You are on page 1of 17
X Dora Wiebenson 0 LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA tecto (como hoy Io llamarfamos); del tratado erudito al modesto, pero no menos stil, manual. Este libro nos recuerda una vez mas (un recuerdo que no se nos suele ofrecer a menudo) el poder y la gloria de la palabra impresa. Y a Ia palabra se afiade aqui la luz y la magia de [a ilustraci6n gréfica. Al igual que la teoria y la préctica cn el caso de la arquitectura, éstas palabra ¢ ilustracién— son dos elementos cuya unién fue esencial pa~ ra su divulgacién, Cuando Fra Giovanni Giocondo, en 1511 —casi al principio de nuestra historia—, afade grabados a su edicién de Vitru- vio, da un gran paso adelante. Y desde entonces ya no seria el rexto de Vitruvio lo que en realidad se estarfa ilustrando, sino el disefio clésico tal como lo concebia el Cinquecento. Sin esas ilustraciones, sin esos li- bros, Ia arquitectura del Cinquecento y también la del siglo Xx hubie- ran sido muy diferentes, mucho més pores. ‘Tenemos, pues, el texto, asimismo tenemos la imagen y, por encima de ambas, la’ belleza de los libros mismos. Los libros de arquitectura, por el mero hecho de tener que combinar Ia imagen y la palabra, se en- Cuentran con frecuencia entre las grandes maravillas de Ia creacién bi- bliogréfica. La sutileza y complejidad de composici6n, la variedad y ri- queza de la rotulacién y la claridad y la 16gica de las ilustraciones, en voltimenes como las ediciones de Vitruvio de Cesariano y Perrault o el Cours d’Architecture de Blondel, no resultan faciles de superar. Y ademés, al lado de estas obras maestras de la composicién bibliogréfica, encon- tramos gran cantidad de libros menores, a su manera tan atractivos ¢o- mo los otros. Su cuidada sencillez, unida a un gran entusiasmo verbal, les proporciona un encanto que no se debe ignorar. Hemos de agradecer a Dora Wiebenson este maravilloso trabajo de recopilacién. Ella concibid, defini6 y articul6 el proyecto y, tras muchos afios, logré tan espléndido fruto. Gracias también a rodos los que con ella colaboraron. Este libro —y los libros importan mas de lo que parece— es y sera siempre una importantisima contribucién a ese as~ pecto fundamental de la teoria arquitecténica: la bipolaridad enere sheo ria y pragma, ars y scientia. ‘Apour K. PLACZEK INTRODUCCION 1. Descubrimiento de Vitruvio Cuando en 1414 se descubre una copia manuscrita del De architectu 1a de Vitruvio, todos los documentos relacionados con la arquitectura recogidos hasta entonces versaban principalmente sobre tecnologia ¢ ingenicria, Los hombres interesados pot la arquiteccura no estaban pre~ parados para enfrentarse ni con la dificil tarea de traducir’a términos modernos un lenguaje y una profesi6n olvidados, ni con una estética ar~ quitecténica basada, en gran medida, en unos modelos, una cécnicas y un sistema de diseio ornamental que les eran desconocidos. La labor de hacer inteligible a Vitruvio, y de formular con ello los principios de la arquitectura clisica, recay6. primeramente en los eruditos humanistas, arquedlogos, anticuatios, fildlogos y graméticos. ‘A medida que fue aumentando el interés por el pasado clisico, los artistas, los arquitectos y sus mecenas empezaron también a reparar cn el dificil y obsoleto texto de Vitruvio. Hasta que llegaron a dominarlo, dependieron durante algin tiempo de la metodologia y la experiencia de los eruditos humanistas. En los primeros productos de la colabora- cién de estos dos grupos, los autores estaban, pues, de algdn modo fa- miliarizados con ef tratado de Vitruvio que citan en sus obras. Los ma- rnuscritos producidos fueron extraordinariamente variados y originales. El de Alberti, concebido durante la década de 1430 y publicado péstumamente en 1485, fue el primero de los eratados. La tarea que él mismo se fijara de dominat el tratado de Vitruvio y de dar una respues~ ta prictica y moderna a aquella obra clsica, tuvo como resultado el mas profundo de todos estos primeros cratados, asi como el més préximo en espiritu y forma a la obra original, pese a la critica que Alberti dedi- ca al autor antiguo. Sin iluseraciones y escrito cn una prosa latina mo- delada al estilo ciceroniano, apenas se volvié a publicar, a pesar de los profundos conocimientos, tanto practicos como de literatura clisica, Oe Se 2 LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA demostrados por su autor. No obstante, la obra de Alberti, que repre- senta el desaffo del hombre moderno con respecto a la antigiiedad clisi- ca, legatfa a ser uno de los tratados més consultados y citados. ‘Otros tratados de este primer grupo contenfan ilustraciones. Filare- te, quien escribié levado por algunos de los mismos objetivos que guiaton a Alberti orienté su obra hacia las artes y los artesanos. Su idea ino era desafiar a los antiguos, sino animar a su snecenas a que constru- yera. Francesco Coloma vio en la obra de Vitruvio s6lo aquellos aspec- tos que se relacionaban con los objetos visualmente encantadores de una versién idealizada y fantéstica del mundo del gético veneciano tar- dio, entonces en pleno vigor. De todas las primeras obras relacionadas con el tratado dlisico, quiz4 sea la suya la que guarde una relacién menos inmediata con la arquitectura, pero proporcionaria fuentes decorativas basadas en descripciones y restos clisicos, ast como una reconstruccién visual de una antigtiedad ideal anteriormence tan s6lo imaginada a par- tir de las descripciones literarias. El diltimo de estos tratados eempranos, obra de Francesco di Giorgio Martini, posiblemente haya constituido el escrito mis accesible de todos los producidos por aquellos primeros au- tores. Di Giorgio no sélo escribié cn italiano, sino que ademis lo hizo dentro del mazco de Ia practica contemporiinea ¢ incluy6 copiosas ilus- traciones marginales con sus interpretaciones y variantes del material vitruviano, Di Giorgio representa el eslabén més directo entre el arqui- tecto-artesano de finales de la Edad Media y el arquitecto del si ‘glo XVI. Sabia y estaba influenciado por Ia obra de un ingeniero de principios del siglo xv, Taccola, y sus tratados, aunque mancuvieron siempre la forma manuscrita, fueron copiados y citados con mucha fre- cuencia. Entre su obra y la de Serlio puede establecerse una linea direc- ta que pasa también por la de Peruzzi. Pese al interés de los arquitectos por el texto vitruviano, la primera edicién de Vieruvio se debe a un gramético, Fra Giovanni Sulpitius. Es- te centré su atencién en la edicién en un latin correcto del texto anti- guo, basindose en un solo manuscrito. Aunque vio dos ediciones poste- riores, parece que esta versi6n cuvo poca influencia en la teorfa y le prictica arquitecténicas, si bien es cierto que le siguieron, a partir de 1511, un sinfin de ediciones ilustradas del texto de Viruvio y que hacia 1521 éste empezaria a traducirse 2 lenguas modernas: italiano, francés, alemén y espafiol. Estas ediciones aparecieron en respuesta a una de- manda popular muy excendida de informacién sobre la arquitectura clé- sica. Tanto las traducciones como las ilustraciones constituyen un intento imaginativo ¢ inexacto de hacer comprensible para el lector moderno y sin preparacién clésica el texto latino de Vitruvio. En tales ediciones, | INTRODUCCION B Jos traductores, editores y comentadores se dirigian a este tipo