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“Preparad el camino al
Señor”
Autor
Prudencio García Pérez
JUAN BAUTISTA
“PREPARAD EL CAMINO AL SEÑOR”
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alarmar a Herodes. Su elocuencia tenía un efecto tan
tremendo sobre la gente que podía culminar en alguna
forma de rebelión o levantamiento, pues parecía que eran
guiados en todo lo que hacían por las palabras de Juan.
Herodes decidió que era mejor atacar primero y
deshacerse de él antes que su trabajo condujera a una
rebelión, porque si esperaba podría encontrarse ante una
difícil situación y lamentar su error. Entonces Juan, por las
sospechas de Herodes, fue llevado en cadenas a
Maqueronte, la fortaleza mencionada anteriormente, y allí
fue ejecutado, pero el veredicto de los judíos era que la
destrucción del ejército de Herodes fue una venganza de
Juan, porque Dios pensó que Herodes era merecedor de tal
castigo por haber cometido un crimen semejante”
(Traducción libre de Flavio Josefo, Antigüedades
Judías, libro 18, cap. 5, par. 2).
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algunos enterraron a Juan (6,29). El movimiento de Juan era tan
grande como el de Jesús (6,14-16; 8,28).
- Uno de los que vinieron a ser bautizados por Juan fue Jesús.
- Las autoridades de Jerusalén conocían a Juan y eran
conscientes de su reputación como profeta (11,30-33).
- Herodes ejecutó a Juan por razones personales: porque criticó
el matrimonio con su cuñada, Herodías (6,17-18). Herodes lo
consideraba como un hombre recto y santo, pero tuvo que
matarlo por las presiones de Herodías (6,20).
- Jesús comenzó su predicación en Galilea después del arresto de
Juan (1,14).
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Lo más destacable en el evangelio de Lucas son las historias del
nacimiento de Juan y de Jesús. Este es el esquema básico:
- El anuncio del nacimiento de Juan (1,5-25)
- El anuncio del nacimiento de Jesús (1,26-35)
- El encuentro de las dos madres (1,36-45)
- El “Magnificat” de María por Jesús (1,46-56)
- El “Benedictus” de Zacarías por Juan (1,57-80)
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Dios, se llamaba Juan. Vino para dar testimonio de la luz, para que
todos creyeran por él. Él no era la luz, sino que debía dar testimonio de
la luz” (1,6-8). Según el evangelio, Juan Bautista es esencialmente un
testigo enviado por Dios para decir la verdad sobre Jesús (5,33.35;
10,41). Jesús es la luz que debe ir aumentando progresivamente su
resplandor, mientras que Juan tiene que ir disminuyendo.
En los cc. 1-3, se indica con claridad que Juan Bautista fue realmente
enviado por Dios y que dice la verdad por dos motivos: 1) porque
considera que Jesús es superior a él (1,15); 2) y porque delante de los
judíos enviados desde Jerusalén niega que sea el Mesías, Elías o el
profeta (1,19-28). Como testigo, Juan es sólo la voz que anuncia la
llegada de Jesús como Señor e Hijo de Dios: “He ahí el Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo” (1,29.36). Además, Juan bautiza sólo
con agua (1,26.31), mientras que Jesús bautiza con Espíritu Santo
(1,33). Finalmente, los discípulos de Juan se van con Jesús porque ven
en él al Mesías esperado (1,35-41).
- A MODO DE CONCLUSIÓN
Flavio Josefo, sin embargo, solamente nos dice que Juan era un hombre
bueno, que predicaba un cambio radical en la conducta de los hombres
de su tiempo y cuando éste se producía, les bautizaba con agua. El
número de sus seguidores era tan grande que Herodes Antipas,
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temiendo una rebelión, le metió en la cárcel y le ejecutó (no habla del
matrimonio con Herodías, aunque esto no es motivo de contradicción
entre el NT y Flavio). Juan Bautista seguía siendo famoso después de
su muerte. Sorprende el hecho de que Flavio Josefo no conecte a Juan
Bautista con Jesús. Además sorprende que el texto sobre Juan Bautista
sea más largo que el de Jesús.
1. Situación política
2. Ambiente socio-cultural
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Esto es lo que sucedió especialmente a la muerte de Herodes el
Grande (4 a. C.), durante el mandato del procurador Poncio Pilato (26-
36 d. C.), antes y durante la gran revuelta (66-70 d. C.).
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asedio de la ciudad de Jerusalén una piedra lanzada desde una
catapulta le golpeó y mató en ese mismo instante” (resumen
personal).
