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a A. Men nt ev, eva so name 190, p 3S GEOLOGIA PRELIMINAR DEL GRABEN DE AGUASCALIENTES José Jorge Aranda-Gémez* RESUMEN El valle de Aguascalientes es un rasgo fisiogrétio con un rumbo general NIO"E. Porsu seme- jonza con el valle de Villa de Reyes (estadce de San Luis Potos! y Guanajuato), se supone que sea de fen tectGnieo y que forme parte de un amplio sistema de extructuras de tensiGn. La presencia, ‘dentro dela zona urbana de Aguascalientes, de gricta en elaluvi6n, con movimiento relativoy orien- taciéa aproximadamente paralela al valle, sugiee una flaciOn gendtiea entre ambos fenémenos. Phra demortrar que el valle de Aguascalientes ocupa una fosatectGnica dentro de ua sistema potencialmente activ, se recucrié al andisi de imagenes de satélite ya la carlografia geologic en gates euidadosamente seleecionadon, 'Elérea del cervo El Cabrito-La Tomatina,situada en lo que se supone sea el flanco occidental ‘de graben de Aguascalientes, fue cartografiada ¢excala 125,000, Ea ella afloran rocas metamérticas [Burtsico (2)] de grado bajo, parcialmente cubiertss por un grueso paquete de rocasriolitias, perte- recientes a Ia provincia voleéniea ela Sierra Madre Occidental (Oligoceno (7). Las rocas de la eubierta voledaica fueron divididas en cuatro uniades ioesteatigrdieas informales. El patrén de 4floramicnto de ls rilitas indica Ia presencia de dos juegos de fallas normals postoligocéaicos; uno on rumbo N4S"E ye! otro N8O"W. El estudio de las imagenes Landsat sugiere que nesta regin se Intersecten varios juegos de falas, y que ahi ocurra un marcado cambio en el rumbo de las fallas de NESE a NIOE. La posbilidad de que el sstems teténico extensvo esté an activo es sefalada porta existen- cia de: (1) Majo térmico relativamente ato, indicado por datos eseasos, existente en las partes meri- ional de la Mesa Central y sudoriental de la Sierra Madre Occidental; (2) voleanes[pleistocénicos (@)] consttuidos por basanitasportadoras de xenolits del manto; (3) depositos extensos de grava con {sles de Plioceno-Pleistoceno; (4) levantamientos locales cuaternarios, del orden de centenas de ‘metros en partes del sistema; y (5) eventos sismicos de baja intensidad con epicentros en, o cerca de, algunas de las estructurasen el sistema, ‘Nose ere que lar grctas en la ciudad de Aguascalientes puedan ser utlizadas como evidencias e que el graben de Aguascalientes esté tectOnicamente activo, ya que los aculferos en el valle estén sobreexplotados; sin embargo el patron de agrietamiento pudiera efejr estructurassepuliadas bajo lelleno aluvial,estando asi controlado indirectamente por la estructura regional Patabas clave: geologta regional, rabon de Aguascalientes, Mesa Centra Sierra Madre Occidental, ‘ABSTRACT ‘The Aguascalientes valley isa physiographic feature with an approximate N10°E trend. The valley greatly resembles that ofthe Vila de Reyes and, therefore, it is assumed that it was formed by tectonic processes and it belongs toa widespread extensional system. The presence ofcrevaset In the siluvil fil within the city limits of Aguascalientes, having a relative movement and trend roughly parallel to that ofthe valley, suggests that these phenomena might be genetically related. ‘Landsat images were studied and carefully elected areas were mapped in Order to demonstrate thatthe Aguascalientes valley isin a potentially active graben. ‘The cerz0 El Cabrito-La Tomatina area, located on what is thought tobe the western flank of the grben, was mapped at scale of 125,000 Tn this area, low-grade metamorphic rocks (Jurassic (?)] ‘uterop and are partially covered bya tick sequence of rhyolite rocks from the Sierra Made Occi- ‘ental [Oligocene (?)]. The volcanic sequence was divided into four informal units. The outerop pallern ofthe rhyolites indicates the existence of two post-Oligocene normal fault sets, one trending [N4S°E and the other one NSO°W. The Landsat images suggest the intersection of several fault sets i this region and the deflection from N4STE to NIO"E in one of them. ‘The likelihood of tectonic activity in the extensional sytem is indicated by: (1) limited high heat low data in the southern part of the Central Mess and southeastemn part of the Sierra Madi Occidental; (2) the presence of Quaternary volcanic fields composed of spinel-Inerzolite xenoliths in ‘basanites; (3) the occurrence of widespread gravel deposits with Pliocene Pleistocene fossil fauna; (4) evidence of local Quaternary uplifs in parts ofthe system; (5) the occurrence of rare low magnitude ‘earthquakes with epicenters within, or near, some of the structures. "The crevassern the alluvium in the city of Aguascalientes cannot be used as evidence of activity in the graben since the aquifers in the valley are overexploited. However, the pattern of these ere- ight indicate the presence of buried structores beneath the allaval ill, thereby being indiect- tothe regional structure, ‘Key words: regional geology, Aguascalientes graben, Central Mes, Sierra Madre Occidental, Meco. * Estacién Regional del Centro, Instinuto de Geotogta, Universidad ‘Nacional Autdnoma de Mexico, Apdo. Postal 376, 36000 Guanajuato, Gro. (GEOLOGIA PRELIMINAR DEL GRABEN DE AGUASCALIENTES B INTRODUCCION ‘A partir de 1981 se comenz6 a reportar, dentro