de lec- rores, excluyendo al erudito, quien, sega ellos mantenian, podria siem- pre remitirse al tratado original en busca de informacién. Este grupo de tratados esté centrado en dos obras. La primera es la de Fra Giovanni Giocondo, ingeniero y arquitecto ademés de arquedlo- {0 y erudico internacionalmente conocido. Gioconda consuleé y cotejé varias versiones del texto vitruviano, compaséndolo asimismo con los restos de la antigtiedad clisica, en un intento de clarificar sus discrepan- cias y de relacionar el mundo antiguo con su tiempo. La suya fue la pri- mera edici6n ilustrada de Vitruvio, y su selecci6n de ilustraciones se re- petirfa cn otras ediciones posteriores, en las que incluso las xilografias originales fueron copiadas, reucilizadas ¢ impresas todavia en 1648 en la Sleima edicién del tratado de Delorme. La seguinda Obride importancia en este grupo es la de un artista-arquitecto, Cesare Cesariano, El tam- bién incrodujo importantes y duraderas innovaciones a estas ediciones: Ja traduccién a una lengua moderna (aunque los editores posteriores consideraron que su versi6n era incompleta y, como tal, la ignoraron), el comentario (aun cuando no consistfa sino en una sétie-de divagacio- nes y anécdotas) y las ilustraciones, imaginativas ¢ inexactas, que feapa- recerfan en otras ediciones posteriores de Vieruvio y tendrian una gran influencia en los tratados producidos en el norte de Europa durante los siglos XVI y XVI. A estas dos obras y basadas en ellas, siguieron, en ré- pda sucesi6n, otras ediciones ilustradas en lengua vulgar. Ninguna de “ LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA cllas iba ditigida a los eruditos y todas ellas fueron recopiladas por hombres que no eran arquitectos: Durantino, Caporali, Martin y Ryff. En los iiltimos aftos de la década de 1530 las deficiencias de las pri- meras ediciones de Vitruvio se hicieron obvias. Eran demasiado genera- les ¢ inexactas para ser titiles ya fuera como texto sobre la arquitectura antigua, ya fuera como tratado en el que basar la arquitectura moderna. En respuesta a esta situaci6n y ya antes de 1540 empezé a imprimitse el primer tratado sobre arquitectura moderna independiente del texto de Vitruvio; su autor fue Sebastiano Serlio. El formato, en el que se otor- gaba més importancia a las ilustraciones que al texto, y la planificacién de la obra, dividida en secciones que respondian a temas arquitecténi- cos especificos, hacfan gran hincapié en la importancia de las ilustracio- nes y en la categorizacién de los elementos arquitecténicos, conceptos tipicos ambos de los tratados de finales del siglo XVI No mucho después empezaron a hacerse muy populares aquellas publicaciones que recopilaban las ruinas de Ia antigua Roma, y con ellas aparecié la posibilidad de sustituir el tratado de Vitruvio como fuente de referencia de la arquitectura clisica. De todas estas publicaciones la que mis influencia tuvo fue la bella edicién de las ruinas romanas de Labacco, que incluso es posible que fuera una de las fuentes utilizadas por Piranesi en el siglo XVIII para sus visiones de la antigiiedad, y que seria muy citada, junto con los tratados de Scamozzi, Vignola y Palladio, por los tedricos posteriores. Los efectos nuevos y poco ortodoxos que INTRODUGCION 5 se desprenderian de la investigaci6n directa de la antigiiedad aparecen asimismo sugeridos en los estudios realizados por Montano en la pri- mera mitad del siglo XVI. Los eruditos, por su lado, emprendieton la tatea de hacer ediciones criticas del eratado de Vitruvio. La contribucién més importante en es- te sentido es la obra realizada por la Accademia della Virei, de Roma, en la que la preocupacién fundamental de los estudiosos que la compo- nnfan ea la clarificacién de los pasajes oscuros del tratado. Las anotacio- nes de Guillaume Philander al De architectura pueden considerarse el re- sultado piblico de esta investigacién, Philander, ademas de humanista, cera arquitecto y alumno de Serlio. Su obra aclara el texto de Vitruvio, sugiriendo, mediante la simplificaci6n de las ilustraciones, una interpre- tacién selectiva y sistematica en la que se integra la informacién prove- niente de Ja literatura y de las cuinas clésicas. Sus anotaciones influyeron con toda seguridad en las ediciones posteriores del texto de Vitruvio y también puede que ejercieran cierta influencia en la obra de unos arqui- tectos, tales como Palladio, Vignola y Delorme, que empezaban por en- tonces a dominar ¢ interpretar el material clisico desde el punto de vis- ta de la practica moderna. Las actitudes y métodos desarrollados en los afios centrales del si- glo bajo la influencia de la investigacién erudita permitieron que los ar- quitectos empezaran a desarrollar unos principios para su profesién, gue entonces pasarfa a independizarse de toda influencia externa a ella. as ediciones de Vitruvio fueron sustituidas por tratados modernos de arquitectura. Organizados de una forma selectiva y sistemética, todos ellos presentaban una interpretacién original de la relacién existente entre la profesin de arquitecto y el material del pasado clisico, y una seleccién de temas importantes para su desarrollo en aquel momento. EI grupo de tratados producidos en la segunda mitad del siglo XVI pro- porciona una base sobre la que se sustentarfan todas las publicaciones de arquitectura de los dos siglos siguientes. Sélo los tratados de Cataneo y la obra tardia de Viola Zanini contintan la tradicién popular anterior a 1540, pero incluso en cllas puede verse la influencia de las tendencias posteriores a 1550. La obra de Philibert Delorme, por su amplitud y ctudicién, entra en el contexto de los arquitectos eruditos de la década de 1550, cuya tiltima expresiGn seria la Idea de Scamozzi. Palladio, en la linea de los arquitectos eruditos, seleccionarfa y sintetizaria el material arquitect6nico, pero creando una teoria personal que, al igual que las primeras ediciones de Vitruvio en lengua vulgar, podia ser entendida por el lector sin preparacién clisica. En los primeros aos del si glo Xvil, Wotton recuerda aiin la figura del arquitecto erudito © huma- 16 LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA INTRODUCCION 7 nista al subrayar en su obra «l6gicar y «elemental» Ia importancia de la capacidad intelectual del arquitecto, proximo ahora al diletante ‘Aunque estas ediciones de Vitruvio, junto con los tratados del si slo Xvi, continuaron publicindose durante todo el siglo xvi, también vieron la luz nuevas ediciones del autor clésico realizadas por los estu- diosos del momento, quienes produjeron léxicos latinos y compendios mis que obras de interpretacién verdaderamente originales. La dleima gran edicién de Vieruvio se debe al éltimo gran arquitecto erudito, Claude Perrault, y para ello hubo que esperar hasta finales del si- glo Xvi. La obra suponfa un texto definitivo sobre la prictica de los antiguos y los modetnos. En cuanto que interpretacién global del mate- rial vitruviano, es el producto de un arquitecto convencido de su capa cidad profesional y preparado-pata-absorbery desarrollar materiales procedentes de otras disciplinas. La interpretacién de Perraule se con- vertitfa en la edicién definitiva de Vitruvio; y su consulta, en una obli- gacién para todos sus edicores posteriores. Por otro lado, Ia edicién abreviada de la obra vitruviana