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CAPITULO PRIMERO
1. Actividad Agraria.
El quehacer diario y permanente del sujeto agrario tendiente a obtener la producción de los
recursos naturales o sea cultivar el suelo, mantener o criar semovientes, transformar la
producción y realizar la venta de los productos agropecuarios, constituye lo que se
denomina actividad agraria.
Si la venta de los productos, o sea la última etapa de la actividad agraria está en función
complementaria de la producción y la transformación, esa actividad les alcanza como
integrante de la actividad agraria y del orden jurídico agrario, ya que el Estado interviene
para preservar los recursos naturales, que son de beneficio social y de interés general.
El fin primordial de la actividad agraria es la producción y "sin ella, el trabajo agrario sería
totalmente inocuo y lo mismo sucedería con todo lo relacionado con él" y por esa causa "el
Derecho Agrario debe referirse a todos los elementos que intervienen en la producción".
2. Estructura agraria.
Estos elementos a los cuales se anexan otros son los que determinarán el punto de partida
de la estructura agraria.
Vivanco entiende que estructura agraria "es el conjunto de las relaciones e interrelaciones
materiales agrarias, formalmente fijadas y garantidas por un ordenamiento jurídico positivo
vigente" y los elementos consisten en los factores materiales y humanos determinantes de
las relaciones agrarias.
3. Infraestructura agraria.
Así como la estructura agraria tiene su exponente en una conjunción coordinada de ciertos
factores que son usados y nacen de la propia actividad agraria, hay elementos materiales
que deben existir necesariamente para permitir el desarrollo efectivo de esa actividad,
encontrándonos en este segundo paso con la infraestructura agraria.
Este consiste en la existencia real de caminos o su existencia potencial, es decir que haya
sido planificada o comenzada su construcción, vías de comunicación ferroviarias,
existencia de elevadores de granos, lugares de almacenaje de productos agropecuarios, silos
y demás elementos que prestan servicios en el quehacer agrario.
En síntesis, infraestructura agraria son los medios materiales indispensables que permiten la
realización complementaria de toda la actividad agraria y cuya ausencia total o parcial
constriñe la estructura agraria a proyecciones mínimas o deficientes.
4. Política agraria.
La política agraria consiste en la elección por parte del Estado de los medios idóneos
adecuados a fin de propender al logro del desarrollo económico y al bienestar general
alcanzando un ordenamiento jurídico agrario ampliamente satisfactorio.
Se ha sostenido que política agraria "es la acción propia del Poder Público o de los factores
de poder, que consiste en la elección de los medios adecuados para influir en la estructura y
en la actividad agraria a fin de alcanzar un ordenamiento satisfactorio de la conducta de
quienes participan o se vinculan con ella, con el propósito de lograr el desarrollo
económico y el bienestar social de la comunidad".
El Estado como poder público queda facultado a los efectos de tomar una injerencia activa
a fin de permitir que el sujeto o sujetos agrarios que intervengan en el proceso de la
producción y en general en la actividad agraria, obtengan el mayor bienestar económico y
social.
Creemos que la política agraria se dirige en primer término al sector social particularizado
en el productor agropecuario y en segundo lugar a los demás sectores que en alguna medida
se ven alcanzados por los efectos de la producción, que es objetivo y norte de la actividad
agropecuaria.
5. Plan agrario.
Hemos dicho que la política agraria es elección de medios o elementos por parte del Estado
tendientes a proporcionar un beneficio a la comunidad.
Ahora bien; cuando esa política se lleva a cabo con determinada particularidad, dirigida a
una zona o sector agrario determinado, es cuando la política agraria en general se ve
encaminada a un objetivo concreto: llegamos de lo general a lo particular. Y es así por
cuanto un plan agrario consiste en la elección de los medios tendientes a obtener un fin
general o particular en el sector rural. Por ello se ha sostenido que plan agrario "es la
elección adecuada de medios para lograr un fin concreto general o particular en el ámbito
rural".
B) CONCEPTOS JURÍDICOS
Por su parte, Pérez Llana lo define diciendo que "es el conjunto de principios y normas
jurídicas autónomas que regulan diversas fases de la explotación agraria con miras a la
obtención de una mayor riqueza agropecuaria y su justa distribución en beneficio del
productor y de la comunidad". Otros autores definen el derecho agrario diciendo que "es el
conjunto de normas jurídicas particulares que reglan las relaciones atinentes al trabajo, a la
producción y a los bienes de las personas rurales, así como a todo acto agrario".
De todas las definiciones de que hemos dado cuenta, aceptamos la de Vivanco, ya que en la
misma incluye tres elementos que para nosotros son de evidente relevancia: a) el sujeto
agrario; b) el objeto agrario, y c) el fin que consiste en la protección de los recursos
naturales renovables.
Para finalizar este sucinto apartado diremos que derecho agrario es el orden jurídico que
regula la actividad agraria entre los sujetos que intervienen en la producción, su
comercialización, su industrialización y su distribución garantizándose así la existencia y
conservación de los recursos naturales renovables y asegurando el bienestar
socioeconómico agrario.
2. Caracteres.
Principalmente se caracteriza el Derecho Agrario por ser una rama del derecho autónoma
desde los puntos de vista didáctico- científico, jurídico y legislativo, lo que veremos en el
acápite 4. Las demás características de nuestra disciplina son:
a) Las normas Jurídicas agrarias van dirigidas a la protección del factor o elemento natural
el cual está representado por los recursos naturales renovables y al elemento humano, o sea
el sujeto agrario.
b) El orden jurídico agrario goza de una particularidad singular, ya que la norma tiende a
concretar un derecho que se manifiesta en la actividad agraria, la cual debe respetar el ciclo
biológico. Protege el orden económico- social, teniendo éste un fin concreto.
d) Por regular la actividad agraria, las normas vigentes deben estar encaminadas a
garantizar un tipo determinado de producción y por tal causa son de índole particular.
f) Las costumbres agrarias regionales o locales tienen gran importancia, por cuanto las
normas agrarias formales pueden ingresarlas como objeto material de aquéllas. Aun sin
elevarlas a derecho positivo, es una práctica constante, ya que una misma actividad agraria
puede tener, precisamente por la costumbre, distintas modalidades.
g) Las normas agrarias están provistas de finalidad concreta, ya que se dirigen a una
actividad determinada, o sea a la actividad productiva.
h) La autonomía de la voluntad del sujeto se ve restringida, por cuanto al estar de por medio
el recurso natural renovable, el Estado puede intervenir coactivamente para que el sujeto
realice una explotación adecuada para no desnaturalizarlo. Más aún: si en la relación
jurídica agraria los sujetos convinieran determinados derechos y obligaciones, que tuvieren
como efecto de esa libre manifestación de voluntad común, realizar una actividad agraria
que desnaturalizara el recurso, esas cláusulas no tendrían amparo jurídico y deberían
reverse por la autoridad agraria competente y obligar al sujeto a realizar una actividad
adecuada.
3. Contenido.
Como principio básico hemos establecido que todo lo agrario es sinónimo de tierra o suelo
en función de producción. Si la actividad agraria no lleva implícita la función de
producción, no pertenece a nuestra disciplina.
4. Autonomía.
Las distintas ramas Jurídicas son cambiantes, las que se van ampliando y adaptando según
y conforme sea mayor o menor la complejidad de las relaciones interhumanas.
El derecho se caracteriza por su unidad, siendo el tronco común de donde parten las
distintas ramas de éste, con sus principios jurídicos propios y particulares, pero sin
desprenderse totalmente de él, para constituir un derecho independiente, sin ningún
elemento de interconexión con el derecho en general.
Así podemos concluir diciendo que el derecho es uno solo, que contiene en última instancia
subsumidos en sí la totalidad de los principios propios que caracterizan a cada una de las
ramas del derecho.
Una determinada actividad subjetiva suscita especiales relaciones, las cuales deben estar
provistas de las normas jurídicas particulares que contemplen todos los pormenores de ese
quehacer específico de la conducta humana. Por ello se desarrollan y nacen las distintas
normas jurídicas que condicionan esa conducta específica intersubjetivas. Por tal razón
iguales normas no pueden ser aplicadas a distintas ramas jurídicas, por cuanto cada una de
ellas tiene principios propios que la caracterizan, sin lugar a hesitación alguna.
El tronco común es el derecho en general y las ramas del árbol son las distintas partes que
se individualizan por elementos y principios propios, que reciben la denominación de
derechos particulares: derecho civil, comercial, agrario, etcétera, o sea las ramas del
derecho, dentro de las cuales se ubica el Derecho Agrario, a igual nivel que las demás,
precisamente por ser una rama del derecho.
Al derecho lo simbolizamos como un gran árbol que posee un tronco común. En este tronco
están resumidos todos los principios generales del derecho, donde se encuentran a su vez
todos los principios particulares propios de cada división o rama del derecho.
Al ir creciendo el árbol se van desarrollando las distintas ramas, que formarán las ramas de
derecho autónomas, las que conservan la savia que las alimenta, o sea los principios del
derecho en general. A su vez cada rama va produciendo con la savia troncal que recibe, su
savia propia, es decir los principios de derecho particulares propios, adaptables al conjunto
de conductas interhumanas de igual naturaleza.
Por esta causa resumimos la rama del Derecho Agrario gráficamente así:
Hecha esta breve referencia a las distintas ramas jurídicas, podemos estudiar el
funcionamiento de nuestra disciplina y si el Derecho Agrario está provisto de los elementos
integrantes de la autonomía.
Esta puede analizarse desde varios puntos de vista, no sin antes adelantar que la
controversia doctrinaria con relación a su autonomía, data de mucho atrás y que esa
literatura doctrinaria ^q canalizó por una u otra posición:
La autonomía didáctica surge "cuando una disciplina jurídica tiene por objeto regular y
regir uno de los problemas de mayor trascendencia para la economía estatal y sus normas
presuponen una metodología adecuada en atención a su naturaleza, es innegable la
necesidad de abordar su estudio con la autonomía y dedicación necesarias a sus fines". Tal
es así que las Facultades de Derecho integran los planes de estudio con la materia Derecho
Agrario, dictándose clases que garantizan su especialidad o autonomía.
La autonomía científica entre otros autores ha sido explicada por Carrara diciendo que
existe "cuando los diversos institutos que componen una determinada rama del derecho son
susceptibles de una sistematización orgánica de la cual resulta un ordenamiento completo
de sus distintas partes, suficiente como para constituir el objeto de un estudio jurídico".
Vivanco dice que "es indudable que el Derecho Agrario tiene un objeto específico y bien
diferenciado, o sea la regulación de las relaciones que surgen entre los agentes
intervinientes en la producción, industria y comercio agropecuario".
La autonomía jurídica se apoya en el hecho de ser reconocida como tal por la doctrina y
"que encuentra en una rama del derecho personería propia en virtud de tres circunstancias:
a) Un hecho técnico propio y singular; b) Trascendencia y generalidad de ese hecho; c)
Existencia de normas jurídicas orgánicas reguladoras del hecho técnico".
Y este ítem de la autonomía del Derecho Agrario es el que ha despertado mayor debate
doctrinario, no solamente en el ámbito nacional sino también en la esfera internacional.
Padilla sostuvo que la autonomía del Derecho Agrario tiene vigencia con relación a la
didáctica, negándosela a la científica y legislativa. A pesar de ello estimó que "las reformas
agrarias nos llevan hacia la autonomía lograda en otros países". Reconoce que por las
distintas normas agrarias, se perfila en nuestro país la creación de un derecho de excepción
en materia rural.
Por su parte, José León Suárez, en 1924, aceptando la autonomía de nuestra disciplina decía
que "el derecho rural es una rama propia de la legislación, con prescindencia de la
jurisdicción de donde emane", agregando que "la nueva rama jurídica ha adquirido
definitivamente una fisonomía separada del Derecho Civil y del Administrativo".
Y por último Horme acepta la autonomía en sus tres concepciones: didáctica, científica y
legislativa.
1°) La conservación del recurso natural renovable, implica la limitación del uso del recurso,
lo que debe materializarse por un orden jurídico adecuado, en función de la coparticipación
productiva del mismo.
La norma Jurídica agraria debe tener tales características, que permita la vinculación de
todos los estadios de la actividad agraria, ya sea agrícola, ganadera, forestal, etc., teniendo
en cuenta la economía de la producción.
Adelantamos el concepto básico del título del epígrafe diciendo que se entiende por sujeto
agrario a la persona que interviene en la actividad agraria productiva en forma habitual y
permanente, capaz de ser titular de derechos y contraer obligaciones agrarias y quien la
controla o protege en salvaguardia del interés de la comunidad.
Veremos con mayor amplitud el tema en el capítulo sobre contratos agrarios privados.
8. Vinculo agrario.
Por la manifestación de voluntad común expresada libremente por los sujetos agrarios, nace
entre éstos una relación jurídica, que se denomina vínculo jurídico agrario, siendo este
vínculo jurídico, el nexo que une a las partes que intervienen en la relación jurídica agraria.
Como en los dos ítems anteriores, ampliaremos el tema en el capítulo de los contratos
agrarios.
En nuestro país en especial el Derecho Agrario goza de una gran proyección en el futuro.
Se debe ello a las planificaciones agrarias que pueden o puedan ponerse en ejecución, la
concentración o subdivisión parcelaria, las características climáticas a que siempre ha sido
acreedor nuestro suelo, las grandes obras hidroeléctricas que integrarán la infraestructura
agraria, los dividendos acreedores a nuestro favor, provenientes de la comercialización
interna e internacional de los productos agropecuarios.
Todos estos factores deben ser contemplados en función de pasado, presente y futuro, y
deberán concretarse disponiéndose de los instrumentos legales necesarios. En la actualidad
se han dado circunstancias coadyuvantes a tal fin: nos referimos a la sanción del Código
Agrario Nacional, como consecuencia de una futura reforma constitucional que ampliase y
confiriera la atribución debida al Congreso Nacional.
Pero el hecho de reconocer actualmente tales circunstancias que hacen a la sanción del
Código Agrario Nacional, no significa dejar de reconocer que desde hace ya varios años
están dados los referidos factores.
Los temas mínimos que prima facie tendría que contemplar un Código Agrario Nacional,
serían los siguientes:
Existen otros tópicos que por razones de brevedad no incluimos y porque no corresponden
a la índole de este trabajo.
En forma paralela a la sanción del Código Agrario Nacional y aun en el supuesto de que
ésta no se diera, se impone la creación de un centro o instituto de investigación de Derecho
Agrario, actividad y estadística agraria a nivel nacional, con intervención de todas las
Facultades de Derecho del país y activa participación del Ministerio de Agricultura y
Ganadería de la Nación, en calidad de ente oficial agrario nacional.
CAPITULO SEGUNDO
EXPLOTACION AGROPECUARIA Y EMPRESA AGRARIA
Nociones Básicas
A) EXPLOTACION AGROPECUARIA
Explotación en general significa hacer uso de alguna cosa de la cual se obtiene un beneficio
determinado.
El trabajo que realiza el productor con fines productivos en forma permanente, tendiente a
obtener un beneficio, en el sentido de vivir de esa labor, es en general lo que se denomina
explotación agropecuaria.
Esta actividad o tarea agraria puede ser de varias clases, ya sea agricultura, ganadería,
agrícola- ganadera (mixta) y en general cualquier otra especialización.
Los fines productivos los mencionamos como fines extractivos, entendidos éstos en todas
las instancias porque atraviesa el proceso desde su iniciación hasta su terminación.
Así tenemos que en el caso de que el productor se dedique la agricultura, los siguientes
procesos constituyen los referidos fines productivos: a) La preparación del suelo, la siembra
de lo que se piensa cosechar; b) La extracción del producto sembrado, o sea el período de la
cosecha, c) La comercialización del producto extraído. Puede intervenir aquí la
industrialización de esos productos obtenidos, como complemento de la producción.
Como los predios deben ser trabajados por los productores agropecuarios y éstos son los
sujetos que realizan las tareas agrarias en forma habitual y permanente l, el único sujeto
agrario apto para llevar a cabo una explotación agropecuaria es el productor. Es decir que la
actividad agropecuaria se da en función de la capacidad de determinada persona: el
productor, y concluyendo diremos que la única persona idónea para realizar la explotación
es precisamente el productor.
Tal el caso de las instituciones oficiales de crédito, los transportistas de los productos
extraídos, las instituciones de colonización, los organismos en donde se registran los actos
jurídicos agrarios, etc., que funcionan para y en torno a la actividad de este sujeto agrario.
Sentadas así las bases de la explotación agropecuaria, nos referiremos a lo que tiene
expuesto la doctrina y lo normado en algunas resoluciones ministeriales.
Pérez Llana unifica criterios, ya que para él empresa agropecuaria y explotación
agropecuaria significan el mismo concepto.
No compartimos el criterio del autor citado ya que la explotación agropecuaria se puede dar
sin que necesariamente se realice en forma de empresa, pues, como lo veremos en el
capítulo siguiente, ésta implica una suma o conjunto de personas mancomunadas a los
efectos de un objetivo común: la producción agropecuaria. Es decir que presupone la
intervención de varias personas.
Por otra parte, es factible la explotación agropecuaria realizada solamente por un sujeto
físico agrario, el cual se vale de personal subordinado que colabora en la explotación. Aquí
no interviene uno de los elementos que integran la unidad económica agraria o sea la
familia agraria.
La resolución 1055 del entonces Ministerio de Agricultura, la definió diciendo que "es la
realizada por el propietario, arrendatario, aparcero u otro ocupante a cualquier título, en un
predio, cualquiera sea su extensión y ubicación, destinado total o parcialmente a la
producción agropecuaria con el propósito de comerciar o industrializar los frutos, productos
o subproductos y sus derivados en alguna de las siguientes ramas. . .".
La Producción debe referirse al ámbito agrario, ya que de no ser así no sería agropecuario,
sino que podría tratarse de producción industrial, comercial, etcétera.
Las normas jurídicas agrarias son aplicables a cualquier clase de actividad agraria,
incluyéndose las accesorias y conexas, tales el transporte, la distribución, comercialización,
cuando éstas son complementarias de la propiamente dicha, ya que coadyuvan para el
desenvolvimiento agrario.
El sujeto que realiza la actividad agraria, puede o no ser sujeto de derecho agrario, ya que
aquél interviene en las actividades de las llamadas accesorias, no realiza una explotación
agropecuaria, si bien le alcanzan las normas jurídicas agrarias por intervenir en los actos
jurídicos agrarios.
4°) El explotador agropecuario siempre es director y tiene a su cargo las tareas agrícola-
ganaderas, por ser quien interviene en la producción agropecuaria.
El que realiza una actividad agraria vinculada con la agropecuaria no es quien dirige una
actividad agraria entendida como tal, sino que es director y administrador de su tarea
específica, pero no es agraria considerada a nivel dirección de actividad agraria, sino
accesoria, ya que la dirección la efectúa el empresario en sus tareas específicas con otros
sujetos que no realizan actividad agraria alguna.
1°) El que realiza una explotación agropecuaria productiva, se mueve a nivel empresario.
Quien realice una actividad agraria como ésta b) Analogías. Las principales analogías son:
Puede ser de carácter vinculado, puede considerarse empresario desde el punto de vista de
la organización laboral y administrativa.
El sujeto que realiza una actividad agraria es regido también por el Derecho Agrario.
B) EMPRESA AGRARIA
1. Concepto y definición.
Para Hume la empresa en "su sentido amplio significa una unidad humana cuya naturaleza
es regida por la tarea o servicio que cumple. Como todo organismo viviente, la empresa
tiene una autonomía propia que hace que su conjunto en acción sea más que sus partes, de
la misma manera que sus productos valen más que la suma de los elementos que entraron
en su confección".
Vivanco, por su parte, dice que empresa agraria "es un complejo de bienes y servicios que
organizados en coyuntura productiva permiten determinar una entidad autónoma".
Asimismo la denomina fundo agropecuario expresando que fundo es más amplio, ya que
éste "es un complejo de bienes y servicios agrarios que se asientan sobre un predio rural
propio o ajeno y que su hallan organizados en función de la producción agropecuaria, en
cualquiera de sus formas y especializaciones y cuya dirección la ejerce un sujeto agrario".
2. Caracteres.
d) La actividad se realiza en todos los casos en un predio, sin el cual no puede llevarse a
cabo el desenvolvimiento de la empresa.
e) La actividad lo es siempre usando bienes originarios.
3. Explotación agropecuaria y empresa agraria. Analogías y diferencias.
Existe una analogía entre explotación agropecuaria y empresa agraria, ya que ambas tienen
un objetivo común consistente en la producción agraria, siempre entendido en cualquiera de
sus especializaciones: agrícola, ganadera, mixta, etc.
Difieren en cambio en los sujetos intervinientes.
La explotación agropecuaria puede desarrollarse por medio del conjunto de personas o por
un solo sujeto físico agrario. No existe la empresa en el sentido de conjunto de personas,
pero sí entendida como tal, si consideramos que aquí también como en la empresa, debe
intervenir en la dirección de la explotación.
C) familia agraria
1. Concepto y caracteres.
La explotación agropecuaria puede estar a cargo de una familia que viva en la zona rural, la
cual se mueve por un objetivo común que gira en torno a la producción del predio en donde
vive.
Todos los miembros participan en la tarea, asignándose cada uno de ellos una labor
determinada que es preestablecida y en relación directa con la actividad agraria.
Esta característica hace que la familia sea asimilada a la empresa, ya que es una conjunción
de personas con miras a un interés común y siempre con una dirección: la productividad del
predio.
2. Composición.
La familia agraria esta compuesta por el productor, cabeza de la misma, la esposa y los
hijos. Todos los miembros integrantes constituyen un ente armónico y autónomo, el cual
esta abocado a una tarea determinada y con un objeto preestablecido.
La familia tipo, o sea la familia ideal para nosotros es aquella integrada por cinco
miembros: el productor, la esposa y tres hijos.
Incluimos a tres hijos ya que en esta forma, el tercero evita que la familia debe asistirse de
extraños colaboradores, en virtud de que el tercer miembro le asiste la tarea asignada a las
personas contratadas para esas labores.
El articulo 29 del abrogado Decreto 10.179 considero familia agraria tipo a la integrada por
cinco miembros.
La familia urbana se diferencia de la agraria en primer lugar por la zona de radicación: una
en la ciudad y la otra en la campaña.
La familia urbana no constituye una empresa, velando cada miembro por la buena marcha
del negocio. Y la familia agraria se mueve en torno de la producción agraria, o sea de los
recursos naturales renovables.
1. Concepto y definición.
Productores agropecuarios son todas las personas, físicas o jurídicas, que realicen alguna
explotación agrícola- ganadera, siendo ésta su actividad principal y no accesoria en
cualquiera de sus especialidades.
Decía el artículo 1° de la ley que "declárase obligatoria para todos los productores
agropecuarios del país, su inscripción anual —por cada explotación a su cargo— en el
Registro Nacional de Productores Agropecuarios, dependientes del Ministerio de
Agricultura de la Nación".
La inscripción anual prevista por la ley 13.015 fue modificada por el artículo 14 de la ley
13.925, disponiéndose que a partir de 1950 la inscripción sería bienal y la correspondiente a
ese año sería la primera inscripción que debía efectuar el productor, debiendo repetirla cada
dos años.
En ninguna de sus normas existía una disposición concreta por la cual se creaba el Registro
Nacional. Acotamos que el artículo 1° de la ley se limitaba a exigir la obligación de los
productores agropecuarios por cada explotación a su cargo, de inscribirse en el Registro
Nacional.
Las causas que motivaron la sanción de la ley 13.015 fueron de carácter censal y
estadístico, tuvo como objetivo el de permitir planificar y realizar una política agraria
nacional o provincial con evidente primacía de la primera sobre la local.
Se tuvo como propósito el conocer permanentemente el caudal del capital agropecuario del
país y en este sentido hubo criterio unánime general por parte de los legisladores, que
aunaron opiniones y coincidieron en reconocer el beneficio que podría reportarle a la
Nación la aplicación de la ley a sancionarse. Consideramos que la inscripción en el
Registro Nacional es un bien para la comunidad y no puede el Estado dejar de tomar activa
participación en el supuesto de omisión de esta inscripción por parte del productor,
creándole la conciencia de su obligación, y del beneficio que significa para el orden social
agrario. La misma ley no sólo previo el carácter censal y estadístico, sino también que las
informaciones suministradas por los productores podían ser usadas para actividades
relacionadas con el fomento agrario, al decir el artículo 5° de la ley 13.015 que "las
informaciones suministradas por los productores serán mantenidas por el Ministerio de
Agricultura en la mas absoluta reserva —salvo expreso consentimiento del interesado o sus
derecho- habientes— pudiendo ser utilizadas para investigaciones y fomento de carácter
agropecuario, económico- social y los fines estadísticos y para la confección de nóminas,
en las que constará únicamente: apellido y nombre, dirección postal y especialización de los
productores".
Siguiendo el criterio censal y estadístico el P. E. dictó primero el decreto 8818 y luego otro
más reciente 1392/74 por el que se dispuso un empadronamiento general agropecuario,
censo ganadero nacional, cuya finalidad fue "la obtención de información actualizada
sobre: datos del productor y ubicación de la explotación; superficie de la misma; actividad
principal y secundaria; tenencia de la tierra; existencia de todas las especies de ganado y
superficie cultivada de las principales especies agrícolas" (art. 2).
Vemos que, en última instancia, teniendo el P. E. a la vista distintos fines que en 1948 se
trataba de una ratificación de las normas vigentes que legislaron todo lo concerniente al
productor agropecuario, en lo que respecta a su inscripción.
Las labores desarrolladas por el productor agropecuario implican una actividad autónoma,
razón por la cual están comprendidos en la ley 18.038/68 (t.o. 1980) debiendo
obligatoriamente afiliarse a la Caja Nacional de Previsión para Trabajadores Autónomos,
La ley 18.038 (t.o. 1974) determina que la persona física en el acto de afiliarse debe optar
por alguna de las categorías de las que enumera el artículo 12 (no fue modificado por la ley
22.193) del mencionado cuerpo legal, sin aclarar, como tampoco lo hace el decreto
reglamentario, que es lo que se entiende por categoría provisional. Y ello es así sin
perjuicio de que el artículo 11 de la ley 18.038/68 (t. o. 1974) autoriza al Poder Ejecutivo a
fijar las categorías mínimas obligatorias en razón de la naturaleza y modalidad de las
actividades comprendidas en el presente régimen.
En nuestra disciplina las actividades del futuro afiliado serán las labores agropecuarias. El
sujeto físico es el productor agropecuario.
De acuerdo a lo proscripto por el artículo 40, inciso a) de la ley 18.038/68 (t. o., 1974, que
mantiene igual texto por la ley 22.193), el productor debe afiliarse dentro de los 60 días
haber comenzado la actividad, presentando al organismo provisional la solicitud de
afiliación. En su defecto ella se suple, riendo los efectos inscriptorios, por el primer pago de
aportes jubilatorios que efectúe a la Caja Nacional de Previsión para Trabajadores
Autónomos.
Puede optar el sujeto agrario por otra categoría que puede ser la inmediata superior a la que
le corresponda o varias más. lo que debe hacer en forma fehaciente con anterioridad al 1°
de setiembre de cada año y comenzar a pagar el nuevo aporte a partir del primero de enero
del año siguiente.
Es necesaria la afiliación y los correspondientes aportes jubilatorios a los efectos de los
otorgamientos de créditos bancarios, ya que sin tales pagos y acreditados los mismos,
recién el banco puede conceder créditos agrarios.
Este último supuesto es importante, ya que todas o la mayoría de las tareas agrarias giran y
se avalan en su realización por intermedio de las instituciones de crédito.
CAPITULO TERCERO
CONTRATOS AGRARIOS PRIVADOS
A) CONCEPTOS PREVIOS.
Así ocurrió con el derecho agrario, sin detenerse a meditar los objetivos dispares de uno y
otro. El agrario con fines totalmente distintos: la producción y el ámbito de su aplicación
también diferente: el medio rural.
Los conceptos comunes entre los contratos civiles y los agrarios que ha expuesto la doctrina
han sido elaborados sobre cimientos que no comprenden a los agrarios. La demora en el
tiempo en reconocer la autonomía del derecho agrario ha radicado fundamentalmente en
considerarlo como una parte del derecho civil y, posteriormente, como un desprendimiento
de éste.
El derecho agrario se cimenta en los principios generales del derecho en donde se encuentra
la raíz de su existencia, y no precisamente en el derecho civil. A ello debemos agregar los
propios principios de la disciplina agraria. No significa, por cierto, el desconocimiento de
normas agrarias en el derecho romano, cuna del derecho común.
Lo dicho precedentemente no implica que exista un divisor total entre ambas ramas del
derecho. La relación existe, tanto con el civil como con el comercial, penal, laboral, etc.,
por ser todas ellas, a su vez, ramas jurídicas autónomas que parten de un tronco común: el
derecho en general. La circunstancia de haber considerado al derecho agrario como un
desprendimiento del civil y estimando que éste lo comprendía, es que se estudió
previamente los principios generales del derecho civil, considerándose a la norma agraria
propia como una modificación al Código Civil y no como derecho positivo agrario propio.
Los mismos juristas agrarios así lo consideran, con algunas excepciones.
En esta primera parte veremos en apretada síntesis las normas fundamentales de los
contratos civiles previstos en el Código, tratando de demostrar en cada caso la diferencia
tajante con los contratos agrarios privados, a los cuales dedicamos la segunda parte del.
Sabemos asimismo que Vélez trató de diferenciar los conceptos de convención y contrato,
como lo expresa en la nota al artículo citado, pero no consiguió su objetivo, ya que el
acuerdo de voluntades tendiente a reglar los derechos y obligaciones de las partes, significa
la creación, modificación o extinción de derechos.
Por su parte el Código Civil francés, que asimismo Vélez tuvo a la vista y del cual se
apartó, define el contrato en el artículo 1101 diciendo: es el acuerdo de dos o varias
personas sobre un objeto de interés jurídico. Ello motivó la división de la doctrina, ya que
unos consideraban que solamente el contrato daba nacimiento a obligaciones entre las
partes y otros entendían, que además del nacimiento de las obligaciones, contemplaba la
exención o la transmisión de derechos.
2. Caracteres.
a) Crea derechos entre las partes contratantes capaces de contraer obligaciones. No hace
referencia a actividad alguna. Crea los derechos y obligaciones entre los sujetos, sin
necesidad de que las partes realicen tarea o trabajo determinado. No gozan de la
característica de la dinamicidad, sino de la estaticidad. Por el contrario en el contrato
agrario está presente la actividad agraria, lo que veremos en la segunda parte del capítulo.
Esta amplísima libertad está algo limitada con la reforma parcial del Código Civil en 1970
y las modernas doctrinas limitativas de la autonomía de la voluntad, como así también por
la intervención del Estado, materializada en las normas positivas.
3. Elementos.
De conformidad a las normas del Código Civil, en el contrato encontramos los siguientes
elementos:
1°) El consentimiento. 2°) La capacidad de los contratantes. 5°) El objeto. 4°) La forma.
De estos elementos integrantes de los contratos civiles unos son esenciales y otros no.
Sin capacidad existe acuerdo contractual pero sujeto a una acción de nulidad. En algunos
casos el código exige determinadas formas, tales las consignadas en el artículo 1184.
Hemos denominado a este apartado Elementos del contrato por cuanto así lo denomina la
doctrina civilista. Somos de opinión de que más que elementos éstos constituyen el
contenido del contrato y la forma no Íntegra, ni los elementos ni el contenido del contrato.
4. Forma y prueba.
a) Formales ad- probationem (los llamados no solemnes), los cuales deben celebrarse
siguiendo formas determinadas por la ley, al solo efecto de acreditar las partes, la
celebración del acto.
b) Formales ad-solemnitatem (los llamados solemnes), lo son cuando para la validez del
contrato las partes deben cumplir con los requisitos esenciales de la forma, sin cuya
observancia el contrato es nulo.
La falta de forma en la celebración del contrato no puede ser suplida por ninguna otra, por
cuanto hace a la esencia del contrato. Esta circunstancia varía fundamentalmente en
derecho agrario, lo que veremos en el apartado B).
c) Los no formales son los que no se encuentran sujetos a ningún tipo de forma y las partes
pueden celebrarlos como lo crean más conveniente.
De acuerdo a las formalidades que indique la ley, el contrato puede o no acreditarse de una
u otra manera. El Código Civil consagra los principios básicos a fin de probar las partes
contratantes la celebración de la convención.
Los no formales pueden probarse por medios de prueba que puedan justificar que el
contrato tuvo nacimiento. El artículo 1193 del Código Civil, a nuestro juicio, es de
aplicación.
El Código Civil determina las causas que permiten a cualquiera de las partes solicitar o dar
por extinguido el contrato.
La rescisión, revocación y resolución actúan por causas diferentes a fin de dar por
terminado un contrato.
Rescindir un contrato significa, en términos generales, que las partes extinguen las
obligaciones nacidas por la celebración de la convención y "retirar los derechos reales que
se hubiesen transferido" (art. 1200, Ira. pte. Cód. Civil). La revocación del contrato consiste
en extinguir el contrato por una de las partes cuando la ley expresamente lo autoriza (art.
1200, 2da. pte. Cód. Civil). La resolución del contrato consiste en su extinción por una
estipulación expresa en el mismo contrato, de la cual hace uso una de las partes.
La diferencia existente con las dos anteriores consiste en que en aquéllas funciona la
voluntad de las partes o la voluntad de la ley. En la resolución surge de una expresa
cláusula inserta en el contrato.
b) Parte especial. Esta a su vez comprende dos acápites: 1) Las categorías que están
constituidas por: 1°) Sujetos agrarios. 2°) Objeto agrario, y 3°) Vínculo jurídico agrario.
Los sujetos agrarios a su vez pueden ser públicos o privados, según intervenga el Estado
como una de las partes o solamente sujetos agrarios privados. 2) Instituciones agrarias, las
que comprenden por la causa del vínculo varias secciones: 1°) Dominiales o reales, según
la relación del sujeto con la cosa; 2°) Convencionales, que se dividen en: a) Consesionales,
las que son derivadas por necesitar para su nacimiento el acto administrativo de la
concesión, y b) Contractuales, las que son originarias por cuanto nacen con el simple
acuerdo de voluntad común entre las partes; 3°) Transmisionales; 4°) Policiales, y 5°)
Procesales, las que se dividen en administrativas y judiciales.
Dentro de las relaciones jurídicas agrarias contractuales se ubican los contratos agrarios, los
que se dividen en: a) Contratos agrarios públicos, y b) contratos agrarios privados, siendo
éstos el objeto de nuestro estudio.
Para el desenvolvimiento de la actividad agraria quien se dedica a ella debe realizar ciertos
actos tendientes a efectivizar la propia producción, su comercialización, transporte de los
productos, etc., y a fin de concretar todas estas labores realiza acuerdos con otros sujetos.
Podemos decir entonces que contratos agrarios "son las relaciones jurídicas agrarias
convencionales consistentes en el acuerdo de voluntad común destinadas a regir los
derechos y obligaciones de los sujetos que intervienen en la actividad agraria con relación a
cosas o servicios agrarios".
De la definición de los contratos surgen tres elementos que intervienen en la celebración de
todo contrato, denominados categorías agrarias que son: sujeto, objeto y vínculo agrario,
temas éstos que veremos en los puntos siguientes.
3. Clasificación.
1°) Públicos. Son así cuando en los mismos interviene como una de las partes el Estado.
2°) Privados, Cuando participan sujetos agrarios privados. " Estos sujetos agrarios privados
están representados por: personas físicas o personas Jurídicas privadas". El productor
agropecuario representa al caso típico del auténtico sujeto agrario privado físico.
1°) De cosas. Estos pueden estar representados por cosas materiales e incorpóreas. Dentro
de las cosas materiales se representan por inmuebles o muebles. Y los incorpóreos son los
derechos que pueda tener un descubridor de algún sistema especial de elaboración o
producción en la actividad agraria.
1°) Asociativos, Cuando los riesgos están en cabeza de cada uno de los contratantes,
compartiendo las partes ambos supuestos.
2°) Disociativos, Son así en los supuestos en que una de las partes asume la responsabilidad
directa de la empresa o el objetivo del contrato celebrado y carga con los riesgos que
pueden significar la vigencia contractual durante el plazo convenido.
Ejemplo de este tipo de relaciones agrarias lo constituye el arrendamiento.
1°) Verbales, Son los contratos en los cuales los sujetos agrarios manifiestan su voluntad de
celebración de "viva voz".
1°) Registrables.
2°) No registrables.
f) Según sea la forma de su cumplimiento serán:
2°) Gratuitos.
Estas son las principales clasificaciones de los contratos agrarios, no agotándose con la
enumeración precedente, considerando que son las básicas de las cuales debemos dar
cuenta de acuerdo al contenido de esta obra ".
4. Contenido.
El contenido de los contratos agrarios está dado por elementos que intervienen en toda
relación Jurídica agraria: el sujeto, el objeto y el vinculo jurídico agrario. Son lo que hemos
llamado en el apartado 1 las categorías agrarias.
Es decir que el rasgo característico es la habitualidad o sea que el sujeto deba tener como
trabajo o tarea la actividad agraria. La realización esporádica de un acto jurídico agrario no
convierte a la persona en sujeto agrario, sin perjuicio de alcanzarle o comprenderle las
normas jurídicas agrarias.
El sujeto agrario puede ser persona física o jurídica. Dentro de la primera estarían
comprendidos los productores agropecuarios y en la segunda entes jurídicos, integrados por
socios que con a su vez agricultores o ganaderos, etcétera.
A su vez el sujeto agrario puede ser de carácter público, esto es el Estado, por cuanto actúa
en la regulación y control de los actos jurídicos agrarios que realizan los que intervienen en
la actividad agraria. El otro sujeto es de carácter privado.
El Estado nace como sujeto agrario público por vía de la norma Jurídica. Esta le impone o
le Índica determinada actividad en miras del interés común o de la comunidad, protegiendo,
controlando o prohibiendo determinados actos al sujeto agrario.
Dada la índole de esta obra nos interesa especialmente el sujeto agrario privado, habiendo
mencionado al sujeto agrario público por razones obvias.
b) El objeto agrario. Vivanco define el objeto agrario diciendo que "constituye la cosa o
servicio que por su naturaleza o destino pertenece a la actividad agraria o sirve para la
realización de sus fines".
Es decir que el objeto agrario puede ser tanto un bien material mueble o inmueble, los
cuales serían, respectivamente, una maquinaria agrícola cualquiera, un semoviente o un
conjunto de éstos, etc., o un predio.
La tarea realizada por un sujeto al cual se le encarga una terminada actividad (servicio a
prestar), constituye también el objeto agrario. Este servicio podría ser la contratación para
el desmonte de un predio, la realización de los trabajos de canalización para los desagües de
un campo, la contratación del uso de maquinaria agrícola, etcétera.
El primero está representado por la libre determinación de los sujetos que celebran el
contrato, originando derechos y obligaciones recíprocas, y el segundo es esa voluntad de
manifestación común exteriorizada en el instrumento contractual.
Es aquí donde quedan asentadas, con la firma de las partes, sus recíprocas voluntades.
5. Caracteres.
a) Generales.
1°) Así como el derecho agrario lleva ínsito un fin productivo, los contratos agrarios gozan
de uno de los caracteres fundamentales que es la producción,
A una relación jurídica agraria contractual, desprovista del fin productivo no podría
denominársela contrato agrario.
Sentamos así uno de los caracteres primordiales y principalísimos de los contratos agrarios:
la producción.
2°) Sus efectos o desenvolvimiento tienen lugar siempre en zonas rurales a diferencia de los
civiles, que se producen en las zonas urbanas.
3°) Las partes contratantes están obligadas a preservar los recursos naturales renovables, de
tal modo que si la actividad agraria, en cumplimiento del contrato, tuviera por efecto la
desnaturalización total o parcial del recurso natural (un campo por ejemplo), ella debe
cesar, a cuyo efecto interviene la autoridad administrativa agraria competente. Se debe en
consecuencia respetar los principios generales del derecho agrario.
5°) Con referencia al plazo, los contratantes deben respetar el ciclo evolutivo propio del
objeto agrario, cuando éste consista en el cultivo de un predio o en la explotación ganadera,
significando ello que las partes no podrán apartarse de ese ciclo evolutivo, y si se tratara de
servicios, éstos deberán realizarse en épocas o tiempo apropiado para no ocasionar
perjuicio al recurso natural renovable.
b) Jurídicos. Los caracteres jurídicos son:
1°) Bilaterales, es decir que las prestaciones de cada una u las partes son recíprocas.
2°) Consensuales, ya que quedan celebrados desde el mismo momento en que las partes
prestan libremente su consentimiento.
4°) Conmutativos, o sea que los sujetos saben, al suscribir 1 contrato, que los beneficios
son ciertos y no librados a ninguna contingencia extraña.
5°) Formales en su mayoría. Son celebrados por escrito y deben registrarse, tal lo que
sucede con los contratos de arrendamientos y aparcerías —estos últimos cuando se concede
el uso v goce del predio— los que deben inscribirse en el Registro de la Propiedad
Inmueble que corresponda a la ubicación del predio si las partes así lo convinieran.
c) Autonomía de la voluntad.
6. Forma y prueba.
a) Forma. Los contratos agrarios deben celebrarse por escrito, lo que constituye el medio
idóneo a fin de que ambas partes sepan de antemano sus recíprocos derechos y
obligaciones. La escritura del acto no significa que deban someterse a solemnidades cuyo
incumplimiento dará como consecuencia la inexistencia del contrato, pero en definitiva los
consideramos formales. Suscripto el contrato éste debe registrarse.
7. Leyes agrarias.
No todas las leyes agrarias han contemplado los principios generales que hemos expuesto
en los apartados anteriores, lo que ha ocasionado una distorsión, habiéndose aplicado
algunas normas a otras disciplinas Jurídicas que no han sido agrarias. Tal ocurrió con la ley
de prenda agraria, la que fue dictada ara el ámbito agrario y la jurisprudencia comercial la
extendió a la actividad mercantil y la propia ley confundiendo conceptos declara que es
juez competente el de comercio.
Algo similar acontece con la ley de warrants 9643, ya que declara que las personas que
emitan tanto warrants como certificados de depósito serán consideradas como
comerciantes.
CAPITULO CUARTO
NORMAS IMPERATIVAS IMPUESTAS POR LAS LEYES AGRARIAS
A) ORDEN PÚBLICO
La doctrina ha considerado que esta problemática Jurídica tiene relación directa con la
historia, siendo de una apreciación relativa, que varía según las épocas y el concepto que se
tenga de las ideas de una sociedad en un momento determinado. Y las leyes de orden
público constituyen no la regla sino la excepción, siendo el rasgo diferencial el carácter
imperativo de las normas de este tipo.
Para Cardini, "es el standard Jurídico que limita el ámbito I de la autonomía, limita
temporalmente el principio de la irretroactividad de las leyes, determina especialmente su
excluyente territorialidad y en general somete irrefragablemente a los destinatarios las
normas, solo, cuándo y en tanto éstas tienden al logro de su esencial finalidad: la justicia".
Por nuestra parte hemos expresado en otra oportunidad que el "orden público es un
conjunto de principios que rigen determinadas situaciones en un momento dado o época
histórica de un país, región o lugar o de varios países con características o costumbres
similares, de sustento político, social, económico, institucional, histórico, religioso,
limitativo de la autonomía de la voluntad, de carácter imperativo y persiguen un objetivo
que hace a la esencia del derecho: la justicia".
Desde la sanción de las leyes y decretos denominados de emergencia, se hizo norma y casi
costumbre declarar a las disposiciones de arrendamientos y aparcerías rurales de orden
público e irrenunciables y nulas las cláusulas en contrario que establecerán las partes
contratantes.
Se formó en este sentido casi una conciencia legislativa. Peña expresa que era "un plus" y
que "pareciera tratarse de una nota imperativa especial".
Leunda Tossi acota que "la noción de orden público es compleja en razón del número de
factores que la componen: encuentra su fundamental elemento en esta ley (se refiere a la
13.246), en el aspecto económico".
Brebbia dice que constituye "la necesidad impostergable de I . la producción, que en gran
medida se realiza bajo la forma de los contratos de empresa comprendidos en la ley;
proteger igualmente a la parte económicamente más débil en la relación lgliatractual,
asegurándole la estabilidad en el predio y condiciones de vida y trabajo dignas".
García Orozco reconoce que el orden publico a que se refiere la ley 13.246 es el orden
público económico.
El orden público económico agrario es de carácter especial, algo que trasciende la esfera
privada de actividad económica, para ingresar a los estrados de la producción nacional.
El orden público económico agrario es el medio idóneo para que desaparezca casi por
completo en la actividad agraria la autonomía de la voluntad prevista en el articulo 1197 del
Código Civil.
La imposición del orden público económico agrario hace que en la convención contractual
agraria se deban respetar ciertas normas establecidas a priori a favor del productor, las
cuales no puede dejarse sin efecto. A los sujetos agrarios se les prohibe renunciar a sus
beneficios, lo que está previsto en las disposiciones legales.
1. Distintas cláusulas.
a) Nulas.
En materia de contratos agrarios privados existe siempre una parte en la convención que se
encuentra disminuida con relación a la otra. Debe aceptar las condiciones propuestas por
causas de necesidad.
Si la ley no acudiera en ayuda de este sujeto agrario nivelando así las posibilidades de
discusión de las cláusulas contractuales, se vería obligado a aceptar las condiciones de la
contraria.
Así el artículo 1°, segunda parte de la ley 15.246, previo este tipo de cláusulas en apoyo del
sujeto con menores posibilidades al decir que los preceptos de esta son (...) insanablemente
nulos (...) cualesquiera cláusulas (...) en contrarío (...) realizados en fraude a la ley.
Dice el artículo 17, primera parte, que Son insanablemente nulas y carecerán de todo valor
y efecto las cláusulas que obligan a:
Si la ley reputa la cláusula como nula, sin valor y efecto legal, nunca fue cláusula vigente y
el Juez o Tribunal deberán constatar si sus términos contradicen al artículo 17 y, en caso
afirmativo, tendrán que declararla como no escrita, inexistente y nacida muerta.
b) Irrenunciables.
Otra de las cláusulas prevé la ley 13.246 consiste en la irrenunciabilidad lo que está
dispuesto en el artículo 1°, 2da. Parte que dice: Los preceptos de esta ley son
irrenunciables...
Es decir que el productor no puede ser obligado a dejar di que se establezcan en su favor los
beneficios legales.
Tanto las cláusulas nulas como las irrenunciables carecen de valor legal.
Esta norma está correlacionada con el artículo 17, la que —como hemos visto— también
declara que carecerán de todo valor..., agregando que asimismo carecen de efecto, siendo
éste de carácter legal.
Como no ha sido dictado el Código Agrario Nacional, no tenemos otra alternativa que
recurrir al Código Civil aplicándose el capítulo de la nulidad de los actos jurídicos.
Sabemos que los actos jurídicos se dividen en actos nulos y anulables. El acto nulo no
necesita declaración judicial, se reputa tal desde la fecha misma en que se suscribió la
convención. Es decir que desde su origen es nulo y sin efecto legal: asimilable al acto
inexistente, pero aquí limitado solamente a la cláusula en que se estipuló determinada
obligación.
El acto anulable debe ser declarado judicialmente, con sus efectos a partir de la fecha de la
resolución, y expresamente debe pedirla, quien pretenda obtener la anulabilidad del acto
(art. 1046, Cód. Civil).
Nosotros asimilamos lo normado en el artículo 1° cuando dice .. .y carentes de todo valor. .
., al acto jurídico anulable o sea que la cláusula deja de tener efecto a partir de la resolución
judicial.
Es decir que el lugar del domicilio real del arrendatario o aparcero (art. 22, ley 13.246) es el
que determina la jurisdicción o sea el órgano con poder jurídico del Estado que interviene
para garantizar los derechos de los interesados en el caso que reclamen su intervención.
Se explica esta cláusula prohibitiva de la ley, ya que constituir otro domicilio que no sea el
real, implicaría tomar de sorpresa al productor, en el sentido de que se le podría iniciar un
juicio por desalojo y después de realizar las notificaciones procesales de práctica, el
demandado carecería de derecho alguno por habérsele vencido todos los términos en las
distintas instancias rituales.
Podemos afirmar que en materia procesal agraria, por tratarse de insanable nulidad, por
incidencia del artículo 17 in fine de ley 13.246, queda prohibido tramitar un proceso con
relación a un predio que se encuentre ubicado, por ejemplo, en la provincia de Buenos
Aires, siendo el domicilio real del arrendatario fuera del distrito bonaerense.
Los actos realizados en fraude de la ley son aquellos en los cuales se ha violado
deliberadamente la norma, o sea en los que ha intervenido la simulación, para aparentar la
legalidad del acto 9, y el artículo 1° en la parte pertinente dice que serán nulos y sin valor
legal las cláusulas o pactos en contrario realizados en fraude a la misma.
Los efectos son los mismos que tienen los actos nulos y nos remitimos al apartado B),
punto 1, acápite a).
D) INEMBARGABILIDAD DE BIENES AGRARIOS
1. Causas generales.
Veremos en el transcurso de este apartado que la ley trata de suavizar este tipo de medidas
extremas, para posibilitar la estabilidad de la familia agraria, la cual representa la empresa
agraria.
Las razones no son las mismas que las que imperan en el Derecho Común, el cual se
refieren al hecho cotidiano del deudor, al de su mujer e hijos, y a los elementos de trabajo
de la persona contra la que se pretende efectivizar una medida cautelar.
2. Disposiciones legales.
El productor se ve amparado por las normas de la ley 15.246 que limita hasta dónde puede
llegar el monto y sobre qué bienes se permite efectivizar la medida judicial que pudiera
decretar el juez o Tribunal competente.
"Los beneficios que acuerda este artículo no afectarán el crédito del vendedor de los bienes
declarados inembargables e inejecutables y no comprenderán a los arrendatarios que sean
sociedades de capital".
Es decir que todos los elementos de trabajo del productor están incluidos en la disposición
transcripta, como así también lo que necesita el arrendatario y su familia para poder vivir
durante un año.
Se confiere a la reglamentación de la ley la facultad para terminar los límites.
También aquí la ley prescribe cláusulas procesales, por considerar que en esta forma el
productor goza de mayores garantías, ya que las normas de inembargabilidad no tendrían la
misma extensión y carácter en todas las provincias.
Los limites del embargo los dispuso la reglamentación general de la ley 15.246 haciendo
una distinción.
a) Con relación al límite de inembargabilidad de los bienes para la explotación del predio,
dice el artículo 33 de la reglamentación de la ley 13.246 que "El límite de inembargabilidad
de los elementos destinados a la explotación del predio está determinar por el conjunto de
los que sean indispensables para la explotación de una unidad económica de idéntica índole
a la realizada por el arrendatario. La Secretaría de Estado de Agricultura y Ganadería fijará
para la unidad económica de cada tipo de explotación por grandes zonas, la nómina de
dichos bienes".
3. Excepción.
Esta segunda excepción ha sido un agregado dispuesto por 22 298 a pesar que el artículo 1°
de dicha ley se refiere la sustitución de artículos. La excepción la consideramos excesiva,
ya que tanto se es arrendatario físico o jurídico. El beneficio de la inembargabilidad debe
comprenderle a todos por igual.
El artículo mencionado no es de aplicación en el caso de que i rédito del vendedor lo sea
como consecuencia de incluir en el contrato alguna cláusula de las que enumeran los
artículos 1° in fine y 17 de la ley 13.246, lo que vimos en el punto B) de este Capítulo.
CAPITULO QUINTO
EL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO RURAL
A) CONTRATOS DE ARRENDAMIENTO
1. Antecedentes.
Hasta 1921 —fecha de la sanción de la ley 11.170—, los contratos de predios rústicos
podían convenirse sin ningún término mínimo de duración.
Por todo ello los contratos eran de carácter leonino. El productor debía comercializar con
quienes le indicara el arrendador y también resolvía dónde adquiría las semillas, quién
debía proveerle las máquinas (más que las máquinas, los elementos de labranza) llegándose
a las instalaciones inmorales de los almacenes de ramos generales que expoliaban al
productor, todo lo cual es públicamente conocido.
a) Ley 11.170 1. Plazo mínimo legal de cuatro años; 2. Protección del pequeño y mediano
productor, ya que se aplicaba a los contratos que tuvieren como máximo 300 hectáreas; 3.
Con el plazo mínimo legal se garantizó la estabilidad de la familia agraria, 4 prohibición de
obligar a los sujetos agrarios a comercializar, asegurar, transportar, etc., los productos
agropecuarios con empresa o persona determinada; 5. Comienza con esta ley la limitación
de la autonomía de la voluntad; 6. Contempla en alguna medida la autonomía del derecho
agrario en virtud de no incorporarla al Código Civil.
El contrato de arrendamiento rural ha sido definido diciendo que "es la relación jurídica
agraria convencional en virtud de la cual, una de las partes cede a la otra el disfrute de un
bien inmueble o mueble agrario por un plazo dado y la otra se compromete a pagar por ese
uso y disfrute un precio en dinero o su equivalente en especie, para destinarlo al
aprovechamiento agropecuario en cualquiera de sus especializaciones y de conformidad a
las normas que al efecto estatuya la ley agraria positiva".
En nuestro derecho agrario está contemplado en el artículo 2° de la ley 13.246 que dice:
"Habrá arrendamiento rural cuando una de las partes se obligue a conceder el uso y goce de
un predio, ubicado fuera de la planta urbana de las ciudades o pueblos, con destino a la
explotación agropecuaria en cualquiera de sus especializaciones y la otra a pagar por ese
uso y goce un precio en dinero".
Con relación al precio del arrendamiento permitiendo abonarlo en un tanto por ciento del
producido de la explotación, e un concepto típico de la aparcería y no del arrendamiento.
3. Elementos y caracteres.
a) Elementos. De la definición del artículo 2° de la ley 13.246, surgen los elementos del
contrato de arrendamiento:
1°) La concesión del uso y goce de un inmueble rural. Es imprescindible que el inmueble se
encuentre ubicado en el ámbito rural, es decir fuera de la planta urbana de las ciudades o
pueblos El concepto de rural que menciona 1a ley es entendido como contrario a lo urbano,
esto último como todo lo atinente a 1a ciudad.
Vidales explica la cláusula diciendo que "debemos entender por radio de ciudad o de
pueblo no precisamente el que indican }os planos catastrales de los Municipios, sino el que
separa la vida rural"
Este elemento debe darse juntamente con los demás, a fin de considerárselo como contrato
de arrendamiento rural.
Así dice Laucia Tossi que los requisitos exigidos por el articulo 2° son de índole
integrativa• En defecto de la reunión de todos ellos, no puede hablarse de arrendamiento
rural. En realidad parte de los elementos que determina, se encuentran involucrados en el
artículo 1° y tal vez hubiera sido mejor no realizar definición alguna, dejando ella librada a
la elaboración doctrinaria. En este contrato las prestaciones son inmediatamente ciertas y
determinadas por las partes" 8.
Brebbia, refiriéndose a los elementos del contrato en general, dice: "El contrato de
arrendamiento rural se tipifica cuando —además de concurrir los elementos que
caracterizan el contrato de locación de cosas (art. 1493, Cód. Civil)— se dan los siguientes
elementos propios que distinguen la especie del género, a saber: a) que se trate de la cesión
del uso y goce de un predio rústico, y b) que el mismo esté destinado a la explotación
agropecuaria en cualquiera de sus especializaciones".
Si el inmueble arrendado está ubicado en la zona rural, pero el destino u objeto no consiste
en la explotación agropecuaria, por faltarle este elemento esencial, el contrato no será de
arrendamiento rural en los términos del artículo 2° de la ley 13.246. Y la doctrina es
coincidente en lo que dejamos expuesto.
Somos de opinión de que los dos elementos que analizamos deben concurrir
simultáneamente para que se trate de un contrato de arrendamiento rural.
El progreso urbano hace que los predios hayan desaparecido o vayan desapareciendo, lo
que torna imposible una explotación agropecuaria en la ciudad o en los alrededores de la
misma. Aquí no existe la tierra, diríamos la quinta, la chacra y por ultimo campo abierto y
por lógica consecuencia se hace imposible la siembra, la cría de semovientes, etcétera.
8 La ley de ejidos de la Provincia de Buenos Aires de 1870 divide los ejidos de los pueblos
en solares, chacras y quintas.
Sabemos que la capacidad es un estado natural o adquirido por una persona a los efectos de
permitirle la ley la realización de un determinado acto.
Quien sea mayor de edad y tenga la libre administración de sus bienes es capaz de ser
titular de derechos y contraer obligaciones.
Y pensamos así porque toda rama autónoma del derecho posee principios e instituciones
propias y dentro de estas encontramos la capacidad del sujeto. En derecho penal la
capacidad plena para delinquir se adquiere a la mayoría de edad penal, que es a los 18 años;
en derecho comercial la capacidad para el comercio se tiene a los 18 años y en derecho civil
la capacidad plena para cualquier acto a los 21 años.
En derecho agrario la capacidad plena para celebrar contratos agrarios se adquiere cuando
el sujeto agrario es productor agropecuario.
Si nos tuviéramos que inclinar por una edad determinada, lo haríamos por la de 18 años.
Reiteramos una vez más, que por no haberse dictado el Código Agrario Nacional, debemos
recurrir al derecho analógico Agrario y a los principios generales de nuestra disciplina.
Todo lo normado sobre capacidad de los personas en general se aplica supletoriamente, con
excepción especifica de lo dispuesto por las normas agrarias.
Es decir que la autorización judicial era un elemento esencial que no podía ser suplido en
otra forma.
Todo el sistema de la autorización judicial prevista en el artículo 43, ha sido derogado por
el artículo segundo de la ley 22.298 fundándose en que "se estima conveniente derogar el
artículo 43 ya que las normas que contiene se refieren a la capacidad de los menores
incapaces para celebrar contratos de arrendamiento y aparcería, materia que está regulada
en el Código Civil y sobre la cual no existe razón para crear un régimen especial; por otra
parte el segundo párrafo, referente a los menores emancipados, carece de sentido frente a la
última reforma del Código Civil, según la cual los menores emancipados tienen la misma
capacidad que los mayores de edad".
a) Agrícola en general, únicamente: o sea producir trigo lino, girasol, sorgo, toda clase de
forrajeras, excluyendo expresamente la explotación de papa, ya que ésta tiene un
tratamiento especial por el agotamiento prematuro que produce en la tierra debiéndose
celebrar un contrato especial para tales fines.
Hemos expresado a lo largo de este trabajo que la ley 13.246 tiene caracteres de contenido
jurídico autónomo y que al remitirnos al Código Civil se va perdiendo la autonomía del
derecho agrario.
El reenvío lo tenemos que hacer —muy a pesar nuestro— por el principio de que nuestra
disciplina es autónoma pero proveniente del tronco común del derecho en general y que no
encontrando la solución en las leyes análogas agrarias, recurrimos a sus principios
generales; permaneciendo la laguna jurídica debemos incursionar en otras ramas, ya que
cada una de éstas no se desvincula totalmente, y en este segundo itinerario nos detenemos
en el derecho civil, ya que de todas las ramas es el más adaptable, no sin desconocer que la
solución es extraña al derecho agrario, y como el Derecho común está codificado,
aprehendemos sus normas. En algunas normas agrarias existe un vacío legislativo, no
llenado por la analogía agraria y. agotadas estas instancias, la presunta solución la da el
derecho común.
Pero es del caso que lo reglado en el artículo 18, ya ha sido previsto en el Código Civil. En
los supuestos en que la ley 13.246 prevea asimismo situaciones contempladas en el derecho
común, se le debe dar preferencia a la ley agraria.
Ahondando el análisis de la ley podemos comprobar que la aplicación del Código Civil, no
es tan amplia como a primera vista parece.
En la apretada síntesis que hace la primera parte del artículo 18 de la ley, podríamos decir
que casi se agotan las instancias normativas del Capítulo de la Locación de Cosas del
derecho común.
Es evidente que el mayor error y el que le quita la autonomía que le fuera conferida al
derecho agrario al tratar la aparcería, es la primera parte del artículo 18. El mayor perjuicio
ocasionado por la ley a la autonomía del derecho agrario consiste en la vuelta a la vigencia
—en lo concerniente a las obligaciones de las partes—, a la autonomía de la voluntad con
la amplitud con que es tratada en el Código Civil (art. 1197).
La doctrina agraria en general parte de la base de las normas del Código Civil previstas en
el capítulo de locación de cosas en general —obligaciones de las partes— para luego, con
esa premisa, estudiar y analizar los incisos del artículo 18 de la ley 13.246.
Por nuestra parte, proponemos el estudio de las obligaciones de las partes usando el camino
regresivo, o sea tratando de analizar y estudiar el artículo 18 de la ley 13.246 hasta llegar a
su esqueleto por la vía de los principios autónomos fundamentales el Derecho Agrario, por
cuanto estos principios son los que debemos tener en cuenta para nuestro punto de partida.
Agotado este estudio, recién entonces hacer el reenvío al derecho común, de acuerdo con la
primera parte del artículo 18 de la ley tratando de que este reenvío sea mínimo.
Realizada esta breve advertencia, pasamos a estudiar las - obligaciones de las partes en el
contrato de arrendamiento agrario.
El artículo 18 de la ley 13.246 es otra de las normas que han sufrido sustituciones por
imperio de la ley 22.298, referida en esta oportunidad únicamente a las obligaciones del
arrendador.
Por la causa específica de la actividad agraria es una obligación típica del contrato de
arrendamiento agrario. Las obligaciones de cosas en general legisladas en el Código Civil
no contemplan estas premisas. Es una obligación autónoma que tiene su fundamento en las
características propias de la actividad agraria.
Esta es una obligación correlativa a la del arrendatario. Aquí el arrendador debe contribuir
con los gastos que demande la lucha, por cuanto es obligación de todo propietario de un
predio rural realizar los trabajos necesarios a fin de mantenerlo libre de plagas y malezas y,
evidentemente, si no cumple con esa obligación, como lógica consecuencia debe contribuir
con esos gastos, en la proporción que determina el inciso.
Esta obligación por parte del arrendador, si bien es cierto que es una función estatal, se
realiza a título de colaboración El inciso e) determina la forma de darle cumplimiento a la
norma diciendo que "Cuando el número de arrendatarios exceda de veinticinco y no existan
escuelas públicas a menor distancia 10 kilómetros del centro del inmueble, proporcionar a
la ciudad escolar el local para el funcionamiento de una escuela el cuente como mínimo un
aula para cada treinta alumnos, vivienda adecuada para el maestro e instalación para el
suministro de agua potable".
Se deben dar las siguientes situaciones de hecho de acuerdo al texto de la ley para que el
arrendador deba cumplir con la norma:
El mismo artículo 18 en los primeros incisos legisla sobre las obligaciones del arrendatario,
las que no son las únicas 14. No estamos refiriéndonos a las especificadas en el Código
Civil sino. a las propias del Derecho Agrario arrendaticio.
El comienzo del artículo 18 de la ley 13.246 establece que las obligaciones del Código
Civil son aplicables. El artículo 1554 del mismo código determina que el locatario debe
usar la cosa conforme a las cláusulas contractuales. El inciso a) del artículo trae idéntica
obligación y en consecuencia se aplica este artículo y no el 1554 del Código Civil.
De acuerdo con lo que decimos en el párrafo anterior, podemos colegir la gran y real
diferencia y distinción existente entre una y otra rama jurídica.
Esta obligación debe cumplirla el arrendatario sin que pueda solicitar el reintegro de los
gastos que le ocasione el mantenimiento del predio libre de las plagas y malezas. Y es tan
importante esta obligación del arrendatario que el locador puede exigir su cumplimiento o
la rescisión del contrato (art. 19, 2da. parte, ley 13.246).
La lucha contra las plagas y malezas obligan al arrendatario contribuir con el 50% de los
gastos que demanden, si éstas existieran al ser arrendado el campo (inc. bl, in fine, art. 18).
Así como la voluntad de las partes originó la celebración del contrato de arrendamiento,
también por mutuo acuerdo pueden dejarlo sin efecto, en el supuesto de que tal voluntad no
sea contraria a la declaración de orden público de sus normas, conforme a lo dispuesto en
los artículos 1° (adonde nos remitimos) y 37, in fine de la ley 13.246.
Tiene efecto la resolución del contrato por mutuo acuerdo de las partes, si fuera dictada en
sede judicial, es decir que lo que la justicia debe resolver es la homologación de la voluntad
de los contratantes.
Pero si causara algún perjuicio para alguno de los contratantes, la justicia no puede avalar
ese acuerdo, y menos aún si comprometiera el orden público agrario.
El articulo 20 de la ley 13.246 dispone que: "Vencido el término legal o el término pactado,
si este último fuera mayor, el arrendatario deberá restituir el predio sin derecho a ningún
plazo suplementario para el desalojo y entrega libre de ocupantes".
La primera parte del artículo del texto primitivo de la ley 13.246 (que es el texto vigente),
no ha sido modificada por la ley 21.452 —como lo vimos anteriormente— y en
consecuencia al vencimiento del plazo legal o convencional el contrato queda disuelto.
4. Confusión.
Nosotros consideramos que existe una promesa formal de venta que se perfecciona con la
firma de la escritura.
Dándose estos supuestos que dejamos expuestos se habría celebrado entre las partes el
contrato de compraventa y, cumplidos esos requisitos, la relación jurídica agraria se habría
extinguido y en ese acto es cuando se produce la confusión.
Los tres tópicos del punto son causales de conclusión del contrato.
Tanto el caso fortuito como la fuerza mayor son a cargo del arrendador siempre que el
arrendatario no sea negligente en sus previsiones para evitarlas.
Si una u otra situación se dan independientemente de la actividad del arrendatario, como ser
una inundación que le imposibilite continuar con la actividad, aquí el derecho a la rescisión
lo tiene el arrendatario por haber desaparecido uno de los objetos del contrato agrario, o sea
la explotación agropecuaria en cualquiera de sus especializaciones.
Es causa de resolución del contrato por realizar la actividad agraria que desnaturaliza el
recurso natural.
c) Cesión del contrato: Prohibida en el artículo 7° con excepción que esté permitida.
Por ser el precio uno de los elementos del contrato de locación, ya sea urbano o rural y una
de las obligaciones del locatario, su incumplimiento hace nacer un derecho a favor del
locador permitiéndole promover juicio de desalojo, todo lo cual lo analizaremos en los
apartados siguientes.
Es necesario hacer un análisis referente a las normas vigentes sobre el desalojo, por falta de
pago del arrendamiento.
Contrapuestas tendencias de la doctrina se basaban en tres conceptos sobre los cuales nos
ocuparemos muy brevemente: a) Abrogación, b) Derogación, y c) Substitución de leyes.
a) Abrogación. La doctrina considera que abrogar una ley significa dejarla sin efecto, o sea
la norma vigente hasta ese momento ha desaparecido por completo. Diremos que la ley ha
muerto.
Dice Ramírez Oronda que abrogación es el "acto de dejar íntegramente sin efecto una ley
anterior, por medio de otra ley nueva" (Ramírez Oronda, Juan, "Diccionario Jurídico", Voz
Abrogación, cd. Claridad, 1946, p. 2).
Salvat trata los conceptos abrogación y derogación en forma conjunta, considerando que
"derogar o abrogar una ley significa dejarla sin efecto, quitarle su fuerza obligatoria"
(Salvat, Raimundo, Tratado, parte general, t. 1, p. 235).
Messineo, refiriéndose a sus efectos, dice que "la abrogación de una norma abrogante no
tiene la función de volver a su anterior estado a la norma abrogada por esta última, salvo
que se disponga expresamente para tal caso (norma repristinatoria o reintegrativa)".
(Messineo, Manual de Derecho Civil y Comercial, t. 1, p. 88).
b) Derogación. El Código Civil decía antes de la reforma introducida por la ley 17.711 en el
artículo 17 que: las reyes no pueden ser derogadas en todo o en parte, sino por otras reyes.
Ramírez Oronda la define diciendo que es "en sentido estricto: dejar parcialmente sin efecto
una ley. Sin embargo, se utiliza corrientemente esta voz, como sinónimo de abrogación (art.
17, Cód. Civil)" (Ramírez Oronda, Juan, oh. cit., Voz Abrogación, p. 112. Cit. Salvat,
Raimundo, ob. cit., en nota 2).
Al haber sido reformado el artículo 17 del Código Civil por la ley 17.711, consistiendo esa
reforma en la supresión de la primera parte de esa norma, entendemos que ha desaparecido
el concepto legal derogación, subsistiendo el doctrinario.
La distinción fundamental consiste para nosotros en que abrogar es dejar sin efecto
totalmente una ley y derogar dejar sin efecto una ley en forma parcial. Por eso se debe decir
con mayor exactitud, que determinado artículo de una ley fue derogado y en caso de
suprimirse totalmente los efectos de una ley, que ésta fue abrogada y no derogada.
e) Sustitución. Se entiende por sustitución de la ley, el cambio de sus normas por otra que
se dieta en su reemplazo. Esta sustitución puede ser total o parcial o sea que la nueva ley
cambie íntegramente el texto o solamente algunos artículos de la antigua.
Este cambio significa, si es parcial con relación a los artículos sustituidos, una simple
derogación, ya que ellos no tienen más vida jurídica y en su reemplazo regirán las nuevas
norma que se dicten.
Nosotros consideramos que la sustitución de leyes, ya sea total o parcial, pasa por dos
etapas sucesivas: a) La derogación de las normas que expresamente se mencionan en la
nueva ley, y b) El texto de las disposiciones que regirán en lo sucesivo en reemplazo de las
derogadas.
En nuestra disciplina esta hipótesis surgió por la incidencia de las sanciones sucesivas de
decretos-leyes y la ley 14.451 dando lugar a dispares interpretaciones doctrinarias con
relación a la vigencia parcelada o no de la ley 15.246.
La ley 13.246 fue modificada en varias de sus normas por el artículo 1º del decreto-ley
2188/57 que dispuso: Sustituyendo los arriar los 4º, 7º, 12, 15, 19, 20, 22, 27, 30, 39, 45,
50, 52, Si, hay 62 de la ley 13.246 por los siguientes
La ley 14.451 fue sancionada el 31-7-58; promulgada de hecho por el artículo 70,
Constitución Nacional y publicada en el Boletín Oficial el 21-8-58. Dispuso en el artículo
29: quedan derogados los decretos-leyes 2187, 2188, 9991 de 1957 y 381Z 6285, 6974,
6450 de 1958 y demás disposiciones legales que se opongan a la presente. El referido
artículo incluye el decreto-ley 2188/57, el que a su vez habla sustituido varios artículos de
la ley 13.246.
Este artículo 29 de la ley 14.451 fue el que ocasionó las inteligencias doctrinarias y por el
cual transitaron asiduamente las exposiciones de los agraristas sobre el tema de la
abrogación y sustitución total o parcial de leyes.
a) Vigencia Plena.
Hemos dicho que parte de la doctrina considera que con la ley 14.451 que derogó el
decreto-ley 2188/57, el cual a su vez sustituyó algunas normas de la ley 13.246) Esta
recobró vigencia en su texto original.
Después de referirse a los artículos de la ley 13.246 que fueron sustituidos por la ley
14.451, Pérez Llana se inclina por la total vigencia en su texto originario de la ley 13.246
diciendo:
"Hemos señalado ya como la misma ley 14.451 se remite a la ley 1.3.246 como a una ley
permanente sobre arrendamientos y aparcerías rurales (art. 7º, in fine). Quiere ello decir que
el legislador ha creído en su vigencia y ha transmitido esa creencia a un texto expreso... el
hecho de que sea alusión aparentemente incidental, no le quita realidad ni relevancia" . Y
continúa: "debe recordarse que el decreto & ley 2188/51, el más importante de los que aquí
mencionamos, expresa en su primer considerando que se trata de una reforma parcial a la
ley 13.246". Concluye el autor citado: "el intérprete debe tener en cuenta el espíritu de la
ley, que es lo que vivifica, y el espíritu de la ley 14.451 revela qué la misma es el
complemento transitorio de un régimen permanente que se tiene como vigente, y que es
pleno y orgánico:
La interpretación debe ser sistemática y no fragmentaria; las leyes de tipo protector como la
13.246, deben interpretarse de manera tal que el amparo previsto en las mismas no
desaparezca sino ante normas categóricas" (Pérez Llana, Eduardo, La discutida vigencia de
la ley nº 13.246. La contratación para una sola cosecha y para pastoreo, Rev. de Derecho
Agrario, Año 1, Nº 1 agosto 1962, p. 2(»21).
Por su parte, García Orozco sienta el mismo principio de la vigencia plena de la ley 13.246
(García Orozco, Eladio; Arrendamientos y Aparcerías Rurales. Abrogación de la Nariño
Jurídica. Cfr. García Orozco, Eladio, Arrendamientos y Aparcerías Rurales, cd. Abeledo-
Perrot, 1967, p. 26).
Coincide con los autores precedentemente mencionados Barry, el que es de opinión que al
derogar la ley 14.451 el decreto 2188/57, renació la vigencia total de la ley 13.246 en su
texto original, diciendo que "Jurisprudencial y doctrinariamente, se plantearon diversas
tesis al respecto: a) vigencia plena del texto primitivo de la ley 13.246, en la que se
encontraban colocados los doctores. .. y el Suscripto" (Barry, Alfredo, Arrendamientos y
Aparcerías Rurales, ed. Plus Ultra, 1967, p 59).
