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M AN UAL S Filosofia Anna Estany Introduccion a la filosofia de la ciencia Universitat Autonoma de Barcelona ‘Servei de Publicacions DATOS CATALOGRAFICOS RECOMENDADOS POR EL SERVEI DE BIBLIOTEQUES DE LA UNIVERSITAT AUTONOMA DE BARCELONA Estany, Anna Introduccién ala filosofia de la ciencia / Anna Estany. — Bellaterra: Universitat Autonoma de Bar- celona, Servei de Publicacions, 2006. — (Manuals de la Universitat Autonoma de Barcelona ; 44) ISBN 84-490-2464-1 1. Col-lecci6, 1. Citneia — Filosofia 167/168 Tustracién de la cubierta: «Felisia Conocimiento» © Estudio Mariscal Composi Fotocompesicién gama, sl Aristides Maillol, 9-11 baixos (08028 Barcelona Edicion e impresién: Universitat Autonoma de Barcelona Servei de Publicacions 08193 Bellaterra (Barcelona) Tel.: 93 581 10 22. Fax: 93 581 32.39 sp@uab.es hutp://blues.uab.es/publicacions ISBN 84-490-2464-1 Dipdsit legal: B. 43.739-2006 Printed in Spain Indice Peblogo a ha privbera CAMO iaicscsicos- sie wnaitionamevanacwamaneaiennnciis 13 Piso WSeEMBMA AIA oss ccce casi. tacvaascistessestnie =a 1. Cuestiones preliminares 1. Filosoffa y filosofia de la ciencia 39 2. La ciencia como objeto de estudio de la filosoffa . 45 3. Aspectos fundamentales de la reflexién filos6fica sobre la cienc metodolégico, ontolégico y légico- 46 3.1. Cuestiones metodolégicas . 47 3.2. Cuestiones ontolégicas . .. . 56 3.3. Cuestiones l6gico-semantic: 65 4. Contexto de a justificacién y contexto del descubrimiento 70 5. La filosofia de la ciencia entre la descripcidn y la prescripcién . 7 2. Aproximaci6n histérica a la filosofia de la ciencia 1. Ciencia y filosofia ..... . 7 2. La filosofia de la ciencia en la ‘Antigtedad 4, La revolucién cientifica de los siglos XVI y XVI. 81 5. La teorfa de la ciencia durante los siglos XVI y XIX . 83 6. La institucionalizaci6n de la filosoffa de la ciencia . 88 7. Lairrupcién de la historia en Ia filosofia de la ciencia . 91 8. Estado actual de la filosofia de la ciencia 95 8.1. Laconcepcisn estructural... .. 7 8.2. Laconcepcién semantica ..... 98 8.3. Enfoque empirico en el andlisis de la dindmica cientifica . 99 3. Ellenguaje cientifico 1. Los conceptos cientificos . . 101 2. La definicién de términos cientificos . 103 10. INTRODUCCION A LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA, 2.1, La estructura de la defini . : 105 2.2. Clasificacién de términos cientificos en funcién de sudefinicién ... 108 3. Términos observacionales y términos teéricos 110 3.1. El criterio empirista del significado Ls 3.2. La carga te6rica de los términos observacionales 116 4. De lo cualitativo a lo cuantitativo 120 4.1. Conceptos clasificatorios . . 120 4.2. Conceptos comparativos 122 4.3. Conceptos métricos . 123 4, Las hipotesis cientificas 1. Las hipétesis en el proceso de la investigacién cientifica 125 2. Los experimentos como base para la contrastacién de las hipétesis 128 3. Sistemas estocéstica: 135 4. Hipotesis estadisticas simples y correlaciones . 136 5. Contrastacién de las hip6tesis estadisticas . 138 6. Contrastacién de correlaciones ....... 140 7. Problemas filos6ficos de la confirmacién de hipot SiS 142 8. La contrastacién de los enunciados empiticos . 143, 9. Peculiaridades de las hip6tesis estadisticas 147 (0. El programa falsacionista de Karl Popper . 148 5. Las leyes cientificas 1. Aclaraciones y distinciones ..............5.+5 153 2. Estructura légica de las leyes 158 3. _La caracterizacién de las leyes cientificas ....... 158 3.1. Las leyes como expresi6n de regularidades . 159 3.2. Las leyes y su caracter universal ....... 161 3.3. Ley y necesidad . i‘ 163 3.4, El papel de los contraficticos en la caracterizacién de las leyes. . 166 4. Cuestiones metafilos6ficas y metafisicas de las leyes cientificas . . 169 1, El problema de la induccién ... . . feeeee 170 4.2. Las leyes de la naturaleza como relacién entre universales_. 172 4.3, Las leyes de la naturaleza, causalidad y determinismo_. 1715 L fas cientifi 1. Cuestiones preliminares 181 2. La concepcién sintactica de las teoria ‘ 183 3. La concepcién estructural de las teorias ..... - 190 INDICE ul 4. La concepcién semintica de las teorias_. sanmemenns . 196, 5. Afinidades y divergencias entre las distintas concepciones de las teot Cientificas oo... cee eee eee 202 6. El incremento de lasentidades tedricas 204, 7. Las tipologias ...........0..4 206 7.1. E\ tipo ideal de Weber 207 7.2. Valoracién epistemoldgica del tipo ideal . 207 7.3. La tipologia constructivista de H. Becker y J. Mckinney: 208 7.4. Valoraci6n epistemoldgica de la tipologia constructivista . 210 8. El papel de los modelos en el campo de las entidades tesricas 211 8.1. El sentido de modelo como mod! en el discurso cientifico 213 8.2. El sentido de modelo como mod? en el discurso cientifico ........ 214 7. La explicacién cientifica 1. La explicacién cientifica como alfa y omega del anilisis de laciencia ... 221 2. El modelo deductivo de explicacién cientifica . — 222 3, Laintroduccién de enunciados probabilfsticos en las explicaciones cientificas 226 3.1, Los modelos estad ticos (deductivo-estadistico e induc vo-estadistico de Hempel) ..... 227 3.2. El modelo de pertinencia estadistica (PE) de Salmon . 228 4. Explicaciones funcionales y teleolégicas 235 4.1, Las explicaciones funcionales ... 236 2. Las explicaciones teleolégicas ... 240 .3. Consideraciones finales . 244 5. Laexplicacién como unificacién: P. Kitcher 245 6. La explicacién cientifica como un acto ilocucionario: P. Achinstein € 249 7. Teoria pragmitica de la explicacién cientifica: B. van Fraassen .. 252 8. Consideraciones finales... 0.6... 