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De Casa en Casa

Os he predicado y enseñado tanto en pblico como en vuestros hogares. - Hec hos 20:20, Biblia de Jerusaln.

Probablemente ningn otro rasgo de su actividad, distinga tanto a los Testigos de Jehov como son sus visitas de puerta en puerta. La gente en todo el mundo est acostumbrada a verlos llamar a sus hogares con literatura bblica y revistas, en algunas zonas cada pocas semanas. Aunque es cierto que hay otras religiones que son fervorosas en evangelizar y que muestran espritu misional, no hay ninguna otra que vea el ir de puerta en puerta, no simplemente como un medio de extender un mensaje, sino como evidencia -en s misma- de lo genuino del cristianismo de uno. Si se hiciera la pregunta a las oficinas centrales de la Sociedad Watchtower, en el sentido de si cada miembro (que fsicamente pueda) debera testificar de casa en casa para ser un buen Testigo, incluso para ser un buen cristiano, la respuesta probablemente sera que eso no es en absoluto un requisito. (De hecho, sera extremadamente dificil conseguir una respuesta sencilla a tal pregunta; las oficinas centrales son extraordinariamente reticentes a expresarse al escribir sobre asuntos delicados y cuando lo hacen, las respuestas se expresan a menudo en trminos ambiguos o con evasivas y razonamientos con rodeos. Sin embargo, ya hemos visto que hombres de responsabilidad en la organizaci&oacu te;n reconocen que hay seria razón para preguntar, si en realidad la entera co munidad de Testigos participa en esa actividad con un deseo sincero de hacerlo, como algo de libre motivación y sin ningn sentido de presión. Entónces, ¿por qu se hace? En realidad la evidencia muestra que es algo que ha llegado a ser una verdadera regla de ley, de modo que el dejar de hacerlo conlleva un sentido de culpa, el mismo que pudiera tener un católico prac ticante que se siente culpable cuando no asiste regularmente a misa. A.H. MacMillan, un testigo por mucho tiempo y miembro de las oficinas centrales, dijo claramente que la obra de puerta en puerta se llegó a ver como "un arreglo de observ ar el

pacto" y como "un deber a Dios". (Va la pgina 191) Aunque afirman creer en la enseñanza apostólica de que nos salvamos por fe y no por obras, en contramos constantemente declaraciones en las publicaciones de la Watchtower que dan a entender lo contrario. Como ejemplo, La Atalaya de 1 de diciembre 1979, pg. 14, dice:

Es por nuestra perseverancia en proclamar "estas buenas nuevas del reino" por lo que podemos alcanzar la salvación.

Para los Testigos, "proclamar las buenas nuevas" tiene solo un significado, servicio del campo, ir de puerta en puerta con la literatura de la organizaci&oa cute;n. Sin lugar a dudas, la mayora de los Testigos de Jehov han llegado a aceptar la enseñanza de que este mtodo particular de testificar de puerta en puerta e s un mandato de Dios, que fue el mtodo que usaron Cristo, sus apóstoles y discpulos, y que es el mejor y ms efectivo modo de llevar a cabo la predicación mundial de las buenas nuevas en nuestro tiempo. Cun profundame nte arraigado est este punto de vista en muchos, se ilustra claramente en el nmero del 15 de febrero de 1966 de La Atalaya, la cual trata de la actividad de los Testigos de Jehov en la China comunista. Uno de los artculos relata las experiencias de Stanley Jones, un misionero en aquel pas. El explica que despus de la toma comunista de Shanghai, donde se centraba la actividad de los Testigos, al principio tenan libertad para llevar a cabo su obra. Alrededor de doce meses ms tarde, en 1951, las autoridades chinas les dijeron que podan predicar en sus Salones del Reino, conducir estudios bblicos en los hogares de la gente, pero que la obra de casa en casa no se iba a permitir. Los misioneros de la Watchtower, incluido Jones que no era chino, descontinuaron esta actividad. Sin embargo, los Testigos chinos, continuaron yendo de puerta en puerta, y Stanley Jones dijo que tanto l como los otros misioneros extranjeros "estaban muy complacidos" en ver esto. Aunque los oficiales chinos toleraron esto por algn tiempo, ms tarde empezaron a traer a la comisara de polica a los Testigos chinos que encontraban yendo de puerta en puerta a pesar del decreto. Se llegó al punto en que tres mujer es Testigos fueron detenidas durante cuatro das. Jones dice que los misioneros estaban deseosos de ver cómo reaccionaran a esto los Testigos chinos y que se "complacieron" al ver que "estaban determinados a ir y a predicar del mismo modo". Dice que los misioneros les aconsejaron que tuvieran cuidado para evitar si fuera posible, cualesquier dificultades. Aunque los misioneros mismos se abstuvieron de hacerlo y segn parece se sentan justificados por ello, obviamente estaban a favor de que los miembros chinos continuaran con tal actividad de puerta en puerta a pesar de la declaración oficial y del ser io riesgo que estaba envuelto. ¿Cales fueron las consecuencias? Stanley Jones