Leunda Tossi (Leunda Tossi, Edgardo, Arrendamientos y Aparcerías Rurales, ed. Cloel,
Rosario, 1961). Wernli (Wernli, Humberto A., Arrendamientos y Aparcerías Rurales,
Cuadernos de Legislación Ordenada, N° 3, Editorial Forum., 1962); Peña (Peña, Enrique
A., Arrendamientos Rurales, ed. Depalma, Buenos Aires, 1951) entre otros, no tratan el
tema. Los dos primeros no hacen referencia a la cuestión a pesar de que sus trabajos datan
de 1961 y 1962 respectivamente, son posteriores a la sanción de la ley 14.451. El silencio
del último autor se explica, ya que SÉ publicación que hemos consultado es de 1951.
Consideramos que el tema es de suma importancia, por cuanto está en juego lo que para
nosotros es fundamental: la autonomía del Derecho Agrario. (Hacemos referencia a la
autonomía del Derecho Agrario en este punto, ya que el volver e aplicarse el Código Civil,
desbarata todo anhelo de autonomía que sienten los estudiosos agraristas).
b) Vigencia Parcelada.
La ley 14.451 al abrogar el decreto-ley 2188/57, que modificaba artículos dé la ley 13.246,
no tuvo el efecto de hacer renacer la vigencia del texto originario de la ley 13.246, ya que la
14.451 no lo dispuso expresamente. Se consideró que para que tuviera nuevamente vigencia
la ley 13.246, se debía dictar una nueva ley en tal sentido. No pudo existir vigencia
implícita de normas que fueron sustituidas expresamente.
Es decir, si la ley A es modificada por la ley B, y la ley B es abrogada por la ley C, la ley A
no recobra vigencia en su texto original, si otra ley, la D, no lo ordena en su articulado".
Ayarragaray dice que "no cabe se interprete que las leyes derogadas (o normas sustituidas)
renacen cuando se deroga la ley que las derogó. La ley muerta no vive como la llama del
rescoldo: la ley muerta no resucita. Esta teoría está en el alma de la doctrina, de la
enseñanza y de la ley". (Ayarragaray, Carlos, Las leyes agrarias y su incidencia, Rev.
Agraria, año 1, Nº 1, agosto 1962, PS. 32-33).
En un primer momento la jurisprudencia se orientó una u otra tesis sobre la vigencia plena
o parcelada del texto originario de la ley 13.246.
Pero debe considerarse que abrió surco en la jurisprudencia agraria el fallo dictado por el
Tribunal del Trabajo de Lomas de Zamora (en función de la Jurisdicción Agraria) de la
provincia de Buenos Aires del 22-2-61, llevando la voz del Tribunal doctor Novello, quien
votó en primer término.
Dijo el Tribunal en esa oportunidad que: "1. La derogación de una norma jurídica tiene
efectos extintivos y no suspensivos, es decir que equivale a su muerte jurídica. 2. Por ello la
derogación de una norma derogatoria no restablece la norma primitiva. 3. Los artículos
derogados de la ley 13.246 (aunque modificados o sustituidos) por los decretos-leyes 2188)
6430k etc. no han recobrado vigencia por implicancia de la ley 14.451 1)0 ello resulta que
el texto de la ley 13.246 está parcelado y reformas introducidas por los citados decretos-
leyes no sólo ya no rigen; sino tampoco rige el texto originario de su sanción primitiva"
(Rev. de Derecho Agrario, año 1, N° 1, agosto 1961, p. 51).
Tratando el tema de los contratos por una sola cosecha, el cual tiene relación con este
trabajo, se ha dicho, en la parte que nos interesa que "el artículo 39 de la ley 13.246... fue
derogado por el decreto-ley 2188/57, el cual a su vez fue derogado por el artículo 29 de la
ley 14.451" y entre otros conceptos dijo el doctor Amado, quien votó en primer término que
el artículo 39 de la ley 13.246 le acuerda el derecho pedido. Nada mis erróneo. Si ese
contrato esperaba alimentarse de esa disposición legal diré que nació muerto. En efecto, el
artículo 39 de la ley 13.246 fue derogado por el artículo 19 del decreto-ley 2188/57... pero
resulta que también ese decreto fue derogado por la ley 14.451... De esta manera han
desaparecido las disposiciones que, presumiblemente, hubieren acogido la acción" (Trib.
Trab. Junín, Prov. de Buenos Aires, en autos "Contigliam, Felipe c/Estrogamous de Font
Ezcurra, Elena". Resuelto) el 18-662, en "L. L.", del 3-4-63)
Ya previamente es el mismo tribunal y también con el voto en primer término del doctor
Amado, dijo el señor Juez preopinante que "ya hemos dicho y reiterado, que ese artículo y
muchísimos más de esa ley, fueron derogados o sustituidos por:
el decreto 2188/57, incluso en sus sanciones, y que al ser derogado este último por el
artículo 29 de la ley 14.451, aquellos quedaron definitivamente derogados" (T. T. Junín.
Sentencia del 304-62, autos "Torello de Santillana, Evangelina M. C/ Sario, Juan M.", en
"L. L." del 15-3-63). El doctor Ruggero se adhirió al voto del doctor Amado.
Hacemos notar que el caso es de aplicación al estudio que estamos realizando, ya que el
artículo 1° del decreto 2188/57, entre otros artículos sustituyó el 18 de la ley 13.246. Se
refería en esa oportunidad al artículo 18 de la ley 13.246.
Hemos dicho que el fallo del Excelentísimo Tribunal del Trabajo de Lomas de Zamora,
abrió surco en la jurisprudencia agraria, pues fue precisamente el criterio seguido por cl
más alto Tribunal de la Provincia.
Hacemos notar asimismo que los fallos que anotamos del Excelentísimo Tribunal de Junín
no hicieron mención para nada al de Lomas de Zamora, cuando éste fue anterior al de la
Corte Provincial.
4. Decreto-ley 1639/63.
Se consideró en las esferas estatales que deba ponerse término a la discusión doctrinaria, a
fallos desavenidos, mediante una legislación que quitara toda duda al respecto.
Fue así que se dictó el decreto 1639/63, diciéndose en los considerandos que "la materia de
los arrendamientos y aparcerías rurales por imperio de las leyes 13.246, 13.897 y 14.451 y
recientes fallos de distintos tribunales nacionales y provinciales, reviste una confusión y
anarquía que conspira contra la seguridad jurídica y el conocimiento de la norma legal
vigente; que distintos tribunales han interpretado en forma variada el alcance de esa norma
derogatoria, resultando por lo tanto conveniente establecer con claridad el texto legal
vigente...”.
Con la sanción del referido decreto se puso punto final a las desavenencias de la doctrina y
la jurisprudencia contradictoria reinante hasta ese entonces, con lo cual quedó esclarecido
el problema de la vigencia de la ley 13.246.
"Podrá pedirse el desalojo del predio ocupado por el arrendatario o aparcero cuando, sin
causa justificada, el mismo abandonare la explotación o interrumpiere por más de un año el
pago correspondiente.
En este último caso el propietario deberá intimar formalmente el pago indicando el monto
adeudado y lugar donde debe efectuarlo. El arrendatario o aparcero deberá abonar dicho
monto dentro de los 30 días a contar de la recepción de la intimación, siendo a su cargo los
gastos que ella origina".
Pero esta norma duró poco tiempo, ya que fue suplantada por el decreto 17.253, cuyos
efectos negativos veremos en los apartados siguientes.
Es decir que durante la vigencia de la ley 16.883, se imponía la previa intimación, impone a
abonar y lugar de pago. Consideramos que la intimación debía realizarse al domicilio real
del arrendatario, por aplicación del artículo 17 dé la ley 13.246.
La acción de desalojo que hubiera promovido el arrendador por esta causal, no podía
paralizarse depositando dentro de los 30 días de la notificación de la demanda, como lo
permitía el anterior articulo 19 de la ley 13.246 con la modificación introducida por el
decreto-ley 2188/57.
Esta norma del artículo 19 que hemos transcripto pareció que tendría un término de vida
útil más extenso, pero su vigencia fue efímera, se continuó con el ajetreo de esta norma,
con la que se dio por tierra en 1967, lo que analizaremos en el apartado siguiente.
"Quedan derogados la ley 16.883 y toda otra disposición legal en cuanto se oponga a la
presente".
La discusión jurídica que pareció definitivamente terminada con la sanción del decreto-ley
1639/63, aparece ahora para nosotros con mayor trascendencia al abrogarse la ley 16.883
modificatoria del artículo 19 – lª. parte- de la ley 13.246, el cual legisla sobre algunos
puntos trascendentes en nuestra disciplina, corno son: a) Abandono injustificado de la
Explotación del predio, y b) La Falta de Pago del Arrendamiento o la Participación en la
Aparcería.
Volvemos así a la vieja polémica iniciada en 1958 que duró hasta 1963.
La segunda parte del artículo 22 de la ley 17.253 al decir:
"y toda otra disposición legal en cuanto se opongan a la presente", indudablemente no
puede referirse a la ley 16.883, ya que en el primer párrafo del artículo la abroga
expresamente.
A nuestro entender omitió aquí el legislador mantener la vigencia del artículo 19 de la ley
16.883, a los efectos de que no quedara ninguna duda respecto a su vigencia.
Pero la ley 17.2-*53 no es norma que tuviera por objetivo modificar la legislación agraria
de fondo en general, sino que lo fue con relación al término de los contratos prorrogados
sucesivamente. Fue lo que se dio en llamar en su oportunidad el fin de la emergencia de los
arrendamientos y de las aparcerías. Ello se dijo en los fundamentos del decreto, pero a
pesar de ello legisló sobre temas tan importantes como la falta de pago al abrogar par la ley
16.883.
En este sentido, dice Barry que el propósito de la ley 17.253 fue el"... de querer terminar
con el sistema de emergencia de la prórroga legal de los arrendamientos" (Barry, Alfredo,
ob. cit., p 107).
Y continúa diciendo que "tanto el articulado de la ley 17.253 en general como esta
disposición (aclaramos que se refiere al artículo 22, ley 17.253) en particular traen graves
dificultades en la interpretación de la norma legal aplicable, analógicamente con el artículo
29 ("30" con la numeración de la ley 15.514) de la. ley 14.451 al derogarse los decretos-
leyes del gobierno provisional y demás disposiciones legales que se le opusieran" (Barry,
Alfredo, ob. cit., p. 106).
Sin perjuicio de lo expresado, Barry considera vigente en forma parcelada la ley 16.883,
cuando ésta fue derogada expresamente por la ley 17.253 (Confr. Barry, ob. cit., p, 107).
Pigretti-Lombardi dicen que "debemos destacar como esencial la derogación que ellos
efectúan de la ley 16.883 hasta entonces vigente" (Pigretti-Lombardi, ob. cit., p 111).
García Orozco no participa de la total abrogación de la ley 16.883 y expresa que "la ley
utiliza el verbo oponer en plural con lo cual la oposición se refiere no sólo a toda otra
disposición sino también a la ley 16.883. De donde se infiere que la ley 16.883, en lugar de
haber quedado totalmente derogada (para nosotros sería abrogada y no derogada) ha
perdido vigencia sólo en las disposiciones que se oponen a los preceptos de la ley
derogatoria 17.253" (García Orozco, Eladio, ob. cit., p. 89).
Allí hemos bosquejado nuestra opinión sobre la aplicación del artículo 30 de la ley 20.518
como solución provisoria, pero hemos analizado ampliamente sin agotar por cierto, los
principios jurídico- doctrinarios que sirven de proemio para el estudio y aplicación del
artículo 3° de la ley 20.518.
El permitir la extinción de la acción sin expresar la norma que ese derecho se puede obtener
por una sola vez, hace que éste sea uno de los elementos a tener en cuenta para concluir que
la legislación transitoria se convierte en permanente.
Pero esta norma no tiene relación directa con el artículo 3º, ya que no aclara si están
comprendidos los juicios de desalojo iniciados con anterioridad o después de la sanción o
publicación de la ley. Es decir que son dos normas independientes: el artículo 1° suspendía
el trámite de los juicios de desalojo por las causales de la ley 17.253/67 y el articulo 3°
permite la extinción de la acción de desalojo por falta de pago, abonando la deuda.
Aclarado por qué consideramos que de normas transitorias las estimamos permanentes,
continuaremos con el análisis del artículo 30 de la ley 20.518.
Dispone el artículo 3° de la ley 20.518: "En los juicios de desalojo por falta de pago, el
arrendatario o aparcero podrá obtener la extinción de la acción depositando judicialmente el
importe de lo adeudado con más un 35%". Es decir que la disposición legal considera como
requisito esencial, a fin de obtener la extinción de la acción, el depósito judicial
únicamente.
La ley no contempla una práctica constante en emergencias similares, tales como abonar
privadamente al arrendador- acreedor, el capital reclamado proveniente de los
arrendamientos 9 participaciones en las aparcerías. Por esta causa consideramos que la ley
debió contemplar este tipo de pago, incluyendo en el texto esta variante, agregando "o
abonando íntegramente al arrendador o aparcero dador" y luego continuar con el texto del
artículo como fue sancionado.
En la práctica puede ocurrir que el último día del término para proceder al depósito judicial,
el actor se avenga a aceptar el pago fuera del horario bancario de las oficinas de Tribunales
¿Recibe el arrendador o aparcero-dador el importe íntegro de la deuda Por no haberse
efectuado el depósito judicial, aun habiendo abonado la deuda el demandado,
¿correspondería el desalojo Si se decreta el desahucio, existiría un enriquecimiento sin
causa legal.
Somos de opinión que en este supuesto no corresponde el desalojo, con lo que confirmamos
lo que sostuvimos cuando dijimos de agregarle al artículo la frase "abonando
íntegramente..."
Otra forma de efectuar el pago del capital reclamado consiste en hacerlo con cheque
certificado, cuyos efectos son más amplios que los propios para esta clase de documentos.
Sabemos que el cheque certificado es una simple orden de pago del titular de la cuenta
corriente, sobre su misma cuenta a un tercero, constatando previamente la institución
bancaria los fondos depositados por el titular de la misma hasta alcanzar el importe del
cheque, lo que certifican el Gerente del Banco Y el Contador y simultáneamente se debita
de su cuenta la suma por la cual se libró el cheque. Este débito en cuenta corriente puede
ser de hasta cinco días.
Y dijimos que en este supuesto son más amplios sus efectos por cuanto vencidos los cinco
días que es el término máximo, estos títulos de créditos, el demandado mantiene a su favor
el derecho a la extinción de la acción de desalojo, por cuanto surgiría constancia de su
entrega al oficial de justicia en el acto de diligenciarse al mandamiento; De ahí en más el
responsable del hecho sería el propio oficial de justicia.
Pero en este caso quedaría firme la extinción de la acción de desalojo y la deuda impaga.
¿Corresponde desalojar? Trataremos de solucionar el problema.
La solución más práctica y ágil seria que en los casos de librarse cheques certificados para
ser imputados a juicios en trámite, los bancos mantuvieran el importe debitado de la cuenta
del librador y abonaran el cheque certificado, salvo expresa indicación en contrario del
titular y bajo su responsabilidad, la que evidentemente es de carácter penal (art. 302, C.P.).
La orden de pago certificada agraria puede tener aplicación para cualquier clase de derecho
institucional (llamamos así al de fondo) y tan es así que tomó estado público, en ocasión de
presentar el autor una de las ponencias intitulada "Orden de Pago Certificada Locativa", a
las Primeras jornadas Nacionales de la Locación Urbana - Comisión I-, en septiembre de
1981.
Pero el cheque en sí mismo no garantiza el pago de al importe indicado, sino que, hasta que
no sea depositado en cuenta y acreditado, no libera al deudor de su obligación.
Colateralmente, en el supuesto de ser rechazado por el banco por no disponer el librador de
fondos suficientes acreditados en cuenta, aparece en la escena el ilícito previsto en el
artículo 302 del Código Penal.
El cheque, certificado o no, no pierde su naturaleza de tal y por otra parte es figura jurídica
comercial, siendo nuestro objetivo conferirle al instrumento de pagos carácter agrario y
específicamente agrario contractual.
Lo específico en nuestro caso sería el aditamento de "Agraria" (De nuestra ponencia Orden
de pago certificada agraria, presentada en nuestra calidad de miembro de la "Sección
Procedimiento Agrario", Comisión V, del XI Congreso Nacional de Derecho Procesal, La
Plata, provincia de Buenos Aires, octubre de 1981).
1°) Conferir al titular de una cuenta corriente o al sujeto agrario que lo solicitare, una
libreta denominada orden de pago certificada agraria, la que, a los efectos de otorgarle
validez, deberá contener en su cuerpo formas similares a éstas: "certifico pósito efectuado",
"conforme", "se pagará el impone indicado", etcétera, debiendo estar Suscripto por el
gerente y contador dala institución y el sello oficial de la misma.
No será requisito esencial que sea un banco, sino que podría serlo una cooperativa agraria
instituciones financieras, etcétera.
2°) En la primera hoja de la libreta consignar los números de las "órdenes certificadas de
pago", que comprende la certificación y el número de puestas, como también el importe
certificado.
3°) Se deberá dejar constancia en la libreta que será usada exclusivamente para abonar
todos los servicios agrarios o sea con destino exclusivo a la actividad agraria, incluyendo
adquisición de inmuebles rurales.
4°) El débito en cuenta corriente del titular podrá sustituirse por un depósito igual a la suma
certificada.
5°) El acreedor al recibir una "orden de pago certificada agraria", deberá suscribir el talón
de la respectiva "orden del pago certificada agraria" que permanecerá adherida a ella
indicando su impone y destino.
6°) Deberá extenderse la "orden de pago certificada agraria " a la orden del acreedor
únicamente.
7°) La persona que desee la apertura de cuentas corrientes o de otra índole, al solo efecto de
girar órdenes de pago certificadas agrarias, deberá justificar necesariamente su actividad
agraria, como actividad principal.
9°) El talón de la "orden de pago.. .", podría suplantar al recibo de pago, en determinadas
circunstancias. (De nuestras ponencias cits. Pras. Jornadas Nac. de la Loe. Urb. y XI Cong.
Nac. de Der. Proc., año 1981).
Proyecto pro-forma. Hemos elaborado un proyecto pro-forma del contenido mínimo que
tendrían que constar en las “ordenes de pago certificadas agrarias", la que insertamos líneas
abajo.
c) Término. Carácter.
El mismo artículo 3° continúa diciendo: "dentro de los ciento ochenta (180) días de la
fecha".
Teniendo en cuenta la redacción de la norma parecería que el plazo fuera perentorio, o sea
que pasados los 180 días sin efectuar el depósito, el demandado no lo pudiera hacer en lo
sucesivo.
Transcurridos los 180 días éstos se prorrogan, ya que el pago puede hacerse hasta el
momento de diligenciarse el mandamiento. Como consecuencia de ello, y a medida que se
ahonda en el análisis del artículo, vemos que éste va perdiendo su carácter imperativo.
Deducimos que si el demandado puede por ley obtener la extinción de la acción de desalojo
hasta el momento de diligenciarse el mandamiento, no vemos la utilidad práctica de haberse
fijado término para efectuar el depósito judicial, si en ambas instancias se obtienen los
mismos efectos de la extinción de la acción: 1°) Depósito judicial dentro de los 180 días;
2°) Abonar el capital con más el 35 % en el acto de diligenciarse el mandamiento.
Y, por último, diremos que el artículo 3° se refiere a 180 días de La fecha. Nosotros nos
preguntamos ¿de qué fecha, ¿de la sanción de la ley por el Congreso, o sea desde el 18-7-
73º, ¿o desde la promulgación de la ley por el P E; el 31-7-73º; ¿o después de haber
transcurrido los 10 días. que prescribe el articulo de la constitución nacional?
Atento con lo que dijimos en párrafos anteriores es de relativa importancia determinar la
fecha de la sanción dé la ley, ya que si se puede declarar la extinción de la acción al pagar
en el acto de diligenciarse el mandamiento de desalojo, haya o no vencido el término de
180 días, no se pierde el derecho de obtener la extinción de la acción a favor de los
productores que fueran demandados.
Expresamente la ley prescribe que: "De este derecho podrá hacer uso hasta el momento del
lanzamiento"
Es decir que el demandado no tiene por qué preocuparse de que haya vencido el término, si
la misma ley - ya lo expresamos en el párrafo anterior- le permite la prórroga del término,
por no ser éste perentorio, y obtener la extinción de la acción de desalojo hasta el acto de
diligenciarse el mandamiento.
El hecho de no señalar la ley que la extinción de la acción solo podrá operarse por una sola
vez, permite que el productor demandado esté habilitado jurídicamente para obtener
indefinidamente la extinción de la acción; si paga en el acto de diligenciarse el
mandamiento de desalojo.
Veamos un caso práctico. La presencia del demandado puede ser relevante en el acto.
Supongamos que el productor ponga de la Suma íntegra del capital con más el 35 % que
prescribe la ley, pero el impone no lo lleva consigo por precaución, por no saber día y hora
en que concurrirá el oficial de justicia, o por cualquier otra circunstancia o por haber
dispuesto del dinero después de vencido el término de los 180 días. En este caso, ¿tiene
obligación el oficial de justicia de permitirle al demandado concurrir a la institución
bancaria o a cualquier otra, o adonde se encuentre depositado el dinero, y no proceder al
desalojo o, de lo contrario, ¿diligenciar el mandamiento procediendo al lanzamiento del
productor?.
Creernos que el oficial de justicia debe agotar los medios para que el demandado pague si
éste así lo manifiesta y la consecuencia de no permitir el uso corriente de la orden de pago
certificada agraria, sería el desalojo del demandado.
Por eso es necesario - lo reiteramos- la presencia del demandado para poder hacer uso de la
orden de pago certificada agraria o, en su defecto, abonarle en efectivo al funcionario
público.
El artículo que analizamos nada dice de la liquidación previa. No hemos compulsado ley
alguna que lo exigiera.
No olvidemos que la ley guarda silencio a todos estos supuestos; pensamos que el 35 %
corresponde al importe cancelatorio de la deuda, ya que la ley dice "podrá obtener la
extinción de la acción depositando... el importe de lo adeudado con más un 35 % para el
pago de intereses y las costas del juicio...".
Del estudio que hemos realizado en este apartado, rescatamos las conclusiones que son
reiterativas de nuestra opinión, la que ha sido ya adelantada en otras publicaciones.
El juicio de desalojo por falta de pago se rige por la ley 13.246-22.298 y el artículo .39, ley
20.518.
El demandado puede obtener la extinción de la acción depositando judicialmente el importe
de la deuda.
No existe relación entre los artículos 1º y 3º de la ley 20.518, ya que este último, al permitir
la extinción de la acción de desalojo, otorga el derecho de permanencia en el predio, y si el
término del contrato no ha vencido, éste continúa en pie.
La consecuencia de considerar al artículo 3° como legislación permanente reside en la falta
de vigencia de la primera parte del articulo 19, ley 15.246, razón por la cual debe
procederse a su restablecimiento..
Reiteramos lo que dijimos en otra oportunidad: el Congreso Nacional debe sancionar las
normas legales permanentes que legislen las situaciones de la falta de pago en derecho
agrario.
La extinción de la acción implica la finalización del juicio.
El pago del capital con más el 35 % puede hacerse por depósito judicial, en forma
extrajudicial y hasta el momento del lanzamiento.
Propiciamos el uso de la orden de pago certificada en el derecho agrario.
Es importante la intervención y presencia del demandado en el acto de diligenciarse el
mandamiento de desalojo.
No tiene carácter práctico el término de los 180 días para efectuar el depósito judicial de la
deuda, si se puede obtener la extinción de la acción de desalojo, abonando el capital con
mas "un 35 %"
La orden de pago certificada agraria puede ser usada por el demandado en el acto de
diligenciarse el mandamiento de desalojo o en otra circunstancia.
El artículo 3° que trata la falta de pago debió legislarse en forma independiente, con mayor
amplitud e incorporarlo permanentemente a la ley 13.246.
La falta de reglamentación de la ley inside en la aplicación de la misma.
Están comprendidos también en la ley los medieros, explotadores de tambo y
capitalizadores de hacienda.
Con el estudio del artículo 3°, ley 20.518, no creemos que hemos agotado el terna sobre el
derecho aplicable a la falta de pago en materia agraria.
El abandono injustificado de la explotación por parte del arrendatario y la falta de pago del
precio del arrendamiento en cualquiera de los plazos establecidos en el contrato, son
causales que dan derecho al arrendador a exigir el desalojo del inmueble".
Existe una diferencia con el primitivo texto de la ley 13.246 dándose diferentes fuentes de
causales de desalojo. Aquél unía dos preposiciones Y/O pudiendo la frase interpretarse de
diferente forma: a) abandono y falta de pago; b) abandono; c) falta de pago únicamente.
Además, la falta de pago deba procederse durante un plazo de un año, a contar del último
pago realizado por el arrendatario.
Por cláusula contractual pueden las partes convenir diferentes períodos de pago y ser por
ejemplo: Por mes, por trimestres, semestre o por año, o sea que la ley por lógica
interpretación obliga a las partes a establecer las ¿pocas del pago del arriendo.
Por último diremos que mantenemos nuestro criterio de ser aplicable el articulo 3° de la.
ley 20.518.
CAPITULO SEXTO
CESION DEL PREDIO EN APARCERIA Y SUBARRIENDO
(Excepciones)
A) CONCEPTO GENERAL
Pero como ya lo expresáramos anteriormente en virtud del estado de cosas que se fueron
dando, se sancionaron las leyes 11.170 y 11.627, por las cuales se prohibe la cesión del
contrato, la sublocación del predio, salvo que el propietario expresamente lo permitiera.
Con estas dos leyes se reconocía, aunque más no fuera, tímidamente la autonomía del
derecho agrario, y tales preceptos debieron integrar esta disciplina, ya que no se la debe
considerar un desmembramiento del Código Civil c Derecho Común, sino reconocérsele los
principios propios que la informan.
Como continuaron al situaciones injustas para con los productores agrarios, el legislador
cortó por lo sano, prohibiendo tales instancias, lo que veremos en los puntos siguientes.
La legislación agraria modificó totalmente al Código Civil a tal extremo, que de convenirse
la sublocación, se sancionaba al infractor con la rescisión del contrato, ya que constituiría
una de las causales a fin de promover la acción le desalojo.
La norma que hemos transcripto fue muy importante ya que hacía resaltar la distinción con
el Código Civil:
Hemos dicho que la figura jurídica del subarriendo se rige por el articulo 7° de la ley
13.246, debiéndose tener en cuenta para el caso lo normado por la Reglamentación General
- de la ley y por el decreto 8330/63) el cual abrogó a la originaria reglamentación.
La doctrina es unánime en sancionar el subarriendo y considera las causas por las cuales no
ha sido permitido como Leunda Tossi.
Por nuestra parte consideramos que en virtud de que el contrato de arrendamiento rural (lo
mismo que la aparcería) tiene el carácter de intuitu personae, siendo el objetivo del
legislador la radicación y estabilidad del productor y su familia en el predio, y la directa
explotación en forma personal por éste, se estableció la prohibición expresa del
subarriendo, aun conformidad expresa del arrendador. Se trató, con la prohibición de
erradicar el comercio de la tierra y como lógica consecuencia el intermediario que lucraba
en esa forma.
Ley 22.298.
Con la sanción de la ley 22.298 (BO. 9-10-80) se permitió por la vía de excepción el
subarriendo y la cesión del contrato. Dice el sustituido- derogado artículo 7° en su parte
pertinente "El arrendatario no podrá. salvo conformidad expresa del arrendador".
Si aplicamos los principios de la 3ra. parte del articulo 40 de la ley 13.24622.298, que
permite reconocer la existencia de un contrato, si se acredita por los medios probatorios
generales, también con el mismo criterio, se puede o se podría analizar este evento.
Si existiera prueba de manera fehaciente, vgr. instrumental ésta podría ser carta remitida
por el arrendador al arrendatario, testimonial, informativa, etc., el sentenciante deberla
inclinarse por la aceptación de la sublocación o la cesión del contrato, ya que hubiera tenido
a la vista, prueba precisa grave y concordante, referente al hecho de la sublocación o la
cesión del contrato.
El Código Civil en el título "De la Cesión de Créditos", dice en el artículo 1434: "Habrá
cesión de créditos, cuando una de las partes se obligue a transferir a la otra parte el derecho
que le compete contra su deudor; entregándole el titulo de crédito si existiere". Y el artículo
1684 se refiere a la norma transcripta, indicando a su vez su significado al decir que: "La
cesión consistirá únicamente de los derechos y obligaciones del locatario, y a ella son
aplicables las leyes sobre cesión de derechos".
Es decir que la cesión significa transferir a un tercero los derechos y obligaciones de que
goza el cedente a favor del cesionario.
Los casos en que el Código Civil prohibe este acto jurídico son dos: a) si así se estipula en
el contrato, y b) cuando expresamente la ley lo prohibe. De no consignarse prohibición en
el contrato, al locatario se le permite la cesión.
La misma prohibición que para el subarriendo funcionaba para la cesión del contrato de
arrendamiento, ya que decía el artículo 7º de la ley 13.246 en su parte pertinente: "Queda
prohibido al arrendatario La cesión del contrato, aun con la conformidad expresa del
arrendador".
Esta prohibición era de carácter legal, estando limitada la autonomía de la voluntad de las
partes contratantes. El objetivo de la ley consistió en la actividad personal del sujeto
agrario.
La ley 22.298 juntamente con el subarriendo sienta el criterio de la cesión del contrato de
arrendamiento. Dice el artículo 7°, en su nueva redacción: "El arrendatario no podrá ceder
el contrato... salvo conformidad expresa del arrendador
Esta era otra prohibición prevista en el articulo 7° de la ley 13.246 que decía: "Queda
prohibido al arrendatario... la cesión del predio en aparcería, aun con la conformidad
expresa del arrendador".
Esta prohibición se explicaba, ya que la cesión del predio en aparcería, significa que otro
sujeto agrario intervendría en la actividad agraria y para ello debería tomar participación el
intermediario, que es lo que el espíritu y la norma pretendería erradicar.
Esto es lo que sucedió con el tema del epígrafe y el efecto es el siguiente: no estando
prohibido expresamente en el articulo 7° vigente, el arrendatario podrá ceder el predio en
aparcería, si tal prohibición no se establece en el contrato. Para que existiera la prohibición
habría que declararla expresamente en la relación jurídica agraria.
Producidas las situaciones prohibidas por la ley 13246 - estudiadas en los puntos anteriores
-, los efectos de esas prohibiciones son causales de desalojo del predio por parte del
arrendatario, aparcero y demás sujetos agrarios previstos en la ley excepto la conformidad
expresa del arrendador y que no se den las excepciones que veremos en el apartado B).
Producidas la cesión del contrato o el subarriendo del predio, el arrendador podrá solicitar
judicialmente la resolución del contrato Y consecuentemente obtener el desahucio del
inmueble.
Esta solución la da la ley, ya que a contrario sensu lo que expresamente está prohibido
legalmente, tiene como efecto conferir a la otra parte contratante el derecho a la resolución
del contrato teniendo en cuenta la excepción apuntada.
La única excepción vigente con la sanción de la ley 22.298, es la muerte del arrendatario.
Decía el articulo 7°.: "Si ocurriese la muerte del arrendatario será permitida la continuación
del contrato, previa notificación formal a la otra parte por sus herederos, descendientes,
ascendientes, cónyuge o colaterales, hasta el segundo grado o su rescisión a elección de los
mismos"
De la sola lectura del artículo transcripto, surge una clara y evidente modificación en
materia agraria al régimen instituida a los derechos hereditarios en el Código Civil.
1°) La participación directa en la explotación por parte del cónyuge, los herederos, tales los
ascendientes, los descendientes y los colaterales hasta el segundo grado inclusive.
En el mensaje de elevación de la ley se dice que: "En el nuevo artículo que se propicia en el
proyecto se exige este recaudo, atendiendo para ello en que, si el locador contrató con una
determinada persona en mérito a sus particulares aptitudes para explotar racionalmente el
predio, no se justifica que deba que dar vinculado a otra tal vez ajena a la índole propia de
esa especialidad y que, por lo tanto, realice las tareas con técnicas suficientes en detrimento
de la buena conservación del suelo. El terna entronca con la idoneidad que actualmente
requiere el manejo de una empresa agraria, por lo que su consideración trasciende el interés
privado para interesar también a la economía general" (B. O., del 9-10-80, p. 3- 3ra. col.).
En definitiva aceptarnos ampliamente esta segunda parte del artículo derogado sustituido
por el artículo 1° de la ley n° 22.298.
2°) El plazo de la opción se reduce de 6 meses que estaba previsto en el decreto 3330/63, a
30 días incorporándoselo a la ley y sustrayéndoselo a la reglamentación.
Creemos que el plazo de la opción debió estar siempre inserto en la ley, como ha sido
tratado por la reforma.
Considerarnos que el plazo de 30 días que prevé la ley es perentorio, o sea que transcurrido
el mismo se pierde el derecho que se ha dejado de usar o ejercer, naciendo así una causa de
rescisión del contrato a favor del arrendador, quien podrá promover juicio de desalojo y
obtener el desahucio del predio.
El mismo artículo 7° de la ley 13.246 permitía una segunda excepción a las prohibidas en el
mismo cuerpo legal al decir:
"En caso de incapacidad o imposibilidad física del arrendatario o de los herederos a que se
refiere este artículo, será permitida la cesión del arrendamiento a terceros, siempre que
reúnan la calidad de productores agrarios y condiciones materiales y morales aceptables. Si
existiere oposición decidirán sumariamente los organismos previstos en el artículo 46".
El arrendador podía oponerse a esta cesión, la que tendría qué ser resuelta por el Tribunal
Judicial Competente. Es competente el correspondiente a la ubicación del predio (art. 17,
ley 13.246).
Dice Vivanco que las causas de los contratos colectivos son: a) exigencia de la
industrialización agrícola; b) desarrollo de la asociación y la cooperación entre los
cultivadores, que tiene en nuestros tiempos considerable importancia.
Los divide en: a) de conducción unida: "en este caso la asociación interviene, no sólo para
concluir el contrato con el propietario; sino para ejecutarlo, dirigiendo el cultivo y.
utilizando el trabajo de los socios": b) de conducción dividida: "la asociación se limita a
obtener la concesión del terreno que luego subdivide en lotes, estipulando contratos
individuales con los diferentes asociados".
Convenir con un tercero la celebración de un contrato de pastoreo que tenga por objeto que
los semovientes se alimenten de los rastrojos que han quedado de una cosecha anterior, no
es causal de desalojo en virtud de que la reglamentación de la ley en el artículo 14 del
decreto 8330/63 expresamente lo permite al decir: "No se considerará subarriendo ni (en
desuso) cesión del predio en aparcería, comprendidos en la prohibición del articulo 7° de la
ley 15.246, la cesión del pastoreo de rastrojos. Ello no excluye la obligación del aparcero de
abonar al dador el porcentaje equivalente a la proporción que le corresponde incluyendo el
aprovechamiento del rastrojo".
Esta situación que contempla el decreto 8330/63 no significa el otorgamientos del uso y
goce del predio y pensamos que más que la celebración de un contrato de pastoreo, el que
se conviene en estas situaciones sería de pastaje o pasturaje. Ello así por cuanto es práctica
en la campaña que se abone una suma determinada por cabeza de animal que ingrese a
pastar, no otorgándole el uso y goce del predio.
CAPITULO SEPTIMO
EL CONTRATO DE APARCERIA Y MEDIERIA
A) CONTRATO DE APARCERÍA
1. Generalidades.
El contrato de aparcería ha sido previsto por primera vez en nuestro país en la ley 13.246
como figura autónoma y propia del derecho agrario. La doctrina así lo considera, lo que
constituyó una sentida necesidad, por cuanto las leyes anteriores lo consideraban incluido
en el contrato de arrendamiento.
Asimismo se conoció en Atenas y durante la edad media y moderna fue usado este sistema
en la actividad agraria.
El contrato de aparcería se ha ido divulgando en nuestro medio hasta llegar a tener una
mayor difusión que el de arrendamiento.
Las leyes 11.170 y 11.627 no lo legislaron. Solamente se estimó un porcentaje de las
cosechas como una modalidad en el pago del arriendo, es decir que era considerado como
una variedad del contrato de locación agraria. La primera legisló en el articulo 1° que por el
USO y goce del predio se pagaría "un Necio en dinero o en especie o a entregar un tanto
por ciento de la cosecha" y la ley 11.627 dispuso en el articulo 1° igual concepto que la
anterior, sustituyéndose la frase "de la cosecha" por la "del rendimiento".
Vivanco la define diciendo que "es la relación jurídica contractual agraria en virtud de la
cual, una de las partes se obliga a entregar a otra por un plazo dado animales o una cosa
agraria inmueble con otros muebles, o bien un fundo agrícola con destino al trabajo
agropecuario en cualquiera de sus especializaciones y la otra a entregar una parte alícuota
de los frutos o utilidades que obtenga.
a) Aquellos que consideran a la aparcería con naturaleza asimilable a otros contratos, tales
como el arrendamiento y la sociedad.
b) Los que estiman que estamos frente a un contrato autónomo del derecho agrario.
Pérez Llana dice que "teórica y prácticamente la ley 13.246 significa un notable progreso al
tratar la aparcería como contrato autónomo, consulta la realidad argentina y resuelve
también el pleito doctrinario".
Por su parte Rezzónico sostiene que "cabe afirmar que en nuestro derecho y en el concepto
de la propia ley 13.246 se trata de un contrato innominado autónomo, esto es, con
características e individualidad propia, que por ello mismo debe ser reglado en forma
especial".
Para- Leunda Tossi la aparcería es una modalidad de la locación - de cosas. Sostiene que
por ser un contrato intuitu personae se ha- producido el error de considerarla como un
contrato de sociedad.
Wernli estima que es una figura- de difícil caracterización, mencionando a Carrara como
fundamento de su opinión indicando que el referido autor ubica a la aparcería "en una
Categoría intermedia entre los contratos de cambio como el arrendamiento y los contratos
aleatorios... como la sociedad ".
Autores como Peña señalan la necesidad de este tipo de contratos en nuestra campaña, pero
no especifica su naturaleza jurídica. Rodríguez Prado se manifiesta contrario al criterio de
la autonomía del contrato en estudio. Pigretti-Lombardi coinciden con la doctrina que lo
considera contrato autónomo.
Brebbia es de opinión que "la aparcería, como ya se ha señalado, constituye una figura
intermedia entre el arrendamiento y la sociedad" y en otro pasaje expresa que "el contrato
de aparcería es un contrato de colaboración y de tipo asociativo 11 glosando seguidamente
a Messineo, quien comparte la opinión autor citado.
Asimismo debemos sentar nuestro criterio relativo a la diferencia con los contratos de
arrendamiento y sociedad.
Ahora bien. Un hecho que se realizaba en la práctica consistía en que los elementos de
trabajo y las cosas agrarias conferidas al aparcero tomador, no se otorgaban en propiedad o,
mejor dicho, en co-propiedad y menos aún esos acuerdos constituían figuras jurídicas
agrarias distintas a los co-contratantes, tal como sucede con las sociedades, en que éstos
constituyen entre diferentes de los socios y los bienes que aportan éstos se transfieren en
propiedad al nuevo ente que se crea.
Todos estos antecedentes han sido aceptados por el derecho agrario por la vía de la ley
13.246 que legisla la aparcería - como 10 hemos expresado ya - en el artículo 21.
Lo dicho basta ahora no significa que esta figura jurídica no tenga alguna similitud con el
contrato de sociedad, pero al mismo tiempo ofrece diferencias profundas que trataremos de
señalar y que nos llevan a avalar aún más nuestra opinión al considerar la autonomía
jurídica del contrato de aparcería.
1°) Un predio rural ubicado fuera de la planta urbana de las ciudades o pueblos, destinado a
la explotación agrícola, en cualquiera de sus especializaciones o sea lo que hemos estudiado
en el capítulo arrendamiento rural y a él nos remitimos. El inmueble rural es cedido para
tales fines por su propietario denominado aparcero dador al llamado aparcero- tomador, o
simplemente aparcero.
2°) El objetivo o finalidad de la convención agraria consiste en la distribución de los frutos
en la forma que convengan ambas partes contratantes.
3°) La administración y dirección de la actividad agraria productiva queda en manos del
aparcero, a pesar que existe un control por parte del dador al interiorizarse en la marcha de
la explotación agraria.
En el supuesto de no quedar bien establecido el objetivo o finalidad y la administración de
la explotación, desaparece el contrato como aparcería agrícola.
b) Pecuaria. En esta clase de aparcería el dador concede al aparcero, cosas muebles, es decir
semovientes, quien posee legalmente la tenencia del inmueble en donde se llevará a cabo la
explotación pecuaria.
Todo lo que hemos dicho para la aparcería agrícola es de aplicación a la pecuaria. Aquí el
desdoblamiento se produce con relación a las cosas muebles (semovientes) objeto del
contrato y no del o los semovientes.
Del concepto general dado por el artículo 21 de la ley, surgen dos clases de aparcerías
básicas, las cuales se subdividen a su vez en otras particulares. Así tenemos:
a) Aparcería agrícola.
Tiene lugar este contrato cuando una de las partes concede el uso y goce de un predio rural,
con o sin otros elementos, ubicado fuera de la planta urbana de las ciudades o pueblos, a un
sujeto agrario para que éste lo destine a la explotación agrícola en cualquiera de sus
especializaciones, el cual asume la dirección y administración de la actividad agraria, con el
objetivo o finalidad de distribuirse los frutos o productos de la explotación en la forma
convenida, en proporción a los aportes de bienes que realicen.
Debemos aclarar que agregamos como concepto integrante de esta figura jurídica la
distribución de los frutos o productos en proporción a los aportes, en virtud de que el dador
puede suministrar otros elementos además del inmueble. Este puede concederse juntamente
como semovientes, elementos de trabajo, sembrados que puede tener el predio en el
momento de la celebración del contrato. A su vez, el aparcero- tomador puede aportar los
semovientes o los elementos de trabajo para la explotación.
En el supuesto de que el dador aporte solamente el campo, menor será su participación en
la distribución, aumentándose ésta si agrega los semovientes o los elementos de labranza
para la tarea agraria.
La ley contempla esta clase de contrato agrario al decir que: Habrá aparcería (agrícola)
cuando una de las partes se obligue a entregar a otra un predio rural con o sin plantaciones,
sembrados, animales, enseres o elementos de trabajo, para explotación agropecuaria en
cualquiera de sus especializaciones, con el objeto de repartirse los frutos.
Aquí, como hemos visto, el aparcero-dador debe ser propietario o usufructuario del predio
sobre el cual se concede el uso y goce del inmueble, ya que detentando el campo en
cualquier otro carácter no podrá configurar un contrato de aparcería de acuerdo can la ley
13.246.
b) Aparcería pecuaria.
c) Subdivisión.
1) Medierías. Estas son verdaderas aparcerías a pesar de algunas diferencias con éstas, pero
a las que le son aplicables las disposiciones previstas en la ley - 13.246. Como lo veremos
con mayor detención en el apartado B) de este mismo capítulo, a él nos remitimos.
2) Capitalización de hacienda. Este contrato constituye otra subdivisión de la aparcería
pecuaria. Surge de lo normado en el artículo 34 de la ley 13.246, con la cual existe analogía
y algunas diferencias con aquélla, aplicándoseles el mismo dispositivo legal, todo lo cual lo
veremos en el capitulo correspondiente, al cual nos remitimos.
1°) En agrícolas. El aparcero dador al conceder el uso y goce del predio a fin de poner en
ejecución el contrato celebrado tiene que cumplir con determinadas obligaciones que le
impone la ley en el artículo 23, incisos f) y 8) Pero como a las aparcerías agrícolas le son
aplicables los artículos 3 16, 4, 8, 15, 11 y 18, sus obligaciones no son solamente las que se
mencionan en el artículo 23, sino que están representadas por otras, tales como contribuir
con el 50 % de los gastos que- demande la lucha contra las plagas y malezas, proporcionar
local escolar cuando se den las condiciones legales. Nos remitimos con relación a estos
temas a lo ya visto al tratar las obligaciones del arrendador.
El artículo 23 de la ley 13.246 legisla sobre las obligaciones del aparcero-dador y tomador,
no incluyendo - además de las consignadas en la ley - norma alguna aplicable del Código
Civil, tal como lo prevé el artículo 18 del cuerpo legal en estudio, al ocuparse de las
obligaciones de arrendador y arrendatario.
Analizaremos las obligaciones que expresamente normatizan los incisos f) y g) del artículo
23.
Dice el mencionado cuerpo legal: "Son obligaciones del aparcero y del dador... Del -
aparcero-dador:
f) Garantizar el uso y goce de las cosas dadas en aparcería y responder por los vicios o
defectos graves de las mismas...".
"g) Llevar anotaciones con las formalidades y en los casos que la reglamentación
determine. La omisión o alteración de las mismas constituirá una presunción en su contra".
Tanto este inciso del artículo transcripto como el correlativo a cargo del locador en el
arrendamiento, no han sido reglamentados.
En caso de que las cosas - dadas en aparcería adolezcan de defectos graves o de vicios, el
aparcero-dador deberá reparar tales anormalidades: a) - Si se tratara del mismo predio.. el
cual por su calidad no fuera apropiado para el tipo de explotación convenido, el aparcero
tiene derecho a solicitar: una - disminución- del porcentaje en la distribución de los frutos,
en virtud - de que el dador es responsable del hecho. b) Si se tratara de los elementos de
trabajo por ser deficientes, estar en malas condiciones de funcionamiento, el dador tiene
obligación de su plantarlos por otros elementos apropiados, en el primer caso y en el
segundo, realizar por su cuenta y riesgo las reparaciones necesarias.
Existen normas similares previstas en los artículos 1514, 1525 y 1604, inciso 4 del Código
Civil, no funciona el derecho común, ya que la solución la da la propia ley en el artículo 25
al prescribir que: "cualquiera de las partes podrá pedir la rescisión del contrato y el desalojo
y/o entrega de las cosas dadas en aparcería si la otra no cumpliese con las obligaciones a su
cargo. En los casos de abandono injustificado de la explotación por el aparcero o si el
incumplimiento se refiriese a la entrega de la parte de los frutos que correspondan al dador,
éste tendrá derecho a exigir en juicio sumario el desalojo del predio y/o la restitución de las
cosas objeto del contrato".
Se ha objetado a este artículo que tales anotaciones "fueran llevadas por el aparcero-
tomador, puesto que es éste quien nene a su cargo la dirección de la empresa" y que por no
determinarse las formalidades en que deben ser llevadas las anotaciones, resulta inaplicable
la ley. Peña aconseja que las anotaciones del aparcero-dador se lleven en el "libro de
anotaciones para explotaciones agropecuarias que la Dirección General Impositiva entrega
gratuitamente".
Por nuestra parte no coincidimos con la doctrina en general. El articulo 40, inciso h) del
decreto 8330/63 es una repetición del articulo 54, inciso h) de la reglamentación; ya que
éste de termina entre las constancias que deben incluirse en la redacción de los contratos, el
detalle y estado de los aportes con que cada parte contribuye.
El detalle de los aportes indicando su estado suplanta la nómina de las máquinas, animales,
enseres, etc., del inciso a) del artículo 40 y consecuentemente de no- practicarse esta
nómina, los contratos no son autenticados, tal lo que dispone el artículo 54, in fine, del
decreto reglamentario.
2°) En pecuaria. El Capitulo II del Titulo II, se refiere a las aparcerías pecuarias,
ocupándose de las obligaciones de las panes.
Dice el articulo 35 de la ley 13.246 que: "El dador de animales que sean objeto del contrato
está obligado a mantener al aparcero en la posesión de los mismos y en caso de evicción a
sustituirlos por otros". Se inserta en la norma el principio de la evicción, que si bien es
contemplado en el Código Civil, se introduce expresamente en el contrato de aparcería, que
no tiene figura similar en el derecho común.
1°) En agrícola. Los cuatro primeros incisos del artículo 23 de la ley 13.246 se refieren a
sus obligaciones en el contrato aparcería agrícola. Y es aplicable aquí lo que expresáramos
al estudiar las obligaciones del aparcero-dador en el apartado a) referente la aplicación de
los artículos que allí mencionamos y adonde nos remitimos.
Como la aparcería agrícola es uno de los contratos agrarios intuitu personae es requisito
imprescindible que el aparcero realice la explotación en forma directa y personal, ya que si
la deriva a terceras personas, queda desnaturalizado este contrato. En la celebración de la
relación jurídica agraria el dador tuvo en miras las condiciones personales del aparcero y
por esta circunstancia la ley exige que realice la actividad agraria en forma personal, de no
cumplirse, es causal de rescisión del contrato.
Dice el inciso b) del mismo artículo: "Dar a la cosa o cosas comprendidas en el contrato el
destino convenido o en su defecto el que determinen los usos y costumbres locales, y
realizar la explotación con sujeción a las leyes y reglamentos agrícolas y ganaderos".
El inciso que pasamos a analizar se divide en dos supuestos con los cuales debe cumplir el
aparcero:
a) Realización de la actividad agraria productiva de acuerdo a las leyes que rigen la materia
y de conformidad a los reglamentos agrícolas ganaderos.
El inciso c) determina: "Conservar los edificios, mejora; enseres y elementos de trabajo que
deberá restituir al hacer entrega del predio en las mismas condiciones en que los recibiera,
salvo los deterioros ocasionados por- el - uso y la acción del tiempo".
b) Si lo es en cambió por el mal trato que les dio debe ponerlas en el estado en que las
recibió, estando a su cargo el gasto correspondiente. Pero en este último supuesto, si las
repara para dejarlas en el estado en que las recibió, el que se beneficia es el aparcero-dador,
por cuanto después del tiempo de duración del contrato, tendrá los elementos como si no
los hubiera usado durante el plazo de duración del contrato.
De cualquier manera, son todas situaciones de hecho que deben tenerse en cuenta aun para
cada caso particular.
Como ambas partes tienen interés en la buena forma y buena fortuna de la explotación, se
le impone al aparcero la obligación de comunicarle al dador la época en que levantará la
cosecha para que éste pueda controlar, presenciar e inspeccionar en el momento en que se
realice tal evento.
No existe circunstancia alguna por la cual pueda omitir el aparcero darle aviso al dador de
la fecha de percepción de los frutos, ni el hecho de haberlo así dispuesto en el contrato,
pero sí, que los usos y costumbres dispongan otro proceder en la zona.
Esta obligación de notificarle al dador surge del artículo 39 de la reglamentación que dice:
"El aparcero hará saber al propietario, con una antelación mínima de diez (diez) días, la
fecha en que comenzarán la percepción y distribución de los frutos o en qué requiere que
ésta se efectúe".
La última obligación impuesta al aparcero por el artículo 23, se consigna en el inciso e) que
establece: "Poner en conocimiento del dador, de inmediato, toda usurpación o novedad a su
derecho, así como cualquier acción relativa a la propiedad, aso y goce de las cosas”.
Brebbia, comentando este inciso, dice que "es el mismo principio consagrado en el artículo
1530 del Código Civil".
Así, el artículo 35, 2da. parte, lo exime de responsabilidad por la pérdida de animales en
estos términos: "El aparcero no responderá de la pérdida de animales producida por causas
que no le sean imputables, pero debe rendir cuenta de los despojos aprovechables".
a) Del aparcero. La ley agraria que estamos analizando faculta al aparcero para que dedique
sin cargo una determinada extensión, lo que está previsto en el artículo 33 que dice: "El
aparcero tendrá derecho para destinar sin cargo una parte del predio para e asiento de la
vivienda, pastoreo y huerta, en las proporciones que determina la reglamentación según las
necesidades de las distintas zonas agroecológicas del país".
Si estas actividades las realiza el aparcero, surge a favor del dador el derecho de
prohibirías.
Otros derechos del aparcero-dador surgen a contrario sensu, de las disposiciones especificas
de las aparcerías en general, ya sean agrícolas o Pecuarias. y son:
1°) Exigir al aparcero comunicarle la fecha en que comenzar a la percepción de los frutos y
separación de los productos a dividir.
Por razones de brevedad nos remitimos al apartado 6 y puntos siguientes de este mismo
capítulo.
Tanto para el contrato de aparcería como de mediería dispone la ley 13.246 de algunas
prohibiciones, en forma similar a lo que hemos explicitado para el contrato de
arrendamiento.
a) Agrícola: "Ninguna de las partes podrá disponer de los frutos sin haberse realizado antes
la distribución de los mismos, salvo autorización expresa de la otra.
Esta prohibición se mantiene aún con la reforma introducida por la ley 22.298, a pesar que
el referido artículo 2° del dispositivo legal derogó el artículo 31 de la ley 13.246 y en el
artículo 1° de la ley .22.298, sustituye el artículo 30 de la ley 13.246 y precisamente la parte
in fine del artículo 30 de la 187 modificatoria, es transcripción textual del último párrafo
del artículo 31 de la ley 13.246 de su texto original.
b) Pecuaria: "Salvo estipulación en contrarío ninguna de las partes podrá disponer, sin
consentimiento de la otra, de 108 animales dados en aparcería o de los frutos y productos
de los mismos".
Se ha considerado para ambas instancias que aquí existe un verdadero condominio de los
frutos y productos líquidos, deducidos los gastos respectivos.
B) CONTRATO DE MEDIERIA
Consideramos que no existe subordinación por parte del mediero tomador, ya que éste
dirige y administra la explotación.
Para nosotros el contrato de mediería tiene lugar cuando un sujeto privado concede el uso y
goce de un predio rural ubicado fuera de la planta urbana de las ciudades o pueblos, con o
sin elementos de trabajo, a otro sujeto agrario privado para dedicarlo a la explotación
agropecuaria en cualquiera de sus especializaciones, que efectuando aportes por mitades
asumen ambas partes la dirección de la actividad agraria productiva, con el objeto de
distribuirse por mitades los beneficios qué se obtengan.
Naturaleza jurídica. Con relación a la naturaleza jurídica debemos decir que en el contrato
en estudio no existe subordinación laboral como en el caso del peón de campo, hoy previsto
en la ley 22.248, que debe cumplirse en los tres aspectos de que da cuenta el Derecho
Laboral: técnico, económica y jurídica. Y esa subordinación no se da por cuanto el mediero
tiene a su cargo, juntamente con el otro sujeto agrario, la dirección y administración de la
explotación agropecuaria. No significa ello que a constituya en un ente distinto como en la
sociedad, sino simplemente que existe una mancomunión entre dos panes a los efectos de
una explotación agropecuaria, en cualquiera de sus manifestaciones.
De acuerdo al concepto que hemos dado existe una similitud con la aparcería agrícola, en el
sentido de concederse el uso y goce de un predio y la distribución de las utilidades,
diferenciándose en que la mediería implica para ambos contratantes la dirección y
administración de la explotación.
1°) Por voluntad de las partes. El contrato queda extinguido en el supuesto de que ambas
partes de común acuerdo así lo resuelvan, lo que debe mediar por escrito, ya que en la
misma forma han tenido que celebrarlo. Ello es así siempre que no se violen los principios
superiores del orden público económico agrario, no se cause ningún perjuicio a la actividad
agraria, a la cual se han comprometido ambas partes en el acto de su celebración.
Vencido el plazo del contrato, el sujeto agrario debe hacer abandono del predio por
vencimiento del plazo contractual, ya que esta es una de las causas de extinción del
contrato. Se debe suscribir uno nuevo para que exista tenencia legítima del predio, con
posterioridad al vencimiento contractual.
Esta es una circunstancia especial no materia de análisis en este apanado que estamos
estudiando por cuanto ya lo hemos tratado.
La firma del nuevo contrato a que nos referirnos vendría a constituir un contrato sucesivo,
previsto en el artículo 49 de la ley 13.246.
Por ser el contrato de aparcería de carácter personal, o sea intuitu personae, el fallecimiento
del aparcero o mediero, produce el efecto de quedar resuelto el contrato, atento lo dispuesto
por el artículo 27 que en su parte pertinente dice: "El contrato de aparcería concluye con la
muerte, incapacidad o imposibilidad física del aparcero". Y por aplicación del artículo 21
del mismo cuerpo legal, es asimilable esta norma al mediero.
Ello es así, por cuanto en la especie es de aplicación además de las normas legales de la ley
13.246, uno de los caracteres principales de los contratos agrarios privados, es decir la
actuación de un sujeto agrario que realiza la actividad agraria productiva, la que debe ser
directa y personal. La ley 13.246 ha aplicado en alguna medida los principios generales de
los contratos agrarios privados.
La ley 22.298, derogó la segunda parte del artículo 27 de la ley 13.246, que permitía la
continuación de los herederos descendientes, ascendientes o colaterales hasta el segundo
grado del aparcero que hayan participado directamente en la explotación del predio. Al
dejarse sin efecto el segundo apartado de la norma, la familia agraria queda desprotegida;
es causa de suspensión de la explotación agropecuaria, ya que los herederos del aparcero
fallecido o imposibilitado físicamente, deberán desocupar el inmueble rural, por haber
concluido el contrato de aparcería.
4°) Muerte del dador o enajenación del predio. La misma norma que estamos analizando
del artículo 27 de la ley agraria determina con posterioridad a la vigencia de la ley 22.298
que "El contrato no terminará, salvo opción contraria del aparcero por muerte del dador o
enajenación del predio".
1) Si el productor en caso de muerte del dador no opta por continuar en la explotación del
predio, el contrato concluye.
Ello de conformidad a la ley 13.246, pero no a los caracteres generales de los contratos
agrarios privados, habiéndonos referido a ellos en otra oportunidad.
La rescisión en este supuesto puede ser por las siguientes causas: 1) Por voluntad de las
partes. 2) Vencimiento del plazo contractual. 3) Muerte del aparcero o mediero o su
incapacidad o imposibilidad física.
El plazo mínimo de los contratos que estudiamos en este apanado tiene su fundamento en
proveer a la familia agraria de la estabilidad necesaria a los efectos de realizar la
explotación agropecuaria del predio usado para tales fines de acuerdo a derecha legítimo.
Se ha sostenido que ello debe ser así a fin de que el productor pueda compensar la pérdida
que pueda tener en una cosecha con las anteriores producciones. Si el plazo del contrato no
tuviera la duración de un cielo evolutivo acorde con la actividad agraria, el
desenvolvimiento del productor sería muy limitado.
1. Plazo legal.
La ley que rompió con los moldes clásicos del derecho Común fue la 11.110, la cual
dispuso en su artículo 1° que el termino mínimo de duración de los contratos de
arrendamientos se lijaba en cuatro años, lo que estaba limitado a las extensiones de predios
menores de 300 hectáreas. Los fundos rústicos que superaran este límite no estaban
comprendidos en la norma.
En el supuesto de que en los contratos no se fijara plazo o el previsto fuera inferior a cuatro
años el productor tenía el derecho de considerarlo celebrado por este término, siempre que
se lo comunicara al arrendador con una antelación de seis meses al vencimiento del plazo
convenido.
Como la ley 11.170, al referirse a predios menores de 300 hectáreas, violó la norma, se
sancionó la ley 11.627 que estuvo en vigencia hasta 1948 y que en su artículo 1° no hizo
mención alguna a la extensión; en consecuencia se la aplicó cualquiera fuera el número de
las hectáreas del campo arrendado y el término mínimo del contrato se amplió a cinco años.
El sistema previsto en el supuesto de contratos sin término de duración o inferiores a cinco
anos, fue similar al de la ley 11.170, pero superado.
Si bien es cierto que por ambas leyes se inicia la etapa de la legislación propia de los
contratos de arrendamientos de predios rústicos, no tuvo la amplia autonomía que era dable
desear, por cuanto a la ley 11.627 se la declaraba incorporada a los Códigos Civil y Penal,
según fueran los casos.
Con la sanción de la ley 15.246, los arrendamientos y aparcerías de predios rurales
adquieren autonomía funcional, la que es característica del Derecho Agrario y, por ende, de
aplicación al plazo del contrato.
La ley 15.246 sancionada en 1948 abrogó 1 la ley 11.627, siendo aquélla, con algunas
modificaciones, la que estuvo en vigencia hasta la sanción de la ley 22.298.
Decía la primera parte del artículo 4° de la ley: "Cuando en los contratos a que se refiere el
artículo 2 no se estipule plazo, o se estipule uno inferior a cinco (5) años, el arrendatario
tendrá derecho a considerarlo celebrado en iguales condiciones por dicho término, no
obstante cualquier cláusula que se oponga a ello".
De acuerdo a la norma si se convenía un contrato sin término o por uno inferior a cinco
años se considera este último como plazo mínimo legal.
En la ley 15.246 el plazo era automático por cinco años, sin necesidad que el arrendatario
optara por los cinco años.
El artículo 1° de la ley 22.298, la cual sustituyó entre otros el artículo 4° del dispositivo
transcripto, disminuyó el plazo mínimo contractual a 5 años.
Expresó el mensaje de elevación al P.E.N. que "las modificaciones propuestas tienen por
objeto revitalizar el contrato de arrendamiento rural, removiendo los más esenciales
obstáculos que limitan su participación en el contexto de las relaciones jurídico-
económicas más usadas del campo argentino". Y continúa considerando que "su enfoque
debe encararse con una mentalidad distinta de que se inspiró la ley 15.246, vigente desde
hace más de treinta años y que procuraba tutelar al arrendatario identificándolo con la parte
económica más débil. En cambio ya no puede aseverarse que tal circunstancia se cumpla,
pues, es obvio que aquél debe movilizar amplios recursos financieros para cubrir los
onerosos insumos de toda explotación racional". Al referirse al plazo mínimo contractual
dice concretamente el mensaje: "En tal sentido cabe señalar el excesivo plazo mínimo —
cinco (5) años con opción a tres (5)— que la ley 15.246 impone con fuerza obligatoria,
causa principal del desprestigio de esta figura contractual; por tal motivo el proyecto reduce
dicho término a tres (5) años, duración que se considera razonablemente compatible con un
ciclo agrícola o ganadero completo".
Existe una diferencia fundamental, además del nuevo plazo mínimo de 5 años, entre ambos
artículos, consistente en:
a) Artículo 4°. Ley 13.246. El plazo mínimo lo era a favor del arrendatario, asistiéndole el
derecho de considerarlo celebrado por 5 años, de no estipularse plazo o se fijara uno
inferior a dicho término.
b) Articulo 4°. Ley 15.246. Texto ley 22.298. El plazo mínimo legislado, es obligatorio,
para ambas partes. Tanto arrendador como arrendatario "tendrán" que cumplir con el
término que dispone el artículo: 3 años.
En nuestra cuarta ponencia a la Comisión que integramos, coincidimos con el plazo mínimo
del contrato fijado en cinco años, con opción. La opción la extendíamos a tres años
(Sistematización..., Ponencia, 4ta., p. 7).
Todo este sistema de la opción ha sufrido la sustitución derogatoria con la sanción de la ley
22.298, artículo 1°, remitiéndonos a dicho dispositivo del punto anterior.
Pero además de la opción a favor del arrendatario, que fuera legislada por la ley 13.246, el
texto vigente del artículo 4° prevé una opción de carácter contractual, o sea, si ambas partes
convienen en prorrogar el contrato a la finalización del plazo. Se expresó en los
fundamentos del proyecto que "para dejar librada " su voluntad la posibilidad de prever la
extensión del plazo cié duración del contrato por mayor tiempo que el mínimo establecido
por la ley".
En coincidencia con los fundamentos dice la parte ln fine del artículo 4° de la ley 13.246-
22.298: "No se considerará contrato sucesivo la prórroga que se hubiere pactado,
originariamente, como optativa por las partes".
La ley 13.246 previo el contrato sucesivo. Originariamente el plazo de éstos era el legal de
cinco años con la opción de tres años más.
Decía la parte pertinente del artículo 4° de la ley 15.246 que "Todo contrato sucesivo entre
las mismas partes con respecto al mismo predio, en el caso de que no establezca plazo o
estipule uno inferior a tres (3) años, facultará al arrendatario a considerarlo celebrado en
iguales condiciones por dicho término, no obstante cualquier cláusula que se oponga a
ello".
El nuevo dispositivo del artículo 4° —2° párrafo— introducido por la reforma de la ley
22.298, dice: "También se considerará celebrado por dicho término todo contrato sucesivo
entre las mismas partes, respecto de la misma superficie, en caso de que no se establezca
plazo o estipule uno inferior al indicado". Con la nueva redacción del artículo 4°, coincide
el plazo para los contratos originarios y para los sucesivos, en razón de haberse reducido el
plazo mínimo obligatorio a tres años,
2. Plazo convencional.
Además de las situaciones previstas en los supuestos que hemos estudiado, la ley
contempla un plazo excepcional de carácter convencional en el artículo 45 que dice: "Los
contratos en los cuales el arrendatario o aparcero se obligue a realizar obras de
mejoramiento del predio, tales como plantaciones, obras de desmonte, irrigación,
avenamiento, que retarden la productividad de su explotación por un lapso superior a dos
años, podrán celebrarse hasta por el plazo máximo de veinte años. Los plazos fijados en el
artículo 4° se computarán en estos contratos desde la fecha en que, por lo menos, las dos
terceras partes del predio se encuentren en condiciones de productividad. En caso de
desacuerdo, ella será fijada por los organismos previstos en el artículo 46".
Con relación a las obras de trabajos que menciona la norma legal, la enumeración no tiene
carácter taxativo, sino que es enunciativa, quedando comprendidos en la ley cualquier
trabajo que fuera especificado en el contrato y que el productor se comprometiera a realizar
y haciendo mención al artículo 45 de la ley.
El hecho de iniciar el productor una obra o trabajo sin oposición expresa del titular del
inmueble, no significa que por esa circunstancia estemos frente a lo normado por el artículo
45 de la ley 15.246.
Los dos últimos párrafos han sido suprimidos por la ley 22.298, tal vez para que guarde
armonía con la ley 22.211, regulatoria del incremento a la producción agropecuaria en
predios de baja productividad.
La ley hace una distinción relacionada con el plazo de los contratos, según en aquellos se
conceda o no el uso y goce del predio. Es aquí donde radica el fundamento o la causa por la
cual la norma considera que el plazo mínimo legal no es requisito de este tipo de
convenciones.
Hemos expresado en la primera parte de este capítulo que el plazo legal se fundamenta en
esta estabilidad, por cuanto el sujeto agrario comienza a detentar la tenencia del predio rural
precisamente como consecuencia de la celebración del contrato. En la aparcería y mediería
pecuaria ya se le ha conferido la tenencia del bien.
El plazo legal en los contratos de aparcería y mediería pecuaria en los cuales no se concede
el uso y goce del predio- no han sido previstos en el contexto legal y, en consecuencia, no
es de aplicación el artículo 4° de la ley 13.246.
El nuevo dispositivo del artículo 4° —2do. párrafo— introducido por la reforma de la ley
22.298, dice: "También se considerará celebrado por dicho término todo contrato sucesivo
entre las mismas partes, respecto de la misma superficie, en caso de que no se establezca
plazo o se estipule uno inferior al indicado".
Con la nueva redacción del artículo 4° coincide el plazo para los contratos originarios y
para los sucesivos, en razón de haberse reducido el plazo mínimo obligatorio a tres años.
Los dos últimos párrafos han sido suprimidos por la ley 22.298, tal vez para que guarde
armonía con la ley 22.211, regulatoria del incremento a la producción agropecuaria en
presos de baja productividad.
2. Plazo convencional.
Es decir que como lo hemos dicho anteriormente, lo distintivo para que sean de aplicación
los artículos que se refieren al plazo mínimo legal, consiste en la circunstancia de ceder o
no el uso y goce del predio.
Otro hecho que permite o no la aplicación del plazo legal consiste en el objeto agrario que
interviene en la explotación: o sea que se trate de un inmueble o de un mueble agrario. Por
ser bienes muebles —semovientes— el objeto de la convención agraria, por expresa
disposición legal, no rige el plazo del artículo 4°, de la ley 13.246.
Obviamos aclarar que todo lo que se aplica para la aparcería pecuaria es de aplicación a la
mediería.
El hecho de no ser aplicable a los contratos que estamos analizando la ley 13.246,
considerando la doctrina que rige para estas figuras jurídicas agrarias el Código Civil, no
significa que la autonomía de la voluntad común se hace presente aquí en toda su amplitud.
No es así. No debemos dejar de contemplar y tener presente los caracteres generales de los
contratos agrarios 7, que limitan el libre albedrío de las partes. El ciclo biológico para las
convenciones pecuarias debe ser respetado y en materia de semovientes se debe estar al
ciclo de crecimiento que deban tener las crías —constituyen éstas los frutos y productos de
que habla el artículo 34 de la ley 13.246—, en el supuesto que se convenga de común
acuerdo el término del contrato en ocho o diez meses o en su defecto por cinco meses. Si el
ciclo evolutivo de los semovientes fuera de un término superior a los cinco, ocho o diez
meses, las partes no pueden celebrar el contrato por plazos menores. Aquí juega la
limitación de la autonomía de la voluntad agraria, integrante de los caracteres generales de
los contratos agrarios.
Otro elemento que coadyuva contra la libre determinación de los contratantes, lo constituye
los usos y costumbres agrarias, los cuales deben ser respetados por las partes.
El artículo 41 de la ley 13.246 texto ley 22.298 enumerando el orden de prelación de
normas o preceptos aplicables a los contratos de aparcería, incluye a los usos y costumbres
agrarias. En consecuencia, los usos y costumbres agrarias desempeñan un papel similar a la
autonomía de la voluntad, y deben tenerse en cuenta y las partes referenciarlos en las
cláusulas contractuales en caso de formalizarse el contrato por escrito.
C) TÁCITA RECONDUCCIÓN
Dice el artículo 1622 del Código Civil que: "Si terminado el contrato, el locatario
permanece en el uso y goce de la cosa arrendada, no se juzgará que hay tácita
reconducción, sino la continuación de la locación concluida, y bajo sus mismos términos,
hasta que el locador pida la devolución de la cosa; y podrá pedirla en cualquier tiempo; sea
cual fuere el que el arrendatario hubiere continuado en el uso y goce de la cosa".
Si tanto una como otra situación serían arbitrarias, nos inclinamos por su inclusión. Vélez
no justifica la no legislación de la tácita reconducción a pesar de su explicación y cita en la
nota al artículo 1622 9.
2. La ley 15.246.
El artículo 20 de la ley 15.246 que legisló la tácita reconducción decía que: "Vencido el
término legal o el término pactado, si este último fuera mayor, el arrendatario deberá
restituir el predio sin derecho a ningún plazo suplementario para el desalojo y entrega libre
de ocupantes. Si el arrendador consintiera en que el arrendatario continúe en el uso y goce
del predio, transcurrido un año sin que el primero haya manifestado su voluntad mediante
telegrama colacionado o notificación practicada por intermedio del juez de paz de exigirle
la restitución del mismo, o celebrado nuevo contrato, el arrendatario tendrá derecho a
considerarlo renovado en las mismas condiciones, rigiendo en cuanto a los plazos lo
previsto en el artículo 4°, y con obligación para el arrendador de dar cumplimiento a lo
proscripto en el artículo 40. Si la reclamación se hiciese después de treinta días de la fecha
del vencimiento del contrato, el arrendatario tendrá un plazo de hasta un año para restituir
el predio, computado desde la fecha en que se le efectúe.
Las garantías prestadas por terceros no se extienden a las obligaciones derivadas del
contrato renovado".
Como lo expresa el texto transcripto no toda la falta de exigencia de restitución del predio
daba lugar a la figura agraria de la tácita reconducción, ya que si se hacía después de 30
días de vencido el contrato y antes del año de haber fenecido, no quedaba configurada la
tácita reconducción.
3. Efectos. Doctrina.
Consideraba este sector que el término del contrato reconducido era solamente por cinco
años y que la opción el legislador solamente la había previsto para los contratos originarios
celebrados por expresa manifestación de las partes.
b) El otro sector entendía que la disposición era lo suficientemente amplia, que el texto de
la ley era categórico, sin hacer distinciones de ninguna Índole, y que si la norma no
distinguía expresamente determinada conducta, no había por qué imponerla.
Nosotros nos inclinamos hacia este último criterio. Por otra parte, el dispositivo legal
mismo y el espíritu de él, no autorizaban a pensar de otra manera.
Por nuestra parte descartamos totalmente esta situación, por las razones ya expuestas. En el
supuesto de haberse producido la tácita reconducción durante la vigencia del sustituido
artículo 20 de la ley 13.246, también le asistía idéntico derecho como si fuera un contrato
originario: término por cinco años con opción a prorrogarlo por tres años más (art. 4°, ley
15.246).
1. Antecedentes legislativos.
a) Entre las leyes anteriores a la 15.246, la 11.170, si bien es la que abrió el surco en la
entonces tierra árida del Derecho Agrario, proveyendo de luz y de tímido esplendor a la
actividad agraria, no pudo romper totalmente las cadenas con que el Derecho Civil
aprisionaba al Derecho Agrario.
Por eso, en varias de sus normas se nota la influencia recibida del Código Civil y entre ellas
su artículo 11 disponía que: "vencido el término de los contratos convenidos por cuatro
años... el locatario deberá desocupar el predio sin derecho a otro plazo supletorio para el
desalojo". Esta norma descartó la posibilidad de que se operara la tácita reconducción.
Una vez más el legislador desconoce la figura jurídica de la tácita reconducción en materia
de contratos agrarios
c) La tácita reconducción aparece como derecho positivo agrario con la sanción de la ley
15.246, la cual lo incluyó en el artículo 20, al que nos hemos referido en el punto III,
apartado 5, donde nos remitimos por razones de brevedad.
