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IX SISTEMAS DE PARTIDOS POLITICOS, En esta leccidn se introduce el tema de los partidos politicas. No eabe dda acerca de la enorme importancia que ellos tienen para la democracia y su buen funcionamiento. Son el tinico tipo de organizacion que puede organizar el gobierno representativo por medio de una mayoria, organi zando la dispersa voluntad politica del electorado a través de una compe- tencia electoral en la que las preferencias politicas de las masas se traducen tribucién de poder. Si fallan en esta funcidn o si el reconocimiento de labor es seriamente cuestionado, el gobierno representativo se torna dificil. Mas claro: los partidos politicos hacen posible la democracia repro- sentativa, cuya salud depende en buena medida de su desempeno. Salva- dor Sanciiez (2009: 299) resume bien el estado del arte de los expertos en América Latina: «Los partidos politicos son anclas fundamentales en el proceso democratico, Son el nticieo de la democracia, conectando a los go- biernos y a los ciudadanos a través de los sistemas politicos, Por el hecho de liderar el proceso de representacisn politica y competir en las eleccio- nes, los partidos politicos permiten que los regimenes democraticos se de- sarrollen y funcionen, Partidos fuertes y reconocidos en su funcién son la Viga maestra de las democracias. La presente leccidn no se dedica tanto a los partidos mismos sino al sistema de partidos puesto que la importancia de un partido, segin Rai- nner M, Lepsius (1980: 541), «no resulta necesariamente de su existencia y de Su tamaho relativo, sino de la funcidn que éste tiene en un sistema de par- tidos conereto para la formacién de coaliciones 0 de mayorias. Tambien el comportamiento del electorado [obtiene] su peso dependiendo de la es- euctura de! sistema de partidos». De hecho, la atencién del mundo aca- émico y politico se centra en la estructura de los sistemas de partidos y fn la pregunta por las causas de la estructura especttica de un sistema de Partidos, o por las causas de su permanencia o de sus variaciones en el tiempo (véase Rost y Unwin, 1970). El primer apartado aborda los aspec- 0s conceptuales y valorativos de los sistemas de partidos, el segundo su v0 DIETER NOMEN conexidn con el sistema de gobiemo y el sistema electoral. Aqui se reeapi- tula en certo sentido las primeras lecciones relacionadas al método com- parativo, a la formacién de conceptos, a los enfoques de investigacién, y al contexte Se aplican las ensefianzas de estas primeras lecciones a tres obje- tos clasicos de analisis de la Ciencia Politica: el sistema de gobierno, el sis- tema electoral y el sistema de partidos politicos, haciendo hincapié de e tos tses ebjetos en su interrelacion, I, SISTEMAS DE PARTIDOS POLITICOS En este apartado se esbozan los enfoques esenciales de investigacién, se presenta tna tipologia de sistemas de partidos y se pregunta acerca de los tipos de sistemas de partidos luego de su valoracién, 1. Concepto primer lugar: zqueé se entiende por «sistema de partidos»? La defini: cién 0, més bien, los elementos de la definicién no son estéticos, de forma {que —en vista del creciente énfasis que la Ciencia Politica pone en los siste- mas de partidos — la pregunta seria: gcudles son hoy los elementos consti- tutivos de ese fenémeno politico? Por «sistema de partidos» se entiende la composicion estructural de la totalidad de los partidos politicos en un Es- tado, Los elementos o interrogantes mencionados, tratados por los inves- tigatiores de los sistemas de partidos, son los siguientes: a) el ntimero de partidos }) st tamafo relativo, c) la distancia ideoldgica entre ellos, d) sus pautas ce interaccién (horizontalmente entre ellos, y verticalmente, con 1as clases scciales y los grupos de intereses),e) el grado de su institucionaliza~ cion, y fi su aciitud frente al sistema politica, 2. Enfoques de investigacién y tipologias Los enfoques de investigaciin presentes en el estudio de los de partidos pueden diferenciarse, a grandes rasgos, segtin las causas que se den para la