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Teologia en cosmovisién evolutiva Maxtés, Buti @ed.). Trinidad, universo, persona. Teologta en cosmovisién evolutiva. Colee. Teologfa, Edit: Verbo Divino, Estella 2014, pp. 390, cm, 22 x 14, 28,00 curos. ISBN. 978- 84-9073-018-8, Este nuevo libro de la coleccién “Teologia y Ciencias” es uno de los esfuerzos mas recientes, Hevado a cabo en nuestro pais, por sistematizar los puntos centrales de la dog- mitica teolégica desde una cosmovisién evolutiva; esfuerzo, por otro lado, que comienza a cuajar en varias partes de Espaiia, pero que desgraciadamente atin no llega con toda su fuerza a las facultades de teologia, todavia muy de espaldas al didlogo fructifero con la ciencia, a pesar de las recomendaciones que ya hiciera en su pontificado Juan Panto I. El proyecto que desemboca en este libro se inicié dentro del marco de reuniones y encuentro del equipo de trabajo Theosciences compuesto por varios profesores de la Facultad de Teologia de Catalufia y de algunos miembros del STICB, fundado por el fisico y tedlogo Jesuita Manus G. Doncet. Resultado de esas reuniones fue una primera versién en catalin del libro que ahora, revisado en algunos aspectos y aumentado, presentamos en su tradue- cidn al castellano, trabajada minuciosamente por Xavier Losanros (incluyendo las tediosas hispanizaciones de la bibliografia). Aunque es una obra de conjunto, el lector perspicaz, podré reconocer en su disefio la mano de Garca Dowcrt, aunque cada capitulo presenta peculiaridades propias de cada autor que no han sido disimuladas, Los diez capitulos vienen precedidos por una presentacién del propio once y de RICARD CasAvests, y un prélogo del editor Emus Mars. La organizacién de los capitulos, agrupados en tres grandes blo- gues, sigue un orden clisico de la dogmética, que nos permitiré ir exponi Ia orientacién concreta de cada uno de ellos. El capitulo | La Trinidad y su amoroso designio creador de Joan PLANELLAS 1 BARNO= sei es, en realidad, una introduccién teolégica general a todo el conjunto. Es una muy clara exposicién de los puntos centrales de la dogmatica respecto 2 la relacién entre a tri- nidad y la creacién, Los puntos clave que caracterizan este primer capitulo son la idea di- reotriz. de que Dios crea por amor (ex amore) y que, por tanto, la creacién no es fruto de una necesidad metafisica sino expresin de Ia esencia amorosa de Dios, que se expresa hacia fuera en la creaci6n; y en segundo lugar, que la creacién, del mismo modo que la salvaci6n, son obra del conjunto de la Trinidad, aunque cada una de las personas tenga un papel propio dentro de esta tinica tarea creadora. La estrecha unidad entre creacién y sa vaeién pone de manifiesto que Dios no crea sélo por una especie de impulso primordial que quedarfa agotado en los inicios, sino que la actividad creadora no cesa desde el inicio hasta el fin, porque el objetivo de la creacién es recapitular todas las cosas en Cristo. Por ello, el resto del libro trataré de mostrar, desde una consideracién evolutiva, que Dios esta presente desde el inicio de la creacién (Capitulo 2) hasta la escatolégica nueva creacién (Capitulo 10), pasando por la emergencia del ser humano y la encarnacién de Cristo como salvacién del mundo. Por ello, la tesis principal de este libro (inspirada en la reciente in- vestigacién teolégica de Denis Epwaros) atunque no siempre presente de forma explicita en todos los capitulos, es que ademas de la funcién originaria y primigenia del Padre, existen dos papeles esenciales en el desenvolvimiento de la creacidn evolutiva: el papel Potencia. dor del Espiritu y el papel Atractor de Cristo, que permiten vislumbrar la historia de la entera creacién, desde sus inicios hasta su consumacién. Tras esa introduccién general, la Primera Parte trata la creacisn evolutiva y en ella se luyen tos capitulos 2, 3 y 4. El Capitulo 2 El concepto clasico de creacién de RICARD sapestis y Luc TorcaL es un agradecido esfuerzo por sistematizar el pensamiento de mAs DE AQuiNo sobre la creacién, considerado como el desarrollo mas acabado desde un punto de vista metafisico de la teologia clésica de la creacién. De la metafisica tomista de Ja creacién hay algunos elementos basicos que una concepcién evolutiva aun puede retener por ejemplo, la dilucidacién de lo que significa una verdadera creatio ex nihilo y Ta creatio continua, la distincién entre creacién en sentido lato (recibir el esse de Dios) y la creacion en sentido estricto (la creatio directamente ex nihilo), la creacién como dependencia radical respecto de Dios de todo lo creado, y la relacién del concurso divino y la causalidad creada (causa primera y causas segundas), cuesti6n que seré esencial para comprender el concepto de “autotrascendencia activa’de KARL RaHiver tan importante en algunos capitulos del libro. Aunque en algin sentido los autores dejan la puerta abierta, en un pie de pagina final, a la cuestién de la posibilidad de una