El silencio por parte del propietario del inmueble permitiendo la continuación del
arrendatario en el uso y goce del predio, tuvo el efecto de hacerle perder el derecho
recuperatorio del inmueble, y al detentarlo así el arrendatario, nació a su favor el derecho
de considerarlo como un nuevo contrato, pudiéndole exigir al arrendador la redacción de un
nuevo contrato con las formalidades del artículo 40 y con derecho a lo normado en el
artículo 41 de la ley 13.246.
e) El artículo 29 de la ley 14.451 10 abrogó 11 una serie de decretos-leyes, entre los cuales
fue incluido el decreto-ley 2188.
El caso práctico sería el siguiente: la ley 1, es sustituida por la ley 2; a su vez la ley 5
abroga la ley 2.
Es decir que la ley 1, por implicancia de la ley 3, no rige en su texto original, ya que sus
normas no vuelven por esa circunstancia a integrar el derecho positivo, sino que se
encuentra vigente la ley 1 en forma parcelada. Para que el texto original de la primera ley
vuelva a regir íntegramente, es necesaria la sanción de una nueva ley que expresamente le
devuelva su vigencia.
Este proceso legislativo, en la forma que lo tenemos expuesto, fue la causa de una total
inseguridad jurídica durante el período comprendido entre 1958 y 1963.
El escueto proyecto de la ley 21.452 del 14 de junio de 1976 se fundamenta, a los efectos,
en la sustitución- derogación de la figura de la tácita reconducción, conforme a la cual, por
el mero transcurso del tiempo en el uso y disposición de un predio, puede prorrogarse un
contrato.
Existen nuevas circunstancias, como cancelar las garantías personales del cumplimento del
contrato, desacuerdo a la fijación de precio, etc., lo cual debe resolver la autoridad Judicial
competente. En lo demás nos remitimos al referido punto 4.
Se debe analizar con toda precisión si la nueva ley 21.452 es o no de orden público agrario.
La circunstancia de que se trate de evitar con la nueva ley la prórroga de los contratos (para
nosotros nuevo contrato), no es razón suficiente para considerarla de orden público agrario,
en lo que a tácita reconducción se refiere.
Por lo que llevamos expuesto, la nueva ley 21.452, no es de orden público agrario, con
respecto a la tácita reconducción.
"Vencido el termino legal o el término pactado, si este último fuera mayor, el arrendatario
deberá restituir el predio sin ningún plazo suplementario para el desalojo y entrega libre de
ocupantes".
Es decir que del artículo transcripto surge que se han suprimido los tres últimos párrafos de
la norma.
No contempla la ley en estudio las consecuencias jurídicas ene nacen de la inacción del
propietario del predio que no reclama la devolución del inmueble dentro de un determinado
plazo.
Rechazar o aceptar la tácita reconducción obedece a distintas concepciones que se tengan
acerca de la actividad agraria, la cual es realizada por el sujeto agrario.
No solamente ha dejado de ser derecho positivo agrario la tácita reconducción, sino que
además ha desaparecido el plazo que confería al arrendatario el sustituido artículo 20 de la
ley 13.246, de un año de permanencia en el predio.
Esta situación especial no significa una prórroga lisa y llana del término de los contratos
agrarios, sino que se produce por la mera omisión del arrendador, a lo cual la ley le da
categoría de una situación especial y no por la acción del legislador, que resuelve la
prórroga del plazo de los contratos.
La tácita reconducción no es prórroga de los contraías agrarios, sino que, producido ésta, da
nacimiento a una nueva convención, a pesar de que la parte pertinente del artículo 20 de la
ley 13.246 decía que: "el arrendatario tendrá derecho a considerarlo renovado en las
mismas condiciones, rigiendo en cuanto c los plazos lo previsto en el artículo 4°".
Como las leyes no tienen efecto retroactivo y se aplican para lo futuro, si bien es cierto que
a partir del 19 de noviembre de 1976 entrará la ley en vigencia, la situación de hecho,
contempla los siguientes casos prácticos:
1°) Los contratos celebrados a partir del 6 de junio de 1968, 1° de enero de 1969 y 1° de
enero de 1968 (arts. 1, incs. ) y b), y 3, respectivamente, del decreto-ley 17.253/67), se
regirán por la ley vigente al tiempo de su celebración, es decir, por la ley 13.246.
2°) Los contratos celebrados después del 19 de noviembre de 1976 se regirán por la ley
21.452.
3°) Como la tácita reconducción es aplicable aun para aquellos supuestos en los cuales el
arrendatario no ha ejercido el derecho opcional de tres años que prescribe el artículo 4°de la
ley 13.246, si ha transcurrido un año de inacción en reclamar el propietario la devolución
del predio, al vencimiento del plazo legal de cinco años, el contrato queda reconducido.
4°) Al no disponer la ley 21.452 fecha de vigencia, ésta será derecho positivo agrario a
partir del 19 de noviembre de 1976 por aplicación del artículo 3° del Código Civil, y por tal
causa los contratos de arrendamiento y aparcería rurales celebrados con anterioridad al 19
de noviembre de 1976 quedarán comprendidos en la ley 13.246.
5°) Las situaciones analizadas en los supuestos anteriores se darían en el supuesto de que el
arrendatario no hubiera hecho uso del derecho de opción trienal que prescribe el artículo 4°
de la ley 13.246.
Resumiendo, tenemos: Que aun con la vigencia de la ley 21.452, pueden darse supuestos en
que sea aplicable la tácita reconducción, de no haberse usado del derecho opcional de tres
años de prórroga del contrato.
La ley 21.452 no ha abrogado la ley 15.514, en virtud de la cual en caso que deba
precederse a la restitución del predio, para la fecha de su entrega se tendrá en cuenta
permitir el traslado de las haciendas en épocas adecuadas, y asimismo dar a los ocupantes el
tiempo necesario para la terminación de las cosechas existentes, las que se realicen de
conformidad con las condiciones normales de la zona y las características habituales de la
explotación (art. 1°, ley 15.514).
CAPITULO NOVENO
EL PRECIO EN EL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO Y LA PARTICIPACION DE LOS FRUTOS EN EL CONTRATO DE
APARCERIA
La doctrina tiene establecido que el precio es la contraprestación por el uso y goce del
predio, que debe ser "en dinero" (art. 2°, ley 13.246).
En el contrato pueden establecerse las bases ciertas para su fácil determinación, fijándose el
precio por hectárea y por año Brebbia considera en el supuesto que pueda determinarse, que
existe el precio que prescribe el artículo 2° de la ley 13.246,, ya que en este caso es de
aplicación el artículo 1494 del Código Civil, que remite a lo normado en el contrato de
compraventa en cuanto se refiere al precio, al consentimiento y demás requisitos esenciales
de ese contrato.
Estimamos que el precio del contrato de arrendamiento rural se basta a sí mismo, el cual
por ser autónomo no debe valerse de ninguna clase de disposiciones de derecho común.
La ley 13.246 no fue incorporada al Código Civil como lo estableció la ley 11.627.
De ello surge la autonomía del contrato de arrendamiento rural. Por otra parte, cuando la
ley desea referirse al Código Civil lo hace en forma expresa, como en el artículo 18 de la
ley 13.246.
Además no debemos perder de vista el concepto general del Derecho Agrario que es una
disciplina, con principios, fundamentos, métodos y demás características propias de esta
materia.
En definitiva. No buscar las propias soluciones en los principios del Derecho Agrario, en
las propias normas agrarias como la ley 13.246, y remitirnos lisa y llanamente al Código
Civil, es restarle a lo agrario su autonomía. No caigamos en lo ocurrido con motivo de la
sanción de la ley 20.518 cuando debimos echar mano del Código Civil a falta de ley
agraria.
2. Contratos mixtos.
Son aquellos en virtud de los cuales el pago del precio consiste, además de una parte del
porcentaje de los frutos, en una suma fija de dinero.
Esta clase de contratos son permitidos por la ley 13.246, dándoseles la solución a los
mismos en el artículo 44 que dice: "se regirá por las normas fijadas para la aparcería todo
contrato en el cual la redistribución consista además del porcentaje en la distribución de los
frutos, en una determinada suma de dinero"
Pena por su parte dice que: "existe un procedimiento llamado compensación de aportes para
cuando una de las partes (generalmente el colono) realiza mayores aportaciones que las que
proporcionalmente correspondan al porcentaje de distribución de los frutos, en cuyo caso la
otra parte equilibra en efectivo su menor inversión. Ocurre esta situación... en aquellos
contratos de aparcería. . que se conocen como mediería.
La doctrina agrarista los ubica como una clase especial de contratos de arrendamientos,
cuando en realidad son verdaderos contratos de aparcerías, dándoles preferencia como
convenciones arrendatarias en virtud de intervenir una parte del pago en dinero.
3. Contratos conjuntos.
Estos contratos han sido prohibidos por el artículo 52 de la ley 13.246. Son aquellos en los
cuales se conviene como pago del precio un porcentaje fijo de los frutos o en su defecto su
equivalente en dinero.
Peña dice que "como lo prohibido es la forma de pago, consideramos que el propietario
tendrá derecho a optar por contrato de arrendamiento o de aparcería".
No compartimos la opinión del autor citado, ya que de concertarse una cláusula en tal
sentido, estaríamos frente a un contrato innominado, que no sería de arrendamiento ni de
aparcerías. Siempre que así se establezca como cláusula general que determine el precio. Si
éste está contemplado en el contrato y se agrega una cláusula como la que venimos
explicando, el contrato no es nulo, sino que debe considerarse la cláusula nula, sin efecto
legal alguno y por consiguiente no escrita.
5. Contratos canadienses.
Estos contratos son aquellos en virtud de los cuales el pago del arrendamiento se determina:
a) con un adicional que debe abonarse en dinero o en especie, de conformidad con la
cotización, o b) en su defecto la cantidad de frutos obtenidos, todo además de un porcentaje
fijo en la distribución de los frutos o una suma determinada en dinero.
Tales convenciones son expresamente prohibidas por el artículo 42 de la ley 15.246 que
dice: "Prohíbese convenir como retribución, además de un porcentaje fijo en la distribución
de los frutos o suma determinada en dinero, un adicional a abonarse en dinero o especie y
de acuerdo con la cotización o la cantidad de frutos obtenidos, o en trabajos ajenos a la
explotación del predio arrendado a efectuarse bajo la dependencia del arrendador por el
arrendatario, aparcero o sus familiares".
El último párrafo del artículo transcripto tiene por finalidad evitar que la familia agraria
quede en relación de dependencia del arrendador y volver al trabajo de esclavitud a que
estaban acostumbrados los colonos. No es necesario que se establezcan juntamente todas
las circunstancias enunciadas. Con solo incluir una de las variantes que menciona, ya queda
configurado el contrato canadiense.
La ley 15.246 legisló la remisión del precio al disponer el artículo 6°: "El arrendatario
tendrá derecho a la remisión proporcional del precio del arrendamiento por pérdida total o
parcial de cosechas, en el porcentaje y condiciones que establezca la reglamentación,
debido a caso fortuito o fuerza mayor que implique riesgos no asegurables, excepto si la
pérdida resultara compensada con el producido de las cosechas precedentes. Si la pérdida
no resultara compensada, la remisión no podrá tener lugar sino al final del arrendamiento,
en cuya oportunidad se efectuará computando las cosechas obtenidas durante toda la
vigencia del contrato. Hasta tanto se opere la compensación final, podrá dispensarse
provisionalmente al arrendatario del pago del precio en proporción a la pérdida sufrida".
Brebbia dice que un riesgo no asegurable es la helada 8. Estamos de acuerdo con el citado
autor; pensamos que en este supuesto debemos indagar previamente en las normas que
rigen los supuestos de seguros y las incluidas en ellas, no estando éstas comprendidas en el
artículo 6° de la ley 15.246.
En síntesis: si la ley de seguros agregara algunos nuevos casos de riesgos asegurables, los
que fueran previstos no estarían comprendidos en el artículo 6° de la ley y en consecuencia
no funcionaría la remisión del precio del arrendamiento.
Esta norma de la cual transcribimos la parte fundamental del arrendamiento agrario ha sido
derogada por el artículo 2° de la ley 22.298 y en consecuencia el arrendatario no podrá
hacer uso del derecho de la remisión del precio arrendaticio.
En el mensaje de elevación al P.E.N. se expresa: "el arrendatario no constituye la parte
débil del contrato, sino que el aporte de capitales que debe efectuar a la explotación, lo
convierten en un verdadero empresario" y que constituye el fundamento de la derogación
de la norma.
La revisión del precio del arrendamiento fue prevista al sancionarse la ley 13.246 en el
artículo 5°.
La ley lo autorizaba a reveer los precios de los arriendos. No era necesario que existiera un
tiempo determinado de ejecución del contrato.
El decreto-ley 1639/65 que declaró vigente el texto de la ley 13.246, hizo algunas
modificaciones a determinadas normas y entre éstas se incluyó el artículo 5° de la ley.
Brebbia considera que el nuevo precio debe regir desde la fecha de la notificación de la
demanda. En consecuencia, las reformas fueron las siguientes:
1°) Que el contrato tenga como mínimo tres años de vigencia. Si existiere desequilibrio que
supere lo previsto en la reglamentación, si ésta se produce antes de cumplirse los tres años
de vigencia del contrato, la revisión del precio no procede.
2°) Se suprimió la actuación del P. E. Para que, por medidas que tengan por causa el
desequilibrio general o regional, disponga la revisión del precio.
3°) Tanto el arrendador como el arrendatario eran los únicos autorizados a pedirlos,
siempre que se dieran las condiciones legales.
El decreto 8330/63, artículo 6° (que estaría en desuso) establece que el desequilibrio debe
ser superior al 50 % a la fecha del contrato, para que pueda reveerse el precio del
arrendamiento.
La ley 22.298 modificatoria de la ley 13.246, suprime la revisión del precio del
arrendamiento, y al no legislarse la institución de la revisión, queda librado a lo que puedan
establecer las partes en el contrato, y a falta de cláusulas expresas convencionales, rige el
Código Civil, previo análisis de las leyes agrarias que puedan aplicarse por analogía
agraria.
Como cláusula contractual podrá fijarse un aumento trimestral y semestral conforme con
los índices de precios agropecuarios al por mayor suministrados por el I.N.D.E.C.
En caso de silencio no habría posibilidad de revisión judicial, por cuanto ésta, demandando
reajuste de arrendamiento y previsto en el artículo 5° de la ley 13.246 fue derogado por e1
artículo 2° de la ley 22.298.
Suprimir el control Judicial del precio constituye una atribución conferida sin derecho al
arrendador, que por pretender un precio superior al normal, podría forzar al arrendatario a
aceptarlo o rechazarlo, sin ninguna garantía legal.
También una cláusula contractual que prevea, por ejemplo un precio determinado el primer
año y durante el 2do. o 3ro reajuste que no fuere normal, obligaría al arrendatario a
aceptarlo o rechazarlo sin ninguna garantía legal.
Este procedimiento fue introducido por el decreto-ley 16763, a la ley 13.246. El reajuste
podía darse en dos casos diferentes que son:
Era durante el término de estas dos opciones a favor del arrendatario que podía establecerse
entre las partes de común acuerdo un reajuste de arrendamiento. Siempre que hubiera
desacuerdo, el precio lo determinaba la autoridad judicial competente.
El reajuste del precio del arrendamiento ("ajustara decía el sustituido art. 4° de la ley
13.246), ha seguido la misma suerte que la revisión del arriendo, ya que ha sido derogado
por la ley 22.298, artículo 2°.
Tanto la revisión como el reajuste tienen íntima relación con el plazo contractual. Al
disminuirse el plazo mínimo a 3 años, no existe la posibilidad del plazo mínimo legal de 5
años y consecuentemente la opción de prórroga de 3 años más a favor del arrendatario.
Como la revisión se daba transcurridos que fueran 3 años del contrato con la nueva ley
coincidirían ambos plazos. Para tener el arrendador derecho a reajustar el precio, debía
previamente el arrendatario haber hecho uso de la opción de 3 años mas de prórroga
contractual y habiéndose dejado sin efecto este derecho de considerarlo como un nuevo
contrato» pudiéndole exigir al arrendador la redacción de un nuevo contrato con las
formalidades del artículo 40, y con derecho a lo normado en el artículo 41 de la ley 13.246.
Es decir que si el aparcero-dador, además de conceder el uso y goce del predio, hacía
entrega de elementos de labranza, mayor debía ser el beneficio que obtendría al dividir los
frutos y productos obtenidos por la explotación. Ello debía consignarse en el contrato, ya
que era lo que expresamente especificaba la ley.
Coincidimos con Leunda Tossi cuando dice, antes de la reforma, que "se impide de esta
manera la existencia de especulación con los precios" 10, y teniendo en cuenta que "los
aportes en aparcerías no son iguales en todo el país y hay una notable diferencia, que
obedece, entre otras cosas, a la calidad productiva de los distintos predios rurales, o su
ubicación, en fin, a la cantidad y calidad de las mejoras existentes. Y evidentemente, esa
diferencia se debe al mayor o menor aporte que el dador realiza en la explotación" ".
A fin de distribuirse los frutos de la explotación el aparcero tenía derecho a deducir los
gastos de la semilla empleada, lo que estaba previsto en el artículo 31.
Refiriéndose a esta norma del decreto reglamentario (hoy 8330/63 e igual texto en la
anterior), comenta Leunda Tossi que "la primera parte establece la calidad del cereal a
repartir, a efectos de evitar la existencia de contratos, como los hubo, que fijaban al
arrendatario un tipo determinado de granos, con un porcentaje de humedad, un peso y
demás características, fijo, se tuviera o no; la consecuencia era que, de no tenerse, el
aparcero debía abonar una especie de cláusula penal y por ello entregar más grano que el
originariamente pactado. Con la disposición señalada se evitarán esos inconvenientes, pues
ambos contratantes deberán recibir la calidad media cosechada".
La reglamentación prevé el caso en que "se haya contratado la entrega del porcentaje en
parva y se cosecha en cambio con máquina corta- trilla, los gastos de trilla, bolsas e hilo
deberán ser soportados por las partes, en la proporción convenida para la distribución de los
frutos" (art. 42, decr. 8330).
En el caso de que el aparcero se hubiera obligado a entregar los frutos embolsados y por
causa de fuerza mayor no pudiera hacerlo, queda facultado a efectos de su entrega "para
hacerlo a granel por un valor equivalente, incluida la bolsa" (art. 43, decr. 8330).
El artículo 1° de la ley 22.298 sustituyó el 30 del texto original de la ley 13.246, quedando
redactado en su primer párrafo: "Las partes podrán convenir libremente el porcentaje en la
distribución de los frutos".
Es decir que la reforma consiste en que las partes, a partir de la vigencia de la ley, tienen
amplia libertad para establecer la distribución, no quedando obligados a un porcentaje fijo,
el cual debía guardar relación con los aportes efectuados para la explotación agropecuaria.
Actualmente puede darse el caso de que, una de las partes de la relación jurídica, perciba un
porcentaje elevado, siendo su aporte material reducido.
No existe disposición alguna en la ley que impida que la distribución de los frutos se
convenga en mayor o menor porcentaje tanto para el dador como para el aparcero. Es decir
que guardando silencio las partes sobre el porcentaje de distribución de los frutos, se aplica
el artículo 34 de la ley solamente en este supuesto.
Pero es de hacer notar que, a pesar de imponerse este principio, la libertad de la voluntad
está condicionada a los caracteres que informan los contratos agrarios privados, como lo
hemos explicitado en el capítulo respectivo, o sea que, además del fin productivo por
excelencia, la falta de especulación, etc., queda juntada la autonomía de la voluntad, no
funcionando con la amplitud del derecho común, sino que los caracteres de estos contratos
privados controlan el libre albedrío de los sujetos en el acto de convenir las cláusulas
contractuales.
Nos hemos referido a la forma de la distribución de los frutos, tanto en la aparcería agrícola
como en la pecuaria.
Respecto a la forma, las partes, ya se trate de la agrícola como de la pecuaria, pueden
convenir el modo que emplearán normas legales si éstas lo previeran y, en caso de silencio
de la ley, deberán tener en cuenta los caracteres generales de los contratos agrarios.
Sería desacertado establecer en el contrato que la época de distribución de los frutos sea
una vez obtenida o levantada la cosecha, ya que no se tendría suma alguna en poder de las
partes para distribuir por no haberse producido la venta de los productos agrícolas.
En las pecuarias la época de la distribución está condicionada al momento en que las partes
puedan obtener beneficio por los frutos y productos materia del contrato pecuario.
En este supuesto habría que deducir los gastos efectivos realizados por el aparcero para la
atención y cuidado de los semovientes hembras "servidas". Los gastos tendrían que
anotarse por el aparcero, teniendo como base de esas anotaciones los comprobantes de
dichos gastos y trasladarlos, para ser descontados a la época de la distribución de los
beneficios reales obtenidos. Es decir al momento en que ingresen importes en efectivo con
motivo de la comercialización de otros productos.
En la capitalización de hacienda (art. 54, ley 15.246), por tratarse de ventas casi al contado,
50 o 60 días (puede darse el caso de 90 días), la distribución se hará a los 50 o 60 días de la
venta de los animales.
Las partes recibirán en concepto de distribución de las utilidades del contrato, el porcentaje
que se hubiera establecido en el acuerdo, conforme a lo que hemos dicho precedentemente.
Pero la norma legal determina cuándo podrán disponer de esos frutos: con posterioridad a la
distribución de los mismos. Esto lo dispone el artículo 50, in fine, de la ley 15.246-22.298
que dice: "Ninguna de las partes podrá disponer de los frutos sin haberse realizado antes la
distribución de los mismos, salvo autorización expresa de la otra".
La reforma introducida por la ley mantuvo el texto de la ley anterior y únicamente modificó
la numeración en esta forma: Ley 13.246: Artículo 51, in fine; Ley 13.246, texto según ley
22.298: Artículo 30, in fine.
Es decir que de acuerdo con la ley los frutos estarían en una especie de condominio, ya que
ninguno de los contratantes puede disponer de ellos. Surge el interrogante que hace pensar
¿hasta qué porciento de los frutos puede retirar una de las partes si la otra le presta su
conformidadº
La autorización otorgada por una de ellas para disponer de los frutos obtenidos depende de
quién le conceda permitiendo un determinado porcentaje, el que estará en relación directa
con lo que se haya convenido en el contrato.
No constituiría esta circunstancia dar por adelantado su conformidad con la rendición que
le someta el aparcero al dador.
Todo ello queda condicionado a los reajustes reales que correspondan para el momento de
practicarse la distribución definitiva, previa conformidad, también definitiva, por parte del
dador.
El hecho concreto que permitía la intervención revisionista por parte del P. E., lo constituía
el desequilibrio entre el costo de producción y el valor de los productos obtenidos, que
alteraran en más de un 50 % el porcentaje de beneficio neto obtenido, siempre que sean
motivados por factores de índole general regional o particular del campo de que se trate,
como lo prevé el artículo 6° del decreto 8330/63 14.
Por aplicación de las disposiciones generales de la ley 13.246, el artículo 22 dispone que en
los contratos de aparcerías en los que se conceda el uso y goce de un predio, son de
aplicación, entre otros, el artículo 4° del mencionado cuerpo legal.
Debemos recordar que el nuevo texto de dicho artículo disminuyó el plazo de 5 a 3 años,
obligatorio para las partes y prohibió el plazo opcional de 3 años más. Consecuentemente
con esa opción se permitió el reajuste del arrendamiento. Es de aplicación asimismo a los
contratos de mediería. En conclusión diremos: Por ser aplicable lo que dejamos expuesto en
el párrafo anterior, no le asiste a las partes el derecho de reajuste de la participación de los
frutos.
CAPITULO DECIMO
MEJORAS EN LA LEY 13.246
A) MEJORAS EN GENERAL
1. Concepto de mejoras.
Es decir que la realización de una obra por parte de quien detenta el uso y goce de la cosa
siempre tiene un valor económico. Este valor económico puede ser de mayor o menor
magnitud según sea estimado por quien usa la cosa (arrendatario) o por su propietario que
la ha cedido en locación.
El arrendatario que introduce una mejora, siempre, en todos los casos, le da un mayor valor
económico al predio. Por eso no hay que confundir este mayor valor económico con el
derecho que le asiste a exigir el pago del valor de esas mejoras, todo ello de conformidad a
las cláusulas que se hayan estipulado o insertado en el contrato de locación y las
disposiciones del Código Civil.
2. Clases de mejoras.
Existen varias clases de mejoras que son: 1°) Naturales y 2") Industriales. Estas últimas se
dividen en: a) Las necesarias; b) Las voluntarias, y c) Las urgentes.
a) Las necesarias son aquellas de carácter indispensable que deben realizarse por
determinadas circunstancias y que hacen al buen y normal uso de la cosa. Sería el caso del
dispositivo eléctrico; arreglo y cambio de cañerías de desagüe, etc. Hacen a la conservación
de la cosa.
b) Las voluntarias son las mejoras que se realizan por la propia conveniencia del locatario,
que hacen a su comodidad, a un mayor disfrute de la cosa alquilada para el titular y su
familia. Estas mejoras podemos considerarlas que son un mero lujo que se proporciona a sí
mismo el locatario
En definitiva: estas mejoras puede o no hacerlas el locatario y, en caso que las realice, no
tiene reclamo alguno que formularle al locador.
Las mejoras que hemos dado cuenta anteriormente se encuentran previstas en el Código
Civil, —a pesar de que para nosotros una mejora útil es urgente—, en el capítulo de la
locación de cosas en general y específicamente en el artículo 591, aplicándose tales normas
según sean los acuerdos que se prevean en los contratos de locación o se convengan
posteriormente entre las partes.
Dice el artículo.591 del Código Civil: "Son mejoras necesarias aquellas sin las cuales la
cosa no podría ser conservada. Son mejoras útiles no sólo las indispensables para la
conservación de la cosa, sino también las que sean de manifiesto provecho para cualquier
poseedor de ella. Son mejoras voluntarias las de mero lulo o recreo, o de exclusiva utilidad
para el que las hizo".
Agregaremos al concepto que surge del artículo transcripto, el derecho que tiene el
locatario de realizar, sin consentimiento alguno del locador, cualquier clase de trabajo o
reparación que resulten urgentes, el cual está previsto en el artículo 1518 del Código Civil.
Reiteramos que las mejoras urgentes entroncan con las útiles, considerando nosotros que la
realización de cualquier clase de trabajo o reparación urgente, se asimila a mejoras
urgentes.
Sin perjuicio de lo expresado anteriormente, el artículo 1533 del Código Civil discrimina
las mejoras que puede realizar el locatario, estimadas por él para su utilidad y comodidad
siempre que se den los siguientes supuestos: a) Que no se hubieran prohibido en el contrato,
b) Que no sea modificada la forma del objeto dado en arrendamiento, c) Que el locador no
le haya intimado la restitución de la cosa. Agrega el artículo 1536 que si la locación se
refiere a un predio rústico, se considera que asimismo queda autorizado el locatario a
realizar cualquier trabajo de cultivo y cualquier mejora rural, todo lo cual queda
desvirtuado si es prohibido expresamente en el contrato.
Sí el arrendatario efectúa mejoras sin tener la debida autorización por parte del locador o si
altera la forma de la cosa dada en locación, éste está facultado para impedirlas y, en el
supuesto que estuvieran ya hechas, podrá demandar su destrucción (demolición) o en su
defecto exigir que se restituya el predio en el estado que fue recibido (art. 1505).
Dentro del régimen del Código Civil, nos referimos al régimen general de las mejoras, éste
legisla las que puede hacer el locatario y subsidiariamente las que deben ser abonadas por
el arrendador, lo que constituye el fundamento del punto siguiente.
Los efectos entre las partes en lo que concierne a la realización o construcción de mejoras,
estriban en el hecho de la indemnización por parte del arrendador, a favor del arrendatario,
todo lo cual se encuentra legislado en el Código Civil, lo que veremos en sus aspectos
fundamentales.
Concluida la locación por el vencimiento del plazo, el locador deberá indemnizar al
locatario el valor de las mejoras introducidas en la cosa locada, con excepción de: a)
Mejoras locativas (art. 1573); b) Mejoras realizadas por el locatario, aun con la prohibición
establecida en el contrato; c) Cuando la realización de las mejoras introducidas produce una
alteración fundamental en la cosa locada; d) Las mejoras voluntarias y útiles cuando a estas
últimas no se obligó a pagarles el locatario, siempre que fueren separables de la cosa, sin
daño para ésta y a tal separación no se opone el locador o que no se pueden separar.
El locador queda obligado a abonar las mejoras cuando se obligó a ello en el contrato (arts.
1539, inc. 1), 1540, 1542 y 1543).
El locador debe indemnizar las mejoras —reparaciones y gastos urgentes— que el locatario
se vio obligado a efectuar (art. 1544).
El importe de las mejoras urgentes debe ser el costo de las mismas, sin perjuicio de que
existan o no (art. 1548). Y por último las necesarias y útiles sólo deben ser abonadas si
permanecen en la época de finiquitarse el contrato, por su valuación al momento de ser
pagadas (art. 1549).
Previamente a continuar con el tema de las mejoras a indemnizar, debemos aclarar cómo
funcionan y cuál es su mecanismo en el Derecho Agrario.
Los autores que han analizado la ley 15.246 o cualquier otra norma agraria al referirse al
tema de las mejoras, sin excepción aplican las disposiciones del Código Civil sin ningún
análisis previo.
No debemos dejar de considerar que si una mejora se introduce en un predio con el fin de
preservar el recurso natural, el arrendatario está implícitamente autorizado para hacerlo por
una razón lógica que le otorgan los principios del Derecho Agrario y de los contratos
agrarios:
a) De por sí en Derecho Agrario privan las normas de Derecho Público por sobre la
voluntad privada de los sujetos agrarios intervinientes en toda actividad agraria. Y es
principio de Derecho Público Agrario la conservación del recurso natural renovable, y
preservar el interés de la comunidad.
b) Uno de los caracteres de los contratos agrarios consiste en el hecho de que las partes
tienen la obligación de cuidar los recursos naturales renovables.
c) Interviene asimismo otro fundamento, los principios generales del derecho, ya que nadie
puede enriquecerse por el trabajo de otro o conferir un beneficio sin cargo por parte del
titular de un dominio, que le confiere un mayor valor económico al objeto agrario (predio).
No se justifica que se haga en primer término la aplicación del Código Civil, por cuanto el
objeto, el contenido y los propios caracteres del Derecho Común, distan en mucho de ser
beneficiosos para el Derecho Agrario, pero podría explicarse su aplicación si después de lo
que expondremos persiste la ausencia normativa.
Pero antes de recurrir al Código Civil, debemos saber el camino a recorrer que es el
siguiente:
3°) Si teniendo en cuenta los dos primeros supuestos, tampoco encontramos la solución,
debemos recurrir al principio de las leyes análogas agrarias, en donde en una u otra medida
es factible poder llenar la laguna jurídica existente.
Pensamos que aquí encontraremos siempre o casi siempre la vía para llenar la laguna
jurídica de que dimos cuenta en el apartado 3°).
5°) Si luego de realizar todo este reenvío continúa el caso sin solución, debemos recurrir a
los principios generales del Derecho, teniendo en cuenta el caso concreto planteado, ya sea
doctrinaria o judicialmente.
6°) En el supuesto de que aun aplicando los principios generales del Derecho quede el caso
insoluble, recién en esta instancia podremos aplicar el Código Civil.
Acreditamos con lo expuesto que valemos simplemente del Código Civil, sin contemplar lo
dicho, cuando una situación de mejoras no se encuentra contemplada en la ley agraria
13.246, significa, hasta cierto punto, no estimar prima fade la autonomía del Derecho
Agrario.
Otra circunstancia para tener en cuenta es la falta de atribución del Congreso Nacional para
dictar el Código Agrario Nacional.
Por último diremos que cuando la norma agraria se refiere a mejoras lo consigna como una
creación autónoma e independiente, sin que implícitamente signifique la directa aplicación
del Código Civil.
Las mejoras introducidas debían ser indemnizadas por el propietario del predio, hasta el
máximo de un 10 % sobre la valuación del inmueble para el pago de la contribución
territorial.
Contempló la ley para el supuesto de no estar de acuerdo a las partes, que fuera
determinado el valor de las mejoras por una comisión integrada por un representante del
locador, otro por el arrendatario y un tercero nombrado de común acuerdo por las partes o
por el Juez (art. 6°, in fine).
Refiriéndose a las edificaciones que permitía hacer la ley 11.627 al arrendatario dice
Vidales que "las edificaciones que son costumbre y tipo en las industrias agrarias, por su
carácter puramente provisional, se componen de materiales tan inferiores que difícilmente
resisten un período mayor de tres o cuatro años. No es posible entonces que al dueño del
campo se le pueda imponer con justicia la obligación de pagar al colono el costo de una
edificación que no ha de poder ser aprovechada por el nuevo arrendatario".
Disentimos con tal opinión y en última instancia con lo dispuesto en la ley al referirse al
material empleado en la edificación de ladrillo cocido, inclinándonos por la redacción de la
ley 13.246.
El derecho vigente que analizaremos en los apartados siguientes lo constituye la ley 13.246
y su decreto reglamentario.
a) La ley 15.246.
La ley 13.246 reiteró la vigencia como norma agraria positiva del derecho a introducir
mejoras en el predio por parte del arrendatario y de las edificaciones de que debe estar
provisto el fundo por parte del propietario.
El criterio facultativo que preveían las leyes 11.170 y 11.627, es sustituido por el
imperativo del artículo 10 de la ley í'5.246. Ya no se mantiene el viejo criterio de la
facultad, sino que existe una obligación ineludible a cargo del titular del inmueble, de
proveerle al mismo determinada edificación.
Además del criterio imperativo que se imprime a la ley 13.246, debemos agregar que se
debe distinguir lo que se denomina mejora y edificación en el predio en el supuesto de
celebrarse un contrato de arrendamiento y de aparcería en que se conceda, en este último, el
uso y goce del inmueble.
El Diccionario de la Lengua Castellana define la palabra mejora diciendo (de mejorar) que
es "medra, aumento, adelantamiento de alguna cosa" 10. Si la edificación le da mayor valor
al predio; si ella incide directamente como así también en forma indirecta en la producción,
podemos hablar de real mejora.
Con esta aclaración analizaremos las mejoras y la edificación en el predio que prescribe la
ley 13.246 y teniendo en cuenta para sus conclusiones lo que manifestamos en el punto 1,
de este apartado B).
b) Cerco perimetral (alambrado) u. Analizando este dispositivo con los anteriores podemos
apreciar en primer término que estas mejoras son tus obligatorias y que el arrendador no
puede bajo justificación alguna dejar de proveerlas, salvo que el arrendatario no se radique
en el predio como dice la norma.
Las condiciones en que serían provistas las mejoras por el propietario del predio han sido
previstas en la reglamentación de la ley 13.246.
a) Podrá utilizar cualquier tipo de materiales, usuales o adaptables a la zona, siempre que
con ellos se pueda levantar una construcción segura;
1) Artículo 10, ley 13,246. El artículo debió concretar que al momento de concederse la
tenencia del predio ya tendría que estar provisto el inmueble de la totalidad de las mejoras
que se mencionan, indicando en los contratos que en el fundo existen las enumeradas en
ambos incisos, señalando si el arrendatario o aparcero se radicarán o no en el predio como
lo prescribe la ley.
2) Articulo 29, decreto 8330/63. No solamente debe ser segura la construcción sino que
además debe ser estable. Puede hablarse de una construcción segura con garantía para
quienes vivan en ella, caracterizándose por su estabilidad.
El agua debe ser irremediablemente proporcionada por el arrendador, ya que ella será
imprescindible para la vida. No se trata de que pueda ser racionalmente proporcionada por
el arrendador, sino que ello constituye una obligación económico- social de la cual no
puede desvincularse bajo ningún concepto.
No olvidemos también que proporcionada el agua, ésta asimismo puede emplearse para
riego, aunque más no fuere para la extensión o parte mínima de la explotación.
Esta norma debe ingresar en una próxima reforma legislativa de la ley 13.246 y en
primerísimo término en el complejo normativo de la sanción de un Código Agrario
Nacional, como uno de los acápites complementarios de las normas sobre irrigación o de
aguas, con lo cual quedaría desvinculado todo el tema del Código Civil, ya que el agua es
uno de los recursos naturales renovables propios del Derecho Agrario.
Plazo. La ley dejaba librada a la reglamentación el plazo dentro del cual el arrendador debía
proveer al arrendatario o aparcero la edificación a realizar en el predio.
Dice el artículo 27 del decreto 8530/65 que "Las mejoras a que se refiere el artículo 10 de
la ley 15.246 deberán ser provistas por el arrendador dentro de los dos primeros años de
vigencia del contrato".
Es evidente que el plazo de dos años es demasiado extenso, por cuanto si el arrendatario o
aparcero se encontraran comprendidos en el artículo 10 de la ley 15.246, no dispondrían de
la edificación a cargo del arrendador y por consiguiente no podrían radicarse en el predio, si
ésta fuera su resolución a fin de efectivizar la explotación. Pero si no estuvieran
comprendidos en el artículo de la ley, a pesar del crédito bancario que para tales fines
autoriza la ley 14, aun así nos inclinamos a pensar en la extensión del plazo.
Si las mejoras existentes en el predio fueran otras que las obligatoriamente a cargo del
arrendador, éste, además de las provistas al campo, deberá agregar las indicadas en el
artículo 10 en el plazo y condiciones previstas en la reglamentación.
No existiría en este supuesto compensación de las mejoras existentes con las faltantes, si
estas últimas fueran las enumeradas en el artículo 10 de la ley 15.246.
c) Plantar cinco árboles por hectárea hasta 50 en total, siempre que esas mejoras no las
encontrara incorporadas al arrendar el predio, o el arrendador no las ejecutara dentro del
plazo de 180 días de la fecha en que se le requiera mediante notificación efectuada por
telegrama colacionado o por intermedio del juzgado de paz de su domicilio".
La reglamentación aclara los términos del artículo 11, incido c), al decir en su artículo 50
que los árboles que puede plantar el arrendatario son árboles frutales,
No hay que confundir y debemos distinguir entre los árboles con fines forestales y la
plantación de los árboles frutales.
a) Los destinados a fines forestales tienen una causa distinta: es una obligación del
arrendatario, establecida en el inciso d) del artículo 18 y que por ella no tiene derecho a su
pago.
Estas mejoras, como las previstas en el artículo 10, no son definitivas por cuanto el artículo,
14 de la ley 13.246 faculta a sustituirlas, como asimismo a eximir de la obligación de
proveerlas, cuando lo "aconsejen las necesidades de los distintos tipos de explotación y
condiciones agroecológicas de cada región".
De resolver el arrendatario o aparcero introducir las mejoras que lo faculta la ley, no puede
el arrendador excusarse de hacerlo, contrariamente el sujeto agrario tiene acción Judicial
para compelerlo a su realización, lo que veremos en los apartados siguientes.
Con relación al aparcero-pecuario respecto de las mejoras a introducir, debemos hacer una
distinción:
1. Obligatorias.
Las mejoras de carácter obligatorio a cargo del arrendador, así como las facultativas del
arrendatario o aparcero, deben ser abonadas en los distintos supuestos de acuerdo a lo
normado en la ley 13.246, según el importe limitado y estatuido en el mismo cuerpo legal.
Este valor de las mejoras está actualizado de acuerdo a las evaluaciones que van
adquiriendo los inmuebles, a pesar de eso este valor es siempre inferior al real.
La ley no ha previsto el hecho de que el valor de las mejoras obligatorias a cargo del
arrendador puede ser muy superior a la cifra resultante de aplicar el 20 % de la valuación
del predio y en consecuencia el arrendador quedaría obligado solamente a proveer las
mejoras que indica el artículo 10, incisos a) y b), hasta el valor que resulte el 20 % de la
valuación del predio y, en consecuencia, las mejoras serán proveídas en forma incompleta.
Sería evidente que en esta forma la ley no cumple con la función social que tuvo en miras el
legislador al sancionarla. La única solución posible sería la modificación de la norma
adaptándola a la realidad actual y que tendría vigencia permanente.
Abogamos nosotros para que la modificación del valor de las mejoras lo sea de acuerdo a
los precios corrientes de plaza en la zona de ubicación del predio, funcionando en este
supuesto el crédito bancario previsto en el artículo 13 de la ley 13.246.
2. Facultativas.
Al término del contrato el arrendador indemnizará al arrendatario el valor que tengan en ese
momento las mejoras que hubiese introducido hasta un máximo de un 20 % de la valuación
fiscal de la superficie arrendada, para el pago de la contribución territorial".
La valuación del inmueble deberá estimarse en la forma que lo prescribe el artículo 31 del
decreto 8330/63 que dice: "La valuación fiscal en relación con la cual se fijará el monto
máximo de las mejoras a que se refieren los artículos 10 y 11 de la ley 13.246, será la
correspondiente a la tierra libre de mejoras, en el momento en que deban construirse o
indemnizarse".
3. Mejoras no proveídas.
La ley normaliza un privilegio especial por el reintegro del valor de las mejoras y
reparaciones, otorgándoles el derecho de retención por mediación del artículo 12 que
dispone: "El crédito del arrendamiento por reintegro del valor de las mejoras y
reparaciones, sus intereses y costas, gozará de privilegio especial sobre el inmueble
arrendado, en grado preferente a todos los demás, inclusive al del acreedor hipotecario, y lo
faculta a ejercer el derecho de retención".
Esta norma es totalmente independiente del derecho común, o sea del Código Civil, que
permite en el artículo 1547 la sustitución por fianza o caución.
El artículo 12 de la ley permite la retención del predio a favor del arrendatario o aparcero,
con implícita autorización a favor del sujeto agrario de poder continuar en la explotación
agropecuaria.
5. Créditos bancarios.
E) DEROGACIÓN DEL SISTEMA DE MEJORAS DE LA LEY 13.246 POR EL ART. 2° DE LA LEY 22.298
Allí se resolvió por unanimidad: "Debe mantenerse el sistema de la ley 13.246". A su vez
se votó por mayoría: "Debe mantenerse el régimen de la ley 13.246".
Por último diremos que es necesario tener en cuenta, que la ley 22.298 se limita a derogar
las normas relativas a las mejoras previstas en la ley 13.246, a pesar de la expresa mención
a la vuelta al Código Civil inserta en los fundamentos del dispositivo legal, siendo en
consecuencia aplicable la hermenéutica jurídica de las leyes análogas agrarias, por cuanto
aquí no es derecho positivo el consignar la aplicación del derecho común.
CAPITULO UNDECIMO
EXPLOTACION INADECUADA (IRRACIONAL)
A) CONCEPTO GENERAL
1. Antecedentes.
Tanto la ley 15.246 como la mayoría de las normas de Derecho Agrario se refieren en la
actualidad al tema materia del capítulo. Se dice que uno de los fines de la Política Agraria
lo constituye el incremento racional de la producción.
Como dice Rezzónico, la siembra se hacía al boleo, las máquinas agrícolas no habían
llegado al agro. El productor se valía del arado tirado por bueyes y era a pulso. El objetivo
del hombre de la campaña consistía en preocuparse en que su predio produjera lo necesario
e imprescindible para malamente vivir.
El dividendo de esa producción debía cubrir las obligaciones contraídas en los contratos y
en definitiva no se detenían a pensar en una explotación adecuada (racional).
Pero el correr del tiempo llevó a pensar que esa actividad agraria debía ser encauzada por
parte del Estado y que la mejor forma de obtener una mayor producción, consistía en
orientar, asesorar, enseñar el camino al productor, tendiente a una producción de mayor
tonelaje y aumento en la pecuaria, acorde con sus merecimientos.
Siempre la explotación agropecuaria debe ser concebida para ser realizada por una persona
o sujeto agrario idóneo en el sentido de sus conocimientos, aptitudes y vocación para
concretar una actividad agraria.
Hemos dicho en el punto anterior que las normas positivas agrarias se refieren a la
explotación irracional y esas mismas normas impedirían una actividad del productor
contraria de la razón. Y no es así por cuanto si la actividad produjera resultados contrarios a
los objetivos de la propia ley, a los fines que se propone el Estado en aras del bien común
en función de Gobierno se debería a la carencia del conveniente asesoramiento técnico.
Nosotros abogamos porque el uso de los términos racional o irracional en las leyes y
doctrina agraria, sea reemplazado por adecuado o inadecuado, respectivamente.
Ahora bien: partiendo de la base de que lo adecuado es todo aquello que se acomoda a
ciertas condiciones, lo acomodado a su objeto y trasladando este significado al Derecho
Agrario, tenemos que lo acomodado a su objeto es la producción de los recursos naturales
renovables, condicionada esa producción a las modernas técnicas agrarias, al objetivo de
mayores y mejores sistemas de explotación de la propiedad agraria. Implica a su vez que la
deficiente técnica y sistema empleado va en detrimento del recurso natural, de su
conservación y de un mayor bienestar socioeconómico agrario.
Dar las bases de una explotación adecuada por parte del Estado consiste en llevar a la
práctica una eficiente tarea de información, asesoramiento técnico ampliamente
satisfactorio y disponiendo esencialmente de funcionarios altamente capacitados para tal
evento. Debe estar provisto el Estado de los entes administrativos apropiados para llevar a
buen término esta función, en aras del bien común.
Para tranquilidad del sujeto agrario el productor dispone en la actualidad del organismo
estatal idóneo a que nos referíamos en el párrafo anterior: el I.N.T.A., y pensamos que el
referido organismo es insuficiente únicamente en lo relativo a concretar una apropiada
información y difusión, pero no en lo relativo a un cabal e integral asesoramiento al
productor.
Resumiendo tenemos: por los motivos expuestos precedentemente deben sustituirse los
términos "racionales" e "rracionales", empleados por la doctrina y los principios del
Derecho Agrario y previstos en las leyes agrarias por éstos: adecuada e inadecuada
explotación agropecuaria o actividad agraria.
Ello ocurrió así por cuanto la intervención del Estado en la actividad agraria, como en otras
disciplinas jurídicas, no tenía la injerencia que hoy tiene. La vigencia y respeto al máximo
de la autonomía de la voluntad en épocas pasadas hicieron que tuviera preeminencia la
actividad privada frente a la estatal y esto se tradujo asimismo en el tratamiento de la
conservación de los recursos naturales renovables.
La causa por la cual no fue prevista la explotación inadecuada en normas jurídicas agrarias
con anterioridad a 1948 se debió a que el Estado, reaccionando frente a los sistemas
Jurídicos agrarios vigentes hasta la sanción de la ley 11.170 debió contemplar y rescatar a
los productores agropecuarios, en base a la auto defensa del propio sujeto agrario, del caos
en el cual se vieron sumidos éstos, situación que hemos analizado en el punto 1 del capítulo
VI, al que nos remitimos.
Armonizando con esta norma, los principios del Derecho Agrario respecto de la
"conservación o preservación" del recurso natural renovable suelo, consideramos que a
pesar de no incluir expresamente a la degradación, se impone su vigencia como causal de
desalojo contra el arrendatario si éste propone su vigencia como causal de desalojo contra
el arrendatario si éste provocare, con determinada práctica cultural, la degradación del
suelo.
Analizaremos el concepto "degradación", sin perjuicio de su exclusión de la ley 13.246, en
el presente capítulo.
Esta disposición de la ley es aplicable tanto a los arrendatarios, como a los aparceros
agrícolas, ya que a éstos se les concede el uso y goce del predio, al capitalizador de
hacienda —cuando por la explotación sea necesario conferir el uso y goce del predio— art.
37, —a contrario sensu— de la ley 13.246. Les alcanza esta norma a los sujetos agrarios
mencionados (debemos incluir al aparcero pecuario, si se le concede el uso y goce del
inmueble) en virtud de lo dispuesto en el artículo 22 de la ley, al que ya nos hemos referido.
a) Erosión.
Como a través del dispositivo legal agrario es causa de desalojo a favor del arrendador,
hasta el momento de acreditarse el extremo aludido no puede saberse si ha existido o no la
erosión. En el supuesto de que el arrendador no promoviera la acción, sería imposible saber
de la erosión.
b) Degradación.
Para la reglamentación de la ley significa: "la pérdida del equilibrio de las propiedades
físico-químicas del suelo que lo hacen apto para el cultivo originada en prácticas o normas
deficientes» del manejo del suelo, particularmente relacionadas con el régimen hidrológico
del mismo, y para cuya restauración del equilibrio se hace necesario el uso de correctivos
adecuados.. ." (art. 16-b, decreto 8330/63).
Pensamos que en esta instancia existiría una especie de facultades concurrentes, sin tener el
carácter constitucional de nuestra norma rectora máxima. La designamos concurrente en el
sentido de que, si la Nación no toma intervención a los efectos de las labores de
conservación del suelo, por intermedio del "uso de correctivos adecuados", la Provincia se
encontraba autorizada tácitamente a fin de ponerlos en práctica, pero solamente durante el
tiempo que permanezca inactivo el Estado Nacional. Si el Estado Nacional por intermedio
de sus órganos competentes se abocara al estudio y realización de las referidas tareas, la
Provincia tendría que suspender su actividad.
c) Agotamiento.
Este tema asimismo ha sido reglamentado en el artículo 16 del decreto 8550/65 ya que dice:
"c) Agotamiento: A la pérdida de la capacidad productiva intrínseca del suelo como
consecuencia de su explotación y que sólo puede recuperarse restituyéndole los elementos
perdidos..".
Otra circunstancia que contribuye al agotamiento del suelo es la falta de rotación de los
cultivos, ya que cuando un predio es apropiado para uno en especial, debe realizarse en una
determinada ubicación en la primera cosecha; la segunda hacerse en otro sitio del fundo y
en el lugar en donde se efectivizó el cultivo materia del contrato sembrar otro y así en
forma sucesiva.
La segunda parte del artículo 8°, conforme al nuevo texto introducido por la ley 22.298,
dice que: "El arrendador podrá (. . .) solicitar judicialmente el cese de la actividad
prohibida".
Creemos que previamente la parte interesada tendría que denunciar el hecho a la autoridad
administrativa competente, que funcionaría como instancia obligatoria previa a cualquier
acción judicial. Esta denuncia traería como consecuencia una inspección o constatación, la
que concluiría sobre la existencia o inexistencia de la explotación inadecuada, por parte del
sujeto agrario.
Veremos en el punto siguiente los efectos y acciones de las partes contratantes en los dos
supuestos viables: 1) que no se haya producido la erosión, degradación o agotamiento, o 2)
que éstas se hubieran ya producido.
En el caso de esta norma la autoridad competente fijará las condiciones en que deba
continuarse la actividad agraria.
3. Acciones en caso de haberse producido la explotación inadecuada.
Rescisión del contrato. Daños y Perjuicios.
Aquí la situación es distinta a la del punto anterior por cuanto de haberse realizado una
actividad agraria en forma inadecuada, ello ocasionaría la erosión o agotamiento del
recurso natural suelo, materia del contrato.
El artículo 8°, segundo párrafo de la ley 15.246, texto conforme con la derogación-
sustituyente del artículo 1° de la ley
22.298, dice que: "En caso de violarse esta prohibición por parte del arrendatario, el
arrendador podrá rescindir el contrato"
a) Rescisión del contrato. Es una facultad que el nuevo dispositivo legal confiere al
arrendador en el supuesto que, usando el arrendatario de una técnica cultural inapropiada
para la explotación, ocasiona un perjuicio al arrendador de índole gratuita, no teniendo
obligación alguna de permitir o soportar.
A su vez, el propietario del predio tiene la obligación de realizar por todos los medios de
que disponga a su alcance, para la conservación o la preservación del recurso natural. En la
hipótesis es el arrendatario, que con su producto activa y produce la erosión o el
agotamiento del inmueble rural, se lo debe sancionar con la rescisión del contrato y con los
efectos posteriores del desalojo.
En síntesis diremos que esta opción a favor del arrendador consiste en solicitar: a) la
rescisión del contrato, o b) el cese de la actividad prohibida.
Con ambas opciones el arrendador podrá iniciar acción judicial por daños y perjuicios.
Tal derecho surge del mismo artículo 8° segundo párrafo in fine, de la ley 15.246-22.298 al
decir: "Pudiendo reclamar en ambos casos los daños y perjuicios".
El reclamo de los daños y perjuicios constituye, a favor del arrendador, una tercera opción,
disponiendo legalmente de varias alternativas:
d) Cuarta opción: Con la tercera opción, reclamar el daño y el perjuicio ocasionados. La ley
no permite demandar únicamente los daños y perjuicios que pudiera haber producido el
arrendatario.
Se introduce a la parte final del texto del artículo 8°, el caso fortuito, suprimiéndosela
"facultándose con la reforma a cualquiera de los sujetos de la relación jurídica agraria, a
considerar rescindido el contrato".
En el texto anterior, únicamente el arrendador podía hacerlo, "por hechos de fuerza mayor o
por culpa o negligencia del arrendatario" (art. 8°, in fine, ley 13.246).
La ley en este artículo 8° receptúa uno de los principios del Derecho Agrario el de
"conservar o preservar los recursos naturales renovables", en este caso el suelo.
Hemos hecho mención en varias oportunidades a uno de los objetivos del Derecho Agrario
que consiste en la conservación del recurso natural, siendo evidente que el suelo es el
recurso natural por excelencia y el principal.
Teniendo en cuenta lo que dejamos expuesto en el párrafo anterior, las provincias han
dictado disposiciones legales cuyo único objetivo ha sido la conservación del recurso
natural suelo.
La referida ley data de 1955, declarando el interés público en esta materia, otorgando
determinadas facultades al P. E. provincial tendientes a la conservación del suelo.
Determina la ley una obligación para el arrendatario, el arrendador o el tenedor u ocupante
del suelo, una contribución del 50 % de los gastos que demande la conservación del suelo o
sea contra la erosión y asimismo del médano.
Son declaradas de orden público las disposiciones de este dispositivo legal (art. 12).
La Provincia de Santa Fe sancionó el decreto-ley 2008/58, ratificado por la ley 4871. La ley
declara obligatoria en toda 1a provincia la lucha contra la erosión. Crea una Junta Central
de Lucha en la ciudad de Santa Fe, presidida por el Ministro de Agricultura y Ganadería
provincial. Este podrá designar otra persona. La representación es mixta: oficial y por las
entidades agrarias y ganaderas. Queda prohibida por la ley la quema del rastrojo, como
medida preventiva de la conservación del suelo.
La primera ley que trata expresamente la conservación del suelo es el Código Rural, ley
7616 de 1970, artículos 47 al 57. Declara de interés público la conservación del suelo
agrícola. El P. E. provincial queda autorizado a cumplir con los especiales objetivos que
son:
a) Establecer cuáles son las regiones de suelos erosionados, degradados o agotados para
aplicárseles disposiciones especiales.
c) Establecer formas técnicas o prácticas que deberán tener en cuenta los titulares de los
predios al realizar las actividades agrarias de distinta índole y la forma de sancionar a los
contraventores.
d) Se formarán grupos voluntarios integrados por productores, a fin de conservar los suelos.
Las otras provincias no mencionadas en el párrafo anterior y que han sancionado leyes
tendientes a la conservación de los suelos son las que enumeramos: Catamarca: decreto
1155/44 y la actual ley 2480/72; Córdoba: ley 4186/49, denominada de bosques y suelos;
Chubut: La constitución determina en el artículo 71, que se dictarán leyes tendientes a la
conservación y mejoramiento de los suelos; Misiones: ley no 9/55, ley de conservación de
los suelos, de igual tenor a la de La Pampa, con algunas variantes; Río Negro: ley 200, por
la que crea un organismo tendiente a llevar a cabo la responsabilidad de la colonización del
Valle inferior de Río Negro. La constitución declara que la explotación deberá ser
"Racional" (para nosotros adecuada); Santa Cruz: ley 299/60, respecto de la conservación
del suelo y aprovechamiento de los recursos naturales; Santiago del Estero: ley 2852/59
trata el tema que venimos estudiando.
1. Formalidades.
Los contratos deben ser realizados de acuerdo con determinadas formas que prescribe la ley
13.246. Y desde ya adelantamos que esta formalidad no es ad-solemnitatem, sino ad-proba-
tionem.
El artículo 40 de la ley 13.246 texto según ley 22.298 impone esta obligación de que
estamos dando cuenta al decir en su primera parte que "Los contratos a que se refiere la
presente ley, deberán redactarse por escrito".
Esta obligación de la ley como lo decimos precedentemente, tiende a dar seguridad a las
convenciones agrarias contractuales, ya que actos de la importancia como lo son los
contratos de arrendamiento, aparcería y mediería, que posibilitan al sujeto agrario llevar a
cabo una determinada actividad agraria, cuyo objetivo final es de carácter nacional y social,
deben estar provistos de un mínimo de garantías, tal como lo es la escritura del acto.
b) Forma del contrato. Los contratos que venimos estudiando, debían redactarse en forma
de acta. El artículo 40 entonces vigente de la ley 13.246 decía que deben serlo "en los
casos, con las formalidades... que la misma prescriba". Es decir que la ley sentaba las bases,
y todo lo demás lo dejaba librado a la reglamentación.
Esto significaba que ambas partes debían necesariamente comparecer a suscribir el
contrato, por sí o por apoderado con mandato especial.
La reglamentación (decreto 8350/63) en el artículo 55 aclaraba cuáles son los Jueces de Paz
competentes que menciona la ley, expresando que se referían al "Juez de Paz de la
localidad donde se halle ubicado el predio", omitiendo aclarar quienes eran los funcionarios
a que se refería el artículo 40 de la ley 15.246.
La ley, al determinar la intervención de los jueces de paz, no hace otra cosa que inclinarse a
ordenar que los contratos deben hacerse ante el Poder Judicial.
Para los contratos celebrados con posterioridad al plazo establecido se debe estar a lo
dispuesto en el artículo 41, lo que analizaremos posteriormente. Hacemos referencia al
mismo término de 90 días que estableció la abrogada reglamentación de la ley 15.246.
La ley 12.842 ya lo había previsto, pero no por la vía reglamentaria, sino en el artículo 40
de dicho dispositivo legal.
g) Precio del arrendamiento, fecha, lugar y forma de pago —por período adelantado o
vencido— y en las aparcerías, proporción en la distribución de los frutos, forma, tiempo y
lugar de entrega de los mismos;
h) Detalle y estado de los aportes de cada parte en las aparcerías y proporción del predio
dedicado a vivienda, pastoreo y huerta;
i) En los contratos de aparcerías agrícolas, precio fijado para el caso de que el arrendatario
hiciera uso de la facultad que le confiere el artículo 9° de la ley 15.246 (esta norma está en
desuso por la derogación del art. 9° por la ley 22,298).
e) Acción de formalización del contrato. Artículo 40, ley 15.246. Sustitución-derogante por
la ley 22.298.
La ley 22.298 refundió en uno los artículos 40 y 41 de la ley 15.246 y así pasó a ser el
actual artículo 40.
En el apartado a) expresamos que el contrato debía redactarse por escrito. Ahora bien; la
circunstancia de no hacerlo por la vía que ordena la ley, no significa la inexistencia de la
convención entre las partes, si ésta puede probarse. Por esta circunstancia el contrato es de
los denominados ad-proba-tionem.
La ley vigente permite en estos supuestos que tanto el arrendador como el arrendatario
exijan la redacción del contrato por escrito en la forma que lo venimos estudiando en los
puntos anteriores. Se refería la ley antes de la 22.298 al arrendatario, pero entendemos
nosotros que por la aplicación de las distintas normas vigentes, están comprendidos los
aparceros, medieros y capitalizadores.
A esta exigencia (cuando se concedía el uso y goce del predio) y del arrendador, según el
caso, la denominamos acción de formalización de contrato de arrendamiento, aparcería,
mediería y capitalización de hacienda.
La prueba a que hace mención el artículo "de acuerdo a las disposiciones generales", se
refiere, estando a la opinión de Cozzi, a las propias de esta materia, además de las
prescriptas por el Código Civil.
Coincidimos con el autor citado en el sentido de que la prueba del derecho común es
insuficiente, por cuanto intervienen la de los transportistas, acopladores, etc., certificados
de marca y señal, y ésta es la que para nosotros constituye la prueba agraria.
Con relación a las partes tendría que probarse el contenido del contrato y las firmas insertas
en el instrumento.
Puede ocurrir que la relación jurídica agraria no haya sido asentada en el protocolo del
escribano, pero se hayan certificado las firmas de las partes. En este caso el contrato surte
efecto entre los contratantes, pero no frente a terceros.
2. Prueba.
a) Entre las partes. La existencia de la convención entre las partes puede probarse, aun sin
la formalidad dada por el escrito del contrato. Para acreditar entre las partes el contrato es
suficiente que se acuda a los distintos elementos probatorios. Aquí no es necesario que la
relación agraria tenga efecto ergaommes. Se requiere solamente que las pruebas de que
pueda disponer una de ellas sea oponible a la otra, en el supuesto de que el contrato, sea
desconocido, ya se trate de arrendamiento, aparcería o mediería y capitalización de
hacienda.
Esta situación origina las acciones previstas en el artículo 40, segundo párrafo, de la ley que
hemos tratado en el punto anterior al cual nos remitimos.
c) Inscripción del contrato. Sus efectos. En el punto anterior nos referimos a la prueba del
contrato frente a terceros.
El sustituido-derogado artículo 40 de la ley 13.246, cuya parte pertinente decía: "Los
contratos de arrendamiento y los de aparcería en los que se conceda el uso y goce del
predio deberán, además, ser obligatoriamente inscriptos en el Registro imnorán biliario de
la jurisdicción territorial respectiva, por el arrendador o aparcero dador, sin perjuicio del
derecho que se reconoce al arrendatario o aparcero por su parte directamente esa
inscripción".
Estando creada la jurisdicción agraria y siendo competente para todas las acciones agrarias
el Tribunal del Trabajo en Función de la Jurisdicción Agraria en la Provincia de Buenos
Aires, serían competentes para intervenir en la certificación de las firmas, dichos
Tribunales.
En el supuesto de que no estuvieran certificadas las firmas de las partes, quien pretenda
proceder a la inscripción deberá presentarse al juez agrario competente a la ubicación del
inmueble, a los efectos de que, por medio de información sumaria a producir, se resuelva
sobre la autenticidad de la firma, del arrendatario o del arrendador, según fueren los casos.
1. Formalidades.
a) Redacción por escrito y forma del contrato. Los contratos celebrados y estudiados en esta
segunda parte del capítulo, deben realizarse de la misma manera que los agrícolas,
guardando idéntica forma que los ya analizados.
Se aplican aquí las mismas formalidades que las previstas en el artículo 40 de la ley 15.246-
22.298 y artículo 53 (plazo de celebración y 54 del decreto reglamentario 8330/63 y que
por brevedad no reproducimos, remitiéndonos al apartado A) en todo lo que no analicemos
en este punto.
La circunstancia de que por aplicación del artículo 37 segunda parte de la ley 13.246 regirá
el plazo que las partes acuerden, no es obstáculo para que los contratos de aparcería y
medierías pecuarias dejen de celebrarse (redactarse) por escrito, dando cumplimiento a
formas previstas en la reglamentación.
2. Prueba.
a) Entre las partes. El contrato pecuario puede acreditarse por todos los medios probatorios,
teniendo preferencia los agrarios y supletoriamente en forma condicionada los comunes.
Nos remitimos al apartado anterior.
Otra interpretación no cabe, porque la circunstancia de no haberse dado el uso y goce del
inmueble rural, no puede ser causa de desalojo en el supuesto de venta del predio, ya que el
comprador en este supuesto sería un tercero respecto de las partes intervinientes en la
celebración del contrato pecuario agrario.
En estos casos las firmas de las partes ya se encuentran certificadas, por haberse celebrado
ante escribano público o funcionario competente, según los casos.
Aplicando los extremos legales, la simple enajenación del inmueble rural, consignándose
que la venta se realiza libre de ocupantes, daría derecho al comprador a iniciar Juicio de
desalojo por estar ocupado el predio.
CAPITULO DECIMOTERCERO
CONTRATOS PECUARIOS ESPECIALES
I. Capitalización de Hacienda
1. Generalidades.
Esta clase de relaciones agrarias ha tenido gran difusión en la campaña argentina. Quien es
titular de semovientes y no dispone de un predio se une a aquel que lo detenta en forma
legal.
La causa de la celebración de estas convenciones agrarias se debe por una parte a que el
titular de semovientes no dispone de un predio rural y, por otra parte, el que detenta el
predio es generalmente persona idónea en el cuidado, cría y engorde de hacienda, ya que la
profesionalidad y habitualidad se tiene muy en cuenta en esta clase de contratos.
La frecuencia con que se da este tipo de convenciones nos hace pensar que en la práctica
del campo va desplazando o ha desplazado en gran parte al clásico contrato de
arrendamiento c al de aparcería propiamente dicho.
2. Definición.
La capitalización de hacienda ha sido definida diciendo que es aquella "en que una de las
partes, propietario o arrendatario de un predio recibe de la otra parte una determinada
cantidad de ganado con el objeto de engordarlo y repartir luego el mayor valor que la
hacienda adquiere"
3. Naturaleza jurídica.
Es de carácter autónomo por ser una variación del contrato de aparcería pecuaria del cual se
diferencia por lo siguiente:
a) La aparcería pecuaria tiene por finalidad los frutos y productos de los semovientes
(crías); la capitalización de hacienda tiene por objeto el mayor valor de la hacienda
obtenida en la comercialización.
4. Objeto y caracteres.
d) Una de las partes debe necesariamente disponer de un inmueble agrario el cual detenta
legalmente.
e) El capitalizador debe ser un sujeto agrario idóneo para realizar la actividad del cuidado,
conservación, crianza y engorde de los semovientes.
j) Los usos y costumbres agrarias de la zona tienen un papel importante en este tipo de
relaciones jurídicas, en forma especial con respecto al término del contrato.
k) Por ser un contrato agrario no interviene la especulación tal como sucede en el Derecho
Comercial propiamente dicho, no significando ello que ambas partes no traten de obtener
los mejores precios posibles en la comercialización de la hacienda.
Integran el objeto del contrato los semovientes, sin los cuales no se podría formalizar esta
clase de relación jurídica agraria. El predio, asimismo, es parte del objeto del contrato, pero
lo es en forma complementaria, ya que se puede disponer de un predio rural y aun así sin la
disposición de los semovientes no se podrá constituir este tipo de contrato agrario.
5. Contenido.
Si no fuera así, sería un acto jurídico agrario falto de contenido y carente de efectos entre
las partes.
En el supuesto caso de que las partes convengan la no enajenación de los semovientes o por
un hecho fortuito no pueda precederse a la comercialización de la hacienda, desaparece el
contenido del contrato y éste dejaría de ser de capitalización de hacienda.
Si bien es cierto que a este contrato lo normatiza la ley debía agregarse un artículo expreso
que se refiera a la capitalización de hacienda.
Debió contemplarse, por ejemplo, que en el supuesto de que exista cría, las partes deberán
convenir si éstas se engrosan al lote de hacienda a capitalizar o si los sujetos de la relación
agraria son condóminos de las crías. Más bien serían de propiedad del titular de los
semovientes.
En todos lo demás sería viable aplicar los dispositivos legales de las aparcerías pecuarias.
Reiteramos una vez más lo dicho en varios acápites de esta obra, que todos estos supuestos
o tópicos deben ser contemplados en un Código Agrario Nacional, de una necesidad
permanente.
Dice la parte que nos interesa del artículo 34 de la ley 13.246: "Cuando la cosa dada en
aparcería... fuese solamente animales,.. las utilidades se reparten por mitades entre las
partes, salvo estipulación o uso contrario".
4 La bastardilla es nuestra.
Las utilidades de que da cuenta el artículo no son otras que las obtenidas en la
comercialización de la hacienda ya capitalizada.
Si bien la capitalización de hacienda se rige por el Capítulo II de la ley 13.246 (de las
aparcerías pecuarias) la prohibición que prescribe el articulo 56 es de aplicación
únicamente para los contratos de aparcerías rurales.
El artículo 36 se aplica con los alcances que hemos señalado en el apartado anterior.
2) La entrega de los semovientes debe ser sin vicios redhibitorios y no siendo así debe
suplantarlos por otros de las mismas características que las que hubieran consignado en el
contrato.
Y, en general —como en los casos anteriores— nos remitimos a las obligaciones del dador
en las aparcerías pecuarias.
3) Hacer saber al dador-capitalizador a quién enajenó los semovientes a fin de que otorgue
la documentación necesaria al adquirente.
Reiteramos, como lo que venimos diciendo en los puntos anteriores, que son de aplicación
las normas previstas en la ley 33.246 para las aparcerías pecuarias.
Por tratarse de una relación jurídica agraria comprendida en la ley 13.246, es de aplicación
también el artículo 40, en especial la parte in fine del dispositivo legal y es materia de
inscripción en el Registro de la Propiedad si las partes lo convienen, atento lo normado en
el artículo 22 de la ley 13.2465.
1. Concepto general.
Este es un verdadero contrato agrario con características propias, que surge de las
costumbres y necesidades de la campaña y de la ley y si lo incluimos en las disposiciones
del Código Civil se debilita la autonomía del Derecho Agrario.
Los contratos de pastoreo son los destinados a la alimentación, engorde y manutención del
ganado y tienen un tratamiento especial en nuestra legislación rural. Es decir que se los
contempla, se los define, pero tales contratos no se encuentran amparados por la ley agraria.
El contrato de pastoreo es celebrado cuando existen sequías en determinadas zonas,
siéndoles necesario a los propietarios de los animales la obtención de un predio para su
manutención, para aquellos que se dedican, además de la actividad agrícola, a la
explotación ganadera. Asimismo se dan estos contratos en los supuestos de inundaciones de
la zona, por causas de fuerza mayor u otra circunstancia.
2. Definición.
Vivanco define el contrato de pastoreo diciendo que "es una relación jurídica agraria
contractual por virtud de la cual un sujeto cede a otro la tenencia de un predio o fundo rural,
por un plazo determinado y con el fin de que se lo destine al aprovechamiento pecuario en
la forma de pastoreo y mediante el pago de un precio cierto en dinero".
3. Naturaleza jurídica.
4. Caracteres y contenido.
2°) Contenido. De la propia relación agraria surge el contenido del contrato, el que está
representado por los siguientes elementos y les alcanzan los caracteres generales de los
contratos agrarios:
a) El sujeto agrario que es la persona que solicita a la otra parte el uso y goce de un predio
rural. Este es el sujeto principal de la convención y el otro sujeto es el que detenta
legalmente el predio.
b) El objeto de la relación agraria se desdobla en dos, siendo uno principal y otro accesorio:
A) El objeto principal del contrato consiste en el pastoreo de los semovientes a cuyo efecto
el co-contratante cede el uso y goce del predio.
Consideramos que éste es el objeto accesorio, por cuanto si el predio no tuviera la hierba,
por más precio elevado o exorbitante que se pretendiera abonar no podría formalizarse la
relación Jurídica agraria de pastoreo, precisamente por no disponer del pasto necesario para
tales fines.
c) El vínculo jurídico que nace en el momento mismo en que las partes prestan su
conformidad para la celebración del contrato de pastoreo, o sea el nexo jurídico que origina
derechos y obligaciones recíprocas, es decir prestaciones que ambas partes deben cumplir.
La ley 13.246 excluye del amparo de sus disposiciones al contrato de pastoreo, pero a pesar
de ello lo define por la vía de la exclusión.
Dice el artículo 39, inciso b) de la ley 13.246: "Quedan excluidos de las disposiciones de
esta ley:, ..".
b) De los contratos en virtud de los cuales se concede el uso y goce de un predio con
destino exclusivo para pastoreo, celebrados por un plazo no mayor de un año".
Esta norma tiene sus antecedentes en la ley 11.627 y considerando el contrato de pastoreo
desde el punto de vista de la evolución legislativa hubimos de expresar que "durante la
vigencia de la ley 11.627 se hacía mención a los contratos celebrados exclusivamente para
pastoreo y por un breve término, sin precisar en qué consistía el pastoreo y qué tiempo
debía considerarse breve.
Con la sanción de la ley 15.246, si bien quedaron excluidos de la misma ya que los
considera de carácter accidental, se precisó su concepto, se legisló este contrato con
características propias.
El tercer período es el de la formalidad de este tipo de contrato. Deben hacerse por escrito,
en doble ejemplar e inscribirse en un Registro Especial que llevará el Ministerio de
Agricultura y Ganadería de la Nación".
La accidentalidad se da por los propios caracteres y contenido del contrato de pastoreo y
por las características generales de los contratos agrarios, lo que hemos visto en el Capítulo
3°.
La ley debió legislar estos contratos ya que por su naturaleza Jurídica se asemejan a los de
arrendamiento.
Casos de renovaciones y prórroga de los contratos. La ley se refiere al tema del epígrafe
considerado, tanto para los contratos de pastoreo como para tos accidentales por cosecha,
pues en el supuesto de "prórroga o renovación entre las mismas parles y sobre el mismo
predio mediante la cual se totalicen plazos mayores de los establecidos en el presente
artículo o cuando el tenedor del predio, previa notificación formal al propietario, lo
conserve por un plazo superior al pactado sin oposición documentada de éste, dentro del
término de treinta (30) días de su vencimiento, se considerará al contrato incluido en las
disposiciones de esta ley. En caso de una nueva contratación entre las mismas partes sobre
el mismo predio, se considerará al nuevo contrato incluido en las disposiciones de esta ley,
siempre que no haya transcurrido, por lo menos, el término de un año desde el vencimiento
del anterior contrato".
