extranjeros y huéspedes. 24 En cualquier terreno de su propiedad, ustedes concederán
el derecho de rescate sobre la tierra. 25 Si tu hermano queda en la miseria y se ve obligado a
EM
vender una parte de su propiedad, su pariente más cercano vendrá a ejercer el derecho de
rescate sobre lo que ha vendido su hermano. 26 Si no tiene a nadie que pueda ejercer ese
derecho, pero adquiere por sí mismo lo necesario para el rescate, 27 calculará los años
transcurridos desde la venta, devolverá la diferencia al comprador, y así podrá regresar a su
propiedad. 28 Si carece de medios suficientes para recuperarla, lo vendido permanecerá en
poder del comprador hasta el año del jubileo, pero en el año jubilar quedará libre, y el vendedor
regresará a su propiedad.
D
Las casas
29 Si alguien vende una vivienda en una ciudad amurallada, su derecho a rescatarla durará
hasta que se cumpla el año de su venta; el período del rescate durará un año entero. 30 Si no
LS
ha sido rescatada antes de transcurrido ese año, la casa pasará definitivamente al comprador y
a sus descendientes, y no será rescatada en el jubileo. 31 Pero las casas de los poblados que
no tienen murallas serán consideradas como el campo abierto: podrán ser rescatadas, y en el
año del jubileo quedarán libres.
Las propiedades de los levitas
32 En cuanto a las ciudades de los levitas, estos tendrán siempre derecho de rescate sobre las
O
casas que están en las ciudades de su propiedad. 33 Y si alguno de los levitas no la rescata, la
casa que él vendió –y que es su propiedad– quedará libre en el jubileo, porque las casas de las
ciudades de los levitas son de su propiedad entre los israelitas. 34En cambio, los campos que
rodean sus ciudades no podrán ser vendidos, porque son su propiedad para siempre.
O
Prohibición de la usura
fuera un extranjero o un huésped, y él vivirá junto a ti. 36 No le exijas ninguna clase de interés:
teme a tu Dios y déjalo vivir junto a ti como un hermano. 37 No le prestes dinero a interés, ni le
des comida para sacar provecho. 38Yo soy el Señor, su Dios, el que los hizo salir de Egipto
para darles la tierra de Canaán y para ser el Dios de ustedes.
aseguraré la paz en el país y ustedes descansaránsin que nadie los perturbe: alejaré del país
O
7 Perseguirán a sus enemigos, y ellos caerán bajo la espadadelante de ustedes. 8 Cinco de
ustedes perseguirán a cien,y cien a diez mil; y sus enemigos caerán bajo la espadadelante de
EM
ustedes. 9 Yo los miraré con bondad, los haré fecundos y numerosos, y mantendré mi alianza
con ustedes. 10 Comerán grano viejo largamente almacenado, y tendrán que tirar el grano
viejo para dar lugar al nuevo. 11 Yo pondré mi Morada en medio de ustedes y no les tendré
aversión; 12 siempre estaré presente entre ustedes: ustedes serán mi Pueblo y yo seré su
D
Dios. 13 Yo soy el Señor, su Dios, el que los hice salir de Egipto para que no fueran más
sus esclavos.
LS
Yo rompí las barras de su yugo
Promesas de maldición
si dejan de practicar mis mandamientos y quebrantan mi alianza, 16 yo, a mi vez, los trataré de
la misma manera: haré que el terror los domine –la debilidad y la fiebre que consumen los ojos
y desgastan la vida–. En vano plantarán sus semillas, porque las comerán sus enemigos. 17
Yo volveré mi rostro contra ustedes y serán derrotados por sus enemigos; quedarán
SY
sometidos a sus adversarios y huirán aunque nadie los persiga. 18 Y si pesar de esto no me
Biblia Católica 195
31 convertiré sus ciudades en ruinas,
O
que sus mismos enemigosquedarán espantados
EM
33 Los dispersaré entre las naciones
Así el país se convertirá en un desierto y sus ciudades, en ruinas. 34 Y durante todo el tiempo
en que estará desolada, mientras ustedes vivan en el país de sus enemigos, la tierra pagará
D
los años sabáticos que adeuda. 35 En todo el tiempo de la desolación, ella observará por fin el
descanso que no observó en sus años sabáticos, cuando ustedes la habitaban.
36 A los sobrevivientes los llenaré de pánico en la tierra de sus enemigos: el ruido que produce
una hoja al caer, los ahuyentará; huirán como quien huye de la espada, y caerán aunque nadie
LS
los persiga. 37 Sin ser perseguidos, se atropellarán unos a otros como si tuvieran delante una
espada. Ustedes no podrán sostenerse en pie delante de sus adversarios, 38 sino que
perecerán entre las naciones y se los tragará la tierra de sus enemigos. 39 Y aquellos que
sobrevivan aún, se consumirán en la tierra de sus enemigos, a causa de sus propias culpas, y
también a causa de las culpas de sus padres.
40 Entonces confesarán las culpas, que ellos y sus padres cometieron por haberme sido
O
infieles, y sobre todo, por haberse puesto contra mí. 41 Pero yo también me pondré contra
ellos y los llevaré al país de sus enemigos. Así se humillará su corazón incircunciso y pagarán
sus culpas. 42 Yo me acordaré de mi alianza con Jacob, con Isaac y con Abraham, y me
acordaré de la tierra. 43Pero antes, la tierra quedará abandonada y pagará los años sabáticos
O
que adeuda, mientras esté desolada por la ausencia de ellos; y también ellos pagarán sus
culpas, ya que despreciaron mis leyes y sintieron aversión por mis preceptos.
44 Pero aún entonces, cuando estén en la tierra de sus enemigos, yo no los rechazaré ni
ST
sentiré aversión por ellos hasta el punto de aniquilarlos y de anular mi alianza con ellos: porque
yo soy el Señor, su Dios. 45 Me acordaré en favor de ellos de la alianza que establecí con sus
antepasados, con los que hice salir de Egipto a la vista de las naciones para ser su Dios. Yo, el
Señor.
46 Estos son los preceptos, las leyes y las instrucciones que el Señor estableció entre él y los
SY
O
rescata su campo y este es vendido a otro, ya no será rescatable: 21cuando quede libre en el
año jubilar, será consagrado al Señor como si fuera un terreno interdicto, y pasará a ser
propiedad del sacerdote.
EM
22 Si alguien consagra al Señor un campo que compró, pero que no es terreno de su
propiedad, 23 deberá computar el importe de su valor hasta el año del jubileo, y la persona
pagará ese mismo día la suma en que ha sido tasado, como una ofrenda consagrada al Señor.
24 En el año jubilar el campo volverá al que lo vendió, o sea, al verdadero propietario de la
tierra. 25 Todas las tasaciones se harán en siclos del Santuario; cada siclo equivale a veinte
gueras.
D
El rescate de los primogénitos
26 Sin embargo, nadie podrá consagrar un primogénito de su ganado, ya que, por ser
primogénito, pertenece al Señor: sea que se trate de un ternero o de un cordero, pertenecen al
Señor. 27 Pero si se trata de animales impuros, podrán ser rescatados por la suma en que
hayan sido tasados, añadiendo una quinta parte de su valor. Si no es rescatado, el animal será
LS
vendido por la suma establecida.
28 Ninguno de los bienes que pertenecen a una persona –ya sea un hombre, un animal o un
campo de su propiedad– podrá ser vendido o rescatado si ha sido consagrado al Señor por el
exterminio total: todas esas cosas están exclusivamente consagradas al Señor. 29Tampoco
O
podrá ser liberada ninguna persona que deba ser exterminada, sino que se la hará morir.
Los diezmos
O
30 La décima parte de lo que produce la tierra –tanto los campos sembrados como los árboles
frutales– pertenece al Señor: es una cosa consagrada al Señor. 31 Si un hombre quiere
rescatar alguna parte de sus diezmos, deberá añadir un quinto de su valor. 32 La décima parte
del ganado mayor o menor –o sea, uno cada diez de todos los animales que pasan bajo el
ST
cayado del pastor– será consagrada al Señor. 33 Nadie deberá seleccionar entre lo bueno y lo
malo, o sustituir uno por otro. Si hace el cambio, tanto el animal ofrecido como su sustituto
serán una cosa sagrada, y no se los podrá rescatar.
34 Estos son los mandamientos que el Señor dio a Moisés para los israelitas sobre la montaña
del Sinaí.
SY
O
exactamente los motivos que llevaron a calificar de impuros a esos animales. En algunos
casos, la impureza parece provenir del carácter nocivo o repugnante de los mismos; en otros,
de su vinculación con prácticas paganas. El cerdo, por ejemplo, era considerado animal
sagrado en los cultos sirofenicios.
EM
12 Según las creencias antiguas, la concepción y el nacimiento -como toda la vida sexual-
estaban rodeados de misterio y de peligros, y por eso debían ser protegidos con ritos
especiales. El parto –lo mismo que la menstruación y el derrame del semen– implicaba una
pérdida de vitalidad que debía ser recuperada antes de tener nuevamente acceso a Dios.
D
enfermedades de la piel. A estas afecciones se equiparan la "lepra de la ropa" (vs. 47-59) y la
"lepra de las paredes" (14. 33-53), o sea, el enmohecimiento de las telas y los hongos que se
adhieren a las paredes, a causa de la humedad, y provocan la caída del revoque.
relación con las creencias de los israelitas sobre los demonios que habitaban en los lugares
desolados (Is. 13. 21; 34. 11-14; Mt. 12. 43). Al prescribir este rito, la legislación sacerdotal
asume una antigua costumbre, de origen desconocido, pero cuyo significado es claro: alejar
simbólicamente de la comunidad los pecados de que ella se había hecho culpable en el
O
17 7. "A los sátiros": este pasaje se refiere a unos demonios que la superstición popular
representaba con figuras de chivos, y cuya morada se situaba en los lugares despoblados y en
ST
las ruinas. Según 2 Rey. 23. 8, cerca de una de las puertas de Jerusalén, había un lugar de
culto dedicado a los sátiros o chivos, que eI rey Josías mandó destruir.
21. Esta prescripción prohibe quemar niños a Moloc, un dios cuyo nombre original era Melec,
O
Los judíos de lengua hebrea llamaban a este libro "EN EL DESIERTO", porque estas son las
palabras más importantes del versículo inicial. Dicho titulo evoca otro de sus temas
característicos: la marcha de los israelitas a través del desierto, desde el Sinaí hasta las
fronteras de la Tierra prometida.
EM
El libro de los Números da la impresión de ser un conjunto de elementos heterogéneos, sin
ninguna conexión lógica. A pesar de todo, es posible establecer un cierto orden, si se tiene en
cuenta el marco geográfico de los acontecimientos relatados.
1.º La partida desde el Sinaí se prepara con un censo del pueblo y con las ofrendas
presentadas con motivo de la dedicación del Santuario (1. 1 – 10. 10).
D
2.º Después de celebrar la segunda Pascua, los israelitas salen del Sinaí y llegan a Cades,
donde realizan un intento desafortunado de entrar en Canaán por el sur (10. 11 - 21. 35).
3.º Tras una larga permanencia en Cades, vuelven a ponerse en camino y llegan a las estepas
LS
de Moab, frente a Jericó (caps. 22-36).
espíritu peculiar.
Es inútil buscar en esta compilación de antiguas tradiciones, un relato exacto y ordenado de los
hechos. La tradición sobre el itinerario del desierto es fragmentaria y se limita a unos pocos
O
episodios. Además, la historia es vista desde una perspectiva religiosa. Su intención es mostrar
la solícita providencia de Dios en favor de su Pueblo, a pesar de las murmuraciones y
rebeldías del mismo.
ST
Durante su marcha por el desierto, Israel vivió sus primeras experiencias como Pueblo de Dios.
Allí la masa heterogénea de fugitivos que habían salido de Egiptobajo la guía de Moisés (Éx.
12. 38) comenzó a tomar conciencia de su destino común. Al llegar la plenitud de los tiempos,
también el nacimiento del nuevo Pueblo de Dios estuvo vinculado con el desierto. Allí predicó y
bautizó Juan el Bautista, para
preparar "el camino del Señor" (Mt. 3. 3). Y allí Jesús "fue llevado por el Espíritu" (Mt.
SY
4. 1) para prepararse a cumplir su misión de "iniciador y consumador de nuestra fe" (Heb. 12.
2).
Benjamín, Abidán, hijo de Gedeón; 12 por la tribu de Dan, Ajiézer, hijo de Amisaddai; 13 por la
tribu de Aser, Paguiel, hijo de Ocrán; 14 por la tribu de Gad, Eliasaf, hijo de Deuel;15 por la
O
tribu de Neftalí, Ajirá, hijo de Enán. 16 Estos eran los representantes de la comunidad, los jefes
EM
antepasados, los jefes de los clanes de Israel.
D
17 Moisés y Aarón reunieron a todos estos hombres, que habían sido designados
expresamente, 18 y convocaron a la comunidad el primer día del segundo mes. Entonces
todos se inscribieron por clanes y por familias, y se fueron anotando uno por uno los nombres
de los que tenían más de veinte años. 19 Así los registró Moisés en el desierto del Sinaí, como
el Señor se lo había ordenado.
LS
Los resultados del censo
46.500 hombres.
22 En la lista de los descendientes de Simeón, por clanes y por familias –una vez anotados
uno por uno los nombres de todos los varones que tenían más de veinte años, o sea, de los
O
24 En la lista de los descendientes de Gad, por clanes y por familias –una vez anotados uno
por uno los nombres de todos los varones que tenían más de veinte años, o sea, de los aptos
ST
26 En la lista de los descendientes de Judá, por clanes y por familias –una vez anotados uno
por uno los nombres de todos los varones que tenían más de veinte años, o sea, de los aptos
para la guerra– 27 fueron registrados 74.600 hombres.
SY
28 En la lista de los descendientes de Isacar, por clanes y por familias –una vez anotados uno
por uno los nombres de todos los varones que tenían más de veinte años, o sea, de los aptos
54 Así lo hicieron los israelitas, ateniéndose exactamente a lo que el Señor había dicho a
Moisés.
O
La disposición de las tribusen el campamento
2 1 El Señor dijo a Moisés y a Aarón:2 Los israelitas acamparán alrededor de la Carpa del
EM
Encuentro, a una cierta distancia, cada uno junto a su estandarte, bajo las insignias de sus
casas paternas.
3 Al frente, sobre el lado este, acamparán los regimientos que militan bajo el estandarte de
Judá. El jefe de los descendientes de Judá era Najsón, hijo de Aminadab, 4 y los enrolados en
su regimiento, 74.600.
D
5 A su lado, acampará la tribu de Isacar. El jefe de los descendientes de Isacar era Natanael,
hijo de Suar, 6 y los enrolados en su regimiento, 54.400. 7 También acampará la tribu de
Zabulón. El jefe de los descendientes de Zabulón era Eliab, hijo de Jelón, 8 y los enrolados en
su regimiento, 57.400.
LS
9 Los enrolados en la división de Judá, agrupados por regimientos, eran en total
186.400.
Ellos avanzarán a la vanguardia.
10 Al sur, acamparán los regimientos que militan bajo el estandarte de Rubén. El jefe de los
descendientes de Rubén era Elisur, hijo de Sedeur, 11 y los enrolados en su regimiento,
46.500.
O
17 La Carpa del Encuentro irá en medio de las divisiones, con el grupo de los levitas. Ellos
avanzarán de la misma manera que estaban acampados, cada uno en su puesto, junto a sus
insignias.
SY
18 Al oeste, acamparán los regimientos que militan bajo el estandarte de Efraím. El jefe de los
6 Manda a la tribu de Leví que se acerque, y tú la pondrás a disposición del sacerdote Aarón,
para servirlo. 7 Ellos realizarán tareas para él y para toda la comunidad de Israel, delante de la
Carpa del Encuentro, encargándose del servicio de la Morada. 8 Tendrán a su cargo todo el
mobiliario de la Carpa del Encuentro y realizarán tareas para los israelitas, encargándose del
servicio de la Morada. 9 Tú pondrás a los levitas a las órdenes de Aarón y de sus hijos: así
O
ellos estarán dedicados a él exclusivamente, de parte de los israelitas. 10 A Aarón y a sus
hijos, en cambio, les encargarás que ejerzan las funciones sacerdotales. Si se acerca un
extraño, será castigado con la muerte.
EM
La elección de los levitas
12 Entre todos los israelitas, en lugar de los primogénitos –de aquellos que abren el seno
materno– yo elijo a los descendientes de Leví. Los levitas me pertenecen, 13 porque todo
primogénito me pertenece. Cuando exterminé a todos los primogénitos de Egipto, consagré
D
para mí a todos los primogénitos de Israel, hombres y animales, a fin de que fueran míos. Yo
soy el Señor.
16 Moisés los registró, según la orden que había recibido del Señor. 17 Los nombres de los
hijos de Leví eran Gersón, Quehat y Merarí. 18 Los nombres de los hijos de Gersón, por
clanes, eran Ligní y Semei; 19 los hijos de Quehat, por clanes, eran Amrám, Ishar, Hebrón y
Oziel; 20 y los hijos de Merarí, por clanes, eran Majlí y Musí.
O
Los clanes de los levitas, repartidos por familias, eran los siguientes:
21 De Gersón procedían el clan de los libnitas y el clan de los semeítas: estos eran los clanes
de los gersonitas. 22 Los registrados, contando todos los varones de un mes en adelante, eran
O
en total 7.500 hombres. 23 Los clanes de los gersonitas acampaban detrás de la Morada,
hacia el oeste. 24 El jefe de la casa paterna de los gersonitas era Eliasaf, hijo de Lael. 25 Los
gersonitas tenían a su cargo, en la Carpa del Encuentro, la Morada y la Carpa, su toldo y el
tapiz que estaba a la entrada de la Carpa del Encuentro; 26 las cortinas del atrio y el cortinado
ST
para la entrada del atrio que rodea la Morada, las cuerdas y el altar: todo el servicio
relacionado con esos objetos.
27 De Quehat procedían el clan de los amritas, el clan de los isharitas, el clan de los hebronitas
y el clan de los ozielitas: estos eran los clanes de los quehatitas. 28 Contando todos los
varones de un mes en adelante, eran en total 8.300 hombres. Ellos tenían a su cargo el
SY
servicio del Santuario. 29 Los clanes de los quehatitas acampaban en el lado sur de la Morada.
30 El jefe de la casa paterna de los clanes de los quehatitas era Elisafán, hijo de Oziel. 31 Ellos
4 1 El Señor dijo a Moisés y a Aarón:2 Realiza un censo especial de los levitas hijos de
Quehat, por clanes y por familias. 3 Registra a todos los que puedan entrar en servicio, para
ejercer funciones en la Carpa del Encuentro, es decir, a los que tengan entre treinta y
O
cincuenta años.
4 Los quehatitas serán los responsables, en la Carpa del Encuentro, de los objetos más
santos. 5 Cuando haya que levantar campamento, Aarón y sus hijos irán a descolgar el velo
EM
protector y cubrirán con él el Arca del Testimonio. 6 Sobre él pondrán una funda de cuero fino,
y encima extenderán una tela, toda de púrpura violeta. Luego le ajustarán las andas. 7 En
seguida extenderán una tela de púrpura violeta sobre la mesa de los panes de la ofrenda, y
depositarán sobre ella las fuentes, los vasos, las tazas y los jarros para la libación. El pan de la
ofrenda perpetua estará sobre la mesa. 8 Encima de todo esto, extenderán una tela de púrpura
escarlata y la envolverán con una funda de cuero fino. Luego le ajustarán las andas. 9
Asimismo, tomarán una tela de púrpura violeta y cubrirán el candelabro, sus lámparas, sus
D
tenazas, sus platillos, y todas las vasijas de aceite que se emplean para el servicio del
candelabro. 10 Lo pondrán, junto con todos sus enseres, en una funda de cuero fino, y
después lo depositarán sobre unas angarillas. 11 Luego extenderán una tela de púrpura violeta
sobre el altar de oro, lo cubrirán con una funda de cuero fino y le ajustarán las andas. 12
Recogerán todos los utensilios que se emplean en el culto del Santuario, les pondrán una tela
LS
de púrpura violeta, los cubrirán con una funda de cuero fino, y finalmente los depositarán sobre
unas angarillas. 13 Después de haber limpiado las cenizas del altar, extenderán sobre él una
tela de púrpura escarlata 14 y pondrán encima todos los enseres que se usan para su servicio:
los braseros, los tenedores, las palas y los aspersorios, o sea, todos los enseres del altar.
Luego extenderán sobre él una funda de cuero fino y le ajustarán las andas. 15 Y al levantarse
el campamento, una vez que Aarón y sus hijos hayan terminado de cubrir los objetos sagrados
y todos sus accesorios, vendrán los hijos de Quehat para transportarlos, pero no tocarán los
O
objetos sagrados, porque morirían. Estos son los objetos de la Carpa del Encuentro, que
deberán ser transportados por los hijos de Quehat.
16 El sacerdote Eleazar, hijo de Aarón, será el encargado del aceite para la iluminación, del
O
18 No permitan que el grupo de los clanes de los quehatitas sea eliminado del número de los
levitas. 19 Por eso, para que puedan vivir y no mueran cuando se acerquen a los objetos más
santos, procedan con los quehatitas de la siguiente manera: vendrán Aarón y sus hijos, y
asignarán a cada uno de ellos su oficio y su carga; 20 pero los quehatitas no entrarán a ver los
objetos sagrados ni siquiera un momento, no sea que mueran.
SY
Los gersonitas
O
decir, los que tenían entre treinta y cincuenta años– 48 fueron
8.580 hombres. 49 A cada uno le fue asignada una obligación en el servicio y el traslado de la
Carpa, según la orden del Señor por medio de Moisés; y cada uno fue registrado como el
Señor lo había ordenado a Moisés.
EM
La expulsión de las personas impuras
5 1 El Señor dijo a Moisés: 2 Manda a los israelitas que alejen del campamento a todos los
leprosos, a todos los que padecen de blenorrea y a todos los que se han vuelto impuros a
causa de un cadáver. 3 Alejen tanto a los hombres como a las mujeres, para que no hagan
impuro el campamento de aquellos entre quienes yo habito.
D
4 Así lo hicieron los israelitas: alejaron del campamento a los impuros, como el Señor le había
dicho a Moisés.
Si un hombre o una mujer cometen una falta en perjuicio de otro, mostrándose así infieles al
Señor, esa persona es culpable. 7 Ellos confesarán el pecado que han cometido y restituirán la
suma total a aquel a quien ocasionaron el perjuicio, añadiendo además una quinta parte de su
valor. 8 Si ese hombre no tiene ningún pariente cercano a quien se le pueda restituir, la suma
O
será devuelta al Señor y entregada al sacerdote, además del carnero de la expiación, con el
cual se practicará el rito de expiación en favor de esa persona. 9 Y cualquier ofrenda de dones
sagrados que los israelitas presenten al sacerdote, será para él. 10 Cada sacerdote podrá
disponer de sus propios dones sagrados: cada uno guardará para él lo que reciba.
O
Cuando una mujer se aparta del buen camino y es infiel a su esposo, 13 teniendo relaciones
con otro hombre, y su marido no llega a enterarse, porque ella se deshonró ocultamente, y no
hay testigos ni fue sorprendida en el acto; 14 si el hombre tiene un arrebato de celos y siente
celos de su mujer, que realmente se ha deshonrado; o bien, si un hombre siente celos de su
mujer, a pesar de que ella es inocente: 15 en esos casos, el hombre presentará su mujer al
SY
sacerdote y entregará como ofrenda por ella la décima parte de una medida de harina de
cebada. Pero no derramará aceite sobre esa ofrenda ni le añadirá incienso, porque se trata de
O
9 Si una persona muere repentinamente cerca de él, haciendo impuro su cabello consagrado,
se cortará el cabello el día de su purificación, es decir, el séptimo día. 10 Al octavo día,
presentará al sacerdote, a la entrada de la Carpa del Encuentro, dos torcazas o dos pichones
de paloma. 11 Entonces el sacerdote los ofrecerá, uno como sacrificio por el pecado y el otro
EM
como holocausto, y practicará el rito de expiación en favor de ese hombre, por la falta en que
incurrió a causa del cadáver. Ese mismo día volverá a consagrar su cabeza: 12 se consagrará
al Señor por el tiempo de su nazireato y presentará un cordero de un año como sacrificio de
reparación. El tiempo anterior no se tomará en cuenta, porque su cabello consagrado se había
vuelto impuro.
13 Este es el ritual para el nazireo: una vez cumplido el tiempo de su nazireato, será conducido
D
a la entrada de la Carpa del Encuentro, 14 y allí presentará, como ofrenda al Señor, dos
corderos –un macho y una hembra– de un año y sin defecto, el primero para un holocausto y el
segundo para un sacrificio por el pecado; un carnero sin defecto para un sacrifico de comunión;
15 una cesta con tortas de harina de la mejor calidad, sin levadura y amasadas con aceite, y
galletas sin levadura untadas con aceite, con las oblaciones y libaciones correspondientes. 16
LS
El sacerdote presentará todo esto delante del Señor, y ofrecerá el sacrificio por el pecado y el
holocausto. 17 Luego ofrecerá el carnero al Señor como sacrificio de comunión, junto con la
cesta de los ácimos, y también ofrecerá las oblaciones y las libaciones. 18 Entonces el nazireo
se cortará el cabello consagrado, a la entrada de la Carpa del Encuentro, y lo echará en el
fuego que arde debajo del sacrificio de comunión. 19 El sacerdote tomará la espalda ya cocida
del carnero, una torta sin levadura de la cesta y una galleta sin levadura, y las pondrá en las
manos del nazireo, después que este se haya cortado el cabello. 20 Luego hará el gesto de
O
presentación delante del Señor, y todo esto será una cosa sagrada, destinada al sacerdote,
además del pecho y la pata. Después, el nazireo podrá beber vino.
Señor una ofrenda personal –según se lo permitan sus medios– cumplirá el voto que hizo,
además de lo que establece la ley sobre el nazireato.
24 El tercer día presentó su ofrenda Eliab, hijo de Jelón, jefe de la tribu de Zabulón.25 Él
presentó como ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, y un tazón de
plata, de setenta siclos –en siclos del Santuario– ambos recipientes llenos de harina de la
mejor calidad, amasada con aceite, para una oblación; 26 una naveta de oro, de diez siclos,
llena de incienso; 27 un novillo, un carnero y un cordero de un año para un holocausto; 28 un
O
chivo para un sacrificio por el pecado; 29 y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco
corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Eliab, hijo de Jelón.
EM
30 El cuarto día presentó su ofrenda Elisur, hijo de Sedeur, jefe de la tribu de Rubén. 31 Él
presentó como ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, y un tazón de
plata, de setenta siclos –en siclos del Santuario– ambos recipientes llenos de harina de la
mejor calidad, amasada con aceite, para una oblación; 32 una naveta de oro, de diez siclos,
llena de incienso; 33 un novillo, un carnero y un cordero de un año para un holocausto; 34 un
chivo para un sacrificio por el pecado; 35 y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco
D
corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Elisur, hijo de
Sedeur.
Surisadai.
presentó como ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, y un tazón de
plata, de setenta siclos –en siclos del Santuario– ambos recipientes llenos de harina de la
mejor calidad, amasada con aceite, para una oblación; 44 una naveta de oro, de diez siclos,
llena de incienso; 45 un novillo, un carnero y un cordero de un año para un holocausto; 46 un
ST
chivo para un sacrificio por el pecado; 47 y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco
corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Eliasaf, hijo de
Deuel.
48 El séptimo día presentó su ofrenda Elisamá, hijo de Amihud, jefe de la tribu de Efraím. 49 Él
presentó como ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, y un tazón de
O
78 El duodécimo día presentó su ofrenda Ajirá, hijo de Enán, jefe de la tribu de Neftalí. 79 Él
presentó como ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, y un tazón de
plata, de setenta siclos –en siclos del Santuario– ambos recipientes llenos de harina de la
mejor calidad, amasada con aceite, para una oblación; 80 una naveta de oro, de diez siclos,
EM
llena de incienso; 81 un novillo, un carnero y un cordero de un año para un holocausto; 82 un
chivo para un sacrificio por el pecado; 83 y dos bueyes, cinco carneros, cinco chivos y cinco
corderos de un año para un sacrificio de comunión. Esta fue la ofrenda de Ajirá, hijo de Enán.
Conclusión
84 Esta fue la ofrenda de los jefes de Israel para la dedicación del altar, el día en que fue
D
ungido: doce fuentes de plata, doce tazones de plata y doce navetas de oro. 85 Cada fuente
pesaba ciento treinta siclos, y cada tazón, setenta. Toda la plata de estos objetos sumaba en
total dos mil cuatrocientos siclos, en siclos del Santuario. 86 Las doce navetas de oro llenas de
incienso –a razón de diez siclos del Santuario por naveta– sumaban en total ciento veinte
siclos.
LS
87 Los animales presentados para los holocaustos fueron en total doce novillos, doce carneros
y doce corderos de un año, con sus oblaciones correspondientes; y los presentados para el
sacrificio por el pecado fueron doce chivos. 88 Los animales ofrecidos para los sacrificios de
comunión fueron en total veinticuatro novillos, sesenta carneros, sesenta chivos y sesenta
corderos de un año. Estas fueron las ofrendas para la dedicación del altar, cuando fue ungido.
O
8 1 El Señor dijo a Moisés: 2 Habla en estos términos a Aarón: "Cuando enciendas las
ST
lámparas, las siete luces deberán iluminar hacia la parte delantera del candelabro". 3 Así lo
hizo Aarón: dispuso las lámparas hacia la parte delantera del candelabro, como el Señor lo
había ordenado a Moisés. 4 El candelabro era todo de oro forjado, desde la base hasta la flor,
y estaba hecho conforme al modelo que el Señor había mostrado a Moisés.
6 Sin embargo, había algunas personas que se encontraban en estado de impureza a causa
de un cadáver y no pudieron celebrar la Pascua ese día. Por eso se presentaron a Moisés y a
Aarón aquel mismo día 7 y les dijeron: "Aunque somos impuros a causa de un cadáver, ¿por
O
qué nos vamos a ver excluidos de presentar la ofrenda del Señor a su debido tiempo, como los
demás israelitas?". 8 Moisés les respondió: "Quédense aquí, mientras yo voy a oír las
instrucciones que me da el Señor respecto de ustedes".
EM
9 Entonces el Señor dijo a Moisés: 10 Habla en estos términos a los israelitas:
D
Pero si una persona que es pura y no está de viaje, deja de celebrar la Pascua, será excluida
de su pueblo, por no haber presentado la ofrenda del Señor en el tiempo establecido: ese
hombre cargará con su pecado. 14 Y si algún extranjero reside entre ustedes podrá celebrar la
Pascua del Señor; lo hará conforme a las prescripciones del ritual. Las mismas prescripciones
valdrán para todos ustedes, sean extranjeros o nativos del país.
LS
La nube
15 El día en que se erigió la Morada –la Carpa del Testimonio– la nube la cubrió, y desde el
anochecer hasta la mañana estuvo sobre ella con aspecto de fuego. 16 Así sucedía siempre: la
nube cubría la Morada y de noche tomaba el aspecto de fuego. 17 Siempre que la nube se
alzaba por encima de la Morada, los israelitas levantaban el campamento; y en el lugar donde
O
se detenía la nube, allí acampaban. 18 A una señal del Señor, levantaban el campamento; a
otra señal del Señor, acampaban, y permanecían acampados mientras la nube se quedaba
detenida sobre la Morada. 19 Cuando la nube se detenía sobre la Morada varios días, los
israelitas acataban la orden del Señor y no levantaban el campamento. 20 Cuando la nube
O
estaba sobre la Morada unos pocos días, permanecían acampados de acuerdo con la señal
del Señor; y a una nueva señal del Señor, levantaban el campamento. 21 Cuando la nube sólo
se detenía desde el atardecer hasta la mañana, levantaban el campamento por la mañana, tan
pronto como se alzaba la nube. De día o de noche, siempre que se alzaba la nube, levantaban
ST
el campamento. 22 Siempre que la nube estaba sobre la Morada –ya fueran dos días, un mes
o un año– los israelitas permanecían acampados y no levantaban el campamento. 23 Pero a
una señal del Señor, partían. Así acataban la orden del Señor, conforme a las instrucciones
que él les había dado por medio de Moisés.
10 1 El Señor dijo a Moisés: 2 Manda hacer dos trompetas de plata, forjadas a martillo. Ellas te
O
17 Una vez que se desarmó la Morada, avanzaron los gersonitas y los meraritas, que eran los
encargados de transportarla.
EM
18 Luego avanzó el estandarte de la división de Rubén, distribuida por regimientos. Al frente de
sus tropas iba Elisur, hijo de Sedeur; 19 al frente de las tropas de la tribu de Simeón iba
Selumiel, hijo de Surisadai; 20 y al frente de las tropas de la tribu de Gad iba Eliasaf, hijo de
Deuel.
21 Los quehatitas, que llevaban los objetos sagrados, avanzaron después, a fin de que la
Morada ya estuviera erigida antes de su llegada.
D
22 A continuación avanzó el estandarte de la división de Efraím, distribuida por regimientos. Al
frente de sus tropas iba Elisamá, hijo de Amihud; 23 al frente de las tropas de la tribu de
Manasés, iba Gamaliel, hijo de Padasur; 24 y al frente de las tropas de la tribu de Benjamín,
iba Abidán, hijo de Gedeón.
LS
25 Finalmente, a la retaguardia de todos los campamentos, avanzó el estandarte de la tribu de
Dan, distribuida por regimientos. Al frente de sus tropas iba Ajiézer, hijo de Amisadai; 26 al
frente de la tribu de Aser, iba Peguiel, hijo de Ocrán; 27 y al frente de los descendientes de
Neftalí, iba Ajirá, hijo de Enán.
28 Este era el orden en que avanzaban los israelitas, distribuidos por regimientos, cuando
O
emprendían la marcha.
29 Moisés dijo a Jobab, que era hijo de su suegro Reuel, el madianita: "Nosotros vamos a
emprender la marcha hacia el lugar que el Señor prometió darnos. Ven con nosotros, y
seremos generosos contigo, porque el Señor prometió ser generoso con Israel". 30 Él replicó:
"No iré con ustedes, sino que regresaré a mi país natal". 31 "Por favor, no nos abandones, le
ST
insistió Moisés; tú sabes muy bien en qué lugar del desierto podemos acampar, y por eso nos
servirás de guía. 32 Si vienes con nosotros, te haremos participar de los bienes que el Señor
nos conceda".
La partida
SY
33 Ellos partieron de la montaña del Señor y recorrieron un camino de tres días. Durante todo
ese tiempo, el Arca de la Alianza del Señor avanzó al frente de ellos, para buscarles un lugar
O
Señor les dará de comer carne. 19 Y no la comerán un día, ni dos, ni diez, ni veinte, 20 sino un
mes entero, hasta que se les salga por las narices y les provoque repugnancia. Porque han
despreciado al Señor que está en medio de ustedes, y han llorado en su presencia, diciendo:
‘¿Para qué habremos salido de Egipto?’". 21 Moisés dijo entonces: "El pueblo que me rodea
EM
está formado por seiscientos mil hombres de a pie, ¿y tú dices que le darás carne para comer
un mes entero? 22 Si se degollaran ovejas y vacas, ¿alcanzarían para todos? Y si se reunieran
todos los peces del mar, ¿tendrían bastante?". 23 Pero el Señor respondió a Moisés: "¿Acaso
hay un límite para el poder del Señor? En seguida verás si lo que acabo de decirte se cumple o
no".
D
24 Moisés salió a comunicar al pueblo las palabras del Señor. Luego reunió a setenta hombres
entre los ancianos del pueblo, y los hizo poner de pie alrededor de la Carpa. 25 Entonces el
Señor descendió en la nube y le habló a Moisés. Después tomó algo del espíritu que estaba
sobre él y lo infundió a los setenta ancianos. Y apenas el espíritu se posó sobre ellos,
LS
comenzaron a hablar en éxtasis; pero después no volvieron a hacerlo.
26 Dos hombres –uno llamado Eldad y el otro Medad– se habían quedado en el campamento;
y como figuraban entre los inscritos, el espíritu se posó sobre ellos, a pesar de que no habían
ido a la Carpa. Y también ellos se pusieron a hablar en éxtasis. 27 Un muchacho vino
corriendo y comunicó la noticia a Moisés, con estas palabras: "Eldad y Medad están
profetizando en el campamento". 28 Josué, hijo de Nun, que desde su juventud era ayudante
O
Las codornices
31 Entonces se levantó un viento enviado por el Señor, que trajo del mar una bandada de
ST
codornices y las precipitó sobre el campamento. Las codornices cubrieron toda la extensión de
un día de camino, a uno y otro lado del campamento, hasta la altura de un metro sobre la
superficie del suelo. 32 El pueblo se puso a recoger codornices todo el día, toda la noche y
todo el día siguiente. El que había recogido menos, tenía diez medidas de unos cuatrocientos
cincuenta litros cada una. Y las esparcieron alrededor de todo el campamento.
SY
33 La carne estaba todavía entre sus dientes, sin masticar, cuando la ira del Señor se
encendió contra el pueblo, y el Señor lo castigó con una enorme mortandad. 34 El lugar fue
O
de Parán, según la orden del Señor. Todos estos hombres eran jefes de losisraelitas, 4 y sus
EM
nombres eran los siguientes: Por la tribu de Rubén, Samuá, hijo de Zacur; 5 por la tribu de
Simeón, Safat, hijo de Jorí; 6 por la tribu de Judá, Caleb, hijo de Iefuné; 7 por la tribu de Isacar,
Igal, hijo de José; 8 por la tribu de Efraím, Oseas, hijo de Nun; 9 por la tribu de Benjamín, Paltí,
hijo de Rafú; 10 por la tribu de Zabulón, Gadiel, hijo de Sodí; 11 por la tribu de José, o sea, por
D
la tribu de Manasés, Gadí, hijo de Susí; 12 por la tribu de Dan, Amiel, hijo de Guemalí; 13 por
la tribu de Aser, Setur, hijo de Miguel;14 por la tribu de Neftalí, Najbí, hijo de Vofsí; 15 por la
tribu de Gad, Gueuel, hijo de Maquí. 16 Estos son los nombres de las personas que envió
LS
Moisés a explorar elpaís. Y a
Oseas, hijo de Nun, Moisés lo llamó Josué. 17 Cuando Moisés los envió a explorar el territorio
de Canaán, les dijo: "Suban ahí, por el Négueb, y luego avancen hasta la región montañosa.
18 Observen cómo es el país, y si la gente que lo ocupa es fuerte o débil, escasa o numerosa.
19 Fíjense también si la tierra donde viven es buena o mala, y si las ciudades en que habitan
O
son abiertas o fortificadas; 20 si el suelo es fértil o árido, y si está arbolado o no. Tengan valor,
y traigan algunos frutos de la región".
Esto sucedió en el tiempo de las primeras uvas.
O
21 Los hombres fueron a explorar el país, desde el desierto de Cin hasta Rejob, a la Entrada
de Jamat. 22 Subieron por el Négueb y llegaron a Hebrón, donde vivían Ajimán, Sesai y
Talmai, descendientes de Anac –Hebrón había sido fundada siete años antes que Tanis de
ST
Egipto– . 23 Cuando llegaron al valle de Escol, cortaron una rama de vid con un racimo de
uvas, y tuvieron que llevarla entre dos, sostenida con una vara. También recogieron granadas
e higos. 24 Ese lugar fue llamado valle de Escol –que significa Racimo– a causa del racimo
que los israelitas habían cortado allí.
25 Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar el país. 26 Entonces fueron a ver a Moisés, a
Aarón y a toda la comunidad de los israelitas en Cades, en el desierto de Parán, y les
Biblia Católica 227
de noche en la columna de fuego. 15 Si haces morir a este pueblo como si fuera un solo
hombre, las naciones que conocen tu fama, dirán: 16 ‘El Señor era impotente para llevar a ese
pueblo hasta la tierra que le había prometido con un juramento, y los mató en el desierto’. 17
Por eso, Señor, manifiesta la grandeza de tu poder, como tú lo has declarado, cuando dijiste:
18 ‘El Señor es lento para enojarse y está lleno de misericordia. Él tolera la maldad y la
rebeldía, pero no las deja impunes, sino que castiga la culpa de los padres en los hijos y en los
nietos hasta la cuarta generación’. 19 Perdona, por favor, la culpa de este pueblo según tu
O
gran misericordia y como lo has venido tolerando desde Egipto hasta aquí".
El castigo de la infidelidad
EM
20 El Señor respondió: "Lo perdono, como tú me lo has pedido. 21 Sin embargo –tan cierto
como que yo vivo, y que la gloria del Señor llena toda la tierra– 22 ninguno de los hombres que
vieron mi gloria y los prodigios que realicé en Egipto y en el desierto, ninguno de los que ya me
han puesto a prueba diez veces y no me han obedecido, 23 verá la tierra que prometí a sus
padres con un juramento; no la verá ninguno de los que me han despreciado. 24 En cuanto a
mi servidor Caleb, por estar animado de otro espíritu y haberse mantenido fiel a mí, lo llevaré a
la tierra donde ya entró una vez, y sus descendientes la poseerán. 25 Pero como los
D
amalecitas y los cananeos ocupan el valle, den vuelta mañana y partan para el desierto por el
camino del Mar Rojo".
26 Luego el Señor dijo a Moisés y a Aarón: 27 "¿Hasta cuándo esta comunidad perversa va a
seguir protestando contra mí? Ya escuché las incesantes protestas de los israelitas. 28 Por
LS
eso, diles: ‘Juro por mi vida, palabra del Señor, que los voy a tratar conforme a las palabras
que ustedes han pronunciado. 29 Por haber protestado contra mí, sus cadáveres quedarán
tendidos en el desierto: los cadáveres de todos los registrados en el censo, de todos los que
tienen más de veinte años. 30 Ni uno solo entrará en la tierra donde juré establecerlos, salvo
Caleb hijo de Iefuné y Josué hijo de Nun. 31 A sus hijos, en cambio, a los que ustedes decían
que iban a ser llevados como botín, sí los haré entrar; ellos conocerán la tierra que ustedes
han despreciado. 32 Pero los cadáveres de ustedes quedarán tendidos en este desierto. 33
O
Mientras tanto, sus hijos andarán vagando por el desierto durante cuarenta años, sufriendo por
las prostituciones de ustedes, hasta que el último cadáver quede tendido en el desierto. 34
Ustedes cargarán con su culpa durante cuarenta años, por los cuarenta días que emplearon en
explorar la tierra: a razón de un año por cada día. Entonces conocerán lo que significa
O
rebelarse contra mí. 35 Así lo he dispuesto yo, el Señor. De esa manera trataré a toda esta
comunidad perversa que se ha confabulado contra mí: hasta el último hombre morirá en este
desierto’".
ST
36 Los hombres que Moisés envió a explorar el territorio –esos que al volver instigaron a toda
la comunidad a protestar contra él, difundiendo falsos rumores 37 y propagando malas noticias
acerca de la tierra– cayeron muertos en la presencia del Señor. 38 De los que habían ido a
explorar el territorio, solamente sobrevivieron Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Iefuné.
39 Cuando Moisés repitió estas palabras a todos los israelitas, el pueblo quedó muy afligido.
Cuando entren en la tierra adonde yo los haré entrar, 19 y coman el pan de esa tierra,
reservarán una ofrenda para el Señor: 20 como primicias de la harina, ofrecerán una torta;
como se reserva la ofrenda de la era, se reservará también aquella. 21 Así presentarán al
Señor una ofrenda de las primicias de su harina, a lo largo de las generaciones.
O
La expiación de las faltas cometidas inadvertidamente
EM
él– desde el momento en que el Señor les impuso el mandamiento, y después, a lo largo de las
generaciones, se procederá de la siguiente manera:
24 Si quien obró inadvertidamente fue la comunidad, toda la comunidad ofrecerá un novillo
como holocausto de aroma agradable al Señor –con su oblación y la libación prescrita– y un
chivo como sacrificio por el pecado. 25 El sacerdote practicará el rito de expiación en favor de
toda la comunidad, y esta será perdonada, porque se trata de un error, y ellos, para reparar
ese error, presentaron delante del Señor su ofrenda –una ofrenda que se quema para el
D
Señor– y su sacrificio por el pecado. 26 Así será perdonada toda la comunidad de los
israelitas, y también el extranjero que resida en medio de ellos, porque esto le sucedió a todo
el pueblo inadvertidamente.
27 Si quien obró inadvertidamente fue una sola persona, ofrecerá una cabra de un año como
LS
sacrificio por el pecado. 28 El sacerdote practicará el rito de expiación delante del Señor, en
favor de esa persona, porque ella pecó inadvertidamente. Y cuando se practique en favor de
ella el rito de expiación, será perdonada, 29 tanto el israelita como el extranjero residente entre
ustedes: habrá una sola ley para todo el que obra por inadvertencia. 30 Pero el que obra
deliberadamente –tanto el israelita como el extranjero– ultraja al Señor y será excluido de su
pueblo. 31 Por haber despreciado la palabra del Señor y violado su mandamiento, esa persona
será extirpada: es responsable de su culpa.
O
32 Mientras los israelitas estaban en el desierto, se encontraron con un hombre que estaba
O
juntando leña en sábado. 33 Los que lo encontraron juntando leña lo llevaron ante Moisés,
Aarón y toda la comunidad. 34 Entonces fue puesto bajo custodia, porque no estaba
determinado lo que se debía hacer con él. 35 Pero el Señor dijo a Moisés: "Ese hombre debe
ser castigado con la muerte: que toda la comunidad lo mate a pedradas fuera del
ST
37 El Señor dijo a Moisés: 38 "Habla a los israelitas, e instrúyelos para que tanto ellos como
SY
sus descendientes se pongan unos flecos en las puntas de sus mantos, y para que aten a los
flecos de cada punta un cordón de púrpura violeta. 39 Ustedes llevarán esos flecos, y al verlos
25 Moisés se levantó, fue adonde estaban Datán y Abirón, seguido de los ancianos de Israel,
26 y dijo a la comunidad: "Apártense de las carpas de estos hombres perversos y no toquen
O
nada de lo que les pertenece, porque de lo contrario también ustedes serán exterminados a
causa de sus pecados". 27 Y todos se separaron de las moradas de Coré, Datán y Abirón.
Datán y Abirón, por su parte, salieron y se pusieron de pie a la entrada de sus carpas, junto
EM
con sus mujeres, sus hijos y sus pequeños. 28 Moisés dijo: "En esto conocerán que ha sido el
Señor el que me envió a hacer estas cosas, y que no es un capricho mío: 29 si estos hombres
mueren de muerte natural y su suerte es igual a la de todos los hombres, no ha sido el Señor el
que me envió. 30 Pero si el Señor realiza algo inusitado –si la tierra abre sus fauces para
tragarlos con todos sus bienes y ellos bajan vivos al Abismo– ustedes sabrán que esta gente
ha despreciado al Señor".
D
31 Apenas Moisés terminó de pronunciar estas palabras, el suelo se partió debajo de sus pies,
32 la tierra abrió sus fauces y los tragó junto con sus familias, con toda la gente de Coré y con
todos sus bienes. 33 Ellos bajaron vivos al Abismo, con todo lo que les pertenecía. La tierra los
cubrió y desaparecieron de en medio de la asamblea. 34 Al oír sus gritos, todos los israelitas
que estaban cerca de ellos huyeron, diciendo: "¡Que no nos trague la tierra!".
LS
35 Luego bajó fuego del Señor y consumió a los doscientos cincuenta hombres que habían
ofrecido incienso.
17 1 El Señor dijo a Moisés: 2 "Man-da a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que retire los
O
incensarios de en medio de las brasas y que desparrame el fuego en otra parte, porque esos
incensarios han sido santificados. 3 Retiren los incensarios de aquellos que murieron por haber
pecado, y hagan con ellos láminas de metal para recubrir el altar. Porque al ser usados para
ofrecer incienso delante del Señor, quedaron santificados. Así servirán de signo para los
O
israelitas". 4 El sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce que habían usado para la
ofrenda los que murieron carbonizados, y los mandó martillar hasta convertirlos en láminas
para recubrir el altar. 5 Estas debían recordar a los israelitas que ningún extraño –alguien que
no fuera descendiente de Aarón– podía atreverse a ofrecer incienso delante del Señor, a fin de
ST
no correr la misma suerte que Coré y sus secuaces, según lo había predicho el Señor por
medio de Moisés.
6 Al día siguiente, toda la comunidad de los israelitas protestó contra Moisés y Aarón, diciendo:
SY
"Ustedes han provocado una mortandad en el pueblo del Señor". 7 Como la comunidad se
amotinaba contra ellos, Moisés y Aarón se volvieron hacia la Carpa del Encuentro, y vieron que
O
servicio de dedicación: el extraño que se acerque será castigado con la muerte.
EM
8 El Señor dijo a Aarón:
D
para ti y para tus hijos. 10 Tú participarás de los dones más santos. Sólo los varones podrán
comerlos y deberás tratarlos como algo sagrado. 11 También será para ti lo que se toma de las
ofrendas de los israelitas para ser ofrecido con el gesto de presentación. Yo te lo doy, a ti, a tus
hijos y a tus hijas, como un derecho irrevocable: podrán comerlo todos los miembros de tu
casa que sean puros. 12 Yo te doy lo mejor del aceite, del vino y del trigo, o sea, las partes
LS
escogidas que los israelitas presentan al Señor. 13 Las primicias de los productos de la tierra,
que ellos ofrecen al Señor, serán para ti: podrán comerlas todos los miembros de tu casa que
sean puros. 14 Todo lo que ha sido consagrado al exterminio total en Israel será para ti. 15
También lo serán los primogénitos, tanto de hombres como de animales, ofrecidos al Señor.
Pero harás rescatar los primogénitos de los hombres y los primogénitos de los animales
impuros. 16 Los harás rescatar dentro del mes de su nacimiento, tomando como precio por el
rescate cinco siclos –en siclos del Santuario– que equivalen a veinte gueras. 17 Los
O
primogénitos del ganado mayor y menor no podrán ser rescatados porque están consagrados.
Por eso, derramarás su sangre contra el altar y harás arder su grasa como una ofrenda que se
quema con aroma agradable al Señor. 18 La carne, en cambio, será para ti, lo mismo que la
ofrenda de presentación y la pata derecha. 19 Yo te doy todas las ofrendas que los israelitas
O
ponen aparte para el Señor. Te las doy a ti, a tus hijos y a tus hijas, como un derecho
irrevocable. Esta será una alianza de sal –una alianza eterna– para ti y tu descendencia,
delante del Señor.
ST
21 Yo doy como herencia a los levitas todos los diezmos de Israel, a cambio de los servicios
SY
que prestan en la Carpa del Encuentro. 22 De ahora en adelante, los israelitas no se acercarán
a la Carpa del Encuentro, porque cargarían con un pecado y morirían. 23 Sólo los levitas
O
14 Esta es la ley que se aplicará cuando un hombre muera en una carpa: todos los que entren
en la carpa y todos los que se encuentren en ella, serán impuros durante siete días. 15
También será impuro todo recipiente cuya abertura no haya sido cubierta con una tapa
ajustada a él. 16 Y cualquiera que toque, en campo abierto, a una persona que fue asesinada
EM
o murió naturalmente, o huesos humanos, o una tumba, será impuro durante siete días. 17
Para aquel que es impuro, se tomará un poco de ceniza de la víctima quemada para la
purificación, y se la mezclará con agua viva dentro de un recipiente. 18 Luego una persona
pura tomará un ramillete de hisopo, lo sumergirá en el agua, y rociará la carpa, las vasijas y las
personas que estuvieron allí o que tocaron los huesos, la persona asesinada o que murió de
muerte natural, o la tumba. 19 La persona pura rociará a la impura el tercero y el séptimo día, y
al séptimo la habrá purificado. Esta última lavará su ropa y se bañará con agua, y al atardecer
D
será pura. 20 Si alguien que ha incurrido en impureza deja de purificarse, será excluido de la
asamblea, porque ha manchado la Morada del Señor. Él no ha sido rociado con el agua lustral,
y por eso es impuro.
21 Este será para ustedes un decreto válido para siempre. Además, el que haga la aspersión
LS
con el agua lustral deberá lavar su ropa, y cualquiera que toque el agua lustral, será impuro
hasta la tarde. 22 Si toca a otra persona, esta también será impura, y si alguien lo toca, será
impuro hasta la tarde.
La muerte de Miriam
20 1 En el primer mes, toda la comunidad de los israelitas llegó al desierto de Cin, y el pueblo
O
pueblo promovió una querella contra Moisés diciendo: "¡Ojalá hubiéramos muerto cuando
murieron nuestros hermanos delante del Señor! 4 ¿Por qué trajeron a este desierto a la
asamblea del Señor, para que muriéramos aquí, nosotros y nuestro ganado? 5 ¿ Por qué nos
hicieron salir de Egipto, para traernos a este lugar miserable, donde no hay sembrados, ni
ST
La serpiente de bronce
4 Los israelitas partieron del monte Hor por el camino del Mar Rojo, para bordear el territorio de
Edóm. Pero en el camino, el pueblo perdió la paciencia 5 y comenzó a hablar contra Dios y
O
contra Moisés: "¿Por qué nos hicieron salir de Egipto para hacernos morir en el desierto? ¡Aquí
no hay pan ni agua, y ya estamos hartos de esta comida miserable!". 6 Entonces el Señor
envió contra el pueblo unas serpientes abrasadoras, que mordieron a la gente, y así murieron
muchos israelitas. 7 El pueblo acudió a Moisés y le dijo: "Hemos pecado hablando contra el
EM
Señor y contra ti. Intercede delante del Señor, para que aleje de nosotros esas serpientes".
Moisés intercedió por el pueblo, 8 y el Señor le dijo: "Fabrica una serpiente abrasadora y
colócala sobre un asta. Y todo el que haya sido mordido, al mirarla, quedará curado". 9 Moisés
hizo una serpiente de bronce y la puso sobre un asta. Y cuando alguien era mordido por una
serpiente, miraba hacia la serpiente de bronce y quedaba curado.
D
10 Los israelitas partieron y acamparon en Obot. 11 Luego siguieron avanzando y acamparon
en Iyé Ha Abarím, en el desierto que está en el límite con Moab, hacia el oriente. 12 Partiendo
de allí, acamparon junto al torrente Zéred. 13 Después continuaron avanzando y acamparon
más allá del Arnón, en el desierto que se extiende desde el territorio de los amorreos, porque el
LS
Arnón sirve de frontera entre Moab y los amorreos. 14 Por eso, el Libro de las Guerras del
Señor habla de "...Vaheb en Sufá, y los torrentes; el Arnón, 15 con sus afluentes, que se
extiende hasta el territorio habitado de Ar y se apoya en el territorio de Moab...".
16 De allí partieron para Beer, el pozo donde el Señor dijo a Moisés: "Reúne al pueblo y le daré
agua". 17 Entonces Israel entonó este canto:
O
21 Israel envió unos mensajeros a Sijón, rey de los amorreos, con esta propuesta: 22 "Déjame
SY
pasar por tu país. No nos desviaremos hacia los campos o los viñedos, ni beberemos agua de
los pozos. Iremos por el camino principal, hasta que hayamos atravesado tu territorio". 23 Sijón
O
La parte final de este Libro presenta a Israel ante las fronteras de la Tierra prometida, al
término de su larga y penosa marcha por el desierto. Las armas no han podido detener
el avance del Pueblo de Dios, y Balac, el rey de Moab, trata de conjurar el peligro
EM
mediante el recurso a las artes mágicas. Con este fin, hace venir apresuradamente a un
famoso mago y adivino, llamado Balaam. Pero todos los poderes mágicos fracasan ante
el poder de Dios. El espíritu del Señor transforma al adivino en profeta y el que debía
maldecir se ve obligado a bendecir.
La historia de Balaam es narrada, sobre todo, para que sirva de marco a sus oráculos
de bendición. Estos bellos poemas describen a Israel como una nación numerosa,
separada de las otras naciones, que avanza victoriosa bajo la guía de su Dios. En el
D
cuarto de esos oráculos el horizonte se amplía, y el profeta ve alzarse de ese Pueblo
una "estrella" y un "cetro" (24. 17), que simboliza la realeza. Tales símbolos se refieren
en primer lugar a David y a su glorioso reinado, pero detrás de ellos se vislumbra la
gloria del futuro Mesías, nacido del linaje davídico.
LS
A pesar de estas promesas y bendiciones, Israel reincide en la idolatría. El Señor lo
castiga severamente, pero no lo abandona. Moisés continúa su obra gigantesca de jefe
y legislador, y prepara al Pueblo para la conquista de Canaán. Él sabe que no entrará
en la Tierra prometida, pero sabe también que su tarea no quedará inconclusa. Josué,
su fiel servidor, será el encargado de llevarla adelante.
O
22 1 Luego los israelitas reanudaron la marcha y fueron a acampar en las estepas de Moab, al
O
2 Balac, hijo de Sipor, vio todo lo que los israelitas habían hecho a los amorreos, 3 y los
moabitas sintieron un gran temor a la vista de ese pueblo tan numeroso. Atemorizados por la
ST
presencia de los israelitas, 4 los moabitas dijeron a los ancianos de Madián: "Ahora esta turba
va a devorarlo todo a nuestro alrededor como un buey devora la hierba del campo". Entonces
Balac, hijo de Sipor, que era rey de Moab en aquel tiempo, 5 envió unos mensajeros a Balaam,
hijo de Beor –que vivía en Petor, junto al Éufrates, en el país de los descendientes de Amav–
para que le hicieran esta invitación: "Un pueblo que salió de Egipto y cubrió toda la tierra se ha
establecido frente a mí. 6 Ven, por favor, y maldíceme a este pueblo, porque es más fuerte que
SY
yo. Tal vez así podré derrotarlo y expulsarlo del país. Porque yo sé que el que tú bendices,
queda bendecido, y el que maldices, queda maldecido".
31 El Señor abrió los ojos de Balaam, y este vio al Ángel del Señor parado en el camino, con la
espada desenvainada en su mano; se inclinó y lo adoró con el rostro en tierra. 32 El Ángel del
Señor le dijo: "¿Por qué le has pegado tres veces a tu asna? Era yo el que te cerraba el paso,
porque tu viaje me disgusta. 33 Ella me vio y se apartó de mí tres veces. Hizo muy bien en
apartarse, porque de lo contrario yo te hubiera matado, mientras que a ella la hubiera dejado
O
con vida". 34 Balaam dijo alÁngel del Señor: "He pecado, porque no sabía que tú estabas
apostado delante demí en el camino. Si esto te desagrada, ahora mismo regreso". 35 El Ángel
del Señor respondió a Balaam: "Ve con estos hombres, pero dirás solamente lo que yo te
indique". Y Balaam se fue con los jefes que le había enviado Balac.
EM
La llegada de Balaam a Moab
36 Cuando Balac supo que Balaam estaba por llegar, fue a encontrarlo en Ar Moab, sobre la
frontera del Arnón, en el límite de su territorio, 37 y le dijo: "Yo te mandé a llamar
urgentemente. ¿Por qué no querías venir? ¿Acaso no dispongo de medios para colmarte de
honores?". 38 Entonces Balaam respondió a Balac: "Aquí me tienes. Pero, ¿qué puedo decir
D
yo ahora? Sólo diré la palabra que Dios ponga en mi boca".
39 Luego Balaam se fue con Balac. Llegados a Quiriat Jusot, 40 Balac inmoló vacas y ovejas y
se las envió a Balaam y a los jefes que iban con él. 41 A la mañana siguiente, Balac tomó a
Balaam y lo hizo subir a Bamot Baal, desde donde pudo ver a una parte del pueblo.
LS
El primer oráculo de Balaam
23 1 Balaam dijo a Balac: "Constrúyeme aquí siete altares y prepárame siete novillos y siete
carneros". 2 Balac hizo lo que Balaam le había indicado, y entre los dos ofrecieron un novillo y
un carnero en cada altar. 3 Luego Balaam dijo a Balac: "Quédate junto a tus ofrendas, mientras
voy a ver si el Señor me hace una revelación. Yo te comunicaré lo que él me manifieste". Y se
O
4 El Señor se reveló a Balaam, y este le dijo: "Yo erigí los siete altares, y ofrecí un novillo y un
carnero en cada altar". 5 Entonces el Señor puso una palabra en la boca de Balaam y le dijo:
O
"Regresa adonde está Balac y háblale de esta manera". 6 Balaam regresó y lo encontró de pie
junto a su holocausto, acompañado de todos los jefes de Moab. 7 Entonces pronunció su
poema, diciendo:
ST
"Desde Arám me hizo venir Balac,el rey de Moab desde las montañas del este:
9 Cuando lo miro desde la cima de las montañasy lo contemplo desde las colinas,
El tercer oráculo de Balaam24 1 Pero Balaam, al ver que el Señor se complacía en bendecir
a Israel, no fue,como las otras veces, en busca de presagios, sino que volvió su rostro hacia el
O
desierto. 2 Cuando alzó los ojos y vio a Israel acampado por tribus, el espíritu de Dios vino
EM
hombre de miradapenetrante; 4 oráculo del que oye las palabrasde Dios y conoce el
pensamiento del Altísimo; del que recibe visiones del Todopoderoso,en éxtasis, pero con los
ojos abiertos. 5 ¡Qué hermosas son tus carpas, Jacob,y tus moradas, Israel! 6 Son como
D
que plantó el Señor,como cedros junto a las aguas. 7 El agua desborda de sus cántaros,su
simiente tiene agua en abundancia. Su rey se eleva por encima de Agagy su reino es
LS
exaltado. 8 Dios, que lo hace salir de Egipto,es para él como los cuernos de un búfalo. Él
devora a las naciones enemigas,les tritura los huesosy las hiere con sus flechas. 9 Se
agazapa, se recuesta, como un león, como una leona. ¿Quién lo hará levantar? ¡Bendito sea
O
10 Entonces Balac, enfurecido contra Balaam, golpeó las manos y le dijo: "Yo te llamé para
que maldijeras a mis enemigos, y tú ya los has bendecido tres veces. 11 Huye a tu patria
cuanto antes. Estaba dispuesto a colmarte de honores, pero el Señor te ha privado de ellos".
12 Balaam le respondió: "Ya le había anticipado a los mensajeros que me enviaste: 13 ‘Aunque
ST
Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podría transgredir una orden del Señor,
haciendo algo por mi cuenta, ni bueno ni malo. Yo debo decir únicamente lo que dice el Señor’.
14 Y ahora que regreso a mi casa, déjame anunciarte lo que este pueblo hará con el tuyo en
los días
que vendrán". 15 Entonces pronunció su poema, diciendo:
16 oráculo del que oye las palabrasde Dios y conoce el pensamiento del Altísimo;
Biblia Católica 245
4 El Señor dijo a Moisés: "Toma a todos los jefes del pueblo y cuélgalos públicamente delante
del Señor, para que se aplaque la indignación del Señor contra Israel". 5 Entonces Moisés dijo
a los jueces de Israel: "Cada uno de ustedes matará a aquellos de sus hombres que se
sometieron al Baal de Peor".
6 Precisamente entonces, llegó un israelita trayendo una mujer madianita adonde estaban sus
hermanos, a la vista de Moisés y de todos los israelitas, que lloraban a la entrada de la Carpa
O
del Encuentro. 7 Al ver esto, Pinjás, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, se apartó de la
comunidad y, tomando una lanza, 8 siguió al israelita hasta la alcoba y allí los traspasó a los
dos, al israelita y a la mujer, en pleno vientre. Entonces cesó la plaga que asolaba a los
israelitas. 9 Los que habían muerto a causa de la plaga fueron veinticuatro mil.
EM
10 Y el Señor dijo a Moisés: 11 "Pinjás, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha apartado
mi ira de los israelitas, porque ha demostrado en medio de ellos un celo igual al mío. Por eso
yo no acabé con los israelitas, dejándome llevar por mi celos. 12 Y ahora declaro: Yo le
concedo mi alianza de paz. 13 En favor de él y de su descendencia habrá una alianza que le
asegurará el sacerdocio para siempre, porque se mostró celoso por su Dios, e hizo expiación
por los israelitas".
D
14 El israelita que fue muerto junto con la mujer madianita se llamaba Zimrí, hijo de Salú, jefe
de una familia patriarcal de Simeón. 15 Y la mujer que fue muerta se llamaba Cozbí, hija de
Sur, el cual era jefe de un clan en una tribu madianita.
LS
16 Luego el Señor dijo a Moisés: 17 "Acomete contra los madianitas y derrótalos, 18 porque
ellos acometieron contra ustedes con sus malas artes, en el incidente de Peor y en el de Cozbí
–la hija del jefe madianita y hermana de ellos– que fue herida de muerte el día de la plaga
motivada por el incidente de Peor".
El segundo censo
O
26 1 el Señor dijo a Moisés y a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón: 2 "Hagan un censo de toda la
comunidad de los israelitas, anotando por familias a todos los que tengan más de veinte años,
O
a los aptos para la guerra en Israel". 3 Entonces Moisés y el sacerdote Eleazar dieron las
instrucciones correspondientes, en las estepas de Moab, junto al Jordán, a la altura de Jericó,
4 acerca de los que tenían más de veinte años, como el Señor se lo había ordenado a Moisés.
ST
Los israelitas que salieron de Egipto fueron: 5 Los clanes de los descendientes de Rubén, el
primogénito de Israel, fueron: de Janoc, el clan de los janoquitas; de Palú, el clan de los
paluitas; 6 de Jesrón, el clan de los jesronitas; de Carmí, el clan de los carmitas. 7 Estos eran
los clanes de los rubenitas, según el censo: 43.730 hombres.
8 El hijo de Palú fue Eliab. 9 Los hijos de Eliab fueron Nemuel, Datán y Abirón. Datán y Abirón
SY
–representantes de la comunidad– son los mismos que se amotinaron contra Moisés y Aarón,
junto con los secuaces de Coré, cuando se produjo el amotinamiento contra el Señor. 10
42 Los clanes de los descendientes de Dan fueron los siguientes: de Sujám, el clan de los
sujamitas. Estos eran los clanes de los descendientes de Dan. 43 Todos los clanes de los
O
sujamitas, según el censo, comprendían 64.400 hombres.
44 Los clanes de los descendientes de Aser fueron: de Imná, el clan de los imnanitas; de Isví,
el clan de los isvitas; de Beriá, el clan de los beriaítas. 45 De los descendientes de Beriá: de
EM
Jéber, el clan de los jeberitas; de Malquiel, el clan de los malquielitas. 46 La hija de Aser se
llamaba Séraj. 47 Estos eran los clanes de Aser, según el censo: 53.400 hombres.
48 Los clanes de los descendientes de Neftalí fueron: de Iajsel, el clan de los iajselitas; de
Guní, el clan de los gunitas; 49 de Iéser, el clan de los ieseritas; de Silém, el clan de los
silemitas. 50 Estos eran los clanes de Neftalí, según el censo:
45.400 hombres.
D
51 Los israelitas registrados en el censo eran en total 601.730 hombres.
53 Entre estos grupos se repartirá el territorio, conforme al número de las personas: 54 a los
grupos más numerosos les darás una herencia mayor, y a los más reducidos, una herencia
menor. Cada uno recibirá su parte según el número de las personas registradas. 55 Además,
la tierra se repartirá mediante un sorteo, y la distribución se hará teniendo en cuenta la
cantidad de miembros de cada tribu paterna. 56 La herencia se repartirá mediante un sorteo,
O
tanto entre los grupos más numerosos como entre los menos numerosos.
El censo de los levitas
De Gersón, el clan de los gersonitas; de Quehat, el clan de los quehatitas; de Merarí, el clan de
los meraritas. 58 Estos son los clanes de Leví: el clan de los libnitas, el clan de los jebronitas,
el clan de los majlitas, el clan de los musitas y el clan de los coreítas. Quehat fue padre de
ST
Amrám. 59 La esposa de Amrám se llamaba Ioquébed, hija de Leví, la cual nació en Egipto.
Los hijos que ella dio a Amrám fueron Aarón, Moisés y Miriam, la hermana de estos. 60 A
Aarón le nacieron Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar. 61 Pero Nadab y Abihú murieron al ofrecer
un fuego profano delante del Señor.
figuraron en el censo de los demás israelitas, porque no se les había asignado una propiedad
hereditaria entre los israelitas.
22 Moisés hizo lo que el Señor le había ordenado: tomó a Josué y lo presentó ante el
sacerdote Eleazar y ante toda la comunidad. 23 Luego impuso su mano sobre él y le transmitió
sus órdenes, como el Señor lo había ordenado por medio de Moisés.
O
28 1 El Señor dijo a Moisés: 2 Transmite esta orden a los is-raelitas:
EM
pertenece, los sacrificios que se queman con aroma agradable a mí.
3 Diles también:
Cada día ofrecerán dos corderos de un año y sin defecto, como holocausto perpetuo. 4 Los
ofrecerán uno por la mañana y el otro a la hora del crepúsculo, 5 con una oblación consistente
en la décima parte de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con un litro y medio
D
de aceite puro de oliva. 6 Este es el holocausto perpetuo que fue ofrecido en la montaña del
Sinaí, como ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor. 7 La libación
correspondiente será un litro y medio de bebida fuerte por cada cordero, y se ofrecerá al Señor
en el Santuario. 8 A la hora del crepúsculo ofrecerás el segundo cordero, con la misma
oblación y la misma libación de la mañana: es una ofrenda que se quema con aroma agradable
LS
al Señor.
El sacrificio sabático
9 El día sábado ofrecerán dos corderos de un año y sin defecto, con una oblación consistente
en dos décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, y su
correspondiente libación. 10 Es el holocausto sabático, que se añadirá cada sábado al
holocausto perpetuo y a su libación.
O
El sacrificio mensual
11 El primer día de cada mes ofrecerán al Señor, como holocausto, dos novillos, un carnero y
O
siete corderos de un año y sin defecto. 12 También ofrecerán tres décimas partes de una
medida de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, como oblación por cada novillo; dos
décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, como
oblación por el carnero; 13 y la décima parte de una medida de harina de la mejor calidad,
ST
amasada con aceite, como oblación por cada cordero. Así el holocausto será una ofrenda que
se quema con aroma agradable al Señor. 14 Las libaciones correspondientes serán de tres
litros de vino por el novillo, de dos litros por el carnero y de un litro y medio por el cordero. Este
será el holocausto mensual, para todos los meses del año. 15 Además del holocausto
perpetuo, se ofrecerá al Señor un chivo, como sacrificio por el pecado, con la libación
correspondiente.
SY
12 El día quince del séptimo mes tendrán una asamblea litúrgica. No harán ninguna clase de
trabajos y durante siete días seguidos celebrarán una fiesta de peregrinación en honor del
O
Señor. 13 Ofrecerán como holocausto de aroma agradable al Señor trece novillos, dos
carneros y catorce corderos de un año y sin defecto, 14 con su oblación de harina de la mejor
calidad, amasada con aceite: tres décimas partes de una medida por cada uno de los trece
novillos, dos décimas partes por cada uno de los dos carneros 15 y una décima parte por cada
EM
uno de los catorce corderos. 16 También ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado,
además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
17 El segundo día ofrecerán doce novillos, dos carneros y catorce corderos de un año y sin
defecto, 18 con las oblaciones y libaciones prescritas, según el número de novillos, de
carneros y de corderos. 19 También ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado, además
del holocausto perpetuo, de su oblación y sus libaciones.
D
20 El tercer día ofrecerán once novillos, dos carneros y catorce corderos de un año y sin
defecto, 21 con las oblaciones y libaciones prescritas, según el número de novillos, de
carneros y de corderos. 22 También ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado, además
del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
LS
23 El cuarto día ofrecerán diez novillos, dos carneros y catorce corderos de un año y sin
defecto, 24 con las oblaciones y libaciones prescritas, según el número de novillos, de
carneros y de corderos. 25 También ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado, además
del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
26 El quinto día ofrecerán nueve novillos, dos carneros y catorce corderos de un año y sin
O
29 El sexto día ofrecerán ocho novillos, dos carneros y catorce corderos de un año y sin
defecto, 30 con las oblaciones y libaciones prescritas, según el número de novillos, de
carneros, y de corderos. 31 También ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado, además
del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
ST
32 El séptimo día ofrecerán siete novillos, dos carneros y catorce corderos de un año y sin
defecto, 33 con las oblaciones y libaciones prescritas, según el número de novillos, de
carneros y de corderos. 34 También ofrecerán un chivo como sacrificio por el pecado, además
del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
SY
35 El octavo día tendrán una reunión solemne y no harán ninguna clase de trabajo. 36
Ofrecerán como holocausto, como ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor, un
5 Entre las divisiones de Israel se reclutaron doce mil hombres equipados para la guerra, a
razón de mil hombres por tribu, 6 y Moisés los envió al combate, junto con Pinjás, hijo del
sacerdote Eleazar, que llevaba consigo los vasos sagrados y las trompetas para lanzar el grito
O
de guerra. 7 Ellos pelearon contra Madián, como el Señor lo había ordenado a Moisés, y
mataron a todos los varones. 8 Además de otras víctimas, mataron a los cinco reyes de
Madián: Eví, Réquem, Sur, Jur y Reba. También pasaron al filo de la espada a Balaam, hijo de
Beor.
EM
9 Los israelitas tomaron cautivas a las mujeres y a los hijos de los madianitas, y se llevaron
como botín todos sus animales, sus rebaños y sus bienes. 10 Además incendiaron las
ciudades donde ellos habitaban y sus campamentos. 11 Luego recogieron todo el botín –tanto
hombres como animales– 12 y se lo llevaron a Moisés, al sacerdote Eleazar y a toda la
comunidad de los israelitas, que estaban acampados en las estepas de Moab, junto al Jordán,
a la altura de Jericó.
D
Las mujeres cautivasy la purificación del botín
13 Cuando Moisés, el sacerdote Eleazar y todos los jefes de la comunidad salieron a recibirlos
fuera del campamento, 14 Moisés se irritó contra los comandantes del ejército y contra los
LS
oficiales de los regimientos de mil y cien soldados, que volvían de la expedición, 15 y les dijo:
"¿Por qué han perdonado la vida a todas las mujeres? 16 Fueron ellas las que, por instigación
de Balaam, indujeron a los israelitas a ser infieles al Señor en el incidente de Peor, y por eso la
comunidad del Señor fue azotada por la plaga. 17 Por lo tanto, maten a todos los niños
varones y a todas las mujeres que hayan tenido relaciones con un hombre. 18 Perdonen, en
cambio, a las jóvenes que no hayan tenido relaciones con un hombre. 19 En cuanto a ustedes,
quédense fuera del campamento durante siete días; y cualquiera de ustedes o de los cautivos
O
que haya matado a una persona o haya tocado un cadáver, deberá purificarse al tercero y al
séptimo día. 20 También deberán purificar todas las prendas de vestir y todos los objetos de
piel, de cuero de cabra o de madera".
O
21 Entonces el sacerdote Eleazar dijo a las tropas que habían participado de la batalla: "Esta
es una prescripción de la ley que el Señor dictó a Moisés: ‘Todo lo que resiste al fuego, 22 ya
sea oro, plata, bronce, hierro, estaño o plomo, 23 lo harán pasar por el fuego para que sea
purificado, aunque también deberá ser purificado con agua lustral; en cambio, harán pasar sólo
ST
por el agua lo que no puede resistir al fuego. 24 Al séptimo día ustedes lavarán su ropa y
quedarán puros. Después podrán entrar en el campamento’".
25 Luego el Señor dijo a Moisés: 26 "Tú, el sacerdote Eleazar y los jefes de familia de la
SY
comunidad harán el inventario del botín que ha sido capturado, tanto hombres como animales.
27 Después lo repartirás, por partes iguales, entre los combatientes que participaron de la
La respuesta de Moisés
6 Pero Moisés respondió a los gaditas y a los rubenitas: "¿Así que ustedes se quedarán aquí,
mientras sus hermanos van a la guerra? 7 ¿Por qué desalientan a los israelitas para que no
crucen al país que el Señor les ha dado? 8 Esto es lo que hicieron sus padres cuando yo los
O
envié desde Cades Barné a reconocer el país. 9 Después que fueron al valle de Escol y vieron
el país, ellos desalentaron a los israelitas, a fin de que no invadieran la tierra que el Señor les
había dado. 10 Por eso, aquel día el Señor se indignó y pronunció este juramento: 11 ‘Ninguno
de los hombres mayores de veinte años que salieron de Egipto verá la tierra que prometí con
EM
un juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, porque ellos me han sido infieles. 12 Ninguno,
excepto Caleb, hijo de Iefuné, el quenizita, y Josué, hijo de Nun, que permanecieron fieles al
Señor’. 13 Así se indignó el Señor contra Israel y los hizo andar errantes por el desierto, hasta
que desapareció toda aquella generación que había desagradado al Señor. 14 Y ahora
ustedes, raza de pecadores, ocupan el lugar de sus padres para añadir todavía más al enojo
del Señor contra Israel. 15 Si se apartan del Señor, él los dejará todavía en el desierto, y así
ustedes causarán la ruina de todo este pueblo".
D
Nueva propuesta de los rubenitas y los gaditas
16 Entonces ellos se acercaron a Moisés, y le dijeron: "Quisiéramos hacer aquí corrales para
nuestro ganado y poblados para nuestros hijos. 17 Nosotros, en cambio, tomaremos las armas
LS
para ir a la vanguardia de los israelitas, hasta que los hayamos introducido en el lugar de su
destino. Mientras tanto, nuestros hijos permanecerán en ciudades fortificadas, al resguardo de
los habitantes del país. 18 No volveremos a nuestros hogares hasta que cada israelita haya
tomado posesión de su propiedad hereditaria. 19 Y no nos repartiremos con ellos la herencia al
otro lado del Jordán, porque ya nos ha tocado una parte en el lado oriental".
20 Moisés les respondió: "Si ustedes proceden así, si toman las armas para combatir a las
órdenes del Señor, 21 y si cada guerrero cruza el Jordán, bajo las órdenes del Señor, hasta
que expulse a sus enemigos delante de él, 22 y el país le quede sometido, ustedes podrán
O
volver. Así quedarán libres de toda obligación respecto del Señor y respecto de Israel, y esa
tierra será posesión de ustedes delante del Señor. 23 Pero si no proceden de esa manera,
habrán pecado contra el Señor, y pueden estar seguros de que su pecado los condenará. 24
Construyan poblados para sus hijos y corrales para su ganado, pero cumplan lo que han
ST
prometido".
25 Los gaditas y los rubenitas respondieron a Moisés: "Tus servidores, señor, harán lo que tú
les mandas. 26 Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros rebaños y todo nuestro ganado
quedarán atrás, en las ciudades de Galaad, 27 mientras nosotros, todos los que estamos
equipados para la guerra, cruzaremos para combatir a las órdenes del Señor, como él lo ha
mandado".
SY
28 Luego Moisés dio instrucciones al sacerdote Eleazar, a Josué hijo de Nun, y a los jefes de
O
16 Luego partieron del desierto del Sinaí y acamparon en Quibrot Ha Taavá. 17 Partieron de
Quibrot Ha Taavá y acamparon en Jaserot. 18 Partieron de Jaserot y acamparon en Ritmá. 19
Partieron de Ritmá y acamparon en Rimón Péres. 20 Partieron de Rimón Péres y acamparon
en Libná. 21 Partieron de Libná y acamparon en Risá. 22 Partieron de Risá y acamparon en
EM
Quehelatá. 23 Partieron de Quehelatá y acamparon en el monte Séfer. 24 Partieron del monte
Séfer y acamparon en Jaradá. 25 Partieron de Jaradá y acamparon en Maquelot. 26 Partieron
de Maquelot y acamparon en Tájat. 27 Partieron de Tájat y acamparon en Téraj. 28 Partieron
de Téraj y acamparon en Mitcá. 29 Partieron de Mitcá y acamparon en Jasmoná. 30 Partieron
de Jasmoná y acamparon en Moserot. 31 Partieron de Moserot y acamparon en Bené Iaacán.
32 Partieron de Bené Iaacán y acamparon en Hor Guidgad. 33 Partieron de Hor Guidgad y
acamparon en Iotbatá. 34 Partieron de Iotbatá y acamparon en Abroná. 35 Partieron de Abroná
D
y acamparon en Esión Guéber. 36 Partieron de Esión Guéber y acamparon en el desierto de
Cin, o sea, en Cades.
De Cades a Moab
LS
37 Partieron de Cades y acamparon en el monte Hor, en los límites de Edóm. 38 El sacerdote
Aarón, por orden del Señor, subió al monte Hor y allí murió, el primer día del quinto mes,
cuarenta años después que los israelitas salieron de Egipto. 39 Cuando murió en el monte Hor,
Aarón tenía ciento veintitrés años. 40 El cananeo, rey de Arad, que habitaba en el Négueb, en
el país de Canaán, recibió entonces la noticia de la llegada de los israelitas. 41 Luego partieron
del monte Hor y acamparon en Salmoná. 42 Partieron de Salmoná y acamparon en Punón. 43
Partieron de Punón y acamparon en Obot. 44 Partieron de Obot y acamparon sobre el territorio
O
50 El Señor dijo a Moisés en las estepas de Moab, junto al Jordán, a la altura de Jericó: 51
Habla en estos términos a los israelitas:
Tomarán posesión del país y habitarán en él, porque yo les di esa tierra para que la posean. 54
Además, se repartirán el país entre sus clanes por medio de un sorteo, asignando una
Los nombres de esas personas son los siguientes: Por la tribu de Judá, Caleb, hijo de Iefuné;
O
20 por la tribu de Simeón, Semuel, hijo de Amihud; 21 por la tribu de Benjamín, Elidad, hijo de
Quislón; 22 por la tribu de Dan, el jefe Buquí, hijo de Ioglí; 23 por los hijos de José, por la tribu
EM
de los hijos de Manasés, el jefe Janiel, hijo de
D
tribu de Isacar, el jefe Paltiel, hijo de Azán; 27 por la tribu de Aser,
35 1 El Señor dijo a Moisés en las estepas de Moab, junto al Jordán, a la altura de Jericó:
O
2 Ordena a los israelitas que cedan a los levitas, de su patrimonio hereditario, ciudades para
vivir y campos de pastoreo alrededor de las mismas. 3 Las ciudades les servirán de morada, y
los campos de pastoreo serán para su ganado y sus otros animales. 4 Los campos de pastoreo
de las ciudades que ustedes cederán a los levitas, se extenderán hasta quinientos metros
O
alrededor de la ciudad, a partir de las murallas. 5 Ustedes medirán fuera de la ciudad, mil
metros hacia el este, mil hacia el sur, mil hacia el oeste y mil hacia el norte, tomando la ciudad
como centro: estos serán los campos de pastoreo para las ciudades.
ST
6 Las ciudades que cederán a los levitas serán las seis ciudades de refugio que ustedes deben
separar para que los homicidas puedan huir a ellas, añadiendo además, otras cuarenta y dos.
7 Así darán a los levitas un total de cuarenta y ocho ciudades, todas ellas con sus campos de
pastoreo. 8 Cuando cedan esas ciudades, tomándolas de lo que es propiedad de los israelitas,
exigirán más de los grupos numerosos, y menos de los grupos más pequeños. De esta
manera, cada uno cederá a los levitas una cantidad de ciudades proporcionada a la herencia
SY
O
36 1 Los jefes de familia del clan de los descendientes de Galaad –hijo de Maquir, hijo de
Manasés, uno de los clanes de los descendientes de José– se presentaron delante de Moisés
y de los principales jefes de familia de Israel 2 y les dijeron:
EM
El Señor mandó a Moisés que repartiera el país entre los israelitas mediante un sorteo, y
Moisés también recibió del Señor la orden de entregar a sus hijas la herencia de nuestro
hermano Selofjad. 3 Ahora bien, si ellas se casan con un miembro de otra tribu de Israel, su
parte será sustraída de la herencia de nuestros padres y se sumará a la herencia de la tribu a
la que van a pertenecer. De esa manera, disminuirá la herencia que nos ha tocado en suerte. 4
Y cuando los israelitas celebren el año del jubileo, la herencia de ellas se sumará a la de la otra
tribu y será sustraída del patrimonio de nuestra tribu.
D
5 Entonces Moisés, por orden del Señor, dio estas instrucciones a los israelitas:
La tribu de los descendientes de José tiene razón. 6 Esto es lo que el Señor ha ordenado
respecto de las hijas de Selofjad: Ellas pueden casarse con quien les parezca mejor, con tal
LS
que lo hagan dentro de un clan perteneciente a la tribu de su padre. 7 La parte hereditaria de
los israelitas no pasará de una tribu a otra, sino que cada israelita deberá retener la herencia
de su tribu paterna. 8 Por lo tanto, toda joven que posea una herencia en alguna tribu de los
israelitas, se casará dentro de un clan de su tribu paterna, de manera que los israelitas
conserven cada uno la herencia de sus padres. 9 Así, ninguna herencia pasará de una tribu a
otra, sino que cada una de las tribus de los israelitas retendrá su parte.
O
10 Las hijas de Selofjad procedieron como el Señor se lo había ordenado a Moisés. 11 Majlá,
Tirsá, Joglá, Milcá y Noá, hijas de Selofjad, se casaron con hijos de sus tíos paternos. 12 Y
como lo hicieron dentro de los clanes de los descendientes de Manasés, la herencia de ellas
quedó en la tribu del clan de su padre.
O
Conclusión
13 Estos son los mandamientos y las leyes que el Señor dio a los israelitas por medio de
ST
3 La organización de las familias y de los clanes levíticos, tal como aparecen descritos en los
caps. 3-4, refleja la situación de la comunidad post-exílica. Pero la tradición "sacerdotal"
25-27. Las expresiones "hablar en éxtasis" y "profetizar" traducen una misma palabra hebrea,
que es la expresión técnica para designar el ejercicio de la actividad profética. El cambio quiere
O
poner de relieve que el espíritu profético se manifestaba frecuentemente con actitudes fuera de
lo común, como el frenesí o el éxtasis. Las características de este éxtasis o trance profético
aparecen claramente en 1 Sam. 10. 10-13; 19. 20-24.
EM
12 1. "Cus" es el nombre que la Biblia da a Etiopía, pero también puede referirse al norte de
Arabia, es decir, a Madián (Hab. 3. 7). En ese caso, "la mujer cusita" sería Sipora, la esposa
madianita de Moisés.
13 22. "Ajimán, Sesai y Talmai" son los nombres de tres tribus que vivían en aquella región.
D
"Tanis" es una ciudad egipcia, situada en el Delta del Nilo.
23-24. "Escol" es un valle situado cerca de Hebrón, en una zona célebre por sus viñedos.
33. El rumor sobre los "gigantes" expresa gráficamente la impresión que recibieron los
LS
israelitas que llegaban del desierto, en su primer contacto con la civilización cananea. Al ver los
muros de las ciudades fortificadas, creyeron que habían sido construidos por hombres de
estatura ciclópea. Deut. 2.10, 20-21 menciona entre los "gigantes" -además de los anaquitas- a
los emíes y zamzumíes, que ocupaban la Transjordania antes de ser expulsados por los
moabitas y los amonitas.
Coré y expresa las pretensiones de los quehatitas frente a los hijos de Aarón; el "yahvista"
relata la sublevación de los rubenitas Datán y Abirón. Ambos incidentes pusieron a prueba la
autoridad de Moisés.
O
19 El agua lustral preparada con las cenizas de la vaca roja, inmolada y quemada fuera del
campamento, servía para borrar las impurezas contraídas por el contacto con un cadáver. Este
ritual asume una antigua práctica, impregnada de magia, pero la purifica de sus resabios
paganos equiparándola a un sacrificio por el pecado.
SY
20 2-13. Ver Éx. 17. 1 -7. La falta de Moisés y de Aarón (v. 12) queda en el misterio. Algunos
autores piensan que el texto bíblico omite algún episodio poco glorioso para Moisés. Otros
23-24. Este último oráculo no tiene destinatario preciso. Los invasores que vienen de Quitim
-es decir, de Chipre y de las costas orientales del Mediterráneo- son probablemente los
filisteos, enemigos tradicionales de los israelitas.
O
26 El segundo censo es un preludio de la acción militar que se va iniciar contra los madianitas,
y más tarde contra los cananeos.
EM
0 29 1. El "día de la Aclamación", así llamado por las aclamaciones litúrgicas que
acompañaban a los toques de trompetas, pasó a ser luego en el Judaísmo el primer día del
año.
1 31 16. En este texto se funda la tradición -de la que se hace eco el Nuevo Testamento
(2 Ped. 2. 15-16; Jds. 11; Apoc. 2. 14)- que considera a Balaam como el prototipo del falso
profeta.
b 34 5. "El Mar" es el Mediterráneo.
D
35 1-8. En Jos. 21 se indican los nombres de las ciudades levíticas. Ver pág. 197:
13. 4-5.
9-29. La institución de las "ciudades de refugio" es una medida de protección para el homicida
LS
involuntario, en una sociedad donde se practicaba la venganza privada (v. 19). En Jos. 20 se
indican los nombres de estas ciudades, que probablemente fueron elegidas porque poseían un
importante lugar de culto. El derecho de asilo, en efecto, normalmente se vinculaba a un
santuario. Ver Éx. 21. 13; Deut. 19. 1-13.
O
Deuteronomio
DEUTERONOMIO es una palabra de origen griego, que significa "segunda ley". Tal
designación expresa sólo en parte el contenido del quinto libro del Pentateuco, ya que este,
O
más que un código de leyes en sentido estricto, es una larga y vibrante exhortación destinada
a "recordar" a Israel el sentido y las exigencias de la Alianza.
De allí que las prescripciones concretas estén siempre acompañadas de advertencias y
reproches, de promesas y amenazas.
ST
El Deuteronomio está estructurado como una serie de discursos dirigidos por Moisés a los
israelitas antes de su entrada en Canaán. Esta forma literaria se explica por las circunstancias
que dieron origen a la composición del Libro. Desde tiempos muy antiguos, los sacerdotes
levíticos prolongaron la actividad de Moisés, proclamando solemnemente en las celebraciones
litúrgicas la Alianza del Señor con su Pueblo elegido. En estas celebraciones, ellos no se
SY
limitaban a repetir una Ley fijada para siempre, sino que la completaban y actualizaban, a fin
de responder a nuevas situaciones y necesidades. Así las leyes contenidas en los códigos
O
amor del Señor es exigente. La fidelidad a él abre el camino de la felicidad; la infidelidad
separa al Pueblo de su Dios, única fuente de vida, y lo lleva necesariamente a la ruina.
EM
1 1 Estas son las palabras que Moisés dirigió a todo Israel, al otro lado del Jordán, en el
desierto, en la Arabá, frente a Suf, entre Parán, Tofel y Labán, Jaserot y Dizahab. 2 –Desde el
Horeb hasta Cades Barné, hay once días de camino por las montañas de Seír–. 3 En el
cuadragésimo año, el primer día del undécimo mes, Moisés habló a los israelitas, como el
Señor se lo había ordenado.
D
4 Después de haber derrotado a Sijón, rey de los amorreos que residía en Jesbón, y a Og, rey
de Basán, que residía en Astarot y Edrei, 5 al otro lado del Jordán, en territorio de Moab,
Moisés comenzó a exponer esta Ley, diciendo:
9 En aquel tiempo, yo les dije: "Yo solo no puedo hacerme cargo de todos ustedes. 10 El
O
Señor, su Dios, los ha multiplicado de tal manera, que hoy ustedes son numerosos como las
estrellas del cielo. 11 ¡Que el Señor, el Dios de sus padres, los haga aún mil veces más
numerosos y los bendiga, como lo ha prometido! 12¿Cómo podré, entonces, cargar yo solo
con el peso de todos ustedes y ocuparme también de sus litigios? 13 Designen para cada una
ST
14 Ustedes me respondieron: "Tu propuesta nos parece buena". 15 Entonces tomé de entre los
jefes de las tribus a unos hombres sabios y experimentados y los puse al frente de ustedes
como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez hombres, y como escribas para las tribus. 16
SY
Al mismo tiempo, di esta orden a los jueces: "Escuchen a sus hermanos y hagan justicia,
cuando tengan un pleito entre ellos o con un extranjero. 17 No sean parciales en los juicios:
37 Y por culpa de ustedes, el Señor se indignó también contra mí, y me dijo: "Tampoco tú
entrarás. 38 El que entrará es Josué, tu ayudante. Infúndele valor, porque él deberá poner a
Israel en posesión de la tierra. 39 Y también entrarán los niños –esos que según ustedes iban
O
a ser presa del enemigo– los hijos de ustedes, que aún no saben distinguir lo bueno de lo
malo; a ellos les daré la tierra y ellos la poseerán. 40 En cuanto a ustedes, den vuelta y
avancen hacia el desierto, en dirección al Mar Rojo".
EM
41 Ustedes me dijeron: "Hemos pecado contra el Señor. Pero ahora estamos dispuestos a
subir y a combatir como el Señor, nuestro Dios, nos ha ordenado". Cada uno de ustedes se
equipó con sus armas, creyendo que era fácil subir a la montaña. 42 Pero el Señor me dijo:
"Ordénales que no suban a combatir, porque yo no estoy más en medio de ellos. Si lo hacen,
serán derrotados por sus enemigos".
D
palabra del Señor, tuvieron la osadía de escalar la montaña. 44Entonces los amorreos que
habitan en esa montaña les salieron al encuentro, los persiguieron como abejas, y los
derrotaron en la región de Seír hasta llegar a Jormá. 45 Cuando ustedes regresaron, se
pusieron a llorar delante del Señor, pero él no los escuchó ni les hizo caso. 46 Y así tuvieron
que permanecer en Cades durante tanto tiempo.
LS
El paso por Edóm y Moab
2 1 Después dimos vuelta y nos pusimos en camino hacia el desierto, en dirección al Mar Rojo,
como me lo había dicho el Señor. Durante muchos días estuvimos dando vueltas alrededor del
macizo de Seír, 2 hasta que por fin el Señor me dijo: 3 "Basta ya de dar vueltas alrededor de
esta montaña. Ahora diríjanse hacia el norte. 4 Comunica esta orden al pueblo: Ustedes van a
O
pasar por la región de Seír, donde viven sus hermanos, los descendientes de Esaú, los cuales
desconfían de ustedes. Pero atiendan bien: 5 no los provoquen, porque yo no les daré nada de
su territorio, ni siquiera el espacio que ocupa la huella de una pisada, ya que el macizo de Seír
se lo he dado en posesión a Esaú. 6 Cómprenles con dinero el alimento que necesitan para
O
comer, y páguenles también el agua que beban. 7 Porque el Señor, tu Dios, te ha bendecido
en todas tus empresas, y te ha protegido mientras caminabas por este gran desierto. Ya hace
cuarenta años que el Señor, tu Dios, está contigo y nunca te faltó nada".
ST
8 Por la ruta de la Arabá, que viene de Elat y de Esión Guéber, bordeamos la región de Seír,
donde viven nuestros hermanos, los descendientes de Esaú. Luego dimos vuelta y tomamos el
camino del desierto de Moab. 9 Entonces el Señor me dijo: "Tampoco ataques a Moab ni lo
provoques a la guerra, porque no te daré ninguna fracción de su territorio, ya que la posesión
de Ar se la he dado a los descendientes de Lot".
SY
–10 Antiguamente habían estado allí los emíes, un pueblo fuerte, numeroso y de elevada
estatura como los anaquitas. 11Tanto ellos como los anaquitas eran tenidos por gigantes, pero
O
está en el valle– hasta Galaad, no hubo para nosotros ninguna ciudad inexpugnable: el Señor,
nuestro Dios, nos entregó todo. 37 Pero no te acercaste al país de los amonitas: toda la ribera
del torrente laboc, las ciudades de la montaña y todos los lugares que el Señor, nuestro Dios,
te había prohibido.
EM
La conquista del reino de Og
3 1 Después dimos vuelta y subimos en dirección a Basán. Entonces Og, rey de Basán, nos
salió al paso con todo su ejército, dispuesto a presentarnos batalla en Edrei. 2 Pero el Señor
me advirtió: "No le tengas miedo, porque yo lo pondré en tus manos con todo su ejército y sus
dominios. Trátalo de la misma manera que trataste a Sijón, el rey de los amorreos que
habitaba en Jesbón".
D
3 Efectivamente, el Señor, nuestro Dios, puso también en nuestras manos a Og, rey de Basán,
con todo su ejército, y lo derrotamos hasta tal punto que no le quedó ni un solo sobreviviente.
4Aquella vez nos apoderamos de todas sus ciudades. Las conquistamos todas, sin exceptuar
ninguna: las sesenta ciudades del distrito de Argob, que pertenecía al reino de Og, en Basán. 5
LS
Todas ellas eran ciudades defendidas por altas murallas, puertas y cerrojos, sin contar las
ciudades de los perizitas, que también eran muy numerosas. 6 Y las consagramos al
exterminio, como habíamos hecho con Sijón, rey de Jesbón, matando en cada ciudad a
hombres, mujeres y niños. 7 Pero nos reservamos como botín el ganado y los despojos de las
ciudades.
Transjordania, desde el Arnón hasta el monte Hermón 9 –al cual los sidonios llaman Sirión y
los amorreos Senir– 10 incluidas todas las ciudades del altiplano, todo Galaad y todo Basán,
hasta Salcá y Edrei, ciudades del reino de Og, en Basán. 11 En cuanto a Og, rey de Basán, él
era el único sobreviviente de la raza de los gigantes, como puede apreciarse por su sarcófago,
O
que todavía se encuentra en Rabat de los amonitas: es un sarcófago de basalto, que mide
cuatro metros y medio de largo por cuatro de ancho, según la medida común.
La distribución de la Transjordania
ST
12 Una vez que tomamos posesión del país, yo entregué a las tribus de Rubén y de Gad el
territorio que se extiende desde Aroer, en el valle del Arnón, hasta la mitad de las montañas de
Galaad, con sus ciudades. 13 Y cedí a media tribu de Manasés el resto de Galaad y todo
Basán –el reino de Og– incluyendo el distrito de Argob. Ahora bien, todo Basán es lo que hoy
se llama Tierra de Gigantes. 14 Pero Jaír, hijo de Manasés, se apoderó del distrito de Argob,
SY
hasta la frontera de Gesur y de Maacá, y puso su nombre a esa parte de Basán, que hasta hoy
se sigue llamando Jaír. 15 A Maquir le di Galaad. 16 A las tribus de Rubén y de Gad les cedí el
9 Pero presta atención y ten cuidado, para no olvidar las cosas que has visto con tus propios
ojos, ni dejar que se aparten de tu corazón un sólo instante. Enséñalas a tus hijos y a tus
nietos. 10El día en que estabas delante del Señor, tu Dios, en el Horeb, él me dijo: "Reúneme
O
al pueblo y yo les haré oír mis palabras, para que aprendan a temerme mientras vivan sobre la
tierra, y enseñen a sus hijos a hacer otro tanto". 11Ustedes se acercaron y permanecieron al
pie de la montaña, mientras la montaña ardía envuelta en un fuego que se elevaba hasta lo
más alto del cielo, entre negros nubarrones y una densa oscuridad. 12 El Señor les habló
EM
desde el fuego, y ustedes escuchaban el sonido de sus palabras, pero no percibían ninguna
figura: sólo se oía la voz. 13 Así les reveló su alianza y les mandó que la cumplieran: las diez
Palabras que él mismo escribió en dos tablas de piedra. 14 En aquella oportunidad, él me
ordenó que les diera preceptos y leyes para que ustedes los pusieran en práctica en la tierra
de la que van a tomar posesión.
D
15 Tengan cuidado de ustedes mismos. Cuando el Señor les habló desde el fuego, en el
Horeb, ustedes no vieron ninguna figura. 16 No vayan a pervertirse, entonces, haciéndose
ídolos de cualquier clase, que tengan figura de hombre o de mujer, 17 de animales que viven
en la tierra o de aves que vuelan por el espacio, 18 de reptiles que se arrastran por el suelo, o
LS
de peces que viven en las aguas, debajo de la tierra. 19 Y cuando levantes los ojos hacia el
cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todo el Ejército de los cielos, no te dejes seducir ni te
postres para rendirles culto. Porque ellos son la parte que el Señor, tu Dios, ha dado a todos
los pueblos que están bajo el cielo. 20 A ustedes, en cambio, los tomó y los hizo salir de Egipto
–ese horno donde se funde el hierro– para que fueran el pueblo de su herencia, como lo son
en el día de hoy.
O
21 Pero por culpa de ustedes, el Señor se indignó contra mí y juró que yo no pasaría el Jordán
ni entraría en la hermosa tierra que él te da como herencia. 22 Sí, yo moriré en este país antes
de pasar el Jordán, pero ustedes lo van a cruzar y van a tomar posesión de esa hermosa tierra.
23 Tengan cuidado, entonces, de no olvidar la alianza que el Señor, su Dios, ha establecido
O
con ustedes, y no se fabriquen ningún ídolo que tenga la figura de todo aquello que el Señor
les prohibe. 24 Porque el Señor, tu Dios, es un fuego devorador, un Dios celoso.
25 Y si después de haber tenido hijos y nietos y de haber vivido largo tiempo en el país,
ustedes se pervierten y se hacen ídolos de cualquier clase, si cometen lo que es malo a los
ojos del Señor, su Dios, y provocan su indignación, 26yo les juro hoy, poniendo por testigos
contra ustedes al cielo y a la tierra, que desaparecerán muy pronto del país que van a poseer
cuando crucen el Jordán. No vivirán allí mucho tiempo, porque serán exterminados por
SY
completo: 27 el Señor los dispersará entre los pueblos y no quedarán más que unos pocos,
diseminados en medio de las naciones adonde él los conduzca. 28 Allí ustedes servirán a
El Deuteronomio enseña un amor expresado en obras, que abarca todos los sectores
de la vida humana. Aunque la Ley del Señor contiene muchos preceptos, hay uno que
es el primero y principal, el que fundamenta y da sentido a todos los demás: "Amarás al
Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas" (6. 5). De
este mandamiento, que sólo se practica auténticamente cuando va acompañado del
O
amor al prójimo (Lev. 19. 18), Jesús hará depender "toda la Ley y los Profetas" (Mt. 22.
40).
EM
44 Esta es la Ley que Moisés expuso a los israelitas, 45 y estas son las normas, los preceptos
y las leyes que les dictó después que salieron de Egipto, 46 cuando todavía se encontraban al
otro lado del Jordán, en el valle que está cerca de Bet Peor. Allí tenía su territorio Sijón, el rey
amorreo que habitaba en Jesbón. Pero al salir de Egipto, Moisés y los israelitas lo derrotaron
47 y se apoderaron de su territorio. Lo mismo hicieron con el país de Og, rey de Basán. Así
conquistaron los países de los dos reyes amorreos de la Transjordania; 48desde Aroer, en la
D
orilla del torrente Arnón, hasta el Monte Sirión –o sea, el Hermón– 49 incluida toda la Arabá, al
este del Jordán, hasta el mar de la Arabá, al pie de las laderas del Pisgá.
El Señor dijo:
porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los
hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si ellos me aborrecen; 10 y tengo misericordia a lo
largo de mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos.
11 No pronunciarás en vano el nombre del Señor, tu Dios, porque él no dejará sin castigo al
que lo pronuncie en vano.
SY
32 Pongan cuidado en practicar lo que el Señor, su Dios, les ha ordenado, sin desviarse ni a la
derecha ni a la izquierda. 33 Vayan por el camino que el Señor, su Dios, les ha trazado, para
gozar de una larga vida en la tierra de la que van a tomar posesión.
O
6 1 Este es el mandamiento, y estos son los preceptos y las leyes que el Señor, su Dios,
ordenó que les enseñara a practicar en el país del que van a tomar posesión, 2 a fin de que
temas al Señor, tu Dios, observando constantemente todos los preceptos y mandamientos que
EM
yo te prescribo, y así tengas una larga vida, lo mismo que tu hijo y tu nieto. 3 Por eso, escucha,
Israel, y empéñate en cumplirlos. Así gozarás de bienestar y llegarás a ser muy numeroso en
la tierra que mana leche y miel, como el Señor, tu Dios, te lo ha prometido.
4 Escucha, Israel: el Señor, nuestro Dios, es el único Señor. 5 Amarás al Señor, tu Dios, con
todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. 6Graba en tu corazón estas
palabras que yo te dicto hoy. 7 Incúlcalas a tus hijos, y háblales de ellas cuando estés en tu
D
casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte. 8 Átalas a tu mano como un signo, y
que estén como una marca sobre tu frente. 9 Escríbelas en las puertas de tu casa y en sus
postes.
10 Cuando el Señor, tu Dios te introduzca en la tierra que él te dará, porque así lo juró a tus
LS
padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob –en ciudades grandes y prósperas que tú no levantaste;
11 en casas colmadas de toda clase de bienes, que tú no acumulaste; en pozos que tú no
cavaste; en viñedos y olivares que tú no plantaste– y cuando comas hasta saciarte, 12 ten
cuidado de no olvidar al Señor que te hizo salir de Egipto, de un lugar de esclavitud. 13 Teme
al Señor, tu Dios, sírvelo y jura por su Nombre.
Exhortación a la fidelidad
O
14 No vayan detrás de otros dioses, de los dioses de los pueblos que están alrededor de
ustedes. 15 Porque el Señor, tu Dios, que está en medio de ti, es un Dios celoso, y si su enojo
se enciende contra ti, te exterminará de la tierra. 16No provoquen al Señor, su Dios, como lo
hicieron en Masá. 17 Observen cuidadosamente los mandamientos del Señor, su Dios, y las
O
instrucciones y los preceptos que él te dio. 18 Practica lo que es recto y bueno a los ojos del
Señor, para ser feliz e ir a tomar posesión de la hermosa tierra que él prometió con un
juramento a tus padres. 19 Porque el Señor expulsará a todos los enemigos que encuentres a
tu paso, como te lo ha anunciado.
ST
20 Y cuando tu hijo te pregunte el día de mañana: "¿Qué significan esas normas, esos
preceptos y esas leyes que el Señor nos ha impuesto?", 21 tu deberás responderle: "Nosotros
fuimos esclavos del Faraón en Egipto, pero el Señor nos hizo salir de allí con mano poderosa.
22Él realizó, ante nuestros mismos ojos, grandes signos y tremendos prodigios contra Egipto,
contra el Faraón y contra toda su casa.23 Él nos hizo salir de allí y nos condujo para darnos la
SY
tierra que había prometido a nuestros padres con un juramento. 24 El Señor nos ordenó
practicar todos estos preceptos y temerlo a él, para que siempre fuéramos felices y para
21 No tiembles delante de ellos, porque en medio de ti está el Señor, tu Dios, el Dios grande y
O
temible, 22 que irá eliminando poco a poco a las naciones que encuentres a tu paso. No
podrás exterminarlas de un solo golpe, porque de lo contrario, los animales salvajes se
multiplicarían en perjuicio tuyo. 23 Pero el Señor, tu Dios, te las entregará, y sembrará entre
ellas una gran confusión, hasta destruirlas. 24 Él pondrá a sus reyes en tus manos, y tu harás
EM
desaparecer sus nombres de la tierra. Ninguno te podrá resistir, hasta que los extermines por
completo.
25 Ustedes, por su parte, prendan fuego a las estatuas de sus dioses. Y no codicies la plata y
el oro de que están recubiertas, ni te quedes con ellos, para no caer en una trampa. Porque
D
eso es una abominación para el Señor, tu Dios. 26 No introduzcas en tu casa nada
abominable, porque también tú te harías digno de ser consagrado al exterminio. Detesta todo
eso y considéralo abominable, porque está consagrado al exterminio.
para enseñarte que el hombre no vive solamente de pan, sino de todo lo que sale de la boca
del Señor. 4 La ropa que llevabas puesta no se gastó, ni tampoco se hincharon tus pies
durante esos cuarenta años.
O
5 Reconoce que el Señor, tu Dios, te corrige como un padre a sus hijos. 6 Observa los
mandamientos del Señor, tu Dios; sigue sus caminos y témelo.
15 Yo me di vuelta y bajé de la montaña, que ardía envuelta en llamas, llevando en mis manos
O
las tablas de la alianza. 16 Entonces vi que ustedes habían pecado contra el Señor, su Dios,
haciéndose un ternero de metal fundido y apartándose rápidamente del camino que él les
había trazado. 17 Por eso tomé las dos tablas de piedra, las arrojé violentamente, y las hice
añicos en presencia de todos.
EM
La intercesión de Moisés
18 Luego me postré delante del Señor, y permanecí cuarenta días y cuarenta noches sin
comer ni beber, como lo había hecho la vez anterior. Lo hice a causa de todos los pecados que
ustedes habían cometido, haciendo lo que es malo a los ojos del Señor y provocando su enojo.
19 Porque yo sentía un gran temor ante la ira y la indignación del Señor que se había desatado
contra ustedes, hasta el punto de querer aniquilarlos. Pero él me escuchó una vez más. 20 El
D
Señor estaba tan irritado contra Aarón que quería destruirlo, y en aquella oportunidad también
intercedí por él. 21 Y a esa obra del pecado, a ese ternero que ustedes habían fabricado, lo
tomé, lo quemé y lo molí, hasta convertirlo en polvo muy fino, y después lo arrojé en el torrente
que baja de la montaña.
LS
Nuevas infidelidades de Israel
25 A pesar de todo, yo me postré delante del Señor y así estuve cuarenta días y cuarenta
O
noches, porque el Señor amenazaba con destruirlos. 26 Entonces intercedí ante el Señor con
estas palabras: "Señor, no destruyas al pueblo que es tu herencia, ese pueblo que tú has
rescatado por tu grandeza, y que hiciste salir de Egipto con mano poderosa. 27 Acuérdate de
Abraham, de Isaac y de Jacob, tus servidores, y no tengas en cuenta la obstinación de este
ST
10 1 En aquel tiempo, el Señor me dijo: "Talla dos tablas de piedra iguales a las primeras y
11 1 Amarás al Señor, tu Dios, y observarás siempre sus prescripciones, sus preceptos, sus
leyes y sus mandamientos. 2 Ustedes –y no sus hijos, que no han conocido ni experimentado
la lección del Señor– son los que conocen hoy su grandeza, el poder de su mano y la fuerza de
su brazo; 3 los signos y las obras que realizó en Egipto contra el Faraón, rey de Egipto, y
contra todo su país; 4 lo que hizo con el ejército egipcio, con su caballería y sus carros de
O
guerra, cuando se lanzaron en persecución de ustedes y él desencadenó contra ellos las
aguas del Mar Rojo, y los hizo desaparecer hasta el día de hoy; 5 lo que hizo por ustedes en el
desierto, hasta que llegaron a este lugar; 6 y la manera como trató a Datán y a Abirón, los hijos
de Eliab, el rubenita, cuando la tierra abrió sus fauces y los devoró junto con sus familias, sus
EM
carpas, y todos sus secuaces, en medio de todo Israel. 7 Sí, son ustedes los que han visto, con
sus propios ojos, la gran obra que realizó el Señor.
Promesas y amenazas
8 Observen todos los mandamientos que hoy les prescribo. Así tendrán la fuerza necesaria
para ir a conquistar el país del que ustedes van a tomar posesión, 9 y podrán vivir largo tiempo
D
en la tierra que el Señor juró dar a sus padres y a su descendencia, tierra que mana leche y
miel.
10 Porque la tierra que tú vas a tomar en posesión no es como Egipto, el país de donde
ustedes salieron. Allí sembrabas tu semilla, y luego tenías que regar con tu pie, como se riega
LS
una huerta. 11En cambio, la tierra que vas a tomar en posesión es una región de montañas y
valles regados por la lluvia del cielo, 12 y está bajo el cuidado constante del Señor, tu Dios.
Sobre ella permanecen fijos los ojos del Señor, tu Dios, desde el comienzo hasta el fin del año.
13 Y si ustedes obedecen fielmente los mandamientos que hoy les impongo, amando al Señor,
su Dios, y sirviéndolo de todo corazón y con toda el alma, 14 yo enviaré lluvia a la tierra en el
momento oportuno –lluvia de otoño y de primavera– y podrás recoger tu trigo, tu vino nuevo y
tu aceite. 15 Haré crecer en tus campos pasto para tu ganado, y comerás hasta saciarte.
O
16 Pero tengan cuidado, no sea que sus corazones se dejen seducir, y ustedes se extravíen,
sirviendo a otros dioses y postrándose delante de ellos. 17 Porque entonces la ira del Señor
arderá contra ustedes: él cerrará el cielo y ya no habrá más lluvia; el suelo dejará de dar sus
O
frutos, y ustedes no tardarán en desaparecer de esta tierra fértil que les da el Señor.
18 Graben estas palabras en lo más íntimo de su corazón. Átenlas a sus manos como un
signo, y que sean como una marca sobre su frente. 19 Enséñalas a tus hijos, inculcándoselas
ST
22 Porque si observan realmente todo este mandamiento que yo les doy, amando al Señor, su
Dios, siguiendo siempre sus caminos y siendo en todo fieles a él, 23 el Señor desposeerá
SY
delante de ustedes a todas esas naciones, y así podrán conquistarlas, aunque sean más
grandes y fuertes que ustedes. 24Todos los lugares donde pongan la planta de sus pies, les
O
8 Entonces no se comportarán como lo hacemos ahora. Aquí cada uno hace lo que mejor le
parece, 9 porque todavía no han entrado en el lugar del descanso y en la herencia que el
Señor, tu Dios, te dará. 10 Pero cuando pasen el Jordán y se establezcan en la tierra que el
Señor, su Dios, les dará como herencia, cuando él les dé el descanso, librándolos de todos los
EM
enemigos que estén a su alrededor, y ustedes se sientan seguros, 11 llevarán al lugar que el
Señor, su Dios, elija para constituirlo morada de su Nombre, todo lo que yo les ordeno: sus
holocaustos y sacrificios, sus diezmos, sus dones, y las ofrendas escogidas que le hayan
prometido al Señor mediante un voto. 12 Y ustedes se alegrarán en la presencia del Señor, su
Dios, junto con sus hijos y sus hijas, sus esclavos y sus esclavas, y también con el levita que
viva en sus ciudades, ya que él no tendrá posesión ni herencia entre ustedes.
D
Indicaciones sobre los sacrificios
13 Ten cuidado, entonces, de no ofrecer tus holocaustos en cualquier santuario que veas. 14
Los ofrecerás únicamente en el lugar elegido por el Señor, tu Dios, en una de tus tribus, y allí
harás todo lo que yo te ordeno. 15 Sin embargo, podrás matar animales y comer carne en
LS
cualquiera de tus ciudades, siempre que así lo desees y en la medida en que el Señor, tu Dios,
te bendiga. Podrán comerla igualmente el impuro y el puro, como si se tratara de un ciervo o
de una gacela. 16 Pero no comerán la sangre, sino que la derramarás en la tierra, como si
fuera agua.
tus ofrendas voluntarias, ni tus dones. 18 Lo harás en presencia del Señor, tu Dios –en el lugar
elegido por él– junto con tu hijo y tu hija, tu esclavo y tu esclava, y con el levita que viva en tu
ciudad. Y en la presencia del Señor, tu Dios, te alegrarás por todos los beneficios que hayas
obtenido de tu trabajo. 19 Ten cuidado de no abandonar nunca al levita.
O
Dios, te dará. Y comerás en tu ciudad todo lo que quieras, 22 del mismo modo que se come
una gacela o un ciervo. Podrán comerla igualmente el puro y el impuro; 23sólo tendrás que
abstenerte de comer la sangre, porque la sangre es la vida, y tú no debes comer la vida junto
con la carne. 24 Por eso, derramarás la sangre en la tierra, como si fuera agua. 25Así serán
felices, tú y tus hijos después de ti, porque habrás realizado lo que es bueno y recto a los ojos
del Señor, tu Dios.
SY
26 Pero los dones que debas consagrar al Señor y los que ofrezcas en cumplimiento de un
O
montón de ruinas y nunca más será reconstruida. 18 Y no retengas nada de lo que debe ser
consagrado al exterminio. Así el Señor aplacará el ardor de su ira, se apiadará y tendrá
misericordia de ti, y te multiplicará, como lo juró a tus padres, 19 con tal que tú escuches la voz
del Señor, tu Dios, observando los mandamientos que hoy te prescribo y haciendo lo que es
EM
recto a los ojos del Señor, tu Dios.
14 1 Ustedes son hijos del Señor, su Dios. No se hagan incisiones ni se rapen el cabello sobre
la frente en homenaje a un muerto. 2 Porque tú eres un pueblo consagrado al Señor, tu Dios, y
él te eligió para que fueras su propio pueblo, prefiriéndote a todos los demás pueblos de la
D
tierra.
3 No comerán nada que sea abominable. 4 Ustedes podrán comer los siguientes animales: el
LS
buey, la oveja, la cabra, 5 el ciervo, la gacela, el venado, la cabra montés, el íbice, el antílope y
la gamuza. 6 Podrán comer, asimismo, cualquier animal que tenga la pezuña partida –es decir,
dividida en dos mitades– y que sea rumiante. 7 Pero se abstendrán de comer los animales que
son solamente rumiantes y los que solamente tienen la pezuña partida por la mitad. No
comerán camello, liebre ni damán, porque aunque son rumiantes, no tienen la pezuña partida.
A estos animales deberán considerarlos impuros. 8Tampoco comerán cerdo, porque aunque
tiene la pezuña partida, no es rumiante. También a este deberán considerarlo impuro, y no
O
9 De entre los animales que viven en el agua, les estará permitido comer todos aquellos que
tengan aletas y escamas. 10 Pero no podrán comer los que no tengan aletas ni escamas: a
O
11 Podrán comer todas las especies de aves puras. 12 Pero se abstendrán de comer las
siguientes: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina, 13 el milano, las diversas especies
ST
21 No comerán ningún animal muerto. Se lo darás al extranjero que resida en tu ciudad para
que él lo coma, o se lo venderás al extranjero que va de paso. Porque tú eres un pueblo
12 Si tu hermano hebreo –sea hombre o mujer– se vende a ti, te servirá durante seis años y al
séptimo año, lo dejarás en libertad. 13 Cuando le concedas la libertad, no lo envíes con las
O
manos vacías. 14 Llénalo de presentes tomados de tu ganado menor, de tu era y de tu lagar,
haciéndolo partícipe de los bienes con que el Señor, tu Dios, te bendiga. 15 Recuerda que tú
fuiste esclavo en Egipto y que el Señor, tu Dios, te rescató. Por eso ahora te doy esta orden.
EM
16 Pero si él te dice. "No quiero alejarme de ti" –porque te ama, y ama también a tu familia y se
siente feliz a tu lado– 17 entonces tomarás una lezna y le perforarás la oreja contra la puerta
de tu casa: así será tu esclavo para siempre. Lo mismo deberás hacer con tu esclava.
18 Que no te resulte penoso dejarlo en libertad, porque el servicio que te prestó durante seis
años vale el doble del salario de un jornalero. Entonces el Señor te bendecirá en todas tus
empresas.
D
Los primogénitos machos del ganado
19 Consagra al Señor, tu Dios, todos los primogénitos machos de tu ganado mayor y menor.
Tú no trabajarás con el primogénito de tus vacas ni esquilarás al primogénito de tus ovejas. 20
Los comerás cada año junto con tu familia, en la presencia del Señor, tu Dios, en el lugar que
LS
el Señor elija. 21 Pero si es defectuoso –si es rengo, ciego o tiene cualquier otro defecto
grave– no lo sacrificarás al Señor, tu Dios. 22 Lo comerás como se come una gacela o un
ciervo. Podrán comerlo igualmente el puro y el impuro. 23 Sólo te abstendrás de comer la
sangre: la derramarás en la tierra como si fuera agua.
16 1 Solemniza el mes de Abib celebrando en él la Pascua en honor del Señor, tu Dios, porque
una noche del mes de Abib él te hizo salir de Egipto. 2 Inmola al Señor, tu Dios, como víctima
pascual, un animal del ganado mayor o menor, en el lugar que él elija para constituirlo morada
de su Nombre. 3 No comas la víctima con pan fermentado. Durante siete días comerás pan sin
O
ciudades que el Señor, tu Dios, te dará. 6 La inmolarás únicamente en el lugar que él elija para
constituirlo morada de su Nombre, y lo harás al atardecer, cuando se ponga el sol, a la misma
hora en que saliste de Egipto. 7 Cocerás y comerás la víctima en el lugar que el Señor, tu Dios,
elija, y a la mañana siguiente emprenderás el camino de regreso a tu casa. 8 Durante seis días
comerás pan sin levadura, y el séptimo día harás una asamblea litúrgica en honor del Señor, tu
Dios. Ese día no realizarás ningún trabajo.
SY
6 Para que alguien sea condenado a muerte se requiere el testimonio de dos o más testigos.
Nadie será condenado a muerte en base al testimonio de uno solo. 7 Los testigos serán los
primeros en levantar la mano contra él para hacerlo morir, y después todo el pueblo hará lo
mismo. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes.
O
Los jueces levitas
8 Si te resulta demasiado difícil juzgar un pleito por homicidio, por reclamación de derechos,
por lesiones, o cualquier otra causa que se haya suscitado en tu ciudad, subirás hasta el lugar
EM
que el Señor, tu Dios, elija, 9 y te presentarás a los sacerdotes levitas y al juez en ejercicio. Tú
les expondrás el caso, y ellos te harán conocer la sentencia. 10Deberás ajustarte a lo que ellos
te digan en el lugar que elija el Señor, tu Dios, procediendo en todo conforme a sus
instrucciones. 11 Procederás de acuerdo con la decisión que ellos tomen y con la sentencia
que pronuncien, sin apartarse de lo que ellos te indiquen ni a la derecha ni a la izquierda. 12 El
que obre presuntuosamente, desoyendo al sacerdote que está allí para servir al Señor, tu Dios,
o al juez, ese hombre morirá. Así harás desaparecer el mal de Israel. 13 Y cuando el pueblo se
D
entere, sentirá temor y dejará de obrar con presunción.
Los reyes
14 Cuando entres en el país que el Señor, tu Dios, te dará, cuando lo tomes en posesión y
LS
vivas en él, si alguna vez dices: "Voy a poner un rey para que me gobierne, como todas las
naciones que están a mi alrededor", 15 pondrás un rey elegido por el Señor, tu Dios, que
pertenezca a tu mismo pueblo. No podrás someterte a la autoridad de un extranjero, de alguien
que no pertenezca a tu pueblo.
16 El rey no deberá tener muchos caballos ni hacer que el pueblo regrese a Egipto, con el
pretexto de aumentar su caballería; porque el Señor, tu Dios, ha dicho: "No regresen nunca
O
más por ese camino". 17 Tampoco tendrá muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe,
ni acumulará oro y plata en cantidad excesiva. 18 Cuando tome posesión del trono real, hará
escribir en un libro, para su uso personal, una copia de esta Ley, conforme al texto que
conservan los sacerdotes levitas. 19 La tendrá a su lado y la leerá todos los días de su vida,
O
para que aprenda a temer al Señor, su Dios, observando todas las palabras de esta Ley y
poniendo en práctica estos preceptos. 20 De esa manera, no se sentirá superior a sus
hermanos, y no se apartará de estos mandamientos, ni a la derecha ni a la izquierda. Así
prolongarán los días de su reinado, él y sus hijos, en medio de Israel.
ST
El sacerdocio levítico
18 1 Los sacerdotes levitas –o sea, toda la tribu de Leví– no tendrán parte ni herencia con los
israelitas: ellos se alimentarán de las ofrendas destinadas a los sacrificios y de la herencia del
Señor. 2 Por lo tanto, esta tribu no poseerá una herencia en medio de sus hermanos: su
SY
O
8 Si el Señor, tu Dios, extiende tus fronteras como lo juró a tus padres, y te da toda la tierra
que les prometió 9 –siempre que te empeñes en cumplir íntegramente el mandamiento que hoy
te prescribo de amar al Señor, tu Dios, y seguir sus caminos– entonces, a esas tres ciudades
les añadirás otras tres. 10 Así no se derramará sangre inocente en medio del país que el
EM
Señor, tu Dios, te da como herencia, y tú no te harás culpable de un derramamiento de sangre.
11 Pero si alguien, impulsado por el odio, tiende a su prójimo una emboscada, y arrojándose
sobre él, lo hiere mortalmente, y luego va a refugiarse en una de esas ciudades, 12 los
ancianos de su ciudad lo harán apresar y lo pondrán en manos del vengador del homicidio,
para que muera. 13 No le tendrás compasión, sino que harás desaparecer de Israel todo
derramamiento de sangre inocente. Así serás feliz.
D
Los límites de la propiedad
14 No desplazarás los límites de la propiedad de tu vecino, los que han establecido los
predecesores, en la herencia que recibirás cuando tomes posesión de la tierra que te da el
LS
Señor, tu Dios.
Los testigos
15 No basta un solo testigo para declarar a un hombre culpable de crimen o delito; cualquiera
sea la índole del delito, la sentencia deberá fundarse en la declaración de dos o más testigos.
O
16 Si un falso testigo se levanta contra un hombre y lo acusa de rebeldía, 17 las dos partes en
litigio comparecerán delante del Señor, en presencia de los sacerdotes y de los jueces en
ejercicio. 18Los jueces investigarán el caso cuidadosamente, y si se pone de manifiesto que el
acusador es un testigo falso y ha atestiguado falsamente contra su hermano, 19 le harán a él lo
O
mismo que él había proyectado hacer contra su hermano. Así harás desaparecer el mal de
entre ustedes. 20 Y cuando se enteren los otros, sentirán temor y no volverá a cometerse esta
infamia entre ustedes. 21No tendrás compasión: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente,
mano por mano, pie por pie.
ST
próximos a entrar en batalla contra sus enemigos. ¡Tengan valor! No teman, ni se angustien, ni
tiemblen ante ellos, 4porque el Señor, su Dios, los acompaña, y él combatirá en favor de
O
han derramado esa sangre y nuestros ojos no han visto nada. 8 Perdona, Señor, a tu pueblo
Israel, ese pueblo que tú rescataste, y no dejes recaer sangre inocente sobre tu pueblo Israel".
Así quedarán absueltos del delito de sangre. 9 De esta manera harás desaparecer de entre
ustedes la sangre inocente, haciendo lo que es recto a los ojos del Señor.
EM
El matrimonio con una prisionera de guerra
10 Cuando salgas a combatir contra tus enemigos, y el Señor, tu Dios, los ponga en tus
manos, si tomas algunos prisioneros 11 y entre ellos ves una mujer hermosa que te resulta
atrayente, y por eso la quieres tomar por esposa, 12 deberás llevarla a tu casa. Entonces ella
se rapará la cabeza, se cortará las uñas, 13 se quitará su ropa de cautiva y permanecerá en tu
D
casa durante un mes entero, llorando a su padre y a su madre. Sólo después de esto podrás
unirte a ella para ser su esposo, y ella será tu mujer. 14 Pero si más tarde dejas de quererla, le
permitirás disponer de sí misma, y no podrás venderla por dinero ni maltratarla, porque la has
violentado.
LS
El derecho de primogenitura
15 Si un hombre que tiene dos mujeres, ama a una y a la otra no, y las dos le dan hijos, pero el
primogénito es hijo de la mujer que no ama, 16 cuando reparta la herencia entre sus hijos, no
podrá considerar como primogénito al hijo de la mujerque ama, en perjuicio del verdadero
primogénito. 17 Él deberá reconocer como primogénito al hijo de la mujer que no ama, dándole
dos partes de todo lo que posee, porque este hijo es el primer fruto de su vigor, y por eso le
O
les hace caso cuando ellos lo reprenden, 19 su padre y su madre lo presentarán ante los
ancianos del lugar, en la puerta de la ciudad, 20 y dirán a los ancianos: "Este hijo nuestro es
indócil y rebelde; no quiere obedecernos, y es un libertino y un borracho". 21Entonces todos
los habitantes de su ciudad lo matarán a pedradas. Así harás desaparecer el mal de entre
ST
El cadáver expuesto
mismo día, porque el que está colgado de un árbol es una maldición de Dios. Y tú no
mancharás el suelo que el Señor, tu Dios, te da como herencia.
22 Si se sorprende a un hombre acostado con una mujer casada, morirán los dos: el hombre
O
que estaba acostado con la mujer, y también ella. Así harás desaparecer el mal de entre
ustedes.
23 Si una joven virgen está comprometida con un hombre, y otro la encuentra en la ciudad y se
EM
acuesta con ella, 24 se hará salir a los dos a la puerta de esa ciudad y los matarán a pedradas:
a la joven por no haber pedido auxilio, a pesar de que estaba en la ciudad; y al hombre por
haber violado a la mujer de su prójimo. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes. 25 Pero
si el hombre encuentra en el campo a la joven comprometida y se acuesta con ella por la
fuerza, sólo morirá el hombre que se acostó con ella. 26 A la joven, no le harás nada, porque
no ha cometido un pecado que merezca la muerte. Es un caso semejante al de un hombre que
ataca a otro y lo mata: 27 como el encuentro se produjo en el campo, tal vez la joven pidió
D
auxilio, pero no había nadie que la socorriera.
28 Si un hombre encuentra a una joven virgen que no está comprometida, la toma por la fuerza
y se acuesta con ella, y son sorprendidos, 29 el hombre que se acostó con ella deberá pagar al
padre de la joven cincuenta siclos de plata y ella será su mujer. Nunca podrá repudiarla,
LS
porque él la violó.
23 1 Ningún hombre tomará como esposa a una mujer de su padre, ni descubrirá el borde de
la manta de su padre.
2 El que tenga los testículos mutilados o el pene cortado no será admitido en la asamblea del
Señor.
Beor, que era de Petor en Arám Naharaim, a fin de que te maldijera. 6 Pero el Señor, tu Dios,
no quiso escuchar a Balaam, sino que cambió la maldición en bendición, porque él te ama. 7
Por eso, mientras vivas, nunca busques su prosperidad y su bienestar. 8 En cambio, no
consideres abominable al edomita, porque es tu hermano, ni tampoco al egipcio, porque tú
fuiste huésped en su país. 9 A partir de la tercera generación, sus descendientes podrán ser
admitidos en la asamblea del Señor.
SY
Leyes humanitarias
O
5 Si un hombre acaba de casarse, no saldrá a combatir ni se le impondrá ninguna otra
obligación. Quedará libre por un año para ocuparse de su casa y contentar a la mujer que tomó
por esposa.
EM
6 Nadie tomará en prenda un molino de mano y ni siquiera la piedra movible del molino, porque
ello sería tomar en prenda la vida de una persona.
7 Si se descubre que alguien ha raptado a uno de sus hermanos israelitas –sea que lo haya
maltratado o que lo haya vendido– el ladrón morirá. Así harás desaparecer el mal de entre
ustedes.
D
8 Cuando se produzcan casos de lepra, cuida muy bien de hacer exactamente lo que les
indiquen los sacerdotes levitas. Pongan cuidado en practicar lo que yo les he mandado. 9
Acuérdate de lo que el Señor, tu Dios, hizo con Miriam durante el viaje, después que ustedes
salieron de Egipto.
LS
10 Si prestas algo a tu prójimo, no entres en su casa a retirar la prenda. 11Quédate afuera,
mientras el hombre a quien concediste el préstamo te trae la prenda. 12 Y si es una persona
de condición humilde, no vayas a dormir con su prenda. 13 Se la entregarás al ponerse el sol,
para que pueda acostarse con su ropa. Así él te bendecirá, y tú habrás realizado una obra de
justicia a los ojos del Señor, tu Dios.
extranjero que vive en alguna de las ciudades de tu país. 15 Págale su jornal ese mismo día,
antes que se ponga el sol, porque él está necesitado, y su vida depende de su jornal. Así no
invocará al Señor contra ti, y tú no te harás responsable de un pecado.
O
16 Los padres no morirán por culpa de los hijos ni los hijos por culpa de los padres. Cada cual
morirá por su propio pecado.
la viuda. 18 Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que el Señor, tu Dios, te rescató de allí.
Por eso te ordeno obrar de esta manera.
20 Cuando sacudas tus olivos, no revises después las ramas. El resto será para el extranjero,
O
extraigas de la tierra que te da el Señor, tu Dios, las pondrás en una canasta, y las llevarás al
lugar elegido por el Señor, tu Dios, para constituirlo morada de su Nombre. 3 Entonces te
presentarás al sacerdote que esté en funciones en aquellos días, y le dirás:
EM
"Yo declaro hoy ante el Señor, tu Dios, que he llegado a la tierra que él nos dio, porque así lo
había jurado a nuestros padres".
"Mi padre era un arameo errante que bajó a Egipto y se refugió allí con unos pocos hombres,
D
pero luego se convirtió en una nación grande, fuerte y numerosa. 6 Los egipcios nos
maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron una dura servidumbre. 7 Entonces pedimos
auxilio al Señor, el Dios de nuestros padres, y él escuchó nuestra voz. Él vio nuestra miseria,
nuestro cansancio y nuestra opresión, 8 y nos hizo salir de Egipto con el poder de su mano y la
fuerza de su brazo, en medio de un gran terror, de signos y prodigios. 9 Él nos trajo a este
LS
lugar y nos dio esta tierra que mana leche y miel. 10 Por eso ofrezco ahora las primicias de los
frutos del suelo, que tú, Señor, me diste".
Tú depositarás las primicias ante el Señor, tu Dios, y te postrarás delante de él. 11 Luego te
regocijarás por todos los bienes que él te concede, a ti y a tu casa, y también se alegrarán el
levita y el extranjero que viven contigo.
O
12 El tercer año, el año del diezmo, cuando tomes la décima parte de tus cosechas y se la des
al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, a fin de que ellos puedan comer en tus
O
ninguno de tus preceptos. 14 No comí nada de eso estando de duelo, no consumí nada en
estado de impureza, ni lo ofrecí como alimento a un muerto. Obedecí la voz del Señor, mi Dios,
y obré en todo según lo que tú me ordenaste. 15 Inclínate desde tu santa morada, desde lo alto
del cielo, y bendice a tu pueblo Israel y a la tierra que nos diste –esa tierra que mana leche y
miel– como lo habías jurado a nuestros padres".
SY
14 Los levitas tomarán la palabra y dirán en alta voz a todos los hombres de Israel: 15 Maldito
O
sea el hombre que hace un ídolo tallado o de metal fundido –abominación
EM
responderá: Amén. 16 Maldito sea el que menosprecia a su padre o a su madre. Y todo el
pueblo
responderá: Amén.
17 Maldito sea el que desplaza los límites de la propiedad de su vecino. Y todo el pueblo
D
responderá: Amén. 18 Maldito sea el que aparta a un ciego del camino. Y todo el pueblo
responderá:
Amén.
LS
19 Maldito sea el que conculca el derecho del extranjero, del huérfano o de la viuda. Y todo el
pueblo responderá: Amén. 20 Maldito sea el que se acuesta con la mujer de su padre, porque
de esa manera
O
sea el que se acuesta con un animal. Y todo el pueblo responderá: Amén. 22 Maldito sea el
Y todo el pueblo responderá: Amén. 23 Maldito sea el que se acuesta con su suegra. Y todo el
pueblo responderá: Amén. 24 Maldito sea el que mata ocultamente a su prójimo. Y todo el
pueblo responderá:
SY
Amén.
Biblia Católica 305
15 Pero si no escuchas la voz del Señor, tu Dios, y no te empeñas en practicar todos los
mandamientos y preceptos que hoy te prescribo, caerán sobre ti y te alcanzarán todas estas
maldiciones:
O
18 Malditos serán el fruto de tus entrañas y el fruto de tu suelo, las crías de tus vacas y los
partos de tus ovejas.
19 Maldito serás al entrar y maldito al salir.
EM
20 El Señor enviará contra ti la maldición, el pánico y el fracaso sobre todas tus empresas,
hasta que seas exterminado y desaparezcas rápidamente, a causa de tu mal proceder, por
haberme abandonado. 21 El Señor hará que se te contagie la peste, hasta que seas eliminado
de la tierra que vas a tomar en posesión. 22 El Señor te castigará con tisis, fiebre, inflamación,
ardores, aridez, quemadura y pulgón que te hostigarán hasta que desaparezcas.
D
23 El cielo sobre tu cabeza será de bronce, y la tierra bajo tus pies será de hierro. 24 En lugar
de lluvia, el Señor enviará polvo a tu tierra, y sobre ti caerá arena desde el cielo, hasta que
seas exterminado.
25 El Señor te hará caer derrotado ante tus enemigos: saldrás a atacarlo por un camino y por
LS
siete caminos huirás de ellos; y todos los reinos de la tierra sentirán horror de ti. 26 Tus
cadáveres serán pasto de todas las aves del cielo y de todos los animales de la tierra, y no
habrá nadie que los espante.
27 El Señor te herirá con forúnculos de Egipto, con tumores, sarna y tiña, de los que no podrás
curarte. 28 El Señor te castigará con locura, ceguera y delirio, 29 y andarás a tientas en pleno
día, como anda a tientas un ciego, envuelto en la oscuridad. Nunca verás realizados tus
O
30 Te casarás con una mujer y otro gozará de ella. Construirás una casa y no la habitarás.
Plantarás una viña y no recogerás sus frutos. 31 Tu buey será degollado delante de tus ojos y
O
producto de tus fatigas. Serás oprimido y explotado constantemente, 34 hasta volverte loco a
causa de lo que verán tus ojos. 35 El Señor te herirá con forúnculos malignos e incurables en
las rodillas y en las piernas, desde la planta de los pies hasta la cabeza.
36 El Señor los deportará, a ti y al rey que hayas puesto para que te gobierne, a una nación
que ni tú ni tus padres conocían, y allí servirás a otros dioses, dioses de madera y de piedra.
SY
37 Entonces serás motivo de consternación y de burla en todos los pueblos adonde el Señor te
conduzca.
64 El Señor te dispersará entre todos los pueblos, de un extremo al otro de la tierra, y allí
servirás a otros dioses que ni tú ni tus padres conocían, dioses de madera y de piedra. 65 No
O
tendrás paz en medio de aquellas naciones y tu pie no encontrará descanso. El Señor llenará
de angustia tu corazón, nublará tus ojos y abatirá tu ánimo. 66 Tu vida estará pendiente de un
hilo; día y noche sentirás temor y no tendrás ninguna seguridad de sobrevivir. 67 Por la
mañana dirás: "¡Ojalá fuera de tarde!", y por la tarde: "¡Ojalá fuera de mañana!", a causa del
EM
temor que sentirás y de lo que verán tus ojos. 68 El Señor te hará volver en barcos a Egipto,
por ese camino del que yo te dije: "No lo volverás a ver". Allí, ustedes se venderán a sus
enemigos como esclavos y esclavas, pero nadie querrá comprarlos.
Este último discurso vuelve sobre el tema central del Deuteronomio –la Alianza del
D
Señor con su Pueblo– y resume los aspectos del mismo. Dios no puede pactar en
términos de igualdad con el hombre, porque la Alianza es siempre una iniciativa de su
gracia. Pero él no impone su Alianza, sino que la ofrece como un don y una
responsabilidad. Así quedan abiertos dos caminos: el de la fidelidad y la vida, o el de la
rebeldía y la muerte. A cada uno le toca decidir libremente, comprometiendo en esa
LS
decisión todo su futuro.
Introducción
69 Estas son las palabras de la alianza que el Señor ordenó a Moisés hacer con los israelitas
O
en territorio de Moab, además de la alianza que había hecho con ellos en el Horeb.
Ustedes han visto con sus propios ojos lo que el Señor hizo en Egipto al Faraón, a sus
servidores y a todo su país: 2las grandes hazañas que ustedes mismos han presenciado, y
ST
aquellos signos y prodigios admirables. 3 Pero hasta el día de hoy, el Señor no les había dado
inteligencia para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.
4 Yo los hice caminar por el desierto durante cuarenta años, sin que se les gastara la ropa que
llevaban puesta ni las sandalias que tenían en los pies. 5No fue pan lo que comieron, ni vino u
otro licor lo que bebieron, para que ustedes supieran que yo soy el Señor, su Dios.
SY
6 Al llegar a este lugar, Sijón, rey de Jesbón, y Og, rey de Basán, nos salieron al encuentro
para combatir, pero nosotros los derrotamos. 7 Así conquistamos sus territorios y se los dimos
30 1 Cuando te sucedan todas estas cosas –la bendición y la maldición que he puesto delante
de ti– si las meditas en tu corazón en medio de las naciones donde el Señor, tu Dios, te habrá
arrojado, 2 si te conviertes al Señor, tu Dios, y tú y tus hijos le obedecen con todo su corazón y
con toda su alma, exactamente como hoy te lo ordeno, 3entonces el Señor, tu Dios, cambiará
tu suerte y tendrá misericordia de ti.Él te volverá a reunir de entre todos los pueblos por donde
O
te había dispersado. 4 Aunque tus desterrados se encuentren en los confines del cielo, de allí
el Señor, tu Dios, te volverá a reunir, de allí te tomará. 5 Él te hará entrar en la tierra que
poseyeron tus padres, y tú también la poseerás; y hará que seas más feliz y numeroso que tus
padres.
EM
6 El Señor, tu Dios, circuncidará tu corazón y el corazón de tus descendientes, para que lo
ames con todo tu corazón y con toda tu alma, y así tengas vida. 7 Y él hará caer todas estas
maldiciones sobre tus enemigos y sobre los adversarios que te hayan perseguido. 8 Entonces
tú escucharás de nuevo la voz del Señor y pondrás en práctica todos sus mandamientos, tal
como hoy te los prescribo. 9 El Señor, tu Dios, te dará abundante prosperidad en todas tus
empresas, en el fruto de tus entrañas, en las crías de tu ganado y en los productos de tu suelo.
D
Porque el Señor volverá a complacerse en tu prosperidad, como antes se había complacido en
la prosperidad de tus padres. 10 Todo esto te sucederá porque habrás escuchado la voz del
Señor, tu Dios, y observado sus mandamientos y sus leyes, que están escritas en este libro de
la Ley, después de haberte convertido al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu
alma.
LS
11 Este mandamiento que hoy te prescribo no es superior a tus fuerzas ni está fuera de tu
alcance. 12 No está en el cielo, para que digas: "¿Quién subirá por nosotros al cielo y lo traerá
hasta aquí, de manera que podamos escucharlo y ponerlo en práctica?". 13 Ni tampoco está
más allá del mar, para que digas: "¿Quién cruzará por nosotros a la otra orilla y lo traerá hasta
aquí, de manera que podamos escucharlo y ponerlo en práctica?". 14 No, la palabra está muy
cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la practiques.
O
mandamientos del Señor, tu Dios, que hoy te prescribo, si amas al Señor, tu Dios, y cumples
sus mandamientos, sus leyes y sus preceptos, entonces vivirás, te multiplicarás, y el Señor, tu
Dios, te bendecirá en la tierra donde ahora vas a entrar para tomar posesión de ella. 17 Pero si
tu corazón se desvía y no escuchas, si te dejas arrastrar y vas a postrarte ante otros dioses
ST
para servirlos, 18 yo les anuncio hoy que ustedes se perderán irremediablemente, y no vivirán
mucho tiempo en la tierra que vas a poseer después de cruzar el Jordán. 19 Hoy tomo por
testigos contra ustedes al cielo y a la tierra: yo he puesto delante de ti la vida y la muerte, la
bendición y la maldición. Elige la vida, y vivirás, tú y tus descendientes, 20 con tal que ames al
Señor, tu Dios, escuches su voz y le seas fiel. Porque de ello depende tu vida y tu larga
permanencia en la tierra que el Señor juró dar a tus padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob.
SY
14 Entonces el Señor dijo a Moisés: "Ya se acerca el día de tu muerte. Llama a Josué y
preséntense en la Carpa del Encuentro para que les dé mis instrucciones". Moisés y Josué se
O
presentaron, 15y el Señor se apareció en la Carpa, en una columna de nube, la cual se detuvo
a la entrada de la Carpa.
16 El Señor dijo a Moisés: "Pronto irás a descansar junto con tus padres, y este pueblo se
EM
prostituirá yendo detrás de dioses extraños, los dioses de la tierra donde está por entrar; me
abandonará y quebrantará la alianza que hice con él. 17 Entonces arderá mi enojo, y yo los
abandonaré y les ocultaré mi rostro. Se convertirán en una presa pronta para ser devorada,
muchos males y desgracias se abatirán sobre ellos, y dirán: ‘Estas desgracias me suceden
porque mi Dios no está conmigo’. 18 Pero aquel día yo mantendré oculto mi rostro, por todo el
mal que ellos hicieron yendo detrás de otros dioses. 19 Por eso, escribe este poema y
enséñalo a los israelitas. Ordénales que lo reciten, para que me sirva de testigo contra ellos. 20
D
Porque cuando yo los introduzca en la tierra que prometí a sus padres con un juramento –esa
tierra que mana leche y miel– ellos comerán hasta saciarse y engordarán. Entonces se
volverán hacia otros dioses y los servirán, despreciándome a mí y quebrantando mi alianza. 21
Pero muchos males y desgracias se abatirán sobre ellos, y este poema dará testimonio contra
ellos, porque sus descendientes no lo habrán olvidado. Yo conozco los planes que hoy están
LS
tramando, aún antes de introducirlos en la tierra que juré darles". 22Aquel día, Moisés escribió
este poema y se lo hizo aprender a los israelitas.
23 Luego el Señor dio esta orden a Josué, hijo de Nun: "Sé fuerte y valiente, porque tú
conducirás a los israelitas hasta la tierra que juré darles, y yo estaré contigo".
24 Cuando Moisés terminó de fijar por escrito las palabras de esta Ley, 25 ordenó a los levitas
encargados de transportar el Arca de la Alianza del Señor: 26"Tomen este Libro y pónganlo
junto al Arca de la Alianza del Señor, su Dios. Que esté presente allí como un testigo contra ti.
27 Porque yo conozco muy bien tu rebeldía y tu obstinación. Y si ahora que estoy todavía con
O
ustedes, son tan rebeldes al Señor, ¡cuánto más lo serán después de mi muerte! 28 Reúneme
aquí a todos los ancianos de sus tribus y a sus escribas, para que pueda transmitirles todas
estas palabras y para poner al cielo y a la tierra como testigos contra ellos. 29 Porque estoy
seguro de que cuando yo muera, ustedes se van a pervertir y se van a desviar del camino que
ST
les he trazado. Y en el futuro les van a suceder muchas desgracias por haber obrado mal a los
ojos del Señor, su Dios, y por haberlo irritado con sus malas obras".
30 Entonces Moisés recitó hasta el final las palabras de este poema, en presencia de toda la
comunidad de Israel:
SY
El canto de Moisés32 1 "Escucha, cielo, y hablaré, oiga la tierra las palabras de mi boca. 2
esto, el Señor se indignó y desechó a sus hijos y a sus hijas. 20 Entonces dijo: Les ocultaré mi
rostro, para ver en qué terminan. Porque son una generación perversa, hijos faltos de
O
lealtad.21 Provocaron mis celoscon algo que no es Dios, me irritaron con sus ídolos vanos;yo
provocaré sus celos con algo que no es un pueblo, los irritaré con una nación insensata. 22
EM
Porque se ha encendidoel fuego de mi ira y arderá hasta el fondo del abismo; consumirá la
tierra y sus cosechas y abrasará los cimientos de las montañas. 23 Amontonaré desastres
sobre ellos, lanzaré contra ellos todas mis flechas. 24 Quedarán extenuados por el hambre,
consumidos por la fiebre y la peste maligna; enviaré contra elloslos dientes de las fieras y el
D
veneno de reptilesque se arrastran sobre el polvo. 25 Afuera los diezmará la espada,
y adentro, el terror, tanto al joven como a la muchacha, al niño de pecho como al anciano. 26
Yo me propuse reducirlos a polvo y borrar su recuerdo de entre los hombres, 27 pero temí que
LS
sus enemigos se jactaran, que cayeran en el error y dijeran: ‘Nuestra mano ha prevalecido, no
es el Señor el que hizo todo esto’. 28 Porque esa gente ha perdido el juicio y carece de
espera. 30 ¿Cómo podría uno solodesbandar a mil y dos, poner en fuga a diez mil, si su Roca
no los hubiera vendido y el Señor no los hubiera entregado? 31 Porque la roca de ellosno es
O
viña de Sodoma, de las plantaciones de Gomorra. Sus uvas son uvas venenosas, sus racimos
ST
que vacilen sus pies, porque está cerca el día de su ruina y ya se precipita el desenlace. 36 Sí,
33 1 Esta es la bendición con que Moisés, el hombre de Dios, bendijo a los israelitasantes de
O
morir. 2 Él dijo: " El Señor vino del Sinaí, brilló para ellos desde Seír; resplandeció desde el
monte Parán y llegó a Meribá de Cades, desde el sur hasta las pendientes. 3 Él ama de veras
EM
a los pueblos;¡todos sus santos están en tus manos! Ellos se postran a tus pies, cada uno
recibe tus palabras. 4 Moisés nos prescribió una Ley, que es la posesión de la asamblea de
Jacob. 5 Y hubo un rey en Iesurún, cuando se reunieron los jefes del pueblo, junto con las
tribus de Israel. 6 Que viva Rubén y no muera, aunque sus hombres sean pocos". 7 De Judá
D
dijo lo siguiente: "Escucha, Señor, la voz de Judá,
y reintégralo a su pueblo; él se defenderá con su mano y tú serás una ayuda contra sus
el que dijo de su padre y de su madre: ‘No los he visto’; el que no reconoció a sus hermanos e
ignoró hasta a sus propios hijos.Porque ellos observaron tu palabra y mantuvieron tu alianza.
O
10 Ellos enseñan tus normas a Jacob y tu Ley a Israel; hacen subir hasta ti el incienso y
ofrecen el holocausto en tu altar. 11 Bendice, Señor, su valor y acepta la obra de sus manos.
O
Castiga las espaldas de sus agresores y que sus enemigos no se levanten más". 12 Dijo
acerca de Benjamín:
ST
"El amado del Señor habita seguro junto a aquel que lo protege constantemente; y habita entre
los flancos de sus colinas". 13 Dijo acerca de José: "Que el Señor bendiga su tierra con el más
excelente don del cielo –el rocío– y con el océano que se extiende por debajo; 14 con los
SY
mejores productos del sol y los brotes más escogidosde cada lunación; 15 con las primicias de
34 1 Moisés subió de las estepas de Moab al monte Nebo, a la cima del Pisgá, frente a Jericó,
y el Señor le mostró todo el país: Galaad hasta Dan, 2 todo Neftalí, el territorio de Efraím y
Manasés, todo el territorio de Judá hasta el mar Occidental, 3 el Négueb, el Distrito y el valle
de Jericó –la Ciudad de las Palmeras– hasta Soar. 4 Y el Señor le dijo: "Esta es la tierra que
O
prometí con juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, cuando les dije: ‘Yo se la daré a tus
descendientes’. Te he dejado verla con tus propios ojos, pero tú no entrarás en ella".
5 Allí murió Moisés, el servidor del Señor, en territorio de Moab, como el Señor lo había
EM
dispuesto. 6 Él mismo lo enterró en el Valle, en el país de Moab, frente a Bet Peor, y nadie,
hasta el día de hoy, conoce el lugar donde fue enterrado. 7 Cuando murió, Moisés tenía ciento
veinte años, pero sus ojos no se habían debilitado, ni había disminuido su vigor. 8 Los
israelitas lloraron a Moisés durante treinta días en las estepas de Moab. Así se cumplió el
período de llanto y de duelo por la muerte de Moisés.
D
9 Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había impuesto sus
manos sobre él; y los israelitas le obedecieron, obrando de acuerdo con la orden que el Señor
había dado a Moisés.
LS
El elogio de Moisés
10 Nunca más surgió en Israel un profeta igual a Moisés –con quien el Señor departía cara a
cara– 11 ya sea por todas las señales y prodigios que el Señor le mandó realizar en Egipto
contra el Faraón, contra todos sus servidores y contra todo su país, 12 ya sea por la gran
fuerza y el terrible poder que él manifestó en presencia de todo Israel.
O
1 1-2. Como los nombres acumulados en el v. 1 no se refieren a un sitio particular sino a toda
una región, es poco probable que señalen el marco geográfico del discurso de Moisés. Más
bien, deben entenderse como un resumen de su actividad hasta la llegada a Moab.
O
15-16. Según Éx. 18. 13-26, la iniciativa de organizar al pueblo de esta manera procede de
Jetró, el suegro madianita de Moisés.
2 4. La "región de Seír" era el territorio habitado por los edomitas. Ver Gn. 32. 4; Núm. 24. 18.
10. "Regar con tu pie": alusión a un sistema especial de irrigación, que practicaban los egipcios
para llevar el agua del Nilo a los campos de cultivos.
29. Este versículo alude anticipadamente a la ceremonia descrita en 27. 2-26, cuya celebración
es relatada en Jos. 8. 30-35. Los montes "Ebal" y "Garizím" dominan el valle donde se alzaba
O
Siquém, la antigua ciudad cananea de la Palestina central, conquistada luego por los israelitas.
Sobre el monte Garizím, los samaritanos erigieron después del exilio un templo cismático, al
que se refiere Jesús en Jn.4.21.
EM
12 2-3. A diferencia del Código de la Alianza (Éx. 20. 24) que autorizaba la construcción de un
santuario en cualquier lugar donde el Señor manifestara su presencia, el Deuteronomio
considera legítimo un solo Santuario. Cuando se puso en práctica esta disposición, ese
Santuario único era el Templo de Jerusalén. La centralización del culto es un rasgo esencial de
la legislación deuteronómica, y su finalidad era preservar la fe de Israel de toda contaminación
con el paganismo.
D
14 1. Ver Lev. 19. 26-28.
21. Ver nota Éx. 23. 19. 22-23. Ver Núm. 18.
LS
21-32. 15 Ver Éx. 23. 10-11; Lev. 25. 1-7.
19. Ver Éx. 13. 11-16. 16 Ver nota Éx. 23. 14. 19 1-13. Ver nota Núm. 35. 9-29.
21. Ver Éx. 21. 23-25; Lev. 24. 19-20; nota Gn.4.23-24.
O
21 1-9. Este rito expiatorio -como los de Lev. 14; 16; Núm. 5. 11-31- es una supervivencia de
costumbres arcaicas. Pero la legislación israelita lo purifica de todo carácter mágico,
O
incluyendo una profesión de inocencia (v. 7) y una súplica al Señor, para que libre al país de
las consecuencias de un crimen no expiado (v. 8).
23 1. "Descubrir el borde de la manta" significa atentar contra el derecho del marido sobre su
ST
mujer. "Extender el borde de la manta" sobre una mujer, en cambio, designa el acto de tomarla
por esposa (Rt. 3. 9; Ez. 16. 8).
3. El significado de la palabra hebrea traducida por "bastardo" es oscuro. En los textos
rabínicos designa al hijo nacido de relaciones incestuosas, pero en este contexto parece
referirse a los hijos de israelitas casados con mujeres extranjeras.
SY
18-19. La "prostitución sagrada" era una práctica muy difundida en Canaán. "Perro" es una
expresión despectiva que en Fenicia designaba una categoría de servidores de los templos
O
EM
¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo
Lc. 10. 24
La palabra del Señor llegó a mí en estos términos: "Antes de formarte en el vientre materno, yo
D
te conocía; antes de que salieras del seno, yo te había consagrado, te había constituido
profeta para las naciones". El Señor extendió su mano, tocó mi boca y me dijo:"Yo pongo mis
LS
palabras en tu boca. Yo te establezco en este día
sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar y derribar, para perder y demoler, para
edificar y plantar".
Moisés dijo: "El Señor Dios suscitará para ustedes, de entre sus hermanos, un profeta
semejante a mí, y ustedes obedecerán a todo lo que él les diga. El que no escuche a ese
ST
profeta será excluido del pueblo". Y todos los profetas que han hablado a partir de Samuel,
anunciaron también estos días. Ustedes son los herederos de los profetas y de la Alianza que
Hech. 3. 22-25
O
manifestaciones aparecen vinculadas al culto de algunos santuarios, como los de Betel, Ramá
y Guilgal. Allí había "agrupaciones de Profetas", cuya característica principal era el éxtasis
provocado de diversas maneras, especialmente por la música y las danzas frenéticas (1 Sam.
10. 5-6; 19. 18-24). Sus demostraciones de entusiasmo religioso revestían con frecuencia
EM
formas extravagantes. Pero estas agrupaciones proféticas, si bien fueron decayendo
progresivamente, ejercieron al principio una influencia positiva en Israel. Con su vida austera,
con su celo fanático por el Señor y su repudio total de la cultura y la religión cananeas,
contribuyeron a mantener intacta la fe del Pueblo de Dios, esa fe heredada de Moisés, a quien
la tradición bíblica considera el primero y el más grande de los Profetas (Deut. 18. 18; 34. 10).
Por otra parte, en los libros de Josué, Jueces, Samuel y Reyes, se encuentran muchas
D
páginas que presentan una gran afinidad con las ideas y el estilo del Deuteronomio. Esta
afinidad espiritual y literaria permite afirmar que la colección de los "Profetas anteriores", en su
redacción definitiva, es la obra de una escuela de escribas "deuteronomistas", que meditan
sobre el pasado de Israel con el fin de extraer una enseñanza para el presente. La actividad de
esta escuela comenzó en los últimos años de la monarquía y continuó durante el exilio.
LS
Precisamente cuando Israel estaba disperso en el exilio, se hacía necesario recordarle que la
raíz de todos sus males era la infidelidad a la Alianza, y que el único camino de salvación
consistía en convertirse al Dios vivo y verdadero.
Josué
conjunta de todo Israel. Las campañas se suceden una tras otra, en medio de los mayores
prodigios. Josué –el único jefe de todas las tribus– anima al pueblo y lo conduce a la victoria.
El paso de los israelitas provoca el terror de sus enemigos, y los cananeos son consagrados al
exterminio total (caps. 1-12).
O
Una vez conquistado el territorio, Josué procede a distribuirlo entre los israelitas. Los caps. 14-
19 señalan los límites asignados a cada tribu. A modo de complemento, el cap. 20 enumera las
ciudades de refugio, y el cap. 21 da una lista de las ciudades levíticas.
ST
El final del Libro relata el regreso de las tribus de la Transjordania, presenta el testamento
espiritual de Josué, y conserva una vieja tradición sobre la asamblea de Siquém y sobre la
alianza sagrada concluida entre las tribus (caps. 22-24).
Una primera lectura de este Libro deja la impresión de que los israelitas, bajo la conducción de
SY
Josué, conquistaron el territorio cananeo de una manera rápida y total. Sin embargo, un
análisis más cuidadoso del texto muestra que la conquista quedó incompleta (13. 1-6), que
O
vas a poner a este pueblo en posesión del país que yo les daré, porque así lo juré a sus
padres. 7 Basta que seas fuerte y valiente, para obrar en todo según la Ley que te dio Moisés,
mi servidor. No te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, y así tendrás éxito en todas
tus empresas. 8 Que el libro de esta Ley nunca se aparte de ti: medítalo día y noche, para
EM
obrar fielmente en todo conforme a lo que está escrito en él. Así harás prosperar tus empresas
y tendrás éxito. 9 ¿Acaso no soy yo el que te ordeno que seas fuerte y valiente? No temas ni te
acobardes, porque el Señor, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas".
10 Entonces Josué dio a los escribas del pueblo la siguiente orden: 11 "Recorran el
D
campamento y manden al pueblo que haga provisión de víveres, porque dentro de tres días
pasarán el Jordán para ir a ocupar la tierra que el Señor, su Dios, les da en posesión". 12
Luego dijo a los rubenitas, a los gaditas y a la mitad de la tribu de Manasés: 13 "Recuerden la
orden que les dio Moisés, el servidor del Señor, cuando dijo: ‘El Señor, su Dios, les concede el
descanso y les da este territorio. 14 Sus mujeres, sus niños y sus rebaños se quedarán en el
LS
territorio que les dio Moisés, al otro lado del Jordán. Pero ustedes, todos los guerreros,
cruzarán equipados con sus armas al frente de sus hermanos, para prestarles ayuda, 15 hasta
que el Señor les conceda el descanso lo mismo que a ustedes, y también ellos tomen posesión
de la tierra que les da el Señor, su Dios. Entonces volverán al territorio que les pertenece,
aquel que les dio Moisés, el servidor del Señor, al otro lado del Jordán, hacia el oriente’". 16
Ellos respondieron a Josué: "Haremos todo lo que nos ordenes e iremos adonde nos mandes.
17 Así como obedecimos en todo a Moisés, también te obedeceremos a ti. Basta que el Señor
O
esté contigo como estuvo con él. 18 Cualquiera que se rebele contra tus órdenes y no te
obedezca en todo lo que nos mandes, será castigado con la muerte. Tú, por tu parte, sé fuerte
y valiente".
O
2 1 Josué, hijo de Nun, envió clandestinamente desde Sitím a dos espías, con la siguiente
consigna: "Vayan a observar el terreno". Ellos partieron y, al llegar a Jericó, entraron en casa
ST
de una prostituta llamada Rajab, donde se alojaron. 2 Cuando se notificó al rey de Jericó que
unos hombres israelitas habían llegado durante la noche para observar el terreno, 3 mandó
decir a Rajab: "Saca afuera a esos hombres que vinieron a verte, los que entraron en tu casa,
porque han venido únicamente para observar todo el país". 4 Pero la mujer tomó a los dos
hombres, los escondió y declaró: "Es verdad que esos hombres vinieron aquí, pero yo no sabía
de dónde eran. 5 Se fueron al caer la noche, cuando estaban por cerrarse las puertas de la
SY
ciudad, y no sé adónde habrán ido. Salgan en seguida detrás de ellos, porque todavía pueden
alcanzarlos". 6 En realidad, los había hecho subir a la terraza, ocultándolos entre unos haces
O
5 Josué dijo al pueblo: "Purifíquense, porque mañana el Señor va a obrar maravillas en medio
de ustedes". 6 Después dijo a los sacerdotes: "Levanten el Arca de la Alianza y pónganse al
frente del pueblo". Ellos la levantaron y avanzaron al frente del pueblo.
EM
7 Entonces el Señor dijo a Josué: "Hoy empezaré a engrandecerte a los ojos de todo Israel,
para que sepan que yo estoy contigo como estuve con Moisés. 8 Ahora ordena a los
sacerdotes que llevan el Arca de la Alianza: ‘Cuando lleguen al borde del Jordán, deténganse
junto al río’". 9 Josué dijo a los israelitas: "Acérquense y escuchen las palabras del Señor, su
Dios". 10 Y añadió: "En esto conocerán que el Dios viviente está en medio ustedes, y que él
expulsará delante de ustedes a los cananeos, los hititas, los jivitas, los perizitas, los
guirgazitas, los amorreos y los jebuseos: 11 el Arca de la Alianza del Señor de toda la tierra va
D
a cruzar el Jordán delante de ustedes. 12 Ahora elijan a doce hombres entre las tribus de
Israel, uno por cada tribu. 13 Y apenas los sacerdotes que llevan el Arca del Señor de toda la
tierra apoyen sus pies sobre las aguas del Jordán, estas se abrirán, y las aguas que vienen de
arriba se detendrán como contenidas por un dique".
LS
El paso del Jordán
14 Cuando el pueblo levantó sus carpas para cruzar el Jordán, los sacerdotes que llevaban el
Arca de la Alianza iban al frente de él. 15 Apenas llegaron al Jordán y sus pies tocaron el borde
de las aguas –el Jordán se desborda por sus dos orillas durante todo el tiempo de la cosecha–
16 las aguas detuvieron su curso: las que venían de arriba se amontonaron a una gran
distancia, cerca de Adam, la ciudad que está junto a Sartán; y las que bajaban hacia el mar de
O
la Arabá –el mar de la Sal– quedaron completamente cortadas. Así el pueblo cruzó a la altura
de Jericó. 17 Los sacerdotes que llevaban el Arca de la Alianza del Señor permanecían
inmóviles en medio del Jordán, sobre el suelo seco, mientras todo Israel iba pasando por el
cauce seco, hasta que todo el pueblo terminó de cruzar el Jordán.
O
4 1 Cuando todo el pueblo terminó de pasar el Jordán, el Señor dijo a Josué: 2 "Elijan a doce
ST
hombres del pueblo, uno por cada tribu, 3 y ordénenles lo siguiente: ‘Retiren de aquí doce
piedras, tómenlas de en medio del Jordán, del mismo lugar donde estaban apoyados los pies
de los sacerdotes; llévenlas con ustedes y deposítenlas en el lugar donde hoy van a pasar la
noche’". 4 Entonces Josué llamó a los doce hombres que había hecho designar entre los
israelitas, un hombre por cada tribu, 5 y les dijo: "Vayan hasta el medio del Jordán, ante el Arca
del Señor, su Dios, y cargue cada uno sobre sus espaldas una piedra, conforme al número de
SY
las tribus de Israel, 6 para que esto quede como un signo en medio de ustedes. Porque el día
de mañana sus hijos les preguntarán: ‘¿Qué significan para ustedes estas piedras?’. 7 Y
2 En aquel tiempo, el Señor dijo a Josué: "Fabrícate unos cuchillos de piedra y vuelve a
circuncidar a los israelitas". 3 Josué hizo entonces unos cuchillos de piedra y circuncidó a los
israelitas en la Colina de los Prepucios. 4 Los circuncidó por el siguiente motivo: toda la
población que había salido de Egipto, los varones aptos para la guerra, habían muerto en el
desierto durante la travesía, después de la salida de Egipto. 5 Ahora bien, los que habían
O
salido estaban circuncidados; pero los nacidos después de la salida de Egipto, durante la
travesía del desierto, no lo estaban. 6 Porque los israelitas anduvieron por el desierto durante
cuarenta años, o sea, el tiempo suficiente para que desapareciera la nación entera, con los
hombres aptos para la guerra que habían salido de Egipto. Como ellos no escucharon la voz
EM
del Señor, el Señor juró que no les dejaría ver la tierra que había prometido darnos, de acuerdo
con el juramento que hizo a nuestros padres, esa tierra que mana leche y miel. 7 Pero en lugar
de ellos suscitó a sus hijos; y fue a estos a los que circuncidó Josué, ya que estaban
incircuncisos porque no los habían circuncidado durante la travesía. 8 Cuando todo el pueblo
fue circuncidado, se quedaron descansando en el campamento hasta que se curaron. 9
Entonces el Señor dijo a Josué: "Hoy he quitado de encima de ustedes el oprobio de Egipto". Y
aquel lugar se llamó Guilgal hasta el día de hoy.
D
La celebración de la Pascua
10 Los israelitas acamparon en Guilgal, y el catorce del mes, por la tarde, celebraron la Pascua
en la llanura de Jericó. 11 Al día siguiente de la Pascua, comieron de los productos del país –
LS
pan sin levadura y granos tostados– ese mismo día. 12 El maná dejó de caer al día siguiente,
cuando comieron los productos del país. Ya no hubo más maná para los israelitas, y aquel año
comieron los frutos de la tierra de Canaán.
13 Mientras Josué estaba cerca de Jericó, alzó los ojos y vio a un hombre que estaba de pie
O
"Quítate las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás parado es santo". Y Josué así lo
hizo.
6 1 Jericó estaba herméticamente cerrada por temor a los israelitas: nadie salía ni entraba. 2
Entonces el Señor dijo a Josué: "Yo he puesto en tus manos a Jericó y a su rey. 3 Por eso
ustedes, todos los hombres de guerra, darán una sola vuelta alrededor de la ciudad, formando
un círculo en torno a ella. Así lo harán durante seis días. 4 Además, siete sacerdotes irán
delante del Arca llevando siete trompetas de cuerno. El séptimo día, en cambio, ustedes darán
SY
siete vueltas alrededor de la ciudad, y los sacerdotes harán sonar las trompetas. 5 A la señal
dada con el cuerno, cuando ustedes oigan el sonido de las trompetas, todo el pueblo
25 Josué dejó con vida a Rajab, la prostituta, a su familia y a todo lo que le pertenecía, y ella
O
habitó en medio de Israel hasta el día de hoy, por haber ocultado a los emisarios que Josué
había enviado para explorar Jericó.
EM
26 En aquel tiempo Josué hizo pronunciar el siguiente juramento delante del Señor:
"¡Maldito el hombre
D
y colocará las puertas sobre su hijo menor!".
7 1 Pero los israelitas cometieron una infidelidad con las cosas que debían ser consagradas al
exterminio. En efecto, Acán –hijo de Carmí, hijo de Zabdí, hijo de Zéraj, de la tribu de Judá– se
reservó algunas de esas cosas, y la ira del Señor se encendió contra los israelitas.
2 Desde Jericó, Josué envió unos hombres a Ai, que está cerca de Bet Aven, al este de Betel,
con esta consigna: "Suban a explorar la región". Los hombres subieron hasta Ai, la exploraron,
3 y cuando estuvieron de regreso, dijeron a Josué: "No es necesario que se movilice toda la
O
gente. Dos o tres mil hombres bastan para derrotar a Ai. No fatigues a todos haciéndolos ir
hasta allá, porque ellos son unos pocos". 4 Entonces subieron contra Ai unos tres mil hombres
del pueblo, pero tuvieron que huir ante los hombres de Ai, 5 que mataron a unos treinta y seis
israelitas, los persiguieron desde la puerta de la ciudad hasta Sebarím y los derrotaron en la
ST
La queja de Josué
6 Josué desgarró sus vestiduras y se postró hasta la tarde delante del Arca del Señor, con el
rostro en tierra. Los ancianos de Israel hicieron lo mismo, y todos esparcieron polvo sobre sus
SY
cabezas. 7 Mientras tanto, Josué decía: "¡Señor! ¿Para qué hiciste pasar el Jordán a este
pueblo? ¿Sólo para ponernos en manos de los amorreos y hacernos desaparecer? ¡Ojalá nos
26 Encima de él pusieron un gran montón de piedras, que ha quedado hasta el presente. Así el
Señor aplacó su indignación. Por eso aquel lugar se llama valle de Acor, hasta el día de hoy.
La campaña contra Ai
O
8 1 El Señor dijo a Josué: "¡No temas ni te acobardes! Reúne a todos los combatientes y
prepárate para subir contra Ai. Yo te entrego al rey de Ai, a su pueblo, su ciudad y su territorio.
2 Trátalos como trataste a Jericó y a su rey. Sin embargo, ustedes podrán retener como botín
los despojos y el ganado. Además, tiende una emboscada detrás de la ciudad".
EM
3 Josué se preparó con todos los combatientes, para subir contra Ai. Eligió treinta mil guerreros
valerosos y los hizo salir de noche, 4 dándoles esta orden: "¡Presten atención! Ustedes estarán
emboscados detrás de la ciudad. No se alejen demasiado de ella y manténganse alerta. 5 Yo y
toda la gente que irá conmigo nos acercaremos a la ciudad, y cuando ellos salgan contra
nosotros, como lo hicieron la primera vez, nosotros huiremos. 6 Ellos nos seguirán, porque
pensarán que huimos como la vez anterior, y así los apartaremos de la ciudad. Nosotros
D
huiremos delante de ellos. 7 Entonces ustedes saldrán del lugar donde estaban emboscados y
ocuparán la ciudad. El Señor, nuestro Dios, la pondrá en sus manos. 8 Y apenas la tomen, la
incendiarán. Ustedes actuarán conforme a la palabra del Señor, y tengan en cuenta que les he
dado una orden". 9 Josué los envió, y ellos fueron a apostarse en el lugar de la emboscada,
entre Betel y Ai, al oeste de Ai. Josué, por su parte, pasó aquella noche en medio de la tropa.
LS
10 A la madrugada del día siguiente, revistó a la tropa y subió contra Ai, al frente del pueblo,
junto con los ancianos de Israel. 11 Todos los combatientes que subieron con él avanzaron
hasta llegar frente a la ciudad, y acamparon al norte de Ai.Solamente el valle separaba a Josué
de Ai. 12 Él escogió unos cinco mil hombres para tender una emboscada entre Betel y Ai, al
oeste de Ai. 13 Así el pueblo estableció todo su campamento al norte de la ciudad, mientras la
retaguardia permanecía al oeste. Aquella noche Josué se dirigió al medio del valle.
O
La batalla de Ai
14 Al ver esto, el rey de Ai se apresuró a salir con toda su gente para combatir contra Israel en
O
la bajada, frente a la Arabá, sin saber que le habían tendido una emboscada detrás de la
ciudad. 15 Josué y todo Israel fingieron caer derrotados delante de ellos y huyeron por el
camino del desierto. 16 Entonces se convocó a toda la gente que estaba en la ciudad para que
saliera a perseguirlos, y todos persiguieron a Josué, alejándose así de la ciudad. 17 No hubo
ST
un solo hombre en Ai
o en Betel que no saliera en persecución de Israel. Y cuando lo hicieron, dejaron abiertas las
puertas de la ciudad.
18 Entonces el Señor dijo a Josué: "Apunta hacia Ai con la jabalina que tienes en la mano,
porque yo te entrego la ciudad". Josué apuntó contra la ciudad con la jabalina que tenía en la
SY
mano; 19 y tan pronto como extendió su brazo, los hombres que estaban emboscados salieron
rápidamente de su escondite, entraron a la carrera en la ciudad, la tomaron y la incendiaron sin
3 También los habitantes de Gabaón se enteraron de lo que había hecho Josué con Jericó y
con Ai, 4 y entonces decidieron recurrir a la astucia. Reunieron provisiones para el viaje,
O
tomaron alforjas viejas para sus asnos y unos odres viejos, rotos y vueltos a coser; 5 se
calzaron sandalias viejas y remendadas, y se vistieron con ropa gastada. Todo el pan que
llevaban como alimento estaba reseco y reducido a migajas.
EM
6 Así fueron hasta el campamento de Josué, en Guilgal, y le dijeron, a él y a los hombres de
Israel: "Venimos de un país lejano; por eso, hagan una alianza con nosotros". 7 Pero los
hombres de Israel respondieron a aquellos jivitas: "Tal vez ustedes habitan por aquí, entre
nosotros. ¿Cómo vamos a hacer una alianza con ustedes?". 8 Ellos dijeron a Josué: "Nosotros
somos tus servidores". "¿Quiénes son ustedes?, les preguntó Josué, ¿de dónde vienen?". 9
Ellos le respondieron: "Nosotros, tus servidores, venimos de un país muy lejano, atraídos por el
renombre del Señor, tu Dios. Porque hemos oído hablar de él, de todo lo que hizo en Egipto,
D
10 y de la manera cómo trató a los dos reyes amorreos que estaban al otro lado del Jordán: a
Sijón, el rey de Jesbón, y a Og, el rey de Basán que residía en Astarot. 11 Por eso nuestros
ancianos y todos los habitantes de nuestro país nos dijeron: ‘Provéanse de víveres para el
camino, vayan a su encuentro y díganles: somos sus servidores, hagan por lo tanto una
alianza con nosotros’. 12 Este es nuestro pan: todavía estaba caliente cuando nos proveímos
LS
de él en nuestras casas, el día en que salimos al encuentro de ustedes; ahora está reseco y
convertido en migajas. 13 Estos son los odres de vino: eran nuevos cuando los llenamos, y
ahora están aquí, todos rotos. Y estas son nuestra ropa y nuestras sandalias, gastadas por un
viaje excesivamente largo". 14 Entonces los israelitas comieron de sus provisiones sin
consultar la decisión del Señor. 15 Josué hizo las paces con ellos y también el pacto de
conservarles la vida; los jefes de la comunidad, por su parte, les hicieron un juramento.
O
16 Pero tres días después de haber concluido este pacto, los israelitas se enteraron de que
aquellos hombres eran de un pueblo vecino y que vivían en las inmediaciones. 17 Entonces
levantaron sus carpas, y en tres días llegaron a las ciudades que ellos habitaban. Estas eran
Gabaón, Quefirá, Beerot y Quiriat Iearím. 18 Los israelitas no los mataron, porque los jefes de
O
la comunidad les habían hecho un juramento por el Señor, el Dios de Israel. Pero toda la
comunidad murmuró contra sus jefes.
19 Los jefes declararon a la comunidad en pleno: "Nosotros les hemos prestado un juramento
por el Señor, el Dios de Israel, y ahora no podemos tocarlos. 20 Haremos con ellos lo
siguiente: los dejaremos vivir para no atraer sobre nosotros la ira del Señor, a causa del
juramento que les hemos hecho". 21 Luego los jefes les dijeron: "¡Qué vivan! Pero estarán al
servicio de la comunidad como leñadores y aguateros". Y la comunidad obró de acuerdo con lo
que habían dicho los jefes.
SY
22 Josué hizo comparecer a los gabaonitas y les dijo: "¿Por qué ustedes nos han engañado
O
hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos.
¿No está eso escrito en el libro del Justo? El sol se mantuvo inmóvil en medio del cielo y dejó
EM
de correr hacia el poniente casi un día entero. 14 Jamás hubo otro día, ni antes ni después, en
que el Señor obedeciera a la voz de un hombre. Realmente, el Señor combatía en favor de
Israel.
D
16 Aquellos cinco reyes, por su parte, habían logrado escapar, refugiándose en una caverna,
cerca de Maquedá. 17 Cuando se notificó a Josué que habían encontrado a los cinco reyes
escondidos en esa caverna, 18 él ordenó: "Hagan rodar unas piedras bien grandes hasta la
entrada de la caverna, y dejen allí apostados a unos cuantos hombres para que los vigilen. 19
LS
Pero ustedes no se detengan: persigan a sus enemigos y córtenles la retirada, para impedirles
que entren en sus ciudades. Porque el Señor se los ha entregado". 20 Y cuando Josué y los
israelitas los derrotaron por completo, hasta aniquilarlos –sólo algunos fugitivos habían
escapado de ellos y se habían refugiado en las ciudades fortificadas– 21 todo el ejército
regresó sano y salvo al campamento de Josué, en Maquedá. Nadie había podido causar el
menor daño a los israelitas.
O
22 Entonces Josué dijo: "Despejen la abertura de la caverna, hagan salir a esos cinco reyes, y
tráiganlos aquí". 23 Así lo hicieron: sacaron de la caverna a los cinco reyes –los reyes de
Jerusalén, de Hebrón, de Iarmut, de Laquís y de Eglón– 24 y una vez que los tuvieron afuera,
se los llevaron a Josué. Este convocó a todos los hombres de Israel y dijo a los oficiales que lo
O
habían acompañado: "Acérquense y pongan sus pies sobre la nuca de estos reyes". Ellos se
acercaron y les pusieron el pie sobre la nuca. 25 Luego continuó diciéndoles: "No tengan
miedo ni se acobarden; sean fuertes y valientes, porque el Señor hará lo mismo con todos los
enemigos, contra los que ustedes tengan que luchar". 26 Después de esto, Josué los mandó
ST
matar y los hizo colgar de cinco árboles. Allí quedaron suspendidos hasta la tarde, 27 y a la
puesta del sol, Josué mandó que los descolgaran de los árboles. Luego los arrojaron en la
cueva donde habían estado escondidos, y a la entrada de la misma, pusieron grandes piedras
que todavía están allí.
28 Aquel mismo día, Josué se apoderó de Maquedá y pasó al filo de la espada a la ciudad y a
O
11 1 Cuando Iabín, rey de Jasor, se enteró de lo que había sucedido, envió mensajeros al rey
Iobab de Madón, al rey de Simrón y al de Acsaf; 2 a los reyes que estaban al norte, en la zona
montañosa, y en la Arabá, al sur de Genesaret, en la región baja y sobre las alturas de Dor,
hacia el oeste. 3 Los cananeos se encontraban al este y al oeste; los amorreos, los jivitas, los
EM
perizitas y los jebuseos, en la Montaña; y los hititas, al pie del Hermón, en el territorio de Mispá.
4 Los cinco reyes salieron con todas sus tropas –que formaban una multitud tan numerosa
como la arena que está a la orilla del mar– y con una enorme cantidad de carros de guerra y
caballos. 5 Y una vez reunidos en el lugar fijado, fueron a acampar todos juntos cerca de las
aguas de Meróm, para combatir contra Israel. 6 Pero el Señor dijo a Josué: "No les tengas
miedo, porque mañana, a esta misma hora, yo haré que estén todos muertos delante de Israel.
Tú mutilarás sus caballos y quemarás sus carros de guerra".
D
La victoria de Meróm
7 Entonces Josué, con todos sus combatientes, marchó contra ellos hasta las aguas de
Meróm, atacándolos sorpresivamente. 8 El Señor los puso en manos de Israel, que los derrotó
LS
y los persiguió hasta Sidón –la Grande– y hasta Misrefort Maim; y por la parte oriental, hasta el
valle de Mispá. La derrota que les infligió Israel fue tal que no dejaron ningún sobreviviente. 9 Y
Josué los trató como el Señor se lo había mandado: mutiló a sus caballos y quemó sus carros
de guerra.
10 En aquel tiempo, Josué volvió atrás, se apoderó de Jasor y mató a su rey con la espada,
porque Jasor había sido antiguamente la cabeza de todos aquellos reinos. 11 También pasó al
filo de la espada a todos los seres vivientes que había en ella, consagrándolos al exterminio
total. No quedó nada con vida, y Jasor fue incendiada. 12 Josué tomó asimismo todas las
O
ciudades de aquellos reyes, y a estos últimos los capturó y los pasó al filo de la espada,
consagrándolos al exterminio, como Moisés, el servidor del Señor, se lo había ordenado. 13
Pero Israel no quemó ninguna de las ciudades que ahora vuelven a alzarse sobre sus ruinas, a
excepción de Jasor, que fue la única incendiada por Josué. 14 El botín de estas ciudades,
ST
incluido el ganado, se lo repartieron los israelitas; a las personas, en cambio, las pasaron al filo
de la espada, hasta acabar con todos. No dejaron a nadie con vida. 15 Josué se atuvo
exactamente a las órdenes que le había dado Moisés –el servidor del Señor– órdenes que
este, a su vez, había recibido del Señor. Y al ejecutarlas, no descuidó nada de lo que el Señor
había ordenado a Moisés.
SY
Resumen de la conquista
O
13 el rey de Debir y el rey de Guéder;
EM
15 el rey de Libná y el rey de Adulám;
D
18 el rey de Afec y el rey de Sarón; 19 el rey de Madón y el rey de Jasor;
Entre las poblaciones incluidas en el reparto, figuran algunas que los israelitas nunca
llegaron a ocupar realmente. Esto indica que aquí se presenta una geografía idealizada
SY
O
fue la herencia asignada a los clanes de los rubenitas: las ciudades y sus poblados.
La tribu de Gad
24 Moisés también había dado una parte a los clanes de los gaditas. 25 Su territorio
EM
comprendía Iázer, todas las ciudades de Galaad y la mitad del país de los amonitas, hasta
Aroer, que está enfrente de Rabbá. 26 Además, desde Jesbón hasta Ramat Ha Mispá y
Betoním, y desde Majanaim hasta el territorio de Lo Debar. 27 Y en el valle, Bet Jarám, Bet
Mimrá, Sucot y Safón, el resto del reino de Sijón, rey de Jesbón. Y el lado oriental del Jordán,
hasta el extremo del mar de Genesaret, les servía de límite. 28 Esta fue la herencia de los
clanes de los gaditas: las ciudades y sus poblados.
D
La mitad de la tribu de Manasés
29 Moisés también había dado una parte a los clanes de la mitad de la tribu de Manasés. 30
Su territorio, partiendo de Majanaim, comprendía todo Basán, todo el territorio de Og, rey de
Basán, y todas las poblaciones de Iair, en Basán: en total, sesenta ciudades. 31 La mitad de
LS
Galaad, Astarot y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán, pasaron a los clanes de los hijos
de Maquir, hijo de Manasés.
32 Este fue el reparto que hizo Moisés en las Estepas de Moab, al otro lado del Jordán, al este
de Jericó. 33 Pero Moisés no asignó ninguna herencia a la tribu de Leví, porque el Señor, el
Dios de Israel, es su herencia, como él mismo se lo había declarado.
O
14 1 Estos son los territorios que los israelitas recibieron como herencia en el país de Canaán,
o sea, los territorios que les asignaron el sacerdote Eleazar, Josué hijo de Nun, y los jefes de
O
familia de las tribus de Israel. 2 Ellos los distribuyeron mediante un sorteo –como el Señor lo
había mandado por medio de Moisés– entre las nueve tribus y media que faltaban. 3 Porque a
las otras dos tribus y media, Moisés ya les había asignado una herencia al otro lado del
Jordán, pero a los levitas no les había dado ninguna herencia en medio de ellos. 4 Los hijos de
ST
José, por su parte, habían formado dos tribus: la de Efraím y la de Manasés; pero a los levitas
no se les dio ningún territorio dentro del país, sino solamente algunas ciudades de residencia,
con los correspondientes campos de pastoreo para su ganado y sus rebaños. 5 En la
distribución de la tierra los israelitas hicieron exactamente lo que el Señor había ordenado a
Moisés.
SY
La parte de Caleb
13 A Caleb, hijo de Iefuné, se le asignó una parte en medio de los hijos de Judá, como el
Señor se lo había ordenado a Josué. Esa parte era Quiriat Arbá –Arbá era el padre de Anac y
Quiriat Arbá es Hebrón–. 14 Caleb expulsó de allí a los tres hijos de Anac –Sesai, Ajimán y
Talmai– descendientes de Anac. 15 Luego subió contra los habitantes de Debir, que antes se
O
llamaba Quiriat Séfer. 16 Entonces Caleb dijo: "Al que derrote y conquiste a Quiriat Séfer, yo le
daré como esposa a mi hija Acsá". 17 El que la conquistó fue Otniel, hijo de Quenaz y hermano
de Caleb, y este le dio como esposa a su hija Acsá. 18 Cuando ella llegó a la casa de su
esposo, este le sugirió que pidiera un campo a su padre. Ella se bajó del asno, y Caleb le
EM
preguntó: "¿Qué quieres?". 19 "Quiero que me hagas un regalo, le respondió. Ya que me has
mandado al territorio del Négueb, concédeme al menos un manantial". Y él le dio el manantial
de Arriba y el manantial de Abajo.
D
21 Las ciudades fronterizas pertenecientes a la tribu de los hijos de Judá, hacia la frontera de
Edóm, en el Négueb, eran las siguientes:
Cabseel, Eder, Iagur, 22 Quiná, Dimoná, Adadá, 23 Quedes, Jasor, Itnam, 24 Zif, Télem,
LS
Bealot, 25 Jasor Jadatá, Queriot, Jesrón –o sea Jasor– 26 Amám, Semá, Moladá, 27 Jasar
Gadá, Jesmón, Bet Pélet, 28 Jasar Sual, Berseba, Biziotiá, 29 Baalá, Iyim, Esem, 30 Eltolad,
Quesil, Jormá, 31 Siquelag, Madmaná, Sansaná; 32 Lebaot, Siljím, En Rimón: en total,
veintinueve ciudades con sus poblados.
33 En la Sefelá: Estaol Sorá, Asná, 34 Zanóaj, En Ganín, Tapúaj, Enán, 35 Iarmut, Adulán,
Socó, Azecá, 36 Saaraim, Aditaim, Ha Guederá, Guedorotaim: en total, catorce ciudades con
O
sus poblados.
37 Senan, Jadasá, Migdal Gad, 38 Dilán, Ha Mispá, Iocteel, 39 Laquís, Boscat, Eglón, 40
Cabón, Lajmás, Quitlís, 41 Guederot, Bet Dagón, Naamá, Maquedá: en total, dieciséis
O
42 Libná, Eter, Asán, 43 Iftaj, Asná, Nesib, 44 Queilá, Aczib, Maresá: en total, nueve ciudades
con sus poblados.
ST
45 Ecrón, con las ciudades dependientes y sus poblados, 46 y a partir de Ecrón, hacia el mar,
todas aquellas ciudades que están al lado de Asdod, con sus poblados: 47 Asdod con las
ciudades dependientes y sus poblados, Gaza con las ciudades dependientes y sus poblados,
hasta el Torrente de Egipto, limitando con el mar Grande.
48 En la Montaña: Samir, Iatir, Socó, 49 Daná, Quiriat Séfer –o sea, Debir– 50 Anab, Estemoa,
SY
Aním, 51 Gosen, Jolón, Guiló: en total, once ciudades con sus poblados.
O
herencia entre nuestros hermanos". Y conforme a la orden del Señor, se les dio una herencia
entre los hermanos de su padre. 5 Así Manasés obtuvo en suerte diez porciones de territorio,
además de la región de Galaad y de Basán, que está al otro lado del Jordán, 6 ya que las hijas
de Manasés recibieron una herencia entre sus hijos. La región de Galaad pertenecía a los
EM
otros hijos de Manasés.
7 La frontera de Manasés, por el lado de Aser, era Micmetat, que está enfrente de Siquém;
luego seguía hacia el sur, hasta Iasib, la fuente de Tapúaj. 8 El territorio de Tapúaj pertenecía
a Manasés, mientras que Tapúaj –en los límites de Manasés– pertenecía a los efraimitas. 9
Luego la frontera bajaba al torrente de Caná e iba a terminar en el mar. Al sur del torrente hay
unas ciudades de Efraím en medio de las ciudades de Manasés, y el territorio de Manasés se
D
encuentra al norte del torrente. 10 Al sur el territorio pertenecía a Efraím y al norte a Manasés;
el mar les servía de frontera, y lindaban con Aser por el norte, y con Isacar por el este. 11
Además, Manasés tenía en Isacar y en Aser a Bet Seán, Ibleám y Dor, con sus respectivas
ciudades dependientes; y a los habitantes de En Dor, de Taanac y de Meguido –las tres
alturas– con sus respectivas ciudades dependientes. 12 Los hijos de Manasés no lograron
LS
conquistar esas ciudades, y los cananeos pudieron permanecer en aquella región. 13 Pero
después, cuando los israelitas se hicieron más fuertes, obligaron a los cananeos a pagar
tributo, aunque no llegaron a desposeerlos.
14 Los hijos de José dijeron a Josué: "¿Por qué nos has asignado como herencia en el sorteo
una sola porción de territorio, siendo nosotros un pueblo numeroso, ya que el Señor nos ha
bendecido tanto?". 15 Entonces Josué les respondió: "Si son un pueblo tan numeroso, suban a
O
los bosques y talen allí a su gusto en la región de los perizitas y de los refaítas, porque la
montaña de Efraím es demasiado estrecha para ustedes". 16 Los hijos de José dijeron: "La
montaña no nos basta, y en las llanuras todos los cananeos tienen carros de hierro, tanto los
de Bet Seán y sus ciudades dependientes, como los de la llanura de Izreel". 17 Josué
O
respondió a la casa de José, es decir, a Efraím y Manasés: "Ustedes son un pueblo numeroso
y tienen mucha fuerza. No tendrán solamente una porción, 18 porque la montaña les
pertenecerá. Y si ella está cubierta de bosques, la talarán y será de ustedes hasta sus límites,
ya que desposeerán a los cananeos, por más que tengan carros de hierro y sean muy fuertes.
ST
18 1 Toda la comunidad de los israelitas se reunió en Silo, y allí fue instalada la Carpa del
Encuentro. El país ya estaba sometido a los israelitas, 2 pero todavía quedaban siete tribus a
las que no se les había repartido su herencia. 3 Entonces Josué dijo a los israelitas: "¿Hasta
SY
cuándo van a demorar en ir a tomar posesión del país que les dio en herencia el Señor, el Dios
de sus padres? 4 Designen a tres hombres por cada tribu, y yo los enviaré a recorrer el país.
La tribu de Simeón
O
19 1 La segunda suerte le tocó a Simeón, o sea, a la tribu de los hijos de Simeón con sus
clanes. La herencia que se les asignó estaba en medio del territorio de los hijos de Judá. 2
Ellos recibieron como herencia: Berseba, Semá, Moladá, 3 Jasar Sual, Balá Esem, 4 Eltolad,
Betul, Jormá, 5 Siquelag, Bet Ha Marcabot, Jasar Susá, 6 Bet Lebaot y Serujén: en total, trece
EM
ciudades con sus poblados. 7 Además, Ayín, Rimón, Eter y Asán: en total, cuatro ciudades con
sus poblados. 8 También recibieron todos los poblados de los alrededores de estas ciudades,
hasta Baalat Beer y Ramat Négueb. Esta era la herencia de los hijos de Simeón con sus
clanes, 9 la que se tomó de la porción de territorio asignada a los hijos de Judá, porque la parte
de estos últimos era demasiado grande.
Así los hijos de Simeón recibieron su herencia en medio de los hijos de Judá.
D
La tribu de Zabulón
10 La tercera suerte le tocó a los hijos de Zabulón con sus clanes. El límite de su herencia se
extendía hasta Sarid; 11 después subía al oeste, hacia Maaralá, y llegaba hasta Dabéset y
LS
hasta el torrente que está frente a Iocneám. 12 Partiendo nuevamente de Sarid, el límite iba al
este, hacia el levante, hasta llegar a Quislot Tabor; luego llegaba a Daberat y subía a Iafia. 13
Desde allí, yendo hacia el este, pasaba a Guita Jéfer, y a Itá Casín; después llegaba a Rimón y
doblaba hacia Neá. 14 En seguida el límite doblaba hacia el norte, hacia Janatón, para ir a
terminar en el valle de Iftajel. 15 Su territorio incluía, además, Catat, Nahalal, Simeón, Idalá y
Belén: en total, doce ciudades con sus poblados.
O
16 Esta fue la herencia asignada a los clanes de los hijos de Zabulón: las ciudades y sus
poblados.
La tribu de Isacar
O
17 La cuarta suerte le tocó a Isacar, o sea, a los hijos de Isacar con sus clanes. 18 En su
territorio estaba Izreel, Ha Quesulot, Suném, 19 Jafaraim, Sión, Anajarat, 20 Rabit, Quisión,
Ebes, 21 Rémet, En Gamín, En Jadá y Bet Pasés. 22 El límite tocaba el Tabor, Sajasím, Bet
ST
23 Esta fue la herencia asignada a los clanes de los hijos de Isacar: las ciudades y sus
poblados.
La tribu de Aser
SY
24 La quinta suerte le tocó a la tribu de los hijos de Aser con sus clanes. 25 Su territorio
Determinen cuáles serán las ciudades de refugio –esas de las que yo les hablé por medio de
O
Moisés– 3 para que allí puedan encontrar asilo los homicidas que hayan matado a una persona
sin premeditación e inadvertidamente. Así ustedes tendrán un refugio contra el vengador del
homicidio. 4 El homicida huirá a una de estas ciudades, se detendrá a la entrada de la puerta,
y expondrá su caso a los ancianos de la ciudad. Estos lo admitirán, y le asignarán un lugar
EM
para que habite con ellos. 5 Y si el vengador del homicidio lo persigue, no lo pondrán en sus
manos, porque mató a su prójimo inadvertidamente, sin haberlo odiado antes. 6 Después de
comparecer delante de la comunidad para ser juzgado, el homicida permanecerá en aquella
ciudad hasta la muerte del Sumo Sacerdote que esté en funciones en aquellos días. Entonces
podrá entrar de nuevo en la ciudad y en su casa, en la ciudad de donde había huido.
7 Con este fin, los israelitas consagraron las siguientes ciudades: Quedes, en Galilea, en la
D
montaña de Neftalí; Siquém, en la montaña de Efraím; Quiriat Arba –o sea Hebrón– en la
montaña de Judá. 8 Y al otro lado del Jordán, al este de Jericó, se designó a Béser –de la tribu
de Rubén, que estaba situada en el desierto, sobre el altiplano– a Ramot de Galaad, de la tribu
de Gad, y a Golán, situada en Basán y perteneciente a la tribu de Manasés.
LS
9 Estas fueron las ciudades asignadas a todos los israelitas y a los extranjeros que residían en
medio de ellos, para que todo el que matara sin premeditación a una persona pudiera
refugiarse en ellas, y así no muriera en manos del vengador del homicidio, antes de
comparecer delante de la comunidad.
21 1 Los jefes de familia de los levitas se acercaron al sacerdote Eleazar, a Josué, hijo de Nun,
y a los jefes de familia de las tribus israelitas, 2 que estaban en Silo, en el país de Canaán, y
les dijeron: "El Señor ordenó por medio de Moisés que se nos asignaran algunas ciudades, a
fin de que residiéramos en ellas, y también sus campos de pastoreo para nuestros ganados". 3
O
Entonces los israelitas, conforme a la orden del Señor, dieron a los levitas las siguientes
ciudades con sus campos de pastoreo, tomándolas de sus propias posesiones.
4 Se hizo el sorteo para los clanes de los quehatitas; y a los levitas descendientes de Aarón, el
ST
sacerdote, les tocaron en suerte trece ciudades de las tribus de Judá, de Simeón y de
Benjamín; 5 a los clanes de los otros quehatitas les tocaron en suerte diez ciudades de las
tribus de Efraím, de Dan y de la mitad de Manasés. 6 A los clanes de los gersonitas les tocaron
en suerte trece ciudades de las tribus de Isacar, de Aser, de Neftalí y de la mitad de Manasés,
en Basán. 7 Y a los clanes de los meraritas les tocaron en suerte doce ciudades de las tribus
de Rubén, de Gad y de Zabulón. 8 Así los israelitas dieron a los levitas, mediante un sorteo,
SY
esas ciudades con sus campos de pastoreo, como el Señor lo había ordenado por medio de
Moisés.
41 Por lo tanto, las ciudades levíticas en medio de las posesiones de los israelitas eran
cuarenta y ocho en total, con sus campos de pastoreo. 42 Cada una de estas ciudades incluía,
además de la ciudad, los campos de pastoreo que tenían a su alrededor. Lo mismo sucedía
con todas las ciudades mencionadas.
O
Conclusión general
43 Así el Señor entregó a Israel todo el territorio que había jurado dar a sus padres. Los
israelitas tomaron posesión de él y lo habitaron. 44 El Señor les dio la paz en todas sus
fronteras, como lo había jurado a sus padres, y ninguno de sus enemigos pudo resistirles,
EM
porque el Señor se los entregó a todos. 45 Ni una sola de las admirables promesas que el
Señor había hecho a los israelitas cayó en el vacío: todas se cumplieron.
Cuando los israelitas penetraron en Canaán, bajo la guía de Josué, encontraron allí
algunos grupos con los que tenían un origen común, pero que no habían participado del
D
Éxodo ni habían estado en el Sinaí. Al entrar en contacto con ellos, los invitaron a que
fueran sus aliados en la lucha contra los cananeos. El relato que describe la Asamblea
de Siquém parece conservar el recuerdo de una de estas alianzas. Josué convoca a un
grupo de tribus vecinas –probablemente las de Isacar, Zabulón y Neftalí, radicadas un
poco más al norte– y les pide que renuncien a sus propios dioses para servir
LS
exclusivamente al Señor. Una vez concertado el acuerdo, los compromete a
mantenerse fieles al Señor y, como testigo del compromiso contraído, erige una piedra
conmemorativa. Así se fue extendiendo la fe en el Señor y se dio un paso decisivo hacia
la plena ocupación de la Tierra prometida.
y David (1 Rey. 2. 1-9), en el que Josué dirige sus últimas recomendaciones al Pueblo.
O
22 1 Entonces Josué convocó a los rubenitas, a los gaditas y a la mitad de la tribu de Manasés,
2 y les dijo: "Ustedes han observado íntegramente las órdenes que les dio Moisés, el servidor
ST
del Señor, y me han obedecido en todo lo que yo les mandé. 3 No han abandonado a sus
hermanos durante el largo tiempo transcurrido hasta el día de hoy, y han permanecido en la
observancia del mandamiento del Señor, su Dios. 4 Ahora sus hermanos han obtenido el
descanso que les concedió el Señor, su Dios, conforme a la promesa que él les había hecho.
Por lo tanto, regresen a sus campamentos, al territorio que les pertenece, a esa tierra que
Moisés, el servidor del Señor, les dio al otro lado del Jordán. 5 Pero pongan mucho cuidado en
SY
practicar los mandamientos y la Ley que les prescribió Moisés, el servidor del Señor, a saber:
amar al Señor, su Dios, y seguir todos sus caminos; observar sus mandamientos, mantenerse
O
ustedes, y también entre nuestros descendientes, de que rendimos culto al Señor en su
presencia, con nuestros holocaustos, nuestras víctimas y nuestros sacrificios de comunión. Así,
el día de mañana, los hijos de ustedes no podrán decir a los nuestros: ‘Ustedes no tienen parte
con el Señor’. 28 Por eso pensamos que si algún día nos llegan a hacer ese reproche, a
EM
nosotros o a nuestros descendientes, les podremos responder: ‘Miren la figura del altar del
Señor que hicieron nuestros padres, no para ofrecer holocaustos y sacrificios, sino para que
esté como testigo entre nosotros y ustedes’. 29 Lejos de nosotros, entonces, el deseo de
rebelarnos contra el Señor o de querer apartarnos de él, erigiendo un altar para ofrecer
holocaustos, oblaciones o sacrificios, fuera del altar del Señor, nuestro Dios, que está delante
de su Morada".
D
El restablecimiento de la pazentre las tribus
30 Cuando el sacerdote Pinjás, los jefes de la comunidad y los jefes de los clanes de Israel
escucharon las palabras que les dijeron los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de
Manasés, quedaron conformes. 31 Y Pinjás, el hijo del sacerdote Eleazar, les respondió:
LS
"Ahora reconocemos que el Señor está en medio de nosotros, porque ustedes no han
cometido esa infidelidad contra él; de esa manera, ustedes han librado a los israelitas de la
mano del Señor".
32 Entonces el sacerdote Pinjás, hijo de Eleazar, y los jefes, dejando a los rubenitas y a los
gaditas, partieron de Galaad y regresaron a Canaán, donde estaban los israelitas. Cuando les
transmitieron la noticia, 33 los israelitas quedaron conformes, bendijeron al Señor, y ya no
O
pensaron más en hacerles la guerra ni en asolar el país donde habitaban los rubenitas y los
gaditas. 34 Estos últimos, por su parte, dieron al altar el nombre de "Testigo", porque dijeron:
"Este será un testigo, entre nosotros, de que el Señor es Dios".
O
23 1 Cuando ya hacía mucho tiempo que el Señor había concedido la paz a Israel, librándolo
de todos los enemigos que tenía a su alrededor, Josué –que era un anciano de edad muy
ST
avanzada– 2 convocó a todo Israel, a sus ancianos, a sus jefes, a sus jueces y a sus escribas,
y les dijo:
"Yo estoy viejo; ya tengo muchos años. 3 Ustedes han visto cómo trató el Señor, su Dios, a
todos esos pueblos a causa de ustedes, porque era el Señor, su Dios, el que combatía por
ustedes. 4 Ahora miren bien: yo les he sorteado como herencia para cada tribu tanto a las
SY
naciones que todavía quedan como a las que yo mismo exterminé, desde el Jordán hasta el
gran mar Occidental. 5 El Señor, su Dios, las dispersará delante de ustedes y las desposeerá
O
11 Después ustedes cruzaron el Jordán y llegaron a Jericó. La gente de Jericó les hizo la
guerra, y lo mismo hicieron los amorreos, los perizitas, los cananeos, los hititas, los guirgasitas,
los jivitas y los jebuseos; pero yo los entregué en sus manos. 12 Hice cundir delante de
ustedes el pánico, que puso en fuga a toda esa gente y a los dos reyes amorreos. Esto no se
EM
lo debes ni a tu espada ni a tu arco. 13 Así les di una tierra que no cultivaron, y ciudades que
no edificaron, donde ahora habitan; y ustedes comen los frutos de viñas y olivares que no
plantaron.
14 Por lo tanto, teman al Señor y sírvanlo con integridad y lealtad; dejen de lado a los dioses
que sirvieron sus antepasados al otro lado del Río y en Egipto, y sirvan al Señor. 15 Y si no
están dispuestos a servir al Señor, elijan hoy a quién quieren servir: si a los dioses a quienes
D
sirvieron sus antepasados al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos, en cuyo país
ustedes ahora habitan. Yo y mi familia serviremos al Señor".
16 El pueblo respondió: "Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a otros dioses. 17
Porque el Señor, nuestro Dios, es el que nos hizo salir de Egipto, de ese lugar de esclavitud, a
LS
nosotros y a nuestros padres, y el que realizó ante nuestros ojos aquellos grandes prodigios. Él
nos protegió en todo el camino que recorrimos y en todos los pueblos por donde pasamos. 18
Además, el Señor expulsó delante de nosotros a todos esos pueblos y a los amorreos que
habitaban en el país. Por eso, también nosotros serviremos al Señor, ya que él es nuestro
Dios".
19 Entonces Josué dijo al pueblo: "Ustedes no podrán servir al Señor, porque él es un Dios
O
santo, un Dios celoso, que no soportará ni las rebeldías ni los pecados de ustedes. 20 Si
abandonan al Señor para servir a dioses extraños, él, a su vez, los maltratará y los aniquilará,
después de haberles hecho tanto bien". 21 Pero el pueblo respondió a Josué: "No; nosotros
serviremos al Señor". 22 Josué dijo al pueblo: "Son testigos contra ustedes mismos, de que
O
han elegido al Señor para servirlo". "Somos testigos", respondieron ellos. 23 "Entonces dejen
de lado los dioses extraños que hay en medio de ustedes, e inclinen sus corazones al Señor, el
Dios de Israel". 24 El pueblo respondió a Josué: "Nosotros serviremos al Señor, nuestro Dios y
escucharemos su voz".
ST
La alianza de Siquém
25 Aquel día Josué estableció una alianza para el pueblo, y les impuso una legislación y un
derecho, en Siquém. 26 Después puso por escrito estas palabras en el libro de la Ley de Dios.
Además tomó una gran piedra y la erigió allí, al pie de la encina que está en el Santuario del
SY
Señor. 27 Josué dijo a todo el pueblo: "Miren esta piedra: ella será un testigo contra nosotros,
porque ha escuchado todas las palabras que nos ha dirigido el Señor; y será un testigo contra
O
7 2. En este pasaje, "Betel" parece ser un lugar distinto de "Bet Aven", mientras que en Os. 4.
15; 5. 8; 10. 5, "Bet Aven" -que significa "Casa de vanidad"- es un nombre despectivo de Betel.
EM
26. En este pasaje, el nombre "Acor" es relacionado artificialmente con un verbo hebreo que
significa "provocar una desgracia".
D
18. La alianza creaba un vínculo sagrado e inviolable. Por eso los israelitas no pueden
retractarse de su juramento, ni siquiera después de descubierto el engaño. Este episodio tiene
un gran interés histórico, porque muestra que el establecimiento de los israelitas en Canaán no
siempre fue una conquista a mano armada.
10 13. "EI sol se detuvo": fundados en el carácter poético de este texto, casi todos los
LS
intérpretes modernos consideran que el mismo no es más que un audaz recurso literario para
expresar el carácter maravilloso de la victoria obtenida por Josué. Una interpretación -apoyada
en el estudio de los concepciones astrológicas del Antiguo Oriente- sostiene que el poema, en
el v. 12, contiene una súplica de Josué para obtener una "conjunción" favorable a Israel en el
momento de la batalla. De allí la mención no sólo del sol, sino también de la luna, y la
oposición entre la ciudad de Gabaón y el valle de Aialón, situados una al este y otro al oeste.
En tal caso, el v. 13 indicaría que el Señor escuchó la suplica de Josué, haciendo que la batalla
O
"EI libro del Justo" era una colección de cantos donde se celebraban las hazañas de los héroes
de Israel. A la misma colección perteneció originariamente la elegía de David por la muerte de
O
15 32. El total no corresponde a la enumeración, que suma treinta y cinco ciudades. Esta
notable diferencia se explica, probablemente, porque a la parte de la tribu de Judá se
ST
O
A pesar de su esquematismo, esta sucesión de infidelidad y castigo, de súplica y
liberación, pone bien de relieve la crisis que sacudió a Israel al entrar en contacto con
los pueblos cananeos. Muchos israelitas, sin renunciar por completo a la fe en el Dios
EM
de sus padres, comenzaron a rendir culto a los dioses del país. Este sincretismo
religioso ponía en peligro la unidad nacional y hacía a Israel más vulnerable a los
ataques de sus enemigos.
D
1 1 Después de la muerte de Josué, los israelitas consultaron al Señor, diciendo: "¿Quién de
nosotros será el primero en subir a luchar contra los cananeos?". 2 El Señor respondió: "Que
suba Judá, porque yo he puesto el país en sus manos". 3 Entonces Judá dijo a su hermano
Simeón: "Sube conmigo al territorio que me ha tocado en suerte. Atacaremos a los cananeos, y
LS
después yo iré contigo al territorio que te ha sido asignado". Y Simeón lo acompañó.
4 Cuando Judá subió, el Señor puso en sus manos a los cananeos y a los perizitas, y
derrotaron en Bézec a diez mil hombres. 5 Allí se encontraron con Adoní Bézec, combatieron
contra él y derrotaron a los cananeos y a los perizitas. 6 Adoní Bézec trató de escapar, pero
ellos lo persiguieron, lo capturaron y le cortaron el dedo pulgar de las manos y de los pies. 7
Entonces Adoní Bézec exclamó: "Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y de sus pies
O
cortados, recogían migajas debajo de mi mesa. Y ahora Dios me retribuye de acuerdo con lo
que hice".
Luego lo llevaron a Jerusalén, y allí murió. 8 La tribu de Judá atacó a Jerusalén; la tomaron,
O
9 Luego la tribu de Judá fue a combatir contra los cananeos que habitaban en la Montaña, el
ST
Négueb y la Sefelá. 10 Judá avanzó contra los cananeos que habitaban en Hebrón –Hebrón se
llamaba antiguamente Quiriat Arbá– y derrotó a Sesai, Ajimán y Talmai. 11 Desde allí subió
contra los habitantes de Debir, que antes se llamaba Quiriat Séfer. 12 Entonces Caleb dijo: "Al
que derrote y conquiste a Quiriat Séfer, yo le daré como esposa a mi hija Acsá". 13 El que la
conquistó fue Otniel, hijo de Quenaz y hermano menor de Caleb, y este le dio como esposa a
su hija Acsá. 14 Cuando ella llegó a la casa de su esposo, este le sugirió que pidiera un campo
SY
a su padre. Ella se bajó del asno, y Caleb le preguntó: "¿Qué quieres?". 15 "Quiero que me
hagas un regalo, le respondió; ya que me has mandado al territorio del Négueb, concédeme al
O
partir de la Roca, y continúa hacia arriba.
EM
2 1 El Ángel del Señor subió de Guilgal a Bojím y dijo: "Yo los hice subir de Egipto y los
introduje en la tierra que prometí a sus padres con un juramento. También dije: ‘Jamás
quebrantaré mi alianza con ustedes. 2 Pero ustedes no harán ninguna alianza con los
habitantes de este país y destruirán sus altares’. A pesar de eso, no escucharon mi voz. ¿Por
qué han obrado así? 3 Por eso les digo: ‘No expulsaré a esos pueblos delante de ustedes:
ellos no dejarán de hostigarlos, y sus dioses serán una trampa para ustedes’". 4 Y mientras el
Ángel del Señor dirigía estas palabras a los israelitas, el pueblo se puso a llorar a gritos. 5 Por
D
eso llamaron a aquel lugar Bojím –que significa "los que lloran"– y ofrecieron allí sacrificios al
Señor.
6 Josué despidió al pueblo, y los israelitas se fueron cada uno a su herencia, para tomar
posesión del país. 7 El pueblo sirvió al Señor mientras vivió Josué, y durante toda la vida de los
ancianos que le sobrevivieron y que habían visto las hazañas del Señor en favor de Israel. 8
Josué, hijo de Nun, el servidor del Señor, murió a la edad de ciento diez años. 9 Lo enterraron
en el territorio de su propiedad, en Timnat Séraj, en la montaña de Efraím, al norte del monte
O
Gaás.
10 Y cuando toda aquella generación fue a reunirse con sus padres, surgió una nueva
generación que no conocía al Señor ni la obra que había hecho en favor de Israel.
O
11 Los israelitas hicieron lo que es malo a los ojos del Señor y sirvieron a los Baales. 12
ST
Abandonaron al Señor, el Dios de sus padres, que los había hecho salir de Egipto; fueron
detrás de otros dioses –los dioses de los pueblos vecinos– y se postraron delante de ellos,
provocando así la indignación del Señor. 13 Abandonaron al Señor para servir a Baal y a
Astarté.
14 Por eso, la ira del Señor se encendió contra Israel: él los puso en manos de salteadores,
SY
que los despojaron; los entregó a los enemigos que tenían a su alrededor, y no pudieron
oponerles resistencia. 15 En todas las campañas, la mano del Señor se ponía en contra de
O
En la redacción final del Libro, los hechos relatados ilustran la verdad que se trata de
inculcar una y otra vez a lo largo de la obra: cuando Israel es infiel al Dios de la Alianza,
cae bajo el dominio de las naciones cuyas constumbres había imitado. Sin embargo, "el
Señor no abandona a su pueblo ni deja desamparada a su herencia" (Sal. 94. 14). Con
EM
inagotable paciencia responde al clamor de su Pueblo oprimido, y le concede
generosamente el perdón y la liberación.
7 Los israelitas hicieron lo que es malo a los ojos del Señor: se olvidaron del Señor, su Dios, y
sirvieron a los Baales y a las Aserás. 8 La ira del Señor se encendió contra Israel, y los entregó
D
a Cusán Riseataim, rey de Edóm, a quien estuvieron sometidos durante ocho años. 9 Los
israelitas clamaron al Señor, y él hizo surgir un salvador que los libró. Este fue Otniel, hijo de
Quenaz y hermano menor de Caleb. 10 El espíritu del Señor descendió sobre Otniel: él fue
juez en Israel y salió a combatir. El Señor entregó en sus manos a Cusán Riseataim, rey de
Edóm, y su mano prevaleció sobre él. 11 Así hubo paz en el país durante cuarenta años.
LS
Después murió Otniel, hijo de Quenaz.
12 Los israelitas volvieron a hacer lo que es malo a los ojos del Señor. Entonces el Señor dio
poder a Eglón, rey de Moab, sobre Israel, porque ellos hacían lo que es malo a los ojos del
Señor. 13 Después de aliarse con los amonitas y los amalecitas, Eglón atacó y derrotó a Israel,
O
y se apoderó de la ciudad de las Palmeras. 14 Así los israelitas estuvieron sometidos a Eglón,
rey de Moab, durante dieciocho años.
15 Los israelitas clamaron al Señor, y él hizo surgir como salvador a Ehúd, hijo de Guerá, de la
O
tribu de Benjamín, que era zurdo. Ellos le encargaron que llevara el tributo a Eglón, rey de
Moab. 16 Ehúd se hizo un puñal de doble filo de un codo de largo, y se lo ciñó debajo de la
ropa, sobre el lado derecho. 17 Luego fue a presentar el tributo a Eglón, rey de Moab, que era
un hombre muy obeso. 18 Apenas terminó de presentar el tributo, Ehúd despidió a la gente
ST
que había transportado la carga, 19 y él, al llegar a los Ídolos que están junto a Guilgal, volvió a
presentarse delante del rey y le dijo: "Rey, tengo que comunicarte un asunto confidencial". El
rey dijo: "Retírense todos". Y todos los que estaban con él salieron de su presencia. 20 Cuando
entró Ehúd, el rey se encontraba en la habitación de arriba, que era más fresca y estaba
reservada para él solo. Ehúd le dijo: "Tengo que comunicarte un oráculo divino". El rey se
levantó de su trono. 21 Entonces Ehúd extendió su mano izquierda, tomó el puñal que llevaba
SY
sobre el lado derecho, y lo clavó en el vientre del rey. 22 La hoja se hundió hasta le
empuñadura y quedó totalmente cubierta por la grasa, porque Ehúd no extrajo el puñal del
O
persiguió a los carros y al ejército hasta Jaróset Ha Goím, y todo el ejército de Sísara cayó al
filo de la espada. No quedó ni un solo sobreviviente.
17 Mientras tanto, Sísara huyó a pie hasta la carpa de Jael, la esposa de Jéber, el quenita,
porque Iabín, rey de Jasor, y el clan de Jéber, el quenita, estaban en buenas relaciones. 18
EM
Jael le salió al encuentro y le dijo: "Ven, señor mío, pasa por aquí. No temas". Él entró en su
carpa, y ella lo tapó con una manta. 19 Él le dijo: "Por favor, dame un poco de agua, porque
tengo sed". Ella abrió un recipiente donde había leche y le dio de beber. Luego lo volvió a
cubrir. 20 Él le siguió diciendo: "Quédate a la entrada de la carpa, y si viene alguien y te
pregunta: ‘¿Hay aquí algún hombre?’, respóndele que no". 21 Pero Jael, la esposa de Jéber,
sacó una estaca de la carpa, tomó en su mano un martillo y, acercándose a él sigilosamente, le
clavó la estaca en la sien, hasta hundirla en la tierra. Sísara estaba profundamente dormido,
D
agotado por el cansancio. Cuando ya estaba muerto, 22 llegó Barac, que venía persiguiendo a
Sísara. Jael le salió al encuentro y le dijo: "Ven y te mostraré al hombre que buscas". Él entró
junto con ella, y vio a Sísara que yacía muerto, con la estaca clavada en la sien.
23 Así humilló Dios aquel día a Iabín, rey de Canaán, delante de los israelitas. 24 El dominio
LS
de los israelitas sobre Iabín, rey de Canaán, se fue haciendo cada vez más fuerte, hasta que lo
exterminaron por completo.
El canto de Débora y Barac: Preludio5 1 Aquel día, Débora y Barac entonaron este canto: 2
"Porque en Israel van con los cabellos sueltos, porque el pueblo se ofreció voluntariamente,
O
¡bendigan al Señor! 3 ¡Escuchen, reyes! ¡Presten oído, príncipes! Yo voy a cantar, voy a cantar
al Señor, celebraré al Señor, el Dios de Israel. 4 Señor, cuando tú saliste de Seír, cuando
O
avanzabas desde las estepas de Edóm, tembló la tierra, fluyeron los cielos, y hasta las nubes
se deshicieronen torrentes; 5 se diluyeron las montañas, delante del Señor –el del Sinaí–
delante del Señor, el Dios de Israel.
ST
6 En los días de Samgar, hijo de Anat, en los días de Jael, estaban desiertos los caminos; los
que antes iban por los senderos tomaban por sendas desviadas. 7 Ya no había más jefes, no
SY
había ni uno solo en Israel, hasta que te levantaste tú, Débora, hasta que te levantaste tú,
Junto a los arroyos de Rubén hay grandes deliberaciones. 16 ¿Por qué estás sentado entre los
corrales, oyendo los silbidos de los que arrean los rebaños? Junto a los arroyos de Rubén
O
se hacen muchas indagaciones.
EM
y Dan ¿por qué se queda en las naves?
D
Elogio de Zabulón y Neftalí
18 Zabulón es un pueblo que desafía a la muerte, igual que Neftalí, sobre las alturas
del campo.
LS
El relato de la batalla
19 Llegaron los reyes al combate: entonces combatieron los reyes de Canaán, en Taanac,
junto a las aguas de Meguido, pero no recogieron plata como botín. 20 Desde el cielo
O
combatieron las estrellas, desde sus órbitas combatieroncontra Sísara. 21 ¡El torrente Quisón
los arrastró, el antiguo torrente, el torrente Quisón! ¡Avanza, alma mía, con denuedo!22 Los
O
cascos de los caballos martillaron el suelo, al galope, al galope de sus corceles. 23 ¡Maldigan a
Meroz, dice el Ángel del Señor, sí, maldigan a sus habitantes! Porque no acudieron en auxilio
ST
del Señor,
en auxilio del Señor, junto a los héroes.
La muerte de Sísara
24 ¡Bendita entre las mujeres sea Jael, la mujer de Jéber, el quenita! ¡Bendita entre las
SY
mujeres que habitan en carpas! 25 Sísara pidió agua, ella le dio leche, le ofreció cuajada en
Biblia Católica 371
Intervención de un profeta
7 Cuando los israelitas clamaron al Señor a causa de Madián, 8 el Señor les envió un profeta,
que les habló en estos términos: "Así habla el Señor, el Dios de Israel: Yo los hice subir de
Egipto y los saqué de un lugar de esclavitud; 9 los libré del poder de los egipcios y de las
manos de sus opresores. Los expulsé a ellos para entregarles a ustedes su territorio. 10 Y
también les dije: ‘Yo soy el Señor, su Dios. No adoren a los dioses de los amorreos, en cuyo
O
territorio habitan’. Pero ustedes no escucharon mi voz".
Vocación de Gedeón
EM
11 El Ángel del Señor fue a sentarse bajo la encina de Ofrá, que pertenecía a Joás de Abiézer.
Su hijo Gedeón estaba moliendo trigo en el lagar, para ocultárselo a losmadianitas. 12 El Ángel
del Señor se le apareció y le dijo: "El Señor está contigo, valiente guerrero". 13 "Perdón, señor,
le respondió Gedeón; pero si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos sucede todo esto?
¿Dónde están todas esas maravillas que nos contaron nuestros padres, cuando nos decían: ‘El
Señor nos hizo subir de Egipto’? Pero ahora él nos ha desamparado y nos ha entregado en
manos de Madián".
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14 El Señor se volvió hacia él y le dijo: "Ve, y con tu fuerza salvarás a Israel del poder de los
madianitas. Soy yo el que te envío". 15 Gedeón le respondió: "Perdón, Señor, pero ¿cómo voy
a salvar yo a Israel, si mi clan es el más humilde de Manasés y yo soy el más joven en la casa
de mi padre?". 16 "Yo estaré contigo, le dijo el Señor, y tú derrotarás a Madián como si fuera
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un solo hombre". 17 Entonces Gedeón respondió: "Señor, si he alcanzado tu favor, dame una
señal de que eres realmente tú el que está hablando conmigo. 18 Te ruego que no te muevas
de aquí hasta que yo regrese. En seguida traeré mi ofrenda y la pondré delante de ti". El Señor
le respondió: "Me quedaré hasta que vuelvas".
19 Gedeón fue a cocinar un cabrito y preparó unos panes sin levadura con una medida de
harina. Luego puso la carne en una canasta y el caldo en una olla; losllevó debajo de la encina
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y se los presentó. 20 El Ángel del Señor le dijo: "Toma la carne y los panes ácimos,
deposítalos sobre esta roca y derrama sobre ellos el caldo". Así lo hizo Gedeón. 21 Entonces
el Ángel del Señor tocó la carne y los panes ácimos con la punta del bastón que llevaba en la
mano, y salió de la roca un fuego que los consumió. En seguida el Ángel del Señor
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desapareció de su vista. 22 Gedeón reconoció entonces que era el Ángel del Señor, y
exclamó: "¡Ay de mí, Señor, porque he visto cara a cara al Ángel del Señor!". 23 Pero el Señor
le respondió: "Quédate en paz. No temas, no morirás". 24 Gedeón erigió allí un altar al Señor y
lo llamó: "El Señor es la paz". Todavía hoy se encuentra ese altar en Ofrá de Abiézer.
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25 Aquella misma noche, el Señor dijo a Gedeón: "Toma el novillo de tu padre y otro toro de
siete años. Luego destruirás el altar del Baal que pertenece a tu padre y cortarás el poste
sagrado que está junto a él. 26 Después edificarás al Señor, tu Dios, en la cima de esta altura
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escarpada, un altar muy bien construido. Entonces tomarás el otro toro y lo ofrecerás en
holocausto, con la leña del poste sagrado".
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campamento de Madián estaba en el valle, debajo del suyo.
Presagio de la victoria
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9 Aquella noche, el Señor dijo a Gedeón: "Baja ahora mismo contra el campamento de Madián,
porque lo he puesto en tus manos. 10 Si tienes miedo de atacar, baja tú primero con tu
servidor Purá 11 y escucha lo que dicen. Así tendrás valor y atacarás el campamento". Gedeón
bajó acompañado de Purá, su servidor, hasta el extremo del campamento, donde estaban los
puestos de guardia.
12 Madián, Amalec y todos los Orientales que habían irrumpido en el valle eran numerosos
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como langostas, y sus camellos eran incontables, como la arena de la playa. 13 Cuando llegó
Gedeón, oyó que un hombre le estaba contando un sueño a su compañero. "Tuve un sueño, le
decía; vi que una galleta de cebada venía rodando por el campamento de Madián. Al llegar a
una carpa, chocó contra ella y la volteó, de manera que la carpa cayó por tierra". 14 Su
compañero le respondió: "Esto no significa otra cosa que la espada de Gedeón, hijo de Joás, el
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hombre de Israel. Dios ha puesto en sus manos a Madián y todo su campamento". 15 Cuando
Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, se postró para adorar. Luego regresó al
campamento de Israel, y dijo: "¡Arriba! El Señor ha puesto en manos de ustedes el
campamento de Madián".
16 Gedeón dividió a los trescientos hombres en tres cuerpos, y distribuyó entre ellos trompetas
y cántaros vacíos, con antorchas dentro de los cántaros. 17 Después dijo: "Fíjense bien en lo
que yo hago, y hagan ustedes lo mismo. Cuando llegue al extremo del campamento, hagan lo
mismo que yo. 18 Yo y todos mis compañeros tocaremos las trompetas; entonces también
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ustedes tocarán las trompetas alrededor del campamento y gritarán: ‘¡Por el Señor y por
Gedeón!’".
19 Gedeón y los cien hombres que lo acompañaban llegaron al extremo del campamento al
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trescientos hombres tocaban las trompetas, el Señor hizo que en todo el campamento
volvieran la espada unos contra otros. La tropa huyó hasta Bet Sitá, hacia Sartán, hasta la
18 Gedeón dijo a Zébaj y a Salmuná: "¿Cómo eran los hombres que ustedes mataron en el
Tabor?". "Se parecían a ti, respondieron ellos; todos tenían aspecto de príncipes". 19 Gedeón
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les respondió: "Ellos eran mis hermanos, hijos de mi madre. ¡Juro por la vida del Señor, que si
ustedes les hubieran perdonado la vida, ahora no los mataría!". 20 Entonces dijo a Iéter, su hijo
mayor: "Mátalos aquí mismo". Pero el muchacho tuvo miedo de sacar la espada, porque
todavía era muy joven. 21 Zébaj y Salmuná dijeron: "Mátanos tú, porque un hombre se mide
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por su valor". Gedeón se levantó, mató a Zébaj y a Salmuná, y se guardó los adornos que sus
camellos llevaban en el cuello.
22 Los hombres de Israel dijeron a Gedeón: "Gobiérnanos tú, y que después de ti nos
gobiernen tu hijo y tu nieto, porque nos salvaste del poder de Madián".
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23 Pero Gedeón les respondió: "Ni yo los gobernaré ni tampoco mi hijo; sólo el Señor los
gobernará". 24 Luego añadió: "Les voy a pedir una cosa: que cada uno me dé un anillo de lo
que le ha tocado como botín". Porque los vencidos eran ismaelitas, y por eso tenían anillos de
oro. 25 "Te los daremos con mucho gusto", respondieron ellos. Entonces él extendió su manto,
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y cada israelita depositó en él un anillo de su botín. 26 El peso de los anillos que recogió fue de
mil setecientos siclos de oro, sin contar los prendedores, los aros y los vestidos de púrpura que
llevaban los reyes de Madián, y sin contar tampoco los collares de los camellos. 27 Con todo
eso, Gedeón hizo un efod, y lo instaló en su ciudad, en Ofrá. Todo Israel fue a prostituirse allí,
delante del efod, que se convirtió en una trampa para Gedeón y su familia.
Muerte de Gedeón
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28 Madián quedó humillado delante de los israelitas, y no volvió a levantar cabeza. El país
estuvo tranquilo durante cuarenta años, mientras vivió Gedeón. 29 Ierubaal, hijo de Joás, se
fue y permaneció en su casa. 30 Gedeón tuvo setenta hijos propios, porque tenía muchas
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mujeres. 31 La concubina que tenía en Siquém también le dio un hijo, a quien puso el nombre
de Abimélec. 32 Gedeón, hijo de Joás, murió después de una feliz vejez, y fue enterrado en la
tumba de su padre Joás, en Ofrá de Abiézer.
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33 Después de la muerte de Gedeón, los israelitas volvieron a prostituirse ante los Baales y
tomaron como dios a Baal Berit. 34 Así se olvidaron del Señor, su Dios, que los había librado
de todos los enemigos de alrededor. 35 Y no agradecieron a la casa de Ierubaal Gedeón todo
el bien que él había hecho a Israel.
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La coronación de Abimélec
21 Después Jotám huyó para ponerse a salvo, y se estableció en Beer, lejos de su hermano
Abimélec.
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Rebelión de los siquemitascontra Abimélec
22 Abimélec gobernó tres años en Israel. 23 Pero Dios envió un espíritu de discordia entre
Abimélec y los señores de Siquém, y estos traicionaron a Abimélec. 24 Así debía ser castigado
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el crimen cometido contra los setenta hijos de Ierubaal, y su sangre debía recaer sobre su
hermano Abimélec, que los había matado, y sobre los señores de Siquém, que habían sido
cómplices en la matanza de sus hermanos. 25 Por eso, los señores de Siquém preparaban
emboscadas contra él en las cimas de los montes, y saqueaban a todos los que pasaban por
allí. Abimélec fue informado de todo esto.
26 Una vez, Gaal, hijo de Ebed, pasó por Siquém junto con sus hermanos, y se ganó la
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confianza de los señores de Siquém. 27 Estos salieron al campo a vendimiar, pisaron las uvas,
hicieron festejos y entraron en el templo de su dios. Después de comer y beber, maldijeron a
Abimélec. 28 Entonces Gaal, hijo de Ebed, exclamó: "¿Qué autoridad tiene Abimélec sobre
Siquém para que le estemos sometidos? ¿El hijo de Ierubaal, y Zebul, su lugarteniente, no han
estado sometidos a la gente de Jamor, el padre de Siquém? ¿Por qué tenemos que estar
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sometidos a ellos? 29 ¡Si pusieran a este pueblo en mis manos, yo expulsaría a Abimélec,
desafiándolo a que refuerce su ejército y salga a combatir!".
quédate al acecho en campo abierto. 33 Por la mañana temprano, apenas brille el sol,
irrumpirás contra la ciudad. Y cuando Gaal con su gente salga a enfrentarse contigo, lo tratarás
como más convenga".
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34 Abimélec salió durante la noche con toda su gente y se puso al acecho cerca de Siquém,
con su tropa dividida en cuatro grupos. 35 Cuando Gaal, hijo de Ebed, salió y se detuvo a las
puertas de la ciudad, Abimélec y la tropa que lo acompañaba salieron de los lugares donde
estaban al acecho. 36 Al ver las tropas, Gaal dijo a Zebul: "Mira esa gente que baja de la cima
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de los montes". "Es la sombra de los montes, y a ti te parecen hombres", le respondió Zebul.
37 Pero Gaal insistió: "Es gente que baja por la ladera del Ombligo de la Tierra, y otro grupo
viene por el camino de la Encina de los Adivinos". 38 Entonces Zebul le dijo: "¿No eras tú el
que te envalentonabas, diciendo: ‘¿Quién es Abimélec para que le estemos sometidos?’. ¡Ahí
está la gente que tú despreciabas! ¡Ve ahora a combatir contra ellos!".
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39 Gaal salió al frente de los señores de Siquém y presentó batalla a Abimélec. 40 Abimélec lo
persiguió: Gaal emprendió la retirada y muchos cayeron muertos antes de llegar a la puerta de
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6 Los israelitas volvieron a hacer lo que es malo a los ojos del Señor, sirviendo a los Baales y a
las Astartés, a los dioses de Arám, de Sidón y de Moab, y a los dioses de los amonitas y de los
filisteos. Así abandonaron al Señor y dejaron de servirlo. 7 Entonces la ira del Señor se
encendió contra Israel, y él los entregó en manos de los filisteos y de los amonitas. 8 A partir
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de ese momento, los amonitas oprimieron duramente a los israelitas que vivían al otro lado del
Jordán, en el país de los amorreos de Galaad. La opresión duró dieciocho años. 9 Además, los
amonitas cruzaron el Jordán para atacar también a Judá, a Benjamín y a la casa de Efraím.
Israel se encontró así en un grave aprieto.
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10 Entonces los israelitas clamaron al Señor, diciendo: "Hemos pecado contra ti, nuestro Dios,
porque te hemos abandonado para servir a los Baales". 11 Y el Señor dijo a los israelitas:
"Cuando los oprimieron los egipcios, los amorreos, los amonitas, los filisteos, 12 los sidonios,
los amalecitas y los madianitas, ustedes clamaron hacia mí, y yo los salvé de su poder. 13 A
pesar de eso, ustedes me abandonaron y sirvieron a otros dioses. Por eso, no volveré a
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salvarlos. 14 Vayan a invocar a los dioses que ustedes se han elegido: que ellos los salven en
el momento del peligro". 15 Los israelitas respondieron al Señor: "Hemos pecado. Trátanos
como quieras, pero por favor, sálvanos en este día". 16 Ellos hicieron desaparecer a los dioses
extraños y sirvieron al Señor. Y el Señor no pudo soportar por más tiempo el sufrimiento de
Israel.
Jefté
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11 1 Jefté, el galaadita, era un guerrero valeroso. Galaad, su padre, lo había tenido con una
prostituta. 2 Pero como Galaad también tuvo hijos con su esposa, estos, cuando se hicieron
grandes, echaron a Jefté, diciéndole: "Tú no participarás de la herencia en la casa de nuestro
padre, porque eres hijo de otra mujer". 3 Entonces Jefté huyó lejos de sus hermanos, y se
estableció en la región de Tob. Allí se le juntaron unos cuantos aventureros, que lo
acompañaban en sus correrías.
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4 Al cabo de un tiempo, los amonitas hicieron la guerra a Israel. 5 Y cuando iban a atacarlo, los
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israelitas.
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34 Cuando Jefté regresó a su casa, en Mispá, le salió al encuentro su hija, bailando al son de
panderetas. Era su única hija; fuera de ella, Jefté no tenía hijos ni hijas. 35 Al verla, rasgó sus
vestiduras y exclamó: "¡Hija mía, me has destrozado! ¿Tenías que ser tú la causa de mi
desgracia? Yo hice una promesa al Señor, y ahora no puedo retractarme". 36 Ella le respondió:
"Padre, si has prometido algo al Señor, tienes que hacer conmigo lo que prometiste, ya que el
Señor te ha permitido vengarte de tus enemigos, los amonitas". 37 Después añadió: "Sólo te
pido un favor: dame un plazo de dos meses para ir por las montañas a llorar con mis amigas
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por no haber tenido hijos". 38 Su padre le respondió: "Puedes hacerlo". Ella se fue a las
montañas con sus amigas, y se lamentó por haber quedado virgen. 39 Al cabo de los dos
meses regresó, y su padre cumplió con ella el voto que había hecho. La joven no había tenido
relaciones con ningún hombre. De allí procede una costumbre, que se hizo común en Israel: 40
todos los años, las mujeres israelitas van a lamentarse durante cuatro días por la hija de Jefté,
LS
el galaadita.
"Mi pueblo y yo estábamos en un grave conflicto con los amonitas. Yo les pedí ayuda a
ustedes, pero no vinieron a salvarme. 3 Al ver que nadie venía en mi ayuda, marché contra los
amonitas arriesgando mi propia vida, y el Señor los entregó en mis manos. ¿Por qué entonces
han subido hoy a hacerme la guerra?".
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4 Jefté reunió a todos los hombres de Galaad y atacó a Efraím. Y los de Galaad derrotaron a
los efraimitas, que decían despectivamente: "Ustedes, los de Galaad, son fugitivos de Efraím,
en medio de Manasés". 5 Galaad ocupó los vados del Jordán para cortarle el paso a los
efraimitas. Y cuando un fugitivo de Efraím intentaba pasar, los hombres de Galaad le
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7 Jefté juzgó a Israel durante seis años. Cuando murió, lo sepultaron en Mispá de Galaad, que
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era su ciudad.
15 Manóaj dijo al Ángel del Señor: "Quédate aquí y te prepararemos un cabrito". 16 Pero el
Ángel del Señor le respondió: "Aunque me obligues a quedarme, no probaré tu comida. Si
quieres hacer un holocausto, ofrécelo al Señor". Manóaj no se había dado cuenta de que aquel
hombre era el Ángel del Señor.
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17 Entonces Manóaj le preguntó: "¿Cuál es tu nombre, para que podamos honrarte cuando
suceda lo que tú has dicho?". 18 Pero el Ángel del Señor le dijo: "¿Por qué me preguntas mi
nombre? Él es misterioso".
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19 Manóaj tomó el cabrito y la oblación, y los ofreció sobre la roca en holocausto al Señor, que
es misterioso en sus acciones. Manóaj y su mujer estaban mirando. 20 Y cuando la llama
subía del altar hacia el cielo, el Ángel del Señor subía en la llama del altar, a la vista de Manóaj
y de su mujer, que cayeron con el rostro en tierra. 21 El Ángel del Señor ya no se volvió a
aparecer a Manóaj ni a su mujer. Entonces Manóaj reconoció que aquel hombre era el Ángel
del Señor, 22 y dijo a su mujer: "¡Vamos a morir, porque hemos visto a Dios!". 23 Pero su
mujer le respondió: "Si el Señor quisiera hacernos morir, no habría aceptado de nuestras
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manos el holocausto y la oblación; tampoco nos habría mostrado todo esto, ni nos habría
comunicado una cosa así".
24 La mujer dio a luz un hijo y lo llamó Sansón. El niño creció y el Señor lo bendijo. 25 Y el
espíritu del Señor comenzó a actuar sobre él en el Campamento de Dan, entre Sorá y Estaol.
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El matrimonio de Sansón
14 1 Sansón bajó a Timná, y allí le llamó la atención una mujer filistea. 2 Entonces fue a decir a
su padre y a su madre: "He visto en Timná a una mujer filistea; tráiganmela para que sea mi
esposa". 3 Su padre y su madre le replicaron: "¿No hay ninguna mujer entre las hijas de tus
hermanos y en todo tu pueblo, para que vayas a buscarte una mujer entre esos filisteos
incircuncisos?". Pero Sansón dijo a su padres: "Tráemela, porque esa es la que a mí me
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gusta". 4 Su padre y su madre no sabían que esto procedía del Señor. El Señor, en efecto,
buscaba un pretexto contra los filisteos, porque en ese tiempo los filisteos dominaban a Israel.
5 Sansón bajó a Timná, y al llegar a las viñas de Timná, un cachorro de león le salió al paso
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rugiendo. 6 El espíritu del Señor se apoderó de él, y Sansón, sin tener nada en la mano,
despedazó al león como se despedaza un cabrito. Pero él no contó ni a su padre ni a su madre
lo que había hecho. 7 Luego bajó, conversó con la mujer y ella le gustó. 8 Al cabo de un
tiempo, Sansón volvió para casarse con ella. Se desvió del camino para ver el cadáver del
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león, y vio que en su cuerpo había un enjambre de abejas y un panal de miel. 9 Lo recogió con
su mano, y fue comiendo miel mientras caminaba. Cuando llegó adonde estaban su padre y su
madre, les ofreció miel, y ellos comieron; pero no les dijo que la había sacado del cadáver del
león. 10 Luego Sansón bajó para encontrarse con su mujer, y allí ofreció un banquete de siete
días, como suelen hacerlo los jóvenes. 11 Al verlo, los filisteos designaron treinta muchachos
para que estuvieran con él.
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Sansón entregado a los filisteos
9 Los filisteos subieron a acampar en Judá e hicieron una incursión por Lejí. 10 Los hombres
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de Judá les preguntaron: "¿Por qué han subido contra nosotros?". Ellos les respondieron:
"Subimos para llevar atado a Sansón y hacer con él lo que él hizo con nosotros". 11 Entonces
tres mil hombres de Judá bajaron hasta la cueva de la roca de Etám y dijeron a Sansón: "¿No
sabes que los filisteos nos tienen dominados? ¿Qué nos has hecho?". Él les respondió: "Yo los
traté como ellos me trataron a mí".
12 Ellos replicaron: "Bajamos para entregarte atado en manos de los filisteos". Sansón les dijo:
"Júrenme que no son ustedes los que me van a matar". 13 "No, no te mataremos, le
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respondieron; sólo queremos llevarte atado y entregarte a los filisteos". Entonces lo ataron con
dos cuerdas nuevas y lo sacaron de entre las rocas.
"Con la quijada de un asno hice dos pilas de cadáveres;con la quijada de un asnodejé tendidos
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a mil hombres".
17 Cuando terminó de hablar, Sansón arrojó la quijada del asno. Por eso, aquel lugar se llamó
Ramat Lejí, que significa "Altura de la Quijada". 18 Luego sintió mucha sed e invocó al Señor,
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diciendo: "Tú has concedido esta gran victoria por intermedio de tu servidor, y ahora ¿voy a
morir de sed y a caer en manos de los incircuncisos?". 19 Entonces Dios partió el hueco de la
roca que hay en Lejí y brotó el agua. Sansón bebió, se sintió reanimado y revivió. Por eso la
fuente, que todavía hoy está en Lejí, recibió el nombre de En Hacoré, que significa "Fuente del
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que invoca".
20 Sansón juzgó a Israel, en tiempos de los filisteos, por espacio de veinte años.
16 1 Sansón se dirigió a Gaza. Allí vio a una prostituta y entró en su casa. 2 Cuando
anunciaron a la gente de Gaza: "¡Ha llegado Sansón!", lo cercaron y se pusieron al acecho
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21 Los filisteos lo tomaron prisionero, le vaciaron los ojos y lo hicieron bajar a Gaza. Allí lo
ataron con una doble cadena de bronce, y él hacía rodar el molino en la cárcel. 22 Pero su
cabello comenzó a crecer apenas cortado.
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Los festejos de los filisteos
23 Los príncipes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a Dagón, su dios, y
para hacer grandes festejos. Ellos decían:
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24 Y al verlo, la gente alababa a su dios, diciendo:
"Nuestro dios nos ha puesto en las manos a Sansón, nuestro enemigo, al que devastaba
nuestro país y multiplicaba nuestras víctimas".
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25 Cuando todos estuvieron muy alegres, dijeron: "Llamen a Sansón para que nos divierta".
Entonces trajeron a Sansón de la cárcel, y él estuvo haciendo piruetas delante de todos.
Después lo pusieron de pie entre las columnas.
26 Sansón dijo al niño que lo llevaba de la mano: "Déjame palpar las columnas que sostienen
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la casa, para apoyarme en ellas". 27 El edificio estaba repleto de hombres y mujeres. Allí
estaban todos los príncipes de los filisteos, y en la azotea había unos tres mil hombres y
mujeres que se divertían mirando a Sansón. 28 Entonces Sansón invocó al Señor, con estas
palabras: "Señor, acuérdate de mí y devuélveme la fuerza por esta sola vez, para que pueda
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vengarme de los filisteos, de un solo golpe, por la pérdida de mis dos ojos". 29 Luego palpó las
dos columnas centrales que sostenían el edificio, y se apoyó contra ellas, poniendo sobre una
su brazo derecho y sobre la otra su brazo izquierdo. 30 Y exclamó: "¡Muera yo junto con los
filisteos!". Después empujó con toda su fuerza, y el edificio se desplomó sobre los príncipes y
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sobre toda la gente allí reunida. ¡Los que él mató al morir fueron más numerosos que los que
había matado en toda su vida!
APÉNDICES
18 1 En aquel tiempo no había rey en Israel. Y por aquel entonces, la tribu de Dan buscaba un
territorio donde establecerse, porque hasta ese momento no le había tocado ninguna herencia
entre las tribus de Israel. 2 Por eso los danitas enviaron a cinco hombres de sus clanes,
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hombres valientes de Sorá y Estaol, para recorrer y explorar el país. "Vayan a explorar el país",
les dijeron.
Los hombres llegaron a la montaña de Efraím, hasta la casa de Micá, y se quedaron allí a
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pasar la noche. 3 Como estaban cerca de la casa de Micá, reconocieron la voz del joven levita.
Entonces se le acercaron y le dijeron: "¿Quién te ha traído por aquí? ¿Qué haces en este
lugar? ¿Qué es lo que tienes aquí?". 4 Él les respondió: "Micá me ha tratado así y así; me ha
tomado a sueldo y yo soy su sacerdote". 5 Ellos le dijeron: "Consulta entonces a Dios, para que
sepamos si este viaje llegará a feliz término". 6 El sacerdote les respondió: "Vayan en paz,
porque el viaje que han emprendido está bajo la mirada del Señor".
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7 Los cinco hombres partieron y llegaron a Lais. Allí vieron que la gente del lugar vivía segura,
tranquila y confiada, a la manera de los sidonios; nadie infligía el menor agravio a la población,
ejerciendo la autoridad despóticamente; además, estaban alejados de los sidonios y no
dependían de nadie. 8 Al regresar a Sorá y Estaol, donde estaban sus hermanos, estos les
dijeron: "¿Qué noticias traen?". 9 "Subamos ahora mismo contra ellos, les respondieron,
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porque la región que acabamos de ver es excelente. ¿Por qué se quedan quietos? No duden ni
un instante en ir a conquistar aquel país. 10 Apenas lleguen, encontrarán gente tranquila y un
terreno espacioso. Sí, Dios les ha puesto en las manos un país donde no falta nada de lo que
puede haber sobre la tierra".
11 Así partieron de Sorá y Estaol seiscientos hombres del clan de los danitas, cada uno
equipado con armas de guerra. 12 Ellos subieron a acampar cerca de Quiriat Iearím, en Judá,
y por eso aquel lugar, que se encuentra al oeste de Quiriat Iearím, se llama hasta el día de hoy
"Campamento de Dan". 13 De allí pasaron a la montaña de Efraím y llegaron a la casa de
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Micá.
14 Entonces tomaron la palabra los cinco hombres que habían ido a explorar la región de Lais,
y dijeron a sus hermanos: "¿Saben lo que hay en esas casas? Hay un efod, unos ídolos
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familiares y una estatua de metal fundido. Ahora vean lo que tienen que hacer". 15 Ellos se
acercaron hasta allí, entraron en la casa de Micá, donde estaba el joven levita, y lo saludaron.
16 Y mientras los seiscientos hombres armados se quedaban de guardia ante la puerta de
entrada, 17 los cinco hombres que habían ido a explorar el país se introdujeron en la casa y
tomaron la estatua de metal fundido, el efod y los ídolos familiares. Mientras tanto, el sacerdote
permanecía de pie junto a la puerta de entrada, con los seiscientos hombres armados. 18 Al
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ver que habían entrado en la casa de Micá y habían tomado la estatua de metal fundido, el
efod y los ídolos familiares, el sacerdote les dijo: "¿Qué están haciendo?". 19 Pero ellos
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sea, Jerusalén– llevando consigo los dos asnos cargados, además de su concubina y su
servidor.
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11 Cuando estaban cerca de Jebús, ya era muy tarde, y el servidor dijo a su señor:
"Apartémonos del camino para entrar en esta ciudad jebusea y pasar la noche allí". 12 Pero su
señor le respondió: "No nos apartemos para entrar en una ciudad extranjera, que no pertenece
a los israelitas. Sigamos de largo hasta Guibeá". 13 Luego dijo a su servidor: "Vamos a
acercarnos a uno de esos poblados; pasaremos la noche en Guibeá o en Ramá". 14 Siguieron
de largo, y a la puesta del sol estuvieron frente en Guibeá de Benjamín. 15 Entonces se
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apartaron del camino para ir a pasar la noche en Guibeá. Al llegar, el hombre se quedó en la
plaza de la ciudad, pero nadie los invitó a su casa para pasar la noche.
16 Entonces llegó un anciano, que al atardecer volvía de trabajar en el campo. Era un hombre
de la montaña de Efraím y residía en Guibeá como forastero, porque la gente del lugar era
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benjaminita. 17 El anciano alzó los ojos y vio al viajero que estaba en la plaza de la ciudad.
"¿De dónde vienes y adónde vas?" le preguntó. 18 "Estamos de paso, le respondió él; venimos
de Belén de Judá y vamos hasta los confines de la montaña de Efraím, porque yo soy de allí.
Fui a Belén de Judá, y ahora estoy de regreso. Pero no hay nadie que me reciba en su casa,
19 aunque tenemos paja y forraje para nuestros asnos, y también pan y vino para mí, para mi
mujer y para el servidor que me acompaña. No nos falta nada". 20 El anciano le dijo: "La paz
esté contigo. Yo proveeré a todas tus necesidades. No pases la noche en la plaza". 21
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Entonces lo llevó a su casa y dio de comer a los asnos. Y ellos se lavaron los pies, comieron y
bebieron.
perversamente, porque ese hombre es mi huésped. ¡No cometan esa infamia! 24 Yo tengo a
mi hija, que es virgen: se la traeré afuera, para que ustedes abusen de ella y la traten como
mejor les parezca. Pero no cometan semejante infamia con ese hombre". 25 Sin embargo,
ellos no quisieron escucharlo. Entonces el levita tomó a su concubina y la llevó afuera. Los
hombres se aprovecharon de ella y la maltrataron toda la noche hasta la madrugada, y al
amanecer, la abandonaron.
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26 La mujer llegó de madrugada y se cayó a la entrada de la casa del hombre donde estaba su
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consultaron a Dios para preguntarle: "¿Quién de nosotros será el primero en subir a luchar
contra los benjaminitas?". Y el Señor respondió: "Judá será el primero".
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19 Los israelitas avanzaron de madrugada para acampar frente a Guibeá 20 y salir a luchar
contra Benjamín. Los hombres de Israel se dispusieron en orden de batalla frente a la ciudad,
21 pero los benjaminitas salieron de Guibeá y dejaron tendidos por tierra aquel día a veintidós
mil hombres de Israel. 23 Entonces los israelitas subieron a lamentarse delante del Señor
hasta la tarde. Luego consultaron al Señor, diciendo: "¿Tenemos que entablar un nuevo
combate con los hijos de nuestro hermano Benjamín?". Y el Señor respondió: "Suban a
D
atacarlo". 22 De esta manera, la tropa israelita recobró el valor y volvió a disponer sus filas
para el combate en el mismo lugar que el primer día. 24 Los israelitas se acercaron por
segunda vez a los benjaminitas, 25 pero también aquel segundo día Benjamín les salió al
encuentro desde Guibeá, y dejó tendidos por tierra a dieciocho mil israelitas, todos ellos
armados de espada.
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26 Entonces los israelitas subieron a Betel con todo el pueblo y allí se lamentaron, sentados
delante del Señor: ayunaron todo el día hasta la tarde y ofrecieron al Señor holocaustos y
sacrificios de comunión. 27 Después consultaron al Señor, porque en aquel tiempo el Arca de
la Alianza de Dios se encontraba allí, 28 y Pinjás, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba al
servicio de ella. "¿Tenemos que salir otra vez a luchar contra los hijos de nuestro hermano
Benjamín, o debemos desistir?", preguntaron al Señor. Y el Señor respondió: "Suban, porque
O
La derrota de Benjamín
O
29 Israel tendió una emboscada alrededor de Guibeá. 30 Al tercer día, los israelitas avanzaron
contra Benjamín, y dispusieron sus filas contra Guibeá, como las otras veces. 31 Los
benjaminitas les salieron al encuentro, dejándose arrastrar lejos de la ciudad, y comenzaron
como las otras veces a matar gente por los senderos que suben, uno a Betel y el otro a
ST
Gabaón. Así mataron a unos treinta hombres de Israel, sobre el campo raso. 32 Entonces los
benjaminitas pensaron: "Ya los tenemos derrotados como la primera vez". Pero los israelitas
habían dicho: "Vamos a simular que huimos, para atraerlos hasta los caminos, lejos de la
ciudad". 33 Todos los hombres de Israel se levantaron de sus puestos y tomaron posiciones en
Baal Tamar. Los israelitas que estaban emboscados, atacaron desde sus posiciones al oeste
de Gueba. 34 Diez mil guerreros adiestrados de todo Israel llegaron frente a Guibeá. El
SY
combate se hizo muy encarnizado, sin que los benjaminitas advirtieran el desastre que se les
venía encima. 35 El Señor hizo que Benjamín cayera derrotado delante de Israel, y aquel día
O
Iabés de Galaad, incluidas las mujeres y los niños. 11 Ustedes actuarán de esta manera:
consagrarán al exterminio a todos los varones y a las mujeres que hayan convivido con
hombres, pero dejarán con vida a las vírgenes". Así lo hicieron. 12 Entre los habitantes de
Iabés de Galaad encontraron cuatrocientas jóvenes vírgenes, que no habían convivido con
EM
ningún hombre, y las llevaron al campamento de Silo, que está en el país de Canaán.
13 Toda la comunidad de Israel envió emisarios a los benjaminitas, que estaban en la Roca de
Rimón, para anunciarles la paz. 14 Entonces los benjaminitas volvieron, y los hombres de
Israel les dieron las mujeres que habían dejado con vida en Iabés de Galaad, pero no
alcanzaron para todos.
D
El rapto de las jóvenes de Silo
15 El pueblo se compadeció de Benjamín, porque el Señor había abierto una brecha entre las
tribus de Israel. 16 Los ancianos de la comunidad dijeron: "¿Qué haremos para proveer de
mujeres a los que han sobrevivido, ya que las mujeres de Benjamín han sido exterminadas?".
17 Y agregaron: "¡Que los sobrevivientes de Benjamín tengan herederos, para que no
LS
desaparezca una tribu de Israel! 18 Porque nosotros no podemos darles como esposas a
nuestras hijas". Los israelitas, en efecto, habían hecho este juramento: "¡Maldito sea el que
entregue una mujer a Benjamín!".
19 Entonces dijeron: "Está cerca la fiesta del Señor que se celebra todos los años en Silo, al
norte de Betel, al este de la ruta que sube de Betel a Siquém, y al sur de Leboná". 20 Y dieron
estas instrucciones a los Benjaminitas: "Vayan y tiendan una celada entre las viñas. 21 Estén
O
alerta, y cuando las jóvenes de Silo salgan a danzar en coros, ustedes saldrán de las viñas y
raptarán cada uno a una de las jóvenes de Silo. Luego se irán al país de Benjamín. 22 Y si sus
padres o hermanos vienen a protestar contra nosotros, les diremos: ‘Sean condescendientes
con ellos, ya que no hemos podido capturar en la guerra una mujer para cada uno. Además,
O
ustedes no hubieran podido dárselas, porque en ese caso se habrían hecho culpables’". 23 Así
lo hicieron los benjaminitas: entre las jóvenes danzantes que habían secuestrado, tomaron las
mujeres que necesitaban. Después se fueron de vuelta a su herencia, reedificaron las ciudades
y se establecieron en ellas.
ST
24 Al mismo tiempo, los israelitas se reintegraron cada uno a su tribu y a su clan; partieron de
allí, y se fue cada uno a su herencia.
25 En aquel tiempo no había rey en Israel, y cada uno hacía lo que le parecía bien.
SY
7. El escenario del enfrentamiento es la llanura de Izreel o de Esdrelón, extenso valle que está
entre las montañas de Galilea y las de Efraím. El "torrente Quisón" recorre la llanura, al pie del
monte Carmelo, hasta desembocar en el Mediterráneo.
O
5 El relato se interrumpe para dar lugar a este canto de triunfo, compuesto bajo la impresión
inmediata de la resonante victoria de Israel. El poema desborda de entusiasmo patriótico y
religioso. En él se pone bien de manifiesto la reacción de las diversas tribus frente al peligro
EM
común. Unas son elogiadas por su heroica respuesta a la convocatoria de Débora; a otras se
les reprocha su indolencia y falta de solidaridad. Debido a la gran antigüedad del texto, la
traducción es dudosa en varios pasajes.
2. "Van con los cabellos sueltos": probablemente se alude a un rito de la guerra santa. Los
guerreros hacían el voto de dejarse crecer el cabello hasta el día de la victoria.
D
6. Sobre "Samgar", ver 3. 31.
10. En el Antiguo Oriente, las "asnas" eran la cabalgadura preferida de los jefes y los altos
dignatarios.
LS
6 3. "Los Orientales": esta expresión designa a las tribus nómadas que se desplazaban al este
del Jordán y del Mar Muerto.
rey. Sin embargo, aunque Gedeón rehusó la dignidad real, el resto del relato muestra que
comenzó a ejercer ciertos derechos inherentes a la realeza, transmitidos luego a sus hijos (9.
1-2).
O
33. "Baal Berit", que significa "Señor del pacto", era el dios de los cananeos de Siquém.
9 6. "Bet Miló": con esta expresión, que significa "Casa del terraplén", se designaba la parte
mejor defendida de la ciudad. En los vs. 46-49 este mismo lugar recibe el nombre de "Migdal
Siquém", es decir, "Torre de Siquém". Ver nota 2 Rey. 12. 21.
SY
7-15. Jotám se vale de esta fábula para dirigir una violenta invectiva contra la institución de la
monarquía.
30. Por primera vez en todo el relato se dice que el joven levita se llamaba Jonatán y era
descendiente de Moisés, por la línea de Gersón (Éx. 2. 22; 18. 3). La deportación aquí
O
mencionada fue probablemente la que realizó Tiglat Pileser III, rey de Asiria, hacia el año 734
a. C. (2 Rey. 15. 29).
19 10. Antes de ser conquistada por David, Jerusalén era la ciudad de los jebuseos (2 Sam. 5.
EM
6). De allí que los Israelitas la llamaran a veces con el nombre de "Jebús".
12. "Guibeá", llamada también Guibeá de Benjamín (1 Sam. 13. 2) y Guibeá de Saúl (1 Sam.
11. 4), se encontraba unos seis kilómetros al norte de Jerusalén.
D
29. Ver 1 Sam. 11. 7.
RUT es una mujer moabita, viuda de un hombre judío, que por seguir incondicionalmente a su
suegra (1. 16) se traslada a Israel y abraza la fe de su esposo difunto. Allí se encuentra con
Booz, y este la toma por esposa en cumplimiento de la ley del "levirato" (Lev. 25. 25; Deut. 25.
O
5-10). De esa manera, Rut entró en la comunidad de Israel y de ella surgió el linaje de David.
