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LA MISIN Y LA VIVENCIA CRISTIANA

Dos campos, unos mismos criterios valorativos

En nuestro curso de Misionologa se ha profundizado en las dimensiones propias y


fundamentales de la misin: la cristolgica, la soteriolgica y la pneumatolgica; y ha quedado
entendida su gran importancia y su imprescindibilidad, sin las cuales la misin sera estril y
gravemente distorsionada. Ahora quiero trasladar estas mismas dimensiones a otro campo
relacionado ntimamente con el antes mencionado, y, este es, la vivencia cristiana. Por qu este
traslado? Porque al rbol se lo reconoce por sus frutos; dicho claramente: porque a la misin se
la reconoce por la vivencia cristiana de quienes fueron objeto de esta misin.

En consecuencia, valerse de estas dimensiones para realizar un anlisis de la vivencia de la fe


del pueblo de Dios, es un camino acertado, a mi consideracin.

Para entender mejor mi punto de vista, voy a mencionar cada dimensin en la manera concreta
como se la debera vivir en la Iglesia: cristolgica: la presencia real de Jess en la Eucarista;
soteriolgica: los medios de salvacin que son los sacramentos; y pneumatolgica: el Espritu
Santo actuante en nuestra vida para santificarnos.

Se constituyen as las tres claves de anlisis. Si el pueblo de Dios o, ms especficamente, la


parcela del pueblo de Dios que nos ha correspondido acompaar, lleva una profunda vida
eucarstica, con visitas a Jess y adoracin constante, por ejemplo; si frecuentan gustosa y
regularmente los sacramentos; y si anhelan ardientemente la santidad, pidindole esta gracia al
que es el Santo, entonces podramos decir que tenemos ante nosotros una vivencia real de la fe.
De lo contrario, se debera considerar seriamente un nuevo impulso evangelizador.

Por ltimo, quisiera mencionar algo interesante. Si miramos con atencin las tres claves de
anlisis, queda claro que hay un punto en el que se unen estas de una manera ntima, y coincide
perfectamente con el pensamiento magisterial de la Iglesia, en cuanto a la vivencia eclesial: el
sacramento del altar (conocido como Misa), la Eucarista, centro y culmen de la vida de la
Iglesia, con el que se santifica ella misma. Aqu se entrelazan perfectamente cristologa,
soteriologa y pneumatologa, o sea, Jess Eucarista, sacramento y santificacin.
Byron Cadmen, C.S.
02/05/2014

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