El artículo 1° de la ley 22.298 sustituyó del artículo 59 de la ley 15.246 la frase del "mismo
predio" por la de "misma superficie", referente a la prórroga o renovación del contrato.
Es decir que, dándose todos los supuestos de la ley previstos en el artículo 59, pero no
excluyendo igual o misma superficie que en el contrato anterior, estaría la convención
agraria excluida de la ley de arrendamiento.
El artículo 50 del decreto reglamentario 8550/65 va más allá de la ley al establecer que el
arrendador, en los supuestos que permita, autorice, consienta o imponga al arrendatario que
realice cualquier clase de trabajos culturales que sean utilizables para la explotación
agrícola, a pesar de ser contratos de pastoreo, quedarán incluidos en la ley.
6. Régimen de la ley 21.452. Fundamentos del proyecto.
Hemos dicho ya que los contratos de pastoreo, al igual que los agrícolas por cosechas, son
ambos contratos accidentales.
Las mismas advertencias que formulamos al hablar de la tácita reconducción son dables
aquí, pero con mayor amplitud.
Serían para el proyecto contratos accidentales los que tuvieran como finalidad el acuerdo de
una o hasta dos cosechas como máximo.
Hemos dicho ya que los contratos de pastoreo, al igual que los agrícolas por cosechas, son
ambos contratos accidentales.
Las mismas advertencias que formulamos al hablar de la tácita reconducción son dables
aquí, pero con mayor amplitud.
Serían para el proyecto contratos accidentales los que tuvieran como finalidad el acuerdo de
una o hasta dos cosechas como máximo.
7. Orden público agrario en los contratos de pastoreo.
La libre voluntad de las partes tiene lugar y debe respetársela si se toma en cuenta el poder
receptivo por hectáreas del predio.
Hemos dicho en párrafos anteriores que la aplicación lisa y llana del Código Civil
constituye el debilitamiento de la autonomía del Derecho Agrario.
3) Cumplir con las reglamentaciones agrarias y respetar los usos y costumbres sobre
pastoreo que rijan en la zona.
Esta inscripción impuesta en el párrafo 4° del artículo 39 de la ley 13.246 lo era previa
calificación y homologación efectuada por la autoridad Judicial competente, la que podía
ser solicitada a pedido de parte.
La inscripción quedó derogada por la ley 22.298. Lo relacionado con el desalojo del predio,
vencido el plazo del contrato de pastoreo, lo veremos en el Capítulo en que tratamos la
Jurisdicción Agraria.
Con relación a la parte in fine del artículo 39 de la ley 13.246, expresamos en otra
oportunidad que "para el caso de presentarse a los organismos calificantes, dentro de los
últimos 15 días al vencimiento del contrato no resolviéndose al respecto, se considerará al
convenio como accidental de pastoreo, pudiéndose ejercer la acción de desalojo. Ello
constituirá un problema, ya que a pesar de haberlo designado las partes como pastoreo, por
sus características podría ser un clásico contrato de arrendamiento o aparcería y estar en
consecuencia incluido en las normas de la ley 13.246 por el término de cinco años o
extenderse hasta ocho, según los casos.
En todo lo demás nos remitimos al capítulo contratos accidentales por cosecha, apartado c).
1. Generalidades.
Los contratos de pasturaje o pastaje se convienen por las mismas causas que los de
pastoreo, o sea por escasez de pastos provocados por sequías y en general para permitir al
propietario la mantención de su ganado.
Al igual que los de pastoreo, son verdaderos contratos agrarios con características y objeto
propio, desarrollándose en la campaña de acuerdo a los usos y costumbres del campo.
Vivanco denomina a esta clase de relación agraria de pasturaje, en virtud de que, el término
pastaje no se encuentra incluido en el Diccionario de la Real Academia Española 15 y lo
define diciendo que "es una relación jurídica agraria en la cual un sujeto conviene con otro
el derecho de pastar su ganado o animales en un predio o fundo ajeno por un plazo de días,
meses o años, y mediante el pago de un precio estipulado por animal".
Hemos expresado en otra oportunidad que "es importante aclarar aquí que no se debe
confundir el contrato de pastoreo con el de pastaje o llamado también de pasturaje. Este
tiene lugar cuando el propietario del campo permite la entrada de hacienda o semovientes
de propiedad de un tercero, a fin de que los animales se alimenten (pasten) de los pastos del
predio, percibiendo una suma de dinero diaria, mensual o anual por cada cabeza que entre y
sin otorgar el uso y goce del predio, o sea la tenencia del mismo. El propietario de los
vientres tiene amplia facultad para el cuidado de su hacienda, debiéndole permitir el dueño
del predio el libre acceso a los efectos de cumplir con sus objetivos.
3. Caracteres y contenido.
a) Caracteres. Se caracteriza por ser una relación Jurídica agraria coadyuvante para la
actividad agraria. Su objetivo es la alimentación o engorde del ganado al cual se debe
recurrir por falta de pastos en determinado momento, siendo necesario indicar el número de
animales que ingresarán a pasturar.
1) Los sujetos agrarios o partes contratantes. Por un lado el propietario de los semovientes y
por el otro el propietario del predio rural.
2) El objeto. Este consiste en la hierba de que disponga el campo sin la cual no puede
celebrarse el contrato. Es evidente que el campo Íntegra el objeto contractual por ser el
sustentáculo necesario para la hierba y para los semovientes, no siendo éste el objeto
principal. Asimismo los semovientes constituyen el objeto de la relación agraria.
3) El tercer elemento del contenido lo constituye el vínculo que sirve de base a la relación
Jurídica agraria y que nace desde el mismo momento en que las partes resuelven de común
acuerdo la celebración del contrato. Es la voluntad libremente manifestada por las partes
que origina la interconexión entre ambas con relación a sus respectivos derechos y
obligaciones.
c) El cuidado de los semovientes que están en pastoreo siempre lo es a cargo del tomador a
pastoreo. En el contrato de pasturaje el cuidado de la hacienda puede o no estar a cargo del
titular de los semovientes según se convenga en el contrato.
1) Exigir el uso del predio para que la hacienda pueda ingerir la hierba.
De agotarse totalmente el pasto, el contrato quedará concluido por falta del objeto principal:
La hierba.
4) Responde por los daños y perjuicios que ocasionen los semovientes introducidos en el
predio.
6. Forma y prueba.
La forma del contrato de pastaje debe serlo por escrito, aplicándose en tal sentido el artículo
40 de la ley 13.246, con exclusión únicamente del segundo párrafo de la norma mencionada
e inscribirse en el Registro Especial que lleva la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la
Nación. El registro ha quedado sin efecto por la ley 22.298.
La prueba del contrato debe acreditarse por la escritura del instrumento legal.
7. Régimen legal.
a) Código Civil.
Si el contrato se realiza por escrito se deben consignar todas las circunstancias que las
partes convengan de común acuerdo. Ellas deben ser: el precio, lugar y forma de pago,
plazo contractual, indemnización por daños y perjuicios cuando corresponda, etcétera.
Debemos dejar bien aclarado que el derecho común es de aplicación en última instancia,
después de haber agotado la hermenéutica y aplicación de las leyes análogas.
CAPITULO DECIMOCUARTO
CONTRATOS AGRICOLAS ACCIDENTALES
1. Generalidades.
Debemos aclarar que a pesar de que los contratos de pastoreo y los estudiados aquí son
ambos accidentales, los tratamos por separado —a pesar de que los dos están previstos en el
artículo 59 de la ley 13.246-22.298— por cuanto uno y otro son diferentes en sus objetivos
principales: los de pastoreo son convenidos por la escasez de hierba para alimento y
engorde de hacienda, siendo pecuarios. Los accidentales por cosecha, son siempre agrícolas
—tal su nombre— y su finalidad es el descanso del predio o su preparación para una
actividad agraria determinada.
El contrato accidental se da por necesidades de carácter económico por parte del titular del
dominio inmueble agrario.
Estas necesidades radican en el hecho de que el propietario del predio a fin de hacer
descansar la tierra o en su defecto preparar el suelo para una explotación determinada lo
entregue para que efectúen una cosecha o dos como máximo. Una vez levantados los
cultivos deben hacer entrega del predio a su legítimo dueño.
No siempre los propietarios en las condiciones que hemos indicado celebran contratos
accidentales agrícolas, ya que bien pueden realizar ellos esa tarea del preparado del predio.
Pero a su vez el objeto del contrato es relevante para considerarlo como accidental por
cosecha y coadyuva a ello el plazo que la relación agraria.
4. Caracteres y contenido.
c) El plazo no es fijado libremente por las partes (el relativo al calendario), sino que está
condicionado al número y clase de cultivo que se practicará en el predio.
e) Se dan solamente para el cultivo de cereales clásicos tales como el trigo, lino, girasol,
sorgo, etc. No se dan para aquellos que requieran un tratamiento previo de larga duración,
como por ejemplo los normados en el artículo 45 de la ley 13.246 y asimismo el de la papa,
que agota la tierra, si se reiteran las cosechas.
El contenido de la relación está dado por los comunes a todos los contratos, los que en cada
clase adquieren modalidades propias.
El sujeto está representado por el propietario del inmueble por una parte y por la otra por
quien recibe el predio a fin de realizar el cultivo convenido.
El titular del predio hasta el momento de la celebración del acto jurídico agrario, fue sujeto
agrario si lo explotó directamente. A partir de la suscripción del contrato, por suspender las
tareas agrícolas durante la vigencia de la relación agraria, deja de serlo, en el supuesto de
que sea la única propiedad agraria.
Puede darse la situación inversa en la persona que realizará la explotación. Si ésta se inicia
con la celebración del contrato en la actividad agraria, a partir de ese momento adquiere el
status de sujeto agrario.
El vínculo agrario es la manifestación de voluntad común expresada por las partes con los
efectos y características que hemos estudiado en general en el capítulo tercero y al tratar el
contrato de pastoreo y pastaje o pasturaje.
La primera modificación data de 1957, con la sanción del decreto 2188/57, el cual en el
artículo 1°, entre otros, sustituye el artículo 39 de la ley 13.246 por el nuevo ordenamiento
y permite: "la realización de hasta dos siembras como máximo, ya sea a razón de una por
año o dentro de un mismo año agrícola cuando fuera posible realizarlas sobre la misma
superficie, en cuyo caso el contrato no podrá exceder del plazo necesario para realizar la
cosecha del último cultivo...".
Pero no quedó allí la modificación del mencionado artículo 39 de la ley. En el año 1962 se
sancionó el decreto ley 4314 en virtud del cual: "los contratos accidentales de
arrendamiento para el cultivo de un predio por una sola cosecha, se regirán por las normas
del Código Civil cuando los arrendatarios sean personas jurídicas, sociedades comerciales o
civiles, personas de existencia visible propietarios de otros predios y todos aquellos cuya
forma habitual de trabajar la tierra sea mediante la celebración de contratos accidentales"
(art. 1- dec. 4314/62).
En todo lo demás nos remitimos a lo que dijéramos en el capítulo segundo, apartado II,
ítem R. punto 3.
b) Epoca de vigencia.
Hemos dicho que la nueva ley 21.452 rige desde el 19 de noviembre de 1976. Pero el
dispositivo legal fue sancionado el 5 de noviembre de 1976, y por tal causa y por no indicar
la ley fecha de vigencia, se aplica el artículo 3° del Código Civil.
Por eso pensamos que nunca, y en ningún caso, es de aplicación la ley 21.452, pudiendo
darse, entre otras, las excepciones apuntadas.
a) Por una cosecha. La celebración de contratos accidentales por una sola cosecha fue
contemplada específicamente en el texto original del artículo 39 de la ley 13.246,
considerándose que se encontraba excluida de la ley la concesión del uso y goce de un
predio que fuera destinado por su carácter accidental al cultivo de una sola cosecha.
Existía prórroga cuando el uso y goce del predio se continuaba por explícita o tácita
conformidad del arrendador por un plazo inferior al originariamente convenido. La
renovación consistía en la continuación expresa de ambas partes en continuar el contrato
vencido en idénticas condiciones e igual plazo. Había nueva contratación cuando existiera
alguna modificación "de los elementos sustanciales del contrato" con relación al precio, al
predio o las partes.
El decr. 1659/65, modificatorio del artículo 59 del texto original de la ley 15.246, dispuso
en su art. 6° que: "Las cláusulas del presente decreto-ley son de orden público, quedando
derogadas todas las disposiciones legales que se le opongan". Como consecuencia del texto
transcripto, el decr. 4514/62 ha sido ^bregado y, en consecuencia, está vigente el 1659/65.
El actual art. 59 de la ley 15.246, texto de la ley 21.452, dice: "Quedan excluidos de las
disposiciones de esta ley: a) Los contratos en los que se convenga, por su carácter
accidental, la realización de hasta dos cosechas, como máximo, ya sea en razón de una por
año o dentro de un mismo año agrícola, cuando fuera posible realizarlas sobre la misma
superficie, en cuyo caso el contrato no podrá exceder el plazo necesario para levantar la
cosecha del último cultivos,
En este sentido no ha dejado de ser derecho positivo el texto original del art. 59, la parte, de
la ley 15.246, primera sanción, de 1948. Solamente pensamos que no se lo ha contemplado
expresamente. Aclaramos. Durante la vigencia del texto original de la ley 13.246, el cultivo
de predio por una sola cosecha estaba permitido en forma expresa como contrato excluido
de la ley. La modificación introducida por el decreto 1639/6 J permite implica lamente el
cultivo por una sola cosecha, como contrato excluido de las leyes 13.246/21.452.
Debemos decir también que en alguna oportunidad se celebran estas clases de contratos
para impedir que el arrendatario lo considere incluido en la ley 15.246 y el propietario del
predio pueda disponer de su campo cada vez que se levante la cosecha y así en forma
permanente. Por eso, en estas clases de contratos accidentales, tendría que saberse la real
intención de las partes al celebrarlo y esto es lo más difícil de averiguar.
Eso constituye una variedad de los contratos accidentales celebrados por una cosecha:
finaliza el contrato cuando el arrendatario levanta la cosecha, debiendo hacer entrega del
predio libre de ocupantes o de terceros.
b) Por dos cosechas. El régimen legal permite celebrar contratos accidentales hasta por dos
cosechas, sin que por ello queden incluidos en la ley 15.246 y cuyo texto hemos transcripto
en el punto anterior.
El permitir la realización a razón de una por año es atentatorio para la estabilidad del
productor, ya que el propietario del predio puede usar el derecho normado en el art. 59, inc.
a) de la ley precisamente para violar sus disposiciones y disponer siempre del derecho al
desalojo del sujeto agrario. Y esto no condice con los explícitos principios del art. 1°, parte
2a de la ley 15.246 y correlativamente con el plazo máximo contractual dispuesto por el
art.4.
Como cada una de las cosechas en este supuesto se consideran una por año y también
distintos contratos accidentales por cosecha, se los puede celebrar nuevamente al año
siguiente.
Segundo puesto. Los contratos que comprendan ciclos vegetativos en distinta época y
realizados en forma sucesiva en el mismo predio, estarán incluidos en la ley 13.246 en el
supuesto de repetirse el contrato al año siguiente.
a. Los derechos que asiste al arrendador accidental surgen del instrumento contractual en
primer término, en segundo lugar de aplicar por analogía las leyes agrarias y, por último, de
las normas del Código Civil. Estos derechos consisten en:
2°) Exigir a la contraparte que realice la explotación de acuerdo con los principios del
Derecho Agrario.
3°) Oponerse a cualquier acto que realice el arrendatario que desnaturalice el recurso
natural suelo.
5°) Requerir la devolución del inmueble al vencimiento del plazo de la relación agraria.
6°) Si causare al suelo algún perjuicio por explotarlo inadecuadamente, puede exigirle
indemnización por daños y perjuicios.
Mientras no haya resolución judicial, no hay contrato accidental por cosecha, según
expresáramos en el apartado C de este mismo capítulo.
1°) Conceder el uso y goce del predio en la forma y por el plazo que las partes hayan
convenido.
4°) Recibir el precio del arrendamiento, no existiendo causa legal para rechazarlo.
1°) Disponer del uso y goce del predio en forma pacífica por todo el tiempo contractual.
2°) Exigir del arrendador-accidental que colabore con el 50 % que demande la lucha contra
las plagas y malezas, si así lo recibió al celebrarse el contrato.
4°) Disponer del plazo que le confiere el art. 1° de la ley 15.514 (corresponde art. 29, ley
14.451).
5°) Resolver por sí la ubicación en el predio, que realizará la o las cosechas, según sean por
un año, con las variantes que hemos indicado ya en el punto 1 de este mismo apartado, o
hasta dos como máximo.
1°) Abonar el precio del arriendo en el lugar, forma y época convenidos en el contrato.
4°) Hacer entrega del predio libre de ocupantes al vencimiento de la relación jurídica
agraria.
5°) Abonar la multa del 5 % diario del arrendamiento por cada día de demora en la
devolución del inmueble totalmente desocupado.
9. Reglamentación aplicable.
No todos los contratos accidentales quedarán excluidos de la ley 13.246. Puede suceder que
el propietario y el arrendatario accidental convengan la prórroga o la renovación del
contrato original, dándose distintos supuestos, lo cual está previsto en la ley 21.452, y con
anterioridad en la ley 13.246, al decir que:
"En caso de prórroga o renovación entre las mismas partes y sobre la misma superficie,
mediante la cual se totalicen plazos mayores de los establecidos en el presente artículo. En
caso de una nueva contratación entre las mismas partes sobre el mismo predio. se
considerará el nuevo contrato incluido en las disposiciones de esta ley, siempre que no haya
transcurrido, por lo menos, el término de un año desde el vencimiento del anterior contratos
(art. 39, ley 13.246).
La sustitución del art. 39 de la ley 13.246 por la 21.452, suprimió una situación de hecho
que estaba reconocida jurídicamente, a saber:
El artículo 1°, 2° párrafo, última parte de la ley 21.452 (sustitutivo del art. 39, ley 13.246),
dice que: "... cuando no haya transcurrido por lo menos el término de un (1) año entre el
nuevo contrato y el vencimiento del anterior, se considerará incluido el contrato en las
disposiciones de esta ley".
a) Primer supuesto. De realizarse entre las mismas partes y en cuanto al mismo predio,
siendo el plazo contractual mayor que el dispuesto por la ley 13.246, o sea, por más de dos
cosechas, se encuentran incluidos en su régimen legal.
Caso práctico: Se firma un contrato accidental por una cosecha el 10-7-77, el cual vence al
levantamiento de la cosecha (por disposiciones legales se fijaron estos plazos: cosecha fina:
28-2 y 31-5 para la gruesa, de cada año), estableciéndose el plazo de vencimiento el 31-5-
78.
Hasta pasar un año, el 31-5-79, no puede firmarse un contrato accidental por cosecha, para
quedar excluido de la ley, pero si se firma con anterioridad al 31-5-79, no es contrato
accidental, quedando incluido en la ley de arrendamientos.
El art. primero de la ley 22.298 sustituyó del art. 39 de la ley 15.246 la referencia del
mismo predio por la de misma superficie y respecto a la prórroga o renovación del contrato.
Es decir, que dándose todos los presupuestos de la norma previstos en el arf. 39 de la ley
13.246-22.298, pero no incluyendo igual superficie que en el contrato anterior, estaría la
convención agraria excluida de la ley de arrendamiento.
B) FORMALIDADES
Tanto para los contratos de pastoreo como para los celebrados por cosechas, la ley, al
imponer la obligación de inscripción (art. 39), determinaba la formalidad de estos contratos,
los cuales debían ser celebrados por escrito.
Consideramos que las firmas de los contratantes debían ser certificadas por escribano
público o por el Juez de Paz del lugar de radicación del predio o funcionario responsable de
la secretaría de Agricultura y Ganadería.
La inscripción de los contratos accidentales por cosecha y los de pastoreo, ha quedado sin
efecto por la sustitución-derogatoria impuesta por el art. 1° de la ley 22.298.
2. Calificación y homologación.
Al término del contrato la presentación del instrumento es suficiente título habilitante para
proceder al desalojo del predio juicio que será sustanciado "por el procedimiento de
ejecución de sentencia vigente en la jurisdicción respectiva"; tal lo dispuesto por el art. 39
de la ley 13.246-21.452.
La misma norma determina en los últimos párrafos (art. 39, ley 13.246), que para el caso de
presentarse a los organismos calificadores dentro de los últimos 15 días al vencimiento del
contrato, si no se resuelve al respecto, se considerará al convenio como accidental. Ello
planteará un problema, ya que a pesar de haberlo designado las partes como accidental por
cosecha, por sus características podría ser un clásico contrato de arrendamiento o aparcería,
y estar por tanto incluido en las normas de la ley 13.246 por los términos de cinco años o
extenderse hasta ocho, según los casos. La ley 22.298 los redujo a 3 años.
El título del epígrafe es norma común para todos los contratos accidentales, sean por
cosecha o de pastoreo.
Dice el art. 39 en su parte pertinente: "a pedido de parte impondrá al contratista que no
haya desocupado el predio una multa equivalente al cinco por ciento (5 %) diario del precio
del arrendamiento a favor del propietario".
Tomemos un ejemplo —sin considerar que los números que pondremos sean los reales—
de un predio de 200 has. de extensión, con un arrendamiento de $ 300 por ha., lo que da un
total de $ 60.000 por año.
1°) Total del arrendamiento anual $ 60.000. 2°) 5 % diario s/$ 60.000: $ 3.000.
3°) Treinta días de permanencia en el predio con posterioridad al vencimiento del contrato:
$ 90.000.
4°) La multa sería equivalente al 150 % del total del arrendamiento, o sea un año y medio
del precio del arriendo,
En definitiva esta multa opera como cláusula penal a favor del arrendador.
CAPITULO DECIMOQUINTO
CONTRATOS NO PREVISTOS EN LA LEY 13.246
A) CONTRATOS DE EXPLOTACIÓN DE TAMBO
1. Generalidades.
Este tipo de contratos se celebran preferentemente por razones de ubicación del predio, ya
que la hacienda productora de leche se desarrolla más convenientemente en determinadas
zonas. Pero ello no significa que la proliferación de esta clase de relaciones agrarias no se
dé o pueda darse en otras regiones.
Las empresas que industrializan productos derivados del reino animal, tales como manteca
y quesos de todas clases, se vieron constreñidas a requerir la materia prima —la leche— a
particulares, quienes estaban provistos de los elementos necesarios básicos para ello: tanto
del predio como de la hacienda
Otras veces los particulares disponían únicamente del inmueble rural y convenían con los
sujetos agrarios que aportaban los semovientes, juntamente con los elementos de labranza.
Con la sanción del decreto 3750 la situación jurídica agraria del tambero-mediero cambió
fundamentalmente, lo que veremos en el recurso de este capítulo.
2. Definición.
Ha sido definido este tipo de convención diciendo que "es una especie de aparcería
pecuaria que se configura por la vinculación jurídica entre el propietario del tambo y quien
comparte con él la dirección de la empresa, con aportes o no de implementos y/o
semovientes y con el objetivo de distribuirse los frutos o las utilidades".
El propietario que cede el uso y goce del predio o también los elementos de trabajo se
denomina tambero-cedente y la persona que realiza las tareas tambero.
Del mismo estatuto surge que el sujeto que realiza las tareas se denomina simplemente
"tambero" y no como corrientemente se lo llama "tambero-mediero".
Y decimos esto por cuanto el artículo 1° del decreto 3750/ 46 dice que "se entenderá por
tambero-mediero a los trabajadores que con ésta o cualquier otra denominación, estén a
cargo de la explotación de tambo en participación".
3. Naturaleza jurídica.
En torno a esclarecer la naturaleza jurídica del contrato se han enunciado varias tesis y se
ha sostenido que el determinarla ha sido uno de los temas más controvertidos en nuestro
país, ya que la doctrina se ha dividido en considerar a la explotación de tambo como un
contrato de trabajo o como un contrato agrario privado autónomo, todo lo cual lo veremos
en los apartados siguientes.
a) Doctrina.
1. Contrato de trabajo.
Pérez estima equivocado el método seguido por ciertos autores, que parten de la premisa de
considerar que las partes contratantes están vinculadas por el contrato de aparcería y luego
de elucubrar en argumentaciones doctrinarias, terminan considerando que se trata de un
contrato de sociedad o locación.
Sobre la base del estatuto del tambero, expresa que éste se encuentra obligado a efectuar el
trabajo de ordeñar, cuidar la hacienda y entregar el producido del tambo y que por esa tarea
percibe una participación en concepto de retribución de servicios. Que el tambero debe
realizar las referidas tareas en forma personal y aceptar las órdenes del propietario del
tambo. En esta forma pone de manifiesto que jurídicamente el propietario tiene atribuciones
de mando, lo que no ocurre en el contrato de aparcería pecuaria pura, en la cual el aparcero
es quien dirige la explotación.
1°) El segundo considerando del decreto 5750/46, en cuanto expresa que no obstante la
participación del tambero en el producido de la explotación existe "...una estrecha y
constante situación de dependencia de éste con respecto al propietario". Por ello lo califican
de sui generis.
2°) El empleo hecho por el legislador de los vocablos propios del contrato de trabajo, tales
como trabajador, patrón, retribución de servicios, etc.
3°) La adopción de un sistema muy parecido al del Estatuto del Peón y la fijación taxativa
de causales para determinar la estabilidad del tambero en el trabajo.
4°) Por el carácter intuitu personae que tienen las prestaciones de servicios del tambero.
6°) Surge del decreto 5750/46, que el tambero estará a las órdenes del propietario del
predio.
7°) Se establece en el estatuto a quién debe ser entregada la leche, persona que indica el
propietario.
8°) Porque los artículos 5° y 4° determinan la retribución mínima, la que regirá para todo el
país, independientemente de la voluntad de las partes.
9°) Porque el estatuto del tambero tiene una fisonomía con las características de la relación
de empleo privado, gozando de todas las protecciones sociales.
2. Contrato autónomo.
El otro sector de la doctrina lo considera como un contrato agrario autónomo n por estimar
prima facie que en las relaciones Jurídicas entre las partes, no existe relación de
dependencia o subordinación laboral.
Pérez Llana coincide con la doctrina que considera al contrato de explotación de tambo
excluido de la subordinación que caracteriza a los contratos laborales, considerándolo como
una variedad de la mediería. Expresa que su ubicación en la legislación actual como
contrato de trabajo deberá modificarse.
Concluye el citado autor diciendo que "en la realidad de las relaciones que vinculan al
dueño del tambo con el tambero mediero se configura una especie de aparcería pecuaria,
distinta por lo tanto, al contrato de sociedad y al contrato de trabajo".
Debemos hacer notar que no solamente la doctrina agrarista ha considerado que la relación
Jurídica entre el propietario y el tambero está desprovista de subordinación laboral, sino
que gran parte de autores laborales sostuvieron idéntica posición jurídica. Nosotros, por
nuestra parte, nos enrolamos en la doctrina que caracteriza a las relaciones jurídicas
agrarias entre el propietario y el tambero como autónomas, no constituyendo contrato de
trabajo subordinado alguno por las siguientes razones:
a) Ambos realizan aportes para la explotación del tambo; una parte cede el uso y goce de un
inmueble rural que posea las instalaciones de un tambo y la otra —el tambero— puede
aportar los elementos necesarios a fin de realizar la explotación, en forma personal.
La subordinación laboral está integrada por tres elementos que deben darse en forma
simultánea para que ésta exista y en ausencia de alguno de ellos no hay tal relación de
dependencia laboral. Ellas son: subordinación jurídica, técnica y económica.
Estimamos que este contrato goza de las características de la mediería, en virtud de lo cual
en el contrato de explotación de tambo, tal como lo hemos explicitado precedentemente, el
tambero no se encuentra relacionado con el propietario del inmueble por razones de
subordinación laboral, sino todo lo contrario, es decir por la relación agraria que vincula a
las partes en forma asociativa y cuyo objetivo principal consiste en la explotación de un
tambo, en donde las partes en su medida tienen poder de decisión.
Luego de manifestar nuestra opinión acerca de si existe o no subordinación laboral entre la
vinculación del propietario del predio con el tambero, estamos en condiciones de concretar
la naturaleza jurídica del contrato de explotación de tambo.
Lo adelantamos líneas arriba y lo reiteramos ahora: constituye una relación jurídica agraria
entre sujeto o sujetos agrarios con carácter asociativo, a pesar de que con la sociedad
existen gruesas diferencias que son:
a) En la sociedad los bienes que aportan las partes se transfieren en propiedad al nuevo ente
social.
b) En la explotación tambera ambas partes continúan siendo propietarios de cada uno de sus
bienes, a pesar de que durante el plazo de la relación agraria, tanto una como otra no
pueden disponer de ellos para darles un uso distinto.
Pero tienen de común que los sujetos se relacionan con un ánimo o finalidad común y con
iguales objetivos: distribuir los beneficios obtenidos en la explotación del tambo.
Para concluir podemos afirmar que la explotación de tambo participa de las características
de las aparcerías pecuarias, diferenciándose fundamentalmente, en que en aquéllas se
distribuyen los beneficios obtenidos por los frutos y productos de la explotación pecuaria y
que el aparcero es quien dirige y administra la explotación.
Como las medierías son a su vez una variación de la aparcería pecuaria con algunas
diferencias 19 también se relaciona más directamente con aquélla, porque en ambas las
partes participan de la dirección y administración de la empresa agropecuaria,
b) Jurisprudencia.
Consideró que no puede estimarse lo contrario, ni por el hecho de que los artículos 20, 21 y
22 del Estatuto del tambero-mediero ubiquen a éste bajo las órdenes del propietario del
inmueble en virtud de que la subordinación, tal como es privativa del contrato de trabajo,
no constituye la única nota del mismo, debiéndose complementar con la profesionalidad y
la continuidad. Que por el hecho de usar los artículos 21 y 22 la palabra patrón, la cual se
refiere a quien integra su capital y están a su cargo todos los riesgos de la empresa, en la
especie (tambero-mediero) las ganancias y pérdidas son comunes.
Estimó asimismo el Alto tribunal que por estar contemplados los derechos y obligaciones
en el mismo estatuto, éste establece un sistema propio y por ello, para la indemnización,
debe estarse a las normas del mismo decreto 3750/46, con exclusión del decreto 33.302/45
y no teniendo en consecuencia derecho el tambero mediero al sueldo anual
complementario.
2) Con posterioridad al fallo mencionado en 1), hubo una contramarcha por parte de la
Suprema Corte de Buenos Aires, al estimar el Supremo Tribunal que la relación existente
entre el propietario del tambo y el tambero mediero, constituye un contrato de trabajo
existiendo consecuentemente subordinación jurídica por parte del tambero. Se fundó la
resolución en las siguientes causas:
a) En los considerandos del decreto, en el segundo, se destaca el carácter sui generis, que
sin perjuicio de la participación del tambero mediero, existe subordinación con el
propietario.
b) Invoca la Corte los artículos 20 y 21 del Estatuto del Tambero, de los cuales surge la
subordinación al recibir órdenes del propietario, quien establece los horarios de trabajo, a
quién debe venderse la producción, le provee al tambero de los tarros, le construye los
tinglados para no realizar el trabajo a la intemperie, etcétera.
c) Y por último se basó en que las autoridades de aplicación del decreto 3750/46 lo eran los
Ministerios laborales (en ese entonces Ministerio de Trabajo y Previsión).
3) Continuó el ajetreo con relación al vínculo jurídico que une a las partes. En efecto; en
1955 la Suprema Corte de Buenos Aires, volvió nuevamente a la doctrina originaria a
iniciativa del doctor Ramírez Oronda, estimando que el tambero mediero no es trabajador
subordinado del propietario y, en consecuencia, no debía aplicarse el decreto 33.302, ya
que el propio estatuto agotaba el tema, debiéndose regir en lo que hace a indemnización,
por él.
4) También se expidió el Supremo Tribunal bonaerense con respecto a la competencia de
los Tribunales del Trabajo, en donde ratificando la falta de subordinación laboral que une al
propietario con el tambero, estimó que eran competentes los Tribunales del Trabajo, ya que
el inciso a) del artículo 6 de la ley 5178 supone relación laboral entre las partes, no exige en
cambio dada la generalidad de sus términos que ella tenga las características necesarias
para que el vínculo contractual encuadre en las normas del artículo 154 y siguientes del
Código de Comercio 23.
b) Con la mediería.
5. Caracteres.
c) La actividad del tambero debe ser personal. Además de estar prevista en el decreto
5750/46, constituye uno de sus caracteres.
d) Por lo dicho en el punto anterior, surge claramente que es intuitu personae, en virtud de
que lo que interesa es el trabajo del tambero, precisamente por su idoneidad profesional.
g) Es asociativo, ya que tanto al titular del inmueble como al tambero los une un objetivo
común o sea la explotación del tambo.
Estos son los principales caracteres específicos del contrato de explotación de tambo, amén
de los generales a todos los contratos agrarios y que ya hemos estudiado en el capítulo
tercero.
Los sujetos de la relación jurídica son, por una parte, el propietario del tambo, el cual a su
vez lo es del inmueble.
Pero es del caso que el titular del predio, sin tener instalado un tambo, pero que se preste
para tal explotación, disponiendo de la hacienda necesaria, puede destinarlo para tales fines.
Vemos que la titularidad del tambo pasa a segundo plano. Y es así por cuanto éste puede
ser construido por el tambero, a su cargo, previéndose en tales supuestos todas las
circunstancias en el contrato.
El otro sujeto de la relación jurídica agraria está representado por el tambero mediero o
simplemente tambero. Este es la persona física que se ocupará de la explotación, a cuyo
cargo está la dirección de la empresa pero no en forma absoluta, como ya lo hemos
expresado.
Supongamos que se dieran todos los elementos que integran el objeto del contrato agrario:
el predio, los semovientes incluyendo las instalaciones, pero el objetivo no constituye una
explotación del tambo. Faltando este último elemento podrá tratarse de una aparcería
pecuaria, una mediería, capitalización de hacienda, pero nunca sería un contrato de
explotación de tambo.
Lo que decimos con relación a la finalidad del objeto es algo similar a lo que expusimos al
estudiar el contrato de pasturaje o pastaje, cuando dijimos que el objeto del contrato era la
hierba existente en el campo. Aquí lo constituye la explotación del tambo para la
comercialización de la leche.
c) El tercer elemento integrante del objeto material está representado por los elementos de
trabajo requeridos para el cumplimiento de la relación agraria contractual.
Hemos estudiado en el capítulo tercero los caracteres generales de los contratos agrarios e
integrando el contenido aparece el vínculo jurídico entre las partes.
En el contrato de explotación de tambo está también presente el vínculo Jurídico que une a
las partes, las cuales manifiestan volitivamente su conformidad en el momento de
celebrarse la relación jurídica por virtud de la cual nacen sus recíprocas obligaciones que
constituyen el nexo contractual.
7. Mejoras.
El decreto 5750/46 constituye el estatuto jurídico por el cual se rigen las relaciones
contractuales.
Entre las obligaciones del propietario del predio se menciona en el artículo 12 del decreto
que deberá proveer al tambero de "una casa habitación con dos o más piezas, cocina y
dependencias para la higiene personal", debiendo realizarse de tal manera que exista una
habitación para el matrimonio (siendo el tambero casado) y otra para los hijos de cada sexo.
Además con la suscripción del contrato queda obligado el propietario a proveer las
instalaciones para albergue de peones y "un tinglado o ramada para guardar los elementos
de trabajo" (art. 12, in fine).
Estas obligaciones a cargo del propietario de proveer la población que fuera indicada, amén
de los tinglados dispuestos en el artículo 25, la parte, del estatuto, constituyen para nosotros
verdaderas mejoras mínimas que el propietario debe dotar al predio, las que son
imperativas, de orden público agrario y limitativas de la autonomía de la voluntad.
En este último caso se han visto los campos desprovistos de la más mínima exteriorización
de viviendas o mejoras para cumplir con ese evento.
1°) Proveer de los tarros para el transporte de la leche o crema, en el supuesto de que no
sean provistos por las fábricas o los compradores (art. 25).
2°) Cuando los propietarios dispongan el desnate de la leche de la producción del tambo,
debe proveer de los elementos necesarios para tal fin y de las maquinarias desnatadoras
respectivas (art. 24).
3") Deberá construir las piletas necesarias para el refresco de la leche que se produzca (art.
25, in fine).
4°) Disponer en el tambo de un botiquín de urgencia para la atención del personal que
trabaje en el tambo (art. 26).
5°) Debe proveer de los implementos que nosotros hemos calificado como mejoras
mínimas en el punto anterior (art. 12).
El segundo grupo de las mejoras mínimas consiste en que "los trabajos de ordeño y apoyo
deberán realizarse bajo tinglados que pongan al personal durante el trabajo, a cubierto de la
inclemencia del tiempo. Dichas construcciones deberán ser de cualquier clase de material y
se harán por cuenta exclusiva del propietario del tambo. Estas construcciones deberán
hacerse a más tardar, dentro de los tres años del presente decreto" (art. 25).
Esta enunciación integra la segunda parte del conjunto de las mejoras mínimas de que da
cuenta el decreto como obligaciones imperantes e ineludibles a cargo del propietario.
6°) Conceder al tambero una hectárea del campo en uso y sin cargo alguno para huerta y
crianza de aves. Esta extensión de tierra será alambrada por el tambero y en el lugar que fije
el propietario (art. 13).
b) Del tambero.
Entre las principales obligaciones del tambero merecen citarse las siguientes:
1°) Realizar la explotación en forma directa y personal, no queriéndose expresar con ello
que no pueda valerse de otras personas, que puedan realizarla, siempre que el tambero
vigile, controle y dirija directamente la explotación.
Esta obligación es similar a la del aparcero, siendo intuitu personae y una de las
características de los contratos asociativos.
2°) Estará a su cargo el cuidado y responsabilidad de los semovientes del predio, de las
instalaciones del tambo y de los útiles que usen para realizar la explotación. No aclara el
estatuto si se refieren a bienes de los cuales sea titular el propietario o el tambero.
Pensamos que se refiere directamente a los del propietario del predio, pero que asimismo
comprende los de propiedad del tambero, ya que, durante la vigencia del contrato tiene la
obligación de darles un cuidado expreso, aun siendo de su dominio, por cuanto si no fuera
así podría darse el caso de una explotación deficiente.
3°) Debe estar a su cargo la asistencia médica y farmacéutica a que hace mención el
artículo 18 del Estatuto del Peón 30, (hoy está vigente la ley 22.248).
4°) Poseer un certificado de buena salud, como así también sus peones (ordeñadores que
trabajan a las órdenes del tambero), el que deberá renovarlo cada seis meses. Lo otorgan los
médicos de policía o municipales.
5°) Los peones que trabajen a las órdenes del tambero y quienes son sus dependientes,
deben ser asegurados por los riesgos de sus tareas (seguros para cubrir riesgos).
6°) Si realiza dos ordeños diarios, deberá dejar transcurrir entre uno y otro doce horas.
9. Forma y prueba.
Del texto transcripto surge que puede darse la posibilidad de celebrarse contratos verbales,
si nos atenemos estrictamente al texto de la norma, ya que no tiene carácter imperativo.
Nosotros aplicamos la hermenéutica Jurídica de las leyes análogas, por cuanto la relación
agraria de explotación de tambo la hemos asimilado a la aparcería y más estrictamente a la
mediaría; siendo la norma de la formalización del contrato el artículo40 de la ley 15.246-
22.298 y los correspondientes de la reglamentación, éstas son, asimismo, de aplicación a la
relación agraria que estamos estudiando:
30 Decía el art. 18 del estatuto del peón: "Declárase a cargo del patrono la asistencia
médica y farmacéutica de sus obreros, como complementaria del salario establecido en el
presente estatuto".
1°) Debe celebrarse siempre por escrito, que podría ser ante escribano público.
2°) Inscribirse, además de la exigencia del artículo 28 del estatuto del tambero —lo que
consideramos totalmente improcedente, debiéndoselo modificar— en el Registro
Inmobiliario correspondiente para que tenga efectos contra terceros, conforme con la nueva
redacción del art. 40 de la ley 22.298.
b) El contrato por la circunstancia de tener que celebrara por escrito no constituye un acto
jurídico agrario de carácter solemne, sino que puede acreditarse su existencia por toda clase
de prueba agraria, y con respecto a ella son de aplicación por la vía de la analogía agraria lo
que hemos explicitado en el capítulo respectivo, al cual nos remitimos.
El decreto 3750/46 en el Capítulo VI trata la rescisión del contrato, atento los artículos
29/33.
El incumplimiento del estatuto, ya sea por parte del propietario como del tambero, da lugar
a la resolución del contrato.
a) Por el propietario. A contrario sensu sería el incumplimiento de las obligaciones a cargo
del tambero.
El propietario puede resolver el contrato sin derecho alguno por parte del tambero, ni
indemnización, en los siguientes casos:
"a) Daños intencionales o en los que medie culpa grave, o culpa o negligencia reiterada, en
el ejercido de sus funciones;
"c) Insubordinación, o mala conducta reiterada. En estos casos las indemnizaciones que
haya que pagar a los peones estarán a cargo del tambero-mediero".
Si el tambero fuere despedido deberá entregar de inmediato las haciendas, útiles y enseres
del tambo, quedando obligado a proveer de habitación y cocina a su sustituto, si así le fuera
solicitado por el propietario del predio.
El plazo del desalojo del tambero es de 15 días, vencido los cuales se libra el mandamiento
de desahucio, previo pago de la liquidación resultante del artículo 29, o sea la deuda
garantizada por parte del propietario del campo.
b) Por el tambero. El derecho a la resolución del contrato por el tambero está previsto en el
artículo 33 del decreto 3750/ 46, el cual establece que en el supuesto de rescisión del
contrato sin causa justificada por éste, deberá avisarle al propietario con una antelación de
30 días (un mes dice el art.) y asegurar la continuación de la explotación por sí o por el
tercero. Contrariamente queda obligado a indemnizar al propietario del campo, con una
suma igual al beneficio que hubiera obtenido el propietario del predio durante ese tiempo.
Si este beneficio no pudiera probarse, se considerará equivalente al promedio obtenido
durante los últimos 12 meses "o al total del tiempo de la explotación en común, si fuera
menor de un año".
Si el propietario del campo violara las disposiciones del estatuto, el tambero tiene derecho a
resolver (rescindir dice el decreto) el contrato, debiéndose realizar en este supuesto la
liquidación de la participación que le corresponde al tambero, con el aditamento de las
retribuciones del artículo 11 hasta la entrega del campo.
El contratista aparece en este tipo de explotación por cuanto en esta segunda etapa no es el
titular del dominio del inmueble quien realiza la explotación. El contratista hace
generalmente la tarea juntamente con su núcleo familiar y suscribiendo un convenio con el
propietario.
Así las cosas hasta que en 1946 se dictó en Mendoza el Estatuto de los Contratistas de
Viñas y Frutales, ley que lleva el número 1578.
Se estableció como concepto general que entre el propietario del predio y el contratista
existe una relación de subordinación contractual, debiendo cumplir el contratista con las
órdenes impartidas por el propietario de las plantaciones.
2. Definición.
La ley 22.163 en los artículos 1 y 2 nos da el concepto del contrato y de los sujetos que
intervienen respectivamente en la explotación.
Dice el artículo 1°: "Constituye contrato de explotación de viñas y frutales el que se celebra
entre un viñatero fruticultor y la persona física que sea responsable del cuidado y el cultivo
de un predio plantado con viñas, parras, frutales u olivares, en forma conjunta o separada".
Analizando la norma trascripta fluye sin esfuerzo alguno, que esta relación jurídica agraria
es de carácter autónomo, pudiéndola incluir entre las de carácter asociativo, algo así como
los contratos de aparcería previstos en la ley 13.246, sean agrícolas o pecuarios.
Esta ley es de orden público, legislando respecto de uno de los contratos agrarios, ya que
impone a las provincias, entre otras obligaciones, la forma y manera de cultivar y asimismo
el cuidado del predio materia del contrato. También al fijar la suma mínima, deberá la
autoridad competente de aplicación, tener en cuenta la realidad económica y la aptitud de la
zona o región.
Es evidente que todas estas normas se refieren al principio de la conservación o más bien a
la protección del recurso natural renovable, suelo.
3. Naturaleza jurídica.
Falta la total relación laboral del contratista hacia el propietario del predio, ya que uno de
los elementos de la subordinación, la económica, no se cumplía ampliamente, ya que el
contratista por ley podía aportar alguno de los elementos necesarios para realizar la
explotación. Este es un criterio parecido al que expusimos al estudiar la naturaleza jurídica
del tambero.
Esto significa que el contratista si disponía de algunos útiles de labranza necesarios para la
explotación de viñas y frutales es un sujeto agrario autónomo, el cual, aportando sus
elementos y el propietario el predio, se encuentra en condiciones de concertar un auténtico
contrato que puede ser de aparcería, mediaría. etc.
4. Caracteres y contenido.
1°) Considerando que una de las principales características de este contrato agrario privado,
es la especialidad de la actividad agraria.
2°) Es de una extensión limitada, ya que se conviene únicamente en el supuesto de
explotación de viñas y frutales y por un plazo no mayor de un año agrícola renovable.
3°) Es de los denominados termales y debe celebrarse por escrito. Además deberá
inscribirse en un registro especial.
5°) Tiene obligaciones similares a los contratos de arrendamiento y aparcerías, tal cual es la
conservación del predio y sus mejoras.
6°) Es intuitu personae, ya que existe obligación de trabajo personal del contratista y por su
especialidad en la tarea y sin perjuicio que pueda transformarse con la conformidad del
viñatero-fruticultor.
1°) Con relación al sujeto diremos que éste se desdobla en dos: a) el viñatero-fruticultor; b)
el contratista. Ambos se encuentran definidos en el art. 2° de la ley 22.165, que dice: "Se
considera viñatero-fruticultor a la persona física o ideal que tiene la libre disposición o la
administración del predio a que se hace referencia en el artículo precedente, y contratista a
la persona física que, en forma autónoma, es responsable del cuidado y cultivo del mismo".
2°) Con relación al vínculo jurídico agrario, éste no es de relación laboral agrario, sino
autónomo, o sea sin subordinación contractual.
5. Mejoras.
Estas son las que surgen de las obligaciones a cargo del propietario del predio,
mencionadas en el artículo 11 de la ley 20.589.
Estas obligaciones no son las únicas, ya que a través de su articulado surgen otras.
Las principales mejoras que debe proporcionar el propietario del inmueble —llamémosle
arrendador de viñas y frutales o aparcero dador—, son:
2°) Conceder, cuando así se convenga en el contrato, los elementos mecánicos para realizar
los cultivos.
3°) Proporcionar vivienda adecuada al personal y su familia que trabaje a las órdenes del
contratista. Esta obligación de mejoras es solidaria entre el propietario del inmueble y el
contratista y su familia.
4°) Proveer de agua para el riego en la época en que el contratista se instale en el predio,
solo o con su familia.
1°) Obligaciones. Las principales obligaciones conforme con el art. 8° de la ley son:
c) Entregar al contratista las sumas que correspondan a su participación (ver art. 5°, —inc.
b)—, ley 22.165).
a) Retener de la suma a pagar al contratista del porcentaje (18 %), las retribuciones por las
causales previstas en el art. 8°, incs. g) y h).
a) Realizar el trabajo apropiado para el cuidado y cultivo de las viñas, parras, frutales u
olivares, conforme sean las reglamentaciones y lo convenido por las partes.
d) No ceder el contrato parcialmente o en forma total, sin autorización por escrito de la otra
parte.
e) Asegurar a su personal de acuerdo con las leyes laborales dentro del plazo de 10 días de
la celebración del contrato.
b) Participar en una suma anual fija, que las partes de común acuerdo establecerán al
celebrar el contrato, pagaderas en diez cuotas mensuales y consecutivas a partir de la
iniciación del año agrícola, reajustable a partir del 5° mes, si la condición económica así lo
aconsejara, lo que deberá consignarse en el contrato.
Pensamos que el reajuste indicado en este derecho a favor del contratista lo es también con
relación a la actualización proporcionados por el INDEC, para los precios mayoristas
agropecuarios.
d) Controlar el peso de los productos obtenidos y exigir al co-contratante una constancia del
peso, calidad y variación de los mismos.
III) Obligaciones comunes de las partes. Además de los derechos y obligaciones de cada
parte contratante, tienen obligaciones comunes, que podrían denominárselas obligaciones
recíprocas o compartidas.
Esta consiste en contratar un seguro contra accidentes a favor del contratista respecto de
riesgos de muerte o incapacidad total o parcial.
Los beneficiarios de este seguro será obligatorio, además del contratista, a favor de su
cónyuge y sus hijos. Si no los tuviera podrá designar beneficiarla a cualquier otra persona.
El plazo de este seguro será el de la duración del contrato; su monto mínimo el que fije la
reglamentación de la ley, las partes contratantes y lo que establezca cada provincia
productora.
El seguro deberá ser contratado dentro de los diez días de vigencia de la convención agraria
y el pago estará a cargo de ambas partes por mitades.
Por fin, si hubiera oposición por algún contratante, la otra parte deberá hacerlo, debiendo
notificarle a la contraria; se resarcirá del pago, descontando su importe de la participación
que le corresponda al contratista conforme con el art. 5°, inc. a). Se deduce de lo que
venimos exponiendo que existe una situación diferenciada respecto del contratista, no
dando la ley solución satisfactoria en el supuesto de no cumplir el viñatero-fruticultor con
su obligación.
a) Forma. El contrato deberá celebrarse por escrito ante la autoridad pública. La ley
establece el requisito de la inscripción, que deberá llevar la autoridad pública competente.
Esta inscripción tendrá efectos contra terceros en forma similar al art. 40 de la ley 13.246.
b) Plazo. Establece el art. 4° de la ley 22.163 que el plazo mínimo contractual será de un
año agrícola, prorrogable automáticamente por un año más. Esta próroga automática
continúa sucesivamente hasta que cualquiera de las partes comunicara lo contrario.
El año agrícola está condicionado a la clase de cultivos, o sea vid, frutales, parras u
olivares.
Si debiera realizarse preparados previos del inmueble, el plazo comenzará a contarse desde
el momento en que esté en condiciones de producir o de la fecha de iniciación del referido
preparado del predio, según lo convengan las partes, en el contrato.
c) Prueba. Por ser este contrato ad-probationem, de no cumplirse con la escritura del
contrato, tiene efecto entre las partes, si éstas pudieran acreditarlo. Si se celebrara por
escrito y no se inscribiera, rige para las partes y no frente a terceros, sin perjuicio de
aplicarse las sanciones que pudieran establecer las provincias al reglamentar la ley. En este
supuesto bastaría probar el contenido del contrato y la autenticidad de las firmas.
Para la prueba del contrato que no fue celebrado por escrito, se aplican todos los medios
probatorios en derecho agrario, en la forma que lo vimos en los capítulos anteriores.
1°) A favor del viñatero-fruticultor. Este podrá hacerlo si se dan las siguientes causas:
2°) A favor del contratista. Podrá el contratista rescindir el contrato en los siguientes casos:
a) Falta de entrega por el viñatero-fruticultor de las sumas previstas en el art. 8°, inc. b),
dentro del plazo o plazos establecidos en el contrato.
b) No recibir los elementos o suministros para el cultivo o cuidado del predio, como así
también de los útiles para combatir plagas y enfermedades. Ello deberá acreditarlo por
escrito, que con anterioridad de cinco días emplazó al viñatero-fruticultor.
En ambos casos el contratista recibirá el doble de la suma fijada en el art. 5°, inc. b), en
proporción a la época de la rescisión del contrato y también los beneficios que le
correspondieren de acuerdo con el art. 5°, inc. a), siempre en la misma proporción al tiempo
transcurrido (recordamos que la participación es del 18 %).
En el supuesto de rescisión del contrato de común acuerdo entre las partes con anterioridad
al vencimiento, el contratista percibirá la parte proporcional al tiempo transcurrido hasta la
resolución del contrato, conforme a la participación convenida.}
Sin distinción del vencimiento del contrato, la ley dispone que el contratista deberá hacer
entrega al viñatero-fruticultor de iodos los elementos recibidos: de la casa- habitación, de
las maquinarias y, en general, de todos los útiles de tareas.
Como es lógico, la ley determina que la entrega de la casa- habitación deberá ser libre de
ocupantes.
Será título suficiente para promover la acción judicial, el testimonio del contrato realizado
conforme con el art. 3° de la ley (por escrito, firmado ante autoridad competente e inscripto
en tos registros públicos creados o a crearse) y constancias documentales de la no
renovación o rescisión en su caso del contrato celebrado.
Igual derecho tiene el contratista respecto del viñatero-fruticultor, a fin de reclamarle: a) los
frutos que le correspondan; b) el pago del precio de los frutos; c) hacer efectivo cualquier
crédito proveniente de la ley 22.163 y de las reglamentaciones dictadas por las provincias.
La documentación que deberá acompañarse con la demanda será la misma que vimos en el
caso anterior.
El sujeto agrario para proceder a la realización de la actividad agraria debe disponer, amén
del capital mínimo para tales fines, de una serie de elementos de labranza sin los cuales
sería imposible concretarla.
Por tal causa el productor agropecuario se ha visto impedido en algunos casos de efectuar
las tareas agrícolas productivas con tos resultados positivos deseados, ya que ello insume la
inversión de grandes capitales que deberían aplicarse en función de la actividad agraria y
que el sujeto en la mayoría de los casos no posee, en el supuesto de ser pequeño o mediano
productor.
Es así como comienza a aplicarse esta importante fuente de industrialización, que implica el
mayor rendimiento con el menor esfuerzo.
Estos factores de carácter económico movieron al sujeto agrario para que arbitrara los
medios que permitieran su aplicación en el Derecho Agrario, dando nacimiento a la
utilización de toda variedad de maquinaria agrícola, haciéndose factible una mejor
utilización de los recursos naturales en beneficio del productor y, en última instancia, de la
comunidad en general.
En especial el pequeño y mediano productor debieron optar entre dos circunstancias, que a
la postre abaratarían 35, prima facie, los costos de producción: a) la obtención de créditos
agrarios para el desenvolvimiento de la empresa agraria, es decir la adquisición de semillas,
empleo de abonos, compras de vacunas para semovientes, compra de predios rurales, etc., o
b) desistir de la adquisición de la maquinaria agrícola: sembradora, cosechadora, trilladora,
tractores, etcétera, para que en esta forma pueda darse el supuesto indicado en a) y poder
realizar normalmente la actividad agraria.
Al decidirse el sujeto agrario por la obtención de créditos agrarios, tuvo que obtener los
servicios de la maquinaria agrícola concretando relaciones jurídicas agrarias con otros
sujetos que le permitieran efectivizar las distintas etapas de la producción agropecuaria.
2. Definición.
Se debe intentar con la mayor precisión posible, cuando se incursiona en temas jurídicos
doctrinarios que no han sido ni están legislados en disciplina jurídica alguna, por cuanto, si
el concepto doctrinario se acepta, queda así abierto el camino que nos pueda llevar al
derecho positivo.
Al sujeto que contrata la obra, lo llamamos sujeto pasivo, locatario de obra de maquinaria
agrícola y a la parte que realiza la Obra la denominamos sujeto activo, locador de locación
de obra agraria de maquinaria agrícola. Asimismo el sujeto pasivo de la relación agraria es
el productor agropecuario, el sujeto agrario que realiza la explotación agropecuaria.
El sujeto activo es quien efectúa la obra o tarea técnica encomendada haciendo uso de la
maquinaria agrícola.
3. Naturaleza Jurídica.
No se debe confundir este contrato con la figura jurídica del contratista, el cual realiza la
tarea agraria en calidad de colaborador en la producción agropecuaria en determinado
momento o época de la explotación, vinculándose con el sujeto agrario en forma
subordinada. La circunstancia de poseer el contratista el "elemento máquina", no modifica
la naturaleza jurídica del contrato, ya que es asimilable al peón de campo, al conchabador y
a cualquier otro sujeto que presta servicios en la explotación agropecuaria, ya sea
permanente, como los primeros o accidental en el caso de los conchabadores.
Un elemento que integra la naturaleza jurídica del contrato lo constituye el aspecto técnico
del sujeto que presta el servicio o mejor dicho la obra, por cuanto, de acuerdo a su
capacidad técnica, forma de la tarea a realizar, tratándose de una o de todas las instancias de
la actividad agraria, el sujeto realizador de la obra, para la obtención de un buen resultado
de la misma, necesitará determinada libertad en su trabajo, asumiendo durante ese período
de realización de la actividad, la dirección técnica de la explotación, la cual tiene por
fundamento el contrato, quedando obligado a respetar sus cláusulas.
En síntesis, podemos concretar que la naturaleza jurídica de este contrato consiste en:
Por último consideramos que este contrato debe denominarse doctrinariamente contrato de
locación de obra agraria de utilización de maquinaria agrícola, como consecuencia de su
naturaleza jurídica que hemos tratado.
4. Caracteres y contenido.
a) Caracteres, De lo que dejamos expuesto en párrafos anteriores surgen los caracteres del
contrato en estudio, locación de obra agraria de maquinaria agrícola o también llamado de
utilización de maquinaria agrícola.
Ellos son:
2°) El sujeto agrario contrata una obra o resultado, que tiene lugar por el uso de la
maquinaria agrícola.
3°) Se contrata la obra en virtud de las condiciones técnicas del sujeto realizador tenedor o
titular legítimo de la maquinaria agrícola.
4°) Se trata de un contrato intuitu personae, dado el carácter técnico del sujeto realizador de
la locación de obra agraria.
5°) No existe subordinación laboral agraria, asumiendo el sujeto que efectúa el servicio la
dirección del trabajo técnico contratado realizándolo sobre la base de lo convenido y dentro
del marco de su especialización o profesionalidad.
8°) El sujeto activo debe ser titular o tenedor legítimo de la maquinaria agrícola empleada.
9°) La actividad del sujeto activo (realizador de la obra) debe ser habitual, continuada y
constituir su principal fuente económica de ingresos.
1°) Sujeto agrario. Está integrado por dos sujetos: uno activo y otro pasivo. El sujeto activo
es el ejecutor de la obra con el uso de la maquinaria. Si este sujeto a su vez se vale de
terceras personas para realizar la obra, no deja de ser por ello el sujeto activo, ya que
conserva la responsabilidad directa por la obra que debe efectuar. El sujeto pasivo es el que
contrata la locación de obra agraria, o sea el productor agropecuario.
2°) Objeto agrario. El objeto del contrato lo constituye la obra o el servicio autónomo,
opus, que realizará el sujeto activo de la convención.
Este objeto agrario puede consistir únicamente en la preparación del suelo, la siembra del
predio y, por último, solamente la recolección de la cosecha. Asimismo se puede convenir
la realización de la obra en su conjunto, o sea contratar al sujeto activo para que efectúe las
tres etapas de la producción agrícola: preparación, siembra y recolección, considerándose
que la locación de obra agraria en este caso se estima finiquitada al cumplirse la última
instancia de la tarea agrícola: con la recolección.
5°) Vínculo jurídico agrario. La amalgama de los dos sujetos activo y pasivo, crea el nexo o
unión entre los contratantes. Con el acuerdo libremente manifestado en la celebración del
contrato, nace el vínculo jurídico agrario, dando causa a las distintas obligaciones asumidas
por las partes en el contrato que analizamos, surgiendo correlativamente el derecho que les
asiste.
1. Sujeto pasivo, a) El principal derecho que le asiste al sujeto pasivo consiste en exigir al
otro contratante la realización de la obra convenida. Siendo la contraprestación el pago de
la opus, correlativamente le asiste el derecho de que la obra le sea cumplida en virtud de
haberse obligado o comprometido a ello.
b) SÍ las tareas agrarias realizadas por el sujeto activo produjeran la desnaturalización del
recurso natural por ser deficiente el trabajo realizado, le asiste el derecho al sujeto pasivo de
impedir la continuación de la obra, en la forma efectuada hasta entonces, para lo cual puede
ser asistido o asesorado por algún ente agrario oficial, como podría ser el I.N.T.A.
d) En caso de incumplimiento de la obra agraria convenida por parte del sujeto activo, el
sujeto pasivo puede demandar la rescisión del contrato y los daños y perjuicios
ocasionados.
2. Sujeto activo, a) El sujeto activo queda facultado por derecho a exigir al sujeto pasivo el
pago de la obra realizada al finalizarla si no se ha establecido el plazo en el contrato o en
las épocas y términos previstos en la convención jurídica agraria.
b) Por las características técnicas que reviste el sujeto activo, tiene amplia facultad de
efectuar la obra, según sean sus conocimientos técnicos, siempre que la tarea así realizada
no originara la desnaturalización del recurso natural.
d) Insumir la ejecución de la obra el tiempo necesario según los usos y costumbres vigentes
en la zona, sin que ello implique extralimitarse en su función y de acuerdo con las cláusulas
contractuales.
e) Aceptar una inspección final de que constare la bondad del trabajo materia del contrato,
sin perjuicio de haberse venido en cuenta el carácter intuiíu personae del sujeto activo.
c) Debe permitir el acceso del sujeto activo y de todo su personal si lo tuviera, al predio en
donde deba realizarse la tarea, como obligación sine qua non.
6. Forma y prueba.
Como todos los contratos agrarios, el que venimos estudiando debe cumplir con
determinadas formalidades en el acto de su celebración, interviniendo para su justificación
determinados requisitos, que es lo que veremos a continuación.
a) Forma. Debe realizarse por escrito y por los principios de la analogía agraria, ante el Juez
de Paz que corresponda a la ubicación del predio o por escritura pública.
1°) Indicar el predio en donde deba realizar la tarea; 2°) dejar establecido la actividad
profesional del sujeto agrario, consistente en la locación de obra agraria de maquinaria
agrícola; 3°) establecer la tarea a efectuar: si consiste únicamente en el preparado del suelo
o la siembra o cosecha o en su defecto si la obra comprenderá todas las instancias de la
producción, excluyendo la comercialización; 4°) que el sujeto activo dará cumplimiento
con los usos y costumbres existentes en la zona, ajustándose a los reglamentos de la
autoridad competente agraria; 5°) el precio, forma y lugar de pago convenido; 6°)
responsabilidad asumida por el sujeto pasivo; 7°) causas de rescisión del contrato por
incumplimiento recíproco de las obligaciones de las partes. Estas son las bases mínimas a
consignar en el contrato, sin perjuicio de establecer otras de conformidad con la modalidad
específica de la obra a realizar.
b) Prueba, Este contrato es ad probationem o sea que la escritura del acto constituye el
elemento fundamental para poder justificar su existencia, sin perjuicio de que pueda
acreditarse por todos los medios de prueba de Derecho Agrario.
1°) Como uno de los elementos fundamentales de este tipo de relaciones jurídicas agrarias,
lo constituye la profesionalidad y habitualidad del sujeto activo, se tendrá que acreditar
ambas circunstancias.
2°) Que el sujeto activo dispone de una maquinaria agrícola a fin de poder celebrar esta
clase de convenciones agrarias.
3°) Justificar que el sujeto pasivo dispone de un predio rural en donde efectúa la actividad
agrícola y la ubicación del mismo.
5°) Que el sujeto pasivo no dispone de ninguna clase de maquinaria agrícola que sea apta
para la realización de la obra que le ha encomendado al sujeto activo.
6°) Que es costumbre del sujeto agrario contratar este tipo de tareas.
Hemos dicho al comienzo del capítulo que el contrato de maquinaria agrícola no está
legislado en el país. Y por tratarse de un contrato de uso corriente, que la costumbre agraria
de la zona emplea como complemento indispensable para la actividad agraria, debe ser
incorporado al derecho agrario positivo.
El contrato de locación de obra agraria debe legislarse en forma autónoma, sin considerar
que existe subordinación hacia el sujeto agrario que contrata la tarea.
Los principios básicos a incluir en una ley de locación de obra agraria de utilización de
maquinaria agrícola, serían los siguientes:
a) El sujeto que realiza la obra deberá estar obligado a inscribirse en un registro especial
que deberá llevar la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Nación, con los requisitos
que deberá exigir la reglamentación.
b) Debe comprender a todas las personas que realizan esta actividad agraria como medio
principal de sus recursos, descartando que lo sea en forma accidental y en relación de
dependencia.
e) La ley tendrá que establecer las formalidades esenciales para la celebración de los
contratos, el requisito de hacerlos por escrito y la inscripción en un registro especial de este
tipo de contratos, a fin de que tengan efecto contra terceros, que podrá denominarse registro
de contratos de locación de obra agraria de utilización de maquinaria agrícola.
í) La ley a dictarse debe conferir facultad a la autoridad administrativa agraria para tomar
intervención en el supuesto de que, por causa de la actividad del locador agrario (titular de
la maquinaria), se provoque la desnaturalización del recurso natural, preferentemente en la
instancia del preparado del predio, originándose esa responsabilidad en la profesionalidad-
técnica del sujeto locador de la obra agraria.
g) Por ser de naturaleza autónoma, podría legislarse esta figura jurídica, asignándosele el
carácter de empresa.
h) Los derechos y obligaciones de las partes no los incluimos por ser el punto más extenso
y solamente diremos que ellos surgirán como consecuencia de lo que venimos exponiendo
y de estos conceptos básicos: 1°) Legislar en base a los principios generales y específicos
de los contratos agrarios; 2°) Los principios generales del derecho agrario; 5°) Integrantes
de la ley general de contratos agrarios, como paso previo al Código agrario nacional; 4°)
Los principios de los actos jurídicos agrarios; 5°) Conservación del recurso natural; 6° La
ley agraria debe bastarse a sí misma; 7°) Analogía agraria; 8°) Elemento económico
coadyuvante de la actividad agraria.
I. Bienes inmuebles.-
1. Generalidades.
Los bienes inmuebles pueden corresponder a dos ramas jurídicas del derecho: al civil y al
agrario.
Esta división que practicamos es imprescindible por cuanto el derecho de propiedad
garantizado por el artículo 17 de la Constitución Nacional no hace discriminación alguna,
considerándose simplemente que "la propiedad es inviolable y ningún habitante de la
Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley...sf, gozando
todos los habitantes del derecho de usar y disponer de ella, permitiendo que los extranjeros
puedan ser titulares de bienes raíces (arts. 14 y 20, Constitución Nacional).
Se dispuso que constituía un derecho de la persona sobre la cosa (real) y que el sujeto podía
usarla sin limitación alguna y hasta se permitía a su titular destruirla.
b) Dominio inmueble agrario. Vivanco define el dominio Agrario diciendo que "es la
relación jurídica agraria que otorga al titular de una cosa la facultad o poder de disponer de
ella de acuerdo con las limitaciones y deberes que tiene que cumplir en función de los
derechos que le corresponden a los demás sujetos de la comunidad, a fin de asegurar de
manera plena la convivencia social".
Es decir que en el dominio agrario existen dos sujetos: uno es el titular del dominio y el
otro los sujetos integrantes de la comunidad, que realiza la función de control o vigilancia
sobre el buen uso de la cosa por parte del titular.
Este tiene el derecho de usar de la cosa, pero, a su vez, la obligación de efectivizar ese uso
de tal manera que no la desnaturalice, ya que su función esencial es la producción con
respecto a la cual todos tienen un interés especial, tanto el sujeto titular como la comunidad
en general.
Así tenemos: 1°) Propiedad grande, conocida como latifundio; 2°) Propiedad pequeña,
llamada minifundio, y 5°) Unidad Económica Agraria.
Dice Vivanco que "puede también suceder que el predio grande sea utilizado en su
totalidad, en cuyo caso puede resultar desde el punto de vista económico conveniente para
la política agraria, pero puede perturbar las necesidades rurales de presiones demográficas y
servir de obstáculo para el asentamiento de empresarios campesinos".
El concepto de unidad económica nace en nuestro país con motivo de los planes de
colonización e inmigración programados y legislados por los distintos gobiernos patrios
integrando posteriormente los cuadros del derecho positivo argentino en materia de
arrendamientos y aparcerías rurales.
El punto de partida a los efectos de encarar empresa de tal magnitud, fue el hecho de tomar
un número determinado de hectáreas, dividirlas en distintos lotes y así afectarlos a la
función colonizadora.
Se consideró en ese entonces que los predios debían tener un número fijo de hectáreas, y
sin evaluarse los elementos que hoy integran la llamada unidad económica.
Este concepto que fuera aceptado en un primer momento, cedió ante el moderno y
dinámico criterio que hoy la caracteriza. Ya la unidad económica no se individualizaba en
esta segunda etapa, en base a un número de hectáreas, sino que concurrían otros elementos
que se tuvieron en cuenta obedeciendo a este nuevo encuadramiento, la sanción de la Ley
12.636 en 1940, sobre la base de un proyecto del legislador Bernardino Horne.
Podemos decir entonces que unidad económica es una determinada extensión de tierra, que
de acuerdo a su ubicación, ya sea que esté próxima o no a los centros de comercialización,
permita a una familia agraria que, trabajándola directa, personalmente y de acuerdo a las
técnicas de producción, solventar sus necesidades inmediatas, cuyo objetivo, como fin
próximo y futuro, sea el progresar social y económicamente, todo ello como consecuencia
de la producción real del predio de que se trate.
Este es el concepto general de unidad económica que entronca con lo que en materia
agraria se ha dado en llamar Unidad Económica Tipo, o sea que permita a la familia su
desenvolvimiento en la forma que lo tenemos indicado precedentemente.
a) Una familia agraria. Es aquella que está integrada por el agricultor, su esposa e hijos.
El menor gasto significa mayor ganancia, y este elemento integra uno de los factores para
que la familia agraria pueda progresar económicamente, manteniéndose la empresa agraria.
c) La producción del predio debe ser real, estando obligado a trabajarlo en forma adecuada,
o sea explotándolo de acuerdo a sus propias características, y ello significa que si el predio
se presta para explotación papera, llevarla a cabo y asimismo realizar una rotación
adecuada de los demás productos de explotación que se realicen en el predio, a fin de evitar
el agotamiento de la tierra.
La única disposición vigente que define lo que es la "Unidad Económica", está dada por el
art. 25 del decreto no 17.447/ 50, reglamentario de la ley No 14.451, a pesar de estar en
desuso algunas de sus normas.
Dice el art. 25: "Se entenderá por “Unidad Económica Tipo”, todo predio que por su
superficie, calidad de tierra, ubicación, mejoras y demás condiciones de explotación normal
en la zona, racionalmente trabajada por una familia agraria, que aporte la mayor parte del
trabajo necesario, permita subvenir a sus necesidades y a una evolución favorable de la
empresa".
Para realizar la actividad agraria el sujeto agrario debe cumplir una serie de actos jurídicos
agrarios, materializándose en solicitudes de crédito, depósitos de productos agropecuarios,
etcétera.
3. Concepto y definición.
Para realizar la actividad agraria el sujeto agrario debe cumplir una serie de actos jurídicos
agrarios, materializándose en solicitudes de crédito, depósitos de productos agropecuarios,
etcétera.
4. Caracteres.
Se caracteriza por ser la cosa objeto del contrato uno de los recursos naturales renovables:
el suelo.
No solamente se transfiere la titularidad del dominio agrario inmueble, sino que con él se
transfieren los elementos esenciales que integra la propiedad agraria, en el sentido de que
debe asumir el nuevo propietario los derechos y obligaciones hacia la cosa, tal cual los tenía
el propietario vendedor.
Se traspasa al nuevo titular el dominio privado inmueble, como también la función social
de la propiedad, característica intrínseca que sigue al inmueble independientemente del
titular del dominio.
La compraventa agraria debe celebrarse como un acto jurídico agrario integrante de los
muchos que se realizan en la actividad agraria. Si el nuevo titular no expresa su intención
de que en el bien inmueble se continúe con la actividad agraria productiva, el contrato de
compraventa agraria quedaría desnaturalizado.
Por último diremos que se caracteriza por ser un acto jurídico agrario al que se le deben
aplicar los principios propios del derecho agrario en primer término y los de los contratos
agrarios en general, no siendo de aplicación en la especie el Código Civil, en la medida en
que la solución esté dada por nuestra disciplina. Contrariamente y por no disponer del
Código Agrario Nacional, rige el derecho común.
5. Contenido.
El contenido de los contratos agrarios de compraventa está constituido por los comunes a
todos los contratos agrarios: sujeto, objeto y vínculo jurídico agrario.
a) Sujeto. Intervienen dos sujetos en el contrato: el vendedor que puede o no ser sujeto
agrario, y decimos esto ya que puede haber arrendado el predio y en tal caso no sería sujeto
agrario. El otro sujeto es el comprador que puede ser o no, como el vendedor, sujeto
agrario.
De cualquier manera deben intervenir necesariamente dos personas o sujetos. Las personas
o sujetos pueden ser físicas o jurídicas, tanto el vendedor como el comprador, pero siempre
una de las partes debe ser sujeto agrario.
c) Vínculo jurídico. Nace por el acuerdo de voluntad común manifestada libremente por las
partes al darle origen a la relación jurídica agraria, con obligaciones recíprocas, entre ellas:
el vendedor asume la obligación de transferir el dominio agrario inmueble y
correlativamente el comprador está obligado a aceptar la transmisión del dominio, mediante
el pago del precio.
Quedan así enumerados brevemente los elementos que son o integran el contenido del
contrato.
1°) La principal consiste en otorgar la transferencia del inmueble rural al cual se haya
convenido en el contrato.