16. e cece eect eee e eee 256 Biblitgvafiiicsccnsnsassinsntawes nese, Tec bean ase Tene, 257 Prélogo a la primera edi Este libro pretende ser una introduccién a la filosofia de la ciencia. No es pues un ensayo aunque pueda, en algunos temas o partes, tomar un cardcter mas interrogati- vo y problematizante propio de este tipo de literatura. Tampoco es laexposicién de una investigacién tematica sobre un determinado contenido aunque en varios apar- tados sea resultado de investigaciones realizadas por la autora. Como introduccién comporta una serie de caracteristicas propias de este tipo de publicaciones. El libro trata los temas de modo general en lugarde analizarlos exhaustivamente. Es posible también que muchas veces se sacrifique el desarrollo més completo de algtin temao ladisquisicién sutil de algdin problema que podrfa ser interesante, en aras de la sen- cillez y de la claridada fin de no perder la perspectiva general y la finalidad pedagé- gica propias de una introduccién. Lo que se persigue, en definitiva, es proporcionar al neéfito en esta materia las categorias conceptuales basicas para que, por un lado, pueda adentrarse, si es su deseo, en temas especificos 0 en autores concretos y, por otro, pueda también realizar andlisis de las ciencias particulares a partir de la filoso- fia. Aunque como libro de texto pretende dar respuesta a las cuestiones filoséficas bésicas, con todo, el libro también plantea problemas a los que no se da, necesaria- mente, una respuesta definitiva. Y ello, fandamentalmente, debido ala propia natu- raleza inquietante de la filosofia. Cuando uno se plantea escribir un libro introductorio para no iniciados en una materia determinada se pueden presentar varias posibilidades. Al menos en filoso- fia casi siempre las introducciones suelen ser aproximaciones histéricas. Sin em- bargo, desde el principio me propuse hacerlo més bien temitico y no hist6rico. Una de las razones, entre otras, es porque existen ya publicaciones satisfactorias con esta orientacién. Otra posibilidad, bastante extendida, es hacer una introduc- cién presentando las diversas escuelas ya establecidas en filosofia de la ciencia. Esta idea no me parecfa suficientemente sugerente y no slo porque existan tam- bign publicaciones con este tipo de aproximacién, sino porque no me parece la mejor forma de que el no iniciado establezca su primer contacto con la filosofia de la ciencia. Evidentemente, ello no quita el interés de tal perspectiva en cuanto que se consideran y presentan las diversas soluciones 0 alternativas que corresponden a distintas escuelas 0 concepciones. Otra alternativa posible a las presentadas es 1B 14 INTRODUCCION A LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA, configurar la introducci6n a través de problemas clasicos de la filosofia de la cien- cia, tales como: la verdad, realismo/entirrealismo, determinismo/indeterminismo, progreso de laciencia, etc. Esta aproximacién me parece muy interesante pero re- quiere un nivel de conocimiento previo que, en general, no tienen los alumnos a los que va destinado este texto. Es que no hay publicaciones con una orientacién tematica como la que pro- pongo? En primer lugar, hay que decir que no demasiadas y, en segundo lugar, y es lo pertinente para el caso, las que existen —como por ejemplo la de Hempel La explicacién cientifica. Estudios sobre la filosofia de la ciencia o la de Nagel La es- tructura de la ciencia—, aunque son insuperables, pueden ser, sin embargo, «hue- sos dificiles de roer» para los novicios en este campo. Es como si se quisiera iniciar a los alumnos a la mecanica clasica con un libro de Newton 0 a la teoria de la relatividad con un libro de Einstein. Hay otra raz6n importante para dara luz un texto con estas caracteristicas y es que, a pesar de la excelencia y la irremplazabi- lidad de los textos de Hempel y Nagel, Una hipétesis estadistica consta de tres elementos: una poblacién de re- ferencia, un atributo que es la variable estadistica con sus valores y la cantidad en porcentajes de los valores de esta variable. La forma estindar de estas hipétesis es: X por ciento de (dicha poblacién) tiene tal valor de (dicho atributo) Una variable es un atributo (concepto operativo) que puede tomar dos 0 més valores, clasificando una poblacién en grupos. Por ejemplo, la variable «sexo» toma dos valores: hombre y mujer, la variable «color de los ojos» toma cuatro valo- res: negro, marrén, verde y azul. Los valores de una variable se fijan al comienzo de una investigacién, pero hay que sefialar que los valores de las variables estarén més o menos determinadas en funcidn de que el campo de investigaci6n esté més 0 menos desarrollado, y dichos valores seran més 0 menos precisos en funcién de la 4, Aquino vamos a entrar enta complejidad del concepto de determinismo, ya queen el capitulo sobre le- yes (capitulo 5) analizaremos esta cuestién, 5. Para los argumentos para contrastar hipstesis estocisticas voy a seguir de cercaa Giere (1992). aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 154 INTRODUCCION A LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA, Desde el plano filoséfico consideraremos cuestiones como la estructura sin- téctica y las caracteristicas de las leyes. Desde el plano de la metafilosofia-metafi- sica vamos a considerar cuestiones como la relacién entre ley cientifica y causalidad, causalidad y determinismo y el problema de la induccién. c) Laambigiiedad del término «ley». El término «ley» conlleva una cierta ambigiiedad que es conveniente esclare- cer desde el principio. Se suele usar el mismo término para referirse a una proposi- cién y al hecho descrito por esta proposicién. No esclarecer esta ambigiiedad puede llevar a confusiones como el decir que las leyes no pueden ser verdaderas 0 falsas. Si por ley nos referimos a los hechos, por supuesto que éstos no pueden ser verdaderos 0 falsos, pero si nos referimos a las proposiciones que describen di- chos hechos, éstas si pueden ser verdaderas 0 falsas. d) Distinciones. 