estructura, la permanencia y los cambios de los sistemas de partidos, La dicotoméa radica en los factores institucionales por un lado ¥ los socioldgicos por el otro, A veces aparecen también en la practica come enfogue tinico utilizado por este u otro investigador, Los primeros intentos para explicar Ia estructura de los sistemas de partidos mediante factores institucionales se concentraron en encontrar [a8 Causas de la diferencia del nuimero de particios en el sistema de partidos {que inicialmente se dividieron en sistemas de partido tinico, bipartidisito ¥ pluripartidismo. En los afios cincuenta, Maurice Duveiecen encabezs al SISTEMAS DE PARTIDOS POLITICOS 1 grupo de investigadores que pusieron el acento en el factor «sistema elec toral» para explicar la estructura y el desarrollo de los diferentes sistemas de partidos (véase Leccién VII). Duverger fue criticado poco después por los representantes de las investigaciones conforme a pautas socioestruce turales (Lavav, 1963). Al mismo tiempo, Duverger sostenia que los siste- mas de partidos determinan en buena medida el sistema politico, Sin em- bargo, su distincidn cuantitativa dice poco sobre el sistema politico si no se leanade alguna otra caracteristica Segtin Giovanni Sarrow (1966) por un lado y Joseph La PaLowpasa y Myron Wiiwex (1966) por el otro, la estructura de los sistemas de partidos esti determinada por més variables; con esto se comenzé a distinguit va- ios tipos de sistemas de partidos, Sartori parte de la distincién, ante todo dentzo de los sistemas pluripartidistas, entre pluralismo moderado y plura- lismo extremo. Considerando la diferencia entre fragmentacién (;cuén frag. mentados estén los sistemas de partidos?) y polarizacién (ja qué distancia se encuentran los partidos, ideolégicamente, de un centro imaginario?) y ‘examinando la cuestién de la dindmica interna de los sistemas de partidos (se mueven los partidos hacia el centro 0 se alejan de é1?), Sartori desarto- Ils las caractersticas siguientes de tres tipos de sistemas de partidos: Sistonn de partitoyingmenacion | Grado de puteiacn | Dinner Bipartidismo Cero Centrfpeta Plutipatidismo Bajo Contripeta Multipartiismo Fuerte Centrifaga Dado que Sartori considers la fragmentacién y a polarizacién como dos fenémenos que se presentan estrecha y reciprocamente vinculados, vio en el sistema electoral, al igual que Duvercer, el medio para reducir el grado de fragmentacidn y con ello la polarizacién: «J...] no deberfamos aceptar [..] la idea de que los arreglos partidistas y los sistemas electorales s6lo expresan los determinantes mas profundos de la sociedad y, en p. cailar, deberfamos reconsiderar el problema de la representacidn proporci nal» (Sarox, 1966: 167), LaPalombara y Weiner, en su intento por clasificar los sistemas de pa tidos, introdujeron una serie de criterios cualitativos: por un lado, la dis- tincidn entre sistemas competitivos y sistemas no competitivos; y por ato, tuna especie de modelo bésico de la orientacién o cel comportamiento de los partidos entre los polos ideol6gicos y pragmiticos. Finalmente inteod! jeron la diferenciacidn segdin la relacién de fuerzas de los partidos, sujeta al concepto de alternancia (dos partidos son mas o menos igualmente fuer- tes y pueden sustituirse en el gobierno) y hegemonia (de un partido). En el dmbito de los sistemas competitivos, La Palombara y Weiner distinguen we DIETER NOHLEN cuatro subtipos de sistemas de partidos: «) con altemancia ideol6gica; by Con alternancia pragmatica; c) ideoliigicamente hegemonico, y a) pragma- ticamente hegeménico, Por su parte, en los aitos setenta, Sartori extendi su tipologfa en varios aspectos: amplid el marco de investigacién mas allele los casos conocicios, J aument6 el ntimero de tipos y de criterios para determinar los tipos. EL Giterio bésico sigue siendo el numero de partidos, pero Sartori, para deter- minar cada tipo, introduce alternativamente otros critevios. En virtual de {que tambign trats el aspecto dindmico del cambio en los sistemas de parti dos, Sartori (1976) ordené los tipos en un confi (entre paréntesis estin Tos ejemplos de aquel tiempo citados por Sartori — Sistema de pastido sinico (Unigin Sovictica). — Sistema de partido hegemsnico (México) — Sistema de partido deminante (India, Japén) — Sistema bipartidista (Estados Uniclos y Gran Bretafia) = Plaralismo moderado (Paises Bajos, Suiza, Belgica, Reptblica Fede- ral de Alemania). — Pluralismo polarizado (Chile, ttalia y Finlandia). Mas allé del titimo tipo, Sartori ve en el continuum sélo situaciones de extrema atomizacién de los partidos politicos, Sin duda, en la investigacién internacional sobre los sistemas de pa dos, en la mayorfa de los casos, se trabaja hoy con la tipologfa de Sartor Esta aparece I suficientemente diferenciada como para reduc, realmente, Ta miliple realidad a un punto de partida conveniente para el analsis y pata las afirmaciones tesricas. Tal requisito no puece cumplirse si un solo tipo comprende fendme- hos demasiado diferentes; sin embargo, si abarca solamente un caso hist6- fico, se podrd cuestionar la posibilidad de generalizacién. También existe ‘Se problema, parcalmente, cuando las definiciones de os tipos de los ss- tems de partidos se presentan de un modo muy normative 0 se apoyan inuy fuertemente en una realidad conereta, En el caso de la sefinicion del stoma bipartidista, el sistema de partidos britdnico constituye un modelo on determinada fase de su desarrallo, Leslie Lrsow (1953) ha sevtalad les Siguientes erterios: a) en cada eleccgn dos partidos —y no mas de dos— Comparten la posibilidad de legar al poder, &) uno de los dos partidos es Capar de constituir el gobierno solo, sin el apoyo de un tercer partido, © teste la posibilidad real de que el partido en el gobierno sea relevado por tf partido de la oposicion, Esta definicign es tan estrcta que los casos de Sistemas bipartidistas son extremadamente raros; no obstante, compre Solo [a situncion en el nivel parlamentario. Si se agrega nivel del electo- ado y la presencia de un sistema bipartdista en un sistema electoral ma: yoritario/de pluralidad, se le hace depender de las siguientes condiciones, i) que se presenten menos de tres candidatos por cada circunscripeiSn, Y {que los das partidos mas volados alcancen juntos un porcentaje de alsede> Jor de 90 por 100 y «) que un partido gane Ia mayoria parlamentaria. Tam SISTEMAS DE PARTIDOS POLITICOS. ws bign en situaciones en las que ningiin partido logra una mayorfa parlamen- faria, formandose gobiernos de sélo un partido, los limites para hablar de un sistema bipartidista son atin més estrechos, Una frase como: «E! sistema de mayoria relativa conduce hacia un sistema bipartidista» pierde su vali- dez ante el hecho empfrico de que en realidad (ya) no o apenas existen sis- temas bipartidistas. En este sentido, no se puede afiadir mas a lo dicho por Klaus von Beye: «Sistemas bipartidistas reoresentan mas una abstraccién ‘que una realidad» (1984: 320). Por otra parte, la investigacién misma vuelve inciertas las caracteristi- «as, 0 la clasificacién y atribucidn de caracteristicas, a los tipos respectivos de sistemas de partidos. En ello se asienta una buena parle del progreso cientifico que se pudo alcanzar en la teoria de los sistemas de partidos e los anos setenta y ochenta. Ast, las investigaciones de Giovanni Sartori en colaboracién con Giacomo Sani (Sant y Saxton, 1983) han permitido discu- tir el supuesto estrecho vinculo entre fragmentacién y polarizacién. Desde centonces, se debe partir cle la posibilidad de producir un geado mas alto de distancia ideolégica y, al mismo tiempo, una dinémica més centripeta en Jos sistemas de partidos que cuentan con un nuimero relativamente bajo de partidos politicos. Ese resultado es importante para valorar los sistemas de partidos, que se vera més adelante; por otra parte, Klaus vow BevMe (1984: 522 ss.) ha apuntado que «el tipo del pluralismo polarizado [..] ya casi no puede distinguirse del pluralismo moderado», y en vista de los desarro- Iios empfticos en algunos pafses, ha propuesto la elaboracién de subtipos Gel pluralismo polarizado: a) subtipo con oposicién