2°) Responde por los vicios redhibitorios con que pudiera estar afectado el inmueble.
Sabemos que los vicios redhibitorios son las deficiencias ocultas de las cosas que de
conocerlas el comprador no las hubiera adquirido o abonado menos por ellas, siempre que
las hagan impropias para su destino.
5°) Es responsable por cualquier gravamen que pudiera afectar al inmueble, ya que el
vendedor se obligó a transferirlo libre, en el supuesto de que así se hubiera estipulado en el
contrato.
6°) Respetar las fechas de pago que se hubieran acordado de no realizar la operación al
contado, así como también la designación de escribano actuante, por parte del comprador si
es al contado.
7°) Recibir el precio fijado en el contrato en las épocas, forma y demás circunstancias del
caso. Contrariamente al comprador le asiste el derecho de consignarlo judicialmente y
promover juicio por escrituración ante el juez o Tribunal Agrario competente, con
exclusión de cualquier otro.
8°) Cumplir con los principios del derecho agrario y de los contratos en general.
4°) Debe abonar los gastos que origine la documentación de la compraventa o sea la
escritura traslativa de dominio, impuesto a la inscripción en el registro inmobiliario
respectivo, etc.
5°) La compra del inmueble rural lleva implícita la obligación del comprador de destinar el
predio a la producción agropecuaria, como una de las circunstancias para que la comunidad
respete al titular en el uso y goce del inmueble.
3°) Si el predio se vendió libre de todo gravamen y en el acto de escriturar surgiera algún
embargo o, en general, alguna medida cautelar hecha efectiva contra el inmueble u otro
derecho real que pesara sobre el predio.
9. Beneficios que obtiene el sujeto agrario privado por la celebración del contrato.
Consideramos que el principal beneficio que obtiene el sujeto agrario por la celebración del
contrato de compraventa agraria—en particular cuando es adquirente de un inmueble rural-
—, consiste en la obtención del crédito agrario, ya que, como lo expresamos en el capítulo
correspondiente, pueden hacer uso y obtener esta clase de beneficios únicamente los sujetos
agrarios.
Si el comprador no lo era hasta ese entonces adquiere tal carácter, por cuanto se iniciará en
la actividad agraria
B) COMPRAVENTA DE MUEBLES
1. Generalidades.
Así como los inmuebles son elementos imprescindibles que intervienen en la actividad
agraria siendo en consecuencia materia de contratos de compraventa, asimismo los bienes
muebles tienen a su cargo un papel importante en la actividad agraria y consecuentemente
pueden ser objeto de contratos de compraventa agraria de bienes muebles.
La propiedad de cosas muebles está garantizada por nuestra Constitución Nacional y así el
dominio de cosa mueble agraria "consiste en la relación jurídica dominial que surge entre el
titular de la cosa y el sujeto común en virtud del cual se ejerce el poder de disposición sobre
la cosa, con las limitaciones que origina el cumplimiento de las obligaciones del titular de
la cosa con relación al sujeto común y que se hallan establecidos en la ley agraria positiva".
Las cosas muebles agrarias están representadas por los animales, vegetales, maquinarias en
general, etc. Es decir, que existen dos clases de bienes muebles: 1) Los orgánicos
integrados por los semovientes, animales en general y plantas: 2) Los inorgánicos,
formados por las maquinarias y los elementos de trabajo en general.
Siempre se ha considerado que a partir de la sanción del Código Civil las normas de los
Códigos Rurales que legislaban la propiedad de los semovientes eran inconstitucionales,
debiendo darle paso a la legislación del Código Civil, el cual en el artículo 2412 establece
el principio de que la posesión de buena fe vale por título y el poseedor del bien mueble
puede oponerse a cualquier acción reivindicatoria, si la cosa no hubiera sido robada o
perdida.
Pero la Constitución Nacional confiere entre las atribuciones del Congreso la sanción del
Código Civil (art. 67, inc. 11), siendo ésta el origen o causa de la aprobación del código de
Vélez, que legisla exclusivamente sobre el derecho civil argentino y como consecuencia de
ello a contrario sensu, el Congreso Nacional no está munido de la atribución constitucional
para dictar el Código Agrario Nacional.
Ahora bien, el derecho civil no absorbe al derecho agrario éste es autónomo y nace o tiene
su tronco común en el derecho en general y no en el derecho civil. La propiedad civil está
prevista en su código, no siendo de aplicación el referido cuerpo legal a la cosa agraria
mueble con funciones y objetivos diametral--mente diferentes.
a) Si se considera que el derecho agrario es un desprendimiento del derecho civil se le
aplican al dominio agrario mueble las disposiciones correlativas del Código Civil.
El artículo 104 de la Constitución Nacional dispone que las provincias se reservan el poder
no delegado al gobierno central; al no haber conferido atribución al Congreso Nacional
para dictar el Código Agrario Nacional, los estados provinciales han podido sancionar
normas sobre dominio agrario mueble, sin que deban considerarse en pugna con el Código
Civil, por tratarse de materias diferentes.
La doctrina coincide en que las normas de los Códigos Rurales al legislar sobre la
propiedad de los semovientes han invadido terreno que no les es propio, ya que en el
Código Civil ha previsto todo lo relativo al dominio de las cosas muebles civiles y a la
posesión en general.
Dice Pérez Llana que los semovientes por ser cosas muebles quedan asimilados a las cosas
muebles previstas en el artículo 2318 del Código Civil. Hace referencia a los artículos
2412, 2362 y 2363. Y a continuación expresa que el Código Civil no ha dedicado
disposiciones expresas a la propiedad y posesión del ganado, aplicándose a éste en
consecuencia las normas generales previstas en el Código y "ante estas disposiciones deben
ceder los sistemas de los Códigos Rurales, ya que el Código Civil, dictado en consecuencia
de la Constitución, es ley suprema de la Nación".
Por nuestra parte disentimos con la doctrina en general y nuestro fundamento radica en lo
que expresamos al iniciar el apartado, es decir en la diferencia existente entre el Derecho
Agrario y el Civil.
No compartimos la opinión de Pérez Llana y los autores citados en la nota 9, por cuanto el
Código Civil no es aplicable, ya que las marcas y señales en los semovientes son
instituciones dominiales propias del Derecho Agrario que es autónomo, el cual &e rige por
sus principios que son distintos a los del Derecho Civil.
Como consecuencia de lo expresado precedentemente no estamos de acuerdo con algunos
fallos —uno de la Suprema Corle Nacional— que otrora estimaron que "tratándose de
semovientes, de su pérdida o robo, si se Justifica la mala fe del poseedor, éste no obstante
lo dispuesto por el artículo 17 del Código Rural, &e halla protegido por la disposición del
artículo 2412 del Código Civil y n£» está obligado a producir la prueba de la adquisición de
aquéllos por ser aquella disposición del Código Civil de preferente aplicación" 10. Y
posteriormente dijo el mismo Tribunal que "la marca o señal es sólo una presunción de
propiedad de los animales que la lleven; pues, que para que dicha propiedad pueda ser
reconocida, es necesario además la tradición y consiguiente posesión a pesar de lo
dispuesto por el artículo 17 del Código Rural que tiene que ajustarse a las disposiciones del
Código Civil".
1) Marca.
Lo esencial que debe justificar quien pretenda registrar una marca a su nombre, es el de ser
propietario de un predio (inmueble rural dice el Código) o en su defecto ocupante legal en
el territorio de la provincia (art. 122).
Es aquí donde radica el punto de partida para las inscripciones de marcas, entendiendo
nosotros que ésta es una innovación legislativa que no fue contemplada en la anterior ley
5060/ 35 sobre el mismo tópico, disponiendo solamente que el peticionante posea hacienda.
Con esta modificación sólo pueden registrar marcas los propietarios de campos,
arrendatarios, aparceros, tamberos medieros, capitalizadores de hacienda, etc., siempre que
justifiquen con la respectiva documentación la ocupación legal del inmueble.
Probado esto recién nace su derecho al Registro, quedando prohibido ser propietario de
hacienda a quienes no estén comprendidos en la enumeración precedente.
El término para hacerlo está condicionado a su edad: no puede pasar del año para marcar el
ganado mayor. Esta debe realizarse, tratándose de ganado vacuno, en la quijada o en su
defecto en la parte baja de su pierna izquierda.
Las personas que omitieran cumplir con lo indicado en el párrafo anterior son consideradas
poseedoras de mala fe. Otra acción del titular de los semovientes contraria a las normas
legales, consiste en que le está prohibido contramarcar el ganado a los efectos de evitar en
la práctica exponer al animal a nuevos sufrimientos, así como también evitar la
desvalorización del cuero.
c) Derechos del titular de la marca. Quien registra una marca a su nombre puede disponer
de ella a título de dueño, ya que puede remover hacienda (traslado), obteniendo la guía
correspondiente.
Se presume a favor del titular de la marca la posesión de buena fe, ya que de no ser así esta
presunción no existe. Puede enajenar los semovientes que estuvieren marcados con la suya,
solicitar rodeos, etcétera.
Por último diremos en esta apretada síntesis, que le permite repeler cualquier acción que
intente un tercero en perjuicio de los semovientes marcados.
2) Señal.
a) Concepto. Los mismos fundamentos que para la marca se aplican para la señal, ya que
para ambos rige el artículo 122 del Código Rural de la Provincia de Buenos Aires,
reiterando los conceptos que vimos al hablar de la marca.
El Código Rural prohibe la existencia de una señal igual en un mismo cuartel, sin perjuicio
de pertenecer a un mismo partido de la provincia.
Para el caso de que un mismo propietario tenga dos establecimientos rurales en un mismo
partido, pero en cuarteles diferentes, deberá registrar dos señales: una para cada cuartel, y
en el supuesto de que en uno de ellos hubiera una igual, el código establece que la más
reciente debe quedar anulada o simplemente la última no se registra.
Algunas formas de señalar al ganado están prohibidas, como ver la señal en horqueta, la
forma de bayoneta hasta la raíz de la oreja, etc.
b) Obligaciones del titular. La fundamental obligación del titular del ganado es la del
registro de la señal. Obtenida ésta, deberá señalarlo dentro de los seis meses, ya que su
omisión, al igual que en el caso de la marca, presume la mala fe de la posesión del
semoviente.
Debe cumplir, en general, sin perjuicio de las obligaciones previstas en el Código Rural,
con las disposiciones reglamentarias de las autoridades competentes, siendo para nosotros
una de las fundamentales las de carácter sanitario.
c) Derechos del titular de la señal. El principal derecho que adquiere el titular de la señal
consiste en disponer de ella, pudiendo realizar toda clase de relaciones jurídicas agrarias
siempre que no se altere el orden-jurídico agrario. Puede enajenar semovientes —lo que
veremos en los puntos siguientes—, solicitar guías a la Municipalidad competente, que se
le mantenga el número inmutable conforme a lo dispuesto en el Código Rural.
Por último diremos que tanto los conceptos de propiedad de la marca como de la señal, son
únicamente a título informativo del lector y por ser temas ajenos a la obra, los tratamos en
forma simple.
El tatuaje es de uso propio en los semovientes de pura raza, y consiste en una identificación
especial, pero no se aplica a fuego en el cuero del animal como la marca en el ganado
común.
El tatuaje está previsto en el artículo 108 del Código Rural de la Provincia de Buenos Aires
al decir que "si se tratara de animales de pura raza, se los podrá identificar por medio de
tatuajes y/o reseñas según especies".
2. Concepto y definición.
Podemos decir que el contrato de compraventa agraria de bienes muebles agrarios tiene
lugar cuando una de las partes se compromete a transferir a la otra el dominio agrario de
cosa mueble agraria y la otra a abonar por esa transferencia un precio en dinero.
a) Se caracteriza el contrato de compraventa agraria de cosa mueble por tener las siguientes
particularidades:
1°) El objeto del contrato es uno de los recursos naturales renovables en caso de
compraventa de semovientes.
2°) En la mayoría de los casos son registrables, tal lo que sucede con los semovientes,
perfeccionándose el contrato con la inscripción en el Registro.
3°) Queda concluido con el simple acuerdo de voluntades entre los sujetos.
4°) El uso que le dará el sujeto agrario que adquiere el bien será fuera del radio urbano y,
en consecuencia, dentro del ámbito rural.
5°) El objeto del contrato puede ser orgánico o inorgánico, o sea de semovientes y cereales
en el primer supuesto y de maquinaria agrícola en el segundo caso, incluyéndose en éste los
útiles de labranza, etc.
6°) Una de las partes de la relación jurídica agraria es siempre un sujeto agrario.
7°) El funcionario público interviene en la mayoría de los casos como un supuesto esencial
del contrato para que tenga efecto jurídico con relación a terceros. Pero entre las partes lo
tiene: desde que prestaron su libre manifestación de voluntad, tal como lo expresamos
precedentemente.
8°) El contrato se formaliza a fin de realizar el sujeto agrario una actividad agraria.
9°) Es un típico acto Jurídico agrario aplicándose, aun al sujeto no agrario de la relación,
las normas Jurídicas positivas agrarias.
El objeto puede ser: orgánico, tales los semovientes, cereales, etc., e inorgánico:
maquinarias agrícolas y demás útiles de necesidad para la explotación agropecuaria.
Y sabemos por fin que el vínculo jurídico agrario está representado por la relación que nace
entre las partes, al prestar su conformidad o consentimiento para la celebración de la
convención Jurídica agraria. Al expresar las partes la voluntad de vender el enajenante y
adquirir el comprador el objeto agrario materia de la compraventa, nace el vínculo jurídico
agrario integrante de los elementos que forman el contenido del contrato.
4. Clases de transferencias.
Según sean las distintas cosas muebles agrarias que se enajenen existen diferentes clases,
modos y sistemas de transferencias de dominio.
El Código bonaerense los. normaliza en el artículo 129, el cual en su parte pertinente dice:
"El titular de una marca o señal podrá transferir su derecho sobre la misma, debiendo
realizar el acto ante el organismo competente o ante el intendente municipal del partido al
que la marca o señal correspondiere o estuviere inscripta para su uso".
Recordamos que de conformidad con el artículo 122 del mismo Código solamente pueden
ser titulares de boletos de marca y de señal los sujetos que ocupen legalmente un predio
rural en el estado bonaerense y, en consecuencia, quien no lo haga no puede adquirir la
titularidad de marca o señal alguna.
A su vez el Código enuncia los requisitos que deberá contener el acta exigida para realizar
la transferencia, la que será en dos ejemplares, original y duplicado, y de un mismo tenor, a
saber: a) Lugar y fecha; b) nombre y apellido del funcionario que interviene; c) si las partes
son parientes indicar el grado; J) el comprador debe justificar que es ocupante legal o
propietario de un predio rural en la provincia; e) los datos personales del vendedor y
adquirente, tales son: número de documento de identidad, nacionalidad, edad, profesión y
estado civil; f) indicar la marca o señal que se enajena, con su dibujo o características,
número inmutable, folio y libro de inscripción; g) declarar si se transfieren o no
semovientes y, si así fuera, indicar número, clase y raza; h) la aceptación de la venta por el
comprador; i) íntegra lectura del acta, y j) firma de las partes, del funcionario y sello oficial.
La transferencia de la marca o señal queda consolidada con la inscripción de la
transferencia en el Registro a cargo del organismo competente.
Cumplimentados todos los requisitos que acabamos de estudiar, recién queda perfeccionado
el contrato de compraventa de boleto de marca o de señal.
Este uso del certificado fue para evitar la desvalorización del cuero y también para impedir
nuevos sufrimientos al animal Ello en virtud de que el vendedor del animal para acreditar la
venta lo contramarcaba (aplicar la marca al revés) y una vez realizada esta operación el
comprador marcaba nuevamente al semoviente adquirido con la propia.
El Código Rural de Buenos Aires legisla sobre el uso de los certificados de adquisición
expedidos entre las partes y el artículo 194 determina los requisitos que deberá contener
diciendo que: "El certificado a que se refiere al artículo anterior deberá contener: 1. Lugar y
fecha de emisión. 2. Número de identificación. 3. Nombre y apellido de las partes
intervinientes, sus domicilios y la mención de los documentos de identidad. 4.
Especificaciones del tipo de operación que se realiza, del número del boleto de marca o
señal y del diseño de éstas y, en su casó, constancia de la autorización del titular de la
marca o señal. 5. Especificación del objeto de la operación, de las cantidades de animales
vendidos o cueros de primera adquisición, con indicación de sexo y especie, 6. Firma de las
personas intervinientes y si alguno no supiera o no pudiere firmar, lo hará a su ruego un
vecino caracterizado, de lo que se dejará constancia, junto con la impresión digital del que
no sepa o no puede firmar. 7. Firma y sello del funcionario que vise el certificado".
El Código hace una distinción entre la aplicación o no del artículo 122. Si se tratara de
adquisición de marca o señal, 'se debe dar cumplimiento al texto legal mencionado. Si lo es
de semovientes no ordena el Código que el adquirente deba reunir los extremos del artículo
122.
Asimismo, además del certificado de depósito endosado por el titular a favor del
comprador, las partes pueden ampliar por separado el contrato de compraventa de los
granos y cereales materia de la convención.
Evidentemente el endoso es un mecanismo ajeno al Derecho Agrario, siendo de origen
comercial.
El decreto 6698 habla de endoso cuando en realidad éste no es propiamente dicho y usado
en la circulación de los títulos de crédito. En éstos la simple firma en el anverso del
documento constituye el endoso, sin ninguna formalidad de registro, como sucede con la
transferencia del cereal.
Los endosos que no sean anotados o registrados en los libros del depositario significan
transferencias imperfectas del producto agropecuario.
La ley tendría que declarar que la única forma de vender los productos depositados lo sea
con la intervención del depositario, el cual interviene indirectamente en la relación agraria,
por el hecho de llevar los libros de registro y anotarse las enajenaciones del cereal.
2°) Responder por los vicios redhibitorios en los semovientes y demás productos
agropecuarios.
4°) Hacer entrega juntamente con la cosa enajenada de toda la documentación que acredite
la procedencia del objeto agrario, tratándose de semovientes, cereales y granos, y asimismo
de cualquier bien mueble.
6°) Enajenar solamente semovientes marcados o señalados,. siempre que tengan las edades
respectivas según los casos, con excepción de las crías que sigan a la madre.
3°) Dedicar el objeto del contrato a la actividad agraria, como condición de la relación
jurídica agraria celebrada.
6. Forma y prueba.
Estos requisitos son a los efectos de la seguridad de las transacciones agrarias que
estudiamos.
b) Prueba. La prueba del contrato de productos agropecuarios se acredita con el endoso del
certificado de depósito y su posterior inscripción en los libros de registros del depositario.
El contrato de transferencia sólo puede ser acreditado por las partes por cualquier medio de
prueba agraria, siempre que exista principio por escrito.
Como única prueba contractual, la testimonial no es aceptable por la falta de garantías que
ésta implica.
a) Por el comprador.
1°) Si el vendedor no hace entrega del objeto agrario materia de la convención.
2°) Vender como libre una cosa estando gravada. Tal el caso de un semoviente estando
prendado.
3°) Por tener vicios redhibitorios la cosa vendida. Existen dos acciones: a) Redhibitoria, o
sea dejar sin efecto la operación, y b) Cuanti minoris: pedir judicialmente ante juez
competente agrario que por el vicio redhibitorio se rebaje el precio de venta de la cosa.
4°) Que el plazo estipulado para hacer entrega de la cosa haya vencido.
5°) No servir el objeto agrario vendido para la actividad agraria que se ha propuesto realizar
el comprador.
6°) Tener el objeto agrario fallas que lo tornasen impropio para el destino materia de la
compraventa.
b) Por el vendedor.
5°) Si el comprador abonó una seña, negarse a formalizar el contrato, perdiendo la seña
entregada a favor del vendedor.
4°) Aceptar el contrato con prenda del objeto agrario, obligándose a abonar el capital y
gastos correspondientes de la garantía real y en el momento del pago, negarse a hacerlo.
CAPITULO DECIMOSEPTIMO
CONTRATOS NO PREVISTOS EN LA LEY 13.246
Para solventar en determinados momentos esas inversiones del productor agropecuario, éste
cuenta con la colaboración del crédito agrario en torno del cual gira la mayor parte de la
actividad agraria.
Esta política crediticia estatal no deben realizarla sólo los entes estatales, sino que las
personas físicas y las organizaciones financieras privadas pueden llevarla a cabo, regirse
por esa política crediticia general y acatar estrictamente las directivas estatales.
El crédito agrario puede ser público o privado; dentro del primero se mueve la actividad
estatal representada por el Banco de la Nación Argentina, siendo este contrato de carácter
público por el hecho de intervenir una institución bancaria oficial y su estudio es ajeno a
esta obra y, en consecuencia, nos limitaremos únicamente al crédito agrario privado.
2. Defición.
Vivanco lo define diciendo que ltes el préstamo de cosas agrarias fungibles, que por un
plazo dado se hace a un sujeto agrario, comprometiéndose éste a devolverlo con el pago de
una tasa de interés y a destinarlo al uso o empleo que se estipule en el contrato, a cuyo
efecto el sujeto activo se reserva el derecho de supervisar la aplicación que se dé al
préstamo".
Pérez Llana considera al crédito agrario diciendo: "es aquel tipo de crédito destinado a
instalar una explotación agropecuaria o proveer las necesidades de su funcionamiento, así
como también a sostener a la familia productora en los períodos de insuficiencia del
rendimiento de la empresa".
En general el crédito agrario debe consistir en un préstamo que se otorga al sujeto agrario,
tendiente a incrementar la producción agropecuaria, facilitar la actividad agraria en todas
las instancias, permitir el mejoramiento socioeconómico agrario, la conservación de los
recursos naturales renovables, etc.
3. Caracteres.
De lo que hemos expresado en el párrafo anterior, surgen los caracteres del crédito agrario
en general, estando incluido en éste el crédito privado.
Pero antes de señalar las características fundamentales debemos hacer una diferenciación
con el simple crédito comercial.
d) Una circunstancia especial del crédito agrario consiste en la garantía del préstamo. Esta
no debe ser preferentemente real como generalmente se conviene, sino técnica.
Esta garantía técnica radica en el permanente control y asesoramiento que deberá estar a
cargo de quien concede el crédito, consistiendo este control en vigilar la real inversión
realizada por el sujeto agrario a lo cual se hubiera comprometido al celebrar el contrato.
f) Es importante el plazo del crédito, ya que éste debe guardar relación directa con el
destino del capital otorgado.
Si lo es, por ejemplo, para adquisición de propiedad agraria inmueble, lo será por un
término no inferior a 10 ó 15 años y comenzar las amortizaciones una vez que el sujeto
agrario haya obtenido algún beneficio de la propia explotación cubriendo sus necesidades.
g) Otra condición que caracteriza al crédito agrario es el bajo interés que devengue el
capital prestado.
Este interés debe ser muy inferior al que se paga por los créditos comunes, no siendo
posible determinar una tasa fija, baja, en época de inflación, sino establecerlo en la mitad,
tercera parte y en general un tanto por ciento muy por debajo del común. Durante el último
trimestre del año 1975 y principios de 1976, la tasa de interés común alcanzó un 48 %
aproximadamente sobre el capital. Fijándolo en la tercera parte o sea el 12,66 o/o, de
mantenerse la inflación reinante durante ese período, guardaría relación con los principios
del crédito agrario.
Dejar sin efecto o modificar plazos y condiciones del contrato de crédito agrario en forma
unilateral, en especial por el prestamista, es de una prohibición absoluta, aún consintiendo
ambas partes en darle al préstamo un destino diferente al que le dio origen.
4. Contenido.
Existen tres elementos fundamentales que integran el contenido del crédito agrario.
a) El sujeto. Este está representado por dos personas: la que otorga el crédito y aquella que
lo recibe.
La primera puede ser persona privada o pública. A su vez el sujeto privado concedente del
crédito puede ser una persona física o persona jurídica. La persona jurídica puede o no ser
un banco.
En el supuesto de ser una persona jurídica pública, el sujeto del contrato de crédito agrario
puede ser un banco oficial.
El sujeto que solicita el crédito debe ser necesariamente un sujeto agrario, es decir aquella
persona que realiza en forma permanente la actividad agraria, no pudiendo otorgarse
crédito agrario a quien no revista la calidad de tal.
b) El objeto. El objeto de crédito agrario consiste en dinero o cosas muebles, y estas últimas
pueden ser semillas, abonos para el suelo, vacunas para semovientes, etc.
c) El vínculo. El vínculo integra el tercer elemento del contenido del crédito agrario, que
nace a partir del mismo momento en que las partes celebran el contrato de crédito agrario es
decir el libre acuerdo de voluntades y en virtud de los cuales nacen los respectivos derechos
y obligaciones de las partes, concretados en el instrumento contractual.
Solamente agregaremos que los conceptos generales estudiados en los acápites precedentes
son aplicables tanto al crédito agrario público oficial, cuyo servicio prestan los bancos
estatales, como al crédito agrario privado. Solamente se mueven por normas agrarias
jurídicas diferentes.
Es decir que los bancos cooperativos tienen como objetivo central la concesión de créditos
agrarios, fomentando asimismo el ahorro.
Es evidente que el banco de formación cooperativa coincide palmariamente con uno de los
principios generales del crédito agrario: no tener finalidad de lucro y precisamente éste es
uno de los principios del cooperativismo en general.
Coincide la ley 14.505, en lo que a crédito agrario se refiere, con la ley de Cooperativas
20.337 la cual en el capítulo XIII —Disposiciones varias y transitorias— prescribe en el
artículo 115 que si las Cooperativas conceden préstamos a sus asociados les está prohibido
recibir suma alguna de dinero que pueda reducir el importe nominalmente prestado, con
excepción del descuento de intereses que se hubiera convenido con el asociado. El interés
que puede cobrar la Cooperativa será superior en un punto "de la tasa efectiva cobrada por
los bancos en operaciones semejantes y el descuento por el costo administrativo no será
superior a un quinto de interés cobrado".
De conformidad a las normas aludidas el Banco Cooperativo Agrario privado deberá
constituirse de acuerdo en primer término con la ley 14.505 (impone la forma cooperativa)
y en segundo lugar darle estricto cumplimiento a la ley 20.357, pudiendo tener otros rubros
como objeto de la institución, además del crédito agrario.
Tiene íntima relación con el tema del apartado A del Capítulo en estudio, el artículo 5 del
Estatuto que dispone: "Podrán ser asociados del Banco Cooperativo Agrario Argentino
Limitado, las Sociedades Cooperativas Rurales y conexas de tercero.
Segundo o primer grado, así como los asociados de estas últimas que sean productores
agropecuarios" y el 8 por el cual se anota el principio de la cancelación como asociado de
quien dejare de ser productor agropecuario.
Las normas que permiten la celebración de los llamados comúnmente créditos agrarios
entre particulares están previstas en la ley 9643 denominada ley de Warrants.
Con anterioridad se dictó la ley 928 en 1878, que fue su antecedente inmediato, pero que
sólo funcionaba con respecto ^ los productos depositados en las aduanas y en locales de
sociedades autorizadas, siendo productos de origen extranjero, o sea mercaderías
importadas. El inconveniente con el cual tropezó la ley antecedente consistió en que el
warrant sólo podía emitirse en donde existiera aduana, ya que debían estar autorizados por
el referido organismo.
Fue así como en 1914 —el 15 de octubre— se sanciona la ley de Warrants, que amplía las
situaciones comprendidas en las normas anteriores.
Debe observarse que lo fundamental que representa el warrant es el crédito a favor del
titular de la mercadería y no de la deuda a favor del prestatario"
El artículo 1° de la ley 9643 caracteriza el objetivo del dispositivo legal al decir que:
Este artículo creemos que no armoniza con el 31 que determina que las personas o
sociedades autorizadas para emitir certificados de depósito y warrants serán consideradas
comerciantes.
b) Los actos jurídicos son agrarios y los sujetos propietarios de los almacenes deben
moverse en base a los principios generales del crédito agrario, que excluye el elemento
especulativo.
Los titulares de almacenes o depósito particulares pueden emitir warrants, siempre que
tengan autorización del P. E. y sea publicada en el Boletín Oficial, si son realmente
responsables patrimonialmente a juicio de aquél.
Ahora bien; el tenedor del warrant dispone de un instrumento, que al endosarlo obtiene de
un tercero el importe de un crédito convenido con el acreedor en forma voluntaria.
El acreedor posee a su vez la garantía del pago de la deuda por los siguientes motivos:
c) La seguridad de la garantía a favor del acreedor es de carácter legal, por cuanto el primer
endoso debe ser registrado en los libros de los almacenes o locales particulares y
fundamentalmente en el mismo certificado de depósito, se toma razón del endoso del
warrant, especificándose nombre y domicilio del o los acreedores, importe de la deuda,
plazo del crédito y lugar de pago.
La ley, al permitir la creación de los warrants, admite que es" los se refieran a varios bultos
de mercaderías, otorgándose tantos warrants como cantidad de bultos requiera para su
fraccionamiento el titular de la mercadería, a fin de poder realizar tantas. operaciones
crediticias como warrants haya solicitado.
El pedido directo de la venta directa al almacén puede ser justificado por economía procesal
o por considerarse que los productos depositados son de carácter perecedero, pero la
economía procesal no puede ser equivalente a la garantía de carácter jurisdiccional; en
última instancia consistiría en la aplicación del derecho por legos, ya que ella ni siquiera
obliga a que sea el propietario o representante legal del almacén persona con título
habilitante idóneo.
La economía procesal debe ser arbitrada en este supuesto por el propio Derecho Agrario, si
de economía procesal se tratara el procedimiento expeditivo de la ley.
Otro sistema normativo de obtención de crédito agrario es la ley 9644 llamada de prenda
agraria, promulgada 1914.
La ley 9644 declara las cosas (esto es, el objeto agrario) que pueden ser materia de prenda
agraria, que son:
1°) Las maquinarias en general, aperos e instrumentos de trabajo (labranza dice la ley).
5°) Las maderas, los productos de la minería y los productos de la industria nacional.
Esta ley la Podemos caracterizar como la legislación que prevé el crédito a corto plazo, por
referirse entre otros supuestos a los frutos correspondientes a1 año de la convención y en la
práctica por no aplicarse para los supuestos de trabajos de conservación de suelos.
Celebrado el contrato de prenda agraria nacen para el acreedor una serie de derechos que
son tantos que en última instancia desnaturalizan la clara función del crédito agrario, por
cuanto, a pesar que la ley se dictó con miras de colaborar o teniendo en cuenta la actividad
agraria, su espíritu y letra están provistas de neto corte comercial y consecuentemente con
ánimo especulativo.
Así el artículo 12 establece que los semovientes afectados a la prenda no pueden ser
trasladados fuera del establecimiento de la explotación a que estaban afectados cuando se
constituyó la prenda y menos aun trasladarlos fuera de la jurisdicción del registro en donde
se anotó el contrato. Si ello sucede el encargado del registro deberá comunicar el hecho al
acreedor y dejar constancia en la toma de razón de la prenda.
Es un derecho excesivo a favor del acreedor la circunstancia de que el sujeto agrario —
deudor prendario—, no pueda trasladar su hacienda en época de sequía, a fin de proveerle
de pastos a los semovientes y que la notificación al acreedor de esta circunstancia
constituya, prima facie, la presunción de fraude, es decir que se presume que se ha
cometido el delito de estafa previsto en el artículo 175 del Código Penal.
Durante la vigencia del contrato el acreedor tiene amplias facultades para inspeccionar el
estado de los efectos prendados. Debemos hacer notar que la simple inspección de los
objetos agrarios por el acreedor, materia de la prenda, no cumple con uno de los caracteres
del crédito agrario, ya que en éste la inspección y control lo es con fines técnicos, y en la
relación agraria que estamos estudiando lo es simplemente para garantizar una deuda
tendiente a constatar el estado de los efectos prefijados.
El contrato deberá hacerse por escrito en instrumento publico (escritura pública) o privado
y para que tenga efecto contra terceros deberá inscribirse en el Registro Público que
depende del Ministerio de Agricultura 19.
a) Nombre de las partes contratantes, b) Monto y fecha del vencimiento del crédito, c)
Especie, cantidad y ubicación de los objetos dados en prenda, d) La fecha de inscripción y
cualquier otro dato que considere exigible el Ministerio de Agricultura.
El artículo 4° de la ley otorga privilegio al acreedor prendario por el plazo de dos años a
partir de la fecha de la inscripción, y el artículo 14 prescribe la caducidad automática de la
inscripción por el mero vencimiento del plazo.
Por los mismos fundamentos que hemos dado líneas arriba, la justicia competente es la
agraria, reiterando aquí la distorsionada aplicación de la jurisprudencia comercial.
El acreedor puede optar por accionar ante el juez correspondiente al domicilio del deudor o
el del lugar convenido para el pago o situación del objeto agrario.
d) Legislación vigente.
En el año 1963 se dictó el decreto-ley 6698, el cual juntamente con la ley 20.573/73
modificatoria de aquél, fue la legislación vigente hasta la sanción de la ley 21.288, la cual
dispuso dejar sin efecto la ley 20.573, y en su reemplazo declarar que el decreto-ley
6698/63 rige actualmente en su texto original, y constituye la legislación vigente en materia
de comercialización de granos. Asimismo contempla el sistema de elevadores, depósitos,
silos e instalaciones para su guarda y conservación.
El warrant previsto en la ley 9643, como lo hemos visto, es un documento que funciona
separadamente del certificado de depósito, o sea que certificado y warrants son dos
instrumentos diferentes con una causa común en lo concerniente a su constitución.
Ahora bien; en la ley de granos 12.253 sancionada en 1935 no fue previsto el warrant y sí
los certificados de depósito. Esa omisión fue salvada en 1939 con la sanción de la ley
12.376 —de presupuesto—, siendo aplicables a ella la ley 9645 con algunas variantes.
Hoy es totalmente diferente, ya que con la sanción del decreto-ley 6698 al que nos
referimos supra, se creó un nuevo sistema denominado el "sistema del talón crediticio", al
que nos referiremos seguidamente. Debemos hacer dos distinciones:
Estos y las plantas de silos subterráneos funcionan como sistema público, semipúblico y
privado, lo que está previsto en el decreto-ley 6698/63.
A nosotros nos interesan los de propiedad privada dado el carácter de esta obra.
En los silos, ya sean públicos, semipúblico o privados 21 se deposita 22 el producto
agrícola una vez cosechado. Contra la entrega de la mercadería se otorga un instrumento
denominado certificado de depósito, el cual consta de dos partes y a cada una de las cuales
le toca asumir un papel diferente en el Derecho Agrario.
Lo que nos interesa dentro del estudio del crédito agrario es precisamente el talón.
Dice el artículo 59 del decreto-ley 6698/63 que: "El talón es un instrumento de crédito,
referido a la propiedad de la cantidad de grano de la clasificación que especifica el
“certificado”, sobre la cual constituye un derecho crediticio con el privilegio establecido en
el presente decreto". El funcionamiento, parecido al warrant, es el siguiente: Quien fuere
titular del certificado, al cual se encuentra adosado el talón y precisare de crédito agrario
para distintos fines provenientes de la actividad agraria, procede a endosarlo a favor del
otorgante del crédito constituyendo este simple endoso la garantía de que dispondrá el
acreedor del reintegro del crédito, ya que se refiere a la mercadería depositada.
La garantía queda asegurada a favor del otorgante del crédito, por cuanto al negociarse, las
constancias del talón deben simultáneamente consignarse en el certificado.
El acreedor del crédito goza de una mayor garantía, además de la representada por el talón:
como la operación crediticia debe ser registrada en los libros del almacén o local en donde
se hubiere depositado la mercadería como también los endosos posteriores, no podrá ser
embargado y goza de privilegio frente a terceros y solamente podrán anotarse embargos
sobre la mercadería si no se hubiesen registrado endosos. Es decir que en este caso la
medida cautelar lo será con relación al resto de la mercadería representada en el talón y no
registrado su endoso.
El caso sería: se depositan 100 tnls.; se endosa el talón por crédito garantizado por 80 tnls.
El embargo se anota sobre 20 toneladas, a pesar de que la deuda materia del embargo
supere en mucho el valor de las 20 tnls. La venta del embargante llegado el caso lo será por
20 tnls.
Consignamos las mismas objeciones que hiciéramos al estudiar la ley 9644 y allí nos
remitimos.
La producción agrícola una vez cosechado el grano está sujeta a una serie de tratamientos
de clasificación, tipificación, secado de humedades que puedan tener, su conservación, etc.,
debiendo el productor agropecuario disponer de las instalaciones idóneas a los efectos de su
almacenamiento, que por el carácter perecedero de las mercaderías, deben ser apropiadas
para tales fines.
Todo esto ha sido eliminado como actividad del productor £ realizar una vez obtenida la
producción por la vía de los contratos de depósito agrario, ya que terceras personas realizan
las tareas posteriores a la cosecha efectuando las labores que debieran estar a cargo del
productor, recibiendo en sus instalaciones la mercadería remitida.
La escasez o falta de instalaciones por parte del productor motivó la creación de los
elevadores y silos, cumpliendo acabadamente con el almacenaje de los granos, permitiendo
su depósito a granel sin necesidad de embolsar, con menores costos pe". el no uso de bolsas
e hilo.
Hecho este brevísimo antecedente podemos decir que el contrato de depósito agrario es la
relación jurídica agraria en virtud de la cual el sujeto titular de la producción agrícola la
entrega a un tercero, obligándose a su guarda, almacenamiento y conservación de los
efectos recibidos, responsabilizándose por ello y a su devolución al vencimiento del plazo,
mediante el pago de; precio convenido en el contrato.
El propietario de los granos que los entrega en depósito se denomina sujeto depositante o
depositante y quien los recibe en sus instalaciones es el sujeto depositario o simplemente
depositario.
En la definición bosquejada omitimos incluir a los semovientes por razones obvias, ya que
éstos necesitan para su conservación un predio y no se trata de recursos naturales que
requieran almacenamiento y menos aún un cuidado especial propio de las mercaderías
depositadas.
Ellos son:
a) Constituye un acto jurídico agrario, ya que uno de los sujetos, el productor, es agrario y,
por lo tanto, le alcanzan las normas de nuestra disciplina.
2. Contenido.
El contenido es el común a cualquier contrato agrario privado: sujeto, objeto y vínculo.
a) Sujeto agrario. Es la persona física o jurídica que realiza el depósito de los efectos
cosechados por cuanto éste realiza la actividad agraria propiamente dicha y es el titular de
la producción.
El otro sujeto de la relación jurídica agraria está representado por el propietario de las
instalaciones legalmente habilitadas en donde se almacenan los granos provenientes de la
cosecha.
Ambos sujetos son de carácter privado, excluyendo en este análisis al sujeto público
representado por el Estado como integrante de la red oficial de silos, elevadores, depósitos,
etc.
Las personas físicas o jurídicas legalmente habilitadas a los efectos de celebrar contratos de
depósito agrarios no pueden negarse a la recepción de la producción, siempre que el
depositante cumpla con todos los requisitos legales.
Este interés social es el que concede al Estado los poderes coactivos para que, acudiendo en
salvaguarda de los intereses de los sujetos agrarios, en última instancia preserve los
intereses de la sociedad.
Es evidente, asimismo, que el objeto agrario lo constituye la producción de granos, sin los
cuales no podría celebrarse el contrato de depósito.
Hemos dicho que el depósito agrario funciona con relación a la producción de granos
únicamente, no dándose en la pecuaria.
Nosotros pensamos que le faltarían algunos elementos del clásico depósito agrario, tales
como: a) El objeto principal no es la guarda y conservación de la hacienda; b) El objeto del
contrato es la venta de la hacienda "a martillo", siendo esa la causa de la relación jurídica
entre las partes; c) Durante el tiempo que la hacienda permanece en las instalaciones de la
feria el propietario no abona por esa estadía salvo convención en contrario.
El depósito agrario cumple en la actividad agraria una función relevante por cuanto permite
la conservación y manipuleos de la producción inmediatamente después de cosechada y
facilita la comercialización del grano sin ser necesario que el productor provea de las
muestras al comprador por cuanto las características, calidades, etc., de los efectos constan
en el certificado de depósito, lo que veremos en el punto siguiente.
La legislación vigente en materia de depósito agrario esta dada por el decreto-ley 6698/63
23.
El titular originario del certificado con el talón anexado que constituye el instrumento
probatorio del confío de deposito agrario, celebrado por el propietario de los producto, tiene
expedita la vía de posibilidad de celebrar un contrato de crédito agrario.
La relacion a la cual nos referimos en este apartado la tomamos sobre la base de que el
talón no haya sido ya negociado por cuanto si se ha endosado, el crédito ha sido transferido
a un tercero y así sucesivamente, perdiéndose de vista la relación entre el crédito agrario y
el certificado de depósito.
Ambas partes tienen obligaciones recíprocas que cumplir y contrariamente nace a favor del
otro sujeto el derecho a compulsarlo a su ejecución o a resolver la convención dejando sin
ejecto la relación jurídica agraria.
1°) En primer término debe realizar las tareas de la guarda y conservación de los productos
entregados en deposito.
2°) Responde por los efectos recibidos debiendo realizar todos los tratamientos a que se
obligó por contrato y los especificados en el artículo 38, capítulo VII - clasificación de los
granos— el decreto-ley 6698/63.
4°) Debe darle curso al pedido de venta del acreedor de los efectos consignados en el talón,
el cual previamente ha sido, endosado, siendo este instrumento el representativo del crédito
otorgado al titular del certificado, todo ello de no abonar la deuda convenida en el
préstamo.
2°) Abonar al depositario los gastos que le hubieren ocasionado la guarda y conservación
de los productos agrícolas depositados.
3°) No retirar los efectos con anterioridad al vencimiento del plazo contractual.
4°) Asegurar los efectos entregados en depósito y en su defecto cumplir con la compulsión
cursada por el depositario para asegurar la mercadería.
El contrato de depósito agrario debe celebrarse por escrito en donde deben estipularse las
obligaciones recíprocas entre las partes.
Tanto en las leyes 928, 9643, decreto-ley 6698/63, el certificado de depósito, además de
representar el instrumento de la propiedad de la mercadería, constituye el elemento
probatorio de la celebración del contrato de depósito,
La resolución del contrato se produce por las causas que la ley autoriza o de común acuerdo
entre las partes. Si se fijó término concluye a la expiración del plazo.
La actividad agraria se encuentra permanentemente amenazada por los avatares del clima,
tales como inundaciones < plagas, sequías, granizo y demás circunstancias que impiden un
resultado normal favorable en la explotación agropecuaria para el productor y su familia.
Es por esta causa que el sujeto agrario debe prevenir los riesgos propios de la explotación,
que en el caso de una pérdida total o parcial de su cosecha o de cualquier clase de
especialización de la actividad agraria que realice, cuente con un mínimo de recursos que le
permita continuar con sus labores agropecuarias.
Esta prevención de los riesgos en la actividad agraria se concreta por el acto jurídico del
contrato de seguro agrario.
Hecho este breve introito, diremos que el contrato le seguro agrario consiste en la relación
jurídica agraria en virtud de la cual el sujeto agrario conviene con un tercero, mediante el
pago previamente estipulado de una suma de dinero (prima), que en caso de sufrir un riesgo
total o parcial de los objetos agrarios, abonará por la pérdida sufrida, los gastos invertidos
en la producción o el valor de los objetos asegurados en su caso a la época del siniestro,
permitiéndole de esta manera continuar en la actividad agraria.
El seguro agrario puede constituirse con relación a todos los objetos agrarios ya sean
productos agrícolas, bienes inmuebles y muebles o semovientes. Los caracteres del contrato
son:
c) Es un medio indirecto para proveer el fomento agropecuario por cuanto si existe una
pérdida total o parcial el productor agropecuario no queda sin capital para intentar un nuevo
ciclo agroeconómico y puede continuar con la explotación.
No constituye sumisión de una parte hacia la otra, sino que la autonomía de la voluntad
queda disminuida a las mínimas consecuencias respecto del asegurador, y el Estado acude
en salvaguardia de los intereses del sujeto agrario.
e) No hay animo de lucro en el contrato de seguro agrario. No es de carácter comercial.
2. Contenido.
El contrato de seguro agrario se integra por los distintos elementos que forman el
contenido, representados por:
1°) El sujeto agrario, que es el productor agropecuario, o sea que es sujeto físico o persona
jurídica. El otro sujeto de la relación agraria es el asegurador, que puede ser tanto persona
física como Jurídica, representadas comúnmente, estas últimas, por las compañías de
seguro.
2°) El objeto agrario está constituido por el riesgo que significa la explotación agraria (ya
sean cosechas, semovientes, etc.) sujetas a pérdidas totales o parciales. También como
elemento complementario sería objeto agrario del seguro, la promoción y fomento por
cuanto prevé que el asegurado agrario disponga de capital para continuar con la actividad
agraria. Y asimismo la existencia de una siembra a cosechar y demás cosas agrarias que
puedan ser asegurables.
Hacemos notar, por último, que el objeto principal del seguro agrario es el riesgo y el
objeto agrario que pueda ser asegurable.
3°) El vínculo jurídico agrario es la relación que nace entre las partes por el acuerdo de
voluntades entre el asegurador y el sujeto agrario, dando origen a las recíprocas
obligaciones y los derechos entre las partes.
El riesgo está siempre presente en la actividad del productor, razón por la cual se debe
legislar el seguro agrario separado del Código de Comercio. Este es en la actividad agraria
(nos referimos al seguro agrario) un elemento esencial, concebido sin ánimo de lucro o
especulación tendiente a evitar la insolvencia del sujeto agrario, en el supuesto de
producirse el evento riesgo. Para que el riesgo sea asegurable debe reunir algunos
requisitos, a saber: 1) Que sea motivado por un caso fortuito. 2) Que tenga el carácter de
objetivo. 3) Tener la condición de permanente. 4) Que pueda ser apreciado.
Retomando lo del párrafo anterior diremos que teniendo en cuenta que uno de los caracteres
de los contratos agrarios es la inexistencia de la especulación, el Estado debe arbitrar los
medios necesarios a fin de que, por sus organismos idóneos, provea a quienes intervienen
en la actividad agraria de las normas jurídicas positivas —agrarias—, a fin de que por
medio de su legislación propia se pueda valer a sí misma, amparando al sujeto agrario.
El seguro agrario privado puede estar a cargo de las Cooperativas Agrarias, entes que
precisamente están desprovistos en la celebración de sus actos del ánimo de lucro y
especulación, estando únicamente al servicio de sus socios, los que deben ser sujetos
agrarios.
Dentro de este orden de ideas se han presentado algunos proyectos de ley al Congreso
Nacional. Destacamos el elaborado por el diputado Mario Guido en el cual se preveía que
el seguro agrario estuviera a cargo de las Cooperativas y que el Banco de la Nación
acudiera en su ayuda proveyéndoles de $ 10.000 moneda nacional (en ese entonces), con
cargo de ésta de proceder a su devolución. Ese préstamo contribuiría a formar el Fondo de
Reserva.
Preveía el Proyecto el seguro integral agrario contra clases de cultivos y todo riesgo, siendo
obligatorio. El seguro cubría: 1) Arrendamiento; 2) semillas; 3) los costos de labranza; 4)
gastos que demande la atención de la familia agraria; 5) los impuestos que debería abonar
el productor, y 6) lo primordial para la celebración de todo contrato de seguro de cualquier
naturaleza que sea: la prima.
Al analizar los caracteres del contrato expresamos que no era lucrativo; consecuentemente
no es comercial por faltarle ese elemento y no constituye un acto de comercio.
Nuevamente reiteramos que por no disponer del Código Agrario Nacional, debemos usar
del contrato de seguro legislado en el país, o sea el previsto en la ley 17.418. Pero como no
deja de eximimos de sostener sin hesitaciones que en Derecho Agrario no existe norma
jurídica agraria alguna que prevea el contrato agrario privado.
Las normas vigentes sobre seguros están dadas por la ley 17.418 que legisla esta clase de
contratos.
La Sección IX de la ley 17.418 legisló sobre los seguros en la agricultura en los casos de
granizo y helada y con relación a los semovientes.
Es evidente que las disposiciones sobre seguros son totalmente insuficientes, ya que se
encuentran excluidas las actividades conexas, las accesorias y las vinculadas. La actividad
forestal, entre otras, no está contemplada.
Después de determinar este concepto general se refiere en especial al seguro por granizo y
heladas (arts. 91 y 97 respectivamente).
a) Granizo. Responde por daños causados sólo a los frutos y productos asegurados.
Producido el siniestro por esta causal se evalúa el daño en la forma: el valor de los frutos y
productos al tiempo de la cosecha, si no hubiera habido siniestro, y el valor que tienen
después del daño. El asegurado en este supuesto abonará la diferencia en concepto de
indemnización.
Esta indemnización a cargo del asegurador no cumple ni contempla los principios generales
del seguro agrario, por cuanto esa suma puede ser insuficiente para proceder a realizar las
tareas con miras a una nueva cosecha. No se trata de abonar indemnizaciones de sumas
globales, sino todos los rubros integrantes de los gastos hechos por el productor para la
siembra-cosecha, ratificando lo que expusimos en el punto 3, de este capítulo.
El plazo para notificar el siniestro es de tres días, siempre que las partes no convengan otro
mayor. Esta notificación deberá ser instrumentada en forma fehaciente por medio de
telegrama colacionado, acta notarial o notificación Judicial.
b) Helada. Se aplican las disposiciones que hemos expuesto precedentemente (arts. 90/96,
ley 17.418).
La Sección X, ley 17.418, prevé el seguro de animales con relación a la salud de los
semovientes.
Como toda regla la norma determina las excepciones, siempre que no se haya estipulado lo
contrario, en que los daños no se incluyen.
a) Epizootias o por aquellas enfermedades por las que corresponda al titular de los
semovientes un derecho a indemnización con recursos públicos, aun perdido este derecho
por incumplimiento a leyes sanitarias.
Este valor del semoviente dado en la póliza puede convertirse en algo totalmente
insuficiente.
Si la enfermedad de un semoviente se originó durante el plazo de vigencia del contrato, el
asegurador responde por la muerte del animal o por su enfermedad si éstas ocurrieran un
mes después del vencimiento del plazo contractual.
No existe legislación agraria en el país que legisle el contrato de seguro agrícola privado.
Algunas leyes han hecho referencia al seguro como la no 13.246, la que autorizaba en el
artículo 6° la remisión proporcional del arrendamiento por pérdida total o parcial de
cosechas, por casos fortuitos o fuerza mayor que impliquen riesgos no asegurables.
Algunas provincias han dictado leyes de seguro agrícola, las que solamente mencionamos
por cuanto por ser de carácter estatal, es tema ajeno a este libro.
Mendoza lo hizo por ley 1963 en 1951, la que organizó el seguro agrícola estatal
obligatorio contra todo riesgo, que provenga de fenómenos climáticos y para cubrir los
costos de producción.
San Juan sancionó su ley de seguro agrícola que lleva el número 1024 en 1946. Se implanta
el seguro obligatorio a cargo del Estado local, con relación a la vid y el olivo y facultativo
para el manzano. El riesgo que cubre es contra el granizo y heladas. Es insuficiente.
En general el productor que desee contratar un seguro deberá hacerlo por intermedio del
Banco de la Nación o, en su defecto, con las Compañías de Seguros privadas de
conformidad a la ley 17.418, tal como lo exponemos en el punto anterior.
Como no existe una ley de índole agraria, las obligaciones de las partes, una vez celebrado
el contrato, deben atenerse a lo normado por la ley 17.418 en su contexto general.
Este quedaría parcialmente dejado sin efecto por las cláusulas que tendrían que incluir los
contratantes al suscribir el acuerdo, consignándole en él los principios generales de los
contratos agrarios y en especial los del seguro agrario.
Lo concebimos así por cuanto en esta forma quedaría limitado a su mínima expresión el
seguro comercial que no contempla las características de la actividad agraria y los
caracteres de los contratos agrarios.
7. Forma y prueba.
Forma. El contrato de seguro agrario debe celebrarse por escrito y tiene vigencia desde el
mismo momento en que las partes libremente expresan su voluntad de darle nacimiento a la
relación jurídica agraria del seguro.
Debe realizarse en doble ejemplar uno para cada parte: asegurado y asegurador.
Juntamente con el contrato de seguro agrario debe dársele nacimiento a la póliza, que es el
documento en donde se consignan los datos de las partes basados en el instrumento
contractual que debe otorgar el asegurador.
Prueba. La prueba del contrato de seguro tiene lugar con el instrumento contractual, o sea
que debe serlo por escrito. Se puede acreditar también por cualquier otro medio si existe
principio de prueba por escrito.
Este último podría ser el recibo de pago del asegurado de la cuota de la prima, pero la
prueba serían circunstancias de carácter agrario y no comercial por ser un acto Jurídico
agrario que tiene relación con el fomento de la producción agropecuaria, en el sentido de
que, ocurrido un siniestro, el sujeto agrario dispone de un capital mínimo a fin de continuar
con la actividad agraria.
Con respecto al tema propiciamos la creación de un Registro especial en donde se
inscribirían los contratos de seguros agrarios, así como también las personas físicas o
jurídicas que se dedicaran como actividad permanente a la celebración de seguros agrarios.
Es decir que en este supuesto el contrato de seguro agrario quedaría perfeccionado con la
inscripción, el cual tendría lugar juntamente con la póliza o, en su defecto, a las 24 horas
siguientes de solicitar el asegurador la inscripción en el Registro.
El incumplimiento del contrato por una de las partes da derecho a la otra a rescindir,
revocar o resolver el contrato según sean los casos.
Hemos tratado la rescisión y revocación de los contratos en el apartado A), punto 5 del
Capítulo III, y allí nos remitimos.
Aquí analizaremos únicamente la resolución del contrato de seguro agrario. Esta tiene lugar
en los siguientes supuestos:
e) Sí el asegurado maltrató los semovientes materia del contrato, si los descuidó, si en caso
de enfermedad no dio intervención a un veterinario o, en su defecto, a un práctico (en
donde no hubiere veterinario), el asegurador resuelve el contrato.
CAPITULO DECIMOCTAVO
JURISDICCION Y PROCEDIMIENTO AGRARIO
En la época en que nació la jurisdicción, ésta proliferó en forma rápida como consecuencia
de la creación de los fueros, que consistían en el otorgamiento de privilegios a
determinadas personas, gremios o corporaciones, a fin de ser juzgados por leyes y
tribunales especiales.
De acuerdo a lo dicho líneas arriba, los conceptos actuales de Fuero y Jurisdicción serían
sinónimos, lo que pensamos que no es así, por cuanto el nacimiento de los fueros tuvo
como causa ciertos excesos y extravíos.
1. Antecedentes.
Esta ley se caracterizaba por la sencillez del procedimiento, gratuidad y la elección de esta
vía por las partes, excluida la concurrencia de los contratantes ante el poder judicial.
Si bien es cierto que invadían los preceptos constitucionales del artículo 95, estos
Tribunales (las Cámaras) ejercían funciones de carácter jurisdiccional, es decir especiales o
particulares no integrando precisamente el Poder Judicial en el país.
Las Cámaras Paritarias creadas por la ley 15.246 fueron disueltas por el decreto-ley 17.181
y el interés es de carácter histórico. Y asimismo poder comprobar, sí, como Tribunales de
aplicación del Derecho Agrario arrendatario, se puede en la actualidad elaborar una ley
procesal agraria teniendo a la actividad de las Cámaras como experiencia positiva o no sin
dejar de reconocer que su funcionamiento fue inconstitucional, por cuanto no se respetó el
artículo 95 de la ley fundamental.
Por tener caracteres bien concretos, por ser una rama jurídica autónoma, está en
condiciones de conferir una jurisdicción específica, especial para todos los tópicos de una
explotación grana, lo suficientemente amplia como para permitir intervenir y solucionar
todos los problemas provenientes de la actividad agraria.
Así entendido, debe crearse la jurisdicción agraria en cada una de las provincias, como
integrantes del Poder judicial local, cuyos Tribunales deberán ser competentes para tomar
participación en los casos de dilucidación de cualquier hecho o acto jurídico agrario en que
sea parte un sujeto agrario.
En consecuencia, como principio general y rector, deberán tener jurisdicción agraria los
Tribunales Agrarios en los siguientes supuestos: 1) Tratándose de cualquier actividad
agraria propiamente dicha, tales las productivas, conservativas y preservativos; 2)
Actividades agrarias conexas con las propiamente dichas, estando incluidas las extractivas
forestales; 3) Actividades agrarias accesorias, o sea las que tienen carácter complementario
de la actividad productiva, tales como las manufactureras, transportivas, comerciativas,
industriales, etc., entendidas estas actividades como estrictamente complementarias a las
propiamente dichas y a las accesorias. Si este grupo 5) de la actividad agraria no es de
carácter complementario, no podemos incluirlas como actividades accesorias y serán
respectivamente comerciales, industriales, transportativas, etc., según los casos; 4) en un
cuarto grupo debemos incluir a la actividad vinculada, o sea el acto jurídico, que por tener
sus efectos en el medio rural, intervenir un sujeto agrario y un objeto agrario, la relación
jurídica creada por el acuerdo de voluntad común de las partes es de carácter agrario. Tal el
caso de un contrato de compraventa agraria de maquinaria agrícola, tractor, cosechadora,
etc.
1°) La autoridad Judicial agraria estará integrada por una Cámara de Apelaciones Rural y
Juzgados de Primera Instancia Rurales, Comisiones de Conciliación y Arbitraje, Ministerio
Público y los Defensores de Pobres y Ausentes.
Los Juzgados Rurales tenían su sede en Dolores, Mercedes,. Tres Arroyos y Pehuajó; las
Comisiones estarían radicadas en: La Plata, Arrecifes, General Belgrano, Lobería,
Olavarría, Bahía Blanca, Trenque Lauquen y Junín. La Cámara de Apelaciones en Dolores.
2°) Los Juzgados Rurales eran competentes para intervenir en las actuaciones que les
remitieran las Comisiones de Conciliación sobre arrendamientos y aparcerías rurales.
Asimismo entendían los Juzgados en todo lo concerniente a lo normado por el Código
Rural, expropiación de predios para colonizar y conflictos motivados por la aplicación de la
ley de colonización provincial.
Las sentencias dictadas por los Juzgados Rurales eran apeladas para ante la Cámara con
asiento en Dolores.
El arbitraje sancionado por la Comisión, si era consentido, tenía fuerza de sentencia pasada
en autoridad de cosa juzgada.
1°) El decreto-ley creaba los Juzgados de Primera Instancia Rural con asiento en: La Plata,
Mercedes, Azul, San Nicolás, Dolores, Tres Arroyos y Bahía Blanca, con dos Secretarías
cada Juzgado.
2°) Las Cámaras de Apelaciones en lo Civil y Comercial a las cuales se les agrega la
competencia necesaria para intervenir en la jurisdicción Agraria. Se dejó sin efecto la
Cámara de Dolores.
3°) Las Comisiones Asesoras funcionarían ante cada Juzgado de la Jurisdicción Agraria, las
que estaban integradas por un representante de los arrendadores y otro de los aparceros o
arrendatarios y asimismo por un ingeniero agrónomo.
4°) A los Ministerios Públicos se les amplía la competencia en forma similar a las de las
Cámaras, en las contiendas agrarias (rurales dice erróneamente, el decreto).
Pero la habilitación especial con referencia a una rama jurídica, limitándose así la
jurisdicción, es lo que denominamos con potencia judicial.
Por esta razón decimos que tal o cual Juez no está investido de competencia para intervenir
en determinados procesos. Así ante un juez civil no podrá ventilarse una causa penal; un
Juez comercial no es hábil para que ante él se tramite un juicio sucesorio, etcétera.
Staforini dice que: "ésta fija la medida en que los jueces pueden ejercer su jurisdicción, o
sea la potestad de administrar justicia. y Alsina expresa que "la competencia debe
determinarse con relación a cada juicio" y la define "como la aptitud del juez para ejercer
su Jurisdicción en un caso determinado" y agrega que por tal motivo se dice que la
competencia es la medida de la jurisdicción, con relación a su ejercicio.
1. En las cuestiones que versen sobre materia legislada por el Código Rural, leyes que lo
complementen o que legislan sobre materia rural, entre los que se enuncian:
a) Cuestiones suscitadas con motivo de la prenda rural, del crédito rural y del seguro rural;
b) Conflictos por obras nuevas y/o modificación del curso natural o artificial de las aguas
en zonas rurales;
c) Las cuestiones que se susciten con motivo de las leyes de sanidad animal y vegetal,
seguridad rural y de conservación;
II. En los juicios de expropiación que entable la provincia, de tierras destinadas a fines de la
ley orgánica de colonización.
IV. En los conflictos suscitados entre arrendadores y arrendatarios y/o aparceros con
motivo de los respectivos contratos de arrendamiento y/o aparcería; de las leyes sobre esta
materia y de las leyes sobre transformación agraria y su reglamento".
El inciso I es de carácter enunciativo: "entre las que se enuncian", lo que permite sostener
la competencia agraria para otras cuestiones vinculadas con la actividad agraria y cuya
determinación deberá ser enunciada por la jurisprudencia agraria, teniendo en cuenta la
autonomía del Derecho Agrario y las distintas clases de actividades agrarias.
Debe excluirse del texto legal esta circunstancia otorgándosele competencia al Juez agrario
en los supuestos de la comercialización de la producción.
b) Tres Arroyos: Su jurisdicción lo es sobre estos partidos: Tres Arroyos, González Chávez,
Necochea y Lobería.
c) Bahía Blanca: Distritos de: Patagones, Vellarino, Bahía Blanca, Coronel Rosales,
Coronel Pringles, Tornquist, Puán, Saavedra, Coronel Suárez, Adolfo Alsina, Guaminí,
Caseros y Coronel Dorrego.
Dejamos aclarado desde ya que la ritual laboral fue suplantada, primero por la 7600 y
posteriormente por la No 7718.
El Derecho Agrario es autónomo y sus principios deben contemplarse a fin de que la ley del
rito no sea motivo de interferencia en esta rama jurídica del derecho.
La competencia debe estar acorde con la actividad del sujeto —en nuestro caso sujeto
agrario— y así hemos expresado que todas las instancias en el proceso productivo agrario
deben guardar una armonía tal, que no sirva para desnaturalizar la propia actividad
agropecuaria.
Por fin las actividades agrarias vinculadas, son de competencia agraria, a las cuales debe
aplicarse el procedimiento agrario.
El procedimiento agrario de la Provincia de Buenos Aires que encuentra alcanzado por ley
nacional de aplicación en todo el país y no solamente el ritual bonaerense, sino el de
cualquier provincia que lo haya creado o que lo ponga en funcionamiento en el futuro,
siempre que continúe en vigencia la ley 15.246, Aclaramos asimismo que aun en el
supuesto de no existir en los estados provinciales la Jurisdicción agraria, también son de
aplicación las normas procesales de la ley 15.246.
5. Prórroga de jurisdicción.
Los fundamentos de esta cláusula como los de todo el articulado y las cláusulas nulas, lo
hemos explicado al tratar el capítulo cuarto y el contrato de arrendamiento, agregando aquí
que se relaciona íntimamente con la segunda parte del artículo 1°, el cual declara que la ley
15.246 "es de orden público, insanablemente nulas las cláusulas realizadas o insertas en los
contratos en fraude a la misma".
Somos de opinión que a los productores amparados por la ley 13.246, les asiste en el caso
explicitado precedentemente, el derecho constitucional de la defensa en juicio que prevé el
articulo 17 de la Constitución Nacional.
En síntesis: Las provincias que crearon o creen en lo sucesivo la jurisdicción agraria, deben
condicionar la competencia del juez agrario, de conformidad a las normas procesales del
artículo 17, in fine y última parte del artículo 2° de la ley 13.246.
Son iguales a los fundamentos que expusimos en el apartado anterior, ya que se dan
respecto de constitución de domicilios especiales.
Interviene aquí el orden público agrario, el artículo 2° de la ley 13.246, garantías
constitucionales de la defensa en juicio y el procedimiento provincial debe ceder ante la
norma prohibitiva y nacional como lo son los artículos 2° y la parte in fine del 17 de la ley
13.246.
1. Disposiciones aplicables.
En el punto 3, apartado d), nos referimos a las normas aplicables al procedimiento agrario.
El art. 1° del decreto-ley 3939/58 dice que: "Hasta tanto se constituyan los tribunales del
fuero rural creados por el decreto-ley 868/57, con las modificaciones introducidas por el
decreto ley 21.209/57, acuérdase competencia a los tribunales del trabajo para entender en
todas las cuestiones previstas en el art. 13 del decreto-ley 21.209 l57, planteadas o que se
planteen dentro de sus respectivas jurisdicciones territoriales conforme a lo establecido en
los arts. 3° y 5° de la ley 5178".
A su vez el art. 2° del mismo decreto-ley se refiere al derecho supletorio, siempre que en el
procedimiento agrario no estuviese prevista una situación determinada, en estos términos:
"Dichos tribunales aplicarán en estos juicios el procedimiento establecido por los arts. 17 a
65 del decreto-ley 21.209/57. La ley 5178 y el Código de Procedimientos en lo Civil y
Comercial se aplicarán supletoriamente en lo que no estuviera previsto y en cuanto fuere
compatible con el procedimiento específico del fuero rural".
El decreto-ley 21.209/57 prevé en el Capítulo III los requisitos que deben contener, tanto en
el escrito de demanda como en el de responde. Haremos referencia a los fundamentales.
a) Dice el art. 34 del citado decreto-ley que: "La demanda &e interpondrá por escrito. El
demandante deberá mencionar su nombre, domicilio real, nacionalidad, estado civil y
profesión u oficio: el nombre y domicilio del demandado, los hechos en que se funde
explicados claramente, la designación de lo que se demanda y el domicilio legal que
constituye. También ofrecerá la prueba de que intente valerse y acompañará los
documentos que obren en su poder. Si no los tuviese los individualizará, indicando el
contenido, lugar, archivo, oficina o persona en cuyo poder se encuentran",
Entre la documentación que debe acompañarse el actor debe adjuntar, además de la que
disponga, el pliego de absolución de posiciones, en sobre cerrado, por aplicación del
decreto-ley 3739/58, el cual, en el art. 2° que hemos mencionado, se refiere a la legislación
supletoria siendo de aplicación en la instancia la ley 5178, hoy 7718 de procedimiento
laboral, la que ordena Que el sobre de posiciones sea acompañado con la demanda.
Nosotros entendemos que con la demanda el actor o demandado deben agregar los puntos
de pericia en el supuesto de ofrecerla como prueba.
b) De la acción incoada se corre traslado para que el demandado la conteste dentro de los
15 días a quien se cita y emplaza para tales fines en la audiencia que se designe. Los
mismos requisitos que para el escrito de demanda se requieren para el responde, el cual está
normado en el art. 36 del decreto-ley 21.209/57.
El art. 54 enumera los requisitos formales que deben cumplirse al promoverse la demanda.
Corrido el traslado para que el demandado la conteste dentro del plazo de 15 días en la
audiencia que se designe para tales fines, éste debe agregar el escrito de contestación en
donde debe invocar todas las defensas, deducir reconvención, ofrecer la prueba de que
intente valerse y oponer excepciones si las tuviere. Esto lo prescribe el art 36 en
concordancia con el 34.
Ahora bien; el art. 26 dispone que dentro del término de 5 días el demandado deberá oponer
excepciones si las tuviere, contados a partir de la fecha de la citación y emplazamiento para
contestar la demanda. Pero en la audiencia del art. J6, el demandado deba oponer sus
excepciones.
¿Cómo se concilian estas dos disposiciones? ¿Cuál es el artículo que debe prevalecer?
Por nuestra parte entendemos que el art. 36 ha deslizado un error y que la intención del
legislador fue normatizar en forma independiente las excepciones que pueda esgrimir el
demandado. Por ello, si éste pretende oponer alguna de las excepciones enumeradas en el
art. 25 del decreto-ley 21.209/57, éstas deberán articularse dentro de los 5 días que permite
la ley, de haberse notificado la demanda. En consecuencia, si fueran opuestas en la
instancia de la audiencia para contestar la acción, estarían fuera de término y por la
aplicación supletoria del procedimiento laboral deberán rechazarse por la perentoriedad de
los plazos del ritual para los tribunales del trabajo.
En la audiencia a designar que prescribe el art. 36, una vez contestada la demanda con el
ofrecimiento de prueba, si hubieren hechos controvertidos, el Juez procurará avenir a las
partes en fin de llegar a una conciliación.
Por último diremos que la prueba a producir fuera de la audiencia de la vista de causa es
toda la ofrecida con excepción de la mencionada en el art. 39 del decreto-ley 21.209/57.
4. Vista de causa.
Vencidos los 30 días de prueba se fijará una audiencia para cinco días después, previa
declaración del Tribunal de su vencimiento, debiendo certificar el actuario tal circunstancia.
La designación de la audiencia será notificada a las partes.
La audiencia tendrá lugar en el día y hora fijada, en la que estarán presentes el Tribunal, la
Comisión Asesora y las partes cualquiera que sea la que concurra.
El art. 39 del decreto-ley 21.209/57 se refiere a la presencia del Juez, pero como por
aplicación del art. 1 del decreto-ley 5759/58 son competentes los Tribunales del Trabajo, la
mención del juez queda suplantada por la presencia del Tribunal en pleno.
Acto seguido se concederá la palabra a las partes por su orden para alegar sobre la prueba,
por espacio no mayor de 30 minutos. Posteriormente se oirá a la Comisión Asesora y por
fin se llamará autos para sentencia.
5. Sentencia.
Producidas las pruebas y el posterior alegato de las partes, el Tribunal dictará sentencia por
escrito dentro de los 5 días del llamamiento de autos para sentencia, la que reunirá los
recaudos dispuestos en el art. 163 del Código de Procedimientos Civil y Comercial
bonaerense.
6. Recursos.
Debemos hacer notar que en el procedimiento agrario existen varias clases de recursos de
acuerdo también a la clase de juicio de que se trate.
Prevé el art. 61 del decreto-ley 21.209/57 que: "Salvo los casos en que se resuelva
expresamente lo contrario, las resoluciones de los Jueces de primera instancia rural, serán
susceptibles de iodos los recursos previstos por las leyes procesales mencionada en el art.
52 y en la forma que las mismas determinan".
A su vez el art. 52 del mismo decreto nos remite al Código Procesal Civil y Comercial.
Es decir que se aplica el ritual civil en todos los casos previstos en el art. 13, con excepción
de los juicios promovidos por causas de los contratos de arrendamientos, aparcerías,
capitalización de hacienda, medierías, en los cuales el recurso de revocatoria procede
únicamente contra las providencias que resuelven excepciones y las que declaren la
cuestión de puro derecho, siempre que una de las partes se hubiera opuesto a tal
declaración.
Con la sanción del decreto-ley 3739/58 ha perdido la poca hermenéutica jurídica de que
gozaba el decreto-ley 21.209/57, ya que como lo hemos expresado anteriormente, están en
pugna el art. 32 del decreto-ley 21.209/57 y el art. 2° del decreto-ley 3739/58, por cuanto
ambos se refieren al derecho supletorio que debe aplicarse. El primero de ambos cuerpos
legales se refiere únicamente al Procedimiento Civil y Comercial y el segundo menciona al
procedimiento laboral en primer término y luego al civil y comercial.
Nos formulamos un interrogante similar al que efectuáramos con respecto a las excepciones
del art. 26. ¿Qué norma procesal aplicamos supletoriamente en forma preferencial? ¿El
ritual laboral y subsidiariamente el civil y comercial, atento el art. 2° del decreto-ley
3739/58º ¿O en su defecto hacemos prevalecer el art. 32 del decreto-ley 21.209/57, el cual
le otorga preferencia al procedimiento civil?
En materia de recursos debemos inclinarnos por las normas del art. 32 del decreto-ley
21.209/57 por ser de carácter general, por ser más acordes con la garantía constitucional del
art. 17 y en virtud de que somos de opinión que en el procedimiento agrario debe existir la
doble instancia. Por otra parte la Jurisdicción civil es unipersonal de conformidad al cuerpo
ritual y no pluripersonal con el procedimiento agrario (art. 5°, decreto-ley 21.209/57).
El término para apelar es de cinco días, limitándose a la mera interposición del recurso, el
cual puede ser por escrito o verbalmente (arts. 244/45, C. P. Civil y Comercial).
Llegados los autos a la Cámara deberá fundarse dentro de los 5 días (art. 254, C. P. C.).
Nos inclinamos por este procedimiento por estimar que el recurso debe concederse
libremente y con efecto suspensivo.
Este deberá interponerse ante la Cámara dentro del plazo de 5 días. Se pedirá al Tribunal de
Alzada la remisión de los autos (art. 275, C. P. Civil y Comercial). Deberá cumplirse con el
artículo 276.
7. Recursos extraordinarios.
Los recursos extraordinarios son de carácter excepcional siendo por esa causa que la ley los
limita considerablemente, todo lo cual trataremos en los puntos siguientes.
El plazo para interponerlo es de 10 días, por escrito y ante el Tribunal que dictara la
sentencia definitiva. Deberá fundarse el recurso en las siguientes causas.
1°) Violación de la ley o doctrinal legal invocada en la sentencia.
El escrito deberá ser concreto y claro en lo siguiente: mención de la ley o doctrina violada a
juicio del recurrente o aplicada erróneamente en la sentencia, debiéndose indicar en qué
consiste el error o la violación (art. 279, in fine, C.P.C.).
Quien deduzca el recurso deberá depositar el 5 % del valor del juicio a la orden del
Tribunal y pertenecientes a los autos.
