138 DERECHO DE ASILOY "NO RECHAZO" DEL REFUGIADO
4), la exenci6n de reciprocidad para el disfrute de los derechos reconocidos,
por el derecho del pais de refugio (articulo 7)", el derecho a adquirir bienes,
muebles ¢ inmuebles (articulo 13), ef derecho de asociacién (articulo 15), el
derecho de acceso a los tribunales (articulo 16), derechos en materia de
vivienda (articulo 21), educacién piblica (articulo 22), asistencia publica
(23), derechos laborales (24), libertad de circulacién (26) y documentos de
viaje (28). Ademés estén los derechos de no sancionar las entradas ilegales de
Jos refugiados (articulo 31), la no expulsi6n (articulo 32) y el principio de no
devolucién o no rechazo (articulo 33 sobre non-refoulement).
Por otra parte, la Convencién establece en su articulo 2 Ia obligacién
para los refugiados de acatar las leyes y medidas adoptadas para el manteni-
miento del orden ptblico en el Estado de refugio".
Por Jo que se refiere a los derechos, unas veces se reconocen para los
refugiados en las mismas circunstancias 0 condiciones que para cualquier
extranjero, como es el caso del articulo 13 respecto de la adquisicién de bie~
nes muebles ¢ inmuebles. Otras veces, en cambio, la obligacién consiste en
dispensar el trato mas favorable otorgado a los extranjeros en general, tal es
Ia obligacién impuesta en el articulo 15 respecto al derecho de asocizcién,
Por fin, respecto de ciertos derechos, se pide que el trato otorgado al refu-
‘gindo sea el mismo que el otorgado al nacional, como en el articulo 4 sobre la
libertad religiosa, el cual textualmente habla incluso de "un trato por lo
menos tan favorable como et otorgado a sus nacionales” en cuanto a la liber~
tad de practicar su religién y en lo referente a la educacién religiosa de sus
hijos”.
128. Asien Carayon v Ruiz, Prancia, Tribunal Paritaire des bawe ruraux of Limow (Aude), 10
td febrero de 1961. ILR. Vol. 44, pdgs. 140-2. También en Wagres ». Agu. Francia, Corte
tde Apelacin de Orleans, 27 de abril de 1967. ILR. Vol 48, pags 166-7. En Socité Civile
Immobiliére Messidor ». Valo and Molina, a Corte de Catacién francesa reitera que "El
‘articulo 7,2 de la Convencidn de Ginebra le 25 de Julio de 1951 sobre el Estauto de los
Rejugiades, except a los refugiados de la reciprocidad legislative después de un periodo
de tres afas de residencia en Francia", de al modo que Vailo y ta vinda de Molina, refe-
tlados espatioles, podfan beneficiase de la leislacién francesa sobre arendamiento agrt-
bole, Francia, Corte de Casacida, Société Cue Inmobilive Messidor v. Vala and Molina,
29 de octubre de 1968. ILR. Voi 70, pég. 355.
129. En e} caso Macfa-Cassol, se deniega la proteccién solcitada porque los demandantes de
silo no quieren Fiemar uns declaracign de cometimiento expreso a las leyes argentina,
PALAcios, A.L. y CAMINOS, C.N. Derecho de Asilo (caso Macta-Gasso, Buenos Aires,
1928, pig. 8
130, Comenia Wins que Ia intencién de este arfculo es cubrir las situaciones de pafses con
importantes limitaciones en materia de libertad religiosa, en particular, zqulios en los que
existe une religion ostatal distnta ala de los refugiados. Weis, P The Refugee Convention,
cet take ade eet
CRISTINA J. GortAzar ROTABCHE 139
A) _Elestatuto personal de los refugiados.
Por lo que se refiere al estatuto personal del refugiado el articulo 12 de la
Convencidn de Ginebra establece expresamente:
") El estatuto personal de cada refugiado se regiré. por la ley del pais de
su domicitio 0, a falta de domicilio, por ta ley del pais de su residencia,
2, Los derechos anteriormente adquiridos por cada refugiado y depen-
dientes de su estatuto personal, especialmente los derechos inherentes
al matrimonio, serén respetados por todo Estado contratante, siempre
que el derecho del que se trate sea de los que habrian sido reconocidos
por la legislacién del respectivo Estado, sil interesado ho hubiera sido
refugiado".