Este breve relato contiene un admirable ejemplo de piedad filial, a la vez que de obediencia a
la Ley y de solidaridad familiar. En él encontramos también ese espíritu de simplicidad y de
O
confianza que es característico de los "pobres del Señor". Pero el libro de Rut, a la par que el
de Jonás, es sobre todo un testimonio en favor de la corriente universalista que comenzaba a
abrirse paso en aquella época. Dicha corriente trataba de contrarrestar la actitud rigorista con
que Esdras y Nehemías, lo mismo que el profeta Malaquías, insistían en asegurar la fe
ST
Rut, perteneciente a un pueblo extranjero y enemigo del Pueblo elegido (Deut. 23. 47), se
convierte en el prototipo del "prosélito" que abandona los cultos paganos para adorar al Dios
de Israel y llega a ser un modelo de todas las virtudes. Por ella, la judía Noemí recibe la
SY
bendición de una descendencia. Así Rut mereció figurar en el Evangelio entre las cuatro
mujeres del Antiguo Testamento mencionadas en la genealogía de Jesús (Mt. 1. 5). Y es en el
O
¿Por qué me siguen llamando Noemí,si el Señor da testimonio contra míy el
Todopoderoso me ha hecho desdichada?".
22 Así regresó Noemí con su nuera, la moabita Rut, la que había venido de los campos de
Moab. Cuando llegaron a Belén, comenzaba la cosecha de la cebada.
EM
La generosidad de Booz
2 1 Noemí tenía, por parte de su esposo, un pariente muy rico llamado Booz, de la familia de
Elimélec. 2 Rut, la moabita, dijo una vez a Noemí: "Déjame ir a recoger espigas al campo,
detrás de alguien que me haga ese favor". "Puedes ir, hija mía", le respondió ella. 3 Entonces
Rut se puso a recoger espigas en el campo, detrás de los que cosechaban, y tuvo la suerte de
D
hacerlo en una parcela perteneciente a Booz, el de la familia de Elimélec. 4 En ese preciso
momento, llegaba Booz de Belén y saludó a los cosechadores, diciendo: "El Señor esté con
ustedes". "El Señor te bendiga", le respondieron. 5 Booz preguntó al capataz: "¿De quién es
esta muchacha?". 6 El capataz le respondió: "Es una joven moabita que volvió con Noemí de
los campos de Moab. 7 Ella pidió que le permitieran recoger y juntar las espigas detrás de los
LS
cosechadores. Desde que llegó por la mañana, ha estado de pie todo el tiempo, y ahora está
aquí descansando un poco".
8 Entonces Booz dijo a Rut: "¡Óyeme bien, hija mía! No vayas a recoger espigas a otro campo
ni te alejes para nada de aquí; quédate junto a mis servidores. 9 Fíjate en qué terreno
cosechan y ve detrás de ellos. Ya di orden a mis servidores para que no te molesten. Si tienes
sed, ve a beber en los cántaros el agua que ellos saquen". 10 Rut se postró con el rostro en
O
tierra y exclamó: "¿Por qué te he caído en gracia para que te fijes en mí, si no soy más que
una extranjera?". 11 Booz le respondió: "Me han contado muy bien todo lo que hiciste por tu
suegra después que murió tu marido, y cómo has dejado a tu padre, a tu madre y tu tierra
natal, para venir a un pueblo desconocido. 12 Que el Señor te pague lo que has hecho; que te
O
recompense con creces el Señor, el Dios de Israel, al que has acudido para refugiarte bajo sus
alas". 13 Rut le dijo: "¡Ojalá pueda contar siempre con tu favor! Tú me has consolado y me has
hablado amistosamente, a pesar de que ni siquiera soy como una de tus servidoras".
ST
14 A la hora de la comida, Booz le dijo: "Acércate aquí; come de este pan y moja tu bocado en
el vinagre". Rut se sentó al lado de los cosechadores y él le ofreció un puñado de grano
tostado. Ella comió hasta quedar saciada y aún le sobró. 15 Cuando se levantó para volver a
recoger las espigas, Booz ordenó a sus servidores: "Déjenla recoger también entre las gavillas
y no la molesten. 16 Más aún, saquen algunas espigas de las gavillas y déjenlas caer, y
cuando ella las recoja, no le digan nada". 17 Así Rut estuvo recogiendo espigas hasta el
SY
atardecer. Luego desgranó lo que había recogido, y era casi una bolsa de cebada.
4 1 Booz subió hasta la puerta de la ciudad y se sentó allí. Cuando pasó por ese lugar el
O
pariente del que había hablado antes, le dijo: "Amigo, acércate y siéntate aquí". El hombre se
acercó y se sentó. 2 Luego Booz llamó a diez ancianos de la ciudad, diciéndoles: "Siéntense
aquí". Ellos se sentaron, 3 y él dijo a su pariente: "Noemí ha vuelto de los campos de Moab y
ha puesto en venta la parcela de nuestro hermano Elimélec. 4 Me ha parecido bien informarte
EM
de esto y sugerirte que la compres en presencia de los que están aquí sentados y de los
ancianos de mi pueblo. Si tú quieres ejercer tu derecho de rescate, puedes hacerlo; de lo
contrario, dímelo para que yo lo sepa. Tú eres el primero que puede ejercer ese derecho, y
después vengo yo". El hombre le respondió: "Está bien, lo haré". 5 Pero Booz añadió: "Si le
compras a Noemí la parcela de campo, también tendrás que casarte con Rut, la moabita,
esposa del difunto, a fin de perpetuar el nombre de este sobre su patrimonio". 6 Él respondió:
"En esas condiciones yo no puedo comprar, porque perjudicaría a mis herederos. Ejerce tú mi
D
derecho, porque yo no puedo hacerlo".
9 Entonces Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: "Ustedes son hoy testigos de que yo
compro a Noemí todas las posesiones de Elimélec, de Quilión y de Majlón. 10 También son
testigos de que tomo por esposa a Rut, la moabita, que fue mujer de Majlón, para perpetuar el
nombre del difunto sobre su patrimonio y para que ese nombre no desaparezca de entre sus
O
12 Que el Señor te dé una descendencia por medio de esta joven, para que tu casa sea como
la de Peres, el hijo que Tamar dio a Judá".
ST
13 Booz se casó con Rut y se unió a ella. El Señor hizo que ella concibiera y diera a luz un hijo.
14 Entonces las mujeres dijeron a Noemí: "¡Bendito sea el Señor, que hoy no te deja faltar
quien responda por ti! Su nombre será proclamado en Israel. 15 Él te reconfortará y será tu
SY
apoyo en la vejez, porque te lo ha engendrado tu nuera que te quiere tanto y que vale para ti
más que siete hijos". 16 Noemí tomó al niño, lo puso sobre su regazo y se encargó de criarlo.
Samuel fue el guía espiritual de la nación en los días oscuros de la opresión filistea.
Firmemente arraigado en las tradiciones religiosas de Israel, luchó más que ningún otro por
mantener viva la fe en el Señor, estimulando al mismo tiempo el fervor patriótico de los
israelitas y la voluntad de resistir a la dominación extranjera. Una vez instaurada la realeza, le
O
prestó su apoyo, pero nunca dejó de afirmar que por encima de la autoridad del rey está la
Palabra del Señor, manifestada por medio de sus Profetas.
Saúl fue, ante todo, un rey guerrero. El relato bíblico ha conservado ciertos episodios que nos
EM
hacen entrever, al mismo tiempo, la importancia histórica de Saúl y la tragedia de su reinado.
Hacia el año 1030 a. C., él comienza la guerra de liberación y los filisteos tienen que
replegarse a sus fronteras. Pero la violación de las leyes de la guerra santa (1 Sam. 13. 8-14;
15) le atrae la reprobación de Samuel. Con inflexible severidad, el profeta proclama la caída
del rey, y este comienza a perder prestigio. Saúl se vuelve receloso y colérico. La primera
víctima de sus celos es David, contra quien desata una encarnizada persecución. Así se
desgastan las fuerzas de la monarquía naciente, precisamente cuando el peligro filisteo se
D
hacía cada vez más amenazador. Por último, hacia el 1010 a. C., el desastre de Gelboé marca
el trágico fin de este héroe contradictorio y desdichado.
David restauró las ruinas del reino en franco proceso de desintegración. La más significativa de
sus hazañas fue ganarse la adhesión de todas las tribus de Israel. Los filisteos fueron
LS
rechazados definitivamente y las plazas fuertes cananeas quedaron sometidas al dominio
israelita, lográndose así la unidad territorial. Después de la conquista de Jerusalén, el reino
davídico tuvo su capital política y religiosa, y las victorias de David sobre los pueblos vecinos
aseguraron su hegemonía sobre la Transjordania y sobre los arameos de Siria meridional. Sin
embargo, la unidad interna de Israel no llegó a consolidarse realmente. La revuelta de Absalón
–apoyada por las tribus del Norte– puso en peligro la estabilidad del reino apenas constituido.
A pesar de todo, al término de su larga y azarosa vida, David dejó a su hijo Salomón un reino
O
tradiciones y documentos de índole bastante diversa. De allí las frecuentes repeticiones y las
divergencias en la presentación de los mismos hechos, particularmente en los relatos sobre los
orígenes de la monarquía. En la redacción final de la obra se percibe la influencia del
Deuteronomio, aunque en menor medida que en los libros de Josué, de los Jueces y de los
ST
Reyes.
Los libros de Samuel relatan una historia que llega a su etapa de madurez con la formación del
reino de David. En el centro de la narración, el oráculo de Natán (2 Sam. 7. 1-17) asegura la
continuidad de la dinastía davídica en el trono de Israel. Así la historia de David adquiere un
significado profético y mesiánico. El recuerdo de esta historia fue perfilando en Israel la figura
SY
12 Mientras ella prolongaba su oración delante del Señor, Elí miraba atentamente su boca. 13
Ana oraba en silencio; sólo se movían sus labios, pero no se oía su voz. Elí pensó que estaba
ebria, 14 y le dijo: "¿Hasta cuándo te va a durar la borrachera? ¡Ve a que se te pase el efecto
del vino!". 15 Ana respondió: "No, mi señor; yo soy una mujer que sufre mucho. No he bebido
O
vino ni nada que pueda embriagar; sólo me estaba desahogando delante del Señor. 16 No
tomes a tu servidora por una mujer cualquiera; si he estado hablando hasta ahora, ha sido por
el exceso de mi congoja y mi dolor". 17 "Vete en paz, le respondió Elí, y que el Dios de Israel te
conceda lo que tanto le has pedido". 18 Ana le dijo entonces: "¡Que tu servidora pueda gozar
EM
siempre de tu favor!". Luego la mujer se fue por su camino, comió algo y cambió de semblante.
19 A la mañana siguiente, se levantaron bien temprano y se postraron delante del Señor; luego
regresaron a su casa en Ramá. Elcaná se unió a su esposa Ana, y el Señor se acordó de ella.
20 Ana concibió, y a su debido tiempo dio a luz un hijo, al que puso el nombre de Samuel,
D
diciendo: "Se lo he pedido al Señor".
21 El marido, Elcaná, subió con toda su familia para ofrecer al Señor el sacrificio anual y
cumplir su voto. 22 Pero Ana no subió, porque dijo a su marido: "No iré hasta que el niño deje
de mamar. Entonces lo llevaré, y él se presentará delante del Señor y se quedará allí para
siempre". 23 Elcaná, su marido, le dijo: "Puedes hacer lo que mejor te parezca. Quédate hasta
LS
que lo hayas destetado, y ojalá que el Señor cumpla su palabra". La mujer se quedó, y crió a
su hijo hasta que lo destetó.
24 Cuando el niño dejó de mamar, lo subió con ella, llevando además un novillo de tres años,
una medida de harina y un odre de vino, y lo condujo a la Casa del Señor en Silo. El niño era
aún muy pequeño. 25 Y después de inmolar el novillo, se lo llevaron a Elí. 26 Ella dijo: "Perdón,
señor mío; ¡por tu vida, señor!, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti, para orar al
O
Señor. 27 Era este niño lo que yo suplicaba al Señor, y él me concedió lo que le pedía. 28
Ahora yo, a mi vez, se lo cedo a él: para toda su vida queda cedido al Señor". Después se
postraron delante del Señor.
O
El canto de Ana2 1 Entonces Ana oró, diciendo: "Mi corazón se regocija en el Señor, tengo la
llenadode alegría. 2 No hay Santo como el Señor, porque no hay nadie fuera de ti, y no hay
Roca como nuestro Dios. 3 No hablen con tanta arrogancia, que la insolencia no les brote de la
boca, porque el Señor es el Dios que lo sabe todo, y es él quien valora las acciones. 4 El arco
SY
22 Elí era ya muy viejo, y oyó hablar de todo lo que hacían sus hijos a Israel, y cómo se
acostaban con las mujeres que prestaban servicio a la entrada de la Carpa del Encuentro. 23
Entonces les dijo: "¿Por qué hacen esas cosas? Oigo hablar a todo el pueblo de las malas
O
acciones que ustedes cometen. 24 No, hijos míos, no es nada bueno el rumor que se hace
correr entre el pueblo del Señor. 25 Si un hombre peca contra otro hombre, Dios interviene
como árbitro; pero si un hombre peca contra el Señor, ¿quién puede interceder por él?". Pero
ellos no escucharon la voz de su padre, porque el Señor quería hacerlos morir.
EM
26 En cambio, el joven Samuel iba creciendo, y era apreciado por Dios y por los hombres.
27 Un hombre de Dios se presentó a Elí y le dijo: "Así habla el Señor: Yo me revelé a la familia
de tu padre, cuando ellos estaban en Egipto, bajo el poder de la casa del Faraón. 28 Elegí a tu
D
padre entre todas las tribus de Israel, para que fuera mi sacerdote y subiera a mi altar, para
que hiciera arder el incienso y llevara el efod en mi presencia. Y asigné a la familia de tu padre
todas las ofrendas que hacen quemar los israelitas. 29 ¿Por qué entonces pisotean mi
sacrificio y mi ofrenda, que yo prescribí para mi Morada? ¿Por qué honras a tus hijos más que
a mí, haciéndolos engordar con lo mejor de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?
LS
30 Por eso, el Señor, el Dios de Israel, pronuncia este oráculo: Yo había dicho que tu familia
caminaría siempre en mi presencia. Pero ahora –oráculo del Señor– ¡lejos de mí todo eso!
Porque yo honro a los que me honran, pero los que me desprecian son humillados. 31 Llegan
los días en que amputaré tu brazo y el de la familia de tu padre, de manera que no habrá más
ancianos en tu casa. 32 Tú verás un rival en la Morada; y aunque todo le vaya bien a Israel,
nunca habrá ancianos en tu casa. 33 Sin embargo, mantendré a algunos de tus descendientes
O
cerca de mi altar, para que se consuman tus ojos y se desgaste tu vida; pero todos los
vástagos de tu casa morirán en la flor de la edad. 34 Y te servirá de señal lo que les sucederá
a tus hijos Jofní y Pinjás: ambos morirán el mismo día.
O
La vocación de Samuel
3 1 El joven Samuel servía al Señor en la presencia de Elí. La palabra del Señor era rara en
aquellos días, y la visión no era frecuente.
SY
2 Un día, Elí estaba acostado en su habitación. Sus ojos comenzaban a debilitarse y no podía
Una vez recuperada la paz, las aventuras del Arca de la Alianza en poder de los filisteos
dieron origen a un relato popular lleno de humor e ironía, que ha sido incluido en los
capítulos siguientes. Dicho relato quiere exaltar la gloria de ese símbolo tan sagrado
para Israel, cuyo traslado a Jerusalén, durante el reinado de David, convertiría a la
O
nueva capital del reino en la "Ciudad de Dios" (Sal. 46. 5).
La derrota de Israelfrente a los filisteos
En aquellos días, los filisteos se reunieron para combatir contra Israel. Israel les salió al
EM
encuentro para el combate, y acamparon en Eben Ezer, mientras los filisteos acampaban en
Afec. 2 Los filisteos se alinearon en orden de batalla frente a Israel, y se entabló un duro
combate. Israel cayó derrotado delante de los filisteos, y unos cuatro mil hombres fueron
muertos en el frente de batalla, en campo abierto. 3 Cuando el pueblo regresó al campamento,
los ancianos de Israel dijeron: "¿Por qué el Señor nos ha derrotado hoy delante de los filisteos?
Vayamos a buscar a Silo el Arca de la Alianza del Señor: que ella esté presente en medio de
nosotros y nos salve de la mano de nuestros enemigos". 4 El pueblo envió unos hombres a
D
Silo, y trajeron de allí el Arca de la Alianza del Señor de los ejércitos, que tiene su trono sobre
los querubines. Jofní y Pinjás, los dos hijos de Elí, acompañaban el Arca.
hombres, filisteos, para no ser esclavizados por los hebreos, como ellos lo fueron por ustedes!
¡Sean hombres y luchen!".
10 Los filisteos libraron batalla. Israel fue derrotado y cada uno huyó a sus campamentos. La
O
derrota fue muy grande, y cayeron entre los israelitas treinta mil hombres de a pie. 11 El Arca
del Señor fue capturada, y murieron Jofní y Pinjás, los dos hijos de Elí.
La muerte de Elí
ST
12 Un hombre de Benjamín escapó del frente de batalla y llegó a Silo ese mismo día, con la
ropa desgarrada y la cabeza cubierta de polvo. 13 Cuando llegó, Elí estaba sentado en una
silla al borde del camino, a la expectativa, porque su corazón temblaba por el Arca de Dios. El
hombre fue a dar la noticia por la ciudad, y toda la ciudad se puso a gritar. 14 Al oír el clamor,
Elí preguntó: "¿Qué significa ese tumulto?". Entonces el hombre fue rápidamente a comunicar
SY
la noticia a Elí. 15 Este tenía noventa y ocho años; había perdido la vista y no podía ver. 16 El
hombre le dijo: "Vengo del frente de batalla; hoy mismo he escapado de allí". Elí le preguntó:
O
ratones que devastan el país, y den gloria al Dios de Israel. Tal vez así su mano no pese tanto
sobre ustedes, sobre sus dioses y sobre su país. 6 ¿Por qué se van a obstinar como lo hicieron
Egipto y el Faraón? ¿No tuvieron acaso que dejarlos partir cuando el Señor se ensañó con
ellos? 7 Hagan ahora mismo un carro nuevo y tomen dos vacas que estén criando y que no
EM
hayan llevado el yugo. Aten las vacas al carro, dejando a sus crías encerradas en el establo. 8
Luego tomarán el Arca del Señor y la pondrán sobre el carro. Al lado de ella, en un cofre,
colocarán los objetos de oro que le ofrecen en reparación. Después, la dejarán partir. 9 Fíjense
bien: si ella sube en dirección a su territorio, hacia Bet Semes, quiere decir que el Señor nos ha
infligido esta gran calamidad; en caso contrario, sabremos que no fue su mano la que nos
golpeó, sino que esto nos ha sucedido por casualidad".
D
10 Así lo hicieron: tomaron dos vacas que estaban criando y las ataron al carro, pero
encerraron a sus crías en el establo. 11 Luego pusieron sobre el carro el Arca del Señor y el
cofre con los ratones de oro y las imágenes de los tumores. 12 Las vacas se fueron derecho
por el camino de Bet Semes; iban mugiendo, siempre por el mismo sendero, sin desviarse ni a
la derecha ni a la izquierda. Y los príncipes de los filisteos las siguieron hasta la frontera de Bet
LS
Semes.
13 La gente de Bet Semes estaba cosechando el trigo en el valle. Al levantar los ojos, divisaron
el Arca y se alegraron de verla. 14 El carro llegó al campo de Josué de Bet Semes y se detuvo.
Allí había una gran piedra. Entonces hicieron astillas la madera del carro y ofrecieron las vacas
O
en holocausto al Señor. 15 Mientras tanto, los levitas habían bajado el Arca del Señor y el cofre
que estaba con ella, donde se encontraban los objetos de oro, y los depositaron sobre la piedra
grande. La gente de Bet Semes ofreció aquel día holocaustos y sacrificios al Señor. 16 Al ver
esto, los príncipes de los filisteos regresaron a Ecrón aquel mismo día.
O
17 Los tumores de oro que los filisteos presentaron como reparación al Señor fueron uno por
Asdod, uno por Gaza, uno por Ascalón, uno por Gat y uno por Ecrón. 18 Y el número de los
ratones de oro correspondía al de todas las ciudades de los filisteos, gobernadas por los cinco
ST
príncipes, desde las ciudades fortificadas hasta los poblados desguarnecidos. Testigo de esto
es la piedra grande sobre la que depositaron el Arca del Señor, y que hasta el día de hoy está
en el campo de Josué de Bet Semes.
El Arca en Quiriat Iearím
19 El Señor castigó a la gente de Bet Semes, porque habían mirado el Arca del Señor. Como
SY
él hirió a setenta hombres, el pueblo estuvo de duelo porque el Señor les había infligido un
castigo tan grande. 20 Los hombres de Bet Semes dijeron: "¿Quién podrá resistir en la
O
tener un rey "como todas las naciones" (8. 5, 20), aunque indica al mismo tiempo que el
Señor termina por acceder a los reclamos de los israelitas.
EM
los Jueces. Lo mismo que ellos, es invadido por el "espíritu" del Señor y emprende una
guerra de liberación contra los amonitas (11. 1-13). Pero a esta elección divina se
añade, por primera vez, el reconocimiento de todo el pueblo: después de su victoria,
Saúl es aclamado rey (11. 15), y así el líder carismático queda investido de una
autoridad estable. Durante todo el reinado de Saúl, la institución monárquica tiene un
carácter bastante rudimentario, reducido casi exclusivamente al ámbito militar. La
monarquía propiamente dicha sólo comienza con David.
D
El pueblo pide un rey
8 1 Cuando Samuel envejeció, puso a sus hijos como jueces de Israel. 2 Su hijo mayor se
llamaba Joel, y el segundo, Abías; ambos eran jueces en Berseba. 3 Pero ellos no siguieron
LS
sus pasos, sino que se dejaron llevar por el afán de lucro, aceptaron regalos y pervirtieron el
derecho.
4 Entonces se reunieron todos los ancianos de Israel y acudieron a Samuel en Ramá. 5 "Tú ya
eres viejo, le dijeron, y tus hijos no siguen tus pasos. Ahora danos un rey para que nos
gobierne, como lo tienen todas las naciones". 6 A Samuel le disgustó que le dijeran: "Danos un
rey para que nos gobierne", y oró al Señor.
O
7 El Señor dijo a Samuel: "Escucha al pueblo en todo lo que ellos digan, porque no es a ti a
quien rechazan: me rechazan a mí, para que no reine más sobre ellos. 8 Como se comportaron
conmigo desde el día en que los hice subir de Egipto hasta el día de hoy, abandonándome a
mí para servir a otros dioses, así se comportan también contigo. 9 Por eso, escucha su
O
reclamo. Pero les harás una solemne advertencia y les explicarás cuál es el derecho del rey
que reinará sobre ellos".
10 Samuel comunicó todas las palabras del Señor al pueblo que le pedía un rey, 11 diciendo:
"Este será el derecho del rey que reinará sobre ustedes. Él tomará a los hijos de ustedes, los
destinará a sus carros de guerra y a su caballería, y ellos correrán delante de su carro. 12 Los
empleará como jefes de mil y de cincuenta hombres, y les hará cultivar sus campos, recoger
sus cosechas, y fabricar sus armas de guerra y los arneses de sus carros. 13 Tomará a las
SY
hijas de ustedes como perfumistas, cocineras y panaderas. 14 Les quitará a ustedes los
mejores campos, viñedos y olivares, para dárselos a sus servidores. 15 Exigirá el diezmo de
17 Cuando Samuel divisó a Saúl, el Señor le advirtió: "Este es el hombre de quien te dije que
O
regirá a mi pueblo". 18 Saúl se acercó a Samuel en medio de la puerta de la ciudad, y le dijo:
"Por favor, indícame dónde está la casa del vidente". 19 "El vidente soy yo, respondió Samuel
a Saúl; sube delante de mí al lugar alto. Hoy ustedes comerán conmigo. Mañana temprano te
dejaré partir y responderé a todo lo que te preocupa. 20 Por las asnas que perdiste hace tres
EM
días, no te inquietes: ya las han encontrado. Además, ¿de quién va a ser todo lo que hay de
valioso en Israel? ¿No será tuyo y de toda la casa de tu padre?". 21 Saúl respondió: "¿No soy
un benjaminita, de la más pequeña entre las tribus de Israel? Y mi clan, ¿no es el menor entre
todos los clanes de Benjamín? ¿Por qué me hablas así?".
22 Samuel llevó consigo a Saúl y a su servidor, los hizo entrar en la sala y les asignó un puesto
especial, a la cabecera de los invitados, que eran unos treinta. 23 Samuel dijo entonces al
D
cocinero: "Sírvele la porción que te di para que la pusieras aparte". 24 El cocinero extrajo el
muslo y la cola, y los puso delante de Saúl. Samuel dijo: "Ahí, tienes servida tu ración. Come,
porque la han reservado para ti, cuando yo invité al pueblo a la fiesta". Así Saúl comió con
Samuel aquel día. 25 En seguida bajaron del lugar alto a la ciudad, y Samuel conversó con
Saúl en la azotea.
LS
26 Por la mañana, se levantaron de madrugada. Apenas despuntó el alba, Samuel llamó a
Saúl en la azotea y le dijo: "Levántate, voy a dejarte partir". Saúl se levantó, y los dos, él y
Samuel, salieron afuera. 27 Cuando habían bajado hasta las afueras de la ciudad, Samuel le
dijo: "Dile al servidor que se nos adelante". Él se adelantó, y Samuel añadió: "Detente un
momento, y te haré oír la palabra de Dios".
O
Luego lo besó y dijo: "¡El Señor te ha ungido como jefe de su herencia! 2 Hoy mismo, cuando
te hayas alejado de mí, encontrarás a dos hombres cerca de la tumba de Raquel, en territorio
de Benjamín, en Selsáj. Ellos te dirán: ‘Han hallado las asnas que habías ido a buscar. Ahora
tu padre ya no piensa más en ese asunto, y está inquieto por ustedes, diciendo: ¿Qué puedo
ST
hacer por mi hijo?’. 3 Más adelante, cuando llegues a la Encina de Tabor, te encontrarás con
tres hombres que suben a dar culto a Dios en Betel, llevando uno tres cabritos, otro tres
hogazas de pan y otro un odre de vino. 4 Ellos te saludarán y te darán dos panes, y tú los
aceptarás. 5 Después llegarás a Guibeá de Dios, donde está la guarnición filistea. Apenas
entres en la ciudad, tropezarás con un grupo de profetas que bajan del lugar alto, precedidos
de arpas, tamborines, flautas y cítaras, en estado de trance profético. 6 Entonces te invadirá el
SY
espíritu del Señor; entrarás en trance con ellos y serás cambiado en otro hombre. 7 Cuando te
hayan sucedido todas estas señales, haz todo lo que sea conveniente, porque Dios está
O
5 En ese momento, Saúl volvía del campo detrás de sus bueyes, y preguntó: "¿Qué le pasa al
pueblo para llorar así?". Entonces le contaron lo que habían dicho los hombres de Iabés. 6 El
espíritu de Dios irrumpió sobre Saúl cuando este oyó esas palabras, y una violenta ira se
EM
apoderó de él. 7 Tomó una yunta de bueyes, los despedazó y envió los pedazos por todo el
territorio de Israel, con este mensaje: "Así serán tratados los bueyes del que no salga a
combatir detrás de Saúl". El terror del Señor invadió al pueblo, y todos se pusieron en marcha
como un solo hombre. 8 Saúl les pasó revista en Bézec: eran trescientos mil israelitas y treinta
mil hombres de Judá. 9 Luego dijo a los mensajeros que habían venido: "Así hablarán a los
hombres de Iabés en Galaad: ‘Mañana, a la hora en que más calienta el sol, serán socorridos’".
Los mensajeros llevaron la noticia a los hombres de Iabés, y estos se llenaron de alegría.
D
10 Entonces los hombres de Iabés dijeron a Najás: "Mañana nos rendiremos a ustedes, y
ustedes nos tratarán como mejor les parezca".
11 A la mañana siguiente, Saúl dividió al pueblo en tres grupos. Ellos irrumpieron en medio del
LS
campo en la vigilia de la mañana, y batieron a los amonitas hasta la hora de más calor. Los
sobrevivientes se dispersaron de tal manera que no quedaron dos hombres juntos.
12 El pueblo dijo a Samuel: "¿Quiénes son los que preguntaban si Saúl reinaría sobre
nosotros? Entreguen a esos hombres y los mataremos". 13 Pero Saúl intervino, diciendo:
O
"Nadie morirá en este día, porque hoy el Señor ha obtenido una victoria en Israel". 14 Y
Samuel dijo al pueblo: "Vengan, vamos a Guilgal y allí renovaremos la realeza". 15 Todo el
pueblo fue a Guilgal, y proclamaron rey a Saúl delante del Señor. Allí ofrecieron sacrificios de
comunión, y Saúl y todos los hombres de Israel se alegraron sobremanera.
O
12 1 Samuel dijo a todo Israel: "Yo les hice caso en todo lo que me dijeron y les he dado un
ST
rey. 2 Ahora, ahí tienen al rey que marcha al frente de ustedes. En cuanto a mí, ya estoy viejo
y lleno de canas, y ahí están mis hijos, como unos más entre ustedes. Yo estuve al frente de
ustedes desde mi juventud hasta el día de hoy. 3 ¡Aquí me tienen! Declaren contra mí delante
del Señor y delante de su ungido: ¿A quién le he quitado un buey? ¿A quién le he quitado un
asno? ¿A quién lo he oprimido o perjudicado? ¿Por quién me he dejado sobornar para cerrar
los ojos? Díganlo, y yo les restituiré". 4 Ellos respondieron: "Nunca nos has oprimido ni
SY
perjudicado, ni has aceptado nada de nadie". 5 Él les dijo: "El Señor es testigo contra ustedes,
y también su ungido es testigo en este día, de que nunca me han sorprendido con nada en la
O
5 Los filisteos se reunieron para combatir contra Israel: tenían tres mil carros, seis mil guerreros
y una tropa numerosa como la arena que está a la orilla del mar. Luego subieron y acamparon
en Micmás, al este de Bet Aven. 6 Al verse en un grave aprieto, porque estaban cercados, los
EM
hombres de Israel fueron a esconderse en las cuevas, entre los matorrales, en las peñas, en
los huecos y en las cisternas. 7 Y algunos hebreos cruzaron el Jordán, hacia el país de Gad y
de Galaad.
Saúl estaba todavía en Guilgal, y todo el pueblo temblaba de miedo detrás de él. 8 Así esperó
siete días, según el plazo fijado por Samuel. Pero Samuel no llegaba a Guilgal y el pueblo se le
comenzó a desbandar. 9 Entonces Saúl dijo: "Tráiganme el holocausto y los sacrificios de
D
comunión", y él mismo ofreció el holocausto.
10 Apenas terminó de ofrecer el holocausto, llegó Samuel, y Saúl salió a su encuentro para
LS
saludarlo. 11 Pero Samuel le dijo: "¿Qué has hecho?". Saúl respondió: "Como vi que el pueblo
se me desbandaba, que tú no llegabas en el plazo fijado y que los filisteos estaban reunidos en
Micmás, 12 pensé: ‘Ahora los filisteos bajarán a atacarme en Guilgal, y yo no he aplacado el
rostro del Señor’. Así que me vi obligado a ofrecer el holocausto". 13 Entonces Samuel replicó
a Saúl: "¡Has obrado neciamente! Si hubieras observado el mandamiento que te dio el Señor,
tu Dios, él habría afianzado para siempre tu reinado sobre Israel. 14 Pero ahora tu reino no
subsistirá. El Señor se ha buscado un hombre según su corazón y lo ha constituido jefe de su
O
pueblo, porque tú no has observado lo que el Señor te mandó". 15 En seguida, Samuel partió
de Guilgal.
En Guibeá de Benjamín, Saúl pasó revista a la tropa que estaba con él: eran unos seiscientos
hombres. 16 Saúl, su hijo Jonatán y la tropa que estaba con él se apostaron en Gueba de
Benjamín, y los filisteos acamparon en Micmás. 17 Del campamento filisteo salió un cuerpo de
ST
asalto dividido en tres grupos: uno tomó la dirección de Ofrá, hacia el país de Sual; 18 otro se
dirigió a Bet Jorón, y otro a la altura que domina el valle de las Hienas, hacia el desierto.
19 No había entonces ningún herrero en Israel, porque los filisteos decían: "Hay que evitar que
los hebreos se forjen espadas y lanzas". 20 Por eso, todos los israelitas tenían que acudir a los
filisteos para reparar sus azadas, sus rejas de arado, sus hachas y sus hoces. 21 Había que
SY
pagar dos tercios de siclo por las azadas y las rejas de arado, y un tercio de siclo por afilar las
hachas y reparar las picanas. 22 Así, el día de la batalla de Micmás, nadie del ejército que
O
El juramento de Saúly la reacción de Jonatán
24 Los israelitas estaban exhaustos aquel día, porque Saúl había pronunciado sobre el pueblo
EM
esta imprecación: "Maldito el hombre que coma algo hasta la tarde, antes que me haya
vengado de mis enemigos". Y nadie comió un solo bocado. 25 Así la gente llegó a un bosque
donde había miel en el suelo. 26 Al entrar en el bosque, vieron que allí corría la miel, pero
nadie se atrevió a probarla por temor al juramento. 27 Sin embargo, Jonatán no había oído
cuando su padre imponía al pueblo el juramento. Por eso, alargó el bastón que tenía en la
mano, hundió la punta en la miel y se la llevó a la boca. Entonces se le iluminó la mirada. 28
Pero uno de la tropa intervino, diciendo: "Tu padre ha impuesto al pueblo este juramento
D
solemne: ‘Maldito el hombre que coma algo hoy’, y eso que la gente está agotada". 29 Jonatán
replicó: "Mi padre ha traído la desgracia al país. ¡Miren cómo se han iluminado mis ojos con
sólo probar un poco de esta miel! 30 Si hoy la tropa hubiera comido del botín arrebatado al
enemigo, ¡cuánto mayor habría sido la derrota de los filisteos!".
LS
La transgresión de un precepto ritual
31 Aquel día, ellos derrotaron a los filisteos desde Micmás hasta Aialón, y el pueblo quedó
completamente agotado. 32 La tropa se lanzó sobre el botín y tomó ovejas, bueyes y terneros;
los degollaron sobre el suelo, y el pueblo los comió con la sangre. 33 Entonces le avisaron a
Saúl: "El pueblo está pecando contra el Señor, porque come carne con sangre". Él replicó:
"¡Ustedes son unos traidores! Hagan rodar hasta aquí, ahora mismo, una piedra bien grande".
O
34 Luego añadió: "Dispérsense entre el pueblo y díganle que me traiga cada uno su buey o su
oveja. Degüéllenlos aquí y coman; pero no pequen contra el Señor comiendo carne con
sangre". Esa noche, cada uno llevó el buey que tenía a mano y lo degollaron en aquel lugar. 35
Saúl edificó un altar al Señor, y ese fue el primer altar erigido por él.
O
36 Saúl dijo a la tropa: "Bajemos esta noche a perseguir a los filisteos; los saquearemos hasta
ST
que despunte el alba y no les dejaremos ni un solo hombre". Ellos respondieron: "Obra como
mejor te parezca". Pero el sacerdote dijo: "Consultemos a Dios aquí mismo". 37 Entonces Saúl
interrogó a Dios: "¿Debo bajar a perseguir a los filisteos? ¿Los entregarás en manos de
Israel?". Pero Dios no le respondió nada aquel día.
38 Saúl dijo entonces: "¡Adelántense, ustedes, todos los dignatarios del pueblo! Infórmense y
SY
vean en qué consiste el pecado cometido hoy. 39 Porque, ¡por la vida del Señor, el salvador de
Israel!, aunque se trate de mi hijo Jonatán, morirá seguramente". Pero nadie le respondió nada.
O
Saúl rechazado definitivamentepor el Señor
10 La palabra del Señor llegó entonces a Samuel en estos términos: 11 "Estoy arrepentido de
haber hecho rey a Saúl, porque se ha apartado de mí y no ha cumplido mis palabras". Samuel
EM
quedó muy perturbado y pasó la noche clamando al Señor.
D
han traído de Amalec, porque el pueblo ha perdonado lo mejor del ganado mayor y menor,
para ofrecer sacrificios al Señor, tu Dios. El resto lo hemos consagrado al exterminio".
16 Entonces Samuel dijo a Saúl: "¡Basta! Voy a anunciarte lo que el Señor me dijo anoche".
"Habla", replicó él. 17 Samuel añadió: "Aunque tú mismo te consideres poca cosa, ¿no estás al
LS
frente de las tribus de Israel? El Señor te ha ungido rey de Israel. 18 Él te mandó hacer una
expedición y te dijo: Ve y consagra al exterminio a esos pecadores, los amalecitas; combátelos
hasta acabar con ellos. 19 ¿Por qué entonces no has escuchado la voz del Señor? ¿Por qué te
has lanzado sobre el botín y has hecho lo malo a los ojos del Señor?". 20 Saúl le replicó: "¡Yo
escuché la voz del Señor! Hice la expedición que él me había encomendado; traje a Agag, rey
de Amalec, consagré al exterminio a los amalecitas, 21 y el pueblo tomó del botín ovejas y
vacas, lo mejor de lo destinado al exterminio, para ofrecer sacrificios al Señor, tu Dios, en
O
16 1 El Señor dijo a Samuel: "¿Hasta cuándo vas a estar lamentándote por Saúl, si yo lo he
rechazado para que no reine más sobre Israel? ¡Llena tu frasco de aceite y parte! Yo te envío a
Jesé, el de Belén, porque he visto entre sus hijos al que quiero como rey". 2 Samuel respondió:
"¿Cómo voy a ir? Si se entera Saúl, me matará". Pero el Señor replicó: "Llevarás contigo una
ternera y dirás: ‘Vengo a ofrecer un sacrificio al Señor’. 3 Invitarás a Jesé al sacrificio, y yo te
O
indicaré lo que debes hacer: tú me ungirás al que yo te diga".
4 Samuel hizo lo que el Señor le había dicho. Cuando llegó a Belén, los ancianos de la ciudad
salieron a su encuentro muy atemorizados, y le dijeron: "¿Vienes en son de paz, vidente?". 5
EM
"Sí, respondió él; vengo a ofrecer un sacrificio al Señor. Purifíquense y vengan conmigo al
sacrificio". Luego purificó a Jesé y a sus hijos y los invitó al sacrificio.
6 Cuando ellos se presentaron, Samuel vio a Eliab y pensó: "Seguro que el Señor tiene ante él
a su ungido". 7 Pero el Señor dijo a Samuel: "No te fijes en su aspecto ni en lo elevado de su
estatura, porque yo lo he descartado. Dios no mira como mira el hombre; porque el hombre ve
las apariencias, pero Dios ve el corazón". 8 Jesé llamó a Abinadab y lo hizo pasar delante de
D
Samuel, el cual dijo: "Tampoco a este ha elegido el Señor". 9 Luego hizo pasar a Sammá; pero
Samuel dijo: "Tampoco a este ha elegido el Señor". 10 Así Jesé hizo pasar ante Samuel a siete
de sus hijos, pero Samuel dijo a Jesé: "El Señor no ha elegido a ninguno de estos".
11 Entonces Samuel preguntó a Jesé: "¿Están aquí todos los muchachos?". Él respondió:
LS
"Queda todavía el más joven, que ahora está apacentando el rebaño". Samuel dijo a Jesé:
"Manda a buscarlo, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que llegue aquí". 12 Jesé lo
hizo venir: era de tez clara, de hermosos ojos y buena presencia. Entonces el Señor dijo a
Samuel: "Levántate y úngelo, porque es este". 13 Samuel tomó el frasco de óleo y lo ungió en
presencia de sus hermanos. Y desde aquel día, el espíritu del Señor descendió sobre David.
Samuel, por su parte, partió y se fue a Ramá.
O
14 El espíritu del Señor se había retirado de Saúl, y lo atormentaba un mal espíritu, enviado
por el Señor. 15 Sus servidores le dijeron: "Un mal espíritu de Dios no deja de atormentarte. 16
O
Basta que nuestro señor lo diga, y los servidores que te asisten buscarán un hombre que sepa
tocar la cítara. Así, cuando te asalte el mal espíritu de Dios, él tocará la cítara, y tú te sentirás
aliviado". 17 Saúl respondió a sus servidores: "Sí, búsquenme un hombre que toque bien y
tráiganlo". 18 Entonces intervino uno de sus servidores, diciendo: "Justamente he visto a un
ST
hijo de Jesé, el de Belén, que sabe tocar. Además, es valiente y hábil guerrero; habla muy
bien, tiene buena presencia y el Señor está con él".
19 Entonces Saúl envió unos mensajeros a Jesé para decirle: "Envíame a tu hijo David, que
está con el rebaño". 20 Jesé tomó un asno, pan, un odre de vino y un cabrito, y se los envió a
Saúl con su hijo David. 21 David se presentó a Saúl y se puso a su servicio. Saúl le tomó un
SY
gran afecto y lo hizo su escudero. 22 Luego mandó decir a Jesé: "Que David se quede a mi
servicio porque me ha caído bien". 23 Y cuando un espíritu de Dios asaltaba a Saúl, David
23 Mientras estaba hablando con ellos, subió del frente filisteo el luchador llamado Goliat, el
filisteo de Gat. Pronunció las mismas palabras, y David lo escuchó. 24 Todos los israelitas,
apenas vieron al hombre, huyeron despavoridos delante de él. 25 Un hombre de Israel dijo:
O
"¿Han visto a ese hombre que sube? ¡Él viene a desafiar a Israel! Al que lo derrote, el rey lo
colmará de riquezas, le dará su hija como esposa y eximirá de impuestos a su casa paterna en
Israel".
EM
26 David preguntó a los hombres que estaban con él: "¿Qué le harán al hombre que derrote a
ese filisteo y ponga a salvo el honor de Israel? Porque ¿quién es ese filisteo incircunciso para
desafiar a las huestes del Dios viviente?". 27 La gente le repitió lo mismo: "Al que lo derrote le
harán tal y tal cosa". 28 Pero Eliab, su hermano mayor, al oírlo hablar así con esos hombres,
se irritó contra él y exclamó: "¿Para qué has bajado aquí? ¿Y con quién has dejado esas pocas
ovejas en el desierto? Ya sé que eres un atrevido y un mal intencionado: ¡tú has bajado para
ver la batalla!". 29 David replicó: "Pero ¿qué he hecho? ¿O ni siquiera se puede hablar?". 30
D
En seguida se apartó de él y, dirigiéndose a otro, le hizo la misma pregunta. Y la gente le
respondió lo mismo que antes.
31 Los que habían oído las palabras que dijo David se las comunicaron a Saúl, y este lo
mandó llamar. 32 David dijo a Saúl: "No hay que desanimarse a causa de ese; tu servidor irá a
LS
luchar contra el filisteo". 33 Pero Saúl respondió a David: "Tú no puedes batirte con ese filisteo,
porque no eres más que un muchacho, y él es un hombre de guerra desde su juventud". 34
David dijo a Saúl: "Tu servidor apacienta el rebaño de su padre, y siempre que viene un león o
un oso y se lleva una oveja del rebaño, 35 yo lo persigo, lo golpeo y se la arranco de la boca; y
si él me ataca, yo lo agarro por la quijada y lo mato a golpes. 36 Así he matado leones y osos,
y ese filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha desafiado a las huestes del Dios
viviente". 37 Y David añadió: "El Señor, que me ha librado de las garras del león y del oso,
O
también me librará de la mano de ese filisteo". Entonces Saúl dijo a David: "Ve, y que el Señor
esté contigo".
38 Saúl vistió a David con su propia indumentaria, le puso en la cabeza un casco de bronce y
lo cubrió con una coraza. 39 Después, David se ciñó la espada de Saúl por encima de su
indumentaria, e hizo un esfuerzo para poder caminar, porque no estaba entrenado. Entonces
ST
David dijo a Saúl: "No puedo caminar con todas estas cosas porque no estoy entrenado". Y
David se las quitó. 40 Luego tomó en la mano su bastón, eligió en el torrente cinco piedras bien
lisas, las puso en su bolsa de pastor, en la mochila, y con la honda en la mano avanzó hacia el
filisteo.
41 El filisteo se fue acercando poco a poco a David, precedido de su escudero. 42 Y al fijar sus
SY
ojos en David, el filisteo lo despreció, porque vio que era apenas un muchacho, de tez clara y
de buena presencia. 43 Entonces dijo a David: "¿Soy yo un perro para que vengas a mí
8 Saúl se puso furioso y muy disgustado por todo aquello, pensó: "A David le atribuyen los diez
mil, y a mí tan sólo los mil. ¡Ya no le falta más que la realeza!". 9 Y a partir de ese día, Saúl
miró con malos ojos a David.
O
10 Al día siguiente, un mal espíritu que venía de Dios se apoderó de Saúl, y él se puso a
delirar en medio de su casa. David tocaba su instrumento como los otros días, y Saúl tenía su
lanza en la mano. 11 De pronto, Saúl empuñó la lanza, pensando: "Voy a clavar a David contra
EM
la pared". Pero David esquivó el golpe una y otra vez. 12 Entonces Saúl le tuvo miedo, porque
el Señor estaba con David y, en cambio, se había retirado de él. 13 Por eso lo apartó de su
lado, constituyéndolo jefe de un millar de hombres. Así David iba y venía al frente de las
tropas. 14 El éxito lo acompañaba en todas sus empresas y el Señor estaba con él. 15 Al ver
que todo le salía bien, Saúl le tuvo miedo, 16 pero todos en Israel y en Judá amaban a David,
porque él iba y venía al frente de ellos.
D
Los planes de Saúlpara deshacerse de David
17 Saúl dijo a David: "Ahí tienes a Merab, mi hija mayor; te la voy a dar por esposa, pero
tendrás que servirme valerosamente y combatir en las guerras del Señor". En realidad, Saúl
pensaba: "Que sean los filisteos, y no yo, los que pongan su mano sobre él". 18 Pero David
LS
respondió a Saúl: "¿Quién soy yo y quién es mi estirpe, el clan de mi padre en Israel, para que
yo sea el yerno del rey?". 19 Y cuando llegó el momento en que David debía casarse con
Merab, la hija de Saúl, se la dieron como esposa a Adriel de Mejolá.
20 Mientras tanto, Mical, la otra hija de Saúl, se había enamorado de David. Cuando se lo
contaron a Saúl, este recibió con agrado la noticia, 21 porque pensó: "Se la daré para tenerlo
atrapado, y así caerá en manos de los filisteos". Entonces Saúl dijo a David por segunda vez:
O
"Hoy vas a ser mi yerno". 22 Además, dio esta orden a sus servidores: "Díganle a David
confidencialmente: ‘El rey te aprecia y todos sus servidores te quieren; ahora es el momento de
convertirte en yerno del rey’". 23 Los servidores del rey repitieron estas palabras a David, pero
él les respondió: "¿Les parece poca cosa ser yerno del rey? Yo soy un hombre pobre y de
O
condición humilde". 24 Cuando los servidores informaron a Saúl de lo que había dicho David,
25 Saúl les dijo: "Háblenle así a David: ‘Como único precio a cambio de su hija, el rey quiere
cien prepucios de filisteos, para vengarse de sus enemigos’". De esta manera, Saúl pensaba
lograr que David cayera en manos de los filisteos.
ST
completo, para poder ser su yerno. Entonces Saúl le dio como esposa a su hija Mical.
O
emisarios, y también ellos entraron en trance.
22 Entonces fue él personalmente a Ramá. Al llegar a la gran cisterna que está en Secú, Saúl
preguntó: "¿Dónde están Samuel y David?". "Están en Naiot, cerca de Ramá", le respondieron.
EM
23 De allí se dirigió a Naiot, en Ramá, y el espíritu del Señor se apoderó de él, de manera que
fue caminando en estado de trance hasta Naiot, en Ramá. 24 También él se despojó de su
ropa y estuvo en trance delante de Samuel. Luego cayó rendido, y estuvo desnudo todo aquel
día y aquella noche. Por eso se suele decir: "¿También Saúl está entre los profetas?".
D
20 1 David huyó de Naiot, en Ramá, y se presentó ante Jonatán. "¿Qué hice yo?, le dijo. ¿Cuál
es mi falta o mi pecado contra tu padre, para que me persiga a muerte?". 2 Jonatán le
respondió: "¡Ni pensarlo! ¡Tú no morirás! Mira, mi padre no hace absolutamente nada sin
comunicármelo. ¿Por qué entonces me habría de ocultar este asunto? ¡No hay nada de eso!".
3 Pero David insistió: "Tu padre sabe muy bien que yo te he caído en gracia, y habrá pensado:
LS
‘Que Jonatán no se entere, no sea que se entristezca’. Sin embargo, ¡por la vida del Señor y
por tu propia vida, estoy a un paso de la muerte!".
4 Jonatán dijo a David: "Estoy dispuesto a hacer por ti lo que tú me digas". 5 David le
respondió: "Mañana es la luna nueva, y tendré que compartir la mesa con tu padre. Tu me
dejarás partir, y yo me ocultaré al descampado hasta pasado mañana por la tarde. 6 Si tu
padre nota mi ausencia, tú le dirás: ‘David me insistió para que lo dejara ir de una corrida hasta
O
Belén, su ciudad, porque allí se celebra el sacrificio anual de toda la familia’. 7 Si él dice: ‘Está
bien’, tu servidor podrá sentirse tranquilo. Pero si se pone furioso, sabrás que él ha decidido mi
ruina. 8 Sé leal con tu servidor, ya que le has hecho contraer contigo un pacto en nombre del
Señor. Si en algo he faltado, mátame tú mismo. ¿Para qué me harás comparecer ante tu
O
padre?". 9 "¡Ni lo pienses!, le dijo Jonatán. Si supiera realmente que mi padre está decidido a
infligirte algún mal, seguro que te lo comunicaría". 10 David le preguntó: "¿Quién me avisará si
tu padre te responde duramente?". 11 Jonatán dijo a David: "Vamos al campo". Y los dos
salieron al campo.
ST
12 Jonatán dijo a David: "¡El Señor, el Dios de Israel, es testigo! Mañana o pasado mañana, a
esta misma hora, trataré de averiguar las intenciones de mi padre. Si todo marcha bien para ti
y no te mando a nadie que te avise, 13 ¡que el Señor me castigue una y otra vez! Y en caso de
SY
que mi padre quiera hacerte algún mal, te avisaré también y te dejaré partir. Así podrás irte en
paz, y que el Señor esté contigo como lo estuvo con mi padre. 14 Si entonces vivo todavía, tú
41 Cuando el servidor partió, David subió del lado del sur y se postró tres veces con el rostro
en tierra. Después, uno y otro se abrazaron llorando, hasta que la pena de David creció más
todavía. 42 Entonces Jonatán dijo a David: "Vete en paz, ya que los dos nos hemos hecho un
O
juramento en nombre del Señor, diciendo: ‘Que el Señor esté entre tú y yo, entre mi
descendencia y la tuya para siempre’".
EM
David en el santuario de Nob
2 David llegó a Nob, donde estaba el sacerdote Ajimélec. Este salió a su encuentro muy
asustado y le dijo: "¿Por qué estás tú solo, sin nadie que te acompañe?". 3 David respondió al
sacerdote Ajimélec: "El rey me dio un encargo y me dijo: ‘Que nadie sepa nada de la misión
que te encomiendo ni de la orden que te di’. En cuanto a los demás muchachos, les he dado
D
cita en tal lugar. 4 Si tienes a mano cinco panes, o lo que sea, dámelos ahora mismo". 5 El
sacerdote respondió a David: "No tengo a mano pan común; sólo hay pan consagrado, con tal
que los muchachos se hayan abstenido de tener relaciones con mujeres".
6 "¡Seguro que sí!, respondió David al sacerdote; las mujeres nos han estado vedadas, como
LS
siempre que yo salgo de campaña. Si los muchachos mantienen puros sus cuerpos aún en una
expedición profana, ¡con mayor razón tendrán hoy sus cuerpos en estado de pureza!". 7
Entonces el sacerdote le dio pan consagrado, porque allí no había otro pan que el de la
ofrenda, el que se retira de la presencia del Señor cuando se lo reemplaza por pan fresco.
8 Aquel día, estaba obligado a quedarse allí, delante del Señor, uno de los servidores de Saúl,
llamado Doeg, el edomita, que era el jefe de los pastores de Saúl.
O
9 David dijo a Ajimélec: "¿No tienes a mano una lanza o una espada? Porque yo no he traído
ni mi espada ni mis armas, debido a la urgencia de la misión encomendada por el rey". 10 El
sacerdote respondió: "La espada de Goliat, el filisteo que tú derrotaste en el valle del Terebinto,
O
11 Ese mismo día, David partió y huyó lejos de Saúl, y llegó adonde estaba Aquís, rey de Gat.
12 Los servidores de Aquís dijeron al rey: "¿Este no es David, el rey del país? ¿No es este
aquel por quien cantaban y danzaban, diciendo:
SY
O
La huida de Abiataral campamento de David
19 En Nob, la ciudad de los sacerdotes, Saúl pasó al filo de la espada a hombres y mujeres,
niños y pequeños, bueyes, asnos y ovejas. 20 Sólo pudo escapar un hijo de Ajimélec, hijo de
EM
Ajitub, llamado Abiatar, que huyó a reunirse con David 21 y le contó que Saúl había dado
muerte a los sacerdotes del Señor. 22 David dijo a Abiatar: "Ya sabía yo aquel día que Doeg, el
edomita, estaba allí presente y que no dejaría de informar a Saúl. Yo hice que las cosas se
volvieran contra toda tu casa paterna. 23 Pero quédate conmigo y no temas. El que atenta
contra tu vida, atenta contra la mía. Junto a mí, estarás bien protegido".
David en Queilá
D
23 1 A David le llegó esta noticia: "Los filisteos están combatiendo contra Queilá y saqueando
las eras". 2 Entonces David preguntó al Señor: "¿Debo ir a atacar a esos filisteos?". El Señor
dijo a David: "Sí, ve; derrotarás a los filisteos y salvarás a Queilá". 3 Pero los hombres de David
le dijeron: "Si nosotros tenemos miedo aquí, en Judá, ¡cuánto más sí vamos a Queilá contra los
LS
escuadrones filisteos!". 4 David interrogó de nuevo al Señor, y el Señor le respondió, diciendo:
"Baja ya mismo a Queilá, porque yo entrego a los filisteos en tus manos". 5 David fue a Queilá
con sus hombres; atacó a los filisteos, se llevó sus rebaños y les infligió una gran derrota. Así
salvó David a los habitantes de Queilá.
6 Abiatar, hijo de Ajimélec, que había ido a refugiarse junto a David, bajó a Queilá con el efod
en la mano. 7 Y cuando informaron a Saúl que David había entrado en Queilá, pensó: "Dios lo
O
9 Al saber que Saúl tramaba su ruina, David ordenó al sacerdote Abiatar: "Presenta el efod". 10
Luego dijo: "Señor, Dios de Israel, tu servidor ha oído que Saúl intenta venir a Queilá, para
destruir la ciudad por causa mía. 11 ¿Es verdad que Saúl bajará, como tu servidor ha oído
decir? Señor, Dios de Israel, dígnate comunicárselo a tu servidor". El Señor respondió: "Sí, él
ST
bajará". 12 David continuó diciendo: "Y los señores de Queilá, ¿me entregarán a mí y a mis
hombres en manos de Saúl?". "Sí, respondió el Señor; ellos te entregarán". 13 David partió con
sus hombres, que eran unos seiscientos; salieron de Queilá y anduvieron a la ventura. Y
cuando informaron a Saúl que David había escapado de Queilá, él desistió de su expedición.
14 David anduvo por el desierto, en los sitios bien protegidos, y se estableció en la zona
9 Después de esto, David se levantó, salió de la cueva y gritó detrás de Saúl: "¡Mi señor, el
rey!". Saúl miró hacia atrás, y David, inclinándose con el rostro en tierra, se postró 10 y le dijo:
"¿Por qué haces caso a los rumores de la gente, cuando dicen que David busca tu ruina? 11
Hoy has visto con tus propios ojos que el Señor te puso en mis manos dentro de la cueva. Aquí
se habló de matarte, pero yo tuve compasión de ti y dije: ‘No extenderé mi mano contra mi
O
señor, porque es el ungido del Señor’. 12 ¡Mira, padre mío, sí, mira en mi mano el borde de tu
manto! Si yo corté el borde de tu manto y no te maté, tienes que comprender que no hay en mí
ni perfidia ni rebeldía, y que no he pecado contra ti. ¡Eres tú el que me acechas para quitarme
la vida! 13 Que el Señor juzgue entre tú y yo, y que él me vengue de ti. Pero mi mano no se
EM
alzará contra ti. 14 ‘La maldad engendra maldad’, dice el viejo refrán. Pero yo no alzaré mi
mano contra ti. 15 ¿Detrás de quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién estás persiguiendo?
¡A un perro muerto! ¡A una pulga! 16 ¡Que el Señor sea el árbitro y juzgue entre tú y yo; que él
examine y defienda mi causa, y me haga justicia, librándome de tu mano!".
17 Cuando David terminó de dirigir estas palabras a Saúl, este exclamó: "¿No es esa tu voz,
hijo mío, David?", y prorrumpió en sollozos. 18 Luego dijo a David: "La justicia está de tu parte,
no de la mía. Porque tú me has tratado bien y yo te he tratado mal. 19 Hoy sí que has
D
demostrado tu bondad para conmigo, porque el Señor me puso en tus manos y tú no me
mataste. 20 Cuando alguien encuentra a su enemigo, ¿lo deja seguir su camino
tranquilamente? ¡Que el Señor te recompense por el bien que me has hecho hoy! 21 Ahora sé
muy bien que tú serás rey y que la realeza sobre Israel se mantendrá firme en tus manos. 22
Júrame, entonces, por el Señor, que no extirparás mi descendencia después de mí, ni borrarás
LS
el nombre de mi familia". 23 Así se lo juró David a Saúl, y este se fue a su casa, mientras David
y sus hombres subían a su refugio.
La muerte de Samuel
25 1 Mientras tanto, murió Samuel. Todo Israel se reunió y estuvo de duelo por él, y lo
sepultaron en su casa, en Ramá. David, por su parte, bajó al desierto de Parán.
O
2 Había en Maón un hombre que tenía su hacienda en Carmel. Era un hombre muy rico; tenía
O
tres mil ovejas y mil cabras, y estaba esquilando su rebaño en Carmel. 3 Su nombre era Nabal,
del clan de Caleb, y su mujer se llamaba Abigail. La mujer era inteligente y atractiva, pero él
era rudo y de mal carácter.
ST
4 David oyó en el desierto que Nabal estaba esquilando su rebaño, 5 y envió a diez jóvenes
con este encargo: "Suban a Carmel, preséntense a Nabal, y salúdenlo de mi parte. 6 Díganle:
‘¡Salud! ¡Paz para ti, paz para tu casa y para todos tus bienes! 7 Acabo de oír que te están
esquilando el rebaño. Ahora bien, cuando tus pastores estuvieron con nosotros, nunca los
hemos molestado, ni se les perdió nada durante todo el tiempo que estuvieron en Carmel. 8
Pregunta a tus servidores y ellos te informarán. Que estos muchachos reciban de ti una buena
SY
acogida, ya que llegamos en un día de fiesta. Dales, te lo ruego, lo que tengas a mano, para
tus servidores y para tu hijo David’".
32 Entonces David dijo a Abigail: "¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, que hoy te envía a
mi encuentro! 33 ¡Bendito sea tu buen tino, y bendita también tú, que hoy me has impedido
derramar sangre y hacerme justicia por mí mismo! 34 ¡Por la vida del Señor, el Dios de Israel,
O
que me ha impedido hacerte daño, si no te hubieras apresurado a venir a mi encuentro, juro
que antes de brillar el alba no le habría quedado vivo a Nabal ni un solo hombre!". 35 Luego
David tomó lo que la mujer le había traído y le dijo: "Sube a tu casa en paz. He escuchado tu
demanda y la tendré en cuenta".
EM
La muerte de Nabal
36 Cuando Abigail llegó a su casa, Nabal estaba celebrando un regio banquete. Nabal
desbordaba de alegría; y como estaba completamente borracho, ella no le dijo ni una sola
palabra antes del alba. 37 Pero a la mañana, cuando a Nabal ya se le había pasado la
embriaguez, su mujer lo puso al tanto de lo sucedido. Entonces él tuvo un ataque al corazón y
D
quedó paralizado. 38 Al cabo de unos diez días, el Señor hizo morir a Nabal. 39 Cuando David
supo que Nabal había muerto, exclamó: "¡Bendito sea el Señor, que ha defendido mi causa
contra la afrenta que recibí de Nabal y ha preservado del mal a su servidor! ¡El Señor hizo que
la maldad de Nabal recayera sobre él mismo!".
LS
El matrimonio de David con Abigail
Luego David mandó decir a Abigail que quería tomarla por esposa. 40 Los servidores de David
se presentaron a Abigail en Carmel y le dijeron: "David nos ha mandado a verte para tomarte
por esposa". 41 Ella se puso de pie, se postró con el rostro en tierra, y respondió: "Aquí está tu
esclava, dispuesta a lavar los pies de los servidores de mi señor". 42 Abigail se levantó
rápidamente y montó en un asno, seguida de cinco de sus esclavas. Luego partió detrás de los
O
43 David también se había casado con Ajinóam de Izreel, y tuvo a las dos por esposas. 44
Saúl, por su parte, había dado a su hija Mical, la esposa de David, a Paltí, hijo de Lais, que era
O
de Galím.
26 1 Unos hombres de Zif se presentaron a Saúl, en Guibeá, para decirle: "David está
escondido en la colina de Jaquilá, frente a la estepa". 2 Entonces Saúl bajó al desierto de Zif
con tres mil hombres, lo más selecto de Israel, para buscar a David en el desierto. 3 Saúl
acampó junto al camino, en la colina de Jaquilá, que está frente a la estepa, y David estaba en
el desierto. Al advertir que Saúl venía a perseguirlo en el desierto, 4 David envió unos espías y
así supo que Saúl había llegado realmente. 5 Luego fue al lugar donde acampaba Saúl y
SY
observó el sitio donde estaban acostados Saúl y Abner, hijo de Ner, el jefe de su ejército: Saúl
estaba acostado en el centro, y la tropa acampaba alrededor de él.
O
27 1 Sin embargo, David pensó: "A pesar de todo, Saúl terminará por matarme cualquier día de
estos. Es mejor que me ponga a salvo en el país de los filisteos. Así Saúl perderá las
esperanzas con respecto a mí: ya no me buscará por todo el territorio de Israel, y habré
escapado de sus manos". 2 Luego David, con los seiscientos hombres que lo acompañaban,
EM
cruzó la frontera y se presentó a Aquís, hijo de Maóc, rey de Gat. 3 David y sus hombres se
quedaron con Aquís, en Gat, cada uno con su familia, y David, con sus dos mujeres: Ajinóam,
de Izreel, y Abigail, la esposa de Nabal, el de Carmel. 4 Saúl fue informado de que David había
huido, y ya no lo buscó más.
5 David dijo a Aquís: "Si quieres hacerme un favor, di que me asignen un lugar en alguna
población de campaña, para instalarme allí. ¿Cómo tu servidor va a residir contigo en la ciudad
D
real?". 6 Aquel mismo día, Aquís le asignó Siquelag. Por eso Siquelag ha pertenecido a los
reyes de Israel hasta el día de hoy. 7 David permaneció en la región de los filisteos un año y
cuatro meses.
los quenitas". 11 David no dejaba que ningún hombre ni mujer fuera llevado con vida a Gat,
porque decía: "No vaya a ser que nos denuncien, diciendo lo que ha hecho David". Este fue su
modo de proceder todo el tiempo que estuvo en la región de los filisteos. 12 Pero Aquís
confiaba en él, porque pensaba: "Se ha hecho odioso a su pueblo Israel y será mi servidor para
O
siempre".
28 1 En aquellos días, los filisteos concentraron sus fuerzas para entrar en batalla y combatir
contra Israel. Aquís dijo a David: "Tienes que saber que irás conmigo al frente, tú y tus
hombres". 2 "De acuerdo, le respondió David; ahora sabrás lo que hará tu servidor". "Muy bien,
dijo Aquís a David; yo te haré para siempre jefe de mi guardia personal".
3 Samuel había muerto. Todo Israel había estado de duelo por él y lo habían sepultado en
O
ese hombre! Que se vuelva al lugar que le has asignado y no baje a combatir con nosotros, no
sea que lo tengamos como adversario en pleno combate. ¿Con qué va a congraciarse con su
señor sino con la cabeza de estos hombres? 5 ¿No es él acaso ese David de quien decían,
cantando y bailando: ‘Saúl ha matado a miles y David a decenas de miles’?".
EM
6 Entonces Aquís llamó a David y le dijo: "¡Por la vida del Señor, tú eres un hombre derecho!
Me gusta verte actuar conmigo en el ejército, porque no te he sorprendido en nada malo,
desde que te presentaste a mí hasta el día de hoy. Pero tú no eres persona grata a los
príncipes. 7 Por eso, vuélvete en paz, y así no harás nada que desagrade a los príncipes de
los filisteos". 8 David dijo a Aquís: "¿Qué he hecho? ¿Has sorprendido a tu servidor en alguna
falla, desde que entré a tu servicio hasta hoy, para que no pueda ir a combatir contra los
D
enemigos de mi señor, el rey?". 9 Aquís respondió a David: "Sí, ya lo sé. Tú eres tan grato a
mis ojos como un ángel de Dios. Pero los jefes filisteos han dicho que no subas con nosotros al
combate. 10 Levántate entonces mañana bien temprano, tú y los servidores de tu señor que
vinieron contigo, y váyanse de aquí apenas aclare".
LS
11 David y sus hombres se levantaron bien temprano, para partir de madrugada y regresar al
país de los filisteos. Estos, por su parte, subieron a Izreel.
más grande. Pero no habían matado a nadie, sino que se los habían llevado a todos,
prosiguiendo luego su camino.
3 Al llegar a la ciudad, David y sus hombres vieron que había sido incendiada, y que sus
O
mujeres, sus hijos y sus hijas habían sido llevados cautivos. 4 Entonces prorrumpieron en
sollozos, hasta que se quedaron sin fuerzas para llorar. 5 Las dos mujeres de David –Ajinóam
de Izreel y Abigail, la esposa de Nabal, el de Carmel– también habían sido capturadas.
ST
6 David se vio en un grave aprieto, porque la tropa amenazaba con apedrearlo, ya que todos
estaban llenos de amargura por sus hijos y sus hijas. Pero David retomó coraje gracias al
Señor, su Dios, 7 y dijo al sacerdote Abiatar, hijo de Ajimélec: "Por favor, preséntame el efod".
Abiatar presentó el efod a David, 8 y David interrogó al Señor, en estos términos: "¿Debo
SY
perseguir a esa banda? ¿La alcanzaré?". El Señor le respondió: "Persíguela. Seguro que la
alcanzarás y librarás a los cautivos".
O
El desastre del Gelboéy la muerte de Saúl1 Crón. 10. 1-12
31 1 Los filisteos entablaron combate con Israel. Los hombres de Israel huyeron ante ellos y
cayeron heridos de muerte en el monte Gelboé. 2 Los filisteos persiguieron de cerca a Saúl, y
EM
mataron a Jonatán, Abinadab y Malquisúa, los hijos de Saúl. 3 El peso del combate recayó
entonces sobre Saúl. Los arqueros lo descubrieron, y fue herido gravemente por ellos. 4 Saúl
dijo a su escudero: "Saca tu espada y traspásame, no sea que esos incircuncisos vengan a
traspasarme, para vergüenza mía". Pero su escudero no quiso hacerlo, porque tenía mucho
miedo. Entonces Saúl tomó la espada y se dejó caer sobre ella. 5 Al ver que Saúl estaba
muerto, también su escudero se echó sobre su espada y murió junto a él. 6 Así murieron
juntos, aquel día, Saúl, sus tres hijos y su escudero.
D
7 Los hombres de Israel que estaban al otro lado del valle y los que estaban al otro lado del
Jordán, al ver que los israelitas huían y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron las
ciudades y se dieron a la fuga. Luego vinieron los filisteos y se establecieron allí.
8 Al día siguiente, cuando llegaron los filisteos para despojar a las víctimas, encontraron a Saúl
LS
y a sus tres hijos tendidos sobre el monte Gelboé. 9 Entonces cortaron la cabeza de Saúl y lo
despojaron de sus armas. Luego enviaron mensajeros por todo el país de los filisteos, para dar
la buena noticia en los templos de sus ídolos y a todo el pueblo. 10 Depositaron las armas de
Saúl en el templo de Astarté y colgaron su cadáver en los muros de Betsán.
11 Cuando los habitantes de Iabés de Galaad oyeron lo que los filisteos habían hecho a Saúl,
12 todos los hombres valientes emprendieron la marcha y, después de caminar toda la noche,
O
retiraron de los muros de Betsán el cadáver de Saúl y los cadáveres de sus hijos; luego
volvieron a Iabés y allí los quemaron. 13 Después recogieron sus huesos, los sepultaron bajo
el Tamarisco de Iabés, y ayunaron siete días.
O
3. El santuario de "Silo", sede del Arca de la Alianza en el tiempo de los Jueces, se encontraba
ST
en el territorio de Efraím, al este del camino que subía de Betel a Siquém (Jc. 21. 19).
11. El hecho de no cortarse el cabello es un signo de consagración al Señor. Ver Núm. 6. 1-21.
de Dios, que exalta a los humildes y humilla a los soberbios. Los temas fundamentales de este
himno se vuelven a encontrar en el canto de la Virgen María. Ver nota Lc. 1. 46.
O
15 2. Ver nota Éx. 17. 8.
EM
26-28. Ver 13. 13-14.
29. Este versículo parece ser una aclaración añadida posteriormente, para evitar que el lector
se forme una idea demasiado antropomórfica de Dios, llamado aquí el "Esplendor de Israel".
Ver Núm. 23. 19.
17 2. El "valle del Terebinto" dista unos veinte kilómetros de Belén, hacia el sudoeste.
D
4-54. En 2 Sam. 21. 19 se encuentra otra tradición sobre la derrota de Goliat, y el intento de
armonizar esa tradición con el presente relato aún no ha encontrado una solución satisfactoria.
24 Este capítulo y el 26 presentan dos versiones de un mismo hecho. En ambos casos se pone
de relieve la nobleza y la magnanimidad de David. También se destaca el carácter sagrado del
rey, que es llamado el "ungido del Señor".
4. Empleando una hábil estrategia, los filisteos penetraron hasta "Suném", en el extremo
oriental de la llanura de Izreel, designada también con el nombre griego de Esdrelón. De esta
manera, lograron cortar las comunicaciones entre las tribus de Galilea y las de Efraím y
O
5-25. Este lúgubre y desconcertante relato vuelve una vez más sobre un tema ya expresado
anteriormente: el rechazo de Saúl y su reemplazo por David (13. 13-14;
ST
15. 28). La nigromancia o evocación del espíritu de los muertos era una práctica muy difundida
en el Antiguo Oriente, incluso en Israel (2 Rey. 21. 6; Is. 8. 19), aunque la Ley la prohibía
severamente, junto con todas las formas de hechicería y adivinación (Lev. 19. 31 ; 20. 6; Deut.
18. 11 ). El intento de evocar el espíritu de Samuel, después de haber consultado en vano al
Señor, refleja muy bien la turbación de Saúl ante lo desesperado de su situación.
30 14. "El Négueb de los quereteos" es la región situada al sur del territorio filisteo. Entre los
SY
Ascalón; que no se alegren las hijas de los filisteos, ni lo celebren las hijas de los incircuncisos!
21 ¡Montañas de Gelboé, que no caiga sobre ustedes rocío ni lluvia, ni se cubran de campos
O
fructíferos! Porque allí fue mancillado el escudo de los héroes, el escudo de Saúl, ungido no
con aceite, sino con sangre de heridos y grasas de guerreros. 22 ¡El arco de Jonatán no
EM
retrocedió jamás, nunca fallaba la espada de Saúl!23 ¡Saúl y Jonatán, amigos tan queridos,
inseparables en la vida y en la muerte! Eran más veloces que águilas, más fuertes que leones.
24 Hijas de Israel, lloren por Saúl, el que las vestía de púrpura y de joyas y les prendía alhajas
de oro en los vestidos. 25 ¡Cómo han caído los héroes en medio del combate! ¡Ha sucumbido
D
Jonatán en lo alto de tus montañas!
26 ¡Cuánto dolor siento por ti, Jonatán,
Después del desastre de Gelboé, hacia el 1010 a. C., David se reintegra a su tribu de
Judá, y sus compatriotas lo ungen rey en Hebrón, la antigua ciudad donde se
O
encontraba la tumba de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob. Mientras tanto, las tribus
del Norte –que en adelante llevarán el nombre de Israel– se mantienen fieles al sucesor
de Saúl. Los dos reinos se combaten mutuamente, hasta que Abner, el hombre fuerte
de Israel, comprende que esta lucha fratricida sólo puede llevar a la autodestrucción y
ST
entabla las primeras negociaciones para poner a todas las tribus bajo el cetro de David.
Así David comienza a poner las bases del reino que los israelitas recordarán siempre
como la imagen y prefiguración del futuro Reino mesiánico. Este es el primer eslabón de
una cadena que va a llegar hasta Jesús, a quien "el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre" (Lc. 1. 32).
SY
El fin de la lucha
O
esta masacre? ¿No te das cuenta que al fin no habrá más que amargura? ¿Qué esperas para
decirle a tu gente que deje de perseguir a sus hermanos?". 27 Joab respondió: "¡Por la vida de
Dios, si tú no hubieras hablado, sólo por la mañana habría dejado esta gente de perseguir a
sus hermanos!". 28 Luego Joab hizo sonar el cuerno, y todo el ejército se detuvo: ya no
EM
persiguieron más a Israel y desistieron del combate.
29 Abner y sus hombres caminaron toda aquella noche por la Arabá y cruzaron el Jordán.
Luego recorrieron todo el Bitrón y llegaron a Majanaim. 30 Joab, por su parte, dejó de
perseguir a Abner y reunió toda la tropa. Entre los servidores de David faltaban diecinueve
hombres, además de Asael. 31 Los servidores de David, en cambio, habían matado a
trescientos sesenta entre los benjaminitas y los hombres de Abner. 32 Joab y sus hombres se
D
llevaron el cadáver de Asael y lo sepultaron en la tumba de su padre, que está en Belén.
Después de caminar toda la noche, llegaron a Hebrón cuando despuntaba el día.
3 1 Hubo una larga guerra entre la casa de Saúl y la de David; y mientras la casa de David se
iba fortaleciendo, la de Saúl se debilitaba cada vez más.
LS
La familia de David
2 David tuvo varios hijos en Hebrón. El mayor fue Amnón, hijo de Ajinóam de Izreel; 3 el
segundo, Quilab, hijo de Abigail, la mujer de Nabal de Carmel; el tercero, Absalón, hijo de
Maacá, la hija de Talmai, rey de Guesur; 4 el cuarto, Adonías, hijo de Jaguit; el quinto,
Sefatías, hijo de Abital; 5 y el sexto, Itreám, hijo de Eglá, esposa de David. Todos estos hijos le
O
6 Mientras duraba la guerra entre la casa de Saúl y la de David, Abner afianzaba su posición
en la casa de Saúl. 7 Saúl había tenido una concubina llamada Rispá, hija de Aiá. E Isbaal dijo
a Abner: "¿Por qué te has unido a la concubina de mi padre?". 8 Abner se enfureció por las
palabras de Isbaal y replicó: "¿Acaso yo soy un perro, de esos de Judá? Hasta hoy he
ST
procedido lealmente con la casa de tu padre Saúl, con sus hermanos y amigos, y no te dejé
caer en manos de David. ¡Y ahora tú me recriminas a causa de esa mujer! 9 Que Dios me
castigue una y otra vez, si no me comporto con David conforme al juramento que le hizo el
Señor, 10 de quitar la realeza a la casa de Saúl y establecer el trono de David sobre Israel y
sobre Judá, desde Dan hasta Berseba". 11 Isbaal no fue capaz de responder a Abner ni una
sola palabra, porque le tenía miedo.
SY
O
35 Todo el pueblo trató de obligar a David a que comiera algo cuando aún era de día, pero
David pronunció este juramento: "¡Que Dios me castigue una y otra vez, si llego a probar pan o
cualquier otro bocado antes de la puesta del sol!". 36 Y todo el pueblo, al tener conocimiento
EM
de esto, lo aprobó, como aprobaba todo lo que hacía el rey. 37 Así el pueblo y todo Israel se
convencieron aquel día de que el rey no había intervenido en el asesinato de Abner, hijo de
Ner.
38 Luego el rey dijo a sus servidores: "¡Sepan que hoy ha caído en Israel un jefe, un gran
hombre! 39 A pesar de mi unción real, hoy yo me siento desvalido, mientras que estos, los
hijos de Seruiá, son más duros que yo. ¡Que el Señor le dé su merecido al que ha hecho el
D
mal!".
4 1 Cuando el hijo de Saúl se enteró de que Abner había muerto en Hebrón, quedó muy
LS
desalentado, y todo Israel fue presa del pánico. 2 Ahora bien, el hijo de Saúl tenía dos jefes de
bandas armadas; uno se llamaba Baaná y el otro Recab, hijos de Rimón de Beerot, y eran
benjaminitas, porque a Beerot también se la consideraba parte de Benjamín. 3 Los de Beerot
habían huido a Guitaim, y allí han residido como forasteros hasta el día de hoy.
4 Jonatán, hijo de Saúl, tenía un hijo lisiado de ambos pies. Este era un niño de cinco años
cuando llegó de Izreel la noticia de la muerte de Saúl y Jonatán. Su niñera lo tomó consigo y
O
huyó; pero lo hizo con tanta precipitación, que el niño se cayó y quedó rengo. Su nombre era
Meribaal.
5 Recab y Baaná, los hijos de Rimón de Beerot, se pusieron en camino, y a la hora de más
O
9 Pero David respondió a Recab y a su hermano Baaná, los hijos de Rimón de Beerot: "¡Por la
vida del Señor, que me libró de todo peligro! 10 Al que me anunció que había muerto Saúl,
6 El rey avanzó con sus hombres sobre Jerusalén, contra los jebuseos que habitaban en el
país. Pero estos dijeron a David: "Tú no entrarás aquí. Los ciegos y los inválidos bastarán para
impedírtelo". Con esto querían decir: "David nunca podrá entrar aquí". 7 Sin embargo, David
O
conquistó la fortaleza de Sión, es decir, la Ciudad de David. 8 Aquel día, él había dicho: "El que
quiera derrotar a los jebuseos, que se meta por el canal. En cuanto a los ciegos y a los
inválidos, David siente aversión por ellos". Por eso se dice: "El ciego y el lisiado no entrarán en
la Casa".
EM
9 David se instaló en la fortaleza, y la llamó Ciudad de David. Luego construyó la ciudad en
derredor, desde el Terraplén hacia el interior. 10 Así David se iba engrandeciendo cada vez
más, y el Señor, el Dios de los ejércitos, estaba con él.
D
1 Crón. 14. 1-7
11 Jirám, rey de Tiro, envió una embajada a David, con madera de cedro, carpinteros y
talladores de piedra, para que le edificaran una casa. 12 David reconoció entonces que el
Señor lo había confirmado como rey de Israel y que había enaltecido su realeza por amor a su
LS
pueblo Israel.
13 David tomó otras concubinas y esposas después que llegó de Hebrón, y le nacieron más
hijos e hijas. 14 Estos son los nombres de los hijos que tuvo en Jerusalén: Samúa, Sobab,
Natán, Salomón, 15 Ibjar, Elisúa, Néfeg, Iafía, 16 Elisamá, Eliadá y Elifélet.
17 Cuando los filisteos oyeron que habían ungido a David rey de Israel, subieron todos para
atacarlo. David se enteró y bajó al refugio. 18 Los filisteos llegaron y se desplegaron en el valle
de Refaím. 19 Entonces David consultó al Señor, diciendo: "¿Debo subir contra los filisteos?
O
¿Los entregarás en mis manos?". El Señor respondió a David: "Sube, porque ciertamente
pondré a los filisteos en tus manos". 20 En seguida David se dirigió hacia Baal Perasím, y allí
los derrotó. David dijo: "El Señor ha abierto ante mí una brecha entre mis enemigos, como una
brecha abierta por las aguas". Por eso aquel lugar se llamó Baal Perasím, que significa "Señor
ST
de las brechas". 21 Como los filisteos habían abandonado allí sus ídolos, David y sus hombres
se los llevaron.
22 Luego los filisteos subieron una vez más, y se desplegaron por el valle de Refaím. 23 David
consultó al Señor, y él respondió: "No subas de frente; da una vuelta por detrás de ellos, y
atácalos por el lado de las moreras. 24 Cuando oigas un ruido como de pasos por las copas de
SY
las moreras, irrumpe decididamente, porque entonces el Señor saldrá delante de ti a derrotar el
campamento de los filisteos". 25 David lo hizo tal como se lo había ordenado el Señor, y
O
La profecía de Natán
EM
7 1 Cuando David se estableció en su casa y el Señor le dio paz, librándolo de todos sus
enemigos de alrededor, 2 el rey dijo al profeta Natán: "Mira, yo habito en una casa de cedro,
mientras el Arca de Dios está en una tienda de campaña". 3 Natán respondió al rey: "Ve a
hacer todo lo que tienes pensado, porque el Señor está contigo".
4 Pero aquella misma noche, la palabra del Señor llegó a Natán en estos términos: 5 "Ve a
decirle a mi servidor David: Así habla el Señor: ¿Eres tú el que me va a edificar una casa para
D
que yo la habite? 6 Desde el día en que hice subir de Egipto a los israelitas hasta el día de hoy,
nunca habité en una casa, sino que iba de un lado a otro, en una carpa que me servía de
morada. 7 Y mientras caminaba entre los israelitas, ¿acaso le dije a uno solo de los jefes de
Israel, a los que mandé apacentar a mi Pueblo: ‘¿Por qué no me han edificado una casa de
cedro?’. 8 Y ahora, esto es lo que le dirás a mi servidor David: Así habla el Señor de los
LS
ejércitos: Yo te saqué del campo de pastoreo, de detrás del rebaño, para que fueras el jefe de
mi pueblo Israel. 9 Estuve contigo dondequiera que fuiste y exterminé a todos tus enemigos
delante de ti. Yo haré que tu nombre sea tan grande como el de los grandes de la tierra. 10
Fijaré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que tenga allí su morada. Ya no será
perturbado, ni los malhechores seguirán oprimiéndolo como lo hacían antes, 11 desde el día
en que establecí Jueces sobre mi pueblo Israel. Yo te he dado paz, librándote de todos tus
enemigos. Y el Señor te ha anunciado que él mismo te hará una casa. 12 Sí, cuando hayas
O
llegado al término de tus días y vayas a descansar con tus padres, yo elevaré después de ti a
uno de tus descendientes, a uno que saldrá de tus entrañas, y afianzaré su realeza. 13 Él
edificará una casa para mi Nombre, y yo afianzaré para siempre su trono real. 14 Seré un
padre para él, y él será para mí un hijo. Si comete una falta, lo corregiré con varas y golpes,
O
como lo hacen los hombres. 15 Pero mi fidelidad no se retirará de él, como se la retiré a Saúl,
al que aparté de tu presencia. 16 Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y tu
trono será estable para siempre".
ST
La oración de David
18 Entonces el rey David fue a sentarse delante del Señor y exclamó: "¿Quién soy yo, Señor, y
qué es mi casa para que me hayas hecho llegar hasta aquí? 19 Y como esto te pareció
13 David adquirió gran renombre cuando volvió de derrotar a dieciocho mil arameos en el valle
de la Sal. 14 Además, puso gobernadores en Edóm, estableciéndolos por todo el país, y todos
los edomitas pasaron a ser vasallos de David. El Señor daba la victoria a David en todas sus
campañas.
O
La administración del reino
EM
15 David reinó sobre todo Israel, y administraba el derecho y la justicia a todo su pueblo. 16
Joab, hijo de Seruiá, era el comandante del ejército; Josafat, hijo de Ajilud, el heraldo; 17
Sadoc y Abiatar, hijo de Ajimélec, hijo de Ajitub, eran sacerdotes; Seraías, el secretario; 18
Benaías, hijo de Iehoiadá, comandaba a los quereteos y peleteos; y los hijos de David eran
sacerdotes.
D
CRÓNICA DE LA SUCESIÓN AL TRONO DE DAVID
En los últimos años de su reinado, David vivió muchas horas amargas. El jefe guerrero
que supo consolidar un reino, se mostró más de una vez demasiado condescendiente
con sus hijos, y esta debilidad le impidió ejercer una autoridad efectiva sobre su familia.
LS
Así se creó el clima propicio para los conflictos domésticos y las rebeliones que nos
relata la "Crónica de la sucesión al trono de David", obra compuesta por un testigo
presencial, en una época bastante cercana a los hechos. El narrador quiere mostrar
cómo Salomón llegó a ser el legítimo sucesor de David, a través de una serie de
circunstancias dramáticas e imprevisibles que hicieron fracasar una tras otra las
ambiciones de los demás pretendientes al trono.
O
Por su valor literario y su manera de presentar los acontecimientos, esta crónica ocupa
un lugar de excepción en toda la historiografía del Antiguo Oriente. Los hechos reviven
ante nosotros en una sucesión de cuadros, que revelan el arte de un agudo observador
y de un narrador sobrio e imparcial. De un modo particular, el carácter de David aparece
O
y de grandeza, el narrador no emite ningún juicio. Deja que los hechos hablen por sí
mismos.
9 1 David preguntó: "¿Queda algún sobreviviente de la casa de Saúl, a quien yo pueda darle
SY
una prueba de lealtad, por amor a Jonatán?". 2 Y como la casa de Saúl había tenido un
servidor llamado Sibá, se lo presentaron a David. El rey le dijo: "¿Tú eres Sibá?". Él respondió:
O
alineó frente a los arameos, 10 dejando el resto de la tropa a las órdenes de su hermano
Abisai. Luego les hizo tomar posiciones frente a los amonitas, 11 y dijo: "Si los arameos son
más fuertes que yo, tú vendrás en mi ayuda; y si los amonitas son más fuertes que tú, yo iré a
auxiliarte. 12 ¡Ánimo! ¡Luchemos valerosamente por nuestro pueblo y por las ciudades de
EM
nuestro Dios! ¡Y que el Señor haga lo que le parezca bien!".
13 Entonces Joab avanzó con sus tropas para enfrentarse con Arám, y estos huyeron delante
de él. 14 Cuando los amonitas vieron que los arameos habían huido, también ellos huyeron
delante de Abisai y entraron en la ciudad. Joab, por su parte, suspendió su campaña contra los
amonitas y volvió a Jerusalén.
D
Nueva victoria de Davidsobre los arameos
1 Crón. 16-19
15 Los arameos, al ver que habían sido vencidos, concentraron sus tropas, 16 y Hadadézer
envió mensajeros para movilizar a los arameos del otro lado del Río. Estos llegaron a Helám a
LS
las órdenes de Sobac, el jefe del ejército de Hadadézer. 17 Cuando informaron de esto a
David, él concentró a todo Israel, cruzó el Jordán y llegó a Helám. Los arameos tomaron
posiciones frente a David y le libraron batalla. 18 Pero tuvieron que huir delante de Israel, y
David les mató a los arameos setecientos caballos y cuarenta mil hombres de caballería.
También hirió a Sobac, el jefe del ejército, el cual murió allí mismo. 19 Cuando todos los reyes
que estaban a las órdenes de Hadadézer vieron que habían caído derrotados ante Israel,
hicieron las paces con los israelitas y les quedaron sometidos. En adelante, los arameos no
O
David y Betsabé
O
1 Crón. 20. 1
11 1 Al comienzo del año, en la época en que los reyes salen de campaña, David envió a Joab
con sus servidores y todo Israel, y ellos arrasaron a los amonitas y sitiaron Rabá. Mientras
ST
2 Una tarde, después que se levantó de la siesta, David se puso a caminar por la azotea del
palacio real, y desde allí vio a una mujer que se estaba bañando. La mujer era muy hermosa. 3
David mandó a averiguar quién era esa mujer, y le dijeron: "¡Pero si es Betsabé, hija de Eliám,
la mujer de Urías, el hitita!". 4 Entonces David mandó unos mensajeros para que se la trajeran.
SY
La mujer vino, y David se acostó con ella, que acababa de purificarse de su menstruación.
Después ella volvió a su casa. 5 La mujer quedó embarazada y envió a David este mensaje:
"Había dos hombres en una misma ciudad, uno rico y el otro pobre. 2 El rico tenía una enorme
O
cantidad de ovejas y de bueyes. 3 El pobre no tenía nada, fuera de una sola oveja pequeña
que había comprado. La iba criando, y ella crecía junto a él y a sus hijos: comía de su pan,
bebía de su copa y dormía en su regazo. ¡Era para él como una hija! 4 Pero llegó un viajero a
la casa del hombre rico, y este no quiso sacrificar un animal de su propio ganado para agasajar
EM
al huésped que había recibido. Tomó en cambio la oveja del hombre pobre, y se la preparó al
que le había llegado de visita".
5 David se enfureció contra aquel hombre y dijo a Natán: "¡Por la vida del Señor, el hombre
que ha hecho eso merece la muerte! 6 Pagará cuatro veces el valor de la oveja, por haber
obrado así y no haber tenido compasión".
D
7 Entonces Natán dijo a David: "¡Ese hombre eres tú! Así habla el Señor, el Dios de Israel: Yo
te ungí rey de Israel y te libré de las manos de Saúl; 8 te entregué la casa de tu señor y puse a
sus mujeres en tus brazos; te di la casa de Israel y de Judá, y por si esto fuera poco, añadiría
otro tanto y aún más. 9 ¿Por qué entonces has despreciado la palabra del Señor, haciendo lo
que es malo a sus ojos? ¡Tú has matado al filo de la espada a Urías, el hitita! Has tomado por
LS
esposa a su mujer, y a él lo has hecho morir bajo la espada de los amonitas. 10 Por eso, la
espada nunca más se apartará de tu casa, ya que me has despreciado y has tomado por
esposa a la mujer de Urías, el hitita.
11 Así habla el Señor: ‘Yo haré surgir de tu misma casa la desgracia contra ti. Arrebataré a tus
mujeres ante tus propios ojos y se las daré a otro, que se acostará con ellas en pleno día. 12
Porque tú has obrado ocultamente, pero yo lo haré delante de todo Israel y a la luz del sol’".
O
13 David dijo a Natán: "¡He pecado contra el Señor!". Natán le respondió: "El Señor, por su
parte, ha borrado tu pecado: no morirás. 14 No obstante, porque con esto has ultrajado
gravemente al Señor, el niño que te ha nacido morirá sin remedio". 15 Y Natán se fue a su
O
casa.
El Señor hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y él cayó gravemente enfermo.
16 David recurrió a Dios en favor del niño: ayunó rigurosamente, y cuando se retiraba por la
noche, se acostaba en el suelo. 17 Los ancianos de su casa le insistieron para que se
levantara del suelo, pero él se negó y no quiso comer nada con ellos. 18 Al séptimo día, el niño
murió. Los servidores de David no se atrevían a darle la noticia, porque se decían: "Si cuando
el niño estaba vivo le hablábamos y no nos escuchaba, ¿cómo le vamos a decir que el niño
SY
está muerto? ¡Es capaz de hacer un disparate!". 19 Pero David advirtió que sus servidores
hablaban sigilosamente entre ellos, y comprendió que el niño había muerto. Entonces les
8 Tamar fue a la casa de su hermano Amnón, que estaba acostado. Tomó la harina, la amasó,
preparó los buñuelos a la vista de él, y los hizo cocer. 9 Luego retiró la sartén y la vació delante
de él, pero él se negó a comer, y ordenó: "¡Hagan salir a todos de mi presencia!". Cuando
O
salieron todos, 10 Amnón dijo a Tamar: "Tráeme la comida a la habitación y dame tú misma de
comer". Tamar tomó los buñuelos que había preparado y los llevó a la habitación donde estaba
su hermano Amnón. 11 Pero cuando se los acercó para que comiera, él la agarró y le dijo:
"¡Ven, acuéstate conmigo, hermana!". 12 "¡No, hermano, replicó Tamar, no trates de forzarme,
EM
porque eso no se hace en Israel! ¡No cometas esa infamia! 13 ¿A dónde iría yo con mi
deshonra? En cuanto a ti, ¡quedarías como un infame en Israel! Por favor, habla con el rey, y él
no se opondrá a que seas mi esposo". 14 Pero Amnón no quiso escucharla, sino que la tomó
por la fuerza y se acostó con ella.
15 En seguida, Amnón sintió hacia ella un odio terrible, más fuerte aún que el amor con que la
había amado. Entonces le dijo: "¡Levántate y vete!". 16 Ella le respondió: "No, hermano;
D
echarme ahora sería una maldad peor que la otra que has hecho conmigo". Pero él no quiso
hacerle caso; 17 llamó al joven que lo servía y ordenó: "¡Échenme a esta a la calle, y atranca la
puerta detrás de ella!". 18 Tamar llevaba una túnica de mangas largas, porque así vestían
entonces las hijas del rey, cuando eran vírgenes. El sirviente la sacó afuera y atrancó la puerta
detrás de ella.
LS
19 Tamar se cubrió la cabeza con ceniza, desgarró su túnica de mangas largas y poniéndose
las manos sobre la cabeza, se fue gritando. 20 Su hermano Absalón le dijo: "¿Fue tu hermano
Amnón el que estuvo contigo? Ahora, hermana, no hables más de esto. Él es tu hermano, no
tomes la cosa tan a pecho". Y Tamar se quedó desolada en casa de su hermano Absalón.
su parte, no le dirigió más la palabra a Amnón, debido al rencor que le tenía por haber violado
a su hermana Tamar.
23 Dos años más tarde, se hacía la esquila para Absalón en Baal Jasor, que está cerca de
Efraím, y él invitó a todos los hijos del rey. 24 Absalón se presentó al rey y le dijo: "Tu servidor
está esquilando las ovejas. Háganme el honor de venir conmigo el rey y sus servidores". 25 El
ST
rey respondió a Absalón: "No, hijo mío, no vamos a irtodos a ponerte en gastos". Él le insistió,
pero David no quiso ir y lo despidió con su bendición. 26 Entonces Absalón dijo: "Permite al
menos que venga con nosotros mi hermano Amnón". "¿Para qué va a ir contigo?", repuso
David. 27 Pero Absalón le insistió tanto, que David dejó partir con él a Amnón y a todos los
hijos del rey.
Absalón preparó un regio banquete, 28 y dio esta orden a sus servidores: "¡Fíjense bien!
SY
Cuando Amnón se haya puesto alegre con el vino y yo les diga: ‘Hieran a Amnón’, ustedes lo
matarán. No tengan miedo, porque soy yo el que lo ordeno. ¡Tengan ánimo y sean valientes!".
12 La mujer siguió diciendo: "¿Podría esta servidora decirle una palabra a mi señor, el rey?".
"Habla", replicó él. 13 Ella añadió: "¿Por qué has pensado semejante cosa contra el pueblo de
Dios? Con las palabras que acaba de pronunciar, el rey se ha confesado culpable, ya que no
deja volver al que ha desterrado. 14 Todos tenemos que morir, y como el agua que se derrama
en tierra y ya no se puede recoger, Dios no vuelve a dar la vida. Que el rey haga entonces un
O
plan, para que el exiliado no esté más tiempo desterrado lejos de nosotros. 15 Si ahora vengo
a hablar de este asunto al rey, mi señor, es porque el pueblo me ha atemorizado. Por eso
pensé: ‘Es preciso que hable con el rey, a ver si hace lo que le digo. 16 Seguramente el rey
consentirá en librarme del hombre que quiere extirparnos, a mí y a mi hijo, de la herencia de
EM
Dios’. 17 Tu servidora pensó además: ‘Que la palabra del rey nos traiga la calma. Porque él es
como un ángel de Dios para distinguir el bien del mal’ ¡Que el Señor, tu Dios, esté contigo!".
18 Entonces el rey tomó la palabra y dijo a la mujer: "Por favor, no me ocultes nada de lo que
te voy a preguntar". La mujer respondió: "Dígnese hablar mi señor, el rey". 19 El rey continuó
diciendo: "¿No está la mano de Joab detrás de todo esto?". La mujer asintió: "¡Por tu vida, mi
señor y rey, tu pregunta ha dado justo en el blanco! Sí, tu servidor Joab es el que me mandó y
D
puso todas estas palabras en boca de tu servidora. 20 Lo hizo para no encarar el asunto de
frente. Pero mi señor posee la sabiduría de un ángel de Dios y sabe todo lo que pasa en la
tierra".
21 Luego el rey dijo a Joab: "Está bien. Haré lo que has pedido: ve a traer al joven Absalón". 22
LS
Joab cayó con el rostro en tierra, bendijo al rey y dijo: "Rey, mi señor, ahora sé que cuento con
tu favor, porque has accedido a mi demanda". 23 Después Joab partió para Guesur y trajo a
Absalón a Jerusalén. 24 Pero el rey dijo: "Que se retire a su casa y no venga a verme".
Absalón se retiró a su casa y no se presentó ante el rey.
La prestancia de Absalón
O
25 No había en todo Israel un hombre más apuesto que Absalón, ni tan elogiado como él:
desde la planta de los pies hasta la cabeza, no tenía ningún defecto. 26 Cuando se cortaba la
cabellera –y lo hacía cada año, porque le resultaba demasiado pesada– el pelo cortado pesaba
doscientos siclos, según la medida del rey. 27 A Absalón le nacieron tres hijos y una hija,
O
para enviarlo ante el rey, pero él no quiso venir. Lo hizo llamar por segunda vez, y tampoco
quiso venir. 30 Por eso, Absalón dijo a sus servidores: "Ustedes saben que Joab tiene un
campo al lado del mío, donde ha sembrado cebada. Vayan a prenderle fuego". Y los servidores
de Absalón incendiaron el campo. 31 Joab fue a ver a Absalón a su casa y le dijo: "¿Por qué
tus servidores han incendiado el campo que me pertenece?". 32 Absalón replicó a Joab: "Yo te
mandé a decir que vinieras, a fin de enviarte al rey con este mensaje: ‘¿Para qué he vuelto de
SY
Guesur? ¡Más me valdría estar todavía allí! Ahora quiero comparecer ante el rey, y si tengo
alguna culpa, que me haga morir’". 33 Joab fue a ver al rey y le llevó la noticia. Entonces el rey
O
24 Allí estaba también Sadoc, con todos los levitas que transportaban el Arca de Dios. Ellos
depositaron el Arca de Dios junto a Abiatar, hasta que todo el pueblo terminó de salir de la
ciudad. 25 Pero el rey dijo a Sadoc: "Lleva de nuevo el Arca de Dios a la ciudad. Si el Señor
EM
me mira favorablemente, me hará volver a ver el Arca y su morada. 26 Y si dice: ‘No me
complazco en ti’, aquí me tiene: ¡que haga conmigo lo que más le agrade!". 27 Y el rey siguió
diciendo al sacerdote Sadoc: "Mira, tú y Abiatar vuelvan en paz a la ciudad, y lleven con
ustedes a sus dos hijos, a tu hijo Ajimáas y a Jonatán, el hijo de Abiatar. 28 Yo me voy a
demorar en los pasos del desierto, hasta que reciba noticias de ustedes". 29 Entonces Sadoc y
Abiatar llevaron de vuelta el Arca de Dios a Jerusalén, y permanecieron allí.
D
Jusai, espía de David
30 David subía la cuesta de los Olivos; iba llorando, con la cabeza cubierta y los pies
descalzos. Todo el pueblo que lo acompañaba también llevaba la cabeza cubierta, y lloraba
mientras subía. 31 Entonces informaron a David: "Ajitófel está con Absalón entre los
LS
conjurados". Y él exclamó: "¡Entorpece, Señor, los consejos de Ajitófel!".
32 Cuando David llegaba a la cumbre, allí donde se adora a Dios, le salió al encuentro Jusai, el
arquita, amigo de David, con la túnica hecha jirones y la cabeza cubierta de polvo. 33 David le
dijo: "Si sigues adelante conmigo, serás para mí una carga. 34 En cambio, si vuelves a la
ciudad y le dices a Absalón: ‘Rey, yo seré tu servidor; antes servía a tu padre pero ahora te
serviré a ti’, entonces podrás desbaratar en beneficio mío los planes de Ajitófel. 35 Allí estarán
O
contigo los sacerdotes Sadoc y Abiatar. Todo lo que oigas en la casa del rey se lo comunicarás
a ellos. 36 Allí están con ellos sus dos hijos, Ajimáas, el de Sadoc, y Jonatán, el de Abiatar: por
medio de ellos me comunicarán todo lo que oigan". 37 Jusai, el amigo de David, llegó a la
ciudad al mismo tiempo que Absalón entraba en Jerusalén.
O
Meribaal, con un par de asnos ensillados y cargados con doscientos panes, cien racimos de
pasas de uva, cien frutas frescas y un odre de vino. 2 El rey dijo a Sibá: "¿Qué vas a hacer con
eso?". Sibá respondió: "Los asnos servirán de cabalgadura a la familia del rey; el pan y la fruta
son para que coman los jóvenes, y el vino, para que beban los que desfallezcan en el
desierto". 3 El rey le preguntó: "¿Dónde está el hijo de tu señor?". Sibá respondió al rey: "Se ha
quedado en Jerusalén, diciendo: ‘Hoy la casa de Israel me devolverá el reino de mi padre’". 4
SY
El rey dijo a Sibá: "Desde ahora te pertenecen todos los bienes de Meribaal". Sibá respondió:
"¡A tus pies! ¡Quiera mi señor, el rey, dispensarme siempre su favor!".
O
cualquier otra parte. Y si al comienzo caen algunos de los nuestros, el que se entere dirá: ‘Ha
habido un desastre entre los secuaces de Absalón’. 10 Entonces, hasta el más valiente,
aunque tenga el ánimo de un león, se sentirá acobardado, porque todo Israel sabe que tu
padre es un héroe y que los hombres que están con él son valerosos. 11 Por eso, yo aconsejo
EM
lo siguiente: que todo Israel, desde Dan hasta Berseba, se concentre junto a ti en cantidad
innumerable como la arena de la playa, y que tú en persona vayas al combate. 12 Así lo
alcanzaremos allí donde esté, caeremos sobre él como el rocío sobre el suelo, y no quedará
vivo nadie, ni él ni uno solo de sus hombres. 13 Y si se retira a una ciudad, todo Israel hará que
lleven cuerdas a esa ciudad, y la arrastraremos hasta el torrente, a tal punto que allí no se
encontrará más ni una piedrita". 14 Absalón y todos los hombres de Israel dijeron: "¡El consejo
de Jusai, el arquita, es mejor que el de Ajitófel!". El Señor, en efecto, había decidido frustrar el
D
acertado consejo de Ajitófel, para provocar la ruina de Absalón.
15 Jusai dijo entonces a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: "Ajitófel ha aconsejado tal y tal cosa a
LS
Absalón y a los ancianos de Israel, y yo les he dado este otro consejo. 16 Manden ahora
mismo a informar a David: ‘No te quedes esta noche en los pasos del desierto. Cruza más bien
al otro lado, no vaya a suceder que sean aniquilados el rey y todo el pueblo que lo acompaña’".
17 Jonatán y Ajimáas estaban junto a la Fuente de Roguel. Una esclava fue a llevarles la
noticia, para que ellos, a su vez, fueran a informar a David, porque no podían dejarse ver
entrando en la ciudad. 18 Pero un joven los vio y fue a avisar a Absalón. Entonces los dos
O
La mujer les respondió: "Pasaron por aquí en dirección a las aguas". Ellos registraron, y al no
encontrar nada, se volvieron a Jerusalén. 21 Apenas partieron, los jóvenes salieron del pozo y
fueron a informar al rey David: "Apresúrense a cruzar las aguas, le dijeron, porque Ajitófel ha
propuesto este plan contra ustedes". 22 David y toda la tropa que iba con él reanudaron la
ST
marcha y cruzaron el Jordán. Al despuntar el día, no había quedado nadie sin pasar el Jordán.
El suicidio de Ajitófel
23 Cuando Ajitófel vio que no habían seguido su consejo, ensilló su asno y se fue a su casa, a
su ciudad. Puso en orden los asuntos de su casa y se ahorcó. Así murió, y fue sepultado en el
SY
sepulcro de su padre.
16 Joab hizo sonar el cuerno y la tropa dejó de perseguir a Israel, porque Joab la retuvo. 17
Luego tomaron a Absalón, lo arrojaron en un gran pozo, en plena foresta, y pusieron encima un
enorme montón de piedras. Mientras tanto, todo Israel huyó, cada uno a su carpa.
El monumento de Absalón
O
18 Absalón se había erigido en vida una piedra conmemorativa, que está en el valle del Rey.
Porque él decía: "Yo no tengo un hijo para perpetuar mi nombre". A esa estela la había llamado
con su nombre, y se la llama "Monumento de Absalón" hasta el día de hoy.
EM
El anuncio de la muerte de Absalón
19 Ajimáas, hijo de Sadoc, dijo: "¡Iré corriendo a llevar al rey la buena noticia de que el Señor
le ha hecho justicia, librándolo de sus enemigos!". 20 Joab le respondió: "Hoy no serás
portador de buenas noticias. Otro día sí lo serás, pero hoy no vas a llevar una buena noticia,
porque ha muerto el hijo del rey". 21 Luego Joab dijo a un cusita: "Ve a informar al rey de lo
que has visto". El cusita se postró delante de Joab y salió corriendo. 22 Ajimáas volvió a decir a
D
Joab: "Pase lo que pase, yo también iré corriendo detrás del cusita". Joab replicó: "¿Para qué
vas a correr, hijo mío? Esa buena noticia no te reportará nada bueno". 23 Pero él insistió:
"¡Pase lo que pase, iré corriendo!". Entonces Joab le dijo: "Está bien, corre". Ajimáas fue
corriendo por el camino del Distrito y se adelantó al cusita.
LS
24 David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela, que había subido a la azotea de la
Puerta, encima de la muralla, alzó los ojos y vio a un hombre que corría solo. 25 El centinela
lanzó un grito y avisó al rey. El rey dijo: "Si está solo, trae una buena noticia". Mientras el
hombre se iba acercando, 26 el centinela divisó a otro que venía corriendo y gritó al portero:
"¡Otro hombre viene corriendo solo!". El rey comentó: "Ese también trae una buena noticia". 27
Luego el centinela dijo: "Por la manera de correr, me parece que el primero es Ajimáas, hijo de
Sadoc". Entonces el rey dijo: "Es una buena persona: seguro que viene con buenas noticias".
O
28 Cuando Ajimáas se acercó, dijo al rey: "¡Paz!". Y postrándose ante el rey con el rostro en
tierra, añadió: "¡Bendito sea el Señor, tu Dios, que ha reprimido a los hombres que alzaron su
mano contra el rey, mi señor!". 29 El rey preguntó: "¿Está bien el joven Absalón?". Ajimaás
O
respondió: "Cuando me envió Joab, el servidor del rey, vi un gran tumulto, pero no sé de qué
se trataba". 30 El rey le ordenó: "Retírate y quédate allí". Él se retiró y se quedó de pie.
31 En seguida llegó el cusita y dijo: "¡Que mi señor, el rey, se entere de la buena noticia! El
ST
Señor hoy te ha hecho justicia, librándote de todos los que se sublevaron contra ti". 32 El rey
preguntó al cusita: "¿Está bien el joven Absalón?". El cusita respondió: "¡Que tengan la suerte
de ese joven los enemigos de mi señor, el rey, y todos los rebeldes que buscan tu desgracia!".
22 Entonces intervino Abisai, hijo de Seruiá, y dijo: "¿No va a morir Simei por haber maldecido
O
al ungido del Señor?". 23 Pero David replicó: "¿Qué tengo que ver yo con ustedes, hijos de
Seruiá, para que hoy se comporten como adversarios míos? Hoy nadie será condenado a
muerte en Israel. ¿No estoy acaso ahora seguro de ser el rey de Israel?". 24 Luego el rey dijo a
Simei: "Tú no morirás". Y se lo juró.
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El encuentro con Meribaal
25 También Meribaal, hijo de Saúl, bajó al encuentro del rey. No se había cuidado los pies, ni
arreglado el bigote, ni hecho lavar la ropa, desde el día en que el rey partió de Jerusalén hasta
que volvió sano y salvo. 26 Apenas llegó de Jerusalén para recibir al rey, este le dijo: "¿Por
qué no has venido conmigo, Meribaal?". 27 Él respondió: "¡Rey, mi señor, he sido traicionado
D
por mi servidor! Porque yo había pensado: ‘Voy a ensillar el asno para montar en él e irme con
el rey’, ya que estoy lisiado. 28 Pero él me calumnió ante mi señor, el rey. Sin embargo, tú eres
como un ángel de Dios: trátame entonces como mejor te parezca. 29 Porque toda la casa de
mi padre no merecía de parte de mi señor, el rey, nada más que la muerte. Y a pesar de todo,
tú me has admitido entre tus comensales: ¿qué derecho tengo todavía de reclamar algo al
LS
rey?". 30 El rey le respondió: "¿Para qué vas a añadir nuevas razones? Ya lo he decidido: tú y
Sibá se repartirán las tierras". 31 Meribaal dijo al rey: "¡Que él se quede con todo, puesto que
mi señor, el rey, ha vuelto a su casa sano y salvo!".
32 Barzilai, el de Galaad, había bajado de Roglím y había pasado con el rey el Jordán, para
O
despedirlo junto al río. 33 Barzilai era muy anciano, tenía ochenta años, y había abastecido de
provisiones al rey durante su permanencia en Majanaim, porque era un hombre de muy buena
posición. 34 El rey le dijo: "Sigue adelante conmigo, y yo me ocuparé de tu sustento en
Jerusalén". 35 Pero Barzilai respondió al rey: "¿Cuántos años más voy a tener de vida para
O
que suba contigo a Jerusalén? 36 ¡Ya tengo ochenta años! No puedo distinguir lo bueno de lo
malo, ni saborear lo que como o lo que bebo, ni oír la voz de los cantores y cantoras. ¿Por qué
tu servidor va a ser una carga más para mi señor, el rey? 37 Tu servidor te acompañará un
corto trecho más allá del Jordán. ¿Para qué me vas a conceder semejante recompensa? 38 Te
ST
ruego que me dejes volver, y así moriré en mi ciudad junto a la tumba de mi padre y de mi
madre. Ahí tienes a tu servidor Quimhám: que él siga adelante con mi señor, el rey, y trátalo
como mejor te parezca". 39 El rey dijo entonces: "Que Quimhám siga adelante conmigo; yo lo
trataré como mejor te parezca y haré por ti todo lo que quieras pedirme". 40 Todo el pueblo
pasó el Jordán, y también pasó el rey. Luego el rey besó a Barzilai y lo bendijo, y él regresó a
su casa.
SY
O
Fin de la rebelión de Seba
14 Seba recorrió todas las tribus de Israel hasta Abel Bet Maacá, y todos los del clan de Bicrí
EM
se reunieron y también lo siguieron . 15 Pero los otros fueron a sitiarlo en Abel Bet Maacá y
levantaron contra la ciudad un terraplén que llegaba al antemuro. Como toda la tropa que
estaba con Joab se puso a socavar el muro para hacerlo caer, 16 una mujer sagaz gritó desde
la ciudad: "¡Escuchen, escuchen! Díganle porfavor a Joab que se acerque aquí, para que yo le
hable". 17 Él se le acercó y la mujer le dijo: "¿Tú eres Joab?". "Sí, soy yo", respondió él. Ella
continuó diciendo: "¡Escucha las palabras de tu servidora!". Joab respondió: "Te escucho". 18
Entonces la mujer habló en estos términos: "Antes se solía decir: ‘Que se consulte a los de
D
Abel, y asunto concluido’. 19 Nosotros somos de lo más pacífico y leal en Israel. ¡Y tú
pretendes destruir una ciudad que es madre en Israel! ¿Por qué quieres aniquilar la herencia
del Señor?". 20 Pero Joab respondió: "¡Lejos de mí destruir y arruinar! 21 No se trata de eso; lo
que pasa es que un hombre de la montaña de Efraím, llamado Seba, hijo de Bicrí, ha alzado su
mano contra el rey David. Entréguenlo a él solo, y yo me retiraré de la ciudad". La mujer dijo a
LS
Joab: "En seguida te arrojarán su cabeza por encima del muro".
22 La mujer se dirigió a todo el pueblo con tanta cordura, que ellos le cortaron la cabeza a
Seba, hijo de Bicrí, y se la arrojaron a Joab. Este hizo sonar la trompeta y levantaron el asedio,
yéndose cada uno a su carpa. Joab, por su parte, se volvió a Jerusalén, junto al rey.
23 Joab comandaba todo el ejército de Israel; Benaías, hijo de Iehoiadá, estaba al frente de los
quereteos y peleteos; 24 Adorám era el encargado del reclutamiento de trabajadores; Josafat,
hijo de Ajilud, el archivista; 25 Seiá, el secretario; Sadoc y Abiatar, los sacerdotes. 26 También
Irá, el jairita, era sacerdote de David.
O
APÉNDICES
sucesión al trono de David", que será retomada en 1 Rey. caps. 1-2. Aquí se pone en
boca de David un bello poema, que es una especie de testamento espiritual (23. 1-7).
De la misma manera que Jacob (Gn. 49. 1) y Moisés (Deut. 33. 1), David acaba su vida
con unas palabras de despedida. En ellas, el rey se expresa como profeta y como
beneficiario de la "alianza eterna" (23. 5) que el Señor estableció con él y con su
dinastía.
SY
19 Luego hubo otro combate contra los filisteos en Gob. Eljanán, hijo de Jaír, el de Belén, mató
a Goliat, de Gat. El asta de la lanza de Goliat era gruesa como el palo grande de un telar.
20 También hubo un combate en Gat. Allí había un hombre de enorme estatura, que tenía seis
O
dedos en cada mano y seis en cada pie, veinticuatro en total. También él era descendiente de
Rafá. 21 Y como desafiaba a Israel, lo mató Jonatán, hijo de Simeá, hermano de David.
22 Estos cuatro eran descendientes de Rafá, en Gat, y fueron abatidos por la mano de David y
EM
de sus servidores.
Salmo de David
22 1 David dirigió al Señor las palabras de este canto, cuando el Señor lo libró de todos sus
enemigos y de la mano de Saúl. 2 Él dijo:
D
Yo te amo, Señor, mi fuerza,
quedo a salvo de mis enemigos. 5 Las olas de la Muerte me envolvieron, me aterraron los
torrentes devastadores, 6 me cercaron los lazos del Abismo, las redes de la Muerte llegaron
O
hasta mí. 7 Pero en mi angustia invoqué al Señor, grité a mi Dios pidiendo auxilio, y él escuchó
mi voz desde su Templo, mi grito llegó hasta sus oídos. 8 Entonces tembló y se tambaleó la
O
encendidos. 10 El Señor inclinó el cielo, y descendió con un espeso nubarrón bajo sus pies; 11
montó en el Querubín y emprendió vuelo, planeando sobre las alas del viento.
mis enemigos, y yo exterminé a mis adversarios. 42 Imploraron, pero nadie los salvó; gritaban
al Señor, pero no les respondía. 43 Los deshice como polvo de la tierra, los pisé como el barro
O
de las calles.
44 Tú me libraste de un ejército incontable
EM
pueblos extraños son mis vasallos.
D
46 Los extranjeros palidecen ante mí
13 Tres de los Treinta bajaron juntos, durante el tiempo de la cosecha, y se unieron a David en
la cueva de Adulám, mientras un destacamento de los filisteos acampaba en el valle de
Refaím. 14 David se encontraba entonces en el refugio, y una guarnición filistea estaba en
O
Belén. 15 David manifestó este deseo: "¡Quién me diera de beber agua del pozo que está junto
a la Puerta de Belén!". 16 Los Tres Valientes irrumpieron en el campamento filisteo, sacaron
agua del pozo que está junto a la Puerta de Belén, la trajeron y se la presentaron a David. Pero
él no quiso beberla y la derramó como libación al Señor, 17 diciendo: "¡Líbreme el Señor de
EM
hacer tal cosa! ¡Es la sangre de estos hombres, que han ido allí exponiendo su vida!". Y no
quiso beberla. Esto es lo que hicieron los Tres Valientes.
18 Abisai, hermano de Joab, hijo de Seruiá, era el jefe de los Treinta. Él empuñó su lanza
contra trescientos hombres y los mató, ganándose un renombre entre los Treinta. 19 Era el
más famoso de ellos, y fue su jefe, pero no llegó a igualar a los Tres.
D
20 Benaías, hijo de Iehoiadá, era un hombre valiente, rico en hazañas, oriundo de Cabsel. Él
mató a los dos héroes de Moab, y fue él quien bajó a la cisterna un día de nieve para matar al
león. 21 También mató a un egipcio muy corpulento, que tenía en la mano una lanza. Él
enfrentó al egipcio con un garrote, le arrancó la lanza de la mano y lo mató con su propia
lanza. 22 Esto es lo que hizo Benaías, hijo de Iehoiadá, y se ganó un renombre entre los
LS
Treinta Guerreros. 23 Fue el más famoso de los Treinta, pero no llegó a igualar a los Tres.
David lo incorporó a su guardia personal.
24 Asael, hermano de Joab, era uno de los Treinta, y además, Eljanán, hijo de Dodó, de Belén;
25 Samá, de Jarod; Elicá, de Jarod; 26 Jéles, de Bet Pélet; Irá, hijo de Iqués, de Técoa; 27
Abiezer, de Anatot; Sibecai, de Jusá; 28 Salmón, de Ajoj; Majrai, de Netofá; 29 Jeleb, hijo de
Baaná, de Netofá; Itai, hijo de Ribai, de Guibeá de los benjaminitas; 30 Benaías, de Pireatón;
Hidai, de los torrentes de Gaas; 31 Abí Albón, de Bet Haarabá; Azmávet, de Bajurím; 32
O
Eliajbá, de Saalbón; Iasen, de Gizón; Jonatán, 33 hijo de Samá, de Harar; Ajiám, hijo de Sarar,
de Harar; 34 Elifélet, hijo de Ajasbai, de Bet Maacá; Eliám, hijo de Ajitófel, de Guiló; 35 Jesrai,
de Carmel; Paarai, de Arab; 36 Igal, hijo de Natán, de Sobá; Baní, de Gad; 37 Sélec, el
amonita; Najrai, de Beerot, escudero de Joab, hijo de Seruiá; 38 Irá, de Iatir; Gareb, de Iatir; 39
O
Urías, el hitita.
24 1 El Señor volvió a indignarse contra los israelitas e instigó a David contra ellos, diciéndole:
"Ve a hacer el censo de Israel y de Judá". 2 El rey dijo a Joab, el jefe del ejército, que estaba
SY
con él: "Recorre todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Berseba y hagan el censo del
pueblo, para que yo sepa el número de la población". 3 Joab respondió al rey: "Que el Señor,
O
24 Pero el rey dijo a Arauná: "¡De ninguna manera! La compraré por su debido precio; no voy a
ofrecer al Señor, mi Dios, holocaustos que no cuestan nada". Y David compró la era y los
bueyes por cincuenta siclos de plata.
EM
25 Allí David erigió un altar y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. El Señor aplacó su
ira y la plaga cesó de abatirse sobre Israel.
1 1. "Siquelag" distaba unos ciento cincuenta kilómetros del monte Gelboé, donde había
muerto Saúl (1 Sam. 31. 8).
8-10. Esta versión acerca de la muerte de Saúl no concuerda con el relato de 1 Sam.
D
31. 3-5. Para conciliar las dos versiones, se ha pensado que el amalecita dio a Saúl el golpe de
gracia, después que este se había dejado caer sobre su espada. Pero es más probable que la
intervención del amalecita provenga de una tradición independiente de la anterior, que ha
querido hacer menos odiosa la muerte de Saúl, mostrando que en realidad no había llegado a
ser un suicidio.
LS
17-27. Esta elegía de David por la muerte de Saúl y Jonatán es uno de los más bellos poemas
de la Biblia. En ella se conjugan de manera admirable la nobleza de la inspiración y la
perfección de la forma poética.
18. "El libro del Justo" era una colección de cantos nacionales y guerreros, mencionado
también en Jos. 10. 13.
O
5 8. El significado exacto de la palabra hebrea traducida por "canal" no es del todo claro.
Probablemente se trata de un túnel abierto en la roca, que comunicaba el interior de la ciudad
con la fuente de Guijón, situada en la pendiente oriental de la colina de Sión. Ante la
O
imposibilidad de abrir una brecha en los muros de Jerusalén, David animó a sus hombres a
penetrar en la ciudad introduciéndose por ese túnel.
7 4-17. Lo esencial de esta promesa del Señor a David está en el doble sentido que se atribuye
ST
a la palabra "casa". David quiere construir una "Casa" -es decir, un Templo- para el Señor.
Pero el Señor invierte la situación y afirma que será él quien construirá una "casa" -es decir,
una dinastía- para David. En virtud de esta promesa incondicional, David queda constituido
como fundador de una dinastía que será eterna, porque el Señor no apartará de ella su
fidelidad. Este oráculo dinástico, que está en el origen de la esperanza mesiánica de Israel,
tiene un bello paralelo poético en Sal. 89. 20-38.
SY
O
separan de Judá y constituyen un estado independiente, designado en adelante con el nombre
de "Israel". Durante un par de siglos, los dos reinos separados logran conservar su autonomía
política, debido al eclipse momentáneo de los grandes imperios del Antiguo Oriente. Pero la
situación cambia radicalmente cuando Asiria comienza a desarrollar sus campañas
EM
expansionistas. En el año 721 a. C., Samaría cae en poder de los asirios, y así desaparece el
reino de Israel. El reino de Judá sobrevive a la catástrofe, pero sólo por un tiempo. En el 587,
las tropas de Nabucodonosor, rey de Babilonia –convertido en el nuevo árbitro de la situación,
después de la derrota de Asiria– invaden Jerusalén, arrasan el Templo y se llevan cautiva a
una buena parte de la población de Judá.
Los libros de los Reyes recibieron su redacción definitiva cuando todavía estaba muy vivo el
D
recuerdo de este último acontecimiento. En la composición de la obra, se emplearon diversas
fuentes, entre las que se destacan los informes provenientes de los archivos reales. Pero, en el
relato de los hechos, lo que más interesa no es la historia en sí misma, sino la enseñanza que
se debe extraer de ella, como medio para superar la crisis. Por eso, desde las primeras
páginas comienza a vislumbrarse la pregunta que está implícita a lo largo de toda la narración:
LS
¿Por qué el Señor ha rechazado a su Pueblo, dispersándolo entre las naciones paganas?
¿Hay un remedio para la catástrofe o el veredicto de condenación es irrevocable?
Para responder a este doloroso interrogante, el autor de estos Libros sigue paso a paso la
historia de Israel en tiempos de la monarquía, y confronta la conducta de los reyes con las
enseñanzas del Deuteronomio. Según la doctrina deuteronómica, el Señor eligió gratuitamente
a Israel y lo comprometió a vivir en conformidad con su Ley. De esta manera, dejó abierto ante
O
Pero esta evocación del pasado, con su balance francamente pesimista, encierra también una
ST
lección para el presente. A pesar de las infidelidades de los reyes, el Señor nunca dejó de
hacerse presente en la vida de su Pueblo a través de los Profetas. Por medio de ellos, Dios
hizo oír constantemente su Palabra a fin de llamar a la conversión. Y esa Palabra seguía
vigente para el "Resto" de Judá que se purificaba en el exilio. Si las derrotas nacionales habían
sido la consecuencia del pecado, la conversión al Señor traería de nuevo la salvación. Las
promesas divinas no podían caer en el vacío y el Reino de Dios se iba a realizar más allá de
SY
O
debe sentarse en el trono de mi señor el rey, después de él. 21 De lo contrario, cuando mi
señor el rey se vaya a descansar con sus padres, yo y mi hijo Salomón correremos la suerte de
los culpables".
EM
22 Todavía estaba hablando con el rey, cuando llegó el profeta Natán. 23 Le anunciaron al rey:
"Está aquí el profeta Natán". Él se presentó al rey y se postró delante de él con el rostro en
tierra. 24 Luego dijo Natán: "Mi señor el rey, sin duda tú has dicho: ‘Adonías reinará después
de mí y se sentará en mi trono’. 25 Porque hoy bajó a sacrificar una gran cantidad de bueyes,
de terneros cebados y de corderos, e invitó a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y al
sacerdote Ebiatar. Ahora están comiendo y bebiendo delante de él, y lo han aclamado: ¡Viva el
rey Adonías! 26 Pero a mí, que soy tu servidor, al sacerdote Sadoc, a Benaías, hijo de
D
Iehoiadá, y a tu servidor Salomón, no nos ha invitado. 27 Tal vez esta decisión provenga de mi
señor el rey, sin que tú hayas querido hacer saber a tus servidores quién se sentaría en el
trono de mi señor el rey, después de él".
32 El rey David dijo: "Llámenme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaías, hijo de
Iehoiadá". Ellos se presentaron ante el rey, 33 y él les ordenó: "Tomen con ustedes a los
servidores de su señor, monten a mi hijo Salomón en mi propia mula y háganlo bajar a Guijón.
O
34 Allí, el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo ungirán rey de Israel; ustedes sonarán la
trompeta y lo aclamarán: ¡Viva el rey Salomón! 35 Luego volverán a subir detrás de él, y él
vendrá a sentarse en mi trono y reinará en mi lugar: yo lo he constituido jefe de Israel y de
Judá". 36 Entonces Benaías, hijo de Iehoiadá, respondió al rey: "¡Amén! Así lo haga el Señor,
ST
el Dios de mi señor el rey. 37 Como el Señor estuvo con mi señor el rey, esté también con
Salomón y engrandezca su trono más aún que el trono de mi señor el rey David".
38 El sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaías, hijo de Iehoiadá, los quereteos y los
SY
peleteos bajaron, montaron a Salomón en la mula del rey David y lo llevaron a Guijón. 39 El
sacerdote tomó de la Carpa el cuerno de aceite y ungió a Salomón. Entonces sonó la trompeta
O
me maldijo despiadadamente el día en que yo iba a Majanaim. Pero cuando bajó a recibirme
en el Jordán, yo le juré por el Señor: No te haré morir por la espada. 9 Ahora no lo dejes sin
castigo, porque eres un hombre sensato y sabes cómo deberás tratarlo para que sus cabellos
blancos bajen ensangrentados al Abismo".
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La muerte de David
D
Jerusalén. 12 Salomón se sentó en el trono de su padre David, y su realeza quedó firmemente
afianzada.
19 Betsabé fue a presentarse al rey Salomón para hablarle de Adonías. El rey se levantó, fue a
su encuentro y le hizo una inclinación. Luego se sentó en su trono, mandó poner un trono para
O
la madre del rey, y ella se sentó a su derecha. 20 Entonces ella dijo: "Tengo que hacerte un
pequeño pedido; no me lo niegues". El rey respondió: "Pide, madre mía, porque no te lo voy a
negar". 21 Ella le dijo: "Que se dé a Abisag, la sunamita, como esposa a tu hermano Adonías".
22 Pero el rey Salomón replicó a su madre, diciendo: "¿Por qué pides para Adonías a la
ST
sunamita Abisag? ¡Pide más bien para él la realeza, ya que es mi hermano mayor! ¡Sí, para él,
para el sacerdote Ebiatar y para Joab, hijo de Sarvia!". 23 Y el rey Salomón juró por el Señor,
diciendo: "¡Que Dios me castigue si Adonías no ha pronunciado esta palabra a costa de su
propia vida! 24 Y ahora, ¡por la vida del Señor, que me ha afianzado haciéndome sentar en el
trono de mi padre David, y que me ha constituido una dinastía, conforme a lo que había dicho,
juro que Adonías morirá hoy mismo!". 25 En seguida el rey Salomón envió a Benaías, hijo de
SY
O
EL REINADO DE SALOMÓN
David había hecho de Israel una nación relativamente poderosa. Salomón, que no era
EM
un guerrero como su padre, tuvo la habilidad de afianzar las conquistas y el prestigio del
reino, más con el talento organizativo y la diplomacia que con la fuerza de las armas. En
el extenso relato que el primer libro de los Reyes dedica a Salomón, lo que más se
destaca es el brillo de su sabiduría, la magnificencia de sus construcciones –sobre todo
la del Templo de Jerusalén– y la abundancia de sus riquezas, provenientes en gran
medida del comercio exterior.
D
Pero la gloria del reino salomónico llevaba en sí el germen de la ruina. Las
construcciones emprendidas por el rey y el boato de su corte exigían enormes
contribuciones en dinero y mano de obra, que llegaron a ser para el pueblo una carga
insoportable (12. 4). Los privilegios concedidos a Judá hicieron crecer el descontento
entre las tribus del Norte, hasta que al fin, a la muerte de Salomón, estalló en forma
LS
violenta la tensión acumulada durante su brillante y contradictorio reinado.
3 1 Salomón se emparentó con el Faraón, rey de Egipto: tomó por esposa a la hija del Faraón
y la llevó a la Ciudad de David, hasta que terminó de construir su propia casa, la Casa del
Señor y el muro en torno de Jerusalén. 2 Pero como hasta esos días no se había construido la
O
Casa para el Nombre del Señor, el pueblo ofrecía sacrificios en los lugares altos. 3 Salomón
amaba al Señor y caminaba según las prescripciones de su padre David. Sin embargo, ofrecía
sacrificios y quemaba incienso en los lugares altos.
O
2 Crón. 1. 3-13
ST
4 El rey fue a Gabaón para ofrecer sacrificios allí, porque ese era el principal lugar alto. Sobre
ese altar, Salomón ofreció mil holocaustos.
corazón; tú le has atestiguado esta gran fidelidad, dándole un hijo que hoy está sentado en su
trono. 7 Y ahora, Señor, Dios mío, has hecho reinar a tu servidor en lugar de mi padre David, a
3 Elijoref y Ajías, hijos de Sisá, secretarios; Josafat, hijo de Ajilud, archivista; 4 Benaías, hijo de
Iehoiadá, jefe del ejército; Sadoc y Ebiatar, sacerdotes; 5 Azarías, hijo de Natán, jefe de los
O
prefectos; Zabud, hijo de Natán, familiar del rey; 6 Ajisar, mayordomo de palacio; Adonirám,
EM
Los prefectos de Salomón
7 Salomón tenía doce prefectos distribuidos por todo Israel. Ellos abastecían al rey y a su casa,
un mes por año cada uno. 8 Sus nombres eran estos: el hijo de Jur, en la montaña de Efraím;
9 el hijo de Déquer, en Macás, Saalbím, Bet Semes y Elón, hasta Bet Janán;
D
10 el hijo de Jésed, en Arubot; él tenía a su cargo Soco y toda la región de Jéfer; 11 el hijo de
Abinadab, en todas las alturas de Dor; Tafat, hija de Salomón, era su esposa;
12 Baaná, hijo de Ajilud, en Taanac y Meguido, y en todo Bet Seán, que está al lado de Sartán
LS
por debajo de Izreel, desde Bet Seán hasta Abel Mejolá, más allá de Iocmeám;
13 el hijo de Guéber, en Ramot de Galaad; él tenía a su cargo los campamentos de Iaír, hijo de
Manasés, que están en Galaad, y también el distrito de Argob, que está en Basán: sesenta
grandes ciudades, amuralladas y con cerrojos de bronce;
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15 Ajimaás, en Neftalí; también este se había casado con una hija de Salomón,
O
llamada Basmat;
16 Baaná, hijo de Jusai, en Aser y en Bealot;
17 Josafat, hijo de Paruá, en Isacar;
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19 Guéber, hijo de Urí, en la región de Galaad, el país de Sijón, rey de los amorreos, y de Og,
rey de Basán.
SY
O
21 Cuando Jirám oyó las palabras de Salomón, sintió una gran alegría y exclamó: "¡Bendito
sea hoy el Señor, que ha dado a David un hijo sabio, para que esté al frente de ese pueblo tan
numeroso!". 22 Luego Jirám mandó decir a Salomón: "He recibido tu mensaje. En lo que a mí
respecta, haré todo lo que deseas, enviando madera de cedro y de ciprés. 23 Mis servidores
EM
bajarán los troncos desde el Líbano hasta el Mar, y yo haré con ellos balsas para transportarlos
por mar hasta el lugar que tú me indiques; allí haré desatar los troncos, y tú los recogerás. Tú,
por tu parte, cumplirás mi deseo proveyendo de víveres a mi casa".
D
26 El Señor dio sabiduría a Salomón, tal como se lo había prometido. Jirám y Salomón vivieron
en perfecta armonía, y entre los dos concluyeron un pacto.
27 El rey Salomón hizo un reclutamiento de obreros en todo Israel: los reclutados fueron treinta
mil. 28 Luego los envió al Líbano por turnos, dos mil por mes. Así estaban un mes en el Líbano
y dos meses en su casa. Adonirám era el encargado del reclutamiento.
29 Salomón tenía además setenta mil hombres que transportaban las cargas, y ochenta mil
canteros en la montaña, 30 aparte de los capataces puestos por Salomón para supervisar los
O
trabajos: eran tres mil trescientos hombres, que dirigían a los que ejecutaban los trabajos.
31 El rey mandó extraer grandes bloques de piedras, bien seleccionadas, para poner con
piedras talladas los cimientos de la Casa. 32 Los obreros de Salomón, junto con los de Jirám y
O
los venidos de Guebal, tallaron y prepararon las maderas y las piedras para edificar la Casa.
2 Crón. 3. 1-9
6 1 Cuatrocientos ochenta años después que los israelitas salieron del país de Egipto, en el
cuarto año del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Ziv –que es el segundo mes–
Salomón comenzó a construir la Casa del Señor. 2 La Casa que el rey Salomón construyó para
el Señor tenía treinta metros de largo, veinte de ancho y quince de alto. 3 El vestíbulo, frente a
SY
la nave central del Templo, medía diez metros de largo, cubriendo todo el ancho de la Casa, y
cinco metros de ancho, sobre el frente de la Casa. 4 A la Casa le puso ventanas con marcos y
29 Alrededor de todos los muros de la Casa, hizo cincelar figuras de querubines, de palmeras y
pimpollos, tanto en el interior como en el exterior del lugar santísimo. 30 Y revistió de oro el
suelo de la Casa, dentro y fuera del lugar santísimo.
O
31 A la entrada del lugar santísimo, hizo unas puertas de madera de olivo; el dintel y los postes
tenían forma pentagonal. 32 Sobre las dos hojas de madera de olivo, hizo cincelar querubines,
palmeras y pimpollos; revistió de oro las puertas, y aplicó oro laminado sobre los querubines y
EM
las palmeras. 33 Lo mismo hizo para la entrada de la nave central: hizo un marco de madera
de olivo, de forma cuadrangular, 34 y dos puertas de madera de ciprés, cada una con dos
hojas giratorias. 35 Hizo esculpir querubines, palmeras y pimpollos, y los revistió de oro, bien
aplicado a los relieves. 36 Luego edificó el patio interior, con tres hileras de piedras talladas y
una hilera de tablas de cedro.
D
37 En el cuarto año, en el mes de Ziv, se pusieron los fundamentos de la Casa del Señor. 38
En el año undécimo, en el mes de Bul –que es el octavo mes– , fue terminada la Casa en
todos sus detalles y conforme al proyecto. Siete años tardó Salomón para terminarla.
tres en tres. 5 Todas esas aberturas y sus montantes eran de forma cuadrangular, y estaban
una frente a otra, de tres en tres.
6 Él hizo también el Pórtico de las columnas, de veinticinco metros de largo por quince de
O
ancho, y delante de él un vestíbulo con columnas y un alero sobre la fachada. 7 Hizo la sala
del trono donde administraba justicia –la Sala del juicio– que estaba revestida de cedro desde
el suelo hasta los postes del artesonado.
ST
8 Su residencia personal, que daba al otro atrio, retirado del Pórtico, estaba construida en un
estilo semejante. Y también hizo una casa, parecida a ese Pórtico, para la hija del Faraón con
la que se había casado.
9 Todas estas construcciones estaban hechas con piedras seleccionadas, talladas a medida,
cortadas con la sierra tanto del lado interior como del exterior, y esto, desde los cimientos
SY
hasta las cornisas y, por fuera, hasta el patio grande. 10 También los cimientos eran de piedras
seleccionadas, grandes piedras de cinco y cuatro metros. 11 Sobre los cimientos, había
O
recipientes estaba dentro de un círculo en forma de corona, que sobresalía medio metro; la
abertura era redonda, hecha en forma de zócalo, y medía setenta y cinco centímetros.
También el borde de la abertura estaba adornado con figuras esculpidas. Sus paneles eran
cuadrados, no redondos. 32 Las cuatro ruedas estaban debajo de los paneles, y los ejes de las
EM
ruedas estaban unidos a los soportes. La altura de cada rueda era de setenta y cinco
centímetros. 33 Las ruedas estaban hechas como una rueda de carro. Sus ejes, sus llantas,
sus rayos y sus cubos eran todos de metal fundido. 34 Había cuatro refuerzos en los cuatro
ángulos de cada soporte, formando un mismo cuerpo con él. 35 Arriba del soporte había una
pieza circular, de veinticinco centímetros de alto, formando un solo cuerpo con las manijas y
paneles del soporte. 36 Sobre las planchas, las manijas y los paneles, Jirám grabó querubines,
leones y palmeras, dondequiera había un espacio libre, con bajorrelieves alrededor. 37 Fue así
D
como él hizo los diez soportes: cada uno con el mismo metal, la misma dimensión y el mismo
diseño.
38 Además, hizo diez recipientes de bronce, con una capacidad de mil ochocientos litros cada
uno. Cada recipiente medía dos metros, y había un recipiente sobre cada uno de los diez
LS
soportes. 39 Luego colocó los soportes, cinco al lado derecho de la Casa y cinco al lado
izquierdo. En cuanto al Mar, lo colocó al lado derecho de la Casa, hacia el sudeste.
2 Crón. 4. 11 – 5. 1
O
40 Jirám hizo también las ollas, las palas y los aspersorios. Así terminó todo el trabajo que
debía hacer para el rey Salomón en la Casa del Señor: 41 las dos columnas, las dos esferas
de los capiteles que remataban las columnas, las dos redes para cubrir las dos esferas de los
capiteles que estaban encima de las columnas; 42 las cuatrocientas granadas para las dos
O
redes, dos hileras de granadas para cada red, a fin de cubrir las dos esferas de los capiteles
que estaban encima de las columnas; 43 los diez soportes y los diez recipientes sobre los
soportes; 44 el Mar único y los doce toros que estaban debajo de él; 45 las ollas, las palas y
los aspersorios. Todos esos objetos que hizo Jirám para el rey Salomón, en la Casa del Señor,
ST
eran de bronce bruñido. 46 Los fundió en la región del Jordán, sobre el suelo arcilloso, entre
Sucot y Sartán. 47 A causa de su gran cantidad, no se pudo calcular el peso del bronce.
48 Salomón mandó hacer asimismo todos los objetos que estaban en la Casa del Señor: el
altar de oro y la mesa sobre la que se ponía el pan de la ofrenda, hecha también de oro; 49 los
candelabros, cinco a la derecha y cinco a la izquierda, delante del lugar santísimo, también de
SY
oro fino, con sus cálices, sus lámparas y sus pinzas de oro; 50 las navetas, los cuchillos, los
aspersorios, las tazas y los incensarios de oro fino; los goznes de oro para las puertas del
O
construirá la Casa para mi Nombre’. 20 Y el Señor cumplió la palabra que había dicho: yo he
sucedido a mi padre David, y me he sentado en el trono de Israel, como lo había dicho el
Señor. Yo edifiqué la Casa para el Nombre del Señor, 21 y allí he asignado un lugar para el
Arca, donde se encuentra la Alianza que el Señor concluyó con nuestros padres cuando los
EM
hizo salir del país de Egipto".
La súplica de Salomón
2 Crón. 6. 12-40
22 Salomón se puso ante el altar del Señor, frente a toda la asamblea de Israel, extendió sus
D
manos hacia el cielo 23 y dijo:
"Señor, Dios de Israel, ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra hay un Dios como tú, que
mantienes la Alianza y eres fiel con tus servidores, cuando caminan delante de ti de todo
corazón. 24 Tú has cumplido, en favor de mi padre David, la promesa que le habías hecho, y
LS
hoy mismo has realizado con tu mano lo que había dicho tu boca. 25 Y ahora, Señor, Dios de
Israel, cumple en favor de tu servidor David, mi padre, la promesa que le hiciste, diciendo:
‘Nunca te faltará un descendiente que esté sentado delante de mí en el trono de Israel, con tal
que tus hijos vigilen su conducta, caminando en mi presencia como has caminado tú’. 26 Y
ahora, Dios de Israel, que se verifique la promesa que hiciste a mi padre, tu servidor David.
27 Pero ¿es posible que Dios habite realmente en la tierra? Si el cielo y lo más alto del cielo no
O
pueden contenerte, ¡cuánto menos esta Casa que yo he construido! 28 No obstante, Señor,
Dios mío, vuelve tu rostro hacia la oración y la súplica de tu servidor, y escucha el clamor y la
oración que te dirige hoy tu servidor. 29 Que tus ojos estén abiertos día y noche sobre esta
Casa, sobre el lugar del que tú dijiste: ‘Allí residirá mi Nombre’. ¡Escucha la oración que tu
O
servidor dirige hacia este lugar! 30 ¡Escucha la súplica y la oración que tu servidor y tu pueblo
Israel dirijan hacia este lugar! ¡Escucha desde tu morada en el cielo, escucha y perdona!
padres.
O
nuestros padres! 59 Que estas súplicas que yo he pronunciado en presencia del Señor,
nuestro Dios, estén presentes ante él día y noche, para que haga justicia a su servidor y a su
pueblo Israel, según la necesidad de cada día. 60 Así sabrán todos los pueblos de la tierra que
el Señor es Dios, y no hay otro; 61 y el corazón de ustedes pertenecerá íntegramente al Señor,
EM
nuestro Dios, para caminar según sus preceptos y observar sus mandamientos, como en el día
de hoy".
2 Crón. 7. 4-10
D
62 El rey, y con él todo Israel, ofrecieron sacrificios delante del Señor. 63 Salomón inmoló,
como sacrificios de comunión en honor del Señor, veintidós mil bueyes y ciento veinte mil
carneros. Así, el rey y todos los israelitas dedicaron la Casa del Señor.
64 Aquel día, el rey consagró el centro del atrio que está delante de la Casa del Señor,
LS
ofreciendo allí el holocausto, la oblación y la grasa de los sacrificios de comunión, porque el
altar de bronce que está delante del Señor resultaba demasiado pequeño para contener los
holocaustos, las oblaciones y la grasa de los sacrificios de comunión.
65 En aquella ocasión, Salomón, y con él todo Israel, celebró la Fiesta delante del Señor,
nuestro Dios, durante siete días. Se congregó una gran asamblea, venida desde la Entrada de
Jamat hasta el Torrente de Egipto. 66 Al octavo día, Salomón despidió al pueblo. Ellos
O
bendijeron al rey y se fueron a sus campamentos, con el corazón desbordante de alegría por
todo el bien que el Señor había hecho a su servidor David y a su pueblo Israel.
2 Crón. 7. 11-22
9 1 Cuando Salomón terminó de construir la Casa del Señor, la casa del rey y todo lo que fue
ST
"He oído tu oración y la súplica que has pronunciado en mi presencia. Yo he consagrado esta
Casa que tú has edificado a fin de poner allí mi Nombre para siempre: mis ojos y mi corazón
estarán allí todos los días.
SY
4 En cuanto a ti, si caminas en mi presencia como lo hizo tu padre David, con integridad de
25 Tres veces al año, Salomón ofrecía holocaustos y sacrificios de comunión sobre el altar que
había erigido al Señor, y quemaba incienso sobre el altar que estaba delante del Señor. Así
completó la construcción de la Casa.
La flota de Salomón
O
2 Crón. 8. 17-18
26 Salomón equipó también una flota en Esión Guéber, que está cerca de Elat, a orillas del
EM
Mar Rojo, en el país de Edóm. 27 Jirám envió como tripulantes, junto con los servidores de
Salomón, a algunos de sus súbditos, todos ellos marinos y buenos conocedores del mar. 28
Ellos fueron a Ofir, y trajeron de allí cuatrocientos veinte talentos de oro, que entregaron a
Salomón.
D
2 Crón. 9. 1-12
4 Cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, la casa que había construido, 5
los manjares de su mesa, los aposentos de sus servidores, el porte y las libreas de sus
camareros, sus coperos y los holocaustos que ofrecía en la Casa del Señor, se quedó sin
aliento 6 y dijo al rey: "¡Realmente era verdad lo que había oído decir en mi país acerca de ti y
O
de tu sabiduría! 7 Yo no lo quería creer, sin venir antes a verlo con mis propios ojos. Pero
ahora compruebo que no me habían contado ni siquiera la mitad: tu sabiduría y tus riquezas
superan la fama que llegó a mis oídos. 8 ¡Felices tus mujeres, felices también estos servidores
tuyos, que están constantemente delante de ti, escuchando tu sabiduría! 9 ¡Y bendito sea el
O
Señor, tu Dios, que te ha mostrado su favor poniéndote sobre el trono de Israel! Sí, por su
amor eterno a Israel, el Señor te estableció como rey para que ejercieras el derecho y la
justicia".
ST
10 La reina regaló al rey ciento veinte talentos de oro, una enorme cantidad de perfumes y
piedras preciosas; nunca más se recibieron tantos perfumes como los que la reina de Sabá dio
al rey Salomón.
11 La flota de Jirám, que había transportado el oro de Ofir, trajo también de allí madera de
sándalo en gran cantidad y piedras preciosas. 12 Con la madera de sándalo, el rey hizo unas
SY
balaustradas para la Casa del Señor y para la casa del rey, y también cítaras y arpas para los
músicos. Nunca más se recibió una madera de sándalo como aquella, ni se la vio más hasta el
11 1 El rey Salomón amó a muchas mujeres, además de la hija del Faraón: mujeres moabitas,
amonitas, edomitas, sidonias e hititas, 2 es decir, de esas naciones de las que el Señor había
dicho a los israelitas: "No se unan a ellas, y que ellas no se unan a ustedes; seguramente les
O
desviarán el corazón hacia otros dioses". Pero Salomón se enamoró de ellas. 3 Tuvo
setecientas mujeres con rango de princesas y trescientas concubinas, y sus mujeres le
pervirtieron el corazón.
EM
4 Así, en la vejez de Salomón, sus mujeres les desviaron el corazón hacia otros dioses, y su
corazón ya no perteneció íntegramente al Señor, su Dios, como el de su padre David. 5
Salomón fue detrás de Astarté, la diosa de los sidonios, y detrás de Milcóm, el abominable
ídolo de los amonitas. 6 Él hizo lo que es malo a los ojos del Señor, y no siguió plenamente al
Señor, como lo había hecho su padre David. 7 Fue entonces cuando Salomón erigió, sobre la
montaña que está al este de Jerusalén, un lugar alto dedicado a Quemós, el abominable ídolo
de Moab, y a Milcóm, el ídolo de los amonitas. 8 Y lo mismo hizo para todas sus mujeres
D
extranjeras, que quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
El anuncio de la división del reino
9 El Señor se indignó contra Salomón, porque su corazón se había apartado de él, el Dios de
Israel, que se le había aparecido dos veces 10 y le había prohibido ir detrás de otros dioses.
LS
Pero Salomón no observó lo que le había mandado el Señor. 11 Entonces el Señor dijo a
Salomón: "Porque has obrado así y no has observado mi alianza ni los preceptos que yo te
prescribí, voy a arrancarte el reino y se lo daré a uno de tus servidores. 12 Sin embargo, no lo
haré mientras tú vivas, por consideración a tu padre David: se lo arrancaré de las manos a tu
hijo. 13 Pero no le arrancaré todo el reino, sino que le daré a tu hijo una tribu, por
consideración a mi servidor David y a Jerusalén, la que yo elegí".
O
enterrar a las víctimas, ultimó a todos los varones de Edóm. 16 Porque Joab se quedó allí seis
meses, con todo Israel, hasta acabar con todos los varones de Edóm. 17 Pero Hadad, que
entonces era muy joven, logró huir con algunos edomitas servidores de su padre, para ir a
Egipto. 18 Partieron de Madián y llegaron a Parán, donde se les agregaron algunos hombres
ST
de Parán. Luego entraron en Egipto y se presentaron ante el Faraón, rey de Egipto, que dio a
Hadad una casa, le aseguró el sustento y le concedió tierras. 19 Hadad se ganó a tal punto el
favor del Faraón, que este le dio por esposa a su cuñada, la hermana de Tajfenés, la reina
madre. 20 La hermana de Tajfenés le dio un hijo, llamado Guenubat, al que Tajfenés crió en la
casa del Faraón. Así Guenubat permaneció en la casa del Faraón, entre los hijos de este. 21
Pero cuando Hadad se enteró en Egipto de que David se había ido a descansar con sus
SY
padres, y que también había muerto Joab, el general del ejército, dijo al Faraón: "Déjame ir a
mi país". 22 El Faraón le respondió: "¿Qué te falta junto a mí para que ahora trates de ir a tu
O
Antes de reafirmar su lealtad al sucesor de Salomón, las tribus del Norte reclaman del
nuevo representante de la dinastía davídica una actitud menos despótica que la de su
padre. Pero Roboám desoye esta justa demanda, y así se produce la separación
definitiva de los reinos de Judá e Israel, unidos hasta ese momento bajo el cetro de un
EM
solo monarca.
Una vez aclamado por las tribus del Norte, Jeroboám, el primer rey de Israel, extiende la
división política a la esfera religiosa. Para contrarrestar el fuerte atractivo que ejercía
sobre los israelitas el Templo de Jerusalén –sede del Arca de la Alianza– Jeroboám
oficializa los antiguos santuarios de Betel y de Dan, erigiendo en cada uno de ellos un
ternero de oro, como pedestal visible del Dios invisible. Según los libros de los Reyes,
este cisma político y religioso es una especie de "pecado original", que vicia de raíz al
D
reino del Norte, condenándolo a la ruina desde el día de su nacimiento.
2 Cuando se enteró Jeroboám, hijo de Nebat –que estaba todavía en Egipto, adonde había
huido del rey Salomón– se volvió de Egipto. 3 Lo mandaron llamar, y él se presentó con toda la
asamblea de Israel. Entonces hablaron así a Roboám: 4 "Tu padre hizo muy penoso nuestro
yugo. Alivia tú ahora la dura servidumbre y el penoso yugo que él nos impuso, y te serviremos
O
a ti". 5 Él les replicó: "Váyanse y vuelvan a verme dentro de tres días". Y el pueblo se retiró.
6 El rey Roboám fue a consultar a los ancianos que habían asistido a su padre Salomón,
cuando este aún vivía, y les preguntó: "¿Qué respuesta me aconsejan dar a este pueblo?". 7
O
Ellos le hablaron así: "Si hoy te comportas como servidor de este pueblo, si te pones a su
servicio y les respondes con buenas palabras, serán siempre tus servidores".
8 Pero él desechó el consejo que le habían dado los ancianos, y fue a consultar a los jóvenes
ST
que se habían criado con él y lo servían como asistentes. 9 Les preguntó: "Y ustedes, ¿qué
aconsejan? ¿Qué debemos responder a este pueblo que me ha dicho: ‘Alivia el yugo que nos
impuso tu padre’?". 10 Los jóvenes que se habían criado con él le dijeron: "A ese pueblo que te
ha dicho: ‘Tu padre nos impuso un yugo pesado, pero tú alívianos la carga’, diles esto: ‘¡Mi
dedo meñique es más grueso que la cintura de mi padre! 11 Si mi padre los cargó con un yugo
pesado, yo lo haré más pesado aún; si él los castigó con látigos, yo usaré lonjas con puntas de
SY
hierro’".
O
31 Jeroboám erigió templetes en los lugares altos, e instituyó sacerdotes de entre el común de
la gente, que no eran hijos de Leví. 32 Además, celebró una fiesta el día quince del octavo
mes, como la fiesta que se celebraba en Judá, y subió al altar. Esto lo hizo en Betel, donde
ofreció sacrificios a los terneros que había fabricado. En Betel estableció a los sacerdotes de
EM
los lugares altos que había erigido. 33 El día quince del octavo mes –fecha que había elegido
arbitrariamente– subió al altar que había levantado en Betel. Así celebró una fiesta para los
israelitas, y subió al altar para quemar incienso.
13 1 Un hombre de Dios vino de Judá a Betel, por orden del Señor, mientras Jeroboám estaba
D
de pie junto al altar para quemar incienso. 2 Y gritó contra el altar, por orden del Señor: "¡Altar!
¡Altar! A la casa de David le nacerá un hijo –su nombre será Josías– y él inmolará sobre ti a los
sacerdotes de los lugares altos que queman incienso sobre ti, y hará arder sobre ti huesos
humanos". 3 Ese mismo día, el hombre de Dios dio una señal, diciendo: "Esta es la señal de
que ha hablado el Señor: el altar se va a resquebrajar, y se desparramará la ceniza grasienta
LS
que hay sobre él".
4 Al oír la palabra que el hombre de Dios proclamaba contra el altar de Betel, Jeroboám
extendió su brazo desde encima del altar, diciendo: "¡Deténganlo!". Pero el brazo que había
extendido hacia el hombre de Dios le quedó paralizado, y no pudo volverlo atrás. 5 El altar se
resquebrajó y se desparramó la ceniza grasienta que había en él, conforme a la señal que
había dado el hombre de Dios por orden del Señor. 6 Entonces el rey tomó la palabra y dijo al
O
hombre de Dios: "Aplaca, por favor, el rostro del Señor, tu Dios, y ruega por mí, para que
pueda doblar mi brazo". El hombre de Dios aplacó el rostro del Señor, y el rey pudo doblar el
brazo como antes.
O
7 El rey dijo entonces al hombre de Dios: "Entra conmigo en la casa para reconfortarte, y te
haré un regalo". 8 Pero el hombre de Dios respondió al rey: "Aunque me des la mitad de tu
casa, no iré contigo. No comeré pan ni beberé agua en este lugar, 9 porque esto es lo que se
me ha mandado por orden del Señor: No comerás pan ni beberás agua, ni regresarás por el
ST
mismo camino". 10 Y se fue por otro camino, sin retomar el que había recorrido para venir a
Betel.
11 Había un viejo profeta que vivía en Betel. Sus hijos fueron a contarle todo lo que el hombre
SY
de Dios había hecho aquel día en Betel, y también le contaron a su padre las palabras que
había dicho al rey. 12 Su padre les preguntó: "¿Por qué camino se fue?". Los hijos le indicaron
O
En este marco político y religioso tan poco alentador, se desarrolla y adquiere una
vigencia cada vez mayor el movimiento profético. Mientras los reyes no hacen más que
enredarse en sus propios manejos políticos, los Profetas, como enviados del Señor,
EM
denuncian con igual severidad el despotismo de los monarcas y la idolatría del pueblo.
14 1 En aquel tiempo, cayó enfermo Abías, hijo de Jeroboám. 2 Entonces este dijo a su
esposa: "Disfrázate para que nadie sepa que eres la mujer de Jeroboám, y ve a Silo. Allí habita
Ajías, el profeta que predijo que yo reinaría sobre este pueblo. 3 Toma contigo diez panes,
D
unas tortas y un tarro de miel, y ve a su casa: él te va a anunciar qué le sucederá a nuestro
hijo". 4 Así lo hizo la mujer de Jeroboám: partió hacia Silo y entró en la casa de Ajías. Este ya
no podía ver, porque había perdido la vista a causa de su vejez. 5 Pero el Señor le había
dicho: "Mira que la mujer de Jeroboám viene a consultarte acerca de su hijo, porque está
enfermo. Tú le dirás esto y esto. Cuando ella entre, se hará pasar por otra".
LS
6 Apenas oyó el ruido de los pasos de la mujer, mientras ella entraba por la puerta, Ajías dijo:
"Entra, mujer de Jeroboám. ¿Por qué te haces pasar por otra? Yo he sido enviado para
hablarte duramente. 7 Ve y dile a Jeroboám: Así habla el Señor, el Dios de Israel: Yo te elevé
de en medio del pueblo y te constituí jefe de mi pueblo Israel. 8 Arranqué la realeza a la casa
de David para dártela a ti. Pero tú no has sido como mi servidor David, que observó mis
mandamientos y me siguió de todo corazón, haciendo únicamente lo que es recto a mis ojos. 9
O
Tú, en cambio, has obrado peor que todos tus predecesores; has ido a fabricarte otros dioses,
ídolos de metal fundido, para provocar mi indignación, y me has arrojado a tus espaldas. 10
Por eso, yo voy a atraer la desgracia sobre la casa de Jeroboám: extirparé a la familia de
Jeroboám todos los varones, esclavos o libres en Israel, y barreré hasta los últimos restos de
O
su casa, como se barre el estiércol, bien a fondo. 11 Al de la familia de Jeroboám que muera
en la ciudad, lo comerán los perros, y al que muera en descampado, lo comerán las aves del
cielo, porque ha hablado el Señor. 12 En cuanto a ti, vete ahora mismo a tu casa: apenas
pongas tus pies en la ciudad, el niño morirá. 13 Todo Israel se lamentará por él, y le darán
ST
sepultura: él es el único en la familia de Jeroboám que entrará en una tumba, porque sólo en él
se ha encontrado algo bueno para el Señor, el Dios de Israel, en la casa de Jeroboám. 14 El
Señor suscitará para Israel un rey que habrá de extirpar la casa de Jeroboám. 15 El Señor
golpeará a Israel, y este se agitará como el junco en las aguas. Arrancará a Israel de este
hermoso suelo que dio a sus padres, y los dispersará al otro lado del Río, porque erigieron sus
postes sagrados, provocando así la indignación del Señor. 16 Él entregará a Israel por los
SY
pecados que cometió Jeroboám y por los que hizo cometer a Israel".
O
de Urías, el hitita 6.
7 El resto de los hechos de Abiám y todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los
Anales de los reyes de Judá? Entre Abiám y Jeroboám hubo guerra. 8 Abiám se fue a
EM
descansar con sus padres y lo sepultaron en la Ciudad de David. Su hijo Asá reinó en lugar de
él.
D
9 El vigésimo año de Jeroboám, rey de Israel, comenzó a reinar Asá como rey de Judá. 10 Él
reinó cuarenta y un años en Jerusalén. Su abuela se llamaba Maacá, y era hija de Abisalón. 11
Asá hizo lo que es recto a los ojos del Señor, igual que su padre David. 12 Expulsó del país a
los que se dedicaban a la prostitución sagrada y retiró todos los ídolos fabricados por sus
antepasados. 13 Incluso despojó del rango de reina madre a su abuela Maacá, por haber
LS
dedicado un horrendo fetiche a la diosa Aserá. Asá eliminó ese fetiche, quemándolo en el
torrente Cedrón. 14 Sin embargo, no desaparecieron los lugares altos, aunque el corazón de
Asá perteneció íntegramente al Señor durante toda su vida. 15 Él hizo llevar a la Casa del
Señor las ofrendas consagradas por su padre y las que él mismo había consagrado: plata, oro
y otros utensilios.
16 Entre Asá y Basá, rey de Israel, hubo guerras continuas. 17 Basá, rey de Israel, subió
O
contra Judá y fortificó Ramá, para cortarle las comunicaciones a Asá, rey de Judá. 18 Entonces
Asá recogió toda la plata y el oro que aún quedaban en los tesoros de la Casa del Señor y en
los de la casa del rey, y se los confió a sus servidores, a los que envió luego a Ben Hadad, hijo
de Tabrimón, hijo de Jezión, rey de Arám, que residía en Damasco, con el siguiente mensaje:
ST
19 "Hay una alianza entre tú y yo, como la hubo entre mi padre y el tuyo. Aquí te envío como
presente plata y oro. Rompe entonces tu alianza con Basá, rey de Israel, para que se retire de
mi territorio". 20 Ben Hadad le hizo caso y envió a los jefes de su ejército contra las ciudades
de Israel. Atacó a Iyón, Dan, Abel Bet Maacá, toda la región de Quinéret y todo el territorio de
Neftalí. 21 Cuando se enteró Basá, suspendió la fortificación de Ramá y regresó a Tirsá. 22 El
rey Asá convocó luego a todos los habitantes de Judá, sin excepción, y se llevaron las piedras
SY
y la madera con que Basá estaba fortificando Ramá. Con ellas, el rey Asá fortificó Gueba de
Benjamín y Mispá.
8 El vigésimo sexto año de Asá, rey de Judá, comenzó a reinar sobre Israel Elá, hijo de Basá, y
reinó dos años en Tirsá. 9 Su servidor Zimrí, jefe de media división de los carros de guerra,
conspiró contra él; y mientras Elá estaba en Tirsá, bebiendo hasta embriagarse en casa de
Arsá, el mayordomo de palacio, 10 entró Zimrí, lo hirió de muerte y reinó en lugar de él. Era el
vigésimo séptimo año de Asá, rey de Judá.
O
11 Apenas se proclamó rey y se sentó en su trono, él acabó con toda la casa de Basá, sin
dejarle ningún varón, ni parientes cercanos ni amigos. 12 Zimrí exterminó a toda la casa de
Basá, conforme a la palabra que el Señor había pronunciado contra él por medio del profeta
EM
Jehú, 13 a causa de todos los pecados que Basá y su hijo Elá habían cometido y habían hecho
cometer a Israel, provocando con sus ídolos vanos la indignación del Señor, el Dios de Israel.
14 El resto de los hechos de Elá y todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales
de los reyes de Israel?
D
15 El vigésimo séptimo año de Asá, rey de Judá, comenzó a reinar Zimrí, y reinó siete días en
Tirsá. Mientras tanto, el ejército estaba acampado contra Guibetón, que pertenecía a los
filisteos. 16 Cuando el ejército acampado oyó decir: "Zimrí ha tramado una conspiración e
incluso ha matado al rey", ese mismo día, en el campamento, todo Israel proclamó rey de
Israel a Omrí, el jefe del ejército. 17 Omrí y todo Israel con él subieron de Guibetón y sitiaron a
LS
Tirsá. 18 Cuando Zimrí vio que la ciudad era tomada, entró en el torreón del palacio real,
prendió fuego al palacio y así murió. 19 Esto sucedió por el pecado que había cometido,
haciendo lo que es malo a los ojos del Señor, siguiendo el camino de Jeroboám y persistiendo
en el pecado que este había cometido al hacer pecar a Israel.
20 El resto de los hechos de Zimrí y la conspiración que él urdió, ¿no está escrito en el libro de
los Anales de los reyes de Israel?
O
21 Entonces, el pueblo de Israel se dividió en dos: una mitad del pueblo siguió a Tibní, hijo de
Guinat, para hacerlo rey; la otra mitad, en cambio, siguió a Omrí. 22 Pero el partido de Omrí
prevaleció sobre los partidarios de Tibní, hijo de Guinat. Tibní murió y Omrí quedó como rey.
O
23 El trigésimo primer año de Asá, rey de Judá, comenzó a reinar Omrí sobre Israel, y reinó
ST
doce años. Reinó seis años en Tirsá, 24 y luego le compró a Sémer el monte de Samaría, por
dos talentos de plata. Levantó edificaciones en la montaña, y dio a la ciudad que había
edificado el nombre de Samaría, por el nombre de Sémer, el dueño del monte.
25 Omrí hizo lo que es malo a los ojos del Señor, y obró peor aún que sus predecesores. 26
Siguió en todo el camino de Jeroboám, hijo de Nebat, y persistió en los pecados con que él
SY
hizo pecar a Israel, provocando con sus ídolos vanos la indignación del Señor, el Dios de
Israel.
O
10 Él partió y se fue a Sarepta. Al llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que estaba
juntando leña. La llamó y le dijo: "Por favor, tráeme en un jarro un poco de agua para beber".
11 Mientras ella lo iba a buscar, la llamó y le dijo: "Tráeme también en la mano un pedazo de
EM
pan". 12 Pero ella respondió: "¡Por la vida del Señor, tu Dios! No tengo pan cocido, sino sólo un
puñado de harina en el tarro y un poco de aceite en el frasco. Apenas recoja un manojo de
leña, entraré a preparar un pan para mí y para mi hijo; lo comeremos, y luego moriremos". 13
Elías le dijo: "No temas. Ve a hacer lo que has dicho, pero antes prepárame con eso una
pequeña galleta y tráemela; para ti y para tu hijo lo harás después. 14 Porque así habla el
Señor, el Dios de Israel:
D
El tarro de harina no se agotará
15 Ella se fue e hizo lo que le había dicho Elías, y comieron ella, él y su hijo, durante un
tiempo. 16 El tarro de harina no se agotó ni se vació el frasco de aceite, conforme a la palabra
que había pronunciado el Señor por medio de Elías.
O
17 Después que sucedió esto, el hijo de la dueña de casa cayó enfermo, y su enfermedad se
agravó tanto que no quedó en él aliento de vida. 18 Entonces la mujer dijo a Elías: "¿Qué
O
tengo que ver yo contigo, hombre de Dios? ¡Has venido a mi casa para recordar mi culpa y
hacer morir a mi hijo!". 19 "Dame a tu hijo", respondió Elías. Luego lo tomó del regazo de su
madre, lo subió a la habitación alta donde se alojaba y lo acostó sobre su lecho. 20 E invocó al
Señor, diciendo: "Señor, Dios mío, ¿también a esta viuda que me ha dado albergue la vas a
ST
afligir, haciendo morir a su hijo?". 21 Después se tendió tres veces sobre el niño, invocó al
Señor y dijo: "¡Señor, Dios mío, que vuelva la vida a este niño!". 22 El Señor escuchó el clamor
de Elías: el aliento vital volvió al niño, y éste revivió. 23 Elías tomó al niño, lo bajó de la
habitación alta de la casa y se lo entregó a su madre. Luego dijo: "Mira, tu hijo vive". 24 La
mujer dijo entonces a Elías: "Ahora sí reconozco que tú eres un hombre de Dios y que la
palabra del Señor está verdaderamente en tu boca".
SY
25 Elías dijo a los profetas de Baal: "Elíjanse un novillo y prepárenlo ustedes primero, ya que
son los más numerosos; luego invoquen el nombre de su dios, pero no prendan fuego". 26
Ellos tomaron el novillo que se les había dado, lo prepararon e invocaron el nombre de Baal
O
desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: "¡Respóndenos, Baal!". Pero no se oyó ninguna
voz ni nadie que respondiera. Mientras tanto, danzaban junto al altar que habían hecho. 27 Al
mediodía, Elías empezó a burlarse de ellos, diciendo: "¡Griten bien fuerte, porque es un dios!
Pero estará ocupado, o ausente, o se habrá ido de viaje. A lo mejor está dormido y se
EM
despierta". 28 Ellos gritaron a voz en cuello y, según su costumbre, se hacían incisiones con
cuchillos y punzones, hasta chorrear sangre. 29 Y una vez pasado el mediodía, se entregaron
al delirio profético hasta la hora en que se ofrece la oblación. Pero no se oyó ninguna voz, ni
hubo nadie que respondiera o prestara atención.
30 Entonces Elías dijo a todo el pueblo: "¡Acérquense a mí!". Todo el pueblo se acercó a él, y
él restauró el altar del Señor que había sido demolido: 31 tomó doce piedras, conforme al
D
número de los hijos de Jacob, a quien el Señor había dirigido su palabra, diciéndole: "Te
llamarás Israel", 32 y con esas piedras erigió un altar al nombre del Señor. Alrededor del altar
hizo una zanja, como un surco para dos medidas de semilla. 33 Luego dispuso la leña,
despedazó el novillo y lo colocó sobre la leña. 34 Después dijo: "Llenen de agua cuatro
cántaros y derrámenla sobre el holocausto y sobre la leña". Así lo hicieron. Él añadió: "Otra
LS
vez". Lo hicieron por segunda vez, y él insistió: "Una vez más". Lo hicieron por tercera vez. 35
El agua corrió alrededor del altar, y hasta la zanja se llenó de agua.
36 A la hora en que se ofrece la oblación, el profeta Elías se adelantó y dijo: "¡Señor, Dios de
Abraham, de Isaac y de Israel! Que hoy se sepa que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu
servidor y que por orden tuya hice todas estas cosas. 37 Respóndeme, Señor, respóndeme,
para que este pueblo reconozca que tú, Señor, eres Dios, y que eres tú el que les ha cambiado
O
el corazón".
38 Entonces cayó el fuego del Señor: Abrazó el holocausto, la leña, las piedras y la tierra, y
secó el agua de la zanja. 39 Al ver esto, todo el pueblo cayó con el rostro en tierra y dijo: "¡El
O
Señor es Dios! ¡El Señor es Dios!". 40 Elías les dijo: "¡Agarren a los profetas de Baal! ¡Que no
escape ninguno!". Ellos los agarraron: Elías los hizo bajar al torrente Quisón y allí los degolló.
El fin de la sequía
ST
41 Elías dijo a Ajab: "Sube a comer y a beber, porque ya se percibe el ruido de la lluvia". 42
Ajab subió a comer y a beber, mientras Elías subía a la cumbre del Carmelo. Allí se postró en
tierra, con el rostro entre las rodillas. 43 Y dijo a su servidor: "Sube y mira hacia el mar". Él
subió, miró y dijo: "No hay nada". Elías añadió: "Vuelve a hacerlo siete veces". 44 La séptima
vez, el servidor dijo: "Se eleva del mar una nube, pequeña como la palma de una mano". Elías
SY
dijo: "Ve a decir a Ajab: Engancha el carro y baja, para que la lluvia no te lo impida". 45 El cielo
se oscureció cada vez más por las nubes y el viento, y empezó a llover copiosamente. Ajab
20 1 Ben Hadad, rey de Arám, reunió todo su ejército, y acompañado de treinta y dos reyes,
O
con caballería y carros de guerra, subió a combatir contra Samaría y la sitió. 2 En- tonces envió
mensajeros a la ciudad, a Ajab, rey de Israel, 3 para decirle: "Así habla Ben Hadad: Tu plata y
tu oro me pertenecen, y también me pertenecen tus mujeres y tus hermosos hijos". 4 El rey de
Israel respondió diciendo: "¡A tus órdenes, rey, mi señor! A ti pertenecemos yo y todos mis
EM
bienes". 5 Pero los mensajeros regresaron y dijeron: "Así habla Ben Hadad: Mando a decirte
que me entregues tu plata y tu oro, tus mujeres y tus hijos. 6 Así que mañana, a esta misma
hora, te enviaré a mis servidores: ellos registrarán tu casa y las casas de tus súbditos; se
apoderarán de todo lo que tú más quieres, y se lo llevarán".
7 El rey convocó a los ancianos del país y les dijo: "¡Fíjense bien cómo ese hombre trata de
arruinarme! Porque cuando me reclamó mis mujeres y mis hijos, mi plata y mi oro, yo no le
D
negué nada". 8 Todos los ancianos y todo el pueblo le dijeron: "¡No lo escuches! ¡No aceptes!".
9 Entonces él replicó a los mensajeros de Ben Hadad: "Díganle al rey, mi señor: Haré todo lo
que me mandaste la primera vez; pero esto otro no lo puedo hacer". Los mensajeros se fueron
y llevaron la respuesta. 10 Ben Hadad le mandó a decir: "Que los dioses me castiguen, si
queda bastante polvo en Samaría para que cada uno de mis hombres recoja un puñado". 11 Y
LS
el rey de Israel respondió: "Díganle: ¡No hay que cantar victoria antes de tiempo!". 12 Apenas
oyó esta palabra, Ben Hadad, que estaba bebiendo con los reyes en las tiendas de campaña,
ordenó a sus servidores: "¡A sus puestos!". Y ellos tomaron posiciones frente a la ciudad.
13 Mientras tanto, un profeta se acercó a Ajab, rey de Israel, y dijo: "Así habla el Señor: ¿Ves
O
toda esa gran multitud? Hoy mismo la voy a poner en tus manos. Así sabrás que yo soy el
Señor". 14 "¿Por medio de quién?", preguntó Ajab. El profeta dijo: "Así habla el Señor: Por
medio de los cuerpos de cadetes que están a las órdenes de los jefes de distritos". Ajab
insistió: "¿Y quién librará la batalla?". "Tú", respondió él.
O
15 Ajab pasó revista a los cadetes de los jefes de distritos, y eran doscientos treinta y dos. A
continuación revistó a toda la tropa, a todos los israelitas, y sumaban siete mil. 16 Al mediodía
comenzaron a salir, mientras Ben Hadad se embriagaba en las tiendas de campaña, junto con
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los treinta y dos reyes aliados. 17 Los cadetes de los jefes de distritos salieron en primer lugar.
Entonces le avisaron a Ben Hadad: "Unos hombres han salido de Samaría". 18 Él ordenó: "Si
salieron en son de paz, captúrenlos vivos, y si salieron en plan de guerra, también captúrenlos
vivos".
19 Una vez que salieron de la ciudad los cadetes de los jefes de distritos, con el ejército detrás
SY
de ellos, 20 cada uno mató al que se le puso delante. Los arameos huyeron, perseguidos por
los israelitas. Ben Hadad, rey de Arám, se salvó a caballo con algunos jinetes. 21 Entonces
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41 Él se apresuró a quitarse la venda de los ojos, y el rey de Israel reconoció que era uno de
los profetas. 42 Entonces dijo al rey: "Así habla el Señor: Porque has dejado escapar al
hombre que yo había consagrado al exterminio, tu vida responderá por su vida y tu pueblo por
su pueblo". 43 El rey de Israel se fue a su casa malhumorado y muy irritado, y entró en
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Samaría.
La viña de Nabot
21 1 Después de esto, sucedió lo siguiente: Nabot, el izreelita, tenía una viña en Izreel, al lado
del palacio de Ajab, rey de Samaría. 2 Ajab dijo a Nabot: "Dame tu viña para hacerme una
huerta, ya que está justo al lado de mi casa. Yo te daré a cambio una viña mejor o, si prefieres,
te pagaré su valor en dinero". 3 Pero Nabot respondió a Ajab: "¡El Señor me libre de cederte la
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herencia de mis padres!".
4 Ajab se fue a su casa malhumorado y muy irritado por lo que le había dicho Nabot, el
izreelita: "No te daré la herencia de mis padres". Se tiró en su lecho, dio vuelta la cara y no
quiso probar bocado. 5 Entonces fue a verlo su esposa Jezabel y le preguntó: "¿Por qué estás
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tan malhumorado y no comes nada?". 6 Él le dijo: "Porque le hablé a Nabot, el izreelita, y le
propuse: ‘Véndeme tu viña o, si quieres, te daré otra a cambio’. Pero él respondió: ‘No te daré
mi viña’". 7 Su esposa Jezabel le dijo: "¿Así ejerces tú la realeza sobre Israel? ¡Levántate,
come y alégrate! ¡Yo te daré la viña de Nabot, el izreelita!".
8 En seguida escribió una carta en nombre de Ajab, la selló con el sello del rey y la envió a los
ancianos y a los notables de la ciudad, conciudadanos de Nabot. 9 En esa carta escribió:
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"Proclamen un ayuno y en la asamblea del pueblo hagan sentar a Nabot en primera fila. 10
Hagan sentar enfrente a dos malvados, que atestigüen contra él, diciendo: ‘Tú has maldecido a
Dios y al rey’. Luego sáquenlo afuera y mátenlo a pedradas".
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15 Cuando Jezabel se enteró de que Nabot había sido matado a pedradas, dijo a Ajab: "Ya
puedes tomar posesión de la viña de Nabot, esa que él se negaba a venderte, porque Nabot ya
no vive: está muerto". 16 Apenas oyó Ajab que Nabot estaba muerto, bajó a la viña de Nabot,
SY
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todos los profetas vaticinaban delante de ellos. 11 Sedecías, hijo de Canaaná, se había hecho
unos cuernos de hierro y decía: "Así habla el Señor: Con esto embestirás a Arám hasta acabar
con él". 12 Y todos los profetas vaticinaban en el mismo sentido, diciendo: "¡Sube a Ramot de
Galaad y triunfarás! ¡El Señor la entregará en manos del rey!".
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La intervención del profeta Miqueas
13 El mensajero que había ido a llamar a Miqueas le dijo: "Mira que las palabras de los
profetas anuncian a una sola voz buena fortuna para el rey. Habla tú también como uno de
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ellos, y anuncia la victoria". 14 Pero Miqueas replicó: "¡Por la vida del Señor, sólo diré lo que el
Señor me diga!".
15 Cuando se presentó al rey, este le dijo: "Miqueas, ¿podemos ir a combatir contra Ramot de
Galaad, o debemos desistir?". Él le respondió: "Sube y triunfarás; el Señor la entregará en
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manos del rey". 16 Pero el rey le dijo: "¿Cuántas veces tendré que conjurarte a que no me
digas más que la verdad en nombre del Señor?". 17 Miqueas dijo entonces:
18 El rey de Israel dijo a Josafat: "¿No te había dicho que este no me vaticina el bien, sino sólo
desgracias?". 19 Miqueas siguió diciendo: "Por eso, escucha la palabra del Señor: Yo vi al
Señor sentado en su trono, y todo el Ejército de los cielos estaba de pie junto a él, a derecha e
izquierda. 20 El Señor preguntó: ‘¿Quién seducirá a Ajab, para que suba y caiga en Ramot de
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Galaad?’. Ellos respondieron, uno de una manera y otro de otra. 21 Entonces se adelantó el
espíritu y, puesto de pie delante del Señor, dijo: ‘Yo lo seduciré’. ‘¿Cómo?’, preguntó el Señor.
22 Él respondió: ‘Iré y seré un espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas’. Entonces
el Señor le dijo: ‘Tú lograrás seducirlo. Ve y obra así’. 23 Ahora, el Señor ha puesto un espíritu
de mentira en la boca de todos estos profetas, porque él ha decretado tu ruina".
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24 Sedecías, hijo de Canaaná, se acercó a Miqueas y le dio una bofetada, diciendo: "¿Por
dónde se me escapó el espíritu del Señor para hablarte a ti?". 25 Miqueas repuso: "Eso lo
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El reinado de Ocozías en Israel (853-852)
52 Ocozías, hijo de Ajab, comenzó a reinar sobre Israel, en Samaría, el decimoséptimo año de
Josafat, rey de Judá, y reinó dos años sobre Israel. 53 Él hizo lo que es malo a los ojos del
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Señor, y siguió el camino de su padre y de su madre, y el camino de Jeroboám, hijo de Nebat,
que hizo pecar a Israel. 54 Sirvió a Baal y se postró ante él, provocando así la indignación del
Señor, tal como lo había hecho su padre.
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9. La "fuente de Roguel" está en el valle de Cedrón, al sudeste de Jerusalén.
33. "Guijón" es el nombre de otra fuente cercana a Jerusalén, situada al pie de la colina de
Sión. En tiempos del rey Ezequías, se excavó un túnel en la roca para llevar sus aguas hasta
LS
la piscina de Siloé, dentro de los muros de la ciudad (2 Rey.
20. 20; 2 Crón. 32. 30).
39. Esta "Carpa" es la que había construido David para proteger el Arca de la Alianza (2 Sam.
6. 17).
50. Sobre esta forma de apelar al derecho de asilo, ver nota Éx. 27. 2.
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8-9. Según las ideas corrientes en la antigüedad, la maldición, una vez pronunciada, mantenía
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17. Tomar la esposa del rey difunto era un signo sospechoso, porque podía interpretarse como
una forma de pretensión al trono. Ver 2 Sam. 3. 7; 16. 21-22.
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1 "Anatot", pueblo natal del profeta Jeremías, estaba en territorio de Benjamín, cinco
kilómetros al norte de Jerusalén.
2 Sobre el cumplimiento de esta palabra del Señor, ver 1 Sam. 2. 35-36.
3 1. El matrimonio de un rey con una princesa extranjera estaba siempre subordinado a los
13. No se debe confundir a este hábil artesano con el rey del mismo nombre y del mismo lugar
(5. 15; 2 Sam. 5. 11).
21. Estas dos "columnas" no formaban parte del edificio, sino que estaban colocadas frente al
pórtico del Templo, sin sostener nada encima. Su razón de ser y su significado resultan
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enigmáticos. El nombre "laquín" significa "él ha establecido firmemente", y el nombre "Boaz",
"en él está la fuerza".
23. "El Mar": este vasto recipiente parece ser una representación simbólica del Océano
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cósmico.
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28. "Ofir" era una región famosa por su oro, situada probablemente en el sur de Arabia o en la
India.
10 1. A pesar de su tono legendario, esta célebre narración tiene un trasfondo histórico. Pero
es poco verosímil que la reina de alguna tribu sabea de Arabia haya ido a Jerusalén
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únicamente para satisfacer su curiosidad. Su intención era, sin duda, establecer un acuerdo
comercial con Salomón.
28. Estos dos sitios de Asia Menor eran célebres por la cría de caballos.
11 18. "Parán" era la región septentrional de la península sinaítica, entre Madián y Egipto.
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26. Jeroboám se hace eco del descontento provocado por la política tributaria de Salomón, y
se pone al frente del levantamiento popular que llevará más tarde a la separación de los reinos
de Israel y de Judá.
30. Las acciones simbólicas de los profetas tenían tanta importancia como su palabra. Eran
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una forma de prefigurar un acontecimiento futuro y de garantizar su cumplimiento (Is. 20. 1-2;
Jer. 13. 1-7; 19. 1-2, 10; 27. 1-2; Ez. 4. 1-12, 15; 5. 1-4; Os.
1. 2; 3. 1; Hech. 21. 10-11).
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1 "Las diez tribus" eran las tribus del Norte, representadas en los diez pedazos que Ajías
entregó a Jeroboám.
2 La tribu restante era Judá, que también se había anexado al menos una parte de
Benjamín (12. 21).
12 1. Roboám quedó constituido rey de Judá por derecho de sucesión. Las tribus del Norte, en
Reyes II
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El profeta Elías y la muerte de Ocozías
1 1 Después de la muerte de Ajab, Moab se sublevó contra Israel. 2 Ocozías se cayó por el
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balcón del piso alto de su casa, en Samaría, y quedó malherido. Entonces envió unos
mensajeros con este encargo: “Vayan a consultar a Baal Zebub, el dios de Ecrón, si me
repondré de mis heridas”. 3 Pero el Ángel del Señor dijo a Elías, el tisbita: “Sube al encuentro
de los mensajeros del rey de Samaría, y diles: ¿Acaso no hay Dios en Israel, para que ustedes
vayan a consultar a Baal Zebub, el dios de Ecrón? 4 Por eso, así habla el Señor: No te
levantarás del lecho en el que te has acostado, porque morirás irremediablemente”. Y Elías se
fue.
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5 Los mensajeros regresaron, y el rey les preguntó: “¿Cómo es que están de vuelta?”. 6 Ellos
le dijeron: “Un hombre nos salió al encuentro y nos dijo: Vuelvan a ver al rey que los ha
enviado y díganle: Así habla el Señor: ¿Acaso no hay Dios en Israel, para que tú mandes a
consultar a Baal Zebub, el dios de Ecrón? Por eso, no te levantarás del lecho en el que te has
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acostado, porque morirás irremediablemente”. 7 El rey les preguntó: “¿Cómo era el hombre
que subió al encuentro de ustedes y les dijo esas palabras?”. 8 Ellos le respondieron: “Era un
hombre con un manto de piel y con un cinturón de cuero ajustado a la cintura”. Entonces el rey
exclamó: “¡Es Elías, el tisbita!”.
9 El rey envió a un oficial con sus cincuenta hombres para buscar a Elías. Cuando él subió a
buscarlo, lo encontró sentado en la cumbre de la montaña, y le dijo: “Hombre de Dios, el rey ha
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dicho que bajes”. 10 Elías respondió al oficial: “Si yo soy un hombre de Dios, que baje fuego
del cielo y te devore, a ti y a tus cincuenta hombres”. Y bajó fuego del cielo y lo devoró, a él y a
sus cincuenta hombres.
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11 El rey le volvió a enviar otro oficial con sus cincuenta hombres. Este tomó la palabra y dijo a
Elías: “Hombre de Dios, así habla el rey: Baja en seguida”. 12 Elías le respondió: “Si yo soy un
hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te devore, a ti y a tus cincuenta hombres”. Y bajó
fuego del cielo y lo devoró, a él y a sus cincuenta hombres.
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13 El rey volvió a enviar a un tercer oficial con sus cincuenta hombres. El tercer oficial subió y,
al llegar, se puso de rodillas frente a Elías y le suplicó, diciendo: “Hombre de Dios, por favor,
que mi vida y la vida de estos cincuenta servidores tuyos tengan algún valor a tus ojos. 14 Ya
ha bajado fuego del cielo y ha devorado a los dos oficiales anteriores con sus cincuenta
hombres. Pero ahora, ¡que mi vida tenga algún valor a tus ojos!”.
SY
15 El Ángel del Señor dijo a Elías: “Baja con él, no le temas”. Elías se levantó, bajó con él a
6 Elías le dijo: “Quédate aquí, porque el Señor me ha enviado al Jordán”. Pero Eliseo
respondió: “Juro por la vida del Señor y por tu propia vida que no te dejaré”. Y se fueron los
dos.
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7 Cincuenta hombres de la comunidad de profetas fueron y se pararon enfrente, a una cierta
distancia, mientras los dos estaban de pie a la orilla del Jordán. 8 Elías se quitó el manto, lo
enrolló y golpeó las aguas. Estas se dividieron hacia uno y otro lado, y así pasaron los dos por
el suelo seco. 9 Cuando cruzaban, Elías dijo a Eliseo: “Pide lo que quieres que haga por ti
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antes de que sea separado de tu lado”. Eliseo respondió: “¡Ah, si pudiera recibir las dos
terceras partes de tu espíritu!”. 10 “¡No es nada fácil lo que pides!, dijo Elías; si me ves cuando
yo sea separado de tu lado, lo obtendrás; de lo contrario, no será así”. 11 Y mientras iban
conversando por el camino, un carro de fuego, con caballos también de fuego, los separó a
uno del otro, y Elías subió al cielo en el torbellino. 12 Al ver esto, Eliseo gritó: “¡Padre mío!
¡Padre mío! ¡Carro de Israel y su caballería!”. Y cuando no lo vio más, tomó sus vestiduras y
las rasgó en dos pedazos. 13 Luego recogió el manto que se le había caído a Elías de encima,
D
se volvió y se detuvo al borde del Jordán.
14 Después, con el manto que se le había caído a Elías, golpeó las aguas, pero estas no se
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dividieron. Entonces dijo: “¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías?”. El golpeó otra vez las
aguas; estas se dividieron hacia uno y otro lado, y Eliseo cruzó. 15 El grupo de profetas de
Jericó, que lo habían visto de enfrente, dijeron: “¡El espíritu de Elías se ha posado sobre
Eliseo!”. En seguida fueron a su encuentro, se postraron hasta el suelo delante de él, 16 y le
dijeron: “Hay aquí, entre tus servidores, cincuenta hombres valientes. Deja que vayan a buscar
a tu señor; tal vez el espíritu del Señor se lo llevó y lo arrojó sobre alguna montaña o en algún
valle”. Él replicó: “No envíen a nadie”. 17 Pero ellos lo presionaron tanto, que terminó por decir:
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“¡Envíenlos de una vez!”. Así enviaron a cincuenta hombres, que lo buscaron durante tres días,
pero no lo encontraron. 18 Cuando regresaron junto a Eliseo, que se había quedado en Jericó,
él les dijo: “¿No les había dicho que no fueran?”.
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19 La gente de la ciudad dijo a Eliseo: “El sitio donde está emplazada la ciudad es bueno,
como mi señor puede ver; pero el agua es malsana y la tierra, estéril”. 20 Eliseo dijo:
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23 Desde allí subió a Betel. Mientras iba subiendo por el camino, unos muchachos salieron de
SY
la ciudad y se burlaban de él, diciendo: “¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!”. 24 Él se dio vuelta, los vio
y los maldijo en nombre del Señor. Entonces salieron del bosque dos osos, que despedazaron
21 Mientras tanto, todos los moabitas, al oír que los reyes subían a combatir contra ellos, se
habían movilizado –desde los que estaban en edad de ceñir las armas en adelante– y se
habían apostado en la frontera. 22 A la mañana siguiente, bien de madrugada, cuando el sol
brillaba sobre las aguas, los moabitas vieron frente a ellos las aguas rojas como sangre, 23 y
dijeron: “¡Es sangre! Seguro que los reyes se batieron a espada y se mataron entre ellos. Y
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ahora, ¡al saqueo, Moab!”.
24 Pero cuando llegaron al campamento de Israel, surgieron los israelitas y derrotaron a Moab,
que huyó delante de ellos. Luego siguieron avanzando y derrotando a Moab: 25 demolieron las
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ciudades y cada uno arrojó su piedra en los campos fértiles, hasta llenarlos de ellas; cegaron
todas las fuentes de agua y talaron los mejores árboles. Al fin, cuando ya no quedó más que
Quir Jaréset, los honderos la cercaron y la atacaron. 26 El rey de Moab, al ver que la guerra
estaba perdida para él, reunió a setecientos hombres armados de espada, para abrirse una
brecha hacia el rey de Edóm; pero fracasó. 27 Entonces tomó a su hijo primogénito, el que
debía reinar después de él, y lo ofreció en holocausto sobre la muralla. Y se desencadenó una
ira tan grande contra Israel, que debieron retirarse de allí y volver a su país.
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algunos milagros de eliseo
El aceite de la viuda
LS
4 1 La mujer de uno de la comunidad de profetas imploró a Eliseo, diciendo: “Tu servidor, mi
marido, ha muerto, y tú sabes que era un hombre temeroso del Señor. Pero ahora ha venido
un acreedor para llevarse a mis dos hijos como esclavos”. 2 Eliseo le dijo: “¿Qué puedo hacer
por ti? Dime qué tienes en tu casa”. Ella le respondió: “Tu servidora no tiene en su casa nada
más que un frasco de aceite”. 3 Eliseo le dijo: “Ve y pide prestados a todos tus vecinos unos
recipientes vacíos; cuántos más sean, mejor. 4 Luego entra y enciérrate con tus hijos; echa el
aceite en todos esos recipientes, y cuando estén llenos, colócalos aparte”. 5 Ella se fue y se
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encerró con sus hijos; estos le presentaban los recipientes, y ella los iba llenando. 6 Cuando
todos estuvieron llenos, ella dijo a su hijo: “Alcánzame otro recipiente”. Pero él respondió: “Ya
no quedan más”. Entonces dejó de correr el aceite. 7 Ella fue a informar al hombre de Dios, y
este le dijo: “Ve a vender el aceite y paga la deuda; después, tú y tus hijos podrán vivir con el
O
resto”.
8 Un día, Eliseo pasó por Sunám. Había allí una mujer pudiente, que le insistió para que se
quedara a comer. Desde entonces, cada vez que pasaba, él iba a comer allí. 9 Ella dijo a su
marido: “Mira, me he dado cuenta de que ese que pasa siempre por nuestra casa es un santo
hombre de Dios. 10 Vamos a construirle una pequeña habitación en la terraza; le pondremos
allí una cama, una mesa, una silla y una lámpara, y así, cuando él venga, tendrá donde
alojarse”.
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11 Un día Eliseo llegó por allí, se retiró a la habitación de arriba y se acostó. 12 Después dijo a
O
caldo, porque nadie sabía lo que eran. 40 Luego sirvieron la comida a los hombres, pero
apenas probaron el caldo, se pusieron a gritar: “¡La muerte está en esa olla, hombre de Dios!”.
Y no pudieron comer. 41 Eliseo dijo: “Traigan harina”. Él la arrojó en la olla y agregó: “Sírvele a
esta gente, para que coman”. Y ya no había nada malo en la olla.
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La multiplicación de los panes
42 Llegó un hombre de Baal Salisá, trayendo al hombre de Dios pan de los primeros frutos:
veinte panes de cebada y grano recién cortado, en una alforja. Eliseo dijo: “Dáselo a la gente
para que coman”. 43 Pero su servidor respondió: “¿Cómo voy a servir esto a cien personas?”.
“Dáselo a la gente para que coman, replicó él, porque así habla el Señor: Comerán y sobrará”.
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44 El servidor se lo sirvió; todos comieron y sobró, conforme a la palabra del Señor.
La curación de Naamán
5 1 Naamán, general del ejército del rey de Arám, era un hombre prestigioso y altamente
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estimado por su señor, porque gracias a él, el Señor había dado la victoria a Arám. Pero este
hombre, guerrero valeroso, padecía de una enfermedad en la piel. 2 En una de sus
incursiones, los arameos se habían llevado cautiva del país de Israel a una niña, que fue
puesta al servicio de la mujer de Naamán. 3 Ella dijo entonces a su patrona: “¡Ojalá mi señor
se presentara ante el profeta que está en Samaría! Seguramente, él lo libraría de su
enfermedad”. 4 Naamán fue y le contó a su señor: “La niña del país de Israel ha dicho esto y
esto”. 5 El rey de Arám respondió: “Está bien, ve, y yo enviaré una carta al rey de Israel”.
O
Naamán partió llevando consigo diez talentos de plata, seis mil siclos de oro y diez trajes de
gala, 6 y presentó al rey de Israel la carta que decía: “Al mismo tiempo que te llega esta carta,
te envío a Naamán, mi servidor, para que lo libres de su enfermedad”. 7 Apenas el rey de
O
Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras y dijo: “¿Acaso yo soy Dios, capaz de hacer morir y
vivir, para que este me mande librar a un hombre de su enfermedad? Fíjense bien y verán que
él está buscando un pretexto contra mí”.
ST
8 Cuando Eliseo, el hombre de Dios, oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestiduras,
mandó a decir al rey: “¿Por qué has rasgado tus vestiduras? Que él venga a mí y sabrá que
hay un profeta en Israel”. 9 Naamán llegó entonces con sus caballos y su carruaje, y se detuvo
a la puerta de la casa de Eliseo. 10 Eliseo mandó un mensajero para que le dijera: “Ve a
bañarte siete veces en el Jordán; tu carne se restablecerá y quedarás limpio”. 11 Pero
Naamán, muy irritado, se fue diciendo: “Yo me había imaginado que saldría él personalmente,
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se pondría de pie e invocaría el nombre del Señor, su Dios; luego pasaría su mano sobre la
parte afectada y curaría al enfermo de la piel. 12 ¿Acaso los ríos de Damasco, el Abaná y el
O
El enceguecimientode las tropas de los arameos
8 El rey de Arám estaba en guerra con Israel. Cuando él se reunía en consejo con sus oficiales
y decía: “Acamparé en tal o cual lugar”, 9 el hombre de Dios mandaba decir al rey de Israel:
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“Cuidado con pasar por tal lugar, porque allí han bajado los arameos”. 10 Entonces el rey de
Israel enviaba algunos hombres al lugar que le había dicho el hombre de Dios. Eliseo le
avisaba, y él tomaba las precauciones debidas. Esto sucedió más de una vez.
11 El rey de Arám se alarmó ante este hecho. Llamó a sus oficiales y les dijo: “Es preciso que
me informen quién de entre nosotros está a favor del rey de Israel”. 12 Pero uno de los
oficiales le respondió: “No, majestad; Eliseo, el profeta de Israel, es el que comunica al rey de
D
Israel las palabras que tú pronuncias aun en tu dormitorio”. 13 El rey dijo: “Vayan y vean dónde
está, y yo mandaré a detenerlo”. Le informaron que estaba en Dotán, 14 y él envió caballos,
carros de guerra y un fuerte destacamento, que llegaron durante la noche y cercaron la ciudad.
18 Cuando los arameos descendían hacia él, Eliseo oró al Señor, diciendo: “¡Por favor,
O
21 El rey de Israel, al verlos, dijo a Eliseo: “¿Tengo que matarlos, padre mío?”. 22 Él replicó:
“No los mates. ¿Acaso haces morir a todos los que tu espada y tu arco han tomado
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prisioneros? Sírveles pan y agua; que coman y beban y después se vayan con su señor. 23 El
rey les hizo servir un gran banquete; ellos comieron y bebieron, y después los despidió para
que se fueran con su señor.
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humana. Sólo estaban los caballos y los asnos atados, y las carpas intactas”. 11 Los porteros
lanzaron gritos hacia el interior de la ciudad, y se hizo llegar la noticia a la casa del rey.
12 El rey se levantó de noche y dijo a sus servidores: “Les voy a explicar lo que han urdido
EM
contra nosotros los arameos. Como ellos saben que estamos hambrientos, han salido del
campamento y se han ocultado en el campo, diciendo: Van a salir de la ciudad; entonces los
capturaremos vivos y entraremos en la ciudad”. 13 Uno de los oficiales pidió la palabra y dijo:
“Tomemos cinco de los caballos que todavía quedan. A fin de cuentas, si se los deja en la
ciudad, les sucederá lo mismo que a toda la multitud de Israel que ya ha perecido. Los
enviaremos y veremos qué pasa”. 14 Tomaron dos carros con sus caballos, y el rey los envió a
seguir los rastros del campamento arameo, diciendo: “Vayan a ver”. 15 Ellos siguieron las
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huellas hasta el Jordán, y vieron diseminados por todo el camino el material y la ropa que
habían arrojado los arameos en su fuga precipitada. Después, los mensajeros volvieron para
informar al rey.
16 El pueblo salió a saquear el campamento de los arameos, y se tuvo un balde de harina por
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un siclo, y dos baldes de cebada por el mismo precio, conforme a la palabra del Señor. 17 El
rey había puesto a vigilar la Puerta al escudero en cuyo brazo se apoyaba. Pero el pueblo lo
aplastó contra la Puerta, y él murió, conforme a lo que había dicho el hombre de Dios cuando
el rey había bajado a encontrarse con él. 18 En efecto, cuando el hombre de Dios había dicho
al rey: “Mañana, a esta misma hora, se venderá un balde de harina de la mejor calidad por un
siclo, y dos baldes de cebada por el mismo precio, en la Puerta de Samaría”, 19 el escudero
había replicado al hombre de Dios: “Aunque el Señor abriera ventanas en el cielo, ¿podría
O
suceder una cosa así?”. Y Eliseo había dicho: “Verás esto con tus propios ojos, pero no lo
comerás”. 20 Y esto fue lo que le sucedió: el pueblo lo aplastó contra la Puerta, y él murió.
8 1 Eliseo dijo a la madre del niño que él había hecho revivir: “Parte ahora mismo con toda tu
familia, y emigra adonde puedas, porque el Señor ha llamado al hambre, y ya viene al país por
siete años”. 2 La mujer partió e hizo lo que le había dicho el hombre de Dios: emigró con su
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3 Al cabo de siete años, la mujer volvió del país de los filisteos, y fue a reclamar al rey su casa
y su campo. 4 El rey estaba hablando con Guejazí, el servidor del hombre de Dios: “Cuéntame,
le decía, las maravillas que ha hecho Eliseo”. 5 Y mientras le estaba contando al rey cómo
Eliseo había hecho revivir a un muerto, la madre del niño que él había hecho revivir vino a
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reclamar al rey su casa y su campo. Guejazí dijo entonces: “¡Rey, señor mío, esta es la mujer y
aquí está el hijo que Eliseo hizo revivir!”. 6 El rey interrogó a la mujer, y ella le contó todo.
25 El duodécimo año de Jorám, hijo de Ajab, rey de Israel, inició su reinado Ocozías, hijo de
Jorám, rey de Judá. 26 Ocozías tenía veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó un año
en Jerusalén. Su madre se llamaba Atalía, y era hija de Omrí, rey de Israel. 27 Siguió el
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camino de la casa de Ajab e hizo lo que es malo a los ojos del Señor, como la casa de Ajab,
porque estaba emparentado con ella.
28 Él fue con Jorám, hijo de Ajab, a combatir contra Jazael, rey de Arám, a Ramot de Galaad;
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pero los arameos hirieron a Jorám. 29 El rey Jorám volvió a Izreel, para hacerse curar de las
heridas que le habían infligido los arameos en Ramá, cuando combatía contra Jazael, rey de
Arám. Entonces Ocozías, hijo de Jorám, rey de Judá, bajó a Izreel para visitar a Jorám, hijo de
Ajab, que estaba herido.
LA REBELIÓN DE JEHÚ
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Jehú ungido y proclamadorey de Israel
4 El joven profeta partió en seguida para Ramot de Galaad. 5 Al llegar, encontró a los jefes del
ejército que estaban reunidos, y dijo: “Tengo un mensaje para ti, jefe”.“¿Para quién de
nosotros?”, preguntó Jehú. Él respondió: “Para ti, jefe”.
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6 Jehú se levantó y entró en la casa. Entonces el joven derramó el aceite sobre su cabeza y le
dijo: “Así habla el Señor, el Dios de Israel: Yo te he ungido rey del pueblo del Señor, de Israel.
7 Tú acabarás con la familia de Ajab, tu señor, y yo vengaré la sangre de mis servidores los
O
profetas y la sangre de todos los servidores del Señor derramada por la mano de Jezabel. 8
Toda la casa de Ajab perecerá: extirparé de la dinastía de Ajab a todos los varones, sean
esclavos o libres en Israel. 9 Trataré a la casa de Ajab como a la casa de Jeroboám, hijo de
Nebat, y como a la casa de Basá, hijo de Ajías. 10 En cuanto a Jezabel, los perros la
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11 Cuando Jehú salió a reunirse con los oficiales de su señor, le preguntaron: “¿Hayalguna
novedad? ¿Para qué vino a verte ese exaltado?”. Él les respondió: “Ustedes conocen a ese
hombre y su cantinela”. 12 Ellos dijeron: “No es cierto. Explícanos qué pasa”. Entonces él les
replicó: “Esto es todo lo que me dijo: Así habla el Señor: Yo te he ungido rey de Israel”. 13
SY
Inmediatamente, ellos tomaron cada uno su manto y los tendieron a sus pies, encima de las
gradas. Luego tocaron la trompeta y gritaron: “¡Jehú es rey!”.
La muerte de Jezabel
30 Jehú llegó a Izreel. Cuando se enteró Jezabel, se pintó los ojos, se arregló el cabello y se
O
asomó por la ventana. 31 En el momento en que Jehú franqueaba la puerta de la ciudad, ella
le dijo: “¿Cómo te va, Zimrí, asesino de su señor?”. 32 Jehú alzó la cabeza hacia la ventana y
exclamó: “¿Quién está conmigo? ¿Quién?”. Dos o tres eunucos se inclinaron hacia él, 33 y él
les dijo: “¡Tírenla abajo!”. Ellos la tiraron abajo, y su sangre salpicó la pared y a los caballos,
EM
que la pisotearon. 34 Jehú entró, comió y bebió, y luego dijo: “Encárguense de esta maldita y
sepúltenla, porque al fin de cuentas es hija de rey”. 35 Pero cuando fueron a sepultarla, no
encontraron más que el cráneo, los pies y las manos. 36 Volvieron a comunicárselo a Jehú, y
él dijo: “Así se cumple la palabra que el Señor pronunció por medio de Elías, el tisbita. En la
parcela de Izreel, los perros devorarán la carne de Jezabel; 37 y el cadáver de Jezabel será
como estiércol sobre los campos, de manera que no se podrá decir: Es Jezabel”.
D
Exterminio de las familias realesde Israel y de Judá
10 1 Ajab tenía setenta hijos en Samaría. Jehú escribió unas cartas, y las envió a Samaría, a
los jefes de la ciudad, a los ancianos y a los preceptores de los hijos de Ajab. En ellas decía: 2
“Ahí tienen con ustedes a los hijos de su señor, y tienen también los carros, los caballos, una
LS
ciudad fortificada y un arsenal. Y bien, apenas reciban esta carta, 3 vean cuál es el mejor y el
más capaz entre los hijos de su señor, siéntenlo en el trono de su padre y combatan por la
familia de su señor”.
4 Ellos sintieron mucho miedo y dijeron: “Dos reyes no han podido resistir delante de él, ¿cómo
podremos resistir nosotros?”. 5 Entonces el mayordomo de palacio, el gobernador de la ciudad,
los ancianos y los preceptores mandaron decir a Jehú: “Somos tus servidores y haremos todo
O
lo que nos digas. No proclamaremos rey a nadie. Obra como mejor te parezca”.
6 Jehú les escribió una segunda carta, en la que decía: “Si están de parte mía y aceptan
obedecerme, tomen las cabezas de todos los hijos de su señor y vengan a verme mañana a
O
esta misma hora, a Izreel”. Ahora bien, los setenta hijos del rey estaban repartidos entre las
personas importantes de la ciudad, que los criaban. 7 Cuando recibieron esta carta, tomaron a
los hijos del rey, degollaron a los setenta, pusieron sus cabezas en unas canastas y se las
enviaron a Izreel.
ST
8 Un mensajero fue entonces a informar a Jehú: “Han traído las cabezas de los hijos del rey”.
Él ordenó: “Expónganlas en dos montones a la entrada de la Puerta, hasta la mañana”. 9 A la
mañana, él salió y, puesto de pie, dijo a todo el pueblo: “Ustedes son inocentes. Yo conspiré
contra mi señor y lo maté. Pero a todos estos, ¿quién los ultimó? 10 Sepan entonces que no
caerá por tierra ni una sola palabra del Señor, nada de lo que él dijo contra la casa de Ajab: el
SY
Señor ha cumplido lo que había dicho por medio de su servidor Elías”. 11 Jehú acabó con
todos los que aún quedaban de la casa de Ajab en Izreel, con todos sus nobles, sus familiares
32 En aquellos días, el Señor comenzó a cercenar a Israel. Jazael los derrotó en toda la
O
frontera de Israel, 33 desde el Jordán hacia el Oriente: todo el país de Galaad, el territorio de
Gad, de Rubén, de Manasés, desde Aroer, que está sobre la ribera del torrente Arnón, y
también Galaad y Basán.
EM
34 El resto de los hechos de Jehú y todo lo que él hizo, todas sus hazañas, ¿no está escrito en
el libro de los Anales de los reyes de Israel? 35 Jehú se fue a descansar con sus padres y lo
sepultaron en Samaría. Su hijo Joacaz reinó en lugar de él. 36 Jehú reinó sobre Israel, en
Samaría, durante veintiocho años.
D
El crimen y el interregno de Atalía en Judá (841-835)
2 Crón. 22. 10-12 11 1 Atalía, la madre de Ocozías, al ver que había muerto su hijo, empezó a
exterminar a todo el linaje real. 2 Pero Josebá, hija del rey Jorám y hermana de Ocozías, tomó
a Joás, hijo de Ocozías, lo sacó secretamente de en medio de los hijos del rey que iban a ser
LS
masacrados, y lo puso con su nodriza en la sala que servía de dormitorio. Así lo ocultó a los
ojos de Atalía y no lo mataron. 3 Él estuvo con ella en la Casa del Señor, oculto durante seis
años, mientras Atalía reinaba sobre el país.
4 El séptimo año, Iehoiadá mandó buscar a los centuriones de los carios y de la guardia, y los
hizo comparecer ante él en la Casa del Señor. Hizo con ellos un pacto, comprometiéndolos
bajo juramento, y les mostró al hijo del rey. 5 Luego les impartió esta orden: “Van a hacer lo
O
siguiente: Un tercio de ustedes, el que entra de servicio el día sábado y custodia la casa del
rey, 6 con el tercio que está apostado en la puerta del Sur y el tercio que está apostado en la
puerta de la escolta, montarán guardia en la Casa para vigilar el acceso. 7 Los dos cuerpos
formados por los que dejan el servicio el día sábado, montarán guardia en la Casa del Señor,
ST
junto al rey. 8 Ustedes se pondrán en círculo alrededor del rey, cada uno con las armas en la
mano. Cualquiera que intente forzar las filas morirá. Permanezcan junto al rey dondequiera que
vaya”.
9 Los centuriones ejecutaron exactamente todo lo que les había ordenado el sacerdote
Iehoiadá. Cada uno de ellos tomó a sus hombres –los que entraban de servicio y los que eran
SY
7 Pero el vigesimotercer año del rey Joás, los sacerdotes no habían reparado aún las partes
deterioradas de la Casa. 8 Entonces el rey Joás llamó al sacerdote Iehoiadá y a los demás
sacerdotes, y les dijo: “¿Por qué no reparan las partes deterioradas de la Casa? En adelante,
ya no recibirán más dinero de la gente que conocen, sino que lo entregarán para reparar la
O
Casa”. 9 Los sacerdotes estuvieron de acuerdo en no recibir dinero del pueblo y en tener que
reparar las partes deterioradas de la Casa.
10 Luego el sacerdote Iehoiadá tomó un cofre, le hizo una abertura en la tapa, y lo colocó al
lado del altar, a la derecha de quien entra en la Casa del Señor. Y los sacerdotes guardianes
EM
del umbral depositaban allí todo el dinero que se aportaba para la Casa del Señor. 11 Cuando
veían que había mucho dinero en el cofre, el secretario del rey subía con el sumo sacerdote a
recoger y contar el dinero que se encontraba en la Casa del Señor. 12 Después de haberlo
contado, ponían el dinero en manos de los que dirigían las obras, de los supervisores de la
Casa del Señor, y ellos lo empleaban para pagar a los carpinteros y constructores que
trabajaban en la Casa del Señor, 13 a los albañiles y a los talladores de piedras, y también
para comprar la madera y las piedras talladas con que se reparaba la Casa del Señor. Así se
D
cubrían todos los gastos necesarios para reparar la Casa. 14 Sin embargo, con el dinero que
se aportaba para la Casa del Señor no se hacían fuentes de plata, ni cuchillos, ni aspersorios,
ni trompetas, ni objetos de oro o plata, 15 sino que se lo entregaba a los que dirigían las obras,
y ellos lo empleaban para reparar la Casa del Señor. 16 Y no se pedía cuenta a los hombres
que recibían el dinero para pagar a los obreros, porque obraban a conciencia. 17 El dinero de
LS
los sacrificios de reparación y de los sacrificios por el pecado, no se lo destinaba a la Casa del
Señor, sino que era para los sacerdotes.
18 Por ese entonces, Jazael, rey de Arám, subió a combatir contra Gat y se apoderó de ella.
Luego Jazael se dispuso a subir contra Jerusalén. 19 Joás, rey de Judá, tomó todos los objetos
que habían consagrado Josafat, Jorám y Ocozías, sus padres, reyes de Judá, y los que él
mismo había consagrado, así como también todo el oro que había en los tesoros de la Casa
O
del Señor y de la casa del rey, y envió todo eso a Jazael, rey de Arám. Así este se alejó de
Jerusalén.
20 El resto de los hechos de Joás y todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los
ST
Anales de los reyes de Judá? 21 Sus servidores se sublevaron, urdieron una conspiración y
asesinaron a Joás en Bet Miló, mientras él bajaba hacia Silá. 22 Iozacar, hijo de Simat, y
Iehozabad, hijo de Somer, sus servidores, fueron los que lo hirieron de muerte. Lo sepultaron
con sus padres en la Ciudad de David. Su hijo Amasías reinó en lugar de él.
13 1 El vigésimo tercer año de Joás, hijo de Ocozías, rey de Judá, comenzó a reinar sobre
22 Jazael, rey de Arám, había oprimido a Israel durante todo el tiempo de Joacaz. 23 Pero el
O
Señor se apiadó de los israelitas y les tuvo compasión; se volvió hacia ellos a causa de su
alianza con Abraham, Isaac y Jacob, y no quiso destruirlos: hasta entonces, él no los había
arrojado lejos de su presencia. 24 Jazael, rey de Arám, murió, y su hijo Ben Hadad reinó en
lugar de él. 25 Entonces Joás, hijo de Joacaz, recuperó del poder de Ben Hadad, hijo de
EM
Jazael, las ciudades que Jazael había arrebatado con las armas a su padre Joacaz. Joás lo
derrotó tres veces, y así recuperó las ciudades de Israel
D
se suceden cinco reyes. Mientras tanto, el poderoso Imperio de los asirios despierta de
un prolongado letargo y se extiende peligrosamente hacia las regiones del
Mediterráneo. Israel se alía con el reino arameo de Damasco, en un intento
desesperado por detener el avance. Pero la resistencia es inútil. Al término de un largo
asedio, Samaría cae en poder de las tropas asirias y el reino del Norte ya no volverá a
LS
levantarse de sus ruinas. También el reino de Judá sufre las consecuencias de esta
invasión, quedando sometido a la condición de vasallo.
Para evitar posibles rebeliones, los asirios deportaban masivamente a los pueblos
vencidos. Por eso, una parte importante de la población israelita es llevada al destierro,
y en la región de Samaría se instalan colonos traídos de otros lugares del Imperio. Estos
colonos se fueron mezclando poco a poco con los israelitas salvados de la catástrofe, y
O
de esta unión surgieron los “samaritanos”, enemigos irreconciliables de los judíos (Jn. 4.
9).
14 1 El segundo año de Joás, hijo de Joacaz, rey de Israel, inició su reinado Amasías, hijo de
ST
Joás, rey de Judá. 2 Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años
en Jerusalén. Su madre se llamaba Iehoadán, y era de Jerusalén. 3 Él hizo lo que es recto a
los ojos del Señor, aunque no como su padre David. Obró en todo como lo había hecho su
padre Joás. 4 Sin embargo, no desaparecieron los lugares altos: el pueblo seguía ofreciendo
sacrificios y quemando incienso en los lugares altos.
5 Cuando su poder real quedó plenamente afianzado, mató a los servidores que habían dado
SY
muerte al rey, su padre. 6 Pero no hizo matar a los hijos de los homicidas, cumpliendo lo que
está escrito en la Ley de Moisés, donde el Señor prescribió lo siguiente: “No se hará morir a los
O
medio de su servidor el profeta Jonás, hijo de Amitai, que era de Gat Jéfer. 26 Porque el Señor
había visto la amarga humillación de Israel, donde no había ni esclavo, ni hombre libre, ni
nadie que socorriera a Israel. 27 El Señor no había decidido borrar el nombre de Israel debajo
del cielo, y lo salvó por medio de Jeroboám, hijo de Joás.
EM
28 El resto de los hechos de Jeroboám y todo lo que él hizo, así como la valentía con que
combatió y cómo recuperó para Israel a Damasco y Jamat, que habían pertenecido a Judá,
¿no está escrito todo eso en el libro de los Anales de los reyes de Israel? 29 Jeroboám se fue
a descansar con sus padres, con los reyes de Israel. Su hijo Zacarías reinó en lugar de él.
D
2 Crón. 26. 3-4, 19-23
15 1 El año vigésimo séptimo de Jeroboám, rey de Israel, inició su reinado Azarías, hijo de
Amasías, rey de Judá. 2 Tenía dieciséis años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y
LS
dos años en Jerusalén. Su madre se llamaba Jecolías, y era de Jerusalén. 3 Él hizo lo que es
recto a los ojos del Señor, tal como lo había hecho su padre Amasías. 4 Sin embargo, no
desaparecieron los lugares altos: el pueblo seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso
en los lugares altos.
5 El Señor hirió al rey, y éste se enfermó de lepra hasta el día de su muerte. Por eso tuvo que
recluirse en una casa apartada, y Jotám, el hijo del rey, estaba al frente del palacio y
O
6 El resto de los hechos de Azarías y todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los
Anales de los reyes de Judá? 7 Azarías se fue a descansar con sus padres, y lo sepultaron con
O
8 El trigésimo octavo año de Azarías, rey de Judá, comenzó a reinar sobre Israel, en Samaría,
ST
Zacarías, hijo de Jeroboám, y reinó seis meses. 9 Él hizo lo que es malo a los ojos del Señor,
como lo habían hecho sus padres: no se apartó de los pecados con que Jeroboám, hijo de
Nebat, había hecho pecar a Israel. 10 Salúm, hijo de Iabés, conspiró contra él, lo hirió de
muerte en Ibleám y reinó en lugar de él.
11 El resto de los hechos de Zacarías está escrito en el libro de los Anales de los reyes de
SY
Israel. 12 Esta era la palabra que el Señor había dicho a Jehú: “Tus hijos se sentarán en el
trono de Israel hasta la cuarta generación”. Y así fue.
31 El resto de los hechos de Pécaj, todo lo que él hizo, está escrito en el libro de los Anales de
los reyes de Israel.
O
El reinado de Jotám en Judá (740-735)
EM
32 El segundo año de Pécaj, hijo de Remalías, rey de Israel, inició su reinado Jotám, hijo de
Ozías, rey de Judá. 33 Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años
en Jerusalén. Su madre se llamaba Ierusá, hija de Sadoc. 34 Él hizo lo que es recto a los ojos
del Señor, como lo había hecho su padre Ozías. 35 Sin embargo, no desaparecieron los
lugares altos: el pueblo seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso en los lugares altos.
Jotám fue el que edificó la puerta alta de la Casa del Señor.
D
36 El resto de los hechos de Jotám, todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los
Anales de los reyes de Judá?
37 En aquellos días, el Señor comenzó a lanzar contra Judá a Rasón, rey de Arám, y a Pécaj,
LS
hijo de Remalías. 38 Jotám se fue a descansar con sus padres, y fue sepultado con ellos en la
Ciudad de David, su padre. Su hijo Ajaz reinó en lugar de él.
2 Crón. 28. 1-4 16 1 El decimoséptimo año de Pécaj, hijo de Remalías, inició su reinado Ajaz,
hijo de Jotám, rey de Judá. 2 Ajaz tenía veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis
O
años en Jerusalén. Él no hizo lo que es recto a los ojos del Señor, su Dios, a diferencia de su
padre David. 3 Siguió el camino de los reyes de Israel; incluso inmoló a su hijo en el fuego,
según las costumbres abominables de las naciones que el Señor había desposeído delante de
los israelitas. 4 Ofreció sacrificios y quemó incienso en los lugares altos, sobre las colinas y
O
La invasión siro-efraimita
ST
5 Entonces Resín, rey de Arám, y Pécaj, hijo de Remalías, rey de Israel, subieron a combatir
contra Jerusalén. Asediaron a Ajaz, pero no pudieron entrar en combate. 6 Fue en aquel
tiempo cuando Resín, rey de Arám, recuperó a Elat para Arám. Él desalojó de Elat a los judíos,
y los edomitas entraron en Elat, donde han permanecido hasta el día de hoy.
7 Ajaz envió mensajeros a Tiglat Piléser, rey de Asiria, para decirle: “Soy tu servidor y tu hijo;
O
Reflexión sobre la ruina del reino del Norte
7 Esto sucedió porque los israelitas pecaron contra el Señor, su Dios, que los había hecho
subir del país de Egipto, librándolos del poder del Faraón, rey de Egipto, y porque habían
EM
venerado a otros dioses. 8 Ellos imitaron las costumbres de las naciones que el Señor había
desposeído delante de los israelitas, y las que habían introducido los reyes de Israel. 9 Los
israelitas perpetraron contra el Señor, su Dios, acciones indebidas: se edificaron lugares altos
en todas sus ciudades, tanto en las torres de guardia como en las plazas fuertes; 10 se
erigieron piedras conmemorativas y postes sagrados sobre todas las colinas elevadas y bajo
todo árbol frondoso; 11 allí, en los lugares altos, quemaron incienso como las naciones que el
Señor había desterrado delante de ellos; cometieron malas acciones para provocar al Señor 12
D
y sirvieron a los ídolos, aunque el Señor les había dicho: “No harán nada de eso”.
13 El Señor había advertido solemnemente a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y
videntes, diciendo: “Vuelvan de su mala conducta y observen mis mandamientos y mis
preceptos, conforme a toda la Ley que prescribí a sus padres y que transmití por medio de mis
LS
servidores los profetas”. 14 Pero ellos no escucharon, y se obstinaron como sus padres, que
no creyeron en el Señor, su Dios. 15 Rechazaron sus preceptos y la alianza que el Señor
había hecho con sus padres, sin tener en cuenta sus advertencias. Fueron detrás de ídolos
vanos, volviéndose así vanos ellos mismos, por ir detrás de las naciones que los rodeaban,
aunque el Señor les había prohibido obrar como ellas. 16 Abandonaron todos los
mandamientos del Señor, su Dios, y se hicieron ídolos de metal fundido –¡dos terneros!–
erigieron un poste sagrado, se postraron delante de todo el Ejército de los cielos y sirvieron a
O
Baal. 17 Inmolaron a sus hijos y a sus hijas en el fuego, practicaron la adivinación y la magia, y
se vendieron para hacer lo que el Señor reprueba, provocando su indignación. 18 El Señor se
irritó tanto contra Israel, que lo arrojó lejos de su presencia. Sólo quedó la tribu de Judá. 19
Pero tampoco Judá observó los mandamientos del Señor, su Dios, sino que imitó las
O
costumbres que había introducido Israel. 20 Y el Señor rechazó a toda la raza de Israel: los
humilló y entregó en manos de salteadores, hasta que al fin los arrojó lejos de su presencia.
21 Cuando el Señor arrancó a Israel de la casa de David, y fue proclamado rey Jeroboám, hijo
ST
de Nebat, este alejó del Señor a Israel y le hizo cometer un gran pecado. 22 Los israelitas
imitaron todos los pecados que había cometido Jeroboám, y no se apartaron de ellos, 23 tanto
que al fin el Señor apartó a Israel de su presencia, conforme a lo que había dicho por medio de
todos sus servidores los profetas. Así Israel fue deportado lejos de su suelo, a Asiria, hasta el
día de hoy.
SY
Pero la trágica y prematura muerte de este rey reformador, hunde de nuevo a Judá en el
desaliento y la confusión. Durante varios años, se busca una salida por medio de
diversas alianzas con Egipto. Hasta que al fin, esta política fluctuante provoca la ira de
Nabucodonosor, rey de Babilonia, que asedia a Jerusalén y destruye la Ciudad santa y
el Templo. Después del saqueo, una gran parte de la población es llevada al exilio, y así
O
desaparece el reino de Judá.
Con este cuadro sombrío concluye el segundo libro de los Reyes. Sin embargo, el relato
de la liberación del rey Joaquín, que estaba exiliado en Babilonia (25.27-30), parece
EM
proyectar un tenue rayo de luz. El futuro queda abierto a la insondable acción de Dios.
18 1 El tercer año de Oseas, hijo de Elá, rey de Israel, inició su reinado Ezequías, hijo de Ajaz,
D
rey de Judá. 2 Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en
Jerusalén. Su madre se llamaba Abí, hija de Zacarías. 3 Él hizo lo que es recto a los ojos del
Señor, tal como lo había hecho su padre David. 4 Hizo desaparecer los lugares altos, rompió
las piedras conmemorativas, taló el poste sagrado e hizo pedazos la serpiente de bronce que
había hecho Moisés, porque hasta esos días los israelitas le quemaban incienso; se la llamaba
LS
Nejustán.
9 El cuarto año del rey Ezequías, que era el séptimo año de Oseas, hijo de Elá, rey de Israel,
Salmanasar, rey de Asiria, subió contra Samaría y la sitió. 10 Al cabo de tres años la
conquistaron: en el sexto año de Ezequías, que era el noveno año de Oseas, rey de Israel, fue
tomada Samaría. 11 El rey de Asiria deportó a los israelitas a Asiria y los estableció en Jalaj, y
ST
también junto al Jabor, río de Gozán, y en las ciudades de los medos. 12 Esto sucedió porque
no habían escuchado la voz del Señor, su Dios, y habían transgredido su alianza; todo lo que
había mandado Moisés, el servidor del Señor, ellos no lo habían escuchado ni practicado.
O
¿hubo alguno que librara de mi mano a su propio país, para que el Señor libre de mi mano a
Jerusalén?”.
36 El pueblo guardó silencio y no le respondió ni una sola palabra, porque esta era la orden del
EM
rey: “No le respondan nada”. 37 Eliaquím, hijo de Jilquías, el mayordomo de palacio, Sebná, el
secretario, y Joaj, hijo de Asaf, el archivista, se presentaron ante Ezequías con sus vestiduras
desgarradas, y le informaron de las palabras del copero mayor.
D
19 1 Cuando el rey Ezequías oyó esto, rasgó sus vestiduras, se cubrió con un sayal y fue a la
Casa del Señor. 2 Además, envió al mayordomo de palacio Eliaquím, al secretario Sebná y a
los sacerdotes más ancianos, todos cubiertos de sayales, para decir al profeta Isaías, hijo de
Amós: 3 “Así habla Ezequías: Hoy es un día de angustia, de castigo y de oprobio, porque los
LS
hijos están a punto de nacer, pero no hay fuerza para darlos a luz. 4 Tal vez el Señor, tu Dios,
escuche las palabras del copero mayor, a quien el rey de Asiria, su señor, envió para insultar al
Dios viviente, y el Señor tu Dios, lo castigue por las palabras que ha escuchado. Eleva
entonces una plegaria por el resto que todavía subsiste”.
5 Los servidores del rey Ezequías fueron a ver a Isaías, 6 y este les dijo: “Díganle a su señor:
Así habla el Señor: No temas por las palabras que has oído, y con las que me ultrajaron los
O
lacayos del rey de Asiria. 7 Yo mismo pondré un espíritu en él y, apenas oiga una noticia,
regresará a su país; y yo lo haré caer bajo la espada en su propio país”.
8 El copero mayor regresó y se encontró con el rey de Asiria, que estaba atacando a Libná. 9
O
Él había oído, en efecto, que el rey se había retirado de Laquis, al recibir la noticia de que
Tirjacá, rey de Cus, se había puesto en campaña para combatirlo.
Senaquerib envió de nuevo mensajeros a Ezequías para decirle: 10 “Hablen así a Ezequías,
rey de Judá: Que no te engañe tu Dios, en quien confías, haciéndote pensar que Jerusalén no
será entregada en manos del rey de Asiria. 11 Tú has oído, seguramente, lo que hicieron los
SY
reyes de Asiria a todos los países, al consagrarlos al exterminio total. ¿Y tú te vas a librar? 12
¿Libraron acaso sus dioses a esas naciones que mis padres han destruido, a Gozán, Jarán,
cuándo entras,
O
y cuándo tiemblas de rabia contra mí.
EM
y tu insolencia ha subido a mis oídos,
D
por donde habías venido.
29 Y esto te servirá de señal: Este año se comerá del grano caído, y el año próximo,
LS
de lo que brote espontáneamente; pero al tercer año, siembren y cosechen, planten viñas y
coman de sus frutos. 30 Los sobrevivientes de la casa de Judá, los que todavía queden,
echarán de nuevo raíces por debajo, y producirán frutos por arriba. 31 Porque de Jerusalén
saldrá un resto, y del monte Sión, algunos sobrevivientes. El celo del Señor de los ejércitos
hará todo esto. 32 Por eso, así habla el Señor acerca del rey de Asiria:
O
levantará contra ella un terraplén. 33 Se volverá por el mismo camino, sin entrar en esta ciudad
O
–oráculo del Señor–. 34 Yo protegeré a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David,
mi servidor”.
ST
35 Aquella misma noche, el Ángel del Señor salió e hirió en el campamento de los asirios a
ciento ochenta y cinco mil hombres. Y cuando los demás se levantaron por la mañana, vieron
SY
que todos eran cadáveres, que estaban muertos. 36 Entonces Senaquerib, rey de Asiria,
levantó el campamento, emprendió el regreso y se quedó en Nínive. 37 Un día, mientras
O
20 El resto de los hechos de Ezequías, sus proezas, todo lo que él hizo, la cisterna y el canal
que construyó para llevar el agua a la ciudad, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los
reyes de Judá? 21 Ezequías fue a descansar con sus padres, y su hijo Manasés reinó en lugar
EM
de él.
D
21 1 Manasés tenía doce años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y cinco años en
Jerusalén. Su madre se llamaba Jefsibá. 2 Él hizo lo que es malo a los ojos del Señor,
siguiendo las costumbres abominables de las naciones que el Señor había desposeído delante
de los israelitas. 3 Reedificó los lugares altos que había hecho desaparecer su padre
LS
Ezequías; erigió altares a Baal, hizo un poste sagrado como lo había hecho Ajab, rey de Israel,
y se postró delante de todo el Ejército de los cielos y lo sirvió. 4 Edificó altares en la Casa del
Señor, de la que el Señor había dicho: “En Jerusalén pondré mi Nombre”. 5 Edificó altares a
todo el Ejército de los cielos en los dos atrios de la Casa del Señor. 6 Inmoló a su hijo en el
fuego, practicó la astrología y la magia, e instituyó nigromantes y adivinos. Persistió en hacer lo
que es malo a los ojos del Señor, provocando su indignación. 7 La estatua de Aserá que había
hecho, la instaló en la Casa de la que el Señor había dicho a David y a su hijo Salomón: “En
O
esta Casa y en Jerusalén, que yo elegí entre todas las tribus de Israel, pondré mi Nombre para
siempre. 8 Ya no permitiré que Israel ande errante lejos del suelo que di a sus padres, con tal
que se empeñen en practicar todo lo que les he mandado, conforme a toda la Ley que les
prescribió mi servidor Moisés”. 9 Pero ellos no escucharon, y Manasés los extravió, de manera
O
que obraron peor que las naciones que el Señor había exterminado delante de los israelitas.
10 Entonces el Señor habló por medio de sus servidores los profetas, en estos términos: 11
“Porque Manasés, rey de Judá, cometió estas abominaciones, porque superó en maldad a
ST
todo lo que habían hecho los amorreos antes que él, y también hizo pecar a Judá con sus
ídolos, 12 por eso, así habla el Señor, el Dios de Israel: Yo haré venir sobre Jerusalén y Judá
una desgracia tal, que le zumbarán los dos oídos al que oiga hablar de ella. 13 Tenderé sobre
Jerusalén la cuerda de Samaría y el nivel de la casa de Ajab, y limpiaré a Jerusalén como se
limpia un plato, y una vez limpio, se lo vuelve boca abajo. 14 Rechazaré al resto de mi
herencia, los entregaré en manos de sus enemigos, y serán el botín y la presa de todos sus
SY
enemigos, 15 porque han hecho lo que es malo a mis ojos y no han cesado de provocar mi
indignación, desde el día en que sus padres salieron de Egipto hasta el día de hoy”.
8 El sumo sacerdote Jilquías dijo al secretario Safán: “He encontrado el libro de la Ley en la
O
Casa del Señor”. Jilquías entregó el libro a Safán, y este lo leyó. 9 Luego el secretario Safán se
presentó ante el rey, y le informó, diciendo: “Tus servidores han volcado la plata que se
encontraba en la Casa y se la entregaron a los que dirigen las obras, a los encargados de
supervisar la Casa del Señor”. 10 Luego el secretario Safán anunció al rey: “Jilquías, el
EM
sacerdote, me ha dado un libro”. Y Safán lo leyó delante del rey.
11 Cuando el rey oyó las palabras del libro de la Ley, rasgó sus vestiduras, 12 y dio esta orden
D
a Jilquías, el sacerdote, a Ajicám, hijo de Safán, a Acbor, hijo de Miqueas, a Safán, el
secretario, y a Asaías, el servidor del rey: 13 “Vayan a consultar al Señor por mí, por todo el
pueblo y por todo Judá, acerca de las palabras de este libro que ha sido encontrado. Porque es
grande el furor del Señor que se ha encendido contra nosotros, ya que nuestros padres no han
obedecido a las palabras de este libro y no han obrado conforme a todo lo que está escrito en
LS
él”.
14 El sacerdote Jilquías, Ajicám, Acbor, Safán y Asaías fueron a ver a la profetisa Julda,
esposa de Salúm, hijo de Ticvá, hijo de Jarcás, el encargado del vestuario. Ella habitaba en
Jerusalén, en el barrio nuevo. Y cuando terminaron de hablar, 15 les dijo: “Así habla el Señor,
el Dios de Israel: Díganle al hombre que los ha enviado: 16 Así habla el Señor: Yo voy a traer
una desgracia a este lugar y sobre sus habitantes, cumpliendo así todas las palabras del libro
O
que ha leído el rey de Judá. 17 Porque me han abandonado y han quemado incienso a otros
dioses, provocando mi indignación con toda la obra de sus manos, mi furor se ha encendido
contra este lugar, y no se extinguirá. 18 Pero al rey de Judá que los envía a consultar al Señor,
le dirán: Así habla el Señor, el Dios de Israel: En lo que respecta a las palabras que has
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escuchado... 19 Porque tu corazón se ha conmovido y te has humillado delante del Señor al oír
lo que dije contra este lugar y contra sus habitantes, a saber, que se convertirán en una
devastación y en una maldición; porque has rasgado tus vestiduras y has llorado delante de
mí, también yo he escuchado –oráculo del Señor–. 20 Por eso, voy a reunirte con tus padres:
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serás sepultado en paz y tus ojos no verán nada de la desgracia que atraeré sobre este lugar”.
Ellos llevaron la respuesta al rey.
23 1 El rey mandó que se reunieran junto a él todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. 2
16 Al darse vuelta, Josías divisó las tumbas que había allí, sobre la montaña; mandó recoger
los huesos de esas tumbas y los quemó sobre el altar: así lo profanó, conforme a la palabra del
Señor que había proclamado el hombre de Dios, mientras Jeroboám estaba de pie junto al
O
altar, durante la fiesta. Al darse vuelta, Josías levantó los ojos y vio la tumba del hombre de
Dios que había proclamado estas cosas, 17 y preguntó: “¿Qué mausoleo es ese que veo?”. La
gente de la ciudad le respondió: “Es la tumba del hombre de Dios que vino de Judá y proclamó
las cosas que tú acabas de hacer contra el altar de Betel”. 18 “Déjenla, dijo el rey; que nadie
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remueva sus huesos”. Así fueron respetados sus huesos y los del profeta que había venido de
Samaría.
19 Josías hizo desaparecer también todas las casas de los lugares altos que se encontraban
en las ciudades de Samaría, y que habían hecho los reyes de Israel para provocar la
indignación del Señor: hizo con ellas lo mismo que había hecho en Betel. 20 Inmoló sobre los
altares a todos los sacerdotes de los lugares altos que había allí, y quemó sobre ellos huesos
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humanos. Luego regresó a Jerusalén.
La celebración de la Pascua
2 Crón. 35. 1, 18-19 21 El rey dio esta orden a todo el pueblo: “Celebren una Pascua en honor
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del Señor, su Dios, como está escrito en este libro de la Alianza”. 22 Porque no se había
celebrado una Pascua como aquella desde el tiempo en que los Jueces habían gobernado a
Israel, ni durante todo el tiempo de los reyes de Israel y de Judá. 23 Fue en el año decimoctavo
del rey Josías cuando se celebró esta Pascua en honor del Señor, en Jerusalén.
24 Josías eliminó también a los nigromantes, los adivinos, los ídolos familiares, los fetiches y
todas las monstruosidades que se veían en el país de Judá y en Jerusalén, para cumplir las
palabras de la Ley, escritas en el libro que el sacerdote Jilquías encontró en la Casa del Señor.
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25 Antes de Josías no hubo otro rey como él, que se convirtiera al Señor con todo su corazón,
con toda su alma y con todas sus fuerzas, conforme a toda la Ley de Moisés. Y después de él
no surgió otro igual. 26 Sin embargo, el Señor no aplacó el ardor de su ira, que se había
encendido contra Judá a causa de la gran indignación que le había provocado Manasés. 27 El
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Señor dijo: “También apartaré de mi presencia a Judá, como aparté a Israel. Y rechazaré a
esta ciudad que elegí, a Jerusalén, y a la Casa de la que dije: Allí estará mi Nombre”.
28 El resto de los hechos de Josías y todo lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los
7 El rey de Egipto no volvió a salir de su país, porque el rey de Babilonia se había apoderado
de todo lo que pertenecía al rey de Egipto, desde el Torrente de Egiptohasta el río Éufrates.
O
El reinado de Joaquín y la primera deportación de Judá (598-597)
2 Crón. 36. 9-10 8 Joaquín tenía dieciocho años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses
en Jerusalén. Su madre se llamaba Nejustá, hija de Elnatán, y era de Jerusalén. 9 Él hizo lo
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que es malo a los ojos del Señor, tal como lo había hecho su padre.
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del Señor y los tesoros de la casa del rey, y rompió todos los objetos que Salomón, rey de
Judá, había hecho para la Casa del Señor, como lo había anunciado el Señor. 14 Deportó a
todo Jerusalén, a todos los jefes y a toda la gente rica –diez mil deportados– además de todos
los herreros y cerrajeros: sólo quedó la gente más pobre del país. 15 Deportó a Joaquín a
Babilonia; y también llevó deportados de Jerusalén a Babilonia a la madre y a las mujeres del
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rey, a sus eunucos y a los grandes del país. 16 A todos los guerreros – en número de siete
mil– a los herreros y cerrajeros –en número de mil– todos aptos para la guerra, el rey de
Babilonia los llevó deportados a su país.
17 El rey de Babilonia designó rey, en lugar de Joaquín, a su tío Matanías, a quien le cambió el
nombre por el de Sedecías.
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18 Sedecías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. Su
madre se llamaba Jamutal, hija de Jeremías, y era de Libná. 19 Él hizo lo que es malo a los
ojos del Señor, tal como lo había hecho Joaquín. 20 Esto sucedió en Jerusalén y en Judá a
causa de la ira del Señor, hasta que al fin él los arrojó lejos de su presencia. Sedecías se
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25 1 El noveno año del reinado de Sedecías, el día diez del décimo mes, Nabucodonosor, rey
de Babilonia, llegó con todo su ejército contra Jeru-salén; acampó frente a la ciudad y la
22 A la población que había quedado en el país, la que había dejado Nabucodonosor, rey de
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Babilonia, el rey le puso como gobernador a Godolías, hijo de Ajicám, hijo de Safán. 23 Todos
los jefes de las tropas, lo mismo que sus hombres, se enteraron de que el rey de Babilonia
había nombrado gobernador a Godolías, y se presentaron ante él en Mispá: eran Ismael, hijo
de Natanías, Iojanán, hijo de Caréaj, Seraías, hijo de Tanjumet, el netofita, y Iazanías, hijo del
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maacatita, junto con sus hombres. 24 Godolías les hizo un juramento, a ellos y a sus hombres,
y les dijo: “No tengan miedo de servir a los caldeos; permanezcan en el país, sirvan al rey de
Babilonia, y les irá bien”.
El asesinato de Godolías
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25 Pero en el séptimo mes, Ismael, hijo de Natanías, hijo de Elisamá, que era de estirpe real,
llegó con diez hombres, y ellos mataron a Godolías y a los judíos y caldeos que estaban con él
en Mispá. 26 Entonces todo el pueblo, desde el más pequeño hasta el más grande, y los jefes
de las tropas, partieron y se fueron a Egipto, por miedo a los caldeos.
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La liberación del rey Joaquín en Babilonia
27 El trigésimo séptimo año de la deportación de Joaquín, rey de Judá, el día veintisiete del
duodécimo mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, en el año de su entronización, indultó a
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toda su vida.
1 2. “Baal Zebub”, que significa “señor de las moscas”, es una deformación despectiva de “Baal
Zebul”, es decir, “Baal el Príncipe”. Ver Mt. 12. 24.
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2 1-18. La vocación de Eliseo se relata dos veces: la primera vez en 1 Rey. 19. 19-21 y la
segunda en este célebre pasaje. La diferencia entre ambas narraciones se debe a que
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5 1. Sin duda se trata de una “victoria” sobre Israel.
1 La “tierra” de Israel, santificada por la presencia del Señor, servirá para edificar el altar
donde Naamán ofrecerá sus sacrificios. Sobre la impureza del suelo extranjero, contaminado
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por la presencia de los ídolos, ver Am. 7. 17; Os. 9. 3-4.
2 “Rimón”, en arameo Ramán, era uno de los nombres de Hadad, el dios sirio de la
tempestad y las lluvias (Zac. 12. 11).
24. El “Ofel” era probablemente una altura situada en las cercanías de Samaría.
6 8-9. Los relatos anteriores destacaban, sobre todo, la actividad de Eliseo como taumaturgo.
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A partir de ahora, en cambio, se lo ve participar decisivamente en la vida política de Israel. La
cronología de los hechos y la identidad de algunos personajes, en particular de los reyes
arameos, resultan en muchos casos inciertas.
13. “Dotán” se encontraba a unos veinte kilómetros al norte de Samaría. 28-29. Ver Lev.
LS
26. 29; Deut. 28. 53-57; Jer. 19. 9; Ez 5. 10; Lam. 2. 20; 4. 10.
31. Es probable que Eliseo haya aconsejado resistir hasta el final, contando con el apoyo
divino. Ahora el rey de Israel se encuentra en una situación desesperada, y por eso pronuncia
este juramento contra el profeta. La desesperación del rey contrasta con la serenidad de
Eliseo, que preanuncia la inminente liberación (7. 1-2).
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71. El profeta alude a la caída en los precios de los alimentos, como consecuencia inmediata
del fin del asedio.
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a 8 16. Según parece, Jorám reinó junto con su padre Josafat entre los años 848 y 846
b C.
26. En realidad, “Atalía” era hija de Ajab (v. 18) y nieta de Omrí, el fundador de la dinastía.
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9 1-3. La rebelión de Jehú contra la dinastía de Ajab, culpable de favorecer el culto de Baal en
detrimento de la fe tradicional de Israel, contaba con el apoyo decidido de las corporaciones
proféticas que se agrupaban en torno a Eliseo. Ver 1 Rey. 19. 16.
22. Jehú, al igual que los profetas, considera una prostitución la infidelidad de Israel al Señor.
Las “brujerías” incluyen todas las prácticas mágicas y maleficios tan comunes en las religiones
SY
14. 3; Deut. 3. 17; Jos. 3. 16. El cambio de nombre es una afirmación de dominio.
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19. “Laquis” distaba de Jerusalén unos cuarenta y cinco kilómetros en dirección al sudoeste.
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3 Durante el largo y próspero reinado de Jeroboám II ejercieron su ministerio profético
Amós y Oseas, cuyos oráculos denuncian severamente la injusticia y la idolatría reinantes en
Israel.
25. A este profeta, de quien no se conoce más que el nombre y el lugar de origen, se le
atribuirán más tarde los hechos relatados en el libro de Jonás. “Gat Jéfer” se encontraba en
territorio de Zabulón (Jos. 19. 13), al oeste del lago de Genesaret.
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15 13. “Ozías” es otro nombre del rey Azarías, que aparece también en los escritos proféticos
(Os. 1. 1; Am. 1. 1; Is. 1.1; 6.1).
19. “Pul” es el nombre que tomó Tiglat Piléser III, rey de Asiria (745-727 a. C.), cuando entró
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victoriosamente en Babilonia.
27. El estudio de la cronología de los reyes de Israel y de Judá muestra que “Pécaj” reinó a lo
más cinco años.
29. “Tiglat Piléser” inauguró la práctica de las deportaciones masivas, para evitar posibles
insurrecciones de los pueblos sometidos.
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16 3. Sobre la práctica de los sacrificios humanos, condenada por la Ley, ver nota Jc.
11. 30-31.
5. “Resín” es el nombre hebreo de “Rasón” (15. 37) y fue el último rey de Damasco, antes de
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ser conquistada por los asirios. Esta coalición de Arám y de Israel contra Judá fue la ocasión
en que el profeta Isaías pronunció los célebres oráculos de los caps. 7-8 de su Libro.
7-8. A pesar de la oposición de Isaías (7. 3-4), Ajaz trata de librarse del asedio declarándose
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18. Probablemente, se trate de ciertos signos exteriores de soberanía, que el rey Ajaz decidió
suprimir para expresar su sometimiento al rey de Asiria.
Después de la caída de Jerusalén, en el 587 a. C., una buena parte de la población de Judá
fue deportada a Babilonia, hasta que Ciro el Persa autorizó el regreso de los desterrados a su
O
país de origen. Así comenzó para Israel una nueva etapa, y los repatriados tuvieron que
emprender la ardua tarea de reconstruir la comunidad nacional y religiosa. Esta grave crisis
constituyó un verdadero desafío para la comunidad judía. El profeta Natán había prometido a
David una dinastía eterna. Pero ¿qué valor podía tener esa promesa, si ya la monarquía no era
EM
mas que un recuerdo del pasado? Otros profetas habían anunciado a Israel un futuro glorioso.
¿Cómo dar crédito a esos anuncios en las miserables condiciones presentes?
El peso de estos interrogantes exigía una reinterpretación de toda la historia de Israel. De esta
necesidad surgieron los libros de las CRÓNICAS, que en realidad son una sola obra y forman
una unidad con los libros de Esdras y Nehemías. Su autor fue un levita de Jerusalén, que
escribió hacia el 300 a. C. Esta nueva síntesis histórica abarca desde Adán hasta el retorno a
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Jerusalén del "Resto" de Judá. Pero únicamente dos etapas de la historia bíblica son tratadas
con cierta detención: el reinado de David y su dinastía y la restauración de la comunidad judía.
Los cincuenta años del destierro son pasados por alto, y sólo unas cuantas listas genealógicas
cubren los siglos que van desde los comienzos de la humanidad hasta David.
LS
Según el Cronista, Dios confió a la dinastía davídica el trono de Jerusalén, que es "el trono de
la realeza del Señor sobre Israel" (1 Crón. 28. 5). Durante los reinados de David y Salomón, el
Reino de Dios tuvo su más perfecta realización. Pero los sucesores de estos dos primeros
reyes no estuvieron a la altura de la misión que el Señor les había encomendado. Sólo tres de
ellos -Josafat, Ezequías y Josías- siguieron los caminos de David. Los demás, a pesar de las
apremiantes advertencias de los Profetas, se apartaron de esta línea de conducta, precipitando
así a Israel en la ruina. La destrucción de Jerusalén y del Templo, la desaparición de la
O
otros documentos que no tienen paralelos en la Biblia y a los que remite explícitamente.
Aunque de ordinario cita sus fuentes textualmente, muchas veces las amplía, las abrevia o
modifica, hasta el punto de que algunas narraciones adquieren un nuevo sentido. Todos estos
retoques redaccionales están destinados a subrayar los temas por los que siente especial
predilección: el Reino davídico, la Ciudad santa de Jerusalén, y el Templo con su "clero" y su
culto.
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El Cronista buscó en la historia y en los escritos sagrados de su Pueblo todo lo que podía
servir de enseñanza para sus contemporáneos. En él se resume el esfuerzo de una comunidad
La descendencia de Sem
17 Los descendientes de Sem fueron Elám, Asur, Arpaxad, Lud y Arám. Los descendientes de
Arám fueron Us, Jul, Guéter y Mésec.
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18 Arpaxad fue padre de Sélaj y este fue padre de Eber. 19 Eber tuvo dos hijos; el nombre del
primero era Péleg, porque fue en su tiempo cuando se dividió la tierra. Su hermano se llamaba
Ioctán.
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20 Ioctán fue padre de Almodad, Sélef, Jasarmávet, Iéraj, 21 Hadorám, Uzal, Diclá, 22 Ebal,
Abimael, Sabá, 23 Ofir, Javilá y Iobab. Todos estos fueron descendientes de Ioctán.
De Sem a Abraham
24 Sem, Arpaxad, Sélaj, 25 Pélej, Reú, 26 Serug, Najor, Téraj, 27 Abrám, o sea, Abraham. 28
Los hijos de Abraham fueron Isaac e Ismael. 29 Esta fue su descendencia:
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La descendencia de Ismael
El primogénito de Ismael fue Nebaiot; luego, Quedar, Abdeel, Mibsám, 30 Mismá, Dumá,
Masá, Jadad, Temá, 31 Ietur, Nafis y Quedmá. Estos son los hijos de Ismael.
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32 Descendientes de Queturá, concubina de Abraham: ella dio a luz a Zimrán, Iocsán, Medán,
Madián, Isbac y Súaj. Los hijos de Iocsán fueron Sabá y Dedán. 33 Los hijos de Madián fueron
Efá, Efer, Henoc, Abidá y Eldaá. Todos estos son descendientes de Queturá.
34 Abraham fue padre de Isaac. Los hijos de Isaac fueron Esaú e Israel.
35 Los descendientes de Esaú fueron Elifaz, Reuel, Ieús, Iaelám y Coré. 36 Los hijos de Elifaz
fueron Temán, Omar, Sefí, Gaetám, Quenaz, Timná y Amalec. 37 Los hijos de Reuel fueron
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38 Los descendientes de Seír fueron Lotán, Sobal, Sibeón, Aná, Disón, Eser y Disán. 39 Los
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hijos de Lotán fueron Jorí y Homám; y la hermana de Lotán fue Timná. 40 Los hijos de Sobal
fueron Alián, Manájat, Ebal, Sefí y Onám. Los hijos de Sibeón fueron Aiá y Aná. 41 Los
descendientes de Aná fueron Disón y sus hijos, a saber, Jamrán, Esbán, Itrán y Querán. 42
Los hijos de Eser fueron Bilhán, Zaaván y Iaacán. Los hijos de Disán fueron Us y Arán.
43 Los reyes que reinaron en Edóm antes que los israelitas tuvieran un rey son los siguientes:
18 Caleb, hijo de Jesrón, tuvo hijos con Azubá, su mujer, y con Ieriot. Sus hijos fueron Ieser,
Sobab y Ardón. 19 Cuando murió Azubá, Caleb tomó por esposa a Efratá, y de ella le nació
Jur. 20 Jur fue padre de Urí, y Urí fue padre de Besalel.
21 Después Jesrón se unió a la hija de Maquir, padre de Galaad. Él tenía sesenta años cuando
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la tomó por esposa, y de ella le nació Segub. 22 Segub fue padre de Iaír, el cual fue dueño de
veintitrés ciudades en el país de Galaad, 23 pero Guesur y Arám le quitaron los campamentos
de Iaír, y además, Quenat y sus poblados: sesenta ciudades en total.
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Todos ellos eran descendientes de Maquir, padre de Galaad.
24 Cuando murió Jesrón, Caleb se unió a Efratá, la esposa de su padre Jesrón, y de ella nació
Asjur, padre de Técoa.
La descendencia de Ierajmeel
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25 Los descendientes de Ierajmeel, el primogénito de Jesrón fueron Ram, su primogénito,
Buná, Orén, Osém y Ajías. 26 Ierajmeel tuvo otra mujer, llamada Atará, que fue la madre de
Onám.
34 Sesán no tuvo hijos, sino hijas; él tenía también un esclavo egipcio que se llamaba Iarjá, 35
a quien dio como esposa a una de sus hijas, y esta fue madre de Atai. 36 Atai fue padre de
Natán; Natán fue padre de Zabad; 37 Zabad fue padre de Eflal; Eflal fue padre de Obed; 38
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Obed fue padre de Jehú; Jehú fue padre de Azarías; 39 Azarías fue padre de Jeles; Jeles fue
padre de Elasá; 40 Elasá fue padre de Sismai; Sismai fue padre de Salúm; 41 Salúm fue padre
de Iecamías; Iecamías fue padre de Elisamá.
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Bet Sur.
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Mesulám, Jasubá, Ohel, Berequías, Jasadías y Iusab Jésed: cinco en total. 21 El hijo de
Jananías fue Pelatías; el hijo de Pelatías, Isaías; el hijo de Isaías, Refaías; el hijo de Refaías,
Arnán; el hijo de Arnán, Abdías; el hijo de Abdías, Secanías. 22 Los hijos de Secanías fueron
Semaías, Jatús, Igal, Baríaj, Nearías y Safat: seis en total. 23 Los hijos de Nearías fueron
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Elioenai, Ezequías, Azricam: tres en total. 24 Los hijos de Elioenai fueron Hodaías, Eliasib,
Pelaías, Acub, Iojanán, Delaías y Ananí: siete en total.
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2 Reaías, hijo de Sobal, fue padre de Iájat; Iájat fue padre de Ajumai y de Lahad. Estas son las
familias de los soreatitas.
3 Los descendientes de Etám fueron Izreel, Ismá e Ibdás. Su hermana se llamaba Haslelponí.
6 Naará dio a luz a Ajuzam, a Jéfer, a los timnitas y a los ajastaritas. Estos son los hijos de
Naará.
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8 Cos fue padre de Anub, de Hasobebá, y de las familias de Ajarjel, hijo de Harum. 9 Pero
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Iabés fue más célebre que sus hermanos, y su madre le puso el nombre de Iabés, diciendo: "Di
a luz con dolor". 10 Iabés invocó al Dios de Israel, exclamando: "Si me bendices
verdaderamente, ensancharás mis fronteras, tu mano estará conmigo y alejarás el mal para
que desaparezca mi aflicción". Y Dios le concedió lo que él había pedido.
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11 Quelub, hermano de Sujá, fue padre de Mejir, que fue a su vez padre de Estón. 12 Estón
fue padre de Bet Rafá, de Paseáj, y de Tejiná, el padre de Ir Najás. Estos son los hombres de
Recá.
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13 Los hijos de Quenaz fueron Otniel y Seraías; los hijos de Otniel, Jatat y Meonatai. 14
41 Los que fueron mencionados por sus nombres, llegaron en tiempos de Ezequías, rey de
Judá, y destruyeron los campamentos de los descendientes de Cam y los refugios que allí se
encontraban, consagrándolos al exterminio total hasta el día de hoy. Allí se establecieron en
lugar de ellos, porque había pasto para sus ganados.
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42 Algunos de los hijos de Simeón –quinientos hombres– fueron a la montaña de Seír, siendo
sus jefes Pelatías, Nearías, Refaías y Uziel, hijos de Isei; 43 y después de derrotar al resto de
Amalec, que había huido, habitaron allí hasta el día de hoy.
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La descendencia de Rubén
5 1 Descendientes de Rubén, el primogénito de Israel. Rubén fue el primero en nacer, pero
como profanó el lecho de su padre, su primogenitura fue entregada a los hijos de José, el hijo
de Israel, y no fue inscrito en las genealogías como el primogénito. 2 Judá, en efecto,
prevaleció entre sus hermanos y de él procede el Príncipe; pero la primogenitura pertenece a
José.
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3 Los descendientes de Rubén, el primogénito de Israel, fueron Henoc, Palú, Jesrón y Carmí.
La descendencia de Joel
4 El hijo de Joel fue Semaías; el hijo de Semaías, Gog; el hijo de Gog, Simei; 5 el hijo de
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Simei, Micá; el hijo de Micá, Reaías; el hijo de Reaías, Baal; 6 el hijo de Baal, Beerá, a quien
Tiglat Piléser, rey de Asiria, llevó cautivo. Este era jefe de los Rubenitas.
7 Sus hermanos, agrupados por familias según sus genealogías, eran Ieiel, el primero, luego
Zacarías, 8 y Belá, hijo de Azaz, hijo de Sema, hijo de Joel.
Estos habitaban en Aroer y se extendían hasta Nebo y Baal Meón. 9 También se extendían
O
hacia el oriente, hasta el borde del desierto que limita con el río Éufrates, porque sus ganados
se habían multiplicado en la tierra de Galaad.
10 En tiempos de Saúl combatieron contra los agareos, y estos cayeron en sus manos. Así
O
La descendencia de Gad
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11 Los hijos de Gad habitaban frente a ellos en la tierra de Basán hasta Salcá. 12 Joel fue el
primero que se estableció en Basán; Sefán, el segundo; luego lo hicieron Ianai y Safat.
13 Sus hermanos, agrupados por familias, fueron Micael, Mesulám, Sebá, Iorai, Iacán, Zía y
Héber: siete en total.
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14 Estos son los hijos de Abijáil, hijo de Jurí, hijo de Iaróaj, hijo de Guilad, hijo de Micael, hijo
de Iesisai, hijo de Iajdó, hijo de Buz. 15 Ají, hijo de Abdiel, hijo de Guní, era jefe de sus familias.
5 El hijo de Gersón fue Libní; el hijo de Libní, Iájat; el hijo de Iájat, Zimá; 6 el hijo de Zimá, Ioaj;
el hijo de Ioaj, Idó; el hijo de Idó, Zéraj; el hijo de Zéraj, Ieotrai.
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7 El hijo de Quehat fue Aminadab; el hijo de Aminadab, Coré; el hijo de Coré, Asir; 8 el hijo de
Asir, Elcaná; el hijo de Elcaná, Ebiasaf; el hijo de Ebiasaf, Asir; 9 el hijo de Asir, Tájat; el hijo de
Tájat, Uriel; el hijo de Uriel, Ozías; el hijo de Ozías, Saúl. 10 Los hijos de Elcaná fueron Amasai
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y Ajimot. 11 El hijo de Ajimot fue Elcaná; el hijo de Elcaná, Sofai; el hijo de Sofai, Nájat; 12 el
hijo de Nájat, Eliab; el hijo de Eliab, Ierojám; el hijo de Ierojám, Elcaná; el hijo de Elcaná,
Samuel. 13 Los hijos de Samuel fueron Joel, el primogénito, y Abías, el segundo.
14 El hijo de Merarí fue Majlí; el hijo de Majlí, Libní; el hijo de Libní, Simei; el hijo de Simei, Uzá;
15 el hijo de Uzá, Simá; el hijo de Zimá, Jaguías; el hijo de Jaguías, Asaías.
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Los cantores y sus familias
16 Estos son los cantores que puso David para dirigir el canto en la Casa del Señor, desde que
el Arca descansó en ella. 17 Ellos servían como cantores ante la Morada –la Carpa del
Encuentro– hasta que Salomón edificó el Templo del Señor en Jerusalén, y prestaban servicio
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conforme a su reglamento.
18 Los que ejercían ese ministerio y sus hijos son los siguientes:
De los descendientes de Quehat: Hemán el cantor, hijo de Joel, hijo de Samuel, 19 hijo de
Elcaná, hijo de Ierojám, hijo de Eliel, hijo de Tóaj, 20 hijo de Suf, hijo de Elcaná, hijo de Májat,
hijo de Amasai, 21 hijo de Elcaná, hijo de Joel, hijo de Azarías, hijo de Sefanías, 22 hijo de
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Tájat, hijo de Asir, hijo de Ebiasaf, hijo de Coré, 23 hijo de Ishar, hijo de Quehat, hijo de Leví,
hijo de Israel.