fundamental (como en Ja Reptilica de Weimar y en la segunda Republica espafola), y b) subtipo con partidos del centro, capaces de estar en el gobierno (como Francia, Is- rael, Italia y Espatia después de 1976). Esta diferenciacién, orientada en los casos empiricos, debilita la idea de que los tipos expuestos por Sartori tengan pautas de interaccién 0 modos de funcionamiento —posiblemente procucidos por el sistema electoral— similares y estaticos (en vista de sis- temas electorales inmodificados). En varias ocasiones se ha indicado la importancia que tienen los pe- queitos partidos para interactuar en los sistemas de partidos: ante la nece- lad de formar coaliciones, los partidos pequeios pueden tener una fun- miliatizados con Ia materia, Por otra parte, cuando aplicamos el metodo comparativo, trabajamos con cl supuesto de que las variables de context son similares 0 constantes (segtin la terminologia en ciencias naturales), ¥ nuestrasafirmaciones se basan en la premisaccfrispuritus. Asi, muchos de SISTEMAS DE PARTIDOS POLITICOS 203 los hallazgos en Ciencia Politica, practicamente todas nuestras generaliza- ciones, se deben a esta técnica de reducir la complejidad. En el campo ope- rativo, sin embargo, la Ciencia Politica experimenta el reencuentro con la complejidad de la politica, dado que el consulting politico se dirige a reali- dades complejas y especificas. Ahora bien: en primer lugar, el enfoque nor mativo establece que sus recetas son universalmente vélidas, mientras que el enfoque histérico-empirico contradice esta postura y exige a partir de las, realidades espeeificas de cada caso un examen critico del conocimiento te rico sistematico en funcién de una receta especifica para el caso concreto. En segundo lugar, quisiera diferenciar dentro del enfoque analitico entre un pensamiento socialtecnolégico cuyo referente principal es la re- flexion te6rica y, en términos operativos, el disefo institucional racional por un lado, y por el otro un pensamiento de ingenieria politica que per- ‘ibe lo institucional como resultado de un proceso hist6rico y el consulting politico como parte de este proceso. El primer pensamienio hace hincapié cen las capacidades cientificas de encontrar soluciones institucionales que por su mera excelencia tendrian que ser implementadas. Este pensamiento rechaza las consideraciones cientificas, incluso las justificadas, que parecen poner en cuestién la propia capacidad de la Ciencia Politica de ofrecer este tipo de soluciones. Un buen ejemplo de este razonamiento lo encontramos en el escrito ya mencionado de Giovanni Sartori, en el que critica dura- mente a los investigadores que cuestionan, por ejemplo, la relacién causal unidimensional entre sistema electoral y sistema de partidos y la capaci- dad de pronosticar el efecto ce los sistemas electorales, para lo cual Sar- ror! (1994) ofrece su versidn de las leyes sociol6gicas de Maurice Duverger (wéase Leccién Vill) La creacién de instituciones politicas, y también su re- forma, es un proceso hist6rico contingente, influido por experiencias his- tricas, intereses, relaciones de poder, expectativas sobre el futuro de estas relaciones, estrategias de los actores politicos, etcétera, En un estudio comparativo sobre la génesis de los sistemas electorales en 20 paises de Europa Oriental (Nomen y Kasarovie, 1996), el primer re- sultado era que el tipo de sistema electoral dependié en gran medida del ipo de transicién; el segundo era que en ningtin caso el sistema que se acordé fue un sistema disefiado racionalmente de acuerdo a criterios 16 ‘gicos y fundados en el best system approach; el tercero era que en ningxin aso se trasladé un sistema electoral modelo o vigente a otto; y el cuarto era que, donde las relaciones de poder lo permitieron, el sistema electoral fue el resultado de negociaciones y compromisos. Bajo estas circunstancias, no sorprende que muchos de los sistemas electorales sean sistemas combi- rnados. Varios autores lanzaron criticas a estos sistemas por su mal disetio. Eneestas eriticas resurge el tema de cémo se generan y