de la zona urbana de Aguascalientes, gretas con movimiento rela- tivo, Para et ano de 1984, el problema se habfa agudizado, co- ‘nociéndose varias de estas esteucturas que ya causaban serios datos en edlilicios, calles y en el sistema de drenaje de la ciu- dad. Aralz de esto, se decidis emprender un estudio (Aranda- Gomez y Aranda-Gémez, 1986) para analizar las causas del ‘agcietamiento y proponer medidas que atenuaran el impacto del fendmeno. Uno de los rasgos mas notables de estas fallas es que todas estén presentes dentro del relleno aluvial y tienen una forientacidn burdamente paralela a las mérgenes del valle de ‘Aguascalientes. Ademds, en todas las falas hasta ahora cono- cidas, el Bloque hundido se encuentra hacia el eje del valle (fo San Pedro). Para evalvar el posible origen del agrietamiento, se plan- te6 tres hip6tesis. La primera propone que las grietas sean de origen tectonico, es decir, que sean el reflejo y producto del sistema de esfuerzos al que esta sometida una amplia region del centro de México, Una segunda posiilidad es que el falla- miento esté relacionado con Ia sobreexplotacién del (0 10s) ‘acuffero(s) de val. Esta extracciGn inmoderada de! agua sub- terrdnea puede traer consigo hundimientos diferenciales del relleno aluvial,siendo las grietas su expresién mAs notable. Por ‘ltimo, existe la posibilidad de que el fallamiento sea producto del flujo pléstico del suelo (creep), impulsado por la gravedad. ‘abe settalar que no consideramos que estas tres hips- tesis se exeluyan entre sf. El hecho de que el valle haya sido ‘modelado por eventas tect6nicos recientes, no necesariamen- te excluye la posiilidad de que Ia causa inmediata del agrita- ‘miento sea el bombeo de agua subterrénea y/o el movimiento fen masa del suelo, Tampoco es necesario qué al evaluar las tres hipstesis, se les el mismo peso. En 1s dtimos afos, el aba- timiento de los niveles estaticos dentro del valle ha sido consi erable (Martinez-Ruiz, 1984), por tanto, se supone que la ‘causa més probable del agrietamiento sea la sobreexplotacién. “Asimismo, el hecho de que las pendientes en la mayor parte ‘el dea donde se ha registrado el fendmeno sean suaves, hace pensar que la posibilidad de que todas las grietas sean debidas ‘a “creep”, es remota EI presente estudio se centré principalmente en las hi potesis de que el valle de Aguascalientes (Figura 1) esté con- frolado estructuralmente (ce, que ocupe una fosa tectGnica; ‘Martinez-Ruiz, 1984) y de que en la porci6n central de México haya operado a tectOnica extensiva desde el Eoceno hasta la actualidad (Aranda-Gomez et al., 1989). La informacidn relevante sobre estas hip6tesis es escasa y dispersa. Las primeras referencias a la existencia de estruc- {uras extensivas postoligocénicas en la porcién centromeridio- ral de San Luis Potost (graben de Villa de Reyes) fueron he- cchas por Labarthe y Trist4n (1978) y por Grasel (1979). Pos- teriormente, Labarthe y colaboradores (1982) y Aguill6n-Ro- bies (1983) ampliaron, mediante cartografia geol6gica, la ex- tensidn del érea afectada por este fendmeno. Martinez-Ruiz (1984) presenté un modelo esquemético en el cual propuso que el patron tectdnico postoligocénico y, por ende, Ia geomor- fologfa actual entre San Luis Potosty Zacatecas estuvieran d0- ‘minados por pilates y fosas tectdnicas con rumbos aproxima- dos N-S. Entre los grabens propuestos por Martinez-Ruiz (1984), se encuentra el valle de Aguascalientes. Figura 1. Mapa hipsométrco del Estado de Aguascalientes, en el que se localiza Tas Areas de estudio. La curva de nivel oom. s,m. define claramente Ios limites de valle de Aguascalientes, El Area del coezo El Cabrito-La TTomatina se encuentra 15 km al SW de la ciudad de ‘Aguacclicntes La region de Tepezald se halla 40 ken al INE de ln capital del estado. La cartografia geoldgica en la Sierra de Guanajuato (J. Martinez-Reyes, comunicacidn personal, 1986) ha demostra- do que una de las fosas teetdnicas propuestas por Labarthe y colaboradores (op. cit: graben de Villa de Reyes) se extiende hhasta el limite entre la sierra y El Bajfo. Trabajos inéditos de . Quintero-Legorreta (comunicacién personal, 1986) y La- ra-Herndnde2 (1985) sugieren la existencia de fosas tect6nicas con rumbo NE en las cercanfas de Lagos de Moreno, Jalisco, y La Sauceda, Guanajuato, respectivamente. De esta informacidn se desprende que en todala porcién, meridional de a Mesa Central (Raisz, 1964) y la parte sud- oriental de a Sierra Madre Occidental (Raise, op cit), elestilo tecténico dominante durante el Neogeno-Reciente es extensi- yo (Aranda-Gémez et a., 1989). Para evaluar Ia hipStesis del origen tect6nico, fue nece- satio salir del 4mbito reducido del area donde se presenta el agrietamiento. El procedimiento utilizado fue el tratar de de- mostrar que el valle de Aguascalientes esté controlado tecto- nicamente, que pertenece a un conjunto de estructuras rela cionadas genéticamente entre sfy que existen otras evidencias de actividad reciente en el sistema (Aranda-Gémez et al, op. fo eual requiere que el problema sea considerado en es- calas diversas. Por un lado, para establecer que el valle ocupa ‘una fosa tectSnica, fue necesario efectuar cartogratia geol6zi- ca (Figura 2) estudios detallados de tas unidades litologicas (Figura 3), definiendo asf con certeza