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Hubo un indio guerrero que encontr un huevo de guila en la cima de una montaa y

puso ste huevo de guila junto con los huevos que iban a ser empollados por una
gallina.
Cuando el tiempo lleg, los pollitos salieron del cascarn, y la pequea guila tambin.
Despus de un tiempo, ella aprendi a cacarear como las gallinas, a escarbar la tierra,
a buscar lombrices, limitndose a subir a las ramas ms bajas de los rboles,
exactamente como todas las otras gallinas. Y su vida transcurra en la conciencia de
que era una gallina.
Un da, ya vieja, el guila termin mirando el cielo y tuvo una visin magnfica. All, en
el azul claro, un pjaro majestuoso volaba en el cielo abierto, como si no necesitase
hacer el ms mnimo esfuerzo. El guila vieja qued impresionada. Se volvi hacia la
gallina ms prxima y dijo: "Qu pjaro es aqul?"
La gallina mir hacia arriba y respondi: "Ah! Es el guila dorada, reina de los cielos.
Pero no pienses en ella. Tu y yo somos de aqu abajo".
Y el guila no mir nunca ms hacia arriba y muri en la conciencia de que era una
gallina. De esa manera, como todo el mundo la trataba, de esa manera creci, vivi,
muri.

Nuestra persona da y recibe influencias a travs de diferentes seales. Si actuamos


sobre dichas seales podemos influenciar nuestro estado de nimo. Y, a traves de
esto, cambiar la percepcin que reciben los dems sobre ti, lo cual acabar retornando
a nosotros y reforzando dicha influencia.

Jams permitamos que por otros perdamos nuestra autenticidad, siempre debemos
confiar en nuestro criterio, y no dejarnos influenciar por los dems. Tengamos
confianza en nosotros mismos.

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