Concedido el recurso los autos se elevan a la Suprema Corte, quien deberá resolver
previamente si fue bien o mal concedido. En este último caso se devuelven las actuaciones
sin más trámite a primera instancia.
Sí ha sido bien concedido se dicta la providencia de autos, pudiendo cada parte presentar
dentro de los 10 días de notificadas un memorial, el recurrente respecto a su escrito y el
apelado con relación al recurso en su contra.
Dentro del término de 80 días la Corte dictará sentencia sobre el fondo de la cuestión
planteada por el apelante; la que deberá contener, además de esto último; declaración
señalando la violación de la ley errónea aplicación de la doctrina legal o de la ley por parte
del Tribunal inferior.
Contra la denegatoria del recurso en estudio la parte afectada podrá deducir recurso de
queja para ante la Suprema Corte de Justicia dentro de los 5 días, debiendo acompañar el
recurrente copia de la sentencia recurrida, del escrito interponiendo el recurso y del auto
denegatorio o declarándolo desierto e indicar datos para individualizar el caso y tribunal o
sea Tribunal, Secretaría y localidad en donde se tramita el juicio (art. 292, C.P.C.).
El plazo para interponerlo es de 10 días y lo será en la forma y regirán los supuestos que
hemos explicado al tratar el recurso de inaplicabilidad de ley, en lo concerniente a la forma
y procedimiento, a donde nos remitimos.
CAPITULO DECIMONOVENO
EL IMPUESTO Y LA CONTABILIDAD AGRARIA
A) IMPUESTOS AGRARIOS
No debe tratarse con el mismo criterio la totalidad de los impuestos con que están gravadas
las distintas actividades del sujeto contribuyente, ni pueden estimarse en la misma forma y
medida las tareas industriales, comerciales o agrarias.
Si bien es cierto que existe esta relación, no siempre se cumple y el Estado debe contemplar
este supuesto.
Por último debemos decir que las cargas y gravámenes impositivos integran un ítem de la
Política Impositiva del Estado, debiéndose tener en cuenta las particularidades del Derecho
Agrario, como disciplina jurídica autónoma.
El impuesto a los réditos que fuera creado con carácter de emergencia en 1935 por la ley
11.682 fue sustituido por la ley 20.628 cambiándose la denominación de "impuesto a los
créditos" por "impuesto a las ganancias".
La ley determina quiénes son los contribuyentes y lo que se entiende por ganancia.
Dice el artículo 1°: "Todas las ganancias derivadas de fuente argentina, obtenidas por
personas de existencia visible o ideal, cualquiera sea su nacionalidad, domicilio o
residencia, quedan sujetas al gravamen de emergencia que establece esta ley".
"Además de las personas indicadas en el párrafo anterior son contribuyentes las sucesiones
indivisas, mientras no exista declaratoria de herederos o no se haya declarado válido el
testamento que cumpla la misma finalidad".
Dentro de las personas de existencia visible o ideal, debemos incluir a los sujetos agrarios
físicos y los sujetos agrarios Jurídicos, es decir las empresas agropecuarias que tengan por
objeto la actividad agraria,
El concepto de ganancia está definido en el artículo 2° que dice: "A los efectos de esta ley
son ganancias, sin perjuicio de lo dispuesto especialmente en cada categoría y aun cuando
no se indiquen en ellas:
La ley legisla sobre cuáles son las ganancias de fuente argentina diciendo que son "aquellas
que provienen de bienes situados, colocados o utilizados económicamente en la República,
de la realización en el territorio de la Nación de cualquier acto o actividad susceptible de
producir beneficios, o de hechos ocurridos dentro del límite de la misma sin tener en cuenta
nacionalidad, domicilio o residencia del titular o de las partes que intervengan en las
operaciones, ni el lugar de celebración de los contratos". Asimismo el artículo considera
sujetos al impuesto a las ganancias, las operaciones que dejen dividendos positivos que se
realicen en el exterior en forma ocasional, a pesar de que el sujeto realizador tenga su
domicilio en la República.
De las distintas categorías que enumera la ley, son atribuibles a la actividad agraria, ya sea
realizadas por el sujeto agrario físico y jurídico, las siguientes:
a) Primera categoría. Dice el artículo 41: "En tanto no corresponda incluirlas en el artículo
48 de esta ley, constituyen ganancias de la primera categoría, y deben ser declaradas por el
propietario de los bienes raíces respectivos: a) El producido en dinero o en especie de la
locación de inmuebles urbanos o rurales..,".
"Se consideran también de primera categoría las ganancias que los locatarios obtienen por
el producido en dinero o en especie, urbanos o rurales dados en sublocación".
Hacemos notar que el inciso a) del artículo transcripto no armoniza con el artículo 2° de la
ley 13.246, ya que el contrato de arrendamiento se caracteriza por el pago del arriendo "en
dinero". Podríamos decir entonces que la aparcería se encuentra exenta del pago del
impuesto a las ganancias, por no ser un contrato de arrendamiento.
Para completar este brevísimo comentario del inciso, remitimos al lector al capítulo
séptimo.
Asimismo la última parte de la norma también contradice a la ley 15.246, ya que el artículo
7°, prohibe expresamente la sublocación salvo con expresa autorización por parte del
locador. El lector debe recordar lo que hemos dicho en el capítulo sexto.
Las mejoras de los predios rurales también están alcanzadas por el impuesto. Dice el inciso
d) del artículo 41: "El valor de las mejoras introducidas en los inmuebles, por los
arrendatarios o inquilinos, que constituyan un beneficio para el propietario y en la parte que
no esté obligado a indemnizar...".
Pensamos que lo expuesto en este apartado son los elementos mínimos que tienen relación
directa con el objetivo de la obra.
La ley en el artículo 5° estableció que: ..."Se consideran tierras aptas para la explotación
agropecuaria todas las superficies de tierras, con excepción de las comprendidas dentro de
los límites urbanos..." y continúa la norma enumerando las tierras exceptuadas.
Es evidente que existe una clara deficiencia en la redacción del artículo. La ley omite
definir qué se entiende por tierras aptas para la explotación agropecuaria o en su detecto
establecer las bases para que la reglamentación lo determine.
Es opinión unánime en doctrina la conveniencia de omitir definiciones en las leyes y que
ello debe quedar librado a las reglamentaciones. En el caso que nos ocupa el decreto
reglamentario 1945/69 no lo hace.
Este tipo de impuesto a las tierras aptas para la actividad agraria a los efectos de una
aplicación Justa y ecuánime, debe estar precedido de una larga gestión administrativa-
jurídica- contable- agraria, por cuanto se deberá establecer concretamente cuándo la tierra
es apta económicamente para la explotación agropecuaria.
Las bondades del suelo no son de igual característica en zonas de la pampa húmeda y en
regiones del noroeste del país. Las tierras de Catamarca (considerando asimismo obras de
infraestructura) o de La Rioja, no poseen las mismas aptitudes que las de Santa Fe o de
Córdoba. Es un caso análogo a la determinación de la unidad económica agraria y según los
elementos esenciales que la integran varía la extensión de la unidad económica.
Los distintos códigos fiscales de las provincias gravan los inmuebles rurales de acuerdo a
sus valuaciones, siendo la base imponible la resultante de un proceso que así lo determina.
Este gravamen que pesa sobre los inmuebles rurales (son los rurales y subrurales) es el que
constituye el impuesto inmobiliario básico.
Analizar el título "impuesto inmobiliario" de los códigos fiscales de cada provincia, no sólo
demandaría uno o varios capítulos completos —o tal vez una obra específica— y excedería
ampliamente el objetivo de este manual, sino que, —como lo expresáramos en el prólogo y
en el punto 1—, no es propiamente un tema específico de esta obra, sino que lo tratamos
como complemento al estudio a que nos hemos abocado.
El artículo 78 del Código Fiscal (t. o. 1966 y los sucesivos) en su parte pertinente de que: ".
. .por cada inmueble de las plantas rurales y subrurales, según la clasificación de la ley de
catastro, se pagará un impuesto que se denominará Inmobiliario Básico, cuyas alícuota
serán fijadas por la ley impositiva anual sobre la base imponible determinada de
conformidad con las normas del capítulo IV"....
Por su parte el artículo 91 del título IV expresa que: "La base, imponible de los impuestos
establecidos en el capítulo I está constituida por la valuación de los inmuebles determinada
de conformidad con las normas de la ley No 5738, multiplicado por los coeficientes de
actualización por partido que fije la Ley Impositiva Anual, y deducido el valor exento,
según lo dispuesto en el artículo 87, incisos h), i) y k)".
A su vez las leyes impositivas establecen anualmente un porcentaje sobre la valuación del
inmueble rural (de acuerdo con el art. 91 transcripto) y la resultante de ese porcentaje es la
suma que debe abonarse en concepto de impuesto inmobiliario básico.
Esta clase de impuesto fue legislado como una especialidad de las actividades lucrativas en
general, el que a su vez se rige por los principios generales del Código Fiscal provincial.
El artículo 14 del referido cuerpo legal (t. o. 1961) determinó que: "Son contribuyentes de
los impuestos las personas de existencia visible, capaces o incapaces, las personas jurídicas,
las sociedades, asociaciones y entidades con o sin personería jurídica, que realicen los actos
u operaciones o se hallen en las situaciones que este Código o leyes fiscales especiales
consideren como hechos imponibles".
En un título especial los Códigos Fiscales sucesivamente legislaron sobre el impuesto a las
actividades agrarias. El artículo 108 del Código Fiscal (t. o. 1966) legisló el concepto de la
base imponible que decía: "El impuesto será proporcional al monto de los ingresos brutos
percibidos o devengados en las transacciones originadas por el hecho imponible, durante el
año fiscal anterior. A ese efecto se tendrá en cuenta el sistema adoptado por el
contribuyente, el que no podrá ser variado sin previa autorización de la Dirección.
Las sucesivas reglamentaciones de los códigos fiscales determinaron que los contribuyentes
anualmente deberán presentar una declaración jurada, en donde se hará constar los ingresos
brutos obtenidos durante el año anterior. El sistema no ha variado en la actualidad.
Todo sujeto agrario que inicie sus actividades en el año fiscal, deberá comunicarlo a la
Dirección de Rentas, en los formularios oficiales que se les proporcionará al efecto y cuyos
modelos obran en la parte práctica del apéndice.
La ley 21.399 se refiere a tierras anegadas, áridas, etc., y a quienes estén comprendidos en
dicho dispositivo legal, les alcanza la desgravación prevista en el artículo 89 de la ley a las
ganancias, texto ordenado 1977 y posteriores modificaciones.
Pero para que el sujeto agrario se encuentre realmente alzado por la desgravación
impositiva, debe llenar una serie de requisitos, previstos en la Resolución No 4/79 dictada
el 10-1-1979 por la Secretaría de Estado de Agricultura y Ganadería de la Nación, que hace
engorrosa su lectura y extremadamente complicado su trámite por el cúmulo de requisitos
que deben cumplirse.
Si bien estas normas tienden a la conservación y a la renovación del recurso natural suelo,
no existe armonía entre el concepto claro y simple de la conservación del recurso y esta
maraña de exigencias esenciales a cumplir.
Comienza la resolución 4/79 declarando que son tierras áridas y anegadas, las calificadas
así por el I.N.T.A. (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria).
El sujeto agrario a fin de obtener el informe de tierras áridas y anegadas, deberá presentar
su pedido en la Estación Experimental Agropecuaria más cercana a la ubicación del predio
y la certificación solicitada será otorgada por el Servicio Nacional de Economía y
Sociología Rural.
A los efectos de obtener el referido certificado, el interesado deberá acompañar las
siguientes constancias:
A su vez el artículo 44-v) (Art. . . . dispone que: "A los fines de la deducción que autoriza
el articulo 89 de la ley por las inversiones destinadas a incorporar a la producción
agropecuaria tierras áridas o anegadas, la Secretaría de Estado de Agricultura y Ganadería,
a través del o los organismos que ella determine, extenderá una certificación relativa a la
condición de aridez de la tierra y al número de hectáreas anegadas a recuperar, con la
constancia de su correspondiente ubicación catastral.
Los rubros más importantes que obtienen la desgravación son: trabajos de desmontes,
electrificación, canalización y almacenamiento de aguas, equipamiento e instalaciones
necesarias para la explotación, implementación de sistemas de riego, estudios agronómicos,
y gastos de mantenimiento, hasta tanto la explotación entre en el período de producción.
Este certificado debe ser complementado por otro que dé cuenta de la real inversión y de
los trabajos realizados, el que deberá ser suscripto indistintamente por ingeniero agrónomo,
ingeniero de producción animal, ingeniero de producción agropecuaria, ingeniero de
zootécnica, licenciado en ciencias agrarias certificado por el Consejo Profesional que
corresponda, o un escribano público.
El plan de recuperación de tierras deberá ser acompañado con los siguientes informes:
El artículo 11 prevé que los productores que presentan planes de recuperación, deberán dar
cumplimiento a las normas procesales que establezca el Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria, en concordancia con la presente resolución.
Respecto del tema que venimos tratando, la Dirección General Impositiva dictó la
resolución No 2128, con fecha 17 de enero de 1979 y publicada en el Boletín Oficial el 19
de enero de 1979.
1. Principios generales.
Toda organización debe tener un mínimo de control contable, pero previamente se deberá
dar una forma al sistema de contabilidad que adopte el establecimiento.
Hay que realizar una división de los rubros contables, que no serían otra cosa que la propia
organización de la forma contable, a saber: a) los gastos producidos por el empresario en su
actividad privada, quedan excluidos de la contabilidad de la empresa agropecuaria. A
contrario sensu significa ello que la distracción de los ingresos incide en lo concerniente al
capital disponible, los créditos que pudiere obtener y demás circunstancias generales para la
actividad empresaria; b) debe establecerse un rubro denominado otras inversiones, lo que
puede constituir en los establecimientos sanos, desde el punto de vista contable y
económico, una fuente de obtención de crédito de cualquier índole.
Además, la empresa debe contar con tres cuentas que constituirían en forma general, en su
estructura vertebral, la organización del establecimiento, y serían:
1°) Las que están fuera del negocio a través de las cuales el empresario agrario cuenta con
un panorama de conjunto, es decir, saber la fecha de sus obligaciones o sea de pagar sus
deudas o percibir sus créditos, a corto o largo plazo.
2°) La de capital por considerar en virtud de la cual el sujeto agrario conoce en qué consiste
su patrimonio fijo, es decir el capital invertido en la empresa, entre otros en el inmueble.
mejoras, alambrados, etc. Por su intermedio el productor agropecuario conoce si las
inversiones son excesivas, reducidas o inexistentes.
3°) La última cuenta es la del cuadro de ganancias y perdidas, que le permite al sujeto
agrario saber sus ingresos y sus egresos.
Sí los cultivos son de granos hay que anotar los kilos de semillas y el trabajo que se haya
realizado.
El precio por unidad que haya utilizado —esto para los cereales— resultará de descontar
los gastos de transporte (flete), comisiones y en general todo gasto ocasionado durante la
cosecha y la comercialización, resultando por ejemplo:
c) Producción de semovientes.
De existir producción ganadera ésta debe registrarse indicándose clase de hacienda que
disponga el productor, primeramente sin discriminación alguna y posteriormente deslindar
los rubros de los animales.
1°) En el vacuno (en sus tres actividades: cría invernada y tambo) debe indicarse el número
de terneros que nazcan y los destetados en rubro cría. Si se tratara de explotación tambera
&e registrarán las vacas secas y las en ordeñe.
2°) Ganado ovino. Para el registro de ovinos debe estarse a lo que dijimos en el parágrafo
anterior, ya que es aplicable a éste. El registro de ovinos permite al sujeto agrario la
comparación de ambos rubros y en especial estimar y valorar esta clase de producción.
2 Son cifras tomadas al azar, no contemplando la realidad. Los rubros mencionados son
reales.
Existen otros registros que el sujeto agrario debe realizar como complemento de la
contabilidad de su establecimiento, los que juntamente con los que hemos visto en los
apartados anteriores integran el organigrama de su contabilidad.
a) Consumo personal.
Este rubro contable da las bases a los efectos de determinar cuál es el valor que tenga la
producción general en el desenvolvimiento económico agrario y su grupo familiar. Pueden
constituir las bases a fin de evitar gastos personales del sujeto agrario, no integrando éstos,
rubro alguno de producción del establecimiento.
Como complemento del registro general de semovientes que vimos en el apartado c) del
punto I, debe anotarse aquí, el número de animales que mueren, cualquiera que sea la clase,
categoría o tipo. Es conveniente para tener un cuadro general indicar las causas de los
decesos, cualquiera que sea y tratándose de enfermedades —si éstas se anotan— el
productor podrá arbitrar los medios preventivos tendientes a evitarlos.
Tanto este ítem como los ya vistos, deben referirse en última instancia al cuadro general de
las pérdidas y de las ganadas del sujeto agrario.
c) Gastos y entradas en efectivo.
Son dos registros distintos. Uno de gastos y el otras entradas, ambos en efectivo que
veremos por separado.
1°) Gastos en efectivo. Se anotan los gastos en efectivo el hojas sueltas de registro contable
como en los casos anteriores, las que están divididas en columnas. Esta anotación es
respecta de los gastos que demande la empresa en un período productivo.
El sujeto agrario deberá anotar todos los gastos que realice en el año estén o no abonados,
ya que éstos, pagados o no, son gastos en el desenvolvimiento de la explotación.
Existe otra columna en la cual deberá especificarse el monto total del gasto realizado
tomado durante todo el año o sea el ejercicio agrícola-ganadero, período que va desde el 1°
de Julio hasta el junio del ano siguiente. Este ultimo sirve para el productor sepa el gasto
global durante el año. que Habiendo descripto en forma general y sin pretender hacer un
estudio técnico-contable del tema, veremos en líneas generales el rubro entradas en
efectivo.
Y por último existe otra columna individualizada con la letra "O", en donde se registra la
percepción total por alquileres en pasturas otorgadas.
En forma clara y práctica creemos haber desarrollado el presente capítulo y tal vez pueda
servir de orientación primaria al sujeto dedicado a la actividad agraria.
CAPITULO UNICO
CUADRO COMPARATIVO ENTRE LAS LEYES 13.246 y 21.452
1. Tácita reconducción.
"Vencido el término legal o el término pactado, si este último fuera mayor, el arrendatario
deberá restituir el predio sin derecho a ningún plazo suplementario para el desalojo y
entrega libre de ocupantes".
"Si la reclamación se hiciese después de treinta días de la fecha del vencimiento del
contrato, el arrendatario tendrá un plazo de hasta un año para restituir el predio, computado
desde la fecha en que se le efectúe".
"Si el arrendador consintiera que el arrendatario continúe en el uso y goce del predio,
transcurrido un año sin que el primero haya manifestado ºu voluntad mediante telegrama
colacionado o notificación practicada por intermedio del juez de paz de exigirle la
restitución del mismo, o celebrado nuevo contrato, el arrendatario tendrá derecho a
considerarlo renovado en las mismas condiciones, rigiendo en cuanto a los plazos lo
previsto en el artículo 4° y con obligación para el arrendador de dar cumplimiento a lo
prescripto en el artículo 40".
REGIMEN ANTERIOR a) Art. 39 - mes. a) y b), ley 13.246 a) Art. 1, ley 21.452.
Esta norma legal excluye de la ley 13.246 los contratos accidentales para "la realización de
dos cosechas como máximo, ya sea a razón de una por año o dentro de un mismo año
agrícola" (inc. al) y "los contratos en virtud de los cuales se concede el uso y goce de un
predio con destino exclusivo para pastoreo celebrados por un plazo no mayor de un año"
(inc. bl). ) Art. 39, ley 15.246. Ter. párrafo. Prórroga o renovación.
"En caso de prórroga o renovación entre las mismas partes y sobre el mismo predio,
mediante la cual se totalicen plazos mayores que los establecidos en el presente artículo o
cuando el tenedor del predio, previa notificación formal al propietario, lo conserve por un
plazo superior al pactado sin oposición documentada de éste dentro del término de treinta
días de su vencimiento, se considerara al contrato incluido en las disposiciones de esta ley".
REGIMEN ACTUAL
"En caso de una nueva contratación entre las mismas partes sobre el mismo predio, se
considerará el nuevo contrato incluido en las disposiciones de esta ley, siempre que no haya
transcurrido, por lo menos, el término de un año desde el vencimiento del anterior
contrato".
"Los contratos mencionados en los incs. a) y b) del presente artículo..." se debe obtener "su
calificación y homologación en forma sumaria".
"La calificación y homologación del contrato será efectuada a pedido de parte por la
autoridad judicial competente o por las Cámaras Paritarias de Arrendamientos y Aparcerías
Rurales, en las condiciones establecidas en el decreto-ley 1638/63, debiendo expedirse
simultáneamente el correspondiente testimonio". f) Art. 39, ley 13.246. Desalojo.
c) Ley 21.452.
e) Ley 21.452.
El mismo texto. Unicamente se suprime el párrafo en que se hace mención a las Cámaras
Regionales Paritarias v al decreto-ley 1638/63.
CONTRATOS ACCIDENTALES
a)Por estar excluidos de la ley 13.246-21452, se rigen por el Código Civil, siendo
competente la justicia agraria por tratarse de un contrato agrario.
b) Para iniciar juicio de desalojo, previamente por imposición de la ley agraria, debe
calificarse el contrato y homologarse judicialmente.
c) El juicio de desalojo se tramita por el procedimiento de ejecución de sentencia, que
dispongan los Códigos procesales de las provincias.
I. LEGISLATIVO
TEXTOS LEGALES
ARRENDAMIENTOS RURALES Y APARCERÍAS
Los preceptos de esta ley son de orden público, irrenunciables sus beneficios e
insanablemente nulos y carentes de todo valor cualesquiera cláusulas o pactos en contrario
o actos realizados en fraude a la misma.
TITULO I
DE LOS ARRENDAMIENTOS
Art. 2° — Habrá arrendamiento rural cuando una de las partes se obligue a conceder el uso
y goce de un predio, ubicado fuera de la planta urbana de las ciudades o pueblos, con
destino a la explotación agropecuaria en cualquiera de sus especializaciones y la otra a
pagar por ese uso y goce un precio en dinero.
Art. 3° — (Reglam.). Cuando el predio arrendado mediante un contrato unico sea utilizado
en más de un destino, como en el caso de producción agropecuaria y explotación comercial
o industrial, el régimen legal aplicable al contrato de arrendamiento estará determinado por
la principal actividad a que el predio esté dedicado, con prescindencia del accesorio.
Art. 5° — (Derogado por el art. 2° del decr, ley Í639/63).
Art. 4° — (Sustituido por art. 1° de la ley 22.298). Los contratos a que se refiere el art. 2°
tendrán un plazo mínimo de tres (3) años. También se considerará celebrado por dicho
término todo contrato sucesivo entre las mismas partes con respecto a la misma superficie,
en el caso de que no se establezca plazo o estipule uno inferior al indicado.
Art. 5° — (Derogado por el art., 2° de la ley 22.298). Art. 6° — (Derogado por el art. 2° de
la ley 22.298).
Art. 7° — (Sustituido por art. lo —ley 22.298—). El arrendatario no podrá ceder el contrato
ni subarrendar, salvo conformidad expresa del arrendador. Si ocurriere la muerte del
arrendatario, será permitida la continuación del contrato por sus descendientes,
ascendientes, cónyuge o colaterales hasta el segundo grado que hayan participado
directamente en la explotación, o su rescisión, a elección de éstos. La decisión deberá
notificarse en forma fehaciente al arrendador dentro de los treinta (50) días contados a
partir del fallecimiento.
Art. 15.— (Reglam. inaplicable). La notificación a que se refieren los arts.. 7° v 27 de la ley
deberá practicarse dentro de los seis meses posteriores al fallecimiento del arrendatario o
aparcero y podrá efectuase indistintamente mediante telegrama colacionado, por intermedio
del Juez de Paz o Escribano Público o cualquier otra forma que, por escrito, lo pruebe
fehacientemente.
El incumplimiento de esta obligación dará derecho al locador y/o aparcero dador a solicitar
el desalojo del predio.
Las oposiciones a .que se refieren los arts. 79 y 27 de la ley serán tramitadas y resueltas en
forma sumaria.
Art. 8°— (Sustitución-derogante por el art. 1° de la ley 22.298). Queda prohibida toda
explotación irracional del suelo que origine su erosión o agotamiento, no obstante cualquier
cláusula en contrario que contengan los contratos respectivos. En caso de violarse esta
prohibición por parte del arrendatario, el arrendador podrá rescindir el contrato o solicitar
judicialmente el cese de la actividad prohibida, pudiendo reclamar en ambos casos los
daños y perjuicios ocasionados. Si la erosión o agotamiento sobrevinieren por caso fortuito
o fuerza mayor, cualquiera de las partes podrá declarar rescindido el contrato.
Art. 16. — (Reglam.). A los efectos de lo dispuesto en el art. Sf-' de la ley 13.246, se
entiende por:
a) Erosión: El proceso de remoción y transporte notorio de las partículas del suelo por
acción del viento y/o del agua en movimiento;
Art. 18.— (Reglam. inaplicable). En el supuesto del artículo anterior, se fijarán las
condiciones en que será permitida la continuación de la explotación. Si ello implicara una
alteración sustancial de la que habitual. y racionalmente corresponde realizar al arrendatario
o aparcero, éste podrá pedir en forma sumaria en el mismo expediente la rescisión de la
relación contractual, o bien la remisión y/o deducción proporcional ^r
precio del arrendamiento, no mediando su culpa o negligencia.
a) Para obtener la fijación de las condiciones técnicas en que será permitida la continuación
de la explotación, por cualquiera de las partes;
b) Para obtener la rescisión del contrato, por el locador que invoque culpa o negligencia del
arrendatario o aparcero, caso fortuito o fuerza mayor;
c) Para obtener la rescisión del contrato por el arrendatario aparcero, cuando no mediando
su culpa o negligencia entendiere que las condiciones en que podrá continuar la explotación
implican una alteración sustancial en la que habitualmente realiza.
En el caso del inc. b), mediando culpa o negligencia del arrendatario o aparcero, el
arrendador o aparcero dador podrá pedir la indemnización de daños y perjuicios
correspondientes.
Art. 20. — (Reglam. inaplicable). En los juicios que se tramitan de acuerdo con el art. 1.9
de esta reglamentación según el procedimiento vigente en cada jurisdicción, o el que resulta
del decreto reglamentario del decreto-ley 1638/63, se declarará si el predio en cuestión ha
sufrido o no los efectos de la erosión, degradación o agotamiento. En el supuesto afirmativo
se indicará objetivamente las causas que los originaron y se determinarán las mejoras de
conservación del suelo que deben realizarse con especificación del costo máximo de las
mismas y las condiciones en que será permitida la continuación de la explotación.
Art. 21. — (Reglam.). En todos los casos en que el contrato continúe en vigor se dispondrá
con carácter obligatorio la ejecución de las mejoras de conservación del suelo, su monto
máximo y las condiciones en que será permitida la continuación de la explotación. Si estas
mejoras y condiciones implicaren una alteración sustancial en la explotación que
habitualmente realiza el arrendatario o aparcero, éste podrá hacer uso de los derechos de
rescisión, revisión y/o remisión del precio de arrendamiento no mediando culpa o
negligencia de su parte.
Los casos de los incs. b) y c) del art. 19 y de conformidad al procedimiento vigente en cada
jurisdicción serán resueltos en forma sumaria
Art. 22. — (Reglam.). Cuando en virtud de lo previsto en el inc. o del art. 19 la sentencia
dispusiera la realización de mejoras de conservación del suelo por el arrendador, fijará los
plazos para la iniciación v ejecución de las mismas.
Sí el arrendador no diera comienzo a los trabajos o no los ejecutara en los plazos fijados o
los abandonare una vez iniciados, el arrendatario podrá solicitar de conformidad al
procedimiento vigente en cada jurisdicción:
Art. 23. — (Reglam.). Cuando el arrendatario o aparcero autorizado a realizar las mejoras
de conservación del suelo por cuenta del arrendador no diera comienzo a esos trabajos o no
los ejecutara en los plazos fijados o los abandonara una vez iniciados, podrá el arrendador
solicitar la rescisión del contrato. Igual derecho podrá ejercitar el arrendador en los casos en
que el arrendatario o aparcero no ajustara su explotación al plan racional fijado.
Art. 25. — (Reglam.). Sin perjuicio del cumplimiento de la resolución que se dicte, los
arrendatarios o aparceros respecto de los que se hubiere declarado la procedencia de la
rescisión; por causales que no fuesen de su propia culpa o negligencia tendrán preferencia
para la adjudicación de lotes en las licitaciones que realicen entidades oficiales de
colonización en cualquier punto del país y cualquiera sea el tipo de explotación a que los
mismos se destinen.
Art. 26. — (Reglam. inaplicable). La opción a que se refiere el art. 99 de la ley 13.246 para
los contratos de arrendamiento o aparcería agrícola deberá ser notificada al propietario
arrendador o aparcero dador con anterioridad a la iniciación de las actividades
contempladas en el mismo. Cualquiera de las partes, en el contrato de aparcería agrícola,
podrá solicitar la fijación del precio que corresponda abonar por la parte del predio que el
aparcero destine a los fines del art. 99 de la ley.
Art. 27. — (Reglam. inaplicable). Las mejoras a que se refiere el art. 10 de la ley 13.246
deberán ser provistas por el arrendador dentro de los dos primeros años de vigencia del
contrato.
Art. 28. — (Reglam. inaplicable). En caso de que el arrendador no cumpliera esa obligación
en el plazo establecido en el articulo anterior, el arrendatario podrá ejecutarla a costa de
aquél, previa notificación formal al arrendador efectuada por lo menos con 30 días de
antelación a. la fecha en que las iniciará. De igual forma procederá el arrendatario cuando
el arrendador no efectúe las reparaciones de las mejoras que son a su cargo, salvo aquellas
que por su índole revistan carácter urgente.
Art. 29. — (Reglam. inaplicable). El arrendador proveerá las mejoras exigidas en el art. 10
de la ley 13.246 en las siguientes condiciones:
a) Podrá utilizar cualquier tipo de materiales, usuales o adaptables a la zona, siempre que
con ellos se pueda levantar una construcción segura;
Art. 30. — (Reglam. inaplicable), A los efectos del art. 11, me. c). de la ley 13.246,
solamente se considerarán los árboles frutales.
Art. 31. — (Reglam. inaplicable). La valuación fiscal, en relación con la cual se fijará el
monto máximo de las mejoras a que se refieren los arts. 10 y 11 de la ley 13.246, será la
correspondiente a la tierra libre de mejoras en el momento en que deban construirse o
indemnizarse.
Art. 12. — (Derogado por el art. 2° de la ley 22.298). Art. 13. — (Derogado por el art. 2°
de la ley 22.298). Art. 14. — (Derogado por el art. 2° de la ley 22.298).
Los beneficios que acuerda este articulo no afectarán el crédito del vendedor de los bienes
declarados inembargables e inejecutables, y no comprenderán a los arrendatarios que sean
sociedades de capital.
Art.17. __ Son insanablemente nulas y carecerán de todo valor y efecto las cláusulas que
obliguen a:
Art. 18. — Son obligaciones del arrendatario y arrendador, además de las establecidas en el
Código Civil: Del arrendatario:
c) Conservar los edificios y demás mejoras del predio, los que deberá entregar al retirarse
en las mismas condiciones en que los recibiera,, salvo los deterioros ocasionados por el uso
y la acción del tiempo; Del arrendador:
d) Contribuir con el 50 °/o de los gastos que demande la lucha contra las malezas y plagas
si el predio las tuviera al contratar;
Art. 35. — (Reglam.). A los efectos del art. 18, inc. b), de la ley 13.24º, no se considerarán
como gastos de lucha contra las plagas y malezas los efectuados en las labores culturales
ordinarias utilizables en la explotación que efectúe el arrendatario.
Art. .36. — (Reglam. inaplicable). Las especies de árboles a plantar y cuidar por el
arrendatario serán elegidas por el arrendador, dentro de las comunes aconsejadas por la
Secretaría de Estado de Agricultura y Ganadería para la zona, hasta cubrir la cantidad fijada
en el art 18, inc. d), de la lev 13,246 (en desuso).
Art. 38. — (Reglam. inaplicable). Fuera de las zonas indicadas en el art. 37, la obligación
del inc. d) del art. 18 de la ley 13.246 regirá cuando así lo establezca la Administración
Nacional de Bosques» previo estudio realizado a pedido del arrendador y fundamentado en
la existencia de condiciones técnicas y económicas que aseguren la viabilidad de la
plantación.
Art. 20. — Vencido el término legal o el término pactado, si este último fuera mayor, el
arrendatario deberá restituir el predio sin derecho a ningún plazo suplementario para el
desalojo y entrega libre de ocupantes.
Los contratos de medierías se regirán por las normas relativas a las aparcerías, con
excepción de los que se hallaren sometidos a leyes o estatutos especiales, en cuyo caso les
serán, asimismo, aplicables las disposiciones de esta ley, siempre que no sean
incompatibles con aquellos.
Art. 4" — (Reglan.). Los contratos que, a pesar de no estar regulados por un estatuto
especial, presupongan una relación de dependencia y no impliquen la cesión del uso y goce
del predio, quedarán excluidos del régimen de la ley 13.246 aun cuando la retribución
consista en la participación de los frutos.
Art. 22. — (Sustituido por el art. 1° de la ley 22.298). Son aplicables a los contratos de
aparcería en los que se concedan el uso y goce de un predio rural los preceptos de los arts.
4°, 8°, 15, 17 y 18.
Art. 23. — Son obligaciones del aparcero y del dador: Del aparcero:
c) Conservar los edificios, mejoras, enseres y elementos de trabajo que deberá restituir al
hacer entrega del predio en las mismas condiciones en que los recibiera, salvo los
deterioros ocasionados por el uso y la acción del tiempo;
d) Hacer saber al aparcero dador la fecha en que se comenzará la percepción de los frutos y
separación de los productos a dividir, salvo estipulación o usos en contrario;
e) Poner en conocimiento del dador, de inmediato, toda usurpación o novedad dañosa a su
derecho, así como cualquier acción relativa a la propiedad, uso y goce de las cosas. Del
aparcero dador:
f) Garantizar el uso y goce de las cosas dadas en aparcería y responder por los vicios o
defectos graves de las mismas;
g) Llevar anotaciones con las formalidades y en los casos que la reglamentación determine.
La omisión o alteración de los mismos constituirá una presunción en su contra.
Art. 39. — (Reglam.). El aparcero hará saber al propietario, con una antelación mínima de
diez (10) días, la fecha en que comenzarán la percepción y distribución de los frutos o en
que requiere que ésta se efectúe.
Art. 40. — (Reglam.). El aparcero dador deberá llevar anotaciones en las que conste:
h) Nómina de las máquinas, animales, útiles, enseres y bienes de toda clase aportados
inicialmente por cada uno de los contratantes, especificando su estado y valor estimado o
de costo.
Deberá actualizar dicho inventario con los cambios que se produzcan, para lo cual el
aparcero está obligado a hacerle llegar la correspondiente información; b) Los demás
aportes que efectúe;
Art. 24. — La pérdida de los frutos por caso fortuito o de fuerza mayor será soportada por
las partes en la misma proporción convenida para el reparto de aquellos.
Art. 25. — Cualquiera de las partes podrá pedir la rescisión del contrato y el desalojo y/o
entrega de las cosas dadas en aparcería si la otra no cumpliese con las obligaciones a su
cargo.
Art. 26.— Vencido el término legal o el término pactado, si este último fuera mayor, regirá
para las aparcerías en las que se conceda el uso y goce de un predio rural, lo dispuesto en el
art. 20.
Art. 27.— (Sustituido por el art. Iº de la ley 22.298). El contrato de aparcería concluye con
la muerte, incapacidad o imposibilidad física del aparcero.
El contrato no terminará, salvo opción contraria del aparcero, por muerte del dador o
enajenación del predio.
Art. 28. — Toda acción emergente del contrato de aparcerías prescribirá a los cinco años.
CAPITULO I
DE LAS APARCERÍAS AGRICOLAS
Art. 50. — (Sustituido por art. 1° de la ley 22,298). Las partes podrán convenir libremente
el porcentaje en la distribución de los frutos. Ninguna de las partes podrá disponer de los
frutos sin haberse realizado antes la distribución de los mismos, salvo autorización expresa
de la otra.
Art. 41. — (Reglam.) La revisión de porcentaje a que se refiere el art 30 de la ley 13.246,
sólo podrá solicitarse cuando se cumplan las condiciones mencionadas en el art. 69 de este
reglamento.
Art. 32. — (Reglam.). A los efectos del art. 31 de la ley 13.246. en aquellos casos en que se
haya contratado la entrega del porcentaje en parva y se cosecha en cambio con máquina
corta-trilla, los gastos de trilla, bolsas e hilo deberán ser soportados por las partes, en la
proporción convenida para la distribución de los frutos.
Art. 32. — Prohíbese convenir como retribución el pago de una cantidad fija de frutos o su
equivalente en dinero.
Art. 44. — (Reglam.). Cuando deben fijarse distintas formas de pago a la establecida en el
contrato de arrendamiento por aplicación de los arts. 32 y 42 de la ley 13.246, se deberá
encuadrar el contrato, según corresponda, dentro del régimen del arrendamiento o de las
aparcerías.
Art. 35. — El aparcero tendrá derecho para destinar, sin cargo, una parte del predio para el
asiento de la vivienda, pastoreo y huerta, en las proporciones que determine la
reglamentación según las necesidades de las distintas zonas agroecológicas del país.
Art. 45. — (Reglam.). La proporción del predio que será desuñado sin cargo para pastoreo
debe ser establecida en el contrato de acuerdo con los usos y costumbres y las necesidades
de la explotación, determinable en la zona cereal, según la receptividad del campo, sobre la
base media normal de la superficie de media a una y media hectárea por cabeza de animal
yeguarizo de trabajo.
Para asiento de la vivienda y huerta se destinará la superficie normal de acuerdo con los
usos y costumbres hasta un máximo de una hectárea. Art. 46. — (Reglam.). Se considerará
incluido en el contrato el pastoreo que, de acuerdo a los usos y costumbres, se conceda
fuera del predio, a los efectos del art. 33 de la ley 13.246.
CAPITULO II
DE LAS APARCERÍAS PECUNIARIAS
Art. 34. — Cuando la cosa dada en aparcería fuese solamente animales, los frutos y
productos o utilidades se repartirán por mitades entre las partes, salvo estipulación o uso
contrario.
Art. 55. — El dador de animales que sean objeto del contrato estará obligado a mantener al
aparcero en la posesión de los mismos y, en caso de evicción, a sustituirlos por otros.
Art. 36. — Salvo estipulación en contrario ninguna de las partes podrá disponer, sin
consentimiento de la otra, de los animales dados en aparcería o de los frutos y productos de
los mismos.
Art. 37.— Los contratos de aparcería pecuaria en los que no se conceda, además de los
animales, el uso y goce del predio necesario para la explotación, regirán por el plazo que las
partes convengan o en su defecto por el que determinen los usos y costumbres locales.
Art. 38.—Salvo estipulación o uso contrario, los gastos de cuidado y cría de los animales
correrán por cuenta del aparcero.
a) Los contratos en los que se convenga, por su carácter accidental, la realización de hasta
dos (2) cosechas, como máximo, ya sea a razón de una (1) por año o dentro de un mismo
año agrícola, cuando fuera posible realizarla sobre la misma superficie, en cuyo caso el
contrato no podrá exceder el plazo necesario para levantar la cosecha del último cultivo.
b) Los contratos en virtud de los cuales se concede el uso y goce de un predio con destino
exclusivo para pastoreo, celebrados por un plazo no mayor de un (1) año.
En caso de prórroga o renovación entre las mismas partes y sobre la misma superficie,
mediante la cual se totalicen plazos mayores que los establecidos en el presente artículo, o
cuando no haya transcurrido por lo menos el término de un (1) año entre el nuevo contrato
y el vencimiento del anterior, se considerará incluido el contrato en las disposiciones de
esta ley.
La calificación y homologación del contrato será efectuada a pedido de parte por la
autoridad judicial competente, debiendo expedirse simultáneamente el correspondiente
testimonio. Al vencimiento del contrato, la presentación de dicho testimonio ante la
autoridad judicial competente será título suficiente para que se ordene la inmediata
desocupación del inmueble por el procedimiento de ejecución de sentencia vigente en la
jurisdicción respectiva. Además de ordenar la desocupación, dicha autoridad, a pedido de
parte, impondrá al contratista que no haya desocupado el predio una multa equivalente al
cinco por ciento (5 %) diario del Precio del arrendamiento a favor del propietario, por cada
día de demora en la restitución del inmueble hasta su recepción libre de ocupantes por parte
del propietario. En caso de que el contrato se presente para su calificación hasta (15) días
antes de la entrega del predio al contratista y la autoridad judicial que intervenga no
efectuare en ese lapso la calificación y homologación se presumirá que el contrato ha
quedado calificado como accidental.
Art. 47. — (Reglam). Los contratos accidentales que se celebren en un instrumento único
que comprendan cultivos cuyo ciclo vegetativo se desarrolle en distintas épocas y que no se
realicen sobre la misma superficie por superponerse parcialmente en el tiempo el de uno y
otro, se considerarán como dos contratos distintos, calificándose separadamente por cultivo
y pudiendo, en consecuencia, repetirse en forma similar por un año más sobre la misma
superficie y entre las mismas partes, sin quedar incluido en las normas de la ley 13.246.
Art. 48. — (Reglam.). Los contratos que comprendan cultivos con ciclo vegetativo de
distinta época y que se realicen sucesivamente sobre la misma superficie, quedarán
incluidos en las normas de la ley 13.246, si se repitieran al año siguiente en iguales
condiciones.
Art. 49. — (Reglam.). Los diversos cultivos de idéntico ciclo dentro de un mismo contrato
se considerarán como un solo cultivo a los fines del inc. a) del art. 3') de la ley 13.246 (art.
39 del dec.-ley no 1639/63).
Art. 50. — (Reglam.). Los contratos en virtud de los cuales se ceda el uso y goce de un
predio para pastoreo, de conformidad con lo proscripto por el art. 39, inc. fc), de la ley
13.246, quedarán, no obstante, incluidos en el régimen de la misma cuando el arrendador
imponga, autorice o consienta al arrendatario la realización de cualquier clase de trabajos
culturales utilizables para explotación agrícola, aunque tengan por objeto el cultivo de
especies forrajeras.
Art. 51. — (Reglam.). Los contratos accidentales y los de pastoreo a breve término que el
art. 39 de la ley 13.246 excluye de sus preceptos se regirán por las normas del Cód. Civil.
En caso de una nueva contratación entre las mismas partes sobre el mismo predio, cuyo
plazo sumado al del contrato anterior totalice un término mayor al establecido en el inc.
a) del art. 3° de la ley 13.246 se considerará al nuevo contrato incluido en las disposiciones
de la ley 13.256 siempre que no haya transcurrido por lo menos el término de un año desde
el vencimiento del anterior contrato.
Efectuada la calificación del contrato comprendido en el art. 39 de la ley 13.246, la
autoridad judicial competente o la Cámara Paritaria de Arrendamientos y Aparcerías
Rurales interviniente (en desuso) remitirá un ejemplar de dicho convenio, con testimonio de
la sentencia dictada a la Dirección de Arrendamientos y Aparcerías Rurales dependiente de
la Secretaría de Estado de Agricultura y Ganadería, dentro de los quince (15) días de
consentido o ejecutoriado el pronunciamiento (en desuso).
Art. 40. — (Sustituido por el art. 1° de la ley 22.298). Los contratos a que se refiere la
presente ley deberán redactarse por escrito. Si se hubiese omitido tal formalidad, y se
pudiere probar su existencia de acuerdo con las disposiciones generales, se lo considerará
encuadrado en los preceptos de esta ley y amparado por todos los beneficios que ella
acuerda. Cualquiera de las partes podrá emplazar a la otra a que le otorgue contrato escrito.
El contrato podrá ser inscripto por cualquiera de las partes en los registros inmobiliarios a
cuyo efecto bastará que el instrumento tenga sus firmas certificadas por escribano, juez de
paz u otro oficial público competente.
Art. 53.— (Reglam.). Los contratos a que se refieren los arts. 29 y 21 de la ley 13.246
deberán ser celebrados por escrito, dentro de los noventa (90) días de la fecha de su
vigencia, por ante Escribano Público en su registro, o el Juez de Paz de la localidad donde
se halle ubicado el predio.
Art. 54.— (Reglam.). Los contratos a que se refiere el artículo anterior deberán contener las
siguientes especificaciones: a) Nombre de las partes contratantes;
g) Precio del arrendamiento, fecha, lugar y forma de pago —por período adelantado o
vencido— y en las aparcerías, proporción en la distribución de los frutos, forma, tiempo y
lugar de entrega de los mismos;
h) Detalle y estado de los aportes de cada parte en las aparcerías y proporción del predio
dedicado a vivienda, pastoreo y huerta;
i) En los contratos de aparcerías agrícolas, precio fijado para el caso de que el arrendatario
hiciera uso de la facultad que le confiere el art. 9° de la ley 13.246 (inaplicable);
Los contratos en los que se omitiere cualquiera de los requisitos enunciados en el presente
articulo no serán autenticados por los funcionarios mencionados en el artículo precedente.
Art. 41. — (Sustituido por el art. 1° de la ley 22.298). En los contratos a que se refiere la
presente ley se aplicarán en el orden siguiente:
Art. 55. — (Reglam.). Cuando las partes no arribaron a un acuerdo con relación a las
cláusulas del instrumento a suscribir o una de ellas se negare a hacerlo, comprobada la
existencia del contrato de arrendamiento o aparcería, a pedido de uno de ellos mediante
pronunciamiento provisional el órgano competente aprobará el texto del instrumento, el
cual deberá ajustarse a los preceptos de la ley 13.246 y su reglamentación, las
estipulaciones de las partes y los usos y costumbres de la zona, todo ello condicionado a las
normas de procedimientos locales.
Las partes podrán formular observaciones a dicho texto dentro del plazo de quince (15) días
hábiles, transcurrido el cual se aprobará el documento proyectado, con modificaciones si se
lo estimare procedente, dictándose sentencia definitiva y emplazando a las partes a
suscribirlo.
Art. 44.— Se regirá por las normas fijadas para la aparcería todo contrato en el cual la
retribución consista, además del porcentaje en la distribución de frutos, en determinada
suma de dinero.
Art. 45.— (Sustituido por el art. 1° de la ley 22,298). Los contratos en los cuales el
arrendatario o aparcero se obligue a realizar obras de mejoramiento del predio, tales como
plantaciones, obras de desmonte, irrigación, avenamiento, que retarden la productividad de
su explotación por un lapso superior a dos años, podrán celebrarse hasta por el plazo
máximo de veinte años.
TÍTULO IV
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
TÍTULO V
DISPOSICIONES VARIAS
LEY 22.298
En uso de las atribuciones conferidas por el artículo 5° del Estatuto para el Proceso de
Reorganización Nacional,
Artículo 1° — Sustitúyense los artículos 4°, 7°, 8°, 15, 18, 19, 22, 27, 30, 39, 40, 41, 45 y
59 de la ley 13.246 por los siguientes:
Art. 2° — Deróganse los arts. 5°, 6°, 9°, 10, 11, 12, 13, 14, 16, 29, 31. 43, 50, 51, 52, 53,
54. 55, 56, 57, 58, 60, 61, 62 y 63 de la ley 13.246.
LEY 15.514
Art. 29. — En todos los casos en que por aplicación de las disposiciones de la presente y de
la ley 13.246 deba precederse a la restitución del predio, la fecha de entrega se fijará
teniendo en cuenta la necesidad de permitir a los ocupantes el traslado de las haciendas en
época adecuada y sin riesgos y dar término a las labores de cosecha de los cultivos
existentes o los que se realicen de conformidad con las condiciones normales de la zona y
las características habituales de la explotación. Esta norma será también aplicable a los
juicios actualmente en trámite o pendientes de ejecución de sentencia.
Quedan excluidos de las disposiciones de esta Ley: a) Los contratos en los que se
convenga, por su carácter accidental, la realización de hasta dos cosechas, como máximo,
ya sea a razón de una por año o dentro de un mismo año agrícola, cuando fuera posible
realizarlas sobre la misma superficie, en cuyo caso el contrato no podrá exceder el plazo
necesario para levantar la cosecha del último cultivo; b) los contratos en virtud de los
cuales se concede el uso y goce de un predio con destino exclusivo para pastoreo,
celebrados por un plazo no mayor de un año. Los contratos mencionados en los incisos a) y
b) del presente artículo deberán ser inscriptos en un registro especial que llevará la
Secretaría de Estado de Agricultura y Ganadería de la Nación, una vez efectuada su
calificación y homologación en forma sumaria.
En caso de prórroga o renovación entre las mismas partes y sobre el mismo predio,
mediante la cual se totalicen plazos mayores que los establecidos en el presente artículo, o
cuando no haya transcurrido por lo menos el término de un (1) año entre el nuevo contrato
y el vencimiento del anterior, se considerará incluido el contrato en las disposiciones de
esta Ley.
Vencido el término legal o el término pactado, si este último fuera mayor, el arrendatario
deberá restituir el predio sin derecho a ningún plazo suplementario para el desalojo y
entrega libre de ocupantes.
CAPÍTULO I
Sí el tambero-mediero no hiciere los aportes del art. 3°, su retribución será del cuarenta y
cinco por ciento.
Art. 6º— En los casos del art. 5°, si la producción es derivada al abasto, la retribución del
tambero-mediero se regirá por lo dispuesto en los arts. 3° y 4°.
a) Para abasto, cuando el tambero-mediero haga el aporte del art. 3° el treinta y cinco por
ciento de la producción de leche, libre de fletes, y aparte las retribuciones del art. 11;
cuando no haga dicho aporte, el treinta por ciento;
b) Para industrialización: la compensación del cuarenta y cinco por ciento y cuarenta por
ciento, respectivamente, sobre el precio de la grasa contenida en crema, libre de fletes y
aparte de las retribuciones estipuladas en el art. 11.
Art. 8° — Cuando se practiquen dos ordeños, sin ternero, el propietario abonará al tambero-
mediero un tres por ciento menos, en todos los casos, y la retribución por amanse de
vaquillonas solamente.
Art. 9° — En los casos de tambo con ordeño mecánico la retribución de los tamberos-
medieros se establecerá por convención de partes.
Art. 10.—El tambero-mediero tendrá derecho al control de análisis, volumen, peso, valor,
producción y precio.
Art. 11. — El propietario del tambo pagará al tambero-mediero la cantidad de cinco pesos
moneda nacional por cada vaca o vaquillona chúcara que amanse; tres pesos moneda
nacional por cada vaquillona que sea de procedencia tambera, y tres pesos moneda nacional
por cada ternero que destete, después de la lactancia normal y entregue en buen estado,
libre de entregue, castrados y descornados en tiempo.
Art. 12. — El tambero-mediero recibirá una casa-habitación con dos o más piezas, cocina y
dependencias para la higiene personal, con arreglo a las condiciones ambientales y
naturaleza de la explotación, en forma que se disponga de una habitación para el
matrimonio y otras para los hijos de cada sexo, no siendo indispensable su construcción con
ladrillos. Esa población dispondrá, además, de una habitación para peones, cuando los
hubiere, y de un tinglado o ramada para guardar los elementos de trabajo.
Art. 13.—El patrón concederá al tambero-mediero, cerca de la población, el uso, sin cargo,
de una hectárea de campo para huerta y crianza de aves, la que deberá ser cercada por
cuenta del tambero-mediero, en la ubicación que le fije el patrón.
CAPÍTULO II
Art. 16. — La asistencia médica y farmacéutica a que se refiere el art. 18 del estatuto del
peón estarán a cargo del tambero-mediero.
Art. 17. — Será requisito indispensable para los tamberos-medieros v los peones
ordeñadores proveerse de un certificado de buena salud, que deberá ser concedido
gratuitamente por los médicos municipales o de policía. Este certificado deberá ser
renovado cada seis meses.
Art. 18. — El seguro que cubre los riesgos de los peones será a cargo del tambero-mediero.
En caso de no llenar este requisito dentro de los quince días de entrar en vigor el presente
estatuto, se hará por los patrones, pero por cuenta del tambero-mediero, pudiendo
descontarse su importe de las primeras liquidaciones. El seguro del tambero-mediero estará
a cargo del propietario.
Art. 19. — Cuando se practiquen dos ordeños diarios deberán mediar doce horas entre el
principio de ambos.
CAPÍTULO III
Art. 20. — El tambero-mediero estará a las órdenes directas del propietario o de la persona
en quien delegue éste sus funciones, pudiendo uno u otro intervenir indistintamente.
Art. 22. — La leche será entregada a quien ordene el patrono, siempre que se asegure al
tambero-mediero el precio mínimo fijado oficialmente.
CAPÍTULO IV
Art. 23. — Será por cuenta de los propietarios de tambo proveer los tarros para el transporte
de leche o crema, cuando no los provean las fábricas o compradores.
Art. 24. — En el caso en que los propietarios dispongan el desnate de la leche que
produzcan sus tambos, proveerán a los tamberos-medieros de las maquinarias desnatadoras
y demás implementos necesarios a ese fin siendo dicha labor por cuenta de éstos.
Art. 25. — Los trabajos de ordeño y apoyo deberán realizarse bajo tinglados que pongan al
personal, durante el trabajo, a cubierto de la inclemencia del tiempo. Dichas construcciones
deberán ser de cualquier clase de material y se harán por cuenta exclusiva del propietario
del tambo. Estas construcciones deberán hacerse, a más tardar, dentro de los tres años del
presente decreto-ley.
Art. 26. — Será obligación del tambero tener un botiquín de urgencia para el caso de
necesidad del personal de tambos y peones.
CAPÍTULO V
Derechos de los peones
Art. 27. — Las vacaciones del peón estarán a cargo del tambero-mediero, a quien
corresponde la fijación de las fechas.
CAPÍTULO VI
Rescisión del contrato
Art. 28. — Los contratos escritos que celebren entre sí propietarios y tamberos-medieros
serán por el término que de común acuerdo convengan, y a cada uno de ellos se agregará un
ejemplar del presente estatuto firmado por las partes en papel simple debiendo ser inscripto
en un registro que estará a cargo de la Secretaría de Trabajo y Previsión.
Art. 29. — La violación por parte del propietario de las disposiciones del presente decreto-
ley da derecho al tambero-mediero a rescindir el contrato.
Art. 30. — El propietario podrá rescindir dicho contrato sin ningún derecho por parte del
tambero-mediero, ni indemnización de naturaleza alguna, en los siguientes casos:
a) Daños intencionales o en los que medie culpa grave, o culpa o negligencia reiterada, en
el ejercicio de sus funciones;
c) Insubordinación, o mala conducta reiterada. En estos casos las indemnizaciones que haya
que pagar a los peones estarán a cargo del tambero-mediero.
Art. 31. — En caso de despido del tambero-mediero, éste entregará de inmediato al patrono
las haciendas, útiles y enseres del tambo, debiendo facilitar habitación y cocina para el
sustituto si así se lo solicitase. La notificación de la rescisión podrá ser judicial o
extrajudicial. El plazo para el desalojo de las poblaciones será de quince días, vencido cuyo
término podrá solicitarse el lanzamiento, previo pago o garantía suficiente de lo que resulte
de acuerdo con el art. 29.
Art. 32. — En caso de que por cese del trabajo del tambo, por voluntad del propietario,
hubiera que pagar indemnización a los peones, ésta estará a cargo del propietario de
acuerdo con las disposiciones legales o reglamentarias vigentes.
Art. 33. — Para rescindir el contrato, sin causa que lo justifique, el tambero-mediero deberá
dar un preaviso con una antelación mínima de un mes y asegurar la explotación por sí, o
por tercero, a satisfacción del propietario durante el tiempo referido. En caso contrario
deberá abonar al propietario una indemnización equivalente al beneficio que éste hubiere
obtenido en ese período.
A falta de prueba se reputará que este beneficio será igual al término medio del obtenido
durante los últimos doce meses o al total del tiempo de la explotación en común, si fuera
menor de un año.
CAPÍTULO VII
Disposiciones generales
Art. 34.—Desde la publicación del presente decreto-ley queda sin efecto el artículo
adicional del estatuto del peón, siendo, en consecuencia, a cargo del tambero-mediero el
pago íntegro del salario establecido para los peones tamberos, de acuerdo a la tabla
respectiva del mismo.
Art. 35. — Dentro de sus respectivas jurisdicciones son autoridades de aplicación, de las
disposiciones que anteceden, y tienen a su cargo la vigilancia de su cumplimiento, la
Secretaría de Trabajo y Previsión y las delegaciones regionales que de ella dependen.
Art. 36. — Las infracciones al presente estatuto serán penadas con multa de veinte a
quinientos pesos moneda nacional por persona en infracción, siendo facultativo de la
autoridad de aplicación dejar en suspenso, por la primera vez, la aplicación de la pena.
Art. 37. — Dentro de los tres meses de la fecha la Secretaría de Trabajo y Previsión elevará
a la aprobación del Poder Ejecutivo la reglamentación del presente estatuto.
SECCIÓN PRIMERA
DE LA FAUNA Y FLORA
De la producción ganadera
TÍTULO I GANADERIA
CAPÍTULO I
Normas generales
Art. 107. — Declárase obligatorio para todo propietario marcar su ganado mayor y señalar
su ganado menor. Autorízase a utilizar como complemento la señal en el ganado mayor.
Art. 108.—Si se tratara de animales de pura raza. se los podrá identificar por medio de
tatuajes y/o reseñas según especies.
Art. 109. — La omisión de la marca o señal en el ganado de edades mayores a las fijadas en
el artículo 144 implica presunción de mala fe contra su poseedor.
Art. 110. — Es obligatorio para todo propietario de hacienda el registro a su nombre de las
marcas o señales que usare. Las marcas y señales solo pueden ser usadas por su titular.
Art. 112. — La marca consistirá en un dibujo, diseño o signo impreco a hierro candente o
por procedimientos que produzcan análogos efectos sean autorizados por el organismo
competente. La señal consistirá en un corte o incisión en la oreja del animal.
Art. 113. — La marca deberá tener una dimensión máxima de diez centímetros y mínima
de siete en todos sus diámetros y no se admitirá en su diseño signo o adorno que contribuya
a confundir su identificación y diferenciación frente a otra.
Art. 114. — En todo el territorio de la Provincia no podrá haber dos marcas iguales. Si las
hubiere, deberá anularse la más reciente. Se reputan iguales aquellas marcas que puedan
representar un mismo o muy semejante diseño, o cuando uno de los diseños, al
superponerse sobre el otro, lo cubra en todas sus partes.
Art. 115.— No podrán existir señales iguales, dentro de cada cuartel y sus colindantes, ya
pertenezcan éstos a un mismo o distintos partidos de la provincia. Si las hubiere, se anulará
la más reciente. Las señales deben usarse en el cuartel para el que han sido otorgadas.
Art. 116. — El derecho sobre la marca o señal se prueba con el boleto expedido por el
organismo competente, o en su defecto, por las constancias de sus registros.
Art. 117.— Las resoluciones judiciales basadas en autoridad de cosa juzgada sobre materia
de este título serán notificadas al organismo competente para su conocimiento y, en su caso,
para que se efectúen las anotaciones a que hubiere lugar.
PARÁGRAFO I
Adquisición o pérdida de la marca o señal
Art. 118. — La marca o señal se concede por el término de diez años a partir de su registro,
pero podrá conservarse por otros términos iguales por renovaciones sucesivas.
Art. 119. — El derecho sobre la marca o señal se adquiere por la inscripción en el registro.
También se adquiere el derecho a la marca o señal por sucesión a título universal o
singular, en los derechos del titular inscripto. En tales casos deberán efectuarse en el
registro las anotaciones de la respectiva transferencia.
a) Por expiración de los plazos fijados por el artículo 127, si no fueren renovadas y sin
necesidad de formalidad previa.
Art. 121. — Con excepción de los incisos a) y h) del artículo anterior, la extinción de la
marca o señal se considerará producida recién desde su inscripción en el registro.
Art. 122. — Para poder registrar una marca o señal ante el organismo competente se
requiere, como requisito esencial y previo a todo trámite, acreditar el carácter de propietario
u ocupante legal de un inmueble rural en la provincia.
Art. 124. — Los solicitantes de marcas o señales nuevas pueden proponer el diseño o
características de su predilección. El organismo competente procederá a cotejarlos con los
ya registrados y se expedirá por la aceptación o rechazo, según se encuentren o no en las
condiciones previstas por los artículos 114 y 115. En caso de rechazarlo, indicará el diseño
más aproximado que se encuentre en condiciones de ser conferido. No se podrá proponer
más de un diseño en una misma solicitud. Art. 125. — Otorgado el diseño por el organismo
competente y hecha efectiva la tasa que corresponda, se procederá a inscribir la marca o
señal en el registro y a entregar el correspondiente boleto.
Art. 126. — Cuando fueren dos o más personas las que soliciten conjuntamente una marca
o señal, deberá registrarse a nombre de cada una de ellas y serán considerados cotitulares.
PARÁGRAFO 3
Renovación
Art. 127. — Todo titular de una marca o señal, a fin de conservar su derecho sobre la
misma, deberá renovarla a su vencimiento ante el organismo competente, acompañando el
boleto correspondiente, siempre que mantuviere los requisitos exigidos por el presente
código. La renovación deberá ser solicitada dentro del término de un año a partir de la
fecha de su vencimiento.
Art. 128. — Las marcas o señales que se hallaren al tiempo de su vencimiento pendientes
de trámites judiciales o administrativos podrán ser renovadas aun cuando hubiesen
transcurrido los términos del artículo anterior, siempre que la renovación se solicite dentro
de los tres meses de notificada la resolución judicial o administrativa final. Pasado ese
término no podrá renovarse.
A fin de que la marca o señal no se elimine del registro por aplicación del artículo 12 ó
inciso a), los interesados solicitarán antes de su vencimiento la reserva de la misma,
justificando la circunstancia a que se refiere este artículo mediante el certificado del
actuario o autoridad administrativa competente.
PARÁGRAFO 4
Transferencia
Art. 129. — Considérase transferencia todo cambio de titular o razón o nombre social. El
titular de una marca o señal podrá transferir su derecho sobre la misma, debiendo realizar el
acto ante el organismo competente o ante el intendente municipal del partido al que la
marca o señal correspondiere o estuviere inscripta para su uso. El adquirente deberá reunir
el requisito establecido por el artículo 122.
Art. 130. — Las marcas o señales podrán ser transferidas por escritura pública o por
sentencia judicial siempre que se reunieren los requisitos exigidos por el articulo 134.
Art. 131. — Las transferencias a que se refiere el artículo 129 deberán otorgarse en dos
actas de un mismo tenor que contendrán los siguientes requisitos:
El registro perfecciona las transferencias que hasta ese momento carecerán de efectos
legales.
Art. 133.- A los fines de la inscripción de las transferencias efectuadas por escritura
pública, el testimonio de ésta reemplazará al acta.
Art. 135.— En caso de que uno o más titulares o socios falleciere o transmitiere,
renunciare, abandonare o se le cancelaren sus derechos sobre una marca o señal, los
interesados deberán gestionar la correspondiente transferencia, de tal manera que quede
claramente establecido quiénes continuarán como titulares.
PARÁGRAFO 5
Duplicados y rectificaciones
Art. 141. — Toda rectificación, modificación o adición, será registrada por orden dispuesta
en las actuaciones que al efecto se substancien, para lo cual el interesado presentará una
solicitud en la que especificará claramente en qué consiste la corrección.
PARÁGRAFO 6
Marcación y señalada
Art. 144. — Los obligatorio marcar el ganado mayor antes de cumplir el año y señalar el
ganado menor antes de cumplir seis meses de edad. Está prohibido contramarcar.
Art. 145. — El ganado vacuno deberá ser marcado solamente en la quijada o en la parte
baja de la pierna, siempre del lado izquierdo.
Art. 146.—La marca se impondrá en la posición que figure en el boleto y coincidente con la
línea vertical.
Art. 147. — Los sitios únicos e invariables en que se señalará al ganado menor serán ambas
orejas. Queda prohibido señalar trozando ambas orejas, como así también la horqueta,
punta de lanza o bayoneta hechas a la raíz.
Art. 148. — Prohíbese marcar o señalar sin tener el respectivo boleto otorgado por el
organismo competente, debidamente registrado en la municipalidad del lugar y sin que ésta
haya otorgado el permiso respectivo. El Poder Ejecutivo reglamentará la forma y
procedimiento que se aplicará, para efectuar las operaciones de marcación y señalada.
PARÁGRAFO 7
Contralor municipal
Art. 149. — Quedan facultadas todas las municipalidades de la provincia dentro de sus
respectivos partidos, para ejercer el contralor determinado en este código y su
reglamentación, en todo lo relativo a marcas y señales.
Art. 150. — Toda marca o señal que se otorgue deberá ser registrada la municipalidad del
partido en que se usare. A ese efecto cada municipalidad llevará los registros
encuadernados y foliados, uno para las marcas y otro para las señales.
En ellos se irán asentando las marcas y señales a medida que se presenten para su
inscripción, con su diseño, número inmutable y demás constancias del boleto respectivo.
Art. 151 — En los libros a que se refiere el artículo anterior, a continuación de la anotación
original, se dejarán espacios suficientes para registrar las sucesivas renovaciones,
transferencias, rectificaciones y cualquier otra anotación que se efectúe en el organismo
competente.
Cuando deba hacerse referencia a marcas o señales inscriptas se mencionará en todos los
casos el número inmutable, el nombre y apellido del titular y el libro y folio de inscripción.
CAPÍTULO II
Vicios redhibitorios
Art. 155. — En los animales puros de cualquier raza, adquiridos para reproducción, se
considera vicio redhibitorio a toda enfermedad o defecto que se trasmita por herencia o que
lo haga inútil para la reproducción
Art. 156. — En los casos de los artículos anteriores el adquirente tendrá la acción
redhibitoria de reducción del precio y la de daños y perjuicios.
Art. 157. — Será considerada contravención rural la transmisión del dominio, uso o goce a
título gratuito u oneroso de animales afectados de enfermedades contagiosas, con
ocultamiento de ellas al adquirente.
CAPÍTULO III
Animales de raza
Art. 158. — El dueño de vientres finos que fueren servidos por reproductores ordinarios o
de sangre distinta o inferior, que penetrasen en campo ajeno cercado, tendrá derecho a
iniciar, contra el dueño del animal invasor, acción judicial por daños y perjuicios.
Art. 159.— Para justificar el daño podrá usarse de todos los medios de prueba. El juez, en
caso de duda, podrá decretar la suspensión del procedimiento hasta que la cría se encuentre
en condiciones de ser apreciada por peritos.
WARRANTS
LEY n° 9643
Art. 2°.— Los almacenes o depósitos particulares sólo podrán emitir certificados de
depósito y warrants a los efectos de esta ley, previa autorización del Poder Ejecutivo
publicada en el Boletín Oficial, la cual no podrá ser otorgada sino después de haberse
comprobado:
d) Las tarifas máximas que se cobrarán por depósitos y demás operaciones anexas, como
seguros, elevación de cereales, limpieza y desecación de granos;
g) El Poder Ejecutivo podrá fijar las garantías que estime convenientes para asegurar, por
parte de los depositantes autorizados a expedir certificados de depósito y warrants, el
cumplimiento de sus obligaciones; cuando se trate de garantía de valores, ella será hecha
efectiva con títulos nacionales de renta, depositados en el Banco de la Nación, y que
representen hasta el 10 por ciento del capital empleado como máximo.
El Poder Ejecutivo no otorgará la autorización exigida por el artículo anterior, a las que se
hallen en tales condiciones o retirará la misma, en su caso, si la operación prohibida se
efectúa con posterioridad a dicha autorización.
Las empresas emisoras de warrants que quieran descontar o negociar con esta clase de
papeles sólo podrán hacerlo con autorización del Poder Ejecutivo y en las condiciones que
el mismo fijare.
Art. 5° — Los depositarios asegurarán contra incendio y por cuenta de los depositantes, si
éstos no lo hubiesen hecho, las mercaderías recibidas, con sujeción a las condiciones y en la
forma que determine el decreto reglamentario, el que, a la vez, especificará las constancias
relativas al seguro, que habrán de inscribirse o agregarse al certificado de depósito y al
warrants.
Art. 7° — Para que puedan emitirse certificados de depósito y warrants, por frutos o
productos depositados, es menester:
1) Que dichos efectos estén asegurados, ya sea directamente por el dueño o por intermedio
de las empresas emisoras, de acuerdo al art. 2°. inciso d).
3) Que estén libres de todo gravamen o embargo judicial notificado al administrador del
depósito, sin cuyo requisito se reputarán no existentes.
Art. 8" — El warrant será siempre nominativo. El primer endoso del certificado de depósito
o, en su caso, del warrant, se extenderá al dorso del respectivo documento, debiendo, para
su validez, ser registrado en los libros de la empresa emisora dentro del término de seis
días. Los endosos subsiguientes, cuyo registro no es obligatorio, podrán hacerse en blanco
o a continuación del primero.
Art. 10.— El endoso deberá contener la fecha, nombre, domicilio y firma del endosante y
endosatario, cantidad prestada, fecha del vencimiento y lugar convenido para el pago, y
todos los que firmen un certificado de depósito o warrant son solidariamente responsables.
El pago hecho a prestamista del importe del crédito extingue, junto con éste, su
responsabilidad, quedando desligado de toda obligación en caso de negociarse nuevamente
el warrant con un tercero.
En el libro a que se refiere el art. 6° deberán registrarse las firmas de los depositantes y, en
cuanto fuere posible, la de los nuevos endosantes de certificados de depósito o de warrants.
Art. 13. — Los efectos depositados por los cuales hayan sido expedidos warrants no serán
entregados sin la presentación simultánea del certificado de depósito y del warrant.
En caso de haber sido registrada la transferencia del warrant, éste debe ser presentado con
la constancia de la cancelación del crédito.
Art.14 — El propietario de un certificado de depósito con warrant tiene derecho a pedir que
el depósito se consigne por bultos o lotes separados, y que por cada lote se le den nuevos
certificados con los warrants respectivos, en substitución del certificado y warrant anterior,
que será anulado, no pudiendo ser cada uno de valor menor de § 500 nacionales.
Art. 15. — El propietario del certificado de depósito, separado del warrant respectivo
negociado, podrá antes del vencimiento de préstamo, pagar el importe del warrant. Si el
acreedor de éste no fuese conocido o, siéndolo, no estuviese de acuerdo con el deudor sobre
las condiciones en que tendrá lugar la anticipación del pago, el dueño del certificado
consignará judicialmente la suma adeudada. Las mercaderías depositadas serán entregadas
a la presentación de la orden del juez ante quien se hubiere hecho la consignación, previo
pago del almacenaje e impuesto del art. 25 que adeudaren, conforme a la disposición del
art. 27.
El acreedor del warrant tendrá derecho a exigir a su vencimiento, la entrega del valor
consignado con la sola presentación de aquél.
Art. 17. — El acreedor del warrant deberá pedir, dentro de diez días de la fecha de su
vencimiento, la venta en público remate de la mercadería afectada al mismo; cuando no
hubiere endoso, podrá usar de este derecho dentro del mismo término. El pedido de venta
se hará ante el ad-I^lnlstrador del depósito, quien, una vez comprobada la autenticidad del
warrant, por su conformidad con las constancias del registro, ordenará el remate por
intermedio de los Mercados de Cereales o Bolsas de Comer-^0 donde existan: y donde no
los hubiere por martilleros especiales designados por orden de nombramiento, dentro de
una nómina que anualmente formarán los Tribunales Superiores de Comercio de la
jurisdicción respectiva. Esta resolución será comunicada al deudor y a los endosantes cuyos
domicilios consten en el registro, por carta certificada con recibo de retorno.
La comunicación se hará dentro del segundo día, si los interesados estuviesen domiciliados
en el lugar del depósito, y por el segundo correo si tuviesen el domicilio en otro punto.
Para los casos en que la venta de las mercaderías deba realizarse por un warrant del que sea
tenedor o endosante la misma empresa de depósitos, el Poder Ejecutivo determinará quién
debe desempeñar las funciones que ese artículo encomienda al administrador del depósito.
Art. 18. — La venta de los efectos por falta de pago del warrant no se suspenderá por
quiebra, incapacidad o muerte del deudor, ni por otra causa que no sea orden judicial
escrita, previa consignación del importe de la deuda, sus intereses y gastos calculados.
Art. 19. — El producido del remate será distribuido por el administrador del depósito
respectivo, siempre que no mediare oposición dentro del tercero día.
Art. 20. — Por el saldo que resultare, el acreedor del warrant tendrá acción ejecutiva contra
los endosantes del mismo, siempre que se hubiese solicitado la venta de las mercaderías
afectadas al mismo en los plazos con anterioridad establecidos y que la enajenación de
aquéllos se hubiere realizado, ajustándose a los procedimientos prescriptos por el art. 17.
Art. 22. — Sobre los efectos comprendidos en el warrant, sobre su importe una vez
enajenados aquéllos o en los casos de consignación autorizados, y sobre el valor del seguro
constituido, el acreedor de aquél goza de un privilegio superior con respecto a cualquier
otro crédito, que no sean derechos del depósito especial, las comisiones y gastos de venta y
el impuesto establecido por el art. 25.