24 Además, su hermano Asaf, que asistía a su derecha. Asaf era hijo de Berequías, hijo de
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Simá, 25 hijo de Micael, hijo de Baasías, hijo de Malquías, 26 hijo de Etní, hijo de Zéraj, hijo de
Adaías, 27 hijo de Etán, hijo de Zimá, hijo de Simei, 28 hijo de Iájat, hijo de Gersón, hijo de
Leví.
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29 Los hijos de Merarí, sus hermanos, que asistían a su izquierda: eran Etán, hijo de Quisí, hijo
de Abdí, hijo de Maluc, 30 hijo de Jasabías, hijo de Amasías, hijo de Jilquías, 31 hijo de Amsí,
hijo de Baní, hijo de Sémer, 32 hijo de Majlí, hijo de Musí, hijo de Merarí, hijo de Leví.
de Dios. 34 Pero Aarón y sus hijos eran los que quemaban las ofrendas en el altar de los
holocaustos y en el altar de los perfumes: ellos se ocupaban de todo lo concerniente a las
La descendencia de Isacar
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7 1 Los descendientes de Isacar fueron Tolá, Puá, Iasub y Simrón: cuatro en total.
2 Los descendientes de Tolá fueron Uzi, Refaías, Ieriel, Iajmai, Ibsam y Samuel, hombres
EM
valerosos y jefes de las familias de Tolá; su número, en tiempos de David, según sus listas
genealógicas, era de 22.600 hombres.
3 Los descendientes de Uzí fueron Izrajías y los hijos de Izrajías: Micael, Abdías, Joel e Isías:
cinco jefes en total. 4 Ellos tenían divisiones armadas para la guerra, registradas por familias
según sus listas genealógicas, en número de 36.000 hombres, porque tenían muchas mujeres
e hijos. 5 Sus hermanos de todos los clanes de Isacar eran hombres valerosos, 87.000 en
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total, y todos ellos estaban registrados.
La descendencia de Benjamín
8 Los descendientes de Béquer fueron Zemirá, Joás, Eliezer, Elioenai, Omrí, Ieremot, Abías,
Anatot y Alémet; todos estos eran hijos de Béquer. 9 Estaban registrados según sus listas
genealógicas y según los jefes de sus familias, y tenían
O
10 Los descendientes de Iediael fueron Bilhán y los hijos de Bilhán: Ieús, Benjamín, Ehúd,
Quenaaná, Zetán, Tarsis y Ajisájar. 11 Todos estos fueron hijos de Iediael, jefes de familia y
O
La descendencia de Neftalí
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13 Los descendientes de Neftalí fueron Iajasiel, Guní, Iéser y Salúm, hijos de Bilhá.
La descendencia de Manasés
14 Los descendientes de Manasés fueron los siguientes: Asriel, que fue hijo de su concubina
SY
aramea, la cual dio a luz también a Maquir, padre de Galaad. 15 Maquir le dio una esposa a
Jupím y otra a Supím. El nombre de su hermana era Maacá.
La descendencia de Benjamín
8 1 Benjamín fue padre de Bela, su primogénito; de Asbel, su segundo hijo; de Ajraj, el tercero;
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2 de Nojá, el cuarto, y de Rafá, el quinto. 3 Los hijos de Bela fueron Adar, Guerá, padre de
Ehúd, 4 Abisuá, Naamán, Ajoaj, 5 Guerá, Sefufán y Jurám.
6 Los hijos de Ehúd, los jefes de familia de los que vivían en Gueba y a los que hicieron
EM
emigrar a Manájat, 7 fueron Naamán, Ajías y Guerá. Este los condujo en su emigración, y fue
padre de Uzá y Ajijud.
8 Sajaraim tuvo hijos en los campos de Moab, después de haber repudiado a sus mujeres
Jusím y Baará. 9 De su nueva mujer le nacieron Iobab, Sibías, Mesá, Malcón, 10 Ieús, Saquías
y Mirmá. Estos fueron sus hijos, jefes de familia.
D
11 De Jusím le habían nacido Abitub y Elpáal. 12 Los hijos de Elpáal fueron Eber, Misán y
Sémed, el cual edificó Onó, Lud y sus poblados adyacentes.
13 Beriá y Semá fueron jefes de familia de los habitantes de Aialón, los que obligaron a huir a
los habitantes de Gat.
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14 Sus hermanos fueron Sesac y Ieremot.
17 Los hijos de Elpáal fueron Zebadías, Mesulám, Jizquí, Jeber, 18 Ismerai, Izlías y Iobab.
O
19 Los hijos de Simei fueron Iaquím, Zicrí, Zabdí, 20 Elienai, Siletai, Eliel, 21 Adaías, Beraías y
Simrat.
O
22 Los hijos de Sesac fueron Ispán, Eber, Eliel, 23 Abdón, Zicrí, Janán, 24 Ananías, Elám,
Antotías, 25 Ifdías y Penuel.
26 Los hijos de Ierojam fueron Samserai, Sejarías, Atalías, 27 Iaaresías, Elías y Zicrí.
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28 Estos eran los jefes de familia según sus listas genealógicas, y habitaban en Jerusalén.
29 En Gabaón habitaba Abí Gabaón, cuya esposa se llamaba Maacá. 30 Su hijo primogénito
fue Abdón; los otros fueron Sur, Quis, Baal, Ner, Nadab, 31 Guedor, Ajió y Zéquer. 32 Miclot
fue padre de Simá. También estos habitaban en Jerusalén, lo mismo que sus hermanos.
SY
Saúl y su familia
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al sur. 25 Sus hermanos, que habitaban en sus poblados, tenían que ir periódicamente a estar
con ellos durante siete días. 26 Los cuatro jefes de los porteros, en cambio, estaban de
servicio permanentemente. Estos eran los levitas y tenían a su cargo las cámaras y los tesoros
de la Casa de Dios. 27 Pasaban la noche alrededor de la Casa de Dios, porque estaban
EM
encargados de custodiarla y tenían que abrirla todas las mañanas.
28 Algunos de ellos tenían el cuidado de los utensilios del culto, y los contaban cada vez que
los ponían y los sacaban. 29 Otros tenían a su cuidado los utensilios, todos los vasos
sagrados, la harina de las ofrendas, el vino, el aceite, el incienso y los aromas. 30 Pero los que
hacían la mezcla de los perfumes aromáticos eran sacerdotes.
31 Matatías, uno de los levitas, el primogénito de Salúm, el coreíta, estaba encargado
D
permanentemente de las ofrendas que se freían en la sartén. 32 Entre los quehatitas, sus
hermanos, algunos estaban encargados de preparar cada sábado los panes de la ofrenda.
33 También había cantores, jefes de familias levíticas, que vivían en las habitaciones del
templo, exentos de todo otro servicio, porque se ocupaban día y noche de su ministerio.
LS
34 Estos son, según sus listas genealógicas, los jefes de las familias levíticas que habitaban en
Jerusalén.
35 En Gabaón habitaban Abí Gabaón y Ieiel, cuya mujer se llamaba Maacá. 36 Su hijo
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primogénito fue Abdón, y los otros, Sur, Quis, Baal, Ner, Nadab, 37 Guedor, Ajió, Zacarías y
Miclot. 38 Miclot fue padre de Simám. También estos habitaban en Jerusalén, lo mismo que
sus hermanos.
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39 Ner fue padre de Quis. Quis fue padre de Saúl, Saúl fue padre de Jonatán, de Malquisúa,
de Abinadab y de Esbaal. 40 El hijo de Jonatán fue Meribaal. Meribaal fue padre de Micá. 41
Los hijos de Micá fueron Pitón, Mélec, Tajrea 42 y Ajaz. Ajaz fue padre de Iará; Iará fue padre
de Alémet, de Azmavet y de Zimrí; Zimrí fue padre de Mosá; 43 Mosá fue padre de Biná.
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El hijo de Biná fue Refaías; el hijo de Refaías, Elasá; y el hijo de Elasá, Asel. 44 Asel tuvo seis
hijos, que se llamaban Azricám, Bocrú, Ismael, Searías, Abdías y Janán. Estos fueron los hijos
de Asel.
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2 Sam. 23. 8-39
10 Estos son los jefes de los Guerreros de David, que lo sostuvieron durante su reinado, y se
unieron a todo Israel para hacerlo rey, conforme a la palabra del Señor acerca de Israel. 11
EM
Esta es la lista de los Guerreros que tenía David: Iasobám, hijo de Jacmoní, jefe de los Tres,
que empuñó su lanza y mató a más de trescientos de una sola vez.
12 Después de él, Eleazar, hijo de Dodó, el ajotita, uno de los Tres Valientes. 13 Este estaba
con David en Pas Damín, donde los filisteos se habían concentrado para el combate. Allí había
una parcela de campo toda sembrada de cebada, y el pueblo huyó delante de los filisteos. 14
Pero él se apostó en medio del campo, lo defendió y derrotó a los filisteos. Así el Señor
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alcanzó una gran victoria.
15 Tres de los Treinta bajaron juntos a la peña de la cueva de Adulám, donde estaba David,
mientras los filisteos acampaban en el valle de Refaím. 16 David se encontraba entonces en el
refugio y una guarnición filistea estaba en Belén. 17 David manifestó este deseo: "¡Quién me
LS
diera de beber agua del pozo que está junto a la puerta de Belén!". 18 Los Tres Valientes
irrumpieron en el campamento filisteo, sacaron agua del pozo que está junto a la puerta de
Belén y se la llevaron a David. Pero él no quiso beberla y la derramó como libación al Señor,
19 diciendo: "¡Líbreme Dios de hacer tal cosa! ¿Voy a beber la sangre de estos hombres, al
precio de su vida? Ellos la han traído, arriesgando su vida". Y no quiso beber. Esto es lo que
hicieron los Tres Valientes.
O
20 Abisai, hermano de Joab, era el jefe de los Treinta. Él empuñó su lanza contra trescientos
hombres y los mató, ganándose un renombre entre los Treinta. 21 Era el más famoso de ellos,
y fue su jefe, pero no llegó a igualar a los Tres.
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22 Benaías, hijo de Iehoiadá, era un hombre valiente, rico en hazañas, oriundo de Cabsel. Él
mató a los dos héroes de Moab, y fue él quien bajó a la cisterna un día de nieve para matar al
león. 23 También abatió al egipcio que medía dos metros y medio de alto y tenía en su mano
una lanza gruesa como el palo grande de un telar. Benaías lo enfrentó con un garrote, le
ST
arrancó la lanza de la mano y le dio muerte con su propia lanza. 24 Esto es lo que hizo
Benaías, hijo de Iehoiadá, y así se ganó un renombre entre los Treinta Guerreros. 25 Él era el
más famoso de los Treinta, pero no llegó a igualar a los Tres. David lo incorporó a su guardia
personal.
26 Los Guerreros valerosos fueron Asahel, hermano de Joab; Eljanán, hijo de Dodó, de Belén;
SY
27 Samot, de Jarod; Jeles, el pelonita; 28 Irá, hijo de Iqués, de Técoa; Abiézer, de Anatot; 29
Sibecai, de Jusá; IIai, el ajotita; 30 Majrai, de Netofá; Jéled, hijo de Baaná, de Netofá; 31 Itai,
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23 Día tras día David recibía refuerzos, de manera que su campamento llegó a ser
enormemente grande.
EM
Los guerreros que proclamaron rey a David en Hebrón
24 Este es el número de los hombres equipados con sus armas, que se presentaron ante
David en Hebrón, para transferirle el reino de Saúl, conforme a la orden del Señor:
D
Hombres de Simeón, guerreros valerosos para el ejército: 7.100. 27 Hombres de Leví: 4.600;
30 Hombres de Benjamín, parientes de Saúl: 3.000, la mayor parte de los cualeshabían estado
al servicio de la casa de Saúl.31 Hombres de Efraím: 20.800 guerreros valerosos, ilustres en
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33 Hombres de Isacar, expertos en el conocimiento de los tiempos, para discernir lo que Israel
debía hacer: 200 jefes, y todos sus hermanos bajo sus órdenes. 34 Hombres de Zabulón:
50.000 aptos para la guerra, y preparados para combatir
SY
O
2 Sam. 5. 11-16
14 1 Jirám, el rey de Tiro, envió a David mensajeros con maderas de cedro, albañiles y
carpinteros, para edificarle una casa. 2 Así David reconoció que el Señor lo había afianzado
EM
como rey sobre Israel, porque su reino había sido enaltecido a causa de su pueblo Israel.
3 David tomó como esposas a otras mujeres en Jerusalén y tuvo más hijos e hijas. 4 Estos son
los nombres de los hijos que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán y Salomón, 5
Ibjar, Elisúa y Elpálet, 6 Nogá, Néfeg y Iafía, 7 Elisamá, Beeliadá y Elifélet.
D
8 Cuando los filisteos oyeron que habían ungido a David como rey de todo Israel, subieron
para atacarlo. Pero David lo supo y les salió al encuentro. 9 Los filisteos vinieron y se
desplegaron por el valle de Refaím. 10 David entonces consultó a Dios: "¿Debo atacar a los
filisteos? ¿Los entregarás en mis manos?". Y el Señor le respondió: "¡Sube, y yo los entregaré
LS
en tus manos!". 11 Ellos subieron a Baal Perasím, y allí David los derrotó. Entonces dijo: "Dios
ha abierto ante mí una brecha entre mis enemigos, como una brecha abierta por las aguas".
Por eso se llamó a ese lugar Baal Perasím –que significa "Señor de las Brechas"– . 12 Los
filisteos abandonaron allí a sus dioses, y David dijo: "¡Que sean arrojados al fuego!".
13 Los filisteos volvieron a desplegarse por el valle. 14 David consultó nuevamente a Dios, y él
le respondió: "¡No subas a perseguirlos! Da una vuelta por detrás de ellos y enfréntalos desde
O
el lado de las balsameras. 15 Cuando oigas ruidos de pasos sobre la copa de las balsameras,
ataca decididamente, porque Dios saldrá delante de ti para derrotar al ejército de los filisteos".
16 David hizo lo que el Señor le había ordenado y derrotó al ejército de los filisteos, desde
Gabaón hasta Guézer. 17 La fama de David se extendió por todas las regiones, porque el
O
15 1 David construyó casas en la Ciudad de David y preparó un lugar para el Arca de Dios,
levantando para ella una Carpa. 2 Después dijo: "El Arca de Dios sólo puede ser transportada
por los levitas, porque el Señor los ha elegido para trasladar el Arca del Señor y para servirlo
constantemente".
3 Entonces David reunió en Jerusalén a todo Israel, para hacer subir el Arca del Señor al lugar
que le había preparado. 4 También reunió a los hijos de Aarón y a los levitas: 5 de los
SY
descendientes de Quehat, a Uriel, el jefe, y a sus hermanos: ciento veinte en total; 6 de los de
Merarí, a Asaías, el jefe, y a sus hermanos: doscientos veinte en total; 7 de los de Gersón, a
2 Sam. 6. 17-19
16 1 Luego introdujeron el Arca de Dios y la colocaron en medio de la Carpa que David había
hecho levantar para ella, y ofrecieron delante de Dios holocaustos y sacrificios de comunión. 2
Cuando David terminó de ofrecer los holocaustos y los sacrificios de comunión, bendijo al
O
pueblo en nombre del Señor, 3 y distribuyó entre todos los israelitas, hombres y mujeres, una
porción de pan, un pastel de dátiles y uno de pasas de uva.
EM
4 David puso de servicio delante del Arca del Señor a algunos levitas, para conmemorar,
celebrar y glorificar al Señor, el Dios de Israel. 5 Asaf era el jefe; Zacarías, el segundo; y
además, Uziel, Semiramot, Iejiel, Matitías, Eliab, Benaías, Obededóm y Ieiel, con instrumentos
musicales, arpas y cítaras. Asaf hacía sonar los címbalos. 6 Los sacerdotes Benaías y Iajaziel
tocaban ininterrumpidamente las trompetas delante del Arca de la Alianza de Dios. 7 Aquel día
David dispuso por primera vez que el Señor fuera alabado por Asaf y sus hermanos de esta
D
manera:
12 recuerden las maravillas que él obró, sus portentos y los juicios de su boca! 13
ST
que dio por mil generaciones,16 del pacto que selló con Abraham, del juramento que hizo a
SY
Isaac: 17 él lo confirmó como norma para Jacob, como alianza eterna para Israel, 18 cuando
O
desde siempre y para siempre!".
EM
37 David dejó delante del Arca de la Alianza del Señor a Asaf y a sus hermanos, para que
prestaran servicio permanentemente delante del Arca, según el ritual de cada día; 38 también
dejó a Obededón y a sus sesenta y ocho hermanos. Obededóm, hijo de Iedutún, y Josá eran
porteros.
39 Al sacerdote Sadoc y a sus hermanos, los sacerdotes, los puso delante de la Morada del
D
Señor, en el lugar alto de Gabaón, 40 para que ofrecieran constantemente sacrificios al Señor
en el altar de los holocaustos, por la mañana y por la tarde, según lo que está escrito en la Ley
que el Señor dio a Israel. 41 Con ellos estaban Hemán, Iedutún y los demás que habían sido
elegidos nominalmente para celebrar al Señor: "¡Porque es eterno su amor!". 42 Hemán y
Iedutún tenían consigo trompetas, címbalos e instrumentos musicales para acompañar los
LS
cantos de Dios. Los hijos de Iedutún eran porteros.
43 Luego, todo el pueblo se fue a su casa, y David se volvió para bendecir a su casa.
La profecía de Natán
2 Sam. 7. 1-17
O
17 1 Cuando David se estableció en su casa, dijo al profeta Natán: "Mira, yo habito en una
casa de cedro, mientras el Arca de la Alianza del Señor está bajo una tienda de campaña". 2
Natán respondió a David: "Puedes hacer todo lo que tienes pensado, porque el Señor está
O
contigo".
3 Pero aquella misma noche, la palabra del Señor llegó a Natán en estos términos: 4 "Ve a
decirle a mi servidor David: Así habla el Señor: No eres tú el que me edificará la casa para que
ST
yo la habite. 5 Porque desde el día en que hice subir a Israel hasta el día de hoy, nunca habité
en una casa, sino que anduve de carpa en carpa y de morada en morada. 6 Y mientras iba
caminando entre todo Israel, ¿acaso dije a uno solo de sus Jueces, a los que mandé apacentar
a mi pueblo: ‘Por qué no me han edificado una casa de cedro’? 7 Y ahora, esto es lo que le
dirás a mi servidor David: Así habla el Señor de los ejércitos: Yo te saqué del campo de
pastoreo, de detrás del rebaño, para que fueras el jefe de mi pueblo Israel. 8 Estuve contigo
SY
dondequiera que fuiste y exterminé a todos tus enemigos delante de ti. Yo haré que tu nombre
sea tan grande como el de los grandes de la tierra. 9 Fijaré un lugar para mi pueblo Israel y lo
7 David se apoderó de los escudos de oro que llevaban los oficiales de Hadadézer, y se los
O
llevó a Jerusalén. 8 De Tibjat y de Cun, ciudades de Hadadézer, David trajo una enorme
cantidad de bronce, con el que Salomón hizo el Mar de bronce, las columnas y los utensilios de
bronce.
EM
9 Cuando Tou, rey de Jamat, oyó que David había derrotado a todo el ejército de Hadadézer,
rey de Sobá, 10 le envió a su hijo Hadorám para saludarlo y felicitarlo por haber hecho la
guerra y derrotado a Hadadézer, ya que este era su rival. Además, le envió toda clase de
objetos de plata, oro y bronce, 11 y David consagró también esos objetos, como lo había
hecho con la plata y el oro que había traído de todas las naciones: de Edóm, de Moab, de los
amonitas, de los filisteos y de Amalec.
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12 Abisai, hijo de Seruiá, derrotó a dieciocho mil edomitas en el valle de la Sal. 13 Luego puso
gobernadores en Edóm y todos los edomitas pasaron a ser vasallos de David. El Señor daba la
victoria a David en todas sus campañas.
14 David reinó sobre todo Israel, y administraba el derecho y la justicia a todo su pueblo. 15
Joab, hijo de Seruiá, era el comandante del ejército; Josafat, hijo de Ajilud, el heraldo; 16
Sadoc, hijo de Ajitub, y Ajimélec, hijo de Abiatar, eran sacerdotes; Sausá, el secretario; 17
Benaías, hijo de Iehoiadá, comandaba a los quereteos y peleteos; y los hijos de David eran los
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2 Sam. 10. 1-5 19 1 Después de esto, murió Najás, el rey de los amonitas, y reinó su hijo en
lugar de él. 2 David dijo: "Voy a comportarme lealmente con Janún, hijo de Najás, porque su
padre ha sido leal conmigo". Entonces envió a unos mensajeros para presentarle sus
condolencias por la muerte de su padre. Pero cuando los servidores de David llegaron al país
ST
de los amonitas para darle el pésame a Janún, 3 los jefes de los amonitas dijeron a Janún:
"¿Crees que David te hace llegar sus condolencias para honrar a tu padre? ¿No será que sus
servidores han venido como espías, para sembrar la agitación y explorar el país?". 4 Entonces
Janún hizo detener a los servidores de David, los rapó, les cortó la ropa a la altura de las
caderas y los despidió.
SY
5 Apenas lo pusieron al tanto de lo sucedido con aquellos hombres, David ordenó que fueran a
recibirlos, porque estaban muy avergonzados. Y el rey les mandó a decir: "Quédense en Jericó
O
Hazañas contra los filisteos
EM
4 Después de esto, se entabló un combate contra los filisteos en Guézer. Fue entonces cuando
Sibecai, el jusatita, mató a Sipai, uno de los descendientes de los refaím, y los filisteos fueron
sometidos.
5 Luego hubo otro combate contra los filisteos, y Eljanán, hijo de Jaír, mató a Lajmí, hermano
de Goliat, el de Gat. El asta de su lanza era gruesa como el palo grande de un telar.
D
6 También hubo un combate en Gat. Allí había un hombre de enorme estatura, que tenía seis
dedos en cada mano y seis en cada pie, veinticuatro en total. También él era descendiente de
Rafá. 7 Y como desafiaba a Israel, lo mató Jonatán, hijo de Simeá, hermano de David.
8 Estos hombres eran descendientes de Rafá, en Gat, y fueron abatidos por la mano de David
LS
y de sus servidores.
El censo de los israelitas
2 David dijo a Joab y a los jefes del pueblo: "Vayan a hacer el recuento de Israel, desde
Berseba hasta Dan, y tráiganme el resultado para que sepa cuántos son". 3 Joab respondió:
"¡Que el Señor multiplique a su pueblo cien veces más! Pero, rey y señor mío, ¿no son todos
ellos tus servidores? ¿Por qué entonces mi señor hace esto? ¿Por qué cargar con una culpa a
O
Israel?". 4 Sin embargo, la orden del rey prevaleció sobre el parecer de Joab, y este salió a
recorrer todo Israel. Luego volvió a Jerusalén 5 y presentó a David las cifras del censo de la
población: en todo Israel había 1.100.000 hombres aptos para el servicio militar, y en Judá,
470.000. 6 Pero Joab no incluyó en el censo ni a Leví ni a Benjamín, porque consideraba
ST
7 Dios vio esto con malos ojos y castigó a Israel. 8 Entonces David dijo a Dios: "He cometido
un grave pecado al obrar de esta manera. Dígnate ahora borrar la falta de tu servidor, porque
22 1 David dijo: "¡Esta es la Casa del Señor Dios, y este el altar para el holocausto de Israel!".
O
Preparativos para la construccióndel Templo
2 David ordenó que se reuniera a todos los extranjeros residentes en el territorio de Israel y los
empleó como obreros para que tallaran las piedras destinadas a la construcción de la Casa de
EM
Dios. 3 También preparó hierro en abundancia, para clavar las hojas de las puertas y para las
grampas, bronce en cantidad incalculable, 4 y madera de cedro sin medida, porque los
sidonios y los tirios habían traído a David madera de cedro en abundancia.
5 David, en efecto, pensaba: "Mi hijo Salomón es todavía joven y débil, y la Casa que hay que
edificar para el Señor debe ser extraordinariamente grandiosa, de manera que se hable de ella
y sea famosa en todos los países. Por eso, yo haré los preparativos". Así, David hizo grandes
D
preparativos antes de su muerte. 6 Después llamó a su hijo Salomón y le ordenó que edificara
una Casa para el Señor, el Dios de Israel. 7 David dijo a Salomón: "Hijo mío, yo me había
propuesto edificar una Casa para el nombre del Señor, mi Dios. 8 Pero la palabra del Señor me
llegó en estos términos: ‘Tú has derramado mucha sangre y has hecho grandes guerras; tú no
edificarás una Casa para mi Nombre, porque has derramado mucha sangre sobre la tierra
LS
delante de mí. 9 Te nacerá un hijo, que será hombre de paz; yo lo haré vivir en paz con todos
los enemigos de su alrededor, porque su nombre será Salomón, y mientras él viva, concederé
paz y tranquilidad a Israel. 10 Él edificará una Casa para mi Nombre; él será para mí un hijo y
yo seré para él un padre, y afianzaré su trono real sobre Israel para siempre’. 11 Ahora, hijo
mío, que el Señor esté contigo, para que logres edificar la Casa del Señor, tu Dios, como él lo
ha predicho de ti. 12 Y que el Señor te dé discernimiento e inteligencia cuando te ponga al
frente de Israel, a fin de que observes la Ley del Señor, tu Dios. 13 Si te empeñas por cumplir
O
los decretos y las leyes que el Señor ha ordenado a Moisés para Israel, entonces prosperarás.
¡Sé fuerte y valeroso! ¡No temas ni te acobardes! 14 Mira lo que yo he preparado con mucha
dificultad para la Casa del Señor: cien mil talentos de oro, un millón de talentos de plata y una
incalculable cantidad de bronce y de hierro. He preparado también maderas y piedras que tú
O
17 Después David ordenó a todos los jefes de Israel que ayudaran a su hijo Salomón: 18
"¿Acaso no está con ustedes el Señor, su Dios? ¿No les ha dado paz por todas partes?
Porque él ha puesto en sus manos a los habitantes del país, y todo el país está sometido al
Señor y a su pueblo. 19 Dedíquense ahora de todo corazón y con toda su alma a buscar al
Señor, su Dios. Prepárense a edificar el Santuario del Señor, su Dios, a fin de trasladar a la
Casa que se va edificar para el nombre del Señor el Arca de la Alianza del Señor y los
SY
24 1 Los descendientes de Aarón también estaban distribuidos por clases. Los hijos de Aarón
O
fueron Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar. 2 Nadab y Abihú murieron antes que su padre, sin
tener hijos; y fueron Eleazar e Itamar los que ejercieron las funciones sacerdotales. 3 David
junto con Sadoc, de los hijos de Eleazar, y con Ajimélec, de los hijos de Itamar, los dividió en
clases y los registró según sus funciones. 4 Entre los hijos de Eleazar, había más varones que
EM
entre los hijos de Itamar, y por eso, al ser divididos, los jefes de familia fueron dieciséis entre
los hijos de Eleazar, y ocho entre los hijos de Itamar. 5 Unos y otros fueron divididos por
sorteo, porque tanto entre los hijos de Eleazar como entre los hijos de Itamar había jefes
consagrados y jefes al servicio de Dios. 6 El escriba Semaías, hijo de Natanael, uno de los
levitas, los inscribió en presencia del rey y de los jefes, y en presencia del sacerdote Sadoc, de
Ajimélec, hijo de Abiatar, y de los jefes de las familias sacerdotales y levíticas. Se echaba la
suerte, una vez por Itamar y dos veces por Eleazar.
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7 La primera suerte cayó sobre Iehoiarib; la segunda sobre Iedaías; 8 la tercera sobre Jarím; la
cuarta sobre Seorím; 9 la quinta sobre Malquías; la sexta sobre Miamím; 10 la séptima sobre
Hacós; la octava sobre Abías; 11 la novena sobre Iesúa; la décima sobre Secanías; 12 la
undécima sobre Eliasib; la duodécima sobre Iaquím; 13 la decimotercera sobre Jupá; la
LS
decimocuarta sobre Iesebab; 14 la decimoquinta sobre Bilgá; la decimosexta sobre Imer; 15 la
decimoséptima sobre Jezir; la decimoctava sobre Hapisés; 16 la decimonovena sobre Petajías;
la vigésima sobre Ezequiel; 17 la vigésima primera sobre Iaquín; la vigésima segunda sobre
Gamul; 18 la vigésima tercera sobre Delaías; la vigésima cuarta sobre Maazías.
19 Esta fue su distribución por turnos para entrar en la Casa del Señor, conforme al reglamento
establecido por Aarón, su padre, como lo había ordenado el Señor, el Dios de Israel.
O
20 Los hijos de Leví que aún quedaban eran los siguientes: de los hijos de Amrám, Subael; de
O
los hijos de Subael, Iejdías; 21 de Rejabías y sus hijos, el jefe era Isías; 22 de los isharitas,
Selomot, de los hijos de Selomot, Iájat; 23 de los hijos de Hebrón, el jefe era Ierías, Amarías el
segundo, Iajziel el tercero, y Iecamám el cuarto; 24 de los hijos de Uziel, Micá; de los hijos de
Micá, Samir. 25 Isías era hermano de Micá, y el jefe de los hijos de Isías era Zacarías.
ST
26 De los hijos de Merarí: Majlí y Musí, además de los descendientes de su hijo Iaazías. 27
Hijos de Merarí por la línea de su hijo Iaazías: Sóham, Zacur e Ibrí. 28 Por parte de Majlí,
Eleazar, que no tuvo hijos. 29 Por parte de Quis, su hijo Ierajmel. 30 Los hijos de Musí eran
Majlí, Eder y Ierimot.
SY
Estos eran los hijos de Leví, agrupados por familias. 31 También ellos, igual que sus
hermanos, los hijos de Aarón, participaron del sorteo en presencia del rey David, de Sadoc, de
sobre Matitías, con sus hijos y hermanos: doce en total; 22 la decimoquinta sobre Ieremot,
con sus hijos y hermanos: doce en total; 23 la decimosexta sobre Jananías, con sus hijos y
O
hermanos: doce en total; 24 la decimoséptima sobre Iosbecasá, con sus hijos y hermanos:
doce en total; 25 la decimoctava sobre Jananí, con sus hijos y hermanos: doce en total; 26 la
EM
decimonovena sobre Malotí, con sus hijos y hermanos: doce en total; 27 la vigésima sobre
Eliatá, con sus hijos y hermanos: doce en total; 28 la vigésima primera sobre Hotir, con sus
hijos y hermanos: doce en total; 29 la vigésima segunda sobre Guidaltí, con sus hijos y
hermanos: doce en total; 30 la vigésima tercera sobre Majaziot, con sus hijos y hermanos:
D
doce en total; 31 la vigésima cuarta sobre Romantí Ezer, con sus hijos y hermanos: doce en
total.
LS
Organización de los porteros
De los coreítas: Meselemías, hijo de Coré, uno de los hijos de Ebiasaf. 2 Los hijos de
Meselemías fueron: el primogénito, Zacarías; el segundo, Iediael; el tercero, Zebadías; el
cuarto, Iatniel; 3 el quinto, Elám; el sexto, Iehojanán, y el séptimo, Eliehoenai.
O
autoridad sobre sus familias, porque eran hombres muy valientes. 7 Los hijos de Semaías
fueron Otní, Rafael, Obed, Elzabad y sus hermanos, Elihú y Semaquías, hombres valientes. 8
Todos estos fueron hijos de Obededóm; ellos, sus hijos y sus hermanos eran hombres de gran
valor y aptitud para el servicio: eran sesenta y dos en total.
ST
12 Los jefes de estos grupos de porteros, lo mismo que sus hermanos, tenían a su cargo la
custodia de la Casa del Señor. 13 Se echaron suertes para cada puerta, entre todas las
Biblia Católica 623
2 Al frente de la primera división, la del primer mes, estaba Iasobám, hijo de Zabdiel: su
división tenía 24.000 hombres. 3 Él pertenecía a la familia de Peres y era el jefe de todos los
oficiales del primer mes.
4 Al frente de la división del segundo mes estaba Dodai, el ajojita: su división tenía
24.000 hombres.
O
5 El jefe del tercer regimiento, el del tercer mes, era Benaías, hijo del sacerdote Iehoiadá: su
división tenía 24.000 hombres. 6 Benaías era uno de los Treinta guerreros y se hallaba al
frente de ellos; en su división estaba también su hijo Amizabad.
EM
7 El cuarto, el del cuarto mes, era Asahel, hermano de Joab, y le sucedió su hijo Zebadías: su
división tenía 24.000 hombres.
8 El quinto jefe, el del quinto mes, era Samhut, el izrajita: su división tenía 24.000 hombres.
9 El sexto, el del sexto mes, era Irá, hijo de Iqués, el tecoíta: su división tenía 24.000 hombres.
D
10 El séptimo, el del séptimo mes, era Jeles, el pelonita, de los descendientes de Efraím: su
división tenía 24.000 hombres.
11 El octavo, el del octavo mes, era Sibecai, de Jusá, de los zarjitas: su división tenía
24.000 hombres.
LS
12 El noveno, el del noveno mes, era Abiézer, de Anatot, de los benjaminitas: su división tenía
24.000 hombres.
13 El décimo, el del décimo mes, era Maharai, de Netofá, de los zarjitas: su división tenía
24.000 hombres.
O
16 Los jefes que estaban al frente de las tribus de Israel fueron los siguientes:
ST
De Rubén: Eliezer, hijo de Zicrí. De Simeón: Sefatías, hijo de Maacá. 17 De Leví: Jasabías, hijo
de Quemuel. De Aarón: Sadoc. 18 De Judá: Elihú, uno de los hermanos de David. De Isacar:
Omrí, hijo de Micael. 19 De Zabulón: Ismaías, hijo de Abdías. De Neftalí: Ierimot, hijo de Azriel.
20 De los descendientes de Efraím: Oseas, hijo de Azazías. De la mitad de la tribu de
Manasés: Joel, hijo de Pedaías. 21 De la mitad de la tribu de Manasés, en Galaad: Idó, hijo de
SY
Zacarías. De Benjamín: Iaasiel, hijo de Abner. 22 De Dan: Azarel, hijo de Ierojám. Estos eran
los jefes de las tribus de Israel.
9 Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvelo con un corazón íntegro y con
ánimo generoso, porque el Señor sondea todos los corazones y penetra hasta el fondo de
O
todos los pensamientos. Si lo buscas, él se dejará encontrar; pero si lo abandonas, él te
rechazará para siempre. 10 Ten presente que el Señor te ha elegido para que le edifiques una
Casa como Santuario. ¡Sé fuerte, y manos a la obra!".
EM
Entrega de los planos y de los materiales para el Templo
11 David dio a su hijo Salomón el diseño del vestíbulo y de los demás edificios, de los
almacenes, de las habitaciones superiores, de las salas interiores y del lugar del Propiciatorio.
12 Le entregó también el diseño de todo lo que había proyectado para los atrios de la Casa del
Señor, para las habitaciones de alrededor, para los tesoros de la Casa de Dios, para los
depósitos de las cosas sagradas, 13 para las clases de los sacerdotes y de los levitas, para la
D
manera de ejercer el servicio de la Casa del Señor y para los utensilios destinados al culto de
la Casa del Señor. 14 Determinó el peso del oro y la plata para todos los objetos de oro y plata
que debían utilizarse en cada servicio; 15 fijó asimismo el peso del oro y la plata para los
candelabros de oro y plata con sus lámparas, según el uso a que estaban destinados; 16
también determinó el peso del oro para cada una de las mesas de los panes de la ofrenda, y el
LS
peso de la plata destinada a las mesas de plata; 17 el oro puro para los tenedores, los
aspersorios y las jarras; el peso del oro y de la plata para cada una de las copas de oro y plata;
18 y el peso del oro refinado para el altar del incienso; finalmente, entregó el modelo de la
carroza y de los querubines que cubren con sus alas extendidas el Arca de la Alianza del
Señor. 19 Todo esto había sido escrito por la mano del Señor, para dar a conocer los detalles
del diseño.
O
20 David dijo a su hijo Salomón: "¡Sé fuerte y valeroso, y manos a la obra! No temas ni te
acobardes, porque el Señor Dios, mi Dios, estará contigo: él no te dejará ni te abandonará
O
hasta que hayas terminado toda la obra necesaria para el servicio de la Casa del Señor. 21
Aquí están las clases de los sacerdotes y levitas para todo el servicio de la Casa de Dios. En
todo este trabajo contarás con la ayuda de obreros adiestrados para cualquier tipo de tareas.
También los jefes y todo el pueblo estarán a tus órdenes".
ST
29 1 El rey David dijo a toda la asamblea: "Mi hijo Salomón, el único elegido por Dios, es
todavía joven e inexperto, mientras que la obra es grande, porque este palacio no es para los
hombres, sino para Dios. 2 Por eso, con todas mis fuerzas he preparado para la Casa de mi
SY
Dios, oro para los objetos de oro, plata para los de plata, bronce para los de bronce, hierro
para los de hierro, madera para los de madera; y también, piedras de ónix y de engaste,
La muerte de David
O
1 Rey. 2. 10-12
26 David, hijo de Jesé, había reinado sobre todo Israel. 27 Cuarenta años duró su reinado
EM
sobre Israel. Reinó siete años en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén. 28 Murió después de
una dichosa vejez, lleno de años, de riqueza y de gloria, y le sucedió su hijo Salomón. 29 Los
hechos del rey David, desde el primero hasta el último, están escritos en las Crónicas de
Samuel, el vidente, en las de Natán, el profeta, y en las de Gad, el vidente, 30 con todo lo
referente a su reinado y a sus hazañas, y a las vicisitudes que le sobrevinieron a él, a Israel y a
todos los reinos de aquellas regiones.
Segundo Libro de las Crónicas
D
EL REINADO DE SALOMÓN
Salomón, lo mismo que David, aparece en los libros de las Crónicas con rasgos
fuertemente idealizados. No se menciona nada que pueda empañar su gloria: ni la
LS
eliminación de sus rivales al comienzo de su reinado, ni el lujo y la fastuosidad de su
corte, ni su despotismo, ni la actitud tolerante frente a los cultos paganos de sus
esposas. El primer acto de Salomón como rey es la visita al santuario de Gabaón,
donde recibe el don de la sabiduría -el don real por excelencia- que es el fundamento de
su grandeza.
conforme a las minuciosas instrucciones recibidas de su padre David. (1 Crón. 28. 10).
Con la Dedicación del Templo, queda completado el conjunto de las instituciones
destinadas a realizar el reinado de Dios en Israel: la Ley, la dinastía davídica y el único
Santuario elegido por el Señor como lugar de culto legítimo. Reunida alrededor del
O
1 Rey. 3. 4-15
a los jueces y a todos los príncipes de todo Israel, o sea, a los jefes de familia. 3 Después
Salomón fue con toda la asamblea al lugar alto de Gabaón, donde estaba la Carpa del
O
todos los dioses. 5 Pero ¿quién será capaz de construirle una Casa, si ni siquiera el cielo y lo
más alto del cielo pueden contenerlo? ¿Y quién soy yo para construirle una Casa, aunque sólo
sea para quemar incienso en su presencia? 6 Envíame, entonces, un hombre hábil en trabajar
el oro, la plata, el bronce, el hierro, la púrpura escarlata, el carmesí y la púrpura violeta, y que
EM
sepa esculpir; él trabajará con los artesanos que tengo conmigo en Judá y en Jerusalén, y que
mi padre David había puesto a mi disposición. 7 Envíame también madera de cedro, de ciprés
y de sándalo del Líbano, porque sé que tus servidores saben talar los árboles del Líbano. Mis
servidores trabajarán con los tuyos 8 para prepararme madera en abundancia, porque la Casa
que quiero construir será grande y digna de admiración. 9 Yo daré a los que corten la madera
veinte mil cargas de trigo y otras tantas de cebada, veinte mil barriles de vino y otros tantos de
aceite: todo esto para el mantenimiento de tus servidores".
D
10 Jirám, rey de Tiro, respondió en una carta que envió al rey Salomón: "Por el amor que el
Señor tiene a su pueblo te ha constituido rey sobre él". 11 Y agregaba:"¡Bendito sea el Señor,
el Dios de Israel! Él hizo el cielo y la tierra, y dio al rey David un hijo sabio, prudente e
inteligente que construirá una Casa para el Señor y un palacio real para sí mismo. 12 Por eso,
LS
ahora te envió a Jurám Abí, un hombre hábil e inteligente, 13 hijo de una mujer danita, cuyo
padre era de Tiro. Él sabe trabajar el oro, la plata, el bronce, el hierro, las piedras preciosas, la
madera, la púrpura escarlata, la púrpura violeta, el lino fino y el carmesí. También sabe hacer
toda clase de esculturas y ejecutar cualquier obra que se le proponga, junto con tus artesanos
y los de tu padre David, mi señor. 14 Que mi señor envíe a sus servidores el trigo, la cebada, el
aceite y el vino que ha prometido: 15 nosotros cortaremos toda la madera del Líbano que
necesites y te la llevaremos en balsas, por mar, hasta Jope; y luego tú mandarás que la suban
O
a Jerusalén".
1 Rey. 5. 27-32
16 Salomón hizo el censo de todos los extranjeros residentes en Israel, semejante al que había
hecho su padre David, y se comprobó que estos eran ciento cincuenta y tres mil seiscientos.
ST
17 Destinó a setenta mil de ellos para transportar las cargas, a ochenta mil para extraer las
piedras de las montañas, y puso al frente de ellos a tres mil seiscientos capataces para hacer
trabajar al pueblo.
6 También hizo diez recipientes para el agua; los colocó cinco a la derecha y cinco a la
izquierda, para las abluciones; en ellos se lavaba lo que servía para el holocausto, pero los
sacerdotes hacían su abluciones en el Mar de bronce. 7 Hizo asimismo los diez candeleros de
oro, conforme al modelo prescrito, y los puso en la nave central, cinco a la derecha y cinco a la
izquierda. 8 Hizo diez mesas y las colocó en la nave central, cinco a la derecha y cinco a la
O
izquierda. Hizo cien copas de oro. 9 Hizo el atrio de los sacerdotes, y la gran explanada con
sus puertas, a las que recubrió de bronce. 10 En cuanto al Mar, lo puso al lado derecho, hacia
el sudeste.
EM
Los otros utensilios del Santuario
1 Rey. 7. 40-51
11 Jurám hizo las ollas, las palas y los aspersorios. Así terminó el trabajo que debía hacer para
el rey Salomón en la Casa de Dios: 12 las dos columnas, las dos esferas de los capiteles que
remataban las columnas, las dos redes para cubrir las dos esferas de los capiteles que
D
estaban encima de las columnas; 13 las cuatrocientas granadas para las dos redes, dos hileras
de granadas para cada red, a fin de cubrir las dos esferas de los capiteles que estaban encima
de las columnas; 14 los diez soportes y los diez recipientes sobre los soportes; 15 el Mar único
y los doce toros que estaban debajo de él; 16 las ollas, las palas y los tenedores. Todos estos
objetos, Jurám Abí los hizo para el rey Salomón, para la Casa del Señor, en bronce reluciente.
LS
17 El rey los hizo fundir en la región del Jordán, sobre el suelo arcilloso, entre Sucot y Seredá.
18 Salomón hizo todos esos objetos en tal cantidad, que no se pudo calcular el peso del
bronce.
19 Salomón mandó hacer asimismo todos los objetos que estaban en la Casa del Señor: el
altar de oro y las mesas sobre las que se ponía el pan de la ofrenda; 20 los candeleros y sus
lámparas, para encenderlas conforme al ritual ante el lugar santísimo, todo de oro fino; 21 los
O
cálices, las lámparas y las pinzas –¡todo del oro más puro!– 22 los cuchillos, los aspersorios,
las tazas y los incensarios de oro fino; la entrada de la Casa, sus puertas interiores para el
Santo de los santos, y las puertas de la nave central, todo de oro.
O
5 1 Así fue terminado todo el trabajo que hizo el rey Salomón para la Casa del Señor. Salomón
llevó todas las ofrendas que había consagrado su padre David: la plata, el oro y los demás
utensilios, y los depositó en los tesoros de la Casa de Dios.
ST
1 Rey. 8. 1-9 2 Entonces Salomón reunió en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los
jefes de las tribus y a los príncipes de las casas paternas de los israelitas, para subir el Arca de
la Alianza del Señor desde la Ciudad de David, o sea, desde Sión. 3 Todos los hombres de
Israel se reunieron junto al rey durante la Fiesta del séptimo mes. 4 Cuando llegaron todos los
SY
ancianos de Israel, los levitas levantaron el Arca, 5 y la subieron con la Carpa del Encuentro y
con todos los objetos sagrados que había en la Carpa. Los que trasladaron todo eso fueron los
La súplica de Salomón
O
1 Rey. 8. 22-52
12 Salomón, puesto de pie ante el altar del Señor, frente a toda la asamblea de Israel, extendió
las manos. 13 Porque él había hecho un estrado de bronce, de dos metros y medio de largo,
EM
dos y medio de ancho, y uno y medio de alto, y lo había colocado en medio del atrio. Salomón
subió al estrado, se arrodilló frente a toda la asamblea de Israel, extendió sus manos hacia el
cielo 14 y dijo:
"Señor, Dios de Israel, ni en el cielo ni en la tierra hay un Dios como tú, que mantienes la
Alianza y eres fiel con tus servidores, cuando caminan delante de ti de todo corazón. 15 Tú has
cumplido, en favor de mi padre David, la promesa que le habías hecho, y hoy mismo has
D
realizado con tu mano lo que había dicho tu boca. 16 Y ahora, Señor, Dios de Israel, cumple en
favor de tu servidor David, mi padre, la promesa que le hiciste, diciendo: ‘Nunca te faltará un
descendiente que esté sentado delante de mí en el trono de Israel, con tal que tus hijos vigilen
su conducta, caminando conforme a mi Ley, como has caminado tú’. 17 Y ahora, Dios de
Israel, que se verifique la promesa que hiciste a mi padre, tu servidor David.
LS
18 Pero ¿es posible que Dios habite realmente con los hombres en la tierra? Si el cielo y lo
más alto del cielo no pueden contenerte, ¡cuánto menos esta Casa que yo he construido! 19
No obstante, Señor, Dios mío, vuelve tu rostro hacia la oración y la súplica de tu servidor, y
escucha el clamor y la oración que te dirige tu servidor. 20 Que tus ojos estén abiertos día y
noche sobre esta Casa, sobre el lugar del que dijiste que allí residiría tu Nombre. ¡Escucha la
oración que tu servidor dirige hacia este lugar! 21 ¡Escucha la súplica y la oración que tu
O
servidor y tu pueblo Israel dirijan hacia este lugar! ¡Escucha desde tu morada en el cielo,
escucha y perdona!
22 Cuando un hombre peque contra su prójimo, si se lo obliga a prestar el juramento
imprecatorio, y él viene a pronunciar la imprecación sobre tu altar, en esta Casa, 23 escucha tú
O
desde el cielo, actúa y juzga a tus servidores: castiga al culpable, dándole su merecido, y
absuelve al inocente, tratándolo según su justicia.
24 Cuando tu pueblo Israel sea derrotado por el enemigo por haber pecado contra ti, si ellos se
ST
26 Cuando el cielo se cierre y no haya lluvia, porque ellos pecaron contra ti, si oran hacia este
lugar, si celebran tu Nombre y se convierten de su pecado, porque tú los humillaste, 27
SY
O
4 El rey y todo el pueblo ofrecieron sacrificios delante del Señor. 5 El rey Salomón ofreció en
sacrificio 22.000 bueyes y 20.0000 carneros. Fue así como el rey y todo el pueblo dedicaron la
Casa de Dios. 6 Los sacerdotes ocupaban sus puestos, y los levitas tocaban los instrumentos
musicales que había hecho el rey David para celebrar al Señor, "porque es eterno su amor".
EM
Mientras el mismo David alababa a Dios por medio de ellos, los sacerdotes tocaban las
trompetas en el lado opuesto y todo el pueblo permanecía de pie.
7 Salomón consagró el centro del atrio que está delante de la Casa del Señor, ofreciendo allí
los holocaustos y la grasa de los sacrificios de comunión, porque el altar de bronce que él
había hecho no podía contener los holocaustos, la oblación y la grasa de los sacrificios.
D
8 En aquella ocasión, Salomón, y con él todo Israel, celebró la Fiesta durante siete días. Se
congregó una asamblea inmensa, venida desde la Entrada de Jamat hasta el Torrente de
Egipto. 9 Al octavo día, tuvo lugar una asamblea solemne, porque habían celebrado la
dedicación del altar durante siete días y la Fiesta durante otros siete días. 10 El día veintitrés
del séptimo mes, Salomón despidió al pueblo y ellos se fueron a sus campamentos, con el
LS
corazón desbordante de alegría por el bien que el Señor había hecho a David, a Salomón y a
su pueblo Israel.
Nueva aparición del Señor a Salomón
1 Rey. 9. 1-9
11 Salomón terminó la Casa del Señor y la casa del rey, llevando así a cabo todo lo que se
O
había propuesto hacer para la Casa del Señor y para su propia casa. 12 Entonces el Señor se
apareció a Salomón durante la noche y le dijo: "He oído tu oración y me he elegido este lugar
como Templo para los sacrificios.
O
13 Cuando yo cierre el cielo y no haya lluvia, cuando ordene a la langosta que devore el país,
cuando envíe a mi pueblo la peste, 14 si mi pueblo, el que es llamado con mi Nombre, se
humilla y suplica, si busca mi rostro y se convierte de sus malos caminos, yo escucharé desde
el cielo, perdonaré su pecado y haré que su país se restablezca. 15 A partir de ahora, mis ojos
ST
estarán abiertos y mis oídos atentos a la súplica que se haga en este lugar. 16 Y a partir de
ahora, yo he elegido y consagrado esta Casa, a fin de que mi Nombre resida en ella para
siempre: mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días.
17 En cuanto a ti, si caminas en mi presencia como lo hizo tu padre David, practicando todo lo
que te mandado, observando mis preceptos y mis leyes, 18 entonces yo mantendré tu trono
SY
real, como se lo aseguré a tu padre David, cuando dije: ‘Nunca te faltará un descendiente que
gobierne Israel’.
12 Entonces Salomón comenzó a ofrecer holocaustos al Señor sobre el altar que había erigido
ante el vestíbulo del Templo. 13 Según el rito de cada día, ofrecía lo que había mandado
Moisés para los sábados, los novilunios y las tres solemnidadesanuales, a saber: la fiesta de
los Ácimos, la fiesta de las Semanas y la fiesta de las Chozas. 14 Además, conforme a las
disposiciones de su padre David, asignó a las clases sacerdotales sus respectivas funciones;
O
estableció en sus cargos a los levitas, para cantar alabanzas y oficiar en presencia de los
sacerdotes, según el rito de cada día; y a los porteros, según sus clases, los encargó de cada
una de las puertas, porque así lo había mandado David, el hombre de Dios. 15 Ellos no se
apartaron en nada de lo mandado por el rey en lo referente a los sacerdotes y a los levitas, ni
EM
tampoco en lo concerniente a los tesoros.
16 Así se llevó a cabo toda la obra de Salomón, desde el día en que se pusieron los cimientos
de la Casa del Señor hasta su terminación. La Casa del Señor quedó totalmente concluida.
La flota de Salomón
1 Rey. 9. 26-28
D
17 Entonces Salomón se dirigió a Esión Guéber y a Elat, a orillas del mar, en el país de Edóm.
18 Jirám, por medio de sus servidores, le envió una flota y algunos marineros, buenos
conocedores del mar. Ellos fueron a Ofir con los servidores de Salomón, y trajeron de allí
cuatrocientos talentos de oro, que entregaron al rey Salomón.
LS
La visita de la reina de Sabá
3 Cuando la reina vio toda la sabiduría de Salomón, las casa que había construido, 4 los
manjares de su mesa, los aposentos de sus servidores, el porte y la librea de sus camareros y
de sus coperos, y los holocaustos que ofrecía en la Casa del Señor, se quedó sin aliento 5 y
dijo al rey: "¡Realmente era verdad lo que había oído decir en mi país acerca de ti y de tu
ST
sabiduría! 6 Yo no lo quería creer, sin venir antes a verlo con mis propios ojos. Pero ahora
compruebo que no me habían contado ni siquiera la mitad: el cúmulo de tu sabiduría supera la
fama que llegó a mis oídos. 7 ¡Felices tus mujeres, y felices también estos servidores tuyos,
que están constantemente delante de ti, escuchando tu sabiduría! 8 ¡Y bendito sea el Señor, tu
Dios, que te ha mostrado su favor, poniéndote sobre su trono como rey, al servicio del Señor,
tu Dios! ¡Sí, por su amor a Israel, y a fin de hacerlo subsistir para siempre, tu Dios te ha puesto
SY
29 El resto de los hechos de Salomón, desde el comienzo hasta el fin, está escrito en las
Crónicas del profeta Natán, en la Profecía de Ajías, el silonita, y en las Visiones del vidente Idó
O
acerca de Jeroboám, hijo de Nebat. 30 Salomón reinó sobre todo Israel, en Jerusalén, durante
cuarenta años. 31 Luego se fue a descansar con sus padres, y lo sepultaron en la Ciudad de
David, su padre. Su hijo Roboám reinó en lugar de él.
EM
EL REINO DE JUDÁ HASTA EL EXILIO BABILÓNICO
D
exclusivamente a la casa de David, y perdieron el privilegio de la elección, que sólo
persiste a través de Judá.
Sin embargo, el segundo libro de las Crónicas termina con una nota de esperanza. El
Señor no abandona a su Pueblo, sino que le suscita un libertador. Ciro, rey de los
O
10 1 Roboám se dirigió a Siquém, porque allí había ido todo Israel para proclamarlo rey.
ST
2 Cuando se enteró Jeroboám, hijo de Nebat –que estaba todavía en Egipto, adonde había
huido del rey Salomón– se volvió de Egipto. 3 Lo mandaron llamar, y él se presentó con toda la
asamblea de Israel. Entonces hablaron así a Roboám: 4 "Tu padre hizo muy penoso nuestro
yugo. Alivia tú ahora la dura servidumbre y el penoso yugo que nos impuso tu padre, y te
serviremos". 5 Él les replicó: "Vuelvan a verme dentro de tres días". Y el pueblo se retiró.
SY
6 El rey Roboám fue a consultar a los ancianos que habían asistido a su padre Salomón,
13 Los sacerdotes y levitas de todo Israel acudían desde sus territorios para plegarse a
O
Roboám. 14 En efecto, los levitas abandonaron sus campos de pastoreo y sus posesiones y se
fueron a Judá y a Jerusalén, porque Jeroboám y sus hijos les impedían ejercer el sacerdocio
del Señor, 15 al instituir por su cuenta sacerdotes para los lugares altos, para los sátiros y para
los terneros que él había fabricado. 16 Gente de todas las tribus de Israel, que buscaba de
EM
todo corazón al Señor, el Dios de Israel, fue detrás de ellos a Jerusalén, para ofrecer sacrificios
al Señor, el Dios de sus padres. 17 Así fortalecieron el reino de Judá y durante tres años,
consolidaron a Roboám, hijo de Salomón, ya que durante tres años se siguió el camino de
David y Salomón.
D
18 Roboám tomó por esposa a Majalat, hija de Ierimot, hijo de David y de Abijáil, hijo de Eliab,
hijo de Jesé. 19 Ella le dio varios hijos: Ieús, Semarías y Zahám. 20 Después tomó a Maacá,
hija de Absalón, de la que le nacieron Abías, Atai, Zizá y Selomit. 21 Roboám amó a Maacá,
hija de Absalón, más que a todas sus mujeres y concubinas, ya que tuvo dieciocho mujeres y
sesenta concubinas, y fue padre de veintiocho hijos y de sesenta hijas. 22 Roboám puso al
LS
frente de sus hermanos a Abías, hijo de Maacá, constituyéndolo príncipe heredero, porque
quería hacerlo rey. 23 Además, supo distribuir hábilmente a sus hijos por todas las regiones de
Judá y de Benjamín, en todas las ciudades fortificadas, dándoles gran cantidad de víveres y
procurándoles muchas mujeres.
12 1 Pero cuando Roboám consolidó su reino y se hizo fuerte, abandonó la Ley del Señor, y
con él todo Israel. 2 Y por haber sido infieles al Señor, en el año quinto del rey Roboám, subió
O
contra Jerusalén Sisac, rey de Egipto, 3 con tres mil doscientos carros de guerra, sesenta mil
jinetes y una multitud innumerable que venía con él de Egipto, en la que había libios, suquíes y
cusitas. 4 Así se apoderó de las ciudades fortificadas de Judá y llegó a Jerusalén.
ST
5 Entonces el profeta Semaías se presentó a Roboám y a los jefes de Judá, que se habían
concentrado en Jerusalén ante el avance de Sisac, y les dijo: "Así habla el Señor: Ustedes me
han abandonado a mí, y yo, a mi vez, los he abandonado en manos de Sisac". 6 Los jefes de
Israel y el rey se humillaron y dijeron: "¡El Señor es justo!". 7 Cuando el Señor vio que se
habían humillado, la palabra del Señor llegó a Semaías, en estos términos: "Ellos se han
humillado: no los destruiré, sino que los libraré dentro de poco, y mi furor no se derramará
SY
sobre Jerusalén por la mano de Sisac. 8 Pero le estarán sometidos, y así sabrán lo que es
servirme a mí y lo que es servir a los reyes de la tierra".
O
La victoria de Judá sobre Israel
13 Mientras tanto, Jeroboám hizo dar un rodeo para tender una emboscada y atacar a los
EM
hombres de Judá por la espalda, de manera que ellos quedaron delante de Judá y la
emboscada detrás. 14 Al darse vuelta, los de Judá advirtieron que les presentaban combate
por delante y por detrás. Entonces clamaron al Señor y los sacerdotes tocaron las trompetas.
15 Los hombres de Judá lanzaron el grito de guerra, y mientras ellos gritaban, Dios derrotó a
Jeroboám y a todo Israel delante de Abías y de Judá. 16 Los israelitas huyeron delante de
Judá, pero Dios los entregó en sus manos: 17 Abías y su ejército les infligieron una gran
derrota, y cayeron quinientos mil hombres escogidos de Israel. 18 En esa ocasión, los israelitas
D
quedaron humillados, mientras que los de Judá se fortalecieron por haberse apoyado en el
Señor, el Dios de sus padres.
19 Abías persiguió a Jeroboám y le arrebató las ciudades de Betel, Iesaná y Efrón con sus
respectivos poblados. 20 Jeroboám ya no recuperó su poderío en los tiempos de Abías: el
LS
Señor lo hirió gravemente y él murió. 21 Abías, por el contrario, se hizo cada vez más fuerte.
Tuvo catorce mujeres, veintidós hijos y dieciséis hijas.
22 El resto de la historia de Abías, sus obras y sus hazañas, están escritos en el Comentario
del profeta Idó. 23 Abías se fue a descansar con sus padres y lo sepultaron en la Ciudad de
David. Su hijo Asá reinó en lugar de él. En tiempos de este el país gozó de paz durante diez
años.
O
14 1 Asá hizo lo que era bueno y recto a los ojos del Señor, su Dios. 2 Suprimió los altares de
los cultos extranjeros y los lugares altos; rompió las piedras conmemorativas y los pilares
sagrados, 3 y exhortó a Judá a buscar al Señor, el Dios de sus padres, y a practicar la Ley y
los mandamientos. 4 Mandó suprimir de todas las ciudades de Judá los lugares altos y los
altares de incienso; y el reino estuvo en paz bajo su reinado. 5 Edificó ciudades fortificadas en
SY
Judá, porque el país estaba en paz, y durante aquellos años nadie le hizo la guerra ya que el
Señor le había dado tranquilidad.
O
morir, fuera grande o pequeño, hombre o mujer. 14 Así lo juraron al Señor en alta voz, con
gritos de júbilo y al son de trompetas y cuernos. 15 Todo Judá se alegró a causa del juramento,
porque lo había prestado de todo corazón y había buscado sinceramente al Señor. Por eso el
Señor se dejó encontrar por ellos y les dio paz por todas partes.
EM
16 El rey Asá despojó incluso del rango de Reina Madre a su abuela Maacá, por haber
dedicado un horrendo fetiche a la diosa Aserá. Asá eliminó ese fetiche, lo redujo a polvo y lo
quemó en el torrente Cedrón. 17 Sin embargo, no desaparecieron de Israel los lugares altos,
aunque el corazón de Asá perteneció íntegramente al Señor durante toda su vida. 18 Él hizo
llevar a la Casa del Señor las ofrendas consagradas por su padre y las que él mismo había
consagrado: plata, oro y otros utensilios. 19 Y no hubo guerra hasta el año treinta y cinco del
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reinado de Asá.
1 Rey. 15. 16-22 16 1 El año trigésimo sexto del reinado de Asá, Basá, rey de Israel, subió
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contra Judá y fortificó Ramá, para cortarle las comunicaciones a Asá, rey de Judá. 2 Entonces
Asá recogió plata y oro de los tesoros de la Casa del Señor y de la casa del rey, y se los envió
a Ben Hadad, rey de Arám, que residía en Damasco, con el siguiente mensaje: 3 "Hay una
alianza entre tú y yo, como la hubo entre mi padre y el tuyo. Aquí te envío plata y oro. Rompe
tu alianza con Basá, rey de Israel, para que él se retire de mi territorio". 4 Ben Hadad le hizo
caso y envió a los jefes de su ejército contra las ciudades de Israel. Ellos atacaron a Ión, Dan,
Abel Maim y todos los depósitos de las ciudades de Neftalí. 5 Cuando se enteró Basá,
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suspendió la fortificación de Ramá e interrumpió los trabajos. 6 El rey Asá movilizó entonces a
todo Judá, y se llevaron las piedras y la madera con que Basá estaba fortificando Ramá. Con
ellas, Asá fortificó Gueba y Mispá.
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7 En aquel tiempo, el vidente Jananí se presentó ante Asá, rey de Judá, y le dijo: "Por haberte
apoyado en el rey de Arám en vez de apoyarte en el Señor, tu Dios, el ejército del rey de Arám
se te ha escapado de las manos. 8 ¿Acaso los cusitas y los libios no formaban un ejército
numeroso, con una enorme cantidad de carros de guerra y caballería? Y sin embargo, por
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haberte apoyado en el Señor, él los entregó en tus manos. 9 Porque los ojos del Señor
recorren toda la tierra para sostener a aquellos cuyo corazón está con él íntegramente. En esto
te has comportado como un necio. Por eso, de ahora en adelante vivirás en guerra". 10 Asá se
irritó contra el vidente y lo hizo poner en la cárcel, porque se había enfurecido con él a causa
de esto. Por aquel mismo tiempo, Asá oprimió también a una parte del pueblo.
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18 1 Josafat tuvo riquezas y gloria en abundancia. Y como se había emparentado con Ajab, 2
al cabo de unos años bajó a visitarlo a Samaría. Ajab sacrificó gran cantidad de ovejas y
bueyes para él y para la gente que lo acompañaba, y lo indujo a subir contra Ramot de Galaad.
3 Ajab, rey de Israel, dijo a Josafat, rey de Judá: "¿Irías conmigo contra Ramot de Galaad?".
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Josafat respondió al rey de Israel: "Cuenta conmigo como contigo mismo, con mi gente como
con la tuya". 4 Pero añadió: "Consulta primero la palabra del Señor".
La intervención de los falsos profetas
5 El rey de Israel reunió a los profetas –unos cuatrocientos hombres– y les preguntó:
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"¿Podemos ir a combatir contra Ramot de Galaad, o debo desistir?". Ellos respondieron:
"Sube, y el Señor la entregará en manos del rey". 6 Pero Josafat insistió: "¿No queda por ahí
algún profeta del Señor para consultar por medio de él?". 7 El rey de Israel dijo a Josafat: "Si,
queda todavía un hombre por cuyo intermedio se podría consultar al Señor. Pero yo lo detesto,
porque nunca me vaticina nada bueno, sino sólo desgracias: es Miqueas, hijo de Imlá". "No
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hable el rey de esa manera", replicó Josafat. 8 Entonces el rey de Israel llamó a un eunuco y
ordenó: "Que venga en seguida Miqueas, hijo de Imlá".
9 El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, con sus
vestiduras reales, sobre la explanada que está a la entrada de la puerta de Samaría, mientras
todos los profetas vaticinaban delante de ellos. 10 Sedecías, hijo de Canaaná, se había hecho
unos cuernos de hierro y decía: "Así habla el Señor: Con esto embestirás a Arám hasta acabar
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con él". 11 Y todos los profetas vaticinaban en el mismo sentido, diciendo: "¡Sube a Ramot de
Galaad y triunfarás! El Señor la entregará en manos del rey".
12 El mensajero que había ido a llamar a Miqueas le dijo: "Mira que las palabras de los
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profetas anuncian a una sola voz buena fortuna para el rey. Habla tú también como uno de
ellos, y anuncia la victoria". 13 Pero Miqueas replicó: "¡Por la vida del Señor, sólo diré lo que mi
Dios me diga!".
14 Cuando se presentó al rey, este le dijo: "Miqueas, ¿podemos ir a combatir contra Ramot de
Galaad, o debo desistir?". Él le respondió: "Sube y triunfarán; ellos serán entregados en manos
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de ustedes". 15 Pero el rey le dijo: "¿Cuántas veces tendré que conjurarte a que no me digas
más que la verdad en nombre del Señor?". 16 Miqueas dijo entonces:
4 Josafat residía en Jerusalén, pero salió de nuevo para visitar a su pueblo, desde Berseba
hasta la montaña de Efraím, y lo hizo volver al Señor, el Dios de sus padres. 5 Estableció
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jueces en el país, en todas y cada una de las ciudades fortificadas de Judá, 6 y dijo a los
jueces: "Miren bien lo que hacen, porque ustedes no deben juzgar en nombre de los hombres,
sino del Señor, que está con ustedes cuando administran la justicia. 7 ¡Que permanezca sobre
ustedes el temor del Señor! Tengan mucho cuidado con lo que hacen, porque el Señor,
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nuestro Dios, no tolera la injusticia, ni la acepción de personas, ni el soborno".
8 También en Jerusalén, Josafat estableció levitas, sacerdotes y jefes de familia de Israel, para
dictar las sentencias del Señor y dirimir los pleitos entre los habitantes de Jerusalén. 9 Les dio
estas instrucciones: "Obren siempre con temor del Señor, con fidelidad e integridad de
corazón. 10 En todo pleito que provenga de sus hermanos residentes en cualquier ciudad –ya
sean causas de sangre o cuestiones relativas a la Ley, a los mandamientos, a los preceptos y
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a las costumbres– ustedes deberán instruirlos, para que no se hagan culpables delante del
Señor y su ira no se encienda contra ustedes y contra sus hermanos. Obren de esta manera, y
no se harán culpables.
11 El sacerdote Amarías tendrá autoridad sobre ustedes en todos los asuntos concernientes al
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Señor, y Zebadías, hijo de Ismael, príncipe de la casa de Judá, en todos los asuntos
concernientes al rey. Los levitas les servirán de escribas. ¡Tengan ánimo y pónganse a
trabajar! ¡Y que el Señor esté con los hombres de bien!".
20 1 Después de un tiempo, los moabitas y los amonitas, junto con algunos maonitas, fueron a
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combatir contra Josafat. 2 Entonces informaron a Josafat, diciéndole: "Una gran multitud,
procedente de Edóm, avanza contra ti desde el otro lado del mar, y ya están en Jasasón
Tamar, es decir, en Engadí".
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Súplica de Josafat
3 Josafat, muy atemorizado, decidió consultar al Señor y proclamó un ayuno en todo Judá. 4
Judá se reunió para implorar al Señor, y acudió gente de todas las ciudades. 5 Entonces
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Josafat se puso de pie en medio de la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la Casa del Señor,
delante del atrio nuevo, 6 y dijo: "Señor, Dios de nuestros padres, ¿acaso no eres tú el Dios del
cielo y el que dominas a todos los reinos de las naciones? ¿No están en tu mano la fuerza y el
poder, sin que nadie pueda resistirte? 7 ¿No has sido tú, Dios nuestro, el que expulsaste a los
habitantes de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y se la entregaste para siempre a los
descendientes de tu amigo Abraham? 8 Ellos la han habitado y han edificado un Santuario
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para tu Nombre, diciendo: 9 ‘Si nos sobreviene alguna desgracia –la espada, el castigo, la
peste o el hambre– nos presentaremos delante de esta Casa y delante de ti, porque tu Nombre
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Fin del reinado de Josafat
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31 Josafat reinó sobre Judá. Tenía treinta y cinco años cuando inició su reinado, y reinó
veinticinco años en Jerusalén. Su madre se llamaba Azubá, hija de Siljí. 32 Siguió en todo el
camino de su padre Asá y no se apartó de él, haciendo lo que es recto a los ojos del Señor. 33
Sin embargo, no desaparecieron los lugares altos y el pueblo aún no se había entregado de
corazón al Dios de sus padres. 34 El resto de los hechos de Josafat, desde el comienzo hasta
el fin, están escritos en las Memorias de Jehú, hijo de Jananí, que se encuentran incluidas en
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el Libro de los reyes de Israel.
35 Después de esto, Josafat, rey de Judá, se alió con Ocozías, rey de Israel, aunque este
procedía mal. 36 Se asoció con él para construir barcos que fueran a Tarsis, y los fabricaron en
Esión Guéber. 37 Entonces Eliezer, hijo de Dodaías, de Maresá, profetizó contra Josafat
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diciendo: "Por haberte aliado con Ocozías, el Señor abrió una brecha en tus obras". En efecto,
los barcos naufragaron y no pudieron ir a Tarsis.
21 1 Josafat se fue a descansar con sus padres, y lo sepultaron con sus antepasados en la
Ciudad de David. Su hijo Jorám lo sucedió en el trono.
2 Rey. 8. 16-19
2 Jorám tenía seis hermanos, hijos de Josafat, que eran: Azarías, Iejiel, Zacarías, Azariahu,
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Micael y Sefatías. Todos eran hijos de Josafat, rey de Israel. 3 Su padre les había hecho
muchos regalos de oro, plata y objetos preciosos, además de algunas ciudades fortificadas de
Judá. Pero él había entregado el reino a Jorám porque era el hijo mayor; 4 y cuando Jorám
tomó posesión del reino de su padre y se afianzó en el poder, degolló a todos sus hermanos y
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5 Jorám tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó ocho años en Jerusalén. 6
Siguió el camino de los reyes de Israel, conforme a lo que había hecho la casa de Ajab, porque
se había casado con una hija de Ajab; e hizo lo que es malo a los ojos del Señor. 7 Pero el
Señor no quiso destruir a la casa de David, en razón de la alianza que había concluido con él,
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y de la promesa que le había hecho de darles, a él y a sus hijos, una lámpara para siempre.
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El asesinato de Ocozías
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Ocozías, hijo de Jorám, rey de Judá, bajó a Izreel para visitar a Jorám, hijo de Ajab, que se
encontraba enfermo. 7 Esta visita a Jorám estaba dispuesta por Dios para ruina de Ocozías.
Porque cuando llegó, salió con Jorám a luchar contra Jehú, hijo de Nimsí, a quien el Señor
había ungido para extirpar la casa de Ajab. 8 Mientras Jehú hacía justicia con la familia de
Ajab, se encontró con los jefes de Judá y con los hijos de los hermanos de Ocozías, que
estaban a su servicio, y los mató. 9 Después buscó a Ocozías, y lo capturaron en Samaría,
donde se había ocultado. Luego lo llevaron a la presencia de Jehú y lo mataron. Pero le dieron
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sepultura, porque decían: "Es el hijo de Josafat, el que buscó al Señor de todo corazón".
23 1 Al séptimo año, Iehoiadá se armó de valor y reunió a los centuriones: a Azarías, hijo de
Ierojám, a Ismael, hijo de Iehojanán, a Azarías, hijo de Obed, a Maaseías, hijo de Adaías, y a
Elisafat, hijo de Zicrí. Hizo un pacto con ellos, 2 y recorrieron todo el territorio de Judá
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congregando a los levitas de todas las ciudades y a los jefes de familia de Israel. Cuando
llegaron a Jerusalén, 3 toda la asamblea selló una alianza con el rey en la Casa de Dios.
Iehoiadá les dijo: "Aquí está el hijo del rey. Él debe reinar, como lo dijo el Señor acerca de los
descendientes de David. 4 Ustedes harán lo siguiente: un tercio de ustedes, los sacerdotes y
levitas que entran de servicio el día sábado, montarán guardia en las puertas; 5 otro tercio
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ocupará la casa del rey, y el otro tercio se quedará en la puerta del Fundamento. Mientras
tanto, todo el pueblo permanecerá en los atrios de la Casa del Señor. 6 Que nadie entre en la
24 1 Joás tenía siete años cuando inició su reinado, y reinó cuarenta años en Jerusalén. Su
madre se llamaba Sibia, y era de Berseba. 2 Joás hizo lo que es recto a los ojos del Señor
mientras vivió el sacerdote Iehoiadá. 3 Este lo hizo casar con dos mujeres, y él tuvo hijos e
hijas.
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La restauración del Templo de Jerusalén
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4 Después de esto, Joás resolvió restaurar la Casa del Señor. 5 Reunió a los sacerdotes y a
los levitas, y les dijo: "Salgan todos los años por las ciudades de Judá, y recojan dinero de todo
Israel para restaurar la Casa de nuestro Dios. Háganlo lo antes posible". Pero los levitas no se
apresuraron a hacerlo.
6 Entonces el rey llamó al Sumo Sacerdote Iehoiadá y le preguntó: "¿Por qué no les has
insistido a los levitas para que traigan de Judá y de Jerusalén las contribuciones que Moisés, el
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servidor de Dios, y la asamblea de Israel prescribieron para la Carpa del Testimonio? 7 Porque
Atalía, la impiedad en persona, y sus secuaces han dejado deteriorar la Casa de Dios, y han
destinado al culto de los Baales las ofrendas consagradas a la Casa del Señor". 8 Entonces el
rey ordenó que se hiciera una cofre y se lo colocara junto a la puerta de la Casa del Señor, en
la parte exterior; 9 y se proclamó en Judá y en Jerusalén que trajeran al Señor la contribución
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que Moisés, el servidor de Dios, había impuesto a Israel en el desierto. 10 Todos los jefes y el
pueblo se alegraron, y traían sus ofrendas y las echaban en el cofre hasta que se llenaba.
11 Cuando era el momento de llevar el cofre a la administración real por medio de los levitas, si
veían que había mucho dinero venía el secretario del rey y el inspector del Sumo Sacerdote,
vaciaban el cofre para retirar el dinero y luego lo volvían a colocar en su lugar. Así se hacía
cada día, y se reunía mucho dinero. 12 El rey y Iehoiadá se lo entregaban a los encargados de
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las obras de la Casa del Señor, y estos contrataban albañiles y carpinteros para restaurar la
Casa del Señor, y también herreros y fundidores de bronce para repararla. 13 Cuando los
obreros pusieron manos a la obra, el trabajo fue progresando hasta que la Casa de Dios quedó
restaurada y consolidada. 14 Y una vez terminada la obra, trajeron el resto del dinero al rey y a
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Iehoiadá, a fin de que se fabricaran utensilios para la Casa del Señor: recipientes para el uso
litúrgico y para los holocaustos, vasos y objetos de oro y plata. Mientras vivió Iehoiadá se
ofrecieron continuamente holocaustos en la Casa del Señor.
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15 Iehoiadá envejeció y murió colmado de días, cuando tenía ciento treinta años. 16 Lo
sepultaron junto a los reyes, en la Ciudad de David, porque había obrado bien en Israel en lo
que respecta a Dios y a su Casa.
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17 Después de la muerte de Iehoiadá, los jefes de Judá fueron a postrarse delante del rey, y
este se dejó llevar por sus palabras. 18 Entonces abandonaron la Casa del Señor, el Dios de
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talentos de plata que entregué a la tropa de Israel?". El hombre de Dios respondió: "El Señor
puede darte mucho más". 10 Entonces Amasías licenció a la tropa que había venido de Efraím,
para que se fueran a su tierra. Ellos se indignaron contra Judá y volvieron enfurecidos a su
tierra.
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11 Amasías se sintió fuerte y avanzó al frente de sus tropas hasta el valle de la Sal, donde
mató a diez mil hombres de Seír. 12 Los hombres de Judá capturaron vivo a otros diez mil y
los llevaron hasta la cumbre de La Roca. Desde allí los despeñaron, y todos murieron
destrozados. 13 Mientras tanto, las tropas que Amasías había despedido para que no fueran
con él a la guerra, invadieron las ciudades de Judá, desde Samaría hasta Bet Jorón, y mataron
a tres mil personas, recogiendo además un gran botín.
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La infidelidad de Amasías
14 Después que Amasías volvió de derrotar a los edomitas, introdujo a los dioses de los
habitantes de Seír y los tomó como propios, se postró delante de ellos y les quemó incienso.
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15 Entonces la ira del Señor se encendió contra Amasías y le envió un profeta para decirle:
"¿Por qué has buscado a los dioses de esa gente, que no han podido salvar a su pueblo de tus
manos?". 16 Mientras el profeta le estaba hablando, Amasías le replicó: "¿Quién te ha
nombrado consejero del rey? ¡No insistas! ¿O quieres que te maten?". El profeta desistió, no
sin antes decir: "Yo sé que Dios ha decidido destruirte, por haber hecho esto y no haber
escuchado mi consejo".
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17 Después de hacerse aconsejar, Amasías, rey de Judá, envió mensajeros a Joás, hijo de
Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel, para decirle: "¡Ven a enfrentarte conmigo cara a cara!". 18
Pero Joás, rey de Israel, mandó a decir a Amasías, rey de Judá: "El cardo del Líbano mandó a
decir al cedro del Líbano: Dale tu hija por esposa a mi hijo. Pero un animal salvaje del Líbano
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pasó y pisoteó el cardo. 19 Tú dices: ‘He derrotado a Edóm’, y por eso tu corazón se ha
engreído y se gloría. ¡Quédate ahora en tu casa! ¿Para qué comprometerte en una guerra
desastrosa y sucumbir, tú y Judá contigo?".
20 Amasías no hizo caso, porque Dios así lo había dispuesto, para entregarlo en manos de
Joás por haber venerado a los dioses de Edóm. 21 Entonces subió Joás, rey de Israel, y se
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enfrentaron él y Amasías, rey de Judá, en Bet Semes de Judá. 22 Judá cayó derrotado ante
Israel, y cada uno huyó a su carpa. 23 Joás, rey de Israel, tomó prisionero en Bet Semes a
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16 Pero cuando se hizo fuerte, su corazón se ensoberbeció hasta pervertirse, y se rebeló
contra el Señor, su Dios, entrando en el Templo del Señor para ofrecer incienso sobre el altar
de los perfumes. 17 Detrás de él entró el sacerdote Azarías con otros ochenta sacerdotes del
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Señor, hombres valerosos, 18 los cuales se opusieron al rey Ozías, diciéndole: "Ozías, no te
corresponde a ti ofrecer incienso al Señor, sino a los sacerdotes hijos de Aarón, que han sido
consagrados para quemar el incienso. Aléjate del Santuario, porque te has rebelado, y eso no
será para ti un título de gloria a los ojos del Señor Dios".
19 Ozías, que tenía el incensario en la mano para ofrecer el incienso, se enfureció contra los
sacerdotes. Pero en ese mismo momento le brotó lepra en su frente, delante de los
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sacerdotes, en el Templo del Señor, junto al altar de los perfumes. 20 El Sumo Sacerdote
Azarías y todos los demás sacerdotes, al volverse hacia él, vieron que tenía lepra en la frente.
Entonces lo expulsaron de allí, y él mismo se apresuró a salir porque el Señor lo había herido.
21 El rey Ozías quedó leproso hasta el día de su muerte. Tuvo que habitar en una casa
apartada, porque estaba excluido de la Casa del Señor a causa de su lepra. Su hijo Jotám
estaba al frente del palacio real y gobernaba a todo el pueblo del país.
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22 El resto de los hechos de Ozías, desde el comienzo hasta el fin, fue escrito por el profeta
Isaías, hijo de Amós. 23 Ozías se fue a descansar con sus padres, y lo sepultaron con ellos en
el campo adyacente a la sepultura de los reyes, porque dijeron: "Es un leproso". Su hijo Jotám
reinó en lugar de él.
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27 1 Jotám tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en
Jerusalén. Su madre se llamaba Ierusá y era hija de Sadoc. 2 Él hizo lo que es recto a los ojos
del Señor, como había hecho su padre Ozías, pero no entró en el Templo del Señor. Mientras
tanto, el pueblo seguía corrompiéndose.
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3 Fue él quien construyó la puerta superior de la Casa del Señor, e hizo muchas obras en el
muro del Ofel. 4 Construyó asimismo ciudades en la montaña de Judá, y edificó fortines y
14 Los soldados abandonaron a los prisioneros y el botín delante de los jefes y de toda la
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asamblea, 15 y algunos hombres, designados expresamente, se hicieron cargo de los
prisioneros: vistieron a los que estaban desnudos con lo que habían recogido en el botín, les
dieron ropa y calzado; los alimentaron, les dieron de beber y los perfumaron. Finalmente, los
llevaron de vuelta, cargando sobre asnos a los que estaban débiles, y los condujeron hasta
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Jericó, la ciudad de las Palmeras, junto a sus hermanos. Después regresaron a Samaría.
16 En ese tiempo, el rey Ajaz mandó a pedir auxilio a los reyes de Asiria. 17 Porque los
edomitas habían invadido de nuevo y derrotado a Judá, llevándose algunos prisioneros. 18 Los
filisteos habían saqueado las ciudades de la Sefelá y del Négueb de Judá, se habían
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apoderado de Bet Semes, Aialón y Gederot, y también de Socó, Timná y Guimzó, con sus
respectivos poblados, estableciéndose en ellas. 19 Así el Señor humillaba a Judá por culpa de
Ajaz, rey de Judá, que había fomentado el desenfreno en Judá y se había rebelado contra el
Señor.
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20 Tiglat Piléser, rey de Asiria, en lugar de apoyarlo, lo atacó y lo sitió. 21 Ajaz tuvo que
despojar la Casa del Señor, el palacio real y las casas de los príncipes, y le entregó todo al rey
de Asiria; pero esto no le sirvió de nada.
La impiedad de Ajaz
22 Incluso durante el asedio, el rey Ajaz persistió en su rebeldía contra el Señor. 23 Él mismo
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ofreció sacrificios a los dioses de Damasco que lo habían derrotado, diciendo: "Ya que estos
dioses ayudan a los reyes de Arám, yo les ofreceré sacrificios para que me ayuden también a
mí". Pero ellos causaron su ruina y la de todo Israel. 24 Ajaz juntó los utensilios de la Casa de
Dios y los hizo pedazos, cerró las puertas de la Casa del Señor y se edificó altares en todos los
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rincones de Jerusalén; 25 y en cada una de las ciudades de Judá erigió lugares altos para
quemar incienso a los dioses extranjeros, provocando así la indignación del Señor, el Dios de
sus padres.
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2 Rey. 16. 19-20 26 El resto de los hechos de Ajaz y todas sus acciones, desde el comienzo
hasta el fin, están escritos en el Libro de los reyes de Judá y de Israel. 27 Ajaz se fue a
descansar con sus padres y lo sepultaron en la ciudad de Jerusalén, pero no lo llevaron al
sepulcro de los reyes de Israel. Su hijo Ezequías reinó en lugar de él.
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20 El rey Ezequías se levantó de madrugada, reunió a los jefes de la ciudad y subió a la Casa
del Señor. 21 Trajeron siete terneros, siete carneros, siete corderos y siete chivos para
ofrecerlos en sacrificio expiatorio por el reino, por el Santuario y por Judá, y el rey ordenó a los
sacerdotes, hijos de Aarón, que los ofrecieran en holocausto sobre el altar del Señor. 22
Primero inmolaron los terneros, y los sacerdotes recogieron la sangre y con ella hicieron una
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aspersión sobre el altar. Luego inmolaron los carneros y con su sangre hicieron una aspersión
sobre el altar. Después inmolaron los corderos y con sus sangre hicieron una aspersión sobre
el altar. 23 Por último, acercaron los chivos para el sacrificio expiatorio y los colocaron delante
del rey y de la asamblea para que les impusieran las manos. 24 Los sacerdotes los inmolaron,
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y con la sangre derramada sobre el altar ofrecieron un sacrificio expiatorio por todo Israel,
porque el rey había ordenado que el holocausto y el sacrificio expiatorio se ofreciera por todo
Israel.
25 El rey instaló a los levitas en el Templo del Señor, con címbalos, arpas y cítaras, como lo
habían ordenado David, Gad, el vidente del rey, y el profeta Natán: este era, en efecto, un
mandamiento de Dios, que había sido dado por medio de sus profetas. 26 Cuando los levitas
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estuvieron preparados con los instrumentos de David y los sacerdotes con las trompetas, 27
Ezequías ordenó que se ofreciera el holocausto sobre el altar. En el momento de comenzar el
holocausto, comenzaron también los cantos del Señor y sonaron las trompetas acompañadas
por los instrumentos de David, rey de Israel. 28 Toda la asamblea permaneció postrada,
mientras se cantaban los himnos y resonaban las trompetas, hasta que terminó el holocausto.
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29 Cuando se terminó de ofrecer el holocausto, el rey y todos los que lo acompañaban,
doblaron sus rodillas y se postraron. 30 Después, el rey Ezequías y los jefes ordenaron a los
levitas que alabaran al Señor con las palabras de David y de Asaf, el vidente. Ellos cantaron
jubilosamente las alabanzas e, inclinándose, se postraron.
31 Ezequías tomó la palabra y dijo: "Ahora que ustedes han sido consagrados al Señor,
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como holocausto al Señor. 33 Se consagraron también seiscientos terneros y tres mil cabras y
ovejas. 34 Pero como los sacerdotes eran pocos y no daban abasto para degollar todas las
víctimas de los holocaustos, sus hermanos levitas les ayudaron hasta que el trabajo quedó
concluido y los sacerdotes se purificaron, porque los levitas se habían mostrado más
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dispuestos a purificarse que los sacerdotes. 35 Hubo una gran cantidad de holocaustos,
además de la grasa de los sacrificios de comunión y de las libaciones para los holocaustos. Así
quedó restablecido el culto en la Casa del Señor. 36 Ezequías y todo el pueblo se alegraron de
que Dios hubiera predispuesto al pueblo, ya que todo pudo hacerse tan rápidamente.
Proclamación de la Pascua
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30 1 Entonces Ezequías dio órdenes a todo Israel y Judá, y también escribió cartas a Efraím y
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de Israel, los forasteros que llegaban del territorio de Israel y los habitantes de Judá. 26 Hubo
una alegría muy grande en Jerusalén, porque desde los tiempos de Salomón, hijo de David,
rey de Israel, no había sucedido nada semejante en Jerusalén. 27 Después, los sacerdotes
levíticos se pusieron a bendecir al pueblo: su voz fue escuchada y su oración llegó hasta la
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santa morada de Dios en el cielo.
31 1 Una vez terminada la fiesta, los israelitas que se encontraban allí salieron por las
ciudades de Judá y destrozaron las piedras conmemorativas, talaron los postes sagrados y
demolieron los lugares altos y los altares de todo Judá y Benjamín, y también los de Efraím y
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Manasés, hasta destruirlos completamente. Luego todos los israelitas regresaron a sus
ciudades, cada uno a su posesión.
del vino nuevo, del aceite fresco, de la miel y de todos los productos del campo, y entregaron
en abundancia el diezmo de todo. 6 También la gente de Israel y de Judá que habitaba en las
ciudades de Judá, entregó el diezmo del ganado mayor y menor, como asimismo el diezmo de
las cosas santas consagradas al Señor, acumulándolas en montones. 7 Comenzaron a hacer
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los montones en el tercer mes, y en el séptimo ya habían terminado. 8 Ezequías y los jefes
fueron a ver los montones, y bendijeron al Señor y a su pueblo Israel.
9 Ezequías pidió información a los sacerdotes y a los levitas acerca de esos montones, 10 y
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Azarías, el Sumo Sacerdote, de la casa de Sadoc, le respondió: "Desde que empezaron a traer
las ofrendas a la Casa del Señor, hemos comido hasta saciarnos y ha sobrado muchísimo,
porque el Señor ha bendecido a su pueblo: toda esta cantidad es lo que ha sobrado".
11 Ezequías mandó preparar unas despensas en la Casa del Señor. Así lo hicieron, 12 y todos
llevaron puntualmente las ofrendas, los diezmos y los dones consagrados. El levita Conanías
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era el encargado principal y tenía a su hermano Simei como ayudante. 13 Iejiel, Azazías, Nájat,
Azael, Ierimot, Ioazabad, Eliel, Ismaquías, Májat y Benaías eran los inspectores, a las órdenes
O
naciones pudieron salvar a sus países de mis manos? 14 Entre todos los dioses de esas
naciones que mis padres consagraron al exterminio, ¿hubo alguno capaz de librar a su pueblo
de mis manos? ¡Tampoco su dios podrá entonces librarlos a ustedes! 15 ¡Que Ezequías no los
engañe ni los seduzca de esa manera! No le crean, porque ningún dios de ninguna nación ni
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de ningún reino pudo salvar a su pueblo de mis manos ni de las manos de mis padres: ¡cuánto
menos su dios podrá librarlos a ustedes!".
16 Mientras los servidores de Senaquerib seguían hablando contra el Señor Dios y contra
Ezequías, su servidor, 17 Senaquerib escribió una carta para ultrajar al Señor, el Dios de
Israel, y desafiarlo en estos términos: "Así como en los otros países los dioses de las naciones
no han podido librar a sus pueblos, tampoco podrá el dios de Ezequías librar a su pueblo de
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mis manos". 18 Los servidores de Senaquerib gritaban a voz en cuello, en lengua hebrea, al
pueblo de Jerusalén que se hallaba sobre la muralla, para intimidarlos y asustarlos, a fin de
apoderarse de la ciudad. 19 Y hablaban del Dios de Jerusalén como si fuera uno de los dioses
de los pueblos de la tierra, obra de manos humanas.
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Retirada y muerte de Senaquerib
20 El rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amós, oraron y clamaron al Cielo. 21 Entonces el
Señor envió un ángel que aniquiló a todos los guerreros valientes, a los jefes y a los oficiales
en el campamento del rey de Asiria. Este tuvo que volver a su país, completamente
O
22 Así salvó el Señor a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de las manos de Senaquerib,
rey de Asiria, y de las manos de todos los demás, y les dio paz en todas sus fronteras. 23
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Muchos llevaron a Jerusalén ofrendas para el Señor y regalos para Ezequías, rey de Judá, el
cual, después de esto, adquirió gran prestigio ante todas las naciones.
24 En aquel tiempo, Ezequías cayó gravemente enfermo y estuvo a punto de morir. Entonces
imploró al Señor; el Señor le respondió y le concedió una señal extraordinaria. 25 Pero
Ezequías no correspondió al beneficio recibido: al contrario, su corazón se ensoberbeció, y así
SY
atrajo la ira del Señor contra él, contra Judá y contra Jerusalén. 26 Ezequías se arrepintió de
su orgullo, junto con los habitantes de Jerusalén, y la ira del Señor no se abatió más sobre
La conversión de Manasés
11 Entonces el Señor hizo venir contra ellos a los jefes del ejército del rey de Asiria, y estos
capturaron a Manasés con garfios, lo sujetaron con doble cadena de bronce y lo llevaron a
O
Babilonia. 12 En medio de su angustia él aplacó al Señor, su Dios, humillándose
profundamente delante del Dios de sus padres. 13 Le suplicó, y el Señor lo escuchó
benignamente: oyó su plegaria y lo hizo volver a su reino, en Jerusalén. Así reconoció
Manasés que el Señor es Dios.
EM
14 Después de esto, construyó una muralla exterior a la Ciudad de David, al oeste del Guijón,
en el valle, hasta la puerta de los Peces, rodeando el Ofel, y la hizo muy alta. Además, puso
jefes militares en todas las ciudades fuertes de Judá.
15 Luego retiró de la Casa del Señor los dioses extranjeros y el Ídolo. Hizo lo mismo con todos
los altares que él mismo había erigido en la montaña de la Casa del Señor y en Jerusalén,
D
arrojándolos fuera de la ciudad. 16 Restauró el altar del Señor e inmoló sobre él sacrificios de
comunión y de acción de gracias, y ordenó que Judá sirviera al Señor, el Dios de Israel. 17 El
pueblo, sin embargo, continuaba ofreciendo sacrificios en los lugares altos, aunque sólo al
Señor, su Dios.
LS
Fin del reinado de Manasés
18 El resto de los hechos de Manasés, la oración hecha a su Dios y las palabras de los
videntes que le hablaron en nombre del Señor, el Dios de Israel, están escritos en los Anales
de los reyes de Israel. 19 Su plegaria y cómo fue escuchado, todo su pecado y su
O
prevaricación, los sitios donde edificó lugares altos y erigió postes sagrados e ídolos, antes de
humillarse, están escritos en las Memorias de Jozai. 20 Manasés se fue a descansar con sus
padres, y lo sepultaron en su casa. Su hijo Amón reinó en lugar de él.
O
21 Amón tenía veintidós años cuando comenzó a reinar, y reinó dos años en Jerusalén. 22 Él
hizo lo que es malo a los ojos del Señor, como lo había hecho su padre Manasés. Ofreció
sacrificios y sirvió a todos los ídolos que había hecho su padre Manasés. 23 Pero no se humilló
delante del Señor, como se había humillado su padre Manasés, sino que multiplicó sus culpas.
24 Sus servidores conspiraron contra él y lo mataron en su palacio. 25 Pero el pueblo del país
mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón, y el mismo pueblo proclamó rey
SY
O
La consulta a la profetisa Julda
EM
19 Cuando el rey oyó las palabras de la Ley, rasgó sus vestiduras, 20 y dio esta orden a
Jilquías, a Ajicám, hijo de Safán, a Abdón, hijo de Micá, a Safán, el secretario, y a Asaías, el
servidor del rey: 21 "Vayan a consultar al Señor por mí y por el resto de Israel y de Judá,
acerca de las palabras del libro que ha sido encontrado. Porque es grande el furor del Señor
que se ha derramado sobre nosotros, ya que nuestros padres no han observado la palabra del
Señor y no han obrado conforme a todo lo que está escrito en este libro".
D
22 Jilquías y los que habían sido designados por el rey fueron a ver a la profetisa Julda,
esposa de Salúm, hijo de Tocat, hijo de Jasrá, el encargado del vestuario. Ella habitaba en
Jerusalén, en el barrio nuevo. Y una vez que le expusieron el caso, 23 les dijo: "Así habla el
Señor, el Dios de Israel: Díganle al hombre que los ha enviado: 24 Así habla el Señor: Yo voy a
traer una desgracia sobre este lugar y sobre sus habitantes, cumpliendo así todas las
LS
maldiciones escritas en el libro que han leído ante el rey de Judá. 25 Porque me han
abandonado y han quemado incienso a otros dioses, provocando mi indignación con todas las
obras de sus manos, mi furor se derramará sobre este lugar, y no se extinguirá. 26 Pero al rey
de Judá que los envía a consultar al Señor, le dirán: Así habla el Señor, el Dios de Israel: En lo
que respecta a las palabras que tú has escuchado... 27 Porque tu corazón se ha conmovido y
te has humillado delante de Dios al oír sus palabras contra este lugar y contra sus habitantes;
porque te has humillado delante de mí, has rasgado tus vestiduras y has llorado en mi
O
presencia, también yo he escuchado –oráculo del Señor– . 28 Yo voy a reunirte con tus
padres: serás sepultado en paz y tus ojos no verán nada de la desgracia que atraeré sobre
este lugar". Ellos llevaron la respuesta al rey.
La lectura de la Leyy renovación de la Alianza
O
29 El rey mandó reunir a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. 30 Luego subió a la Casa
ST
del Señor, acompañado de todos los hombres de Judá y de los habitantes de Jerusalén –los
sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, desde el más grande al más pequeño– y les leyó todas
las palabras del libro de la Alianza, que había sido hallado en la Casa del Señor. 31 Después,
de pie sobre su estrado, el rey selló delante del Señor la alianza que obliga a seguir al Señor y
a observar sus mandamientos, sus testimonios y sus preceptos, de todo corazón y con toda el
alma, poniendo en práctica las palabras de la alianza escritas en aquel libro. 32 Él hizo que se
SY
16 Así se organizó aquel día todo el servicio del Señor, para celebrar la Pascua y ofrecer los
holocaustos sobre el altar del Señor, según la orden del rey Josías. 17 Los israelitas que se
encontraban allí celebraron la Pascua en aquella ocasión, ytambién la fiesta de los Ácimos
durante siete días.
O
18 Nunca se había celebrado en Israel una Pascua como esta desde los días del profeta
Samuel; ninguno de los reyes de Israel había celebrado una Pascua como la que celebró
Josías con los sacerdotes y los levitas, con todo Judá, con los israelitas allí presentes y con los
habitantes de Jerusalén. 19 Fue el año dieciocho del reinado de Josías cuando se celebró esta
EM
Pascua.
20 Después de todo esto, cuando Josías ya había reorganizado el culto del Templo,subió
D
Necao, rey de Egipto, para combatir en Carquemís, junto al río Éufrates. Josías le salió al
paso, 21 pero Necao le envió mensajeros para decirle: "¿Qué hay entre nosotros, rey de Judá?
Ahora no vengo contra ti, sino contra una dinastía que me hace la guerra. Dios me ha dicho
que me apure. No te opongas a Dios, que está conmigo, no sea que él te destruya". 22 Pero
Josías no cedió, y se obstinó en combatirlo. Sin escuchar las palabras de Necao, que
LS
procedían de la boca de Dios, fue a presentarle batalla en la llanura de Meguido. 23 Los
arqueros dispararon contra el rey Josías, y este dijo a sus servidores: "Sáquenme, porque
estoy gravemente herido". 24 Sus servidores lo sacaron de su carro de guerra, lo subieron a
otro carro y lo llevaron a Jerusalén, donde murió. Él fue sepultado en los sepulcros de sus
padres, y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías. 25 Jeremías compuso una
lamentación sobre Josías, y todos los cantores y cantoras han hablado de él en sus cantos
fúnebres hasta el día de hoy. Estos cantos se hicieron tradicionales en Israel y ahora están
O
26 El resto de los hechos del rey Josías, sus obras de piedad, acordes con lo que prescribe la
Ley del Señor, 27 y todo lo que él hizo, desde el comienzo hasta el fin, está escrito en el Libro
O
36 1 El pueblo del país tomó entonces a Joacaz, hijo de Josías, y lo proclamó rey en Jerusalén
en lugar de su padre. 2 Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar, y reinó tres
meses en Jerusalén. 3 El rey de Egipto lo destituyó para que no reinara en Jerusalén, e impuso
al país un tributo de cien talentos de plata y un talento de oro. 4 El rey de Egipto designó a
SY
O
22 En el primer año del reinado de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del
Señor pronunciada por Jeremías, el Señor despertó el espíritu de Ciro, el rey de Persia, y este
mandó proclamar de viva voz y por escrito en todo su reino: 23 "Así habla Ciro, rey de Persia:
EM
El Señor, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y él me ha encargado que
le edifique una Casa en Jerusalén, de Judá. Si alguno de ustedes pertenece a ese pueblo,
¡que el Señor, su Dios, lo acompañe y que suba...!".
D
5. "Una alianza de sal", es decir, una alianza indes- tructible: ver nota Lev. 2. 11-13.
0 22 2. "Cuarenta y dos años": esta cifra proviene probablemente de un error del copista,
ya que el padre de Ocozías murió a los cuarenta años (21. 20). En 2 Rey. 8. 26 dice "veintidos
LS
años".
1 24 20-22. Ver nota Mt. 23. 35.
b 25 4. Deut. 24. 16.
c 26 1. "Ozías": en 2 Rey. 14. 21, este mismo rey es llamado Azarías.
32 31. Esta "señal extraordinaria" podría ser la curacion de Ezequías, a la que se alude en el v.
24 y de la que se habla explícitamente en 2 Rey. 20. 1-11; Is. 38. Sin embargo, como se trata
O
de una señal "ocurrida en el país" y teniendo en cuenta la tradicional rivalidad entre los
babilonios y los asirios, cabría pensar más bien en la sorpresiva retirada del ejércíto de
Senaquerib. Ver v. 21; 2 Rey. 19. 35-36.
O
21. La cita no es literal. Ver Jer. 25. 11; 29. 10; Zac. 1. 12. 16 8-36. Este himno está compuesto
ST
atribuye la iniciativa de este censo, que en 2 Sam. 24. 1 es atribuida a la ira del Señor.
b 22 9. El nombre de "Salomón" proviene de una palabra hebrea que significa "paz".
O
le rinde el culto debido, Dios no se dejará ganar en fidelidad y dará pleno cumplimiento a
sus promesas de salvación.
EL LIBRO DE ESDRAS
EM
EL RETORNO DE LOS DEPORTADOS Y LA RECONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO
En el verano del 538 a. C., Ciro promulga un edicto autorizando a los judíos exiliados en
Babilonia a regresar a su patria. En seguida se organiza una primera caravana, a la que
se van sumando otras, que llevan a Jerusalén parte de los desterrados. Allí el pueblo,
purificado por la prueba del exilio y animado por una ardiente esperanza mesiánica,
D
restaura el altar de los sacrificios y pone los cimientos del nuevo Templo.
Pero la comunidad judía, si bien goza de una cierta autonomía interna, depende de la
provincia persa de Samaría, que no ve con buenos ojos la llegada de los repatriados.
Esta animosidad de las poblaciones vecinas agrava las penurias del pequeño grupo que
LS
debe rehacerlo todo desde el comienzo, y las obras de restauración del Templo quedan
pronto interrumpidas.
Varios años más tarde, en el 520, los profetas Ageo y Zacarías despiertan al pueblo de
su inercia, y las obras se reinician con renovado entusiasmo. Después de cinco años de
trabajo, en el 515, el edificio queda terminado, y el pueblo celebra solemnemente la
Dedicación del Templo y la fiesta de la Pascua.
O
1 1 En el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del Señor
O
pronunciada por Jeremías, el Señor despertó el espíritu de Ciro, rey de Persia, y este mandó
proclamar de viva voz y por escrito en todo su reino: 2 "Así habla Ciro, rey de Persia: El Señor,
el Dios del cielo, ha puesto en mis manos todos los reinos de la tierra, y me ha encargado que
le edifique una Casa en Jerusalén, de Judá. 3 Si alguno de ustedes pertenece a ese pueblo,
ST
que su Dios lo acompañe y suba a Jerusalén, de Judá, para reconstruir la Casa del Señor, el
Dios de Israel, el Dios que está en Jerusalén. 4 Que la población de cada lugar ayude a todos
los que queden de ese pueblo, en cualquier parte donde residan, proporcionándoles plata, oro,
bienes y ganado, como así también otras ofrendas voluntarias para la Casa del Dios que está
en Jerusalén".
SY
5 Entonces los jefes de familia de Judá y de Benjamín, los sacerdotes y los levitas, y todos los
que se sintieron movidos por Dios, se pusieron en camino para ir a reconstruir la Casa del
55 Hijos de los servidores de Salomón: los hijos de Sotai, los hijos de Soféret, los hijos de
Perudá, 56 los hijos de Iaalá, los hijos de Darcón, los hijos de Guidel, 57 los hijos de Sefatías,
O
los hijos de Jatil, los hijos de Poquéret Sebaim, los hijos de Amí. 58 El total de los empleados
del Templo y de los hijos de los servidores de Salomón:
392.
EM
59 Los que volvieron de Tel Melaj, Tel Jarsá, Querub, Adán e Imer, y que no pudieron probar si
su familia y su estirpe eran de origen israelita, fueron los siguientes: 60 los hijos de Delaías, los
hijos de Tobías, los hijos de Necodá: 652. 61 Y entre los sacerdotes: los hijos de Hobaías, los
hijos de Hacós y los hijos de Barzilai, que se había casado con una de las hijas de Barzilai, el
galaadita y adoptó el nombre de este. 62 Ellos buscaron la lista de sus antepasados, pero no la
encontraron, y por eso se los excluyó del sacerdocio, como ilegítimos, 63 y el gobernador les
prohibió comer de las ofrendas sagradas, hasta que un sacerdote consultara a Dios por medio
D
del Urím y el Tumín.
64 El conjunto ascendía a 42.360 personas, 65 sin contar sus esclavos y esclavas, que eran
7.337. Había también 200 cantores y cantoras, 66 y tenían 736 caballos, 245 mulas, 67 435
camellos y 6.720 asnos.
LS
68 Al llegar a la casa del Señor que está en Jerusalén, algunos jefes de familia hicieron
ofrendas voluntarias para la Casa del Señor, a fin de que fuera erigida en el mismo lugar donde
había estado. 69 Según sus posibilidades, entregaron al tesoro del culto 61.000 dracmas de
oro, 5.000 minas de plata y 100 túnicas sacerdotales.
70 Los sacerdotes, los levitas y una parte del pueblo se establecieron en Jerusalén; los
O
cantores, los porteros, los empleados del Templo y todos los otros israelitas se instalaron en
sus respectivas ciudades.
La reconstrucción del altar y la restauración del culto
O
3 1 Cuando llegó el séptimo mes, los israelitas ya estaban en sus respectivas ciudades y todo
el pueblo se congregó en Jerusalén como un solo hombre. 2 Entonces Josué, hijo de Josadac,
con sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Sealtiel, con sus hermanos,
reconstruyeron el altar del Dios de Israel, para ofrecer sobre él holocaustos, como está escrito
ST
en la Ley de Moisés, el hombre de Dios. 3 Erigieron el altar en el mismo lugar donde había
estado, a pesar del temor que les inspiraban los habitantes del país, y ofrecieron sobre él
holocaustos al Señor, los holocaustos de la mañana y de la tarde. 4 También celebraron la
fiesta de las Chozas, como está prescrito, ofreciendo diariamente el número de holocaustos
fijado para cada día. 5 Después ofrecieron el holocausto perpetuo y los holocaustos de los
sábados, de los novilunios y de todas las solemnidades dedicadas al Señor, además de lo que
SY
cada uno quería ofrecer voluntariamente al Señor. 6 Desde el primer día del séptimo mes, se
comenzó a ofrecer holocaustos al Señor, cuando todavía no se habían puesto los cimientos del
8 El gobernador Rejúm y el secretario Simsai escribieron al rey Artajerjes una carta contra
Jerusalén, en estos términos: 9 "Rejúm, el gobernador, Simsai, el secretario, y sus demás
colegas; los jueces y los legados, funcionarios persas; la gente de Uruc, de Babilonia y de
O
Susa –es decir, los elamitas– 10 y los demás pueblos que el gran Asurbanipal desterró y
estableció en las ciudades de Samaría y en la región que está de este lado del Éufrates...".
11 Y esta es la copia de la carta que le enviaron: "Al rey Artajerjes, tus servidores, los
EM
habitantes de este lado del Éufrates, etc. 12 El rey ha de saber que los judíos que estaban a tu
lado y llegaron a Jerusalén están reconstruyendo esta ciudad rebelde y perversa: tratan de
restaurar sus murallas y reparan sus cimientos. 13 Sepa bien el rey que si se reconstruye esta
ciudad y se levantan sus murallas, ya no se pagarán impuestos, contribuciones ni derechos de
peaje, y que al fin de cuentas, esta ciudad perjudicará a los reyes. 14 Ahora bien, a nosotros
que somos vasallos aliados de la casa real, nos resulta intolerable que se haga esta afrenta al
rey. Por eso enviamos al rey estas informaciones, 15 a fin de que se investigue en los Anales
D
de tus predecesores. En ellos comprobarás que esta es una ciudad rebelde, perjudicial para
los reyes y las provincias; y que en ella se han fomentado insurrecciones desde los tiempos
más remotos. Por ese motivo fue destruida. 16 Hacemos saber al rey que si se reconstruye
esta ciudad y se restauran sus murallas, muy pronto ya no tendrás ninguna posesión de este
lado del Éufrates".
LS
17 El rey envió esta respuesta: "A Rejúm, gobernador, a Simsai, secretario, y a los demás
colegas residentes en Samaría y en toda la región que está del otro lado del Éufrates, paz, etc.
18 El documento que ustedes nos enviaron ha sido leído en su traducción, delante de mí. 19 Di
orden de que se investigara, y se ha comprobado que esa ciudad se ha sublevado contra los
reyes desde los tiempos más remotos y que en ella se han producido revueltas e
insurrecciones. 20 Hubo en Jerusalén reyes poderosos que llegaron a dominar toda la región
O
que está del otro lado del Éufrates, y a los cuales se pagaban impuestos, contribuciones y
derechos de peaje. 21 Manden, por lo tanto, que se interrumpan los trabajos de esa gente y
que esa ciudad no sea reconstruida hasta nueva orden. 22 Actúen diligentemente en este
asunto, no sea que aumente el mal en perjuicio de los reyes".
O
23 Apenas la copia del documento del rey Artajerjes fue leída delante del gobernador Rejúm,
del secretario Simsai, y de sus colegas, ellos partieron rápidamente hacia Jerusalén, donde
estaban los judíos, y por la fuerza de las armas, les obligaron a suspender los trabajos. 24 Así
ST
5 1 Entonces el profeta Ageo y el profeta Zacarías, hijo de Idó, comenzaron a profetizar a los
SY
judíos de Judea y de Jerusalén, en nombre del Dios de Israel que velaba sobre ellos. 2 Al
oírlos, Zorobabel, hijo de Sealtiel, y Josué, hijo de Josadac, se decidieron a reanudar la
O
6 "Por lo tanto, ustedes, Tatnai, gobernador de la región del otro lado del Éufrates, Setar
Boznai y todos sus colegas, los legados de la región del otro lado del Éufrates, no intervengan
en este asunto. 7 Dejen trabajar en esa Casa de Dios al comisionado de Judea y a los
ancianos de los judíos. Que se reconstruya esa Casa de Dios en el mismo sitio. 8 Estas son
EM
mis órdenes acerca de la conducta que ustedes deben observar frente a los ancianos de los
judíos, para la reconstrucción de esa Casa de Dios: los gastos que ellos hagan serán pagados
totalmente y sin interrupción de los fondos reales, utilizando los impuestos percibidos en la
región del otro lado del Éufrates. 9 También se les entregará sin falta, cada día, lo necesario
para los holocaustos del Dios del Cielo –novillos, carneros, corderos, trigo, sal, vino y aceite–
según las indicaciones de los sacerdotes de Jerusalén, 10 para que ellos ofrezcan al Dios del
cielo sacrificios de aroma agradable y rueguen por la vida del rey y de sus hijos. 11 Yo ordeno
D
asimismo: Si alguien no cumple este edicto, se arrancará una viga de su casa y se lo
ajusticiará sobre ella. Luego, se reducirá su casa a un montón de escombros, a causa de este
delito. 12 ¡Que el Dios que ha establecido allí su Nombre destruya a cualquier rey o pueblo que
intente transgredir esta orden, destruyendo esa Casa de Dios que está en Jerusalén! Yo,
Darío, he promulgado este decreto. Que sea cumplido estrictamente".
LS
La conclusión y Dedicación del Templo
13 Entonces Tatnai, gobernador de la región del otro lado del Éufrates, Setar Boznai y sus
colegas, cumplieron estrictamente las instrucciones enviadas por el rey Darío. 14 Los ancianos
de los judíos llevaron adelante la obra, bajo el impulso del profeta Ageo y de Zacarías, hijo de
Idó. Así terminaron la construcción, conforme a la orden del Dios de Israel y a los decretos de
O
Ciro y Darío. 15 La Casa fue concluida el día veintitrés del mes de Adar, en el sexto año del
reinado de Darío. 16 Todos los israelitas –los sacerdotes, los levitas, y el resto de los
repatriados– celebraron alegremente la Dedicación de esta Casa de Dios. 17 Para su
Dedicación, ofrecieron cien novillos, doscientos carneros y cuatrocientos corderos. Además,
O
ofrecieron doce chivos, según el número de las tribus de Israel, como sacrificio por el pecado
de todo el pueblo. 18 Después establecieron a los sacerdotes según sus categorías y a los
levitas según sus clases, para el servicio de Dios en Jerusalén, como está escrito en el libro de
Moisés.
ST
La celebración de la Pascua
19 Los repatriados celebraron la Pascua el día catorce del primer mes. 20 Como todos los
levitas se habían purificado, estaban puros e inmolaron la víctima pascual para todos los que
habían vuelto del destierro, para sus hermanos los sacerdotes y para ellos mismos. 21
SY
Comieron la víctima pascual los israelitas que habían vuelto del destierro y todos los que
habían renunciado a la impureza de la gente del país y se habían unido a ellos para buscar al
O
corderos, como así también lo necesario para las oblaciones y libaciones correspondientes, y
ofrecerás todo esto sobre el altar de la Casa de tu Dios que está en Jerusalén. 18 La plata y el
oro que sobren, úsenlos como les parezca más conveniente, a ti y a tus hermanos, conforme a
la voluntad de su Dios. 19 Deposita delante de tu Dios en Jerusalén los utensilios que te fueron
EM
entregados para el servicio de la Casa de tu Dios. 20 Si tuvieras necesidad de hacer otros
gastos para la Casa de tu Dios, se cubrirán con los fondos del tesoro del rey.
21 Yo mismo, el rey Artajerjes, ordeno a todos los tesoreros de la región que está del otro lado
del Éufrates: ‘Entreguen exactamente todo lo que les pida el sacerdote Esdras, escriba de la
Ley del Dios del cielo, 22 dándole cien talentos de plata, cien bolsas de trigo, cien barriles de
vino, tres mil seiscientos litros de aceite y sal a discreción. 23 Todo lo que el Dios del cielo
D
ordene para su Casa, deberá cumplirse escrupulosamente, a fin de que su ira no se descargue
sobre el territorio del rey y de sus hijos. 24 Les comunicamos, además, que está prohibido
cobrar impuestos, contribuciones o derechos de peaje, a los sacerdotes, levitas, cantores,
porteros y empleados de la Casa, en una palabra, a todos los servidores de esta Casa de
Dios’.
LS
25 Y tú, Esdras, con esa sabiduría de tu Dios que reside en ti, designa jueces y magistrados,
para hacer justicia a todo el pueblo que está del otro lado del Éufrates, es decir, a todos los
que conocen la Ley de tu Dios. Y enseña esa Ley a quienes no la conocen. 26 El que no
observe la Ley de tu Dios y la ley del rey será rigurosamente castigado con la muerte, la
expulsión, la multa o la cárcel".
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La oración de Esdras
27 ¡Bendito sea el Señor, el Dios de nuestros padres, que inspiró al rey esta decisión de
glorificar la Casa del Señor que está en Jerusalén, 28 y me hizo ganar el favor del rey, de sus
O
consejeros y de los más importantes funcionarios reales! Yo cobré ánimo porque el Señor
estaba conmigo, y reuní a algunos jefes de Israel para que me acompañaran.
8 1 Estos son los jefes de familia, con su respectiva genealogía, que partieron conmigo de
Babilonia, bajo el reinado de Artajerjes:
2 De los hijos de Pinjás: Gersón; de los hijos de Itamar: Daniel; de los hijos de David: Jatús, 3
hijo de Secanías; de los hijos de Parós: Zacarías, con el cual fueron registrados 150 hombres;
SY
4 de los hijos de Pajat Moab: Elijonai, hijo de Zerajías, con 200 hombres; 5 de los hijos de Zatú:
Secanías, hijo de Iajaziel, con 300 hombres; 6 de los hijos de Adín: Ebed, hijo de Jonatán, con
32 Al llegar a Jerusalén, descansamos tres días. 33 El cuarto día, fueron pesados la plata, el
oro y los utensilios en la Casa de nuestro Dios, y se entregó todo al sacerdote Meremot, hijo de
Urías, y a Eleazar, hijo de Pinjás, junto a los cuales estaban los levitas Josabad, hijo de Josué,
y Noadías, hijo de Binuí. 34 Después de comprobar la cantidad y el peso, se tomó nota del
O
peso total.
En aquel tiempo, 35 los deportados que habían vuelto del exilio ofrecieron como holocausto al
Dios de Israel doce novillos por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos y
EM
doce chivos por el pecado: todo, en holocausto al Señor. 36 Y se entregaron los decretos del
rey a los sátrapas y gobernadores de la regiónde este lado del Éufrates, los cuales prestaron
su apoyo al pueblo y a la Casa de Dios.
9 1 Una vez terminado todo esto, se me presentaron los jefes para decirme: "El pueblo de
D
Israel, los sacerdotes y los levitas no se han separado de la gente del país, que practica cosas
abominables: los cananeos, los hititas, los perizitas, los jebuseos, los amonitas, los moabitas,
los egipcios y los amorreos. 2 Al contrario, se casaron y casaron a sus hijos con mujeres de
esos pueblos, y así la raza santa se ha mezclado con la gente del país. ¡Los jefes y los
magistrados fueron los primeros en participar de esta traición!". 3 Al oír esto, yo desgarré mi
LS
túnica y mi manto, me arranqué los pelos de la cabeza y de la barba, y me senté lleno de
consternación. 4 A causa de esta traición de los deportados, todos los que temían las palabras
del Dios de Israel se reunieron junto a mí. Yo permanecí sentado y lleno de consternación,
hasta la hora de la ofrenda de la tarde. 5 Entonces me levanté, y con la túnica y el manto
desgarrados, caí de rodillas, extendí las manos hacia el Señor, mi Dios, 6 y dije:
Súplica de Esdras
O
"Dios mío, estoy tan avergonzado y confundido que no me atrevo a levantar mi rostro hacia ti.
Porque nuestras iniquidades se han multiplicado hasta cubrirnos por completo, y nuestra culpa
ha subido hasta el cielo. 7 Desde los días de nuestros padres hasta hoy, nos hemos hecho
O
darnos un refugio en su Lugar santo. Así nuestro Dios ha iluminado nuestros ojos y nos ha
dado un respiro en medio de nuestra esclavitud. 9 Porque nosotros estamos sometidos; pero
nuestro Dios no nos ha abandonado en medio de la servidumbre. Él nos obtuvo el favor de los
reyes de Persia, para animarnos a levantar la Casa de nuestro Dios y restaurar sus ruinas, y
para darnos una muralla en Judá y en Jerusalén.
SY
10 Y ahora, Dios nuestro, ¿qué más podemos decir? Porque hemos abandonado tus
mandamientos, 11 los que nos habías dado por medio de tus servidores, los profetas, diciendo:
O
15 Solamente Jonatán, hijo de Azael, y Iajzías, hijo de Tigvá, se opusieron a esta manera de
proceder, apoyados por Mesulán y el levita Sabtai. 16 Pero los repatriados hicieron como se
había propuesto. El sacerdote Esdras eligió un jefe de familia por cada grupo, designándolos
EM
personalmente a cada uno. El primer día del décimo mes, comenzaron las sesiones para
examinar las causas; 17 y hasta el primer día del primer mes, no quedaron resueltos los casos
de todos los hombres que se habían casado con mujeres extranjeras.
18 Entre los miembros de las familias sacerdotales que se habían casado con mujeres
D
extranjeras, estaban los siguientes: entre los hijos de Josué, hijo de Josadac, y entre sus
hermanos: Maasías, Eliezer, Iarib y Guedalías. 19 Estos se comprometieron bajo juramento a
echar a sus mujeres, y ofrecieron un carnero en sacrificio de reparación por su culpa.
22 entre los hijos de Pasjur: Elionai, Maasías, Ismael, Natanael, Iosabad y Elasá.
23 Entre los levitas: Iosabad, Simei, Quelaías –o Quelitá– Petaías, Iejudá y Eliezer.
O
Junto con los que lo acompañaban para guiar a los exiliados sumaban doce, como las tribus de
Israel.
O
grandes fiestas de peregrinación (Núm. 29. 12; Deut. 16. 1316).
6-8. Sesbasar ya había preparado los cimientos del segundo Templo, pero no pudo llevar
adelante la obra (5.16). Poco después, Zorobabel y Josué comenzaron a levantar el edificio.
EM
11. Sal. 106. 1. Ver nota Jer. 33. 11.
4 1. Los "enemigos de Judá y de Benjamin" son los samaritanos. Ver 2 Rey. 17. 24
41.
D
19. Probablemente se alude a las rebeliones de Ezequías, Joaquím y Sedecías, reyes de Judá,
contra Asiria y Babilonia (2 Rey. 18. 7; 24. 1, 20).
5 1. "Ageo" ejerció su actividad profética en el 520 a. C. "Zacarías" comenzó a predicar ese
mismo año y continuó hasta el 518 (Ag. 1. 1; Zac. 1. 1).
LS
11. Este "gran rey de Israel" es Salomón, el cons-tructor del primer Templo.
6 2. "Ecbátana" era la antigua capital de Media y residencia de verano de los reyes persas.
22. "Asiria" designa aqui a toda la Mesopotamia, ya que el antiguo Imperio asirio había
desaparecido más de un siglo antes.
7 7-8. Diversos indicios hacen suponer que la actividad de Nehemías, de carácter más bien
ST
"político", precedió y preparó el camino a la reforma religiosa de Esdras. En tal caso, el rey
aquí mencionado sería Artajerjes II y la llegada de Esdras a Jerusalén habría tenido lugar entre
el 398 y 397 a. C.
2 1 En el mes de Nisán, el vigésimo año del reinado de Artajerjes, siendo yo el encargado del
vino, lo tomé y se lo ofrecí al rey. Como nunca había estado triste en su presencia, 2 el rey me
preguntó: "¿Por qué tienes esa cara tan triste? Tú no estás enfermo. Seguramente hay algo
que te aflige". Yo experimenté una gran turbación, 3 y dije al rey: "¡Viva el rey para siempre!
¿Cómo no voy a estar con la cara triste, si la ciudad donde están las tumbas de mis padres se
O
encuentra en ruinas y sus puertas han sido consumidas por el fuego?". 4 El rey me dijo: "¿Qué
es lo que quieres?". Yo me encomendé al Dios del cielo, 5 y le respondí: "Si es del agrado del
rey y tú estás contento con tu servidor, envíame a Judá, a la ciudad donde están las tumbas de
mis padres, para que yo la reconstruya". 6 El rey, que tenía a la reina sentada a su lado, me
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dijo: "¿Cuánto tiempo durará tu viaje y cuándo estarás de regreso?". Al rey le pareció bien
autorizar mi partida, y yo le fijé un plazo. 7 Luego dije al rey: "Si el rey lo considera
conveniente, se me podrían dar cartas para los gobernadores del otro lado del Éufrates, a fin
de que me faciliten el viaje a Judá. 8 También podrían darme una carta para Asaf, el supervisor
de los parques del rey, a fin de que me provea de madera para armar las puertas de la
ciudadela del Templo, para las murallas de la ciudad y para la casa donde voy a vivir". El rey
me concedió todo eso, porque la mano bondadosa de mi Dios estaba sobre mí.
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9 Yo me presenté ante los gobernadores del otro lado del Éufrates y les entregué las cartas del
rey. Además, el rey me había hecho escoltar por oficiales del ejército y por algunos jinetes. 10
Pero cuando Sambalat, el joronita, y Tobías, el esclavo amonita, se enteraron de mi llegada, se
disgustaron mucho de que alguien viniera a prestar ayuda a los israelitas.
LS
La inspección de las murallas
11 Al llegar a Jerusalén, dejé pasar tres días. 12 Luego me levanté de noche, acompañado de
unos pocos hombres, sin comunicar a nadie lo que Dios me había inspirado hacer en favor de
Jerusalén y sin llevar otro animal que aquel en el que iba montado.
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13 Salí de noche por la puerta del Valle, en dirección a la fuente del Dragón y a la puerta del
Basural, e inspeccioné atentamente las murallas de Jerusalén, allí donde había brechas y
donde las puertas habían sido consumidas por el fuego. 14 Proseguí mi camino hacia la puerta
de la Fuente y hacia el estanque del Rey, pero no encontré un lugar por donde pasar con mi
O
cabalgadura. 15 Subí entonces de noche por el Cedrón, inspeccionando siempre las murallas,
y luego volví atrás, pasando de nuevo por la puerta del Valle.
16 Los magistrados no sabían adónde había ido ni qué había hecho: hasta ese momento, yo
ST
no había comunicado nada a los judíos, ni a los sacerdotes, ni a los notables, ni a los
magistrados, ni a los otros encargados de los trabajos.
17 Entonces les dije: "Ustedes ven en qué lamentable situación nos encontramos. Jerusalén
SY
16 Después de él trabajó Nehemías, hijo de Azbuc, jefe de la mitad del distrito de Betsur; él
reparó hasta el lugar que está enfrente de las tumbas de David, hasta el estanque artificial y
hasta la Casa de los Valientes.
O
17 Después de él trabajaron los levitas, entre ellos, Rejúm, hijo de Baní; junto a él, Jasabías,
jefe de la mitad del distrito de Queilá, trabajó en su propio distrito. 18 Después de él trabajaron
sus hermanos: Binuí, hijo de Jenadad, jefe de la mitad del distrito de Queilá.
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19 Junto a él, Ezer, hijo de Josué, jefe de Mispá, reparó otro sector, frente a la subida del
Arsenal, en dirección del Ángulo.
20 Después de él trabajó Baruc, hijo de Zabat: él reparó otro sector, desde el Ángulo hasta la
puerta de la casa de Eliasib, el Sumo Sacerdote. 21 Después de él trabajó Meremot, hijo de
Urías, hijo de Hacós: él reparó otro sector, desde la puerta de la casa de Eliasib hasta el
extremo de la misma. 22 Después de él trabajaron los sacerdotes venidos de los alrededores.
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23 A continuación trabajaron Benjamín y Jasub, frente a sus propias casas. Después de ellos
trabajó Azarías, hijo de Maasías, hijo de Ananías, al costado de la suya. 24 Después de él
trabajó Binuí, hijo de Jenadad: él reparó otro sector, desde la casa de Azarías hasta el Ángulo
y la Esquina.
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25 En cuanto a Palai, hijo de Uzai, lo hizo frente al Ángulo y a la torre superior, que sobresale
de la casa del rey, junto al patio de la Prisión. Después de él trabajó Pedaías, hijo de Parós,
26b hasta enfrente de la puerta de las Aguas, hacia el este, y hasta enfrente de la torre que
sobresale. 27 Después de él trabajaron los hombres de Técoa, en otro sector, desde enfrente
de la torre que sobresale hasta el muro de Ofel. 26a Los empleados del Templo habitaban en
Ofel.
O
28 Junto a la puerta de los Caballos trabajaron los sacerdotes, cada uno enfrente de su casa.
29 Después de ellos trabajó Sadoc, hijo de Imer, enfrente de su casa, y a continuación
Semaías, hijo de Secanías, guardián de la puerta Oriental. 30 Después de él trabajó Jananías,
hijo de Selemías, y Janún, el sexto hijo de Salaf, en otro sector. A continuación trabajó
O
¿Piensan acaso reconstruir, ofrecer sacrificios, terminar en un día? ¿Harán revivir esas piedras
extraídas de un montón de escombros y todas calcinadas?". 35 Y Tobías, el amonita, que
16 En aquella oportunidad, dije también al pueblo: "Que cada uno, con su servidor, pase la
noche en Jerusalén; de noche, para montar guardia, y de día, para trabajar". 17 Pero ni yo, ni
O
mis hermanos, ni mi gente, ni los guardias que me seguían, nos quitábamos la ropa, y cada
uno llevaba el arma en su mano derecha.
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5 1 Entre la gente del pueblo y sus mujeres se levantó una gran protesta contra sus hermanos
judíos. 2 Había algunos que decían: "Tenemos que entregar en prenda a nuestros hijos y
nuestras hijas para conseguir trigo con qué comer y vivir". 3 Otros decían: "Tenemos que
empeñar nuestros campos y nuestras viñas para obtener trigo en medio de la escasez". 4 Y
había otros que decían: "Hemos tenido que hipotecar nuestros campos y nuestras viñas para
pagar el tributo al rey. 5 Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos,
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nuestros hijos son como los de ellos. Sin embargo, nosotros tenemos que someter a esclavitud
a nuestros hijos y nuestras hijas, y algunas de nuestras hijas ya han sido sometidas. Y no
podemos hacer nada, porque nuestros campos y nuestras viñas pertenecen a otros".
9 Yo seguí diciendo: "Lo que ustedes hacen no está bien. ¿No deberían vivir en el temor de
nuestro Dios, para evitar el desprecio de los paganos, nuestros enemigos? 10 También yo, mis
O
hermanos y mi gente les hemos prestado dinero y trigo. Condonemos esa deuda. 11
Devuélvanles hoy mismo sus campos, sus viñas, sus olivares y sus casas, y anulen la deuda
de la plata, el trigo, el vino y el aceite que ustedes les prestaron". 12 Ellos respondieron:
"Restituiremos todo, sin reclamarles nada; haremos como tú dices". Entonces llamé a los
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sacerdotes e hice jurar a la gente que obrarían conforme a esta palabra. 13 Luego sacudí el
pliegue de mi manto y dije: "Así sacuda Dios, fuera de su casa y de sus bienes, a todo aquel
que no cumpla esta palabra; que así sea sacudido y dejado sin nada". Toda la asamblea
respondió: "¡Amén!" y alabó al Señor. El pueblo obró conforme a esta palabra.
El desinterés de Nehemías
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14 Acuérdate, Dios mío, de Tobías, por lo que hizo, y también de Noadías, la profetisa, y de
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todos los demás profetas que trataban de intimidarme.
Conclusión de las murallas
15 Las murallas quedaron terminadas el día veinticinco de Elul, al cabo de cincuenta y dos
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días. 16 Cuando todos nuestros enemigos se enteraron, todas las naciones vecinas quedaron
vivamente impresionadas; se sintieron muy humilladas a sus propios ojos y reconocieron que
el trabajo había sido ejecutado gracias a nuestro Dios.
17 Aun en aquellos días, algunos notables de Judá se carteaban frecuentemente con Tobías,
18 porque estaban ligados a él por un juramento, ya que era yerno de Secanías, hijo de Ará, y
su hijo Iojanán se había casado con la hija de Mesulám, hijo de Berequías. 19 Ellos hablaban
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bien de él en mi presencia y le transmitían mis palabras. Tobías, por su parte, enviaba cartas
para intimidarme.
4 La ciudad era amplia en todo sentido y espaciosa, pero la población era poco numerosa y no
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se reconstruían las casas. 5 Por eso mi Dios me inspiró reunir a los notables, a los magistrados
y al pueblo, para hacer el registro genealógico. Busqué el registro de los que habían subido al
comienzo y encontré escrito lo siguiente:
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6 Estas son las personas de la provincia que volvieron de la cautividad y del exilio. Después de
haber sido deportadas por Nabucodonosor, rey de Babilonia, volvieron a Jerusalén y a Judá,
cada cual a su ciudad. 7 Llegaron con Zorobabel, Josué, Nehemías, Azarías, Raamías,
Najamaní, Mardoqueo, Bilsán, Mispéret, Bigvai, Nejúm y Baaná.
Lista de los hombres del pueblo de Israel: 8 los hijos de Parós: 2.172; 9 los hijos de Sefatías:
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372; 10 los hijos de Araj: 652; 11 los hijos de Pajat Moab, es decir, los hijos de Josué y de
Joab: 2.818; 12 los hijos de Elám: 1.254; 13 los hijos de Zatú: 845; 14 los hijos de Sacai: 760;
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72 Los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, una parte del pueblo, los empleados
del Templo y todo Israel se establecieron en sus ciudades. Al llegar el séptimo mes, los
israelitas estaban establecidos en ellas.
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LA GRAN ASAMBLEA LITÚRGICA
D
medidas a fin de asegurar su cumplimiento.
8 1 Todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza que está ante la puerta del
Agua. Entonces dijeron a Esdras, el escriba, que trajera el libro de la Ley de Moisés, que el
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Señor había dado a Israel. 2 El sacerdote Esdras trajo la Ley ante la asamblea, compuesta por
los hombres, las mujeres y por todos los que podían entender lo que se leía. Era el primer día
del séptimo mes. 3 Luego, desde el alba hasta promediar el día, leyó el libro en la plaza que
está ante la puerta del Agua, en presencia de los hombres, de las mujeres y de todos los que
podían entender. Y todo el pueblo seguía con atención la lectura del libro de la Ley.
4 Esdras, el escriba, estaba de pie sobre una tarima de madera que habían hecho para esa
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ocasión. Junto a él, a su derecha, estaban Matitías, Semá, Anaías, Urías, Jilquías y Maaseías,
y a su izquierda Pedaías, Misael, Malquías, Jasúm, Jasbadaná, Zacarías y Mesulám. 5 Esdras
"¡Levántense, bendigan al Señor, su Dios, desde siempre y para siempre! Sea bendecido tu
Nombre glorioso, que supera toda bendición y alabanza". 6 Y Esdras dijo: "¡Tú eres el Señor,
sólo tú! Tú hiciste los cielos, lo más alto del cielo y todo su ejército, la tierra y todo lo que hay
O
en ella,los mares y todo lo que contienen. A todo eso le das vida,y el ejército del cielo se postra
ante ti. 7 Tú, Señor, eres el Diosque elegiste a Abrám, lo hiciste salir de Ur de los caldeos y le
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pusiste por nombre Abraham. 8 Al ver que su corazón te era fiel, concluiste con él la alianza,
de los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jebuseosy guirgasitas,y para dárselo a
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su descendencia. Y has cumplido tus palabras,porque eres justo. 9 Tú viste la miseria de
nuestros padresen Egipto, oíste su clamor junto al Mar Rojo. 10 Hiciste signos y
prodigioscontra el Faraón, contra sus servidores y todo el pueblode su país, porque sabías con
LS
qué arrogancialos habían tratado; así adquiriste un renombreque perdura hasta hoy. 11 Abriste
ante ellos el mar, y ellos lo cruzaron sin mojarse los pies; pero a sus perseguidores los
hundisteen el abismo, como una piedra en las aguas caudalosas. 12 Los guiaste de día con
O
una columnade nube y de noche, con una columna de fuego, para iluminarles el caminoque
debían recorrer. 13 Tú bajaste a la montaña del Sinaí y hablaste con ellos desde el cielo; les
O
diste normas justas y leyes fidedignas, preceptos y mandamientos excelentes. 14 Les hiciste
por medio de Moisés, tu servidor. 15 Tú les diste pan del cielopara saciar su hambre, hiciste
brotar agua de la rocapara calmar su sed, y les mandaste ir a tomar posesiónde la tierra que,
con la mano en alto,habías jurado darles. 16 Pero nuestros padresse mostraron arrogantes, se
tú los oías desde el cielo: ¡cuántas veces los salvastepor tu misericordia! 29 Tú los conminabas
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mandamientos; pecaron contra tus normas, las que el hombre debe cumplirpara tener la vida;
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ellos durante muchos años; les advertiste con tu espíritu, por medio de tus profetas; pero ellos
no escucharon y tú los entregaste en manosde otros pueblos. 31 Sin embargo, por tu gran
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que mantienes la alianza y la fidelidad, no menosprecies las tribulacionesque nos han
a nuestros padres y a todo tu pueblo, desde los tiempos de los reyes de Asiria hasta el día de
LS
hoy. 33 Tú has sido justo en todo lo que nos ha sobrevenido, porque tú has obrado con
fidelidad y nosotros cometimos el mal. 34 Sí, nuestros reyes, nuestros jefes, nuestros
de las advertenciasque les habías hecho. 35 Durante su reinado, en medio de los grandes
sirvieron ni se convirtieron de sus malas acciones. 36 Mira que hoy estamos esclavizados,
sí, somos esclavos aquí, en el paísque diste a nuestros padres,
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36 Nos obligamos asimismo a traer a la Casa del Señor, año tras año, los primeros frutos de
nuestro suelo, las primicias de todos los árboles frutales 37 y los primogénitos de nuestros
O
hijos y de nuestro ganado, como está escrito en la Ley. Los primogénitos de nuestro ganado
serán llevados a la Casa de nuestro Dios para los sacerdotes que prestan servicio en ella. 38
Lo mejor de nuestra molienda, de nuestros productos, de toda clase de frutos, del vino nuevo y
del aceite fresco, los llevaremos a los sacerdotes para los depósitos de la Casa de nuestro
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Dios; el diezmo de nuestro suelo será para los levitas, y ellos mismos cobrarán el diezmo en
todas las ciudades de nuestras zonas de cultivo. 39 Un sacerdote, hijo de Aarón, estará con los
levitas cuando cobren el diezmo, y los levitas harán llegar la décima parte del diezmo a la Casa
de nuestro Dios, para los depósitos del Tesoro. 40 Porque en esos depósitos los israelitas y los
hijos de Leví colocarán las ofrendas de trigo, de vino nuevo y aceite fresco. Allí están también
los utensilios del Santuario, los sacerdotes que prestan servicio, los porteros y los cantores. Así
no descuidaremos la Casa de nuestro Dios.
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LA REORGANIZACIÓN DE LA COMUNIDAD
Después de reparar los muros de Jerusalén, Nehemías comprende que aún queda
mucho por hacer. La tarea más urgente es repoblar la ciudad, que se encuentra casi
LS
desierta y con sus casas en ruinas (7. 4). Con este fin, ordena que uno de cada diez
judíos se instale en el recinto amurallado de la capital. El recurso al sorteo y las
felicitaciones que reciben los voluntarios demuestran que pocos repatriados deseaban
habitar en la Ciudad santa, donde las condiciones de vida eran más duras que en los
pueblos de campaña.
Para poner un digno broche de oro a la primera misión de Nehemías, el Cronista relata
a continuación la solemne dedicación de las murallas. La desbordante alegría de esta
O
11 1 Los jefes del pueblo se establecieron en Jerusalén. El resto del pueblo fue sorteado para
ST
que uno de cada diez hombres viviera en Jerusalén, la Ciudad santa, y los otros nueve en las
demás ciudades.2 Y el pueblo bendijo a todos los hombres que se ofrecieron voluntariamente
para vivir en Jerusalén.
3 Estos son los jefes de la provincia que se establecieron en Jerusalén, y en las otras ciudades
de Judá. Así, todo Israel, los sacerdotes, los levitas, los empleados del Templo y los hijos de
SY
los servidores de Salomón, vivían en sus respectivas ciudades, cada uno en su propiedad.
31 Los hijos de Benjamín vivían en Gueba, Micmás, Aiá, Betel y sus poblados; 32 en Anatot,
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Nob, Anaías, 33 Jasor, Ramá, Guitaim, 34 Jadid, Seboím, Nebalat, 35 Lod, Onó y el valle de
los Artesanos.
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Otra lista de sacerdotes y levitas
12 1 Estos son los sacerdotes y levitas que subieron con Zorobabel, hijo de Sealtiel, y con
Josué:
Seraías, Jeremías, Esdras, 2 Amarías, Maluc, Jatús, 3 Secanías, Rejúm, Meremot, 4 Idó,
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Guinetón, Abías, 5 Miamín, Maadías, Bilgá, 6 Semaías, y también Ioiarib, Iedaías, 7 Salú,
Amoc, Jilquías, Iedaías. Estos eran los jefes de los sacerdotes y de sus hermanos, en tiempos
de Josué.
8 Los levitas eran: Josué, Binuí, Cadmiel, Serebías, Judá y Matanías, encargado este último
LS
con sus hermanos de los himnos de alabanza. 9 Bacbuquías, Uní y sus hermanos los asistían
en sus cargos.
10 Josué fue padre de Ioiaquím; Ioiaquím fue padre de Eliasib; Eliasib fue padre de Ioiadá; 11
Ioiadá fue padre de Jonatán; Jonatán fue padre de Iadúa.
O
23 Los jefes de familia de los hijos de Leví fueron registrados en el libro de las Crónicas, hasta
la época de Iojanán, hijo de Eliasib.
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se entonaban cantos de alabanza y de acción de gracias a Dios. 47 Todo Israel, en tiempos de
Zorobabel y de Nehemías, daba día tras día las porciones asignadas a los cantores y porteros.
También se daba a los levitas las ofrendas santas, y estos entregaban su parte a los hijos de
Aarón.
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La separación de los extranjeros
13 1 Aquel día, se leyó el libro de Moisés en presencia del pueblo, y en él se encontró escrito:
"El amonita y el moabita no entrarán jamás en la asamblea de Dios, 2 porque no acogieron a
los israelitas con pan y agua, sino que contrataron contra ellos a Balaám para que los
maldijera, pero nuestro Dios cambió la maldición en bendición". 3 Cuando escucharon la Ley,
separaron de Israel a todos los mestizos.
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LA SEGUNDA MISIÓN DE NEHEMÍAS
hace el elogio de los grandes antepasados de Israel, le dedica estas palabras: "También
es grande el recuerdo de Nehemías: él fue quien levantó nuestros muros en ruinas, el
que puso puertas y cerrojos y reconstruyó nuestras casas" (Ecli. 49. 13).
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antes se depositaban las ofrendas, el incienso, los utensilios, el diezmo del trigo, del vino
nuevo y del aceite fresco, o sea, lo que estaba mandado para los levitas, los cantores y los
porteros, y lo reservado para los sacerdotes.
volví a Jerusalén y me enteré de la mala acción que había cometido Eliasib en beneficio de
Tobías, al acondicionarle una sala en el recinto de la Casa de Dios. 8 Esto me disgustó
O
Otras disposiciones
28 Yo eché de mi lado a uno de los hijos de Ioiadá, hijo del Sumo Sacerdote Eliasib, que era
yerno de Sambalat, el joronita.
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29 ¡Acuérdate de esta gente, Dios mío, porque mancillaron el sacerdocio y la alianza de los
sacerdotes y de los levitas!
30 Yo los purifiqué de todo elemento extranjero. Establecí para los sacerdotes y los levitas
reglamentos que determinaban la tarea de cada uno, 31 e hice lo mismo para la ofrenda de la
leña, en los tiempos fijados, y para las primicias.
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¡Acuérdate de mí, Dios mío, para mi bien!
2 10. Apenas llegado a Jerusalén, Nehemías debió enfrentarse con estos dos adversarios, que
nunca dejaron de crearle inconvenientes. "Tobías" tenía un nombre judío y estaba
emparentado con algunas familias de Jerusalén (6. 17-19), pero Nehemías lo llama
despectivamente "esclavo amonita", porque era un funcionario al servicio de aquella región.
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19. "Guésem" o Gasmú (6. 6), es llamado "el árabe", ya sea por su origen o porque era el
gobernador de las tribus árabes que se fueron infiltrando paulatinamente al sur de Palestina y
de la Transjordania.
O
3 Este documento, tomado sin duda de los archivos del Templo, presenta la descripción más
completa y detallada de la antigua Jerusalén. Pero el tiempo transcurrido desde la redacción
del texto y el carácter esquemático de la enumeración dificulta la localización exacta de
ST
algunos sitios. La mención de las puertas de la ciudad sirve de punto de referencia para
describir el recorrido de la muralla.
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Junto con la invitación a confiar en la Providencia divina, la historia de Tobías destaca otros
valores de profundo contenido evangélico: la santidad del matrimonio, el respeto filial, la
misericordia hacia los pobres, la práctica de la limosna, la aceptación humilde de las pruebas y
la eficacia de la oración.
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Introducción
1 1 Libro de los hechos de Tobit, hijo de Tobiel, hijo de Ananiel, hijo de Aduel, hijo de Gabael,
hijo de Rafael, hijo de Ragüel, de la descendencia de Asiel, de la tribu de Neftalí. 2 En tiempos
de Salmanasar, rey de Asiria, Tobit fue deportado de Tisbé, que está al sur de Cades de
Neftalí, en la Alta Galilea, más arriba de Hasor, hacia el oeste, y al norte de Sefet.
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Presentación de Tobit
3 Yo, Tobit, seguí los caminos de la verdad y de la justicia todos los días de mi vida. Hice
muchas limosnas a mis hermanos y a mis compatriotas deportados conmigo a Nínive, en el
país de los Asirios. 4 Cuando yo era joven y vivía en mi país, en la tierra de Israel, toda la tribu
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de mi antepasado Neftalí se había separado de la casa de David y de Jerusalén, la ciudad
elegida entre todas las tribus de Israel para ofrecer sacrificios, donde se había edificado y
consagrado para todas las generaciones futuras el Templo en el que habita Dios. 5 Todos mis
hermanos y la familia de Neftalí, ofrecían sacrificios sobre todas las montañas de Galilea al
ternero que Jeroboám, rey de Israel, había hecho en Dan.
prescripción que obliga para siempre a todo Israel. Me apresuraba a llevar a Jerusalén las
primicias de los frutos y de los animales, el diezmo del ganado y las primicias de la esquila de
las ovejas. 7 Entregaba todo eso a los sacerdotes, hijos de Aarón, para los sacrificios del altar.
A los levitas que cumplían sus funciones en Jerusalén, les entregaba el diezmo del vino y del
O
trigo, del olivo, de las granadas y de los otros frutos. Cambiaba por dinero el segundo diezmo e
iba a gastarlo cada año en Jerusalén. 8 El tercer diezmo lo daba a los huérfanos, a las viudas y
a los prosélitos que vivían con los israelitas: lo repartía cada tres años, y lo comíamos,
siguiendo las prescripciones de la Ley de Moisés y las instrucciones de Débora, madre de
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nuestro antepasado Ananiel, porque mi padre había muerto, dejándome huérfano. 9 Cuando
me hice hombre, me casé con una mujer de la descendencia de nuestros padres que se
llamaba Ana, y de ella tuve un hijo, al que llamé Tobías.
Tobit en el destierro
SY
10 Después que me deportaron a Asiria y fui llevado cautivo, llegué a Nínive. Todos mis
hermanos y mis compatriotas comían de los manjares de los paganos. 11 Pero yo me cuidaba
La ceguera de Tobit
9 Aquella misma noche, después de bañarme, salí al patio y me acosté a dormir junto a la
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pared, con la cara descubierta a causa del calor. 10 Yo no sabía que arriba, en la pared, había
unos gorriones; de pronto, su estiércol caliente cayó sobre mis ojos, produciéndome unas
manchas blancas. Me hice atender por los médicos, pero cuantos más remedios me aplicaban,
menos veía a causa de las manchas, hasta que me quedé completamente ciego. Así estuve
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cuatro años privado de la vista, y todos mis parientes estaban afligidos. Ajicar me proveyó de lo
necesario durante dos años, hasta que partió para Elimaida.
11 Desde ese momento, mi esposa Ana empezó a trabajar en labores femeninas: hilaba lana,
12 enviaba el tejido a sus clientes y recibía el pago correspondiente. Una vez, el siete del mes
de Distros, terminó un tejido y lo entregó a sus clientes. Estos le pagaron lo que correspondía
y, además, le regalaron un cabrito para comer. 13 Cuando entró en mi casa, el cabrito
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comenzó a balar. Yo llamé a mi mujer y le pregunté: "¿De dónde salió este cabrito? ¿No habrá
sido robado? Devuélvelo a sus dueños, porque no podemos comer nada robado". 14 Ella me
respondió: "¡Pero si es un regalo que me han hecho, además del pago!". Yo no le creí e insistía
en que lo devolviera a sus dueños, llegando a enojarme con ella por este asunto. Entonces ella
me replicó: "¿Para qué te sirvieron tus limosnas y tus obras de justicia? ¡Ahora se ve bien
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claro!".
La oración de Tobit
diciendo:2 "Tú eres justo, Señor, y todas tus obras son justas. Todos tus caminos son fidelidad
O
y verdad, y eres tú el que juzgas al mundo. 3 Y ahora, Señor, acuérdate de míy mírame; no
me castigues por mis pecadosy mis errores, ni por los que mis padres cometierondelante de ti.
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exponiéndonos a las burlas, a las habladurías y al escarnio de las naciones donde nos has
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dispersado.
5 Sí, todos tus juicios son verdaderos, cuando me tratas así por mis pecados, ya que no hemos
cumplido tus mandamientos ni hemos caminado en la verdad delante de ti. 6 Trátame ahora
SY
como mejor te parezca: retírame el aliento de vida, para que yo desaparezca de la tierray
16 A un mismo tiempo, fueron acogidas favorablemente ante la gloria de Dios las plegarias de
Tobit y de Sara, 17 y fue enviado Rafael para curar a los dos: para quitar las manchas blancas
de los ojos de Tobit, a fin de que viera con ellos la luz de Dios, y para dar a Sara, hija de
Ragüel, como esposa a Tobías, hijo de Tobit, librándola del malvado demonio Asmodeo.
Porque Tobías tenía derecho a ser su esposo, antes que todos los demás pretendientes. En
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aquel mismo momento, Tobit volvía del patio al interior de su casa, y Sara, hija de Ragüel,
bajaba de la habitación alta.
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4 1 Aquel día, Tobit se acordó del dinero que había dejado en depósito a Gabael, en Ragués
de Media, 2 y pensó: "Ya que he pedido la muerte, haría bien en llamar a mi hijo Tobías para
hablarle de ese dinero antes de morir". 3 Entonces llamó a su hijo Tobías y, cuando este se
presentó, le dijo:
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complacerla y no la entristezcas. 4 Acuérdate, hijo mío, de todos los peligros a que estuvo
expuesta por tu causa, mientras te llevaba en su seno. Y cuando muera, entiérrala junto a mí
en la misma tumba.
5 Acuérdate del Señor todos los días de tu vida, hijo mío, y no peques deliberadamente ni
LS
quebrantes sus mandamientos. Realiza obras de justicia todos los días de tu vida y no sigas
los caminos de la injusticia. 6 Porque si vives conforme a la verdad, te irá bien en todas tus
obras 7 como a todos los que practican la justicia.
Da limosna de tus bienes y no lo hagas de mala gana. No apartes tu rostro del pobre y el
Señor no apartará su rostro de ti. 8 Da limosna según la medida de tus posibilidades: si tienes
poco, no temas dar de lo poco que tienes. 9 Así acumularás un buen tesoro para el día de la
O
necesidad. 10 Porque la limosna libra de la muerte e impide caer en las tinieblas: 11 la limosna
es, para todos los que la hacen, una ofrenda valiosa a los ojos del Altísimo.
12 Cuídate, hijo mío, de toda unión ilegítima y, sobre todo, elige una mujer del linaje de tus
O
padres. No tomes por esposa a una extranjera, que no pertenezca a la tribu de tu padre,
porque nosotros somos hijos de profetas. Acuérdate, hijo mío, de Noé, de Abraham, de Isaac y
de Jacob, nuestros antiguos padres: ellos eligieron sus esposas entre las mujeres de sus
parientes. Por eso fueron bendecidos en sus hijos y su descendencia poseerá la tierra en
ST
herencia. 13 Por lo tanto, hijo mío, prefiere a tus hermanos; no te muestres orgulloso con los
hijos y las hijas de tu pueblo, rehusando tomar una esposa entre ellos. Porque el orgullo
acarrea la ruina y un gran desorden, y la ociosidad lleva a la decadencia y a la miseria; ella es,
en efecto, madre de la penuria.
si sirves a Dios, él te lo retribuirá. Hijo mío, vigila todas tus acciones y muéstrate siempre bien
educado. 15 No hagas a nadie lo que no te agrada a ti. No bebas hasta embriagarte y que la
10 El ángel entró en la casa, Tobit lo saludó primero y aquel le respondió: "Mis parabienes,
hermano". Pero Tobit le dijo: "¿Qué alegría puedo tener? Estoy ciego, no veo más la luz del sol
y me encuentro sumergido en la oscuridad, como los muertos que ya no contemplan la luz.
Estoy enterrado en vida; oigo la voz de los hombres, pero no los veo". El ángel le dijo: "¡Ánimo!
Dios te curará pronto". Tobit añadió: "Mi hijo Tobías desea ir a Media. ¿Podrías tú acompañarlo
O
como guía? Yo te pagaré un sueldo, hermano". El ángel le respondió: "Estoy dispuesto a
acompañarlo. Conozco todos los caminos; he ido varias veces a Media, he atravesado todas
sus llanuras y conozco muy bien los senderos de sus montañas". 11 Tobit le preguntó:
"¿Quieres decirme, hermano, de qué familia y de qué tribu eres?". 12 "¿Qué importa mi tribu?",
EM
le dijo el ángel. Tobit insistió: "Quiero saber con seguridad de quién eres hijo y cómo te llamas".
13 El ángel le respondió: "Yo soy Azarías, hijo de Ananías el Grande, uno de tus hermanos".
14 Tobit le dijo: "¡Bienvenido, hermano, y salud! No tomes a mal que haya querido conocer la
verdad acerca de tu familia. Por lo visto, eres un hermano de respetable y noble origen.
Conozco a Ananías y a Natán, los dos hijos de Semeías el Grande. Ellos me acompañaban a
Jerusalén; allí adoraban junto conmigo, y nunca se apartaron del buen camino. Tus hermanos
son hombres de bien y tú eres de buena estirpe. ¡Sé bienvenido!".
D
15 Luego siguió diciendo: "Te pagaré como sueldo una dracma diaria, y tendrás todo lo que
necesites, lo mismo que mi hijo. 16 Acompáñalo, y yo te daré un sobresueldo". El ángel
respondió: "Sí, iré con él, no tengas miedo. Volveremos tan bien como hemos salido, porque el
camino es seguro". 17 Tobit exclamó: "¡Bendito seas, hermano!". Después llamó a su hijo y le
LS
dijo: "Hijo mío, prepara lo necesario para el viaje y parte con tu hermano. El Dios que está en el
cielo los proteja y los haga volver a mi lado sanos y salvos. ¡Que su ángel los acompañe con
su protección, hijo mío!".
La partida de Tobías
Tobías salió para ponerse en camino, y abrazó a su padre y a su madre. Tobit le dijo: "¡Buen
O
viaje!". 18 Su madre se puso a llorar y dijo a Tobit: "¿Por qué has hecho partir a mi hijo?
¿Acaso no es el bastón de nuestra mano, el que guía nuestros pasos? 19 ¿Para qué acumular
más dinero? No importa nada comparado con nuestro hijo. 20 Con lo que el Señor nos daba
para vivir ya teníamos bastante". 21 Tobit le respondió: "¡No pienses eso! Nuestro hijo se va
O
muy bien y volverá junto a nosotros con toda felicidad; tus propios ojos verán el día en que
regresará sano y salvo. No te preocupes ni temas por ellos, hermana. 22 Un ángel bueno lo
acompañará, él hará un buen viaje y volverá sano". Y ella dejó de llorar.
ST
6 1 El joven partió con el ángel, y el perro los seguía. Caminaron los dos y, al llegar la primera
noche, acamparon a orillas del río Tigris. 2 El joven bajó a lavarse los pies en el río, y de pronto
saltó del agua un gran pez que intentó devorarle el pie. El joven gritó, 3 pero el ángel le dijo:
"¡Agárralo y no lo dejes escapar!". Entonces él seapoderó del pez y lo sacó a tierra. 4 El ángel
SY
le dijo: "Ábrelo, sácale la hiel, el corazón y el hígado, y colócalos aparte; luego tira las entrañas.
Porque la hiel, el corazón y el hígado son útiles como remedios". 5 El joven abrió el pez, y le
O
"Somos de los hijos de Neftalí deportados a Nínive". 4 "¿Conocen ustedes a nuestro hermano
Tobit?", les dijo ella. "Sí, lo conocemos", le respondieron. Ella les preguntó: "¿Cómo está?". 5
"Vive todavía y está bien", le dijeron. Y Tobías agregó: "Es mi padre". 6 Ragüel se levantó de
un salto, lo besó y lloró. 7 Después le dijo: "¡Bendito seas, hijo mío! Tienes un padre excelente.
EM
Es una gran desgracia que un hombre tan justo y generoso se haya quedado ciego". Y
echándose al cuello de su hermano Tobías, se puso a llorar. 8 También lloró su mujer Edna y
su hija Sara. 9 Luego mataron un cordero del rebaño y los recibieron cordialmente.
Después de lavarse y bañarse, se pusieron a comer. Entonces Tobías dijo a Rafael: "Hermano
D
Azarías, dile a Ragüel que me dé por esposa a mi hermana Sara". 10 Ragüel lo oyó y dijo al
joven: "Come y bebe, y disfruta de esta noche, porque nadie tiene más derecho que tú,
hermano, a casarse con mi hija Sara. Ni siquiera yo puedo dársela a otro, ya que tú eres mi
pariente más cercano. Pero ahora, hijo mío, te voy a hablar con toda franqueza. 11 Ya se la he
dado a siete de nuestros hermanos, y todos murieron la primera noche que iban a tener
LS
relaciones con ella. Por el momento, hijo mío, come y bebe; el Señor intervendrá en favor de
ustedes".
12 Pero Tobías le replicó: "No comeré ni beberé hasta que hayas tomado una decisión sobre
este asunto". Ragüel le respondió: "¡Está bien! Ella te corresponde a ti según lo prescrito en la
Ley de Moisés, y el Cielo decreta que te sea dada. Recibe a tu hermana. Desde ahora, tú eres
su hermano y ella es tu hermana. A partir de hoy, es tuya para siempre. Que el Señor los
O
13 Ragüel hizo venir a su hija Sara. Cuando ella llegó, la tomó de la mano y se la entregó a
Tobías, diciendo: "Recíbela conforme a la Ley y a lo que está prescrito en el Libro de Moisés,
que mandan dártela por esposa. Tómala y llévala sana y salva a la casa de tu padre. ¡Que el
Dios del cielo los conduzca en paz por el buen camino!". 14 Después llamó a la madre y le
ST
pidió que trajera una hoja de papiro. En ella redactó el contrato matrimonial, por el que
entregaba a su hija como esposa de Tobías, conforme a lo prescrito en la Ley de Moisés.
Después empezaron a comer y a beber.
15 Ragüel llamó a su esposa Edna y le dijo: "Hermana, prepara la otra habitación, y llévala allí
a Sara". 16 Ella fue a preparar la habitación, como se lo había dicho su esposo, llevó allí a
SY
Sara y se puso a llorar. Luego enjugó sus lágrimas y le dijo:"¡Ánimo, hija mía! ¡Que el Señor
del cielo cambie tu pena en alegría!". Y salió.
Cuando Ragüel se levantó, llamó a sus servidores y fue con ellos a cavar una fosa. 10 Porque
había pensado: "No sea que Tobías haya muerto y nos expongamos a caer en el ridículo". 11
O
Apenas terminaron de cavar la fosa, Ragüel volvió a la casa, llamó a su mujer 12 y le dijo:
"Manda a una de las sirvientas a la habitación, para ver si él está vivo. Así, si está muerto, lo
enterraremos sin que nadie se entere". 13 Mandaron adelante a la sirvienta, encendieron la
lámpara y abrieron la puerta. Ella entró y los encontró a los dos juntos, profundamente
EM
dormidos. 14 Luego salió y les avisó: "Está vivo; no ha pasado nada malo".
La oración de Ragüel
15 Entonces Ragüel bendijo al Dios del cielo, diciendo: "¡Bendito seas, Señor, con la más pura
bendición! ¡Que te bendigan por todos los siglos! 16 ¡Bendito seas por la alegríaque me has
D
dado! No ha sucedido lo que yo temía, sino que nos has tratado según tu gran misericordia. 17
¡Bendito seas por haberte compadecido de estos dos hijos únicos! ¡Manifiéstales, Señor, tu
LS
misericordia y tu salvación, y concédeles una vida llena de alegría y de gracia!". 18 Después
amaneciera.
O
19 Luego dijo a su mujer que hiciera una hornada de pan, y él fue al establo, tomó dos bueyes
y cuatro carneros, mandó cocinarlos y comenzaron los preparativos. 20 Hizo llamar a Tobías y
le dijo: "Durante catorce días no te moverás de este lugar. Te quedarás aquí, comiendo y
bebiendo conmigo, y alegrando a mi hija que ha sufrido tanto. 21 Después tomarás la mitad de
ST
mis bienes y volverás sano y salvo a la casa de tu padre. Cuando mi mujer y yo hayamos
muerto, también recibirás la otra mitad.¡Ánimo, hijo mío! Yo soy tu padre y Edna es tu madre.
Desde ahora y para siempre, estamos unidos a ti lo mismo que a tu hermano. ¡Ánimo, hijo
mío!".
9 1 Entonces Tobías llamó a Rafael y le dijo: 2 "Hermano Azarías, toma contigo cuatro
O
14 Tobías salió feliz y contento de la casa de Ragüel, bendiciendo al Señor del cielo y de la
tierra, el Rey del universo, por el buen resultado de su viaje. Ragüel le dijo: "¡Ojalá puedas
honrar a tus padres todos los días de su vida!".
EM
La vuelta de Tobías
11 1 Cuando se acercaron a Caserín, que está frente a Nínive, 2 Rafael dijo a Tobías: "Ya
sabes en qué estado dejamos a tu padre. 3 Adelantémonos para preparar la casa, antes que
llegue tu esposa con los demás". 4 Los dos siguieron caminando juntos, y el ángel le
recomendó a Tobías que tuviera a mano la hiel. El perro iba detrás de ellos. 5 Ana estaba
sentada con la mirada fija en el camino por donde debía volver su hijo. 6 De pronto presintió
D
que él llegaba y dijo al padre: "¡Ya viene tu hijo con su compañero!".
7 Rafael dijo a Tobías, antes que él se acercara a su padre: "Seguro que tu padre va a
recobrar la vista. 8 Úntale los ojos con la hiel del pez; el remedio hará que las manchas
blancas se contraigan y se desprendan de sus ojos. Así tu padre recobrará la vista y verá la
LS
luz". 9 La madre corrió a echarse al cuello de su hijo, diciéndole: "¡Ahora sí que puedo morir,
porque te he vuelto a ver, hijo mío!". Y se puso a llorar.
La curación de Tobit
10 Tobit también se levantó y, tropezando, salió por la puerta del patio. Tobías corrió hacia él,
11 con la hiel del pez en su mano; le sopló en los ojos y, sosteniéndolo, le dijo: "¡Ánimo,
O
padre!". Después le aplicó el remedio y se lo frotó. 12 Luego le sacó con ambas manos las
escamas de los ojos. 13 Entonces su padre lo abrazó llorando y le dijo: "¡Te veo, hijo mío, luz
de mis ojos!". 14 Y añadió:
O
16 Los dos quedaron desconcertados y cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. 17
Pero él les dijo: "No teman, la paz esté con ustedes. Bendigan a Dios eternamente. 18 Cuando
yo estaba con ustedes, no era por mi propia iniciativa, sino por voluntad de Dios. Es a él al que
O
deben bendecir y cantar todos los días. 19 Aunque ustedes me veían comer, eso no era más
que una apariencia. 20 Por eso, bendigan al Señor sobre la tierra y celebren a Dios. Ahora
subo a Aquel que me envió. Pongan por escrito todo lo que les ha sucedido". Y en seguida se
elevó. 21 Cuando se incorporaron, ya no lo pudieron ver más. 22 Ellos bendecían a Dios,
EM
entonando himnos, y lo celebraban por haber obrado esas maravillas, ya que se les había
aparecido un ángel de Dios.
El canto de Tobit
13 1 Y Tobit dijo:
D
"¡Bendito sea Dios, que vive eternamente,
4 pero allí les ha mostrado su grandeza. Exáltenlo ante todos los vivientes porque él es nuestro
ST
Señor, nuestro Dios y nuestro Padre, él es Dios por todos los siglos. 5 Él los castiga por sus
iniquidades, pero tendrá compasión de todos ustedes, y los congregará de entre todas las
naciones por donde han sido dispersados. 6 Si vuelven a él de todo corazón y con toda el
SY
O
¡Bendito sea el Dios de Israel!
EM
por los siglos de los siglos".
D
2 Tobit murió en paz a la edad de ciento doce años y fue enterrado honrosamente en Nínive. Él
tenía sesenta y dos años cuando se quedó ciego; y después de recuperar la vista, vivió en la
abundancia, haciendo limosnas, bendiciendo siempre a Dios y celebrando su grandeza.
3 Cuando estaba por morir, llamó a su hijo Tobías y le recomendó: "Hijo mío, llévate a tus hijos
LS
4 y parte en seguida para Media, porque yo creo en la palabra que Dios pronunció contra
Nínive por medio de Nahúm: todo eso se realizará y le sobrevendrá a Asiria y a Nínive. Se
cumplirá todo lo que han anunciado los profetas enviados por Dios. No se perderá ninguna de
sus palabras, y todo sucederá a su tiempo. Habrá más seguridad en Media que en Asiria y en
Babilonia. Porque yo sé y creo que todo lo que Dios ha dicho se cumplirá y se realizará: no
fallará ni uno solo de sus oráculos.
O
Nuestros hermanos que habitan en la tierra de Israel serán llevados cautivos fuera de su
hermoso país. Toda la tierra de Israel quedará desierta. Samaría y Jerusalén quedarán
desoladas. La Casa de Dios será incendiada y devastada por algún tiempo. 5 Pero Dios
volverá a compadecerse de ellos y los hará volver a la tierra de Israel. Ellos reconstruirán su
O
Casa, aunque no como la primera, hasta que se cumpla el tiempo señalado. Entonces volverán
todos del destierro y reconstruirán Jerusalén con toda su magnificencia. La Casa de Dios será
reconstruida en ella, como lo anunciaron los profetas de Israel. 6 Todas las naciones de la
tierra se convertirán y temerán de verdad a Dios. Todos abandonarán los ídolos que los
ST
hicieron extraviar en el error. 7 Y ellos bendecirán al Dios de los siglos, practicando la justicia.
Todos los israelitas que se hayan salvado en aquellos días se acordarán sinceramente de Dios
e irán a reunirse en Jerusalén; habitarán seguros en la tierra de Abraham y la recibirán para
siempre. Se alegrarán los que aman verdaderamente a Dios, y desaparecerán de la tierra los
que cometen el pecado y la injusticia.
8 Ahora, hijos míos, yo les recomiendo que sirvan a Dios de verdad y que hagan lo que a él le
SY
agrada. Manden a sus hijos que practiquen la justicia y la limosna, que se acuerden de Dios y
bendigan de verdad su Nombre, siempre y con todas sus fuerzas.
a 4 17. Este precepto parece contradecir lo establecido por la Ley de Moisés, que prohíbe
presentar ofrendas de alimentos a los muertos (Deut. 26. 14). Por eso cabe pensar que se trata
de un alimento ofrecido a los parientes del difunto, después del ayuno ritual (Jer. 16. 7; Ez. 24.
O
17).
b 5 15. En la época griega, la "dragma" era el pago corriente de una jornada de trabajo,
como en la época romana iba a ser el denario (Mt. 20. 2).
c 8 6. Gn. 2. 18.
EM
Judit
Otra vez nos encontramos ante un relato didáctico, con un marco histórico completamente
imaginario, del que sólo se conservan las versiones griega y latina. Probablemente, fue escrito
en el siglo II a. C., para mantener el ánimo de la pequeña comunidad judía que luchaba
tenazmente por conservar su independencia frente al avance helenista.
D
Este Libro refleja cierta influencia de la literatura "apocalíptica", tan en boga en esa época,
según la cual las luchas del tiempo presente no son sino la manifestación del combate librado
continuamente entre las fuerzas del bien y del mal. Nabucodonosor y Holofernes simbolizan a
los eternos enemigos de Dios. Judit –que significa "la Judía"– personifica el alma de su nación.
LS
Fiel a Dios y a su pueblo, ella expone la vida para salvar a sus compatriotas.
A la prepotencia y la fuerza de un jefe militar, el Libro opone la debilidad de una mujer, sin más
armas que su fe en Dios y en el poder de la oración. Los recursos que ella emplea no son del
todo ejemplares, pero más que dar una lección moral lo que pretende el autor es poner de
relieve que la aparente "debilidad de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres" (1
Cor. 1. 25). La astucia decidida de Judit triunfa sobre el opresor del Pueblo elegido, como en
O
otra ocasión pudo más la honda de David que la insolencia y la espada de Goliat.
La liturgia cristiana ha visto en el triunfo de Judit algo así como la contrapartida de la victoria de
la serpiente sobre la mujer, al comienzo del género humano (Gn. 3. 15). Por eso aquella
O
valiente mujer se convirtió en figura de María, la nueva Eva, por quien recibimos al vencedor
del espíritu del mal. Y el Canto de la Virgen María, como el de Judit, celebra el triunfo de los
débiles sobre los poderosos de este mundo (Lc.
1. 46-55).
ST
Nabucodonosor y Arfaxad
1 1 Era el año duodécimo del reinado de Nabucodonosor, que gobernó a los asirios en la gran
ciudad de Nínive, mientras Arfaxad reinaba sobre los medos en Ecbátana. 2 Este había
construido alrededor de Ecbátana una muralla de piedras talladas que medían un metro y
SY
medio de ancho y tres de largo. La muralla tenía treinta y cinco metros de altura y veinticinco
de espesor. 3 También había erigido junto a sus puertas unas torres de cincuenta metros de
La misión de Holofernes
O
4 Una vez terminado el consejo, Nabucodonosor, rey de los asirios, llamó a Holofernes,
general en jefe de su ejército y segundo después de él, y le dijo:
5 "Así habla el gran rey, el señor de toda la tierra: Al salir de mi presencia, tomarás contigo
EM
hombres de reconocido valor –unos ciento veinte mil soldados de infantería y un contingente
de doce mil caballos con sus jinetes– 6 y atacarás a todos los pueblos de Occidente, porque se
negaron a escuchar mi llamado. 7 Intímalos a que se sometan totalmente, porque en mi
indignación voy a marchar contra ellos; cubriré toda la superficie de la tierra con los pies de mis
soldados y se la entregaré al saqueo: 8 los heridos colmarán sus valles; los torrentes y los ríos
desbordarán, llenos de cadáveres, 9 y deportaré a sus cautivos hasta los confines de la tierra.
10 Parte en seguida y ocupa para mí sus territorios. A los que se te sometan, resérvamelos
D
para el día de su castigo; 11 pero no perdones a los rebeldes: entrégalos a la matanza y al
saqueo en todas partes. 12 Porque juro por mi vida y por el poder de mi reino que ejecutaré
con mi propia mano lo que acabo de decir. 13 No quebrantes ni una sola de las órdenes de tu
señor, sino ejecútalas estrictamente como te lo he mandado. ¡Cúmplelas sin tardanza!".
LS
La organización del ejército de Holofernes
19 Holofernes avanzó con todo su ejército, para preceder al rey Nabucodonosor y cubrir toda la
superficie de la tierra, hacia Occidente, con sus carros de guerra, sus jinetes y sus soldados
escogidos. 20 Lo seguía una multitud numerosa como las langostas y como los granos de
ST
arrasó a todos los rasitas e ismaelitas que estaban al borde del desierto, hacia el sur de
Jeleón.
6 Joaquím, el sumo sacerdote que entonces residía en Jerusalén, escribió a los habitantes de
Betulia y de Betomestaim, que están frente a Esdrelón, ante la llanura contigua a Dotaim, 7
para decirles que ocuparan las subidas de la montaña, porque eran el único camino de acceso
a la Judea. Les advertía, además, que sería fácil detener a los invasores, ya que lo angosto del
O
desfiladero no permitía el paso de más de dos hombres a la vez. 8 Los israelitas cumplieron
todo lo que les había ordenado el sumo sacerdote Joaquím y el consejo de los ancianos del
pueblo de Israel, que residían en Jerusalén.
EM
La súplica de los israelitas al Señor
D
12 y clamaron ardientemente todos juntos al Dios de Israel, a fin de que no permitiera que sus
hijos fueran entregados al pillaje, sus mujeres deportadas, las ciudades de su herencia
destruidas y el Santuario execrado y escarnecido, para satisfacción de los paganos.
13 El Señor escuchó sus plegarias y miró su aflicción. Entretanto, el pueblo, en toda la Judea y
LS
en Jerusalén, siguió ayunando durante largo tiempo, ante el Santuario del Señor todopoderoso.
14 El sumo sacerdote Joaquím y todos los que prestaban servicio ante el Señor, sacerdotes y
ministros del Señor, vestidos con sayales, ofrecían el holocausto perpetuo, las oblaciones
votivas y los dones voluntarios del pueblo; 15 y, con los turbantes cubiertos de ceniza,
imploraban al Señor con todas sus fuerzas, para que visitara favorablemente a toda la casa de
Israel.
O
La indignación de Holofernes
5 1 Cuando informaron a Holofernes, general en jefe del ejército de Asiria, que los israelitas se
habían preparado para la guerra, y habían bloqueado los desfiladeros de la montaña,
O
fortificando todas las cimas de las altas montañas y levantando parapetos en las llanuras, 2 se
enfureció y convocó a todos los príncipes de Moab, a los jefes de Amón y a todos los sátrapas
del litoral. 3 Él les preguntó: "Díganme, cananeos, ¿qué pueblo es ese que vive en la
montaña? ¿Cuáles son las ciudades que habita y los efectivos de su ejército? ¿De dónde
ST
proceden su vigor y su fuerza, y quién es el rey que los gobierna y dirige sus ejércitos? 4 ¿Por
qué ellos solos, a diferencia de todos los habitantes de Occidente, se han negado a venir a mi
encuentro?".
5 Ajior, jefe de todos los amonitas le respondió: "Si me escuchas un momento, te haré conocer
la verdad acerca de este pueblo que habita en las montañas contiguas a las que tú ocupas; y
O
escapada de Egipto. 6 Entonces serás atravesado por la espada de mi ejército y por la lanza
de mis guerreros, y caerás entre sus heridos cuando yo vuelva del combate. 7 Mis servidores
te llevarán a la montaña y te dejarán en una de las ciudades de los desfiladeros, 8 porque no
morirás hasta que seas exterminado con esa gente. 9 Y si abrigas la secreta esperanza de que
EM
no serán capturados, ¡no agaches la cabeza! Yo lo he dicho, y ninguna de mis palabras dejará
de cumplirse".
10 Luego Holofernes ordenó a los servidores que estaban en su tienda de campaña que
tomaran a Ajior, lo llevaran a Betulia y lo entregaran a los israelitas. 11 Ellos lo condujeron a la
D
llanura, fuera del campamento, y después de atravesar la llanura en dirección a la montaña,
llegaron junto a las fuentes que están debajo de Betulia. 12 Apenas los divisaron los hombres
de la ciudad que estaban en la cumbre de la montaña, empuñaron sus armas y salieron fuera
de la ciudad, mientras los honderos arrojaban piedras para impedirles el acceso. 13 Ellos,
deslizándose por la ladera de la montaña, ataron a Ajior y lo dejaron tendido al pie de la
LS
misma. Luego volvieron a presentarse ante su señor.
asamblea los jóvenes y las mujeres. Pusieron a Ajior en medio de todo el pueblo y Ozías lo
interrogó acerca de lo sucedido. 17 Él les refirió las deliberaciones del Consejo de Holofernes,
lo que él mismo había dicho ante los jefes asirios, y las orgullosas amenazas de Holofernes
contra el pueblo de Israel. 18 Todo el pueblo, postrándose, adoró a Dios y exclamó: 19
O
"¡Señor, Dios del cielo!, mira su arrogancia y compadécete de la humillación de nuestra raza:
vuelve en este día tu mirada a los que te están consagrados". 20 Luego tranquilizaron a Ajior y
lo felicitaron efusivamente. 21 Al terminar la asamblea, Ozías lo llevó a su casa y ofreció un
banquete a los ancianos. Y durante toda aquella noche, imploraron la ayuda del Dios de Israel.
ST
El sitio de Betulia
7 1 Al día siguiente, Holofernes ordenó a todo su ejército y a toda la tropa de auxiliares que se
habían unido a él, que emprendieran la marcha hacia Betulia, que ocuparan los desfiladeros de
la montaña y atacaran a los israelitas. 2 Y aquel mismo día, todos sus guerreros levantaron el
SY
O
23 Todo el pueblo, los jóvenes, las mujeres y los niños se amotinaron contra Ozías y contra los
jefes de la ciudad, y clamaban a gritos, diciendo a los ancianos: 24 "Que Dios sea el juez entre
nosotros y ustedes, por la gran injusticia que cometen contra nosotros al no entrar en
negociaciones de paz con los asirios. 25 Ya no hay nadie que pueda auxiliarnos, porque Dios
EM
nos ha puesto en manos de esa gente para que desfallezcamos de sed ante sus ojos y
seamos totalmente destruidos. 26 Llámenlos ahora mismo y entreguen la ciudad como botín a
Holofernes y a todo su ejército, 27 porque es preferible que seamos sus prisioneros: así
seremos esclavos, pero salvaremos nuestra vida y no tendremos que contemplar con nuestros
propios ojos la muerte de nuestros pequeños, y no veremos a nuestras mujeres y a nuestros
hijos exhalar el último suspiro. 28 Los conjuramos por el cielo y por la tierra, y también por
nuestro Dios y Señor de nuestros padres, que nos castiga por nuestros pecados y por las
D
transgresiones de nuestros antepasados; hagan hoy mismo lo que les decimos". 29 Y toda la
asamblea prorrumpió en un amargo llanto, implorando a grandes voces al Señor Dios.
La intervención de Ozías
LS
30 Pero Ozías les dijo: "Ánimo, hermanos, resistamos cinco días más. En el transcurso de
ellos, el Señor, nuestro Dios, volverá a tener misericordia de nosotros, porque no nos
abandonará hasta el fin. 31 Si transcurridos estos días, no nos llega ningún auxilio, entonces
obraré como ustedes dicen". 32 Luego disolvió a la multitud para que cada uno regresara a su
puesto: los hombres se dirigieron a los muros y a las torres de la ciudad, pero a las mujeres y a
los niños los envió a sus casas. Mientras tanto, la ciudad quedó sumida en una profunda
consternación.
O
Presentación de Judit
8 1 En aquellos días llegó todo esto a oídos de Judit, hija de Merarí, hijo de Ox, hijo de José,
O
hijo de Oziel, hijo de Helcías, hijo de Ananías, hijo de Gedeón, hijo de Rafaín, hijo de Ajitob,
hijo de Elías, hijo de Jilquías, hijo de Eliab, hijo de Natanael, hijo de Salamiel, hijo de
Sarasadai, hijo de Israel. 2 Su esposo Manasés, que era de su misma tribu y de su misma
familia, había muerto durante la cosecha de la cebada: 3 mientras vigilaba a los que ataban las
ST
gavillas en el campo, tuvo una insolación que lo postró en cama, y murió en Betulia, su ciudad.
Allí fue sepultado con sus padres, en el campo que está situado entre Dotaim y Belamón.
4 Judit había permanecido viuda en su casa durante tres años y cuatro meses. 5 Sobre la
terraza de su casa se había hecho levantar una carpa; llevaba un sayal sobre su cuerpo y
vestía ropas de luto. 6 Ayunaba todos los días, excepto los sábados, los novilunios y los días
SY
de fiesta y de regocijo del pueblo de Israel. 7 Era muy hermosa y de aspecto sumamente
agradable. Su esposo Manasés le había dejado oro y plata, servidores y servidoras, ganados y
28 Ozías le respondió: "En todo lo que has dicho te has expresado con sensatez y nadie puede
contradecir tus palabras. 29 No es esta la primera vez que se manifiesta tu sabiduría: desde
que eras joven, todo el pueblo conoce tu inteligencia y la bondad de tu corazón. 30 Pero ahora
el pueblo está consumido por la sed y nos ha obligado a ejecutar lo que le hemos propuesto y
a comprometernos con un juramento que no nos es lícito violar. 31 Tú, que eres una mujer
O
piadosa, ruega por nosotros para que el Señor envíe la lluvia que llenará nuestras cisternas, y
así no quedaremos exhaustos".
El plan de Judit
EM
32 Judit les respondió: "Escúchenme, porque voy a hacer algo que se transmitirá de
generación en generación a los hijos de nuestra estirpe. 33 Esta noche, ustedes se ubicarán
ante la Puerta de la ciudad. Yo saldré con mi servidora, y antes del plazo fijado para entregar la
ciudad a nuestros enemigos, el Señor, por mi intermedio, visitará a Israel. 34 No traten de
averiguar lo que voy a hacer, porque no les diré nada hasta haber ejecutado mi proyecto". 35
Ozías y los jefes le dijeron: "Vete en paz, y que el Señor Dios vaya delante de ti para
escarmiento de nuestros enemigos". 36 Luego salieron de la carpa y regresaron a sus puestos.
D
La oración de Judit9 1 Entonces Judit se postró en tierra, esparció ceniza sobre su cabeza,
puso al descubierto el sayal con que estaba ceñida e imploró al Señor en alta voz. Era la
LS
hora en que se ofrecía en Jerusalén, en el Templo de Dios, el incienso de la tarde. Judit dijo: 2
"¡Señor, Dios de mi padre Simeón! Tú pusiste en sus manos una espada vengadoracontra
aquellos extranjeros que arrancaron el velo de una virgen para violarla, desnudaron su cuerpo
O
para avergonzarla y profanaron su seno para deshonrarla. Aunque tú habías dicho: ‘Eso no se
hará’, ellos, sin embargo, lo hicieron. 3 Por eso entregaste a sus jefes a la masacre, y así su
O
lecho, envilecido por su engaño, también por un engaño quedó ensangrentado. Bajo tus
golpes, cayeron muertos los esclavos con sus príncipes y los príncipes, sobre sus tronos.
ST
4 Tú entregaste sus mujeres al pillaje y sus hijas al cautiverio, y dejaste todos sus despojos
para que fueran repartidosentre tus hijos predilectos, los cuales, enardecidos de celopor causa
de ti y horrorizados por la mancha infligidaa su propia sangre, habían invocado tu ayuda. ¡Dios,
Dios mío, escucha ahora la plegaria de este viuda! 5 Tú has hecho el pasado, el presente y el
SY
O
y que no hay otro protector fuera de ti
EM
Los preparativos de Judit
10 1 Apenas terminó de invocar al Dios de Israel con todas estas palabras, 2 Judit se levantó
del suelo, llamó a su servidora y bajó a la casa donde pasaba los sábados y los días de fiesta.
3 Luego se despojó del sayal que tenía ceñido, se quitó su ropa de viuda, se lavó el cuerpo con
D
agua, se ungió con perfumes y peinó sus cabellos. Después se ciñó la cabeza con un turbante
y se puso la ropa de fiesta con que solía engalanarse cuando aún vivía su marido Manasés; 4
se calzó las sandalias, se puso collares, brazaletes, anillos, aros y todas sus joyas: en una
palabra, se embelleció hasta el extremo, para seducir a todos los que la vieran. 5 En seguida,
entregó a su servidora un odre de vino y una vasija de aceite; llenó una bolsa con granos
LS
tostados de cebada, una torta de higos secos y panes puros; lo envolvió todo cuidadosamente
y lo entregó a su servidora.
y exaltación de Jerusalén".
9 Judit adoró a Dios y les respondió: "Ordenen que me abran las puertas de la ciudad, para
que yo salga a cumplir lo que acaban de expresarme". Ellos ordenaron a los jóvenes que le
SY
abrieran, como ella lo había pedido. 10 Así lo hicieron, y Judit salió acompañada de su
servidora. Los hombres de la ciudad la siguieron con la mirada, mientras descendía de la
O
enterado del discurso pronunciado por Ajior en tu Consejo, porque la gente de Betulia le
perdonó la vida, y él les contó todo lo que había dicho en tu presencia. 10 Por eso, soberano
señor, no desoigas sus palabras; antes bien, tómalas en cuenta, porque son exactas, ya que
nuestra estirpe no será castigada ni sometida por la espada, a no ser que haya pecado contra
EM
su Dios.
11 Pero ahora, para que mi señor no sufra una derrota y un fracaso, y para que la muerte caiga
sobre ellos, han incurrido en un pecado con el que provocarán la ira de su Dios apenas
cometan ese desatino. 12 Porque como han empezado a faltarles los víveres y escasea el
agua, decidieron echar mano a sus ganados y sustentarse con todo lo que Dios en sus leyes
les ha prohibido comer. 13 Incluso, están resueltos a consumir las primicias del trigo y los
D
diezmos del vino y del aceite, que ya han sido consagrados y reservados para los sacerdotes
que ejercen sus funciones delante de nuestro Dios en Jerusalén: esas cosas que a ninguno del
pueblo le es lícito ni siquiera tocar con sus manos. 14 Más aún, han enviado gente a Jerusalén,
donde todo el mundo hace lo mismo, con el encargo de obtener la debida autorización de los
ancianos. 15 Apenas la obtengan, harán uso de ella, y ese mismo día te serán entregados para
LS
su perdición.
16 Por eso, yo, tu servidora, al enterarme de todo esto, escapé de su lado. Y Dios me ha
enviado para realizar contigo tales hazañas, que llenarán de asombro en toda la tierra a
aquellos que las escuchen, 17 porque soy piadosa y sirvo noche y día al Dios del cielo. En
adelante permaneceré a tu lado, señor mío, pero cada noche saldré al valle, para orar a Dios, y
cuando incurran en el pecado, él me lo hará saber. 18 Al regresar, te informaré; entonces
O
podrás salir con todo tu ejército, no habrá nadie entre ellos que pueda oponerte resistencia. 19
Luego te conduciré a través de la Judea hasta las puertas de Jerusalén, y pondré tu sitial en
medio de ella. Tú los conducirás como a ovejas que no tienen pastor, y ni siquiera un perro se
atreverá a ladrar ante ti. Todas estas cosas me fueron comunicadas anticipadamente, y yo he
O
20 Las palabras de Judit agradaron a Holofernes y a todos sus oficiales, los cuales, admirados
de su sabiduría, exclamaron: 21 "De un confín al otro de la tierra no hay mujer como esta, por
ST
4 Cuando todos ya se habían retirado de la carpa, y no quedaba nadie dentro de ella, ni grande
ni pequeño, Judit, de pie junto al lecho de Holofernes, dijo en su corazón:
O
mira favorablemente en esta hora
EM
5 Ha llegado el momento de acudir en ayuda de tu herencia, y de realizar lo que me había
propuesto
6 Judit se aproximó entonces a la barra del lecho que estaba junto a la cabeza de Holofernes,
descolgó de allí su espada, 7 y acercándose al lecho, lo tomó por la cabellera y exclamó:
D
"¡Fortaléceme en esta hora, Dios de Israel!". 8 Luego le asestó dos golpes en el cuello con
todas sus fuerzas y le cortó la cabeza. 9 Hizo rodar el cuerpo desde el lecho y arrancó el
cortinado de las columnas. Poco después, salió y entregó a su servidora la cabeza de
Holofernes. 10 Esta la metió en la bolsa de las provisiones, y las dos salieron juntas, como lo
hacían habitualmente, para la oración. Atravesaron el campamento y, bordeando el barranco,
LS
subieron la pendiente de Betulia hasta llegar a sus puertas.
11 Judit gritó desde lejos a los guardias de las puertas: "¡Abran, abran las puertas! Dios,
nuestro Dios, está con nosotros para manifestar todavía su fuerza en Israel y su poder contra
nuestros enemigos, como lo ha hecho hoy". 12 Apenas escucharon su voz, la gente de la
O
ciudad se apresuró a bajar a las puertas, y convocaron a los ancianos de la ciudad. 13 Todos
acudieron rápidamente, desde el más pequeño hasta el más grande, porque les parecía
increíble que hubiera vuelto. Abrieron las puertas para recibirlas, encendieron una hoguera
para poder ver y se agolparon alrededor de ellas. 14 Judit les dijo en voz alta: "¡Alaben, alaben
O
a Dios! Alaben a Dios, que no ha retirado su fidelidad del pueblo de Israel, sino que, por mi
intermedio, ha destrozado esta noche a sus enemigos". 15 Entonces sacó la cabeza de la
bolsa y la mostró, diciendo: "Aquí está la cabeza de Holofernes, el general en jefe de los
ejércitos asirios, y este es el cortinado bajo el cual estaba tendido completamente ebrio. ¡El
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Señor lo ha matado por la mano de una mujer! 16 ¡Por la vida del Señor, que me protegió en el
camino que recorrí! Mi rostro lo sedujo para su perdición, pero él no cometió conmigo ningún
pecado que me manchara o me deshonrara".
11 Al despuntar el alba, colgaron de las murallas la cabeza de Holofernes, y todos los israelitas
empuñaron sus armas y avanzaron en escuadrones por las laderas de la montaña. 12 Los
asirios, al divisarlos, enviaron mensajeros a sus jefes; estos, a su vez, se dirigieron a los
generales y capitanes y a todos sus oficiales. 13 Ellos llegaron a la carpa de Holofernes y
dijeron a su mayordomo: "Despierta a nuestro señor, porque esos esclavos han tenido la
O
audacia de bajar a combatir contra nosotros, para ser totalmente exterminados". 14 Bagoas
entró y golpeó las manos ante la cortina de la carpa, suponiendo que Holofernes estaba
acostado con Judit. 15 Como nadie respondía, descorrió la cortina, penetró en el dormitorio y lo
encontró muerto, tendido sobre el umbral y decapitado. 16 Él lanzó un alarido, llorando y
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sollozando; y dando grandes gritos, desgarró sus vestiduras. 17 Luego entró en la carpa donde
se alojaba Judit, y al no encontrarla, se precipitó hacia la tropa, vociferando: 18 "¡Esos
esclavos nos han traicionado! ¡Una mujer hebrea ha cubierto de vergüenza la casa de
Nabucodonosor! ¡Miren cómo yace Holofernes, tendido en el suelo y sin cabeza!". 19 Al oír
estas palabras, los jefes del ejército asirio rasgaron sus túnicas, completamente
desconcertados, y lanzaron grandes gritos y alaridos por todo el campamento.
D
La huida y la persecución de los asirios
cayeron sobre ellos y los arrasaron hasta Jobai. También acudieron los de Jerusalén y los de
toda la montaña, porque ya se habían enterado de lo ocurrido en el campamento. Además, los
de Galaad y los de Galilea los acometieron por los flancos, causándoles un gran estrago, hasta
más allá de Damasco y sus fronteras.
O
matanza, se apoderaron del resto; y lo mismo hicieron los habitantes de los poblados y
caseríos, tanto los de la montaña como los de la llanura: todos se apoderaron de abundantes
despojos, porque los había en cantidades fabulosas.
8 El sumo sacerdote Joaquím y los ancianos del pueblo de Israel que habitaban en Jerusalén
vinieron para contemplar los beneficios con que Dios había colmado a Israel, y también para
SY
botín. 5 ¡Pero el Señor todopoderoso los eliminó por la mano de una mujer! 6 Su jefe no fue
O
lo desarmó Judit, la hija de Merarí,
con la hermosura de su rostro. 7 Ella se quitó su ropa de luto, para exaltar a los afligidos de
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Israel: ungió su rostro con perfumes, 8 se ajustó el cabello con una diadema, se puso ropa de
lino para seducirlo. 9 Sus sandalias deslumbraronlos ojos del guerrero, su hermosura le
cautivó el corazón... ¡y la espada le cortó la cabeza! 10 Los persas temblaron por su audacia y
los medos se turbaron por su temeridad. 11 Entonces mi pueblo humilladogritó de alegría y los
D
otros se llenaron de espanto; mis débiles lanzaron gritos de triunfo y ellos quedaron aterrados;
tu poder e invencible!
14 Que te sirvan todas las criaturas, porque tú lo dijiste y fueron hechas, enviaste tu espíritu y
O
él las formó, y nadie puede resistir a tu voz. 15 Las montañas y las aguasse sacudirán desde
sus cimientos, las rocas se derretirán como cera en tu presencia, pero tú siempre te muestras
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propicio con aquellos que te temen. 16 Poco vale un sacrificiode aroma agradable y menos aún
toda la grasaofrecida en holocausto, pero el que teme al Señorserá grande para siempre. 17
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¡Ay de las naciones que se levantancontra mi pueblo! El Señor todopoderoso las castigaráen el
día del Juicio: pondrá en su carne fuego y gusanos, y gemirán de dolor eternamente".
18 Apenas llegaron a Jerusalén, todos adoraron a Dios y, una vez que el pueblo se purificó,
ofrecieron sus holocaustos, sus ofrendas voluntarias y sus dones.
Biblia Católica 755
El arte con que están narrados los hechos muestra que el autor no se propuso escribir la
crónica detallada de un hecho histórico preciso. Su intención fue más bien presentar en forma
novelada una triste experiencia vivida repetidas veces por el Pueblo elegido: la del odio y las
persecuciones provocadas por lo que hoy en día se llama "antisemitismo". Esto explica, al
menos en parte, el increíble encarnizamiento con que los judíos se desquitaron de la amenaza
que había pesado sobre ellos. Lo cierto es que el libro de Ester se opone a la corriente
universalista, que había encontrado una de sus más bellas expresiones en los libros de Rut y
O
de Jonás.
El recuerdo de la gran liberación evocada en este relato fue relacionado más tarde con la fiesta
de los "Purím" o de las "Suertes". Así dicha fiesta, de origen pagano y meramente profana,
EM
entró en el calendario de las fiestas nacionales del Judaísmo, convirtiéndose en la celebración
del triunfo del Señor sobre los enemigos de su Pueblo. La versión griega de este Libro es
bastante más extensa y tiene un tono mucho más religioso que el texto hebreo original, donde
apenas se insinúa una posible intervención del Señor (4. 14). Las partes propias de la
traducción griega se encuentran entre los Libros "deuterocanónicos".
Al destacar la violenta oposición entre judíos y paganos, este Libro nos lleva a comprender
D
mejor el alcance de la obra reconciliadora de Cristo. "Él ha unido a los dos pueblos en uno
solo, derribando el muro de enemistad que los separaba... Así creó con los dos pueblos un
solo Hombre nuevo en su propia persona, restableciendo la paz" (Ef. 2. 14-15).
El banquete del rey Asuero
LS
1 1 Era el tiempo de Asuero, aquel que reinó sobre ciento veintisiete provincias, desde la India
hasta Etiopía. 2 En aquellos días, mientras el rey Asuero tenía instalado su trono real en la
ciudadela de Susa, 3 en el tercer año de su reinado, ofreció un banquete a todos sus oficiales y
servidores. Los jefes del ejército de los persas y de los medos, los nobles y los gobernadores
de provincia se reunieron en su presencia. 4 Así, durante largo tiempo –¡ciento ochenta días!–
él hizo ostentación de la fastuosidad de su gloria real y del magnífico esplendor de su
grandeza.
O
5 Al cabo de ese tiempo, el rey ofreció un banquete de siete días, en el patio del jardín del
palacio real, a toda la población que se encontraba en la ciudadela de Susa, desde el más
grande al más pequeño. 6 Había colgaduras de lino blanco y de púrpura violeta, sujetas a
O
argollas de plata y a columnas de alabastro, con cordones de lino fino y de púrpura roja; había
divanes de oro y plata sobre un piso de pórfido, alabastro, nácar y mármol negro.7 Se daba de
beber en copas de oro, todas de formas diversas, y el vino del reino corría a raudales, gracias
a la prodigalidad del rey. 8 La regla era que nadie fuera forzado a beber, porque el rey había
ST
ordenado a todos sus mayordomos que respetaran los deseos de cada uno.
9 La reina Vasti, por su parte, había ofrecido un banquete a las mujeres en el palacio del rey
Asuero.
10 El séptimo día, cuando el rey estaba alegre por el vino, ordenó a Mehumán, Bizetá,
8 Al publicarse la orden y el edicto del rey, y una vez que fueron reunidas muchas jóvenes en
la ciudadela de Susa, bajo el cuidado de Hegué, también Ester fue llevada a la casa del rey y
confiada a Hegué, el encargado de las mujeres. 9 La joven le cayó en gracia y se ganó su
favor. Por eso, él le entregó de inmediato las cremas de belleza, fijó su régimen de comida y le
O
asignó las siete doncellas más distinguidas del palacio real. Luego la trasladó con sus
doncellas al mejor departamento del harén. 10 Ester no había manifestado de qué pueblo ni de
qué familia era, porque Mardoqueo le había ordenado que no lo manifestara. 11 Y todos los
días, este iba y venía frente al patio del harén, para saber cómo se encontraba Ester y cómo la
EM
trataban.
12 Después de haber observado durante doce meses lo establecido en el estatuto de las
mujeres, a cada joven le llegaba el turno de presentarse ante el rey Asuero. Porque el
tratamiento de belleza comprendía dos etapas: seis meses para ungirse con aceite de mirra, y
seis meses más para embellecerse con aromas y otros cosméticos usados por las mujeres. 13
Y cuando una joven se presentaba ante el rey, le daban todo lo que quería llevar consigo del
harén al palacio real. 14 Ella iba por la tarde, y a la mañana siguiente volvía a un segundo
D
harén, bajo la vigilancia de Saasgaz, el eunuco del rey encargado de las concubinas. Ya no se
presentaba más ante el rey, a no ser que este deseara estar con ella y la llamara
expresamente.
proclamó reina en lugar de Vasti. 18 Luego ofreció un gran banquete a todos sus oficiales y
servidores –el banquete de Ester– y además concedió franquicias a todas las provincias y
otorgó regalos con la liberalidad digna de un rey.
O
qué pueblo era, de acuerdo con lo que le había ordenado Mardoqueo, porque ella seguía
cumpliendo sus órdenes como cuando estaba bajo su tutela.
21 En aquellos días, mientras Mardoqueo ocupaba un puesto en la puerta real, Bigtán y Teres,
dos eunucos del rey que custodiaban la entrada, estaban descontentos y planeaban un
atentado contra el rey Asuero. 22 Al enterarse del plan, Mardoqueo informó a la reina Ester, y
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ella, a su vez, le habló al rey por encargo de Mardoqueo. 23 Una vez investigado el caso y
confirmada la denuncia, los dos eunucos fueron colgados de un patíbulo, y el hecho fue
O
angustia. Luego envió ropa a Mardoqueo para que se quitara el sayal y se vistiera, pero él no
quiso saber nada. 5 Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos que el rey había puesto
a su servicio, y lo mandó a ver a Mardoqueo a fin de averiguar qué pasaba y por qué hacía
eso.
EM
6 Hatac salió a ver a Mardoqueo, que estaba en la plaza de la ciudad, frente a la puerta real. 7
Mardoqueo lo puso al tanto de lo que sucedía y de la suma de dinero que Amán había
prometido entregar al tesoro real por el exterminio de los judíos. 8 También le dio una copia del
texto del decreto que se había promulgado en Susa ordenando ese exterminio. Él debía
mostrárselo a Ester, informarla de todo y ordenarle que se presentara ante el rey para
implorarle gracia y suplicarle en favor de su pueblo.
D
9 Hatac fue a informar a Ester de lo que le había dicho Mardoqueo. 10 Entonces ella le ordenó
que fuera a decir a Mardoqueo: 11 "Todos los servidores del rey y el pueblo de las provincias
del reino saben que hay una ley según la cual debe morir cualquier hombre o mujer que se
presente ante el rey, en el atrio interior, sin haber sido llamado. Esto, a menos que el rey
LS
extienda hacia él su cetro de oro para perdonarle la vida. En cuanto a mí, ya hace treinta días
que no he sido llamada a la presencia del rey".
desaparecerán. ¡Quién sabe si no has llegado a ser reina precisamente para una ocasión
como esta!".
15 Ester mandó responder a Mardoqueo: 16 "Ve a reunir a todos los judíos que están en Susa,
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y ayunen por mí. No coman ni beban durante tres días, ni de día ni de noche. Yo, por mi parte,
también ayunaré junto con mis servidoras. Así me presentaré al rey, por más que sea en
contra de la ley. Y si es necesario que muera, moriré". 17 Mardoqueo se retiró e hizo lo que
Ester le había ordenado.
ST
5 1 Al tercer día, Ester se puso sus vestiduras reales y llegó hasta el patio interior del palacio,
frente a la sala del rey. El rey estaba sentado en su trono, en la sala real, frente a la puerta de
entrada. 2 Al ver a la reina Ester, que estaba de pie en el patio, el rey la miró con benevolencia
SY
y extendió hacia ella el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces Ester se acercó y tocó la
punta del cetro.
10 Entonces el rey dijo a Amán: "Toma en seguida la vestidura y el caballo, tal como lo has
indicado, y haz eso mismo con Mardoqueo, el judío que está sentado en la puerta real. No
omitas nada de lo que has dicho". 11 Amán tomó la vestidura y el caballo, vistió a Mardoqueo y
lo paseó por la calle principal de la ciudad, proclamando delante de él: "Así es tratado el
hombre a quien el rey quiere honrar".
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12 Luego Mardoqueo volvió a la puerta real, mientras Amán regresaba precipitadamente a su
casa, dolorido y tapándose la cara de vergüenza. 13 Amán contó a Zeres, su mujer, y a todos
sus amigos lo que había pasado. Entonces sus consejeros y Zeres, su mujer, le dijeron: "Si ese
EM
Mardoqueo, ante quien has comenzado a caer, pertenece a la raza de los judíos, no podrás
derrotarlo; caerás irremediablemente ante él". 14 Todavía estaban hablando con Amán,
cuando llegaron los eunucos del rey, y lo llevaron rápidamente al banquete que había
preparado Ester.
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7 1 El rey y Amán fueron al banquete con la reina Ester. 2 Aquel segundo día, en el momento
de brindar, el rey volvió a decir a Ester: "¿Qué es lo que pides, reina Ester? Lo que sea, te será
concedido. ¿Qué es lo que quieres? Aunque sea la mitad del reino, lo tendrás". 3 La reina
Ester tomó la palabra y dijo: "Rey, si estás dispuesto a hacerme un favor y si esto es lo que te
agrada, mi petición es que me concedas la vida y mi deseo es que perdones la vida a mi
LS
pueblo. 4 Porque yo y mi pueblo hemos sido entregados al exterminio, a la muerte y a la
destrucción. Si hubiéramos sido vendidos como esclavos y esclavas, me habría callado, ya que
esa desgracia no habría perjudicado al rey".
5 El rey Asuero tomó la palabra y dijo a la reina Ester: "¿Quién es y dónde está el que ha
concebido semejante cosa?". 6 Ester respondió: "¡El enemigo y adversario es ese miserable de
Amán!". Amán quedó aterrorizado ante el rey y la reina. 7 Y el rey, en un arrebato de ira, se
O
retiró del banquete y fue hacia el jardín del palacio. Mientras tanto, Amán se quedó para
implorar por su vida a la reina Ester, porque veía que el rey ya había decidido su ruina. 8
Cuando el rey volvió del jardín del palacio a la sala del banquete, Amán estaba tendido sobre
el diván donde se recostaba Ester. Entonces el rey exclamó: "¡Y todavía se atreve a violar a la
O
reina estando yo en la casa!". Apenas el rey pronunció esta palabra, se abalanzaron sobre
Amán y le taparon el rostro, 9 y Jarboná, uno de los eunucos, dijo en presencia del rey:
"Precisamente en casa de Amán se ha instalado un patíbulo de veinticinco metros; él mismo lo
hizo levantar para Mardoqueo, aquel que salvó al rey con su denuncia". El rey ordenó:
ST
"¡Cuélguenlo allí!". 10 Así colgaron a Amán del patíbulo que él había preparado para
Mardoqueo, y se calmó la furia del rey.
8 1 Ese mismo día, el rey Asuero entregó a la reina Ester todas las posesiones de Amán, el
opresor de los judíos, y Mardoqueo fue presentado al rey, porque Ester le había revelado el
lazo de parentesco que tenía con ella. 2 El rey se sacó el anillo que le había retirado a Amán y
se lo dio a Mardoqueo, y Ester puso a este al frente de todas las posesiones de Amán.
SY
O
5 Los judíos pasaron al filo de la espada a todos sus enemigos: fue una verdadera masacre, un
exterminio. Trataron como quisieron a los que los odiaban, 6 y en la ciudadela de Susa
mataron y exterminaron a quinientos hombres, 7 dando muerte, especialmente, a Parsandata,
Dalfón, Aspata, 8 Porata, Adalías, Aridata, 9 Parmasta, Arisai, Aridai y Vaisata, 10 los diez hijos
EM
de Amán, hijo de Hamdatá, el opresor de los judíos. Los mataron, pero no recogieron ningún
botín.
11 Ese mismo día, llegó a conocimiento de rey el número de los que habían sido matados en la
Ciudadela de Susa. 12 El rey dijo entonces a la reina Ester: "En la ciudadela de Susa, los
judíos mataron y exterminaron a quinientos hombres y a los diez hijos de Amán. ¡Qué no
habrán hecho en el resto de las provincias reales! Pero ¿qué es lo que pides? Lo que sea, te
D
será concedido. ¿Qué otra cosa deseas? Se hará lo que tú digas". 13 Ester respondió: "Si al
rey le parece bien, que a los judíos de Susa les sea permitido actuar también mañana
conforme al decreto válido para hoy, y que los hijos de Amán sean colgados del patíbulo". 14
El rey ordenó que así se hiciera: en Susa se promulgó un decreto y los diez hijos de Amán
fueron colgados. 15 Así, los judíos de Susa se reunieron una vez más el día catorce del mes
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de Adar y mataron allí a trescientos hombres, pero no recogieron ningún botín.
16 En cuanto a los demás judíos de las provincias reales, también se reunieron para defender
sus vidas y así se libraron de los ataques de sus adversarios: ellos mataron a setenta y cinco
mil entre sus enemigos, pero no recogieron ningún botín. 17 Esto sucedió el día trece del mes
de Adar; el catorce descansaron y celebraron ese día con banquetes y alegría. 18 Pero los
judíos de Susa, que se habían concentrado el trece y el catorce, descansaron el día quince y lo
O
20 Mardoqueo consignó estas cosas por escrito y envió cartas a todos los judíos de todas las
provincias del rey Asuero, tanto a los que estaban cerca como a los más alejados. 21 En ellas
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disponía que celebraran cada año el catorce y el quince del mes de Adar, 22 por ser esos los
días en que los judíos habían quedando libres de sus enemigos, y por ser ese el mes en que la
aflicción se les había cambiado en alegría y el duelo en un día de fiesta. Por eso debían
festejarlos como días de banquetes y alegría, enviarse regalos unos a otros y ofrecer donativos
a los pobres.
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23 Los judíos hicieron una tradición de lo que habían comenzado a festejar y de lo que les
había ordenado Mardoqueo. 24 Porque Amán, hijo de Hamdatá, el agaguita, el opresor de
7. "Pur": el autor emplea este término de origen babilónico, porque de él tomará su nombre la
fiesta de "Purím" (9. 26-32). El "mes de Adar" corresponde a febreromarzo.
1 Amán ofrece esa suma para compensar al fisco, que en adelante no podrá recibir los
tributos de los judíos exterminados. Cada "talento" equivalía a un poco más de 34 kg.
O
2 El "anillo" provisto de un "sello" era el símbolo del poder. Ver Gn. 41. 42.
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Los libros de los MACABEOS son dos escritos independientes, que relatan las luchas del
Pueblo judío contra la dinastía de los Seléucidas, en defensa de su autonomía política y su
libertad religiosa. El título de los mismos proviene del sobrenombre "Macabeo", aplicado
primero a Judas -el principal protagonista de aquella lucha- y extendido luego a sus hermanos
e incluso a sus partidarios. Según algunos, este sobrenombre deriva de una palabra hebrea
que significa "martillo", y aludiría a los tremendos golpes que Judas asestaba a sus enemigos;
otros piensan, en cambio, que signifca "designado por Dios".
D
Para comprender los hechos relatados en estos Libros, es necesario tener en cuenta el
contexto histórico que dio origen a la rebelión de los Macabeos. En el siglo IV a. C., el Próximo
Oriente experimenta una enorme transformación política y cultural. Alejandro Magno, el joven
rey de Macedonia, se asegura el dominio sobre toda Grecia y luego se lanza a la conquista del
LS
Imperio persa. Cuando una muerte prematura lo sorprende en Babilonia, en el 323 a. C., él
deja tras de sí el más vasto Imperio conocido hasta entonces. Con sus conquistas comienza la
época llamada "helenística", cuya principal característica es la difusión de la cultura y la lengua
griegas en toda la cuenca del Mediterráneo.
La opresión del Pueblo judío entra en su etapa más crítica con el advenimiento de Antíoco IV,
ST
que se hace llamar Epífanes, es decir, "manifestación divina" (175-164 a. C.). Este rey no se
contenta con profanar y saquear el Templo de Jerusalén, sino que también hace edificar en la
Ciudad santa una fortaleza, donde instala un destacamento de guardia permanente. Luego
promueve un vasto proceso de helenización de las costumbres y prácticas religiosas locales.
Así queda proscrita la Ley de Moisés y se la suplanta por la legislación del Estado. Esta
política de Antíoco encuentra colaboradores entre los judíos de las clases pudientes, incluso
SY
entre los sacerdotes. Muchos, en cambio, prefieren afrontar la persecución y la muerte antes
que renegar de su fe, con la esperanza puesta en el Dios de Israel. Otro grupo, finalmente, se
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1 1 Alejandro de Macedonia, hijo de Filipo, partió del país de Quitím, y después de derrotar a
Darío, rey de los persas y los medos, reinó en lugar de él, en primer lugar sobre la Hélade. 2
Libró muchas batallas, conquistó plazas fuertes y dio muerte a reyes de la tierra. 3 Avanzó
hasta los confines del mundo y saqueó una multitud de naciones. La tierra enmudeció en su
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presencia y por eso su corazón se ensoberbeció y se llenó de orgullo. 4 Reunió un ejército
poderosísimo, y sometió provincias, naciones y dinastías, que le pagaron tributo. 5 Después
cayó enfermo y, comprendiendo que iba a morir, 6 convocó a sus generales, a los nobles que
se habían educado con él desde su juventud y, antes de su muerte, repartió entre ellos su
reino. 7 Alejandro murió después de reinar doce años, 8 y sus generales se hicieron cargo del
gobierno, cada uno en su propia región. 9 Apenas murió, todos se ciñeron la corona, y sus
hijos los sucedieron durante muchos años, llenando la tierra de calamidades.
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Antíoco IV Epífanes y la helenización de Palestina
10 De ellos surgió un vástago perverso, Antíoco Epífanes, hijo del rey Antíoco, que había
estado en Roma como rehén y subió al trono el año ciento treinta y siete del Imperio griego. 11
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Fue entonces cuando apareció en Israel un grupo de renegados que sedujeron a muchos,
diciendo: "Hagamos una alianza con las naciones vecinas, porque desde que nos separamos
de ellas, nos han sobrevenido muchos males". 12 Esta propuesta fue bien recibida, 13 y
algunos del pueblo fueron en seguida a ver al rey y este les dio autorización para seguir las
costumbres de los paganos. 14 Ellos construyeron un gimnasio en Jerusalén al estilo de los
paganos, 15 disimularon la marca de la circuncisión y, renegando de la santa alianza, se
unieron a los paganos y se entregaron a toda clase de maldades.
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16 Cuando Antíoco se sintió seguro de su poder, proyectó apoderarse también de Egipto, para
O
gobernar sobre ambos reinos. 17 Entonces entró en Egipto con un poderoso ejército, con
carros, elefantes, caballería y una gran flota. 18 Allí atacó a Tolomeo, rey de Egipto. Este
retrocedió ante él y huyó, dejando muchos muertos. 19 Antíoco ocupó las ciudades fortificadas
de Egipto y saqueó todo el país. 20 Después de derrotar a Egipto, emprendió el camino de
ST
regreso, el año ciento cuarenta y tres, y subió contra Israel, llegando a Jerusalén con un
poderoso ejército.
todas sus lámparas, 22 la mesa de los panes de la ofrenda, los vasos para las libaciones, las
copas, los incensarios de oro, el cortinado y las coronas, y arrancó todo el decorado de oro que
O
debía morir. 51 En estos términos escribió a todo su reino. Además nombró inspectores sobre
todo el pueblo, y ordenó a las ciudades de Judá que ofrecieran sacrificios en cada una de ellas.
EM
52 Mucha gente del pueblo, todos los que abandonaban la Ley, se unieron a ellos y causaron
un gran daño al país, 53 obligando a Israel a esconderse en toda clase de refugios. 54 El día
quince del mes de Quisleu, en el año ciento cuarenta y cinco, el rey hizo erigir sobre el altar de
los holocaustos la Abominación de la desolación. También construyeron altares en todos las
ciudades de Judá. 55 En las puertas de las casas y en las plazas se quemaba incienso. 56 Se
destruían y arrojaban al fuego los libros de la Ley que se encontraban, 57 y al que se lo
D
descubría con un libro de la Alianza en su poder, o al que observaba los preceptos de la Ley,
se lo condenaba a muerte en virtud del decreto real. 58 Valiéndose de su fuerza, se ensañaban
continuamente contra los israelitas sorprendidos en contravención en las diversas ciudades. 59
El veinticinco de cada mes, se ofrecían sacrificios en el ara que se alzaba sobre el altar de los
holocaustos. 60 A las mujeres que habían circuncidado a sus hijos se las mataba, conforme al
LS
decreto, 61 con sus criaturas colgadas al cuello. La misma suerte corrían sus familiares y todos
los que habían intervenido en la circuncisión.
llamado Afús.
6 Al ver las impiedades que se cometían en Judá y en Jerusalén, 7 Matatías exclamó: "¡Ay de
mí! ¿Para esto he nacido? ¿Para ver la ruina de mi pueblo y la destrucción de la Ciudad santa?
¿Para quedarme sentado en ella, mientras es entregada al poder del enemigo y el Santuario
está en manos de extranjeros?
8 Su Templo ha quedado como un hombre envilecido, 9 los objetos que eran su gloria fueron
SY
llevados como botín, sus niños masacrados en las plazas, sus jóvenes pasados al filo de la
O
La organización de la resistencia
EM
víctimas, 40 pero dijeron: "Si todos nos comportamos como nuestros hermanos y no peleamos
contra esta gente en defensa de nuestras vidas y de nuestras costumbres, muy pronto nos
exterminarán de la tierra". 41 Y aquel mismo día resolvieron lo siguiente: "Hagamos frente a
todo el que venga a atacarnos en día sábado, para no morir como nuestros hermanos en sus
refugios".
42 Entonces se les unió el grupo de los asideos, hombres valientes en Israel, todos ellos
D
sinceramente fieles a la Ley. 43 También se les unieron y les prestaron su ayuda todos los que
querían escapar de la opresión. 44 Así formaron una fuerza armada que comenzó a descargar
su ira contra los pecadores y su furor contra los impíos. Los demás tuvieron que salvarse,
huyendo a las naciones extranjeras. 45 Matatías y sus adeptos recorrieron el país, destruyendo
altares, 46 y circuncidando por la fuerza a los niños incircuncisos que hallaron en el territorio de
LS
Israel. 47 Persiguieron a los arrogantes, y la campaña dio buenos resultados. 48 De esa
manera defendieron la Ley contra los paganos y sus reyes, y no permitieron que prevalecieran
los malvados.
es tiempo de perturbación
O
y de furor desencadenado.
de nuestros padres.
SY
que a lo largo de las generaciones los que esperan en él no sucumben jamás. 62 No teman las
O
hoy es exaltado y mañana desaparece, porque habrá vuelto al polvo de donde vino y sus
proyectos quedarán frustrados. 64 Por eso, hijos míos, sean valientes, y manténganse firmes
EM
en el cumplimiento de la Ley, ya que gracias a ella serán colmados de gloria. 65 Ahí tienen a
D
69 Después los bendijo y fue a reunirse con sus padres. 70 Matatías murió el año ciento
cuarenta y seis y fue sepultado en Modín, en el sepulcro de sus padres. Todo Israel hizo un
gran duelo por él.
LS
LA GUERRA DE LIBERACIÓN BAJO JUDAS MACABEO (166-160
a. C.)
Al morir su padre, en el 166 a.C., Judas Macabeo se pone al frente de las improvisadas
tropas judías. A ejemplo de Josué y de los grandes jefes guerreros de Israel, él organiza
la resistencia e imprime un impulso irresistible a la lucha por la independencia nacional
considerada como único medio para alcanzar la libertada religiosa. Sus victorias sobre
O
los generales de Antíoco IV Epífanes le abren el camino hacia Jerusalén, donde entra
después de tres años de guerras continuas. Allí purifica el Templo y celebra
solemnemente la fiesta de su Dedicación.
O
Después de la muerte de Antíoco IV, Judas Macabeo emprende varias campañas por
los países vecinos, para liberar a los judíos fieles a la Ley y castigar a sus
perseguidores. Los sucesores de Antíoco realizan nuevos esfuerzos por contener la
insurreción, pero fracasan en su intento. Cuando Judas comenzaba a consolidar sus
ST
Elogio de Judas Macabeo3 1 El sucesor de Matatías fue su hijo Judas, llamado Macabeo. 2
SY
Todos sus
O
quedó con la espada de Apolonio, y desde entonces siempre combatió con ella.
13 Serón, el capitán del ejército de Siria, al saber que Judas había agrupado alrededor de él un
contingente de hombres adictos y dispuestos a combatir, 14 pensó: "Voy a hacerme famoso y
EM
a cubrirme de gloria en todo el reino, atacando a Judas y a sus secuaces, que intentan
despreciar la orden del rey". 15 Entonces reanudó la lucha y con él subió un poderoso ejército
de impíos para ayudarlo a vengarse de los israelitas. 16 Cuando se acercó a la subida de
Betjorón, Judas le salió al encuentro con unos pocos hombres. 17 Estos, al ver el ejército que
se les venía encima, dijeron a Judas: "¿Cómo, siendo tan pocos, podremos combatir con una
multitud tan poderosa? Además, estamos extenuados porque hoy no hemos comido nada en
todo el día". 18 Judas les respondió: "Es fácil que una multitud caiga en manos de unos pocos,
D
y al Cielo le da lo mismo salvar con muchos que con pocos. 19 Porque la victoria en el
combate no depende de la cantidad de las tropas, sino de la fuerza que viene del Cielo. 20
Ellos nos atacan, llenos de insolencia y de impiedad, para exterminarnos a nosotros, a
nuestras mujeres y a nuestros hijos, y para apoderarse de nuestros despojos. 21 Nosotros, en
cambio, luchamos por nuestra vida y por nuestras costumbres. 22 El Cielo los aplastará
LS
delante de nosotros: ¡no les tengan miedo!". 23 Apenas terminó de hablar, se lanzó
sorpresivamente sobre el enemigo, y Serón fue aplastado con todo su ejército. 24 Después los
persiguieron por la pendiente de Betjorón hasta la llanura: allí murieron unos ochocientos
hombres, y los demás huyeron al país de los filisteos.
25 Así Judas y sus hermanos comenzaron a ser temidos, y el pánico se extendió por las
naciones vecinas. 26 Su fama llegó a oídos del rey, y por todas partes se comentaban las
O
batallas de Judas.
27 Al enterarse de esto, el rey Antíoco se enfureció y mandó reunir todas las fuerzas de su
reino, un ejército poderosísimo. 28 Abrió su tesoro y pagó a las tropas el sueldo de un año,
ordenándoles que estuvieran preparadas para cualquier eventualidad. 29 Entonces advirtió que
se le había acabado el dinero del tesoro y que los tributos de la región eran escasos, debido a
ST
las disensiones y calamidades que él había provocado en el país, al suprimir las costumbres
vigentes desde tiempo inmemorial. 30 Por eso temió que no le alcanzara, como otras veces,
para los gastos y los regalos que antes solía hacer espléndidamente, superando a los reyes
que lo habían precedido. 31 Sumamente preocupado a causa de esto, resolvió ir a Persia para
recoger los tributos de aquellas provincias y reunir así mucho dinero.
SY
La regencia de Lisias
O
para exterminarnos. Tú conoces lo que traman contra nosotros. 53 ¿Cómo podremos hacerles
frente, si tú no vienes en nuestra ayuda?". 54 Luego, hicieron sonar las trompetas y lanzaron
grandes alaridos.
EM
La organización del ejército judío
55 Inmediatamente, Judas puso oficiales al frente del ejército: jefes de mil, de cien, de
cincuenta y de diez hombres. 56 A los que estaban construyendo su casa, a los que acababan
de casarse o de plantar una viña y a los que tenían miedo, les ordenó que volvieran cada uno a
su casa, conforme a la Ley. 57 Luego avanzó con el ejército y acampó al sur de Emaús. Judas
les dijo: 58 "Cíñanse las armas, compórtense valerosamente y estén preparados mañana al
D
amanecer para atacar a esos paganos que se han aliado contra nosotros a fin de destruirnos y
destruir nuestro Santuario. 59 Porque es preferible para nosotros morir en el combate que ver
las desgracias de nuestra nación y del Santuario. 60 ¡Se cumplirá lo que el Cielo disponga!".
apareció en la llanura con tres mil hombres, pero estos no disponían de las armaduras ni de las
espadas que hubieran deseado. 7 Ellos veían, en cambio, que el campamento de los paganos
era poderoso y estaba bien fortificado, rodeado de la caballería y con hombres adiestrados
para la guerra.
O
8 Judas dijo a sus hombres: "No teman a esa muchedumbre ni se asusten por sus ataques. 9
Recuerden cómo se salvaron nuestros padres en el Mar Rojo, cuando el Faraón los perseguía
con un ejército. 10 Invoquemos ahora al Cielo para que tenga piedad de nosotros y se acuerde
ST
de la alianza que hizo con nuestros padres, derrotando hoy a este ejército delante de nosotros.
11 Así reconocerán todas las naciones que hay Alguien que libera y salva a Israel".
12 Los extranjeros alzaron los ojos y, al ver que los judíos venían contra ellos, 13 salieron del
campamento a presentar batalla. Los hombres de Judas hicieron sonar la trompeta 14 y
entraron en combate. Los paganos fueron derrotados y huyeron hacia la llanura, 15 y los que
SY
habían quedado rezagados cayeron al filo de la espada. Los demás fueron perseguidos hasta
Gázara y hasta las llanuras de Idumea, Azoto y Iamnia. Los que murieron fueron alrededor de
O
44 Luego deliberaron sobre lo que debía hacerse con el altar de los holocaustos que había
sido profanado. 45 Tuvieron la feliz idea de demolerlo para que no fuera un motivo de oprobio,
ya que los paganos lo habían contaminado. Lo demolieron, 46 y depositaron sus piedras sobre
la montaña del Templo, en un lugar conveniente, hasta que surgiera un profeta y resolviera lo
EM
que había que hacer con ellas. 47 Después recogieron piedras sin tallar, como lo prescribe la
Ley, y erigieron un nuevo altar, igual que el anterior. 48 También repararon el Santuario y el
interior del Templo, y consagraron los atrios. 49 Hicieron nuevos objetos sagrados y colocaron
dentro del Templo el candelabro, el altar de los perfumes y la mesa. 50 Quemaron incienso
sobre el altar, y encendieron las lámparas del candelabro que comenzaron a brillar en el
Templo. 51 Además, pusieron los panes sobre la mesa, colgaron las cortinas y concluyeron la
obra que habían emprendido.
D
52 El día veinticinco del noveno mes, llamado Quisleu, del año ciento cuarenta y ocho, se
levantaron al despuntar el alba 53 y ofrecieron un sacrificio conforme a la Ley, sobre el nuevo
altar de los holocaustos que habían erigido. 54 Este fue dedicado con cantos, cítaras, arpas y
címbalos, justamente en el mismo mes y en el mismo día en que los paganos lo habían
LS
profanado. 55 Todo el pueblo cayó con el rostro en tierra y adoraron y bendijeron al Cielo que
les había dado la victoria. 56 Durante ocho días celebraron la dedicación del altar, ofreciendo
con alegría holocaustos y sacrificios de comunión y de acción de gracias. 57 Adornaron la
fachada del Templo con coronas de oro y pequeños escudos, restauraron las entradas y las
salas, y les pusieron puertas. 58 En todo el pueblo reinó una inmensa alegría, y así quedó
borrado el ultraje infligido por los paganos.
O
59 Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, determinó que cada
año, a su debido tiempo y durante ocho días a contar del veinticinco del mes de Quisleu, se
O
60 En aquel tiempo, levantaron alrededor del monte Sión altas murallas y torres poderosas,
para que los extranjeros no vinieran otra vez y lo pisotearan como lo habían hecho antes. 61
ST
Además, Judas puso en él una guarnición para que lo defendiera, y fortificó a Betsur, a fin de
que el pueblo tuviera una fortaleza frente a Idumea.
5 1 Cuando las naciones vecinas supieron que había sido reconstruido el altar y restaurado
SY
28 Inmediatamente, Judas dio vuelta con su ejército y se dirigió por el desierto hacia Bosorá,
O
ocupó la ciudad y después de pasar al filo de la espada a todos los varones, la saqueó por
completo y la incendió. 29 Partió de allí por la noche y avanzó hasta la fortaleza. 30 Al llegar el
día, los judíos divisaron una muchedumbre innumerable que levantaba escaleras y
empalizadas para tomar la fortaleza y había pasado a la ofensiva. 31 Al ver que el ataque ya
EM
había comenzado y que el griterío de la ciudad y el sonido de las trompetas subía hasta el
cielo, 32 Judas dijo a sus hombres: "¡Luchen hoy por nuestros hermanos!". 33 Luego los
ordenó en tres columnas y los hizo avanzar por detrás del enemigo, tocando las trompetas y
orando a gritos. 34 Las tropas de Timoteo, apenas se enteraron que era el Macabeo, huyeron
ante él. Judas les infligió una gran derrota, y ese día dejaron tendidos unos ocho mil hombres.
35 Luego se volvió contra Alemá; la atacó, la ocupó y, después de matar a todos los varones,
la saqueó y la incendió. 36 Partiendo de allí, se apoderó de Casfó, Maqued, Bosor y de las
D
demás ciudades de Galaad.
venceremos".
42 Cuando Judas llegó al borde del torrente, ubicó a los escribas del pueblo a la orilla y les dio
esta orden: "No dejen que ningún hombre quede en el campamento, sino que todos vayan al
O
Judas.
45 Judas reunió a todos los israelitas de la región de Galaad, del más pequeño al más grande,
con sus mujeres, sus hijos y sus equipajes, para llevarlos al país de Judá: era una inmensa
SY
muchedumbre. 46 Llegaron a Efrón, ciudad importante y muy fortificada, que estaba sobre el
camino, por la que tenían que pasar necesariamente, ya que no era posible desviarse ni a la
5 Cuando todavía estaba en Persia, le anunciaron que la expedición contra el país de Judá
había fracasado. 6 Le comunicaron que Lisias había ido al frente de un poderoso ejército, pero
había tenido que retroceder ante los judíos, y que éstos habían acrecentado su poder, gracias
a las armas y al cuantioso botín tomado a los ejércitos vencidos. 7 Además, habían destruido
la Abominación que él había erigido sobre el altar de Jerusalén y habían rodeado el Santuario
O
de altas murallas como antes, haciendo lo mismo con Betsur, que era una de las ciudades del
rey.
EM
8 Al oír tales noticias, el rey quedó consternado, presa de una violenta agitación, y cayó en
cama enfermo de tristeza, porque las cosas no le habían salido como él deseaba. 9 Así pasó
muchos días, sin poder librarse de su melancolía, hasta que sintió que se iba a morir. 10
Entonces hizo venir a todos sus amigos y les dijo: "No puedo conciliar el sueño y me siento
desfallecer. 11 Yo me pregunto cómo he llegado al estado de aflicción y de amargura en que
ahora me encuentro, yo que era generoso y amado mientras ejercía el poder. 12 Pero ahora
D
caigo en la cuenta de los males que causé en Jerusalén, cuando robé los objetos de plata y
oro que había allí y mandé exterminar sin motivo a los habitantes de Judá. 13 Reconozco que
por eso me suceden todos estos males y muero de pesadumbre en tierra extranjera".
14 Luego, llamó a Filipo, uno de sus Amigos, y lo puso al frente de todo su reino. 15 Le entregó
LS
su diadema, su manto y su anillo, encargándole que dirigiera a su hijo Antíoco y lo educara
para que fuera rey. 16 El rey Antíoco murió en aquel lugar, el año ciento cuarenta y nueve. 17
Cuando Lisias se enteró de la muerte del rey, puso en el trono a su hijo Antíoco, que él había
educado desde niño, dándole el sobrenombre de Eupátor.
sitiados rompieron el cerco y se les unieron algunos renegados de Israel, 22 que acudieron al
rey para decirle: "¿Hasta cuándo vas a estar sin hacernos justicia y sin vengar a nuestros
hermanos? 23 Nosotros aceptamos de buen grado servir a tu padre, cumplir sus ordenes y
obedecer sus decretos. 24 Por eso, nuestros compatriotas han sitiado la Ciudadela y nos tratan
ST
como extraños. Más aún, han matado a los nuestros que caían en sus manos y han confiscado
nuestros bienes. 25 Y no sólo han levantado su mano contra nosotros, sino también sobre
todos los países limítrofes. 26 Ahora mismo tienen sitiada la Ciudadela de Jerusalén para
apoderarse de ella y han fortificado el Santuario y la ciudad de Betsur. 27 Si no te adelantas
rápidamente, harán cosas mayores todavía y ya no podrás detenerlos".
SY
55 Mientras tanto, Lisias se enteró de que Filipo –a quien el rey Antíoco había encargado antes
O
de morir que educara a su hijo Antíoco, para que fuera rey– 56 había vuelto de Persia y de
Media con las tropas que acompañaron al rey, y trataba de tomar el poder. 57 Por eso pensó
que era necesario partir en seguida y dijo al rey, a los capitanes del ejército y a los soldados:
"Cada día estamos peor y escasean los víveres; el lugar que asediamos está bien fortificado y
EM
nos urgen los asuntos del reino. 58 Tendamos la mano a estos hombres, y hagamos la paz con
ellos y con toda su nación. 59 Dejemos que vivan según sus costumbres tradicionales, ya que
ellos se han irritado y han hecho todas estas cosas, porque nosotros hemos tratado de
abolirlas". 60 El rey y los capitanes aprobaron la propuesta, y el rey mandó ofrecer la paz a los
sitiados. Estos la aceptaron, 61 y el rey y los capitanes se comprometieron con un juramento.
62 Con esta garantía salieron de la fortaleza y el rey subió al monte Sión. Pero al ver las
fortificaciones de aquel lugar, violó el juramento que había hecho y ordenó destruir la muralla
D
que lo rodeaba. 63 Luego partió rápidamente y volvió a Antioquía, donde encontró a Filipo
dueño ya de la ciudad: lo atacó y ocupó la ciudad por la fuerza.
5 Todos los israelitas renegados e impíos acudieron a él, guiados por Álcimo, que ambicionaba
el sumo sacerdocio. 6 Ellos acusaron al pueblo delante del rey, diciendo: "Judas y sus
hermanos han eliminado a todos tus adictos y a nosotros nos han expulsado de nuestro país. 7
Por eso, manda ahora a una persona de tu confianza, para que vea los estragos que nos han
O
causado a nosotros y a todo el territorio del rey, y los castigue a ellos y a todos los que los
apoyan".
8 El rey eligió a Báquides, uno de sus Amigos, que gobernaba la región occidental del
Éufrates; este era un personaje importante en la corte y leal al rey. 9 Lo envió junto con el
impío Álcimo, a quien confirió el sumo sacerdocio, y le dio la orden de tomar represalias contra
los israelitas. 10 Ellos partieron con un ejército numeroso y, al llegar al territorio de Judá,
enviaron mensajeros a Judas y a sus hermanos con falsas propuestas de paz. 11 Pero estos,
SY
viendo que habían venido con un ejército tan numeroso, no dieron crédito a sus palabras. 12
Sin embargo, un grupo de escribas se reunió con Álcimo y Báquides, tratando de encontrar
O
40 Judas, por su parte, acampó en Adasa con tres mil hombres, e hizo esta oración: 41
"Cuando los enviados del rey blasfemaron, apareció tu Ángel y exterminó a ciento ochenta y
cinco mil de ellos. 42 Así también, destruye hoy ante nosotros a este ejército, para que los
demás reconozcan que su jefe blasfemó contra tu Santuario, y júzgalo conforme a su maldad".
EM
43 El día trece del mes de Adar, los ejércitos entraron en combate y el de Nicanor fue
desbaratado. El primero en caer fue el mismo Nicanor, 44 y cuando sus soldados vieron que
había caído, tiraron las armas y huyeron. 45 Los israelitas los persiguieron durante todo un día,
desde Adasa hasta las proximidades de Gázara, tocando detrás de ellos las trompetas de
alarma. 46 De todas las poblaciones judías de los alrededores salía gente que los fue
envolviendo, hasta obligarlos a volverse unos contra otros. 47 Así cayeron todos al filo de la
D
espada, y no quedó ni uno solo. Los judíos se apoderaron de los despojos y del botín, y
cortaron la cabeza de Nicanor y su mano derecha, que él había levantado con prepotencia.
Luego las llevaron y las colgaron a la entrada de Jerusalén. 48 El pueblo se llenó de alegría;
todos celebraron ese día como una gran fiesta 49 y determinaron conmemorar cada año aquel
día, trece de Adar. 50 Y el país de Judá gozó de paz durante algún tiempo.
LS
El poderío de Roma y elogio de los romanos
8 1 Entre tanto, la fama de los romanos llegó a oídos de Judas: supo que eran guerreros
valerosos, se mostraban benévolos con todos sus aliados y entablaban amistad con todos los
que acudían a ellos; sobre todo, se enteró de que eran guerreros valerosos. 2 Le habían
contado, en efecto, sus campañas y las proezas que habían realizado entre los galos,
O
dominándolos y sometiéndolos a tributo, 3 como así también todo lo que habían hecho en la
región de España, para adueñarse de las minas de plata y de oro que hay allí, 4 y cómo
gracias a su habilidad y constancia, se habían apoderado de todo el territorio, a pesar de ser
un lugar muy distante. Asimismo, a los reyes que habían venido a combatirlos desde los
O
confines de la tierra, los habían derrotado, aplastándolos completamente, mientras que los
restantes les pagaban tributo cada año. 5 Ellos habían derrotado y sometido a Filipo y a
Perseo, reyes de Quitím, y a cuantos se les opusieron. 6 También habían vencido a Antíoco el
Grande, rey de Asia, que les había hecho la guerra con ciento veinte elefantes, con caballos,
ST
arrasaron sus fortalezas y les impusieron su dominio hasta el día de hoy. 11 También
destruyeron y sometieron a los demás reinos y a las islas que alguna vez les opusieron
O
Judas advirtió que su ejército se había desbandado, precisamente cuando la batalla era
inminente y quedó descorazonado, porque no había tiempo de volverlos a reunir. 8 A pesar de
su desaliento, dijo a los que habían quedado: "Ataquemos lo mismo a nuestros enemigos: tal
vez podamos hacerles frente". 9 Pero ellos trataban de disuadirlo, diciéndole: "¡Imposible!
EM
Salvemos primero nuestras vidas; después volveremos con nuestros hermanos para continuar
luchando, ya que ahora somos muy pocos". 10 Judas les respondió: "¡Eso nunca! No podemos
huir ante ellos. Si es que ha llegado nuestra hora, muramos valientemente por nuestros
hermanos, sin que nuestra gloria sufra menoscabo".
D
precedidos por los arqueros y los honderos. 12 Báquides estaba en el ala derecha. Las tropas
avanzaron por ambos lados, al sonido de las trompetas. 13 Los hombres de Judas también
tocaron las trompetas y la tierra tembló por el estruendo de los ejércitos. La lucha se inició al
amanecer y duró hasta la tarde.
LS
14 Judas vio que Báquides y el grueso de su ejército estaban a la derecha. Entonces los
israelitas más decididos se unieron a él 15 y derrotaron el ala derecha, persiguiéndola hasta
las últimas estribaciones de la montaña. 16 Pero los del ala izquierda, al ver derrotada el ala
derecha, se volvieron contra Judas y los suyos, tomándolos por la espalda. 17 La lucha se hizo
más encarnizada, y hubo muchas víctimas de uno y otro bando. 18 También cayó Judas y los
demás huyeron.
O
lamentación: 21 "¡Cómo ha caído el héroe que salvaba a Israel!". 22 El resto de las acciones
de Judas, de sus guerras, de las proezas que realizó y de sus títulos de gloria no ha sido
escrito, porque fueron innumerables.
ST
(160-142 a. C.)
ocasión para unificar el país, multiplicaron las persecuciones y las venganzas contra sus
adversarios. La reacción no se hizo esperar y, una vez más, estos se replegaron hacia
O
defender nuestras vidas, porque ahora no estamos como antes. 45 El enemigo nos asedia por
delante y por detrás, de un lado están las aguas del Jordán y del otro, los pantanos y las
malezas; no hay escapatoria posible. 46 Clamen al Cielo, para que nos salve de nuestros
enemigos". 47 Una vez iniciado el combate, Jonatán extendió su brazo para descargar un
EM
golpe sobre Báquides, pero este lo esquivó, echándose atrás. 48 Entonces Jonatán y los suyos
se tiraron al Jordán y lo atravesaron a nado, pero sus enemigos no los persiguieron. 49 Aquel
día murieron unos mil hombres del ejército de Báquides.
D
fortalezas de Jericó, Emaús, Betjorón, Betel, Tamnatá, Faratón y Tefón, protegiéndolas con
altas murallas, puertas y cerrojos. 51 En cada una de ellas puso una guarnición para hostigar a
Israel. 52 También fortificó la ciudad de Betsur, Guéser y la Ciudadela, dejando en ellas tropas
y depósitos de víveres. 53 Después tomó como rehenes a los hijos de las principales familias
del país y los puso bajo custodia en la Ciudadela de Jerusalén.
LS
La muerte de Álcimo y la retirada de Báquides
54 En el segundo mes del año ciento cincuenta y tres, Álcimo mandó derribar las murallas de
la parte interior del Santuario, destruyendo así la obra de los profetas. Pero al comenzar la
demolición, 55 sufrió un ataque y la obra se detuvo. Él perdió el habla y la boca le quedó
paralizada, de manera que no pudo hablar más ni dar ninguna orden en lo referente a su casa.
O
56 Álcimo murió en esa época en medio de grandes tormentos. 57 Al ver que Álcimo había
muerto, Báquides regresó adonde estaba el rey, y así Judá quedó en paz durante dos años.
58 Todos los renegados se confabularon diciendo: "Jonatán y los suyos viven tranquilos y
confiados. Hagamos volver a Báquides, para que los arreste a todos en una sola noche". 59
Ellos fueron a comunicarle su plan, 60 y Báquides partió con un gran ejército. Mientras tanto,
ST
envió instrucciones secretas a todos sus aliados de Judea para que se apoderaran de Jonatán
y de sus amigos, pero aquellos no pudieron hacerlo porque sus planes fueron descubiertos. 61
En represalia, Jonatán y sus amigos apresaron a unos cincuenta hombres entre los cabecillas
de la conspiración, y los mataron.
restaurando sus ruinas. 63 Al saber esto, Báquides reunió a toda su gente y convocó a sus
partidarios de Judea. 64 Luego acampó frente a Betbasí y la atacó durante varios días,
15 El rey Alejandro se enteró de los ofrecimientos que Demetrio había hecho a Jonatán.
También le contaron las guerras y las proezas que él y sus hermanos habían realizado y las
contrariedades que habían soportado. 16 Entonces exclamó: "¿Podremos hallar otro hombre
O
como este? ¡Hagámoslo ahora mismo nuestro amigo y nuestro aliado!". 17 Y en seguida le
envió una carta redactada en los siguientes términos: 18 "El rey Alejandro saluda a su hermano
Jonatán. 19 Hemos oído que eres un guerrero valiente y digno de nuestra amistad. 20 Por eso
te nombramos hoy Sumo Sacerdote de tu nación y te concedemos el titulo de Amigo del rey
EM
para que apoyes nuestra causa y nos asegures tu amistad". Al mismo tiempo, le enviaba una
capa de púrpura y una corona de oro.
21 Jonatán se revistió de los ornamentos sagrados el séptimo mes del año ciento sesenta, en
la fiesta de las Chozas; reclutó tropas y fabricó una gran cantidad de armas.
D
22 Apenas supo esto, Demetrio se disgustó mucho y dijo: 23 "¿Qué hemos hecho? Alejandro
se nos ha adelantado, ganándose la amistad y el apoyo de los judíos. 24 También yo voy a
escribirles en términos persuasivos, ofreciéndoles dignidades y regalos, para que se
comprometan a ayudarme". 25 Y les escribió en estos términos: 26 "El rey Demetrio saluda a la
LS
nación de los judíos. Nos hemos enterado con satisfacción de que ustedes han observado los
pactos hechos con nosotros y han perseverado en nuestra amistad, sin pasarse al enemigo. 27
Continúen guardándonos la misma fidelidad y nosotros los recompensaremos a cambio de la
colaboración que nos prestan. 28 Los eximiremos de muchas obligaciones y les haremos
regalos.
29 Ya desde ahora, los libero a ustedes, y eximo a todos los judíos, de las contribuciones, del
O
impuesto a la sal y de la entrega de las coronas de oro. 30 Renuncio también, a partir de hoy y
para siempre, a percibir el tercio de los granos y la mitad de los frutos de los árboles que me
corresponden, tanto de Judá como de los tres distritos anexos de Samaría y Galilea.
O
31 Jerusalén, con su territorio, sus diezmos y derechos, será sagrada y estará exenta de
impuestos. 32 Renuncio asimismo a toda autoridad sobre la Ciudadela de Jerusalén y se la
cedo al Sumo Sacerdote, a fin de que establezca en ella a todos los hombres que él mismo
elija para su defensa.
ST
33 A todo judío llevado cautivo de Judá a cualquier parte de mi reino, le concedo la libertad
gratuitamente, y ninguno estará obligado a pagar impuestos, ni siquiera los del ganado.
34 Todas las fiestas, los sábados, los novilunios y los días fijados para las solemnidades –con
los tres días que preceden y siguen a cada fiesta– serán días de inmunidad y exención para
todos los judíos residentes en mi reino: 35 nadie tendrá derecho a demandar o inquietar a
SY
57 Tolomeo partió de Egipto con su hija Cleopatra y llegó a Tolemaida, el año ciento sesenta y
dos. 58 El rey Alejandro fue a su encuentro, y Tolomeo le entregó a su hija Cleopatra,
celebrándose la boda en Tolemaida con la magnificencia propia de los reyes.
O
Jonatán constituido gobernador de Judea
59 Luego Alejandro escribió a Jonatán para que fuera a entrevistarse con él. 60 Este fue a
EM
Tolemaida con gran pompa; allí se entrevistó con los dos reyes y los obsequió con plata y oro,
ofreciendo además numerosos presentes a sus Amigos. De esa manera se ganó el favor de
ellos. 61 Entonces un grupo de prevaricadores, la gente más indeseable de Israel, se
confabularon contra él y lo acusaron ante el rey. Pero este, en lugar de hacerles caso, 62
ordenó que quitaran a Jonatán la ropa que tenía puesta y lo vistieran de púrpura. Así lo
hicieron. 63 El rey lo hizo sentar a su lado y dijo a sus dignatarios: "Recorran con él la ciudad y
proclamen que nadie se atreva a levantar ninguna acusación contra él ni a molestarlo por
D
ningún motivo".
64 Apenas sus detractores vieron los honores que le tributaban, los términos de la proclama y
la púrpura con que estaba revestido, se dieron a la fuga. 65 El rey lo honró inscribiéndolo entre
sus principales Amigos, y lo constituyó general y gobernador. 66 Así Jonatán regresó a
LS
Jerusalén en paz y lleno de alegría.
67 El año ciento sesenta y cinco, Demetrio, hijo de Demetrio, llegó al país de sus padres,
procedente de Creta, 68 y Alejandro, muy contrariado por esta noticia regresó a Antioquía. 69
Demetrio designó general a Apolonio, el gobernador de la Celesiria, y este reclutó un
O
70 "Tú eres el único que te rebelas contra nosotros, y a causa de ti, yo soy objeto de burla y de
desprecio. ¿Por qué usas de tu autoridad contra nosotros en las montañas? 71 Si realmente
O
confías en tus tropas, baja ahora a medirte con nosotros en la llanura, porque yo cuento con
las tropas de las ciudades. 72 Averigua, y sabrás quién soy yo y quiénes son los que nos
ayudan: ellos dicen que ustedes no pueden resistirnos, ya que dos veces fueron derrotados tus
padres en su propio país. 73 Ahora no podrás enfrentar a la caballería y a un ejército tan
ST
grande en esta llanura, donde no hay una piedra, ni una roca, ni un sitio donde refugiarse".
La derrota de Apolonio
Luego acampó frente a Jope, pero los habitantes de la ciudad le cerraron las puertas porque
allí había una guarnición de Apolonio. Apenas comenzó el ataque, 76 los habitantes de la
O
con un poderoso ejército y lo derrotó. 16 Alejandro huyó a Arabia en busca de refugio, y el rey
Tolomeo quedó dueño de la situación. 17 El árabe Zabdiel le cortó la cabeza a Alejandro y se
la envió a Tolomeo. 18 Pero tres días después murió también Tolomeo, y los habitantes de las
plazas fuertes mataron a los egipcios acantonados en ellas. 19 Demetrio comenzó a reinar el
EM
año ciento sesenta y siete.
20 En ese tiempo, Jonatán reunió a los habitantes de Judea para atacar la Ciudadela de
Jerusalén y con ese fin levantó numerosas máquinas de guerra. 21 Algunos renegados,
enemigos de su propia nación, acudieron al rey y le anunciaron que Jonatán tenía sitiada a la
D
Ciudadela. 22 Esta noticia lo enfureció y en seguida se puso en marcha y fue a Tolemaida. Al
mismo tiempo, escribió a Jonatán, ordenándole suspender el asedio e ir lo antes posible a
Tolemaida para entrevistarse con él.
23 Cuando Jonatán se enteró de esto, ordenó continuar el asedio y decidió enfrentar él mismo
el peligro: eligió un grupo de ancianos y sacerdotes de Israel, 24 y fue a Tolemaida a
LS
entrevistarse con el rey, llevando consigo plata, oro, vestiduras y muchos otros regalos. De
esta manera, se ganó el favor del rey. 25 Algunos renegados de su nación lo acusaron, 26
pero el rey lo trató como lo habían hecho sus predecesores y lo honró en presencia de todos
sus Amigos. 27 Lo confirmó en el sumo sacerdocio y en todos los altos cargos que había
tenido antes, y le dio un lugar preeminente entre sus principales Amigos. 28 Jonatán pidió al
rey que eximiera de impuestos a Judea y a los tres distritos de Samaría, prometiéndole en
cambio trescientos talentos. 29 El rey lo aprobó y extendió a Jonatán un documento acerca de
O
30 "El rey Demetrio saluda a su hermano Jonatán y al Pueblo judío. 31 A título de información,
les adjuntamos una copia de la carta que hemos escrito acerca de ustedes a nuestro pariente
Lástenes. 32 El rey Demetrio saluda a su padre Lástenes. 33 Por sus buenos sentimientos
hacia nosotros, hemos decidido favorecer al Pueblo judío, que es Amigo nuestro y respeta
ST
nuestros derechos. 34 Les confirmamos los límites territoriales de Judea, con los tres distritos
de Aferema, Lida y Ramataim. Estos, con todas sus adyacencias, fueron separados de
Samaría y anexados a Judea, para beneficio de los que ofrecen sacrificios en Jerusalén, en
compensación por los impuestos reales que el rey percibía de ellos cada año, sobre los
productos de la tierra y los frutos de los árboles. 35 En lo que respecta a nuestros otros
derechos –los diezmos, los impuestos que nos corresponden de las salinas, y las coronas de
SY
oro– a partir de ahora, los declaramos exentos de toda obligación. 36 Ninguna de estas
concesiones será derogada de ahora en adelante. 37 Manden hacer una copia de este
57 Entonces el joven Antíoco escribió a Jonatán, en estos términos: "Te confirmo en el sumo
sacerdocio, te pongo al frente de los cuatro distritos y quiero que te cuentes entre los Amigos
del rey". 58 Al mismo tiempo, le envió una vajilla de oro y un juego completo de mesa,
autorizándolo a beber en copas de oro, a vestirse de púrpura y a llevar un prendedor de oro. 59
A su hermano Simón lo designó comandante desde la Escalera de Tiro hasta la frontera de
O
Egipto.
EM
60 Jonatán salió a hacer un recorrido por la región y las ciudades de este lado delÉufrates,
donde se le incorporaron todas las tropas sirias como aliados de guerra.
Cuando llegó a Ascalón, sus habitantes salieron a recibirlo con muchos honores. 61 De allí
pasó a Gaza, pero los habitantes le cerraron las puertas. Entonces sitió la ciudad y saqueó e
incendió sus alrededores. 62 Los habitantes de Gaza fueron a pedirle clemencia y Jonatán hizo
las paces con ellos, pero tomó como rehenes a los hijos de los jefes y los envió a Jerusalén.
Luego atravesó el país en dirección a Damasco.
D
Triunfo de Jonatán sobre los generales de Demetrio II
Jonatán huyeron y no quedó ni uno solo, a excepción de Matatías, hijo de Absalón, y de Judas,
hijo de Calfí, generales del ejército. 71 Jonatán rasgó sus vestiduras, se cubrió de polvo la
cabeza y oró. 72 Luego reanudó el combate, derrotó al enemigo y lo puso en fuga. 73 Al ver
esto, los hombres de Jonatán que huían se unieron de nuevo a él, persiguieron juntos al
O
enemigo hasta su campamento en Quedes, y acamparon allí. 74 Aquel día cayeron unos tres
mil hombres del ejército extranjero. Después Jonatán regresó a Jerusalén.
12 1 Jonatán, al ver que las circunstancias le eran favorable, eligió a unos cuantos hombres y
los envió a Roma para confirmar y renovar la amistad con los romanos. 2 También envió cartas
a los espartanos y a otros lugares en el mismo sentido. 3 Cuando los judíos llegaron a Roma y
se presentaron ante el Senado, dijeron: "El Sumo Sacerdote Jonatán y la nación de los judíos
nos han enviado para que ustedes renueven con ellos la amistad y el pacto, tal como quedó
SY
establecido anteriormente".
O
entregar la plaza fuerte a los hombres de Demetrio. Por eso dejó en ella una guarnición para
defenderla.
EM
35 A su regreso, Jonatán reunió en asamblea a los ancianos del pueblo y decidió con ellos
construir fortalezas en Judea. 36 También resolvió elevar las murallas de Jerusalén y levantar
un gran muro entre la Ciudadela y el resto de la ciudad, a fin de separarlas, de manera que la
Ciudadela quedara aislada y sus habitantes no pudieran comprar ni vender. 37 Se reunieron
entonces para reconstruir la ciudad, porque se había caído la parte de la muralla que da al
torrente oriental, y también se restauró la parte llamada Cafenatá. 38 Simón, por su lado,
D
reconstruyó Adidá en la Sefelá, la fortificó y la aseguró con puertas y cerrojos.
39 Mientras tanto, Trifón aspiraba a reinar sobre Asia y a ceñirse la corona, eliminando al rey
LS
Antíoco. 40 Temiendo que Jonatán se lo impidiera y le hiciera la guerra, buscaba la manera de
detenerlo para deshacerse de él. Entonces se puso en marcha y llegó a Betsán.
41 Jonatán salió a su encuentro con cuarenta mil hombres elegidos para la guerra y también
llegó a Betsán. 42 Trifón, al ver que se presentaba con un ejército tan numeroso, no se atrevió
a enfrentarlo. 43 Lo recibió con grandes honores, lo recomendó a todos sus Amigos, le hizo
regalos y ordenó a sus Amigos y a sus tropas que lo obedecieran como a él mismo. 44 Luego
O
dijo a Jonatán: "¿Por qué has fatigado a toda esta gente sino hay guerra entre nosotros? 45
Mándalos ahora mismo a sus casas, quédate con una pequeña escolta y ven conmigo a
Tolemaida. Yo te la entregaré con las otras plazas fuertes, el resto de las tropas y todos los
funcionarios. Enseguida emprenderé el regreso, porque para eso he venido". 46 Jonatán confió
O
en él e hizo lo que Trifón le había dicho: licenció las tropas, que se retiraron al país de Judea,
47 y no se reservó más que tres mil soldados, dejando a dos mil en Galilea y haciéndose
acompañar por los otros mil. 48 Pero apenas entró Jonatán en Tolemaida, sus habitantes
cerraron las puertas, lo apresaron y pasaron al filo de la espada a todos los que habían entrado
ST
con él.
49 Luego Trifón envió tropas y caballería a Galilea y a la Gran Llanura para acabar con todos
los partidarios de Jonatán. 50 Pero estos, al darse cuenta que Jonatán había sido apresado y
que había perecido con todos sus acompañantes, se animaron uno a otros y avanzaron en filas
bien compactas, resueltos a luchar. 51 Sus perseguidores, viendo que estaban resueltos a
SY
O
viniera por el desierto y les hiciera llegar víveres. 22 Trifón dispuso toda su caballería para ir,
pero aquella noche cayó tanta nieve que no pudo avanzar. Por eso partió y se fue a Galaad. 23
En las cercanías de Bascamá, hizo matar a Jonatán, que fue enterrado allí mismo. 24 Luego
Trifón dio la vuelta y volvió a su país.
EM
La sepultura de Jonatán en Modín
25 Simón mandó recoger los restos de su hermano Jonatán y les dio sepultura en Modín, la
ciudad de sus padres. 26 Todo Israel hizo un gran duelo por él y lo lloraron durante muchos
días. 27 Simón construyó sobre el sepulcro de su padre y de sus hermanos un mausoleo bien
alto, de manera que pudiera verse, cubriéndolo por detrás y por delante con piedras pulidas. 28
D
Levantó siete pirámides, una frente a otra, dedicadas a su padre, a su madre y a sus cuatro
hermanos. 29 Las adornó, rodeándolas de grande columnas y sobre estas colocó escudos con
armas, en recuerdo eterno. Junto a las armas, hizo esculpir unas naves, para que las vieran los
que navegan por el mar. 30 Este es el mausoleo que construyó en Modín y que existe hasta el
día de hoy.
LS
Acuerdo entre Simón y Demetrio II
31 Trifón, que actuaba insidiosamente con el joven rey Antíoco, terminó por matarlo. 32 Ocupó
su trono y se ciñó la corona de Asia, causando grandes estragos en el país. 33 Simón, por su
parte, reparó las fortalezas de Judea, las rodeó de altas torres y de grandes murallas con
puertas y cerrojos, y almacenó víveres en ellas. 34 Después eligió a algunos hombres y los
O
envió al rey Demetrio, para que este concediera al país una remisión de impuestos, ya que
Trifón no había hecho más que cometer depredaciones. 35 El rey Demetrio accedió a su
demanda, y le escribió esta carta: 36 "El rey Demetrio saluda a Simón, Sumo Sacerdote y
amigo de reyes, a los ancianos y a la nación de los judíos. 37 Hemos recibido la corona de oro
O
y el ramo de palma que ustedes nos enviaron y estamos dispuestos a otorgarles una paz
completa y a ordenar a los funcionarios que les concedan la exención de las deudas. 38 Todo
lo que hemos decretado en favor de ustedes mantendrá su vigencia, y quedarán en poder de
ustedes las fortalezas que han construido. 39 Les indultamos los errores y delitos cometidos
ST
hasta el día de hoy y renunciamos a la corona que nos deben. Si se percibía algún otro
impuesto de Jerusalén, ya no será exigido. 40 Si alguno de ustedes es apto para enrolarse en
nuestro séquito, podrá inscribirse. Y que haya paz entre nosotros".
41 El año ciento setenta Israel fue liberado del yugo de las naciones. 42 A partir de entonces,
el pueblo comenzó a escribir en los documentos y contratos: "Año primero de Simón, Sumo
SY
los árboles de la llanura sus frutos. 9 Los ancianos se sentaban en las plazas, todos
comentaban el bienestar reinante, y los jóvenes iban vestidos con vistosos uniformes militares.
O
10 Abasteció de víveres a las ciudades
EM
de manera que el renombre de su gloria
D
12 cada uno se sentó bajo su parra
y su higuera
los reyes.
O
sagrados.
SY
O
país y de la ciudad, y elevó los muros de Jerusalén.
38 Por estos motivos, el rey Demetrio lo confirmó en el sumo sacerdocio 39 y lo hizo uno de
sus Amigos, colmándolo de grandes honores. 40 Él se había enterado, en efecto, que los
EM
romanos llamaban a los judíos amigos, aliados y hermanos, y que habían recibido con todos
los honores a los embajadores de Simón. 41 Supo también que los judíos y los sacerdotes
habían decidido que Simón fuera su jefe y Sumo Sacerdote vitalicio, hasta que surgiera un
profeta digno de fe; 42 que fuera asimismo su comandante, que se ocupara del Lugar santo y
designara por sí mismo a los encargados de los trabajos, de la administración del país, de los
asuntos militares y de las plazas fuertes; 43 que cuidara de las cosas santas y fuera obedecido
por todos; que todos los documentos del país se redactaran en su nombre y que se vistiera de
D
púrpura y llevara insignias de oro.
44 A nadie del pueblo ni de los sacerdotes le estará permitido violar estas disposiciones,
contradecir sus ordenes, celebrar asambleas en el país sin su autorización, vestir de púrpura o
llevar un prendedor de oro. 45 Todo el que obre contrariamente a estas decisiones, o viole
LS
alguna de ellas, será pasible de sanción.
48 Se decidió que este documento fuera grabado en planchas de bronce, que estas fueran
O
colocadas cerca del Santuario, en un lugar visible, 49 y que se guardaran copias en el Tesoro
del Templo a disposición de Simón y de sus hijos.
15 1 Antíoco, hijo del rey Demetrio, envió desde las islas del mar una carta a Simón, sacerdote
y etnarca de los judíos, y a toda la nación, 2 redactada en los siguientes términos:
ST
"El rey Antíoco saluda a Simón, Sumo Sacerdote y etnarca, y a la nación de los judíos. 3
Puesto que gente indeseable ha usurpado el trono de mis padres, yo estoy dispuesto a hacer
valer mis derechos sobre el reino, a fin de restablecerlo como estaba antes. A tal efecto, he
reclutado un ejército numeroso y equipado barcos de guerra, 4 con la intención de
desembarcar en el país para perseguir a los que lo han arruinado y han devastado muchas
ciudades de mi reino. 5 Por eso, ahora ratifico todas las exenciones de tributos que te
SY
concedieron mis predecesores, y las otras dispensas de contribuciones que ellos te otorgaron.