1) Ley cientifica vs. ley de la naturaleza. Es habitual encontrar en Ios textos filoséficos una identificacién (explicita 0 implicita) entre ley cientifica y ley de la naturaleza. Esta idea se remonta a los gtiegos y se ha mantenido hasta nuestros dfas. Los tres textos siguientes ejemplifi- can esta identificacién: El principio que permite la inferencia desde «frotamos esta cerilla sobre pa- pel de lija, esta cerilla esta seca, hay suficiente oxigeno en el aire, etc» a «esta cerilla se enciende» noes una ley de la logica sino lo que Hamamos una ley natu- ral o fisica o causal. (Goodman, 1983: 8-9) Lo que llamamos una ley natural no es otra cosa que una realidad estableci- da, con seguridad bastante, de las observadas en el acontecer natural, siempre y cuando se la considere necesaria, en el sentido del postulado segtin el cual todo proceso natural esté absolutamente y cuantitativamente determinado al menos. por la totalidad de las circunstancias 0 condiciones fisicas que acompafian a su aparicion, (Schorédinger, 1975: 16-17) Es cierto que tanto en nuestra vida cotidiana como en la ciencia diferencia mos bastante claramente entre orden y desorden, regularidad e imegularidad. {Como entendemos esto? A primera vista la respuesta no parece muy dificil. Pa- rece que s6lo necesitamos estar seguros de c6mo [a fisica realmente representa las leyes de la naturaleza, en qué forma describe la dependencia de los eventos. (Schlick, 1931) En estos textos subyace la idea de que las leyes de la naturaleza cubren slo los procesos naturales, entendiendo por ellos los fenémenos y procesos estudiados por la fisica. Esta idea supone un concepto muy determinado de «naturaleza» de la que los humanos no forman parte, y encaja con la division entre ciencias naturales aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 158 INTRODUCCION A LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA 2, ESTRUCTURA LOGICA DE LAS LEYES Desde el punto de vista de la légica, una ley es un enunciado universal de la forma siguiente: Wx (Ax + Bx) que se Ie como «todas las As son Bs» o «para cualquier x, sives A, entonces x es B». El «si... entonces ...» es una conectiva interpretada como implicaci6n material y simbolizada por «—». El alcance del cuantificador universal es sobre todas las entidades. A esta interpretacién del cuantificador se la denomina «interpretacién extensional». Sin embargo, aunque no hay discusién sobre la estructura sintactica de las le- yes, hay desacuerdo sobre la interpretacién de este cuantificador universal, Las di- versas posturas estan en funcién de las caracteristicas atribuidas a las leyes. Si interpretamos el cuantificador «Wx» desde la légica de primer orden, nos encon- tramos con problemas al querer representar simbélicamente algunas de las leyes anteriores. Por ejemplo, la ley de la biologia que empieza con «en la mayoria...» no puede subsumirse al cuantificador. En el caso de la ley de Worsaae habria que acotar el dominio 0 afadir al antecedente algunas condiciones, tales como que la sepultura que se esté investigando pertenezca a una cultura en que se entierra a los muertos con sus objetos personales. 3. LA CARACTERIZACION DE LAS LEYES CIENTIFICAS Una vez vistos algunos ejemplos de lo que las distintas ciencias particulares consi- deran leyes, lo que nos interesa es ver si hay algunos rasgos compartidas por todas ellas. Vamos a centrarnos en tres rasgos fundamentales: regularidad, universali- dad y necesidad.? La cuesti6n es hasta qué punto estas caracteristicas definen las leyes y si pueden ser consideradas condiciones légicamente necesarias, légica- mente suficientes, ambas o ninguna. Es decir, lo que planteamos es si es posible establecer criterios de demarcacién entre los enunciados que son leyes de los que no lo son. 2. Para el desarrollo de las caracteristicas de las leyes voy a seguir de cerea el estudio de Achinstein (971). 160. INTRODUCCION A LA FILOSOFIA DELA CIENCIA Hechas estas consideraciones podemos perfilar los rasgos de las leyes cientifi- cas que tienen que ver con la regularidad. Las leyes expresan la regularidad mis fundamental con un cierto grado de completud, aislando los diversos factores que intervienen e indicando la forma en la que estan relacionados; las leyes intentan formular una regularidad mds precisa, entendiendo por criterios de precisién la construccién de conceptos técnicos, la precisi6n del significado de cada uno de los términos utilizados en la formulacién de la ley y la utilizacién de conceptos cuan- titativos para la descripcién de los fenémenos que estin dentro del ambito de la ley; y las leyes intentan una formudacién simple, entendiendo por criterios de sim- plicidad el ntimero de factores o variables que tiene en cuenta la ley, el tipo de tér- minos que utiliza para su formulacién —es decir, si son términos primitivos o derivados— y la relacién entre los términos que introduce Ia ley. Ninguna de estas caracteristicas puede considerarse como condicién suficiente para que una regularidad sea una ley, aunque todas pueden considerarse necesari rias en un cierto grado, es decir, es necesario un minimo de precisién, de simplicidad, etc. pero no es posible determinar con conceptos métricos el nivel de precisién o simplicidad que debe poser una regularidad para considerarla una ley. Al caracterizar las leyes hemos hablado de su formulacién. Una cuestién a te- ner en cuenta es la posibilidad de que una ley tenga diferentes formulaciones, es decir, diferentes proposiciones que expresan una misma ley, siendo unas mis completas, precisas o simples que otras. El problema que se plantea es si estas formulaciones son 0 no son equivalentes. En el caso de que sean equivalentes, pueden serlo /égicamente, si se implican mutuamente, 0 bien empiricamente, si cada una puede ser derivada de la otra cuando se afiaden enunciados empiricos verdaderos que no implican ono son implicadas por ninguna de las proposiciones comparadas. Un ejemplo de leyes equivalentes con formulaciones distintas seria la segunda ley del movimiento de Newton que podemos formular de las dos for- ma); 5) la variacién del impulso mecdnico es igual a la variacién de la cantidad de movi- miento (dI = dO). En el caso de las formulaciones no-equivalentes, ni l6gica ni empiricamente, la cuesti6n esté en cémo diferenciar las formulaciones no-equi- valentes de las leyes distintas. La respuesta de Achinstein es que una condicién suficiente para considerar que dos formulaciones pertenecen a leyes distintas es que las regularidades que