comprensién evolutiva de la creacién incluso desde la propia metafisica tomista (Sobre todo desde Ia idea de la sobreesencialidad del ser), desde mi punto de vista la tarea importante es rescatar (para una teologia evolutiva) algunos de ‘0s elementos que he indicado sin la necesidad de sacralizar al Aquinate. Por su parte, el magnifico y claro capitulo 3 La evolucién cdsmica, bioldgica y antro- poldgica de Davin Jou, es el primero que trata el tema de la evolucin desde una perspec- tiva macro-cosmol6gica, meso-biolégica y micro-antropolégica, y estrietamente cientifica, con una admirable capacidad para recorrer todo el proceso evolutivo desde el surgimiento del cosmos hasta la evolucién cultural de los seres humanos; es decir, la evolucién es un hecho que se manifiesta en todos los niveles de la realidad natural y humana, lo que obliga (y este es el sentido entero del libro) a reformular los conceptos clave de la teologia desde esa nueva perspectiva, asumiendo, como explica Jou, que la evolucién tiene un papel crea tivo y un papel destructivo ineludible en cualquier intento de explicacién teolégica. Una teologia que no asuma los hallazgos cientfficos expuestos en este capitulo, esta condenada al fracaso y a la miopia en la percepci6n de la realidad natural Precisamente, esto tltimo es lo que pretende poner de manifiesto el capitulo 4 El con: cepto teoldgico de “creacién evolutiva” de MANUEL G. Doncet.. En él Doncet, tras explicar brevemente algunos de los enfoques que rechazarfan un concepto como el de “creacién evolutiva” (el cientificismo ateo, el creacionismo fundamentalista 0 los defensores del di- sefio inteligente), pasa revista a algunos de los intentos més claros por construir una teolo- gia de la “creacién evolutiva’, en la que Dios, més que “hacer las cosas”, haga “que las cosas se hagan a sf mismas”: por ejemplo, TeiLtaep De CHARDIN y, bebiendo de él, Kari. ‘Scnmirz-Moorwan, o los principios de la “autocomunicacién” divina y la “autotrascenden- a activa” de las creaturas (potenciada por la “acci6n trascendental” divina) desarrollados por Rattner y, derivando de ellos, la obra actual de Deis Fowarbs, En el tiltimo epigrate, Doncel, asumiendo en gran parte muchas de las intuiciones de estos cuatro autores, trata de desarrollar su propuesta de una teologia evolutiva, en la que los dos elementos bisicos son Ia idea del Espiritu como Potenciador y Cristo como Atractor césmico del desenvolvi- miento evolutivo de la creacién hasta alcanzar el set humano, asf como la necesaria refor- mulacién del hilemorfismo aristotélico-tomista en un “estructuralismo relacional”, que tenga en cuenta la complejidad real de la “materia prima” que nos descubre Ia fisica actual y que era imposible de imaginar en tiempos de Aristételes. Por ello, habrfa que decir “En €l principio creé Dios las leyes y la energia”, y concred junto a ellas el tiempo y el espacio, como base del posterior despliegue de la creacién evolutiva. Con este capitulo termina la primera parte. La segunda, con el titulo genérico de La humanacién de Dios, deja atras la concepci6n general de la creaci6n, y aterriza en el tiem- po hist6rico humano y el de la encarnacién de Dios en Jesucristo, A esta segunda parte pertenecen los capituios 5, 6 y 7. El capitulo 5 Los orfgenes de la vida humana bajo la gracia divina de Luoxenc Puts y Manust.G. Doncet, bebiendo en gran manera de algunas Intuiciones de Raunor, trata de reffexionar sobre tres cuestiones esenciales: la posibilidad de salvacién de todos los seres humanos mucho antes de la encarnacién de Cristo (inclu- yendo los primeros Homo sapiens), la cuestién del pecado original dentro de una concepcién evolutiva como respuesta negativa del hombre al ofrecimiento de Dios y cémo puede ima- ginarse los comienzos de la vida sobrenatural humana. En todo ello, el papel de Cristo como Atractor universal de la creaciGn juega el papel de extensor hacia adelante y hacia atrés de la vida sobrenatural y la salvaci6n a todos los hombres. En forma més general y auténoma, el capitulo 6 Jesucristo y la evolucién césmica de Emit Maris, trata de reflexionar sobre el papel de Jesucristo dentro de ese desenvolvi- miento evolutivo. Aunque no esta presente de modo explicito la idea directriz del Atractor cdsmico y del Espiritu Potenciador; hay algunos indicios que podrian apuntar en esa misma direccién, aunque la tesis esencial de Maxtts puede identificarse con una suerte de panen- tefsmo en el que el cosmos entero esta “EN Cristo” (que supone también un estar en el Espiritu), siendo por tanto su papel el de sostenedor y contenedor de todo lo creado. Mais adelante desarrolla también la idea bésica del libro de que quien crea es el conjunto de la ‘Trinidad, asf como la concepcién de una creacién evolutiva querida por Dios. Esta segunda parte se cierra con el capitulo 7 La reconciliacién por la cruz como mis- terio de amor de Jaume Foxtaona, donde més allé de la reflexién general sobre el papel de