reforman las institu- iones. No resultan del tablero de dibujo, sino del proceso hist6rico (véase Krenneric y Lauca, 1998), Por otra parte, debatir en el nivel operative las alternativas presiden- cialismo versus parlamentarismo y representacién por mayorfa versus te- presentacién proporcional significa colocarse al margen de las opciones 0, a DIETER NOHILEN en otros términos, el campo de opciones es mucho més amplio que el de- bate a rasgos ideal-tfpicos hace suponer. Mi tesis no es quie no existan op- ciones, como Giovanni Sartori quiso dar a entender, sino que el margen de opciones es reduciclo, Me parece que esta comprensién del problema es de fundamental importancia para cualquier consulting politico. En los paises de larga tradiciGn presidencialista,o cuya cultura politica se identi- fica con la del presidente como jefe del gobierno y de la nacién, la alterna- tiva parlamentaria es ciertamente una opcién poco realista y poco viable Donde tenemos un sistema de representacién proporcional, su sustitucion por un sistema de representacién por mayoria tampoco tiene muchas pro- babilidades de realizacién, Por lo demés, debatir reformas institucionales fen términos de los tipos ideales, es justamente reducir las opciones a una nica alternativa, La premisa sustancial de mi tesis es que las alternati- vas de reforma son mucho mas numerosas y variables que los meros tipos ideales, En cuanto a la restricci6n, mi tesis se refiere entonces solo al es- pectro que abarca la opci6n y no ala cantidad de alternativas. Conforme a esta comprensién del campo de reforma, pongo mucho énfasis en el estu- dio de las variantes de los sistemas ideal-tipicos que en realidad constitu: yen la fuente de las reformas posibles. Me parece que una mirada a los procesos de reforma de los sistemas politicos en América Latina en los dltimos aitos puede confirmar mis con- sideraciones, En ningiin pais ha sicio posible sustituir el presidencialismo por el parlamentarismo (véase Leccion VII). Hubo reformas del sistema presidencial, pero siempre dentro del esquema basico, Respecto a os sis- temas electorales, la tinica reforma que trascendi el margen reducido de ‘opciones fue la de Chile. Sin embargo, allf fue el régimen militar que im- puso el binominalismo, un sistema electoral no tanto mayoritario, como. muchos lo entienden, sino de equilibrio entre la primera y la segunda fuerza politica del pais en detrimento de la primera mayoria. Se confir man empfricamente las enormes restricciones politicas a las que estén so- metidas las reformas institucionales, que parecen auumentar en la medida ¢en que las alternativas se presentan en términos de la opcién ideal-tipica El cientista social con ambiciones de ingenierfa institucional tiene que to- mar en cuenta, respecto al sistema de gobiemo y al sistema electoral, el factor politico, resumico aqui en el tercer elemento de nuestra trilogia, en el sistema de partidos politicos. 4. Sintesis Amodo de resumen podemos retomar entonces las esis centrales aqui presentadas. En relaci6n con nuestro objeto de estudio nos hemos referido, en primer lugar, alas opciones que ofrecen tres instituciones politcas dife- rentes: sistema de gobierno, sistema electoral y sistema de partidos. A este nivel hemos distinguido el cardcter especifico de cada una de estas varia- bles y su zol en medio del contexto politico-insttucional, En este émbito se SISTEMAS DE PARTIDOS POLITICOS 208 diestaca la particularidad del sistema de partidos como institucion asociada aun margen restringido de opciones —pero no por ello menos decisiva—. Pues justamente su caréeter doble de variable dependiente (del sistema electoral, de aspectos soctoestructurales, del sistema ce gobierno, et.) ein- dopendiente (afectando el funcionamiento de otras instituciones polticas como el sistema de gobiemo y los efectos generados por el sistema elec- tora, p. ej) la convierte on institucisn clave y punto neurdlgico en el que convergen influencias de distintos orfgenes y en diferentes ditecciones En lo referente al modo de abordar esta temstica institucional hemos