realizada por Perrault, en la que con- dens6 y reorganizé cl texto original, nossintroduce en el siglo XVIII y cn las publicaciones realizadas por amateurs. II, Arquitectos y aficionados En torno al 1600 llegé a su fin la produccién de grandes tratados para especialistas. En su lugar aparecieton un gran ndmero de nuevas ediciones de los mismos, junto con reediciones de las ediciones de Vi- truvio de Barbaro, Philander, Rusconi y Martin. El tratado completo de Serlio, que se habia compilado y publicado varias veces desde media- dos del siglo XVI, goz6 de cierta fama durante los primeros afios del si glo siguiente, pero, salvo una edicién tardia realizada en 1663, acab6 por desaparecer. Los Quattro Libri completos de Palladio conocieron, ya mediado el siglo XVI, una edicién en francés que tendria gran impor- tancia en su momento; el tratado de Delorme, que ha de asociarse con el de Guarini aparecido en los iiltimos afos del siglo xvi, fue objeto de dos ediciones, una en 1626 y la otra en 1648; la obra tardia de Zani- ni se reedit6 una vez. El premio a la popularidad se ha de dividir a par- tes iguales entre Wotton, cuyos Elements, orientados hacia el lector camateut, vieron seis ediciones entre 1649 y 1698 y continuaron publi- cindose durante los siglos XVIII y XIX, y Scamozzi, cuya Idea, un com- pendio dirigido al lector profesional, se publicé completo en dos edi- Giones alemanas y tres italianas, la dltima todavia en 1714, 18 LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA Ya fuera en forma enciclopédica o resumida, estos libros contenfan una serie de temas arquitect6nicos, entte los que se incluycn la historia y ptincipios bisicos de la arquitectura, perspectiva y geometrfa, mate riales y técnicas de consteucci6n, ejemplos de arquitectura civil y do- méstica y, sobre todo, los drdenes, todos los cuales continuarian traténdose y desarrollindose en muchos de los tratados tardios que empezaron a proliferar en los tltimos afios del siglo XVII Unos cuantos manuales producidos en el siglo XVII siguicron esta tradicién temprana, El manual de Branca, publicado en los primeros afios del siglo, posteriormente el libro de texto més utilizado en Italia, yl tratado de Capra, que debe mucho al anterior y que dara de una fe- cha tan tardia como’ 1678, representan una extensién provinciana de aquellas primeras obras. Las innovaciones que tendrfan lugar en la teo- ria arquitectnica durante el siglo Xvit iban a provenir, no obstante, de os no profesionales, los aficionados y los diletantes. Entre sus contri- buciones podemos citar la asociacién mistica de la arquitectura clésica con la cristiandad, patente en los estudios del Templo de Salomén, que, iniciados con Villalpando y continuados por escritores tales como Cara- muel de Lobkowitz, atin seguirfan vigentes ya entrado el siglo Xvi en. tun autor como John Wood; la rigurosa adhesién a los principios més austeros de la ornamentacién clisica, tales como los defendidos por G: llaccini; y cl desarrollo de manuales sobre el gusto y la practica arqui tectdnica dirigidos al amateur, como las obras de Gerbier publicadas en la década de 1660. La aparicidn de un nuevo tipo de cratados generales de arquitectura INTRODUCCION 19 se inicia principalmente con Ia publicacién de los dos grandes Cours architecture de los franceses Francois Blondel y Charles Daviler. El ‘Cours de Blondel, que refleja la formacién del estudioso de la arquitec- tura en la recientemente constituida Academia Real de Arquitectura, trata en su mayor parte de los 6rdenes ¢ incluye un estudio compara vo de las relaciones proporcionales desarrolladas por los grandes teéri- cos del Renacimiento, basado en la obra temprana de Fréart de Cham- bray. El curso de Blondel es una muestra del conservadurismo de la academia. Sin embargo, aun en el marco de esta instituci6n, se daria también una posicién alternativa; ésta, aunque asimismo entaizada en la tradici6n det siglo XVI, se basaba primordialmente en la autoridad de los restos visuales de la antigiedad, pese al hecho de que, al entregarse de lleno al desarrollo fiel de un material tomado“direétamente de las ruinas clisicas, desafiaba la autoridad de Vitruvio y los tcéricos moder- nos. El estudio arqueolégico de Roma Hlevado a cabo por el joven aca- démico Desgodets, a quien apoyaba econémicamente la misma Acade~ mia, supuso un desaffo real a las autoridades establecidas, y la obra no fue muy bien recibida. Pese a ello, se convertiria ca~tina’de las obras que mis influencia ruvieron en las publicaciones arqueoldgicas poste- riores sobre la arquirecrura antigua del Mediterrineo, especialmente en la de Stuart y Revett, quienes, con su descubrimiento de Ia utilizacién de sistemas decorativos poco ortodoxos tomados de la antigua Grecia, vinieron a socavar los cimientos sobre los que sc sustentaba la teorfa ar- quitect6nica renacentista ¢ indirectamente iban preparando el camino para el eclecticismo estilistico del siglo XIX Pero el mayor impacto en el desarrollo de los nuevos tratados gene~ rales de arquitectura lo produjo, sin embargo, el Cours d'arcitecture de Daviler. Esta obra, que intentaba ser en un principio una edicién anota- da del Regola de Vignola, fue posteriormente desarrollada y ampliada, terminando por constituir una exploracién sistemética de todos los te- mas que componen el campo de la arquitectura. Reeditado en Francia cn numerosas ocasiones, fue traducido al alemén por Sturm, quien tam- bién recopilé y publicé el material que constituyc el tratado de Gold- ‘mann, Mediante la traduccién de Sturm, el Cours de Daviler tuvo una considerable influencia en las publicaciones arquitect6nicas alemanas. Paul Decker en su Ausfihrliche Anleitung zur Civil Baukinst llegaria a in- cluir grabados tomados de la obra de Daviler, y el Universae architectura de Christian Rieger seguis Ja, misma organizacién tematica pragmética y detallada, El auge que alcanzaron en Francia, durante la primera mitad del siglo xvitl, las publicaciones sobre arquitectura doméstica debe también mucho al Cours de Daviler. La tcoria arquitect6nica inglesa, aunque también participara de las tendencias iniciadas en el siglo XVII, permanecié mas apegada a una tra dicién del xv1 todavia vigente, como lo demuestra su dependencia de las ruinas antiguas y los textos clisicos. Las notas arquitecténicas de Wren, publicadas péstumamente en su Parentalia, y el inacabado trata- do de Henry Aldrich, su contemporineo escrito en latin, sugieren una continuaci6n de esta corriente. La mayoria de las publicaciones relacionadas con la arquitectura, tanto las versiones abreviadas dirigidas a los aficionados, como las enci dlopédicas producidas para los profesionales, aparecieron a lo largo del siglo xvitt. Durante los primeros aftos del siglo y poco después de la publicacién de la versi6n abreviada de Vitruvio realizada por Perrault, ‘empcz6 a producitse un nuevo tipo de publicacién dirigida al aficiona- do. Los autores introducirfan nuevas formas estilisticas mas cercanas @ la literatura, tales como la epistola, el ensayo y la conferencia, que te sultarfan en un conjunto de obras a menudo excéntricas, innovadoras € iconoclastas. Algunas de ellas oftecen el pensamiento més avanzado del momento en lo que a la teoria de la arquitectura se refiere. Michel Fré- min desafi6 la prioridad de los érdenes clisicos