y con los ojos del corazón que desespera, te forme con poesía una estela Déjame pues llegar hasta tu lado y probar el sabor tan anhelado de este amor que me mata cual humano, y desata esta pasión que te desea. Sale de mi el viento de mi alma y choca en estruendo arrebatado al encontrar tu corazón enamorado, flotando en el espacio de mi tiempo. Cual si fuera un caballo desbocado; orgulloso al viento vuela la crin en el infinito de mi pensamiento. Y va al encuentro que le reclama... y el corazón enamorado; de sigiloso vuelo taciturno presencia la llegada de mi sombra a tu lado. Y emprendamos la danza en plenilunio sobre la estela bordada con caricias... donde ondula; tembloroso “Un beso”