el fallamiento, su tipo y ‘edad relativa; por el otro, fue preciso relacionar al graben de “Aguascalientes con otras estructuras en una region amplia, 10 ‘que se logré mediante el estudio de imagenes de satélite (Aranda-Gomezer al., 1989, fig. 4) de mapas geomorfol6gicos (Figura 1)y de fa literatura publicada. Aun evando estos mé- todos sefiaian la posible existencia de la fosa tect6nica, su I0- calizacin y orientaci6n aproximadas, la prueba final, irrefota ble, de su existencia, sdlo puede derivarse de la cartografia, sgeol6gica, El rea del certo El Cabrito-La Tomatina fue seleccio- 2% ARANDA-GOMEZ, nada por sus caracteristicas geol6gicas, bosquejadas en los ma- pas de INEGI (1973a, 19736), para tratar de probar la exis- {encia de la fala maestra del lado occidental del supuesto gra- ben, La cartogratfa se llev6 a cabo por medio de recorridos {de campo. La informacion obtenida fue vertida en fotogratias ‘areas verticales de escala 1:25,000, y éstas fueron utilizadas ‘como base topografica y para extrapolar la informacién (con- {actos y fallas) entre las estaciones, por medio de fotointerpre- tacidn con estereoscopio de espejos. Fl esquema geol6gico (Figura 2) fue calcado directamente de las fotografia, pot fo ue, en un sentido estricto, no puede ser considerado como un ‘mapa, ya que no fue corregido para eliminar las distorsiones debidas a aberracion y desplazamiento por paralaje. En el transcurso del trabajo de campo, se recoleets ‘muestras representativas de cada unidad, mismas que fueron estudiadas al microscopio en léminas deigadas tefidas con co- baltinitrito de sodio para facittar el reconocimiento det feldes- pato potasic. (GEOLOGIA DEL AREA CERRO EL CABRITO-LA TOMATINA La zona estudiada abarca una superficie aproximada de 30 km®y se encuentra ubicada entre las coordenadas 21°48? - 2U°SSIN y 10223" - 102°27"W. Se seleccion6 esta drea porque en su porcién nor- oriental, que coincide con el flanco occidental del valle de Aguascalientes (Figura 1), afloran rocas metamérfieas anti- guas [Jurdsico (?)]. En el frente meridional de la Sierra de Guanajuato, existen rocas similares y se ha comprobado que la presencia de estas rocas est fntimamente asociada a fllas ‘normales con actividad postpleistocénica (J. Martinez-Reyes, ‘comunicacién personal, 1986). Por tanto, se considers proba- ble que esta érea brindara informacion relevante al problema que nos ocupa. Las rocas de la regiOn del cerro Fl Cabritoy La Tomatina pueden separarse en dos paquetes con historias geoligicas a- icaimente distintas. El primer paquete fue cartografiado co- ‘mo una sola unidad (Figuras 2 y 3), la que se dio el nombre informal de “complejo basal". El segundo est constituido por rocas volednicas félsicas y fue dividido en cuatro unidades car logréficas (Figuras 2 y 3). Al hacer referencia a este ultimo ppaquete como un todo, se le lama la “cubierta volednica”, EL COMPLEJO BASAL UURASICO (7) Esta unidad aflora en la porcidn nororiental del érea car= tografiada (Figura 2), en una region caracterizada por topo- ‘gratia suave, con colinas bajas,ligeramente onduladas. Las ro- ‘eas que la constituyen se encuentran profundamente intempe- rizadas y cublertas por suelo de color rojizo, por 1o que solo pueden estudiarse en los arroyos y en los cortes de la carretera ‘Aguascalientes-Calvillo El basamento est4 constituido por rocas antiguas @ las que V. M. Davila-Aleover y Juventino Martinez-Reyes (comu- nicacin personal, 1986) asignaron una edad jurdsica, con base ‘en la fauna de radiolarios que se encuentra en el mismo. Las rocas més comunes en el “complejo basal” son sedimentos ‘Psammiticos ycaleéreos metamorfoseados a facies de esquisto verde. En algunos lugares, se observa metabasaltos masivos (Gin foliar) de color verde oscuro a negro, con superficie lige- ramente vesicular (Figura 4). En otros sitios hay rocas crsta- linas compuestas por feldespatos y minerales ferromagnesia- hos que se cree sean de origen fgneo intrusivo. También es co- ‘min encontrar rocas milonitizadas Esta heterogénea unidad seguramente registra una his- toria geol6gica compleja. Avnado al metamorfismo [mesozoi- co (?)], debi6 existir, al menos, un perfodo de deformacion plastica compresiva, que produjo plegamienta y fallamiento ‘complejos. El supuesto evento de tect6nica extensiva (posto- igocénico) debi6 actuar sobre estas rocas, imponiéndoles lo- calmente sus caracteristicas. En vista de esto, se juzgo que el basamento es poco propicio para tratar de establecer la exis- tencia de la falla maestra del supuesto graben de Aguascalien- tes (Martinez-Ruiz, 1984), por lo que el trabajo de campo en esta unidad se limit6 a tratar de determinar la extensi6n de su afloramiento y la naturaleza de sus contactos con las rocas de la “eubierta volednica” Se considera los contactos entre el “complejo basa” y la “cubierta volednica” como fallas normales de Angulo alto (260°). No se observe estructuras durante lo trabajos de ve- rificacion en el campo. Se cree que estén sepultadas debido la relaci6n geométrica entre los bloques de falla, y a que el basamento sea més susceptible al intemperismo y erosion que las rocas volednicas circundantes. Por tanto, el “complejo ba- sal” que esté presente en un pilar estructural (Horst) est to- pograficamente més abajo que las rocas volcdnicas que