relata: "Luego llevaron a la hermana Nancy Yuen de la obra de casa en casa a la jefatura de polica y la detuvieron all. Tena cuatro hijos, uno de ellos de solo un añ o de edad. Habl a un abogado para obtener ayuda, y l dijo: 'no podemos hacer nada. Si el asunto se halla en manos de la polica, no podemos intervenir.' ... Entonces, detuvieron a aquella hermana por un perodo de cuatro años antes de que finalmente la llevaran al tribunal y la sentenciaran. No s exactamente cul fue su sentencia. A otra hermana, una maestra de escuela, igualmente madre de cuatro hijos, tambin la arrestaron." Con claros signos de peligro evidente, ¿qu es lo que movera a madres de ni& ntilde;os pequeños a arriesgarse con la horrible perspectiva de ser apartadas por u n perodo indefinido de sus hijos, incluso separarse de un beb de un año de ed ad? Ellas saban que los misioneros haban cesado tal actividad y sin embargo continuaron. ¿Por qu? ¿Vean ellas y los otros Testigos chinos la obr a de ir de puerta en puerta como algo completamente opcional, como solo una de las muchas maneras aceptables de compartir información bblica con otras personas? &iq uest;O lo vean ellas como LA manera de proclamar las buenas nuevas ordenada por Dios y que haca que estuvieran bajo la obligación de llevarla a cabo? Si esto ltim o es el caso, ¿por qu se sentan de ese modo? ¿qu o quin hizo que adoptar an ese punto de vista? Catorce años despus de que el artculo de Stanley Jones apareciese, La Atala ya 1 de Diciembre de 1.979, llevaba un artculo que contena el relato de Nancy Yuen contado por ella misma cuando ya haba salido de prisión. Este artculo preparaba el camino para otro artculo mayor en el mismo nmero sobre la importancia de testificar de casa en casa (artculo escrito por el miembro del Cuerpo Gobernante, Lloyd Barry). Nancy Yuen dice qu le ocurrió a ella y po r qu: "Para principios de 1956 ... comenzamos a recibir advertencias de que cesramos de predicar y limitramos nuestra actividad al Salón del Reino. Sin embargo , yo pensaba que tena que cumplir con nuestra comisión divina de predicar, y po r eso continu participando en la obra de predicar de casa en casa. Me arrestaron y detuvieron repetidas veces para interrogarme; algunas veces me detenan por cinco horas y otras hasta tres das. Mientras tanto, puesto que en 1953 mi esposo se haba mudado a Hong Kong, solicit permiso para unirme a l all. Las autoridades dijeron que me daran el permiso de salida con la condición de que dejara de predicar. Rehus cesar de predicar y, como consecuencia, nunca obtuve el permiso." Todos los cristianos deberan verse a s mismos como que tienen una "comisión