La fianza será cancelada si a los seis meses del otorgamiento del duplicado no se hubiere
formulado reclamo presentando el warrant o certificado originales, y en caso de deducirse
acción a base de los últimos, deberá judicialmente declararse el derecho discutido.
Art. 24. — El Poder Ejecutivo inspeccionará las empresas emisoras de warrants a fin de
asegurar el cumplimiento de las obligaciones consignadas en esta ley o retirar, en su
defecto, la autorización necesaria para continuar funcionando en dicho carácter.
Art. 25. — Créase un impuesto de un cuarto por mil sobre el valor atribuido a las
mercaderías depositadas, que será percibido por las mismas empresas emisoras,
previamente a la entrega de los efectos, junto con los gastos y derechos por el depósito.
Art. 26. — Sin perjuicio de su renovación total o parcial, el warrant sólo produce efectos a
los fines de su negociación, durante los seis meses siguientes a la fecha de su emisión.
Art. 27. —El ejercicio de las acciones para el cobro y ejecución del warrant corresponderá,
a opción del acreedor, a la jurisdicción del domicilio de éste o del lugar donde se halle el
depósito, en caso de no haberse estipulado el lugar del pago.
Art. 28. — Exonéranse de todo impuesto de sellos las operaciones de crédito que se
realicen sobre warrants emitidos por depósitos sitos en Jurisdicción nacional.
Art. 29. — Exonéranse del impuesto de patentes a los depósitos autorizados a emitir
warrants que se establezcan en jurisdicción nacional dentro de los dos años de promulgada
esta ley.
Art. 30. — El Poder Ejecutivo, al reglamentar esta ley, procurará fijar, en cuanto sea
posible, los tipos de clasificación de los productos a depositarse en los almacenes, a efecto
de la emisión de warrants sobre los mismos.
Art. 31. — Las personas o sociedades autorizadas para establecer almacenes que emitan
certificados de depósito y warrants, se consideran conlerciantes y están obligados a llevar
los libros exigidos por la ley.
Art. 35. — Quedan incorporadas al Código de Comercio las disposiciones de los artículos
precedentes.
Art. 54. — El depositario que abandone las cosas afectadas a un warrant, con perjuicio del
dueño o acreedor, incurrirá en la pena de arresto o de prisión, según la importancia del
daño, graduado a razón de dos meses de arresto o uno de prisión por cada $ 100 1.
Art. 35. — El depositario a que se refiere el artículo anterior que enajene o retire del
depósito gravando como propios los bienes depositados, incurrirá en pena de prisión hasta
tres años si el perjuicio no excediese de S 10.000; pasando esta suma hasta 50.000 pesos, de
tres a seis años de penitenciaria, y si fuese mayor, presidio de seis a diez años.
Si el daño fuese inferior a 500 pesos, se aplicará la penalidad del artículo anterior.
Art. 56. — Todo el que, con intención fraudulenta y en perjuicio de tercero, emita, use o
ponga en circulación un warrant falso, será castigado con arreglo a las disposiciones de la
ley No 3972, sobre falsificación de moneda.
Art. 57. — Sin perjuicio de la pérdida de la autorización para continuar funcionando como
empresa emisora de warrants y de los daños y perjuicios de que sean responsables ante los
depositantes, incurrirán igualmente en las penas del Art. 55 los Directores o Gerentes de
aquélla, que efectúen, por cuenta propia o ajena, las operaciones de compra-venta
prohibidas por el art. 5°. Quedan exceptuadas las bodegas a que se refiere el art. 52. de la
prohibición del art. 5° y la penalidad correlativa del presente.
Art. 58.— Declárase incorporadas al Código Penal las disposiciones comprendidas en los
arts. 54, 55, 56 y 57 de la presente ley.
LEY n° 9644
Art. 5° — Los bienes afectados en prenda garantizarán al acreedor con privilegio especial
el importe del préstamo, intereses y gastos, en los términos de los contratos y de las
disposiciones de esta ley.
Para la construcción de la prenda sobre cosas inmuebles por razón de su destino, por el
propietario del bien a que están incorporadas, en caso de existir hipoteca sobre éste, será
necesaria la conformidad del acreedor hipotecario.
Art. 4" — El privilegio del tenedor del certificado de la prenda agraria, que durará dos años
contados desde el día de la inscripción en los términos que en seguida se establecen, se
extiende a la indemnización del seguro en caso de siniestro y a la que corresponda abonar a
los responsables por pérdidas o deterioros de los bienes empeñados.
Art. 7°— El contrato de prenda agraria podrá constituirse por instrumento público o
privado, pero en ambos casos sólo producirá efectos con relación a terceros desde el día de
su inscripción en el registro público, que funcionará en las oficinas nacionales o
provinciales que determine el Poder Ejecutivo y con arreglo a la reglamentación especial
que el mismo fijará.
Cuando el contrato sea privado, se hará en formularios que entregarán gratuitamente las
oficinas del registro de prendas.
Art. 8° — Verificada la inscripción, el encargado del registro expedirá un certificado, en el
que conste el nombre de los contratantes, importe v fecha del vencimiento del préstamo,
especie, cantidad y ubicación de lo¿ objetos dados en prenda, fecha de inscripción y demás
detalles que la reglamentación de esta ley determine.
El encargado del registro de prenda deberá comunicar, dentro de las veinticuatro horas de
producidos los actos, por carta certificada, la inscripción del contrato, como la cancelación
de éste, a la oficina local que expida certificados o guías, a fin de que ésta tome razón de
aquél, gratuitamente, y, en su caso, no expida guía ni certificado de transferencia de los
ganados o frutos gravados con prenda, sin la cancelación de ésta.
Art. 10. — Queda prohibido al deudor que hubiere celebrado un contrato de prenda agraria
celebrar otros sobre los mismos objetos, salvo ampliación que le acuerde el acreedor, o
nuevo contrato consentido por éste.
Art. 11.—Los encargados del registro podrán percibir los emolumentos que fije el decreto
reglamentario, debiendo su importe ser abonado por quienes solicitan la inscripción. El
registro es público y la expedición del certificado es gratuita.
Art. 12. — Los ganados dados en prenda no podrán ser trasladados fuera del lugar de la
explotación agrícola o pecuaria a que correspondían cuando se constituyó la prenda, ni
menos salir del radio de la jurisdicción del registro en que está anotada la prenda, sin que el
encargado del registro lo haga constar en el testimonio y notifique ese traslado al acreedor y
endosante y encargado de la expedición de guías.
Art. 14. — La inscripción que, de acuerdo al art. 4°, conserva el privilegio de la prenda por
dos años, caduca por el mero vencimiento del término. Sin perjuicio de los casos en que se
proceda por orden judicial, la inscripción puede cancelarse en cualquier tiempo a solicitud
del deudor con la presentación del certificado de la prenda, endosado por el último tenedor
debiendo aquél ser archivado en la oficina respectiva, con anotación de la cancelación.
Art. 15. — Los frutos y productos del ganado y de la agricultura podrán ser vendidos por el
deudor en la época en que estén listos para dicha venta, pero no podrá hacer tradición de los
mismos el comprador, sin previo pago al acreedor de los valores a cuyo reembolso se
encuentran aquellos afectados o de parte de los mismos, anotándose así al dorso del
certificado de prenda.
Art. 16.— El deudor de la prenda agraria podrá librar en cualquier momento el gravamen
constituido sobre los bienes afectados al contrato, consignando en la institución bancaria
oficial más próxima al lugar donde aquéllos se encuentran, a la orden del legítimo tenedor
del certificado, el importe del préstamo y obligaciones accesorias que en él se consignan y
presentando la nota de depósito al registro para su anotación y archivo. La cancelación de la
inscripción la efectuará el encargado de aquél previa notificación que haga al acreedor por
carta certificada en el domicilio fijado en el contrato, y siempre que el mismo manifestare
conformidad o no formularé oposición en el término de diez días de la notificación referida.
Art. 17.— El certificado de la prenda agraria es transmisible por endoso. Este deberá
contener la fecha, nombre, domicilio y firma del endosante y endosatario. Todos los que
firmen y endosen un certificado de prenda agraria son solidariamente responsables. El
endosatario deberá hacer registrar el endoso en el registro de prenda.
Art. 18. — El certificado de prenda agraria aparejará acción ejecutiva para hacer efectivo su
privilegio sobre la prenda y, en su caso, sobre la suma del seguro, y para exigir del deudor y
endosantes el pago de su importe, intereses, gastos y costas. La acción se promoverá ante el
juez de comercio de la jurisdicción correspondiente al lugar convenido para el pago, o en su
defecto, ante el del domicilio del deudor o de la situación de las cosas, a opción del
acreedor.
Art. 19. — En el caso de venta de los bienes afectados, ya sea por mutuo convenio o
ejecución judicial, el producido de aquélla será liquidado en la forma y orden siguientes:
1) Pago de los gastos Judiciales por la venta, y de la administración, incluso los salarios y
sueldos, de los ganados y de los frutos y productos, desde e1 día del contrato hasta el de la
liquidación;
2) Pago de los impuestos fiscales que se adeudaren por el mismo con-^10 o por razón de los
frutos o productos;
3) Pago del arrendamiento del campo si el deudor no fuera el propietario del mismo, en los
términos del art. 6°.
5) Pago de los salarios, sueldos y gastos de recolección, trilla y desgranado, que se adeuden
con anterioridad al contrato, siempre que gocen de privilegio según el Código Civil. El
saldo pertenece y será entregado al deudor.
Art. 20.— Para conservar los derechos contra los endosantes, el tenedor deberá iniciar la
ejecución dentro de los quince días, a contar desde el vencimiento del certificado de prenda
agraria, y una vez liquidada la prenda por el saldo, podrá dirigir su acción contra deudor y
endosantes a la vez, o sucesivamente, en las condiciones establecidas para los obligados
solidarios, pero podrá pedirse embargo preventivo en caso de notoria desvalorización de la
prenda. Entablada la acción, el juez deberá dar aviso al encargado del registro en que
aparezca anotado el certificado, con transcripción del nombre y domicilio de los
endosantes. El referido encargado dará a su vez aviso por carta certificada con recibo de
retorno al deudor y endosantes.
Art. 21. — No se admitirán tercerías de dominio ni de mejor derecho sobre los bienes
afectados al contrato, con excepción de las que correspondan al privilegio consignado en el
art. 6°.
Art. 22. — La acción ejecutiva del certificado de prenda agraria y la venta de los bienes
dados en prenda o embargados será sumarísima» verbal y actuada, no admitiéndose otra
excepción que la de pago comprobado por escrito, y no se suspenderá por quiebra, muerte o
incapacidad del deudor, ni por otra causa que no sea orden escrita del juez competente,
dictada previa consignación del valor del certificado, sus intereses y costas calculados.
En los casos de muerte, incapacidad, ausencia o concurso del deudor, la acción se iniciará o
continuará con los respectivos representantes legales, y si éstos no se presentaren en el
juicio después de ocho días de citados, el juez procederá, sin más trámite, a designar un
defensor ad hoc.
Art. 25. — Durante la vigencia del contrato podrá el acreedor inspeccionar el estado de los
bienes objeto de la prenda y es permitido convenir en el primero que el deudor pasará al
prestamista, periódicamente, un estado descriptivo de los mismos, como también la forma
de venta de los ganados, frutos y productos en las épocas convenientes, bajo la base de que,
en todo caso, su precio se aplicará al pago de la deuda, anotándose así en el certificado
correspondiente.
Art. 24. — Es nula toda convención que permita al acreedor apropiarse de la prenda fuera
del remate judicial o que importe la renuncia del deudor a los trámites de ejecución en caso
de falta de pago.
Disposiciones penales
Art. 25. —El deudor que abandone las cosas afectadas a la prenda agrario con daño del
acreedor, y sin perjuicio de las responsabilidades en tales casos incumben al depositario, de
acuerdo a las leyes comunes, incurrirá en la pena de dos meses de arresto hasta tres años de
prisión. según la importancia del daño.
Art. 26. —El deudor que disponga de las cosas empeñadas como si n reconocieran
gravamen o que constituya prenda sobre bienes ajenos como propios, o sobre éstos como
libres, estando gravados, incurrirá en pena prisión desde uno hasta tres años, si el perjuicio
no excediese de diez mil pesos; pasando de esta suma, de 3 a 6 años de penitenciaría. Sí el
daño fuere inferior a $ 500 se aplicará la pena de acuerdo a la graduación del artículo
anterior.
Art. 27. — Quedan derogadas las disposiciones del Código Civil sobre la prenda común
que se opongan a las disposiciones especiales de esta ley.
Art. 28.— Las disposiciones de esta ley, hasta el art. 24 inclusive, quedan incorporadas al
Código de Comercio, y las restantes al Código Penal. Art. 29. — Comuníquese al Poder
Ejecutivo.
DECRETO-LEY 6698/65
CAPÍTULO IX
CERTIFICADOS
Art. 56. — Cada cargamento destinado a la exportación, deberá ser inspeccionado a los
efectos de extender Certificado Argentino de Calidad correspondiente, que será otorgado al
propietario del grano y en el que constará: nombre del exportador, puerto de destino,
tonelaje embarcado clasificación del grano y cualquiera otra indicación que la Junta
establezca.
Art. 57. — Cuando la mercadería entra al elevador, o instalación habilitada al efecto, dentro
del régimen de pérdida de identidad, el titular del certificado de depósito —originario o por
endoso— adquiere la calidad de acreedor por cantidad equivalente de igual grano y
clasificación. En los puertos y otras localidades donde exista más de un elevador o
instalación habilitada, la Junta podrá entregar el grano en el elevador o instalación que
estime conveniente.
Art. 59. — Los certificados de depósito de los granos que reciban los elevadores o
instalaciones habilitadas al efecto estarán constituidos por dos partes indispensables y
separables: el "certificado" y el "talón", en las que se insertarán las constancias establecidas
en el art. 54, sin perjuicio de las demás partes y constancias que establezca la Junta
Nacional de Granos. Harán fe de las cantidades y clasificación a que se refieren, y serán
legalmente transferibles por simple endoso.
El "certificado" acredita, en favor del último titular (originario o por endoso), la propiedad
de cantidad de granos de la clasificación que especifique.
Todos los que endosen un "certificado" o un "talón" son solidariamente responsables; pero
el endoso del "certificado" o del "talón" -i favor del titular originario del "certificado (o del
"talón" a favor del titular originario del crédito, en el caso del talón) extingue la
responsabilidad de los endosantes anteriores.
Art. 60. — La operación de crédito y los endosos del "certificado" y del "talón" deben ser
registrados en la Junta Nacional de Granos, previo pago de los servicios adeudados hasta el
momento de la inscripción y registro tendrá efecto contra terceros desde la fecha en que se
efectúe La Junta Nacional de Granos reglamentará la forma de llevar los registros Y las
reparticiones de la misma en que puedan efectuarse las inscripciones.
El encargado del registro verificará la identidad del último endosante; no siendo la Junta
responsable por la falsedad de firma en endosos anteriores, no registrados ni si la firma en
el último endoso no es visiblemente falsificada.
Art. 61. — Sin perjuicio de su renovación total o parcial, el "certificado" y el "talón" sólo
producen efectos, a los fines de su negociación, durante los seis meses siguientes a la fecha
de su emisión.
Art. 62.—El pago hecho al prestamista por el titular del certificado o por el último
endosatario del importe del crédito extingue, junto con éste, la responsabilidad del
prestamista, quien queda desligado de toda obligación en caso de negociarse nuevamente el
"talón" con un tercero
Art. 64. — La deuda por préstamos asentada en el "talón" tiene privilegio sobre la cantidad
de mercadería que consta en el "certificado", con prelación a todo otro crédito que no sea
por servicios prestados por el elevador o instalación con relación a dicha mercadería y a las
comisiones y gastos de venta.
Art. 65. — El titular del "certificado", o el último endosatario en caso de haber sido
transferido, podrá pagar el importe de la deuda que conste en el "talón" antes del
vencimiento del plazo estipulado.
Art. 66. — El acreedor originario del "talón" o el endosatario en su caso, deberá pedir,
dentro de los 10 días posteriores el vencimiento de la respectiva obligación —salvo que
ésta sea renovada, sin excederse el término previsto en el art. 61 y la renovación sea
registrada— la venta de la cantidad de mercadería afectada a la deuda. El pedido de venta
se hará ante el administrador o encargado del elevador o de la instalación que expidió el
certificado o del elevador terminal si la mercadería hubiere sido transferida a éste o ante la
delegación correspondiente o ante la Junta Nacional de Granos en su sede central. Estando
en forma el respectivo documento, la Junta Nacional de Granos dispondrá la venta de la
Mercadería al contado, como operación común de su oficina de ventas o por intermedio del
corredor que la misma designe y como operación común en el mercado, cámara o bolsa que
corresponda al lugar donde se deposito originariamente la mercadería o del elevador
terminal si hubiere sldo transferida a éste.
Con el producido de la venta se pagarán, en primer término, la deuda por servicios con
relación a esa mercadería, y las comisiones y gastos de venta: con el remanente se pagará
en cuanto alcanzare, al acreedor reclamante: y si cubiertas esas deudas quedara algún saldo,
se acreditará al titular o último endosatario del "certificado".
Art. 69. — Si el producido de la venta no alcanzare para pagar las deudas, conforme a lo
establecido en el art. 66, el acreedor insoluto tendrá acción ejecutiva contra los endosantes
del respectivo "talón" y contra el deudor originario, siempre que se hubiese solicitado la
venta de la mercadería afectada en los plazos y formas establecidos en el artículo 66.
Art. 72. — Contra devolución del "certificado" junto con el "talón", endosado o éste a favor
del titular del certificado o del último endosatario del mismo, la Junta entregará la
mercadería, previo pago de los servicios adeudados al elevador o instalación.
Si, por cualquier circunstancia, el titular o el último endosante del "talón" se negare a
entregarlo, o no se conociere su domicilio, o el "talón" no pudiere ser presentado, se
retendrá mercadería suficiente para cubrir el importe registrado de la deuda; salvo que el
titular o último endosatario del "certificado" consigne dicho importe en la oficina pertinente
de la junta.
La fianza será cancelada si a los 6 meses del otorgamiento del duplicado no se hubiere
formulado reclamo presentando el "certificado" o el respectivo "talón” original; y en caso
de deducirse acción en base de los mismos deberá decidirse Judicialmente el derecho
discutido.
Art. 76. — La |unta podrá hacer efectivo su privilegio establecido en cl artículo 81 sobre la
mercadería amparada por un "certificado de depósito", siempre que anote la
indisponibilidad mientras el "certificado" o el "talón" figure inscripto a nombre de su
deudor y dé aviso a éste, por telegrama colacionado dirigido al domicilio registrado, dentro
de los 5 días hábiles posteriores. La indisponibilidad impide el endoso, tanto del
"certificado' como del "talón", mientras la deuda no sea satisfecha.
CAPÍTULO X
CONSERVACION DE LOS GRANOS Y SUS SUBPRODUCTOS
b) Controlará la aplicación correcta de los productos que se empleen en la lucha contra las
plagas en todo el medio de transporte, depósito instalación y elevadores de granos;
LEY 21.288
Art. 2°— Restablécese, a partir de la fecha, la vigencia del decreto-ley no 6698 del 9 de
agosto de 1963 (ratificado por la ley no 16.478) modificatorios y complementarios, como
así la de sus reglamentaciones.
LEY 17.418
SECCIÓN IX
SEGUROS DE LA AGRICULTURA
Principio general
GRANIZO
Principio general
Art. 91. — El asegurador responde por los daños causados exclusivamente por el granizo a
los frutos y productos asegurados, aun cuando concurra con otros fenómenos
meteorológicos.
Cálculo de la indemnización
Art. 92. — Para valuar el daño se calculará el valor que habrían tenido los frutos y
productos al tiempo de la cosecha si no hubiera habido siniestro, así como el uso a que
pueden aplicarse y el valor que tiene después del daño. El asegurador pagará la diferencia
como indemnización. Denuncia de siniestro
Art. 93. — La denuncia del siniestro se remitirá al asegurador, en el termino de tres días, si
las partes no acuerdan un plazo mayor. postergación de la liquidación
Art. 94. — Cualquiera de las partes pueden solicitar la postergación de la liquidación del
daño hasta la época de la cosecha, salvo pacto en contrario.
Art. 95.—El asegurado puede realizar antes de la determinación del daño y sin
consentimiento del asegurador, sólo aquellos cambios sobre los frutos y productos
afectados que no puedan postergarse según normas de adecuada explotación.
Art. 96. — En caso de enajenación del inmueble en el que se encuentran los frutos y
productos dañados, el asegurador puede rescindir el contrato sólo después de vencido el
período en curso, durante el cual tomó conocimiento de la enajenación.
La disposición se aplica también en los supuestos de locación y de negocios jurídicos por
los que un tercero adquiere el derecho a retirar los frutos y productos asegurados.
HELADA
Helada. Régimen
Art. 97. — Los artículos 90 a 96 se aplican al seguro de daños causados por helada.
SECCIÓN X
SEGURO DE ANIMALES
principio general
Art. 98. — Puede asegurarse cualquier riesgo que afecte la vida o salud de cualquier
especie de animales.
SEGURO DE MORTALIDAD
Indemnización
Daños no comprendidos
Subrogación
Art. 101. — En la aplicación del artículo 80, el asegurador se subrogará en los derechos del
asegurado por los vicios redhibitorios que resulten resarcidos.
Derecho de inspección
Art. 103. — El asegurado denunciará al asegurador dentro de las 24 horas, la muerte del
animal y cualquier enfermedad o accidente que sufra, aunque no sea riesgo cubierto.
Asistencia veterinaria
Art. 104. — Cuando el animal asegurado enferme o sufra un accidente, el asegurado dará
inmediata intervención a un veterinario, o donde éste no exista, a un práctico.
Art. 106. — El asegurado no puede sacrificar al animal sin consentimiento del asegurador,
excepto que: a) Sea dispuesto por la autoridad;
b) Según las circunstancias sea tan urgente que no pueda notificar al asegurador. Esta
urgencia se establecerá por dictamen de un veterinario o, en su defecto, de dos prácticos.
Indemnización. Cálculo
Art. 107. — La indemnización se determina por el valor del animal fijado en la póliza.
Muerte o incapacidad posterior al vencimiento
Art. 108. — El asegurador responde por la muerte o incapacidad del animal ocurrida hasta
un mes después de extinguida la relación contractual, cuando haya sido causada por
enfermedad o lesión, producida durante la vigencia del seguro. El asegurado debe pagar la
prima proporcional de tarifa.
Decreto-ley no 868 del 30 de enero de 1957 de acuerdo al texto establecido por el decreto-
ley no 2Í.609 del 20 de noviembre de 1957
Créanse, como parte integrante del Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires, a los
efectos del art. 149 de la Constitución de Buenos Aires los tribunales rurales, cuya
organización, competencia y procedimiento se regirá por las normas que el presente
decreto-ley establezca.
CAPÍTULO I
ORGANIZACION Y COMPETENCIA. Organización
Organización
Los secretarios deberán reunir las mismas calidades exigidas para serlo en la justicia
ordinaria.
Jurisdicción territorial
Art. 4° — Las cámaras de apelaciones en lo Civil y Comercial ejercerán la jurisdicción
atribuida por el art. 2° del presente decreto-ley, dentro del departamento judicial en el cual
tengan su asiento. La cámara de Bahía Blanca entenderá como tribunal de alzada en las
cuestiones que se tramiten ante el Juzgado de Tres Arroyos.
Art. 5° — Los jueces de primera instancia rural tendrán jurisdicción dentro de los límites
territoriales que, de acuerdo a su asiento, se establece a continuación:
a) Juzgado de primera instancia rural del departamento judicial Capital, con asiento en la
ciudad de La Plata, tendrá jurisdicción sobre los distritos comprendidos dentro del referido
departamento;
b) Juzgado de primera instancia rural del departamento judicial de Mercedes, con asiento en
la ciudad de Mercedes, tendrá jurisdicción sobre los distritos comprendidos dentro de dicho
departamento;
c) Juzgado de primera instancia rural del departamento judicial de San Nicolás, con asiento
en la ciudad de San Nicolás, tendrá jurisdicción sobre los distritos comprendidos por ese
departamento;
d) Juzgado de primera instancia rural del departamento judicial de Azul, con asiento en la
ciudad de Azul, ejercerá jurisdicción sobre los distritos comprendidos en dicho
departamento;
e) Juzgado de primera instancia rural del departamento judicial de n i res con asiento en la
ciudad de Dolores, tendrá jurisdicción sobre los distritos comprendidos por ese
departamento y además Mar Chiquita, Balcarce, General Pueyrredón y General Alvarado;
f) Juzgado de Primera Instancia Rural de Tres Arroyos, con asiento en la ciudad de Tres
Arroyos, tendrá Jurisdicción sobre los siguientes partidos: Tres Arroyos, González Chaves
y Lobería.
g) Juzgado de primera instancia rural del departamento judicial de Bahía Blanca; ejercerá
jurisdicción sobre los distritos de: Patagones, Villarino, Bahía Blanca, Coronel Rosales,
Coronel Pringles, Tornquist, Puán, Saavedra, Coronel Suárez, Adolfo Alsina, Guaminí,
Caseros y Coronel Dorrego.
Art. 6" — Cada juzgado de primera instancia rural tendrá dos secretarias.
Art. 7° — Ante cada juzgado de primera instancia rural funcionará una comisión asesora
integrada por un representante de los arrendadores y otro de los arrendatarios o aparceros y
oportunamente por un ingeniero agrónomo.
Art. 8° — Los integrantes de las comisiones referidas en el artículo anterior deberán reunir
los requisitos que reglamentariamente se establezcan y serán designados por la Suprema
Corte de las ternas que anualmente le remita el Poder Ejecutivo y que se formarán de
acuerdo a lo que determine las respectiva reglamentación. El ingeniero agrónomo será
designado por el juez o las partes en los casos y forma que prevé el presente decreto-ley.
Integración
Art. 10.° — Cuando por excusación, recusación, ausencia o impedimento debe remplazarse
a un Juez de primera instancia rural, lo reemplazará el Juez de primera instancia en lo Civil
y Comercial del departamento judicial a que pertenezca y que esté en turno. Si el excusado,
recusado, ausente o impedido, fuera un miembro de la comisión asesora, los reemplazará el
suplente designado.
Art. 11. — Las integraciones que resulten con arreglo a lo dispuesta por el articulo anterior,
en ningún caso deberán ser notificadas a las partes y el reemplazante entrará en funciones
sin perjuicio del deber de excusar si correspondiere o del derecho de las partes de recusarlo
dentro de las 2-horas de conocida su designación.
Ministerios públicos
Art. 12. — Los miembros de los ministerios públicos de cada departamento judicial,
intervendrán en los juicios que se sustancien en los respectivos tribunales rurales,
debiéndose designar al que deba actuar ante el tribunal de Tres Arroyos.
Competencia
I. En las cuestiones que versen sobre materia legislada por el Código rural, leyes que lo
complementan o que legislan sobre materia rural, entre las que se enuncian:
a) Cuestiones suscitadas con motivo de la prenda rural, del crédito rural y del seguro rural;
b) Conflictos por obras nuevas y/o modificación del curso natural o artificial de las aguas
en zonas rurales;
c) Las cuestiones que se susciten con motivo de las leyes de sanidad animal y vegetal,
seguridad rural y de conservación;
d)Comodatos, uso y habitación sobre predios rústicos:
h) Concentración de frutos;
II. En los juicios de expropiación que entable la provincia, de tierras destinadas a los fines
de la ley orgánica de colonización.
IV. En tos conflictos suscitados entre arrendadores y arrendatarios v/o aparceros con
motivo de los respectivos contratos de arrendamiento y/o aparcería; de las leyes sobre esa
materia y de las leyes sobre transformación agraria y su reglamento.
Art. 14. — Será tribunal competente el del lugar donde estuviese ubicado el inmueble
objeto del litigio. Si se tratare de más de uno o de bien que se extienda sobre jurisdicciones
distintas, la competencia corresponderá al tribunal correspondiente a la parte donde se
encuentra la principal población o en su defecto al más cercano.
Art. 15. — En los casos del art. 13, inc. 4°, las reglas del articulo anterior se aplicarán sin
perjuicio del preferente derecho del arrendatario aparcero para elegir el tribunal de su
domicilio en los casos en que fuese actor.
Art. 16. — El tribunal rural ante el que se hubiera promovido una demanda, deberá
inhibirse de oficio si considera que el asunto no es de su competencia en razón de la
materia; sin embargo, una vez contestada la demanda o tenida por contestada en rebeldía
sin objetarse la competencia quedará ésta fijada definitivamente para el tribunal y las
partes.
CAPÍTULO II
DISPOSICIONES GENERALES DE PROCEDIMIENTO
Recusaciones
Art. 17.— Los jueces de los tribunales rurales, sus secretarios y los miembros de las
comisiones asesoras no podrán ser recusados sin causa y reglran para los mismos las
causales de excusación y recusación establecidos en el Código de Procedimientos civil y
comercial, en cuanto no sean contrarios a las disposiciones del presente decreto-ley.
Art. 18. — La recusación deberá deducirse en el primer escrito que se Presente o audiencia
a que se concurra. Cuando la causa fuere sobreviniente o desconocida por la parte, ésta
podrá deducirla dentro del tercer día de saberla y bajo juramento de haber llegado recién a
su conocimiento.
a) En el escrito que se presente o exposición verbal que se haga expresarán las causas de
recusación que se invoquen, nombres, profesión y domicilio de los testigos que hayan de
declarar y cuyo número no podrá exceder de tres, y las demás pruebas de que quiera
valerse, acompañando los documentos en que constase la causal aducida. La recusación
será desechada si no se llenaren los requisitos expresados, o si se propusiera fuera de
término, imponiéndose las costas a la parte que la hubiera deducido;
d) Deducida la recusación, el recusado se expedirá sin otro trámite en ese mismo acto o
dentro de las 24 horas. Si la admitiese, al hacerlo en la presencia de las partes, o en la
audiencia inmediata decretada y notificada a ese fin, se procederá de acuerdo con el art. 10,
según se trate. Si la negare, los autos serán remitidos de inmediato al tribunal competente
para que ordene las diligencias de prueba y reciba las pertinentes, resolviendo en definitiva
y sin recurso alguno, el incidente. Mientras dure la substanciación del incidente, que se
tramitará por pieza separada, se suspenderán los procedimientos indispensables, no así los
términos para contestar la demanda, evacuar traslado, practicar diligencias que no exijan la
intervención personal del recusado o celebrar la audiencia que estuviese designada.
Art. 20. — En caso de que la recusación fuese deducida con notoria temeridad o
maliciosamente con el propósito de dilatar u obstruir el curso del proceso, el juez, al
desestimarla, aplicará las sanciones disciplinarias previstas en los arts. 15 y 16 del Código
de Procedimientos civil y comercial, sin perjuicio de la condenación en costas.
Impulso procesal
Acumulación
Art. 22. — Puede el demandante acumular todas las acciones que tenga contra una misma
parte, siempre que sean de la competencia del mismo tribunal, no sean excluyentes y
puedan sustanciarse por los mismos trámites A su turno los tribunales rurales tendrán
facultades para disponer la acumulación de autos en razón de la identidad o analogía de las
controversias siempre que medien causas de economía procesal y no se disminuyan las
garantías esenciales de la bilateralidad del contradictorio y de la defensa en juicio. Sin
embargo, el tribunal podrá ordenar la separación de los procesos cuando la acumulación
resultare inconveniente, en cuyo caso los distintos procesos quedarán radicados en la
misma secretaría.
Representación
Notificaciones y traslados
Art. 24. — Las providencias quedarán notificadas por ministerio de la ley. los días martes y
viernes o el siguiente hábil si alguno de ellos no o fuere, posterior a aquel en que hubiere
sido dictado, sin necesidad de nota, certificado u otra diligencia.
a) El emplazamiento de la demanda;
b) La citación para absolver posiciones;
c) La sentencia definitiva o interlocutoria que tengan fuerza de tales; Las resoluciones que
en cada caso se indique.
Excepciones
a) Incompetencia de jurisdicción;
c) Litis pendencia;
d) Cosa juzgada.
Art. 26. — Las excepciones del articulo 25 deberán interponerse dentro del tercer día
contado desde la fecha de la notificación de la citación y el emplazamiento para contestar la
demanda.
Nulidades
Art. 27. — Las nulidades del procedimiento sólo se declararán a petición de parte.
Art. 28. — La parte que haya originado el vicio que produzca la nulidad o que hubiera
renunciado expresa o tácitamente a diligencia o trámites instituidos en su interés, no podrá
impugnar la validez del procedimiento.
Costas
Art. 30. — Las partes responderán de los gastos efectuados por el juzgado en cumplimiento
de las disposiciones de esta ley sobre notificaciones, peritajes, inspecciones oculares, en la
medida en que sean impuestas las costas de acuerdo con el artículo anterior. La liquidación
que resulte deberá abonarse dentro del quinto día de notificado, bajo apercibimiento de
aplicarse el quíntuplo en concepto de multa y remitir los antecedentes a representante fiscal
para su cobro por vía de apremio. Sin perjuicio, el Juez podrá ordenar el depósito previo,
necesario para realizar la diligencia.
Art. 31.—Durante las audiencias las partes, a costa de quien lo solicitare, podrán hacer
tomar versiones taquidactilográficas de lo que se actúe. En este caso tales servicios serán
utilizados también en beneficio de la otra parte.
Derecho supletorio
Art. 32. — Cuando no fueren aplicables las normas del presente decreto-ley, regirá el
procedimiento que determine el Código de Procedimientos civil y comercial o las leyes
especiales según la naturaleza del juicio.
CAPÍTULO III
Procedimientos especiales
TÍTULO I
CUESTIONES ORIGINADAS POR ARRENDAMIENTOS Y POR APARCERÍAS
RURALES, DEMANDA Y CONTESTACION
Situación y emplazamiento
Art. 35. — Presentada la demanda en legal forma, se correrá traslado de la misma con
entrega de copias, citando y emplazando al demandado para que la conteste dentro del
término de quince días, en la audiencia que se fijará a tal efecto, bajo apercibimiento de
tenerla por contestada si no compareciere. También se citará a esa audiencia al actor.
Art. 36. — En el día y hora fijada se celebrará en presencia del juez y de la comisión
asesora, la audiencia prevista en el artículo anterior. La misma se llevará a cabo con
asistencia de las partes que concurran, labrándose acta de lo actuado. El demandado
agregará la contestación de la demanda, deducirá reconvención, interpondrá sus
excepciones y ofrecerá la prueba que haga a su derecho. En el mismo acto el actor
contestará la reconvención y excepciones y podrá ampliar la prueba sobre la base de los
nuevos hechos introducidos por el demandado. El Juez invitará a las pares a la conciliación.
Si no lo lograse resolverá las excepciones previas y decretara en caso necesario la apertura
a prueba de la causa por el término de 30 días o en su defecto declarará la cuestión de puro
derecho y amará en este acto, autos para sentencia.
De las pruebas
Art. 37. — Durante el período de prueba se producirán todas las que 'e hayan ofrecido con
excepción de las de testigos, absolución de posiciones y reconocimiento de documentos, las
que se recibirán en la audiencia que determina el artículo 39.
Conclusión de la causa
Art. 33. — Finalizado el período de prueba asi se declarará previa certificación del actuario
y se fijará una audiencia para dentro del término de cinco días, que será notificada a las
partes.
Art. 39. — En el día y hora fijado se realizará la audiencia en presencia del Juez y de la
comisión asesora con asistencia de las partes que concurran. Se producirán las pruebas de
testigos, confesional y de reconocimiento de documentos. Se dará lectura del resultado de
todas las pruebas producidas en la causa y se concederá la palabra a las partes,
sucesivamente para que aleguen sobre el mérito de las mismas.
Art. 40. — Las partes o sus apoderados no podrán hacer uso de la palabra en sus alegatos
por más de 30 minutos, término que el Juez podrá ampliar si encontrare suficiente mérito
para ello.
Art. 41. — Pronunciado los alegatos se oirá a los miembros de la comisión asesora y se
llamará autos para sentencia.
Art. 42. — SÍ las partes se conciliaren en cualquier momento el acta que ante el juzgado se
labre, para constancia tendrá oportunidad de cosa juzgada y será inapelable.
Sentencias
Art. 43. — La sentencia se dictará, dentro de los cinco días de efectuado el llamamiento de
autos, por escrito y contendrá los requisitos exigidos por el Código de Procedimientos civil
y comercial y será apelable.
TÍTULO II
CUESTIONES EMERGENTES DE LA LEY DE TRANSFORMACION AGRARIA
Art. 44. — Cuando en los casos previstos por el decreto nacional 2187/ 57 y concordantes
las partes recurrieran ante el Juez rural, se observará el procedimiento que determinan los
artículos siguientes.
Art. 45. — La demanda deberá ser interpuesta antes del 31 de marzo de 1953 por escrito,
observándose en la misma forma que establece el artículo 34 y especificando además
claramente: descripción del inmueble y mejoras existentes, estableciendo quién las ha
introducido, ubicación del predio, linderos, distancia a estación, puerto y camino
pavimentación opción topográfica del inmueble, con determinación de las superficies
aproximadas de los distintos tipos, si no fuera homogénea; calidad; tierra; profundidad y
calidad del agua de primera y segunda napa; superficies inaptas para la explotación,
existencia de malezas con especificación de la especie y grado de desinfección, derecho de
riego; monte natural y artificial, precio del arrendamiento y fecha desde la cual está
arrendado el predio al interesado en las compras; productividad por hectárea y por
explotación con indicación del tipo de explotación que se realiza y elementos con que se
trabaja en la misma; datos ilustrativos, fotografías, planos, etc., que permitan un mejor
conocimiento del terreno y en su caso el propietario, planilla de revaluación de su predio,
mención clara de los motivos de divergencia.
Art. 46. — De esa demanda se dará traslado al demandado para que la conteste por escrito
en la audiencia que a tal efecto se fijará dentro del término de 30 días.
Art. 48. — Designado el perito, el mismo pasará a integrar la comilón asesora, que deberá
expedirse dentro del término de 30 días de aceptado su mandato.
Art. 49. — Del resultado de la pericia, se dará traslado a las partes r el termino de 10 días,
para que aleguen sobre el mérito de la misma.
Art. 50. — Transcurrido el término del artículo anterior aun cuando no se hubiera
presentado los alegatos, el juez dictará sentencia dentro del término de cinco días. Para la
fijación de precio tendrá en cuenta lo establecido por el artículo 20 del decreto no
10.179/57.
Art. 51. — La sentencia se notificará a las partes, quienes dentro del término de 10 días,
manifestarán su aceptación o rechazo.
Art. 54. — La decisión judicial que fije el precio o determine la unidad económica por ser
arbitral, no es apelable. Será apelable la decisión judicial que imponga las costas y que
ordene el desalojo o la prórroga del contrato de arrendamiento como consecuencia del
desistimiento de alguna de las partes, para ante la Cámara Civil del departamento judicial
correspondiente.
Art. 55. — Consentida la decisión judicial que determina el precio o la unidad económica,
las partes serán intimadas a concurrir al juzgado para formalizar el boleto de compraventa,
debiendo en la oportunidad el comprador cumplir con lo dispuesto por el artículo 14 del
decreto-ley no 2187/57. A tal efecto se fijará una audiencia dentro de los 30 días de
consentida la decisión. La parte que no concurra a ella, será tenida por desistida,
debiéndose proveer lo que a tal desistimiento corresponda. Si no concurre ninguna de las
partes se tendrá por desistido el arrendatario.
TÍTULO III
JUICIOS POR CONSIGNACION
Art. 57. — En la demanda por consignación, además de los recaudos exigidos por el
artículo 34, se expresará si se trata de cosas o frutos el lugar en que se encuentran y se
pondrá a disposición del Juez competente. Cuando lo consignado fuere una suma de dinero,
se agregará la boleta de depósito efectuado en el Banco de la Provincia, a la orden del Juez
y secretario respectivo.
TÍTULO IV
DISPOSICIONES COMUNES
Ejecución de la sentencia
Art. 60.—Transcurrido dicho plazo sin que se haya cumplido, intimará al que hubiera sido
condenado mediante telegrama colacionado. Transcurridos cinco días, solicitará el auxilio
de la fuerza pública para llevar a cabo la ejecución o mandará realizar las diligencias que
correspondan a tal efecto, teniendo en cuenta la naturaleza del litigio.
CAPÍTULO IV
Recursos
TÍTULO I
DE LOS RECURSOS EN GENERAL
Art. 61. — Salvo los casos en que se resuelva expresamente lo contrario, las resoluciones
de los Jueces de primera instancia rural, serán susceptibles de todos los recursos previstos
por las leyes procesales mencionadas en el artículo 32 y en la forma que las mismas
determinan.
TÍTULO II
REVOCATORIA Y APELACION
Art. 62. — En los Juicios referidos en el Capítulo III, Título I, el recurso de revocatoria,
procederá únicamente contra las providencias que resuelvan excepciones, o las que, con
oposición de alguna de las partes, declaren la cuestión de puro derecho.
Art. 63. — El recurso del artículo anterior deberá interponerse en el mismo acto en que
fuera notificada la providencia y será resuelto de inmediato, sin más trámite.
Art. 64. — El recurso de apelación procederá únicamente contra las providencias que
resuelvan la revocatoria y contra la sentencia definitiva
Art. 65. — Si después de interpuestos los recursos determinados en el presente título, las
partes se conciliaren, dichos recursos se considerarán como no interpuestos.
CAPÍTULO V
Lista de peritos
Art. 66. — La Suprema Corte confeccionará las listas de profesionales que podrán actuar
como peritos ante los juzgados de primera instancia rural. En lo posible, confeccionará una
lista por cada departamento rural, considerando tal el territorio sobre el cual ejerce
jurisdicción cada juzgado de primera instancia rural.
Art. 67. — Los profesionales deberán inscribirse a tal efecto, debiendo cumplir todos los
recaudos que reglamentariamente se establezcan sobre inscripción y exclusión.
Art. 68. — Sorteado un perito su nombre no figurará en los sorteos sucesivos, hasta tanto
no haya recaído designación en todos los demás profesionales de la misma materia, que
figuren en la lista pertinente.
Art. 69. — Las causas que actualmente se tramitan en las comisiones paritarias nacionales,
que en razón del lugar sean de competencia de los tribunales que crea el presente decreto-
ley, serán transferidos de inmediato a la Suprema Corte y continuarán sustanciandose de
acuerdo al procedimiento determinado en el presente, por ante los juzgados competentes.
Art. 70. — Los gastos que demande el cumplimiento del presente decreto-ley se tomarán de
Rentas Generales, con imputación al mismo.
Art. 72. — El presente decreto-ley será refrendado por todos los ministros en acuerdo
general.
Art. 73. — Queda derogada toda otra disposición que se oponga al presente.
Articulo 1° — Hasta tanto se constituyan los tribunales del fuero rural creados por el
decreto-ley 868/57, con las modificaciones introducidas por el decreto-ley 21.209/57,
acuérdase competencia a los tribunales de trabajo para entender en todas las cuestiones
previstas en el artículo 13 del decreto-ley 21.209/57, planteadas o que se planteen dentro de
sus respectivas jurisdicciones territoriales conforme a lo establecido en los artículos 3° y 5°
de la ley 5178.
Art. 2° — Dichos tribunales aplicarán en estos juicios el procedimiento establecido por los
artículos 17 a 65 del decreto-ley 21.209/57. La ley 5178 y el Código de Procedimientos en
lo Civil y Comercial se aplicarán supletoriamente en lo que no estuviere previsto y en
cuanto fuere compatible con el procedimiento específico del fuero rural.
Art. 4° — Los tribunales de trabajo pasarán a los juzgados rurales que se constituyan, todas
las causas correspondientes a la jurisdicción territorial de éstos a los efectos de la
continuación del trámite. Se exceptúan aquellas en las que se hayan celebrado la audiencia
del artículo 39 del decreto-ley 21.209/57, las cuales continuarán donde están radicadas
hasta su terminación.
Art. 5° — Déjase sin efecto el artículo 4° del decreto 23.036/57, así como toda otra
disposición que se oponga al presente.
Art. 6° — El presente decreto-ley será refrendado por todos los señores ministros en
acuerdo general.
Art.7°— Oportunamente desecuenta a la Honorable Legislatura.
A) MODELOS DE TELEGRAMAS
"Intimo su contribución gastos 50 º/o lucha plagas y malezas, conforme cláusula 3a,
contrato arrendamiento, y artículo 18, inciso e) ley 13.246 suscripto 15-4-75, existentes esa
fecha. Contrariamente compensaré gastos a su cargo con arrendamientos e iniciaré acción
judicial. Colaciónese".
"Intimo devolución diez días predio arrendado mi propiedad 350 has. vencimiento plazo
contractual. Contrariamente accionaré judicialmente. Colaciónese".
"Rescindo contrato arrendamiento violación artículo 7°, ley 13.246 predio mi propiedad
350 has., Cuartel V, Partido Trenque Launquén, por cesión aparcería. Intimación restitución
predio 30 días. Contrariamente iniciaré acción judicial. Colaciónese".
"Intimo realice explotación adecuada predio arrendado 350 has. mi propiedad. Cuartel V°
Partido Las Flores, conforme cláusula 6a contrato arrendamiento y artículo 8°, ley 13.246.
Contrariamente rescindo contrato e inicio acción judicial. Colaciónese".
"Intimo 10 días inscribir contrato arrendamiento, cláusula décima, suscripto el... predio
Cuartel V, Partido Olavarría. Artículo 40, ley 13.246. Responsabilizo daños y perjuicios.
Contrariamente procedo inscripción a su costa. Colaciónese".
"Intimo diez días rendición cuentas cláusula octava contrato capitalización hacienda
suscripto el... Contrariamente resuelvo contrato e inicio demanda judicial y querella penal.
Colaciónese".
7. Opción de los herederos del arrendamiento o aparcero continuar con la explotación del
predio. Art. 7°, ley 15.246.
" Intímole diez días comunique fecha iniciación levantamiento cosecha cláusula octava
contrato aparcería firmado 30-5-75. Artículos 23, inciso d, ley 13.246 y 54 decreto 8330/63.
Colaciónese".
"Intimo 48 horas cumplir usos y costumbres locales, cláusula... por causar perjuicio mi
propiedad. Responsabilizo daños y perjuicios. Iniciaré desalojo. Colaciónese".
14- Arrendatario, aparcero, capitalizador, mediero, invocan vigencia ley 13.246. Tácita
reconducción.
"Ante sanción ley 21.452 invoco derechos artículo 20, ley 13.24o Amparado artículos 4°,
40 y 41 dicha ley. Colaciónese".
15. Arrendador y demás sujetos indicados punto 12, rechazan telegrama anterior.
"Ley 21.452 derogó tácita reconducción ley 15.246. Desconozco y rechazo su derecho
invocado. Intimo desalojo predio vencimiento contrato... el.... Colaciónese".
"Intimo 48 horas comunicar época levantamiento cosecha 1977/78. Contrato vence el...
Colaciónese".
"Invoco derecho que me asiste por artículo 1°, ley 15.514. Deberá abstenerse acción
violatoria dicha ley. Contrariamente responsabilizo perjuicios ocasionados. Colaciónese".
"Intimo percibir cinco días precio arrendamiento, cláusula... en. Iniciaré consignación
judicial. Colaciónese".
C) MODELOS DE CONTRATOS
1. Arrendamiento rural.
En la localidad de... provincia de... a los. . . días del mes de mil novecientos setenta y
nueve. Entre don.......(incluir datos personales, estado civil, no de documento, etc.), por una
parte llamado en lo sucesivo el Arrendador, y por la otra don ......(datos personales, estado
civil, etc.), llamado en lo sucesivo el Arrendatario, han convenido, de acuerdo con lo
dispuesto por la ley 15.246-22.298, la celebración del presente contrato de arrendamiento,
sujeto a las siguientes cláusulas:
SEGUNDA. El precio del arrendamiento se fija en la suma de $... por año, pagadero por.. .
(semestre, trimestre, etc.) por adelantado del 1 al 5 de cada. .., en el domicilio del
arrendador o donde éste posteriormente indique al arrendatario, por telegrama colacionado,
con antelación diez días al vencimiento de cada período.
CUARTA. queda prohibido al arrendatario realizar otras mejoras que las autorizadas por
escrito por el arrendador, con excepción de las de suma necesidad y de aquellas que no
admitan dilación por su urgencia.
QUINTA. El plazo del contrato será de tres años a partir del.... vencido el día...
SÉPTIMA. queda prohibido al arrendatario conforme con el artículo 8°' de la ley 15.246
realizar la explotación en forma inadecuada que origine 3a erosión, degradación o
agotamiento del suelo y subarrendar o ceder el predio en aparcería o la cesión del contrato
de acuerdo con el artículo' 7° de la ley 15.246-22.298.
OCTAVA. se deja expresa constancia que el arrendatario detenta la tenencia del predio
desde el día. . .
DÉCIMA. ambas partes convienen, de común acuerdo, la inscripción del presente contrato
en el Registro de la Propiedad Inmueble, que corresponda a la ubicación del predio.
El predio se (o no se) encuentra afectado por plagas y malezas, las que se indicarán,
quedando obligado el arrendatario a combatirlas, realizando los trabajos pertinentes y
ambas partes se obligan a contribuir cada una con el cincuenta (50 %) de los gastos. Plagas:
existen las simientes:... Malezas: el predio se encuentra afectado por...
UNDÉCIMA. El arrendatario podrá usar todas las poblaciones y demás elementos que
existan en el inmueble para realizar el objeto del contrato.
2. Aparcería agrícola.
En la ciudad de....., provincia de...... a los .... días del mes de.... de mil novecientos ochenta
y...... entre.... (datos personales, estado civil, etc.), domiciliado en ....... por una parte,
llamado en 3o sucesivo "el aparcero-dador", y por la otra .... (datos personales, estado civil,
etc.), llamado en lo sucesivo "el aparcero", han convenido ; celebración del presente
contrato, de acuerdo con la ley 15.246, modificada por la ley 22.298 y sujeto a las
siguientes cláusulas:
SEGUNDA. El plazo del contrato se fija en ..... a contar desde el . . . ., venciendo el ......
SÉPTIMA. El aparcero entregará al aparcero-dador el ...... por ciento del total producido de
la explotación por cada ciclo (trillado a granel; trillado y convenientemente embolsado; en
planta de silo ...... etcétera), el cual es el porcentaje convenido entre las partes.
DUODÉCIMA. Las partes convienen, de común acuerdo, que el pago de los frutos podrá
efectuarse indistintamente en dinero efectivo o con orden de pago certificada agraria,
expedida por el Banco de la Nación Argentina, o cualquier otra institución bancaria. oficial
o privada o por Cooperativa agraria, etc., librada por el aparcero a la orden del aparcero-
dador, quien se obliga a recibirla para ser imputada al pago de la distribución de los frutos,
debiendo el aparcero-dador extender y entregar el recibo de pago correspondiente al
período abonado, a la otra parte contratante o a su representante legal que así lo acredite.
DÉCIMOCTAVA. El aparcero podrá destinar sin cargo hasta...... hectáreas para vivienda y
huerta.
En la ciudad de....... provincia de....... del mes de .... de mil novecientos ochenta y ...
entre....(datos personales, estado civil, etc.), domiciliado en ...., en lo sucesivo "el aparcero-
dador" y por la otra.... (datos personales, etcétera), con domicilio.... en lo sucesivo "el
aparcero", han convenido senté contrato de ...... aparcería pecuaria de ley 13.246,
modificada por la ley 22.298 y sujeto las siguientes cláusulas:
SEGUNDA. El plazo del contrato se fija en ...., a contar desde el ... ., venciendo el .......
TERCERA. El aparcero-dador efectúa los aportes siguientes: ....... Por su parte el aparcero
aporta con: ...............
SEXTA. El aparcero entregará al aparcero-dador el .... por ciento del total producido de los
frutos y productos de la explotación pecuaria que es el porcentaje convenido entre las
partes.
NOVENA. Sí los rindes de la producción son inferiores a: 1°) los normales en la zona; 2°)
por debajo de la calidad media del predio de la recepción de animales por el dador, podrá
rescindir el contrato, con más los daños y perjuicios ocasionados, solicitando el desalojo del
inmueble. libre de ocupantes.
UNDÉCIMA. El aparcero podrá destinar sin cargo hasta .... hectáreas para vivienda y
huerta.
VIGÉSIMA. se deja expresa constancia que el aparcero detenta la tenencia del predio desde
el día ........
Se firman dos ejemplares de un mismo tenor y a un solo efecto, previa lectura y ratificación
de los contratantes, para cada una de las partes, en el lugar y fecha indicados ut supra
4. Mediería.
En la ciudad de. .. ., provincia de....... a los. ... días. ... del mes .... de mil novecientos
ochenta y . . . ., entre .... (datos personales. estado civil, etc.). domiciliado en ...., por una
parte, llamado en lo sucesivo "el mediero-dador" y por la otra .... (datos personales, estado
civil. etc. ....), con domicilio en ....... llamado en lo sucesivo “el mediero-tomador o
mediero", han convenido en la celebración del presente contrato de............. mediería
agrícola (o pecuaria) de acuerdo con la ley 13.246, modificada por la ley 22.298 y sujeto a
las siguientes cláusulas:
SEGUNDA. El plazo contractual se fija en ...., a contar desde el ....... venciendo el ..........
TERCERA. El dador efectúa los aportes siguientes: ........ Por su parte el mediero efectúa
los aportes siguientes: .....................
DÉCIMAQUINTA. El mediero podrá destinar sin cargo hasta .... hectáreas para vivienda y
huerta.
DÉCIMASEXTA. queda prohibido al mediero: a) realizar la explotación en forma
inadecuada que origine la erosión, degradación o el agotamiento del suelo, de acuerdo con
el art. 8° de la ley 13.246, texto según ley 22.298; b) ceder el predio en aparcería o la cesión
del contrato conforme con lo dispuesto por el art. 7° de las leyes 15.246-22.298.
Se firman dos ejemplares de un mismo tenor y a un solo efecto, previa lectura y ratificación
de los contratantes, para cada una de las partes, en el lugar y fecha indicados ut supra.
5. Capitalización de hacienda.
En la ciudad de......... provincia de......... a los...... días, del mes de........ de mil novecientos
ochenta y..... entre.............. (datos personales, estado civil, etc.), domiciliado en .............
por una parte, llamado en lo sucesivo "el dador capitalizador" y por la otra ....................
(datos personales, estado civil, etc.), llamado en lo sucesivo "el capitalizador", han
convenido la celebración del presente contrato, de acuerdo con la ley 13.246, modificada
por la ley 22.298 y sujeto a las siguientes cláusulas: ...
CUARTA. El capitalizador entregará al dador el...... por ciento del total producido por cada
venta que es el porcentaje convenido entre las partes.
QUINTA. Los animales entregados por el dador han sido previamente pesados en presencia
de los contratantes el día........ lo que se consigna por separado instrumentado en el
inventario realizado y que forma parte del presente contrato.
SEXTA. Las crías que se produzcan durante el plazo contractual serán de propiedad del
dador capitalizador, quien podrá o no entregarlas al capitalizador en cumplimiento de la
cláusula. ..... o convenir con éste en celebrar un nuevo contrato de capitalización de
hacienda.
SÉPTIMA. Se deja constancia que el boleto de marca (o señal) ha sido inscripto en........
bajo el número inmutable........ a nombre del dador y en el registro de marcas (o señales) de
la municipalidad de ................. partido de. .............. (pedanía, depto. etc.), de la provincia
de................ el cual se encuentra vigente y que el capitalizador ha tenido a la vista en este
acto, no pesando sobre el mismo medida cautelar alguna que impida el libre uso, de lo cual
se responsabiliza el dador-capitalizador. Queda obligado el dador en caso de expirar el
plazo de vigencia del boleto, a gestionar su renovación, teniendo a su cargo los gastos que
ello implique de todo lo cual se responsabiliza por el perjuicio que su omisión pudiere
causarle al capitalizador.
DÉCIMA. El dador-capitalizador responde por los vicios redhibitorios que pudieren existir
en los semovientes materia del presente contrato, en cuyo caso deberá sustituirlos por otros
de las mismas características, condiciones y raza.
DÉCIMACUARTA. Las partes convienen de común acuerdo que el pago de los beneficios
podrá efectuarse indistintamente en dinero efectivo o con orden de pago certificada agraria
expedida por el Banco de la Nación Argentina o cualquier otra institución bancaria oficial o
privada o por cooperativa agraria, librada por el tomador a la orden del dador, quien se
obliga a recibirla para ser imputada al pago de los beneficios, quedando obligado el dador
capitalizador a extender y entregar el recibo de pago correspondiente, a la otra parte
contratante o a su representante legal que así lo acredite.
Se firman dos ejemplares de un mismo tenor y a un solo efecto, previa lectura y ratificación
de los contratantes, para cada una de las partes, en el lugar y fecha indicados ut supra.
6. Pastaje o Pasturaje.
En la ciudad de............... provincia de.............. a los .... días.. .. del mes de.............. de mil
novecientos ochenta y...., entre. ................. (datos personales, estado civil, etc.),
domiciliado en. .............. por una parte, llamado en lo sucesivo "el dador a pastaje o
pasturaje" y por la otra. .............. (datos personales, estado civil, etc.....), con domicilio
en............... llamado en lo sucesivo "el tomador a pastaje o pasturaje", han convenido en la
celebración del presente contrato de pastaje o pasturaje, de acuerdo con 1^ ley 13.246,
modificada por la ley 22.298 y sujeto a las siguientes cláusulas:
SEGUNDA. El precio del presente contrato se fija en la suma de...... por cada semoviente y
por día, debiendo ser abonado por el "dador a pastaje" en el domicilio del "tomador a
pastaje", por trimestres (bimestres o semestres), por adelantado, del 1 al 5 del mes que
corresponda a cada trimestre (bimestre o semestre) o donde éste posteriormente indicare en
forma fehaciente, en dinero efectivo o con orden de pago certificada agraria expedida por el
Banco de la Nación Argentina o expedida por cualquier institución bancaria oficial o
privada, librada por el "dador a pastaje" a la orden del "tomador a pastaje", intransferible,
quedando obligado este último a extender el recibo de pago correspondiente.
7. pastoreo.
El mero vencimiento del plazo hará incurrir en mora al arrendatario accidental sin
necesidad de interpretación alguna judicial o extrajudicial.
QUINTA. Las partes convienen de común acuerdo, y sin perjuicio de ^cláusula cuarta, que
el pago del arrendamiento accidental podrá efectuarse indistintamente en dinero efectivo (el
50 °/o como saldo) o con orden de pago certificada agraria expedida por el Banco de la
Nación Argentina o institución bancaria oficial o privada o por cooperativa agraria, etc.,
librada por el arrendatario-accidental, a la orden del arrendador-accidental, quien se obliga
a recibirla para que sea imputada al cincuenta por ciento (50 °/o) restante del total del
arrendamiento-accidental, quedando obligado el arrendador-accidental a extender y
entregar el recibo de pago correspondiente a la otra parte contratante o a su representante
legal.
DÉCIMA. El predio se (o no se) encuentra afectado por plagas y malezas (las que se
indicarán); quedando obligado el arrendatario-accidental a combatirlas realizando los
trabajos pertinentes, y ambas partes se obligan a contribuir cada una con el cincuenta por
ciento (50 °/o) de los gastos. ..... Plagas: Existen las siguientes:........ Malezas: El predio se
encuentra afectado por:..........
Se firman dos ejemplares de un mismo tenor y efecto, para cada una de las partes, previa
lectura y rectificación, en el lugar y fecha indicados al comienzo del presente contrato.
8. Accidental por una cosecha.
En la localidad de ....... provincia de ......... a los .... días del mes de .... de mil novecientos
ochenta y ..... entre don .......... (datos personales, estado civil, no de documento, etc.), por
una parte llamado en lo sucesivo el "arrendador-accidental", y por la otra don.... ..........
(datos personales, estado civil, etc.), llamado en lo sucesivo el "arrendatario-accidental", de
acuerdo con lo dispuesto por el art. 39, inc. a) de la ley 13.246, texto sustituido por el art. 1°
de la ley 22.298 y decr. 8330/63, han convenido la celebración del presente Contrato
Accidental por Cosecha, sujeto a las siguientes cláusulas:
SEGUNDA. El objeto del contrato será la Explotación Accidental de una Cosecha de ........
del ciclo agrícola de 19. .. ./19... .
QUINTA. Las partes convienen de común acuerdo y sin perjuicio de la cláusula cuarta, que
el pago del Arrendamiento Accidental podrá efectuarse indistintamente en dinero efectivo
(el 50 % como saldo) o con orden de pago certificada agraria expedida por el Banco de la
Nación Argentina o por institución bancaria oficial o privada, librada por el arrendatario-
accidental, a la orden del arrendador-accidental, quien se obliga a recibirla para ser
imputada al cincuenta por ciento (50 %) restante del total del arrendamiento-accidental,
quedando obligado el arrendador-accidental a extender y entregar el recibo de pago
correspondiente a la otra parte contratante o a su representante legal.
DÉCIMA. El predio se (o no se) encuentra afectado por plagas y malezas, las que se
indicarán, quedando obligado el arrendatario-accidental a combatirlas, realizando los
trabajos pertinentes, y ambas partes se obligan a contribuir cada una con el cincuenta (50
%) de los gastos. Plagas: Existen las siguientes: ......... Malezas: El predio se encuentra
afectado por: ...........
Se firman dos ejemplares de un mismo tenor y a un solo efecto previa lectura y ratificación
de los contratantes, para cada una de las partes, en el lugar y fecha indicados ut supra.
Estos contratos por dos cosechas se redactan lo mismo que el anterior, razón por la cual no
lo repetimos. Solamente la variación existiría en la cláusula segunda. En las diversas
cláusulas veremos otra modal del contrato accidental por una cosecha, tal como lo hemos
explicado en el capítulo correspondiente.
SEGUNDA. El objeto del contrato será la Explotación Accidental de una Cosecha de ......
del ciclo agrícola de 19../19.. y una cosecha del ciclo agrícola de 19. ./19...10. Contrato por
una o dos cosechas y de pastoreo. Modalidad.
En la localidad de....... provincia de......... a los. ..... días del mes de ......... de mil
novecientos setenta y ..... entre don ..... (datos personales, estado civil, etc.), por una parte
llamado en lo sucesivo el "arrendador-accidental", y por la otra don............ (datos
personales, etc.), en lo sucesivo el "arrendatario-accidental", han convenido que de
conformidad con lo dispuesto por el art. 39, incs. a) y b) de la ley 13.246, texto sustituido
por el art. 1° de la ley 22.298 y decr. 8330/63, en la celebración del presente contrato Mixto
Accidental por una (o dos) Cosecha y de Pastoreo, sujeto a las siguientes cláusulas:
primera. El "arrendador-accidental" cede en arrendamiento accidental una fracción de
campo de su propiedad sita en ...... (partido, cuartel, etc.) de la provincia de ....... de una
superficie de .... hectáreas ..... áreas y ...... centiáreas, siendo sus linderos: al norte: ... .; al
sur: . . . .; al oeste:........ y al este:........ segunda. El predio será destinado a: a) la explotación
accidental de.... una cosecha de.... del ciclo agrícola 19 /19..; b) Pura Pastoreo accidental de
semovientes. tercera. El "arrendatario-accidental" podrá destinar para la explotación
accidental de cosecha una extensión de.... hectáreas como máximo en el lugar que fije el
arrendador-accidental", dentro de los diez días de la fecha y para castóreo accidental de
semovientes el resto del inmueble rural. cuarta. Las partes se obligan a confeccionar un
plano del predio al solo efecto de la cláusula anterior, firmada por el arrendador y el
arrendatario accidentales, dentro de un plazo no mayor de diez días, fecha a partir de la cual
comenzará a regir el presente contrato. quinta. El precio del Arrendamiento Mixto
Accidental se fija en la siguiente forma y para cada una de las actividades agrarias: ü)
Cosecha. La suma de $ ...... por hectárea y por cosecha o sea la suma de $ . .. ., pagaderos
así: 1) el cincuenta por ciento (50 %) en este acto, en dinero efectivo, que recibe el
"Arrendador-Accidental" a su entera satisfacción, sirviendo el presente de recibo eficaz y
carta de pago en forma; 2) el cincuenta por ciento (50 %) restante, o sea, la suma de $ .......
en cuotas iguales y sucesivas bimestrales, a partir del primer pago del cincuenta por ciento,
y de no hacerlo en las fechas indicadas, queda constituido en mora de pleno derecho por el
mero vencimiento del plazo, sin necesidad de intimación. judicial o extrajudicial alguna; b)
Pastoreo. La suma de $ ....... por hectárea y por año, o sea, la suma total de $ .......
pagaderos por trimestres adelantados en el domicilio del "arrendador-accidental", del 1 al 5
de cada trimestre, y de no hacerlo en la fecha indicada, queda constituido en mora de pleno
derecho por el mero vencimiento del plazo, sin necesidad de intimación judicial o
extrajudicial alguna. sexta. Las partes convienen de común acuerdo, sin perjuicio de la
cláusula anterior, en que el pago del Arrendamiento Mixto Accidental, ya sea el
correspondiente a la actividad agraria o pecuaria, ya sea en forma conjunta o
indistintamente, podrá ser efectuado en dinero efectivo o con orden de pago certificada
agraria expedida por el Banco de la Nación Argentina o institución bancaria oficial o
privada o por la cooperativa agraria, librada por el arrendatario-accidental a la orden
intransferible del arrendador-accidental, quien se obliga a recibirla e imputarla al pago del
arrendamiento mixto accidental y otorgando el recibo correspondiente al arrendatario-
accidental o a su representante legal. séptima. En el inmueble arrendado existen las
siguientes mejoras de propiedad del "arrendador-accidental", cuyo estado de conservación
se indican; son las siguientes: .......... octava. queda prohibido al "arrendatario-accidental" la
cesión del contrato, el subarriendo del predio o la cesión del inmueble en aparcería, salvo la
expresa autorización del propietario del predio otorgada por escrito. novena. El
"arrendatario-accidental" deberá hacer entrega de las distintas extensiones del predio, de
acuerdo con las actividades agrarias que se han convenido, totalmente desocupado y libre
de ocupación por terceros, en las siguientes fechas: a) Cosecha: Cuando esté totalmente
levantada 1a cosecha y como plazo perentorio de entrega se fija el día ...., del mes ....... de
19..... b) Pastoreo: La fecha de entrega se fija el día ... ., del mes ....... de 19..... décima. El
"arrendatario-accidental" se obliga al uso y goce del predio según derecho, manteniendo en
buen estado de conservación las mejoras existentes en el inmueble, durante todo el plazo
contractual y hasta la entrega de él, totalmente desocupado, al propietario, devolviéndoselas
en el estado en que las recibió con excepción de los deterioros ocasionados por el uso
normal, quedando obligado asimismo a su mantenimiento en buen estado de conservación.
undécima. El predio se encuentra afectado por las plagas y malezas que se indicarán más
adelante, quedando obligado el arrendatario-accidental a combatirlas, realizando los
trabajos pertinentes y ambas partes se obligan a contribuir cada una con el cincuenta por
ciento (50 %) de los gastos. Plagas: Existen las siguientes ....... Malezas: El predio se
encuentra afectado por: ....... duodécima. Queda prohibido al "arrendatario-accidental"
destinar el predio a otra actividad agraria que no sea la establecida en la Cláusula Segunda
y su incumplimiento constituye causa de rescisión del contrato, siendo responsable el
arrendatario-accidental de los daños y perjuicios ocasionados tanto al arrendador-accidental
como a terceros. décimatercera. El "arrendatario-accidental" podrá usar de todas las
posiciones y demás elementos que existan en el predio para la realización del objeto
materia de este contrato. décimacuarta. si el "arrendatario-accidental" al vencimiento del
contrato no hiciera entrega del predio al "arrendador-accidental" totalmente desocupado y
libre de ocupación de terceros, de conformidad con la Cláusula Segunda, queda notificado
y constituido en mora de pleno derecho por el solo transcurso del tiempo y sin necesidad de
intimación alguna u otra comunicación, de que: a) deberá abonar al arrendador-accidental
por cada día de demora en la devolución del predio el cinco por ciento (5 °/o) diario del
importe del arriendo-accidental, según fuera agrícola o pecuario, de un año, de conformidad
con lo dispuesto en el art. 39, última parte, penúltimo párrafo, de la ley 13.246, texto
sustituido-derogatorio por el art. 1° de la ley 21.452 y 1° de la ley 22.298, en concepto de
multa; b) la suma de pesos. ..... (S......) por cada día de demora en la devolución de la parte
del inmueble que corresponda, libre de todo ocupante, en concepto de cláusula penal de
acuerdo con los arts. 652 y concordantes del Código Civil. décimaquinta. Las partes se
obligan recíprocamente a suscribir toda clase de documentación a los efectos de precederse
a su calificación como Contrato Mixto Accidental por Cosecha y Pastoreo ante la Justicia
Agraria Competente, trámite que queda autorizado a realizar cualquiera de los contratantes.
La resolución calificante de la justicia competente, de considerar la presente relación
agraria como Accidental y debidamente homologada, tendrá los efectos que determine el
art. 39 de la ley 13.246-22.298, y será suficiente título habilitante para pedir la inmediata
restitución del inmueble: disposiciones y efectos que ambas partes declaran conocer y
aceptar. décimasexta. Las partes se someten a la Jurisdicción Agraria Competente del lugar
de ubicación del inmueble rural, renunciando expresamente a cualquier otro para todos los
efectos legales, judiciales o extrajudiciales, constituyen domicilios especiales: el
"arrendador-accidental" en calle. .............n°........ y el "arrendatario-accidental" en el predio
materia del presente contrato (o en. .......).
Se firman dos ejemplares de un mismo tenor y a un solo efecto, previa lectura y ratificación
de los contratantes, para cada una de las partes, en el lugar y fecha indicados ut supra.
Entre .... por una parte, llamado indistintamente en lo sucesivo el "vendedor", "el sujeto
agrario" o el "productor agropecuario", y. ....... llamado en lo sucesivo "el comprador", han
convenido de común acuerdo en la celebración del presente contrato de compraventa de
cereales o granos, sujeto a las cláusulas siguientes y conforme con lo dispuesto por el
decreto-ley 6698/63:
PRIMERA. El sujeto agrario vende al comprador y éste compra: .... toneladas de .... (trigo,
maíz, sorgo, etc.) de su propiedad, provenientes de la cosecha del año agrícola 19. . . .,
cultivados en el predio que detenta legalmente de una extensión de...... has., ubicado
en.......... (aquí se puede poner los datos de ubicación de los demás modelos).
SEGUNDA. Las características del cereal vendido son: .... (indicar calidad, tipo,
propiedades, grado de humedad si lo tuviera, etc.).
TERCERA. El precio de venta se fija de común acuerdo en pesos ...... pagadero .... (indicar
la forma de pago: contado, mitad contado y saldo al recibir el cereal, en cuotas, etc., según
lo convengan las partes), en el domicilio del ....... o donde éste indicare posteriormente por
telegrama colacionado con anterioridad de .... días, a la fecha del pago.
QUINTA. El vendedor se obliga dentro de los diez (10) días a comunicar al depositario la
venta parcial del cereal depositado y solicitarle el asiento en los libros, de la venta
instrumentada en este acto, previo al pago de los gastos de depósito, que ascienden a la
suma de $...........
SÉPTIMA. En el supuesto que el vendedor debiera abonar por gastos de depósito una suma
mayor a la indicada en la cláusula ..... podrá abonarla el comprador, importe que le será
descontado del precio total de venta.
NOVENA. El vendedor responde por los vicios redhibitorios del cereal enajenado,
debiendo, en su caso, sustituirlo, dentro de las cuarenta y ocho (48) horas de haberse
producido, por los de la calidad y características previstas en la cláusula.... y contrariamente
el comprador, de pleno derecho y sin necesidad de notificarle judicial o extrajudicialmente
podrá rescindir el contrato, con más los daños ocasionados.
DÉCIMA. Las partes convienen de común acuerdo que el pago del precio podrá efectuarse
indistintamente en dinero efectivo o por orden de pago certificada agraria librada a la orden
del vendedor, quien se obliga a recibirla para ser imputada a los pagos del presente,
quedando obligado éste a extender y entregar recibo de pago a la otra parte contratante o a
su representante legal que así lo acredite.
Se firman dos ejemplares de un mismo tenor y a un solo efecto, previa lectura y ratificación
de los contratantes, para cada una de las partes, en la ciudad de ....... provincia de ......... a
los ... días del mes de ............ de 197...
"Las partes pueden celebrar el contrato del modelo, pero como lo decimos en una cláusula,
deben suscribir el certificado de transferencia de hacienda (ver Apartado EL de este
apéndice) ante el funcionario que lo autoriza, a fin de cumplimentar un requisito
administrativo (art. 19.3, Cód. Rural), pero el contrato asi celebrado es válido. Al referirse a
los datos de las partes debe indicarse también: nombre, apellido, número de documento y
domicilio acuerdo en la celebración del presente contrato que se regirá por las siguientes
cláusulas y conforme con lo dispuesto por ...................
SEGUNDA. conforme con lo dispuesto en el art. 194, inc. 5 del Código Rural, se
discriminan los semovientes enajenados: a) .... vaquillonas; b) .... vacas secas; c) .... con
cría al pie; d) .... vacas servidas; e) .... terneros destetados y descornados; f) .... toros de ....
años de edad.