ocupan Jos blogues hundidos, Se infiri6 Ia existencia de estas falas por: (1) la natura- leza recilinea de los contactos, (2) el truncamiento en el pa. {6a de afforamiento (Figura 2} dela riolta el Venaderito cer ca de la Calla Cieneguitas, y (3) la ausencia aparente de varias ‘unidades volednicas (Figura 2) al NW de la falla La Tomatina (&e,,riolita El Venaderito, toba El Picacho y rioita La Peta Bianca). {LA CUBIERTA VOLCANICA [OLIGOCENO MEDIO() Este paquete esta constituido por roca félsicas pertene= cientes ala provincia volednica de la Sierra Madre Occidental. De acuerdo con sus caracteristicas, se divigi Ia secuencia en cuatro unidades cartografiables a las que se dio nombres in- formates (Figura 3). De la més antigua a Ia mas joven, éstas son: riolita El Venaderito, toba El Picacho, riolita La Pena Bianca y riolita La Tomatina. Fuera de la zona cartografiada (Figura 2), 2 km al S60"W de ls Ciudad de los Ninos, se obser- 6 un remanente de basaltoolivinico que sobreyace ala riolita La Tomatina. Son inciertas la edad y relacién genética entre este ultimo y el resto de la secuencia voleénica, pues se desco- ‘noce si pertenece al paquete volednico del Oligoceno medio. ‘La “cubierta voledniea” fue afectada por dos sistemas de fallas, uno con rumbo aproximado N40°E y el otro N80°W (Fi- ura 2), Se cree que el sistema de fallas N40°E constituya la falla maestra occidental del graben de Aguascalientes en el {rea del cerro El Cabrito-La Tomatina, Riolita El Venaderito, Esta es ta unidad volesnica mis antigua que aflora en el 4rea. Al norte de la falla Cieneguitas, existe un remanente de estas riolitas descansando discordan- temente sobre rocas del “complejo basal” (Figura 2). La expresion geomorfoldgica de estas riolitas es varia- ble. Al oriente del parteaguas que eruza los cerros El Cabri YE! Picacho, tienden a formar cerros redondeados, en los que (GEOLOGIA PRELIMINAR DEL GRABEN DE AGUASCALIENTES 2s ZR eT ee EXPLICACION Kee ousiiaaive (| ramen ao deb gz May: AS} Awe a Terao meso) Seg Ee] tones feacho fel © 7 i capa Sa [aoe Ret tre Ne tw foevovniicr sacoos sertaeo 0) te compl bt stMBOLOS | SS cannes eatopeo N To puadnaoseeaasepeeee ene \ /? rambo inincén de capes Ay Folia en “complejo bast" Him ap Aline 3 SCALE APROKIWADA Sor Aro ineritente send ein etvctaral A A 2,800- Tit a isl Figura 2- Mapa geokigico del dea dl cero El Cabrito-La Tomatina, Estado de Aguascalientes. 2% ARANDA-GOMEZ, ert Figora 3. Colurna estratigréfica deta regi6n del eerro El Cab [a Tomstina, Estado de Aguascalientes. ccasionalmente se desarrollan acantilados con juntas subver- ticales. Al poniente del parteaguas, hacia la cabecera de los arroyos, la topogratia ¢s abrupta con numerosos acantilados, Del mismo lado, 2 la cota de los pobiados El Venaderito y Car- boneras, la topografia es suavemente ondvlada. El rasgo més conspicuo de la riolta El Venaderito es su notable folizcion de derrame (Figura 5), Ia cual se ve realzada por désvitrficacién selectiva y por la presencia de minerales cristalizados de la fase de vapor. La actitud estructural de la foliacion es variable, aunque, por regla general, el Angulo de Inclinacion de los pianos es grande. En un mismo afloramiento 8 comdn observar variaciones marcadas en el rumbo e ineli- ‘aciOn de las capas, lo cual se considera evidencia de la pre- senia de plicgues singenéticos. Bn muchos lugares, especialmente hacia ta cima de la unidad, es eomdn observar la presencia de vitrdfido negro, con ‘numerosas fracturas perliticas. En otros hay brechas 0 micro- brechas cementadas por material riolitico, las cuales se eree ‘que sean el producto de autobrechamiento relacionada con el emplazamiento y/o derrame de Ta lava. Petrogréficamente, estas rocas son porfidicas, con ma- trie vitrea. Su contenido de fenoeristales varia desde 5 hasta Figura 4 Fotomicrografie de uno de ls basaltos metamorfoseados, de facies de esquisto verde, que de enconted dentro del “complejo basa!” de La Tomatina, Se observe la ‘excelente textura (gn reiguia yin ntensacloritizacion Ge tos minerales fersomagaesianos. Luz plans polatizada;amplitud del campo visual: 3.6. 2.4mm 20%. EI tamatio de los fenocristales de cuarzo y feldespato ‘oscila eatre 1 y 3 mm y su forma desde euhedrai hasta anhe- sanidino > plagioclasa >> biotita + minerales opacos (magnetita (?)]. Todas estas fases ocurren como eristales rotos con forma Irregular y bor- des angulosos. Su tamafio oscila entre unas cvanias décimas de milimetro y 2 mm. En Ia roca también es comin observar clastos angulosos compuestos por un agregado mierocristalino de cuarzo y epidota (Figura 6). Algunos de estos fragmentos, presentan un burdo bandeamiento interno, paralelo a los bor. des de los clastos, El bandeamiento esta marcado por concen- traciones de epidota, Entre los fragmentos Itieos més comu- nes estd la pomez y, en menor proporcién, trozos de vidrio, ‘algunos sin alterar y otros con numerosas esferulitas. La ma- triz estd constituida por polve volednico de composicién rioll- tica, igeramente desvitrificado (criptocristalino). La propor- ‘ign de matriz a clastos es aproximadamente de 3:1 El carcter monolitol6gico (rioltico) marcado de esta ‘unidad, su burda estratficaci6n, la pobre clasificacién de sus fragmentos y su manera aparentc de presentarse como relleno ‘de un paleocanal al