Los Tribunales de los Estados, interpretando las convenciones sobre
refugiados de la Sociedad de Naciones'! y, mas tarde, el articulo 12 de la
‘estatuto personal (artfculo 12); b) Equiparacién con los nacionales en materia de: libertad
religiosa(art. 4), propiedad intelectual e industrial (art. 14), acceso a los tibunales y asis-
tencia judicial (art. 16), raeionamiento (at, 20) ensedaza elemental (art 22,1), asistencia y
socorro public (at. 23), remmuneracién y segues sociales (art. 24), aunque estos dkimos
con limitaciones y gravsmenes fisales (at, 29,1); 6) Aplicacién del principio del trato
Inde favorable posible concedido a los extranjeros en materia de: adgusicién de bienes
‘mucbles ¢inmucbles (ar.13), derecho de asocizeién (at 15), empleo remunerado (att. 17),
Ueabajo por cuenta propia (att. 18), ejercicio de profesiones liberales (an. 19), vivienda
(an.21), ensefianza stints dela elemental (rt, 22,2); €) Igualdad de trato con Ios extran-
jeros en general: a resetva de ls disposiciones mas favorable previstas en esta Conven-
‘dn, todo Estado contratante otorgaré los refugiados ef mismo trato que otorgue a los
extrinjeros en general (art. 7,1). Bxencid de reeiprocidad legisltiva con espfrity flexible
(art 7) Libertad de circulacidn eespetando los reglamentos aplicables alos extranjeros en
eneral (art. 26) Igualdad en la percepcién de derechos por la expedicién de documentos
ludministratives (art. 29,2); ) Exencisn de medidas excepcionalesaplicables alos naciona-
les de Estados extranjeros, excepto medidas provisionales en tempo de guerra 0 en otras
ircunstancias graves y exeepcionales (art. 8 y 9); Expedicién de documentos de ident-
dad y de documentaciGn de viaje (art 27 y 28) Facilitarles la ayuda de autosidades exiran-
jer, especialmente en materia de documentos y cortificados (art. 25), g) Prohibicion de
‘exptlsign, salvo por sazones de seguridad o de orden piblico, con aereglo & los proce
imentos legales vigentes y dando al refugiado Ta oportunidad de ser ofdo (art. 32), No
expulsion a un pats donde corra peligro su vida osu libertad por razones politcas (art. 33);
‘hy Dar facitidades para Ja naturalizacin (art. 34) Ia continuidad de residencia(art.10) y el
asentamento (ar. 19,2) de los refugiados; i) Permiso para tansferi a oto pafs, con fines
‘de reasentamiento, os haberes que hayan llevado consigo al Estado de refugio y facilida-
ddes para ransferir sus haberes en general para su reasentamiento en otro pafs en el que
hhayan sido admitidos (art. 30); j) Aplicaci6n de la Convenci6n a los relugiados sin disri-
rinacion por motivos de raza, religion o pais de origen (axt3) y no interpretacién en
rienosctbo de cualesquiera otros derechos y beneficios atorgads alos efugiados indepen-
dientemente de la mista (art. S). BUENO AKG, F. "Comentarios ala Ley 5/1984, de 26 de
‘marzo reguladora del derecho de asilo y de la condicign del tefugiado”, VV.AA. Comenta-
Se eee eee eee eee ed eet ee eta140 DERECHO DE ASILO Y “NO RECHAZO" DEL REFUGIADO
Convencién de Ginebra, han reconocido a los esposos el derecho a divor-
ciarse en el pais de refugio de acuerdo con las leyes de tal pais, avin cuando
en sus paises de origen no exista el divoreio, o las razones aducidas no sean
en dichos paises de origen causa de divorcio™, Asi, en Pater v. Pater, el Tri-
bunal Federal suizo mantiene:
“Un refuugiado en el sentido de la Convencion que, como el demandante,
vive en Suiza, puede solicitar el divorcio en su lugar de residencia (..)
basdndose en el Derecho suizo sustantivo, sin que le sea exigido probar
que su pais admite el motivo en el que su peticion de divorcio estd basada
a
Por lo que se refiere al pérrafo segundo del articulo 12, es interesante
conocer la respuesta jurisprudencial, ante los cambios legislativos en el pats
de origen, acaecidos despues de que la persona haya recibido el estatuto de
refugiado. En Cismigiu v. Seicaru —dos rumanos que han obtenido la condi-
cién de refugiado en Francia y que, posteriormente, se divorcian alli—, la
‘de aoogida, Bn ol asunto In re Galvez, un refugiado espafiol en Francia, invoca a Conven-
‘eign de 1933 sobre el Esatuto legal de os Refugiados —que Francia habfaratficado y que
tun desreto de 15 de marzo de 1945 entendia aplicable a los refugiados esparioles—, para
{que se le permita,aplicando el Derecho francés, divorciarseen dicho pa; la Corte de Ape-
Tid de Paris le reeonace ere derecho, Francia, Carte de Apelacisa de Parl, In re Galvez,
6 de diciembre de 1947, TLR. 1937, pags. 130-1. Kdem KISS, A-CH. Rép. FF. DIP. Tome
1V, pig, 447
Ea Aguerra c. a femme, el Tiibunal Civil de Versalle llega a idéntica conclusién, recha
‘zando ol eriterio mantenido por la Sra. Aguerra-Amirez (de nacionalidad francesa}, seatin
cl cual, a Convencidn de 1933 no debe aplicarse mas que a los refugiados expafoles que
fentren en la categoria de apiridas y, dems, el mencionade Decreto de 15 de marzo de
1945, no puede conlleva la reeptividad de Ia demanda de divorcio del Sr. Aguerra, ya que
cllo contravendsfa la dociina y junspraencia francesa de reconocer a los extranjeros ef
beneficio de su ley nacional, EI Tribunal, como digo, no Io entiende ast, y permite que
‘guerra presente su demanda de divorcio. Fancia, Comte Civil de Versalles, Aguerra c.sa
femme, 6 de octabre de 1954, Id
En el caso Karolyi c, Assayas, un Tribunal francés decide que el divorcio de los esposos
Kérolyi, aonque anterior ala raifieaci6n francesa de la Convencién de Ginebra de 1951 —
‘que confirms Ia reglasogun Ia cual el estatuto personal de cada refugiado queda regulado
por la ley del pas de su domiciioo residencia—, se regiré por el Derecho Francés, pues la
‘mencionada regla de conflict forma parte ya del Derecho internacional privado francés
Francia, Corte de Pari, primera cfmara, Karoly ¢, Assayas, 23 de noviembre do 1954,
bid. op. cit, pag 448,
132, Austria, Tribunal Supremo, Yugoslav Refugee (Austra) Case, 4 de abril de 1956, TLR.