sustituyéndolos por los conceptos, puramente pricticos, de funcién y uso; Jean-Louis Corde- moy basé el uso de los érdenes en unas premisas estructurales funda: mentales; y Robert Morris aplicé el sistema de proporciones extraido de los érdenes a otros elementos y espacios arquitecténicos. ‘Al mismo tiempo empezaron a aparecer versiones simplificadas de INTRODUCCION a las publicaciones més relevantes sobre teorfa de la arquitectura, todas cllas escritas en la forma de libro de texto elemental para estudiantes y aficionados. El tratado abreviado de Leclerc, publicado en 1714, conti- niia la tradicién de la Academia Real de Arquitectura y se centra princi- palmente en los 6rdenes. El libro de texto para ingenieros realizado por Bardet de Villeneuve en 1740 sigue, sin embargo, la extensa seleccién de temas de Daviler. Estos trabajos no son sino dos ejemplos de entre os muchos libros de texto en pequefio formato que aparecerfan en ese momento; todos ellos resumfan el material de los Cours franceses adop- tando su misma exposiciéa sistemética, y sus autores eran en su mayoria estudiosos eruditos, clérigos 0 matemiticos: hombres procedentes de otras profesiones que habian tenido un papel importante en la formula- ién de los principios de la profesi6n duranié’el siglo"XV1 y que ahora, con a publicaci6n de estas obras de divulgacién, volverian a hacer una importante concribucién en el campo de la arquitectura al difundir esos, principios, ya toralmente establecidos, entre una audiendia mucho mis extensa. En un panfleto titulado Ditcours sur la necessté de Vétude de la architecture J. F. Blondel leva ain més lejos la defensi“de la formacién tradicional del arquitecto, que habia de consistir, segiin él, en un pro- fundo aprendizaje de todos los aspectos de la disciplina; lo que en reali- dad hace Blondel en este texto es comentar los principios y programas de su propia escuela de arquitectura, la Ecole des Arts, que goz6 de gran prestigio durante los afios centrales del siglo XVI Los tratados producidos durante estos mismos afios recapitulan la diversidad de los tratados tempranos. Laugier y Lodoli produjeron ver- siones actualizadas de las obras de Cordemoy y Frémin; Briseux retom6 la posicién de Francois Blondel con respecto a los érdenes, Los grandes tratados dieciochescos sobre arquitectura civil, obras de arquitectos co- mo Ware, Chambers y J. F. Blondel, eendfan ora hacia Ia concepci6n ar- quitect6nica de Frangois Blondel, y, en consecuencia, otorgaban toda la importancia a los 6rdenes (tal es el caso del de Chambers y, quizé, tam- bién el de la obra temprana de Bibiena, en la que puede apreciarse un interés por los sistemas decorativos y el desarrollo de la teorfa de la perspectiva); ora, siguiendo a Daviler, hacia el anilisis general de todas las artes de la construccién (este es el caso de los de Ware y J. F. Blon- del, asf como del tratado neoclésico tardfo de Milizia). Stuart y Revett ponen en tela de juicio la autoridad del tratado de Vitruvio; estos auto- res presentaron sus observaciones empfricas de las ruinas clisicas utili zando como modelo la obra temprana de Desgodets. Hacia la década de 1770 la tcoria neoclisica habia cristalizado en Italia produciendo unas obras cuyos conceptos provenian de tratados atin més tempranos; ejem- 2 LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA plos de ello son los trabajos de Pini, centrados en la forma geométrica simple, la defensa que hace Visentini en su obra del clasicismo «correc- tor tal como lo definiera Gallacini a principios del siglo xvuL, y cl inte- és de Preti por la proporcién musical en el diseiio arquitectdnico. Pese a la supervivencia de estos conceptos provenientes de tratados muy anteriores, hacia las tltimas décadas del siglo los nuevos ideales y métodos introducides por los aficionados se habfan hecho tan domi- nantes, que llegarian a influir en la forma y asimismo en el contenido de algunos de los principios arquitect6nicos mas importantes y termi- arian por provocar la ruptura definitiva con la tradicién fundada en los principios vitruvianos, Empez6 a aparecer un nuevo tipo de trarado que adoptaba una forma mucho mds literaria ¢ iba dirigido a un piblico camatcur». Los autores eran arquitectos: J.J. Blondel, Le Camus de Mé- ziéres y Viel de Saint Maux. En sus escritos, estos autores abandonan el studio de las maneras de producir un entorno racional, objetivo, en fa- vor de la creacién de obras sensuales o simbélicas basadas en la asocia- cidn, Bl tratado arquitecténico que partfa de la integracién de la teoria y la ptéetica y del control del entorno exterior, basindose en el orden racional y la observacién empirica, puede considerarse superado. A par- tir de este momento los tratados tendrin diferentes formatos y objetivos. Cninthan She Ors of thr Anti a INTRODUCCION 2% IIL. Los elementos de la arquitectura A. Los 6rdenes Ya en los primeros afios del siglo XVI empez6 a darse la divisi6n en manuales especializados de los temas contenidos en la obra de Vitruvio. La primera de estas divisiones la constituy6 el estudio separado de los 6rdenes. Estas publicaciones sobre los Grdenes aparecieron al mismo tiempo que se iban popularizando las ediciones de Vitruvio en lengua vulgar. Al igual que éstas tiltimas, estaban ilustradas, y las ilustraciones enseguida pasaron a dominar sobre unos textos rudimentatios y no siempre exactos. La intencién de los editores al publicar este tipo de manuales era que sirvieran de guia y explicaci6n def nuevo estilo tanto para los constructores como para sus clientes. El primero de ellos, el Medidas del Romano de Sagredo, estaba escri- to en forma de diflogo, recurso estlistico muy extendido en la época, y su contenido extraido de los Libros III y IV de Vitruvio, que versaban sobre los drdenes. Es ciertamente probable que cl Libro IV de la obra de Serlio, dedicado también a los drdenes y que alcanzaria todavia una mayor popularidad, fuera escrito simulténeamente al anterior, aunque no llegara a publicarse sino diez afios después de que apareciera la pri- mera edicién espafiola del de Sagredo. Ambas obras tendrfan una gran difusién, especialmente la de Serlio que seria la que ejerceria una mayor influencia en las publicaciones posteriores sobre los érdenes. Esta se centra en la recopilacién de los restos visuales de la antigiiedad y en la reduccién de la teorfa vitruviana a unas cuantas definiciones sencillas ¢ ilustradas. No menor, entre las contribuciones de este libro a las publi- caciones posteriores, es la abstracci6n y aplicacién de la ornamentacién asociada a los Grdenes a otros elementos arquitectdnicos, tales como puertas y chimeneas Meat 24 LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA En el norte de Europa, el libro de Serlié contribuy6 a la aparicién de una verdadera plaga de manuales sobre los Grdenes. Entre sus mu- chos y dispares discfpulos se puede citar a Blum, Sambin, Vredeman de Vries, Shute, Bullant, Diecterlin y Mauclerc. Sus productos iban desde Ja recopilacién de los elementos basicos de los Grdenes realizada por Blum, hasta la explotacién de las fantisticas posibilidades decorativas de Los mismos levada a cabo por Dietterlin, a quien también se debe la invencién de vocabulatios asociados con el «caracter» de cada uno de los 6rdenes, que él aplicaria a todos los objetos. Un miembro tardio de este