sur de fa falla del arroyo Carboneras, hacen suponer que se trate de un deposito pirocldstico retrabajado, La presencia de bloques considerablemente grandes (80- ‘50 om) en el depésito parece indicar que el medio de transpor- te fue una corriente de alta densidad (una corriente de lodo 0 lahar), El hecho de que esta toba esté ampliamente distribuida al norte de Ia falla del arroyo Carboneras, formando un dep6- sito con extensi6a lateral considerable (en comparaciGn con et ‘supuesto paleocanal), parece indicar que al tiempo que ocu- trig el depésito dela toba El Picacho, el bloque que se encuen- ta al sur de la falla constitufa un alto topogréfico, mientras ‘que el lugar de acumulacién ocupaba una depresion Riolita La Pea Blanca, Descansando discordantemente sobre la tobe EI Pieacho, o directamente sobre la riolita El Ve naderito, hay una riolta que generalmente presenta una folia- ‘ign de derrame subhorizontal. Sobre ella yace, también dis- ‘cordantemente, la riolita La Tomatina. En algunos lugares, los ‘dertames cinerficos (ash-flow muffs) que constituyen el grueso 4e Ia riolita La Tomatina, estén directamente sobre esta uni- ‘dad (¢, g, los corros La Petia Blanca y La Palma). En otros, parece mediar entre ellas un depdsito volcaniclistico similar a fa toba El Picacho. Esto dltimo sucede en la parte alta del arro- yo El Xoconoxtle y en la cantera de La Tomatina. La distinci6n entce las riolitas El Venaderito y La Peta Blanca es sencilla al norte de Ia falla del arroyo Carboneras, pues entre ellas se interpone fa toba Bl Picacho. Al sur de la Figura 6.- Fotomierografia dela toba El Picacho; uno de los rasgos mas notables es la presencia de fragmentos reemplazados por un agregado microcrstalino de cvatz0 y epidota, ocasionsimente, éstos presentan un burdo andeamieato parslelo a fos bordes del fragmento, La toba retrabsjada también contiene fragmentos de (uarzo, sanidino y plagioclase en una matriz {pémes y plva volcdnico) Luz plana polarizads; campo sua: 26% 24 mn 2 ARANDA.GOMEZ_ falla el citerio utilizado para diferenciarla fue la actitud do- minante de la foliaci6n. En efecto, aunque la riolita La Petia Blanca localmente pudiera tener foliaciones fuertemente incli- nadas, globalmente Ia foliacin y el diaclasamiento paraleloa 4ésta tienden a ser suavemente inclinados (e.g, en la cima del cerr0 El Picacho). En muchos lugares, estas rolitas tienen ade- ras un juego de fracturas subverticales, que les da un aspecto bburdamente columnar. Esto, aunado a las diaciasas paralelas ‘la foliaciéa, que llegan a produc la apariencia de una tosca estratificacion, dan a la distancia, a los afloramientos de esta unidad, un aspecto distinivo. etzograticamente, estas rolitas son siempre porfidicas ‘con matriz vitrea. Los fenocristales forman de 10 a 15% de la roca y su tamano varta desde 0.5 hasta 4 mm. Su mineralogia ‘es cuarzo 2 sanidino plagioclasa > biotita + minerales opa- 08 2 fayalita (2) + anffbol. Por lo comén, los minerales fe- rromagnesianos esta parcial o totalmente reemplazados por minerales opacos (biotitay anfibo!), oalterados a antigorita + hematita [fayalita(?)]. La identficacisn del anffbol y el olivino {8 tentativa, ya que se hizo principalmente con base en la mor- fologta de los pseudomorfos. Los fenoerisiales varfan desde anhedrales hasta euhe- ‘rales. El cuarzo generalmente forma crisiales anhedrales (~1 mm), con forma redondeada y frecuentemente corroféa. Ocasionalmente, se observa cristales de cuarzo con el hébito bipiramidal caractertstico. Los feldespatos usualmente son mayores que I mm en tamafo y pueden formar fenocristales subhedrales o euhedrales de hasta 4 mm de longitud (especi ‘mente el sanidino). Los ferromagnesianos tienen una longitud promedio de 0.6 mm y su forma es subhedral o euhedral La matriz presenta foliaciGn de derrame y diversos gra- os de desvitrificacién (Figura 7, A, B). Esta alteracién se ex- presa como una ligera bitrefringeneia en la pasta, o como es- ferulitas que varfan en tamano desde una fraccién de mili trohhasta 2m. En algunos lugares la desvitrificacisn estd fn mamente relacionada eon la crstalizacion de minerales de fase de vapor. En ellos, las esferulitas se presentan como manchas blancas compuestas principalmente por cuarzo y sanidino. Ocasionalmente estas estructuras tienen un nile, a veces parcialmente hueco, en el que se observa cristales irregulares de hasta 0.3 mm de dismetro, Riolita La Tomatina, Esta vnidad volednica,lamés joven fen el rea, incluye cuando menos dos tobas depositadas por dertames cinerftieos y dos depésitos voleanicldsticos (Figu- ra3) Elrasgo distintivo de la riolita La Tomatina lo constituye ‘una toba riolitica (T-2 en la Figura 3) pobre en fenocristales (< 2%), El color y aspecto de esta toba varfan debido a los endmenos posdepositacionales de compactacién, piroconso- lidacion y desvitrificacion (Figuras 8 y 9). En cl campo, en aquellos lugares en que se conservan las zonas densamente soldadas y de homogeneizacién, su expresién geomorfoldgica ‘es caracteristica, Abftiende a formar messs con superficie pla- na y suavemente inclinada (e g., mesa El Varal y al norte de la falla La Tomatina, Figura 2). En la cima de estas mesas, es ‘comin encontrar rocas con un aspecto peculiar, pues presen- tan una marcada foliaciGn y aineacién de derrame. Estos ras {gos estructurales se ven acentuados por eristalizacign de mi- nerales de fase de vapor (Figura 9). En algunos lugares, es posible observar la transiciéa entre la base, no piroconsolida- Figura 7 Fotomicrografa de ta diorta La Peta Blanca: porfidies con matrit vires. Uno de #45 Rotables, en cl campo yal miroscopi, esta olsen de derrame y la desutrifcacion en is matriz. (A) Puede Sprecierde como las lineas de derrame rodean aun Pequeno cristal de plagioclase (pl). Otro rasgo Eobresatience de esta mucsira (Ags 91) e2 la Gesvitrficacion. (B) Se observa un sinaGmero de ‘sferoltas microrcopiss, cada una da orgen auna cruz {he comeja una figura de iterforencia. Los fenocritles negros (A) son de biotita completamente reemplazada por minerates epacos. Amplit del campo visu. 3.6 2 mm: A= uy plana polaizada, B~ nicolescrzados. dda, del depdsito (Figura 8A), pasando gradualmente ala zona de rocas con fuerte foliaciéa eutaxitica (Figura 8B) y la zona fen que las rocas presentan la foliaci6n-alineacién conspicua (ona de homogeneizacién; Smith, 1960). Los afloramientos en las zonas de homogeneizacién y densamente piroconsolida dda comudamente presentan juegos de fracturas subborizonta lesyfo subverticales conspicucs. Las juntas subhorizontales es tn fatimamente relacionadas con la foliacibn y, en algunos lu- gares, dan a la roca un aspecto “lajeado”. Por otra parte, las, jantas subverticales forman varios juegos que dan a roca un aspecto burdamente columnar. ‘La composicién mineraldgica de la toba (T:2) ¢s sanidi- oz euarz0 > opacas ® plagioclasa. Los fenocristales forman menos de 1% de la porcidn no piroconsolidada del dep6sito y pueden llegar a constituir 26.3% de las otras zonas; su tamatio promedio es menor que 1 mm su forma varia desde euhedral GPOLOGIA PRELIMINAR DEL GRABEN DE AGUASCALIENTES Figur 8 Roomieroprati dela ignimbita 2, pertenecinte ela lita La Tomatina, so axpecto 9 color varian {randementedcbo sox fenomenoe de compaction, Biroconsoliéaion y derviificacion (A) Se muestra el pectacarctratieo dela base no provonslidada dl ‘epocito, se observ a presencia de sumecosas equ las de vido (tess shards) yalguaon globus. (B) Se Spree Gelormacin inten debido 8 compectacion 7 rosouolidacon; ns exgurasapeecca aplasia igunee se observa crstlizacion iaciplente Jebida & atbiticacin; cn i poreion ctrl ae observa una fons ve color blanco en la que hubo erstalzacion de Tae devapoe, Amboe fotopratas fueron fomadat con lt laos polariaedn, amplitus del campo visual 3.6. Bin hasta subbedral,siendo comn observareristles fotos. Ea la tmatré de la zona sin piroconsolidar, se observa numerosas es- Quirlas de vidio y, ocasionalmente,fragmentos de virio con forma globular (Figura 8,A). Los fragmentos de pomer en esta zona son escasos y tienen dimensiones redueides. En los aflo- ‘amientos, se observ algunos trozos del tamatio de lpi (~3 fem de diémetro)y en la imines delgada,feagmentos mene- resque Lom “En el microscoplo, las muestras revolectadas en a zona de homogeneizacion no revelan evidencias de su origen pirc- elastco, Todas las esqutlasy fragmentos de pémez fueron completamente destruids (Figure 9). En estasrocas la maiz ts.unvidroligeramente desvitrifcado, con numerosas bandas fluidates densamente espactadas, En as bandas se observa un aumento en la desvtifeacin y/o un agregado crstlino(sa- nidino + euarzo + minerales opacos) burdamente crostfies- Figura 9.- Fotomicrograie del dezrame cnertico T-2, en su parte sani- dino > plagioeiasa + biotita {reemplazada por minerales opa- 08 (2)} + zircén. Los fenocrstales constituyen aproximada- mente un 10% de la porcién no piroconsolidada de la toba (Figura 10). En ia zona densamente piroconsolidada, las fases intrateluricas constituyen de 20 a 25% de la roca. El tamaso de los fenoeristales oscla de una fracei6n de milimetro a3 mm, Su forma varia desde euhedral hasta anbedral, y es comdn ob- servar eristales rotos. A diferencia de la toba T-2, estas rocas presentan en la matriz numerosos fragmentos de pome2. Eo 1 afloramiento, el color de T.1 varfa desde rosa intenso (zona ‘in piroconsolidar), hasta rojo carmin (zona densamente piro- x ARANDA.GOMEZ Figura 10. Fotomicrogratfa de la toba‘T-1, que contiene abuadantes fenoeristales. En la matriz de la parte sin piroconsolidar, es comin observar mumerosas Exquirias de vidrioy Cragmentor de pomezsin clapsar {ioe fenocristales mis abundantes son de cust20 (€) ¥ ‘sanidino (san). Lut plana pol ‘campo visual 26°24 mm. consolidada). ‘Al norte del poblado La Tomatina, deseansando sobre "T2, se observ6 algunos remanentes de una riolita color gris, relativamente rica en fenocristales (~20%). Su mineralogiaes ‘cuarza 2 sanidino > plagioclasa > minerales opacos + zireén + diotita, Los fenocristalesllegan a tener una longitud maxima de 4 mm y varfan en forma desde subhedrales hasta anhedra- les. En su base, as riolitas son masivas y cambian gradualmen tea rocas con una foliacidn débil. La matrixes criptoeristalina; ‘en algunos lugares, se le observa foliaciGn marcada por erista lianeiGn de fase de vapor, constituida por sanidino + cuarzo + minerales opacos. Dada la pobreza y el tamago restringido de ‘sus afloramientos, se desconoce el origen preciso de estas ro- cas y su importancia estratigréfica fuera del érea. ESTRUCTURAS POSTOLIGOCENICAS Las rocas que afloran en Ia region de La Tomatina regi tan diversos perfodos de deformacion. El “complejo basal” conserva evidencias de la deformacion preoligocénica contem- pordned al metamorfismo que las afect6 (Cretécico (?)]