describen sean incompatibles. Hay que sefialar que el criterio de incompatibilidad es raz6n suficiente para que nos encontremos ante dos leyes distintas, pero de ningtin modo puede considerarse una condicién nece- saria; es decir, puede, y de hecho es lo mas habitual, que haya leyes distintas que no sean incompatibles. mas siguientes: a) la fuerza es igual a la masa por la aceleracién ( LAS LEYES CIENTIFICAS 161 3.2. Las leyes y su cardeter universal Al establecer la estructura formal de las leyes vimos que se expresaba del modo si- guiente: Wx (Ax > Bx) Esta estructura formal concede a las leyes un cardcter universal y condicional. Lo primero que plantea este enunciado universal es el ambito del universo del dis- curso que es donde radica el cardcter universal de las leyes. En la expresién «todos los A son B», los A constituyen el sujeto y los B el predicado, por tanto determinar el ambito del universo del discurso significa determinar el sujeto de la ley. Por sujeto de una ley emtendemos cualquier objeto (u objetos) 0 sustancia (0 substancias) que cumplen las condiciones siguientes: a) Los objetos 0 substancias exhiben la regularidad descrita por la ley. b) Estos objetos o substancias son los que van a ser investigados cuando se ponga a prueba la ley. c) Laregularidad exhibida en a) seria atribuida como caracteristica a dichos objetos o substancias. Por ejemplo, los planetas, las colectividades unidas por 1azos culturales, los objetos que acompafian a una sepultura, los mamiferos practicantes de la poliga- mia, son sujetos de sus leyes respectiv: Enel caso de que haya varios sujetos que cumplan las condiciones a), b) y ¢) tomaremos aquel que incluye a todos los demas y no es incluido por ninguno. Su- pongamos que tenemos dos sujetos S, y $5, si S, CS) pero $) € S, yno hay un S; tal que S, C S,, entonces S, es el sujeto de la ley. A veces, el sujeto de la ley no queda claramente expresado desde el punto de vista gramatical. Por ejemplo, hay algunas formulaciones del segundo principio de la termodindmica en las que no se menciona la entropia. En otros casos el suje- to gramatical no es precisamente el objeto del que se predica la regularidad, por ejemplo, en la ley de los gases ideales el hidrégeno es el sujeto gramatical, en cambio de quien se predica la regularidad es de todos los gases. Vamos a sefialar algunos criterios de universalidad y a analizar hasta qué pun- to son patrimonio de las leyes o los poseen también otro tipo de generalizacio- nes. Como en el caso de las regularidades, esta claro que el cardcter universal es una condicién necesaria (con matices como luego veremos) de las leyes pero no es una condici6n suficiente ya que no todas las generalizaciones son leyes. Al es- tablecer los criterios de universalidad lo que hacemos es acotar al maximo aque- llos sentidos de universalidad que son caracteristicos s6lo de las leyes. LAS LEYES CIENTIFICAS 163 Hempel (Hempel, 1979: 267) hace otra distincién, agrupando (1) y (2) por un lado, y (3), (4) y las leyes de Kepler, por otro. El criterio que introduce para esta distincién es que mientras que el segundo grupo, si bien de extensién finita, es consecuencia de leyes mas inclusivas cuyo alcance no es limitado, el primer grupo no tiene esta caracteristica. Esto lleva a Hempel a distinguir entre leyes fundamen- tales y leyes derivadas. Las leyes fundamentales son oraciones legales, de forma universal, sin ocurrencias esenciales (es decir no eliminables) de designaciones de objetos particulares y con predicados que sean de indole cualitativa pura. Esta restriecién sobre los predicados de las leyes fundamentales supone acep- tar s6lo universales puros, entendiendo porellos aquellos enunciados que no hacen referencia a objeto concreto alguno ni a ninguna localizacién especio-temporal. Asi, los términos «suave», «verde», amas caliente que», «mujer», «padre de», constituyen predicados cualitativos puros, mientras que «més alto que Colén», «medieval», Gx) (2) Wx(Fx > Gx) no implica N(F,G) Esta formulacién no esté exenta de dificultades, segtin reconoce el propio Armstrong, pero ninguna insalvable. Si una ley es una relacién entre universales, entonces los valores, instancias o interpretaciones de la ley serdn los particulares del universal, por tanto, asi como los universales estan presentes en cada particu- lar, del mismo modo la ley esta presente en cada uno de los valores, instancias 0 interpretaciones. Siguiendo con la caracterizacién de lo que podriamos llamar operador de ne- cesidad (N), Armstrong se pregunta si «N> es a su vez un universal. Antes de res- ponder establece varios niveles conceptuales tanto entre los particulares como entre los universales, dando por supuesto que los universales ocupan un lugar de rango superior a los particulares y que no existe particularidad o universalidad en abstracto sino en funcién de propiedades o relaciones. Supongamos que dos parti- culares «a» y «b» son particulares de primer orden y «R» un universal diddico de primer orden. Entonces «Rab», considerado como una situacién concreta en el sentido de hecho atémico es un particular de segundo orden Conestas premisas vamos analizar la formulacién de Armstrong de ley natu- ral, a saber: N(F,G), donde «F» y «G» son universales de primer orden y «N> un universal de segundo orden. La cuestién esta en cémo caracterizamos la situacién en la que damos un valor (Iéase interpretaci6n o también buscar una instancia), por ejemplo, «aes F» y por N(F.G) la «a» es también «G». La interpretacién de una ley en uncaso concreto equivale aun hecho atémico como el caso de «Raby, en el que «R» equivale a «N», «a» equivale a «donde las a son F» y «b» equivale a «donde las a son G», Por tanto, la interpretaci6n concreta de una ley seria un hecho atémi- co de segundo orden. Algunos Idgicos pondrian objeciones a estas consideracio- nes, pero Armstrong dice que no hay problemas ni contradicciones porque lo que podria parecer contradictorio esta en niveles distintos. Armstrong extrapola la soluciéna la fundamentacién de las leyes de la natura- leza a otros tipos de leyes como son las leyes funcionales y las leyes probabilistas. También extrapola su propuesta a aquellas teorizaciones que no tienen un rango claro como leyes de la naturaleza a fin de reformularlas en su marco conceptual. Por ejemplo, las correlaciones o leyes asociativas que tienen algunas caracteristi- cas de las leyes como la universalidad pero no la necesidad; las identificaciones cientificas, como la definicién del agua en términos de H,O; las leyes exclusivas LAS LEYES CIENTIFICAS v5 como las que introducen universales negativos; o las leyes disyuntivas como las que introducen una disyuncién en su condicién consecuente. Finalmente, veamos las propiedades formales de la relacién de necesidad: 1. Irreflexiva. Una ley de la naturaleza no puede tener la forma «N(F,F)>. 