grupo es el italiano Francine, cuyo libro de ilustraciones de puereas or- namentadas conforme a los érdenes serfa traducido al inglés y gozaria de un éxito norable. Ta preocupacién fundamental en el uso de los érdenes la consti- tufan las proporciones, ya que éstas podian desarrollarse o bien a partit de analogfas con la figura humana o la armonfa musical, o bien median- te la simplificaci6n y estandarizaci6n de las diferentes partes de los ér- denes para su uso en la prictica. Las soluciones a estos problemas no se investigaron en el norte, sino en Italia, en donde Vignola redujo los ér- denes 2 una selecci6n estandarizada de vocabulario y proporciones, al tiempo que conseguia un sistema de representacién de los 6rdenes tri- dimensionales en una hoja bidimensional, sistema que pasaria a ser adoptado en todas las representaciones arquitecténicas posteriores. Vig- rola cjercié una profunda influencia. Su Regola alcanzaria el mayor nd- mero de ediciones de todos los tratados arquitecténicos publicados hasta entonces, incluyendo el de Vieruvio, ya fuera en traducciones, repro- ducciones 0 revisiones. El libro satisfaria las necesidades de los artesa- nos, constructores, arquitectos y aficionados. Por otro lado, hasta bien entrado el siglo Xvi se publicaron, en forma de manuales indepen- dientes sobre los Ordenes, excractos de los tratados de Palladio y Sca- mozzi; estos manuales serfan muy traducidos a diversas lenguas. La sim- icacién de las proporciones de los drdenes se intent} también con la wencién de instrumentos (de una utilidad muy limitada), como el ar chiseso ideado por Revesi Brute a principios del siglo xVit para deter- minar las medidas propias de cada uno. La obra de Vignola también dejasia abierta la posibilidad de hacer un anilisis selectivo de los érdenes. Y, de hecho, a la creacién de siste- mas de 6rdenes individuales que cuvo lugar durante el siglo XVI por parte de arquicectos como Palladio, Vignola y Scamozzi, seguirfa en cl diecisiete un periodo retrospectivo de anilisis y*reinterpretacién de aquellos primeros sistemas. Hacia 1650, Roland Fréart de Chambray presencaba una comparacién de todos los sistemas de érdenes mas im- INTRODUCCION 2s portantes, canto antiguos como modernos, y en ella conclufa, mostran- do asi su conservadurismo, que las proporciones de los antiguos eran os modelos correctos. Su método comparativo fue utilizado postetior- mente en la mayoria de los libros sobre teoria de los drdenes, desde el Gours de Francois Blondel a codos los diversos tratados y manuales de Leclerc, Briseux, Bosboom y otros escritores holandeses, LeBlond, Na- tivelle y Riou. Todas estas obras se centraban en la investigacién com- parativa de los sistemas ornamentales y proposcionales de algunos de los teéricos més importantes del siglo XVI. Riou incluye ademas en su. obra los hallazgos griegos de su amigo James Stuart. a tendencia conservadora de Fréait no fue la Gnica direccién que tomaria el estudio de los érdenes. A su obra le sucedié el iconoclasta tratado de Claude Perrault, en el que se desafiaba una de las hipécesis bésicas ligadas al estudio de éstos: la de su asociaci6n con un supuesto ¢ inalterable sistema de proporciones universales. Perrault inerodujo un solo sistema de érdenes simplificado, en el que las proporciones estaban basadas en el ssentido comtin» y concebidas en forma de relaciones mo- dulares fécilmente comprensibles que venian determinadas por la cos- tumbre y el uso. La parte concerniente a la arquitectura en la querella de los antiguos y los modernos se centra, por un Indo, en Perraule, para quien las proporciones son arbitratias y cambiances, y por el otro, en Frangois Blondel, quien defiende la ereencia tradicional en unas pro- 26 LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA porciones inmutables y universales. Al rechazar el sistema proporcional impuesto hasta entonces en la arquitectura, Perrault habla en nombre del arquitecto moderno, autosuficiente ¢ independiente de la autoridad de la tradicién, Su posicién marcarfa una dltima etapa cn el proceso de independencia de la profesién. Pero se veria limitada, Durante el siglo E er INTRODUCCION a siguiente se ofrecieron una amplia variedad de soluciones individuales que ora simplificaban los conceptos de Perrault (Cordemoy y posterior- mente Laugier), ora los modificaban y adaptaban en unos manuales so- bre los drdenes que presentaban en unos casos criterios empiricos para los dilecantes (como es el de Morris)y en otros, métodos empiricos pa~ ra los artesanos (como Langley y Halfpenny). Slo Batty Langley, con su Ancient Masonry, en donde hace una gigantesca recopilacién de los remas de Grdenes y ornamentales de todos los arquitectos modernos, constituye una rara excepcién, tampoco muy significativa, a esta ten- dencia, Y su aplicaci6n del sistema de los cinco Srdenes a la arquitectu- ra gotica se encuentra muy alejado del desarrollo renacentista de una teorfa de los érdenes. B. Geometrfa y perspectiva El principal interés del arquitecto renacentista era llegar a definir, ordenat y controlar el universo visible. Esto lo lograrfa'mediante las re~ presentaciones grificas. El sistema grifico més rudimentario, la geome- tria, era una herramienta fundamental para el fiel registro de la infor- macién arquitect6nica, y Serlio consider6 que su conocimiento era esencial para todos los artesinos ya que sin él no serfan capaces de co- municar la informacién de un modo sistemitico y preciso. Casi todos los tratados arquitect6nicos, y especialmente los dedicados a la arqui- tectura civil, contenfan una pequefa introduccién, no por pequefia me- nos esencial, a los principios basicos de la geometria. Sus usos eran miil- tiples. La geometria no s6lo era dtil para determinar las proporciones relacionadas con la figura humana y los érdenes, sino también, segtin ‘Arphe y Villafafie para construir escalas. Uno de los grandes usos de la ‘geometria lo constituy6 la medici6n. Pero esta técnica se limit6, hasta bien entrado el siglo XVI, a unos cuantos principios cuclidianos muy simples y a unos instrumentos rudimentarios ¢ imprecisos. Los manua- les consagrados a la medicién, como la importante obra de Cosimo Bar- toli publicada 2 mediados del siglo XVI (al igual que la presentacién que hace Ryff de un material parecido en su edicién alemana de Vitruvio y en su propio tratado), sugieren la dificultad de poner en prictica tales principios, incluso en el campo de la medicién de emplazamientos. S6lo muy poco a poco se irfan inventado instrumentos lo suficientemente precisos para poder medir los edificios con exactitud. Las primeras lec ciones de geometria que constituyen el Libro I de la obra de Serlio con- tinuaron incluyéndose en algunas de las publicaciones arquitecténicas 8 LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA aparecidas a lo largo del siglo XvuI y en ciertos libros de texto, como el encantador de Leclerc, o en las adaptaciones précticas, simplificadas pa- ta el trabajo de campo, realizadas por Halfpenny, Los escritores de tratados relativos a la representacién grafica cen- traron su atencién fundamencalmente en la perspectiva, un método se- gin el cul el espacio puede oraniarse de una forms aio y argu tect6nica desde el punto de vista de una persona. Wren recomendal «ante todo, el arquitecto debe dominar Ia pesspectiva [ya que} una maqueta es vista desde otras posiciones y distancias diferentes de aque- lias desde las que el ojo ve el edificio: lo que esré bien en perspectiva, y se mantengs asf en todas las vistas principales, ya sean éstas direceas u oblicuas, estar4 igualmente bien en grande...» La perspectiva crea el espacio arquitecténico y esté intimamente re- Jacionada con Ia pintura, mediante la cual dicho espacio puede ampliar- se y complerarse. Mientras que los libros sobre los 6rdenes se basaban fen un estudio de la evidencia liceraria y visual del pasado clisico, la perspectiva, la més intelectual de todas las disciplinas relacionadas con fh arquitectura, se desarroll6 a partir de los mécodos modernos de ob- servacién empirica y examen cientifico. Su campo més préximo son las mateméticas. Como técnica, la perspectiva seria titil no s6lo a la arqui- tectura, la pintura y Ia esculcura, sino también a la astonomia, la carto- graffa, la balistica, la estereotomia, la carpinteria, la cristalografia y le jardineria, Los origenes de la perspectiva se encuentran en la éptica medieval y en el desarrollo por parte de los artistas-artesanos del medievo tardio de una pseudo-perspectiva «bifocals. Bl descubrimiento del punto de INTRODUCCION 2%» fuga, que fue crucial para el desarrollo de Ia perspectiva, se atribuye al artista-arquitecto Brunelleschi, quien en 1425 demostr6 la validez de un método para la construcci6n de un espacio en perspectiva con un objeto (en este caso la catedral de Florencia) en su interior. No esté del todo claro que fuera él quien descubriera el sistema de perspectiva de tun solo punto, pero ésce ya aparece descrito por Alberti en 1435, Con este conocimiento, cl artista podfa proporcionar al observador un con- trol total sobre el objeto observado; uno de los logros més sobresalien- tes en este terreno ¢s el Cortile del Belvedere Bramante. nLB22 30 LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA En 1505 Pélerin consigue, con el desarrollo del sistema de perspec- tiva de dos puntos, una nueva relacién entre el observador y cl objeto ‘observado. Serlio comenta en su obra ambas perspectivas, la de un pun- to y la de dos, y Vignola, en su estudio iniciado posiblemente ya en 1550, aunque no se Hegara a publicar hasta después de su muerte, daria una forma definitiva a estos dos sistemas. Hacia 1568, aio de publica- cién del manual de Barbaro, en el que el autor toma, haciéndolas suyas, muchas de las ideas expuestas por otros tebricos anteriores a él, ya se habia aprovechado plenamente todo el potencial de la perspectiva. Pero ésta cra mucho més que un simple método, Serlio, en su Libro Il, su- giere la asociacién con el teatro del espacio arquitect6nico y urbano, ar- tificial y racional, que crea la perspectiva. Y su asociacién con la morali- dad se sugiere en la famosa controversia iniciada por Bassi, quien puso objeciones a la produccién de una perspectiva sinexactar en una iglesia con dos puntos de fuga. INTRODUCCION 31 Después de que Pélerin definicra de una forma clara al tiempo que profunda Ia ciencia de la perspectiva, los tedricos franceses, como Cou- sin y Du Cerceau, y Johann II, que, no siendo él mismo francés, se ins- piraba cn aquéllos, Se encargaron de instruir a los lectores con unas bras faciles, claras y amenas, pero no por ello menos elegantes y atrac- tivas. Al mismo tiempo, algunos artistas alemanes, como Jamnitzer, ¢x- plotaron el porencial écnico de la perspectiva para representar objetos de la naturaleza, més que para racionalizar el espacio. Los estudios pro- ducidos durante los tiltimos afios del siglo XVI, como los de Sirigatti y ‘Vredeman de Vries, demuestran un total dominio de la materia y pasa- rfan a set los textos fundamentales durante los siglos siguientes. Los avances realizados en la teoria de la perspectiva durante el si- glo XVII se centran en los descubrimientos Hlevados-acabo por los ma- temiticos. La obra del primero de éstos, Guidobaldo del Monte, quien cestablecié el concepto del punto de fuga, pas6 desapercibida y no apa- rece en los manuales précticos de perspectiva. Por otro lado, ¢l método universal expuesto por Girard Desargues, que estaba basado en Ia gco- metria cartesiana y cuyo resultado era la precisiGn absoluta,;matematica, en la proyeccién de objetos tridimensionales sobre una superficie bidi- mensional, aunque defendido también, por Bosse, suftié la violenta oposicién de Lebrun y la Academia de Pintura y Escultura. La contro- versia resultante aparece eratada en las obras de otros te6ricos de la perspectiva, como Vaulezard y Dubreuil, quien escribié el tratado de perspectiva mas difundido de todo el siglo. El siglo Xvit fue también el periodo en el que se llevaron mis lejos las posibilidades de la perspectiva llegando a incluir otros problemas técnicos complejos relacionados con la anamorfosis (Niceron), las luces y las sombras (Accolti) y la luz de la vela y su reflejo (Lamy), todos los cuales fueron objeto de estudios sistematicos. 32 LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA SS ¢ An y— ISSA yeah En el diltimo cuarto de siglo, la extensién pict6rica de la arquitectu- ra fue el punto de pactida pata la publicacién de un importante grupo de tratados de perspectiva. El de Troili (Paradosso) fue el primero en apatecer, en 1672. Surgen entonces dos tendencias en este campo. Por un lado, el arquitecto Vignola, ademas de demostrar ambos sistemas de perspectiva, la de un punto y lz de dos, habia indicado su preferencia por el punto de fuga simple, el sistema mediante el cual el observador Y¥, Por supuesto, el creador tienen un control coral de Ia zona obsetva- 4x. Los pincores, por el otro, preferian el sistema de dos puntos debido 2 su adaptabilidad. El sistema de un solo punto de fuga seguiria siendo cl preferido de los arquiectos, los pintores de quadratura y los escend- grafos, ¢ incluso durante los diltimos afios del siglo todavia contaria en- tre sus partidarios con un pintor de guadratura como Pozzo, cuya obra HB. INTRODUCCION 3 fue la que més influcncia ejercerta de todos los tratados de perspectiva batrocos y, siendo posteriormente esaducida al inglés, acabaria por sus- tituir al trarado de Dubreuil. S6lo ya entrado el siglo XVIII y com el tra tado de Galli Bibiena, se alzaria como solucién dominance la perspecti- va «per angolor o de dos puntos. Pero para entonces ya habla comenzado a desvanccerse el significa do original, universal —e indecerminado— de la perspectiva. Lo que haba sido un arce empecaba ahora a considerarse una simple técnica ‘gréfica, al tiempo que proliferaban los libros de perspectiva para estu- diantes, como los estupendos de Courtonne, Jeaurat, Lambert y Mal- ton, y Se divulgaban ciertos aparatos, como el disefiado por Halfpenny, “iiles on la prictica de la nueva técnica. Dos importantes tratados, en los que la perspectiva aparece tratada enteramente,como una técnica, alejada del contexto mucho més amplio en el que hasta entonces habia estado inserta, aparecieron en el siglo xvii de la mano de Brook Taylor y Gaspar Monge (el padse de ln geomecria descriptiva). Estas obras contribuyeron en gran medida 2 la ceorfa de Ia petspectiva del si- glo XIX y han de considerarse, pues, en ese contexto..: C. Tecnologia La Ginica disciplina arquitect6nica de importancia que no tiene sus raices en la teorfa italiana es la