diferenciado tres niveles distintos 0 perspectivas caracterizadas por una I6- gica de investigacién y premisas propias: el nivel normativo, el nivel anali Uico y el nivel operativo. Del nivel normative hemos destacado su axiologia teleolégica que ins- pira la denominacién best system aproack, acompafiada de una desvincula- Ci6n espacio-temporal. Mediante un proceder netamente deductivo se llega entonces (y se aspira llegar) a generalizaciones de validez universal ba- sadas en una comprensidn lineal y unidireccional de la causalidad, recu- rriendo incluso frecuentemente a la argumentaci6n contraféctica, En rela- ‘én con la clasificacién de las instituciones politicas, el nivel normativo se caracteriza por el uso de categorfas dicotémicas de gran heterogencidad in- terna, que, por tanto, dificultan una distincién apropiada de los casos y la consideracién de diferencias de tipo gradual. Como rasgos centrales del nivel analitico hemos mencionado su enfo- que histérico-empitico con «conciencia» espacio-temporal que desemboca inevitablemente en generalizaciones sélo de alcance medio pero de mayor validez externa que ene caso del nivel normativo. Esta validez externa im- plica un distanciamiento moderado del objeto de andlisis garantizado por un proceder inductivo que intenta no perder de vista la complejidad de la realidad en estudio. En lo referente a la clasificacién de las instituciones po- Iiticas, este nivel se sirve no sélo de las categorias tradicionales que suelen no diferenciar mas alld de la cifra dos, sino que recurre mucho més a la uti- lizacién de subcategorias que tienden a poner orden y a destacar las dife~ rencias existentes dentro de las diadas bisicas mismas. Asf se alcanza una mayor sensibilidad ante las diferencias de tipo gradual. El nivel operativo, por ultimo, representa —a través del cosultivg pol .o- el nexo entre la Ciencia Politica —como disciplina cientifca, mas sen- allay abstracta— y la poltica concreta en toda su complejidad. Dentro del nivel operative se pueden distinguir, ademas, dos posturas en cuanto a la sgénesis de las intituciones poltieas. Por un lado, una postura asociada a un pensamiento socialteenol6gico que entiende a las insttuciones como el resu- fado de un disefo racional materializado a través de una intervencién més artificial 0 al hoc. Por el otro, una postura relacionada a un entendimiento ris evolucionista de la génesis y el desarrollo institucional, influenciados ambos procesos por un sinnimero de factores (experiencias histories, inte- reses, relaciones de poder, etc) que imponen resistencias y limitaciones ala Pr DIETER NOHLEW implementacién de disertos cientficos por mas excelentes y recomendables que étos sean. La capacidad cientifica de hoy puede proporcionar infinitas soluciones ténicas para estructurar la sociedad politica, lo que hace pensar ‘en que un sistema de gobierno éptimo depende de la rigurosidad con que se perciban todos los problemas que es necesario prever y la minuciosidad para encontrar las soluciones adecuadas a ellos. Se olvida con frecuencia quie lo distintivo de la politica es su cardcter humano e hist6rico y, por tanto, cam. Biante, y que las instituciones no son mezas excelencias académicas BIBLIOGRAFIA Auchvrara, M, y Faeanenoers, F (coords) (2003), Pets politicos de Amévivw Latina, 3 vols,, México, Fonelo de Cultura Econémica-IFE. Bene, K. von (1986), Las partidos politicos en fas democracias occidentale, Madd, Centro de Investigaciones Sociolégieas (ed. orig, 1984) — (1985), La clase politin ew el Estado de purtides, Madrid, Alianza, Bowtio, N. (1995), Dereca v iquierde, Razones y signfcados de ana distincign politico, Madrid, Taurus, Daarors, Hh y Man P. (eds) (1889), Wester Eunopon Party Systems, Londen, Sage. Das, R: (1970), Bolyarcey. Partiipation and Opposition, New Haven-London, Yate University Press, Duvenccr, M. 2001"), Los partias politics, México, Fondo de Cultura Eeonémica (ed. orig, 1951; version alemana, 1959}. Kerwstnichy M, y Lauca, M. (998), «Diseno resis polftica. 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