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Un hombre que se iba al extranjero llam a sus empleados

y los dej encargados de sus bienes:

a cada cual segn su capacidad.

Luego se march.

El que recibi cinco talentos fue enseguida a


negociar con ellos y gan otros cinco.
El que recibi dos hizo lo mismo y gan otros dos.

En cambio el que recibi


uno se fue, cav un hoyo
en la tierra y escondi
el dinero de su seor.
Al cabo de mucho
tiempo, volvi el seor
de aquellos empleados
y se puso a ajustar
las cuentas con ellos.
(Mt.25,12-19)

La parbola de hoy
nos ensea que la
esperanza ha de ser
activa.

No cree de verdad
quien no produce los
frutos
de la fe.

Y no espera de
verdad quien
aguarda pasivamente
un futuro que es don
de Dios,
pero que ha de ser
preparado
con el trabajo
paciente y tenaz
de cada da.

El P. Alberto Moreno recordaba que:

Algunos emplean los talentos recibidos


para volverse contra aqul que se los dio.
Otros los usan como si fueran bienes propios
y los derrochan a su capricho.
Los ms perezosos casi lamentan haberlos
recibido cuando descubren
para qu se les han entregado.

Los primeros son ingratos.


Los segundos altaneros.
Los terceros haraganes.

Nos alegra saber que, junto a ellos, caben


tambin los responsables y agradecidos.

Has sido fiel en lo poco.


Con frecuencia
sobrevaloramos
nuestras obras.
Y, sin embargo,
todo lo que hacemos
por el Reino de Dios
es bien poca cosa.
Lo importante
es la fidelidad
en el servicio.

Pasa al banquete de tu Seor

No trabajamos por el premio que Dios nos promete,


pero sabemos que el mismo Dios es nuestro premio.

Nada puede compararse


a la intimidad que nos ofrece.

Padre nuestro,
que nos has llamado
a colaborar en tu Reino,
mantn en nosotros
la esperanza y aydanos
a vivirla con la sencilla
fidelidad de nuestro
compromiso diario.
Amn.

Texto:

Jos Romn Flecha Andrs

PALABRA DEL SEOR Salamanca


Presentacin: Antonia Castro Panero
Msica: Plegaria: Garca Caffi.

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