Los antiguos mesopotmicos, para conocer el rea de un crculo, lo situaban entre dos cuadrados.

La idea de identificar el crculo y el cuadrado se verific tambin por la rotacin del cuadrado. Pero no se trata, en el aspecto a que nos referimos, de un problema matemtico, sino de un problema simblico. La cuadratura del crculo, como el lapis o el aurum philosophicum, constituy la preocupacin de los alquimistas, pero mientras estos ltimos smbolos se referan ms bien a la finalidad evolutiva del espritu, el primero concerna a la identificacin de los dos grandes smbolos csmicos: el del cielo (crculo) y el de la tierra (cuadrado). Es, pues, una coincidencia de los dos contrarios, pero no entendida como yuxtaposicin o coniunctio (cual el trazo vertical y horizontal forman la cruz), sino como identificacin y anulacin de los dos componentes en sntesis superior. Correspondiendo el cuadrado a los cuatro elemensot, en el significado de la cuadratura del crculo que, en realidad, no debiera denominarse as, sino circulacin del cuadrado, se trataba de obtener la unidad de lo material (y de la vida espiritual) por encima de las diferencias y oposiciones (orientaciones) del cuatro y del cuadrado. Otro procedimiento para obtener un ersatz de cuadratura fuer refundir los dos cuadrados en cuyo interior se inscriba el crculo, lo que da por resultado un octgono. El octgono puede considerarse, en efecto, geomtrica y simblicamente como el estado intermedio de una forma entre el cuadrado y el crculo. Por eso no simboliz nunca el opus (es decir, el logro mstico de la identificacin de contrarios), pero s la va de purificacin del cuatro y el cuadrado (tierra, elemento femenino, materia, razn) para alcanzar el crculo (perfeccin, eternidad, espritu). Por esta causa, muchos baptisterios y cimborrios de la Edad Media son de planta octogonal.