6 Te autorizo, además, a acuñar moneda propia, de curso legal en tu país. 7 Jerusalén y el
32 Cuando Atenobio, el Amigo del rey, llegó a Jerusalén quedó asombrado al ver la
magnificencia de Simón, su aparador con vajilla de oro y plata y toda la fastuosidad que lo
O
rodeaba. Entonces le transmitió el mensaje del rey, 33 y Simón respondió: "Nosotros no nos
hemos apoderado de tierras ajenas ni nos hemos apropiado de los bienes de otros, sino de la
herencia de nuestros padres. Nuestros enemigos la retuvieron injustamente en un momento
dado, 34 pero nosotros, al presentarse la ocasión favorable la hemos recuperado. 35 En
EM
cuanto a Jope y a Gázara, las ciudades que tú reclamas, eran ellas precisamente las que
causaban graves daños al pueblo y asolaban el país. A pesar de todo, te daremos por ellas
cien talentos". Atenobio no le respondió nada, 36 sino que regresó muy indignado y transmitió
la respuesta al rey, informándolo acerca de la magnificencia de Simón y de todo lo que había
visto. Y el rey se enojó muchísimo.
D
37 A todo esto, Trifón había huido a Ortosia en un barco. 38 El rey designó a Cendebeo
comandante en jefe de la zona marítima y le entregó tropas de infantería y caballería. 39 Le
mandó acampar frente a Judea, reconstruir Cedrón, reforzar sus puertas y hacer la guerra al
pueblo, mientras el rey trataba de alcanzar a Trifón. 40 Cuando Cendebeo llegó a Iamnia,
LS
comenzó a hostigar al pueblo, haciendo incursiones por Judea, tomando prisioneros y dando
muerte a gente del pueblo. 41 También reconstruyó Cedrón, y puso en ella tropas de caballería
e infantería para incursionar por los caminos de Judea, como el rey se lo había ordenado.
16 1 Juan subió desde Gázara a contar a su padre Simón lo que estaba haciendo Cendebeo. 2
O
Simón llamó entonces a sus dos hijos mayores, Judas y Juan, y les dijo: "Yo, mis hermanos y
la familia de mi padre hemos combatido a los enemigos de Israel desde nuestra juventud hasta
el día de hoy, y gracias a nosotros se logró más de una vez la liberación de Israel. 3 Pero
ahora estoy viejo, mientras que ustedes, por la misericordia del Cielo, están en la mejor edad.
O
Ocupen mi puesto y el de mi hermano, salgan a combatir por nuestra nación y que la ayuda del
Cielo esté con ustedes". 4 Después seleccionó veinte mil combatientes y jinetes del país, y
estos partieron para atacar a Cendebeo. Pasaron la noche en Modín 5 y, al amanecer, se
levantaron y avanzaron hacia la llanura. De pronto divisaron un numeroso ejército, compuesto
ST
de soldados y jinetes, que venía a su encuentro. Entre ellos se interponía un torrente. 6 Juan
tomó posiciones con sus tropas frente al enemigo y, advirtiendo que sus hombres tenían miedo
de pasar el torrente, lo pasó él primero. Al verlo,todos los demás lo siguieron. 7 Él había
dividido su ejército en dos cuerpos, poniendo la caballería en medio de la infantería, porque la
caballería del enemigo era muy numerosa. 8 En seguida tocaron las trompetas, y Cendebeo
fue derrotado con todo su ejército. Muchos de ellos murieron y los restantes huyeron en
SY
dirección a la fortaleza. 9 Entonces fue herido Judas, el hermano de Juan. Este los persiguió
hasta que Cendebeo entró en Cedrón, la fortaleza que había reconstruido. 10 Algunos huyeron
42. "Asideos" es la transcripción de una palabra hebrea que significa "fieles" o "piadosos". De
este grupo surgirá más tarde la secta de los fariseos.
O
3 Ver Núm. 25. 13; Ecli. 45. 24.
EM
3 Ver 2 Rey. 2. 11; Ecli. 48. 9.
4 Ver Dn. 3.
5 Ver Dn. 6.
3 10. La campaña de "Apolonio", y la de "Serón", que se menciona más adelante (v. 13),
D
tuvieron lugar en la primavera y el verano del 166 a. C.
33. Este "Antíoco" ocupará más tarde el trono con el nombre de Antioco V Eupátor y será
asesinado en el 161 a.C., después de dos años de reinado (7. 1-4).
LS
37. La indicación cronológica corresponde al 165 a.C.
4 15. "Gázara" es el nombre arameo de Guézer, situada a unos 35 kilómetros al noroeste de
Jerusalén. La "Idumea" comprendia una parte del antiguo reino de Edóm, al sur de Judea.
54. La dedicación del altar se celebr6 en el tercer aniverario de la profanación del Templo (1.
54), es decir, hacia el 14 de diciembre del 164 a.C.
O
13. "El país de Tobías": región situada al este del Jordán y gobernada por la familia judía de los
Tobíadas.
25. Los "nabateos" eran una tribu semita, que conquistaron una parte del territorio de Edóm.
SY
Desde Petra, su capital, controlaban las rutas de las caravanas que se desplazaban entre el
Golfo Pérsico, Arabia y el Mar Rojo.
O
14 1. Esta campaña de Demetrio II tuvo lugar entre el 141 y el 140 a. C.
18. Sin duda, fue Simón el que solicitó la renovación de esta alianza, en el momento de asumir
EM
el poder (142 a. C.). Ver 8. 17-32.
27. "Asaramel" es probablemente la transcripción de una expresión hebrea, que significa "Atrio
del Pueblo de Dios". El texto esta fechado en septiembre del 140 a. C.
D
(138-129) cuando su hermano Demetrio II fue tomado prisionero (14. 1-3).
16 14. "Sabat", en hebreo "Sebat" (Zac. 1. 7), es el undécimo mes del año en el calendario
LS
israelita. La fecha aquí indicada corresponde a enero-febrero del 134 a.C.
Segundo Libro de los Macabeos
El segundo libro de los MACABEOS no es la continuación del primero, sino en parte paralelo a
él, ya que se refiere a los mismos acontecimientos del período comprendido entre el 175 y el
160 a. C., tomados de un poco más atrás y relatados en un estilo diferente. Como lo señala su
autor (2. 23), él se limitó a resumir una obra mucho más extensa, redactada en cinco
O
volúmenes por Jasón de Cirene, un ferviente judío de sólida formación helenista. Todo parece
indicar que este resumen se llevó a cabo en Alejandría, poco después del 124 a. C.
Este Libro pertenece a un género literario muy difundido en aquella época, denominado
O
A lo largo de toda su obra, que es una especie de "panegírico religioso", el autor trata de
inculcar el amor y la devoción hacia el Templo de Jerusalén, centro de la vida del Pueblo judío.
Esta idea ya está presente en las "Cartas" que figuran al comienzo del Libro e imprime su sello
al plan que ha guiado la composición del mismo. De hecho, la historia relatada en él se
SY
desarrolla en cinco actos centrados alrededor del Templo, y al final del Libro se deja clara
constancia de que para Judas y sus hombres "lo primero y principal era el Templo consagrado"
Los habitantes de Jerusalén y los de Judea, el Consejo de los ancianos y Judas, saludan y
desean prosperidad a Aristóbulo, preceptor de rey Tolomeo, del linaje de los sacerdotes
consagrados, y a los judíos que están en Egipto. 11 Salvados por Dios de grandes peligros, le
damos fervientes gracias por habernos defendido contra el rey. 12 Porque fue Dios quien
expulsó a los que combatían contra la Ciudad santa.
O
13 Su jefe, en efecto, al llegar a Persia con un ejército aparentemente invencible, fue
descuartizado en el templo de Nanea, gracias a un ardid de los sacerdotes de la diosa. 14 Con
el pretexto de desposarse con la diosa, Antíoco se presentó allí con sus Amigos, a fin de recibir
EM
inmensas riquezas a titulo de dote. 15 Los sacerdotes del templo de Nanea habían expuesto
esas riquezas con motivo de la visita que Antíoco debía hacer al recinto sagrado, acompañado
de unas pocas personas. Pero apenas entró Antíoco, cerraron el templo, 16 abrieron la puerta
secreta del techo y aplastaron con piedras al rey y a los otros. Luego los descuartizaron, les
cortaron la cabeza y las arrojaron a los que estaban afuera. 17 ¡Sea siempre bendito nuestro
Dios, que entregó a la muerte a los impíos!
La conservación del fuego sagrado en tiempos de Nehemías
D
18 Estando a punto de celebrar –el día veinticinco de Quisleu– la purificación del Templo, nos
ha parecido conveniente informarles para que también ustedes celebren la fiesta de las
Chozas y la del Fuego, el fuego que apareció cuando Nehemías, después de haber
reconstruido el Templo y el altar, ofreció sacrificios. 19 Porque, cuando nuestros padres fueron
LS
deportados a Persia, los sacerdotes piadosos de entonces, tomando secretamente el fuego del
altar, lo ocultaron en el fondo de un pozo seco, donde quedó tan bien resguardado que el lugar
fue ignorado por todos.
20 Al cabo de muchos años, cuando Dios así lo dispuso, Nehemías, enviado por el rey de
Persia, mandó a los descendientes de aquellos sacerdotes que habían ocultado el fuego que
fueran a buscarlo. 21 Ellos le comunicaron que no habían encontrado fuego, sino un líquido
O
espeso, y él les mandó que lo sacaran y lo trajeran. Cuando el sacrificio estuvo dispuesto,
Nehemías ordenó a los sacerdotes que rociaran con ese líquido la leña y todo lo que había
sobre ella. 22 Una vez cumplida esta orden, y pasado algún tiempo, el sol, oculto antes detrás
de las nubes, volvió a brillar y se encendió una hoguera tan grande que todos quedaron
O
Israel de todo mal, tú que elegiste a nuestros padres y los santificaste: 26 acepta este sacrificio
por todo tu pueblo Israel, conserva a tu herencia y santifícala. 27 Reúne a aquellos de nosotros
que están dispersos, concede la libertad a los que están esclavizados entre las naciones, mira
con bondad a los desheredados y despreciados, para que los paganos reconozcan que tú eres
nuestro Dios. 28 Castiga a los que nos oprimen y nos ultrajan con arrogancia. 29 Planta a tu
pueblo en tu Lugar santo, conforme a lo que dijo Moisés".
SY
O
19 La historia de Judas Macabeo y sus hermanos, de la purificación del gran Templo y de la
dedicación del altar, 20 así como las guerras contra Antíoco Epífanes y su hijo Eupátor, 21 y
las manifestaciones celestiales a los que combatieron valerosamente en favor del Judaísmo –
EM
los cuales, siendo tan pocos, saquearon todo el país, expulsaron las hordas extranjeras, 22
recuperaron el Santuario célebre en todo el mundo, liberaron la ciudad y restablecieron las
leyes que estaban en peligro de ser abolidas, porque el Señor, en su gran benignidad, se
mostró propicio con ellos– 23 todo esto ha sido expuesto en cinco libros por Jasón de Cirene, y
nosotros intentaremos resumirlo en uno solo. 24 En efecto, teniendo en cuenta la enorme
cantidad de cifras y la dificultad que encuentran, por la amplitud de la materia, los que desean
sumergirse en los relatos de la historia, 25 hemos procurado ofrecer un relato ameno para los
D
aficionados a la lectura, práctico para los que quieren grabar los hechos en su memoria y útil
para todos indistintamente.
26 Para nosotros, que hemos asumido la penosa tarea de hacer este resumen, la obra no ha
sido fácil, sino que nos ha costado muchos sudores y desvelos, 27 como no es cosa fácil
LS
preparar un banquete, tratando de complacer a todos. Sin embargo, soportamos con gusto
esta molestia para utilidad de muchos, 28 dejando al autor el examen detallado de cada hecho,
para esforzarnos nosotros por seguir las reglas de un resumen. 29 Porque así como al
arquitecto de una casa nueva, le corresponde preocuparse de toda la construcción, en tanto
que los decoradores y pintores sólo se ocupan de la ornamentación, pienso que lo mismo
sucede con nosotros: 30 al historiador le compete profundizar y analizar las ideas y examinar
cada cosa en detalle; 31 pero al que se propone resumir los hechos, se le permite hacer una
O
32 Comencemos, entonces, la narración sin alargar tanto los preliminares, porque sería
absurdo extenderse en la introducción y ser breve en la historia misma.
O
HISTORIA DE HELIODORO
O
arrojándose con ímpetu, levantó contra Heliodoro sus cascos delanteros. El jinete aparecía
cubierto con una armadura de oro. 26 También se le aparecieron otros dos jóvenes de
extraordinario vigor, resplandecientes por su hermosura y vestidos espléndidamente: ellos se
pusieron uno a cada lado y lo azotaban sin cesar, moliéndolo a golpes. 27 Heliodoro cayó en
EM
tierra, envuelto en una densa oscuridad, y en seguida lo recogieron y lo sacaron en una
camilla. 28 Así llevaban ahora, incapaz de valerse por sí mismo, al que poco antes había
entrado al Tesoro, acompañado de numeroso séquito y de toda su escolta. Y todos
reconocieron claramente la soberanía de Dios.
29 Mientras él yacía derribado por la fuerza divina, sin habla y sin esperanza de salvación, 30
los judíos bendecían al Señor, que había glorificado su propio Lugar. El Templo, que poco
D
antes había estado lleno de miedo y consternación, desbordaba ahora de alegría y de júbilo
por la manifestación del Señor todopoderoso. 31 En seguida, algunos de los acompañantes de
Heliodoro rogaron a Onías que invocara al Altísimo a fin de que perdonara la vida al que ya
estaba a punto de expirar.
LS
32 El Sumo Sacerdote, temiendo que el rey sospechara que los judíos habían atentado contra
Heliodoro, ofreció un sacrificio por su curación. 33 Mientras el Sumo Sacerdote ofrecía el
sacrificio de expiación, se aparecieron otra vez a Heliodoro los mismos jóvenes, cubiertos con
las mismas vestiduras y, puestos de pie, le dijeron: "Da muchas gracias al Sumo Sacerdote
Onías, porque por su intercesión el Señor te concede la vida. 34 Y ahora tú, que has sido
castigado por el Cielo, anuncia a todos la grandeza del poder de Dios". Dicho esto,
desaparecieron.
O
La conversión de Heliodoro
concedido la vida, se despidió de Onías y volvió con sus tropas adonde estaba el rey. 36 Y
daba testimonio delante de todos de las obras del gran Dios, que él había contemplado con
sus propios ojos. 37 Cuando el rey preguntó a Heliodoro a quién convendría enviar otra vez a
Jerusalén, él respondió: 38 "Si tienes algún enemigo o alguien que conspira contra el gobierno,
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envíalo allá y volverá molido a golpes, si es que logra salvar su vida. Porque te aseguro que
una fuerza divina rodea aquel lugar: 39 el que tiene su morada en el cielo vela por él y lo
protege, y a todos los que se acercan con malas intenciones los castiga con la muerte".
LA PERSECUCIÓN DE ANTÍOCO IV
El segundo acto describe los antecedentes de la persecución del Antíoco IV Epífanes y
18 Cuando se celebraron en Tiro los juegos quinquenales con la asistencia del rey, 19 el
infame Jasón envió como representantes de Jerusalén a algunos antioquenos, en calidad de
O
observadores, con un presente de trescientas dracmas de oro para el sacrificio de Hércules.
Pero ellos consideraron que era inconveniente emplearlas para el sa- crificio y que debían
aplicarlas a otra clase de gastos. 20 De esta manera, el dinero asignado por el donante al
sacrificio de Hércules fue destinado, por voluntad de los portadores, a la construcción de
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trirremes.
21 Apolonio, hijo de Menesteo, fue enviado a Egipto con motivo de la entronización del rey
Filométor. Cuando Antíoco supo que aquel se había convertido en su adversario político, se
preocupó por su propia seguridad. Por eso, al pasar por Jope, se desvió hacia Jerusalén. 22
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Allí fue solemnemente recibido por Jasón y por la ciudad, e hizo su entrada en medio de
antorchas y aclamaciones. Después de esto, fue a acampar con sus tropas a Fenicia.
a la región de Amán. 27 Pero Menelao, una vez adueñado del poder, no se preocupaba de
pagar las sumas prometidas al rey, 28 a pesar de las reclamaciones de Sóstrates, el prefecto
de la Acrópolis, ya que a él le correspondía percibir los impuestos. Por este motivo, ambos
fueron convocados por el rey. 29 Menelao dejó como sustituto en el sumo sacerdocio a su
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30 Mientras tanto, se sublevaron los habitantes de Tarso y de Malos, porque sus ciudades
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habían sido regaladas a Antióquida, la concubina del rey. 31 El rey partió apresuradamente
para poner las cosas en orden, dejando en su lugar a Andrónico, uno de los grandes
dignatarios. 32 Menelao, pensando que se le había presentado una ocasión favorable, se
apropió de unos objetos de oro del Templo y se los regaló a Andrónico, y también vendió otros
en Tiro y en las ciudades vecinas. 33 Cuando Onías tuvo la evidencia de lo sucedido, se lo
reprochó, después de haberse retirado a Dafne, ciudad que estaba cerca de Antioquía y
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5 Al difundirse el falso rumor de que Antíoco había muerto, Jasón lanzó un ataque imprevisto
O
contra la ciudad con no menos de mil hombres. Como los que estaban en la muralla fueron
rechazados y la ciudad al fin fue tomada, Menelao se refugió en la Acrópolis. 6 Jasón masacró
sin piedad a sus propios conciudadanos, sin caer en la cuenta de que una victoria sobre ellos
era el mayor de los desastres: ¡él se imaginaba que ganaba trofeos a sus enemigos y no a sus
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propios compatriotas! 7 Sin embargo, no logró adueñarse del poder y finalmente, sin haber
conseguido otra cosa que su propio fracaso, tuvo que huir de nuevo al país de Amán.
Muerte de Jasón
8 Su conducta perversa tuvo un final desastroso. Acusado ante Aretas, soberano de los
árabes, huyó de ciudad en ciudad; perseguido por todos, aborrecido como transgresor de las
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leyes y abominado como verdugo de su patria y de sus conciudadanos, fue a parar a Egipto. 9
El que había desterrado a muchos de su patria murió en el destierro, mientras se dirigía a
Lacedemonia con la esperanza de encontrar un refugio, apelando a su origen común. 10 El
que había dejado a muchos sin sepultura, no tuvo quien lo llorara; nadie le tributó honras
fúnebres y no encontró sitio en el sepulcro de sus antepasados.
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Despojo del Templo por Antíoco IV
11 Cuando el rey se enteró de lo ocurrido, llegó a la conclusión de que Judea tramaba su
independencia. Entonces, volvió de Egipto, enfurecido como una fiera, tomó la ciudad por las
armas, 12 y mandó a los soldados que hirieran sin compasión a todos los que cayeran en sus
manos y degollaran a los que intentaran refugiarse en las casas. 13 Fue una verdadera
matanza de jóvenes y ancianos, una masacre de muchachos, mujeres y niños, una carnicería
O
de muchachas y niños de pecho. 14 En sólo tres días hubo ochenta mil víctimas: cuarenta mil
fueron muertos y otros tantos vendidos como esclavos.
15 No contento con esto, Antíoco tuvo la osadía de entrar en el Templo más santo de toda la
O
tierra, llevando como guía a Menelao, el traidor de las leyes y de la patria. 16 Con sus manos
impuras tomó los objetos sagrados, y arrebató con manos sacrílegas los presentes hechos por
otros reyes para realzar la gloria y el honor de ese Lugar.
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17 Él se engreía porque no tenía en cuenta que el Señor se había irritado por poco tiempo a
causa de los pecados cometidos por los habitantes de la ciudad, y por eso había apartado su
mirada del Lugar. 18 Si ellos no se hubieran dejado dominar por tantos pecados, también
Antíoco habría sido golpeado y hecho desistir de su atrevimiento apenas ingresó en el
Santuario, como lo había sido Heliodoro cuando fue enviado por el rey Seleuco para
inspeccionar el Tesoro. 19 Pero el Señor no eligió al pueblo a causa de este Lugar, sino a este
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Lugar a causa del pueblo. 20 Por eso, el mismo Lugar, después de haber participado de las
desgracias del pueblo, también participó de su restauración y, habiendo sido abandonado en el
10 Dos mujeres fueron delatadas por haber circuncidado a sus hijos, y después de hacerlas
pasear públicamente por la ciudad con sus niños colgados del pecho, las precipitaron desde lo
alto de la muralla. 11 Otros, que se habían reunido en las cavernas cercanas para celebrar
ocultamente el día sábado, fueron denunciados a Filipo y quemados todos juntos, ya que no se
habían atrevido a defenderse por respeto a la santidad de aquel día.
O
Reflexión sobre el sentido de las persecuciones
12 Ruego a los lectores de este libro que no se dejen impresionar por estas calamidades.
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Piensen más bien que estos castigos no han sucedido para la ruina, sino para la educación de
nuestro pueblo. 13 Porque es una señal de gran benevolencia no tolerar por mucho tiempo a
los impíos, sino infligirles rápidamente un castigo. 14 Antes de castigar a las otras naciones, el
Soberano espera pacientemente que colmen la medida de sus pecados; pero con nosotros ha
decidido obrar de otra manera, 15 para no tener que castigarnos más tarde, cuando nuestros
pecados hayan llegado al colmo. 16 Por eso nunca retira de nosotros su misericordia, y
aunque corrige a su pueblo por medio de la adversidad, no lo abandona. 17 Que esto sirva
D
solamente para recordar ciertas verdades. Y después de estas consideraciones, prosigamos la
narración.
El martirio de Eleazar
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18 Eleazar, uno de los principales maestros de la Ley, de edad muy avanzada y de noble
aspecto, fue forzado a abrir la boca para comer carne de cerdo. 19 Pero él, prefiriendo una
muerte honrosa a una vida infame, marchó voluntariamente al suplicio, 20 después de haber
escupido la carne, como deben hacerlo los que tienen el valor de rechazar lo que no está
permitido comer, ni siquiera por amor a la vida. 21 Los que presidían este banquete ritual
contrario a la Ley, como lo conocían desde hacía mucho tiempo, lo llevaron aparte y le rogaron
que hiciera traer carne preparada expresamente para él y que le estuviera permitido comer.
O
Asimismo le dijeron que fingiera comer la carne del sacrificio, conforme a la orden del rey. 22
Obrando de esa manera, se libraría de la muerte y sería tratado humanitariamente por su
antigua amistad con ellos. 23 Pero él, tomando una noble resolución, digna de su edad, del
prestigio de su vejez, de sus venerables canas, de la vida ejemplar que había llevado desde su
O
infancia y, sobre todo, de la santa legislación establecida por Dios, se mostró consecuente
consigo mismo, pidiendo que lo enviaran de inmediato a la morada de los muertos. 24 "A
nuestra edad, decía, no está bien fingir. De lo contrario, muchos jóvenes creeránque Eleazar, a
los noventa años, se ha pasado a las costumbres paganas. 25 Entonces también ellos, a
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causa de mi simulación y de mi apego a lo poco que me resta de vida, se desviarán por culpa
mía, y yo atraeré sobre mi vejez la infamia y el deshonor. 26 Porque, aunque ahora me librara
del castigo de los hombres, no podría escapar, ni vivo ni muerto, de las manos del
Todopoderoso. 27 Por eso, me mostraré digno de mi vejez entregando mi vida valientemente.
28 Así dejaré a los jóvenes un noble ejemplo, al morir con entusiasmo y generosidad por las
venerables y santas leyes".
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Dicho esto, se encaminó resueltamente al suplicio. 29 Al oír estas palabras, que consideraban
20 Incomparablemente admirable y digna del más glorioso recuerdo fue aquella madre que,
viendo morir a sus siete hijos en un solo día, soportó todo valerosamente, gracias a la
O
esperanza que tenía puesta en el Señor. 21 Llena de nobles sentimientos, exhortaba a cada
uno de ellos, hablándoles en su lengua materna. Y animando con un ardor varonil sus
reflexiones de mujer, les decía: 22 "Yo no sé cómo ustedes aparecieron en mis entrañas; no fui
yo la que les dio el espíritu y la vida ni la que ordenó armoniosamente los miembros de su
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cuerpo. 23 Pero sé que el Creador del universo, el que plasmó al hombre en su nacimiento y
determinó el origen de todas las cosas, les devolverá misericordiosamente el espíritu y la vida,
ya que ustedes se olvidan ahora de sí mismos por amor de sus leyes".
24 Antíoco pensó que se estaba burlando de él y sospechó que esas palabras eran un insulto.
Como aún vivía el más joven, no sólo trataba de convencerlo con palabras, sino que le
prometía con juramentos que lo haría rico y feliz, si abandonaba las tradiciones de sus
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antepasados. Le aseguraba asimismo que lo haría su Amigo y le confiaría altos cargos. 25
Pero como el joven no le hacía ningún caso, el rey hizo llamar a la madre y le pidió que
aconsejara a su hijo, a fin de salvarle la vida. 26 Después de mucho insistir, ella accedió a
persuadir a su hijo. 27 Entonces, acercándose a él y burlándose del cruel tirano, le dijo en su
lengua materna: "Hijo mío, ten compasión de mí, que te llevé nueve meses en mis entrañas, te
LS
amamanté durante tres años y te crié‚ y eduqué‚ dándote el alimento, hasta la edad que ahora
tienes. 28 Yo te suplico, hijo mío, que mires al cielo y a la tierra, y al ver todo lo que hay en
ellos, reconozcas que Dios lo hizo todo de la nada, y que también el género humano fue hecho
de la misma manera. 29 No temas a este verdugo: muéstrate más bien digno de tus hermanos
y acepta la muerte, para que yo vuelva a encontrarte con ellos en el tiempo de la misericordia".
30 Apenas ella terminó de hablar, el joven dijo: "¿Qué esperan? Yo no obedezco el decreto del
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rey, sino las prescripciones de la Ley que fue dada a nuestros padres por medio de Moisés. 31
Y tú, que eres el causante de todas las desgracias de los hebreos, no escaparás de las manos
de Dios. 32 Es verdad que nosotros padecemos a causa de nuestros propios pecados; 33 pero
si el Señor viviente se ha irritado por un tiempo para castigarnos y corregirnos, él volverá a
O
reconciliarse con sus servidores. 34 Tú, en cambio, el más impío e infame de todos los
hombres, no te engrías vanamente ni alientes falsas esperanzas, levantando tu mano contra
los hijos del Cielo, 35 porque todavía no has escapado al juicio del Dios todopoderoso que ve
todas las cosas. 36 Nuestros hermanos, después de haber soportado un breve tormento,
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gozan ahora de la vida inagotable, en virtud de la Alianza de Dios. Pero tú, por el justo juicio de
Dios, soportarás la pena merecida por tu soberbia. 37 Yo, como mis hermanos, entrego mi
cuerpo y mi alma por las leyes de nuestros padres, invocando a Dios para que pronto se
muestro propicio con nuestra nación y para que te haga confesar, a fuerza de aflicciones y
golpes, que él es el único Dios. 38 ¡Ojalá que se detenga en mí y en mis hermanos la ira del
Todopoderoso, justamente desencadenada sobre todo nuestro pueblo!".
SY
39 El rey, fuera de sí y exasperado por la burla, se ensañó con este más cruelmente que con
O
16 Cuando el Macabeo reunió a sus seguidores, unos seis mil en total, los exhortó a que no se
dejaran acobardar por los enemigos ni se amedrentaran ante la inmensa multitud de gente que
venía a atacarlos injustamente. Los animó asimismo a que lucharan con entusiasmo, 17
EM
teniendo bien presente los ultrajes perpetrados contra el Santuario, las violencias contra la
Ciudad humillada y la supresión de las costumbres de sus antepasados. 18 "Ellos, les dijo,
confían en sus armas y en su audacia, pero nosotros confiamos en el Dios todopoderoso que
puede deshacer con un solo gesto no sólo a los que nos atacan, sino también al mundo
entero". 19 Luego les enumeró todas las ayudas con que habían sido favorecidos sus
antepasados, especialmente en tiempos de Senaquerib, cuando murieron ciento ochenta y
cinco mil hombres. 20 Les recordó la batalla librada en Babilonia contra los gálatas, cuando
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ocho mil judíos entraron en acción junto con cuatro mil macedonios. En esa oportunidad, los
macedonios se encontraban sin salida y los ocho mil judíos, gracias al auxilio recibido del
Cielo, derrotaron a ciento veinte mil enemigos y se apoderaron de un gran botín.
21 Con estas palabras, los enardeció para la lucha, y los animó a morir por las leyes y por la
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patria. Luego dividió el ejército en cuatro cuerpos, 22 y puso al frente de cada unidad a sus
hermanos Simón, José y Jonatán, con mil quinientos hombres a las ordenes de cada uno. 23
También mandó a Eleazar que leyera en alta voz el Libro sagrado. Y finalmente, dándoles
como santo y seña el grito "Auxilio de Dios", se lanzó él mismo a combatir contra Nicanor, al
frente del primer cuerpo. 24 Teniendo como aliado al Todopoderoso, mataron a más de nueve
mil enemigos, hirieron y dejaron fuera de combate a la mayor parte del ejército de Nicanor y
obligaron a huir a todos los demás. 25 También se apoderaron del dinero de los que habían
O
27 Una vez que recogieron las armas y se llevaron los despojos del enemigo, se pusieron a
celebrar el sábado, bendiciendo y alabando una y otra vez al Señor, que los había salvado
aquel día, concediéndoles así las primicias de su misericordia. 28 Pasado el sábado,
distribuyeron parte del botín entre los damnificados, las viudas y los huérfanos, y se repartieron
ST
el resto entre ellos y sus hijos. 29 Después organizaron rogativas, pidiendo al Señor
misericordioso que se reconciliara definitivamente con sus servidores.
30 En un combate contra las tropas de Timoteo y de Báquides, les causaron más de veinte mil
SY
O
a la que antes se había dirigido rápidamente para arrasarla y convertirla en un cementerio; 15
que equipararía con los atenienses a todos aquellos judíos que había considerado dignos, no
de una sepultura, sino de ser arrojados, junto con sus hijos, como pasto de las fieras y de las
aves de rapiña; 16 que adornaría con los más hermosos presentes el Templo santo que antes
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había saqueado; que devolvería con creces los objetos sagrados y que proveería con sus
propios ingresos los fondos necesarios para los sacrificios; 17 y finalmente, que se haría judío
y recorrería todos los lugares habitados, proclamando el poder de Dios.
18 Como sus dolores no se calmaban de ninguna forma, porque el justo juicio de Dios se había
D
abatido sobre él, y desesperando de su salud, escribió a los judíos, en tono de súplica, la carta
que se transcribe a continuación:
19 "Antíoco, rey y general, saluda a los judíos, ciudadanos respetables, deseándoles felicidad,
salud y prosperidad. 20 Si ustedes y sus hijos se encuentran bien y sus asuntos marchan
LS
conforme a sus deseos, damos inmensas gracias por eso. 21 En cuanto a mí, que estoy
postrado sin fuerzas en mi lecho, conservo un afectuoso recuerdo de ustedes y de sus buenos
sentimientos. Cuando regresaba de las regiones de Persia, contraje una penosa enfermedad, y
he creído conveniente preocuparme por la seguridad de todos. 22 No es que desespere de mi
salud: al contrario, tengo mucha confianza de que podré recuperarme de mi enfermedad. 23
Sin embargo he tenido en cuenta que cuando mi padre emprendió una campaña a las regiones
de la meseta, designó a su futuro sucesor. 24 Así, si sucedía algo imprevisto o llegaba una
O
con moderación y humanidad el programa que yo me he trazado, y así se entenderá bien con
ustedes".
28 Así murió aquel criminal y blasfemo. Padeciendo los peores sufrimientos, como los había
SY
hecho padecer a otros, terminó su vida en un país extranjero, en medio de las montañas y en
el más lamentable infortunio. 29 Filipo, su compañero de infancia, conducía el cadáver, pero no
O
acogiendo a los fugitivos de Jerusalén.
16 Los partidarios del Macabeo, después de celebrar una rogativa y de pedir a Dios que
luchara en favor de ellos, se lanzaron contra las fortificaciones de los idumeos. 17 Los atacaron
EM
resueltamente y se apoderaron de las fortalezas, haciendo retroceder a todos los que
combatían en las murallas y degollando a cuantos caían en sus manos. Así mataron por lo
menos a veinte mil. 18 En dos torres muy bien fortificadas y abastecidas de todo lo necesario
para resistir el asedio, se habían refugiado no menos de nueve mil hombres. 19 El Macabeo
dejó entonces a Simón y a José, junto con Zaqueo y muchos otros –en número suficiente para
asediarlos– y él partió para otros lugares donde era más necesaria su presencia. 20 Pero los
hombres de Simón, dominados por la codicia, se dejaron sobornar por algunos de los que
D
estaban en las torres y, a cambio de setenta mil dracmas, dejaron escapar a unos cuantos. 21
Cuando el Macabeo se enteró de lo sucedido, reunió a los jefes del pueblo y acusó a aquellos
hombres de haber vendido por dinero a sus hermanos, dejando en libertad a sus propios
enemigos. 22 Luego los hizo ejecutar por traidores, e inmediatamente tomó las dos torres. 23
Llevando todo a feliz término, con las armas en la mano, logró matar en las dos fortalezas a
LS
más de veinte mil hombres.
Victoria de Judas sobre Timoteo
24 Timoteo, que ya antes había sido derrotado por los judíos, después de reclutar numerosas
tropas extranjeras y de reunir una considerable cantidad de caballos traídos de Asia, se
presentó con la intención de conquistar Judea por las armas. 25 Mientras él se aproximaba, el
Macabeo y sus hombres cubrieron de polvo su cabeza y se ciñeron la cintura con cilicios, para
O
suplicar a Dios. 26 Postrados al pie del altar, le pedían que se mostrara propicio con ellos,
haciéndose enemigo de sus enemigos y adversario de sus adversarios, como lo declara la Ley.
27 Al terminar la súplica, empuñaron las armas y avanzaron un buen trecho fuera de la ciudad.
O
Cuando estuvieron cerca de sus enemigos, se detuvieron. 28 Al despuntar el alba, los dos
bandos se lanzaron al combate. Unos tenían como prenda de éxito y de victoria, además de su
valor, su confianza en el Señor; los otros combatían impulsados sólo por su arrojo. 29 En lo
más encarnizado de la batalla, los enemigos vieron aparecer en el cielo cinco hombres
ST
majestuosos montados en caballos con frenos de oro, que se pusieron al frente de los judíos.
30 Esos hombres colocaron al Macabeo en medio de ellos y, cubriéndolo con sus armas, lo
hicieron invulnerable, mientras arrojaban flechas y rayos contra los adversarios. Estos,
enceguecidos por el resplandor, se dispersaron en el más completo desorden. 31 Así
perecieron veinte mil quinientos soldados y seiscientos jinetes.
SY
La conquista de Guézer
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"Lisias saluda a la comunidad de los judíos. 17 Juan y Absalón, los legados de ustedes, al
entregarme por escrito sus peticiones, me han pedido una respuesta favorable respecto de lo
allí consignado. 18 Ya he comunicado al rey todo lo que era necesario notificarle, y él ha
otorgado todo lo que le pareció admisible. 19 Por lo tanto, si mantienen su buena disposición
EM
respecto del Estado, yo procuraré favorecerlos en adelante. 20 En cuanto a las cuestiones de
detalle, he dado instrucciones a sus enviados y a los míos, para que las discutan con ustedes.
21 ¡Qué les vaya bien! Año ciento cuarenta y ocho, el veinticuatro del mes de Dióscoro".
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"El rey Antíoco saluda a su hermano Lisias. 23 Habiendo pasado nuestro padre a la compañía
de los dioses, deseamos que los súbditos de nuestro reino puedan dedicarse sin temor al
cuidado de sus propios intereses. 24 Y como hemos sabido que los judíos no quieren adoptar
las costumbres helénicas promovidas por nuestro padre, sino que prefieren seguir sus propias
costumbres y piden que se les permita vivir conforme a sus leyes, 25 deseosos de que también
LS
esta nación esté tranquila, decretamos que su Santuario sea restituido a su primitivo estado y
que ellos se gobiernen de acuerdo con las costumbres de sus antepasados. 26 Por lo tanto,
harás un buen servicio enviándoles una embajada de paz, a fin de que, conociendo nuestra
decisión, puedan vivir confiados y se dediquen de buen ánimo a sus propias ocupaciones".
"El rey Antíoco saluda al Consejo de los ancianos y a todos los judíos. 28 Es nuestro deseo
que se encuentren bien. También nosotros gozamos de perfecta salud. 29 Menelao nos ha
O
hecho saber el deseo que ustedes tienen de volver a sus propios hogares. 30 A todos los que
se pongan en camino antes del treinta del mes de Xántico, se les asegura la impunidad. 31 Los
judíos podrán gobernarse según sus leyes, como lo hacían antes, especialmente en lo que se
refiere a los alimentos, y ninguno de ellos será molestado para nada a causa de las faltas
ST
cometidas por ignorancia. 32 Les envío además a Menelao para que les infunda confianza. 33
¡Qué les vaya bien! Año ciento cuarenta y ocho, el quince del mes de Xántico".
"Quinto Memio y Tito Manio, legados de los romanos, saludan al pueblo de los judíos. 35
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lago vecino, de quince metros de ancho, parecía colmado con la sangre que lo había inundado.
La derrota de Timoteo
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17 Luego se alejaron de allí ciento cincuenta kilómetros y llegaron a Járaca, donde vivían los
judíos llamados tubienos. 18 Pero no encontraron a Timoteo por aquellas regiones, porque en
vista de que no conseguía nada, se había retirado de allí, no sin antes dejar en cierto lugar una
guarnición bastante fuerte. 19 Dositeo y Sosípatro, capitanes de Macabeo, avanzaron contra la
fortaleza y mataron a los hombres que Timoteo había dejado en ella: eran más de diez mil. 20
Luego el Macabeo distribuyó su ejército en batallones; puso al frente a aquellos dos capitanes
y se dirigió contra Timoteo, que había reunido ciento veinte mil soldados y dos mil quinientos
D
jinetes. 21 Al enterarse de que se acercaba Judas, Timoteo mandó que las mujeres y los niños,
junto con el resto del equipaje, se adelantaran hasta la fortaleza llamada Carnión, que era
inexpugnable y de difícil acceso, por lo accidentado del terreno. 22 Apenas apareció el primer
batallón de Judas, el pánico y el terror se apoderaron de los enemigos, porque se manifestó
ante ellos Aquel que todo lo ve. Entonces huyeron en todas direcciones, de manera que
LS
muchas veces se herían unos a otros y se atravesaban entre ellos mismos con sus espadas.
23 Judas los perseguía implacablemente, acribillando a aquellos impíos, y así llegó a matar a
unos treinta mil.
24 Timoteo, que cayó en manos de los hombres de Dositeo y Sosípatro, les pidió con mucha
habilidad que lo dejaran en libertad, porque los padres y hermanos de muchos de ellos estaban
en su poder y corrían el riesgo de ser ejecutados. 25 Cuando les aseguró con toda clase de
O
argumentos que los devolvería sanos y salvos, lo pusieron en libertad, para salvar a sus
hermanos. 26 Después, Judas marchó contra Carnión y contra el templo de Atargatis y mató a
veinticinco mil personas.
O
27 Una vez derrotados y destruidos estos enemigos, Judas emprendió una campaña contra la
plaza fuerte de Efrón, donde se había establecido Lisias con gente de todas partes. Jóvenes
ST
vigorosos apostados delante de las murallas combatían con vigor, y en el interior había
muchas reservas de máquinas de guerra y proyectiles. 28 Después de invocar al Soberano
que aplasta con su poder las fuerzas de los enemigos, los judíos se apoderaron de la ciudad y
mataron allí a unas veinticinco mil personas.
29 Partiendo de allí, avanzaron contra Escitópolis, que dista de Jerusalén unos ciento diez
O
ni siquiera sepultado en la tierra. 8 Esto le sucedió con toda justicia; en efecto, aquel que había
perpetrado tantos crímenes contra el altar, cuyo fuego y ceniza son sagrados, encontró él
mismo la muerte en la ceniza.
EM
Victoria de Judas Macabeo en Modín
9 El rey avanzaba, animado de brutales sentimientos, dispuesto a tratar a los judíos con más
crueldad que su mismo padre. 10 Al enterarse de esto, Judas ordenó a sus tropas que
invocaran al Señor día y noche, para que también esa vez, como en otras ocasiones, acudiera
en auxilio de los que estaban en peligro de ser despojados de la Ley, de la patria y del
Santuario, 11 y no permitiera que el pueblo, que apenas comenzaba a reanimarse, cayera en
D
manos de paganos blasfemos. 12 Todos unánimemente cumplieron la orden y suplicaron al
Señor misericordioso con lamentaciones, ayunos y postraciones, durante tres días seguidos.
Entonces Judas los arengó, animándolos a estar preparados. 13 Después de reunirse en
particular con los Ancianos, resolvió no esperar que el ejército del rey invadiera Judea y se
adueñara de la ciudad, sino ponerse en marcha para decidir la situación con la ayuda de Dios.
LS
14 Judas, dejándolo todo en manos del Creador del universo, exhortó a sus compañeros a
luchar valerosamente hasta la muerte por las leyes, el Santuario, la ciudad, la patria y las
instituciones. Luego acampó en las inmediaciones de Modín. 15 Y dando a sus hombres este
santo y seña: "Victoria de Dios", atacó durante la noche con los jóvenes más aguerridos el
campamento del rey. Así dio muerte a unos dos mil hombres del ejército y al más grande de
los elefantes con su conductor. 16 Finalmente, sembrando el pánico y la confusión en el
O
18 El rey, que había sufrido en carne propia la audacia de los judíos, intentó apoderarse de sus
fortalezas de manera sistemática. 19 Se acercó a Betsur, plaza fuerte de los judíos, pero fue
rechazado, puesto en fuga y vencido. 20 Judas envió a los sitiados todo lo que necesitaban, 21
ST
pero Rodoco, un hombre del ejército judío, revelaba los secretos al enemigo. Por eso fue
buscado, detenido y ejecutado. 22 El rey volvió a tratar con los habitantes de Betsur, hizo las
paces con ellos y se retiró.
Luego atacó a las tropas de Judas, pero fue derrotado. 23 En ese momento supo que Filipo, a
quien había dejado en Antioquía al frente del gobierno, se había sublevado. Muy consternado,
O
Enfrentamiento de Nicanor con los judíos
EM
paganos, se cubrieron de polvo y suplicaron a Aquel que había establecido a su pueblo para
siempre y nunca dejaba de proteger a su propia herencia en forma bien visible. 16 Bajo la
orden de su jefe, partieron inmediatamente de allí y se trabaron en lucha con ellos junto al
poblado de Desau. 17 Simón, el hermano de Judas, había entrado en combate con Nicanor,
pero sufrió un ligero revés a causa del ataque sorpresivo de los enemigos. 18 Nicanor,
enterado de la audacia de los hombres de Judas y del valor con que defendían a su patria,
temió definir la situación de una manera sangrienta. 19 Por eso envió a Posidonio, Teodoto y
D
Matatías para concertar la paz.
aprecio; 25 le aconsejó que se casara y que tuviera hijos. Judas se casó y vivió tranquilamente,
disfrutando de la vida.
26 Cuando Álcimo vio la comprensión que reinaba entre ellos, consiguió una copia del pacto
celebrado y se presentó ante Demetrio, diciéndole que Nicanor abrigaba sentimientos
contrarios a los intereses del Estado, ya que había nombrado lugarteniente suyo a Judas, el
ST
rival de su reino. 27 El rey se puso fuera de sí y, excitado por las calumnias de ese miserable,
escribió a Nicanor, manifestándole su disgusto por el acuerdo y ordenándole que le mandara
inmediatamente preso a Antioquía al Macabeo. 28 Cuando Nicanor recibió la noticia, quedó
desconcertado, porque le indignaba romper el acuerdo sin que aquel hombre hubiera cometido
ninguna injusticia. 29 Pero como no era posible oponerse al rey, buscaba la ocasión favorable
para cumplir la orden valiéndose de alguna estratagema. 30 El Macabeo, por su parte, viendo
SY
que Nicanor lo trataba más secamente y que le demostraba una gran frialdad en sus relaciones
habituales, pensó que esa actitud no presagiaba nada bueno. Entonces reunió a un buen
O
no temer el ataque de los paganos, y a contar con la victoria que también esta vez les vendría
de la mano del Todopoderoso, recordando los auxilios que antes habían recibido del Cielo. 9
También los alentaba, por medio de la Ley y los Profetas, recordándoles los combates que
habían sostenido exitosamente, y así reavivó su coraje. 10 Y al mismo tiempo que les infundía
EM
valor, los estimulaba mostrándoles la deslealtad de los paganos y cómo violaban sus
juramentos.
11 De esa manera, armó a cada uno de ellos, no tanto con la seguridad que dan los escudos y
las lanzas, cuanto con la confianza que infunden las palabras de aliento. Además les expuso
un sueño totalmente fidedigno, que los alegró a todos. 12 Él había visto lo siguiente: Onías, el
que había sido Sumo Sacerdote, hombre cabal, de trato modesto, de carácter afable, de hablar
D
mesurado, ejercitado desde niño en todas las prácticas virtuosas, oraba con los brazos
extendidos por toda la comunidad de los judíos. 13 Luego apareció también un personaje que
se destacaba por sus cabellos blancos y su prestancia, revestido de una dignidad soberana y
majestuosa. 14 Entonces Onías tomó la palabra y dijo: "Este es Jeremías, el profeta de Dios,
que ama a sus hermanos, y ora sin cesar por su pueblo y por la Ciudad santa". 15 Después
LS
Jeremías extendió su mano derecha y entregó a Judas una espada de oro, diciendo mientras
se la daba: 16 "Recibe esta espada santa como un don de Dios: con ella destruirás a tus
enemigos".
robustecer los corazones juveniles, todos decidieron no quedarse a la defensiva, sino lanzarse
valerosamente a la ofensiva, y decidir la situación luchando con la mayor valentía, porque
estaban en peligro la Ciudad, las instituciones sagradas y el Santuario. 18 El cuidado de las
mujeres y los niños, de sus hermanos y parientes, pasaba a segundo plano; lo primero y
O
principal era el Templo consagrado. 19 Y no era menor la angustia de los que habían quedado
en la ciudad, preocupados como estaban por el combate que se iba a librar en campo abierto.
20 Todos aguardaban el desenlace inminente. Los enemigos ya se habían concentrado y el
ejército se había alineado en orden de batalla; los elefantes estaban situados en lugares
ST
21 Entonces el Macabeo, al ver las tropas que tenía delante, la variedad de las armas con que
estaban equipadas y la ferocidad de los elefantes, extendió las manos hacia el cielo e invocó al
SY
Señor que hace prodigios, porque sabía muy bien que no es por medio de las armas, sino de la
manera como él lo decide, que otorga la victoria a los que la merecen. 22 Él hizo su invocación
10. "Aristóbulo" era un judío de Alejandría célebre por su explicación alegórica del Pentateuco.
El "rey" aquí mencionado es Tolomeo VI Filométor, que reinó en Egipto desde el 181 al 146 a.
C.
13. "Nanea" era una diosa babilónica de la fertilidad, a la que los griegos identificaron con
O
Afrodita.
1 Sobre las etapas de la reconstrucción del Templo después del exilio, ver Esd. 3. 8; 5. 1-
2; 6. 14-15; Neh. 2. 8.
EM
2 Según este relato legendario, el "fuego del altar" habría permanecido encendido, como
se establece en Lev. 6. 5-6.
33-35. La orden del rey se debía a que los persas rendían culto al fuego.
36. Lo que aquí se llama "nafta" es el "líquido espeso" de que habla el v. 21, es decir, el
petróleo en estado natural.
D
2 1. El autor se refiere a algún escrito apócrifo que circulaba bajo el nombre de Jeremías.
3 4. La "familia de Bilgá" era una de las veinticuatro clases sacerdotales que se turnaban en el
servicio del Templo (1 Crón. 24. 14).
O
de los jóvenes.
20. Las "trirremes" eran naves de guerra, provistas de tres hileras de remos, puestas una arriba
de la otra.
ST
23. "Tres años más tarde", es decir, a fines del 172 o comienzos del 171 a. C.
5 9. "Lacedemonia" es otro nombre de Esparta. Sobre el supuesto "origen común" entre judíos
y espartanos, ver nota 1 Mac. 12. 21.
SY
31-36. Ver 1 Mac. 7. 33-38. 41-42. Ver 1 Sam. 31.4. 15 1-36. Ver 1 Mac. 7. 39-49.
O
Job
Por su excepcional valor poético y humano, el libro de JOB ocupa un lugar destacado, no sólo
dentro de la Biblia, sino también entre las obras maestras de la literatura universal. Su autor
EM
estaba perfectamente familiarizado con la tradición sapiencial de Israel y del Antiguo Oriente.
Conocía a fondo los oráculos de los grandes profetas –especialmente las "Confesiones" de
Jeremías y algunos escritos de Ezequiel– y había orado con los Salmos que se cantaban en el
Templo de Jerusalén. Los viajes acrecentaron su experiencia, y es probable que haya vivido
algún tiempo en Egipto. Sobre todo, él sintió en carne propia el eterno problema del mal, que
se plantea en toda su agudeza cuando el justo padece, mientras el impío goza de prosperidad.
D
Esta obra fue escrita a comienzos del siglo V a. C., y para componerla, el autor tomó como
base un antiguo relato del folclore palestino, que narraba los terribles padecimientos de un
hombre justo, cuya fidelidad a Dios en medio de la prueba le mereció una extraordinaria
recompensa. Esta leyenda popular constituye el prólogo y el epílogo del Libro. Al situar a su
personaje en un país lejano, fuera de las fronteras de Israel (1. 1), el autor sugiere que el
LS
drama de Job afecta a todos los hombres por igual.
No se puede comprender el libro de Job sin tener en cuenta la enseñanza tradicional de los
"sabios" israelitas acerca de la retribución divina. Según esa enseñanza, las buenas y las
malas acciones de los hombres recibían necesariamente en este mundo el premio o el castigo
merecidos. Esta era una consecuencia lógica de la fe en la justicia de Dios, cuando aún no se
tenía noción de una retribución más allá de la muerte. Sin embargo, llegó el momento en que
O
esta doctrina comenzó a hacerse insostenible, ya que bastaba abrir los ojos a la realidad para
ver que la justicia y la felicidad no van siempre juntas en la vida presente. Y si no todos los
sufrimientos son consecuencia del pecado, ¿cómo se explican?
O
Pero el autor no se contenta con poner en tela de juicio la doctrina tradicional de la retribución.
Al reflexionar sobre las tribulaciones de Job –un justo que padece sin motivo aparente– él
critica la sabiduría de los antiguos "sabios" y la reduce a sus justos límites. Aquella sabiduría
aspiraba a comprenderlo todo: el bien y el mal, la felicidad y la desgracia, la vida y la muerte.
ST
Esta aspiración era sin duda legítima, pero tendía a perder de vista la soberanía, la libertad y el
insondable misterio de Dios. En el reproche que hace el Señor a los amigos de Job (42. 7), se
rechaza implícitamente toda sabiduría que se erige en norma absoluta y pretende encerrar a
Dios en las categorías de la justicia humana.
El personaje central de este Libro llegó a descubrir el rostro del verdadero Dios a través del
SY
O
fuerte viento del lado del desierto, que sacudió los cuatro ángulos de la casa. Esta se
desplomó sobre los jóvenes, y ellos murieron. Yo solo pude escapar para traerte la noticia.
20 Entonces Job se levantó y rasgó su manto; se rapó la cabeza, se postró con el rostro en
EM
tierra 21 y exclamó:
D
¡bendito sea el nombre del Señor!".
2 1 El día en que los hijos de Dios fueron a presentarse delante del Señor, también fue el
Adversario en medio de ellos, para presentarse delante del Señor. 2 El Señor le dijo: "¿De
dónde vienes?". El Adversario respondió al Señor: "De rondar por la tierra, yendo de aquí para
allá". 3 Entonces el Señor le dijo: "¿Te has fijado en mi servidor Job? No hay nadie como él
sobre la tierra: es un hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y alejado del mal. Él todavía se
O
7 El Adversario se alejó de la presencia del Señor, e hirió a Job con una úlcera maligna, desde
la planta de los pies hasta la cabeza. 8 Job tomó entonces un pedazo de teja para rascarse, y
ST
11 Tres amigos de Job se enteraron de todos los males que le habían sobrevenido, y llegaron
7 ¡Que aquella noche sea estéril y no entre en ella ningún grito de alegría!
8 Que la maldigan los que maldicen los días, los expertos en excitar a
Leviatán.
O
9 Que se oscurezcan las estrellas de su aurora; que espere en vano la luz
y no vea los destellos del alba.
EM
10 Porque no me cerró las puertas del seno materno ni ocultó a mis ojos
tanta miseria.
11 ¿Por qué no me morí al nacer? ¿Por qué no expiré al salir del vientre
materno?
D
13 Ahora yacería tranquilo, estaría dormido y así descansaría,
18 También los prisioneros están en paz, no tienen que oír los gritos del
carcelero.
O
19 Pequeños y grandes son allí una misma cosa, y el esclavo está liberado
de su dueño.
20 ¿Para qué dar la luz a un desdichado y la vida a los que están llenos de
ST
amargura,
15 una ráfaga de viento pasa sobre mi rostro, eriza los pelos de mi cuerpo;
16 alguien está de pie, pero no reconozco su semblante, es sólo una forma delante de mis
O
ojos; hay un silencio, y luego oigo una voz:
17 ¿Puede un mortal ser justo ante Dios? ¿Es puro un hombre ante su Creador?
EM
18 Si él no se fía de sus propios servidores y hasta en sus ángeles encuentra errores,
19 ¡cuánto más en los que habitan en casas de arcilla, y tienen sus cimientos en el polvo!
D
se preocupe, perecen para siempre. 21 ¿No se les arranca la estaca de su carpa, y mueren
por falta de sabiduría?
LS
5 1 ¡Clama, a ver si alguien te responde! ¿A cuál de los santos
te volverás?
2 Porque la exasperación mata al insensato y la pasión hace
morir al necio.
O
su morada.
4 Sus hijos estarán lejos de toda ayuda, aplastados en la Puerta,
ST
5 Lo que ellos cosechen se lo comerá el hambriento, y el sediento suspirará por sus riquezas.
SY
6 No, el mal no sale del sueloni la miseria brota de la tierra: 7 es el hombre el que engendra la
miseria, como las águilas levantan vuelo hacia lo alto.
Biblia Católica 855
25 Verás que se multiplica tu descendencia y que tus retoños son como la
hierba de la tierra.
O
provecho.
EM
6 1 Job respondió, diciendo: 2 ¡Ah, si pudiera pesarse mi dolor y se pusiera en la balanza toda
mi desgracia!
3 Ahora pesarían más que la arena del mar, ¡por eso digo tantos desatinos!
4 Las flechas del Todopoderoso están clavadas en mí y mi espíritu absorbe su veneno; los
terrores de Dios están enfilados contra mí.
D
5 ¿Rebuzna el asno salvaje sobre la hierba verde o muge el toro junto a su forraje?
6 ¿Se come sin sal un alimento insípido o tiene sabor la clara de huevo?
11 ¿Qué fuerza tengo para poder esperar? ¿Cuál es mi fin para soportar con paciencia?
O
13 No, no encuentro ninguna ayuda dentro de mí mismo y se me han agotado los recursos.
ST
14 Bien merece la lealtad de su amigo el hombre deshecho que ha perdido el temor a Dios.
15 Pero mis hermanos me han traicionado como un torrente, como el cauce de los torrentes
pasajeros,
11 Por eso, no voy a refrenar mi lengua: hablaré con toda la angustia de mi espíritu, me
quejaré con amargura en el alma.
12 ¿Acaso yo soy el Mar o el Dragón marino para que dispongas una guardia contra mí?
O
13 Cuando pienso: "Mi lecho me consolará, mi cama compartirá mis quejidos",
EM
15 ¡Más me valdría ser estrangulado, prefiero la muerte a estos huesos despreciables!
D
19 ¿Cuándo dejarás de mirarme? ¿No me darás tregua ni para tragar
saliva? 20 Si pequé, ¿qué daño te hice, a ti, guardián de los hombres?
LS
¿Por qué me has tomado como blanco y me he convertido en
ya no existiré!
ST
19 ¡Esa es la buena suerte que le toca, mientras otro brota del polvo!
O
20 No, Dios no desdeña al hombre íntegro, ni toma de la mano a los
malvados.
EM
jubilosas.
D
respondió, diciendo:
2 Sí, yo sé muy bien que es así: ¿cómo un mortal podría tener razón
contra Dios? 3 Si alguien quisiera disputar con él, no podría responderle ni
LS
una vez entre mil.
4 Su corazón es sabio, su fuerza invencible: ¿quién le hizo frente
y se puso a salvo? 5 Él arranca las montañas sin que ellas lo sepan y las da vuelta con su
O
furor.
7 Él manda al sol que deje de brillar y pone un sello sobre lasestrellas. 8 Él solo extiende los
cielos y camina sobre las crestas del mar. 9 Él crea la Osa Mayor y el Orión, las Pléyades y las
ST
27 Si pienso: "Voy a olvidarme de mis quejas, voy a poner buena cara y sonreír",
O
30 Aunque me lavara con nieve y purificara mis manos con potasa,
EM
32 ¡No, él no es un hombre como yo, para responderle y comparecer juntos en un juicio!
33 ¡Si hubiera al menos un árbitro entre nosotros, que pusiera su mano sobre los dos,
D
que no soy así. 10 1 Mi alma está asqueada de la vida, quiero dar libre curso a mi queja,
expresaré toda mi amargura.
LS
2 Diré a Dios: "No me condenes, dame a conocer por qué me
recriminas".
O
4 ¿Acaso tienes ojos de carne? ¿Ves tú las cosas como las ven
ST
los hombres?
5 ¿Son tus días como los de un mortal y tus años como los días
de un hombre,
SY
18 ¿Por qué me sacaste del seno materno? Yo habría expirado sin que
nadie me viera,
O
19 sería como si nunca hubiera existido, me habrían llevado del vientre a
la tumba.
EM
20 ¡Duran tan poco los días de mi vida! ¡Apártate de mí! Así podré sonreír
un poco,
D
tiniebla.
nadie te confunda? 4 Tú has dicho: "Mi doctrina es pura y estoy limpio ante
tus ojos". 5 En cambio, si Dios hablara y abriera sus labios contra ti; 6 si te
O
culpa.
7 ¿Puedes tú escrutar las profundidades de Dios o vislumbrar la
SY
6 Las carpas de los salteadores están en paz; hay seguridad para los que provocan a Dios,
para el que tiene a Dios en un puño.
7 Pero interroga a las bestias, y te instruirán, a los pájaros del cielo, y te informarán,
O
8 a los reptiles de la tierra, y te enseñarán,a los peces del mar, y te explicarán.
9 ¿Quién no sabe, entre todos ellos, que todo esto lo hizo la mano del Señor?
EM
10 Él tiene en su mano la vida de todo viviente y el espíritu de todo ser humano.
11 ¿Acaso el oído no discierne las palabras como el paladar gusta los alimentos?
D
13 Pero con Dios están la sabiduría y el poder, a él pertenecen el consejo y la inteligencia.
18 Desata los cinturones de los reyes y les ata una cuerda a la cintura.
19 Hace andar descalzos a los sacerdotes y derriba a los que están firmemente establecidos.
O
20 Deja sin habla a los más seguros y priva de la razón a los ancianos.
23 Exalta a las naciones y las hace desaparecer, expande a los pueblos y los suprime.
ST
24 Priva de inteligencia a los jefes de la tierra y los hace vagar por un desierto sin caminos:
13 1 Sí, todo esto lo vi con mis propios ojos, lo escuché con mis oídos y lo entendí.
SY
O
25 ¿Quieres atemorizar a una hoja llevada por el viento? ¿Vas a perseguir a una paja reseca?
26 ¡Tú que dictas contra mí sentencias amargas y me imputas las culpas de mi juventud,
EM
27 tú que pones mis pies en el cepo, tú que vigilas todos mis senderos y cercas las plantas de
mis pies!
28 Así este hombre se deshace como madera carcomida, como ropa devorada por la polilla.
D
2 como una flor, brota y se marchita; huye sin detenerse, como una sombra.
ya que le has puesto un límite infranqueable, 6 ¡aparta de él tu mirada y déjalo solo, para que
disfrute de su jornada como un asalariado!
7 Para el árbol hay una esperanza: si es cortado, aún puede reverdecer y no dejará de tener
O
retoños.
9 apenas siente el agua, produce nuevos brotes y echa ramas, como una planta joven.
10 Pero el hombre, cuando muere, queda inerte; el mortal que expira, ¿dónde está?
ST
desaparecerán los
SY
6 Tu misma boca te condena, no yo; tus propios labios atestiguan contra ti.
7 ¿Eres tú el primer hombre que nació? ¿Fuiste dado a luz antes que las colinas?
O
9 ¿Qué sabes tú que nosotros no sepamos? ¿Qué entiendes tú más que nosotros?
10 Aquí también hay ancianos de cabellos blancos, gente de más edad que tu mismo padre.
EM
11 ¿No te basta el consuelo que Dios te da y una palabra pronunciada con dulzura?
12 ¿Por qué te dejas arrastrar por tus impulsos? ¿Qué significan esos ojos huraños,
D
14 ¿Qué es el hombre para que sea puro y el nacido de mujer para que sea justo?
16 ¡cuánto menos ese ser abominable y corrompido, el hombre, que bebe como agua la
LS
iniquidad!
17 Yo te lo voy a explicar, escúchame; déjame contarte algo que
vi.
19 a ellos solos les fue dada la tierra y ningún extraño pasaba en medio de ellos.
O
20 El malvado se atormenta todos los días de su vida, muy pocos años están reservados al
hombre cruel;
O
23 Anda errante como pasto de los buitres y sabe que su ruina es segura.
26 arremetía contra él con el cuello tendido,con todo el espesor de sus escudos blindados,
O
se levanta contra mí como testigo, mi debilidad me acusa en mi
EM
propia cara.
9 Su ira me desgarra y me hostiga, él rechina sus dientes contra
mí.
D
10 ellos abrieron sus fauces contra mí,
LS
me golpearon con desprecio las mejillas, se confabularon todos contra mí. 11 Dios me entrega
al poder del injusto, me arroja en manos de
los malvados.
O
como blanco ante él, 13 sus flechas vuelan a mi alrededor. Traspasa mis riñones sin piedad y
O
derrama por tierra mi hiel. 14 Abre en mí una brecha tras otra, arremete contra mí como un
guerrero.
ST
15 Llevo cosido un cilicio a mi piel, tengo hundida la frente en el polvo. 16 Mi rostro está
enrojecido por el llanto y la oscuridad envuelve
SY
mis pupilas.
11 Han pasado mis días, se han deshecho mis planes y las aspiraciones
O
de mi corazón.
12 Ellos cambian la noche en día: "La luz, dicen, está cerca de las
tinieblas".
EM
13 ¿Qué puedo esperar? El Abismo es mi morada, en las tinieblas extendí
mi lecho.
D
15 ¿Dónde está entonces mi esperanza? Y mi felicidad, ¿quién la verá?
brilla más.
SY
21 Sí, tales son las moradas del injusto, este es el lugar del que no conoce
a Dios.
O
respondió, diciendo:
EM
Ya es la décima vez que me ultrajan, que me maltratan
desvergonzadamente.
D
mí. 5 Ustedes se envalentonan contra mí y me imputan mi
ignominia:
LS
6 pero sepan que es Dios el que me agravia y que él me ha envuelto en su
red. 7 Si grito: "¡Violencia!", no tengo respuesta; si pido auxilio, no se
hace justicia.
O
árbol, mi esperanza.
O
6 Aunque su altura se eleve hasta el cielo y llegue a tocar lasnubes con la
EM
cabeza, 7 él perece para siempre, como sus excrementos, y sus
D
pierde de vista. 10 Sus hijos indemnizan a los que él empobreció y sus
propiasmanos restituyen las riquezas.
11 El vigor juvenil que llenaba sus huesos yace con él en el polvo.
LS
12 El mal era dulce a su boca y él lo disimulaba bajo su lengua;
13 lo saboreaba y no lo soltaba, lo retenía en medio de su
paladar;
O
víbora!
17 Ya no ve más los arroyos de aceite ni los torrentes de miel y
Biblia Católica 879
Respuesta de Job: ¿dónde está la justicia de Dios? 21 1 Job
respondió, diciendo:
O
Tengan paciencia mientras hablo yo, y una vez que haya
EM
4 ¿Acaso yo me quejo de un hombre o no tengo motivo para estar
indignado? 5 Vuélvanse a mí, y quedarán consternados, se pondrán la
D
viejos, se acreciente su fuerza?
vara de Dios.
10 Su toro fecunda sin fallar nunca, su vaca tiene cría sin abortar jamás.
11 Hacen correr a sus niños como ovejas, sus hijos pequeños
O
saltan de alegría.
12 Entonan canciones con el tambor y la cítara y se divierten al son de la flauta.
O
13 Acaban felizmente sus días y descienden en paz al Abismo. 14 Y ellos decían a Dios:
"¡Apártate de nosotros, no nos importa conocer tus caminos!
ganamos con suplicarle?". 16 ¿No tienen la felicidad en sus manos? ¿No está lejos de Diosel
designio de los malvados?
SY
O
33 Son dulces para él los terrones del valle; todo el mundo desfila detrás
de él, y ante él, una multitud innumerable.
EM
34 ¡Que inútil es el consuelo que me ofrecen! Sus respuestas son puras
falacias.
tercer ciclo de discursos Tercer discurso de Elifaz: los sufrimientos de Job, atribuidos a
D
sus pecados 22 1 Elifaz de Temán replicó, diciendo:
5 ¿No es más bien por tu enorme maldad y porque tus faltas notienen
O
9 Despedías a las viudas con las manos vacías y quebrabas los brazos de los huérfanos.
12 ¿No está Dios en la cima del cielo? ¡Mira qué alta es la bóveda estrellada!
que él me dijera.
6 ¿Le haría falta mucha fuerza para disputar conmigo? No, sólo bastaría
O
que me prestara atención. 7 Allí, un hombre recto discutiría con él, y yo
haría triunfar mi
EM
derecho para siempre.
8 Pero voy hacia adelante, y él no está, hacia atrás, y no lo
percibo;
9 lo busco a la izquierda, y no lo diviso, vuelvo a la derecha, y no
D
lo veo.
15 Por eso, le tengo temor, reflexiono, y tiemblo ante él. 16 Dios me ha quitado el ánimo, el
gargantas de los heridos piden auxilio, ¡pero Dios no escucha sus plegarias! 13 Hay otros que
se rebelan contra la luz: no reconocen sus
O
caminos ni se detienen en sus senderos.
14 El asesino se levanta antes del alba para matar al pobre y al indigente. El ladrón merodea
EM
por la noche, 16a en la oscuridad, perfora las casas. 15 El adúltero aguarda la penumbra,
D
16 (b) Ellos se encierran durante el día, todos ellos ignoran la luz. 17 Porque, para ellos, la
mañana es la hora sombría, están
LS
habituados a los terrores de la noche. 25 ¿Acaso no es así? ¿Quién me puede desmentir o
reducir a la nada mis palabras?
luz?
4 ¿Cómo puede un hombre ser justo ante Dios o ser puro un hijo de
ST
mujer? 5 Si hasta la luna no tiene brillo ni las estrellas son puras a sus
ojos,
6 ¡cuánto menos el hombre, ese gusano, el hijo del hombre, que es sólo
una lombriz! 26 5 Bajo la tierra se retuercen las Sombras, las aguas y los
SY
que
en mis narices,
O
4 mis labios no dirán nada falso ni mi lengua pronunciará una
EM
mentira!
5 ¡Lejos de mí darles la razón a ustedes: hasta que expire, no
renunciaré a mi integridad!
D
6 Me aferré a mi justicia, y no la soltaré:mi corazón no se avergüenza de
ninguno de mis días. 7 ¡Que mi enemigo tenga la suerte del malvado, y mi
adversario,
LS
la del hombre injusto!
calamidad?
10 ¿Se deleita él en el Todopoderoso e invoca a Dios en todo
O
tiempo?
Todopoderoso:
O
camino que conduce hacia ella.
EM
28 1 Hay un sitio de donde se extrae la plata y un lugar donde se refina el
oro;
D
4 Gente extranjera perfora galerías ignoradas por el pie del caminante;
escondidos.
O
28 Y dijo al hombre:
EM
CONCLUSIÓN DEL DIÁLOGO
D
presente. Por último, y a falta de otras pruebas, hace profesión bajo juramento de su
inocencia y lanza a Dios un último desafío. Job ha dicho su última palabra: ¡que el
Todopoderoso venga a responderle! (31. 35).
2 ¡Si pudiera volver a los tiempos pasados, a los días en que Dios cuidaba
de mí,
3 cuando hacía brillar su lámpara sobre mi cabeza y yo caminaba a su luz entre las tinieblas!
O
6 cuando mis pies se bañaban en leche cuajada y la roca derramaba para mí arroyos de
aceite!
O
su alimento.
5 Se los expulsaba de en medio de los hombres; se los echaba a
EM
gritos, como a un ladrón.
6 Habitaban en los barrancos de los torrentes, en las grietas del
suelo y los peñascos.
D
7 Rebuznaban entre los matorrales, se apretujaban bajo los cardos.
9 ¡Y ahora, ellos me hacen burla con sus cantos, soy el tema de sus
LS
dichos jocosos!
13 destruyen mi sendero para perderme: atacan sin que nadie los detenga,
O
aflicción.
3 ¿No es la ruina para el injusto y el desastre para los que hacen el mal? 4
¿Acaso él no ve mis caminos y cuenta todos mis pasos? 5 Si caminé al
O
lado de la mentira y mis pies corrieron hacia el
engaño,
EM
6 ¡que Dios me pese en una balanza justa y reconocerá mi integridad!
7 Si mi paso se desvió del camino y mi corazón fue detrás de lo que veían mis ojos;
D
8 ¡que otro coma lo que yo siembro y mis retoños sean arrancados de raíz!
10 ¡que mi mujer muela el grano para otro y que otros abusen de ella!
LS
11 Porque eso sí que es una infamia, un delito reprobado por los jueces;
12 es un fuego que devora hasta la Perdición y exterminará de raíz todas mis cosechas.
14 ¿qué haré cuando Dios se levante, qué le replicaré cuando me pida cuenta?
15 El que me hizo a mí, ¿no lo hizo también a él? ¿No es uno mismo el que nos formó en el
seno materno?
O
16 Si rehusé a los pobres lo que ellos deseaban y dejé desfallecer los ojos de la viuda;
18 –yo, que desde mi juventud lo crié como un padre y lo guié desde el vientre de mi madre–
corderos;
21 si alcé mi mano contra un huérfano, porque yo contaba con una ayuda en la Puerta,
Biblia Católica 897
ENTRADA EN ESCENA DE ELIHÚ
Los discursos de Elihú forman un conjunto aparte, con su estilo y lenguaje propios. Este
cuarto amigo, cuyo nombre no se había mencionado en 2. 11, tuvo que permanecer
callado largo tiempo, por ser más joven que los otros tres. Con una elocuencia
ampulosa y no exenta de pedantería, él desautoriza a Job y a sus interlocutores, e
insiste en que el sufrimiento puede ser un instrumento en las manos de Dios, para
O
encaminar al hombre hacia el bien y preservarlo de la arrogancia. Es probable que los
discursos de Elihú hayan sido añadidos a la obra original por un autor posterior, con el
fin de corregir las ideas de Job y de reprender a sus amigos, que no fueron capaces de
reducirlo a silencio.
EM
La reacción de Elihú
D
cual condenaban a Dios. 4 Mientras ellos hablaban con Job, Elihú se había mantenido a la
expectativa, porque ellos tenían más edad que él. 5 Pero al ver que estos tres hombres se
habían quedado sin respuesta, se llenó de indignación.
enseñen la sabiduría".
O
8 Pero es el espíritu que hay en el hombre y el soplo del Todopoderoso, el que lo hace
inteligente: 9 no son los viejos los más sabios, ni los ancianos comprenden
O
lo que es recto.
10 Por eso les digo: "Escúchenme, también yo expondré mi saber". 11 Yo esperaba que
ST
razonamientos;
mientras trataban de expresarse, 12 fijaba mi atención en ustedes. Pero no hay nadie que haya
refutado a Job, ninguno de ustedes
SY
mí.
6 Para Dios, yo soy igual que tú, yo también fui modelado de la
O
arcilla.
EM
7 Por eso, no te espantará el temor a mí ni el peso de mi mano
te abrumará.
8 Sí, tú has dicho a mis oídos –yo escuché el sonido de tus
palabras–:
D
9 "Soy puro, no cometí ninguna falta; estoy limpio y libre de
LS
culpa;
10 sin embargo él encuentra pretextos contra mí y me considera
su enemigo.
O
12 Pero yo te respondo: En esto no tienes razón, porque Dios es más grande que el hombre.
13 ¿Por qué pretendes litigar con él como si no respondiera a
ST
preste atención.
15 En un sueño, en una visión nocturna, cuando un profundo
Biblia Católica 901
los días de su adolescencia;
26 invoca a Dios, que se le muestra propicio, contempla su rostro con gritos de alegría,
O
anuncia a los demás su salvación, 27 y entona, entre los hombres, este canto: "Yo había
pecado y tergiversado el derecho, pero él no me trató
EM
como correspondía;
29 Todo esto es lo que hace Dios, dos y tres veces, en favor del hombre,
D
vivientes.
los alimentos.
ST
derecho.
SY
vista de todos,
O
27 porque se negaron a seguirlo y no comprendieron todos sus
caminos,
EM
28 haciendo que llegara hasta él el grito del pobre y que él
D
¿quién lo verá?
hacer el mal;
O
despreciado su instrucción?
O
13 ¡No, Dios no escucha las cosas vanas, el Todopoderoso no
EM
se da por aludido!
14 Menos aún cuando tú dices que no lo ves, que hay un juicio
pendiente ante él, y que tú lo esperas.
D
cuenta las rebeldías,
16 Job ha abierto su boca en vano, y es por ignorancia que se
LS
excede en el hablar.
4 No, mis palabras no mienten: es un maestro consumado el que está junto a ti.
7 No retira sus ojos de los justos, los sienta en el trono con los reyes y los exalta para siempre.
O
su boca!
EM
3 Él lanza su rayo bajo los cielos y hasta los confines de la tierra
llega su fulgor.
4 Detrás de él, ruge una voz: hace tronar su voz majestuosa y no retiene los relámpagos
mientras se deja oír su voz. 5 Dios nos hace contemplar maravillas, realiza grandes cosas,
D
que no llegamos a entender.
6 Cuando dice a la nieve: "Cae sobre la tierra", y a los aguaceros: "Lluevan con fuerza", 7 él
LS
suspende la actividad de los hombres, para que todos
reconozcan su obra;
relámpago,
12 que gira en derredor, conforme a sus planes, para ejecutar cada uno de sus mandatos por
SY
toda la superficie de la tierra: 13 sea que cumpla su voluntad para un castigo o para dispensar
O
más grave: el del hombre justo que pretende hacer valer sus derechos delante de Dios.
Su problema no ha quedado resuelto, pero él ha comprendido que Dios no tiene por qué
rendir cuentas y que su Sabiduría da sentido incluso al sufrimiento y a la muerte. Por
eso renuncia a medir a Dios con criterios humanos y se entrega confiadamente a él. "Yo
EM
te conocía sólo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos" (42. 5).
Interpelación inicial
38 1 El Señor respondió a Job desde la tempestad, diciendo: 2 ¿Quién es ese que oscurece
D
mi designio con palabras
desprovistas de sentido?
3 ¡Ajústate el cinturón como un guerrero: yo te preguntaré, y tú
LS
me instruirás!
5 ¿Quién fijó sus medidas? ¿Lo sabes acaso? ¿Quién tendió sobre ella la
O
8 ¿Quién encerró con dos puertas al mar, cuando él salía a borbotones del
seno materno,
SY
9 cuando le puse una nube por vestido y por pañales, densos nubarrones?
26 para hacer llover sobre una tierra despoblada, sobre un desierto donde
ningún hombre habita,
O
28 ¿Acaso la lluvia tiene un padre, y quién ha engendrado las gotas del
rocío?
29 ¿Del vientre de quién sale el hielo, y quién da a luz la escarcha del
EM
cielo,
31 ¿Anudas tú los lazos de las Pléyades o desatas las cuerdas del Orión?
D
32 ¿Haces salir las Híadas a su tiempo y guías a la Osa y sus cachorros?
34 ¿Puedes alzar tu voz hasta las nubes para que te cubra una masa de
LS
agua?
37 ¿Quién cuenta las nubes sabiamente y quién inclina los odres del cielo,
38 cuando el polvo se funde en una masa y los terrones se pegan entre sí?
O
O
17 porque Dios le negó la sabiduría y no le concedió la inteligencia. 18 Pero apenas se levanta
y toma impulso, se ríe del caballo y
EM
de su jinete.
20 ¿Lo haces saltar como una langosta? ¡Es terrible su relincho altanero!
D
armas:
27 ¿Por una orden tuya levanta vuelo el águila y pone su nido en las
alturas?
ST
30 Sus pichones se hartan de sangre; donde hay cadáveres, allí está ella.
SY
18 Sus huesos son tubos de bronce: sus miembros, como barras de hierro.
19 Es la primera de las obras de Dios, que lo convirtió en el adalid de sus
compañeros,
O
20 porque las montañas le aportan un tributo, y también las fieras que
retozan en ellas.
EM
pantanos.
22 Los lotos lo cubren con su sombra, los sauces del torrente lo rodean.
D
24 ¿Quién podrá tomarlo por los ojos o taladrar su nariz con un punzón?
Leviatán, el cocodrilo
O
18 La espada lo toca, pero no se clava, ni tampoco la lanza, el dardo o la
jabalina.
EM
20 Las flechas no lo hacen huir, las piedras de la honda se convierten en
estopa.
D
el barro.
23 Hace hervir las aguas profundas como una olla, convierte el mar en un
pebetero.
LS
24 Deja detrás de él una estela luminosa: el océano parece cubierto de
una cabellera blanca.
25 No hay en la tierra nadie igual a él, ha sido hecho para no temer nada.
feroces.
42 1 Job respondió al Señor, diciendo: 2 Yo sé que tú lo puedes todo y que ningún proyecto es
sobrepasan
O
12. A partir de este momento, el honor de Dios queda en las manos de Job. Si este claudica en
medio de la prueba, el Señor habrá perdido la apuesta frente al Adversario.
EM
21. "Desnudo volveré allí": no se trata del vientre materno, sino del seno de la tierra, la madre
universal (Gn. 3. 19).
a 2 11. "Temán", "Súaj" y "Naamá" eran lugares de Edóm y de Arabia, paises que en la
antigüedad se habían hecho célebres por sus sabios (Jer. 49. 7; Abd. 8-9; Bar. 3. 2223).
b 3 3. Ver Jer. 15. 10; 20. 14.
D
8. "Los que maldicen los días": alusión a los magos o hechiceros, a quienes se atribuía el
poder de hacer que los días fueran dichosos o funestos.
"Leviatan", en la mitología cananea, era el monstruo marino que provocaba los eclipses de sol
y de luna, tragándose a esos astros. También era el símbolo de las fuerzas del caos. Ver nota
LS
Sal. 74. 12-17.
15. "Sus moradas": se trata de las tumbas de los príncipes que solían estar llenas de tesoros.
a 4 18. Estos "servidores" son los "ángeles" llamados también "santos" por su proximidad
con Dios (5.1; 15.15).
b 5 17. El "Todopoderoso": ver nota Gn. 17. 1.
O
c 6 19. "Temá" era el nombre de un oasis situado al norte de Arabia (Is. 21. 14; Jer. 25.
23). "Sabá" era un reino del sudoeste de Arabia. Ver nota 1 Rey. 10. 1.
d 7 12. Como un soldado que vigila a su prisionero, así el Señor monta guardia contra el
"Mar" y el "Dragón marino", que son la representación simbólica de las fuerzas del caos. Esta
O
es una forma poética de afirmar el absoluto dominio del Señor sobre el universo. Ver Sal. 74.
12-17; 104. 5-9.
e 9 13. Según la mitología antigua, "Rahab" era uno de esos monstruos vencidos por el
Dios creador cuando hizo reinar el orden en medio del caos original.
ST
16 19. El "testigo" al que apela Job podría ser su propia sangre, que clama al cielo pidiendo
SY
justicia. Cuando ya está a punto de emprender el "camino sin retorno" (v. 22), él pide que la
tierra no cubra su sangre (v. 18) para que esta, aún después de su muerte, quede como
O
Nosotros encontramos el consuelo en los Libros santos que están en nuestras manos.
1 Mac. 12. 9
EM
Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa
D
Mt. 13. 52
LOS DEMÁS ESCRITOS
Después de la LEY y los PROFETAS, la Biblia hebrea presenta una tercera colección de
LS
Libros, que no forman un conjunto homogéneo. Por eso no han recibido un título característico,
sino que se los llamó simplemente LOS DEMÁS ESCRITOS. Entre ellos ocupa un lugar de
preeminencia el libro de los Salmos. De allí que el Nuevo Testamento, siguiendo una
costumbre judía, designe a estas tres partes de la Biblia como "la Ley de Moisés, los Profetas y
los Salmos" (Lc. 24. 44).
Además de estos "Escritos", hay otros Libros que los judíos de Palestina no incluyeron en el
O
canon de las Escrituras, pero que fueron admitidos por los judíos residentes en Alejandría de
Egipto. Estos Libros, redactados originariamente en griego o traducidos a esa lengua, fueron
incorporados a la versión llamada de los "Setenta", que era la Biblia usada por las
comunidades judías dispersas en el mundo grecorromano y por los cristianos de habla griega.
O
Como en los primeros siglos del Cristianismo se suscitaron ciertas dudas sobre el carácter
inspirado de estos Libros, se los llamó "deuterocanónicos", es decir, incluidos en el canon de
los Libros Sagrados en un "segundo" momento. Actualmente, los cristianos que siguen la
reforma protestante, lo mismo que el Judaísmo, sólo admiten el canon fijado por los rabinos de
ST
Tobías y Baruc. Este género se remonta a los orígenes de Israel, pero se desarrolló
especialmente después del exilio, cuando se extinguió el profetismo y los "maestros de
O
original y comenzó a ser empleado como sinónimo de LIBRO DE LOS SALMOS.
El Antiguo Testamento contiene numerosos textos poéticos con características similares a las
de los Salmos. El célebre Canto de Moisés (Ex. 15. 1-18), el himno de victoria entonado por
EM
Débora y Barac (Jc. 5), la elegía de David por la muerte de Saúl y Jonatán (2 Sam. 1. 17-27) y
la lamentación de Jonás (Jon. 2. 3-10), son algunos de los muchos ejemplos que se podrían
citar. Pero el tesoro de la lírica cultual y religiosa de Israel se encuentra fundamentalmente en
el Salterio.
Una tradición judía –que luego tuvo amplia difusión en la Iglesia– atribuye a David la mayor
parte de los Salmos. Esta atribución se funda en el testimonio de los Libros históricos del
D
Antiguo Testamento, que aluden repetidamente al genio musical y poético de David (1 Sam.
16. 16-19, 23; 2 Sam. 1. 17-27; 23. 1). Sin embargo, las múltiples situaciones individuales y
nacionales reflejadas en los Salmos, su variedad de estilos y géneros literarios, como
asimismo su íntima vinculación con la vida litúrgica de Israel, impiden afirmar que el Salterio
sea la obra de un solo autor o el producto de una sola época. Por otra parte, dicha tradición
LS
comenzó a formarse mucho después del exilio babilónico, es decir, en un momento en que era
frecuente entre los judíos poner bajo el nombre de una gran personalidad todos los escritos
pertenecientes a un mismo género. Así, por ejemplo, toda la legislación contenida en el
Pentateuco se atribuyó a Moisés, mientras que Salomón fue considerado el autor de toda la
literatura sapiencial.
En realidad, el Salterio es el Libro de oración que los israelitas fueron componiendo a lo largo
O
de varios siglos para dialogar con su Dios. A través de ciento cincuenta poemas religiosos, ese
Pueblo fue expresando sus experiencias y las aspiraciones más profundas de su alma: sus
luchas y sus esperanzas, sus triunfos y sus fracasos, su adoración y su acción de gracias, sus
rebeldías y sus arrepentimientos y, sobre todo, la súplica ardiente que brota de la enfermedad,
O
veces oscuro. Estos títulos no provienen de los autores de cada Salmo, sino que fueron
agregados por los cantores del Templo de Jerusalén, a medida que los diversos poemas eran
agrupados en colecciones.
En el texto hebreo del Antiguo Testamento, los Salmos son designados con una expresión que
significa "Cantos de Alabanza". Esta designación se adapta muy bien a un grupo de Salmos,
Los primeros cristianos hicieron del Salterio su "Libro de oración" por excelencia, si bien lo
"releyeron" con un nuevo espíritu, a la luz del Misterio Pascual. Este hecho resulta
O
particularmente significativo, si se tiene en cuenta que todos los otros elementos cultuales de la
ANTIGUA ALIANZA –el Templo, el sacerdocio y los sacrificios– quedaron abolidos por Cristo,
el verdadero Templo, el Sumo Sacerdote y la única Víctima agradable a Dios.
EM
Al conservar el uso de los Salmos, los primeros cristianos no hicieron más que seguir el
ejemplo de Cristo. Los Salmos, en efecto, animaron su constante diálogo con el Padre. Un
salmo expresa el sentido de su misión, en el momento de venir a este mundo (Sal. 40. 8-9,
citado en Heb. 10. 9). En sus peregrinaciones a Jerusalén, antes de iniciar su ministerio
público, Jesús cantó los Salmos graduales (Lc. 2. 4142). En la última Cena, entonó los Salmos
que recitaban los judíos al celebrar la Cena pascual (Mt. 26. 30). Y en la Cruz, él recurrió una
vez más al Salterio para expresar su dolor y su abandono confiado en las manos del Padre
D
(Mt. 27. 46; Lc.
23. 46; Jn. 19. 28).
LS
Salmo 1
El Salterio comienza con esta "Bienaventuranza", que es como el prólogo de todo el Libro. La
exclamación inicial –"¡Feliz el hombre...!"–; se explicita a lo largo del Salmo mediante la
contraposición de dos imágenes poéticas: el árbol desbordante de vitalidad simboliza la
felicidad de los justos; la paja arrastrada por el viento representa la ruina final de los impíos.
Así se expresa uno de los temas centrales del Salterio y de toda la Biblia: la conducta de cada
O
hombre está sometida al Juicio de Dios, y el mundo está gobernado por la justicia divina.
Salmo 2
O
En el transcurso del tiempo, este Salmo se fue enriqueciendo con motivos mesiánicos, y los
primeros cristianos lo "releyeron" como un anuncio de la entronización celestial de Cristo en el
momento de su Resurrección y como una proclamación profética de su filiación divina (v. 7).
SY
Salmo 3
Rodeado de enemigos que tratan de quitarle la confianza en Dios (v. 3), el salmista se pone
El motivo de la acusación está descrito con bastante vaguedad, y ningún detalle permite
identificar con exactitud a los perseguidores. Estos hechos parecen indicar que el Salmo fue
compuesto originariamente para el rito a que se hace alusión en 1 Rey. 8. 31-32: cuando un
O
inocente era amenazado de muerte y perseguido, podía refugiarse en el Templo y someter su
caso a la justicia de Dios. Con este fin, recitaba la fórmula contenida en este Salmo o alguna
otra similar (Sal. 17; 26). Al declarar su inocencia, no afirmaba estar libre de todo pecado, sino
solamente del crimen que se le imputaba.
EM
Salmo 8
D
Ningún otro de los seres creados recibió una dignidad semejante a la de él (v. 6), y todas las
cosas están sometidas a su dominio (vs. 7-9). Estas mismas ideas se vuelven a encontrar en
el relato "sacerdotal" de la creación (Gn. 1. 26-28), que es, sin duda, posterior a este Salmo.
Salmo 11 (10)
LS
Ante una grave amenaza de muerte, cuando la prudencia humana haría razonable la huida, el
salmista responde a sus amigos con una expresión de absoluta confianza en Dios. Al lirismo
de los versos iniciales (vs. 1-3) se añade una reflexión de tono sapiencial (vs. 4-7). En ella se
afirma que los acontecimientos humanos están regidos por la Providencia de Dios, y que a
pesar del momentáneo triunfo de los malvados, al final, triunfará la justicia.
O
Salmo 12 (11)
Este Salmo es una súplica, en la que el autor, con una visión pesimista del mundo, pide al
Señor que intervenga para poner fin a los males que lo afligen. El Señor responde a esta
O
petición con un oráculo, que contiene una promesa de salvación para los oprimidos (v. 6).
Como es habitual en los Salmos de súplica, los versículos finales (8-9) son una expresión de
confianza en el Señor.
Salmo 13 (12)
ST
Los dramáticos "¿hasta cuándo?" de los versículos iniciales (2-3) confieren a esta súplica una
intensidad particular. La reiteración de la pregunta expresa elocuentemente la impaciencia del
salmista, al sentirse abandonado de Dios; pero, al mismo tiempo, es un signo de la íntima
familiaridad con que implora la protección divina.
SY
El Salmo no es muy explícito en describir la aflicción que da motivo a la súplica. Sin embargo,
el v. 4 parece indicar que se trata de una enfermedad grave, que pone al paciente en peligro
Con algunas variantes, este mismo poema se vuelve a encontrar en 2 Sam. 22. 2-51.
O
Salmo 19 (18)
EM
primero es un himno de intensa vibración lírica, que celebra la gloria del Creador manifestada
en la armonía y grandiosidad del firmamento (vs. 2-7). El segundo -que proviene de una época
mucho más reciente- es un poema didáctico, en el que se describen las excelencias de la Ley
divina.
D
la Creación y en las perfecciones del universo, y otra en la Revelación concedida a su Pueblo,
fuente de felicidad y de vida para los que la aman y aceptan sus exigencias.
Salmo 20 (19)
LS
Ante la inminencia del combate, la comunidad congregada en el Templo (v. 3) implora la
protección divina y la victoria del rey (vs. 2-6). Como era habitual en esas circunstancias (1
Sam. 7. 7-10), un sacrificio acompañaba a la súplica (v. 4). La segunda parte del Salmo (vs. 7-
9) es un oráculo pronunciado en nombre del Señor, que anuncia la victoria a su Ungido.
Salmo 21 (20)
Este canto litúrgico de acción de gracias está estrechamente vinculado con el Salmo anterior:
O
la súplica del pueblo antes de la batalla ha sido escuchada, y el Señor ha concedido al rey una
resonante victoria. El Salmo consta de tres partes. La primera (vs. 2-8) es una expresión de
alegre reconocimiento por las bendiciones concedidas al rey, en particular, por el triunfo
alcanzado. En la segunda (vs. 9-13), un sacerdote
O
o un profeta interviene para anunciar la victoria total sobre los enemigos del Señor y del rey.
Por último (v. 14), la comunidad pide al Señor, en una breve súplica, que despliegue su poder
para cumplir la promesa expresada anteriormente.
ST
Salmo 22 (21)
Este Salmo supera a todos los de su género por la intensidad de la súplica y por la
impresionante descripción de los sufrimientos que aquejan al salmista. En él se encuentra
expresado el desamparo de un hombre justo, que ha tocado el límite del sufrimiento físico y
moral, sobre todo, el de sentirse abandonado por Dios (v. 2). Sin embargo, incluso en medio
SY
de los mayores sufrimientos, el salmista suplica con una inquebrantable confianza en Dios (vs.
10-11) y está seguro de la liberación final. Por eso, su oración concluye con un canto de
Salmo 28 (27)
O
exactitud la índole del peligro a que se hace alusión en el Salmo, y podría pensarse tanto en
una acusación injusta como en una enfermedad grave. Los vs. 6-7 son un canto de acción de
gracias, que el salmista entona anticipadamente, porque está seguro de recibir la ayuda divina.
La súplica final por el rey y por todo el Pueblo (vs. 8-9), probablemente fue añadida más tarde,
EM
para el uso litúrgico del Salmo.
Salmo 29 (28)
Este vibrante himno de alabanza celebra la majestad y el poder de Dios, que se manifiestan en
el fragor de la tormenta. La "voz del Señor" es el trueno, que sacude con su ímpetu todas las
fuerzas de la naturaleza (vs. 3-9). A la voz del Señor en esta teofanía cósmica, responde la
D
alabanza litúrgica de toda la creación, expresada en una sola palabra "¡Gloria!" (v. 9).
Salmo 31 (30)
O
En este Salmo se combinan una súplica confiada (vs. 2-l9) y un canto de acción de gracias (vs.
20-25). En primer lugar, un hombre acusado y perseguido injustamente se pone en las manos
de Dios (v. 6) y le ruega que lo salve. Luego el mismo salmista expresa su reconocimiento al
O
Salmo 32 (31)
ST
Este es uno de los Salmos llamados "penitenciales" (Sal. 6; 38; 51; 102; 130; 143).
Salmo 40 (39)
En este Salmo se encuentran reunidos dos poemas de estilo y contenido diversos. El primero
(vs. 2-11) es un canto de acción de gracias por la liberación de un peligro grave. El segundo
(vs. 14-18) es una súplica para pedir la ayuda divina en un momento de desgracia, y se vuelve
O
a encontrar en el Salmo 70, en forma independiente. Los vs. 12-13 sirven de lazo de unión
entre estas dos partes, que originariamente estaban separadas.
Salmo 41 (40)
EM
La nota característica de este Salmo es el "preludio" sapiencial que antecede a la acción de
gracias por la salud obtenida (vs. 2-4). El salmista recuerda su penosa enfermedad y la súplica
que dirigió al Señor en medio de su dolor. Al describir sus padecimientos, más que el dolor
físico, acentúa el dolor moral que causan la ingratitud, la maledicencia y la hipocresía (vs. 5-
11). El Señor accedió a su súplica, y en esto él reconoce el amor que le ha manifestado (vs.
12-13).
D
Este es uno de los Salmos llamados "Oraciones de los enfermos" (Sal. 6; 38; 88;
102. 2-12).
Salmo 42 (41)
LS
La unidad temática, el estilo y la repetición del mismo estribillo a intervalos regulares
(42. 6, 12; 43. 5) indican que los Salmos 42 y 43 forman un mismo poema. En él se armonizan
admirablemente la hondura del sentimiento religioso y la eficacia de la expresión lírica. El v. 7
indica que el autor del Salmo -probablemente un levita- se encuentra lejos de la Tierra santa,
en las cercanías del monte Hermón, y suspira por volver a gozar de la presencia divina en el
Santuario de Sión. A pesar de sentirse olvidado de Dios (42. 10), el salmista no ha perdido la
O
esperanza, y confía en que el Señor volverá a guiar sus pasos hasta su santa Montaña (43. 3).
Salmo 43 (42)
O
Salmo 44 (43)
contraposición con la calamidad presente (vs. 10-17), confiere mayor dramatismo a la súplica.
La alternancia entre el singular y el plural (vs. 5-6, 7-8) indica que el salmista, en alguna
medida, encarna el destino de toda la nación. Esta es una de las características propias del
rey, y por eso se puede pensar que es él quien pronuncia la súplica, como representante de
todo el pueblo.
SY
Las audaces afirmaciones de los vs. 18-22 proporcionan un valioso indicio para fijar la fecha de
composición del Salmo: el Señor permitió la derrota de su Pueblo en un momento en que este
Este Salmo -junto con los Salmos 46; 76; 87- pertenece al grupo de los llamados "Cantos de
Sión".
O
Salmo 49 (48)
Este Salmo "didáctico" alude repetidamente al "temor" que experimentan los pobres, cuando
comparan su propia miseria con la felicidad de los poderosos (vs. 6-7, 17). Dicho temor está
EM
motivado por la aparente contradicción entre ese estado de cosas y la justicia de Dios en el
gobierno del mundo (Sal. 37; 73). Para responder a esa inquietud, el salmista recuerda que
nadie podrá asegurarse la inmortalidad por medio de sus riquezas (vs. 8-10): todos los
hombres son iguales ante la muerte (v. 11) y los ricos no llevarán sus bienes a la tumba (v. 18).
Además, los justos se verán libres de todo grave peligro (v. 16), mientras que un desastre final
espera a los malvados (vs. 12-15). El Salmo no contiene ninguna referencia clara a la vida
eterna: sólo esta proporcionará más tarde la clave para resolver adecuadamente el "enigma"
D
planteado en el v. 5.
Salmo 50 (49)
La parte central de este Salmo está constituida por la acusación que Dios dirige a su Pueblo,
LS
para reprocharle su infidelidad a la Alianza. El reproche está precedido por la descripción de la
teofanía cultual, en la que el Señor se manifiesta como acusador y como Juez (vs. 1-6). El
motivo de la acusación es la infidelidad de Israel a las exigencias morales de la Alianza (vs. 16-
20), no compensada por la observancia de prácticas cultuales puramente exteriores (vs. 8-15).
La advertencia final (vs 21-23) es una amenaza para los que se obstinan en el mal camino, y
una promesa de salvación para los fieles.
O
Salmo 51 (50)
necesidad de una total transformación interior, para no dejarse arrastrar por su tendencia al
pecado (v. 4). Por eso, además de reconocer sus faltas y de implorar el perdón divino, suplica
al Señor que lo renueve íntegramente, "creando" en su interior "un corazón puro" (v. 12).
ST
Este es uno de los Salmos llamados "penitenciales" (Sal. 6; 32; 38; 102; 130; 143).
SY
Salmo 52 (51)
Salmo 59 (58)
O
Este Salmo es la súplica de un hombre perseguido y acusado injustamente. Seguro de su
inocencia (v. 5), el salmista pide que sus enemigos sean exterminados (v. 12), para que se
ponga de manifiesto el justo gobierno de Dios sobre el mundo (v. 14). El odio y la crueldad de
los perseguidores (vs. 7-8, 15-16) explican de alguna manera la violencia de ciertos
EM
sentimientos expresados en el Salmo.
Salmo 60 (59)
En esta lamentación, aparecen reflejados los diversos momentos de una acción litúrgica,
celebrada con motivo de una grave derrota nacional. En la primera parte (vs. 3-7), la
comunidad se queja ante el Señor por la dura prueba a que se vio sometida. Luego viene un
D
oráculo del Señor (vs. 8-10), que promete a su Pueblo la total recuperación de sus antiguos
dominios. Este oráculo divino se caracteriza por sus audaces antropomorfismos y por su estilo
épico. La parte final del Salmo es una reiteración de la lamentación y de la súplica (vs 11- 13),
y una profesión de confianza en el poder de Dios (v. 14). Los vs. 7-14 se vuelven a encontrar
en el Salmo 108. 7
LS
14.
Salmo 61 (60)
Salmo 62 (61)
confirmar su enseñanza.
Salmo 63 (62)
Un profundo anhelo de Dios -bellamente expresado con la imagen de la tierra sedienta (v. 2)-
es el sentimiento que domina todo este Salmo. Su autor podría ser un levita desterrado, que
recuerda el tiempo en que vivía junto al Santuario, gozando de la intimidad con el Señor. En el
SY
silencio de la noche rememora aquellas horas felices, y ese recuerdo le sirve de consuelo (vs.
7-9). El versículo final indica que el salmista identifica su propia suerte con la de todo su
Esta angustiosa lamentación tiene muchos rasgos comunes con el Salmo 22, en especial, la
dramática descripción de la enfermedad y los sufrimientos que dan motivo a la súplica (vs. 2-
5). Entre estos últimos, el salmista menciona particularmente el desprecio de que es objeto por
su fidelidad a la causa de Dios y su amor hacia el Templo (vs. 8-13). Así hace presente al
Señor que su enfermedad pone en juego el honor divino, porque si él muere, todos los fieles
O
quedarán expuestos a la burla de sus enemigos (v. 7).
Los vs. 36-37 indican que el Salmo fue compuesto poco tiempo después del exilio babilónico.
EM
Salmo 70 (69)
En este Salmo se repite, con muy pocas variantes, la súplica del Salmo 40. 14-18.
Salmo 71 (70)
Un anciano gravemente enfermo acude al Señor para que no lo abandone en los penosos días
D
de su vejez (vs. 9, 18). En lugar de describir minuciosamente los dolores que lo afligen, el
salmista reitera sus expresiones de fidelidad y confianza en Dios (vs. 3, 5-8, 19), y su promesa
de proclamar los beneficios recibidos, para ejemplo de los más jóvenes (v. 18).
Salmo 72 (71)
LS
Esta súplica en favor del rey (v. 1) fue compuesta probablemente para el día de su
entronización. En ella se describe, con imágenes muy expresivas, la función vital del rey en el
seno de la comunidad: la nación no podía gozar de bienestar y prosperidad, si el rey no
aseguraba el orden social mediante un gobierno justo. Su "justicia" debía beneficiar, sobre
todo, a los miembros más indigentes de la comunidad (vs. 2, 4, 7, 12-14).
O
El tema central de este Salmo es el doloroso enigma que plantea a los justos la comparación
entre sus propios sufrimientos (vs. 13-14) y la felicidad de que gozan los impíos (vs. 4-12). El
mismo tema -característico de los escritos sapienciales- es tratado también en los Salmos 37;
49. Pero aquí el autor del Salmo no se expresa con la serena objetividad de los sabios. sino
ST
Salmo 74 (73)
O
Salmo 80 (79)
Este Salmo es una súplica que toda la nación dirige al "Pastor de Israel" (v. 2), en un momento
EM
de grave calamidad. El lirismo que caracteriza a todo el poema aparece con particular relieve
en los vs. 9-12, donde Israel es presentado como una "vid" que el Señor sacó de Egipto y
plantó cuidadosamente en la Tierra prometida. El recuerdo de aquella solicitud hace más
angustiosa la situación presente (vs. 5-7, 13-14) y confiere mayor intensidad a la súplica de
toda la comunidad, expresada particularmente en el estribillo de los vs. 4, 8 y 20.
Salmo 81 (80)
D
La primera parte de este Salmo (vs. 2-6) es un preludio hímnico, que invita a celebrar
jubilosamente una de las grandes fiestas anuales. La segunda (vs. 7-17) contiene un oráculo
que el Señor dirige a Israel, en un tono de reproche y de promesa. En èl, le recuerda sus
beneficios y sus exigencias (vs. 9-11), lo amonesta por su obstinación (vs. 12-13) y le promete
LS
toda clase de bendiciones si escucha su Palabra (vs. 14-17).
Salmo 82 (81)
Este poema ilustra uno de los aspectos de la prolongada lucha que Israel mantuvo contra la
idolatría y contra las concepciones del paganismo circundante. En algunas ocasiones, los
Profetas -para dar una mayor fuerza persuasiva a sus palabras- interpelaban a los dioses
O
paganos y les reprochaban su incapacidad para hacer alguna cosa, sea buena o mala (Is. 41.
21-29). Mediante un procedimiento literario similar, este Salmo presenta al Señor alzándose
como Juez en medio de los dioses, para condenarlos a la impotencia total, después de
haberlos acusado de fomentar la injusticia entre los hombres.
O
Posteriormente, este Salmo se interpretó como un apóstrofe contra los jueces y gobernantes
injustos.
ST
Salmo 83 (82)
Israel pide al Señor que repita sus hazañas del pasado (vs. 10-13) y manifieste su dominio
sobre toda la tierra (v. 19), derrotando a los enemigos de su Pueblo (vs. 1418). La coalición
mencionada en los vs. 3-6 no se refiere a un hecho histórico determinado, sino que representa
simbólicamente la constante oposición de los paganos contra Israel. Esta afirmación se funda
SY
en el carácter artificial de la lista que enumera a las naciones coaligadas (vs. 7-9): en ella
aparecen reunidos diez de los enemigos tradicionales de Israel, pertenecientes a épocas
La fe en la resurrección y en la vida futura ilumina con una nueva perspectiva el misterio del
dolor, tan elocuentemente expresado en este Salmo, que pertenece a los llamados "Oraciones
O
de los enfermos" (Sal. 6; 38; 41; 102. 2-12).
Salmo 89 (88)
EM
La evocación de las promesas hechas por el Señor a David - que constituye la parte central de
este magnífico poema- sirve de base a la súplica por el rey, en un momento de grave
humillación para la dinastía davídica. Con esta visión global del Salmo, es fácil percibir la
conexión entre sus diversas partes. El breve preludio (v. 2) -seguido de una alusión a la alianza
davídica (vs. 3-5) y de un himno al Creador (vs. 6-19)- introduce un oráculo divino (vs. 20-38),
que anuncia los privilegios de David y su dinastía-. La situación que describen los versículos
siguientes (39-46) es el reverso de esas antiguas promesas, y por eso el rey suplica al Señor
D
que vuelva a manifestarle su amor y su fidelidad (vs. 47-52).
Salmo 90 (89)
La súplica contenida en este Salmo está motivada por largos años de penosos sufrimientos.
LS
En ella, la comunidad de Israel ruega al Señor que le conceda una alegría comparable a las
tribulaciones vividas hasta el presente (vs. 13-15).El Salmo no apunta específicamente a una
situación particular -hambre, sequía o guerra- sino que parece referirse, de manera general, a
las penalidades cotidianas, tanto de los individuos como de la nación. Por eso, la súplica va
precedida de una profunda meditación sobre la precariedad y la miseria de la vida humana,
contrapuesta a la eternidad y soberanía de Dios (vs. 2-10). La conclusión del salmista es que
la verdadera sabiduría consiste en reconocer la brevedad de la vida (v. 12). El verso inicial
O
Salmo 91 (90)
O
Una sola idea se repite a lo largo de todo este Salmo: los que se refugian en el Señor pueden
afrontar confiadamente cualquier dificultad, porque cuentan con la constante y eficaz
protección divina. Muchas expresiones tienen evidentemente un carácter hiperbólico, por
ejemplo la del v. 13, y sólo pretenden destacar la excepcional providencia con que el Señor
ST
cuida de sus fieles. En la parte final del Salmo (vs. 14-16), un oráculo divino confirma la
enseñanza del salmista.
Salmo 92 (91)
En este canto de acción de gracias, el salmista descubre en su caso personal (vs. 5, 11-12)
SY
una manifestación de los designios providenciales de Dios (v. 6). La suerte reservada a los
impíos (vs. 8-10) y a los justos (vs. 13-16) revela la profundidad y la justicia de esos designios,
Salmo 97 (96)
La frase inicial de este "Himno a la realeza del Señor" (Sal 47; 93; 96; 98 - 99) es una solemne
proclamación, que anuncia el advenimiento del Reino de Dios, inaugurado por una teofanía de
la que participan todos los elementos de la naturaleza (vs. 1-5). Esta manifestación del Señor
O
como Rey signifca el triunfo definitivo de la justicia (v. 6) y es un motivo de júbilo para su
Pueblo (vs. 8, 11). La exhortación final (v. 12) parece estar dirigida a la comunidad congregada
en el Templo, que actualizaba cultualmente la victoria del Señor sobre sus enemigos y el
establecimiento de su Reino.
EM
Salmo 98 (97)
Las ideas que desarrolla este "Himno a la realeza del Señor" (Sal. 47; 93; 96 - 97; 99) son muy
afines con las del Salmo 96, y su fuente de inspiración es también Is. 40
-66.
Salmo 99 (98)
D
Este Salmo es un himno de alabanza al Señor, que estableció su trono en Sión para revelarse
a Israel como Rey justo y poderoso (vs. 1-4). La benevolencia y la justicia con que el Señor
gobierna a su Pueblo se manifiesta, de manera arquetípica, en las figuras de Moisés, Aarón y
Samuel: ellos son, a un mismo tiempo, los mediadores de la Revelación divina y un ejemplo
LS
constante para los fieles (vs. 6-8). La triple aclamación al Dios "santo" (vs. 3, 5, 9) recuerda el
canto de los Serafines de Is. 6. 3, y es un indicio del carácter marcadamente litúrgico del
Salmo.
Si bien este poema pertenece al grupo de "Himnos a la realeza del Señor" (Sal. 47; 93; 96 -
98), por su forma y su contenido difiere notablemente de los demás.
O
La primera estrofa de este canto procesional (vs. 1-2) es una invitación a la alegría y a la
acción de gracias, dirigida a toda la comunidad cultual en e1 momento de ingresar al Templo.
O
En la segunda estrofa, Israel reconoce con gratitud su condición de "Pueblo" y "rebaño" del
único Dios (v. 3) La estructura del Salmo parece indicar que este era cantado alternadamente
por dos coros.
ST
Este Salmo es una profesión de fidelidad a la misión que Dios había confiado a David y a sus
descendientes: la de gobernar con justicia la "Ciudad del Señor" (v. 8). Es difícil determinar con
exactitud en qué circunstancias el rey davídico debía pronunciar estas palabras.
Probablemente, lo hacía en el transcurso de una acción litúrgica, que conmemoraba
SY
O
histórica concluye con una súplica para que el Señor vuelva a congregar a todo su Pueblo en
la Tierra prometida (vs. 47-48).
EM
En este canto de acción de gracias, se describen cuatro situaciones típicas, que ponen de
manifiesto una especial providencia de Dios: la vuelta del exilio,presentada como un nuevo
Éxodo (vs. 4-9); la liberación de los cautivos (vs. 10-16); la ayuda divina a los que sufren (vs.
17-22) y a los navegantes en peligro (vs. 23-32). La parte final del Salmo (vs. 33-43) tiene un
carácter hímnico-sapiencial, y su tema central es el poder de Dios, que transforma el orden de
los acontecimientos en beneficio de sus fieles.
D
Salmo 108 (107)
Este Salmo resulta de la combinación de dos fragmentos, que se encuentran en los Salmos
57. 8-12; 60. 7-14. En la primera parte (vs. 2-7), el salmista alaba fervientemente al Señor por
LS
su misericordia y su fidelidad. La segunda (vs. 8-14) contiene un oráculo divino y una
expresión de confianza en la ayuda del Señor.
Las imprecaciones contenidas en esta súplica -las más violentas de todo el Salteriohan dado a
este Salmo una particular celebridad. Estas imprecaciones se atribuyen generalmente al
O
salmista, pero hay serias razones para pensar que él no hace más que repetir, delante del
Señor, las palabras de sus acusadores y perseguidores.
El núcleo de este Salmo "real" está constituido por un oráculo del Señor, que proclama los
privilegios concedidos a los reyes davídicos en el día de su entronización. Este oráculo se
articula en tres partes, introducidas y ampliadas por la palabra del salmista. El primer privilegio
ST
del rey es el de ser lugarteniente del Señor y partícipe de su soberanía (vs. 1-2). El segundo
radica en su filiación divina, fundada en una adopción por parte de Dios (v. 3). El tercero es su
condición de sacerdote "a la manera de Melquisedec" (v. 4), el antiguo rey de Jerusalén y
sacerdote de Dios, el Altísimo (Gn. 14. 18).
Con el transcurso del tiempo -sobre todo después del exilio- este Salmo sirvió para alentar la
SY
Este magnífico canto de acción de gracias celebra una victoria de Israel, en la que se puso de
manifiesto una vez más el amor del Señor hacia su Pueblo (vs. 1-4) y su invencible poder (vs.
15-16). La referencia explícita a dos acciones cultuales -la liturgia de entrada al Santuario (vs.
19-20) y la procesión de la comunidad hacia el altar (v. 27)- destaca con particular relieve el
O
carácter litúrgico del Salmo. En esa liturgia de acción de gracias, la función principal
corresponde al rey, que describe la acción salvadora de Dios en primera persona del singular
(vs. 5-14, 17-18, 21), mostrando así su condición de representante y portavoz de todo el
Pueblo.
EM
La liturgia cristiana confirió a este Salmo un significado "pascual" , y lo utiliza para cantar la
victoria de Cristo.
Con este breve poema se inicia la colección de los Salmos "de peregrinación" (Sal 120 - 134),
D
que también reciben el nombre de "graduales" o de las "subidas", porque eran cantados por
los peregrinos que "subían" a Jerusalén, con motivo de las grandes fiestas anuales (Éx. 23. ]4-
19).
Este Salmo refleja poéticamente la situación de los humildes y desposeídos, que viven en
LS
medio de una sociedad dominada por la agresividad y la mentira. Allí se encuentran como
extranjeros, como desterrados en un país hostil o entre las tribus del desierto (vs. 5-7).
La estructura dialogada de este Salmo parece indicar que los peregrinos lo cantaban en forma
coral, durante la marcha hacia Jerusalén. Un tono de serena confianza atraviesa todo el
O
poema. En él se describe al Señor como un centinela, que está alerta en su puesto de guardia
para proteger a sus fieles. El bellísimo verso inicial se inspira probablemente en la actitud de
los peregrinos, que avanzaban con la mirada fija en las montañas, esperando divisar la altura
donde se elevaba el Templo de Sión.
O
La alegría de los peregrinos al emprender la marcha hacia Jerusalén (v. 1), el espectáculo de
ST
las tribus que avanzaban procesionalmente (v. 4) y la emoción que se experimentaba al pisar
el suelo de Sión (v. 2), dan pie al salmista para hacer un elogio entusiasta de la Ciudad santa.
La masa "compacta y armoniosa" de sus casas y sus palacios (v. 3), imagen de la unidad del
Pueblo elegido (Sal. 87), constituía un especial motivo de admiración. En los versículos finales,
el elogio se convierte en augurio de felicidad para Jerusalén y sus moradores (vs. 6-9).
Salmo 123 (122)
SY
En contraposición con el optimismo nacional del Salmo anterior, esta ardiente súplica refleja la
Este Salmo retoma en parte el tema del Salmo 124. Desde los comienzos de su historia (vs. 1-
2), Israel debió soportar a numerosos opresores. Pero el Señor nunca permitió que aniquilaran
a su Pueblo. Apoyados en esta experiencia de la protección divina, los peregrinos piden al
Señor la rápida destrucción de sus enemigos y miran confiadamente hacia el futuro.
O
Salmo 130 (129)
EM
conciencia de su propia indignidad, para acercarse a él. Con esta actitud implora el perdón y la
protección, no sólo para sí mismo, sino también para todo su Pueblo.
Este es uno de los Salmos llamados "penitenciales" (Sal. 6; 32; 38; 51; 102; 143), y la tradición
cristiana lo utiliza preferentemente en la liturgia de los difuntos por su marcado tono de
esperanza.
D
Salmo 131 (130)
Con una gran espontaneidad, el salmista describe su actitud humilde y confiada delante de
Dios, fundada en la renuncia a toda "aspiración desmedida" (v. 1). Esta actitud se expresa
admirablemente en la imagen del niño que descansa tranquilo en los "brazos de su madre" (v.
LS
2). El versículo final amplía la perspectiva a todo Israel, para exhortarlo a tener ese mismo
espíritu de humildad y confianza en el Señor.
Este Salmo rememora el traslado del Arca de la Alianza al monte Sión (2 Sam. 6. 1219). Las
dos partes que lo integran se corresponden en perfecto paralelismo. La primera (vs. 1-10)
O
comienza con el recuerdo del "juramento" hecho por David de no concederse ningún descanso
hasta encontrar una Morada digna del Señor (vs. 1-5). La segunda (vs. 11-18) es la respuesta
divina a los desvelos del rey: en forma de oráculo, el Señor "jura" a David que su dinastía no
tendrá fin y le promete la prosperidad para su Pueblo.
O
Los cortes abruptos de los vs. 6-10 dejan entrever los diversos momentos de una liturgia
procesional. Algunos indicios permiten afirmar que esta era celebrada anualmente, en tiempos
de la monarquía, para conmemorar la elección de la dinastía davídica y del monte Sión (2
ST
Sam. 7).
comunidad de Israel se congregaba en el monte Sión- eran la ocasión más propicia para
intensificar los vínculos fraternales entre los miembros del Pueblo de Dios. De allí la inserción
El tono sereno y meditativo del Salmo se interrumpe bruscamente en el v. 19, para introducir
O
una severa imprecación contra los impíos. Esta imprecación -que a primera vista parece fuera
de lugar - da mucha luz sobre la situación en que el Salmo fue pronunciado originariamente: el
salmista, hostigado por "hombres sanguinarios" (v. 19), se somete al juicio de Dios, pidiéndole
que "examine" su conducta y sus intenciones (v. 23). Su hondo sentido de la trascendencia
EM
divina le impide declarar abiertamente su inocencia, y sólo la insinúa con una gran humildad (v.
24).
Este Salmo es una súplica al Señor, defensor de los pobres (v. 13), contra la calumnia y la
opresión. Luego de evocar con expresivas imágenes la violencia y la maldad de sus
D
perseguidores (vs. 3-6), el salmista dirige contra ellos una severa imprecación (vs. 9-12). La
súplica está acompañada de una profesión de inquebrantable confianza (vs. 7-8), fundada en
la certeza de que Dios es justo y hace valer el derecho de los oprimidos (vs. 13-14).
En medio de una obstinada persecución (vs. 4, 7) y sin esperanzas de encontrar una ayuda en
los hombres (v. 5), el salmista invoca angustiosamente al Señor (vs. 2, 7), que es su único
refugio (v. 6). Confiado en su pronta liberación, promete reconocer públicamente los favores
O
Un hombre perseguido violentamente (v. 3) se pone bajo la protección de Dios, a fin de que lo
libre de sus perseguidores (v. 9). Para fundamentar su pedido, el salmista apela a las antiguas
intervenciones de Dios en favor de su Pueblo (v. 5). Pero a diferencia de lo que sucede en
otros Salmos similares (Sal. 7), él no hace una declaración de su propia inocencia, sino que
reconoce su condición de pecador y su imposibilidad de obtener la salvación sin el auxilio de la
misericordia divina.
SY
Este es uno de los salmos llamados "penitenciales" (Sal. 6; 32; 38; 51; 102; 130).
O
tuvo que luchar afanosamente por su reconstrucción nacional y religiosa, en medio de la tenaz
oposición de sus vecinos (Neh. 2- 6). La esperanza en la victoria reafirmaba su fe en el Señor
y le daba nuevo ánimo para la lucha.
EM
Salmo 150
El libro de los Salmos concluye con esta invitación a entonar un solemne "canto" en honor del
Creador, que habita en su Santuario cósmico, sobre la majestad del cielo. La invitación se
dirige a todos los seres, y el motivo de la alabanza son las "proezas" del Señor, manifestadas
en la creación y en la historia. que pregonan su grandeza y su poder.
D
Los dos caminos
1 ¡Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en el camino de los
pecadores, ni se sienta en la reunión de los impíos, 2 sino que se complace en la ley del
LS
Señor y la medita de día y de noche! 3 Él es como un árbol plantado al borde de las aguas,
que produce fruto a su debido tiempo, y cuyas hojas nunca se marchitan: todo lo que haga le
saldrá bien. 4 No sucede así con los malvados: ellos son como paja que se lleva el viento. 5
O
Por eso, no triunfarán los malvados en el juicio, ni los pecadores en la asamblea de los justos;
6 porque el Señor cuida el camino de los justos, pero el camino de los malvados termina mal.
O
1 ¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen vanos proyectos?
ST
2 Los reyes de la tierra se sublevan, y los príncipes conspiran contra el Señor y contra su
y rompes los dientes de los malvados. 9 ¡En ti, Señor, está la salvación, y tu
O
súplica y exhortación ALA CONFIANZA EN DIOS
1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo de David. 2 Respóndeme cuando
EM
te invoco, Dios, mi defensor, tú, que en la angustia me diste un desahogo: ten piedad de mí y
amarán lo que es falso y buscarán lo engañoso? Pausa4 Sepan que el Señor hizo maravillas
D
Pausareflexionen en sus lechos y guarden silencio, 6 ofrezcan los sacrificios que son debidos y
tengan confianza en el Señor. 7 Hay muchos que preguntan: "¿Quién nos mostrará la
aseguras mi descanso.
O
1 Del maestro de coro. Para flautas. Salmo de David. 2 Señor, escucha mis palabras, atiende a
O
mis gemidos; 3 oye mi clamor, mi Rey y mi Dios, porque te estoy suplicando. 4 Señor, de
Tú no eres un Dios que ama la maldad; ningún impío será tu huésped, 6 ni los orgullosos
podrán resistir delante de tu mirada. Tú detestas a los que hacen el mal 7 y destruyes a los
mentirosos. ¡Al hombre sanguinario y traicionero lo abomina el Señor! 8 Pero yo, por tu
SY
2 Señor, Dios mío, en ti me refugio: sálvame de todos los que me persiguen; 3 líbrame,
para que nadie pueda atraparme como un león, que destroza sin remedio.
O
Declaración de la propia inocencia
EM
b o he despojado sin razón a mi adversario: 6 que el enemigo me persiga y me alcance,
que aplaste mi vida contra el suelo y deje tendidas mis entrañas en el polvo. Pausa
7 Levántate, Señor, lleno de indignación; álzate contra el furor de mis adversarios. Despierta
D
para el juicio que has convocado: 8 que una asamblea de pueblos te rodee, y presídelos tú,
desde lo alto. 9 El Señor es el Juez de las naciones: júzgame, Señor, conforme a mi justicia y
O
1 Del maestro de coro. Para oboes y arpa. Salmo de David.
EM
Alef 2 Te doy gracias, Señor, de todo corazón y proclamaré todas tus maravillas.
D
Juez. Guímel 6 Escarmentaste a las naciones, destruiste a los impíos y borraste
justicia
al Señor, que reina en Sión, proclamen entre los pueblos sus proezas. 13 Porque
se inclina, se dobla, y cae sobre el débil con todas sus fuerzas. 11 Luego piensa:
O
Súplica al Señor, defensor de los humildes
Cof 12 ¡Levántate, Señor Dios, alza tu mano, no te olvides de los pobres! 13 ¿Por
EM
qué el malvado desprecia a Dios, pensando que tú no pides cuenta? Res 14 Pero
D
castiga su malicia y no subsistirá! 16 El Señor reina para siempre y los paganos
1 Del maestro de coro. De David. Yo tengo mi refugio en el Señor, ¿cómo pueden decirme
O
entonces: "Escapa a la montaña como un pájaro, 2 porque los malvados tienden su arco y
ajustan sus flechas a la cuerda, para disparar desde la penumbra contra los rectos de
O
corazón? 3 Cuando ceden los cimientos, ¿qué puede hacer el justo?". 4 Pero el Señor está en
su santo Templo, el Señor tiene su trono en el cielo.Sus ojos observan el mundo, sus pupilas
ST
y odia al que ama la violencia. 6 Que él haga llover brasas y azufre sobre los impíos, y les
toque en suerte un viento abrasador. 7 Porque el Señor es justo y ama la justicia, y los que
SY
pervertidos, hacen cosas abominables, nadie practica el bien. 2 El Señor observa desde el
cielo a los seres humanos, para ver si hay alguien que sea sensato, alguien que busque a
O
Dios. 3 Todos están extraviados, igualmente corrompidos; nadie practica el bien, ni siquiera
uno solo. 4 ¿Nunca aprenderán los malvados, los que devoran a mi pueblo como si fuera pan,
EM
y no invocan al Señor? 5 Miren cómo tiemblan de espanto, porque Dios está a favor de los
justos. 6 Ustedes se burlan de las aspiraciones del pobre, pero el Señor es su refugio.
la salvación de Israel!
D
Cuando el Señor cambie la suerte de su pueblo,
se alegrará Jacob,
se regocijará Israel.
LS
CONDICIONES PARA ACERCARSE AL SEÑOR
Montaña? 2 El que procede rectamente y practica la justicia; el que dice la verdad de corazón 3
y no calumnia con su lengua. El que no hace mal a su prójimo ni agravia a su vecino, 4 el que
O
no estima a quien Dios reprueba y honra a los que temen al Señor. El que no se retracta de lo
que juró, aunque salga perjudicado; 5 el que no presta su dinero a usura ni acepta soborno
ST
1 Mictán de David. Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti. 2 Yo digo al Señor: "Señor,
SY
tú eres mi bien, no hay nada superior a ti". 3 Ellos, en cambio, dicen a los dioses de la tierra:
O
¡mis pasos nunca se apartaron de tus huellas!
EM
inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras. 7 Muestra las maravillas de tu gracia, tú que
salvas de los agresores a los que buscan refugio a tu derecha. 8 Protégeme como a la pupila
de tus ojos; escóndeme a la sombra de tus alas 9 de los malvados que me acosan, del
D
enemigo mortal que me rodea. 10 Se han encerrado en su obstinación, hablan con arrogancia
en los labios; 11 sus pasos ya me tienen cercado, se preparan para derribarme por tierra, 12
Señor, sálvame de los hombres: de los mortales que lo tienen todo en esta vida. Llénales el
vientre con tus riquezas; que sus hijos también queden hartos y dejen el resto para los más
O
presencia.
O
1 Del maestro de coro. De David, el servidor del Señor, que dirigió al Señor las palabras de
este canto, cuando él lo libró de todos sus enemigos y de las manos de Saúl. 2 Dijo:
ST
poderoso,
O
de adversarios más fuertes que yo. 19 Ellos me enfrentaron en un día nefasto, pero el Señor
EM
recompensó por mi justicia, me retribuyó por la inocencia de mis manos: 22 porque seguí
fielmente los caminos del Señor, y no me aparté de mi Dios, haciendo el mal; 23 porque tengo
presente todas sus decisiones y nunca me alejé de sus preceptos. 24 Tuve ante él una
D
justo y mis manos eran inocentes a sus ojos.
26 Tú eres bondadoso con los buenos y eres íntegro con el hombre intachable; 27 eres sincero
LS
con los que son sinceros y te muestras astuto con los falsos. 28 Porque tú salvas al pueblo
el Dios que venga mis agravios y pone a los pueblos a mis pies! 49 Tú me liberas de
O
mis enemigos, me haces triunfar de mis agresores
y me libras del hombre violento. 50 Por eso te alabaré entre las naciones y cantaré, Señor, en
EM
honor de tu Nombre. 51 Él concede grandes victorias a su rey y trata con fidelidad a su
D
Alabanza de la Creación
2 El cielo proclama la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos; 3 un día
LS
transmite al otro este mensaje y las noches se van dando la noticia. 4 Sin hablar, sin
pronunciar palabras, sin que se escuche su voz, 5 resuena su eco por toda la tierra y su
lenguaje, hasta los confines del mundo.Allí puso una carpa para el sol, 6 y este, igual que un
esposo que sale de su alcoba, se alegra como un atleta al recorrer su camino. 7 Él sale de un
O
extremo del cielo, su órbita llega hasta el otro extremo, y no hay nada que escape a su calor.
8 La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el testimonio del Señor es verdadero, da
sabiduría al simple. 9 Los preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón; los
ST
mandamientos del Señor son claros, iluminan los ojos. 10 La palabra del Señor es pura,
permanece para siempre; los juicios del Señor son la verdad, enteramente justos. 11 Son más
atrayentes que el oro, que el oro más fino; más dulces que la miel, más que el jugo del panal.
SY
de nuestro Dios.
O
mientras nosotros nos mantuvimos erguidos
y confiados.
EM
10 ¡Señor, concede la victoria al rey,
D
1 Del maestro de coro. Salmo de David.
2 Señor, el rey se regocija por tu fuerza, ¡y cuánto se alegra por tu victoria! 3 Tú has colmado
LS
los deseos de su corazón, no le has negado lo que pedían sus labios. Pausa4 Porque te
anticipas a bendecirlo con el éxito y pones en su cabeza una corona de oro puro. 5 Te pidió
una teja y la lengua se me pega al paladar. 17 Me rodea una jauría de perros, me asalta una
banda de malhechores; taladran mis manos y mis pies 16c y me hunden en el polvo de la
O
muerte. 18 Yo puedo contar todos mis huesos; ellos me miran con aire de triunfo, 19 se
EM
Súplica para alcanzar la liberación
20 Pero tú, Señor, no te quedes lejos; tú que eres mi fuerza, ven pronto a socorrerme. 21 Libra
mi cuello de la espada y mi vida de las garras del perro. 22 Sálvame de la boca del león, salva
D
Acción de gracias por la liberación
del pobre: no le ocultó su rostro y lo escuchó cuando pidió auxilio". 26 Por eso te alabaré en la
gran asamblea y cumpliré mis votos delante de los fieles: 27 los pobres comerán hasta
O
saciarse y los que buscan al Señor lo alabarán. ¡Que sus corazones vivan para siempre!
Alabanza final
O
presencia. 29 Porque sólo el Señor es rey y él gobierna a las naciones. 30 Todos los que
duermen en el sepulcro se postrarán en su presencia; todos los que bajaron a la tierra doblarán
la rodilla ante él, y los que no tienen vida 31 glorificarán su poder. Hablarán del Señor a la
SY
generación futura, 32 anunciarán su justicia a los que nacerán después, porque esta es la
4 El que tiene las manos limpias y puro el corazón; el que no rinde culto a los ídolos ni jura
O
falsamente: 5 él recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su salvador. 6 Así son
los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob.
EM
Pausa
7 ¡Puertas, levanten sus dinteles,levántense, puertas eternas, para que entre el Rey de la
D
poderoso en los combates. 9 ¡Puertas, levanten sus dinteles,levántense, puertas eternas, para
que entre el Rey de la gloria! 10 ¿Y quién es ese Rey de la gloria? El Rey de la gloria es el
Señor de los ejércitos. PausaSalmo 25 (24) SÚPLICA PARA CONOCER LOS CAMINOS DE
LS
DIOS
En medio de la soledad y la aflicción (v. 16), el salmista apela confiadamente a la
misericordia divina (v. 6). Su petición se fundamenta en una serie de reflexiones sobre
la bondad del Señor, que enseña su camino a los pecadores y a los humildes (vs. 8-9).
El artificio "alfabético" -frecuente en los Salmos de tono sapiencial- hace que las ideas
O
1 De David.
O
Alef A ti, Señor, elevo mi alma, Bet 2 Dios mío, yo pongo en ti mi confianza;¡que
ST
traicionan en vano.
SY
en ti, Señor.
O
APELACIÓN A LA JUSTICIA DE DIOS
1 De David.
EM
Súplica inicial
desviarme jamás. 2 Examíname, Señor, y pruébame, sondea hasta lo más íntimo de mi ser; 3
D
Afirmación de la propia inocencia
6 Por eso lavo mis manos en señal de inocencia y doy vueltas alrededor de tu
altar, 7 proclamando tu alabanza en alta voz y narrando tus maravillas. 8 Yo amo la Casa
Reiteración de la súplica
violencia. 13 Yo creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. 14
O
SÚPLICA Y ACCIÓN DE GRACIAS
1 De David.
EM
Yo te invoco, Señor;
porque si no me respondes,
D
2 Oye la voz de mi plegaria,
págales su merecido.
Señor tiene su trono sobre las aguas celestiales, el Señor se sienta en su trono de Rey eterno.
O
ACCIÓN DE GRACIAS DESPUÉS DE UNA GRAVE ENFERMEDAD
1 Salmo Canto para la Dedicación del Templo. De David. 2 Yo te glorifico, Señor, porque tú
EM
me libraste y no quisiste que mis enemigos se rieran de mí. 3 Señor, Dios mío, clamé a ti y tú
me sanaste. 4 Tú, Señor, me levantaste del Abismo y me hiciste revivir, cuando estaba entre
los que bajan al sepulcro. 5 Canten al Señor, sus fieles; den gracias a su santo Nombre, 6
D
y su bondad, toda la vida: si por la noche se derraman lágrimas, por la mañana renace la
alegría. 7 Yo pensaba muy confiado: "Nada me hará vacilar". 8 Pero eras tú, Señor, con tu
gracia, el que me afirmaba sobre fuertes montañas, y apenas ocultaste tu rostro, quedé
LS
conturbado. 9 Entonces te invoqué, Señor, e imploré tu bondad: 10 "¿Qué se ganará con mi
muerte
a o con que yo baje al sepulcro?
¿Acaso el polvo te alabará
O
b o proclamará tu fidelidad?
11 Escucha, Señor, ten piedad de mí;
ven a ayudarme, Señor".
O
Súplica inicial
20 ¡Qué grande es tu bondad, Señor! Tú la reservas para tus fieles; y la brindas a los que se
O
refugian en ti, en la presencia de todos. 21 Tú los ocultas al amparo de tu rostro de las intrigas
de los hombres; y los escondes en tu Tienda de campaña, lejos de las lenguas pendencieras.
EM
22 ¡Bendito sea el Señor! Él me mostró las maravillas de su amor en el momento del peligro.
cuando yo te invocaba.
D
24 Amen al Señor, todos sus fieles,
1 De David. Poema.
O
¡Feliz el que ha sido absuelto de su pecado y liberado de su falta! 2 ¡Feliz el hombre a quien el
ST
Señor no le tiene en cuenta las culpas, y en cuyo espíritu no hay doblez! 3 Mientras me quedé
callado, mis huesos se consumían entre continuos lamentos, 4 porque de día y de noche tu
mano pesaba sobre mí; mi savia se secaba por los ardores del verano. Pausa5 Pero yo
SY
10 El Señor frustra el designio de las naciones y deshace los planes de los pueblos, 11 pero el
O
designio del Señor
permanece para siempre, y sus planes, a lo largo de las generaciones. 12 ¡Feliz la nación
EM
cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se eligió como herencia! 13 El Señor observa desde el
cielo y contempla a todos los hombres; 14 él mira desde su trono a todos los habitantes de la
tierra; 15 modela el corazón de cada uno y conoce a fondo todas sus acciones. 16 El rey no
vence por su mucha fuerza ni se libra el guerrero por su gran vigor; 17 de nada sirven los
D
caballos para la victoria: a pesar de su fuerza no pueden salvar. 18 Los ojos del Señor están
fijos sobre sus fieles, sobre los que esperan en su misericordia, 19 para librar sus vidas de la
ACCIÓN DE GRACIAS
1 De David. Cuando se fingió demente delante de Abimélec, y tuvo que irse, echado por él.
SY
O
1 De David.
EM
Combate, Señor, a los que me atacan, pelea contra los que me hacen la guerra. 2 Toma el
enfrentar a mis perseguidores; dime: "Yo soy tu salvación". 4 Que sufran una derrota
humillante los que intentan quitarme la vida; que vuelvan la espalda confundidos los que
D
traman mi perdición. 5 Que sean como la paja ante el viento, mientras el Ángel del Señor los
arrastra;
6 que su camino sea oscuro y resbaladizo, mientras el Ángel del Señor los persigue. 7 Porque
LS
me tendieron sus redes sin motivo y me cavaron una fosa mortal: 8 ¡que los sorprenda un
desastre imprevisto; que sean atrapados por sus propias redes, y caigan en la fosa que ellos
ser proclamará: "Señor, no hay nadie igual a ti; tú libras al débil de las manos del más fuerte, y
devuelven mal por bien, dejando mi alma desolada. 13 Yo, en cambio, cuando ellos estaban
enfermos, me cubría con ropas de penitente, afligía mi alma con ayunos y oraba con la cabeza
O
temor de Dios, 3 porque se mira con tan buenos ojos que no puede
EM
maldad y traición; dejó de ser sensato y de practicar el bien; 5 en su
no reprueba al malvado.
D
6 Tu misericordia, Señor, llega hasta el cielo, tu fidelidad hasta las nubes. 7 Tu justicia es como
las altas montañas, tus juicios, como un océano inmenso. Tú socorres a los hombres y a las
LS
bestias: 8 ¡qué inapreciable es tu misericordia, Señor! Por eso los hombres se refugian a la
sombra de tus alas. 9 Se sacian con la abundancia de tu casa, les das de beber del torrente
de tus delicias. 10 En ti está la fuente de la vida, y por tu luz vemos la luz. 11 Extiende tu
gracia sobre los que te reconocen, y tu justicia sobre los rectos de corazón. 12 ¡Que el pie del
O
orgulloso no me alcance
ni me derribe la mano del malvado! 13 Miren cómo cayeron los malhechores: fueron
O
MALVADO
ST
Este poema "didáctico" es una respuesta a la "indignación" de los justos (vs. 1, 7-8), que
no pueden comprender por qué prosperan los impíos, mientras ellos son despreciados y
viven en la aflicción. La única solución de este enigma es la confianza en los secretos
designios de la sabiduría divina, que concede a los impíos una prosperidad efímera,
pero que al fin pone las cosas en su lugar: la justicia de los buenos brillará como la luz
SY
(v. 6), y los impíos recibirán su castigo (v. 9). El estilo del Salmo es sentencioso, y su
estructura "alfabética" hace que las ideas se sucedan bastante libremente, no sin
Señor bendice, poseerán la tierra, y los que él maldice, serán exterminados. Mem 23 El Señor
asegura los pasos del hombre en cuyo camino se complace: 24 aunque caiga no quedará
O
postrado, porque el Señor lo lleva de la mano. Nun 25 Yo fui joven, ahora soy viejo, y nunca vi
EM
generosidad y su descendencia será bendecida.
Sámec 27 Aléjate del mal, practica el bien, y siempre tendrás una morada, 28 porque el Señor
ama la justicia y nunca abandona a sus fieles. Ain Los impíos serán aniquiladosy su
descendencia quedará extirpada, 29 pero los justos poseerán la tierra y habitarán en ella para
D
siempre. Pe 30 La boca del justo expresa sabiduría y su lengua dice lo que es recto: 31 la ley
de Dios está en su corazón y sus pasos no vacilan. Sade 32 El malvado está al acecho del
justo con la intención de matarlo, 33 pero el Señor no lo abandona en sus manos ni deja que lo
LS
condenen en el juicio. Cof 34 Espera en el Señor y sigue su camino: 40b él te librará de los
impíos; 34b te honrará con la posesión de la tierra y tú mismo verás la ruina de los malos. Res
35 Yo vi a un impío lleno de arrogancia,que florecía como un cedro frondoso; 36 pasé otra vez,
O
y ya no estaba,
bueno: el que busca la paz tendrá una descendencia; 38 pero los pecadores
los justos viene del Señor, él es su refugio en el momento del peligro; 40 el Señor
O
y me atacan porque busco el bien.
EM
Dios mío, no te quedes lejos de mí;
mi Señor, mi salvador!
D
MEDITACIÓN Y SÚPLICAEN EL MOMENTO DEL DOLOR
pecho, y a fuerza de pensar, el fuego se inflamaba, ¡hasta que al fin tuve que hablar!
5 Señor, dame a conocer mi fin y cuál es la medida de mis días, para que comprenda lo frágil
que soy: 6 no me diste más que un palmo de vida, y mi existencia es como nada ante ti. Ahí
está el hombre: es tan sólo un soplo, Pausa7 pasa lo mismo que una sombra; se inquieta por
SY
cosas fugaces y atesora sin saber para quién. 8 Y ahora, Señor, ¿qué esperanza me queda?
un himno a nuestro Dios. Muchos, al ver esto, temerán y confiarán en el Señor. 5 ¡Feliz el que
O
pone en el Señor toda su confianza, y no se vuelve hacia los rebeldes que se extravían tras la
mentira! 6 ¡Cuántas maravillas has realizado, Señor, Dios mío! Por tus designios en favor
EM
nuestro, nadie se te puede comparar. Quisiera anunciarlos y proclamarlos, pero son
innumerables.
D
sacrificios, 8 entonces dije: "Aquí estoy. 9 En el libro de la Ley está escrito lo que tengo que
hacer: yo amo, Dios mío, tu voluntad, y tu ley está en mi corazón". 10 Proclamé gozosamente
tu justicia
LS
en la gran asamblea;
tú lo sabes, Señor.
O
tu amor y tu fidelidad.
ST
12 Y tú, Señor, no te niegues a tener compasión de mí; que tu amor y tu fidelidad me protejan
SY
sin cesar. 13 Porque estoy rodeado de tantos males, que es imposible contarlos. Las culpas
mí, y me culpan de los males que padezco, diciendo: 9 "Una enfermedad incurable ha caído
sobre él; ese que está postrado no volverá a levantarse". 10 Hasta mi amigo más íntimo, en
O
quien yo confiaba, el que comió mi pan, se puso contra mí. 11 Pero tú, Señor, ten piedad de
mí; levántame y les daré su merecido. 12 En esto reconozco que tú me amas, en que mi
EM
enemigo no canta victoria sobre mí. 13 Tú me sostuviste a causa de mi integridad, y me
D
1 Del maestro de coro. Poema de los hijos de Coré.
2 Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua, así mi alma suspira por ti, mi Dios. 3
LS
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente: ¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios? 4
Las lágrimas son mi único pan de día y de noche, mientras me preguntan sin cesar: "¿Dónde
está tu Dios?". 5 Al recordar el pasado, me dejo llevar por la nostalgia: ¡cómo iba en medio de
O
la multitud y la guiaba hacia la Casa de Dios, entre cantos de alegría y alabanza, en el júbilo
de la fiesta! 6 ¿Por qué te deprimes, alma mía? ¿Por qué te inquietas? Espera en Dios, y yo
O
volveré a darle gracias, a él, que es mi salvador y mi Dios. 7 Mi alma está deprimida:
deprimes, alma mía? ¿Por qué te inquietas? Espera en Dios, y yo volveré a darle gracias, a él,
O
LAMENTACIÓN DEL PUEBLO DESPUÉS DE UN DESASTRE NACIONAL
EM
Evocación de la obra de Dios
2 Señor, nuestros padres nos contaron, y por eso llegó a nuestros oídos, la obra que hiciste
antiguamente, 3 con tu propia mano, cuando ellos vivían. Tú expulsaste a las naciones para
plantarlos a ellos; y para hacerlos crecer, destruiste a los pueblos. 4 No ocuparon la tierra con
D
su espada ni su brazo les obtuvo la victoria: fue tu mano derecha y tu brazo, fue la luz de tu
rostro, porque los amabas. 5 Eras tú, mi Rey y mi Dios, el que decidía las victorias de Jacob: 6
confundiste a nuestros adversarios. 9 El Señor ha sido siempre nuestro orgullo: damos gracias
10 Pero ahora nos rechazaste y humillaste: dejaste de salir con nuestro ejército, 11 nos hiciste
O
retroceder ante el enemigo y nuestros adversarios nos saquearon. 12 Nos entregaste como
ovejas al matadero y nos dispersaste entre las naciones; 13 vendiste a tu pueblo por nada, no
ST
sacaste gran provecho de su venta. 14 Nos expusiste a la burla de nuestros vecinos, a la risa y
al escarnio de los que nos rodean; 15 hiciste proverbial nuestra desgracia y los pueblos nos
vergüenza, 17 por los gritos de desprecio y los insultos, por el enemigo sediento de venganza.
mi lengua es como la pluma de un hábil escribiente. 3 Tú eres hermoso, el más hermoso de los
O
hombres; la gracia se derramó sobre tus labios, porque el Señor te ha bendecido para siempre.
EM
cabalga en defensa de la verdad y de los pobres. Tu mano hace justicia y tu derecha, proezas;
6 tus flechas son punzantes, se te rinden los pueblos y caen desfallecidos los rivales del rey. 7
justiciero: 8 tú amas la justicia y odias la iniquidad. Por eso el Señor, tu Dios, prefiriéndote a
D
tus iguales, te consagró con el óleo de la alegría: 9 tus vestiduras exhalan perfume de mirra,
áloe y acacia. Las arpas te alegran desde los palacios de marfil; 10 una hija de reyes está de
LS
pie a tu derecha:
11 ¡Escucha, hija mía, mira y presta atención! Olvida tu pueblo y tu casa paterna, 12 y el rey se
O
prendará de tu hermosura. Él es tu señor: inclínate ante él; 13 la ciudad de Tiro vendrá con
regalos y los grandes del pueblo buscarán tu favor. 14 Embellecida con corales engarzados en
O
oro 15 y vestida de brocado, es llevada hasta el rey. Las vírgenes van detrás, sus compañeras
la guían; 16 con gozo y alegría entran al palacio real. 17 Tus hijos ocuparán el lugar de tus
ST
padres, y los pondrás como príncipes por toda la tierra. 18 Yo haré célebre tu nombre por
Los nobles de los pueblos se reúnen con el pueblo del Dios de Abraham: del Señor son los
poderosos de la tierra,
y él se ha elevado inmensamente.
O
CANTO DE ALABANZA A LA CIUDAD DE DIOS
EM
El Señor, baluarte de Sión
D
3 Su santa Montaña, la altura más hermosa,
y huyeron despavoridos.
viviendo eternamente sin llegar a ver el sepulcro: 9 el precio de su rescate es demasiado caro,
y todos desaparecerán para siempre. 11 Cualquiera ve que mueren los sabios; necios e
O
ignorantes perecen por igual, y dejan a otros sus riquezas: 12 la tumba es su residencia
perpetua, su morada por los siglos de los siglos, por más que hayan poseído muchas tierras.
EM
13 Ningún hombre permanece en la opulencia,
sino que muere lo mismo que los animales: 14 este es el destino de los que tienen riquezas, y
el final de la gente insaciable. Pausa15 Serán puestos como ovejas en el Abismo, la Muerte
D
mansión. 16 Pero Dios rescatará mi vida, me sacará de las garras del Abismo. Pausa17 No te
bien", 20 igual irá a reunirse con sus antepasados, con esos que nunca verán la luz. 21 El
1 Salmo de Asaf.
O
El Dios de los dioses, el Señor, habla para convocar a la tierra desde la salida del sol hasta el
ST
ocaso. 2 El Señor resplandece desde Sión, que es el dechado de toda hermosura: 3 ya viene
Él llama desde lo alto al cielo y a la tierra, para entablar un juicio contra su pueblo: 5
SY
"Reúnanme a mis amigos, a los que sellaron mi alianza con un sacrificio". 6 ¡Que el cielo
a Dios, no sea que yo los destruya sin remedio. 23 El que ofrece sacrificios de alabanza, me
honra de verdad; y al que va por el buen camino, le haré gustar la salvación de Dios".
O
SÚPLICA DEL PECADOR ARREPENTIDO
1 Del maestro de coro. Salmo de David. 2 Cuando el profeta Natán lo visitó, después que aquel
se había unido a Betsabé.
EM
Humilde reconocimiento del pecado
D
4 ¡Lávame totalmente de mi culpa
y purifícame de mi pecado!
con el hisopo y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. 10 Anúnciame el
gozo y la alegría: que se alegren los huesos quebrantados. 11 Aparta tu vista de mis pecados
SY
y borra todas mis culpas. 12 Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de
Biblia Católica 1011
1 Del maestro de coro. Para la enfermedad. Poema de David. 2 El necio se dice a sí mismo:
"No hay Dios". Todos están pervertidos, hacen cosas abominables, nadie practica el bien.
3 El Señor observa desde el cielo a los seres humanos, para ver si hay alguien que sea
O
sensato, alguien que busque a Dios. 4 Todos están extraviados, igualmente corrompidos;
nadie practica el bien, ni siquiera uno solo. 5 ¿Nunca aprenderán los malvados, los que
EM
devoran a mi pueblo como si fuera pan, y no invocan al Señor? 6 Ellos temblaron de espanto
donde no había nada que temer; Dios ha dispersado los huesos de tus agresores: tú los has
confundido, porque Dios los rechazó. 7 ¡Ojalá venga desde Sión la salvación de Israel!
D
PLEGARIA EN EL MOMENTO DE LA PERSECUCIÓN
1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Poema de David. 2 Cuando los
habitantes de Zif vinieron a decir a Saúl: "¿No se ha escondido David entre nosotros?".
3 Dios mío, sálvame por tu Nombre, defiéndeme con tu poder. 4 Dios mío, escucha mi súplica,
LS
presta atención a las palabras de mi boca. 5 Porque gente soberbia se ha alzado contra mí,
hombres violentos atentan contra mi vida, sin tener presente a Dios. Pausa6 Pero Dios es mi
ayuda, el Señor es mi verdadero sostén: 7 que el mal recaiga sobre mis adversarios,
O
Nombre, porque es bueno, 9 porque me has librado de todos mis adversarios y he visto la
O
de David.
O
Imprecación contra los enemigos
EM
16 Que la muerte los sorprenda,
D
17 Yo, en cambio, invoco al Señor,
y él me salvará.
pero él escuchará mi clamor. 19 Él puso a salvo mi vida; se acercó cuando eran muy
O
numerosos los que estaban contra mí. 20 Dios, que reina desde siempre, los oyó y los humilló.
PausaPorque ellos no se corrigen ni temen a Dios; 21 alzan las manos contra sus aliados y
O
violan los pactos. 22 Su boca es más blanda que la manteca, pero su corazón desea la
guerra; sus palabras son más suaves que el aceite, pero hieren como espadas. 23 Confía tu
ST
suerte al Señor, y él te sostendrá: nunca permitirá que el justo perezca. 24 Y tú, Dios mío, los
sombra de tus alas hasta que pase la desgracia. 3 Invocaré a Dios, el Altísimo, al Dios que lo
hace todo por mí: 4 él me enviará la salvación desde el cielo y humillará a los que me atacan.
O
¡Que Dios envíe su amor y su fidelidad! Pausa5 Yo estoy tendido en medio de leones que
devoran con avidez a los hombres; sus dientes son lanzas y flechas, su lengua, una espada
EM
afilada.
6 ¡Levántate, Dios, por encima del cielo, y que tu gloria cubra toda la
tierra!
Acción de gracias
D
7 Ellos tendieron una red a mi paso, para que yo sucumbiera; cavaron una fosa ante mí, pero
cayeron en ella. Pausa8 Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme. Voy a cantar al
son de instrumentos: 9 ¡despierta, alma mía! ¡Despierten, arpa y cítara, para que yo despierte
LS
a la aurora! 10 Te alabaré en medio de los pueblos, Señor, te cantaré entre las naciones, 11
porque tu misericordia se eleva hasta el cielo y tu fidelidad hasta las nubes. 12 ¡Levántate,
Dios, por encima del cielo, y que tu gloria cubra toda la tierra!
O
y gobiernan a los hombres con rectitud? 3 ¡No! Ustedes cometen injusticias a plena conciencia
y favorecen la opresión en la tierra. 4 Los impíos están extraviados desde el seno materno;
SY
12 Quítales la vida, Dios mío, y que mi pueblo no lo olvide: dispérsalos y derríbalos con tu
O
poder, tú, Señor, que eres nuestro escudo. 13 Cada palabra que pronuncian es un pecado en
su boca; ¡queden atrapados en su orgullo, por las blasfemias y mentiras que profieren! 14
EM
Extermínalos con tu furor, extermínalos y que no existan más: así se sabrá que Dios gobierna
en Israel y hasta los confines de la tierra. Pausa15 Vuelven al atardecer, aullando como perros,
D
17 Pero yo cantaré tu poder, y celebraré tu
1 Del maestro de coro. Según la melodía de "El lirio del testimonio". Mictán de David. Para
enseñar. 2 Cuando luchó contra Arám Naharaim y contra Arám de Sobá, y Joab volvió para
derrotar a Edóm, en el valle de la Sal, dando muerte a doce mil hombres.
O
3 ¡Tú nos has rechazado, Señor, nos has deshecho! Estabas irritado: ¡vuélvete a nosotros! 4
ST
Hiciste temblar la tierra, la agrietaste: repara sus grietas, porque se desmorona. 5 Impusiste a
tu pueblo una dura prueba, nos hiciste beber un vino embriagador. 6 Diste a tus fieles la señal
de retirada, para que huyeran de los arqueros. Pausa7 ¡Sálvanos con tu poder, respóndenos,
SY
O
dignidad
y se complacen en la mentira; bendicen con la boca y maldicen con el corazón. Pausa6 Sólo
EM
en Dios descansa mi alma, de él me viene la esperanza. 7 Sólo él es mi Roca salvadora, él es
D
9 Confíen en Dios constantemente, ustedes, que son su pueblo; desahoguen en él su corazón,
porque Dios es nuestro refugio. Pausa10 Los hombres no son más que un soplo, los
poderosos son sólo una ficción: puestos todos juntos en una balanza, pesarían menos que el
LS
viento. 11 No se fíen de la violencia, ni se ilusionen con lo robado; aunque se acrecienten las
riquezas,
EL ANSIA DE DIOS
yo te busco ardientemente;
O
EL CASTIGO DE LOS MALHECHORES
1 Del maestro de coro. Salmo de David. 2 Dios mío, escucha la voz de mi lamento, protégeme
EM
del enemigo temible. 3 Apártame de la conjuración de los malvados, de la agitación de los que
hacen el mal. 4 Ellos afilan su lengua como una espada y apuntan como flechas sus palabras
tirando de sorpresa y sin ningún temor. 6 Se obstinan en sus malos propósitos y esconden sus
D
trampas con astucia, pensando: "¿Quién podrá verlo?". 7 Proyectan maldades y disimulan sus
quedan heridos de improviso; 9 su misma lengua los lleva a la ruina, y aquellos que los ven
LS
mueven la cabeza. 10 Por eso, todos los hombres sentirán temor: proclamarán esta obra de
O
y canta en tu honor, en honor de tu Nombre.
EM
Pausa
5 Vengan a ver las obras del Señor, las cosas admirables que hizo por los hombres: 6 él
convirtió el Mar en tierra firme, a pie atravesaron el Río. Por eso, alegrémonos en él, 7 que
gobierna eternamente con su fuerza; sus ojos vigilan a las naciones, y los rebeldes no pueden
D
sublevarse. Pausa8 Bendigan, pueblos, a nuestro Dios, hagan oír bien alto su alabanza: 9 él
nos concedió la vida y no dejó que vacilaran nuestros pies. 10 Porque tú nos probaste, Señor,
nos purificaste como se purifica la plata; 11 nos hiciste caer en una red, cargaste un fardo
LS
sobre nuestras espaldas. 12 Dejaste que cabalgaran sobre nuestras cabezas, pasamos por el
13 Yo vengo a tu Casa a ofrecerte holocaustos, para cumplir los votos que te hice: 14 los votos
holocausto animales cebados, junto con el humo de carneros; te sacrificaré bueyes y cabras.
Pausa16 Los que temen al Señor, vengan a escuchar, yo les contaré lo que hizo por mí: 17
ST
apenas mi boca clamó hacia él, mi lengua comenzó a alabarlo. 18 Si hubiera tenido malas
misericordia.
O
8 Señor, cuando saliste al frente de tu pueblo, cuando avanzabas por el desierto, 9 tembló la
EM
Pausa
D
tu herencia estaba exhausta y tú la reconfortaste;
El anuncio de la victoria
O
12 El Señor pronuncia una palabra y una legión de mensajeros anuncia la noticia: 13 "Huyen
los reyes, huyen con sus ejércitos, y te repartes como botín los adornos de un palacio. 14 ¡No
O
se queden recostados entre los rebaños! Las alas de la Paloma están recubiertas de plata, y
O
¡sé fuerte, Dios, tú que has actuado por nosotros!
EM
los reyes te presentarán tributo.
D
que esos pueblos se rindan a tus pies,
Alabanza final
O
33 ¡Canten al Señor, reinos de la tierra, entonen un himno al Señor, Pausa34 al que cabalga
por el cielo, por el cielo antiquísimo! Él hace oír su voz poderosa, 35 ¡reconozcan el poder del
ST
el poder y la fuerza.
SY
hijos de mi madre: 10 porque el celo de tu Casa me devora, y caen sobre mí los ultrajes de los
que te agravian. 11 Cuando aflijo mi alma con ayunos, aprovechan para insultarme; 12 cuando
O
me visto de penitente, soy para ellos un motivo de risa; 13 los que están a la puerta murmuran
EM
Pedido de auxilio
en el momento favorable:
D
sálvame, por tu fidelidad.
15 Sácame del lodo para que no me hunda, líbrame de los que me odian y de las aguas
LS
profundas; 16 que no me arrastre la corriente, que no me trague el Abismo, que el Pozo no se
cierre sobre mí. 17 Respóndeme, Señor, por tu bondad y tu amor, por tu gran compasión
vergüenza y mi deshonra, todos mis enemigos están ante ti. 21 La vergüenza me destroza el
O
24 que se nuble su vista y no vean, y sus espaldas se queden sin fuerzas. 25 Descarga sobre
SY
ellos tu indignación que los alcance el ardor de tu enojo; 26 que sus poblados se queden
O
ORACIÓN DE UN ANCIANO Súplica confiada
EM
1 Yo me refugio en ti, Señor, ¡que nunca tenga que avergonzarme! 2 Por tu justicia, líbrame y
rescátame, inclina tu oído hacia mí, y sálvame. 3 Sé para mí una roca protectora, tú que
decidiste venir siempre en mi ayuda, porque tú eres mi Roca y mi fortaleza. 4 ¡Líbrame, Dios
mío, de las manos del impío, de las garras del malvado y del violento! 5 Porque tú, Señor, eres
D
mi esperanza y mi seguridad desde mi juventud. 6 En ti me apoyé desde las entrañas de mi
madre; desde el seno materno fuiste mi protector, y mi alabanza está siempre ante ti.
LS
Motivos de tristeza en la vejez
7 Soy un motivo de estupor para muchos, pero tú eres mi refugio poderoso. 8 Mi boca
10 mis enemigos hablan contra mí, y los que me acechan se confabulan, diciendo: 11 "Dios lo
quedes lejos de mí; Dios mío, ven pronto a socorrerme! 13 ¡Queden confundidos y humillados
los que atentan contra mi vida! ¡Queden cubiertos de oprobio y de vergüenza los que buscan
ST
mi perdición!
14 Yo, por mi parte, seguiré esperando y te alabaré cada vez más. 15 Mi boca anunciará
SY
regalos;
11 que todos los reyes le rindan homenaje y lo sirvan todas las naciones. 12 Porque él librará
O
al pobre que suplica y al humilde que está desamparado. 13 Tendrá compasión del débil y del
EM
sangre de ellos será preciosa ante sus ojos. 15 Por eso, que viva largamente y le regalen oro
de Arabia; que oren por él sin cesar y lo bendigan todo el día. 16 Que en el país abunden los
trigales y ondeen sobre las cumbres de las montañas; que sus frutos broten como el Líbano y
florezcan como la hierba de los campos. 17 Que perdure su nombre para siempre y su linaje
D
permanezca como el sol; que él sea la bendición de todos los pueblos y todas las naciones lo
proclamen feliz. * * * 18 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, el único que hace maravillas.
¡Amén! ¡Amén!
1 Salmo de Asaf.
¡Qué bueno es Dios para Israel, para los limpios de corazón! 2 Pero casi se desvían mis
pasos, faltó poco para que diera un traspié, 3 porque tuve envidia de los presuntuosos, al ver la
prosperidad de los malvados. 4 Para ellos no hay sufrimientos, su cuerpo está sano y robusto;
SY
5 no comparten las penas de los hombres ni son golpeados como los demás. 6 Por eso, el
O
25 ¿A quién sino a ti tengo yo en el cielo?
EM
26 Aunque mi corazón y mi carne se consuman,
y la Roca de mi corazón.
D
tú destruyes a los que te son infieles.
1 Poema de Asaf.
¿Por qué, Señor, nos rechazaste para siempre y arde tu indignación contra las ovejas de tu
rebaño? 2 Acuérdate del pueblo que adquiriste en otro tiempo, de la tribu que rescataste para
ST
convertirla en tu herencia; acuérdate de Sión, donde pusiste tu Morada. 3 Vuelve tus pasos
hacia esta ruina completa: todo lo destruyó el enemigo en el Santuario.4 Rugieron tus
Alzaron sus hachas como en la espesura de la selva;6 destrozaron de un golpe todos los
olvides los gritos de tus adversarios, porque crece el tumulto de los que se alzan contra ti.
O
1 Del maestro de coro. "No destruyas". Salmo de Asaf. Canto.
Antífona inicial
EM
2 Te damos gracias, Señor, te damos gracias: los que invocan tu Nombre narran
tus maravillas.
3 "En el momento que yo decida, juzgaré con rectitud. 4 Se conmueve la tierra con todos sus
D
habitantes, pero yo he afianzado sus columnas. Pausa5 Digo a los arrogantes: ‘¡Basta de
actitud insolente’".
7 Porque ni del oriente ni del occidente, ni del desierto ni de las montañas... 8 ¡El Señor es el
O
único Juez, que a unos humilla, y a otros exalta! 9 Hay una copa en la mano del Señor, con un
vino espumante, lleno de aromas: la ofrece, y la sorben hasta el final, la beben todos los
O
1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo de Asaf. Canto. 2 Dios es bien
campaña, en Sión se levanta su Morada. 4 Allí quebró las flechas fulgurantes del arco, el
12 Yo recuerdo las proezas del Señor, sí, recuerdo sus prodigios de otro tiempo; 13 evoco
todas sus acciones, medito en todas sus hazañas. 14 Tus caminos son santos, Señor. ¿Hay
O
otro dios grande como nuestro Dios? 15 Tú eres el Dios que hace maravillas, y revelaste tu
poder entre las naciones. 16 Con tu brazo redimiste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José.
EM
Pausa 17 Cuando te vieron las aguas, Señor, cuando te vieron las aguas, temblaron, ¡se
agitaron hasta los abismos del mar! 18 Las nubes derramaron aguaceros, retumbaron los
densos nubarrones y zigzaguearon tus rayos. 19 El trueno resonó en la bóveda del cielo, tus
D
relámpagos iluminaron el mundo, tembló y se tambaleó la tierra. 20 Te abriste un camino entre
las aguas, un sendero entre las aguas caudalosas, y no quedó ningún rastro de tus huellas. 21
1 Poema de Asaf.
Pueblo mío, escucha mi enseñanza, presta atención a las palabras de mi boca: 2 yo voy a
recitar un poema, a revelar enigmas del pasado. 3 Lo que hemos oído y aprendido, lo que nos
O
generación: son las glorias del Señor y su poder, las maravillas que él realizó. 5 El Señor dio
ST
una norma a Jacob, estableció una ley en Israel, y ordenó a nuestros padres enseñar estas
cosas a sus hijos. 6 Así las aprenderán las generaciones futuras y los hijos que nacerán
O
brotó el agua y desbordaron los torrentes;
EM
y abastecer de carne a su pueblo?".
D
22 porque no creyeron en Dios
ni confiaron en su auxilio.
LS
La condescendencia divina
23 Entonces mandó a las nubes en lo alto y abrió las compuertas del cielo: 24 hizo llover
25 todos comieron un pan de ángeles, les dio comida hasta saciarlos. 26 Hizo soplar desde el
cielo el viento del este, atrajo con su poder el viento del sur; 27 hizo llover sobre ellos carne
O
como polvo y pájaros como arena del mar: 28 los dejó caer en medio del campamento,
alrededor de sus carpas. 29 Ellos comieron y se hartaron, el Señor les dio lo que habían
ST
pedido; 30 pero apenas saciaron su avidez, cuando aún estaban con la boca llena, 31 la ira
del Señor se desató contra ellos: hizo estragos entre los más fuertes y abatió a lo mejor de
Israel.
SY
51 Hirió a los primogénitos de Egipto, a los hijos mayores de la tierra de Cam; 52 sacó a su
pueblo como a un rebaño, y los guió como a ovejas por el desierto: 53 los condujo seguros y
O
sin temor, mientras el Mar cubría a sus adversarios. 54 Los llevó hasta su Tierra santa, hasta
la Montaña que adquirió con su mano; 55 delante de ellos expulsó a las naciones, les asignó
EM
por sorteo una herencia
e instaló en sus carpas a las tribus de Israel.
El castigo de la infidelidad
D
no observaron los preceptos del Altísimo;
O
la irrisión y la burla de los que nos rodean.
EM
¿Estarás enojado para siempre?
D
6 Derrama tu furor
a causa de tu Nombre.
SY
15 Vuélvete, Señor de los ejércitos, observa desde el cielo y mira: ven a visitar tu vid, 16 la
O
cepa que plantó tu mano, el retoño que tú hiciste vigoroso. 17 ¡Que perezcan ante el furor de tu
mirada los que le prendieron fuego y la talaron! 18 Que tu mano sostenga al que está a tu
EM
derecha, al hombre que tú fortaleciste, 19 y nunca nos apartaremos de ti: devuélvenos la vida
seremos salvados!
D
1 Del maestro de coro. Con la cítara de Gat. De Asaf.
Invitación a la alabanza
con el arpa. 4 Toquen la trompeta al salir la luna nueva, y el día de luna llena, el día de
nuestra fiesta. 5 Porque esta es una ley para Israel, un precepto del Dios de Jacob: 6 él se la
O
Oráculo de Dios
O
Oigo una voz desconocida que dice: 11c "Abre tu boca y la llenaré con mi palabra. 7 Yo quité el
peso de tus espaldas y tus manos quedaron libres de la carga. 8 Clamaste en la aflicción, y te
ST
salvé; te respondí oculto entre los truenos, aunque me provocaste junto a las aguas de Meribá.
Pausa9 Oye, pueblo mío, yo atestiguo contra ti, ¡ojalá me escucharas, Israel! 10 No tendrás
ningún dios extraño, no adorarás a ningún dios extranjero: 11 yo, el Señor, soy tu Dios, que te
SY
permanezcas inmóvil! 3 Mira cómo se agitan tus enemigos y alzan la cabeza tus adversarios: 4
hacen planes contra tu pueblo y conspiran contra tus protegidos.5 Dicen: "Vamos a eliminarlos
O
como nación, que ya ni se mencione el nombre de Israel". 6 Así conspiran de común acuerdo y
sellan una alianza contra ti. 7 Son los campamentos de Edóm, los ismaelitas, moabitas y
EM
agarenos;
D
y prestaron ayuda a los descendientes de Lot.
Pausa
LS
10 Trátalos como a Madián y como a Sísara, como a Jabín en el torrente Quisón: 11 ellos
como a Oreb y a Zeeb, y a sus príncipes como a Zebá y a Salmaná,13 los que dijeron:
O
"Conquistemos para nosotros los territorios del Señor". 14 Conviértelos, Dios mío, en
hojarasca, en paja agitada por el viento. 15 Como fuego que abrasa la selva, como llama que
O
incendia las montañas, 16 persíguelos con tu tormenta, llénalos de terror con tu borrasca. 17
9 Voy a proclamar lo que dice el Señor: el Señor promete la paz, la paz para su pueblo y sus
O
amigos, y para los que se convierten de corazón. 10 Su salvación está muy cerca de sus fieles,
EM
Paz se abrazarán; 12 la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo. 13 El
y nuestra tierra producirá sus frutos. 14 La Justicia irá delante de él, y la Paz, sobre
D
PLEGARIA HUMILDE Y CONFIADA
1 Oración de David. Inclina tu oído, Señor, respóndeme, porque soy pobre y miserable; 2
protégeme, porque soy uno de tus fieles, salva a tu servidor que en ti confía. 3 Tú eres mi Dios:
LS
ten piedad de mí, Señor, porque te invoco todo el día; 4 reconforta el ánimo de tu servidor,
porque a ti, Señor, elevo mi alma. 5 Tú, Señor, eres bueno e indulgente, rico en misericordia
con aquellos que te invocan: 6 ¡atiende, Señor, a mi plegaria, escucha la voz de mi súplica! 7
O
ti, Señor, ni hay obras como las tuyas. 9 Todas las naciones que has creado vendrán a
O
y glorificarán tu Nombre, Señor, 10 porque tú eres grande, Dios mío, y eres el único que hace
ST
maravillas. 11 Indícame tu camino, Señor, para que yo viva según tu verdad; orienta totalmente
libraste del fondo del Abismo. 14 Dios mío, los orgullosos se levantaron contra mí, y una banda
hondo de la fosa, en las regiones oscuras y profundas; 8 tu indignación pesa sobre mí, y me
O
despreciable a sus ojos; estoy prisionero, sin poder salir, 10 y mis ojos se debilitan por la
aflicción. Yo te invoco, Señor, todo el día, con las manos tendidas hacia ti. 11 ¿Acaso haces
EM
prodigios por los muertos,
a o se alzan los difuntos para darte gracias? Pausa 12 ¿Se proclama tu amor en el
sepulcro,
0 o tu fidelidad en el reino de la muerte?
1 13 ¿Se anuncian tus maravillas en las tinieblas,
b o tu justicia en la tierra del olvido? 14 Yo invoco tu ayuda, Señor, desde temprano te
llega mi plegaria: 15 ¿Por qué me rechazas, Señor? ¿Por qué me ocultas tu rostro? 16 Estoy
D
afligido y enfermo desde niño, extenuado bajo el peso de tus desgracias; 17 tus enojos
pasaron sobre mí, me consumieron tus terribles aflicciones. 18 Me rodean todo el día como
una correntada, me envuelven todos a la vez. 19 Tú me separaste de mis parientes y amigos,
y las tinieblas son mis confidentes.
LS
HIMNO Y SÚPLICA AL DIOS FIEL
2 Cantaré eternamente el amor del Señor, proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones.
3 Porque tú has dicho: "Mi amor se mantendrá eternamente, mi fidelidad está afianzada en el
O
mantendré tu trono por todas las generaciones’". Pausa6 El cielo celebre tus maravillas, Señor,
alturas? ¿quién es como el Señor entre los hijos de Dios? 8 Dios es temible en el consejo de
los santos, más grande y terrible que cuantos están a su alrededor? 9 Señor, Dios del
SY
universo, ¿hay alguien como tú? Tú eres fuerte y estás rodeado de fidelidad.
Biblia Católica 1055
causa de mi Nombre: 26 extenderé su mano sobre el mar y su derecha sobre los ríos. 27 Él me
más alto de los reyes de la tierra. 29 Le aseguraré mi amor eternamente, y mi alianza será
O
estable para él;30 le daré una descendencia eterna y un trono duradero como el cielo. 31 Si
sus hijos abandonan mi enseñanza y no proceden de acuerdo con mis juicios; 32 si profanan
EM
mis preceptos y no observan mis mandamientos, 33 castigaré sus rebeldías con la vara y sus
36 Una vez juré por mi santidad –¡jamás mentiré a David!–: 37 ‘Su descendencia permanecerá
D
para siempre y su trono, como el sol en mi presencia; 38 como la luna, que permanece para
alianza con tu servidor, profanaste por tierra su insignia real. 41 Abriste brechas en todas sus
murallas, redujiste a escombros todas sus fortalezas; 42 los que pasan por el camino lo
O
despojan, y es la burla de todos sus vecinos. 43 Alzaste la mano de sus adversarios, llenaste
45 Le quitaste su cetro glorioso y derribaste por tierra su trono; 46 abreviaste los días de su
47 ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Te ocultarás para siempre? ¿Arderá tu furor como el fuego? 48
Recuerda, Señor, qué corta es mi vida y qué efímeros creaste a los hombres. 49 ¿Quién vivirá
SY
sin ver la muerte? ¿Quién se librará de las garras del Abismo? Pausa50 ¿Dónde está, Señor,
seguida con tu amor, y cantaremos felices toda nuestra vida. 15 Alégranos por los días en que
nos afligiste, por los años en que soportamos la desgracia. 16 Que tu obra se manifieste a tus
O
servidores, y que tu esplendor esté sobre tus hijos. 17 Que descienda hasta nosotros la
bondad del Señor; que el Señor, nuestro Dios, haga prosperar la obra de nuestras manos.
EM
LA SEGURIDAD DEL QUE CONFÍA EN DIOS La protección divina en medio de los
peligros
1 Tú que vives al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Todopoderoso, 2 di al Señor:
"Mi refugio y mi baluarte, mi Dios, en quien confío". 3 Él te librará de la red del cazador y de la
D
peste perniciosa; 4 te cubrirá con sus plumas,
tú no serás alcanzado:
O
7 El hombre insensato no conoce
EM
8 Si los impíos crecen como la hierba
es para ser destruidos eternamente: 9 tú, en cambio, eres el Excelso para siempre. 10 Mira,
D
Señor, cómo perecen tus enemigosy se dispersan los que hacen el mal. 11 Pero a mí me das
la fuerza de un toro salvaje y me unges con óleo purísimo. 12 Mis ojos han desafiado a mis
calumniadores, mis oídos han escuchado la derrota de los malvados. 13 El justo florecerá
LS
como la palmera, crecerá como los cedros del Líbano: 14 trasplantado en la Casa del Señor,
florecerá en los atrios de nuestro Dios. 15 En la vejez seguirá dando frutos, se mantendrá
fresco y frondoso, 16 para proclamar qué justo es el Señor, mi Roca, en quien no existe la
O
maldad.
2 Tu trono está firme desde siempre, tú existes desde la eternidad. 3 Los ríos hacen resonar
sus voces, Señor, los ríos hacen resonar su fragor. 4 Pero más fuerte que las aguas
impetuosas, más fuerte que el oleaje del mar, es el Señor en las alturas. 5 Tus testimonios,
SY
Señor, son dignos de fe, la santidad embellece tu Casa a lo largo de los tiempos.
devolverá su misma iniquidad y los destruirá por su malicia. ¡El Señor, nuestro Dios, los
O
destruirá!
EM
1 ¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor, aclamemos a la Roca que nos
el soberano de todos los dioses: 4 en su mano están los abismos de la tierra, y son suyas las
D
cumbres de las montañas; 5 suyo es el mar, porque él lo hizo, y la tierra firme, que formaron
sus manos. 6 ¡Entren, inclinémonos para adorarlo! ¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos
creó! 7 Porque él es nuestro Dios, y nosotros, el pueblo que él apacienta, las ovejas
LS
conducidas por su mano.
Exhortación a la fidelidad
Ojalá hoy escuchen la voz del Señor: 8 "No endurezcan su corazón como en Meribá, como en
O
el día de Masá, en el desierto, 9 cuando sus padres me tentaron y provocaron, aunque habían
visto mis obras. 10 Cuarenta años me disgustó esa generación, hasta que dije: ‘Es un pueblo
O
de corazón extraviado, que no conoce mis caminos’. 11 Por eso juré en mi indignación:‘Jamás
entrarán en mi Reposo’".
ST
1 Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra; 2 canten al Señor, bendigan
su Nombre, día tras día, proclamen su victoria. 3 Anuncien su gloria entre las naciones, y sus
SY
maravillas entre los pueblos.4 Porque el Señor es grande y muy digno de alabanza, más
O
los que se glorían en dioses falsos; todos los dioses se postran ante él. 8 Sión escucha y se
EM
llena de alegría, se regocijan las ciudades de Judá, a causa de tus juicios, Señor. 9 Porque tú,
Señor, eres el Altísimo: estás por encima de toda la tierra, mucho más alto que todos los
dioses. 10 Tú amas, Señor, a los que odian el mal, proteges la vida de tus fieles y los libras del
poder de los malvados. 11 Nace la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón. 12
D
Alégrense, justos, en el Señory alaben su santo Nombre.
1 Salmo.
LS
Canten al Señor un canto nuevo,
le obtuvieron la victoria.
3 se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. Los confines de la tierra
han contemplado el triunfo de nuestro Dios. 4 Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en
cantos jubilosos. 5 Canten al Señor con el arpa y al son de instrumentos musicales; 6 con
SY
clarines y sonidos de trompeta aclamen al Señor, que es Rey. 7 Resuene el mar y todo lo que
1 Salmo de acción de gracias. Aclame al Señor toda la tierra, 2 sirvan al Señor con alegría,
lleguen hasta él con cantos jubilosos. 3 Reconozcan que el Señor es Dios: él nos hizo y a él
pertenecemos; somos su pueblo y ovejas de su rebaño. 4 Entren por sus puertas dando
O
gracias, entren en sus atrios con himnos de alabanza, alaben al Señor y bendigan su Nombre.
5 ¡Qué bueno es el Señor! Su misericordia permanece para siempre, y su fidelidad por todas
EM
las generaciones.
1 De David. Salmo. Celebraré con un canto la bondad y la justicia: a ti, Señor, te cantaré; 2
D
expondré con sensatez el camino perfecto: ¿cuándo vendrás en mi ayuda? Yo procedo con
3 nunca pongo mis ojos en cosas infames. Detesto la conducta de los descarriados y no los
LS
cuento entre mis amigos; 4 la gente falsa se aparta de mí y nunca apruebo al malvado. 5 Al
soberbio no lo puedo soportar. 6 Pongo mis ojos en las personas leales para que estén cerca
O
desaparecer día tras día a los malvados del país, para extirpar de la Ciudad del Señor a todos
Lamentación de un afligido
del peligro; inclina hacia mí tu oído, respóndeme pronto, cuando te invoco. 4 Porque mis días
O
y su alabanza en Jerusalén,
EM
y sirvan todos juntos al Señor.
24 Mis fuerzas se debilitaron por el camino y se abreviaron mis días; 25 pero yo digo: "Dios
D
mío, no me lleves en la mitad de mi vida, tú que permaneces para siempre". 26 En tiempos
permaneces: se desgastan lo mismo que la ropa, los cambias como a un vestido, y ellos
LS
pasan. 28 Tú, en cambio, eres siempre el mismo, y tus años no tienen fin.
1 De David.
O
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga a su santo Nombre; 2 bendice al Señor,
O
alma mía, y nunca olvides sus beneficios. 3 Él perdona todas tus culpas y cura todas tus
dolencias; 4 rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de ternura; 5 él colma tu vida de
ST
bienes, y tu juventud se renueva como el águila. 6 El Señor hace obras de justicia y otorga el
derecho a los oprimidos; 7 él mostró sus caminos a Moisés y sus proezas al pueblo de Israel.
O
Estás vestido de esplendor y majestad
EM
Tú extendiste el cielo como un toldo
D
4 Usas como mensajeros a los vientos,
5 Afirmaste la tierra sobre sus cimientos: ¡no se moverá jamás! 6 El océano la cubría como un
manto, las aguas tapaban las montañas; 7 pero tú las amenazaste y huyeron, escaparon ante
O
hasta el lugar que les habías señalado: 9 les fijaste un límite que no pasarán, ya no
O
10 Haces brotar fuentes en los valles, y corren sus aguas por las quebradas. 11 Allí beben
los animales del campo, los asnos salvajes apagan su sed. 12 Las aves del cielo habitan
junto a ellas y hacen oír su canto entre las ramas. 13 Desde lo alto riegas las montañas, y la
SY
O
29 Si escondes tu rostro, se espantan;
EM
expiran y vuelven al polvo.
D
Doxología final
31 ¡Gloria al Señor para siempre, alégrese el Señor por sus obras! 32 Él mira, y la tierra se
estremece; toca las montañas, y echan humo. 33 Cantaré al Señor toda mi vida; mientras yo
LS
exista, celebraré a mi Dios: 34 que mi canto le sea agradable, y yo me alegraré en el Señor. 35
Que los pecadores desaparezcan de la tierra y los malvados ya no existan más. ¡Bendice al
1 ¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, hagan conocer entre los pueblos sus proezas;
O
2 canten al Señor con instrumentos musicales, pregonen todas sus maravillas! 3 ¡Gloríense en
su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor! 4 ¡Recurran al Señor y a su poder,
ST
busquen constantemente su rostro; 5 recuerden las maravillas que él obró, sus portentos y los
juicios de su boca!
O
y administrador de todos sus bienes,
EM
22 con pleno poder para instruir a los príncipes
D
24 El Señor hizo a su pueblo muy fecundo,
La liberación de Israel
26 Luego envió a Moisés, su servidor, y a Aarón, que era su elegido; 27 por su intermedio
O
realizó prodigios, hizo portentos en la tierra de Cam: 28 atrajo las tinieblas, y hubo oscuridad,
pero ellos rechazaron sus palabras. 29 Transformó sus aguas en sangre e hizo morir a sus
ST
peces; 30 el país quedó cubierto de ranas, hasta en los aposentos del rey; 31 dio una orden y
vinieron los insectos, los mosquitos invadieron el país. 32 Les mandó granizo en vez de lluvia,
y cayeron llamaradas en su tierra; 33 abatió sus higueras y viñedos, y destrozó los árboles en
SY
sus campos; 34 dio una orden, y vinieron langostas y pulgones en número incontable, 35 que
multitud de tus favores, y en el Mar Rojo desafiaron al Altísimo. 8 Pero él los salvó por amor de
su Nombre, para poner de manifiesto su poder: 9 increpó al Mar Rojo, y este se secó; los llevó
O
por los abismos como por un desierto, 10 los salvó de las manos del enemigo, los rescató del
poder del adversario. 11 El agua cubrió a sus opresores, ni uno solo quedó con vida: 12
EM
entonces creyeron en sus palabras y cantaron sus alabanzas.
D
14 ardían de avidez en el desierto
se abrió la tierra y devoró a Datán, se cerró sobre Abirón y sus secuaces: 18 ardió un fuego
El ternero de oro
cambiaron su Gloria por la imagen de un toro que come pasto. 21 Olvidaron a Dios, que los
había salvado y había hecho prodigios en Egipto, 22 maravillas en la tierra de Cam y portentos
junto al Mar Rojo. 23 El Señor amenazó con destruirlos, pero Moisés, su elegido, se mantuvo
SY
O
44 Sin embargo, él miró su aflicción
EM
45 Se acordó de su alianza en favor de ellos
D
los que los habían llevado cautivos.
***
¡Amén! ¡Aleluya!
sepulcro. 21 Den gracias al Señor por su misericordia y por sus maravillas en favor de los
hombres: 22 ofrézcanle sacrificios de acción de gracias y proclamen con júbilo sus obras.
O
La salvación de los navegantes en peligro
23 Los que viajaron en barco por el mar, para traficar por las aguas inmensas, 24
EM
contemplaron las obras del Señor, sus maravillas en el océano profundo. 25 Con su palabra
desató un vendaval, que encrespaba las olas del océano: 26 ellos subían hasta el cielo,
27 se tambaleaban dando tumbos como ebrios, y su pericia no les valía de nada. 28 Pero en la
D
angustia invocaron al Señor, y él los libró de sus tribulaciones:29 cambió el huracán en una
brisa suave y se aplacaron las olas del mar; 30 entonces se alegraron de aquella calma, y el
Señor los condujo al puerto deseado. 31 Den gracias al Señor por su misericordia y por sus
LS
maravillas en favor de los hombres: 32 aclámenlo en la asamblea del pueblo, alábenlo en el
Epílogo hímnico
O
33 Él hizo de los ríos un desierto y de los oasis, una tierra estéril; 34 transformó el suelo fértil
en una salina, por la maldad de sus habitantes. 35 Convirtió el desierto en un lago, y la tierra
O
reseca en un oasis: 36 allí puso a los hambrientos, y ellos fundaron una ciudad habitable. 37
38 él los bendijo y se multiplicaron, y no dejó que les faltara el ganado. 39 Cuando eran pocos,
los príncipes y los extravía por un desierto sin huellas, 41 levantó a los pobres de la miseria y
SY
multiplicó sus familias como rebaños. 42 Que los justos lo vean y se alegren, y enmudezcan
Moab es la vasija donde yo me lavo; plantaré mis sandalias en Edóm y cantaré victoria sobre
Filistea".
O
Reiteración de la súplica
EM
quién me conducirá hasta Edóm,
D
porque es inútil el auxilio de los hombres.
mueven la cabeza. 26 Ayúdame, Señor, Dios mío, sálvame por tu misericordia, 27 para que
sepan que aquí está tu mano, y que tú, Señor, has hecho esto; 28 no importa que ellos
O
maldigan,con tal que tú me bendigas. Queden confundidos mis adversarios, mientras tu
servidor se llena de alegría: 29 que mis acusadores se cubran de oprobio, y la vergüenza los
EM
envuelva como un manto.
D
1 De David. Salmo.
Dijo el Señor a mi Señor: "Siéntate a mi derecha, mientras yo pongo a tus enemigos como
LS
estrado de tus pies". 2 El Señor extenderá el poder de tu cetro: "¡Domina desde Sión, en
medio de tus enemigos!". 3 "Tú eres príncipe desde tu nacimiento, con esplendor de santidad;
manera de Melquisedec".
por toda la tierra. 7 En el camino beberá del torrente, por eso erguirá su cabeza. Salmo 111
SY
O
riqueza, Vau su generosidad permanecerá para siempre.
Zain 4 Para los buenos brilla una luz en las tinieblas: Jet es el Bondadoso, el
EM
Compasivo y el Justo. Tet 5 Dichoso el que se compadece y da prestado, Iod y
administra sus negocios con rectitud. Caf 6 El justo no vacilará jamás, Lámed su
D
está seguro, y no temerá, Ain hasta que vea la derrota de sus enemigos. Pe 9 Él
enfurece, Sin rechinan sus dientes y se consume; Tau pero la ambición de los
malvados se frustrará.
1 ¡Aleluya!Alaben, servidores del Señor, alaben el nombre del Señor. 2 Bendito sea el nombre
del Señor, desde ahora y para siempre. 3 Desde la salida del sol hasta su ocaso,
O
sea alabado el nombre del Señor. 4 El Señor está sobre todas las naciones, su gloria se eleva
sobre el cielo. 5 ¿Quién es como el Señor, nuestro Dios, que tiene su morada en las alturas, 6
ST
y se inclina para contemplar el cielo y la tierra? 7 Él levanta del polvo al desvalido, alza al
pobre de su miseria, 8 para hacerlo sentar entre los nobles, entre los nobles de su pueblo; 9 él
HIMNO PASCUAL
12 Que el Señor se acuerde de nosotros y nos bendiga: bendiga al pueblo de Israel, bendiga a
O
la familia de Aarón, 13 bendiga a los que temen al Señor, a los pequeños y a los grandes. 14
Que el Señor los multiplique,a ustedes y a sus hijos; 15 y sean bendecidos por el Señor, que
EM
hizo el cielo y la tierra.
alaban al Señor, ni tampoco los que bajaron al sepulcro. 18 Nosotros, los vivientes,
D
CANTO DE ACCIÓN DE GRACIAS Evocación de los beneficios recibidos
1 Amo al Señor, porque él escucha el clamor de mi súplica, 2 porque inclina su oído hacia mí,
cuando yo lo invoco. 3 Los lazos de la muerte me envolvieron, me alcanzaron las redes del
LS
Abismo, caí en la angustia y la tristeza; 4 entonces invoqué al Señor: "¡Por favor, sálvame la
vida!". 5 El Señor es justo y bondadoso, nuestro Dios es compasivo; 6 el Señor protege a los
10 Tenía confianza, incluso cuando dije: "¡Qué grande es mi desgracia!". 11 Yo, que en mi
O
Reconocimiento de la ayuda recibida
EM
5 En el peligro invoqué al Señor,
D
7 El Señor está conmigo y me ayuda:
O
sapiencial sobre las excelencias de la "Ley del Señor". Pero el salmista no expone su
pensamiento en un tono impersonal, sino que reitera constantemente sus expresiones
de amor y fidelidad a la voluntad divina, y suplica al Señor que le dé nueva luz y lo
consuele en las aflicciones de la vida.
EM
El estilo del Salmo resulta monótono, porque repite incansablemente las mismas ideas y
las mismas palabras. Con todo, esa insistencia es un elocuente testimonio de auténtica
religiosidad, centrada en el amor a la Palabra de Dios, que es fuente de alegría y
esperanza.
D
Alef 1 Felices los que van por un camino
O
a tu palabra. 26 Te expuse mi conducta y tú me escuchaste:
EM
de tus leyes, y yo meditaré tus maravillas. 28 Mi alma llora
D
mí. 31 Abracé tus prescripciones: no me defraudes, Señor.
mandamientos.
O
Firme adhesión a la Ley del Señor
EM
palabras. 58 Procuro de todo corazón que me mires con
D
mandamientos. 61 Los lazos de los malvados me rodean,
tus preceptos.
O
preceptos.
O
orgullosos me cavan fosas, oponiéndose a tu ley. 86
EM
porque me persiguen sin motivo. 87 Por poco me hacen
tus prescripciones.
D
La estabilidad de la Ley del Señor
O
preceptos, siempre y a la perfección
EM
Sámec 113 Detesto la doblez del corazón y amo tu ley, 114
D
sostén conforme a tu promesa, y viviré: que mi
O
141 Soy pequeño y despreciable, pero no olvido tus preceptos. 142
EM
143 Cuando me asalta la angustia y la opresión, tus mandamientos son toda
y viviré.
D
Cof 145 Yo clamo de todo corazón: escúchame, Señor, y
O
presencia: líbrame, conforme a tu promesa. 171 Que
EM
enseñado tus preceptos. 172 Que mi lengua se haga
D
tu ley es toda mi alegría. 175 Que yo viva y pueda
Señor, de los labios mentirosos y de la lengua traicionera. 3 ¿Con qué te castigará el Señor,
lengua traicionera? 4 Con flechas afiladas de guerrero y con brasas de retama. 5 ¡Ay de mí,
O
que estoy desterrado en Mésec, y vivo en los campamentos de Quedar! 6 Mucho tiempo he
convivido con los que odian la paz. 7 Cuando yo hablo de paz, ellos declaran la guerra.
ST
1 Canto de peregrinación. Levanto mis ojos a las montañas: ¿de dónde me vendrá
la ayuda? 2 La ayuda me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. 3 Él no dejará
SY
buscaré tu felicidad.
O
ORACIÓN CONFIADA EN MEDIO DE LA HOSTILIDAD
EM
1 Canto de peregrinación. Levanto mis ojos hacia ti, que habitas en el cielo. 2 Como los ojos
de los servidores están fijos en las manos de su señor, y los ojos de la servidora en las manos
de su dueña: así miran nuestros ojos al Señor, nuestro Dios, hasta que se apiade de nosotros.
3 ¡Ten piedad, Señor, ten piedad de nosotros, porque estamos hartos de desprecios! 4 Nuestra
D
alma está saturada
diga Israel – 2 si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando los hombres se alzaron
contra nosotros, 3 nos habrían devorado vivos. Cuando ardió su furor contra nosotros, 4 las
O
aguas nos habrían inundado, un torrente nos habría sumergido, 5 nos habrían sumergido las
aguas turbulentas. 6 ¡Bendito sea el Señor, que no nos entregó como presa de sus dientes! 7
O
Nuestra vida se salvó como un pájaro de la trampa del cazador: la trampa se rompió y
nosotros escapamos. 8 Nuestra ayuda está en el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
ST
madruguen; es inútil que velen hasta muy tarde y se desvivan por ganar el pan: ¡Dios lo da a
sus amigos mientras duermen! 3 Los hijos son un regalo del Señor, el fruto del vientre es una
O
recompensa; 4 como flechas en la mano de un guerrero son los hijos de la juventud.
5 ¡Feliz el hombre
EM
que llena con ellos su aljaba!
en la puerta de la ciudad.
D
LA BENDICIÓN DE LOS JUSTOS
1 Canto de peregrinación. ¡Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos! 2 Comerás del
fruto de tu trabajo, serás feliz y todo te irá bien. 3 Tu esposa será como una vid fecunda en el
LS
seno de tu hogar; tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa. 4 ¡Así será bendecido
el hombre que teme al Señor! 5 ¡Que el Señor te bendiga desde Sión todos los días de tu vida:
que contemples la paz de Jerusalén 6 y veas a los hijos de tus hijos! ¡Paz a Israel!
O
1 Canto de peregrinación.
O
¡Cuánto me han asediado desde mi juventud –que lo diga Israel– 2 cuánto me han asediado
desde mi juventud, pero no pudieron contra mí! 3 Clavaron un arado en mis espaldas y
ST
abrieron largos surcos. 4 Pero el Señor, que es justo, rompió el yugo de los impíos. 5
¡Retrocedan llenos de vergüenza todos los que aborrecen a Sión: 6 sean como la hierba de los
techos, que se seca antes de ser arrancada! 7 Con ella, el segador no llena su mano, ni cubre
SY
su pecho el que ata las gavillas. 8 Y nadie comenta al pasar: "El Señor los ha bendecido".
O
ni mis ojos se han vuelto altaneros.
EM
ni he tenido aspiraciones desmedidas.
D
así está mi alma dentro de mí. 3 Espere Israel en el Señor, desde
1 Canto de peregrinación.
O
y la deseó para que fuera su Morada.
EM
aquí habitaré, porque lo he deseado.
D
y sus fieles gritarán de alegría.
1 Canto de peregrinación. De David. ¡Qué bueno y agradable es que los hermanos vivan
unidos! 2 Es como el óleo perfumado sobre la cabeza, que desciende por la barba –la barba
O
de Aarón– hasta el borde de sus vestiduras. 3 Es como el rocío del Hermón que cae sobre las
ALABANZA NOCTURNA
1 Canto de peregrinación. Bendigan al Señor, ustedes, que son sus servidores, los que pasan
en la Casa del Señor las horas de la noche. 2 Eleven las manos al Santuario y bendigan al
SY
Señor.
O
a Og, rey de Basán,
EM
12 Y dio sus territorios en herencia,
D
14 porque el Señor defiende a su pueblo
O
¡porque es eterno su amor!
EM
Las maravillas de Dios en favor de su Pueblo
D
¡porque es eterno su amor!
¡porque es eterno su amor! 16 Al que guió a su pueblo por el desierto, ¡porque es eterno su
amor! 17 al que derrotó a reyes poderosos, ¡porque es eterno su amor! 18 y dio muerte a
reyes temibles, ¡porque es eterno su amor! 19 a Sijón, rey de los amorreos, ¡porque es eterno
SY
su amor! 20 y a Og, rey de Basán, ¡porque es eterno su amor! 21 Al que dio sus territorios en
1 De David.Te doy gracias, Señor, de todo corazón, te cantaré en presencia de los ángeles. 2
Me postraré ante tu santo Templo, y daré gracias a tu Nombre por tu amor y tu fidelidad,
O
porque tu promesa ha superado tu renombre. 3 Me respondiste cada vez que te invoqué y
aumentaste la fuerza de mi alma. 4 Que los reyes de la tierra te bendigan al oír las palabras de
EM
tu boca, 5 y canten los designios del Señor, porque la gloria del Señor es grande. 6 El Señor
D
todo por mí. Tu amor es eterno, Señor, ¡no abandones la obra de tus manos!
LA OMNIPRESENCIA DE DIOS
que pienso, 3 te das cuenta si camino o si descanso, y todos mis pasos te son familiares. 4
O
Antes que la palabra esté en mi lengua, tú, Señor, la conoces plenamente; 5 me rodeas por
detrás y por delante y tienes puesta tu mano sobre mí; 6 una ciencia tan admirable me
O
sobrepasa: es tan alta que no puedo alcanzarla. 7 ¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu?
O
Profesión de inocencia frente a los malvados
19 ¡Ojalá, Dios mío, hicieras morir a los malvados y se apartaran de mí los hombres
EM
sanguinarios, 20 esos que hablan de ti con perfidia y en vano se rebelan contra ti! 21 ¿Acaso
yo no odio a los que te odian y aborrezco a los que te desprecian? 22 Yo los detesto
interior; examíname y conoce lo que pienso; 24 observa si estoy en un camino falso y llévame
D
por el camino eterno.
en hacer el mal
y provocan discordias todo el día. 4 Ellos afilan su lengua como serpientes, en sus labios hay
O
veneno de víboras. Pausa5 Defiéndeme, Señor, de las manos del impío, protégeme de los
hombres violentos, de los que intentan hacerme tropezar y han tendido una red ante mis pies:
O
6 los prepotentes me han ocultado trampas y lazos, me han puesto asechanzas al borde del
camino.
ST
Pausa
7 Pero yo digo al Señor: "Tú eres mi Dios": escucha, Señor, el clamor de mi súplica; 8 Señor,
los deseos del malvado ni dejes que se cumplan sus proyectos; 10 que no levanten cabeza los
presencia. 4 Ya se me acaba el aliento, pero tú conoces mi camino: en la senda por donde voy
me han ocultado una trampa. 5 Miro a la derecha, observo, y no hay nadie que se ocupe de mí;
O
ya no tengo dónde refugiarme, nadie se interesa por mi vida. 6 Por eso clamo a ti, Señor, y te
EM
7 Atiende a mi clamor, porque estoy en la miseria;
D
favor.
fidelidad y tu justicia. 2 No llames a juicio a tu servidor, porque ningún ser viviente es justo en
en las tinieblas, como a los muertos de hace muchos años. 4 El aliento se extingue en mi
O
considero la obra de tus manos 6 y extiendo mis brazos hacia ti: suspiro por ti como tierra
reseca. Pausa7 Respóndeme en seguida, Señor, porque estoy sin aliento. No me ocultes tu
ST
rostro, para que yo no sea como los que bajan a la fosa. 8 Que yo experimente tu amor por la
mañana, porque confío en ti; indícame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma. 9
Líbrame, Señor, de mis enemigos, porque me refugio en ti; 10 enséñame a hacer tu voluntad,
SY
porque tú eres mi Dios. Que tu espíritu bondadoso me conduzca por una tierra llana. 11 Por
pueblo que tiene todo esto, feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor!
Salmo 145 (144) HIMNO DE ALABANZA A DIOS
Este himno celebra las grandes obras del Señor (vs. 4-7), que lo manifiestan como Rey
O
justo y poderoso, a la vez que bondadoso y lleno de misericordia hacia todas sus
criaturas. La estructura "alfabética" del Salmo hace que las ideas se yuxtapongan
bastante libremente, sin una conexión lógica demasiado aparente.
EM
1 Himno de David.
D
día tras día te bendeciré, y alabaré tu
O
y destruye a los malvados. Tau 21 Mi boca proclamará la alabanza del
EM
desde ahora y para siempre.
1 ¡Aleluya! ¡Alaba al Señor, alma mía! 2 Alabaré al Señor toda mi vida; mientras yo exista,
cantaré al Señor. 3 No confíen en los poderosos, en simples mortales, que no pueden salvar: 4
D
cuando expiran, vuelven al polvo, y entonces se esfuman sus proyectos. 5 Feliz el que se
8 abre los ojos de los ciegos y endereza a los que están encorvados. 9 El Señor protege a los
O
camino de los malvados. 10 El Señor reina eternamente, reina tu Dios, Sión, a lo largo de las
O
generaciones. ¡Aleluya!
¡Aleluya!
su palabra corre velozmente; 16 reparte la nieve como lana y esparce la escarcha como
O
ceniza. 17 Él arroja su hielo como migas, y las aguas se congelan por el frío; 18 da una orden
y se derriten, hace soplar su viento y corren las aguas. 19 Revela su palabra a Jacob, sus
EM
preceptos y mandatos a Israel: 20 a ningún otro pueblo trató así ni le dio a conocer sus
mandamientos. ¡Aleluya!
ALABANZA UNIVERSAL
D
1 ¡Aleluya! Alaben al Señor desde el cielo, alábenlo en las alturas; 2 alábenlo, todos sus
ángeles, alábenlo, todos sus ejércitos. 3 Alábenlo, sol y luna, alábenlo, astros luminosos; 4
siempre, estableciendo una ley que no pasará. 7 Alaben al Señor desde la tierra, los cetáceos
y los abismos del mar; 8 el rayo, el granizo, la nieve, la bruma, y el viento huracanado que
O
obedece a sus órdenes. 9 Las montañas y todas las colinas, los árboles frutales y todos los
cedros; 10 las fieras y los animales domésticos, los reptiles y los pájaros alados. 11 Los reyes
O
de la tierra y todas las naciones, los príncipes y los gobernantes de la tierra; 12 los ancianos,
los jóvenes y los niños, 13 alaben el nombre del Señor. Porque sólo su Nombre es sublime; su
ST
majestad está sobre el cielo y la tierra, 14 y él exalta la fuerza de su pueblo. ¡A él, la alabanza
1 ¡Aleluya! Canten al Señor un canto nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
O
2 Esta misma comparación se vuelve a encontrar en Jer. 17. 7-8.
2 1. "¿Por qué se amotinan...?": la rebelión de los reyes vasallos era un hecho común en el
Antiguo Oriente, cuando el trono quedaba vacante por la muerte del soberano. La primera
EM
preocupación del nuevo monarca era restablecer el orden en sus dominios.
2. El "Ungido" del Señor es el rey (18. 51; 20. 7) porque el ritual de su coronación incluía, como
una de sus partes esenciales, la unción con el óleo sagrado. Esta unción -además de
consagrarlo- le confería un carisma especial para el ejercicio de sus funciones (1 Sam. 16. 13).
Ver notas 92. 11; 133. 2.
D
4. Ver 37. 13; 59. 9.
7. Ver Hech. 13. 33; Heb. 1. 5; 5. 5. El "decreto del Señor" era un documento escrito, que el
nuevo rey aducía para legitimar su ascensión al trono, y en el que estaban consignadas sus
prerrogativas.
LS
"Tú eres mi hijo": en el momento de su entronización -"hoy"- el rey era constituido "hijo de
Dios". La profecía de Natán (2 Sam. 7) y la versión poética de la misma (89. 20-38) especifican
que ese privilegio le correspondía en virtud de la Alianza que el Señor estableció con David y
su dinastía. La filiación divina del rey tenía el carácter de una "adopción" por parte de Dios.
9. El "cetro", además de ser una insignia del poder real, era también un arma de guerra. Ver
O
110. 2.
3 1. En 2 Sam. 15. 13-23, se relata el episodio a que hace alusión el título del Salmo.
O
1 La "santa Montaña" es Sión, donde estaba erigido el Templo de Jerusalén. Los Salmos
reflejan elocuentemente la enorme importancia de ese lugar santo en la vida religiosa de Israel.
Ver, en especial, 46; 48; 84; 87; 122.
2 La tradición cristiana aplica este versículo a la Muerte y la Resurrección de Cristo.
ST
4 3. La interpelación está dirigida a los "señores", es decir, a las personas que ocupan un
puesto destacado en la sociedad.
En este pasaje, la expresión "mi Gloria" parece ser una designación de Dios y no un mero
equivalente de "honor", como se entiende habitualmente. El amor a lo que es "falso" y la
SY
O
10 A partir de este Salmo y hasta el 147, hay dos maneras de numerar los Salmos. Una es la
del texto hebreo, y la otra la de las versiones griega y latina. El número correspondiente a
estas dos últimas versiones es el que figura entre paréntesis.
EM
4. Ver 14. 1; 36. 2; 53. 2; 73. 11; 94. 7.
11 1-2. El "pájaro" amenazado por las armas del cazador simboliza frecuentemente al hombre
perseguido. Ver 91. 3; 124. 7; Lam. 3. 52.
D
4. La relación entre el "trono" de Dios y su Morada terrena está bellamente expresada en la
oración de Salomón con motivo de la dedicación del Templo (1 Rey.
8. 22-29).
LS
7. En el lenguaje cultual de los Salmos, "ver el rostro de Dios" significa experimentar la
presencia divina en el Templo y sentirse seguro bajo su protección. Ver 42. 3; 63.
3.
12 2-3. Ver 14. 1-3; 53. 2-4. 14 1-3. Ver Rom. 3. 10-12.
O
1. "No hay Dios": más que una profesión de ateísmo, estas palabras son la expresión de una
actitud escéptica respecto a la intervención divina en los acontecimientos humanos (10. 4, 11;
36. 2; 73. 11; 94. 7). La actitud opuesta es el temor de Dios, "comienzo de la sabiduría" (111.
O
Jerusalén, evoca la "Carpa del Encuentro", el santuario transportable que acompañaba a los
israelitas en sus desplazamientos por el desierto. Ver nota Éx. 26.
16 1. "Mictán": este es uno de los términos utilizados por los judíos en la clasificación de los
SY
Salmos. Algunas veces, se lo traduce por "oración silenciosa o secreta", pero esta
interpretación es bastante incierta.
4. Ver Is. 6. 3. 5-6. Ver Deut. 26. 7. 7-8. Ver 31. 12; 38. 12; 41. 6-10; 88. 9; Mt. 27. 39.
O
1 Ver Mt. 27. 43.
2 Ver Is. 49. 1; Jer. 1. 5.
13. "Toros de Basán": la región de Basán, al este del lago de Genesaret, era célebre por la
EM
fertilidad de sus praderas y por el vigor de su ganado (Deut. 32. 14; Am. 4. 1).
27. "Los pobres comerán", es decir, serán invitados a participar del sacrificio de acción de
gracias por la liberación obtenida.
D
28-32. Este pasaje de contenido mesiánico y universalista fue añadido posteriormente, y sin
duda, està influenciado por los "Cantos del Servidor sufriente" (Is. 42. 1-9; 49. 1-6; 50. 4-11;
52.13 - 53. 12).
23 1. La imagen del "pastor" aplicada a Dios se vuelve a encontrar en 74. 1; 77. 21;
LS
78. 52; 79. 13; 80. 2; 95. 7; 100. 3; Gn. 48. 15; 49. 24; Is. 40. 11; 53. 6; Ez. 34. 13-15.
"Buscar el rostro del Señor" (v. 6) significaba originariamente "ir a consultar a Dios" en su
Santuario (2 Sam. 21. 1), pero luego tomó el sentido más general de tratar de conocerlo y
buscar su intimidad. Ver 27. 8; 105. 4.
ST
10. "Señor de los ejércitos": este título del Dios de Israel estaba asociado originariamente al
Arca de la Alianza, que acompañaba a los "ejércitos" israelitas en las batallas (1 Sam. 4. 3-9).
Más tarde, sobre todo en los escritos proféticos, la expresión se enriqueció con una referencia
SY
al dominio cósmico del Señor, y se aplicó a sus "ejércitos celestiales", es decir, a los ángeles y
a los astros. Cuando es conveniente destacar este último aspecto, la expresión se traduce
8. El "desierto de Cades" es una región situada en las proximidades del Líbano. Durante la
marcha hacia la Tierra prometida, los israelitas acamparon en un lugar de ese mismo nombre.
Pero este se encuentra mucho más al sur, cerca del Sinaí (Núm.
13. 26).
O
10. Según las concepciones comunes en el Antiguo Oriente, por encima del firmamento se
extendía el "océano celestial", cuyas aguas alimentaban las lluvias
(148. 4; Gn. 1. 7; 7. 11). Sobre él estaba el "trono" de Dios. Ver 104. 3.
EM
30 4. "Abismo": ver nota 6. 6.
D
6. Ver Lc. 23. 46.
33 3. El "canto nuevo" es la proclamación gozosa de una "nueva" acción de Dios que establece
O
grito de guerra que se lanzaba antes de la batalla (Jos. 6. 5), y también se empleaba para
saludar al Señor, presente en el Arca de la Alianza, como Rey y conductor de sus ejércitos (1
Sam. 4. 5). Más tarde, la expresión tomó un sentido cultual, y se aplicó a las "aclamaciones"
litúrgicas de la comunidad congregada en el Templo. Ver 47. 6.
ST
9. Ver 148. 5.
12. Ver 144. 15. 16-17. Ver 20. 8-9; 147. 10; Is. 31. 1.
SY
34 1. El título del Salmo alude al episodio narrado en 1 Sam. 21. 11-16, aunque el nombre del
5-7. Ver 62. 10; 78. 39; 89. 48; 90. 3-10; 144. 4.
O
13. Ver Gn. 23. 4; Éx. 23. 9.
EM
7-9. Ver Heb. 10. 5-7.
41 2. "Y del pobre": estas palabras faltan en el texto hebreo, pero se encuentran en algunas
versiones antiguas.
6-10. Ver 22. 7-8; 31. 12; 38. 12; 88. 9. En el discurso de la Última Cena, Jesús aplica el
D
versículo 10 a la traición de Judas (Jn. 13. 18).
14. Con esta doxología concluye el primer libro del Salterio. Ver 72. 18-20; 89. 53;
106. 48.
LS
42 1. "Los hijos de Coré": Coré fue uno de los levitas que se rebelaron contra Moisés y Aarón
en el desierto y que murieron a causa de ello (Núm. 16). Sus descendientes (Núm. 26. 11)
figuran entre los servidores del Templo (1 Crón. 9. 19; 26. 1-3). La colección de "los hijos de
Coré" incluye 42 - 49; 84 - 85; 87 - 88.
Aquí comienza la serie de los Salmos llamados "elohístas", porque en ellos el nombre de Dios
-"Yahvé", es decir, el "Señor"- ha sido sustituido sistemáticamente por el de "Elohím", que
O
4. Ver 115. 2.
alegría.
2 "La tierra del Jordán y el Hermón" está situada al norte de Palestina, donde se
O
48 3. Ver 50. 2. "Su santa Montaña": ver nota 3. 5. "La Morada de Dios": esta traducción intenta
reproducir el sentido de la expresión original, que significa literalmente "la altura del Safón".
Este era el nombre fenicio del monte Casio, situado al norte de Siria, cerca de la costa
EM
mediterránea. Según la mitología cananea, en él estaba la "morada de los dioses",
especialmente de Baal. Al aplicar este título mitológico al monte "Sión", el salmista quiere
significar que en él, y no en otro lugar, se encuentra la verdadera "Morada de Dios" entre los
hombres. Ver 68. 17; 132. 13.
1 "Las naves de Tarsis" eran las de mayor tonelaje de aquel tiempo, y se llamaban así
porque recorrían el mar Mediterráneo hasta la colonia fenicia de Tarsis. Se discute si esta
D
colonia estaba situada al sur de España -en el extremo occidental del mundo entonces
conocido- o en la isla de Cerdeña.
2 "Señor de los ejércitos": ver nota 24. 10.
16. "Me sacará de las garras del Abismo": el salmista vislumbra que la suerte final de los justos
debe ser distinta de la suerte de los impíos y que su amistad con Dios no puede cesar con la
muerte. Este atisbo de la retribución futura prepara la fe en la resurrección y en la Vida eterna.
Ver nota 6. 6.
O
50 1. En el primer libro de las Crónicas (15. 17-19; 16. 5-7) se menciona a "Asaf" como uno de
O
los levitas que desempeñaron el oficio de cantores durante el reinado de David. Entre los
levitas que volvieron del destierro había ciento veintiocho descendientes de Asaf (Esd. 2. 41).
La colección de los Salmos de "Asaf" incluye, además de este, otros Salmos (73 - 83).
ST
1 Ver 48. 3.
2 Ver 18. 8-16; 68. 8-11; 77. 17-19; 97. 3-5.
3 Ver Deut. 32. 1.
4 Ver Éx. 24. 4-8.
5 Ver 96. 13; 97. 6; 98. 9.
SY
8-15. Lo que se condena no es el culto como tal, sino la creencia de que este basta por sí solo
para agradar a Dios. Ver nota Is. 1. 11-17.
O
14. "La luz de la vida" equivale a "la tierra de los vivientes" y se opone a las tinieblas del
"Abismo". Ver notas 6. 6; 27. 13.
EM
2. "A la sombra de tus alas": ver nota 17. 8.
D
9. En este versículo el texto hebreo es muy oscuro y su traducción, en parte, es conjetural.
11. "La Venganza" es el juicio de Dios que restaura el orden violado por la injusticia de los
hombres. Ver 94. 1.
LS
"Lavará sus pies en la sangre de los impíos": esta imagen evoca la acción de los soldados que
pasan entre la sangre de los muertos y heridos, para alcanzar la victoria.
5. "Vino embriagador", o más literalmente, "vino de vértigo": esta imagen se refiere al castigo
O
que el Señor inflige a sus enemigos. Ver 75. 9; Is. 51. 17, 22; Jer. 25. 15; Zac. 12. 2.
0 8. "Siquém" estaba situada en la región central de Palestina. Ver Gn. 12. 6; Jos. 24.
1 "EI valle de Sucot" se encuentra al este del Jordán, cerca de la desembocadura del
ST
"Manasés" era la región situada al oeste del Jordán, donde se estableció más tarde la otra
mitad de esa misma tribu. Ver Jos. 17. 1-13.
SY
"Efraím" y "Judá" representan los dos reinos -el del Norte y el del Sur- en que se dividió Israel
a 66 6. Este versículo alude al paso del "Mar" Rojo y a la travesía del "Río" Jordán. VerÉx.
14; Jos. 3. 14-17.
b 68 2. Ver Núm. 10. 35.
O
5. "Al que cabalga sobre las nubes": este era uno de los títulos que los cananeos daban a Baal,
el dios de las tormentas y de las lluvias fecundantes. Al establecerse en Canaán, los israelitas
no dudaron en designar al Señor con ese mismo título. Así expresaban, de una manera muy
concreta, que las lluvias y la fertilidad de los campos dependen del Señor, y no de Baal o de
EM
cualquier otro dios.
7. "Con felicidad", literalmente, "por medio de hábiles parteras", según el sentido de la palabra
hebrea original, tal como se ha podido establecer recientemente. Con sus manos expertas, las
parteras ayudan al "feliz" nacimiento de los "cautivos", es decir, de los hijos encerrados en el
vientre de las mujeres consideradas estériles. El contexto favorece esta traducción, porque en
él se presenta al Señor como protector de los "huérfanos", de las "viudas" y de sus fieles
D
privados de hogar y de hijos (vs. 67). Ver 113. 9.
8-11. Estos versículos evocan concisamente la gesta liberadora del Señor: El Éxodo de Egipto,
la teofanía del Sinaí y los milagros obrados en el desierto. Ver 18. 8-16;
50. 3; 77. 17-19; 97. 3-5; Jc. 5. 4-5.
LS
12-14. Estas estrofas –como casi todas las de este Salmo– contienen muchos pasajes
oscuros, y consiguientemente la traducciòn es bastante conjetural. "Las alas de la Paloma..."
(v. 14): según la interpretación corriente, esta expresión alude a las riquezas del enemigo,
simbolizadas en una pieza de orfebrería hecha de metal precioso. Sin embargo, algunos
indicios parecen indicar que la "Paloma" es Israel, y que las alas "recubiertas de plata" aluden
a la victoria del pueblo que logrará apoderarse de un "botín" muy valioso (v. 13). Ver 74. 19.
O
15. "El Todopoderoso": esta es la traducción tradicional del nombre divino "El Saddai", cuyo
significado se explica en la nota de Gn. 17. 1.
"El Monte Umbrío" es sin duda una colina cubierta de bosques, pero se ignora dónde está
O
situado. La alusión a la "nieve" indica probablemente que cuando el Señor combate en favor de
su Pueblo, todos los elementos de la naturaleza se asocian a él. Ver Jb. 38. 22-23.
16-17. La pregunta dirigida a las "montañas de Basán" destaca con rasgos muy expresivos la
ST
supremacía del monte Sión, que fue el lugar elegido por el Señor para establecer su Morada
en la tierra. Ver 48. 3; 132. 13.
1 "¡El Sinaí está en el Santuario!": esta audaz afirmación parece indicar que losantiguos
privilegios del Sinaí -"la Montaña de Dios" (Éx. 3. 1)- han pasado al monte Sión y a su
Santuario.
SY
2 "La altura" no es el cielo sino la fortaleza de Sión, donde estaba ubicada la ciudad
jebusea, que resistió a la invasión de los israelitas hasta los tiempos de David (2 Sam. 5. 6-10).
106. 48.
O
73 1. "Salmo de Asaf": ver nota 50. 1.
EM
11. Ver 10. 4, 11; 14. 1; 36. 2; 53. 2; 94. 7.
D
17. Algunos autores piensan que el Salmo no se refiere al "Santuario", sino a los secretos
divinos, revelados al salmista. Sin embargo, esta interpretación parece menos probable.
1 "Todos los templos de Dios": esta expresión se refiere, en un sentido general, a todos
O
12-17. Este pasaje hímnico describe la creación del mundo como una victoria del señor sobre
el "Mar" (v. 13), es decir, sobre las fuerzas desencadenadas del caos. El mismo tema de Gn. 1
se desarrolla aquí con mayor libertad poética, utilizando imágenes y expresiones mitológicas,
ST
que eran más o menos comunes a todos los pueblos del Antiguo Oriente. Ver 93. 3-4.
"Leviatán" (v. 14) -que en la mitología cananea aparece con el nombre de Lotán- es otra
representación mítica del caos. Los textos cananeos lo describen como un monstruo marino,
provisto de siete cabezas. Ver nota 89. 11.
SY
65. "Como un guerrero adormecido por el vino": este audaz y vigoroso antropomorfismo
presenta al Señor como un héroe, que después de un momentáneo silencio, despierta
repentinamente para derrotar a sus enemigos.
O
68-69. Ver 87. 2; 132. 13.
EM
79 4. Ver 44. 14-15; 80. 7.
1 Al pedir que sus enemigos sean castigados "siete veces", Israel reclama contra ellos un
castigo completo y definitivo, porque el número siete simboliza la perfección. Ver Gn. 4. 24.
2 "Las ovejas de tu rebaño": ver nota 23. 1.
D
"José" representa al reino de Israel, que se constituyó cuando las tribus del Norte se apartaron
de Judá, después de la muerte de Salomón (1 Rey. 12). Esta representación le corresponde
por ser el padre de Efraím y Manasés (Gn. 41. 50-52), los antepasados de las dos tribus más
importantes del Norte.
LS
"Tú que tienes el trono sobre los querubines": ver 99. 1; Éx. 25. 18-22.
81 4. La mención de la "luna nueva" y de la "luna llena" -el primero y el quince del mes,
respectivamente- indica que el Salmo se refiere al ciclo de fiestas litúrgicas señalado en Lev.
86 11. "Orienta totalmente mi corazón": esta traducción intenta reproducir el sentido de una
expresión difícil. El salmista pide al Señor que "unifique" su corazón, para concentrarlo
únicamente en el deseo de seguir su "camino", o sea, de cumplir su voluntad.
O
13. "Abismo": ver nota 6. 6.
EM
87 2. "Las moradas de Jacob" son los antiguos santuarios israelitas -Betel, Dan, Silo-que
fueron considerados ilegítimos cuando toda la actividad cultual se centralizó en el Templo de
Jerusalén. Ver 78. 60; Deut. 12; 2 Rey. 23.
4. "Egipto", literalmente "Rahab": este nombre mitológico designa aquí a Egipto, lo mismo que
en Is. 30. 7. Ver nota 89. 11.
D
7. "Fuentes de vida": el texto hebreo dice solamente "fuentes". La aclaración "de vida" se
añade para hacer más inteligible el sentido del texto, que presenta a Jerusalén como el
instrumento elegido por el Señor para comunicar la vida a su Pueblo. Ver Is. 66. 11; Ez. 47. 1-
12.
LS
88 1. "Hemán": ver 1 Rey. 5. 11; 1 Crón. 2. 6; 6. 18.
9. Ver 22. 7-8; 31. 12; 38. 12; 41. 6-10. 11-13.
O
11. "Rahab": lo mismo que "Leviatán", es uno de los nombres mitológicos del monstruo marino,
que representa las fuerzas del caos (Jb. 9. 13; 26. 12). Ver notas
74. 12-17; 87. 4.
O
0 93 1. Ver 96. 10.
1 3-4. Los "ríos", las "aguas impetuosas" y el "mar" representan las fuerzas del caos,
dominadas por el poder creador del Señor. Ver nota 74. 12-17.
b 94 1. La traducción de este versículo trata de reproducir el sentido del texto original, que
EM
repite enfáticamente la invocación "Dios vengador" o "Dios de las venganzas". Como el hebreo
bíblico expresa con la misma palabra los conceptos de "venganza" y de "reivindicación", una
versión demasiado literal hubiera falseado el sentido del texto. La "venganza" que Israel pide al
Señor es la "reivindicación" de la justicia, es decir, la liberación de los oprimidos. La derrota de
los que practican la injusticia (vs. 2-7) es el reverso de este acto divino de justicia. Ver nota 58.
11.
D
7. Ver 10. 4, 11; 14. 1; 36. 2; 53. 2; 73. 11.
7. Ver 29. 1.
1 Ver 29. 2.
2 Ver 93. 1.
3 Ver 98. 7-8.
O
97 2. Ver nota 61. 8. 3-5. Ver 18. 8-16; 50. 3; 68. 8-11; 77. 17-19.
98 1. "Un canto nuevo": ver nota 33. 3. Ver Éx. 15. 6; Is. 52. 10; 59. 16; 63. 5. 7-8. Ver
SY
96.11.
O
Ver 145. 15-16.
30. La palabra hebrea traducida por "aliento" puede significar también, según los contextos,
"soplo", "viento" o "espíritu". Aquí se refiere a la acción de Dios que infunde la vida y la
EM
mantiene. La liturgia cristiana aplica este versículo al Espíritu Santo. Ver nota Jn. 3. 8.
D
15. Ver Gn. 26. 1-11. 17-22. Ver Gn.
39; 41 - 45.
LS
23. Ver Gn. 46 - 48.
24-38. Ver Éx. 1 - 12.
Éx. 14.
O
3 Ver Heb. 5. 6. "Tú eres sacerdote para siempre, a la manera de Melquisedec": después
de la conquista de Jerusalén (2 Sam. 5. 6-10), David y su dinastía heredaron las prerrogativas
de los antiguos reyes de esa ciudad, representados en Melquisedec, que era, a un mismo
tiempo, rey y sacerdote de Dios, el Altísimo. Ver Gn. 14. 18-20.
EM
5-6. Esta descripción refleja las costumbres guerreras de la época en que fue compuesto el
Salmo. Su finalidad es destacar, con rasgos muy vigorosos el invencible poder de que ha sido
investido el rey, en su condición de lugarteniente del Señor. La tradición cristiana aplica estos
versículos a la victoria del Mesías sobre las fuerzas del mal.
7. "Beberá del torrente": la significación exacta de este gesto simbólico no es del todo clara. Sin
D
duda, está asociado al simbolismo del agua, que es fuente de energía y de vitalidad. Ver 1
Rey. 17. 2-5.
3. La palabra traducida por "generosidad" expresa propiamente la actitud del que cumple
fielmente sus deberes para con el prójimo. Ver 15. 2-5.
O
5. Ver 89. 7. 114 3. Ver Éx. 14. 21; 15. 8; Jos. 3. 14-17.
O
42. 4.
O
Título y finalidad de la obra
EM
2 para conocer la sabiduría y la instrucción, para entender las palabras
profundas,
D
6 para entender los proverbios y las sentencias agudas, las palabras de los
sabios y sus enigmas.
5). Con especial insistencia, previene a los jóvenes contra el adulterio, que es una
manera de quebrantar la Alianza con el Señor (2. 16-19; 5. 3-20; 6. 24 - 7. 27). Su
enseñanza es una síntesis de toda la doctrina de los sabios, enriquecida con aportes
originales, en los que se percibe la influencia de la Ley y los Profetas. En el dilema que
ST
Otras veces, es la Sabiduría personificada la que "hace oír su voz" (1. 20; 8. 1) para
ponderar su inapreciable valor y llamar a todos a seguir sus enseñanzas. Ella fue
SY
creada antes que todas las cosas, y estaba al lado de Dios "cuando él no había hecho
aún la tierra ni los espacios ni los primeros elementos del mundo" (8. 26). Ya entonces
O
24 Porque llamo y ustedes se resisten, extiendo mi mano y nadie presta
atención,
EM
26 yo, a mi vez, me reiré de la ruina de ustedes, me burlaré cuando los
asalte el terror,
27 cuando los invada el terror como una tormenta y les llegue la ruina
como un huracán, cuando les sobrevengan la angustia y la tribulación.
D
28 Entonces me llamarán, y yo no responderé,me buscarán ansiosamente,
y no me encontrarán.
ningún mal".
La protección que da la Sabiduría 2 1 Hijo mío, si recibes mis palabras y guardas contigo mis
O
mandamientos,
ciencia de Dios.
O
2 porque ellos te aportarán largos días, años de vida y prosperidad.
EM
cuello,escríbelas sobre la tabla de tu corazón,
D
7 No seas sabio a tus propios ojos, teme al Señor y apártate del mal:
él te reprende,
12 porque el Señor reprende a los que ama como un padre a su hijo muy
querido.
O
inteligencia,
14 porque ganarla vale más que la plata y ella rinde más que el oro fino!
O
34 Él se burla de los insolentes y concede su favor a los humildes.
35 Los sabios heredarán la gloria, pero los necios cargarán con la
ignominia.
EM
La Sabiduría, gloria del que la posee 4 1 Escuchen, hijos, la instrucción de un padre, presten
atención, para poder comprender:
D
ojos de mi madre.
a mi inteligencia,
2 para que guardes la debida discreción y tus labios conserven la ciencia.
O
suave que el aceite,
4 pero al final, ella es amarga como el ajenjo, cortante como una espada
de doble filo.
EM
5 Sus pies descienden a la Muerte, sus pasos se precipitan en el Abismo;
D
7 Por eso, hijos, escúchenme y no se aparten de las palabras de mi boca.
10 que gente extraña se sacie con tu fuerza y tus trabajos vayan a parar a
casa ajena,
la asamblea y de la comunidad".
La fidelidad conyugal
O
12 Es un infame, un malvado, el que tiene la boca llena de perversidad;
13 guiña el ojo, toca con los pies, hace una seña con los dedos:
EM
14 en su corazón depravado maquina el mal, siempre está sembrando
discordias.
D
Las siete cosas abominables
16 Hay seis cosas que detesta el Señor, y siete que son para él una
abominación:
LS
17 los ojos altaneros, la lengua mentirosa y las manos que derraman
sangre inocente;
18 el corazón que trama proyectos malignos, los pies rápidos para correr
hacia el mal,
hermanos.
Contra el adulterio
O
22 Que ellos te guíen mientras caminas, que velen sobre ti cuando estás
acostado, y conversen contigo cuando despiertas.
O
falto de juicio,
8 que pasaba por la calle, junto a la esquina, y se dirigía hacia la
EM
casa de ella,
oscuridad.
D
10 De pronto, le sale al paso esa mujer, con aire de prostituta y
el corazón lleno de astucia:
LS
11 es bulliciosa, procaz, sus pies no paran en su casa;
12 unas veces en las calles, otras en las plazas, está al acecho en todas las esquinas.13 Ella
lo agarra, lo cubre de besos, y le dice con todo descaro: 14 "Tenía que ofrecer sacrificios de
O
de Egipto;
SY
O
qué es la sensatez.
6 Escuchen: es muy importante lo que voy a decir, mis labios se
EM
abren para expresar lo que es recto.
D
9 todas son exactas para el que sabe entender y rectas para los que han
hallado la ciencia.
de la reflexión.
O
ardientemente, me encontrarán.
Biblia Católica 1173
30 yo estaba a su lado como un hijo querido y lo deleitaba día tras día,
recreándome delante de él en todo tiempo,
31 recreándome sobre la faz de la tierra, y mi delicia era estar con los hijos
de los hombres.
O
32 Y ahora, hijos, escúchenme:¡felices los que observan mis caminos!
EM
34 ¡Feliz el hombre que me escucha, velando a mis puertas día tras día y
vigilando a la entrada de mi casa!
D
odian, aman la muerte.
El banquete de la Sabiduría 9 1 La
altos de la ciudad:
O
4 "El que sea incauto, que venga aquí". Y al falto de entendimiento, le dice:
5 "Vengan, coman de mi pan, y beban del vino que yo mezclé. 6
ST
camino de la inteligencia".
3 El Señor no deja que el justo sufra hambre, pero rechaza la avidez de los
O
malvados.
EM
5 El que junta en verano es un hombre precavido, el que duerme en la
cosecha es despreciable.
6 Las bendiciones descienden sobre el justo, la boca de los malvados encubre la violencia.
D
9 El que camina con integridad camina seguro, el que sigue caminos tortuosos será
descubierto.
10 El que guiña el ojo hace sufrir, el que reprende con franqueza da tranquilidad.
LS
11 La boca del justo es una fuente de vida, pero la de los malvados encubre la violencia.
13 En labios del inteligente se encuentra la sabiduría, y la vara es para las espaldas del
insensato.
O
14 Los sabios atesoran la ciencia, pero la boca del necio es una ruina inminente.
17 El que respeta la instrucción camina hacia la vida, pero el que rechaza la reprensión se
ST
extravía.
18 El que disimula su odio tiene labios mentirosos, y el que levanta una calumnia es un necio.
19 Donde abundan las palabras nunca falta el pecado, el que refrena sus labios es un hombre
precavido.
SY
20 Plata acrisolada es la lengua del justo, el corazón de los malvados no vale gran cosa.
10 Cuando los justos son felices, se alegra la ciudad, cuando perecen los malvados, se oyen
gritos de alegría.
11 Con la bendición de los hombres rectos se levanta una ciudad, la boca de los malvados la
destruye.
O
12 El que desprecia a su prójimo es un insensato, y el hombre inteligente sabe callar.
13 El chismoso revela los secretos, pero el hombre fiel guarda la debida reserva.
EM
14 Por falta de gobierno un pueblo se hunde, pero se salva si hay muchos hombres de
consejo.
15 El que sale fiador de otro la pasa muy mal, el que evita las fianzas está seguro.
D
17 El hombre fiel se hace bien a sí mismo, pero el cruel atormenta su propia carne.
18 El malvado obtiene un salario engañoso, y el que siembra justicia, una recompensa segura.
LS
19 Así como la justicia conduce a la vida, el que va detrás del mal camina hacia la muerte.
20 Los corazones tortuosos son abominables para el Señor, pero los que
caminan con integridad gozan de su favor.
23 Los justos no desean más que el bien,y los malvados sólo pueden
O
esperar el furor.
16 El necio manifiesta en seguida su disgusto, pero el hombre prudente disimula una afrenta.
17 El que dice la verdad declara lo que es justo, pero el testigo falso es un impostor.
O
18 El charlatán corta como una espada, pero la lengua de los sabios es un remedio.
19 Los labios veraces permanecen para siempre, pero la lengua
mentirosa, sólo por un instante.
EM
20 Hay engaño en el corazón de los que traman el mal, y alegría para los
que dan consejos saludables.
D
22 Los labios mentirosos son abominables para el Señor, pero los que
practican la verdad gozan de su favor.
conducta.
2 El hombre comerá del fruto de sus palabras, pero los traidores están
ávidos de violencia.
SY
3 El que vigila su boca protege su vida, el que abre demasiado sus labios
O
vacío.
EM
14 1 La sabiduría edifica una casa, pero la necedad la destruye con sus propias manos.
3 De la boca del necio brota el orgullo, los labios de los sabios son su
defensa.
D
4 Donde no hay bueyes, el establo está limpio, pero la fuerza de un toro da
mucha ganancia.
12 Hay caminos que parecen rectos, pero al final son caminos de muerte.
14 El descarriado se sacia con los frutos de su conducta, y el hombre de bien con sus
SY
acciones.
O
15 1 Una respuesta suave aplaca la ira, una palabra hiriente exacerba el furor.
EM
necios rebosa necedad.
3 Los ojos del Señor están en todas partes,vigilando a los malos y a los
buenos.
D
5 El necio desprecia la instrucción de su padre,el que acepta la reprensión
se muestra prudente.
6 En casa del justo hay mucha riqueza,en las ganancias del malo hay turbación.
LS
7 Los labios de los sabios siembran la ciencia,no así el corazón de los necios.
8 El sacrificio de los malvados es abominable para el Señor,la plegaria de los hombres rectos
obtiene su favor.
11 El Abismo y la Perdición están delante del Señor:¡cuánto más los corazones de los
hombres!
O
15 Para el desdichado, todos los días son malos,pero el corazón feliz siempre está de fiesta.
16 Más vale poco con temor del Señor,que un gran tesoro con inquietud.
SY
17 Más vale un plato de legumbres con amorque un buey cebado, pero con odio.
O
6 Por la bondad y la fidelidad se expían las faltas,y con el temor del Señor se evita el mal.
EM
mismos enemigos.
8 Más vale poco con justicia que abundantes ganancias con injusticia.
10 Hay un oráculo en los labios del rey:él no se equivoca cuando dicta sentencia.
D
11 La báscula y las balanzas justas pertenecen al Señor,y son obra suya todas las pesas de la
bolsa.
15 Cuando el rostro del rey está radiante, hay vida,y su favor es como lluvia de primavera.
O
16 Adquirir sabiduría vale más que el oro fino,adquirir inteligencia es preferible a la plata.
17 La senda de los hombres rectos es apartarse del mal,el que vigila su camino preserva su
vida.
O
20 El que está atento a la palabra encontrará la dicha,y ¡feliz el que confía en el Señor!
21 El que sabe discernir tiene fama de inteligente,y las palabras dulces son más persuasivas.
22 El buen juicio es fuente de vida para el que lo posee,pero la necedad es el castigo de los
necios.
SY
23 El corazón del sabio da sensatez a su bocay hace más persuasivas sus palabras.
12 Más vale toparse con una osa privada de sus críasque con un necio en
O
su locura.
EM
14 Iniciar un altercado es abrir una compuerta:retírate antes que estalle la
disputa.
D
17 El amigo ama en cualquier ocasión,y un hermano nace para compartir
la adversidad.
los huesos.
O
22 El que encontró una mujer encontró la felicidady obtuvo el favor del
Señor.
EM
23 El pobre habla suplicando,pero el rico responde duramente.
24 Hay compañeros que llevan a la ruinay hay amigos más apegados que
un hermano.
19 1 Más vale un pobre que camina con integridad que un hombre insensato y de labios
tortuosos.
D
2 Sin la ciencia, ni el mismo celo es bueno,y el que se precipita malogra su
intento.
6 Son muchos los que adulan al nobley todos son amigos del que hace
regalos.
O
bien.
11 El buen juicio de un hombre aplaca su ira,y su gloria es pasar por alto una ofensa.
O
provoca su estallido.
EM
4 El perezoso no ara en otoño,en la cosecha busca, y no hay nada. 5
Aguas profundas son los designios del corazón humano:el
D
6 Muchos se precian de su fidelidad,pero ¿quién encontrará a un hombre
sincero? 7 El justo camina con integridad,¡felices sus hijos después de él!
8 Un rey sentado en el tribunaldiscierne con su mirada toda
LS
maldad.
para el Señor.
O
Señor.
15 Hay oro y muchas perlas,pero nada más precioso que una boca sabia.
O
a practicar el derecho.
EM
9 Más vale habitar en un rincón del techoque compartir la casa con una
mujer pendenciera.
D
12 El justo observa la casa del malvadoy precipita en la desgracia a los
malos.
13 El que cierra los oídos al clamor del débilllamará y no se le responderá.
LS
14 Un regalo hecho a escondidas aplaca la iray un obsequio bajo cuerda, la furia violenta.
15 Practicar la justicia es una alegría para el justo,pero es una calamidad para los
malhechores.
17 El que ama el placer termina en la indigencia,el que ama el vino y la buena vida no se
enriquecerá.
18 El malvado servirá de rescate por el justoy el traidor, por los hombres rectos.
O
19 Más vale habitar en un país desiertoque con una mujer pendenciera y de mal genio.
20 En la morada del sabio hay tesoros preciosos y perfume,pero el necio se los devora.
ST
22 El sabio toma por asalto una ciudad de valientesy abate la fuerza en que ella confiaba.
O
15 La necedad está adherida al corazón del joven:la vara de la corrección
la alejará de él.
EM
acabará en la indigencia.
D
exhortación. Además, la presente sección ofrece muchas analogías con la "Instrucción
de Amenemope", obra de un sabio egipcio que escribió probablemente entre los siglos
VIII y VII a. C. El autor de los capítulos siguientes tomó aquella obra como modelo, pero
no se limitó a copiarla, sino que la reelaboró a la luz de la tradición israelita.
LS
Al final de esta sección, hay otra breve colección de proverbios de carácter bastante
heterogéneo, que también son presentados como "palabras de los sabios" (24. 23).
a ti.
O
palabras. 9 No hables a los oídos de un insensato,porque despreciará el
EM
10 No desplaces los linderos antiguos,ni te metas en los campos de los huérfanos,
D
14 Tú lo golpearás con la vara,y librarás su vida del Abismo.
19 Escucha, hijo mío, y te harás sabio,y enderezarás tu corazón por el buen camino.
O
harapos.
24 El padre de un justo se llena de gozo,el que tiene un hijo sabio se alegra por él:
O
mantiene firme;
4 con la ciencia se llenan las despensasde todos los bienes
EM
preciosos y agradables.
5 Más vale un sabio que un hombre fuertey un hombre instruido que uno muy vigoroso,
D
boca.
9 La necedad no trama más que el pecado,y el insolente se hace abominable a los hombres.
LS
10 Si flaqueas en el día de la adversidad,¡qué poca fuerza tienes!
11 Libra a los que son arrastrados a la muerte,salva a los que van con pasos vacilantes al
suplicio.
12 Si dices: "¡Este no es asunto mío!",¿no lo tendrá en cuenta el que pesa los corazones?
O
Aquel que te observa lo sabráy retribuirá a cada uno según sus obras.
13 Come miel, hijo mío, porque es buena;la miel de panal es dulce a tu paladar.
O
14 Ten presente que así es la sabiduría para tu alma:si la encuentras, tendrás un porveniry tu
esperanza no quedará defraudada.
ST
16 porque el justo, aunque caiga siete veces, se levantará,mientras que los malvados se
hunden en la desgracia.
O
brazos cruzados":
34 así te llegará la pobreza como un salteadory la miseria como
un hombre armado.
EM
SEGUNDA COLECCIÓN DE PROVERBIOS SALOMÓNICOS
Como lo indica su título, esta colección fue reunida por los escribas de la corte de
Ezequías, rey de Judá, que reinó entre los años 716 y 687 a. C. Después de la
destrucción de Samaría, este rey promovió una profunda reforma religiosa y se
D
preocupó por conservar los libros y tradiciones sagradas de los dos reinos, el de Israel y
el de Judá. Entre la actividad literaria realizada en esa época, está la de los escribas de
la corte real, que coleccionaron estas sentencias transmitidas de generación en
generación por la tradición oral o escrita. Por su forma literaria, dichas sentencias se
asemejan bastante a las de la primera colección salomónica (10, 1 - 22. 16), si bien son
LS
mucho más frecuentes los proverbios que constan de varios versos, dando así lugar a
hermosas comparaciones. También son más numerosos los consejos de carácter
religioso y moral.
25 1 Estos también son proverbios de Salomón, coleccionados por los hombres de Ezequías,
rey de Judá.
O
7 más vale que te digan: "Sube aquí",que verte humillado ante un noble.
26 1 Como nieve en verano y lluvia en la cosecha, así de mal le sienta la gloria al insensato.
O
3 El látigo para el caballo, el freno para el asno,y la vara para las espaldas
del insensato.
EM
asemejes a él;
6 Se mutila los pies, bebe sinsabores,el que envía mensajes por medio de
un necio.
D
7 Como las piernas vacilantes del rengo,así es un proverbio en boca de los
necios.
10 Arquero que hiere a todos los que pasanes el que toma a sueldo a un
insensato o a un borracho.
O
12 ¿Has visto a un hombre que se tiene por sabio?Se puede esperar más
O
13 El perezoso dice: "¡Hay un león en el camino! ¡Un león por las plazas!".
ST
lecho.
15 El perezoso hunde su mano en el platoy se fatiga de sólo
SY
llevarla a la boca.
O
aduladora causa la ruina. 27 1 No te gloríes del día de mañana, porque no
EM
3 Pesada es la piedra y también la arena,pero más pesado aún es el despecho de un necio.
D
7 El hombre satisfecho pisotea un panal de miel,para el hambriento, hasta lo amargo es dulce.
8 Como pájaro que anda lejos de su nido,así es el hombre que anda lejos de su hogar.
LS
9 El aceite perfumado alegra el corazón,y la dulzura de un amigo, más que el propio consejo.
13 Toma su ropa, porque salió fiador de otro,tómalo a él como prenda, porque dio su aval a
O
gente extraña.
14 Saludar al prójimo en alta voz, de madrugada,es tenido en cuenta como una maldición.
ST
12 Cuando triunfan los justos, hay gran fiesta;cuando se imponen los malvados, todos se
esconden.
O
13 El que encubre sus delitos no prosperará,pero el que los confiesa y abandona, obtendrá
misericordia.
EM
14 Feliz el hombre que siempre teme al Señor,pero el obstinado caerá en la desgracia.
16 Un príncipe sin inteligencia multiplica las extorsiones,pero el que detesta el lucro prolongará
sus días.
D
17 El hombre cargado con la sangre de otrohuirá hasta el sepulcro: ¡que nadie lo detenga!
18 El que camina con integridad se salvará,el que va tortuosamente por dos caminos, cae en
uno de ellos.
LS
19 El que cultiva su suelo se saciará de pan,el que persigue quimeras se hartará de pobreza.
20 El hombre sincero será colmado de bendiciones,el que quiere hacerse
rico de golpe no quedará impune.
lengua aduladora.
20 ¿Has visto a un hombre que se apura a hablar?Se puede esperar más de un necio que de
él.
O
21 Si a un esclavo se le consiente desde su infancia,terminará por convertirse en un rebelde.
22 El hombre irascible siembra discordias,el furibundo multiplica los
crímenes.
EM
23 El orgullo lleva al hombre a la humillación,el de espíritu humilde
alcanzará honores.
D
pone a salvo.
El libro de los Proverbios incluye en su parte final dos series de sentencias, tomadas de
la tradición sapiencial del Antiguo Oriente. La primera es atribuida a Agur y la segunda a
O
SENTENCIAS DE AGUR
O
torrentey lo devorarán los aguiluchos.
EM
19 el camino del águila en el cielo,el camino de la serpiente
sobre la roca,
D
joven.
20 Esta es la conducta de la mujer adúltera:come, se limpia la
boca y exclama: "¡No hice nada malo!".
LS
21 Por tres cosas tiembla la tierra y hay cuatro que no puede soportar:
22 un esclavo que llega a rey, un tonto que se harta de pan, 23 una mujer odiada que
encuentra maridoy una esclava que hereda a su señora.
O
en verano;
roca;
O
poema alfabético: elogio de la buena ama de casa
EM
describe y enaltece a la mujer ideal, en su condición de esposa, de madre y de ama de
casa hábil y previsora. Por encima de todas sus cualidades sobresale el "temor del
Señor" (v. 30), que es "el comienzo de la sabiduría" (1. 7; 9. 10).
Alef 10 Una buena ama de casa, ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa
que las perlas.
Bet 11 El corazón de su marido confía en ella y no le faltará
D
compensación. Guímel 12 Ella le hace el bien, y nunca el mal, todos los días de su vida.
Dálet 13 Se procura la lana y el lino, y trabaja de buena gana con sus manos.
LS
He 14 Es como los barcos mercantes: trae sus provisiones desde lejos. Vau 15 Se levanta
cuando aún es de noche, distribuye la comida a su familia y las tareas a sus servidoras.
manos planta una viña. Jet 17 Ciñe vigorosamente su cintura y fortalece sus brazos para el
O
trabajo.
Tet 18 Ve con agrado que sus negocios prosperan, su lámpara no se apaga por la noche. Iod
O
Caf 20 Abre su mano al desvalido y tiende sus brazos al indigente. Lámed 21 No teme por su
ST
Mem 22 Ella misma se hace sus mantas, y sus vestidos son de lino fino
y púrpura. Nun 23 Su marido es respetado en la puerta de la ciudad, cuando sesienta entre los
ancianos del lugar.
SY
O
13-18. Al banquete ofrecido por la Sabiduría, se contrapone esta invitación que hace la
"Necedad" personificada. Esta contraposición prepara la colección de los proverbios
salomónicos, que va a oponer constantemente la conducta del "sabio" a la del "necio".
EM
"Sombras" y "Abismo": ver nota 2. 18.
D
19. Ver Sant. 1. 19. 11 14. Ver 15.
22; 24. 6.
LS
31. Ver 1 Ped. 4. 18. 12 11.
19. "El que alza demasiado su puerta": con esta expresión metafórica se designa al hombre
altanero y prepotente.
19 5. Ver 19. 9.
O
12. Ver 20. 2. 20 16. Ver 27. 13. 21 16."La Asamblea de las Sombras": ver nota 2. 18. 22 21.
"Al que te envía": en el Antiguo Oriente, la formación del sabio incluía a veces
ST
Por otra parte, al escepticismo existencial del autor del Eclesiastés no corresponde un
escepticismo religioso. Al contrario, este pensador desilusionado guarda la serenidad del
O
creyente y reconoce que todo ha sido dispuesto por la sabia Providencia divina (3. 10-11). Para
él, las cosas buenas son un don de Dios (2. 2426), y el hombre tendrá que dar cuenta al
Creador de su conducta sobre la tierra (12. 14). La enseñanza moral de este "predicador"
concuerda muy bien con la de todo el Antiguo Testamento: "Teme al Señor y observa sus
EM
mandamientos, porque esto es todo para el hombre" ( 12. 13).
De todas maneras, al llamar la atención sobre la relatividad de cuanto hay "bajo el sol", este
Sabio nos lleva a la búsqueda del único "Absoluto". "El Eclesiastés habla de Dios, se ha dicho
con razón, como la sed del agua". Y el Nuevo Testamento, al revelarnos la resurrección de los
muertos, viene a colmar la sensación de vacío que deja la lectura de este Libro: "La creación
quedó sujeta a la vanidad, no voluntariamente, sino por causa de quien la sometió, pero
conservando una esperanza" (Rom. 8. 20).
D
Título, autor y tema general del Libro
LS
1 1 Palabras de Cohélet, hijo de David, rey en Jerusalén.
O
más que todos mis predecesores en Jerusalén,
EM
17 Me dediqué a conocer la sabiduría,
D
18 Porque mucha sabiduría trae mucha aflicción,
y el que acumula ciencia, acumula dolor. La búsqueda del placer, intento ilusorio 2 1
hasta ver qué les conviene hacer a los hombres bajo el cielo,en los contados días de su vida.
parques, y planté allí toda clase de árboles frutales; 6 me fabriqué cisternas, para regar el
SY
bosque donde crecían los árboles; 7 compré esclavos y esclavas, y algunos me nacieron en
18 Y también detesté todo el esfuerzo que había realizado bajo el sol, y que tendré que
dejar al que venga después de mí. 19 ¿Y quién sabe si él será sabio o necio? Pero será
O
el dueño de lo que yo he conseguido con esfuerzo y sabiduría bajo el sol. También esto
EM
sol. 21 Porque un hombre que ha trabajado con sabiduría, con ciencia y eficacia, tiene
que dejar su parte a otro que no hizo ningún esfuerzo. También esto es vanidad y una
grave desgracia. 22 ¿Qué le reporta al hombre todo su esfuerzo y todo lo que busca
afanosamente bajo el sol? 23 Porque todos sus días son penosos, y su ocupación, un
D
sufrimiento;
Dios
es comer y beber,
O
si no es gracias a él?
ST
impuso a los hombres para que se ocupen de ella. 11 Él hizo todas las cosas
apropiadas a su tiempo, pero también puso en el corazón del hombre el sentido del
O
tiempo pasado y futuro, sin que el hombre pueda descubrir la obra que hace Dios
desde el principio hasta el fin. 12 Yo comprendí que lo único bueno para el hombre es
EM
alegrarse y buscar el bienestar en la vida.
D
14 Yo reconocí que todo lo que hace Dios
La condición humana
ST
16 Yo he visto algo más bajo el sol: en lugar del derecho, la maldad y en lugar de la
malvado, porque allá hay un tiempo para cada cosa y para cada acción. 18 Yo pensé
SY
acerca de los hombres: si Dios los prueba, es para que vean que no se distinguen de
4 Yo vi que todo el esfuerzo y toda la eficacia de una obra no son más que rivalidad de
unos contra otros. También esto es vanidad y correr tras el viento. 5 El necio se cruza
O
de brazos y se devora a sí mismo. 6 Más vale un puñado con tranquilidad, que las dos
EM
La ambición
D
no tiene hijo ni hermano,
Desventajas de la soledad
9 Valen más dos juntos que uno solo, porque es mayor la recompensadel esfuerzo. 10
ST
Si caen, uno levanta a su compañero; pero ¡pobre del que está solo y se cae, sin tener
a nadie que lo levante! 11 Además, si se acuestan juntos,sienten calor, pero uno solo
¿cómo se calentará? 12 Y a uno solo se lo domina, pero los dos podrán resistir, porque
SY
O
4 Más te vale no hacer un voto
EM
5 No dejes que tu boca te haga pecar,
D
y arruinar la obra de tus manos?
O
tomar la parte que le toca
y alegrarse de su trabajo,
EM
¡eso es un don de Dios!
cuando Dios lo tiene ocupado con pensamientos alegres. 6 1 Hay un mal que yo
D
he visto bajo el sol
infeliz
O
O
porque ese es el fin de todo hombre
EM
3 Más vale la tristeza que la risa,
D
5 Más vale escucharel reproche de un sabio
7 La opresión puede enloquecer a un sabio, y los regalos pierden el corazón. 8 Más vale el fin
O
de una cosa que su comienzo y más vale ser paciente que pretender demasiado. 9 No te
dejes llevar por el enojo, porque el enojo se alberga en el pecho de los necios. 10 No digas:
O
"¿A qué se debeque el tiempo pasado fue mejor que el presente?". Porque no es la sabiduría
la que te lleva a hacer esa pregunta. 11 La sabiduría vale tanto como una herencia y es
ST
provechosa para los que ven la luz del sol. 12 Porque estar a la sombra de la sabiduría es
como estar a la sombra del dinero, y la ventaja de la ciencia es que la sabiduría hace vivir al
que la posee. 13 Observa la obra de Dios: ¿quién puede enderezar lo que él torció? 14
SY
Disfruta de los días felices y en los días adversos, reflexiona: Dios hizo que se sucedan unos a
recto al hombre,
pero ellos se buscan muchas complicaciones.
O
Breve elogio del sabio
8 1 ¿Quién es como el sabio y quién sabe interpretar los hechos? La sabiduría de un hombre
EM
ilumina su rostro, y así se transforma la aspereza de su semblante.
D
y esto, a causa del juramento hecho a Dios.
sabe que hay un tiempo y un juicio. 6 Para cada cosa, en efecto, hay un tiempo y un
ST
juicio; pero un gran mal pesa sobre el hombre, 7 y es que él ignora lo que va a suceder,
porque ¿quién le indicarácómo será eso? 8 Ningún hombre es dueño del aliento vital,
O
y vi que los justos, los sabios y sus acciones están en la mano de Dios. Pero el hombre ni
siquiera sabe si es objeto de amor o de aversión. Todo lo que está ante él es vanidad, 2
EM
porque a todos les espera la misma suerte: al justo y al impío, al bueno y al malo, al puro y al
impuro, al que ofrece sacrificios y al que no los ofrece; lo mismo le pasa al bueno y al pecador,
al que jura y al que teme hacer un juramento. 3 Esto es lo maloen todo lo que sucede bajo el
sol: como es igual la suerte de todos, el corazón de los hombres se llena de maldad, la locura
D
está dentro de ellos mientras viven, y después, acaban entre los muertos. 4 Mientras uno está
unido a todos los vivientes, siempre hay esperanza, porque "más vale perro vivo que león
muerto". 5 Los vivos, en efecto, saben que morirán, pero los muertos no saben nada:para ellos
LS
ya no hay retribución, porque su recuerdo cayó en el olvido. 6 Se han esfumado sus amores,
sus odios y sus rivalidades, y nunca más podrán compartir todo lo que se
7 Ve, entonces, come tu pan con alegría y bebe tranquilamente tu vino, porque a Dios
O
ya le agradarontus obras. 8 Que tu ropa sea siempre blanca y nunca falte el perfume en
tu cabeza. 9 Goza de la vida con la mujerque amas, mientras dure esa vana existencia
ST
que Dios te concede bajo el sol, porque esa es tu parte en la vida y en el esfuerzo que
realizas bajo el sol. 10 Todo lo que esté al alcancede tu mano realízalo con tus propias
tú irás.
O
al necio le falta el buen sentido,
EM
4 Si el que gobierna se irrita contra ti,
no te salgas de quicio,
D
como error que procede de la autoridad:
9 El que saca piedras se lastima con ellas y el que corta leña está expuesto al peligro. 10 Si el
O
hierro está mellado, y no lo afilan, es preciso redoblar las fuerzas: por eso es provechoso
provecho saca el encantador? 12 Las palabras del sabio son recibidas con agrado, pero al
necio lo pierde su propia lengua: 13 cuando empieza a hablar, dice insensateces, y cuando
termina, las peores locuras; 14 el insensato multiplica las palabras. El hombre no sabe lo que
SY
va a suceder: ¿quién puede anunciarle lo que vendrá después de él? 15 El esfuerzo fatiga al
O
6 Siembra tu semilla por la mañana
EM
porque no sabes si es esto o aquello lo que va a prosperar,
D
7 Dulce es la luz
el hombre. 14 Dios llevará a juicio todas las obras, aun lo que está escondido, sea
bueno o malo.
12. La palabra hebrea traducida por "vanidad" significa propiamente "aliento", "vapor", "soplo",
O
y forma parte del repertorio de imágenes usadas por el Antiguo Testamento para designar lo
que es fugaz e inconsistente.
15. Este versículo significa que es imposible enumerar, y mucho más corregir, todo lo que hay
EM
de imperfecto y defectuoso en el mundo.
2 12. La mención del "sucesor del rey" resulta algo extraña, porque no se llega a ver bien su
relación con el contexto.
16. Según la idea tradicional de los escritos sapienciales el justo deja un recuerdo perdurable y
bendecido por los hombres (Sal. 112. 6; Prov. 10. 7; Ecli. 15. 6). Para el Eclesiastés, en
D
cambio, nada escapa al olvido en que se hunde todo lo pasado (1. 11).
a 3 11. Este versículo expresa una de las ideas centrales del Libro: Dios realiza su "obra"
en el mundo, pero el sentido de esa obra divina constituye un enigma que ningún hombre
puede descifrar (8. 17; 11. 5).
LS
b 4 14. Sin duda aquí se alude a un hecho histórico determinado.
c 5 5. El "mensajero" de Dios es probablemente el sacerdote, ante quien debían
presentarse los que habían incurrido en falta inadvertidamente (Lev. 4. 27-35; Núm.
15. 27-30).
6 3. "Y ni siquiera le dan sepultura": verse privado de una honrosa sepultura era la peor de las
O
desgracias para un israelita (Is. 14. 18-20; Jer. 8. 2; 16. 4; 2 Mac. 5. 10;
13. 7).
6. "Al mismo sitio", es decir, al "Abismo" o morada de los muertos. Ver nota Sal. 6. 6.
O
10. "Lo que existe ya ha sido llamado por su nombre", es decir, ha sido establecido por Dios, y
su destino ya esta fijado. A diferencia de Job (13. 21-22) y de Jeremías
(12. 1-5), el Eclesiastés no se atreve a discutir con Dios, a quien reconoce de antemano como
ST
La tradición cristiana ha visto en este Libro una figura del amor de Cristo hacia la Iglesia, que
es su Esposa (Ef. 5. 25). A su vez, la liturgia ha aplicado varias imágenes de este poema a la
unión entre la Virgen María y el Espíritu, y los grandes místicos las han referido a la unión
íntima de cada creyente con Dios.
O
Título 1 1 El Canto más hermoso, de Salomón. Preludio
La Amada
EM
2 ¡Que me bese ardientementecon su boca!
D
por eso las jóvenes se enamoran de ti.
La hermosura de la Amada
O
hijas de Jerusalén,
ST
O
La Amada
EM
mi nardo exhala su perfume.
D
en las viñas de Engadí.
LS
Expresiones de amor mutuo
El Amado
15 ¡Qué hermosa eres, amada mía,qué hermosa eres! ¡Tus ojos son palomas!
La Amada
O
El Amado
O
10 Habla mi amado, y me dice:
EM
y ven, hermosa mía!
D
llegó el tiempo de las canciones,
el arrullo de la tórtola.
LS
13 La higuera dio sus primeros frutos
en lugares escarpados,
ST
muéstrame tu rostro,
y es hermoso tu semblante".
Biblia Católica 1249
buscaré al amado de mi alma.
¡Lo busqué y no lo encontré! 3 Me encontraron los centinelas que hacen la ronda por la
ciudad: "¿Han visto al amado de mi alma?". 4 Apenas los había pasado, encontré al
O
amado de mi alma. Lo agarré, y no lo soltaré hasta que lo haya hecho entrar en la casa
EM
El Amado
5 ¡Júrenme, hijas de Jerusalén, por las gacelas y las ciervas del campo, que no
D
Coro
6 ¿Qué es eso que sube del desierto, como una columna de humo, perfumada
LS
de mirra y de incienso y de todos los perfumes exóticos?
La Amada
sola vuelta de tus collares! 10 ¡Qué hermosos son tus amores, hermana mía, novia mía! Tus
amores son más deliciosos que el vino,y el aroma de tus perfumes, mejor que todos los
O
ungüentos. 11 ¡Tus labios destilan miel pura, novia mía! Hay miel y leche bajo tu lengua, y la
fragancia de tus vestidos es como el aroma del Líbano. 12 Eres un jardín cerrado hermana
EM
mía, novia mía; eres un jardín cerrado, una fuente sellada.
13 Tus brotes son un vergel de granadas, con frutos exquisitos: alheña con nardos, 14
nardo y azafrán, caña aromática y canela, con todos los árboles de incienso, mirra y
áloe, con los mejores perfumes. 15 ¡Fuente que riega los jardines, manantial de agua
D
viva, que fluye desde el Líbano!
El Amado
5 1 Yo entré en mi jardín, hermana mía, novia mía; recogí mi mirra y mi bálsamo, comí mi miel
SY
y mi panal,
O
12 Sus ojos son dos palomas
EM
que se bañan en leche
D
Sus labios son lirios
hijas de Jerusalén.
El feliz encuentro con el Amado
Biblia Católica 1255
todas ellas han tenido mellizos y no hay ninguna estéril. 7 Como cortes de granada son
tus mejillas, detrás de tu velo. 8 Son sesenta las reinas, ochenta las concubinas, e
innumerables las jóvenes. 9 Pero una sola es mi paloma,mi preciosa. Ella es la única de
O
su madre, la preferida de la que la engendró: al verla, la felicitan las jóvenes, las reinas
y concubinas la elogian. 10 "¿Quién es esa que surge como la aurora, bella como la
EM
luna, resplandeciente como el sol, imponente como escuadrones con sus insignias?".
La Amada
D
a ver los retoños del valle,
Coro
O
El Amado
ST
¿Por qué miran a la Sulamita, bailando entre dos coros? 2 ¡Qué bellos son tus pies en
las sandalias, hija de príncipe! Las curvas de tus caderas son como collares, obra de
Tu vientre, un haz de trigo, bordeado de lirios. 4 Tus pechos son como dos ciervos
O
los nuevos y los añejos, amado mío,
EM
8 1 ¡Ah, si tú fueras mi hermano, criado en los pechos de mi madre! Al encontrarte por la calle
D
jugo de mis granadas.
