You are on page 1of 4
Factores de riesgo para tas adicciones sociales endégena o un trastorno bipolar; y una via directa que opera con datos neurobiequi- micos. La susceptibilidad genética para las adicciones sociales se transmite mediante cier~ tos datos que forman parte de la iadividealidad neuroguimica, sobre tado en forma del cédigo regulador de la composicién de las proteinas que integran los receptores seratoninérgicas y dapaminérgivos. Los mis estudiados en este sentida vienen sienda los receptores dopaminérgicos D,, construidos al dictado codificadar del gen A del cromosoma rr. Las variaciones 0 alelos de este gen de los que depende la sensibili- dad de los receptares D, se distribuyen en A,, el de la hiposensibilidad, y en A,, el de la hipersensibilidad En tanto que para la adiccién quimica, sobre todo la gencrada por el alcohol, los mas predispuestos de acuerdo con las experiencias de Blum y colaboradores (1990), Noble (2000) y Connor y colaboradores (2002), pucden ser los portadores del alela Aj, empeiiados en obtener una respuesta dopaminérgica suficiente mediante el con- sumo de una gran cantidad de alcohol, la reaccién dopaminérgica excesiva propia de Jos portadores del alelo A, parece constituir un mecanisme activador de la predispo- sicién a las adicciones sociales. Este ailtimo punto se muestra arménico con el emplea de las modernos neurolépticos atipicos, de accion antidopaminérgica en exclusiva sobre el sistema mesolimbico, en el tratamiento de las enfermedades adictivas socia- les, Si escudrifiamos el significado biogrdfica de la enfermedad adictiva social, capta- do en forma de la mativacién consciente 0 inconsciente, hemas de coneluir que pre- valece su diversidad, coma ya se trasluce a través la intervencién de los multiples fac~ tores de riesgo mencionados. En la mayor parte de los adictos, sin embargo, esta pre- sente de algiin modo un sentido de evasin, Motivos contrapucstos apuntan al misma resultado: unos se vuelven adictos para sentirse diferentes y otros para potenciar su mismidad y sentirse capaces por si mismos, unos para darsc a los demas y otros para no dejarse influir por los otros, etcétera, El nexo unitivo nosogrifica de las enfermedades adictivas sociales, verdadero muestrario de la psicopaiologia de la postmodernidad, queda afianzado en el plano etiolégico una vez puesto de relieve la habitual intervencian de factores de riesgo comunes, La agrupacién unitaria de las adicciones 2 un objeto social en el mismo cir culo parol tegranda el sindrame adictivo social ha de prestar muchas luces para comprender mejor a estas enfermos y tratarlas de un moda cada vez mas efi- ciente. 65 Guia terapéutica para los enfermos de adiccién social La estraregia terapéutica idénea para los adictos sociales se sistematiza en agentes curativos que atienden los tres costados de estas enfermedades: la psicoterapia para restaurar la personalidad; la socioterapia para beneficiar la interaccidw social, y los psicofirmacos para poner el orgavismo en condiciones de equilibria neuroquimico. No se debe prescindir de atender debidamente los tres costados terapéuticos en nin- giin caso. El arte del rerapeuta de adicciones consiste en moverse por las tres. vias seleccionadas con un sentido integrador, ajustado a las peculiaridades de cada enfer- mo, Para captar estas peculiaridades se dispone de una metadologia que abarca la his- toria clinica, el examen 0 entrevista y la exploracion fisica. nida, el terapeuta dispone de dates suficientes para elaborar el diseno terapéutico individualizade, siempre distribuida en las tres verticntes mencionadas. La intervencié n la informacién obte- a del terapeuta sobre el enfermo adictivo realizada mediante la entrevista personal cs lo que sucle entenderse pa pia queda asi caracterizada como un método psiquico, ello no presupone que su impacto terapéutica no se extienda al funcionamienta somético y a la interaccién social, El psicoterapeuta de enfermos adictivos, aparte de sus diversas pautas esen- ciales de accién a las que después nos referiremos, ha de adaptar en todo momento una actitud comprensiva, @ sea, una actitud centrada en la comprensién personal, entendiendo por tal Ia captacidn de la morivacién de la conducta, es decir, la cone xién de sentido encerrada en los actos del enfermo adietivo. No se trata con ello de justificar al otra, ni mucha menos de juzgarle para alabarle o repudiarla, sino de des- cubrir la relacién de sentido que conexiona sus experiencias pretéritas y presentes con su conducta. La intervencién psicorerapéurica selectiva para el enfermo adictivo es individual de caracter breve, La psicoterapia individual se aplicara de forma exclusiva o combi- nada con la psicoterapia de grupo. Cuando decimos que ha de ser breve nos refer mos a que