tecnologia, aunque la influencia de los tratados italianos en el desarsollo norte-curopeo de los principios bisi- cos de la construcci6n es muy profunda. La mayorfa de los tratados y manuales dedicados a la tecnologia deben mucho a la obra de Philibert Delorme. Sus Nowvelles Inventions, en donde expone los principios de I carpinteria, sc verian seguidas por los rudimentarios estudios de Jousse y otros tratadistas del campo. La principal contribucién de Delorme, contribucién que seria especificamente reconocida por los autores p teriores, es la realizada por éste en el campo de la estereotomia, que él trata en los Libros Ill y IV de su Architecture. La estereotomia puede definirse como una técnica pata la edescripciéne de la construccién de bévedas de canteria. A Phili- bere Delorme se le debe el haber sido e! primero en demostrar Ia validez de este método de representar Ia béveda en el proceso de su construccidn, lo que permite determinar a priori la forma de cada una de sus dovelas. La estereotomfa se desarrollé a partir de las técnicas de dibujo medicvales, especialmente del art du trait 0 34 LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA | | su equivalente espaol, la montea, Bl art dit rit se aplic6 a In car pinterfa y Ia béveda de crucerfa: estructuras cuya posicién en el Cspacio queda clavificada por la distincién entte la nervatura y la plementeria, De este modo, todo el volumen se reduce al arco, pudiéndose calcular entonces los perfiles de la consteueci6n. De- Boeme concibi6 la idea de utilizar los estudios italianos de pers- pectiva para resolver en dibujos tridimensionales toda Ia serie de problemas que planteaba la construcciOn de bévedas masivas. Puesto que el art dv trai estaba vinculado a un estilo que s6to se habia desarrollado en Francia y Espafia, solamente se publicaron tratados de estercoromia en estos dos paises. 124 [JEAN Manse PEROUSE DE MONTCLOS Los tratados de Chéreau, Vandelvira, Jousse, Derand, La Rue y, 80 bre todo, el de Frézier, quien en los tres volmenes de su obra produjo INTRODUCCION 35 nana recapitulacion general de todo lo publicado en dos siglo%, todos ellos deben mucho a este primer estudio, La tinica modificaci6n a esta coos epee encuentia en fa obra de Desargucs, cay aplicacign a Ia tereotomia de los ptincipios de Ia geometria cartesitndy divulgada por ier ofae techazada, a1 igoal que 10 habia sido au trabajo sobre la Pos pectiva, debido a que el mérodo que presentaba iba en contra de la Prien establecida. Habria que esperar hase 195 “iltimos afios del si- Blo xvi para que el arte de ta estereoromia dejry de inceresar a los se eos da deelive que puede apreciarse en fos eratados de Pe Tosija, Menand y Simonin. mand Y Males, para construcrores cuvieron un desarrollo indepen diene iniclindose en los primeros afios del siglo XVI con Ja obra de Louis Savot, que s6lo trata de la aplicaci6n de las pricticas de construc- tion y que ha de asociarse al estudio sobre los cipos de vivienda de su son Jinporineo Pierre Le Muet, Cuando la Academia de Afguite te Srnpezaea 2 ineeresarse por Jn préctie de fa conserucci6n Jo haria desde Sl punto de vista de la detezminacin de los modelos y leyes de la mis- cl Pumt@spra de Bullet, que fue may reeditada, y o estudio de lay not mma ie construccién de Desgodets son un resultado de esa tendencia. Pasreriormente, a final del siglo xvitl, Le Camus de Méditfes vvolvié al postfo de [a prictica de la construcci6n, pero ye dentro del consexto Sas publicaciones para aficionados, tal como éstas se habia, desatro- de les Pepuas come las Ménoies de Prémin, incorporindoles, lem és ia expetiencia y conocimientos acumulados durante los dos siglos pre cedentes de tradicién en este campo. Er exeslente estudio general de Féibien, publicado en 1676, repre” sents oro tipo de publicacién para aficionados Tigeds a la definicn ¥ sees OMizacibn de fos términos relacionados con las artes de la cons truccién y, seguramente también en el caso de Brancia, asociada al desa- Trollo y concrol de las normas de la prictica artesana. Bs, ‘obra es el producto final de una serie de intenos de unificas Hy tetminologia pro- Fis de la construccion, que ya venian realizindose desde mediados del figlo anterior. El estudio de Moxon, que ¢s casi contemporineo al de Félibien, sigue a éste, aunque no llega 2 consticuir su ‘equivalence inglés al ser mucho menos extenso. “A ferencta de los franceses 2 los ingleses no les preocupaba tanco llegar a establecer unos principios en el campo de fa tecnologia, co- ‘no ef proporcionar manuaies de us0 inmediato para aquelos ineerest dos en la construecion. Las publicaciones inglesus empezaron = aparecet «Brute del siglo XVIt y son, al igual que los manuales generales ance ses, tratados y manuales producidos prineipalmente para la construcci6n 36 LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA INTRODUCCION 37 mcd de casas. En unos casos consisten en tablas y gréficos de los tamafos y precios de los materiales, como las obras de Wilsford y Salmon; en otros, se trata de manuales para albafiles, como, por, ejemplo, los de Halfpenny y Price; y por ditimo, estén aquellos que constan de disefios para carpinteros, como los realizados por Swan y Pain, cuyos repetitivos voliimenes contienen una informacién muy rudimentaria sobre la cons- truccién en mamposterfa y madera. Hacia los dltimos aftos del si- glo Xvi aquel primer interés pot la definicién y explicacién de los principios estructurales se vio abandonado, incluso en Francia, por au- tores como Monroy y Séguin, por citar dos cjemplos, quienes, siguien- do el modelo inglés, produjeron manuales para el uso inmediato del profesional. D. Arquitectura piblica y privada En su sentido mis literal, la arquitectura civil afecea a las estructu- 125 puiblicas y privadas. Sus or{genes se encuentran en aquellas secciones dedicadas a los edificios civicos de la era moderna y a la arquiteccura doméstica que inclufan algunos de los cratados del siglo xvi, por ejem- plo, los de Serlio, Palladio y Scamozzi. Los ejemplos de estructuras construidas (principalmente casas de campo) que ofrecen las primeras publicaciones independientes sobre el tema reflejan un estilo nacional. Entre éstas se pueden citar Bastiments de Du Cerceau, la Architecture Frangaise, en la que contribuyeron Marot, Mariette y J. F. Blondel, y el Vitrivius Britannicus de Colin Campbell que tendsia gran influencia en uicas a 38 LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA otras sediciones de Vitruvio» parecidas que aparecerian en el siglo xvi, como la obra de Thurah sobre la arquitectura danesa. Las publicaciones alemanas dedicadas a los edificios civicos moder~ nos se inician en los primeros afios del siglo xvi y van desde los pro- yectos pricticos de Fiirttenbach hasta los estudios més estilisticamente orientados de Dercker y Schibler, ya en el siglo XVII. Durance los afios centrales del siglo Xvit se recopilatia la obra individual de un arquitec- to, Borromini, aunque no llegé 2 aparecer impresa hasta cl siglo XVII, ya esta recopilacién le seguirfan, durante la primera mitad del siglo, ora uunas publicaciones tan te6ricas y especializadas como las de Boffrand y Peyre en Francia, ora unas obras que divulgaban un estilo 0 un gusto determinado, como ¢s el caso de las de Gibbs y Adam en Inglaterra. Las publicaciones relacionadas con la casa