2. No tansitiva. De N(F,G) y N(G,F) no se sigue N(F,H). Puede ser que en algtin caso sea cierto pero entonces lo considerariamos una ley derivada. 3. No han contraposicién entre F y G. De N(F,G) no se sigue N(no-G,no-F). Si asf ocurriera seria una ley derivada. 4. No simétrica. De N(F,G) no se sigue N(G\F). Puede ser simétrica pero no necesariamente. Respecto a la propuesta de Armstrong podemos hacer las consideraciones si- guientes: a) la apelacion a los universales para resolver el problema de la induc- cidn supone conectar la solucién de problemas cientificos al plano metafisico; b) la puntualizacién de que los universales no pueden establecerse a priori indica que Armstrong, aunque no renuncia a la autonomia de la filosofia de la ciencia, no por ello la desliga de los resultados de la ciencia. 4.3, Las leyes de la naturaleza, causalidad y determinismo!” Sinos situamos en la época en que la mecdnica clasica era el paradigma prevalente enfisica y ésta el modelo a imitar por todas las demas disciplinas, encontramos que «ley cientifica», «ley de la naturaleza», «ley causal» y «ley determinista» eran ex- presiones con el mismo significado. Pero han ocurrido una serie de acontecimien- tos en la ciencia que, actualmente, hacen insostenible esta equivalencia. Entre las razones que més han contribuido a poneren tela de juicio dicha equivalencia estan: la mecdnica cuantica, la falta de criterios claros para la demarcacién entre ciencias naturales y ciencias sociales y la dificultad de definir el concepto de naturaleza. Desde Hume, la tradicién empiricista ha sido muy reticente a hablar de cau- sas. B. Russell decfa: La ley de la gravitacién ilustrard lo que ocurre en cualquier ciencia avanza- da. (...) Se pueden encontrar ciertas ecuaciones diferenciales que rigen en cada instante para cada particula del sistema (...). Pero no hay nada que pueda lamar- se con propiedad «causa» y nada que pueda llamarse con propiedad «efecto» en un sistema de este tipo. (Russell. 1975: 194) 10. Para un estudio mas detallado de la relaci6n enue ley de la naturaleza, causalidad y determinismo, vei se Estany (1991). 176 INTRODUCCION A LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA Sin embargo, filésofas de la ciencia tan solventes como N, Cartwright, han vuelto a retomar la cuestién de ta causalidad como un tema fundamental para el anilisis filoséfico de la ciencia. Cartwright aboga por la «realidad de las causas en un mundo de leyes instrumentales», justo lo contrario de la tradicién empiricista que aposta por las leyes en contra de las causas. Cartwright dice: Creo que, dada la forma como trabajan las teorias de 1a sdlo tiene sentido pensar en sus enunc vas. (Cartwright, 1983: 74) ica matemitica, les y no en sus leyes explic: dos Partiendo, por tanto, del punto de vista que no rechazamos hablar de causas vamos a ver la relaci6n que hay entre leyes de la naturaleza y leyes causales. Existe una concepcién sobre las leyes de la naturaleza que identifica leyes de la naturaleza con leyes causales y, dando un paso mas, relacionan las leyes causales con el determinismo. Tal es el caso de Schlick, como muestra el texto siguiente: En primer lugar, es necesario determinar a qué se refiere el cientifico cuando habla de «causalidad>. ;Cudndo utiliza esta palabra? Obviamente, cuando supo- ne una «dependencia» entre ciertos eventos, (...) Pero lo que en ciencia significa «dependencia», en cualquier caso, esté siempre expresado por una ley: causali- dad es, por tanto, nada més que otra palabra para expresar la existencia de una ley. El contenido del principio de causalidad reside claramente en a afirmacién de que todo en el mundo sucede conforme a leyes; es indiferente si afirmamos la validez: del principio de causal cuando conocemos esto somos capaces de comprender el significado de determi- nismo, que sostiene que cada evento es un miembro de una relacién causal, que cada proceso es totalmente dependiente de otros procesos. (Schlick, 1931) lad o de determi Ya que solamente Esta concepcién de las leyes de la naturaleza respecto a la causalidad tiene consecuencias inmediatas para las leyes probabilfsticas. El problema es que. como las leyes de la mecanica cudntica (entre otras) son probabilistas y dichas le- yes son incompatibles con las leyes causales que, a su vez Schlick identifica con las leyes de la naturaleza, habria que concluir que las leyes de la mecanica cudnti- ca no son leyes de la naturaleza. Esto ha llevado a Schlick a replantearse qué es una ley de la naturaleza. Schlick se pregunta qué se entiende cuando decimos que Ja mecdnica cudntica hace imposible el principio de causalidad, a lo que responde que es imposible tal principio porque en la mecénica cudntica son imposibles las predicciones precisas. El principio de incertidumbre de Heisenberg supone que no puede determinarse el estado de un sistema y, por tanto, el principio de causa- lidad es inaplicable. Dado que asumimos que la mecdnica cudntica es empirica- mente adecuada, s6lo podemos adoptar dos posturas: una, decir que el principio LAS LEYES CIENTIFICAS 17 de causalidad no es correcto, otra, que es vacio. Por tanto, podemos concluir que frente al problema que supone identificar leyes de la naturaleza con determinis- mo, Schlick ha