Durante esta época surgieron muchos otros profetas similares de los
cuales no tenemos noticias detalladas, sólo alusiones generales, pero
todos ellos siguen el mismo esquema también: un profeta predicador
proclama un mensaje de juicio condenatorio sobre los poderosos o de
liberación por el sufrimiento de la población en tiempos de crisis
cuando la esperanza apocalíptica está arraigada entre la gente
sencilla. Éstos son considerados por los romanos y sus colaboradores
como una amenaza para la estabilidad política o como locos
peligrosos, de tal manera que las autoridades tratan de acallar sus
voces o asesinarlos.
3. Situación religiosa
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dicha información de los discípulos del Bautista. A pesar de todo, la
investigación actual considera que tales relatos son más bien
legendarios, sin una base histórica real, cuya pretensión es comparar
la figura de Juan con la de Jesús.
1. El escenario de su ministerio
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recorrer la distancia entre Jerusalén y el Jordán se necesita por lo
menos un día de camino).
2. La audiencia
Como hemos afirmado que Juan era un sacerdote de zona rural que se
había marginado de la sociedad tradicional injusta de su tiempo, es
lógico pensar que su predicación más importante era un ataque sobre
los poderosos y adinerados de Jerusalén (Mt 3,7) y otros grupos
sociales asociados con los aristocráticos (Lc 3,10-14). Sin embargo, no
tenemos noticias en los evangelios que Juan dedicara su ministerio a
los pobres, a pesar de que Mt 21,31-32 dice que los publicanos y las
prostitutas creyeron en él. Su mensaje de juicio castigador se dirige
claramente a los poderosos, que son los que más necesitan la
conversión por su actitud injusta y explotadora (Lc 7,30 habla de
Fariseos y doctores de la ley).
3. El vestido y la alimentación
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Juan se imaginaba que Elías había vuelto. De hecho, el mismo Jesús
pensó que Juan era el profeta Elías (Mt 11,13-14).
En los evangelios queda también muy claro que las palabras de Juan se
dirigían a las personas que buscaban bautizarse (excepto en el caso de
Herodes Antipas). Estas palabras muestran su hostilidad hacia aquellos
que él consideraba tenían mala fe, mientras que era amigable y afable
con aquellos que estaban verdaderamente arrepentidos de sus malas
acciones. A los primeros les lanzaba repetidamente mensajes de
amenaza y advertencia, mientras que a los segundos les transmitía
esperanza para seguir renovando sin descanso su vida y una conducta
ética en sus actividades laborales.
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bautizarse, más bien a expiar lo que hace, y éstos son los
pertenecientes a la aristocracia sacerdotal de Jerusalén. Esta es la
única expresión negativa empleada por Juan, pues todas las demás
palabras contienen mensajes positivos para los pecadores
arrepentidos.
Lucas 3,19 añade “y por todas las malas acciones que había
cometido”. Esta frase tan general nos lleva a afirmar que es posible
que Juan criticara masivamente la integridad de Herodes como
persona y como gobernante. Es imposible separar con acierto el
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mensaje religioso de Juan de su mensaje político. Así pues, la
conclusión más probable es que Juan invitara a Herodes a cambiar su
conducta personal, su política y sus métodos. Y también que practicara
la piedad y la justicia.
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b. Comportamiento ético. Entre los que venían a bautizarse es
posible distinguir tres grupos sociales bien definidos: los pudientes, los
recaudadores de impuestos y los soldados (ver Lc 3,10-14; 7,29; Mt
21,32). Estos grupos sociales tenían un mínimo de comida y vestido,
por lo tanto son relativamente pudientes. Además, éstos respondieron
positivamente al mensaje del Bautista, se bautizaron y recibieron más
instrucciones éticas. Los pudientes deben compartir su vestido y
alimento con los pobres; los recaudadores de impuestos no deben
extorsionar, sino seguir las instrucciones de sus superiores; los
soldados no deben aprovechar su posición para robar a otros ni pedir
aumento de salario.
- A MODO DE CONCLUSIÓN
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desde su raíz, los más poderosos. Proclamó la llegada inminente de la
ira de Dios sobre los que vivían en la impiedad y cometían injusticias, a
menos que recibieran el bautismo de conversión y comenzaran a
realizar actos de justicia que debían conducir a un cambio radical en
las estructuras de la sociedad del momento. Como era de esperar, la
mayoría de los poderosos respondieron negativamente a su llamada y
facilitaron su eliminación.
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tiempo de la salvación (Mt 11,12s; Lc 16,16). Todas estas afirmaciones
revelan el gran aprecio que Jesús y sus seguidores tenían a Juan
Bautista.
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