dada por Dios" para hacer expresión de su fe a otros. Deberan estar dispue stos a sufrir prdida de libertad, incluso de la vida misma, ms bien que probarse infieles para con tal comisión. Pero este no es ciertamente el asunto. Ni hay alguna razón legtima para dudar de la sinceridad de Nancy Yuen o intentar restar mrito a la actitud de autosacrificio que demostró. Se v con claridad que es una mujer de gran determinación. La pregunta de verdad es: &iquest ;Conlleva la comisión de Dios a los cristianos de dar a conocer las buenas nuevas, la obligación de llevarla a cabo de una sola manera, es decir yendo de puert a en puerta? ¿Es ese mtodo algo que se enseña en las Escrituras como la manera principal de proclamar las buenas nuevas, como la marca identificadora del verdadero seguidor de Jesucristo? Evidentemente, Nancy Yuen haba llegado a creerlo as, ya que sus palabras indican que ella vea tal actividad como algo que 'tena que hacer'. Quienes representaban a la Sociedad Watchtower, no le dieron ni a ella ni a la otra madre de cuatro hijos, alguna razón para qu e pensaran de otro modo. Lo que es seguro es que, por el hecho de que un miembro del cuerpo gobernante usara el ejemplo de ella para preparar cierto artculo, conlleva en s mismo la aprobación de tal actitud. ¿Qu le ocurrió a Nancy Yuen como resultado del punto de vista que h aba llegado a defender y a creer como bblico? Ella relata: "Por ltimo, a fines de 1956, despus que me haban arrestado seis veces por predicar, me detuvieron nuevamente cuando un ama de casa informó a las autoridades que yo estaba predicando de casa en casa. Despus de aquello no me soltaron." Antes de que ella finalmente pudiera unirse de nuevo como familia con su esposo e hijos en Hong Kong, haban pasado veintitrs años. Sus hijos ya no eran aho ra niños pequeños sino adultos que haban crecido hasta sus veintitanto s años o principio de los treinta. Ella no haba estado con ellos durante la mayor parte de sus años formativos. Primero haba estado detenida por cuatro año s hasta el momento del juicio; entonces fue sentenciada a prisión; despus de algunos años la dejaron en libertad y empezó a predicar de nuevo; fue arrestada y sent enciada de nuevo; el total de todas las sentencias de prisión fue de veinte a&nti lde;os. En una carta que recib de una Testigo de un estado del medio oeste de los Estados Unidos (ella misma madre de tres hijos) deca: "No s como se siente usted con cosas como estas, pero yo romp a llorar cuando acab de leerla." Despus pasó a explicar que lo que ms profundamente la perturbó duran te los das siguientes, fue la pregunta: ¿Tuvo aquello que pasar? ¿Es realm ente Dios quien lo quiere u obliga a sus siervos a que participen en esta actividad de ir de puerta en puerta a semejante precio? ¿O son los hombres? Nancy Yuen ex

presó cal era su creencia cuando dijo: "Tuve que dejarlo todo, incluso a mis hijitos, para ser leal a Dios". Claramente crea que la lealtad a Dios requera de ella ir de puerta en puerta a pesar de que una ley prohiba - no el predicar - sino predicar por ese mtodo. Sin duda, su modo de pensar era el resultado de lo que haba aprendido en las publicaciones de la Sociedad Watchtower. De hecho, el año antes de que fu era arrestada, La Atalaya 15 de Noviembre de 1955, pgina 698, en un artculo sobre el bautismo y bajo el subtema "Requisitos", se deca esto: Se espera del dedicado que sostenga la causa del Padre, la causa de la adoraci&o acute;n verdadera, que predique en honra de la Palabra y nombre de Jehov Dios, que plenamente acepte y desempeñe sus responsabilidades como ministro, como predicador en el servicio del campo de casa en casa, y de otras maneras participe plenamente de las actividades de la sociedad del Nuevo Mundo, para adelantar la proclamación del Reino y sostener la adoración verdad era de Jehov. El dedicado tiene que ser un testigo que vaya de casa en casa como lo fueron Cristo Jess y los apóstoles hasta donde le sea posible, y tiene que ser de otra manera un testigo y anunciador del Reino teocrtico de justicia. Es la voluntad de Dios que el dedicado estudie continuamente su Palabra, que predique su palabra y que progrese en la justicia. El dedicado se encuentra en una relaci&oa cute;n personal con Dios; su integridad a Jehov tiene que seguir a esto. Esto nos lleva de nuevo a la verdadera cuestión: ¿Es verdad esta c reencia? Si lo es, entónces todo el sufrimiento que resultó en el caso de Nancy Y uen, y el sufrimiento que se experimentó en otros casos por razones similares, se p odran ver correctamente como parte del "sufrir por Cristo", un sacrificio necesario de mnimas consecuencias cuando lo comparamos con ser leal a Dios y fiel a su Palabra. En ese caso, toda la responsabilidad por el sufrimiento experimentado recae total y completamente en las autoridades gubernamentales que tomaron medidas represivas tan crueles. Si por otro lado, el punto de vista desarrollado en la mente y corazón de Nancy Yuen, en la otra madre de cuatro niños y en los otros Testigos chinos - a s como en las mentes y corazón de muchos otros en otros pases - no se ense&ntilde ;a clara e inconfundiblemente en la Biblia, si en lugar de esto fuera el resultado de cierta poltica de organización basada en razonamiento humano, entón ces han de levantarse serias cuestiones acerca de qu grado de responsabilidad pudiera tener la fuente de tal enseñanza. Algunos quizs digan que este caso, tal y como ocurrió, fue algo inusual, y que la actitud que se mostró no refleja necesariamente la actitud de la mayora