forman una ramificacién especial de las publicaciones sobre arquitectura civil y tienen un desa- rrollo independiente. El antecedente de este grupo de obras es el Li- bro VI de Serlio que nunca se llegé a publicar y que contiene discfios de casas para todo tipo de personas. Tras éste apatecerian, ya mediado el siglo XVr, el estudio de Du Cerceau sobre los tipos de casa y sus fan- tisticos proyectos de villas y casas de campo. Estos tiltimos puede que influyeran todavia un’siglo més tarde en la obra y los proyectos de Le Pautre, entre los que se incluyen varias villas asimismo fancisticas. Las reconstrucciones imaginarias de las villas de Plinio realizadas primero por Félibien y posteriormente por Castell a finales del siglo XVII han de considerarse también en este contexto. Por otto lado, el estudio de Du Cerceau fue quizé la fuente de una de las obras que més influencia ejerceria de todas las publicaciones con- sagradas a la arquitectura doméstica: la Maniére de bastir de Le Muet. INTRODUCCION 39 Esta obra, que tuvo muchisimas ediciones en francés y una traduccién al inglés, introducisia la conciencia de una expresién arquitecténica des- de el punto de visea de las clases sociales, conciencia que impregnaria ‘muchas de las obras posteriores sobre el tema. No obstante, las publica iones francesas no llegasian a desarrollar plenamente todo el potencial que encerraba In obra de Le Muet hasta el segundo cuatto del si- glo XVII (y quizé teniendo en mente el ejemplo del Cours de Daviler en el que ya se inclufa la arquiteceura doméstica), con la publicacién de los estudios de Jombere sobre todo tipo de casas para todo tipo de perso- nas, con la apaticion de las extensas obras de J. F. Blondel y Brisewx re- lativas a Jas casas de campo y, finalmente, con aquellos cusdernos que Neufforge dedicé a la casa en su enciclopédico Recueil. Contrariamente a las publicaciones francesas, las inglesas se centra- ron en los tipos bésicos de arquitectura doméstica rural: la granja y el -__ecottages. Escritas ya fuera en forma de manuales para el constructor 0 su cliente, ya fucra como libros de divulgacién para cl aficionado, for- "man una extensidn del impulso que diera Campbell al palladianismo como estilo nacional y empiezan a aparecer cn los afios centrales’ del lo por artesanos como Swan, Lightoler, ips, y con posterioridad a 1780 aparecieron un gran ni e obras menores dedicadas 2 Ia casa y en principio pecs aun social (el Gorfages de Wood se basaba en las sugerencias sobre la | rural oftecidas por ¢l reformador agrario Nathaniel Kent). Pe- cia 1785 estas publicaciones pasaron a ser un exponente de la mo- da roussoniana de la geanja pintoresca y sentimental, quedando excluida de ellas toda implicacién social 0 nacionalista. La primera de estas blicaciones fue el Rural Architecture de Plaw que hasta 1804 se reedit6 cinco veces; Malton daria entonces una definieién del estilo pintoresco ‘en la que se inclufan fos tejados de paj, los entarimados, ls ventanas, aeD-12 40 LOS TRATADOS DE ARQUITECTURA cemplomadas, las vigas toscas € incluso la asimetrfa. La popularidad de este tipo de libros sobre la granja pintoresca queda atestiguada por el hecho de que hasta los Iujosos voltimenes de gran formato dedicados a Ih casa de campo, como el de Richardson, introducian entre sus disefios recreaciones idilicas de la granja campesina. Los arquitectos més conoci- dos no publicaron nada de este tipo, salvo Sir John Soane. En dos li- bros publicados durante los primeros afios del Siglo XIX, Gandy unicia ambos estilos: el palladiano y el pintoresco. Las publicaciones sobre la casa seguirfan desarrollindose sin interrupcién y ya en el siglo XIX Ile- gasian 2 constituir uno de los géneros més importantes en el campo de las publicaciones arquitect6nicas, al tiempo que hoy son un documento de Ia evolucién de la arquitectura doméstica construida. Por otro lado, ya en los primeros afios del siglo xvitt las publicacio- res sobre arquitectura civil empezaron a abarcar un amplio panorama geogcéfico € hist6rico, como es el caso de Fisher von Erlach, quien en su Historischen Architektur incluye monumentos legendatios de la historia, y de tierras Iejanas, Hacia los ltimos afios del siglo este tipo de publi- ‘aciones se habfa convertido en el vehiculo de difusi6n de las teorias ar- quitecténicas més avanzadas del momento. Tales publicaciones tendian ahora hacia un planteamiento radical, implicito en la inclusién de unos proyectos irrealizables que reflejaban Ia filosofia de los ideales particu- lares de los arquitectos que los trazaban, especialmente de Boullée, quien desarroll6 un estilo universal basado en la observacién de los efectos creados en la nacuraleza, y de Ledoux, quien crearia también un estilo universal, pero en su caso basado en Ia expresién arquitecténica de los nuevos ideales sociales y los descubrimientos cientificos. Con las obras de estos dos hombres, en las cuales se desvinculaba la teorfa de la prictica, las publicaciones dedicadas a la arquiteccura civil, sustituyendo al tratado general, al igual que éste habfa susticuido a las ediciones de ‘Vieruvio, pasaron a ser el modo de expresi6n de los ideales y principios arquitecténicos mas progresistas y més rigurosos de la época. Dora WIEBENSON INTRODUCCION A LA EDICION ESPANOLA El creciente interés por los antiguos tratados de arquitectura planea sobre nosotros como un sintoma revelador.:Podemos preguncarnos si no influye en ello la crisis constructiva de los afios setenta y ochenta: al dificulearse Ia «practicw se buscaria el refugio de Ia especulacién grifica y tedrica; hastiados por cl caos y los disparates del presente se volveria Ja mirada hacia la historia... Pero los tratados fascinan también por otras muchas razones. Ellos oftecen, en estado formalizado, investigaciones arquitecténicas muy versas, Son cristalizaciones donde todo un complejo corpus prictico y te6tico se presenta globalizadamente ¢Hay algo mis atractivo que eso en un momento tan confuso como el actual? Los tratados de arquitec- ura alimencan la nostalgia del orden perdido. Toda esta literatura se mantiene, en efecto, dentro de una matriz similar, de una armadura sis- temética, basada inicialmente en In obra de Vitruvio. Como una rejilla metodolégica constante, sirve para organizar de un modo previsible el contenido. En los tratados antiguos toda nueva aportacién tiende a producirse en los interstcias, de tal modo que suele haber un equilibrio entre lo que sabemos de antemano y las propuestas originales. La gran revolucién se produjo con el Movimiento Moderno. Omamento y delito (Loos), Hacia wna arguitectura (Le Corbusier), El estilo intemacional (Hitchcock & Johnson) y otros textos bisicos de la nueva arquitectura tompieron abiolucamente los esquemas de ta vie tad, y sus propuestas se situaron al margen de unas convenciones literarias secula- res, La duda est en saber si con ello abrieron la via a un orden nuevo 0 si se limitaron a destruir el precedente, pero no es este el lugar adecua- do para ahondar en ese problema, ‘Lo que nos interesa ahora es fijar nuestra atencién en cl juego regu- Jado entre convencién y novedad que caracteriza a esta literatura tradi- ional. Y es ahi donde cabe preguntar: éCémo debemos valorar Ia tra- tadistica arquitect6nica espafiola? ¢Hiasta qué punto y en qué aspectos

You might also like