optado por abandonar la identificacién entre leyes de la naturale- zay leyes causales. Otros autores no identifican leyes de la naturaleza con leyes causales. N. Cart- wright distingue dos tipos de leyes. Dice al respecto: Por lo menos hay dos tipos de leyes de la naturaleza: leyes de asociacién y leyes causales. Las leyes de asociacién son las leyes habituales con las que tra- tan los filésofos. Estas leyes nos dicen cémo dos cantidades o dos cualidades se asocian, Pueden ser, bien deterministas —la asociacién es universal—o proba- bilistas. (..) Por el contrario, las leyes causales contienen la palabra «causa» —o algiin sustituto causal— como es debido. (Cartwright, 1983: 21) D. Bohm contrapone necesidad y contingencia, presentando la causalidad como un caso especial de necesidad y azar como un caso especial de contingencia. Su concepto de ley de la naturaleza es amplio y polifacético: Podemos comparar la estructura de la totalidad de las leyes de la naturaleza con un objeto de un gran nimero (en realidad infinito) de lados, teniendo facetas dentro de las facetas, facetas reflejando facetas, facetas consistiendo en un mo- saico de facetas, ete. (Bohm, 1984: 31) Tanto las leyes de azar como las leyes causales formarian parte —segun Bohm— de las leyes de la naturaleza. N. Rescher (Rescher, 1970) pone el acento en la legalidad de las leyes y esto se plasma en que el «principio regulativo» necesario para las leyes cientificas, no resi- da enel «principio de causalidad» sino en el «principio de legalidad». Dice Rescher: La ciencia es algo demasiado fundamental y profundamente enraizada para ‘no sobrevivir al hundimiento de la causacion universal. Los fenémenos pueden caer fuera de la esfera de la causalidad sin por ello desplazarse mas all del hori- zonte de la ciencia, Aquellos procesos esencialmente estocasticos que residen fuera del Ambito causal, ademas, no son misteriosos e irracionales. Estos fend- menos «azarosos» son perfectamente «naturales» y, de hecho, gobernados por leyes, (Rescher, 1970: 131) En los tres autores (Cartwright, Bohm y Rescher) hay una ampliacién del con- cepto de ley de la naturaleza que va més alld de la causalidad. Mientras que Res- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. LAS LEYES CIENTIFICAS 19 los tipos de prediccién y retroduccién— uniformemente imposible (es decir, para todos los estados). (Rescher, 1970: 40-44) Desde este punto de vista no hay gradacién entre determinismo e indetermi- nismo y de sus definiciones se desprende que aquellos sistemas que se explican con leyes causales son deterministas y aquellos que se explican por leyes probabi- listas son indeterministas. Respecto al determinismo, Armstrong distingue entre una hipdtesis del deter- minismo en sentido fuerte y otra en sentido débil. La primera implicaria que para cada universal existe una ley determinista (estrictamente universal) de tal forma que este universal es el consecuente de esta ley. Segtin Armstrong siel determinis- mo es una ley, tiene que ser una ley de segundo orden, de alcance universal y una ley sobre tados los universales de primer orden. La segunda implica que para cada universal de primer orden existe una ley determinista o probabilista, tal que el uni- versal es el universal consecuente de tal ley. Es decir, todo esta gobernado pero no necesariamente por leyes deterministas. En cuantoa la relaci6n entre los conceptos analizados y teniendo en cuenta las aportaciones de autores reconocidos en el campo de la filosofia de la ciencia, hay que concluir que no puede identificarse determinismo y causalidad, ni ley causal y ley de la naturaleza. Tampoco el determinismo puede ser un ingrediente neces: riamente asociado a ley cientifica. En cualquier caso, ninguno de estos conceptos pueden ser definidos a priori, es decir, sin tener en cuenta la ciencia real, tanto ac- tual como histérica. 6 Las teorias cientificas 1, CUESTIONES PRELIMINARES Las teorfas cientificas son entidades metatesricas con las que representamos nues- tro conocimiento cientifico. No son las tinicas formas de representacién y buena prueba de ello es que a lo largo de los capitulos precedentes hemos introducido una serie de categorias que, sin ser teorfas, expresan parte del conocimiento siste- matizado. Decir que las teorfas cientificas son entidades que forman parte de un sistema conceptual general nos aclara muy poco sobre qué tipo de entidades son las teorfas cientificas, pero quizés es lo tinico sobre lo que habria acuerdo entre la comunidad de filésofos de la ciencia. Con ello no querria transmitir la idea de que la confusién reina entre la comunidad de fildsofos de la ciencia sobre este tema. Lo que sf es cierto es que la caracterizacién de las teorfas cientificas ha sido un tema clave para la filosofia de la ciencia y que la concepcién sobre este tipo de en- tidades conceptuales ha marcado muchas de las diferencias entre las divers: cepciones 0 tradiciones en filosofia de la ciencia.! con- Las teorfas cientificas pueden considerarse como uno de nuestros logros episté- micos mis importantes (Thagard, 1988: 33). Con todo esta afirmacién ya seria pro- blemitica ya que alguien podria argiiir que primero nos deberfamos poner de acuerdo sobre qué entendemos por teorfas cientificas, lo cual nos lleva a plantear di- versas concepciones sobre las mismas, y, por tanto, de nuevo al punto de partida, Hay una cuestién importante anterior al planteamiento de las diferencias so- bre la naturaleza de las teorias cientificas que se refiere a la ontologia de segundo grado y nos plantea qué tipo de entidades metatesricas consideramos que forman parte de la filosofia de la ciencia. Supongamos que hay acuerdo en que las teorias cientificas forman parte de la ontologia de segundo grado (2); la siguiente cues- tién es qué estatus les concedemos: ;consideramos que son las tinicas entidades 0 las Gnicas formas de expresar nuestro conocimiento sistematizado? Las distintas 1. No pretendo hacer una exposicién detallada y ecléctica de las polémicas en torno a las teorias cientifi- cas, pero tendré