de los Testigos. Quizs no al mismo grado virtualmente tan ciego, o con el mismo deseo de riesgo que conlleve prdida parecida, pero an as miles han experimentado arresto y prisión simplemente porque se sentan bajo la oblig ación de continuar con aquel mtodo de extender su mensaje en medio de restricciones legales adversas. (Yo mismo estuve en la crcel y tuve el riesgo de sufrir violencia por la misma razón. Vea Crisis de Conciencia, pginas 14, 15, 17) . An en aquellos pases donde prevalece una gran grado de libertad y donde es remota la posibilidad de arresto, cualquiera que sea o haya sido Testigo de Jehov debe honestamente admitir que se le ha enseñado, que la actividad de ir de puerta en puerta es una parte especialmente vital de su adoración, prcticamente una evidencia primordial de que es discpulo de Cristo. Tambin sabe en su corazón que si alguna vez fallaba en participar en esa activid ad con alguna regularidad, se le vea como "espiritualmente dbil" por el resto de los asociados, crendose en muchos un sentido de culpa. Para ilustrar estos asuntos, he aqu una carta escrita por un superintendente de circuito a la Sociedad Watch Tower, en la cual l abre su corazón sobre lo que haba visto en su rea de actividad. Dice: Escribo esta carta despus de seria consideración y muchas conversaciones ntimas con publicadores y ancianos. He considerado el problema con oración y espero poder expresar claramente sus proporciones. De los aproximadamente 25 ancianos con los que he hablado largamente en conversación ntima, solo 2 n o expresaron setimientos de culpa o que no eran capaces de vivir de acuerdo con las metas que la Sociedad haba establecido para ellos. En cuanto al programa de reuniones y estudio que se dispone para ellos, constantes llamamientos a "llevar mejor la delantera en el servicio del dice que muchos "sienten una constante tendencia a presionar, presionar presionar, no teniendo nunca suficiente tiempo para hacerlo todo bien." pasa a decir: Muchos me han dicho que algunas visitas de superintendentes de circuito en el pasado han estado lejos de ser estimulantes. Dicen que el superintendente de circuito viene siempre con el mensaje de hacer ms, ms y ms. ¿Cómo afe cta esto a la gente que ya est llena de sentimientos de fracaso personal y culpa? Un hermano comentó: "Los superintendentes de circuito han pasado por la congregación como una lancha a motor haciendo olas. Cuando despus se van, la vida de todos queda un poco ms inquieta." Otro dijo: "Sus discursos tienen a veces el efecto del golpear a un leal y cansado caballo que ya se siente con demasiado trabajo". (De una carta del superintendente de circuito Vayne Cloutier en el circuito 2 de Connecticut, fechada el 11 de diciembre de 1977). y los campo", y Entonces

Deja claro que stas no son simplemente quejas de los descontentos, egocntricos o personas poco dadas de s mismas y entónces el superintendente de circuit o pasa a decir: "Entre los que hacen esas expresiones estn los ms cualificados ancianos y publicadores del circuito." Por todo el mundo, cada anciano y "siervo ministerial" ("dicono") de los Testigos de Jehov sabe que, junto con el asistir a las reuniones tres veces a la semana (abarcando un total de cinco reuniones individuales), debe participar en hacer visitas de puerta en puerta con cierto grado de regularidad o se arriesga a ser cesado de su asignación por "no ser un ejemplo". Debido a que los ancianos disponen de poco tiempo, se encuentran con la realidad de que tienen que sacrificar o apartar otras cosas en las que en su fuero interior sienten que tienen una mayor importancia, tales como asuntos de familia, pasar tiempo con sus hijos, visitar a los enfermos y actividades parecidas. Esto puede querer decir llegar a ser como marionetas espirituales, que responden cuando tira del hilo una fuente externa. Es tambin innegable, que muchas mujeres Testigos se han visto obligadas a continuar yendo de puerta en puerta a pesar de las fuertes objeciones de esposos que no son Testigos, sabiendo que al continuar hacindolo se podran producir problemas maritales y en algunos casos, divorcio. ¿Cul es entónces la base para esta creencia, que hace que los Testi gos vean el participar en la obra de puerta en puerta de un modo parecido a como ve un católico el asistir a misa?

