una camisa de manga larga que cubriera los famosos msculos aparecan mismamente en las noticias de hoy de Nestor

Camacho fue tarea difcil. Pero tena que hacerse. Entonces record una camisa de franela a cuadros que haba guardado en el estante de l armario que Yevgeni y l compartan. Evidentemente, una camisa de franela de manga larga a cuadr os oscuros no era una eleccin ideal para el trrido trrido trrido Miami, sofocado por la lmpara halge na de calor pero era lo mejor que pudo encontrar. Era bastante fea, adems, y la llevaba por fuera de los pantalones para ofrecer un aspecto de un costal de harina lleno de modestia todo ello, porque saba que el artculo de esta maana del Herald iba a ser una bomba en cualquier sitio en donde sus compaeros de la CST le pusieran la vista encima. Todo el asunto vena en primera pgi na, con una versin reducida de la foto sin camiseta que le tomaron despus del incidente del mst il. En efecto, Nestor, Hernandez, Nuez y Flores, otro agente de la unidad, acababan d e sentarse en un reservado de Kermit s, el barucho que serva platos rpidos en la misma manzana de la farmacia CVS la cuestin era que todos los tugurios de Miami parecan encontrarse en una calle donde haba alguna farmacia CVS , y en cualquier caso acababan de sentarse cuando Hernande z dijo: Quin es ese tal John Smith, Nestor? Cunto cuesta contratar a un relaciones pblicas, de todos modos? Uuuf ! Aquel dardo le dio a Nestor justo entre los ojos. Pero con la mayor frescu ra logr adoptar un tono teatral: Por lo que yo s, sargento, no es ms que un to que reconoce el verdadero talento en c uanto lo ve. Muy bueno. Nuez y Flores rieron en seal de apreciacin. No as el sargento Hernandez. S, pero el caso es que no lo vio. No estaba all. Aunque no lo parece por lo que dic e aqu. Hernandez cogi un ejemplar de Yo No Creo el Herald como si fuera un objeto