Cristo en la creaci6n, se trata el tema concreto del papel de la muerte en cruz dentro de la historia del cosmos, No obstante, este capitulo no introduce explicitamente ninguna indi- caci6n de una concepcién evolutiva del universo. Es més bien un ejercicio teolégico-exe- gético de corte estrictamente dogmatico que explica el papel de la cruz y la aparicién pospascual de la Iglesia y la eucaristfa, Ahora bien, dentro de una obra conjunta que trata de reformular la dogmatica en clave evolutiva, el lector avezado podré ficilmente sacar provecho de las bellas paginas de Fontsona para introducirlas dentro de la tesis evolutiva general. Finalmente, el libro se cierra con una tercera parte sobre La nueva creacién, que tras haber reflexionado sobre Ia creaci6n en los inicios y sobre el tiempo de Cristo y la Iglesia, Iega ahora a su consumacién escatolégica, a su recapitulacién, Por ello, los capitulos 8, 9 y 10 se centran esencialmente en los temas clésicos de la resurrecci6n, el fin del mundo y ia nueva creacién. El Capitulo 8 El cuerpo de Jesucristo resucitado como cuerpo césmico y mistico de ARMAND PUIG I TARRECH tiene, precisamente, como tarea presentarnos las, implicaciones de la resurrecciGn de Jesiis, que como novedad absoluta en el cosmos prefi- gura la nueva creacién. Un Jess resucitado que es a Ia vez cuerpo eésmico y cuerpo mis tico, y gracias a cuya glorificacién espiritual el creyente experimenta la proximidad y la unién con Cristo, No obstante, quisiera hacer dos pequefias indicaciones que me han des- concertado aun a pesar de la belleza general del capitulo. La primera tiene que ver con la excesiva credibilidad hist6rica que el autor concede a los relatos de las apariciones del Jest, resucitado y que, ciertamente, le sitven para una bella intuicidn que es la continuidad-dis- continuidad entre el cuerpo del Jesiis terreno y el resucitado, que es el mismo, pero no de Ja misma forma. Sin embargo, a la luz de la exégesis actual, me parece dificil conceder que las apariciones fueran realmente “apariciones visuales”, La otra idea cuestionable es sim- plemente un tema terminol6gico: 61 habla del cuerpo del Jestis resucitado como constituido de una “materia espiritual”, la dificultad cuasi contradictoria de este término deberfa ser refinada, quizé utilizando términos menos contradictorios. El capitulo 9 El futuro del universo y de la vida segtin la ciencia de Daviw Jou, vuelve a introducir en el momento apropiado la perspectiva estrictamente cientifica. Es, de nuevo, un s6lido esquema de lo que la ciencia nos dice acerca del futuro del universo, Con un realismo que a veces agobia, Jou va repasando las diferentes “muertes” del universo, de la vida, del ser humano, de la tierra, ete. No cabe duda de que desde un punto de vista cientf- fico, el universo y el ser humano tienen fecha de caducidad, y es un punto ineludible que debe ser tenido en cuenta por la escatologia teol6gica inalmente, el largo capitulo 10 La nueva creacién y la evolucién de las leyes césmicas de Manux1.G. Doncet propone diferentes elementos a tener en cuenta dentro de una reflexion escatol6gica cristiana: (a) una nueva creacién con leyes cientificas diferentes a las actuales (las leyes no tienen por qué ser concebidas como eternas, justamente porque son leyes que existen dentro de un universo que no es eterno), tal como se prefiguran en el cuerpo resu- citado de Cristo segtin se definié en el capitulo 8. (b) No se puede obviar que a pesar de la muerte fisica del universo Dios continta siendo el futuro absoluto, y que al fin de los tiem- pos esperamos la plena autocomunicaciGn de Dios, y toda la creacidn seré y estard en Dios (panenteismo escatol6gico). (c) La nueva creacién hay que concebirla como ex vetere, es decir, a partir de la terrenal, por lo que la escatologia implica la consumacién de la historia y son importantes las decisiones personales tomadas durante la vida terrena, sin que eso excluya la posibilidad de una invitacidn eterna de Dios a la salvacién, (A) La escatologia cristiana tiene su fundamento en Ia confianza en la fidelidad de Dios, que nos ha prometido la resurrecci6n, y no en una naturaleza humana inmortal. (¢) Finalmente, recapitulando la tesis fundamental del libro, en la nueva creacién el Espiritu sigue cjerciendo de Potenciador en tanto que Cristo sera el Atractor césmico que recapitularé el mundo viejo en la nueva creacién. En definitiva, esta obra mantiene un equilibrio (iffcil, pero necesario) entre el dato cientifico ineludible y el dato teol6gico irrenunciable. Aunque es sélo un punto de partida, merece ser lefda, pensada y meditada, puesto que esté escrita por tedlogos-cientificos de altura y talla intelectual que buscan presentar de forma siempre novedosa el mensaje de amor del cristianismo, asumiendo de forma serena y honesta lo que la ciencia nos obliga a introdueir en nuestra formulaciones te6ricas. Jesits Romero Moftivas

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