El Amado
O
que no despertarán,
O
ni desvelarán a mi amor,
Coro
SY
10 Yo soy una muralla, y mis pechos son como torreones: por eso soy a los
O
La viña del Amado
El Amado
EM
11 Salomón tenía una viña en Baal Hamón;
D
12 Mi viña es sólo para mí,
El Amado
O
10. El poeta atribuye rasgos casi divinos a la figura de la Amada. En esta descripción
hiperbólica, los "escuadrones con sus insignias" son quizá las estrellas, ya que son
O
mencionados junto con el "sol" y la "luna".
EM
5. "Jesbón" era la capital del reino de Moab, en la Transjordania (Núm. 21. 26-27; Is.
15. 4).
1 Los dos fragmentos que componen este versículo, no tienen ninguna conexión aparente
D
con el contexto. Probablemente, se trata del comienzo de dos poemas que no han sido
transcritos integramente.
2 El "sello", que era un sustituto de la persona y signo de su autoridad, se llevaba
suspendido al cuello o ajustado al dedo con un anillo.
LS
"Llamas del Señor": este es el único pasaje del Cantar donde se menciona el nombre del Dios
de Israel.
8-10. Este texto, bastante enigmático, parece sugerir la preocupación de los hermanos por su
"hermana pequeña", hasta que llegue el momento de casarla. Ella les responde que ya no es
tan niña como creen y que el amor le ha hecho encontrar la felicidad.
O
13. "Mis compañeros prestan oido a tu voz": con estas palabras, el Amado pone en guardia a
su Amada para que se cuide de lo que va a decir.
Sabiduría
O
La SABIDURÍA es el Libro más reciente del Antiguo Testamento. Fue escrito en griego, muy
probablemente entre los años 50 y 30 a. C., por un judío de Alejandría, la gran ciudad egipcia
convertida en el primer centro cultural del mundo mediterráneo. El autor, sobre todo cuando
habla en primera persona (caps. 7 - 9), se presenta como si fuera Salomón. Este artificio
ST
literario le sirve para mostrar que su enseñanza, a pesar de estar presentada de manera nueva
y original, coincide con la auténtica tradición sapiencial de Israel, representada por el más
célebre de sus "sabios" .
La obra está dirigida en primer lugar a la numerosa y floreciente comunidad judía radicada en
aquella ciudad. Lejos de su patria y en estrecho contacto con una cultura brillante y ecléctica,
SY
ella corría el riesgo de dejarse seducir por los atractivos del paganismo. Consciente de esto, el
autor se propone demostrar a sus compatriotas que no tienen nada que envidiar a los paganos
O
55).
EM
1 1 Amen la justicia, ustedes, los que gobiernan la tierra,piensen rectamente
acerca del Señor
D
y se manifiesta a los que no desconfían de él.
espíritu amigo de los hombres, pero no dejará sin castigo las palabras del blasfemo, porque
O
que dice su lengua. 7 Porque el espíritu del Señor llena la tierra, y él, que mantiene unidas
ST
todas las cosas, sabe todo lo que se dice. 8 Por eso no podrá ocultarse el que habla
perversamente, la justicia acusadora no pasará de largo junto a él. 9 Los designios del impío
serán examinados:el eco de sus palabras llegará hasta el Señor, como prueba acusadora de
SY
sus iniquidades. 10 Un oído celoso lo escucha todo, no se le escapa ni el más leve murmullo.
nuestra vida habrá pasado como una nube, sin dejar rastro, se disipará como la bruma,
O
evaporada por los rayos del sol y agobiada por su calor. 5 El tiempo de nuestra vida es una
sombra fugaz y nuestro fin no puede ser retrasado: una vez puesto el sello, nadie vuelve sobre
EM
sus pasos. 6 Vengan, entonces, y disfrutemos de los bienes presentes, gocemos de las
criaturas con el ardor de la juventud. 7 ¡Embriaguémonos con vinos exquisitos y perfumes, que
no se nos escape ninguna flor primaveral, 8 coronémonos con capullos de rosas antes que se
marchiten; 9 que ninguno de nosotros falte a nuestra orgía, dejemos por todas partes señales
D
de nuestra euforia, porque eso es lo que nos toca y esa es nuestra herencia! 10 Oprimamos al
que la debilidad no sirve para nada. 12 Tendamos trampas al justo, porque nos molesta y se
opone a nuestra manera de obrar; nos echa en cara las transgresiones a la Ley
conocimiento de Dios y se llama a sí mismo hijo del Señor. 14 Es un vivo reproche contra
nuestra manera de pensar y su sola presencia nos resulta insoportable,15 porque lleva una
O
vida distinta de los demás y va por caminos muy diferentes. 16 Nos considera como algo
suerte final de los justos y se jacta de tener por padre a Dios. 17 Veamos si sus palabras son
protegerá y lo librará de las manos de sus enemigos. 19 Pongámoslo a prueba con ultrajes y
SY
O
¡Sus mujeres son insensatas, sus hijos perversos y su descendencia maldita!
La verdadera fecundidad
EM
13 ¡Feliz, en cambio, la mujer estéril que no se ha manchado, la que no tuvo relaciones ilícitas!
Ella dará frutos cuando Dios visite las almas. 14 Feliz también el eunuco que no cometió
ninguna iniquidad ni tuvo pensamientos perversos contra el Señor. Por su fidelidad se le dará
una gracia especial, una herencia muy deseable en el Templo del Señor. 15 Porque es
D
glorioso el fruto de los trabajos honestos, e indefectible la raíz de la Sabiduría.
16 Pero los hijos de los adúlteros no llegarán a su madurez y la descendencia de una unión
ilegítima desaparecerá. 17 Aunque vivan mucho tiempo, serán tenidos por nada, y al fin su
LS
vejez será deshonrosa;18 si mueren pronto, no tendrán esperanza ni consuelo en el día del
Discernimiento, 19 porque es penoso el fin de una raza injusta. 4 1 Es mejor no tener hijos y
recuerdo inmortal, ya que es reconocida por Dios y por los hombres. 2 Cuando está presente,
O
se la imita, cuando está ausente, se la echa de menos; en la eternidad, triunfa ceñida de una
sobre un suelo firme. 4 Aunque por un tiempo crezcan sus ramas, al no estar bien
SY
arraigada, será sacudida por el viento y arrancada de raíz por la violencia del
O
completamente seguro
frente a aquellos que lo oprimieron y despreciaron sus padecimientos. 2 Ellos, al verlo, serán
EM
presa de un terrible temor y quedarán desconcertados por lo imprevisto de su salvación. 3
se dirán unos a otros, con el espíritu angustiado: 4 "Este es el que antes poníamos en ridículo
D
y convertíamos en objeto de escarnio. ¡Insensatos de nosotros! Su vida nos parecía una
locuray su fin una ignominia. 5 ¿Cómo ha sido incluido entre los hijos de Dios y participa de la
herencia de los santos? 6 ¡Qué lejos nos apartamos del camino de la verdad! La luz de la
LS
justicia nunca nos ha iluminado ni el sol ha salido para nosotros. 7 Nos hemos hartado de los
senderos del mal y la perdición, hemos atravesado desiertos sin caminos, ¡pero no hemos
conocido el camino del Señor! 8 ¿De qué nos sirvió nuestra arrogancia? ¿De qué nos valió
O
jactarnos de las riquezas? 9 Todo eso se desvaneció como una sombra, como una noticia
fugaz; 10 como una nave que surca el mar agitado, sin que pueda descubrirse la huella de su
O
paso ni la estela de su quilla entre las olas; 11 o como un pájaro que vuela por el aire sin dejar
y la corta con un agudo silbido, se abre camino batiendo las alas y después no queda ni una
señal de su paso; 12 o como una flecha arrojada hacia el blanco: el aire desplazado vuelve en
seguida a su lugar, y se ignora el camino que ella siguió. 13 Así también nosotros,
desaparecimos apenas nacidos y no tenemos para mostrar ninguna señal de virtud, porque
SY
nos hemos consumido en nuestra maldad". 14 Sí, la esperanza del impío es como brizna
Biblia Católica 1271
obtenerla, sabiendo que Dios es el único que la posee y puede comunicarla.
atención, los que dominan multitudes y están orgullosos de esa muchedumbre de naciones! 3
O
Porque el Señor les ha dado el dominio, y el poder lo han recibo del Altísimo: él examinará las
obras de ustedes y juzgará sus designios. 4 Ya que ustedes, siendo ministros de su reino, no
EM
han gobernado con rectitud ni han respetado la Ley ni han obrado según la voluntad de Dios, 5
él caerá sobre ustedes en forma terrible y repentina,ya que un juicio inexorable espera a los
que están arriba. 6 Al pequeño, por piedad, se le perdona, pero los poderosos serán
D
examinados con rigor. 7 Porque el Señor de todos no retrocede ante nadie, ni lo intimida la
grandeza: él hizo al pequeño y al grande, y cuida de todos por igual, 8 pero los poderosos
serán severamente examinados. 9 A ustedes, soberanos, se dirigen mis palabras, para que
LS
aprendan la Sabiduría y no incurran en falta; 10 porque los que observen santamente las leyes
santas
serán reconocidos como santos, y los que se dejen instruir por ellas, también en ellas
O
serán instruidos.
O
12 La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los
ST
que la aman y encontrar por los que la buscan. 13 Ella se anticipa a darse a conocer a los que
pronto quedará libre de inquietudes. 16 La Sabiduría busca por todas partes a los que son
SY
dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y les sale al encuentro en
Biblia Católica 1273
en la vida es la misma para todos, y también es igual la salida.
7 Por eso oré, y me fue dada la prudencia, supliqué, y descendió sobre mí el espíritu de la
O
Sabiduría. 8 La preferí a los cetros y a los tronos, y tuve por nada las riquezas en comparación
con ella.9 No la igualé a la piedra más preciosa, porque todo el oro, comparado con ella, es un
EM
poco de arena; y la plata, a su lado, será considerada como barro. 10 La amé más que a la
salud y a la hermosura, y la quise más que a la luz del día, porque su resplandor no tiene
ocaso. 11 Junto con ella me vinieron todos los bienes, y ella tenía en sus manos una riqueza
D
aunque ignoraba que ella era su madre. 13 La aprendí con sinceridad y la comunico sin
14 Porque ella es para los hombres un tesoro inagotable: los que la adquieren se ganan la
LS
amistad de Dios, ya que son recomendados a él por los dones de la instrucción.
15 Que Dios me conceda hablar con inteligencia, y que mis pensamientos sean dignos de los
O
dones recibidos, porque él mismo es el guía de la Sabiduría y el que dirige a los sabios. 16 En
sus manos estamos nosotros y nuestras palabras, y también todo el saber y la destreza para
O
solsticios y el cambio de las estaciones, 19 los ciclos del año y las posiciones de los
astros; 20 la naturaleza de los animales y los instintos de las fieras, el poder de los
SY
Señor de todas las cosas. 4 Está iniciada en la ciencia de Dios y es ella la que elige sus obras.
5 Si la riqueza es un bien deseable en la vida, ¿qué cosa es más rica que la Sabiduría que
O
todo lo hace? 6 Si la prudencia es la que obra, ¿quién más que ella es artífice de todo lo que
existe? 7 ¿Amas la justicia? El fruto de sus esfuerzos son las virtudes, porque ella enseña la
EM
templanza y la prudencia, la justicia y la fortaleza, y nada es más útil que esto para los
hombres en la vida. 8 ¿Deseas, además, tener mucha experiencia? Ella conoce el pasado y
D
señales y los prodigios, la sucesión de las épocas y de los tiempos.
bien y mi aliento en las preocupaciones y la tristeza. 10 Gracias a ella, alcanzaré gloria entre la
gente, y aun siendo joven, seré honrado por los ancianos. 11 Me encontrarán perspicaz en el
eterno; 14 gobernaré a los pueblos, y las naciones me estarán sometidas; 15 terribles tiranos
quedarán aterrados al oír hablar de mí; me mostraré bondadoso con mi pueblo y valiente en la
ST
O
o hacerse una idea de lo que quiere el Señor? 14 Los pensamientos de los mortales son
EM
alma y esta morada de arcilla oprime a la mente con muchas preocupaciones. 16 Nos
cuesta conjeturar lo que hay sobre la tierra, y lo que está a nuestro alcance lo
D
quién habría conocido tu voluntad si tú mismo no hubieras dado la Sabiduría y enviado
desde lo alto tu santo espíritu? 18 Así se enderezaron los caminos de los que están
sobre la tierra, así aprendieron los hombres lo que te agrada y, por la Sabiduría, fueron
LS
salvados".
El Libro concluye con una larga meditación sobre la acción de la Sabiduría en la historia.
Después de una breve introducción que se remonta hasta Adán, el autor se detiene en los
O
acontecimientos del Éxodo, de los que extrae una enseñanaza para el presente. El recuerda a
los judíos residentes en Egipto que ya en otro tiempo sus antepasados tuvieron mucho que
padecer en aquel país, pero el Señor desplegó todo su poder para librarlos de la opresión. Así
aquel Éxodo es presentado como el arquetipo de todas las intervenciones de Dios en favor de
O
su Pueblo.
Un principio guía la interpretación de los hechos: todo lo que sirvió para castigar a los
enemigos de Israel se convirtió en un beneficio para el Pueblo de Dios (11. 5). Con el fin de dar
ST
más relieve y vivacidad a esta enseñanza, el autor maneja con mucha libertad las tradiciones
bíblicas, idealizando los acontecimientos y adornándolos ocasionalmente con elementos
legendarios. Además, en una extensa polémica contra la idolatría (caps. 13 - 15), él trata de
preservar a los judíos de la apostasía y de mostrar a los paganos la inconsistencia de su
propia religión.
SY
O
y no lo abandonó en la prisión
EM
y la autoridad sobre los que lo sojuzgaban;
D
Moisés y el Éxodo
15 Ella liberó de una nación opresora a un pueblo santo, a una raza irreprochable. 16 Entró en
el alma de un servidor del Señor y enfrentó a reyes temibles con prodigios y señales. 17
LS
Otorgó a los santos la recompensa de sus trabajos y los condujo por un camino admirable; fue
para ellos una sombra protectora durante el día y un fulgor de estrellas durante la noche. 18
Los hizo pasar a pie por el Mar Rojo y los condujo a través de las aguas caudalosas. 19 A sus
O
enemigos, en cambio, los sumergió y después los despidió a borbotones desde el fondo del
la Sabiduría abrió la boca de los mudos y soltó la lengua de los más pequeños. 11 1 Ella hizo
ST
O
o lanzaran de sus ojos terribles rayos: 19 animales capaces, no sólo de destruirlos de un
EM
zarpazo, sino de hacerlos perecer con su aspecto terrorífico. 20 Aún sin esto, ellos podían ser
derribados de un soplo, perseguidos por la Justicia, barridos por el soplo de tu poder. Pero tú lo
D
21 Tu inmenso poder está siempre a tu disposición, ¿y quién puede resistir a la fuerza de tu
brazo? 22 El mundo entero es delante de ti como un grano de polvo que apenas inclina la
balanza, como una gota de rocío matinal que cae sobre la tierra. 23 Tú te compadeces de
LS
todos, porque todo lo puedes, y apartas los ojos de los pecados de los hombres para que ellos
hecho,
¿Cómo se conservaría si no la hubieras llamado? 26 Pero tú eres indulgente con todos, ya que
todo es tuyo, Señor que amas la vida, 12 1 porque tu espíritu incorruptible está en todas las
O
y consideras incompatible con tu poder
EM
16 Porque tu fuerza es el principio de tu justicia,
D
temeridad de aquellos que la conocen. 18 Pero, como eres dueño absoluto de tu fuerza,
juzgas con serenidad y nos gobiernas con gran indulgencia, porque con sólo quererlo puedes
ejercer tu poder.
LS
La moderación de Dios, ejemplo para su Pueblo
19 Al obrar así, tú enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser amigo de los hombres y
colmaste a tus hijos de una feliz esperanza, porque, después del pecado, das lugar al
O
arrepentimiento. 20 Si a los enemigos de tus hijos, que eran reos de muerte, los castigaste
maldad, 21 ¡con cuántas más precauciones habrás juzgado a tus hijos, tú que con juramentos
y alianzas, hiciste a sus padres tan magníficas promesas! 22 Así, cuando castigas a nuestros
ST
enemigos con moderación, nos instruyes a fin de que, al juzgar a los otros, recordemos tu
23 Por eso, a los que en su locura habían llevado una vida injusta,
excusables: 9 si han sido capaces de adquirir tanta ciencia para escrutar el curso del mundo
O
El culto de los ídolos: las imágenes talladas
EM
los que llamaron dioses a obras fabricadas por las manos del hombre,
a figuras de animales,
D
o a una piedra sin valor esculpida por una mano antigua! 11 Tomemos, por
ejemplo, un leñador:
él derriba con la sierra un árbol fácil de voltear, le quita hábilmente toda la corteza, lo trabaja
LS
con maestría y hace con él un objeto útil para el uso común. 12 Con las astillas que sobran
calienta su comida y sacia su apetito. 13 Pero queda todavía un resto que no sirve para nada,
un tronco retorcido y lleno de nudos: él lo toma, lo esculpe para llenar sus ratos de ocio, lo
O
talla con habilidad en sus momentos libres,y le da forma humana 14 o lo hace semejante a un
vil animal. Después, lo recubre de minio, colorea la superficie de rojo, y disimula todos sus
O
con un clavo. 16 De esa manera, toma precauciones para que no se caiga, sabiendo que no
ST
puede valerse por sí mismo, porque no es más que una imagen y tiene necesidad de ayuda.
17 Sin embargo, cuando ruega por sus bienes, por su hogar o sus
hijos,
SY
criaturas de Dios, se convirtieron en una abominación, en motivo de escándalo para las almas
O
Origen del culto de los ídolos
EM
de la vida. 13 Ellos no existían al principio ni existirán para siempre, 14 sino que entraron en el
mundo por la superstición humana: por eso les está reservado un rápido fin. 15 Un padre,
afligido por un duelo prematuro, encarga una imagen de su hijo tan pronto arrebatado, y al que
D
dios y transmite a los suyos misterios y ritos. 16 Luego, con el tiempo, esta impía costumbre
es observada como ley. 17 Asimismo, por orden de los soberanos, se rendía culto a las
LS
estatuas: como no se los podía honrar en persona, a causa de la distancia,
reprodujeron esa figura lejana, fabricando una imagen visible del rey que veneraban; así se
adulaba con fervor al ausente como si estuviera presente. 18 La ambición del artista contribuyó
a extender este culto, atrayendo incluso a los que ni siquiera conocían al rey, 19 porque aquel,
O
deseoso sin duda de complacer al soberano, empleó todo su arte para hacerlo más hermoso
adoración al que poco antes honraba como a un hombre. 21 Y esto resultó una
ST
asechanza para los vivientes, ya que los hombres, víctimas del infortunio o de la
O
son los que las fabrican, las desean y las adoran!
EM
Otro caso de idolatría: el alfarero
7 Así un alfarero amasa laboriosamente la tierra blanday modela cada uno de los objetos que
usamos. Con la misma arcilla modela indistintamente objetos destinados a un uso noble y
otros que tendrán un destino contrario; pero es el alfarero el que decide cuál será la función de
D
cada uno de ellos. 8 Después, con un esfuerzo mal empleado, utiliza la misma arcilla para
modelar un falso dios, y el que hace eso es un hombre que poco antes nació de la tierra y
dentro de poco volverá a la tierra de donde fue sacado, cuando se le pida que devuelva su
LS
alma. 9 Sin embargo, en vez de preocuparse de que pronto va a morir y de la brevedad de su
vida, rivaliza con los orfebres y plateros, imita a los forjadores de bronce
esperanza es más vil que la tierra, y su vida más despreciable que la arcilla. 11 Porque
desconoce a aquel que lo modeló, al que le infundió un alma capaz de actuar y le transmitió
O
un soplo vital. 12 Él piensa que nuestra vida es un juego y la existencia, una feria para
obtener ganancias: "Es necesario, dice, ganar por todos los medios, aunque sean malos". 13
ST
Porque él sabe bien que peca más que cualquier otro cuando de una materia terrestre fabrica
14 Pero los más insensatos de todos, y más infelices que el alma de un niño, son los enemigos
perecían por la mordedura de serpientes huidizas,tu ira no duró hasta el extremo. 6 A manera
de advertencia, fueron atribulados por poco tiempo, teniendo ya una prenda de salvación para
O
que recordaran el mandamiento de tu Ley; 7 en efecto, aquel que se volvía hacia ella era
salvado, no por lo que contemplaba, sino por ti, el Salvador de todos. 8 Así demostraste a
EM
nuestros enemigos que eres tú el que libra de todo mal: 9 ellos murieron por la picadura de
langostas y moscas, y no se podía encontrar un remedio para sus vidas, porque merecían ser
castigados por esos animales. 10 Pero contra tus hijos, ni siquiera pudieronlos dientes de las
D
serpientes venenosas,porque tu misericordia vino a su encuentro y los sanó.
ungüentos
El granizo y el maná
SY
28 para que se pusiera bien de manifiesto que hay que anticiparse al sol para darte gracias y
encontrarse contigo al despuntar el día. 29 Pero la esperanza del ingrato se diluirá como la
O
escarcha invernal y correrá como agua inservible.
EM
17 1 Grandes e inenarrables son tus juicios, por eso, las almasignorantes se extraviaron. 2
Porque cuando los impíos pensaban que podían oprimir a una nación santa, yacían
encadenados en las tinieblas, prisioneros de una larga noche, encerrados bajo sus techos,
excluidos de la providencia eterna. 3 Ellos pensaban mantenerse ocultos con sus pecados
D
secretos, bajo el oscuro velo del olvido, pero fueron dispersados, presa de terrible espanto, y
aterrorizados por fantasmas. 4 Porque el reducto que los protegía no los preservaba del miedo;
6 Solamente brillaba para ellos una masa de fuego que se encendía por sí misma, sembrando
O
el terror, y una vez desaparecida aquella visión, quedaban aterrados y consideraban lo que
habían visto peor de lo que era. 7 Los artificios de la magia resultaban ineficaces, y su
O
pretendida ciencia quedaba vergonzosamente desmentida, 8 porque los que prometían liberar
ridículo. 9 Aunque nada terrorífico les infundiera temor, horrorizados por el paso de los bichos y
el silbido de los reptiles, 10 se morían de miedo, y hasta rehusaban mirar el aire, del que nadie
camino desconocido y del sol inofensivo en su gloriosa emigración. 4 Pero merecían estar
privados de la luz y prisioneros de las tinieblas los que habían retenido cautivos a tus hijos, por
O
quienes debía transmitirse al mundo la luz incorruptible de la Ley.
EM
5 Como ellos habían resuelto hacer perecer a los hijos pequeños de lossantos –y de los niños
expuestos al peligro, uno solo se salvó– para castigarlos, tú les arrebataste un gran número de
sus hijos y los hiciste perecer a todos juntos en las aguas impetuosas. 6 Aquella noche fue
dada a conocer de antemano a nuestros padres, para que, sabiendo con seguridad en qué
D
juramentos habían creído, se sintieran reconfortados. 7 Tu pueblo esperaba, a la vez, la
salvación de los justos y la perdición de sus enemigos; 8 porque con el castigo que infligiste a
nuestros adversarios, tú nos cubriste de gloria, llamándonos a ti. 9 Por eso, los santos hijos de
LS
los justos ofrecieron sacrificios en secreto,
y establecieron de común acuerdo esta ley divina: que los santos compartirían igualmente los
mismos bienes y los mismos peligros; y ya entonces entonaron los cantos de los Padres. 10
O
Les hacía eco el clamor confuso de sus enemigos, y se propagaban los gritos lastimeros de los
que lloraban a sus hijos. 11 Un mismo castigo hería al esclavo y al dueño, el hombre del
O
pueblo sufría lo mismo que el rey. 12 Todos por igual tenían innumerables cadáveres,
abatidos por el mismo género de muerte. Los sobrevivientes no daban abasto para sepultarlos,
ST
porque en un instante había sido destruido lo mejor de su estirpe. 13 Así, aquellos que a
totalmente incrédulos,
SY
para que no perecieran sin saber por qué padecían esos males.
O
El castigo de los israelitas en el desierto
20 También los justos experimentaron la muerte, y una multitud fue masacrada en el desierto.
EM
Pero la ira divina no duró mucho tiempo, 21 porque muy pronto un hombre irreprochable salió
afrontó la cólera divina y puso fin a la calamidad, demostrando así que era tu servidor. 22 Él
venció la animosidad divina, no con la fuerza del cuerpo ni con el poder de las armas, sino
D
que, por medio de la palabra, hizo entrar en razón al que infligía el castigo, recordándole las
alianzas y los juramentos hechos a los Padres. 23 Cuando los cadáveres yacían amontonados
unos sobre otros, él se interpuso, contuvo la cólera divina y le cerró el camino hacia los que
LS
aún vivían.
24 Porque sobre sus vestiduras sacerdotales estaba el mundo entero, sobre las cuatro hileras
de piedras preciosas estaban grabados los nombres gloriosos de los Padres, y sobre la
O
19 1 Pero sobre los impíos se abatió hasta el fin una ira despiadada, porque Dios tenía previsto
ST
lo que ellos harían: 2 después de dejar que el pueblo se fuera, y de ungirlos a partir
todavía celebraban sus ritos fúnebres y se lamentaban junto a las tumbas de sus muertos,
SY
concibieron otro proyecto descabellado: a los que ellos mismos habían rogado que se fueran
con fiestas, y de hacerlo participar de sus mismos derechos, lo maltrataron con terribles
trabajos. 17 Por eso fueron castigados con la ceguera –como aquellos otros a las puertas del
O
justo– cuando rodeados de profundas tinieblas, cada uno buscaba el acceso de su puerta.
EM
18 Así, los elementos intercambiaban entre sí sus propiedades, como en un instrumento de
cuerdas los sonidos cambian de ritmo, permaneciendo siempre la misma tonalidad. Esto es lo
los que nadan se desplazaban sobre la tierra; 20 el fuego superaba en el agua su propia fuerza
D
y el agua olvidaba su poder de apagar; 21 las llamas, por el contrario, no consumían la carne
Doxología final
5. Varios pasajes muestran que el autor no establece una neta distinción entre el "espíritu" y la
"Sabiduría". Uno y otra expresan diversos aspectos de la actividad de Dios en la creación. Aquí
el "espíritu" es llamado "educador", porque su actividad en el interior del hombre es la que le da
el conocimiento de los designios divinos (9. 17).
SY
7. "Mantiene unidas todas las cosas": esta expresión, tomada de la filosofía griega, presenta al
20. El contexto de este versículo deja entender que lo que se quiere destacar en él no es la
preexistencia del alma, sino más bien su preeminencia con respecto al cuerpo.
10 1. Ver Gn. 2. 7.
O
1 Ver Gn. 1. 26-28.
2 La muerte de Caín es presentada como el castigo de su fratricidio (Gn. 4. 8).
3 También el diluvio es atribuido al crimen de Caín.
EM
4 Con extremada concisión, este versículo alude a la confusión de las lenguas en Babel
(Gn. 11. 1-9), a la justicia de Abraham (Gn. 12. 1-3) y al sacrificio de Isaac (Gn. 22. 1-19).
5 El "justo" es Lot, salvado de la catástrofe que se abatió sobre las "Cinco Ciudades"
situadas al sur del Mar Muerto (Gn. 19. 1-25).
6 Esta "columna de sal" es mencionada en Gn. 19. 26. 10-12. Todo este pasaje se refiere
al patriarca Jacob. 13-14. Aquí el "justo" es José, vendido, calumniado y rehabilitado en Egipto.
D
16. El "servidor del Señor" aquí mencionado es Moisés (Éx. 3. 12; 4. 12; 7. 1).
7. "Un decreto infanticida": se trata del decreto del Faraón, que ordenaba eliminar a los varones
recién nacidos de los israelitas. Ver Éx. 1. 15-22.
1 Este versículo alude a Moisés, abandonado primero en las aguas del Nilo (Éx. 2. 3),
rechazado luego con desprecio por el Faraón (Éx. 5. 2-5; 7. 13; 9. 34-35; 10. 1011; 11. 10) y
O
17. "Materia informe": esta expresión, tomada de la filosofía griega, designa la masa caótica de
la cual Dios hizo surgir el universo (Gn. 1. 2). Aunque el texto no aclara si esta "materia" ha
sido creada o no, la idea de una materia eterna e increada no concuerda con lo que el Libro
enseña acerca de Dios y de la universalidad de su acción creadora (1. 14; 9. 1; 11. 24-26; 16.
ST
24).
20. "Con medida, número y peso": esta expresión, típicamente griega, se refiere al orden
establecido por Dios en la creación. Sin violentar el curso normal de los acontecimientos, él
puede asegurar el perfecto cumplimiento de su voluntad, tanto en la naturaleza como en la
historia.
SY
12 5-6. Esta vívida descripción retorna y amplía los datos bíblicos sobre las abominaciones de
O
salidas del Nilo, que invadieron todo Egipto (Éx. 8. 2-3).
EM
llamado también "alimento de ángeles" (16. 20).
Eclesiástico
A este Libro "deuterocanónico" -el más extenso de los escritos sapienciales- se lo designa
habitualmente de dos maneras distintas. El nombre de ECLESIÁSTICO, que significa "libro de
la asamblea", se hizo tradicional en la iglesia latina, quizá por la frecuencia con que se lo
utilizaba en los primeros siglos para la formación moral de los catecúmenos y de los fieles. La
D
mayoría de los manuscritos griegos, en cambio, lo titulan "Sabiduría de Jesús, hijo de Sirá"- en
hebreo, Ben Sirá -y de allí deriva el nombre de SIRÁCIDA, que también se le suele dar.
Mientras que la mayoría de los escritos sapienciales son atribuidos a Salomón, el Eclesiástico
es el único que lleva la firma de su autor. Este era un judío de Jerusalén, culto y de buena
LS
posición, que se dedicó desde su juventud al conocimiento de las Escrituras y a la búsqueda
de la Sabiduría, sobre todo por medio de la oración (51. 13). Como fino observador, aprovechó
sus frecuentes viajes para completar su formación (34. 11). Convertido en "maestro de
sabiduría", orgulloso de su raza y de su historia nacional, dirigió en Jerusalén una escuela (51.
23), destinada a iniciar a los jóvenes en la adquisición de la Sabiduría. Por último, hacia el 180
a. C., recogió por escrito el fruto de sus reflexiones y de su larga experiencia.
O
La obra de Ben Sirá es un llamado de atención frente a la influencia de la cultura griega, que
no cesaba de expandirse en el Próximo Oriente desde las conquistas de Alejandro Magno. Él
comprendió que ese nuevo movimiento de ideas no tardaría en entrar en conflicto con la fe de
Israel. Para contrarrestar el peligro, puso todo su empeño en preservar el patrimonio religioso y
O
cultural del Judaísmo en esa época de transición. A diferencia de los antiguos "maestros de
sabiduría", que consideraban al hombre nada más que en su condición de tal, al Sirácida le
preocupaba antes que nada la formación del hombre "judío". Según él, la Sabiduría se ofrece a
todos, pero puso su Morada en Israel y, en última instancia, se identifica con la Ley de Moisés.
ST
De allí la necesidad de meditar constantemente "el libro de la Alianza del Dios Altísimo" (24.
23), para adquirir la verdadera Sabiduría y vivir en conformidad con la voluntad divina.
El Eclesiástico fue escrito originariamente en hebreo, pero el texto original cayó pronto en el
olvido. La obra se conservó gracias a la traducción griega realizada por un nieto del autor,
emigrado a Egipto en el 132. A fines del siglo pasado y en las últimas décadas del actual se
SY
encontraron varios manuscritos hebreos, que abarcan unas dos terceras partes del Libro. La
traducción que damos a continuación es la del texto griego, ya que es este el que fue recibido y
O
del Señor" (1.1) y es un don divino, para alcanzarla se requiere un largo esfuerzo
personal. Ella no se deja conquistar fácilmente y al principio prueba a sus hijos. Pero si
estos superan las primeras dificultades y son dóciles a sus enseñanzas, termina por
revelarles sus secretos y alegrarlos con sus bienes
EM
(4. 17-18).
A partir de estas ideas, el Sirácida agrupa una cantidad de sentencias y exhortaciones sobre
las materias más diversas, sin ningún plan sistemático y con no pocas repeticiones. Entre las
normas de sabiduría práctica que deben regir la conducta, se destacan la prudencia en las
relaciones con los demás, la discreción en el hablar, la humildad y el desapego de las
riquezas, el dominio de sí mismo, la firmeza en la educación de los hijos, la manera de cultivar
D
la amistad y de comportarse con los necios, la cautela en el trato con las mujeres, el cuidado
de la salud y la práctica del culto agradable a Dios. Por último, Ben Sirá hace algunas
reflexiones sobre las miserias de la vida (40. 111) y la condición mortal de los hombres (41. 1-
4), sin vislumbrar todavía la posibilidad de una justa retribución más allá de la muerte.
LS
La Sabiduría. don del Señor
2 ¿Quién puede contar la arena de los mares,las gotas de la lluvia y los días de la
O
eternidad?
4 Antes que todas las cosas fue creada la sabiduría y la inteligencia previsora, desde la
eternidad.
ST
5 El manantial de la sabiduría es la palabra de Dios en las alturas,y sus canales son los
mandamientos eternos.
6 ¿A quién fue revelada la raíz de la sabiduríay quién conoció sus secretos designios?
7 ¿A quién se le manifesté la ciencia de la sabiduríay quién comprendió la diversidad de sus
SY
caminos?
O
28 No seas reacio al temor del Señor ni te acerques a él con doblez de corazón.
EM
30 No te exaltes a ti mismo, no sea que caigasy atraigas sobre ti el deshonor:
por no haberte acercado al temor del Señory porque tu corazón está lleno de falsedad.
D
para la prueba. 2 Endereza tu corazón, sé firme,y no te inquietes en el momento de la
desgracia.
LS
3 Únete al Señor y no te separes,para que al final de tus días seas enaltecido. 4 Acepta de
buen grado todo lo que te suceda,y sé paciente en las
vicisitudes de tu humillación.
5 Porque el oro se purifica en el fuego,y los que agradan a Dios, en el crisol de la humillación.
O
La confianza en Dios
O
8 Los que temen al Señor, tengan confianza en él,y no les faltará su recompensa.
ST
9 Los que temen al Señor, esperen sus beneficios,el gozo duradero y la misericordia.
13 Aunque pierda su lucidez, sé indulgente con él;no lo desprecies, tú que estás en pleno
vigor.
O
14 La ayuda prestada a un padre no caerá en el olvidoy te servirá de reparación por tus
pecados.
EM
15 Cuando estés en la aflicción, el Señor se acordará de ti,y se disolverán tus pecados como la
escarcha con el calor.
16 El que abandona a su padre es como un blasfemoy el que irrita a su madre es maldecido
por el Señor.
La humildad
D
17 Hijo mío, realiza tus obras con modestiay serás amado por los que agradan a Dios.
18 Cuanto más grande seas, más humilde debes ser,y así obtendrás el favor del Señor,
23 No te ocupes de cosas que están por encima de ti:lo que te ha sido revelado ya es
O
24 Porque muchos se extraviaron por sus especulacionesy su imaginación perversa falseó sus
pensamientos.
O
Contra el orgullo
ST
27 El corazón obstinado soportará muchos males,y el pecador acumula un pecado sobre otro.
28 No hay remedio para el mal del orgulloso,porque una planta maligna ha echado raíces en
SY
él.
15 El que la escucha juzgará a las nacionesy el que le presta atención habitará seguro.
O
16 El que confía en ella la recibirá en herenciay sus descendientes también la poseerán.
EM
y lo hará sufrir con su disciplina,hasta que tenga confianza en él y lo haya probado con sus
exigencias.
D
La prudencia y la justicia
21 Porque hay una vergüenza que lleva al pecado,y hay otra vergüenza que es gloria y gracia.
LS
22 No te perjudiques por tener en cuenta a los demás,y que la vergüenza no provoque tu
caída.
31 No tengas la mano abierta para recibir y cerrada cuando hay que dar.
SY
La falsa seguridad del rico y del pecador5 1 No te fíes de tus riquezas ni digas: "Con esto
O
15 No faltes ni en lo grande ni en lo pequeño,y de amigo, no te vuelvas enemigo, 6 1 porque la
EM
mala fama heredará vergüenza y oprobio: esta es la
D
3 devorarías tus ramas, perderías tus frutosy de convertirías en un tronco seco.
4 Una pasión violenta pierde al que la tieney hace que sus enemigos se rían de él.
LS
La verdadera y la falsa amistad
5 Las palabras dulces multiplican los amigosy un lenguaje amable favorece las buenas
relaciones.
6 Que sean muchos los que te saludan,pero el que te aconseja, sea uno entre mil.
O
9 Hay amigos que se vuelven enemigos,y para avergonzarte, revelan el motivo de la disputa.
10 Hay amigos que comparten tu mesay dejan de serlo en el día de la
ST
aflicción.
11 Mientras te vaya bien, serán como tú mismoy hablarán abiertamente
con tus servidores;
SY
23 Escucha, hijo mío, acepta mi doctrinay no rechaces mi consejo. 24 Mete tus pies en
O
sus cepos y tu cuello en su collar.
25 Doblega tus espaldas y carga con ella, y no te irrites por sus
EM
cadenas.
26 Acércate a ella con toda tu almay permanece en sus camino con
todas tus fuerzas.
D
27 Sigue sus huellas y búscala: la sabiduría se te dará a conocer,y una
desenvolverte.
33 Si te gusta escuchar, aprenderás,y si prestas atención, llegarás a
SY
ser sabio.
O
12 No urdas mentiras contra tu hermanoni lo hagas tampoco contra un amigo. 13 No digas
nunca una mentira,porque esa costumbre no conduce a
EM
nada bueno.
D
el Altísimo.
del impío.
19 No te apartes de una mujer sabia y buena,porque su encanto vale más que el oro.
y exígeles obediencia desde su niñez. 24 Si tienes hijas, cuídalas para que sean castasy no te
muestres
SY
O
sean injuriados.
EM
desprecies a un hombre en su vejezporque también nosotros
envejecemos.
D
la conversación de los sabios:vuelve sobre sus
10 No remuevas las brasas del pecador,no sea que te quemes con sus llamas.
ST
12 No prestes a un hombre más fuerte que tú,y si prestas, dalo por perdido.
Amigo nuevo es como vino nuevo:que se ponga añejo, y lo beberás con placer.
O
11 No envidies la gloria del pecador, porque no sabes cuál será su suerte.
12 No te deleites en lo que deleita a los impíos:recuerda que bajarán al Abismo sin ser
justificados.
EM
13 Aléjate del que tiene poder para matary no experimentarás el temor a la muerte.
ten en cuenta que avanzas entre lazosy que caminas por las almenas de la ciudad.
14 Dentro de lo posible, recurre a tus vecinosy busca el consejo de los sabios.
D
15 Frecuenta el trato de las personas inteligentesy conversa siempre sobre la Ley del Altísimo.
16 Que los hombres justos sean tus comensalesy que tu orgullo esté en el temor del Señor.
17 Por la mano del artista, la obra es digna de elogio,y el jefe del pueblo se muestra sabio por
LS
sus palabras.
El buen gobierno
O
2 Como el gobernante de un pueblo, así son sus ministros,y como el jefe de la ciudad, así son
O
sus habitantes.
3 Un rey ignorante es la ruina de su puebloy una ciudad prospera por la inteligencia de los
príncipes.
ST
4 En manos del Señor está el dominio de la tierray, en el momento preciso, le envía el hombre
que conviene.
5 En manos del Señor está el éxito de un hombrey él infundirá su gloria a la persona del
legislador.
SY
Contra el orgullo
La humildad en la verdad
27 Más vale el que trabaja y vive en la abundanciaque el que anda gloriándose y no tiene qué
O
comer.
28 Hijo mío, gloríate con la debida modestiay estímate según tu justo valor.
EM
29 ¿Quién justificará al que se daña a sí mismoy quién glorificará al que se desprecia?
D
No fiarse de las apariencias
11 1 La sabiduría del humilde le hace erguir la frente, y lo hace sentar en medio de los
poderosos.
LS
2 No alabes a un hombre por su buena presenciani desprecies a nadie por su aspecto.
3 La abeja es pequeña entre los animales que vuelan,pero lo que produce es más dulce que
todo.
porque las obras del Señor son admirablesy están ocultas a los ojos de los hombres.
5 Muchos tiranos se sentaron en el sueloy el que menos lo pensaba se ciñó la diadema. 6
O
La prudencia y la reserva
28 No proclames feliz a nadie antes que llegue su fin,porque sólo al final se conoce bien a un
hombre.
O
29 No hagas entrar a cualquiera en tu casa,porque el falso tiende muchas emboscadas.
30 El corazón del soberbio es como una carnada, igual que un espía, espera que des un mal
paso.
EM
31 Está al acecho para deformar el bien en maly es capaz de manchar las cosas más limpias.
32 Una chispa enciende muchos carbonesy el pecador tiende emboscadas sangrientas. 33
Cuídate del malhechor, porque él engendra maldades,
D
complicaciones,y hará de ti un extraño para tus propios parientes.
12 1 Si haces el bien, mira a quién lo haces, y te darán las gracias por tus beneficios. 2 Haz el
LS
bien al hombre bueno, y tendrás tu recompensa,si no de él,
bueno, pero no ayudes al pecador. 5 Sé bueno con el humilde, pero no des el impío: rehúsale
entonces recibirás un doble mal por todo el bien que le hayas hecho.
ST
13 1 El que toca el betún se queda manchado, y el que trata con el orgulloso se vuelve igual a
él.
O
2 No levantes una carga demasiado pesada,ni trates con uno más fuerte y más rico que tú:
EM
3 El rico agravia, y encima se envalentona;el pobre es agraviado, y encima pide disculpas.
D
6 Cuando te necesite, tratará de engañarte,te sonreirá y te dará esperanzas; te dirigirá
hermosas palabras y te preguntará: "¿Qué te hace falta?". 7 Te comprometerá con sus
festejos hasta despojarte dos y tres
LS
veces,y al final se burlará de ti;
después, cuando te vez, pasará de largoy meneará la cabeza delante de ti. 8 Presta atención,
O
insensatez.
O
no ser olvidado.
despiadado,y no te ahorrará ni
Biblia Católica 1329
La felicidad del justo
La avaricia y la envidia
O
3 ¿De qué le sirve la riqueza al mezquinoy para qué tiene el avaro su fortuna?
4 El que acumula, privándose de todo, acumula para otros,y otros se darán buena vida con sus
EM
bienes.
5 El que es malo consigo mismo ¿con quién será bueno?Ni él mismo disfruta de su fortuna.
6 No hay nadie peor que el avaro consigo mismo,y ese es el justo pago de su maldad.
7 Si hace algún bien, lo hace por descuido,y termina por revelar su malicia.
D
8 Es un malvado el que mira con envidia,el que da vuelta la cara y menosprecia a los demás.
9 El ojo del ambicioso no está satisfecho con su partey la ruindad reseca el alma.
ofrendas dignas.
O
O
5 Ella lo exaltará por encima de sus compañerosy le abrirá la boca en
EM
medio de la asamblea.
D
8 Ella se mantiene alejada del orgullo,y los mentirosos no piensan en
ella.
LS
9 No cabe la alabanza en labios del pecador,porque el Señor no se la envía:
11 No digas: "Fue el Señor el que me hizo claudicar",porque él no hace nunca lo que detesta.
O
13 El Señor detesta toda abominación,y nada abominable es amado por los que lo temen.
O
17 Ante los hombres están la vida y la muerte:a cada uno se le dará lo que prefiera.
18 Porque grande es la sabiduría del Señor,él es fuerte y poderoso, y ve todas las cosas.
SY
19 Sus ojos están fijos en aquellos que lo temeny él conoce todas las obras del hombre.
19 las montañas junto con los cimientos de la tierratiemblan de espanto bajo su mirada.
21 Como una tempestad que se desatasin que el hombre se dé cuenta,así la mayoría de sus
O
obras permanecen ocultas.
22 "¿Quién anuncia las obras de justicia? ¿Quién las espera? Porque la alianza está lejos":
EM
23 así razona el que no tiene entendimiento;el insensato, el extraviado, sólo piensa necedades.
El orden de la creación
palabras.
D
25 Revelaré mi enseñanza con mesuray expondré la ciencia con
exactitud.
LS
26 Por decisión del Señor existen sus obras desde el principio:desde
generaciones.
O
contra otrasy jamás desobedecen a su palabra. 29 Luego el Señor fijó sus ojos en la tierra y
ST
la colmó de sus bienes. 30 La cubrió con toda clase de vivientes y todos volverán a ella.
2 Le señaló un número de días y un tiempo determinado,y puso bajo su dominio las cosas de
la tierra.
SY
O
homenaje?
EM
28 el muerto, el que ya no existe, deja de alabarlo:el que está vivo y
sano debe alabar al Señor.
D
vuelven a él!
30 Un hombre no puede tenerlo todo,porque el ser humano no es
inmortal.
LS
31 ¿Hay algo más luminoso que el sol?
¡y sin embargo, también él se eclipsa!¡Cuánto más la carne y la sangre, que sólo conciben el
O
mal! 32 El Señor pasa revista al ejército de los cielos, ¡cuánto más a los hombres, que son
tierra y ceniza!
O
18 1 El que vive para siempre creó todas las cosas por igual; 2 sólo el Señor será hallado justo
y no hay otro fuera de él. 3 Él gobierna el mundo con la palma de la manoy todo obedece a su
ST
voluntad,
ya que él, por su poder, es el Rey de todas las cosasy separa las sagradas de las profanas. 4
A nadie le dio el poder de anunciar sus obras:¿quién rastreará su
SY
grandeza?
18 El necio reprende sin ningún miramientoy el don del avaro hace correr las lágrimas.
La preocupación en el obrar
O
19 Antes de hablar, instrúyete, y cuídate antes de caer enfermo.
EM
21 Humíllate antes de caer enfermo y arrepiéntete apenas hayas pecado.
22 Que nada te impida cumplir tus votos en el momento debido,y no esperes hasta la muerte
para estar en regla.
23 Antes de hacer un voto, prepárate a cumplirlo,y no seas como un hombre que tienta al
Señor.
D
24 Recuerda la ira de los últimos días y el tiempo del castigo, cuando el Señor apartará su
rostro.
26 De la mañana a la tarde, el tiempo cambia,y todo pasa rápidamente delante del Señor.
27 El hombre sabio está siempre alerta,y en la ocasión de pecado, se cuida para no faltar.
29 Los que hablan con sensatez son sabios ellos mismosy derraman como lluvia proverbios
acertados
El dominio de sí mismo
O
32 Que tu alegría no consista en darte todos los gustosni te endeudes para pagar lo que ellos
cuestan.
24 Es preferible el poco inteligente que teme al Señor,al muy inteligente que quebranta la Ley.
25 Hay una astucia sutil, pero injusta,y hay quien usa de artimañas para hacer valer su
derecho.
O
26 Hay un malvado que va encorvado por la tristeza,pero su interior está lleno de falsedad:
EM
28 Si le falta fuerza para pecar, cuando encuentre una ocasión, te perjudicará.
29 Por la mirada se reconoce a un hombre,y por su aspecto, al hombre sabio.
30 La vestimenta del hombre, su manera de reíry todo su porte revelan lo que él es.
D
20 1 Hay reprensiones que son inoportunas, y hay silencios que revelan al hombre prudente.
2 Más vale reprender que guardarse el enojo, 3 y el que confiesa su falta se libra de la
desgracia.
LS
4 Como un castrado que ansía desflorar a una joven,así es el que quiere hacer justicia por la
fuerza.
5 Uno se calla, y es tenido por sabio,y otro se hace odioso por su locuacidad.
8 El que habla demasiado se vuelve abominabley el que pretende imponerse se hace odioso.
O
10 Hay regalos que no te dan provecho, y hay otros, que reditúan el doble.
11 Hay desgracias que provienen de los honores,y hay gente humilde que pudo levantar
cabeza.
SY
12 Hay quien compra mucho a bajo precio,y después lo paga siete veces más.
21 1 ¿Has pecado, hijo mío? No lo vuelvas a hacer, y pide perdón por tus faltas pasadas. 2
Huye del pecado como de una serpiente, porque si te acercas, te
O
morderá; sus dientes son dientes de león, que arrebatan la vida de los hombres. 3 Toda
EM
transgresión es como espada de dos filos:no hay remedio para
su herida.
4 La violencia y la soberbia hacen perder las riquezas:así será arrasada la casa del orgulloso.
D
5 La oración del pobre va de su boca a los oídos del Señor,y la
6 El que odia la reprensión sigue las huella del pecador,pero el que teme al Señor se
LS
arrepiente de corazón. 7 Al charlatán se lo reconoce desde lejos,el hombre reflexivo le
8 El que edifica su casa con dinero ajenoes como el que amontona piedras para el invierno. 9
O
Abismo.
El sabio y el necio
ST
11 El que observa la Ley domina sus inclinaciones,y el temor del Señor es la culminación de la
sabiduría.
12 El que no es habilidoso no puede aprender,pero hay una habilidad que produce amargura.
13 La ciencia del sabio crece como una inundacióny su consejo es como fuente de vida.
SY
O
6 Música en un duelo son las palabras inoportunas,pero el castigo y la disciplina son sabiduría
en todo tiempo.
EM
7 Los hijos que llevan una vida honesta y tienen con qué alimentarseocultan el origen humilde
de sus padres.
D
9 Enseñar a un necio es reparar una vasija rotao despertar a alguien de un sueño profundo.
10 Razonar con un necio es razonar con un somnoliento:al final dirá: "¿De qué se trata?".
11 Llora por un muerto, porque ha perdido la luz;llora por un necio, porque ha perdido la
inteligencia:
LS
llora serenamente por un muerto, porque él reposa;la vida del necio, en cambio, es peor que la
muerte.
12 El duelo por un muerto dura siete días;por el necio y el impío, todos los días de su vida.
14 ¿Qué cosa es más pesada que el plomo, y cómo llamarlo sino "necio"?
15 La arena, la sal y una masa de hierropesan menos que un hombre sin inteligencia.
ST
La firmeza de ánimo
17 Un corazón apoyado en una reflexión inteligentees como el estuco que adorna un muro bien
enemigo se burlará de mí. 4 Señor, Padre y Dios de mi vida, no me des unos ojos altaneros 5
O
entregues a las
pasiones vergonzosas!
EM
Los pecados de la lengua: los juramentos vanos
7 Escuchen, hijos, cómo se educa la lengua:el que observe esto no caerá en el lazo.
D
8 El pecador se enreda en sus propias palabras,el maldiciente y el soberbio caen a causa de
ellas.
La grosería en el hablar
O
Los hombres buenos están alejados de todas esas cosas:¡que ellos no se revuelquen en los
ST
pecados!
13 No acostumbres tu boca a decir groserías,porque al decirlas se peca con la palabra.
y su infamia no se
borrará.
O
27 Así sabrán los que vengan despuésque no hay nada mejor que el
temor del Señorni nada más dulce que obedecer sus mandamientos.
EM
El elogio de la sabiduría
D
Poder: 3 "Yo salí de la boca del Altísimo y cubrí la tierra como una neblina. 4 Levanté mi carpa
nube.
LS
5 Yo sola recorrí el circuito del cieloy anduve por la profundidad de los abismos. 6 Sobre las
olas del mar y sobre toda la tierra,sobre todo pueblo y
O
7 Entre todos ellos busqué un lugar de reposo,me pregunté en qué herencia podría residir. 8
O
25 Ella hace desbordar la Sabiduría como el Pisóny como el Tigris en los días de los primero
frutos;
O
27 prodiga la instrucción como el Nilo,como el Guijón en los días de la vendimia.
EM
29 Porque su pensamiento es más vasto que el océanoy su designio, más profundo que el
gran Abismo.
30 En cuanto a mí, como un canal que brota de un río,como una acequia, salí a un jardín
D
31 y dije: "Regaré mi huerta y empaparé mis canteros".
32 Aún haré brillar la instrucción como la aurorae irradiaré su luz lo más lejos posible;
LS
33 aún derramaré la enseñanza como una profecíay la dejaré para las generaciones futuras.
34 Porque yo no he trabajado sólo para mí,sino para todos los que buscan la sabiduría.
25 1 Con tres cosas me adorno y me presento embellecida delante del Señor y de los
hombres:
la concordia entre hermanos, la amistad entre vecinosy una mujer y un marido que se llevan
O
bien.
2 Pero hay tres clases de gente que aborrezcoy que me irritan por su manera de vivir:
4 ¡Qué bello adorno para las canas es saber juzgary para los ancianos, ser hombres de
SY
consejo!
O
19 Toda maldad es pequeña comparada con la de la mujer:¡que caiga
EM
sobre ella la suerte del pecador!
20 Cuesta arenosa para los pies de un ancianoes la mujer charlatana
para un esposo apacible.
D
por ella. 22 Estallido de enojo, infamia y una gran vergüenzaesperan al hombre que es
mantenido por su mujer.
LS
23 Corazón abatido, rostro sombrío y pena del alma es una mala mujer.
Manos inertes y rodillas paralizadases la mujer que no hace feliz al marido. 24 Por una mujer
tuvo comienzo el pecado,y a causa de ella, todos
O
morimos.
O
3 Una buena esposa es una gran fortuna,reservada en suerte a los que temen al Señor:
O
pecado.
27 1 Muchos han pecado por amor a las ganancias y el que busca enriquecerse hace como
quien no ve.
EM
2 Entre la juntura de las piedras se clava la estaca,y entre la compra y la venta se desliza el
pecado.
3 El que no se aferra resueltamente al temor del Señorverá muy pronto su casa en ruinas.
D
4 Cuando se zarandea la criba, quedan los residuos:así los desechos de un hombre aparecen
en sus palabras.
5 El horno pone a prueba los vasos del alfarero,y la prueba del hombre está en sus
conversación.
LS
6 El árbol bien cultivado se manifiesta en sus frutos:así la palabra expresa la índole de cada
uno.
7 No elogies a nadie antes de oírlo razonar,porque allí es donde se prueban los hombres.
La búsqueda de la justicia
O
9 Los pájaros buscan la compañía de sus semejantesy la verdad retorna a aquellos que la
O
practican.
12 Mide tu tiempo cuando estés entre los necios,pero quédate largo rato entre la gente de
SY
criterio.
El rencor y la venganza
30 También el rencor y la ira son abominables,y ambas cosas son patrimonio de pecador.
28 1 El hombre vengativo sufrirá la venganza del Señor, que llevará cuenta exacta de todos
sus pecados.
O
2 Perdona el agravio a tu prójimoy entonces, cuando ores, serán absueltos tus pecados.
EM
4 No tiene piedad de un hombre semejante a él¡y se atreve a implorar por sus pecados!
D
7 acuérdate de los mandamientos, y no guardes rencor a tu prójimo;piensa en la Alianza del
Altísimo, y pasa por alto la ofensa.
9 El pecador siembra la confusión entre los amigosy crea división entre los que vivían en paz.
empecinamiento;
según sea su fuerza, será la furia de un hombre,y según su riqueza, dará libre curso a su ira.
O
11 Una discordia repentina enciende un fuego,y una disputa precipitada hace correr la sangre.
12 Si soplas una chispa, se inflama;si le escupes encima, se extingue,y ambas cosas salen de
tu boca.
ST
La maledicencia
13 Maldice al murmurador y al de lengua doble:ellos han arruinado a mucha gente que vivía en
paz.
14 La lengua triple ha hecho tambalear a muchosy los dispersó de nación en nación;
SY
ella arrasó ciudades fortificadas y echó por tierra casas de potentados; 15 hizo repudiar a
Los préstamos
O
29 1 El que practica la misericordia presta a su prójimo, y el que acude en su ayuda observa
los mandamientos.
EM
3 Cumple tu palabra y sé leal con él,y encontrarás en todo momento lo que necesites.
4 Muchos consideran el préstamo como una gangay ponen en aprietos a quienes los han
ayudado.
5 Hasta que reciben, besan las manos de la gentey hablan con humildad de las riquezas del
D
prójimo,
7 Así, muchos se niegan a prestar, no por maldad,sino por temor a ser despojados sin razón.
O
La limosna
11 Deposita tu tesoro según los mandamientos del Altísimoy te reportará más provecho que el
oro;
SY
12 que el tesoro encerrado en tus graneros sea la limosna,y ella te preservará de todo mal:
13 mejor que un fuerte escudo y una lanza pesadacombatirá a tu favor frente al enemigo.
6 deja a alguien que lo vengará de sus enemigosy devolverá los favores a sus amigos.
7 El que mima a su hijo vendará sus heridasy a cada grito que dé, se le conmoverán las
O
entrañas.
EM
9 Malcría a tu hijo, y te hará temblar; juega con él, y te llenará de tristeza.
10 No hagas bromas con él,para no sufrir con él ni rechinar tus dientes al final.
11 No les des rienda suelta en su juventud, 12 pégale sin temor mientras es niño,no sea que
se vuelva rebelde y te desobedezca.
D
13 Educa a tu hijo y fórmalo bien,para que no tengas que soportar su desvergüenza.
La salud corporal
14 Más vale pobre sano y vigoroso que rico lleno de achaques.
LS
15 La salud y el vigor valen más que todo el oroy el cuerpo robusto, más que una inmensa
fortuna. 16 No hay mejor riqueza que la salud del cuerponi mayor felicidad que
17 Es preferible la muerte a una vida amargay el descanso eterno a una enfermedad incurable.
O
depositados sobre una tumba: 19 ¿de qué le sirve al ídolo la ofrenda si no puede comer ni
ST
gustar? Así pasa con el hombre perseguido por el Señor: 20 mira con sus ojos
12 ¿Estás sentado a la mesa de un grande?No digas, relamiéndote los labios: "¡Cuántas cosas
O
hay aquí!".
13 Acuérdate que está mal tener un ojo ávido:¿ha sido creado algo peor que el ojo?Por eso
derrama lágrimas por cualquier cosa.
EM
14 No extiendas la mano a todo lo que veas,para no tropezar con tu vecino en el plato.
15 Juzga al prójimo por lo que tú mismo sientesy reflexiona siempre que hagas algo.
16 Come como persona educada lo que pongan delantey no mastiques ruidosamente, para no
hacerte odioso.
D
17 Sé el primero en dejar de comer, por buena educación,y no seas insaciable, para no chocar.
18 Si estás sentado entre muchos comensales,no extiendas tu mano antes que los demás.
19 ¡Qué poco le basta a un hombre bien educado!Por eso no se sofoca cuando está en su
LS
lecho.
23 Los labios bendicen al que sirve bien de comery el testimonio de su generosidad es digno
de fe.
ST
26 Como la fragua pone a prueba el temple del acero,el vino prueba al hombre en las disputas
de los prepotentes.
14 El que teme al Señor acepta ser instruidoy los que lo buscan ardientemente alcanzarán su
favor.
O
15 El que busca la Ley se saciará de ella,pero al que finge observarla le sirve de tropiezo.
16 Los que temen al Señor descubren lo que es rectoy hacen brillar sus preceptos como una
lámpara.
EM
17 El hombre pecador no tolera ningún reprochey encuentra pretextos para hacer lo que
quiere.
D
19 No hagas nada sin el debido consejoy no te arrepentirás de tus acciones.
24 El que confía en la Ley presta atención a los mandamientosy el que confía en el Señor no
sufrirá menoscabo.
33 1 El que teme al Señor no sufrirá ningún mal y en la prueba será librado una y otra vez.
O
2 Un hombre sabio nunca detesta la Ley,pero el que finge observarla es como un barco en la
tempestad.
3 Un hombre inteligente confía en la Leyy le tiene tanta fe como a un oráculo divino.
O
4 Prepara lo que vas a decir, y así serás escuchado,resume lo que sabes, y luego responde.
5 Los sentimientos del necio son una rueda de carroy su conversación, como un eje que da
ST
vueltas.
7 ¿Por qué un día es más importantes que otro,si a todos los días del
20 Sea hijo o mujer, hermano o amigo,a nadie des autoridad sobre ti mientras vivas.
Tampoco entregues tus bienes a otro,no sea que te arrepientas y los tengas que reclamar.
O
21 Mientras vivas y tengas aliento, no te dejes enajenar por nadie:
22 es mejor que tus hijos te pidan que tener tus ojos fijos en sus manos.
EM
23 En todo lo que hagas, sé tú el que dirige,y no manches con nada tu reputación.
24 Cuando lleguen a su término los días de tu vida,a la hora de la muerte, reparte tu herencia.
D
25 Al asno el forraje, el bastón y la carga;al servidor el pan, la disciplina y el trabajo.
28 Fuérzalo a trabajar, para que no se quede ocioso,porque el ocio enseña muchas cosas
malas.
29 Oblígalo a trabajar como le corresponde,y si no obedece, ata sus pies con cadenas.
O
31 Si no tienes más que un servidor, considéralo como a ti mismo,porque lo has adquirido con
sangre;
O
34 1 Vanas y engañosas son las esperanzas del insensato, y los sueños dan alas a los necios.
SY
2 Tratar de asir una sombra o correr detrás del vientoes dar crédito a los sueños.
20 Como inmolar a un hijo ante los ojos de su padre,es presentar una víctima con bienes
quitados a los pobres.
O
22 Mata a su prójimo el que lo priva del sustento,derrama sangre el que retiene el salario del
jornalero.
EM
23 Si uno edifica y otro destruye, ¿qué ganan con eso sino fatigas?
24 Si uno suplica y otro maldice, ¿qué voz escuchará el Dueño de todo?
26 Así es el hombre que ayuda por sus pecadosy luego vuelve a cometerlos:
D
¿quién escuchará su plegaria y qué ha ganado con humillarse?
5 Cuando la ofrenda del justo engrasa el altar,su fragancia llega a la presencia del Altísimo. 6
El sacrificio del justo es aceptado y su memorial no caerá en el olvido. 7 Glorifica al Señor con
generosidady no mezquines las primicias de
SY
tus manos.
O
Súplica por la liberación de Israel
EM
36 1 Ten piedad de nosotros, Dueño soberano, Dios de todas las cosas, y mira,infunde tu
temor a todas las naciones.
2 Levanta tu mano contra las naciones extranjerasy que ellas vean tu dominio.
3 Así como les manifestaste tu santidad al castigarnos,manifiéstanos también tu grandeza
castigándolas a ellas;
4 y que ellas te reconozcan, como hemos reconocido nosotrosque no hay otro Dios fuera de ti,
D
Señor.
8 Que el fugitivo sea devorado por el ardor del fuego,y que encuentren su perdición los que
maltratan a tu pueblo.
9 Aplasta la cabeza de los jefes enemigos, que dicen: "¡No hay nadie fuera de nosotros!".
O
11 Ten piedad, Señor, del pueblo que es llamado con tu Nombre,de Israel, a quien trataste
O
como a un primogénito.
profetas.
8 Sé precavido con el que da consejosy averigua primero qué le hace falta-porque entonces
aconsejará lo que le convenga a él-no sea que le dé lo mismo una cosa que otra
9 y te diga: "Vas por el buen camino",mientras se pone enfrente a ver qué te pasa.
O
10 No consultes al que te subestima,y al que tiene celos de ti, ocúltale tus designios.
EM
ni a un comerciante sobre un negocio,ni a un comprador sobre una venta,
ni a un perezoso sobre cualquier trabajo,ni al que trabaja por horas sobre la conclusión de una
obra,
D
ni a un servidor holgazán sobre un trabajo difícil:no cuentes con estos para ningún consejo.
12 Pero recurre asiduamente a un hombre piadoso,de quien te consta que cumple los
mandamientos,
LS
capaz de sentir lo que tú mismo sientes,y que sufrirá contigo si das un traspié.
13 Déjate llevar por lo que te dicta el corazón,porque nadie te será más fiel que él:
14 el alma de un hombre suele advertir a menudo mejor que siete vigías apostados sobre una
altura.
O
15 Y por encima de todo ruego al Altísimo,para que dirija tus pasos en la verdad.
18 el bien y el mal, la vida y la muerte,y la que decide siempre en todo esto es la lengua.
19 Un hombre puede ser hábil para instruir a muchosy, sin embargo, ser inútil para sí mismo.
20 El que es sabio de labios para afuera, se hace odiosoy acabará sin tener qué comer:
SY
13 En algunos casos, tu mejoría está en sus manos, 14 y ellos mismos rogarán al Señor
O
que les permita dar una alivioy curar al enfermo, para que se restablezca.
EM
El duelo por un muerto
16 Hijo mío, por un muerto, derrama lágrimas,y entona un lamento, como quien sufre
terriblemente.
D
17 Llora amargamente, golpéate el pecho,y observa el duelo que él se merece,
21 Nunca lo olvides: ¡no hay camino de retorno!Al muerto, no podrás serle útil y te harás mal a
ti.
O
partido su espíritu.
el que guía los bueyes, trabaja con ellos,y no sabe hablar más que de novillos?
SY
26 Él pone todo su empeño en abrir los surcosy se desvela por dar forraje a las terneras.
sentencias enigmáticas.
4 Presta servicio entre los grandesy se lo ve en la presencia de los jefes; viaja por países
extranjero,porque conoce por experiencia lo bueno y lo
O
malo de los hombres. 5 De todo corazón, muy de madrugada, se dirige al Señor, su Creador, y
EM
suplica en la presencia del Altísimo:abre sus labios para orar y pide
D
6 Si el gran Señor así lo desea, será colmado del espíritu de inteligencia: derramará como
lluvia sus sabias palabrasy celebrará al Señor con su
plegaria;
7 dirigirá rectamente su conejo y su cienciay reflexionará sobre los
LS
secretos de Dios;
8 con su enseñanza hará brillar la doctrinay se gloriará en la Ley de la
Alianza del Señor.
O
asamblea proclamará su
ST
alabanza.
11 Si vive largo tiempo, tendrá más renombre que otros mil;si entra en
el reposo, eso le bastará.
SY
24 Sus caminos son rectos para los santos,pero están llenos de obstáculos para los impíos.
25 Los bienes fueron creados desde el principio para los buenos,así como los males para los
pecadores.
O
26 Lo más indispensable para la vida del hombre es el agua y el fuego, el hierro y la sal,
EM
27 todo esto es beneficioso para los buenos,y se vuelve perjudicial para los pecadores.
28 Hay vientos que fueron creados para el castigo,y en sus furor, él los hace más impetuosos:
D
29 Fuego, granizo, hambre y peste: todo esto fue creado para el castigo.
30 Los dientes de las fieras, los escorpiones y las víboras,y la espada vengadora que destruye
al impío,
LS
31 todos ellos se alegran de sus órdenesy están sobre la tierra dispuestos a servirlo:llegado el
momento, no transgredirán su palabra.
32 Por eso, desde el principio, me convencí de esto,reflexioné, y lo puse por escrito:
33 "Las obras del Señor son todas buenas,y a su debido tiempo, él provee a toda necesidad.
34 No hay por qué decir: ‘Esto es peor que aquello’,porque a su tiempo todo será reconocido
O
como bueno.
35 Y ahora, de todo corazón y en alta voz,canten himnos y bendigan el nombre del Señor".
O
40 1 Una penosa tarea ha sido impuesta a todo hombre y un yugo pesado agobia a los hijos de
Adán,
ST
desde el día que salen del vientre materno,hasta el día que retornan a la madre común.
2 Les da mucho que pensar y los llena de temorla ansiosa expectativa del día de la muerte.
24 Los hermanos y los bienhechores son útiles en la adversidad,pero más todavía salva la
limosna.
O
25 El oro y la plata hacen marchar con paso firme,pero más todavía se aprecia un consejo.
EM
Con el temor del Señor, nada falta,y ya no es necesario buscar otra ayuda.
27 El temor del Señor es como un vergel exuberante,y protege más que cualquier gloria.
Reprobación de la mendicidad
D
28 Hijo mío, no vivas de la mendicidad,porque más vale morir que mendigar.
Él mancha su boca con comida ajena,y el hombre instruido y bien educado se cuida de
LS
hacerlo.
La muerte
O
41 1 ¡Muerte, qué amargo es tu recuerdo para el que vive tranquilo en medio de sus bienes,
para el hombre despreocupado, a quien todo le va bien y aún tiene vigor para disfrutar de la
vida!
O
4 Esta es la sentencia del Señor para todo ser viviente:¿por qué oponerse a la voluntad del
Altísimo?
Aunque vivas diez, cien o mil años,en el Abismo no te echarán en cara lo que hayas vivido.
SY
25 de decir palabras hirientes a tus amigos-¡lo que les des no se lo eches en cara!-26 de
O
repetir lo que has oído y de revelar los secretos. 27 Entonces sentirás una auténtica
vergüenza,y serás bien visto por
EM
todos lo hombres.
La falsa vergüenza
42 1 Pero no te avergüences de lo siguiente y no peques por temor a los que pensarán de ti:
D
2 no te avergüences de la Ley del Altísimo y de la Alianza,ni de la sentencia que hace justicia
al impío;
3 de hacer las cuentas con los compañeros de viaje,ni compartir una herencia con otros; 4 de
LS
usar pesas y medidas exactas,ni de obtener ganancias grandes o pequeñas;
6 Conviene poner bajo sello a una mujer infiel,y donde hay muchas manos tener las cosas bajo
llave.
O
7 Cuenta y pesa bien lo que depositas,y lo que das y recibes, que esté todo por escrito.
los jóvenes.
Así demostrarás que estás verdaderamente instruidoy serás estimado por todo el mundo.
ST
9 Una hija es para su padre causa secreta de insomnio,y la preocupación por ella le quita el
sueño:
cuando es joven, se le puede pasar la edad,y si está casada, puede ser aborrecida.
SY
El sol
43 1 Orgullo del cielo es la limpidez del firmamento, y la bóveda celeste es un magnífico
espectáculo.
O
3 Al mediodía reseca la tierra, ¿y quién puede resistir su ardor?
4 Se atiza el horno para la forja,pero tres veces más abrasa el sol las montañas;
EM
él exhala los vapores ardientesy con el brillo de sus rayos enceguece los ojos.
5 ¡Qué grande es el Señor que lo ha creado!A una orden suya, él emprende su rápida carrera.
La luna
D
6 También la luna, siempre en el momento preciso,marca las épocas y señala los tiempos.
Las estrellas
9 La gloria de los astros es la hermosura del cielo,un adorno luminoso en las alturas del Señor:
O
El arco iris
O
12 Él traza en el cielo una aureola de gloria;lo han tendido las manos del Altísimo.
ST
Maravillas de la naturaleza
13 A una orden suya cae la nieve,y él lanza los rayos que ejecutan sus decretos;
14 es así como se abren las reservas y las nubes vuelan como pájaros.
15 Con su gran poder, condensa las nubes, que se pulverizan en
SY
granizo.
28 ¿Dónde hallar la fuerza para glorificarlo?Porque él es el Grande, superior a todas sus obras,
O
Para exaltarlo, redoblen sus fuerzas, no se cansen, porque nunca acabarán.
EM
32 Hay muchas cosas ocultas más grandes todavía,porque sólo hemos visto algunas de sus
obras.
33 El Señor ha hecho todas las cosasy a los hombres buenos les dio la sabiduría.
D
44 1 Elogiemos a los hombres ilustres, a los antepasados de nuestra raza. 2 El Señor los
colmó de gloria,manifestó su grandeza desde tiempos
remotos.
LS
3 Algunos ejercieron la autoridad realy se hicieron famosos por sus proezas; otros fueron
consejeros por su inteligencia,transmitieron oráculos
proféticos,
O
4 guiaron al pueblo con sus consejos,con sus inteligencia para instruirloy con las sabias
palabras de su enseñanza; 5 otros compusieron cantos melodiosos y escribieron relatos
poéticos; 6 otros fueron hombres ricos, llenos de poder,que vivían en paz en sus
O
moradas.
7 Todos ellos fueron honrados por sus contemporáneosy constituyeron el orgullo de su época.
ST
9 Pero hay otros que cayeron en el olvidoy desaparecieron como si no hubieran existido;
pasaron como si no hubieran nacido, igual que sus hijos después de ellos.
SY
10 No sucede así con aquellos, los hombres de bien,cuyas obras de justicia no han sido
olvidadas.
Biblia Católica 1387
23 La bendición de todos los hombres y la alianzalas hizo descansarsobre la cabeza de Jacob;
lo confirmó en las bendiciones recibidas y le dio la tierra en herencia; dividió el país en partes y
las distribuyó entre las doce tribus.
Moisés
O
45 1 De él, hizo nacer a un hombre de bien, que halló gracia a los ojos de todos y fue amado
por Dios y por los hombres:Moisés, de bendita memoria. 2 Le concedió una gloria igual a la de
EM
los santos y lo hizo poderoso,
3 Por sus palabras, hizo cesar los prodigios,y lo glorificó delante de los
D
reyes;
le dio mandamientos para su pueblo y le hizo ver algo de su gloria.
Aarón
8 Lo revistió con toda magnificenciay lo confirmó con las insignias del poder:los pantalones, la
túnica y el éfod;
para que tintinearan a cada uno de sus pasos,haciendo oír su sonido en el Templo,como
SY
desierto: los secuaces de Datán y Abirón y la banda de Coré, ardiendo de furor. 19 Al ver esto,
O
el Señor se disgustóy fueron exterminados por el ardor
de su ira: él obró prodigios contra ellos, consumiéndolos con su fuego ardiente. 20 Aumentó
EM
más todavía la gloria de Aarón, y le concedió una
herencia: le asignó como parte las primicias de los primeros frutosy le aseguró, en primer lugar,
el alimento en abundancia,
21 porque ellos se alimentan de los sacrificios del Señor,que él concedió a Aarón y a su
descendencia.
D
22 Pero en la tierra del pueblo, él no tiene herencia,ni hay parte para él en medio del
pueblo,porque "Yo mismo soy tu parte y tu herencia".
Pinjás
LS
23 Pinjás, hijo de Eleazar, fue el tercero en gloria,a causa de su celo en el temor del Señor,
24 Por eso fue sellada en su favor una alianza de paz,que los hizo jefe del santuario y de su
O
pueblo,
Sacerdote.
pero esa herencia real pasa del padre a uno solo de sus hijos,mientras que la de Aarón pasa a
toda su descendencia.
26 Que el Señor ponga sabiduría en sus corazonespara juzgar a su pueblo con justicia,
Josué y Caleb
perversas.
8 Solamente ellos dos fueron salvados,entre seiscientos mil hombres
O
de a pie,
EM
para ser introducidos en la herencia,en la tierra que mana leche y miel. 9 Y el Señor dio a
Caleb la fuerza que le duró hasta su vejez, y lo hizo subir a las alturas del país,que sus
descendientes retuvieron
como herencia,
D
10 para que vieran todos los israelitas qué bueno es seguir al Señor.
LS
Los Jueces
11 También los Jueces, cada uno por su nombre,fueron hombres que no cayeron en la
idolatría
hombres ilustres!
Samuel
O
13 Samuel fue amado por su Señor; como profeta del Señor, estableció
la realeza y ungió jefes para que gobernaran a su pueblo. 14 Según la Ley del Señor, juzgó a
ST
fue reconocido como un vidente digno de fe. 16 Cuando sus enemigos lo asediaban por todas
SY
8 En todas sus obras rindió homenaje al Santo Altísimo, con palabras de gloria;
O
delante del altar,para que entonaran cantosmelodiosos;
EM
solemnidades, haciendo que se alabara el santo nombre del Señory que resonara el Santuario
desde el alba.
11 El Señor borró sus pecados y exaltó su poderío para siempre, le otorgó una alianza
D
real y un trono de gloria en Israel.
Salomón
12 Después de él surgió un hijo lleno de saber que, gracias a David, vivió desahogadamente.
LS
13 Salomón reinó en tiempos de pazy Dios le concedió tranquilidad en sus fronteras,
17 Por tus cantos, tus proverbios y tus sentencias,y por tus interpretaciones, fuiste la
O
admiración del mundo. 18 En nombre del Señor Dios, de aquel que es llamado Dios de Israel,
amontonaste el oro como estaño, y como plomo acumulaste la plata. 19 Pero tuviste debilidad
ST
20 Pusiste una mancha sobre tu gloria y profanaste tu estirpe, atrayendo la ira sobre tus hijos,
caballos de fuego.
O
10 De ti está escrito que en los castigos futurosaplacarás la ira antesque estalle,para hacer
volver el corazón de los padres hacia los hijosy restablecer
EM
las tribus de Jacob.
11 ¡Felices los que te verán y los que se durmieron en el amor,porque
también nosotros poseeremos la vida!
Eliseo
D
12 Cuando Elías fue llevado en un torbellino,Eliseo quedó lleno de su espíritu.
casa de David.
Algunos de ellos hicieron lo que agrada a Dios,pero otros multiplicaron
sus pecados.
SY
por haber abandonado la Ley del Altísimo,los reyes de Judá fueron abandonados.
O
5 Tuvieron que entregar su poder a otros,y su gloria a una nación extranjera.
6 Los enemigos incendiaron la ciudad elegida del Santuarioy dejaron desiertas sus calles,
EM
7 a causa de los malos tratos infligidos a Jeremías:a él, que fue consagrado profeta desde el
seno materno
Ezequiel
D
8 Ezequiel tuvo una visión de la Gloria,que Dios le mostró sobre el carro de los Querubines,
9 porque se acordó de los enemigos en la tempestady favoreció a los que siguen el camino
recto.
LS
Los Profetas menores
Zorobabel y Josué
O
Nehemías
ST
13 También es grande el recuerdo de Nehemías:él fue quien levantó nuestros muros en ruinas,
espléndidos ornamentos,
O
cuando subía al santo altar,él llenaba de gloria el recinto del Santuario.
EM
él mismo de pie, junto al fuego del altar,
D
con una corona de hermanos a su alrededorcomo retoños de cedro en el Líbano– lo rodeaban
como troncos de palmera 13 todos los hijos de Aarón en su esplendor, con la ofrenda del
y hacían oír un sonido imponente,como memorial delante del Altísimo. 17 En seguida, todo el
pueblo, unánimemente, caía con el rostro en tierra para adorar a su Señor,el Todopoderoso, el
Dios Altísimo.
SY
Himno de acción de gracias51 1 Quiero darte gracias, Señor y Rey, y alabarte, Dios, mi
O
ayuda,
EM
y has librado mi cuerpo de la perdición,del lazo de la lengua calumniadora y de los labios que
traman mentiras. Frente a mis adversarios, tú has sido mi ayuda y mes has librado, 3 según la
grandeza de tu misericordia y de tu Nombre,de las
D
de la mano de los que querían quitarme la vida,de las muchas aflicciones que padecía, 4 del
fuego sofocante que me cercaba,de las llamas que yo no había
LS
encendido,5 de las entrañas profundas del Abismo,de la lengua impura, de la palabra
mentirosa, 6 y de las flechas de una lengua maligna.
Mi alma estaba al borde de la muerte,mi vida había descendido cerca
O
del Abismo.
7 Me cercaban por todas partes y nadie me socorría,busqué el apoyo
de los hombres y no lo encontré.
O
de Isaac, porque es eterno su amor. l Den gracias al Fuerte de Jacob, porque es eterno su
amor. m Den gracias al que eligió a Sión, porque es eterno su amor. n Den gracias al Rey
O
de todos los reyes, porque es eterno su amor.
o Él exaltará el poder de su pueblo,para que lo alaben todos sus fieles,los hijos de Israel, el
pueblo que está cerca de él. ¡Aleluya!
EM
Poema sobre la búsqueda de la Sabiduría
la sabiduría en la oración;
14 a la entrada del Templo, pedí obtenerla y la seguiré buscando hasta
D
el fin.
enseñanza.
ST
alma luchó para alcanzarla, fui minucioso en la práctica de la Ley, extendí mis manos hacia el
cielo y deploré lo que ignoraba de ella.
Biblia Católica 1405
1 5. Este versículo, lo mismo que los vs. 7 y 21 faltan en los mejores manuscritos.
O
3 18. Algunos manuscritos añaden v. 19: "Son muchos los hombres altivos y gloriosos, pero el
Señor revela sus secretos a los humildes".
EM
25. Este versículo falta en los mejores manuscritos.
D
50. 1-21). Pero, siguiendo las huellas de los profetas, considera inútiles los actos cultuales que
no van acompañados de la práctica de la Ley (34. 18 - 35. 3). Ver Is. 1. 11-15; Jer. 7. 21-24;
Am. 5. 21-25; Sal. 50. 7-15.
33. Sobre los deberes para con los muertos, ver 38. 16-17.
O
10 20. Algunos manuscritos añaden v. 21: "El comienzo de la aceptación (de parte de Dios) es
el temor del Señor, y el comienzo del rechazo es el endurecimiento y el orgullo".
11 14. Algunos manuscritos añaden v. 15: "La sabiduría, la ciencia y el conocimiento de la Ley
O
vienen del Señor; el amor y el camino de las buenas obras proceden de él.
16: La necedad y la oscuridad han sido creadas para los pecadores; los que se complacen en
el mal envejecen en él".
ST
13 13. Algunos manuscritos añaden v. 14: "Cuando oigas esto en tu sueño, despiértate; ama al
Señor toda tu vida e invócalo para tu salvación".
38 5. Se trata de una alusión al episodio de Mará, donde un trozo de árbol "endulzóel agua"
para que pudiera beber el pueblo. Ver Éx. 15. 25.
15. "íQue caiga en manos del médico!", es decir que contraiga una enfermedad grave. El texto
O
hebreo dice: "Peca contra su Creador el que se hace el fuerte frente al médico", o sea, el que
cree que puede prescindir de sus servicios.
EM
Sal. 33. 7,9. 42 16. Ver Is. 6. 3.
17. "Los santos del Señor": ver nota Sal. 89. 7-8. 44 16. Ver Gn. 5. 24; Heb. 11. 5. 17-18. Ver
Gn. 6. 9; 9. 8-11. 19-21. Ver Gn. 12. 1-3; 15. 1-21; 17. 1-27; 22. 1-19.
1 Ver Gn. 26. 3-5, 24.
D
2 Ver Gn. 28.13-15; 49. 1-27. 45 1-3. Ver Éx. 3. 11; 33. 18-23.
5. Ver Éx. 19. 3 - 20. 21; 24. 12-18; 34. 1-5. 6-11. Ver
LS
Éx. 28. 1-35.
15. Ver Éx. 28. 41; 29. 4-9; Lev. 8. 1-13; Núm. 6. 24-27.
O
22. Ver Núm. 18. 20; Deut. 10. 8-9; 18. 1-2. 23-24.
O
49 2. Ver 2 Rey. 22 - 23; 2 Crón. 34 - 35.
EM
1 Ver 2 Rey. 25. 9; Jer. 52. 13.
2 Jer. 1. 10.
3 Ver Ez. 1.
D
instrumento de castigo contra Gog, según Ez. 38. 22.
12 i. "Hijos de Sadoc": Ver Ez. 40. 46; 44. 15-31; 48. 11-12.
12 k. "Roca": titulo de Dios frecuente en el Antiguo Testamento. Ver notas Deut. 32. 4; Sal. 18.
3. El nombre divino vinculado a la persona de Isaac es "El Terror de Isaac": ver nota Gn. 31.
42.
SY
Los oráculos proféticos comienzan casi siempre con esta frase: "Así habla el Señor". En dicha
fórmula está resumida la esencia misma del profetismo bíblico. El profeta se presenta como el
mensajero y el portavoz del Señor. En su boca está la Palabrade Dios (Jer. 1. 9; Ez. 31. 1). Él
tiene la firme convicción de que ha recibido un mensaje del Señor y que debe comunicarlo
necesariamente (Jer. 20. 9; Am. 3. 8). Esto implica que el profeta no dispone a su antojo del
O
mensaje divino. Depende total y enteramente de Dios, que no sólo habla cuando quiere, sino
que a veces parece guardar silencio y mantiene a su enviado en una actitud de espera (Jer.
42. 4-7).
EM
Pero los Profetas no sólo hablan con "palabras". Cuando el lenguaje resulta insuficiente y poco
eficaz, suelen valerse de acciones simbólicas, muchas veces desconcertantes, pero llenas de
significado. Lo que pretenden con esos gestos es provocar extrañeza y llamar la atención, con
el fin de sacudir la inercia de sus contemporáneos y llevarlos a la conversión. En algunas
ocasiones, como en la experiencia matrimonial de Oseas, es la vida misma del profeta la que
se convierte en símbolo viviente del mensaje que él anuncia.
D
Los Profetas eran hombres de acción. Si bien algunas veces recibieron del Señor la orden de
poner por escrito una visión determinada (Is. 8. 1; 30. 8; Hab. 2. 2) o una serie de oráculos
(Jer. 36. 2), sin embargo, ninguno de ellos pensó en escribir un libro. Fueron sus discípulos los
que recogieron el mensaje profético, lo fijaron por escrito y formaron las colecciones
incorporadas posteriormente al canon de los Libros sagrados. Esta formación progresiva de los
LS
Libros proféticos explica el "desorden" y la falta de continuidad que se advierte con frecuencia
en la recopilación de los diversos oráculos.
Los Profetas aparecen siempre que Dios quiere comunicar su Palabra. Cada uno de ellos tiene
su personalidad propia y su mensaje característico. Amós y Miqueas reivindican la justicia
social. Isaías insiste en la importancia de la fe. Oseas proclama el inagotable amor del Señor
hacia su Pueblo. Sofonías anuncia la salvación como un bien reservado a los humildes y a los
pobres. Jeremías descubre y valoriza la religión del corazón. Ezequiel pone de relieve la
O
responsabilidad personal en la relación del hombre con Dios. Pero más allá de estas
diferencias, el mensaje fundamental de los Profetas es siempre el mismo: todos ellos
denuncian la idolatría, la corrupción moral, el formalismo y la hipocresía; desenmascaran las
falsas seguridades, defienden apasionadamente al débil y al oprimido, y por encima de todo,
O
Con frecuencia, los Profetas predicen tremendos castigos, pero a la vez infunden con su
palabra una inquebrantable esperanza. Al interpretar los acontecimientos a la luz de Dios, que
ST
se manifiesta por medio de los "signos de los tiempos", ellos abarcan con su mirada el pasado,
el presente y el futuro. Esto les hace comprender que la meta final de la historia humana no
puede ser otra que la plena manifestación del designio salvador de Dios. Pero los oráculos
proféticos no son, como se piensa con demasiada frecuencia, una predicción detallada y casi
fotográfica de los acontecimientos futuros. Son más bien una promesa, expresada por lo
general en forma simbólica, lo suficientemente concreta como para suscitar la esperanza de
SY
Israel y lo bastante flexible como para dejar siempre abierto el desarrollo de la historia futura a
la imprevisible acción de Dios. De esta manera, los Profetas prepararon la instauración del
Hacia el año 740 a. C., una grandiosa visión en el Templo cambió por completo el curso de su
vida. En ese momento se le manifestó con toda su fuerza estremecedora la "santidad" del Dios
viviente. Anonadado por esta visión, Isaías tomó conciencia de su propia indignidad y
comprendió hasta qué punto sus compatriotas se habían alejado del Señor. Esta experiencia
O
es la "clave" para entender toda su misión profética.
El mensaje de Isaías está íntimamente ligado con los acontecimientos de su época. Asiria
había reafirmado su poderío y trataba de formar un vasto imperio, extendiendo su dominación
EM
hasta la costa oriental del Mediterráneo. Este intento chocaba contra las ambiciones de Egipto,
que no quería perder su influencia sobre Siria y Palestina. Al verse entre dos fuegos, el reino
de Judá trató de conjurar el peligro mediante una política fluctuante, inclinándose
alternativamente hacia uno y otro lado.
Con una tenacidad inquebrantable, Isaías se opuso a todas estas maniobras políticas. Para él,
la única actitud debida ante el Dios santo que habita en Sión, es la renuncia a toda seguridad
fundada en la astucia política o en la fuerza de las armas. Sólo la fe en el Señor –una fe que
D
por momentos puede parecer absurda– puede salvar a Judá. Nada de lo que acontece en el
mundo escapa a la soberanía de Dios, que dirige el destino de los pueblos conforme a un
"plan" oculto, muchas veces desconcertante, pero siempre más sabio que la sagacidad de los
hombres. Aún en los momentos de mayor peligro, Isaías promete a Jerusalén la liberación, con
tal de que ponga toda su confianza en el Señor.
LS
Isaías es el gran "clásico" de la poesía bíblica. Su expresión es clara, sobria y vigorosa. Pero él
es, sobre todo, el más grande de los profetas mesiánicos. Su fe está profundamente arraigada
en la tradición davídica. La dinastía de David ha sido establecida para siempre en Jerusalén,
que no sólo es el centro de Judá y de Israel, sino el punto hacia el que convergerán todas las
naciones de la tierra (2. 1-6). El Mesías anunciado por Isaías es un descendiente de David,
que hará reinar la justicia y la paz sobre la tierra (7. 10-17; 9. 1-6; 11. 1-9). Sin embargo, antes
O
de interpretar estos textos en la plenitud del sentido que les confiere el Nuevo Testamento, es
preciso comprenderlos en el sentido más modesto que tuvieron en su origen, cuando Israel
sólo podía vislumbrar oscuramente el imprevisible cumplimiento de estos oráculos mesiánicos
en la persona y en la obra de Jesús.
O
frutos que él esperaba, sino las uvas amargas de la rebeldía y la injusticia (5. 1-7). Judá
se ha convertido en una "nación pecadora", en un "pueblo cargado de iniquidad"
jefes de Sodoma!
O
¡Presten atención a la instrucción de nuestro Dios,
pueblo de Gomorra!
EM
11 ¿Qué me importa la multitud de sus sacrificios? –dice el Señor–. Estoy harto de
corderos y chivos. 12 Cuando ustedes vienen a ver mi rostro, ¿quién les ha pedido que pisen
D
mis atrios? 13 No me sigan trayendo vanas ofrendas; el incienso es para mí una abominación.
14 Sus lunas nuevas y solemnidades las detesto con toda mi alma; se han vuelto para mí una
LS
carga que estoy cansado de soportar. 15 Cuando extienden sus manos, yo cierro los ojos; por
más que multipliquen las plegarias, yo no escucho: ¡las manos de ustedesestán llenas de
¡Busquen el derecho,
ST
socorran al oprimido,
defiendan a la viuda!
SY
18 Vengan, y discutamos
Fiel". 27 Sión será rescatada por el derecho y los que se conviertan, por la justicia. 28 Los
O
y desaparecerán los que abandonan al Señor. 29 Ustedes se avergonzarán de las encinasque
tanto amaban, se sonrojarán de los jardinesque eligieron; 30 porque serán como una encinade
EM
hojas secas, como un jardín sin agua. 31 El hombre fuertese convertirá en estopa y su obra
será la chispa: arderán los dos juntos y no habrá quien extinga el fuego.
2 1 Palabra que Isaías, hijo de Amós, recibió en una visión, acerca de Judá y de Jerusalén: 2
D
Sucederá al fin de los tiempos, que la montaña de la Casa del Señor será afianzada sobre la
cumbrede las montañas y se elevará por encima de las colinas. Todas las naciones afluirán
hacia ella 3 y acudirán pueblos numerosos,que dirán: " ¡Vengan, subamos a la montaña del
LS
Señor, a la Casa del Dios de Jacob! Él nos instruirá en sus caminos y caminaremos por sus
4 Él será juez entre las nacionesy árbitro de pueblos numerosos. Con sus espadas forjarán
O
arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espadauna nación contra otra ni se
adiestrarán más para la guerra. 5 ¡Ven, casa de Jacob, y caminemos a la luz del Señor!
O
6 Sí, tú has desechado a tu pueblo,a la casa de Jacob, porque están llenos de adivinos de
ST
Oriente, de astrólogos, como los filisteos, y estrechan la mano de los extranjeros. 7 Su país
está lleno de plata y oro y sus tesoros no tienen fin. Su país está lleno de caballos y sus carros
de guerra no tienen fin. 8 Su país está lleno de ídolos; ellos se postran ante la obra de sus
SY
manos, ante lo que fabricaron sus propios dedos. 9 El hombre será doblegado y el mortal,
O
¿En qué se lo puede estimar?
La anarquía en Jerusalén
EM
3 1 Miren que el Señor de los ejércitosretira de Jerusalén y de Judá
D
2 el soldado y el hombre de guerra, el juez y el profeta, el adivino y el anciano,3 el jefe de
daré por jefes a adolescentes, y niños caprichosos los dominarán. 5 La gente se maltratará
LS
mutuamente, unos contra otros; el joven acometerá contra el anciano y el plebeyo contra el
tienes un manto, sé nuestro jefe; que este montón de ruinasesté bajo tu mando". 7 Pero el otro
O
replicará en aquel día: "Yo no sirvo para curar, y no hay en mi casa ni pan ni manto; ¡no harán
de mí un jefe del pueblo!". 8 Sí, Jerusalén tropieza y Judá se desmorona, porque su lengua y
O
9 Su descaro atestigua contra ellos, y como Sodoma publican su pecado,¡no lo ocultan! ¡Ay de
ST
ellos, porque son los causantesde su propia desgracia! 10 ¡Feliz el justo, porque le irá bien,
comerá el fruto de sus acciones! 11 ¡Ay del malvado, porque le irá mal, se le devolverá lo que
hicieron sus manos! 12 ¡Pueblo mío! Un niño pequeñolo tiraniza y mujeres dominan sobre él.
¡Pueblo mío! Tus guías te extravían y confunden el camino por donde vas.
SY
O
y tus guerreros en el campo de batalla.
EM
y tú, desolada, te sentarás en el suelo.
D
y nos vestiremos con nuestra ropa, con tal de llevar tu nombre: ¡borra nuestra afrenta!".
3 Entonces, el resto de Sión, los sobrevivientes de Jerusalén, serán llamados santos: todos
ellos estarán inscritos para la vida, en Jerusalén. 4 Cuando el Señor lave la suciedad de las
hijas de Sión y limpie a Jerusalén de la sangre derramada en ella, con el soplo abrasador del
juicio, 5 él creará sobre toda la extensión del monte Sión y en su asamblea, una nube de humo
O
durante el día, y la claridad de un fuego llameante durante la noche. Porque la gloria del Señor,
en lo más alto de todo, será un reparo 6 y una choza, para dar sombra contra el calor durante
el día, y servir de abrigo y refugio contra la tempestad y la lluvia.
ST
Mi amigo tenía una viña en una loma fértil. 2 La cavó, la limpió de piedras y la plantó con cepas
escogidas; edificó una torre en medio de ella y también excavó un lagar. Él esperaba que diera
SY
uvas, pero dio frutos agrios. 3 Y ahora, habitantes de Jerusalén y hombres de Judá,
deportado
O
sed. 14 Por eso el Abismo dilata su garganta, abre sus fauces desmesuradamente, y allí se
EM
será doblegado, el mortal, humillado, y serán humillados los ojos altaneros; 16 pero el Señor
de los ejércitosserá exaltado por su rectitud, y el Dios santo se mostrará santopor su justicia.
17 Los corderos paceráncomo en sus praderas y en las ruinas engordarán los cabritos.
D
18 ¡Ay de los que arrastran la culpa
y mal al bien,
SY
O
y su mano está aún extendida.
EM
La invasión asiria
26 Él alza una insigniapara una nación lejana, la llama con un silbidodesde el extremo de la
tierra, y ella acude veloz, rápidamente.27 Nadie siente cansancio ni tropieza, nadie dormita ni
duerme, a nadie se le desata el cinturón ni se le rompe la correa del calzado. 28 Sus flechas
D
son filosas, están tensos todos sus arcos; los cascos de sus caballosson como pedernal, las
ruedas de sus carros,como torbellinos. 29 Su rugido es el de una leona, ruge como los
cachorros de león;
LS
brama y se apodera de la presa,
Mirarán a la tierra,
O
El "Libro del Emanuel" refiere la intervención de Isaías en una situación histórica bien
concreta. Los reyes de Damasco y Samaría, que soportan el peso de la dominación
asiria, forman una coalición para recuperar su independencia y tratan de comprometer
en esa aventura a Ajaz, rey de Judá. Como este se niega a participar de la liga
antiasiria, los aliados ponen sitio a Jerusalén. Su intención era destituir al rey de la
SY
O
y tu pecado ha sido expiado".
EM
8 Yo oí la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?". Yo
respondí: "¡Aquí estoy: envíame!". 9 "Ve, me dijo; tú dirás a este pueblo: ‘Escuchen, sí, pero
D
sin entender; miren bien, pero sin comprender’. 10 Embota el corazón de este pueblo,
"Hasta que las ciudades queden devastadas, sin habitantes, hasta que las casas estén sin un
hombre y el suelo devastado sea una desolación. 12 El Señor alejará a los hombres y será
ST
grande el abandonoen medio del país.13 Y si queda una décima parte, ella, a su vez, será
destruida. Como el terebinto y la encina que, al ser abatidos,conservan su tronco talado, así
20 Aquel día, el Señor rapará con una navaja, alquilada al otro lado del Río –con el rey de
Asiria–, la cabeza y el vello del cuerpo; y la navaja afeitará también la barba.
O
21 Aquel día, cada uno criará una ternera y dos ovejas; 22 y como darán leche en abundancia,
se comerá leche cuajada, porque todo el que quede en medio del país se alimentará con leche
cuajada y miel.
EM
23 Aquel día, todo lugar donde había mil plantas de vid, a un valor de mil siclos de plata, se
cubrirá de cardos y espinas. 24 Allí habrá que entrar con flechas y arco, porque todo el país
será cardos y espinas. 25 Y por temor a los cardos y espinas, tú ya no irás a todas esas
montañas que se escardaban con la azada: serán un lugar donde se sueltan los bueyes y que
es pisoteado por las ovejas.
D
8 1 El Señor me dijo: "Toma una tabla bien grande y escribe sobre ella, con caracteres
comunes: Rápido Botín– Saqueo Veloz". 2 Yo puse como testigos fidedignos al sacerdote
Urías y a Zacarías, hijo de Baraquías. 3 Luego tuve relaciones con la profetisa, y ella concibió y
dio a luz un hijo. Entonces el Señor me dijo: "Llámalo con el nombre de Rápido Botín – Saqueo
Veloz, 4 porque antes de que el niño aprenda a decir ‘papá’ y ‘mamá’, las riquezas de
LS
Damasco y el botín de Samaría serán llevados ante el rey de Asiria".
La invasión asiria
5 El Señor me volvió a hablar otra vez, diciendo: 6 Porque este pueblo rehusa las aguas de
Siloé, que corren mansamente, y desfallece ante Resín y el hijo de Remalías, 7 por eso, el
O
Señor hace subir contra ellos las aguas torrenciales y caudalosas del Río –el rey de Asiria con
toda su gloria–. Él rebasará todos sus cauces, desbordará por todas sus orillas,\par 8 y pasará
O
por Judá, inundará, crecerá, llegará hasta el cuello.Y sus alas desplegadas abarcarán toda la
las armas y espántense! ¡Cíñanse las armas y espántense! 10 Hagan un proyecto: ¡fracasará!
SY
O
porque para ellos no despunta la aurora.
EM
Tiempos oscuros para Israel
D
rostro hacia lo alto, 22 luego mirará a la
En un primer tiempo, el Señor humilló al país de Zabulón y al país de Neftalí, pero en el futuro
llenará de gloria la ruta del mar, el otro lado del Jordán, el distrito de los paganos.
O
pesar de todo esto, no se aplacó su ira y su mano está aún extendida. 12 Pero el pueblo no ha
O
Israel,en un sólo día, cabeza y cola, palmera y junco. 14 –El anciano y el noble son la cabeza,
el profeta, maestro de mentiras, es la cola–.15 Los guías de este pueblo lo extraviaron y los
EM
que se dejaron guiar,han sido devorados. 16 Por eso el Señor no perdona a sus jóvenes ni se
compadece de sus huérfanosy de sus viudas, porque todo este pueblo es impío y malvado y
toda boca profiere insensateces. A pesar de todo esto, no se aplacó su ira y su mano está aún
extendida.
D
17 Porque la maldad quema como el fuego, devora cardos y espinas, arde en las espesuras
del bosque, y el humo se alza en torbellinos. 18 Por el furor del Señor de los ejércitos se
incendia el país, y el pueblo es como pasto del fuego. Nadie se compadece de su hermano, 19
LS
cada uno devora la carne de su prójimo: corta a la derecha, y queda con hambre; devora a la
acometen contra Judá. A pesar de todo esto, no se aplacó su ira y su mano está aún
O
extendida.
Contra los malos jueces10 1 ¡Ay de los que promulgan decretos inicuos y redactan
O
prescripciones onerosas, 2 para impedir que se haga justicia a los débiles y privar de su
derecho a los pobres de mi pueblo, para hacer de las viudas su presa y expoliar a los
ST
O
¿Se envanece la sierracontra el que la maneja?
EM
y el palo levantara al que no es un leño!
D
y dentro de su carne hará arder una fiebre,
El pequeño resto
atraviesa Migrón,
O
29 Cruzan el desfiladero,
EM
tiembla Ramá,
D
respóndele, Anatot!
31 Se desbanda Madmená,
y él agitará su mano
O
O
11 Aquel día, el Señor alzará otra vezsu mano para rescatar al resto de su pueblo, a los que
EM
las costas del mar. 12 Él levantará un emblemapara las naciones, reunirá a los deportados de
Israel y congregará a los dispersos de Judá, desde los cuatro puntos cardinales. 13 Cesarán
los celos de Efraím y serán exterminados los opresores de Judá; Efraím no tendrá más celos
de Judá y Judá no hostigará más a Efraím. 14 Ellos se lanzarán a Occidente, hacia la cuesta
D
de los filisteos, y juntos despojarán a los hijos de Oriente; extenderán su mano sobre Edóm y
Moab y los amonitas estarán bajo su dominio. 15 El Señor secará el golfo del mar de Egipto y
agitará su mano contra el Río: con su soplo abrasador, lo dividirá en siete brazos, y hará que
LS
se lo pueda pasar en sandalias.
16 Habrá un camino para el resto de su pueblo, para lo que haya quedado de Asiria, como lo
Canto de alabanza y acción de gracias12 1 Tú dirás en aquel día: Te doy gracias, Señor,
porque te habías irritado contra mí, pero se ha apartado tu ira y me has consolado. 2 Este es el
O
protección; él fue mi salvación. 3 Ustedes sacarán agua con alegría de las fuentes de la
ST
salvación. 4 Y dirán en aquel día: Den gracias al Señor,invoquen su Nombre, anuncien entre
los pueblos sus proezas, proclamen qué sublime es su Nombre. 5 Canten al Señor porque ha
hecho algo grandioso: ¡que sea conocido en toda la tierra! 6 ¡Aclama y grita de
SY
12 Haré a los mortales más escasosque el oro fino, a los hombres, más escasosque el oro de
Ofir. 13 Por eso, haré temblar los cielos, y la tierra se moverá de su sitio bajo el furor del Señor
O
de los ejércitos, en el día de su ira ardiente. 14 Entonces, como una gacela espantada y como
un rebaño al que nadie congrega, cada uno se volverá a su pueblo, cada uno huirá a su país.
EM
15 Todo el que sea descubierto,será traspasado, y el que sea apresado,caerá bajo la espada.
16 Sus niños pequeños serán estrelladosante sus ojos, sus casas saqueadasy sus mujeres
violadas. 17 ¡Miren! Yo suscito contra ellos a los medos, que no estiman la plata, ni les importa
el oro: 18 sus arcos acribillarán a los jóvenes, no se apiadarán del fruto de las entrañas ni
D
sentirán compasión por los niños. 19 Babilonia, hermosura de los reinos, gloria y orgullo de los
que Dios envió a Sodoma y Gomorra. 20 Quedará despoblada para siempre, no la habitarán a
LS
lo largo de las generaciones; allí el árabe no plantará su carpa ni los pastores apacentarán sus
rebaños. 21 Allí se apacentarán las fieras del desierto y los búhos llenarán sus casas; allí
anidarán los avestruces y danzarán los sátiros; 22 las hienas aullarán en sus mansiones y los
O
chacales en sus palacios suntuosos. Su hora ya está por llegar y no serán prolongados sus
días.
O
14 1 Porque el Señor tendrá compasión de Jacob y elegirá de nuevo a Israel, y los instalará en
ST
su propio suelo. Los extranjeros se unirán a ellos y serán agregados a la casa de Jacob. 2 Los
pueblos los acogerán y los llevarán a su lugar. La casa de Israel los poseerá como esclavos y
esclavas, en el suelo del Señor. Así harán cautivos a los que los habían hecho cautivos y
dominarán a sus tiranos.
tú no te unirás con ellosen una sepultura, porque has destruido tu país, has asesinado a tu
pueblo. ¡Nunca más será nombrada una raza de malhechores! 21 Preparen la masacre de los
O
hijos por los crímenes de sus padres; que no se levanten para adueñarse de la tierra y cubrir
de ciudades el mundo.
EM
Contra Babilonia
22 Yo me alzaré contra ellos –oráculo del Señor de los ejércitos– y extirparé de Babilonia el
nombre y el resto, el vástago y la posteridad –oráculo del Señor–. 23 La convertiré en
propiedad de erizos, en agua estancada, y la barreré con la escoba del exterminio –oráculo del
Señor de los ejércitos–.
D
Contra Asiria
24 El Señor de los ejércitos pronunció este juramento: "Sí, como lo he proyectado, así será;
tomada contra toda la tierra; esta es la mano extendida contra todas las naciones. 27 Si el
O
Señor de los ejércitosha tomado una decisión, ¿quién la hará fracasar? Su mano está
deshechos en llanto.
O
4 Gritan Jesbón y Elealé
EM
Por eso se estremecen las entrañasde Moab, hasta su alma se estremece. 5 Mi corazón grita
por Moab, sus fugitivos llegan hasta Soar, hasta Eglat Selisiyá. Sí, por la subida de Lujit, la
gente sube llorando; sí, por el camino de Joronaim se lanza un grito desgarrador. 6 Porque las
aguas de Nimrím son una desolación: el pasto está seco, la hierba consumida,ya no existe el
D
verdor. 7 Por eso se llevan más alládel torrente de los Sauces lo que han podido ahorrar y sus
reservas. 8 Porque el clamor va recorriendo el territorio de Moab: sus alaridos llegan hasta
LS
Eglaim, sus alaridos llegan a Beer Elím; 9 porque las aguas de Dimónestán llenas de sangre.
Pero yo añadiré a las desgraciasde Dimón un león para los fugitivos de Moab,
para el resto de Admá.
3 Presenta un plan,
han cesado los cantos de la vendimia. 11 Por eso, mis entrañas vibran como una lira por
Moab, y mi corazón, por Quir Jaréset. 12 Por más que Moab se presente y se fatigue en los
O
lugares altos, por más que vaya a su santuario a orar, no le valdrá de nada. 13 Esta es la
EM
así habla el Señor: "Dentro de tres años, computados como los años de un
D
no quedará más que un poco, muy poco, casi nada".
y Damasco, la realeza.
ST
O
13 Él los amenaza, y huyen bien lejos,
EM
como la flor del cardo por el vendaval.
D
y la suerte de los que nos saquean.
Oráculo sobre Etiopía18 1 ¡Ah, país del zumbido de alas, más allá de los ríos de Cus, 2 que
LS
envías emisarios por mar, en canoas de junco, sobre las aguas! Vayan, mensajeros veloces, a
una nación esbelta, de tez bronceada, a un pueblo temible de cerca y de lejos, a una nación
vigorosa y dominadora, cuyo país está surcado de ríos. 3 ¡Habitantes del mundo entero, y
O
ustedes, los que pueblan la tierra: cuando se alce el estandarte, observen, cuando suene la
puesto, como el calor ardiente y deslumbrante, como nube de rocíoen el calor de la cosecha. 5
madura, se cortan los pámpanos con la podadora, se arrancan y se quitan los sarmientos. 6
Niloestarán de duelo, y desfallecerán los que echan la redsobre las aguas. 9 Los que trabajan
O
tejedores se sentirán acongojados y todos los asalariados, afligidos. 11 ¡Qué necios son los
príncipes de Soán! ¡Los más sabios consejeros del Faraón forman un consejo de estúpidos!
EM
¿Como pueden ustedes decir al Faraón: "Yo soy hijo de sabios, hijo de antiguos reyes"? 12
y te den a conocer lo que el Señor de los ejércitos ha proyectado contra Egipto! 13 ¡Se han
enloquecido los príncipesde Soán, se ilusionan los príncipes de Nof, los dignatarios de sus
D
tribus han extraviado a Egipto! 14 El Señor ha derramado en medio de ellos un espíritu de
vértigo, y ellos extravían a Egiptoen todo lo que emprende, como pierde pie el borrachocuando
vomita. 15 Y no será para provecho de Egipto nada de lo que hagan la cabeza y la cola, la
LS
palmera y el junco.
O
16 Aquel día, los egipcios serán como mujeres: temblarán y estarán aterrorizados ante la mano
amenazadora del Señor de los ejércitos, que él agitará contra ellos. 17 La tierra de Judá será el
O
espanto de Egipto: cada vez que se la mencione, Egipto temblará a causa del designio que el
Señor ha proyectado contra él.
18 Aquel día, habrá en la tierra de Egipto cinco ciudades que hablarán la lengua de Canaán y
ST
jurarán por el Señor de los ejércitos; una de ellas se llamará Ciudad del Sol.
19 Aquel día, habrá un altar para el Señor en medio del país de Egipto, y una estela para el
Señor junto a la frontera. 20 Esto servirá de señal y de testimonio para el Señor de los ejércitos
en el país de Egipto. Cuando ellos clamen al Señor a causa de sus opresores, él les enviará un
salvador y un defensor, para que los libre. 21 El Señor se dará a conocer a los egipcios, y los
egipcios conocerán al Señor en aquel día. Lo servirán con sacrificios y oblaciones; harán votos
SY
al Señor y los cumplirán. 22 El Señor herirá a Egipto, pero sólo para sanarlo. Ellos se volverán
jinetes!". Luego retoma la palabra y dice: "¡Ha caído, ha caído Babilonia, y todas las estatuas
de sus dioses se han hecho añicos contra el suelo!". 10 ¡Pueblo mío, trillado y aventado en la
O
era, lo que oí del Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, te lo he anunciado!
EM
11 Oráculo sobre Dumá.
D
12 El centinela responde:
otra vez".
13 Oráculo en la estepa. Entre las malezas, en la estepa, ustedes pasarán la noche, caravanas
de los dedanitas. 14 Lleven agua al encuentro de los sedientos, habitantes del país de Temá,
O
salgan a recibir con pan a los fugitivos. 15 Porque ellos huyen ante las espadas, ante la
espada desenvainada, ante el arco tendido, ante el encarnizamiento del combate. 16 Porque
ST
13 en cambio, hay gozo y alegría, se matan bueyes y se degüellan ovejas, se come carne y se
O
ha revelado a mi oído: No, esta falta no les será expiada hasta que ustedes mueran, dice el
EM
Contra Sebná, el mayordomo de palacio
15 Así habla el Señor de los ejércitos: "Ve a encontrarte con ese intendente,
Sebná, el mayordomo de palacio, 16 que talla su sepulcro en la altura y se cava una morada
en la roca. ¿Qué tienes y a quién tienes aquí, para tallarte aquí un sepulcro? 17 Mira que el
D
Señor te arroja de un solo golpe, hombre fuerte; te envuelve bien envuelto, 18 te ata fuerte
como un ovillo y te arroja como una bola a un país de vastas dimensiones.Allí morirás, y allí
irán a parar los carruajes que eran tu gloria, ¡tú, deshonra de la casa de tu señor! 19 Yo te
LS
derribaré de tu sitial y te destituiré de tu cargo. 20 Y aquel día, llamaré a mi servidor Eliaquím,
hijo de Jilquías; 21 lo vestiré con tu túnica, lo ceñiré con tu faja, pondré tus poderes en su
en un sitio firme,
24 De él estará suspendida
Biblia Católica 1457
tierra? 9 Lo ha concebido el Señor de los ejércitos, para envilecer la soberbia de todo
esplendor, para humillar a los grandes de la tierra. 10 Cultiva tu tierra, hija de Tarsis, como a lo
largo del Nilo: ¡el puerto no existe más! 11 Él ha extendido su mano sobre el mar, ha hecho
O
temblar los reinos; el Señor ha ordenado a Canaán que destruya sus fortalezas. 12 Él ha dicho:
"¡No te regocijarás nunca más, virgen violada, hija de Sidón!". Levántate y emigra a Quitím,
EM
aunque tampoco allí tendrás descanso. 13 Mira el país de los caldeos, ese pueblo que ya no
existe; Asiria lo destinó a las fieras del desierto: levantaron sus torres de asalto, demolieron sus
D
porque su fortaleza ha sido devastada!
15 Aquel día, Tiro será olvidada durante setenta años, que es la duración de la vida de un rey.
Al cabo de setenta años, a Tiro le sucederá como en la canción de la prostituta:
16 "¡Toma la cítara,
LS
recorre la ciudad,
prostituta olvidada!
17 Al cabo de setenta años, el Señor visitará a Tiro. Ella volverá a su antiguo comercio, y se
O
prostituirá con todos los reinos de la tierra, sobre la superficie del suelo.18 Pero sus ganancias
y sus salarios serán consagrados al Señor. No serán acumulados ni atesorados: serán para los
que habitan delante del Señor, a fin de que coman hasta saciarse y se atavíen
espléndidamente.
ST
APOCALIPSIS DE ISAÍAS
Los capítulos 24-27 forman una sección aparte dentro del libro de Isaías, compuesta
después del exilio por los continuadores de su mensaje. Con las imágenes y los
símbolos propios del estilo apocalíptico, estos poemas e himnos litúrgicos anuncian la
SY
instauración del Reino de Dios, después del Juicio de las naciones y de la victoria del
Señor sobre todas las fuerzas del mal. La "ciudad del caos" se derrumbará (24. 10) y en
13 Sí, en medio de la tierra,entre las naciones, sucederá lo que pasa con el olivo, cuando se
O
o cuando todavía quedan unos racimos, una vez acabada la vendimia.
14 Ellos elevan la voz, gritan de alegría, aclaman desde el ponientela majestad del Señor. 15
EM
Por eso en el orientese glorifica al Señor, y en las costas del mar, el nombre del Señor, Dios de
Pero yo digo: "¡Desfallezco, desfallezco! ¡Ay de mí!". Los traidores traicionan, los traidores
D
perpetran traiciones. 17 ¡Terror, fosa y red, contra ti, habitante de la tierra! 18 El que huya del
grito de terror, caerá en la fosa; el que suba del fondo de la fosa quedará atrapado en la red.
Porque están abiertas las compuertasde lo alto y tiemblan los cimientos de la tierra. 19 ¡La
LS
tierra se quiebra, se resquebraja, la tierra se parte, se parte en pedazos, se mueve, se
conmueve la tierra!
20 La tierra se tambaleacomo un borracho
O
su pueblo, porque lo ha dicho él, el Señor. 9 Y se dirá en aquel día: "Ahí está nuestro Dios, de
O
regocijémonosde su salvación!".
La humillación de Moab
EM
10 Porque la mano del Señor se posará sobre esta montaña,
D
como las extiende el nadador para nadar;
Canto de victoria
Tenemos una ciudad fuerte, el Señor le ha puesto como salvaguardia muros y antemuros. 2
Abran las puertas, para que entre una nación justa, que se mantiene fiel. 3 Su carácter es
ST
firme, y tú la conservas en paz, porque ella confía en ti. 4 Confíen en el Señor para siempre,
porque el Señor es una Roca eterna. 5 Él doblegó a los que habitabanen la altura, en la ciudad
inaccesible; la humilló hasta la tierra, le hizo tocar el polvo. 6 Ella es pisoteada por los pies del
SY
O
escóndete por un instante,
EM
21 Porque el Señor sale de su morada
D
la tierra pondrá al descubiertola sangre derramada
El castigo de Leviatán
LS
27 1 Aquel día, el Señor castigarácon su espada bien templada,
grande y fuerte,
El canto de la viña
la riego constantemente;
4 Ya no estoy enojado:
Biblia Católica 1465
ustedes, israelitas, serán espigados uno por uno. 13 Aquel día, sonará la gran trompeta, y
vendrán los que estaban perdidosen el país de Asiria y los desterrados en el país de Egipto,
O
ORÁCULOS SOBRE ISRAEL Y JUDÁ
En el 705 a. C., al morir el rey de Asiria Sargón II, lo sucede en el trono su hijo
Senaquerib. Los pueblos vasallos aprovechan esta oportunidad para sublevarse, y la
EM
rebelión se extiende hasta Siria y Palestina. Ezequías, rey de Judá, no sólo se pliega a
ella, sino que asume el liderazgo de la insurrección.
Él envía mensajeros a Egipto para negociar un tratado (30. 1-7) y organiza la defensa
de Jerusalén (2 Crón. 32. 1-8). Una vez más, Isaías se opone tenazmente a esas
alianzas políticas y militares (31. 1). Apoyarse en las armas de Egipto es una grave falta
de confianza en el poder de Dios. Asiria es un instrumento en las manos del Señor para
castigar los pecados de los pueblos: cuando haya cumplido su misión, desaparecerá
D
como los demás imperios de la tierra.
Pero las palabras de Isaías encontraron poco eco en el rey y sus consejeros. ¿No era
acaso más prudente confiar en la caballería de Egipto que depositar toda la confianza
en el Señor? Sin embargo, los hechos dieron la razón al profeta. Egipto fue derrotado y
LS
Judá tuvo que someterse al poder de los asirios. Ezequías pagó un pesado tributo y
Jerusalén fue sitiada. Entonces Isaías asumió una nueva actitud. Frente a la arrogancia
del invasor, sus oráculos predicen la caída de Asiria y reconfortan a Judá con un
mensaje de salvación (30. 27-33; 31. 8-9).
marchita que lucen como adorno, sobre lo alto del valle fértil! ¡Ay de ustedes, los volteados por
el vino! 2 Miren, el Señor tiene a un hombre fuerte y poderoso: como tormenta de granizoy
O
tempestad arrasadora, como tormenta de aguas impetuosas, torrenciales, él lo echa todo por
tierra violentamente. 3 Con ambos pies será pisoteada la soberbia corona de los ebrios de
ST
Efraím. 4 Y la flor marchita que lucen como adorno, sobre lo alto del valle fértil, será como una
apenas la tiene en la mano, se la traga. 5 Aquel día, el Señor de los ejércitos será una
SY
espléndida corona y una diadema de gloria para el resto de su pueblo; 6 inspirará la justicia a
15 Ustedes dicen: "Hemos hechouna alianza con la Muerte, hemos establecido un pacto con el
O
Abismo.Cuando pase el flagelo desencadenado, no nos alcanzará, porque hemos hecho de la
mentira un refugio y nos hemos amparado en el engaño". 16 Por eso, así habla el Señor: Miren
EM
que yo pongo una piedra en Sión, una piedra a toda prueba, una piedra angular, escogida,bien
cimentada: el que tenga fe no vacilará. 17 Yo usaré el derecho como medida y la justicia como
D
Abismo.Cuando pase el flagelo desencadenado,serán aplastados: 19 los arrollará cada vez
que pase, porque pasará una mañana tras otra,de día y de noche, y será algo terrible
O
tu voz vendrá de la tierra,como la de un espectro,
EM
5 Pero el tropel de tus adversarios
D
De repente, en un instante,
y la tenían cercada.
O
¿Acaso se puede pensar
EM
para que la obra diga al que la hizo:
D
Perspectivas de salvación
17 ¿No falta poco, muy poco tiempo, para que el Líbano se vuelva un vergel y el vergel
LS
parezca un bosque? 18 Aquel día, los sordos oirán las palabras del libro, y verán los ojos de
los ciegos, libres de tinieblas y oscuridad. 19 Los humildes se alegrarán más y másen el Señor
y los más indigentes se regocijaránen el Santo de Israel. 20 Porque se acabarán los tiranos,
O
desaparecerá el insolente, y serán extirpados los que acechanpara hacer el mal, 21 los que
los que tienden trampasal que actúa en un juicio, y porque sí no más perjudican al justo. 22 Por
eso, así habla el Señor, el Dios de la casa de Jacob, el que rescató a Abraham: En adelante,
ST
Jacob no se avergonzará ni se pondrá pálido su rostro. 23 Porque, al ver lo que hagoen medio
de él, proclamarán que mi Nombre es santo, proclamarán santo al Santo de Jacob y temerán al
enseñanza.
son hijos mentirosos, hijos que no quieren escuchar la enseñanza del Señor. 10 Ellos dicen a
los videntes: "¡No tengan visiones!", y a los profetas: "¡No nos vaticinen la verdad! ¡Háblennos
O
de cosas agradables,tengan visiones ilusorias! 11 ¡Apártense del camino, desvíense del
sendero, dejen de ponernos por delante al Santo de Israel!". 12 Por eso, así habla el Santo de
EM
Israel: Porque ustedes desprecian esta palabra y confían en lo que es tortuoso y retorcido,
para tener donde apoyarse, 13 por eso, esta falta será para ustedes como una grieta
D
hecha añicos sin piedad, sin que se encuentre entre sus pedazos ni un trozo para sacar fuego
del brasero
o para extraer agua del aljibe. 15 Porque así habla el Señor,el Santo de Israel: En la
LS
conversión y en la calma está la salvación de ustedes; en la serenidad y la confianza está su
fuerza. ¡Pero ustedes no lo han querido!16 Ustedes dijeron:"¡No, huiremos a caballo!". Está
bien, tendrán que huir. "¡Cabalgaremos velozmente!". Está bien, sus perseguidoresserán más
O
veloces. 17 Ante la amenaza de uno solo,temblarán mil; ante la amenaza de cinco, ustedes
huirán, hasta que sean dejados como un mástil en la cumbre de una montaña, como señal
O
O
en los combates que el Señorentablará con ella,
blandiendo su brazo.
EM
33 Porque la hoguera está preparadahace tiempo,
D
con fuego y leña en abundancia,
31 1 ¡Ay de los que bajan a Egipto para pedir ayuda,y buscan apoyo en los caballos!
Ellos confían en los carros,porque son numerosos, y en los jinetes, porque son muy fuertes,
O
pero no miran al Santo de Israel ni consultan al Señor. 2 Sin embargo, él también es sabio:
hace venir la desgraciay no revoca su palabra, se levanta contra la casa de los malvados y
O
contra la ayuda de los malhechores. 3 Los egipcios son hombres y no dioses, sus caballos son
carne y no espíritu. Cuando el Señor extienda su mano, tropezará el que ayuda, y caerá el que
ST
o el cachorro de león sobre su presa, cuando se llama contra éla todos los pastores, sin
como la sombra de un peñascoen tierra reseca. 3 No se obnubilarán los ojos de los que ven y
O
los oídos de los que oyenestarán atentos; 4 el irreflexivo aprenderá a comprender y la lengua
EM
sinvergüenzaun título honorífico.
6 Porque el necio dice necedadesy su corazón maquina el mal, para proceder con impiedad y
proferir aberraciones contra el Señor, para dejar al hambrientocon el estómago vacío y privar
D
de bebida al sediento. 7 En cuanto al sinvergüenza,usa malas artes, no planea más que
infamias, para arruinar a los indigentes con engaños, cuando el pobre reclama su derecho. 8 El
¡Presten oído a mi palabra, mujeres demasiado confiadas! 10 Dentro de un año y unos días,
O
cintura! 12 Laméntense por los campos, por los campos deliciosos, por las viñas fértiles, 13 por
el suelo de mi pueblo, porque crecerán espinas y zarzas en todas las casas felices de la ciudad
ST
Torre de guardia serán madrigueras para siempre, delicia de los asnos salvajes, pastizal para
los rebaños...
El reino futuro de la justicia y la paz
SY
es sublimeporque habita en las alturas: él llena a Sión con el derecho y la justicia, 6 él será la
seguridad de tus días. La sabiduría y la cienciason la riqueza salvadora; el temor del Señor,
O
ese es su tesoro.
EM
7 La gente de Ariel grita por las calles, los mensajeros de pazlloran amargamente. 8 Los
senderos están desolados, nadie transita por los caminos. Se ha roto la alianza,se rechaza a
los testigos, no se tiene en cuenta a nadie. 9 La tierra está de duelo y desfallece, el Líbano
D
se deshojan. 10 "Ahora me levantaré, dice el Señor,
ahora me erguiré,
ahora me alzaré.
LS
11 Ustedes han concebido heno
14 Están aterrados en Sión los pecadores, un temblor invade a los impíos: "¿Quién de
SY
¡Escuche la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todo lo que él produce! 2 Porque el
O
Señor está irritadocontra todas las nacionesy enfurecido contra todos sus ejércitos: los ha
consagrado al exterminio, los ha destinado a la matanza. 3 Sus víctimas son arrojadas afuera,
EM
de sus cadáveres sube el hedor, y con su sangre se disuelven las montañas. 4 Se diluye todo
el ejército del cielo, los cielos son enrollados como un pliego, y todo su ejército se marchita
El castigo de Edóm
D
5 Porque mi espada se abrevó en el cielo: miren cómo baja sobre Edóm, sobre el pueblo que
he condenado al juicio.6 La espada del Señor está llena de sangre, impregnada de grasa, de la
cebados, los novillos con los toros: su tierra se abreva con sangre, su suelo se impregna de
Sión.
incesantemente. Quedará desierta de generación en generación, nunca más pasará nadie por
ST
extenderá sobre ella la plomada del caosy el nivel del vacío. 12 Los nobles no proclamarán
más un rey y todos sus príncipes serán aniquilados. 13 En sus palacios crecerán zarzas, en
SY
sus fortalezas, ortigas y espinas; será una morada de chacales, una guarida de avestruces. 14
O
"¡Sean fuertes, no teman: ahí está su Dios! Llega la venganza, la represalia de Dios: él mismo
viene a salvarlos". 5 Entonces se abrirán los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de
EM
los sordos; 6 entonces el tullido saltará como un ciervo y la lengua de los mudos gritará de
chacales será un paraje de caña y papiros. 8 Allí habrá una senda y un camino que se llamará
D
"Camino santo". No lo recorrerá ningún impuro ni los necios vagarán por él; 9 no habrá allí
ningún león ni penetrarán en él las fieras salvajes. Por allí caminarán los redimidos, 10
volverán los rescatados por el Señor; y entrarán en Sión con gritos de júbilo,
LS
coronados de una alegría perpetua:
se alejarán.
APÉNDICE HISTÓRICO
O
El siguiente epílogo en prosa reproduce con algunas variantes el relato de 2 Rey. 18. 13
- 20. 19. Los discípulos de Isaías recogieron aquel relato y lo incluyeron en la colección
de sus escritos, para ofrecer un cuadro completo de las palabras y la actividad del
profeta.
ST
36 1 El decimocuarto año del rey Ezequías, Senaquerib, rey de Asiria, subió contra todas las
ciudades fortificadas de Judá y se apoderó de ellas. 2 Desde Laquis, el rey de Asiria envió a
Jerusalén, donde estaba Ezequías, al copero mayor acompañado de una fuerte escolta. Este
SY
se apostó junto al canal de la piscina superior, sobre la senda del campo del Tintorero. 3
Eliaquím, hijo de Jilquías, el mayordomo de palacio, salió a su encuentro, con Sebná, el
5 Los servidores del rey Ezequías fueron a ver a Isaías, 6 y este les dijo: "Díganle a su señor:
O
Así habla el Señor: No temas por las palabras que has oído y con las que me ultrajaron los
lacayos del rey de Asiria. 7 Yo mismo pondré un espíritu en él y, apenas oiga una noticia,
regresará a su país; y yo lo haré caer bajo la espada en su propio país".
EM
8 El copero mayor regresó y se encontró con el rey de Asiria, que estaba atacando a Libná. Él
había oído, en efecto, que el rey se había retirado de Laquis, 9 al recibir esta noticia acerca de
Tirjacá, rey de Cus: "Se ha puesto en campaña para combatirte".
Nuevas amenazas de Senaquerib contra Jerusalén
Al oír esto, Senaquerib envió mensajeros a Ezequías para decirle: 10 "Háblenle así a
Ezequías, rey de Judá: Que no te engañe tu Dios, en quien confías, haciéndote pensar que
D
Jerusalén no será entregada en manos del rey de Asiria. 11 Tú has oído, seguramente, lo que
hicieron los reyes de Asiria a todos los países, al consagrarlos al exterminio total. ¿Y tú te vas
a librar? 12 ¿Libraron acaso sus dioses a esas naciones que mis padres han destruido, a
Gozán, Jarán, Résef, y a la gente de Edén que está en Telasar? 13 ¿Dónde están el rey de
Jamat, el rey de Arpad, el rey de la ciudad de Sefarvaim, el de Hená y el de Ivá?".
LS
14 Ezequías tomó la carta de manos de los mensajeros y la leyó. Después subió a la Casa del
Señor, la desplegó delante del Señor 15 y oró al Señor, diciendo: 16 "Señor de los ejércitos,
Dios de Israel, que tienes tu trono sobre los querubines: tú solo eres el Dios de todos los reinos
de la tierra, tú has hecho el cielo y la tierra. 17 Inclina tu oído, Señor, y escucha; abre tus ojos,
Señor, y mira. Escucha todas las palabras que Senaquerib ha mandado decir, para insultar al
Dios viviente. 18 Es verdad, Señor, que los reyes de Asiria han arrasado todas las naciones y
O
sus territorios. 19 Ellos han arrojado sus dioses al fuego, porque no son dioses, sino obra de
las manos del hombre, nada más que madera y piedra. Por eso los hicieron desaparecer. 20
Pero ahora, Señor, Dios nuestro, ¡sálvanos de su mano, y que todos los reinos de la tierra
reconozcan que tú sólo, Señor, eres Dios!".
O
21 Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: Así habla el Señor, Dios de Israel: Tú me
ST
has dirigido una súplica acerca de Senaquerib, rey de Asiria. 22 Esta es la palabra que el
Señor ha pronunciado contra él:
30 Y esto te servirá de señal: Este año se comerá del grano caído, y el año próximo,
de lo que brote espontáneamente; pero al tercer año, siembren y cosechen, planten viñas y
O
coman de sus frutos. 31 Los sobrevivientes de la casa de Judá, los que todavía queden,
echarán de nuevo raíces por debajo, y producirán frutos por arriba. 32 Porque de Jerusalén
saldrá un resto, y del monte Sión, algunos sobrevivientes. El celo del Señor de los ejércitos
hará todo esto. 33 Por eso, así habla el Señor acerca del rey de Asiria:
EM
Él no entrará en esta ciudad, no le lanzará una flecha, no la enfrentará con el escudo, ni
levantará contra ella un terraplén. 34 Se volverá por el mismo camino, sin entrar en esta ciudad
D
Retirada y muerte de Senaquerib
36 El Ángel del Señor salió e hirió en el campamento de los Asirios a ciento ochenta y cinco mil
hombres. Y cuando los demás se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres,
LS
que estaban muertos. 37 Entonces Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento,
emprendió el regreso y se quedó en Nínive. 38 Un día, mientras estaba postrado en el templo
de Nisroc, su dios, Adramélec y Sarecer, sus hijos, lo mataron con la espada, y se pusieron a
salvo en el país de Ararat. Asarhadón, su hijo, reinó en lugar de él.
38 1 En aquellos días, Ezequías cayó gravemente enfermo. El profeta Isaías, hijo de Amós, fue
a verlo y le dijo: "Así habla el Señor: Ordena los asuntos de tu casa, porque vas a morir. Ya no
vivirás más". 2 Ezequías volvió su rostro hacia la pared y oró al Señor, 3 diciendo: "¡Ah, Señor!
Recuerda que yo he caminado delante de ti con fidelidad e integridad de corazón, y que hice lo
O
4 Entonces la palabra del Señor llegó a Isaías en estos términos: 5 "Ve a decir a Ezequías: Así
habla el Señor, el Dios de tu padre David: He oído tu súplica, he visto tus lágrimas. Yo añadiré
ST
otros quince años a tu vida; 6 te libraré, a ti y a esta ciudad, de manos del rey de Asiria, y
defenderé a esta ciudad". 22 Ezequías respondió: "¿Cuál es la señal de que podré subir a la
Casa del Señor?". 7 "Esta es la señal que te da el Señor para confirmar la palabra que ha
pronunciado: 8 En el reloj de sol de Ajaz, yo haré retroceder diez grados la sombra que ya ha
descendido". Y el sol retrocedió en el reloj los diez grados que había descendido. 21 Luego dijo
Isaías: "Traigan un emplasto de higos; aplíquenlo sobre la úlcera, y el rey sanará".
SY
El canto de Ezequías
O
5 Entonces Isaías dijo a Ezequías: "Escucha la palabra del Señor de los ejércitos: 6 Llegaron
los días en que todo lo que hay en tu casa, todo lo que han atesorado tus padres hasta el día
de hoy, será llevado a Babilonia. No quedará nada, dice el Señor. 7 Y algunos de tus hijos, de
los que han nacido de ti, que tú mismo habrás engendrado, serán tomados para que sirvan
EM
como eunucos en el palacio del rey de Babilonia". 8 Ezequías respondió a Isaías: "Es
auspiciosa la palabra del Señor que has pronunciado". Porque se decía a sí mismo: "Mientras
yo viva, habrá paz y seguridad".
D
Más de un siglo después de la muerte del profeta Isaías, el pueblo de Judá pierde su
independencia. En el 587 a.C., Jerusalén es destruida por los ejércitos de Babilonia y una
buena parte de la población es llevada al exilio. Pero, poco tiempo más tarde, también este
poderoso imperio comienza a tambalearse. Ciro el Grande, rey de los persas, inicia una
LS
fulgurante campaña por todo el Antiguo Oriente y sus victorias hacen prever la inminente caída
de Babilonia.
En este horizonte histórico, un nuevo profeta –llamado "Déutero Isaías" o "Segundo Isaías"–
dirige a los desterrados un mensaje de liberación, denominado habitualmente "Libro de la
consolación de Israel". Sus palabras están cargadas de entusiasmo y esperanza. El exilio ha
sido el fuego purificador del que Israel resurgirá completamente renovado. El único Dios,
O
En esta segunda parte del libro de Isaías hay cuatro poemas que merecen especial atención:
son los "Cantos del Servidor del Señor" (42. 1-7; 49. 1-6; 50. 4-11; 52. 13
ST
53. 12). Este misterioso Servidor ha sido amado y elegido por Dios (42. 1; 49. 1), colmado de
su espíritu (42. 1) e instruido por el Señor (50. 4-5). Su misión consiste en reunir a Israel (42. 6;
49. 5-6), en llevar la luz y la salvación a las naciones (42. 16; 49. 6) y en expiar los pecados
(53. 4-12). Él es humilde y misericordioso (42. 2-3), pero intrépido en el cumplimiento de su
misión (42. 3-4; 49. 2; 50. 5-6). Aunque es inocente (53. 9), sufre la persecución y la afrenta y
es sometido a un juicio injusto
SY
(53. 7-8). Por la humillación, el sufrimiento y la muerte libremente aceptados, él expía los
pecados de los hombres. Por eso recibe finalmente de Dios una extraordinaria recompensa
O
9 Súbete a una montaña elevada, tú que llevas la buena noticia a Sión; levanta con fuerza tu
voz, tú que llevas la buena noticia a Jerusalén. Levántala sin temor, di a las ciudades de Judá:
EM
"¡Aquí está su Dios!". 10 Ya llega el Señor con poder y su brazo le asegura el dominio: el
apacienta su rebaño, lo reúne con su brazo; lleva sobre su pecho a los corderos
y guía con cuidadoa las que han dado a luz.
D
La grandeza incomparable del Señor
dimensiones del cielo? ¿Quién hizo caber en una medidael polvo de la tierra
LS
o pesó en una báscula las montañas y en una balanza la colinas? 13 ¿Quién abarcó el espíritu
del Señor y qué consejero lo instruyó? 14 ¿Con quién se aconsejópara que le hiciera
comprender, para que le enseñara el sendero del derecho, para que le enseñara la ciencia y le
O
hiciera conocer el camino de la inteligencia? 15 Sí, las naciones son como una gotaque cae de
un balde, cuentan como un grano de polvoen la balanza; las islas pesan lo mismo que el
O
holocaustos. 17 Todas las naciones son como nadaante él, cuentan para él como la nada y el
ST
vacío.
representarán?
SY
corren y no se agotan,
O
avanzan y no se fatigan.
EM
41 1 ¡Silencio delante de mí, costas lejanas,
D
Comparezcamos juntos a juicio:
O
plantaré en la estepa cipreses, junto con olmos y pinos, 20 para que ellos vean y reconozcan,
para que reflexioneny comprendan de una vez que la mano del Señor ha hecho esto, que el
EM
Santo de Israel lo ha creado.
21 ¡Expongan su caso, dice el Señor, presenten sus pruebas,dice el rey de Jacob! 22 Que se
adelanten, y nos anuncien lo que está por suceder. ¿Qué aconteció en el pasado? Díganlo, y
D
prestaremos atención. O bien, predigan lo que va a venir, para que conozcamos su desenlace.
25 Yo lo suscité desde el Norte, y él vino; desde el Oriente lo llamé por su nombre. Él pisotea a
los gobernantes como barro, como un alfarero que pisa la arcilla. 26 ¿Quién lo anunció desde
el principio, para que pudiéramos saberlo? ¿Quién lo declaró desde hace tiempo, para que
SY
dijéramos: "¡Tiene razón!"? No, nadie lo anuncia, nadie lo predice, nadie oyó las palabras de
O
y te destiné a ser la alianza del pueblo,
EM
7 para abrir los ojos de los ciegos,
D
No cederé mi gloria a ningún otro
O
lo quemó, pero él no hizo caso.
EM
43 1 Y ahora, así habla el Señor,el que te creó, Jacob,
D
te he llamado por tu nombre,tú me perteneces.
O
lo que yo hago ¿quién lo revocará?
EM
La destrucción de Babilonia
D
para hacer saltar todos los cerrojos,
El nuevo Éxodo
O
18 No se acuerden de las cosas pasadas, no piensen en las cosas antiguas; 19 yo estoy por
O
La efusión del espíritu del Señor44 1 Y ahora escucha, Jacob, mi servidor, Israel, a quien yo
EM
elegí. 2 Así habla el Señor, el que te hizo, el que te formó desde el seno maternoy te ayuda. No
temas, Jacob, mi servidor, Iesurún, a quien yo elegí. 3 Porque derramaré aguasobre el suelo
D
4 Ellos brotarán como la hierba entre las aguas,
6 Así habla el Señor, el Rey de Israel, su redentor, el Señor de los ejércitos: Yo soy el Primero
y yo soy el Último, y no hay ningún dios fuera de mí. 7 ¿Quién es como yo? ¡Que lo proclame!
ST
¡Que lo haga saber y me lo demuestre! ¿Quién hizo oír desde siemprelo que va a sobrevenir y
nos anuncia lo que va a suceder? 8 ¡No tiemblen ni teman! ¿No te lo predije y anuncié hace
tiempo? Ustedes son mis testigos: ¿hay algún dios fuera de mí? ¡No hay ninguna Roca! ¡Yo no
SY
la conozco!
O
24 Así habla el Señor, tu redentor, el que te formó desde el seno materno: Soy yo, el Señor, el
que hago todas las cosas; yo solo despliego los cielos, yo extiendo la tierra,¿y quién está
EM
conmigo? 25 Yo hago fracasar los presagios de los charlatanes y hago delirar a los adivinos;
hago retroceder a los sabios y cambio su ciencia en locura. 26 Yo confirmo la palabrade mis
D
y de las ciudades de Judá: "¡Que sean reconstruidas!", y yo restauraré sus ruinas. 27 Yo digo a
las aguas profundas:"¡Séquense, haré que se sequen tus corrientes!". 28 Yo digo de Ciro: "¡Mi
pastor!".
Él cumplirá toda mi voluntad,
LS
diciendo de Jerusalén: "¡Que sea reconstruida!",
2 Yo iré delante de ti
SY
O
13 Yo lo suscité en la justicia
y allanaré todos sus caminos.
Él reconstruirá mi ciudad
y repatriará a mis desterrados,
EM
sin pago ni soborno,
dice el Señor de los ejércitos.
D
14 Así habla el Señor: Las ganancias de Egipto,las mercancías de Cus, y los hombres de
Sebá,de elevada estatura, desfilarán ante ti y te pertenecerán; irán detrás de ti, desfilarán
que se oculta, Dios de Israel, Salvador! 16 Los fabricantes de ídolos están avergonzados y
confundidos, se van todos juntos, llenos de confusión. 17 Israel ha sido salvado por el Señor,
O
con una salvación eterna; ustedes no quedarán avergonzadosni confundidos por los siglos de
los siglos.
O
18 Porque así habla el Señor, el que creó el cielo y es Dios, el que modeló la tierra, la hizo y la
ST
afianzó, y no la creó vacía, sino que la formópara que fuera habitada: Yo soy el Señor, y no
hay otro. 19 Yo no hablé en lo secreto, en algún lugar de un país tenebroso. Yo no dije a los
O
ustedes, que fueron llevadosdesde el seno materno,
EM
4 Hasta que envejezcan,yo seré siempre el mismo,
Yo he obrado, y me haré cargo de eso: los sostendré y los libraré. 5 ¿A quién me van a
asemejar o igualar? ¿Con quién me van a comparar,que sea semejante a mí? 6 Los que
D
malgastan el oro de sus bolsas y pesan la plata en la balanza, contratan a un orfebrepara que
haga un dios, lo adoran y se postran ante él; 7 lo llevan sobre sus hombros,lo sostienen, lo
LS
ponen en su sitio, y allí se queda, sin poder moverse de su lugar: por más que se le grite, él no
que sucedió antiguamente; porque yo soy Dios, y no hay otro, soy Dios, y no hay nadie igual a
mí. 10 Yo anuncio el final desde el comienzo, y desde mucho antes,lo que aún no ha sucedido;
O
por los que has bregadodesde tu juventud: ¡tal vez puedan servirte de algo,
tal vez logres infundir terror!
O
13 ¡Te has cansado de recibir consejos!
EM
los que investigan el cielo,
D
lo que te va a suceder!
O
ellos se presentan todos juntos.
EM
¿Quién entre ustedesanunció estas cosas?
D
y sobre la raza de los caldeos.
el Santo de Israel:
su mano; hizo de mí una flecha punzante, me escondió en su aljaba. 3 Él me dijo: "Tú eres mi
O
Servidor, Israel, por ti yo me glorificaré". 4 Pero yo dije: "En vano me fatigué, para nada,
EM
Sin embargo, mi derecho está junto al Señor
D
para que yo sea su Servidor,
y se le reúna Israel.
LS
Yo soy valioso a los ojos del Señor
La reconstrucción de Sión
O
14 Sión decía: "El Señor me abandonó, mi Señor se ha olvidado de mí". 15 ¿Se olvida una
madre de su criatura, no se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Pero aunque ella se olvide,
EM
yo no te olvidaré! 16 Yo te llevo grabada en las palmas de mis manos, tus muros están siempre
ante mí. 17 Tus constructores acuden presurosos, los que te demolieron y arrasaronse alejan
de ti. 18 Levanta los ojos y mira a tu alrededor: todos se reúnen y llegan hasta ti. ¡Juro por mi
vida –oráculo del Señor– que a todos ellos te los pondrás como un adorno y los lucirás como
D
una novia! 19 Porque tus ruinas, tus escombros y tu país destruido resultarán estrechos para
20 Los hijos que dabas por perdidos dirán otra vez a tus oídos: "El lugar es muy estrecho para
LS
mí, dame sitio para que pueda habitar". 21 Y tú dirás en tu corazón: "¿Quién me engendró
estos hijos? Yo estaba sin hijos, estéril, desterrada y dejada de lado; y a estos ¿quién los crió?
22 Así habla el Señor: Yo alzaré mi mano hacia las naciones e izaré mi estandarte hacia los
O
pueblos; ellos traerán a tus hijos en su regazo y tus hijas serán llevadas a hombros. 23
Tendrás a reyes como tutores y sus princesas serán tus nodrizas. Se postrarán ante ti con el
ST
rostro en tierra y lamerán el polvo de tus pies. Así sabrás que yo soy el Señor y que no se
y se mueren de sed.
O
y los cubro con ropa de luto.
EM
Tercer poema del Servidor del Señor
4 El mismo Señor me ha dado una lengua de discípulo, para que yo sepa reconfortar al
fatigado con una palabra de aliento. Cada mañana, él despierta mi oído para que yo escuche
D
espalda a los que me golpeaban y mis mejillas,a los que me arrancaban la barba; no retiré mi
rostro cuando me ultrajaban y escupían. 7 Pero el Señor viene en mi ayuda: por eso, no quedé
acerque hasta mí! 9 Sí, el Señor viene en mi ayuda: ¿quién me va a condenar? Todos ellos se
O
gastarán como un vestido, se los comerá la polilla. 10 ¿Quién entre ustedes teme al Señor y
escucha la voz de su Servidor? Aunque camine en las tinieblas, sin un rayo de luz, que confíe
O
en el nombre del Señor y se apoye en su Dios. 11 Pero ustedes, los que atizan el fuego y
arman flechas incendiarias, caminen al resplandor de sus hogueras y entre las flechas que
ST
encendieron. Esto les sucederá por obra mía y ustedes yacerán en medio de tormentos.
La certeza de la salvación
51 1 ¡Escúchenme, los que van tras la justicia, ustedes, los que buscan al Señor! Fíjense en la
SY
rocade la que fueron tallados, en la cantera de la que fueron extraídos; 2 fíjense en su padre
9 ¡Despierta, despierta,
O
¡Despierta como en los días antiguos,
EM
¿No eres tú el que hace pedazos a Rahab,
D
las aguas del gran Océano, el que hizo de lo profundo del mar un camino para que pasaran los
redimidos? 11 Los rescatados del Señor volverán, llegarán a Sión entre gritos de júbilo: una
alegría eterna coronará sus cabezas, los acompañará el gozo y la alegría, huirán la aflicción y
LS
los gemidos.
12 ¡Soy yo, soy yo el que los consuelo! ¿Quién eres tú para temer a un mortal, a un hombre
O
frágil como la hierba? 13 ¿Olvidas acaso al Señor, que te hizo, que extendió el cielo y fundó la
tierra? ¿Temblarás sin cesar, todo el día, ante la furia del opresor, cuando se dispone a
O
destruir? Pero ¿dónde está la furia del opresor? 14 Pronto será liberado el prisionero: no
morirá en la fosa ni le faltará el pan. 15 Porque yo soy el Señor, tu Dios, que agito el mar, y
ST
El resurgimiento de Jerusalén
Yo he retirado de la mano
la copa embriagadora;
O
de la copa, del cáliz de mi furor,
ya no volverás a beber.
EM
23 Yo lo pondré en la manode tus verdugos,
D
como una calle para los transeúntes.
ataduras de tu cuello,
O
3 Porque así habla el Señor: Ustedes fueron vendidos por nada, y también sin dinero serán
redimidos.
O
4 Porque así habla el Señor: Mi Pueblo bajó primero a Egipto, para residir allí como extranjero,
y luego Asiria lo oprimió sin razón. 5 Y ahora, ¿qué tengo que hacer yo aquí –oráculo del
Señor–, ya que mi Pueblo ha sido deportado por nada? Sus dominadores lanzan alaridos –
ST
oráculo del Señor– y todo el día, sin cesar, es despreciado mi Nombre. 6 Por eso mi Pueblo
conocerá mi Nombre en ese día, porque yo soy aquel que dice: "¡Aquí estoy!".
7 ¡Qué hermosos son sobre las montañas los pasos del que trae la buena noticia, del que
SY
proclama la paz, del que anuncia la felicidad, del que proclama la salvación y dice a Sión: "¡Tu
da la pazrecayó sobre él y por sus heridas fuimos sanados. 6 Todos andábamos errantes
como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino, y el Señor hizo recaer sobre él las
O
iniquidades de todos nosotros. 7 Al ser maltratado, se humillabay ni siquiera abría su boca:
como un cordero llevado al matadero, como una oveja mudaante el que la esquila, él no abría
EM
su boca. 8 Fue detenido y juzgado injustamente, y ¿quién se preocupó de su suerte? Porque
fue arrancadode la tierra de los vivientes y golpeado por las rebeldías de mi pueblo.9 Se le dio
un sepulcro con los malhechores y una tumba con los impíos, aunque no había cometido
D
su vida en sacrificio de reparación,verá su descendencia,prolongará sus días, y la voluntad del
Señor se cumplirá por medio de él. 11 A causa de tantas fatigas, él verá la luz y, al saberlo,
quedará saciado. Mi Servidor justo justificará a muchos y cargará sobre sí las faltas de ellos. 12
LS
Por eso le daré una parte entre los grandes, y él repartirá el botínjunto con los
dice el Señor.
O
tus puertas de cristal
EM
13 Todos tus hijos serán discípulos del Señor,
D
lejos de la opresión, porque nada temerás,
resultará eficaz,
O
12 Sí, ustedes saldrán gozosamente
EM
al paso de ustedes, las montañas y las colinas
D
13 En lugar de zarzas brotarán cipreses,
En la tercera parte, el libro de Isaías nos hace entrever las penurias y las esperanzas de la
comunidad judía de Jerusalén, a su retorno del exilio. Allí hay pobreza y miseria, tendencias a
O
la idolatría y dudas sobre el poder del Señor. Tampoco faltan los jefes ambiciosos,
preocupados únicamente por su propio interés (56. 9 - 57. 13). En estas circunstancias
difíciles, la mirada profética se dirige hacia el futuro: la Gloria del Señor resplandecerá en
Jerusalén, y la Ciudad santa se convertirá en el punto de atracción de todas las naciones de la
O
tierra (60. 1-4). Los extranjeros acudirán a la Montaña santa de Sión, y su Templo será una
"Casa de oración para todos los pueblos" (56. 7). El Señor va a crear "un cielo nuevo y una
tierra nueva" (65. 17; 66. 22), y por medio de Israel hará llegar la salvación a todos los hombres
(66. 18). Esta perspectiva que trasciende todo particularismo anticipa y prepara el
ST
universalismo cristiano.
A los que han perdido la esperanza y se quejan de la aparente indiferencia del Señor frente a
los males que afligen a su Pueblo, el profeta les recuerda la fidelidad de Dios y denuncia los
pecados que son un obstáculo para la llegada de la salvación. De manera particular, los
exhorta a abandonar la idolatría y a practicar la justicia, a la vez que señala las características
SY
O
9 ¡Bestias del campo, fieras de la selva, vengan todas a devorar! 10 Sus guardianes son todos
ciegos, ninguno de ellos sabe nada. Todos ellos son perros mudos, incapaces de ladrar.
EM
Desvarían acostados, les gusta dormitar. 11 Esos perros voraces nunca terminan de saciarse,
¡y ellos son los pastores! No saben discernir, cada uno toma por su camino, todos, hasta el
nos embriagaremos con bebida fuerte, y mañana será lo mismo que hoy,
D
o más, muchísimo más".
LS
La indiferencia ante la muerte de los justos57 1 El justo desaparecey a nadie le llama la
atención; los hombres de bien son arrebatados, sin que nadie comprenda que el justo es
arrebatado a consecuencia de la maldad. 2 Pero llegará la paz: los que van por el camino
3 ¡Y ustedes, acérquense aquí, hijos de una hechicera, raza de un adúltero y una prostituta! 4
O
¿De quién se burlan? ¿Contra quién abren la boca y sacan la lengua? ¿No son ustedes hijos
junto a los terebintos, bajo todo árbol frondoso, e inmolan niños en los torrentes, en las
hendiduras de las rocas! 6 Las piedras lisas del torrente son tu parte: ¡sí, ellas te han tocado
en suerte! En su honor has derramado libaciones, has presentado ofrendas, y yo ¿me dejaré
SY
aplacar con esas cosas? 7 Sobre una montaña alta y empinada has instalado tu lecho, y allí
irritación, pero el rebelde siguió el camino que quería. 18 Yo he visto sus caminos, pero lo
sanaré, lo guiaré y lo colmaré de consuelos; y de los labios de los que están de duelo, 19 haré
O
brotar la acción de gracias. ¡Paz al que está lejos, paz al que está cerca! Yo lo sanaré, dice el
Señor. 20 Pero los impíos son como un mar agitado, que no se puede calmar y cuyas aguas
EM
arrojan fango y cieno. 21 ¡No hay paz para los impíos!,
dice el Señor.
El falso ayuno
D
alza tu voz como una trompeta:
O
ni duro de oído para escuchar:
EM
las que han puesto una barrera
D
para dejar de escucharlos.
y se da a luz la iniquidad.
y su justicia lo sostuvo.
O
17 Él se puso la justicia por coraza y sobre su cabeza, el casco de la salvación;se vistió con la
EM
ropa de la venganza y se envolvió con el manto del celo. 18 Conforme a las obras,será la
retribución: furor para sus adversarios,represalia para sus enemigos. 19 Desde el Occidente,
se temerá el nombre del Señor, y desde el Oriente, se respetará su gloria, porque él vendrá
como un río encajonado, impulsado por el soplo del Señor. 20 Él vendrá como redentor para
D
Sión y para los hijos de Jacobconvertidos de su rebeldía –oráculo del Señor–.
Oráculo de Salvación
21 Por mi parte, dice el Señor, esta es mi alianza con ellos: mi espíritu que está sobre ti y mis
LS
palabras que yo he puesto en tu boca, no se apartarán de tu boca, ni de la boca de tus
descendientes, ni de los descendientes de tus descendientes, desde ahora y para siempre,
dice el Señor.
del Señor brilla sobre ti! 2 Porque las tinieblas cubren la tierra y una densa oscuridad, a las
3 Las naciones caminarán a tu luz y los reyes, al esplendor de tu aurora. 4 Mira a tu alrededor
y observa: todos se han reunido y vienen hacia ti; tus hijos llegan desde lejos y tus hijas son
ST
porque se volcarán sobre tilos tesoros del mar y las riquezas de las nacionesllegarán hasta ti. 6
Te cubrirá una multitud de camellos, de dromedarios de Madián y de Efá. Todos ellos vendrán
O
obra de mis manos,para manifestar mi gloria.
EM
el menor, en una nación poderosa.
D
61 1 El espíritu del Señor está sobre mí,porque el Señor me ha ungido.
"Plantación del Señor, para su gloria". 4 Ellos reconstruirán las ruinas antiguas, restaurarán los
SY
escombros del pasado, renovarán las ciudades en ruinas, los escombros de muchas
llamada con un nombre nuevo, puesto por la boca del Señor. 3 Serás una espléndida coronaen
la mano del Señor, una diadema real en las palmas de tu Dios. 4 No te dirán más
O
"¡Abandonada!", ni dirán más a tu tierra "¡Devastada!", sino que te llamarán "Mi deleite",
y a tu tierra "Desposada".
EM
Porque el Señor pone en ti su deleite
D
y como la esposa es la alegría de su esposo,
ni de día ni de noche.
O
no se tomen descanso,
O
7 ni lo dejen descansar a él
O
en su gran bondad hacia la familia de Israel, y por todo el bien que nos hizoen su compasión y
EM
decepcionarán".Y él fue para ellos un salvador 9 en todas sus angustias. No intervino ni un
mismo los redimió; los levantó y los llevó en todos los tiempos pasados. 10 Pero ellos se
D
ellos.11 Ellos se acordaron de los días del pasado, de Moisés, su servidor: ¿Dónde está el que
hizo subir de las aguas al pastor de su rebaño? ¿Dónde está el que puso dentro de él su santo
acuerdes para siempre de las culpas. ¡Mira que todos nosotros somos tu Pueblo! 9 Tus santas
O
desolación. 10 Nuestra Casa santa y gloriosa, donde te alababan nuestros padres, ha sido
presa de las llamas, y todo lo que teníamos de precioso se ha convertido en una ruina. 11 Ante
EM
esto, ¿vas a permanecer insensible, Señor? ¿Te quedarás calladoy nos afligirás hasta el fin?
Reprobación del culto ilícito65 1 Yo me dejé consultar por los que no me interrogaban; salí al
encuentrode los que no me buscaban. Yo dije: "¡Aquí estoy, aquí estoy!" a una nación que no
invocaba mi Nombre. 2 Tendí mis manos incesantemente hacia un pueblo rebelde, que va por
D
un mal camino, tras sus propios designios. 3 Es un pueblo que no cesade provocarme en mi
propia cara, sacrificando en los jardines y quemando incienso sobre ladrillos. 4 Ellos se sientan
en los sepulcros y pasan la noche en las grutas, comen carne de cerdo y hay en sus platos un
LS
caldo inmundo. 5 Ellos dicen: "Apártate, no te me acerques, porque te dejaría consagrado".
¡Esas cosas son una humareda en mis narices, un fuego que arde todo el día! 6 Pero todo eso
sino que les daré su merecido y se lo pondré en su propio pecho, 7 por sus culpas y las culpas
de sus padres, por todas juntas, dice el Señor. Porque ellos quemaron inciensoen las
O
propio pecho.
ST
8 Así habla el Señor: Cuando se encuentra jugo en un racimo, se dice: "No lo destruyas,
porque hay una bendición en él".Yo obraré así a causa de mis servidores, a fin de no destruirlo
SY
todo: 9 haré salir de Jacob una descendencia y de Judá, a un poseedor de mis montañas; mis
en ella ni llantos ni alaridos. 20 Ya no habrá allí niñosque vivan pocos días ni ancianos que no
completen sus años, porque el más jovenmorirá a los cien añosy al que no llegue a esa edadse
O
lo tendrá por maldito.
21 Edificarán casas y las habitarán,
EM
22 no edificarán para que habite otro
D
y mis elegidos disfrutaránde la obra de sus manos.
dice el Señor.
SY
visto una cosa igual? ¿Se da a luz un país en un solo día? ¿Se hace nacer una naciónde una
sola vez? Pero Sión, apenas sintió los dolores, ha dado a luz a sus hijos. 9 ¿Acaso yo abriré la
O
matriz y no haré dar a luz?, dice el Señor. ¿Acaso la voy a cerrar, yo que hago nacer?, dice tu
Dios.
EM
La felicidad de Israel y el castigo de sus enemigos
10 ¡Alégrense con Jerusalén y regocíjense a causa de ella, todos los que la aman! ¡Compartan
su mismo gozo los que estaban de duelo por ella, 11 para ser amamantados y saciarse en sus
pechos consoladores, para gustar las delicias de sus senos gloriosos! 12 Porque así habla el
D
Señor: Yo haré correr hacia ella la paz como un río, y la riqueza de las naciones como un
torrente que se desborda. Sus niños de pechoserán llevados en brazos y acariciados sobre las
y a sus enemigos, su indignación.15 Porque ya viene el Señoren medio del fuego –sus carros
O
son como un torbellino– para descargar su ira con furor y sus amenazas con las llamas del
fuego. 16 Porque el Señor entra en juiciocon todos los vivientes por el fuego y por su espada, y
O
O
29. Isaías reprueba los ritos de la fertilidad, heredados de Canaán, que se practicaban en
lugares arbolados. Ver 65. 3; 66. 17.
2 2-5. Este mismo oráculo, tomado probablemente de la liturgia del Templo de Jerusalén, se
EM
vuelve a encontrar con algunas variantes en Miq. 4. 1-5. En los tiempos mesiánicos, la
montaña de Sión será el centro de un doble movimiento: de ella saldrá la Palabra del Señor y
hacia ella confluirán todas las naciones de la tierra. Ver 60. 3-17; 66. 18-23; Jer. 3. 17; Ag. 2. 7;
Zac. 8. 20-23; 14. 16.
6-22. En este oráculo, Isaías se refiere al reino de Samaría, que se siente orgulloso de su
prosperidad precisamente cuando está a punto de ser destruido por Asiria.
D
16. "Las naves de Tarsis" eran los barcos de alto calado que navegaban en alta mar. Ver nota
Sal. 48. 8.
0 4 2. Ver Jer. 23. 5-6; 33. 15; Zac. 3. 8; 6. 12.
1 5 1-7. Probablemente, Isaías pronunció ese hermoso poema durante la fiesta de las
LS
Chozas, que coincidía con el final de la vendimia y se celebraba siempre con mucha alegría. El
poema, que comienza idílicamente como un canto de amor, termina con una violenta denuncia
de la opresión y la injusticia. Sobre la imagen de la "viña", ver nota Sal. 80. 9.
b 6 1. "Ozías": ver nota 2 Crón. 26. 1.
9-10. Desde el primer momento, Isaías es consciente de la dura misión que el Señorle confía.
Él tendrá que proclamar la palabra de Dios a su Pueblo, poniéndolo así ante la necesidad
O
ineludible de aceptarla o rechazarla. Pero la mayoría del pueblo y sus dirigentes cerrarán los
oídos al mensaje que debía salvarlos. A causa de este rechazo voluntario, el mal que antes se
cometía por rutina o ignorancia, provendrá en adelante de una decisión libre y responsable,
que atraerá el juicio de Dios. Ver Mt.
ST
13. 14-15; Mc. 4. 12; Lc. 8. 10; Jn. 12. 39; Hech. 28. 26-27 y nota Éx. 4. 21.
7 3. "Sear lasub", el nombre simbólico del hijo de Isaías, significa en hebreo "Un resto volverá".
4. Isaías compara a los ejércitos enemigos y a sus reyes con dos "tizones humeantes", que
pronto se extinguirán sin causar mayores daños.
SY
6. Es difícil determinar con exactitud la identidad del "hijo de Tabel". Podría tratarse del hijo de
9 1. Ver Mt. 4. 16. El hecho de que la luz brille también en las regiones del Norte, es un
anuncio de salvación para los deportados de Samaría.
O
5. El profeta completa en este oráculo la trayectoria del "Emanuel", iniciada con su nacimiento
(7. 14) y coronada con su ascensión al trono de David. A él se le dan los títulos dinásticos que
se solían dar a los soberanos orientales. La tradición cristiana los aplica a Cristo, el verdadero
EM
"Dios con nosotros".
11 1-9. Según este oráculo, el Mesías pertenecerá al linaje de David, hijo de Jesé. Él estará
colmado del espíritu profético y hará reinar la paz y la justicia, que son el fruto del
"conocimiento del Señor" (v. 9).
13 Este oráculo fue escrito sin duda a fines del exilio, cuando Babilonia estaba a punto de ser
conquistada por Ciro, rey de los persas y los medos (v. 17).
D
14 13. "La montaña de la asamblea divina" : este es el nombre mitológico del lugar donde se
reúnen los dioses para decidir los destinos del mundo.
16 1. El "cordero" es la ofrenda simbólica que los moabitas debían ofrecer al rey de Judá como
LS
signo de sumisión. Ver 2 Rey. 3. 4.
18 Isaías debió pronunciar este oráculo hacia el año 705 a C., fecha en que murió el rey
Sargón II de Asiria. En esa época, un Faraón de origen etíope se adueñó de todo el Delta del
Nilo y trató de comprometer a los pueblos vecinos, incluso a Judá, en una vasta coalición
contra Asiria.
O
19 11. "Soán" es el nombre de Tanis, una ciudad importante del antiguo Egipto. En este
pasaje, Isaías alude irónicamente a los "sabios" de Egipto, que gozaban de una gran
reputación.
O
20. Por haber patrocinado una coalición antiasiria, la ciudad filistea de Asdod fue arrasada por
un general de Sargón II de Asiria, en el año 711 a. C. Isaías quiere disuadir, mediante una
acción simbólica, a los que propician en Judá esa clase de alianzas. Su extraño
comportamiento debe servir de advertencia, ya que ilustra la suerte reservada a los egipcios y
ST
21 1. "El desierto del mar" parece ser la llanura de Babilonia, que una inscripción asiria llama
"país del mar", aludiendo probablemente al gran río Éufrates.
SY
40 1-11. Varias voces resuenan en este gran oráculo introductorio, para anunciar la liberación
de los desterrados en Babilonia. Primero, el profeta escucha la voz del Señor, que dirige a sus
O
mensajeros celestiales la orden de consolar a su Pueblo (vs. 1-2). Luego interviene una voz
celestial, que invita a preparar un camino en el desierto para el regreso triunfal de los exiliados
(vs. 3-5). Inmediatamente, un heraldo misterioso comunica al profeta el mensaje que debe
proclamar (vs. 6-8). Por último, un mensajero de buenas noticias recibe la misión de anunciar a
EM
todas las ciudades de Judá la inminente llegada del Señor, como rey victorioso y buen pastor
de su Pueblo (vs. 9-11).
3-5. Los Evangelios aplican este pasaje a Juan el Bautista. Ver Mt. 3. 3; Mc. 1. 3; Lc.
3. 4; Jn. 1. 23.
D
1 Ver Rom. 11. 34; 1 Cor. 2. 16.
2 Ver Jb. 21. 22.
3 Ver Sal. 62. 10; Sab. 11. 22.
LS
19-20. Ver 44. 9-20; Jer. 10. 1-16; Sal. 115. 4-7; Sab. 13.10 - 14. 21.
14. "Tú eres un gusano, Jacob": esta metáfora no tiene un sentido despectivo, sino que
O
expresa el amor y la compasión del Señor hacia su pueblo, desterrado de su patria y sometido
a las penalidades del exilio.
La palabra hebrea traducida aquí por "redentor" tiene en el Antiguo Testamento un significado
O
particular. Los israelitas llamaban "redentor" al pariente que estaba obligado a proteger los
derechos de un miembro de su familia, vivo o muerto. Si el pariente había sido asesinado, al
"redentor" le correspondía vengar la sangre derramada (Núm. 35. 19-27). Si el pariente había
muerto sin hijos, el "redentor" debía asegurarle una descendencia, casándose con su viuda
ST
(Deut. 25. 5-10; Rt. 3. 12 - 4. 14). Si el pariente caía en la miseria o en la esclavitud, era deber
del "redentor" pagar sus deudas y devolverle la libertad (Lev. 25. 23-28, 47-49). Esto es
precisamente lo que hace el Señor en favor de su Pueblo exiliado en Babilonia: él venga las
injusticias cometidas contra Israel (49. 26), le asegura una descendencia (54. 1-8) y 1o rescata
de la esclavitud (43. 3-4, 14). El Nuevo Testamento retomará este tema, refiriéndolo a la obra
redentora de Jesús. Ver Mc. 10. 45; Rom. 3. 25.
SY
42 1-7. Este primer poema del Servidor sufriente consta de dos partes. Al comienzo (vs. 1-4),
56 3-5. La antigua legislación excluía a los "eunucos" del culto (Deut. 23. 2) y del sacerdocio
(Lev. 21. 20).
6-7. También los extranjeros estaban excluidos del culto (Éx. 12. 43) y Ezequiel les prohibía
incluso el acceso al Templo (Ez. 44. 7-9). Esta apertura universalista, que modifica las
O
restricciones impuestas por la Ley, comienza a eliminar las barreras de un nacionalismo
demasiado estrecho.
EM
57 5. El profeta alude a ciertos ritos orgiásticos propios de los cultos de la fertilidad.
6. Las "piedras lisas" eran sin duda símbolos sexuales, convertidos en objetos de culto.
9. "Mélec" -es decir, "el Rey"- es el nombre de una divinidad cananea, designada
habitualmente con el nombre de Moloc. Aquí podría tratarse de Milcóm, el dios de los
D
amonitas.
11. La "Fortuna" y el "Destino", eran dos divinidades cananeas a las que se ofrecían alimentos
y libaciones.
O
Entre las grandes figuras del Antiguo Testamento, ninguna tiene una personalidad tan
ST
atrayente y conmovedora como JEREMÍAS. Los demás profetas nos han dejado un mensaje,
sin decirnos nada, o muy poco, acerca de sí mismos. Él, en cambio, nos abre su alma en
varios poemas de una sinceridad estremecedora, que nos hacen penetrar en el drama de su
existencia.
Jeremías era miembro de una familia sacerdotal de Anatot, un pequeño pueblo de la tribu de
SY
Benjamín, situado a unos pocos kilómetros al norte de Jerusalén (1. 1). Nació poco más de un
siglo después de Isaías, y todavía era muy joven cuando el Señor lo llamó a ejercer el
Título
O
Benjamín. 2 La palabra del Señor le llegó en los días de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, en
el año decimotercero de su reinado; 3 y también en los días de Joaquím, hijo de Josías, rey de
Judá, hasta el fin del undécimo año de Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá, es decir, hasta la
deportación de Jerusalén en el quinto mes.
EM
ORÁCULOS CONTRA JUDÁ Y JERUSALÉN
Durante el reinado de Joaquím, Jeremías dictó a Baruc "todas las palabras que el Señor
le había dicho" (36. 4), para que él las fijara por escrito. Los oráculos fueron leídos en
presencia del rey, pero este, a medida que los escuchaba, fue quemando el rollo en el
que estaban escritos. Entonces Jeremías volvió a dictar a Baruc aquellas mismas
D
palabras, y además "fueron añadidas muchas otras" (36. 32).
Este rollo, que contenía las palabras pronunciadas por Jeremías antes del 605
a. C., constituye sin duda la base de los materiales agrupados en los caps. 1
25. Pero en esta sección se han incluido también otros textos de épocas posteriores, en
LS
especial las "Confesiones" del profeta, como asimismo algunos pasajes en prosa. Estos
últimos, si bien no son la obra personal de Jeremías, expresan al menos su
pensamiento, tal como fue reinterpretado por la llamada "escuela deuteronomista".
En los primeros años de su actividad profética, Jeremías denuncia con tono apasionado
O
influencia de Oseas, que ya un siglo antes había expresado la relación del Señor con su
Pueblo mediante la imagen del amor conyugal. Con el mismo acendrado
lirismo,Jeremías evoca la historia del Éxodo para mostrar que Israel había perdido el
contacto con sus orígenes. Los tiempos de la marcha por el desierto tenían todo el
ST
encanto del "primer amor" (2. 2-3). Pero apenas entró en la Tierra prometida, el Pueblo
contaminó el suelo con sus ídolos. Como una esposa infiel, abandonó al Señor, la
"fuente de agua viva", para cavarse "cisternas agrietadas" incapaces de retener el agua
(2. 13).
Una sola cosa preocupa por el momento a Jeremías: hacer que Judá se convierta al
SY
Señor antes de que sea demasiado tarde. Pero el pueblo y sus dirigentes están más
endurecidos que la roca (5. 3) y han perdido la capacidad de escuchar la Palabra de
Señor–. Ellos vendrán, y cada uno instalará su trono a la entrada de las puertas de Jerusalén,
contra todos los muros que la rodean y contra todas las ciudades de Judá. 16 Pronunciaré mis
O
sentencias contra ellos, por todas sus maldades,porque me han abandonado, han quemado
incienso a dioses extraños, y se han postrado ante las obras de sus manos. 17 En cuanto a ti,
EM
cíñete la cintura, levántate y diles todo lo que yo te ordene. No te dejes intimidar por ellos, no
sea que te intimide yo delante de ellos. 18 Mira que hoy hago de ti una plaza fuerte, una
columna de hierro, una muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes de Judá y a
D
19 Ellos combatirán contra ti,
pero no te derrotarán,
O
que no retienen el agua.
EM
Israel castigado y humillado
o nació en la esclavitud?
D
15 Los cachorros de león rugen contra él,
mientras él te conducía por el camino? 18 Y ahora, ¿por qué tienes que tomarel camino de
ST
Egipto para beber el agua del Sijor? ¿Por qué tienes que tomarel camino de Asiria para beber
el agua del Río? 19 ¡Que tu propia maldad te corrija y tus apostasías te sirvan de escarmiento!
Reconoce, entonces, y mira qué cosa tan mala y amarga es abandonar al Señor, tu Dios, y
SY
O
si todos ustedes se han rebelado contra mí?
EM
Requisitoria del Señor contra su Pueblo
D
la espada de ustedes devoró a sus profetas
ya no acudiremos a ti"? 32 ¿Olvida una joven sus atavíos, una novia sus ceñidores? ¡Pero mi
pueblo se ha olvidado de mí hace ya un sinnúmero de días! 33 ¡Qué bien te abres camino para
ST
ir en busca del amor! Así, también tú te has habituado a los caminos de la maldad. 34 Hasta en
sorprendidoperforando una pared. Y a pesar de todo esto, 35 tú dices: "Sí, soy inocente,
SY
seguramente su ira se ha apartado de mí". Pero yo entro en juicio contigo, porque tú dices: "No
O
5 ¿Acaso él guardará rencor eternamente?
EM
¡Tú hablas así
D
6 El Señor me dijo en los días del rey Josías: ¿Has visto lo que hizo la apóstata Israel? Se ha
ido a toda montaña elevada y bajo todo árbol frondoso, para prostituirse allí. 7 Yo pensaba:
Después de hacer todo esto, ella volverá otra vez a mí. ¡Pero no ha vuelto! Su hermana, la
traidora Judá, ha visto esto: 8 ella vio que, por todos los adulterios que había cometido la
LS
apóstata Israel, yo la había repudiado y le había dado el acta de divorcio. Pero la traidora Judá,
su hermana, no sintió ningún temor, sino que fue y también ella se prostituyó. 9 Así, con su
frívola prostitución profanó el país, cometiendo el adulterio con la piedra y la madera. 10 A
pesar de todo esto, su hermana, la traidora Judá, no volvió a mí de todo corazón, sino sólo
engañosamente –oráculo del Señor–.
11 El Señor me dijo: La apóstata Israel se ha mostrado más justa que la traidora Judá. 12 Ve
entonces a gritar estas palabras hacia el Norte: ¡Vuelve, apóstata Israel–oráculo del Señor– y
O
guardo rencor para siempre. 13 Pero reconoce tu culpa, porque te has rebeladocontra el
ST
Señor, tu Dios, y has prodigado tus favores a los extranjeros, bajo todo árbol frondoso:
del Señor–.
SY
O
25 Acostémonos en nuestra ignominia
EM
porque hemos pecado contra el Señor, nuestro Dios,
D
y no hemos escuchado
la voz del Señor, nuestro Dios. 4 1 Si quieres volver, Israel –oráculo del Señor–
vuélvete a mí.
LS
Si apartas tus ídolos abominables,
y en él se gloriarán.
juicios contra ellos. 13 ¡Ahí sube como las nubes, sus carros son como el huracán,sus
caballos, más veloces que las águilas! ¡Ay de nosotros, porque somos devastados!
O
Advertencia final a Jerusalén amenazada
14 ¡Limpia tu corazón de toda maldad, a fin de ser salvada, Jerusalén! ¿Hasta cuándo se
EM
albergarán dentro de ti tus pensamientos culpables? 15 Porque una voz anuncia desde Dan, y
proclámenlo contra Jerusalén: Llegan invasores de una tierra lejana y lanzan gritos contra las
D
porque ella se ha rebelado contra mí–oráculo del Señor–.
19 ¡Mis entrañas, mis entrañas! ¡Me retuerzo de dolor! ¡Las fibras de mi corazón! ¡Mi corazón
O
se conmueve dentro de mí, no puedo callarme! Porque oigo el sonido de la trompeta, el clamor
del combate. 20 Se anuncia un desastre tras otro, porque está devastado todo el país: mis
ST
El veredicto de Dios
SY
O
gemidos como los de una primeriza:
EM
que pierde el aliento,
D
frente a los asesinos!".
si hay alguien que practique el derecho, que busque la verdad, y yo perdonaré a la ciudad. 2
O
Aun cuando dicen: "¡Por la vida del Señor!", en realidad, juran falsamente. 3 ¿Acaso tus ojos,
Señor, no están puestos en la verdad? Tú los golpeaste, y no les dolió, los exterminaste, y
O
rehusaron aceptar la lección; endurecieron su rostro más que una roca, no quisieron
convertirse. 4 Yo decía: "Sólo la gente del pueblo es la que obra estúpidamente, porque no
ST
conocen el camino del Señor, el derecho de su Dios. 5 Me dirigiré a los grandes y les hablaré:
Ellos sí que conocen el camino del Señor, el derecho de su Dios". Pero también ellos han
quebrado el yugo, han roto las ataduras. 6 Por eso los ataca el león de la selva, los devasta el
SY
lobo de las estepas, el leopardo está al acechofrente a sus ciudades: todo el que sale de ellas
una nación invencible, una nación antiquísima, una nación cuya lengua no conoces y a la que
no entiendes cuando habla. 16 Su aljaba es como un sepulcro abierto, todos ellos son
O
guerreros valerosos.
17 Ella devorará tu cosecha y tu pan, devorará tus rebaños y tu ganado, devorará tu viña y tu
EM
higuera, destruirá con la espada tus plazas fuertes, en las que tienes puesta tu confianza. 18
Sin embargo, tampoco en aquellos días –oráculo del Señor– consumaré el exterminio con
ustedes. 19 Y cuando ellos digan: "¿Por qué razón el Señor, nuestro Dios, nos ha hecho todo
esto?", tú les responderás: "Así como ustedes me han abandonado y han servido en su propio
país a dioses extraños, así servirán a extranjeros en un país que no es el de ustedes".
D
Consecuencias del pecado sobre el orden de la creación
20 Anuncien esto en la casa de Jacob, proclámenlo en Judá, diciendo: 21 Escuchen bien esto,
pueblo estúpido y sin inteligencia: ellos tienen ojos y no ven, tienen oídos y no oyen. 22 ¿No
LS
me temen a mí?–oráculo del Señor–. ¿No temblarán delante de mí, que puse la arena como
frontera del mar, límite eterno e infranqueable? Sus olas se agitan, pero son impotentes,
23 Este pueblo tiene un corazón rebeldee indócil, se han apartado y se han ido, 24 y no han
dicho en su corazón: "Temamos al Señor, nuestro Dios, que da la lluvia, la lluvia de otoño y la
O
lluvia de primaveraa su debido tiempo, y que nos asegura las semanas fijas para la cosecha".
25 Las iniquidades de ustedeshan desordenado esto, sus pecados los han privadode estos
ST
bienes.
26 Sí, en mi pueblo hay hombres malvados, que están al acecho,agazapados como cazadores,
SY
tienden trampas, atrapan a los hombres. 27 Como una jaula llena de pájaros, así están sus
O
se alargan las sombras del atardecer!
EM
Ultimátum del Señor a la ciudad asediada
6 Porque así hablael Señor de los ejércitos: ¡Talen sus árboles, levanten terraplenes contra
Jerusalén! ¡Es la ciudad de la mentira, dentro de ella, todo es opresión! 7 Como un pozo hace
brotar sus aguas, así ella hace brotar su maldad. "¡Violencia, atropello!", se oye decir allí, tengo
D
siempre delante las heridas y los golpes. 8 ¡Escarmienta, Jerusalén, no sea que mi alma se
al resto de Israel;
O
10 ¿A quién hablar,
ST
a quién advertir para que escuchen? Sus oídos están incircuncisos, no pueden prestar
atención; la palabra del Señor se ha convertido en un oprobio para ellos, ¡no la quieren! 11 –Yo
estoy lleno del furor del Señor: estoy cansado de reprimirlo. –Derrámalo sobre los niños en la
SY
calle y sobre los grupos de jóvenes, porque serán apresadosel hombre y la mujer, el anciano y
O
y tropezarán contra ellos;
EM
perecerán todos juntos.
22 Así habla el Señor: ¡Miren! Un pueblo llega del país del Norte y surge una naciónde los
D
confines de la tierra. 23 Empuñan el arco y la jabalina, son crueles y despiadados, su voz
resuena como el mar, van montados a caballo, dispuestos como un solo hombre para la batalla
25 ¡No salgan al campo, no vayan por el camino, porque el enemigo tiene una espada, reina el
terror por todas partes! 26 ¡Cíñete un cilicio, hija de mi pueblo, y revuélcate en la ceniza, llora
O
como por un hijo único, entona un lamento lleno de amargura! Porque en un instante llega
Son todos rebeldes, calumniadores: bronce o hierro, todos están pervertidos. 29 El fuelle
resopla, el plomo se derrite por el fuego. Pero en vano se depura una y otra vez, no se
desprenden las escorias. 30 "Plata de desecho", así se los llama porque el Señor los ha
SY
desechado.
O
arrojaré lejos de mi rostro, como arrojé a todos los hermanos de ustedes, a toda la
descendencia de Efraím.
EM
16 En cuanto a ti, no ruegues por este pueblo, no eleves gritos ni plegarias en favor de él, no
me insistas, porque no te escucharé.17 ¿No ves acaso lo que ellos hacen en las ciudades de
Judá y en las calles de Jerusalén? 18 Los hijos juntan leña, los padres encienden el fuego, las
mujeres amasan la pasta para hacer tortas a la Reina del cielo, y se derraman libaciones a
otros dioses, a fin de agraviarme. 19 Pero ¿es a mí al que agravian? –oráculo del Señor–. ¿No
es más bien a ellos mismos, para su propia confusión? 20 Por eso, así habla el Señor: Miren
D
que mi ira y mi furor se van a derramar sobre este lugar, sobre los hombres y los animales,
sobre los árboles de los campos y los frutos del suelo: ¡arderá mi furor y no se extinguirá!
hasta el día de hoy, yo les envié a todos mis servidores los profetas, los envié
incansablemente, día tras día. 26 Pero ellos no me escucharon ni inclinaron sus oídos, sino
que se obstinaron y obraron peor que sus padres.
O
O
y la Ley del Señor está con nosotros",
EM
la pluma engañosa de los escribas?
D
¿qué sabiduría es entonces la de ellos?
Porque del más pequeño al más grande, todos están ávidos de ganancias,y desde el profeta
hasta el sacerdote, no hacen otra cosa que engañar. 11 Ellos curan a la ligera el quebranto de
O
la hija de mi pueblo, diciendo: "¡Paz, paz!", pero no hay paz. 12 ¿Se avergüenzan de la
abominación que cometieron? ¡No, no sienten la menor vergüenza, no saben los que es
O
sonrojarse! Por eso, ellos caerán con los que caen, sucumbirán cuando tenganque dar cuenta,
dice el Señor. 13 Cuando quiero cosechar entre ellos–oráculo del Señor– no hay uvas en la
ST
O
y mis ojos en fuente de lágrimas,
EM
por las víctimas de la hija de mi pueblo!
D
Yo abandonaría a mi pueblo
la mentira, y no la verdad,
O
porque ellos van de mal en peor y no me conocen –oráculo del Señor–. 3 Que cada uno se
O
amigo no hace más que calumniar. 4 Cada uno se burla de su amigo, ellos no dicen la verdad;
ST
han habituado sus lenguas a mentir, están pervertidos, son incapaces de convertirse. 5
Señor–. 6 Por eso, así habla el Señor de los ejércitos: Yo voy a depurarlos y a probarlos,
SY
porque ¿qué puedo hacer ante su maldad? 7 Su lengua es una flecha mortífera, las palabras
La mortandad general
16 Así habla el Señor de los ejércitos: ¡Atención! ¡Llamen a las plañideras,y que vengan!
¡Manden a buscar a las más expertas,y que vengan! 17 ¡Que se apuren a lanzar gemidos por
O
nosotros! ¡Que nuestros ojosse deshagan en lágrimas y brote el llanto de nuestras pupilas! 18
Porque se oye desde Siónel rumor de los gemidos: "¡Cómo hemos sido devastados, cubiertos
EM
de vergüenza! Tenemos que abandonar el país, porque han derribado nuestros hogares". 19
¡Sí, escuchen, mujeres,la palabra del Señor, que reciban sus oídosla palabra de su boca!
Enseñen a sus hijas este gemido y unas a otras, este canto fúnebre: 20 "La Muerte ha
D
trepadopor nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios,arrancando de las calles a los
niños, y a los jóvenes de las plazas. 21 Los cadáveres de los hombres yacen como estiércol
sobre la superficie de los campos, como una gavilla detrás del segador,
y nadie los recoge".
LS
La verdadera sabiduría
22 Así habla el Señor: Que el sabio no se gloríe de su sabiduría, que el fuerte no se gloríe de
su fuerza ni el rico se gloríe de su riqueza. 23 El que se gloría, que se gloríe de esto: de tener
O
justicia sobre la tierra. Sí, es eso lo que me agrada, –oráculo del Señor–.
O
La falsa circuncisión
24 Llegarán los días –oráculo del Señor– en que yo castigaré a todo circunciso que es un
ST
incircunciso: 25 a Egipto, a Judá, a Edóm, a los amonitas, a Moab y a todos los "Sienes
rapadas" que habitan en el desierto. Porque todas las naciones son incircuncisas, y toda la
casa de Israel es incircuncisa de corazón.
10 1 ¡Escuchen, casa de Israel, la palabra que les dirige el Señor! 2 Así habla el Señor: No
SY
imiten las costumbres de los paganos ni se atemoricen por los signos del cielo, porque son los
Biblia Católica 1589
perecerán cuando haya que dar cuenta.
O
Israel es la tribu de su herencia,
EM
El dolor por el desastre inminente
17 ¡Recoge del suelo tu equipaje, tú que estás bajo el asedio! 18 Porque así habla el Señor:
Esta vez lanzaré como una honda a todos los habitantes del país; estrecharé el cerco sobre
D
ellos, para que sean alcanzados. 19 ¡Ay de mí, a causa de mi desastre! ¡Mi llaga es incurable!
Y eso que yo decía: "Es mi sufrimiento, lo soportaré". 20 Mi carpa ha sido devastada y se han
roto todas mis cuerdas. Mis hijos me dejaron, ya no están más, no hay nadie que despliegue
LS
mi carpa y levante mis toldos. 21 Porque los pastoresse han vuelto necios
23 Yo sé, Señor, que el hombre no es dueño de su camino, ni está en poder del caminante
O
Su conducta no es más que doblez.
EM
alejarán de ti la desgracia? Entonces sí podrías alegrarte. 16 "Olivo frondoso de hermosa
figura" es el nombre que te dio el Señor. Pero en medio de un gran estruendo, él prendió fuego
a su follaje y arden sus ramas. 17 El Señor de los ejércitos, que te había plantado, anuncia una
D
a causa del mal que la casa de Israel y la casa de Judá han cometido para agraviarme,
quemando incienso en honor de Baal.
21 Por eso, así habla el Señor contra los hombres de Anatot, que intentan quitarte la vida,
diciendo: "¡No profetices en nombre del Señor, si no quieres morir en nuestras manos!". 22 Por
ST
eso, así habla el Señor de los ejércitos: Yo los voy a castigar: sus jóvenes morirán bajo la
espada, sus hijos y sus hijas morirán de hambre. 23 No quedará ningún resto, porque haré
venir una desgracia sobre la gente de Anatot, el año en que tengan que dar cuenta.
O
han hecho de mi parcela deliciosa
un desierto desolado;
EM
11 la han convertido en una desolación,
D
12 Por todos los montes del desierto llegaron devastadores, porque el Señor tiene una espada
que devora de un extremo al otro del país: ¡no hay paz para ningún ser viviente! 13 Sembraron
LS
trigo y cosecharon espinas, se han agotado sin ningún provecho: ¡avergüéncense de sus
14 Así habla el Señor: A todos mi malos vecinos que tocan la herencia que hice heredar a mi
pueblo Israel, yo los voy a arrancar de su suelo, y a la casa de Judá la arrancaré de en medio
de ellos. 15 Pero, después de haberlos arrancado, me compadeceré nuevamente de ellos y los
O
haré volver, cada uno a su herencia y cada uno a su país. 16 Y si ellos aprenden los caminos
de mi pueblo, jurando por mi Nombre, por la vida del Señor, como ellos enseñaron a mi pueblo
a jurar por Baal, entonces serán edificados en medio de mi pueblo. 17 Pero si no escuchan, yo
arrancaré a esa gente: la arrancaré y la haré desaparecer –oráculo del Señor–.
ST
13 1 Así me habló el Señor: "Ve a comprarte una faja de lino; te la ajustarás a la cintura, pero
no la meterás en el agua". 2 Yo compré la faja, conforme a la palabra del Señor, y me la ajusté
a la cintura.
SY
3 La palabra del Señor me llegó por segunda vez, en estos términos: 4 "Toma la faja que
O
20 ¡Levanta los ojos, Jerusalén,y mira a los que llegan del Norte! ¿Dónde está el rebañoque se
te había confiado, las ovejas que eran tu gloria? 21 ¿Qué dirás cuando te impongancomo jefes
EM
a esos mismos que tú habías acostumbrado a ser tus amigos íntimos? ¿No serás acaso presa
D
han sido violados tus talones.
el mal? 24 Pero yo los dispersaré como paja al viento del desierto. 25 Esta es tu suerte, la
parte que yo he medido para ti –oráculo del Señor–. Porque tú me has olvidado y has confiado
O
en la mentira, 26 yo, a mi vez, te alzaré las faldashasta el rostro para que se vea tu vergüenza.
27 ¡Tus adulterios y tus relinchos, tu infame prostitución! Sobre las colinas, en los campos, he
O
visto tus Inmundicias. ¡Ay de ti, Jerusalén, que no te purificas! ¿Hasta cuándo seguirás así?
La gran sequía14 1 Palabra del Señor que llegó a Jeremías con motivo de la gran sequía:
ST
2 Judá está de duelo y sus puertas desfallecen; están lúgubres, aterradas, y se eleva el clamor
de Jerusalén. 3 Los nobles mandan a sus criados en busca de agua; ellos van a las cisternas,
pero no encuentran agua; vuelven con los cántaros vacíos; avergonzados y confundidos, se
SY
agarran la cabeza. 4 Al ver el suelo agrietado, porque no hay lluvia en el país, los campesinos,
sufrimientos del hambre. Sí, hasta el profeta y el sacerdote recorren el país y no logran
comprender. 19 ¿Has rechazado del todo a Judá? ¿Estás disgustado con Sión? ¿Por qué nos
O
has herido sin remedio? Se esperaba la paz,¡y no hay nada bueno...! el tiempo de la curación,
EM
padres, porque hemos pecado contra ti. 21 A causa de tu Nombre, no desprecies,
D
¿hay alguien que haga llover?
dicen: "¿A dónde iremos?", tú les responderás: ¡El destinado a la muerte, a la muerte, el
cautiverio, al cautiverio! 3 Yo mandaré contra ellos cuatro clases de castigos –oráculo del
SY
Señor–: la espada
de tu paciencia: mira que soporto injurias por tu causa. 16 Cuando se presentaban tus
O
palabras, yo las devoraba,
tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo soy llamado con tu Nombre,
EM
Señor, Dios de los ejércitos. 17 Yo no me senté a disfrutar en la reunión de los que se
indignación.18 ¿Por qué es incesante mi dolor, por qué mi llaga es incurable,se resiste a
D
La respuesta del Señor
19 Por eso, así habla el Señor: Si tú vuelves, yo te haré volver, tú estarás de pie delante de mí;
si separas lo precioso de la escoria, tú serás mi portavoz. Ellos se volverán hacia ti, pero tú no
LS
te volverás hacia ellos.20 Yo te pondré frente a este pueblo como una muralla de bronce
16 1 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 2 No tomes para ti una mujer ni tengas
hijos e hijas en este lugar. 3 Porque así habla el Señor acerca de los hijos y de las hijas que
ST
han nacido en este lugar, de las madres que los dan a luz y de los padres que los engendran
en este país: 4 Ellos morirán de una muerte horrible y no serán llorados ni sepultados: se
convertirán en estiércol sobre la superficie del suelo; serán exterminados por la espada y el
hambre, y sus cadáveres serán pasto de las aves del cielo y de los animales de la tierra.
5 Más aún, así habla el Señor: No entres en una casa donde hay un banquete fúnebre; no
vayas a lamentarte ni te conduelas con ellos. Porque yo he retirado de este pueblo mi paz, la
SY
fidelidad y la compasión –oráculo del Señor–. 6 Grandes y pequeños morirán en este país; no
O
y sobre los cuernos de sus altares, 2 como testimonio contra ellos. Sus altares y sus postes
sagrados están junto a cada árbol frondoso, sobre las colinas elevadas, 3 en las montañas y
EM
en campo abierto. Tu riqueza, todos tus tesoros los entregaré como botín, gratuitamente, por
todos tus pecados, en todo tu territorio. 4 Tendrás que desprendertede tu herencia, la que yo te
había dado. Haré que sirvas a tus enemigos en un país que no conocías, porque el fuego de
D
La felicidad del que confía en el Señor
O
Súplica de Jeremías
14 ¡Sáname, Señor, y quedaré sano, sálvame y estaré a salvo, porque tú eres mi alabanza! 15
EM
Mira cómo me dicen: "¿Dónde está la palabra del Señor?¡Que se cumpla!". 16 Pero yo no te
instigué a mandar una desgracia ni he deseado el día irreparable. Tú lo sabes: lo que salía de
mi boca está patente delante de tu rostro. 17 No seas para mí un motivo de terror, tú, mi
D
aterroricen ellos, y no yo! Atrae sobre ellos un día de desgracia, quiébralos con un doble
quebranto.
sus padres. 23 Pero ellos no escucharon ni inclinaron su oído, sino que se negaron
obstinadamente a escuchar y aprender la lección.
carga por las puertas de esta ciudad en día sábado; si santifican el día sábado no haciendo
ningún trabajo, 25 entonces, por las puertas de esta ciudad, entrarán reyes que se sientan en
el trono de David; entrarán montados en carros y caballos, ellos y sus príncipes, los hombres
de Judá y los habitantes de Jerusalén. Esta ciudad será habitada para siempre, 26 y de las
ST
O
19 ¡Préstame atención, Señor, y oye la voz de los que me acusan! 20 ¿Acaso se devuelve mal
por bien para que me hayan cavado una fosa? Recuerda que yo me presentédelante de ti
EM
para hablar en favor de ellos, para apartar de ellos tu furor. 21 Por eso, entrega sus hijos al
hambre y déjalos a merced de la espada. ¡Que sus mujeres se queden sin hijos y sin marido,
que sus hombres mueran víctimas de la peste, que sus jóvenes caigan bajo la espada en el
combate! 22 ¡Que se oiga el clamorque sale de sus casas, cuando mandes de repente
D
salteadores contra ellos! Porque han cavado una fosa para atraparme y han ocultado trampas
El cántaro roto
O
19 1 Así habló el Señor a Jeremías: Ve a comprar un cántaro de arcilla. Luego llevarás contigo
a algunos de los ancianos del pueblo y de los ancianos de los sacerdotes, 2 saldrás al valle de
Ben Hinnóm, que está a la entrada de la puerta de la Alfarería, y proclamarás allí las palabras
que yo te indicaré. 3 Tú dirás: Escuchen la palabra del Señor, reyes de Judá y habitantes de
ST
Jerusalén. Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Yo haré venir sobre este lugar
una desgracia tal, que a todo el que oiga hablar de ella le zumbarán los oídos. 4 Porque ellos
me han abandonado y han enajenado este lugar, quemando en él incienso a otros dioses, que
no conocían ellos, ni sus padres, ni los reyes de Judá, y porque han llenado este lugar de
sangre inocente. 5 Han edificado lugares altos a Baal, para quemar en el fuego a sus hijos
como holocaustos a Baal, cosa que yo no había ordenado ni dicho, y que jamás se me pasó
SY
por la mente. 6 Por eso, llegarán los días –oráculo del Señor– en que este lugar ya no será
llamado "el Tófet" ni "valle de Ben Hinnóm", sino "valle de la Masacre". 7 Yo frustraré en este
encerrado en mis huesos: me esforzaba por contenerlo, pero no podía. 10 Oía los rumores de
O
la gente: "¡Terror por todas partes! ¡Denúncienlo! ¡Sí, lo denunciaremos!". Hasta mis amigos
más íntimos acechaban mi caída: "Tal vez se lo pueda seducir; prevaleceremos sobre él y nos
EM
tomaremos nuestra venganza". 11 Pero el Señor está conmigo como un guerrero temible: por
será una confusión eterna, inolvidable. 12 Señor de los ejércitos, que examinas al justo, que
ves las entrañas y el corazón, ¡que yo vea tu venganza sobre ellos!, porque a ti he
D
encomendado mi causa. 13 ¡Canten al Señor, alaben al Señor, porque él libró la vida del
indigente
del poder de los malhechores!
LS
Imprecación contra el día de su nacimiento
14 ¡Maldito el día en que nací! ¡El día en que mi madre me dio a luz jamás sea bendecido!15
¡Maldito el hombre que dio a mi padrela noticia: "Te ha nacido un hijo varón", llenándolo de
O
alegría! 16 Que ese día sea como las ciudades que el Señor destruyó sin arrepentirse; que
oiga gritos por la mañana y un alarido al tiempo del mediodía, 17 porque no me hizo morir
O
desde el seno materno: ¡así mi madre hubiera sido mi tumba y su gravidez hubiera durado
para siempre! 18 ¿Por qué salí del vientre materno para no ver más que pena y aflicción, y
ST
La colección de oráculos contra los reyes de Judá nos hace ver con qué libertad
denunciaba Jeremías a esos "ungidos del Señor", cuando ellos extraviaban a su pueblo
y dejaban de "conocer" a su Dios como lo había "conocido" Josías (22. 15-16). Al rey
SY
11 A la casa real de Judá: ¡Escuchen la palabra del Señor! 12 Casa de David, así habla el
Señor: Hagan justicia cada mañana, y libren al explotadode la mano del opresor, no sea que mi
furor estallecomo un fuego y arda sin que nadie lo extinga, a causa de la maldad de sus
O
acciones. 13 ¡Aquí estoy contra ti,Moradora del valle, Roca de la llanura! –oráculo del Señor–.
Ustedes dicen: "¿Quién bajarácontra nosotros, quién entrará en nuestras guaridas?". 14 Soy
EM
yo el que los voy a castigar conforme al fruto de sus acciones–oráculo del Señor–. Yo prenderé
D
22 1 Así habla el Señor: Baja a la casa del rey de Judá, y pronuncia allí esta palabra. 2 Tú
dirás: Escucha la palabra del Señor, rey de Judá que te sientas en el trono de David, tú y
también tus servidores y tu pueblo, que entran por estas puertas. 3 Así habla el Señor:
Practiquen el derecho y la justicia; libren al explotado de la mano del opresor; no maltraten ni
hagan violencia al extranjero, al huérfano y a la viuda; no derramen sangre inocente en este
LS
lugar. 4 Porque si ustedes cumplen realmente esta palabra, entonces, por las puertas de esta
Casa, entrarán reyes que se sientan en el trono de David; entrarán montados en carros y
caballos, ellos con sus servidores y su pueblo. 5 Pero si ustedes no escuchan estas palabras,
juro por mí mismo –oráculo del Señor– que esta Casa se convertirá en un montón de ruinas.
sangre inocente, para practicar la opresión y la violencia. 18 Por eso, así habla el Señor acerca
O
Nadie se lamentará por él:
EM
Nadie se lamentará por él:
D
más allá de las puertas de Jerusalén.
tus amantes han sido destrozados! 21 Yo te hablé cuando estabas tranquila, pero tú dijiste:
"¡No escucharé!". Este ha sido tu camino desde tu juventud: nunca has escuchado mi voz. 22 A
O
todos tus pastores los apacentará el viento, tus amantes irán al cautiverio; entonces quedarás
avergonzaday confundida por toda tu maldad. 23 Tú, que habitas en el Líbano, que anidas
O
Contra Conías
24 ¡Lo juro por mi vida! –oráculo del Señor–: Aunque Conías, hijo de Joaquím, rey de Judá,
fuera un anillo en mi mano derecha, de allí lo arrancaría. 25 Yo te entregaré en manos de los
que atentan contra tu vida, en manos de los que tú más temes, en manos de Nabucodonosor,
rey de Babilonia, y en manos de los caldeos. 26 Yo te arrojaré, a ti y a tu madre que te dio a
luz, a un país extraño, donde ustedes no han nacido, y allí morirán. 27 Pero al país al que
SY
O
–sí, a causa de la maldición,
EM
el país está de duelo, se han secado las praderas del desierto–: ellos corren hacia la maldad y
propia Casaencuentro su maldad –oráculo del Señor–. 12 Por eso su camino será para ellos
como un terreno resbaladizo; serán empujados a las tinieblas y allí caerán. Porque yo atraeré
D
sobre ellos una desgracia en el año de su castigo –oráculo del Señor–. 13 Entre los profetas de
Pero entre los profetas de Jerusalén, he visto cosas horribles: son adúlteros, viven en la
LS
mentira, tienden la mano a los malhechores, ¡y así nadie se convierte de su maldad! Todos
y los habitantes de la ciudad,como Gomorra. 15 Por eso, así habla el Señorde los ejércitos
O
contra los profetas: Yo les haré comer ajenjo y les daré de beber agua envenenada, porque de
los profetas de Jerusalén ha salido la impiedad a todo el país. 16 Así habla el Señor de los
O
ejércitos: No escuchen las palabras de los profetas que profetizan para ustedes: no hacen más
que ilusionarlos, lo que dicen son visiones de su imaginación, no lo que sale de la boca del
ST
Señor. 17 Ellos se atreven a decir a los que desprecian la palabra del Señor: "¡Ustedes tendrán
paz!". Y a los de corazón obstinado, les dicen: "¡No les sucederá nada malo!". 18 Pero ¿quién
de ellos asistióal consejo del Señor para ver y escuchar su palabra? ¿Quién prestó atención y
SY
O
34 En cuanto al profeta, al sacerdote o al hombre de este pueblo que diga: "Carga del Señor",
yo castigaré a ese hombre y a su casa. 35 Así deberá hablar cada uno con su prójimo o con su
hermano: "¿Qué ha respondido el Señor?" y "¿Qué ha dicho el Señor?". 36 Pero ustedes no
mencionarán la "carga del Señor", porque la "carga" para cada uno será su palabra, ya que
EM
ustedes han distorsionado las palabras del Dios viviente, el Señor de los ejércitos, nuestro
Dios. 37 Al profeta le hablarás así: "¿Qué te ha respondido el Señor?" y "¿Qué ha dicho el
Señor?".
38 Pero si ustedes dicen: "Carga del Señor" , entonces, así habla el Señor: Ustedes han
pronunciado esta palabra: "Carga del Señor", siendo así que yo les prohibí que dijeran: "Carga
del Señor". 39 Por eso, yo los levantaré como una "carga" y los arrojaré lejos de mi presencia,
D
a ustedes y a la ciudad que yo les he dado, tanto a ustedes como a sus padres. 40 Yo les
infligiré un oprobio perpetuo y una ignominia eterna, que no se olvidará jamás.
4 Entonces la palabra del Señor me llegó en estos términos: 5 Así habla el Señor, Dios de
Israel: Como a estos higos buenos, así miraré yo para su bien a los deportados de Judá que
envié de este lugar al país de los caldeos. 6 Yo pondré mis ojos sobre ellos para su bien, y los
O
haré volver a este país; los edificaré y no los demoleré, los plantaré y nos los arrancaré. 7 Les
daré un corazón para que me conozcan a mí, que soy el Señor; ellos serán mi Pueblo y yo
seré su Dios, porque volverán a mí de todo corazón. 8 Pero como a esos higos malos, que de
tan malos no se los puede comer –sí, así habla el Señor– de esa misma manera, trataré a
ST
Sedecías, rey de Judá, a sus príncipes y al resto de Jerusalén, tanto a los que han quedado en
este país como a los que habitan en el país de Egipto. 9 Yo haré de ellos un objeto de terror
para todos los reinos de la tierra, un objeto de escarnio, de sátira y de risa, y una maldición en
todos los lugares adonde los expulsaré. 10 Enviaré contra ellos la espada, el hambre y la
peste, hasta que desaparezcan por completo del suelo que les di a ellos y a sus padres.
SY
O
su pueblo; 20 a toda la mezcla de pueblos; a todos los reyes del país de Us; a todos los reyes
del país de los filisteos: a Ascalón, Gaza, Ecrón y el resto de Asdod; 21 a Edóm, Moab y los
amonitas; 22 a todos los reyes de Tiro, a todos los reyes de Sidón, a los reyes de las costas
lejanas que están más allá del mar; 23 a Dedán, Temá y Buz; a todos los "Sienes rapadas"; 24
EM
a todos los reyes de Arabia que habitan en el desierto; 25 a todos los reyes de Zimrí, a todos
los reyes de Elám, a todos los reyes de Media; 26 a todos los reyes del Norte, próximos y
lejanos, uno después del otro: o sea, a todos los reyes de la tierra que están sobre la superficie
del suelo. Y el rey de Sesac beberá después de ellos.
27 Tú les dirás: Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ¡Beban hasta
embriagarse, vomiten y caigan para no levantarse más, delante de la espada que yo envío en
D
medio de ustedes! 28 Y si ellos se niegan a tomar de tu mano la copa para beber, tú les dirás:
Así habla el Señor de los ejércitos: ¡Tendrán que beber! 29 Porque si yo inflijo un castigo,
comenzando por la ciudad que es llamada con mi Nombre, ustedes, ¿van a quedar impunes?
No, no quedarán impunes, porque yo llamo a la espada contra todos los habitantes de la tierra
–oráculo del Señor de los ejércitos–.
LS
30 En cuanto a ti, profetiza contra ellos todas estas palabras. Tú les dirás:
O
En esta sección merece destacarse la "carta" enviada por Jeremías a los judíos
deportados a Babilonia en el 597 a. C. (2 Rey. 24. 8-17). Entre los exiliados había falsos
profetas que alentaban la esperanza de una próxima liberación. Pero Jeremías les dirige
EM
un mensaje para disipar ese optimismo ilusorio. El exilio será largo. Los deportados
deben establecerse en aquella tierra extranjera y promover la prosperidad de su nuevo
país. Al Señor se lo puede servir también en Babilonia, porque él está junto a su Pueblo
incluso fuera de Palestina. Este inesperado consejo marcó una etapa decisiva en la
historia de la Revelación: la religión de Israel había traspasado las fronteras de la Tierra
santa.
D
Arresto de Jeremías por su discurso contra el Templo
26 1 Al comienzo del reinado de Joaquím, hijo de Josías, rey de Judá, llegó esta palabra a
Jeremías, de parte del Señor: 2 Así habla el Señor: Párate en el atrio de la Casa del Señor y di
a toda la gente de las ciudades de Judá que vienen a postrarse en la Casa del Señor todas las
LS
palabras que yo te mandé decirles, sin omitir ni una sola. 3 Tal vez escuchen y se conviertan
de su mal camino; entonces yo me arrepentiré del mal que pienso hacerles a causa de la
maldad de sus acciones. 4 Tú les dirás: Así habla el Señor: Si ustedes no me escuchan ni
caminan según la Ley que yo les propuse; 5 si no escuchan las palabras de mis servidores los
profetas, que yo les envío incansablemente y a quienes ustedes no han escuchado, 6 entonces
yo trataré a esta Casa como traté a Silo y haré de esta ciudad una maldición para todas las
naciones de la tierra.
O
7 Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías mientras él pronunciaba
estas palabras en la Casa del Señor. 8 Y apenas Jeremías terminó de decir todo lo que el
Señor le había ordenado decir al pueblo, los sacerdotes y los profetas se le echaron encima,
O
diciendo: "¡Vas a morir! 9 Porque has profetizado en nombre del Señor, diciendo: Esta Casa
será como Silo, y esta ciudad será arrasada y quedará deshabitada". Entonces todo el pueblo
se amontonó alrededor de Jeremías en la Casa del Señor.
ST
10 Al enterarse de esto, los jefes de Judá subieron de la casa del rey a la Casa del Señor, y se
sentaron para el juicio a la entrada de la puerta Nueva de la Casa del Señor. 11 Los
sacerdotes y los profetas dijeron a los jefes y a todo el pueblo: "Este hombre es reo de muerte,
porque ha profetizado contra esta ciudad, como ustedes lo han escuchado con sus propios
oídos". 12 Pero Jeremías dijo a los jefes y a todo el pueblo: "El Señor es el que me envió a
profetizar contra esta Casa y contra esta ciudad todas las palabras que ustedes han oído. 13 Y
SY
ahora, enmienden su conducta y sus acciones, y escuchen la voz del Señor, su Dios, y el
Señor se arrepentirá del mal con que los ha amenazado. 14 En cuanto a mí, hagan conmigo lo
O
suelo –oráculo del Señor– para que lo cultive y habite en él.
12 Yo hablé a Sedecías, rey de Judá, en estos mismos términos: Sometan su cuello al yugo
del rey de Babilonia, sírvanlo a él y a su pueblo, y vivirán. 13 ¿Por qué morirán, tú y tu pueblo,
EM
por la espada, el hambre y la peste, según lo que dijo el Señor a toda nación que no sirva al
rey de Babilonia? 14 No escuchen las palabras de los profetas que les dicen: "¡Ustedes no
servirán al rey de Babilonia!" Porque es falso lo que ellos les profetizan. 15 No, yo no los envié
–oráculo del Señor– y ellos profetizan falsamente en mi Nombre, para que yo los expulse y
ustedes perezcan junto con los profetas que profetizan para ustedes.
16 A los sacerdotes y a todo el pueblo, les hablé en estos términos: Así habla el Señor: No
D
escuchen las palabras de los profetas que les profetizan diciendo: "Los objetos de la Casa del
Señor serán traídos ahora de Babilonia, y muy pronto". Porque es mentira lo que ellos
profetizan para ustedes. 17 No les hagan caso: sirvan al rey de Babilonia, y vivirán. ¿Por qué
esta ciudad tendrá que convertirse en una ruina? 18 Pero si ellos son realmente profetas, y si
la palabra del Señor está con ellos, que intervengan ante el Señor de los ejércitos, para evitar
LS
que lleguen a Babilonia los objetos que aún quedan en la Casa del Señor, en la casa de Judá y
en Jerusalén. 19 Porque así habla el Señor de los ejércitos acerca de las columnas, del Mar de
bronce, de las bases y de los demás objetos que aún quedan en esta ciudad, 20 esos que no
se llevó el rey de Babilonia cuando deportó de Jerusalén a Babilonia a Jeconías, hijo de
Joaquím, rey de Judá, y a todos los notables de Judá y de Jerusalén. 21 Sí, así habla el Señor
de los ejércitos, Dios de Israel, acerca de los objetos que aún quedan en la Casa del Señor, en
la casa del rey de Judá y en Jerusalén: 22 Serán llevados a Babilonia, y allí quedarán hasta el
O
día en que me ocuparé de ellos –oráculo del Señor–. Entonces, los haré subir y los haré volver
a este lugar.
28 1 Aquel mismo año, al comienzo del reinado de Sedecías, rey de Judá, el cuarto año, en el
quinto mes, Ananías, hijo de Azur, que era un profeta de Gabaón, me habló así en la Casa del
Señor, en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo: 2 "Así habla el Señor de los
ST
ejércitos, el Dios de Israel: ¡Yo he quebrado el yugo del rey de Babilonia! 3 Dentro de dos
años, devolveré a este lugar los objetos de la Casa del Señor que Nabucodonosor, rey de
Babilonia, sacó de este lugar y se llevó a Babilonia. 4 Y también a Jeconías, hijo de Joaquím,
rey de Judá, y a todos los deportados de Judá que fueron a Babilonia, los haré volver a este
lugar –oráculo del Señor– cuando yo quiebre el yugo del rey de Babilonia".
SY
10 Porque así habla el Señor: Una vez que se hayan cumplido setenta años para Babilonia, yo
los visitaré y realizaré en favor de ustedes mi promesa, haciéndolos volver a este lugar. 11
Porque yo conozco muy bien los planes que tengo proyectados sobre ustedes –oráculo del
Señor–: son planes de prosperidad y no de desgracia, para asegurarles un porvenir y una
esperanza. 12 Entonces, cuando ustedes me invoquen y vengan a suplicarme, yo los
O
escucharé; 13 cuando me busquen, me encontrarán, porque me buscarán de todo corazón, 14
y yo me dejaré encontrar por ustedes –oráculo del Señor–. Yo cambiaré la suerte de ustedes y
los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde los expulsé –oráculo del
Señor– 15 y los haré volver al lugar de donde los había deportado.
EM
16 Porque así habla el Señor al rey que sienta en el trono de David y a todo el pueblo que
habita en esta ciudad, a sus hermanos que no partieron con ustedes al exilio; 17 así habla el
Señor de los ejércitos: Yo enviaré contra ellos la espada, el hambre y la peste; los haré
semejantes a higos en mal estado, que de tan malos no se pueden comer; 18 los perseguiré
con la espada, el hambre y la peste, y haré de ellos un objeto de terror para todos los reinos de
la tierra, una imprecación y un objeto de horror, de estupor y de escarnio en todas las naciones
D
adonde los expulsaré, 19 porque no han escuchado mis palabras –oráculo del Señor–, siendo
así que yo les envié incansablemente a mis servidores los profetas. Pero ustedes no me han
escuchado –oráculo del Señor–.
20 En cuanto a ustedes, todos los deportados que yo envié de Jerusalén a Babilonia, escuchen
LS
la palabra del Señor. 15 Porque ustedes dicen: "El Señor nos ha suscitado profetas en
Babilonia", 21 así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de Ajab, hijo de
Colaías, y de Sedecías, hijo de Maasías, que profetizan para ustedes la mentira en mi Nombre:
Yo los entrego en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, que los herirá a la vista de
ustedes. 22 Y ellos darán origen a una maldición que repetirán todos los deportados de Judá
en Babilonia: "¡Que el Señor te trate como a Sedecías y como a Ajab, a quienes el rey de
Babilonia hizo asar en el fuego!", 23 porque han cometido una locura en Israel, adulterando
O
con la mujer del prójimo y pronunciando en mi Nombre palabras que yo no les había mandado.
¡Yo lo sé y soy testigo! –oráculo del Señor–.
24 En cuanto a Semaías, de Nejelám, tú le dirás: 25 Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios
de Israel: Tú has enviado en tu nombre cartas a todo el pueblo que está en Jerusalén, al
sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, y a todos los sacerdotes, en estos términos: 26 "El Señor
ST
te ha constituido sacerdote en lugar del sacerdote Iehoiadá, para que vigiles en la Casa del
Señor a cualquier exaltado que quiera pasar por profeta, y lo metas en el cepo y en el
calabozo. 27 ¿Por qué entonces no has reprendido a Jeremías de Anatot que profetiza para
ustedes? 28 Porque él nos mandó decir a Babilonia: ‘Esto va para largo. Construyan casas, y
habítenlas; planten huertas y coman sus frutos...’".
SY
29 El sacerdote Sofonías leyó esta carta en presencia del profeta Jeremías, 30 y la palabra del
Señor llegó a Jeremías en estos términos: 31 Envía este mensaje a todos los deportados: "Así
Porque es grande aquel Día, y no hay otro igual. Es un tiempo de angustia para Jacob,
pero él se salvará de la angustia.
O
8 Aquel día –oráculo del Señor de los ejércitos– yo quebraré el yugo de su cuello y romperé
sus ataduras. Ya no servirán a extranjeros, 9 sino que servirán al Señor, su Dios, y a David, su
rey, que yo les suscitaré.
EM
La curación de las heridas de Israel
D
no te espantes, Israel!
pero a ti no te aniquilaré:
ST
irremediable tu llaga!
Biblia Católica 1627
gira sobre la cabeza de los malvados!
O
hasta haber ejecutado y cumplido
EM
Al término de estos días,
ustedes lo entenderán.
D
31 1 En aquel tiempo –oráculo del Señor– yo seré el Dios de todas las familias de Israel y ellos
serán mi Pueblo. 2 Así habla el Señor: Halló gracia en el desierto el pueblo que escapó de la
espada; Israel camina hacia su descanso. 3 De lejos se le apareció el Señor: Yo te amé con un
LS
amor eterno, por eso te atraje con fidelidad. 4 De nuevo te edificaré y serás reedificada, virgen
nuevo plantarás viñas sobre los montes de Samaría: los que las planten tendrán los primeros
O
frutos. 6 Porque llega el día en que los vigías gritarán sobre la montaña de Efraím:
"¡De pie, subamos a Sión, hacia el Señor, nuestro Dios!". 7 Porque así habla el Señor: ¡Griten
O
jubilosos por Jacob, aclamen a la primera de las naciones! Háganse oír, alaben y digan: "¡El
Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel!". 8 Yo los hago venir del país del Norte y los
ST
reúno desde los extremosde la tierra; hay entre ellos ciegos y lisiados, mujeres embarazadas y
parturientas: ¡es una gran asamblea la que vuelve aquí! 9 Habían partido llorando, pero yo los
traigo llenos de consuelo; los conduciré a los torrentes de agua por un camino llano, donde
SY
o un niño mimado, para que cada vez que hablo de él, todavía lo recuerde vivamente? Por eso
O
mis entrañas se estremecen por él, no puedo menos que compadecerme de él –oráculo del
Señor–.
EM
Exhortación a retomar el buen camino
21 Levanta para ti mojones, colócate señales, fíjate bien en el sendero, en el camino que has
recorrido. ¡Vuelve, virgen de Israel, vuelve a estas tus ciudades! 22 ¿Hasta cuándo irás de aquí
para allá, hija apóstata? Porque el Señor crea algo nuevo en el país: la mujer rodea al varón.
D
La restauración de Judá
23 Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: De nuevo se dirá esta palabra en el
país de Judá y en sus ciudades, cuando yo haya cambiado su suerte: ¡Que el Señor te
LS
bendiga, morada de justicia,
Montaña santa! 24 Allí se establecerán Judá y todas sus ciudades, los agricultores y los que se
desplazan con los rebaños. 25 Porque yo abrevaré a los que están agotados ycolmaré a los
que están exhaustos.
O
26 De pronto me desperté y abrí los ojos, y mi sueño había sido agradable. 27 Llegarán los
días –oráculo del Señor– en que yo sembraré la casa de Israel y la casa de Judá con semilla
O
velado sobre ellos para arrancar y derribar, para demoler, perder y hacer el mal, así también
ST
velaré sobre ellos para edificar y para plantar –oráculo del Señor–. 29 En aquellos días, no se
dirá más: Los padres comieron uva verde y los hijos sufren la dentera. 30 No, cada uno morirá
por su propia iniquidad: todo el que coma uva verde sufrirá la dentera.
La nueva Alianza
SY
31 Llegarán los días –oráculo del Señor– en que estableceré una nueva Alianza con la casa de
Biblia Católica 1631
guardia, en la casa del rey de Judá. 3 Allí lo había puesto preso Sedecías, porque profetizaba
en estos términos: "Así habla el Señor: Miren que yo voy a entregar esta ciudad en manos del
rey de Babilonia, y él la tomará; 4 Sedecías no escapará de las manos de los caldeos, sino que
caerá en manos del rey de Babilonia: él le hablará cara a cara y lo verá con sus propios ojos; 5
Sedecías será llevado a Babilonia, y allí permanecerá hasta que yo me ocupe de él – oráculo
del Señor–. Si ustedes combaten contra los caldeos, no conseguirán nada".
O
6 Jeremías dijo: "La palabra del Señor me llegó en estos términos: 7 Janamel, hijo de tu tío
Salúm, viene hacia ti para decirte: Compra mi campo que está en Anatot, porque a ti te
corresponde adquirirlo, en virtud del derecho de rescate". 8 Janamel, el hijo de mi tío, vino a
verme en el patio de la guardia, según la palabra del Señor, y me dijo: "Cómprame mi campo
EM
que está en Anatot, en el país de Benjamín, porque tú tienes el derecho de adquisición y de
rescate: cómpramelo". Yo comprendí que esa era la palabra del Señor; 9 compré a Janamel, el
hijo de mi tío, el campo que está en Anatot, y le pesé la plata: diecisiete siclos de plata. 10 Hice
la escritura, la sellé, la certifiqué con testigos y pesé la plata en una balanza. 11 Luego tomé la
escritura de la compra –la que había sido sellada, con las cláusulas y las estipulaciones, y la
que había quedado abierta– 12 y la entregué a Baruc, hijo de Nerías, hijo de Maasías, en
presencia de Janamel, el hijo de mi tío, en presencia de los testigos que habían firmado la
D
escritura de la compra, y en presencia de todos los judíos que estaban en el patio de la
guardia.
13 Luego, a la vista de ellos, di esta orden a Baruc: 14 "Así habla el Señor de los ejércitos, el
Dios de Israel: Toma estas escrituras –la que está sellada y la que está abierta– y mételas en
LS
una vasija de arcilla, para que se conserven por mucho tiempo. 15 Porque así habla el Señor
de los ejércitos, el Dios de Israel: De nuevo se comprarán casas, campos y viñas en este país".
cuyo nombre es Señor de los ejércitos, 19 grande en consejo y poderoso en obras, que tienes
los ojos abiertos sobre los caminos de los hombres, para dar a cada uno según su conducta y
según el fruto de sus acciones! 20 Tú has hecho signos y prodigios en el país de Egipto, y
también en Israel y entre los hombres hasta el día de hoy, y así te has ganado un renombre,
O
como se ve en el día de hoy. 21 Tú has hecho salir a tu pueblo Israel del país de Egipto, con
signos y prodigios, con mano fuerte y brazo poderoso, provocando un gran terror. 22 Tú les
has dado esta tierra, como se lo habías jurado a sus padres, una tierra que mana leche y miel.
23 Pero cuando entraron y tomaron posesión de ella, no escucharon tu voz ni caminaron según
ST
tu Ley: no hicieron nada de lo que tú les habías mandado, y tú les enviaste toda esta
desgracia. 24 Ahora, los terraplenes llegan hasta la ciudad para expugnarla, y la ciudad va a
ser entregada, por la espada, el hambre y la peste, en manos de los caldeos que combaten
contra ella. Así se ha cumplido lo que tú habías dicho, y tú lo estás viendo. 25 Sin embargo,
eres tú el que me ha dicho: ‘Compra el campo a precio de plata y toma unos testigos’, mientras
la ciudad es entregada en manos de los caldeos".
SY
26 La palabra del Señor llegó a Jeremías en estos términos: 27 Yo, el Señor, soy el Dios de
O
hombres ni habitantes ni animales, se oirá de nuevo 11 el grito de alegría y el grito de júbilo, el
canto del esposo y el canto de la esposa, y el canto de los que dicen, mientras presentan el
sacrificio de alabanza en la Casa del Señor:
EM
"Den gracias al Señor de los ejércitos,
Sí, yo cambiaré la suerte de este país, y será como al principio, dice el Señor.
D
12 Así habla el Señor de los ejércitos: En este lugar que está desierto, sin hombres ni
animales, y en todas sus ciudades, habrá de nuevo un redil donde los pastores harán
descansar a sus rebaños. 13 En todas las ciudades de la Montaña, en las ciudades de la
Sefelá, en las ciudades del Négueb, en el país de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén y
LS
en las ciudades de Judá, las ovejas pasarán de nuevo bajo las manos del que las recuenta,
dice el Señor.
14 Llegarán los días –oráculo del Señor– en que yo cumpliré la promesa que
O
en el país. 16 En aquellos días, estará a salvo Judá y Jerusalén habitará segura. Y la llamarán
así: "El Señor es nuestra justicia". 17 Porque así habla el Señor: Nunca le faltará a David un
ST
19 La palabra del Señor llegó a Jeremías en estos términos: 20 Así habla el Señor: Si ustedes
pueden romper mi alianza con el día y mi alianza con la noche, de manera que el día y la
SY
O
cada uno hizo retornar a su esclavo y a su esclava, que habían dejado enteramente libres, y
los redujeron de nuevo a la esclavitud.
17 Por eso, así habla el Señor: Ustedes no me han escuchado, proclamando cada uno la
EM
liberación de su hermano y de su prójimo. Ahora, yo proclamo para ustedes una liberación –
oráculo del Señor–: los dejo librados a la espada, a la peste y al hambre, y los convertiré en un
motivo de horror para todos los reyes de la tierra. 18 Y a los hombres que transgredieron mi
alianza, que no cumplieron las cláusulas del pacto que habían concertado en mi presencia, los
trataré como al ternero que ellos cortaron en dos y entre cuyos pedazos pasaron. 19 A los jefes
de Judá y a los jefes de Jerusalén, a los eunucos y a los sacerdotes, y a toda la gente del país
que pasaron entre los pedazos del ternero, 20 los entregaré en manos de sus enemigos y en
D
manos de los que atentan contra sus vidas, y sus cadáveres serán pasto de los pájaros del
cielo y de los animales de la tierra. 21 En cuanto a Sedecías, rey de Judá, y a sus jefes, los
entregaré en manos de sus enemigos, en manos de los que atentan contra sus vidas, y en
manos del ejército del rey de Babilonia, que acaba de levantar el asedio. 22 Yo daré una orden
–oráculo del Señor– y los haré volver hacia esta ciudad: combatirán contra ella, la tomarán y la
LS
incendiarán. Y a las ciudades de Judá las convertiré en un país desolado y sin habitantes.
35 1 Palabra que llegó a Jeremías de parte del Señor, en los días de Joaquím, hijo de Josías,
rey de Judá, en estos términos: 2 "Ve al clan de los recabitas y habla con ellos; llévalos a la
Casa del Señor, a una de las salas, y dales a beber vino". 3 Yo tomé entonces a Iaazanías, hijo
O
de Jeremías, hijo de Jabasinías, así como a sus hermanos, a todos sus hijos y a toda la familia
de los recabitas. 4 Los llevé a la Casa del Señor, a la sala de los hijos de Janán, hijo de
Igdalías, hombre de Dios, la que estaba al lado de la sala de los jefes, encima de la sala de
Maasías, hijo de Salúm, guardián del umbral. 5 Luego puse ante los hijos de la familia de los
O
carpas durante toda la vida, a fin de vivir largos días sobre el suelo donde ustedes residen
como extranjeros. 8 Y nosotros hemos obedecido las instrucciones de Jonadab, hijo de Recab,
nuestro antepasado, en todo lo que él nos ordenó: nosotros no bebemos vino durante toda la
vida, lo mismo que nuestras mujeres, nuestros hijos y nuestras hijas; 9 no edificamos casas
para habitar, no tenemos viñas ni campos ni sembrados, 10 sino que habitamos en carpas. Así
obedecemos y obramos en todo conforme a lo que nos ha ordenado Jonadab, nuestro
SY
antepasado. 11 Pero cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, subió contra el país, dijimos:
Vengan, entremos en Jerusalén para escapar del ejército de los caldeos y del ejército de Arám.
36 1 El cuarto año de Joaquím, hijo de Josías, rey de Judá, llegó a Jeremías esta palabra de
O
parte del Señor: 2 Toma un rollo y escribe en él todas las palabras que yo te he dicho acerca
de Israel, de Judá y de todas las naciones, desde que comencé a hablarte en tiempos de
Josías, hasta el día de hoy. 3 Tal vez los de la casa de Judá, al enterarse de todo el mal que
tengo pensado hacerles, se vuelvan cada uno de su mal camino, y así yo pueda perdonarles
EM
su iniquidad y su pecado.
4 Jeremías llamó a Baruc, hijo de Nerías, y Baruc escribió en un rollo, bajo el dictado de
Jeremías, todas las palabras que el Señor le había dicho. 5 Luego Jeremías dio esta orden a
Baruc: "Yo estoy impedido; no puedo entrar en la Casa del Señor. 6 Por eso irás tú, y leerás
las palabras del Señor en el rollo que has escrito bajo mi dictado. Lo harás a oídos del pueblo,
en la Casa del Señor, en el día del ayuno; y que lo oigan también todos los hombres de Judá
D
que vengan de sus ciudades. 7 Tal vez su plegaria llegue hasta el Señor, y se vuelva cada uno
de su mal camino. Porque es grande la ira y el furor con que el Señor ha amenazado a este
pueblo". 8 Baruc, hijo de Nerías, hizo exactamente lo que le había ordenado el profeta
Jeremías, leyendo en el rollo las palabras del Señor, en la Casa del Señor.
LS
9 El quinto año de Joaquím, hijo de Josías, rey de Judá, en el noveno mes, se convocó para un
ayuno delante del Señor a todo el pueblo de Jerusalén y a todo el pueblo que llegaba de las
ciudades de Judá a Jerusalén. 10 Entonces Baruc leyó en el rollo las palabras de Jeremías, en
la Casa del Señor, en la sala de Guemarías, hijo de Safán, el secretario, en el atrio superior, a
la entrada de la puerta Nueva de la Casa del Señor ; y lo hizo en presencia de todo el pueblo.
11 Miqueas, hijo de Guemarías, hijo de Safán, al oír todas las palabras del Señor escritas en el
O
rollo, 12 bajó a la casa del rey, a la sala del secretario, donde estaban sesionando todos los
jefes: Elisamá, el secretario, Delaías, hijo de Semaías, Elnatán, hijo de Acbor, Guemarías, hijo
de Safán, Sedecías, hijo de Ananías, y todos los demás jefes. 13 Y Miqueas les contó todo lo
que había oído cuando Baruc leía en el rollo, delante de todo el pueblo.
O
14 Entonces todos los jefes enviaron a Iehudí, hijo de Natanías, hijo de Selemías, hijo de Cusí,
para que dijera a Baruc: "Toma el libro que has leído en presencia del pueblo y ven". Baruc,
hijo de Nerías, tomo consigo el rollo y se presentó ante ellos. 15 Ellos le dijeron: "Siéntate y
ST
léelo delante de nosotros". Baruc lo leyó delante de ellos. 16 Y cuando oyeron todas las
palabras, temblando, se miraron unos a otros, y exclamaron: "Es preciso que comuniquemos al
rey todas estas palabras". 17 Luego interrogaron a Baruc, diciendo: "Indícanos cómo has
escrito todas estas palabras". 18 Baruc les respondió: "Jeremías me dictaba de viva voz todas
estas palabras, y yo escribía con tinta en el rollo". 19 Los jefes dijeron a Baruc: "Ve y ocúltate,
tú lo mismo que Jeremías; que nadie sepa dónde están". 20 Y después de depositar el rollo en
SY
O
Arresto y encarcelamiento de Jeremías
11 Como el ejército de los caldeos se había alejado de Jerusalén por el avance de las tropas
del Faraón, 12 Jeremías quiso salir de Jerusalén para ir al país de Benjamín, a fin de ocuparse
EM
allí de una repartición de bienes en medio de los suyos. 13 Y mientras estaba en la puerta de
Benjamín, donde se encontraba un capitán de guardias llamado Jirías, hijo de Selemías, hijo
de Ananías, este detuvo al profeta Jeremías, diciendo: "¡Vas a pasarte a los caldeos!". 14
Jeremías respondió: "¡Es falso! Yo no me paso del lado de los caldeos". Pero Jirías no lo
escuchó; detuvo a Jeremías y lo llevó ante los jefes. 15 Estos se irritaron contra Jeremías, lo
golpearon y lo encarcelaron en la casa de Jonatán, el secretario, que habían convertido en
prisión. 16 Así Jeremías fue a parar dentro de una cisterna abovedada y pasó allí mucho
D
tiempo.
la guardia, y ordenó que le dieran cada día una rosca de pan de la calle de los Panaderos,
hasta que no hubiera más pan en la ciudad. Y Jeremías permaneció en el patio de la guardia.
38 1 Sefatías, hijo de Matán, Gueda-lías, hijo de Pasjur, Iucal, hijo de Selemías, y Pasjur, hijo
de Malquías, oyeron las palabras que Jeremías decía a todo el pueblo: 2 "Así habla el Señor:
El que permanezca en esta ciudad morirá por la espada, el hambre y la peste; el que se rinda a
ST
los caldeos vivirá y su vida será para él un botín: sí, él quedará con vida. 3 Así habla el Señor:
Esta ciudad será entregada al ejército del rey de Babilonia, y este la tomará".
4 Los jefes dijeron al rey: "Que este hombre sea condenado a muerte, porque con semejantes
discursos desmoraliza a los hombres de guerra que aún quedan en esta ciudad, y a todo el
pueblo. No, este hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia". 5 El rey Sedecías
SY
respondió: "Ahí lo tienen en sus manos, porque el rey ya no puede nada contra ustedes". 6
Entonces ellos tomaron a Jeremías y lo arrojaron al aljibe de Malquías, hijo del rey, que estaba
27 Todos los jefes, en efecto, fueron a ver a Jeremías y lo interrogaron. Pero él les informó
O
ateniéndose a lo que le había ordenado el rey, y ellos lo dejaron tranquilo, porque nadie había
oído la conversación. 28 Jeremías permaneció en el patio de la guardia hasta el día en que
Jerusalén fue tomada. Y él estaba allí cuando Jerusalén fue tomada.
EM
La caída de Jerusalén y la captura de Sedecías
D
jefes del rey de Babilonia.
4 Al ver esto, Sedecías, rey de Judá, y todos los hombres de guerra huyeron de la ciudad,
saliendo de noche por el camino del jardín del rey, por la puerta entre las dos murallas, y
tomaron el camino de la Arabá. 5 Las tropas de los caldeos los persiguieron, y alcanzaron a
LS
Sedecías en las estepas de Jericó. Lo apresaron y lo hicieron subir a Riblá, en el país de
Jamat, ante Nabucodonosor, rey de Babilonia, y este dictó sentencia contra él. 6 El rey de
Babilonia hizo degollar en Riblá a los hijos de Sedecías ante sus propios ojos, y también a
todos los nobles de Judá. 7 A Sedecías le sacó los ojos y lo ató con una doble cadena de
bronce, para llevarlo a Babilonia.
8 Los caldeos incendiaron la casa del rey y las casas del pueblo, y derribaron las murallas de
O
O
Ajicám, respondió a Iojanán, hijo de Caréaj: "No hagas eso, porque es falso lo que tú dices
acerca de Ismael".
El asesinato de Godolías
EM
41 1 Ahora bien, en el séptimo mes, Ismael, hijo de Natanías, hijo de Elisamá, que era de
estirpe real, fue con diez hombres a Mispá, a ver a Godolías, hijo de Ajicám, y comieron todos
juntos allí en Mispá. 2 De pronto, Ismael, hijo de Natanías, se levantó con los diez hombres
que lo acompañaban, e hirieron con la espada a Godolías, hijo de Ajicám, hijo de Safán: así
hicieron morir a quien el rey de Babilonia había designado gobernador del país. 3 Ismael mató
también a todos los judíos que estaban con Godolías en Mispá, y a los guerreros caldeos que
D
se encontraban allí.
4 Al día siguiente del asesinato de Godolías, cuando nadie lo sabía aún, 5 llegaron unos
hombres de Siquém, de Silo y de Samaría, ochenta en total, con la barba raída, la ropa
desgarrada, y con el cuerpo lleno de incisiones, trayendo oblaciones e incienso para
LS
presentarlos en la Casa del Señor. 6 Ismael, hijo de Natanías, les salió al encuentro desde
Mispá. Él iba llorando, y cuando los alcanzó les dijo: "¡Vengan a ver a Godo-lías, hijo de
Ajicám!". 7 Pero cuando llegaron al centro de la ciudad, Ismael, hijo de Natanías, y los hombres
que lo acompañaban, los degollaron y los arrojaron dentro de la cisterna.
8 Entre ellos se encontraban diez hombres, que dijeron a Ismael: "No nos mates, porque
tenemos escondido en el campo trigo, cebada, aceite y miel". Y él desistió de hacerlos morir
O
junto con sus hermanos. 9 La cisterna donde Ismael arrojó los cadáveres de los hombres que
había matado era la gran cisterna que había hecho el rey Asá para defenderse de Basá, rey de
Israel; es esa la que Ismael, hijo de Natanías, llenó de víctimas. 10 Luego Ismael llevó cautivo
a todo el resto de la gente que estaba en Mispá, así como también a las hijas del rey, que
O
La reacción de Iojanán
ST
11 Cuando Iojanán, hijo de Caréaj, y todos los jefes de las tropas que estaban con él, se
enteraron del crimen que había cometido Ismael, hijo de Nata-nías, 12 reunieron a todos los
hombres y fueron a combatir contra él. Lo alcanzaron junto a las grandes Aguas de Gabaón.
13 Al ver a Iojanán, hijo de Caréaj, y a todos los jefes de las tropas que lo acompañaban, toda
la gente que estaba con Ismael se alegró. 14 Toda la gente que Ismael llevaba cautiva desde
SY
Mispá dio media vuelta y se fue con Iojanán, hijo de Caréaj. 15 En cuanto a Ismael, hijo de
Natanías, escapó de Iojanán con ocho hombres, y se fue a territorio amonita.
43 1 Apenas Jeremías terminó de comunicar a todo el pueblo todas las palabras del Señor, su
Dios, las que el Señor le había mandado decirles –las palabras antes mencionadas– 2 Azarías,
hijo de Maasías, Iojanán, hijo de Caréaj, y todos aquellos hombres arrogantes dijeron a
Jeremías: "¡Es falso lo que tú dices! No es el Señor, nuestro Dios, el que te ha enviado a
O
decirnos: ‘No entren en Egipto para residir allí’. 3 Es Baruc, hijo de Nerías, el que te instiga
contra nosotros, a fin de entregarnos en manos de los caldeos, para que ellos nos maten o nos
destierren a Babilonia".
EM
42 19 Pero Jeremías dijo: "Esta es la palabra que el Señor les dirige, resto de Judá: ‘No entren
en Egipto’. Sepan bien que hoy yo les hago una solemne advertencia. 20 Ustedes se han
perjudicado a sí mismos cuando me enviaron ante el Señor, su Dios, diciendo: ‘Ruega en favor
nuestro al Señor, nuestro Dios; comunícanos todo lo que diga el Señor, nuestro Dios, y
nosotros lo haremos’. 21 Hoy se lo he comunicado a ustedes, pero ustedes no han oído la voz
del Señor, su Dios, en nada de lo que él me envió a decirles. 22 Y ahora pueden estar seguros
de que morirán por la espada, el hambre y la peste, en el lugar donde quieren entrar para
D
residir allí".
43 4 Pero Iojanán, hijo de Caréaj, lo mismo que todos los jefes de las tropas y todo el pueblo,
LS
se negaron a escuchar la voz del Señor, que les mandaba quedarse en el país de Judá. 5
Iojanán, hijo de Caréaj, y todos los jefes de las tropas tomaron a todo el resto de Judá, a los
que habían vuelto a residir en el país de Judá, después de haber sido dispersados entre las
naciones vecinas: 6 a los hombres, las mujeres, los niños y las hijas del rey, a todas las
personas que Nebuzaradán, comandante de la guardia, había dejado con Godolías, hijo de
Ajicám, hijo de Safán, y también al profeta Jeremías y a Baruc, hijo de Nerías. 7 Y ellos
entraron en el país de Egipto, porque no escucharon la voz del Señor. Así llegaron a Tafnis.
O
8 La palabra del Señor llegó a Jeremías en Tafnis, en estos términos: 9 Toma en tus manos
O
unas piedras grandes, y húndelas, a la vista de algunos judíos, en el cemento del piso de
ladrillos que está a la entrada de la casa del Faraón, en Tafnis. 10 Luego les dirás: Así habla el
Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Miren que yo mando traer a Nabucodonosor, rey de
Babilonia, mi servidor: él instalará su trono encima de estas piedras que yo he hundido, y
ST
O
¿acaso hacemos tortas con su figura y le derramamos libaciones sin el consentimiento de
nuestros maridos?".
EM
20 Jeremías dijo entonces a todo el pueblo, a los hombres, a las mujeres y a toda la gente que
le había dado esa respuesta: 21 "¿Acaso el Señor no recordó y tuvo bien presente ese
incienso que ustedes quemaban en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, ustedes
y sus padres, sus reyes y sus príncipes, y también el pueblo del país? 22 Y como el Señor ya
no podía soportar las malas acciones y las abominaciones que ustedes cometían, su país se
ha convertido en un desierto, una devastación y una maldición, y ha quedado despoblado,
D
como en el día de hoy. 23 Porque ustedes quemaron incienso y pecaron contra el Señor,
porque ustedes no escucharon la voz del Señor ni caminaron según su Ley, sus preceptos y
sus testimonios, por eso les ha sobrevenido esta desgracia, como en el día de hoy".
24 Jeremías dijo a todos los hombres y a todas las mujeres: "Escuchen la palabra del Señor,
LS
todos ustedes, gente de Judá, que están en el país de Egipto: 25 Así habla el Señor de los
ejércitos, el Dios de Israel: Ustedes, las mujeres, con su boca han declarado esto, y con sus
manos lo han llevado a cabo: ‘Cumpliremos nuestros votos de quemar incienso a la Reina de
los cielos y derramarle libaciones’. Muy bien: ¡cumplan sus votos, hagan libaciones! 26 Pero
escuchen la palabra del Señor, todos ustedes, gente de Judá que habitan en el país de Egipto:
Juro por mi gran Nombre – dice el Señor– que mi Nombre no será más invocado por la boca
de ningún hombre de Judá, y que nadie dirá: ¡Por la vida del Señor! en todo el país de Egipto.
O
27 Yo vigilo sobre ustedes para mal y no para bien: todos los hombres de Judá que están en el
país de Egipto desaparecerán completamente por la espada y por el hambre, hasta ser
exterminados. 28 Sólo unos pocos librados de la espada retornarán de Egipto al país de Judá.
Y todo el resto de Judá, los que entraron en el país de Egipto para residir allí, sabrán qué
O
29 Y esta será para ustedes –oráculo del Señor– la señal de que yo voy a castigarlos, en este
lugar, a fin de que sepan que mis palabras contra ustedes se cumplirán seguramente para su
ST
propio mal: 30 Así habla el Señor: Voy a entregar al faraón Jofrá, rey de Egipto, en manos de
sus enemigos y en manos de los que atentan contra su vida, como entregué a Sedecías, rey
de Judá, en manos de su enemigo Nabucodonosor, rey de Babilonia, que intentaba quitarle la
vida".
45 1 Palabra que el profeta Jeremías dirigió a Baruc, hijo de Nerías, cuando él, bajo el dictado
Put que empuñan el escudo, y lidios que tensan el arco!". 10 Pero ese día es para el Señor de
los ejércitos un día de venganza para vengarse de sus adversarios. La espada devora y se
O
sacia, se abreva de su sangre. Porque el Señor de los ejércitostiene un sacrificio en el país del
Norte, junto al río Éufrates. 11 ¡Sube a Galaad, recoge bálsamo, virgen, hija de Egipto! En
EM
vano multiplicas los remedios, tu llaga no cicatriza. 12 Las naciones han conocido tu ignominia,
la tierra está llena de tus gritos, porque un valiente tropieza contra el otro y caen los dos juntos.
Invasión de Egipto
13 Palabra que el Señor dirigió al profeta Jeremías, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia,
D
llegó para atacar al país de Egipto.
14 ¡Anúncienlo en Egipto,
proclámenlo en Nigdol, háganlo oír en Nof y Tafnis! Digan: ¡De pie, prepárate, porque la
LS
espada devora a tu alrededor! 15 ¿Por qué huye Apis, por qué tu Toro no ha resistido? ¡El
volvamos a nuestro pueblo, a nuestra tierra natal, lejos de la espada destructora!". 17 Den
O
este nombre al Faraón,rey de Egipto: "Puro alboroto, pero a destiempo". 18 ¡Juro por mi vida –
oráculo del Rey cuyo nombre es Señor de los ejércitos– que alguien vendrá, como el Tabor
O
entre las montañas y como el Carmelo sobre el mar! 19 Prepara el equipaje para el destierro,
hija que habitas en Egipto, porque Nof será una devastación,incendiada, despoblada.
ST
20 Egipto era una ternera magnífica, un tábano del Norte la acomete. 21 Hasta sus
mercenarios,en medio de ella, eran como terneros cebados; pero ellos también retroceden,
huyen todos juntos, no resisten. Porque les llega el día de su ruina, el tiempo en que tendrán
que dar cuenta. 22 ¡Escuchen! Son como una serpiente que silba, porque avanzan con ímpetu,
SY
llegan hasta ella con hachas como si fueran leñadores; 23 talan su bosque –oráculo del Señor–
Biblia Católica 1651
habitantes. Gritan los hombres, lanzan gemidos todos los habitantes del país.
3 Al fragor de los cascos de sus corceles, al estruendo de sus carros de guerra, al tumulto de
sus ruedas, los padres se desentienden de sus hijos, porque sus manos desfallecen. 4 Es a
O
causa del día que llega para arrasar a todos los filisteos, para cortar a Tiro y a Sidón todo resto
de ayuda. Porque el Señor arrasa a los filisteos, al resto de la isla de Caftor. 5 Gaza se rapó la
EM
cabeza, Ascalón está perdida. Asdod, resto de los anaquitas, ¿hasta cuándo te harás
incisiones? 6 ¡Ah, espada del Señor! ¿Hasta cuándo no descansarás? ¡Vuelve a tu vaina,
quédate tranquila y cálmate! 7 ¿Cómo puede descansar, cuando el Señor le da una orden?
Hacia Ascalón y hacia la costa del mar, hacia allí le ha dado cita.
D
Oráculo contra Moab48 1 Para Moab. Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel:
¡Ay de Nebo, porque ha sido devastada! ¡Ha sido tomada Quiriataim, la ciudadela está
humillada y deshecha! 2 ¡Ya no existe la gloria de Moab! En Jesbón traman el mal contra ella:
LS
"¡Vengan, extirpémosla como nación!". También tú, Madmén,serás reducida a silencio, la
espada avanza detrás de ti. 3 Oigan el clamor de Joronaim: ¡devastación y desastre total! 4
¡Moab ha sido destrozado, se hacen oír los gritos hasta Soar! 5 Sí, por la cuesta de Lujit la
O
gente sube llorando; sí, por la pendiente de Joronaim se oye un grito: "¡Desastre!". 6 ¡Huyan,
sálvese quien pueda, como un matorral en el desierto! 7 Por haber confiado en tus obras y en
O
con sus sacerdotes y sus príncipes. 8 El devastador ocupará cada ciudad, ni una sola
ST
escapará; perecerá el valley será arrasada la meseta, como lo ha dicho el Señor. 9 Traigan sal
para Moab, porque será completamente destruido; sus ciudades serán una desolación, donde
nadie habita. 10 ¡Maldito el que ejecuta con negligenciael trabajo del Señor! ¡Maldito el que
SY
aparta su espada de la sangre! 11 Moab vivió tranquilo desde su juventud, él reposaba sobre
O
y se ha roto su brazo!
EM
26 ¡Embriáguenlo, porque ha desafiado al Señor! Que Moab se revuelque en su
D
Israel? ¿Lo han sorprendido entre ladrones, para que siempre que hables de él
LS
sacudas la cabeza?
habitantes de Moab!
O
el muy orgulloso:
ST
30 Yo conozco su petulancia
SY
fugitivos exhaustos, pero sale un fuego de Jesbón y una llama de la ciudad de Sijón; ella
devora las sienes de Moab y el cráneo de los turbulentos. 46 ¡Ay de ti, Moab! ¡Ha perecido el
O
pueblo de Quemós! Porque tus hijos son llevados prisioneros, y tus hijas al cautiverio. 47 Pero
yo cambiaré la suerte de Moab, en los días futuros –oráculo del Señor–. Hasta aquí el juicio de
EM
Moab.
¿Acaso Israel no tiene hijos, no tiene heredero? ¿Por qué Milcóm ha heredado Gad y su
D
pueblo se ha establecidoen sus ciudades? 2 Por eso llegan los días –oráculo del Señor– en
que haré oír a Rabá de los amonitas el grito de guerra: ella será una colina desolada, sus
LS
ciudades serán incendiadas, e Israel heredará a sus herederos, dice el Señor. 3 ¡Gime,
Jesbón, porque Hai ha sido devastada, lancen gritos, hijas de Rabá! ¡Pónganse un cilicio,
laméntense,y vayan de aquí para allá por los cercos, porque Milcóm va al cautiverio, con sus
sacerdotes y sus príncipes! 4 ¿Por qué te glorías de los valles, de tu fértil valle, hija apóstata,
O
5 Yo hago venir sobre ti el pánico –oráculo del Señor de los ejércitos– desde todos tus
O
alrededores: ustedes serán expulsados,cada uno por su lado, y nadie reunirá a los fugitivos. 6
7 Para Edóm.
O
¿Quién me citará a juicio?
EM
¿Quién es el pastor que se me opondrá?
D
sus proyectos sobre los habitantes de Temán:
LS
Sí, hasta las ovejas más pequeñasserán arrastradas,
Elám, principio de su fuerza. 36 Haré venir contra Elám cuatro vientos desde los cuatro
O
Los dispersaré a los cuatro vientos, y no habrá ni una sola nación adonde no lleguen los
expulsados de Elám. 37 Aterraré a Elám delante de sus enemigosy delante de los que atentan
EM
contra su vida; atraeré sobre ellos una desgracia, el ardor de mi ira –oráculo del Señor–.
Elám, y haré desaparecer de allí al rey y a los príncipes –oráculo del Señor–. 39 Pero en los
D
Oráculo contra Babilonia: la caída de la ciudad
50 1 Palabra que el Señor dirigió a Babilonia, al país de los caldeos, por medio del profeta
han sido humilladas,están destrozados sus ídolos! 3 Porque del Norte sube una nación contra
ella:
O
4 En aquellos días y en aquel tiempo –oráculo del Señor– vendrán los hijos de Israel, junto con
los hijos de Judá; irán llorando mientras caminan y buscarán al Señor, su Dios. 5 Preguntarán
SY
por el camino de Sión, con el rostro vuelto hacia ella: "¡Vengan, unámonos al Señor en una
Biblia Católica 1661
relinchen como padrillos!
O
Ahora es la última de las naciones,
EM
un desierto, un páramo, una estepa. 13 A causa de la irritación del Señor, no será más
habitada, toda ella será una desolación. El que pase por Babilonia quedará pasmado y silbará
D
14 ¡Formen fila alrededor de Babilonia, todos ustedes, los que tensan el arco; disparen contra
ella,no ahorren las flechas, porque ha pecado contra el Señor! 15 ¡Lancen alaridos a su
alrededor! Ella se rinde, caen sus bastiones, se derrumban sus murallas. ¡Esta es la venganza
LS
del Señor! ¡Vénguense de ella, háganle lo mismo que ella hizo! 16 Supriman de Babilonia al
La repatriación de Israel
17 Israel era una oveja descarriada, ahuyentada por los leones. Primero la devoró el rey de
O
Dios de Israel: Voy a pedir cuenta al rey de Babilonia y a su país, como le pedí
les ha llegado el día, el tiempo de dar cuenta! 28 ¡Oigan! Fugitivos y prófugos de Babel vienen
O
29 Convoquen a los arqueros contra Babel, a todos los que tensan el arco; acampen contra
ella, a su alrededor, que no escape ni uno solo. ¡Retribúyanle conforme a sus obras, trátenla
EM
según lo que ella hizo, porque ha sido arrogante con el Señor, con el Santo de Israel! 30 Por
eso caerán sus jóvenes en las plazas y todos sus hombres de guerraperecerán en aquel día –
oráculo del Señor–. 31 Aquí estoy contra ti, Arrogante, –oráculo del Señor de los ejércitos–
porque ha llegado tu día, el tiempo en que tendrás que dar cuenta. 32 Entonces tropezará y
D
caerá la Arrogante, sin que nadie la haga levantar. Prenderé fuego a sus ciudades y él
sus carceleros los retienen y se niegan a soltarlos. 34 Pero su redentor es fuerte, su nombre
O
es Señor de los ejércitos: él si que defenderá su causa para dar tranquilidad a la tierra y hacer
temblar a los habitantes de Babel. 35 ¡Una espada contra los caldeos –oráculo del Señor– y
O
sobre los habitantes de Babel, sobre sus príncipes y sus sabios! 36 ¡Una espada sobre sus
adivinos, y ellos desvarían! ¡Una espada sobre sus guerreros, y son presa del pánico! 37 ¡Una
ST
espada sobre sus caballos y sus carros, y sobre la mezcla de genteque hay en ella, y se
vuelven como mujeres! ¡Una espada sobre sus tesoros, y son saqueados! 38 ¡Una espada
sobre sus aguas, y ellas se secan! Porque es un país de ídolos y se glorían de esas figuras
SY
horrendas.
39 Por eso las fieras del desierto habitarán allí con las hienas, y vivirán allí los avestruces;
Biblia Católica 1665
y contra los habitantes de Leb Camai
un viento arrasador!
O
para que la avienten y vacíen su tierra.
EM
en el día de su desgracia!
y se yerga en su coraza.
D
consagren al exterminio todo su ejército.
El fin de Babilonia
O
6 ¡Huyan de en medio de Babilonia y sálvese quien pueda! ¡No perezcan por culpa de ella!
Porque este es para el Señorel tiempo de la venganza: él le dará su merecido. 7 Babilonia era
ST
una copa de oro en la mano del Señor, para embriagar a toda la tierra; las naciones bebieron
su vino, por eso se enloquecieron. 8 De pronto cayó Babilonia y se quebró. –¡Giman por ella!
Traigan bálsamo para su dolor, a ver si se cura. 9 –Hemos querido curar a Babilonia, pero no
SY
sanó. –¡Déjenla y vayámonos, cada uno a su país, porque el juicio contra ellallega hasta el
prefectos. 24 Pero yo haré pagar a Babilonia y a todos los habitantes de Caldea, a la vista de
ustedes, todo el mal que ellos hicieron en Sión –oráculo del Señor–. 25 ¡Aquí
O
estoy contra ti, Montaña de la Destrucción–oráculo del Señor– que destruías
toda la tierra! Extenderé mi mano contra ti, te haré rodar de lo alto de las
EM
rocas y haré de ti una montaña de brasas. 26 No se extraerá de ti ni piedra
del Señor–.
D
Marcha sobre Babilonia y conquista de la ciudad
27 ¡Levanten un estandarte en el país, toquen la trompeta entre las naciones! Convoquen a las
nacionespara la guerra santa, recluten a los reinos contra ella: a Ararat, Miní y Asquenaz.
LS
Designen oficiales para el reclutamiento,
hagan avanzar los caballoscomo langostas erizadas. 28 Alisten naciones contra ella, al rey de
Media, a sus gobernadoresy a todos sus prefectos, a toda la tierra bajo su dominio.29 La tierra
O
tiembla y se sacude, porque se cumple contra Babelel proyecto del Señor de reducir su país a
quedaron en las fortalezas; se ha secado su vigor, se han vuelto como mujeres; sus moradas
han sido incendiadas, se han roto sus cerrojos. 31 Va corriendo un emisario tras otro, un
ST
mensajero tras otro, para anunciar al rey de Babilonia que toda su ciudad ha sido tomada. 32
Los vados han sido ocupados, los bastiones, incendiados, los hombres de guerra están
despavoridos.33 Porque así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: La hija de
SY
O
39 Mientras entran en calor,les preparo un festín,
EM
así dormirán un sueño eterno
y no se despertarán
D
como carneros y chivos.
devastada Babilonia en medio de las naciones! 42 El mar subió contra Babel, la cubrió el
tumulto de sus olas. 43 Sus ciudades son una devastación, un páramo, una estepa, nadie
O
sacaré de su boca lo que se tragó; las naciones no afluirán más hacia él, y hasta el muro de
ST
Babilonia caerá. 45 ¡Salgan de en medio de ella,pueblo mío, y salve cada uno su vida del
ardor de la ira del Señor! 46 No se descorazonen, ni teman por los rumoresque se oirán en el
país. Un año correrá un rumor y otro al año siguiente: la violencia reinará en el país y un tirano
SY
se levantará contra otro. 47 Porque llegarán los días en que pediré cuenta a los ídolos de
O
ellos dormirán el sueño eterno
y no se despertarán
EM
–oráculo del Rey
D
serán arrasados por completo,
serán incendiadas.
LS
Así, los pueblos se fatigan por nada
59 Esta es la orden que el profeta Jeremías dio a Seraías, hijo de Nerías, hijo de Maasías,
O
cuando este partió para Babilonia con Sedecías, rey de Judá, en el cuarto año de su reinado.
Seraías era el encargado de las etapas durante la marcha. 60 Jeremías había escrito en un
libro toda la desgracia que debía sobrevenir a Babilonia, todas estas palabras escritas contra
Babilonia. 61 Y Jeremías dijo a Seraías: "Cuando llegues a Babilonia, procura leer en voz alta
ST
O
21 En lo que respecta a las columnas, la altura de una columna era de nueve metros; un hilo
de seis metros medía su circunferencia; su espesor era de cuatro dedos, y era hueca por
dentro. 22 Estaba rematada por un capitel de bronce, y la altura del capitel era de dos metros y
medio. Sobre el capitel, todo alrededor, había una moldura en forma de red y de granadas,
EM
todo de bronce. La segunda columna, con sus granadas, era igual a la primera. 23 Había
noventa y seis granadas que sobresalían en relieve, y las granadas eran cien en total,
alrededor de toda la red.
D
sacerdote, y a los tres guardianes del umbral. 25 En la ciudad apresó también a un eunuco,
que estaba al frente de los hombres de guerra, a siete hombres del servicio personal del rey
que fueron sorprendidos en la ciudad, al secretario del jefe del ejército, encargado de enrolar al
pueblo del país, y a sesenta hombres del pueblo que estaban en medio de la ciudad. 26
Después de tomarlos prisioneros, Nebuzaradán, comandante de la guardia, los llevó ante el
LS
rey de Babilonia, a Riblá. 27 El rey de Babilonia los mandó golpear y ejecutar en Riblá, en el
país de Jamat. Así fue deportado Judá lejos de su tierra.
31 El trigésimo séptimo año de la deportación de Joaquín, rey de Judá, el día veinticinco del
O
mantenimiento fue asegurado por el rey de Babilonia con una asignación regular para cada
día, hasta el día de su muerte, durante toda su vida.
SY
O
a recibir como esposa, después de haberse "prostituido con tantos amantes". Pero el Señor
nunca niega su perdón al pecador arrepentido (4. 1).
6-13. Jeremías propone una alegoría de los reinos de Israel y de Judá, bajo la imagen de dos
EM
hermanas. Israel, el reino del Norte, había sido devastado por los asirios un siglo antes. Esto
debió ser una lección para Judá, pero ella no supo aprovecharla. Ezequiel desarrollará más
tarde esta misma comparación (Ez. 23).
D
5.
24. "Ignominia": alusión despectiva a los dioses paganos (11. 13; Os. 9. 10).
17. Estos "centinelas" son los profetas, enviados por el Señor para prevenir al pueblo de los
peligros que lo amenazan y que ellos son los primeros en advertir (Ez. 3. 1621; 33. 1-9).
O
7 Jeremías pronuncio este discurso en el 608 a. C., poco después de la muerte del rey Josías.
O
4. "Templo del Señor": la triple repetición de estas palabras pone de relieve el sentido mágico y
ST
supersticioso que se atribuía al Templo, cuya inmunidad ante cualquier ataque de un enemigo
era un artículo de fe para Israel (Sal. 46; 48; 76).