Vol. 1956, pig 382-3, Tb. X. v Dame X, Francia, Tribunal Civil del Sena, 5 de enero de
1956. Ibid. op. cit, pég 390-1, LLwia w LLuvia. Francia, Comte de Apslacién de Amiens,
de abril de 1956, Ibid. op. cit, pég 388-90.
133, Suiza, Tribunal Federal, Pater w Pater, 13 de octubre de 1967. ILR. Vol 72, pig. 642. La
traducciGn y la negrita 6s mfa, Obviamente, esta disposicign de Ia Convencién hoy en di
pa aera irae eR
Cristina J. GortAZAR ROTAECHE 141
disputa se centra en el régimen de liquidacién de los bienes matrimoniales, ya
‘que durante esos aiios la legislacién rumana ha variado. El Tribunal francés
‘que resuelve, cntiende que segiin el articulo 12,2 de la Convencién de Gine-
bra, los cambios en Ia legislacién rumana no afectan ef estatuto personal de
los refugiados"™.
En Panayotti v. Paitchadze, la Corte de Casacién francesa opta por esa
misma solucién de modo definitive dado el rango del Tribunal. Los Pait-
chdze, matrimonio de refugiados georgianos en Francia, se habfan casado en
‘Moscti con anterioridad a recibir su status de refugiados, y bajo el régimen de
propiedad matrimonial vigente entonces —1921— en la URSS, Al morir la
Sra. Paitchdze, el conflicto aparece sobre el régimen aplicable a la propiedad
matrimonial, dado que el Cédigo Soviético de 1926 haba efectuando impor-
tantes cambios en el mismo. La Corte de casacién mantiene que:
"Mme Paitchdza tenia, en virtud de la Convencién de Ginebra de 1933 y
1951, un derecho adquirido al régimen de propiedad matrimonial en vigor
en su pais de origen antes de que dejara Rusia para entrar en Francia. La
Convencién de 1951 (..) excluye de su proteccién sélo los derechos que no
sean reconocidos por el pais de refugio, pero no aquellos que hayan sido
revocados por un cambio en la legislacion det pais de origen, con el cual
el refugiado ha roto toda conexién™™®.
La sentencia del Tribunal Federal suizo de 22 de febrero de 1979, en el
caso de los esposos Dar, trata un asunto diferente: la cuestién consiste en
conocer si el juez stizo ha de reconocer una sentencia de divoreio (exequa-
tur) otorgada por los tribunales del pais de origen de los Dax, refugiados y
domiciliados en Suiza desde 1956. La Sra. Dax pretende que se reconozca la
subsistencia de su matrimonio a pesar de que su marido habia obtenido en
1973 una sentencia de divorcio en Budapest. Su pretensin es finalmente
admitida por el Tribunal Federal; éste afirma que la Convencién de Ginebra
de 1951, en materia del estatuto personal del refugiado, quiere proteger a las
refugiados a través de una ruptura juridica con el pais de origen, asimilindo-
les a los nacionales del pais de acogidal™.
14, Clomigit v. Seicars. Prancia, Tribunal de Grande Instance of the Seine, 18 de abril de
1966, TLR. Vol 47, pgs. 272-4, Seicare recurre esta sentenei, pero e] Tribunal superior
resuclve en el mismo scatido; el régimen de propiedad plicable al matrimonio es aquél
vigente en Rumania en 1943, a leislacida rumana de 1953 no les afecta en absoluto ye
que para entonces habian adquirido la condicién do refugiados. ILR. Vol70, pigs. 383-7,
135, Panayotiv,Paitchaane. Francis, Corte de Casackin, 1 de diciembre de 1969. ILR. Vel 52,
Pee ee eee