De casa en casa y de puerta en puerta- ¿es lo mismo?

La enseñanza de los dirigentes de los Testigos de Jehov sobre el testifica r de casa en casa se basa completamente en textos tales como Hechos 5:42 y 20:20. En la Traducción del Nuevo Mundo de la Sociedad Watch Tower estos textos dic en: Y todos los das en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jess. Mientras (yo Pablo) no me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles pblicamente y de casa en casa. Se hace la deducción de que "de casa en casa" indica actividad de puerta en puerta, el ir de manera consecutiva de una puerta a la siguiente, una puerta trs otra, el visitar a la gente sin invitación previa y generalmente sin p revio conocimiento. ¿Es necesariamente correcta esa deducción?

Cuando se publicó por primera vez la Traducción del Nuevo Mundo, l a Sociedad Watch Tower enfocó considerable atención sobre la expresión original en griego (kat'oikon) de la cual vena la traducción "de casa en casa" . Se enfatiz&o acute; que la preposición kata (que literalmente significa "segn") se usa aqu en senti do distributivo. As es que se dijo, que la frase "de casa en casa" tena el mismo sentido que "de puerta en puerta", es decir, el ir de una puerta a la siguiente a lo largo de la calle. La afirmación no se sostiene si se reflexiona y se examina. En primer lug ar, distributivo no es lo mismo que consecutivo. Una persona puede ir de "casa en casa" por medio de ir desde un hogar en cierta zona a otro hogar en otra zona, tal y como un mdico efecta sus "visitas" de un hogar a otro. No requiere en absoluto la idea de visitar de puerta en puerta de manera consecutiva. La Traducción del Nuevo Mundo misma, desacredita cualquier alegaci&oacute ;n de que el uso de la preposición kata en el sentido distributivo requiera que se tra duzca "de casa en casa" para que sea correcta y exacta. Pocos Testigos se dan cuenta de que la idntica expresión (kat'oikon), trad ucida "de casa en casa" en la Traducción del Nuevo Mundo en Hechos, captulo 5, versculo 42, tambin aparece en el captulo 2, versculo 46. Abajo se presentan esos versculos tal y como aparecen en el Kingdom Interlinear Translation de la Sociedad Watch Tower, la cual contiene la Traducción del Nuevo Mundo en s u columna derecha: Hechos 2:46 46 according to...day.......and........persevering like-mindedly ... in .. the .. temple,.....breaking.......and .................kat'..........oikov .................according to....house (en hogares privados) ..bread,...they were partaking ...........of food.....in.......exultation........and..........simplicity ...........of heart, 47 praising the God and having

Hechos 5:42 because ... they were counted worthy ... over the name .....to be dishonored; ..... 42 all ..... and day .... in the temple and ................................kat'........ oikov ................................according to house (de casa en casa) not they were ceasing ..........teaching .............and declaring good news about the Christ Jesus.

Como muestra la parte interlinear, aparece la misma expresión en ambos te xtos

con el mismo sentido distributivo de kata. Sin embargo, en Hechos 2:46, la traducción no es "de casa en casa" sino "en hogares privados". ¿Po r qu? Porque es ilógico pensar que cuando los discpulos tomaban comidas, lo hacan yendo de una casa a la otra a lo largo de la calle, y puesto que la Sociedad Watch Tower quiere unir ese significado especfico a la expresión "de casa en casa" (para apoyar su actividad de puerta en puerta), no desea que surjan ciertas preguntas por usar aqu la traducción "de casa en casa". Como se di jo antes, la mayora de los Testigos no se dan cuenta de este cambio de traducciones y la Sociedad Watch Tower prefiere no llamar la atención en cuanto a ello o tratarlo abiertamente. La expresión aparece de nuevo en Hechos 20:20, aunque la palabra para "ca sa" u "hogares" est aqu en plural (kat'oikous):

plots ...... of .. the ...... Jews; 20 as nothing I drew back ... of the ........ (things) bearing together of the not to recount to you and to teach you to public (place) ....... and ...........kat'.....oikous ............according to house (de casa en casa)

De nuevo es solo la decisión del traductor, cómo se traducir esta e xpresión griega. Que el principal traductor de la Traducción del Nuevo Mundo, Fred Franz, reconoció esto, se muestra en la nota al pie de la pgina para este versculo en la edición de letra grande de la Traducción del Nuevo Mundo. La no ta dice: # O, "y en casas privadas."

Sigue en la Parte II

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