El ogro

De qu estamos hechos, de qu? Qu es esta joya que llevamos como olvidada y echada al barro, y cmo es ste sobreponernos? Es todo camino sobre la cuerda o acaso, entre la ventisca haya un remanso, apartado de la farndula, unos minutos slo, entre funcin y funcin Yo no lo s, hermano, yo no lo s. Y es eso cobarda amigo mo, t, el amante solitario de Lo Abierto, o qu? Qu hiciste que te elevaba sobre nosotros, rescatando las palabras, libre, uno con ellas, casi como si pudieras caminar tambin sobre el agua? O es que un ngel te haba encomendado una misin? Eran tus cumbres de tinta, tan distintas a lo de afuera, que no pudieran resolverse en un abrazo definitivo? Tampoco lo s. Es slo que a veces soy la bandada. Y me relevo con mis hermanos, que me levantan, unos metros ms, un poco ms, cuando el fro aprieta la cordada. Porque nunca sabremos si nuestra moneda brincar segura en las manos de Claudio, o si dormir cansada algn invierno suspendida en las de Esteban, o rozando leves las del bravo Antonio, que se qued para siempre tan cerca. Yo os miro a unos y a otros, truncados en lo mejor, soadores todos de la cara norte, y os pregunto por aquello que nos alcanza. Y quin fue ms? Quin quiso ms? Pronto, pronto, ya pronto nos llega.