}. Las Fiolitas El Venaderito y La Pefia Blanca poseen una gran com- plejidad estructural interna, independiente de los procesos teetGnicas que afectaron el drea. La actitud variable y fuerte- ‘mente inclinada de su foliacion se debe, prineipalmente, al mo- vimiento de la lava al tiempo de la extrusidn. La clave para entender las estructuras postoligocénicas en el drea esté en la ignimbrita T-2 de la rioita La Tomatina En general, se considera que los cuerpos tabulares de ignim- brita som buenos marcadores estratigraficos, ya que pueden \Wegar a sepultar amplias regiones y tienen una actitud inicial casi horizontal (Smith, 1960, p. 837) La cartogratfa geol6gica mostr6 que T-2 fue desplazada por fallas normales (Figura 2). En la regiGn del cerro El Ca- brito y La Tomatina, es posible distinguir dos juegos de fallas importantes: uno con rumbo N40°E y otro con W-E; la rela- cidn de edad entre elloses incierta. En la poreiGn septentrional del érea, Ia fla Cleneguitas (N80°W) parece estar cortada por la falla La Tomatina (N4S°E); por otra parte, al sur del cerro EI Cabrito (Figura 2), la relacin es inversa, pues las fllas con rumbo NE parecea termiaar en una falla NW. No puede precisarse la edad absoluta del fallamiento con fos métodos de campo utilizados; 1o dnico que puede es- tablecerse con certeza es que es posterior a la extrusién de la riolita La Tomatina, La orientaciGn (N40°E) de Ins falas eartografiadas 10 coincide con la direccién det valle al norte de la civdad de ‘Aguascalientes. En las imagenes de satélite y en el mapa hip- sométrico (Figura 1), es notable que en el drea de La Tomatina haya un marcado cambio en el rumbo de las estructuras. Se cree que esto se deba.ala presencia de varios sistemas de fallas, en el drea. RECONOCIMIENTO GEOLOGICO EN TEPEZALA, EJ trabajo realizado en el borde occidental del valle de ‘Aguascalientes indica que este dhiimo est4 controlado tectoni- camente. Para corroborat la existencia del sistema conjugado de fallas, se seleccions el drea de Tepezal, 40 km al NE de la ciudad de Aguascalientes (Figura 1), El reconocimiento geo- logico en esta region se efectud en los arroyos principales, con- centrdndose en elcambio de pendiente que constituye elfmite del valle En la region aflora una secuencia de sedimentos marinos debilmente metamorfoseados. intensamente plegados. Las i- tologfas més abundantes son intercalaciones de arenisca con lutita y de caliza areillosa con luita, En el drea también afloran caliza con pedernal y skarn de granate. A esta secuencia mari- na se ha asignado una edad eretdciea y se ha correlacionado ‘on las formaciones Caracol, Indidura y Cuesta del Cura, res- Pectivamente (Martinez-Ruiz, 1984). Al oriente de Tepezald, cexisten rocas de fa cubierta voledniea del Oligoceno medio (DETENAL, 1971), AA realizar el reconocimiento, el objetivo fue tratar de encontrar remanentes de rocas volednicas en el lecho de os ‘arroyos, al poniente del cambio de pendiente. Los esfuerzos fueron infructuosos, ya que en el lecho de los arroyos sdloaflo- ran grava y arena sin consolidar, En los arroyos estudiados, los afloramientos de la se- ‘cuencia marina no brindan evidencias pertinentes al problema que nos ocupa. Estructuralmente, el area es compleja y hay dos direcciones aproximadamente perpendiculares en los ejes de los mieropliegues. La orieatacién ms comin de los ejes y de las alineaciones sobre los planos de estratificacién en las ‘marges y de foliacién en las filitas es NE. Las rocas em el érea rmuesiran los efectos de dos eventos metamérficos: uno de ca Geter regional que recristaliz6 a las rocas peliticas principal- ‘mente transformndolas en filita, y otro de contacto que cau- 6 Ia formacién de skarn de granate. Por sus caracteristicas estructurales y el metamorfismo que presentan, consideramos que las rocas de Tepezald pertenecen al “complejo basal”. CONCLUSIONES, [Nuestro estudio acerca det origen del agrietamientose cen- td en la hipdtesis del origen tect6nico. El método utilizado fue cl tratar de establecer: (1) que el valle de Aguascalientes esté controlado tecténicamente, (2) que esta fosa pertenece a un sis- tema bien definido de estructuras (Aranda-Gémez etal, 1989) y (2) Que existen evidencias aisladas de actividad tecténice pos- (GEOLOGIA PRELIMINAR DEL GRABEN DE AGUASCALIENTES a tpleistocénica en et sistema (Aranda-Gémez, et al, op. cit) Los resultados obtenidos indican que, al menos en el borde occidental de valle, existen falas normales postoligocé- nicas con desplazamientos importantes. Fl trabajo de recono- cimiento en el lado oriental del valle no aport6 informacion concerniente a problema que nos ocupa. Sin embargo, en Cié- nega de Mata, Jalisco, donde se midis una roseta de fracturas, se encontr6 rocas con las caractersticas de eampo de la ignim- brita T-2 sobreyaciendo a rocas similares ala riolita La Petia Blanca. La cota a la que ocurre este contacto es 2,300 m. s. im, Sila actitud general de Is unidades fuera horizontal, esto ingicarfa que hay un desplazamiento notable de T-2 dentro det valle (2. ¢, en la mesa El Varal), respecto a este