en cuenta algunas de las principales concepciones sobre la naturateza de las teorias sin pretender que la exposicién sea exhaustiva 181 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. LAS TEORIAS CIENTIFICAS 183 2. La CONCEPCION SINTACTICA DE LAS TEORIAS La concepcién sintactica de las teorias est inspirada en el Circulo de Viena, y plasmada cn cl modelo metodolégico por Hempel y Nagel entre otros. Posterior- mente, se desarrollaron otras versiones, entre las que destacan la de Bergman, Braithwaite y Reichenbach. Para nuestras consideraciones vamos a tener en cucn- ta la versién de Carnap y Hempel en la presentacién de Suppe, que llama a esta concepcién «concepeién heredada» (Suppe, 1979). La versién final de la concepcién heredada considera que las teorias cientificas tienen una formulacién canénica que satisface las condiciones siguientes: 1) Existe un lenguaje de primer orden, L (susceptible de ampliacién con opera- dores modales) en términos del cual se formula la teorfa, y un célculo légico K, definido en términos de L. 2) Las constantes primitivas, no légicas o descriptivas (esto es, los «términos») de L, se dividen en dos clases dis i Vo, que contiene sélo los términos de observacién. Vi, que contiene los términos no-observacionales 0 teéricos. Vo debe contener al menos una constante individual. 3) Ellenguaje L se divide en los siguientes sublenguajes, y el célculo K se divi- de en los siguientes subcélculos: a) El «lenguaje observacional», Lo, es un sublenguaje de L que no contiene cuantificadores ni operadores modales, y contiene términos de Vo, pero ninguno de Vr, El calculo asociado Ko es la restriccion de K a Lo y debe ser tal que todo término no-Vo (esto es, no primitivo) de Lo esté explicita~ mente definido en Ko; ademas de esto Ko debe admitir al menos un mo- delo finito. b) El «lenguaje de observacién ampliado légicamente», Lo, no contiene tér- minos Vry puede considerarse que est formado a partir de Lo, ahadién- dole los cuantificadores, operadores, ete., de L. Su célculo asociado Ko" es la restricci6n de K a Lo’. ©) El «lenguaje tedrico», 1, es el sublenguaje de L que no contiene términos Vo; su cdlcuto asociado Ki, es la restriccion de K a Lt. Estos sublenguajes juntos no agotan a L, porque L también contiene « Dx EG, 5 8) Cx EC, 3 10) Ax EC.3 11) Mx A Ax IC,9, 10 12) Dx MP, 7, 11 9) Mx MP, 6-8 Entre las ventajas filoséficas de este tipo de estructuracién estan las si- guientes: a) Evitar la verbosidad excesiva as{ como todas las falacias y trampas a las que nos puede conducir el lenguaje natural. b) Acabar con la formulacin ambigua de leyes y términos cientificos. c) Facilitar el descubrimiento de errores (al efecturar deducciones no estrictamente justificadas) as{ como facilitar el cdlculo deductivo. 3. La CONCEPCION ESTRUCTURAL DE LAS TEORIAS La concepcién estructural puede considerarse como una revisién de la concep- cién heredada en cuanto cuestiona sus tesis, pero no ¢s una alternativa radicalmen- te opucsta a la tradicién analitica del cmpirismo ldégico. J. Sneed, uno de los fundadores de esta corriente, publica su obra The Logical Structure of Mathemati- cal Physics en 1971, influenciado por la escuela de Stanford a través de P. Suppes. W. Stegmiiller es el iniciador en Europa de esta corriente, ala que han contribuido notablemente U. Moulines, W. Balzer y W. Diederich, entre otros. Vamos a pre- sentar esta concepcién de las teorias cientificas de la mano de U, Moulines, uno de los filésofos mas representativos de esta corriente. Moulines (Moulines, 1991) considera que las teorfas cientificas son e] objeto de estudio del filésofo de la ciencia, del mismo modo que las especies constituyen el objeto de estudio del zodlogo. Siguiendo con esta analogfa, al filésofo de la ciencia le interesan tanto los aspectos de indole «morfolégica» —es decir, la iden- tificacién de los diversos componentes estructurales que constituyen cada objeto y sus interconexiones— como los de indole «fisiolégica» —es decir, el estudio del funcionamiento de las entidades examinadas. Moulines recurre a la ontoseméntica de Frege para esclarecer el estatus ontolégico de las teorfas cientificas.? 2. Véase el prslogo de J. Mosterin a la obra de Frege (1971) Estudios sobre semuintica, paraun estudio de las categorias semiinticas de Frege. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. LAS TEORIAS CIENTIFICAS 193 sus productos teéricos con esquemas conceptuales demasiado rigidos, por tanto, la apertura a estos campos nuevos se produce a través de una tipologia adecuada de los axiomas de una teorfa cientifica. En este punto, sdlo me queda repetir lo dicho en Ifneas anteriores: la distin- cién entre ampliar la ontologia de segundo grado con nuevas entidades que no sean las teorias cientfficas y construir una tipologia de teorfas cientifica tiene poca relevancia. EJEMPLIFICACION DE LA RECONSTRUCCION FORMAL SEGUN LA CONCEPCION ESTRUCTURAL DE LAS TEORIAS CIENTIFICAS ‘Vamos a tomar la estructura de la estequiometria daltoniana analizada por Balzer, Moulines y Sneed en «The structure of daltonian stoichiometry» (Er- kenntnis; 1987). La estequiometria daltoniana (a partir de ahora ED) parte de la idea basi- ca de que existe una serie de elementos basicos que se combinan formando diferentes sustancias al participar en reacciones quimicas. Mas en concreto, esta disciplina se encarga de estudiar las relaciones entre los pesos de diver- Sas sustancias quimicas. Asimismo, la teoria permite asignar diversos coefi- cientes delante de la ecuacién de una reaccién quimica para igualar la reaccién de manera que las proporciones en las que las diversas substancias participan en ella sean las convenientes. En un anélisis estructural lo que hacemos es modelar la teorfa, en este caso, la ED, especificando un grupo de estructuras conjuntistas que sirvan como modelo de la teorfa, El proceso seria, resumido, el siguiente: En primer lugar, consideramos la tetratupla [C.7.R,w] donde C es un conjunto no vacfo finite, formado por las diversas substancias ‘compuestas que participaran