1 "Una cueva de ladrones": como los ladrones, que primero matan y roban, y luego se
refugian en su guarida, así también los israelitas se creen seguros bajo la protección del
Templo, sin tener en cuenta que para beneficiarse de la presencia del Señor en el Santuario es
SY
necesario observar sus mandamientos. Con estas mismas palabras, Jesús condenará más
tarde los abusos de los que vendían en el Templo las víctimas para los sacrificios (Mt. 21. 13;
5-6. Estos versículos contienen la respuesta del Señor a la pregunta planteada en los vs. 1-4:
O
Jeremías tiene que mantener la fe y la confianza en medio de los sufrimientos, que no son
nada comparados con los que le van a sobrevenir más adelante.
13 1-7. Ver nota 1 Rey. 11. 30.
EM
4. "Perat" es el nombre bíblico del Éufrates. Como es inverosímil que Jeremías haya ido dos
veces hasta ese río situado a 1.000 kilómetros de Palestina, el lugar mencionado podría ser
una localidad benjaminita llamada Pará (Jos. 18. 23), que se encuentra a una hora de camino
al nordeste de Anatot. De todas maneras, hay una alusión velada al río Éufrates, que aquí
representa a Babilonia. Judá es la "faja" que se ha corrompido al entrar en contacto con la
idolatría babilónica.
D
18. El "rey" es Joaquín, que fue deportado a Babilonia junto con su madre en el 597
a.C. Ver 22. 24-26; 29.2; 2 Rey. 24. 10-17.
4. "Manasés" fue el más impío e idólatra entre los reyes de la dinastía davídica (2 Rey 21. 1-18;
23. 26).
O
16 1-4. El celibato de Jeremías tiene un valor de signo. El Señor lo llama a vivir en la soledad y
O
14-15. Para atenuar la severidad del oráculo anterior, un redactor introdujo aquí estas
palabras, que se vuelven a encontrar casi textualmente en 23. 7-8.
17 1-2. El pecado se ha extendido por todas partes: está arraigado en el corazón de cada uno
(13. 23) y puesto de manifiesto en los numerosos "altares" consagrados a los ídolos.
23 5. La palabra "germen" se convirtió en una expresión clásica para designar al futuro Mesías
(33. 15; Zac. 3. 8; 6. 12). Ver Is. 11. 1.
33-40. Este pasaje juega con el doble significado de una palabra hebrea, que puede significar,
O
según el contexto, "oráculo" o "carga".
24 Después de la primera deportación a Babilonia, acaecida en el 597 a.C., los que habían
quedado en Jerusalén se consideraban privilegiados y pensaban que sólo los exiliados habían
EM
recibido el castigo merecido por sus pecados. La visión de Jeremías desmiente esta falsa
opinión: los deportados son ahora la porción elegida del Pueblo de Dios, de la que nacerá el
nuevo Israel.
8. "Los que habitan en el país de Egipto" son los que partieron al destierro junto con el rey
Joacaz (2 Rey. 23. 34) y quizá también algunos judíos partidarios de Egipto, que se refugiaron
en ese país cuando Nabucodonosor invadió Palestina en el 588 a.
D
C.
25 1-13a. Este pasaje ofrece un breve resumen de la predicación de Jeremías antes del exilio.
11. "Durante setenta años": esta cifra no debe ser interpretada con rigor matemático. Jeremías
sólo quiere indicar un largo período de tiempo, que equivale aproximadamente a lo que dura la
vida de un hombre (Sal. 90. 10). Es sabido, además, que el número 70 tiene en la Biblia un
valor simbólico (Gn. 46. 27; 50. 3; Éx.
15. 27; Jc. 1. 7; Is. 23. 15). Ver 2 Crón. 36. 21; Dan. 9. 2.
O
15. La "copa de vino" es un símbolo de la ira divina que aparece frecuentemente en la Biblia
(49. 12; 51. 7; Is. 51. 17; Ez. 23. 31-34; Sal. 75. 9; Hab. 2. 16). La ira del Señor es concebida
como un vino embriagador que va llenando la copa hasta desbordar sobre las naciones
O
pecadoras.
26 Este relato muestra la repercusión que tuvo el discurso de Jeremías contra el Templo (7. 1-
15), pronunciado a comienzos del reinado de Joaquím, es decir, entre el 609 y el 608 a.C.
toda resistencia es inútil, porque detrás de Nabucodonosor está la mano del Señor, que rige el
destino de los pueblos. Pero este sometimiento será transitorio, porque también a Babilonia le
8-11. Más que por razones de solidaridad, la "liberación" de los esclavos estaba determinada
O
por las necesidades del asedio: o bien los patrones ya no podían seguir manteniéndolos, o
bien era necesario aumentar el número de los combatientes. De hecho, cuando el asedio se
levantó momentáneamente, el pacto ya no tuvo más vigencia.
EM
14. Ver Éx. 21. 2; Deut. 15. 12.
18. Sobre este antiguo rito de alianza, ver nota Gn. 15. 9-10.
35 2. Los "recabitas" se mantenían fieles al ideal de vida nómada, tal como lo habían vivido los
israelitas en el desierto. En su afán por no contaminarse con la religión de Baal, rechazaban la
civilización urbana y la vida agrícola, en especial el cultivo de la vid. Jeremías los propone
D
como un ejemplo para Israel: mientras que los recabitas se mantenían rigurosamente fieles a
sus tradiciones ancestrales, los israelitas no hacían más que apartarse del Señor.
43 9. El sentido de esta acción simbólica es claro: Jeremías debe preparar la base sobre la que
Nabucodonosor, el instrumento del castigo divino, erigirá su trono en Egipto.
13. "Bet Semes" -es decir, "Casa del Sol"- es la Heliópolis de los griegos, situada a unos diez
O
a 47 4. "Caftor": generalmente se identifica este lugar con la isla de Creta. Sin embargo,
también puede designar de una manera más general las islas del mar Egeo, ya que los filisteos
59. Esta fecha corresponde al 594 a.C., cincuenta y cinco años antes de la caída de Babilonia.
O
52 4-16. Ver Jer. 39. 1-10.
EM
deportación a Babilonia. El "año decimoctavo" es el 587, fecha de la segunda deportación.
30. Esta fecha corresponde al 582-581 a.C. Se ignoran las circunstancias de esta tercera
deportación, que no aparece mencionada en el relato paralelo de 2 Rey 25.
Lamentaciones
Este Libro consta de cinco poemas que evocan la ruina de Jerusalén, acaecida en el 587 a. C.,
D
y están escritos en el estilo de las elegías fúnebres de esa época. Aunque se inspiran en las
ideas y las expresiones de Jeremías y suelen llevar su nombre, las LAMENTACIONES no son
obra de aquel célebre profeta, sino de algunos judíos que permanecieron en Jerusalén
después de la catástrofe. Las cuatro primeras Lamentaciones son alfabéticas, es decir, cada
estrofa comienza con una letra hebrea, siguiendo el orden del alfabeto.
LS
Al dolor provocado por la destrucción de la Ciudad santa y a las quejas desgarradoras frente a
la triste situación en que se encontraban sus habitantes, sigue una profunda reflexión,
madurada a la luz de esa misma desgracia. "Jerusalén ha pecado gravemente y se ha
convertido en algo inmundo" (1. 8). "Examinemos a fondo nuestra conducta y volvamos al
Señor" (3. 40). Este humilde reconocimiento de las propias culpas, tantas veces denunciadas
por los profetas anteriores al exilio, está acompañado de una ardiente súplica por la
O
restauración de Israel, que se apoya a su vez en las predicciones mesiánicas de los profetas y
es muy semejante a la de los Salmos 44; 80; 89.
Las Lamentaciones son utilizadas por la liturgia judía en cada aniversario de la destrucción de
O
Jerusalén, y es muy natural que el Cristianismo las haya incorporado a la liturgia de la Semana
Santa, para evocar la Muerte de Jesús.
PRIMERA LAMENTACIÓN
ST
Jerusalén, "!a Ciudad del gran Rey" (Sal. 48. 3), está en ruinas y se parece a una reina
convertida en esclava. Abandonada por sus antiguos amantes, desolada y privada de su
primitivo esplendor, profanada y despreciada, ella reclama la piedad de los hombres: "
¡Todos ustedes, los que pasan por el camino, fíjense bien y miren si hay un dolor
comparable al mío! " (1. 12). Desde el fondo de su amargura, la Ciudad infiel reconoce
SY
su culpa y pide humildemente a Dios que le haga justicia contra sus enemigos.
O
Zain
EM
7 Jerusalén recuerda sus días de miseria y de vida errante,
cuando cayó su pueblo en poder del adversario, sin que nadie la socorriera.
D
Jet
Tet
9 ¡Hasta en sus vestidos aparece su impureza! ¡Ella no pensó en el futuro, y cayó de manera
O
Iod
Caf
SY
Sade
O
¡Oigan bien, todos los pueblos, y miren mi dolor!
EM
Cof
D
mientras buscaban alimento para recobrar sus fuerzas.
Sin
¡Que llegue el Día que tú has anunciado, y que ellos estén igual que yo!
Tau
SY
22 ¡Que llegue hasta tu presencia toda su maldad! Trátalos como me trataste a mí por todas
He
O
devoró todos sus palacios, destruyó sus fortalezas;
EM
Vau
6 Desmanteló su morada como una huerta, arrasó el Lugar de los encuentros. El Señor hizo
olvidar en Sión las fiestas y los sábados; despreció, en el ímpetu de su ira, al rey y al
D
sacerdote.
Zain
Jet
O
8 El Señor decidió arrasar la muralla de la hija de Sión: tomó sus medidas y no retiró su brazo
juntamente.
Tet
ST
príncipes están entre las naciones, ¡no hay más Ley! Tampoco sus profetas
Iod
O
Pe
EM
17 El Señor ha realizado su designio, ha cumplido su palabra, la que había decretado hace
tiempo: demolió sin compasión, hizo que el enemigo se alegrara de tu suerte, exaltó el poder
de tus adversarios.
Exhortación a Jerusalén
D
Sade
Cof
19 ¡Levántate, y grita durante la noche, cuando comienza la ronda! ¡Derrama tu corazón como
O
agua ante el rostro del Señor ! ¡Eleva tus manos hacia él, por la vida de tus niños pequeños,
Res
¿Puede ser que las mujeres se coman a sus hijos, a los pequeños que antes
mimaban?
¿Puede ser que se asesine en el Santuario al sacerdote y al profeta?
SY
Sin
Biblia Católica 1693
piedras talladas, entorpeció mis senderos.
Dalet
O
del camino y me desgarró, me dejó desolado. 12 Apuntó con su arco
EM
He
D
15 Él me sació de amargura, me abrevó con ajenjo.
Vau
16 Partió mis dientes con un guijarro,me revolcó en la ceniza. 17 Ya no hay paz para mi alma,
LS
me olvidé de la felicidad. 18 Por eso dije: "Se ha agotado mi fuerza y la esperanza que me
Zain
hace más que recordar y se hunde dentro de mí; 21 Pero me pongo a pensar
Jet
Sámec
43 Te has cubierto de indignación y nos has perseguido, ¡has matado sin piedad! 44 Te has
O
cubierto con una nube para que no pase la plegaria. 45 Nos has convertido en basura y
EM
Ain
D
Pe
49 Mis ojos lloran sin descanso, no hay un alivio, 50 hasta que el Señor vuelva su mirada y
LS
observe desde el cielo. 51 Mis ojos me hacen sufrir al ver a las hijas de mi ciudad.
Sade
52 Me han cazado como a un pájaro los que me odian sin razón. 53 Ahogaron mi vida
O
en un pozo y arrojaron piedras sobre mí. 54 Las aguas corrieron sobre mi cabeza, y
Cof
Res
SY
Dalet
O
4 La lengua de las criaturas se pega al paladar a causa de la sed; los niños
EM
He
5 Los que comían manjares exquisitos desfallecen por las calles; los que
Vau
D
6 La iniquidad de la hija de mi pueblo ha superado el pecado de Sodoma, que fue
7 Sus jóvenes eran más puros que la nieve, más blancos que la leche; sus
Jet
O
8 Su semblante se ha vuelto más oscuro que el hollín, no se los reconoce por las calles;
Tet
9 Fueron más dichosos los muertos por la espada, que los muertos por el hambre: aquellos
ST
Iod
10 Las mismas manos de tiernas mujeres cocinaron a sus hijos: ellos les sirvieron de alimento
SY
acercaba nuestro fin, se habían cumplido nuestros días: ¡sí, había llegado
nuestro fin!
O
Cof
19 Nuestros perseguidores erán más veloces que las águilas del cielo: nos
EM
hostigaban en las montañas, nos tendían emboscadas en el desierto.
Res
20 El Ungido del Señor, nuestro aliento vital, quedó atrapado en sus fosas: aquel de
D
Imprecación contra Edóm
Sin
Tau
QUINTA LAMENTACIÓN
O
"¡ Recuerda, Señor. lo que nos ha sucedido, mira y contempla nuestro oprobio!" (5. 1).
Así comienza la hermosa plegaria de la última Lamentación, que, aunque no es
alfabética, tiene la misma cantidad de versículos que el número de letras del alfabeto
hebreo. Dentro de la súplica se hace una exposición detallada de los padecimientos del
ST
pueblo. La herencia del Señor cayó en manos de extranjeros. Los sobrevivientes deben
exponer su vida para poder comer. Ha cesado toda actividad en las puertas de la
ciudad. Pero el Señor "reina para siempre" y "su trono permanece eternamente" (5. 19).
¿Cómo no confiar en él, que es capaz de convertir y renovar a su Pueblo?
Baruc
O
Este breve opúsculo atribuido a BARUC -el discípulo y hombre de confianza del profeta
Jeremías (Jer. 32. 13-14; 36. 1-20; 43. 6-7; 45)- consta de varios fragmentos heterogéneos,
pertenecientes a autores y géneros literarios diversos. Dichos fragmentos, originariamente
EM
independientes, fueron reunidos en un pequeño volumen hacia mediados del siglo II a. C., en
alguna comunidad judía de la Dispersión.
A pesar de sus notables diferencias, los textos reunidos en el libro de Baruc presentan un
rasgo común: todos se refieren explícitamente al exilio babilónico, considerado como una
imagen simbólica de la situación en que se encontraban muchos judíos dispersos en un
ambiente generalmente hostil. Lejos de su patria, ellos llegaron a comprender que el retorno de
D
los deportados a Sión, después del exilio en Babilonia, no podía ser la gloriosa restauración
que el Señor había prometido a Israel (Is. 40 - 66), sino la prefiguración y la garantía de la
misma. Mientras llegaba ese día tan esperado, el libro de Baruc les recordaba que la
conversión a Dios y la búsqueda de la verdadera Sabiduría, identificada con la Ley de Moisés
(4. 1), debían preparar el camino a la intervención definitiva del Señor en favor de su Pueblo.
LS
Introducción
1 1 Texto del escrito que Baruc, hijo de Nerías, hijo de Maasías, hijo de Sedecías, hijo de
Asadías, hijo de Jilquías, escribió en Babilonia, 2 en el año quinto, el séptimo día del mes, en la
época en que los caldeos habían tomado Jerusalén y la habían incendiado.
O
3 Baruc leyó el texto de este escrito en presencia de Jeconías, hijo de Joaquím, rey de Judá, y
de todo el pueblo que había venido para escuchar esta lectura; 4 en presencia de las
autoridades y de los príncipes reales, de los ancianos y de todo el pueblo –desde el más
pequeño hasta el más grande– de todos los que habitaban en Babilonia junto al río Sud. 5 Se
O
derramaron lágrimas, se ayunó y se oró delante del Señor. 6 También se recogió dinero según
las posibilidades de cada uno, 7 y se lo envió a Jerusalén, al sacerdote Joaquím, hijo de
Jilquías, hijo de Salóm, y a los otros sacerdotes y a todo el pueblo que se encontraba con él en
Jerusalén. 8 Baruc ya había recuperado, el décimo día del mes de Siván, los vasos de la Casa
ST
del Señor sacados del Templo, a fin de devolverlos a la tierra de Judá. Eran objetos de plata
que había hecho Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá, 9 después que Nabucodonosor, rey de
Babilonia, deportó desde Jerusalén y llevó a Babilonia a Jeconías, a los príncipes, a los
rehenes, a los nobles y a la gente del país.
10 Les escribieron lo siguiente: Aquí les enviamos dinero; compren con él víctimas para los
SY
holocaustos y los sacrificios por el pecado, y también incienso; hagan ofrendas y preséntenlas
sobre el altar del Señor, nuestro Dios. 11 Rueguen por la vida de Nabucodonosor, rey de
O
Súplica para obtener el perdón
11 Y ahora, Señor, Dios de Israel, que hiciste salir a tu pueblo de la tierra de Egipto con mano
fuerte, con signos y portentos, con gran poder y con el brazo en alto, haciéndote así un
EM
Nombre famoso hasta el día de hoy, 12 nosotros hemos pecado, nos hemos hecho impíos,
hemos incurrido en la injusticia, Señor, Dios nuestro, desobedeciendo todas tus prescripciones.
13 Que tu furor se aparte de nosotros, porque hemos quedado muy pocos entre las naciones
donde nos has dispersado.
14 Escucha, Señor, nuestra oración y nuestra súplica, y por tu honor, líbranos y concédenos el
favor de aquellos que nos han deportado, 15 para que toda la tierra conozca que tú eres el
D
Señor, nuestro Dios, porque tu Nombre ha sido invocado sobre Israel y sobre su raza. 16 Mira,
Señor, desde tu santa morada y piensa en nosotros; inclina tu oído y escucha; 17 abre, Señor,
tus ojos y mira; porque no son los muertos que están en el Abismo, aquellos cuyo espíritu ha
sido arrancado de sus entrañas, los que tributan gloria y justicia al Señor; 18 sino que es el
alma llena de aflicción, y son los que caminan encorvados y sin fuerzas, los ojos debilitados y
LS
el alma hambrienta los que te tributan, Señor, gloria y justicia. 19 No es por las obras de
justicia de nuestros padres y de nuestros reyes, que nosotros presentamos nuestra súplica
delante de tu rostro, Señor, Dios nuestro. 20 Porque tú has enviado sobre nosotros tu furor y tu
indignación, como lo habías anunciado por medio de tus servidores, los profetas, diciendo: 21
Así habla el Señor: Dobleguen sus espaldas y sirvan al rey de Babilonia, y permanecerán en la
tierra que yo he dado a sus padres. 22 Pero si ustedes no escuchan la voz del Señor, sirviendo
al rey de Babilonia, 23 yo haré cesar en las ciudades de Judá y dentro de Jerusalén el grito de
O
gozo y el grito de alegría, el canto del esposo y el canto de la esposa, y todo el país se
convertirá en un desierto sin habitantes. 24 Y nosotros no hemos escuchado tu voz, que nos
mandaba servir al rey de Babilonia; por eso, tú has cumplido la amenaza que habías
pronunciado por medio de tus servidores, los profetas, a saber, que serían sacados de su sitio
O
los huesos de nuestros reyes y los huesos de nuestros padres. 25 Y ahora han sido arrojados
al calor del día y al frío de la noche, después de haber muerto en medio de crueles
sufrimientos, por el hambre, la espada y la peste. 26 Tú has reducido esta Casa sobre la que
había sido invocado tu Nombre, a lo que es en el día de hoy, a causa de la maldad de la casa
ST
27 Sin embargo, tú nos has tratado, Señor, Dios nuestro, conforme a toda tu benignidad y a tu
gran compasión, 28 como lo habías anunciado por medio de Moisés, tu servidor, el día en que
le ordenaste escribir tu Ley en presencia de los israelitas, diciendo: 29 "Si ustedes no escuchan
mi voz, esta grande, esta inmensa muchedumbre será reducida a un pequeño número entre
SY
las naciones adonde los dispersaré. 30 Yo sé, en efecto, que ellos no me escucharán, porque
son un pueblo obstinado y rebelde, pero en la tierra de su exilio, volverán sobre sí mismos 31 y
O
16 ¿Dónde están los jefes de las naciones,
EM
17 y se divertían con las aves del cielo;
D
18 los que trabajaban la plata con tanto cuidado,
que sus obras sobrepasan la imaginación? 19 Ellos han desaparecido, han bajado al Abismo, y
LS
han surgido otros en su lugar. 20 Otros más jóvenes han visto la luz y han habitado sobre la
tierra, pero no han conocido el camino de la ciencia, 21 no han comprendido sus senderos.
Tampoco sus hijos la han alcanzado y se han alejado de sus caminos. 22 No se oyó nada de
O
ella en Canaán, ni se la vio en Temán. 23 Ni siquiera los hijos de Agar, que buscan la ciencia
24 ¡Qué grande, Israel, es la morada de Dios, qué extenso es el lugar de su dominio! 25 ¡Es
ST
grande y no tiene fin, excelso y sin medida!26 Allí nacieron los famosos gigantes de los
27 Pero no fue a ellos a quienes Dios eligió y les dio el camino de la ciencia; 28 ellos
SY
El libro de Baruc concluye con un "mensaje profético", que evoca el dolor de Jerusalén
al ver que sus hijos eran llevados al exilio y anuncia el gozoso retorno de los deportados
a la Tierra que el Señor les había dado como herencia.
O
El castigo de Israel,consecuencia de su infidelidad
EM
memorial viviente de Israel!
D
es por haber excitado la ira de Dios, que fueron entregados a sus enemigos. 7 Ustedes
eterno, el que los sustenta, y entristecieron a Jerusalén, la que los crió. 9 Porque ella, al ver
LS
que la ira del Señor se desencadenaba contra ustedes, exclamó:
El lamento de Jerusalén
cautiverio que el Eterno infligió a mis hijos y a mis hijas. 11 Yo los había criado gozosamente y
los dejé partir con lágrimas y dolor. 12 Que nadie se alegre al verme viuda y abandonada por
O
muchos. Estoy desolada por los pecados de mis hijos, porque se desviaron de la Ley de Dios:
14 ¡Que vengan las vecinas de Sión, y recuerden el cautiverio que el Eterno infligió a mis hijos
y a mis hijas! 15 Porque él hizo venir contra ellos a una nación lejana, una nación insolente, de
SY
lengua desconocida, que no respetó al anciano ni tuvo compasión del niño; 16 que se llevó a
Jerusalén, y contempla la alegría que te viene de Dios.37 Ahí llegan tus hijos, los que habías
visto partir; llegan reunidos desde el oriente al occidente por la palabra del Santo, llenos de
O
gozo por la gloria de Dios. 5 1 Quítate tu ropa de duelo y de aflicción, Jerusalén, vístete para
EM
2 cúbrete con el manto de la justicia de Dios,coloca sobre tu cabeza la diadema de gloria del
Eterno. 3 Porque Dios mostrará tu resplandor a todo lo que existe bajo el cielo.4 Porque
recibirás de Dios para siempre este nombre: "Paz en la justicia" y "Gloria en la piedad". 5
Levántate, Jerusalén, sube a lo alto y dirige tu mirada hacia el Oriente: mira a tus hijos
D
reunidos desde el oriente al occidente por la palabra del Santo, llenos de gozo, porque Dios se
acordó de ellos. 6 Ellos salieron de ti a pie, llevados por enemigos, pero Dios te los devuelve,
traídos gloriosamente como en un trono real. 7 Porque Dios dispuso que sean aplanadas las
LS
altas montañas y las colinas seculares, y que se rellenen los valles hasta nivelar la tierra, para
que Israel camine seguro bajo la gloria de Dios. 8 También los bosques y todas las plantas
aromáticas darán sombra a Israel por orden de Dios, 9 porque Dios conducirá a Israel en la
O
8. Según Esd. 1. 7-11, los vasos sagrados del Templo de Jerusalén fueron devueltos más
tarde, en tiempos de Ciro el Persa.
ST
14. "La Fiesta", sin otra determinación, designa habitualmente la fiesta de lasChozas,
considerada como la festividad por excelencia. Ver Éx. 23. 16; Lev. 23. 34.
Sin embargo, Ezequiel fue ante todo un profeta. El Señor lo estableció como "un
O
presagio para el pueblo de Israel" (12. 6; 24. 24), y él puso en evidencia ante los
exiliados en Babilonia que había "un profeta en medio de ellos" (2. 5;
33. 33). Su función fue semejante a la del "centinela", encargado de dar el grito de alerta
ante la inminencia del peligro y, al mismo tiempo, responsable de aquellos que se
EM
perdían por no haber sido alertados oportunamente (3. 1621).
D
se valen de ellos con cierta discreción, Ezequiel parece complacerse en emplearlos
hasta resultar chocante. Por ese modo de proceder, se lo ha tachado de "excéntrico" e
incluso se ha pensado que padecía de ciertas perturbaciones síquicas. Lo cierto es que
poseía un genio excepcionalmente sensible e imaginativo, a la vez que complejo y
paradójico. Era un "visionario" en el mejor sentido del término. Pero eso no le impedía
LS
expresarse a veces con la fría precisión de un jurista y la sutileza de un casuista o bien
detenerse minuciosamente en la seca enumeración de detalles arquitectónicos.
parte al trabajo redaccional de los discípulos del profeta, que dieron al Libro su forma
definitiva.
Testamento, sobre todo en el Evangelio según san Juan. La Morada definitiva de Dios
entre los hombres, anunciada por Ezequiel (37. 27), es Jesucristo (Jn.
1. 14). Él es también el Buen Pastor que congrega a su Pueblo (34. 11-16; Jn.
10. 11-16), lo hace renacer por el agua y el Espíritu (36. 25-27; Jn. 3. 5) y le da la Vida
ST
(37. 1-14; Jn. 11. 25-26). Las visiones de Ezequiel son asimismo el punto de partida de
casi todas las imágenes con que el Apocalipsis describe la Nueva Jerusalén, cuyo
Templo "es el Señor Dios todopoderoso y el Cordero" (Apoc. 21. 22).
Introducción
SY
1 1 El año treinta, el día quinto del cuarto mes, mientras me encontraba en medio de los
deportados, a orillas del río Quebar, se abrió el cielo y tuve visiones divinas. 2 El día cinco del
O
avanzaban, avanzaban las ruedas, y cuando ellos se detenían, se detenían las ruedas; y
cuando ellos se elevaban por encima del suelo, las ruedas se elevaban al mismo tiempo,
porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.
22 Sobre las cabezas de los seres vivientes, había una especie de plataforma reluciente como
EM
el cristal, que infundía temor y se extendía por encima de sus cabezas. 23 Ellos estaban
debajo de la plataforma con las alas erguidas, tocándose una a la otra, mientras las otras dos
les cubrían el cuerpo. 24 Yo oí el ruido de sus alas cuando ellos avanzaban: era como el ruido
de aguas torrenciales, como la voz del Todopoderoso, como el estruendo de una multitud o de
un ejército acampado. Al detenerse, replegaban sus alas. 25 Y se produjo un estruendo sobre
la plataforma que estaba sobre sus cabezas.
D
26 Encima de la plataforma que estaba sobre sus cabezas, había algo así como una piedra de
zafiro, con figura de trono; y encima de esa especie de trono, en lo más alto, una figura con
aspecto de hombre. 27 Entonces vi un fulgor como de electro, algo así como un fuego que lo
rodeaba desde lo que parecía ser su cintura para abajo; vi algo así como un fuego y una
claridad alrededor de él: 28 como el aspecto del arco que aparece en las nubes los días de
LS
lluvia, así era la claridad que lo rodeaba. Este era el aspecto, la semejanza de la gloria del
Señor. Al verla, caí con el rostro en tierra y oí una voz que hablaba.
que les digas: "Así habla el Señor" . 5 Y sea que escuchen o se nieguen a hacerlo –porque son
un pueblo rebelde– sabrán que hay un profeta en medio de ellos. 6 En cuanto a ti, hijo de
hombre, no les temas ni tengas miedo de lo que digan, porque estás entre cardos y espinas, y
sentado sobre escorpiones; no tengas miedo de lo que digan ni te acobardes delante de ellos,
ST
porque son un pueblo rebelde. 7 Tú les comunicarás mis palabras, sea que escuchen o se
nieguen a hacerlo, porque son un pueblo rebelde.
8 Y tú, hijo de hombre, escucha lo que te voy a decir; no seas rebelde como ese pueblo
rebelde: abre tu boca y come lo que te daré. 9 Yo miré y vi una mano extendida hacia mí, y en
ella había un libro enrollado. 10 Lo desplegó delante de mí, y estaba escrito de los dos lados;
SY
Ante la inminencia del peligro, Ezequiel insiste en uno de los aspectos más innovadores
O
de su mensaje. La salvación o la perdición de un hombre no dependen de sus
antepasados, ni del pueblo al que pertenece, y ni siquiera de su propio pasado. La
afirmación de la solidaridad tanto en el bien como en el mal, no debe ser llevada hasta
el punto de negar la responsabilidad personal. Cada uno es responsable de sí mismo, y
EM
lo que cuenta ante Dios es la actitud del corazón. "La persona que peca, esa morirá; el
hijo no cargará con las culpas del padre, ni el padre cargará con las culpas del hijo.
Sobre el justo recaerá su justicia, y sobre el malvado, su maldad" (18. 20). El Señor no
quiere la muerte del pecador, sino que "se convierta de su mala conducta y viva" (18.
23; 33. 11). Esta categórica afirmación de la responsabilidad individual señala un
notable progreso con respecto al antiguo principio de la retribución colectiva, presente
incluso en el Decálogo (Éx. 20. 5-6; Deut. 5. 910).
D
El profeta atado y reducido a silencio
22 La mano del Señor descendió sobre mí y él me dijo: Levántate, sal al valle y allí te hablaré.
23 Yo me levanté y salí al valle: la gloria del Señor estaba allí como la gloria que había visto
LS
junto al río Quebar, y caí con el rostro en tierra. 24 Entonces un espíritu entró en mí y me hizo
permanecer de pie. Él me habló y me dijo: Ve a encerrarte dentro de tu casa. 25 En cuanto a ti,
hijo de hombre, pondrán sogas sobre ti y te atarán con ellas, para que no puedas presentarte
en medio de ellos. 26 Yo haré que se te pegue la lengua al paladar y quedarás mudo: así
dejarás de reprenderlos, porque son un pueblo rebelde. 27 Pero cuando yo te hable, abriré tu
boca y les dirás: "Así habla el Señor: el que quiera escuchar que escuche, y el que no quiera
escuchar que no escuche", porque son un pueblo rebelde.
O
Jerusalén. 2 Luego la sitiarás: levantarás contra ella torres de asedio, harás terraplenes,
instalarás campamentos y emplazarás a su alrededor máquinas de guerra. 3 Toma en seguida
una sartén de hierro y colócala como muro de hierro entre ti y la ciudad. Mírala fijamente: ella
quedará sitiada y tú serás el que la asedia. Esto es una señal para los israelitas.
ST
4 Acuéstate sobre el lado izquierdo, y yo pondré sobre ti las culpas de los israelitas: tú
cargarás con sus culpas durante todo el tiempo que estés acostado sobre ese lado. 5 Yo te he
fijado un número de días equivalente a los años de su iniquidad: por eso, durante trescientos
noventa días cargarás con las culpas del pueblo de Israel. 6 Al cabo de estos días, te
acostarás por segunda vez, sobre el lado derecho, y cargarás con las culpas del pueblo de
SY
Judá durante cuarenta días: yo te he fijado un día por cada año. 7 Después dirigirás tu rostro y
tu brazo desnudo hacia el asedio de Jerusalén y profetizarás contra ella. 8 Yo te ato con sogas,
O
16 Y cuando arroje contra ustedes las flechas siniestras del hambre, las flechas
exterminadoras que enviaré para destruirlos, yo les haré pasar hambre y acabaré con las
reservas de pan. 17 Enviaré contra ustedes el hambre y las bestias feroces, y ellas te privarán
EM
de tus hijos; pasarán por ti la peste y la sangre, y haré venir la espada contra ti. Yo, el Señor,
he hablado.
6 1 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 2 Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia
las montañas de Israel y profetiza contra ellas. 3 Dirás: Montañas de Israel, escuchen la
D
palabra del Señor. Así habla el Señor a las montañas y a las colinas, a los cauces de los
torrentes y a los valles: Yo haré caer la espada sobre ustedes y haré desaparecer sus lugares
altos. 4 Sus altares serán devastados, sus braseros para el incienso serán destrozados y haré
caer los cadáveres de ustedes delante de sus ídolos. 5 Pondré los cadáveres de los israelitas
delante de sus ídolos y dispersaré sus huesos alrededor de sus altares. 6 En todos los lugares
LS
donde ustedes habiten, las ciudades quedarán en ruinas y los lugares altos serán devastados.
Así quedarán en ruinas y execrados sus altares, destrozados y arrasados sus ídolos,
derribados sus braseros para el incienso y aniquiladas sus obras. 7 Los cadáveres caerán en
medio de ustedes, y así sabrán que yo soy el Señor.
8 Pero yo dejaré mi resto. Y cuando los que se hayan librado de la espada estén en medio de
las naciones, cuando ustedes sean dispersados entre los pueblos, 9 los sobrevivientes se
O
11 Así habla el Señor: Aplaude, patalea y di: "¡Bien hecho!", por todas las execrables
abominaciones del pueblo de Israel, que va a perecer por la espada, el hambre y la peste. 12
ST
El que está lejos morirá por la peste; el que está cerca caerá bajo la espada; y el que quede
sitiado morirá de hambre. Así desahogaré mi furor contra ellos. 13 Y ustedes sabrán que yo
soy el Señor, cuando sus cadáveres estén en medio de sus ídolos, alrededor de sus altares, en
toda colina elevada y en todas las cumbres de las montañas, bajo todo árbol frondoso y bajo
todo terebinto tupido, allí mismo donde ofrecían perfume agradable a todos sus ídolos. 14
Extenderé mi mano contra ellos, haré del país una devastación y una desolación, desde el
SY
desierto hasta Riblá, en todos los lugares donde habitan, y ellos sabrán que yo soy el Señor.
y lo profanarán.
O
23 Llevarán a cabo una matanza,porque el país está lleno de juicios por homicidioyla ciudad
EM
llena de violencia. 24 Haré venir a las naciones más feroces,para que se adueñen de sus
casas; acabaré con la soberbia de los poderososy serán profanados sus santuarios. 25 ¡Llega
la angustia!Buscarán paz, pero no la tendrán; 26 vendrá una desgracia sobre otray una mala
noticia tras otra. Implorarán una visión al profeta,le faltará la enseñanza al sacerdotey el
D
consejo a los
ancianos.
LS
27 El rey estará de duelo,el príncipe se cubrirá de desolacióny temblarán las manos de la
gente. Yo los trataré conforme a su conducta,los juzgaré según sus juicios,y sabrán que yo
soy el Señor.
O
Yo miré y vi una figura con aspecto humano. Desde lo que parecía ser su cintura para abajo,
había fuego, y desde su cintura para arriba, había una especie de claridad, un fulgor como de
electro. 3 Extendió algo así como una mano y me tomó por un mechón de mis cabellos. Un
espíritu me levantó entre la tierra y el cielo y me llevó en una visión divina a Jerusalén, hasta la
ST
entrada de la puerta interior queda hacia el norte, allí donde está emplazado el Ídolo de los
celos que provoca los celos de Dios. 4 Allí estaba la gloria del Dios de Israel, tal como yo la
había visto en el valle. 5 Él me dijo: "Hijo de hombre, levanta tus ojos hacia el norte". Yo
levanté mis ojos hacia el norte y vi que al norte de la puerta del altar, justo a la entrada, estaba
el Ídolo de los celos. 6 Él me dijo: "Hijo de hombre, ¿ves lo que hacen? ¿Ves las grandes
abominaciones que cometen aquí los israelitas para que yo me aleje de mi Santuario? Pero tú
SY
10 1 Yo miré, y sobre la plataforma que estaba encima de la cabeza de los querubines, había
como una piedra de zafiro: por encima de ellos, se veía algo así como la figura de un trono. 2
El Señor dijo al hombre vestido de lino: "Entra en medio del círculo, debajo del querubín, llena
O
tus manos con las brasas incandescentes que están entre los querubines, y espárcelas sobre
la ciudad". Y el hombre entró allí, ante mis propios ojos. 3 Cuando el hombre entró, los
querubines estaban a la derecha de la Casa y la nube llenaba el atrio interior. 4 La gloria del
Señor se elevó por encima del querubín y se dirigió hacia el umbral de la Casa: la nube llenó la
EM
Casa, y el atrio se llenó de la claridad de la gloria del Señor. 5 El ruido de las alas de los
querubines se oyó hasta en el atrio exterior, como la voz del Todopoderoso cuando habla. 6
Cuando el Señor ordenó al hombre vestido de lino que tomara fuego de en medio del círculo,
entre los querubines, el hombre avanzó y se detuvo al lado de la rueda. 7 El querubín extendió
su mano hacia el fuego que estaba entre los querubines, lo tomó y lo puso en las manos del
hombre vestido de lino: este lo recibió y salió. 8 Entonces apareció bajo las alas de los
querubines algo así como una mano de hombre. 9 Yo miré, y vi que había cuatro ruedas al
D
lado de los querubines, una al lado de cada uno, y el aspecto de las ruedas era brillante como
el topacio. 10 En cuanto a su aspecto, las cuatro tenían la misma forma, y era como si una
rueda estuviera metida dentro de otra. 11 Cuando avanzaban, podían ir en las cuatro
direcciones y no se volvían al avanzar, porque iban derecho hacia el lugar adonde estaba
orientada la cabeza, sin volverse al avanzar. 12 Y todo su cuerpo, sus espaldas, sus manos y
LS
sus alas, lo mismo que las ruedas, estaban llenas de ojos, alrededor de las cuatro ruedas. 13
Yo oí que se daba a estas ruedas el nombre de "círculo". 14 Cada uno de ellos tenía cuatro
rostros: el primero era un rostro de querubín, el segundo, un rostro de hombre, el tercero, un
rostro de león y el cuarto, un rostro de águila. 15 Los querubines se elevaron: eran los mismos
seres vivientes que yo había visto a orillas del río Quebar. 16 Cuando los querubines
avanzaban, las ruedas avanzaban al lado de ellos, y cuando desplegaban sus alas para
elevarse por encima del suelo, las ruedas no se apartaban de su lado. 17 Cuando los
O
18 La gloria del Señor salió de encima del umbral de la Casa y se detuvo sobre los querubines.
19 Al salir, los querubines desplegaron sus alas y se elevaron del suelo, ante mis propios ojos,
y las ruedas lo hicieron al mismo tiempo. Ellos se detuvieron a la entrada de la puerta oriental
ST
de la Casa del Señor, y la gloria del Dios de Israel estaba sobre ellos, en lo alto. 20 Eran los
seres vivientes que yo había visto debajo del Dios de Israel a orillas del río Quebar, y reconocí
que eran querubines. 21 Cada uno tenía cuatro rostros y cuatro alas, y una especie de manos
de hombre debajo de sus alas. 22 En cuanto a la forma de sus rostros, era la misma que yo
había visto en una visión a orillas del río Quebar. Cada uno avanzaba derecho hacia adelante.
SY
12 1 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 2 Hijo de hombre, tú habitas en medio
de un pueblo rebelde: ellos tienen ojos para ver, pero no ven, tienen oídos para oír, pero no
oyen, porque son un pueblo rebelde. 3 En cuanto a ti, hijo de hombre, prepara tu equipaje
como si tuvieras que ir al exilio, y parte en pleno día, a la vista de ellos. Emigrarás del lugar
donde te encuentras hacia otro lugar, a la vista de ellos: tal vez así comprendan que son un
O
pueblo rebelde. 4 Sacarás tu equipaje en pleno día, a la vista de ellos, y saldrás por la tarde,
también a la vista de ellos, como salen los deportados. 5 Abrirás un boquete en el muro y
saldrás por él, a la vista de ellos. 6 Cargarás el equipaje sobre tus espaldas y saldrás cuando
sea de noche, cubriéndote el rostro para no ver el país, porque yo te he convertido en un
EM
presagio para el pueblo de Israel.
7 Yo hice exactamente lo que se me había ordenado: saqué mi equipaje en pleno día como
quien parte para el exilio, y por la tarde abrí un boquete en el muro con la mano. Salí cuando
estaba oscuro y cargué el equipaje sobre mis espaldas, a la vista de ellos.
8 A la mañana, la palabra del Señor me llegó en estos términos: 9 Hijo de hombre, ¿no te ha
D
preguntado la casa de Israel, ese pueblo rebelde, qué es lo que estás haciendo? 10 Diles: Así
habla el Señor: Este oráculo se refiere al príncipe que está en Jerusalén y a todo el pueblo de
Israel que vive en medio de ella. 11 Diles también: Yo soy un presagio para ustedes. Lo mismo
que yo hice se hará con ellos: serán deportados e irán al exilio. 12 El príncipe que está en
medio de ellos cargará el equipaje sobre sus espaldas durante la noche, y saldrá por el
LS
boquete que abrirán en el muro para hacerlo salir; y él se cubrirá el rostro, para no ver el país.
13 Yo tenderé mi red sobre él y él quedará preso en mi trampa. Lo llevaré a Babilonia, la tierra
de los caldeos, pero no la verá y morirá allí. 14 Y a todos los que lo rodean, a su guardia y a
todas sus tropas, los dispersaré a todos los vientos y desenvainaré la espada detrás de ellos.
15 Y cuando los disperse entre las naciones y los disemine por los países, sabrán que yo soy
el Señor. 16 Pero dejaré que un pequeño número de ellos escapen de la espada, del hambre y
de la peste, para que cuenten todas sus abominaciones entre las naciones adonde vayan: así
O
17 El Señor me dirigió su palabra en estos términos: 18 Hijo de hombre, comerás tu pan con
estremecimiento y beberás tu agua con inquietud y ansiedad. 19 Y dirás a la población del
país: Así habla el Señor a los habitantes de Jerusalén que viven en la tierra de Israel: Ustedes
comerán su pan con ansiedad y beberán su agua con terror, para que el país quede
ST
horrorizado porque está lleno de la violencia de todos sus habitantes. 20 Las ciudades
habitadas quedarán en ruinas y el país se convertirá en un desierto: así ustedes sabrán que yo
soy el Señor.
21 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 22 Hijo de hombre, ¿qué significa ese
refrán que se escucha en la tierra de Israel: "Pasan los días y no se cumple ninguna visión"?
O
escucharlas.
20 Por eso, así habla el Señor: Yo estoy contra las ligaduras que ustedes usan para atrapar
como pájaros las vidas humanas. Las arrancaré de los brazos de ustedes, y dejaré en libertad
EM
las vidas que ustedes han atrapado. 21 También romperé sus velos, y libraré a mi pueblo de
las manos de ustedes, para que ya no sean una presa en sus manos. Así sabrán que yo soy el
Señor. 22 Ustedes hacen sufrir al justo con engaños, cuando yo no lo hago sufrir, y reconfortan
al impío para que no se convierta de su mala conducta y salve su vida. 23 Por eso, no tendrán
más falsas visiones ni volverán a hacer predicciones: yo libraré a mi pueblo de las manos de
ustedes, y así sabrán que yo soy el Señor.
D
Reprobación de la idolatría
14 1 Algunos de los ancianos de Israel vinieron a verme, y se sentaron ante mí. 2 Entonces la
palabra del Señor me llegó en estos términos: 3 Hijo de hombre, esta gente tiene el corazón
apegado a sus ídolos y ha puesto delante de sí lo que es ocasión de sus culpas. ¿Voy a dejar
LS
que ellos me consulten? 4 Por eso, habla con ellos y diles: Así habla el Señor: Si un hombre de
Israel que tiene el corazón apegado a sus ídolos y ha puesto delante de sí lo que es ocasión
de sus culpas, va y se presenta al profeta, yo mismo, el Señor, me veré obligado a
responderle, a causa de la multitud de sus ídolos. 5 Lo haré, a fin de llegar al corazón del
pueblo de Israel, porque todos se han alejado de mí a causa de sus ídolos.
6 Por eso, di a la casa de Israel: Así habla el Señor: Conviértanse, apártense de sus ídolos;
O
esa culpa: el profeta y el que lo consulta serán igualmente culpables. 11 Así, nunca más el
pueblo de Israel andará errante lejos de mí, y no volverá a mancharse con todas sus rebeldías:
ellos serán mi Pueblo y yo seré su Dios –oráculo del Señor–.
12 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 13 Hijo de hombre, si un país peca contra
mí cometiendo alguna infidelidad, yo extenderé mi mano contra él y agotaré todas sus reservas
Entonces ustedes sabránque yo soy el Señor, cuando vuelva mi rostro contra ellos.
8 Yo haré del país una desolación,porque han sido infieles–oráculo del Señor–.
O
16 1 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 2 Hijo de hombre, da a conocer a
Jerusalén sus abominaciones. 3 Tú dirás: Así habla el Señor a Jerusalén: Por tus orígenes y tu
nacimiento, perteneces al país de Canaán; tu padre era un amorreo y tu madre una hitita. 4 Al
EM
nacer, el día en que te dieron a luz, tu cordón umbilical no fue cortado, no fuiste lavada con
agua para ser purificada ni frotada con sal, ni envuelta en pañales. 5 Nadie se compadeció de
ti para hacerte alguna de esas cosas, sino que fuiste arrojada en pleno campo, porque dabas
asco el día que naciste.
6 Yo pasé junto a ti, te vi revolcándote en tu propia sangre y entonces te dije: "Vive 7 y crece
como un retoño del campo". Tú comenzaste a crecer, te desarrollaste y te hiciste mujer; se
D
formaron tus senos y crecieron tus cabellos, pero estabas completamente desnuda. 8 Yo pasé
junto a ti y te vi. Era tu tiempo, el tiempo del amor; extendí sobre ti el borde de mi manto y cubrí
tu desnudez; te hice un juramento, hice una alianza contigo –oráculo del Señor– y tú fuiste mía.
9 Yo te lavé con agua, limpié la sangre que te cubría y te perfumé con óleo. 10 Te puse un
vestido bordado, te calcé con zapatos de cuero fino, te ceñí con una banda de lino y te cubrí
LS
con un manto de seda. 11 Te adorné con joyas, puse brazaletes en tus muñecas y un collar en
tu cuello; 12 coloqué un anillo en tu nariz, pendientes en tus orejas y una espléndida diadema
en tu cabeza. 13 Estabas adornada de oro y de plata, tu vestido era de lino fino, de seda y de
tela bordada; te alimentabas con la mejor harina, con miel y aceite. Llegaste a ser
extraordinariamente hermosa y te convertiste en una reina. 14 Tu fama se extendió entre las
naciones, porque tu belleza era perfecta gracias al esplendor con que yo te había adornado –
oráculo del Señor–.
O
oro y mi plata, que yo te había regalado, y te fabricaste imágenes de hombres con las que te
prostituiste. 18 Tomaste tus vestidos bordados para cubrirlas, y pusiste delante de ellas mi
aceite y mi incienso. 19 Y el pan que yo te había dado, la mejor harina, el aceite y la miel con
que yo te alimentaba, los ofreciste delante de ellas como perfume de aroma agradable –
ST
20 Tomaste a tus hijos y a tus hijas, los que tú habías engendrado para mí, y los sacrificaste a
esas imágenes como alimento. ¿Acaso no te bastaba con prostituirte, 21 que también
inmolaste a mis hijos y los entregaste, haciéndolos pasar por el fuego en honor de ellas? 22 En
medio de todas tus abominaciones y prostituciones, no te acordaste de los días de tu juventud,
SY
O
53 Yo cambiaré su suerte, la suerte de Sodoma con sus hijas y la suerte de Samaría con sus
hijas, y cambiaré tu suerte en medio de ellas, 54 a fin de que cargues con tu ignominia y
sientas vergüenza de lo que has hecho, para consuelo de ellas. 55 Tu hermana Sodoma y sus
EM
hijas, lo mismo que Samaría y sus hijas, volverán a su antigua condición. Y tú también volverás
a tu antigua condición. 56 ¿Acaso no has comentado muchas cosas acerca de Sodoma, en el
día de tu orgullo, 57 antes que fuera descubierta tu desnudez? Lo mismo que ella, tú eres
ahora objeto de burla para las ciudades de Edóm y de todas sus vecinas, y para las ciudades
de los filisteos, que se burlan de ti en tus alrededores. 58 Así cargarás con tu infamia y con tus
abominaciones –oráculo del Señor–.
D
59 Porque así habla el Señor: Yo obraré contigo como has obrado tú, que despreciaste el
juramento imprecatorio, quebrantando la alianza. 60 Pero yo me acordaré de la alianza que
hice contigo en los días de tu juventud y estableceré para ti una alianza eterna. 61 Tú te
acordarás de tu conducta y te sentirás avergonzada, cuando yo tome a tus hermanas, a las
mayores y a las menores que tú, y te las dé como hijas, sin que ellas participen de tu alianza.
LS
62 Yo estableceré mi alianza contigo, y tú sabrás que yo soy el Señor, 63 para que te acuerdes
y te avergüences, y para que en tu confusión no te atrevas a abrir la boca, cuando yo te haya
perdonado todo lo que has hecho –oráculo del Señor–.
17 1 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 2 Hijo de hombre, plantea un enigma y
O
narra una parábola a la casa de Israel. 3 Tú dirás: Así habla el Señor: El águila grande, de
grandes alas y largas plumas, de espeso plumaje, lleno de colorido, llegó hasta el Líbano y
O
tomó la copa de un cedro. 4 Arrancó la más alta de sus ramas y la llevó a un país de
comerciantes, la puso en una ciudad de mercaderes. 5 Tomó además una semilla del país y la
ST
sembró en un campo de cultivo: la plantó como un sauce junto a abundantes aguas. 6 Ella
brotó y se convirtió en una vid, exuberante, de tamaño pequeño,que volvía sus ramas hacia el
águila y tenía sus raíces debajo de ella. Así se convirtió en una vid, produjo ramas y dio
SY
sarmientos. 7 Pero había otra águila grande, de grandes alas y abundante plumaje, y esa vid le
Yo también tomaré la copa de un gran cedro,cortaré un brote de la más alta de sus ramas,
O
23 lo plantaré en la montaña más alta de Israel.
EM
Pájaros de todas clases anidarán en él,habitarán a la sombra de sus ramas.
24 Y todos los árboles del campo sabránque yo, el Señor, humillo al árbol elevadoy exalto al
árbol humillado,
hago secar al árbol verdey reverdecer al árbol seco.Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré.
D
La responsabilidad individual
18 1 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 2 ¿Por qué andan repitiendo este refrán
en la tierra de Israel:
LS
"Los padres comieron uva verde,y los hijos sufren la dentera"?
3 Juro por mi vida –oráculo del Señor– que ustedes nunca más dirán este refrán en Israel. 4
Porque todas las vidas me pertenecen, tanto la del padre como la del hijo: la persona que
peca, esa morirá.
sagradas en las montañas y no levanta sus ojos hacia los ídolos de la casa de Israel; si no
deshonra a la mujer de su prójimo y no se acerca a una mujer en los días de su menstruación;
7 si no oprime a nadie, si devuelve la prenda al deudor y no quita nada por la fuerza; si da su
pan al hambriento y viste al desnudo; 8 si no presta con usura ni cobra intereses; si aparta su
O
mano de la injusticia y juzga imparcialmente en los litigios; 9 si camina según mis preceptos y
observa mis leyes, obrando con fidelidad, ese hombre es justo y seguramente vivirá –oráculo
del Señor– .
ST
10 Pero si engendra un hijo ladrón y sanguinario, que hace alguna de esas cosas, 11 mientras
que él no ha hecho ninguna de ellas, un hijo que participa de las comidas sagradas en las
montañas y deshonra a la mujer de su prójimo; 12 que oprime al pobre y al indigente, que saca
las cosas por la fuerza y no devuelve la prenda; que levanta sus ojos a los ídolos y comete
abominaciones; 13 que presta con usura y cobra intereses: este hijo no vivirá. A causa de
todas las abominaciones que cometió, morirá irremediablemente, y su sangre recaerá sobre él.
SY
14 Pero si un hombre engendra un hijo que ve todos los pecados cometidos por su padre, los
Egipto. 5 Al ver que nada podía esperar,que su esperanza estaba perdida, tomó a otro de sus
O
a desgarrar su presa,devoró a los hombres. 7 Hizo estragos en sus palacios,devastó sus
ciudades;la tierra y sus habitantes se espantaronpor el fragor de sus rugidos. 8 Las naciones
EM
marcharon contra él,desde las regiones circundantes: tendieron sus redes contra él,y quedó
atrapado en su fosa. 9 Lo encerraron con garfios en una jaula,lo llevaron al rey de Babiloniay lo
pusieron
D
en una fortaleza, para que no volviera a oírse su vozpor las montañas de Israel. 10 Tu madre
agua era abundante. 11 Le salieron unas ramas vigorosas,que fueron cetros de soberanos. Su
LS
talla se elevó por encima del follaje,era bien visible por su altura,por la
20 1 El séptimo año, el día diez del quinto mes, algunos de los ancianos de Israel vinieron a
Biblia Católica 1735
lo hice con el fin de inspirarles horror, para que supieran que yo soy el Señor.
27 Por eso, hijo de hombre, habla a la casa de Israel y diles: Así habla el Señor: Sus padres
me ultrajaron más todavía, cometiendo esta infidelidad contra mí: 28 cuando los hice entrar en
la tierra que, con la mano levantada, había jurado darles, ellos, al ver cualquier colina o
cualquier árbol frondoso, ofrecían allí sus sacrificios, presentaban allí sus ofrendas
provocativas, depositaban allí sus perfumes de aroma agradable y derramaban allí sus
O
libaciones. 29 Yo les dije entonces: "¿Qué es ese lugar alto al que ustedes van?". Y lo llamaron
"Lugar alto" hasta el día de hoy. 30 Por eso, di a la casa de Israel: Así habla el Señor: ¡Ustedes
se están contaminando de la misma manera que sus padres y se están prostituyendo con sus
abominaciones! 31 Al presentar sus dones, inmolando a sus hijos en el fuego, se están
EM
contaminando con todos sus ídolos hasta el día de hoy, ¿y yo me dejaré consultar por ustedes,
casa de Israel? Juro por mi vida –oráculo del Señor– que no me dejaré consultar por ustedes.
32 No sucederá nada de lo que ustedes se imaginan cuando dicen: "Seremos como las demás
naciones, como las tribus de los otros países, servidores de la madera y de la piedra". 33 Juro
por mi vida –oráculo del Señor– que reinaré sobre ustedes con mano fuerte y brazo extendido,
y con furor incontenible. 34 Los sacaré de entre los pueblos y los reuniré de entre los países
donde habían sido dispersados con mano fuerte y brazo extendido, y con furor incontenible. 35
D
Los llevaré al desierto de los pueblos y allí entraré en juicio con ustedes cara a cara. 36 Así
como entré en juicio con sus padres en el desierto del país de Egipto, así lo haré con ustedes –
oráculo del Señor–. 37 Los haré pasar bajo la vara y los introduciré en el vínculo de la alianza.
38 Excluiré de entre ustedes a los rebeldes y a los que me han sido infieles: a ellos los haré
salir del país donde viven como extranjeros, pero no entrarán en la tierra de Israel, y así
LS
ustedes sabrán que yo soy el Señor.
39 En cuanto a ustedes, casa de Israel, así habla el Señor: Que cada uno vaya a servir a sus
ídolos, pero juro que después ustedes me escucharán y ya no profanarán más mi santo
Nombre con sus ofrendas y sus ídolos. 40 Porque en mi santa montaña, en la santa montaña
de Israel –oráculo del Señor–, allí me servirá todo el pueblo de Israel, congregado enteramente
en el país. Allí los recibiré con agrado y aceptaré sus ofrendas, lo mejor de sus contribuciones
O
y los dones que me consagren. 41 Yo los recibiré a ustedes con un perfume de aroma
agradable, cuando los haga salir de entre los pueblos y los reúna de entre los países donde
estaban dispersos, y por medio de ustedes pondré de manifiesto mi santidad a los ojos de las
naciones. 42 Y cuando los haga entrar en la tierra de Israel, en el país que, con la mano
O
levantada, juré dar a sus padres, ustedes sabrán que yo soy el Señor. 43 Allí se acordarán de
su conducta y de todas las acciones con las cuales se han contaminado, y sentirán asco de
ustedes mismos a causa de todas las maldades que han cometido. 44 Y ustedes, casa de
Israel, sabrán que yo soy el Señor, cuando actúe en favor de ustedes a causa de mi Nombre, y
ST
21 1 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 2 Hijo de hombre, vuelve tu rostro en
dirección al sur, vaticina hacia el sur y profetiza contra el bosque del campo del Négueb. 3 Tú
SY
dirás al bosque del Négueb: Escucha la palabra del Señor. Así habla el Señor: Yo voy a
prenderte fuego, y él consumirá todo árbol verde y todo árbol seco. La llama ardiente no se
O
23 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 24 Y tú, hijo de hombre, traza dos
caminos para que llegue la espada del rey de Babilonia. Los dos caminos arrancarán de un
mismo país. A la entrada de cada camino, pondrás una señal indicando la dirección de una
ciudad. 25 Tú trazarás el camino para que la espada llegue a Rabá de los amonitas, y a Judá,
EM
que tiene su plaza fuerte en Jerusalén. 26 Porque el rey de Babilonia se ha detenido en la
encrucijada, allí donde se bifurcan los caminos, para consultar los presagios: sacude las
flechas, consulta a los ídolos y examina el hígado de las víctimas. 27 En su mano derecha está
el presagio que señala "Jerusalén", para ordenar la matanza, lanzar el grito de guerra, colocar
arietes contra las puertas, levantar terraplenes y construir torres de asalto. 28 A los habitantes
de Jerusalén les parecerá que ese presagio es falso, porque tienen a su favor un juramento
solemne. Pero él les recordará su delito, y serán capturados.
D
29 Por eso, así habla el Señor: Porque ustedes, al ser descubiertas sus rebeldías, al ponerse
en evidencia los pecados que han cometido en todas sus acciones, han hecho que se les
recordara su delito; y porque se han acordado de ustedes, por eso, serán capturados.
30 En cuanto a ti, infame malvado, príncipe de Israel, cuyo día ha llegado al mismo tiempo que
LS
la expiación final, 31 así habla el Señor: ¡Saquen el turbante, quiten la diadema! Esto ya no
será más así: lo humilde será elevado, lo excelso será humillado. 32 ¡Ruinas, ruinas, todo lo
convierto en ruinas! Pero esto no sucederá hasta que llegue aquel a quien le pertenece el
juicio, y a él se lo daré.
33 Y tú, hijo de hombre, profetiza. Tú dirás: Así habla el Señor acerca de los amonitas y de sus
sarcasmos. Tú dirás:
¡Una espada, una espada! Desenvainada para la masacre,bruñida para devorar, para fulgurar
O
como el rayo,
34 para descargarla sobre el cuello de los infames malvados, cuyo día llegará al mismo tiempo
que la expiación final, mientras se tienen acerca de ti visiones ilusorias y se predice la mentira.
ST
35 ¡Vuelve la espada a la vaina! En el mismo lugar donde fuiste creado, en tu país de origen,
yo te juzgaré. 36 Derramaré mi indignación sobre ti, atizaré contra ti el fuego de mi furor, y te
entregaré en manos de gente brutal, artífices del exterminio. 37 Serás presa del fuego, tu
sangre correrá en medio del país, y no quedará ni el recuerdo de ti, porque yo, el Señor, he
hablado.
SY
O
–oráculo del Señor–.
EM
23 1 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 2 Hijo de hombre, había dos mujeres,
hijas de una misma madre, 3 que se prostituyeron en Egipto, se prostituyeron en su juventud;
allí manosearon sus senos, allí acariciaron sus pechos virginales. 4 La mayor se llamaba
Oholá, y su hermana, Oholibá. Ellas fueron mías y engendraron hijos e hijas –Oholá es el
nombre de Samaría, y Oholibá, el de Jerusalén–. 5 Oholá se prostituyó mientras me
pertenecía: se enamoró perdidamente de sus amantes, de los asirios, guerreros 6 vestidos de
púrpura, gobernadores y prefectos, todos jóvenes y atrayentes, hábiles jinetes. 7 Ella ofreció
D
sus prostituciones a lo mejor de los asirios y después de enamorarse perdidamente, se
contaminó con todos sus ídolos.
8 Pero no dejó de prostituirse con los Egipcios, que se habían acostado con ella, cuando era
joven, acariciando sus pechos virginales y prodigando sobre ella sus prostituciones. 9 Por eso
LS
la entregué en manos de sus amantes, en manos de los asirios, de los que se había
enamorado perdidamente. 10 Ellos descubrieron su desnudez, tomaron a sus hijos y a sus
hijas, y a ella misma la mataron con la espada. Así se hizo famosa entre las mujeres, por el
castigo que le habían infligido.
11 Su hermana Oholibá vio todo esto, pero se entregó a una pasión más perversa y se
prostituyó más que su hermana. 12 Ella se enamoró perdidamente de los asirios,
O
amplios turbantes en la cabeza, todos ellos con prestancia de oficiales; eran imágenes de
babilonios, originarios de Caldea. 16 Apenas los vio, se enamoró perdidamente de ellos y les
envió mensajeros a Caldea. 17 Los babilonios fueron a compartir el lecho de sus amores y la
contaminaron con sus prostituciones, y una vez que se contaminó, su corazón se hastió de
ST
ellos. 18 Ella había puesto de manifiesto sus prostituciones y había descubierto su desnudez.
Entonces mi corazón se hastió de ella, como me había hastiado de su hermana. 19 Multiplicó
sus prostituciones, acordándose de los días de su juventud, cuando se prostituía en Egipto: 20
se enamoró perdidamente de hombres disolutos, que tienen miembros de asnos y semen de
padrillos. 21 ¡Tú añorabas la lascivia de tu juventud, cuando los Egipcios manoseaban tus
senos, acariciando tus pechos juveniles!
SY
22 Por eso, Oholibá, así habla el Señor: Yo voy a suscitar contra ti a tus amantes, de los que te
40 Más aún, ellas mandaron llamar por medio de un mensajero a hombres que debían venir de
lejos. Así llegaron aquellos para los que tú te bañaste, te pintaste los ojos y te adornaste con
joyas. 41 Luego te recostaste en un lecho suntuoso, ante una mesa servida donde habías
puesto mi incienso y mi aceite. 42 Allí se escuchaba el ruido de una multitud despreocupada. A
O
ellos se sumaba una cantidad de hombres, venidos de todas partes del desierto. Ellos pusieron
pulseras en los brazos de las mujeres y espléndidas coronas en sus cabezas. 43 Entonces, yo
pensé de esa mujer consumida por tantos adulterios: Ahora todos se van a prostituir con ella.
44 Y se acercaron a ella como a una prostituta, se acercaron a Oholá y Oholibá, esas mujeres
EM
lascivas. 45 Pero hombres justos las juzgarán como se juzga a las adúlteras y a las
sanguinarias, porque son adúlteras y hay sangre en sus manos.
46 Porque así habla el Señor: Que se convoque contra ellas una asamblea y se las entregue a
la vejación y al saqueo. 47 Que la asamblea las mate a pedradas, y se las despedace con la
espada; que se degüelle a sus hijos y a sus hijas, y que se prenda fuego a sus casas. 48 Así
haré desaparecer la lascivia del país. Todas las mujeres recibirán una lección y no imitarán la
D
mala conducta de ustedes. 49 Sobre ustedes recaerá su propia lascivia y cargarán con los
pecados de idolatría. Entonces sabrán que yo soy el Señor.
los mejores trozos –la pata y la espalda–,llénala con los mejores huesos.
O
6 Por eso, así habla el Señor: ¡Ay de la ciudad sanguinaria,esa olla herrumbradacuya
herrumbre no desaparece! Vacíala pedazo a pedazo,sin que la suerte caiga sobre ella. 7
desnuda, no la derramó por tierrani la cubrió con el polvo. 8 Para que desborde mi ira,para dar
O
pueblo. Esto explica la severidad con que las condena y la violencia de sus invectivas.
Antes de la catástrofe que puso fin al reino de Judá, Ezequiel había anunciado y
descrito simbólicamente el asedio de Jerusalén (4. 1-3) y la profanación de la Ciudad
EM
santa y del Templo por las naciones paganas (7. 22; 9. 1-7; 24. 21). Pero una vez que
esos pueblos se ensañaron brutalmente contra Israel, el profeta proclama que también
ellos tendrán que comparecer ante el juicio de Dios, el único Señor de la historia. El
principal acusado es Egipto (caps. 29 - 32), el instigador de la ruptura del pacto que
atrajo la cruel represalia del rey de Babilonia contra Judá (17. 11-19). Pero también los
otros pueblos vecinos tendrán que dar cuenta de la alegría y del sarcasmo con que
festejaron la humillación sufrida por el Pueblo de Dios (25. 3, 6, 8; 26. 2): así
D
reconocerán la soberanía del Señor (28. 25-26).
Contra Amón
25 1 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 2 Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia
LS
los amonitas y profetiza contra ellos. 3 Tú dirás a los amonitas: Escuchen la palabra del Señor:
Así habla el Señor: Porque te has burlado de mi Santuario cuando fue profanado, de la tierra
de Israel cuando fue devastada, y del pueblo de Judá cuando iba al destierro, 4 por eso, te voy
a entregar en posesión a los Orientales: ellos instalarán en ti sus campamentos y establecerán
en ti sus moradas; ellos comerán tus frutos y beberán tu leche. 5 Convertiré a Rabá en un
pastizal de camellos y a las ciudades de los amonitas en un corral de ovejas: así ustedes
sabrán que yo soy el Señor.
O
6 Así habla el Señor: Porque has aplaudido y pataleado, porque te has regocijado, con todo el
desprecio de tu alma, a causa de la tierra de Israel, 7 por eso yo extenderé mi mano contra ti;
te entregaré como presa a las naciones, te extirparé de entre los pueblos, y te haré
O
desaparecer de entre los países y te aniquilaré: así sabrás que yo soy el Señor.
Contra Moab
ST
8 Así habla el Señor: Porque Moab ha dicho: "La casa de Judá es igual que todas las
naciones", 9 por eso, yo desmantelaré la ladera de Moab, arrasaré de un extremo al otro sus
ciudades, las joyas de ese país: Bet Iesimot, Baal Meón y Quiriataim. 10 Los entregaré en
posesión a los Orientales, junto con los amonitas, para que no quede ni el recuerdo de los
amonitas entre las naciones, 11 e infligiré justos castigos a Moab: así sabrán que yo soy el
Señor.
SY
Contra Edóm
O
9 Lanzará golpes de arietecontra tus murosy demolerá tus torres con sus hachas. 10 Será
tal la cantidad de sus caballosque te dejará cubierta de polvo. Tus murallas temblaránal
EM
estruendo de su caballería,de sus ruedas y sus carros, cuando él entre por tus
puertascomo se entra en una ciudad expugnada. 11 Pisoteará todas tus callescon los
cascos de sus caballos; matará a tu pueblo con la espada,y tus sólidos pilaresse
derrumbarán por tierra. 12 Se llevarán tus riquezas como botín,saquearán tus mercancías,
D
derribarán tus murallasy demolerán tus lujosas mansiones. Hundirán en el fondo del martus
piedras, tus vigas y tus escombros. 13 Yo haré cesar la algarabíade tus cancionesy ya no se
LS
escuchará el sonidode tus
cítaras.
15 Así habla el Señor a Tiro: ¡Cómo temblarán las costas lejanas por el estruendo de tu caída,
cuando giman las víctimas y haya una mortandad en medio de ti! 16 Todos los príncipes del
ST
mar bajarán de sus tronos, se quitarán sus mantos y se despojarán de sus vestiduras
bordadas. Estremecidos de espanto, se sentarán en el suelo, temblarán sin cesar y quedarán
consternados por ti.
11 Hombres de Arvad, con tu ejército, defendían tus muros por todas partes, y los gamaditas,
apostados en sus torres, colgaban sus escudos alrededor de tus muros, haciendo que tu
hermosura fuera perfecta.
O
12 Tarsis comerciaba contigo por la gran abundancia de todas tus riquezas: entregaba plata,
hierro, estaño y plomo a cambio de tus mercaderías. 13 Javán, Tubal y Mésec traficaban
contigo: entregaban esclavos y objetos de bronce a cambio de tus mercancías. 14 La gente de
EM
Bet Togarmá entregaba caballos de tiro, caballos de montar y mulos, a cambio de tus
mercaderías. 15 Los hombres de Rodas traficaban contigo; numerosas islas participaban de tu
comercio: te daban como pago colmillos de marfil y madera de ébano. 16 Edóm comerciaba
contigo por la abundancia de tus productos: entregaba topacio, púrpura escarlata, brocados,
lino fino, corales y rubíes, a cambio de tus mercaderías. 17 Incluso Judá y la tierra de Israel
traficaban contigo: entregaban trigo de Minit, mijo, miel, aceite y resina, a cambio de tus
mercaderías. 18 Damasco comerciaba contigo por la abundancia de tus productos, por la
D
abundancia de todas tus riquezas: te abastecía de vino de Jelbón y de lana de Sájar. 19 Vedán
y Javán, desde Uzal, entregaban hierro forjado, casia y caña aromática, a cambio de tus
mercaderías. 20 Dedán traficaba contigo abasteciéndote de monturas. 21 Arabia y todos los
príncipes de Quedar participaban de tu comercio: negociaban contigo a cambio de corderos,
carneros y chivos. 22 Los comerciantes de Sabá y de Raemá traficaban contigo: entregaban
LS
los mejores bálsamos, toda clase de piedras preciosas y oro, a cambio de tus mercaderías. 23
Jarán, Cané y Edén, los comerciantes de Sabá, Asur y Quilmad traficaban contigo: 24 ellos
abastecían tus mercados a cambio de espléndidos vestidos, de mantos de púrpura violeta,
tejidos recamados, tapices multicolores y cuerdas sólidamente trenzadas. 25 Las naves de
Tarsis transportaban tus mercaderías.
Te llenaste de una carga muy pesadaen el corazón de los mares. 26 Tus remeros te
O
llevaronpor las aguas profundas. Pero el viento del este te destrozóen el corazón de los mares.
27 Tus riquezas, tus mercancías,tus cargamentos,tus marineros y tus timoneles, los que
O
reparan tus averías y tus agentes de comercio,todos tus hombres de guerra y toda la
descenderán de sus navestodos los que empuñan los remos. Los marineros y todos los
SY
timoneles del mar permanecerán en tierra. 30 Ellos harán oír su clamor a causa de ti,y
manos de extranjeros,
porque yo he hablado –oráculo del Señor–.
O
Lamentación sobre el rey de Tiro
11 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 12 Hijo de hombre, entona una
EM
lamentación sobre el rey de Tiro. Tú le dirás: Así habla el Señor: Eras un modelo de
D
Llevabas adornos labrados en oroy encajes preparados para tiel día en que fuiste
creado.
LS
14 Yo había hecho de tiun querubín protector,con sus alas desplegadas; estabas en la
montaña santa de Diosy te paseabas entre piedras de fuego. 15 Eras irreprochable en tus
esplendor. Pero yo te arrojé por tierray te expuse como espectáculodelante de los reyes.
hago brotar de ti mismoel fuego que te devora. Te reduciré a ceniza sobre el suelodelante
SY
de todos los que te miran. 19 Todos los pueblos que te conocenestán consternados por ti;
Biblia Católica 1751
quedarás tendido en pleno campoy no serás recogido ni enterrado.
Te daré como pastoa las bestias de la tierray a los pájaros del cielo.
O
7 apenas te agarraban, te partíasy les desgarrabas toda la mano;
EM
8 Por eso, así habla el Señor: Yo traigo contra ti una espada, y extirparé de ti a hombres y
animales. 9 La tierra de Egipto será una desolación y una ruina, y ellos sabrán que yo soy el
Señor. Por haber dicho: "El Nilo me pertenece, yo mismo me lo hice", 10 por eso, aquí estoy
contra ti y contra tus Nilos. Dejaré a la tierra de Egipto desolada y en ruinas, desde Migdol
hasta Siene, y hasta la frontera de Cus. 11 Ningún pie humano transitará por ella, ningún pie
de animal la cruzará, y estará deshabitada durante cuarenta años. 12 Yo haré de la tierra de
D
Egipto la más desolada entre las tierras desoladas, y sus ciudades serán una desolación entre
las ciudades en ruinas, durante cuarenta años. Dispersaré a los egipcios entre las naciones y
los diseminaré por los países.
13 Porque así habla el Señor: Al cabo de cuarenta años, reuniré a los egipcios de entre los
LS
pueblos en los que habían sido dispersados. 14 Cambiaré la suerte de Egipto y los haré volver
a la tierra de Patrós, su país de origen. Allí serán un reino humilde, 15 el más humilde de los
reinos, y Egipto ya no se levantará por encima de las naciones. Yo mismo lo haré pequeño,
para que no pueda dominar a las naciones. 16 Ya no ofrecerá una falsa seguridad a la casa de
Israel, ni hará que se le recuerde un delito, por haber ido detrás de él. Así se sabrá que yo soy
el Señor.
O
17 El año vigesimoséptimo, el día primero del primer mes, la palabra del Señor me llegó en
estos términos: 18 Hijo de hombre, Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha exigido de su ejército
O
un gran esfuerzo contra Tiro. Todas las cabezas han quedado rapadas y todas las espaldas
llagadas, pero él no ha logrado de Tiro, ni para sí ni para su ejército, ninguna recompensa por
el esfuerzo realizado. 19 Por eso, así habla el Señor: Voy a entregar la tierra de Egipto al rey
de Babilonia. Él se llevará sus riquezas, saqueará sus despojos y se apoderará del botín, que
ST
servirá de recompensa para su ejército. 20 En retribución por el esfuerzo realizado contra Tiro,
yo le entrego la tierra de Egipto, porque ellos trabajaron para mí –oráculo del Señor–.
21 Aquel día, yo acrecentaré la fuerza de la casa de Israel, y haré que tú puedas hablar
libremente en medio de ellos. Así sabrán que yo soy el Señor.
30 1 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 2 Profetiza, hijo de hombre, y di: Así
justos castigos a No. 15 Derramaré mi furor en Sin–la plaza fuerte de Egipto– y extirparé el
O
Noy los adversarios de Nola ocuparán en pleno día. 17 Los jóvenes de On y de Pi Bésetcaerán
EM
irán al cautiverio.
D
arrogante poderío. A ella la cubrirá un nubarróny sus hijas irán al cautiverio. 19 Infligiré justos
castigos a Egipto,y se sabrá que yo soy el Señor. 20 En el año undécimo, el día siete del
de Babilonia, mientras que al Faraón se le caerán los brazos. Y cuando ponga mi espada en la
mano del rey de Babilonia y él la extienda contra el país de Egipto, se sabrá que yo soy el
Señor. 26 Dispersaré a los egipcios entre las naciones y los diseminaré por los países.
Entonces se sabrá que yo soy el Señor.
O
El cedro del Líbano,imagen de Egipto31 1 En el año undécimo, el primer día del tercer mes,
en estos términos: 2 Hijo de hombre, di al Faraón, rey de Egipto, y a todos sus súbditos: ¿A
quién te asemejaste por tu grandeza? 3 A un ciprés, a un cedro del Líbano,de hermoso ramaje,
de follaje tupido, de altura tan elevadaque su copa emerge entre las nubes. 4 Las aguas lo
SY
hicieron crecery el océano subterráneo lo elevó, haciendo correr sus ríosen torno del lugar
Biblia Católica 1755
asemejabas en gloria y en grandeza, entre los árboles de Edén? ¡Y sin embargo has sido
precipitado a las regiones subterráneas, con los árboles de Edén! Ahí estás tendido, en medio
de incircuncisos, con las víctimas de la espada. Este es el Faraón y todos sus súbditos –
oráculo del Señor–.
O
32 1 El año duodécimo, el primer día del duodécimo mes, la palabra del Señor me llegó en
estos términos: 2 Hijo de hombre, entona una lamentación sobre el Faraón, rey de Egipto. Tu
le dirás:
EM
¡Estás perdido, león de las naciones!
D
4 Te estrellaré contra el suelo,te arrojaré en pleno campo,
5 Pondré tu carne sobre las montañasy llenaré los valles con tus despojos.
pueblos, cuando yo lleve a tus cautivos entre las naciones, a países que tú no conocías. 10
Dejaré consternados por tu causa a pueblos numerosos; se erizarán los cabellos de sus reyes,
a causa de ti, cuando levante mi espada contra ellos, y temblarán estremecidos, cada uno por
su propia vida, en el día de tu caída.
26 Allí están Mésec, Tubal y toda su multitud en torno de su tumba, todos incircuncisos,
atravesados por la espada, porque expandieron el terror por la tierra de los vivientes. 27 Ellos
no yacen con los héroes caídos antiguamente –con los que bajaron al Abismo con sus armas
de guerra, con sus espadas debajo de sus cabezas y sus escudos sobre sus restos– porque el
O
terror de los héroes reinaba en la tierra de los vivientes. 28 Tú, en cambio, yacerás en medio
de los incircuncisos, con las víctimas de la espada.
29 Allí está Edóm, con sus reyes y todos sus príncipes que, a pesar de su poderío, fueron
puestos entre las víctimas de la espada. Ellos yacen entre los incircuncisos, entre los que
EM
bajaron a la Fosa.
30 Allí están todos los príncipes del Norte y todos los sidonios, que bajaron avergonzados junto
con las víctimas, a pesar del terror que inspiraba su bravura. Yacen incircuncisos entre las
víctimas de la espada, y cargan con su ignominia junto con los que bajan a la Fosa.
31 El Faraón los verá y se consolará a la vista de toda esa multitud. El Faraón y todo su
D
ejército serán víctimas de la espada –oráculo del Señor–. 32 Sí, yo dejé que sembrara el terror
en la tierra de los vivientes, pero yacerá en medio de los incircuncisos, junto con las víctimas
de la espada, el Faraón y toda su multitud – oráculo del Señor–.
sus hermanos, haciéndoles ver que la derrota y la deportación de Judá también estaban
previstas en los planes de Dios. El exilio es tan sólo una prueba, de la que Israel saldrá
purificado y renovado. El Señor hará revivir aquellos huesos resecos con el soplo
vivificante de su "espíritu" (37. 1-14). Él mismo congregará a su Pueblo disperso, como
O
un pastor reúne a sus ovejas, y lo llevará otra vez a la tierra de sus antepasados (34.
11-16). Lo rociará con agua pura, a fin de limpiarlo de todos sus pecados, y le dará un
corazón y un espíritu nuevos (36. 25-27). Concluirá con él una "alianza de paz, que será
una alianza eterna" y pondrá en medio de ellos su Santuario para siempre (37. 26).
ST
descubrieran al Dios que salva y perdona por el honor de su Nombre. Así, el exilio en
una tierra extranjera, como antes el paso a través del desierto, marcó el comienzo de
21 En el año undécimo de nuestro exilio, el día cinco del décimo mes, un fugitivo llegó de
Jerusalén y me dio esta noticia: "La ciudad ha sido tomada". 22 La mano del Señor había
descendido sobre mí por la tarde, antes que llegara el fugitivo; y a la mañana siguiente, apenas
este llegó, el Señor me abrió la boca. Entonces recuperé el habla y ya no me quedé mudo.
O
La devastación de Israel
23 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 24 Hijo de hombre, los que habitan en
esas ruinas, en la tierra de Israel, andan diciendo: "Abraham, que era uno solo, recibió esta
EM
tierra en posesión. Nosotros somos muchos, y se nos ha dado esta tierra en posesión".
25 Por eso, diles: Así habla el Señor: Ustedes comen víctimas sin desangrar, levantan sus ojos
a sus ídolos, derraman sangre, ¡y pretenden poseer el país! 26 Ustedes confían en sus
espadas, cometen lo que es abominable, contaminan a la mujer de su prójimo, ¡y pretenden
poseer el país! 27 Tú les dirás: Así habla el Señor: Juro por mi vida que los que están entre las
ruinas caerán bajo la espada, a los que están por el campo los daré como pasto a las fieras, y
D
los que están en las fortalezas y en las cuevas morirán de peste. 28 Haré de este país un
desierto desolado, y se acabará su arrogante poderío. Las montañas de Israel quedarán
devastadas y nadie más pasará por ellas. 29 Y cuando yo convierta a este país en un desierto
desolado, por todas las abominaciones que han cometido, entonces se sabrá que yo soy el
Señor.
LS
La actitud del pueblo ante el profeta
30 Hijo de hombre, la gente de tu pueblo se reúne para hablar de ti junto a los muros y a las
puertas de las casas, y se dicen unos a otros: "Vamos a escuchar qué palabra nos dirige el
Señor". 31 Acuden a ti en tropel y se sientan delante de ti; escuchan tus palabras, pero no las
practican. Porque hay mucho amor en sus palabras, pero lo único que buscan es su propio
O
interés. 32 Tú eres para ellos como un cantor de canciones de amor, que tiene buena voz y
toca armoniosamente. Escuchan tus palabras, y nadie las cumple. 33 Pero cuando todo esto
suceda –¡y ya está a punto de suceder!– sabrán que había un profeta en medio de ellos.
O
34 1 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 2 ¡Profetiza, hijo de hombre, profetiza
contra los pastores de Israel! Tú dirás a esos pastores: Así habla el Señor: ¡Ay de los pastores
ST
de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben apacentar el rebaño?
3 Pero ustedes se alimentan con la leche, se visten con la lana, sacrifican a las ovejas más
gordas, y no apacientan el rebaño. 4 No han fortalecido a la oveja débil, no han curado a la
enferma, no han vendado a la herida, no han hecho volver a la descarriada, ni han buscado a
la que estaba perdida. Al contrario, las han dominado con rigor y crueldad. 5 Ellas se han
dispersado por falta de pastor, y se han convertido en presa de todas las bestias salvajes. Mis
SY
ovejas se han dispersado, 6 y andan errantes por todas las montañas y por todas las colinas
elevadas. ¡Mis ovejas están dispersas por toda la tierra, y nadie se ocupa de ellas ni trata de
31 Ustedes, mis ovejas, son el rebaño humano que yo apaciento, y yo soy su Dios – oráculo
del Señor–.
O
Vaticinio contra las montañas de Edóm
35 1 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 2 Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia
EM
la montaña de Seír y profetiza contra ella. 3 Tú le dirás: Así habla el Señor:
D
Así sabrás que yo soy el Señor.
5 Porque has mantenido una antigua enemistad y has entregado a los israelitas al filo de la
espada, en el día de su desastre, en el día de la expiación final: 6 por eso, juro por mi vida –
LS
oráculo del Señor–:
viene. 8 Llenaré sus montes de víctimas: las víctimas de la espada caerán en tus colinas, en
tus valles y en todos los cauces de tus ríos. 9 Te convertiré en una desolación eterna y tus
ciudades no volverán a ser habitadas. Así ustedes sabrán que yo soy el Señor.
O
10 Porque tú dices: "Las dos naciones y los dos territorios me pertenecen: los voy a tomar en
posesión", siendo así que el Señor estaba allí, 11 por eso, juro por mi vida –oráculo del Señor–
que voy a obrar con el mismo furor y con el mismo celo con que obraste tú, en tu odio contra
ellos, y me daré a conocer a ti cuando te juzgue. 12 Entonces sabrás que yo, el Señor, he oído
ST
todas las blasfemias que pronunciaste contra las montañas de Israel, cuando dijiste: "¡Están
devastadas; nos han sido entregadas como presa!". 13 Ustedes me han desafiado con su
lengua y han multiplicado sus palabras contra mí. Pero yo he oído todo.
14 Así habla el Señor: Yo te convertiré en una desolación, para alegría de toda la tierra. 15 Así
como tú te alegraste cuando quedó desolada la herencia de la casa de Israel, yo haré lo mismo
SY
contigo: ¡quedarás desolada, montaña de Seír, igual que todo Edóm! Así se sabrá que yo soy
el Señor.
22 Por eso, di al pueblo de Israel: Así habla el Señor: Yo no obro por consideración a ustedes,
casa de Israel, sino por el honor de mi santo Nombre, que ustedes han profanado entre las
naciones adonde han ido. 23 Yo santificaré mi gran Nombre, profanado entre las naciones,
O
profanado por ustedes. Y las naciones sabrán que yo soy el Señor –oráculo del Señor– cuando
manifieste mi santidad a la vista de ellas, por medio de ustedes. 24 Yo los tomaré de entre las
naciones, los reuniré de entre todos los países y los llevaré a su propio suelo. 25 Los rociaré
con agua pura, y ustedes quedarán purificados. Los purificaré de todas sus impurezas y de
EM
todos sus ídolos. 26 Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les
arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. 27 Infundiré mi
espíritu en ustedes y haré que sigan mis preceptos, y que observen y practiquen mis leyes. 28
Ustedes habitarán en la tierra que yo he dado a sus padres. Ustedes serán mi Pueblo y yo seré
su Dios. 29 Los salvaré de todas sus impurezas. Llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no enviaré
más el hambre sobre ustedes. 30 Multiplicaré los frutos de los árboles y los productos de los
campos, para que ya no tengan que soportar entre las naciones el oprobio del hambre. 31
D
Ustedes se acordarán de su mala conducta y de sus acciones perversas, y sentirán asco de
ustedes mismos a causa de sus culpas y sus abominaciones. 32 Yo no obro por consideración
a ustedes, sépanlo bien –oráculo del Señor–. Sientan vergüenza y confusión por su conducta,
pueblo de Israel.
LS
33 Así habla el Señor: El día en que los purifique de todas sus culpas, yo poblaré las ciudades
y las ruinas serán reconstruidas. 34 La tierra devastada será cultivada, después de haber sido
una desolación a la vista de todos los que pasaban. 35 Entonces dirán: "Esta tierra había sido
devastada, pero ahora es como un jardín de Edén; las ciudades estaban en ruinas, devastadas
y derruidas, y ahora son plazas fuertes habitadas". 36 Y las naciones que hayan quedado
alrededor de ustedes sabrán que yo, el Señor, he reconstruido lo que estaba derruido y
replantado lo que había sido devastado. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré.
O
37 Así habla el Señor: Yo me dejaré buscar por el pueblo de Israel, para concederles también
esto: los multiplicaré como un rebaño humano, 38 como un rebaño de ovejas consagradas;
como el rebaño reunido en Jerusalén con motivo de sus fiestas. Así las ciudades en ruinas se
O
37 1 La mano del Señor se posó sobre mí, y el Señor me sacó afuera por medio de su espíritu
y me puso en el valle, que estaba lleno de huesos. 2 Luego me hizo pasar a través de ellos en
todas las direcciones, y vi que los huesos tendidos en el valle eran muy numerosos y estaban
resecos. 3 El Señor me dijo: "Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?". Yo respondí: "Tú
lo sabes, Señor". 4 Él me dijo: "Profetiza sobre estos huesos, diciéndoles: Huesos secos,
escuchen la palabra del Señor. 5 Así habla el Señor a estos huesos: Yo voy a hacer que un
SY
espíritu penetre en ustedes, y vivirán. 6 Pondré nervios en ustedes, haré crecer carne sobre
ustedes, los recubriré de piel, les infundiré un espíritu, y vivirán. Así sabrán que yo soy el
O
permanece alerta, tú y toda la coalición que se ha concentrado junto a ti, y ponte a mi
disposición.
8 Después de muchos días, se te encomendará una misión. Al cabo de los años, tú irás a un
EM
país restaurado de una masacre, a una nación congregada de entre pueblos numerosos en las
montañas de Israel, que habrán estado en ruinas durante largo tiempo. Una vez que hayan
sido sacados de entre los pueblos, todos ellos vivirán confiados. 9 Entonces subirás como una
tempestad, llegarás como un nubarrón hasta cubrir el país, tú con todos tus escuadrones, y
numerosos pueblos contigo.
10 Así habla el Señor: Aquel día, los pensamientos acudirán a tu mente y maquinarás un
D
proyecto perverso. 11 Tú dirás: "Voy a subir contra un país abierto, atacaré a gente pacífica
que vive confiada en ciudades sin murallas, sin cerrojos ni puertas". 12 Tú irás a saquear los
despojos, a conquistar un botín y a poner tu mano sobre unas ruinas que se han vuelto a
poblar, sobre un pueblo que ha sido reunido de entre las naciones, que se ocupa de su ganado
y de sus bienes, y habita en el Ombligo de la Tierra. 13 Sabá, Dedán, los comerciantes de
LS
Tarsis y todos sus traficantes te dirán: "¿Vienes a saquear los despojos? ¿Has concentrado
esta multitud para conquistar un botín, para llevarte plata y oro, para obtener ganado y
posesiones, y para saquear grandes despojos?".
14 Por eso, profetiza, hijo de hombre. Tú le dirás a Gog: Así habla el Señor: Aquel día, cuando
mi pueblo Israel viva confiado, ¿no es cierto que tú te movilizarás? 15 Vendrás de tu país, de
los confines del norte, acompañado de pueblos numerosos, todos montados a caballo, con una
O
enorme multitud y un ejército incontable. 16 Subirás contra mi pueblo Israel como un nubarrón,
hasta cubrir el país. Esto sucederá al cabo de mucho tiempo: entonces, yo te haré venir contra
mi país, para que las naciones me conozcan, cuando por medio de ti, Gog, manifieste mi
santidad a la vista de ellas.
O
17 Así habla el Señor: Sí, tú eres aquel de quien yo hablé antiguamente por medio de mis
servidores, los profetas de Israel. En aquellos días, durante años, ellos profetizaron que yo te
llevaría contra los israelitas. 18 Pero aquel día, cuando Gog llegue a la tierra de Israel –oráculo
ST
del Señor– estallará mi furor. 19 En mis celos y en el fuego de mi indignación, lo declaro: Sí,
aquel día habrá un gran temblor en el suelo de Israel. 20 Temblarán ante mí los peces del mar,
los pájaros del cielo, las bestias del campo, todos los reptiles que se arrastran por el suelo y
todos los hombres que hay sobre la faz de la tierra. Se desplomarán las montañas, caerán las
pendientes escarpadas y todos los muros se derrumbarán por tierra. 21 Convocaré contra Gog
toda clase de terrores –oráculo del Señor– y unos volverán la espada contra otros. 22 Le haré
SY
rendir cuentas por medio de la peste y de la sangre; haré caer una lluvia torrencial, duras
piedras de granizo, fuego y azufre, sobre él, sobre sus escuadrones y sobre los numerosos
O
25 Por eso, así habla el Señor: Ahora voy a cambiar la suerte de Jacob: tendré compasión de
toda la casa de Israel y me mostraré celoso de mi santo Nombre. 26 Ellos olvidarán su
ignominia y todas las rebeldías que cometieron contra mí cuando habiten seguros en su propio
suelo, sin que nada los perturbe. 27 Cuando yo los haga volver de entre los pueblos y los
EM
congregue lejos de los países de sus enemigos, manifestaré mi santidad por medio de ellos a
la vista de naciones numerosas. 28 Ellos sabrán que yo, el Señor, soy su Dios, cuando los
congregue en su propio suelo después de haberlos deportado entre las naciones, sin dejar allí
a ninguno de ellos. 29 Y ya no les ocultaré más mi rostro, porque habré derramado mi espíritu
sobre la casa de Israel –oráculo del Señor–.
D
Ezequiel no se contenta con anunciar la "resurrección" de Israel (37. 1-14) y la vuelta de
los exiliados a Palestina (36. 24-38). También se preocupa por sentar las bases de la
organización religiosa y política de la comunidad renovada. Así nacieron los últimos
capítulos de este Libro, en los que el profeta describe su grandiosa visión de la nueva
LS
Jerusalén. En esta descripción hay muchas reminiscencias del pasado. Pero aquel
pasado estaba en ruinas y era necesario rehacerlo todo desde sus cimientos. Con este
fin, Ezequiel construye idealmente una Ciudad y un Pueblo de los que se pueda decir:
"El Señor está allí" (48. 35).
(43. 1-12). Su presencia es el manantial inagotable del que brota la vida de su Pueblo
(47. 1-12). Y como la autoridad que el rey ejercía sobre el sacerdocio y el culto había
sido causa de tantos males para Israel, el Templo futuro estará aislado en lo alto de la
montaña. Allí, lejos del palacio real y protegido por un complicado sistema de puertas,
O
La lectura de estas áridas páginas resulta por momentos abrumadora. Esta dificultad se
ve agravaba por los detalles y precisiones que el mismo Ezequiel y luego sus discípulos
ST
añadieron a la redacción original. Sin embargo, una idea profunda domina todo el relato:
la trascendencia del Dios santo, separado de los hombres por una distancia infinita y
presente al mismo tiempo en medio de su Pueblo. El programa trazado por Ezequiel
nunca llegó a concretarse. Pero el ideal por él propuesto inspiró la reorganización de la
comunidad judía después del exilio.
Introducción
SY
40 1 El año vigesimoquinto de nuestro exilio, al comienzo del año, el décimo día del mes, es
O
era de cincuenta metros.
EM
24 Luego me condujo en dirección al sur, y yo vi que había una puerta que daba hacia el sur.
Él midió las celdas, los pilares y el vestíbulo: estos tenían las mismas dimensiones que los
anteriores. 25 La puerta y su vestíbulo estaban rodeados de ventanas semejantes a las
ventanas anteriores. Su largo era de veinticinco metros y su ancho de doce metros y medio. 26
Su escalinata tenía siete gradas y enfrente de ella estaba su vestíbulo.
También tenía palmeras sobre los pilares, que estaban uno de un lado y otro del otro. 27 El
D
atrio interior tenía una puerta en dirección al sur. El hombre midió la distancia de una puerta a
la otra en dirección al sur, y era de cincuenta metros.
las mismas dimensiones que los anteriores. La puerta y su vestíbulo estaban rodeados de
ventanas. Su largo era de veinticinco metros y su ancho de doce metros y medio. 34 Su
vestíbulo daba hacia el atrio exterior; había palmeras sobre sus pilares, de un lado y del otro, y
su escalinata tenía ocho gradas.
ST
35 El hombre me llevó hasta la puerta del norte y la midió: esta tenía la misma dimensión que
las anteriores. 36 Ella tenía sus celdas, sus pilares y su vestíbulo, con ventanas alrededor. Su
largo era de veinticinco metros y su ancho de doce metros y medio. 37 Su vestíbulo daba hacia
SY
el atrio exterior; había palmeras sobre sus pilares, de un lado y del otro, y su escalinata tenía
ocho gradas.
El edificio lateral
5 El hombre midió la pared de la Casa, cuyo espesor era de tres metros, y el edificio lateral,
O
que tenía un ancho de dos metros alrededor de toda la Casa. 6 Las piezas laterales estaban
dispuestas unas sobre otras, formando tres pisos de treinta piezas cada uno. Había además
unos soportes que sobresalían alrededor de la pared exterior de la Casa, para que las piezas
laterales estuvieran sostenidas, pero no por la pared de la Casa. 7 La Casa se ensanchaba
EM
hacia arriba, porque una rampa subía cada vez más alto, por el costado de la Casa, hasta las
piezas laterales superiores. Por eso la Casa tenía un ensanchamiento hacia arriba y así, del
piso inferior se subía al superior, a través del intermedio.
8 Yo vi una elevación alrededor de la Casa: era la terraza que servía de fundamento a las
piezas laterales y que medía una vara completa, es decir, tres metros. 9 El espesor de la pared
exterior del edificio lateral era de dos metros y medio, y el espacio libre entre las piezas
D
laterales de la Casa 10 y las habitaciones tenía un ancho de diez metros, alrededor de toda la
Casa. 11 El edificio lateral tenía unas puertas que daban al espacio libre: una puerta en
dirección al norte, y otra en dirección al sur. El ancho del espacio libre era de dos metros y
medio, todo alrededor.
LS
La construcción occidental
12 La construcción que estaba frente al patio, por el lado oeste, tenía un ancho de treinta y
cinco metros; toda la pared de la construcción tenía dos metros y medio de espesor, y su largo
era de cuarenta y cinco metros.
13 El hombre midió la Casa: cincuenta metros de largo; el patio, la construcción y sus muros:
cincuenta metros de largo; 14 el ancho de la fachada de la Casa y del patio hacia el este:
cincuenta metros. 15 Él midió el ancho de la construcción frente al patio, por su parte posterior,
y también sus galerías de uno y otro lado: cincuenta metros.
O
La ornamentación de la Casa
El interior del Templo y los vestíbulos del atrio, 16 los umbrales, las ventanas con enrejados y
ST
las galerías de los tres costados, frente al umbral, estaban revestidos de madera por todas
partes, desde el suelo hasta las ventanas, y también las ventanas estaban recubiertas. 17
Hasta por encima de la entrada, hasta el interior de la Casa y también por fuera, alrededor de
toda la pared, en el interior y en el exterior, había figuras 18 grabadas: eran querubines y
palmeras, una palmera entre dos querubines. Cada querubín tenía dos rostros: 19 un rostro de
hombre vuelto hacia la palmera de un lado, y un rostro de león vuelto hacia la palmera del otro
SY
lado. Estaban grabados en toda la pared de la Casa: 20 los querubines y las palmeras estaban
grabados sobre la pared, desde el suelo hasta por encima de la entrada.
15 Cuando el hombre terminó de medir el interior de la Casa, me hizo salir hacia la puerta que
daba al oriente, y midió todo el contorno. 16 Midió con la vara de medir el lado oriental:
doscientos cincuenta metros. Se volvió 17 y midió el lado septentrional: doscientos cincuenta
metros. Se volvió 18 hacia el lado meridional y lo midió: doscientos cincuenta metros. 19 Se
volvió hacia el lado occidental y lo midió: doscientos cincuenta metros. 20 Él midió los cuatro
O
costados, y allí había un muro circundante de doscientos cincuenta metros de largo por
doscientos cincuenta de ancho, para separar lo sagrado de lo profano.
EM
43 1 El hombre me llevó hacia la puerta que miraba al oriente, 2 y yo vi que la gloria del Dios
de Israel venía desde el oriente, con un ruido semejante al de las aguas caudalosas, y la tierra
se iluminó con su Gloria. 3 Esta visión era como la que yo había visto cuando el Señor vino a
destruir la ciudad, y como la que había visto junto al río Quebar. Entonces caí con el rostro en
tierra.
D
4 La gloria del Señor entró en la Casa por la puerta que daba al oriente. 5 El espíritu me
levantó y me introdujo en el atrio interior, y yo vi que la gloria del Señor llenaba la Casa. 6 Y oí
que alguien me hablaba desde la Casa, mientras el hombre permanecía de pie junto a mí. 7 La
voz me dijo: "Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar donde se asienta la planta
de mis pies. Aquí habitaré para siempre en medio de los israelitas. El pueblo de Israel no
LS
profanará más mi Nombre: ni ellos ni sus reyes con sus prostituciones, ni los cadáveres de sus
reyes con sus tumbas. 8 Al poner su umbral junto al mío y los postes de sus puertas al lado de
los míos, con un simple muro de por medio, los israelitas mancharon mi santo Nombre con las
abominaciones que cometieron, y yo los devoré en mi indignación. 9 Pero, de ahora en
adelante, alejarán de mí sus prostituciones y los cadáveres de sus reyes, y yo habitaré en
medio de ellos para siempre. 10 En cuanto a ti, hijo de hombre, describe la Casa al pueblo de
Israel. Que ellos se avergüencen de sus culpas y tomen las medidas de su diseño. 11 Y si se
O
avergüenzan de lo que hicieron, tú les darás a conocer la forma de la Casa y su diseño, sus
salidas y sus entradas, y todos los preceptos y leyes concernientes a ella. Fíjalas por escrito a
la vista de todos, para que observen todo lo concerniente a ella y lo realicen. 12 Esta es la ley
concerniente a la Casa: todo su ámbito y sus alrededores, sobre la cima de la montaña, son un
O
El altar
ST
13 Estas son las dimensiones del altar, con sus medidas en codos, a razón de un codo y
palmo, es decir, de medio metro por cada codo. La fosa circundante medía medio metro de alto
por medio de ancho, con un reborde de un palmo sobre su contorno. La altura del altar era la
siguiente: 14 desde el basamento sobre el suelo hasta la plataforma inferior, un metro de alto y
medio de ancho; y desde la plataforma pequeña hasta la plataforma más grande, dos metros
de alto y uno de ancho. 15 Desde allí hasta el ara del altar había dos metros, y por encima de
SY
ella sobresalían cuatro cuernos. 16 El ara medía seis metros de largo por seis de ancho: era un
cuadrado perfecto. 17 La plataforma superior era un cuadrado de siete metros de largo por
O
oráculo del Señor– y ellos cargarán con su culpa: 13 no se aproximarán a mí para ejercer la
función sacerdotal, ni se aproximarán a mis cosas santas –las cosas santísimas– sino que
cargarán con el oprobio y las abominaciones que cometieron. 14 Yo los pongo como
encargados del cuidado de la Casa y de todo el servicio que deba prestarse en ella.
EM
Los sacerdotes
D
17 Cuando entren por las puertas del atrio interior, se revestirán con vestiduras de lino: no
llevarán ropa de lana cuando presten servicio a las puertas del atrio interior y en la Casa. 18
Tendrán turbantes de lino sobre su cabeza y también usarán calzoncillos de lino. No se ceñirán
con nada que haga transpirar. 19 Cuando salgan al atrio exterior, donde está el pueblo, se
LS
quitarán las vestiduras que se hayan puesto para prestar servicio, dejándolas en las
habitaciones del Santuario, y se pondrán otra ropa, para no santificar al pueblo con sus
vestiduras. 20 No se raparán la cabeza ni dejarán crecer libremente sus cabellos, sino que se
cortarán los cabellos cuidadosamente. 21 Ningún sacerdote beberá vino cuando deba entrar
en el atrio interior. 22 Ellos no se casarán con una viuda ni con una mujer repudiada, sino sólo
con una virgen de la raza del pueblo de Israel. Pero podrán casarse con la viuda de otro
sacerdote.
O
25 Los sacerdotes no tocarán a un hombre muerto, para no incurrir en impureza, a no ser que
se trate del padre o la madre, de un hijo o de una hija, o de un hermano o hermana que no
ST
haya tenido marido. 26 Después de su purificación, se contarán siete días, 27 y el día que
entren en el lugar santo, en el atrio interior, para prestar servicio en el lugar santo, ofrecerán su
sacrificio por el pecado –oráculo del Señor–.
28 Los sacerdotes no tendrán una herencia, porque yo soy su herencia. Ustedes no les darán
una propiedad en Israel, porque yo soy su propiedad. 29 Ellos se alimentarán con la oblación y
SY
con las víctimas del sacrificio por el pecado y del sacrificio de reparación. Todo lo dedicado al
Señor en Israel, será para ellos. 30 También será para el sacerdote la mejor de todas las
O
18 Así habla el Señor: El primer día del primer mes, tomarás un ternero sin defecto para quitar
el pecado del Santuario. 19 El sacerdote tomará sangre de la víctima por el pecado y la pondrá
sobre los postes de la puerta de la Casa, sobre los cuatro ángulos del zócalo del altar y sobre
los postes de la puerta del atrio interior. 20 Lo mismo hará el primer día del séptimo mes, en
EM
favor de cualquiera que haya pecado por inadvertencia o ignorancia. Así harán la expiación por
la Casa.
La Pascua
21 El día catorce del primer mes, ustedes celebrarán la fiesta de la Pascua. Durante siete días
se comerá pan sin levadura. 22 Aquel día, el príncipe ofrecerá un ternero por sí mismo y por
D
todo el pueblo del país, en sacrificio por el pecado. 23 Durante los siete días de la fiesta, cada
uno de los siete días, ofrecerá siete terneros y siete carneros sin defecto en holocausto al
Señor, y un chivo en sacrificio por el pecado. 24 Como oblación, ofrecerá una medida de
harina por cada ternero y cada carnero, y siete litros de aceite por cada medida.
LS
La fiesta de las Chozas
25 El día quince del séptimo mes, con ocasión de la Fiesta, el príncipe hará lo mismo durante
siete días: el mismo sacrificio por el pecado, el mismo holocausto, la misma oblación y el
mismo aceite.
46 1 Así habla el Señor: la puerta del atrio interior que mira hacia el este, permanecerá cerrada
durante los seis días laborables, pero se la abrirá el día sábado. También se la abrirá el día de
la luna nueva. 2 El príncipe entrará desde afuera, por el vestíbulo de la puerta, y se quedará de
O
4 El holocausto que el príncipe ofrecerá al Señor el día sábado, será de seis corderos sin
defecto y de un carnero sin defecto; 5 la oblación será de una medida de harina por el carnero,
y por los corderos dará lo que pueda, más siete litros de aceite por cada medida. 6 El día de la
luna nueva, en cambio, presentará un ternero sin defecto, seis corderos y un carnero sin
defecto. 7 También ofrecerá, como oblación, una medida de harina por el ternero, otra medida
por el carnero, y lo que pueda dar por los corderos, más siete litros de aceite por cada medida.
SY
47 1 El hombre me hizo volver a la entrada de la Casa, y vi que salía agua por debajo del
umbral de la Casa, en dirección al oriente, porque la fachada de la Casa miraba hacia el
oriente. El agua descendía por debajo del costado derecho de la Casa, al sur del altar. 2 Luego
me sacó por el camino de la puerta septentrional, y me hizo dar la vuelta por un camino
exterior, hasta la puerta exterior que miraba hacia el oriente. Allí vi que el agua fluía por el
O
costado derecho. 3 Cuando el hombre salió hacia el este, tenía una cuerda en la mano. Midió
quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a los tobillos. 4 Midió
otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a las rodillas. Midió
otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a la cintura. 5 Luego
EM
midió otros quinientos metros, y ya era un torrente que no pude atravesar, porque el agua
había crecido: era un agua donde había que nadar, un torrente intransitable.
6 El hombre me dijo: "¿Has visto, hijo de hombre?", y me hizo volver a la orilla del torrente. 7 Al
volver, vi que a la orilla del torrente, de uno y otro lado, había una inmensa arboleda. 8
Entonces me dijo: "Estas aguas fluyen hacia el sector oriental, bajan hasta la estepa y van a
desembocar en el Mar. Se las hace salir hasta el Mar, para que sus aguas sean saneadas. 9
D
Hasta donde llegue el torrente, tendrán vida todos los seres vivientes que se mueven por el
suelo y habrá peces en abundancia. Porque cuando esta agua llegue hasta el Mar, sus aguas
quedarán saneadas, y habrá vida en todas partes adonde llegue el torrente. 10 Los pescadores
se apostarán a su orilla: desde Engadí hasta En Eglaim habrá lugares para tender las redes.
Allí habrá tantas clases de peces como en el Mar Grande, y serán muy numerosos. 11 Pero
LS
sus charcos y sus lagunas no serán saneados, sino que quedarán como salinas. 12 Al borde
del torrente, sobre sus dos orillas, crecerán árboles frutales de todas las especies. No se
marchitarán sus hojas ni se agotarán sus frutos, y todos los meses producirán nuevos frutos,
porque el agua sale del Santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas de remedio".
13 Así habla el Señor: Esta es la frontera del país que ustedes se repartirán como herencia,
entre las doce tribus de Israel, asignando dos partes a José. 14 Lo heredarán todos por igual,
porque yo juré con la mano en alto que se lo daría a sus padres, y por eso este país le
corresponde a ustedes como herencia. 15 La frontera del país es la siguiente: por el lado
O
septentrional, desde el Mar Grande, en dirección a Jetlón, hasta la Entrada de Jamat: Sedad,
16 Berotá, Sibraim –que está entre el territorio de Damasco y el territorio de Jamat– y Jaser
Ticón, hacia el territorio de Jaurán. 17 La frontera irá desde el mar hasta Jasar Enán,
quedando al norte el territorio de Damasco y también el de Jamat: este es el lado septentrional.
ST
18 Por el lado oriental, entre Jaurán y Damasco, entre Galaad y el país de Israel, la frontera
estará delimitada por el Jordán, hasta el mar oriental, en dirección a Tamar: este es el lado
oriental. 19 Por el lado meridional, hacia el sur, la frontera irá desde Tamar hasta las aguas de
Meribá de Cades, hacia el Torrente, hasta el Mar Grande: este es el lado meridional, hacia el
sur. 20 Por el lado occidental, el Mar Grande servirá de frontera hasta enfrente de la Entrada
de Jamat: este es el lado occidental.
SY
20 El conjunto de la parte reservada tendrá doce mil quinientos metros por doce mil: así, lo que
ustedes reservarán será un cuadrado, incluyendo lo que pertenece a la ciudad. 21 El resto será
para el príncipe, a uno y otro lado de la parte reservada y de la que pertenece a la ciudad. A él
le corresponderá una extensión de doce mil quinientos metros por el lado este, hasta la
frontera oriental; y de doce mil quinientos metros por el lado oeste, hasta la frontera occidental,
O
a lo largo de las otras partes. La parte reservada y el Santuario del templo quedarán en el
medio. 22 La propiedad de los levitas y lo que pertenece a la ciudad estarán entre la frontera
de Judá y la frontera de Benjamín, en medio de lo que pertenecerá al príncipe.
EM
Las partes de las tribus del Sur
23 En cuanto al resto de las tribus, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte
para Benjamín. 24 Sobre la frontera de Benjamín, desde el lado oriental hasta el lado
occidental: una parte para Simeón. 25 Sobre la frontera de Simeón, desde el lado oriental
hasta el lado occidental: una parte para Isacar. 26 Sobre la frontera de Isacar, desde el lado
oriental hasta el lado occidental: una parte para Zabulón. 27 Sobre la frontera de Zabulón,
D
desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Gad. 28 Sobre la frontera de
Gad, por el lado meridional, hacia el sur, la frontera llegará desde Tamar hasta las aguas de
Meribá de Cades, hasta el Torrente y hasta el Mar Grande.
29 Este es el país que ustedes se distribuirán por sorteo, como herencia para las tribus de
LS
Israel: estas serán sus partes –oráculo del Señor–.
30 Estas son las salidas de la ciudad. El lado septentrional medirá dos mil doscientos
cincuenta metros. 31 Las puertas de la ciudad llevarán los nombres de las tribus de Israel.
Habrá tres puertas al norte: la puerta de Rubén, la de Judá y la de Leví. 32 El lado oriental
O
medirá dos mil quinientos cincuenta metros y tendrá tres puertas: la puerta de José, la de
Benjamín y la de Dan. 33 El lado meridional medirá dos mil doscientos cincuenta metros y
tendrá tres puertas: la puerta de Simeón, la de Isacar y la de Zabulón. 34 El lado occidental
medirá dos mil doscientos cincuenta metros y tendrá tres puertas: la puerta de Gad, la de Aser
O
1 1-2. "El año treinta": No se ha podido determinar el acontecimiento que marca el punto de
ST
partida de ese cómputo. Algunos piensan que se trata del nacimiento del profeta; otros toman
como punto de referencia la fundación del nuevo Imperio babilónico. "El año quinto de la
deportación del rey Joaquín" es el 593 a.C.
3. "La mano del Señor descendió sobre él": Ezequiel emplea con frecuencia esta expresión
para referirse a sus experiencias extáticas (3. 22; 8. 1; 33. 22; 37. 1; 40. 1).
SY
25. Estas "sogas" parecen ser una metáfora de la enfermedad que obligó a Ezequiel a
interrumpir su actividad profética normal.
4 Las acciones simbólicas descritas en 4.1 - 5. 17 son parábolas en acción, que preanuncian
gráficamente la ruina de Jerusalén y el exilio de sus habitantes. Estas sorprendentes
O
dramatizaciones, tan extrañas a nuestra sensibilidad, también dejaban desconcertados a los
contemporáneos del profeta, que no siempre comprendían su significado (24. 19).
1-12. Ver nota 1 Rey. 11. 30.
EM
1 La cifra "trescientos noventa" tiene un valor simbólico, cuyo significado aún no se ha
logrado precisar con exactitud.
2 Los "cuarenta días" de privaciones corresponden a los cuarenta años que va a durar el
exilio después de la segunda deportación. La cifra no debe ser computada con rigor
matemático, ya que Ezequiel la vuelve a emplear (29. 11) para referirse a los años que habrá
de durar el castigo de Egipto.
D
1 "Veinte siclos" eran un poco más de doscientos gramos.
2 El "hin" equivalía a un poco más de seis litros.
5 1. El rapado de la barba y del cabello era un signo de duelo y un trato ignominioso infligido a
los prisioneros de guerra. Ezequiel lo emplea como símbolo de la destrucción de Jerusalén y
LS
del exilio. Ver Is. 7. 20.
3. El "Idolo de los celos" podría ser una estatua de Tamuz, el dios mencionado en el
v. 14. Todo acto de idolatría atenta contra la absoluta soberanía del Señor y provoca sus
"celos", ya que él no puede tolerar el culto de ningún otro dios. Ver nota Éx. 20.
5.
ST
14. "Tamuz" era el dios babilónico de la vegetación. Cuando comenzaban los calores del
verano y se secaba la vegetación por falta de lluvia, se pensaba que él descendía a la morada
de los muertos, hasta aparecer de nuevo en primavera. Esta muerte del dios daba ocasión a
ciertos ritos de lamentación, del que participaban principalmente las mujeres.
SY
1 Antes de ser conquistada por David, Jerusalén era una ciudad cananea, en la que
habitaban los jebuseos (Jos. 15. 8; Jc. 1. 21; 2 Sam. 5. 6-10). "Amorreo" es un término
frecuente en el Antiguo Testamento para designar a la población preisraelita de Canaán.
"Hitita", en el lenguaje bíblico, es el nombre de una parte de la población cananea que encontró
O
Israel al llegar a Palestina (Gn. 15.20; Éx. 3.8). Ezequiel quiere señalar que Jerusalén nunca se
desprendió totalmente de sus orígenes paganos.
2 La costumbre de "frotar con sal" a los recién nacidos, a fin de fortalecerlos, todavía se
mantiene en algunos lugares de Palestina.
EM
6. Ver Deut. 32. 10-11; Jer. 31. 2; Os. 9. 10.
16. Los "lugares altos" se solían adornar con toldos y tapices "de vivos colores", destinados a
la práctica de la prostitución sagrada. Ver nota 1 Sam. 9. 12.
D
26-29. Ezequiel condena las alianzas de Jerusalén con naciones extranjeras. Los profetas
reprobaron siempre estas maniobras políticas, que introducían en Israel toda clase de
costumbres paganas (Sof. 1. 8) y constituían una falta de fe en el poder del Señor (Is. 30. 1-5;
Jer. 2. 18; Os. 7. 11; 12. 2).
LS
1 "A tu izquierda" y "a tu derecha", es decir, al norte y al sur de quien mira hacia el
Oriente.
2 Jerusalén es más culpable que Sodoma y Samaría, porque ella fue la preferida del
Señor. Por eso su infidelidad será castigada más severamente. Ver Am. 3. 2.
53-58. Es probable que esta promesa de restauración haya sido añadida a la alegoría original
después de la caída de Jerusalén, cuando Ezequiel dedicó toda su energía a levantar el ánimo
de los exiliados.
O
2 "Sin que ellas participen de tu alianza": La Alianza del Señor con la nueva Jerusalén
tendrá un carácter único y exclusivo. Las ciudades vecinas se acogerán a ella como a una
madre, pero sin gozar de sus mismos privilegios.
17 Esta compleja alegoría describe simbólicamente la política seguida por los últimos reyes de
Judá. En la segunda parte del capítulo (vs. 12-21), Ezequiel nos da la clave para interpretarla.
SY
En la parte final (vs. 22-24), el profeta retoma la alegoría y la desarrolla en sentido mesiánico.
21 Los pasajes siguientes tienen como elemento común la palabra "espada". Por eso han sido
reunidos en un solo capítulo, aunque traten sobre temas diversos.
O
16. El "verdugo" es Nabucodonosor, que probablemente ya había comenzado el asedio de
Jerusalén.
EM
26. Nabucodonosor es presentado como si dudara entre dirigir sus tropas contra Jerusalén o
contra la capital del reino de Amón, ambas comprometidas en la liga antibabilónica propiciada
por Egipto. Para salir de la duda, el rey consulta a sus dioses, mediante las prácticas
adivinatorias comunes en aquella época.
30. Este "infame malvado" es Sedecías, a quien Ezequiel llama "príncipe de Israel", negándole
así el título de rey. Ver nota 12. 12.
D
22 En esta nueva requisitoria contra Jerusalén, Ezequiel insiste más en los pecados de
carácter moral y social que en la idolatría y en las faltas rituales. Ver 16. 1-52.
23 Esta nueva alegoría tiene cierta afinidad con la del cap. 16, pero desarrolla más
ampliamente la comparación entre Jerusalén y Samaría. El profeta insiste sobre todo en la
política de alianzas de las dos hermanas con Egipto, Asiria y Babilonia.
23. "Pecod", "Soa" y "Coa" eran tribus caldeas establecidas en la zona sur delÉufrates.
O
6. "Sin que la suerte caiga sobre ella": esta expresión parece indicar que el castigo recaerá
sobre toda la ciudad, sin una discriminación como la que tuvo lugar en la primera deportación.
ST
22-23. El profeta no prohibe a sus compatriotas llorar por la caída de Jerusalén. Pero les
advierte que la noticia los dejará tan desconcertados, que ni siquiera atinarán a lamentar su
desgracia.
2. Jerusalén es llamada la "Puerta de los pueblos" porque las caravanas que se dirigían a Tiro
debían pasar por territorio israelita.
30 13. "Nof" es el nombre hebreo de Menfis, la capital del Bajo Egipto, situada sobre la ribera
del Nilo, cerca de El Cairo.
O
17. "On" y "Pi Béset" eran dos ciudades egipcias llamadas por los griegos Heliópolis y
Bubastis.
EM
a 31 1. La fecha aquí indicada corresponde a mayo-junio del 587 a.C., o sea, dos meses
antes de la caída de Jerusalén.
b 32 1. El "año duodécimo" es el 585 a.C.
D
que los "incircuncisos" están excluidos de ese honor.
35 2. La "montaña de Seír", situada al sur del Mar Muerto, era el territorio de Edóm. Ver 25. 12-
14.
O
37 Esta visión -la más impresionante del libro de Ezequiel- es un mensaje de esperanza
dirigido a los exiliados. Ellos son como huesos resecos (v. 11), pero el Señor los hará renacer
con la fuerza de su espíritu y los reunirá de nuevo en su país
(v. 14). Al relatar esta visión, el profeta no se refiere a la resurrección de los muertos, sino que
describe simbólicamente la restauración de Israel después de los sufrimientos del destierro.
SY
38 Al parecer, esta enigmática profecía completa el cuadro de la restauración final de Israel, tal
como la describen los capítulos anteriores. Israel no podrá gozar de paz y prosperidad
15. Sobre los "cuernos" del altar, ver nota Éx. 27. 2.
O
45 7-8. Los reyes, principales responsables de la ruina de Israel, no tendrán en el nuevo
Templo sus antiguos privilegios. Por eso, el descendiente de David será un retoño plantado en
la montaña santa (17. 22-23) y ejercerá sus funciones de pastor
(34. 23), pero con el título de "príncipe" (34. 24). Su territorio estará rigurosamente delimitado,
EM
para que no pueda acrecentarlo por medio de extorsiones (46. 18). Sus funciones cultuales
quedarán reducidas a proporcionar lo necesario para el culto (45. 17-25) y a ocupar un puesto
de honor en las celebraciones litúrgicas (44. 1-3; 46. 2).
13-14. El "jómer" y el "cor" medían unos 450 litros; el "bat" y el "efá", unos 45.
D
introduce esta magnifica visión del torrente brotado del Templo. En la nueva Jerusalén el Señor
va a renovar los prodigios del Éxodo. El agua, símbolo de fecundidad y de vida, surgirá con
más abundancia que de la roca golpeada por Moisés (Éx. 17. 1-7) y hará de Palestina un
nuevo Jardín de Edén (Gn. 2. 10-14). Su poder bienhechor será tan grande. que transformará
las estepas del desierto de Judá y las aguas sin vida del Mar Muerto. Ver Jl. 4. 18; Zac. 14. 8;
LS
Apoc. 22. 1-2.
10. "Engadí" y "En Eglaim" son dos oasis situados sobre la orilla occidental del Mar Muerto.
48 35. "El Señor está allí": este nuevo nombre de Jerusalén resume con admirable simplicidad
el contenido más hondo del libro de Ezequiel. La expresión evoca la figura del "Emanuel"
-"Dios con nosotros"- anunciado por Isaías (7. 14; 8. 8).
O
Daniel
El libro que lleva el nombre de DANIEL fue escrito hacia el 165 a. C., cuando el rey Antíoco IV
Epífanes pretendió helenizar por la fuerza al Pueblo judío, obligándolo a abandonar la Ley de
O
Moisés y a practicar el culto pagano difundido en todo el Imperio seléucida. Su autor vivió en
tiempos de la insurrección de los Macabeos. Pero, a diferencia de estos, él no apela a la
resistencia armada contra el opresor extranjero, sino que espera y anuncia una intervención
extraordinaria del Señor, que es capaz de salvar a su Pueblo incluso de la muerte.
ST
Con toda propiedad, este Libro puede ser llamado el "Apocalipsis" del Antiguo Testamento.
Como el que figura al final del Nuevo Testamento, también el Apocalipsis de Daniel contiene
una interpretación religiosa de la historia universal y un mensaje de esperanza para el Pueblo
de Dios perseguido a causa de su fe. Además, ambos Libros tienen la misma forma de
expresión literaria -el estilo "apocalíptico", muy difundido en el Judaísmo a partir del siglo ll a.
SY
C.- cuyo rasgo más notorio es la profusión de imágenes sorprendentes, de alegorías casi
siempre enigmáticas y de visiones simbólicas.
O
8 Daniel estaba decidido a no contaminarse con los manjares del rey y con el vino que él
bebía, y rogó al jefe de los eunucos que no lo obligara a contaminarse. 9 Dios hizo que él se
ganara el afecto y la simpatía del jefe de los eunucos. 10 Pero este dijo a Daniel: "Yo temo a mi
señor el rey, que les ha asignado la comida y la bebida; si él llega a ver el rostro de ustedes
EM
más demacrado que el de los jóvenes de su misma edad, ustedes harían peligrar mi cabeza
delante del rey". 11 Daniel dijo al guardia a quien el jefe de los eunucos había confiado el
cuidado de Daniel, Ananías, Misael y Azarías: 12 "Por favor, pon a prueba a tus servidores
durante diez días; que nos den legumbres para comer y agua para beber; 13 compara luego
nuestros rostros con el de los jóvenes que comen los manjares del rey, y actúa con
tusservidores conforme a lo que veas". 14 Él aceptó la propuesta, y los puso a prueba durante
diez días. 15 Al cabo de esos días, se vio que ellos tenían mejor semblante y estaban más
D
rozagantes que todos los jóvenes que comían los manjares del rey.16 Desde entonces, el
guardia les retiró los manjares y el vino que debían tomar, y les dio legumbres.
2 1 El segundo año del reinado de Nabucodonosor, este tuvo unos sueños, y su espíritu quedó
tan perturbado que no pudo seguir durmiendo. 2 El rey mandó llamar a los magos, los adivinos,
O
los hechiceros y los caldeos, para que le explicaran sus sueños. Ellos fueron a presentarse
delante del rey, 3 y él les dijo: "He tenido un sueño, y mi espíritu está ansioso por conocer ese
sueño". 4 Los caldeos respondieron al rey: "¡Viva el rey eternamente! Di a tus servidores lo que
has soñado, y nosotros expondremos la interpretación". 5 Pero el rey tomó la palabra y dijo a
ST
los caldeos: "Mi decisión ya está tomada: si no me dan a conocer el sueño y su interpretación,
ustedes serán cortados en pedazos y sus casas quedarán reducidas a un basural. 6 En
cambio, si me exponen el sueño y su interpretación, recibirán de mí obsequios, regalos y
grandes honores. Por lo tanto, expónganme el sueño y su interpretación".
7 Ellos respondieron por segunda vez, diciendo: "Que el rey diga a sus servidores lo que ha
SY
24 A causa de esto, Daniel se presentó a Arioc, a quien el rey había encargado ejecutar a los
sabios de Babilonia, y le habló de esta manera: "No hagas morir a los sabios de Babilonia.
Llévame ante la presencia del rey, y yo le expondré la interpretación". 25 Arioc llevó
O
rápidamente a Daniel ante la presencia del rey, y le dijo: "He hallado entre los deportados de
Judá a un hombre que hará conocer al rey la interpretación". 26 El rey tomó la palabra y dijo a
Daniel, llamado Beltsasar: "¿Eres tú capaz de darme a conocer el sueño que tuve y su
interpretación?". 27 Daniel respondió ante el rey, diciendo: "El rey interroga sobre un misterio
EM
que no se lo puede aclarar ningún sabio, adivino, mago o astrólogo. 28 Sin embargo, hay en el
cielo un Dios que revela los misterios, y que ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que
sucederá en los días venideros. Tu sueño y las visiones de tu imaginación, cuando estabas en
tu lecho, fueron estos:
D
29 A ti, rey, mientras estabas en tu lecho, te sobrevinieron pensamientos acerca de lo que va a
suceder en adelante, y el que revela los misterios te ha hecho conocer lo que va a suceder. 30
En cuanto a mí, este misterio me ha sido revelado no porque yo tenga una sabiduría superior a
la de todos los vivientes, sino para que se ponga de manifiesto al rey la interpretación, y así
conozcas los pensamientos de tu corazón.
LS
31 Tú, rey, estabas mirando, y viste una gran estatua. Esa estatua, enorme y de un brillo
extraordinario, se alzaba delante de ti, y su aspecto era impresionante. 32 Su cabeza era de
oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus caderas, de bronce; 33 sus piernas,
de hierro, y sus pies, parte de hierro y parte de arcilla. 34 Tú estabas mirando, y de pronto se
desprendió una piedra, sin que interviniera ninguna mano: ella golpeó la estatua sobre sus pies
de hierro y de arcilla, y los pulverizó. 35 Entonces fueron pulverizados al mismo tiempo el
O
hierro, la arcilla, el bronce, la plata y el oro; fueron como la paja en la era durante el verano: el
viento se los llevó y no quedó ningún rastro. En cuanto a la piedra que había golpeado la
estatua, se convirtió en una gran montaña, y llenó toda la tierra.
O
36 Este fue el sueño; ahora diremos su interpretación en presencia del rey. 37 Tú, rey, eres el
rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha conferido la realeza, el poder, la fuerza y la gloria; 38
él ha puesto en tus manos a los hombres, los animales del campo y las aves del cielo,
cualquiera sea el lugar donde habitan, y te ha hecho dominar sobre todos ellos: por eso la
ST
cabeza de oro eres tú. 39 Después de ti surgirá otro reino inferior a ti, y luego aparecerá un
tercer reino, que será de bronce y dominará sobre toda la tierra. 40 Y un cuarto reino será duro
como el hierro: así como el hierro tritura y pulveriza todo –como el hierro que destroza– él los
triturará y destrozará a todos ellos. 41 También has visto los pies y los dedos, en parte de
arcilla de alfarero y en parte del hierro, porque ese será un reino dividido: habrá en él algo de la
solidez del hierro, conforme a lo que has visto del hierro mezclado con la masa de arcilla; 42
SY
pero como los dedos de los pies son en parte de hierro y en parte de arcilla, una parte del reino
será fuerte, y una parte frágil. 43 Tú has visto el hierro mezclado con la masa de arcilla, porque
O
clase de instrumentos, a postrarse y adorar la estatua que yo hice? Porque si ustedes no la
adoran, serán arrojados inmediatamente dentro de un horno de fuego ardiente. ¿Y qué dios
podrá salvarlos de mi mano?".
EM
16 Sadrac, Mesac y Abed Negó respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: "No tenemos
necesidad de darte una respuesta acerca de este asunto. 17 Nuestro Dios, a quien servimos,
puede salvarnos del horno de fuego ardiente y nos librará de tus manos. 18 Y aunque no lo
haga, ten por sabido, rey, que nosotros no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de
oro que tú has erigido".
D
Mesac y Abed Negó. El rey tomó la palabra y ordenó activar el horno siete veces más de lo
habitual. 20 Luego ordenó a los hombres más fuertes de su ejército que ataran a Sadrac,
Mesac y Abed Negó, para arrojarlos en el horno de fuego ardiente.
21 Entonces estos tres, con sus mantos, sus calzados, sus gorros y toda su ropa, fueron
LS
atados y arrojados dentro del horno de fuego ardiente. 22 Como la orden del rey era perentoria
y el horno estaba muy encendido, la llamarada mató a los hombres que habían llevado a
Sadrac, Mesac y Abed Negó. 23 En cuanto a estos tres, Sadrac, Mesac y Abed Negó, cayeron
atados dentro del horno de fuego ardiente.
27 Una vez reunidos los prefectos, los gobernadores y los cortesanos del rey, comprobaron
que el fuego no había tenido poder sobre el cuerpo de aquellos hombres, que sus cabellos no
se habían quemado, que sus mantos estaban intactos y que ni siquiera el olor del fuego se
había adherido a ellos. 28 Nabucodonosor tomó la palabra y dijo: "Bendito sea el Dios de
Sadrac, Mesac y Abed Negó, porque ha enviado a su Ángel y ha salvado a sus servidores, que
SY
confiaron en él y, quebrantando la orden del rey, entregaron su cuerpo antes que servir y
adorar a cualquier otro dios que no fuera su Dios. 29 Por eso, yo doy este decreto: ‘Todo
‘Derriben el árbol y corten sus ramas, arranquen sus hojas y dispersen sus frutos;
O
que huyan los animales de debajo de él y los pájaros, de sus ramas. 12 Pero dejen
en la tierra el tronco con sus raíces, sujeto con cadenas de hierro y bronce, entre la
EM
hierba de los campos. Que sea empapado por el rocío del cielo y comparta con los
adquiera instintos de animal, y que siete tiempos pasen sobre él. 14 Por un decreto
D
de los Guardianesse pronuncia esta sentencia, y por una orden de los Santos, esta
decisión,para que los vivientes reconozcan que el Altísimo domina sobre la realeza
de los hombres,
LS
que él la da a quien quiere
15 Este es el sueño que tuve, yo, el rey Nabucodonosor; y tú, Beltsasar, dame su
interpretación, porque ninguno de los sabios de mi reino ha podido hacérmela conocer. Tú sí
que eres capaz de hacerlo, porque en ti reside el espíritu de los dioses santos".
O
16 Daniel, llamado Beltsasar, quedó aturdido por un instante y sus pensamientos lo llenaron de
O
espanto. Pero el rey tomó la palabra y dijo: "Beltsasar, que no te espanten el sueño y su
interpretación". Beltsasar respondió, diciendo: "Señor mío, ¡que este sueño sea para tus
enemigos, y su interpretación para tus adversarios! 17 El árbol que tú viste, que creció y se
volvió corpulento, cuya altura llegaba hasta el cielo y se lo veía desde toda la tierra, 18 que
ST
tenía un hermoso follaje y fruto abundante, en el que había alimentos para todos, bajo el cual
habitaban los animales de los campos y en cuyas ramas anidaban los pájaros del cielo, 19 ese
árbol eres tú, rey. Porque tú has crecido y te has hecho poderoso; ha crecido tu grandeza y ha
llegado hasta el cielo, y tu dominio se extiende hasta los extremos de la tierra. 20 El rey ha
visto además a un Guardián, un Santo, que descendía del cielo y decía: "Derriben el árbol y
destrúyanlo. Pero dejen en la tierra el tronco con sus raíces, sujeto con cadenas de hierro y
SY
bronce, entre la hierba de los campos. Que sea empapado por el rocío del cielo y que tenga su
parte con los animales de los campos, hasta que pasen sobre él siete tiempos". 21 Esta es la
El banquete de Baltasar
5 1 El rey Baltasar ofreció un gran banquete a mil de sus dignatarios, y bebió vino en la
presencia de esos mil. 2 Estimulado por el vino, Baltasar mandó traer los vasos de oro y plata
que Nabucodonosor, su padre, había sacado del Templo de Jerusalén, para que bebieran en
O
ellos el rey y sus dignatarios, sus mujeres y sus concubinas. 3 Entonces trajeron los vasos de
oro que habían sido sacados del Templo, de la Casa de Dios en Jerusalén, y bebieron en ellos
el rey y sus dignatarios, sus mujeres y sus concubinas. 4 Mientras bebían vino, glorificaban a
los dioses de oro y plata, de bronce, hierro, madera y piedra.
EM
La inscripción misteriosa
5 De pronto, aparecieron unos dedos de mano humana, que escribían sobre el estuco del muro
del palacio real, frente al candelabro, y el rey veía el extremo de esa mano que escribía.
D
a los adivinos, a los caldeos y los astrólogos. Y tomando la palabra, dijo a los sabios de
Babilonia: "Cualquiera que lea la inscripción y me la interprete, se vestirá de púrpura, llevará un
collar de oro en su cuello, y ocupará el tercer puesto en el reino". 8 Pero cuando entraron todos
los sabios del rey, no fueron capaces de leer la inscripción ni de hacer conocer al rey su
interpretación. 9 El rey Baltasar sintió un gran temor, cambió de color, y sus dignatarios
LS
quedaron consternados.
La intervención de Daniel
10 La reina, enterada de las palabras del rey y de sus dignatarios, entró en la sala del
banquete y, tomando la palabra, dijo: "¡Viva el rey eternamente! Que tus pensamientos no te
llenen de espanto y no cambies de color. 11 En tu reino hay un hombre que posee el espíritu
O
de los dioses santos; mientras vivía tu padre, se encontró en él una clarividencia, una
perspicacia y una sabiduría igual a la sabiduría de los dioses; y el rey Nabucodonosor, tu
padre, lo constituyó jefe de los magos, los adivinos, los caldeos y los astrólogos. 12 Ahora
bien, ya que en este Daniel, a quien el rey dio el nombre de Beltsasar, se ha encontrado un
O
espíritu superior, así como también ciencia, inteligencia, y el arte de interpretar sueños,
resolver enigmas y solucionar problemas, que se llame a Daniel y él expondrá la
interpretación".
ST
13 Daniel fue introducido en la presencia del rey, y este, tomando la palabra, le dijo: "¿Así que
tú eres Daniel, uno de los deportados judíos que el rey, mi padre, hizo venir de Judá? 14 Yo he
oído decir que en ti reside el espíritu de los dioses, y que se han hallado en ti clarividencia,
perspicacia y una sabiduría superior. 15 Acaban de ser traídos a mi presencia los sabios y los
adivinos, para que lean esta inscripción y me la interpreten, pero ellos no han sido capaces de
interpretar la cosa. 16 Yo he oído de ti que puedes dar interpretaciones y resolver problemas.
SY
O
11 Cuando Daniel supo que el documento había sido firmado, entró en su casa. Esta tenía en
el piso superior unas ventanas que se abrían en dirección a Jerusalén, y tres veces por día, él
se ponía de rodillas, invocando y alabando a su Dios, como lo había hecho antes.12 Aquellos
hombres acudieron precipitadamente y encontraron a Daniel orando y suplicando a su Dios. 13
EM
Entonces se presentaron ante el rey y, refiriéndose a la prohibición real, le dijeron: "¿Acaso no
has escrito una prohibición según la cual todo el que dirija una oración dentro de los próximos
treinta días, a cualquier dios u hombre que no seas tú, rey, debe ser arrojado al foso de los
leones?". El rey tomó la palabra y dijo: "Así es, en efecto, según la ley de los medos y de los
persas, que es irrevocable".
14 Entonces ellos tomaron la palabra y dijeron en presencia del rey: "Daniel, uno de los
D
deportados de Judá, no te ha hecho caso, rey, ni a ti ni a la prohibición que tú has escrito, y
tres veces al día hace su oración". 15 Al oír esto, el rey se apenó profundamente y puso todo
su empeño por salvar a Daniel: hasta el atardecer se esforzó por librarlo. 16 Pero esos
hombres acudieron precipitadamente al rey y le dijeron: "Tienes que saber, rey, que según la
ley de los medos y de los persas, ninguna prohibición o edicto promulgado por el rey puede ser
LS
modificado".
17 Entonces el rey mandó traer a Daniel y arrojarlo al foso de los leones. El rey tomó la palabra
y dijo a Daniel: "Tu Dios, al que sirves con tanta constancia, te salvará". 18 Luego trajeron una
piedra y la pusieron sobre la abertura del foso; el rey la selló con su anillo y con el anillo de sus
dignatarios, para que no se cambiara nada en lo concerniente a Daniel.
O
La liberación de Daniel
19 El rey se retiró a su palacio; ayunó toda la noche, no hizo venir a sus concubinas y se le fue
el sueño. 20 Al amanecer, apenas despuntado el día, el rey se levantó y fue rápidamente al
O
foso de los leones. 21 Cuando se acercó a él, llamó a Daniel con voz angustiosa. El rey tomó
la palabra y dijo a Daniel: "Daniel, servidor del Dios viviente, ¿ha podido tu Dios, al que sirves
con tanta constancia, salvarte de los leones?". 22 Daniel dijo al rey: "¡Viva el rey eternamente!
23 Mi Dios ha enviado a suÁngel y ha cerrado las fauces de los leones, y ellos no me han
ST
hecho ningún mal, porque yo he sido hallado inocente en su presencia; tampoco ante ti, rey,
había cometido ningún mal". 24 El rey sintió una gran alegría a causa de Daniel, y ordenó que
lo sacaran del foso. Daniel fue sacado del foso, y no se le encontró ni un rasguño, porque
había confiado en su Dios. 25 Luego el rey mandó traer a los hombres que habían acusado a
Daniel y los hizo arrojar al foso de los leones, con sus hijos y sus mujeres. Y no habían llegado
aún al fondo del foso, cuando ya los leones se apoderaron de ellos y les trituraron todos los
SY
huesos.
7 1 El año primero de Baltasar, rey de Babilonia, Daniel tuvo un sueño y unas visiones en su
imaginación, mientras se hallaba en su lecho. Él escribió el sueño. Este es el comienzo del
relato. 2 Daniel tomó la palabra y dijo: Yo miraba en mis visiones nocturnas, y vi los cuatro
vientos del cielo que agitaban el gran mar. 3 Y cuatro animales enormes, diferentes entre sí,
emergieron del mar. 4 El primero era como un león y tenía alas de águila. Yo estuve mirando
O
hasta que fueron arrancadas sus alas; él fue levantado de la tierra y puesto de pie sobre dos
patas como un hombre, y le fue dado un corazón de hombre. 5 Luego vi otro animal, el
segundo, semejante a un oso; él estaba medio erguido y tenía tres costillas en su boca, entre
sus dientes. Y le hablaban así: "¡Levántate, devora carne en abundancia!". 6 Después de esto,
EM
yo estaba mirando y vi otro animal como un leopardo; tenía cuatro alas de pájaro sobre el
dorso y también cuatro cabezas, y le fue dado el dominio. 7 Después de esto, yo estaba
mirando en las visiones nocturnas y vi un cuarto animal, terrible, espantoso y extremadamente
fuerte; tenía enormes dientes de hierro, comía, trituraba y el resto lo pisoteaba con las patas.
Era diferente de todos los animales que lo habían precedido, y tenía diez cuernos. 8 Yo
observaba los cuernos, y vi otro cuerno, pequeño, que se elevaba entre ellos. Tres de los
cuernos anteriores fueron arrancados delante de él, y sobre este cuerno había unos ojos como
D
de hombre y una boca que hablaba con insolencia.
9 Yo estuve mirando
El tribunal se sentó
SY
grandeza de todos los reinos bajo el cielo serán entregados al pueblo de los Santos del
O
Altísimo. Su reino es un reino eterno,
y todos los imperios lo servirán y le obedecerán".
28 Aquí termina el relato. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me llenaron de espanto y
EM
cambié de color. Y yo conservé estas cosas en mi corazón.
8 1 El tercer año del reinado del rey Baltasar, se me presentó una visión, a mí, Daniel, después
de aquella que se me había presentado anteriormente. 2 En esa visión, yo estaba mirando; y
mientras miraba, estaba en Susa, la ciudadela que está en la provincia de Elám. En esa visión,
D
yo estaba mirando, y me encontraba junto al río Ulai. 3 Alcé mis ojos, miré, y vi un carnero que
estaba parado ante el río. Tenía dos cuernos; los dos cuernos eran altos, pero uno era más
alto que el otro, y el más alto se elevó en último término. 4 Yo vi al carnero que embestía hacia
el oeste, hacia el norte y hacia el sur. Ningún animal podía resistir ante él, y nadie podía librar
de su poder; él obraba a su arbitrio y se engrandecía.
LS
5 Presté atención, y vi un chivo que venía del occidente, sobre la faz de toda la tierra, sin tocar
el suelo; ese chivo tenía un cuerno imponente entre sus ojos. 6 Llegó hasta el carnero de los
dos cuernos, que yo había visto parado ante el río, y corrió hacia él con todo el ardor de su
fuerza. 7 Lo vi avanzar hacia el carnero, hecho una furia contra él; lo golpeó y le quebró sus
dos cuernos, y el carnero no tuvo fuerza para resistir ante él: lo arrojó por tierra y lo pisoteó, y
no hubo nadie que librara al carnero de su poder. 8 Así el chivo se engrandeció enormemente;
O
pero una vez que se hizo fuerte, el cuerno grande se quebró, y cuatro cuernos imponentes se
elevaron en lugar de él, hacia los cuatro vientos del cielo.
9 De uno de ellos salió otro cuerno pequeño, que se agrandó mucho hacia el sur, hacia el
O
oriente y hacia la Hermosura. 10 Se agrandó hasta el Ejército del cielo, hizo caer por tierra a
una parte de este Ejército y de las estrellas, y las pisoteó. 11 Se agrandó hasta llegar al Jefe
del Ejército y le suprimió el sacrificio perpetuo; el lugar de su Santuario fue avasallado, 12 lo
mismo que su Ejército. Sobre el sacrificio perpetuo fue instalada la iniquidad, y se echó por
ST
13 Entonces oí a un Santo que hablaba, y otro Santo dijo al que hablaba: "¿Hasta cuándo se
verá el sacrificio perpetuo suprimido, la iniquidad desoladora instalada, el Lugar santo y el
Ejército pisoteados?". 14 Él respondió: "Hasta que pasen dos mil trescientas tardes y mañanas:
entonces el Lugar santo será reivindicado".
SY
O
Nosotros no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios, para seguir sus leyes, que él
puso delante de nosotros por medio de sus servidores los profetas. 11 Todo Israel ha
transgredido tu Ley y se ha apartado para no escuchar tu voz. Entonces se descargaron sobre
nosotros la imprecación y el juramento que están escritos en la Ley de Moisés, servidor de
EM
Dios, porque nosotros pecamos contra el Señor. 12 Y él cumplió la palabra que había
pronunciado contra nosotros y contra los jueces que nos juzgaban, haciendo recaer sobre
nosotros una gran desgracia, porque nunca ha sucedido bajo el cielo lo que sucedió en
Jerusalén. 13 Toda esa desgracia nos sobrevino según lo que está escrito en la Ley de
Moisés. Pero nosotros no hemos aplacado la ira del Señor, nuestro Dios, convirtiéndonos de
nuestra iniquidad y reconociendo tu fidelidad. 14 El Señor estuvo atento a estas calamidades y
las descargó sobre nosotros, porque el Señor, nuestro Dios, es justo en todas las obras que
D
hizo; pero nosotros no hemos escuchado su voz.
15 Y ahora, Señor, Dios nuestro, que hiciste salir a tu pueblo del país de Egipto con mano
poderosa, y así te ganaste un renombre que perdura hasta el día de hoy, nosotros hemos
pecado y hemos hecho el mal. 16 Señor, por todas tus obras de justicia, que tu ira y tu furor se
LS
aparten de tu Ciudad, de Jerusalén, tu santa Montaña. Porque a causa de nuestros pecados y
de las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el escarnio de todos los que
nos rodean. 17 Y ahora, Dios nuestro, escucha la oración y las súplicas de tu servidor, y a
causa de ti mismo, Señor, que brille tu rostro sobre tu Santuario desolado. 18 Inclina tu oído,
Dios mío, y escucha; abre tus ojos y mira nuestras ruinas y la ciudad que es llamada con tu
Nombre, porque no presentamos nuestras súplicas delante de ti a causa de nuestros actos de
justicia, sino a causa de tu gran misericordia. 19 ¡Señor, escucha! ¡Señor, perdona! ¡Señor,
O
presta atención y obra! ¡No tardes más, a causa de ti, Dios mío, porque tu Ciudad y tu pueblo
son llamados con tu Nombre!".
O
palabras y, al oírlo, caí en trance con el rostro en tierra.
EM
10 De pronto, una mano me tocó y me hizo poner, temblando, sobre mis rodillas y sobre las
palmas de mis manos. 11 Luego me dijo: "Daniel, hombre predilecto, fíjate en las palabras que
voy a decirte, y ponte de pie en el lugar donde estás, porque ahora yo he sido enviado a ti". Y
mientras me decía estas palabras, yo me puse de pie, temblando. 12 Él me dijo: "No temas,
Daniel, porque desde el primer día en que te empeñaste en comprender y en humillarte delante
de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y yo he venido a causa de ellas. 13 El Príncipe del reino
de Persia me opuso resistencia durante veintiún días, pero Miguel, uno de los primeros
D
Príncipes, ha venido en mi ayuda. Yo lo dejé allí, junto al Príncipe de los reyes de Persia, 14 y
vine para hacerte comprender lo que sucederá a tu pueblo en los días venideros, porque
también esta es una visión para aquellos días".
15 Mientras él me dirigía estas palabras, volví mi rostro hacia el suelo y me quedé mudo. 16
LS
De pronto, una figura como la de un hijo de hombre tocó mis labios. Yo abrí mi boca y me puse
a hablar, y dije al que estaba de pie frente a mí: "Mi Señor, ante esta aparición, yo me
estremecí de dolor y no pude sobreponerme. 17 ¿Y cómo podría este servidor hablar con mi
Señor, aquí presente, si ahora me faltan las fuerzas y ya me he quedado sin aliento?". 18
Aquel que parecía un hombre me volvió a tocar y me fortaleció. 19 Luego me dijo: "No temas,
hombre predilecto. ¡La paz esté contigo! ¡Sé fuerte y valeroso!". Mientras él me hablaba,
recobré las fuerzas y le dije: "Que hable mi Señor, ya que me has fortalecido". 20 Él respondió:
O
"¿Sabes por qué he venido hasta ti? Ahora vuelvo a combatir contra el Príncipe de Persia, y
una vez que haya concluido, vendrá el Príncipe de Javán. 21 Pero yo te voy a indicar lo que
está consignado en el Libro de la Verdad. No hay nadie para fortalecerme contra ellos, fuera de
Miguel, el Príncipe de ustedes.
O
11 1 Yo, por mi parte, estuve apostado para darle fuerza y apoyo, durante el primer año de
Darío el medo.
ST
parezca. 4 Sin embargo, apenas logre afianzarse, su reino será dividido y repartido a los cuatro
vientos del cielo, pero no en provecho de sus descendientes, y sin el dominio que él había
O
contra la Alianza santa: actuará y luego regresará a su país.
29 En el tiempo fijado, retornará al Sur, pero esta última vez no será como la primera. 30
Naves de Quitím vendrán contra él, y se desanimará; se volverá atrás y desahogará su furor
EM
contra la Alianza santa; a su regreso, llegará a un entendimiento con aquellos que abandonen
la Alianza santa. 31 Fuerzas enviadas por él atacarán, profanarán el Santuario y la Ciudadela,
abolirán el sacrificio perpetuo e instalarán la Abominación de la desolación. 32 Por medio de
intrigas, él hará apostatar a los transgresores de la Alianza, pero el pueblo de los que conocen
a Dios se mantendrá firme y entrará en acción. 33 Hombres prudentes del pueblo instruirán a
muchos, pero serán víctimas de la espada y del fuego, del cautiverio y del saqueo, durante
algunos días. 34 Mientras ellos caigan, recibirán un poco de ayuda, y muchos se unirán a ellos,
D
pero hipócritamente. 35 Algunos de los hombres prudentes caerán, a fin de ser purificados,
acrisolados y blanqueados, hasta el tiempo del Fin, porque el plazo está fijado.
36 El rey obrará a su arbitrio, se exaltará y engrandecerá por encima de todo dios, y dirá cosas
monstruosas contra el Dios de los dioses. Y tendrá éxito hasta que se agote la Ira, porque lo
LS
que está decretado se ejecutará. 37 Él no respetará a los dioses de sus padres, ni al dios
favorito de las mujeres; no respetará a ninguna divinidad, porque se engrandecerá por encima
de todo. 38 En su lugar honrará al dios de las fortalezas: honrará a un dios que no conocieron
sus padres, con oro, plata, piedras preciosas y objetos de valor. 39 Utilizará como defensores
de la fortaleza al pueblo de un dios extranjero; y a todo el que lo reconozca lo colmará de
honores, le dará autoridad sobre muchos y le distribuirá parcelas de tierra.
Fin de Antíoco IV Epífanes
O
40 En el tiempo del Fin, el rey del Sur acometerá contra él. El rey del Norte lo atacará como un
torbellino, con carros de guerra, caballería y numerosas naves; penetrará en los países como
un río desbordado y los inundará. 41 Entrará en el país de la Hermosura, y caerán millares de
O
hombres, pero se librarán de su mano Edóm, Moab y el resto de los amonitas. 42 Extenderá su
mano sobre los países, y el país de Egipto no escapará. 43 Se adueñará de los tesoros de oro
y plata, y de todos los objetos preciosos de Egipto; los libios y los cusitas marcharán en su
séquito. 44 Pero noticias llegadas de Oriente y del Norte lo llenarán de espanto; entonces
ST
partirá lleno de furor para destruir y exterminar a mucha gente. 45 Plantará los pabellones de
su palacio entre el mar y la montaña santa de la Hermosura, y luego llegará a su fin, sin que
nadie venga en su ayuda.
que está de pie junto a los hijos de tu pueblo. Será un tiempo de tribulación, como no lo hubo
31-45. La "estatua" formada por elementos diversos, cada vez menos valiosos, representa
alegóricamente a los Imperios que se fueron sucediendo en el Antiguo Oriente, desde
Nabucodonosor hasta Antíoco IV Epífanes. El "oro" simboliza a Babilonia; la "plata" al reino de
los medos; el "bronce" al Imperio persa; el "hierro" al gran Imperio griego fundado por Alejandro
O
Magno. Por último el "hierro" mezclado con "arcilla" representa a los Lágidas de Egipto y a los
Seléucidas de Siria, que se repartieron una parte del Imperio de Alejandro. La alegoría culmina
con el Juicio de Dios, que derriba todos los imperios humanos y establece su Reino eterno, el
Reino mesiánico. Ver Lc. 20. 17-18.
EM
3 1. La "estatua de oro" representaba una divinidad vinculada con el culto imperial.
4 7. El símbolo del "árbol" de dimensiones cósmicas aparece con cierta frecuencia en los
escritos de la antigüedad. Ezequiel lo emplea para evocar la grandeza del Faraón y su
D
humillante derrota (Ez. 31). Aquí representa a todos los poderes de este mundo, cuya soberbia
será abatida en el Juicio de Dios.
27. "La gran Babilonia": el nombre de esta ciudad llegó a ser el símbolo del orgullo humano, en
oposición a la Jerusalén celestial, la Ciudad de Dios. Ver Apoc. 14. 8;
16. 19; 17. 5; 18. 2, 10, 21.
9. 2.
7 3. Ver Apoc. 13. 1. Estos "cuatro animales" tienen el mismo valor simbólico que los cuatro
metales de la estatua del sueño de Nabucodonosor. Ver nota 2. 31-45.
1 Los "diez cuernos" representan a los reyes de la dinastía seléucida, que reinaron en
SY
Siria después de la muerte de Alejandro Magno. El número "diez" es una cifra redonda, que
sugiere la idea de totalidad.
O
vez a los antiguos Baales cananeos y al Zeus Olímpico entronizado en el Templo. Ver Mt. 24.
15.
EM
11. El conjunto describe en forma velada las luchas de los Seléucidas en Siria ("el rey del
Norte") y los Lágidas en Egipto ("el rey del Sur").
13. La misteriosa lucha de los ángeles es una alegoría de la oposición entre los reinos, de los
que esos ángeles son los protectores. Según la tradición bíblica, "Miguel" es el ángel que se
D
opone al Adversario (Zac. 3. 1-2; Jds. 9; Apoc. 12. 7) y protege al Pueblo de Dios (v. 21; 12. 1).
El "Príncipe de Persia" es uno de los ángeles protectores de las naciones enemigas.
1 "Se despertarán", es decir, volverán a la vida. Este es el primer pasaje del Antiguo
Testamento donde se afirma con toda claridad la fe en la resurrección de los muertos. Ver 2
Mac. 7. 9; Jn. 5. 29.
2 Ver Mt. 13. 43.
O
12. El libro de Daniel propone cuatro cifras distintas para referirse a la llegada del tiempo
O
Oseas
Aunque su Libro ocupa el primer lugar en la colección de los doce Profetas llamados
"menores", OSEAS comenzó a ejercer la actividad profética unos años después que Amós.
Como este último, y a diferencia de Isaías, su gran contemporáneo de Jerusalén, Oseas
predicó en el reino del Norte, a quien él llama "Israel", "Jacob" y más frecuentemente "Efraím".
SY
Su época fue un período de abierta decadencia. Después del largo y próspero reinado de
Jeroboám II (787-747), el país se hundió en la anarquía. En quince años, cuatro reyes
Es muy difícil reconstruir con precisión la historia matrimonial de Oseas y coordinar los
relatos de los capítulos 1 y 3. Pero, más allá de los detalles anecdóticos, lo que resalta
con toda claridad es el significado de este gesto simbólico, interpretado por el mismo
profeta. El matrimonio de Oseas es la imagen de la Alianza que el Señor estableció con
O
su Pueblo: una Alianza establecida por la libre iniciativa del amor divino, destruida por la
infidelidad de Israel y renovada por la misericordia del Señor, que perdona la ofensa y
vuelve a desposarse con su Pueblo purificado y arrepentido.
EM
El matrimonio de Oseas y el nombre simbólico de sus hijos
2 Comienzo de lo que habló el Señor por medio de Oseas. El Señor le dijo: "Ve, toma por
esposa a una mujer entregada a la prostitución, y engendra hijos de prostitución, porque el
país no hace más que prostituirse, apartándose del Señor".
3 Él fue y tomó por esposa a Gómer, hija de Diblaim; ella concibió y le dio un hijo. 4 Entonces
D
el Señor dijo a Oseas: "Llámalo Izreel, porque dentro de poco tiempo pediré cuenta a la casa
de Jehú por la sangre derramada en Izreel, y pondré fin al reinado de la casa de Israel. 5 Aquel
día, yo quebraré el arco de Israel en el valle de Izreel".
6 Ella concibió otra vez y dio a luz una hija. El Señor dijo a Oseas: "Llámala ‘No compadecida’,
LS
porque ya no volveré a compadecerme de la casa de Israel, sino que les retiraré mi compasión.
7 Pero me compadeceré de la casa de Judá, y los salvaré por el Señor, su Dios. No los salvaré
por medio del arco, ni de la espada, ni de las armas de guerra, ni tampoco por medio de
caballos y jinetes".
8 Después que dejó de amamantar a "No compadecida", Gómer concibió y dio a luz un hijo. 9
Entonces el Señor dijo: "Llámalo ‘No es mi pueblo’, porque ustedes no son mi pueblo, ni yo
seré para ustedes ‘El que es’".
O
sus fiestas, sus novilunios, sus sábados y todas sus solemnidades. 14 Devastaré su viña y su
higuera, de las que ella decía: "Este es el salario que me dieron mis amantes". Las convertiré
O
en una selva y las devorarán los animales del campo. 15 Le pediré cuenta por los días de los
Baales, a los que ella quemaba incienso, cuando se adornaba con su anillo y su collar e iba
EM
detrás de sus amantes, olvidándose de mí –oráculo del Señor–.
D
y haré del valle de Acor una puerta de esperanza. Allí, ella responderá como en los días de su
juventud, como el día en que subía del país de Egipto. 18 Aquel día –oráculo del Señor– tú me
llamarás: "Mi Esposo" y ya no me llamarás: "Mi Baal". 19 Le apartaré de la boca los nombres
LS
de los Baales, y nunca más serán mencionados por su nombre. 20 Yo estableceré para ellos,
en aquel día, una alianza con los animales del campo, con las aves del cielo y los reptiles de
la tierra; extirparé del país el arco, la espada y la guerra, y haré que descansen seguros. 21 Yo
O
responderé –oráculo del Señor– responderé a los cielos y ellos responderán a la tierra;
24 y la tierra responderá
ST
adulterio y extorsión,
O
y languidecen todos sus habitantes;
EM
y aún los peces del mar, desaparecerán.
4 ¡No, que nadie acuse ni haga reproches! ¡Mi pleito es contigo, sacerdote! 5 Tú tropezarás en
D
pleno día; también el profeta tropezará en la noche junto contigo, y yo haré perecer a tu
sin excepción, pecaron contra mí, cambiaron su Gloria por la Ignominia. 8 Se alimentan con el
Dios. 13 Sacrifican en las cumbres de las montañas y queman incienso sobre las colinas, bajo
Por eso se prostituyen las hijas de ustedes y sus nueras cometen adulterio.14 Pero yo no
Biblia Católica 1825
3 Yo conozco a Efraím
y no se me oculta Israel:
O
4 Sus acciones no los dejan volver a su Dios,
EM
y no conocen al Señor.
D
y junto con ellos, también tropieza Judá.
él se ha librado de ellos.
7 Han traicionado al Señor, porque engendraron bastardos: ahora la luna nueva los va a
O
8 ¡Hagan sonar el cuerno en Guibeá y la trompeta en Ramá! ¡Den la alarma en Bet Aven!
¡Alerta, Benjamín! 9 Efraím será una desolación en el día del castigo; entre las tribus de Israel,
ST
yo hago saber una cosa cierta. 10 Los jefes de Judá han sido como los que desplazan los
límites: sobre ellos derramaré mi furor a raudales. 11 Efraím está oprimido, se ha conculcado
el derecho, porque él había resuelto ir detrás de la inmundicia. 12 Yo seré como polilla para
SY
nosotros como la lluvia, como la lluvia de primavera que riega la tierra". 4 ¿Qué haré contigo,
O
Efraím? ¿Qué haré contigo, Judá? Porque el amor de ustedes es como nube matinal, como el
rocío que pronto se disipa. 5 Por eso los hice pedazos por medio de los profetas, los hice
EM
morir con las palabras de mi boca, y mi juicio surgirá como la luz. 6 Porque yo quiero amor y
D
allí me traicionaron.
10 En la casa de Israel
O
he visto una cosa horrible: allí se prostituye Efraím, se contamina Israel. 11 También a ti, Judá,
ST
quería sanar a Israel, se reveló la culpa de Efraím, las maldades de Samaría. Sí, ellos obran
de mala fe; el ladrón penetra en la casa, mientras una banda despoja afuera. 2 Y no se
SY
detienen a pensar que yo me acuerdo de toda su maldad. Ahora los rodean sus malas
8 Efraím se mezcla con los pueblos, es un pastel cocido a medias. 9 Los extranjeros han
O
arrogancia de Israel atestigua contra él, pero ellos no vuelven al Señor, su Dios; a pesar de
todo esto, no lo buscan. 11 Efraím es como una paloma ingenua, falta de discernimiento:
EM
apelan a Egipto, se van hacia Asiria. 12 Pero allí donde vayan, yo tenderé sobre ellos mi red;
los haré caer como pájaros del cielo, los atraparé apenas se oiga que están reunidos.
D
¡Sobre ellos la devastación, porque se han rebelado contra mí!
O
y dentro de poco se retorcerán
EM
Inutilidad del culto puramente exterior
11 Efraím multiplicó los altares para expiar el pecado, pero esos altares le han servido sólo
para pecar. 12 Por más que escriba para él mil prescripciones de mi Ley se las tendría por una
D
cosa extraña. 13 En cuanto a los sacrificios que me ofrecen, ¡que los inmolen, que se coman la
carne! ¡El Señor no los aceptará! Ahora, él se acordará de sus culpas y pedirá cuenta de sus
pecados:
LS
entonces ellos regresarán a Egipto.
y se construyó palacios;
O
como el objeto de su amor. 11 ¡Efraím! Su gloria saldrá volando como un pájaro: no habrá más
parto, ni embarazo, ni concepción. 12 Aunque críen a sus hijos, se los quitaré antes que sean
EM
hombres. Sí, ¡ay de ellos cuando yo los abandone! 13 Cuando yo vi a Efraím, era una
plantación en una pradera, pero tendrá que llevar sus hijos al verdugo. 14 ¡Dales, Señor...!
D
15 Toda su perversidad se manifestó en Guilgal:
se ha secado su raíz,
ya no fructificará.
ST
El castigo de la idolatría
Biblia Católica 1835
9 ¡Desde los días de Guibeá,
O
¿No los sorprenderá en Guibeá
EM
10 Yo los corregiré como me parezca:
D
Amenazas y llamado a la conversión
11 Efraím era una ternera bien adiestrada, le gustaba trillar. Pero yo hice pasar el yugo sobre
su hermosa cerviz: yo unciré a Efraím, Judá tendrá que arar, Jacob pasará el rastrillo. 12
LS
Siembren semillas de justicia, cosechen el fruto de la fidelidad, roturen un campo nuevo: es
tiempo de buscar al Señor, hasta que él venga y haga llover para ustedes la justicia.
El fin del reino de Israel
O
O
o a dejarte igual que Seboím? Mi corazón se subleva contra mí y se enciende
toda mi ternura: 9 no daré libre curso al ardor de mi ira, no destruiré otra vez a
EM
Efraím. Porque yo soy Dios, no un hombre: soy el Santo en medio de ti, y no
D
él rugirá como un león,
O
11 Yo hablaré a los profetas
EM
y por medio de los profetas, hablaré en parábolas.
Nuevas amenazas
D
ellos se han convertido en nada;
O
10 ¿Dónde está tu rey, para salvarte,
EM
aquellos de los que decías:
11 En mi ira, yo te di un rey
y en mi furor, te lo quitaré.
D
La ruina inevitable
¡llegada la hora,
O
porque sólo en ti el huérfano encuentra compasión".
EM
los amaré generosamente,
D
hundirá sus raíces como el bosque del Líbano;
y de mí procede tu fruto.
Epílogo
SY
O
4. El castigo del pueblo consistirá en verse privado por un tiempo de todas sus instituciones
políticas y religiosas. Sobre el "efod" y los "ídolos familiares", ver notas Éx. 28. 6 y Gn. 31. 19.
EM
4 5. En el lenguaje simbólico de Oseas, la "madre" representa a todo el pueblo de Israel (2. 4).
6. "Mi pueblo perece por falta de conocimiento": la función de los sacerdotes no consistía
solamente en ofrecer sacrificios, sino también en instruir al pueblo sobre las exigencias de la
Alianza (Deut. 33. 10; Mal. 2. 6-8).
D
15. "Guilgal" era un antiguo santuario israelita, en las cercanías de Jericó, cuyos orígenes se
remontaban a la época de Josué (Jos. 4. 19-24; 5. 2-9). "Bet Aven" "Casa de vanidad"- designa
despectivamente al santuario de Betel (10. 5). Ver nota Am. 3. 14.
LS
5 1. El "Tabor" es un monte que domina la llanura de lzreel, en cuya cima había un santuario.
2. "Sitím" era un lugar situado al este del Jordán, frente a Jericó. Según Núm. 25. 13, fue allí
donde los israelitas practicaron por primera vez los ritos de la fertilidad y rindieron culto a Baal.
7. "En Adám": Oseas se refiere probablemente a un lugar situado al este del Jordán y
mencionado en Jos. 3. 16. Quizá había allí un santuario idolátrico, o bien el profeta quiere
ST
7 3-7. Este pasaje describe vívidamente una de esas conjuras, tan frecuentes en el reino de
Israel, que comenzaban con una noche de orgía y terminaban con el asesinato del rey y el
establecimiento de una nueva dinastía. Ver 1 Rey. 16. 8-10.
SY
14 10. Esta reflexión de estilo sapiencial ha sido añadida por el redactor final del Libro.
Joel
El texto bíblico no proporciona ninguna información sobre la persona y la vida de JOEL, cuyo
nombre significa "El Señor es Dios". Tampoco ofrece datos precisos para determinar la fecha
O
en que el profeta consignó por escrito su mensaje, si bien todo parece indicar que fue después
del exilio, hacia el 400 a. C., cuando el Templo ya había sido restaurado. El libro de Joel ocupa
un puesto relevante en la literatura hebrea por el vuelo poético de su lenguaje y el vigor de sus
imágenes.
EM
La predicación de Joel tiene un trasfondo marcadamente litúrgico. Él manifiesta un especial
conocimiento del culto y le atribuye una gran importancia, lo mismo que Ageo y Zacarías. A
raíz de esto, se suele afirmar con razón que Joel era un profeta dedicado al servicio del
Templo y que sus oráculos –al menos en parte– son una profecía "cultual", es decir, un
mensaje profético proclamado en el marco de una asamblea litúrgica. Sin embargo, no hay
nada en el Libro que pueda ser tachado de ritualismo. En él no se encuentran prescripciones
D
minuciosas relativas al culto, tan frecuentes en Ezequiel, y ni siquiera reproches por los abusos
cometidos en la celebración de los ritos, como los que deplora Malaquías. Lo que más
preocupa a Joel es la conversión interior: "Desgarren su corazón y no sus vestiduras, y
vuelvan al Señor, su Dios" (2. 13). Por eso su predicación ha encontrado un eco profundo en la
liturgia penitencial de la Iglesia.
LS
LA PLAGA DE LAS LANGOSTAS: LITURGIA PENITENCIAL
Una terrible invasión de langostas ha devastado todo el país y lo ha privado hasta de los
elementos indispensables para los sacrificios rituales. Esta plaga, fatal para un pueblo
O
Señor. Pero la invasión de langostas es para Joel mucho más que un hecho fortuito: en
los estragos causados por esa plaga devastadora, él ve la señal y el preanuncio del "Día
del Señor" (1. 15), el gran Día final en que Dios intervendrá como Juez de las naciones
(4. 12) y Salvador de su Pueblo (4. 20).
ST
Título
2 ¡Escuchen esto, ancianos, presten atención, todos los habitantes del país! ¿Sucedió algo así
y clamen al Señor.
O
Anuncio del Día del Señor
EM
15 ¡Ah, qué Día! Porque está cerca el Día del Señor, y viene del Devastador como una
devastación. 16 ¿No ha sido retirado el alimento delante de nuestros ojos, y también el gozo y
la alegría, de la Casa de nuestro Dios? 17 Los granos se han petrificado bajo los terrones; los
silos están devastados, los graneros en ruinas, porque se ha perdido el trigo. 18 ¡Cómo muge
D
el ganado! Las manadas de vacas vagan sin rumbo,
se han secado,
tropas: ¡qué numerosos son sus batallones, qué poderoso el que ejecuta su palabra! Porque el
O
Llamado a la penitencia
EM
–oráculo del Señor–
D
y vuelvan al Señor, su Dios, porque él es bondadoso y compasivo, lento para la ira y rico en
los pequeños y a los niños de pecho! ¡Que el recién casado salga de su alcoba y la recién
casada de su lecho nupcial! 17 Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, los ministros
O
del Señor, y digan: "¡Perdona, Señor, a tu pueblo, no entregues tu herencia al oprobio, y que
respondió y dijo a su pueblo: "Ahora, yo les envío el trigo, el vino nuevo y el aceite, y ustedes
O
Joel el título de "profeta de Pentecostés".
EM
3 1 Después de esto, yo derramaré mi espíritu sobre
D
y sus jóvenes verán visiones.
Señor ruge desde Sión y desde Jerusalén hace oír su voz: ¡tiemblan el cielo y la tierra! ¡Pero el
O
Señor será un refugio para su pueblo, un resguardo para los israelitas! 17 Así ustedes sabrán
que yo soy el Señor, su Dios, que habito en Sión, mi santa Montaña. Jerusalén será un lugar
EM
santo, y los extranjeros no pasarán más por ella.
La restauración de Israel
18 Aquel día, las montañas destilarán vino nuevo y manará leche de las colinas; por todos los
torrentes de Judá correrán las aguas, y brotará un manantial de la Casa del Señor, que regará
D
el valle de las Acacias.19 Egipto se convertirá en una desolación y Edóm en un desierto
4. No está del todo claro el significado exacto de los términos empleados para describir la
terrible plaga. Podría tratarse de cuatro variedades de langostas, o bien de cuatro etapas de su
evolución biológica o de cuatro especies diversas de insectos.
ST
9. Tanto los dos holocaustos cotidianos (Éx. 29. 38-42; Núm. 28. 3-8), como los establecidos
SY
para las diversas fiestas (Núm. 29) y los ofrecidos voluntariamente (Núm. 15. 3-11), debían ir
acompañados de una "ofrenda" de harina y de una "libación" de aceite y vino. La pérdida total
5. "Todo el que invoque el nombre del Señor": en la perspectiva de Joel los que invocan el
nombre del Señor son los israelitas. Ellos encontrarán un refugio en Jerusalén, mientras que
las naciones caerán bajo el implacable juicio de Dios (4. 2, 9-13). Pablo, en cambio, cita estas
O
mismas palabras para demostrar que la salvación está destinada a todos los creyentes
indistintamente, sean judíos o paganos (Rom.
10. 12-13). También en Hech. 2. 17-21 toda esta profecía es reinterpretada en sentido
universalista, señalando su cumplimiento el día de Pentecostés.
EM
4 2. "Josafat", en hebreo, significa "el Señor juzga". Por eso se emplea este nombre para
designar simbólicamente el lugar del Juicio final. En el v. 14, ese mismo sitio es llamado "valle
de la Decisión".
6. Los "habitantes de Javán" eran los jonios, población de habla y cultura griega que se había
instalado en las islas del mar Egeo y en las costas de Asia Menor. Por extensión, este nombre
se aplicó también a todos los griegos (Gn. 10. 2-4; Ez. 27. 13; Zac. 9. 13).
D
1 Los "sabeos" habitaban en el sur de Arabia. La Biblia los menciona, sobre todo, como
proveedores de incienso, especias, oro y piedras preciosas (1 Rey. 10. 1-3; Jer. 6. 20; Ez 27.
22).
2 "íSantifíquense para el combate!": los israelitas consideraban la guerra como un rito
LS
sagrado (Jer. 6. 4; Miq. 3. 5) y se preparaban para ella mediante ciertas purificaciones rituales,
incluida la abstención sexual (1 Sam. 21. 6; 2 Sam. 11. 11 ).
3 "Forjen espadas con sus azadones": Joel emplea los mismos términos que Is. 2. 4; Miq.
4. 3, pero en sentido contrarío.
13. La "mies" madura, las uvas puestas en el "lagar" y las "cubas" desbordantes de vino
simbolizan la enormidad de los crímenes cometidos por las naciones (Is. 63. 26; Apoc. 14. 15).
O
18. Como en la visión de Ez. 47. 1-2, el "manantial" que brota del Templo simboliza las
bendiciones que Dios concederá a su Pueblo. La verdadera culminación del Día del Señor no
será el juicio y la destrucción, sino el triunfo de la justicia y la nueva creación. Ver Am. 9. 13.
Las "acacias", en este contexto apocalíptico, son el símbolo de una abundancia y prosperidad
ST
inusitadas.
Amós
Con AMÓS empieza la "edad de oro" del profetismo bíblico. Antes que él, muchos otros
profetas habían intervenido activamente en la vida política y religiosa de Israel. Pero ninguno
de ellos había escrito nada, y la tradición sólo había conservado el recuerdo de sus acciones y
SY
O
El libro de Amós comienza con una serie de oráculos contra las naciones, que
presentan una estructura literaria uniforme. El profeta va recorriendo sucesivamente las
fronteras de Israel, del norte al oeste y del sur al este. Como estos oráculos fueron
EM
pronunciados en el marco de una asamblea litúrgica, los oyentes debieron escuchar con
satisfacción a aquel profeta desconocido, que lanzaba una terrible invectiva contra sus
enemigos. Pero Amós, dando un giro sorprendente a sus palabras, termina con una
sentencia de condenación contra Israel.
D
haber quebrantado un orden elemental de convivencia humana. Estos pueblos son
enjuiciados por sus crímenes contra la humanidad: atrocidades en la guerra,
deportaciones masivas, comercio de esclavos, ruptura de los pactos internacionales y
absoluto desprecio por la vida. Pero el pecado de Israel es más grave aún, porque él no
ha sabido responder al Dios que lo liberó de la esclavitud y no dejó de hablarle por
LS
medio de los Profetas (2. 9-11).
Contra Damasco
no revocaré mi sentencia.
Contra Edóm
O
11 Así habla el Señor: Por tres crímenes de Edóm, y por cuatro, no revocaré mi sentencia.
Porque persiguió a su hermano con la espada y ahogó todo sentimiento de piedad; porque
EM
conserva su enojo para siempre y mantiene incesantemente su furor, 12 yo enviaré fuego
Contra Amón
13 Así habla el Señor: Por tres crímenes de los amonitas,y por cuatro, no revocaré mi
D
sentencia. Porque abrieron el vientre de las embarazadas de Galaad, a fin de ensanchar su
propio territorio,
14 yo incendiaré los muros de Rabá
LS
y el fuego consumirá sus palacios,
dice el Señor.
Contra Moab
ST
y por cuatro,
no revocaré mi sentencia.
tomaran en posesión el país del amorreo. 11 Yo suscité profetas entre sus hijos y nazireos
entre sus jóvenes; ¿no es así, israelitas? –oráculo del Señor–. 12 Pero ustedes hicieron beber
O
vino a los nazireos y ordenaron a los profetas: "¡No profeticen!". 13 Por eso, yo los voy a
aplastar, como aplasta un carro cargado de gavillas. 14 El hombre veloz no tendrá escapatoria,
EM
el fuerte no podrá valerse de su fuerza ni el valiente salvará su vida; 15 el arquero no resistirá,
el de piernas ágiles no escapará, el jinete no salvará su vida, 16 y el más valeroso entre los
D
Los oráculos conminatorios de los capítulos siguientes retornan y profundizan los temas
ya enunciados en la primera invectiva contra Israel (2. 6-16). La injusticia social y la
opresión de los pobres son los pecados que el profeta condena con mayor severidad. El
Señor no acepta una religiosidad que no va más allá de las ceremonias cultuales, por
magnificas que estas sean (5. 2123). Lo que él quiere es que fluya "la justicia como un
LS
torrente inagotable" (5. 24). Y la justicia, en el lenguaje de Amós, es mucho más que dar
a cada uno lo suyo. Es practicar la compasión, la fidelidad hacia el prójimo y todo
aquello que es necesario para hacer de la sociedad humana una comunidad fraternal.
De un modo particular, Amós combate la orgullosa seguridad con que los israelitas
aguardaban el "Día del Señor". A lo largo de su historia, Israel había conocido grandes
"días" de triunfos guerreros. El recuerdo de aquellas victorias, le hacía esperar un nuevo
O
"Día", en que el Señor se pondría al frente de sus ejércitos para someter a todos sus
enemigos. Amós no pone en duda esa intervención divina en un futuro cercano, pero
afirma que el "Día del Señor" no será un día de victoria, sino de juicio y de rendición de
cuentas para Israel (5. 18, 20).
O
3 1 Escuchen esta palabra que el Señor pronuncia contra ustedes, israelitas, contra toda la
ST
O
cuántas opresiones en su interior.
EM
–oráculo del Señor–
D
El enemigo cercará el país,
te despojará de tu poderío
día en que yo castigue a Israelpor sus crímenes, castigaré los altares de Betel; los ángulos del
ciudades se arrastraban hasta la otra ciudad, para beber agua, y no calmaban su sed; ¡pero
ustedes no han vuelto a mí! –oráculo del Señor–. 9 Yo los castigué con la sequía y el pulgón,
O
devasté sus huertas y sus viñas; la langosta devoró sus higueras y olivares, ¡pero ustedes no
han vuelto a mí! –oráculo del Señor–. 10 Yo desencadené la peste contra ustedes, como la
EM
peste de Egipto; maté con la espada a sus jóvenes, mientras sus caballos eran capturados;
hice subir hasta sus narices el hedor de sus campamentos,
D
11 Yo les envié una catástrofe
que ustedes construyeron, no las habitarán, de esas viñas selectas que plantaron, no beberán
O
¡opresores del justo, que exigen rescate y atropellan a los pobres en la Puerta! 13 Por eso, el
EM
bien y no el mal, para que tengan vida, y así el Señor, Dios de los ejércitos,estará con ustedes,
vez el Señor, Dios de los ejércitos, tenga piedad del resto de José.
D
Inminencia del castigo
dice el Señor.
ST
O
6 1 ¡Ay de los que se sienten seguros en Sión
EM
esos notables de la primera de las naciones,
a los que acude la casa de Israel! 2 Pasen por Calné y vean, de allí, vayan a Jamat la grande,
bajen después a Gat de Filistea. ¿Son ellas más prósperas que estos reinos, y su territorio es
D
más grande que el de ustedes? 3 ¡Ustedes creen alejar el día de la desgracia y apresuran el
los corderos del rebaño y los terneros sacados del establo. 5 Improvisan al son del arpa, y
LS
como David, inventan instrumentosmusicales; 6 beben el vino en grandes copasy se ungen
con los mejores aceites, pero no se afligen por la ruina de José. 7 Por eso, ahora irán al
y detesto sus palacios;entregaré la ciudad y todo lo que hay en ella.9 Y si quedan diez
ST
hombres en una sola casa, morirán. 10 Sólo quedarán unos pocos fugitivos para sacar los
huesos de la casa; y si se pregunta al que está en el fondo de la casa: "¿Hay alguien todavía
contigo?", él responderá: "Nadie", y añadirá: "¡Silencio! ¡No hay que pronunciar ahora el
SY
nombre del Señor !". 11 Porque el Señor da una orden y bajo sus golpes, la casa grande se
Primera visión: las langostas7 1 El Señor me hizo ver esto: Él formaba langostas, cuando
ellas terminaron de devorar la hierba del país yo dije: "Perdona, Señor, por favor. ¿Cómo
O
subsistirá Jacob? ¡Es tan pequeño!". 3 El Señor se arrepintió de esto: "No sucederá", dijo el
Señor.
EM
Segunda visión: el fuego
D
el fuego devoró el gran océano
4 Escuchen esto, ustedes, los que pisotean al indigente para hacer desaparecer a los pobres
del país. 5 Ustedes dicen: "¿Cuándo pasará el novilunio para que podamos vender el grano, y
O
el sábado, para dar salida al trigo? Disminuiremos la medida, aumentaremos el precio,
falsearemos las balanzas para defraudar; 6 compraremos a los débiles con dinero y al
EM
indigente por un par de sandalias, y venderemos hasta los desechosdel trigo". 7 El Señor lo ha
jurado por el orgullo de Jacob: Jamás olvidaré ninguna de sus acciones. 8 ¿No temblará la
tierra a causa de esto y estarán de duelo todos sus habitantes? Crecerá toda entera como el
D
Anuncio de un castigo misterioso
9 Aquel día –oráculo del Señor– yo haré que el sol se ponga al mediodía, y en
pleno día cubriré la tierra de tinieblas; 10 cambiaré sus fiestas en duelo y todos
LS
sus cantos en lamentaciones;
O
7 Israelitas, ¿no son ustedes para mí como los cusitas?
EM
¿Acaso no hice salir a Israel del país de Egipto,
D
en ese reino pecador,
daré una orden y zarandearé a la casa de Israelentre todas las naciones, como se zarandea el
O
trigo en la criba, sin que caiga a tierra un solo grano. 10 Así morirán por la espada todos los
11 Aquel día, yo levantaré la choza derruida de David, repararé sus brechas, restauraré sus
ruinas, y la reconstruiré como en los tiempos pasados, 12 para que ellos tomen posesión del
resto de Edóm y de todas las naciones que han sido llamadas con mi Nombre –oráculo del
Señor que cumplirá todo esto–. 13 Llegan los días –oráculo del Señor– en que el labrador
SY
seguirá de cerca al que siega, y el que vendimia al que siembra. Las montañas harán correr el
Biblia Católica 1879
9. "Asiria" y "Egipto", los dos grandes enemigos de Israel, son llamados a comprobar los
pecados del pueblo. Esta convocatoria refleja la costumbre sancionada por el derecho israelita,
que exigía la presencia de dos testigos para dar validez a la sentencia (Deut. 19. 15).
14. El templo de "Betel" era un antiguo santuario israelita, que se remonta a la época del
patriarca Jacob (Gn. 28. 19). Para rivalizar con el Templo de Jerusalén, Jeroboám I lo había
reconstruido y convertido en santuario oficial, instalando en él uno de los dos terneros de oro (1
Rey. 12. 28-33).
O
a 4 4. El profeta reprueba irónicamente el hecho de que se dé más valor a los actos
cultuales que a la práctica de la justicia.
b 5 5. "Berseba" era un antiguo santuario situado en el extremo sur del país y vinculado a
EM
las tradiciones sobre el patriarca Isaac (Gn. 26. 23-25, 33). Una vez más, Amós trata de
disuadir al pueblo para que no acuda a los santuarios, cuyo culto se había corrompido. Ver
nota 3. 14; nota Os. 4. 15.
6. La "casa de José" comprendía a las tribus de Efraím y Manasés, las más importantes del
reino del Norte (5. 15; 6. 6; Gn. 48. 8-20).
D
13. Esta sentencia de carácter sapiencial expresa una reflexión del profeta. El "tiempo" que le
toca vivir es tan malo, que lo más sabio sería dejar a Israel librado a su propia perdición. Pero
él no puede renunciar a su misión (3. 8; 7. 15).
18. Este es el testimonio profético más antiguo acerca del "Día del Señor". Ver Is. 13. 6; Jer.
LS
30. 7; Ez. 30. 3; Jl. 1. 15; 2. 1-11; Sof. 1. 14-18.
25-26. Ver Hech. 7. 42-43. "Sicut" y "Queván" eran dos divinidades astrales asiriobabilónicas.
13. "Lo Dabar" era una localidad de la Transjordania septentrional, reconquistada por Israel -lo
O
mismo que Carnain- poco tiempo antes. El nombre de aquella ciudad -que en hebreo significa
"cosa de nada"- sirve al profeta para insinuar la inutilidad de esa victoria frente al juicio que
amenaza a Israel.
ST
7 2-3. Ver Éx. 32. 11-14; Núm. 14. 13-20; Dn. 9. 15-19.
4. El "gran océano" es la masa de aguas subterráneas de la que brotaban las fuentes y los rios
(Gn. 7. 11).
O
que pones tu morada en las alturas,
y dices en tu corazón:
EM
"¿Quién me precipitará por tierra?". 4 Aunque te encumbres como el águila,
aunque coloques tu nido entre las estrellas, de allí te precipitaré –oráculo del
Señor–.
D
La ruina de Edóm
o asaltantes nocturnos, ¿se llevarían más de lo que necesitan? Si vinieran vendimiadores, ¿no
LS
dejarían algunos racimos? En cambio tú ¡cómo has sido arrasado! 6 ¡Cómo ha sido registrado
Esaú y han sido explorados sus tesoros escondidos! 7 Te han expulsado hasta las fronteras,
todos tus aliados te han engañado; tus amigos te han derrotado, los que compartían tu pan
O
tendieron un lazo bajo tus pies: "¡Ya no hay más inteligencia en él!". 8 ¿Acaso ese día –
oráculo del Señor– no haré desaparecer a los sabios de Edóm y la inteligencia de la montaña
O
de Esaú? 9 Tus valientes tendrán miedo, Temán, a fin de que todo hombre sea extirpado
de la montaña de Esaú.
ST
La culpa de Edóm
Por la masacre, 10 por la violencia contra tu hermano Jacob, la vergüenza te cubrirá y tú serás
extirpado para siempre. 11 El día en que estabas allí presente, cuando los extranjeros llevaban
a su ejército cautivo, cuando extraños franqueaban sus puertas y echaban suertes sobre
SY
Jerusalén, tú también eras como uno de ellos. 12 ¡No mires con aire de triunfo a tu hermano en
Biblia Católica 1883
Négueb.
O
1 1-2. Ver Jer. 49. 14-15.
EM
3. "Que pones tu morada en las alturas": Edóm ocupaba las montañas y mesetas situadas al
sudeste del Mar Muerto (Gn. 36. 6-8). Esta posición geográfica, aparentemente inexpugnable,
había infundido a los edomitas un sentimiento desmesurado de orgullo y seguridad. Ver Jer.
49. 16.
D
7-9. "¡Ya no hay más inteligencia en él!": el exterminio de Edóm trae como consecuencia la
desaparición de sus "sabios" (v. 8), que gozaban de gran renombre en la antigüedad (Bar. 3.
23). "Temán" era una ciudad ubicada al norte de Edóm, que aquí representa a todo el país. Ver
Jer. 49. 7.
LS
11. "Echaban suertes sobre Jerusalén": alusión al reparto del botín y de los territorios
conquistados, que se realizaba por medio de un sorteo.
15. Los profetas anteriores al exilio describían el "Día del Señor" como un día de juicio y
condenación para Israel. El Señor intervendría para castigar severamente las infidelidades de
su Pueblo, y las naciones paganas serían el instrumento de su justicia (Is. 2. 11-2 1 ; Am. 5.
18-20; Sof. 1. 14-18). Pero una vez que Israel sufrió la prueba del exilio, todas sus esperanzas
O
1 En el Día del Señor, Israel volverá a poseer sus antiguos dominios: el Négueb, al sur;
las colinas y las costas de Filistea, al oeste; las montañas de Efraím, al norte; y la región de
ST
Jonás
13 Los hombres se pusieron a remar con fuerza, para alcanzar tierra firme; pero no lo
consiguieron, porque el mar se agitaba cada vez más contra ellos. 14 Entonces invocaron al
Señor, diciendo: "¡Señor, que no perezcamos a causa de la vida de este hombre! No nos
O
hagas responsables de una sangre inocente, ya que tú, Señor, has obrado conforme a tu
voluntad". 15 Luego, levantaron a Jonás, lo arrojaron al mar, y en seguida se aplacó la furia del
mar. 16 Los hombres, llenos de un gran temor al Señor, le ofrecieron un sacrificio e hicieron
votos.
EM
Súplica y liberación de Jonás
2 1 El Señor hizo que un gran pez se tragara a Jonás, y este permaneció en el vientre del pez
tres días y tres noches. 2 Entonces Jonás oró al Señor, su Dios, desde el vientre del pez, 3
diciendo:
D
"Desde mi angustia invoqué al Señor, y él me respondió;
7 Yo bajé hasta las raíces de las montañas: sobre mí se cerraron para siempre los cerrojos de
la tierra;
ST
O
1 2. "Nínive" era la capital de Asiria, el imperio que había arrasado al antiguo reino de Israel (2
Rey. 17. 5-6). Cuando fue escrito el libro de Jonás, ese imperio ya había desaparecido varios
siglos antes. Pero el nombre de Nínive seguía evocando para los israelitas el colmo de la
crueldad, de la violencia y de la hostilidad al Pueblo de Dios. VerNah.3.
EM
3. Es difícil determinar con exactitud dónde estaba situada la colonia fenicia de "Tarsis". Pero
este lugar tiene aquí un valor simbólico: Jonás quiere huir hasta el otro extremo del mundo,
haciendo así exactamente lo contrario de lo que debe hacer un profeta. "Jope" era el puerto del
Mediterráneo más cercano a Jerusalén. Ver nota Sal. 48. 8.
D
1 3-10. Es probable que esta oración haya sido añadida posteriormente al relato original.
El poema presenta las mismas características que los Salmos de acción de gracias. Ver
especialmente Sal. 30; 116; 138.
b 3 3. Según las excavaciones arqueológicas, las murallas de Nínive tenían un perímetro
de unos doce kilómetros. Los "tres días" de recorrido son una expresión hiperbólica, que
LS
sugiere la idea de una ciudad enorme.
5-6. El relato de la repentina conversión de toda Nínive encierra una nota de ironía. Lo que
Israel nunca había hecho, a pesar de los insistentes llamados de los profetas, lo hace en forma
espontánea aquella ciudad pagana, empezando por su rey.
10. Al mostrar que el Señor no ejecuta su sentencia contra Nínive, el autor reacciona contra
una interpretación demasiado estrecha de los oráculos proféticos contra las naciones paganas
(Is. 13-23; Jer. 46-51; Ez. 25-32). Según la opinión corriente entre sus contemporáneos
O
aquellas amenazas debían cumplirse inexorablemente. Pero ya Jeremías había anunciado que
el Señor "se arrepiente" del castigo que había decretado enviar contra una nación, apenas
advierte una señal de conversión (Jer.
18. 7-8). La parábola de Jonás se hace eco de esta enseñanza.
ST
4 1. Jonás había anunciado el inminente juicio de Dios contra el gran enemigo de su Pueblo y
esperaba contemplar la catástrofe dentro de cuarenta días (3. 4). Pero, contrariamente a lo que
él creía, la ciudad entera se convierte y obtiene el perdón divino. Al ver que no se cumple su
predicción, Jonás se siente herido en su amor propio, porque piensa que el Señor lo hace
aparecer como un falso profeta.
SY
2 ¡Escuchen, todos los pueblos; presten atención, tierray todo lo que hay en ella! Que el Señor
sea testigo contra ustedes, el Señor, desde su santo Templo. 3 Porque el Señor sale de su
Lugar sagrado, desciende y caminasobre las alturas de la tierra. 4 A su paso se derriten las
O
montañas y se agrietan los valles, como la cera ante el fuego, como el agua derramada por
una pendiente. 5 Todo esto, por la rebeldía de Jacob, por el pecado de la casa de Israel. ¿Cuál
EM
es la rebeldía de Jacob? ¿No es acaso Samaría? ¿Y cuál es el pecado de Judá? ¿No es
acaso Jerusalén? 6 Yo haré de Samaría un campo de ruinas, una tierra para plantar viñedos;
haré rodar sus piedras hasta el valle y pondré al desnudo sus cimientos. 7 Todas sus estatuas
D
serán destrozadas, todos sus salariosserán presa de las llamas, y yo arrasaré todos sus ídolos.
Porque ella los amontonó con salarios de prostitutas y volverán a ser salario de prostitución.
los chacales, gritos lastimeros como los avestruces. 9 ¡Porque el golpe es irremediable! Sí, ha
llegado hasta Judá, hasta tocar la Puerta de mi pueblo, hasta la misma Jerusalén. 10 ¡No lo
O
anuncien en Gat, no vayan a llorar en Boquím! ¡En Bet Leafrá, revuélquense en el polvo! 11
de Saanán? El lamento de Bet Esel los priva a ustedes de su apoyo. 12 Ha temblado por sus
población de Laquis!
SY
O
4 Aquel día, se proferirá contra ustedes una sátira
EM
"Hemos sido completamente devastados;
¿Cómo me la quita a mí
D
5 Por eso, no tendrás a nadie
6 "¡No vaticinen! –vaticinan ellos–. No hagan estos vaticinios: ¡El oprobio no se alejará! 7
O
¿Acaso ha sido maldecidala casa de Jacob? ¿Se ha agotado la paciencia del Señor?
¿Es esa su manera de obrar? ¿No habla con benevolencia al que camina con rectitud?". 8
O
Desde hace tiempo, mi pueblo se erige en enemigo; ustedes arrancan el manto de encima de
la ropa a los que pasan confiados, al volver de la guerra. 9 Echan de sus casas amadas a las
ST
mujeres de mi pueblo, a sus niños los privan para siempre de mi honor. 10 ¡Levántense y
la destrucción será cruel. 11 Si apareciera un hombre que corre tras el viento y propala esta
SY
mentira: "¡Yo te vaticino vino y licor!", ese sí sería el profeta de este pueblo.
O
5 Así habla el Señor contra los profetas que extravían a mi pueblo: Cuando sus dientes tienen
algoque morder, ellos gritan: "¡Paz!". Pero al que no les llena la boca, le declaran la guerra
EM
santa. 6 Por eso, ustedes tendrán noches sin visiones, y tinieblas en vez de presagios. El sol
se ocultará para los profetas y el día se les oscurecerá. 7 Los videntes quedarán
respuesta de Dios. 8 Yo, en cambio, gracias al espíritu del Señor, estoy lleno de fuerza, de
D
justicia y de coraje, para denunciar su rebeldía a Jacob y su pecado a Israel.
y tergiversan el derecho, 10 que edifican con sangre a Sión y a Jerusalén con injusticia! 11
Sus jueces juzgan por regalos, sus sacerdotes instruyen por un sueldo, sus profetas adivinan
O
por dinero, y todavía se apoyan en el Señor, diciendo: "¿No está el Señor en medio de
nosotros? ¡No nos puede pasar nada malo!". 12 Por eso, a causa de ustedes, Sión será un
O
campo arado, Jerusalén, un montón de ruinas, y la montaña del Templo, una altura boscosa.
Judá. Al referirse a ese nuevo David, el profeta alude al célebre oráculo del Emanuel (Is.
7. 14).
O
y habitarás al descampado.
EM
y allí serás liberada;
D
La victoria de Sión sobre las naciones
11 Ahora se han reunido contra tinumerosas naciones, que dicen: "¡Que sea profanada, para
que nuestros ojos se regocijen a la vista de Sión!". 12 Pero ellos no conocen los planes del
LS
Señor ni comprenden su designio: él los ha reunido como gavillas en la era. 13 ¡Levántate y
trilla, hija de Sión! Yo haré de hierro tu cuerno, y tus pezuñas, de bronce: triturarás a pueblos
14 ¡Ahora, reagrupa tus tropas, ciudad sitiada! Han puesto un asedio contra nosotros; golpean
O
5 1 Y tú, Belén Efratá, tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti me nacerá el que debe
gobernar a Israel: sus orígenes se remontan al pasado, a un tiempo inmemorial. 2 Por eso, el
Señor los abandonará hasta el momento en que dé a luz la que debe ser madre; entonces el
resto de sus hermanos volverá junto a los israelitas. 3 Él se mantendrá de pie y los apacentará
SY
con la fuerza del Señor, con la majestad del nombre del Señor,su Dios. Ellos habitarán
Biblia Católica 1897
al pueblo la esencia de toda verdadera religiosidad: "Practicar la justicia, amar la
fidelidad y caminar humildemente con tu Dios" (6. 8).
El pleito del Señor con su Pueblo6 1 Escuchen lo que dice el Señor: ¡Levántate, convoca a
juicio a las montañas y que las colinas escuchen tu voz! 2 ¡Escuchen, montañas, el pleito del
O
Señor, atiendan, fundamentos de la tierra! Porque el Señor tiene un pleito con su pueblo,
EM
o en qué te molesté? Respóndeme.
y envié delante de ti
D
a Moisés, Aarón y Miriam?
El verdadero culto
O
6 ¿Con qué me presentaré al Señor y me postraré ante el Dios de las alturas? ¿Me presentaré
el Señor: nada más que practicar la justicia, amar la fidelidad y caminar humildemente con tu
SY
Dios.
O
¡ni un racimo para comer,
EM
2 El hombre fiel ha desaparecido del país:
D
3 Sus manos se emplean para el mal;
y se pervierte la justicia.
es el momento de su consternación.
ST
5 No se fíen de un compañero,
O
cuando sea pisoteada
EM
Anuncio de la restauración
11 ¡Llega el día de reconstruir tus murallas! Aquel día se extenderán tus fronteras; 12 aquel día
vendrán hacia ti desde Asiria hasta Egipto y desde Egipto hasta el Río, de un mar hasta el otro
D
y de una montaña hasta la otra. 13 La tierra quedará desolada a causa de sus habitantes,
bosque,en medio de un vergel. ¡Que sean apacentados en Basán y en Galaad, como en los
tiempos antiguos! 15 Como en los días en que salías de Egipto, muéstranos tus maravillas. 16
O
Las naciones verán y se avergonzarán de todo su poderío; se taparán la boca con la mano y
quedarán sordos sus oídos. 17 Lamerán el polvo como la serpiente, como los gusanos de la
O
tierra; saldrán temblorosas de sus refugios, irán temblando hacia el Señor, nuestro Dios, y
O
11. Con amarga ironía, Miqueas describe la imagen del profeta que goza de general
aceptación entre su pueblo. Ver Jer. 5. 31.
EM
12-13. Estos versículos no tienen ninguna relación con el contexto inmediato. La referencia a la
reunión del rebaño disperso indica que el fragmento fue compuesto a fines del exilio, con ideas
tomadas de Ezequiel y del Segundo Isaías (Ez. 34. 11-16; Is.40.11).
D
Santuario, a los que el pueblo de Judá consideraba intangibles por ser la Ciudad de Dios y el
lugar de su Morada (Sal. 46. 5-6; 48. 2-4; 76. 2-4). Este vaticinio causó tanta impresión, que un
siglo más tarde algunos ancianos lo citaron para salvar la vida de Jeremías (Jer. 26. 18).
5 1-5. Esta es la más célebre de las profecías contenidas en el libro de Miqueas. El pueblo de
Israel está humillado por sus enemigos (4. 14), pero de uno de los más modestos clanes de
Judá verá surgir a su Libertador. Él lo apacentará con el poder del Señor y le traerá la
prosperidad y la paz.
O
1 "Efratá" era el nombre de un clan instalado en la región de Belén (1 Sam. 17. 12), pero
después pasó a ser sinónimo de Belén (Gn. 35. 19; 48. 7; Rt. 4. 11). A este clan pertenecía
David, el antepasado del Rey Mesías. Ver Mt. 2. 6; Jn. 7. 42.
ST
1 "íY él mismo será la paz!": ver Is. 9. 6; 11. 6.9; Zac. 9. 10; Sal. 72. 7. "Siete" y "ocho":
esta progresión numérica es un procedimiento literario para indicar un número indeterminado
pero considerable.
2 "Nemrod" era un héroe mitológico de la tradición asiro-babilónica (Gn. 10. 8-12).
SY
6 1-5. Este proceso judicial del Señor contra Israel es una de las páginas más conmovedoras
O
Alef 2 El señor es un Dios celoso y vengador,
EM
El Señor se venga de sus adversarios
D
pero es grande en poder y no deja a nadie impune. Bet Él camina en la tempestad y el
huracán,la nube es el polvo de sus pies. Guímel 4 Él increpa al mar y lo seca, y agota
todos los ríos; Dálet el Basán y el Carmelo languidecen, se marchita el verdor del
LS
Líbano.He 5 Las montañas tiemblan ante él, se deshacen las colinas; Vau en su
mantendrá de pie ante su furor? ¿Quién resistirá al ardor de su ira? Het Su furia se
O
derrama como fuego, y las rocas se parten ante él. Tet 7 El Señor es bueno con los que
esperan en él, es un refugio en el día de la angustia; Iod reconoce a los que confían en
O
él 8 cuando pasa la inundación; aniquila a los que se rebelan contra él Caf y persigue a
El asalto de Nínive
O
¡Monta guardia en la fortaleza,
EM
concentra todas tus fuerzas!
D
los carros relucen con el fuego de los aceros
mientras se los dispone para el combate; y los conductores se enardecen. 5 Los carros
LS
avanzan con furia en campo abierto y se precipitan sobre las plazas; su aspecto es como de
antorchas, corren de aquí para allá como relámpagos. 6 ¡Se convoca a las tropas escogidas,
puertas que dan a los ríos y se derrumba el palacio. 8 La Estatua es retirada y llevada al exilio;
sus servidoras gimen como palomas y se golpean el pecho. 9 Nínive es como un estanque,
O
con la plata, arrasen con el oro!". ¡Es una reserva inagotable, hay montones de objetos
ST
preciosos!
O
huirá lejos de ti, diciendo:
EM
¿Quién se lamentará por ella?
D
El ejemplo de Tebas
8 ¿Acaso vales más que No Amón, asentada entre las corrientes del Nilo, rodeada por las
aguas, con un mar como baluarte y el agua como muralla? 9 Cus y Egipto eran su fuerza, una
LS
fuerza ilimitada; Put y los libios eran sus auxiliares. 10 También ella fue deportada, tuvo que ir
al cautiverio. También sus recién nacidos fueron estrellados en todas las encrucijadas. Se
y quedarás embotada.
O
Lamentación fúnebre
EM
18 ¡Cómo se han adormecido tus pastores,
rey de Asiria!
D
y no hay quien los reúna.
tu herida es incurable.
LS
Todos los que oyen la noticia
tu incesante maldad?
O
11. "El que concibe planes siniestros": con estas palabras, más allá del actual rey de Nínive, el
profeta tiene en vista a Senaquerib, por la arrogancia con que este soberano asirio desafió al
Dios de Israel (2 Rey. 19. 4, 16).
sin que tú salves? 3 ¿Por qué me haces ver la iniquidad y te quedas mirando la opresión? No
veo más que saqueo y violencia, hay contiendas y aumenta la discordia. 4 Por eso la Ley no
O
tiene vigencia y el derecho no aparece jamás: ¡sí, el impío asedia al justo, por eso sale a luz
un derecho falseado!
EM
Primer oráculo: los caldeos, castigo de Dios
5 Miren a las naciones y observen, asómbrense y queden pasmados, porque en estos días
realizaré una obra que si se la contaran, no la creerían. 6 Sí, yo voy a suscitar a los caldeos,
D
ese pueblo salvaje e impetuoso, que recorre las extensiones de la tierra, para usurpar moradas
caballos son más ágiles que leopardos, más rapaces que lobos nocturnos;
LS
sus jinetes galopan, sus jinetes vienen de lejos, vuelan como el águila que se lanza sobre su
presa. 9 ¡Todos llegan para la violencia con el rostro tendido hacia adelante, y amontonan
cautivos como arena! 10 Él se burla de los reyes, los soberanos son un juguete para él, juega
O
con las ciudades fortificadas, levanta un terraplén y las conquista. 11 Entonces, cambia el
12 ¿No eres tú, Señor, desde los tiempos antiguos, mi Dios, mi Santo, que no muere jamás?
ST
Tú, Señor, pusiste a ese pueblo para hacer justicia, tú, mi Roca, lo estableciste para castigar.
13 Tus ojos son demasiado puros para mirar el mal y no puedes contemplar la opresión. ¿Por
qué, entonces, contemplas a los traidores y callas cuando el impío devora a uno más justo que
él? 14 ¡Tú tratas a los hombres como a los peces del mar, como a reptiles, que no tienen jefe!
SY
O
Muerte, el que reúne para sí a todas las naciones y
EM
entonarán todos estos contra él sátiras, sarcasmos
La codicia
D
¡Ay del que acumula lo que no le pertenece
–¿hasta cuándo?–
O
pero no hay soplo de vida en su interior!
EM
para que el artista la talle,
D
fabricando ídolos mudos?
renombre! ¡He visto tu obra, Señor ! ¡En el curso de los años, hazla revivir, en el curso de los
ST
años, manifiéstala; pero en la conmoción, acuérdate de tener piedad! 3 Dios viene de Temán, y
el Santo, del monte Parán. Su majestad cubre los cielos, Pausay su alabanza llena la tierra. 4
Su resplandor es como la luz, brotan rayos de sus manos, y allí está el secreto de su fuerza. 5
SY
Delante de él avanza la Peste, y la Fiebre sigue sus pasos. 6 Él se detiene, y hace vacilar la
O
2. Ver Is. 8. 1 ; 30. 8; Jer. 30. 2; Apoc. 1. 19.
EM
14. Is. 11. 9.
19. Ver Deut. 32. 13; Is. 58. 14; Sal. 18. 34.
Sofonías
D
SOFONÍAS fue el primero que hizo oír una voz profética en Judá, después del largo silencio
que se había producido durante dos generaciones, una vez que Isaías y Miqueas pronunciaron
sus últimos oráculos. El título del Libro sitúa la actividad de este profeta en tiempos del rey
Josías (640-609 a. C.) y su predicación tuvo lugar casi seguramente hacia el 630, es decir, un
tiempo antes de que aquel rey iniciara su célebre reforma religiosa (2 Rey. 22-23).
LS
Ya hacía casi un siglo que Asiria había aniquilado al reino de Israel. También el reino de Judá
había sido sometido al vasallaje de aquel poderoso Imperio. Esta dominación política trajo
consigo la influencia de los cultos asirios sobre la población del reino del Sur. Frente a la
corrupción generalizada y a las prácticas idolátricas, Sofonías aparece como un profeta
"justiciero", que anuncia el "Día del Señor" como un día de ira y de venganza. Pero él no se
contenta con reprobar las manifestaciones exteriores del pecado, sino que denuncia sus
O
A todo esto, Sofonías opone una actitud espiritual caracterizada sobre todo por la pobreza y la
humildad del corazón. Es el profeta de los "pobres del Señor". A ellos se anunciaría siglos más
O
tarde la Buena Noticia de la Salvación (Mt. 11.5) y ellos serían los "herederos del Reino que
Dios ha prometido a los que lo aman" (Sant. 2. 5).
Título
ST
1 1 Palabra del Señor dirigida a Sofonías, hijo de Cusí, hijo de Guedalías, hijo de Amarías, hijo
de Ezequías, en tiempos de Josías, hijo de Amón, rey de Judá.
2 Yo lo arrasaré todo
O
Contra los dignatarios de la corte
EM
yo pediré cuenta a los jefes y a los hijos del rey,
y a todos los que se visten a la moda extranjera. 9 Aquel día pediré cuenta a todos los que
saltan por encima del umbral, a los que llenan de violencia y de fraude la casa de su señor.
D
Contra los mercaderes de Jerusalén
12 En aquel tiempo yo escudriñaré con lámparas a Jerusalén y pediré cuenta a los hombres
que se sientan sobre sus heces, los que dicen en su corazón: "El Señor no hace ni bien ni
busquen la humildad,
O
en el Día de la ira del Señor. ORÁCULOS CONTRA LAS NACIONES Y CONTRA
JERUSALÉN El juicio de Dios alcanzará primero a su Pueblo –sobre todo, a Jerusalén–
EM
pero al fin llegará también para los pueblos vecinos que oprimieron a Israel en sus
momentos más difíciles. Los oráculos de Sofonías contra las naciones
reflejan el estilo propio de una época, que es común al de otros profetas, y ponen de
relieve la soberanía del Señor sobre todos los poderes humanos.
D
4 Porque Gaza será abandonada y Ascalón quedará desolada; Asdod será expulsada en pleno
día y Ecrón será arrancada de raíz. 5 ¡Ay de los habitantes de la liga del mar, del pueblo de
los quereteos! La palabra del Señor está contra ustedes, Canaán, tierra de los filisteos: "¡Yo
LS
te haré perecer, hasta dejartesin habitantes!". 6 La liga del mar se convertirá en un pastizal, en
Judá: apacentarán sus ganados junto al mar y al caer la tarde, descansarán en las casas de
O
mi pueblo
y se engrandecieron a costa de su territorio. 9 Por eso, juro por mi vida –oráculo del Señor de
los ejércitos,Dios de Israel– Moab quedará como Sodoma y los amonitas como Gomorra: un
campo de cardos, una mina de sal, una tierra desolada para siempre. El resto de mi pueblo los
SY
saqueará, lo que quede de mi nación los heredará. 10 Eso es lo que recibirán a cambio de su
Biblia Católica 1925
en un refugio de animales?
O
3 1 ¡Ay de la rebelde, de la impura, de la ciudad opresora!
EM
no aprendió la lección,
ni se acercó a su Dios.
D
3 Sus jefes, en medio de ella,
hombres traicioneros;
O
no comete injusticias;
ST
O
mis adoradores, los que están dispersos,
me traerán ofrendas.
EM
El humilde Resto de Israel
11 Aquel día, ya no tendrás que avergonzarte de las malas acciones con las que me has
ofendido, porque yo apartaré a esos jactanciosos prepotentes que están en medio de ti, y ya
D
no volverás a engreírte sobre mi santa Montaña. 12 Yo dejaré en medio de ti a un pueblo pobre
La restauración de Jerusalén
¡Aclama, Israel!
hija de Jerusalén!
que pesaban sobre ti y ha expulsado a tus enemigos. El Rey de Israel, el Señor, está en medio
de ti: ya no temerás ningún mal. 16 Aquel día, se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión, que no
SY
desfallezcan tus manos! 17 ¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti, es un guerrero victorioso! Él
O
15. Ver nota Jl. 2. 10.
2 5. Los filisteos son llamados "pueblo de los quereteos" o "cretenses", porque según la
tradición hebrea procedían de la isla de Creta. Ver Ez. 25. 16.
EM
7. Los israelitas siempre habían considerado a los filisteos como intrusos en Palestina.
Sofonías anuncia que al fin serán expulsados y que Judá poseerá el territorio de Canaán hasta
la costa marítima.
3 12-13. Por primera vez en la Biblia, el "resto de Israel" (Is. 4. 2-3; 11. 11; Am. 5.15) aparece
identificado con los pobres y los humildes.
D
14-18a. Un redactor posterior, muy compenetrado de las ideas del Segundo Isaías, añadió a
las promesas anteriores este himno jubiloso, que celebra la entronización del Señor en Sión.
1 Ver Zac. 9. 9.
2 Ver Is. 40. 2.
LS
3 Ver Is. 35. 3-4; 41. 13-14.
4 Ver Is. 12. 6.
18b-20. La alusión a la reunión de los israelitas después del exilio indica que estos versículos
son bastante posteriores al profeta Sofonías. Ver Miq. 4. 6.
Ageo
O
Con AGEO comienza el último período profético, el de la época posterior al exilio en Babilonia.
Durante este período, el gran tema de los Profetas fue la restauración de Judá, así como el
anuncio del castigo divino había sido el tema predominante de los Profetas anteriores al exilio y
la consolación de los deportados el de los que ejercieron su actividad profética durante el
O
destierro. Es probable que Ageo, cuyo nombre se menciona junto con el de Zacarías en Esd. 5.
1; 6. 14, perteneciera al grupo de los profetas "cultuales", es decir, vinculados al servicio
litúrgico. Su ministerio comenzó unos quince años después de la colocación de los cimientos
del Templo y sin duda no duró mucho tiempo. Todos sus oráculos llevan la fecha
ST
El libro de Ageo, lo mismo que el de Malaquías, nos ofrece valiosas informaciones sobre la
penuria material y espiritual de la comunidad judía a la vuelta del exilio. Pero su mensaje está
centrado en la reconstrucción de la Casa del Señor, que había quedado interrumpida. "Hay que
construir para el Señor una Morada digna de su Nombre y todo cambiará", es la consigna que
SY
el profeta repite una y otra vez. La "gloria" del segundo Templo será mayor que la del primero,
no por el esplendor material del edificio, sino porque hacia él acudirán todos los pueblos con
O
2 1 El día veintiuno del séptimo mes, la palabra del Señor llegó, por medio del profeta Ageo, en
estos términos: 2 Di a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, a Josué, hijo de
Iehosadac, el Sumo Sacerdote, y al resto del pueblo: 3 ¿Queda alguien entre ustedes que
haya visto esta Casa en su antiguo esplendor? ¿Y qué es lo que ven ahora? ¿No es como
EM
nada ante sus ojos? 4 ¡Ánimo, Zorobabel!–oráculo del Señor–. ¡Ánimo, Josué, hijo de
Iehosadac, Sumo Sacerdote! ¡Ánimo, todo el pueblo del país! –oráculo del Señor–. ¡Manos a la
obra! Porque yo estoy con ustedes –oráculo del Señor de los ejércitos– 5 según el compromiso
que contraje con ustedes cuando salieron de Egipto, y mi espíritu permanece en medio de
ustedes. ¡No teman! 6 Porque así habla el Señor de los ejércitos: Dentro de poco tiempo, yo
haré estremecer el cielo y la tierra, el mar y el suelo firme. 7 Haré estremecer a todas las
naciones: entonces afluirán los tesoros de todas las naciones y llenaré de gloria esta Casa,
D
dice el Señor de los ejércitos.
8 ¡Son míos el oro y la plata! –oráculo del Señor de los ejércitos–. 9 La gloria última de esta
Casa será más grande que la primera, dice el Señor de los ejércitos, y en este lugar yo daré la
paz –oráculo del Señor de los ejércitos–.
LS
Consulta a los sacerdotes
10 El día veinticuatro del noveno mes, el segundo año de Darío, la palabra del Señor llegó al
profeta Ageo, en estos términos: 11 Así habla el Señor de los ejércitos: Consulta a los
sacerdotes sobre el caso siguiente: 12 "Si alguien lleva en los pliegues de su ropa carne
ofrecida en sacrificio y toca con ellos pan, caldo, vino, aceite o cualquier clase de alimentos,
¿todo esto quedará consagrado?". Los sacerdotes respondieron: "¡No!". 13 Ageo prosiguió: "Si
O
alguien, contaminado por un cadáver, toca alguna de estas cosas, ¿quedarán impuras?". Los
sacerdotes respondieron: "¡Si, quedarán impuras!". 14 Entonces Ageo tomó la palabra y dijo:
"¡Así es este pueblo! ¡Así es esta nación delante de mí! –oráculo del Señor–. ¡Así es toda la
obra de sus manos! ¡Y lo que ellos ofrecen aquí es impuro!".
O
Promesa de prosperidad
15 Y ahora, reflexionen desde hoy en adelante. Antes de poner piedra sobre piedra en el
ST
Templo del Señor, 16 ¿qué les pasaba a ustedes? Alguien iba a pesar un montón de grano
estimado en veinte medidas, y no había más que diez; iba al lagar para sacar cincuenta
medidas, y no había más que veinte. 17 Yo los castigué con la sequía, el pulgón y el granizo
en toda la obra de sus manos, ¡pero ustedes no han vuelto a mi! –oráculo del Señor–.
18 Reflexionen desde hoy en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, en que se
SY
pusieron los cimientos del Templo del Señor. Reflexionen: 19 ¿Queda aún semilla en el
granero? ¿Todavía no han dado nada la vid, la higuera, el granado y el olivo? A partir de este
1 El profeta Ezequiel ya había establecido una estrecha vinculación entre el nuevo Templo
y la instauración de los tiempos mesiánicos (Ez. 47. 1 - 12). Ageo retoma esta idea y le añade
una nota universalista. El nuevo Templo será el centro cultual y el polo de atracción de todos
los pueblos (Is. 2. 2-5; 60. 7-11; Miq. 4. 1-4). El cúmulo de las bendiciones mesiánicas se
O
resume en la palabra "paz" (Is. 11. 6-9).
2 La fecha corresponde a mediados de diciembre del 520 a. C.
3 "Consulta a los sacerdotes": cuando surgía una duda relativa a la aplicación de la Ley,
los sacerdotes eran los encargados de resolver el caso propuesto (Lev. 10. 11; Deut. 17. 8-13;
EM
33. 10; Zac. 7. 3; Mal. 2. 7).
12-14. Para Ageo, el Templo en ruinas era una especia de "cadáver" que contaminaba toda la
vida del pueblo, inlcuidos sus sacrificios.
20-23. Este pasaje final tine un contenido eminenetemente mesiánico. Ageo saluda a
Zorobabel como el elegido del Señor. Las promesas hechas a la dinastía davídica se
D
concentran ahora en él (2 Sam. 7. 12-16). La comparación con el "anillo" grabado con un sello
que servía para autenticar los documentos escritos (1 Rey. 21. 8) y era custodiado
celosamente por su propietario (Gn. 38. 18, describe a Zorobabel como el representante del
Señor, investido de una autoridad divina.
Zacarías
LS
Este libro consta de dos partes bastante diversas. La primera (caps. 1-8) es la obra del profeta
ZACARÍAS, que ejerció su actividad en Jerusalén desde noviembre del 520 a. C. –un mes
antes que la concluyera Ageo– hasta diciembre del 518. La segunda es más de un siglo
posterior y proviene de uno o varios autores, designados habitualmente con el nombre de
Segundo o Déutero Zacarías.
O
Bajo este aspecto, el libro de Zacarías se asemeja al de Isaías, que se divide en tres partes, de
autores y épocas diferentes, agrupadas bajo el nombre del gran profeta del siglo VIII.
O
Zacarías insiste en la necesidad de reconstruir el Templo (1. 16; 4. 9; 6. 15). Pero, más allá de
O
7 El vigésimo cuarto día del undécimo mes, que es el mes de Sebat, en el segundo año de
Darío, la palabra del Señor fue dirigida al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Idó, en
estos términos: 8 Yo tuve una visión durante la noche: Había un hombre montado en un
EM
caballo rojo. Estaba parado entre los mirtos que se encuentran en la hondonada, y detrás de él
había caballos rojos, alazanes, negros y blancos. 9 Yo pregunté: "¿Quiénes son estos, mi
Señor ?". Y el ángel que hablaba conmigo me respondió: "Yo te indicaré quiénes son estos".
10 El hombre que estaba entre los mirtos dijo: "Estos son los que el Señor envió a recorrer la
tierra". 11 Ellos se dirigieron al ángel del Señor que estaba entre los mirtos, y le dijeron:
"Venimos de recorrer la tierra y hemos visto que toda la tierra está en calma y tranquila".
D
12 Entonces el ángel del Señor dijo: "Señor de los ejércitos, ¿hasta cuándo esperarás para
compadecerte de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales estás irritado desde
hace setenta años?". 13 El Señor dirigió al ángel que hablaba conmigo palabras buenas,
palabras consoladoras. 14 Entonces el ángel me dijo: "Proclama esto: Así habla el Señor de
los ejércitos: Yo siento un gran celo por Jerusalén y por Sión, 15 y estoy violentamente irritado
LS
contra las naciones seguras de sí mismas; porque yo estaba un poco irritado, pero ellas
agravaron la desgracia.
16 Por eso, así habla el Señor: Yo he vuelto a Jerusalén con piedad; allí será reconstruida mi
Casa –oráculo del Señor de los ejércitos– y la cuerda de medir será tendida sobre Jerusalén.
17 Proclama también esto: Así habla el Señor de los ejércitos: Mis ciudades rebosarán de
bienes; el Señor consolará de nuevo a Sión y elegirá otra vez a Jerusalén".
O
2 1 Yo levanté los ojos, y tuve una visión: Había cuatro cuernos. 2 Entoncespregunté al ángel
O
que hablaba conmigo: "¿Qué son estos cuernos?". Él me respondió: "Son los cuernos que
dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén". 3 Después el Señor me mostró cuatro herreros. 4
Yo pregunté: "¿Qué vienen a hacer estos?". Él me respondió: "Aquellos son los cuernos que
dispersaron a Judá, a tal punto que nadie podía levantar la cabeza; pero estos han venido para
ST
aterrarlos, para derribar los cuernos de las naciones que atacaron al país de Judá, a fin de
dispersarlo".
5 Yo levanté los ojos, y tuve una visión: Había un hombre que tenía en la mano una cuerda de
SY
medir. 6 Entonces le pregunté: "¿A dónde vas?". Él me respondió: "Voy a medir Jerusalén,
para ver cuánto tiene de ancho y cuánto de largo". 7 Mientras el ángel que hablaba conmigo
3 Josué, de pie delante del ángel, estaba vestido con ropa sucia. 4 El ángel tomó la palabra y
dijo a los que estaban de pie delante de él: "Quítenle la ropa sucia". Luego dijo a Josué: "Yo te
O
he sacado de encima tu iniquidad y te pondré vestiduras de fiesta". 5 Y añadió: "Coloquen
sobre su cabeza un turbante limpio y pónganle vestiduras de fiesta". Ellos le pusieron el
turbante limpio sobre la cabeza y las vestiduras de fiesta, mientras el ángel del Señor
permanecía allí de pie.
EM
6 Después el ángel del Señor advirtió solemnemente a Josué: 7 "Así habla el Señor de los
ejércitos: Si vas por mis caminos y observas mis mandamientos, tú mismo gobernarás mi Casa
y cuidarás mis atrios, y yo te daré libre acceso entre los que están aquí".
8 Escucha, Josué, Sumo Sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan delante de ti –porque
estos hombres son un presagio–: Yo suscitaré a mi servidor "Germen". 9 Sí, esta es la piedra
D
que pongo delante de Josué: sobre esta única piedra hay siete ojos. Yo mismo voy a grabar su
inscripción –oráculo del Señor de los ejércitos– y voy a eliminar la iniquidad de este país en un
solo día.
10 Aquel día –oráculo del Señor de los ejércitos– ustedes se invitarán unos a otros debajo de
LS
la parra y de la higuera.
para las lámparas que están arriba de él. 3 A su lado hay dos olivos: uno a la derecha y otro a
la izquierda del recipiente". 4 Yo tomé la palabra y dije al ángel que hablaba conmigo: "¿Qué
son estas cosas, mi Señor?". 5 El ángel que hablaba conmigo me respondió: "¿No sabes qué
son estas cosas?". Yo le dije: "No, mi Señor". 6a Él me respondió: 10b "Estas siete lámparas
O
son los ojos del Señor que vigilan toda la tierra". 11 Entonces tomé la palabra y le dije: "¿Qué
son esos dos olivos, a la derecha y a la izquierda del candelabro?". 12 Por segunda vez le
pregunté: "¿Qué son las dos ramas de olivo, que derraman aceite dorado a través de los dos
tubos de oro?". 13 Él me respondió: "¿No sabes lo que son esas cosas?". Yo le dije: "No, mi
ST
Señor".14 Él me respondió: "Son los dos Ungidos que están de pie junto al Señor de toda la
tierra".
6b Esta es la palabra del Señor acerca de Zorobabel: ¡No por el poder ni por la fuerza, sino por
mi espíritu...! –dice el Señor de los ejércitos–.
7 ¿Quién eres tú, gran montaña? ¡Ante Zorobabel te convertirás en una llanura! Él sacará la
SY
piedra maestra a los gritos de: "¡Qué hermosa, qué hermosa es!".
O
15 Entonces los que están lejos vendrán y reconstruirán el Santuario del Señor. Así sabrán que
me envió a ustedes el Señor de los ejércitos. Esto sucederá si escuchan verdaderamente la
voz del Señor, su Dios.
EM
LOS DISCURSOS PROFÉTICOS
D
importante que el ayuno y que todos los ritos, a saber, la verdadera justicia y el amor al
prójimo (7. 9-10).
La primera parte del libro de Zacarías concluye con una serie de oráculos
independientes, pronunciados por el profeta en épocas y circunstancias diversas. Él
LS
dirige a sus compatriotas palabras de aliento, para animarlos a reconstruir el Santuario.
El Señor colmará de bendiciones a su Pueblo, hará de Jerusalén el centro religioso de
toda la tierra y todos los pueblos acudirán a ella para tributar homenaje al Señor. Así
Zacarías amplia las perspectivas mesiánicas, dándoles una proyección universalista
semejante a la del Segundo Isaías.
7 1 El cuarto año del rey Darío, el día cuatro del noveno mes, el mes de Quisleu, 2 Betel
Saréser, gran mago del rey, y sus hombres enviaron una delegación para aplacar el rostro del
Señor 3 y preguntar a los sacerdotes de la Casa del Señor de los ejércitos y a los profetas:
"¿Debo seguir llorando e imponiéndome privaciones en el quinto mes, como lo he hecho
O
4 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 5 Habla a todo el pueblo del país y a los
sacerdotes, diciéndoles: Si ustedes han ayunado y se han lamentado en el quinto y el séptimo
mes desde hace setenta años, ¿es por mí que han practicado esos ayunos? 6 Y cuando
comen y beben ¿no lo hacen por ustedes mismos? 7 ¿No son estas las palabras que proclamó
el Señor por intermedio de los antiguos profetas, cuando Jerusalén estaba habitada y tranquila,
rodeada de sus ciudades, y estaban poblados el Négueb y la Sefelá?
SY
8 La palabra del Señor llegó a Zacarías en estos términos: 9 Así habla el Señor de los
desde el día en que se pusieron los cimientos de la Casa del Señor de los ejércitos,
O
EM
para la reconstrucción del Templo. 10 Porque antes de estos días no había salario
para los hombres ni ración para los animales, ni había seguridad para los que iban y
D
venían, a causa del enemigo: yo había lanzado a todos los hombres, unos contra
LS
otros. 11 Pero ahora, yo no trataré al resto de este pueblo como en los tiempos
pasados –oráculo del Señor de los ejércitos–. 12 Porque hay semillas de paz: la viña dará su
O
fruto, la tierra sus productos y el cielo su rocío. Yo daré todo esto como herencia al resto de
este pueblo. 13 Y así como ustedes, pueblo de Judá y pueblo de Israel, fueron una maldición
entre las naciones, así yo los salvaré, y ustedes serán una bendición. ¡No teman! ¡Que sus
manos se fortalezcan!
O
14 Porque así habla el Señor de los ejércitos: Así como yo había resuelto hacerles mal cuando
sus padres me irritaban –dice el Señor de los ejércitos– y no me arrepentí, 15 así, en cambio,
decidí en estos días hacer el bien a Jerusalén y al pueblo de Judá. ¡No teman!
ST
16 Esto es lo que deberán practicar: díganse mutuamente la verdad y dicten en sus puertas
sentencias que restablezcan la paz; 17 no piensen en hacerse mal unos a otros y no amen el
falso juramento. Porque yo aborrezco todo eso –oráculo del Señor–.
18 La palabra del Señor me llegó en estos términos: 19 "Así habla el Señor de los ejércitos: El
ayuno del cuarto, del quinto, del séptimo y el décimo mes se convertirán para la casa de Judá
Biblia Católica 1943
ISRAEL ENTRE LOS PUEBLOS
En esta primera sección, el profeta anuncia que el Señor intervendrá al fin de los
tiempos y triunfará sobre sus enemigos. Los pueblos vecinos de Judá, una vez
sometidos y purificados, serán incorporados al Pueblo de Dios (9. 1-8). Entonces
Jerusalén recibirá triunfalmente a su Rey Mesías, que establecerá el reinado de la
justicia y proclamará la paz a las naciones (9. 9-10). El mismo Señor, como un jefe
O
guerrero (9. 14), renovará los prodigios del Éxodo para reunir a todos los israelitas
dispersos (10. 11). Y los repatriados serán tan numerosos, que ni la Palestina ni las
regiones adyacentes –el Líbano y Galaad– bastarán para darles cabida (10. 10).
EM
Esta visión de los tiempos mesiánicos concluye con la enigmática alegoría de los dos
pastores (11. 4-17). Al representar esta doble acción simbólica, el profeta alude
probablemente a ciertos acontecimientos de su época, interpretados como un juicio de
Dios. Este juicio está expresado en la ruptura de los dos bastones con que el buen
pastor apacentaba el rebaño (11. 10, 14). Por haber rechazado al Señor, su único y
verdadero Pastor, el pueblo es puesto en manos de un jefe despótico, que será el
encargado de ejecutar la justicia divina. Pero estos sufrimientos serán una purificación y
D
una preparación para la nueva era mesiánica, como parece sugerirlo la conclusión de la
alegoría en 13. 7-9.
El Evangelio según san Mateo se hace eco de dos profecías que figuran en esta parte
del Libro. En primer lugar, el evangelista ve cumplido el oráculo de
LS
9. 9-10 en la entrada de Jesús en Jerusalén montado sobre un asno (Mt. 21. 4-5). Y en
el exiguo salario pagado al profeta, que apacienta el rebaño en nombre del Señor (11.
12), él reconoce el precio de la traición de Judas (Mt.
27. 9-10).
El triunfo de Dios sobre los pueblos vecinos9 1 Oráculo. La palabra del Señor llegó al país
O
de Jadrac, y en Damasco está su reposo; porque al Señor pertenece la fuente de Arám, como
todas las tribus de Israel, 2 y también Jamat, que está en su frontera, y Tiro y Sidón. Por su
O
gran sabiduría, 3 Tiro se construyó una fortaleza, amontonó plata como polvo y oro fino como
barro de las calles. 4 Pero el Señor va a apoderarse de eso, arrojará su poderío en el mar y
ST
ella misma será presa de las llamas. 5 Lo verá Ascalón y temerá; también Gaza, y se retorcerá
Gaza no tendrá más rey, Ascalón ya no será habitada 6 y gente bastarda se instalará en
SY
Asdod. Yo aniquilaré el orgullo del filisteo, 7 quitaré la sangre de su boca y sus abominaciones
pisotearán las piedras de las hondas, beberán la sangre como si fuera vino, se llenarán como
la copa de la aspersión,
como los ángulos del altar.
O
16 El Señor, su Dios, los salvará en aquel día,
EM
como piedras de una diadema,
D
El trigo dará vigor a los jóvenes
Contra la idolatría
LS
10 1 Pidan al Señor la lluvia en el tiempo de la primavera.
3 Mi ira se ha encendido contra los pastores y yo castigaré a los machos cabríos. Cuando el
Biblia Católica 1947
La ruina de las grandes potencias
de las llamas.
O
2 Gime, ciprés,
EM
porque los poderosos han sido arrasados.
D
escuchen el rugido de los leones,
4 Así habla el Señor, mi Dios: Apacienta las ovejas destinadas al matadero, 5 aquellas que sus
compradores matan impunemente, mientras los vendedores dicen: "¡Bendito sea el Señor, ya
soy rico!", y los pastores no se compadecen de ellas. 6 No, ya no tendré compasión de los
habitantes del país –oráculo del Señor– y entregaré a cada uno en manos de su vecino y en
manos de su rey; ellos aplastarán el país, y yo no los libraré de sus manos.
O
7 Entonces apacenté las ovejas destinadas al matadero por los traficantes de ovejas. Tomé
dos bastones: a uno lo llamé "Favor" y al otro "Vínculo". Me puse a apacentar las ovejas, 8 e
hice desaparecer a los tres pastores en un mes. Pero yo perdí la paciencia con ellas, y ellas
O
9 Yo dije: "¡No las apacentaré más! ¡La que quiera morir, que muera! ¡La que quiera
desaparecer, que desaparezca! ¡Y las que queden, que se devoren entre sí!". 10 Después
ST
tomé mi bastón "Favor", y lo quebré para romper mi pacto, el que yo había establecido con
todos los pueblos. 11 El pacto quedó roto ese día, y los traficantes de ovejas que me
observaban reconocieron que esa era una palabra del Señor.
12 Yo les dije: "Si les parece bien, páguenme mi salario; y si no, déjenlo". Ellos pesaron mi
salario: treinta siclos de plata. 13 Pero el Señor me dijo: "¡Echa al Tesoro ese lindo precio en
SY
que he sido valuado por ellos!". Yo tomé los treinta siclos de plata y los eché en el Tesoro de la
Casa del Señor. 14 Después quebré mi segundo bastón "Vínculo", para romper la fraternidad
3 Aquel día, yo haré de Jerusalén una piedra pesada para todos los pueblos: todos los que
intenten levantarla se desgarrarán gravemente. Y se reunirán contra ella todas las naciones de
la tierra.
O
4 Aquel día –oráculo del Señor– yo aturdiré a todos los caballos y enloqueceré a sus jinetes;
abriré mis ojos sobre la casa de Judá y encegueceré a todos los pueblos. 5 Y los jefes de Judá
dirán en su corazón: "La fuerza para los habitantes de Jerusalén está en el Señor de los
EM
ejércitos, su Dios".
6 Aquel día, yo haré a los jefes de Judá semejantes a un brasero encendido bajo la leña, a una
antorcha encendida en las gavillas. Ellos consumirán a derecha e izquierda a todos los pueblos
de alrededor, pero Jerusalén quedará instalada en el mismo lugar. 7 El Señor salvará primero
las carpas de Judá, a fin de que la gloria de la casa de David y la gloria de los habitantes de
Jerusalén no se eleven en detrimento de Judá.
D
8 Aquel día, el Señor escudará a los habitantes de Jerusalén: el más débil entre ellosserá
como David, y la casa de David será como Dios, como el Ángel del Señor al frente de ellos.
11 Aquel día, habrá un gran lamento en Jerusalén, como el lamento de Hadad Rimón, en la
O
llanura de Meguido. 12 El país se lamentará, familia por familia: la familia de la casa de David
por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de la casa de Natán por su lado, y sus
O
mujeres por su lado; 13 la familia de la casa de Leví por su lado, y sus mujeres por su lado; la
familia de la casa de Semei por su lado, y sus mujeres por su lado; 14 todas las familias
ST
13 1 Aquel día, habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de
SY
12 Y el Señor castigará a todos los pueblos que hayan hecho la guerra contra Jerusalén con
esta plaga: hará que se pudra su carne cuando todavía estén en pie, sus ojos se pudrirán en
sus órbitas y su lengua dentro de su boca. 13 Aquel día, cundirá entre ellos un pánico enorme
enviado por el Señor; cada uno agarrará la mano de su compañero y levantarán la mano unos
O
contra otros. 14 Judá también combatirá en Jerusalén, y se amontonarán las riquezas de todas
las naciones de alrededor: oro, plata y ropa, en cantidad enorme. 15 Y será igual la plaga de
los caballos, mulos, camellos, asnos y de todos los animales que se encuentren en esos
campamentos: ¡será una plaga igual a aquella!
EM
16 Y todos los sobrevivientes de todas las naciones que hayan luchado contra Jerusalén,
subirán año tras año a postrarse delante del Rey, Señor de los ejércitos, y a celebrar la fiesta
de las Chozas. 17 Y si alguno de las familias de la tierra no sube a Jerusalén para postrarse
delante del Rey, Señor de los ejércitos, no habrá lluvia para ellos. 18 Si la familia de Egipto no
sube y no viene, caerá sobre ellos la plaga con que el Señor herirá a las naciones que no
suban para celebrar la fiesta de las Chozas. 19 Este será el castigo de Egipto y el castigo de
D
todas las naciones que no suban para celebrar la fiesta de las Chozas.
20 Aquel día, los cascabeles de los caballos llevarán esta inscripción: "Consagrado al Señor"; y
las ollas de la Casa del Señor serán como copas de la aspersión delante del altar. 21 Y toda
olla en Jerusalén y en Judá estará consagrada al Señor de los ejércitos: todos los que ofrezcan
sacrificios irán a buscarlas para cocinar las víctimas en ellas. Y aquel día, ya no habrá más
LS
traficantes en la Casa del Señor de los ejércitos.
8.
1 "Toda la tierra está en calma": esta paz universal era un presagio inquietante para
Israel, porque hacía pensar que nada cambiaría por el momento. No se percibía ningún atisbo
ST
de aquella conmoción universal, anunciada por los profetas (Ag. 2. 6, 21-23), que daría
comienzo a la era mesiánica.
2 Los "setenta años" designan un período global, que corresponde aproximadamente a la
duración del exilio, como en Jer. 25. 11; 29. 10.
2 1. En el Antiguo Oriente, el cuerno era símbolo de poderío. Aquí los "cuernos" representan a
10b. Como las "siete lámparas" representan los "ojos del Señor", es probable que el
candelabro descrito en el v. 2 sea un símbolo del mismo Dios, que no deja de velar por la
restauración de su Pueblo.
14. Los "dos Ungidos", literalmente los "dos hijos del óleo", son los dos jefes de la comunidad
O
futura: Josué, el Sumo Sacerdote consagrado para el culto, y Zorobabel, el príncipe de la
dinastía davídica, a quien los repatriados esperaban ver ungido rey y entronizado como un
nuevo David.
7. La "gran montaña" es casi seguramente, esa inmensa mole de escombros que se habían
EM
acumulado sobre el área del Templo, cuando este fue destruido por los babilonios (2 Rey. 25.
8-9).
5 1. Un "rollo", es decir, un largo pliego de cuero o de papiro, que se enrollaba una vez escrito.
2. Las dimensiones del "rollo" coinciden con las del vestíbulo del Templo salomónico (1 Rey 6.
3). Esta coincidencia sugiere que la maldición escrita en él afecta a todos aquellos que, a
D
causa de sus pecados, tienen vedado el acceso al Santuario. Ver Sal. 15; 24. 3-5.
6 1. "De entre las dos montañas": Zacarías se vale de un símbolo conocido de sus lectores
para indicar el carácter celestial de la visión. Según la mitología del Antiguo Oriente, estas dos
montañas señalaban la entrada a la morada de los dioses.
O
2-6. Ver 1.8. Los "caballos rojos" que avanzan hacia el "oriente" no son mencionados en el
texto hebreo. Pero su inclusión parece necesaria para completar el número de los puntos
cardinales.
ST
11. La "corona", símbolo de la realeza (Sal. 21. 4; 89. 40; Jer. 13. 18; Lam. 5. 16; Ez.
21. 31; Est. 6. 8), solo podía estar destinada al legítimo representante de la dinastía davídica,
es decir, a Zorobabel (3. 8; Ag. 2. 23). Pero cuando se desvanecieron las esperanzas de
restaurar la monarquía independiente y toda la autoridad se concentró en la persona del Sumo
Sacerdote, un escriba inspirado suplantó el nombre de Zorobabel por el de Josué, para adaptar
el texto a la nueva situación.
SY
7 1-2. La fecha corresponde a los meses de noviembre-diciembre del año 518 a.C., cuando la
O
asno" y no a caballo o en un carro de guerra, se presenta simbólicamente como el "Príncipe de
la paz" (Is. 9. 5). Ver Mt 21. 4-5.
8 "Efraím" y "Jerusalén" representan a Israel, el antiguo reino del Norte, y a Judá, el reino
del Sur, que volverán a unirse en el Reino mesiánico.
EM
9 Al hacer esta promesa, el Señor confirma su fidelidad a la Alianza sellada en el Sinaí
con la "sangre" de los sacrificios (Éx. 24. 4-8).
10 3. Estos "pastores" no son los jefes de Israel, sino los reyes extranjeros, que maltrataron al
Pueblo de Dios.
D
4. "La Piedra angular": esta expresión designa a los jefes del pueblo reunidos en asamblea
plenaria. Ellos aseguran la estabilidad del edificio que es la casa de Israel. La "Estaca" podría
simbolizar a un jefe en particular, como en Is. 22. 23.
11 4. Las "ovejas" son el pueblo de Israel víctima de la codicia y venalidad de sus malos
LS
pastores. Ver Jer. 23. 1-2; Ez. 34. 1-10.
12. Este exiguo "salario" es una señal de desprecio, ya que esa suma se pagaba porel rescate
de un esclavo (Éx. 21. 32). Ver Mt. 27. 9.
O
1 La frase central de este versículo también se podría traducir: "Entonces mirarán hacia
mí, a quien ellos traspasaron". En esta versión, el Señor se identifica hasta tal punto con su
enviado, que él mismo se siente herido en lo más íntimo por aquella muerte violenta. Ver Jn.
SY
Por último, el profeta anuncia el "Día del Señor", que purificará a los sacerdotes, destruirá toda
injusticia y dará el triunfo a los justos. Esta restauración del orden moral (3. 5) y del orden
cultual (3. 4) culminará en el sacrificio perfecto ofrecido al Señor por todas las naciones (1. 11),
que preludia el sacrificio incruento de la Nueva Alianza. En el más célebre de sus oráculos
O
proféticos, Malaquías describe la llegada del Señor, preparada por un misterioso mensajero (3.
1), a quien el Evangelio indentifica con Juan el Bautista, el Precursor de Jesús (Mt. 11. 10).
Título
EM
1 1 Oráculo. Palabra del Señor a Israel por medio de Malaquías.
D
y ustedes dicen: "¿En qué nos has amado?".
Sin embargo, yo amé a Jacob3 y aborrecí a Esaú. Yo hice de sus montañas una desolación y
LS
di su herencia a los chacales del desierto. 4 Si Edóm dice: "¡Hemos sido destruidos, pero
reconstruiremos nuestras ruinas!", así habla el Señor de los ejércitos: Ellos edificarán, y yo
demoleré, se los llamará "Territorio de maldad" y "Pueblo contra quien el Señor está enojado
O
para siempre". 5 Ustedes lo verán con sus ojos y dirán: "¡Grande es el Señor, aún más allá del
territorio de Israel!".
O
6 El hijo honra a su padre y el servidor teme a su señor. Pero si yo soy Padre, ¿dónde está mi
ST
honor? si soy Señor, ¿dónde está mi temor?, les dice el Señor de los ejércitos, a ustedes,
sacerdotes, que desprecian mi Nombre. Y ustedes dicen: "¿En qué hemos despreciado tu
Nombre?". 7 Presentando sobre mi altar un alimento manchado, Y ustedes dicen: "¿En qué te
SY
hemos manchado?". Diciendo: "La mesa del Señor es despreciable". 8 Cuando ustedes
2 Si no escuchan
O
y no se deciden a dar gloria a mi Nombre,
EM
yo enviaré sobre ustedes la maldición
ya las he maldecido,
D
3 Yo les quebraré el brazo,
les tiraré estiércol a la cara –el estiércol de sus fiestas– y ustedes serán barridos con él. 4
LS
Entonces sabrán que yo les hice esta advertencia, para que subsista mi alianza con Leví, dice
el Señor de los ejércitos. 5 Mi alianza con él era vida y paz, y yo se las concedía; era temor, y
labios no había maldad; él caminaba conmigo en paz y con rectitud, y apartaba a muchos del
O
mal. 7 Porque los labios del sacerdote guardan la ciencia y de su boca se busca la instrucción,
porque es el mensajero del Señor de los ejércitos. 8 Pero ustedes se han desviado del camino,
O
han hecho tropezar a muchos con su doctrina, han pervertido la alianza con Leví, dice el Señor
de los ejércitos. 9 Por eso yo los he hecho despreciables y viles para todo el pueblo,
ST
aplicar la Ley.
10 ¿No tenemos todos un solo Padre? ¿No nos ha creado un solo Dios?¿Por qué nos
al Señor, como en los tiempos pasados, como en los primeros años. 5 Yo me acercaré a
O
ustedes para el juicio y atestiguaré decididamente contra los adivinos, los adúlteros y los
EM
contra los que violan el derecho del extranjero, y no temen, dice el Señor de los
ejércitos.
6 Porque yo, el Señor, no he cambiado, ¡pero ustedes no dejan de ser hijos de Jacob! 7 Desde
D
la época de sus padres, ustedes se apartan de mis preceptos y no los observan. ¡Vuelvan a
ustedes pesa una maldición, porque ustedes, la nación entera,me defraudan. 10 Lleven el
diezmo íntegro a la casa del Tesoro, para que haya alimento en mi Casa. Sométanme a esta
O
prueba, dice el Señor de los ejércitos, y verán si no les abro las compuertas del cielo y
cuestión planteada por el profeta, el pueblo replica con una pregunta en la que
O
expresa sus objeciones y sus dudas. A partir de esta pregunta, el profeta expone su
pensamiento, insistiendo sobre todo en las consecuencias prácticas. Este procedimiento
literario se inspira seguramente en la práctiva judicial.
EM
3. La tradición bíblica considera a "Esaú" como el antepasado de Edóm, el enemigo ancestral
de Israel (Gn. 25. 29-30; 36. 8-9). Ver Rom. 9. 13.
11. Después de señalar que el Señor reprueba los sacrificios ofrecidos en el Templo de
Jerusalén, el profeta anuncia una renovación total del culto divino en los tiempos mesiánicos.
Aunque Malaquías no específica de qué manera se va a producir esta renovación, él ya
vislumbra el culto "en espíritu y en verdad" (Jn. 4. 23) centrado en la Eucaristía.
D
2 1-9. Este es el único pasaje del Antiguo Testamento en que se habla explícitamente de una
"alianza" del Señor con Leví. En virtud de esta alianza, las funciones sacerdotales quedaban
reservadas en forma exclusiva a los miembros de esa tribu. Ver Deut. 18. 1-8;33. 8-11; Jer. 33.
20-22; Neh. 13. 29; Ecli. 45. 23-26.
LS
7. Ver Deut. 21. 5.
51. 6-8; Sal. 22. 32; 40. 11; nota Sal. 5. 9). La liturgia cristiana aplica este título a Jesucristo, luz
del mundo y fuente de salvación para todos los hombres.
ST
1 El pueblo judío esperaba la llegada de Elías como precursor del Mesías (Mt. 17. 10).
Jesús declara que esa misión había sido cumplida por Juan el Bautista (Mt. 11. 10; 17. 11-13).
2 Ver Lc. 1. 17.
SY
O
EM
D
LS
Texto de dominio público.
Este texto digital es de DOMINIO PÚBLICO en Argentina por cumplirse más de 30 años de la
muerte de su autor (Ley 11.723 de Propiedad Intelectual). Sin embargo no todas las leyes de
Propiedad Intelectual son iguales en los diferentes países del mundo. Infórmese de la situación
de su país antes de la distribución pública de este texto.
O
Dado el carácter de los destinatarios, Mateo cita con frecuencia textos del Antiguo Testamento
y se apoya en ellos para mostrar que el designio de Dios anunciado por los Profetas alcanza
su pleno cumplimiento en la persona y la obra de Jesús. Él es el "Hijo de David", el "Enviado"
para salvar a su Pueblo, el "Hijo del hombre" que habrá de manifestarse como Juez universal,
ST
el "Rey de Israel" y el "Hijo de Dios" por excelencia. Mateo también aplica a Jesús en forma
explícita los oráculos de Isaías sobre el "Servidor sufriente", que carga sobre sí nuestras
debilidades y dolencias. Y al darle el título de "Señor", reservado sólo a Dios en el Antiguo
Testamento, afirma implícitamente su condición divina.
Este evangelista atribuye una especial importancia a las enseñanzas de Jesús y las agrupa en
cinco discursos, que forman como la trama de su Evangelio y están encuadrados por otras
SY
tantas secciones narrativas. El tema central de estos discursos es el Reino de Dios. En ellos,
Cristo aparece como "el nuevo Moisés", que lleva a su plenitud la Ley de la Antigua Alianza.
O
Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. 9 Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre
de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; 10 Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de
EM
Amós; Amós, padre de Josías; 11 Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos,durante el
destierro en Babilonia. 12 Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel;
Salatiel, padre de Zorobabel; 13 Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím,
padre de Azor. 14 Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud;15
D
Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob. 16 Jacob fue padre
llamado Cristo.
LS
17 El total de las generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta David, catorce
generaciones; desde David hasta el destierro en Babilonia, catorce generaciones; desde el
destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.
La concepción virginal y el nacimiento de JesúsLc. 2. 1-7
O
18 Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando
todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. 19 José, su
esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla
en secreto. 20 Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo:
O
"José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en
ella proviene del Espíritu Santo. 21 Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús,
porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados".
22 Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta:
ST
23 La Virgen concebirá
y dará a luz un hijo a quien pondrán
el nombre de Emanuel,
que traducido significa: "Dios con nosotros".
24 Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su
casa, 25 y sin que hubieran hecho vida en común, ella dio a luz un hijo, y él le puso el nombre
de Jesús.
SY
O
Después del bautismo en el Jordán, Jesús es tentado por el espíritu del mal, que intenta
apartarlo del verdadero camino mesiánico. Así él revive las "pruebas" que había
experimentado Israel en el desierto, durante los cuarenta años de su marcha hacia la
Tierra prometida. Y al vencer la tentación, Cristo asume el destino del Pueblo de Dios y
EM
manifiesta una vez más su absoluta fidelidad a la voluntad divina.
La predicación de Juan el BautistaMc. 1. 2-8 Lc. 3. 3-9, 15-17 Jn. 1. 23, 26-27
3 1 En aquel tiempo se presentó Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: 2
"Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca". 3 A él se refería el profeta Isaías
cuando dijo:
Una voz grita en el desierto:
Preparen el camino del Señor,
D
allanen sus senderos.
4 Juan tenía una túnica de pelos de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con
langostas y miel silvestre. 5 La gente de Jerusalén, de toda la Judea y de toda la región del
Jordán iba a su encuentro, 6 y se hacía bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando
sus pecados.
LS
7 Al ver que muchos fariseos y saduceos se acercaban a recibir su bautismo, Juan les dijo:
"Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca? 8 Produzcan
el fruto de una sincera conversión, 9 y no se contenten con decir: "Tenemos por padre a
Abraham". Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham.
10 El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles: el árbol que no produce buen fruto será
cortado y arrojado al fuego. 11 Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero aquel que
viene detrás de mí es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las
O
por él. 14 Juan se resistía, diciéndole: "Soy yo el que tiene necesidad de ser bautizado por ti, ¡y
eres tú el que viene a mi encuentro!". 15 Pero Jesús le respondió: "Ahora déjame hacer esto,
porque conviene que así cumplamos todo lo que es justo". Y Juan se lo permitió.
16 Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se le abrieron los cielos, y vio
ST
al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia él. 17 Y se oyó una voz del
cielo que decía: "Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección".
Las tentaciones de Jesús en el desiertoMc. 1. 12-13 Lc. 4. 1-13
4 1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. 2
Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre. 3 Y el tentador,
acercándose, le dijo: "Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en
panes". 4 Jesús le respondió: "Está escrito:
SY
O
en el monte Sinaí. Él no destruye esa Ley, pero tampoco la considera intangible.
El Sermón de la Montaña resume toda la moral cristiana, entendida no a la manera de
un código legal de prohibiciones y obligaciones, sino como una invitación a ser
"perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo" (5. 48). Es un nuevo
EM
programa, más exigente y gozoso a la vez, que de ninguna manera inculca la
"resignación" a los oprimidos o la pasividad frente al mal. Tampoco propone un "tipo" de
organización social, pero sienta las bases y señala las pautas de toda verdadera
fraternidad. Es un nuevo estilo de vida, que se funda en el amor llevado hasta sus
últimas consecuencias y convierte a los discípulos de Jesús en "sal de la tierra" y "luz
del mundo" (5. 13-16).
Las BienaventuranzasLc. 6. 20-23
D
5 1 Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él.
2 Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
3 "Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
4 Felices los afligidos, porque serán consolados.
LS
5 Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
6 Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
9 Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
10 Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el
Reino de los Cielos.
O
11 Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda
forma a causa de mí.
12 Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el
cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.
ST
La sal de la tierra y la luz del mundoMc. 9. 50 Lc. 14. 34-35 Mc. 4. 21 Lc. 8. 16;
11. 33
13 Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a
salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.
14 Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una
montaña. 15 Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la
SY
pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. 16 Así debe brillar
ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas
O
perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.
La limosna
6 1 Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos:
de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo. 2 Por lo tanto,
EM
cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las
sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen
su recompensa. 3 Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la
derecha, 4 para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará.
La oración
5 Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las
D
sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su
recompensa. 6 Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu
Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. 7 Cuando
oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán
escuchados. 8 No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo
que les hace falta, antes de que se lo pidan.
LS
El Padrenuestro
Lc. 11. 1-4 Mc. 11. 25
9 Ustedes oren de esta manera:
Padre nuestro,
O
La eficacia de la oración
Lc. 11. 9-13
7 Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. 8 Porque todo el que
pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. 9 ¿Quién de ustedes, cuando
EM
su hijo le pide pan, le da una piedra? 10 ¿O si le pide un pez, le da una serpiente? 11 Si
ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre de ustedes
que está en el cielo dará cosas buenas a aquellos que se las pidan!
El resumen de la Ley
Lc. 6. 31
12 Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste
la Ley y los Profetas.
D
El camino de la Vida
Lc. 13. 24
13 Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a
la perdición, y son muchos los que van por allí. 14 Pero es angosta la puerta y estrecho el
camino que lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran.
Los falsos profetas
LS
12. 33 Lc. 6. 43-44
15 Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas,
pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas
de los espinos o higos de los cardos? 17 Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo
árbol malo produce frutos malos. 18 Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol
malo, producir frutos buenos. 19 Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo
O
me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos
a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?". 23 Entonces yo les manifestaré:
"Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal".
Necesidad de practicar la Palabra de Dios
ST
Lc. 6. 47-49
24 Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede
compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. 25 Cayeron las lluvias, se
precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó
porque estaba construida sobre roca. 26 Al contrario, el que escucha mis palabras y no las
practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. 27
Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa:
SY
O
Pero Jesús le respondió: "Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos".
La tempestad calmada
Mc. 4. 35-41 Lc. 8. 22-25
23 Después Jesús subió a la barca y sus discípulos lo siguieron. 24 De pronto se desató en el
EM
mar una tormenta tan grande, que las olas cubrían la barca. Mientras tanto, Jesús dormía. 25
Acercándose a él, sus discípulos lo despertaron, diciéndole: "¡Sálvanos, Señor, nos
hundimos!". 26 Él les respondió: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?". Y
levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma. 27 Los hombres se
decían entonces, llenos de admiración: "¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le
obedecen?".
Curación de los dos endemoniados de Gadara
D
Mc. 5.1-20 Lc. 8. 26-39
28 Cuando Jesús llegó a la otra orilla, a la región de los gadarenos, fueron a su encuentro dos
endemoniados que salían de los sepulcros. Eran tan feroces, que nadie podía pasar por ese
camino. 29 Y comenzaron a gritar: "¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí
para atormentarnos antes de tiempo?". 30 A cierta distancia había una gran piara de cerdos
paciendo. 31 Los demonios suplicaron a Jesús: "Si vas a expulsarnos, envíanos a esa piara".
LS
32 Él les dijo: "Vayan". Ellos salieron y entraron en los cerdos: estos se precipitaron al mar
desde lo alto del acantilado, y se ahogaron.
33 Los cuidadores huyeron y fueron a la ciudad para llevar la noticia de todo lo que había
sucedido con los endemoniados. 34 Toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, al verlo, le
rogaron que se fuera de su territorio.
Curación de un paralítico
O
Mc. 2. 1-12 Lc. 5. 17-26 9 1 Jesús subió a la barca, atravesó el lago y regresó a su ciudad. 2
Entonces le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver la fe de esos hombres,
Jesús dijo al paralítico: "Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados". 3 Algunos
escribas pensaron: "Este hombre blasfema". 4 Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo:
O
"¿Por qué piensan mal? 5 ¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados te son perdonados", o
"Levántate y camina"? 6 Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el
poder de perdonar los pecados –dijo al paralítico– levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".
7 Él se levantó y se fue a su casa. 8 Al ver esto, la multitud quedó atemorizada y glorificaba a
ST
Los milagros de Jesús son el comienzo de una obra que debe continuar. La Buena
O
Noticia del Reino debe llegar a todas las "ovejas que no tienen pastor"
(9. 36). Para extender su propia acción, él envía a los "Doce" (10. 5), dándoles una serie
de consignas precisas, recogidas por Mateo en su segundo discurso. Estas
instrucciones dirigidas a los misioneros del Reino –los de entonces y los de siempre–
EM
son una exhortación a proclamar el Evangelio con desinterés y valentía, sin dejarse
intimidar por nada y con la confianza puesta en el Padre celestial. Al mismo tiempo, son
una invitación a anunciar el mensaje de Jesús, no sólo de palabra sino también
aliviando las miserias humanas y transmitiendo la paz. Al comienzo, Jesús los envía "a
las ovejas perdidas del pueblo de Israel" (10. 6), pero después de su Resurrección esta
misión tendrá un carácter universal (28. 16-20).
Institución de los Doce
D
Mc. 3. 13-19 Lc. 6. 13-16; 9. 1
10 1 Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros
y de curar cualquier enfermedad o dolencia. 2 Los nombres de los doce Apóstoles son: en
primer lugar, Simón, de sobrenombre Pedro, y su hermano Andrés; luego, Santiago, hijo de
Zebedeo, y su hermano Juan; 3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago,
LS
hijo de Alfeo, y Tadeo; 4 Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.
Misión de los Doce
Mc. 6. 7-11 Lc. 9. 2-5
5 A estos Doce, Jesús los envió con las siguientes instrucciones: "No vayan a regiones
paganas, ni entren en ninguna ciudad de los samaritanos. 6 Vayan, en cambio, a las ovejas
perdidas del pueblo de Israel. 7 Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está
cerca. 8 Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a
O
los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. 9 No lleven
encima oro ni plata, ni monedas, 10 ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni
bastón; porque el que trabaja merece su sustento.
11 Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y
O
aseguro que, en el día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas menos rigurosamente que
esa ciudad.
16 Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y
sencillos como palomas.
O
la Ley mal comprendida y mezclada de ostentación y suficiencia religiosa. Sin embargo,
otros llegan a comprender, y así comienza a formarse en torno a Jesús la comunidad de
sus discípulos, el verdadero "Israel de Dios".
Los signos mesiánicos
EM
Lc. 7. 18-23
11 1 Cuando Jesús terminó de dar estas instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí,
para enseñar y predicar en las ciudades de la región.
2 Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus
discípulos para preguntarle: 3 "¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?". 4
Jesús les respondió: "Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven: 5 los ciegos ven y los
paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la
D
Buena Noticia es anunciada a los pobres. 6 ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de
tropiezo!".
Testimonio de Jesús sobre Juan el Bautista
Lc. 7. 24-30; 16. 16
7 Mientras los enviados de Juan se retiraban, Jesús empezó a hablar de él a la multitud,
LS
diciendo: "¿Qué fueron a ver al desierto? ¿Una caña agitada por el viento? 8 ¿Qué fueron a
ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que se visten de esa manera viven en los
palacios de los reyes. 9 ¿Qué fueron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más
que un profeta. 10 Él es aquel de quien está escrito:
Yo envío a mi mensajero delante de ti,
para prepararte el camino.
11 Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin
O
embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él. 12 Desde la época
de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos es combatido violentamente, y los
violentos intentan arrebatarlo. 13 Porque todos los Profetas, lo mismo que la Ley, han
profetizado hasta Juan. 14 Y si ustedes quieren creerme, él es aquel Elías que debe volver. 15
O
discutirá ni gritará,y nadie oirá su voz en las plazas.20 No quebrará la caña dobladay no
O
apagará la mecha humeante,hasta que haga triunfar la justicia;21 y las naciones pondrán la
esperanza en su Nombre.
EM
Discusión sobre el poder de Jesús
Lc. 11. 14-15, 17-23 Mt. 9. 34 Mc. 3. 22-27 22 Entonces, le llevaron a un endemoniado ciego y
"¿No será este el Hijo de David?". 24 Los fariseos, oyendo esto, dijeron: "Este expulsa a los
D
demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios".
25 Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: "Un reino donde hay luchas internas va a la
ruina; y una ciudad o una familia dividida no puede subsistir. 26 Ahora bien, si Satanás expulsa
a Satanás, lucha contra sí mismo; entonces, ¿cómo podrá subsistir su reino? 27 Y si yo
expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos
LS
de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces. 28 Pero si expulso a los
demonios con el poder del Espíritu de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a
ustedes. 29 ¿Acaso alguien puede entrar en la casa de un hombre fuerte y robar sus cosas, si
primero no lo ata? Sólo así podrá saquear la casa.