se limitara al menor niimera de sesiones de psicoterapia pasible, con un intervalo minimo de una semana. Con arreglo a la técnica, la psicoterapia del enfermo adictivo se desplicga en tres niveles, abordado cada uno de ellos con una técnica distinta. Al principio se impone la psicoterapia coguitive-comportamental, con objeto de bloquear de wn mado direc- to el ciclo adictivo con un enfoque sintomatico proyectade sobre las distorsiones cog- nitivas, en cl sentide de corregir las absolutizaciones, las generalizaciones, el pensa- miento dicorémico, las minimizaciones y otras deformidades mentales, y sobre la con- ducta adictiva y sus agentes reforzantes, con objeto de apartar temporalmente al enfermo del objeto adictivo. Una orientacién contrapuesta a la orie convertir al pirémana en bombero Mediante esta accién psicoterapéutica mixta sobre las actitudes mentales y los habitos conductuales propios de los enfermas adictivas, se abre una brecha en la per- sonalidad del adicto para modificarla en el doble sentido mencionado. Les cuatro objetivos primordiales que se tratan de alcanzar mediante la aplicaci6n de la psicote- fapia cognitivo-comportamental a un enfermo adicto social, se atienen a esta orde- nasién cronologica: cl bloguco @ suspensién de fa conducta adictiva, la aurocvalua- psicoterapia, Aunque la psicotera- acidin chusea de 69 Guia terapéutica para los enfermos de adiceién social Erg Hendidura postsinaptico erent Figura 3. La serotonina actila comiinmente a través de la hendidura sindptica sobre el receptor postsindp- ipe al ser [a serotonina reeaptada por Ja newrona presinapt ca al cabo de cierto tiempa (flccha A}, Pero si 3c blexquica (hlocssco sgual a B) esta recaptura por la accion de alin inhibidor de a reeaprackin de serotonina, se mantiene durante ms tiempo el contacto de esta sus tania con el receptor postsinaptica y, por tanto, se inevementa su efectividad, ico. EE contacto con este receptor se intern tranguilizante que tiene la peculiaridad de desarrollar su accién incrementando la sin= tesis de la serotonina en el cerebro, asi como la sensibilidad de los correspondientes receptores postsinapticos. Esta accién proserotoninérgica mixta se acompafia de una repercusién neradrenérgica positiva, Para la recuperacién del autocontrol por parte de enfermas adictivas sociales que pasan momentos o crisis de ansiedad los psicofiirmacos selectives se encuentran en las benzodiazepinas de accién prolougada, como el halazepan y el ketazolan, Tienen la ventaja de agregar a su accidn ansiolitica primordial un cierto efecta sedative, toda ella producida mediante el incremente de la actividad del sistema gamma-aminabutirica (GABA). El GABA es el sistema inhibidor mas importante en los centros nerviosos. Los hetablagueantes, principalmente representados en esta indicacién par cl pro- panolol, ejercen una accién inhibidota sobre las emociones, por lo que constituyen un recurso bdsico para facilirar a los cnfermos adictivas hiperemocionales la recupera- cidn del autocontrol. De esta suerte se estimula el progreso de la madurez emocional. La asociacién de propanolol con una de las mencionadas benzodiazepinas permite obtener unos resultados mas seguros y estables frente a la ansiedad, incluso con dosis benzadiazepinicas mas ligeras. 13 Bibliografia de la primera parte Ades, J. y Lejoeux, M. (1999). Dépendances camportamentales: achats compulsifs, addictions sexuelles, dépendance au travail, klepromanie, pyromanie, trouble explosif intermittent, trichotillomanic, Eneyel. Méd. Chir. (Paris), Psychiatrie 37- 396-Azo, Alonsa-Fernindez, F. (1988). La depresidn y su diagndstico, Madrid — (1989). Psicologiét Médica y Social (s.* Edicién). Barcelona : Salvat. — (1996), Vencer la depresién com la ayuda del médico, ta familia yy los dmigos (2° Edicién). Madrid: Temas de Hoy. — (1997). Psicopatologia del trabajo, Barcelona: Edika Med. — (1998). Los secretos def alcoholismo, Madrid: Ediciones Libertarias. — (1999), Le altre droghe (cibo, sesso, televisione, acquisti, gioco, lavoro). Roma: Edigione Universitarie Romane, — (1999). El enigma Goya (La personalidad de Goya y su pintura tenebrasa). Madrid/México: Fonda de Cultura Econémica. — (2000), Historia personal de los Austrias espattoles. Madrid/México: Fando de Cultura Econémica, — (2001), Las claves de la depresiéi, Madrid: Cooperacién Editorial, Baylé, F. J. y Olig, J-P. (998). Concept d'impulsivité, Arm. Med. Psychal., 156, 588- 595. Blum, K., Noble, EP, Sheridan, PJ. y cols. (1990), Allelic association of human dopa- mine receptor gene in alcohalism. JAMA; 263, 2055-60. Brown, Stephanie (2002). Women and addiction. En Straussner, L y Brown, S. {edi- tores), The Handbook of addiction treatment for women, Jossey-Bass, San Fran cisco, 26-51 abor. 1s

You might also like