en las reacciones que se han de estudiar (agua, metano, pla- ta; etc.), T es el conjunto formado por los tiempos t, y t; donde t, indica «an- tes de la reaccién» y 1, «después de la reaccién>. .R es simplemente el conjunto de los ndmeros reales y w es una funcién con valores reales no ne- gativos sobre C XT, tal que w(s,t) = a, en donde aes la cantidad de gramos de Ja substancia s presente en el momento t. Esto nos da una primera estructura para trabajar con las reacciones quf- micas’pero atin no es suficiente. Necesitamos también un sistema‘de repre- sentacién de las ecuaciones quimicas, donde se nos indique las cantidades. relativas de cada sustancia compuesta que aparezca en la reaccién. Por ejem- plo, que en nuestra teorfa se puedan afirmar cosas como que el agua es HO. 196, INTRODUCCION A LA FILOSOF/A DE LA CIENCIA cir la ley de los pesos combinantes, por tanto, podemos afirmar que se si- gue légicamente de la teoria. Tenemos aqui dos ejemplos que nos muestran cémo dos problemas tipicos de la filosofia de la ciencia pueden ser facilmente resueltos mediante una teoria es- tructuralista. 4. La CONCEPCION SEMANTICA DE LAS TEORIAS, La concepcién seméntica supone una alternativa a la concepcién sintactica. En al- gunos puntos coincide con la concepci6n estructural, sobre todo en algunas criticas a la concepcidn heredada como cuestionar la distincién tedrico-observacional y la consideraci6n de las teorfas como conjuntos de enunciados deductivamente inferi- dos a partir de unos axiomas. Hay también diferencias importantes, sobre todo res- pecto al contenido empirico de las teorfas: mientras que la concepcién estructural mantiene que «no hay ningtin océano de verdades atin por descubrir ante nosotros, ©, si la hay, no es eso lo que interesa a la empresa cientifica» (Moulines, 1991: 185), la concepcién seméntica sostiene que la verdad y la adecuacién empirica son Jas dos categorias semanticas mas importantes, tal como afirma Van Fr: propiedades seménticas son aquellas que tienen que ver con la relaci6n de la teoria con el mundo, o mas especificamente, que tienen que ver con los hechos sobre los que trata la teorfa» (Van Fraassen, 1980: 90). A lahora de citar los autores mas representativos de la concepcién semantica, hay que incluir desde los pertenecientes a la concepcién estructural (marcando las diferencias) hasta la escuela polaca de Wojcicki y Przelewski, pasando por los fi- ldésofos italianos Dalla Chiara y Toraldo. Sin embargo, en filosoffa de la ciencia la concepcién semantica, se asocia a F. Suppe, B. van Fraassen y R. Giere, con Beth como precursor. Hay algunas diferencias entre estos autores pero no son relevan- tes por lo que se refiere a la naturaleza de las teorias cientificas. El desarrollo de esta concepcién vamos a hacerla a partir de R. Giere por ser el que ha proporcio- nado una version mds acorde con la funci6n docente, la cual, ademas, la ejemplifi- ca en los libros de texto. Respecto a la ontologia metatedrica, Giere concede un lugar preferente a los modelos tedricos. En la vida cotidiana construimos modelos que forman parte de un mundo imaginario, por ejemplo, imaginamos cémo seré el viaje del préximo verano, o el encuentro con el amante o las oposiciones a profesora titular de uni- versidad. Estos modelos sélo existen en la mente de la persona que imagina estas situaciones. Los modelos teéricos forman parte del mundo imaginado. Sélo exis- ten en las mentes de los cientificos como materia abstracta de las descripciones sen: «las aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. INTRODUCCION A LA FILOSOFIA DELA CIENCIA, Veamos algunas consideraciones relacionadas con la concep de dos s hipétesis enlazando estas mo- Mi idea preferida es que entendamos las teorfas como compuest: elementos: 1) un conjunto de modelos, y 2) vari: delos con sistemas del mundo real. Entonces, lo que uno encuentra en los libros de texto no es la teoria en si misma, sino enunciados definiendo los modelos que formaban parte de la teoria. Como consecuencia de la anterior interpretaci6n, una teoria cientifica no es una entidad bien definida. Es decir, no se dan condiciones necesarias y suficien- tes para determinar qué modelos y qué hipétesis forman parte de la teoria. {Qué determina si un modelo puede considerarse como propiamente new- toniano? Una posible respuesta es que para formar parte de la teorfa de la mecénica clésica un modelo debe poscer un «parecido de familia» a una familia de mode- los que ya forman parte de la teoria. Es innegable que existen estos parecidos de familia entre los modelos pertenecientes a una teoria, Por otra parte, no hay nada en la estructura de los modelos que pueda determinar que este parecido sea sufi- ciente para ser un miembro de la familia de modelos. Esta cuesti6n, perece que ha de ser decidida s6lo por los miembros de una comunidad cientifica en un mo- mento dado, sin embargo, esto no quita objetividad a la afirmacién de que hay un parecido de familia entre los modelos de una teoria. Es decir que el conjunto de los cientificos determina si el parecido es suficiente. Este es un punto en el que puede decirse que las teorias no sélo son construidas sino que son social- mente construidas. (Giere, 1988, cap. 3) Modelo eee Definicién Similitud Conjunto de enunciados Sistema real mn semantica de las teorfas, en su version de Giere: a) b) Las teorfas pierden su cardcter predominante desde el punto de vista on- tolégico. Las piezas clave son los modelos teéricos. Los modelos teéricos admiten la expresi6n en lenguajes mucho mas variados que los de las teo- rias, al menos tal como las entienden, no sdlo la concepci6n sintactica de las teorias sino también la concepcién estructuralista. Laaxiomatizaci6n de las teorias no es considerada ni como necesariani si- quiera como un criterio de valor epistemolégico para una teoria. Todo tipo de reconstrucci6n légica (formal o informal) se considera un puro ejercicio I6gico pero que no ajiade nada a nuestra comprensi6n de la ciencia. En este

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