La blasfemia contra el Espíritu Santo
Mc. 3. 28-30 Lc. 12. 10
O
30 El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama. 31 Por
eso les digo que todo pecado o blasfemia se les perdonará a los hombres, pero la blasfemia
contra el Espíritu no será perdonada. 32 Al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se
le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo
O
ni en el futuro.
La raíz de las buenas y de las malas obras
7. 16-20 Lc. 6. 43-45
33 Supongan que el árbol es bueno: el fruto también será bueno. Supongan que el árbol es
ST
malo: el fruto también será malo. Porque el árbol se conoce por su fruto. 34 Raza de víboras,
¿cómo pueden ustedes decir cosas buenas, siendo malos? Porque la boca habla de la
abundancia del corazón. 35 El hombre bueno saca cosas buenas de su tesoro de bondad; y el
hombre malo saca cosas malas de su tesoro de maldad. 36 Pero les aseguro que en el día del
Juicio, los hombres rendirán cuenta de toda palabra vana que hayan pronunciado. 37 Porque
por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado".
El signo de Jonás
SY
O
Finalidad de las parábolas
Mc. 4. 10-12 Lc. 8. 9-10 Mt. 25. 29
Mc. 4. 25 Lc. 8. 18; 10. 23-24
10 Los discípulos se acercaron y le dijeron: "¿Por qué les hablas por medio de parábolas?". 11
EM
Él les respondió: "A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos,
pero a ellos no. 12 Porque a quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero
al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. 13 Por eso les hablo por medio de parábolas:
porque miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden. 14 Y así se cumple en ellos la
profecía de Isaías, que dice:
Por más que oigan, no comprenderán,
por más que vean, no conocerán.
D
15 Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido,
y su corazón no comprenda,
y no se conviertan,
O
y yo no los cure.
16 Felices, en cambio, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen. 17 Les
aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven, y no lo vieron; oír lo
O
Palabra del Reino y no la comprende, viene el Maligno y arrebata lo que había sido sembrado
en su corazón: este es el que recibió la semilla al borde del camino. 20 El que la recibe en
terreno pedregoso es el hombre que, al escuchar la Palabra, la acepta en seguida con alegría,
21 pero no la deja echar raíces, porque es inconstante: en cuanto sobreviene una tribulación o
una persecución a causa de la Palabra, inmediatamente sucumbe. 22 El que recibe la semilla
entre espinas es el hombre que escucha la Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la
seducción de las riquezas la ahogan, y no puede dar fruto. 23 Y el que la recibe en tierra fértil
SY
es el hombre que escucha la Palabra y la comprende. Este produce fruto, ya sea cien, ya
sesenta, ya treinta por uno".
Biblia Católica 1987
La parábola de la red
47 El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase
de peces. 48 Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo
bueno en canastas y tiran lo que no sirve. 49 Así sucederá al fin del mundo: vendrán los
ángeles y separarán a los malos de entre los justos, 50 para arrojarlos en el horno ardiente. Allí
habrá llanto y rechinar de dientes.
Conclusión
O
51 ¿Comprendieron todo esto?". "Sí", le respondieron. 52 Entonces agregó: "Todo escriba
convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus
reservas lo nuevo y lo viejo".
LAS PRIMICIAS DEL REINO DE LOS CIELOS
EM
PARTE NARRATIVA
En los capítulos siguientes, Mateo agrupa una serie de episodios, donde se destacan
las distintas reacciones frente a la persona y al mensaje de Jesús. Sus conciudadanos
lo subestiman. Los dirigentes religiosos del Pueblo judío lo censuran severamente. Una
mujer pagana le "arranca" un milagro con su gran fe. La gente del pueblo lo admira.
Finalmente, Pedro hace una magnífica profesión de fe en su mesianidad, y Jesús lo
establece como el cimiento sólido y firme sobre el que se asentará su "Iglesia", la
D
comunidad visible de los creyentes en él. A partir de este momento, Jesús comienza a
manifestar a sus discípulos que el Mesías debe padecer y morir, y que ellos tendrán que
seguirlo por el mismo camino. Pero simultáneamente deja entrever la gloria de su
Resurrección, transfigurándose en presencia de algunos de ellos.
Visita de Jesús a Nazaret
LS
Mc. 6. 1-6 Lc. 4. 16-24
53 Cuando Jesús terminó estas parábolas se alejó de allí 54 y, al llegar a su pueblo, se puso a
enseñar a la gente en su sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados. "¿De dónde
le vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? 55 ¿No es este el hijo del
carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José,
Simón y Judas? 56 ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le
vendrá todo esto?". 57 Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo. Entonces les dijo: "Un
O
14 1 En aquel tiempo, la fama de Jesús llegó a oídos del tetrarca Herodes, 2 y él dijo a sus
allegados: "Este es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los muertos, y por eso se
manifiestan en él poderes milagrosos".
La muerte de Juan el Bautista
ST
entristeció, pero a causa de su juramento y por los convidados, ordenó que se la dieran 10 y
mandó decapitar a Juan en la cárcel. 11 Su cabeza fue llevada sobre una bandeja y entregada
Biblia Católica 1989
pero su corazón está lejos de mí.
9 En vano me rinden culto:
las doctrinas que enseñan
no son sino preceptos humanos".
La enseñanza sobre lo puro y lo impuro
Mc. 7. 14-23 Lc. 6. 39
10 Jesús llamó a la multitud y le dijo: "Escuchen y comprendan. 11 Lo que mancha al hombre
O
no es lo que entra por la boca, sino lo que sale de ella". 12 Entonces se acercaron los
discípulos y le dijeron: "¿Sabes que los fariseos se escandalizaron al oírte hablar así?". 13 Él
les respondió: "Toda planta que no haya plantado mi Padre celestial, será arrancada de raíz.
14 Déjenlos: son ciegos que guían a otros ciegos. Pero si un ciego guía a otro, los dos caerán
EM
en un pozo".
15 Pedro, tomando la palabra, le dijo: "Explícanos esta parábola". 16 Jesús le respondió: "¿Ni
siquiera ustedes son capaces de comprender? 17 ¿No saben que lo que entra por la boca
pasa al vientre y se elimina en lugares retirados? 18 En cambio, lo que sale de la boca procede
del corazón, y eso es lo que mancha al hombre. 19 Del corazón proceden las malas
intenciones, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios,
las difamaciones. 20 Estas son las cosas que hacen impuro al hombre, no el comer sin
D
haberse lavado las manos".
Curación de la hija de una cananea
Mc. 7. 24-30
21 Jesús se dirigió hacia el país de Tiro y de Sidón. 22 Entonces una mujer cananea, que salió
de aquella región, comenzó a gritar: "¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí! Mi hija está
terriblemente atormentada por un demonio". 23 Pero él no le respondió nada. Sus discípulos se
LS
acercaron y le pidieron: "Señor, atiéndela, porque nos persigue con sus gritos". 24 Jesús
respondió: "Yo he sido enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel". 25 Pero
la mujer fue a postrarse ante él y le dijo: "¡Señor, socórreme!". 26 Jesús le dijo: "No está bien
tomar el pan de los hijos, para tirárselo a los cachorros". 27 Ella respondió: "¡Y sin embargo,
Señor, los cachorros comen las migas que caen de la mesa de sus dueños!". 28 Entonces
Jesús le dijo: "Mujer, ¡qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla tu deseo!". Y en ese momento su
O
enfermos. Los pusieron a sus pies y él los curó. 31 La multitud se admiraba al ver que los
mudos hablaban, los inválidos quedaban curados, los paralíticos caminaban y los ciegos
recobraban la vista. Y todos glorificaban al Dios de Israel.
La segunda multiplicación de los panes
ST
Mc. 8. 1-10
32 Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da pena esta multitud, porque hace
tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque
podrían desfallecer en el camino". 33 Los discípulos le dijeron: "¿Y dónde podríamos conseguir
en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?". 34 Jesús les
dijo: "¿Cuántos panestienen?". Ellos respondieron: "Siete y unos pocos pescados". 35 Él
ordenó a la multitud que se sentara en el suelo; 36 después, tomó los panes y los pescados,
SY
dio gracias, los partió y los dio a los discípulos. Y ellos los distribuyeron entre la multitud. 37
Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que sobraron se llenaron siete canastas. 38
Biblia Católica 1991
mismo, que cargue con su cruz y me siga. 25 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y
el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará. 26 ¿De qué le servirá al hombre ganar el
mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?
27 Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y
entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras. 28 Les aseguro que algunos de los
que están aquí presentes no morirán antes de ver al Hijo del hombre, cuando venga en su
Reino".
O
La transfiguración de Jesús
Mc. 9. 2-9 Lc. 9. 28-36
17 1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó
aparte a un monte elevado. 2 Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía
EM
como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. 3 De pronto se les aparecieron
Moisés y Elías, hablando con Jesús. 4 Pedro dijo a Jesús: "Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si
quieres, levantaré aquí mismo tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". 5
Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y se oyó una
voz que decía desde la nube: "Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi
predilección: escúchenlo". 6 Al oír esto, los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de
temor. 7 Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: "Levántense, no tengan miedo". 8
D
Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo. 9 Mientras bajaban del
monte, Jesús les ordenó: "No hablen a nadie de esta visión, hasta que el Hijo del hombre
resucite de entre los muertos".
Elías, figura de Juan el Bautista
Mc. 9. 11-13
10 Entonces los discípulos le preguntaron: "¿Por qué dicen los escribas que primero debe venir
LS
Elías?". 11 Él respondió: "Sí, Elías debe venir a poner en orden todas las cosas; 12 pero les
aseguro que Elías ya ha venido, y no lo han reconocido, sino que hicieron con él lo que
quisieron. Y también harán padecer al Hijo del hombre". 13 Los discípulos comprendieron
entonces que Jesús se refería a Juan el Bautista.
Curación de un endemoniado epiléptico
Mc. 9. 14-29 Lc. 9. 37-42 Mt. 21. 21 Mc. 11. 22-33 Lc. 17. 6 14 Cuando se reunieron con la
O
soportarlos? Tráiganmelo aquí". 18 Jesús increpó al demonio, y este salió del niño, que desde
aquel momento quedó curado. 19 Los discípulos se acercaron entonces a Jesús y le
preguntaron en privado: "¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?". 20 "Porque ustedes
tienen poca fe, les dijo. Les aseguro que si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza,
ST
dirían a esta montaña: "Trasládate de aquí a allá", y la montaña se trasladaría; y nada sería
imposible para ustedes". 21 .
El segundo anuncio de la Pasión
Mc. 9. 30-32 Lc. 9. 44-45
22 Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: "El Hijo del hombre va a ser entregado
en manos de los hombres: 23 lo matarán y al tercer día resucitará". Y ellos quedaron muy
apenados.
SY
La corrección fraterna
Lc. 17. 3
O
15 Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano.
16 Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la
declaración de dos o tres testigos. 17 Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si
tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano o publicano. 18 Les
EM
aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten
en la tierra, quedará desatado en el cielo.
La oración en común
19 También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre
que está en el cielo se lo concederá. 20 Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre,
yo estoy presente en medio de ellos".
El perdón de las ofensas
D
Lc. 17. 4
21 Entonces se adelantó Pedro y le dijo: "Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi
hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?". 22 Jesús le respondió: "No te digo
hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
La parábola del servidor despiadado
23 Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus
LS
servidores. 24 Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos. 25 Como
no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que
tenía, para saldar la deuda. 26 El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: "Señor, dame un
plazo y te pagaré todo". 27 El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda.
28 Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y,
tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: "Págame lo que me debes". 29 El otro se arrojó a
O
sus pies y le suplicó: "Dame un plazo y te pagaré la deuda". 30 Pero él no quiso, sino que lo
hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía. 31 Los demás servidores, al ver lo que
había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor. 32 Este lo mandó llamar y
le dijo: "¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda. 33 ¿No debías también tú tener
O
PARTE NARRATIVA
En esta última sección narrativa, Mateo relata el viaje del Señor a Jerusalén y lo que
sucedió en la Ciudad santa desde su entrada triunfal en ella hasta el momento de su
Pasión. Una vez más, Jesús enfrenta a los responsables del Pueblo elegido. En tres
SY
parábolas, entre las que se destaca la de los viñadores homicidas, les reprocha su
infidelidad y les revela el designio divino de traspasar el Reino de Dios "a un pueblo que
Biblia Católica 1995
Mc. 10. 28-31 Lc. 18. 28-30; 22. 30; 13. 30
27 Pedro, tomando la palabra, dijo: "Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos
seguido. ¿Qué nos tocará a nosotros?". 28 Jesús les respondió: "Les aseguro que en la
regeneración del mundo, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes,
que me han seguido, también se sentarán en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de
Israel. 29 Y el que a causa de mi Nombre deje casa, hermanos o hermanas, padre, madre,
hijos o campos, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la Vida eterna. 30 Muchos
O
de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros.
La parábola de los obreros de la última hora
20 1 Porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a
contratar obreros para trabajar en su viña. 2 Trató con ellos un denario por día y los envió a su
EM
viña. 3 Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, 4 les dijo:
"Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo". 5 Y ellos fueron. Volvió a salir
al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. 6 Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando
todavía a otros, les dijo: "¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?". 7 Ellos le
respondieron: "Nadie nos ha contratado". Entonces les dijo: "Vayan también ustedes a mi viña".
8 Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: "Llama a los obreros y
págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros". 9 Fueron
D
entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario. 10 Llegaron
después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un
denario. 11 Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, 12 diciendo: "Estos últimos
trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado
el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada". 13 El propietario respondió a uno de
ellos: "Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario? 14 Toma lo
LS
que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti. 15 ¿No tengo derecho
a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?". 16 Así,
los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos".
El tercer anuncio de la Pasión
Mc. 10. 32-34 Lc. 18. 31-33
17 Cuando Jesús se dispuso a subir a Jerusalén, llevó consigo sólo a los Doce, y en el camino
O
les dijo: 18 "Ahora subimos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre va a ser entregado a los
sumos sacerdotes y a los escribas. Ellos lo condenarán a muerte 19 y lo entregarán a los
paganos para que sea maltratado, azotado y crucificado, pero al tercer día resucitará".
La petición de la madre de Santiago y Juan
O
saben lo que piden", respondió Jesús. "¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?". "Podemos", le
respondieron. 23 "Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a
mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para
quienes se los ha destinado mi Padre".
El carácter servicial de la autoridad
Mc. 10. 42-45 Lc. 22. 25-27 24 Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos
hermanos. 25 Pero Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que los jefes de las naciones
SY
dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. 26 Entre ustedes no debe
suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; 27 y el
Biblia Católica 1997
Mc. 11. 12-14, 20-24 Mt. 17. 20 Lc. 17. 6
18 A la mañana temprano, mientras regresaba a la ciudad, tuvo hambre. 19 Al ver una higuera
cerca del camino, se acercó a ella, pero no encontró más que hojas. Entonces le dijo: "Nunca
volverás a dar fruto". Y la higuera se secó de inmediato. 20 Cuando vieron esto, los discípulos
dijeron llenos de asombro: "¿Cómo se ha secado la higuera tan repentinamente?". 21 Jesús
les respondió: "Les aseguro que si tienen fe y no dudan, no sólo harán lo que yo acabo de
hacer con la higuera, sino que podrán decir a esta montaña: "Retírate de ahí y arrójate al mar",
O
y así lo hará. 22 Todo lo que pidan en la oración con fe, lo alcanzarán".
Discusión sobre la autoridad de Jesús
Mc. 11. 27-33 Lc. 20. 1-8 23 Jesús entró en el Templo y, mientras enseñaba, se le acercaron
los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo, para decirle: "¿Con qué autoridad haces estas
EM
cosas? ¿Y quién te ha dado esa autoridad?". 24 Jesús les respondió: "Yo también quiero
hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas. 25
¿De dónde venía el bautismo de Juan? ¿Del cielo o de los hombres?". Ellos se hacían este
razonamiento: "Si respondemos: "Del cielo", él nos dirá: "Entonces, ¿por qué no creyeron en
él?". 26 Y si decimos: "De los hombres", debemos temer a la multitud, porque todos consideran
a Juan un profeta". 27 Por eso respondieron a Jesús: "No sabemos". Él, por su parte, les
respondió: "Entonces yo tampoco les diré con qué autoridad hago esto".
D
La parábola de los dos hijos
Lc. 7. 29-30
28 "¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: "Hijo, quiero
que hoy vayas a trabajar a mi viña". 29 Él respondió: "No quiero". Pero después se arrepintió y
fue. 30 Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: "Voy, Señor", pero no fue.
31 ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?". "El primero", le respondieron.
LS
Jesús les dijo: "Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al
Reino de Dios. 32 En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en
él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver
este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él.
La parábola de los viñadores homicidas
Mc. 12. 1-12 Lc. 20. 9-19
O
33 Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó
un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al
extranjero. 34 Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los
frutos. 35 Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y
O
arrojaron fuera de la viña y lo mataron. 40 Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará
con aquellos viñadores?". 41 Le respondieron: "Acabará con esos miserables y arrendará la
viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo".
42 Jesús agregó: "¿No han leído nunca en las Escrituras:
O
Mc. 12. 28-31 Lc. 10. 25-28
34 Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se
reunieron en ese lugar, 35 y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a
prueba: 36 "Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?". 37 Jesús le respondió:
EM
"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. 38 Este
es el más grande y el primer mandamiento. 39 El segundo es semejante al primero: Amarás a
tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los
Profetas".
El Mesías, hijo y Señor de David
Mc. 12. 35-37 Lc. 20. 41-44 41 Mientras los fariseos estaban reunidos, Jesús les hizo esta
pregunta: 42 "¿Qué piensan acerca del Mesías? ¿De quién es hijo?". Ellos le respondieron:
D
"De David". 43 Jesús les dijo: "¿Por qué entonces, David, movido por el Espíritu, lo llama
"Señor", cuando dice:
44 Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
hasta que ponga a tus enemigos
debajo de tus pies?
LS
45 Si David lo llama "Señor", ¿cómo puede ser hijo suyo?".
46 Ninguno fue capaz de responderle una sola palabra, y desde aquel día nadie se atrevió a
hacerle más preguntas.
La hipocresía y la vanidad de los escribas y fariseos
Lc. 11. 46 Mc. 12. 38-39 Lc. 20. 46 Mt. 20. 26 Lc. 14. 11
23 1 Entonces Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos: 2 "Los escribas y fariseos ocupan la
O
cátedra de Moisés; 3 ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen
por sus obras, porque no hacen lo que dicen. 4 Atan pesadas cargas y las ponen sobre los
hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo. 5 Todo
lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; 6 les
O
gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas,
7 ser saludados en las plazas y oírse llamar "mi maestro" por la gente.
8 En cuanto a ustedes, no se hagan llamar "maestro", porque no tienen más que un Maestro y
todos ustedes son hermanos. 9 A nadie en el mundo llamen "padre", porque no tienen sino
ST
uno, el Padre celestial. 10 No se dejen llamar tampoco "doctores", porque sólo tienen un
Doctor, que es el Mesías. 11 El más grande entre ustedes será el que los sirva, 12 porque el
que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado".
Invectivas contra los escribas y los fariseos
Lc. 11. 39-48, 52, 49-51
13 "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los
Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran. 14 . 15 ¡Ay de ustedes, escribas
SY
y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y cuando lo han
conseguido lo hacen dos veces más digno de la Gehena que ustedes!
Biblia Católica 2001
Mc. 13. 1-4 Lc. 21. 5-7
24 1 Jesús salió del Templo y, mientras iba caminando, sus discípulos se acercaron a él para
hacerle notar las construcciones del Templo. 2 Pero él les dijo: "¿Ven todo esto? Les aseguro
que no quedará aquí piedra sobre piedra: todo será destruido".
3 Cuando llegó al monte de los Olivos, Jesús se sentó y sus discípulos le preguntaron en
privado: "¿Cuándo sucederá esto y cuál será la señal de tu Venida y del fin del mundo?".
El comienzo de las tribulaciones
O
Mc. 13. 5-13 Lc. 21. 8-19
4 Él les respondió: "Tengan cuidado de que no los engañen, 5 porque muchos se presentarán
en mi Nombre, diciendo: "Yo soy el Mesías", y engañarán a mucha gente. 6 Ustedes oirán
hablar de guerras y de rumores de guerras; no se alarmen: todo esto debe suceder, pero
EM
todavía no será el fin. 7 En efecto, se levantará nación contra nación y reino contra reino. En
muchas partes habrá hambre y terremotos. 8 Todo esto no será más que el comienzo de los
dolores del parto.
9 Ustedes serán entregados a la tribulación y a la muerte, y serán odiados por todas las
naciones a causa de mi Nombre. 10 Entonces muchos sucumbirán; se traicionarán y se
odiarán los unos a los otros. 11 Aparecerá una multitud de falsos profetas, que engañarán a
mucha gente. 12 Al aumentar la maldad se enfriará el amor de muchos, 13 pero el que
D
persevere hasta el fin, se salvará. 14 Esta Buena Noticia del Reino será proclamada en el
mundo entero como testimonio delante de todos los pueblos, y entonces llegará el fin.
La gran tribulación de Jerusalén
Mc. 13. 14-23 Lc. 21. 20-24; 17. 23
15 Cuando vean en el Lugar santo la Abominación de la desolación, de la que habló el profeta
Daniel –el que lea esto, entiéndalo bien– 16 los que estén en Judea, que se refugien en las
LS
montañas; 17 el que esté en la azotea de su casa, no baje a buscar sus cosas; 18 y el que esté
en el campo, que no vuelva a buscar su manto. 19 ¡Ay de las mujeres que estén embarazadas
o tengan niños de pecho en aquellos días! 20 Rueguen para que no tengan que huir en
invierno o en día sábado. 21 Porque habrá entonces una gran tribulación, como no la hubo
desde el comienzo del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás. 22 Y si no fuera abreviado ese
tiempo, nadie se salvaría; pero será abreviado, a causa de los elegidos.
O
23 Si alguien les dice entonces: "El Mesías está aquí o está allí", no lo crean. 24 Porque
aparecerán falsos mesías y falsos profetas que harán milagros y prodigios asombrosos,
capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos. 25 Por eso los prevengo.
La manifestación gloriosa del Hijo del hombre
O
O
24 Llegó luego el que había recibido un solo talento. "Señor, le dijo, sé que eres un hombre
exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. 25 Por eso
tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!". 26 Pero el señor le respondió:
"Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he
EM
esparcido, 27 tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera
recuperado con intereses. 28 Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, 29 porque a
quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. 30
Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes".
El Juicio final
31 Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en
su trono glorioso. 32 Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos
D
de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, 33 y pondrá a aquellas a su derecha
y a estos a la izquierda.
34 Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: "Vengan, benditos de mi Padre, y
reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, 35 porque
tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y
me alojaron; 36 desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver".
LS
37 Los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos habriento, y te dimos de comer;
sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te
vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?". 40 Y el Rey les
responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos,
lo hicieron conmigo".
41 Luego dirá a los de la izquierda: "Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue
O
preparado para el demonio y sus ángeles, 42 porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de
comer; tuve sed, y no me dieron de beber; 43 estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no
me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron". 44 Estos, a su vez, le preguntarán: "Señor,
¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos
O
socorrido?". 45 Y él les responderá: "Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más
pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo". 46 Estos irán al castigo eterno, y los
justos a la Vida eterna".
LA PASIÓN Y LA RESURRECCIÓN DE JESÚS
ST
O
de la Alianza, que se derrama por muchos para la remisión de los pecados. 29 Les aseguro
que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta el día en que beba con ustedes
el vino nuevo en el Reino de mi Padre".
El anuncio de las negaciones de Pedro
EM
Mc. 14. 26-31 Lc. 22. 39, 31-34 Jn. 13. 37-38
30 Después del canto de los Salmos, salieron hacia el monte de los Olivos. 31 Entonces Jesús
les dijo: "Esta misma noche, ustedes se van a escandalizar a causa de mí. Porque dice la
Escritura: Heriré al pastor, y se dispersarán las ovejas del rebaño. 32 Pero después que yo
resucite, iré antes que ustedes a Galilea". 33 Pedro, tomando la palabra, le dijo: "Aunque todos
se escandalicen por tu causa, yo no me escandalizaré jamás". 34 Jesús le respondió: "Te
aseguro que esta misma noche, antes que cante el gallo, me habrás negado tres veces". 35
D
Pedro le dijo: "Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré". Y todos los discípulos dijeron
lo mismo.
La oración de Jesús en Getsemaní
Mc. 14. 26, 32-42 Lc. 22. 40-46 Jn. 18. 1
36 Cuando Jesús llegó con sus discípulos a una propiedad llamada Getsemaní, les dijo:
"Quédense aquí, mientras yo voy allí a orar". 37 Y llevando con él a Pedro y a los dos hijos de
LS
Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse. 38 Entonces les dijo: "Mi alma siente una
tristeza de muerte. Quédense aquí, velando conmigo". 39 Y adelantándose un poco, cayó con
el rostro en tierra, orando así: "Padre mío, si es posible, que pase lejos de mí este cáliz, pero
no se haga mi voluntad, sino la tuya".
40 Después volvió junto a sus discípulos y los encontró durmiendo. Jesús dijo a Pedro: "¿Es
posible que no hayan podido quedarse despiertos conmigo, ni siquiera una hora? 41 Estén
O
prevenidos y oren para no caer en la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero la carne
es débil". 42 Se alejó por segunda vez y suplicó: "Padre mío, si no puede pasar este cáliz sin
que yo lo beba, que se haga tu voluntad".
43 Al regresar los encontró otra vez durmiendo, porque sus ojos se cerraban de sueño. 44
O
Nuevamente se alejó de ellos y oró por tercera vez, repitiendo las mismas palabras. 45 Luego
volvió junto a sus discípulos y les dijo: "Ahora pueden dormir y descansar: ha llegado la hora
en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. 46 ¡Levántense!
¡Vamos! Ya se acerca el que me va a entregar".
ST
El arresto de Jesús
Mc. 14. 43-52 Lc. 22. 47-53 Jn. 18. 2-11
47 Jesús estaba hablando todavía, cuando llegó Judas, uno de los Doce, acompañado de una
multitud con espadas y palos, enviada por los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo. 48
El traidor les había dado esta señal: "Es aquel a quien voy a besar. Deténganlo". 49
Inmediatamente se acercó a Jesús, diciéndole: "Salud, Maestro", y lo besó. 50 Jesús le dijo:
"Amigo, ¡cumple tu cometido!". Entonces se abalanzaron sobre él y lo detuvieron.
SY
51 Uno de los que estaban con Jesús sacó su espada e hirió al servidor del Sumo Sacerdote,
cortándole la oreja. 52 Jesús le dijo: "Guarda tu espada, porque el que a hierro mata a hierro
Biblia Católica 2007
tuyo". 5 Entonces él, arrojando las monedas en el Templo, salió y se ahorcó. 6 Los sumos
sacerdotes, juntando el dinero, dijeron: "No está permitido ponerlo en el tesoro, porque es
precio de sangre". 7 Después de deliberar, compraron con él un campo, llamado "del alfarero",
para sepultar a los extranjeros. 8 Por esta razón se lo llama hasta el día de hoy "Campo de
sangre". 9 Así se cumplió lo anunciado por el profeta Jeremías: Y ellos recogieron las treinta
monedas de plata, cantidad en que fue tasado aquel a quien pusieron precio los israelitas. 10
Con el dinero se compró el "Campo del alfarero", como el Señor me lo había ordenado.
O
Jesús ante Pilato
Mc. 15. 2-5 Lc. 23. 2-5, 13-16 Jn. 18. 33-38
11 Jesús compareció ante el gobernador, y este le preguntó: "¿Tú eres el rey de losjudíos?". Él
respondió: "Tú lo dices". 12 Al ser acusado por los sumos sacerdotes y los ancianos, no
EM
respondió nada. 13 Pilato le dijo: "¿No oyes todo lo que declaran contra ti?". 14 Jesús no
respondió a ninguna de sus preguntas, y esto dejó muy admirado al gobernador.
Jesús y Barrabás
Mc. 15. 6-15 Lc. 23. 18-25 Jn. 18. 39-40; 19. 1, 4-16
15 En cada Fiesta, el gobernador acostumbraba a poner en libertad a un preso, a elección del
pueblo. 16 Había entonces uno famoso, llamado Barrabás. 17 Pilato preguntó al pueblo que
estaba reunido: "¿A quién quieren que ponga en libertad, a Barrabás o a Jesús, llamado el
D
Mesías?". 18 Él sabía bien que lo habían entregado por envidia. 19 Mientras estaba sentado
en el tribunal, su mujer le mandó decir: "No te mezcles en el asunto de ese justo, porque hoy,
por su causa, tuve un sueño que me hizo sufrir mucho".
20 Mientras tanto, los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la multitud que pidiera
la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. 21 Tomando de nuevo la palabra, el gobernador
les preguntó: "¿A cuál de los dos quieren que ponga en libertad?". Ellos respondieron: "A
LS
Barrabás". 22 Pilato continuó: "¿Y qué haré con Jesús, llamado el Mesías?". Todos
respondieron: "¡Que sea crucificado!". 23 Él insistió: "¿Qué mal ha hecho?". Pero ellos gritaban
cada vez más fuerte: "¡Que sea crucificado!".
24 Al ver que no se llegaba a nada, sino que aumentaba el tumulto, Pilato hizo traer agua y se
lavó las manos delante de la multitud, diciendo: "Yo soy inocente de esta sangre. Es asunto de
ustedes". 25 Y todo el pueblo respondió: "Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros
O
hijos". 26 Entonces, Pilato puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho
azotar, lo entregó para que fuera crucificado.
La coronación de espinas
Mc. 15. 16-20 Jn. 19. 2-3
O
27 Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron a toda la guardia
alrededor de él. 28 Entonces lo desvistieron y le pusieron un manto rojo. 29 Luego tejieron una
corona de espinas y la colocaron sobre su cabeza, pusieron una caña en su mano derecha y,
doblando la rodilla delante de él, se burlaban, diciendo: "Salud, rey de los judíos". 30 Y
ST
La crucifixión de Jesús
Mc. 15. 21-27 Lc. 23. 26, 33, 38 Jn. 19. 17-24
SY
O
28 1 Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra
María fueron a visitar el sepulcro. 2 De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Ángel
del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. 3 Su aspecto
era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve. 4 Al verlo, los
EM
guardias temblaron de espanto y quedaron como muertos. 5 El Ángel dijo a las mujeres: "No
teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado. 6 No está aquí, porque ha resucitado
como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba, 7 y vayan en seguida a decir a sus
discípulos: "Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán".
Esto es lo que tenía que decirles". 8 Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se
alejaron rápidamente del sepulcro y corrieron a dar la noticia a los discípulos.
La aparición de Jesús a las mujeres
D
9 De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: "Alégrense". Ellas se acercaron
y, abrazándole los pies, se postraron delante de él. 10 Y Jesús les dijo: "No teman; avisen a
mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán".
El soborno a los soldados
11 Mientras ellas se alejaban, algunos guardias fueron a la ciudad para contar a los sumos
sacerdotes todo lo que había sucedido. 12 Estos se reunieron con los ancianos y, de común
LS
acuerdo, dieron a los soldados una gran cantidad de dinero, 13 con esta consigna: "Digan así:
"Sus discípulos vinieron durante la noche y robaron su cuerpo, mientras dormíamos". 14 Si el
asunto llega a oídos del gobernador, nosotros nos encargaremos de apaciguarlo y de evitarles
a ustedes cualquier contratiempo". 15 Ellos recibieron el dinero y cumplieron la consigna. Esta
versión se ha difundido entre los judíos hasta el día de hoy.
La misión universal de los Apóstoles
O
hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo
estoy con ustedes hasta el fin del mundo".
1 La finalidad de esta genealogía es demostrar que en Jesús se cumple la promesa hecha por
ST
de quien se esperaba la restauración del reino de David. Por eso la Iglesia primitiva aplicó
este título a Cristo. Ver 9. 27; 12. 23; 20. 30-31; 21. 9; 22. 41-45; Lc.
Biblia Católica 2011
(Am. 5. 18; Sof. 1. 15), es la imagen del Juicio. Esa era comenzó con Jesús y se consumará al
fin del mundo.
8. "Convertirse" significa "cambiar de vida" y equivale a arrepentirse.
11. En el Antiguo Testamento, el "fuego" simboliza la purificación de Dios de una manera más
eficaz que el agua (Zac. 13. 9; Mal. 3. 2-3). Ver 1 Ped. 1. 7.
1 El Espíritu Santo es representado "como una paloma", probablemente, a causa del
primer versículo del Génesis, donde el Espíritu de Dios, según la tradición rabínica, planeaba
O
sobre las aguas "como una paloma". Este símbolo evocaría entonces la nueva creación
inaugurada en el bautismo de Jesús.
2 Ver Sal. 2. 7; Is. 42. 1.
EM
4 1. En la Biblia, el "desierto" es con frecuencia el lugar de prueba, y se lo imaginaba poblado
de animales salvajes. Ver Mc. 1. 12-13.
1 Deut. 8. 3.
2 "La parte más alta del Templo": probablemente se trata de la cornisa de uno de los
grandes pórticos por los que se accedía a la explanada del Templo.
3 Sal. 91. 11-12.
4 Deut. 6. 16.
D
10. Deut. 6. 13.
15-16. Is. 8. 23 - 9. 1. Los cinco nombres geográficos que cita el profeta Isaías, señalan las
regiones del norte de Galilea y de la Transjordania que fueron conquistadas por los asirios en
el año 734 a. C.
23. Las "sinagogas" son los edificios donde los judíos se reúnen para leer y explicar la Palabra
LS
de Dios. Ver Lc. 4. 16-21.
25. La "Decápolis" –palabra de origen griego que significa "diez ciudades"– era una
confederación de ciudades independientes, la mayoría de las cuales estaban situadas al este
del Jordán.
5 El lenguaje de las Bienaventuranzas contiene numerosas reminiscencias del Antiguo
Testamento, especialmente de los Salmos y los Profetas. Ver Sal. 11. 7; 12. 6; 24. 3-4; 37. 11;
O
indestructible (Núm. 18. 19; 2 Crón. 13. 5). Los discípulos de Jesús son llamados "sal de la
tierra", porque a ellos de una manera especial les corresponde sazonar y conservar al mundo,
haciéndolo entrar en alianza con Dios. Ver Lev. 2. 13.
1 Éx. 20. 13.
2 Las penas aquí señaladas guardan relación con la gravedad de la ofensa. El "Sanedrín"
era el Tribunal Supremo de los judíos. Ver nota 16. 21. La "Gehena" era un valle situado al sur
de Jerusalén, en el cual los israelitas habían sacrificado antiguamente víctimas humanas al
SY
dios Moloc (Lev. 18. 21; 2 Rey. 23. 10) y por este motivo, simbolizaba el lugar del castigo más
grave.
Biblia Católica 2013
podía reintegrarse a la sociedad, de la que había quedado separado por la enfermedad.
5. El "centurión" era un oficial de las tropas romanas que estaba al frente de cien hombres.
Este centurión era simpatizante de la religión judía.
1 En la Biblia se compara frecuentemente la alegría del Reino de Dios con un banquete.
Ver Lc. 22. 14-18; Apoc. 3. 20.
2 "Rechinar de dientes" es una imagen bíblica que expresa el remordimiento y la
desesperación de los impíos frente a la felicidad de los que están con Dios en el cielo.
O
17. Is. 53. 4.
20. "Hijo del hombre" es un semitismo que, literalmente, significa "hombre". Jesús, para
referirse a sí mismo, emplea frecuentemente este título, que era el menos comprometido con la
EM
idea de un mesianismo terrestre. Con esta expresión un tanto misteriosa, él se refiere a su
condición humana. Pero a la vez, la emplea para anunciar su Venida gloriosa como Juez
universal (24. 30; 26. 64), aludiendo al "Hijo de hombre" que viene sobre las nubes, del que se
habla en Dn. 7. 13. Ver Apoc. 1. 13; 14. 14.
22. "Deja que los muertos entierren a sus muertos": esta es una expresión paradójica, con la
que Jesús quiere decir que para ser su discípulo hay que preferirlo a él antes que a nadie.
26. El dominio de Jesús sobre el "mar" simboliza su triunfo sobre el mal, porque el mar era
D
considerado antiguamente como la sede del caos y de las fuerzas demoníacas.
0 28. "La región de los gadarenos", era la región situada en las cercanías de Gadara, una
ciudad helenística de la Transjordania, a diez kilómetros al sudeste del lago de Genesaret.
1 Este extraño relato presenta a Jesús en dramática lucha contra el poder del mal. La
narración contiene numerosos detalles pintorescos, y está cargada de elementos simbólicos.
Así, por ejemplo, los demonios están asociados a la muerte, simbolizada en los "sepulcros". La
LS
idea central del relato es clara: en la persona de Jesús, el Reino de Dios irrumpe
poderosamente, para destruir todas las fuerzas del mal, que oprimen y afligen a los hombres.
2 "Para atormentarnos antes de tiempo": esta expresión nos introduce en las ideas
corrientes de la época acerca de los demonios y su actividad, según las cuales, estos tenían el
poder de afligir a la humanidad hasta el día del Juicio, y sólo entonces serían castigados.
3 El hecho de que hubiera allí una "piara de cerdos" indica que esa región estaba poblada
O
en su mayor parte por paganos. La Ley de Moisés, en efecto, declaraba impuros a los "cerdos"
y prohibía comer su carne. Ver Lev. 11. 7.
5. Jesús demuestra que él posee un poder invisible –el de perdonar los pecados– por medio de
la manifestación de un poder visible, el de hacer milagros.
8. "La multitud quedó atemorizada": esta expresión significa respeto y admiración.
"Glorificaba a Dios" significa adorar y dar gracias.
ST
11. Se daba el nombre de "pecadores" a las personas que, por sus costumbres o su profesión
poco digna, eran consideradas impuras, y cuyo trato, por lo tanto, era evitado por los estrictos
observantes de la Ley.
13. Os. 6. 6.
15. Los "amigos del esposo", en el rito matrimonial judío, eran los que formaban el cortejo que
lo acompañaba cuando salía al encuentro de su esposa. Ver nota 25. 1. El "esposo" representa
a Jesús, y los integrantes del cortejo a sus discípulos, que no debían ayunar mientras él
SY
O
espigas en sábado para comer los granos.
3-4. Ver 1 Sam. 21. 2-7. "Los panes de la ofrenda" eran doce panes –ofrenda permanente de
las doce tribus de Israel– que se colocaban sobre una mesa en el Templo y se renovaban
todos los sábados (Lev. 24. 5-9).
EM
5. Para los sacerdotes, el sábado era el día de mayor actividad, porque los oficios del culto y
los sacrificios eran muy numerosos e importantes.
7. Os. 6. 6.
18-21. Is. 42. 1-4.
27. Entre los judíos había exorcistas, es decir, personas que trataban de liberar a los poseídos
por el demonio, por medio de oraciones e imprecaciones. Ver Hech. 19. 13.
29. El "hombre fuerte" representa a Satanás. Jesús lo derrota expulsando a los demonios, no
D
por complicidad con él, sino porque es más poderoso.
31-32. "La blasfemia contra el Espíritu" consiste en atribuir al poder de Satanás las señales con
que ese Espíritu confirma la obra de Cristo. Sin poner límites a la misericordia de Dios, Jesús
declara que el que comete ese pecado se hace a sí mismo incapaz de recibir el perdón. En
cambio, puede ser perdonado el que no logra reconocer la condición divina de Jesús oculta en
su humildad de "Hijo del hombre".
LS
1 Jesús llama "adúltera" a la gente que no quiso recibirlo, conservando el lenguaje del
Antiguo Testamento, donde cada vez que Israel adoraba a otros dioses, se lo comparaba con
una esposa infiel (Jer. 2. 20-29; Ez. 16; Os. 2. 4-15). Ver Sant. 4. 4.
2 Jon. 2. 1.
42. "La Reina del Sur" es la Reina de Saba, que desde el sur de Arabia fue a visitar a Salomón,
O
concedido a quienes reciben la palabra de Jesús con un corazón bien dispuesto. Los que
rechazan esa palabra, en cambio, perderán incluso aquel conocimiento que tenían del designio
de Dios revelado en el Antiguo Testamento.
La misma sentencia se vuelve a encontrar en Mc. 4. 25 y Lc. 8. 18, a propósito de las
ST
parábolas del Reino, como también en 25. 29 y Lc. 19. 26, a propósito del servidor que no hizo
fructificar los bienes recibidos de su señor.
13. Las parábolas velaban la predicación de Jesús y exigían un esfuerzo para penetrar en su
contenido. La mala voluntad de algunos los hacía incapaces de realizar ese esfuerzo y, por lo
tanto, de descubrir el secreto del Reino de Dios.
14-15. Is. 6. 9-10.
20. "La Palabra" es una expresión característica del lenguaje cristiano, que designa la Buena
SY
Noticia de la salvación proclamada por Jesús y los Apóstoles. Ver 1 Tes. 1. 6; Sant. 1. 21-23; 1
Ped. 3. 1.
Biblia Católica 2017
"Iglesia" proviene de una palabra griega que significa "asamblea". La palabra hebrea
equivalente designaba, en el Antiguo Testamento, la comunidad del Pueblo judío.
"El poder de la Muerte", literalmente, "las puertas del Infierno" o "del Abismo". El "Abismo" era
la morada de los muertos, y aquí se refiere a las fuerzas del mal que se oponen a la acción de
Dios en el mundo y llevan a los hombres a la muerte eterna. Ver Apoc. 1. 18.
19. "Atar" y "desatar", en el lenguaje de los rabinos, significaba declarar autoritariamente lo que
estaba prohibido o permitido. Esto implicaba el poder de excluir y reincorporar en la comunidad
O
religiosa.
21. Estos tres grupos eran los que componían el Sanedrín o Tribunal Supremo de los judíos.
Los "ancianos" eran los principales jefes de familias no sacerdotales.
El "Sumo Sacerdote" era el Jefe supremo de los judíos y reunía en su persona la máxima
EM
autoridad religiosa y civil, aunque en la práctica su poder era menor. Se lo elegía para toda la
vida y sólo en casos excepcionales podía ser depuesto. Esta excepción se había hecho común
en el tiempo de Jesús, por lo cual en el Evangelio se habla frecuentemente de los "sumos
sacerdotes", es decir, del que lo era en ese momento y de los que lo habían sido
anteriormente. En cuanto a los "escribas", ver nota 2. 4.
23. Jesús llama a Pedro "Satanás" –en hebreo, "Satán", que significa "Adversario"– porque al
querer alejarlo de la Pasión se oponía al plan de Dios, que consistía en salvar al mundo por
D
medio de la cruz. Ver nota Jb. 1. 6.
28. En este versículo, el evangelista se refiere probablemente a los tres discípulos que "seis
días después" (17.1) serían los testigos de la transfiguración de Jesús, en la que él deja
traslucir su gloriosa Venida al fin de los tiempos y anticipa la llegada del Reino de Dios "con
poder" (Mc. 9. 1).
17 3. "Moisés y Elías" representan la Ley y los Profetas, es decir, toda la Antigua Alianza. Ellos
LS
aparecen junto a Jesús, porque en él alcanza su plenitud lo que Dios había preparado a través
de la historia de Israel.
5. Según el Antiguo Testamento, la "nube luminosa" acompañaba muchas veces
lasapariciones de Dios y representa su majestad y su poder. Ver nota Éx. 13. 22.
10. Ver nota 11.14.
12. Jesús identifica implícitamente a Elías con Juan el Bautista, de quien aquel era figura. Elías
O
sufrió persecución de parte de la reina Jezabel (1 Rey. 19. 1-3), y el Bautista tuvo su Jezabel
en Herodías, la mujer de Herodes (14.3-11).
21. "En cuanto a esta clase de demonios, no se los puede expulsar sino por medio de la
oración y del ayuno". Algunos manuscritos añaden este versículo, que seguramente no
O
los ingresos de la casa real, cuyos miembros (los "hijos" del rey) estaban exentos de tal
contribución. El sentido de la breve parábola de Jesús es claro: el tributo al Templo era un
tributo a Dios; Jesús estaba libre del mismo porque era Hijo de Dios, como Pedro lo acababa
de proclamar. Ver 16.16.
18 3. "Hacerse como niños" significa tener espíritu de simplicidad y sencillez delante de Dios, y
equivale a tener "alma de pobre" (5. 3).
5. "Pequeños" se usa aquí para designar a los discípulos de Jesús que han realizado el ideal
SY
de la infancia espiritual.
11. "Porque el Hijo del hombre ha venido a salvar lo que estaba perdido". Este versículo está
Biblia Católica 2019
simbólica: Israel es la higuera que, al rechazar a Jesús, no produjo los frutos esperados, y por
eso recibió su castigo. En Marcos la higuera representa directamente al Templo de Jerusalén,
centro religioso de Israel.
33. Is. 5. 2.
42. Sal. 118. 22-23. La "piedra angular" es la piedra que une entre sí dos paredes, afirmando y
sosteniendo el edificio (Is. 28. 16). Cristo se aplica a sí mismo esta imagen, porque él es el
fundamento sobre el que se afianza y sostiene el nuevo Pueblo de Dios. Ver Hech. 4. 11; Ef. 2.
O
20; 1 Ped. 2. 7.
44. "El que caiga sobre esta piedra quedará destrozado, y aquel sobre quien ella caiga será
aplastado". Este texto, que falta en algunos manuscritos, está tomado de Lc. 20. 18.
22 11. Probablemente, Mateo unió aquí dos parábolas de contenido semejante. La parte que
EM
se refiere al "traje de fiesta" sería la conclusión de otra parábola, en la cual los invitados no
venían de la calle, sino de su casa: así se explica la culpabilidad del invitado que no tenía dicho
traje.
14. Este enunciado general, se refiere a la primera parte de la parábola. Los "elegidos" son
aquí, como en otros pasajes del Nuevo Testamento (24. 22), los que han sido incorporados a
la Iglesia de Dios.
16. Los "herodianos" eran los judíos adictos a la familia de Herodes y partidarios de los
D
romanos.
1 Ver nota 3. 7.
2 Deut. 25. 5-6. Esta era la ley llamada del "levirato", según la cual, cuando moría el
esposo sin haber dejado descendencia, el hermano debía casarse con la viuda. El primer hijo
de este matrimonio se consideraba como hijo del primer marido, de quien heredaba todos los
derechos.
LS
30. Los resucitados, sin dejar de ser seres humanos, vivirán como los "ángeles" una vida
indestructible que hace innecesaria la propagación de la especie humana por medio del
matrimonio.
32. Éx. 3. 6. Jesús afirma que Dios no hubiera podido llamarse "el Dios" de los Patriarcas que
ya no existían, si estos no siguieran viviendo de alguna manera.
O
37. Deut. 6. 5.
39. Lev. 19. 18. Ver Rom. 13. 8-10; Gál. 5. 14; Sant. 2. 8.
1 Sal. 110. 1.
2 La pregunta de Jesús tiende a hacer reflexionar a los oyentes sobre el origen divino del
O
Mesías. Aunque por su origen humano desciende de David, por su origen divino es superior a
él.
23 La violencia de las invectivas contra los fariseos se debe principalmente a que cuando fue
ST
redactado este Evangelio, ellos se habían convertido en los más intransigentes opositores de
la Iglesia naciente.
5. Las "filacterias" son unas cápsulas o estuches que los judíos llevaban en la frente
o en el brazo izquierdo, sujetas con cordones de cuero. En ellas guardaban unas cintas de
pergamino, prolijamente plegadas, donde escribían algunos textos importantes de la Ley. Esta
costumbre provenía de tomar al pie de la letra las partesdel Pentateuco (Éx. 13. 9, 16; Deut. 6.
8; 11. 18), que exhortan a tener siempre la Ley de Dios ante los ojos.
SY
Jesús condena a los escribas y fariseos, no porque llevaran los "flecos", ya que él mismo los
usó (9. 20), sino porque los alargaban para aparentar que cumplían más exactamente la Ley.
Biblia Católica 2021
7. En Jn. 12. 1-3, se identifica a esta mujer con María, la hermana de Lázaro y de Marta.
15. Zac. 11. 12. "Treinta monedas de plata", llamadas también "siclos", era el precio legal que
debía pagarse por un esclavo (Éx. 21. 32). Ver 27. 9.
17. "El primer día de los Acimos" es el primer día de una semana que comienza con la Pascua
y durante la cual los judíos comen panes ácimos, es decir, sin levadura (Éx. 12. 15-20).
28. Así como la Antigua Alianza entre Dios y los hombres fue sellada con la sangre de
animales sacrificados (Éx. 24. 4-8), también la Sangre de Jesús derramada en la cruz sella la
O
Nueva Alianza de Dios con su nuevo Pueblo, que es la Iglesia. Ver 20.
1
2 Jesús concluye las palabras de la institución eucarística, despidiéndose de sus
discípulos hasta el banquete que tendrá lugar en el futuro Reino de Dios. Ver nota 8.
EM
11.
1 La comida pascual concluía con los Salmos de acción de gracias, que comprendían
desde Sal. 113-118.
2 Zac. 13. 7.
D
64. Dn. 7. 13. Ver nota 8. 20.
27 2. Poncio "Pilato" era el representante de Roma en la provincia de Judea. Los judíos
tuvieron que recurrir a él para conseguir que Jesús fuera ejecutado, porque en las provincias
del Imperio, la pena de muerte estaba reservada a la autoridad romana.
3-8. Ver Hech. 1. 16-19.
9-10. Se trata de una cita libre de Zac. 11. 12-13, combinada con la idea de la compra de un
LS
campo, sugerida por Jer. 32. 6-15.
11. Por la pregunta de Pilato se intuye que la acusación formulada por los judíos al procurador
romano era de orden político, dejando a un lado la acusación de blasfemia por la que dictó
sentencia el Sanedrín.
24. Ver Deut. 21. 6-8; Sal. 26. 6; 73. 13.
1 Entre los romanos, la flagelación solía preceder a toda crucifixión, para debilitar al reo y
O
1 "Lugar del Cráneo" en latín se dice "Calvaria", de donde proviene el término Calvario.
2 El "vino con hiel" era una bebida calmante que se ofrecía a los ajusticiados para atenuar
su dolor.
3 Sal. 22. 19.
ST
O
sus sandalias. 8 Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu
Santo".
El bautismo de Jesús
Mt. 3. 13-17 Lc. 3. 21-22
EM
9 En aquellos días, Jesús llegó desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el
Jordán. 10 Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu Santo descendía
sobre él como una paloma; 11 y una voz desde el cielo dijo: "Tú eres mi Hijo muy querido, en ti
tengo puesta toda mi predilección".
La tentación de Jesús en el desierto
Mt. 4. 1-11 Lc. 4. 1-13
12 En seguida el Espíritu lo llevó al desierto, 13 donde estuvo cuarenta días y fue tentado por
Satanás. Vivía entre las fieras, y los ángeles lo servían.
D
LA ACTIVIDAD DE JESÚS EN GALILEA
Jesús viene a proclamar "la Buena Noticia de Dios" (1. 14). Esto es el Evangelio: la
Buena Noticia de que el Reino de Dios irrumpe en el mundo y está personificado en
Jesús. La entrada en el Reino exige un nuevo estilo de vida: es preciso convertirse y
creer en esa Buena Noticia.
LS
En primer lugar, Cristo proclama su Evangelio en la región de Galilea. Lo hace por
medio de comparaciones, las "parábolas", y a través de obras admirables, los
"milagros". Muchos comienzan a seguir a Jesús. Entre ellos, y para colaborar en su
ministerio, él elige a "los Doce" (3. 16), que serán sus Apóstoles. Pero ya asoma en el
horizonte la oposición de la gente más "religiosa" de su época. Marcos destaca esa
oposición en cinco "controversias" muy significativas, que preludian la muerte de Jesús.
O
echaban las redes en el agua, porque eran pescadores. 17 Jesús les dijo: "Síganme, y yo los
haré pescadores de hombres". 18 Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron.
19 Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban
también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó, 20 y ellos, dejando en la barca
a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron.
Enseñanza de Jesús en la sinagoga de Cafarnaún
Lc. 4. 31-32 Mt. 7. 28-29
SY
O
El llamado de Leví
Mt. 9. 9 Lc. 5. 27-28
13 Jesús salió nuevamente a la orilla del mar; toda la gente acudía allí, y él les enseñaba. 14 Al
pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo:
EM
"Sígueme". Él se levantó y lo siguió.
La actitud de Jesús hacia los pecadores
Mt. 9. 10-13 Lc. 5. 29-32
15 Mientras Jesús estaba comiendo en su casa, muchos publicanos y pecadores se sentaron a
comer con él y sus discípulos; porque eran muchos los que lo seguían. 16 Los escribas del
grupo de los fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos, decían a los discípulos:
"¿Por qué come con publicanos y pecadores?". 17 Jesús, que había oído, les dijo: "No son los
D
sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los
justos, sino a los pecadores".
añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande. 22 Tampoco se pone vino nuevo
en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A
vino nuevo, odres nuevos!".
Discusión sobre el sábado
O
hizo David, cuando él y sus compañeros se vieron obligados por el hambre, 26 cómo entró en
la Casa de Dios, en el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió y dio a sus compañeros los
panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes?". 27 Y agregó: "El sábado ha sido
hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado. 28 De manera que el Hijo del hombre es
dueño también del sábado".
Curación de un hombre en sábado
Mt. 12. 9-14 Lc. 6. 6-11
SY
3 1 Jesús entró nuevamente en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano
paralizada. 2 Los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si lo curaba en sábado,
Biblia Católica 2027
madre y mis hermanos. 35 Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi
hermana y mi madre".
La parábola del sembrador
Mt. 13. 1-9 Lc. 8. 4-8
4 1 Jesús comenzó a enseñar de nuevo a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a
él, de manera que debió subir a una barca dentro del mar, y sentarse en ella. Mientras tanto, la
multitud estaba en la orilla. 2 Él les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas, y esto
O
era lo que les enseñaba: 3 "¡Escuchen! El sembrador salió a sembrar. 4 Mientras sembraba,
parte de la semilla cayó al borde del camino, y vinieron los pájaros y se la comieron. 5 Otra
parte cayó en terreno rocoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida porque la tierra
era poco profunda; 6 pero cuando salió el sol, se quemó y, por falta de raíz, se secó. 7 Otra
EM
cayó entre las espinas; estas crecieron, la sofocaron, y no dio fruto. 8 Otros granos cayeron en
buena tierra y dieron fruto: fueron creciendo y desarrollándose, y rindieron ya el treinta, ya el
sesenta, ya el ciento por uno". 9 Y decía: "¡El que tenga oídos para oír, que oiga!".
Finalidad de las parábolas
Mt. 13. 10-11, 13 Lc. 8. 9-10
10 Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor de él junto con los Doce, le preguntaban
por el sentido de las parábolas. 11 Y Jesús les decía: "A ustedes se les ha confiado el misterio
D
del Reino de Dios; en cambio, para los de afuera, todo es parábola, 12 a fin de que
miren y no vean,
oigan y no entiendan, no sea que se conviertan
y alcancen el perdón".
LS
Explicación de la parábola del sembrador
la semilla sembrada en ellos. 16 Igualmente, los que reciben la semilla en terreno rocoso son
los que, al escuchar la Palabra, la acogen en seguida con alegría; 17 pero no tienen raíces,
sino que son inconstantes y, en cuanto sobreviene la tribulación o la persecución a causa de la
Palabra, inmediatamente sucumben. 18 Hay otros que reciben la semilla entre espinas: son los
O
que han escuchado la Palabra, 19 pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las
riquezas y los demás deseos penetran en ellos y ahogan la Palabra, y esta resulta infructuosa.
20 Y los que reciben la semilla en tierra buena, son los que escuchan la Palabra, la aceptan y
dan fruto al treinta, al sesenta y al ciento por uno".
ST
El ejemplo de la lámpara
Mt. 5. 15; 10. 26 Lc. 8. 16-17
21 Jesús les decía: "¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de
la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero? 22 Porque no hay nada oculto
que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse. 23 ¡Si alguien tiene oídos
para oír, que oiga!".
El ejemplo de la medida
SY
O
cerdos. 17 Entonces empezaron a pedir a Jesús que se alejara de su territorio.
18 En el momento de embarcarse, el hombre que había estado endemoniado le pidió que lo
dejara quedarse con él. 19 Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a tu casa con tu
familia, y anúnciales todo lo que el Señor hizo contigo al compadecerse de ti". 20 El hombre se
EM
fue y comenzó a proclamar por la región de la Decápolis lo que Jesús había hecho por él, y
todos quedaban admirados.
Curación de una mujer y resurrección de la hija de Jairo
Mt. 9. 18-26 Lc. 8. 40-56
21 Cuando Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su
alrededor, y él se quedó junto al mar. 22 Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga,
llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, 23 rogándole con insistencia: "Mi hijita se está
D
muriendo; ven a imponerle las manos, para que se cure y viva". 24 Jesús fue con él y lo seguía
una gran multitud que lo apretaba por todos lados.
25 Se encontraba allí una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias. 26
Había sufrido mucho en manos de numerosos médicos y gastado todos sus bienes sin
resultado; al contrario, cada vez estaba peor. 27 Como había oído hablar de Jesús, se le
acercó por detrás, entre la multitud, y tocó su manto, 28 porque pensaba: "Con sólo tocar su
LS
manto quedaré curada". 29 Inmediatamente cesó la hemorragia, y ella sintió en su cuerpo que
estaba curada de su mal. 30 Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de
él, se dio vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: "¿Quién tocó mi manto?". 31 Sus
discípulos le dijeron: "¿Ves que la gente te aprieta por todas partes y preguntas quién te ha
tocado?". 32 Pero él seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido. 33 Entonces la
mujer, muy asustada y temblando, porque sabía bien lo que le había ocurrido, fue a arrojarse a
O
sus pies y le confesó toda la verdad. 34 Jesús le dijo: "Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y
queda curada de tu enfermedad".
35 Todavía estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la casa del jefe de la sinagoga
y le dijeron: "Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir molestando al Maestro?". 36 Pero Jesús,
O
sin tener en cuenta esas palabras, dijo al jefe de la sinagoga: "No temas, basta que creas". 37
Y sin permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan, el hermano de
Santiago, 38 fue a casa del jefe de la sinagoga. Allí vio un gran alboroto, y gente que lloraba y
gritaba. 39 Al entrar, les dijo: "¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no está muerta, sino que
ST
duerme". 40 Y se burlaban de él. Pero Jesús hizo salir a todos, y tomando consigo al padre y a
la madre de la niña, y a los que venían con él, entró donde ella estaba. 41 La tomó de la mano
y le dijo: "Talitá kum", que significa: "¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!". 42 En seguida la niña,
que ya tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar. Ellos, entonces, se llenaron de
asombro, 43 y él les mandó insistentemente que nadie se enterara de lo sucedido. Después
dijo que dieran de comer a la niña.
Visita de Jesús a Nazaret
SY
O
como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. 35 Como se había hecho tarde, sus
discípulos se acercaron y le dijeron: "Este es un lugar desierto, y ya es muy tarde. 36 Despide
a la gente, para que vaya a los campos y pueblos cercanos a comprar algo para comer". 37 Él
respondió: "Denles de comer ustedes mismos". Ellos le dijeron: "Habría que comprar pan por
EM
valor de doscientos denarios para dar de comer a todos". 38 Jesús preguntó: "¿Cuántos panes
tienen ustedes? Vayan a ver". Después de averiguarlo, dijeron: "Cinco panes y dospescados".
39 Él les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, 40 y la gente se
sentó en grupos de cien y de cincuenta. 41 Entonces él tomó los cinco panes y los dos
pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue
entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados
entre la gente. 42 Todos comieron hasta saciarse, 43 y se recogieron doce canastas llenas de
D
sobras de pan y de restos de pescado. 44 Los que comieron eran cinco mil hombres.
Jesús camina sobre el agua
Mt. 14. 22-33 Jn. 6. 16-21
45 En seguida, Jesús obligó a sus discípulos a que subieran a la barca y lo precedieran en la
otra orilla, hacia Betsaida, mientras él despedía a la multitud. 46 Una vez que los despidió, se
retiró a la montaña para orar. 47 Al caer la tarde, la barca estaba en medio del mar y él
LS
permanecía solo en tierra. 48 Al ver que remaban muy penosamente, porque tenían viento en
contra, cerca de la madrugada fue hacia ellos caminando sobre el mar, e hizo como si pasara
de largo. 49 Ellos, al verlo caminar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron
a gritar, 50 porque todos lo habían visto y estaban sobresaltados. Pero él les habló en seguida
y les dijo: "Tranquilícense, soy yo; no teman". 51 Luego subió a la barca con ellos y el viento se
calmó. Así llegaron al colmo de su estupor, 52 porque no habían comprendido el milagro de los
O
quedaban curados.
Discusión sobre las tradiciones
Mt. 15. 1-9 7 1 Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús,
2 y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavar. 3
Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente
las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados; 4 y al volver del mercado, no comen sin
hacer primero las abluciones. Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados
SY
por tradición, como el lavado de los vasos, de las jarras y de la vajilla de bronce. 5 Entonces
los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: "¿Por qué tus discípulos no proceden de
Biblia Católica 2033
nadie lo supiera, pero no pudo permanecer oculto. 25 En seguida una mujer cuya hija estaba
poseída por un espíritu impuro, oyó hablar de él y fue a postrarse a sus pies. 26 Esta mujer,
que era pagana y de origen sirofenicio, le pidió que expulsara de su hija al demonio. 27 Él le
respondió: "Deja que antes se sacien los hijos; no está bien tomar el pan de los hijos para
tirárselo a los cachorros". 28 Pero ella le respondió: "Es verdad, Señor, pero los cachorros,
debajo de la mesa, comen las migajas que dejan caer los hijos". 29 Entonces él le dijo: "A
causa de lo que has dicho, puedes irte: el demonio ha salido de tu hija". 30 Ella regresó a su
O
casa y encontró a la niña acostada en la cama y liberada del demonio.
Curación de un sordomudo
31 Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea,
atravesando el territorio de la Decápolis. 32 Entonces le presentaron a un sordomudo y le
EM
pidieron que le impusiera las manos. 33 Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le
puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua. 34 Después, levantando los ojos
al cielo, suspiró y le dijo: "Efatá", quesignifica: "Ábrete". 35 Y en seguida se abrieron sus oídos,
se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente.
36 Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía,
ellos más lo proclamaban 37 y, en el colmo de la admiración, decían: "Todo lo ha hecho bien:
hace oír a los sordos y hablar a los mudos".
D
La segunda multiplicación de los panes
Mt. 15. 32-39
8 1 En esos días, volvió a reunirse una gran multitud, y como no tenían qué comer, Jesús llamó
a sus discípulos y les dijo: 2 "Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están
conmigo y no tienen qué comer. 3 Si los mando en ayunas a sus casas, van a desfallecer en el
camino, y algunos han venido de lejos". 4 Los discípulos le preguntaron: "¿Cómo se podría
LS
conseguir pan en este lugar desierto para darles de comer?". 5 Él les dijo: "¿Cuántos panes
tienen ustedes?". Ellos respondieron: "Siete". 6 Entonces él ordenó a la multitud que se sentara
en el suelo, después tomó los siete panes, dio gracias, los partió y los fue entregando a sus
discípulos para que los distribuyeran. Ellos los repartieron entre la multitud. 7 Tenían, además,
unos cuantos pescados pequeños, y después de pronunciar la bendición sobre ellos, mandó
que también los repartieran. 8 Comieron hasta saciarse y todavía se recogieron siete canastas
O
con lo que había sobrado. 9 Eran unas cuatro mil personas. Luego Jesús los despidió. 10 En
seguida subió a la barca con sus discípulos y fue a la región de Dalmanuta.
El signo rehusado a los fariseos
Mt. 12. 38-39; 16. 1, 4 Lc. 11. 16, 29
O
11 Entonces llegaron los fariseos, que comenzaron a discutir con él; y, para ponerlo a prueba,
le pedían un signo del cielo. 12 Jesús, suspirando profundamente, dijo: "¿Por qué esta
generación pide un signo? Les aseguro que no se le dará ningún signo". 13 Y dejándolos,
volvió a embarcarse hacia la otra orilla.
ST
oídos y no oyen. ¿No recuerdan 19 cuántas canastas llenas de sobras recogieron, cuando
repartí cinco panes entre cinco mil personas?". Ellos le respondieron: "Doce". 20 "Y cuando
Biblia Católica 2035
"resucitar de entre los muertos".
Elías, figura de Juan el Bautista
Mt. 17. 10-13
11 Y le hicieron esta pregunta: "¿Por qué dicen los escribas que antes debe venir Elías?". 12
Jesús les respondió: "Sí, Elías debe venir antes para restablecer el orden en todo. Pero, ¿no
dice la Escritura que el Hijo del hombre debe sufrir mucho y ser despreciado? 13 Les aseguro
que Elías ya ha venido e hicieron con él lo que quisieron, como estaba escrito".
O
Curación de un endemoniado epiléptico
Mt. 17. 14-20 Lc. 9. 37-42
14 Cuando volvieron a donde estaban los otros discípulos, los encontraron en medio de una
gran multitud, discutiendo con algunos escribas. 15 En cuanto la multitud distinguió a Jesús,
EM
quedó asombrada y corrieron a saludarlo. 16 Él les preguntó: "¿Sobre qué estaban
discutiendo?". 17 Uno de ellos le dijo: "Maestro, te he traído a mi hijo, que está poseído de un
espíritu mudo. 18 Cuando se apodera de él, lo tira al suelo y le hace echar espuma por la boca;
entonces le crujen sus dientes y se queda rígido. Le pedí a tus discípulos que lo expulsaran
pero no pudieron". 19 "Generación incrédula, respondió Jesús, ¿hasta cuándo estaré con
ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo". 20 Y ellos se lo trajeron. En
cuanto vio a Jesús, el espíritu sacudió violentamente al niño, que cayó al suelo y se revolcaba,
D
echando espuma por la boca. 21 Jesús le preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que está
así?". "Desde la infancia, le respondió, 22 y a menudo lo hace caer en el fuego o en el agua
para matarlo. Si puedes hacer algo, ten piedad de nosotros y ayúdanos". 23 "¡Si puedes...!",
respondió Jesús. "Todo es posible para el que cree". 24 Inmediatamente el padre del niño
exclamó: "Creo, ayúdame porque tengo poca fe". 25 Al ver que llegaba más gente, Jesús
increpó al espíritu impuro, diciéndole: "Espíritu mudo y sordo, yo te lo ordeno, sal de él y no
LS
vuelvas más". 26 El demonio gritó, sacudió violentamente al niño y salió de él, dejándolo como
muerto, tanto que muchos decían: "Está muerto". 27 Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo
levantó, y el niño se puso de pie. 28 Cuando entró en la casa y quedaron solos, los discípulos
le preguntaron: "¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?". 29 Él les respondió: "Esta clase
de demonios se expulsa sólo con la oración".
El segundo anuncio de la Pasión
O
hablaban en el camino?". 34 Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era
el más grande. 35 Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: "El que quiere ser el
primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos". 36 Después, tomando a un
niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: 37 "El que recibe a uno de estos
pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a
aquel que me ha enviado".
La intolerancia de los Apóstoles
SY
O
23 Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: "¡Qué difícil será para los ricos
entrar en el Reino de Dios!". 24 Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús
continuó diciendo: "Hijos míos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! 25 Es más fácil que un
camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios". 26 Los discípulos
EM
se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: "Entonces, ¿quién podrá salvarse?".
27 Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: "Para los hombres es imposible, pero no para
Dios, porque para él todo es posible".
La recompensa prometida a los discípulos
Mt. 19. 27-30 Lc. 18. 28-30
28 Pedro le dijo: "Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido". 29 Jesús
respondió: "Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre,
D
hijos o campos por mí y por la Buena Noticia, 30 desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento
por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y campos, en medio de las
persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna. 31 Muchos de los primeros serán
los últimos y los últimos serán los primeros".
los llamó y les dijo: "Ustedes saben que aquellos a quienes se considera gobernantes,
dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su
Biblia Católica 2039
12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, Jesús sintió hambre. 13 Al divisar de lejos una
higuera cubierta de hojas, se acercó para ver si encontraba algún fruto, pero no había más que
hojas; porque no era la época de los higos. 14 Dirigiéndose a la higuera, le dijo: "Que nadie
más coma de tus frutos". Y sus discípulos lo oyeron.
La expulsión de los vendedores del Templo
Mt. 21. 12-13 Lc. 19. 45-48 Jn. 2. 13-16
15 Cuando llegaron a Jerusalén, Jesús entró en el Templo y comenzó a echar a los que
O
vendían y compraban en él. Derribó las mesas de los cambistas y los puestos de los
vendedores de palomas, 16 y prohibió que transportaran cargas por el Templo. 17 Y les
enseñaba: "¿Acaso no está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las
naciones? Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones". 18 Cuando se enteraron
EM
los sumos sacerdotes y los escribas, buscaban la forma de matarlo, porque le tenían miedo, ya
que todo el pueblo estaba maravillado de su enseñanza. 19 Al caer la tarde, Jesús y sus
discípulos salieron de la ciudad.
La eficacia de la fe
Mt. 21. 20-22; 17. 20 Lc. 17. 6 Mt. 6. 14-15
20 A la mañana siguiente, al pasar otra vez, vieron que la higuera se había secado de raíz. 21
Pedro, acordándose, dijo a Jesús: "Maestro, la higuera que has maldecido se ha secado". 22
D
Jesús le respondió: "Tengan fe en Dios. 23 Porque yo les aseguro que si alguien dice a esta
montaña: "Retírate de ahí y arrójate al mar", sin vacilar en su interior, sino creyendo que
sucederá lo que dice, lo conseguirá. 24 Por eso les digo: Cuando pidan algo en la oración,
crean que ya lo tienen y lo conseguirán. 25 Y cuando ustedes se pongan de pie para orar, si
tienen algo en contra de alguien, perdónenlo, y el Padre que está en el cielo les perdonará
también sus faltas".26 .
LS
Discusión sobre la autoridad de Jesús
Mt. 21. 23-27 Lc. 20. 1-8
27 Y llegaron de nuevo a Jerusalén. Mientras Jesús caminaba por el Templo, los sumos
sacerdotes, los escribas y los ancianos se acercaron a él 28 y le dijeron: "¿Con qué autoridad
haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo?".
29 Jesús les respondió: "Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les
O
diré con qué autoridad hago estas cosas. 30 Díganme: el bautismo de Juan, ¿venía del cielo o
de los hombres?". 31 Ellos se hacían este razonamiento: "Si contestamos: "Del cielo", él nos
dirá: "¿Por qué no creyeron en él?". 32 ¿Diremos entonces: "De los hombres"?". Pero como
temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan había sido realmente un profeta, 33
O
respondieron a Jesús: "No sabemos". Y él les respondió: "Yo tampoco les diré con qué
autoridad hago estas cosas".
La parábola de los viñadores homicidas
Mt. 21. 33-46 Lc. 20. 9-19
ST
12 1 Jesús se puso a hablarles en parábolas: "Un hombre plantó una viña, la cercó, cavó un
lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al
extranjero. 2 A su debido tiempo, envió a un servidor para percibir de los viñadores la parte de
los frutos que le correspondía. 3 Pero ellos lo tomaron, lo golpearon y lo echaron con las
manos vacías. 4 De nuevo les envió a otro servidor, y a este también lo maltrataron y lo
llenaron de ultrajes. 5 Envió a un tercero, y a este lo mataron. Y también golpearon o mataron
a muchos otros. 6 Todavía le quedaba alguien, su hijo, a quien quería mucho, y lo mandó en
SY
último término, pensando: "Respetarán a mi hijo". 7 Pero los viñadores se dijeron: "Este es el
heredero: vamos a matarlo y la herencia será nuestra". 8 Y apoderándose de él, lo mataron y lo
Biblia Católica 2041
El Mesías, hijo y Señor de David
Mt. 22. 41-45 Lc. 20. 41-44
35 Jesús se puso a enseñar en el Templo y preguntaba: "¿Cómo pueden decir los escribas
que el Mesías es hijo de David? 36 El mismo David ha dicho, movido por el Espíritu Santo:
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
hasta que ponga a tus enemigos
O
debajo de tus pies. 37 Si el mismo David lo llama "Señor", ¿cómo puede ser hijo suyo?".
Advertencia de Jesús contra los escribas Mt. 23. 6-7 Lc. 20. 45-47; 11. 43 La multitud
EM
escuchaba a Jesús con agrado. 38 Y él les enseñaba: "Cuídense de los escribas, a quienes les
gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas 39 y ocupar los primeros
asientos en las sinagogas y los banquetes; 40 que devoran los bienes de las viudas y fingen
hacer largas oraciones. Estos serán juzgados con más severidad".
La ofrenda de la viuda
D
Lc. 21. 1-4
41 Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su
limosna. Muchos ricos daban en abundancia. 42 Llegó una viuda de condición humilde y
colocó dos pequeñas monedas de cobre. 43 Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: "Les
aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, 44 porque todos han
LS
dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que
tenía para vivir".
Anuncio de la destrucción del Templo
Mt. 24. 1-3 Lc. 21. 5-7
13 1 Cuando Jesús salía del Templo, uno de sus discípulos le dijo: "¡Maestro, mira qué piedras
enormes y qué construcción!". 2 Jesús le respondió: "¿Ves esa gran construcción? De todo
esto no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido". 3 Y después, estando sentado en el
O
monte de los Olivos, frente al Templo, Pedro, Santiago, Juan y Andrés le preguntaron en
privado: 4 "Dinos cuándo sucederá esto y cuál será la señal de que ya están por cumplirse
todas estas cosas".
El comienzo de las tribulaciones
O
ocurra, pero todavía no será el fin. 8 Se levantará nación contra nación y reino contra reino. En
muchas partes, habrá terremotos y hambre. Este será el comienzo de los dolores del parto.
9 Estén atentos: los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas, y por mi causa
serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos. 10 Pero antes,
la Buena Noticia será proclamada a todas las naciones. 11 Cuando los entreguen, no se
preocupen por lo que van a decir: digan lo que se les enseñe en ese momento, porque no
SY
serán ustedes los que hablarán, sino el Espíritu Santo. 12 El hermano entregará a su hermano
para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus
O
Mt. 26. 1-5 Lc. 22. 1-2
14 1 Faltaban dos días para la fiesta de la Pascua y de los panes Ácimos. Los sumos
sacerdotes y los escribas buscaban la manera de arrestar a Jesús con astucia, para darle
muerte. 2 Porque decían: "No lo hagamos durante la fiesta, para que no se produzca un
EM
tumulto en el pueblo".
La unción de Jesús en Betania
Mt. 26. 6-13 Jn. 12. 1-8
3 Mientras Jesús estaba en Betania, comiendo en casa de Simón el leproso, llegó una mujer
con un frasco lleno de un valioso perfume de nardo puro, y rompiendo el frasco, derramó el
perfume sobre la cabeza de Jesús. 4 Entonces algunos de los que estaban allí se indignaron y
comentaban entre sí: "¿Para qué este derroche de perfume? 5 Se hubiera podido vender por
D
más de trescientos denarios para repartir el dinero entre los pobres". Y la criticaban. 6 Pero
Jesús dijo: "Déjenla, ¿por qué la molestan? Ha hecho una buena obra conmigo. 7 A los pobres
los tienen siempre con ustedes y pueden hacerles bien cuando quieran, pero a mí no me
tendrán siempre. 8 Ella hizo lo que podía; ungió mi cuerpo anticipadamente para la sepultura. 9
Les aseguro que allí donde se proclame la Buena Noticia, en todo el mundo, se contará
también en su memoria lo que ella hizo".
LS
La traición de Judas
Mt. 26. 14-16 Lc. 22. 3-6
10 Judas Iscariote, uno de los Doce, fue a ver a los sumos sacerdotes para entregarles a
Jesús. 11 Al oírlo, ellos se alegraron y prometieron darle dinero. Y Judas buscaba una ocasión
propicia para entregarlo.
Los preparativos para la comida pascual
O
hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo, 14 y díganle al dueño de la casa donde entre:
El Maestro dice: "¿Dónde está mi sala, en la que voy a comer el cordero pascual con mis
discípulos?". 15 Él les mostrará en el piso alto una pieza grande, arreglada con almohadones y
ya dispuesta; prepárennos allí lo necesario". 16 Los discípulos partieron y, al llegar a la ciudad,
ST
comenzaron a preguntarle, uno tras otro: "¿Seré yo?". 20 Él les respondió: "Es uno de los
Doce, uno que se sirve de la misma fuente que yo. 21 El Hijo del hombre se va, como está
Biblia Católica 2045
Mt. 26. 57-68 Lc. 22. 54-55, 63-71 Jn. 18. 15-16, 18
53 Llevaron a Jesús ante el Sumo Sacerdote, y allí se reunieron todos los sumos sacerdotes,
los ancianos y los escribas. 54 Pedro lo había seguido de lejos hasta el interior del palacio del
Sumo Sacerdote y estaba sentado con los servidores, calentándose junto al fuego. 55 Los
sumos sacerdotes y todo el Sanedrín buscaban un testimonio contra Jesús, para poder
condenarlo a muerte, pero no lo encontraban. 56 Porque se presentaron muchos con falsas
acusaciones contra él, pero sus testimonios no concordaban. 57 Algunos declaraban
O
falsamente contra Jesús: 58 "Nosotros lo hemos oído decir: "Yo destruiré este Templo hecho
por la mano del hombre, y en tres días volveré a construir otro que no será hecho por la mano
del hombre"". 59 Pero tampoco en esto concordaban sus declaraciones.
60 El Sumo Sacerdote, poniéndose de pie ante la asamblea, interrogó a Jesús: "¿No
EM
respondes nada a lo que estos atestiguan contra ti?". 61 Él permanecía en silencio y no
respondía nada. El Sumo Sacerdote lo interrogó nuevamente: "¿Eres el Mesías, el Hijo del
Dios bendito?". 62 Jesús respondió: "Sí, yo lo soy: y ustedes verán al Hijo del hombre sentarse
a la derecha del Todopoderoso y venir entre las nubes del cielo". 63 Entonces el Sumo
Sacerdote rasgó sus vestiduras y exclamó: "¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? 64
Ustedes acaban de oír la blasfemia. ¿Qué les parece?". Y todos sentenciaron que merecía la
muerte.
D
65 Después algunos comenzaron a escupirlo y, tapándole el rostro, lo golpeaban, mientras le
decían: "¡Profetiza!". Y también los servidores le daban bofetadas.
Las negaciones de Pedro
Mt. 26. 69-75 Lc. 22. 55-62 Jn. 18. 17, 25-27
66 Mientras Pedro estaba abajo, en el patio, llegó una de las sirvientas del Sumo Sacerdote 67
y, al ver a Pedro junto al fuego, lo miró fijamente y le dijo: "Tú también estabas con Jesús, el
LS
Nazareno". 68 Él lo negó, diciendo: "No sé nada; no entiendo de qué estás hablando". Luego
salió al vestíbulo y cantó el gallo. 69 La sirvienta, al verlo, volvió a decir a los presentes: "Este
es uno de ellos". 70 Pero él lo negó nuevamente. Un poco más tarde, los que estaban allí
dijeron a Pedro: "Seguro que eres uno de ellos, porque tú también eres galileo". 71 Entonces él
se puso a maldecir y a jurar que no conocía a ese hombre del que estaban hablando. 72 En
seguida cantó el gallo por segunda vez. Pedro recordó las palabras que Jesús le había dicho:
O
"Antes que cante el gallo por segunda vez, tú me habrás negado tres veces". Y se puso a
llorar.
Jesús ante Pilato
Mt. 27. 1-2, 11-14 Lc. 23. 1-5, 13-16 Jn. 18. 33-38
O
15 1 En cuanto amaneció, los sumos sacerdotes se reunieron en Consejo con los ancianos, los
escribas y todo el Sanedrín. Y después de atar a Jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. 2
Este lo interrogó: "¿Tú eres el rey de los judíos?". Jesús le respondió: "Tú lo dices". 3 Los
sumos sacerdotes multiplicaban las acusaciones contra él. 4 Pilato lo interrogó nuevamente:
ST
"¿No respondes nada? ¡Mira de todo lo que te acusan!". 5 Pero Jesús ya no respondió a nada
más, y esto dejó muy admirado a Pilato.
Jesús y Barrabás
Mt. 27. 15-26 Lc. 23. 18-25 Jn. 18. 39-40; 19. 1, 4-16
6 En cada Fiesta, Pilato ponía en libertad a un preso, a elección del pueblo. 7 Había en la
cárcel uno llamado Barrabás, arrestado con otros revoltosos que habían cometido un homicidio
durante la sedición. 8 La multitud subió y comenzó a pedir el indulto acostumbrado. 9 Pilato les
SY
dijo: "¿Quieren que les ponga en libertad al rey de los judíos?". 10 Él sabía, en efecto, que los
sumos sacerdotes lo habían entregado por envidia. 11 Pero los sumos sacerdotes incitaron a
Biblia Católica 2047
40 Había también allí algunas mujeres que miraban de lejos. Entre ellas estaban María
Magdalena, María, la madre de Santiago el menor y de José, y Salomé, 41 que seguían a
Jesús y lo habían servido cuando estaba en Galilea; y muchas otras que habían subido con él
a Jerusalén.
La sepultura de Jesús
Mt. 27. 57-61 Lc. 23. 50-55 Jn. 19. 38-42
42 Era día de Preparación, es decir, víspera de sábado. Por eso, al atardecer, 43 José de
O
Arimatea –miembro notable del Sanedrín, que también esperaba el Reino de Dios– tuvo la
audacia de presentarse ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. 44 Pilato se asombró de
que ya hubiera muerto; hizo llamar al centurión y le preguntó si hacía mucho que había muerto.
45 Informado por el centurión, entregó el cadáver a José. 46 Este compró una sábana, bajó el
EM
cuerpo de Jesús, lo envolvió en ella y lo depositó en un sepulcro cavado en la roca. Después,
hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro. 47 María Magdalena y María, la madre de
José, miraban dónde lo habían puesto.
El anuncio de la resurrección de Jesús
Mt. 28. 1-8 Lc. 24. 1-10 Jn. 20. 1-2
16 1 Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron
perfumes para ungir el cuerpo de Jesús. 2 A la madrugada del primer día de la semana,
D
cuando salía el sol, fueron al sepulcro. 3 Y decían entre ellas: "¿Quién nos correrá la piedra de
la entrada del sepulcro?". 4 Pero al mirar, vieron que la piedra había sido corrida; era una
piedra muy grande.
5 Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca.
Ellas quedaron sorprendidas, 6 pero él les dijo: "No teman. Ustedes buscan a Jesús de
Nazaret, el Crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto. 7
LS
Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo
verán, como él se lo había dicho". 8 Ellas salieron corriendo del sepulcro, porque estaban
temblando y fuera de sí. Y no dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.
APÉNDICE
El Evangelio de Marcos termina de manera inesperada. Por eso se le agregó una
conclusión, cuyo contenido es un resumen de los relatos de las apariciones de Jesús
O
Noticia de la Salvación, no sólo de palabra, sino a la vez con obras. Esta es la misión
que le toca cumplir a toda la Iglesia, como servidora del Evangelio.
La aparición de Jesús a María Magdalena
Jn. 20. 11-18
ST
9 Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a
María Magdalena, aquella de quien había echado siete demonios. 10 Ella fue a contarlo a los
que siempre lo habían acompañado, que estaban afligidos y lloraban. 11 Cuando la oyeron
decir que Jesús estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron.
La aparición de Jesús a dos discípulos
Lc. 24. 13-35
12 Después, se mostró con otro aspecto a dos de ellos, que iban caminando hacia un poblado.
SY
O
4 12. Is. 6. 9-10. Ver nota Mt. 13. 13.
24-25. Marcos aplica estos dos proverbios a la disposición con que los discípulos deben
escuchar las enseñanzas de Jesús sobre el Reino de Dios. El primero –"la medida con que
midan se usará para ustedes, y les darán más todavía"– indica que la medida de la
EM
comprensión corresponderá a la actitud con que se reciba esa enseñanza. En cuanto al
segundo –"al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene"– ver
nota Mt. 13. 12. Mateo y Lucas refieren el primer proverbio a las relaciones con el prójimo. Ver
Mt. 7. 2; Lc. 6. 38.
31-32. Ez. 17. 23; 31. 6; Dn. 4. 9, 18. Ver nota Mt. 13. 32.
39. Ver nota Mt. 8. 26.
5 1. "La región de los gerasenos" recibía este nombre por la ciudad de Gerasa, que se
encontraba a unos cincuenta kilómetros al sudeste del lago de Genesaret. Mateo sitúa este
D
mismo relato en la región de Gadara. Ver nota Mt. 8. 28.
11. Ver nota Mt. 8. 30.
33. "Muy asustada y temblando": esta reacción de la mujer se debía a su situación legal de
impureza, como consecuencia de su humillante enfermedad (Lev. 15. 2527), que le impedía
todo contacto social.
LS
38. Ver nota Mt. 9. 23.
6 11. "Sacudan hasta el polvo de sus pies": ver nota Mt. 10. 14. 22. Otros manuscritos dicen:
"Su hija Herodías".
37. "Denarios": ver nota Mt. 18. 28.
29. 13.
10. Éx. 20. 12; Deut. 5. 16; Éx. 21. 17; Lev. 20. 9.
11-12. Ver nota Mt. 15. 5-6. "Corbán" es una palabra aramea, cuyo significado es aclarado en
O
el texto, como lo hace habitualmente Marcos. Ver 5. 41; 7. 34; 15. 34.
27. Ver nota Mt. 15. 26.
31. La "Decápolis": ver nota Mt. 4. 25.
8 10. "Dalmanuta" era una localidad próxima al mar de Galilea. En Mt. 15. 39 se la llama
ST
Magadán.
11-12. Los fariseos reclaman una confirmación espectacular de la misión de Jesús, cuando en
realidad él mismo es el verdadero "signo" de Dios.
18. Jer. 5. 21; Ez. 12. 2.
33. Ver nota Mt. 16. 23.
9 1. Ver nota Mt. 16. 28.
SY
O
13 2. Ver nota Mt. 24. 2.
EM
14. Dn. 9. 27; 11. 31; 12. 11. "La Abomina-ción de la desolación": ver nota Mt. 24. 15.
D
26. Ver nota Mt. 8. 20.
28. "Y se cumplió la Escritura que dice: "Fue contado entre los malhechores"" (Is. 53. 12). Este
versículo, que figura en algunos manuscritos, proviene de Lc. 22. 37.
Biblia Católica 2053
cambio, es el "Sol naciente", que viene "para iluminar a los que están en las tinieblas y
en la sombra de la muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz" (1. 76, 78-
79).
El anuncio del nacimiento de Juan el Bautista
5 En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, de la clase
sacerdotal de Abías. Su mujer, llamada Isabel, era descendiente de Aarón. 6 Ambos eran
justos a los ojos de Dios y seguían en forma irreprochable todos los mandamientos y preceptos
O
del Señor. 7 Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; y los dos eran de edad avanzada.
8 Un día en que su clase estaba de turno y Zacarías ejercía la función sacerdotal delante de
Dios, 9 le tocó en suerte, según la costumbre litúrgica, entrar en el Santuario del Señor para
quemar el incienso. 10 Toda la asamblea del pueblo permanecía afuera, en oración, mientras
EM
se ofrecía el incienso.
11 Entonces se le apareció el Ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. 12 Al
verlo, Zacarías quedó desconcertado y tuvo miedo. 13 Pero el Ángel le dijo: "No temas,
Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan.
14 Él será para ti un motivo de gozo y de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento, 15
porque será grande a los ojos del Señor. No beberá vino ni bebida alcohólica; estará lleno del
Espíritu Santo desde el seno de su madre, 16 y hará que muchos israelitas vuelvan al Señor,
D
su Dios. 17 Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres
con sus hijos y atraer a los rebeldes a la sabiduría de los justos, preparando así al Señor un
Pueblo bien dispuesto". 18 Pero Zacarías dijo al Ángel: "¿Cómo puedo estar seguro de esto?
Porque yo soy anciano y mi esposa es de edad avanzada". 19 El Ángel le respondió: "Yo soy
Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena
noticia. 20 Te quedarás mudo, sin poder hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, por
LS
no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo". 21 Mientras tanto, el
pueblo estaba esperando a Zacarías, extrañado de que permaneciera tanto tiempo en el
Santuario. 22 Cuando salió, no podía hablarles, y todos comprendieron que había tenido
alguna visión en el Santuario. Él se expresaba por señas, porque se había quedado mudo.
23 Al cumplirse el tiempo de su servicio en el Templo, regresó a su casa. 24 Poco después, su
esposa Isabel concibió un hijo y permaneció oculta durante cinco meses. 25 Ella pensaba:
O
"Esto es lo que el Señor ha hecho por mí, cuando decidió librarme de lo que me avergonzaba
ante los hombres".
El anuncio del nacimiento de Jesús
26 En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada
O
Nazaret, 27 a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia
de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. 28 El Ángel entró en su casa y la
saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". 29 Al oír estas palabras,
ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. 30 Pero el Ángel le
ST
dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. 31 Concebirás y darás a luz un hijo, y le
pondrás por nombre Jesús; 32 él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le
dará el trono de David, su padre, 33 reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no
tendrá fin". 34 María dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún
hombre?". 35 El Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. 36
También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada
SY
estéril, ya se encuentra en su sexto mes, 37 porque no hay nada imposible para Dios". 38
María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y
Biblia Católica 2055
69 y nos ha dado un poderoso Salvadoren la casa de David, su servidor,
70 como lo había anunciado mucho tiempo antespor boca de sus santos
profetas,
71 para salvarnos de nuestros enemigosy de las manos de todos los que
nos odian.
72 Así tuvo misericordia de nuestros padresy se acordó de su santa
Alianza,
O
73 del juramento que hizo a nuestro padre Abraham
74 de concedernos que, libres de temor,arrancados de las manos de
nuestros enemigos,
75 lo sirvamos en santidad y justicia bajo su mirada,durante toda nuestra
EM
vida.
76 Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo,porque irás delante del
Señor preparando sus caminos,
77 para hacer conocer a su Pueblo la salvaciónmediante el perdón de los
pecados;
78 gracias a la misericordiosa ternura de nuestro Dios,que nos traerá del
cielo la visita del Sol naciente,
D
79 para iluminar a los que están en las tinieblasy en la sombra de la
muerte,
y guiar nuestros pasos por el camino de la paz".
80 El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día
en que se manifestó a Israel
LS
El nacimiento de Jesús
Mt. 1. 18-25
2 1 En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara
un censo en todo el mundo. 2 Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria.
3 Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. 4 José, que pertenecía a la familia de
David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, 5
para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. 6 Mientras se encontraban en
O
Belén, le llegó el tiempo de ser madre; 7 y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en
pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.
La visita de los pastores
8 En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebañosdurante la
O
noche. 9 De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su
luz. Ellos sintieron un gran temor, 10 pero el Ángel les dijo: "No teman, porque les traigo una
buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: 11 Hoy, en la ciudad de David, les ha
nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. 12 Y esto les servirá de señal: encontrarán a
ST
un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre". 13 Y junto con el Ángel,
apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
14 "¡Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra, paz a los hombres amados por él!".
15 Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: "Vayamos
a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado". 16 Fueron
SY
O
PREPARACIÓN DEL MINISTERIO DE JESÚS
Jesús no es un personaje legendario que se pierde en "la noche de los tiempos". Está
bien encarnado en una época y en un país. Lucas precisa detalladamente la fecha de su
aparición y el nombre de las autoridades civiles y religiosas que gobernaban en esa
EM
época y en ese país.
Juan el Bautista prepara su Venida, bautizando a la gente e invitándola al
arrepentimiento. Jesús también se hace bautizar, solidarizándose así con la humanidad
pecadora, que él viene a salvar. Pero en ese mismo momento, Dios lo declara su "Hijo"
en un sentido que no puede aplicarse a ningún otro hombre.
Antes de iniciar su misión, Cristo se enfrenta con el espíritu del mal y vence la tentación
de salvar al mundo por medio de la riqueza y el poder. Su camino será el de la
D
humillación y la pobreza. Y su gran triunfo, el de la cruz.
La predicación de Juan el Bautista
Mt. 3. 1-12 Mc. 1. 2-8 Jn. 1. 23, 26-27
3 1 El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba la
Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y Traconítide, y
LS
Lisanias tetrarca de Abilene, 2 bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su palabra a
Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. 3 Este comenzó entonces a recorrer toda la
región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados, 4
como está escrito en el libro del profeta Isaías:
Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor,
conversión, y no piensen: "Tenemos por padre a Abraham". Porque yo les digo que de estas
piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham. 9 El hacha ya está puesta a la raíz de los
O
días. No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre. 3 El demonio le dijo
entonces: "Si tú eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan". 4 Pero Jesús
le respondió: "Dice la Escritura:
El hombre no vive solamente de pan".
EM
5 Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los reinos de la
tierra 6 y le dijo: "Te daré todo este poder y el esplendor de estos reinos, porque me han sido
entregados, y yo los doy a quien quiero. 7 Si tú te postras delante de mí, todo eso te
pertenecerá". 8 Pero Jesús le respondió: "Está escrito:
D
y a él solo rendirás culto".
9 Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo:
"Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, 10 porque está escrito:
LS
Él dará órdenes a sus ángeles
11 Y también:
O
13 Una vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio se alejó de él, hasta el
momento oportuno.
LA ACTIVIDAD DE JESÚS EN GALILEA
La misión de Jesús se inicia en Galilea, la parte norte de la Palestina. Allí se encuentra
la ciudad de Nazaret, en la que él se había criado, y también el lago de Genesaret,
donde puso tan de manifiesto el poder de Dios sobre las fuerzas del mal.
SY
Su misión está resumida en un célebre texto del profeta Isaías, que Cristo se aplicó a sí
mismo: "El espíritu del Señor está sobre mí. Él me envió a llevar la
O
esta desapareció. En seguida, ella se levantó y se puso a servirlos.
Diversas curaciones
Mt. 8. 16 Mc. 1. 32-34
40 Al atardecer, todos los que tenían enfermos afectados de diversas dolencias se los llevaron,
EM
y él, imponiendo las manos sobre cada uno de ellos, los curaba. 41 De muchos salían
demonios, gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!". Pero él los increpaba y no los dejaba hablar,
porque ellos sabían que era el Mesías.
La misión de Jesús
Mc. 1. 35-39
42 Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar desierto. La multitud comenzó a buscarlo
y, cuando lo encontraron, querían retenerlo para que no se alejara de ellos. 43 Pero él les dijo:
D
"También a las otras ciudades debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios, porque para
eso he sido enviado". 44 Y predicaba en las sinagogas de toda la Judea.
La pesca milagrosa
Mt. 4. 18-22 Mc. 1. 16-20
5 1 En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la
Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. 2 Desde allí vio dos
LS
barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. 3
Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la
orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca.
4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: "Navega mar adentro, y echen las redes". 5 Simón
le respondió: "Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo
dices, echaré las redes". 6 Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes
O
estaban a punto de romperse. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca
para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se
hundían.
8 Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: "Aléjate de mí, Señor, porque
O
por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio".
15 Su fama se extendía cada vez más y acudían grandes multitudes para escucharlo y hacerse
Biblia Católica 2063
que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, 4 cómo entró en la Casa de Dios
y, tomando los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de
comer a sus compañeros?". 5 Después les dijo: "El Hijo del hombre es dueño del sábado".
Curación de un hombre en sábado
Mt. 12. 9-14 Mc. 3. 1-6
6 Otro sábado, entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la
mano derecha paralizada. 7 Los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para
O
ver si curaba en sábado, porque querían encontrar algo de qué acusarlo. 8 Pero Jesús,
conociendo sus intenciones, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: "Levántate y quédate
de pie delante de todos". Él se levantó y permaneció de pie. 9 Luego les dijo: "Yo les pregunto:
¿Está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?". 10 Y dirigiendo
EM
una mirada a todos, dijo al hombre: "Extiende tu mano". Él la extendió y su mano quedó
curada. 11 Pero ellos se enfurecieron, y deliberaban entre sí para ver qué podían hacer contra
Jesús.
D
12 En esos días, Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con
Dios. 13 Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el
nombre de Apóstoles: 14 Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano,
Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, 15 Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado
el Zelote, 16 Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
LS
La multitud sigue a Jesús
Mt. 4. 24-25 Mc. 3. 7-11
17 Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una
gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de
Tiro y Sidón, 18 para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban
atormentados por espíritus impuros quedaban curados; 19 y toda la gente quería tocarlo,
porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
O
Las Bienaventuranzas
Mt. 5. 1-12 20 Entonces Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: "¡Felices ustedes, los
O
pobres, porque el Reino de Dios les pertenece! 21 ¡Felices ustedes, los que ahora tienen
hambre, porque serán saciados! ¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán! 22
ST
¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y
proscriban su nombre, considerándolo infame, a causa del Hijo del hombre! 23 ¡Alégrense y
llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo. De la
misma manera los padres de ellos trataban a los profetas!
SY
La falsa felicidad
O
allí un centurión que tenía un sirviente enfermo, a punto de morir, al que estimaba mucho. 3
Como había oído hablar de Jesús, envió a unos ancianos judíos para rogarle que viniera a
curar a su servidor. 4 Cuando estuvieron cerca de Jesús, le suplicaron con insistencia,
diciéndole: "El merece que le hagas este favor, 5 porque ama a nuestra nación y nos ha
EM
construido la sinagoga". 6 Jesús fue con ellos, y cuando ya estaba cerca de la casa, el
centurión le mandó decir por unos amigos: "Señor, no te molestes, porque no soy digno de que
entres en mi casa; 7 por eso no me consideré digno de ir a verte personalmente. Basta que
digas una palabra y mi sirviente se sanará. 8 Porque yo –que no soy más que un oficial
subalterno, pero tengo soldados a mis órdenes– cuando digo a uno: "Ve", él va; y a otro: "Ven",
él viene; y cuando digo a mi sirviente: "¡Tienes que hacer esto!", él lo hace". 9 Al oír estas
palabras, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguía, dijo: "Yo les aseguro
D
que ni siquiera en Israel he encontrado tanta fe". 10 Cuando los enviados regresaron a la casa,
encontraron al sirviente completamente sano.
Resurrección del hijo de una viuda
11 En seguida, Jesús se dirigió a una ciudad llamada Naím, acompañado de sus discípulos y
de una gran multitud. 12 Justamente cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, llevaban a
enterrar al hijo único de una mujer viuda, y mucha gente del lugar la acompañaba. 13 Al verla,
LS
el Señor se conmovió y le dijo: "No llores". 14 Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo
llevaban se detuvieron y Jesús dijo: "Joven, yo te lo ordeno, levántate". 15 El muerto se
incorporó y empezó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre. 16 Todos quedaron
sobrecogidos de temor y alababan a Dios, diciendo: "Un gran profeta ha aparecido en medio
de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo". 17 El rumor de lo que Jesús acababa de hacer se
difundió por toda la Judea y en toda la región vecina.
O
presentaron ante él, le dijeron: "Juan el Bautista nos envía a preguntarte: "¿Eres tú el que ha
de venir o debemos esperar a otro?"". 21 En esa ocasión, Jesús curó a mucha gente de sus
enfermedades, de sus dolencias y de los malos espíritus, y devolvió la vista a muchos ciegos.
22 Entonces respondió a los enviados: "Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído: los
ST
ciegos ven, los paralíticos caminan, los leprosos son purificados y los sordos oyen, los muertos
resucitan, la Buena Noticia es anunciada a los pobres. 23 ¡Y feliz aquel para quien yo no sea
motivo de tropiezo!".
Testimonio de Jesús sobre Juan el Bautista
Mt. 11. 7-15; 21. 31b-32
24 Cuando los enviados de Juan partieron, Jesús comenzó a hablar de él a la multitud,
diciendo: "¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? 25 ¿Qué
SY
salieron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que llevan suntuosas vestiduras y
viven en la opulencia, están en los palacios de los reyes. 26 ¿Qué salieron a ver entonces?
Biblia Católica 2067
otras, que los ayudaban con sus bienes.
La parábola del sembrador
Mt. 13. 1-9 Mc. 4. 1-9
4 Como se reunía una gran multitud y acudía a Jesús gente de todas las ciudades, él les dijo,
valiéndose de una parábola: 5 "El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrar, una parte
de la semilla cayó al borde del camino, donde fue pisoteada y se la comieron los pájaros del
cielo. 6 Otra parte cayó sobre las piedras y, al brotar, se secó por falta de humedad. 7 Otra
O
cayó entre las espinas, y estas, brotando al mismo tiempo, la ahogaron. 8 Otra parte cayó en
tierra fértil, brotó y produjo fruto al ciento por uno". Y una vez que dijo esto, exclamó: "¡El que
tenga oídos para oír, que oiga!".
Finalidad de las parábolas
EM
Mt. 13. 10-11, 13 Mc. 4. 10-12
9 Sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola, 10 y Jesús les dijo: "A ustedes
se les ha concedido conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás, en cambio, se les
habla en parábolas, para que
miren sin ver
y oigan sin comprender.
Explicación de la parábola del sembrador
D
Mt. 13. 18-23 Mc. 4. 14-20
11 La parábola quiere decir esto: La semilla es la Palabra de Dios. 12 Los que están al borde
del camino son los que escuchan, pero luego viene el demonio y arrebata la Palabra de sus
corazones, para que no crean y se salven. 13 Los que están sobre las piedras son los que
reciben la Palabra con alegría, apenas la oyen; pero no tienen raíces: creen por un tiempo, y
en el momento de la tentación se vuelven atrás. 14 Lo que cayó entre espinas son los que
LS
escuchan, pero con las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, se van dejando
ahogar poco a poco, y no llegan a madurar. 15 Lo que cayó en tierra fértil son los que
escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen, y dan fruto gracias a su
constancia.
La parábola de la lámpara
O
11. 33 Mt. 5. 15; 10. 26 Mc. 4. 21-23 Mt 13. 12; 25.29 Mc. 4. 24-25
16 No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente o para ponerla debajo de la
cama, sino que se la coloca sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. 17
O
Porque no hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser
conocido y divulgado. 18 Presten atención y oigan bien, porque al que tiene, se le dará, pero al
que no tiene, se le quitará hasta lo que cree tener".
La verdadera familia de Jesús
ST
22 Un día, Jesús subió con sus discí-pulos a una barca y les dijo: "Pasemos a la otra orilla del
lago". Ellos partieron, 23 y mientras navegaban, Jesús se durmió. Entonces se desencadenó
Biblia Católica 2069
"No temas, basta que creas y se salvará". 51 Cuando llegó a la casa no permitió que nadie
entrara con él, sino Pedro, Juan y Santiago, junto con el padre y la madre de la niña. 52 Todos
lloraban y se lamentaban. "No lloren, dijo Jesús, no está muerta, sino que duerme". 53 Y se
burlaban de él, porque sabían que la niña estaba muerta. 54 Pero Jesús la tomó de la mano y
la llamó, diciendo: "Niña, levántate". 55 Ella recuperó el aliento y se levantó en el acto.
Después Jesús ordenó que le dieran de comer. 56 Sus padres se quedaron asombrados, pero
él les prohibió contar lo que había sucedido.
O
Misión de los Doce
Mt. 10. 1, 5, 8, 9-14 Mc. 6. 7-13
9 1 Jesús convocó a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar a toda clase de
demonios y para curar las enfermedades. 2 Y los envió a proclamar el Reino de Dios y a sanar
EM
a los enfermos, 3 diciéndoles: "No lleven nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni
dinero, ni tampoco dos túnicas cada uno. 4 Permanezcan en la casa donde se alojen, hasta el
momento de partir. 5 Si no los reciben, al salir de esa ciudad sacudan hasta el polvo de sus
pies, en testimonio contra ellos". 6 Fueron entonces de pueblo en pueblo, anunciando la Buena
Noticia y curando enfermos en todas partes.
Incertidumbre de Herodes frente a Jesús
Mt. 14. 1-2 Mc. 6. 14-16
D
7 El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que pasaba, y estaba muy desconcertado porque
algunos decían: "Es Juan, que ha resucitado". 8 Otros decían: "Es Elías, que se ha aparecido",
y otros: "Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado". 9 Pero Herodes decía: "A Juan lo
hice decapitar. Entonces, ¿quién es este del que oigo decir semejantes cosas?". Y trataba de
verlo.
La multiplicación de los panes
LS
Mt. 14. 13-21 Mc. 6. 30-44 Jn. 6. 1-13
10 Al regresar, los Apóstoles contaron a Jesús todo lo que habían hecho. Él los llevó consigo, y
se retiró a solas con ellos hacia una ciudad llamada Betsaida. 11 Pero la multitud se dio cuenta
y lo siguió. Él los recibió, les habló del Reino de Dios y devolvió la salud a los que tenían
necesidad de ser curados.
12 Al caer la tarde, se acercaron los Doce y le dijeron: "Despide a la multitud, para que vayan a
O
los pueblos y caseríos de los alrededores en busca de albergue y alimento, porque estamos en
un lugar desierto". 13 Él les respondió: "Denles de comer ustedes mismos". Pero ellos dijeron:
"No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar
alimentos para toda esta gente". 14 Porque eran alrededor de cinco mil hombres. Entonces
O
Jesús les dijo a sus discípulos: "Háganlos sentar en grupos de cincuenta". 15 Y ellos hicieron
sentar a todos. 16 Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al
cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los fue entregando a sus discípulos para
que se los sirvieran a la multitud. 17 Todos comieron hasta saciarse y con lo que sobró se
ST
O
Una vez concluida su misión en Galilea, Jesús se encamina resueltamente hacia
Jerusalén. La Ciudad santa es la meta final de su misión, porque allí debe dar
cumplimiento al designio salvador de Dios. Lucas atribuye una gran importancia a este
viaje, que constituye la parte más extensa y original de su Evangelio.
EM
En el marco de este "camino" hacia la Pascua, encontramos numerosas e importantes
enseñanzas del Señor. Con particular insistencia, él nos previene contra el peligro de
las riquezas, y nos exhorta a seguirlo por el "camino" del desprendimiento y la pobreza.
Y en la parábola del buen samaritano, nos deja bien en claro que el verdadero amor
fraterno está más allá de todo legalismo y de cualquier frontera.
Y también a lo largo de esa "subida" a Jerusalén, se agudiza la hostilidad contra Jesús.
Sus enemigos se escandalizan porque perdona los pecados y come con los pecadores.
D
Él les responde con las conmovedoras "parábolas de la misericordia", entre las que se
destaca especialmente la del padre misericordioso.
El paso de Jesús por Samaría
51 Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó
decididamente hacia Jerusalén 52 y envió mensajeros delante de él. Ellos partieron y entraron
LS
en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento. 53 Pero no lo recibieron porque se
dirigía a Jerusalén. 54 Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: "Señor,
¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?". 55 Pero él se dio vuelta y los
reprendió. 56 Y se fueron a otro pueblo.
Exigencias de la vocación apostólica
Mt. 8. 18-22
57 Mientras iban caminando, alguien le dijo a Jesús: "¡Te seguiré adonde vayas!". 58 Jesús le
O
respondió: "Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre
no tiene dónde reclinar la cabeza".
59 Y dijo a otro: "Sígueme". Él respondió: "Permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre".
60 Pero Jesús le respondió: "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el
O
Reino de Dios".
61 Otro le dijo: "Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos". 62 Jesús le
respondió: "El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de
Dios".
ST
alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. 7
Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja
Biblia Católica 2073
sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo. 35 Al día
siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: "Cuídalo, y lo que
gastes de más, te lo pagaré al volver". 36 ¿Cuál de los tres te parece que se portó como
prójimo del hombre asaltado por los ladrones?". 37 "El que tuvo compasión de él", le respondió
el doctor. Y Jesús le dijo: "Ve, y procede tú de la misma manera".
El encuentro de Jesús con Marta y María
38 Mientras iban caminando, Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo
O
recibió en su casa. 39 Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor,
escuchaba su Palabra. 40 Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo
a Jesús: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me
ayude". 41 Pero el Señor le respondió: "Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas
EM
cosas. 42 Sin embargo, una sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será
quitada".
El Padrenuestro
Mt. 6. 9-13 11 1 Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus
discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos".
D
2 Él les dijo entonces: "Cuando oren, digan:
Padre, santificado sea tu Nombre,
que venga tu Reino;
3 danos cada día nuestro pan cotidiano;
LS
4 perdona nuestros pecados,
porque también nosotros perdonamos
a aquellos que nos ofenden;
y no nos dejes caer en la tentación". La parábola del amigo insistente 5 Jesús agregó:
O
"Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle:
"Amigo, préstame tres panes, 6 porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que
ofrecerle", 7 y desde adentro él le responde: "No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y
mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos". 8 Yo les aseguro que
O
aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su
insistencia y le dará todo lo necesario.
La eficacia de la oración
ST
Mt. 7. 7-11
9 También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. 10
Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. 11 ¿Hay algún
padre entre ustedes que dé a su hijo una serpiente cuando le pide un pescado? 12 ¿Y si le
pide un huevo, le dará un escorpión? 13 Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a
sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan!".
SY
O
legumbres, y descuidan la justicia y el amor de Dios! Hay que practicar esto, sin descuidar
aquello.
43 ¡Ay de ustedes, fariseos, porque les gusta ocupar el primer asiento en las sinagogas y ser
saludados en las plazas! 44 ¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven y
EM
sobre los cuales se camina sin saber!".
45 Un doctor de la Ley tomó entonces la palabra y dijo: "Maestro, cuando hablas así, nos
insultas también a nosotros". 46 Él le respondió: "¡Ay de ustedes también, porque imponen a
los demás cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni siquiera con un dedo! 47 ¡Ay de
ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus mismos padres han
matado! 48 Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los mataron
y ustedes les construyen sepulcros.
D
49 Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: Yo les enviaré profetas y apóstoles: matarán y
perseguirán a muchos de ellos. 50 Así se pedirá cuenta a esta generación de la sangre de
todos los profetas, que ha sido derramada desde la creación del mundo: 51 desde la sangre de
Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les
aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de todo esto.
52 ¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia! No
LS
han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden".
53 Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo, exigiéndole
respuesta sobre muchas cosas 54 y tendiéndole trampas para sorprenderlo en alguna
afirmación.
Advertencia contra la hipocresía
Mt. 16. 6, 12 Mc. 8. 15 Mt. 10. 26-27 Mc. 4. 22 Lc. 8. 17
O
será escuchado en pleno día; y lo que han hablado al oído, en las habitaciones más ocultas,
será proclamado desde lo alto de las casas.
El verdadero y el falso temor
Mt. 10. 28-31
ST
4 A ustedes, mis amigos, les digo: No teman a los que matan el cuerpo y después no pueden
hacer nada más. 5 Yo les indicaré a quién deben temer: teman a aquel que, después de matar,
tiene el poder de arrojar a la Gehena. Sí, les repito, teman a ese. 6 ¿No se venden acaso cinco
pájaros por dos monedas? Sin embargo, Dios no olvida a ninguno de ellos. 7 Ustedes tienen
contados todos sus cabellos: no teman, porque valen más que muchos pájaros.
La valentía para reconocer al Hijo del hombre
Mt. 10. 32-33 Mc. 8. 38 Lc. 9. 26Mt. 12. 32 Mc. 3. 29 Mt. 10. 17-20Mc. 13. 11 Lc.
SY
O
41 Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?". 42
El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de
su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno? 43 ¡Feliz aquel a quien
su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo! 44 Les aseguro que lo hará
EM
administrador de todos sus bienes. 45 Pero si este servidor piensa: "Mi señor tardará en
llegar", y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a
emborracharse, 46 su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará
correr la misma suerte que los infieles.
47 El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no
obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. 48 Pero aquel que sin
saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho,
D
se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más.
Jesús ante su Pasión
49 Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! 50
Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente!
Jesús, signo de contradicción
Mt. 10. 34-36
LS
51 ¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer
la división. 52 De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres
contra dos y dos contra tres: 53 el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra
la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra".
La interpretación de los signos de los tiempos
Mt. 16. 2-3; 5. 25-26
O
54 Dijo también a la multitud: "Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes
dicen en seguida que va a llover, y así sucede. 55 Y cuando sopla viento del sur, dicen que
hará calor, y así sucede. 56 ¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del
cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente?
O
57 ¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo? 58 Cuando vas con tu adversario a
presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el
adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel. 59
Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo".
ST
Exhortación a la conversión
13 1 En ese momento se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de
aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios. 2 Él les
respondió: "¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores
que los demás? 3 Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la
misma manera. 4 ¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la
torre de Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? 5 Les aseguro que
SY
O
34 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados!
¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú
no quisiste! 35 Por eso, a ustedes la casa les quedará vacía. Les aseguro que ya no me verán
más, hasta que llegue el día en que digan:
EM
¡Bendito el que viene en nombre del Señor!".
Curación de un hidrópico en sábado
Mt. 12. 11 14 1 Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos.
Ellos lo observaban atentamente. 2 Delante de él había un hombre enfermo de hidropesía. 3
Jesús preguntó a los doctores de la Ley y a los fariseos: "¿Está permitido curar en sábado o
no?". 4 Pero ellos guardaron silencio. Entonces Jesús tomó de la mano al enfermo, lo curó y lo
despidió. 5 Y volviéndose hacia ellos, les dijo: "Si a alguno de ustedes se le cae en un pozo su
D
hijo o su buey, ¿acaso no lo saca en seguida, aunque sea sábado?". 6 A esto no pudieron
responder nada.
La humildad cristiana
Mt. 23. 12
7 Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola: 8 "Si te
invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que
LS
haya sido invitada otra persona más importante que tú, 9 y cuando llegue el que los invitó a los
dos, tenga que decirte: "Déjale el sitio", y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el
último lugar. 10 Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que
cuando llegue el que te invitó, te diga: "Amigo, acércate más", y así quedarás bien delante de
todos los invitados. 11 Porque todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será
ensalzado".
O
12 Después dijo al que lo había invitado: "Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus
amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten
a su vez, y así tengas tu recompensa. 13 Al contrario, cuando des un banquete, invita a los
pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos. 14 ¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo
O
Reino de Dios!". 16 Jesús le respondió: "Un hombre preparó un gran banquete y convidó a
mucha gente. 17 A la hora de cenar, mandó a su sirviente que dijera a los invitados: "Vengan,
todo está preparado". 18 Pero todos, sin excepción, empezaron a excusarse. El primero le dijo:
"Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo. Te ruego me disculpes". 19 El segundo
dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos. Te ruego me disculpes". 20 Y un
tercero respondió: "Acabo de casarme y por esa razón no puedo ir".
21 A su regreso, el sirviente contó todo esto al dueño de casa, y este, irritado, le dijo: "Recorre
SY
en seguida las plazas y las calles de la ciudad, y trae aquí a los pobres, a los lisiados, a los
ciegos y a los paralíticos". 22 Volvió el sirviente y dijo: "Señor, tus órdenes se han cumplido y
Biblia Católica 2081
daba. 17 Entonces recapacitó y dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en
abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de hambre! 18 Ahora mismo iré a la casa de mi
padre y le diré: Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; 19 ya no merezco ser llamado hijo
tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros". 20 Entonces partió y volvió a la casa de su padre.
Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente; corrió a su
encuentro, lo abrazó y lo besó. 21 El joven le dijo: "Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no
merezco ser llamado hijo tuyo". 22 Pero el padre dijo a sus servidores: "Traigan en seguida la
O
mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. 23 Traigan el
ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, 24 porque mi hijo estaba muerto y ha
vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado". Y comenzó la fiesta.
25 El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, ya cerca de la casa, oyó la música y los coros
EM
que acompañaban la danza. 26 Y llamando a uno de los sirvientes, le preguntó qué significaba
eso. 27 Él le respondió: "Tu hermano ha regresado, y tu padre hizo matar el ternero
engordado, porque lo ha recobrado sano y salvo". 28 Él se enojó y no quiso entrar. Su padre
salió para rogarle que entrara, 29 pero él le respondió: "Hace tantos años que te sirvo, sin
haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y nunca me diste un cabrito para hacer
una fiesta con mis amigos. 30 ¡Y ahora que ese hijo tuyo ha vuelto, después de haber gastado
tus bienes con mujeres, haces matar para él el ternero engordado!". 31 Pero el padre le dijo:
D
"Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo. 32 Es justo que haya fiesta y
alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido
encontrado"".
La parábola del administrador sagaz
16 1 Decía también a los discípulos: "Había un hombre rico que tenía un administrador, al cual
acusaron de malgastar sus bienes. 2 Lo llamó y le dijo: "¿Qué es lo que me han contado de ti?
LS
Dame cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás más ese puesto". 3 El administrador
pensó entonces: "¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo
fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. 4 ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el
puesto, haya quienes me reciban en su casa!". 5 Llamó uno por uno a los deudores de su
señor y preguntó al primero: "¿Cuánto debes a mi señor?". 6 "Veinte barriles de aceite", le
respondió. El administrador le dijo: "Toma tu recibo, siéntate en seguida, y anota diez". 7
O
Después preguntó a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?". "Cuatrocientos quintales de trigo", le
respondió. El administrador le dijo: "Toma tu recibo y anota trescientos". 8 Y el señor alabó a
este administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este
mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz.
O
también es deshonesto en lo mucho. 11 Si ustedes no son fieles en el uso del dinero injusto,
¿quién les confiará el verdadero bien? 12 Y si no son fieles con lo ajeno, ¿quién les confiará lo
que les pertenece a ustedes?
Dios y las riquezas
Mt. 6. 24
13 Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o
bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al
SY
Dinero".
14 Los fariseos, que eran amigos del dinero, escuchaban todo esto y se burlaban de Jesús. 15
Biblia Católica 2083
bien: "Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y
bebido, y tú comerás y beberás después"? 9 ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor
porque hizo lo que se le mandó? 10 Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se
les mande, digan: "Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro
deber"".
Curación de diez leprosos
11 Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaría y Galilea. 12 Al entrar en
O
un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia 13 y
empezaron a gritarle: "¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!". 14 Al verlos, Jesús les
dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes". Y en el camino quedaron purificados.
15 Uno de ellos, al comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta 16 y
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se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano. 17
Jesús le dijo entonces: "¿Cómo, no quedaron purificados los diez? Los otros nueve, ¿dónde
están? 18 ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero?". 19 Y agregó:
"Levántate y vete, tu fe te ha salvado".
La venida del Reino de Dios
20 Los fariseos le preguntaron cuándo llegaría el Reino de Dios. Él les respondió: "El Reino de
Dios no viene ostensiblemente, 21 y no se podrá decir: "Está aquí" o "Está allí". Porque el
D
Reino de Dios está entre ustedes".
El Día del Hijo del hombre
Mt. 24. 17-18, 23, 26-28, 37-41 Mc. 13. 15-16, 21 22 Jesús dijo después a sus discípulos:
"Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no
lo verán. 23 Les dirán: "Está aquí" o "Está allí", pero no corran a buscarlo. 24 Como el
relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su
LS
Día. 25 Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación.
26 En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. 27 La gente comía,
bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir
a todos. 28 Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía,
se plantaba y se construía. 29 Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia
de fuego y de azufre que los hizo morir a todos. 30 Lo mismo sucederá el Día en que se
O
esa noche, de dos hombres que estén comiendo juntos, uno será llevado y el otro dejado; 35
de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada". 36 . 37 Entonces
le preguntaron: "¿Dónde sucederá esto, Señor?". Jesús les respondió: "Donde esté el cadáver,
se juntarán los buitres".
ST
6 Y el Señor dijo: "Oigan lo que dijo este juez injusto. 7 Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos,
que claman a él día y noche, aunque los haga esperar? 8 Les aseguro que en un abrir y cerrar
Biblia Católica 2085
oscuro y no captaban el sentido de estas palabras.
Curación de un ciego de Jericó
Mt. 20. 29-34 Mc. 10. 46-52
35 Cuando se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado al borde del camino, pidiendo
limosna. 36 Al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué sucedía. 37 Le respondieron que
pasaba Jesús de Nazaret. 38 El ciego se puso a gritar: "¡Jesús, Hijo de David, ten compasión
de mí!". 39 Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte:
O
"¡Hijo de David, ten compasión de mí!". 40 Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran.
Cuando lo tuvo a su lado, le preguntó: 41 "¿Qué quieres que haga por ti?". "Señor, que yo vea
otra vez". 42 Y Jesús le dijo: "Recupera la vista, tu fe te ha salvado". 43 En el mismo momento,
el ciego recuperó la vista y siguió a Jesús, glorificando a Dios. Al ver esto, todo el pueblo
EM
alababa a Dios.
La conversión de Zaqueo
19 1 Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. 2 Allí vivía un hombre muy rico llamado
Zaqueo, que era jefe de los publicanos. 3 Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa
de la multitud, porque era de baja estatura. 4 Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para
poder verlo, porque iba a pasar por allí. 5 Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo:
"Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa". 6 Zaqueo bajó rápidamente
D
y lo recibió con alegría.
7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Se ha ido a alojar en casa de un pecador". 8 Pero
Zaqueo dijo resueltamente al Señor: "Señor, ahora mismo voy a dar la mitad de mis bienes a
los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más". 9 Y Jesús le dijo: "Hoy ha
llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, 10
porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido".
LS
La parábola de las monedas de plata
Mt. 25. 14-30 11 Como la gente seguía escuchando, añadió una parábola, porque estaba cerca
de Jerusalén y ellos pensaban que el Reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro. 12
Él les dijo: "Un hombre de familia noble fue a un país lejano para recibir la investidura real y
regresar en seguida. 13 Llamó a diez de sus servidores y les entregó cien monedas de plata a
cada uno, diciéndoles: "Háganlas producir hasta que yo vuelva". 14 Pero sus conciudadanos lo
O
odiaban y enviaron detrás de él una embajada encargada de decir: "No queremos que este sea
nuestro rey".
15 Al regresar, investido de la dignidad real, hizo llamar a los servidores a quienes había dado
el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. 16 El primero se presentó y le dijo:
O
"Señor, tus cien monedas de plata han producido diez veces más". 17 "Está bien, buen
servidor, le respondió, ya que has sido fiel en tan poca cosa, recibe el gobierno de diez
ciudades". 18 Llegó el segundo y le dijo: "Señor, tus cien monedas de plata han producido
cinco veces más". 19 A él también le dijo: "Tú estarás al frente de cinco ciudades".
ST
20 Llegó el otro y le dijo: "Señor, aquí tienes tus cien monedas de plata, que guardé envueltas
en un pañuelo. 21 Porque tuve miedo de ti, que eres un hombre exigente, que quieres percibir
lo que no has depositado y cosechar lo que no has sembrado". 22 Él le respondió: "Yo te juzgo
por tus propias palabras, mal servidor. Si sabías que soy un hombre exigente, que quiero
percibir lo que no deposité y cosechar lo que no sembré, 23 ¿por qué no entregaste mi dinero
en préstamo? A mi regreso yo lo hubiera recuperado con intereses". 24 Y dijo a los que
estaban allí: "Quítenle las cien monedas y dénselas al que tiene diez veces más". 25 "¡Pero,
SY
señor, le respondieron, ya tiene mil!". 26 Les aseguro que al que tiene, se le dará; pero al que
no tiene, se le quitará aun lo que tiene. 27 En cuanto a mis enemigos, que no me han querido
Biblia Católica 2087
importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo. 48 Pero no sabían cómo hacerlo,
porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.
Discusión sobre la autoridad de Jesús
Mt. 21. 23-27 Mc. 11. 27-33
20 1 Un día en que Jesús enseñaba al pueblo en el Templo y anunciaba la Buena Noticia, se le
acercaron los sumos sacerdotes y los escribas con los ancianos, 2 y le dijeron: "Dinos con qué
autoridad haces estas cosas o quién te ha dado esa autoridad". 3 Jesús les respondió: "Yo
O
también quiero preguntarles algo. Díganme: 4 El bautismo de Juan, ¿venía del cielo o de los
hombres?". 5 Ellos se hacían este razonamiento: "Si respondemos: "Del cielo", él nos dirá:
"¿Por qué no creyeron en él?". 6 Y si respondemos: "De los hombres", todo el pueblo nos
apedreará, porque está convencido de que Juan es un profeta". 7 Y le dijeron que no sabían de
EM
dónde venía. 8 Jesús les respondió: "Yo tampoco les diré con qué autoridad hago esto".
La parábola de los viñadores homicidas
Mt. 21. 33-46 Mc. 12. 1-12
9 Y luego dijo al pueblo esta parábola: "Un hombre plantó una viña, la arrendó a unos
viñadores y se fue por largo tiempo al extranjero. 10 Llegado el momento, les envió a un
servidor para que le entregaran la parte de los frutos que le correspondía. Pero los viñadores lo
golpearon y lo echaron con las manos vacías. 11 Envió a otro servidor, y también a este lo
D
golpearon, lo ultrajaron y lo echaron con las manos vacías. 12 Mandó después a un tercero, y
a él también lo hirieron y lo arrojaron afuera. 13 El dueño de la viña pensó entonces: "¿Qué
haré? Voy a enviar a mi hijo muy querido: quizá tengan consideración con él". 14 Pero los
viñadores, al verlo, se dijeron: "Este es el heredero, vamos a matarlo, y la herencia será
nuestra". 15 Y arrojándolo fuera de la viña, lo mataron.
¿Qué hará con ellos el dueño de la viña? 16 Vendrá, acabará con esos viñadores y entregará
LS
la viña a otros". Al oír estas palabras, dijeron: "¡Dios no lo permita!". 17 Pero fijando en ellos su
mirada, Jesús les dijo: "¿Qué significa entonces lo que está escrito:
18 El que caiga sobre esta piedra quedará destrozado, y aquel sobre quien ella caiga, será
aplastado".
19 Los escribas y los sumos sacerdotes querían detenerlo en ese mismo momento, porque
comprendían que esta parábola la había dicho por ellos, pero temieron al pueblo.
O
gobernador. 21 Y le dijeron: "Maestro, sabemos que hablas y enseñas con rectitud y que no
tienes en cuenta la condición de las personas, sino que enseñas con toda fidelidad el camino
de Dios. 22 ¿Nos está permitido pagar el impuesto al César o no?". 23 Pero Jesús, conociendo
su astucia, les dijo: 24 "Muéstrenme un denario. ¿De quién es la figura y la inscripción que
tiene?". "Del César", respondieron. 25 Jesús les dijo: "Den al César lo que es del César, y a
Dios, lo que es de Dios".
26 Así no pudieron sorprenderlo en ninguna palabra delante del pueblo y, llenos de admiración
SY
O
les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. 14 Tengan bien presente que no deberán
preparar su defensa, 15 porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno
de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. 16 Serán entregados hasta por sus propios
padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. 17 Serán
EM
odiados por todos a causa de mi Nombre. 18 Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la
cabeza. 19 Gracias a la constancia salvarán sus vidas.
El asedio de Jerusalén
Mt. 24. 15-21 Mc. 13. 14-19
20 Cuando vean a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sepan que su ruina está próxima. 21 Los
que estén en Judea, que se refugien en las montañas; los que estén dentro de la ciudad, que
se alejen; y los que estén en los campos, que no vuelvan a ella. 22 Porque serán días de
D
escarmiento, en que todo lo que está escrito deberá cumplirse. 23 ¡Ay de las que estén
embarazadas o tengan niños de pecho en aquellos días! Será grande la desgracia de este país
y la ira de Dios pesará sobre este pueblo. 24 Caerán al filo de la espada, serán llevados
cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que el tiempo
de los paganos llegue a su cumplimiento.
La manifestación gloriosa del Hijo del hombre
LS
Mt. 24. 29-30 Mc. 13. 24-26 25 Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la
tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas.
26 Los hombres desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo,
porque los astros se conmoverán. 27 Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una
nube, lleno de poder y de gloria. 28 Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten
la cabeza, porque está por llegarles la liberación".
O
La parábola de la higuera
Mt. 24. 32-35 Mc. 13. 28-31
29 Y Jesús les hizo esta comparación: "Miren lo que sucede con la higuera o con cualquier otro
árbol. 30 Cuando comienza a echar brotes, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano.
O
31 Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el Reino de Dios está
cerca. 32 Les aseguro que no pasará esta generación hasta que se cumpla todo esto. 33 El
cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Exhortación a la vigilancia
ST
34 Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones
de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes 35 como una trampa, porque
sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra. 36 Estén prevenidos y oren
incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer
seguros ante el Hijo del hombre".
Ultimos días de Jesús en Jerusalén
37 Durante el día Jesús enseñaba en el Templo, y por la noche se retiraba al monte llamado
SY
O
Mt. 19. 28
28 Ustedes son los que han permanecido siempre conmigo en medio de mis pruebas. 29 Por
eso yo les confiero la realeza, como mi Padre me la confirió a mí. 30 Y en mi Reino, ustedes
comerán y beberán en mi mesa, y se sentarán sobre tronos para juzgar a las doce tribus de
EM
Israel.
El anuncio de las negaciones de Pedro
Mt. 26. 31-35 Mc. 14. 27-31 Jn. 13. 36-38
31 Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido poder para zarandearlos como el trigo, 32 pero
yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, después que hayas vuelto, confirma a tus
hermanos". 33 "Señor, le dijo Pedro, estoy dispuesto a ir contigo a la cárcel y a la muerte". 34
Pero Jesús replicó: "Yo te aseguro, Pedro, que hoy, antes que cante el gallo, habrás negado
D
tres veces que me conoces".
El combate decisivo
35 Después les dijo: "Cuando los envié sin bolsa, ni alforja, ni sandalia, ¿les faltó alguna
cosa?". 36 "Nada", respondieron. Él agregó: "Pero ahora el que tenga una bolsa, que la lleve;
el que tenga una alforja, que la lleve también; y el que no tenga espada, que venda su manto
para comprar una. 37 Porque les aseguro que debe cumplirse en mí esta palabra de la
LS
Escritura: Fue contado entre los malhechores. Ya llega a su fin todo lo que se refiere a mí". 38
"Señor, le dijeron, aquí hay dos espadas". Él les respondió: "Basta".
La oración de Jesús en el monte de los Olivos
Mt. 26. 30, 36-46 Mc. 14. 26, 32-42 Jn. 18. 1
39 En seguida Jesús salió y fue como de costumbre al monte de los Olivos, seguido de sus
discípulos. 40 Cuando llegaron, les dijo: "Oren, para no caer en la tentación". 41 Después se
O
alejó de ellos, más o menos a la distancia de un tiro de piedra, y puesto de rodillas, oraba: 42
"Padre, si quieres, aleja de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya". 43
Entonces se le apareció un ángel del cielo que lo reconfortaba. 44 En medio de la angustia, él
oraba más intensamente, y su sudor era como gotas de sangre que corrían hasta el suelo.
O
45 Después de orar se levantó, fue hacia donde estaban sus discípulos y los encontró
adormecidos por la tristeza. 46 Jesús les dijo: "¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren
para no caer en la tentación".
El arresto de Jesús
ST
52 Después dijo a los sumos sacerdotes, a los jefes de la guardia del Templo y a los ancianos
que habían venido a arrestarlo: "¿Soy acaso un bandido para que vengan con espadas y
Biblia Católica 2093
13 Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los jefes y al pueblo, 14 y les dijo: "Ustedes me
han traído a este hombre, acusándolo de incitar al pueblo a la rebelión. Pero yo lo interrogué
delante de ustedes y no encontré ningún motivo de condena en los cargos de que lo acusan;
15 ni tampoco Herodes, ya que él lo ha devuelto a este tribunal. Como ven, este hombre no ha
hecho nada que merezca la muerte. 16 Después de darle un escarmiento, lo dejaré en
libertad". 17 .
Jesús y Barrabás
O
Mt. 27. 15-26 Mc. 15. 6-15 Jn. 18. 39-40;
19. 1, 4-16
18 Pero la multitud comenzó a gritar: "¡Que muera este hombre! ¡Suéltanos a Barrabás!". 19 A
Barrabás lo habían encarcelado por una sedición que tuvo lugar en la ciudad y por homicidio.
EM
20 Pilato volvió a dirigirles la palabra con la intención de poner en libertad a Jesús. 21 Pero
ellos seguían gritando: "¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!". 22 Por tercera vez les dijo: "¿Qué mal ha
hecho este hombre? No encuentro en él nada que merezca la muerte. Después de darle un
escarmiento, lo dejaré en libertad". 23 Pero ellos insistían a gritos, reclamando que fuera
crucificado, y el griterío se hacía cada vez más violento. 24 Al fin, Pilato resolvió acceder al
pedido del pueblo. 25 Dejó en libertad al que ellos pedían, al que había sido encarcelado por
sedición y homicidio, y a Jesús lo entregó al arbitrio de ellos.
D
El camino hacia el Calvario
Mt. 27. 32 Mc. 15. 21 Jn. 19. 17
26 Cuando lo llevaban, detuvieron a un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y lo
cargaron con la cruz, para que la llevara detrás de Jesús. 27 Lo seguían muchos del pueblo y
un buen número de mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. 28 Pero
Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: "¡Hijas de Jerusalén!, no lloren por mí; lloren más bien
LS
por ustedes y por sus hijos. 29 Porque se acerca el tiempo en que se dirá: ¡Felices las
estériles, felices los senos que no concibieron y los pechos que no amamantaron! 30 Entonces
se dirá a las montañas: ¡Caigan sobre nosotros!, y a los cerros: ¡Sepúltennos! 31 Porque si así
tratan a la leña verde, ¿qué será de la leña seca?". 32 Con él llevaban también a otros dos
malhechores, para ser ejecutados.
La crucifixión de Jesús
O
de él y, acercándose para ofrecerle vinagre, 37 le decían: "Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate
a ti mismo!". 38 Sobre su cabeza había una inscripción: "Este es el rey de los judíos".
El buen ladrón
Mt. 27. 44 Mc. 15. 32b
39 Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: "¿No eres tú el Mesías? Sálvate
a ti mismo y a nosotros". 40 Pero el otro lo increpaba, diciéndole: "¿No tienes temor de Dios, tú
que sufres la misma pena que él? 41 Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos
SY
nuestras culpas, pero él no ha hecho nada malo". 42 Y decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando
vengas a establecer tu Reino".43 Él le respondió: "Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en
Biblia Católica 2095
no les creyeron.
12 Pedro, sin embargo, se levantó y corrió hacia el sepulcro, y al asomarse, no vio más que las
sábanas. Entonces regresó lleno de admiración por lo que había sucedido.
La aparición de Jesús a los discípulos de Emaús
Mc. 16. 12-13
13 Ese mismo día, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a
unos diez kilómetros de Jerusalén. 14 En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido. 15
O
Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos. 16
Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. 17 Él les dijo: "¿Qué comentaban por el
camino?". Ellos se detuvieron, con el semblante triste, 18 y uno de ellos, llamado Cleofás, le
respondió: "¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días!". 19
EM
"¿Qué cosa?", les preguntó. Ellos respondieron: "Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un
profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo, 20 y cómo
nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo
crucificaron. 21 Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya
van tres días que sucedieron estas cosas. 22 Es verdad que algunas mujeres que están con
nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro 23 y, al no hallar el
cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles, asegurándoles
D
que él está vivo. 24 Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las
mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron".
25 Jesús les dijo: "¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que
anunciaron los profetas! 26 ¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para
entrar en su gloria?". 27 Y comenzando por Moisés y continuando con todos los Profetas, les
LS
interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a él.
28 Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. 29
Pero ellos le insistieron: "Quédate con nosotros, porque ya es tarde y eldía se acaba". Él entró
y se quedó con ellos. 30 Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo
partió y se lo dio. 31 Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él
había desaparecido de su vista. 32 Y se decían: "¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras
nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?".
O
les preguntó: "¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas? 39 Miren mis manos y
mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que
yo tengo". 40 Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. 41 Era tal la alegría y la
admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: "¿Tienen aquí
algo para comer?". 42 Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; 43 él lo tomó y lo comió
delante de todos.
Últimas instrucciones de Jesús
SY
Hech. 1. 4, 8
44 Después les dijo: "Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se
Biblia Católica 2097
4 Sal. 111. 9.
5 Sal. 103. 17-18.
O
59. Por el rito de la circuncisión, que se realizaba a los ocho días del nacimiento, el recién
nacido entraba a participar de la Alianza entre Dios y su Pueblo. Ver Gn. 17. 9-27; Lev. 12. 3.
62. "Preguntaron por señas": esto da a entender que Zacarías, además de mudo, también
había quedado sordo.
EM
1 Este canto contiene un himno de acción de gracias (vs. 68-75) y una visión profética de
la Nueva Alianza (vs. 76-79).
2 Sal. 41. 14; 72. 18; 106. 48; 111. 9.
D
9. La "gloria del Señor", en el lenguaje bíblico, es la manifestación luminosa que acompaña las
apariciones divinas. Ese resplandor es el signo visible de la santidad yel poder de Dios. Ver Éx.
40. 34-35; Is. 6. 3; Ez. 1. 28.
1 La purificación de la madre tenía lugar cuarenta días después del nacimiento de los
hijos varones (Lev. 12. 2-5).
2 Éx. 13. 2.
LS
3 Lev. 5. 7; 12. 8. Esta era la ofrenda de los pobres.
4 "Consuelo de Israel": así se designaba al Mesías en la literatura rabínica. Ver Hech. 3.
20.
49. Jesús reivindica –como lo hará en su vida pública– su plena independencia con respecto a
todo vínculo humano cuando está de por medio la voluntad de su Padre y la misión que él le ha
O
3 1. "Herodes": ver nota Mt. 14. 1. 4-6. Is. 40. 3-5. Ver nota Mt. 3. 3. 10-14. Estos versículos
O
social.
ST
22. Ver Sal. 2. 7; Is. 42. 1. "Como una paloma": ver nota Mt. 3. 16.
SY
O
también ungió los pies de Jesús poco antes de su Pasión (Jn. 12. 18; Mt. 26. 6-13; Mc. 14. 3-
9).
41. "Denarios": ver nota Mt. 18. 28.
47. El perdón que recibe esta mujer no es el efecto sino la causa de su amor: ella amó mucho
EM
porque se le perdonó mucho. De lo contrario, no parece tener sentido la parte final del
versículo: "aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco amor".
8 10. Is. 6. 9. Ver nota Mt. 13. 13.
16. Lucas une la imagen de la "lámpara" a la parábola del sembrador, para exhortar a los
discípulos a que manifiesten la luz de la Palabra que han recibido.
1 Ver nota Mt. 13. 12.
2 "Hermanos": ver nota Mt. 12. 46.
D
24. Ver nota Mt. 8. 26. 26-27. Ver
nota Mc. 5. 1.
LS
32. Ver nota Mt. 8. 30.
60. "Deja que los muertos entierren a sus muertos": ver nota Mt. 8. 22. 10 12.
SY
O
su justicia, nunca comprendieron la condescendencia de Jesús hacia los pecadores.
16 8. En esta parábola, no se alaban los medios injustos empleados por el administrador, sino
su previsión para asegurarse el futuro cuando todavía podía hacerlo.
9. Lucas reúne aquí, como complemento de la parábola, una serie de sentencias del Señor
EM
sobre las riquezas. Habla del "dinero de la injusticia", porque con demasiada frecuencia las
fortunas se logran gracias a medios poco recomendables (Ecli. 26. 29
-27. 2).
1 Es una contraposición entre las riquezas –bienes externos al hombre– y los bienes
espirituales, que son internos a él.
2 "Dinero": ver nota Mt. 6. 24.
D
22. "Seno de Abraham": esta imagen expresa la intimidad con Abraham en el banquete
mesiánico. Ver Mt. 8. 11.
17 10. "Somos simples servidores": así se expresa la situación del hombre frente a Dios, de
quien recibimos todo gratuitamente y a quien se lo debemos todo.
20. La presencia actual del Reino de Dios no es un hecho que salta a la vista. Muchas veces
pasa inadvertida y para reconocerla se necesita la luz de la fe. Es como la semilla que va
LS
madurando silenciosamente (Mc. 4. 26-29) y como la levadura que fermenta toda la masa (Mt.
13. 33). Esto no significa que sea algo meramente interior, pero sólo al final de los tiempos se
manifestará en toda su plenitud.
27. Gn. 7. 7.
29. Gn. 19. 24.
1 Algunos manuscritos agregan: "De dos que estén en un campo, uno será llevado y el
O
otro dejado".
2 "Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres": ver nota Mt. 24. 28.
18. 28.
SY
O
34. Sal. 22. 19.
43. El "Paraíso" evoca la imagen de un lugar de felicidad. La respuesta de Jesús asegura al
buen ladrón la inmediata participación en los bienes del Reino, que Jesús instaura por su
Muerte y su Resurrección.
EM
46. Sal. 31. 6.
54. Ver nota Mt. 27. 62.
24 1. "El primer día de la semana": ver nota Mt. 28. 1.
7. Ver 9. 22; 18. 31-33; 24. 44.
12. Algunos manuscritos omiten este versículo. Ver Jn. 20. 3-10.
40. Algunos manuscritos omiten este versículo.
EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN
D
El cuarto Evangelio difiere considerablemente de los tres anteriores, tanto por su forma literaria
cuanto por su contenido. La tradición cristiana lo atribuye al Apóstol JUAN, a quien identifica
con "el discípulo al que Jesús amaba" (13. 23; 19. 26; 20. 2;
21. 7, 20), y hay varios indicios en el mismo Evangelio que corroboran esta atribución. De
todas maneras, la redacción final del Libro es el resultado de una larga elaboración en la que
también intervinieron los discípulos del Apóstol. La obra fue concluida hacia el año 100, y tenía
LS
como destinatarios inmediatos a las comunidades cristianas de Asia Menor.
El Evangelio de Juan gira en torno a un tema fundamental: Jesús es el Enviado de Dios, su
Palabra por excelencia, que vino a este mundo para hacernos conocer al Padre. Él no habla
por sí mismo, sino que "da testimonio" de la Verdad que escuchó del Padre (3. 11-13, 31-34), y
toda su vida es una revelación de la "gloria" que recibió de su mismo Padre antes de la
creación del mundo (17. 1-5).
O
Con más insistencia que los otros evangelistas, Juan acentúa la oposición entre Jesús –la
"Luz", el "Camino", la "Verdad" y la "Vida"– y los que se niegan a creer en él, designados
habitualmente con el nombre genérico de "los judíos". Jesús no vino a "juzgar" al mundo, sino
a salvarlo. Pero, por el simple hecho de manifestarse a los hombres, él los pone ante una
O
Jerusalén, este Evangelio habla de tres Pascuas celebradas en la Ciudad santa. Más aún, casi
toda la actividad pública del Señor, se desarrolla dentro del marco litúrgico de alguna festividad
judía. En lugar de las parábolas del Reino utilizadas a manera de comparaciones, tan
características de los otros Evangelios, Juan se vale de breves y expresivas alegorías, como
por ejemplo, la de la vid y los sarmientos y la del buen Pastor. También emplea diversos
"símbolos" para referirse a la persona de Jesús y a los bienes que él brinda a los hombres: en
especial, el "agua" y el "pan" le sirven para hacer una verdadera "catequesis sacramental"
SY
O
"Este es aquel del que yo dije:
EM
me ha precedido,
D
17 porque la Ley fue dada por medio de Moisés,
de los pecados" (Mc. 1. 4). El cuarto Evangelio, en cambio, lo presenta como "testigo"
de Jesús (1. 6-8). "Juan da testimonio de él" (1. 15), y ese testimonio se resume en la
célebre expresión: "Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (1. 29).
Dos discípulos de Juan reciben su testimonio. Ellos a su vez lo transmiten a otros, y así
ST
O
Juan nos narra siete de esos "signos" de Jesús: el agua convertida en vino en las bodas
de Caná (2. 1-12), la curación del hijo de un funcionario real (4. 4654), la curación de un
paralítico en la piscina de Betsata (5. 1-18), la multiplicación de los panes (6. 1-15), la
marcha de Jesús sobre el agua (6. 1621), la curación del ciego de nacimiento (9. 1-41) y
EM
la resurrección de Lázaro
(11. 1-44). En cuanto a la pesca milagrosa (21. 1-14), que sería el octavo signo, fue
añadido después de la primera redacción del Evangelio.
A la vista de estas obras, algunos supieron descubrir la realidad oculta detrás del
"signo" y "creyeron en él" (2. 11). Otros, en cambio, se obstinaron en su incredulidad: "A
pesar de los muchos signos que hizo en su presencia, ellos no creyeron en él" (12. 37).
Esta permanente confrontación entre la fe y la incredulidad, entre la luz y las tinieblas,
D
entre la vida y la muerte, constituye el trasfondo del drama descrito en el cuarto
Evangelio.
EL VINO NUEVO Y EL NUEVO TEMPLO
En el transcurso de un banquete nupcial, Jesús realiza el primer "signo", anticipando su
"hora" a pedido de María. En el Antiguo Testamento, los tiempos mesiánicos son
LS
representados con frecuencia como un banquete de bodas, y la abundancia de vino
simboliza el gozo de la salvación. A su vez, el "buen vino" de las bodas de Caná
significa la Sangre de Cristo con que fue inaugurada la Nueva Alianza.
Luego, a través del relato de la purificación del Templo profanado por los vendedores y
los cambistas, Juan nos presenta a Jesús como el instaurador de un nuevo culto, que
ya no está reservado a un pueblo o un lugar privilegiados. Es el culto "en espíritu y en
verdad" (4. 23). Dentro de él, su cuerpo resucitado es el nuevo Templo, la verdadera
O
Jesús le dijo: "No tienen vino". 4 Jesús le respondió: "Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros?
Mi hora no ha llegado todavía". 5 Pero su madre dijo a los sirvientes: "Hagan todo lo que él les
diga".
6 Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que
ST
contenían unos cien litros cada una. 7 Jesús dijo a los sirvientes: "Llenen de agua estas
tinajas". Y las llenaron hasta el borde. 8 "Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado
del banquete". Así lo hicieron. 9 El encargado probó el agua cambiada en vino y como
ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al
esposo 10 y le dijo: "Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se
trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento". 11
SY
Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su
gloria, y sus discípulos creyeron en él. 12 Después de esto, descendió a Cafarnaún con su
dicho: "Ustedes tienen que renacer de lo alto". 8 El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz,
pero no sabes de dónde viene ni adónde va.Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del
O
Espíritu". 9 "¿Cómo es posible todo esto?", le volvió a preguntar Nicodemo. 10 Jesús le
EM
aseguro que nosotros hablamosde lo que sabemos y damos testimonio de lo
cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando les hable
de las cosas del cielo? 13 Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del
D
cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo.
tengan Vida eterna. 16 Porque Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que
todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo
para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. 18 El que cree en él, no es
O
condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo
único de Dios. 19 En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las
O
tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. 20 Todo el que obra mal
se acerca a la luz,
SY
hubieras pedido,y él te habría dado agua viva". 11 "Señor, le dijo ella, no tienes nada para
O
dado este pozo, donde él bebió, lo mismo que sus hijos y sus animales?". 13 Jesús le
respondió:
EM
tendrá nuevamente sed,
D
El agua que yo le daré
se convertirá en él en manantial
necesite venir hasta aquí a sacarla". 16 Jesús le respondió: "Ve, llama a tu marido y vuelve
aquí". 17 La mujer respondió: "No tengo marido". Jesús continuó: "Tienes razón al decir que no
tienes marido, 18 porque has tenido cinco y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has
O
dicho la verdad". 19 La mujer le dijo: "Señor, veo que eres un profeta. 20 Nuestros padres
adoraron en esta montaña, y ustedes dicen que es en Jerusalén donde se debe adorar". 21
Jesús le respondió:
O
se adorará al Padre.
porque la salvación viene de los judíos. 23 Pero la hora se acerca, y ya ha llegado,en que los
Biblia Católica 2113
Muchos más creyeron en él, a causa de su palabra. 42 Y decían a la mujer: "Ya no creemos
por lo que tú has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es verdaderamente
el Salvador del mundo".
Regreso de Jesús a Galilea
43 Transcurridos los dos días, Jesús partió hacia Galilea. 44 Él mismo había declarado que un
profeta no goza de prestigio en su propio pueblo. 45 Pero cuando llegó, los galileos lo
recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la Pascua;
O
ellos también, en efecto, habían ido a la fiesta.
Curación del hijo de un funcionario real
Mt. 8. 5-13 Lc. 7. 1-10
46 Y fue otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había allí un
EM
funcionario real, que tenía su hijo enfermo en Cafarnaún. 47 Cuando supo que Jesús había
llegado de Judea y se encontraba en Galilea, fue a verlo y le suplicó que bajara a curar a su
hijo moribundo. 48 Jesús le dijo: "Si no ven signos y prodigios, ustedes no creen". 49 El
funcionario le respondió: "Señor, baja antes que mi hijo se muera". 50 "Vuelve a tu casa, tu hijo
vive", le dijo Jesús.
El hombre creyó en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. 51 Mientras
descendía, le salieron al encuentro sus servidores y le anunciaron que su hijo vivía. 52 Él les
D
preguntó a qué hora se había sentido mejor. "Ayer, a la una de la tarde, se le fue la fiebre", le
respondieron. 53 El padre recordó que era la misma hora en que Jesús le había dicho: "Tu hijo
vive". Y entonces creyó él y toda su familia. 54 Este fue el segundo signo que hizo Jesús
cuando volvió de Judea a Galilea.
LA VIDA ETERNA
LS
La obra de Jesús es la perfecta manifestación de la actividad del Padre, que siempre
sigue creando el universo y dándole vida. Un "signo" de esto es la curación del paralítico
tendido junto a una piscina de Jerusalén. "El que escucha mi palabra y cree en aquel
que me ha enviado, tiene Vida eterna y no está sometido al juicio" (5. 24). Al realizar
esa curación en sábado, Jesús provoca la reacción de "los judíos". Frente a ella, él se
remite al testimonio del Padre, manifestado en sus obras, y al que dan en su favor las
mismas Escrituras.
O
A continuación, y en respuesta a los anhelos más profundos del corazón humano, Jesús
se revela como "el pan vivo bajado del cielo para la Vida del mundo" (6. 51). Este es el
significado que da Juan a la multiplicación de los panes, en un largo discurso que se
refiere a la vez al Pan de la Palabra y al Pan de la Eucaristía. Tan asombrosa revelación
O
aleja a muchos, pero también arranca a Pedro la célebre profesión de fe: "Tú tienes
palabras de Vida eterna" (6.68).
Curación de un enfermoen la piscina de Betsata
5 1 Después de esto, se celebraba una fiesta de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. 2 Junto
ST
a la puerta de las Ovejas, en Jerusalén, hay una piscina llamada en hebreo Betsata, que tiene
cinco pórticos. 3 Bajo estos pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, lisiados y
paralíticos, que esperaban la agitación del agua. 4 . 5 Había allí un hombre que estaba
enfermo desde hacía treinta y ocho años. 6 Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo
que estaba así, Jesús le preguntó: "¿Quieres curarte?". 7 Él respondió: "Señor, no tengo a
nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro
SY
O
testimonio de un hombre; si digo esto es para la salvación de ustedes. 35 Juan era la
lámparaque arde y resplandece, y ustedes han querido gozar un instantede su luz. 36 Pero el
EM
testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: son las obras que el Padre me encargó
llevar a cabo. Estas obras que yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado. 37 Y el
Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su rostro, 38 y su palabra no permanece en
D
ustedes, porque no creen al que él envió. 39 Ustedes examinan las Escrituras, porque en ellas
piensan encontrar Vida eterna: ellas dan testimonio de mí, 40 y sin embargo, ustedes no
quieren venir a mí para tener Vida. 41 Mi gloria no viene de los hombres. 42 Además, yo los
LS
conozco: el amor de Dios no está en ustedes. 43 He venido en nombre de mi Padre y ustedes
no me reciben, pero si otro viene en su propio nombre, a ese sí lo van a recibir. 44 ¿Cómo es
posible que crean, ustedes que se glorifican unos a otros y no se preocupan por la gloria que
O
viene sólo de Dios? 45 No piensen que soy yo el que los acusaré ante el Padre; el que los
46 Si creyeran en Moisés,
32 Jesús respondió:
"Les aseguro
O
que no es Moisés el que les dio el pan del cielo;
EM
33 porque el pan de Dios
es el que desciende del cielo y da Vida al mundo". 34 Ellos le dijeron: "Señor, danos siempre
D
de ese pan". 35 Jesús les respondió: "Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá
hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed. 36 Pero ya les he dicho: ustedes me han visto y
sin embargo no creen. 37 Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí yo no lo
LS
rechazaré, 38 porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de aquel que me
envió. 39 La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio,
sino que lo resucite en el último día. 40 Esta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y
O
cree en él, tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día". 41 Los judíos murmuraban
a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora: "Yo he bajado del cielo"?". 43 Jesús tomó
la palabra y les dijo: "No murmuren entre ustedes. 44 Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el
Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día. 45 Está escrito en el libro de los
Profetas:
SY
O
El que coma de este panvivirá eternamente". 59 Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de
Cafarnaún. 60 Después de oírlo, muchos de sus discípulos decían: "¡Es duro este lenguaje!
¿Quién puede escucharlo?". 61 Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo:
EM
"¿Esto
los escandaliza? 62 ¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde
estaba antes?
63 El Espíritu es el que da Vida,
la carne de nada sirve.
Las palabras que les dije son Espíritu y Vida.
La profesión de fe de Pedro
D
64 Pero hay entre ustedes algunos que no creen". En efecto, Jesús sabía desde el primer
momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. 65 Y agregó: "Por
eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede". 66 Desde ese
momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo. 67 Jesús
preguntó entonces a los Doce: "¿También ustedes quieren irse?". 68 Simón Pedro le
respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. 69 Nosotros hemos
LS
creído y sabemos que eres el Santo de Dios". 70 Jesús continuó: "¿No soy yo, acaso, el que
los eligió a ustedes, los Doce? Sin embargo, uno de ustedes es un demonio". 71 Jesús
hablaba de Judas, hijo de Simón Iscariote, que era uno de los Doce, el que lo iba a entregar.
LA LUZ DEL MUNDO
El tema de la decisión a favor o en contra de Jesús está presente a lo largo de todo el
cuarto Evangelio. Este tema adquiere un dramatismo particular en los capítulos
O
siguientes, que agrupan una serie de controversias sobre el origen del Mesías, surgidas
durante la fiesta de las Chozas. Él se declara superior a Abraham y se llama a sí mismo
"Yo Soy" (8. 24, 28, 58), que es el Nombre divino revelado a Moisés. Ante esta
afirmación "los judíos" quieren apedrearlo, pero su "hora" no ha llegado todavía.
O
La fiesta de las Chozas duraba una semana. El último día se hacía una oración para
pedir la lluvia. Era la "liturgia del agua". Ese día Jesús hace una solemne proclamación:
"El que tenga sed, venga a mí; y beba el que cree en mí" (7. 37-38). Así anunciaba que
su costado abierto en la Cruz sería la fuente de donde brotaría el agua viva del Espíritu.
ST
7 1 Después de esto, Jesús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los judíos
intentaban matarlo. 2 Se acercaba la fiesta judía de las Chozas, 3 y sus hermanos le dijeron:
O
33 Después Jesús dijo: "Poco tiempo estaré
EM
envió.
34 Me buscarán y no me encontrarán,
D
35 Los judíos comentaban entre ellos: "¿A dónde irá, para que no podamos
encontrarlo? ¿Acaso irá a reunirse con los judíos dispersos entre los paganos, para enseñar a
LS
los paganos? 36 ¿Qué quiso decir con estas palabras: "Me buscarán y no me encontrarán, y
37 El último día, el más solemne de la fiesta, Jesús, poniéndose de pie, exclamó: "El que tenga
sed, venga a mí; y beba 38 el que cree en mí". Como dice la Escritura: De su seno brotarán
O
manantiales de agua viva. 39 Él se refería al Espíritu que debían recibir los que creyeran en él.
Porque el
ST
Espíritu no había sido dado todavía, ya que Jesús aún no había sido glorificado.
41 Otros decían: "Este es el Mesías". Pero otros preguntaban: "¿Acaso el Mesías vendrá de
Galilea? 42 ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David y de Belén, el
Biblia Católica 2123
pronunció estas palabras en la sala del Tesoro, cuando enseñaba en el
O
Advertencia a los incrédulos
21 Jesús les dijo también: "Yo me voy, y ustedes me buscarán y morirán en su pecado. A
EM
donde yo voy, ustedes no pueden ir". 22 Los judíos se preguntaban: "¿Pensará matarse para
D
yo soy de lo alto.
LS
Ustedes son de este mundo,
y lo que aprendí de él
SY
O
envió. 43 ¿Por qué ustedes no comprenden mi lenguaje? Es
EM
por padre al demonio y quieren cumplir los deseos de su
D
padre de la mentira.
45 Pero a mí no me creen, porque les digo la verdad. 46 ¿Quién de ustedes probará que tengo
LS
pecado? Y si les digo la verdad, ¿por qué no me creen? 47 El que es de Dios escucha las
palabras de Dios; si ustedes no las escuchan, es porque no son de Dios". 48 Los judíos le
50 Yo no busco mi gloria;
ST
y es él el que juzga.
51 Les aseguro
SY
O
4 Debemos trabajar en las obras de aquel que me envió,
mientras es de día;
llega la noche,
cuando nadie puede trabajar.
EM
5 Mientras estoy en el mundo,
soy la luz del mundo".
6 Después que dijo esto, escupió en la tierra, hizo barro con la saliva y lo puso sobre los ojos
del ciego, 7 diciéndole: "Ve a lavarte a la piscina de Siloé", que significa "Enviado". El ciego
fue, se lavó y, al regresar, ya veía. 8 Los vecinos y los que antes lo habían visto mendigar, se
preguntaban: "¿No es este el que se sentaba a pedir limosna?". 9 Unos opinaban: "Es el
mismo". "No, respondían otros, es uno que se le parece". Él decía: "Soy realmente yo". 10
D
Ellos le dijeron: "¿Cómo se te han abierto los ojos?". 11 Él respondió: "Ese hombre que se
llama Jesús hizo barro, lo puso sobre mis ojos y me dijo: "Ve a lavarte a Siloé". Yo fui, me lavé
y vi". 12 Ellos le preguntaron: "¿Dónde está?". Él respondió: "No lo sé".
13 El que había sido ciego fue llevado ante los fariseos. 14 Era sábado cuando Jesús hizo
barro y le abrió los ojos. 15 Los fariseos, a su vez, le preguntaron cómo había llegado a ver. Él
les respondió: "Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo". 16 Algunos fariseos decían: "Ese
LS
hombre no viene de Dios, porque no observa el sábado". Otros replicaban: "¿Cómo un pecador
puede hacer semejantes signos?". Y se produjo una división entre ellos. 17 Entonces dijeron
nuevamente al ciego: "Y tú, ¿qué dices del que te abrió los ojos?". El hombre respondió: "Es un
profeta". 18 Sin embargo, los judíos no querían creer que ese hombre había sido ciego y que
había llegado a ver, hasta que llamaron a sus padres 19 y les preguntaron: "¿Es este el hijo de
ustedes, el que dicen que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?". 20 Sus padres
O
respondieron: "Sabemos que es nuestro hijo y que nació ciego, 21 pero cómo es que ahora ve
y quién le abrió los ojos, no lo sabemos. Pregúntenle a él: tiene edad para responder por su
cuenta". 22 Sus padres dijeron esto por temor a los judíos, que ya se habían puesto de
acuerdo para excluir de la sinagoga al que reconociera a Jesús como Mesías. 23 Por esta
O
¿Cómo te abrió los ojos?". 27 Él les respondió: "Ya se lo dije y ustedes no me han escuchado.
¿Por qué quieren oírlo de nuevo? ¿También ustedes quieren hacerse discípulos suyos?". 28
Ellos lo injuriaron y le dijeron: "¡Tú serás discípulo de ese hombre; nosotros somos discípulos
de Moisés! 29 Sabemos que Dios habló a Moisés, pero no sabemos de dónde es este". 30 El
hombre les respondió: "Esto es lo asombroso: que ustedes no sepan de dónde es, a pesar de
que me ha abierto los ojos. 31 Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí al que
lo honra y cumple su voluntad. 32 Nunca se oyó decir que alguien haya abierto los ojos a un
SY
ciego de nacimiento. 33 Si este hombre no viniera de Dios, no podría hacer nada". 34 Ellos le
respondieron: "Tú naciste lleno de pecado, y ¿quieres darnos lecciones?". Y lo echaron.
Biblia Católica 2129
y la tengan en abundancia.
O
12 El asalariado, en cambio, que no es el pastor
EM
cuando ve venir al lobo
13 Como es asalariado,
D
no se preocupa por las ovejas.
conozco al Padre– y doy mi vida por las ovejas. 16 Tengo, además, otras ovejas que no son de
este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y
O
un solo Pastor. 17 El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla. 18 Nadie me la
quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla: este es el
O
mandato que recibí de mi Padre". 19 A causa de estas palabras, se produjo una nueva división
Muchos de ellos decían: "Está poseído por un demonio y delira. ¿Por qué lo
Si no hago las obras de mi Padre, no me crean; 38 pero si las hago, crean en las obras,
aunque no me crean a mí. Así reconocerán y sabrán que el Padre está en mí y yo en el Padre".
O
39 Ellos intentaron nuevamente detenerlo, pero él se les escapó de las manos. 40 Jesús volvió
EM
quedó allí. 41 Muchos fueron a verlo, y la gente decía: "Juan no ha hecho ningún
signo, pero todo lo que dijo de este hombre era verdad". 42 Y en ese lugar muchos
D
creyeron en él.
LA CERCANÍA DE LA "HORA" DE JESÚS
Así como la curación del ciego de nacimiento significa que Cristo es la Luz del mundo,
así también el retorno de Lázaro a la vida constituye para Juan el "signo" de que Jesús
es "la Resurrección y la Vida" (11.25). Y como todos los demás "signos", este
particularmente lleva a unos a la fe –expresada en las palabras de Marta: "Creo que tú
LS
eres el Mesías, el Hijo de Dios" (11.27)– y a otros, al endurecimiento en su incredulidad.
A partir de ese momento, la oposición llega a su punto culminante. Los adversarios de
Jesús, alarmados por su popularidad, resuelven quitarle la vida. Se acerca su "hora", y
él la asume decididamente: para eso ha venido al mundo. Como "el grano de trigo", él
debe morir a fin de producir "mucho fruto" (12.24). Es el fruto que se manifestará en su
gloriosa Resurrección, cuyo "signo" anticipado es la resurrección de Lázaro.
O
La resurrección de Lázaro
11 1 Había un hombre enfermo, Lázaro de Betania, del pueblo de María y de su hermana
Marta. 2 María era la misma que derramó perfume sobre el Señor y le secó los pies con sus
cabellos. Su hermano Lázaro era el que estaba enfermo. 3 Las hermanas enviaron a decir a
O
Jesús: "Señor, el que tú amas, está enfermo". 4 Al oír esto, Jesús dijo: "Esta enfermedad no es
mortal; es para gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella".
5 Jesús quería mucho a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6 Sin embargo, cuando oyó que este
se encontraba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. 7 Después dijo a sus
ST
discípulos: "Volvamos a Judea". 8 Los discípulos le dijeron: "Maestro, hace poco los judíos
querían apedrearte, ¿y quieres volver allá?". 9 Jesús les respondió:
"¿Acaso no son doce las horas del día?
El que camina de día no tropieza,
porque ve la luz de este mundo;
10 en cambio, el que camina de noche tropieza,
porque la luz no está en él".
SY
11 Después agregó: "Nuestro amigo Lázaro duerme, pero yo voy a despertarlo". 12 Sus
discípulos le dijeron: "Señor, si duerme, se curará". 13 Ellos pensaban que hablaba del sueño,
Biblia Católica 2133
él. 46 Pero otros fueron a ver a los fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho. 47 Los
sumos sacerdotes y los fariseos convocaron un Consejo y dijeron: "¿Qué hacemos? Porque
este hombre realiza muchos signos. 48 Si lo dejamos seguir así, todos creerán en él, y los
romanos vendrán y destruirán nuestro Lugar santo y nuestra nación". 49 Uno de ellos, llamado
Caifás, que era Sumo Sacerdote ese año, les dijo: "Ustedes no comprenden nada. 50 ¿No les
parece preferible que un solo hombre muera por el pueblo y no que perezca la nación entera?".
51 No dijo eso por sí mismo, sino que profetizó como Sumo Sacerdote que Jesús iba a morir
O
por la nación, 52 y no solamente por la nación, sino también para congregar en la unidad a los
hijos de Dios que estaban dispersos. 53 A partir de ese día, resolvieron que debían matar a
Jesús. 54 Por eso él no se mostraba más en público entre los judíos, sino que fue a una región
próxima al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y allí permaneció con sus discípulos.
EM
55 Como se acercaba la Pascua de los judíos, mucha gente de la región había subido a
Jerusalén para purificarse. 56 Buscaban a Jesús y se decían unos a otros en el Templo: "¿Qué
les parece, vendrá a la fiesta o no?". 57 Los sumos sacerdotes y los fariseos habían dado
orden de que si alguno conocía el lugar donde él se encontraba, lo hiciera saber para
detenerlo.
La unción de Jesús en Betania
Mt. 26. 6-13 Mc. 14. 3-9
D
12 1 Seis días antes de la Pascua, Jesús volvió a Betania, donde estaba Lázaro, al que había
resucitado. 2 Allí le prepararon un cena: Marta servía y Lázaro era uno de los comensales. 3
María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él los pies de
Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia del perfume. 4 Judas
Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dijo: 5 "¿Por qué no se vendió este
perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?". 6 Dijo esto, no porque se
LS
interesaba por los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa
común, robaba lo que se ponía en ella. 7 Jesús le respondió: "Déjala. Ella tenía reservado este
perfume para el día de mi sepultura. 8 A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí
no me tendrán siempre".
9 Entre tanto, una gran multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí, y fueron, no sólo
por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado. 10 Entonces los sumos
O
para la fiesta, se enteró de que Jesús se dirigía a Jerusalén. 13 Y, tomando hojas de palmera,
salieron a su encuentro y lo aclamaban diciendo:
"¡Hosana! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor,
ST
el rey de Israel!".
14 Al encontrar un asno, Jesús montó sobre él, conforme a lo que está escrito:
ya viene tu rey,
Biblia Católica 2135
oyó por mí, sino por ustedes.
O
atraeré a todos hacia mí". 33 Jesús decía esto para indicar cómo iba a morir. 34 La multitud le
EM
respondió: "Sabemos por la Ley que el Mesías permanecerá para siempre. ¿Cómo puedes
decir: "Es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto"? ¿Quién es ese Hijo del
hombre?". 35 Jesús les respondió:
"La luz está todavía entre ustedes,
D
Caminen mientras tengan la luz,
crean en la luz
O
La fe y la incredulidad
Después de hablarles así, Jesús se fue y se ocultó de ellos. 37 A pesar de los muchos signos
que hizo en su presencia, ellos no creyeron en él. 38 Así debía cumplirse el oráculo del profeta
Isaías, que dice:
ST
O
simbólico, el autor de este Evangelio nos ha transmitido el "testamento del Señor",
contenido en su discurso de despedida y en su oración sacerdotal al Padre.
Muchos temas se mezclan en ese "testamento" espiritual, pero entre todos se destaca
la insistencia con que Jesús exhorta a sus discípulos a vivir íntimamente unidos,
EM
amándose como él los amó (13. 34-35; 15. 12-13, 17). Para no dejarlos "huérfanos", él
les promete un "Abogado", que es el Espíritu de la verdad (14. 16-17, 26; 15. 26; 16. 7-
15). Ese Espíritu dará testimonio de Jesús en el corazón de los creyentes, les ayudará a
comprender sus enseñanzas y hará posible que se cumpla la súplica del Señor: "Padre,
que todos sean uno, como nosotros somos uno" (17. 21-22).
El lavatorio de los pies
13 1 Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este
D
mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el
fin. 2 Durante la Cena, cuando el demonio ya había inspirado a Judas Iscariote, hijo de Simón,
el propósito de entregarlo, 3 sabiendo Jesús que el Padre había puesto todo en sus manos y
que él había venido de Dios y volvía a Dios, 4 se levantó de la mesa, se sacó el manto y
tomando una toalla se la ató a la cintura. 5 Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar
LS
los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura.
6 Cuando se acercó a Simón Pedro, este le dijo: "¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?". 7
Jesús le respondió: "No puedes comprender ahora lo que estoy haciendo, pero después lo
comprenderás". 8 "No, le dijo Pedro, ¡tú jamás me lavarás los pies a mí!". Jesús le respondió:
"Si yo no te lavo, no podrás compartir mi suerte". 9 "Entonces, Señor, le dijo Simón Pedro, ¡no
sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!". 10 Jesús le dijo: "El que se ha bañado no
necesita lavarse más que los pies, porque está completamente limpio. Ustedes también están
O
limpios, aunque no todos". 11 Él sabía quién lo iba a entregar, y por eso había dicho: "No todos
ustedes están limpios".
12 Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo:
"¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? 13 Ustedes me llaman Maestro y Señor; y
O
tienen razón, porque lo soy. 14 Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies,
ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. 15 Les he dado el ejemplo, para que
hagan lo mismo que yo hice con ustedes.
16 Les aseguro
ST
19 Les digo esto desde ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy.
Biblia Católica 2139
El anuncio de las negaciones de Pedro
O
puedes seguirme ahora, pero más adelante me seguirás". 37 Pedro le preguntó: "Señor, ¿por
qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti". 38 Jesús le respondió: "¿Darás tu vida
por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces".
EM
Jesús, camino hacia el Padre14 1 "No se inquieten.Crean en Dios y crean también en mí. 2
En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes.
Yo voy a prepararles un lugar. 3 Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra
vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. 4 Ya conocen
D
el camino del lugar adonde voy". 5 Tomás le dijo: "Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo
vamos a conocer el
8 Felipe le dijo: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta". 9 Jesús le respondió: "Felipe,
ST
hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha
visto al Padre. ¿Cómo dices: "Muéstranos al Padre"? 10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y
que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el
SY
que hace las obras. 11 Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al
paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman! 28 Me han oído decir: "Me voy y
volveré a ustedes". Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre
O
es más grande que yo. 29 Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla,
EM
porque está por llegar el Príncipe de este mundo:
D
y obro como él me ha ordenado.
Levántense, salgamos de aquí.
16 No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné
para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi
O
Nombre, él se lo concederá. 17 Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.
EM
18 Si el mundo los odia,
D
Pero como no son del mundo,
sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia. 20 Acuérdense de lo que les dije: el
LS
servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a
ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes. 21 Pero los tratarán
les hubiera hablado,no tendrían pecado; pero ahora su pecado no tiene disculpa. 23 El que me
odia, odia también a mi Padre. 24 Si yo no hubiera hecho entre ellos obras que ningún otro
O
realizó, no tendrían pecado. Pero ahora las han visto, y sin embargo, me odian a mí y a mi
que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará
SY
testimonio de mí. 27 Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el
"Recibirá de lo mío
O
y se lo anunciará a ustedes".
EM
La vuelta de Jesús al Padre
17 Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: "¿Qué significa esto
D
que nos dice: "Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver"?
LS
¿Y qué significa: "Yo me voy al Padre"?". 18 Decían: "¿Qué es este poco de tiempo?
interrogarlo y les dijo: "Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras:
"Dentro de poco, ya no me verán,
O
se olvida de su dolor,
SY
por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo. 22 También ustedes ahora
Biblia Católica 2147
Pero no, no estoy solo,
O
33 Les digo esto
EM
para que encuentren la paz en mí.
D
pero tengan valor:
LS
yo he vencido al mundo".
glorifica a tu Hijo
ellos he sido glorificado. 11 Ya no estoy más en el mundo, pero ellos están en él; y yo vuelvo a
ti. Padre santo, cuídalos en tu Nombre –el Nombre que tú me diste– para que sean uno, como
O
nosotros. 12 Mientras estaba con ellos, yo los cuidaba en tu Nombre –el Nombre que tú me
diste– yo los protegía y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que
EM
se cumpliera la Escritura. 13 Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el mundo, para que mi
D
porque ellos no son del mundo,
17 Conságralos en la verdad:
tu palabra es verdad.
O
O
Cristo, como "signos" del Bautismo y la Eucaristía, donde se comunica y alimenta la
Vida en el Espíritu.
El arresto de Jesús
Mt. 26. 30, 36, 47-56 Mc. 14. 26, 32, 43-52 Lc. 22. 39, 47-53
EM
18 1 Después de haber dicho esto, Jesús fue con sus discípulos al otro lado del torrente
Cedrón. Había en ese lugar una huerta y allí entró con ellos. 2 Judas, el traidor, también
conocía el lugar porque Jesús y sus discípulos se reunían allí con frecuencia. 3 Entonces
Judas, al frente de un destacamento de soldados y de los guardias designados por los sumos
sacerdotes y los fariseos, llegó allí con faroles, antorchas y armas. 4 Jesús, sabiendo todo lo
que le iba a suceder, se adelantó y les preguntó: "¿A quién buscan?". 5 Le respondieron: "A
Jesús, el Nazareno". Él les dijo: "Soy yo". Judas, el que lo entregaba, estaba con ellos. 6
D
Cuando Jesús les dijo: "Soy yo", ellos retrocedieron y cayeron en tierra. 7 Les preguntó
nuevamente: "¿A quién buscan?". Le dijeron: "A Jesús, el Nazareno". 8 Jesús repitió: "Ya les
dije que soy yo. Si es a mí a quien buscan, dejen que estos se vayan". 9 Así debía cumplirse la
palabra que él había dicho: "No he perdido a ninguno de los que me confiaste".
10 Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al servidor del Sumo
LS
Sacerdote, cortándole la oreja derecha. El servidor se llamaba Malco. 11 Jesús dijo a Simón
Pedro: "Envaina tu espada. ¿Acaso no beberé el cáliz que me ha dado el Padre?".
y lo ataron. 13 Lo llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, Sumo Sacerdote
aquel año. 14 Caifás era el que había aconsejado a los judíos: "Es preferible que un solo
hombre muera por el pueblo".
La primera negación de Pedro
O
Sacerdote, salió, habló a la portera e hizo entrar a Pedro. 17 La portera dijo entonces a Pedro:
"¿No eres tú también uno de los discípulos de ese hombre?". Él le respondió: "No lo soy". 18
Los servidores y los guardias se calentaban junto al fuego, que habían encendido porque hacía
frío. Pedro también estaba con ellos, junto al fuego.
Jesús ante el Sumo Sacerdote
Mt. 26. 59-66 Mc. 14. 55-64 Lc. 22. 66-71
19 El Sumo Sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de su enseñanza. 20
SY
O
crucifíquenlo. Yo no encuentro en él ningún motivo para condenarlo". 7 Los judíos
respondieron: "Nosotros tenemos una Ley, y según esa Ley debe morir porque él pretende ser
Hijo de Dios".
8 Al oír estas palabras, Pilato se alarmó más todavía. 9 Volvió a entrar en el pretorio y preguntó
EM
a Jesús: "¿De dónde eres tú?". Pero Jesús no le respondió nada. 10 Pilato le dijo: "¿No
quieres hablarme? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y también para crucificarte?".
11 Jesús le respondió: "Tú no tendrías sobre mí ninguna autoridad, si no la hubieras recibido
de lo alto. Por eso, el que me ha entregado a ti ha cometido un pecado más grave".
Jesús condenado a muerte
12 Desde ese momento, Pilato trataba de ponerlo en libertad. Pero los judíos gritaban: "Si lo
sueltas, no eres amigo del César, porque el que se hace rey se opone al César". 13 Al oír esto,
D
Pilato sacó afuera a Jesús y lo hizo sentar sobre un estrado, en el lugar llamado "el
Empedrado", en hebreo, "Gábata".
14 Era el día de la Preparación de la Pascua, alrededor del mediodía. Pilato dijo a los judíos:
"Aquí tienen a su rey". 15 Ellos vociferaban: "¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícalo!". Pilato les dijo:
"¿Voy a crucificar a su rey?". Los sumos sacerdotes respondieron: "No tenemos otro rey que el
César". 16 Entonces Pilato se lo entregó para que lo crucificaran, y ellos se lo llevaron.
LS
La crucifixión de Jesús
Mt. 27. 32-33, 37-38 Mc. 15. 22, 25-27 Lc. 23. 33, 38 17 Jesús, cargando sobre sí la cruz, salió
de la ciudad para dirigirse al lugar llamado "del Cráneo", en hebreo, "Gólgota". 18 Allí lo
crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado y Jesús en el medio. 19 Pilato redactó una
inscripción que decía: "Jesús el Nazareno, rey de los judíos", y la hizo poner sobre la cruz. 20
Muchos judíos leyeron esta inscripción, porque el lugar donde Jesús fue crucificado quedaba
O
cerca de la ciudad y la inscripción estaba en hebreo, latín y griego. 21 Los sumos sacerdotes
de los judíos dijeron a Pilato: "No escribas: "El rey de los judíos", sino: "Este ha dicho: Yo soy
el rey de los judíos"". 22 Pilato respondió: "Lo escrito, escrito está".
El sorteo de las vestiduras
O
Vamos a sortearla, para ver a quién le toca". Así se cumplió la Escritura que dice:
Se repartieron mis vestiduras
y sortearon mi túnica.
Esto fue lo que hicieron los soldados.
Jesús y su madre
25 Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de
Cleofás, y María Magdalena. 26 Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba,
SY
Jesús le dijo: "Mujer, aquí tienes a tu hijo". 27 Luego dijo al discípulo: "Aquí tienes a tu madre".
Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.
Biblia Católica 2155
Señor y no sabemos dónde lo han puesto".
3 Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. 4 Corrían los dos juntos, pero el otro
discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. 5 Asomándose al sepulcro, vio las
vendas en el suelo, aunque no entró. 6 Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en
el sepulcro: vio las vendas en el suelo 7 y también el sudario que había cubierto su cabeza;
este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. 8 Luego entró el otro
discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él vio y creyó. 9 Todavía no habían
O
comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos. 10 Los discípulos
regresaron entonces a su casa.
La aparición de Jesús a María Magdalena
Mc. 16. 9-11
EM
11 María se había quedado afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se asomó al
sepulcro 12 y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los
pies del lugar donde había sido puesto el cuerpo de Jesús. 13 Ellos le dijeron: "Mujer, ¿por qué
lloras?". María respondió: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto". 14
Al decir esto se dio vuelta y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció. 15 Jesús le
preguntó: "Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?". Ella, pensando que era el cuidador de la
huerta, le respondió: "Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo iré a buscarlo".
D
16 Jesús le dijo: "¡María!". Ella lo reconoció y le dijo en hebreo: "¡Raboní!", es decir,
"¡Maestro!". 17 Jesús le dijo: "No me retengas, porque todavía no he subido al Padre. Ve a
decir a mis hermanos: "Subo a mi Padre, el Padre de ustedes; a mi Dios, el Dios de ustedes"".
18 María Magdalena fue a anunciar a los discípulos que había visto al Señor y que él le había
dicho esas palabras.
Apariciones de Jesús a los discípulos
LS
Mt. 28. 16-20 Mc. 16. 14-18 Lc. 24. 36-49
19 Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del
lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en
medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". 20 Mientras decía esto, les mostró sus
manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. 21 Jesús les
dijo de nuevo: "¡La paz esté con ustedes!
O
24 Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó
Jesús. 25 Los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!". Él les respondió: "Si no veo
la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano
en su costado, no lo creeré". 26 Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos
reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las
puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". 27 Luego dijo a
Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: métela en mi costado. En
SY
adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe". 28 Tomás respondió: "¡Señor mío y Dios mío!".
29 Jesús le dijo:
Biblia Católica 2157
viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará
y te llevará a donde no quieras". 19 De esta manera, indicaba con qué muerte Pedro debía
glorificar a Dios. Y después de hablar así, le dijo: "Sígueme".
El futuro de Juan
O
20 Pedro, volviéndose, vio que lo seguía el discípulo al que Jesús amaba, el mismo que
durante la Cena se había reclinado sobre Jesús y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el
que te va a entregar?". 21 Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús: "Señor, ¿y qué será de
este?". 22 Jesús le respondió: "Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa? Tú
EM
sígueme". 23 Entonces se divulgó entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no
moriría, pero Jesús no había dicho aPedro: "Él no morirá", sino: "Si yo quiero que él quede
hasta mi venida, ¿qué te importa?".
Conclusión
24 Este mismo discípulo es el que da testimonio de estas cosas y el que las ha escrito, y
sabemos que su testimonio es verdadero.
25 Jesús hizo también muchas otras cosas. Si se las relatara detalladamente, pienso que no
bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían.
D
1 1. "Al principio": esta expresión recuerda el primer capítulo del Génesis, pero aquí no se
refiere al comienzo del mundo, sino al "principio" en sentido absoluto, cuando nada existía
fuera de Dios.
5. La "luz" es la Palabra (8. 12; 9. 5), las "tinieblas" son las fuerzas del mal (Col. 1. 13). Otros
traducen: "No la comprendieron" o "no la vencieron".
LS
6-8. El himno se interrumpe para rebatir a los partidarios del Bautista, que lo consideraban el
Mesías.
1 "A los que creen en su Nombre": esta es una expresión semítica que indica la fe en la
Persona de Jesús.
2 Se trata de una generación espiritual que da la Vida eterna, contrapuesta a la
generación carnal, principio de la vida puramente natural. Ver 3. 3-7.
3 "Carne", en el lenguaje de la Biblia, designa todo el hombre en su debilidad de ser
O
"Habitó entre nosotros", literalmente, "plantó su carpa", a la manera de los nómadas. El texto
alude a la Morada del Señor en medio del campamento israelita durante la marcha por el
O
16. "Gracia sobre gracia" puede significar que la gracia de la Antigua Alianza entre Dios y los
hombres fue completada por la gracia de la Nueva Alianza, realizada por medio de Jesús; o
bien, que la gracia de Jesús concedida siempre más y más a los creyentes (10. 10),
corresponde a la que él recibió del Padre en toda su plenitud (v. 14).
1 "Levitas": ver nota Lc. 10. 32.
2 Ver nota Mt. 1. 16.
SY
3 Los judíos preguntan a Juan si él es Elías, porque algunas corrientes mesiánicas del
Judaísmo esperaban la venida de Elías como precursor del Mesías (Mal. 3. 2324). Asimismo le
Biblia Católica 2159
27. La sorpresa de los discípulos refleja los prejuicios que alejaban a los maestros de la Ley
del trato con las mujeres, a causa de la poca estima que se tenía de ellas.
35. Los "campos maduros para la siega" simbolizan a los samaritanos dispuestos a recibir la
Buena Noticia del Reino de Dios.
44. Ver Mt. 13. 57; Lc. 4. 24.
5 4. "Porque el Ángel del Señor descendía cada tanto a la piscina y movía el agua. El primero
que entraba en la piscina, después que el agua se agitaba, quedaba curado, cualquiera fuera
O
su mal". Este texto está omitido en los mejores manuscritos antiguos.
14. Las palabras de Jesús significan que la curación del paralítico es un signo de la
resurrección a la Vida eterna, a la cual se opone el pecado.
17. Los judíos observan el descanso del sábado, fundándose en el reposo de Dios, el séptimo
EM
día de la creación (Gn. 2. 2). Pero la acción de Dios nunca cesa: por eso Jesús, vinculando su
acción con la del Padre, justifica la curación del paralítico en sábado.
19. Todo este discurso desarrolla dos temas centrales: en primer lugar, el Padre ha dado al
Hijo la potestad de Juez soberano y el poder de comunicar la Vida eterna (vs. 19-30). En
segundo lugar, el Padre ha dado testimonio del Hijo por medio de Juan el Bautista (vs. 33-35),
a través de las obras realizadas por el mismo Jesús (vs. 36-38) y en toda la Escritura (vs. 39-
47).
D
33. Ver 1. 19-28.
6 7. "Denarios": ver nota Mt. 18. 28.
27. "Marcó con su sello": Dios confirmó públicamente la autoridad del Hijo del hombre,
manifestando su filiación divina a través de los signos que él realizaba.
31. Sal. 78. 24; 105. 40. Ver Éx. 16.
32-33. Según una creencia popular, el "maná" sería el alimento de la era mesiánica. Ver Apoc.
LS
2. 17. A lo largo de este discurso, Jesús se identifica con ese alimento.
45. Is. 54. 13.
63. La "carne", es decir, la naturaleza humana (ver nota 1. 14), no puede comprender por sí
misma el misterio de la Eucaristía. Sólo el Espíritu Santo puede darnos la inteligencia
necesaria para penetrar en este "misterio de fe".
69. "El Santo de Dios" es un título mesiánico. Ver Mc. 1. 24.
O
7 2. La fiesta "de las Chozas" –llamada así porque los peregrinos se alojaban en chozas– era
la fiesta de acción de gracias por la cosecha y recordaba la protección de Dios durante la
marcha por el desierto, después de la salida de Egipto. Ver Lev.
23. 34-36; Núm. 29. 12-38; Deut. 16. 13-15.
O
6-10. Jesús no tenía que ir públicamente a Jerusalén hasta que llegara su "tiempo", es decir,
su "hora". Por eso, en esta ocasión lo hizo en forma privada, cuando ya mediaba la fiesta. En
cambio, sus parientes podían ir en cualquier momento.
21. "Por una sola obra": alusión probable a la curación del paralítico (5. 1-9).
ST
23. Jesús justifica la curación del paralítico realizada en "sábado", razonando a la manera
rabínica. Ya que se consideraba la circuncisión como la curación de un miembro del cuerpo,
Jesús declara que si esa curación parcial se permitía en sábado, mucho más debía permitirse
una curación total.
27. Si bien se sabía que el Mesías iba a nacer en Belén (v. 42) era creencia común que
permanecería en un lugar oculto hasta el momento de iniciar su misión. Como todos conocían
a Jesús y sabían que era de Nazaret, no creían que fuera el Mesías. Ver nota 1. 46.
SY
34. Esta expresión de Jesús a los judíos se repite en 8. 21. También él la dirigió a sus
discípulos (13. 33), pero con diferente significado. A los primeros les advierte que ellos dejaron
Biblia Católica 2161
35-36. Jesús, razonando otra vez a la manera rabínica, concluye que si no es una blasfemia
llamar "dioses" a los jueces, mucho menos lo es que el Enviado del Padre se llame a sí mismo
Hijo de Dios.
11 9-10. Ver nota 9. 4.
44. Esta forma de sepultar era corriente entre los judíos.
48. "Lugar santo" puede significar el Templo, que era el Lugar santo por excelencia,
a o bien Jerusalén, o también toda la Palestina.
O
b 12 7. Jesús aprueba el gesto de María, interpretándolo como un homenaje anticipado a
su cuerpo puesto en el sepulcro.
EM
15. Zac. 9. 9.
20. Estos "griegos" eran paganos que simpatizaban con la religión de Moisés y, en cierta
medida, observaban su Ley.
23. La Glorificación de Jesús se realiza, no sólo en su Resurrección y su Ascensión, sino
también en su Muerte. Como el "grano de trigo" sepultado en la tierra, Jesús se revistió de
nueva Vida que fructifica en nosotros. Ver 13. 31-32; 16. 14; 17. 1-5.
27. Este texto recuerda la agonía de Jesús en Getsemaní, descrita especialmente en Lc. 22.
D
42-44.
36. Ver Ef. 5. 8; 1 Tes. 5. 5.
38. Is. 53. 1.
1 Is. 6. 10. Ver nota Mt. 13. 13.
2 Se trata de la visión de la gloria de Dios que tuvo Isaías en el Templo (Is. 6. 1-4),
interpretada como una visión anticipada de la "gloria de Jesús".
LS
13 1. Juan hace suya una interpretación hebrea de la palabra "Pascua" en el sentido de "paso",
aludiendo al paso de los israelitas a través del mar Rojo, cuando huían de los egipcios (Éx. 14).
El "paso" de Jesús de este mundo al Padre es la nueva Pascua, a la que nosotros debemos
asociarnos.
18. Sal. 41. 10.
O
23. Era costumbre oriental comer recostándose en almohadones y apoyándose sobre el brazo
izquierdo. Según la tradición, "el discípulo al que Jesús amaba" es el Apóstol Juan.
26. Ofrecer a un convidado un trozo de pan mojado en salsa era una muestra de agasajo y
amistad. Jesús lo hizo para mostrar al discípulo amado quién era el traidor y hacer a este un
O
16. "Paráclito", que significa abogado, protector y consolador, designa al Espíritu Santo. Jesús
habla de "otro" Paráclito, porque el Espíritu protegerá y guiará a los Apóstoles, cuando él haya
vuelto al Padre. Ver v. 26; 15. 26; 16. 7; 1 Jn. 2. 1.
30. El "Príncipe de este mundo" es el demonio, que iba a instigar a los responsables del Pueblo
judío para que pidieran la muerte de Jesús. Esa muerte, sin embargo, no iba a ser un triunfo
del demonio, sino el cumplimiento de la voluntad del Padre.
15 1. El Antiguo Testamento presenta frecuentemente a Israel como una viña elegida y
SY
cuidada por Dios (Is. 5. 1-7; Sal. 80. 9-12), de la cual él espera abundantes frutos (Ez. 15. 1-8).
Ver Mt. 21. 33-41.
Biblia Católica 2163
26-27. Estas palabras pronunciadas en un momento tan solemne, no parecen indicar
solamente un gesto de piedad filial de Jesús hacia su madre. Al llegar "su hora", Jesús declara
que la maternidad de María se extiende a todos los que creen en él, representados en el
discípulo amado.
28. Sal. 69. 22.
30. "Todo se ha cumplido": es decir, la voluntad del Padre expresada en la Escritura.
33. Quebrar las piernas de los ajusticiados tenía como objeto acelerar su muerte.
O
1 Éx. 12. 46; Sal. 34. 21.
2 Zac. 12. 10.
EM
17. "No me retengas": esta expresión parece significar que el tiempo de la presencia sensible
de Jesús ya ha pasado, porque a partir de su Resurrección, él pertenece al mundo celestial.
María Magdalena no debe, entonces, aferrarse a la presencia física del Señor, sino anunciar la
Buena Noticia de su triunfo sobre la muerte y su entrada en la gloria del Padre.
22. El "soplo" de Jesús simboliza al Espíritu Santo, principio de la nueva creación sobrenatural.
Ver Gn. 1. 2; 2. 7; Ez. 37. 9.
29. Se trata de los que creen por el testimonio de los Apóstoles. Ver 17. 20; Hech. 1. 8; 1 Ped.
D
1. 8.
21 18. Estas palabras son un anuncio sobre la suerte futura de Pedro, que en ese momento
tenía libertad de acción, pero después se vería sometido al arbitrio de sus enemigos.
1 Se trata de la Venida gloriosa de Jesús al fin de los tiempos.
2 Esta respuesta evasiva tiene como finalidad reprimir la curiosidad de Pedro acerca del
futuro de Juan.
LS
HECHOS DE LOS APÓSTOLES
En el Prólogo al libro de los HECHOS DE LOS APÓSTOLES, su autor remite expresamente a
un "primer Libro" escrito por él mismo, donde se narra lo que hizo y enseñó Jesús desde el
comienzo hasta el momento de su Ascensión al cielo (1. 1-2). El Libro a que alude es el tercer
Evangelio, y el autor es el evangelista san Lucas, que concibió y compuso estos dos Libros
O
como partes integrantes de una única obra. Sólo hacia el año 150, cuando los cristianos
reunieron los cuatro Evangelios en un mismo volumen, estas dos partes quedaron separadas.
Los "hechos" relatados en el Libro muestran cómo los Apóstoles dieron cumplimiento al
programa que el Señor resucitado les fijó antes de su partida: "Recibirán la fuerza del Espíritu
O
Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y
Samaría, y hasta los confines de la tierra" (1. 8). En el Evangelio de Lucas, el ministerio terreno
de Jesús comienza en Nazaret (Lc. 4. 16-21) y culmina en Jerusalén con la Pascua del Señor
(Lc. 9. 51). Y es precisamente de Jerusalén, de donde el mismo Lucas hace partir la acción
ST
Sin embargo, Lucas no es un simple cronista que pretende escribir la historia completa de los
orígenes cristianos, o presentar la penetración del Cristianismo en el mundo pagano como un
Biblia Católica 2165
dos momentos decisivos de esa apertura, que anticipa y prepara la evangelización del
mundo no judío.
El grupo de los Apóstoles
12 Los Apóstoles regresaron entonces del monte de los Olivos a Jerusalén: la distancia entre
ambos sitios es la que está permitida recorrer en día sábado. 13 Cuando llegaron a la ciudad,
subieron a la sala donde solían reunirse. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás,
Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Santiago. 14 Todos
O
ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de
María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.
La elección de Matías
15 Uno de esos días, Pedro se puso de pie en medio de los hermanos –los que estaban
EM
reunidos eran alrededor de ciento veinte personas– y dijo: 16 "Hermanos, era necesario que se
cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, habla de Judas, que fue
el jefe de los que apresaron a Jesús. 17 Él era uno de los nuestros y había recibido su parte en
nuestro ministerio. 18 Pero después de haber comprado un campo con el precio de su crimen,
cayó de cabeza, y su cuerpo se abrió, dispersándose sus entrañas. 19 El hecho fue tan
conocido por todos los habitantes de Jerusalén, que ese campo fue llamado en su idioma
Hacéldama, que quiere decir: "Campo de sangre". 20 En el libro de los Salmos está escrito:
D
Que su casa quede desierta
y nadie la habite.
Y más adelante:
Que otro ocupe su cargo.
21 Es necesario que uno de los que han estado en nuestra compañía durante todo el tiempo
que el Señor Jesús permaneció con nosotros, 22 desde el bautismo de Juan hasta el día de la
LS
ascensión, sea constituido junto con nosotros testigo de su resurrección".
23 Se propusieron dos: José, llamado Barsabás, de sobrenombre el Justo, y Matías. 24 Y
oraron así: "Señor, tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de los dos
elegiste 25 para desempeñar el ministerio del apostolado, dejado por Judas al irse al lugar que
le correspondía". 26 Echaron suertes, y la elección cayó sobre Matías, que fue agregado a los
once Apóstoles.
O
descendieron por separado sobre cada uno de ellos. 4 Todos quedaron llenos del Espíritu
Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse.
5 Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo. 6 Al oírse
este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar en
ST
su propia lengua. 7 Con gran admiración y estupor decían: "¿Acaso estos hombres que hablan
no son todos galileos? 8 ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua? 9
Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea, en
Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor, 10 en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia
Cirenaica, los peregrinos de Roma, 11 judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos
proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios".
Primer discurso de Pedro
SY
12 Unos a otros se decían con asombro: "¿Qué significa esto?". 13 Algunos, burlándose,
comentaban: "Han tomado demasiado vino". 14 Entonces, Pedro poniéndose de pie con los
Biblia Católica 2167
Siéntate a mi derecha,
O
Dios lo ha hecho Señor y Mesías".
Las primeras conversiones
37 Al oír estas cosas, todos se conmovieron profundamente, y dijeron a Pedro y a los otros
Apóstoles: "Hermanos, ¿qué debemos hacer?". 38 Pedro les respondió: "Conviértanse y
EM
háganse bautizar en el nombre de Jesucristo para que les sean perdonados los pecados, y así
recibirán el don del Espíritu Santo. 39 Porque la promesa ha sido hecha a ustedes y a sus
hijos, y a todos aquellos que están lejos: a cuantos el Señor, nuestro Dios, quiera llamar". 40 Y
con muchos otros argumentos les daba testimonio y los exhortaba a que se pusieran a salvo
de esta generación perversa. 41 Los que recibieron su palabra se hicieron bautizar; y ese día
se unieron a ellos alrededor de tres mil.
La primera comunidad cristiana
D
42 Todos se reunían asiduamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles y participar en
la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. 43 Un santo temor se apoderó de
todos ellos, porque los Apóstoles realizaban muchos prodigios y signos. 44 Todos los
creyentes se mantenían unidos y ponían lo suyo en común: 45 vendían sus propiedades y sus
bienes, y distribuían el dinero entre ellos, según las necesidades de cada uno. 46 Íntimamente
unidos, frecuentaban a diario el Templo, partían el pan en sus casas, y comían juntos con
LS
alegría y sencillez de corazón; 47 ellos alababan a Dios y eran queridos por todo el pueblo. Y
cada día, el Señor acrecentaba la comunidad con aquellos que debían salvarse.
La curación de un paralítico
3 1 En una ocasión, Pedro y Juan subían al Templo para la oración de la tarde. 2 Allí
encontraron a un paralítico de nacimiento, que ponían diariamente junto a la puerta del Templo
llamada "la Hermosa", para pedir limosna a los que entraban. 3 Cuando él vio a Pedro y a Juan
O
entrar en el Templo, les pidió una limosna. 4 Entonces Pedro, fijando la mirada en él, lo mismo
que Juan, le dijo: "Míranos". 5 El hombre los miró fijamente esperando que le dieran algo. 6
Pedro le dijo: "No tengo plata ni oro, pero te doy lo que tengo: en el nombre de Jesucristo de
Nazaret, levántate y camina". 7 Y tomándolo de la mano derecha, lo levantó; de inmediato, se
O
le fortalecieron los pies y los tobillos. 8 Dando un salto, se puso de pie y comenzó a caminar; y
entró con ellos en el Templo, caminando, saltando y glorificando a Dios. 9 Toda la gente lo vio
caminar y alabar a Dios. 10 Reconocieron que era el mendigo que pedía limosna sentado a la
puerta del Templo llamada "la Hermosa", y quedaron asombrados y llenos de admiración por lo
ST
Jesús, a quien ustedes entregaron, renegando de él delante de Pilato, cuando este había
resuelto ponerlo en libertad. 14 Ustedes renegaron del Santo y del Justo, y pidiendo como una
Biblia Católica 2169
hemos visto y oído".
21 Después de amenazarlos nuevamente, los dejaron en libertad, ya que no sabían cómo
castigarlos, por temor al pueblo que alababa a Dios al ver lo que había sucedido. 22 El hombre
milagrosamente curado tenía más de cuarenta años.
La primera persecución contra la Iglesia
23 Una vez en libertad, los Apóstoles regresaron adonde estaban sus hermanos, y les
contaron todo lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y los ancianos. 24 Al oírlos, todos
O
levantaron la voz y oraron a Dios unánimemente: "Señor, tú hiciste el cielo y la tierra, el mar y
todo lo que hay en ellos; 25 tú, por medio del Espíritu Santo, pusiste estas palabras en labios
de nuestro padre David, tu servidor:
¿Por qué se amotinan las naciones
EM
y los pueblos hacen vanos proyectos?
26 Los reyes de la tierra se rebelaron
y los príncipes se aliaron contra el Señor y contra su Ungido.
27 Porque realmente se aliaron en esta ciudad Herodes y Poncio Pilato con las naciones
paganas y los pueblos de Israel, contra tu santo servidor Jesús, a quien tú has ungido. 28 Así
ellos cumplieron todo lo que tu poder y tu sabiduría habían determinado de antemano. 29
Ahora, Señor, mira sus amenazas, y permite a tus servidores anunciar tu Palabra con toda
D
libertad: 30 extiende tu mano para que se realicen curaciones, signos y prodigios en el nombre
de tu santo servidor Jesús". 31 Cuando terminaron de orar, tembló el lugar donde estaban
reunidos; todos quedaron llenos del Espíritu Santo y anunciaban decididamente la Palabra de
Dios.
La comunión fraterna de bienes
32 La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus
LS
bienes como propios, sino que todo era común entre ellos. 33 Los Apóstoles daban testimonio
con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima. 34 Ninguno
padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían 35 y ponían el
dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus
necesidades. 36 Y así José, llamado por los Apóstoles Bernabé –que quiere decir hijo del
consuelo– un levita nacido en Chipre 37 que poseía un campo, lo vendió, y puso el dinero a
O
Pedro le dijo: "Ananías, ¿por qué dejaste que Satanás se apoderara de ti hasta el punto de
engañar al Espíritu Santo, guardándote una parte del dinero del campo? 4 ¿Acaso no eras
dueño de quedarte con él? Y después de venderlo, ¿no podías guardarte el dinero? ¿Cómo se
te ocurrió hacer esto? No mentiste a los hombres sino a Dios". 5 Al oír estas palabras, Ananías
ST
cayó muerto. Un gran temor se apoderó de todos los que se enteraron de lo sucedido. 6
Vinieron unos jóvenes, envolvieron su cuerpo y lo llevaron a enterrar.
7 Unas tres horas más tarde, llegó su mujer, completamente ajena a lo ocurrido. 8 Pedro le
preguntó: "¿Es verdad que han vendido el campo en tal suma?". Ella respondió: "Sí, en esa
suma". 9 Pedro le dijo: "¿Por qué se han puesto de acuerdo para tentar así al Espíritu del
Señor? Mira junto a la puerta las pisadas de los que acaban de enterrar a tu marido; ellos
también te van a llevar a ti". 10 En ese mismo momento, ella cayó muerta a sus pies; los
SY
O
murmurar contra los hebreos porque se desatendía a sus viudas en la distribución diaria de los
alimentos. 2 Entonces los Doce convocaron a todos los discípulos y les dijeron: "No es justo
que descuidemos el ministerio de la Palabra de Dios para ocuparnos de servir las mesas. 3 Es
preferible, hermanos, que busquen entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del
EM
Espíritu Santo y de sabiduría, y nosotros les encargaremos esta tarea. 4 De esa manera,
podremos dedicarnos a la oración y al ministerio de la Palabra". 5 La asamblea aprobó esta
propuesta y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe y a Prócoro,
a Nicanor y a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía. 6 Los presentaron a los
Apóstoles, y estos, después de orar, les impusieron las manos.
7 Así la Palabra de Dios se extendía cada vez más, el número de discípulos aumentaba
considerablemente en Jerusalén y muchos sacerdotes abrazaban la fe.
D
El arresto de Esteban
8 Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y signos en el pueblo. 9
Algunos miembros de la sinagoga llamada "de los Libertos", como también otros, originarios de
Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de la provincia de Asia, se presentaron para discutir con él.
10 Pero como no encontraban argumentos, frente a la sabiduría y al espíritu que se
manifestaba en su palabra, 11 sobornaron a unos hombres para que dijeran que le habían oído
LS
blasfemar contra Moisés y contra Dios. 12 Así consiguieron excitar al pueblo, a los ancianos y
a los escribas, y llegando de improviso, lo arrestaron y lo llevaron ante el Sanedrín. 13
Entonces presentaron falsos testigos, que declararon: "Este hombre no hace otra cosa que
hablar contra el Lugar santo y contra la Ley. 14 Nosotros le hemos oído decir que Jesús de
Nazaret destruirá este Lugar y cambiará las costumbres que nos ha transmitido Moisés". 15 En
ese momento, los que estaban sentados en el Sanedrín tenían los ojos clavados en él y vieron
O
ni siquiera un palmo de tierra, pero prometió darle en posesión este país, a él, y después de él
a sus descendientes, aunque todavía no tenía hijos. 6 Y Dios le anunció que sus
descendientes emigrarían a una tierra extranjera, y serían esclavizados y maltratados durante
cuatrocientos años. 7 Pero yo juzgaré al pueblo que los esclavizará –dice el Señor– y después
quedarán en libertad y me tributarán culto en este mismo lugar. 8 Le dio luego la alianza
sellada con la circuncisión y así Abraham, cuando nació su hijo Isaac, lo circuncidó al octavo
día; Isaac hizo lo mismo con Jacob, y Jacob con los doce patriarcas.
SY
9 Los patriarcas, movidos por la envidia, vendieron a su hermano José para que fuera llevado
a Egipto. Pero Dios estaba con él 10 y lo salvó de todas sus tribulaciones, le dio sabiduría, y lo
Biblia Católica 2173
Israelitas,
¿acaso ustedes me ofrecieron víctimas y sacrificios
durante los cuarenta años que estuvieron en el desierto?
43 Por el contrario, llevaron consigo la carpa de Moloc y la estrella del Dios Refán,
O
Por eso yo los deportaré más allá de Babilonia.
44 En el desierto, nuestros padres tenían la Morada del Testimonio. Así lo había dipuesto Dios,
cuando ordenó a Moisés que la hiciera conforme al modelo que había visto. 45 Nuestros
padres recibieron como herencia esta Morada y, bajo la guía de Josué, la introdujeron en el
EM
país conquistado a los pueblos que Dios iba expulsando a su paso. Así fue hasta el tiempo de
David.
46 David, que gozó del favor de Dios, le pidió la gracia de construir una Morada para el Dios de
Jacob. 47 Pero fue Salomón el que le edificó una casa, 48 si bien es cierto que el Altísimo no
habita en casas hechas por la mano del hombre. Así lo dice el Profeta:
49 El cielo es mi trono,
y la tierra la tarima de mis pies.
D
¿Qué casa me edificarán ustedes,
dice el Señor,
o dónde podrá estar mi lugar de reposo?
50 ¿No fueron acaso mis manos
las que hicieron todas las cosas?
LS
51 ¡Hombres rebeldes, paganos de corazón y cerrados a la verdad! Ustedes siempre resisten
al Espíritu Santo y son iguales a sus padres. 52 ¿Hubo algún profeta a quien ellos no
persiguieran? Mataron a los que anunciaban la venida del Justo, el mismo que acaba de ser
traicionado y asesinado por ustedes, 53 los que recibieron la Ley por intermedio de los ángeles
y no la cumplieron".
La lapidación de Esteban
54 Al oír esto, se enfurecieron y rechinaban los dientes contra él. 55 Esteban, lleno del Espíritu
O
Santo y con los ojos fijos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús, que estaba de pie a la
derecha de Dios. 56 Entonces exclamó: "Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la
derecha de Dios". 57 Ellos comenzaron a vociferar y, tapándose los oídos, se precipitaron
sobre él como un solo hombre; 58 y arrastrándolo fuera de la ciudad, lo apedrearon. Los
O
4 Los que se habían dispersado iban por todas partes anunciando la Palabra. 5 Felipe
descendió a la ciudad de Samaría y allí predicaba a Cristo. 6 Al oírlo y al ver los milagros que
Biblia Católica 2175
ordenó que detuvieran el carro; ambos descendieron hasta el agua, y Felipe lo bautizó. 39
Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, y el etíope no lo vio más,
pero seguía gozoso su camino. 40 Felipe se encontró en Azoto, y en todas las ciudades por
donde pasaba iba anunciando la Buena Noticia, hasta que llegó a Cesarea.
La vocación de Pablo
9 1 Saulo, que todavía respiraba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se
presentó al Sumo Sacerdote 2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de traer
O
encadenados a Jerusalén a los seguidores del Camino del Señor que encontrara, hombres o
mujeres. 3 Y mientras iba caminando, al acercarse a Damasco, una luz que venía del cielo lo
envolvió de improviso con su resplandor. 4 Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía:
"Saulo, Saulo, ¿por qué mepersigues?". 5 Él preguntó: "¿Quién eres tú, Señor?". "Yo soy
EM
Jesús, a quien tú persigues, le respondió la voz. 6 Ahora levántate, y entra en la ciudad: allí te
dirán qué debes hacer". 7 Los que lo acompañaban quedaron sin palabra, porque oían la voz,
pero no veían a nadie. 8 Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía
nada. Lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. 9 Allí estuvo tres días sin ver, y sin
comer ni beber.
El bautismo de Pablo
10 Vivía entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en una
D
visión: "¡Ananías!". Él respondió: "Aquí estoy, Señor". 11 El Señor le dijo: "Ve a la calle llamada
Recta, y busca en casa de Judas a un tal Saulo de Tarso. 12 Él está orando, y ha visto en una
visión a un hombre llamado Ananías, que entraba y le imponía las manos para devolverle la
vista". 13 Ananías respondió: "Señor, oí decir a muchos que este hombre hizo un gran daño a
tus santos en Jerusalén. 14 Y ahora está aquí con plenos poderes de los jefes de los
sacerdotes para llevar presos a todos los que invocan tu Nombre". 15 El Señor le respondió:
LS
"Ve a buscarlo, porque es un instrumento elegido por mí para llevar mi Nombre a todas las
naciones, a los reyes y al pueblo de Israel. 16 Yo le haré ver cuánto tendrá que padecer por mi
Nombre". 17 Ananías fue a la casa, le impuso las manos y le dijo: "Saulo, hermano mío, el
Señor Jesús –el mismo que se te apareció en el camino– me envió a ti para que recobres la
vista y quedes lleno del Espíritu Santo". 18 En ese momento, cayeron de sus ojos una especie
de escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado. 19 Después comió algo y recobró
O
sus fuerzas.
La permanencia de Pablo en Damasco
Saulo permaneció algunos días con los discípulos que vivían en Damasco, 20 y luego
comenzó a predicar en las sinagogas que Jesús es el Hijo de Dios. 21 Todos los que lo oían
O
quedaban sorprendidos y decían: "¿No es este aquel mismo que perseguía en Jerusalén a los
que invocan este Nombre, y que vino aquí para llevarlos presos ante los jefes de los
sacerdotes?". 22 Pero Saulo, cada vez con más vigor, confundía a los judíos que vivían en
Damasco, demostrándoles que Jesús es realmente el Mesías. 23 Al cabo de un tiempo, los
ST
judíos se pusieron de acuerdo para quitarle la vida, 24 pero Saulo se enteró de lo que
tramaban contra él. Y como los judíos vigilaban noche y día las puertas de la ciudad, para
matarlo, 25 sus discípulos lo tomaron durante la noche, y lo descolgaron por el muro, metido
en un canasto.
Pablo en Jerusalén
26 Cuando llegó a Jerusalén, trató de unirse a los discípulos, pero todos le tenían desconfianza
porque no creían que también él fuera un verdadero discípulo. 27 Entonces Bernabé,
SY
haciéndose cargo de él, lo llevó hasta donde se encontraban los Apóstoles, y les contó en qué
forma Saulo había visto al Señor en el camino, cómo le había hablado, y con cuánta valentía
Biblia Católica 2177
presentaron ante la puerta de la casa. 18 Golpearon y preguntaron si se hospedaba allí Simón,
llamado Pedro. 19 Como Pedro seguía reflexionando sobre el significado de la visión, el
Espíritu Santo le dijo: "Allí hay tres hombres que te buscan. 20 Baja y no dudes en irte con
ellos, porque soy yo quien los he enviado". 21 Pedro bajó y se acercó a ellos, diciendo: "Yo soy
el que ustedes buscan. ¿Para qué vinieron?". 22 Ellos respondieron: "El centurión Cornelio,
hombre justo y temeroso de Dios, que goza de la estima de todos los judíos, recibió de un
ángel de Dios la orden de conducirte a su casa para escuchar tus palabras". 23 Entonces
O
Pedro los hizo pasar y les ofreció hospedaje. Al día siguiente, se puso en camino con ellos,
acompañado por unos hermanos de la ciudad de Jope.
Pedro en Cesarea
24 Al otro día, llegaron a Cesarea. Cornelio los esperaba, y había reunido a su familia y a sus
EM
amigos íntimos. 25 Cuando Pedro entró, Cornelio fue a su encuentro y se postró a sus pies. 26
Pero Pedro lo hizo levantar, diciéndole: "Levántate, porque yo no soy más que un hombre". 27
Y mientras seguía conversando con él, entró y se encontró con un grupo numeroso de
personas, que estaban reunidas allí. 28 Dirigiéndose a ellas, les dijo: "Ustedes saben que está
prohibido a un judío tratar con un extranjero o visitarlo. Pero Dios acaba de mostrarme que no
hay que considerar manchado o impuro a ningún hombre. 29 Por eso, cuando ustedes me
llamaron, vine sin dudar. Y ahora quisiera saber para qué me llamaron". 30 Cornelio le
D
respondió: "Hace tres días me encontraba orando en mi casa, alrededor de las tres de la tarde,
cuando se me apareció un hombre con vestiduras resplandecientes, 31 y me dijo: "Cornelio, tu
oración ha sido escuchada y Dios se ha acordado de tus limosnas. 32 Manda a buscar a
Simón, llamado Pedro, que está en Jope, a la orilla del mar, en la casa de Simón el curtidor".
33 En seguida te mandé a buscar y has hecho bien en venir. Ahora estamos reunidos delante
de Dios, para escuchar lo que el Señor te ha mandado decirnos".
LS
Discurso de Pedro
34 Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo: "Verdaderamente, comprendo que Dios no hace
acepción de personas, 35 y que en cualquier nación, todo el que lo teme y practica la justicia
es agradable a él. 36 Él envió su Palabra a los israelitas, anunciándoles la Buena Noticia de la
paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos. 37 Ustedes ya saben qué ha ocurrido
en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicaba Juan: 38 cómo
O
Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo, llenándolo de poder. Él pasó haciendo el
bien y curando a todos los que habían caído en poder del demonio, porque Dios estaba con él.
39 Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en el país de los judíos y en Jerusalén. Y ellos
lo mataron, suspendiéndolo de un patíbulo. 40 Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió
O
que se manifestara, 41 no a todo el pueblo, sino a testigos elegidos de antemano por Dios: a
nosotros, que comimos y bebimos con él, después de su resurrección. 42 Y nos envió a
predicar al pueblo, y a atestiguar que él fue constituido por Dios Juez de vivos y muertos. 43
Todos los profetas dan testimonio de él, declarando que los que creen en él reciben el perdón
ST
nosotros?". 48 Y ordenó que fueran bautizados en el nombre del Señor Jesucristo. Entonces le
rogaron que se quedara con ellos algunos días.
Biblia Católica 2179
cuatro soldados cada uno. Su intención era hacerlo comparecer ante el pueblo después de la
Pascua. 5 Mientras Pedro estaba bajo custodia en la prisión, la Iglesia no cesaba de orar a
Dios por él.
La liberación milagrosa de Pedro
6 La noche anterior al día en que Herodes pensaba hacerlo comparecer, Pedro dormía entre
dos soldados, atado con dos cadenas, y los otros centinelas vigilaban la puerta de la prisión. 7
De pronto, apareció el Ángel del Señor y una luz resplandeció en el calabozo. El Ángel sacudió
O
a Pedro y lo hizo levantar, diciéndole: "¡Levántate rápido!". Entonces las cadenas se le cayeron
de las manos. 8 El Ángel le dijo: "Tienes que ponerte el cinturón y las sandalias", y Pedro lo
hizo. Después le dijo: "Cúbrete con el manto y sígueme". 9 Pedro salió y lo seguía; no se daba
cuenta de que era cierto lo que estaba sucediendo por intervención del Ángel, sino que creía
EM
tener una visión. 10 Pasaron así el primero y el segundo puesto de guardia, y llegaron a la
puerta de hierro que daba a la ciudad. La puerta se abrió sola delantede ellos. Salieron y
anduvieron hasta el extremo de una calle, y en seguida el Ángel se alejó de él.
11 Pedro, volviendo en sí, dijo: "Ahora sé que realmente el Señor envió a su Ángel y me libró
de las manos de Herodes y de todo cuanto esperaba el pueblo judío". 12 Y al advertir lo que le
había sucedido, se dirigió a la casa de María, la madre de Juan, llamado Marcos, donde un
grupo numeroso se hallaba reunido en oración. 13 Cuando golpeó a la puerta de calle, acudió
D
una sirvienta llamada Rosa; 14 esta, al reconocer su voz, se alegró tanto, que en lugar de abrir,
entró corriendo a anunciar que Pedro estaba en la puerta. 15 "Estás loca", le respondieron.
Pero ella insistía que era verdad. Ellos le dijeron: "Será su ángel". 16 Mientras tanto, Pedro
seguía llamando. Cuando abrieron y vieron que era él, no salían de su asombro. 17 Pedro les
hizo señas con la mano para que se callaran, y les relató cómo el Señor lo había sacado de la
cárcel, añadiendo: "Hagan saber esto a Santiago y a los hermanos". Y saliendo de allí, se fue a
LS
otro lugar.
18 Cuando amaneció, se produjo un gran alboroto entre los soldados, porque no podían
explicarse qué había pasado con Pedro. 19 Herodes lo hizo buscar, pero como no lo
encontraron, después de haber interrogado a los guardias, dio orden de ejecutarlos. Luego
descendió de Judea a Cesarea, y permaneció allí.
La muerte de Herodes
O
20 Herodes estaba en grave conflicto con los habitantes de Tiro y Sidón. Estos se pusieron de
acuerdo para ir a verlo, y después de haberse conquistado a Blasto, el camarero del rey,
solicitaron la reconciliación, ya que importaban sus víveres del territorio del rey. 21 El día fijado,
Herodes se sentó en su trono con la vestidura real y les dirigió la palabra. 22 El pueblo
O
comenzó a gritar: "¡Es un dios el que habla, no un hombre!". 23 Pero en ese mismo instante, el
Ángel del Señor lo hirió, por no haber dado gloria a Dios, y Herodes murió carcomido por los
gusanos.
El regreso de Bernabé y Pablo a Antioquía
ST
24 Mientras tanto, la Palabra de Dios se difundía incesantemente. 25 Bernabé y Saulo, una vez
cumplida su misión, volvieron de Jerusalén a Antioquía, llevando consigo a Juan, llamado
Marcos.
LA EVANGELIZACIÓN DEL MUNDO PAGANO
Los primeros pasos habían sido dados. Era un hecho que la Buena Noticia de la
Salvación no estaba reservada exclusivamente al Pueblo de Israel. También los
paganos podían entrar en la Iglesia, sin pasar por el Judaísmo. De esa manera quedaba
SY
O
todos los que temen a Dios. 17 El Dios de este Pueblo, el Dios de Israel, eligió a nuestros
padres y los convirtió en un gran Pueblo, cuando todavía vivían como extranjeros en Egipto.
Luego, con el poder de su brazo, los hizo salir de allí 18 y los cuidó durante cuarenta años en
el desierto. 19 Después, en el país de Canaán, destruyó a siete naciones y les dio en posesión
EM
sus tierras, 20 al cabo de unos cuatrocientos cincuenta años. A continuación, les dio Jueces
hasta el profeta Samuel. 21 Pero ellos pidieron un rey y Dios les dio a Saúl, hijo de Quis, de la
tribu de Benjamín, por espacio de cuarenta años. 22 Y cuando Dios desechó a Saúl, les
suscitó como rey a David, de quien dio este testimonio: He encontrado en David, el hijo de
Jesé, a un hombre conforme a mi corazón que cumplirá siempre mi voluntad. 23 De la
descendencia de David, como lo había prometido, Dios hizo surgir para Israel un Salvador, que
es Jesús. 24 Como preparación a su venida, Juan había predicado un bautismo de penitencia
D
a todo el pueblo de Israel. 25 Y al final de su carrera, Juan decía: "Yo no soy el que ustedes
creen, pero sepan que después de mí viene aquel a quien yo no soy digno de desatar las
sandalias".
26 Hermanos, este mensaje de salvación está dirigido a ustedes: los descendientes de
Abraham y los que temen a Dios. 27 En efecto, la gente de Jerusalén y sus jefes no
reconocieron a Jesús, ni entendieron las palabras de los profetas que se leen cada sábado,
LS
pero las cumplieron sin saberlo, condenando a Jesús. 28 Aunque no encontraron nada en él
que mereciera la muerte, pidieron a Pilato que lo condenara. 29 Después de cumplir todo lo
que estaba escrito de él, lo bajaron del patíbulo y lo pusieron en el sepulcro. 30 Pero Dios lo
resucitó de entre los muertos 31 y durante un tiempo se apareció a los que habían subido con
él de Galilea a Jerusalén, los mismos que ahora son sus testigos delante del pueblo.
32 Y nosotros les anunciamos a ustedes esta Buena Noticia: la promesa que Dios hizo a
O
nuestros padres, 33 fue cumplida por él en favor de sus hijos, que somos nosotros, resucitando
a Jesús, como está escrito en el Salmo segundo: Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy. 34
Que Dios lo ha resucitado de entre los muertos y que no habrá de someterse a la corrupción,
es lo que el mismo Dios ha declarado diciendo: Cumpliré las santas promesas hechas a David,
O
aquellas que no pueden fallar. 35 Por eso también dice en otro pasaje: No permitirás que tu
Santo sufra la corrupción. 36 Sin embargo, David, después de haber cumplido la voluntad de
Dios en su tiempo, murió, fue a reunirse con sus padres y sufrió la corrupción. 37 Pero aquel a
quien Dios resucitó no sufrió la corrupción.
ST
38 Ustedes deben saber que la remisión de los pecados les ha sido anunciada por él. Y la
justificación que ustedes no podían alcanzar por la Ley de Moisés, gracias a él, 39 la alcanza
todo el que cree. 40 Tengan cuidado de que no les suceda lo que dijeron los profetas:
41 ¡Ustedes, los que desprecian,
llénense de estupor y ocúltense!
Porque en estos días voy a realizar algo, que si alguien lo contara
SY
no lo podrían creer".
42 A la salida, les pidieron que retomaran el mismo tema el sábado siguiente. 43 Cuando se
Biblia Católica 2183
que dijeron, les costó mucho impedir que la multitud les ofreciera un sacrificio.
Fin de la misión de Pablo y Bernabé
19 Vinieron de Antioquía y de Iconio algunos judíos que lograron convencer a la multitud.
Entonces apedrearon a Pablo y, creyéndolo muerto, lo arrastraron fuera de la ciudad. 20 Pero
él se levantó y, rodeado de sus discípulos, regresó a la ciudad. Al día siguiente, partió con
Bernabé rumbo a Derbe. 21 Después de haber evangelizado esta ciudad y haber hecho
numerosos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía de Pisidia. 22 Confortaron a
O
sus discípulos y los exhortaron a perseverar en la fe, recordándoles que es necesario pasar
por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios. 23 En cada comunidad establecieron
presbíteros, y con oración y ayuno, los encomendaron al Señor en el que habían creído. 24
Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. 25 Luego anunciaron la Palabra en Perge y
EM
descendieron a Atalía. 26 Allí se embarcaron para Antioquía, donde habían sido
encomendados a la gracia de Dios para realizar la misión que acababan de cumplir. 27 A su
llegada, convocaron a los miembros de la Iglesia y les contaron todo lo que Dios había hecho
con ellos y cómo había abierto la puerta de la fe a los paganos. 28 Después permanecieron
largo tiempo con los discípulos.
LA ASAMBLEA DE JERUSALÉNY EL SEGUNDO VIAJE MISIONERO DE PABLO
En la Iglesia primitiva surgió muy pronto una profunda divergencia acerca de la
D
incorporación de los paganos a las comunidades cristianas. ¿Era necesario hacerse
judío para salvarse? En otras palabras, ¿la salvación se alcanza por la observancia de
la Ley de Moisés o por la gracia de Jesucristo? El problema fue tan serio que se
consideró necesario convocar una reunión en Jerusalén a fin de encontrar una solución
satisfactoria. Así tuvo lugar lo que suele denominarse el "primer concilio" de Jerusalén,
uno de los hechos más relevantes de la historia del Cristianismo primitivo. De este
LS
encuentro surgieron las grandes líneas de solución en el plano doctrinal, dejando abierto
el campo a un cierto "pluralismo" en la manera práctica de vivir la fe y de organizar las
diversas comunidades cristianas.
Al término de esta reunión, la Iglesia se reconoció definitivamente como portadora de
una Buena Noticia destinada a todas las naciones. Fiel a esta consigna, Pablo inició su
segundo viaje misionero, que duró unos tres años y fue mucho más extenso que el
O
La controversia de Antioquía
15 1 Algunas personas venidas de Judea enseñaban a los hermanos que si no se hacían
circuncidar según el rito establecido por Moisés, no podían salvarse. 2 A raíz de esto, se
produjo una agitación: Pablo y Bernabé discutieron vivamente con ellos, y por fin, se decidió
ST
que ambos, junto con algunos otros, subieran a Jerusalén para tratar esta cuestión con los
Apóstoles y los presbíteros. 3 Los que habían sido enviados por la Iglesia partieron y
atravesaron Fenicia y Samaría, contando detalladamente la conversión de los paganos. Esto
causó una gran alegría a todos los hermanos.
La controversia de Jerusalén
4 Cuando llegaron a Jerusalén, fueron bien recibidos por la Iglesia, por los Apóstoles y los
presbíteros, y relataron todo lo que Dios había hecho con ellos. 5 Pero se levantaron algunos
SY
miembros de la secta de los fariseos que habían abrazado la fe, y dijeron que era necesario
circuncidar a los paganos convertidos y obligarlos a observar la Ley de Moisés. 6 Los
Biblia Católica 2185
les daba. 32 Judas y Silas, que eran profetas, exhortaron a sus hermanos y los confirmaron,
hablándoles largamente. 33 Al cabo de un tiempo, los hermanos los enviaron nuevamente a la
comunidad que los había delegado, despidiéndolos en paz. 34 . 35 Pablo y Bernabé
permanecieron en Antioquía, enseñando y anunciando la Buena Noticia de la Palabra del
Señor, junto con muchos otros.
La separación de Pablo y Bernabé
36 Algún tiempo después, Pablo dijo a Bernabé: "Volvamos a visitar a los hermanos que están
O
en las ciudades donde ya hemos anunciado la Palabra del Señor, para ver cómo se
encuentran". 37 Bernabé quería llevar consigo también a Juan, llamado Marcos. 38 Pero Pablo
consideraba que no debía llevar a quien los había abandonado cuando estaban en Panfilia y
no había trabajado con ellos. 39 La discusión fue tan viva que terminaron por separarse;
EM
Bernabé, llevando consigo a Marcos, se embarcó rumbo a Chipre. 40 Pablo, por su parte,
eligió por compañero a Silas y partió, encomendado por sus hermanos a la gracia del Señor.
41 Así atravesó la Siria y la Cilicia, confirmando a las comunidades.
Pablo y Timoteo
16 1 Pablo llegó luego a Derbe y más tarde a Listra, donde había un discípulo llamado
Timoteo, hijo de una judía convertida a la fe y de padre pagano. 2 Timoteo gozaba de buena
fama entre los hermanos de Listra y de Iconio. 3 Pablo quería llevarlo consigo, y por eso lo hizo
D
circuncidar en consideración a los judíos que había allí, ya que todo el mundo sabía que su
padre era pagano. 4 Por las ciudades donde pasaban, transmitían las decisiones tomadas en
Jerusalén por los Apóstoles y los presbíteros, recomendando que las observaran. 5 Así, las
Iglesias se consolidaban en la fe, y su número crecía día tras día.
La travesía de Asia Menor
6 Como el Espíritu Santo les había impedido anunciar la Palabra en la provincia de Asia,
LS
atravesaron Frigia y la región de Galacia. 7 Cuando llegaron a los límites de Misia, trataron de
entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió. 8 Pasaron entonces por Misia y
descendieron a Tróade. 9 Durante la noche, Pablo tuvo una visión. Vio a un macedonio de pie,
que le rogaba: "Ven hasta Macedonia y ayúdanos". 10 Apenas tuvo esa visión, tratamos de
partir para Macedonia, convencidos de que Dios nos llamaba para que la evangelizáramos.
La fundación de la Iglesia de Filipos
O
sentamos y dirigimos la palabra a las mujeres que se habían reunido allí. 14 Había entre ellas
una, llamada Lidia, negociante en púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios.
Mientras escuchaba, el Señor le abrió el corazón para que aceptara las palabras de Pablo. 15
Después de bautizarse, junto con su familia, nos pidió: "Si ustedes consideran que he creído
ST
te ordeno en nombre de Jesucristo que salgas de esta mujer", y en ese mismo momento el
espíritu salió de ella.
Biblia Católica 2187
encontraron, arrastraron a Jasón y a algunos hermanos ante los magistrados de la ciudad,
gritando: "Esos que han revolucionado todo el mundo, han venido también aquí 7 y Jasón los
ha recibido en su casa. Toda esta gente contraviene los edictos del Emperador, pretendiendo
que hay otro rey, llamado Jesús". 8 Estos gritos impresionaron mucho a la multitud y a los
magistrados, 9 y solamente después de haber exigido una fianza de parte de Jasón y de los
otros, los pusieron en libertad.
Nuevas dificultades de Pablo en Berea
O
10 Esa misma noche, los hermanos hicieron partir a Pablo y a Silas hacia Berea. En cuanto
llegaron, se dirigieron a la sinagoga de los judíos. 11 Como estos eran mejores que los de
Tesalónica, acogieron la Palabra con sumo interés, y examinaban todos los días las Escrituras
para verificar la exactitud de lo que oían. 12 Muchos de ellos abrazaron la fe, lo mismo que
EM
algunos paganos, entre los cuales había mujeres de la aristocracia y un buen número de
hombres. 13 Pero, cuando los judíos de Tesalónica se enteraron de que Pablo había
anunciado la Palabra de Dios también en Berea, fueron allí a perturbar a la multitud sembrando
la agitación. 14 Entonces los hermanos hicieron partir inmediatamente a Pablo en dirección al
mar; Silas y Timoteo, en cambio, permanecieron allí. 15 Los que acompañaban a Pablo lo
condujeron hasta Atenas, y luego volvieron con la orden de que Silas y Timoteo se reunieran
con él lo más pronto posible.
D
Pablo en Atenas
16 Mientras los esperaba en Atenas, Pablo sentía que la indignación se apoderaba de él, al
contemplar la ciudad llena de ídolos. 17 Discutía en la sinagoga con los judíos y con los que
adoraban a Dios, y también lo hacía diariamente en la plaza pública con los que pasaban por
allí. 18 Incluso, algunos filósofos epicúreos y estoicos dialogaban con él. Algunos comentaban:
"¿Qué estará diciendo este charlatán?", y otros: "Parece ser un predicador de divinidades
LS
extranjeras", porque Pablo anunciaba a Jesús y la resurrección. 19 Entonces lo llevaron con
ellos al Areópago y le dijeron: "¿Podríamos saber en qué consiste la nueva doctrina que tú
enseñas? 20 Las cosas que nos predicas nos parecen extrañas y quisiéramos saber qué
significan". 21 Porque todos los atenienses y los extranjeros que residían allí, no tenían otro
pasatiempo que el de transmitir o escuchar la última novedad.
Discurso de Pablo en el Areópago
O
22 Pablo, de pie, en medio del Areópago, dijo: "Atenienses, veo que ustedes son, desde todo
punto de vista, los más religiosos de todos los hombres. 23 En efecto, mientras me paseaba
mirando los monumentos sagrados que ustedes tienen, encontré entre otras cosas un altar con
esta inscripción: "Al dios desconocido". Ahora, yo vengo a anunciarles eso que ustedes adoran
O
sin conocer. 24 El Dios que ha hecho el mundo y todo lo que hay en él no habita en templos
hechos por manos de hombre, porque es el Señor del cielo y de la tierra. 25 Tampoco puede
ser servido por manos humanas como si tuviera necesidad de algo, ya que él da a todos la
vida, el aliento y todas las cosas. 26 Él hizo salir de un solo principio a todo el género humano
ST
para que habite sobre toda la tierra, y señaló de antemano a cada pueblo sus épocas y sus
fronteras, 27 para que ellos busquen a Dios, aunque sea a tientas, y puedan encontrarlo.
Porque en realidad, él no está lejos de cada uno de nosotros. 28 En efecto, en él vivimos, nos
movemos y existimos, como muy bien lo dijeron algunos poetas de ustedes: "Nosotros somos
también de su raza". 29 Y si nosotros somos de la raza de Dios, no debemos creer que la
divinidad es semejante al oro, la plata o la piedra, trabajados por el arte y el genio del hombre.
30 Pero ha llegado el momento en que Dios, pasando por alto el tiempo de la ignorancia,
SY
manda a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan. 31 Porque él ha establecido
un día para juzgar al universo con justicia, por medio de un Hombre que él ha destinado y
Biblia Católica 2189
pastoral" del gran Apóstol "de la Buena Noticia de la gracia de Dios" entre los paganos
(20. 24).
Comienzo del viaje
23 Después de haber permanecido un tiempo allí, partió de nuevo y recorrió sucesivamente la
región de Galacia y la Frigia, animando a todos los discípulos.
La actividad de Apolo en Éfeso y en Corinto
24 Un judío llamado Apolo, originario de Alejandría, había llegado a Éfeso. Era un hombre
O
elocuente y muy versado en las Escrituras. 25 Había sido iniciado en el Camino del Señor y,
lleno de fervor, exponía y enseñaba con precisión lo que se refiere a Jesús, aunque no conocía
otro bautismo mas que el de Juan. 26 Comenzó a hablar con decisión en la sinagoga. Después
de oírlo, Priscila y Aquila lo llevaron con ellos y le explicaron más exactamente el Camino de
EM
Dios. 27 Como él pensaba ir a Acaya, los hermanos lo alentaron, y escribieron a los discípulos
para que lo recibieran de la mejor manera posible. Desde que llegó a Corinto fue de gran
ayuda, por la gracia de Dios, para aquellos que habían abrazado la fe, 28 porque refutaba
vigorosamente a los judíos en público, demostrando por medio de las Escrituras que Jesús es
el Mesías.
Los discípulos de Juan el Bautista en Éfeso
19 1 Mientras Apolo permanecía en Corinto, Pablo, atravesando la región interior, llegó a
D
Éfeso. Allí encontró a algunos discípulos 2 y les preguntó: "Cuando ustedes abrazaron la fe,
¿recibieron el Espíritu Santo?". Ellos le dijeron: "Ni siquiera hemos oído decir que hay un
Espíritu Santo". 3 "Entonces, ¿qué bautismo recibieron?", les preguntó Pablo. "El de Juan",
respondieron. 4 Pablo les dijo: "Juan bautizaba con un bautismo de penitencia, diciendo al
pueblo que creyera en el que vendría después de él, es decir, en Jesús". 5 Al oír estas
palabras, ellos se hicieron bautizar en el nombre del Señor Jesús. 6 Pablo les impuso las
LS
manos, y descendió sobre ellos el Espíritu Santo. Entonces comenzaron a hablar en distintas
lenguas y a profetizar. 7 Eran en total unos doce hombres.
La fundación de la Iglesia de Éfeso
8 Pablo fue luego a la sinagoga y durante tres meses predicó abiertamente, hablando sobre el
Reino de Dios y tratando de persuadir a sus oyentes. 9 Pero como algunos se obstinaban y se
negaban a creer, denigrando el Camino del Señor delante de la asamblea, Pablo rompió con
O
ellos. Luego tomó aparte a sus discípulos y dialogaba diariamente en la escuela de Tirano. 10
Así lo hizo durante dos años, de modo que todos los habitantes de la provincia de Asia, judíos
y paganos, tuvieron ocasión de escuchar la Palabra del Señor.
Los exorcistas judíos
O
11 Por intermedio de Pablo, Dios realizaba milagros poco comunes, 12 hasta tal punto que al
aplicarse sobre los enfermos pañuelos o lienzos que habían tocado el cuerpo de Pablo,
aquellos se curaban y quedaban libres de los malos espíritus. 13 Algunos exorcistas
ambulantes judíos, hicieron la prueba de pronunciar el nombre del Señor Jesús sobre los
ST
poseídos por los malos espíritus, diciendo: "Yo los conjuro por ese Jesús que anuncia Pablo".
14 Un cierto Sevas, Sumo Sacerdote judío, tenía siete hijos que practicaban estos exorcismos.
15 El espíritu malo les respondió: "Yo conozco a Jesús y sé quién es Pablo, pero ustedes,
¿quiénes son?". 16 Y el hombre poseído por el espíritu malo, abalanzándose sobre los
exorcistas, los dominó a todos y los maltrató de tal manera que debieron escaparse de esa
casa desnudos ycubiertos de heridas. 17 Todos los habitantes de Éfeso, tanto judíos como
paganos, se enteraron de este hecho y, llenos de temor, glorificaban el nombre del Señor
SY
Jesús. 18 Muchos de los que habían abrazado la fe venían a confesar abiertamente sus
prácticas, 19 y un buen número de los que se habían dedicado a la magia traían sus libros y
Biblia Católica 2191
después de la fiesta de los panes Ácimos, y cinco días más tarde, nos reunimos con ellos en
Tróade donde pasamos una semana.
La visita de Pablo a Tróade
7 El primer día de la semana, cuando nos reunimos para partir el pan, Pablo, que debía salir al
día siguiente, dirigió la palabra a la asamblea y su discurso se prolongó hasta la medianoche. 8
La habitación donde nos habíamos reunido estaba muy iluminada. 9 Un muchacho llamado
Eutico, que se había sentado en el borde de la ventana, tenía mucho sueño y se dormía
O
mientras Pablo hablaba, hasta que, vencido por el sueño, se cayó desde el tercer piso. Cuando
lo levantaron, estaba muerto. 10 Pablo bajó, se echó sobre él y, abrazándolo, dijo: "No se
alarmen, porque está vivo". 11 Volvió a subir, partió el pan y comió. Luego siguió hablando
mucho tiempo hasta el amanecer; y después salió. 12 En cuanto al muchacho, lo llevaron a su
EM
casa con vida, y todos se sintieron muy reconfortados.
El viaje desde Tróade a Mileto
13 Nosotros nos adelantamos en barco, navegando en dirección a Asos, donde debíamos
recoger a Pablo. Él lo había dispuesto así, porque iba a hacer el viaje por tierra. 14 Cuando
nos juntamos en Asos, Pablo se embarcó con nosotros y nos dirigimos a Mitilene. 15 Partimos
de allí al día siguiente y llegamos frente a Quío. Al otro día, fuimos a Samos y, después de
hacer escala en Trogilio, al día siguiente llegamos a Mileto. 16 Pablo había decidido pasar de
D
largo por Éfeso, para no retrasarse demasiado en Asia. Estaba apurado porque, de ser posible,
quería estar en Jerusalén el día de Pentecostés.
La despedida de Pablo a los presbíteros de Éfeso
17 Desde Mileto, mandó llamar a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso. 18 Cuando estos
llegaron, Pablo les dijo: "Ya saben cómo me he comportado siempre con ustedes desde el
primer día que puse el pie en la provincia de Asia. 19 He servido al Señor con toda humildad y
LS
con muchas lágrimas, en medio de las pruebas a que fui sometido por las insidias de los
judíos. 20 Ustedes saben que no he omitido nada que pudiera serles útil: les prediqué y les
enseñé tanto en público como en privado, 21 instando a judíos y a paganos a convertirse a
Dios y a creer en nuestro Señor Jesús.
22 Y ahora, como encadenado por el Espíritu, voy a Jerusalén sin saber lo que me sucederá
allí. 23 Sólo sé que, de ciudad en ciudad, el Espíritu Santo me va advirtiendo cuántas cadenas
O
ustedes lobos rapaces que no perdonarán al rebaño. 30 Y aun de entre ustedes mismos,
surgirán hombres que tratarán de arrastrar a los discípulos con doctrinas perniciosas. 31 Velen,
entonces, y recuerden que durante tres años, de noche y de día, no he cesado de aconsejar
con lágrimas a cada uno de ustedes.
32 Ahora los encomiendo al Señor y a la Palabra de su gracia, que tiene poder para construir
el edificio y darles la parte de la herencia que les corresponde, con todos los que han sido
santificados. 33 En cuanto a mí, no he deseado ni plata ni oro ni los bienes de nadie. 34
SY
Ustedes saben que con mis propias manos he atendido a mis necesidades y a las de mis
compañeros. 35 De todas las maneras posibles, les he mostrado que así, trabajando
Biblia Católica 2193
es decir, cuándo debía ofrecerse la oblación por cada uno de ellos.
EL CAUTIVERIO DE PABLO Y SU VIAJE A ROMA
El último viaje misionero de Pablo –a diferencia de los anteriores– no concluyó en
Antioquía, sino en Jerusalén. Allí fue detenido, en medio de un gran tumulto del pueblo,
y al apelar al Emperador, se lo envió a Roma, donde llegó después de una accidentada
travesía. Hacía mucho tiempo que el Apóstol deseaba ir a la capital del Imperio (Rom.
15. 22-32), en la que ya existía una importante comunidad cristiana. Al cabo de veinte
O
años de constante actividad apostólica, y ya en el ocaso de su vida, veía cumplido este
deseo. Su condición de prisionero no le impidió anunciar también allí, "con toda libertad,
lo concerniente al Señor Jesucristo" (28. 31). Así, desde Jerusalén hasta Roma, el
Evangelio había recorrido el mundo.
EM
El arresto de Pablo
27 Casi al final de los siete días, cuando los judíos venidos de Asia vieron a Pablo en el
Templo, amotinaron a la multitud y se apoderaron de él, 28 gritando: "¡Socorro, israelitas! Este
es el hombre que predica a todos y en todas partes contra nuestro pueblo, contra la Ley y
contra este Templo, y ahora ha llegado a introducir en él a los paganos, profanando este lugar
santo". 29 Decían esto porque antes habían visto con él en la ciudad a Trófimo de Éfeso, y
creían que Pablo lo había introducido en el Templo. 30 La ciudad entera se alborotó, y de
D
todas partes acudió el pueblo. Se apoderaron de Pablo, lo sacaron fuera del Templo y cerraron
inmediatamente las puertas. 31 Ya iban a matarlo, cuando llegó al tribuno de la cohorte la
noticia de que toda Jerusalén estaba convulsionada. 32 En seguida el tribuno, con unos
soldados y centuriones, se precipitó sobre los manifestantes. Al ver al tribuno y a los soldados,
dejaron de golpear a Pablo. 33 El tribuno se acercó, tomó a Pablo y mandó que lo ataran con
dos cadenas; después preguntó quién era y qué había hecho. 34 Todos gritaban al mismo
LS
tiempo, y a causa de la confusión, no pudo sacar nada en limpio. Por eso hizo conducir a Pablo
a la fortaleza. 35 Al llegar a la escalinata, los soldados tuvieron que alzarlo debido a la
violencia de la multitud, 36 porque el pueblo en masa lo seguía, gritando: "¡Que lo maten!". 37
Cuando lo iban a introducir en la fortaleza, Pablo dijo al tribuno: "¿Puedo decirte una palabra?".
"¿Tú sabes griego?, le preguntó el tribuno. 38 Entonces, ¿no eres el egipcio que hace unos
días provocó un motín y llevó al desierto a cuatro mil terroristas?". 39 "Yo soy judío, dijo Pablo,
O
originario de Tarso, ciudadano de una importante ciudad de Cilicia. Te ruego que me permitas
hablar al pueblo". 40 El tribuno se lo permitió, y Pablo, de pie sobre la escalinata, hizo una
señal al pueblo con la mano. Se produjo un gran silencio, y Pablo comenzó a hablarles en
hebreo.
O
Gamaliel en la estricta observancia de la Ley de nuestros padres. Estaba lleno de celo por
Dios, como ustedes lo están ahora. 4 Perseguí a muerte a los que seguían este Camino,
llevando encadenados a la prisión a hombres y mujeres; 5 el Sumo Sacerdote y el Consejo de
los ancianos son testigos de esto. Ellos mismos me dieron cartas para los hermanos de
Damasco, y yo me dirigí allá con el propósito de traer encadenados a Jerusalén a los que
encontrara en esa ciudad, para que fueran castigados. 6 En el camino y al acercarme a
Damasco, hacia el mediodía, una intensa luz que venía del cielo brilló de pronto a mi alrededor.
SY
7 Caí en tierra y oí una voz que me decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?". 8 Le
respondí: "¿Quién eres, Señor?", y la voz me dijo: "Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú
Biblia Católica 2195
espíritu o un ángel...?". 10 Como la disputa se hacía cada vez más violenta, el tribuno,
temiendo por la integridad de Pablo, mandó descender a los soldados para que lo sacaran de
allí y lo llevaran de nuevo a la fortaleza. 11 A la noche siguiente, el Señor se apareció a Pablo
y le dijo: "Ánimo, así como has dado testimonio de mí en Jerusalén, también tendrás que darlo
en Roma".
La conjuración de los judíos contra Pablo
12 Al amanecer, los judíos se confabularon y se comprometieron bajo juramento a no comer ni
O
beber, hasta no haber matado a Pablo. 13 Los comprometidos en la conjuración eran más de
cuarenta. 14 Fueron al encuentro de los sumos sacerdotes y los ancianos, y les dijeron:
"Nosotros nos hemos comprometido bajo juramento a no probar nada antes de haber matado a
Pablo. 15 Pónganse de acuerdo con el Sanedrín, y propongan al tribuno que lo haga
EM
comparecer delante de ustedes con el pretexto de examinar más exactamente su causa;
nosotros, por nuestra parte, estaremos preparados para matarlo en el camino". 16 Pero un
sobrino de Pablo, al enterarse de la emboscada, se dirigió a la fortaleza y entró para prevenir a
Pablo. 17 Este, llamando a uno de los centuriones, le dijo: "Acompaña a este muchacho hasta
donde está el tribuno, porque tiene algo que comunicarle". 18 El centurión lo llevó y dijo al
tribuno: "El prisionero Pablo me pidió que te trajera a este muchacho, porque tiene algo que
decirte". 19 El tribuno, tomándolo de la mano, lo llevó aparte y le preguntó: "¿Qué tienes que
D
comunicarme?". 20 El muchacho le respondió: "Los judíos, bajo pretexto de examinar más a
fondo la causa, se han puesto de acuerdo para pedirte que mañana presentes a Pablo ante el
Sanedrín. 21 No les creas. Es una emboscada que le preparan más de cuarenta de ellos,
comprometidos bajo juramento a no comer ni beber hasta haberlo matado. Ya están
dispuestos y sólo esperan tu consentimiento". 22 El tribuno despidió al muchacho, haciéndole
esta recomendación: "No digas a nadie que me has contado esto".
LS
El traslado de Pablo a Cesarea
23 Después llamó a dos centuriones y les dijo: "Preparen doscientos soldados, setenta jinetes
y doscientos lanceros, para que salgan en dirección a Cesarea a las nueve de la noche. 24
Preparen también caballos para Pablo, y llévenlo sano y salvo hasta el gobernador Félix". 25 Y
escribió una carta que decía: 26 "Claudio Lisias saluda al excelentísimo gobernador Félix. 27
Aquí te envío a un hombre que fue detenido por los judíos, y cuando ya lo iban a matar,
O
enterándome de que era ciudadano romano, intervine con mis soldados y pude rescatarlo. 28
Queriendo saber exactamente de qué lo acusaban, lo hice comparecer delante del Tribunal
judío, 29 pero comprobé que se lo acusaba por cuestiones relativas a la Ley de los judíos, y
que no había ningún cargo por el que mereciera la muerte o la prisión. 30 Informado de que se
O
tramaba una conspiración contra este hombre, he querido enviarlo allí en seguida, ordenando
también a sus acusadores que te expongan los cargos que tengan contra él. Adiós". 31 De
acuerdo con la orden recibida, los soldados tomaron a Pablo y lo condujeron de noche a
Antipátride. 32 Al día siguiente, dejaron que los jinetes partieran con él, y ellos se volvieron a la
ST
O
perfectamente. 11 Si soy culpable y he cometido algún delito que merezca la muerte, no me
niego a morir, pero si las acusaciones que hacen los judíos contra mí carecen de fundamento,
nadie tiene el derecho de entregarme a ellos. Apelo al Emperador". 12 Festo, después de
haber consultado con su Consejo, respondió: "Ya que apelaste al Emperador, comparecerás
EM
ante él".
Encuentro de Festo y Agripa
13 Algunos días más tarde, el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea y fueron a saludar a
Festo. 14 Como ellos permanecieron varios días, Festo expuso al rey el caso de Pablo,
diciéndole: "Félix ha dejado a un prisionero, 15 y durante mi estadía en Jerusalén, los sumos
sacerdotes y los ancianos de los judíos, presentaron quejas pidiendo su condena. 16 Yo les
respondí que los romanos no tienen la costumbre de entregar a un hombre antes de
D
enfrentarlo con sus acusadores y darle la oportunidad de defenderse. 17 Ellos vinieron aquí, y
sin ninguna demora, me senté en el tribunal e hice comparecer a ese hombre al día siguiente.
18 Pero cuando se presentaron los acusadores, estos no alegaron contra él ninguno de los
cargos que yo sospechaba. 19 Lo que había entre ellos eran no sé qué discusiones sobre su
religión, y sobre un tal Jesús que murió y que Pablo asegura que vive. 20 No sabiendo bien
qué partido tomar en un asunto de esta índole le pregunté a Pablo si quería ir a Jerusalén para
LS
ser juzgado allí. 21 Pero como este apeló al juicio de Su Majestad imperial, yo ordené que lo
dejaran bajo custodia hasta que lo enviara al Emperador". 22 Agripa dijo entonces a Festo: "A
mí también me gustaría escuchar a ese hombre". "Mañana lo escucharás", respondió Festo.
Pablo ante el rey Agripa
23 Al día siguiente, Agripa y Berenice llegaron con gran pompa y entraron en la sala de
audiencias, rodeados de los tribunos y de los hombres más importantes de la ciudad. A una
O
orden de Festo, trajeron a Pablo. 24 Festo tomó la palabra, diciendo: "Rey Agripa y todos los
que están aquí presentes, ustedes ven a este hombre, por quien toda la comunidad judía ha
venido a verme, tanto aquí como en Jerusalén, insistiendo a gritos que no había que dejarlo
vivir más. 25 Yo no he encontrado en él nada que merezca la muerte; pero ya que él mismo ha
O
apelado al Emperador, he decidido enviárselo. 26 Como no tengo nada preciso que escribir
sobre él al Soberano, lo hice comparecer ante ustedes, especialmente ante ti, rey Agripa; así,
después de este interrogatorio, yo tendré algo para informar. 27 Porque me parece absurdo
enviar a un prisionero, sin indicar al mismo tiempo los cargos que se le imputan".
ST
mucho tiempo y si quieren, pueden atestiguar que he vivido como fariseo, es decir, siguiendo la
secta más rígida de nuestra religión. 6 Y si ahora soy sometido a juicio, es por mi esperanza en
Biblia Católica 2199
navegamos al resguardo de la isla de Chipre, porque soplaban vientos contrarios; 5 después,
atravesando el mar de Cilicia y de Panfilia, llegamos a Mira de Licia. 6 Allí, el centurión
encontró un barco alejandrino que iba a zarpar rumbo a Italia, y nos hizo embarcar en él. 7
Durante varios días, navegamos lentamente y, a duras penas, llegamos a la altura de Cnido.
Como el viento era desfavorable, navegamos al resguardo de la isla de Creta hacia el cabo
Salmoné, 8 y después de haberlo bordeado con gran dificultad, llegamos a un punto llamado
Buenos Puertos, cerca de la ciudad de Lasea.
O
La tempestad
9 Ya había transcurrido bastante tiempo y la navegación se hacía peligrosa, porque había
pasado la época del Ayuno solemne. Entonces Pablo les advirtió: 10 "Amigos, veo que la
navegación no podrá continuar sin riesgo y sin graves pérdidas, no sólo para la carga y el
EM
barco, sino también para nuestras propias vidas". 11 Pero el centurión confiaba más en el
capitán y en el patrón del barco que en las palabras de Pablo; 12 y como el puerto no se
prestaba para invernar, la mayoría opinó que era mejor partir y llegar cuanto antes a Fenice, un
puerto de Creta que mira hacia el suroeste y el noroeste, para pasar allí el invierno. 13 En ese
preciso momento, se levantó una brisa del sur y creyeron que podrían realizar este proyecto.
Zarparon y comenzaron a bordear la isla de Creta. 14 Pero muy pronto se desencadenó un
huracán llamado Euraquilón, que provenía de la isla. 15 Como el barco no podía resistir al
D
viento, fue arrastrado y nos dejamos llevar a la deriva. 16 Navegando a cubierto de una
pequeña isla, llamada Cauda, a duras penas conseguimos recoger el bote salvavidas. 17
Después de subirlo, se utilizaron los cables de refuerzo para asegurar el casco de la nave.
Luego, por temor de encallar en los bancos de Sirtes, se bajó el ancla, dejándola suelta, y así
navegamos a la deriva.
18 Al día siguiente, como la tormenta todavía arreciaba, los marineros comenzaron a arrojar el
LS
cargamento. 19 Al tercer día, echaron al agua con sus propias manos los aparejos del barco.
20 Desde hacía varios días no se veía el sol ni las estrellas, y la tormenta seguía con la misma
violencia, de modo que ya habíamos perdido toda esperanza de salvación. 21 Como ya hacía
tiempo que no comíamos, Pablo, de pie en medio de todos, les dijo: "Amigos, debían haberme
hecho caso: si no hubiéramos partido de Creta, nos hubiéramos ahorrado este riesgo y estas
graves pérdidas. 22 De todas maneras, les ruego que tengan valor porque ninguno de ustedes
O
perecerá; solamente se perderá el barco. 23 Esta noche, se me apareció un ángel del Dios al
que yo pertenezco y al que sirvo, 24 y me dijo: "No temas, Pablo. Tú debes comparecer ante el
Emperador y Dios te concede la vida de todos los que navegan contigo". 25 Por eso, amigos,
tengan valor. Yo confío que Dios cumplirá lo que me ha dicho. 26 Pero tendremos que encallar
O
y comprobaron que había una profundidad de alrededor de unos treinta y seis metros. Un poco
más adelante, la echaron de nuevo y vieron que había unos veintisiete metros. 29 Temiendo
que fuéramos a chocar contra unos escollos, soltaron cuatro anclas por la popa, esperando
ansiosamente que amaneciera. 30 Los marineros intentaron escaparse del barco, arrojando al
mar el bote salvavidas, con el pretexto de soltar las anclas de proa. 31 Pero Pablo dijo al
centurión y a los soldados: "Si esos marineros no permanecen a bordo, ustedes no podrán
salvarse". 32 Entonces los soldados cortaron las amarras del bote y lo dejaron caer. 33
SY
Mientras esperábamos que amaneciera, Pablo recomendó a todos que comieran algo,
diciéndoles: "Hace catorce días que están a la expectativa, sin comer nada. 34 Les aconsejo
Biblia Católica 2201
pueblo. 20 Por eso he querido verlos y hablarles, ya que a causa de la esperanza de Israel
llevo estas cadenas". 21 Ellos le respondieron: "Nosotros no hemos recibido de Judea ninguna
carta referente a ti, y ninguno de los hermanos que vinieron nos han contado nada que te sea
desfavorable. 22 Pero ahora quisiéramos oírte exponer lo que piensas, porque sabemos que
esta secta encuentra oposición en todas partes".
Los judíos de Roma frente a la predicación de Pablo
23 Entonces fijaron un día para encontrarse con él, y fueron a verlo en mayor número al lugar
O
donde se alojaba. Pablo les habló durante todo el día sobre el Reino de Dios, dándoles toda
clase de testimonio y tratando de persuadirlos para que creyeran en Jesucristo, a partir de la
Ley de Moisés y de los Profetas. 24 Unos se convencían con sus palabras, pero otros se
resistían a creer, 25 y mientras ellos se retiraban sin haberse puesto de acuerdo, Pablo dijo
EM
esta sola frase: "Son muy ciertas las palabras que el Espíritu Santo dijo a los padres de
ustedes, por medio del profeta Isaías:
26 Ve a decir a este pueblo:
Por más que oigan no comprenderán,
por más que vean, no conocerán.
27 Porque el corazón de este pueblose ha endurecido,
se taparon los oídos y cerraron los ojos,
D
por temor de que sus ojos vean,
que sus oídos oigan,
que su corazón comprenda,
que se conviertan,
y que yo los cure. 28 Sepan entonces que esa salvación de Dios va a ser anunciada a
LS
los paganos. Ellos sí que la escucharán". 29 .
Epílogo
30 Pablo vivió dos años enteros por sus propios medios, recibiendo a todos los que querían
verlo, 31 proclamando el Reino de Dios, y enseñando con toda libertad y sin encontrar ningún
obstáculo, lo concerniente al Señor Jesucristo.
1 1. "Teófilo": ver nota Lc. 1. 3.
O
O
36-37. No se conocen con certeza las fechas de las rebeliones de "Teudas" y "Judas de
Galilea", que también son mencionadas por el historiador judío Flavio Josefo.
6 1. Los "helenistas" eran judíos de habla griega, que habían vivido fuera de Palestina y tenían
en Jerusalén sinagogas propias, donde se leía la Biblia en griego. Los "hebreos", en cambio,
EM
eran los judíos nativos de Palestina.
9. "Los Libertos" eran, probablemente, descendientes de los judíos conducidos a Roma por
Pompeyo en el año 63 a. C. y vendidos como esclavos. Muchos de ellos fueron liberados más
tarde.
13-14. Las mismas falsas acusaciones lanzadas contra Jesús lo son ahora contra Esteban, y
también son parecidos los resultados de ambos procesos. Ver Mt. 26. 59
66.
D
7 El tono duro y agresivo de este discurso, se explica porque Esteban expone la historia del
Pueblo de Dios desde una perspectiva particular: la infidelidad de Israel a la voluntad de Dios
expresada por medio de sus enviados.
3. Gn. 12. 1.
1 Éx. 2. 2.
2 Éx. 2. 5, 10. 23-24. Éx. 2. 11-12. 27-29. Éx. 2.13-15. 30-34. Éx. 3. 1-10. 35-36. Éx. 2. 14;
7. 3.
ST
37. Deut. 18. 15. 39-41. Éx. 32. 1, 23. 42-43. Am. 5. 25-27 (texto griego).
1 Sal. 132. 5.
O
30. Desde el comienzo de la Iglesia, los "presbíteros" o ancianos aparecen asociados a los
Apóstoles en la comunidad de Jerusalén. Ver notas 14. 23; 20. 17.
12 1. "El rey Herodes": se trata de Herodes Agripa I, que reinó en Judea y Samaría entre los
EM
años 41 y 44, y era sobrino de Herodes Antipas, el tetrarca de Galilea en tiempos de Jesús.
3. "Panes Ácimos": sobre esta Fiesta, ver Éx. 12. 15-20.
12. "Juan, llamado Marcos", primo de Bernabé, fue discípulo de los Apóstoles Pedro y Pablo (v.
25; 13. 5; 1 Ped. 5. 13). La tradición reconoce en él al autor del segundo Evangelio.
15. "Su ángel": eco de una creencia popular que consideraba a los ángeles custodios como un
doble de sus protegidos.
17. Cuando Pedro se alejó de Jerusalén, Santiago quedó al frente de la Iglesia madre. Se trata
D
del "hermano del Señor" (Gál. 1. 19), nombrado en 15. 13; 21. 18; 1 Cor. 15. 7. Sobre la
actividad ulterior de Pedro, ver 15. 7-11; Gál. 2. 7-14. De todos modos, a partir de este relato,
será Pablo quien ocupará el primer plano en el libro de los Hechos.