TERCERA. Esta venta se realiza por el precio siguiente: a) la suma de $......, se fija para los
semovientes que se indican: vaquillonas, vacas servidas, terneros (destetados y
descornados), vacas secas, vacas con cría al pie; b) los toros en la suma de $ ...... cada uno,
totalizando el importe de éstos $...... En consecuencia, el importe total de los semovientes
que se enajenan asciende al importe de $ .......
CUARTA. El vendedor recibe en este acto del comprador la suma de $ ....... en dinero
efectivo a su entera satisfacción, otorgando suficiente recibo y carta de pago en forma y el
saldo, o sea la suma de $ ....... dentro de los ...... días de la fecha, fijándose como último
plazo de entrega el día................
QUINTA. Las partes convienen de común acuerdo a que el pago de saldo de precio podrá
hacerse indistintamente en dinero efectivo o con orden de pago certificada agraria expedida
por el Banco de la Nación Argentina o por cualquier otra institución bancaria oficial
privada o por cooperativa agraria, librada por el comprador a la orden del vendedor quien
se obliga a recibirla, excluyéndose el día del vencimiento, para ser imputada a la
cancelación del precio, quedando obligado éste a extender y entregar recibo de pago a la
otra parte o a su representante legal que así lo acredite.
SEXTA. El vendedor es titular del boleto de marca número inmutable ..... expedido por ......
e inscripto en el Libro de Marcas al Folio no...... de la municipalidad de. ........ partido de.
......... de esta provincia, habiendo obtenido la respectiva inscripción acreditando los
extremos previstos en el art. 122 del Cód. Rural de la provincia de Buenos Aires,
responsabilizándose el vendedor de la autenticidad del mencionado boleto y sobre el
cumplimiento de los extremos legales. El diseño de la marca del titular es como sigue:
SÉPTIMA. El vendedor responde por los vicios redhibitorios en los semovientes vendidos
y acreditado que sea el vicio, el comprador podrá: a) considerar rescindida de pleno
derecho esta compraventa, sin necesidad de interpelación judicial o extrajudicial,
reclamando además indemnización por el perjuicio ocasionado, con valores actualizados
por desvalorización monetaria; b) disminuir el precio de compra en forma proporcional al
vicio redhibitorio existente.
Se firman dos ejemplares de un mismo tenor y a un solo efecto, para cada una de las partes,
previa lectura y ratificación de los contratantes, en la ciudad de ....... provincia de ....... a los
... días del mes de .... de mil novecientos ochenta y .....
SEGUNDA. La venta se realiza por el precio de $...., la hectárea, o sea la suma total de $
....... pagadero en la siguiente forma: a) el diez por ciento (10 °/o) del precio total en este
acto, sirviendo el presente como carta de pago y formal recibo de pago; b) el treinta por
ciento del total del precio de venta el día ..... fecha en que el vendedor otorgará al
comprador la posesión del inmueble rural vendido; o sea la suma de $ ......; c) y saldo del
precio, o sea el total de $ ....... en el acto de suscribirse la escritura traslativa de dominio.
CUARTA. El comprador declara que la adquisición del inmueble no tiene por objeto
especular con el bien, comprometiéndose a realizar la explotación en forma directa o bajo
su dirección y/o administración.
QUINTA. otorgada que fuere la posesión del inmueble, estarán a cargo de la compradora
todos los pagos de los impuestos con que estuviere gravado el predio, incluyendo los
municipales, si lo hubiere.
SEXTA. La escritura de venta será suscripta dentro de los noventa días (puede fijarse 120
días o más, según lo convengan las partes) libre de ocupantes, por ante el escribano .......
con oficinas en ....... que se designa por la parte vendedora (puede designarlo la
compradora, como es de práctica, cuando se adquiere el inmueble al contado), quien deberá
citar a las partes con no menos de .... días, para que concurran en el día y hora que fije el
escribano interviniente para suscribirla.
NOVENA. Las partes, de común acuerdo, convienen que los pagos podrán realizarse con
órdenes de pago certificadas agrarias o en dinero efectivo conforme a derecho.
Entre......... por una parte, llamado en lo sucesivo el otorgante o acreedor y ......... llamado
en lo sucesivo el sujeto agrario, deudor o solicitante, han convenido, de común acuerdo, en
la celebración del presente contrato que se regirá por las cláusulas siguientes y conforme
con lo dispuesto por .................
SEGUNDA. El crédito acordado devengará un interés anual del ..... por ciento (...%) sobre
el saldo del capital amortizable trimestralmente, el que se abonará juntamente con éste.
TERCERA. El deudor destinará el capital dado en crédito a la actividad agraria que realiza
en el predio que detenta legítimamente en ...... (indicar la ubicación del inmueble),
quedando autorizado por el otorgante, a invertirlo en: a) trabajos de conservación del suelo;
b) compra de semillas; c) adquisición de hacienda a fin de mejorarla e incrementar la
existente; d) contratar locación de obra agraria de utilización de maquinaria agrícola; e)
adquisición de maquinaria agrícola, si la situación económica se lo permitiera.
CUARTA. El sujeto agrario declara que la actividad agraria que realiza, consiste en:
QUINTA. El deudor comenzará a amortizar el capital y el interés a partir del momento que
obtenga beneficio de la explotación o tenga éste relación directa con el destino previsto en
la cláusula ....... cuyo plazo no podrá ser superior a ...........
SÉPTIMA. Si el solicitante destinara el capital del crédito para un uso distinto al indicado
en la cláusula ....... el otorgante tendrá derecho a considerar el contrato rescindido de pleno
derecho sin necesidad de notificarle Judicial o extrajudicialmente, quedando sin efecto el
plazo convenido en la cláusula ..... y solicitar la devolución del capital, incrementado por
desvalorización monetaria de acuerdo con los índices de precios mayoristas agrarios
proporcionados por el INDEC, con más sus intereses al.... por ciento anual y los gastos,
hasta la cancelación total de la deuda.
OCTAVA. El pago efectuado por el sujeto agrario con posterioridad a las fechas indicadas
en la cláusula ... ., facultará al otorgante a exigir el pago del capital que corresponda a la
cuota impaga, con más el incremento por desvalorización monetaria, conforme a los precios
mayoristas agrarios proporcionados por el INDEC en forma proporcional al tiempo
transcurrido entre la fecha en que debió abonar el solicitante y la del pago efectivo de la
cuota correspondiente, la que no podrá ser mayor de quince (15) días.
NOVENA. Las partes convienen, de común acuerdo, que el pago del crédito podrá
efectuarse indistintamente en dinero efectivo o con orden de pago certificada agraria librada
a la orden del otorgante, quien se obliga a recibirla dentro del plazo de la certificación, para
ser imputado a las cuotas de amortización, quedando obligado éste a extender y entregar
recibo de pago a la otra parte contratante o a su representante legal que así lo acredite.
DÉCIMA. La única causa de rescisión del presente contrato de crédito será el cambio de
destino del capital prestado, previsto en la cláusula .....
UNDÉCIMA. El sujeto agrario deberá informar al otorgante dentro de los diez (10) días, el
destino dado al crédito. Si para su realización contratara con terceros, deberá comunicarle
al otorgante, nombre, apellido, domicilio y profesión.
Se firman dos ejemplarse de un mismo tenor y a un cada uno de las partes, previa lectura y
ratificación de en la ciudad de ......... provincia de ......... a los . de ...... solo efecto, para los
contratantes, . . . días del mes de......de mil novecientos ochenta y.. .....
Entre ....... por una parte, llamado en lo sucesivo el depositario y....... en adelante el
depositante, han convenido, de común acuerdo, en la celebración del presente contrato que
se regirá por las cláusulas siguientes y conforme con lo dispuesto por el decreto 6698/63:
TERCERA. Dentro de las cuarenta y ocho (48) horas y como plazo máximo, el depositario
deberá extender a nombre del depositante un certificado con su correspondiente talón
separable, en el que se hará constar: a) Nombre, apellido y domicilio del depositante, b)
Cantidad, calidad, tipo, grado de humedad si lo tuviere y demás características del cereal
entregado y recibido por el depositario; c) Que el depositante es el titular del cereal recibido
por el depositario; d) El plazo, el precio y la forma de pago del contrato; e) Constancias de
inscripción del contrato en los libros debidamente autorizados que deberá llevar el
depositario. Hasta la entrega del certificado definitivo, deberá suministrar al depositante un
certificado provisorio.
SEXTA. El depositario deberá anotar en sus registros el endoso del certificado o del talón,
según corresponda, siendo solidariamente responsable, juntamente con el depositante, del
perjuicio que pudiera ocasionar por la omisión del registro.
SÉPTIMA. El incumplimiento total o parcial del presente contrato por parte del
depositante, dará derecho al depositario a solicitar judicialmente la venta del cereal y con su
producido cobrarse el importe de la deuda. El depositante no tiene derecho a la oposición
de la venta si fuera autorizada judicialmente si hubiere ya tomado participación en los
autos, quedándole únicamente la acción por el perjuicio ocasionado.
NOVENA. Las partes convienen, de común acuerdo, que el pago del depósito podrá
efectuarse indistintamente en dinero efectivo o con orden de pago certificada agraria librada
a la orden del depositario, quien se obliga a recibirla para ser imputada a los servicios
adeudados, entregar recibo de pago a la otra parte contratante o a su representante legal que
así lo acredite.
Entre ...... por una parte, llamado indistintamente en lo sucesivo el productor agropecuario,
el sujeto agrario, o el asegurado y ........ llamado en lo sucesivo el asegurador, han
convenido de común acuerdo en la celebración del presente contrato de seguro agrario,
sujeto a las normas de derecho agrario y supletoriamente a la ley 17.418 y a las presentes
cláusulas:
TERCERA. El plazo contractual será de..., pudiendo renovarse por una sola vez, en las
mismas condiciones y por igual término, siempre que el productor agropecuario así se lo
notifique al asegurador, con treinta (30) días de anticipación al vencimiento de la .... cuota.
CUARTA. ocurrido el siniestro materia del contrato, habiendo éste comunicado el evento
dentro del plazo de .... por causas no imputables al asegurado, el asegurador deberá abonar
la suma de $ ... ., en concepto del riesgo objeto de esta convención.
QUINTA. quedan excluidas del presente contrato las enfermedades que pudieren tener o
adquirir los semovientes a partir del día de la fecha, siendo las siguientes: (se incluyen aquí
las enfermedades que están excluidas en la ley 17.418).
SEXTA. En caso que algún semoviente adquiera alguna enfermedad que no estuviere
contemplada en la cláusula .. . ., el sujeto agrario debela comunicárselo al asegurador en
forma documentada, dentro de las veinticuatro (24) horas de tener conocimiento de la
enfermedad. Su omisión tendrá los efectos de eximir al asegurador del pago del riesgo
asegurado, en forma proporcional al o los animales afectados incluidos en la cláusula .......
DÉCIMA. Las partes convienen que el pago de la prima podrá efectuarse indistintamente
en dinero efectivo o con orden de pago certificada agraria librada a la orden del asegurador,
quien se obliga a recibirla, para ser imputada a dicho pago, extendiendo y entregar recibo a
la otra parte contratante o a su representante legal que así lo acredite.
Se firman dos ejemplares de un mismo tenor y a un solo efecto para cada una de las partes,
previa lectura y ratificación de los contratantes, en la ciudad de ....... provincia de ....... a los
.... días del mes de ...... de mil novecientos ochenta y .....
Entre .... (datos personales), con domicilio en ....... en lo sucesivo el "propietario", por una
parte, y por la otra (datos personales), domiciliado en ....... denominado en lo sucesivo el
"tambero" (o explotador de tambo), han convenido en celebrar el presente contrato de
explotación de tambo, que se regirá de acuerdo con el decreto-ley 3750/46 y de las
siguientes cláusulas:
SEGUNDA. En el inmueble existen las siguientes mejoras de propiedad del titular del
predio: ...........
QUINTA. Las partes convienen, de común acuerdo, que la distribución de los beneficios
obtenidos por la comercialización de la leche con destino a ....... se practicará en la forma
siguiente: a) Al "propietario" le corresponderá el .... (en letras) por ciento (%) del saldo
líquido obtenido; b) El "explotador del tambo" obtendrá el .... (en letras) por ciento (%) de
los referidos beneficios.
SEXTA. El plazo del contrato se fija en .... arios, a contar del .....
OCTAVA. El "explotador del tambo" tiene derecho a llevar un control respecto del
análisis, volumen, valor, peso y el precio de la leche, en caso que la comercialización la
realizara el "propietario", sin perjuicio de la dirección y administración compartida.
DÉCIMASEXTA. se deja expresa constancia que en cumplimiento del art. 28 del decreto-
ley 3750/46, se agrega una copia simple al presente contrato, firmada por las partes y que
indistintamente éstas se obligan a proceder a su inscripción en el registro respectivo.
Se firman dos ejemplares de un mismo tenor y a un solo efecto, para cada una de las partes,
previa lectura y ratificación de los contratantes en la ciudad de ......... provincia de ......... los
.... días del mes de...... de mil novecientos ochenta y .....
Entre....... con domicilio en calle....... no...., depto. ....... de la ciudad de ......... provincia de
....... por una parte, en lo sucesivo el "viñatero-fruticultor" o "contratante dador" y por la
otra ...... domiciliado en calle ........ no ..... depto. . .. ., de la ciudad de..., provincia de .........
llamado en lo sucesivo "el contratista o viñero o contratado tomador", han convenido de
común acuerdo en celebrar el presente contrato de explotación de viña (y/o parras y/u
olivares), el que se regirá de conformidad con la ley 22.165 y sus reglamentaciones, sujeto
a las siguientes cláusulas:
tercera. El plazo del presente contrato se fija en un año agrícola, a partir del .... venciendo
en consecuencia el .... o a la época en que sea comercializada la totalidad de la plantación
de vid. El plazo quedará automática y sucesivamente prorrogado por un año más, salvo que
cualquiera de las partes notifique a la otra en forma documentada, su voluntad de no
renovarlo, con anterioridad de sesenta días (60). a la fecha del vencimiento del año
agrícola.
QUINTA. a los efectos del art. 5°, inc. b) de la ley 22.163, se establece la suma de $ ......
por hectárea o sean $ ....... la que el viñatero-fruticultor hará efectiva al contratista en 10
cuotas mensuales y consecutiva pagaderas a partir de la fecha de iniciación del año
agrícola.
SÉPTIMA. La suma así reajustada será recibida por el contratista al vencimiento anual del
contrato y en caso de sucesivas prórrogas al vencimiento de cada año agrícola.
OCTAVA. El contratista deberá arar las plantaciones no menos de dos veces por año y
abriendo surcos. Le será permitido el uso de arado desorillador.
NOVENA. El contratista deberá limpiar las hojas, tijeretas y racimos (sarmientos) que
provengan de las podas, para permitir el desplazamiento de los vehículos y animales,
pudiendo hacer uso del sarmiento que le fuere necesario sin rendir cuentas y el resto se lo
entregará al contratante.
DÉCIMA. En el supuesto que el contratista requiera los servicios de personal que colabore
en la explotación, estarán a su cargo las siguientes obligaciones: a) dar cumplimiento con
las leyes provisionales y laborales vigentes; b) comunicárselo por escrito al viñatero-
fruticultor dentro del plazo mínimo de diez días a contar de la fecha de la iniciación de la
relación laboral (la relación laboral es cuando el dependiente inicia realmente la tarea a las
órdenes del empleador); c) poner a disposición del viñatero-fruticultor, mensualmente los
comprobantes de pago al control de éste; d) asegurar a sus dependientes contra los riesgos
de accidentes de trabajo, dentro del plazo máximo de diez días hábiles, a partir de la fecha
de vigencia del contrato.
DÉCIMAOCTAVA. Se firman .... dos ejemplares de un mismo tenor y efecto, para cada
una de las partes, en el lugar y fecha indicados ut supra.
Entre ...... productor agropecuario (datos personales), con domicilio en..., en lo sucesivo el
"sujeto pasivo", por una parte y por la otra .... (datos personales), domiciliado en.......
llamado en lo sucesivo el ^sujeto activo" (o técnico agrario- profesional), han convenido en
celebrar el presente contrato de Locación de obra agraria de utilización de maquinaria
agrícola, comúnmente denominado de utilización de maquinaria agrícola, que se regirá por:
1°) Los principios de derecho agrario; 2°) Principios de los contratos agrarios; 5°) Las leyes
análogas agrarias, con exclusión del art. 16 del código civil, y 4°) Las siguientes cláusulas
que se convienen de común acuerdo:
SEGUNDA. La obra contratada se efectuará en el inmueble rural de ... .has., .... y .....
.centiáreas que detenta legalmente el sujeto pasivo ubicado en el cuartel..... partido
(departamento, pedanía, etc.) de.... de la provincia de ....... que dista a .... kms. de la
estación ferroviaria del ferrocarril....... siendo sus linderos: ..........
TERCERA. El precio convenido será abonado por el sujeto pasivo al sujeto activo al
finalizar la obra contratada, previa inspección que podrá efectuar el sujeto pasivo por sí o
con el asesoramiento técnico de terceros.
CUARTA. El sujeto pasivo deberá permitir al sujeto activo el acceso al predio, de las
maquinarias empleadas, herramientas, al personal que intervenga en la obra y, en general,
cualquier otro elemento que fuere necesario usar para la realización del trabajo convenido.
QUINTA. El sujeto activo deberá realizar la obra de acuerdo con las prácticas y costumbres
usadas en la zona, siempre teniendo en cuenta su calidad técnica, las disposiciones y
reglamentos agrarios aplicables a la zona o que pudieren dictarse en lo sucesivo y
especialmente que por la tarea a realizar no desnaturalice el recurso natural (suelo), por el
uso de técnica cultural inadecuada.
SEXTA. El sujeto pasivo deberá abstenerse de intervenir en la obra que debe efectuar el
sujeto activo, siempre que éste realice las tareas de tal manera que no perjudique el suelo y
cumpla con las obligaciones a su cargo.
SÉTIMA. Si la obra que realiza el sujeto activo desnaturalizara el recurso natural suelo,
tiene derecho el sujeto pasivo a impedir por sí continuación de la obra, previo
asesoramiento técnico-agrario o denunciar el hecho a la Autoridad Administrativa Agraria
competente. En este último caso deberá realizar la obra de acuerdo a lo que indicara la
autoridad competente.
OCTAVA. si el sujeto activo no ejecutara la obra o la hiciere parcial mente, tendrá derecho
el sujeto pasivo a no abonarla si no fuera comenzada o al pago proporcional al trabajo
realizado, si ésta hubiera sido comenzada. En ambos casos el sujeto pasivo podrá solicitar
judicialmente la rescisión del contrato, con más los perjuicios ocasionados.
NOVENA. El sujeto activo deberá realizar la obra en un plazo normal de acuerdo con las
costumbres de la zona, la técnica cultural empleada, calidad del suelo, época de lluvias o
sequías y teniendo en cuenta estas circunstancias especiales, se fija el plazo de la
terminación de la obra en. ... debiendo estar terminada para el día. .......
DÉCIMA. El sujeto pasivo concede al sujeto activo una extensión máxima de.... has. en el
lugar que aquél fije, para depositar, ubicar, manipular y demás condiciones técnicas de la
obra, debiendo ser delimitado por el sujeto activo el espacio otorgado, estando a su cargo
los gastos que ello demande, sin derecho a indemnización alguna.
DÉCIMACUARTA. La parte que no cumpla con todas o cada una de las cláusulas del
presente contrato, quedará constituida en mora y dará derecho a la contraria considerarlo
rescindido de pleno derecho y sin necesidad de interpelación judicial o extrajudicial alguna,
pudiendo reclamar indemnización por el perjuicio ocasionado.
DÉCIMAQUINTA. El sujeto activo deberá proceder a desocupar el espacio con todos los
elementos indicados en la cláusula décima, al terminar la obra, siendo personalmente
responsable por el perjuicio que cause al sujeto pasivo, por su incumplimiento, debiendo
establecer el monto indemnizatorio a favor del sujeto pasivo un tercero designado de
común acuerdo por las partes, previamente a iniciar acción judicial.
DÉCIMASEPTIMA. Para el caso que el sujeto pasivo solicite la homologación judicial del
presente contrato, el sujeto activo se compromete y queda obligado a suscribir a su
requerimiento toda la documentación que fuere necesaria.
Las partes se someten a la Jurisdicción Agraria competente del lugar de ubicación del
inmueble rural, renunciando expresamente a cualquier otra y para todos los efectos legales,
judiciales o extrajudiciales, constituyen domicilios especiales: el sujeto activo en calle .......
no . .. ., piso . ..., depto. . .... de la ciudad de ....... provincia de ....... y el sujeto pasivo en el
predio materia del presente contrato (o en ....).
Se firman dos ejemplares de un mismo tenor y a un solo efecto, previa lectura y ratificación
de los contratantes, para cada una de las partes. en la ciudad de ....... provincia de ....... a los
.... días del mes .... de mil novecientos setenta y .....
Entre ....... mayor de edad, de estado civil en ...... de la ciudad de ....... provincia de . ., con
domicilio (puede consignarse domicilio en Capital Federal), por una parte, llamado en lo
sucesivo "el explotador forestal" y por la otra ....... mayor de edad, de estado civil .......
domiciliado en ...... de la localidad de ....... provincia de ....... en lo sucesivo "el propietario
del inmueble rural" simplemente "el propietario", han convenido de común acuerdo la
celebración del presente contrato de explotación forestal, de acuerdo con lo dispuesto por la
ley 13.275, sus modificatorias y disposiciones reglamentarias, sujeto a las siguientes
cláusulas:
PRIMERA. El "propietario" del inmueble rural confiere la tenencia del predio al "productor
forestal", de.... has., ubicado en/el...... cuartel (o pedanía) del partido (departamento, etc.) de
la provincia ....... a los efectos de realizar su explotación forestal, consistente en: a)
extracción de los árboles que integran el bosque; b) la industrialización para .... y c) su
posterior comercialización en los mercados que las partes lo crean más conveniente.
TERCERA. El plazo del contrato será de .... años, a contar de los 30 días de la fecha de la
autorización de la autoridad forestal competente, autorizando la actividad agraria.
QUINTA. Los elementos de trabajo y maquinarias necesarias, serán aportados por "el
productor forestal", consistentes en: (enumerarlos).
SÉPTIMA. "El productor forestal" deberá realizar las labores culturales de la explotación,
valiéndose (o usando) la técnica mínima común que evite la desnaturalización del recurso
natural renovable, impidiendo el agotamiento, la erosión, degradación o decapitación del
suelo y que por tal causa, el producido de la explotación forestal lo sea de un nivel inferior
a la calidad media obtenida por tareas similares en la zona de ubicación del inmueble.
DÉCIMA. ambas partes quedan obligadas a solicitar en forma conjunta ante la autoridad
forestal competente, autorización a los efectos de iniciar y continuar la actividad forestal
convenida.
Se firman dos ejemplares de un mismo tenor y a un solo efecto, para cada una de las partes,
previa lectura y ratificación de los contratantes. en la ciudad de ......... provincia de .........
los .... días del mes de ...... mil novecientos ochenta y .....
En la ciudad de......... provincia de Buenos Aires, a los...... días del mes de ...... de 198..,
comparecen ante el Exmo. Tribunal del Trabajo en función de la Jurisdicción Agraria, y el
secretario de actuación, por una parte don ...............
Los comparecientes de común acuerdo solicitan del Exmo. Tribunal: 1°) La calificación del
presente contrato como accidental por una (dos) cosecha, procediéndose a su
homologación. 2°) Se libre un testimonio del contrato accidental por una (dos) cosecha
celebrado entre las partes y de la sentencia homologatoria que se dicte para el arrendador-
accidental y copia de él para el arrendatario-accidental debidamente autenticada por el
actuario. Con lo cual se dio por terminado el acto, y previa lectura y ratificación firman los
comparecientes, después de los miembros del Exento. Tribunal, lo que certifica el actuario.
1.- Precio.
a) El precio del arrendamiento se fija en $...... por ha., y por año, obligándose el
arrendatario-accidental a comunicar al arrendador-accidental con no menos de quince (15)
días de anticipación la fecha en que procederá a levantar la cosecha. En el supuesto de
pérdida total o parcial de cosecha, queda convenido que el precio del arriendo accidental se
fija en la suma de $ ....... precio inferior al de plaza, teniéndose en consideración la
circunstancia del caso. SÍ la pérdida fuere parcial se disminuye el porcentaje de la
producción en .... puntos.
b) El precio del arrendamiento se fija en la suma de $...... por hectárea y por un año,
pagadero por trimestres adelantados del 1 al 5 de cada trimestre, en el domicilio del
arrendador o en el que indicara posteriormente el arrendador-accidental mediante
notificación instrumental fehaciente, operándose la mora automática de pleno derecho y sin
necesidad de interpelación judicial o extrajudicial alguna, de acuerdo con el art. 509 del
Código Civil.
d) El precio del arrendamiento lo convienen las partes en la suma de $ .... por hectárea y por
año, pagaderos por bimestres adelantados del 1° al 10 del mes correspondiente a cada
bimestre, en el domicilio real del arrendador-accidental o en el que fije posteriormente el
arrendador-accidental, debiéndosele comunicar al arrendatario-accidental por telegrama
colacionado con diez días como máximo de anticipación a la fecha de vencimiento del
pago. La falta de pago en las fechas indicadas hará incurrir en mora automática al
arrendatario-accidental sin necesidad de interpelación judicial o extrajudicial alguna y
debiendo abonar al propietario del inmueble la suma de $...... por cada día de demora en el
pago del arriendo en concepto de cláusula penal de acuerdo con los ¿iris. 652 y
concordantes del Código Civil.
2. Mejoras.
3. Plagas.
El predio no está afectado de plagas pero sí de malezas. Existen las siguientes: ....... Queda
obligado el arrendatario-accidental a combatirlas, realizando (continúa en la forma que la
consignamos en la cláusula 10a del contrato por cosecha) los trabajos necesarios a ese fin y
estando a su cargo los gastos que demanden.
La suma indexada será igual al de los precios que hubieren operado en la zona de ubicación
del inmueble o en su defecto el precio que tuviere en plaza el quintal de la clase de cereal
cosechado, incrementándose la suma resultante en un diez (10) por ciento. (Este incremento
del precio puede suprimirse, disminuirse o aumentarse según se convenga.)
Si el alza común de precios .... (se continúa igual que la última parte de la cláusula
anterior).
Los impuestos, tasas y contribuciones que deba abonar el titular del predio, estarán a cargo
del arrendatario (o accidental por cosecha o pastoreo), suma que deberá abonarla al
arrendador (o accidental), dentro de los treinta (50) días a partir de la fecha en que el
arrendador-accidental presentara la liquidación o recibo expedido por autoridad
competente, con anterioridad a su vencimiento. Si el arrendatario no diera cumplimiento a
la presente cláusula, quedarán también a su cargo el pago de multas, intereses punitorios,
indexación (esta última si lo dispusiera la Dirección de Rentas competente a la ubicación
del inmueble).
La falta de pago por parte del arrendatario-accidental, lo hará incurrir en mora de pleno
derecho por el mero vencimiento del plazo, sin necesidad de interpelación judicial o
extrajudicial alguna, reclamando las sumas resultantes de la aplicación de la cláusula .... (se
refiere a intereses, cláusula penal e intereses del cinco (5) por ciento por cada día de
demora, etc., art. 59, ley 15.246-22.298 y los daños por el perjuicio ocasionado.
Esta cláusula tiene vigencia, sin perjuicio del derecho del arrendador a iniciar acción
judicial de desalojo del predio por falta de pago del arrendamiento.
C) FORMULARIOS
4. Inscripción a las ganancias. Formularios Nos. 220, 225, 225, 225/1 225/2,229, 266, 267.
Los formularios que analizamos en este apartado práctico deben presentarse según se trate
de sociedad de capital o de sujetos físicos agrarios, ya sean personas Jurídicas o físicas
agrarias que lleven o no libros y así tenemos:
A los efectos de abonar el impuesto deberán completar dos formularios: el 225/1 y el 225/2,
siendo la causa de lo consignado en ambos lo declarado en el global (No 225).
b) Sujetos agrarios físicos. Los contribuyentes del impuesto son: las personas físicas y las
sucesiones indivisas, debiendo presentar formularios complementarios, según lleven o no
libros, no siendo exigible en el caso de llevar libros, que éstos lo sean con todos los
requisitos legales de la rúbrica e inscripciones que correspondan.
1) Personas físicas (son los sujetos agrarios) y sucesiones indivisas que no lleven libros.
Deben cumplimentar los siguientes formularios: el No 220, que es el global; el 223 y el
229. El 223 se usa también para declarar la existencia de contratos de arrendamientos.
2) Personas físicas y sucesiones indivisas que lleven libros, Además de los formularios
consignados para los sujetos físicos y las sucesiones indivisas, o sea los nos. 220 (global),
223 y 229, deben agregar el específico (por llevar libros) que es el no 225, el cual tiene su
fuente en el 220 (global).
Los formularios Nos. 225, 225/1 y 225/2, son los correspondientes al impuesto a las
ganancias.
Nos hemos referido en el capítulo correspondiente a la conservación del suelo. Conforme
con el artículo 39 de la ley del impuesto a las ganancias (t. o. 1977), en el supuesto que el
sujeto agrario realice tareas de recupero de tierras áridas, anegadas y, en general, que
tiendan a la conservación del recurso natural suelo, otorgarles fertilidad, etcétera, se
presentan los formularios nos. 266 y 267, a los efectos de la desgravación impositiva, de
acuerdo con el artículo 20.628 (t. o. 1977) del Impuesto a las Ganancias (ex réditos).
Hemos incluido en total ocho formularios que son los mínimos indispensables que deberán
presentar los sujetos agrarios —físicos o jurídicos privados—, ya que, si incluyéramos en el
apéndice la totalidad de los mismos, caeríamos en una abundancia tal, que sobrepasaríamos
sin duda alguna los objetivos mínimos previstos en el capítulo decimonoveno, como así
también, los de este Manual en el aspecto práctico de la obra.
Excmo. Tribunal del Trabajo (Jurisdicción Agraria): 1. Demanda de desalojo por falta de
pago del arrendamiento.
II) DEMANDA. acreditada mi personería, inicio demanda de Desalojo por falta de pago del
precio del arrendamiento, contra don................................ y/o cualquier ocupante,
............................ con domicilio en la ciudad .................................. con costas.
Esto quedó cumplido, ya que mi conferente mudó de domicilio en el mes de octubre de......
y el 3 de noviembre de ese año se le notificó al demandado tal evento, lo que acredito con
el telegrama colacionado No ............... que adjunto.
Surge del contrato de arrendamiento (cláusula 10 ma.) que no abonando el arriendo, por el
simple transcurso del tiempo, lo constituye en mora al arrendatario, sin necesidad de
interpelación judicial o extrajudicial alguna. El demandado no ha oblado el arrendamiento
desde hace más de un año, lo que justifica la acción que promueve mi representado (art. 19
de la ley 13.246, texto según ley 22.298).
1°) Tenerme por presentado, por parte, con el domicilio legal constituido y por denunciado
el real.
4°) Se corra traslado de la demanda al demandado, a quien se citará y emplazará para que la
conteste en la audiencia que se designe, una vez que el Excmo. Tribunal tenga
conocimiento de la fecha de la notificación, bajo apercibimiento de ley.
5°) Oportunamente se haga lugar a la acción incoada por falta de pago del arrendamiento,
decretándose el desalojo de........................ y/o cualquier otro ocupante del predio materia
de este juicio, con costas.
II) DEMANDA. Inicio formal demanda contra don...... .................... con domicilio
en................... por retención de la tenencia del predio que arrienda el actor, por
indemnización por mejoras introducidas, con costas.
Además de las mejoras mencionadas, el arrendatario instaló las que se enuncian: a) Una
bomba para asegurar agua potable en el predio, ya que el actor vive en el inmueble; b) Una
línea del cerco perimetral, alambrado que va de norte a sur.
2°) confesional. Posiciones que deberá absolver el demandado al tenor del pliego que en
sobre cerrado se acompaña y reconocimiento de documentos y firmas, en la audiencia que
se designe, a quien se citará bajo apercibimiento de ley.
3°) testimonial. si cite a prestar declaración al tenor del interrogatorio que será presentado
en la audiencia que se señale, a las siguientes personas, bajo apercibimiento de ley:
Para la citación de los testigos propuestos, pido que se libre oficio al Señor Juez Letrado de
Paz de la localidad de...... .......................... haciéndose constar que el doctor y/o el
profesional que éste indique se encuentran autorizados para correr con su diligenciamiento,
con facultad de denunciar nuevos domicilios de los testigos propuestos, si ello fuere
necesario.
4°) PERCIAL. se designe perito único de oficio, a fin de que se expida conforme a los
puntos de pericia que en sobre cerrado se adjunta.
5°) INFORMATIVA. se libren los siguientes oficios a los efectos de que se informe al
Excmo. Tribunal:
V) DERECHO. Fundo el derecho del actor en los artículos 1539. 3939 sigtes. y
concordantes del Código Civil, 13 y 14 del decreto-ley 21.209/57.
1°) Tenerme por presentado, por parte en mérito al testimonio del poder acompañado con el
domicilio legal constituido y por denunciado el real.
4°) Se corra traslado de la demanda a................ a quien se citará y emplazará para que la
conteste conforme con el artículo del. .............. etcétera.
3. Demanda del arrendador por daños y perjuicios por retención indebida del predio.
Excmo. Tribunal del Trabajo. (Jurisdicción Agraria): ..................... abogado, T.......... F........
constituyendo domicilio legal en.................. al Excmo. Tribunal, respetuosamente, digo:
III) HECHOS. Entre el actor y don suscribieron un contrato de arrendamiento rural con
relación al inmueble de propiedad de mi representado, ubicado en. ....... .................. por el
plazo de................. años, fijándose el precio del arrendamiento en la suma de $ ........ por
hectárea y por año, lo que acredito con el contrato de arrendamiento que acompaño.
Al vencimiento del plazo contractual, el actor, por intermedio del Juzgado de Paz Letrado
de la localidad de ......... ....... notificó al arrendatario el vencimiento del contrato el día
.......... debiendo entregar el predio al propietario, libre de ocupantes, el día ............ pero el
arrendatario con pretextos sutiles omitió la devolución del inmueble y por tal causa se le
inició demanda judicial de desalojo.
El juicio fue tramitado por ante este mismo Tribunal, obteniéndose el desahucio del bien,
sin perjuicio de que hubo por parte del demandado una oposición tenaz y sistemática a la
entrega del inmueble, libre de ocupación por terceros. Los autores se caratularon "....... c
........ s .......".
1°) La fecha del vencimiento del contrato, de lo que fue notificado el demandado por
intermedio del Juzgado de Paz Letrado de................... constituyendo formal requerimiento
de recibir el inmueble por parte del actor, conforme con el artículo 509 del Código Civil.
3°) Debe indemnización a partir de la fecha en que debió entregar el Predio. ..................,
hasta el momento de diligenciarse el mandamiento de desalojo —con fecha—......
................ años.......... meses............ días. Ello surge de la sentencia del juicio ya
mencionado. Artículo 1609 del Código Civil y "por haberse convertido el demandado en
mero detentador del inmueble sin derecho alguno" (SCJPBSAS. DJA., 28-6-62, no 478,
entre otros).
5°) La reparación debe ser integral y por tal causa debe contemplarse la desvalorización
monetaria, como circunstancia de hecho necesaria, para establecer el total de los daños
frente a un hecho ilícito civil (art. 1109, Cód. Civil).
3°) PERICIAL. se designe perito único de oficio a ingeniero agrónomo a los efectos de
practicar pericia de conformidad con los puntos que en sobre cerrado acompaño.
4°) TESTIMONIAL. se cite al prestar declaración en la audiencia que se designe a las
siguientes personas al tenor del interrogatorio que adjunto en sobre cerrado, bajo
apercibimiento de ley:
VI) DERECHO. Fundo el derecho del actor en el artículo 20 de la ley 13.246, —22.298—,
artículos 1109, siguientes y concordantes del Código Civil y artículos 13 y 14 y
concordantes del decreto-ley 21.209/57.
II) DEMANDA. Inicio formal demanda contra. .......... con domicilio en......................... por
escrituración del inmueble rural de. ........... hectáreas, de acuerdo al boleto de compraventa
suscripto oportunamente con el demandado, con costas.
III) HECHOS Y FUNDAMENTO JURÍDICO. Entre el actor y don............................. fue
suscripto un contrato de arrendamiento rural con relación al inmueble de propiedad del
arrendador, ubicado en..................... por un plazo de.............. años, estableciéndose el
precio del arriendo en la suma de $................ por hectárea y por año, pagadero por
trimestres adelantados el día ......... y el ......... respectivamente de cada año, lo que justifico
con el contrato que acompaño y del cual surgen las demás obligaciones entre las partes.
El actor realizó algunas obligaciones tendientes a la adquisición del predio que arrendaba
de propiedad del demandado. Luego de varias reuniones y entrevistas, se arribó a un
acuerdo por el cual el arrendador vendió al arrendatario una fracción de............. hectáreas
de la totalidad del inmueble dado en arrendamiento, lo que Justifico con el boleto de
compraventa que adjunto.
Tanto por la posesión otorgada por el vendedor, como por la entrega del inmueble sobrante
libre de ocupantes de........ hectáreas por parte del arrendatario, se labraron sendas actas
firmadas por las partes, las cuales acompaño.
Ante los resultados negativos, el actor remitió telegramas al escribano, a fin de que se le
informara respecto de los trámites realizados por la firma de la escritura, y al vendedor,
intimándole la suscripción de la escritura dentro de los diez días en que el escribano tuviera
despachados favorablemente los certificados de práctica para tales fines. Con los
telegramas enviados, ambos han quedado constituidos en mora a efectos de la firma de la
escritura. A pesar de ello, el actor solicitó un certificado de dominio completo y de
inhibición al Registro de la Propiedad Inmueble, resultando de los mismos, que pesaba
sobre el inmueble embargo por ejecución fiscal por no haberse abonado el impuesto
inmobiliario correspondiente a los años......... estando en trámite su levantamiento. Pero ello
no es impedimento para iniciar esta acción contra el vendedor por escrituración del
inmueble adquirido.
Con la iniciación de esta demanda el actor ha depositado la totalidad del precio de compra
en el Banco de la Provincia —Of. Tribunales— a la orden del Excmo. Tribunal y como
pertenecientes a estos obrados, lo que se acredita con la boleta bancaria acompañada.
2°) CONFESIONAL. Posiciones que deberá absolver el mandado al tenor del pliego que en
sobre cerrado se acompaña y reconocimiento de documentos y firmas, en la audiencia que
se designe, a quien se citará para que comparezca, bajo apercibimiento de ley.
5°) TESTIMONIAL. se cite a prestar declaración a la audiencia que se designe al tenor del
interrogatorio que se presentara en ese acto, bajo apercibimiento legal, a las personas que se
indican:
VI) DERECHO. Fundo el derecho de mi parte en los principios generales del derecho
agrario, las leyes análogas agrarias y supletoriamente en lo normado en el título de la
"Compraventa" normado en el Código Civil y artículos 13, 14 y concordancias del decreto
ley 21.209/57.
1°) Tenerme por presentado, por parte, con el domicilio legal constituido y por denunciado
el real del actor.
4°) Se corra traslado de la demanda por el término y bajo apercibimiento legal, citando y
emplazando al demandado a fin de que la conteste en la audiencia que para tales fines se
designe, bajo apercibimiento de ley.
5°) Se haga constar en los oficios a librarse que el Doctor........................ y/o el profesional
que aquél indique se encuentran indistintamente autorizados para correr con su
diligenciamiento con las más amplias facultades legales.
Será Justicia.
5. Demanda de desalojo por vencimiento del término del contrato de arrendamiento o de
aparcería.
II) ACCIÓN. Inicio formal demanda de desalojo contra don......................, con domicilio
en..................por vencimiento de contrato de arrendamiento rural.
1°) Tenerme por presentado por parte, con el domicilio legal constituido, y por denunciado
el real.
Excmo. Tribunal del Trabajo. (Jurisdicción Agraria): ............. abogado, T........., F.. ........ —
Col. Abgs. ...............- constituyendo domicilio legal en calle..............n°............... al Excmo.
Tribunal, digo:
III) HECHOS. El actor arrienda un predio de 400 hectáreas, ubicado en el Cuartel V del
Partido de Balcarce, denominado La Mezquita, distante a 15 kilómetros de la estación del
mismo nombre, de propiedad de Carlos López, detentando la tenencia del inmueble desde
el 1° de septiembre de 1974.
Las principales cláusulas del arrendamiento son las que de-lo expuestas precedentemente,
las que fueron estipuladas de común acuerdo en forma verbal, comprometiéndose el
propietario del predio a formalizarlo por escrito ante el escribano de Balcarce,
don................. de conformidad a lo dispuesto por el artículo 40 de la ley 13.246, texto
conforme a la ley 22.298.
Y en virtud del incumplimiento por parte de José López, se justifica esta acción de
formalización de contrato de arrendamiento, de acuerdo al artículo 40 de la ley 15.246,
texto según ley 22.298.
3°) TESTIMONIAL. se cite a prestar declaración a las personas que se indican, quienes lo
harán al tenor del interrogatorio que se presentará en el acto de la audiencia que se designe,
bajo apercibimiento legal.
A los efectos de la citación de los testigos propuestos, solicito del Excmo. Tribunal, se libre
oficio al Juzgado de Paz de, haciéndose constar que el suscripto y/o la persona que aquél
indique se encuentran indistintamente autorizadas para correr con su diligenciamiento y, en
general, con las más amplias facultades legales.
4°) INFORMATIVA. Se libren oficios a las firmas martillieras que se mencionan, a los
efectos de informar al Excmo. Tribunal el precio por hectárea y por año de arrendamiento
promedio de los predios ubicados en la zona para la explotación papera:
1°) Tenerme por presentado, por parte, con domicilio legal constituido, y por denunciado el
real del actor.
3°) Se haga lugar en todas sus partes a la prueba que substanciará mi conferente.
5°) Se libren los oficios pedidos, haciéndose constar las autorizaciones conferidas.
El demandado ha dejado de abonar los últimos tres trimestres que a razón de $ ..............
cada uno totaliza la suma de $............., incrementada con más la desvalorización monetaria
e intereses devengados.
IV) PREPARA VÍA EJECUTIVA. conforme a lo dispuesto en el artículo 523, inciso 2° del
Código de Procedimiento, aplicable en la especie, por lo previsto en el artículo 2° del
decreto-ley 3739, trayendo aparejada ejecución lo adeudado en concepto de arrendamiento,
solicito que se cite y emplace al demandado a fin de que manifieste si es o no arrendatario
del predio del actor, materia de autos, y si lo fuera, que exhiba el último recibo de pago de
arrendamiento, bajo apercibimiento en caso de incomparencia sin causa legalmente
Justificada de librarse mandamiento de intimación, embargo y citación de remate, de
acuerdo con lo proscripto por los artículos 529, 540 y concordantes del Código Procesal,
haciéndose constar que el Señor Oficial de Justicia se encuentra facultado para allanar el
domicilio del deudor en caso de oposición, con el auxilio de la fuerza pública, y el
doctor.......................... y/o la persona que designe se encuentran indistintamente
autorizados para correr con su diligenciamiento con las más amplias facultades legales.
Reserva de derecho. Si el demandado al comparecer a la citación y emplazamiento que le
curse el Excmo. Tribunal, manifestara que no es arrendatario del actor, sería tenedor
precario del inmueble de propiedad de mi mandante y, en consecuencia, pasible de la
acción de desalojo por detentar indebidamente el predio materia de autos, derecho que
reserva mi mandante.
V) COMPETENCIA. acuerdo a lo previsto en 21.209/57 v artículos 1°
VII) DERECHO. Fundo el derecho de mi parte en el artículo 14 de la ley 13.246, texto ley
22.298, artículos 13-1 y 14 del decreto-ley 21.209/57, decreto-ley 3759/57 y
supletoriamente el Código Procesal Civil.
1°) Tenerme por presentado, por parte, con el domicilio legal constituido y por denunciado
el real.
Será Justicia.
2°) El demandado ha hecho abandono del predio que arrienda al actor desde hace
aproximadamente...... meses, desconociendo mi conferente su actual domicilio, según lo
que se le ha informado en la zona. El abandono ha sido sin existir destinatario conocido,
individualizado en persona alguna.
De acuerdo a ello se presentó al juzgado de Paz de. ...... ................... por razones de
competencia, solicitando se librara mandamiento de constatación de ocupación, de las
mejoras existentes y útiles destinados a la explotación en el predio, lo que justifico con el
testimonio de dicho mandamiento y su diligenciamiento que acompaño.
El derecho positivo aplicable en autos es aquel que determina como causal de desalojo el
abandono del inmueble, sin ninguna posibilidad jurídica de que vuelva a renacer el derecho
que hasta ese momento disponía el arrendatario; es decir, el uso y goce pacífico del predio
para realizar en él el desenvolvimiento del contrato.
2°) CONFESIONAL. Posiciones que deberá absolver el demandado al tenor del pliego que
en sobre cerrado acompaño, reconocimiento de documentos y firmas, en la audiencia que
para tales fines se designe, a quien se citará y emplazará bajo apercibimiento de ley.
3°) INFORMATIVA. Se libre oficio a Entel —Of.......— a los efectos de que se sirva
informar a este Excmo. Tribunal si el telegrama colacionado no............ fue recibido por el
demandado y, en caso afirmativo, se remita copia autenticada.
1°) Tenerme por presentado, por parte, con el domicilio legal constituido y por denunciado
el real.
3°) Se haga lugar en todas sus partes a la prueba que substanciará mi conferente.
5°) Se libren los oficios pedidos, haciéndose constar las autorizaciones conferidas.
5) TESTIMONIAL. se cite a prestar declaración a las personas que ofrezco como testigos,
quienes depondrán al tenor del interrogatorio que se acompañará en ese acto, bajo
apercibimiento legal: a) ..................... profesión.................. domicilio..........................;
&)............ etc.
V) DERECHO. El derecho de mi conferente se funda en los artículos. ........ del Código
Civil, de la ley 15.246 y 22.298.
2°) Se ordene agregar la documentación acompañada. 3°) Se haga lugar en todas sus partes
a la prueba ofrecida.
4°) Se tenga por abonada la tasa de justicia y se agregue la boleta de depósito que prescribe
la ley.............
5°) Se haga constar en el oficio a librarse que los dres. ,y/o............. se encuentran
indistintamente autorizados para correr con su diligenciamiento, con las más amplias
facultades legales.
Será justicia.
10. Demanda de opción de los herederos del arrendatario de continuar con la explotación
del predio. Ley 13.246-22.298. Art. 7°
Excmo. Tribunal del Trabajo (jurisdicción agraria): ................, abogado, T.... ., E...... Col.
Abgs.....................—, constituyendo domicilio legal en............,al Excmo. Tribunal, digo:
III) hechos. Don. .............. un contrato de arrendamiento el.. suscribió con relación a un
predio de su propiedad de.............. has., ubicado en el Cuartel V, próximo a la estación
Rocha F.C.R., conocido por El Progreso, del partido de Olavarría.
El plazo se fijó en tres años a partir de la fecha de la firma del contrato, instancia en la cual
se le otorgó la tenencia del inmueble, debiendo abonar el arrendatario semestralmente
$................... por ha. y por año, pagaderos del 1° al 10 de cada semestre por adelantado en
el domicilio del arrendador, siendo el total anual del arriendo la suma de $...............
Mi conferente, en su calidad de esposa del Sr............ ................. haciendo uso del derecho
que le confiere el articulo 7° de la ley 15.246 texto ley 22.298 y dentro del término de 30
días optó por continuar en la explotación del predio, colaborando en vida con su esposo, en
la actividad agraria, notificación que fue practicada al demandado por telegrama
colacionado no 363, el cual adjunto.
a) Contrato de arrendamiento.
b) Telegrama colacionado no 363, enviado al demandado. c) Certificado de defunción de
don. ...................
2. CONFESIONAL. Posiciones que deberá absolver el demandado al tenor del pliego que
en sobre cerrado acompaño y reconocimiento de documentos y firmas que se le pondrán de
manifiesto en el acto de la audiencia que se designe, a quien desde ya solicito se lo cite bajo
apercibimiento de ley.
1°) Si los telegramas n°s. 526 y 636 fueron remitidos por el Sr........................ y la actora,
respectivamente, a don.............................;
3°) En caso de haber sido remitidos los telegramas mencionados, se deberá enviar al
Excmo. Tribunal, copia autenticada. En el oficio a librarse se hará constar el domicilio del
demandado y que el suscripto y/o la persona que aquél designe se encuentran
indistintamente autorizados para correr con su diligenciamiento, con las más amplias
facultades legales.
Para la declaración de los testigos propuestos, solicito del Excmo. Tribunal se libre oficio al
Juzgado de Paz de. ...................... haciéndose constar:
1°) Que el Dr.. ..................... y/o el profesional que aquél designe están indistintamente
autorizados para correr con su diligenciamiento, pudiendo denunciar nuevos domicilios de
los testigos;
2°) Que el o los letrados de la demandada están autorizados para concurrir a la o las
audiencias a designarse y repreguntar a los deponentes, etc. Y conferir al suscripto las más
amplias facultades legales.
VI) DERECHO. Le asiste a la actora el derecho normado en el artículo 7° de la ley 13.246-
22.298, y demás disposiciones concordantes. Artículos 14, 54. y sigtes. y concordantes del
decreto-ley 21.209/57.
1°) Tenerme por presentado por parte, con el domicilio legal constituido y por denunciado
el real.
3°) Se tenga por promovida demanda por la cónyuge del arrendatario por reconocimiento a
continuar como titulares del contrato de arrendamiento suscripto por el causante.
5°) Se corra traslado de la demanda al arrendador, a quien se citará y emplazará para que la
conteste en la audiencia que se designará, una vez que el Tribunal tenga conocimiento de la
notificación, bajo apercibimiento legal.
6°) Se libren los oficios pedidos haciéndose constar las autorizaciones conferidas.
Será Justicia.
Excmo. Tribunal del Trabajo (Jurisdicción Agraria) ....................... abogado, T....... F.........
constituyendo domicilio legal en.......................... al Excmo. Tribunal, respetuosamente,
digo:
II) demanda. Inicio formal demanda contra. . . . con domicilio en...............por resolución
del contrato de arrendamiento por explotación inadecuada del predio, con más los daños
ocasionados, con costas.
Ello ha podido ser observado por el propietario del inmueble. Se le advirtió al arrendatario
a lo cual hizo caso omiso, continuando con igual sistema de trabajo.
Al advertir el actor el daño que se le estaba propinando al suelo por la negligencia del
arrendatario, le remitió el telegrama colacionado no. ......... el que adjunto, por el cual se lo
intimaba al demandado a que se abstuviera en continuar la explotación en la forma que lo
venía haciendo hasta entonces, bajo apercibimiento de iniciar acción judicial por rescisión
contractual por erosión del suelo, de acuerdo con el artículo 8° de la ley 13.246-22.298.
Esta disminución de la producción por la erosión detectada del predio se verá afectada en
tanto y en cuanto no se realice una tarea que no estaba en los cálculos del propietario, por
cuanto, de no haberse trabajado el predio como se hizo, el arrendador estaría en condiciones
de celebrar un contrato agrario nuevo o, en su defecto, poder realizar una explotación
agropecuaria por su cuenta.
a) Producción normal (sin erosión) del predio estimada por hectárea respecto de agricultura
y número de cabezas que permite el inmueble mantener por hectáreas.
2°) CONFESIONAL. Posiciones que deberá absolver el demandado al tenor del pliego que
en sobre cerrado acompaño, a cuyo efecto se lo citará a la audiencia que se designe, bajo
apercibimiento de ley. Deberá reconocer documentos y firmas.
VI) DERECHO. Fundo el derecho del actor en el artículo 8° de la ley 13.246 y artículos 13
y 14 del decreto-ley 21.209/57 y decreto-ley 3739/57.
6°) Oportunamente se haga lugar a la demanda en todas sus partes, con costas.
Será justicia.
12. Demanda del arrendatario o aparcero por extinción de la acción de desalojo (art. 3° - ley
20.518)
El suscripto ha depositado por cuenta del actor, la totalidad de los arriendos adeudados, a la
orden del Excmo. Tribunal y como pertenecientes a estos autos más el 35 % para responder
al pago de intereses, costos y costas de esta demanda, como lo acredito con la boleta de
depósito que acompaño.
Será justicia.
13. Demanda del arrendador para que el arrendatario o aparcero realicen explotación
adecuada.
Excmo. Tribunal del Trabajo (Jurisdicción Agraria):
.......................... abogado, T...... F....... constituyendo domicilio legal en a V. S.,
respetuosamente, digo:
La forma cultural de la explotación del predio por parte del arrendatario es inapropiada para
la futura conservación del recurso natural suelo, ya que podría producirse a corto plazo la
(incluir si es: agotamiento, etc.), de proseguirse con la técnica empleada por el demandado
en la actividad agraria.
Se efectúan los trabajos en el inmueble propiedad del actor en la forma siguiente: (aquí
detallar en la forma más clara posible, en qué consisten esos trabajos y también por qué
producirían como resultado la degradación, agotamiento, etc., según sea la causa de la
demanda).
2°) CONFESIONAL. Posiciones que deberá absolver el demandado al tenor del pliego que
en sobre cerrado se acompaña. a cuyo efecto se lo citará a la audiencia que se designe, bajo
apercibimiento de ley. Deberá reconocer documentos y firmas en la misma audiencia.
4°) TESTIMONIAL. Se cite prestar declaración en la audiencia que se designe, al tenor del
interrogatorio que se presentará en ese acto, bajo apercibimiento legal, a las siguientes
personas:
1°) Tenerme por presentado, por parte, con el domicilios legal constituido y por denunciado
el real.
Será justicia.
Habiéndose denunciado en autos la actividad agraria del causante, siendo titular de boleto
de marca (o señal) inscripto en la Dirección de Ganadería de la Provincia bajo el no
inmuetable............ diseño 4........... habiéndose tomado razón de la misma en el
libro....................... folio...... del Registro de Marcas y Señales, (según el caso) de la
Municipalidad de. ................. y conforme con los certificados de domicilio obrantes a
fs.......... Solicito de S. S., se ordene la inscripción de la declaratoria de herederos dictada a
fs........ en virtud de la cual, por el fallecimiento del causante, le suceden en el carácter de
únicos y universales herederos, sus legítimos hijos ............................., y........................ sin
perjuicio de los derechos que por ley le corresponde al cónyuge supérsitite con relación a
los bienes propios si los hubiere.
4 Debe indicarse el diseño de la marca (ej.: W, 1, etc.), ya sea en este escrito, o denunciar
que el mismo surge del expediente, según actuaciones obrantes a fs................. Debe
insertarse en los oficios a librarse a la Dirección de Ganadería y a la Municipalidad del
lugar. De tratarse de una señal, se hace el diseño de ésta.
II) libranza de oficios. petitorio. a los efectos de inscribir la declaratoria de herederos, pido
a V.S., que se libren oficios a la:
En ambos oficios a librarse pido que se haga constar el no inmutable de la marca (o señal),
y su diseño y que los Dres.......................... .,y/o.............. y/o la persona que cualquiera de
ellos indique se encuentran autorizados para correr con su diligenciamiento, con las más
amplias facultades legales. Será justicia.
Excmo. Tribunal del Trabajo (Jurisdicción Agraria): ........................... abogado, T...... F.......
constituyendo domicilio legal en.................................,al Excmo. Tribunal, respetuosamente,
digo:
II) ACCIÓN. Inicio acción por calificación de contrato de arrendamiento accidental por una
cosecha (dos) (o pastoreo) y su homologación, lo cual acredito con el contrato que adjunto,
suscripto por las partes de conformidad con lo dispuesto por el artículo 39, inciso á) de la
ley 13.246, texto conforme con el artículo 1° de la ley 22.298.
III) hechos. Mi conferente suscribió un contrato accidental por una (dos) cosecha ante el
Juez de Paz de la localidad de ........................... para realizarla en el predio de propiedad del
arrendador-accidental de 300 hectáreas, sito en el cuartel........................ próximo a la
estación de para dedicarlo a la siembra de, partido de, con ciclo vegetativo 197... ./19. . . .,
por la cosecha correspondiente a 197. .. ./19..... De acuerdo con la cláusula................ las
partes prestaron recíproca conformidad para la presentación indistintamente al Excmo.
Tribunal a fin de precederse a su calificación y homologación, lo que justifica este petitium.
IV) FUNDAMENTA DERECHO. surge del documento acompañado que entre las partes
fue suscrito el contrato accidental por cosecha y de los hechos expuestos precedentemente
surge el derecho de mi parte, ya que según el artículo 39, inciso a) de la ley 13.246, texto
artículo 1° de la ley 22.298, los contratos agrarios de esta índole están excluidos de la ley
mencionada, aplicándoseles el Código Civil, de conformidad con lo normado por el artículo
51 del decreto 8330/63.
1°) Tenerme por presentado como parte, con el domicilio legal constituido y por
denunciado el real.
6°) Autorizo al Sr. ..............................,a retirar de Secretaría las piezas que se libren en
autos. Será Justicia.
16. Demanda por calificación y homologación de contrato accidental, por una cosecha.
Desalojo por vencimiento de contrato accidental.
IV) DERECHO. surge de la documentación acompañada que entre las partes fue suscrito el
contrato accidental por una (dos) cosecha y en virtud de lo expuesto precedentemente se
justifica el derecho de mi parte, ya que por el artículo 59, inciso a), de la ley 15.246 y
artículo 1° de la 22.298, los contratos agrarios de esta índole están excluidos del
mencionado cuerpo légala aplicándoseles el Código Civil, de conformidad con lo normado
por el artículo 51 del decreto 8330/65.
VII) DERECHO. Fundo el derecho de mi parte en el artículo 39, inciso a) de la ley 13.246-
22.298. artículos 13 y 14 del decreto-ley 21.209/57 y artículo 2° del decreto-ley 5759/57.
4°) Se corra traslado al accionado de la demanda, a quien se citará y emplazará para que la
conteste dentro del plazo procesal en la audiencia que para tales fines se designe, bajo
apercibimiento legal (art. 25, decr.-ley 21.209/57).}
5°) Oportunamente se haga lugar a la demanda en todas sus partes, con costas al
demandado.
Será justicia.
Será justicia.
II) ACCIÓN. Promuevo acción de nulidad contra la sentencia que decreta el desalojo del
predio del demandado y cualquier otro ocupante. La nulidad procede por haberse violado
en Juicio el art. 17 in fine de la ley 13.246-22.798. En ésta mi primera participación en
autos, dejo planteado el caso federal para acudir ante la Excma. Suprema Corte Nacional,
por estar en pugna disposiciones nacionales y provinciales del Estado bonaerense.
1°) Tenerme por presentado, por parte, con el domicilio legal constituido y por denunciado
el real.
2°) Por interpuesto recurso extraordinario de nulidad contra la sentencia de desalojo dictada
a fs....- ., en el tiempo y forma prescripta en el ritual provincial.
3°) Se agregue la boleta de depósito que adjunto, por la suma de $..............-, del Banco de
la Provincia —Ofic. Tribunales—, a la orden del Excmo. Tribunal y como pertenecientes a
estos obrados, de conformidad con lo dispuesto por el artículo ....... del Cód. Procesal Civ. y
Com.
Será justicia.
VI) PRUEBA. Mi conferente ofrece la prueba que substanciará en autos, consistente en:
5°) Oportunamente se dicte sentencia declarando que el contrato accidental de pastoreo que
vincula a las partes, está incluido en las previsiones de la ley 13.246 con todos los derechos
y beneficios que ella otorga.
Será justicia.
II) ACCIÓN Y DERECHO. Vengo a solicitar del Excmo. Tribunal se decrete la suspensión
de la venta del cereal de....... ............ cosecha 19...., que el actor tiene depositado y
registrado................... la que ha sido dispuesta por el responsable del silo.......................
Con el certificado de depósito que acompaño expedido por.................... con domicilio
en............................ se acredita el dominio de.......toneladas de. .
Por tal causa el acreedor, teniendo en cuenta que mi mandante no hizo efectivo el importe
del crédito en su totalidad, solicitó al depositario del cereal conforme con el articulo 66 y
concds. del decreto 6698/63, la venta de los granos depositados dentro del plazo de 10 días
al vencimiento de la obligación. Al tener conocimiento mi representado de la enajenación
requerida, se apersonó al acreedor a fin de cancelar la deuda, negándose éste a recibir el
pago, en virtud de que la misma ya había sido dispuesta "como operación común en el
mercado", para el día. .... del mes de. ............. de 1979, a las. ... horas. Por ello remitió al
demandado el telegrama colacionado que acompaño, no.......... intimándole en su calidad de
acreedor, ordenara la suspensión de la venta del cereal ya que abonaría íntegramente la
deuda, con lo cual ha quedado formalmente constituido en mora.
Ante la negativa del acreedor de recibir el pago, el peticionante depositó dicho importe en
el Banco de la Provincia —Sucursal ............. a la orden del Excmo. Tribunal y como
pertenecientes a estos autos, lo que acredito con la boleta bancaria que acompaño.
V) DERECHO. Fundo el derecho del actor en los artículos 68 y concds. del decreto-ley
6698/63. artículos 15, 14 y concds. del decreto-ley 21.209/57 y artículo 2° del decreto-ley
3739.
1°) Tenerme por presentado, por parte en el carácter invocado, por constituido el domicilio
legal y por denunciado el real.
3°) Se decrete la suspensión de la venta del cereal depositado en....................... por haberse
depositado íntegramente el saldo de la deuda, librándose la rogatoria pedida. haciéndose
constar las autorizaciones conferidas.
5°) Se decrete y ordene la transferencia del importe depositado prestando conformidad a los
efectos de abonar lo adeudado al acreedor...................... y al depositario. ........
Excmo. Tribunal del Trabajo (Jurisdicción Agraria): ........................., abogado, T......, F.. .
..., constituyendo domicilio legal en ;................, no. ...... al Exorno. Tribunal, digo:
II) ACCIÓN Y DERECHO. Promuevo formal demanda contra don. . ... ....;.. . ..........,
domiciliado en................. a fin de que el Excmo. Tribunal declare la nulidad de la cláusula.
................. y como no escrita, del contrato de arrendamiento celebrado por las partes, con
costas.
Con el contrato de. ..................... acompañado, el Excmo. Tribunal podrá resolver en autos.
IV) DERECHO. Fundo el derecho de mi parte en el artículo 1°, 17 incisos) (este último
específicamente) y concds. de la ley 13.246 y artículos 13, 14 y concds. del decreto ley
21.209/57.
1°) Se me tenga por presentado, por parte, con el domicilio legal constituido y por
denunciado el real.
3°) Se corra traslado de la acción al demandado, a quien deberá citarse y emplazarse para
que la conteste dentro del plazo y bajo apercibimiento de ley.
Será justicia.
Ley 13.246.
II) Acreditada mi personería solicito se decrete el levantamiento del embargo trabado por la
suma de $..............., con más la que el Excmo. Tribunal ha estimado provisoriamente para
responder a intereses y costas, sobre el producido de la cosecha obtenida en el predio que
arrienda mi mandante, en virtud de haberse efectivizado por una suma superior a la prevista
en el art. 15 de la ley 13.246 y artículo 54 del decreto 8550/63, con costas.
Por imposibilidades económicas mi mandante no pudo oblar tres trimestres y por ello al
arrendador, previa intimación por telegrama colacionado que le remitiera no.-......, sin que
el arrendatario abonara el importe adeudado, inició esta demanda, obteniendo del Excmo.
Tribunal que se decretara embargo en sus bienes.
Para cada zona enumera los bienes que se declaren inembargables por parte del arrendador,
enumerándose entre otros: un arado de asiento de dos rejas o dos arados de asiento de una
reja, una sembradora para granos finos, elementos necesarios para la construcción de un
corral de 10 mts. por 10 mts., la semilla necesaria para sembrar una extensión no mayor del
90 °/o de la superficie del predio, etcétera. De ex profeso hemos omitido mencionar en este
modelo esta resolución y ésta establece que no es materia de embargo lo necesario para
solventar los gastos de mantenimiento del arrendatario y su familia durante el plazo de un
año, no pudiendo ser mayor al salario duplicado recibido por un peón adulto "sin
especificar" a la fecha del embargo.
De ex profeso hemos omitido mencionar en este modelo esta resolución por considerar que
lo normado en ella debió haberse previsto en la reglamentación de la ley y no en una
resolución del ex Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación, ya que el haberlo
hecho por el procedimiento descripto toma inconstitucional lo normado por el ex
Ministerio.
1°) Tenerme por presentado, por parte, con el domicilio legal constituido y por denunciado
el real.
2°) Previo traslado a la contraria, se ordene el levantamiento parcial del embargo decretado,
reduciéndoselo a la suma de $....................., imponiéndose las costas al actor.
Será justicia.........
23. Solicitando se intime al arrendador para que provea local para escuela.
B) CONFESIONAL. Posiciones que deberá absolver el demandado al tenor del pliego que
en sobre cerrado se acompaña, a cuyo efecto se lo citará a la audiencia que se designe para
tales fines, bajo apercibimiento de ley. Deberá reconocer firmas y documentos que le
pondrá de manifiesto el actor.
1°) Si en el radio de 10 kms. a contar del centro del inmueble, existe algún establecimiento
de enseñanza primaria.
2°) Dando resultado negativo el punto 1°), indicar cuál es la escuela más próxima,
consignándose la localidad en que está ubicada y a cargo de quién se encuentra la dirección
del establecimiento.
V) DERECHO. Fundo el derecho de mi parte en el artículo 18, inciso 1°) de la ley 13.246,
decreto reglamentario 8330/65 y artículos 13 y 14, apartado IV del decreto-ley 21.209/57.
II) DEMANDA. Inicio formal demanda de desalojo contra don................... con domicilio
en.................. por vencimiento de contrato de explotación de tambo, con costas.
8 Puede solicitarse también indemnización del daño ocasionado por la retención indebida
del predio en donde se explota el tambo.
1°) INSTRUMENTAL. consiste en: a) Contrato de explotación de tambo, suscripto por las
partes; b) Documentación extendida por actor y demandado, en virtud de la cual este último
se comprometió a entregar el predio con fecha............... y de la cual surge que se realizaron
las distribuciones entre el propietario del inmueble y el tambero; c) Telegramas
colacionados remitidos por el actor n°s........................
2°) CONFESIONAL. Pliego de posiciones al tenor del cual deberá absolver el demandado,
reconocimiento de documentos y firmas, en la audiencia que se designe, a quien se citará
bajo apercibimiento de ley.
1°) Tenerme por presentado, por parte, con el domicilio legal constituido y por denunciado
el real.
5°) Oportunamente se haga lugar a la demanda, decretándose el desalojo del predio que
ocupa de propiedad del actor, del demandado y/o cualquier otro ocupante dentro del plazo
de quince días (15 días) de. .......... has. de extensión, ubicado en........................ con costas.
Será justicia.
25. Demanda por ejecución de locación de obra agraria por utilización de maquinaria
agrícola.
II) DEMANDA. Inicio demanda por cumplimiento de locación de obra agraria por
utilización de maquinaria agrícola, contra................. con domicilio en..................... con
costas.
ESCRITOS Y LIBRANZAS I UDICIALES
III) hechos. Mi mandante celebró con el demandado un contrato de locación de obra agraria
de utilización de maquinaria agrícola el. .... de ............ de 19..... Se convino la siembra y
recolección de la cosecha de............. correspondiente al período 19... ., en el predio que
detenta legalmente el actor de......... has, ubicado en..................... Se convino el precio de la
obra a realizar en $................. la ha. y de acuerdo a la extensión del inmueble rural, el total
asciende a $................... Por la cláusula............ al finalizar totalmente la obra (siembra y
recolección) el actor abonaría un plus fijo de $ ................... .9.
Mi mandante contrató la obra con..................... en virtud de su profesionalidad y técnica en
la realización de las referidas tareas, ya que la profesión habitual del locador agrario
constituye su medio normal de vida.
La primera parte de la obra, o sea la siembra del predio, se realizó en forma normal y mi
mandante abonó íntegramente al sujeto activo el precio estipulado en la cláusula. .......... del
contrato que acompaño. Llegada la época de la recolección de la cosecha el demandado no
cumplió hasta hoy con la parte complementaria de la obra convenida. De acuerdo con la
claúsula. ............... del contrato, el sujeto pasivo, en caso de incumplimiento de la otra
parte, puede optar por dos procedimientos; a) su rescisión, o b) exigir su cumplimiento,
resolviéndose el actor por este último supuesto, razón por la cual el sujeto pasivo le envió al
demandado el telegrama colacionado no. ...... que se acompaña, en virtud del cual se lo
intimaba al cumplimiento de su obligación, con lo cual quedó constituido en mora.
A estar a esta última circunstancia, o sea exigir el cumplimiento contractual, por ser este
tipo de convenciones agrarias
CONTRATOS AGRARIOS PRIVADOS
intuitu personae, debe obligarse al demandado a la realización de la locación de obra
agraria en forma directa y personal, y en el supuesto de incumplimiento, supletoriamente
permitir su realización por un tercero cuyos gastos estarán a cargo del demandado, contra el
cual podrá repetir mi conferente los importes abonados.
IV) prueba. ofrezco la siguiente prueba:
1°) instrumental. consiste en la documentación que adjunto:
a) Contrato celebrado entre las partes; b) Recibo de pago por el trabajo de siembra
realizado; c) Telegrama colacionado no..........
2°) confesional. Posiciones que depondrá el demandado al tenor del pliego que en sobre
cerrado acompaño, a cuyo efecto se lo citará a la audiencia que se designe, bajo
apercibimiento de ley. Deberá, en ese acto, reconocer firmas y contenido de documentos
que se le pondrán de manifiesto.
3°) inspección ocular. se realice una inspección ocular en el predio materia de autos, a los
efectos de constatar que no ha sido levantada la cosecha de...............; la que deberá
efectuarse por intermedio del Juzgado, a cuyo fin deberá librarse oficio, haciéndose constar
que el suscripto se encuentra autorizado para correr con su diligenciamiento con las más
amplias facultades legales.
4°) testimonial. ofrezco la declaración de las siguientes personas, las que lo harán al tenor
del interrogatorio que se les pondrá de manifiesto en el acto de la audiencia y se les citará
bajo apercibimiento de ley; a) ...................... profesión ................... domiciliado
en..................; &)..............; c)................
5°) informativa. se libren los siguientes oficios a fin de que se informe al Excmo. Tribunal:
a) A Encotel, si el telegrama colacionado no.......... fue remitido por el actor y recibido por
el demandado, b) Al Registro si la maquinaria (indicar datos inscriptorios)
se encuentra inscripta a nombre de........
V) derecho. al actor le asiste el derecho previsto en los principios del Derecho Agrario, los
de la analogía de las leyes agrarias, el contrato de locación de obra agraria suscripto por las
partes que se adjunta, los artículos 13 y 14 y concordantes del decreto-ley 21.209/57.
VI) petitorio. Por lo expuesto solicito del Excmo. Tribunal:
1°) Tenerme por presentado, por parte, con el domicilio legal constituido y por denunciado
el real.
2°) Se agregue la documentación acompañada, guardándosela en la Caja Fuerte del
Tribunal, a cuyo efecto adjunto copias.
3°) Se provea en su totalidad a la prueba ofrecida por mi parte.
4°) Se corra traslado de la demanda, citando y emplazándose al accionado para que la
conteste en el acto de la audiencia que prevé el artículo 35 del decreto-ley 21.209/57, bajo
apercibimiento de tener por no contestada la demanda.
5°) Se haga constar en los oficios a librarse las autorizaciones conferidas.
6°) Oportunamente se haga lugar a la demanda, condenando a............................. a realizar
la obra agraria convenida en forma personal y en caso de incumplimiento que sea realizada
por un tercero, siendo a cargo del demandado los gastos ocasionados, con costas.
Será justicia.
1. Se tiene al actor por iniciada la demanda.
"...Tienese al peticionante por presentado, por parte en el carácter invocado, con el
domicilio legal constituido y por denunciado el real. Agregúese la documentación y sobre
de absolución de posiciones acompañados. Martes y viernes a los efectos del artículo 24 del
decreto-ley 21.209/57. De la demanda incoada, córrase traslado al demandado por el plazo
de quince días, a quien se cita y emplaza para que la conteste en la audiencia que una vez
tenido conocimiento el tribunal de la fecha de notificación de la demanda, se fijará, bajo
apercibimiento de dárselo por contestada en rebeldía, en caso de incomparencia.
Notifiquese al demandado en el domicilio denunciado con entrega de copias, librándose a
tal fin oficio al Juzgado de Paz Letrado de: ... Téngase presente las autorizaciones
solicitadas y entregándosele al Dr.......................... .^ para correr con su di-ligenciamiento.
Cítese al actor a la audiencia que se designe a los fines del artículo 36 del decreto
21.209/57. Notifíquese personalmente o por cédula. Resérvese la documentación en la Caja
de Seguridad del Tribunal (siguen las firmas).
"En la fecha se reservó la documentación como está ordenado precedentemente, en sobre
no. ........ Conste". Firma del secretario.
2. Se tiene al demandado por contestada la demanda. Se corre traslado al actor por la
documentación acompañada.