blogue. Con- sideramos que el graben de Aguascalientes pudiera tener su limite oriental en el cambio de pendiente entre El Liano y la pequeta serranta que existe en los alrededores de Ciénega de Mata, Se cree que la prueba final de la existencia det sistema ‘conjugado de falas debe buscarse através de cartogratla geo- Logica y trabajo estratigrafico detallado en los lugares en que aisladamente existen rocas de la cubierta volednica(e g.,€n lt region entre Asientos y Lopez Mateos). ‘A pesar de que las grietas tienen un rumbo aproximada- mente paralelo al del valle de Aguascalientes, no se eree que aquéllas hayaa sido originadas directameate por movimieatos tect6nicos. EI hecho de que no hayan ocurrido sismos asocia- dos @ la apertura de las grietas, de que éstas tengan un movi- miento aparentemente continuo desde 1981 y que los acuffe- ros del valle estén siendo intensamente sobreexplotados, nos hacen suponer que ésta sea laraz6n inmediata del fenémeno, Sin embargo, la orientacion de las grietas pudiera estar con- trolada de una manera pasiva por rasgos estructurales que den forma a la cuenca en que ocurren los materiales permeables {y/o por irregularidades (“escalones de fala") en el piso de la [La informacicn acerca del estado tectGnico actual de la Mesa Central es escasa y de valor discutible; ademas, es posi ble que algunos de ios datos agut citados no sean extrapolables ‘toda la regiGn, por lo que el lector deberd tomar con reservas algunos de ellos y considerar que nuestras conclusiones son de cardcter especuiativo, [Las zonas en que existe tectOnica extensiva activa (e.g, cl rift del Rio Grande) se caracterizan por flujo térmico alto, voleanes relativamente j6venes (algunos de ellos portadores ‘de xenolitos ultramaficos), cuencas excepeionalmente profun- das y fallamiento reciente. La actividad sismica asociada es aparentemente intermitente y los eventos tienen una magni- tud baja (Seager y Morgan, 1979). En la region de estudio (i.e, norte dela alla El Bajio) ‘escoméin encontrar acufferos con aguas termales (e.g, Taboa- dda, Gogorréa, Ojo Caliente, Aguas Buenas, Aguascalientes, ete.) En algunos lugares aislados hay pequefis campos voted. nicos pleistoeénicos (7) constituldos por basaltos alcalinos y/o basanitoides (Ventura y Espiritu Santo, S. 1. P, y San Diego de la Unin, Gto.). Asociados a este voleanismo, a veces se encuentra basaltos con xenolitos provenientes dei manto su- perior y base de la corteza (Aranda-Gémez, 1982). Las locali- {dades continentales con xenolitos coménmente, aunque none- ‘esatiamente, estan asociadas a medios ambientes extensivos (Forbes y Kuno, 1967 y Aranda-Gomez y Ortega-Gutiérrez, 1985). Las estimaciones indirectas del gradiente geotérmico ‘en el frealfdican que éste es alto (Aranda-Gomez, 1982). Las estimaciones basadas en el flujo térmico medio cerca de la superficie también coinciden (Ziagos etal, 1985). La presencia de depésitos de grava y arena extensos, con fauna pliocénico-plestocénica (Mooser, 1958; Carranza-Cas- taeda er al., 1982), es caractertstca de la region. Estas acu- mulaciones de material cldtico rellenan parcialmente las de> presiones topogréficas de San Miguel de Allende y La Quema- 4a, elvalle de Villade Reyes, la depresion de Lagos de Moreno yet valle de Aguascalientes. Se eree que estos depésitos estén {enéticamente relacionados con el levantamiento regional que ha afectado a ls sierras que bordean a as fosas tect6nicas. Un ‘ejemplo notable es el cerro EI Cubilete,en el que gravay arena del Pleistoceno (”) estén elevadas 600 m sobre sus contrapar: tes en El Bajfo (J. Martinez-Reyes, comunicacién personal, 1986). Bl patrén morfoldgico de la Sierra de Guanajuato (Aranda-Gomezet al., 1989) sugiere que toda ella pudiera ba- bberse elevado, siendo posible que ain lo esté haciendo. Exis- ten registros histéricos de terremotos que causaron destruc: ign y apertura de grietas en Villa Hidalgo, 8. L. P.(Cabrera- Tpita, 1969, p. 60). ‘Una bsqueda parcial en los registros compilados por c! Instituto de Geofisica de la UNAM (Reynaldo Mots-Palomi ‘no, comunicacion personal, 1985) indica que hay actividad ss- ‘mica en la regiGn comprendida entre San Miguel de Allende y San Juan de los Lagos [falla det Bajfo (?)] ‘Todas estas evidencias hacen pensar que existe actividad tectOnica reciente en el drea. En el caso particular de los gra- bens de Aguascalientes y Villa de Reyes, no es posible utilizar las fallas que afectaa al relleno de los valles como evidencias, ya que los acufferos en ambas regiones estén siendo sobreex- plotados (Martinez-Ruiz y Aguirre, 1984; Martinez-Ruiz, 1984), RECONOCIMIENTOS: Lainvestigacisn presente tiene como antecedente un in- orme inédito inttulado "Anslisi del agrietamiento en la cu dad de Aguascalientes, que se realiz6 en 1985 en colaboracién con José Manuel Aranda-Gomez, de la Universidad Aut6n0- ‘ma de Aguascalientes. E! Consejo Nacional de Ciencia y Tec- nologta brind apoyo financiero para ese proyecto, ‘Victor Manvel Dévila-Alcocer y Juventino Martinez Reyes proporeionaron informacisa inédita acerca de la edad del “complejo basal”. Raul J. Marsal, Zoltan de Cserna, Fer- ‘nando Ortega-Gutiérrez y Juventino Martinez-Reyes leyeron el informe original, dando dtiles opiniones y comentarios. 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