13 1. El carisma de "doctor" capacita al que lo posee para dar a sus hermanos una enseñanza
moral y doctrinal, normalmente fundada en la Escritura. Ver 1 Cor. 12. 28.
1 El rito de la "imposición de las manos" tiene diversos sentidos, según la intención y el
LS
momento. No siempre es un signo sacramental. En este caso es una señal exterior de lo que
se ha pedido en la oración: que la gracia de Dios acompañe a los misioneros en medio de los
paganos. Ver nota 1 Tim. 4. 14.
2 "Seleucia" era el puerto de Antioquía de Siria.
3 "Salamina" estaba situada en la costa oriental de la isla de Chipre.
O
1 Deut. 1. 31.
2 Deut. 7. 1.
22. El texto combina muy libremente varios pasajes de la Escritura. Ver 1 Sam. 13. 14; Sal. 89.
O
21.
25. Ver Mt. 3. 11.
1 Sal. 2. 7.
2 Is. 55. 3.
ST
41. Hab. 1. 5.
47. Is. 49. 6.
51. "Sacudiendo el polvo de sus pies": ver nota Mt. 10. 14.
14 1. "Iconio" es una ciudad de Asia Menor, que formaba parte de la provincia romana de
Galacia.
SY
12. En el mundo grecorromano, Júpiter era venerado como el dios supremo, y a Mercurio se lo
consideraba el mensajero y portavoz de los dioses.
Biblia Católica 2207
18 1. "Corinto" era un centro cosmopolita, célebre por la inmoralidad de sus costumbres, y
capital de la provincia romana de Acaya.
1 El "edicto" de Claudio fue promulgado en el año 49. "Aquila" y "Priscila", llamadatambién
"Prisca" fueron colaboradores de Pablo en Éfeso (18. 18-19; 1 Cor. 16. 19) y luego en Roma
(Rom. 16. 3; 2 Tim. 4. 19).
2 Ver nota 1 Cor. 9. 12-15.
O
6. "Sacudió su manto": este gesto es una señal de ruptura con un auditorio que se muestra
recalcitrante. La expresión "que la sangre de ustedes caiga sobre sus cabezas" es típicamente
semita y significa que Pablo declina toda responsabilidad ante la actitud de los judíos. Ver Mt.
27. 25.
EM
12. Una inscripción encontrada en las ruinas de Delfos permite establecer que "Galión" fue
procónsul de "Acaya" en el año 52. En consecuencia, la permanencia de Pablo en Corinto se
prolongó desde comienzos del año 51 hasta el verano del 52. En este tiempo, Pablo escribió
sus dos Cartas a los Tesalonicenses.
18. "Cencreas" era el puerto oriental de Corinto, sobre la costa del mar Egeo.
El "voto" que hizo Pablo consistía probablemente en raparse la cabeza y abstenerse de vino
durante treinta días, al término de los cuales se ofrecía un sacrificio. Ver nota
D
1 27.
2 Las expresiones "subió" y "descendió" indican que la Iglesia visitada por Pablo era la de
Jerusalén. Ver Lc. 2. 42; 10. 30.
19 2. Los discípulos de Éfeso ignoraban que era necesaria la misión del Espíritu Santo para
que se cumplieran las promesas mesiánicas. Ver 2. 17-18, 33.
LS
9. "Tirano" era un profesor de filosofía o de retórica.
11. Ver nota 4. 33.
13. "Exorcistas": ver nota Mt. 12. 27.
18. Se trata de "prácticas" mágicas, a las que eran muy afectos los habitantes de Éfeso.
24. En Éfeso, "Diana", en griego Artemisa, era venerada como diosa de la fertilidad. Su
"templo", el famoso Artemisión, era una de las siete maravillas del mundo antiguo.
O
20 5. El relato prosigue (vs. 5-15) en primera persona del plural. Ver notas 16. 10; 21.
1.
1 Ver 2 Cor. 2. 12.
2 "El primer día de la semana": ver nota Mt. 28. 1. La asamblea dominical comenzaba al
O
atardecer del día anterior, según la costumbre judía. "Partir el pan": ver nota 2. 42.
los términos "presbítero" y "obispo" son intercambiables, y no hay que ver en ellos la diferencia
que llegaron a tener más tarde, cuando la palabra "obispo" se empleó para designar al
responsable de una iglesia local. Ver notas 11. 30; 14. 23.
35. Esta expresión de Jesús, aunque no está registrada en ningún Evangelio, había sido
transmitida oralmente.
21 1. Continúa la narración en primera persona del plural (vs. 1-18). Ver notas 16. 10; 20. 5.
8. "Felipe": ver nota 8. 5.
SY
O
9. "Ayuno solemne": así se llamaba a la fiesta judía de la Expiación, que caía alrededor del 24
de septiembre. En esta época se suspendía la navegación hasta los primeros días de marzo.
24. "Ante el Emperador", es decir, ante el tribunal imperial. Ver 25. 10-12.
27. El mar "Adriático" designaba antiguamente la parte del Mediterráneo comprendida entre
EM
Grecia y Sicilia.
35. Todo judío pronunciaba una bendición antes de sus comidas, pero la expresión "lo partió"
evoca la celebración eucarística. Ver nota 2. 42.
28 11. "Cástor y Pólux" eran los patronos de los navegantes.
1 Este era un tipo de custodia que permitía al prisionero cierta libertad de movimientos.
2 Pablo expone su situación ante los judíos de Roma y les demuestra su fidelidad al
Judaísmo, para que no obstaculicen su permanencia en ese lugar.
D
26-27. Is. 6. 9-10. Ver Mt. 13. 14-15.
1 Ver 13. 46-47.
2 Algunos manuscritos agregan: "Al oír estas palabras, los judíos se retiraron discutiendo
acaloradamente".
3 Al cumplirse los dos años de la custodia militar, Pablo quedó seguramente en libertad.
LS
Así lo determinaba la ley en caso de que no prosperara la acusación. Ver nota 24. 27; Flm. v.
22.
Fue por medio de una revelacióncomo se me dio a conocer este misterio,tal como acabo de
exponérselo en pocas palabras.Al leerlas, se darán cuentade la comprensión que tengo del
misterio de Cristo,que no fue manifestado a las generaciones pasadas,pero que ahora ha sido
O
este tema.En ellas hay pasajes difíciles de entenderque algunas personas ignorantes e
inestablesinterpretan torcidamente,–como, por otra parte, lo hacen con el resto de la Escritura–
para su propia perdición.
2 Ped. 3. 15-16
ST
CARTAS PAULINAS
Las Cartas de Pablo difieren unas de otras por su extensión y su contenido, pero todas
tienen una capacidad común: la de ser escritos circunstanciales. Fueron enviadas para
suplir una acción directa, que la ausencia del Apóstol hacía imposible, y están dirigidas
a una comunidad o a una persona determinada. Sólamente dos de ellas –las Cartas a
los Romanos y a los Efesios– intentan presentar de manera más sistemática una
síntesis doctrinal. Si bien son verdaderas cartas, pocas veces tienen un caracter íntimo
SY
entre los muertos. 5 Por él hemos recibido la gracia y la misión apostólica, a fin de conducir a
la obediencia de la fe, para gloria de su Nombre, a todos los pueblos paganos, 6 entre los
O
cuales se encuentran también ustedes, que han sido llamados por Jesucristo. 7 A todos los
que están en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos, llegue la gracia y la paz, que
EM
proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
D
para ir a visitarlos. 11 Porque tengo un gran deseo de verlos, a fin de comunicarles algún don
del Espíritu que los fortalezca, 12 mejor dicho, a fin de que nos reconfortemos unos a otros, por
la fe que tenemos en común. 13 Hermanos, quiero que sepan que muchas veces intenté
visitarlos para recoger algún fruto también entre ustedes, como lo he recogido en otros pueblos
paganos; pero hasta ahora no he podido hacerlo. 14 Yo me debo tanto a los griegos como a
LS
los que no lo son, a los sabios como a los ignorantes. 15 De ahí mi ardiente deseo de
anunciarles la Buena Noticia también a ustedes, los que habitan en Roma.
LA SALVACIÓN POR LA FE EN JESUCRISTO
Pablo resume en pocas palabras el tema central de su Carta a los Romanos: el
Evangelio anuncia y hace presente la obra que Dios ha realizado en Jesucristo para la
salvación del mundo (1. 16-17). Pero antes de entrar de lleno en este tema, y con el fin
de poner de manifiesto la absoluta impotencia del hombre para salvarse por sus propias
O
esta situación, ya que ella "se limita a hacernos conocer el pecado" (3. 20), sin darnos la
gracia para poder evitarlo.
La única salida es Jesucristo, el nuevo Adán. Lo que no podían lograr ni la Ley ni el
esfuerzo personal, lo hizo Dios enviando a su Hijo, "el cual fue entregado por nuestros
ST
pecados y resucitado para nuestra justificación" (4. 25). Sólo podemos llegar a ser
"justos" aceptando la salvación que Dios nos ofrece gratuitamente por medio de Cristo.
De allí la necesidad de la fe, que es una entrega filial y confiada a Dios, el único autor
de nuestra salvación. Por la fe en Cristo muerto y resucitado, Dios justifica al pecador, lo
libera del pecado y lo reconcilia con él (5. 10). La justicia recibida por la fe es un don
gratuito, del que nadie puede enorgullecerse (3. 27), y el comienzo de una nueva vida,
SY
fundada en la gracia de Dios. Una vez que hemos sido justificados, mediante el
Bautismo, debemos considerarnos "muertos al pecado y vivos para Dios"
O
son justos los que oyen la Ley, sino los que la practican. 14 Cuando los paganos, que no
tienen la Ley, guiados por la naturaleza, cumplen las prescripciones de la Ley, aunque no
tengan la Ley, ellos son ley para sí mismos, 15 y demuestran que lo que ordena la Ley está
inscrito en sus corazones. Así lo prueba el testimonio de su propia conciencia, que unas veces
EM
los acusa y otras los disculpa, 16 hasta el Día en que Dios juzgará las intenciones ocultas de
los hombres por medio de Cristo Jesús, conforme a la Buena Noticia que yo predico.
17 Pero tú, que te precias de ser judío; tú que te apoyas en la Ley y te glorías en Dios; 18 tú
que dices conocer su voluntad e, instruido por la Ley, pretendes discernir lo mejor, 19
presumiendo ser guía de ciegos y luz para los que andan en tinieblas; 20 tú que instruyes a los
ignorantes y eres maestro de los simples, porque tienes en la Ley la norma de la ciencia y de la
verdad; 21 ¡tú, que enseñas a los otros, no te enseñas a ti mismo! Tú, que hablas contra el
D
robo, también robas. 22 Tú, que condenas el adulterio, también lo cometes. Tú, que aborreces
a los ídolos, saqueas sus templos. 23 Tú, que te glorías en la Ley, deshonras a Dios violando
la Ley. 24 Porque como dice la Escritura: Por culpa de ustedes, el nombre de Dios es
blasfemado entre las naciones.
La verdadera circuncisión
25 La circuncisión es útil si practicas la Ley, pero si no la practicas, es lo mismo que si fueras
LS
un incircunciso. 26 Al contrario, el que no está circuncidado, pero observa las prescripciones
de la Ley, será tenido por un verdadero circunciso. 27 Más aún, el que físicamente no está
circuncidado pero observa la Ley, te juzgará a ti, que teniendo la letra de la Ley y la
circuncisión, no practicas la Ley. 28 Porque no es verdadero judío el que lo es exteriormente, ni
la verdadera circuncisión es la que se nota en la carne. 29 El verdadero judío lo es
interiormente, y la verdadera circuncisión es la del corazón, la que se hace según el espíritu y
O
ventajas son muchas desde todo punto de vista. Ante todo, Dios confió su Palabra a los judíos.
3 ¿Y qué importa que algunos no hayan creído? ¿Acaso su incredulidad anulará la fidelidad de
Dios? 4 De ninguna manera: Dios es veraz, y todo hombre, mentiroso, porque como dice la
Escritura: Serás reconocido como justo por lo que dices y triunfarás cuando seas juzgado. 5
ST
Ahora bien, si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué conclusión sacaremos?
¿Dios será injusto –me expreso en términos humanos– al dar libre curso a su ira? 6 De ningún
modo. De lo contrario, ¿cómo podría Dios juzgar al mundo? 7 Pero si con mi mentira, la verdad
de Dios sale ganando, para gloria suya, ¿por qué todavía voy a ser condenado como pecador?
8 ¿O debemos hacer el mal para que resulte el bien, como algunos calumniadores nos hacen
decir? ¡Estos sí merecen ser condenados!
La universalidad del pecado
SY
O
circuncidado. Así llegó a ser padre de aquellos que, a pesar de no estar circuncidados, tienen
la fe que les es tenida en cuenta para su justificación. 12 Y es también padre de los que se
circuncidan pero no se contentan con esto, sino que siguen el mismo camino de la fe que tuvo
nuestro padre Abraham, antes de ser circuncidado.
EM
La promesa hecha a Abraham
13 En efecto, la promesa de recibir el mundo en herencia, hecha a Abraham y a su posteridad,
no le fue concedida en virtud de la Ley, sino por la justicia que procede de la fe. 14 Porque si la
herencia pertenece a los que están bajo la Ley, la fe no tiene objeto y la promesa carece de
valor, 15 ya que la Ley provoca la ira y donde no hay Ley tampoco hay transgresión. 16 Por
eso, la herencia se obtiene por medio de la fe, a fin de que esa herencia sea gratuita y la
promesa quede asegurada para todos los descendientes de Abraham, no sólo los que lo son
D
por la Ley, sino también los que lo son por la fe. Porque él es nuestro padre común, 17 como
dice la Escritura: Te he constituido padre de muchas naciones. Abraham es nuestro padre a los
ojos de aquel en quien creyó: el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia a las
cosas que no existen.
La fe de Abraham y la fe del cristiano
18 Esperando contra toda esperanza, Abraham creyó y llegó a ser padre de muchas naciones,
LS
como se le había anunciado: Así será tu descendencia. 19 Su fe no flaqueó, al considerar que
su cuerpo estaba como muerto –era casi centenario– yque también lo estaba el seno de Sara.
20 Él no dudó de la promesa de Dios, por falta de fe, sino al contrario, fortalecido por esa fe,
glorificó a Dios, 21 plenamente convencido de que Dios tiene poder para cumplir lo que
promete. 22 Por eso, la fe le fue tenida en cuenta para su justificación.
23 Pero cuando dice la Escritura: Dios tuvo en cuenta su fe, no se refiere únicamente a
O
Abraham, sino también a nosotros, 24 que tenemos fe en aquel que resucitó a nuestro Señor
Jesús, 25 el cual fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación.
El fruto de la justificación
5 1 Justificados, entonces, por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor
O
Jesucristo. 2 Por él hemos alcanzado, mediante la fe, la gracia en la que estamos afianzados,
y por él nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3 Más aún, nos gloriamos hasta de
las mismas tribulaciones, porque sabemos que la tribulación produce la constancia; 4 la
constancia, la virtud probada; la virtud probada, la esperanza. 5 Y la esperanza no quedará
ST
defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu
Santo, que nos ha sido dado. 6 En efecto, cuando todavía éramos débiles, Cristo, en el tiempo
señalado, murió por los pecadores. 7 Difícilmente se encuentra alguien que dé su vida por un
hombre justo; tal vez alguno sea capaz de morir por un bienhechor. 8 Pero la prueba de que
Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores. 9 Y ahora
que estamos justificados por su sangre, con mayor razón seremos librados por él de la ira de
Dios. 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo,
SY
mucho más ahora que estamos reconciliados, seremos salvados por su vida. 11 Y esto no es
todo: nosotros nos gloriamos en Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien desde
Biblia Católica 2217
obedecerle, se hacen esclavos de aquel a quien obedecen, sea del pecado, que conduce a la
muerte, sea de la obediencia que conduce a la justicia? 17 Pero gracias a Dios, ustedes,
después de haber sido esclavos del pecado, han obedecido de corazón a la regla de doctrina,
a la cual fueron confiados, 18 y ahora, liberados del pecado, han llegado a ser servidores de la
justicia. 19 Voy a hablarles de una manera humana, teniendo en cuenta la debilidad natural de
ustedes. Si antes entregaron sus miembros, haciéndolos esclavos de la impureza y del
desorden hasta llegar a sus excesos, pónganlos ahora al servicio de la justicia para alcanzar la
O
santidad.
Los frutos del pecado y de la justicia
20 Cuando eran esclavos del pecado, ustedes estaban libres con respecto de la justicia. 21
Pero, ¿qué provecho sacaron entonces de las obras que ahora los avergüenzan? El resultado
EM
de esas obras es la muerte. 22 Ahora, en cambio, ustedes están libres del pecado y sometidos
a Dios: el fruto de esto es la santidad y su resultado, la Vida eterna. 23 Porque el salario del
pecado es la muerte, mientras que el don gratuito de Dios es la Vida eterna, en Cristo Jesús,
nuestro Señor.
La liberación de la Ley
7 1 ¿Acaso ustedes ignoran, hermanos –hablo a gente que entiende de leyes– que el hombre
está sujeto a la ley únicamente mientras vive? 2 Así, una mujer casada permanece ligada por
D
la ley a su esposo mientras él viva; pero al morir el esposo, queda desligada de la ley que la
unía a él. 3 Por lo tanto, será tenida por adúltera si en vida de su marido, se une a otro hombre.
En cambio, si su esposo muere, quedará desligada de la ley, y no será considerada adúltera si
se casa con otro hombre. 4 De igual manera, hermanos, por la unión con el cuerpo de Cristo,
ustedes han muerto a la Ley, para pertenecer a otro, a aquel que resucitó a fin de que
podamos dar frutos para Dios. 5 Porque mientras vivíamos según la naturaleza carnal, las
LS
malas pasiones, estimuladas por la Ley, obraban en nuestros miembros para hacernos
producir frutos de muerte. 6 Pero ahora, muertos a todo aquello que nos tenía esclavizados,
hemos sido liberados de la Ley, de manera que podamos servir a Dios con un espíritu nuevo y
no según una letra envejecida.
La Ley, ocasión de pecado
7 ¿Diremos entonces que la Ley es pecado? ¡De ninguna manera! Pero yo no hubiera
O
conocido el pecado si no fuera por la Ley. En efecto, hubiera ignorado la codicia, si la Ley no
dijera: No codiciarás. 8 Pero el pecado, aprovechando la oportunidad que le daba el precepto,
provocó en mí toda suerte de codicia, porque sin la Ley, el pecado es cosa muerta.
9 Hubo un tiempo en que yo vivía sin Ley, pero al llegar el precepto, tomó vida el pecado, 10 y
O
yo, en cambio, morí. Así resultó que el mandamiento que debía darme la vida, me llevó a la
muerte. 11 Porque el pecado, aprovechando la oportunidad que le daba el precepto, me sedujo
y, por medio del precepto, me causó la muerte.
12 De manera que la Ley es santa, como es santo, justo y bueno el precepto. 13 ¿Pero es
ST
posible que lo bueno me cause la muerte? ¡De ningún modo! Lo que pasa es que el pecado, a
fin de mostrarse como tal, se valió de algo bueno para causarme la muerte, y así el pecado,
por medio del precepto, llega a la plenitud de su malicia.
La oposición entre la carney el espíritu
14 Porque sabemos que la Ley es espiritual, pero yo soy carnal, y estoy vendido como esclavo
al pecado. 15 Y ni siquiera entiendo lo que hago, porque no hago lo que quiero sino lo que
aborrezco. 16 Pero si hago lo que no quiero, con eso reconozco que la Ley es buena. 17 Pero
SY
entonces, no soy yo quien hace eso, sino el pecado que reside en mí, 18 porque sé que nada
bueno hay en mí, es decir, en mi carne. En efecto, el deseo de hacer el bien está a mi alcance,
Biblia Católica 2219
cuerpo. 24 Porque solamente en esperanza estamos salvados. Ahora bien, cuando se ve lo
que se espera, ya no se espera más: ¿acaso se puede esperar lo que se ve? 25 En cambio, si
esperamos lo que no vemos, lo esperamos con constancia.
La oración del Espíritu
26 Igualmente, el mismo Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar
como es debido; pero el Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables. 27 Y el que
sondea los corazones conoce el deseo del Espíritu y sabe que su intercesión en favor de los
O
santos está de acuerdo con la voluntad divina.
El plan de salvación
28 Sabemos, además, que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, de
aquellos que él llamó según su designio. 29 En efecto, a los que Dios conoció de antemano,
EM
los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el Primogénito entre muchos
hermanos; 30 y a los que predestinó, también los llamó; y a los que llamó, también los justificó;
y a los que justificó, también los glorificó.
Himno del amor de Dios
31 ¿Qué diremos después de todo esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra
nosotros? 32 El que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no
nos concederá con él toda clase de favores? 33 ¿Quién podrá acusar a los elegidos de Dios?
D
Dios es el que justifica. 34 ¿Quién se atreverá a condenarlos? ¿Será acaso Jesucristo, el que
murió, más aún, el que resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros?
35 ¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las angustias, la
persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada? 36 Como
dice la Escritura: Por tu causa somos entregados continuamente a la muerte; se nos considera
como a ovejas destinadas al matadero. 37 Pero en todo esto obtenemos una amplia victoria,
LS
gracias a aquel que nos amó.
38 Porque tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo
presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, 39 ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra
criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro
Señor.
ISRAEL EN EL PLAN DE DIOS
O
Si "el término de la Ley es Cristo" (10. 4), ¿cuál será el destino de Israel, que en su gran
mayoría se negó a creer en él y sigue aferrado a "la justicia que proviene de la Ley"?
(10. 5). Este es el gran interrogante que se plantea Pablo al final de la primera parte de
su Carta, sin disimular su desconcierto por la situación en que se encontraban después
O
(11. 29). En el tiempo presente, la elección divina ha recaído sólo en un "resto" (11. 5)
del Pueblo elegido, que representa a todo Israel y es la prenda de la salvación final de
los descendientes de Abraham según la carne (11. 25-32). Esta parte concluye con un
himno a la insondable sabiduría de Dios, cuyos designios sobre el mundo superan toda
comprensión humana (11. 33-36).
Los privilegios de Israel
9 1 Digo la verdad en Cristo, no miento, y mi conciencia me lo atestigua en el Espíritu Santo. 2
SY
Siento una gran tristeza y un dolor constante en mi corazón. 3 Yo mismo desearía ser maldito,
separado de Cristo, en favor de mis hermanos, los de mi propia raza. 4 Ellos son israelitas: a
Biblia Católica 2221
Israel y la justicia de Dios
10 1 Hermanos, mi mayor deseo y lo que pido en mi oración a Dios es que ellos se salven. 2
Yo atestiguo en favor de ellos que tienen celo por Dios, pero un celo mal entendido. 3 Porque
desconociendo la justicia de Dios y tratando de afirmar la suya propia, rehusaron someterse a
la justicia de Dios, 4 ya que el término de la Ley es Cristo, para justificación de todo el que
cree.
5 Moisés, en efecto, escribe acerca de la justicia que proviene de la Ley: El hombre que la
O
practique vivirá por ella. 6 En cambio, la justicia que proviene de la fe habla así: No digas en tu
corazón: ¿Quién subirá al cielo?, esto es, para hacer descender a Cristo. 7 O bien: ¿Quién
descenderá al Abismo?, esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos. 8 ¿Pero qué
es lo que dice la justicia?: La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, es decir, la
EM
palabra de la fe que nosotros predicamos. 9 Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el
Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado. 10 Con
el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la
salvación. 11 Así lo afirma la Escritura: El que cree en él, no quedará confundido. 12 Porque no
hay distinción entre judíos y los que no lo son: todos tienen el mismo Señor, que colma de
bienes a quienes lo invocan. 13 Ya que todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.
El misterio de la incredulidad de Israel
D
14 Pero, ¿cómo invocarlo sin creer en él? ¿Y cómo creer, sin haber oído hablar de él? ¿Y
cómo oír hablar de él, si nadie lo predica? 15 ¿Y quiénes predicarán, si no se los envía? Como
dice la Escritura: ¡Qué hermosos son los pasos de los que anuncian buenas noticias! 16 Pero
no todos aceptan la Buena Noticia. Así lo dice Isaías: Señor, ¿quién creyó en nuestra
predicación? 17 La fe, por lo tanto, nace de la predicación y la predicación se realiza en virtud
de la Palabra de Cristo.
LS
18 Yo me pregunto: ¿Acaso no la han oído? Sí, por supuesto: Por toda la tierra se extiende su
voz y sus palabras llegan hasta los confines del mundo. 19 Pero vuelvo a preguntarme: ¿Es
posible que Israel no haya comprendido? Ya lo dijo Moisés: Yo los pondré celosos con algo
que no es un pueblo, los irritaré con una nación insensata. 20 E Isaías se atreve a decir: Me
encontraron los que no me buscaban y me manifesté a aquellos que no preguntaban por mí.
21 De Israel, en cambio, afirma: Durante todo el día tendí mis manos a un pueblo infiel y
O
rebelde.
El resto de Israel
11 1 Entonces me pregunto: ¿Dios habrá rechazado a su Pueblo? ¡Nada de eso! Yo mismo
soy israelita, descendiente de Abraham y miembro de la tribu de Benjamín. 2 Dios no ha
O
rechazado a su Pueblo, al que eligió de antemano. ¿Ustedes no saben acaso lo que dice la
Escritura en la historia de Elías? Él se quejó de Israel delante de Dios, diciendo: 3 Señor, han
matado a tus profetas, destruyeron tus altares; he quedado yo solo y tratan de quitarme la vida.
4 ¿Y qué le respondió el oráculo divino?: Me he reservado siete mil hombres que no doblaron
ST
su rodilla ante Baal. 5 Así, en el tiempo presente, hay también un resto elegido gratuitamente.
6 Y si es por gracia, no es por las obras; de lo contrario, la gracia no sería gracia.
7 ¿Qué conclusión sacaremos de esto? Que Israel no alcanzó lo que buscaba, sino que lo
consiguieron los elegidos; en cuanto a los demás, se endurecieron, 8 según la palabra de la
Escritura: Dios los insensibilizó, para que sus ojos no vean y sus oídos no escuchen hasta el
día de hoy. 9 Y David añade: Que su mesa se convierta en una trampa y en un lazo, en
ocasión de caída y en justo castigo. 10 Que se nublen sus ojos para que no puedan ver, y
SY
O
enemigos. Sobre todo, debe manifestarse hacia los débiles en la fe (14. 1 - 15. 6), a
imitación de Cristo, que murió por todos. Para poder glorificar a Dios "con un solo
corazón y una sola voz", es necesario "tener los mismos sentimientos" y ser
"mutuamente acogedores" (15. 5-7).
EM
El culto espiritual
12 1 Por lo tanto, hermanos, yo los exhorto por la misericordia de Dios a ofrecerse ustedes
mismos como una víctima viva, santa y agradable a Dios: este es el culto espiritual que deben
ofrecer. 2 No tomen como modelo a este mundo. Por el contrario, transfórmense interiormente
renovando su mentalidad, a fin de que puedan discernir cuál es la voluntad de Dios: lo que es
bueno, lo que le agrada, lo perfecto.
Los carismas al servicio de la comunidad
D
3 En virtud de la gracia que me fue dada, le digo a cada uno de ustedes: no se estimen más de
lo que conviene; pero tengan por ustedes una estima razonable, según la medida de la fe que
Dios repartió a cada uno. 4 Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros
con diversas funciones, 5 también todos nosotros formamos un solo Cuerpo en Cristo, y en lo
que respecta a cada uno, somos miembros los unos de los otros. 6 Conforme a la gracia que
LS
Dios nos ha dado, todos tenemos aptitudes diferentes. El que tiene el don de la profecía, que lo
ejerza según la medida de la fe. 7 El que tiene el don del ministerio, que sirva. El que tiene el
don de enseñar, que enseñe. 8 El que tiene el don de exhortación, que exhorte. El que
comparte sus bienes, que dé con sencillez. El que preside la comunidad, que lo haga con
solicitud. El que practica misericordia, que lo haga con alegría.
El amor fraterno
9 Amen con sinceridad. Tengan horror al mal y pasión por el bien. 10 Ámense cordialmente
O
con amor fraterno, estimando a los otros como más dignos. 11 Con solicitud incansable y
fervor de espíritu, sirvan al Señor. 12 Alégrense en la esperanza, sean pacientes en la
tribulación y perseverantes en la oración. 13 Consideren como propias las necesidades de los
santos y practiquen generosamente la hospitalidad.
O
devuelvan a nadie mal por mal. Procuren hacer el bien delante de todos los hombres. 18 En
cuanto dependa de ustedes, traten de vivir en paz con todos. 19 Queridos míos, no hagan
justicia por sus propias manos, antes bien, den lugar a la ira de Dios. Porque está escrito: Yo
castigaré. Yo daré la retribución, dice el Señor. 20 Y en otra parte está escrito: Si tu enemigo
tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Haciendo esto, amontonarás
carbones encendidos sobre su cabeza. 21 No te dejes vencer por el mal. Por el contrario,
vence al mal, haciendo el bien.
SY
O
20 No arruines la obra de Dios por un alimento. En realidad, todo es puro, pero se hace malo
para el que come provocando escándalo. 21 Lo mejor es no comer carne ni beber vino ni hacer
nada que pueda escandalizar a tu hermano.
22 Guarda para ti, delante de Dios, lo que te dicta tu propia convicción. ¡Feliz el que no tiene
EM
nada que reprocharse por aquello que elige! 23 Pero el que come a pesar de sus dudas, es
culpable porque obra de mala fe. Y todo lo que no se hace de buena fe es pecado.
La mutua tolerancia a ejemplo de Cristo
15 1 Nosotros, los que somos fuertes, debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles y no
complacernos a nosotros mismos. 2 Que cada uno trate de agradar a su prójimo para el bien y
la edificación común. 3 Porque tampoco Cristo buscó su propia complacencia, como dice la
Escritura: Cayeron sobre mí los ultrajes de los que te agravian. 4 Ahora bien, todo lo que ha
D
sido escrito en el pasado, ha sido escrito para nuestra instrucción, a fin de que por la
constancia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la esperanza. 5 Que el Dios de
la constancia y del consuelo les conceda tener los mismos sentimientos unos hacia otros, a
ejemplo de Cristo Jesús, 6 para que con un solo corazón y una sola voz, glorifiquen a Dios, el
Padre de nuestro Señor Jesucristo.
La fidelidad y la misericordia de Dios
LS
7 Sean mutuamente acogedores, como Cristo los acogió a ustedes para la gloria de Dios. 8
Porque les aseguro que Cristo se hizo servidor de los judíos para confirmar la fidelidad de
Dios, cumpliendo las promesas que él había hecho a nuestros padres, 9 y para que los
paganos glorifiquen a Dios por su misericordia. Así lo enseña la Escritura cuando dice: Yo te
alabaré en medio de las naciones, Señor, y cantaré en honor de tu Nombre. 10 Y en otra parte
dice: ¡Pueblos extranjeros, alégrense con el Pueblo de Dios! 11 Y también afirma: ¡Alaben al
O
Señor todas las naciones; glorifíquenlo todos los pueblos! 12 Y el profeta Isaías dice a su vez:
Aparecerá el brote de Jesé, el que se alzará para gobernar las naciones paganas: y todos los
pueblos pondrán en él su esperanza.
13 Que el Dios de la esperanza los llene de alegría y de paz en la fe, para que la esperanza
O
llamado a cumplir "el oficio sagrado de anunciar la Buena Noticia de Dios" (15. 16).
Luego habla de la actividad misionera que se había propuesto realizar en Occidente y
que incluía su paso por la capital del Imperio. Con gusto emprendería inmediatamente
su viaje a Roma, tantas veces proyectado y otras tantas demorado. Pero antes debía
llevar a Jerusalén la colecta reunida en sus comunidades de Asia Menor, Macedonia y
Grecia. Este viaje lo preocupa. No sólo teme ser perseguido por los judíos, sino que
ignora si la comunidad judeo-cristiana de Jerusalén lo aceptará a él y se mostrará
SY
dispuesta a recibir la ayuda que les ofrece como signo de unidad y de comunión
fraternal. Por eso pide a los cristianos de Roma que oren por él, para que pueda salir
Biblia Católica 2227
fe".
Saludos
16 1 Les recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la Iglesia de Cencreas, 2 para que
la reciban en el Señor, como corresponde a los santos, ayudándola en todo lo que necesite de
ustedes: ella ha protegido a muchos hermanos y también a mí.
3 Saluden a Prisca y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús. 4 Ellos arriesgaron su vida
para salvarme, y no sólo yo, sino también todas las Iglesias de origen pagano, tienen con ellos
O
una deuda de gratitud. 5 Saluden, igualmente, a la Iglesia que se reúne en su casa.
No se olviden de saludar a mi amigo Epéneto, el primero que se convirtió a Cristo en Asia
Menor. 6 Saluden a María, que tanto ha trabajado por ustedes; 7 a Andrónico y a Junia, mis
parientes y compañeros de cárcel, que son apóstoles insignes y creyeron en Cristo antes que
EM
yo. 8 Saluden a Ampliato, mi amigo querido en el Señor; 9 a Urbano, nuestro colaborador en
Cristo, y también a Estaquis, mi querido amigo. 10 Saluden a Apeles, que ha dado pruebas de
fidelidad a Cristo, y también a los de la familia de Aristóbulo. 11 Saluden a mi pariente
Herodión, y a los de la familia de Narciso que creen en Cristo.
12 Saluden a Trifena y a Trifosa, que tanto se esfuerzan por el Señor; a la querida Persis, que
también ha trabajado mucho por el Señor. 13 Saluden a Rufo, el elegido del Señor, y a su
madre, que lo es también mía; 14 a Asíncrito, a Flegonte, a Hermes, a Patrobas, a Hermas y a
D
los hermanos que están con ellos. 15 Saluden a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, así
como también a Olimpia, y a todos los santos que viven con ellos. 16 Salúdense mutuamente
con el beso de paz. Todas las Iglesias de Cristo les envían saludos.
Recomendaciones finales
17 Les ruego, hermanos, que se cuiden de los que provocan disensiones y escándalos,
contrariamente a la enseñanza que ustedes han recibido. Eviten su trato, 18 porque ellos no
LS
sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a su propio interés, seduciendo a los simples con
palabras suaves y aduladoras. 19 En todas partes se conoce la obediencia de ustedes, y esto
me alegra; pero quiero que sean hábiles para el bien y sencillos para el mal. 20 El Dios de la
paz aplastará muy pronto a Satanás, dándoles la victoria sobre él. La gracia de nuestro Señor
Jesucristo esté con ustedes.
21 Timoteo, mi colaborador, les envía saludos, así como también mis parientes Lucio, Jasón y
O
Sosípatro. 22 Yo, Tercio, que he servido de amanuense, los saludo en el Señor. 23 También
los saluda Gayo, que me brinda hospedaje a mí y a toda la Iglesia. Finalmente, les envían
saludos Erasto, el tesorero de la ciudad y nuestro hermano Cuarto. 24 .
Doxología final
O
25 ¡Gloria a Dios,
Jesucristo, y revelando un misterio que fue guardado en secreto desde la eternidad 26 y que
ahora se ha manifestado! Este es el misterio que, por medio de los escritos proféticos y según
el designio del Dios eterno, fue dado a conocer a todas las naciones para llevarlas a la
obediencia de la fe. 27 ¡A Dios, el único sabio, por Jesucristo, sea la gloria eternamente! Amén.
SY
1 1. "Apóstol": ver nota Mt. 10. 2. Muchas veces Pablo se vio precisado a defender su
condición de verdadero Apóstol. Ver 1 Cor. 9. 1; Gál. 1. 1.
Biblia Católica 2229
11. Gn. 17. 11.
1 Gn. 17. 5.
2 Gn. 15. 5.
O
0 5 12. Sab. 2. 24. El texto dice literalmente: "Por lo tanto, así como por un solo hombre
entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los
hombres, porque todos pecaron...". Pablo deja la frase en suspenso, porque no introduce el
segundo término de la comparación, pero la idea se completa en los versículos siguientes,
EM
mediante la antítesis entre Adán y Cristo.
1 "Porque todos pecaron": según la interpretación más probable, Pablo se refiere aquí, lo
mismo que en 3. 23, a los pecados personales de cada individuo, que son consecuencia de la
situación en que se encuentra el hombre por su solidaridad con Adán.
b 6 3. "Fuimos bautizados... nos hemos sumergido": estas dos expresiones traducen el
mismo verbo "bautizar", que en este pasaje conserva su significado primitivo de "sumergirse".
Pablo alude al bautismo por "inmersión", que se practicaba habitualmente en la Iglesia
D
primitiva, y muestra que esa inmersión es un símbolo de lo que acontece en el bautismo: al ser
bautizado, el cristiano se sumerge en Cristo y en su muerte, para renacer con él a una Vida
nueva (vs. 4-5). Ver Col. 2. 12; 1 Ped.
3. 21.
7 En este capítulo, Pablo considera a la "ley" como una norma de conducta impuesta al
LS
hombre desde afuera, que le da a conocer el pecado, pero no le confiere la fuerza interior
necesaria para someterse a sus exigencias. Su tipo por excelencia es la Ley de Moisés. En
cuanto expresión de la voluntad divina, esa Ley es buena, justa y santa; pero en cuanto norma
puramente exterior, es ocasión de pecado y motivo de condenación para el transgresor. Ver
Gál. 3. 10-13.
7. Éx. 20. 17; Deut. 5. 21. Pablo emplea el pronombre "yo" para describir más dramáticamente
O
la impotencia del hombre no redimido por Cristo frente a las exigencias de la Ley, y para
señalar la función que le corresponde a ella en los designios de Dios.
9. "Sin Ley": esta expresión se refiere a la situación de la humanidad antes de ser promulgada
la Ley de Moisés.
O
14.
ST
22. La expresión "hombre interior" designa la parte racional del hombre, que lo impulsa a hacer
el bien. Ver 2 Cor. 4. 16.
8 19. En el pensamiento bíblico, "toda la creación" aparece íntimamente ligada al destino del
hombre, y así como es solidaria de él en su caída (Gn. 3. 17-18), lo es también en su
redención.
1 Sobre las "primicias del Espíritu", ver nota 2 Cor. 1. 22.
2 "En esperanza estamos salvados": la salvación es, al mismo tiempo, una realidad
SY
O
12 1. Pablo pone de relieve que el "culto" por excelencia del cristiano es toda su vida,
convertida en ofrenda "agradable" a Dios. De una manera especial, el apostolado (1.9; 15. 16),
EM
la fe (Flp. 2. 17) y la ayuda a los necesitados (2 Cor. 9. 11-15; Flp. 4. 18; Heb. 13. 16).
4-5. Ver 1 Cor. 12. 12.
6-8. El tema de los "dones" o "carismas" se encuentra ampliamente desarrollado en 1 Cor. 12;
14. Ver Ef. 4. 11-12.
1 Prov. 3. 7.
2 Prov. 3. 4 (texto griego).
D
1 Deut. 32. 35. "Den lugar a la ira de Dios": esta expresión significa que Dios es el único
que puede hacer justicia y castigar debidamente al pecador. Ver nota 1. 18; Heb. 10. 29-31.
2 Prov. 25. 21-22. Los "carbones encendidos" simbolizan probablemente el
remordimiento y la vergüenza. La bondad hacia el enemigo es la mejor manera de llevarlo a un
cambio de actitud y de hacerle deponer su enemistad.
LS
13 1-7. Ver 1 Tim. 2. 1-2; Tit. 3. 1; 1 Ped. 2. 13-17. Pablo afirma el origen divino del poder,
siempre que sea legítimo y se ejerza para el bien.
9. Éx. 20. 13-17; Deut. 5. 17-21; Lev. 19. 18. Ver Mt. 22. 34-40; Gál. 5. 14; Sant. 2. 8.
12. Ver 2 Cor. 6. 7; Ef. 6. 11.
14 1. "Débil en la fe" es el creyente que todavía no ha alcanzado un grado suficiente de
instrucción y madurez cristiana. Ver 1 Cor. 8. 7-13; 10. 23-33.
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16. "El beso de paz" es el beso litúrgico, símbolo de la fraternidad cristiana. Ver 1 Tes. 5. 26; 1
Cor. 16. 20; 2 Cor. 13. 12; 1 Ped. 5. 14.
Biblia Católica 2233
gravedad. La lucha partidista entre aquellos que han sido bautizados en el nombre de
Jesucristo, el único Señor de todos, es un verdadero contrasentido (1. 13). Pedro, Pablo
y Apolo –como los demás predicadores de la Buena Noticia– son "simples servidores"
de un mensaje que no les pertenece. Una vez cumplida su misión, ellos tienen que
desaparecer para dar lugar a Jesucristo (3. 5-9).
Esta reflexión podría haber bastado para poner punto final a los "celos y discordias" (3.
3). Pero Pablo va al fondo de la cuestión. Al comportarse de esa manera, los diversos
O
grupos, incluidos sus propios adeptos, habían abandonado de hecho el mensaje de
Cristo crucificado y lo habían sustituido por una sabiduría puramente humana. Por eso
no se pone a discutir sus puntos de vista o sus tendencias, ni da la razón a unos contra
otros, sino que contrapone vigorosamente el mensaje de la Cruz a la sabiduría de este
EM
mundo. La fe no puede estar fundada "en la sabiduría de los hombres, sino en el poder
de Dios" (2. 5).
Reprobación de las discordias
10 Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, yo los exhorto a que se pongan de
acuerdo: que no haya divisiones entre ustedes y vivan en perfecta armonía, teniendo la misma
manera de pensar y de sentir. 11 Porque los de la familia de Cloe me han contado que hay
discordias entre ustedes. 12 Me refiero a que cada uno afirma: "Yo soy de Pablo, yo de Apolo,
D
yo de Cefas, yo de Cristo". 13 ¿Acaso Cristo está dividido? ¿O es que Pablo fue crucificado
por ustedes? ¿O será que ustedes fueron bautizados en el nombre de Pablo? 14 Felizmente
yo no he bautizado a ninguno de ustedes, excepto a Crispo y a Gayo. 15 Así nadie puede decir
que ha sido bautizado en mi nombre. 16 Sí, también he bautizado a la familia de Estéfanas,
pero no recuerdo haber bautizado a nadie más. 17 Porque Cristo no me envió a bautizar, sino
LS
a anunciar la Buena Noticia, y esto sin recurrir a la elocuencia humana, para que la cruz de
Cristo no pierda su eficacia.
La sabiduría del mundo y la sabiduría cristiana
18 El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden, pero para los que se salvan –
para nosotros– es fuerza de Dios. 19 Porque está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios y
rechazaré la ciencia de los inteligentes. 20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el hombre culto?
¿Dónde el razonador sutil de este mundo? ¿Acaso Dios no ha demostrado que la sabiduría del
O
mundo es una necedad? 21 En efecto, ya que el mundo, con su sabiduría, no reconoció a Dios
en las obras que manifiestan su sabiduría, Dios quiso salvar a los que creen por la locura de la
predicación. 22 Mientras los judíos piden milagros y los griegos van en busca de sabiduría, 23
nosotros, en cambio, predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura
O
para los paganos, 24 pero fuerza y sabiduría de Dios para los que han sido llamados, tanto
judíos como griegos. 25 Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los
hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres.
El llamado de Dios a los pobres
ST
26 Hermanos, tengan en cuenta quiénes son los que han sido llamados: no hay entre ustedes
muchos sabios, hablando humanamente, ni son muchos los poderosos ni los nobles. 27 Al
contrario, Dios eligió lo que el mundo tiene por necio, para confundir a los sabios; lo que el
mundo tiene por débil, para confundir a los fuertes; 28 lo que es vil y despreciable y lo que no
vale nada, para aniquilar a lo que vale. 29 Así, nadie podrá gloriarse delante de Dios. 30 Por él,
ustedes están unidos a Cristo Jesús, que por disposición de Dios, se convirtió para nosotros en
SY
sabiduría y justicia, en santificación y redención, 31 a fin de que, como está escrito: El que se
gloría, que se gloríe en el Señor.
O
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él. Porque el templo de Dios es
sagrado, y ustedes son ese templo.
La verdadera sabiduría
18 ¡Que nadie se engañe! Si alguno de ustedes se tiene por sabio en este mundo, que se haga
EM
insensato para ser realmente sabio. 19 Porque la sabiduría de este mundo es locura delante
de Dios. En efecto, dice la Escritura: Él sorprende a los sabios en su propia astucia, 20 y
además: El Señor conoce los razonamientos de los sabios y sabe que son vanos. 21 En
consecuencia, que nadie se gloríe en los hombres, porque todo les pertenece a ustedes: 22
Pablo, Apolo o Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente o el futuro. Todo es de ustedes,
23 pero ustedes son de Cristo y Cristo es de Dios.
El juicio reservado a Cristo
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4 1 Los hombres deben considerarnos simplemente como servidores de Cristo y
administradores de los misterios de Dios. 2 Ahora bien, lo que se pide a un administrador es
que sea fiel. 3 En cuanto a mí, poco me importa que me juzguen ustedes o un tribunal humano;
ni siquiera yo mismo me juzgo. 4 Es verdad que mi conciencia nada me reprocha, pero no por
eso estoy justificado: mi juez es el Señor. 5 Por eso, no hagan juicios prematuros. Dejen que
venga el Señor: él sacará a la luz lo que está oculto en las tinieblas y manifestará las
LS
intenciones secretas de los corazones. Entonces, cada uno recibirá de Dios la alabanza que le
corresponda.
Situación de los ministros de Cristo
6 En todo esto, hermanos, les puse mi ejemplo y el de Apolo, a fin de que aprendan de
nosotros el refrán: "No vayamos más allá de lo que está escrito", y así nadie tome partido
orgullosamente en favor de uno contra otro. 7 En efecto, ¿con qué derecho te distingues de los
O
demás? ¿Y qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué te glorías como si
no lo hubieras recibido? 8 ¡Será que ustedes ya están satisfechos! ¡Será que se han
enriquecido o que se han convertido en reyes, sin necesidad de nosotros! ¡Ojalá que así fuera,
para que nosotros pudiéramos reinar con ustedes! 9 Pienso que a nosotros, los Apóstoles,
O
Dios nos ha puesto en el último lugar, como condenados a muerte, ya que hemos llegado a ser
un espectáculo para el mundo, para los ángeles y los hombres. 10 Nosotros somos tenidos por
necios, a causa de Cristo, y en cambio, ustedes son sensatos en Cristo. Nosotros somos
débiles, y ustedes, fuertes. Ustedes gozan de prestigio, y nosotros somos despreciados. 11
ST
Hasta ahora sufrimos hambre, sed y frío. Somos maltratados y vivimos errantes. 12 Nos
agotamos, trabajando con nuestras manos. 13 Nos insultan y deseamos el bien. Padecemos
persecución y la soportamos. Nos calumnian y consolamos a los demás. Hemos llegado a ser
como la basura del mundo, objeto de desprecio para todos hasta el día de hoy.
Amonestación paternal
14 No les escribo estas cosas para avergonzarlos, sino para reprenderlos como a hijos muy
queridos. 15 Porque, aunque tengan diez mil preceptores en Cristo, no tienen muchos padres:
SY
soy yo el que los ha engendrado en Cristo Jesús, mediante la predicación de la Buena Noticia.
16 Les ruego, por lo tanto, que sigan mi ejemplo. 17 Por esta misma razón les envié a Timoteo,
Biblia Católica 2237
6 1 ¿Cómo es posible que cuando uno de ustedes tiene algún conflicto con otro, se atreve a
reclamar justicia a los injustos, en lugar de someterse al juicio de los santos? 2 ¿No saben
ustedes que los santos juzgarán al mundo? Y si el mundo va a ser juzgado por ustedes, ¿cómo
no van a ser capaces de juzgar asuntos de mínima importancia? 3 ¿Ignoran que vamos a
juzgar a los mismos ángeles? Con mayor razón entonces, los asuntos de esta vida. 4 ¡Y
pensar que cuando ustedes tienen litigios, buscan como jueces a los que no son nadie para la
Iglesia! 5 Lo digo para avergonzarlos: ¡por lo visto, no hay entre ustedes ni siquiera un hombre
O
sensato, que sea capaz de servir de árbitro entre sus hermanos! 6 ¡Un hermano pleitea con
otro, y esto, delante de los que no creen! 7 Ya está mal que haya litigios entre ustedes: ¿acaso
no es preferible sufrir la injusticia o ser despojado? 8 Pero no, ustedes mismos son los que
cometen injusticias y defraudan a los demás, ¡y esto entre hermanos! 9 ¿Ignoran que los
EM
injustos no heredarán el Reino de Dios? No se hagan ilusiones: ni los inmorales, ni los
idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los pervertidos, 10 ni los ladrones, ni los avaros,
ni los bebedores, ni los difamadores, ni los usurpadores heredarán el Reino de Dios. 11
Algunos de ustedes fueron así, pero ahora han sido purificados, santificados y justificados en el
nombre de nuestro Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.
La fornicación
12 "Todo me está permitido", pero no todo es conveniente. "Todo me está permitido", pero no
D
me dejaré dominar por nada. 13 Los alimentos son para el estómago y el estómago para los
alimentos, y Dios destruirá a ambos. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el
Señor, y el Señor es para el cuerpo. 14 Y Dios que resucitó al Señor, nos resucitará también a
nosotros con su poder.
15 ¿No saben acaso que sus cuerpos son miembros de Cristo? ¿Cómo voy a tomar los
LS
miembros de Cristo para convertirlos en miembros de una prostituta? De ninguna manera. 16
¿No saben que el que se une a una prostituta, se hace un solo cuerpo con ella? Porque dice la
Escritura: Los dos serán una sola carne. 17 En cambio, el que se une al Señor se hace un solo
espíritu con él.
18 Eviten la fornicación. Cualquier otro pecado cometido por el hombre es exterior a su cuerpo,
pero el que fornica peca contra su propio cuerpo.
19 ¿O no saben que sus cuerpos son templo del Espíritu Santo, que habita en ustedes y que
O
han recibido de Dios? Por lo tanto, ustedes no se pertenecen, 20 sino que han sido
comprados, ¡y a qué precio! Glorifiquen entonces a Dios en sus cuerpos
RESPUESTA A DIVERSAS CUESTIONES
En toda esta sección, el Apóstol responde a diversas cuestiones planteadas por la
O
EL MATRIMONIO Y EL CELIBATO
Algunos fieles de Corinto propugnaban el celibato como "única" forma de vida
evangélica. Pablo, en cambio, defiende el matrimonio como el estado más común de los
seres humanos, y lo hace con la misma firmeza con que antes se había opuesto al
desenfreno sexual. Al mismo tiempo, elogia la virginidad como el camino más adecuado
para consagrarse plenamente al servicio de Dios. Pero en último término, lo mejor es
SY
que cada uno viva en conformidad con el don recibido de Dios (7. 17).
El mismo Pablo advierte a sus destinatarios que no todas sus directivas tienen el mismo
O
mundo, como si no disfrutaran. Porque la apariencia de este mundo es pasajera.
La consagración a Dios
32 Yo quiero que ustedes vivan sin inquietudes. El que no tiene mujer se preocupa de las
cosas del Señor, buscando cómo agradar al Señor. 33 En cambio, el que tiene mujer se
EM
preocupa de las cosas de este mundo, buscando cómo agradar a su mujer, 34 y así su
corazón está dividido. También la mujer soltera, lo mismo que la virgen, se preocupa de las
cosas del Señor, tratando de ser santa en el cuerpo y en el espíritu. La mujer casada, en
cambio, se preocupa de las cosas de este mundo, buscando cómo agradar a su marido. 35
Les he dicho estas cosas para el bien de ustedes, no para ponerles un obstáculo, sino para
que ustedes hagan lo que es más conveniente y se entreguen totalmente al Señor.
36 Si un hombre, encontrándose en plena vitalidad, cree que no podrá comportarse
D
correctamente con la mujer que ama, y que debe casarse, que haga lo que le parezca: si se
casan, no comete ningún pecado. 37 En cambio, el que decide no casarse con ella, porque se
siente interiormente seguro y puede contenerse con pleno dominio de su voluntad, también
obra correctamente. 38 Por lo tanto, el que se casa con la mujer que ama, hace bien; pero el
que no se casa, obra mejor todavía.
39 La mujer permanece ligada a su marido mientras este vive; en cambio, si muere el marido,
LS
queda en libertad para casarse con el que quiera. Pero en esto, debe ser guiada por el Señor.
40 Sin embargo, será más feliz si no vuelve a casarse, de acuerdo con mi consejo. Ahora bien,
yo creo tener el Espíritu de Dios.
Todos los temas que aborda Pablo en esta Carta tienen una raíz común: ¿cómo
mantener la fidelidad al mensaje evangélico y a las exigencias de la vida cristiana en
medio de un ambiente adverso? Un caso práctico de esto era el de la carne sacrificada
O
presentaba a los cristianos: ¿se podía comprar la carne inmolada a los ídolos? ¿les
estaba permitido comerla cuando eran invitados por los paganos?
La respuesta de Pablo es clara. El creyente es libre de comerla, con tal que su
comportamiento no sea ocasión de caída para los débiles en la fe. ""Todo está
permitido", pero no todo es conveniente" (10.23), vuelve a repetir el Apóstol, como lo
había hecho a propósito del tema sexual (6.12). Este fue el ejemplo que dio el mismo
SY
Pablo. Él se hizo "todo para todos" (9.22), renunciando incluso a sus derechos de vivir
del Evangelio, a fin de no poner obstáculos a la evangelización (9.13-15).
O
se me ha confiado una misión. 18 ¿Cuál es entonces mi recompensa? Predicar gratuitamente
la Buena Noticia, renunciando al derecho que esa Buena Noticia me confiere.
El celo apostólico de Pablo
19 En efecto, siendo libre, me hice esclavo de todos, para ganar al mayor número posible. 20
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Me hice judío con los judíos para ganar a los judíos; me sometí a la Ley, con los que están
sometidos a ella –aunque yo no lo estoy– a fin de ganar a los que están sometidos a la Ley. 21
Y con los que no están sometidos a la Ley, yo, que no vivo al margen de la Ley de Dios –
porque estoy sometido a la Ley de Cristo– me hice como uno de ellos, a fin de ganar a los que
no están sometidos a la Ley. 22 Y me hice débil con los débiles, para ganar a los débiles. Me
hice todo para todos, para ganar por lo menos a algunos, a cualquier precio. 23 Y todo esto,
por amor a la Buena Noticia, a fin de poder participar de sus bienes.
D
El ejemplo de los deportistas
24 ¿No saben que en el estadio todos corren, pero uno solo gana el premio? Corran, entonces,
de manera que lo ganen. 25 Los atletas se privan de todo, y lo hacen para obtener una corona
que se marchita; nosotros, en cambio, por una corona incorruptible. 26 Así, yo corro, pero no
sin saber adónde; peleo, no como el que da golpes en el aire. 27 Al contrario, castigo mi
cuerpo y lo tengo sometido, no sea que, después de haber predicado a los demás, yo mismo
LS
quede descalificado.
Las lecciones de la historia de Israel
10 1 Porque no deben ignorar, hermanos, que todos nuestros padres fueron guiados por la
nube y todos atravesaron el mar; 2 y para todos, la marcha bajo la nube y el paso del mar, fue
un bautismo que los unió a Moisés. 3 También todos comieron la misma comida y bebieron la
misma bebida espiritual. 4 En efecto, bebían el agua de una roca espiritual que los
O
acompañaba, y esa roca era Cristo. 5 A pesar de esto, muy pocos de ellos fueron agradables a
Dios, porque sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto.
6 Todo esto aconteció simbólicamente para ejemplo nuestro, a fin de que no nos dejemos
arrastrar por los malos deseos, como lo hicieron nuestros padres. 7 No adoren a falsos dioses,
O
como hicieron algunos de ellos, según leemos en la Escritura: El pueblo se sentó a comer y a
beber, y luego se levantó para divertirse. 8 No forniquemos, como algunos de ellos, y por eso,
en castigo, murieron veintitrés mil en un solo día. 9 No provoquemos al Señor, como hicieron
algunos de ellos, y perecieron víctimas de las serpientes. 10 No nos rebelemos contra Dios,
ST
como algunos de ellos, por lo cual murieron víctimas del Ángel exterminador.
11 Todo esto les sucedió simbólicamente, y está escrito para que nos sirva de lección a los
que vivimos en el tiempo final. 12 Por eso, el que se cree muy seguro, ¡cuídese de no caer! 13
Hasta ahora, ustedes no tuvieron tentaciones que superen sus fuerzas humanas. Dios es fiel, y
él no permitirá que sean tentados más allá de sus fuerzas. Al contrario, en el momento de la
tentación, les dará el medio de librarse de ella, y los ayudará a soportarla.
Los sacrificios paganos y la Eucaristía
SY
14 Por esto, queridos míos, eviten la idolatría. 15 Les hablo como a gente sensata; juzguen
ustedes mismos lo que voy a decirles. 16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso
Biblia Católica 2243
espirituales" (12.1) pierden su valor. Lo demás es transitorio, sólo el amor "no pasará
jamás" (13.8).
El velo de las mujeres
2 Los felicito porque siempre se acuerdan de mí y guardan las tradiciones tal como yo se las
he transmitido. 3 Sin embargo, quiero que sepan esto: Cristo es la cabeza del hombre; la
cabeza de la mujer es el hombre y la cabeza de Cristo es Dios. 4 En consecuencia, el hombre
que ora o profetiza con la cabeza cubierta deshonra a su cabeza; 5 y la mujer que ora o
O
profetiza con la cabeza descubierta deshonra a su cabeza, exactamente como si estuviera
rapada. 6 Si una mujer no se cubre con el velo, que se corte el cabello. Pero si es deshonroso
para una mujer cortarse el cabello o raparse, que se ponga el velo.
7 El hombre, no debe cubrir su cabeza, porque él es la imagen y el reflejo de Dios, mientras
EM
que la mujer es el reflejo del hombre. 8 En efecto, no es el hombre el que procede de la mujer,
sino la mujer del hombre; 9 ni fue creado el hombre a causa de la mujer, sino la mujer a causa
del hombre. 10 Por esta razón, la mujer debe tener sobre su cabeza un signo de sujeción, por
respeto a los ángeles. 11 Por supuesto que para el Señor, la mujer no existe sin el hombre ni el
hombre sin la mujer. 12 Porque si la mujer procede del hombre, a su vez, el hombre nace de la
mujer y todo procede de Dios.
13 Juzguen por ustedes mismos: ¿Les parece conveniente que la mujer ore con la cabeza
D
descubierta? 14 ¿Acaso la misma naturaleza no nos enseña que es una vergüenza para el
hombre dejarse el cabello largo, 15 mientras que para la mujer es una gloria llevarlo así?
Porque la cabellera le ha sido dada a manera de velo. 16 Por lo demás, si alguien es amigo de
discusiones, le advertimos que entre nosotros se acostumbra usar el velo y también en las
Iglesias de Dios.
Abusos en las celebracioneseucarísticas
LS
17 Y ya que les hago esta advertencia, no puedo felicitarlos por sus reuniones, que en lugar de
beneficiarlos, los perjudican. 18 Ante todo, porque he oído decir que cuando celebran sus
asambleas, hay divisiones entre ustedes, y en parte lo creo. 19 Sin embargo, es preciso que se
formen partidos entre ustedes, para que se pongan de manifiesto los que tienen verdadera
virtud. 20 Cuando se reúnen, lo que menos hacen es comer la Cena del Señor, 21 porque
apenas se sientan a la mesa, cada uno se apresura a comer su propia comida, y mientras uno
O
pasa hambre, el otro se pone ebrio. 22 ¿Acaso no tienen sus casas para comer y beber? ¿O
tan poco aprecio tienen a la Iglesia de Dios, que quieren hacer pasar vergüenza a los que no
tienen nada? ¿Qué les diré? ¿Los voy a alabar? En esto, no puedo alabarlos.
La Cena del Señor
O
23 Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la
noche en que fue entregado, tomó el pan, 24 dio gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi Cuerpo,
que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía". 25 De la misma manera, después
de cenar, tomó la copa, diciendo: "Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre.
ST
Siempre que la beban, háganlo en memoria mía". 26 Y así, siempre que coman este pan y
beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que él vuelva. 27 Por eso, el que
coma el pan
o beba la copa del Señor indignamente tendrá que dar cuenta del Cuerpo y de la Sangre del
Señor.
Condiciones para celebrar la Eucaristía
28 Que cada uno se examine a sí mismo antes de comer este pan y beber esta copa; 29
SY
porque si come y bebe sin discernir el Cuerpo del Señor, come y bebe su propia condenación.
30 Por eso, entre ustedes hay muchos enfermos y débiles, y son muchos los que han muerto.
Biblia Católica 2245
doctores? ¿Todos hacen milagros? 30 ¿Todos tienen el don de curar? ¿Todos tienen el don de
lenguas o el don de interpretarlas?
31 Ustedes, por su parte, aspiren a los dones más perfectos. Y ahora voy a mostrarles un
camino más perfecto todavía.
La preeminencia del amor
13 1 Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor,
soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. 2 Aunque tuviera el don de la
O
profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe
capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada. 3 Aunque repartiera todos mis
bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me
sirve para nada.
EM
4 El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, 5
no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal
recibido, 6 no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. 7 El amor todo lo
disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia
desaparecerá; 9 porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas. 10
Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto. 11 Mientras yo era niño,
D
hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, 12 pero cuando me hice
hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente;
después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como
Dios me conoce a mí. 13 En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el
amor, pero la más grande de todas es el amor.
La profecía y el don de lenguas
LS
14 1 Procuren alcanzar ese amor, y aspiren también a los dones espirituales, sobre todo al de
profecía. 2 Porque aquel que habla un lenguaje incomprensible no se dirige a los hombres sino
a Dios, y nadie le entiende: dice en éxtasis cosas misteriosas. 3 En cambio, el que profetiza
habla a los hombres para edificarlos, exhortarlos y reconfortarlos. 4 El que habla un lenguaje
incomprensible se edifica a sí mismo, pero el que profetiza edifica a la comunidad. 5 Mi deseo
es que todos ustedes tengan el don de lenguas, pero prefiero que profeticen, porque el que
O
profetiza aventaja al que habla un lenguaje incomprensible. A no ser que este último también
interprete ese lenguaje, para edificación de la comunidad.
Los carismas al servicio de la comunidad
6 Supongamos, hermanos, que yo fuera a verlos y les hablara en esa forma, ¿de qué les
O
inteligencia no saca ningún provecho. 15 ¿Qué debo hacer entonces? Orar con el espíritu y
también con la inteligencia, cantar himnos con el espíritu y también con la inteligencia. 16 Si
Biblia Católica 2247
los muertos es negar la Resurrección de Cristo y, por lo tanto, privar de todo
fundamento a la predicación apostólica y a la misma fe de la Iglesia. "Así como todos
mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo" (15. 22). La gloria de Cristo
resucitado es la "primicia" de nuestra futura resurrección y el fundamento de nuestra
esperanza.
Pero "¿cómo resucitan los muertos?" (15. 35). Pablo se hace eco de una pregunta que
se planteaban los corintios y se siguen planteando los cristianos de todos los tiempos.
O
Para explicar que la resurrección no es la "revivificación" de un cadáver ni el retorno a
nuestro estado terrestre, él se vale de una comparación muy simple: la de la semilla que
se convierte en una planta. El cuerpo mortal es como el grano sembrado en la tierra. El
cuerpo glorioso es como la planta, distinta de la semilla y a la vez brotada de ella. Pero
EM
más allá de la comparación, una cosa es cierta: lo mismo que Cristo resucitado,
nosotros seremos revestidos de una Vida nueva, de un cuerpo "espiritual" e
incorruptible. "Él transformará nuestro pobre cuerpo mortal, haciéndolo semejante a su
cuerpo glorioso" (Flp. 3. 21).
El Evangelio de Pablo
15 1 Hermanos, les recuerdo la Buena Noticia que yo les he predicado, que ustedes han
recibido y a la cual permanecen fieles. 2 Por ella son salvados, si la conservan tal como yo se
D
la anuncié; de lo contrario, habrán creído en vano.
3 Les he transmitido en primer lugar, lo que yo mismo recibí: Cristo murió por nuestros
pecados, conforme a la Escritura. 4 Fue sepultado y resucitó al tercer día, de acuerdo con la
Escritura. 5 Se apareció a Pedro y después a los Doce. 6 Luego se apareció a más de
quinientos hermanos al mismo tiempo, la mayor parte de los cuales vive aún, y algunos han
LS
muerto. 7 Además, se apareció a Santiago y a todos los Apóstoles. 8 Por último, se me
apareció también a mí, que soy como el fruto de un aborto.
9 Porque yo soy el último de los Apóstoles, y ni siquiera merezco ser llamado Apóstol, ya que
he perseguido a la Iglesia de Dios. 10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no
fue estéril en mí, sino que yo he trabajado más que todos ellos, aunque no he sido yo, sino la
gracia de Dios que está conmigo. 11 En resumen, tanto ellos como yo, predicamos lo mismo, y
esto es lo que ustedes han creído.
O
La resurrección de Cristo
12 Si se anuncia que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo algunos de ustedes afirman
que los muertos no resucitan? 13 ¡Si no hay resurrección, Cristo no resucitó! 14 Y si Cristo no
resucitó, es vana nuestra predicación y vana también la fe de ustedes. 15 Incluso, seríamos
O
falsos testigos de Dios, porque atestiguamos que él resucitó a Jesucristo, lo que es imposible,
si los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. 17
Y si Cristo no resucitó, la fe de ustedes es inútil y sus pecados no han sido perdonados. 18 En
consecuencia, los que murieron con la fe en Cristo han perecido para siempre. 19 Si nosotros
ST
hemos puesto nuestra esperanza en Cristo solamente para esta vida, seríamos los hombres
más dignos de lástima. 20 Pero no, Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos.
21 Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y también por medio de un
hombre viene la resurrección. 22 En efecto, así como todos mueren en Adán, así también
todos revivirán en Cristo, 23 cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de
todos, luego, aquellos que estén unidos a él en el momento de su Venida. 24 En seguida
vendrá el fin, cuando Cristo entregue el Reino a Dios, el Padre, después de haber aniquilado
SY
todo Principado, Dominio y Poder. 25 Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a
todos los enemigos debajo de sus pies. 26 El último enemigo que será vencido es la muerte,
Biblia Católica 2249
ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo!
58 Por eso, queridos hermanos, permanezcan firmes e inconmovibles, progresando
constantemente en la obra del Señor, con la certidumbre de que los esfuerzos que realizan por
él no serán vanos.
CONCLUSIÓN
La colecta en favor de los cristianos de Jerusalén fue siempre una de las grandes
preocupaciones de Pablo. Ese era un signo de unidad entre la Iglesia madre y las
O
comunidades surgidas del mundo pagano (Gál. 2. 10). Por eso, antes de informar a los
corintios sobre sus proyectos de viaje y de enviarles su saludo final, les da algunas
instrucciones sobre el modo de organizar dicha colecta.
La colecta para la comunidad de Jerusalén
EM
16 1 En cuanto a la colecta en beneficio de los santos de Jerusalén, sigan las mismas
instrucciones que di a las Iglesias de Galacia. 2 El primer día de la semana, cada uno de
ustedes guarde en su casa lo que haya podido ahorrar, para que las donaciones no se recojan
solamente a mi llegada. 3 Una vez allí, enviaré a los que ustedes hayan elegido, para que
lleven a Jerusalén esas donaciones con una carta de recomendación. 4 Si conviene que yo
también vaya, ellos viajarán conmigo.
La próxima visita de Pablo
D
5 Yo iré a verlos, después de atravesar Macedonia donde estaré de paso. 6 Tal vez me quede
con ustedes algún tiempo, a lo mejor durante todo el invierno, a fin de que me ayuden a
proseguir viaje hasta el lugar de mi destino. 7 Porque no quiero verlos sólo de paso, sino que
espero quedarme algún tiempo entre ustedes, si el Señor lo permite. 8 Mientras tanto,
permaneceré en Éfeso hasta Pentecostés, 9 ya que se ha abierto una gran puerta para mi
predicación, aunque los adversarios son numerosos.
LS
Recomendaciones y noticias finales
10 Si llega antes Timoteo, procuren que permanezca entre ustedes sin ninguna clase de temor,
porque él trabaja en la obra del Señor de la misma manera que yo. 11 Que nadie lo
menosprecie. Ofrézcanle los medios necesarios para que se reúna conmigo, porque yo lo
estoy esperando con los hermanos. 12 En cuanto a nuestro hermano Apolo, le insistí mucho
para que fuera a visitarlos junto con los hermanos, pero él se negó rotundamente a hacerlo por
O
ahora: irá cuando se le presente la ocasión. 13 Estén atentos, permanezcan firmes en la fe,
compórtense varonilmente, sean fuertes. 14 Todo lo que hagan, háganlo con amor. 15 Una
recomendación más, hermanos. Ustedes saben que Estéfanas y su familia –los primeros que
abrazaron la fe en Acaya– han decidido consagrarse al servicio de los hermanos. 16 Por eso,
O
les ruego que ustedes, a su vez, sean solícitos con ellos, y no sólo con ellos, sino con todos los
que colaboran en sus trabajos y esfuerzos. 17 Yo me alegré con la visita de Estéfanas, de
Fortunato y de Acaico. Ellos llenaron el vacío que ustedes habían dejado, 18 y han
tranquilizado mi espíritu y el de ustedes. Sepan apreciarlos como corresponde.
ST
Saludos y despedida
19 Las Iglesias de la provincia de Asia les envían saludos. También los saludan en el Señor,
Aquila y Priscila, junto con los hermanos que se congregan en su casa. 20 Todos los hermanos
les envían saludos. Salúdense los unos a los otros con el beso santo. 21 Este es mi saludo, de
puño y letra: Pablo.
22 ¡Si alguien no ama al Señor, que sea maldito!
"El Señor viene".
SY
O
2-3. Los cristianos están tan íntimamente unidos a Cristo resucitado, que participarán también
de su condición de Juez universal. Ver Mt. 19. 28.
1 Pablo trata de corregir una falsa interpretación de la libertad cristiana. Ver Gál. 5.
2
EM
13. "Los alimentos son para el estómago y el estómago para los alimentos": apoyados en este
principio, algunos sostenían que la fornicación era una necesidad legítima del cuerpo, como el
comer y el beber.
16. Gn. 2. 24.
7 1. "Es bueno para el hombre abstenerse de la mujer": es probable que esta frase pertenezca
a la consulta formulada por los corintios. En ese caso, la respuesta de Pablo comenzaría en el
D
v. 2.
10. Se refiere al mandamiento que se encuentra en Mc. 10. 9.
1 La santidad del esposo creyente, fruto de su incorporación a Cristo por la fe y el
bautismo, se extiende de alguna manera al cónyuge no creyente. Para corroborar esta
afirmación, Pablo apela al caso de los hijos de un matrimonio cristiano: estos, incluso cuando
aún no han recibido el bautismo, ya están vinculados a la Iglesia, por la mediación de sus
LS
padres.
2 En este texto se funda el llamado "privilegio paulino" o "privilegio de la fe", que permite
al cónyuge convertido al Cristianismo contraer un nuevo matrimonio, si el cónyuge no creyente
se rehúsa a convivir pacíficamente con él.
20-22. El Apóstol no afirma que la esclavitud es algo bueno, ni prohíbe a los esclavos aceptar
O
18.
1 La virginidad que Pablo eligió para sí como forma de vida, es un bien que él desearía
para todos, porque, en principio, es más conveniente para consagrarse enteramente al servicio
de Dios y de los demás.
ST
2 "El tiempo presente" designa el período inaugurado con la Resurrección de Cristo, que
corresponde al tiempo de la Iglesia, en el cual el cristiano participa de la vida de Cristo
resucitado (Col. 3. 3) y es un "ciudadano del cielo" (Flp. 3. 20).
36-38. Probablemente, estas normas están dirigidas a un joven cristiano que duda si debe
casarse con su novia, o simplemente, mantenerse unido a ella con un vínculo espiritual. En
Biblia Católica 2253
El "don de lenguas" consiste en orar en medio de manifestaciones extáticas y con voces
ininteligibles, que sólo puede entender el que posee el carisma de "interpretarlas". Ver cap. 14.
12. Ver Ef. 1. 22-23.
28. Sobre los "doctores", ver nota Hech. 13. 1.
a 13 3. "A las llamas": otros manuscritos dicen "para tener de qué gloriarme".
b 14 2. "Un lenguaje incomprensible" es "el don de lenguas": ver nota 12. 10.
O
21. Is. 28. 11-12.
25. Zac. 8. 23.
1 "Santos": ver nota Hech. 9. 13.
2 Al establecer esta prohibición –que se vuelve a encontrar más acentuada en 1 Tim. 2.
EM
11-15- Pablo se atiene a la manera de obrar propia de su época, ya que tanto los judíos como
los griegos excluían a las mujeres de los asuntos y los debates públicos. Esta costumbre, si
bien presenta algunas excepciones, refleja una actitud de subestimación hacia la mujer, de la
que el Apóstol se hace eco. Aquí se advierte claramente la oposición entre su pensamiento,
que niega la inferioridad de la mujer respecto del hombre (Gál. 3. 28), y la práctica que surge
de la mentalidad de su tiempo.
3 Pablo prohíbe que las mujeres enseñen, hagan preguntas o pidan aclaraciones en las
D
asambleas litúrgicas. Sin embargo, considera normal que ellas oren o profeticen públicamente,
si están inspiradas por el Espíritu Santo. Ver 11. 5.
27. Sal. 8. 7.
29. "Bautizarse por los que han muerto": Pablo alude, probablemente, a un rito idéntico al
bautismo común, que algunos cristianos recibían, no para sí mismos, sino con la intención de
O
beneficiar a los difuntos que habían muerto sin ser bautizados. El Apóstol no se pronuncia
sobre la conveniencia o licitud de este rito, sino que se vale de él para confirmar su
argumentación.
1 "Luchar con las fieras": esta expresión debe entenderse en sentido figurado.
O
45. Gn. 2. 7.
51-52. Ver nota 1 Tes. 4. 17. "Nosotros": se refiere a los que estarán vivos en ese momento,
ST
entre los cuales se coloca Pablo.54-55. Is. 25. 8; Os. 13. 14.
1 Ver nota Rom. 7.
2 Con este grito victorioso culmina el anuncio del misterio de la cruz (caps. 1 - 2) y de la
resurrección.
16 1. Se trata de la "colecta" en favor de los cristianos de Jerusalén. Ver Rom. 15. 25-27; 2
SY
Cor. 8 - 9.
2. "El primer día de la semana": ver nota Mt. 28. 1.
Biblia Católica 2255
también nos librará en el futuro. 11 Ustedes también nos ayudarán con su oración, y de esa
manera, siendo muchos los que interceden por nosotros, también serán muchos los que darán
gracias por el beneficio recibido.
APOLOGÍA DEL MINISTERIO DE PABLO Y RECONCILIACIÓN CON LOS CORINTIOS
Nunca es agradable hacer la apología de uno mismo. Pablo tuvo que hacerla, para
justificar su condición de verdadero Apóstol, puesta en tela de juicio por sus
adversarios. En el fondo, lo que estaba en juego era el Evangelio que él predicaba. Por
O
encima de todo, el Apóstol quiere mantener la unidad de la Iglesia de Corinto y dejar a
salvo su sinceridad y el amor que le profesa. Semejante defensa no le impide reconocer
su propia debilidad, la debilidad de la condición humana, a la que tampoco los Apóstoles
pueden sustraerse. Pero es precisamente esa debilidad la que hace resaltar el poder de
EM
Dios.
Esta apología personal da a Pablo la ocasión de destacar la superioridad de la Nueva
Alianza sobre la Antigua. Y para mostrar la "novedad" de la Nueva Alianza, señala las
características que la contraponen a la Antigua. Esta se fundaba en la letra que "mata",
aquella reside en el Espíritu que "da vida" (3. 6). El Antiguo Testamento era provisorio y
Cristo quitó el "velo" que impedíacomprender su verdadero sentido (3. 14). Él realiza la
Alianza definitiva en el Espíritu que nos hace libres, la Alianza de la reconciliación con
D
Dios y entre nosotros. Y el Apóstol se proclama ministro de esta Alianza de
reconciliación, a la que todos estamos llamados.
La sinceridad de Pablo
12 Este es para nosotros un motivo de orgullo: el testimonio que nos da nuestra conciencia de
que siempre, y particularmente en relación con ustedes, nos hemos comportado con la
LS
santidad y la sinceridad que proceden de Dios, movidos, no por una sabiduría puramente
humana, sino por la gracia de Dios. 13 En efecto, nuestras cartas no son ambiguas: no hay en
ellas más de lo que ustedes pueden leer y entender. Y espero que comprenderán plenamente
14 –como ya lo han comprendido en parte– que en el Día de nuestro Señor Jesús, podrán
sentirse orgullosos de nosotros, como nosotros de ustedes.
15 Convencido de esto, me propuse visitarlos primero a ustedes, para darles una nueva
alegría, 16 y de allí pasar a Macedonia. Después, a mi regreso de Macedonia, ustedes me
O
hemos anunciado entre ustedes –tanto Silvano y Timoteo, como yo mismo– no fue "sí" y "no",
sino solamente "sí". 20 En efecto, todas las promesas de Dios encuentran su "sí" en Jesús, de
manera que por él decimos "Amén" a Dios, para gloria suya. 21 Y es Dios el que nos reconforta
en Cristo, a nosotros y a ustedes; el que nos ha ungido, 22 el que también nos ha marcado con
ST
2 1 Estoy decidido a no hacerles otra visita que sea para ustedes motivo de tristeza. 2 Porque
si yo los entristezco, ¿quién me podrá alegrar, sino el mismo a quien yo entristecí? 3 Y si les
O
La luz del Evangelio
4 1 Por eso, investidos misericordiosamente del ministerio apostólico, no nos desanimamos 2 y
nunca hemos callado nada por vergüenza, ni hemos procedido con astucia o falsificando la
Palabra de Dios. Por el contrario, manifestando abiertamente la verdad, nos recomendamos a
EM
nosotros mismos, delante de Dios, frente a toda conciencia humana. 3 Si nuestro Evangelio
todavía resulta impenetrable, lo es sólo para aquellos que se pierden, 4 para los incrédulos, a
quienes el dios de este mundo les ha enceguecido el entendimiento, a fin de que no vean
resplandecer el Evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios. 5 Porque no nos
predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús, el Señor, y nosotros no somos más que
servidores de ustedes por amor de Jesús. 6 Porque el mismo Dios que dijo: "Brille la luz en
medio de las tinieblas", es el que hizo brillar su luz en nuestros corazones para que
D
resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios, reflejada en el rostro de Cristo.
Tribulaciones y esperanzas del ministerio apostólico
7 Pero nosotros llevamos ese tesoro en recipientes de barro, para que se vea bien que este
poder extraordinario no procede de nosotros, sino de Dios. 8 Estamos atribulados por todas
partes, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; 9 perseguidos, pero no
abandonados; derribados, pero no aniquilados. 10 Siempre y a todas partes, llevamos en
LS
nuestro cuerpo los sufrimientos de la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se
manifieste en nuestro cuerpo. 11 Y así aunque vivimos, estamos siempre enfrentando a la
muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne
mortal. 12 De esa manera, la muerte hace su obra en nosotros, y en ustedes, la vida.
13 Pero teniendo ese mismo espíritu de fe, del que dice la Escritura: Creí, y por eso hablé,
también nosotros creemos, y por lo tanto, hablamos. 14 Y nosotros sabemos que aquel que
O
resucitó al Señor Jesús nos resucitará con él y nos reunirá a su lado junto con ustedes. 15
Todo esto es por ustedes: para que al abundar la gracia, abunde también el número de los que
participan en la acción de gracias para gloria de Dios.
16 Por eso, no nos desanimamos: aunque nuestro hombre exterior se vaya destruyendo,
O
nuestro hombre interior se va renovando día a día. 17 Nuestra angustia, que es leve y
pasajera, nos prepara una gloria eterna, que supera toda medida. 18 Porque no tenemos
puesta la mirada en las cosas visibles, sino en las invisibles: lo que se ve es transitorio, lo que
no se ve es eterno.
ST
La morada incorruptible
5 1 Nosotros sabemos, en efecto, que si esta tienda de campaña –nuestra morada terrenal– es
destruida, tenemos una casa permanente en el cielo, no construida por el hombre, sino por
Dios. 2 Por eso, ahora gemimos deseando ardientemente revestirnos de aquella morada
celestial; 3 porque una vez que nos hayamos revestido de ella, ya no nos encontraremos
desnudos. 4 Mientras estamos en esta tienda de campaña, gemimos angustiosamente, porque
no queremos ser desvestidos, sino revestirnos, a fin de que lo que es mortal sea absorbido por
SY
la vida. 5 Y aquel que nos destinó para esto es el mismo Dios que nos dio las primicias del
Espíritu.
Biblia Católica 2259
corazón. 12 En él hay cabida para todos ustedes; en cambio, en el de ustedes no la hay para
nosotros. 13 Yo deseo que me paguen con la misma moneda. Les hablo como a mis propios
hijos: también ustedes abran su corazón.
Las relaciones con los paganos
14 No tengan relaciones indebidas con los que no creen. Porque, ¿qué tienen en común la
justicia con la iniquidad, o la luz con las tinieblas? 15 ¿Qué entendimiento puede haber entre
Cristo y Belial?, ¿o qué unión entre el creyente y el que no cree? 16 ¿Qué acuerdo entre el
O
templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos el templo del Dios viviente, como lo dijo el
mismo Dios: Yo habitaré y caminaré en medio de ellos; seré su Dios y ellos serán mi Pueblo.
17 Por eso, salgan de en medio de esa gente y pónganse aparte, dice el Señor. No toquen
nada impuro, y yo los recibiré. 18 Y seré para ustedes un Padre, y ustedes serán mis hijos y
EM
mis hijas, dice el Señor todopoderoso.
7 1 Ya que poseemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que
mancha el cuerpo o el espíritu, llevando a término la obra de nuestra santificación en el temor
de Dios.
Exhortación fraternal de Pablo
2 Háganme un lugar en sus corazones. Nosotros no hemos perjudicado ni arruinado ni
explotado a nadie. 3 No digo esto para condenarlos: como ya les dije, ustedes están en mi
D
corazón, unidos en la vida y en la muerte. 4 Yo siempre les hablo con toda franqueza y tengo
sobrados motivos para gloriarme de ustedes. Esto me llena de consuelo y me da una inmensa
alegría en medio de todas las tribulaciones.
5 Cuando llegamos a Macedonia, no tuvimos descanso. De todas partes nos acosaban las
tribulaciones: luchas por fuera y temores por dentro. 6 Pero Dios, que consuela a los afligidos,
nos consoló con la llegada de Tito, 7 y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo
LS
que ustedes le prodigaron. Él nos habló del profundo afecto, del dolor y de la preocupación que
ustedes sienten por mí, con lo cual me alegré más todavía.
Las consecuencias de una carta de Pablo
8 Porque, si bien es verdad que los entristecí con mi carta, no me lamento de haberlo hecho. Si
antes lo lamenté –al saber que aquella carta, aunque sólo fuera momentáneamente, los
entristeció– 9 ahora me regocijo, no porque ustedes se hayan puesto tristes, sino porque esa
O
tristeza fue motivo de arrepentimiento. Ustedes, en efecto, han experimentado la tristeza que
proviene de Dios, de manera que nosotros no les hemos hecho ningún daño. 10 Esa tristeza
produce un arrepentimiento que lleva a la salvación y no se debe lamentar; en cambio, la
tristeza del mundo produce la muerte. 11 Fíjense bien lo que ha producido en ustedes la
O
tristeza que proviene de Dios. ¡Cuánta solicitud! ¿Qué digo? ¡Cuántas excusas! ¡Qué
indignación! ¡Qué temor! ¡Cuántos deseos ardientes! ¡Qué preocupación! ¡Qué castigo
ejemplar! De todas las maneras posibles, ustedes han demostrado que son inocentes en este
asunto. 12 En realidad, yo no les escribí a causa del ofensor, ni siquiera a causa del ofendido,
ST
sino para que se ponga de manifiesto, delante de Dios, la solicitud que ustedes tienen por
nosotros. 13 Esto nos ha servido de consuelo; y a este consuelo personal, se agregó una
alegría mucho mayor todavía: la de ver el gozo de Tito, después que fue tranquilizado por
ustedes. 14 Y si delante de él me glorié un poco de ustedes, no me avergüenzo de ello. Todo
lo contrario, de la misma manera que siempre les he dicho la verdad, también en esta ocasión
se comprobó que era legítimo el orgullo que sentí por ustedes delante de Tito. 15 Y el afecto
que él les tiene se acrecienta cuando recuerda la obediencia, el respeto y la reverencia con
SY
O
Iglesias y la gloria de Cristo. 24 Pruébenles entonces su amor, y lo bien fundado de nuestro
orgullo por ustedes delante de las Iglesias.
Nuevo llamado a la generosidad
9 1 Está de más que les escriba acerca de este servicio en favor de los hermanos de
EM
Jerusalén, 2 porque conozco la buena disposición de ustedes. Ya les he dicho con orgullo a los
hermanos de Macedonia: "La Acaya está preparada desde el año pasado". Y el entusiasmo de
ustedes ha servido de estímulo para muchos. 3 A pesar de todo, envié a los hermanos, para
que nuestro orgullo respecto de ustedes no se vea defraudado en esta ocasión y, además,
para que estén preparados, como ya les advertí. 4 No sea que si alguno de los hermanos de
Macedonia va a visitarlos conmigo y los encuentra desprevenidos, nuestra gran confianza se
convierta en vergüenza para nosotros, por no decir para ustedes. 5 Por esta razón, creí
D
necesario rogar a los hermanos que se me adelantaran, para ir organizando con tiempo esa
obra buena que ustedes habían prometido, de manera que aparezca como una muestra de
generosidad y no de mezquindad.
Los beneficios de la colecta
6 Sepan que el que siembra mezquinamente, tendrá una cosecha muy pobre; en cambio, el
que siembra con generosidad, cosechará abundantemente. 7 Que cada uno dé conforme a lo
LS
que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da
con alegría. 8 Por otra parte, Dios tiene poder para colmarlos de todos sus dones, a fin de que
siempre tengan lo que les hace falta, y aún les sobre para hacer toda clase de buenas obras. 9
Como dice la Escritura: El justo ha prodigado sus bienes: dio a los pobres y su justicia
permanece eternamente. 10 El que da al agricultor la semilla y el pan que lo alimenta, también
les dará a ustedes la semilla en abundancia, y hará crecer los frutos de su justicia. 11 Así,
O
serán colmados de riquezas y podrán dar con toda generosidad; y esa generosidad, por
intermedio nuestro, se transformará en acciones de gracias a Dios. 12 Porque este servicio
sagrado, no sólo satisface las necesidades de los santos, sino que también es una fuente
abundante de acciones de gracias a Dios. 13 En efecto, al comprobar el verdadero carácter de
O
la ayuda que ustedes les prestan, ellos glorificarán a Dios por la obediencia con que ustedes
confiesan la Buena Noticia de Cristo y por la generosidad con que están unidos a ellos y a
todos. 14 Y la oración que ellos harán por ustedes pondrá de manifiesto el cariño que les
profesan, a causa de la gracia sobreabundante que Dios derramó sobre ustedes. 15 ¡Demos
ST
peligros a que estuvo expuesto y los sufrimientos padecidos por la difusión del
Evangelio, como también las visiones y revelaciones que recibió del Señor (11. 22-29;
Biblia Católica 2263
que no soy inferior a esos que se consideran "apóstoles por excelencia". 6 Porque, aunque no
soy más que un profano en cuanto a la elocuencia, no lo soy en cuanto al conocimiento; y esto
lo he demostrado en todo y delante de todos.
Apología del Apóstol
7 ¿Acaso procedí mal al anunciarles gratuitamente la Buena Noticia de Dios, humillándome a
mí mismo para elevarlos a ustedes? 8 Yo he despojado a otras Iglesias, aceptando su ayuda,
para poder servirlos a ustedes. 9 Y cuando estaba entre ustedes, aunque me encontré
O
necesitado, no fui gravoso para nadie, porque los hermanos que habían venido de Macedonia
me proveyeron de lo que necesitaba. Siempre evité serles una carga, y así lo haré siempre. 10
Les aseguro por la verdad de Cristo que reside en mí, que yo no quiero perder este motivo de
orgullo en la región de Acaya. 11 ¿Será acaso porque no los amo? Dios lo sabe. 12 Y lo que
EM
hago, lo seguiré haciendo, para quitar todo pretexto a los que buscan una ocasión de gloriarse
por los mismos motivos que nos gloriamos nosotros. 13 Estos son falsos apóstoles, que
proceden engañosamente, haciéndose pasar por apóstoles de Cristo. 14 Su táctica no debe
sorprendernos, porque el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. 15 No es de extrañar,
entonces, que sus servidores se disfracen de servidores de la justicia. Pero su fin será digno
de sus obras.
Motivos de Pablo para gloriarse
D
16 Les vuelvo a repetir: que nadie me tome por insensato, y si me toma por tal, que me
permita, a mi vez, gloriarme un poco. 17 Lo que voy a decir ahora no lo diré movido por el
Señor, sino como si fuera un necio, con la seguridad de que también yo tengo de qué
gloriarme. 18 Ya que tantos otros se glorían según la carne, yo también voy a gloriarme. 19
¡Con qué gusto soportan a los necios, ustedes que se tienen por tan sensatos! 20 ¡Toleran que
los esclavicen, que los exploten, que les roben, que los traten con prepotencia, que los
LS
abofeteen! 21 Dicen que hemos sido demasiado débiles: lo admito para mi vergüenza.
Pero de lo mismo que otros se jactan –y ahora hablo como un necio– también yo me puedo
jactar. 22 ¿Ellos son hebreos? Yo también lo soy. ¿Son israelitas? Yo también. ¿Son
descendientes de Abraham? Yo también. 23 ¿Son ministros de Cristo? Vuelvo a hablar como
un necio: yo lo soy más que ellos. Mucho más por los trabajos, mucho más por las veces que
estuve prisionero, muchísimo más por los golpes que recibí. Con frecuencia estuve al borde de
O
la muerte, 24 cinco veces fui azotado por los judíos con los treinta y nueve golpes, 25 tres
veces fui flagelado, una vez fui apedreado, tres veces naufragué, y pasé un día y una noche en
medio del mar. 26 En mis innumerables viajes, pasé peligros en los ríos, peligros de
asaltantes, peligros de parte de mis compatriotas, peligros de parte de los extranjeros, peligros
O
del Señor. 2 Conozco a un discípulo de Cristo que hace catorce años – no sé si con el cuerpo
o fuera de él, ¡Dios lo sabe!– fue arrebatado al tercer cielo. 3 Y sé que este hombre –no sé si
Biblia Católica 2265
¿No reconocen que Jesucristo está en ustedes? ¡A menos que la prueba se vuelva contra
ustedes mismos! 6 Entonces tendrán que reconocer –así lo espero– que ella no se vuelve
contra nosotros. 7 Pedimos a Dios que no hagan nada malo, no para que nosotros salgamos
airosos de la prueba, sino para que ustedes hagan el bien, aunque de ese modo la prueba se
vuelva contra nosotros. 8 Porque no tenemos ningún poder contra la verdad, sino a favor de
ella. 9 Sí, nosotros nos regocijamos de ser débiles, con tal de que ustedes sean fuertes. Lo que
pedimos en nuestra oración es que lleguen a ser perfectos. 10 De ahí el tono de esta carta que
O
les escribo durante mi ausencia, para que cuando llegue no me vea obligado a ser severo,
usando del poder que el Señor me ha dado para edificar y no para destruir.
Recomendaciones y despedida
11 Por último, hermanos, alégrense, trabajen para alcanzar la perfección, anímense unos a
EM
otros, vivan en armonía y en paz. Y entonces, el Dios del amor y de la paz permanecerá con
ustedes.
12 Salúdense mutuamente con el beso santo. Todos los hermanos les envían saludos.
13 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo
permanezcan con todos ustedes.
1 8. No se puede determinar con certeza cuál fue la "tribulación" que puso a Pablo al borde de
la muerte. Sin duda se trata de una persecución sufrida a causa de Jesucristo. Ver Hech. 19.
D
23-40.
14. Ver 1 Cor. 1. 8; 1 Tes. 2. 19-20.
1 "Silvano" es el Silas que se menciona en Hech. 15. 22; 18. 5.
2 En el Antiguo Testamento, el término "Amén" equivale a un "sí" pronunciado
solemnemente, y atestigua el asentimiento dado a la palabra de otra persona, sea que se trate
de una orden, un juramento, una bendición o una promesa. En la liturgia, es la aclamación de
LS
la asamblea, que expresa su entrega confiada al poder y a la bondad de Dios, o se une a la
alabanza y a la súplica del que ora en su nombre. Pablo se apoya en estos usos para afirmar
que Jesucristo es el "sí" de Dios, ya que en él se cumplen plenamente las promesas divinas de
salvación. Ver Apoc. 3. 14.
3 La unción no es aquí un rito externo, sino la acción de Dios que suscita la fe en el
corazón de los que han escuchado la palabra del Evangelio. Esta acción divina precede al
O
bautismo y lo prepara. Después sigue el rito bautismal, que marca al creyente con el sello del
Espíritu (v. 22) y lo agrega al Pueblo de Dios. Ver Ef. 1. 13; 1 Jn. 2. 20, 27.
4 "Primicias": este término –tomado de Rom. 8. 23– traduce adecuadamente el sentido de
la palabra "arras", utilizada en el texto original y que actualmente resulta poco comprensible.
O
"Arras" es una expresión técnica del lenguaje jurídico, y designa la suma entregada
anticipadamente como parte y garantía del pago total. Pablo la aplica a la presencia del
Espíritu en los creyentes, para indicar que Dios, al darnos su Espíritu, nos concede el anticipo y
las "primicias" de todos los bienes celestiales que nos ha prometido. Ver 5. 5; Ef. 1. 14.
ST
2 1. Alusión a una visita de Pablo a Corinto, realizada en circunstancias muy penosas, durante
el tiempo que transcurrió entre el envío de la primera Carta y la que ahora les escribe.
5-6. Pablo pudo haber sido ofendido personalmente, pero es más probable que lo haya sido en
la persona de uno de sus representantes. El incidente comprometió gravemente las relaciones
del Apóstol con la comunidad de Corinto.
13. "Tito" era un cristiano de origen pagano (ver nota Gál. 2. 3), excelente colaborador de
SY
Pablo, a quien este confió la tarea de resolver sobre el terreno el incidente de Corinto. Su
misión obtuvo el éxito deseado. Ver 7. 5-7.
Biblia Católica 2267
17. Jer. 9. 22-23. Ver 1 Cor. 1. 31.
11 2. Ver nota Apoc. 19. 7.
9. Ver nota 1 Cor. 9. 12-15.
22. Obligado por las calumnias de sus adversarios, Pablo recuerda a los corintios su condición
de verdadero judío. Ver Flp. 3. 4-6.
24-27. Ver Hech. 23. 12-22; 27. 27-44. No se conocen las circunstancias concretas de muchos
de estos sufrimientos.
O
32-33. Ver Hech. 9. 23-25.
12 2. "Tercer cielo" era una expresión corriente en el Judaísmo para designar lo que se
consideraba la parte más elevada del cielo, es decir la morada de Dios.
7. "Una espina clavada en mi carne, un ángel de Satanás": Satanás es el adversario del Reino
EM
de Dios y el enemigo del género humano (Sab. 2. 24). Por eso, la "espina" designa,
probablemente, todo aquello que obstaculiza el libre ejercicio de la misión apostólica de Pablo,
tanto las pruebas de orden físico –las persecuciones, los peligros y las necesidades (11. 23-
29), incluida tal vez alguna enfermedad crónica (Gál. 4. 13-14)– cuanto las pruebas de orden
moral, sobre todo, la hostilidad que le demostraban sus adversarios.
13 1. Deut. 19. 15. Ver 2. 1.
12. Ver nota Rom. 16. 16.
D
CARTA A LOS GÁLATAS
Los gálatas evangelizados por Pablo durante su segundo viaje misionero, hacia el año 50, eran
descendientes de los celtas o galos, un pueblo extremadamente belicoso que en el siglo III a.
C. se había instalado en la meseta central de Asia Menor. La estadía de Pablo en Galacia se
prolongó por algunos meses, debido a una enfermedad que lo obligó a permanecer allí hasta
su curación (4. l3-l5). Fuera de esto, no conocemos otros detalles sobre la actividad del Apóstol
LS
en esa región y sobre las Iglesias allí fundadas.
Las circunstancias que motivaron la intervención de Pablo están suficientemente expresadas
en la Carta. Las comunidades de Galacia habían sido perturbadas por algunos predicadores
cristianos venidos de Jerusalén. Estos, erróneamente, se consideraban respaldados por
Santiago, "el hermano del Señor" (1. 19), que era una de las "columnas de la Iglesia" junto con
Pedro y Juan (2. 9). Según ellos, los fieles convertidos del paganismo debían someterse a la
O
Ley de Moisés y a la práctica de la circuncisión, para llegar a ser verdaderos hijos de Abraham
y herederos de las promesas divinas. Al mismo tiempo, trataban de desacreditar la persona y
la autoridad apostólica de Pablo, mostrándolo en desacuerdo con los demás Apóstoles. La
crisis provocada por estos "judaizantes" en Galacia es una de las expresiones típicas de la
O
dificultad que tuvo la Iglesia para desvincularse cada vez más del Judaísmo y adquirir su
fisonomía propia.
La CARTA A LOS GÁLATAS, escrita probablemente en el año 56, es uno de los más
espontáneos y vehementes escritos de Pablo. Su tema central es la libertad del cristiano,
ST
llamado a recibir la salvación como un don de Dios que se alcanza por la fe en Jesucristo, y no
por el sometimiento a las exigencias de la Ley. Para comprenderla debidamente, es
conveniente leerla a la luz de la Carta a los Romanos, que fue escrita un tiempo después y
vuelve sobre los mismos temas de una manera más completa y sistemática.
Saludo inicial
1 1 Pablo, Apóstol –no de parte de hombres ni por la mediación de un hombre, sino por
Jesucristo y por Dios Padre que lo resucitó de entre los muertos– 2 y todos los hermanos que
SY
están conmigo, saludamos a las Iglesias de Galacia. 3 Llegue a ustedes la gracia y la paz que
proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo, 4 que se entregó por nuestros
Biblia Católica 2269
que tenemos en Cristo Jesús y reducirnos a la esclavitud. 5 Con todo, ni por un momento les
hicimos concesiones, a fin de salvaguardar para ustedes la verdad del Evangelio.
La decisión de los Apóstoles
6 En cuanto a los dirigentes –no me interesa lo que hayan sido antes, porque Dios no hace
acepción de personas– no me impusieron nada más. 7 Al contrario, aceptaron que me había
sido confiado el anuncio del Evangelio a los paganos, así como fue confiado a Pedro el
anuncio a los judíos. 8 Porque el que constituyó a Pedro Apóstol de los judíos, me hizo
O
también a mí Apóstol de los paganos. 9 Por eso, Santiago, Cefas y Juan –considerados como
columnas de la Iglesia– reconociendo el don que me había sido acordado, nos estrecharon la
mano a mí y a Bernabé, en señal de comunión, para que nosotros nos encargáramos de los
paganos y ellos de los judíos. 10 Solamente nos recomendaron que nos acordáramos de los
EM
pobres, lo que siempre he tratado de hacer.
El incidente de Antioquía
11 Pero cuando Cefas llegó a Antioquía, yo le hice frente porque su conducta era reprensible.
12 En efecto, antes que llegaran algunos enviados de Santiago, él comía con los paganos,
pero cuando estos llegaron, se alejó de ellos y permanecía apartado, por temor a los
partidarios de la circuncisión. 13 Los demás judíos lo imitaron, y hasta el mismo Bernabé se
dejó arrastrar por su simulación. 14 Cuando yo vi que no procedían rectamente, según la
D
verdad del Evangelio, dije a Cefas delante de todos: "Si tú, que eres judío, vives como los
paganos y no como los judíos, ¿por qué obligas a los paganos a que vivan como los judíos?".
El Evangelio de Pablo
15 Nosotros somos judíos de nacimiento y no pecadores venidos del paganismo. 16 Pero
como sabemos que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe en
Jesucristo, hemos creído en él, para ser justificados por la fe en Cristo y no por las obras de la
LS
Ley: en efecto, nadie será justificado en virtud de las obras de la Ley. 17 Ahora bien, si al
buscar nuestra justificación en Cristo, resulta que también nosotros somos pecadores,
entonces Cristo está al servicio del pecado. Esto no puede ser, 18 porque si me pongo a
reconstruir lo que he destruido, me declaro a mí mismo transgresor de la Ley. 19 Pero en virtud
de la Ley, he muerto a la Ley, a fin de vivir para Dios. Yo estoy crucificado con Cristo, 20 y ya
no vivo yo, sino que Cristo vive en mí: la vida que sigo viviendo en la carne, la vivo en la fe en
O
el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí. 21 Yo no anulo la gracia de Dios: si la justicia
viene de la Ley, Cristo ha muerto inútilmente.
LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE
En el relato anterior, Pablo ya había anticipado el tema central de su Carta: la
O
Si somos hijos, ya no somos esclavos. ¿Para qué someterse de nuevo a las exigencias
de la Ley, como pretendían hacerlo los gálatas? ¿No sería un retroceso y un
Biblia Católica 2271
que fuéramos justificados por la fe. 25 Y ahora que ha llegado la fe, ya no estamos sometidos
a un preceptor. 26 Porque todos ustedes, por la fe, son hijos de Dios en Cristo Jesús, 27 ya
que todos ustedes, que fueron bautizados en Cristo, han sido revestidos de Cristo. 28 Por lo
tanto, ya no hay judío ni pagano, esclavo ni hombre libre, varón ni mujer, porque todos ustedes
no son más que uno en Cristo Jesús. 29 Y si ustedes pertenecen a Cristo, entonces son
descendientes de Abraham, herederos en virtud de la promesa.
La filiación divina
O
4 1 Voy a ser más explícito: el heredero, mientras es menor de edad, aunque sea propietario
de todos sus bienes, en nada se diferencia de un esclavo. 2 En efecto, hasta la edad fijada por
su padre, está bajo la dependencia de sus tutores y administradores. 3 Así también nosotros,
cuando éramos menores de edad, estábamos sometidos a los elementos del mundo. 4 Pero
EM
cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a
la Ley, 5 para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos. 6 Y la
prueba de que ustedes son hijos, es que Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su
Hijo, que clama a Dios llamándolo: ¡Abba!, es decir, ¡Padre! 7 Así, ya no eres más esclavo,
sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.
El peligro de recaer en la esclavitud de la Ley
8 Antes, cuando ustedes no conocían a Dios, estaban al servicio de dioses que no lo son
D
realmente. 9 Pero ahora, que conocen a Dios –o mejor dicho, que son conocidos por él–
¿cómo es posible que se vuelvan otra vez a esos elementos sin fuerza ni valor, para
someterse nuevamente a ellos? 10 ¡Observar los días, los meses, las estaciones y los años!
11 Francamente, temo haber trabajado inútilmente por ustedes.
Reconvención afectuosa
12 Les ruego, hermanos, que se hagan semejantes a mí, como yo me hice semejante a
LS
ustedes. En realidad, no me han ofendido en nada. 13 Ya saben que fue en ocasión de una
enfermedad cuando les prediqué por primera vez la Buena Noticia. 14 A pesar de que mi
aspecto físico era una prueba para ustedes, no me desdeñaron ni me despreciaron; todo lo
contrario, me recibieron como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. 15 ¿Dónde está la
alegría que sintieron entonces? Yo mismo puedo atestiguar que, de ser posible, se habrían
arrancado los ojos para dármelos. 16 ¿Y ahora me he convertido en enemigo de ustedes por
O
decirles la verdad? 17 El interés que los otros demuestran por ustedes no es bueno: lo que
quieren es separarlos de mí, para que se interesen por ellos. 18 Está bien interesarse por los
demás, con tal que ese interés sea verdadero y para siempre, y no sólo cuando yo estoy entre
ustedes. 19 ¡Hijos míos, por quienes estoy sufriendo nuevamente los dolores del parto hasta
O
que Cristo sea formado en ustedes! 20 Ahora mismo desearía estar allí para hablarles de otra
manera, porque ya no sé cómo proceder con ustedes.
Las dos Alianzas
21 Ustedes que quieren someterse a la Ley, díganme: ¿No entienden lo que dice la Ley? 22
ST
Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos: uno de su esclava y otro de su mujer, que era
libre. 23 El hijo de la esclava nació según la carne; en cambio, el hijo de la mujer libre, nació en
virtud de la promesa. 24 Hay en todo esto un simbolismo: estas dos mujeres representan las
dos Alianzas. La primera Alianza, la del monte Sinaí, que engendró un pueblo para la
esclavitud, está representada por Agar, 25 porque el monte Sinaí está en Arabia, y
corresponde a la Jerusalén actual, ya que ella con sus hijos viven en la esclavitud. 26 Pero hay
otra Jerusalén, la celestial, que es libre, y ella es nuestra madre. 27 Porque dice la Escritura:
SY
¡Alégrate, tú que eres estéril y no das a luz; prorrumpe en gritos de alegría, tú que no conoces
los dolores del parto! Porque serán más numerosos los hijos de la mujer abandonada que los
Biblia Católica 2273
enemistades y peleas, rivalidades y violencias, ambiciones y discordias, sectarismos,
disensiones 21 y envidias, ebriedades y orgías, y todos los excesos de esta naturaleza. Les
vuelvo a repetir que los que hacen estas cosas no poseerán el Reino de Dios. 22 Por el
contrario, el fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y
confianza, 23 mansedumbre y temperancia. Frente a estas cosas, la Ley está de más, 24
porque los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y sus
malos deseos. 25 Si vivimos animados por el Espíritu, dejémonos conducir también por él. 26
O
No busquemos la vanagloria, provocándonos los unos a los otros y envidiándonos
mutuamente.
Las exigencias del amor
6 1 Hermanos, si alguien es sorprendido en alguna falta, ustedes, los que están animados por
EM
el Espíritu, corríjanlo con dulzura. Piensa que también tú puedes ser tentado. 2 Ayúdense
mutuamente a llevar las cargas, y así cumplirán la Ley de Cristo. 3 Si alguien se imagina ser
algo, se engaña, porque en realidad no es nada. 4 Que cada uno examine su propia conducta,
y así podrá encontrar en sí mismo y no en los demás, un motivo de satisfacción. 5 Porque cada
uno tiene que llevar su propia carga.
6 El que recibe la enseñanza de la Palabra, que haga participar de todos sus bienes al que lo
instruye.
D
7 No se engañen: nadie se burla de Dios. Se recoge lo que se siembra: 8 el que siembra para
satisfacer su carne, de la carne recogerá sólo la corrupción; y el que siembra según el Espíritu,
del Espíritu recogerá la Vida eterna. 9 No nos cansemos de hacer el bien, porque la cosecha
llegará a su tiempo si no desfallecemos. 10 Por lo tanto, mientras estamos a tiempo hagamos
el bien a todos, pero especialmente a nuestros hermanos en la fe.
La verdadera gloria del cristiano
LS
11 ¿Ven estas letras grandes? ¡Les estoy escribiendo con mi propia mano! 12 Los que quieren
imponerles la circuncisión sólo buscan quedar bien exteriormente, y evitar ser perseguidos a
causa de la cruz de Cristo. 13 Porque tampoco aquellos que se hacen circuncidar observan la
Ley; sólo pretenden que ustedes se circunciden para gloriarse de eso. 14 Yo sólo me gloriaré
en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí, como yo
lo estoy para el mundo. 15 Estar circuncidado o no estarlo, no tiene ninguna importancia: lo
O
que importa es ser una nueva criatura. 16 Que todos los que practican esta norma tengan paz
y misericordia, lo mismo que el Israel de Dios.
Despedida
17 Que nadie me moleste en adelante: yo llevo en mi cuerpo las cicatrices de Jesús.
O
18 Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo permanezca con ustedes. Amén.
1 4. "Este mundo perverso" es el mundo presente, contrapuesto al venidero. El mundo no es
intrínsecamente malo, porque ha sido creado por Dios, y todas las obras de Dios son buenas
(Gn. 1. 31; 1 Tim. 4. 4). Sin embargo, a causa del pecado, quedó sometido al poder del mal,
ST
personificado en Satanás, a quien Pablo llama "el dios de este mundo" (2 Cor. 4. 4).
12. Lo que Pablo ha recibido "por revelación de Jesucristo" es su conocimiento del plan de
Dios respecto de los paganos: estos han sido llamados a participar de la salvación mesiánica
mediante la fe en Jesucristo.
1 Jer. 1. 5; Is. 49. 1.
2 Ver Is. 42. 6; 49. 6.
3 "Arabia" designa aquí probablemente la región que se encuentra al sur de Damasco.
SY
O
circuncisión, Pablo alude irónicamente a la castración ritual practicada por los sacerdotes de la
diosa Cibeles.
1 Ver Sant. 2. 12; 1 Ped. 2. 16.
2 Lev. 19. 18. Ver Mt. 22. 34-40; Rom. 13. 9; Sant. 2. 8.
EM
6 16. "El Israel de Dios" es el Pueblo cristiano, el nuevo Israel. Ver Rom. 4. 13-17.
17. Estas "cicatrices" se deben a los malos tratos recibidos por el Apóstol a causa de su
fidelidad a Cristo. Ver 2 Cor. 6. 4-5; 11. 23-25.
CARTA A LOS EFESIOS
Esta Carta no contiene ninguna noticia o exhortación personal, ni parece responder a
problemas o peligros concretos, como el resto de las Cartas de Pablo. En los saludos finales
D
no se nombra a nadie en particular, y muchos manuscritos antiguos omiten el nombre de los
destinatarios. Tales indicios hacen suponer fundadamente que esta Carta es una especie de
"encíclica" enviada por Pablo a las Iglesias de la provincia romana de Asia, y que sólo más
tarde, a comienzos del siglo II, se señaló a la Iglesia de Éfeso como destinataria de la misma.
En ella el Apóstol retoma, con mayor amplitud y en forma más ordenada, los temas esenciales
de la Carta a los Colosenses. Pero a pesar de las numerosas semejanzas, el pensamiento
LS
evoluciona de una Carta a otra, de tal manera que las mismas expresiones adquieren, según el
caso, matices diversos. No es improbable que un discípulo de Pablo haya intervenido en la
redacción de esta Carta. Así se explicarían ciertas particularidades de su estilo y de su
composición.
La CARTA A LOS EFESIOS es una contemplación del plan de Dios realizado en Jesucristo y
en la Iglesia, con la consiguiente exhortación a llevarlo a la práctica en todos los actos de la
O
vida. Pablo pone de relieve la función "cósmica" de Cristo, su dominio sobre las potestades
angélicas y su soberanía sobre todo el universo (1. 2021). La Iglesia es presentada como
instrumento de Cristo en su obra salvífica que se extiende a toda la creación: ella es el Cuerpo
y la plenitud de Cristo (1. 22-23), donde judíos y paganos se reúnen para formar un solo
O
Pueblo de Dios (2. 14-18); y es también el Templo, que tiene como "piedra angular" al mismo
Jesucristo, y que se va edificando por la acción del Espíritu Santo (2. 19-22).
Saludo inicial
1 1 Pablo, Apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, saluda a los santos que creen en
ST
Cristo Jesús. 2 Llegue a ustedes la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor
Jesucristo.
EL MISTERIO DE CRISTO Y DE LA IGLESIA
La Carta se inicia con un solemne himno que refleja las características del estilo litúrgico
y se inspira en las grandes bendiciones judías. Su tema es el "misterio de Cristo" (3. 4),
o sea, el designio divino de salvación, oculto desde la eternidad en Dios, anunciado por
los Profetas y realizado plenamente en Jesucristo. La iniciativa de este designio
SY
pertenece al Padre. Él nos eligió y nos predestinó para que fuéramos sus hijos
adoptivos. Pero quien cumple la acción salvadora del Padre es "su Hijo muy querido" (1.
Biblia Católica 2277
la salvación, y creyeron en ella, también han sido marcados con un sello
herencia y prepara la redención del pueblo que Dios adquirió para sí, para
O
alabanza de su gloria.
La supremacía de Cristo
15 Por eso, habiéndome enterado de la fe que ustedes tienen en el Señor Jesús y del amor
EM
que demuestran por todos los hermanos, 16 doy gracias sin cesar por ustedes, recordándolos
siempre en mis oraciones. 17 Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria,
les conceda un espíritu de sabiduría y de revelación que les permita conocerlo
verdaderamente. 18 Que él ilumine sus corazones, para que ustedes puedan valorar la
esperanza a la que han sido llamados, los tesoros de gloria que encierra su herencia entre los
santos, 19 y la extraordinaria grandeza del poder con que él obra en nosotros, los creyentes,
por la eficacia de su fuerza. Este es el mismo poder 20 que Dios manifestó en Cristo, cuando lo
D
resucitó de entre los muertos y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, 21 elevándolo por
encima de todo Principado, Potestad, Poder y Dominación, y de cualquier otra dignidad que
pueda mencionarse tanto en este mundo como en el futuro. 22 Él puso todas las cosas bajo
sus pies y lo constituyó, por encima de todo, Cabeza de la Iglesia, 23 que es su Cuerpo y la
Plenitud de aquel que llena completamente todas las cosas.
LS
La gratuidad de la salvación en Cristo
2 1 Ustedes estaban muertos a causa de las faltas y pecados 2 que cometían, cuando vivían
conforme al criterio de este mundo, según el Príncipe que domina en el espacio, el mismo
Espíritu que sigue actuando en aquellos que se rebelan. 3 Todos nosotros también nos
comportábamos así en otro tiempo, viviendo conforme a nuestros deseos carnales y
satisfaciendo las apetencias de la carne y nuestras malas inclinaciones, de manera que por
nuestra condición estábamos condenados a la ira, igual que los demás. 4 Pero Dios, que es
O
rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, 5 precisamente cuando estábamos
muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo –¡ustedes han sido salvados
gratuitamente!– 6 y con Cristo Jesús nos resucitó y nos hizo reinar con él en el cielo.
7 Así, Dios ha querido demostrar a los tiempos futuros la inmensa riqueza de su gracia por el
O
amor que nos tiene en Cristo Jesús. 8 Porque ustedes han sido salvados por su gracia,
mediante la fe. Esto no proviene de ustedes, sino que es un don de Dios; 9 y no es el resultado
de las obras, para que nadie se gloríe. 10 Nosotros somos creación suya: fuimos creados en
Cristo Jesús, a fin de realizar aquellas buenas obras, que Dios preparó de antemano para que
ST
las practicáramos.
La reconciliación entre los judíosy los paganos
11 Por eso, recuerden lo que ustedes eran antes: paganos de nacimiento, llamados
"incircuncisos" por aquellos que se dicen "circuncisos", en virtud de un corte practicado en la
carne. 12 Entonces ustedes no tenían a Cristo y estaban excluidos de la comunidad de Israel,
ajenos a las alianzas de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. 13 Pero ahora, en
SY
Cristo Jesús, ustedes, los que antes estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo.
14 Porque Cristo es nuestra paz: él ha unido a los dos pueblos en uno solo, derribando el muro
O
Pero la unidad cristiana tiene que ser el fruto de la Vida nueva que recibimos al
revestirnos de Cristo en el Bautismo. Lo mismo debe decirse de todo el comportamiento
cristiano. Por algo hemos pasado de las tinieblas a la luz. Como "hijos de la luz" (5. 8),
estamos llamados a imitar a Dios, practicando el amor incomparable de su Hijo en
EM
nuestras relaciones con los demás. De una manera particular, ese amor debe
resplandecer en la vida conyugal, a la que Pablo presenta como un signo privilegiado de
la unión de Cristo con la Iglesia.
Llamado a la unidad
4 1 Yo, que estoy preso por el Señor, los exhorto a comportarse de una manera digna de la
vocación que han recibido. 2 Con mucha humildad, mansedumbre y paciencia, sopórtense
mutuamente por amor. 3 Traten de conservar la unidad del Espíritu, mediante el vínculo de la
D
paz. 4 Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la que
ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida. 5 Hay un solo Señor, una sola
fe, un solo bautismo. 6 Hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, lo penetra
todo y está en todos.
La diversidad de los carismas
LS
7 Sin embargo, cada uno de nosotros ha recibido su propio don, en la medida que Cristo los ha
distribuido. 8 Por eso dice la Escritura:
Cuando subió a lo alto, llevó consigo a los cautivos y repartió dones a los hombres.
9 Pero si decimos que subió, significa que primero descendió a las regiones inferiores de la
tierra. 10 El que descendió es el mismo que subió más allá de los cielos, para colmar todo el
universo. 11 Él comunicó a unos el don de ser apóstoles, a otros profetas, a otros predicadores
del Evangelio, a otros pastores o maestros. 12 Así organizó a los santos para la obra del
O
ministerio, en orden a la edificación del Cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la
unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto y a la
madurez que corresponde a la plenitud de Cristo.
La unidad en la verdad y el amor
O
14 Así dejaremos de ser niños, sacudidos por las olas y arrastrados por el viento de cualquier
doctrina, a merced de la malicia de los hombres y de su astucia para enseñar el error. 15 Por el
contrario, viviendo en la verdad y en el amor, crezcamos plenamente, unidos a Cristo. Él es la
Cabeza, 16 y de él, todo el Cuerpo recibe unidad y cohesión, gracias a los ligamentos que lo
ST
vivifican y a la actividad propia de cada uno de los miembros. Así el Cuerpo crece y se edifica
en el amor.
La Vida nueva en Cristo
17 Les digo y les recomiendo en nombre del Señor: no procedan como los paganos, que se
dejan llevar por la frivolidad de sus pensamientos 18 y tienen la mente oscurecida. Ellos están
apartados de la Vida de Dios por su ignorancia y su obstinación, 19 y habiendo perdido el
sentido moral, se han entregado al vicio, cometiendo desenfrenadamente toda clase de
SY
O
dos serán una sola carne. 32 Este es un gran misterio: y yo digo que se refiere a Cristo y a la
Iglesia. 33 En cuanto a ustedes, cada uno debe amar a su mujer como a sí mismo, y la esposa
debe respetar a su marido.
Los deberes de los padres y de los hijos
EM
6 1 Hijos, obedezcan a sus padres en el Señor porque esto es lo justo, 2 ya que el primer
mandamiento que contiene una promesa es este: Honra a tu padre y a tu madre, 3 para que
seas feliz y tengas una larga vida en la tierra. 4 Padres, no irriten a sus hijos; al contrario,
edúquenlos, corrigiéndolos y aconsejándolos, según el espíritu del Señor.
Los deberes de los esclavosy de los patrones
5 Esclavos, obedezcan a sus patrones con temor y respeto, sin ninguna clase de doblez, como
si sirvieran a Cristo; 6 no con una obediencia fingida que trata de agradar a los hombres, sino
D
como servidores de Cristo, cumpliendo de todo corazón la voluntad de Dios. 7 Sirvan a sus
dueños de buena gana, como si se tratara del Señor y no de los hombres, 8 teniendo en
cuenta que el Señor retribuirá a cada uno el bien que haya hecho, sea un esclavo o un hombre
libre. 9 Y ustedes, patrones, compórtense de la misma manera con sus servidores y dejen a un
lado las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos, que lo es también de ustedes, está en el
cielo, y no hace acepción de personas.
LS
La armadura del cristiano
10 Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su poder. 11 Revístanse con la
armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio. 12 Porque nuestra lucha
no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los
Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio.
13 Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y
O
mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos. 14 Permanezcan de pie,
ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza. 15 Calcen sus pies con
el celo para propagar la Buena Noticia de la paz. 16 Tengan siempre en la mano el escudo de
la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno. 17 Tomen el casco
O
por mí, a fin de que encuentre palabras adecuadas para anunciar resueltamente el misterio del
Evangelio, 20 del cual yo soy embajador en medio de mis cadenas. ¡Así podré hablar
libremente de él, como debo hacerlo!
Noticias personales
21 Tíquico, el querido hermano y fiel servidor en el Señor, los pondrá al corriente de cómo me
encuentro y de lo que estoy haciendo. 22 Con este propósito, lo envié para que él les dé
noticias nuestras y los conforte interiormente.
SY
Despedida
23 Llegue a todos los hermanos la paz, el amor y la fe, que proceden de Dios, el Padre, y del
Biblia Católica 2283
1 Ver Col. 3. 8.
2 Ver Col. 3. 5.
O
18. Prov. 23. 31 (texto griego). 22-25. Ver Col. 3.
EM
26. Al describir la purificación de la Iglesia, esposa de Cristo, por medio del bautismo, Pablo
alude probablemente a una ceremonia nupcial de los griegos: el baño de la novia en las aguas
de una fuente o río sagrado, mientras ella pronunciaba una fórmula ritual.
1 Gn. 2. 24.
2 El "gran misterio" es la unión de Cristo con la Iglesia, prototipo de la unión matrimonial.
Ver Apoc. 19. 7.
D
6 1-4. Éx. 20. 12. Ver Col. 3. 20-21.
5-9. Ver Col. 3. 22 - 4. 1; 1 Tim. 6. 1-2; Tit. 2. 9-10; Flm. v. 16; 1 Ped. 2. 18; nota 1 Cor. 7. 20-
22.
1 Ver Rom. 13. 12; 2 Cor. 6. 7.
2 Sobre "los espíritus del mal", ver nota 2. 2.
LS
1 Is. 11. 5; 59. 17; Sab. 5. 17-23.
2 Is. 52. 7. 16-17. Is. 59. 17. Ver 1 Tes. 5. 8.
(Hech. 16. 11-40). La ayuda económica que Pablo, contrariamente a su costumbre, recibió de
ella en varias ocasiones, es una prueba de la confianza que el Apóstol tenía en la sinceridad
de sus sentimientos (4. 14-16).
Cuando los filipenses se enteraron de que Pablo estaba prisionero –probablemente en Éfeso–
O
se apresuraron a enviarle un nuevo subsidio por medio de un discípulo llamado Epafrodito (4.
18). A su regreso, este llevó consigo una Carta, donde Pablo agradece a sus amigos la ayuda
recibida, aprovecha para comunicarles algunas noticias personales, y los exhorta a practicar
las virtudes cristianas a ejemplo de Cristo. Además, los previene contra cualquier clase de
ST
desunión y les pide que se mantengan firmes en la fe, a pesar de la hostilidad de sus
enemigos.
El tono de la CARTA A LOS FILIPENSES es particularmente íntimo y familiar. En ella merece
destacarse el himno de 2. 6-11, que es un texto inestimable para conocer el pensamiento de
Pablo acerca de la persona y de la obra redentora de Jesús.
Saludo inicial
1 1 Pablo y Timoteo, servidores de Cristo Jesús, saludan a todos los santos en Cristo Jesús,
SY
que se encuentran en Filipos, así como también a los que presiden la comunidad y a los
diáconos. 2 Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre, y del
Biblia Católica 2285
2 1 Si la exhortación en nombre de Cristo tiene algún valor, si algo vale el consuelo que brota
del amor o la comunión en el Espíritu, o la ternura y la compasión, 2 les ruego que hagan
perfecta mi alegría, permaneciendo bien unidos. Tengan un mismo amor, un mismo corazón,
un mismo pensamiento. 3 No hagan nada por rivalidad o vanagloria, y que la humildad los lleve
a estimar a los otros como superiores a ustedes mismos. 4 Que cada uno busque no
solamente su propio interés, sino también el de los demás.
La humillación y la glorificación de Cristo
O
5 Tengan entre ustedes los mismos sentimientos de Cristo Jesús.
6 Él, que era de condición divina,
no consideró esta igualdad con Dios
como algo que debía guardar celosamente:
EM
7 al contrario, se anonadó a sí mismo,
tomando la condición de servidor
y haciéndose semejante a los hombres.
Y presentándose con aspecto humano,
8 se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte
y muerte de cruz.
9 Por eso, Dios lo exaltó
D
y le dio el Nombre que está sobre todo nombre,
10 para que al nombre de Jesús,
La obra de la salvación
12 Por eso, queridos míos, ustedes que siempre me han obedecido, trabajen por su salvación
con temor y temblor, no solamente cuando estoy entre ustedes, sino mucho más ahora que
O
estoy ausente. 13 Porque Dios es el que produce en ustedes el querer y el hacer, conforme a
su designio de amor. 14 Procedan en todo sin murmuraciones ni discusiones: 15 así serán
irreprochables y puros, hijos de Dios sin mancha, en medio de una generación extraviada y
pervertida, dentro de la cual ustedes brillan como haces de luz en el mundo, 16 mostrándole la
O
Palabra de Vida. De esa manera, el Día de Cristo yo podré gloriarme de no haber trabajado ni
sufrido en vano. 17 Y aunque mi sangre debiera derramarse como libación sobre el sacrificio y
la ofrenda sagrada, que es la fe de ustedes, yo me siento dichoso y comparto su alegría. 18
También ustedes siéntanse dichosos y alégrense conmigo.
ST
aclare mi situación. 24 Por otra parte, tengo confianza en el Señor de que pronto podré ir
personalmente.
O
La alegría espiritual
4 Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. 5 Que la bondad de ustedes sea
conocida por todos los hombres. El Señor está cerca. 6 No se angustien por nada, y en
cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de
EM
gracias, para presentar sus peticiones a Dios. 7 Entonces la paz de Dios, que supera todo lo
que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en
Cristo Jesús.
La santidad cristiana
8 En fin, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo
que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe
ser el objeto de sus pensamientos. 9 Pongan en práctica lo que han aprendido y recibido, lo
D
que han oído y visto en mí, y el Dios de la paz estará con ustedes.
Agradecimiento de Pablo por la ayuda recibida
10 Yo tuve una gran alegría en el Señor cuando vi florecer los buenos sentimientos de ustedes
con respecto a mí; ciertamente los tenían, pero les faltaba la ocasión de demostrarlos. 11 No
es la necesidad la que me hace hablar, porque he aprendido a hacer frente a cualquier
situación. 12 Yo sé vivir tanto en las privaciones como en la abundancia; estoy hecho
LS
absolutamente a todo, a la saciedad como al hambre, a tener de sobra como a no tener nada.
13 Yo lo puedo todo en aquel que me conforta. 14 Sin embargo, ustedes hicieron bien en
interesarse por mis necesidades. 15 Y ya saben, filipenses, que al comienzo de la
evangelización, cuando dejé Macedonia, ninguna otra Iglesia me ayudó pecuniariamente.
Ustedes fueron los únicos 16 que cuando estaba en Tesalónica, en dos ocasiones me enviaron
medios para asistirme en mis necesidades. 17 No es que yo busque regalos; solamente quiero
O
darles la ocasión de que ustedes se enriquezcan cada vez más delante de Dios.
18 Por el momento, tengo todo lo necesario y más todavía. Vivo en la abundancia desde que
Epafrodito me entregó la ofrenda de ustedes, como perfume de aroma agradable, como
sacrificio aceptable y grato a Dios. 19 Dios colmará con magnificencia todas las necesidades
O
de ustedes, conforme a su riqueza, en Cristo Jesús. 20 A Dios, nuestro Padre, sea la gloria por
los siglos de los siglos. Amén.
Saludos y despedida
21 Saluden a cada uno de los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo los
ST
saludan a ustedes. 22 Reciban el saludo de todos los santos, especialmente los de la casa
imperial.
23 La gracia del Señor Jesucristo esté con ustedes.
1 1. "Los que presiden la comunidad": literalmente, "guardianes" o "inspectores". Ver nota
Hech. 20. 17.
"Diácono" significa "servidor" y designa una categoría especial de ministros que servían a la
comunidad, cumpliendo funciones administrativas y ocupándose de los pobres. Ver 1 Tim. 3. 8-
SY
13.
6. "El Día de Cristo Jesús" es el día de su retorno glorioso al final de los tiempos. Ver 1 Cor. 1.
Biblia Católica 2289
como también algunas prácticas ascéticas y determinadas prescripciones sobre fiestas y
alimentos, que supuestamente debían completar la salvación comenzada por Jesús.
Para combatir estos errores, Pablo escribió su CARTA A LOS COLOSENSES, entre los años
61 y 63. En ella destaca claramente la supremacía absoluta de Cristo sobre todas las cosas y,
en particular, sobre las jerarquías angélicas. Nadie puede compararse con él, que es "la
esperanza de la gloria" (1. 27), y todos los poderes, sin excepción, le están sometidos. Esta
Carta tiene muchos puntos de contacto con la que un tiempo después el Apóstol dirigió a los
O
Efesios.
Saludo inicial
1 1 Pablo, Apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo 2 saludan a los
santos de Colosas, sus fieles hermanos en Cristo. Llegue a ustedes la gracia y la paz que
EM
proceden de Dios, nuestro Padre.
Acción de gracias
3 Damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando sin cesar por ustedes, 4
desde que nos hemos enterado de la fe que tienen en Cristo Jesús y del amor que demuestran
a todos los santos, 5 a causa de la esperanza que les está reservada en el cielo. Ustedes
oyeron anunciar esta esperanza por medio de la Palabra de la verdad, de la Buena Noticia 6
que han recibido y que se extiende y fructifica en el mundo entero. Eso mismo sucede entre
D
ustedes, desde que oyeron y comprendieron la gracia de Dios en toda su verdad, 7 al ser
instruidos por Epafras, nuestro querido compañero en el servicio de Dios. Él es para ustedes
un fiel ministro de Cristo, 8 y por él conocimos el amor que el Espíritu les inspira.
Súplica
9 Por eso, desde que nos enteramos de esto, oramos y pedimos sin cesar por ustedes, para
que Dios les haga conocer perfectamente su voluntad, y les dé con abundancia la sabiduría y
LS
el sentido de las cosas espirituales. 10 Así podrán comportarse de una manera digna del
Señor, agradándolo en todo, fructificando en toda clase de obras buenas y progresando en el
conocimiento de Dios. 11 Fortalecidos plenamente con el poder de su gloria, adquirirán una
verdadera firmeza y constancia de ánimo, 12 y darán gracias con alegría al Padre, que nos ha
hecho dignos de participar de la herencia luminosa de los santos. 13 Porque él nos libró del
poder de las tinieblas y nos hizo entrar en el Reino de su Hijo muy querido, 14 en quien
O
él reside "toda la plenitud de la divinidad" (2. 9), y por él Dios reconcilió consigo todas
las cosas.
A pesar de sus padecimientos, el Apóstol se siente feliz de haber sido constituido
ministro de la Iglesia para anunciar esta Buena Noticia entre los paganos. Así se lo hace
saber a sus destinatarios, a la vez que los pone en guardia contra ciertas corrientes del
Judaísmo influenciadas por las religiones orientales y contra algunas concepciones
paganas de la época. Pablo presenta a Cristo como el único Mediador y Salvador; él
SY
nos hace participar de su Misterio Pascual por medio del Bautismo (2. 12), y nos libera
de todas las fuerzas del mal, las visibles y las invisibles.
Biblia Católica 2291
Preocupación de Pablo por sus Iglesias
2 1 Sí, quiero que sepan qué dura es la lucha que sostengo por ustedes, por los de Laodicea y
por tantos otros que no me conocen personalmente. 2 Mi deseo es que se sientan animados y
que, unidos estrechamente en el amor, adquieran la plenitud de la inteligencia en toda su
riqueza. Así conocerán el misterio de Dios, que es Cristo, 3 en quien están ocultos todos los
tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Advertencia contra los errores
O
4 Los pongo sobre aviso para que nadie los engañe con sofismas. 5 Aunque ausente con el
cuerpo, estoy presente en espíritu, y me alegro al ver el orden que reina entre ustedes y la
firmeza de la fe que tienen en Cristo. 6 Vivan en Cristo Jesús, el Señor, tal como ustedes lo
han recibido, 7 arraigados y edificados en él, apoyándose en la fe que les fue enseñada y
EM
dando gracias constantemente. 8 No se dejen esclavizar por nadie con la vacuidad de una
engañosa filosofía, inspirada en tradiciones puramente humanas y en los elementos del
mundo, y no en Cristo.
Cristo, Cabeza, Salvador y Mediador
9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, 10 y ustedes participan de
esa plenitud de Cristo, que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potestad. 11 En él
fueron circuncidados, no por mano de hombre, sino por una circuncisión que los despoja del
D
cuerpo carnal, la circuncisión de Cristo. 12 En el bautismo, ustedes fueron sepultados con él, y
con él resucitaron, por la fe en el poder de Dios que lo resucitó de entre los muertos. 13
Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y de la incircuncisión de su carne, pero
Cristo los hizo revivircon él, perdonando todas nuestras faltas. 14 Él canceló el acta de
condenación que nos era contraria, con todas sus cláusulas, y la hizo desaparecer clavándola
en la cruz. 15 En cuanto a los Principados y a las Potestades, los despojó y los expuso
LS
públicamente a la burla, incorporándolos a su cortejo triunfal.
Rechazo del falso ascetismo
16 Por eso, que nadie los critique por cuestiones de alimento y de bebida, o de días festivos,
de novilunios y de sábados. 17 Todas esas cosas no son más que la sombra de una realidad
futura, que es el Cuerpo de Cristo. 18 Que nadie los prive del premio, bajo pretexto de
"humildad" y de un "culto de los ángeles". Esa gente tiene en cuenta solamente las cosas que
O
las prohibiciones de 21 "no tomar", "no comer" y "no tocar", como si todavía vivieran en el
mundo? 22 Todo esto se refiere a cosas destinadas a ser destruidas por su mismo uso y no
son más que preceptos y doctrinas de hombres. 23 Estas doctrinas tienen una cierta
apariencia de sabiduría por su "religiosidad", su "humildad" y su "desprecio del cuerpo", pero
ST
instintos y pasiones, y revestirnos del "hombre nuevo" (3. 9-10), que es Cristo en
nosotros. En esto consiste la gran tarea del cristiano, hasta que la imagen de Dios se
Biblia Católica 2293
que es para el Señor y no para los hombres. 24 Sepan que el Señor los recompensará,
haciéndolos sus herederos. Ustedes sirven a Cristo, el Señor: 25 el que obra injustamente
recibirá el pago que corresponde, cualquiera sea su condición.
4 1 En cuanto a ustedes, patrones, concedan a sus servidores lo que es justo y razonable,
recordando que también ustedes tienen un Señor en el cielo.
Ultimas exhortaciones
2 Perseveren en la oración, velando siempre en ella con acción de gracias. 3 Rueguen también
O
por nosotros, a fin de que Dios nos allane el camino para anunciar el misterio de Cristo, por el
cual estoy preso, 4 y para que yo sepa pregonarlo en la debida forma.
5 Compórtense con sensatez en sus relaciones con los que no creen, aprovechando bien el
tiempo presente. 6 Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que
EM
sepan responder a cada uno como es debido.
Noticias personales
7 En lo que a mí se refiere, nuestro querido hermano Tíquico, mi fiel ayudante y compañero en
el servicio del Señor, los informará de todo. 8 Yo lo envío expresamente para que él les dé
noticias mías y los anime. 9 Lo acompañará Onésimo, nuestro fiel y querido hermano, que es
uno de ustedes. Ellos los pondrán al tanto de todo lo que pasa por aquí.
Saludos
D
10 Aristarco, mi compañero de prisión, los saluda; lo mismo que Marcos, el primo de Bernabé,
acerca del cual ya recibieron instrucciones: si él va a verlos, recíbanlo bien. 11 Igualmente los
saluda Jesús, el que es llamado Justo. De los que provienen del Judaísmo, estos son los
únicos que trabajan conmigo por el Reino de Dios: por eso han sido un consuelo para mí. 12
También los saluda Epafras, su compatriota, este servidor de Cristo Jesús que ora
incansablemente por ustedes, para que se mantengan firmes en la perfección, cumpliendo
LS
plenamente la voluntad de Dios. 13 Yo doy testimonio de lo mucho que él hace por ustedes y
por los de Laodicea y de Hierápolis. 14 Finalmente, los saludan Lucas, el querido médico, y
Demas.
15 Saluden a los hermanos de Laodicea, especialmente a Ninfas y a la Iglesia que se reúne en
su casa. 16 Una vez que hayan leído esta carta, háganla leer también en la Iglesia de
Laodicea, y ustedes, a su vez, lean la carta que yo envié a esa Iglesia. 17 Digan a Arquipo que
O
esté atento al ministerio que recibió para servir al Señor y que lo cumpla bien.
Despedida
18 El saludo es de mi puño y letra, Pablo. Acuérdense de mis cadenas.
La gracia esté con ustedes.
O
1 12. "La herencia luminosa" es la salvación reservada a los cristianos, que por su unión con
Cristo han recibido la filiación divina (Rom. 8. 14-17). Es probable que los "santos" sean aquí
los ángeles, y no los cristianos como es habitual en el lenguaje del Nuevo Testamento. Ver
nota Hech. 9. 13.
ST
los sufrimientos y fatigas necesarios para la difusión del Evangelio, y Pablo, en su condición de
Apóstol de los paganos, se siente particularmente llamado a llenar esa medida. Ver Flp. 1. 20;
Biblia Católica 2295
Para responder a estas inquietudes, Pablo escribió poco después de su llegada a Corinto, a
comienzos del año 51, su PRIMERA CARTA A LOS TESALONICENSES: la lectura de esta
Carta, como también la de la segunda a los Tesalonicenses, supone una cierta familiaridad con
el estilo "apocalíptico", cargado de imágenes y símbolos, que los Profetas y los Escritores
judíos solían emplear para anunciar la llegada del "Día del Señor" (5. 2).
Saludo inicial
1 1 Pablo, Silvano y Timoteo saludan a la Iglesia de Tesalónica, que está unida a Dios Padre y
O
al Señor Jesucristo. Llegue a ustedes la gracia y la paz.
ACCIÓN DE GRACIAS POR LA FE DE LOS TESALONICENSES
Resulta conmovedor leer el comienzo de esta primera Carta a los cristianos de
Tesalónica, que es el primer documento escrito del Nuevo Testamento. En él palpita
EM
todo el afecto paternal de Pablo hacia esa comunidad, que había recibido tan alegre y
decididamente la Buena Noticia de Jesucristo, a pesar de las dificultades y
persecuciones. El Apóstol no se cansa de alabarla y de presentarla como ejemplo de fe,
de esperanza y de amor.
Al mismo tiempo, él quiere dejar bien en claro la sinceridad y el desinterés con que les
anunció la Buena Noticia. Pero sobre todo reconoce que la eficacia de su predicación se
debe a la acción misteriosa del Espíritu. Ese Espíritu es el que obra cuando se proclama
D
la Palabra del Evangelio. Y él da la fuerza necesaria para convertirse "al Dios vivo y
verdadero" (1. 9) y para esperar la Venida gloriosa de Jesús resucitado. Por todo eso,
Pablo da repetidas gracias a Dios y expresa su profunda alegría.
Elogios y felicitaciones
2 Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes, cuando los recordamos en nuestras
LS
oraciones, 3 y sin cesar tenemos presente delante de Dios, nuestro Padre, cómo ustedes han
manifestado su fe con obras, su amor con fatigas y su esperanza en nuestro Señor Jesucristo
con una firme constancia.
4 Sabemos, hermanos amados por Dios, que ustedes han sido elegidos. 5 Porque la Buena
Noticia que les hemos anunciado llegó hasta ustedes, no solamente con palabras, sino
acompañada de poder, de la acción del Espíritu Santo y de toda clase de dones. Ya saben
cómo procedimos cuando estuvimos allí al servicio de ustedes. 6 Y ustedes, a su vez, imitaron
O
nuestro ejemplo y el del Señor, recibiendo la Palabra en medio de muchas dificultades, con la
alegría que da el Espíritu Santo. 7 Así llegaron a ser un modelo para todos los creyentes de
Macedonia y Acaya. 8 En efecto, de allí partió la Palabra del Señor, que no sólo resonó en
Macedonia y Acaya: en todas partes se ha difundido la fe que ustedes tienen en Dios, de
O
manera que no es necesario hablar de esto. 9 Ellos mismos cuentan cómo ustedes me han
recibido y cómo se convirtieron a Dios, abandonando los ídolos para servir al Dios vivo y
verdadero, 10 y esperar a su Hijo, que vendrá desde el cielo: Jesús, a quien él resucitó y que
nos libra de la ira venidera.
ST
ello– que nunca hemos tenido palabras de adulación, ni hemos buscado pretexto para ganar
dinero. 6 Tampoco hemos ambicionado el reconocimiento de los hombres, ni de ustedes ni de
Biblia Católica 2297
11 Que el mismo Dios, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesucristo, nos allanen el camino para
ir allí. 12 Que el Señor los haga crecer cada vez más en el amor mutuo y hacia todos los
demás, semejante al que nosotros tenemos por ustedes. 13 Que él fortalezca sus corazones
en la santidad y los haga irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el Día de la Venida del
Señor Jesús con todos sus santos. Amén.
DIRECTIVAS A LA COMUNIDAD Y ENSEÑANZA SOBRE LA VENIDA DEL SEÑOR
Convertirse al verdadero Dios y creer en Jesucristo implica una exigencia de santidad.
O
Si bien los cristianos ya hemos sido "santificados" por el Espíritu, sin embargo debemos
santificarnos cada vez más. Al hacer esta exhortación, el Apóstol insiste especialmente
en la moralidad sexual, frente a las costumbres tan corrompidas de la sociedad pagana.
Pero había una cuestión que preocupaba seriamente a los cristianos de Tesalónica:
EM
¿qué sucederá con los que hayan muerto antes de la Venida final del Señor? ¿No
podrán contemplar el rostro glorioso de Cristo? Pablo les asegura que ellos no estarán
en desventaja con respecto a los que vivan en ese momento. Porque primero
resucitarán los muertos y luego, junto con los que todavía vivan, irán al encuentro del
Señor para formar su cortejo triunfal. En último término, lo que el Apóstol quiere
mantener viva es la esperanza en la resurrección de los muertos y en la unión definitiva
con Cristo. No sabemos cuándo llegará el Señor: lo importante es vivir como "hijos de la
D
luz" (5. 5), para que su Venida no nos tome desprevenidos.
Exhortación a la santidad y a la pureza de vida
4 1 Por lo demás, hermanos, les rogamos y les exhortamos en el Señor Jesús, que vivan
conforme a lo que han aprendido de nosotros sobre la manera de comportarse para agradar a
Dios. De hecho, ustedes ya viven así: hagan mayores progresos todavía. 2 Ya conocen las
LS
instrucciones que les he dado en nombre del Señor Jesús.
3 La voluntad de Dios es que sean santos, que se abstengan del pecado carnal, 4 que cada
uno sepa usar de su cuerpo con santidad y respeto, 5 sin dejarse arrastrar por los malos
deseos, como hacen los paganos que no conocen a Dios. 6 Que nadie se atreva a perjudicar ni
a dañar en esto a su hermano, porque el Señor hará justicia por todas estas cosas, como ya se
lo hemos dicho y atestiguado. 7 Dios, en efecto, no nos llamó a la impureza, sino a la santidad.
8 Por eso, el que desprecia estas normas, no desprecia a un hombre, sino a Dios, a ese Dios
O
Macedonia. Pero yo los exhorto, hermanos, a hacer mayores progresos todavía. 11 Que sea
cuestión de honor para ustedes vivir en paz, cumpliendo cada uno sus obligaciones y
trabajando con sus manos, de acuerdo con mis directivas. 12 Así llevarán una vida digna a la
vista de los paganos y no les faltará nada.
ST
descenderá del cielo. Entonces, primero resucitarán los que murieron en Cristo. 17 Después
nosotros, los que aún vivamos, los que quedemos, seremos llevados con ellos al cielo, sobre
Biblia Católica 2299
las dificultades que encontró en Corinto. Ver Hech. 18. 6, 12-17.
13. Zac. 14. 5.
4 3-5. Jer. 10. 25; Sal. 79. 6. "Su cuerpo" puede referirse al propio cuerpo, o bien, al de la
esposa de cada uno, como en 1 Ped. 3. 7.
6. Deut. 32. 35.
8. Ez. 36. 27; 37. 14. Ver Hech. 2. 33; Rom. 5. 5; 1 Cor. 2. 12.
17. "Nosotros, los que aún vivamos": Pablo no afirma categóricamente que él estará vivo
O
cuando el Señor se manifieste, ya que, con toda la tradición de la Iglesia primitiva, afirma que
nadie conoce el día ni la hora (Mc. 13. 32). Pero como anhela ardientemente el triunfo definitivo
de Cristo y lo espera como un hecho inminente, expresa su deseo de encontrarse vivo cuando
venga el Señor. Ver 1 Cor. 15. 51-52.
EM
5 2. Ver Mt. 24. 42-44; 2 Ped. 3. 10.
5. Ver Jn. 12. 36; Ef. 5. 8.
8. Is. 59. 17. Ver Ef. 6. 16-17.
1 Jb. 1. 1.
2 La división del hombre en "espíritu, alma y cuerpo" no tiene un carácter científico. El
"espíritu" puede designar el principio divino de la vida en Cristo, o más bien, la parte más
elevada del hombre, que está abierta a la influencia del Espíritu Santo.
D
26. "Beso santo": ver nota Rom. 16. 16.
SEGUNDA CARTA A LOS TESALONICENSES
La primera Carta a los cristianos de Tesalónica fue muy bien recibida, pero no produjo todos
los frutos deseados. La preocupación por el retorno de Cristo se hacía más intensa, y algunos
anunciaban, en nombre del Espíritu, la inminencia del acontecimiento. En apoyo de estas
LS
afirmaciones, se citaba la autoridad de Pablo.
Para contener la agitación, el Apóstol intervino otra vez. El tema central de la SEGUNDA
CARTA A LOS TESALONICENSES es nuevamente la Venida del Señor al fin de los tiempos,
pero aquí la atención se dirige, más que al hecho mismo, a los signos que deben precederla.
Saludo inicial
1 1 Pablo, Silvano y Timoteo saludan a la Iglesia de Tesalónica, que está unida a Dios, nuestro
O
Padre y al Señor Jesucristo. 2 Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios,
nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
Acción de gracias y felicitaciones
3 Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios a causa de ustedes, y es justo que lo
O
encontrados dignos del Reino de Dios por el cual tienen que sufrir.
LA VENIDA DEL SEÑOR
La Venida gloriosa de Cristo es parte esencial de la fe y la meta final de la esperanza
cristiana. El Señor se manifestará para realizar el Juicio de Dios, que hará triunfar la
verdadera justicia. Pablo describe aquella Venida con las imágenes propias del estilo
"apocalíptico", y para que la comunidad de Tesalónica no se deje alarmar por falsas
predicciones, le recuerda las dos señales que anunciarán la proximidad del fin de los
SY
tiempos.
La primera será la aparición del "Hombre impío" (2. 3) –el "Anticristo", según la
Biblia Católica 2301
alcanzaran la salvación mediante la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad. 14 Él
los llamó, por medio de nuestro Evangelio, para que posean la gloria de nuestro Señor
Jesucristo. 15 Por lo tanto, hermanos, manténganse firmes y conserven fielmente las
tradiciones que aprendieron de nosotros, sea oralmente o por carta. 16 Que nuestro Señor
Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que nos amó y nos dio gratuitamente un consuelo eterno y
una feliz esperanza, 17 los reconforte y fortalezca en toda obra y en toda palabra buena.
Exhortación a la fidelidad
O
3 1 Finalmente, hermanos, rueguen por nosotros, para que la Palabra del Señor se propague
rápidamente y sea glorificada como lo es entre ustedes. 2 Rueguen también para que nos
veamos libres de los hombres malvados y perversos, ya que no todos tienen fe. 3 Pero el
Señor es fiel: él los fortalecerá y los preservará del Maligno. 4 Nosotros tenemos plena
EM
confianza en el Señor de que ustedes cumplen y seguirán cumpliendo nuestras disposiciones.
5 Que el Señor los encamine hacia el amor de Dios y les dé la perseverancia de Cristo.
Exhortación al trabajo
6 Les ordenamos, hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que se aparten de todo
hermano que lleve una vida ociosa, contrariamente a la enseñanza que recibieron de nosotros.
7 Porque ustedes ya saben cómo deben seguir nuestro ejemplo. Cuando estábamos entre
ustedes, no vivíamos como holgazanes 8 y nadie nos regalaba el pan que comíamos. Al
D
contrario, trabajábamos duramente, día y noche, hasta cansarnos, con tal de no ser una carga
para ninguno de ustedes. 9 Aunque teníamos el derecho de proceder de otra manera,
queríamos darles un ejemplo para imitar.
10 En aquella ocasión les impusimos esta regla: el que no quiera trabajar, que no coma. 11
Ahora, sin embargo, nos enteramos de que algunos de ustedes viven ociosamente, no
haciendo nada y entrometiéndose en todo. 12 A estos les mandamos y los exhortamos en el
LS
Señor Jesucristo que trabajen en paz para ganarse su pan.
13 En cuanto a ustedes, hermanos, no se cansen de hacer el bien. 14 Si alguno no obedece a
las indicaciones de esta carta, señálenlo, y que nadie trate con él para que se avergüence. 15
Pero no lo consideren como a un enemigo, sino repréndanlo como a un hermano.
Despedida
16 Que el Señor de la paz les conceda la paz, siempre y en toda forma. El Señor esté con
O
todos ustedes.
17 El saludo es de mi puño y letra. Esta es la señal característica de todas mis cartas: así
escribo yo, Pablo.
18 La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos ustedes.
O
O
Vida eterna.
17 ¡Al Rey eterno y universal, al Dios incorruptible, invisible y único, honor y gloria por los
siglos de los siglos! Amén.
Recomendación a Timoteo
EM
18 Hijo mío, te hago esta recomendación, conforme a lo que se dijo de ti por inspiración de
Dios, a fin de que luches valientemente, 19 conservando la fe y la buena conciencia. Por no
haber tenido una buena conciencia algunos fracasaron en la fe, 20 entre otros, Himeneo y
Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendieran a no blasfemar.
La oración litúrgica
2 1 Ante todo, te recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de
gracias por todos los hombres, 2 por los soberanos y por todas las autoridades, para que
D
podamos disfrutar de paz y de tranquilidad, y llevar una vida piadosa y digna. 3 Esto es bueno
y agradable a Dios, nuestro Salvador, 4 porque él quiere que todos se salven y lleguen al
conocimiento de la verdad. 5 Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres:
Jesucristo, hombre él también, 6 que se entregó a sí mismo para rescatar a todos. Este es el
testimonio que él dio a su debido tiempo, 7 y del cual fui constituido heraldo y Apóstol para
enseñar a los paganos la verdadera fe. Digo la verdad, y no miento.
LS
El modo de orar
8 Por lo tanto, quiero que los hombres oren constantemente, levantando las manos al cielo con
recta intención, sin arrebatos ni discusiones. 9 Que las mujeres, por su parte, se arreglen
decentemente, con recato y modestia, sin usar peinados rebuscados, ni oro, ni perlas, ni
vestidos costosos. 10 Que se adornen más bien con buenas obras, como conviene a personas
que practican la piedad. 11 Que las mujeres escuchen la instrucción en silencio, con todo
O
respeto. 12 No permito que ellas enseñen, ni que pretendan imponer su autoridad sobre el
marido: al contrario, que permanezcan calladas. 13 Porque primero fue creado Adán, y
después Eva. 14 Y no fue Adán el que se dejó seducir, sino que Eva fue engañada y cayó en
el pecado. 15 Pero la mujer se salvará, cumpliendo sus deberes de madre, a condición de que
O
casado una sola vez, sobrio, equilibrado, ordenado, hospitalario y apto para la enseñanza. 3
Que no sea afecto a la bebida ni pendenciero, sino indulgente, enemigo de las querellas y
desinteresado. 4 Que sepa gobernar su propia casa y mantener a sus hijos en la obediencia
con toda dignidad. 5 Porque si no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar la Iglesia
de Dios? 6 Y no debe ser un hombre recientemente convertido, para que el orgullo no le haga
perder la cabeza y no incurra en la misma condenación que el demonio. 7 También es
necesario que goce de buena fama entre los no creyentes, para no exponerse a la
SY
O
hijos o nietos, estos deben aprender primero a cumplir con sus deberes familiares y a ser
agradecidos con sus padres, porque eso es lo que agrada a Dios. 5 Hay viudas que lo son
realmente, porque se han quedado solas y tienen puesta su confianza en Dios, consagrando
sus días y sus noches a la súplica y a la oración. 6 Pero la que lleva una vida disipada, aunque
EM
viva, está muerta. 7 Incúlcales esto para que sean irreprochables: 8 el que no se ocupa de los
suyos, sobre todo si conviven con él, ha renegado de su fe y es peor que un infiel.
9 Para estar inscrita en el grupo de las viudas, una mujer debe tener por lo menos sesenta
años y haberse casado una sola vez. 10 Que sus buenas obras den testimonio de ella; tiene
que haber educado a sus hijos, ejercitado la hospitalidad, haber lavado los pies a los
hermanos, socorrido a los necesitados y practicado el bien en todas sus formas. 11 No
inscribas, en cambio, a las viudas más jóvenes, porque cuando los deseos puramente
D
humanos prevalecen sobre su entrega a Cristo, quieren casarse otra vez, 12 y se hacen
culpables por faltar a su compromiso. 13 Además, si no tienen nada que hacer, acaban yendo
de casa en casa y se dedican a charlar y a curiosear, ocupándose en lo que no les importa. 14
Por eso quiero que las viudas jóvenes se casen, que tengan hijos y atiendan a sus
obligaciones domésticas, para no dar lugar a la maledicencia de los enemigos. 15 Algunas de
ellas ya han abandonado el buen camino y siguen a Satanás. 16 Si una mujer creyente tiene
LS
viudas en la familia, que se ocupe de ellas. De esta manera, la Iglesia no las tendrá a su cargo
y quedará libre para atender a las que están realmente necesitadas.
Los presbíteros
17 Los presbíteros que ejercen su cargo debidamente merecen un doble reconocimiento, sobre
todo, los que dedican todo su esfuerzo a la predicación y a la enseñanza. 18 Porque dice la
Escritura: No pondrás bozal al buey que trilla, y también: El obrero tiene derecho a su salario.
O
19 No admitas acusaciones contra un presbítero, a menos que estén avaladas por dos o tres
testigos. 20 A los que incurran en pecado, repréndelos públicamente, para que sirva de
escarmiento a los demás. 21 Delante de Dios, de Jesucristo y de sus ángeles elegidos, te
ordeno que observes estas indicaciones, sin prejuicios y procediendo con imparcialidad. 22 No
O
vino.
24 Los pecados de algunas personas son tan notorios que no necesitan ser llevados a juicio;
los de otras, en cambio, sólo se descubren después. 25 De la misma manera, las buenas
obras están a la vista, y las que no lo son, ya se pondrán de manifiesto.
Los esclavos
6 1 Que los esclavos consideren a sus dueños dignos de todo respeto, para que el nombre de
Dios y su doctrina no sean objeto de blasfemia. 2 Y si sus dueños son creyentes, que no los
SY
respeten menos por el hecho de ser hermanos. Al contrario, que pongan mayor empeño en
servirlos, porque así benefician a hermanos queridos en la fe.
Biblia Católica 2307
15. "Es doctrina cierta y digna de fe": expresión característica de las Cartas pastorales, que
sirve para llamar la atención sobre fórmulas catequéticas o litúrgicas que deben ser retenidas
cuidadosamente, porque expresan con precisión algún tema importante de la fe cristiana.
20. "A quienes entregué a Satanás": ver nota 1 Cor. 5. 5.
2 1-2. Ver Rom. 13. 1-7; Tit. 3. 1; 1 Ped. 2. 13-17.
11-15. Ver nota 1 Cor. 14. 34.
O
3 1. Ver nota Hech. 20. 17.
EM
8. "Diáconos": ver nota Flp. 1. 1.
11. "Las mujeres", probablemente, no son las esposas de los diáconos, sino las diaconisas.
Ver nota Rom. 16. 1.
16. "El misterio que veneramos" –literalmente, "el misterio de la piedad"– es la obra salvadora
de Cristo, objeto central de la fe cristiana, que se revive y celebra en el culto litúrgico. Dicho
misterio aparece resumido en este fragmento de un himno empleado en la liturgia de la Iglesia
primitiva. En él se proclama la Encarnación, la Resurrección y la Glorificación de Jesús,
D
manifestadas al mundo por medio de la predicación apostólica.
"Justificado en el Espíritu": esta expresión significa que la justicia y la gloria de Cristo se
revelaron plenamente en su Resurrección por la acción vivificadora del Espíritu. Ver Rom. 1. 4.
4 1. Ver 2 Tes. 2. 3-12.
3. Algunos, fundándose en un falso ascetismo, consideraban el matrimonio como incompatible
con la vida cristiana.
LS
8. Pablo no reprueba los "ejercicios físicos": solamente afirma que la "utilidad" de estos es
relativa y transitoria. En efecto, el vigor y la destreza del cuerpo pasan con la vida presente; la
"piedad", en cambio, sirve no sólo para esta vida, sino también para la futura.
14. La "imposición de las manos" puede ser un gesto de bendición (Mt. 19. 15), un medio para
devolver la salud a un enfermo (Mt. 9. 18; Hech. 9. 17) o para conferir a los bautizados la
plenitud del Espíritu Santo (Hech. 8. 17), o también el rito de ordenación para el ejercicio de un
O
ministerio. El significado del gesto se expresa en las palabras que lo acompañan. Tanto en
este pasaje, como en 2 Tim. 1. 6, se trata del rito de ordenación. El "don espiritual" conferido
mediante la imposición de las manos es un don permanente, que capacita para desempeñar
dignamente el ministerio. Sobre el "presbiterio", ver nota Hech. 14. 23.
O
5 3. La honra debida a las "viudas" no implicaba solamente respeto y estima, sino también la
ayuda material que les era necesaria.
1 Las "viudas" inscritas en el catálogo oficial de la Iglesia formaban un grupo especial
dentro de la comunidad cristiana, y estaban consagradas al servicio de los demás,
ST
1 "Presbíteros": ver notas Hech. 11. 30; 14. 23. En este "doble reconocimiento" parecen
estar incluidos dos aspectos: por una parte, el respeto que merecen los "presbíteros" en razón
SY
de su ministerio, y por otra, la retribución que les es debida, para que puedan vivir dignamente.
2 Deut. 25. 4. Ver Lc. 10. 7; 1 Cor. 9. 9.
Biblia Católica 2309
La prisión de Pablo
12 Por eso soporto esta prueba. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he puesto mi
confianza, y estoy convencido de que él es capaz de conservar hasta aquel Día el bien que me
ha encomendado.
13 Toma como norma las saludables lecciones de fe y de amor a Cristo Jesús que has
escuchado de mí. 14 Conserva lo que se te ha confiado, con la ayuda del Espíritu Santo que
habita en nosotros.
O
15 Ya sabes que todos los de Asia se apartaron de mí, entre ellos Figelo y Hermógenes. 16
Que el Señor tenga misericordia de la familia de Onesíforo, porque él muchas veces me ha
reconfortado y no se avergonzó de que yo estuviera preso. 17 Por el contrario, desde que llegó
a Roma, no dejó de buscarme hasta que me encontró. 18 Que Dios, en aquel Día, le permita
EM
alcanzar misericordia delante del Señor. Tú conoces mejor que nadie los servicios que él me
prestó en Éfeso.
Las fatigas del apóstol de Cristo
2 1 Tú, que eres mi hijo, fortalécete con la gracia de Cristo Jesús. 2 Lo que oíste de mí y está
corroborado por numerosos testigos, confíalo a hombres responsables que sean capaces de
enseñar a otros.
3 Comparte mis fatigas, como buen soldado de Jesucristo. 4 El que está bajo las armas no se
D
mezcla en los asuntos de la vida civil, para poder cumplir las órdenes de aquel que lo enroló. 5
El atleta no recibe el premio si no lucha de acuerdo con las reglas. 6 Y el labrador que trabaja
duramente es el primero que tiene derecho a recoger los frutos. 7 Piensa en lo que te digo, y el
Señor, por su parte, te ayudará a comprenderlo todo.
El sufrimiento a ejemplo de Cristo
8 Acuérdate de Jesucristo, que resucitó de entre los muertos y es descendiente de David. Esta
LS
es la Buena Noticia que yo predico, 9 por la cual sufro y estoy encadenado como un
malhechor. Pero la palabra de Dios no está encadenada. 10 Por eso soporto estas pruebas por
amor a los elegidos, a fin de que ellos también alcancen la salvación que está en Cristo Jesús
y participen de la gloria eterna.
11 Esta doctrina es digna de fe:
Si hemos muerto con él, viviremos con él.
O
20 En una casa grande, no todos los recipientes son de oro o de plata, sino que también hay
recipientes de madera y de barro. Unos se destinan a usos nobles, y otros, a usos comunes.
Biblia Católica 2311
La esperanza cristiana
6 Yo ya estoy a punto de ser derramado como una libación, y el momento de mi partida se
aproxima: 7 he peleado hasta el fin el buen combate, concluí mi carrera, conservé la fe. 8 Y ya
está preparada para mí la corona de justicia, que el Señor, como justo Juez, me dará en ese
Día, y no solamente a mí, sino a todos los que hayan aguardado con amor su Manifestación.
Últimas informaciones y recomendaciones
9 Ven a verme lo más pronto posible, 10 porque Demas me ha abandonado poramor a este
O
mundo. Él se fue a Tesalónica, Crescente emprendió viaje a Galacia, y Tito, a Dalmacia. 11
Solamente Lucas se ha quedado conmigo. Trae contigo a Marcos, porque me prestará buenos
servicios. 12 A Tíquico lo envié a Éfeso. 13 Cuando vengas, tráeme la capa que dejé en
Tróade, en la casa de Carpo, y también los libros, sobre todo, los rollos de pergamino. 14
EM
Alejandro, el herrero, me ha hecho mucho daño: el Señor le pagará conforme a sus obras. 15
Ten cuidado de él, porque se ha opuesto encarnizadamente a nuestra enseñanza.
16 Cuando hice mi primera defensa, nadie me acompañó, sino que todos me abandonaron.
¡Ojalá que no les sea tenido en cuenta! 17 Pero el Señor estuvo a mi lado, dándome fuerzas,
para que el mensaje fuera proclamado por mi intermedio y llegara a oídos de todos los
paganos. Así fui librado de la boca del león. 18 El Señor me librará de todo mal y me
preservará hasta que entre en su Reino celestial. ¡A él sea la gloria por los siglos de los siglos!
D
Amén.
Saludos y despedida
19 Saludos a Prisca y a Aquila, y a la familia de Onesíforo. 20 Erasto se quedó en Corinto, y a
Trófimo lo dejé enfermo en Mileto. Apresúrate a venir antes del invierno. 21 Te saludan Eubulo,
Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos.
22 El Señor esté contigo. La gracia esté con ustedes.
LS
1 4. "Al acordarme de tus lágrimas": probable alusión a la pena que experimentó Timoteo
cuando Pablo se separó de él para ir a Macedonia (1 Tim. 1. 3), o cuando el Apóstol fue
llevado prisionero a Roma.
1 "Tu madre Eunice": ver Hech. 16. 1.
2 "La imposición de mis manos": ver nota 1 Tim. 4. 14.
O
12. "Esta prueba": se refiere a la prisión que Pablo sufría por segunda vez en Roma.
"Aquel Día" es el Día de la Manifestación gloriosa de Jesús. Ver notas Hech. 2. 1721; Flp. 1. 6.
"El bien que me ha encomendado": ver nota 1 Tim. 6. 20.
2 4-6. Estas tres imágenes tomadas de la vida ordinaria, significan que la corona de la gloria
ST
O
6 Exhorta también a los jóvenes a ser moderados en todo, 7 dándoles tú mismo ejemplo de
buena conducta, en lo que se refiere a la pureza de doctrina, a la dignidad, 8 a la enseñanza
correcta e inobjetable. De esa manera, el adversario quedará confundido, porque no tendrá
nada que reprocharnos.
EM
9 Que los esclavos obedezcan en todo a sus dueños y procuren agradarlos, tratando de no
contradecirlos. Que no los defrauden, 10 sino que les demuestren absoluta fidelidad, para
hacer honor en todo a la doctrina de Dios, nuestro Salvador.
El misterio de Dios Salvador
11 Porque la gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres, se ha
manifestado. 12 Ella nos enseña a rechazar la impiedad y los deseos mundanos, para vivir en
la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, 13 mientras aguardamos la feliz esperanza y
D
la Manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús. 14 Él se entregó
por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido
y lleno de celo en la práctica del bien.
15 Así debes hablar, exhortar y reprender con toda autoridad. No des ocasión a que nadie te
desprecie.
Exhortación a la obediencia y a la humildad
LS
3 1 Recuerda a todos que respeten a los gobernantes y a las autoridades, que les obedezcan y
estén siempre dispuestos para cualquier obra buena. 2 Que no injurien a nadie y sean amantes
de la paz, que sean benévolos y demuestren una gran humildad con todos los hombres. 3
Porque también nosotros antes éramos insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de los
malos deseos y de toda clase de placeres, y vivíamos en la maldad y la envidia, siendo objeto
de odio y odiándonos los unos a los otros.
O
El renacimiento bautismal
4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los hombres, 5
no por las obras de justicia que habíamos realizado, sino solamente por su misericordia, él nos
salvó, haciéndonos renacer por el bautismo y renovándonos por el Espíritu Santo. 6 Y derramó
O
abundantemente ese Espíritu sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador, 7 a fin
de que, justificados por su gracia, seamos en esperanza herederos de la Vida eterna.
La fidelidad a la verdad
8 Esta es una doctrina digna de fe, y quiero que en este punto seas categórico, para que
ST
aquellos que han puesto su fe en Dios procuren destacarse por sus buenas obras. Esto sí que
es bueno y provechoso para los hombres. 9 Evita, en cambio, las investigaciones insensatas,
las genealogías, las polémicas y las controversias sobre la Ley: todo esto es inútil y vano. 10
En cuanto a los que crean facciones, después de una primera y segunda advertencia, apártate
de ellos: 11 ya sabes que son extraviados y pecadores que se condenan a sí mismos.
Recomendaciones y saludos
12 Cuando te mande a Artemás o a Tíquico, trata de ir a mi encuentro en Nicópolis, porque es
SY
allí donde he decidido pasar el invierno. 13 Toma todas las medidas necesarias para el viaje
del abogado Zenas y de Apolo, a fin de que no les falte nada. 14 Los nuestros deben aprender
Biblia Católica 2315
prefiero suplicarte en nombre del amor. Yo, Pablo, ya anciano y ahora prisionero a causa de
Cristo Jesús, 10 te suplico en favor de mi hijo Onésimo, al que engendré en la prisión. 11
Antes, él no te prestó ninguna utilidad, pero ahora te será muy útil, como lo es para mí. 12 Te
lo envío como si fuera yo mismo. 13 Con gusto lo hubiera retenido a mi lado, para que me
sirviera en tu nombre mientras estoy prisionero a causa del Evangelio. 14 Pero no he querido
realizar nada sin tu consentimiento, para que el beneficio que me haces no sea forzado, sino
voluntario.
O
15 Tal vez, él se apartó de ti por un instante, a fin de que lo recuperes para siempre, 16 no ya
como un esclavo, sino como algo mucho mejor, como un hermano querido. Si es tan querido
para mí, cuánto más lo será para ti, que estás unido a él por lazos humanos y en el Señor. 17
Por eso, si me consideras un amigo, recíbelo como a mí mismo. 18 Y si él te ha hecho algún
EM
daño o te debe algo, anótalo a mi cuenta. 19 Lo pagaré yo, Pablo, que firmo esta carta de mi
puño y letra. No quiero recordarte que tú también eres mi deudor, y la deuda eres tú mismo. 20
Sí, hermano, préstame ese servicio por amor al Señor y tranquiliza mi corazón en Cristo. 21 Te
escribo confiando plenamente en tu docilidad y sabiendo que tú harás más todavía de lo que
yo te pido.
Recomendaciones y saludos
22 Prepárame también un lugar donde alojarme, porque espero que, por las oraciones de
D
ustedes, se les concederá la gracia de que yo vaya a verlos.
23 Te saluda Epafras, mi compañero de prisión en Cristo Jesús, 24 así como también Marcos,
Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores.
25 La gracia del Señor Jesucristo permanezca con tu espíritu.
10-11. El nombre "Onésimo", que en griego significa "útil", da ocasión a Pablo para hacer un
juego de palabras.
LS
16. Ver Ef. 6. 5-9; Col. 3. 22 - 4. 1; 1 Tim. 6. 1-2; Tit. 2. 9-10; 1 Ped. 2. 18; nota 1 Cor.
7. 20-22.
1 Pablo alude delicadamente a un robo cometido por el esclavo fugitivo en perjuicio de su
dueño.
2 "Eres mi deudor": la deuda es la fe cristiana, que Filemón recibió de Pablo.
O
21. No se ve claro si Pablo pide a Filemón que deje en libertad a su esclavo y se lo envíe como
colaborador, o si vuelve a insistir en la necesidad de que un cristiano mantenga relaciones
fraternales con los que están a su servicio.
CARTA A LOS HEBREOS
O
A pesar de su conclusión en estilo epistolar, este largo escrito presenta el aspecto de una
homilía o sermón litúrgico. Sus destinatarios tenían necesidad de unas "palabras de
exhortación" (13. 22), porque su fe estaba en peligro. Después del primer entusiasmo de la
conversión, se habían dejado arrastrar por la fatiga y el desaliento. Algunos desertaban de las
ST
asambleas cultuales, y su formación cristiana dejaba mucho que desear. Por otra parte, las
pruebas y persecuciones habían provocado el desconcierto.
Para exhortar a los cristianos a seguir el camino que conduce de este mundo perecedero al
mundo celestial, el autor presenta a Jesucristo como el Sumo Sacerdote que con su muerte
selló la Nueva Alianza entre Dios y los hombres, y que ahora ejerce en el cielo una mediación
eterna. A la vez, describe el itinerario del nuevo Pueblo de Dios en marcha hacia la Tierra
prometida, bajo la guía del mismo Jesucristo. La comparación con los personajes e
SY
O
con toda suerte de milagros y dones del Espíritu Santo repartidos según su voluntad. 5 En
efecto, Dios no sometió a los ángeles el mundo venidero del cual estamos hablando. 6 Pues
atestiguó alguien en algún lugar: = ¿Qué es el hombre, que te acuerdas de él? ¿O el hijo del
hombre, que de él te preocupas? = 7 = Le hiciste por un poco inferior a los ángeles; de gloria y
EM
honor le coronaste. = 8 = Todo lo sometiste debajo de sus pies. = Al = someterle todo, = nada
dejó que no le estuviera sometido. Mas al presente, no vemos todavía que = le esté sometido
todo. = 9 Y a aquel que = fue hecho inferior a los ángeles por un poco, = a Jesús, le vemos =
coronado de gloria y honor = por haber padecido la muerte, pues por la gracia de Dios gustó la
muerte para bien de todos. 10 Convenía, en verdad, que Aquel por quien es todo y para quien
es todo, llevara muchos hijos a la gloria, perfeccionando mediante el sufrimiento al que iba a
guiarlos a la salvación. 11 Pues tanto el santificador como los santificados tienen todos el
D
mismo origen. Por eso no se avergüenza de llamarles = hermanos = 12 cuando dice: =
Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la asamblea te cantaré himnos. = Y
también: 13 = Pondré en él mi confianza. = Y nuevamente: = Henos aquí, a mí y a los hijos que
Dios me dio. = 14 Por tanto, así como los = hijos = participan de la sangre y de la carne, así
también participó él de las mismas, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es
LS
decir, al Diablo, 15 y libertar a cuantos, por temor a la muerte, estaban de por vida sometidos a
esclavitud. 16 Porque, ciertamente, no se ocupa de los ángeles, sino de la = descendencia de
Abraham. = 17 Por eso tuvo que asemejarse en todo a sus = hermanos, = para ser
misericordioso y Sumo Sacerdote fiel en lo que toca a Dios, en orden a expiar los pecados del
pueblo. 18 Pues, habiendo sido probado en el sufrimiento, puede ayudar a los que se ven
probados.
Hebreos 3
O
1 Por tanto, hermanos santos, partícipes de una vocación celestial, considerad al apóstol y
Sumo Sacerdote de nuestra fe, a Jesús, 2 que es = fiel = al que le instituyó, como lo fue
también = Moisés en toda su casa. = 3 Pues ha sido juzgado digno de una gloria en tanto
superior a la de Moisés, en cuanto la dignidad del constructor de la casa supera a la casa
O
misma. 4 Porque toda casa tiene su constructor; mas el constructor del universo es Dios. 5
Ciertamente, Moisés fue fiel = en toda su casa, como servidor, = para atestiguar cuanto había
de anunciarse, 6 pero Cristo lo fue como hijo, al frente de su propia casa, que somos nosotros,
si es que mantenemos la entereza y la gozosa satisfacción de la esperanza. 7 Por eso, como
ST
dice el Espíritu Santo: = Si oís hoy su voz, = 8 = no endurezcáis vuestros corazones como en
la Querella, el día de la provocación en el desierto, = 9 = donde me provocaron vuestros
padres y me pusieron a prueba, aun después de haber visto mis obras = 10 durante cuarenta
años. = Por eso = me irrité contra esa generación y dije: Andan siempre errados en su corazón;
no conocieron mis caminos. = 11 = Por eso juré en mi cólera: ¡No entrarán en mi descanso! =
12 ¡Mirad, hermanos!, que no haya en ninguno de vosotros un corazón maleado por la
SY
incredulidad que le haga apostatar de Dios vivo; 13 antes bien, exhortaos mutuamente cada
día mientras dure este = hoy, = para que ninguno de vosotros se = endurezca = seducido por
O
sólido es de adultos; de aquellos que, por costumbre, tienen las facultades ejercitadas en el
discernimiento del bien y del mal.
Hebreos 6
1 Por eso, dejando aparte la enseñanza elemental acerca de Cristo, elevémonos a lo perfecto,
EM
sin reiterar los temas fundamentales del arrepentimiento de las obras muertas y de la fe en
Dios; 2 de la instrucción sobre los bautismos y de la imposición de las manos; de la
resurrección de los muertos y del juicio eterno. 3 Y así procederemos con el favor de Dios. 4
Porque es imposible que cuantos fueron una vez iluminados, gustaron el don celestial y fueron
hechos partícipes del Espíritu Santo, 5 saborearon las buenas nuevas de Dios y los prodigios
del mundo futuro, 6 y a pesar de todo cayeron, se renueven otra vez mediante la penitencia,
puescrucifican por su parte de nuevo al Hijo de Dios y le exponen a pública infamia. 7 Porque
D
la tierra que recibe frecuentes lluvias y produce buena vegetación para los que la cultivan
participa de la bendición de Dios. 8 Por lo contrario, la que produce = espinas y abrojos = es
desechada, y cerca está de la = maldición, = y terminará por ser quemada. 9 Pero de vosotros,
queridos, aunque hablemos así, esperamos cosas mejores y conducentes a la salvación. 10
Porque no es injusto Dios para olvidarse de vuestra labor y del amor que habéis mostrado
LS
hacia su nombre, con los servicios que habéis prestado y prestáis a los santos. 11 Deseamos,
no obstante, que cada uno de vosotros manifieste hasta el fin la misma diligencia para la plena
realización de la esperanza, 12 de forma que no os hagáis indolentes, sino más bien
imitadores de aquellosque, mediante la fe y la perseverancia, heredan las promesas.
13 Cuando Dios hizo la Promesa a Abraham, no teniendo a otro mayor por quien jurar, = juró
por sí mismo = 14 diciendo: = ¡Sí!, te colmaré de bendiciones y te acrecentaré en gran
manera. = 15 Y perseverando de esta manera, alcanzó la Promesa. 16 Pues los hombres
O
juran por uno superior y entre ellos el juramento es la garantía que pone fin a todo litigio. 17
Por eso Dios, queriendo mostrar más plenamente a los herederos de la Promesa la
inmutabilidad de su decisión, interpuso el juramento, 18 para que, mediante dos cosas
inmutables por las cuales es imposible que Dios mienta, nos veamos más poderosamente
O
animados los que buscamos un refugio asiéndonos a la esperanza propuesta, 19 que nosotros
tenemos como segura y sólida ancla de nuestra alma, y = que penetra hasta más allá del velo,
= 20 adonde entró por nosotros como precursor Jesús, hecho, a = semejanza de Melquisedec,
= Sumo = Sacerdote para siempre. =
ST
Hebreos 7
1 En efecto, este = Melquisedec, rey de Salem, sacerdote de Dios Altísimo, =que = salió al
encuentro de Abraham cuando regresaba de la derrota de los reyes, yle bendijo, = 2 al cual dio
Abraham el = diezmo de todo, = y cuyo nombre significa, en primer lugar, "rey de justicia" y,
además, = rey de Salem, = es decir, "rey de paz", 3 sin padre, ni madre, ni genealogía, sin
comienzo de días, ni fin de vida, asemejado al Hijo de Dios, permanece sacerdote para
SY
siempre. 4 Mirad ahora cuán grande es éste, a quien el mismo Patriarca = Abraham dio el
diezmo = de entre lo mejor del botín. 5 Es cierto que los hijos de Leví que reciben el sacerdocio
O
acordaré ya. = 13 Al decir = nueva, = declaró anticuada la primera; y lo anticuado y viejo está a
punto de cesar.
Hebreos 9
1 También la primera Alianza tenía sus ritos litúrgicos y su santuario terreno. 2 Porque se
EM
preparó la parte anterior de la Tienda, donde se hallaban el candelabro y la mesa con los
panes de la presencia, que se llama Santo. 3 Detrás del segundo velo se hallaba la parte de la
Tienda llamada Santo de los Santos, 4 que contenía el altar de oro para el incienso, el arca de
la Alianza - completamente cubierta de oro - y en ella, la urna de oro con el maná, la vara de
Aarón que retoño y las tablas de la Alianza. 5 Encima del arca, los querubines de gloria que
cubrían con su sombra el propiciatorio. Mas no es éste el momento de hablar de todo ello en
detalle. 6 Preparadas así estas cosas, los sacerdotes entran siempre en la primera parte de la
D
Tienda para desempeñar las funciones del culto. 7 Pero en la segunda parte entra una vez al
año, y solo, el Sumo Sacerdote, y no sin sangre que ofrecer por sí mismo y por los pecados del
pueblo. 8 De esa manera daba a entender el Espíritu Santo que aún no estaba abierto el
camino del santuario mientras subsistiera la primera Tienda. 9 Todo ello es una figura del
tiempo presente, en cuanto que allí se ofrecen dones y sacrificios incapaces de perfeccionar en
LS
su conciencia al adorador,
10 y sólo son prescripciones carnales, que versan sobre comidas y bebidas y sobre abluciones
de todo género, impuestas hasta el tiempo de la reforma. 11 Pero presentóse Cristo como
Sumo Sacerdote de los bienes futuros, a través de una Tienda mayor y más perfecta, no
fabricada por mano de hombre, es decir, no de este mundo. 12 Y penetró en el santuario una
vez para siempre, no con sangre de machos cabríos ni de novillos, sino con su propia sangre,
consiguiendo una redención eterna. 13 Pues si la sangre de machos cabríos y de toros y la
O
de las transgresiones de la primera Alianza, los que han sido llamados reciban la herencia
eterna prometida. 16 Pues donde hay testamento se requiere que conste la muerte del
testador, 17 ya que el testamento es válido en caso de defunción, no teniendo valor en vida
del testador. 18 Así tampoco la primera Alianza se inauguró sin sangre. 19 Pues Moisés,
ST
después de haber leído a todo el pueblo todos los preceptos según la Ley, tomó la sangre de
los novillos y machos cabríos con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el libro mismo y a todo
el pueblo 20 diciendo: = Esta es la sangre de la Alianza que Dios ha ordenado para vosotros.
= 21 Igualmente roció con sangre la Tienda y todos los objetos del culto; 22 pues según la
Ley, casi todas las cosas han de ser purificadas con sangre, y sin efusión de sangre no hay
remisión. 23 En consecuencia, es necesario, por una parte, que las figuras de las realidades
SY
celestiales sean purificadas de esa manera; por otra parte, que también lo sean las realidades
celestiales, pero con víctimas más excelentes que aquéllas. 24 Pues no penetró Cristo en un
O
que así eran tratados. 34 Pues compartisteis los sufrimientos de los encarcelados; y os
dejasteis despojar con alegría de vuestros bienes, conscientes de que poseíais una riqueza
mejor y más duradera. 35 No perdáis ahora vuestra confianza, que lleva consigo una gran
recompensa. 36 Necesitáis paciencia en el sufrimiento para cumplir la voluntad de Dios y
EM
conseguir así lo prometido. 37 Pues todavía = un poco, muy poco tiempo; y el que ha de venir
vendrá sin tardanza. = 38 = Mi justo vivirá por la fe; mas si es cobarde, mi alma no se
complacerá en él. = 39 Pero nosotros no somos = cobardes = para perdición, sino = creyentes
= para salvación del alma.
Hebreos 11
1 La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. 2 Por ella
fueron alabados nuestros mayores. 3 Por la fe, sabemos que el universo fue formado por la
D
palabra de Dios, de manera que lo que se ve resultase de lo que no aparece. 4 Por la fe,
ofreció Abel a Dios un sacrificio más excelente que Caín, por ella fue declarado justo, con la
aprobación que dio = Dios a sus ofrendas; = y por ella, aun muerto, habla todavía. 5 Por la fe,
Henoc fue trasladado, de modo que no vio la muerte y = no se le halló, porque le trasladó Dios.
= Porque antes de contar su traslado, la Escritura da en su favor testimonio = de haber
LS
agradado a Dios. =
6 Ahora bien, sin fe es imposible agradarle, pues el que se acerca a Dios ha de creer que
existe y que recompensa a los que le buscan. 7 Por la fe, Noé, advertido por Dios de lo que
aún no se veía, con religiosotemor construyó un arca para salvar a su familia; por la fe,
condenó al mundo y llegóa ser heredero de la justicia según la fe. 8 Por la fe, Abraham, al ser
llamado por Dios, obedeció y = salió = para el lugar que había de recibir en herencia, y = salió
= sin saber a dónde iba.9 Por la fe, = peregrinó = por la Tierra Prometida como en tierra
O
uno solo y ya gastado nacieron hijos, = numerosos como las estrellas del cielo, incontables
como las arenas de las orillas del mar. = 13 En la fe murieron todos ellos, sin haber
conseguido el objeto de las promesas: viéndolas y saludándolas desde lejos y confesándose =
extraños y forasteros sobre la tierra. =14 Los que tal dicen, claramente dan a entender que van
ST
en busca de una patria; 15 pues si hubiesen pensado en la tierra de la que habían salido,
habrían tenido ocasión de retornar a ella. 16 Más bien aspiran a una mejor, a la celestial. Por
eso Dios no se avergüenza de ellos, de ser llamado Dios suyo, pues les tiene preparada una
ciudad... 17 Por la fe, Abraham, = sometido a la prueba, presentó a Isaac = como ofrenda, y el
que había recibido las promesas, ofrecía a su = unigénito =, 18 respecto del cual se le había
dicho: = Por Isaac tendrás descendencia. = 19 Pensaba que poderoso era Dios aun para
SY
resucitar de entre los muertos. Por eso lo recobró para que Isaac fuera también figura. 20 Por
la fe, bendijo Isaac a Jacob y Esaú en orden al futuro. 21 Por la fe, Jacob, moribundo, bendijo a
O
fuego ardiente, oscuridad, tinieblas, huracán, = 19 = sonido de trompeta = y = a un ruido de
palabras = tal, que suplicaron los que lo oyeron no se les hablara más. 20 Es que no podían
soportar esta orden: = El que toque el monte, aunque sea un animal, será lapidado. = 21 Tan
terrible era el espectáculo, que el mismo Moisés dijo: = Espantado estoy = y temblando. 22
EM
Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión, a la ciudad de Diosvivo, la Jerusalén
celestial, y a miríadas de ángeles, reunión solemne 23 y asamblea de los primogénitos
inscritos en los cielos, y a Dios, juez universal,y a los espíritus de los justos llegados ya a su
consumación, 24 y a Jesús, mediador de una nueva Alianza, y a la aspersión purificadora de
una sangre que habla mejor que la de Abel. 25 Guardaos de rechazar al que os habla; pues si
los que rechazaron al que promulgaba los oráculos desde la tierra no escaparon al castigo,
mucho menos nosotros, si volvemos la espalda al que nos habla desde el cielo. 26 Su voz
D
conmovió entonces la tierra. Mas ahora hace esta promesa: = Una vez más haré yo que se
estremezca = no sólo = la tierra, = sino también = el cielo. = 27 Estas palabras, = una vez
más, = quieren decir que las cosas conmovidas se cambiarán, ya que son realidades creadas,
a fin de que permanezcan lasinconmovibles. 28 Por eso, nosotros que recibimos un reino
inconmovible, hemos de mantener la gracia y, mediante ella, ofrecer a Dios un culto que le sea
LS
grato, con religiosa piedad y reverencia, 29 pues nuestro = Dios es fuego devorador. =
Hebreos 13
1 Permaneced en el amor fraterno. 2 No os olvidéis de la hospitalidad; gracias a ella
hospedaron algunos, sin saberlo, a ángeles. 3 Acordaos de los presos, como si estuvierais con
ellos encarcelados, y de los maltratados, pensando que también vosotros tenéis un cuerpo. 4
Tened todos en gran honor el matrimonio, y el lecho conyugal sea inmaculado; que a los
fornicarios y adúlteros los juzgará Dios. 5 Sea vuestra conducta sin avaricia; contentos con lo
O
que tenéis, pues él hadicho: = No te dejaré ni te abandonaré; = 6 de modo que podamos decir
confiados: = El Señor es mi ayuda; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? = 7 Acordaos
de vuestros dirigentes, que os anunciaron la Palabra de Dios y, considerando el final de su
vida, imitad su fe. 8 Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo, y lo será siempre. 9 No os dejéis
O
seducir por doctrinas varias y extrañas. Mejor es fortalecer elcorazón con la gracia que con
alimentos que nada aprovecharon a los que siguieron ese camino. 10 Tenemos nosotros un
altar del cual no tienen derecho a comer los que dan culto en la Tienda. 11 Los cuerpos de los
animales, cuya = sangre lleva = el Sumo Sacerdote = al santuario para la expiación del
ST
pecado, son quemados fuera del campamento. = 12 Por eso, también Jesús, para santificar al
pueblo con su sangre, padeció fuera de la puerta. 13 Así pues, salgamos donde él = fuera del
campamento, = cargando con suoprobio; 14 que no tenemos aquí ciudad permanente, sino
que andamos buscando la del futuro. 15 = Ofrezcamos sin cesar, = por medio de él, = a Dios
un sacrificio de alabanza, = es decir, = el fruto de los labios = que celebran su nombre. 16 No
os olvidéis de hacer el bien y de ayudaros mutuamente; ésos son los sacrificios que agradan a
SY
Dios. 17 Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, pues velan sobre vuestras almas
como quienes han de dar cuenta de ellas, para que lo hagan con alegría y no lamentándose,
O
vida comunitaria, manteniéndose fiel a las enseñanzas de Jesús transmitidas por los
Apóstoles. Dicha preocupación aparece en los escritos del Nuevo Testamento
provenientes de esa época. Todos ellos insisten en mantener intacta la verdadera fe,
advierten contra los falsos maestros y exhortan a conservar la esperanza en medio de
EM
las pruebas y persecuciones. Tales características comunes confieren una cierta unidad
a las "Cartas católicas", que por su forma y contenido no constituyen un grupo
demasiado homogéneo.
CARTA DE SANTIAGO
A pesar de su presentación en forma epistolar, la CARTA DE SANTIAGO es una especie de
"homilía", que contiene una serie de exhortaciones morales. Su estilo sentencioso se asemeja
al de los escritos sapienciales del Antiguo Testamento. Los temas expuestos se van
D
sucediendo de manera bastante libre, a veces por una semejanza verbal o por una antítesis.
Estas exhortaciones, destinadas a servir de guía para la vida cristiana, están dirigidas a "las
doce tribus de la Dispersión" (1. 1), es decir, a las comunidades judeocristianas diseminadas
fuera de Palestina, que constituían el "nuevo Israel". El autor de esta Carta es identificado
comúnmente con Santiago, "el hermano del Señor" (Gál. 1. 19) mencionado en Mt. 13. 55; Mc.
LS
6. 3, que presidía la comunidad de Jerusalén y ocupó un lugar relevante en la "asamblea" de
los Apóstoles (Hech. 12. 17; 15. 13-21).
Santiago insiste, sobre todo, en la necesidad de probar la autenticidad de la fe por medio de
las "obras", haciendo fructificar "la Palabra sembrada" en el corazón de los creyentes (1. 21). A
primera vista, parece contradecir las enseñanzas de Pablo sobre la justificación por la fe. Pero
la diferencia entre ambos es más aparente que real. En efecto, siempre que Pablo habla de la
fe, se refiere a "la fe que obra por medio del amor" (Gál. 5. 6), como una respuesta a la Palabra
O
de Dios que compromete y transforma la vida del creyente. En este sentido, coincide
perfectamente con Santiago. En último término, para ambos, la fe que justifica no es la fe
"estéril" (2. 20), sino la que "va acompañada de las obras" (2. 17) y se manifiesta en ellas: "De
la misma manera que un cuerpo sin alma está muerto, así está muerta la fe sin las obras" (2.
O
26). Por otra parte, cuando Pablo habla de las "obras" se refiere a las observancias de la Ley
de Moisés, que los "judaizantes" consideraban necesarias para salvarse (Hech. 15. 1),
mientras que Santiago piensa en los cristianos que hacen una profesión meramente verbal y
exterior de su fe (1. 22).
ST
Y para el autor de esta Carta, como para Pablo (Rom. 13. 8-10; Gál. 5. 14), "la Ley por
excelencia" consiste en el amor al prójimo (2. 8). Por eso, con una vehemencia que recuerda a
los grandes profetas de Israel, Santiago denuncia abiertamente las desigualdades y las
injusticias sociales (5. 1-6). Su juicio no es menos severo cuando censura a las asambleas
cristianas en las que se concede un lugar de privilegio a los ricos y se relega a los pobres. A fin
de combatir estas discriminaciones, él se hace eco de la enseñanza de Jesús. "¿Acaso Dios
no ha elegido a los pobres de este mundo para enriquecerlos en la fe y hacerlos herederos del
SY
O
El cumplimiento de la Ley
8 Por lo tanto, si ustedes cumplen la Ley por excelencia que está en la Escritura: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo, proceden bien. 9 Pero si hacen acepción de personas, cometen un
pecado y son condenados por la Ley como transgresores. 10 En efecto, aunque uno cumpla
EM
toda la Ley, si peca contra un solo precepto, quebranta toda la Ley. 11 Porque el que ha dicho:
No cometerás adulterio, dijo también: No matarás. Por lo tanto, si evitas el adulterio, pero
cometes un homicidio, te haces transgresor de la Ley. 12 Hablen y actúen como quienes
deben ser juzgados por una Ley que nos hace libres. 13 Porque el que no tiene misericordia
será juzgado sin misericordia, pero la misericordia triunfa sobre el juicio.
La fe y las obras
14 ¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso esa fe
D
puede salvarlo? 15 ¿De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o una hermana
desnudos o sin el alimento necesario, 16 les dice: "Vayan en paz, caliéntense y coman", y no
les da lo que necesitan para su cuerpo? 17 Lo mismo pasa con la fe: si no va acompañada de
las obras, está completamente muerta.
18 Sin embargo, alguien puede objetar: "Uno tiene la fe y otro, las obras". A ese habría que
responderle: "Muéstrame, si puedes, tu fe sin las obras. Yo, en cambio, por medio de las obras,
LS
te demostraré mi fe". 19 ¿Tú crees que hay un solo Dios?
Haces bien. Los demonios también creen, y sin embargo, tiemblan. 20 ¿Quieres convencerte,
hombre insensato, de que la fe sin obras es estéril? 21 ¿Acaso nuestro padre Abraham no fue
justificado por las obras, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22 ¿Ves cómo la fe no
estaba separada de las obras, y por las obras alcanzó su perfección? 23 Así se cumplió la
Escritura que dice: Abraham creyó en Dios y esto le fue tenido en cuenta para su justificación,
O
maneras.
Si alguien no falta con palabras es un hombre perfecto, porque es capaz de dominar toda su
pesona. 3 Cuando ponemos un freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan,
dominamos todo su cuerpo. 4 Lo mismo sucede con los barcos: por grandes que sean y a
pesar de la violencia de los vientos, mediante un pequeño timón, son dirigidos adonde quiere el
piloto. 5 De la misma manera, la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo, puede
jactarse de hacer grandes cosas. Miren cómo una pequeña llama basta para incendiar un gran
SY
O
fruto precioso de la tierra, aguardando pacientemente hasta que caigan las lluvias del otoño y
de la primavera. 8 Tengan paciencia y anímense, porque la Venida del Señor está próxima. 9
Hermanos, no se quejen los unos de los otros, para no ser condenados. Miren que el Juez ya
está a la puerta. 10 Tomen como ejemplo de fortaleza y de paciencia a los profetas que
EM
hablaron en nombre del Señor. 11 Porque nosotros llamamos felices a los que sufrieron con
paciencia. Ustedes oyeron hablar de la paciencia de Job, y saben lo que hizo el Señor con él,
porque el Señor es compasivo y misericordioso.
El juramento
12 Pero ante todo, hermanos, no juren ni por el cielo, ni por la tierra, ni de ninguna manera:
que cuando digan "sí", sea sí; y cuando digan "no", sea no, para no ser condenados.
La eficacia de la oración
D
13 Si alguien está afligido, que ore. Si está alegre, que cante salmos. 14 Si está enfermo, que
llame a los presbíteros de la Iglesia, para que oren por él y lo unjan con óleo en el nombre del
Señor. 15 La oración que nace de la fe salvará al enfermo, el Señor lo aliviará, y si tuviera
pecados, le serán perdonados. 16 Confiesen mutuamente sus pecados y oren los unos por los
otros, para ser curados. La oración perseverante del justo es poderosa. 17 Elías era un hombre
como nosotros, y sin embargo, cuando oró con insistencia para que no lloviera, no llovió sobre
LS
la tierra durante tres años y seis meses. 18 Después volvió a orar; entonces el cielo dio la
lluvia, y la tierra produjo frutos.
La corrección fraterna
19 Hermanos míos, si uno de ustedes se desvía de la verdad y otro lo hace volver, 20 sepan
que el que hace volver a un pecador de su mal camino salvará su vida de la muerte y obtendrá
el perdón de numerosos pecados.
O
17. El "Padre de los astros luminosos" es Dios, creador de las luces celestiales (Gn.
1. 14-18) y fuente de toda luz espiritual. A diferencia de los astros que se oscurecen
periódicamente, Dios es constante en su amor por los hombres. Ver 1 Tim. 6. 16; 1 Ped. 2. 9; 1
Jn. 1. 5.
ST
19. Ecli. 5. 11; Prov. 10. 19. 21-23. "La Palabra": ver nota Mt. 13. 20.
25. La "Ley perfecta, que nos hace libres" es la Ley de la Nueva Alianza, que "perfecciona" la
Antigua (Mt. 5. 17) y, al resumirse en el amor, "libera" al hombre de su propio egoísmo y de la
letra de la misma Ley. Ver 2. 12; Gál. 5. 13; 1 Ped. 2. 16.
2 5. Ver Mt. 5. 3.
1 "El Nombre tan hermoso" es el de Cristo, único medio de salvación. Ver Hech. 2. 21; 4.
SY
12.
2 Lev. 19. 18. Ver Mt. 22. 34-40; Rom. 13. 9; Gál. 5. 14.
Biblia Católica 2333
Las repetidas alusiones al Bautismo (1. 3, 22-23; 2. 2; 3. 21) hacen pensar que Pedro, al
escribir su exhortación, se inspiró en la catequesis y en la liturgia bautismal de la Iglesia
primitiva. Además, su enseñanza presenta muchos puntos de contacto con la doctrina de
Pablo. Este hecho es perfectamente explicable, ya que Silvano o Silas, el antiguo compañero
del Apóstol de los paganos (Hech. 15. 22; 18. 5), debió prestarle una amplia colaboración en la
redacción de esta Carta (5. 12).
Saludo inicial
O
1 1 Pedro, Apóstol de Jesucristo, saluda a los que viven como extranjeros, dispersos en el
Ponto, en Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, a los que han sido elegidos 2 según la previsión
de Dios Padre, y han sido santificados por el Espíritu para obedecer a Jesucristo y recibir la
aspersión de su sangre. A ustedes, gracia y paz en abundancia.
EM
EL RENACIMIENTO BAUTISMAL
La idea central de esta primera parte es la regeneración espiritual realizada en el
Bautismo. Los cristianos hemos renacido a una nueva y gozosa esperanza, que no es el
fruto de la imaginación o de los esfuerzos humanos, sino un don gratuito que Dios
concede por medio de Jesucristo, "el Cordero" inmolado y resucitado (1. 18-21). Así
llegamos a ser los destinatarios de la salvación anunciada por los Profetas, la que
alcanzará su plenitud cuando el Señor se manifieste al fin de los tiempos (1. 8-10). El
D
Apóstol invita a bendecir a Dios por esta Buena Noticia capaz de alegrarnos en medio
de todos los sufrimientos y contrariedades de la vida presente (1. 3).
Pero mientras aguardamos la consumación de nuestra esperanza, debemos vivir
santamente. Es lo que corresponde a quienes fuimos llamados por Dios, que es la
santidad misma (1. 15-16). Eso exige, de una manera especial, que nos amemos
LS
fraternalmente "con un corazón puro" y libre de toda maldad (1. 22 - 2. 1). Tanto más
cuanto que, al renacer espiritualmente, el cristiano se ha convertido en miembro del
nuevo "Pueblo de Dios", un Pueblo sacerdotal fundado sobre Jesucristo. A ese Pueblo,
que es la Iglesia, pasaron todos los privilegios y todas las responsabilidades del Pueblo
de la Antigua Alianza (2. 4-10). "Cristiano, reconoce tu dignidad", diría el Papa san León
Magno unos siglos más tarde, exhortando a los creyentes a tomar conciencia de la
gracia recibida y del compromiso asumido.
O
La esperanza cristiana
3 Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, nos
hizo renacer, por la resurrección de Jesucristo, a una esperanza viva, 4 a una herencia
incorruptible, incontaminada e imperecedera, que ustedes tienen reservada en el cielo. 5
O
Porque gracias a la fe, el poder de Dios los conserva para la salvación dispuesta a ser
revelada en el momento final. 6 Por eso, ustedes se regocijan a pesar de las diversas pruebas
que deben sufrir momentáneamente: 7 así, la fe de ustedes, una vez puesta a prueba, será
mucho más valiosa que el oro perecedero purificado por el fuego, y se convertirá en motivo de
ST
anticipadamente los sufrimientos reservados a Cristo y la gloria que les seguiría. 12 A ellos les
fue revelado que estaban al servicio de un mensaje destinado no a sí mismos, sino a ustedes.
Biblia Católica 2335
La esperanza a la que hemos renacido espiritualmente, lejos de confundirse con una
actitud resignada y pasiva, debe convertirse en el motor de un nuevo estilo de vida: este
es el tema de la segunda parte de la Carta. Por más que los cristianos sean "gente de
paso y extranjeros" en este mundo (2. 11), no por eso deben apartarse de él. Al
contrario, su esperanza los hace responsables de insertarse en las estructuras terrenas,
guardando siempre una actitud sanamente crítica con respecto a ellas. Incluso, frente a
la hostilidad abierta o solapada del mundo pagano, no cabe la agresividad, sino el
O
testimonio del comportamiento cristiano.
Esta esperanza tiene que resplandecer sobre todo en medio de las persecuciones. Así
lo recuerda Pedro a los creyentes de la Iglesia primitiva, y su advertencia nunca pierde
actualidad. En lugar de sorprenderse, el cristiano debe recibir las persecuciones como
EM
una "gracia" (2. 19) y un motivo de gozo
(4. 13-14). ¿Acaso no nos dice el Señor en el Sermón de la Montaña: "Felices los que
son perseguidos por practicar la justicia"? (Mt. 5. 10). Las persecuciones nos ofrecen
una incomparable oportunidad de dar razón de nuestra esperanza con firmeza y
serenidad (3. 15). "Cristo, siendo justo, padeció por los injustos" (3. 18): es natural que
los creyentes en él compartamos su misma suerte.
La conducta entre los paganos
D
11 Queridos míos, yo los exhorto, como a gente de paso y extranjeros: no cedan a los deseos
carnales que combaten contra el alma. 12 Observen una buena conducta en medio de los
paganos y así, los mismos que ahora los calumnian como a malhechores, al ver sus buenas
obras, tendrán que glorificar a Dios el día de su Visita.
Los deberes hacia las autoridades
LS
13 Respeten a toda autoridad humana como quiere el Señor: 14 ya sea al rey, porque es el
soberano, ya sea a los gobernadores, como delegados por él para castigar a los que obran el
mal y recompensar a los que practican el bien. 15 La voluntad de Dios es que ustedes,
practicando el bien, pongan freno a la ignorancia de los insensatos. 16 Procedan como
hombres verdaderamente libres, obedeciendo a Dios, y no como quienes hacen de la libertad
una excusa para su malicia. 17 Respeten a todo el mundo, amen a sus hermanos, teman a
Dios, honren al rey.
O
soportar el castigo por una falta que se ha cometido? Pero si a pesar de hacer el bien, ustedes
soportan el sufrimiento, esto sí es una gracia delante de Dios.
El ejemplo de Cristo
21 A esto han sido llamados, porque también Cristo padeció por ustedes, y les dejó un ejemplo
ST
a fin de que sigan sus huellas. 22 Él no cometió pecado y nadie pudo encontrar una mentira en
su boca. 23 Cuando era insultado, no devolvía el insulto, y mientras padecía no profería
amenazas; al contrario, confiaba su causa al que juzga rectamente. 24 Él llevó sobre la cruz
nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo, a fin de que, muertos al pecado, vivamos para la
justicia. Gracias a sus llagas, ustedes fueron curados. 25 Porque antes andaban como ovejas
perdidas, pero ahora han vuelto al Pastor y Guardián de ustedes.
Los deberes de los esposos
SY
3 1 También las mujeres sean dóciles a su marido, para que si alguno de ellos se resiste a
creer en la Palabra, sea convencido sin palabra por la conducta de su mujer, 2 al ver su vida
Biblia Católica 2337
4 1 Y ya que Cristo sufrió en su carne, compenétrense también ustedes de esta convicción: el
que ha sufrido en la carne ha roto con el pecado. Porque el que sufre en la carne está libre del
pecado, 2 para vivir el resto de su vida mortal, no según los deseos humanos, sino según la
voluntad de Dios. 3 Ya han vivido bastante tiempo conforme al criterio de los paganos,
entregándose a toda clase de desenfrenos, a los malos deseos, a las borracheras, a los
excesos en la comida, a las orgías y al culto ilícito de los ídolos. 4 Ahora los paganos se
extrañan de que ustedes no se precipiten con ellos hacia ese desborde de libertinaje, y se
O
deshacen en injurias contra ustedes. 5 De esto, tendrán que rendir cuenta a aquel que juzgará
a los vivos y a los muertos. 6 Porque la Buena Noticia ha sido anunciada a los muertos, para
que ellos, después de haber sido juzgados en la carne conforme a su condición humana, vivan
por el Espíritu con la vida de Dios.
EM
La proximidad del tiempo final
7 Ya se acerca el fin de todas las cosas: por eso, tengan la moderación y la sobriedad
necesarias para poder orar. 8 Sobre todo, ámense profundamente los unos a los otros, porque
el amor cubre todos los pecados. 9 Practiquen la hospitalidad, sin quejarse. 10 Pongan al
servicio de los demás los dones que han recibido, como buenos administradores de la
multiforme gracia de Dios. 11 El que ha recibido el don de la Palabra, que la enseñe como
Palabra de Dios. El que ejerce un ministerio, que lo haga como quien recibe de Dios ese poder,
D
para que Dios sea glorificado en todas las cosas, por Jesucristo. ¡A él sea la gloria y el poder,
por los siglos de los siglos! Amén.
El gozo en la persecución
12 Queridos míos, no se extrañen de la violencia que se ha desatado contra ustedes para
ponerlos a prueba, como si les sucediera algo extraordinario. 13 Alégrense en la medida en
que puedan compartir los sufrimientos de Cristo. Así, cuando se manifieste su gloria, ustedes
LS
también desbordarán de gozo y de alegría. 14 Felices si son ultrajados por el nombre de
Cristo, porque el Espíritu de gloria, el Espíritu de Dios, reposa sobre ustedes. 15 Que nadie
tenga que sufrir como asesino, ladrón, malhechor o delator. 16 Pero si sufre por ser cristiano,
que no se avergüence y glorifique a Dios por llevar ese nombre. 17 Porque ha llegado el
tiempo en que comenzará el juicio, empezando por la casa de Dios. Ahora bien, si el juicio
comienza por nosotros, ¿cuál será la suerte de los que se niegan a creer en la Buena Noticia
O
de Dios? 18 Si el justo apenas se salva, ¿qué pasará con el impío y el pecador? 19 Por lo
tanto, aquellos que sufren conforme a la voluntad de Dios, practiquen el bien, poniéndose en
las manos de su Creador, que es fiel.
EXHORTACIÓN A LOS PASTORES Y A LOS FIELES
O
para el Rebaño. 4 Y cuando llegue el Jefe de los pastores, recibirán la corona imperecedera de
gloria.
Biblia Católica 2339
2 Is. 53. 9.
O
6. Gn. 18. 12 (texto griego). 10-12. Sal. 34. 13-17. 14-15.
EM
probablemente de una proclamación de su victoria sobre el poder de la muerte. Algunos
Padres de la Iglesia encuentran en este pasaje una afirmación de la universalidad de la
salvación: Cristo murió por todos los hombres, por los que vivieron antes que él y por los que
han vivido y vivirán después. Ver nota Ef. 4. 9.
2 Ver Gn. 6. 13 - 7. 16.
3 Ver Rom. 6. 3-5; Col. 2. 12.
4 Ver Ef. 1. 20-21; Col. 2. 15.
D
4 6. Este versículo, según parece, vuelve sobre el tema ya tratado en 3. 19, pero ahora la
perspectiva es más amplia. Sin explicar de qué manera, se afirma en él que la acción
salvadora de Cristo beneficia incluso a aquellos que no han recibido el anuncio de la Buena
Noticia de la Salvación.
8. Prov. 10. 12. Ver Sant. 5. 20.
LS
10. "La multiforme gracia de Dios" otorga los dones extraordinarios del Espíritu Santo, llamados
también "carismas". Ver Rom. 12. 3-8; 1 Cor. 12. 4-11.
1 La "casa de Dios" es la Iglesia (2. 5), la cual es purificada por las persecuciones, que
anticipan el Juicio definitivo de Dios.
2 Prov. 11. 31 (texto griego).
O
12. 12.
2 "Beso de amor fraternal": ver nota Rom. 16. 16.
El autor comienza por recordar el sentido de la vocación cristiana. Como partícipe de "la
naturaleza divina" (1. 4), el discípulo de Cristo está llamado a vivir santamente, en conformidad
Biblia Católica 2341
atención a ella, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que despunte el día y
aparezca el lucero de la mañana en sus corazones. 20 Pero tengan presente, ante todo, que
nadie puede interpretar por cuenta propia una profecía de la Escritura. 21 Porque ninguna
profecía ha sido anunciada por voluntad humana, sino que los hombres han hablado de parte
de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.
Los falsos maestros
2 1 En el pueblo de Israel hubo también falsos profetas. De la misma manera, habrá entre
O
ustedes falsos maestros que introducirán solapadamente desviaciones perniciosas, y
renegarán del Señor que los redimió, atrayendo sobre sí mismos una inminente perdición. 2
Muchos imitarán su desenfreno, y por causa de ellos, el camino de la verdad será objeto de
blasfemias. 3 Llevados por la ambición, y valiéndose de palabras engañosas, ellos se
EM
aprovecharán de ustedes. Pero hace mucho que el juicio los amenaza y la perdición los
acecha.
Las lecciones del pasado
4 Porque Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los precipitó en el infierno y los
sumergió en el abismo de las tinieblas, donde están reservados para el Juicio. 5 Tampoco
perdonó al mundo antiguo, sino que desencadenó el diluvio sobre una tierra poblada de
impíos, preservando sólo a ocho personas, entre ellas a Noé, el heraldo de la justicia. 6
D
También condenó a la destrucción y redujo a cenizas a las ciudades de Sodoma y Gomorra,
para que sirvieran de ejemplo a los impíos del futuro. 7 En cambio, libró a Lot, el justo, que
estaba afligido por la conducta licenciosa de esos hombres sin ley: 8 porque teniendo que vivir
en medio de ellos, su alma de justo se sentía constantemente torturada por las iniquidades que
veía y escuchaba. 9 El Señor, en efecto, sabe librar de la prueba a los hombres piadosos, y
reserva a los culpables para que sean castigados en el día del Juicio, 10 sobre todo, a los que,
LS
llevados por sus malos deseos, corren detrás de los placeres carnales y desprecian la
Soberanía.
La perversidad de los falsos maestros
Estos hombres audaces y arrogantes no tienen miedo de blasfemar contra los ángeles caídos,
11 mientras que los ángeles superiores en fuerza y en poder no pronuncian ningún juicio
injurioso contra ellos en la presencia del Señor. 12 Pero ellos, como animales irracionales,
O
malditos, cuyos ojos no pueden mirar a una mujer sin desearla; seres insaciables de pecado,
que seducen a las almas débiles y cuyos corazones sólo conocen la codicia. 15 Ellos
abandonaron el camino recto, extraviándose tras los pasos de Balaam, hijo de Bosor, que se
dejó seducir por un salario injusto; 16 pero él encontró quien le reprochara su falta: un animal
ST
después se deja enredar y dominar de nuevo por esos vicios, su estado final llega a ser peor
que el primero. 21 Más le hubiera valido no conocer el camino de la justicia que, después de
Biblia Católica 2343
2 4. Este "Juicio" ratificará la sentencia que ya fue pronunciada.
Gn. 19.
1 Probablemente, se trata de la "Soberanía" de Cristo. Ver Jds. v. 8.
2 Ver Jds. vs. 9-10.
O
16. Ver Núm. 22. 28-33.
22. Prov. 26. 11. El segundo refrán no es bíblico.
EM
3 3. Ver 1 Tim. 4. 1.
8. Sal. 90. 4.
10. "El Día del Señor": ver nota Hech. 2. 17-21.
D
final de todas las cosas. Ver nota Rom. 8. 19.
13. Ver Is. 65. 17; 66. 22; Apoc. 21. 1. La "justicia" designa un orden donde todas las cosas
están sometidas plenamente a la voluntad de Dios. Ver nota Rom. 1. 17.
15-16. En este pasaje se encuentra la primera mención de una colección de Cartas de Pablo
considerada como parte integrante de las Escrituras canónicas. Los pasajes de las mismas
LS
que se prestaban a falsas interpretaciones eran, sin duda, los relativos a la segunda Venida del
Señor (1 Tes. 4. 13 - 5. 11; 2 Tes. 1. 7-10; 2. 1-12), y a la libertad cristiana (Rom. 7; Gál. 5). En
estos últimos, especialmente, algunos buscaban la justificación del libertinaje moral.
PRIMERA CARTADE SAN JUAN
La PRIMERA CARTA DE SAN JUAN está dirigida a varias comunidades de Asia Menor,
donde a fines del siglo I este Apóstol gozaba de una gran autoridad. Por el tono polémico de
ciertos pasajes de la Carta, se puede concluir que dichas comunidades atravesaban por una
O
grave crisis. Algunos «falsos profetas» (4. 1) comprometían con su enseñanza la pureza de la
fe (2. 22), y su comportamiento moral no era menos reprobable. Pretendiendo estar libres de
pecado (1. 8) no se preocupaban de observar los mandamientos, en particular, el del amor al
prójimo (2. 4, 9).
O
Para combatir estos errores, Juan muestra quiénes son los que poseen realmente la filiación
divina y están en comunión con Dios. Con este fin, propone una serie de signos que
manifiestan visiblemente la presencia de la Vida divina en los verdaderos creyentes. Entre
esos signos, en el orden doctrinal, se destaca el reconocimiento de Jesús como el Mesías
ST
«manifestado en la carne» (4. 2) y en el orden moral, sobresale la práctica del amor fraterno, el
cual es objeto en esta Carta de un desarrollo particularmente amplio. Para Juan, el auténtico
creyente es «el que ama a su hermano»: sólo él «permanece en la luz» (2. 10), «ha nacido de
Dios y conoce a Dios» (4. 7). El que no ama, en cambio, está radicalmente incapacitado para
conocer a Dios, «porque Dios es amor» (4. 8).
PRÓLOGO
SY
O
«Yo lo conozco»,
y no cumple sus mandamientos,
es un mentiroso,
y la verdad no está en él.
EM
5 Pero en aquel que cumple su palabra,
el amor de Dios
ha llegado verdaderamente a su plenitud.
Esta es la señal de que vivimos en él.
6 El que dice que permanece en él,
debe proceder como él.
D
7 Queridos míos,
no les doy un mandamiento nuevo,
sino un mandamiento antiguo,
el que aprendieron desde el principio:
este mandamiento antiguo
LS
es la palabra que ustedes oyeron.
El mandamiento nuevo
8 Sin embargo, el mandamiento que les doy es nuevo. Y esto es verdad tanto en él como en
ustedes, porque se disipan las tinieblas y ya brilla la verdadera luz. 9 El que dice que está en la
luz y no ama a su hermano, está todavía en las tinieblas. 10 El que ama a su hermano
permanece en la luz y nada lo hace tropezar. 11 Pero el que no ama a su hermano, está en las
O
tinieblas y camina en ellas, sin saber a dónde va, porque las tinieblas lo han enceguecido.
Los destinatarios de la Carta
12 Hijos, les escribo porque sus pecados han sido perdonados por el nombre de Jesús. 13
Padres, les escribo porque ustedes conocen al que existe desde el principio. Jóvenes, les
O
escribo porque ustedes han vencido al Maligno. 14 Hijos, les he escrito porque ustedes
conocen al Padre. Padres, les he escrito porque ustedes conocen al que existe desde el
principio. Jóvenes, les he escrito porque son fuertes, y la Palabra de Dios permanece en
ustedes, y ustedes han vencido al Maligno.
ST
Los anticristos
18 Hijos míos, ha llegado la última hora. Ustedes oyeron decir que vendría un Anticristo; en
O
Dios permanece en él; y no puede pecar, porque ha nacido de Dios. 10 Los hijos de Dios y los
hijos del demonio se manifiestan en esto: el que no practica la justicia no es de Dios, ni
tampoco el que no ama a su hermano.
El amor fraterno
EM
11 La noticia que oyeron desde el principio es esta: que nos amemos los unos a los otros. 12
No hagamos como Caín, que era del Maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató?
Porque sus obras eran malas, y las de su hermano, en cambio, eran justas. 13 No se extrañen,
hermanos, si el mundo los aborrece. 14 Nosotros sabemos que hemos pasado
de la muerte a la Vida,porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la
muerte. 15 El que odia a su hermanoes un homicida,y ustedes saben que ningún homicida
posee la Vida eterna. 16 En esto hemos conocido el amor: en que él entregó su vida por
D
nosotros. Por eso, también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos. 17 Si alguien
vive en la abundancia, y viendo a su hermano en la necesidad, le cierra su corazón, ¿cómo
permanecerá en él el amor de Dios? 18 Hijitos míos, no amemos con la lengua y de palabra,
sino con obras y de verdad. 19 En esto conoceremos que somos de la verdad, y estaremos
tranquilos delante de Dios 20 aunque nuestra conciencia nos reproche algo, porque Dios es
LS
más grande que nuestra conciencia y conoce todas las cosas. 21 Queridos míos, si nuestro
corazón no nos hace ningún reproche, podemos acercarnos a Dioscon plena confianza, 22 y él
nos concederá todo cuanto le pidamos, porque cumplimos sus mandamientos y hacemos lo
que le agrada. 23 Su mandamiento es este: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y
nos amemos los unos a los otros como él nos ordenó. 24 El que cumple sus mandamientos
permanece en Dios, y Dios permanece en él; y sabemos que él permanece en nosotros, por el
Espíritu que nos ha dado.
O
no procede de Dios, sino que está inspirado por el Anticristo, por el que ustedes oyeron decir
que vendría y ya está en el mundo. 4 Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a esos
falsos profetas, porque aquel que está en ustedes es más grande que el que está en el mundo.
5 Ellos son del mundo, por eso hablan el lenguaje del mundo y el mundo los escucha. 6
Nosotros, en cambio, somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha, pero el que no es de
Dios no nos escucha. Y en esto distinguiremos la verdadera de la falsa inspiración.
SY
O
sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
EM
no solamente con el agua,
sino con el agua y con la sangre.
Y el Espíritu da testimonio
porque el Espíritu es la verdad.
7 Son tres los que dan testimonio:
8 el Espíritu, el agua y la sangre;
y los tres están de acuerdo.
D
9 Si damos fe al testimonio de los hombres,
con mayor razón
tenemos que aceptar el testimonio de Dios.
Y Dios ha dado testimonio de su Hijo. 10 El que cree en el Hijo de Dios tiene en su corazón el
LS
testimonio de Dios. El que no cree a Dios lo hace pasar por mentiroso, porque no cree en el
testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. 11 Y el testimonio es este: Dios nos dio la Vida
eterna, y esa Vida está en su Hijo. 12 El que está unido al Hijo, tiene la Vida; el que no lo está,
no tiene la Vida. 13 Les he escrito estas cosas, a ustedes que creen en el nombre del Hijo de
Dios, para que sepan que tienen la Vida eterna.
La oración por los pecadores
14 Tenemos plena confianza de que Dios nos escucha si le pedimos algo conforme a su
O
voluntad. 15 Y sabiendo que él nos escucha en todo lo que le pedimos, sabemos que ya
poseemos lo que le hemos pedido. 16 El que ve a su hermano cometer un pecado que no lleva
a la muerte, que ore y le dará la Vida. Me refiero a los que cometen pecados que no conducen
a la muerte, porque hay un pecado que lleva a la muerte; por este no les pido que oren. 17
O
bajo el poder del Maligno. 20 Y sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado
inteligencia para que conozcamos al que es Verdadero;y nosotros permanecemos en el que es
Verdadero,
en su Hijo Jesucristo. El es el Dios verdadero y la Vida
eterna. 21 Hijitos míos, cuídense de los ídolos...
2 7-8. Juan llama «antiguo» al mandamiento del amor fraternal, porque los cristianos lo habían
SY
oído desde el comienzo de su conversión. Pero ese mandamiento es también «nuevo», como
lo es el ejemplo de Cristo, que nos «amó hasta el fin» (Jn. 13. 1).
O
permanece en nosotros y que estará con nosotros para siempre. 3 También estarán con
nosotros la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, en la verdad y
en el amor.
El mandamiento del amor
EM
4 Me he alegrado muchísimo al encontrar a algunos hijos tuyos que viven en la verdad, según
el mandamiento que hemos recibido del Padre. 5 Y ahora te ruego: amémonos los unos a los
otros. Con lo cual no te comunico un nuevo mandamiento, sino el que tenemos desde el
principio. 6 El amor consiste en vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios. Y el
mandamiento que ustedes han aprendido desde el principio es que vivan en el amor.
Los anticristos
7 Porque han invadido el mundo muchos seductores que no confiesan a Jesucristo
D
manifestado en la carne. ¡Ellos son el Seductor y el Anticristo! 8 Ustedes estén alerta para no
perder el fruto de sus trabajos, de manera que puedan recibir una perfecta retribución. 9 Todo
el que se aventura más allá de la doctrina de Cristo y no permanece en ella, no está unido a
Dios. En cambio, el que permanece en su doctrina está unido al Padre, y también al Hijo. 10 Si
alguien se presenta ante ustedes y no trae esta misma doctrina, no lo reciban en su casa ni lo
saluden. 11 Porque el que lo saluda se hace cómplice de sus malas obras.
LS
Despedida
12 Tendría muchas otras cosas que escribirles, pero no quise hacerlo por carta, porque espero
ir a verlos para hablar con ustedes personalmente, a fin de que nuestra alegría sea completa.
13 También te saludan fraternalmente los hijos de esta Comunidad elegida.
1. "El Presbítero": en la época apostólica se daba este título a los jefes de las comunidades
cristianas (ver nota Hech. 11. 30). Pero aquí se trata de alguien que por su gran autoridad era
O
llamado "el" Presbítero por excelencia, ya que este título basta al autor de la Carta para
identificarse ante sus lectores. Testimonios muy antiguos permiten establecer que este
Presbítero es el Apóstol Juan, jefe principal de las Iglesias de Asia Menor.
5. Ver nota 1 Jn. 2. 7-8.
O
muy variados, que según las circunstancias expresan respeto, amistad, veneración o
solidaridad. En este contexto, resulta claro que si alguien "saluda" a un maestro del error "se
hace cómplice de sus malas obras".
TERCERA CARTA DE SAN JUAN
La TERCERA CARTA DE SAN JUAN tiene un carácter completamente personal. Está dirigida
a Gayo, un discípulo fiel de la comunidad, con el fin de recomendarle que brinde su
hospitalidad a los predicadores itinerantes enviados por el Apóstol para anunciar el Evangelio
SY
entre los paganos (v. 7). Esos misioneros habían sido rechazados por Diótrefes, el jefe de la
comunidad, a quien Juan censura en la Carta por su espíritu autoritario.
Biblia Católica 2353
escrita en Palestina o en Siria, entre los años 70 y 80, cuando ya habían desaparecido los
representantes de la primera generación cristiana (v. 17). Sin embargo, su autor la atribuye a
"Judas", identificado como "hermano de Santiago" (v. 1), el pariente de Jesús, que presidía la
comunidad de Jerusalén (Gál. 1. 19).
Saludo inicial
1 Judas, servidor de Jesucristo, hermano de Santiago, saluda a los que han sido llamados, a
los amados de Dios, el Padre, y protegidos por Jesucristo. 2 Llegue a ustedes la misericordia,
O
la paz y el amor en abundancia.
Ocasión de la Carta
3 Queridos míos, yo tenía un gran deseo de escribirles acerca de nuestra común salvación,
pero me he visto obligado a hacerlo con el fin de exhortarlos a combatir por la fe, que de una
EM
vez para siempre ha sido transmitida a los santos. 4 Porque se han infiltrado entre ustedes
ciertos hombres, cuya condenación estaba preanunciada desde hace mucho tiempo. Son
impíos que hacen de la gracia de Dios un pretexto para su libertinaje y reniegan de nuestro
único Dueño y Señor Jesucristo.
Los falsos maestros
5 Quiero recordarles, aunque ustedes ya lo han aprendido de una vez por todas, que el Señor,
después de haber salvado al pueblo, sacándolo de Egipto, hizo morir en seguida a los
D
incrédulos. 6 En cuanto a los ángeles que no supieron conservar su preeminencia y
abandonaron su propia morada, el Señor los tiene encadenados eternamente en las tinieblas
para el Juicio del gran Día. 7 También Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, que se
prostituyeron de un modo semejante a ellos, dejándose arrastrar por relaciones contrarias a la
naturaleza, han quedado como ejemplo, sometidas a la pena de un fuego eterno.
8 Lo mismo pasa con estos impíos: en su delirio profanan la carne, desprecian la Soberanía e
LS
injurian a los ángeles gloriosos. 9 Ahora bien, el mismo arcángel Miguel, cuando se enfrentaba
con el demonio y discutía con él, respecto del cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir contra
él ningún juicio injurioso, sino que dijo solamente: "Que el Señor te reprima". 10 Estos impíos,
en cambio, hablan injuriosamente de lo que ignoran; y lo que conocen por instinto natural,
como animales irracionales, sólo sirve para su ruina.
La perversidad de los falsos maestros
O
11 ¡Ay de ellos! Porque siguieron el camino de Caín; por amor al dinero cayeron en el extravío
de Balaam y perecieron en la rebelión de Coré. 12 Ellos manchan las comidas fraternales,
porque se dejan llevar de la glotonería sin ninguna vergüenza y sólo tratan de satisfacerse a sí
mismos. Son nubes sin agua llevadas por el viento, árboles otoñales sin frutos, doblemente
O
muertos y arrancados de raíz; 13 olas bravías del mar, que arrojan la espuma de sus propias
deshonras, estrellas errantes a las que está reservada para siempre la densidad de las
tinieblas. 14 A ellos se refería Henoc, el séptimo patriarca después de Adán, cuando profetizó:
"Ya viene el Señor con sus millares de ángeles, 15 para juzgar a todos y condenar a los impíos
ST
por las maldades que cometieron, y a los pecadores por las palabras insolentes que profirieron
contra él". 16 Todos estos son murmuradores y descontentos que viven conforme al capricho
de sus pasiones: su boca está llena de petulancia y adulan a los demás por interés.
Recomendaciones a los fieles
17 En cuanto a ustedes, queridos míos, acuérdense de lo que predijeron los Apóstoles de
nuestro Señor Jesucristo. 18 Ellos les decían: "En los últimos tiempos habrá gente que se
burlará de todo y vivirá de acuerdo con sus pasiones impías". 19 Estos son los que provocan
SY
divisiones, hombres sensuales que no poseen el Espíritu. 20 Pero ustedes, queridos míos,
edifíquense a sí mismos sobre el fundamento de su fe santísima, orando en el Espíritu Santo.
Biblia Católica 2355
Dicho estilo tiene su origen en los oráculos proféticos que anunciaban el Reino mesiánico y la
manifestación del Día del Señor, y encuentra su expresión más característica en el libro de
Daniel.
La historia de las interpretaciones del Apocalipsis es muy variada y hasta contradictoria. El
hecho es explicable, dadas las grandes dificultades que encierra esta obra. Para no caer en
interpretaciones fantasiosas y arbitrarias, es necesario tener en cuenta que las visiones, en
especial los números y los colores, son de carácter más bien simbólico que descriptivo.
O
Pero, a pesar de sus muchas oscuridades, el sentido profundo del Apocalipsis es sumamente
claro: este célebre Libro anuncia el triunfo de Dios sobre todos los poderes que se oponen a su
designio salvífico, y recuerda las promesas indefectibles hechas a la Iglesia. Cristo es el Señor
de la historia, y más allá del tiempo, se realiza plenamente el Reino de Dios. Por eso, puede
EM
considerarse al Apocalipsis como el Libro por excelencia de la esperanza cristiana. Esa
esperanza está latente en el ferviente anhelo de la Venida del Señor, que pone punto final al
Apocalipsis y a todo el Nuevo Testamento: "¡Ven, Señor Jesús!" (22. 20).
Prólogo
1 1 Revelación de Jesucristo, que le fue confiada por Dios para enseñar a sus servidores lo
que tiene que suceder pronto. Él envió a su Ángel para transmitírsela a su servidor Juan. 2
Este atestigua que todo lo que vio es Palabra de Dios y testimonio de Jesucristo. 3 Feliz el que
D
lea, y felices los que escuchen las palabras de esta profecía y tengan en cuenta lo que está
escrito en ella, porque el tiempo está cerca.
"LO QUE SUCEDE":CARTA A LAS SIETE IGLESIAS DE ASIA
El libro del Apocalipsis se inicia con una serie de Cartas dirigidas a siete Iglesias de la
provincia romana de Asia, actualmente inexistentes. En realidad, el número siete es
simbólico y dichas Iglesias representan el conjunto de las comunidades cristianas de
LS
esa región. Todas las Cartas tienen un estilo semejante y están escritas en nombre del
mismo Jesucristo, a quien se le dan diversos títulos, entre ellos el de "Hijo de Dios" (2.
18). Es él quien pasa revista a la conducta de aquellas comunidades, alabándolas unas
veces por sus virtudes, y enjuiciándolas otras a causa de sus infidelidades.
Salvadas las distancias, el mensaje de estas Cartas vale para las Iglesias de todas las
épocas. ¿Acaso ellas no están siempre expuestas a toda suerte de dificultades, tanto
O
participación en el triunfo de Cristo, "el Primero que resucitó de entre los muertos" (1. 5).
Saludo y doxología
4 Yo, Juan, escribo a las siete Iglesias de Asia. Llegue a ustedes la gracia y la paz de parte de
aquel que es, que era y que viene, y de los siete Espíritus que están delante de su trono, 5 y
ST
de Jesucristo, el Testigo fiel, el Primero que resucitó de entre los muertos, el Rey de los reyes
de la tierra. Él nos amó y nos purificó de nuestros pecados, por medio de su sangre, 6 e hizo
de nosotros un Reino sacerdotal para Dios, su Padre. ¡A él sea la gloria y el poder por los
siglos de los siglos! Amén. 7 ¡Miren! Él viene entre las nubes y todos lo verán, aun aquellos
que lo habían traspasado. Por él se golpearán el pecho todas las razas de la tierra. Sí, así
será. Amén. 8 Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que
SY
viene, el Todopoderoso.
Visión preparatoria
O
primeras. 20 Pero, debo reprocharte que toleras a Jezabel, esa mujer que pretende ser
profetisa, la que engaña a todos mis servidores, y les enseña a prostituirse comiendo los
alimentos sacrificados a los ídolos. 21 Yo le he dado tiempo suficiente para arrepentirse, pero
ella no quiere dejar de fornicar. 22 Por eso, la arrojaré en un lecho de dolor, y someteré a sus
EM
compañeros de adulterio a una prueba terrible, si no se arrepienten de sus obras, 23 y haré
morir a sus hijos. Así sabrán todas las Iglesias que yo conozco íntimamente los sentimientos y
las intenciones. Y retribuiré a cada uno según sus obras. 24 En cuanto a ustedes, los demás
de Tiatira, los que no comparten esta doctrina ni conocen ‘los secretos de Satanás’ –como
dicen ellos– no les impondré nada nuevo, 25 excepto que conserven firmemente lo que ya
poseen, hasta que yo vuelva. 26 Al vencedor, al que permanezca fiel hasta el fin, le daré
autoridad sobre las naciones. 27 Él las regirá con un cetro de hierro y las destrozará como a un
D
vaso de arcilla, 28 con el mismo poder que yo recibí del Padre; y también le daré la Estrella de
la mañana". 29 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias".
Carta a la Iglesia de Sardes.
3 1 Escribe al Ángel de la Iglesia de Sardes: "El que posee los siete Espíritus de Dios y las
siete estrellas, afirma: "Conozco tus obras: aparentemente vives, pero en realidad estás
muerto. 2 Permanece alerta y reanima lo que todavía puedes rescatar de la muerte, porque
LS
veo que tu conducta no es perfecta delante de mi Dios. 3 Recuerda cómo has recibido y
escuchado la Palabra: consérvala fielmente y arrepiéntete. Porque si no vigilas, llegaré como
un ladrón, y no sabrás a qué hora te sorprenderé. 4 Sin embargo, tienes todavía en Sardes
algunas personas que no han manchado su ropa: ellas me acompañarán vestidas de blanco,
porque lo han merecido. 5 El vencedor recibirá una vestidura blanca, nunca borraré su nombre
delLibro de la Vida y confesaré su nombre delante de mi Padre y de sus Ángeles". 6 El que
O
afirma: 8 "Yo conozco tus obras; he abierto delante de ti una puerta que nadie puede cerrar,
porque a pesar de tu debilidad, has cumplido mi Palabra sin renegar de mi Nombre. 9 Obligaré
a los de la sinagoga de Satanás –que mienten, porque se llaman judíos y no lo son– a que se
postren delante de ti y reconozcan que yo te he amado. 10 Ya que has cumplido mi consigna
ST
O
ellas existen y fueron creadas por tu voluntad".
El Cordero y el Libro de los siete sellos
5 1 Después vi en la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono, un libro escrito
por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos. 2 Y vi a un Ángel poderoso que proclamaba
EM
en alta voz: "¿Quién es digno de abrir el libro y de romper sus sellos?". 3 Pero nadie, ni en el
cielo ni en la tierra ni debajo de ella, era capaz de abrir el libro ni de leerlo. 4 Y yo me puse a
llorar porque nadie era digno de abrir el libro ni de leerlo. 5 Pero uno de los Ancianos me dijo:
"No llores: ha triunfado el León de la tribu de Judá, el Retoño de David, y él abrirá el libro y sus
siete sellos".
6 Entonces vi un Cordero que parecía haber sido inmolado: estaba de pie entre el trono y los
cuatro Seres Vivientes, en medio de los veinticuatro Ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos,
D
que son los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra. 7 El Cordero vino y tomó el libro
de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono. 8 Cuando tomó el libro, los
cuatro Seres Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron ante el Cordero. Cada uno
tenía un arpa, y copas de oro llenas de perfume, que son las oraciones de los Santos, 9 y
cantaban un canto nuevo, diciendo:
"Tú eres digno de tomar el libro
LS
y de romper los sellos,
porque has sido inmolado,
y por medio de tu Sangre,
has rescatado para Dios
a hombres de todas las familias,
lenguas, pueblos y naciones.
O
y ellos reinarán sobre la tierra". 11 Y después oí la voz de una multitud de Ángeles que
estaban alrededor del trono, de los Seres Vivientes y de los Ancianos. Su número se contaba
ST
O
doce mil de la tribu de Neftalí,
doce mil de la tribu de Manasés,
EM
7 doce mil de la tribu de Simeón,
doce mil de la tribu de Leví,
doce mil de la tribu de Isacar,
8 doce mil de la tribu de Zabulón,
doce mil de la tribu de José,
D
doce mil de la tribu de Benjamín.
11 Y todos los Ángeles que estaban alrededor del trono, de los Ancianos y de los cuatro Seres
Vivientes, se postraron con el rostro en tierra delante del trono, y adoraron a Dios, 12 diciendo:
"¡Amén!
¡Alabanza, gloria y sabiduría,
O
son los que vienen de la gran tribulación; ellos han lavado sus vestiduras y las han blanqueado
en la sangre del Cordero. 15 Por eso están delante del trono de Dios y le rinden culto día y
noche en su Templo. El que está sentado en
el trono habitará con ellos: 16 nunca más padecerán hambre ni sed, ni serán agobiados por el
sol o el calor. 17 Porque el Cordero que está en medio del trono será su Pastor y los conducirá
hacia los manantiales de agua viva. Y Dios secará toda lágrima de sus ojos".
La apertura del séptimo sello
SY
8 1 Y cuando el Cordero abrió el séptimo sello, se produjo en el cielo un silencio, que duró
alrededor de media hora. 2 En seguida, vi a los siete Ángeles que están delante de Dios, y
Biblia Católica 2363
año en que debían exterminar a una tercera parte de los hombres. 16 Su ejército constaba de
doscientos millones de jinetes: yo pude oír este número. 17 En la visión vi así a los caballos y a
los jinetes: los jinetes llevaban corazas de fuego, de jacinto y de azufre; la cabeza de los
caballos se parecía a la de los leones, y su boca vomitaba fuego, humo y azufre. 18 Una
tercera parte de los hombres fue exterminada por estas tres plagas: el fuego, el humo y el
azufre que salía de la boca de los caballos. 19 Porque el poder de esos caballos reside en su
boca y en sus colas: sus colas son como serpientes, que tienen cabezas con las cuales hacen
O
daño. 20 Y el resto de los hombres que no habían sido dañados por las plagas, no se
arrepintieron de sus obras ni dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata,
de bronce, de piedra y de madera, que son incapaces de ver, de oír y de caminar. 21 No, ellos
no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus maleficios, ni de sus fornicaciones, ni de sus
EM
robos.
Inminencia del castigo final
10 1 Luego vi descender del cielo a otro Ángel poderoso, envuelto en una nube, con un arco
iris sobre su cabeza. Su rostro era como el sol, sus piernas parecían columnas de fuego, 2 y
en su mano tenía abierto un libro pequeño. Puso su pie derecho sobre el mar y el izquierdo
sobre la tierra, 3 y gritó con voz potente, semejante al rugido del león. Entonces, los siete
truenos hicieron resonar sus voces. 4 Una vez que estos hablaron, yo me dispuse a escribir,
D
pero una voz del cielo me ordenó: "Guarda en secreto lo que han dicho los siete truenos y no lo
escribas". 5 Y el Ángel que yo había visto de pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su
mano derecha hacia el cielo, 6 y juró por aquel que vive por los siglos de los siglos, por el que
ha creado el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, diciendo: "¡Se acabó el tiempo de
la espera! 7 Pero el día en que suene la trompeta del séptimo Ángel y se escuche su voz, se
cumplirá el misterio de Dios, conforme al anuncio que él hizo a sus servidores, los profetas".
LS
El pequeño libro
8 Y la voz que había oído desde el cielo me habló nuevamente, diciéndome: "Ve a tomar el
pequeño libro que tiene abierto en la mano el Ángel que está de pie sobre el mar y sobre la
tierra". 9 Yo corrí hacia el Ángel y le rogué que me diera el pequeño libro, y él me respondió:
"Toma y cómelo; será amargo para tu estómago, pero en tu boca será dulce como la miel". 10
Yo tomé el pequeño libro de la mano del Ángel y lo comí: en mi boca era dulce como la miel,
O
11 1 Después recibí una vara para medir, semejante a un bastón, mientras me decían:
"Levántate y mide el Templo de Dios, el altar y a los adoradores que encuentres allí. 2 No
tengas en cuenta el atrio exterior del Templo ni lo midas, porque ha sido entregado a los
paganos, y ellos pisotearán la Ciudad santa durante cuarenta y dos meses. 3 Pero yo
ST
encargaré a mis dos testigos que profeticen durante mil doscientos sesenta días, vestidos con
hábitos de penitencia. 4 Estos dos testigos son los dos olivos y los dos candelabros que están
delante del Señor de la tierra. 5 Si alguien quiere hacerles daño, saldrá un fuego de su boca
que consumirá a sus enemigos: así perecerá el que se atreva a dañarlos. 6 Ellos tienen el
poder de cerrar el cielo para impedir que llueva durante los días de su misión profética; y
también, tienen poder para cambiar las aguas en sangre y para herir la tierra con toda clase de
plagas, todas las veces que quieran.
SY
7 Y cuando hayan acabado de dar testimonio, la Bestia que surge del Abismo les hará la
guerra, los vencerá y los matará. 8 Sus cadáveres yacerán en la plaza de la gran Ciudad –
Biblia Católica 2365
"Ya llegó la salvación,
el poder y el Reino de nuestro Dios
y la soberanía de su Mesías,
porque ha sido precipitado
el acusador de nuestros hermanos,
el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios.
11 Ellos mismos lo han vencido,
O
gracias a la sangre del Cordero
y al testimonio que dieron de él,
porque despreciaron su vida hasta la muerte.
12 ¡Que se alegren entonces el cielo y sus habitantes, pero ay de ustedes, tierra y mar,
EM
porque el Diablo ha descendidohasta ustedes
D
había dado a luz al hijo varón. 14 Pero la Mujer recibió las dos alas de la gran águila para volar
hasta su refugio en el desierto, donde debía ser alimentada durante tres años y medio, lejos de
la Serpiente. 15 La Serpiente vomitó detrás de la Mujer como un río de agua, para que la
arrastrara. 16 Pero la tierra vino en ayuda de la Mujer: abrió su boca y se tragó el río que el
Dragón había vomitado. 17 El Dragón, enfurecido contra la Mujer, se fue a luchar contra el
LS
resto de su descendencia, contra los que obedecen los mandamientos de Dios y poseen el
testimonio de Jesús. 18 Y yo me quedé de pie sobre la playa.
La Bestia del mar
13 1 Entonces vi que emergía del mar una Bestia con siete cabezas y diez cuernos. En cada
cuerno tenía una diadema, y sobre sus cabezas había leyendas con nombres blasfemos. 2
Parecía una pantera, pero tenía las patas como las de un oso y la boca como la de un león. El
Dragón le cedió su poder y su trono con un inmenso imperio. 3 Una de sus cabezas parecía
O
herida de muerte, pero su llaga mortal ya estaba cicatrizada. Toda la tierra, maravillada, siguió
a la Bestia, 4 y todos adoraron al Dragón porque él le había cedido el poder, y también
adoraron a la Bestia, diciendo: "¿Quién se le puede igualar y quién puede luchar contra ella?".
5 Y se permitió a la Bestia proferir palabras altaneras y blasfemias; y se le dio poder para
O
actuar durante cuarenta y dos meses. 6 Ella abrió la boca para maldecir a Dios y blasfemar
contra su Nombre y su Santuario, y contra los habitantes del cielo. 7 También le fue permitido
combatir contra los santos hasta vencerlos, y se le dio poder sobre toda familia, pueblo, lengua
y nación. 8 Y la adoraron todos los habitantes de la tierra cuyos nombres no figuran, desde la
ST
creación del mundo, en el Libro de la Vida del Cordero que ha sido inmolado. 9 ¡El que pueda
entender, que entienda! 10 El que tenga que ir a la cárcel, irá a la cárcel; y el que tenga que
morir por la espada, morirá por la espada. En esto se pondrá a prueba la perseverancia y la fe
de los santos.
La Bestia de la tierra
11 En seguida vi surgir de la tierra otra Bestia que tenía dos cuernos como los de un cordero,
pero hablaba como un dragón. 12 Esta Bestia ejercía todo el poder de la primera y estaba a su
SY
servicio; y logró que la tierra y sus habitantes adoraran a la primera Bestia, a aquella cuya llaga
mortal se había cicatrizado. 13 También realizaba grandes prodigios, llegando a hacer
Biblia Católica 2367
18 Y salió del altar otro Ángel –el que tiene poder sobre el fuego– y gritó con voz potente al
que tenía la hoz afilada: "Empuña tu hoz y cosecha los racimos de la viña de la tierra, porque
han llegado a su madurez". 19 El Ángel pasó la hoz afilada sobre la tierra, cosechó la viña y
arrojó los racimos en la inmensa cuba de la ira de Dios. 20 La cuba fue pisoteada en las
afueras de la ciudad, y de la cuba salió tanta sangre, que llegó a la altura de los frenos de los
caballos en una extensión de unos trescientos kilómetros.
Los siete Ángeles de las siete plagas
O
15 1 Después vi en el cielo otro signo grande y admirable: siete Ángeles que llevaban las siete
últimas plagas, con las cuales debía consumarse la ira de Dios. 2 También vi como un mar de
cristal, mezclado de fuego. Los que habían vencido a la Bestia, a su imagen y la cifra de su
nombre, estaban de pie sobre el mar, teniendo en sus manos grandes arpas, 3 y cantaban el
EM
canto de Moisés, el servidor de Dios, y el canto del Cordero, diciendo:
"¡Grandes y admirables son tus obras,
Señor, Dios todopoderoso;
justos y verdaderos son tus caminos,
Rey de los pueblos!
¿Quién dejará de temerte, Señor,
D
quién no alabará tu Nombre?
poder, de manera que nadie pudo entrar al Templo hasta que cesaron las siete plagas de los
siete Ángeles.
Las seis primeras copas
16 1 Y oí una voz potente que provenía del Templo y ordenaba a los siete Ángeles: "Vayan y
O
cometido un crimen, y perecieron todos los seres vivientes que había en el mar.
4 El tercero derramó su copa sobre los ríos y sobre los manantiales, y estos se convirtieron en
sangre. 5 Y oí al Ángel de las aguas que decía: "Tú, el que es y el que era, el Santo, obras con
justicia al castigarlos así: 6 se merecían que les dieras de beber la misma sangre de los santos
y de los profetas que ellos han derramado". 7 Y escuché al altar, que decía: "Sí, Señor, Dios
todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos".
8 El cuarto Ángel derramó su copa sobre el sol, y se le permitió quemar a los hombres con
SY
fuego: 9 los hombres fueron abrasados por un calor ardiente, pero en lugar de arrepentirse y
dar gloria a Dios, blasfemaron contra su Nombre, que tiene poder sobre estas plagas.
Biblia Católica 2369
en poner a disposición de la Bestia su autoridad y su poder. 14 Ellos lucharán contra el
Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de los señores y Rey de los reyes. Con
él triunfarán también los suyos, los que han sido llamados, los elegidos, los fieles.
15 Los ríos –continuó diciéndome el Ángel– a cuya orilla está sentada la Prostituta, son los
pueblos, las multitudes, las naciones y las diversas lenguas. 16 Los diez cuernos que viste, así
como también la Bestia, acabarán por odiar a la Prostituta, le quitarán sus vestidos hasta
dejarla desnuda, comerán su carne y la consumirán por medio del fuego. 17 Porque Dios les
O
ha inspirado que ejecuten lo que él ha decidido, poniéndose de acuerdo para entregar su poder
real a la Bestia hasta que se cumplan las palabras de Dios. 18 Y la mujer que has visto es la
gran Ciudad, la que reina sobre los reyes de la tierra".
La caída de Babilonia
EM
18 1 Después vi que otro Ángel descendía del cielo con gran poder, mientras la tierra se
iluminaba con su resplandor. 2 Y gritó con voz potente: "¡Ha caído, ha caído Babilonia, la
grande! Se ha convertido en refugio de demonios, en guarida de toda clase de espíritus
impuros y en nido de aves impuras y repugnantes. 3 Porque todos los pueblos han bebido el
vino embriagante de su prostitución, los reyes de la tierra han fornicado con ella y los
comerciantes del mundo se han enriquecido con su lujo desenfrenado".
4 En seguida oí otra voz que venía del cielo y decía: "Ustedes, que son mi pueblo, huyan de
D
esa ciudad, para no hacerse cómplices de sus pecados ni ser castigados con sus plagas. 5
Porque sus pecados se han amontonado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus
iniquidades. 6 Páguenle con su propia moneda, retribúyanle el doble de lo que ha hecho,
sírvanle una porción doble en la copa de sus brebajes. 7 Provóquenle tormentos y dolor en la
medida de su fastuosidad y de su lujo. Porque ella se jacta, diciendo: Estoy sentada como una
reina, no soy viuda y jamás conoceré el duelo. 8 Por eso, en un solo día, caerán sobre ella las
LS
plagas que merece: peste, llanto y hambre. Y será consumida por el fuego, porque el Señor
Dios que la ha condenado es poderoso".
Lamentaciones de los amigos de Babilonia
9 Los reyes de la tierra, que fornicaron con ella y compartieron su vida lujosa, al ver la
humareda del incendio, llorarán y se lamentarán por ella, 10 manteniéndose a distancia ante el
horror de sus tormentos:
O
delicados y espléndidos, y nunca más se los encontrará". 15 Los que traficaban con esos
productos y se habían enriquecido a costa de ella, se mantendrán a distancia ante el horror de
SY
postraron para adorar a Dios, que está sentado en el trono, y exclamaban: "¡Amén, aleluya!". 5
O
Luego salió del trono una voz que decía: "Alaben a nuestro Dios, ustedes, sus
servidores, los que lo temen, pequeños y grandes". 6 Y oí algo parecido al clamor de una
enorme multitud, al estruendo de una catarata y al estallido de violentos truenos. Y decían:
EM
"¡Aleluya!
Porque el Señor, nuestro Dios,
el Todopoderoso, ha establecido su Reino.
7 Alegrémonos,
regocijémonos y demos gloria a Dios,
porque han llegado las bodas del Cordero:
su esposa ya se ha preparado,
D
8 y la han vestido con lino fino
de blancura resplandeciente". El lino simboliza las buenas acciones de los santos. 9
Después el Ángel me dijo: "Escribe esto: Felices los que han sido invitados al banquete de
bodas del Cordero". Y agregó: "Estas son verdaderas palabras de Dios". 10 Entonces yo caí a
LS
sus pies para adorarlo, pero él me advirtió: "¡Cuidado! No lo hagas, porque yo soy tu
compañero de servicio y el de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús. El testimonio
de Jesús es el espíritu profético. ¡Es a Dios a quien debes adorar!". EL TRIUNFO DEFINITIVO
DE CRISTO El primer combate
11 Luego vi el cielo abierto y apareció un caballo blanco. Su Jinete se llama "Fiel" y "Veraz"; él
O
juzga y combate con justicia. 12 Sus ojos son como una llama ardiente y su cabeza está
cubierta de numerosas diademas. Lleva escrito un nombre que solamente él conoce 13 y está
vestido con un manto teñido de sangre. Su nombre es: "La Palabra de Dios". 14 Lo siguen los
ejércitos celestiales, vestidos con lino fino de blancura inmaculada y montados en caballos
O
blancos. 15 De su boca sale una espada afilada, para herir a los pueblos paganos. Él los regirá
con un cetro de hierro y pisará los racimos en la cuba de la ardiente ira del Dios todopoderoso.
16 En su manto y en su muslo lleva escrito este nombre: Rey de los reyes y Señor de los
señores.
ST
17 Después vi a un Ángel que estaba de pie sobre el sol y gritaba con gran fuerza a todas las
aves que volaban en el cielo: "Vengan a reunirse para el gran festín de Dios, 18 para devorar
la carne de los reyes, de los grandes capitanes, de los poderosos, de los caballos y de sus
jinetes; la carne de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes".
19 En seguida vi a la Bestia y a los reyes de la tierra, con sus ejércitos preparados para
combatir contra el Jinete y su ejército. 20 Pero la Bestia fue capturada, junto con el falso
profeta –aquel que realizaba prodigios delante de la otra Bestia, y así logró seducir a los que
SY
O
más preciosa de las perlas, como una piedra de jaspe cristalino. 12 Estaba rodeada por una
muralla de gran altura que tenía doce puertas: sobre ellas había doce ángeles y estaban
escritos los nombres de las doce tribus de Israel. 13 Tres puertas miraban al este, otras tres al
norte, tres al sur, y tres al oeste. 14 La muralla de la Ciudad se asentaba sobre doce cimientos,
EM
y cada uno de ellos tenía el nombre de uno de los doce Apóstoles del Cordero.
15 El que me estaba hablando tenía una vara de oro para medir la Ciudad, sus puertas y su
muralla. 16 La Ciudad era cuadrangular: tenía la misma medida de largo que de ancho. Con la
vara midió la Ciudad: tenía dos mil doscientos kilómetros de largo, de ancho y de alto. 17
Luego midió la muralla: tenía setenta y dos metros, según la medida humana que utilizaba el
Ángel. 18 La muralla había sido construida con jaspe, y la Ciudad con oro puro, semejante al
cristal purificado. 19 Los cimientos de la muralla estaban adornados con toda clase de piedras
D
preciosas: el primer cimiento era de jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de ágata, el cuarto
de esmeralda, 20 el quinto de ónix, el sexto de cornalina, el séptimo de crisólito, el octavo de
berilo, el noveno de topacio, el décimo de crisoprasa, el undécimo de jacinto y el duodécimo de
amatista. 21 Las doce puertas eran doce perlas y cada puerta estaba hecha con una perla
enteriza. La plaza de la Ciudad era de oro puro, transparente como el cristal. 22 No vi ningún
templo en la Ciudad, porque su Templo es el Señor Dios todopoderoso y el Cordero. 23 Y la
LS
Ciudad no necesita la luz del sol ni de la luna, ya que la gloria de Dios la ilumina, y su lámpara
es el Cordero. 24 Las naciones caminarán a su luz y los reyes de la tierra le ofrecerán sus
tesoros. 25 Sus puertas no se cerrarán durante el día y no existirá la noche en ella. 26 Se le
entregará la riqueza y el esplendor de las naciones. 27 Nada impuro podrá entrar en ella, ni
tampoco entrarán los que hayan practicado la abominación y el engaño.Únicamente podrán
entrar los que estén inscritos en el Libro de la Vida del Cordero.
O
Señor Dios los iluminará, y ellos reinarán por los siglos de los siglos.
6 Después me dijo: "Estas palabras son verdaderas y dignas de crédito. El Señor Dios que
inspira a los profetas envió a su mensajero para mostrar a sus servidores lo que tiene que
suceder pronto. 7 ¡Volveré pronto! Feliz el que cumple las palabras proféticas de este Libro".
8 Soy yo, Juan, el que ha visto y escuchado todo esto. Y cuando terminé de oír y de ver, me
postré a los pies del Ángel que me había mostrado todo eso, para adorarlo. 9 Pero él me dijo:
"¡Cuidado! No lo hagas, porque yo soy tu compañero de servicio, el de tus hermanos los
SY
profetas, y el de todos aquellos que conservan fielmente las palabras de este Libro. ¡Es a Dios
a quien debes adorar!".
Biblia Católica 2375
3 Is. 44. 6; 48. 12. "Esmirna" es un puerto situado a cincuenta kilómetros al norte de
Éfeso.
4 "Sinagoga de Satanás": título injurioso aplicado a los judíos que hostilizaban a los
cristianos.
5 Dn. 1. 12, 14.
6 La "segunda muerte" es la condenación eterna, es decir, la privación definitiva de Dios.
Ver 20. 6, 14; 21. 8.
O
7 "Pérgamo" se encontraba a unos setenta kilómetros al norte de Esmirna.
8 Además de numerosos santuarios paganos, Pérgamo tenía un templo consagrado al
culto del Emperador. La expresión "lugar donde habita Satanás" designa probablemente este
templo.
EM
9 Ver Núm. 25. 1-2; 31. 16.
0 17. Is. 62. 2. La "piedra blanca", color de gozo y de victoria, es una especie de
contraseña que recibirán los elegidos para entrar en el Reino celestial.
1 "Maná escondido": ver nota Jn. 6. 32-33.
2 "Tiatira" era una ciudad situada a unos sesenta y cinco kilómetros al sudeste de
Pérgamo.
D
20. "Jezabel": ver 1 Rey. 16. 31; 2 Rey. 9. 22, 30-37. Aquí Jezabel es un nombre simbólico
aplicado a una profetisa de los nicolaítas.
comunidad cristiana como un Templo, cuya piedra angular es Jesucristo. Ver 1 Cor.
3. 10-11; Ef. 2. 19-22; 1 Ped. 2. 4-9.
14. "Laodicea" estaba situada a sesenta y cinco kilómetros al sudeste de Filadelfia. "Amén"
SY
9. Los mártires cristianos entran a tomar posesión de la gloria celestial. Las "túnicas blancas" y
las "palmas" simbolizan la santidad, la alegría y el triunfo. Ver notas 2. 17;
O
6. 2.
1 La "gran tribulación" son las persecuciones de que eran objeto los cristianos.
2 Ver Éx. 33. 7-11; Ez. 37. 27; Zac. 2. 14.
3 Is. 49. 10.
EM
4 Is. 49. 10; 25. 8. Ver Sal. 23; Ez. 34. 11-31; Jn. 10. 11-16.
8 1-2. La apertura del "séptimo sello" provoca una nueva serie de catástrofes que se van
produciendo a medida que suenan las "siete trompetas". Un "silencio" solemne precede y
anuncia la intervención divina. Ver Sof. 1. 7; Hab. 2. 20; Zac. 2. 17.
Los "siete Ángeles": ver Tob. 12. 15.
3. El "altar de oro" corresponde al altar de los perfumes que estaba en el Templo de Jerusalén.
D
Ver Éx. 30. 1; 1 Rey. 6. 20-21.
5. Ez. 10. 2.
9 1. La "estrella" es un ángel enviado por Dios para infligir un nuevo castigo a los
perseguidores de la Iglesia.
El "Abismo" designa aquí el lugar donde están retenidos los ángeles caídos en espera del
castigo final. Ver 20. 1.
LS
1 Gn. 19. 28; Éx. 19. 18.
2 Las "langostas" son un símbolo bíblico de la devastación. Ver Jl. 1 - 2.
4 Jl. 1. 6.
5 Jl. 2. 5.
C.). A partir de Daniel, este período es presentado como la duración típica de toda
persecución.
Biblia Católica 2379
1 Éx. 20. 11.
2 Is. 21. 9; Jer. 25. 15.
O
1 Dn. 7. 13. Ver 1. 13. La "corona" indica la victoria, y la "hoz", el juicio y el castigo.
2 Jl. 4. 13.
19. La imagen de la "cuba" para representar la "ira de Dios" está tomada de Is. 63. 3.
EM
15 3. Jer. 10. 7. Ver Deut. 32. 4; Sal. 145. 17. El canto de Moisés (Éx. 15) celebra la victoria del
Pueblo de Dios sobre el Faraón. Aquí los vencedores de la Bestia celebran la justicia de Dios
que castiga a los perseguidores.
4. Sal. 86. 9.
D
16 2. Ver Éx. 9. 8-11.
17 1. Jer. 51. 13. "La famosa Prostituta" es la Roma pagana. Ver nota 14. 4.
9. Se trata de las "siete colinas" de Roma.
12. Dn. 7. 24.
14. Deut. 10. 17; Sal. 136. 3; 2 Mac. 13. 4. "Señor de los señores y Rey de los reyes" son dos
ST
títulos de Dios que se confieren a Cristo. Ver 19. 16; 1 Tim. 6. 15.
16. Ez. 16. 39-41; 23. 25-29.
18 1. Ez. 43. 2.
2. Is. 21. 9; Jer. 50. 39.
1 Ver Is. 48. 20; 52. 11.
2 Jer. 51. 9.
SY
tienen evidentemente un valor simbólico, ya que son múltiplos de doce. Ver nota 7. 4.
19. La maravillosa profusión de piedras preciosas exalta la belleza de la Ciudad que, además,
O
está iluminada por el resplandor de Dios.
22. El hecho de que falte el Templo significa el fin de la Antigua Alianza.
1 Is. 60. 3. Alusión a la conversión de los pueblos paganos.
2 Is. 60. 11.
EM
3 Is. 60. 5.
22 1. El "río de agua de vida" simboliza la fuente de la Vida eterna. Ver Jn. 7. 37-39.
1 Ez. 47. 12.
2 Zac. 14. 11. La "maldición" es la sentencia divina que condena a una ciudad al
exterminio total.
D
6. Dn. 2. 28. Ver 1. 1.
1 Is. 40. 10; Sal. 62. 13.
2 Is. 44. 6; 48. 12.
Así como la lluvia y la nieve descienden del cieloy no vuelven a él sin haber
O